LAS FIESTAS Y EL FUEGO - UAM
Transcript of LAS FIESTAS Y EL FUEGO - UAM
LAS FIESTAS Y EL FUEGOSALVADORPALOMAR
Una hoguera de San Juan se levanta allí donde el espacio urbano lo permite(Salvador Palomar)
Sin lugar a dudas , es imposibleentender la fiesta en Catalunya sin lapresencia del fuego . Ya sea en elcrepitar de una hoguera o en el estallido de un artificio pirotécnico , el fuego es un componente destacado demuchas fiestas populares, con funciones camb iantes y bajo formasdiversas.
Hasta fina les de l s ig lo X IX ,muchas fiestas eran impensablessin las luminarias -teas, antorchascolgadas en las paredes de lascasas o clavadas en el suelo de lasplazas, recipientes con combustibleardiendo sobre las murallas- que ,con su claridad, arrancaban horas ala noche y permitían la prolongacióndel baile más allá de la puesta delsol. De ahí que encender las teasfuera ya en sí mismo un acto festivo,que marcaba el inicio de las celebraciones.
La hoguera era y es, en no pocasde las fiestas, el punto de reuniónalrededor del cual se concentra lacomunidad. Transmisión de saberesy creencias, creación de canciones yejecución de danzas pueden tenerlugar en esta reunión, según el lugary la fiesta de que se trate. La luz deantorchas delimita el espacio festivo. Las chispas de las carretillas delos bailes de diablos abren paso alas procesiones y cortejos festivos.Las llamas amojonan el territorio. Elfuego aparece dotado de un simbolismo de purificación , de renovación:destruye - transforma- lo viejo paradejar paso a una nueva etapa. Alfuego y sus restos -cenizas del fióde Navidad o de la hoguera de la
noche de Sant Joan- se le han atribuido virtudes mágicas y curativas .
El fuego está presente en las antiguas fiestas rurales , pero tambiénen la fiesta urbana contemporánea .Los casos de las hogueras de SantJoan y de los abundantes grupos de
diables, en creciente multiplicaciónpor toda la geografía catalana, sonparadigmáticos. Y, aunque este artículo se centra , principalmente, enejemplos del ámbito de la provinciade Barcelona, no cabe duda de quelas costumbres y prácticas festivas
69
descritas son extrapolables al conjunto del ámbito geográfico catalán.
EL CALENDARIO DEL FUEGO
Aunque está lejos de nuestra pretensión inventariar en estas líneas elconjunto de manifestaciones festivas de fuego, una ojeada al calendario permite constatar que menudeanen todas las estaciones.
En otoño, Tots Sants (Todos losSantos ) había sido una fiesta decarácter familiar en la cual el fuego ylas ofrendas de luz tenían una granimportancia. La celebración de lacastanyada , vinculada a la idea delretorno de los difuntos que conceden su protección, reunía a la familiaalrededor del hogar, la fuente de luz,energía y calor que presidía la vidafamiliar. Una costumbre que aún seconserva , aunque bastante menosgeneralizada que en el pasado, esencender una vela en el comedor dela casa en recuerdo de los difuntosde la familia, o bien en la habitacióndonde dormía un difunto reciente.
Ta mbién en el ámb ito familiarencontramos tradiciones de fuegorelacionadas con la Navidad. El punto del calendario en que se celebraesta fiesta -al inicio del invierno, conbajas temperaturas y las noches máslargas del año-- la envuelven siempre, en nuestras latitudes, de frío yoscuridad que eran mucho más percibidos por nuestros antepasados.En este co ntexto , en Cata lunyaencontramos una costumbre festiva- hoy emblemática de nuestra tradición-, que almenos en un principioestá vinculada con el fuego del hogar.Se trata del tronc de Nadal o tió.
