LAS CRISIS EN EL MATRIMONIO

Si tu matrimonio est atravesando una crisis, significa que est enfermo, necesita

atencin! Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganizacin emocional,

caracterizado por la incapacidad del individuo para enfrentar una situacin particular

y obtener un resultado positivo o dar alguna solucin al problema.

Una crisis matrimonial ocurre cuando los cnyuges no saben cmo manejar sus

diferencias y como consecuencia se ofenden mutuamente, llegando al extremo de

lastimarse muy seriamente o llegar al punto de que ya no le importa nada a alguno de

los dos, o a los dos. Esto es lo que llamamos un divorcio emocional o una crisis de

cuidados intensivos.

Un matrimonio llega al punto de crisis cuando no se atendieron los sntomas y se dej

continuar con el problema de irrespeto, desconsideracin, egosmo, etc; que

normalmente empieza con discusiones por asuntos cotidianos, pero se va agravando

con mltiples incrementos en el tono agresivo de la voz, ataques verbales mutuos,

actitudes de indiferencia, presin emocional y en algunos casos hasta violencia

domstica.

La actitud del perdn sincero para pedirlo, como para

darlo y de manera incondicional es un elemento

fundamental para controlar o al menos mitigar las

crisis matrimoniales. Pero adems de esto, se debe

concientizar sobre las races que generaron la crisis,

para buscar soluciones integrales que acepten los dos.

Las races de las crisis son generalmente diferencias de

criterio en cuanto a cmo manejar los asuntos del

diario vivir. Para resolver estas races, tenemos primero que nada, aceptar que existen

esas diferencias, aceptar que es probable que no siempre tengamos la razn, aceptar

que hay sentimientos de dolor y tristeza en nuestro corazn, pero tambin que

tenemos que cambiar varias actitudes y aprender a ser ms tolerantes.

1 Pedro 3:8-9 En fin, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amndoos

fraternalmente, misericordiosos, amigables. No devolvis mal por mal, ni maldicin

por maldicin, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a

heredar bendicin.

Si tu matrimonio est en una fase muy avanzada de crisis, evidentemente ser ms

difcil recuperarlo, pero no imposible. Para los que estn en Cristo, todo es posible. Lo

mejor que se puede hacer es tratar de revivirlo con paciencia, con mucha suavidad y

ternura. Se debe asumir una actitud muy humilde y perdonadora, pero a la vez

transparente y sincera; para expresar los sentimientos en tono restaurador. Hgalo

con ayuda capacitada.

Hay casos en los que ya la descomposicin emocional es tan fuerte que aparentemente

ya no hay solucin. Sin embargo debes seguir tratando de hacer lo correcto como

hijo(a) de Dios y de buscar la ayuda adecuada. Y todo lo que hagas, hazlo como para

Dios. Colosenses 3:23 Y todo lo que hagis, hacedlo de corazn, como para el Seor y

no para los hombres. La actitud de los hijos de Dios, es hacer las cosas bien aunque

pensemos que el cnyuge no lo merece, pero lo hacemos esencialmente para honrar a

Dios y su palabra. Eso es FE!

No sabemos en qu estado real est tu

matrimonio hoy, pero si sabemos que nuestro

Padre Celestial nos ha dejado las herramientas,

para que aquellos que vivimos con la identidad

de hijos de Dios, podamos ponerlas en prctica y

resolver cualquier tipo de crisis. No es fcil, pero

con paciencia y humildad y en obediencia a la

palabra de Dios, si es posible.

Ante tantas situaciones que vemos a diario sobre

la familia llegamos a pensar que tener una familia es una empresa dirigida al fracaso,

pero en verdad es esto cierto?

Se repite hasta el cansancio que la familia est en crisis y con ello se consigue, en

muchos casos, hacer caer en el pesimismo a muchas personas. El pesimismo es

paralizante, no ayuda a crear y adems hace que nos pongamos a la defensiva.

