Las relaciones económicas Estados Unidos-Cuba. La normalización pendiente.

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    Las relaciones econmicas Estados Unidos-Cuba. La normalizacin pendiente.

    Jorge Mario Snchez EgozcueInvestigador / Profesor Titular.

    Centro de Investigaciones de la Economa Internacional -CIEI,Universidad de La Habana. [email protected]

    BORRADOR para EDITORES ROUTLEDGE - REPRINT versin actualizada sept2015

    ..Publicacin original en Espaol:

    Revista TEMAS, No. 612-63 Abril-Septiembre, 2010, p.90-103. ISSN: 0864-134XNmero Especial: Relaciones EE.UU. Cuba: Presente y Futuro.Rafael Hernndez & Jorge Dominguez Coordinadores.

    Publicado en Ingles en: United States-Cuba Economic Relations: The Pending Normalization (Chapter 10, p160-179) in Debating U.S.-Cuban Relations, Shall We Play Ball?Edited by Jorge I. Dominguez, Rafael Hernandez, Lorena G. Barberia.Routledge Series: Contemporary Inter-American Relations. December 2011-January 2012.New York / London. ISBN:978-0-415-89322-0

    ..

    El tema de la normalizacin de las relaciones econmicas entre Cuba y los Estados Unidos suele

    provocar reacciones extremas cada vez que se establece una discusin al respecto en ambos lados. Antes

    de que el 17 de diciembre de 2014 los presidentes Barack Obama y Ral Castro declararan pblicamente

    que se haba negociado el restablecimiento de las relaciones diplomticas entre las dos naciones, para

    muchos en Cuba, se daba por sentado que nunca habra forma de establecer ningn tipo de vnculo entre

    los dos pases sin que ello representara una amenaza, pues se asociaba a un camino de concesiones sobre

    la soberana, en una suerte de regreso al pasado; otros suponen que habra que afrontar una avalancha de

    turistas y mercancas norteamericanas para los que la isla no se dispone ni de infraestructura ni de

    capacidad tcnico-cultural, adems de la potencial dislocacin de las reformas en marcha en la polticas

    econmica y social en el plano domstico.

    Otro tanto puede decirse del lado norteamericano. Hay quienes estaban convencidos de que nada sera

    viable en tanto el gobierno cubano no cambiara hasta satisfacer los requerimientos de un sector con

    posiciones extremas que no quiere ni puede conectarse con el pas real. En el otro lado del espectro se

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    encuentran los que han alcanzado algunos resultados y, partiendo de esa experiencia circunstancial, dan

    por sentado que solo son posibles unas las relaciones econmicas y espordicos intercambios en otras

    esferas, de manera circunstancial, por va de arreglos especiales, sorteando las barreras legales vigentes

    mediante licencias excepcionales que, en ltima instancia, terminaban contribuyendo a consolidar las

    distorsiones existentes.

    Aun contando con el saldo favorable de los primeros pasos que ya se han dado, en el sentido de

    confirmar la disposicin manifiesta por ambos gobiernos para seguir trabajando en la continuacin del

    dialogo poltico y la implementacin de los primeros pasos con el establecimiento de las embajadas y

    comisiones de trabajo en algunos temas de inters reciproco, el resultado de esta polaridad heredada es

    que sencillamente no parece haber otro camino para la construccin de la normalizacin o mejor dicho,

    para lograr establecer un contexto que facilite ese proceso, que ir transitando progresivamente por etapas,

    en las que se logre establecer un clima de pragmatismo en temas especficos, de manera que los avances

    parciales en los asuntos donde se pueda identificar con ms facilidad una convergencia de intereses o de

    disposicin a cooperar estimulen la capacidad de adaptacin y la disposicin para avanzar en temas ms

    complejos de uno y otro lado. Hasta el pasado 17 de diciembre, las reas en las que se haba logrado

    algn tipo de avance, (acuerdos migratorios, facilitacin parcial de los intercambios comerciales, viajes

    de familiares y envo de remesas) tienen en comn el hecho de que son construcciones bilaterales bajo

    normativas muy especficas que no pueden ser calificadas en propiedad como relaciones normales.Las evaluaciones sobre la normalizacin de las relaciones econmicas entre ambos pases no deben

    ser reducidas a estimaciones del nmero de turistas, volumen de remesas, mercancas o inversiones

    posibles y sus impactos. Se trata de un espectro en el que se interconectan tanto efectos favorables como

    adversos, en tpicos como las relaciones polticas, la preservacin de la identidad cultural y del medio

    ambiente, la adaptacin del modelo de desarrollo socioeconmico, deportes, ciencias, salud, religin,

    proteccin medioambiental etctera.

    El propsito de este ensayo es presentar un sumario de las potencialidades ms inmediatas en el

    terreno de las relaciones econmicas entre las dos naciones, tratando de identificar vas especficas de

    aproximacin, dejando de lado la cuestin (no menos importante) sobre cundo y cmo se producira un

    proceso de flexibilizacin en las restricciones vigentes, como resultado del dilogo poltico, o de acciones

    unilaterales por parte de la administracin norteamericana al menos en el corto plazo, pues las acciones

    congresionales requeridas para cambiar el marco jurdico vigente son fundamentalmente dependientes

    de una estrategia de fragmentacin por etapas, ante la imposibilidad prctica de que se logre una mayora

    que levante esas leyes. No se trata tanto de un ejercicio de meteorologa poltica, en el sentido de

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    anticipar desplazamientos en las variables claves de las relaciones bilaterales y sus implicaciones para el

    entorno econmico, como de una evaluacin de la importancia relativa de aquellos componentes que

    definen las capacidades de reaccin de ambas partes en lo inmediato, a partir de la experiencia

    acumulada. Se incluye en esa perspectiva la inercia de los precedentes cercanos, los referentes regionales,

    as como factores institucionales, y la cultura de negocios con la que Cuba se presenta en ese escenario.

    En numerosos trabajos sobre el tema se constata la reiteracin de supuestos que ilustran hasta qu

    punto la falta de contactos entre las dos sociedades ha llevado a que se consoliden estereotipos de sobre-

    simplificacin de los escenarios probables. El ms comn es el enfoque de interruptor de luz, que

    implica un proceso quasi-automtico de conexin y fluidez en las relaciones econmicas mutuas, el cual

    se desencadenara, casi espontneamente, apenas se levanten las restricciones vigentes y en el que nunca

    habra conflictos de intereses. En otros textos se presupone la transferencia, ms o menos rpida, de

    normativas y prcticas, cuya compatibilidad con las condiciones reales de implantacin no se examinan,

    ignorando el papel de las diferencias de tecnologa, de cultura de negocios, del tejido institucional y los

    procesos internos de toma de decisiones. Se asume que Cuba tendr, cuando ms, un papel receptor-

    pasivo; no se consideran las visiones internas sobre estrategia de desarrollo e insercin internacional, las

    experiencias previas de la reorientacin en el comercio e inversin con Canad y la Unin Europea en la

    dcada pasada, ni las lecciones ms recientes aprendidas de otras prcticas regionales con China y

    Amrica latina.Si se juzgase el atractivo del mercado cubano a partir de los indicadores convencionales el alto

    nivel de riesgo dado en las clasificaciones de las agencias internacionales, la magnitud de la deuda

    externa acumulada, los altos costos iniciales y las sobre extendidas demoras burocrticas para establecer

    una empresa extranjera resultara imposible comprender cmo, en un perodo relativamente corto y a

    pesar de las fuertes limitaciones a las operaciones comerciales autorizadas, los Estados Unidos han

    ocupado, a mediados del 2000, el cuarto puesto entre los pases que comercian con Cuba. La lgica

    convencional, inspirada en nociones de competitividad, beneficios, complementariedades, etc., resulta

    insuficiente para explicar plenamente los desarrollos concretos de los ltimos aos. Es probable que en

    el futuro cercano suceda algo similar, puesto que se trata de un contexto en el que los elementos de inercia

    y ruptura conviven.

    Tambin complica el anlisis el hecho de que la nocin de normalizacin no ha sido sometida a un

    consenso entre las partes, de manera que cada pas acta segn consideraciones de riesgo o de influencia,

    lo que dificulta situar bases mutuamente aceptables, que puedan consolidarse y extenderse, sobre todo

    porque las visiones recprocas tienen races histricas que han configurado un legado de desconfianza

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    imposible de ignorar. Las relaciones establecidas hasta la fecha se insertan en un marco disfuncional que

    inevitablemente tendr que ser cambiado. No es casual que casi todas las propuestas de flexibilizacin

    del embargo presentadas al Congreso norteamericano acudan a argumentos como la promocin del

    cambio interno, o la obtencin de utilidades unilaterales en sectores especficos. Todava estn por verse

    las que propongan la nocin de beneficios compartidos, como ocurre normalmente con otras naciones.

    Sin embargo, el factor decisivo en ese proceso es la realidad interna cubana. En el pas est en marcha

    un cambio generacional de la dirigencia, coincidente con el inicio de un proceso de reformas a fin de

    recomponer la economa, atenazada por rigideces e ineficiencias, como consecuencia de la

    hiperestatalizacin y las distorsiones acumuladas, as como por los impactos de eventos climticos y las

    adversidades del mercado internacional. Este proceso es una necesidad ineludible que, de extenderse,

    puede resultar en profundas transformaciones. Se puede acelerar o frenar su dinmica en dependencia de

    sus resultados y de la percepcin de estabilidad o riesgo derivados del contexto externo, incluyendo el

    clima de las relaciones con los Estados Unidos, aunque este ltimo factor no es un requisito

    indispensable. De hecho, existen ms mecanismos para perpetuar la convivencia con el conflicto que

    para asimilar su solucin. Por ello, lo que suceda en el futuro de las relaciones econmicas bilaterales

    depende, fundamentalmente, de la capacidad de Cuba de transformarse a s misma y del modo en que los

    Estados Unidos asuman esos cambios.

    La normalizacin de los intercambios econmicos entre los dos pases representa un reto singularporque, adems de la asimetra de poderes y las diferencias polticas, se han desarrollado, en el caso de

    Cuba, sobre la base de mecanismos que deben ser reemplazados a la luz de las reformas en curso. Las

    experiencias regionales indican que relaciones econmicas normales con los Estados Unidos no

    significa que estn exentas de discrepancias, ni que se resuelvan siempre con facilidad. En todo caso, sin

    renunciar a la soberana, no constituyen la panacea que algunos prevn, como tampoco el abismo que

    otros vaticinan.

