Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

7
Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica: Una aproximación a “Derrotero y Viaje A Españas y Las Indias” de Ulrico Schmidl. Las crónicas, tratados, cartas de viajeros, etc. sobre la Conquista de América pertenecen a un conjunto de textos vastos y heterogéneos cuyos modos de recepción han sido y siguen siendo diversos, debido a que éstos pueden ser analizados desde la Historia y la Literatura, entre otras disciplinas. Las tres fuentes mayores de crónicas de Indias referidas al Río de la Plata son los Comentarios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca (1555), Derrotero y viaje a España y las Indias de Ulrico Schmidl (1567) y La Argentina de Ruy Díaz de Guzmán (1612). Estos textos poseen la particularidad de ser producidos durante los siglos XVI y XVII por soldados. Pero sus iniciativas de narrativa no responde a un pedido o mandato oficial, ni la expedición que ellos integraron forma parte de la empresa de la Corona de Castilla. Sin embargo deciden narrar su experiencia en este espacio mediante una crónica, discurso legitimado por las instituciones de la época y fundadas en el valor de verdad. 1 Amerita hacer una breve mención a cerca del contexto de producción de las crónicas, para ello debemos remontarnos a la Europa Medieval en donde las mismas eran consideradas obras de historia que se escribían de acuerdo con la tradición cristiana formando parte del proceso de salvación, un discurso histórico que refería a un momento determinado, caracterizado por el universalismo, y que perseguían un fin moralizante y practico. Las crónicas fueron mutando, hasta llegar a ser escritos que informaban o referían sobre sucesos pasados en las que se describen grandes acontecimiento de una manera breve y fragmentada en orden cronológico. De esta manera se van alejando de la intencionalidad inicial de salvación y para el siglo XVI, estos escritos son concebidos como descripción histórica de acontecimientos contemporáneos, ahora con un sentido amplificado de la palabra Historia, en el que se van a incluir la geografía y la etnografía respondiendo a la búsqueda de dilucidar, descubrir e investigar fiel al espíritu renacentista. Convirtiéndose así, a partir de la llegada de los Europeos a América, básicamente en una historia natural en un sentido riguroso 2 , pero que no siempre van ser narrada en un orden cronológico. Quien las escribe es denominado “Cronista, un escritor de textos históricos relacionados a la naturaleza y que tienen como requisito excluyente: ser testigo ocular de los sucesos que describe en su narrativa. Es decir que hace un uso literal del sentido de la vista. En su texto La Ficción del Origen la autora Mónica Bueno menciona: estos textos (…) si bien comparten con la historia el criterio de «verdad», también está operando el imaginario de su época, que fluctúa entre los mitos medievales y la utopía de la modernidad. 3 1 Bueno, M. L. (2002). La ficción del origen: Crónicas de la primera fundación de Buenos Aires. CELEHIS: Revista del Centro de Letras Hispanoamericanas, (2). Pag. 31. 2 Someda, H. (1999). Las Crónicas- Capitulo I -.El Imperio de los Incas: imagen del Tahuantinsuyu creada por los cronistas. Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial. Pag 20. 3 Bueno, M. L. (2002). La ficción del origen: Crónicas de la primera fundación de Buenos Aires. CELEHIS: Revista del Centro de Letras Hispanoamericanas, (2). Pag. 28

description

ponencia

Transcript of Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

Page 1: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica: Una aproximación a “Derrotero y Viaje A Españas y Las Indias” de Ulrico Schmidl.

Las crónicas, tratados, cartas de viajeros, etc. sobre la Conquista de América pertenecen

a un conjunto de textos vastos y heterogéneos cuyos modos de recepción han sido y

siguen siendo diversos, debido a que éstos pueden ser analizados desde la Historia y la

Literatura, entre otras disciplinas.

Las tres fuentes mayores de crónicas de Indias referidas al Río de la Plata son los

Comentarios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca (1555), Derrotero y viaje a España y las

Indias de Ulrico Schmidl (1567) y La Argentina de Ruy Díaz de Guzmán (1612).

