EL CONCEPTO DE EMOCIÓN: Las emociones son impulsos que nos llevan a

actuar, programas de reacción automática provenientes de la evolución natural.

La raíz etimológica de la palabra emoción proviene del verbo latino movere, más el prefijo e, significa mover hacia. Esto nos sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia a la acción.

Las emociones favorecen o dificultan nuestra capacidad de pensar, de planificar, de acometer el adiestramiento necesario para alcanzar un objetivo… y en este mismo sentido, establecen límites a nuestras capacidades mentales innatas y determinan así los logros que podremos alcanzar en nuestra vida.

La emoción es una tendencia a actuar, que se activa por alguna de las impresiones que tenemos grabadas en el cerebro, o por medio de pensamientos cognocitivos, lo cual provoca un determinado estado fisiológico en el cuerpo humano.

La emoción también se puede definir como un estado psicológico que se caracteriza por una conmoción orgánica, producto de sentimientos, ideas o recuerdos, y  que puede traducirse en gestos, actitudes, risa, llanto, etc.

LAS EMOCIONES PRIMARIAS Y

SECUNDARIAS Conocemos nuestras emociones gracias a

su intromisión en nuestras mentes conscientes. Sin embargo, las emociones no evolucionaron como sentimientos conscientes. Evolucionaron como resultado de especializaciones fisiológicas y de la conducta: no debemos olvidar que las emociones son respuestas físicas controladas por el cerebro, las cuales permitieron sobrevivir a los organismos antiguos en entornos hostiles y procrear.

ALGUNAS CLASIFICACIONES Para Theodore Ribot, las emociones se agrupan

en la gran trinidad afectiva constituida por el miedo, la cólera y el deseo, son los tres instintos nacidos directamente de la vida orgánica: instinto defensivo, instinto ofensivo, instinto nutricio.

Desde este punto de partida se mantuvieron el miedo y la cólera, y se agregaron la alegría y la tristeza, cuatro emociones que poseen también los mamíferos superiores.

Se conformó, entonces, un cuadro de cuatro emociones primarias, con sus respectivas variedad de manifestaciones.

1. CÓLERA:

enojo, mal genio,fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico.

2. ALEGRÍA:

disfrute, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía.

3. MIEDO:

ansiedad, desconfianza, fobia, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.

4. TRISTEZA:

aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, depresión y nostalgia.

LAS EMOCIONES PRIMARIAS Suelen estar acompañadas de claros indicios

físicos. Cuando estamos deprimidos, nuestro cuerpo se

moviliza (o se desmoviliza) para desconectarse. Y cuando es feliz, el cuerpo se moviliza para

asumir compromisos y acciones positivas. Se activan determinados músculos, para apoyar

ciertas acciones, y el cerebro envía mensajes especiales a las glándulas endocrinas (que controlan la producción y la liberación de hormonas) y al sistema nervioso autónomo (que regula los órganos sobre los cuales no se ejerce control voluntario, como el corazón y el estómago).

LAS EMOCIONES SECUNDARIAS Para la mayoría de los autores existen ocho

emociones básicas, cuatro primarias (como ya vimos) y cuatro secundarias.

Las SECUNDARIAS, con sus respectivas variedad de manifestaciones, son éstas:

1. Amor: aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo.

2. Sorpresa: asombro, estupefacción, maravilla y shock.

3. Vergüenza: arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza.

4. Aversión: repulsión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración.

Otros teóricos consideran como emociones básicas, las 8 mencionadas hasta ahora (primarias y secundarias), y postulan que las emociones secundarias serían el resultado de fusiones o mezclas de las más básicas. Izard, por ejemplo, describe la ansiedad como la combinación del miedo y de dos emociones más, que pueden ser la culpa, el interés, la vergüenza o la agitación.

Clasificación de las Emociones según Goleman: Ira: rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación, indignación,

acritud, animosidad, irritabilidad, hostilidad, odio, violencia. Tristeza: aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía,

autocompasión, soledad, desaliento, desesperación y en caso patológico, depresión grave.

Miedo: ansiedad, aprensión, temor, preocupación, consternación, inquietud, desasosiego, incertidumbre, nerviosismo, angustia, susto, terror y en el caso psicopatológico, fobia y pánico.

Alegría: felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud, deleite, diversión, dignidad, placer sensual, estremecimiento, rapto, gratificación, satisfacción, euforia, capricho, éxtasis y encaso extremo, manía.

Amor: aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad, afinidad, devoción, adoración, enamoramiento y ágape.

Sorpresa: sobresalto, asombro, desconcierto, admiración. Aversión: desprecio, desdén displicencia, asco, antipatía, disgusto

y repugnancia. Vergüenza: culpa, perplejidad, desazón, remordimiento,

humillación, pesar y aflicción.

Plutchik y la combinación de emociones Ha expuesto una de las teorías mejor desarrolladas

sobre la combinación de las emociones. Utiliza un círculo de emociones, análogo al círculo cromático en el que la mezcla de colores elementales proporciona otros diferentes.

Cada emoción básica ocupa un lugar en el círculo.

Las combinaciones compuestas por dos emociones básicas se llaman 'díadas'.

Las compuestas por emociones básicas adyacentes en el círculo se llaman 'díadas primarias'

Las compuestas por emociones básicas separadas entre sí por una tercera se llaman 'díadas secundarias', etc.

Así, por ejemplo, el amor es una díada primaria resultante de la mezcla de dos emociones básicas adyacentes: la alegría y la aceptación, mientras que la culpa es una díada secundaria formada por la alegría y el miedo, separadas por la aceptación.

Cuanta más distancia haya entre dos emociones básicas, menos probable será que se mezclen. Y si dos emociones distantes se mezclan, es probable que surja el conflicto.

El miedo y la sorpresa son adyacentes y se combinan directamente para dar lugar a un estado de alarma, pero la alegría y el miedo están separadas entre sí por la aceptación, y su fusión es imperfecta: el conflicto resultante es la fuente de la culpa.

Tanto las emociones primarias como las secundarias casi nunca se presentan aisladas, mas bien son una combinación de todas las familias de emociones básicas mencionadas.

Finalmente, conviene mencionar otra categoría que podría incluir los sentimientos personales que pueden ser de estimación propia o egocéntricos como el orgullo, la vanidad y el narcisismo, contrarios a la simpatía, el amor o la compasión.

Más de sobre la teoría de Plutchik Robert Plutchik en 1980 propuso su teorái en la que afirmaba que las emociones se

podían clasificar en ocho categorías "puras" -temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, esperanza, alegría y aceptación-.

Posteriormente en el 2001 la amplió y publicó su modelo sobre la naturaleza de las emociones, según el cual todas las demás emociones están formadas por la combinación de las emociones básicas de las ocho categorías que el describió.

Por ejemplo el desengaño se manifestaría, cuando se mezclan a la vez las emociones de sorpresa y tristeza.

Según éste no se pueden sentir a la vez dos emociones que fueran contrapuestas, por ejemplo no es posible sentir alegría y tristeza al mismo tiempo.

