Las Reformas Neoliberales en América Latina

8
Las reformas neoliberales en América Latina: condiciones de posibilidad para su ingreso en la agenda pública latinoamericana y su implementación a fines del siglo pasado Por Jonatan Gross En el presente trabajo nos proponemos elucidar los diversos mecanismos de coerción — económica y extraeconómica— y de consenso que modificaron las relaciones sociales de fuerza a nivel mundial y regional e instituyeron la hegemonía (política e ideológica) del neoliberalismo, posibilitando el ingreso en la agenda pública y la implementación de las reformas estructurales en América Latina: la expansión del capital financiero internacional, la presión económica liderada por el FMI, el Banco Mundial y el GATT (luego, la OMC); la expansión del capital transnacional en la periferia por medio de la internacionalización de los procesos productivos; el auge del neoliberalismo — promovido por los think-tanks, ligados a los intereses corporativos— en el campo académico y su introducción en la tecnocracia estatal; la actitud de la élite gobernante de los países latinoamericanos; y, la lógica discursiva sobre la que se sustenta la hegemonía neoliberal. Tempranamente, en Chile y Argentina, ante lo que se considera una amenaza intolerable de la clase trabajadora y los sectores populares, las clases dominantes se unifican bajo la hegemonía de las fracciones del capital no dependientes de la protección aduanera, asumiendo al poder a través de golpes de estado cívico-militares. Este nuevo bloque en el poder se propone modificar violentamente las relaciones sociales de fuerza y disciplinar a las clases subalternas, recurriendo al uso del aparato represivo del Estado y, además, a la acción del mercado propiciada por el cambio en las políticas económicas (polictics). Con mayor o menor velocidad y profundidad según el país, el resto América Latina irá adoptando integralmente, como Política (Policy), el programa de reformas neoliberales enunciado en el Consenso de Washington 1 : apertura económica, desregulación financiera y privatización de empresas públicas, entre otras, debilitando aún más la capacidad de resistencia de la clase trabajadora y la burguesía industrial local, poniendo fin al proceso de industrialización sustitutiva de importaciones y, con él, al estado desarrollista latinoamericano. 1 Redactado por John Williamson, en 1989, el documento What Washington Means by Policy Reform incluía diez políticas comúnmente aceptadas por el complejo económico, político e intelectual con sede en Washington: disciplina presupuestaria, reordenamiento del gasto público, reforma impositiva, liberalización financiera, tipo de cambio competitivo, liberalización del comercio exterior, apertura a las inversiones extranjeras directas, privatización de empresas públicas y desregulación de los mercados.

Transcript of Las Reformas Neoliberales en América Latina

  • Las reformas neoliberales en Amrica Latina: condiciones de posibilidad para su ingreso en la agenda pblica latinoamericana y su implementacin a fines del siglo

    pasado Por Jonatan Gross

    En el presente trabajo nos proponemos elucidar los diversos mecanismos de coercin

    econmica y extraeconmica y de consenso que modificaron las relaciones sociales

    de fuerza a nivel mundial y regional e instituyeron la hegemona (poltica e ideolgica)

    del neoliberalismo, posibilitando el ingreso en la agenda pblica y la implementacin de

    las reformas estructurales en Amrica Latina: la expansin del capital financiero

    internacional, la presin econmica liderada por el FMI, el Banco Mundial y el GATT

    (luego, la OMC); la expansin del capital transnacional en la periferia por medio de la

    internacionalizacin de los procesos productivos; el auge del neoliberalismo

    promovido por los think-tanks, ligados a los intereses corporativos en el campo

    acadmico y su introduccin en la tecnocracia estatal; la actitud de la lite gobernante

    de los pases latinoamericanos; y, la lgica discursiva sobre la que se sustenta la

    hegemona neoliberal.

    Tempranamente, en Chile y Argentina, ante lo que se considera una amenaza intolerable

    de la clase trabajadora y los sectores populares, las clases dominantes se unifican bajo la

    hegemona de las fracciones del capital no dependientes de la proteccin aduanera,

    asumiendo al poder a travs de golpes de estado cvico-militares. Este nuevo bloque en

    el poder se propone modificar violentamente las relaciones sociales de fuerza y

    disciplinar a las clases subalternas, recurriendo al uso del aparato represivo del Estado

    y, adems, a la accin del mercado propiciada por el cambio en las polticas econmicas

    (polictics). Con mayor o menor velocidad y profundidad segn el pas, el resto Amrica

    Latina ir adoptando integralmente, como Poltica (Policy), el programa de reformas

    neoliberales enunciado en el Consenso de Washington1: apertura econmica,

    desregulacin financiera y privatizacin de empresas pblicas, entre otras, debilitando

    an ms la capacidad de resistencia de la clase trabajadora y la burguesa industrial

    local, poniendo fin al proceso de industrializacin sustitutiva de importaciones y, con l,

    al estado desarrollista latinoamericano.