Estos textos poseen la particularidad de ser producidos durante los siglos XVI y XVII

por soldados. Pero sus iniciativas de narrativa no responde a un pedido o mandato

oficial, ni la expedición que ellos integraron forma parte de la empresa de la Corona de

Castilla. Sin embargo deciden narrar su experiencia en este espacio mediante una

crónica, discurso legitimado por las instituciones de la época y fundadas en el valor de

verdad.1

Amerita hacer una breve mención a cerca del contexto de producción de las crónicas,

para ello debemos remontarnos a la Europa Medieval en donde las mismas eran

consideradas obras de historia que se escribían de acuerdo con la tradición cristiana

formando parte del proceso de salvación, un discurso histórico que refería a un

momento determinado, caracterizado por el universalismo, y que perseguían un fin

moralizante y practico. Las crónicas fueron mutando, hasta llegar a ser escritos que

informaban o referían sobre sucesos pasados en las que se describen grandes

acontecimiento de una manera breve y fragmentada en orden cronológico. De esta

manera se van alejando de la intencionalidad inicial de salvación y para el siglo XVI,

estos escritos son concebidos como descripción histórica de acontecimientos

contemporáneos, ahora con un sentido amplificado de la palabra Historia, en el que se

van a incluir la geografía y la etnografía respondiendo a la búsqueda de dilucidar,

descubrir e investigar fiel al espíritu renacentista. Convirtiéndose así, a partir de la

llegada de los Europeos a América, básicamente en una historia natural en un sentido

riguroso2, pero que no siempre van ser narrada en un orden cronológico. Quien las

escribe es denominado “Cronista”, un escritor de textos históricos relacionados a la

naturaleza y que tienen como requisito excluyente: ser testigo ocular de los sucesos que

describe en su narrativa. Es decir que hace un uso literal del sentido de la vista. En su

texto La Ficción del Origen la autora Mónica Bueno menciona: estos textos (…) si bien

comparten con la historia el criterio de «verdad», también está operando el imaginario

de su época, que fluctúa entre los mitos medievales y la utopía de la modernidad. 3

1 Bueno, M. L. (2002). La ficción del origen: Crónicas de la primera fundación de Buenos Aires. CELEHIS: Revista

del Centro de Letras Hispanoamericanas, (2). Pag. 31. 2 Someda, H. (1999). Las Crónicas- Capitulo I -.El Imperio de los Incas: imagen del Tahuantinsuyu creada por los

cronistas. Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial. Pag 20. 3 Bueno, M. L. (2002). La ficción del origen: Crónicas de la primera fundación de Buenos Aires. CELEHIS: Revista

del Centro de Letras Hispanoamericanas, (2). Pag. 28

Page 2: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

En ésta oportunidad la elegida es “Derrotero y viaje a España y las Indias” 4de Ulrico

Schmil, deseo hacer la aclaración que el propósito de éste trabajo no es exhaustivo sino

que sólo pretende alcanzar una aproximación al tema.

Retomando, mencionaba que éstas crónicas narran el recorrido de un soldado alemán

realizado entre 1534 y 1554 por el espacio Rioplatense. Recordemos que se

establecieron jurisdicciones según un corte “horizontal”, tomando como puntos de

referencia las abstractas líneas denominadas paralelos. Ubicada al oeste de la línea

que marcaba el Tratado de Tordesillas, la franja rioplatense fue asignada, por

capitulación, a Pedro de Mendoza en 15345. (En la actualidad Río de la Plata sirve

para designar a los territorios que comprenden Argentina, Uruguay y Paraguay)

- MAPA-

Derrotero es una de las palabras que da título a ésta obra y la misma anuncia el

resultado final de la estadía de Ulrico en el espacio americano durante veinte años.

¿Qué nos presenta su relato?

Ulrico Schmild es un soldado alemán, mercenario y arcabucero de profesión que el 2 de

Agosto de 1534 decide viajar desde Amberes, su ciudad de origen, hacia el puerto de

Cádiz rumbo al Río de la Plata junto a la expedición de Pedro de Mendoza. La misma

es financiada por los banqueros y lobistas alemanes Sebastián Neithart y Jacobo Wesler

quienes, junto a otros, ya habían sido responsables económicamente de algunos de los

emprendimientos de la corona española en la empresa de la Conquista. No le es costoso

a Mendoza reclutar hombres ya que los relatos, en especial los de Pizarro y Cortés, son

considerablemente tentadores para ciertos sectores de la población europea (SEMPAT

ASSADOURIAN, C., 1972). Es decir Ulrico Schmidl fue uno de los tantos extranjeros

que vino al Río de la Plata atraído por estas leyendas de riqueza que este nuevo

mundo vaticinaba.