Cada emoción viene caracterizada por un grado de intensidad. Personas diferentes viven habitualmente las emociones con distintas intensidades. Hay personas muy “emocionables” que destacan precisamente por su facilidad por emocionarse fácilmente y otros menos susceptibles a la emoción.

La intensidad de la emoción está relacionada con la intensidad motivacional. Una persona que se emociona positivamente al escuchar un tipo de música, en un futuro es más probable que escoja ese tipo de música para escuchar.

Las emociones pueden considerarse positivas si incitan a aproximarse a algo o negativas si incitan a evitar algo.

EMOCIONES SIMPLES Y COMPLEJAS Una emoción simple es despertada cuando un objeto o

situación es apreciada bajo un solo aspecto. Es una tendencia simple y no ambigua de la persona hacia el objeto o apartándose de él.

Una emoción compleja es una mezcla de muchas emociones, todas dirigidas hacia el mismo objeto, pero despertadas por varios y a menudo contradictorios aspectos del objeto o la situación.

Una emoción como los celos, por ejemplo, incluye el amor, el miedo de la pérdida, ira contra el ser amado (y el tercero) por turbar la posesión asegurada y muchas otras emociones, todas las cuales dependen de los variados aspectos de la situación, que son recalcados y evaluados. Mientras más compleja sea una situación más formas habrá de apreciarla: de aquí que el complejo emocional será más variado

OTROS ELEMENTOS También tenemos que tener en cuenta, la

importancia de los ESTADOS DE ÁNIMO, éstos técnicamente hablando son más variables y perduran más tiempo que las emociones (es muy extraño estar airado todo el día, pero no lo es permanecer todo el día malhumorado e irritable y que desde este estado de ánimo se activen fácilmente arrebatos de ira).

También, tenemos que tener en cuenta los TEMPERAMENTOS, que son la tendencia a evocar una determinada emoción o estado de ánimo que vuelve a la gente especialmente melancólica, tímida o jovial.

LA EMOCIÓN Y SU RESPUESTA FISIOLÓGICA

Cada emoción predispone al cuerpo a un tipo diferente de respuesta.

Es la respuesta fisiológica asociada a cada emoción.

‘La expresión de las emociones en el hombre y en los animales, de Charles Darwin. Darwin planteó que los principales actos de expresión que

manifiestan el hombre y otros animales inferiores son innatos o heredados.

Como prueba de que las emociones son innatas, señaló la similitud de las expresiones en una misma especie y entre diferentes especies. 

Le impresionó, sobretodo, el hecho de que las expresiones corporales del hombre que tienen lugar cuando se producen las emociones (sobre todo las faciales), son las mismas en todo el mundo, con independencia de los orígenes étnicos o culturales. También indicó que estas mismas expresiones están presentes en personas que han nacido ciegas y que, por tanto, carecen de la posibilidad de haber aprendido los movimientos musculares viéndolos en los demás, y que también están presentes en los niños que tampoco han tenido mucho tiempo para aprender a imitarlas. (ver texto)

GOLEMAN Y ALGUNOS EJEMPLOS: El enojo hace aumentar el flujo sanguíneo a las

manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear a un enemigo; también aumenta el ritmo cardiaco y la tasa de hormonas, como la adrenalina que genera la actitud necesaria para acometer acciones vigorosas.

El miedo hace que la sangre se retire del rostro y fluya por la musculatura esquelética larga, como las piernas, favoreciendo la huida. Al mismo tiempo el cuerpo parece paralizarse, aunque solo sea un instante, para calibrar, por ejemplo, si el hecho de ocultarse pudiera ser la respuesta más adecuada.

“La felicidad lo que hace es aumentar la actividad de un centro cerebral que se encarga de inhibir los sentimientos negativos y de aquietar los estados que generan preocupación, al mismo tiempo que aumenta el caudal de energía disponible. Con la felicidad no se observan cambios fisiológicos aparentes, sino una sensación de tranquilidad que hace que el cuerpo se recupere más rápidamente de la excitación biológica provocada por las emociones perturbadoras.

Esta condición de felicidad proporciona al cuerpo reposo y entusiasmo para afrontar cualquier tarea que esté llevando a cabo, y fomenta con ello la consecución de una amplia variedad de objetivos”.

El amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual activan el sistema nervioso parasimpático (el opuesto al de la lucha-huida, propio del miedo y la ira) Las reacciones parasimpáticas engloban un amplio conjunto de reacciones que implican a todo el cuerpo y dan lugar a un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia.

La sorpresa hace que arqueemos las cejas, lo cual aumenta el campo visual y permite que penetre más luz en la retina, lo cual nos proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado, nos ayuda a descubrir lo que ocurre y nos ayuda a elaborar en consecuencia el plan de acción más elaborado.

El desagrado se muestra mediante una expresión facial en la que ladeamos el labio superior y fruncimos ligeramente la nariz.

La tristeza es la expresión emocional cuya función es ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable. Ésta provoca la disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades vitales, especialmente las diversiones y los placeres, cuanto más se acerca a la depresión más se enlentece el metabolismo corporal. Este encierro nos ayuda a sopesar las consecuencias de la situación y a planificar, cuando la energía retorna un nuevo comienzo.

LAS EXPRESIONES FACIALES

EMOCIONALES DE SORPRESA:  Cejas levantadas, colocándose curvas y

elevadas.   Piel estirada debajo de las cejas.   Arrugas horizontales en la frente.   Párpados abiertos, párpado superior

levantado, y párpado inferior bajado ; el blanco del ojo suele verse por encima del iris.

 La mandíbula cae abierta, de modo que los labios y los dientes quedan separados, pero no hay tensión ni estiramiento de la boca.

DE MIEDO: Cejas levantadas y contraídas al mismo

tiempo. Las arrugas de la frente se sitúan en el

centro y no extendidas por toda la frente. Párpado superior levantado, mostrando la

esclerótica, con el párpado inferior en tensión y alzado.

Boca abierta y labios o bien tensos y ligeramente contraídos hacia atrás, o bien estrechados y contraídos hacia atrás.

DE DISGUSTO: Labio superior levantado. Labio inferior también levantado, y

empujando hacia arriba el labio superior, o bien tirado hacia abajo y ligeramente hacia adelante.

Nariz arrugada. Mejillas levantadas. Aparecen líneas debajo del párpado inferior. Cejas bajas, empujando hacia abajo al

párpado superior.

DE CÓLERA: Cejas bajas y contraídas al mismo tiempo. Líneas verticales entre las cejas. Párpado inferior tenso ; puede estar levantado o no. Párpado superior tenso, puede estar bajo o no por la

acción de las cejas. Mirada dura en los ojos, que pueden parecer

prominentes. Labios en una de estas dos posiciones:

continuamente apretados, con las comisuras rectas o bajas, o abiertos, tensos y en forma cuadrangular, como si gritaran.

Las pupilas pueden estar dilatadas.

DE FELICIDAD: Comisuras de los labios hacia atrás y arriba. La boca puede estar abierta o no, con o sin

exposición de los dientes. El pliegue naso-labial, baja desde la nariz hasta el

borde exterior por fuera de la comisura de los labios.

Mejillas levantadas. Aparecen arrugas debajo del párpado inferior. Las arrugas denominadas 'patas de gallo' van hacia

afuera, desde el ángulo externo del ojo.