CRISIS?, QU CRISIS?

Es cierto que la familia est en crisis y conviene aclarar qu significa esto. La palabra

crisis suele relacionarse con significados negativos. Sin embargo el significado real

no es se, crisis significa cambios. Las personas sufrimos crisis y con ellas no

tenemos por qu llegar el fin del mundo.

Los nios suelen sufrir una crisis alrededor de los tres aos. Hasta esa edad no han

tenido constancia de su propia persona, se han sentido parte de quienes les rodean. A

esta edad se dan cuenta (no de una manera consciente) de que pueden ser autnomos

y de ah se derivan las pataletas, el negarse a hacer algo que se les manda o el querer

hacer las cosas solos. Si superan esta crisis crecen como personas y maduran. La crisis,

por tanto, ha sido positiva.

Desde esa crisis que se produce hacia los tres aos y hasta la pubertad, los nios

permanecen en un estado ideal. No se suelen presentar grandes problemas. Sin

embargo comienza la adolescencia que es, nuevamente, tiempo de crisis, de grandes

cambios. Los padres suelen recibirla con una actitud defensiva y de miedo: ya vers

cuando te toque!, amenazan los conocidos. Pero la crisis de la adolescencia es

necesaria para que el chico o la chica maduren y den el salto hacia delante. Si les

ayudamos y apoyamos, saldrn de la crisis fortalecidos.

CRISIS DE LA FAMILIA

El objetivo al exponer estas ideas no es hablar de la evolucin psicolgica de nuestros

hijos, sino poner en su sitio lo que significa crisis y librar a esta palabra de su

maldicin.

Es un hecho que la familia est en crisis pero esto no tiene porqu ser negativo si

sabemos ser los protagonistas del cambio. La familia est en crisis porque las

relaciones humanas son vivas y cambiantes. No es la base de la familia -el amor- lo que

est en crisis, sino su adaptacin a la realidad social. La familia es el lugar donde de

manera natural se nace, se crece y se muere. Es el nico mbito donde las personas

son queridas por lo que son, no por lo que tienen o hacen. Por esta razn la familia

est blindada y permanecer siempre.

ALTO NDICE DE DIVORCIOS

El alto ndice de separaciones y divorcios no es un ndice del fracaso de la familia, sino

un indicador de muchos fracasos personales. En la inmensa mayora de los casos de

separacin o divorcio, los hijos quedan a cargo de la madre. Ante esta situacin creo

que es obligacin de justicia que los padres varones recuperen su papel en la familia.

Es una gran pena, sino una injusticia, que los nios crezcan sin un padre y/o sin una

madre.

LOS ROLES EN EL HOGAR HAN CAMBIADO

Hasta hace unos aos pareca que la familia era algo esttico e inamovible. Los roles

estaban perfectamente delimitados. El padre trabajaba fuera de casa, traa el dinero

para mantener a su familia y procuraba la seguridad de su mujer e hijos. La madre

cuidaba del hogar y se encargaba de la educacin y cuidado de los hijos.

La autoridad familiar recaa en el padre y se ejerca como potestad (la capacidad de

imponer y sancionar en funcin de su cargo). La madre se limitaba a ser la gestora del

hogar. Sabemos que estas ideas no se daban en todos los casos y que como toda

generalizacin, puede ser injusta. Sin embargo, pienso que corresponde a una realidad

muy amplia.

Por otro lado, las obligaciones de los hijos se limitaban a la obediencia. Incluso con la

mirada. Este modelo de familia funcion durante mucho tiempo y la mayora de las

personas guardan un grato recuerdo de sus padres y se sintieron amados. Sin

embargo, me pregunto vale este modelo para nuestros das?

QU PODEMOS HACER LOS PADRES Y MADRES?

1.- Debemos considerar que nuestro papel es fundamental para el buen

funcionamiento de nuestra familia. Es tan importante el padre como la madre para

que nuestros hijos crezcan equilibrados.

