LAS POBLACIONESil D

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. fUNDAC'C.N DI" LAI COLON'AI DI 1IIIItlltA MOIltINA ,"Ollt CAIltLOI 111 _, ALlOOIlt'A 01 YICINTI LO"rz QUI SI HALLA IN Il ALCAZAIIt 01 1100Y'A, _ 11 IIIN NOTOIltIO AL MUNDO QUI IL ,UNOAOOIIt 01 lITAS OOS OIltANoIS COLONIAl LO fUI IL INMOIltTAL CAIltLOS ' ,' , CUYO NO •• 1lt1 UNA YIl "IItONUNCIADO SI CONCISI TODO LO QUI 01 MAS GIltANOI Y MAGNIfiCO ,"UIoIIS"UAIltSI 01 UN 1 ... 110 Y IMININTI 1II0NAllteA_, IItIOAeTA "OLO 01 Aleoe.1It IN SU INfOIltMI fiNAL COMO IU"IIItINTINOINTI 01 LAS "OILAeIO,.IS . LAS "NUEVAS POBLACIONESil Los andaluces, los Ilustrados y la felicidad FELlX GRANDE D URANTE el reinado de Carlos III, y con el concurso de su pro - pio entusiasmo, la Ilustración llevó a cabo un experimento de colonización en tierras andaluzas. Se trataba de poblar, y se pobló, una zona muy próxima a aquella en que la derrota mu - sulmana empezó a ser vertiginosa. Esa empresa nos ilustra sobre la concepción del hombre y del trabajo que tuvieron los Ilustrados en el poder. Nos informa también, de modo lateral, sobre el rechazo que los andaluces pobres sufrían en lo que respecta a los planes 33

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. fUNDAC'C.N DI" LAI COLON'AI DI 1IIIItlltA MOIltINA ,"Ollt CAIltLOI 111 _, ALlOOIlt'A 01 YICINTI LO"rz QUI SI HALLA IN Il ALCAZAIIt 01 1100Y'A, _11 IIIN NOTOIltIO AL MUNDO QUI IL ,UNOAOOIIt 01 lITAS OOS OIltANoIS COLONIAl LO fUI IL INMOIltTAL CAIltLOS ' ,' , CUYO NO •• 1lt1 UNA YIl "IItONUNCIADO SI CONCISI TODO LO QUI 01 MAS GIltANOI Y MAGNIfiCO ,"UIoIIS"UAIltSI 01 UN 1 ... 110

Y IMININTI 1II0NAllteA_, IItIOAeTA "OLO 01 Aleoe.1It IN SU INfOIltMI fiNAL COMO IU"IIItINTINOINTI 01 LAS "OILAeIO,.IS.

LAS "NUEVAS POBLACIONESil Los andaluces, los Ilustrados y la felicidad

FELlX GRANDE

D URANTE el reinado de Carlos III, y con el concurso de su pro­pio entusiasmo, la Ilustración llevó a cabo un experimento de colonización en tierras andaluzas. Se trataba de poblar, y se

pobló, una zona muy próxima a aquella en que la derrota mu­sulmana empezó a ser vertiginosa. Esa empresa nos ilustra sobre la concepción del hombre y del trabajo que tuvieron los Ilustrados en el poder. Nos informa también, de modo lateral, sobre el rechazo que los andaluces pobres sufrían en lo que respecta a los planes

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"A.LO 01 OlAVIOI (1nf.tlN). 1'l1li1.1" aU .. I ... NTINDINTI 01 LA. NUIVAa "O.lA. CION" 01 all .... A MO"INA y AfilDALUC'A . I'AlACIO ATHA"O, CO" AOH"IO" MUY .00IUOA, .. c.ual a0811111 Il: .MAOIIT"AOO INMOIIIIAl , 'A..-ARlO I 'M .. OaTO., T •• PlCANTI IN NlaOCIOalUClTOa, l.aUaTIIIIIO. aUPLANTADDIIII. DIUNCUINTI CON. TU.AI, OI.IIIIOCHADO •• V.A .... "O 1'0" A.IIIIC ... y JUliO"., UaA TlTUlOa NO.fU ... • IIloa UIIIXlaTINTla. CO"OCI LA O"UUNCI"', IL 1'001" Y T ..... I.N lA CA"ClLo lA

.. 1"alcue,ON Y IL IXILIO ••

civiles que a si mismos se suponían creadores de feliei· dad. En busca de esa felici­dad -asl dijeron: la modestia de los Ilustrados era poco sobresaliente- se llevó a cabo la creación de las Nuevas Poblaciones de Sierra More­na y Andalucla. "Para que esta 'colonización interior' -rememora Caro Baroja­poseyera todas las garantías necesarias, se quiso realizar con gente de fuera del pals, que no tuvieran resabios ancestrales ni posibilidad de compadrazgos y parentelas. S6lo una parte mlnima de los que vinieran podr1an ser españoles. pero de tierras lejanas de Andalucla. El res­to: la mayorla. se pretendió que fueran gentes de origen germánico, aunque de reli­gión católica" (de atrás le vie-

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ne el pico al garbanzo - pare· ce susurrar de noche por los campos de Espalla la sombra de la enorme cruz de Cis· neros-I. Los colonos fueron, pues , alemanes, suizos, holandeses, franceses, y tam­bién espalloies : de todos los lugares de Espaiia -excepto Andalucla.