La llegada de la poderosa flota de Mendoza con mil hombres y con provisiones para un

año se concreta en 1535 según el propio cronista (US, 11). Una vez que ha arribado al

espacio rioplantense allí asiste a la primer fundación de Buenos Aires (2 de Febrero de

1536). Así como a la de Asunción en 1539 (US, 58) y en su encuentro con los indios

Jarayes descubre noticias sobre las Amazonas, que junto con el resto de la expedición,

inicia un recorrido hacia allí.

A continuación me detendré, en lo que a mi criterio, son los tópicos más fuertes que

posee la obra.- IMÁGENES-

Ulrico como militar pone énfasis en relatar los enfrentamientos y la resistencia que

encuentra con casi todos los grupos indígenas (Podemos citar solo algunas de las

“naciones”: Querandies, Guaranies, Charruas, Chana-Timbues, Agaces, Carcarás,

Surucusis) No es un detalle menor que la crónica se inicie y finalice con contiendas, la

primera con los Querandies y la ultima con los Indios Carios. La razón de este primer

ataque es la falta que comenten los querandíes quienes proveían de alimentos a los

españoles. El enfrentamiento entre trescientos soldados y treinta caballos “bien

pertrechados” contra cuatro mil indios, es referido brevemente: “Y cuando nosotros

quisimos atacarlos, se defendieron ellos de tal manera que ese día tuvimos que hacer

4 Para este trabajo es utilizada la edición del año 1947 traducida del alemán por Edmundo Wernicke y

prologada por Enrique De Gandia, Editorial: Espasa-Calpe Argentina. Todas las citas de esta crónica

responden a la mencionada edición, por lo tanto tan sólo se consignarán las iníciales del autor –US- y el

número de página correspondiente. 5Barriera. D. (2006) Exploración y conquista del Río de la Plata- Capitulo I en Conquista y colonización

hispánica: Santa Fe la Vieja: 1573-1660 - 1a ed. - Rosario: Prohistoria Ediciones: Diario La Capital.

Page 3: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

bastante con ellos; (también) habían dado muerte a nuestro capitán don Diego

Mendoza y junto con él a seis hidalgos de a caballo; por el lado de los indios

sucumbieron alrededor de 1000 hombres; y [se han] defendido muy valientemente

contra nosotros, como bien lo hemos experimentado(…) Dios el Todopoderoso nos dio

su gracia divina que nosotros vencimos a los sobredichos Querandís y ocupamos su

lugar” (US, 39-40) A medida que avanza el relato de conquista las lógicas de

combate y alianzas se van ampliando y las practicas de los indios, comienzan a ser

usadas por los españoles. El último combate importante al que se enfrenta, es entablado

por y contra los indios carios. Esta tribu, nunca llega a ser del todo confiable, según

Schmidl, poseen una relación inestable con los españoles (“Cuánto durará tal paz con

los Carios, no puedo decir a vosotros; esta guerra ha durado un año y medio seguido,

que no estuvimos seguros de estos Carios”) (US, 105). Los fragmentos citados

presentan a un rival digno, los indios dan batalla reiteradamente: arman estrategias,

hacen alianzas y así también las deshacen en función de sus intereses; construyen

fuertes y trampas como defensa, destruyen caminos, queman alimentos, envían a las

mujeres e hijos lejos para que no sean tomados en cautiverio ya que conocen muy bien

el espacio y hacen uso de él (El Jaber). Ulrico lo sintetiza de la siguiente manera: “Yo

creo que si en ese tiempo lo hubiere sido sin los arcabuces, ninguno de nosotros se

hubiere salvado” (US, 104). Sentenciando: “en esta tierra no hicimos otra cosa que

guerrear” (US, 126).

Otra de las cuestiones que se aborda es el hambre y el padecimiento: esta crónica da

cuenta de que el hambre es un verdadero impedimento para avanzar en la conquista.