DE TRISTEZA: Los ángulos interiores de los ojos hacia

arriba. La piel de las cejas forma un triángulo. El ángulo interior del párpado superior

aparece levantado. Las comisuras de los labios se inclinan

hacia abajo, o los labios tiemblan.

El sistema de interpretación psicológica de los 'mensajes' del rostroCon estos datos se constituye un según un

código de interpretación, que se centra en tres zonas de la cara:

1. zonas cejas-frente,

2. zona ojos-párpado-caballete de la nariz, y

3. zona mejillas-boca-mandíbula.

Como conclusiones de estas observaciones obtenemos :1) Que no parece que exista una zona del rostro que revele mejor las emociones que otra. 2) Para cada emoción particular hay una zona concreta que produce mayor información acerca de dicha emoción. La zona nariz-mejilla-boca es esencial para expresar disgusto.Los ojos-párpados para el miedo, Las cejas-frente y ojos-párpado para la tristeza, Las mejillas-boca y cejas-frente para felicidad. La sorpresa se manifiesta en todas las zonas del rostro.

Se realizó un experimento entrenando a sujetos para que aprendieran a reconocer los diversos componentes de cada emoción a partir de fotografías y descripciones verbales; estos sujetos, posteriormente, fueron capaces de identificar emociones con un gran nivel de exactitud.

Este estudio, y otros más, vinieron a demostrar que pueden obtenerse juicios de emoción correctos a partir de la expresión facial, es decir, que

LA EXPRESIÓN FACIAL ES UN BUEN INDICADOR DEL ESTADO EMOCIONAL.  

.

DINAMICA DE LAS EMOCIONES.

ESTIMULO

SENSACION EMOCION RESPUESTA SUGERENCIA

(-) Peligro TEMOR miedo,Ansiedad, nerviosismo, terror, fobia, pánico

HuidaInhibición

Pedir protección

Buscar seguridad en si mismo

Reafirmar auto confianza.

(-) Daño RABIAFrustración, desprecio, resentimiento, cólera, irritabilidad, hostilidad, violencia, odio.

agresión Pedir al otro modificar su conducta.

Aceptación de límites de

libertad propios y ajenos.

(-) Pérdida TRISTEZADepresión, soledad, pesimismo, desesperación.

AislamienTo

Animar a pedir consuelo en

otros.

Aceptación de los límites de

la vida y la muerte.

DINAMICA DE LAS EMOCIONES.ESTIMU

LOS

SENSA

CION

EMO

CION

RES

PUESTA

SUGEREN

CIAS

(+) Satisfacción

ALEGRIAentusiasmo, Seguridad, deleite, dicha, alivio, diversión, orgullo, embeleso, euforia, éxtasis

ExplosiónOrelajación

Compartirla con otros.

LOS SENTIMIENTOS

La vida afectiva esta compuesta de emociones y sentimientos.

Las emociones son mas primarias, intensas pero se sostienen menos en el tiempo.

Los sentimientos son aprendidos, se construyen y se sostienen el tiempo

LOS ESTADOS DE ANIMO. Incluso los cambios más ligeros de estado de

ánimo puede llegar a modificar nuestros pensamientos.

Esto se explica en parte porque la memoria es un fenómeno específico de estado, es decir que, por ejemplo, en un estado positivo, solemos recordar acontecimientos positivos.

Las asociaciones de pensamientos se crean no sólo por su contenido sino,

también, por el estado de ánimo.

¿EXITEN EMOCIONES NEGATIVAS Y POSITIVAS? : APRENDIENDO QUE TODO ES

RELATIVO... No podemos calificar a las emociones como 'negativas' o 'positivas' prescindiendo del contexto en el que ellas se producen.

En principio, podríamos pensar que la ira, por ejemplo, es una emoción negativa que, idealmente, sería bueno no experimentar jamás.

Sin embargo, las emociones son un mecanismo de supervivencia que ha permitido a nuestros antepasados mamíferos sobrevivir hasta hoy, y que también a nosotros nos permite seguir sobreviviendo.

Si careciéramos completamente de ira, por ejemplo, habría situaciones que no podríamos resolver adecuadamente, porque requieren de cierta energía de agresión a la que llamamos 'ira'. Y esas situaciones pueden ir desde la reacción ante una injusticia hasta la defensa de la propia vida.

Lo mismo ocurre con el miedo, que no es otra cosa que la señal de que algo -una circunstancia, una persona- representa un peligro potencial para nosotros.

Tampoco es cierto que haya emociones que siempre son positivas.

Pongamos por caso, a la alegría. A primera vista sería posible suponer que siempre es bueno estar alegre, pero... ¿y si debemos reservarnos ese sentimiento porque las circunstancias así lo indican?

Supongamos que en la empresa en la que trabajamos se ha hecho una racionalización de personal, y durante días estuvimos ansiosos y/o temerosos de quedarnos sin trabajo. Estamos con un compañero y nos dan la noticia de que seguimos en la empresa, pero a él le dicen que le enviarán la propuesta de retirarse, y esto no le cae nada bien. ¿Sería correcto y prudente dar rienda suelta a nuestra alegría, porque hemos logrado quedar en la empresa, o sería mejor atender a la preocupación y frustración de nuestro compañero?

De esta manera, comprobamos que no hay emociones positivas o negativas per se, porque todas dependen del contexto en el que se manifiestan.  

ANALISIS DE LOS ESTADOS DE ANIMO Y LAS EMOCIONES

COMPLEJAS:1. El enfado.

2. La preocupación.

3. La ansiedad.

4. Tristeza

5. La depresión

6. El asco.

7. Angustia

8. Miedo

1. Motivación

2. Esperanza

3. Optimismo

4. Autoeficacia

5. Interés

6. Buen Humor

7. Alegría

8. Risa

EL ENFADO El enfado es el estado de ánimo más persistente

y más difícil de controlar, por que a diferencia de lo que ocurre con la melancolía el enfado es energetizante e incluso euforizante.

La amígdala es el lugar de donde surge el chispazo de ira. Pero el neocórtex es el que fomenta los enfados calculados, como la venganza fría o las reacciones que suscitan la infidelidad o la injusticia, son los enfados que “esconden una buena razón”.

El enfado se construye sobre el enfado.

Biología y dinámica del enfado:El detonante del enfado es la sensación de sentirse amenazado física o simbólicamente, esta percepcion tiene un efecto doble sobre el cerebro. Por una parte libera la secreción de catecolamina la cual genera un acceso puntal y rápido de energía, necesaria para emprender una acción de huida o lucha. Esta descarga de energía perdura unos minutos, mientras tanto, otra oleada energética que perdura mucho más tiempo y es activada por la amígdala, se desplaza a lo largo de la rama adrenocortical del sistema nervioso. En esta secuencia, cada uno de los pensamientos o percepciones irritantes se convierte en un minidetonante de la descarga catecolamínica de la amígdala y cada una de esas descargas se ve fortalecida por el impulso hormonal precedente. Y si una descarga tiene lugar antes de que la primera se haya disipado, una tercera se suma a las dos precedentes y así sucesivamente, aumentando vertiginosamente la escala de excitación fisiológica. Para entonces, la ira, ante la cual nuestra razón se muestra impotente, desembocará fácilmente en un estallido de violencia, sin detenerse a consideran las posibles consecuencias de sus actos.Esta excitación adrenocortical puede perdurar horas e incluso días, manteniendo el cerebro emocional predispuesto a la excitación y provocando que las reacciones subsecuentes se produzcan con especial celeridad.Esta hipersensibilidad explica por que la mayoría de las personas están más predispuestas a enfadarse una vez que ya han sido provocadas o se hallan ligeramente excitadas.