Puede sorprender que esta antigua costumbre, relacionada conrituales de culto al fuego y que surgió en las largas veladas invernalesalrededor del hogar, pueda mantener hoy tanta vigencia. El tronco queen cada vivienda rural la familia colocaba y custodiaba junto al fuego odentro de él ha ido cambiando yadaptándose a un nuevo entorno
físico y social. Lo encontraremos yaen pocos sitios bajo esta forma. Encambio, hace ya años que existeeste otro tió, animal fantástico quellega unos días antes de Navidad ala casa -del campo o de la ciudad- yque los niños alimentan para obtener regalos de él. Un tió desvinculado del fuego del hogar, que no existía en las casas de la ciudad; y, sinemba rgo , un lió no empobrecido,sino que ha ganado en rituales familiares. Convenientemente abrigadocon una manta que lo tape casi en sutotalidad, y golpeado al son de unacanción de la cual existen infinidadde variantes y versiones, el tió descargará los regalos que trae ocultospara todos. El repertorio léxico conque se designa esta acción -el tió«caga»- remite una vez más a creencias sobre el mundo vegetal,sobre la tierra y la fertilidad.
Sin embargo, la evo lución másconsiderable se ha producido en lasdos últimas décadas: de un lado, eltió sale del ámbito doméstico que sele hab ía reservado y entra en elcampo de la fiesta colectiva. Delotro, modifica su función inicial. Veámoslo.
El tió,costumbre familiar, ha entrado desde hace algunos años en lasescuelas y en el mundo asociativo.En estos últimos años se han creadoy difundido fiestas del tió en la calle,en las que cientos de niños puedenob te ne r su bo ls ita de rega lo siaguantan con paciencia la cola deniños que esperan su turno paraacceder al ingenio y darle su correspondiente bastonazo.
Esta evolución ha traído consecuencias positivas y negativas; laintroducción del tió en la escuela hapermitido dar a conocer esta costumbre a sectores de la poblacióninfantil que no lo habían vivido encasa. Ello, junto a la práctica del tióen asociaciones de vecinos o entidades culturales, ha propiciado sudescubrimiento de esta costumbre.Por el contrario, este proceso hasupuesto la pérdida de la diversidadde contenidos de la tradición. Las
NARRIAcanciones que acompañan el actode ter cagar el tió han sufrido un cierto proceso de homogeneización ,porque en la escuela no siempre seha tenido el cuidado de trabajar apartir de la variante de la zona; desgraciadamente , con demasiada frecuencia se han utilizado y se utilizanvers iones consagradas por loslibros, lo cual contribuye a uniformizar -y, en consecuencia , empobrecer- el repertorio y a perder versiones fam iliares de la canción enbeneficio de las que se aprenden enla escuela.
Esta es una variante recogida enManresa:
Parenostre del tió,bona nit que Déu ens dó.Ara vénen testes,testes prec ioses;dones curiosesmenjarem gall dindi,menjarem torrons,coques de pinyons.Caga tió, caga torró,d'avellana i de pinyó,i si són deIs fins, millor.
Otra de las versiones utilizadas enlas comarcas de Barcelona es esta:
Parenostre del Tió,un bon any que Déu nos do;ara vénen testes, tes tes glorioses ...Dones curioses,renteu els plats,tregueu els tinells,que el Tió ja esta empipat.. .!
En la misma tónica, el uso de tionsde mercado, idénticos, supone unareducción de la variedad que históricamente había caracterizado estacostumbre.
Además , en algunas de las fiestasasociativas o de calle, el acto de tercagar el tió acaba reduciéndose aveces a un mero reparto de obsequios y se pie rde todo el rit ua lexcepto el bastonazo o el artific ioenca rgado de cargar la bo lsi tacorrespondiente.
70 t:::==============================-
NARRIALos cambios no se lim itan a la
organización y a la forma, se extienden también a la función . Históricamente, el fió había sido una costumbre festiva destinada a los máspequeños de la casa. Sus obsequioseran golosinas , pequeños juguetes ,neules -dulces navideños hechosde pasta enrollada- o vino; en ningún caso regalos como los que traenlos Reyes Magos o, en otros lugares, los personajes navideños vinculados al árbol. Pues bien, esto también ha cambiado . Ejemplos de elloson el uso del fió como alternativa delos Reyes Magos -según el argumento de que los niños disfrutan losjuguetes durante todas las vacaciones si los reciben el día de Navidaden vez del día de Reyes- o bien lapráctica del fió por parte de gruposde adultos , que lo consideran unatradición prop ia del país frente alárbol de Navidad. Ahora bien, ni unacosa ni otra tienen mucho que vercon la tradición histórica del personaje. Sin embargo, en unas fiestasnavideñas que se desarrollan en elmarco de una sociedad cada vezmenos relig iosa , el fió se adaptabastante bien al extendido simbolismo navideño de árboles nevados yvelas encendidas , de acebo y bolasde colores, en el cual las referenciasal Nacimiento son secundarias o, aveces, incluso inexistentes. Y, paramás argumentos , es «de casa».