Asentados los españoles en Buenos Aires, se le hizo imposible proveerse de alimentos,

y a las pocas semanas de estar allí, el hambre comienza a sentirse. “(..) a más la gente

no tenía que comer, y se moría de hambre, y padecía gran escasez, fue tal la pena y el

desastre del hambre, que no bastaron ni ratas ni ratones, víboras ni otras sabandijas;

también los zapatos y cueros todo tuvo que ser comido” (US, 11). Y narra a

continuación un episodio en que los españoles se comen entre sí: “(También) ha

ocurrido entonces que un español se ha comido su propio hermano que estaba muerto”

(US, 11). La falta de alimento es una constante, y es el motor del recorrido porque lo

primordial es afrontar el hambre en estas tierras. La otredad se manifiesta de manera

diferente, a las crónicas de Mesoamérica, los indios aquí son representados, entonces,

como proveedores, sirvientes e informantes. En este río hallamos reunida mucha gente

que se llama Mocoretás; éstos no tienen otra cosa que comer que pescado y carne pero

por parte mayor tienen pescado. (US, 49). En su vuelta de las Amazonas comenta que

el rey de los Jarayes “nos trató muy bien e hizo servirnos asiduamente comida” (US

90). Estas citas intenta dar cuenta de las relaciones que se establecen entre los

conquistadores y los nativos, los cometarios del soldado alemán siempre serán en

función de cuanto poseen, es decir la cantidad y variedad de alimentos, el tipo de arma

que utilizan , sus características físicas así como el territorio que dominan . Es

importante decir que es en Asunción cuando comienza la servidumbre definitiva de los

indios (Assadourian, Beato y Chiaramonte, 2010) Por último, me referiré al espacio

geográfico: Se advierte en Schmidl una curiosidad respecto de la fauna y flora, su

crónica se diferencia de las Historias Naturales a las que se hace alusiones de

animales fabulosos, desconocidos para el europeo6. En éste caso los animales, no

resultan “exóticos” se convierten en comida. Se destaca el siguiente episodio: Cuando

estuvimos entre estos Mocoretás encontramos por casualidad en tierra una gran

serpiente disforme(…) era tan grande como un hombre en la grosura y era salpicada de

6 Aldao, M. I. (2014). Hambre, antropofagia y la construcción de la alteridad en el siglo XVI: los casos

Schmidl y Staten. Zama, 6(6), pag 22

Page 4: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

negro y amarillo (…) Así la matamos de un tiro de arcabuz . Cuando los indios la

vieron se admiraron mucho”. Esta boa no permitía a los indios bañarse en el agua,

muchos de ellos encontraron la muerte al sumergirse en el rio a causa de la víbora que

se los comía, prosigue “(...) los indios Mocoretás han tomado esta víbora y la han

hachado en pedazos (...) y la han comido asada y cocida”. (US, 50) .

A lo largo de la crónica el espacio es concebido como vacio y hostil. Los ríos se

presentan como desbordados y hay en el ambiente millones de insectos. El terreno está

marcado por el agua. Las imágenes se hallan ligadas a la utilidad y funcionalidad que

se le puede dar “El río Paraná-Guazú en la boca es ancho unas cuarenta leguas de

camino y tal anchura perdura por ochenta leguas de camino. (US, 37). Ulrico pasa 20

años en el espacio rioplatense y navega los Ríos Paraná-Guazú, Paraguay, Uruguay, y

el desconocido Xejuy “Pero tal rio llega a ser muy grande a su tiempo y hace gran

daño en el país, que no se puede viajar por tierra cuando está grande” (US, 104). Su

experiencia es un gran y largo recorrido, de un pueblo a otro, “aguas arriba, aguas

abajo”, como menciona en reiteradas oportunidades. Los fenómenos naturales

frecuentes en la cuenca rioplatense, por ejemplo las tormentas, son adjetivadas como

espantosas (Barriera, 2006).

Podemos sostener que nadie puede constituir el ideal de héroe en un contexto semejante.

Ulrico define su paso de la siguiente manera: “tampoco he visto en mi vida un país más

malsano que éste” (US, 92). Por lo tanto éste es un relato que esta atravesado por el

sentimiento de frustración y decepción, aquí no hay nada de lo prometido es decir ni oro

ni plata tampoco hay naturaleza exuberante, ni riqueza desmedida, como dice Loreley

El Jaber “eso que se ofrece a la vista no se condice con las representaciones

ideológico-culturales esperables”7.

Luego del anterior análisis es necesario hacer un comentario, que tal vez sea,

condicionante al momento de utilizar como fuente histórica una crónica de conquista.