    Los antecedentes cercanos. Hasta dnde se ha llegado

    El intercambio comercial entre los dos pases, a partir de los aos 90, se caracteriza por la baja

    diversificacin de su contenido, concentrado casi exclusivamente en las compras cubanas de alimentos

    y productos agrcolas, sujetas a un rgimen especial de pagos, y restringidas por un marco regulatorio y

    de supervisin de operaciones que se define a s mismo como de excepcionalidad coyuntural dentro de

    las normas de comercio con pases enemigos. Los otros dos componentes de la relacin han sido el

    turismo y las remesas.

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    La presencia norteamericana en la economa cubana actual comenz, casi de manera inadvertida, a

    fines de los aos 80, cuando se produjeron algunos intercambios de medicinas, equipos y alimentos,

    provenientes de subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros pases. No fue hasta comienzos de

    los 90, con la desaparicin del campo socialista, que se increment de manera significativa y lleg a

    alcanzar una cifra ligeramente superior a los 700 millones de dlares. Este flujo se desplom tras la

    aprobacin de la Ley Torricelli The Cuban Democracy Act (CDA), en 1992, bajo la expectativa de

    que sin el campo socialista el gobierno cubano se vera enfrentado a una suerte de efecto domin,

    asociado a la prdida de su capacidad de reinsercin econmica internacional efectiva. La CDA tambin

    abri la posibilidad de exportaciones de productos agrcolas y farmacuticos para las ONG, de

    intercambios acadmicos y deportivos, as como del establecimiento de comunicaciones telefnicas y

    envo de remesas.

    En relacin con las dcadas precedentes de aislamiento recproco, lo logrado en los 90 confirm un

    potencial que estimul al sector de negocios norteamericano a buscar opciones dentro de las restricciones

    vigentes, reflejado en un activismo que facilitara despus los pasos posteriores, en especial de sectores

    acadmicos y de algunas empresas que empezaron a demandar, de manera creciente, estimaciones y

    propuestas. Se realizaron no menos de treinta estudios de evaluacin del potencial de mercado para

    distintas reas como minera, pesca, agricultura, turismo y servicios conexos, y otros.1

    Antes de 2001, el tema del comercio Cuba-Estados Unidos era percibido ms como un objeto deespeculacin acadmica antes que una realidad viable a corto plazo para las compaas. 2Entre los

    empresarios norteamericanos, hasta los ms optimistas se inclinaban por otras posibilidades en la regin,

    antes que invertir tiempo, dinero y energas en algo que se presuma tan incierto. Tal percepcin cambia

    drsticamente hacia fines del mismo ao, cuando las condiciones dan un giro favorable tras el paso del

    huracn Michelle, que caus daos muy severos. Washington ofreci entonces ayuda humanitaria,

    rechazada por el gobierno cubano, dada la condicionalidad con que esta se ofreca. Como alternativa, se

    propuso, por la Oficina de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, la concesin de

    licencias basada en la Ley TSRA 2000,3para facilitar la compra de alimentos. En diciembre de 2001 se

    efectan las primeras por un valor de 35 millones de dlares. En septiembre del ao siguiente, se celebr

    1Se incluyenenestaetapaalgunostrabajosde investigacinhechosencolaboracinentrecentros

    especializadosdelaUniversidaddeLaHabanaylasdeAustin,Texas,yGainesville,Florida.2JorgeMarioSnchezEgozcue,EconomicRelationsCubaU.S.,BilateralismorGeopolitics?,ponencia

    presentadaalXXVIICongresodeLatinAmericanStudiesAssociation(LASA),Montreal,2007.3TradeSanctionsReformandExportEnhancementAct(TSRA),LeyPblica106387,18deoctubrede

    2000,

    en

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    USC

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    7209.

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    en La Habana la primera Feria Agrcola Estados Unidos-Cuba, con presencia de 750 representantes de

    288 compaas de 33 estados. Los contratos firmados alcanzaron la cifra de 112 millones de dlares. 4

    A partir de ese momento, bajo la cobertura de las licencias especiales concedidas, ms de 4 350

    compaas y 132 asociaciones agrcolas y federaciones visitaron la Isla entre los aos 2001 y 2006, para

    explorar las posibilidades de su mercado. Se firmaron contratos con 159 empresas de 35 estados, y se

    involucraron 23 puertos para esas transacciones. Cuba se ubic como el mercado nmero 25 en trminos

    absolutos para las exportaciones norteamericanas en esos rubros.

    En un perodo relativamente corto, los Estados Unidos se convirtieron en el principal abastecedor de

    productos agrcolas y alimentos para Cuba, con un saldo mximo, en 2008, de 710 millones de dlares

    (cerca de tres millones y medio de toneladas), equivalentes a 27% de tales importaciones del pas; ello,

    a pesar de la reduccin que se produjo como resultado del endurecimiento de las condiciones de pago

    tras la reeleccin de George W. Bush. Los aumentos ms importantes se deben, sobre todo, al incremento

    de los precios (61% solo de 2007 a 2008), y no a las cantidades fsicas adquiridas.

    Lo acelerado del incremento en este intercambio comercial, a pesar de las limitaciones bajo las cuales

    se realiza, se explica por la combinacin de varios factores. Adems de los menores costos en transporte

    y seguros por la cercana geogrfica y precios relativamente mejores, se produjo, por diversas causas, un

    agudo deterioro de la eficiencia domstica en la produccin de alimentos, lo que contribuy a aumentar

    la demanda de importaciones. Es por ello que no debe verse en esta evolucin, un fenmeno atribuibleexclusivamente a los procesos de desvo de comercio o sustitucin de mercados, como tambin se le

    conoce, ya que se superpone el efecto coyuntural de la contraccin de la oferta interna al de los menores

    costos relativos.

    Del rcord de 963 millones de dlares alcanzado en 2008, las compras cubanas de bienes agrcolas

    estadounidenses cayeron a 675 millones en 2009 (en el puesto 29 a nivel global), y desde entonces han

    ido disminuyendo, en el reporte ms reciente se seala que estas se redujeron otra vez un 38% de 2014 a

    mayo del 2015, siendo Cuba actualmente el mercado No 57 a nivel global para los exportadores

    norteamericanos de productos alimentarios y agrcolas5. El declive se atribuye a la compleja situacin

    econmica de Cuba y a los efectos de la crisis internacional. [Aqu se eliminaron varias lneas]

    4InformedeAlimportCuba,MINAL yUnitedStates InternationalTradeCommission (USITC),U.S.

    AgriculturalSales toCuba:CertainEconomicEffectsofU.S.Restrictions, Investigacinn.332489,

    Washington,DC,juliode2007.5Economic Eye on Cuba, May 2015, U.S.-Cuba Trade and Economic Council, Inc.,

    http://www.cubatrade.org

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    En marzo de 2010 fue aprobada por el Congreso una normativa de la OFAC que flexibiliza las reglas

    para la venta de alimentos a Cuba, a partir de septiembre y durante el resto de dicho ao fiscal, que

    reinterpreta el mecanismo vigente de pagos anticipados en efectivo.6De esa manera, al permitirse a los

    compradores cubanos pagar por los bienes adquiridos justo antes de que sean descargados en Cuba, se

    reduce el costo de las transacciones realizadas a travs de bancos de terceros pases, si bien es poco

    probable que su efecto sea inmediato, dadas las difciles circunstancias financieras del pas. Las actuales

    restricciones impiden las importaciones cubanas de otros renglones como materias primas, bienes

    intermedios, materiales y equipos, manufacturas varias, as como servicios especializados (de marketing,

    jurdicos, de consultora, medioambientales, de control biolgico, etctera).

    Como consecuencia de los recientes cambios anunciados, la percepcin se ha desplazado de modo

    natural hacia una perspectiva de euforia moderada ante las nuevas condiciones.La firma global Euler

    Hermes, uno de los lderes mundiales en seguro de crdito ha sealado en un reporte que con el fin del

    embargo potencialmente a la vista, Estados Unidos est en posicin de convertirse en el principal

    ganador, aumentando sus exportaciones a Cuba a un promedio de 1 000 millones de dlares anuales, al

    tiempo que asume que otros importantes socios comerciales de Cuba tambin se beneficiaran en el nuevo

    entorno, entre ellos China (en ms de 360 millones de dlares por ao), Espaa (+200 millones), Brasil

    (+120 millones) y Francia (+ 100 millones). Segn el reporte, citando Daniela Ordoez, economista de

    Euler Helmes, se considera que

    este nuevo paisaje dar un impulso tangible a la economa cubana,acelerando el crecimiento del Producto Interno Bruto cubano desde un promedio de 2% en cinco aos a

    6-5% entre 2016 y 2020. La proyeccin incluye un impulso favorable de la inversin extranjera, que

    aumentar entre 15 y 20% en los prximos aos. En mayo ltimo, en un panel durante el dcimo Foro

    Econmico Mundial para Amrica Latina (WEFLA 2015), celebrado en Riviera Maya, la ministra

    cubana de Finanzas y Precios, Lina Pedraza Rodrguez, confirm que el pas caribeo est tambin

    abierto a la inversin desde Estados Unidos7 si bien reconoci que las condiciones actuales todava

    inhabilitan legalmente estas acciones.

    En el sector turstico, Cuba lleg por primera vez a los tres millones de turistas en 2014, lo que

    represent un crecimiento de 5,3% frente al ao anterior, e ingresos por 2.000 millones de dlares. En la

    actualidad, la isla tiene 350 instalaciones de alojamiento (335 son hoteles), con una capacidad total de

    6FY2009 Omnibus Appropriations Measure (P.L. 111-8); EEUU flexibiliza reglas de pago para ventade alimentos a Cuba, Reuters, Washington, DC, 9 de marzo de 2009.7"ExportacionesdeEEUUaCubaalcanzaran6milmillonesconelfindelbloqueo"

    ElEconomistadeCubaEdicinonline,9agosto2015

    http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2015/nro500/fin

    del

    bloqueo.html

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    alojamiento de 60.442 habitaciones, de las que el 67% clasifican como instalaciones de cuatro y cinco

    estrellas, para el 2016 se prev llegar a 2016 alcanzarn 74 130 habitaciones. El 53% de la capacidad

    actual est concentrada en los polos de Varadero y La Habana. Las principales cadenas cubanas son: Isla

    Azul, Cubanacan, Gaviota, y Gran Caribe que en conjunto controlan 88% de la oferta estatal. En su

    distribucin, el 71% de esas capacidades estn dedicadas al turismo de 'sol y playa', el 23% al de ciudad,

    y un 2% al de naturaleza. Hasta junio de 2014, el stock de habitaciones era de 78660, de las que el sistema

    estatal manejaba unas 60442 habitaciones y el sector privado unas 18218 habitaciones. En los aos

    recientes, el sector privado se ha ido consolidando como alternativa, en seis provincias estos servicios ya

    rebasan las mil habitaciones (La Habana, Matanzas, Pinar del Rio, Sancti Espritus, Santiago de Cuba y

    Holgun) y en tres provincias la oferta de alojamiento privada ya super las capacidades estatales (Pinar

    del Rio, Las Tunas y Guantnamo). En cuanto a los efectos multiplicadores asociados, se ha reportado

    que en el primer semestre 2014, las actividades ms dinmicas dentro del sector fueron el comercio (con

    un crecimiento del 12%), la gastronoma (6%), transporte (8%) y alojamiento (1%). Las perspectivas

    contenidas en el Plan de Desarrollo Turstico a largo plazo proyecta la construccin en los prximos 15

    aos de 135.000 nuevas habitaciones, elevando la capacidad total hasta las 213,660 habitaciones. Segn

    datos del Instituto de Comercio Exterior de Espaa (ICEX), las cadenas espaolas concentran el 75% de

    las inversiones del sector en la Isla.