En definitiva, si el fió ha sobrevivido y ha llegado a ser uno de los símbolos navideños en Catalunya, hasido a partir de una serie importantede transformaciones en su forma yfunciones. Camb ios que aseguransu vitalidad -en definit iva, cuandouna tradición permanece estáticaestá muerta- y que implican quizáuna pérdida de contenido patrimonial en beneficio de su difusión.
Por otro lado, dos poblaciones dela comarca del Berquedá (Baga ySant Joan de Cerdanyola) cuentancon un ritual que se relaciona también con la importancia del fuego eneste ciclo festivo. Se trata de la fiesta de la Fia-faia. Semanas antes de
Navidad , la juventud y los niñosrecogen alrededor del pueb lo unahierba de tallo alto llamada faia, ladejan secar y, atándola con cuerdaso hierbas, preparan con ella unosmanojos. La noche antes de Navidad los encienden a modo de antorchas , mientras se canta «Fia, faia,que nostro Senyor ha nescut a lapaia». Cuando, después de arderdurante un tiempo, estas antorchaso faies han reducido sus dimensiones, se colocan a modo de hoguerasque los jóvenes intentan saltar.
La ubicación de este ritual festivoen la Nochebuena constituye unhecho excepcional en estas comarcas centrales catalanas . Hay quetener en cuenta que en la mayor parte del Principado las celebracionesde la Nochebuena tienen muchamenos importancia que en el restode la Península.
INVIERNO
Una de las primeras celebracionesdel Año Nuevo es la noche deReyes, que, a pesar de su inclusiónen el ciclo navideño , participa de unconjunto de tradiciones del cicloinvernal relacionadas con el fuego.Con los niños como protagonistas,en muchas poblaciones el hecho deir a esperar a los Reyes constituíatradicionalmente una práctica festiva que no terminaba con su llegada.Eran ceremonias en las que la luz-en forma de antorchas o manojosde hierba ardiendo , parecidas a laque acabamos de describir- y el ruido -campanas, cencerros- teníangran importancia . Esta es una práctica en recesión en el conj unto deCatalunya, aunque permanecen congran vital idad manifestaciones enlugares muy dispersos .
Sin embargo , el fuego de las fiestas del ciclo invernal es básicamentela hoguera, y su momento álgidoacaece por San Anton io, el diecisiete de enero. Las encontramos ennumerosas poblac iones de lascomarcas meridionales del Principa-
do, el País Valencia , las Baleares yla Franja aragonesa . Estas hogueras estan hechas , en muchos sitios,de leña cortada expresamente paraello, que los jóvenes preparan entreNavidad y mediados de enero. Lasbarracas -como se llaman en lospueblos del Ebro, el Maestrat o losPorts- se construyen alrededor deun árbol central , denominado maig-el parentesco con árbol que se
. plantaba en mayo en las plazas esevidente-, que ha sido despojado detodo su ramaje a excepción de lacopa superior . Con el árbol como ejecentral y otros troncos apoyados enél, se monta una estructura cónica opiramidal que se va rellenando conramas desde cierta altura hasta lacúspide . En algunos sitios la hoguera, mucho menos estructurada, sehace con un montón de leña y unmuñeco en su parte superior.
Las hogueras invernales constituyen un ritua l de renovación , parapropiciar el paso del invierno a la primavera , y también de purificaciónporque queman el mal, representado por el demonio o por un muñeco.Al igual que sucede en mayo allídonde se planta, el árbol que centrala hoguera simboliza el árbol de lavida, el eje del mundo. Las hoguerasde San Anton io tienen también ,seguramen te, un sentido profilácticohacia los animales de trabajo o laspersonas : hacer pasar los animalesde tiro o el ganado entre fuegos esun antiguo rito de purificación y protección presenten en numerosasculturas .
