Las Guerras Comerciales, o La Continuación de La Geopolítica Por Otros Medios

2
Portada :: Mundo :: Ante el Tratado de Libre Comercio Transatlántico 20-03-2015 Las guerras comerciales, o la continuación de la geopolítica por otros medios Marcel Humuza IPG Journal Hay que terminar de contar portaviones, aviones de combate y misiles, escribió hace poco Phillip Stephens en el Financial Times. El fracaso de los Estados Unidos en Afganistán e Iraq ha hecho ver al mundo los límites del poder militar, según Stephens. Desde entonces —prosigue—, la geopolítica clásica se ha separado de la geoeconomía. Estados Unidos, la zigzagueante potencia mundial, apuesta cada vez más a los acuerdos comerciales para ordenar el sistema internacional según sus intereses. De hecho, el gobierno de Barack Obama sigue una nueva estrategia, que saca enseñanzas de los excesos militares del gobierno de George W. Bush. Apuesta a las relaciones económicas y financieras como instrumentos estratégicos para consolidar su poder. Su expansión pretende asegurar que Estados Unidos seguirá siendo el centro de la economía mundial. Es que esto pone a Estados Unidos, gracias a nuevos métodos sancionatorios, en condiciones de excluir del comercio internacional y, en especial, del intercambio financiero también a países de envergadura. Si este plan tiene éxito, el potencial de amenaza de la fuerza militar sería solo un instrumento lateral de la gobernanza estadounidense y los Estados Unidos seguirían siendo la potencia reguladora de las relaciones internacionales. La política comercial es aprovechada hace aún más tiempo por la Unión Europea (UE), con sus modestas estructuras de política exterior, para asegurar y expandir su área de influencia. Sin embargo, lo hace de manera tradicional, especialmente como instrumento de política para el desarrollo. A través de acuerdos de asociación, la UE condicionó políticamente el acceso a los mercados para incentivar reformas en terceros Estados. El objetivo era exportar su propio modelo político, la integración regional, la liberalización y apertura de mercados y el ideal de una paz democrática. El abandono del multilateralismo Sin embargo, el ascenso de los países emergentes y la crisis económica y financiera han dado lugar a un contexto internacional con profundas modificaciones. En tal contexto, el crecimiento es un problema no tanto para los socios de la UE, sino para la UE misma. Es por ello que la UE ha dado una nueva orientación estratégica a su política comercial. De lo que se trata es fundamentalmente de la competencia con otras potencias comerciales: la UE quiere defender su lugar como potencia económica, resguardar su acceso a materias primas y energía para el futuro frente a sus competidores, abrir nuevos mercados para sus propias empresas y asegurarse una participación en el crecimiento de los países emergentes. Por tal motivo, tras las varias veces fracasada Ronda de Doha, la UE ha dado de hecho marcha atrás con el multilateralismo, con lo cual ha comenzado a urdir una red de amplios acuerdos bilaterales y regionales. No solamente con países en desarrollo y emergentes sino también con países industrializados como Japón, Canadá o Estados Unidos. Su política comercial ha pasado, así, de ser un instrumento de ofensiva para exportar el modelo propio a ser un instrumento de defensa contra la formación de potencias competidoras. En este contexto, el propuesto Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP) adquiere especial importancia tanto para Europa como para Estados Unidos. ¿El TTIP como baluarte? La intención de quienes iniciaron el TTIP es que establezca una suerte de “estándar de oro” de normas globales para las relaciones económicas internacionales cuya introducción no puede lograrse debido al bloqueo en la OMC en el plano multilateral. Según sus argumentos se trata de la protección del modelo de una economía de mercado basado en reglas y fundamentado en el Estado de Derecho. Conforme a esta argumentación, dicho modelo corre peligro de ser socavado, en medio de la competencia internacional, por los países emergentes cuya economía no está basada en reglas ni está controlada por un Estado de Derecho. Se está aludiendo a China. Por tal motivo, se arguye que el TTIP debería diseñarse de modo que puedan incluirse los acuerdos existentes y

description

guerras comerciales

Transcript of Las Guerras Comerciales, o La Continuación de La Geopolítica Por Otros Medios