¿Cómo restar fuerza al enfado? Primero hemos de socavar las convicciones

que alimentan el enfado.

Los pensamientos obsesivos son la leña que alimenta el fuego de la ira. Cuantas más vueltas demos al enojo más motivos y justificaciones encontraremos. Debemos entonces contemplar las cosas desde un punto de vista diferente, y encuadrar de nuevo la situación desde un punto de vista más positivo y reflexivo.

Para ello debemos: Una primera forma es prestar atención al detonante. El momento de intervención en el ciclo de enfado es sumamente importante,

cuanto antes intervengamos mejores resultados obtendremos. Para cortocircuitar el enfado debemos darle alguna información que pueda

mitigarlo, mediante razonamientos o soluciones compasivas. Esto solo sirve para irritaciones moderadas, cuando ya hemos escalado niveles intensos aparece la denominada incapacidad cognitiva.

Una segunda forma es recurrir a distracciones que modifiquen nuestro estado de ánimo. También ayudan el ejercicio activo y los métodos de relajación, como por ejemplo la respiración profunda y la distensión muscular. (Actividades como comer e ir de compras no tienen el mismo efecto, podemos seguir pensando lo mismo mientras compramos o comemos).

Una tercera recomendación consiste en aprender a utilizar la conciencia de sí mismo para darnos cuenta de los pensamientos irritantes o cínicos en el mismo momento en que aparecen, seguidamente registrarlos por escrito, para considerarlos y afrontarlos desde una perspectiva más adecuada posteriormente, mediante una conversación asertiva y constructiva, por ejemplo.

El mejor modo de relacionarse con el enfado es: “ni lo reprimas ni te dejes arrastrar por él”

Biología de la preocupación y la ansiedad La preocupación consiste en una especie de ensayo en el que consideramos

las distintas alternativas de respuesta posible. En este sentido, la función de la preocupación consiste en una anticipación de los peligros que pueda presentarnos la vida y una búsqueda de soluciones positivas ante ellos.

El problema surge cuando la preocupación se hace crónica y reiterativa, sin procurarnos una solución positiva.

Una vez iniciado, el ciclo de la preocupación, la mente obsesionada da vueltas y más vueltas a un culebrón interminable de preocupaciones concatenadas.

La preocupación crónica presenta todos los rasgos de un secuestro emocional moderado: parece no proceder de ninguna parte, es incontrolable, genera ruido constante de ansiedad, se muestra impermeable a todo razonamiento y encierra a la persona preocupada en una actitud unilateral y rígida sobre el asunto que la preocupa.

Cuando el ciclo de la preocupación persiste y se intensifica puede desembocar en arrebatos nerviosos, fobias…

El ciclo de la preocupación suele comenzar con un relato interno que salta de un tema a otro y que no suele incluir la representación imaginaria del infortunio en cuestión. Las preocupaciones suelen ser más de tipo auditivo que visual, se expresan con palabras y no con imágenes, algo importante a la hora de intentar controlarlas.

En el extremo opuesto a la preocupación encontramos la reflexión constructiva a una problema, ésta es una actividad sólo en apariencia similar a la

preocupación, la cual puede permitirnos dar con la solución acertada.

¿Cómo restar fuerza a la preocupación? Cambiando el foco de atención, dirigiendo la atención a otra

parte.Debemos: En primer lugar, tomar conciencia de nosotros mismos y

registrar el primer acceso de preocupación tan pronto como sea posible. Identificando las situaciones, los pensamientos ocasionales y las sensaciones corporales que desencadenan el ciclo de preocupación y ansiedad.

El siguiente paso consiste en adoptar una postura crítica ante las creencias que sustentan la preocupación: ¿cabe realmente la posibilidad de que suceda el acontecimiento temido? ¿Hay algo positivo que pueda hacerse al respecto? ¿Realmente me sirve de algo dar vueltas y más vueltas a los mismos pensamientos?...

Estas estrategias determinan un curso de actividad mental incompatible con la preocupación.

LA ANSIEDAD Las preocupaciones son el núcleo

fundamental de la ansiedad. La ansiedad entorpece de tal modo el

funcionamiento del intelecto que constituí un predictor casi seguro del fracaso en el desempeño de una tarea compleja.

La ansiedad tiene una dimensión cognitiva (los pensamientos preocupantes) y otra somática (los síntomas fisiológicos, sudor, aceleración del ritmo cardiaco, tensión muscular).

LA TRISTEZA Este es el estado de ánimo del que la gente más

quiere despojarse. Sin embargo, no debería evitarse toda tristeza porque, al igual que ocurre con cualquier otro estado de animo tienen su faceta positiva. La tristeza que provoca la pérdida de un ser querido, suele ir acompañada de ciertas consecuencias: disminuye el interés por los placeres y diversiones, fija la atención en lo que se ha perdido y marca una pausa momentánea que renueva nuestra energía para acometer nuevas empresas. La tristeza pues nos proporciona una especie de refugio reflexivo frente a los afanes y ocupaciones de la vida cotidiana. Si bien la tristeza es útil, la depresión no lo es

¿QUÉ PASA EN NUESTRO CEREBRO

CUANDO ESTAMOS TRISTES? El doctor Mark George ha realizado, mediante la técnica PET,

una serie de escaneos cerebrales a pacientes que sufren de depresión clínica o tristeza.

Los hallazgos de George en lo tocante a la depresión y la tristeza revelan una diferencia -y posiblemente un vínculo causal y evolutivo- entre la tristeza normal y la depresión clínica.

Es decir, el registro de una persona momentáneamente triste sometida al PET resulta diferente del correspondiente a una persona clínicamente depresiva.

La persona triste muestra un más alto metabolismo de glucosa -una actividad más intensa- en el hemisferio izquierdo de su cerebro que cuando se siente afectivamente neutral. La corteza cerebral izquierda y la región límbica izquierda están 'encendidos'.

Este es un descubrimiento fascinante por muchas razones:

'El nivel de actividad en la corteza prefrontal izquierda se correlaciona con la intensidad de la depresión. Es una relación lineal: cuanto menor es la actividad, mayor la depresión.

A primera vista, lo anterior, contradice el punto de vista ampliamente difundido según el cual las emociones negativas son una función del hemisferio DERECHO, es decir, que un bebé 'negativo', o un adulto depresivo, exhibirá una actividad mucho más intensa en el hemisferio derecho que en el izquierdo.