De entre los fines confesados o proclamados, uno de ellos era el de erradicar un feo "lu· nar del Reyno", el del ban­dolerismo. Al advertir qué minuciosamente quedaron fuera los andaluces en ese experimento, uno se pregunta si para sus programadores todos los andaluces hablan sido, eraD o estaban destina­dos a ser bandidos, o fa­miliares de bandidos, o c6m­plices de los bandidos. Aun-

que objetivamente, yen tanto la estratificación social de Andalucla persistiera, podian llegar a serlo, lo cierto es que su nÍlmero resultaba bien bajo, y la rentabilidad de su delincuencia era dudosa o módica -. De todos modos, con perentoria indiferencia fueron excluidos. Dio comien­zo la empresa con gran fan­farria de palabras sonoras y su inseparable despliegue de intercambio de elogio •. Apar­te de su marcha triunfal, que­daron como resultado unas cuantas ciudades cercanas a Despeñaperros y un curioso fenómeno : andaluces de ojos azules, cabellera dorada y apellidos impronunciables. La empresa comenzó en 1767 y acabó, extenuada, durante el mandato de la Reina Casti­za. Para asomarnos al tumuI· te de sus primeros 860s voy a tomar la ayuda que me ofrece un informe de Pedro Polo de Alcocer; fue el último de los superintendentes de las Nue· vas Poblaciones y su texto merece o resiste un agradeci­do saqueo. Reproducirla inte­gro aquel informe de Polo de Alcocer si me lo consintiera el

• Sohrestimerle a un poema su valor de documento sociol6gico es un gesto puerU; negmelo, un gesto .ospecho· so. Torres VUlarroel , adem4. de sedalar que en al xvm "los ladrones mAs Camosos no e.tAn en los cami· nos", aconsejaba buscarlos en lugares de veda mAs cerrada : "OIgo decir a muchos cortesanos: / - tal ofi· cina tiene tres mil reales, / pero vale diez mil y muy cabales-./1 Vé.lgame Dios, y azotan a gitanosl l/ Aquestos son rateros chabacanos, ! que pUlan una capa con padales, ! un borrico , una mula , y sus caudales ! no llegan a seis cuartos segovianos. 11 Recono· cer los montes es quimera ; / que no son ermita1\os los ladrones.! ni en los jarales bUlcan su carrera. 11 Haga aqu11a j ustid a Inquisicionas ! f vertli que la Corte es madriguera / donde estén anidados a montones ... Soneto que, sin desafiar al peligro de preten· der ser inmortal. al menos no e.ca· motea su época. Otros redactaban poemas con la soberbia de resumir su época e Ingresar en la gloria. V6anSB El viaJe al cielo. donde Ctlindldo Marta 'í'riguaros envia un verdadera · mente ctndldQ homenaje a Newton, o la tira ineCable de un Ouintana extasiado por la vacuna .

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espacio y el latrocinio li­terario no fuera tan visible. Me conformaré con citarlo sin exagerada mesura, entre­verándolo con unas cuantas apostillas : la mezcla puede proporcionar un rostro aproximado de aquella em' presa de grandeza equivoca.

Cuando los hombres no poseen de los grandes Esta­blecimientos mc1s que las ideas vagas que l1nicamente suministran los ojos, todo el honor de que son suscepti­bles,' yace en ellos como muerto sin significado ni aprecio; esta es la suerte que actualmente cabe a las Nue­vas Poblaciones de Sierra­morena y Andalucia. Funda­das en la mayor parte sobre la carretera general que atra­viesa estos enormes montes marianos con admiraci6n del ingenio humano, todo el mun­do vi4ja por esta garganta sin sentir, comparar ni aun 50$­pechar el mérito qu.e contie­ne. Gozan los vtogeros de la seguridad que les ofrecen los nuebos pueblos establecidos en los antiguos parages de la violencia, del saqueo y del asesinato, desórdenes que huyeron de las vigilantes armas de nuestro celo. Ignórase asimismo, cuantos trabaJos, cuantas dificulta­des, cuantos caudales, final­mente, cuanto atrevimiento nO fue necesario para decidir­se a la heroicidad de una Empresa sin egemplo en Europa: sospecho que ni el mismo goviemo percivió toda entera su grandiosidad. I Es bien notorio al mundo que el fundador de estas dos gran­des Colonias lo fue el inmor­tal Carlos 3.°, cuyo nombre una vez pronunciado se con­cibe todo lo que de mc1s gran­de y magnifico puede es­perarse de un sabio y eminen­te Monarca. Parece que. según llegu~ a entender en mi jubentud, las ideas de S. M. y su Goviemo versaron en un

principio sobre poblar la Pro­vincia de Tejas de la Am~rica setentrional, pero que dictc1-menes m4s convenientes inclinaron su Real dnimo a mudar de parecer. En efecto, penetrado su corazón de oir todos los dias que estas soli­tartas y montuosas montarlas formando el receptc1culo y mc1s seguro asilo para los hombres deprabadas, saltan de esta salvaguardia y sus tenebrosas guaridas al cami­no con el designio fdell de robar y matar impunemente sin que las medidas militares alcanzasen a evitarlo por mds empello que se puso en ello; el gran Rey, como abergonzada de que este feo lunar man­chase su gloriosa administra­ci6n. resolvi6 nada menos que fundar estos dos grandes Establecimientos de Sierra­morena y Andalucia, llevan­do el !ripie fin de desterrar

los ladrones y asesinos, aumentar el mlmero de sus vasallos ~ttles y la masa de la riqueza agrlcola del Estado. La Empresa, repito, era mc1s atrebida de lo que pareció, pero lo era. tambi~n muy a propósito para la grandeza de .su coraz6n.

Lo era también muy a propó­sito para un hombre altamen­te liberado de esmpulos, vir­tud que le ayudó a ser trafi­cante de desdichados: el ba­rón Juan Gaspar de ThQ­trlegel. Este aventurero bt­varo habla venido a EspaJIa con el propósito de establecer una fábrica de espadas, pero, presumiblemente pansándolo mejor, alertó sus oldos al deseo de algunos Ilustrados de Importar extraI\Jeros para repoblar los territorios más abandonados del pals. Coinci­diendo con 101 dele os de

_O ... "O."lIll CO.IATlO COll 1 .. 10 "0" GOIIIIIIUI ... VI IL '''11 DII.,NU'VI ..... MI CA"'ND""IO DI ... TlVO, V 1'O.,.u1 LA oIOfQf ..... &.AaOUc. ,.,NI .1 000' A CATO .. CI "OUI. TllIlltlDO A I.A VIIT .. liTa. IU"O"IA O ... " .. 010 ""11110 ..,1 IX. TI." ...... A T""TO' II,UIT .. ADO ...... .. O '1 OLVID' .v. "A" .. 'I.t.O. HAllA ALeO

D' .U" ...... '."OItTANOI"I L .. nUOIDAD.

