LAS COSAS CAMBIAN

LAS COSAS CAMBIAN...

Mi hija y mi nieto Matteo viven en Sydney, Australia. Nosotros lo vemos por la pequea cmara de la computadora casi todas las semanas. Al principio resultaba difcil expresar mis sentimientos a un monitor; soy de la generacin que quiere a otro a travs del tacto, la caricia, sintiendo el calor de la piel entre las manos y oliendo el perfume del cuerpo, o escribiendo las palabras del propio sentir.Hablar con una persona que est en una pantalla no me resultaba desconocido, pero demostrar mi afecto s. Adems, a m me haban enseado que con los personajes de la TV no se habla, porque no te escuchan.Pero m nieto se re y responde a mi voz, a mis canciones, mita mis gestos...Dice mi hija que cuando se enciende la computadora, l se mueve agitado y re sin perder de vista el monitor. Segn ella porque se da cuenta de que ser el centro de atencin de esas dos caras, la de sus abuelos, que le hacen morisquetas desde el otro lado del mundo.As nosotros fugamos con l a miles de kilmetros de distancia. Es ms, nos adelantamos y vivimos el futuro, porque a veces, segn la hora del da, en Argentina es mircoles y en Australia ya se vive el jueves. Estamos convencidos de que cuando le pregunten a Matteo por sus abuelos, l dir: "Mis abuelos son cuadrados y sin piernas", porque as nos ve.Lo original es que hace unas semanas, mientras estbamos con l virtualmentc, mi hija nos solicit lo siguiente:-Se pueden quedar con Matteo 15 minutos? Vuelvo enseguida.~Ya dnde vas?-, preguntamos.-A colgar la ropa que lav, voy hasta el jardn y vuelvo-Y si llora qu hacemos? volvimos a preguntar. -Me llaman al telfono inalmbrico. Yo lo llevo conmigo, me avisan y vuelvo-.As es como ahora, adems de amar a mi nieto por Internet, tambin lo cuido!Para mi nieto, esto es tan comn como lo es hoy en da pensar que existe el inconsciente. Para l es parte de su vida cotidiana; para m, la novedad.Porque las cosas cambianAna Prawda