    1 Redactado por John Williamson, en 1989, el documento What Washington Means by Policy Reform inclua diez polticas comnmente aceptadas por el complejo econmico, poltico e intelectual con sede en Washington: disciplina presupuestaria, reordenamiento del gasto pblico, reforma impositiva, liberalizacin financiera, tipo de cambio competitivo, liberalizacin del comercio exterior, apertura a las inversiones extranjeras directas, privatizacin de empresas pblicas y desregulacin de los mercados.

  • De acuerdo a Arceo (2011), las transformaciones de la economa internacional juegan

    en este proceso un papel importante. La lucha de los sectores dominantes

    norteamericanos para preservar su hegemona mundial y la asignacin, con ese fin, de

    un lugar central al capital financiero, han determinado los rasgos fundamentales de una

    desregulacin financiera y de una liberalizacin de los movimientos internacionales de

    capital que condicionan y limitan las polticas macroeconmicas de los estados, en

    especial de los perifricos, pero refuerzan el rol central de los Estados Unidos en tanto

    que centro financiero mundial y emisor de la moneda de reserva ms importante. En la

    dcada de los setenta, la posibilidad de acceder al financiamiento externo permite

    compensar el dficit que inevitablemente genera, en lo inmediato, la apertura

    econmica. Y a comienzos de los aos ochenta, la crisis de la deuda inducida por la

    elevacin de la tasa de inters decidida por Reserva Federal presidida por Volcker

    coloca a los estados latinoamericanos en una situacin de particular debilidad frente a

    las exigencias del FMI y el Banco Mundial de que abran sus economas y pasen, a fin

    de poder afrontar los pagos de la deuda, a un modelo de crecimiento conducido por las

    exportaciones. Los resultados son niveles de proteccin aduanera, en los pases

    latinoamericanos, extremadamente bajos si se los compara con los vigentes en los pases

    centrales durante su proceso de industrializacin y, a partir de la constitucin de la

    OMC en 1995, la prohibicin de prcticamente todos los restantes instrumentos

    utilizados hasta entonces para impulsar la industrializacin (preferencias para el capital

    nacional, subsidios a las exportaciones, imposicin a la inversin extranjera de

    exigencias de desempeo en cuanto al contenido nacional de la produccin, proporcin

    de esta que es exportada, relacin entre importaciones y exportaciones, etc.).

    Tambin hacia los aos setenta, la cada de la tasa de ganancia, la desaceleracin del

    crecimiento econmico y el aumento de la capacidad ociosa en los pases del centro

    estimula una intensa competencia e impulsa la relocalizacin del capital productivo en

    la periferia, donde los salarios eran hasta diez veces ms reducidos que en el centro, a

    fin de lograr una reduccin de los costos de produccin y elevar la rentabilidad de las

    empresas en una escala difcilmente alcanzable mediante innovaciones productivas. La

    paulatina internacionalizacin de los procesos productivos determina as un cambio

    sustancial en la estrategia de expansin del capital transnacional. Su red de filiales, que

    estaba en buena medida orientada hacia la produccin industrial para cada mercado

    nacional bajo la proteccin de las barreras aduaneras, es reestructurada a fin de producir

  • para el mercado mundial o regional desde las localizaciones donde sus costos absolutos

    son menores. Por lo tanto, se requiere remover los obstculos y condicionamientos a la

    movilidad internacional del capital que imponan las barreras aduaneras y las polticas

    de desarrollo de los pases latinoamericanos durante el rgimen de acumulacin basado

    en la industrializacin por sustitucin de importaciones, lo que implica una poltica

    econmica no ya orientada a la construccin de una estructura industrial compleja, sino

    a facilitar y promover la instalacin del capital extranjero con vistas a la exportacin, a

    crear condiciones de infraestructura y de costos necesarias para atraerlo y a asegurar la

    estabilidad de los factores determinantes de su implantacin. Es decir, se lleva a cabo

    una transformacin en el tipo de Estado y el rgimen de acumulacin predominante,

    hasta mediados de los setenta, en la mayora de los pases de Amrica Latina e, incluso,

    la remocin de parte de la normativa internacional aplicable al comercio.