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Aranda, Campomanes, Olavi­de y finalmente de Carla. UI, .e ofreciO a reclutar seis mil colonos alemanes y suizos -todos de religiOn catOlica, como lo exigiO el celo espiri­tual del Rey-, labradores y artesanos de profesiOn, y dis­tribuidos entre las edades siguientes: mil de cuarenta a cuarenta y cinco 81\08 , tres mil de dieciséis a cuarenta y mil niJlo. menores de siete atlos; de todos los cu.les, por lo menos la mitad, habian de ser varones . En algunos documentos de la época se denominaré •• ste contingen­t. ".1 mat.rial humano" .

En 1766, Carlos UI consultO esta proposiciOn de ThÜITie­gel con .us ministro. y la pasO a consulta al Consejo de Ca.tilla . Contra el parecer d. los cortesanos más reaccio­narios -algunos historia­dores anotan que parte de los fondo. destinados a poner en marcha esta obra de coloni­zación procedla de lo. biene~ de los Jesuitas, .xproplados y expulsado. de E.patla el mi.­mo MO de la inauguración de las Poblacion.s-, la opera­ción quedO c.rrada en 1767 : por cada uno de lo. colonos y segón fuesen desembarcan­do, el barón boIvaro cobrarla trescientos veintiséis reales de vellón. "Borrego fuer., duro a la montera". dice en Castilla un refrén de pas­tores, indicando que el ven­dedor se sitúa en la puerta del corralón y recibe un duro en l. profundidad de su som­brero por cada .nlmal que s.le h.cia el c.rnlcero o el corralón del nuevo amo. En tiempos criticos para Europa central, Thllrriegel pudo cumplir con celeridad .u comproml.o. Una celeridad algo exceslv.: muchos de los primeros colonos desembar­cados resultaron ser "enfer­mos , .ncl.nos, InCltnes y

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mi.erables de toda condi­clón" , que hubieron de ser rech.z.dos. Pér.z V.liente, el vl.ltador ollcl.l, denun­ciaba, minucioso, dos .tlos después de la in.uguración: .. ... cada dia se me hace más visible l. m.l. f. d. Thürri.­gel, que va inundando l.s Poblaclon.s con g.ntes Inl1-til.s. Yo mismo he visto en una remesa varios deser­tor.s , un dor.dor, un vlolinls­t. , franc.s • • todos ( ... ). Veo con dolor muchos ociosos y tunantes env iados por Thürrl.gel. Tod •• st. p.Iju­dlclalislm. g.nt. slrv. sólo d. deveng.r • su favor inJust.s gratificaciones , d. gr.var l.stimos.ment. .1 R.al Erario, y de viciar con .u. m.las co.tumbres la inoc.n­cia y l. aplicación de la. f.mIIias Il.tll.s" . )Violinistas fr.nc •••• 1 IL. mOsica y el vicio I No faltaron .splritus criticas que pronosticaron un completo fracaso incluso con colonos .sforzado. y virtuo­sos, El famoso gozador Casa­nova narra en sus Memorias una conversación .n Madrid con el m.rqués d. Grim.ldl sobre la colonlzac!bn d. Sierra Morena, charla en la que .u opinión fu. la d. que los suizos eran incapaces de adaptarse a nlngl1n pal. que no fuera el suyo. Casanova estaba seguro de que, en cambio, lo. asturi.nos harian muy huen p.pel y .e r.produ­clrf.n a v.locid.d más satis­factoria . El célebre cali.nt. asegura que incluso le ofre­cieron la gob.rn.ción d. la colonia y que 1I.gó a planear el proyecto y a preparar su viaj. . Mi.t.rioso. encaj.s debi.ron d istra.r1e .n proy.cto. m.nos históricos y más plac.nteros, pu •• lo ci.r­to .s que fue Thürrieg.l .1 habitual importador d.l "ma­t.rial humano" y que fu. Ola­vid. el primero de los suc •• i­vos intend.nt.s.

Cuando se acordaron estas providencias, ya don Gaspar de ThUrriegel habia conduci­do a Espalll1, en virtud de una contrata, los Colonos Alema­nes y Flamencos con que se pensó poblar a Tejas. A la lle­gada por mar de estas familias nada de edificios se habla construido para su habitación ( ... ). No se sabe por qué Olavide tubo por con­veniente' traer los Colonos de sus Departamentos antes de hacerles las casas, y se vio precisado a formar numero­sos campamentos de Barra­cas en que los metM, resul­tando de ello tal epidemia de tercianas y otras enfermeda­des que m"rieron muchos, y tantos que se temió parase la obra de la f.4ndación.

Resuelto. lo. conflictos més urgentes, fueron levantadas ia. Nueva. Pobl.cione. d. Sierra Mor.na Y. o\ndalucla. El complejo comprendib finalmente La Carollna, con las alde.. L. F.rnandlna, Isab.l., Ocho Casas, Nav •• de Tolosa y Vista Al.gr.; Car­bon.ro., cpn El Ac.huchar, Los Cuellos, La E.colástica y La Mesa ; Quarromén, con El Altico, Martin M.lo, Los Rlos y Rumblar¡ Santa Elena, con Las Corr.cI.ras, La Aliseda, El Port.zgo, Miranda d. Rey y V.nt. N\leva; Arquillos el Nu.vo, con l. ald.a d. El Porros!llo y el cas.rlo d. Arquillos el Viejo; Montizón, con Aldeahermosa y Venta de los Santo.; A1d •• quemada, con Buenos Aires y Santa Cruz ; Concepción d. Almura­dI.l; La Carlot., con San Seb •• Uén d. lo. Ball.steros, Oulntan., G.rabato , La Fuencubierta Pined.s; Fuen­tepalmera, con Herreda , Petlalo •• , Vlllar, V.ntllla , Ochav!llo, V!Ilalón, SiUllos y Fuent.carr.teros, y La Lui­siana, con Cadadarrosal.

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Den.ided

AITU"IA'

OA\ICIA LION

IXT"IMADUR.

en final •• de_ .IDIO XVIII

eUIPUICOA

'URGO'

MUIIIC$A

CATALU".