    Ya se perciben cambios de peso en los ritmos de crecimiento del sector. La Oficina Nacional deEstadstica e Informacin (ONEI) ha informado8recientemente que el mes de julio este ao cerr con un

    notable crecimiento de 26,1% respecto a julio de 2014 (266 821 turistas). El acumulado entre enero y

    julio 2015 fue de 2 190 134 visitantes (+17%), Canad se mantiene como principal emisor turstico con

    72 350 viajeros (+25,3%) en julio y 906 240 (+14%) en los primeros siete meses de 2015. En ese contexto

    de expansin, el impacto inmediato de la flexibilizacin de las condiciones para las visitas de los

    ciudadanos norteamericanos se refleja en que en el primer semestre cerr con un incremento de (+15,9%)

    para un total de 1 923 313 turistas internacionales. El Ministerio de Turismo tambin comunic que en

    2015 se alcanzaron los dos millones de visitantes con 39 das de anticipacin en comparacin con 2014,

    en que llegaron a Cuba al cerrar el ao 3 002 745 visitantes.

    De manera inmediata, el relajamiento reciente en los requisitos para los viajeros norteamericanos ha

    generado una mayor afluencia que permitir desestacionalizar el turismo y mejorar los retornos de las

    8"Cubamantuvoenjulioaltatasadecrecimientodelturismointernacional",Cubacontemporneaonline,31

    Agosto2015.

    http://www.cubacontemporanea.com/noticias/13012cubamantuvoenjulioaltatasadecrecimientodel

    turismo

    internacional

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    inversiones. Solo de enero a la primera semana de mayo 2015, la cantidad de visitas de estadounidenses

    a la Isla aumento9 36%, (unos 51.458 estadounidenses, comparados con los 37.459 que lo hicieron

    durante ese periodo el ao pasado), el incremento ms notable se percibi entre los visitantes

    estadounidenses sin familiares en Cuba. En cuanto a las vas de acceso, unos 38.476 visitantes volaron

    directamente desde los Estados Unidos, comparados con 29.123 durante el mismo periodo del ao pasado

    y otros 12.982 llegaron por terceros pases, -un aumento de 57% durante el mismo periodo del ao

    pasado-, en su mayora desde Mxico, las Bahamas, Jamaica y las Islas Caimn. La demanda del turismo

    norteamericano se concentra en el segmento de menor concentracin de capacidades, el turismo de

    ciudad, que apenas representa el 23%, por lo que la presin inmediata a expandir la capacidad de

    alojamiento no podr ser resuelta sin la expansin del sector privado (B&B) e inevitablemente inducir

    incrementos de precio en las ofertas de alojamiento a corto plazo adems de contribuir a acelerar los

    planes de expansin de las construcciones de nuevos hoteles.

    La intensificacin del flujo turstico abre tambin expectativas promisorias para el transporte areo,

    favoreciendo fundamentalmente a las aerolneas que trabajan en el segmento vacacional y chrter, y un

    efecto multiplicador hacia la demanda domstica de servicios conexos. Una proyeccin moderada del

    incremento de ingresos anual asociado, lo sita entre 700 y 1400 millones de dlares, asumiendo que los

    costos de operacin actuales no se modifiquen significativamente.

    En promedio,

    en 2014, los visitantes provenientes de EE.UU. eran mayoritariamente cubanosresidentes (386 367) y los visitantes norteamericanos llegaron a los 94 400. Un antecedente a notar que

    sorprendi a muchos en su momento fue el anuncio hecho en 2010 por el ministro cubano de turismo

    sobre la disposicin para que cadenas hoteleras de Estados Unidos, pudieran administrar hoteles en Cuba,

    lo cual indica que los acomodos actuales ante las nuevas condiciones ya tenan antecedentes de

    posiciones proactivas para estimular la participacin norteamericana en el sector. Estimados

    relativamente cautelosos proyectan un crecimiento previsible de 50 000 visitantes en el ao, lo que

    representa ingresos adicionales entre 50 y 100 millones de dlares10.

    El tercer componente de las relaciones han sido las remesas. Estas han tenido un efecto importante en

    los 90, y han llegado a convertirse en la tercera fuente de ingresos del pas. Las estimaciones de esos

    flujos varan segn la fuente y los mtodos empleados. El rango mnimo de estos flujos se sita entre

    setecientos y mil millones de dlares anuales, con impactos mixtos: de un lado, fueron un factor de

    9JosLuisPerellCabrera,CentrodeEstudiosTursticosdelaUniversidaddeLaHabana.

    10AntonioDaz,FacultaddeTurismodelaUniversidaddeLaHabana,referidoen:"Lasrelaciones

    econmicasentreCubayEEUUenunnuevoescenario",JosLuisRodrguez,Cubacontemporanea29

    abril

    2015.

    http://www.cubacontemporenea.com

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    compensacin a la cada de la actividad econmica que sigui al colapso del campo socialista, al permitir

    la expansin del consumo familiar y funcionar como soporte del surgimiento de pequeos negocios

    privados; y de otro, sirvi para el financiamiento de parte de la actividad productiva del pas una vez que

    esos flujos entraban al circuito estatal, por compras en tiendas en divisas, o mediante las casas de cambio

    de moneda. A partir de mediados del 2000, los envos desde los Estados Unidos han sido estimados en

    es de unos 4,6 a 6,2 millones de dlares (53% del total).11Otras estimaciones posteriores han llegado a

    una cifra superior, en un rango entre los 1 500 millones de dlares y los 2605 millones12. La mayora de

    los estudios ha confirmado que el destino principal de las remesas en la dcada de los 90 era el consumo

    (alimentacin, vestimenta, equipos electrodomsticos, etc.) , sin embargo, a partir del 2000, se ha

    producido un desplazamiento significativo hacia otros fines como, compra y reparacin de casas, turismo

    domstico e internacional, ahorro e inversin a microescala en pequeos negocios privados y en menor

    proporcin en cooperativas (restaurantes, Bed & Breackfast, talleres, servicios de diseo e impresin etc)

    . En el caso de capital de inicio para negocios y adquisicin de viviendas, los estimados de esta forma

    de financiamiento se sitan entre 25% al 65% de las nuevas modalidades de emprendimiento, entre otras

    razones porque no existan opciones de acceso a crditos con esos fines hasta hace muy poco, o porque

    una vez ofertados, los requerimientos colaterales no resultaban atractivos. A manera de muestra, en un

    ao y medio, algo ms de trescientos noventa restaurantes abrieron solo en ciudad de La Habana, de los

    que se calcula que al menos el 65% del capital de inicio est sustentado con dinero de la emigracin

    13

    .Sin dudas, la flexibilizacin actual va a contribuir a acelerar y profundizar estos procesos, que tienen

    11Manuel Orozco, The Cuban Condition: Migration, Remittances, and its Diaspora, ponencia

    presentadaenlaConferenciaElCaribeensuinsercininternacional,InterAmericanDialogue,San

    Jos de Costa Rica, 34 de febrero de 2009. Los datos por estimados se deben, sobre todo, a la

    superposicindelasremesasconotrosflujos,comolosderramesdelturismo,losingresosdeartistas

    yprofesionales trascumplimentarcontratosenelexterior, lospagoscomplementariosenmoneda

    convertibleyotrasformasdeinteraccionesenlarecirculacindomstica.

    12La

    estimacin

    oficial

    que

    se

    discuti

    en

    la

    Asamblea

    Nacional

    (Parlamento)

    cubano

    en

    diciembre

    2014fuede1500millonesdedlaresperolosespecialistasnodescartancifrassuperiores.Otro

    referenteprovienedeunestudiopresentadoenMiamireportabapara2012unvalormuchomayor

    (2605millones)"RemittancesDrivetheCubanEconomy",EmilioMoralesandJosephL.Scarpaci,

    Miami,TheHavanaConsultingGroup.

    http://thehavanaconsultinggroups.com/index.php?option=com_content&view=article&id=345%3Are

    mittancesdrivethecubaneconomy&catid=48%3Aremittances&lang=en13

    2012."Turismo,migracinyproyectosdecodesarrolloenelescenariotursticocubano",(pag.9).

    Ponencia elaborada para la 22st Annual Meetings of the Association for the Study of the Cuban

    Economy.Miami,August24,2012.JosLuisPerellCabrera,FacultaddeTurismo.UniversidaddeLa

    Habana,

    Cuba.

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    11/33

    11

    adems un efecto colateral importante, en temas como la polarizacin de ingresos, re-estratificacin

    social y las polticas de subsidios, redistribucin de ingresos, desarrollo local etc.

    Lo cierto es que si se compara el financiamiento a micro escala por vas estatales frente a las formas

    privadas por intermedio de las remesas prevalece un fuerte desbalance en favor de estas ltimas. En este

    sentido, las nuevas medidas puestas en vigor a partir de diciembre pasado extendieron el lmite en los

    envos de remesas de 500 a 2000 dlares por trimestre, incluyendo en sus destinos usos familiares, las

    organizaciones religiosas y en casos especficos -con licencia- para apoyar la realizacin de estudios.

    Adicionalmente, los viajeros pueden traer a Cuba hasta 10.000 dlares. Esta expansin relativa en los

    lmites de esos flujos ser sin dudas, unos de los factores ms activos a corto plazo en la creacin de

    modalidades complementarias de servicios conectadas con el turismo y el sector privado, y servir para

    acelerar la integracin entre los planes estatales y del desarrollo local autnomo.