La hipótesis de Mark George: es que el exceso de actividad en el hemisferio

izquierdo de las personas tristes pero normales podría ser en realidad un esfuerzo del cerebro para 'volver a estabilizar' un exceso de actividad en el DERECHO, es decir, la corteza prefrontal izquierda trabaja a fondo para equilibrar el nuevo estado de actividad excesiva del hemisferio derecho.

en los escaneos correspondientes a sujetos transitoriamente tristes, se observa el esfuerzo del cerebro para recuperar su verdadero estado.

El exceso de actividad del lado izquierdo no es lo que nos hace sentir mal; sino que el exceso de

actividad del lado izquierdo nos ayuda a DEJAR de sentirnos mal.

¿Cómo diferenciar la TRISTEZA de la DEPRESIÓN CLÍNICA? Una de las diferencias más importantes entre

la tristeza y la depresión clínica es una relativa falta de verdadera tristeza en los depresivos graves. Cuando George y sus colaboradores pidieron a sujetos depresivos que trataran de ponerse tristes, éstos no pudieron lograrlo

LA DEPRESIÓN Este estado de ánimo se caracteriza por la falta de

autoestima, pérdida de la capacidad para interesarse o disfrutar de las cosas, disminución de la atención y concentración, pérdida de confianza en si misma, autorreproches infundados, desesperanza hacia el futuro, pesimismo y visión negativa de la propia vida, además de disminución de su vitalidad y cansancio exagerado, trastornos del sueño, apetito, sexualidad u otras funciones corporales, perdida de memoria... Estos síntomas pueden variar en intensidad o asociarse a otros dependiendo del tipo de depresión que se trate, de igual forma que pueden ir asociados o no a situaciones o sucesos particulares de la vida de la persona.

Preocupación y depresión: Uno de los principales determinantes de la

duración y de la intensidad de un estado depresivo es el grado de obsesión de la persona. Preocuparse por aquello que nos deprime sólo contribuye a que la depresión se agudice y se prolongue todavía más. En la depresión la preocupación puede adoptar diferentes formas, aunque todas ellas acaban focalizándose en alguno de los aspectos de la depresión misma, como el agotamiento, la escasa motivación o la falta de energía.

Dos estrategias eficaces contra Dos estrategias eficaces contra la depresiónla depresión1. Aprender a afrontar los pensamientos que se esconden en el mismo

núcleo de la obsesión, cuestionar su validez y considerar alternativas más positiva. Esto se denomina reestructuración cognitiva, o sea, tratar de ver las cosas de forma diferente. Por ejemplo cuando se ha roto una relación solemos sumergirnos en pensamientos autocompasivos del tipo: esto significa que siempre estaré sólo…, estos pensamientos lo único que hacen es fortalecer la sensación de desesperación. Si reconsideramos, sin embargo los aspectos negativos de la relación y observamos que esa relación no era la adecuada, es decir reconsideramos la perdida desde otra perspectiva diferente, desde la perpectiva de la ganancia, habremos dado un paso importante para la recuperación.

2. Otra estrategia consiste en establecer un programa de actividades agradables que puedan distraer a la persona depresiva.

3. Tratar de difundirse ánimo mediante regalos y placeres sensoriales.4. Del mismo modo los cambio de imagen, aunque solo sea en la forma

de arreglarnos también pueden resultar beneficiosos. 5. Proyectar una actividad que pueda proporcionarnos un pequeño

triunfo o un éxito fácil, como acometer alguna tarea domestica que hayamos pospuesto, arreglar el jardín.

6. Otro eficaz elevador del ánimo consiste en ayudar a quienes lo necesitan.

LA MEDITACIÓN: UNA FORMA RAPIDA Y FÁCIL DE MANEJAR LOS ESTADOS

EMOCIONALES NEGATIVOS El doctor Yi-Yuan Tang de la Universidad de Oregon y sus colegas presentaron su investigación sobre meditación en la última edición de Proceedings of the National Academy of Sciences.

El estudio realizado a 40 estudiantes universitarios chinos descubrió que la participación en sesiones de 20 minutos de meditación integral durante cinco días produjo una gran mejora en la atención y el estado de ánimo general. Asimismo, la meditación integral habría generado menores niveles de ansiedad, depresión, ira y fatiga, en comparación con los estudiantes del grupo de control que sólo practicaron ejercicios de relajación. La meditación integral, explicaron los autores, "incorpora muchos componentes clave de técnicas para el cuerpo y la mente, incluyendo relajación corporal, ajuste de respiración, visualización de imágenes y ejercicios de circunspección, que mostraron amplios efectos positivos en la atención, las emociones y los comportamientos sociales en estudios previos". "Esta combinación puede ampliar el efecto del entrenamiento por encima de los resultados obtenidos con sólo uno de esos componentes", agregó el equipo.Su reacción ante una situación límite mejoró también sensiblemente, como mostró el significativo descenso de los niveles de cortisona relacionados con el estrés. Las conclusiones del estudio destacaron el valor potencial de la meditación integral para el control del estrés, la salud mental y corporal y la mejora de las capacidades cognitivas y de autocontrol, según el equipo de Tang.“Nuestro estudio es coherente con la idea de que la atención, los procesos afectivos y la calidad de la conciencia del momento son habilidades flexibles que pueden entrenarse", finalizaron los autores. 

Las asociaciones de pensamientos se crean no sólo por su contenido sino, también, por el estado de ánimo.

Las personas contamos con un repertorio de pensamiento negativos que acuden a nuestra mente con mayor facilidad cuanto estamos decaídos. Quien es proclive a la depresión tiende a establecer asociaciones fuertes con estos pensamientos de modo que una vez se ha evocado un determinado de estado de ánimo negativo, resulta mucho más difícil suprimirlo

Debido a que la depresión es un estado de animo que tiende a perpetuarse y a eclipsar incluso las distracciones elegidas por el sujeto. Las personas deprimidas deben hacer el sobreesfuerzo de prestar atención a algo que pueda animarles y poner un cuidado especial en no elegir inconscientemente todo aquello que les hunda nuevamente, como un película o novela triste.

Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa. Cuando las emociones dificultan la concentración, se dificulta la capacidad cognitiva, o lo que es lo mismo la memoria de trabajo: la capacidad de mantener en la mente toda la información relevante para la tarea que se este llevando acabo

EL ASCO El asco es una emoción compleja. Implica una respuesta de huida o de rechazo ante un

objeto deteriorado o pasado. Acontecimientos físicos como comida u olores corporales, contaminación y sabores amargos y acontecimientos psicológicos como chistes de mal gusto y los valores morales repugnantes activan impulsos de repudio y la emoción de asco.

Imagina tu reacción emocional al ver una herida sangrienta, oler leche pasada… y te será fácil comprender lo que activa el asco.

El significado funcional del asco es el rechazo, la persona asqueada es una persona dispuesta a eliminar y apartar objetos impresentables o poco higiénicos, Por lo tanto, el asco es una emoción que mantiene y promueve la salud.

LA ANGUSTIA La angustia es la emoción más negativa y

aversiva. Los dos activadores principales de la angustia son la separación y el fracaso.

Separación: pérdida de un ser querido por causa de muerte, divorcio o una discusión son angustiantes. Las personas también pueden ser separadas de un trabajo, posición o estatus que valoran.

El fracaso también activa la angustia: suspender un examen, perder un concurso o sufrir un rechazo amoroso.