Muchas otras fiestas de inviernocuentan también con hogueras queejercen como punto de reun ión .Buenos ejemplos de ello son lashogueras en las ermitas, que concentran a su alrededor las danzasde coplas cantadas por las mozas olas que acompañaban el ball decoques de la plaza : una forma debaile en que la subasta de estos dulces dirige el desarrollo de la fiestaporque adqu ir ir uno de el los daderecho a escoger pareja e iniciar elbaile, lo cual lo convierte en una f ór-
71
NARRIA
La Tronada en su tramo final (Salvador Palomar)
mula de galanteo, hasta el punto deque, en el pasado , las autoridadeseclesiásticas lo prohib ieron envar ias ocas iones por considerarlouna forma encubierta de subasta dela novia. Estas danzas son abundantes en las comarcas del Priorat ydel Ebro.
Encontramos hogueras en SanPablo -15 de enero-, San Sebastián -20 de enero-, San Bias -3 defebrero- , Santa Águeda -5 defebrero- y en otras celebracionesdel ciclo invernal hasta que, al finaldel Carnaval , la quema del Carnestoltes -el muñeco que en los últimossiglos ha personificado el espíritu deinversión del Carnaval- señale el findel período, purificando la comunidad de los pecados y excesoscometidos durante estos días. Elmismo sent ido de purificación tienen las hogueras valencianas deSan José y la quema de muñecos ojudas que coronan otras hoguerasinvernales. En camb io, cuando elfuego se presenta en la liturgia dePascua - la ceremonia de l fuegonuevo a la puerta de las iglesias,
72
durante la Vigilia Pascual-, se insiste en su significado de renovaciónde la vida.
LA PATUM
El Corpus, fiesta de primavera queen toda Cataluña se celebra conprocesiones , salida de gigantes ybestiario y profusión de elementosvegetales -alfombras de flores yhojas , hoy en día sustituidas en parte por serr ín de colores-, se convierte en Berga -en la comarca delBerqueda- en una fiesta en que elfuego adquiere una notable importancia.
La Patum es una de las fiestasmas conocidas y mas emblemáticasde Catalunya. El jueves y el domingo de Corpus, Berga se llena demiles de visitantes. En la Patum participan diversos elementos tradicionales que después encontraremosen las fiestas mayores urbanas:gigantes , cabezudos , danzas , águilas o guitas - mulas de fuego-. Si a
mediodía la actuación de estos elementos podría parecerse a la que seda en otras plazas catalanas conmotivo de la fiesta mayor, por lanoche el fuego transforma la fiesta.Al final de las diferentes actuaciones de las danzas y elementos festivos, la fiesta llega a su punto culminante con el saft de plens: la plazaqueda a oscuras y, al ritmo trepidante de la música, público y plens bailan en un mar de chispas y de fuego.Los plens son unos personajes vestidos de verde y rojo, con una máscara característica que se identificacon el diablo y cubiertos de hierba yhojas. En los cuernos de la máscaray a modo de cola llevan tres fuets-artificios pirotécnicos que a modode surtidores proyectan chispas asu alrededor-oCada pIe lleva unacompañante -hemos de tener encuenta que su campo de visión esmuy limitado- que tiene la misión deencender los cohetes cuando seapagan las luces de la plaza. Saltarcon los plens representa el puntoculminante de la participación en lafiesta.
NARRIALA NIT DE SANT JOAN
Esta es, sin duda, la gran fiesta delfuego del calendar io anual, aunquetrad iciona lmente había compartidoprotagonismo co n el ag ua -queadqu iere , a. la sazón, propiedadesmilagrosas- y las hierbas medicinales.
En la fiesta de Sant Joan se uníanlas prácticas lúdicas y las mágicas.Las hogueras de Sant Joan, encendidas en las plazas -en algunaspoblaciones , a la puerta de todas lascasas donde viviera alguien llamadoJoan-, a la salida del pueblo o en loscruces de las calles principales, tenían, de algún modo, un sentido purificador. Alejaban los malos espíritus,las brujas y, con ellas, las amenazasde tormenta o de cua lqu ie r otrainclemencia meteoro lóg ica quepudiera afectar la cosecha que seesperaba . También ejercían unafunción purificadora a nivel indivi-
dual: bailar alrededor de la hogueray, especia lmente, saltarla, era unaforma de librarse de malas influencias, a la vez que constituía unaprueba de valentía y habilidad. Lascenizas del fuego de la noche deSant Joan tenían igualmente virtu des curativas: las mozas las recog ían para tratar los granos de la cara ylas enfermedades de la piel.