    Resultados de las proyecciones estimadas y alcance de las propuestas legislativas

    Se han realizado varias estimaciones sobre el potencial de comercio bilateral, empleando mtodos

    diversos. La Comisin de Comercio Internacional de los Estados Unidos (USITC) ha presentado, a

    solicitud del Congreso, dos estudios con ese fin. En el segundo de ellos, 14mediante una versin del

    modelo de gravedad utilizado por la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), se estableci un

    estimado de comercio potencial sobre la base de dos escenarios. Primero, si las restricciones financierasse eliminan (representan costos adicionales entre 2,5% y 10% del valor de compra), la parte

    estadounidense en las importaciones cubanas de productos agrcolas, de pesca y forestales podra

    aumentar desde el doble hasta dos tercios del nivel actual. De los diecisis grupos examinados, las

    exportaciones de alimentos tendran incrementos anuales significativos frutas y vegetales, de 34 a 65

    millones de dlares; leche en polvo, de 14 a 41 millones; alimentos procesados, de 18 a 34 millones;

    trigo, de 17 a 33 millones; granos, de 9 a 22 millones, con cuotas de participacin en el mercado

    cubano que oscilan entre 10% y 90%, segn el producto.15En el segundo escenario, suponiendo que se

    suprimieran al mismo tiempo las restricciones financieras y las de viajes, la demanda adicional del

    turismo representara incrementos de uno a ocho millones de dlares para al menos cuatro productos.

    14USITC,The Economic Impact ofUS SanctionswithRespect toCuba, Investigacin n. 332413,

    Washington,DC,2001.15

    InformedeAlimportCuba,MINALyUnitedStates InternationalTradeCommission (USITC),U.S.

    Agricultural Sales to Cuba: Certain Economic Effects of U.S. Restrictions, tabla ES.1, p. VIII,

    Investigacin

    n.

    332

    489,

    Washington,

    DC,

    julio

    de

    2007.

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    12/33

    12

    Otras estimaciones pronosticaron un comercio bilateral total en el primer ao de unos 2 602

    millones,16coincidiendo con el rango ya obtenido por investigaciones previas,17a partir de supuestos

    diferentes. Estas y otras evaluaciones coinciden en que lo ms probable es que se produzca una relacin

    en la que Cuba importe ms de lo que podra vender a los Estados Unidos; este dficit comercial

    anticipado (entre 15-30%) podra ser compensado, en parte o totalmente, por los ingresos generados por

    el turismo y las inversiones.

    En el caso del turismo, el estudio de USITC-2007, estim que los visitantes norteamericanos pasaran

    de 171 000, inicialmente, a una cifra entre 554 000 y un milln, con un incremento anual entre 226 000

    y 538 000; lo que representa un efecto directo en los ingresos entre 13% y 33%. Otro pronstico de la

    Asociacin Americana de Agencias de Viajes (ASTA) calcul que dos aos despus de levantarse las

    prohibiciones, unos 850 000 estadounidenses viajaran a Cuba a hospedarse en hoteles, y medio milln

    ms lo hara en cruceros.18Estas cantidades seran asimilables por Cuba en lo inmediato, si prevalece el

    desplazamiento de otros emisores o si se logra su distribucin a lo largo del ao; en cambio, si se asumiera

    como demanda adicional durante una temporada, se requeriran ms capacidades de alojamiento.

    Sin acometer nuevas inversiones hoteleras, las reservas disponibles estn en la ampliacin de los

    arrendatarios del sector privado Bed & Breakfast, que representan hoy alrededor de 20% del

    mercado (casi 500 000 visitantes), y en el aumento de capacidades a partir de la reorientacin de

    instalaciones existentes, si el grueso de este crecimiento es de turismo medio. La demanda de altoestndar, que no es tan masiva, s requerira de inversiones nuevas. Como es natural, una poltica de

    crecimiento turstico a esa escala debe tener, adems del alojamiento, una respuesta equivalente en la

    infraestructura estatal y privada (aeropuertos y sus servicios, medios de transporte y de mantenimiento

    de vas, telecomunicaciones, sistemas automatizados de control de procesos, etc.), as como en los

    suministros de insumos (materiales de construccin, muebles, equipos, partes y piezas, alimentos

    naturales y semiprocesados, bebidas y servicios colaterales). En la dcada de los 90, estas necesidades

    16JorgeMarioSnchezEgozcue,ChallengesofCubasInsertioninCaribbeanU.S.Trade,enJorgeI.

    Domnguez,OmarE.PrezyLorenaG.Barberia,eds.,TheCubanEconomyattheStartoftheTwenty

    FirstCentury,HarvardUniversityPress,2004.17

    USITC,The Economic Impact ofUS SanctionswithRespect toCuba, Investigacin n. 332413,

    Washington, DC, 2001; Claudio Montenegro y Raimundo Soto, How Distorted is Cubas Trade?

    Evidence and Predictions from a Gravity Model, Journal of International Trade and Economic

    Development,a.5,n.1,NuevaYork,1996,pp.4568.18Cancn flujo turstico a Cuba, EFE, 24 de marzo de 2010.

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    se aseguraron, en parte, con inversin fornea; y, si cambiasen las condiciones, tambin podra contarse

    con la participacin de inversionistas norteamericanos.

    La oferta cubana es predominantemente de sol y playa y, en menor cuanta, de cultura e historia en

    las ciudades. La estructura hotelera se ha ido acercando a los patrones regionales, con hoteles de tamao

    medio de 4 o 5 estrellas. Otras alternativas de diversificacin del mercado como las visitas para eventos

    de negocios, educacionales, de ecoturismo, deportivos, religiosos, tratamientos de salud, etc., son

    factibles de implementacin, aunque se requerirn ms inversiones en infraestructura (cajeros

    automticos, restaurantes, renta de transportes, etc.) y de facilitacin en las operaciones de reservas

    internacionales por Internet, as como en los pagos con tarjeta, para poder competir con los vecinos

    regionales que tienen un perfil similar, pero cuentan con una mayor variedad de la oferta y mejores

    parmetros de calidad, por lo que obtienen rendimientos superiores en ingresos por visitante.

    En todo caso, los especialistas concuerdan en que, a corto plazo, se producira una sustitucin de

    emisores antes que una expansin abrupta. La idea de un tsunami de turismo estadounidense no tiene que

    ver tanto con los cubanos residentes cuya tasa de retorno es mucho mayor que la del turista

    convencional, por razones obvias como con el hecho de que la prohibicin legal vigente para a los

    ciudadanos norteamericanos de viajar a Cuba ha contribuido a generar una expectativa que no se

    corresponde con las tendencias que se aprecian en otros pases del Caribe donde no hay tales

    restricciones. Por lo pronto, los incrementos recientes ya han comenzado a generar tensiones. En cuantoa la velocidad de expansin, si se llegase a un escenario de aceleracin de la apertura en los viajes (si se

    aprueba alguna de las iniciativas presentadas en el Congreso) no hay dudas de que el impacto ser notable

    en al menos dos direcciones, hacia la economa cubana y en el reacomodo de los flujos en el Caribe. El

    nuevo acceso para los grandes competidores estadounidenses, como las cadenas hoteleras Marriott o

    Hilton y la entrada de compaas de vuelo, ferry y operadores tursticos norteamericanos es vista con

    preocupacin por los vecinos regionales que sienten llegar un competidor que podra afectar sus cuotas

    tradicionales de mercado.

    Hasta el ao 2014 ahora, los crecimientos acumulados descansaron en el aumento de capacidades de

    alojamiento, ya en el 2015 se aprecia un aumento acelerado de las ofertas del sector privado, que se han

    visto potenciadas por el acceso a los servicios de AirB&B y un impulso importante en los planes de

    expansin estatales que proyecta llegar a las 213660 habitaciones para el 2030. Desde el punto de vista

    estratgico, no todo es favorable, tambin una inversin excesiva en esa direccin puede crear problemas

    de rentabilidad a mediano plazo si no va acompaada de una recuperacin de la eficiencia en los niveles

    de ingresos generados por visitante, indicador que ha tendido a decrecer en los ltimos aos.

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    En sentido general, la mayor parte de los estudios de corte sectorial le ha concedido atencin

    preferente al potencial de las exportaciones cubanas tradicionales (tabaco, ron, nquel, frutas tropicales,

    pesca, etc.).19En realidad las reas de mayor impacto, por sus efectos de derrame hacia la economa

    cubana y por su potencial multiplicador, son, adems del turismo, las que se vinculan a la ltima

    generacin de productos que Cuba exporta (biotecnolgicos, mdico-farmacuticos, software,

    manufacturas varias, hidrocarburos y sus derivados), a partir de las capacidades creadas en aos recientes.

    Estas son susceptibles de una asimilacin rpida de inversiones para incrementar los niveles de calidad

    y expandirse hacia nuevos mercados. Menos estudiadas an son las reservas latentes en materia de

    producciones manufacturadas con destino a la re-exportacin. Los intentos, a inicios de los 90, de

    establecer zonas francas crearon condiciones de infraestructuras actualmente subutilizadas, en las que

    hay, sin dudas, ventajas potenciales que demandan una revisin, sobre todo si se considera que la

    calificacin de la fuerza laboral cubana permite la asimilacin de tecnologas diversas, desde la

    produccin de equipos electrnicos hasta la de componentes para las construcciones tursticas, por citar

    dos sectores que no han dejado de crecer en las ventas a nivel mundial en los aos y en los que Cuba an

    no se ha insertado.

    En trminos concretos, los pasos dados a inicios de 2009 fueron las recomendaciones contenidas en

    el reporte del Comit de Relaciones Exteriores del Senado, a partir de la evaluacin de la viabilidad de

    acciones combinadas de las ramas ejecutiva y legislativa, a fin de facilitar la ampliacin de las relacionescomerciales entre los dos pases. Estas incluan: 1) revisar el requerimiento de pagos en efectivo por

    adelantado; 2) permitir el financiamiento privado de las ventas agrcolas; 3) expandir las categoras de

    bienes autorizados a venderse para incluir maquinaria agrcola y suministros; 4) autorizar licencias

    generales de viaje para mercadeo, negociacin y entrega de bienes agrcolas, y 5) facilitar visas para que

    funcionarios cubanos puedan realizar actividades relacionadas con las compras, incluyendo inspecciones

    sanitarias.20

    Otras recomendaciones hechas a la administracin Obama por varias instituciones que siguieron estos

    temas incluyeron usar las facultades ejecutivas para permitir licencias de exportacin cubana para

    trabajos y manufacturas de arte; reimplantar la excepcionalidad en la restriccin vigente que permita la

    importacin de cantidades limitadas de bienes cubanos, de uso personal, por los viajeros que visiten

    Cuba; revocar la seccin 1705 (d) de la Ley Helms-Burtonque establece la verificacin in situ del uso

    19USDepartmentofAgriculture(USDA),CubasFood&AgricultureSituationReport,26marzo2008.