M'. d, 60 hab pOI km I

c::J O.Sl.60hab pOfkm J

00'41,50

00,31,40 -

00'11'30 -

c=J M,nos de 10 hilb km I

LA. "UIYAa !JO.LACtO .... 01 ... alltA -.o.'.A y ANOALUClA ,unON •• '.TAO •• 1 .. UN. DI LA ..... ON •• MAl O"MU,TA_ D •• DIL "AII A 'UIA .. " DIL 1'11.0 XVIII COMO HIOI co ... ~ ....... IN n MAPA QUI IXTUI.OI DI LA dnITORI. D' ........ ~ •• lolTAOA POli •• LVAT, LA IIII,OILACION DI DICNA ZONA PUl UNO D' LO. , .. ,U out LOlILUITR"DOI ..... ,.U' •• O" CON

Montillas y El Campillo. La población total fue algo más numerosa de lo previsto y su composición incluyó pronto alemanes. suizos, franceses y holandeses, además de fa­millas espallolas, oriundas fundamentalmente de Galicia y de Catalulla_

Esta colaboración ibérica, aunque no en tan vasta pro­porción lel a/lo de la inau­guración, el "material huma­no" espallol era mayorla), estaba prevista en el Fuero de Población de Sierra Morena y Andalucia: su arUculo nd­mero 72 establecia : "En cada lugar puede ser dUl admitir desde luego dos o más veci­nos Espalloles, especialmente

LA fUNDACIO .. 01 LAI COLO"I.I.

de Murcia, Valencia, Catalu­lIa, Aragón, Navarra y toda la costa setentrional de Gali­cia. Asturias , Montadas. Viz­caya y GulpO,zcoa, para que se reOnan los extrBX\ieros con los naturales, haciendo ma­trimonios reciprocas" . Asi­mismo, el articulo 28 ,del Fuero autorizaba al superin­tendente B "promover cesa­mientos de los nuevos pobla­dores con espa1ioles de ambos sexos, respectivamente; pero no podré.n ser por ahora naturales de los Reynoa de Córdoba, Jaén, Sevilla y Pro­vincia de La Mancha, por no dar ocasión B que se despue­blen los lugares comareanos, para venir a 108 nuevos; en 10 cual habrá el mayor rigor del

Superintendente y sus subal­ternos" . y prosigue el Fuero en sus arUculos 29 y 30: " Ser' licito a este Superinten­dente sacar para estos casa­mientos y eniaces el ndmero de personas que necesite de los hospicios establecidos y que se establezcan en el Rey­no, luego que están instruidos en la doctrina cristiana, y en algdn exercícío o habilldad propia para ganar el pan, o con la robustez suficiente para destinarse a la agricul­tura. Es declaración que las personas recogidas en 108 hospicios de Córdoba, Jaén, Sevilla y Almagro, estableci­dos o que se establezcan, no serán comprehendidas en la­prohibición de ser tra1dos a

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OTilO DI LO. MAl '''OCLAMADO. PlN .. 'AIIt ... LA CIIt .... CION O' L .... NU.V .... 'O ....... CION ••• 1It ... '" O •• 1It1lt ... OIC ... IIt'L .... NOOL • • IItI.MO ANOALUI. eu. 1" T'.TO. OPlCI ....... O' LAILU.TIIt ... CION LL"O'" LI. ....... IIt •• AL.UNA VD .UN"O LUNAR OILRI VNO • •

la. nuevas poblacion.. de Sierramorena ..... . conceae la magnénima ord.nanza. La i.ctura d. .stos dato. .ntr.v.rado. al pasado an­daluz produc. una rara car­cajada compu •• ta por la incllgnación y la amargura. Por un lado, ya va~os vi.ndo -y . eguir.mos viéndolo- la .ituación d. aquellos extran­j.ro. inf.lices . Por otro vemos la frialdad con que nuestros creadores de pobla­cion •• y d. vi •• d. viaj. utlll­zaban la .xi.tencia d. algo a lo que, sin embargo, d.b.mos llamar •• r.s bumano.. S. conduclan piaras d. s.r.s con un mercantilismo desde-1Ioso, .mpaqu.tado .n gran­diosas . palabras (un .xp.ri­m.nto d. laboratorio .f.ctua­do con cobayas humanos y engarzado en una terminolo­gfa d. altisonante y sob.rbia ciudadanla : Campoman.s 38

e.ctibla sin rubor que .... t. negocio e. uno d. los más gloriosos y por si sólo haré la época más fellz ' de la na­ción"). Pero sobre todo, y e.te es el aspecto que més no. in­teresa aqul, deb.mos adv.r­tir .1 papel d. los anda­daluces .n aquella obra, "ad­miración d.l ing.nio huma­no" y d. la que "ni .1 mismo Govi.mo p.rcivió toda .nt.ra su grandiosidad" : los andalu­c.s qu.daban apartados d. la colonización d. su propia tierra, desterra'dos en su pro­pia casa ; la razón dada .n el Fuero para este desafuero -"por no dar ocasión a que se despueblen lo. lugares comarcanos, para venir a ]05 nuevos"- e s r i d!cu l a y hasta infame: .ab.mos que en el siglo XVIII me­dia Espada vaga por los caminos buscando alg1ln dis­trito municipal en donde no

. .

esté proscrita la limosna a lo. forasteros , y buena parte de .sos mendigos . on andaluces. Hay en e.a época una multi­tud de jornaleros andaluces trabajando m.cIlo aJlo por pan y gazpacho para los lati­fundistas y extenuéndos. el otro m.dio aJlo en la mencllci­dad. S. comprueba que la Dustración el.gfa combatir el bandol.rismo d.sd. arriba, jamás desde abojo. Va vimos cómo en el Fuero de las Nue­vas Poblaciones .e cIlce que lo. andaluc.s estAn proscri­tos incluso como sementales, y .sto ya no tiene nada de •• trategia laboral o d.mogrA­fica : ¿l.s pareclan mejor.s a nuestros Ilustrados los coitos valencianos, catalanes, ara­gon.s.s o gall.g08 que los apareamientos andaluces? ¿ Una barriga o unos test.1cu­los de Vizcaya eran mAs apropiados para esos lnfell-