En la mayor parte de las comarcas , las hogueras de Sant Joan prese nta n ca racte rística s comunes.Son fruto del trabajo colectivo, puesto que se van elaborando durantevarios días con los muebles viejos ,cajas y restos de carpinte ría quegrupos de amigos -hoy especialmente niños, antaño de varias generaciones- van recogiendo durantevarios días y amontonando en plazas , parcelas rurales o descampados . La hoguera, pues , no surgesiguiendo un plan construct ivo, sinosegún marca el ritmo de recogida de
los materiales . A los obje tos quecompone n la hoguera -nunca leñacortada ex profeso- se añade , enocasiones, un muñeco que la corona. Ello las diferencia claramente delas hogueras propias del invierno.
La ubicación de estas hogueras nosigue ninguna pauta: calles, plazas,masías, solares vacíos, sitios elevados ... En las últimas décadas, lasordenanzas municipales han inten-
. tado regularizar su construcción enla vía pública -especialmente en lorelat ivo a med idas de seguridadsobre la distancia respecto a edificios y arbolado- . Sin embargo. enlas grandes ciudades son innumerables las que se preparan y encienden sin permiso municipal.
Los más jóvenes son los protagonistas indiscutibles de la noche. Alalba del día 24, las brasas de lashogueras que han ardido toda lanoche acogen a su alrededor gruposde niños y ado lesce ntes , mientras
Una vista general de la plaza con la Tronada ardiendo (Salvador Paloar)
73
NARRIA
El cball de diables» de Sitges (Salvador Palomar).
los mayores han vuelto ya a casa ohan ido a bailar a cualquier verbenade barrio.
Las hogueras se acompañan conel lanzamiento de cohetes y petardos, que ya forman el paisaje sonoro de pueblos y ciudades desdevarios días antes; los chicos circulan por las calles toda la noche,hasta la madrugada, con una bolsade plástico llena de objetos pirotécnicos menores. Desde hace añosparticipan también , como dinamizadores de la fiesta , grupos de diablesy figuras de bestiario de fuego-draes y otras variantes-oEn relación con todo ello, las institucioneshan realizado en los últimos tiempos una importante labor de divulgación de med idas preventivaspara evitar accidentes por incorrecta manipulación de los productospirotécnicos.
En las comarcas del Pirineo, lanoche de Sant Joan incluye tradiciones de fuego como las falles, antorchas que se llevan encendidas alcuello, hechas con troncos a los quese ha practicado una hendidura ocon teas de pino atadas alrededorde una rama de fresno o de avellano.
La fiesta tiene también una vertiente más organizada, la de los institucionalizados Foes de Sant Joan,que se encienden en todas partes apartir de la flama del Canigó. Cadaaño , la noche del 22 de junio, ungrupo de gente sube hasta la cumbre de esta montaña emblemáticadel Pirineo , enciende allí un fuego ylo vela durante toda la noche. A lamañana siguiente, bajan esta llamaa Perpiny á y desde allí es llevada adiferentes poblaciones de las tierrasde habla catalana. Durante todo eldía 23, todos aquellos que preparansu hoguera pueden ir a recoger estallama a los diferentes puntos dondese distribuye. Esta celebración surgió en 1955 como iniciativa particular, a part ir del poema Canigó deJacint Verdaguer, que contribuyó ala construcción del mito de estamontaña.
El reparto del fuego -con los relevos a pie y con las caravanas decoches y motos adornados con banderas-, las sardanas y los manifiestos reivind icativos convierten SantJoan en una fiesta identitaria. Sinembargo, y a pesar de los argumentos históricos con que se sueleacompañar el discurso mítico sobreesta fiesta, la costumbre de encender fuegos por San Juan no esexclusivamente catalana , sino quese extiende a toda Europa.