    20ComitdeRelacionesInternacionales,SenadodelosEstadosUnidos,ChangingCubaPolicyinthe

    United

    States

    National

    Interest,

    111

    Congress,

    23

    de

    febrero

    de

    2009.

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    15

    de las medicinas y equipos mdicos exportados a Cuba, o en su defecto suavizar la interpretacin

    regulatoria de este proceso; autorizar la venta y/o arrendamiento de equipos de origen

    Se ha sealado que un aspecto relativamente complejo est asociado a las propuestas que buscan

    condicionar, de una u otra forma, el relajamiento del embargo a los cambios polticos internos.21Aunque

    esto sucede en algunos casos, hay otros que no deben considerarse dentro de esa perspectiva. Las

    iniciativas legales presentadas hasta el 2010 en el Senado y la Cmara, con el propsito de relajar

    parcialmente las restricciones, antes del cambio de poltica son varias: de carcter general; para

    flexibilizar las prohibiciones en los viajes; para permitir viajes educacionales; sobre las exportaciones

    agrcolas, productos mdicos; para el tema de los hidrocarburos, y para modificar las restricciones en los

    procesos de registro de marcas.22

    Los pasos concretos dados por Barack Obama para flexibilizar algunos aspectos del bloqueo, en

    concordancia con los pronunciamientos de su campaa electoral, incluyeron inicialmente el relajamiento

    de las medidas reforzadas en el segundo perodo presidencial de Bush, retrotrayndolas al nivel de 2004

    (eliminacin de restricciones de viajes para los cubanoamericanos; extensin de los lmites de gastos en

    las visitas, envos de remesas y paquetes postales; concesin de visas para intercambios acadmicos y

    culturales), y una innovacin: licencia para proveer servicios privados, o establecer contratos en las

    telecomunicaciones (uso o envo de celulares, cmaras, computadoras, servicios de comunicaciones por

    satlite, Internet y fibra ptica).

    23

    En sentido general, estas medidas representaron una descompresinparcial, calificadas entonces por Cuba de positivas, pero mnimas, a excepcin de las adoptadas para

    los viajes y las comunicaciones, donde se ha avanzado ms all de lo logrado en las presidencias de

    James Carter y William Clinton.

    Apenas anunciadas las nuevas medidas de facilitacin de la administracin Obama en diciembre

    pasado, se comenzaron a energizar las propuestas en el Congreso. Desde enero hasta marzo se

    presentaron varias propuestas de proyectos de ley en el Senado y la Cmara de Representantes entre las

    que se cuentan:

    21Carmelo MesaLago, Posible restablecimiento de relaciones econmicas entre Cuba y Estados

    Unidos:ventajasydesventajas,EspacioLaical,n.2,LaHabana,2008.22

    Mark P. Sullivan, Cuba: Issues for the 111th Congress, Congressional Research Service (CRS),

    reporten.R40193,13deenerode2010.23

    DepartamentodelTesoro,OficinadeActivosExtranjeros(OFAC),TreasuryAmendsCubanAssets

    Control Regulations to Implement the President Initiative on Family Visits, Remittances, and

    Telecommunications,3deseptiembrede2009.

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    16

    Freedom to Travel to Cuba Act of 2015 S / 299, Freedom to Export to Cuba Act of 2015 S /

    491, presentada por el senador Jeff Flake (R., Ariz.) en enero pasado, con apoyo de la mayora del Comit

    de Relaciones Exteriores del Senado, Cuba Reconciliation Act. H.R. 735; para levantar el embargo,

    presentada por Serrano & Rangel febrero 2015., la Export Freedom to Cuba Act (H.R. 634), por

    Charles B. Rangel (D-N.Y.), Promoting American Agriculture and Medical Exports to Cuba HR /

    635 y the Cuba Digital and Telecommunications Advancement Act Cuba DATA Act. (May 2015)

    Introducida por Tom Udall (D-N.M.), Jeff Flake (R-Ariz.), Dick Durbin (D-Ill.) y Mike Enzi (R-Wyo).

    As mismo, se han hecho presentes grupos de presin como un nuevo PAC Comit de Accin

    Poltica- para promover los viajes y el comercio, reportados por el New York Times, Wall Street Journal,

    Reuters, AP, y el Miami Herald. Otra organizacin que ha emergido, Engage Cuba, comprende una

    coalicin de miembros de los dos partidos, encabezada por James Williams, que representa un amplio

    espectro de los negocios, sector agrcola, y la sociedad civil con el respaldo de altos funcionarios y una

    docena de empresas reconocidas entre las ms relevantes en la lista de Fortune 500 desde la hotelera,

    las comunicaciones infraestructura, etc.

    Respecto a las instituciones financieras internacionales o interamericanas, en las circunstancias

    actuales y en un futuro inmediato una insercin cubana parece improbable. No solo est el veto de los

    Estados Unidos, sino el rechazo explcito del gobierno cubano a recurrir a ellas. De manera que, a

    diferencia de otros pases latinoamericanos, la fuente principal de financiamiento para operaciones decomercio e inversiones sera el sector privado. Si se admitieran las exportaciones cubanas en los Estados

    Unidos, la capacidad de respuesta estara seriamente restringida por dos factores: el acceso a

    financiamiento (domstico o externo) y la sobreevaluacin que encarece artificialmente los productos

    cubanos, adems de la competitividad requerida para desplazar a los pases ya presentes en ese mercado.

    A pesar de esos inconvenientes hay numerosas posibilidades.

    En la perspectiva regional, Cuba comparte con sus vecinos caribeos varios rasgos en la composicin

    de parte de sus exportaciones, y los mismos retos en cuanto a los efectos de una liberalizacin comercial.

    Existen tres perfiles diferenciados en la regin: Repblica Dominicana que se sum al Acuerdo de

    Libre Comercio de Centroamrica (DR-CAFTA), y captura una cuarta parte del comercio regional con

    los Estados Unidos, fundamentalmente de equipos y servicios tursticos; Trinidad y Tobago ventas

    de petrleo y gas; Jamaica y Bahamas turismo; el resto son pases ms pequeos, o de

    posicionamiento marginal, que tienen una actitud ms reacia hacia una apertura comercial conjunta desde

    CARICOM o la Asociacin de Estados del Caribe (AEC) por los impactos indeseados en temas como la

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    17

    proteccin de la propiedad intelectual, los servicios financieros, tursticos, tecnolgicos y profesionales,

    y les resulta vital preservar en lo posible el tratamiento especial y diferenciado en el comercio.

    En 2000, se aprob la Iniciativa de Comercio para la Cuenca del Caribe (CBTPA) en reemplazo de la

    de los 80 (CBI). Gracias a ella se provee un tratamiento arancelario temporal relativamente cercano a un

    acuerdo de libre comercio, en especial para las exportaciones de textiles y manufacturas. Cuba no tiene

    ninguna relacin con esos instrumentos, ni una estructura compleja de barreras arancelarias y extra

    arancelarias, ni ha introducido polticas especficas para potenciar la exportacin de textiles y

    electrodomsticos, alternativa seguida por algunos pases de la regin. Por otro lado, el retraso relativo

    en infraestructura de comunicaciones y rgimen jurdico hace poco viable a corto plazo, una insercin

    cubana en el rea de los servicios financieros internacionales, como han hecho algunas naciones del rea.

    El marco regulatorio actual de la OFAC

    Incluso bajo el supuesto de un escenario de normalizacin de relaciones econmicas sin

    complicaciones extremas, para Cuba constituyen un reto de no poca magnitud los reacomodos que este

    proceso pudiera tener en la composicin de sus asociaciones comerciales y econmicas con otros pases,

    ya que en la prctica se plantea una relacin de intercambio trade-off entre estabilidad y

    diversificacin de riesgo, de un lado, y de otro, los beneficios del acceso a un mercado geogrficamente

    ms cercano, con menores costos de transporte, fletes y seguros, as como elevados estndares de calidad.Sin embargo, esos beneficios pueden llegar a anularse mediante acciones ejecutivas, como sucedi en

    2004, cuando se impusieron los pagos anticipados en efectivo. Por tal motivo, las compras en ese

    mercado tienen un componente de seguridad alimentaria que no existe para otros proveedores. Sera poco

    prudente promover de manera inmediata una expansin descontrolada de dichas importaciones, puesto

    que en la medida en que aumentasen, lo hara tambin la vulnerabilidad por cambios de actitud poltica.

    El marco regulatorio actual de la OFAC se concentra en dos procesos: las licencias de viajes y las

    regulaciones de financiamiento y pagos a exportaciones. El primero es probablemente el que ms se

    comenta por su vnculo con el turismo, pero es el segundo el que ha estado configurando hasta ahora los

    intercambios comerciales existentes. Las exportaciones cubanas a los Estados Unidos estn prohibidas,

    y las ventas permitidas se reducen a unos pocos bienes (fundamentalmente alimentos), regulados por

    condiciones anormales. Debido al pago en efectivo por adelantado, los bienes por transportar se

    convierten automticamente en propiedad cubana mientras an estn en puertos norteamericanos. De ese

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    modo, se vuelven vulnerables a confiscaciones por reclamaciones legales de los residentes

    cubanoamericanos.24Para reducir ese riesgo, se ha recurrido al pago con cartas de crdito.

    Al pasar por bancos europeos el trmite de pagos aumenta el costo hasta 25% por transferencia.

    Adems, cualquier demora supone cargos de sobreestada del buque habitualmente entre 20 000 y 40

    000 dlares, que debe pagar Cuba. Otro tanto sucede con las gestiones administrativas, que en el caso

    cubano tienen complicaciones adicionales.25Primero, pueden ser alteradas sin notificacin previa, en

    virtud del carcter de las regulaciones especiales; segundo, las operaciones comerciales estn sujetas

    nicamente a la ley conocida como Administrative Procedure Act (APA), que no permite retrasos en los

    pagos, mientras otros pases pueden recurrir a una alternativa (Regulatory Flexibility Act) que les

    posibilita un margen de maniobra adicional. Esto tiene por consecuencia que, para los compradores

    cubanos, resulte incierto poder contar con la respuesta a tiempo del exportador norteamericano, y si por

    cualquier motivo burocrtico se produce una demora no prevista en los trmites, los costos de la

    operacin se multiplican agresivamente, como ya ha sucedido.