    Este nuevo marco institucional no solo impone la apertura de las economas, tiende

    tambin a asegurar que la especializacin de los pases perifricos responda a sus

    ventajas comparativas estticas y que, una vez producido el shock desregulador, la

    divisin internacional del trabajo evolucione paulatinamente en funcin de los cambios

    en la dotacin relativa de factores de los pases. Sin embargo, los pases de la regin se

    encontraban en una situacin incompatible con la abrupta apertura econmica que se les

    reclamaba, a menos que asumieran, como veremos, un muy elevado costo en trminos

    econmicos y sociales. An los pases ms grandes de la regin, que contaban con una

    estructura industrial relativamente compleja y con un nivel de productividad que no se

    hallaba demasiado alejado, a comienzos de los aos setenta, de algunos pases europeos,

    no podan competir, en razn de sus mayores salarios, con los productos exportados por

    el Sudeste Asitico. A su vez, en las producciones ms intensivas en trabajo calificado y

    capital los costos reales eran, la mayora de las veces, ms altos que en el centro, dado

    que las plantas haban sido diseadas por las empresas multinacionales para atender el

    mercado interno y, frecuentemente contaban con tecnologas ya obsoletas.

    En los ochenta, la asuncin de la deuda privada por el Estado desequilibra las cuentas

    fiscales y estimula la inflacin. El apoyo de los organismos internacionales se hace

    indispensable para mantener el pago de los servicios de la deuda en una situacin donde

    el gran capital considera esencial para su proceso de acumulacin el libre acceso al

    mercado financiero internacional, en rpida expansin, se opone a la posibilidad de

    incurrir en un incumplimiento de la deuda y exige una renegociacin sustancial en los

  • trminos de la misma. Esto determina la paulatina aceptacin de la apertura y la

    desregulacin exigidas por los organismos internacionales, lo cual deprime el nivel de

    actividad econmica y eleva el desempleo, debilitando la capacidad de resistencia de la

    clase trabajadora2 y de la burguesa industrial local dependiente de la proteccin

    aduanera, que es acusada entonces de prebendara. Por su parte, las empresas pblicas

    pasan a ser consideradas, en muchos casos, meros activos relevantes para, a travs de su

    venta pagar la deuda y ampliar el campo de inversin del capital financiero

    transnacional y de las fracciones del capital local ansiosas de resguardarse, en la medida

    de lo posible, de la creciente competencia internacional. El resultado de este proceso es

    una reconfiguracin del bloque de clases dominante. El capital financiero transnacional

    asume la hegemona en alianza con los capitales nacionales y extranjeros ligados al

    mercado externo, y con aquellos que logran subsistir en una situacin prxima al libre

    comercio. Consecuentemente, el eje dinamizador de la economa deja de ser la

    incorporacin de nuevas actividades tendientes a completar la estructura industrial

    trunca. La expansin pasa a sustentarse en el crecimiento de las exportaciones basadas

    en los recursos naturales o la maquila, segn las regiones, en la produccin de productos

    y servicios ligados al consumo de los sectores de altos ingresos, y en la difusin en los

    sectores populares, pese a la disminucin o el estancamiento de sus ingresos, de las

    pautas de consumo del centro.

    Retomando lo dicho ms arriba, la implantacin de las reformas neoliberal cuenta, como

    condicin necesaria de posibilidad, con la accin de mecanismos de coercin

    extraeconmica la represin impuesta por las dictaduras latinoamericanas y

    econmica la crisis de la deuda y la hiperinflacin que modifica violentamente las

    relaciones sociales de fuerza. Debemos considerar ahora otras variables, polticas e

    ideolgicas, que posibilitaron la articulacin del consenso en torno a la adopcin del

    neoliberalismo en Amrica Latina.

    Siguiendo a Torre (1998), a pesar de las experiencias tempranas de liberalizacin

    econmica encabezadas por las dictaduras del Cono Sur a mitad de los aos setenta, el

    giro hacia las nuevas reformas estructurales se produce para la regin en su conjunto

    bajo el impacto de la crisis de la deuda externa. La elevacin de las tasas de inters

    2 El desempleo, por medio del crecimiento del ejrcito industrial de reservar, y la flexibilizacin de los modos de contratacin y gestin de la fuerza de trabajo conducen a la fragmentacin de la clase trabajadora que, sumado a la cooptacin de la dirigencia sindical, dificulta su articulacin poltica y sindical.

  • internacionales produjo que los pases de la regin se vieran forzados a la suspensin,

    de hecho, de los pagos de la deuda externa y el abrupto cese de los flujos financieros

    provenientes del exterior. Esto desestabiliza a las economa nacionales y estimula la

    puja redistributiva, desatando altas tasas de inflacin. Otro problema acuciante es el

    elevado dficit fiscal.