PIROTECNIA Y TRONADES
Las fiestas mayores de las poblaciones han contado con muchas otrasformas de presencia del fuego: unashan desaparecido , otras han sufridograndes transformaciones y de algunas otras han quedado testimoniosresiduales fuera de contexto .
Con la introducción de la pólvora,las posibilidades del uso del fuegoen la fiesta se multiplicaron. Perotambién su uso ha ido tomando , allargo de los siglos , diferentes formas . Una de las más antiguas, latronada, se ha conservado de formaaislada en var ias poblaciones delpaís: Reus, Riudecanyes, les Borges del Camp, Salsana y, dentro de
la provincia de Barcelona, en Manresao
La tronada consiste en un reguerode pólvora que se extiende a lo largode una plaza o espacio público similar, en forma de línea que puede trazar curvas y giros para adaptarse alespacio disponible. Sobre ella sedisponen, a intervalos, petardos deltipo común, envueltos en papel deembalar.
Se trata , como puede verse , deuna forma artesanal de preparar lapirotecnia, en que el montaje se realiza manualmente antes de cadaencendida de la tronada. El pirotécnico prepara la mezcla de pólvoraadecuada y, con la ayuda de unembudo, va dibujando el reguero alo largo de la plaza, calculando losgiros en función del espacio, de talforma que, en el caso de Manresa,acaba trazando una S sobre el pavimento.
Además, en la ciudad de Reus, enque la tronada conserva todavía losmase/es -morteros metálicos- distribuidos a lo largo del recorrido de lapólvora, los pirotécnicos repitenpara cada uno de ellos la operaciónde rellenado , incluso dos veces elmismo día cuando el calendario festivo así lo exige. Para calcular lasproporciones de los dos tipos de p ól-
74
NARRIA
Fuego de los diablos en Vilanova i la Geltrú (Salvador Palomar).
vara que se utilizan no existe ninguna fórmula matemática , sino que esel saber empírico, que tiene encuenta aspectos como la humedaddel aire y la presión, el que lo determina. Igualmente, la ubicación delos mase/es sobre el reguero de pólvora se hace con intervalos regulares pero sin llegar al extremo demedirlos geométricamente. El efecto que se busca, la espectacularidadde las explosiones, aun con ser rítmicas, no tiene que ver tanto con laprecisión matemática como con eltipo de sensaciones, recuerdos ysentimientos identitarios que generaen la población. La ritualización queen esta ciudad ha adquirido la tronada -con la consecuencia que lapoblación conoce, observa y valora
cada uno de los pasos del montaje yel encendido , hasta el punto de comparar con años anteriores aspectoscomo la intensidad de las explosiones y la duración del recorrido-, noha restado nada a su carácter artesanal.
La tronada se enciende por unextremo con la ayuda de un botafuego -una mecha al final de un bastón.El momento de encenderla está máso menos previsto de la fiesta; habitualmente se emmarca en el inicio delas celebraciones , señalándolo: porejemplo, tal como hacen en Manresaen la fiesta de la Uum , después dehaberse pronunciado el pregón festivo en el salón de actos del Ayuntamiento. También se pueden encender otras tronadas en los momentos
culminantes de la fiesta, señalandoel paso de autoridades o imágenesreligiosas, como sucede en Reus,donde se dispara una durante la procesión , al pasar la imagen de sanPedro por delante del edificio delAyuntamiento. Esta función de señalar momentos importantes en la fiesta es habitual a otras formas de pirotecnia más actuales, como por ejemplo los fuegos artificiales que suelencerrar las fiestas, que pueden tenerdimensiones muy variables e ir combinados con música. Sin duda gracias a la difusión que le han dado losmedios de comunicación, hoy en díael más popular de estos espectáculos pirotécnicos es el de la Mercé enBarcelona.
Por lo que respecta al lugar dondese montan las tronadas, y aunquehablábamos de una plaza o espaciolibre sin precisar, sin duda lo determina la función que este elemento tieneen el contexto de la fiesta. Si señalael inicio de la celebración y se dispara también en sus momentos álgidos, necesariamente tiene que serpreparada en un espacio central :efectivamente, tanto en el caso deManresa como de las otras poblaciones, la tronada se prepara en la plaza mayor o del ayuntamiento, convirtiéndose así, de algún modo -conmenos intensidad en Manresa, conmás participación en las otras poblaciones-, en el centro de la fiesta.