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ces alemanes que sus equi­valentes del Sur? ¿No serla que el feudalismo andaluz preferla seguir disponiendo de siervos sobrantes y a la espera del chasquido de los dedos del amo, descendiente social de aquellos vasallos de Isabel y Fernando, y aun de monarcas anteriores, que se repartieron Al-Andalus en propiedad con todo lo que sobre esa tierra se movía,

•• •

incluso y sobre todo los nati­vos - dur ante siglos en horrenda coyunda con in­fleles-? Habrá quien entien­da que estas preguntas son

. extemporé.neas. Creo que "O.ni­camente son impetuosas. Lo extemporé.neo es un fuero que se aplica para el tem­torio andaluz y que reniega con torva pulcritud del esper.: ma andaluz - excepto del de los residentes en los hospi-

.'UNDADAa eLAa NUIVAa poa .... CION", -IaCRI •• POLO DI IN M"· YOilll pAiIIIT. aoa,.1 L.A CAIII,.ITIII:A .'NIIIIAL .U, .. TIt .. VII ... ,aTO. 'NOII:M'. MON. Tle .AII:IANO . ... . , UNO D' CUYO. I'Ale .. ",. 'IlMO. 'N 'aT' ailllA.ADo DI" XVIII .

dos: ¿era el esperma de los hombres fuertes , aptos para la explotación controlada por los latifundistas, el destinado por el Fuero para más atávi­cos usos? ¿Oué estimación humana merecían los colonos extranjeros a sus benefac­tores 7 Porque, t;lO sin cierta resistencia moral, hemos de convenir en llamar benefac­tores a aquellos pioneros de la Empresa y la FeUcidad: "Todos los colonos que sean artesanos deben ser provistos de los instrumentos de sus respectivos oficios, para que desde luego puedan ser em­pleados con utiUdad en los es­tablecimientos" (articulo 38 del Fuero). Y en otros articu­los, de apariencia más desin­teresada : "A cada vecino labrador se le dará, en lo que llaman navas o campos, cin­cuenta fanegas de tierra de labor por dotación y reparti-· miento suyo; bien entendido que si alguna parte de terreno del respectivo lugar fuese regadio, se repartirá a todos proporcionalmente lo que les cupiere ( .. . ). En los collados y laderas se les repartirá ade­más alg11n terreno para plan­tio de árboles y viJlas ; y les quedará llbertad en los valles y montes para aprovechar los pastos con sus vacas, ovejas, cabras y puercos, y lo mismo la leila para los usos nece­sarios ; plantando cada uno de cuenta propia los árboles que quisiere en lo baldio y pll.bUco, para tener madera a propios usos, y para co­merciar con ella" (articulas 8 y 9) . ¿Comerciar con quién? ¿Con los siervos de los corti­jos? ¿Con los bandoleros? Posiblemente, entre ellos mis­mos . "Se deberá también dis­tribuir a cada famllla dos vacas, cip.co ovejas, cinco cabras, cinco gallinas, un gallo y una puerca de parir" (articulo 41). Con toda esa

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.s-- "_-'_1:000_ '"-AIIIO DI LA C"'''LOTA_ ..... UNO. ~UI.LO. 'I.C,,'.' CA"O .,.IItO ..... ) DONDI HAa'A alITI CA ..... CO NalaTO.tAua . un .... , OCHO CANCiLla, DIICla.l. poalTO., lila ..... TAO •• O • • 811. CAJltNIC ... IAa, oacI T ..... III" .... UN. a OTILL ... :IA, DOCI .. o .... •

D A. y DIICIDCHO MOLINO., •• aULTA ..... 0 QUI Huell •• aOLO oDa .. CU.L .... DI NI~ •••.

conjunta dotación y en tal época de penuria sureña, pocas familias andaluzas se hubieran resistido a respetar el artlculo 10 del Fuero: "Se tomará noticia del valor de estas tierras, o suertes, que por igual se reparten a cada nuevo poblador; y con aten­ción al tiempo necesario a su descu~e y rompimiento se impondré un corto tributo a favor de la Corona con todos los pactos enfitéuticos, y señaladamente el de deber permanecer siempre en un solo poblador útil , y no poder empeñarse, cargar censo, vinculo, fianza, tributo ni gravamen alguno sobre estas tierras, casas, pastos y mon­te" pena de caer en comiso, y de volverse libremente a la Corona para repartirse a nue­vo poblador ütil". En otras palabras: se trataba de que el colono doblase eternamente

el espinazo - 10 cual era un privilegio con respecto a la jaurfa de andaluces que por un alimento regateado lo doblaban 10 mismo medio año y mendigaban otro medio.

El sueño del "Estado podero­so" llevaba sagazmente a los Ilustrados a la proUloción del sudor; Campomanes comba­tiÓ con brío por conseguir que el país disminuyera su calen­dario de festivos y por que la jornada laboral fuese de doce a ca torce horas ; solidarizán­dose con el culto al trabajo que mostró Campomanes , Floridablanca trabajó lo inde­cible : para planificar el casti­go de " vagos, mendigos y malentretenidos". Teniendo a la vista esta euforia del jadeo ajeno que extenuaba a tantos Ilustrados, y asimismo la cuestión de las Nuevas Poblaciones, Caro Baraja

podrá anotar que "en unos pueblos donde habla siete casas consistoriales buenas, ocho cárceles, dieciséis pÓ­sitos, seis mataderos, seis carnicerías, doce tabernas, una botilleria, doce posadas y dieciocho molinos, resulta raro que hubiese sólo dos escuelas de niñas. No hay que olvidar que los fundadores eran hombres con un sentido aristocrático muy del antiguo régimen, y que cre1an que la misión del pueblo era crecer, multiplicarse , trabajar en tareas mecánicas y utili­tafias, y, en suma, pensar poco por su cuenta" . Para dar la razÓn a Caro, el Fuero , casi dos siglos antes, estable­cía en su articulo 75 : "No habrá estudios de Gramática en todas estas nuevas pobla­ciones, y mucho menos de otras Facultades mayores, en observancia de lo dispuesto