    Est asimismo prohibido para los empresarios norteamericanos que negocian con Cuba usar los

    fondos conocidos como Check-Off, del Federal Farm Promotion Programs, Market Acces Program

    (MAP), que permiten recurrir a programas de financiamiento colectivo para actividades de promocin,

    asistencia tcnica, investigacin, informacin de la industria y de los consumidores, destinados a

    mantener o expandir mercados. Tambin se les prohbe a los representantes de las agencias compradorascubanas viajar a los Estados Unidos para inspeccionar las condiciones sanitarias, lo que forma parte de

    los estndares internacionales en estas operaciones. De manera que, sin necesidad de complicaciones

    polticas adicionales, existe un conjunto de regulaciones que no solo inhiben el desarrollo del comercio

    normal, sino que crean condiciones para que este genere deformaciones que derivan en mayores costos

    y riesgos.

    A pesar de ello, paradjicamente, el mayor nivel de comercio entre los dos pases se ha alcanzado

    justo en el momento en que se recrudecieron las sanciones y las tensiones polticas, durante el segundo

    trmino de Bush. Algunos analistas han querido ver en la prctica cubana de distribucin de las compras

    de un mismo producto entre varios estados una poltica dirigida a fomentar el inters del lobby del sector

    24AnaRadelat,InWakeofToughNewOFACRegulations,FoodExportersTurntoLettersofCredit,

    CubaNews,Wheaton,1demarzode2005.25

    InformedeAlimportCuba,MINALyUnitedStates InternationalTradeCommission (USITC),U.S.

    AgriculturalSales toCuba:CertainEconomicEffectsofU.S.Restrictions, Investigacinn.332489,

    Washington,DC,juliode2007,nota47.

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    19

    de negocios por relajar las restricciones en el Congreso. De hecho, una vez concedida la licencia, el

    incentivo para apoyar iniciativas legales con ese fin se atena, pues ya se cuenta con el acceso al mercado

    cubano, donde, adems de los beneficios de los pagos adelantados en efectivo, se dispone de facilidades

    excepcionales en la negociacin (un solo contrato con Alimport da acceso al mercado en su conjunto, sin

    tener que lidiar con mltiples empresas y complejos procedimientos legales), y adicionalmente,

    protegidos, por el mismo embargo, de la competencia de otras empresas norteamericanas que no tienen

    licencia.

    Todos estos elementos conforman un entorno enrarecido y contraproducente, pues a partir de los

    mayores beneficios y menos riesgos asociados al mecanismo de las licencias especiales, se generan

    incentivos, a corto plazo, para su continuacin, en lugar de fomentar su desmantelamiento ante la

    dificultad prctica de un complejo proceso de revisin de la poltica. Esta relacin disfuncional crea una

    inercia institucional que solo puede ser modificada con iniciativas que logren flexibilizar

    progresivamente algunas reas de las restricciones. Es por ello que cobra importancia examinar el

    precedente ms cercano como punto de comparacin. Los patrones de intercambios econmicos cubanos

    con Canad y la Unin Europea no estn exentos de contradicciones; sin embargo, lograron por ms de

    una dcada expandir el comercio y las inversiones a niveles sin precedentes, y en reas estratgicas. El

    resultado ha sido una cultura de business que tiene sus peculiaridades. Resultara este un referente de

    know how transferible?El comercio exterior y, por extensin, las relaciones econmicas internacionales constituyen un

    canal conveniente para ensayar espacios de concertacin, siempre que, a partir de referentes

    internacionales, incluyan la discrepancia y la negociacin para llegar a un entendimiento. Parte del

    aprendizaje de la cultura de negocios cubana actual se dio en los 90, con la apertura al mercado

    internacional, la inversin y los bancos extranjeros. Este proceso incluy la necesaria actualizacin sobre

    estndares y regulaciones internacionales relacionadas con los aspectos jurdicos, medioambientales,

    fitosanitarios, etc. Se lleg a establecer una suerte de cultura de negocios local, de la que el mejor

    ejemplo son las guas de negocios en Cuba, una hecha por la embajada canadiense y otra por la firma

    Ernst & Young, donde explcitamente se reconoce, por ejemplo, que los procesos regulatorios son

    burocrticos y demorados, pero pueden llegar a ser flexibles cuando el plan propuesto resulta de inters

    a la parte cubana.26 Esta hibridacin entre estndares modernos en las leyes, y prcticas donde la

    discrecionalidad tiene un amplio margen no siempre es bien entendida por los empresarios extranjeros.

    26EmbajadadeCanadenLaHabana,CubaAGuideforCanadianBusiness,marzode2001;Ernst

    &

    Young

    Caribbean

    Services

    Ltd.,

    A

    Business

    Guide

    to

    Cuba,

    enero

    de

    2006.

  • 7/25/2019 Las relaciones econmicas Estados Unidos-Cuba. La normalizacin pendiente.

    20/33

    20

    Para algunos, esto es prueba de la necesidad de continuar avanzando en ese terreno mediante la

    transferencia de know how (servicios de consultoras, entrenamientos, etc.), pero es innegable que fue

    funcional para los resultados alcanzados, y que en muchos aspectos es mucho ms cercana a los procesos

    normales a nivel internacional que los mecanismos que actualmente regulan los intercambios entre

    Cuba y los Estados Unidos.

    Nuevas alternativas en perspectiva y reclamaciones pendientes

    Adems del turismo, las remesas y el comercio en alimentos, existen tres reas relativamente nuevas

    con un potencial importante que considerar: energa, telecomunicaciones y productos y servicios mdicos

    avanzados biotecnologa, vacunas, software. En el campo de la energa pueden destacarse dos

    direcciones de inters recproco; la primera concierne al hallazgo de reservas de hidrocarburos en la zona

    del Golfo de Mxico que se encuentra dentro de los lmites fronterizos martimos cubanos establecidos

    en los acuerdos con la administracin Carter. Una segunda direccin es la modernizacin de las redes y

    la infraestructura del sistema energtico cubano, que ya ha comenzado a introducir proyectos de energa

    renovable con apoyo del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas.

    El petrleo de las aguas profundas en el Golfo de Mxico tiene, sin dudas, un impacto estratgico en

    la configuracin del perfil de las relaciones econmicas futuras entre ambos pases, si se llegan a dar lascondiciones necesarias. No solo en la extraccin y procesamiento del crudo hay reservas considerables

    para expandir las inversiones y el comercio; es extensible a la produccin de derivados, qumicos y

    lubricantes, as como a la re-exportacin en el Caribe. Un estudio sobre el potencial de estas reservas,

    realizado por el Servicio de Exploracin Geolgica de los Estados Unidos,27las estim en 4,6 millones

    de barriles de petrleo, y 9,8 trillones de pies cbicos de gas; ello equivale aproximadamente al nivel de

    las reservas de Ecuador, y en principio, hara de Cuba un exportador potencial que podra llegar a estar

    a largo plazo entre el cuarto y el sexto puesto entre los pases latinoamericanos exportadores de

    petrleo. Este hallazgo ha activado la participacin de ejecutivos del sector en la bsqueda de alternativas

    de acceso a un mercado que ofrece atractivos para productores, distribuidores y consignatarios. Hasta la

    fecha, Cuba tiene contratos de exploracin en esas aguas con compaas de Espaa (Repsol), Noruega

    27U.S.EnergyInformationAdministration,CountryAnalysisBriefs:Caribbean,octubrede2008;U.S.

    GeologicalSurvey,AssessmentofUndiscoveredOilandGasResourcesoftheNorthCubanBasin,Cuba,

    2004,

    febrero

    de

    2005.

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    21/33

    21

    (Norsk-Hydro), India (ONGC), Venezuela (PDVSA), Malasia (Petronas), Viet Nam (Petrovietnam),

    Brasil (Petrobras) y Rusia (Zarubezhneft).

    Una propuesta de ley presentada en el Senado en julio de 2009 sobre la distribucin de ingresos

    generados por la extraccin de petrleo y gas en aguas federales para cinco estados,28permitira por

    primera vez a ejecutivos y empleados de este sector viajar a Cuba,29segn una adicin al texto propuesta

    por la senadora demcrata Mary Landrieu, de Louisiana, que la prensa seala fue alentado por Petroleum

    Equipment Suppliers Association (PESA), entre cuyos miembros se incluye la Halliburton. Analistas del

    tema sealan que los costos de operacin y logsticos de las inversiones actuales por parte de compaas

    internacionales podran estar sobrecargados entre 30% y 40% como consecuencia de las restricciones del

    bloqueo para obtener partes y piezas, que deben ser obtenidas en Mxico, Brasil o Venezuela, en lugar

    de Texas o Florida. Por otro lado, la viabilidad de estos proyectos depende de que los precios de los

    hidrocarburos en el mercado internacional no desciendan demasiado, pues se tornaran incosteables las

    instalaciones para la extraccin en aguas profundas. En tanto los precios de los combustibles en los

    mercados internacionales continen bajando, el incentivo para pospones estas operaciones se refuerza.

    Asimismo, el desastre de la British Petroleum constituye un referente incuestionable sobre la importancia

    de desarrollar mecanismos conjuntos de cooperacin para la prevencin y respuestas a emergencias de

    este tipo.

    En cuanto a los proyectos de desarrollo y reemplazo de la infraestructura de generacin y distribucinenergtica, en los ltimos aos se han ido introduciendo, con apoyo financiero de organismos

    internacionales y ONG, sistemas de pequea escala en comunidades agrcolas y de montaas, que

    recurren al empleo de paneles solares y plantas hidrulicas. Tambin se ha acudido a una variante de

    generacin redistribuida, que sustituye las viejas plantas generadoras por grupos menores que reducen

    las afectaciones provocadas por los huracanes; sin embargo, a ms largo plazo se necesita de una segunda

    generacin de inversiones ms eficiente en su operacin y que cuente con capacidad para asumir los

    incrementos futuros de la demanda energtica del sector privado y productivo con estndares

    medioambientales actuales.

    Las telecomunicaciones son un campo en el que hay todava mucho por hacer. Internet es uno de los

    pilares imprescindibles para el desarrollo contemporneo que tiene asociados beneficios incuestionables

    28LeslieMooreMira,SenateBillEasesCubaRestrictionsforUSOil,GasIndustry,Platts,NuevaYork,

    8deenerode2010.29

    LeslieMooreMira,SenateBillEasesCubaRestrictionsforUSOil,GasIndustry,Platts,NuevaYork,

    8deenerode2010.