    Ahora bien, si durante las ltimas dcadas del siglo pasado toda la regin converge

    alrededor de polticas de ajuste fiscal, privatizacin de empresas pblicas, liberalizacin

    financiera y desregulacin econmica, la velocidad y la profundidad de la reforma

    estructural neoliberal en cada pas no fue uniforme. Es decir, aunque los cambios en el

    contexto internacional condicionaron fuertemente las alternativas de desarrollo de los

    pases latinoamericanos, no han dictado, empero, las respuestas concretas que stos

    fueron dando a los desafos impuestos por la crisis. Para dar cuenta de esta diversidad

    en las respuestas ensayadas por cada pas hay que complementar el anlisis

    introduciendo factores contextuales internos de ndole poltica, en relacin a la

    influencia que ejercen las ideas, las fuerzas socio-polticas y las instituciones en la

    decisin e implementacin de las polticas pblicas para responder a la crisis. En este

    sentido, las lites gubernamentales ocupan una posicin crtica en la conflictiva

    interaccin puesta en marcha por la crisis de la deuda externa entre mbito internacional

    y el mbito nacional, ya que son ellas las que reciben directamente las presiones de los

    pases acreedores, los bancos extranjeros, los organismos multilaterales de crdito;

    tambin es sobre ellas que recaen las consecuencias de los conflictos distributivos

    que se manifiestan, como mencionamos, en el rpido aumento de los ndices de

    precios y polticos internos provocados por los efectos de la crisis externa. Estas

    presiones son filtradas por las orientaciones ideolgicas y las pretensiones polticas de

    los propios gobernantes. A su vez, las reglas polticas, las capacidades burocrticas y

    tcnicas del aparato estatal, las caractersticas de los alineamientos sociopolticos, las

    tradiciones heredadas y las circunstancias histricas, las negociaciones con los

    organismos financieros y los acreedores externos restringen an ms sus decisiones de

    gobierno. Al actuar en un espacio poltico restringido, el liderazgo de las lites

    gubernamentales debe proponer alternativas ante la crisis que sean econmica y, a la

    vez, polticamente viables. Es decir, debe contar con el apoyo de los grupos econmicos

    locales y, adems, de sus bases electorales, a los fines de evitar turbulencias

    institucionales.

  • En este sentido, el ingreso de las reformas estructurales en la agenda pblica puede ser

    entendido como un proceso de aprendizaje negativo: sucesivos fracasos en resolver la

    crisis de la deuda externa y la galopante inflacin mediante polticas parciales y de corto

    plazo, condujo a las lites gubernamentales a optar por soluciones ms amplias e

    integrales. Se dan las condiciones propicias para que fenmenos de la realidad social y

    econmica sean articulados desde nuevas perspectivas conceptuales en busca de salidas

    a la emergencia3. La alternativa finalmente triunfante es aquella cuyos adherentes tienen

    el poder suficiente como para transformar sus preferencias en cuestiones de poltica

    pblica.

    Durante esta puja de interpretaciones acerca de los desequilibrios econmicos, no

    solamente se debilit la creencia en que era posible dominar la emergencia econmica

    con ajustes de corto plazo. Tambin se fue erosionando la confianza en los instrumentos

    de intervencin estatal en los mercados y de proteccin industrial dado que, en su propia

    dinmica, tendan a prolongar los desequilibrios econmicos. Esto dio lugar a las tesis

    neoliberales, las cuales postulan que las presiones inflacionarias se deben al

    comportamiento de las instituciones econmicas caractersticas del patrn de

    acumulacin basado en la industrializacin por sustitucin de importaciones promovido

    por el estado desarrollista latinoamericano4.

    De acuerdo a Torre, la decisin en favor de las reformas neoliberal por parte de los

    gobiernos latinoamericanos descansa en: la promesa de una salida a la crisis ante el

    resquebrajamiento de las directrices bajo las cuales los pases de la regin avanzaron en

    su desarrollo desde la segunda posguerra; la posibilidad de obtener el refinanciamiento

    de la deuda externa y el respaldo de los acreedores internacionales y los grandes grupos

    econmicos locales; y, adicionalmente, despeja el camino hacia el ajuste estructural,

    racionalizando las decisiones de poltica impuestos por la propia emergencia

    econmica. As, el desmantelamiento de las funciones tradicionales de promocin

    3 Tal como lo ha expresado Gramsci, las crisis econmicas no producen por s mismas acontecimientos fundamentales, sino que slo pueden crear un terreno ms favorable a la difusin de ciertas maneras de pensar, plantear y de resolver las cuestiones que hacen a todo el desarrollo ulterior de la vida estatal (Gramsci, 1969). 4 Por ejemplo, segn Llach, 1989 fue el ao de gestacin o explosin de las hiperinflaciones de la Argentina, Brasil y Per. Fenmenos ciertamente novedeosos porque, con el nico anticipo de Bolivia en 1985, fueron las primeras hiperinflaciones de paz de que se tenga memoria. Ellas no fueron, como en Europa y Asia, el producto de guerras civiles o internacionales, sino las manifestaciones extremas de la crisis Terminal del sistema estatista latinoamericano gestado a partir de 1930 y la Segunda Guerra Mundial (Lach, 1997).