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en la ley del Reyno, que con razón los prohibe en lugares de esta naturaleza , cuyos moradores deben estar desti­nados a la labranza, cris de ganados, y a las artes mecá­nicas, como nervio de la fuero' za del Estado". Y ahora, tras celebrar que Miranda Poda­dera no haya tenido tiempo de visitar aquella Arcadia (imprudencia que lo hubiera empujado a los sótaDOS de la Inquisición) , dejemos de nue­vo la palabra al postrer superintendente, don Pedro Polo de Alcocer:

Como estas Colonias se for ­maron de familias Alemanas todas católicas, se traJeron también doce Sacerdotes Capuchinos de su lengua. Estos fueron los autores origi­nales de las quejas y disgus­tos r ... ) que dieron motivo a la Real resolución de 20 de mar­zo de 1776, que dice así: "Ha llegado a noticia de S. M. que personas desa/eetadas y mal intencionadas. han derrama­do en esas Cólonias la especie sediciosa, de que los pueblos vecinos han solicitado y con· seguido que se despida este verano a todos los extran· geros y se entregue a aquellos las casas, tierras, ganados y demás bienes que hoy poseen y de1Jen a su propio sudor, y a los beneficios de S. M.: Que los Colonos, creyendo, o dudando esta especie tan maligna como falta de verdad y apariencia, no sólo se hayan consternados, sino que han abandonado toda especie' de trabaJo : Que no barbechan sus tierr,as, ni continúan en su descuage: Que venden, malbaratan o abandonan sus propios ganados, y que habiéndose les repartido tlUí· mamente diferentes quiñones o pedazos de tierra para que los plantasen en su beneficio de olivos, los han debuelto sin

querer aplicarse a nada por el temor o persuaCii6n en que estdn, de que se les ha de qui· tar todo. = s. M. ha oido con el mayor desagrado, haya personas capaces de derra· mar especies tan falsas como inJuriosas, a la dignidad de su palabra sagrada y al decoro de su Real nombre, en el que se les ha dado y repartido cuanto hasta ahora con mano liberal, se les ha distribuido por su orden. Tomará las mds severas providencias, contra el autor o autores de esta abominable calumnia. Pero queriendo sosegar desde lue· go el ánimo de aquellos ino ­centes y cr~dulos vasallos, me manda decir a V. S. que al instante escriba a sus dos Subdelegados en ambas Colo­nias, incluy~ndoles copia de esta orden, y les d~ la de que la hagan leer en cada punto de Población tres días segui­dos en la plaza al salir de Misa Mayor, para que a todos los Colonos conste ser falso y maliciosamente fingido, el que los Pueblos vecinos hayan hecho esta solicitud, y mucho mas el que S. M. la haya concedido {".)".

Los aludidos capuchinos eran responsables de buena parte de las "quejas y disgustos" que llenaron de tensión hispano-germana las Pobla­ciones, pero no merecen el privilegio de ser hechos úni­cos responsables , al menos por esta vez, del monopolio de los disturbios. s. M. no habla sospechado -y si lo sospechó no parece que ello le atormentase mayormente, ni que esa sospecha estorbase su afán de crear algo que fuera orgullo de su reinado y asombro de los siglos- que un trasplante cultural es cosa delicada -imprevisión que repetirla, con respecto de los gitanos , a mayor escala y con

todo lujo de paternalismo despótico-o S. M., ávido por eliminar de la tersa y suavísi­ma epidermis del Reyno ese enojoso lunar del bandoleris­mo, no calculó que unos miles de extranjeros pod!an ilegar a parecer verruga para los nativos, as.! como los nativos podfan llegar a parecer ezce­ma a los extraJ\jeros, sobre todo padeciendo unos y otros una vida cotidiana extraordi­nariamente rica en dificulta­des -que los frailes no renun­ciaron a manejar-o Por de pronto, como ya habla previs­to el acreditado fornicador Casanova, el clima de la "sar­tén" de Andaluc!a resultaba extemporáneo para centro­europeos, y más aún combati­do desde alojamientos poco menos que improvisados y de misero costo. De 1767 a 1769 hubieron de dar hospedaje a una epidemia que llegó a pro­vocar en septiembre de este último año la cifra de cinco mil doscientas cuarenta y ocho asistencias sanitarias. "Más adelante hubo también epidemias y fuertes padeci­mientos sanitarios". Por otra parte, la afluencia de colonos de casi toda España -excepto el Sur- se hizo tan general que pronto los colonos que estaban sirviendo al experi­mento de tasplante cultural se vieron desbordados, hasta el punto de que llegaron a for­marse nuevos centros de población enteramente espa· ñola. Unos y otros, obligados a una simbiosis cultural por un Fuero soñadc..~ y precipita· do, utilizados por el odio reli­gioso y personal de los capu­chinos contra Olavide, excita­dos por promesas que no aca­baban de cumplirse, malestar civil y perpetua .semipobreza disfrazada de trabajo forza­do, materia prima del esplen­dor del XVIII , dieron con su tensión en los disturbios.

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LlegO a haber agre.ione. raciales, incendios y otras penoll. formas de conviven­cia. 1In el verano de 1777 ardiO ca.i todo el término de GuarromAn: Jo.é Prim, el comandante de esa zons, se lamentaba de no poder apa­gar el fuego porque " algunos colonos malintencionado. iban propagAndolo por otra. part .. ". Nue.tro cronista Polo de Alcocer informa de que "La empresa iba cami­nando lentamente y lo. Colo­nOI A1emane. dirigieron nue­vas quej .. al Govierno en el aJlo de 1777, Y sin e.perar la r .. olución comenzaron a de.ertar". Quiete decir a maroharse de vuelta a .u tierra, aunque, contaminado del lenguoJe benevolente de lo. fundadore., no puede evi­tar e.e término militar; el mi.mo Olavide debió de con­siderar esa. deci.ione. como de.eroiones, ya que impuso grave. c .. tigos "a quiene. fueran sorprendidos en la fuga"; en Uno de sus Wor­mes, el superintendente habla de "dos famillas ale­man.. que desertaron de.­pué. de haber vendido lo. grano. que oogieron [con su propio .udor, don Pablo] , a lo. que he ca.tigado poniendo a lo. hombre. con argolla. a la vergüenza pública y a las m~eres remitiéndolas .1 hos­picio de Jaén; además, he de.tinado a los hombres a servir en las obras públicas con un grillete por cuatro u ocho ailos, respectivamente" . 1M'. adelante, inclu.o pedirla una fuerza milltar p.ra reprimir los disturbio. de .u ag~ereado parabo.} El dirigente de lo. doce capuchi­nos germano., fray Romual­do l'ribourg, disponl. de un buen material para sus agita­cione. -tenl. sobre el gobi.r-