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    22

    en la vida social, econmica y poltica. Cuba tiene una de las tasas de conectividad ms bajas a nivel

    mundial, y la velocidad de descarga es la ms baja del Caribe; la tasa de cobertura, segn cifras oficiales

    de la Oficina Nacional de Estadsticas, es de 23%. Finalmente, se ha reconocido formalmente este dficit,

    y est en vas de implementacin una poltica estatal que gradualmente vaya proveyendo infraestructura

    y acceso en los prximos aos hasta llegar a los niveles de cobertura sealados por el sistema de Naciones

    Unidas.Parte de las nuevas medidas comprende la flexibilizacin de las condiciones para que compaas

    norteamericanas del sector de las telecomunicaciones puedan comenzar a vender bienes y servicios. En

    la prensa se ha reportado los primeros pasos por parte de Netflix, Google y otras empresas. En el

    Congreso ya se present una propuesta de ley al respecto, conocida como Cuba DATA Act30. Estos

    primeros pasos permitirn potenciar de manera significativa otros servicios vinculados (financieros,

    seguros, educacin, transferencia de protocolos tecnolgicos etc) que tienen un fuerte efecto

    multiplicador hacia el resto de las actividades sociales y econmicas.

    En 2010 se puso en marcha un proyecto de 70 millones de dlares de una empresa mixta (60%

    propiedad venezolana y 40% cubana) que extendi un cable de fibra ptica de unos 1 550 km que conecta

    Cuba, Jamaica, Hait y Venezuela, y ms adelante pudiera incluir a Trinidad y Tobago. Esta inversin

    multiplica el acceso cubano a Internet 3 000 veces, con una capacidad de 640 gigabytes, que permite

    soportar unos veinte millones de llamadas telefnicas simultneas. La iniciativa anterior de la

    administracin Obama para la concesin de licencias de la OFAC que permitan establecer contratos,realizar pagos y viajes relacionados con el establecimiento de servicios telefnicos celulares, de

    telecomunicaciones, por satlite, tendido de cable de fibra ptica y reexportacin de bienes y tecnologas

    en ese sector31 se potencia ahora con la concesin de licencias que facilitarn el establecimiento de

    instalaciones comerciales de telecomunicaciones que permitan expandir los servicios domsticos e

    internacionales. Al mismo tiempo, las medidas puestas en vigor autorizan la venta comercial,

    donaciones, exportacin y reexportacin de computadoras, telfonos mviles, televisores, dispositivos

    de memorias, grabacin y software de consumo. Ante las nuevas condiciones, hay numerosas compaas

    de Florida y el Caribe que ya estn en fase exploratoria para presentar propuestas.

    En el campo de los productos y servicios mdicos avanzados Cuba ha sido reconocida en la comunidad

    cientfica internacional por su eficiencia en la produccin de vacunas (meningitis, hepatitis B) y la

    30CubaDigitalandTelecommunicationsAdvancementActorCubaDATAAct.(May2015)presentadapor

    TomUdall(DN.M.),JeffFlake(RAriz.),DickDurbin(DIll.)yMikeEnzi(RWyo)31

    DepartamentodelTesoro,OficinadeActivosExtranjeros(OFAC),TreasuryAmendsCubanAssets

    Control Regulations to Implement the President Initiative on Family Visits, Remittances, and

    Telecommunications,

    3

    de

    septiembre

    de

    2009.

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    23/33

    23

    prevencin epidemiolgica. La capacidad cubana en los estudios de enfermedades tropicales,

    biotecnologa e investigaciones sobre biodiversidad representa alternativas sumamente atractivas para

    los centros de investigacin norteamericanos interesados en establecer programas conjuntos de

    cooperacin como los existentes con el Reino Unido, Brasil, Mxico, China e India.32Otro tanto sucede

    con la produccin de softwares especializados para usos mdicos y de sistemas de control de procesos.

    Las reservas potenciales cubanas para exportar esos servicios a los Estados Unidos tienen amplias

    posibilidades, dado el reconocimiento internacional ya alcanzado. Una rara excepcin fue, en 2004, la

    compaa CancerVax de California, que recibi autorizacin del Departamento del Tesoro para realizar

    ensayos clnicos de tres vacunas contra el cncer junto al Centro de Inmunologa Molecular cubano. Una

    vez aprobadas, las importaciones de estos y otros productos cuentan con una demanda segura. Hasta la

    fecha, se ha dado un primer paso tras la vista reciente del gobernador Andrew Cuomo de New York, el

    Centro de Inmunologa Molecular (CIM) de Cuba y el Instituto Roswell Park contra el Cncer, de Nueva

    York, firmaron un acuerdo33para exportar a Estados Unidos una vacuna teraputica contra el cncer de

    pulmn desarrollado en la isla (CIMAVax-EGF creada por Cuba en 2011 tras 15 aos de investigacin,

    con derecho de patente en todo el mundo) permitiendo iniciar la fase de los ensayos clnicos, al tiempo

    la empresa neoyorquina Infor, que desarrolla software para industrias especficas, tambin ha decidido

    suministrar software a universidades cubanas para "capacitar estudiantes con la finalidad de que se

    conviertan en lderes en el manejo de tecnologas en este campo".Existe un creciente inters hacia las posibilidades vinculadas con las exportaciones cubanas de bienes

    y servicios mdicos, si bien estos requieren protocolos previos de certificacin, as como garantas sobre

    la propiedad intelectual de los resultados de la investigacin, que an estn en fase temprana. Si se lograse

    la certificacin de los servicios mdicos, y hacer extensiva hacia las agencias cubanas la cobertura de

    seguros mdicos de los ciudadanos norteamericanos, estos pudieran tambin beneficiarse de tal

    modalidad alternativa, empleada durante aos en pacientes de otras regiones, que viajan para conocer el

    pas y ser operados o recibir tratamientos especializados, en no pocos casos a precios mucho ms

    competitivos que en sus pases de origen.

    La industria de productos farmacuticos es otro campo donde existen condiciones favorables para

    expandir las ventas cubanas a corto plazo, partiendo de las instalaciones actuales, sin necesidad de

    recurrir a grandes inversiones, utilizando, por ejemplo, la opcin de producciones cooperadas en joint

    32Michael T. Clegg y Sergio Jorge Pastrana, U.S.Cuban Scientific Relations, Science, v. 322,

    Washington,DC,17deoctubrede2008.33

    "CubaexportaraEstadosUnidosvacunacontracncerdepulmn",PeridicoLaJornada,Jueves23

    de

    abril

    de

    2015,

    p.

    2

    /

    Afp

    http://www.jornada.unam.mx/2015/04/23/ciencias/a02n1cie

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    24

    ventures, o facilitando la inversin extranjera en ese sector, como han hecho pases vecinos. Existen

    tambin opciones poco exploradas en el campo de la produccin de softwares (sistemas integrados para

    usos diversos -mdicos, gestin hotelera, procesos industriales, climatizacin, cultivos especializados,

    etc.-), en los que Cuba cuenta con algn grado de especializacin y ha logrado colocar productos

    competitivos en el mercado internacional.

    Un tema especialmente complejo son las demandas recprocas de compensaciones. Cuba reclama

    indemnizacin por el costo acumulado por ms de cincuenta aos del bloqueo. Aunque difcil de

    cuantificar con precisin, los costos asociados a este toma muchas formas comprende mltiples aspectos,

    incluyendo reorientacin de mercados con sus costes implcitos de transportes y seguros y las

    prdidas, por reorientacin en las exportaciones, el turismo y los vuelos comerciales; los impactos

    tecnolgicos; mayores recargos en la deuda externa, y la migracin laboral calificada, para referenciar

    sucintamente los ms reconocidos; pero tambin su efecto se ha extendido hacia terceros pases, con

    consecuencias significativas. Las prdidas cubanas acumuladas, registradas oficialmente, se estima que

    sobrepasan los 121 000 millones de dlares. Por su parte, las reclamaciones por las propiedades

    norteamericanas nacionalizadas en los aos 60, tienen dos componentes que difcilmente puedan

    negociarse en igualdad de condiciones. En un primer grupo estn las reclamaciones validadas por el

    Departamento de Justicia norteamericano en 1964 (unas 5,911 reclamaciones por valor de $ 1,800

    millones, estimado hoy en unos $ 7,000 millones incluyendo los intereses)a lo que se suman otro grupode reclamaciones por concepto de compensacin de daos concedidas bajo la ley Helms-Burton a los

    ciudadanos cubanos nacionalizados y que en opinin de los expertos no estn certificadas en igualdad

    de condiciones.

    Este es, sin dudas, uno de los temas ms difciles a dirimir, pues tiene mltiples aristas, muchas de

    las cuales requieren de una negociacin marco de tipo poltico-jurdica que establezca definiciones,

    mtodos de valoracin y esquemas de tratamiento, sin lo cual resulta difcil avanzar hacia una

    normalizacin de las relaciones econmicas en sentido amplio. Adems, hay que considerar las posibles

    vinculaciones sobre los beneficios generados por las operaciones comerciales actuales con esas

    reclamaciones pendientes, pues pueden llegar a convertirse en un serio impedimento para su desarrollo.