En Manresa, las tronadas se encienden al inicio de las fiestas de laUum (febrero), durante la commemoriación del Timbaler del Bruc (2de junio) y en la fiesta mayor (último sábado de agosto). Cada añoorgan iza y costea su montaje unade las entidades asociativas de laciudad .
Hay que tener en cuenta que otraspoblaciones -Granollers, Solsonaconservan el nombre de tronadapara designar una manifestaciónpirotécnica que ya no se trata delreguero de pólvora extendido en elsuelo, sino que en algún momentodel siglo XX fue sustituido por unatraca.
75
D/ABLES
Sin embargo , por encima de las distintas fiestas que configuran elca lendario festivo , hoy en día enCata lunya hablar de fuego en lasfiestas es hablar de diables. La vinculación de estos personajes con elinfierno los hace especia lmente adecuados para administrar, usar y controlar el fuego.
Aparecen en diferentes contextosfestivos, por ejemp lo, formando parte de las representaciones de la vidade San Antonio pero su presencia esespecialmente significativa en el folklore de las fiestas mayores . En laactualidad, encontramos grupos defuego - se llamen diables, dimonis ode otro modo- desde el Principadohasta el País Valencia, desde el Aragón catalanaparlante hasta las Balears, con unas características parecidas en lo que respecta a indumentaria básica, uso de ciertas formas depirotecn ia o función dentro de la fiesta. Hay, sin emba rgo , numerosasparti cularidades que nos serviríanpara caracterizar los distintos grupos - las colles- , probabl ementeporque podemos intuir en este fenómeno unos orígenes comunes, perotambién la influencia significativa detradiciones festivas específicas decada territorio.
Es ta prolifer ación es reci en te;hace veinte años se contaban enCatalunya menos de una veintenade calles, mientras que hoy en díasu número es imposible de precisa r,aunque sin duda supera los dos centenares en el conjunto de los PaisesCatalans.
El ball de diables - así llamado ensu denominación histórica- es unamanifestación del folklore que principalmente parece haber estado presente, entre el siglo XVIII y la segunda mitad del XIX, en el área comprendida por las comarcas del Penedes y el Garraf (en la provincia deBarcelona), el Camp de Tarragona,la Conca de Barbera y el Priorat (enla de Tarragona). Hay algunas noticias puntuales fuera de esta área
76
geográfica, como en el caso de lac iudad de Ba rce lo na , donde sedocumenta la presencia de calles enfiestas del sig lo XIX , pero bienpodría tratarse de grupos venidos dela zona citada.
Trad ic iona lme nte , cada grupobasaba su actuac ión en la representación de la lucha entre el bien-enca rnado por el perso naje de lángel- y el mal - representado porlos propios diables-. Estas piezasdel teatro popular o balls parlats sehan tr ansmit ido a través de lasgenerac io nes , co n sus lóg icasmodifi caci ones, y algu nos de lostextos han llegado hasta nuestrosdías . Además , los diables sol íansalir encabeza ndo las proces iones- en este sentido tienen una cla rafunció n de abrir paso con el fuegode sus carret illas y delimitar el espacio fest ivo. Otra de sus func ioneshabituales era la de ironizar sobre larealidad local, en forma de pequeñas composiciones en verso - losversots- donde se tomaba n la libertad de sacar a la luz, con evidentesexageraciones y exabruptos , lo queconsideraban criticable de su entorno inmediato; actuaban , pues , comocanalizadores de las críticas que lasociedad no podía formular directamente. Vi lafran ca del Pe nedes ,Vilanova y Sitges constituyen buenos eje mplos de es tas antiguascallas de diablos.
Sin embargo, en la actualidad sonmuchos los grupos que no cuentancon representación teat ral. En lascomarcas del Camp y del Priorat, esprobable que la obra desaparecieracu ando el fin de lo s gre mios , amediados del siglo XIX, dejó el ballde diab/es en manos de particulares,que tenían su propio traje de diable yacudían individualmente a las procesiones y romerías en que tradicionalmente actuaban. Y, por otro lado,la mayor parte de los num erososgrupos que han surgido en las últimas década s han obviado es teaspecto, y han basado su aportaciónfestiva al aspecto pirotécnico -con elsistema trad icional de la carre tilla
NARRIAque gira insertada en el extremo dela maza que cada diablo sostiene envertical sobre su cabeza, o bien conelementos nuevos como son la colocac ión de tracas o benga las enmome ntos concretos de la actuación- y en la confección , cada año,de los versots en los que, a pesar dela libertad de expresión que la sociedad ha adqu irido , aún se venti lantemas candentes o polémicos.
También se ha creado una nuevafo rma de actuación , el correfoc ,no mbre usado por vez primeradurante las fiestas de la Merce deBa rce lona en 198 1, en que losespectadores se mezclan con losdiables y entran en el espacio deéstos con el objetivo de ser perseguidos por ellos. Se trata de una fórmula que nada tiene que ver con elencabezamiento de proces iones ypasacalles, y que ha tenido una granfortuna y expansión por toda Catalunya.
En las comarcas de Barcelona, loshombres y mujeres que forman losgrupos de diables llevan trajes decuerpo entero, habitualmente formados por panta lón y chaqueta concapucha, de tela de saco. Sobre élllevan pintados diferentes motivosalusivos a monstruos o bien de tipogeométrico como espirales o líneasentrecruzadas. En Sitges, por ejemplo, los diablos han llevado desdehace basta ntes décadas una chaqueta sin mangas, a modo de capa,encima de la camiseta.
Esta indumentaria es una de lasvariantes que encontra mos históricamente entre los diables . Se datambién en la comarca del Matarranya, aunque allí se trata más bien demotivos pintados sobre tela blanca amodo de traje de una sola pieza, quetapa también la cara. En cambio, enlas comarcas del Camp de Tarragona predomina más bien el tipo devestido en que los motivos -figurasgeométric as, mon struos- es tá nrecort ados en telas de dife rentescolores y cosidos o bordados sobreel traje. Aquí, como en Barcelona, lacapucha se corona con dos cuernos,
NARRIAsigu iendo la icon ografía habitualpara el personaje .
Sin emba rgo, los grupos creadosen los últimos veinte años han adoptado nuevas variantes de este vestuario, por ejemplo con monos decolores variados, con el añad ido decapas u otro tipo de colgaduras quecontribuyen al aspecto desa liñadodel personaje. También han cambiado los obje tos qu e llev an en lasmanos, y a las mazas tradicionalesse han añadido gran variedad de tridentes .
Otro eje mp lo de manifestaciónfestiva relacionada con el fuego sonlos trabuca ires . El origen de estospersonajes tenemos que busca rloen una cos tumbre exten dida portodo el mundo consistente en expre-
sar la alegría disparando salvas alaire. Además, hemos de recordarque en toda Catalunya esta costumbre era propi a de la mañ an a deldomin go de Pascua. En Centelles ,se llaman ga/ejadors a los tiradoresque disparan alrededo r del árbol enla fiesta del Pi que se celebra cada30 de diciembre. La palabra ga/ejarderiva , lóg ic am ente , de «hacergala» o «hacer fiesta ». En otraspoblaciones los trabucaires se presenta en grupos que anuncian lafiesta paseándose por las calles ycamin os disparando sus arma s alaire. En la zona del Penedes y en elCamp de Tarragona, la presencia dees en el bal de Terrallonga, un ballpar/at o representación del teatro decalle que figura la vida de un conocí-
do bandolero catalán .Podríamos aún citar otros ejem
plos de costumbres y manifestaciones festivas relacionadas con el fuego. La cultura catalan a parece,como tantas otras del litoral mediterr áneo , una es pecial prelid ecciónpor el uso del fuego , en sus dist intasformas , en el ámb ito de la fiesta. Sirvan estas notas para dar a conocerun poco más este aspecto de nuestro patr imonio cultural.
Etnólogo, miembro de Carrutxa-asociación creada en Reus , el1980, dedicada al estudio y divulgación del patrimonio etnológico- ytécnico del Institut Municipa l deMuseus de Reus .
77