En lo que respecta a Schmild luego de casi veinte años, como ya mencionamos, en el

Río de la Plata, decide regresa a su país natal. En 1567, después de convertirse al

protestantismo, trece años después de su retorno, se publica la crónica sobre su

experiencia en tierra americana, la cual circulará entre un público protestante y ansioso

por consumir los relatos de América (El Jaber, 2013). En ellas decide relatar y describir

sus propias opiniones y percepciones del padecimiento y frustración que vivenció. Pero

no siempre es testigo directo de todo lo que ve, incluye hechos que le han sido narrados

e informados pero que él los considera verídicos. La subjetividad aparece explicita e

implícitamente a lo largo del relato. Como dice Clifford Geertz el cronista-viajero –

como el etnógrafo– se enfrenta a un problema: cómo llevar a cabo una “descripción

participante”8. Es un desafío realizar una narración personal que se distancie pero que

al mismo tiempo evite ficcionalizar la experiencia de un viaje, que, efectivamente se

realizo. Citando nuevamente a El Jaber ella resume acertadamente cual es el contenido

que nos proporciona una crónica: en el caso de Schmdil, como de tantos otros, no

estamos hablando del relato de un viaje imaginario. (…) Tampoco es este el relato de

un aventurero, aunque los editores conviertan en aventura cada suceso vivido por el

cronista. (...)La crónica de conquista es la puesta en discurso de un viaje que ante todo

7 El Jaber, L. En busca de las amazonas. Disponible en http://ccpe.org.ar/en-busca-de-las-amazonas-por-

loreley-el-jaber

8Geertz, C. (1989). El antropólogo como autor. Barcelona, Paidós.

Page 5: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

es político. (...)El viaje colonial impone, así, una matriz estético-política a partir de la

cual se tamizan los contenidos.9

Entonces describir un paisaje, que es básicamente el contenido de una crónica, es ante

todo un acto social enmarcado en un contexto determinado, donde se pone en juego

todo el bagaje cultural del “observador”, quien está transmitiendo una jerarquía de

valores y plasma una cosmovisión ( Barriera, 2006). Curiosamente quien rescata esta

cualidad descriptiva en la obra de Schmidl es Bartolomé Mitre.

El mismo lleva adelante en 1903 una edición de Viaje al Rio de La Plata con notas

bibliográfica, que incluye de su autoría una biografía de Ulrico. Parte de ésta dice:

“¿Cual es el verdadero nombre del primer historiador del Río de la Plata? He aquí una

cuestión que todavía no ha sido resuelta. (…). Y en cuanto a su obra se refiere de la

siguiente manera : Un sentimiento de verdad en cuanto a los hechos, de exactitud y

precisión en cuanto a los lugares, fechas y distancias; un instinto de imparcialidad sin

afectación, con tendencia a identificarse con la multitud de que forma parte, le

caracterizan como historiador10”. Como vemos el propio Mitre afirma que Ulrico es el

primer historiador del Río de la Plata y en marca su narrativa dentro del discurso

historiográfico, en pleno auge de la ciencia positivista a finales del XIX, entiende que

las descripciones de éste cronista respondería a relatar los hechos tal cual sucedieron,

las lee en clave del ideal de objetividad y neutralidad del paradigma imperante,

otorgándoles un carácter factual.

Desde mi perspectiva, la cual está sometida a discusión, el texto de Schmidl podría

llegar a considerarse fundacional dentro de la historiografía argentina, ya que es posible

que Derrotero y Viaje represente y participe de temáticas que han atravesado la

Cuestión Nacional, desde mediados del siglo XIX en adelante como lo son: la

extensión territorial, concebida como hostil y problemática, la relación con la población

originaria y el aprovechamiento de los recursos naturales.

Después de éstas consideraciones la pregunta que nos interesa es ¿cómo se ha utilizado

la literatura de viaje, en especial la crónica de conquista, en la historiografía?

Citaremos tres trabajos que responden un poco a este interrogante: El primero es el

libro Historia Argentina. De la Conquista a la Independencia11 de Carlos Assadourian,

Guillermo Beato y José C. Chiaramonte. En La primera parte a cargo de Carlos

Assadourian, titulada La expansión española en el Rio de La Plata , el historiador

utiliza la crónica de Schmild para señalar el carácter privado que tuvo la empresa de

conquista en este territorio luego de la fracasada expedición de Solís, hace uso de las

coordenadas que el cronista ofrece en la navegación de los ríos para trazar el rumbo que

tomo la conquista , compara los relatos de crónicas y pone atención en la fundaciones

de Buenos Aires, Asunción y la expedición al Chaco. Acompaña este apartado con las

imágenes que presenta la primera edición Alemana de Derrotero y Viaje.