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no de la. Pobl.ciones planes harto distintos d. los de Ola vi­de y, por extensión, de los de S. M.-; y del enfr.nt.miento entre dos form •• de poder, l. Igiesia enojad. y la R.zón frenética , .obrevinleron la expul.ión d.l c.puchino junto con la viol.ción d •• u intri­gante correspondencia, 8s1 como la entr.d. de Ola vide en los r.cintos de l. Inquisi­ción -sin que ello redundar. en beneficio ni d. los colonos extraI\J.ro. ni d. lo. colonos nativos-o

Las tensiones crecieron du· rante .1 procesamiento inqui­sitorial de Olavide. E.te p.r­.on'lle tumultuo.o merecerla mlls e.pacio d.l que pod.mos reservarle aqul. Palacio Atbard, con cue.tion.ble sim­patla, .scrlbe sobre él: "Ma­gi.trado inmoral, fal.ario e Impostor, traficante en nego­cio. IlIcitos, .mbustero, suplantador, d.lincuente con­tumaz, derroch.dor, vi'llero por América y Europa , usa U­tuloe nobillario. inexi.tentes, conoce ia opulencia, .1 poder, y también l. cllrcel, la perse­cución y el ex:iUo". Doctor .n T.ologla y en Der.cho a lo. dieoisi.te aflos de .dad, afrancesado terminante, defendido por Diderot y encarc.l.do por el gobierno j.oobino, educado con los jesuitas y protagonista de un proceso de Inquisición, ene· migo Implacable d. aquello. curas alemanes de l •• Pobl.­clone. (llegó • obligarles a asistir • los bailes pdblicos para que con 8U presencia se convalidaran unas diversio· nes que el clero miraba de reojo) y autor de una apologla del catolicismo lIam.da El Evangelto en Triurifo (parece que plagiada en parte), perse­guido un. vez como delln-

cuente común, otra por cau­sas religiosas y otra por razo­n.s poUtic.s, colaborador de Aranda en el intento de .barrotar l. escena espaJIol. con teatro francés, autor de un .ns.yo sobre gr.n. uni­versal, explotador de .c.u­dalada viuda medi.nt. .1 dudoso timo dei matrimonio y autor d. s.lmos litúrgicos que s. cantaban, por orden .uy., en las iglesias de las Nuevas Poblaciones. U.tima que una cierta obediencia al desarrollo de los temas cen­tr.le. d. este articulo haga en él tangenci.1 • un individuo tan contr.dlctorio, delobe­diente, hipócrita y apaslon.­do. Ab.ndonémosle junto con las Nuev.. Poblaclon.s de Sierra Morena y And.lucla. Me interesaba mostrar en ese experimento el de.dén de IU

Puero con respecto a los andaluces, as! como ciertos aspectos de .u primera épo­ca, l. que va de.de su funda­ción h •• ta la muerte de Carlos III.

MIIs tarde, los sucesivos gobierno. se desenterideI1an de •••• vida. nativas y extranjeras. entreveradas poco a poco , y las Poblaciones "soportaron una vida azaro­•• " hasta la dl.olución legal de su Fuero -1 al parecer, pri­vilegiadol- en 1835, aJlo en que la Reina Castiza cerraba una experiencIa inspir.da por .1 regateable genio de los Ilustrados. Sobre un. zona de la ape.adumbrada And.lu­cta, y con el concurso de ató­nitos extraflos y desconfi.dos .borlgene., los I1u.trados derramaron su paternallsmo más o menos cruel, la arro­gancia de .u Razón -por lo demlls, profundamente fi1a­y .u entomológica curiosidad sobre seres y agro s ; no es

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calumnioso anotar a este res­pecto un hecho al que lla­maria mas divertido si no hubiese afectado a muchos miles de familias sudorosas como galeote.: en su Informe final, enviado muy poco antes de la disolución del Fuero, Polo de Alcacer escribe con su ampulosidad deliciosa : "Es acsioma infalible en agri­cultura que las tierras en s1 y por las impresiones naturales del clima varlan en su Indole con una diferencia prodigio­sa , siendo admirable la naturaleza hasta en las facul­talies del hombre, NIng¡1n acierto conseguirá el que no hace este discernimiento. En un tiempo suficientemente abastecido de conocimientos

.0" .... ." " .. DALUCIA.,

agrlcolas Ise reflere a la épo­ca de la flmdaclón de las Poblaciones, medio siglo antes) cómo pudo cometerse en esta fundación los mismos vicios que los antiguos, aqul donde todo el poder de un Gran Monarca y la Sabidurla de su Goviemo formaban de nueva planta un estableci­miento que mayor y mb her­moso nunca se vio en Europa; aqul digo, ¿ CÓmo se cayó en tan visibles y vergonzoso. errores dedicando la. Ilerra. prlnclpalmenle al culrlvo de cereales, no slondo ellas para ollas sino para las planla.7", IEramos pocos Y parló la abuela l: medio siglo de Jadeo campesino alimentando un error agrario -como compro-

bO en la práotica' el mllmo Polo de Alcacer con la cola­boración entusiaata d. los colonos- por entre 111 intri­gas de curas y luperlntenden­tes, el vocerlo de la. dilput .. de autoridade. luculvlI y el concurso habitual d. la oorrupclón: "Carv~a1 Iter­cero de 101 superlntendentel), hallándo.e en Sevilla, I'IIcivió orden de hacer talar el valor de los Olivare. y Molinos que los fondos de La Carlota poselan en su término para cambiarlol con 1 .. Dehes .. que el Marqués de Villaseca posela en Daracalde y Vi­veroi poco diltante. de Ma­drid, Con esta nobedad que­daron aquellol fondos arrui­nados., y aunque este mal .~