2.- Saber distinguir lo que es importante de lo que es urgente. Urgente es todo en el

trabajo y en las relaciones sociales. Importante es nuestra mujer/esposo y nuestros

hijos. Es necesario poner orden en la cabeza y priorizar, empezando por lo

importante.

3.- La seguridad que proporcionan el varn y la mujer a sus hijos no la puede suplir

nadie y la tarea de educar es siempre mucho ms efectiva cuando se hace entre dos.

Sabemos que es fcil decirlo, pero nuestros hijos nos necesitan a nosotros, no nuestro

dinero ni nuestro prestigio social y autoestima. Si acaso eso lo necesitamos nosotros.

4.- Hacer las cosas que debemos, cuando no coincide con lo que queremos, requiere

de un esfuerzo. La fortaleza es la virtud de los convencidos. Si sabemos que nuestra

mujer/esposo e hijos nos necesitan, y nos necesitan igual que nosotros a ellos por

qu no ponernos en marcha y estar junto a ellos?

5.- Las personas necesitamos que se nos reconozca y se nos aplauda. Por qu buscar

eso fuera de casa? Por qu hacemos que nuestra autoestima dependa del trabajo

profesional y no de nuestros hijos?

RECUPERAR LA AUTORIDAD

La autoridad se entenda como potestad, el derecho a ser obedecido. Ese concepto de

autoridad ha hecho crisis, ha evolucionado porque la potestad no es autoridad, sino un

componente de la misma. La autoridad real tiene que ver ms con el servicio. Cuando

se ama, se sirve. El servicio que tenemos que prestar los padres a los hijos es

ayudarles a crecer como personas y ensearles el camino de la felicidad.

Muchas veces el problema radica ah. Cmo voy a ensear a mi hijo a crecer como

persona y a ser feliz, si yo, en el fondo, no s ser feliz? Nuestra sociedad nos inculca la

felicidad como momentos de placer que se consiguen con las cosas. Esta realidad es

frustrante ya que nuestro anhelo de felicidad es infinito y las cosas, como sabemos,

son finitas, se acaban.

Cualquiera que haya experimentado un momento de gozo por la labor bien realizada,

por un momento de generosidad, por dar mucho ms que por recibir, ha estado en

contacto con la felicidad y, sin embargo, ha podido no ser consciente. Nuestra tarea

como padres varones consiste en volver a casa, en estar en casa y procurar ese

momento a nuestros hijos. Si estamos dispuestos a empezar a crecer como personas,

si nos damos cuenta de que podemos mejorar en virtudes (ser ms generosos,

trabajar mejor...), estaremos en camino de recuperar la autoridad en el hogar.

COHERENCIA DE VIDA

Todas las personas, y especialmente los adolescentes, son muy sensibles a la

coherencia. Se rebelan ante las personas que dicen una cosa y hacen lo contrario; no

soportan la hipocresa. Si somos capaces de ver cul es el camino de la verdadera

felicidad, y ponemos el esfuerzo y la voluntad en seguirlo, estaremos iniciando el

camino para recuperar la autoridad.

Cuando un hijo ve a sus padres luchando por ser mejores personas, esos padres

aumentan, en prestigio y, por tanto, en autoridad ante su hijo. Por otro lado, esa lucha

aumenta la autoestima del padre lo cual le anima a seguir luchando. Sern numerosas

las veces en las que fallemos o nos equivoquemos pero tambin sern ocasiones para

pedir perdn, lo cual nos unir ms a nuestros hijos.

No dejemos que esta sociedad utilitarista nos encajone. Hoy, ms que nunca, hacen

falta padres que defiendan a su familia. Hace falta defender a nuestras familias en la

calle pero, sobre todo, en el hogar, luchar por ser mejores personas y saberlo

transmitir a nuestros hijos. Que sientan que lo ms importante de nuestra vida son

ellos, y que se lo demostremos.