María del Rosario Prieto utiliza en sus investigaciones las crónicas de Ulrico Schmidl,

en Las Inundaciones en el rio Paraná durante el periodo colonial. Impacto socio-

9 El Jaber, L. (2013). Lectores, autores y editores en los siglos XVI y XVII. El" fenómeno" Ulrico

Schmidl. Zama, 5(5), 138. 10 Scmidl, U.(1903) Viaje al Río de la Plata : (1534-1554) /; notas bibliográficas y biográficas por el

teniente general don Bartolomé Mitre; prólogo, traducciones y anotaciones por Samuel Alejandro Lafone

Quevedo. Buenos Aires, Cabaut y Cía. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra/viaje-al-rio-

de-la-plata-1534-1554/ 11 SEMPAT ASSADOURIAN, C. (1972). Historia Argentina. De la conquista a la independencia. Beato,

Guillermo.

Page 6: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

cultural y estrategias adaptativas12. La historiadora incluye el relato para reconstruir los

principales eventos de inundaciones registradas en el Río Paraná, durante el período de

dominio español en América (siglos XVI, XVII y XVIII). Analiza el impacto de esos

episodios sobre la población indígena y española así como las adaptaciones y estrategias

desarrolladas por ambos grupos para resolver los problemas causados por las

inundaciones en la región. Como se mostro en este trabajo la temática fluvial es una de

las más ahondadas por Ulrico. Por otro lado María Soledad Lollo en Diarios de viaje

por América. Un instrumento del reformismo borbónico en el Río de la Plata.13

También en su tesis, propone mostrar cuál ha sido la relevancia de los diarios de viaje

que llegaron a manos de los reformistas ilustrados. A lo largo de un exhaustivo análisis

de diferentes fuentes de literatura colonial que utiliza para dar cuenta como se

convirtieron en un instrumento clave para la Monarquía Hispánica durante la gestación

e implementación del reformismo borbónico en América así los diarios de viaje

cristalizaron la representación del Río de la Plata como área estratégica. Un área donde

la Monarquía Hispánica tenía mucho que ganar y, por lo tanto, mucho que perder.

A modo de conclusión podemos decir que: de la lectura, siempre surgen otras formas

de interpretar la historia contenida en los relatos de viajes, estas son un instrumento de

su tiempo con la finalidad de dar cuenta de los cambios y los descubrimientos que para

Europa significo incorporar material y simbólicamente el “Nuevo Mundo”. Es decir, la

literatura de viajes acercaba, alejaba, hacia ver de manera familiar territorios, dibujaba

lo extraño y lo plasmaba en imaginarios compartidos como pudimos ver en la obra de

Schmidl, con las particularidad que ésta cuenta.

Pero los trabajos historiográficos recientemente mencionados nos muestran que al

utilizarlos en la INVESTIGACION HISTORICA , AL TRABAJR CON ESTE TIPO

DE de documentos que son de alguna manera mediados, no pueden ni deben ser

tomado como única fuente, si bien es importante analizar su contexto de producción,

así como quién lo dice, desde donde lo dice y cómo lo dice.

Se hace necesaria la acción de cruzarlos, cotejarlos o ponerlos en tensión con otros

documentos y/o archivos COMO PUEDEN SER otras crónicas o relatos, documentos

oficiales: peticiones de virreyes, gobernadores, tenientes gobernadores, actas de cabildo,

cedulas reales ASI COMO documentos de instituciones Audiencias, Cabildo, Consejos

incluida iconografía o cartografía. Esta manera de abordaje hará posible extraer las

riquezas con que cuentan las crónicas para la historiografía.

Vemos, entonces, que tanto el espacio rioplatense y americano son construcciones

históricas - lingüísticas y hasta geográficas por parte de Europa.

Ilustraciones de Levino Hulsio

12 Pietro, MdR. (2010). Las Inundaciones en el rio Paraná durante el periodo colonial. Impacto socio-

cultural y estrategias adaptativas En Revista de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe -

Nº LXVIII 13 Lollo, M. S. (2010). Diarios de viaje por América: un instrumento del reformismo borbónico en el Río de la Plata. Universidad de Huelva.

Page 7: Las Crónicas de Viaje como Fuente Histórica

.