  • econmica y de regulacin estatal pudo ser defendido como un esfuerzo por economizar

    las debilitadas capacidades fiscales y administrativas del sector pblico.

    Tambin es preciso considerar el surgimiento de una nueva lite de intelectuales,

    especialmente economistas, que se ha encargado de promover, aplicar y legitimar la

    polticas neoliberales.

    La legitimacin del discurso econmico neoliberal se realiz gracias al trabajo

    intelectual, consciente y organizado, de un reducido grupo de tecncratas extranjeros

    o locales formados en el exterior que profesa una supuesta independencia y

    neutralidad polticas pero que, en definitiva, apoy abiertamente intereses

    corporativos: los think- tanks.

    Las recurrentes crisis latinoamericanas posibilitaron la emergencia de tales equipos

    econmicos, llegando a posicionarlos como los actores privilegiados y ms poderosos

    dentro de los gabinetes ministeriales. As, secundados por el extraordinario poder

    presidencial y concientes de las presiones internacionales para proceder con la

    reestructuracin de las economas, estos equipos tecnocrticos lograron constituir una

    hegemona poltica y simblica al interior de las instituciones gubernamentales que

    llev a los gobiernos latinoamericanos a optar por las reformas neoliberales.

    Podemos complementar el anlisis recurriendo a un marco terico y metodolgico

    basado en la teora postmarxista de la hegemona elaborada por Laclau y a algunos

    aportes complementarios del psicoanlisis lacaniano y la teora crtica de la ideologa de

    iek. An a riesgo de parecer esquemticos, podemos apuntar que el discurso

    neoliberal logra articular a una pluralidad de demandas sociales equivalenciales tales

    como: el orden social, la estabilidad econmica; el acceso al goce hedonista de los

    hbitus de consumo popular entre los sectores medios y medios-bajos; los beneficios

    extraordinarios a partir de la especulacin financiera entre los grandes grupos

    econmicos; la cooptacin de los sindicatos, en el caso argentino, a travs de su

    participacin accionaria en las privatizaciones de las empresas pblicas y las obras

    sociales; la reinsercin en el mercado mundial de capitales tras la renegociacin y el

    pago de la deuda externa, marcando una equivalencia con los pases desarrollados; y, la

    aplicacin de polticas sociales focalizadas hacia los sectores ms vulnerables. Y, a su

    vez, seala la diferencia, la "frontera de exclusin" en relacin a un pasado de caos

    social, de inestabilidad econmica, de subdesarrollo, al que asocia al discurso

    desarrollista/populista latinoamericano. Consideremos, por tanto, que el discurso

  • neoliberal como la superacin del caos social conlleva la (re)composicin de la

    autoridad pblica que, en muchos casos, se corporiza en el propio lder carismtico5,

    dando origen as a un estilo de gobierno neopopulista.

    Bibliografa

    ARCEO, E. (2011): El largo camino a la crisis. Centro, periferia y transformaciones de la economa mundial. Buenos Aires, CCC/Cara o Ceca.

    BONNET, A. (2007): La Hegemona Menemista: El Neoconservadurismo en Argentina, 1989-2001. Buenos Aires, Prometeo Libros Editorial.

    FAIR, H. (2011): Dislocacin, crisis y reformulacin de la hegemona menemista: De la crisis del Tequila, a las demandas sociales de un orden conservador. Trab. soc.

    [online], n.17, pp. 175-200.

    GRAMSCI, A. (1997): Notas sobre Maquiavelo, sobre la poltica y sobre el Estado moderno, Buenos Aires, Nueva Visin.

    LLACH, J. (1997): Otro siglo, otra Argentina, Buenos aires, Editorial Ariel. TORRE, J. (1998): Las dimensiones polticas e institucionales de las reformas estructurales en Amrica Latina. Buenos Aires, Paids.

    5 El nombre del lder, y por extensin su tosca persona, es el significante vaco que cristaliza el proceso de articulacin de la cadena equivalencial.