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LA. II:I ' O"IIIA. INTI NTADA. "O" LO. ILU.TJtA DOe AnCTA"DN TA".IIN A A."ICTO. MINO. T"A.CIN OI HTALla QU I LA " l . " O.LACION 01 UNA . " IOIONI • • (VIA.I _IN IL CUAO"O DlaAVIU, _IL "AaIO DI LA. OILlCIAa., MUalO DEL ""ADO _ A LOS au"oula.a MAO"ILIAoa CO N LA. MO OI'ICACION.a IN LA VISTIMINTA DICTADA. "O" .aQUILACHI. CON LA IltC. "C.ON 0 1 UN

CA. ALU"" QUI. A LA OI"ICHA 01 L. IMAGIN • • IOU' POJtTAHDO LA T"ADICII)HAL CA""'.I

espuso al Ministerio de Soler, no hubo remedia y las Dehe­sas cayeran en la propiedad de Godoy, fabarita de aquel tiempo, Váyase notando - ro­flexiona Polo de Alcocer- si la historia de esta fundación no es antes la de sus desgra­cias que la de su prosperi­dad" ,

Conflictos raciales, inconce­bibles errores agrarios , penuria, corrupción, tensio­nes culturales, represión y otras formas del infortunio: eran contratiempos de escasa importancia ante el afán de unos cuantos poderosos del XVIII por deslumbrar al uni­verso, acrecentar el número de sus súbditos, facilitar el acceso de los viajeros a la comercial Cádiz de la época, 44

extirpar el lunar con que el bandolerismo afeaba al Rey­no·, asentar una prueba irre­futable de su racionalismo y su bondad y, a la larga, mez­clar unos cuantos alemanes con los nativos. Esto último fue conseguido sin que poda­mos hoy regatearlo: en los años finales de la experien­cia, los colanas, al decir del • Esto no lo consiguió el siglo XVIII . El bandolerismo merodeana también durante el siglo XIX y vendrla a encontrar su epitafio en nuestro siglo. La construcción del ferrocarril fue un duro golpe para su estrateRia de asalto . Todavla p'ersistirla , deQ¡ ­cado fundamentalmente al secuestro y al contrabando, pero la desapari­ción de las postas y la progresiva Inu ­tllb:ación del caballo contribulrlan al acoso definitivo. Finalmente. el ten ­dido del telégrafo y la in5talaclón telefónica convertirla n 81 bandolero en un delincuente infeliz. vulnerable y puesto cara 8 ca re con su extin­ción. " A nosotros nos ha matao el alflmbrf" ', hablA de pronunciar J oa

fiscal de la Cancillerla de Granada , José Enrique de Luna, se haUaban "misera· bIes y desnudos", y el lector piensa: cama los andaluces. Entreverados ya e incluso confundidas. No las aglutinó la Razón, sino la pobreza . Acabaron siendo semejantes', no mediante la Sabiduría del XVIII , sino con el concurso de quin "el Vlvillo" antes de abandonar su prisión y amlgrar a Buenos Aires , donda en 1929. y desesperado por la muerte de su mujer, se suicidó. Reproduzco dos estrofas de la inge nua elegla que Luis de Tapia le dedi cara en las péglnas de una publica· clón que se llamó La Liberlad : " lOe su oficio retirado I el 'nuevo bandido honrado' I en un veneno dio fin" . I Con gesto triste y sencillo l-se ha sui· cidado el Vivillol I I Ha muerto el seflOr Joaqulnl l/ -Caballista da otras horas, I ¿qué tienes, que tanto liarA'!' ¡-Mi ('ompa~era murlO I Como canten las historiAS : I ¡Va SI' acabaron mis glorias!... ¡Aqul otro 'labra , y -"ay yo!"

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una vasta sombra de fatali­dad que por la noche hesa, tal vez con compasión, los cam­pos andaluces, incluidos los de aquellas remotas poblacio­nes, a las que vaya abando­nar con la transcripción de. unas Uneas pobrlsimas y con­movedoras que Polo de Alco­cer desliza en la posdata de su informe:'

.. Juntamente a eso, necesito de otra cosa más ; no me con­viene ecsista mi Subdelegado en La Carlota, y es preciso jubilarlo por sus achaques de orina ..... , y agrega en otro tono: .... . o darle otro destino fuera de Poblaciones. Su car4cter me incomoda y sus alcances no pasan de los de un mediano rentista" . Ojalá que a ese pobre infeliz, segre­gado por sus padecimientos renales, se le haya dado algün cargo apacible dos atlos después, cuando las épi­cas y elegíacas Poblaciones se constitulan en Concejos suje­tas ya al fuero general del rei­no. Imagino con ternura al achacoso subdelegado pres­tando el juramento ILa Carolina, 18351 " de defender el misterio de la Purlsima Concepción, ser fiel a la Rei­na Doña Isabel TI , defender su trono e imprescriptibles derechos, sostener el Estatuto Real, obedecer y hacer cum­plir sus soberanos preceptos, guardar el secreto debido a los negocios y cumplir con pureza y exactitud los cargos municipales". Quiero imagi­nar a aquel sufrido supervi­viente vegetando en algún despacho del Ayuntamiento de La Carolina o La Carlota, rememorando sus hazañas en tertulia con sus amigos, y tomando con las comidas una tacita de tí~ana, para el bien del riñón .• F. G.

c ... ,u.oa 111 'N ATU'NOO DI CAZ"'DOII: •• ' .... N .. A VIIION QUI DI'L HO' DIO .OY'" 'H eUADII:O QU'" CONI'II:VA IN 1 .. MU.IO DI" """'DO. DI ."'DII:ID •• ,.AlI:lel CHn. .'.UN "U.UI A ,NT'NO.II:.N M' ",UV.".TUO ,UC"'" ,.01.0 DIAJ.COaJU., LAa JOIA.I 01 • . M . Y 01 SU OOVIUNO YU ....... O .. IN U .. PJII1MC'lPlD 80.n PO.\,JI, ... \,JI, PJIIOV",-el ... 01 TUAI 01 ........ MIII:IC .... I,.T ... TII:IO ....... "UO QU' DICT .... U .... M .... CON-

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