    Algunas de las propuestas sugeridas a la administracin Obama en ese terreno son: rescindir la

    prohibicin de venta o transferencia a herederos de propiedades que forman parte de las reclamaciones

    contra Cuba, sin autorizacin especial (de OFAC o del Congreso); autorizar a dichos propietarios la

    negociacin individual con el gobierno cubano, lo que requerira licencias del Departamento del Tesoro

    para que puedan ser compensados con dinero o acciones en entidades cubanas; precisar (en una

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    declaracin de la administracin) que el gobierno atendera solo las compensaciones de los que eran

    ciudadanos norteamericanos en el momento de la expropiacin; iniciar un acercamiento con el gobierno

    cubano para negociaciones bilaterales por intermedio de la Foreign Claims Settlement Commission y,

    finalmente, rechazar la seccin 211 de la Ley de apropiaciones, de 1999, que niega a los reclamantes la

    potestad de registrar o renovar los derechos de marcas si estas estn asociadas a propiedades

    nacionalizadas.34

    En la dinmica de transformaciones en la insercin internacional cubana de las ltimas dos dcadas,

    las relaciones econmicas con los Estados Unidos han tenido un carcter singular. En momentos en que

    el eje de los intercambios eran la Unin Europea y Canad, con un entorno caracterizado por la volatilidad

    de los acuerdos y altos costos financieros, los intercambios con los Estados Unidos fueron una alternativa

    coyuntural decisiva para la supervivencia, tras el colapso del campo socialista, en los 90. El turismo

    devino la primera fuente de ingresos, y una parte significativa de este provena de dicho pas, las remesas

    llegaron a constituir la tercera fuente de ingresos, y en sus inicios estas se enviaban, casi en su totalidad,

    desde territorio norteamericano. A partir de 2000, el eje se desplaza hacia Asia (China), y Amrica Latina

    (Venezuela), bajo otro marco de relaciones, caracterizadas por acuerdos intergubernamentales y mayor

    estabilidad financiera a partir de la cobertura provista por los crditos y los acuerdos suscritos en el marco

    de la integracin con el Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica (ALBA). Se

    produce entonces una alta concentracin del volumen de compras e inversiones en estos dos pases. Enparalelo, las compras de alimentos a los Estados Unidos se expanden hasta convertirlos en el cuarto socio

    comercial, justo cuando las restricciones se hacen ms rigurosas. En resumen, en ninguno de los dos

    perodos de Bush puede decirse que el marco de referencia de las relaciones econmicas externas cubanas

    fuera particularmente favorable para que se ampliasen los intercambios; sin embargo, ese ha sido el

    resultado. Se puede inferir algunas lecciones de estos desarrollos? Al menos una: a pesar de la obstinada

    poltica para fomentar el aislamiento durante los ltimos cincuenta aos, ambos pases han derivado

    progresivamente hacia mecanismos alternativos que, sin tener como condicin previa el cambio del

    marco jurdico, tienden a hacerlo cada vez ms poroso con un tratamiento segmentado y gradual a partir

    de la viabilidad concreta de algunas alternativas en las que se lograron avances en las discusiones

    bilaterales de alto nivel, opciones que a su vez pudieran ampliarse o consolidarse despus con acciones

    del congreso.

    34Omnibus Consolidated and Emergency Supplemental Appropriations Act, 1999.

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    26

    Continuidad y cambio. Una propuesta de escenarios tentativos

    Cuando se hacen pronsticos, en gran medida se proyecta el presente sobre el futuro subestimando las

    innovaciones radicales que, hasta en un statu quoprolongado, se pueden producir. Esa fue la leccin de

    los aos 90 con las transformaciones que siguieron al colapso del socialismo sovitico, y de los 2000 con

    el intercambio econmico entre Cuba y los Estados Unidos. Adems, hasta los ejercicios en escenarios

    consensuados pueden derivar hacia construcciones del tipo wishful thinking (proyectar deseos); pero no

    por ello tienen por qu ser excluidos, pues siempre son tiles para explorar algunas opciones alternativas.

    El conocido intelectual Ignacio Ramonet apuntaba, meses antes de finalizar la campaa electoral de

    Obama, que si este resultaba electo, y si realmente trataba de reemplazar la filosofa del cambio de

    rgimen cubano por un tipo de convivencia ms o menos flexible, entonces ello significara una

    revolucin copernicana para el sistema poltico cubano, que se vera obligado a redefinir a su enemigo

    histrico en trminos compatibles con una poltica ms pragmtica de normalizacin de las

    relaciones.35De manera sorpresiva, este escenario ya ha comenzado a convertirse en una desafiante

    realidad.

    Del lado norteamericano hay al menos dos factores que considerar: primero, con los cambios

    introducidos Obama ya ha cumplido con las promesas hechas sobre Cuba durante su campaa; de hecho,

    se ha invertido el paradigma vigente antes: pasando de la poltica de sanciones y condicionalidad en la

    espera a que se concretaran cambios en la isla como requisito preliminar para iniciar el acercamiento,hacia una posicin pro-activa, orientada a establecer vnculos que adems de restaurar el aislamiento

    internacional en que se encontraba la posicin de los EUU, generen dinmicas favorables a las visiones

    de cambio deseadas ; segundo, los efectos de ese cambio aun no representan una normalizacin plena, la

    naturaleza misma del proceso de modificacin de la poltica exterior no concede suficiente margen al

    ejecutivo como para implementar modificaciones profundas en corto tiempo. Como seal Henry

    Kissinger:

    La poltica exterior de Obama debe navegar entre dos tipos de presiones pblicas hacia la diplomacia

    que son endmicas de las actitudes norteamericanas. Ambas buscan trascender la diplomacia

    tradicional de dar y tomar. La primera refleja la aversin a negociar con sociedades que no comparten

    sus valores y puntos de vista generales. Rechaza el esfuerzo por alterar el comportamiento del otro

    lado mediante negociaciones. Trata el compromiso como una contemporizacin y busca la conversin

    o el derrocamiento del adversario. Los crticos de este enfoque representan la segunda fuente de

    35Jorge Halpern, Obama puede provocar un sismo en el futuro de Cuba (Dilogo con Ignacio

    Ramonet),

    El

    Mundo,

    Madrid,

    2

    de

    marzo

    de

    2008.

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    presiones, y enfatizan la psicologa. Ellos consideran la apertura de negociaciones como una

    transformacin inherente; para ellos, el simbolismo y los gestos representan sustancia.36

    El reconocimiento tcito de la necesidad de renovar la imagen internacional de los Estados Unidos, y

    los esfuerzos del Presidente por recurrir a una diplomacia menos agresiva que la de su predecesor no

    significan que el balance de fuerzas en el Congreso se haya desplazado suficientemente, alejndose de la

    primera perspectiva que ha prevalecido en los ltimos ocho aos.

    Algunas restricciones ya se han modificado parcialmente de forma expedita; otras requieren un

    desmontaje gradual, pero por ahora no hay condiciones para que el Congreso est dispuesto a ir

    demasiado lejos. Por lo tanto, aun contando con el deseo explcito de relajar parcialmente las

    prohibiciones en temas especficos, tampoco cabe esperar que a corto plazo, la nueva administracin que

    saldr de las prximas elecciones se involucre en un esfuerzo especial para que se reformule a fondo la

    poltica a fin de desmontar el bloqueo.

    En el caso concreto de las relaciones econmicas entre Cuba y los Estados Unidos, se pueden

    considerar algunos marcos de maniobra. A partir de los elementos antes descritos, y considerando

    tanto la inercia de los procesos en curso como la falta de incentivos para innovaciones sustantivas

    inmediatas para ambas partes, lo ms probable es que prevalezca el contexto actual como una variante

    de continuismo suave a partir de las medidas aprobadas. De producirse alguna modificacin, parecenms viables las del tipo gradual selectivo que las de cambio drstico. Grosso modo, estas pueden ser:

    1) Post-Obama, (desde el ejecutivo) clintonizado o descafeinado. Como sucedi con la

    administracin Clinton, una agenda inicial relativamente liberal se fue modificando sobre la marcha

    hasta quedar reducida sustancialmente como resultado de presiones coyunturales y cambios en las

    prioridades. Dentro de ese marco, es posible un incremento de los intercambios acadmicos y

    culturales, las remesas, y los viajes. Las ventas de bienes agrcolas y las relaciones financieras podran

    seguir el patrn reciente de ampliacin limitada de los espacios de interaccin. No hay replanteo de

    los fundamentos de las relaciones; siguen los intentos en el Congreso por flexibilizar el turismo y el

    comercio. Desgaste y prdida de incentivos para lograr una flexibilizacin rpida en las inversiones,

    transferencia tecnolgica y conciliacin de estndares por la falta de respaldo desde el congreso. No

    36HenryA.Kissinger,ObamasForeignPolicyChallenge,TheWashingtonPost,Washington,DC,22

    deabrilde2009.

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    se descartan ocasionales discrepancias, pero sin llegar al recrudecimiento de la confrontacin. Aunque

    habra que esperar por el resultado de las elecciones para conocer las prioridades del ejecutivo,

    continuaran los esfuerzos en el congreso por ampliar el comercio y el turismo. Es una prolongacin

    del el escenario en curso, la posicin relativa de los Estados Unidos (comercio, turismo y remesas) en

    la economa cubana empieza a ser cada vez ms activa cambia poco.

    2) Incentivos moderados (allegro ma non troppo). Se extiende la flexibilizacin en reas con precedencia

    como turismo, academia, religin y cultura, a partir de un cambio en el balance de fuerzas en el

    Congreso. Crece el incentivo, pero con este puede agudizarse el conflicto con las regulaciones, lo que

    conducira a revisar algunas de ellas en su interpretacin jurdica, no en la formulacin siguiendo

    el patrn reciente de los pagos en efectivo. En este contexto, los actores no institucionales de ambos

    gobiernos (ONG, academia, prensa, cultura, etc.) tienen un papel inicial clave en ensayar o facilitar

    alternativas de dilogo. El restablecimiento de programas de intercambio entre tales interlocutores

    puede, a su vez, ser de utilidad al generar un clima constructivo que facilite la cooperacin formal en

    otros temas de inters recproco. Los beneficios por concepto de expansin del turismo seran

    importantes por dos vas: ingresos directos y efecto derrame hacia actividades vinculadas. La

    comercializacin de bienes intelectuales (msica, servicios de consultora, entrenamientos, etc.)

    conllevara algn nivel de concertacin sobre proteccin recproca de derechos de propiedad

    intelectual. En trminos econmicos, puede extender los ingresos cubanos al menos en un tercio delos niveles precedentes sin necesidad de asumir grandes inversiones. Puede llegar a requerir algn

    nivel de concertacin con normas regionales.

    3) Optimista evolutivo (el menos probable, de largo plazo). Las diferencias de sistemas polticos y de

    posiciones en el contexto internacional no van a desaparecer en lo fundamental; sin embargo, puede

    lograrse un clima de convivencia sin llegar a una confrontacin sostenida, como ha ocurrido con China

    y Viet Nam, por ejemplo. En ese contexto, pueden producirse avances graduales para desplazar el

    centro de gravedad, que hara suficientemente porosa la aplicacin de la Helms-Burton (CLDSA), al

    punto que requiera un replanteo. Sin precisar detalles en el marco poltico requerido, supone, en lo

    econmico, opciones como la desregulacin parcial en comercio y energa, as como para el

    financiamiento y la inversin limitados en sectores seleccionados. Este proceso desborda, en tiempo,

    el margen de una sola administracin y puede ser muy vulnerable a cambios polticos

    norteamericanos. Bsicamente, obligara a derogar la aplicacin a Cuba del Acta de Comercio con el