A nivel neurológico, la angustia implica una tasa de descarga neuronal sostenida moderadamente alta. La activación neurológica de la angustia se distingue de la de la ansiedad en cuanto a la intensidad de la estimulación neurológica sostenida.

En comparación con el funcionamiento habitual, sin embargo, la densidad neurológica de la angustia es relativamente alta.

Si se evalúa la angustia de una manera más positiva, se pueden apreciar sus aspectos positivos: la angustia motiva a la persona a realizar cualquier conducta necesaria para aliviar las circunstancias que la han provocado. Anticiparla motiva a las personas a superarse para no sufrirla.

EL MIEDO El miedo es definido clínicamente como una perturbación

angustiosa del ánimo debido a un riesgo o mal que amenaza realmente o que se representa en la imaginación.

El miedo es una situación emotiva primaria y fundamental, que está presente en el hombre desde los primeros días de su vida (ausencia de la madre, oscuridad, al oír un fuerte ruido, en la pérdida de un apoyo físico o afectivo, etc.).

Trae consigo fenómenos físicos derivados (variación del pulso y de la respiración, reacciones motoras, etc.); estos fenómenos son esténicos (alta excitación) o asténicos (baja excitación), según que las reacciones emotivas se vean favorecidas o frenadas, y, también dependen del temperamento individual.

El miedo se distingue del temor en que es menos reflexivo que éste; sin embargo, el objeto del miedo es concreto y determinado, lo contrario de lo que ocurre en la angustia.

Los estados de ánimo positivos Aumentan la capacidad de pensar con flexibilidad y complejidad,

haciendo más fácil encontrar soluciones a los problemas, ya sean intelectuales o interpersonales.

Esto nos indica que una forma de ayudar a alguien a resolver un problema consiste en contarle un chiste.

La risa al igual que la euforia amplia la perspectiva y ayuda a pensar con más amplitud y a asociar con mayor libertad, advirtiendo relaciones que de otra manera, podrían pasar inadvertidas,

Los estados positivos potencian la habilidad mental, no solo para la creatividad sino también para el reconocimiento de las relaciones complejas y la previsión de las consecuencias de una determinada decisión.

La capacidad de tomar decisiones de las personas de buen humor presenta una predisposición perceptiva que les lleva a pensar de una manera más abierta y positiva. De este modo en la medida que nos encontramos a gusto mientras estamos pensando en los pros y los contras de un determinado curso de acción, nuestra memoria busca datos en una dirección positiva, inclinándonos, por ejemplo, a emprender acciones más aventuradas y arriesgadas.

LOS ESTADOS DE ÁNIMO POSITIVOS

FACILITAN LA CONDUCTA PROSOCIAL  Bajo la influencia del afecto positivo, las personas tienen

significativamente más probabilidades de ser prosociales, es decir, más sociables y cooperativas.

Cuando las personas están bajo el efecto de un estado positivo, tienden a hacer más donaciones de dinero a caridad (Isen), muestran mayor deseo de iniciar conversaciones con los demás (Bastón), expresan mayor agrado ante los demás (Veitch y Griffith) y son más benevolentes consigo mismas (Mischel, Coates y Raskoff).

La música agradable, pensar en cosas positivas, tener éxito en una tarea, leer tiras de humor divertidas y recibir un regalo son otros acontecimientos vitales que aumentan el estado positivo.

Un experimento psicosocial Diversos investigadores hicieron que un grupo de personas

usuarias de una cabina telefónica encontrara una moneda, mientras que un segundo grupo no la encontraba. En cuanto el usuario de la cabina salía de la misma, un experimentador confabulado hacía ver que era un viandante al que se le caía toda una carpeta llena de papeles justo a los pies del sujeto.

Los investigadores querían saber si el efecto que tendría el afecto positivo - o estado de ánimo positivo- inducido (del haber encontrado dinero por sorpresa) era relevante en cuanto a la tendencia a ayudar a un desconocido.

Los resultados fueron sorprendentes:1. La gran mayoría de personas que encontraron la moneda

ayudaron al viandante (14 de 16), mientras que,2. una gran minoría de personas que no encontraron la

moneda ayudaron al viandante (1 de 25). Pero, la influencia del afecto positivo sobre la conducta de

ayuda va mucho más allá del efecto que tiene el recibir monedas a la hora de ayudar a un peatón

¿POR QUÉ LOS ESTADOS DE ÁNIMO POSITIVOS AUMENTAN LA CONDUCTA PROSOCIAL ? Este efecto no es tan sencillo  como parece debido a que el afecto positivo

incide en varios procesos cognitivos -memoria, juicio, pensamiento y resolución de problemas- que a su vez inciden en la conducta prosocial (Isen).

De acuerdo con Isen, la cognición es un proceso activo y constructivo (al contrario de pasivo y automático), los sentimientos y motivos del individuo desempeñan un papel importante en el procesamiento y recuperación de la información. Por esta razón el afecto positivo le 'presta color' o 'sesga' lo que la persona piensa y la manera en que esa información se organiza en la memoria.

Para comprender los efectos que tiene el afecto positivo en la conducta prosocial se podría retomar el ejemplo de los usuarios del teléfono.

1. Para los usuarios que no encontraron una moneda, cuyo estado emocional se podría calificar de neutral, la norma de actuación es el contenido y la organización de sus pensamientos: cuando se encuentran ocupadas en el habitual procesamiento de la información, las personas no suelen ayudar a los demás.

2. Las personas que encontraron la moneda y que sintieron alegría por ello presentan un sesgo en su actividad cognitiva debido a los pensamientos alegres: cuando las personas se sienten bien tienen mayor acceso al material positivo, suelen estar más optimistas, juzgar los acontecimientos ligeramente más positivos de lo habitual y actuar de acuerdo con ello, manifestándose como más amistosos, cooperativos, sociables y ayudando más a los otros.        

¿ENTONCES EL AFECTO NEGATIVO EMPEORA LA CONDUCTA PROSOCIAL? Esto es cierto sólo en algunos casos, como por ejemplo, en la depresión. Sin embargo: El afecto positivo y el afecto negativo son más independientes el uno

del otro que opuestos. A menudo las personas se sienten positivas y negativas al mismo tiempo

(por ejemplo, en una primera cita, una entrevista de trabajo o una competición atlética se puede sentir tanto anticipación positiva como ansiedad o miedo).

Además, el afecto negativo es mucho más complejo que el afecto positivo.

El afecto negativo incluye emociones que van desde la rabia, el miedo y la angustia a la ansiedad y la depresión. Esta distinción es importante porque la persona que siente rabia piensa y se comporta de una manera muy distinta a una persona deprimida y tanto la persona que siente rabia como la que está deprimida piensa y se comporta de forma distinta a la persona angustiada, ansiosa o con miedo.  

LA MOTIVACIÓN POSITIVA La motivación positiva unida a sentimientos

como el entusiasmo, la perseverancia y la confianza son las claves para el alto rendimiento.

El autentico acicate emocional para el trabajo es la mezcla de motivación y perseverancia.

Del mismo modo, la perseverancia depende fundamentalmente de factores emocional, como el entusiasmo y la tenacidad ante todo tipo de contratiempos.

