Las energías que conforman la mente generalmente son volubles, turbulentas, además de porfiadas

y en ocasiones “soberbias”. Ella es la verdadera responsable de la esclavitud

y la liberación de cada persona.

El estado en que se encuentre este nivel energético mental o de pensamientos, dependerá de la

información que hayamos grabado a través de los 5 sentidos como vivencias en la mente.

Cuando las energías de la mente, siguen los dictados de las energías que conforman el intelecto energético

(espíritu) o el nivel de la capacidad de discernimiento, entonces entra en armonía con el nivel vibracional de la

consciencia (Alma).

Si por el contrario obedece los caprichos, fantasías, miedos, ira, envidia, odio… se vuelve esclava de

ellos y una víctima de las interminables aflicciones y sufrimientos.

La forma en que se estimule la mente es lo que generará el alcance y la repercusión de la infinidad de energías de

pensamiento activadas, al igual que la sucesión de acontecimientos provocados, junto a la capacidad de

reaccionar nuevamente. Es en otras palabras, la repercusión, la reacción y el

reflejo energético que se encuentra regulado por la Ley de Causa y Efecto.

Los pensamientos son la proyección de la información acumulada en la mente; es el “ súmmum”

de nuestro actuar.

La mente como tal, no es en absoluto una enemiga del ser humano.

Al contrario, ella es un brote de sabiduría, razón por lo que hay que entender cómo se ha de moldear, tratando

de armonizarla en el nivel en el que se encuentran las del intelecto y las de la consciencia.

Para ello, se debe tener presente que los acertados pensamientos conducen a la felicidad y a la plenitud del

ser, mientras que los desacertados degradan en lo irracional, lo animal y/o bestial.

La responsabilidad de las acciones ejecutadas recae en el tipo de pensamientos que las generan.

Reemplazar los desacertados pensamientos por los acertados requiere de un esfuerzo sincero, firme y

voluntario.

La forma de educar la mente puede compararse con la representación de un monólogo “controlado y

supervisado” por el intelecto,

roles, desempeñando en consecuencia diferentes funciones según los requerimientos de las situaciones.

en el cual se le pueda dar la oportunidad de asumir distintos

Esta forma de regular los pensamientos a un correcto pensar, podría llamarse una

reprogramación mental. Es una regulación en la que se incluyen por añadidura

también la “corrección energética” de los sentimientos y las emociones.

La acción que se ejecuta después de una reflexión y después de un adecuado discernimiento, es lo único

que puede generar paz y confianza, teniendo presente que el PRE requisito para la acción correcta es el

pensamiento correcto.

Al comprender que no somos el pensador y nos dedicamos a observar ese supuesto pensador, se estarán activando

las energías del intelecto y de la conciencia. Es así como nos damos cuenta que lo verdaderamente

importante se encuentra más allá de la mente.

Los dolores, resentimientos, odios, venganzas y pesares

que aparecen con cierta frecuencia en la vida

diaria, deben ser apartados, olvidados y dejados en el pasado.

Así como también deben ser suprimidas toda

clase de agitaciones y

excitaciones.

En todo ejercicio mental, la mente debe irse limpiando concientemente para poder generar pensamientos

correctos y así, ir transformando con ello las energías de la ignorancia.

En la mente se mueven un sin fin de energías que por su densidad podrían clasificarse en: En la mente se mueven un sin fin de energías que por su densidad podrían clasificarse en:

- Las mas densas identificadas con los chacras inferiores van conformando el

ego.

- Las mas densas identificadas con los chacras inferiores van conformando el

ego.

- Las que se van haciendo más sutiles identificadas con los chacras superiores

conforman el SER.

- Las que se van haciendo más sutiles identificadas con los chacras superiores

conforman el SER.

Las energías del ego son más lentas que las del SER. El ego nace del engaño que genera el orgullo por la falsa

autoestima, la propia riqueza, la erudición, la falsa inteligencia, así como la belleza corporal, la vanidad y/o la fama.

Cuando el ego se hace presente y sus energías se hacen relevantes, las energías del intelecto tienden a ser encubiertas.

Las energías del SER son más veloces en su accionar que las del ego cuando el

pensamiento es consciente, estas

energías nacen de la comprensión y

aplicación de las leyes del Alma,

verdadera esencia de cada SER HUMANO.

Las energías de la mente son un depósito de imágenes, con todos los elementos captados por los 5 sentidos externos y el accionar de los 7 internos o vortices energéticos (chacras),

convertidas en memoria viva o vivencias, vida tras vida.

Estas energías mentales o información, el pensamiento en su accionar con el pulsar del corazón la convierten en

vibración energética que retroalimentan la mente

celular.

El auténtico despertar de la consciencia se da cuando se domina la facultad de sincronizar el pensamiento con el sentir del corazón (morada del alma) de donde

sale la Voz Interior, fuente de la sabiduría Luz.

El método para activar este despertar es practicando la ecuanimidad, la rectitud, el respeto, la reflexión la

introspección, en fin todos los valores en las vivencias…. Apartando la agitación, el goce excesivo y la impulsividad todos los antivalores al momento de entrar en contacto con

el mundo exterior.

Sólo cuando se entienda correctamente la naturaleza de cada uno de los diferentes niveles energéticos del cuerpo físico, del espíritu y Alma, seremos capaces de vivir una

Vida Humana más integra y llena de sentido, haciendo de este mundo un Mundo Mejor.

Un Abrazo.