  • Portada :: Mundo :: Ante el Tratado de Libre Comercio Transatlntico

    20-03-2015

    Las guerras comerciales, o la continuacin de la geopoltica por otrosmedios

    Marcel HumuzaIPG Journal

    Hay que terminar de contar portaviones, aviones de combate y misiles, escribi hace poco Phillip Stephens en elFinancial Times. El fracaso de los Estados Unidos en Afganistn e Iraq ha hecho ver al mundo los lmites delpoder militar, segn Stephens. Desde entonces prosigue, la geopoltica clsica se ha separado de lageoeconoma. Estados Unidos, la zigzagueante potencia mundial, apuesta cada vez ms a los acuerdoscomerciales para ordenar el sistema internacional segn sus intereses.

    De hecho, el gobierno de Barack Obama sigue una nueva estrategia, que saca enseanzas de los excesosmilitares del gobierno de George W. Bush. Apuesta a las relaciones econmicas y financieras comoinstrumentos estratgicos para consolidar su poder. Su expansin pretende asegurar que Estados Unidosseguir siendo el centro de la economa mundial. Es que esto pone a Estados Unidos, gracias a nuevos mtodossancionatorios, en condiciones de excluir del comercio internacional y, en especial, del intercambio financierotambin a pases de envergadura. Si este plan tiene xito, el potencial de amenaza de la fuerza militar sera soloun instrumento lateral de la gobernanza estadounidense y los Estados Unidos seguiran siendo la potenciareguladora de las relaciones internacionales.

    La poltica comercial es aprovechada hace an ms tiempo por la Unin Europea (UE), con sus modestasestructuras de poltica exterior, para asegurar y expandir su rea de influencia. Sin embargo, lo hace de maneratradicional, especialmente como instrumento de poltica para el desarrollo. A travs de acuerdos de asociacin,la UE condicion polticamente el acceso a los mercados para incentivar reformas en terceros Estados. Elobjetivo era exportar su propio modelo poltico, la integracin regional, la liberalizacin y apertura de mercadosy el ideal de una paz democrtica.

    El abandono del multilateralismo

    Sin embargo, el ascenso de los pases emergentes y la crisis econmica y financiera han dado lugar a uncontexto internacional con profundas modificaciones. En tal contexto, el crecimiento es un problema no tantopara los socios de la UE, sino para la UE misma. Es por ello que la UE ha dado una nueva orientacin estratgicaa su poltica comercial. De lo que se trata es fundamentalmente de la competencia con otras potenciascomerciales: la UE quiere defender su lugar como potencia econmica, resguardar su acceso a materias primasy energa para el futuro frente a sus competidores, abrir nuevos mercados para sus propias empresas yasegurarse una participacin en el crecimiento de los pases emergentes.

    Por tal motivo, tras las varias veces fracasada Ronda de Doha, la UE ha dado de hecho marcha atrs con elmultilateralismo, con lo cual ha comenzado a urdir una red de amplios acuerdos bilaterales y regionales. Nosolamente con pases en desarrollo y emergentes sino tambin con pases industrializados como Japn,Canad o Estados Unidos. Su poltica comercial ha pasado, as, de ser un instrumento de ofensiva para exportarel modelo propio a ser un instrumento de defensa contra la formacin de potencias competidoras. En estecontexto, el propuesto Acuerdo Transatlntico para el Comercio y la Inversin (conocido por el acrnimo eningls TTIP) adquiere especial importancia tanto para Europa como para Estados Unidos.

    El TTIP como baluarte?

    La intencin de quienes iniciaron el TTIP es que establezca una suerte de estndar de oro de normas globalespara las relaciones econmicas internacionales cuya introduccin no puede lograrse debido al bloqueo en laOMC en el plano multilateral. Segn sus argumentos se trata de la proteccin del modelo de una economa demercado basado en reglas y fundamentado en el Estado de Derecho. Conforme a esta argumentacin, dichomodelo corre peligro de ser socavado, en medio de la competencia internacional, por los pases emergentescuya economa no est basada en reglas ni est controlada por un Estado de Derecho. Se est aludiendo aChina.

    Por tal motivo, se arguye que el TTIP debera disearse de modo que puedan incluirse los acuerdos existentes y

  • otros Estados puedan adherir a ese estndar ya desarrollado. El acuerdo sera, entonces, complementario alestancado multilateralismo.