LA ESPERANZA Y EL OPTIMISMO LA ESPERANZA es mucho más que esa visión ingenua de que todo irá bien: se trata

de la creencia de que uno dispone de la forma para llevar a cabo sus objetivos, cualesquiera que éstos sean. Esto significa que uno no se rinde a la ansiedad, al derrotismo o la depresión cuando tropieza con dificultades y contratiempos.

Las personas con un alto nivel de expectativas comparten ciertos rasgos: como la capacidad de motivarse a sí mimos, de sentirse suficientemente diestros como para encontrar la forma de alcanzar sus objetivos, de asegurarse de que las cosas irán mejor cuando están atravesando una situación difícil, de ser lo bastante flexibles como para encontrar formas diferentes de alcanzar sus objetivos o de cambiarlos en el caso de que resulten imposibles de alcanzar, y de saber descomponer una tarea compleja en otras más sencillas y manejables.

De hecho, las personas esperanzadas se deprimen menos en su navegación a través de la vida en búsqueda de sus objetivos y también se muestran menos ansiosas en general y experimentan menos tensiones emocionales.

El OPTIMISMO al igual que la esperanza significa tener una fuerte expectativa de que, en general, las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones.

Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimismo es una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades.

Seligman define el optimismo en función de la forma en como la gente se explica a si misma sus éxitos y sus fracasos: los optimistas consideran los fracasos como algo que puede cambiarse, algo de lo que aprender, así, en la siguiente ocasión en la que afronten una situación parecida podrán llegar a triunfar.

Los pesimistas por el contrario se echan las culpas de sus fracasos, atribuyéndoselos a alguna característica estable que se ven incapaces de modificar.

El temperamento optimista y la autoeficacia Los orígenes de una visión positiva o negativa puede ser debido al

temperamento. Hay personas que tienden naturalmente hacia a uno u otro.

El temperamento también puede modularse por la experiencia, es decir, el optimismo y la esperanza pueden aprenderse.

Detrás de los dos se haya la autoeficacia: es la creencia que de que uno tiene el control de los acontecimientos de su vida y puede hacer frente a los problemas en la medida en que se presenten. Superar dificultades aumenta a la sensación de autoeficacia, una aptitud que lleva a hacer mejor uso de cualquier habilidad y que también contribuye a desarrollarlas.

Albert Bandura, psicólogo social, se ha ocupado de estudiar el tema de la autoeficacia: “las creencias de las personas sobre sus propias habilidades tiene un profundo efecto sobre éstas. Las habilidades no son un atributo fijo sino que, en ese sentido, existe una extraordinaria variabilidad. Las personas que se sienten eficaces se recuperan pronto de los fracasos y no se preocupan tanto por el hecho de que las cosas puedan salir mal sino que se aproximan a ellas buscando el modo de manejarlas”.

EL INTERÉS El interés es la emoción que más presente está en el

funcionamiento día a día de las personas. En la consciencia hay siempre presente algún nivel de interés

suponiendo que la persona se encuentra libre de pulsiones (por ejemplo, hambre) u otra emoción fuerte (por ejemplo, rabia-furia).

A nivel neurológico, el interés implica un leve incremento en la tasa de descarga neuronal. Los acontecimientos ambientales (por ejemplo, el cambio, la novedad, el desafío) los pensamientos (por ejemplo, de aprender, lograr cosas) y los actos de descubrimiento inician un incremento de la actividad neuronal y activan el interés. Por ser tan corriente, los incrementos y bajadas de interés suelen implicar el cambio del foco de interés de un acontecimiento, pensamiento u acción a otro. Dicho de otro modo, no es que se pierda el interés sino que está siendo siempre redirigido de un objeto o acontecimiento a otro.

Resulta difícil aprender sin el apoyo emocional que supone el

interés.

EL SIGNIFICADO Y ALCANCEDEL BUEN HUMOR

El buen humor, mientras dura, favorece la capacidad de pensar con flexibilidad y con mayor complejidad, haciendo que resulte más fácil encontrar soluciones a los problemas, ya sean intelectuales o interpersonales.

Además, diversos estudios científicos han demostrado que el buen humor nos beneficia en otros muchos sentidos:

Nos da resistencia ante los problemas. En un estudio de la Universidad de Chicago encontraron que las personas optimistas consideraban los cambios como un desafío y no como una catástrofe, se mostraban atentos con el resto de las personas, y sentían que controlaban sus vidas.

Fomenta la creatividad y el aprendizaje. Los niños aprenden con mayor facilidad y eficacia en un ambiente agradable. También se sabe, a raíz del estudio elaborado por el psiquiatra Arnold Ludwig en la Universidad de Kentucky, que entre un periodo depresivo y otro se suele disfrutar de una etapa especialmente optimista y, es precisamente ahí cuando la mayoría de los genios han creado sus mejores obras.

Ayuda a superar el estrés. El neurólogo William Fry, de la Universidad de Stanford, subraya el efecto estimulante de la risa en la circulación sanguínea, en la respiración y, sobre todo, en la oxigenación de nuestro cuerpo. Una simple sonrisa es ya capaz de provocar una mayor secreción de endorfinas, hormonas encargadas de producirnos bienestar.

Previene infartos. Cuando en la última década se investigó la causa del aumento de ataques al corazón en un pequeño barrio italo-americano de Pennsylvania, donde la dieta no había variado en los últimos cincuenta años, se determinó que la causa era la emigración de los más jóvenes en busca de trabajo. A medida que se aflojaban las relaciones familiares, el corazón hacía lo mismo.

Fortalece el sistema inmunológico. Arthur Stone, psiconeurólogo norteamericano, encontró en la mucosa nasal de las personas más sonrientes una mayor cantidad de inmunoglobulina A, una sustancia que refuerza las defensas del organismo. Además, según el Dr. César Díaz-Carrera, "en estados de satisfacción, el timo -una glándula situada entre el esternón y el corazón- fabrica más timina, uno de los componentes que contienen los fármacos antidepresivos y que además nos hace resistentes contra las enfermedades".

LA ALEGRÍA La alegría se activa neurológicamente mediante un fuerte descenso de

descarga neuronal. El alivio del dolor físico, resolver un problema difícil y ganar un concurso que provoca ansiedad son ejemplos de un patrón descendiente de la activación neurológica de la alegría.

La alegría también la activan los acontecimientos positivos y las sensaciones placenteras.

Un tercer tipo de activación de la alegría se deriva de aquellos acontecimientos que confirman el concepto de auto-valía de la persona. Si a una persona se le invita a entrar en una organización prestigiosa, se le hacen cumplidos, se le alaba o le gusta a otra persona, entonces se activa la alegría.

El significado funcional de la alegría es doble. Por una parte, la alegría es una sensación positiva derivada de una sensación de satisfacción y triunfo, al tiempo que hace que la vida resulte agradable.

La alegría contrarresta las experiencias vitales inevitables de frustración, decepción y afecto negativo en general.

Facilita también la voluntad de las personas de participar en actividades sociales.

Hay pocos estímulos tan potentes y gratificantes como la alegría expresada

LA RISA1) LA RISA ES SALUD.

Aristóteles describía a la risa como "un ejercicio corporal valioso para la salud".La medicina psicosomática está cansada de probar que nuestro estómago, hígado, corazón y todos los órganos funcionan mejor cuando nos sentimos felices. La risa aumenta nuestra resistencia física y actúa como un inhibidor natural del dolor.

2) LA RISA ES UN MEDIO RÁPIDO, FÁCIL Y GRATUITO DE RELAJACIÓN.La risa interrumpe la actividad mental : relaja la atención, impidiendo así a la mente entretenerse en cuestiones perniciosas.

3) EL BUEN HUMOR ES UNA DE LAS MEJORES PRENDAS DE VESTIR CON QUE PODEMOS PRESENTARNOS EN SOCIEDAD.                                                                       W. M. THACKERAI, acerca del humor en el trabajo. "Reír es también bueno para los negocios. Puede reducir las tensiones, da vida a las presentaciones y estimula la creatividad. En un ambiente de negocios, cuando a las personas se les permite reír, aunque sea quince segundos, obtienen más oxígeno para el cerebro, lo que les hace pensar más claramente". También agrega, que el humor borra o atenúa las jerarquías.En nuestro trabajo diario, la risa es una vacación instantánea y gratuita.En las negociaciones, LA RISA ES LA DISTANCIA MAS CORTA ENTRE LOS HOMBRES.

4) LA RISA Y EL BUEN HUMOR REJUVENECEN. La sonrisa hace que el rostro se vea mas bello.

UN PEQUEÑO EXPERIMENTO PARA

REÍR  Según Edward Dunkelblau, presidente de la Asociación Americana de Humor Terapéutico, las investigaciones muestran que:Los niños ríen más de doscientas veces al día. Los adultos ríen una media de quince veces diarias. 

¿Qué ha pasado con las 185 risas restantes? 

¡Qué pérdida! Recuperemos 1 risa

Lea el siguiente párrafo en voz alta:

Ja ja ja ja ja ja. Ji ji ji ji. Ju ju ju. Jo jo jo.

Ja ja je je ji ji ji jo jo. Ji ji ji ji ja ja ja ja ja.

Ju ju ju ju ju ju.

Ja ja ja ja ja ja ja ji ji jo jo je je je ja ja.

Jo jo jo jo jo ja ja ja ja je je je je.

Ja ja ¡ja!

EL GOCE INMENSO DE REIR"¿Reir? ¿Acaso nos preocupamos alguna vez por reir? Quiero decir

reír de veras, más allá de la broma, de la burla, del ridículo. Reir, goce inmenso y delicioso, todo goce...

“Yo le decía a mi hermana, o ella me decía, ven, ¿jugamos a

reir? Nos acostabamos una junto a la otra en la cama y empezábamos. Para hacer como que hacíamos, por

supuesto. Risas forzadas. Risas ridículas. Risas tan ridículas que nos hacían reir. Entonces venía, sí, la verdadera risa, la risa entera a arrastrarnos en su rompiente inmensa. Risas

estalladas, proseguidas, atropelladas, desencadenadas, risas magníficas, suntuosas y locas...y reíamos al infinito de la risa e nuestas risas..Oh risa, risa del goce, goce de la risa; reir es

vivir tan profundamente".Havelock Ellis

LAS EMOCIONES Y EL LENGUAJE Ya sabemos que las emociones son experiencias

muy complejas, y que para expresarlas utilizamos una gran variedad de términos, además de gestos y actitudes.

En el lenguaje cotidiano, expresamos nuestras emociones dentro de una escala positivo-negativo y en magnitudes variables, como "me siento bien", "me siento muy bien", "me siento extraordinariamente bien" (intensidades o grados del polo positivo) o "me siento mal", "me siento muy mal", "me siento extraordinariamente mal" (intensidades o grados del polo negativo).

Según sea la situación que provoca la emoción, elegimos unas palabras u otras como 'amor', 'amistad', 'temor', 'incertidumbre', 'respeto', etc., que, además, señala su signo (positivo o negativo). Y según sea la intensidad de la emoción escogemos palabras como 'nada', 'poco', ' bastante', 'muy', etc. y así, componemos la descripción de una emoción. Decimos, por ejemplo, "me siento muy comprendido" (positiva) o "me siento un poco defraudado" (negativa).

Los componentes de la emociónEn consecuencia, podemos reconocer en toda

emoción dos componentes bien diferenciados.1. Por un lado, un componente cualitativo que se

expresa mediante la palabra que utilizamos para describir la emoción (amor, amistad, temor, inseguridad, etc.) y que determina su signo positivo o negativo.

2. Por otro lado, un componente cuantitativo que se expresa mediante palabras de magnitud (poco, bastante, mucho, gran, algo, etc.), tanto para las emociones positivas como negativas.

El cuadro siguiente trata de reflejar estos dos componentes de toda emoción.

¡¡¡CAMBIA TUS EMOCIONES!!! "Sabemos demasiado y sentimos muy poco. Al menos, sentimos muy

poco de esas emociones creativas de las que surge una buena vida". 

                                           Bertrand Rusell

Las siguientes son las típicas emociones que podemos sentir en una semana:

· Tensión· Frustración· Enojo· Inseguridad· Soledad· Aburrimiento· Felicidad· Alivio· Sentirse querido· Estímulo· Sentirse miserable· Alegría

¿No se trata de un menú muy reducido de elecciones emocionales?

No nos limitemos a una lista tan corta.

Aprovechemos todo lo que está a nuestra disposición. Intentemos cosas nuevas y

cultivemos un paladar más refinado.

¿Qué os parece experimentar más... · Intriga· Sensualidad· Deseo · Gratitud· Encanto· Curiosidad· Creatividad· Capacidad

· Entusiasmo· Fascinación· Buen humor· Sentido de juego. . Confianza· Indignación· Franqueza

· Consideración· Amabilidad· Suavidad· Excitación· Humor...?

¡¡¡¿Seguimos?!!! · Respira profundamente por la nariz y exhala el aire con fuerza por la

boca. · Pon en tu rostro una enorme sonrisa, y sonríe a tus compañeros. · Si quieres cambiar realmente, comprométete a pasar un minuto,

cinco veces al día durante los próximos siete días, sonriendo de oreja a oreja ante el espejo. 

Te parecerá algo increíblemente tonto, pero recuerda que con ese sencillo acto físico estás poniendo en constante funcionamiento esta parte de su cerebro, y creando un camino neurológico hacia el placer que poco a poco se irá haciendo habitual.

Así , pues, ¡hazlo y te divertirás! 

La verdadera clave en la vida consiste en lograr sentirse bien cuando uno no se siente así o cuando ni siquiera se desea sentirse bien. Pero esto es algo que se puede lograr instantáneamente, utilizando tu cuerpo como una herramienta para cambiar su estado de ánimo. Una vez que se identifica la fisiología que va unida

a un estado de ánimo, puedes utilizarla para crear a voluntad los estado de ánimo que desees. 

Puedes experimentar cualquiera de los estados de ánimo anteriores cambiando simplemente la forma que tienes de usar tu cuerpo.

Tu cuerpo dirige tus emociones.

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