    No obstante, los crticos ven al TTIP ms como un baluarte contra la nueva competencia. Para ellos, el acuerdoha sido concebido sobre todo para crear un rgimen comercial del cual los pases emergentes estn excluidos obien un rgimen comercial cuyas reglas deban ser aceptadas por dichos pases obligadamente si no desean serexcluidos. Es que si bien los acuerdos bilaterales de comercio suprimen barreras comerciales entre las partescontractuales, actan como obstculo al comercio frente a terceros Estados. Segn esta concepcin, el TTIPequivaldra a establecer un mercado transatlntico cerrado. Quien desee acceder debe aceptar las reglas allestablecidas sin poder negociar nada.

    Es por ello que sobre todo China entiende como un ataque el TTIP y los esfuerzos que realiza de forma paralelaEstados Unidos para llegar a un acuerdo transpacfico, y advierte contra una Guerra Fra en materia decomercio. Sucede que la consecuencia de los estndares de oro en las zonas de libre comercio dominadaspor Occidente no es necesariamente el avasallamiento de los florecientes pases emergentes. Otro escenariotambin plausible sera que las nuevas potencias recurran tambin al instrumento de defensa contra laformacin de potencias competidoras. El resultado sera la formacin de bloques comerciales. A modo dereaccin, China ya ha comenzado a negociar un acuerdo regional con Estados miembros de la ANSA tales comoAustralia, Corea del Sur, la India y Japn, y a impulsar una zona de libre comercio entre los Estados BRIC.Tambin est esforzndose por reducir la importancia del dlar estadounidense como moneda de reserva.

    Un orden mundial partido?

    Como consecuencia, algunos observadores advierten contra los peligros de una creciente regionalizacin delcomercio internacional. Esta regionalizacin podra llevar, tal como sucedi tras la Gran Depresin de 1929, auna peligrosa particin del orden mundial. Incluso algunos defensores del TTIP prevn tal particin. Pero desdesu punto de vista, el acuerdo prepara a la UE y a Estados Unidos para una Guerra Mundial por el bienestarcontra las nuevas y vigorosas potencias. En un mundo post multilateralismo de estas caractersticas, seenfrentaran entre s bloques de potencias comerciales competidoras, los cuales intentaran ganar para s aterceros Estados y crear obstculos comerciales contra sus adversarios. De este modo, el orden multipolar endesarrollo estara marcado por crecientes conflictos, lo cual no solamente agudizara las crisis econmicas sinoque tendra considerables consecuencias desde el punto de vista de la poltica de seguridad.

    Hace tiempo ya que ha comenzado una guerra comercial y financiera entre las potencias implicadas. Apenas unao atrs, un escenario as pareca extremadamente improbable. Pero la crisis en Ucrania muestra los peligrosque entraan los conflictos en los que se entrecruzan intereses comerciales y geopolticos. No por casualidad lacrisis en Ucrania se inici en proyectos comerciales que competan entre s y que obligaron al pas a decidirseentre dos importantes socios.

    Incluso los ms objetivos polticos especializados en poltica exterior y de seguridad han estado advirtiendocontra una escalada militar. Rusia se ha convertido, as, en un caso de prueba para la nueva gobernanza deEstados Unidos. Para poder resistir a las sanciones, Rusia buscar socios. Aqu se prestan los pasesemergentes, sobre todo China, que no puede tener ningn inters en instituir como ejemplo a Estados Unidos.La rivalidad de China con Estados Unidos y su aliado Japn provoca, a su vez, crecientes tensiones estratgicasen Asia. Por lo tanto, las bases de un nuevo orden mundial partido podran ya estar sentadas.

    Marcel Humuza es colaborador de la Oficina Europea de la Fundacin Friedrich Ebert en Bruselas.Anteriormente trabaj para el Campus de la New York University en Berln.

    Artculo publicado originalmente por IPG Journal: http://www.ipg-journal.de/rubriken/europaeische-integration/artikel/ttip-fortsetzung-der-geopolitik-mit-anderen-mitteln-815/

    Traduccin: Carlos Daz Rocca.

    Tomado de http://www.nuso.org/opinion.php?id=144

    Enva esta noticiaCompartir esta noticia: