Las sociedades europeas nos ... - Envejecimiento...
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Las sociedades europeas nos enfrentamos a uno de los retos más difíciles, pero a su vez más apasionantes, de los últimos decenios, como es la atención a las personas dependientes.
El nuevo escenario demográfico resultado de una serie de factores coincidentes en el tiempo, como son, el progresivo envejecimiento de la población, el incremento de la esperanza de vida y el aumento de las situaciones de dependencia, así como los cambios experimentados en las relaciones familiares determinan la necesidad de reajustar nuestras políticas sociales al efecto de ofrecer respuestas eficaces a las personas que, por diversas razones, no pueden desarrollar una vida independiente sin ayuda de otras personas. No obstante, si bien es cierto que los estudios demográficos demuestran que la Comunidad Valenciana y España percibirán este fenómeno mucho más tarde que otras naciones y regiones europeas, no es menos cierto que tenemos el deber y la responsabilidad de anticipar las respuestas que este complejo problema requiere. Contamos para ello con importantes factores que juegan a nuestro favor, fruto del dinamismo mostrado por nuestra Comunidad en los últimos años, tanto en términos de crecimiento, como sobre todo de aumento del empleo y de la afiliación a la Seguridad Social. Nos encontramos, por tanto, ante un escenario favorable y de ahí que nos planteásemos como una labor previa e ineludible, realizar un diagnóstico de la situación de la dependencia en la Comunidad Valenciana. Una tarea que hemos abordado escuchando a los afectados, a los profesionales que trabajan en este campo, y también, a las familias. En definitiva, a la sociedad entera. El único interés del Gobierno Valenciano es garantizar la sostenibilidad y la mejora progresiva de la sociedad del bienestar, y en ese sentido las recomendaciones de los expertos apuntan en la línea de reconocer y ampliar el apoyo que se brinda en la actualidad a las familias y a los cuidadores informales, insistiendo en la necesidad de diseñar una oferta de servicios para atender a la dependencia que sea próxima al ciudadano, ágil, eficaz, flexible y polivalente. Esas serán nuestras metas para los próximos meses y años. Somos conscientes de que si somos capaces de alcanzarlas estaremos mucho más cerca de ser esa sociedad justa y solidaria que se ocupa del bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas. A ello, dedicaremos todo nuestro esfuerzo.
Alicia de Miguel García, Consellera de Bienestar Social
de la Generalitat Valenciana
ESTUDIO GENERAL DE LA DEPENDENCIA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
ESTUDIO GENERAL DE LA DEPENDENCIA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA Iniciativa de la Conselleria de Bienestar Social articulada en base a tres estudios: “Estudio de la incidencia de la demencia y situación
sociosanitaria en las personas mayores. La dependencia en
la Comunidad Valenciana. Presente y futuro”. Fundación
para la Investigación del Hospital Clínico Universitario de
Valencia, (dirigido por José Miguel Laínez)
Determinación del número de personas dependientes en la Comunidad
Valenciana y Diagnosis del estado sociosanitario de los mismos.
“La dependencia en la Comunidad Valenciana. Aspectos
psicosociales”. Universitat de València – Estudi General. (dirigido por Enrique Berjano, Antonio Ariño y Ramón Llopis).
Realización de trabajos de campo con el objetivo de determinar la actitud,
percepción, valoración y comportamientos de la población en general, los
cuidadores formales, los cuidadores informales y los propios dependientes
ante al fenómeno de la dependencia en la Comunidad Valenciana.
“Estudio General de la dependencia. Análisis del coste,
modelos y alternativas financieras”. (Juan Manuel Pérez)
Análisis del coste, propuestas de organización y alternativas de financiación
para el sistema de atención a la dependencia en la Comunidad Valenciana.
ESTUDIO DE LA SITUACIÓN SOCIOSANITARIA EN LAS PERSONAS MAYORES
I
BLOQUE I: ANTECEDENTES
1. EL ENVEJECIMIENTO 2
1.1 El Envejecimiento en los países desarrollados 2
1.2 El envejecimiento demográfico en España 4
1.2.1 El envejecimiento en España: Ayer 4
1.2.2 El envejecimiento en España: Hoy 4
1.2.3 El envejecimiento en España: Mañana 5
1.3 Evolución del envejecimiento en la Comunidad Valenciana 7
2. CONCEPTO Y MARCO TEÓRICO DE LA DEPENDENCIA 9
3. LA DEPENDENCIA EN LOS MAYORES EN ESPAÑA 10
3.1 Los mayores dependientes hoy 10
3.2 Los mayores dependientes en el futuro 12
4. DETERMINANTES O PREDICTORES DE LA VEJEZ DEPENDIENTE 13
4.1 Factores demográficos 13
- Género 13
- Edad 13
- Estado civil 14
4.2 Factores culturales 14
- Nivel educativo alcanzado 14
4.3 Factores económicos 15
- Profesión y sedentarismo 15
- Nivel de ingresos y estatus social 15
4.4 Factores fisiológicos 15
- Salud subjetiva 15
- Índice de masa corporal 16
4.5 Conductas saludables y hábitos de vida 16
-Ejercicio físico 16
II
5. A MODO DE RESUMEN: ALGUNOS DATOS SOBRE 17
EL RIESGO DE CAÍDA EN DEPENDENCIA
6. LA VALORACIÓN DE LA DEPENDENCIA 19
6.1 Valoración de las actividades básica de la vida diaria (ABVD) 20
a) Índice de Barthel 21
b) La Escala de la Cruz Roja de la Validación 22
c) Índice de Katz 23
6.2 Valoración de las actividades instrumentales de 25
la vida diaria (AIVD)
a) La Escala del Centro de Filadelfia de Lawton 25
b) La Escala de Evaluación Rápida de la Incapacidad 26
6.3 Valoración de la actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD) 27
6.4 Valoración del estado cognitivo 28
a) El Mini Examen Cognoscitivo (MEC) 28
b) El Short Portable mental Status 29
Questionnaire (SPMSQ)
c) El Test del Dibujo del Reloj (TDR) 29
III
BLOQUE II: ESTUDIO DE LA INCIDENCIA DE LA DEMENCIA Y
SITUACIÓN SOCIOSANITARIA EN LOS PERSONAS MAYORES
1. INTRODUCCIÓN 32
2. ANTECEDENTES DEL ESTUDIO. ESTUDIO PREVIO 34
3. ESTUDIO ACTUAL 35
3.1 Objetivos 35
3.2 Material y método 35
3.2.1 Localización geográfica y población de estudio 35
3.2.2 Duración del estudio 35
3.2.3 Metodología empleada 36
- Contacto con los sujetos 36
- Entrevistadores 36
- Diseño de la entrevista 36
3.3 Propuesta de una clasificación en la dependencia: 45
valoración conjunta ABVD-AIVD
IV
BLOQUE III: RESULTADOS
1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA MUESTRA 49
2. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN SOCIAL 58
2.1. Valoración del estado de salud física 58 2.2. Valoración del nivel de dependencia 86 2.3. Valoración del estado mental 113 2.4. Valoración sociofamiliar 126 2.5. Valoración socioeconómica 129 2.6. Valoración del entorno físico 142
3. CAUSAS DE DEPENDENCIA 148
4. OBSERVACIONES CONTEXTUALES 153
5. ANÁLISIS BIVARIANTE: CARACTERÍSTICAS DE LOS 159
PACIENTES CON DEPENDENCIAS
5.1. Edad 159 5.2. Otras variables sociodemográficas 167 5.3. Estado de salud física 169 5.4. Actividad básica e instrumental 177 5.5. Valoración cognoscitiva (MEC) 179 5.6. Valoración sociofamiliar 183 5.7. Valoración socioeconómica 189 5.8. Valoración del entorno físico 209 5.9. Causa de dependencia 216 5.10. Observaciones contextuales 223
6. ANÁLISIS MULTIVARIANTE: REGRESIÓN LOGÍSTICA 228
V
BLOQUE IV: CONCLUSIONES DEL PRESENTE ESTUDIO
1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA MUESTRA 232
2. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN SOCIAL 233
2.1. Valoración del estado de salud física 233 2.2. Valoración del nivel de dependencia 234 2.3. Valoración del estado mental 237 2.4. Valoración sociofamiliar 237 2.5. Valoración socioeconómica 238 2.6. Valoración del entorno físico 239
3. CAUSAS DE DEPENDENCIA 241
4. OBSERVACIONES CONTEXTUALES 242
5. ANÁLISIS BIVARIANTE: CARACTERÍSTICAS DE LOS 243
PACIENTES CON DEPENDENCIAS
5.1. Edad 243 5.2. Otras variables sociodemográficas 244 5.3. Estado de salud física 244 5.4. Actividad básica e instrumental 245 5.5. Valoración cognoscitiva (MEC) 245 5.6. Valoración sociofamiliar 246 5.7. Valoración socioeconómica 246 5.8. Valoración del entorno físico 249 5.9. Causa de dependencia 250 5.10. Observaciones contextuales 251
6. ANÁLISIS MULTIVARIANTE: REGRESIÓN LOGÍSTICA 252
VI
BLOQUE V: ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES SEGÚN
ESTUDIOS
1. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES EN ESPAÑA 255
2. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES EN LA 258
COMUNIDAD VALENCIANA
3. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES A 262
NIVEL INTERNACIONAL
4. LA DEPENDENCIA EN EUROPA 266
5. LA MEDIDA DE DEPENDENCIA FUERA DE EUROPA 269
VII
BLOQUE VI: BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA 271
ANEXO 281
Bloque I. Antecedentes
1
BLOQUE I
ANTECEDENTES
Bloque I. Antecedentes
2
1. EL ENVEJECIMIENTO
1.1. El envejecimiento demográfico en los países desarrollados
En los últimos dos siglos, viene produciéndose en zonas cada vez más
amplias del planeta una transformación de los sistemas demográficos conocida
como "transición demográfica". Dicha transición consiste, básicamente, en el
paso de un régimen de tasas elevadas de mortalidad y de natalidad, a otro en
que ambas tasas vuelven a "equilibrarse" en niveles más inferiores. A lo largo
de este proceso se produce un periodo intermedio, en que la mortalidad ya ha
empezado a disminuir pero la natalidad no, con el consiguiente aceleramiento
de los ritmos de crecimiento de la población.
Hasta ahora no existe absoluta unanimidad sobre las causas de este proceso,
si bien, se admite, generalmente, que están relacionadas con el grado de
desarrollo económico de cada país. Este desarrollo se evidenciaría inicialmente
en el descenso de la mortalidad, como reflejo de las mejoras en la atención
médica, las condiciones sanitarias, la alimentación o en la vivienda, y
posteriormente se observaría un descenso de la natalidad resultado de la mayor
supervivencia de los neonatos (reflejo así mismo, de los avances sanitarios
anteriormente comentados) así como de la mayor capacidad de decisión por
parte de las mujeres respecto a sus embarazos.
Así de los veinte países con mayor porcentaje de personas de 65 y más años
en 1992, los 18 primeros eran europeos, seguidos por Japón y por Estados
Unidos. Suecia, con el 17,9%, ocupaba el primer lugar, seguida de Noruega.
España se situaba un el duodécimo lugar, con más del 14%.
Los estudios epidemiológicos sobre el envejecimiento realizado más
recientemente revelan que este ranking de países con mayor población
envejecida ha variado de forma significativa. Los puestos de cabeza son
ocupados actualmente por Italia con un 18%, Suecia y Grecia, ambos con un
17,3%, y Alemania, Bélgica y España, compartiendo los tres el 16,7% (ver
Tabla 1). El porcentaje medio de personas mayores de 65 años en la Unión
Europea era del 16,3% en 2001.
Bloque I. Antecedentes
3
Tabla 1. POBLACIÓN DE 65 Y MÁS AÑOS, PREVISIONES NACIONALES. UNIÓN EUROPEA, 2000-2020
Bloque I. Antecedentes
4
1.2. Evolución del envejecimiento demográfico en España
La circunstancia de España de encabezar esta jerarquización es bastante
reciente. Nuestra transición demográfica se ha realizado con cierto retraso con
respecto otros países europeos, y hasta fechas muy recientes nuestra población
se situaba entre las más jóvenes de Europa.
1.2.1 El envejecimiento en España: Ayer
La España de las dos primeras décadas del siglo XX era una sociedad muy
joven, con una numerosa población infantil que gozaba de unas limitadas
expectativas de supervivencia, y que, de hecho, se reducía sustancialmente
durante las primeras edades de la vida. Eran muy pocos los que alcanzaban los
65 años y casos absolutamente aislados aquellos que alcanzaban los 80 años de
vida.
Si comparamos con la sociedad de 1900, la población general en conjunto se
ha duplicado, mientras que el volumen de la población mayor se ha
multiplicado por siete (a principios del siglo XX tan sólo había 967.754
individuos con 65 años de edad; en 1998 ya eran 6.503.768).
El saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) ha venido
descendiendo en los últimos decenios y llevaba camino de ser negativo en los
próximos años, aunque los nacimientos parecían recuperarse.
1.2.2 El envejecimiento en España: Hoy
En 1992, había en España 5.761.767 personas mayores de 65 años. En 2005,
rondamos los 7 millones.
Actualmente, el incremento de la esperanza de vida surge de una
combinación de mortalidad decreciente y morbilidad creciente. La esperanza
de vida en salud para España se sitúa en 72,8 años para la población general,
siendo de 69,8 años para los hombres y de 75,7 años para las mujeres.
Bloque I. Antecedentes
5
Se vive más por lo que se dispone de más tiempo para enfermar. Debido a
esto, el significado de enfermedad también ha variado: ha pasado de ser
considerada un proceso agudo que con gran frecuencia finalizaba con la
muerte, a ser considerada un estado crónico que padece mucha gente en
prolongadas etapas de su vida. Si atendemos a los resultados publicados en
Noviembre de 2001 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un
28% de los españoles tienen en su familia algún anciano que necesita cuidados
y atenciones especiales. Aparece así el concepto de esperanza de vida libre de
discapacidad (o de dependencia). La esperanza de vida libre de discapacidad
actualmente es algo mayor para las mujeres que para los hombres a cualquier
edad, pero probablemente no ocurriría lo mismo si pudiésemos contar con las
mismas personas a los 85 años. A esta edad parece que son los hombres los que
cuentan con mayores perspectivas de vida en salud. Posiblemente la causa haya
que buscarla en una mayor selección por mortalidad entre los hombres de
edades avanzadas.
Nos enfrentamos a un fenómeno nuevo en nuestra sociedad, lo que se ha
llamado “el envejecimiento dentro del envejecimiento”, es decir, la ganancia de
vida a edades ya muy avanzadas. En los últimos treinta años la población de
edad se ha duplicado y (se espera) volverá a hacerlo en los próximos cincuenta.
Mientras que los viejos jóvenes han crecido un 90%, los octogenarios lo han
hecho un 195% (ver tabla 2). Los octogenarios son ahora el 3,8% de la
población (el 22,5% de los mayores).
Las personas de más de 80 años han crecido un 3,7% anual, porcentaje muy
superior al crecimiento del resto de las población mayor o incluso del resto
población en general.
El problema planteado no es sólo un envejecimiento de la población mayor al
esperado sino el problema de la heterogeneidad los mayores.
1.2.2 El envejecimiento en España: Mañana
Hace unos años (1995), y basándose en el censo de población de 1991, el
Instituto Nacional de Estadística calculó que España empezaría a perder
Bloque I. Antecedentes
6
población en 2010. La constatación real de un incremento notable de la
población, debido a la aportación debida al fenómeno de la inmigración plantea
nuevas proyecciones y nuevas hipótesis. La hipótesis que cobra más relevancia
anuncia un declive demográfico hacia 2026.
Para el año 2010 se estima que la esperanza de vida se sitúe en 76,6 años para
los hombres y en 84,2 años para las mujeres. Como consecuencia del aumento
de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad, se estima que el
número absoluto de personas de 65 años y más en España en 2010 se situará en
torno a siete millones cien mil y siete millones cuatrocientas mil personas
mayores (7.111.880 – 7.403.554). En 2025 sobrepasará los 8,5 millones.
No hay que olvidar que la reducción generalizada de las tasas de mortalidad
se da en todas las edades pero será más acentuada en edades avanzadas. Esto se
traduce en el número de personas mayores (octogenarios, nonagenarios y
centenarios) que se triplicará en 2025 con respecto a los datos de 1980. La
población mayor del futuro inmediato pensamos será muy mayor.
Si bien es verdad que gran parte de los mayores actualmente ofrece una
imagen relativamente joven, dinámica y saludable, es muy probable que ésta
no sea una imagen adecuada para la mayoría de la vejez en un futuro
inminente. Aunque la discapacidad no es una consecuencia inevitable del
envejecimiento humano, el riesgo de sufrir enfermedades crónicas y
discapacidades está fuertemente relacionado con la edad.
Este proceso puede ser considerado un ligero aviso de lo que ocurrirá de
forma mucho más notoria entre los años 2022 y 2041, años en los que
accederán a la vejez y al irán llenando las generaciones más numerosas de
nuestra historia. En 2050 las personas mayores de 65 años serán ya el 10% de
toda la población española
Bloque I. Antecedentes
7
Tabla 2. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN MAYOR. ESPAÑA, 1900-2050 (miles)
1.3 Evolución del envejecimiento en la Comunidad Valenciana
En la Comunidad Valenciana se ha podido observar el mismo fenómeno que
en el resto del estado español. La población en general en 1991 era de
3.857.234 habitantes de los que 525.397 tenían 65 años o más, lo que
representaba ya el 13,6% de la población de la comunidad (ver tabla 3).
Tan sólo diez años más tarde, en 2001, este porcentaje había aumentado hasta
alcanzar el 16,6% (682.837). Al igual que sucede en el resto de España, se
puede observar una clara mayoría de mujeres mayores de 65 años (el 57,45%)
frente a los hombres de la misma edad (el 42,54%). Esta nota nos acerca un
poco más a caracterizar a la vejez actual: la ancianidad es femenina.
Proyección
Bloque I. Antecedentes
8
Tabla 3. PERSONAS MAYORES POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 2000
Bloque I. Antecedentes
9
2. CONCEPTO Y MARCO TEÓRICO DE LA DEPENDENCIA
El Consejo de Europa define la dependencia como un estado en el que se
encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de
autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia o ayuda
importante a fin de realizar los actos corrientes de la vida cotidiana.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la situación
de dependencia como la restricción o ausencia de la capacidad de realizar
alguna actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal
como las actividades de la vida diaria (asearse, vestirse, comer y beber y
cuidar del propio bienestar), preparar la comida y cuidar de la vivienda así
como participar en la movilidad.
La discapacidad corresponde, como resultado de una deficiencia, a toda
reducción parcial o total de la capacidad de desarrollar una actividad o función
dentro de los límites que se consideran normales (OMS).
La dependencia abarca más situaciones que las derivadas estrictamente de la
discapacidad. Las limitaciones funcionales sufridas por el individuo no derivan
únicamente de sus propias características (físicas, sociales, económicas,...) sino
también de las características de su entorno y del medio en el que se
desarrollan sus actividades habituales, sean características arquitectónicas,
jurídicas, administrativas, geográficas o familiares.
Así pues, teniendo en cuenta lo anterior, se entiende por dependencia el
hecho de no poder valerse por si mismo en algún grado, es decir, tener
dificultades o no poder realizar determinadas actividades, habituales para
el conjunto de la población.
Bloque I. Antecedentes
10
3. LA DEPENDENCIA EN LOS MAYORES EN ESPAÑA
3.1 Los mayores dependientes hoy
Según los datos de la Encuesta Nacional de Salud (en 1997) había a finales
del siglo XX aproximadamente 2.099.884 personas mayores que sufrían
limitaciones en alguna actividad. Pero no solo nos interesa la población
discapacitada sino aquella que por causa de una o varias discapacidades (o
incluso de otros factores) se ve limitada en la realización de actividades
habituales y precisa la ayuda de otra persona, es decir, la población
dependiente.
En 1998 la población de más de 65 años era el 15,49% de la población
general. De este 15,49% se estimó que el 26% eran personas dependientes.
En 1999, el 32% de las personas mayores de 65 años tenía alguna
discapacidad (y consecuentemente algún grado de dependencia) mientras que
las personas más jóvenes (por debajo de los 65 años) sólo presentaban
discapacidad un 5%. A partir de los 50 años de edad la prevalencia de
dependencia aumenta de manera notable y es por ello que exista un interés
creciente por investigar la dependencia en las personas ancianas.
En la actualidad se estima hay en España alrededor de 2.300.000 personas
dependientes, siendo un problema que afecta a más de 8 millones de familias.
En el ámbito europeo, la cifra de personas dependientes se sitúa en torno a los
40 millones. Se espera que cuando los diez países candidatos se incorporen a la
Unión Europea, dicha cifra aumente 10 u 11 millones más.
Se estima que en España hay 1.691.799 dependientes mayores de 65 años a
las que hay que sumar alrededor de 100.000 personas que ocupan plazas de
asistidos en residencias de ancianos.
Bloque I. Antecedentes
11
En la Comunidad Valenciana, gracias a los datos del Padrón Municipal
realizado en 2000, se pudo estimar en 2002 los índices de discapacidad (y
dependencia) en las personas mayores de 65 años residentes en Alicante,
Valencia y Castellón.
Así de la totalidad de dependientes, 312.875 los sujetos mayores con
dependencia representaban el 60,1% (en concreto, 187.954 personas). A
resaltar la importante cifra de mujeres, 120.669, que supone el 64,22%.
MAPA DE DEPENDENCIA EN 1998 % POBLACIÓN
Población Española - 40.499.790
Mayores de 65 años 15,49 6.271.427
Dependientes 26,0 1.691.799
Dependencia leve 13,6 883.950
Dependencia moderada 8,7 567.836
Dependencia grave 3,7 240.013
MAPA DE LA DISCAPACIDAD
EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
(DATOS 2002)
%
POBLACIÓN
Población Comunidad Valenciana - 4.162.776
Personas con discapacidad 7,51 312.875
Personas mayores de 65 años 16,6 682.836
% dependientes
Personas con discapacidad mayores de 65 años 187.954 60,10
Hombres 67.255 35,78
Mujeres 120.669 64,22
Bloque I. Antecedentes
12
3.2 Los mayores dependientes en el futuro
Los estudios epidemiológicos permiten realizar precisiones acerca de cómo
será la población española en el futuro. Se prevé que en el año 2010 en España
habrá una población de mayores dependientes de entre 1.724.694 y 2.352.797
personas, es decir, entre un 22,5% y 29,4% de la población mayor.
La estructura por edades y género de los mayores dependientes es, y se espera
seguirá siendo, marcadamente femenina, perfil que se acentúa con fuerza
pasados los 75 años.
Bloque I. Antecedentes
13
4. LOS DETERMINANTES O PREDICTORES DE UNA VEJEZ
DEPENDIENTE
En esta sección se van a comentar aquellos factores que revisten un mayor
riesgo de encontrarse en la vejez en una situación de dependencia, factores que
podríamos llamar determinantes o predictores. Existen algunos aspectos
demográficos, culturales, socioeconómicos, y de comportamiento, además de
los referidos al estado de salud que se correlacionan con unas altas tasas de
dependencia
FACTORES DEMOGRÁFICOS
- Género
En nuestro país, el género se revela como un fuerte determinante de las
limitaciones en la vejez, independientemente de que la población de edad sea
mayoritariamente femenina. De esta forma, tres de cada diez mujeres mayores
(31%) necesita algún tipo de ayuda, mientras que sólo uno de cada cinco
hombres (19%) se encuentran en esta situación.
Así pues, el género se muestra altamente correlacionado con otras variables
con un efecto sobre la dependencia en la vejez, y que podrían ser la verdadera
causa que se esconde tras la alta prevalencia femenina, tales como el estado
civil (principalmente la viudedad), el nivel de ingresos o el grado de
alfabetización.
- Edad
Parece que una edad avanzada es uno de los determinantes más fuertes de
encontrarse en una situación de dependencia. Las diferentes encuestas revelan
que las personas de 75 y más años presentan unas tasas de dependencia
moderada que duplican las de la población entre 65 y 74 años y tienen riesgos
cinco veces superiores de que ésta sea grave.
Bloque I. Antecedentes
14
- Estado Civil
Mientras que en los casados uno de cada cuatro tiene algún problema que lo
coloca en una situación de dependencia (21%), entre los viudos esta situación
alcanza el 38% de los mismos.
La soledad en los hombres de edad en estas generaciones en las que los roles
de género han estado fuertemente diferenciados, se traduce fácilmente en
necesidad de ayuda en el ámbito doméstico, dada su escasa experiencia y las
dificultades que supone un proceso de aprendizaje a estas edades. El estado
civil parece ser un buen indicador del grado en el que la soledad y un mayor
aislamiento influyen en esta situación.
FACTORES CULTURALES
- Nivel educativo alcanzado
Las encuestas revelan que a medida que disminuye el nivel de estudios,
aumenta el nivel de dependencia. Una posible interpretación de estos
resultados podría argumentar que la educación está también altamente asociada
con un estilo de vida que incluye realizar algún ejercicio físico, beber alcohol
moderadamente, controlar el sobrepeso y no fumar, y todo ello mejora la salud.
La educación es la única variable socioeconómica que muestra una
correlación significativa con el consumo de tabaco, la hipertensión, el
colesterol, el índice de masa corporal y el conocimiento del propio estado de
salud.
Así pues, se puede concluir que el analfabetismo supone por sí mismo,
uno de los mayores riesgos de encontrarse en una situación de dependencia.
Controlando las restantes variables, los analfabetos sufren un riesgo que casi
triplica a los que, al menos, saben leer y escribir.
Bloque I. Antecedentes
15
FACTORES ECONÓMICOS
- Profesión (y sedentarismo)
Entre las características biográficas, la más determinante de una vejez
dependiente es haber realizado tareas que han supuesto una vida sedentaria, por
encima de aquellas actividades que hayan supuesto trabajos pesados con
grandes esfuerzos físicos. El sedentarismo multiplica por 1,4 los riesgos de que
la dependencia sea moderada en vez de leve, y por 3,5 los riesgos de que esta
sea grave.
- Nivel de ingresos y estatus social
En España, entre los mayores que se encuentran en un estatus medio-bajo, la
dependencia alcanza uno de cada cuatro, y a cuatro de cada diez en el estrato
social más bajo. La población más modesta y con unos ingresos reducidos es la
que no sólo ha tenido peores condiciones de vida, sino que estas condiciones se
han traducido en altos niveles de dificultades en la vejez.
FACTORES FISIOLÓGICOS
- Salud subjetiva
Un factor al que poca atención se le ha prestado hasta ahora es la percepción
del propio estado de salud. Los últimos resultados apuntan a que cómo se
encuentre el sujeto es más determinante en la dependencia que el diagnóstico
médico del mismo. En la autopercepción del estado de salud no sólo influye el
estado fisiológico objetivo sino que tiene fuertes componentes sociales: los
escasos recursos educativos, los escasos recursos económicos la falta de
recursos sociales y muy especialmente la soledad hace que el sujeto no sepa
cómo enfrentarse a sus propias limitaciones y se sienta más dependiente, y de
hecho lo sea.
Bloque I. Antecedentes
16
- Índice de masa corporal
Un exceso de peso se traduce en un aumento de riesgo de la discapacidad en
edades avanzadas sobre todo en actividades que implican movilidad. En el
extremo contrario, personas con unos índices de masa corporal inferior a 20
tiene un riesgo muy alto de encontrarse en situaciones leves de dependencia.
CONDUCTAS SALUDABLES Y HÁBITOS DE VIDA
- Ejercicio físico
Parece que la práctica de algún ejercicio físico es la mejor medida para
rebajar el riesgo de dependencia, independientemente de la edad y de otros
factores.
Bloque I. Antecedentes
17
5. A MODO DE RESUMEN: ALGUNOS DATOS SOBRE EL RIESGO
DE CAÍDA EN DEPENDENCIA
El riesgo de caer en dependencia está muy relacionado con la edad. A
los 65 años este riesgo alcanza a un 5%, a los mayores de 75 afecta a un 20%,
diez años más tarde (más de 85 años) al 50% y cuando se superan los 90 años
afectaría a más del 70%. Se ha de tener en cuanta que las edades
comprendidas entre los 75 y los 85 años como un periodo de alto riesgo de
dependencia.
Las mujeres parecen sufrir una mayor precocidad de la caída en
dependencia con unos riesgos que son un 30% superiores a los hombres de su
misma edad. A partir de los 75 años las mujeres muestran un riego creciente
suponiendo ya la caída en dependencia de un 3%. Para los varones, la
probabilidad de necesitar asistencia no asciende de forma notoria hasta los 80
años siendo elevado entre los 85 y los 87 años.
Los viudos/as tienen unos riesgos superiores en un 20% a los de los
solteros/as y en un 10% a los de los casados/as a la misma edad.
Los ingresos muestran unos niveles de riesgo similares teniendo
obviamente mas riesgos, la población con menos ingresos (que ganan menos
de 300 euros mensuales) tienen un riesgo un 10% superior que los que ganan
600 euros.
No parece que la profesión por sí misma suponga un riesgo destacado
de entrada en dependencia, salvo en el caso de los trabajadores manuales
no cualificados que sufren unos riesgos un 21% más altos que todas las
demás categorías profesionales.
Las dos variables que se traducen en unos riesgos muy significativos de
entrada en una vejez dependiente, son el nivel educativo y el estado de
salud. La población con un menor nivel educativo pasa más años con
limitaciones en sus actividades y una pobre salud que aquellos con mayores
niveles educativos. Los ancianos que se sienten regular en su estado de salud
sufren unos riesgos que son exactamente el doble que los dicen encontrase
Bloque I. Antecedentes
18
bien, pero los que se encuentra mal o muy mal multiplican por cuatro y medio
el riesgo de caer en dependencia.
De forma general parece que tan sólo dos características están presenten en
situaciones de dependencia superior al 50%:
- la mala o muy mala autopercepción del estado de salud, y
- el analfabetismo (el nivel educativo)
La dependencia en la vejez, que aparece más determinada por cómo se
encuentre el individuo (percepción en la que influyen su situación económica,
sus recursos culturales, sus redes sociales, o por el contrario, el grado de
soledad en el que se encuentre, en tan gran medida como su estado físico
objetivo) que por el diagnóstico médico.
Por otro lado, también parece determinante los recursos culturales con los que
el individuo puede afrontar la vejez (que habrán determinado también los
recursos sociales y económicos que haya podido acumular), siendo la falta de
una alfabetización básica una limitación determinante a la hora de enfrentarse a
las limitaciones de las edades avanzadas.
Las características que por sí mismas arrojan unos riesgos de dependencia en
la vejez más elevados son el analfabetismo, la viudedad, sufrir una
situación de comorbilidad con 3 ó más enfermedades crónicas
diagnosticadas, encontrarse mal o muy mal, haber sobrepasado los 75
años de edad, o presentar un índice de masa corporal superior a 35.
Por el contrario, las características que parecen determinar situaciones más
favorables a la hora de abordar la vejez con cierta calidad de vida y autonomía
son: el contar con recursos educativos (estudios secundarios o universitarios),
disfrutar de un estatus social medio o alto, realizar algún ejercicio físico, y
no encontrarse en una situación de soledad.
Bloque I. Antecedentes
19
6. VALORACIÓN DE LA DEPENDENCIA
La dependencia puede definirse en función de cuatro dimensiones: física,
mental, social y económica. La dependencia puede expresarse en términos
físicos y mentales por medio de varias escalas, las cuales se comentarán más
adelante. Sin embargo, no hay enfoques estandarizados que permitan definir la
dependencia física y mental, por lo que es difícil realizar comparaciones
internacionales ahora, ni en un futuro próximo, a nivel de discapacidad y de
necesidad de atención.
Otros de los factores relevantes en términos de dependencia es la salud social
cuya definición tendría en cuenta el bienestar individual, distinto de la salud
física y la salud mental. La salud social hace referencia a la capacidad de las
personas de funcionar como miembros de la comunidad incluyendo también las
interacciones sociales (relaciones interpersonales así como la participación en
eventos sociales). Por otro lado nos encontraríamos los factores económicos
directamente relacionados con los recursos disponibles que permiten que las
personas participen significativamente en el ámbito social.
Por muy importantes que sean, las capacidades físicas y mentales son sólo
parte de los determinantes de todos los aspectos relacionados con la
dependencia. De ahí la necesidad de abordar una definición de dependencia
que incorpore un enfoque más global. La dependencia debería definirse, al
menos, en función de cinco dimensiones: física, mental, familiar, social y
económica. Pero en la práctica diaria, cuando se desea conocer si existe
dependencia, habitualmente se presta atención a la necesidad o no de ayuda
proporcionada por otra/s persona/s para desarrollar las llamadas actividades de
la vida diaria (AVD). A través de estas actividades cotidianas se valora la
funcionalidad del individuo.
En términos generales, se emplean escalas que exploren la funcionalidad del
individuo, cómo se desenvuelve, si necesita ayuda o no para realizar las AVD.
Para valorar la dependencia en personas mayores se debe explorar tanto la
funcionalidad como la competencia cognitiva, ya que en esta población mayor
Bloque I. Antecedentes
20
la dependencia puede venir definida por problemas funcionales asociados a
problemas físicos, a discapacidades sensoriales y a alteración de las funciones
cognitivas.
Las actividades de la vida diaria pueden dividirse según el grado de dificultad
en la realización: las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y las
actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
6.1 Valoración de las actividades básicas de la vida diaria ABVD).
Las AVD básicas constituyen el nivel más bajo de funcionamiento, son
consideradas imprescindibles para vivir, por debajo de ellas sólo quedan las
funciones vegetativas (respiración, mantenimiento de la tensión arterial,
excreción, etc.).
Miden los niveles más elementales de la función física y son esenciales para
el autocuidado (comer, vestirse, desplazarse, asearse, bañarse y continencia de
esfínteres). La alteración de estas funciones se produce de forma inversa a la
adquisición de las mismas en la infancia.
Los instrumentos o escalas más comúnmente empleados en la valoración de
las ABVD son:
a) El índice de Barthel
b) La Escala de la Cruz Roja de Validación de Incapacidad Física
c) El índice de Katz
Bloque I. Antecedentes
21
a) El índice de Barthel
Este índice fue elaborado en 1965 por Mahoney y Barthel para medir la
evolución de los sujetos con procesos neuromusculares y musculoesqueléticos.
El contenido fundamental descansa en tareas dependientes de extremidades
inferiores, pero se acerca al proceso de dependencia dando especial relevancia
a la capacidad de movilidad y al control de esfínteres.
Es una escala heteroadministrada. El tiempo de cumplimentación es
aproximadamente de 5 minutos, y la recogida de información es a través de
observación directa y/o interrogatorio al paciente o, si su capacidad cognitiva
no lo permite, de su cuidador o familiar.
El índice de Barthel monitoriza cambios en la evolución del paciente en las
siguientes parcelas de actividades básicas de la vida diaria: comer, vestirse,
arreglarse, deposición, micción, ir al retrete, trasladarse sillón-cama,
deambulación, subir y bajar escaleras. Consta de 10 ítems y cada ítem puntúa
de forma ponderada según la relevancia que los autores otorgaron a cada
actividad (por ejemplo, la máxima puntuación otorgada al ítem del baño es 5,
mientras que para la deambulación la puntuación máxima es 15; los autores
pensaron que la independencia en la deambulación era más importante para el
conjunto de la independencia como un todo que la independencia en el baño).
La puntuación total oscila entre 0 y 100 puntos (90 para pacientes limitados
en sillas de ruedas). No es una escala continua, lo que significa que una
variación de 5 puntos en la zona alta de puntuación (más cercana a la
independencia) no es semejante al mismo cambio en la zona más baja (más
cercana a la dependencia).
El sistema de puntuación se refiere a continuación:
Mayor de 60 puntos: Dependencia leve o independencia
Entre 40 y 55 puntos: Dependencia moderada
Entre 20 y 35 puntos: Dependencia severa
Menor de 20 puntos: Dependencia total
Bloque I. Antecedentes
22
b) La Escala de la Cruz Roja de Validación de Incapacidad Física
Desarrollada en el Servicio de Geriatría del Hospital de la Cruz Roja de
Madrid y publicada por primera vez en 1972, es una de las escalas más
utilizadas en nuestro entorno.
Es una escala heteroadministrada. Su cumplimentación es sencilla y rápida
(menos de 5 minutos) y no precisa de un entrevistador entrenado.
La escala de incapacidad física clasifica al paciente en 6 grados, desde
independiente (0 puntos) hasta dependiente total (5 puntos), evaluando de
forma especial la movilidad y el control de esfínteres, y de manera más
genérica, la capacidad para el autocuidado.
La interpretación es sencilla, simplemente considera mayor o menor
dependencia en función del grado seleccionado por el entrevistador a partir de
la anamnesia y/o de la observación del paciente.
En nuestro país es una escala que ha sido ampliamente utilizada como
instrumento de screening para detectar necesidades socio-sanitarias de la
población anciana, así como para conocer la situación de independencia-
dependencia funcional en diversos ámbitos.
Un aspecto a resaltar es la escasa precisión en los grados intermedios de la
incapacidad, que es cuando la exactitud de la evaluación adquiere mayor
dificultad (es más fácil clasificar a pacientes extremos – totalmente
dependiente o independiente- que los que presentan un deterioro parcial).
Tiene alta concordancia con el índice de Katz para grados de incapacidad
leves y graves.
Los baremos de puntuación son los siguientes:
0 puntos: Independiente
1-2 puntos: Dependencia leve
3 puntos: Dependencia moderada
4-5 puntos: Dependencia grave
Bloque I. Antecedentes
23
c) Índice de Katz
Esta prueba fue creada en 1963 por un equipo multidisciplinar dirigido por
Katz en el Benjamín Rose Hospital de Cleveland (Ohio), para delimitar la
dependencia funcional en pacientes con fractura de cadera.
El índice de Katz junto con el índice de Barthel es uno de los instrumentos
más ampliamente utilizados. Es una escala sencilla cuyos grados reflejan
niveles de conducta en seis funciones sociobiológicas. Su carácter jerárquico
permite evaluar de forma sencilla el estado funcional global de forma
ordenada, comparar individuos y grupos y detectar cambios a lo largo del
tiempo.
La administración de la escala es heteroadministrada. Consta de seis
elementos y evalúa las AVD proporcionando un índice de autonomía-
dependencia en un breve tiempo de administración (aproximadamente unos 20
minutos).
Las áreas que explora son las siguientes: alimentación, continencia, vestirse,
traslados, uso del retrete y baño.
La escala puede puntuarse de dos formas:
1) De forma jerárquica, de modo que el paciente puede ser
clasificado en 7 grupos denominados por letras (de la A a la G),
2) De forma dicotómica, otorgando 0 ó 1 punto a cada ítem según
sea el sujeto dependiente o independiente, clasificando al individuo
en siete posibles grupos numéricos (de 0 a 6).
Es importante señalar el concepto de independencia de éste índice, que es
distinto del utilizado por otros autores. Se considera independiente a una
persona que no precisa ayuda de otra persona, incluyendo la mera supervisión
de la actividad del otro. Cuando se puntúa de forma dicotómica, al grado
intermedio de dependencia se le otorga 1 punto en el caso del baño, el vestido y
Bloque I. Antecedentes
24
la alimentación, y 0 puntos en el caso de ir al retrete, traslado sillón-cama y
continencia de esfínteres.
Las siete categorías en las que clasifica el índice de Katz a los pacientes
evaluados son:
A. Independiente para comer, contener esfínteres, levantarse, ir al
servicio, vestirse y bañarse.
B. Independiente para todas estas funciones excepto una.
C. Independiente para todas, excepto bañarse y una función
adicional.
D. Independiente para todas, excepto bañarse, vestirse y una
función adicional.
E. Independiente para todas, excepto bañarse, vestirse, ir al servicio
y una función adicional.
F. Independiente para todas, excepto bañarse, ir al servicio,
levantarse y una función adicional.
G. Dependiente en las seis funciones
Otros: Dependiente en, al menos, dos funciones, pero no clasificable
como C, D, E ó F.
El índice de Katz es muy eficaz en pacientes con altos grados de
dependencia, pero ésta disminuye en grupos de personas ambulatorias no
institucionalizadas, en general más sanas.
Bloque I. Antecedentes
25
6.2. Valoración de las actividades instrumentales de la vida diaria
(AIVD).
Las actividades instrumentales de la vida diaria son necesarias para adaptarse
al medio ambiente: escribir, leer, cocinar, limpiar, usar el teléfono, utilizar la
mediación, manejar el dinero, usar los transportes públicos, etc.
Los principales instrumentos para valora las AIVD son:
a) La Escala del Centro Geriátrico de Filadelfia de Lawton
b) La Escala de Evaluación Rápida de la Incapacidad
a) La Escala del Centro Geriátrico de Filadelfia de Lawton
Esta escala fue desarrollada en el Philadelphia Geriatric Center y publicada
en 1969. Fue construida específicamente para población anciana,
institucionalizada o no. Su objetivo es evaluar las capacidades funcionales de
los ancianos según diferentes niveles de competencia, en particular la
autonomía física e instrumental en actividades de la vida diaria.
Evalúa tanto la capacidad para realizar las actividades básicas de la vida
diaria como las instrumentales.
Es una escala heteroadministrada. El tiempo requerido para su
cumplimentación es muy breve, de aproximadamente cinco minutos. El
sistema de puntuación está basado en la información obtenida tanto a partir del
propio sujeto (si su capacidad cognitiva está intacta) como de personas de su
entorno (ya sean familiares, cuidadores como del personal si es un sujeto
institucionalizado).
Posee una sensibilidad adecuada para valorar el deterioro mayor en ancianos.
Los grados de deterioro menos no suelen ser detectados.
Consta de 8 ítems que valoran las siguientes AIVD: utilizar el teléfono,
realizar compras, preparar comida, realizar tareas domésticas, utilización de
Bloque I. Antecedentes
26
transporte, responsabilidad en la toma de medicamentos y capacidad para
manejar el dinero.
Cada uno de los ítems de que consta la escala tiene cuatro posibles respuestas
a las que se asigna el valor numérico 1 ó 0. El entrevistador debe seleccionar
una de las respuestas en cada ítem. La puntuación final es la suma del valor de
todas las respuestas y oscila entre 0 (máxima dependencia) y 8 (independencia
total).
Se han planteado son críticas fundamentales:
1. No cubre por completo las posibles actividades instrumentales de la
vida diaria.
2. Es una escala más apropiada para mujeres que para hombres (ya
que las actividades que evalúa suelen ser desempeñadas por mujeres en estos
grupos de edad).
Una manera de compensar esta segunda limitación consiste en modificar la
puntuación final posible en función del género: entre 0 y 5 para los hombres (a
los que no se les interroga sobre los ítems preparar comidas, hacer compras y
realizar tareas domésticas) y entre 0 y 8 para las mujeres.
a) La Escala de Evaluación Rápida de la Incapacidad
Esta escala fue diseñada por Linn en 1967 y revisada posteriormente en 1982
(The Rapid Disability Rating Scale, RDRS-2).
El objetivo de esta escala es la valoración funcional y el estado mental de los
pacientes crónicos mayores, tanto en sujetos institucionalizados como los que
viven en comunidad.
Se trata de una escala cumplimentada por el cuidador o por el familiar que
observa el comportamiento del mismo en la realización de diferentes tareas.
Bloque I. Antecedentes
27
Consta de 18 ítems que tratan 8 cuestiones sobre actividades de la vida diaria,
3 de habilidades sensoriales, 3 de capacidades mentales y 1 de cada una de las
siguientes: dieta, continencia, medicación y permanencia en cama.
Las preguntas están hechas en términos de cantidad de asistencia que el
paciente requiere para realizar las actividades. Las respuestas se valoran
mediante una escala de cuatro puntos:
1 punto: completa independencia
4 puntos: grado máximo de discapacidad
El rango de puntuación oscila entre 18 y 72 puntos. A mayor puntuación,
mayor grado de discapacidad.
6.3. Valoración de las actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD).
Las AAVD exigen un amplio rango de funcionamiento. Su abandono puede
suponer el inicio del declive funcional. Tienen el inconveniente de estar muy
influenciadas por cuestiones culturales, hábitos de vida, poder adquisitivo, etc.
Por ello se hace difícil elaborar cuestionarios que las valoren de manera fiable.
Las escalas existentes mides actividades físicas y sociales no esenciales para
el mantenimiento de una vida independiente, realización de ejercicios intenso,
deporte, trabajos, viajes, participación en grupos sociales y religiosos, etc.
Bloque I. Antecedentes
28
6.4. Valoración del estado cognitivo.
La afectación cognitiva también es una causa de incapacidad para desarrollar
las actividades vitales con autonomía, y consecuentemente repercute en la
dependencia del anciano.
Resulta interesante evaluar la función superior del individuo gracias a la cual
tiene la capacidad de generar ideas, juicios, recuerdo, comprensión,
abstracción, orientación en tiempo y en espacio, etc.
Para ello se suelen utilizar las siguientes pruebas:
a) El Mini Examen Cognoscitivo (MEC).
b) El Short Portable Mental Status Questionnaire (SPMSQ).
c) El Test del Dibujo del Reloj (TDR).
a) El Mini Examen Cognoscitivo (MEC)
Esta prueba es la adaptación española del Mini Mental State Examination
(MMSE) de Folstein y McHugh publicado en 1975. Fue Lobo y colaboradores,
en 1979, quienes no sólo adaptaron la escala a la muestra española sino que
además introdujeron cambios en algunos ítems que afectan a la puntuación
total. Es una prueba de detección de deterioro cognitivo (específicamente de
demencia) a través del rendimiento cognitivo del paciente en pocas preguntas.
El MEC evalúa las siguientes áreas: orientación, memoria de fijación,
atención y cálculo, memoria a corto plazo y, lenguaje y construcción.
La prueba consta de 35 ítems y la puntuación total es la suma de todas las
puntuaciones obtenidas en las distintas preguntas. El rango de puntuación
oscila entre 0 y 35 puntos.
Los baremos de puntuación son los que siguen:
30-35 puntos: valores normales, sin afectación cognitiva
< 24 puntos (25-29= border line): sugiere deterioro cognitivo
Existe una puntuación total corregida para sujetos analfabetos o con
imposibilidad física de ejecutar algún ítem propuesto. Consiste en realizar la
regla de tres tras obtener la puntuación total. Por ejemplo, si la puntuación total
Bloque I. Antecedentes
29
era de 20 sobre 31 (por ejemplo, el sujeto es ciego), la puntuación total
corregida se obtendrá: (20x35)/31 = 22,5, que se redondea a 23.
b) El Short Portable Mental Status Questionnaire (SPMSQ)
Es una prueba de detección de deterioro cognitivo de aplicación muy rápida,
unos cinco minutos, que valora 4 parámetros: memoria a corto plazo, memoria
a largo plazo, orientación, información sobre hechos cotidianos y capacidad de
cálculo.
Se emplea con individuos muy ancianos y/o analfabetos y/o con limitaciones
sensoriales, especialmente en el ámbito institucional.
Consta de 10 ítems que puntúan 0 ó 1. Se valoran los errores y no los aciertos.
Los baremos de puntuación se muestran a continuación:
De 0 a 2 errores: Puntuación normal
De 3 a 4 errores: Deterioro cognitivo leve
De 5 a 7 errores: Deterioro cognitivo moderado (patológico)
De 8 a 10 errores: Deterioro cognitivo importante
c) El Test del Dibujo del Reloj (TDR)
El TDR fue ideado por Wolf-Klein y Silverstone en 1989. Es una prueba de
detección de deterioro cognitivo de las mas utilizadas en la actualidad.
Proporciona valiosa información acerca de diversas áreas cognitivas activadas
en la ejecución de esta breve prueba entre ellas lenguaje, memoria a corto
plazo, funciones ejecutivas, práxicas, visoperceptivas y visoespaciales.
La tarea consiste en dibujar la esfera de un reloj con todos sus números
dentro. A continuación, el sujeto debe dibujar las manecillas de manera que
marquen la hora solicitada por el entrevistador.
Existen diversos sistemas de puntuación de la prueba. Uno de los más
empleados es el propuesto por Cacho y colaboradores (1996).
Bloque I. Antecedentes
30
La escala evalúa tres áreas:
a) La esfera del reloj (máximo 2 puntos).
b) Presencia o ausencia de los números (máximo 4 puntos).
c) Presencia y localización de las manecillas (máximo 4
puntos).
Existen dos condiciones de aplicación: a la orden y a la copia. La más
ampliamente empleada es a la orden (TDRO).
Se considera alterado si la suma de las tres puntuaciones (esfera, números y
manecillas) a la orden es menor o igual a 6.
La aparición de la rotación inversa o alineación automática, así como la
perseveración de errores en cualquiera de las dos condiciones experimentales
debe ser considerado como sugerente de deterioro cognitivo.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
31
BLOQUE II
ESTUDIO DE LA INCIDENCIA DE LAS DEMENCIAS Y
SITUACIÓN SOCIOSANITARIA EN LOS MAYORES
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
32
1. INTRODUCCIÓN
En la Comunidad Valenciana, al igual que en el resto España, el hecho
demográfico del envejecimiento poblacional tiene un importante impacto en la
situación social y económica de la región. El envejecimiento poblacional se
atribuye a dos factores: el descenso en las tasas de natalidad, consecuencia de
valores culturales y económicos, y sobre todo, del descenso de la tasa de
mortalidad consecuencia de las mejoras y avances en la medicina y la
asistencia sanitaria. Sin embargo, el incremento de la esperanza de vida, no
siempre se acompaña de una suficiente calidad de vida, ya que los procesos
degenerativos fisiológicos, todavía no solucionados por la medicina, suponen
un incremento de las personas dependientes, es decir, de personas con pérdida
de autonomía ya sea ésta física, psíquica o emocional, y que hace que se
requieran ingentes recursos humanos y económicos para hacer viable una vida
con los mínimos estándares de calidad.
La dependencia afecta en términos humanos al individuo y a su entorno
familiar, que también se ve afectado económicamente y en su calidad de vida.
El peso de la responsabilidad sobre este problema, debe ser compartido entre
los individuos y la comunidad, a través de las instituciones del Estado. Un
somero acercamiento a la dependencia requiere considerar a ésta no sólo como
la incapacidad del individuo para ser autónomo en términos de movilidad, sino
también en términos de participación en la comunidad, esto es, de decidir por sí
mismo, de verse a sí mismo como un individuo más, capaz de participar y
contribuir a la misma.
La dependencia es por tanto uno de los fenómenos que va a tener en el futuro
una importancia máxima, y que sin embargo hasta hace poco no ha comenzado
a ser estudiado. Es preciso conocer y prever todo en torno a la dependencia y
su evolución futura. Su impacto en los costes económicos, humanos y sociales
requiere necesariamente ser minimizado.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
33
Las decisiones en materia de política asistencial que se tomen en el futuro
para abordar este problema, van a requerir de información y datos objetivos,
rigurosos ya sean en sus dimensiones cuantitativas como cualitativas, pero
sobre todo van a necesitar prever la evolución, las tendencias y los escenarios
en los que se va a desarrollar la dependencia en la Comunidad Valenciana. Se
hace urgente disponer ya, de las recomendaciones o propuestas que desde el
estudio sociológico de la dependencia, aborden temas tales como los costes
humanos, los recursos necesarios y su financiación, la sensibilización de la
población, la institucionalización de las personas dependientes, las ayudas para
las personas al cargo, o los nuevos profesionales necesarios.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
34
2. ANTECEDENTES DEL ESTUDIO: Estudio previo
Nuestro equipo investigador concluyó en 2003 el Proyecto Demencia-
Valencia, un estudio epidemiológico con dos objetivos:
1. Determinar la prevalencia de demencia y factores de riesgo;
2. Describir las características y la problemática psico-socio-sanitaria de la
población demente detectada.
La población de estudio está compuesta por 1900 personas de más de 69
años residentes en los 19 distritos de la ciudad de Valencia. El diseño de este
estudio consta de dos fases. Una primera fase cuyo objetivo es la detección de
sujetos con probable deterioro cognitivo en la muestra de estudio mediante
una entrevista clínica inicial en la que se investigan factores biológicos
(edad, sexo, antecedentes de traumatismos craneoencefálicos, antecedentes de
demencia) además de factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial,
colesterolemia, triglicéridemia, consumo de alcohol y tabaco, hiperglucemia y
obesidad) En esta entrevista prestamos especial interés a los factores
psicosociales (clase social, nivel de estudios, nivel de ingresos, estrés
psíquico y zona de residencia).
Los sujetos con alteración cognitiva detectada en esta primera fase pasan a
la segunda en la que son sometidos a una exploración neurológica (estudio
químico y hematológico básico, función tiroidea, vitamina B-12 y ácido
fólico, serología luética, pruebas de neuroimagen) y a una exploración
neuropsicológica, protocolo fundamental para la valoración de cada caso y
de su posterior diagnóstico clínico.
El análisis de la prevalencia que el equipo investigador llevó a cabo, puede
ser considerado el inicio del estudio que actualmente desarrollamos y que
describimos a continuación.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
35
3. ESTUDIO ACTUAL
3.1. OBJETIVO
El objetivo principal de nuestro proyecto Estudio de la incidencia de las
demencias y situación sociosanitaria en los mayores es conocer la situación
sociosanitaria real de esta población en nuestro entorno, pudiendo determinar
si existe una situación de dependencia.
La información recogida en esta amplia población permitirá realizar una
caracterización de la población susceptible de atención sociosanitaria
actual y conocer las tasas de dependencia en nuestra ciudad, información
relevante para evaluar los recursos sanitarios y sociales existentes, resultando
imprescindible para estimar las demandas futuras y adecuar así la oferta
sociosanitaria a tal demanda.
3.2 MATERIAL Y MÉTODO
3.2.1 Localización geográfica y población de estudio
El estudio se ha realizado en la ciudad de Valencia. La muestra está
compuesta por 1834 personas mayores de 69 años residentes en la ciudad de
Valencia que ya participaron en el estudio Demencia-Valencia. Esta
población de estudio está perfectamente definida, descrita y registrada en
nuestro banco de datos, con una particularidad que la hace aún más valiosa si
cabe, que es su accesibilidad y su disponibilidad, dispuesta en seguir
colaborando con nosotros.
3.2.2 Duración del estudio
El diseño y las bases teóricas del estudio se realizaron durante los meses de
Octubre a Noviembre de 2003. En Enero de 2004 se puso en marcha el
proyecto con las entrevistas domiciliarias, extendiéndose en el tiempo hasta
Diciembre de este mismo año cuando se procedió al análisis estadístico
definitivo.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
36
3.2.3 Metodología empleada
- Contacto con los sujetos
El estudio se inicia de manera palpable con el envío a cada uno de los sujetos
seleccionados de la muestra de un escrito, en el que se explica de manera
sencilla nuestro proyecto y se invita y alienta al destinatario a participar
nuevamente. Posteriormente, se contacta con cada sujeto por vía telefónica y, si
acceden de nuevo a colaborar, se concierta una cita, en su propio domicilio.
- Entrevistadores
El trabajo de campo fue realizado puerta a puerta por un total de 20
entrevistadores. La selección de estos entrevistadores se basó en criterios de
experiencia previa en manejo con ancianos. Todos ellos eran licenciados en
Psicología. Todos pasaron por una fase previa de información/educación sobre
gerontología y dependencia para más tarde, ser instruidos en la administración
tanto de nuestro cuestionario como de las diferentes pruebas estandarizadas. Se
elaboraron una serie de normas de administración, y sobretodo, de codificación
y puntuación del cuestionario quedando recogidas en el “Cuaderno del
entrevistador”.
El trabajo de los entrevistadores fue supervisado en todo momento por dos
investigadores
- Diseño de la entrevista
Para realizar el abordaje sobre nuestro objetivo, conocer la situación real
social y sanitaria actual de nuestra población de estudio, se ha diseñado un
Cuestionario de Valoración Sociosanitaria. Con el fin de recoger la máxima
información posible, se contemplaron seis grandes áreas más una adicional
sobre la causa de la dependencia y otra sobre aspectos contextuales a la
entrevista. Estas ocho áreas se describen con más detalle a continuación:
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
37
1. ESTADO DE SALUD FÍSICA
En este primer apartado, se pretende conocer la existencia de enfermedad o
enfermedades diagnosticadas así como su tratamiento y cómo percibe el
sujeto su salud, esto es la autopercepción (y por tanto subjetiva) de su salud.
Se tienen en cuenta:
a) Categorías de salud: Consta de un listado de las principales
patologías para señalar las que padece el individuo.
b) Valoración del estado de salud física: Se estudia si existe
patología y si hay una pauta de tratamiento.
c) Valoración del estado de salud percibida: Se investiga cómo
percibe el sujeto que se encuentra en relación a su salud.
2. VALORACIÓN DEL ESTADO FUNCIONAL
Para la valoración del nivel de dependencia necesitamos conocer de manera
objetiva la funcionalidad del anciano. Esta valoración se realiza mediante
escalas que aporten información acerca de las actividades de la vida diaria.
En un primer paso proponemos la administración del índice de Barthel
(Mahoney y Barthel, 1965). Esta escala que evalúa las actividades básicas de la
vida diaria (ABVD). Las áreas exploradas son: comer, vestirse, arreglarse,
deposición, micción, ir al retrete, trasladarse sillón-cama, deambulación, subir
y bajar escaleras.
La elección de esta prueba está justificada por su sencilla administración en
un tiempo breve, estimado en unos 5 minutos, por ser una escala ampliamente
utilizada en estudios epidemiológicos (permitiendo la comparación entre
resultados) y por monitorizar bien los cambios en la evolución del paciente.
El rango de puntuación oscila entre 0 y 100, lo que resulta bastante gráfico y
sencillo de interpretar. Así pues, tras la administración del test el sujeto
obtendrá una puntuación que nos permitirá clasificarlo en:
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
38
Independiente si la puntuación es igual a 100 puntos.
Dependiente leve si la puntuación es mayor de 60 puntos.
Dependiente moderado si la puntuación oscila entre 40 y 55 puntos.
Dependiente severo/grave si la puntuación oscila entre 20 y 35 puntos.
Dependiente total si la puntuación es menor de 20 puntos.
En un segundo momento administramos la escala de Lawton y Brody (1969)
para evaluar las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
Esta escala es heteroadministrada y el tiempo requerido para la
administración es de unos 5 minutos. Las áreas exploradas son las siguientes:
utilizar el teléfono, realizar compras, preparar la comida, realizar tareas
domésticas, utilización del trasporte, responsabilidad en la toma de
medicamentos y capacidad para manejar el dinero.
La puntuación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila
entre 0 puntos (máxima dependencia) y 8 (independencia total).
Debemos resaltar que ésta es una escala más apropiada para mujeres que para
hombres (ya que las actividades que evalúa suelen ser desempeñadas por
mujeres en estos grupos de edad).
Una manera de compensar esta limitación consiste en modificar la puntuación
final posible en función del género: entre 0 y 5 para los hombres (a los que no
se les interroga sobre los ítems preparar comidas, hacer compras y realizar
tareas domésticas) y entre 0 y 8 para las mujeres.
Tras la administración de esta escala, y siempre siguiendo las normas de
puntuación propuestas por los autores, tendremos a los sujetos ancianos
situados en dos categorías fundamentales:
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
39
Sujeto Independiente si la puntuación es igual a 8 puntos.
Sujeto dependiente si la puntuación oscila entre 0 y 7 puntos, que a su vez se
clasificará en:
- Sujeto dependiente leve si la puntuación oscila entre 5 a 7 puntos.
- Sujeto dependiente moderado si la puntuación oscila entre 3 a 4
puntos.
- Sujeto dependiente severo si la puntuación oscila entre 1 a 2 puntos.
- Sujeto dependiente total si la puntuación es igual a 0.
3. VALORACIÓN DEL ESTADO MENTAL
La afectación cognitiva también es una causa de incapacidad para desarrollar
las actividades vitales con autonomía, y consecuentemente repercute en la
dependencia del anciano.
Resulta interesante evaluar las funciones superiores del individuo ya que éstas
son las que permiten generar ideas, juicios y recuerdos, permiten la
comprensión y la abstracción, la orientación en tiempo, en espacio y en
persona, etc.
Para la valoración del estado mental proponemos la administración del Mini
Examen Cognoscitivo (MEC).
Esta prueba es la adaptación española del Mini Mental State Examination
(MMSE) de Folstein y McHugh publicado en 1975. Fue Lobo y colaboradores,
en 1979, quienes no sólo adaptaron la escala a la muestra española sino que
además introdujeron cambios en algunos ítems que afectan a la puntuación
total.
Es una prueba de detección de deterioro cognitivo (siendo más sensible para
algunas demencias) a través del rendimiento cognitivo del paciente en pocas
preguntas.
El MEC evalúa las siguientes áreas: orientación, memoria de fijación,
atención y cálculo, memoria a corto plazo y, lenguaje y construcción.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
40
La prueba consta de 35 ítems y la puntuación total es la suma de todas las
puntuaciones obtenidas en las distintas preguntas. El rango de puntuación
oscila entre 0 y 35 puntos.
Los baremos de puntuación son los que siguen:
30-35 puntos: valores normales, sin afectación cognitiva
< 24 puntos (25-29= border line): sugiere deterioro cognitivo
Existe una puntuación total corregida para sujetos analfabetos o con
imposibilidad física de ejecutar algún ítem propuesto. Consiste en realizar la
regla de tres tras obtener la puntuación total. Por ejemplo, si la puntuación total
era de 20 sobre 31 (por ejemplo, el sujeto es ciego), la puntuación total
corregida se obtendrá: (20x35)/31 = 22,5, que se redondea a 23.
En nuestro estudio, clasificaríamos a los mayores en 3 categorías:
-Sujetos con deterioro cognitivo si la puntuación obtenida oscila entre 0
y 23 puntos.
-Sujetos con sospecha de deterioro cognitivo si obtiene puntuaciones
entre 23 y 24 puntos.
-Sujetos sin deterioro cognitivo si las puntuaciones oscilan entre 25 y 35
puntos. A su vez este grupo se subdividiría en:
- Sujetos sin deterioro detectado y sin queja
- Sujetos sin deterioro detectado pero con queja familiar
- Sujetos sin deterioro detectado pero con queja subjetiva
- Sujetos sin deterioro detectado pero con queja subjetiva y familiar
Se emplea el Mini Examen Cognoscitivo (MEC) para, dependiendo de la
puntuación final, situar al mayor en una de las siguientes categorías:
• Sujetos con deterioro cognitivo.
• Sujetos con sospecha de deterioro cognitivo
• Sujetos sin deterioro cognitivo.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
41
4. VALORACIÓN SOCIOFAMILIAR
Este apartado recoge información sobre aspectos contextuales de la vida de
cada individuo, como la situación familiar y las relaciones sociales.
Se pregunta al sujeto acerca de:
a) La situación familiar (con quien vive): con cónyuge o pareja, en casa
propia con hijos, en casa propias con familiares, en casa de hijos, en casa
de familiares, solo/a con hijos/familiares próximos, solo/a y carece de
hijos/familiares o viven alejados, vive en residencia u otros.
b) Relaciones y contactos sociales: Se pregunta y selecciona una
respuesta sobre si: mantiene relaciones sociales fuera del domicilio, sale de
casa pero sólo se relaciona con familia y vecinos, sale de casa pero sólo se
relaciona con la familia, no sale de casa y recibe visitas (más de una a la
semana), no sale del domicilio ni recibe visitas (menos de una a la
semana).
5. VALORACIÓN SOCIOECONÓMICA
Para describir perfectamente el entorno de nuestra población de estudio, no
podíamos dejar de lado el factor económico, tan apreciado y cuidado en estas
edades. En nuestro cuestionario se analiza:
c) Las pensiones y prestaciones que percibe: pensión contributiva (de
jubilación, de jubilación anticipada, de incapacidad permanente, de
viudedad), pensión no contributiva (de jubilación, de invalidez), pensión
SOVI (esto es, de vejez, invalidez y viudedad), FAS (asistencial de
ancianidad y de enfermedad), LISMI (de integración social del
minusválido) u otras.
d) Las ayudas sociales. Se estudia si: no necesita ayuda
socioeconómica, si ha solicitado alguna ayuda pero no se le ha
concedido, si no dispone de información sobre las ayudas, si se ha
concedido ayudas sociales (ayudas para el cuidado de ancianos desde el
ámbito familiar, ayudas para financiar estancias en residencias de la 3ª
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
42
edad – bono residencia –, ayudas para financiar la atención
institucionalizada de otros grupos de población – discapacitados,
enfermos mentales etc.-, ayudas para el desarrollo personal – mayores,
discapacitados-, u otras ayudas.
e) La necesidad de cuidador de cuidador. Este es uno de aspectos
fundamentales relacionados con la dependencia. En este área
investigamos si necesita o no cuidador. Si tiene cuidador preguntamos si
es un cuidador formal (procedente de Servicios Sociales, contratado por
cuenta propias u otros) o si es un cuidador informal (en tal caso,
analizaremos el género –hombre o mujer- y el parentesco o relación con
el sujeto de estudio –cónyuge, hijo/a, otro familiar, amigo/a, voluntario/a
u otros). Si posee cuidador, interrogamos acerca de las horas de
dedicación semanales (menos de 7 horas, entre 7 y 14 horas, entre 15 y
30 horas, entre 31 y 40 horas o más de 40 horas) así como el nivel de
estudios del cuidador (superiores, medios, primarios, sin estudios,
analfabeto o no clasificable). Más tarde reparamos en la posibilidad de
que algunas sujetos que no tienen cuidador pero necesitan tenerlo; por
ello analizamos las causas (ha solicitado ayuda al respecto pero no se le
ha concedido, no cuenta con información sobre posibles ayudas u otros).
f) La necesidad de ayuda en las tareas domésticas. Nuestros sujetos de
estudio pueden n necesitar un cuidador pero si necesitar a alguien que les
ayude en el cuidado de la casa, las compras o la elaboración de las
comidas. Así en este apartado si estudia si necesita ayuda o no, y si
efectivamente necesita ayuda y la tiene, investigamos la procedencia
(procedente de Servicios Sociales, contratada por cuenta propia u otros).
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
43
6. VALORACIÓN DEL ENTORNO FÍSICO
Para la valoración de las condiciones de habitabilidad de la vivienda de los
sujetos de estudio así como la accesibilidad y relación con el entorno se
elaboró este sexto apartado. Si el sujeto vive en una residencia de la tercera
edad (o equivalente) se finaliza la administración de este punto. Si vive en
comunidad, se indaga acerca de:
g) La propiedad de la vivienda en la que habita: si es propietario, si es
inquilino, si es propiedad de la familia u otros.
h) El interior de la vivienda. Se analizan las condiciones en las que vive
la persona: si posee los elementos básicos (luz, agua caliente, calefacción,
baño, teléfono y ascensor), si es equipamiento no es del todo adecuado
(esto es, carece de uno de los elementos básicos anteriores) o bien si la
vivienda es inadecuada (porque carece de dos o más elementos anteriores).
Cuando falten elementos básicos se especifica cuál o cuáles son.
i) El acceso a la vivienda desde la calle. Se estudia si existe alguna
dificultad por parte del sujeto en acceder a su propia vivienda por:
presencia de barreras en la vía pública, por presencia de barreras dentro del
zaguán/patio del propio inmueble.
j) La relación de la vivienda con el entorno. Deseamos conocer lo
integrada que esta la vivienda: si la vivienda está bien comunicad con los
servicios básicos (comprar alimentos, acceso a medios de transporte) o si
por el contrario la vivienda está mal comunicada.
7. CAUSA DE DEPENDENCIA
Si existe dependencia, los entrevistadores analizan cuál es la causa y si es
debido a una alteración o a una combinación de varias. Así:
- Alteración motora (si es articular –reumática-, ósea –fractura-, muscular,
de la motilidad u debido a otras alteraciones motoras).
- Alteración cognitiva (debida a deterioro cognitivo, a demencia u otras).
- Alteración sensorial (disminución de la visión, disminución de la
audición u otras).
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
44
8. OBSERVACIONES CONTEXTUALES
En este último apartado se analiza la impresión de entrevistador acerca de:
k) El aspecto físico del sujeto (la apariencia): si era cuidado o
descuidado.
l) La comunicación: si a las preguntas formuladas en la entrevista ha
repuesto el propio sujeto, si ha contestado con ayuda, si ha contestado el
familiar o cuidador u otras condiciones.
m) La actitud del sujeto de estudio ante la entrevista (colaborador,
reticente u otras actitudes remarcables).
n) El entorno físico de la entrevista. Hacemos hincapié en si las
condiciones de la entrevista han sido adecuadas o no (por ruido, por falta
de luz, etc.)
o) Observaciones conductuales. En este subapartado, el entrevistador
anota las impresiones que merecen ser remarcadas. Es un espacio libre
sin preguntas cerradas.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
45
3.3 PROPUESTA DE UNA NUEVA CLASIFICACIÓN DE LA
DEPENDENCIA: VALORACIÓN CONJUNTA ABVD-AIVD
La revisión de las diferentes publicaciones de los estudios epidemiológicos
sobre dependencia realizados en España nos permitió conocer en base a qué
criterios se mide la dependencia.
No existe, hasta ahora, un consenso acerca de cómo se mide la dependencia,
no sólo en la utilización de las escalas, ni tan siquiera qué aspectos se han de
tener en cuenta para una medición unificada, comparable. Aún hay más, En
ocasiones la dependencia es medida estudiando cómo el mayor se
desenvuelve en sus actividades básicas de la vida diaria; en otras ocasiones,
se mide cómo desarrolla las actividades instrumentales.
Estudiando este contexto, nos atrevemos a plantear una nueva medición de
la dependencia en la que definimos las diferentes categorías (o grados/niveles
de dependencia) basándonos en la escala de Barthel (empleada para la
valoración de las actividades básicas de la vida diaria) y la escala de Lawton
(utilizada para la valoración de las actividades instrumentales de la vida
diaria) de manera conjunta.
Tras la administración de las dos escalas mencionadas hemos clasificado a
los mayores en estas cinco categorías descritas a continuación. Las
condiciones pueden verse resumidas en la tabla 1.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
46
�La categoría INDEPENDENCIA correspondería aquellas personas que:
- Mantienen intactas las actividades básicas de la vida diaria (ABVD):
* Puntuación Barthel: 100-75.
Y además:
- Se permite el fallo en la realización de algunas actividades
instrumentales de la vida diaria (AIVD) (fallan en 1 ó 2 ítems).
* Puntuación Lawton: Hombres: Puntuaciones 5 ó 4.
Mujeres: Puntuaciones 8,7 ó 6.
�Clasificación de la DEPENDENCIA según niveles de gravedad:
���� DEPENDENCIA LEVE
Se incluiría a todos aquellos sujetos que:
- Fallan en algunas actividades básicas de la vida diaria (ABVD)
* Puntuación Barthel: 70-60.
O bien:
- Fallan en la realización de algunas actividades instrumentales de la vida
diaria (AIVD):
* Puntuación Lawton: Hombres: 3.
Mujeres: 5 ó 4.
���� DEPENDENCIA MODERADA
Se incluiría a todos aquellos sujetos que:
- Fallan en algunas actividades básicas de la vida diaria (ABVD)
* Puntuación Barthel: 55-40.
O bien:
- Fallan en la realización de algunas actividades instrumentales de la vida
diaria (AIVD):.
* Puntuación Lawton: Hombres: 2 ó 1.
Mujeres: 3, 2 ó 1.
Bloque II. Estudio de la incidencia de la demencia y situación sociosanitaria en las personas mayores
47
���� DEPENDENCIA SEVERA/GRAVE
Se incluiría a todos aquellos sujetos que:
- Fallan en la realización de gran parte de las actividades básicas de la vida
diaria (ABVD)
* Puntuación Barthel: 35-20.
O bien:
- Fallan en la realización de todas actividades instrumentales de la vida
diaria (AIVD):
* Puntuación Lawton: Hombres: 0.
Mujeres: 0.
���� DEPENDENCIA TOTAL
Se incluiría a todos aquellos sujetos que:
- Fallan en la mayoría actividades básicas de la vida diaria (ABVD)
* Puntuación Barthel: >20.
O bien:
- Fallan en la realización de todas actividades instrumentales de la vida
diaria (AIVD):
* Puntuación Lawton: Hombres: 0.
Mujeres: 0.
Las condiciones pueden verse resumidas en la tabla 1.
Tabla 1. Valoración conjunta de la dependencia
INDEPENDENCIA DEPENDENCIA
LEVE
DEPENDENCIA
MODERADA
DEPENDENCIA
SEVERA
DEPENDENCIA
TOTAL
Barthel
(ABVD) 100-75 70-60 55-40 35-20 >20
y ó ó ó ó
Lawton
(AIVD)
Hombres: 5 ó 4
Mujeres: 8, 7 ó 6
Hombres: 3
Mujeres: 5 ó 4
Hombres: 2 ó 1
Mujeres: 3, 2 ó 1
Hombres: 0
Mujeres: 0
Hombres: 0
Mujeres: 0
Bloque III. Resultados
48
BLOQUE III
RESULTADOS
Bloque III. Resultados
49
1-ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA MUESTRA
La muestra final estuvo compuesta por un total de 1285 personas mayores, de
los que 762 fueron mujeres (59,3%) y 523 hombres (40,7%) (Fig. 1.1), de
77,60±5,40 años (IC95%: 77,22-77,99) años y 77,06±4,80 años (IC 95%:
76,64-77,47) de edad respectivamente.
Figura 1.1: Porcentaje de sexos en la muestra de estudio.
La mayoría de los encuestados eran casados/as (56,7%) o viudos/as (35,1%)
siendo minoritarios los solteros/as (6,5%), divorciados/as (0,6%) o
separados/as (1,1%) (Tabla I.I, Fig. 1.2).
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Bloque III. Resultados
50
Tabla I.I: Frecuencia del estado civil de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
SOLTERO 77 6,0 6,5 6,5 CASADO 669 52,1 56,7 63,2 DIVORCIADO 7 ,5 ,6 63,8 SEPARADO 13 1,0 1,1 64,9 VIUDO 414 32,2 35,1 100,0
Válidos
Total 1180 91,8 100,0 Perdidos Sistema 105 8,2 Total 1285 100,0
Figura 1.2: Porcentaje del estado civil de los encuestados.
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Bloque III. Resultados
51
Mayoritariamente se expresaban en castellano (65,7%) o valenciano (32,2%),
sumando un total del 97,9% acumulado de la muestra (Tabla I.II, Fig. 1.3).
Tabla I.II: Frecuencia del idioma habitual de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
CASTELLANO 776 60,4 65,7 65,7 VALENCIANO 380 29,6 32,2 97,9 OTROS 25 1,9 2,1 100,0
Válidos
Total 1181 91,9 100,0 Perdidos Sistema 104 8,1 Total 1285 100,0
Figura 1.3: Porcentaje del idioma habitual de los encuestados.
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Bloque III. Resultados
52
En cuanto al nivel de estudios, fueron mayoritarios los encuestados con
estudios primarios incompletos (53,2%) o con graduado escolar/bachiller
elemental (23,4%). El resto de opciones estuvieron equilibradas (Tabla I.III,
Fig. 1.4).
Tabla I.III: Frecuencia del nivel de estudios de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
SIN ESTUDIOS 95 7,4 8,0 8,0 PRIMARIOS INCOMPLETOS 628 48,9 53,2 61,2
GRADUADO ESCOLAR/EGB/BACHILLER ELEMENTAL
276 21,5 23,4 84,6
BACHILLER SUPERIOR/BUP/FP 70 5,4 5,9 90,5
UNIVERSITARIOS MEDIOS O SUPERIORES 112 8,7 9,5 100,0
Válidos
Total 1181 91,9 100,0 Perdidos Sistema 104 8,1 Total 1285 100,0
Figura 1.4: Porcentaje del nivel de estudios de los encuestados.
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Bloque III. Resultados
53
La clase social, valorada por la calificación profesional, ofreció que la
mayoría de encuestados fueron trabajadores no cualificados (32,8%),
trabajadores manuales cualificados (19,5%), por cuenta propia (12,3%) y
administrativos y de apoyo a gestión administrativa y financiera (10,5%)
(Tabla I.IV, Fig. 1.5).
Tabla I.IV: Frecuencia de la clase social de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DIRECTIVOS AP O EMPRESAS 10 O MÁS EMPELADOS
71 5,5 6,0 6,0
DIRECTIVOS AP O EMPRESAS DE MENOS DE 10 ASALARIADOS
59 4,6 5,0 11,0
EMPLEADOS ADMINISTRATIVOS Y PROFESIONALES DE APOYO A GESTIÓN
124 9,6 10,5 21,5
SERVICIOS PERSONALES Y DE SEGURIDAD 38 3,0 3,2 24,7
POR CUENTA PROPIA 145 11,3 12,3 37,0
SUPERVISORES DE TRABAJADORES MANUALES
27 2,1 2,3 39,3
TRABAJADORES MANUALES CUALIFICADOS
230 17,9 19,5 58,8
TRABAJADORES MANUALES SEMICUALIFICADOS
100 7,8 8,5 67,2
TRABAJADORES NO CUALIFICADOS 387 30,1 32,8 100,0
Total 1181 91,9 100,0 Sistema 104 8,1 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
54
Figura 1.5: Porcentaje de la clase social de los encuestados.
La profesión más abundante en la muestra de encuestados fue la de ama de
casa (31,8%) y la de trabajador manual especializado (16,5%) y no
especializado (9,1%) (Tabla I.V, Fig. 1.6). Se encontraban activos tan solo el
3,9% de los encuestados (Tabla I.VI, Fig. 1.7).
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Bloque III. Resultados
55
Tabla I.V: Frecuencia de la profesión de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
AMA DE CASA 376 29,3 31,8 31,8 NO EMPLEADO 7 ,5 ,6 32,4 GRANJERO 17 1,3 1,4 33,9 AYUDA DE GRANJA 4 ,3 ,3 34,2
PROPIETARIO DE GRANJA 1 ,1 ,1 34,3
TRABAJADOR MANUAL NO ESPECIALIZADO
108 8,4 9,1 43,4
TRABAJADOR MANUAL ESPECIALIZADO
195 15,2 16,5 59,9
PEQUEÑO NEGOCIO O EMPRESA
87 6,8 7,4 67,3
VENDEDOR 50 3,9 4,2 71,5 TRABAJADOR DOMÉSTICO 32 2,5 2,7 74,3
TRABAJADOR EN SECTOR SERVICIOS
41 3,2 3,5 77,7
ADMINISTRATIVO 50 3,9 4,2 82,0 ADMINISTRATIVO NIVEL MEDIO 31 2,4 2,6 84,6
ADMINISTRATIVO NIVEL ALTO 26 2,0 2,2 86,8
PROFESIONAL MEDIO 68 5,3 5,8 92,5
MILITAR, POLICÍA 22 1,7 1,9 94,4 INCAPACITADO TRABAJO 1 ,1 ,1 94,5
OTROS 59 4,6 5,0 99,5 NO CONOCIDO 1 ,1 ,1 99,6 NO VALORADO 5 ,4 ,4 100,0
Válidos
Total 1181 91,9 100,0 Perdidos Sistema 104 8,1 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
56
Figura 1.6: Porcentaje de la profesión de los encuestados.
Tabla I.VI: Frecuencia de la situación laboral de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
NO ACTIVOS 1135 88,3 96,1 96,1
ACTIVOS 46 3,6 3,9 100,0 Válidos
Total 1181 91,9 100,0 Perdidos Sistema 104 8,1 Total 1285 100,0
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Bloque III. Resultados
57
Figura 1.7: Porcentaje de la situación laboral de los encuestados.
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Bloque III. Resultados
58
2-ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN SOCIAL
Para conocer la situación social de los sujetos del estudio, se analizaron por
separado 6 factores sociodemográficos, que son los siguientes:
1. El estado de salud física
2. El estado funcional
3. El estado cognitivo
4. Las relaciones sociofamiliares (apoyo informal)
5. La situación socioeconómica
6. El entorno físico (al menos la vivienda)
2.1. VALORACIÓN DEL ESTADO DE SALUD FÍSICA
Inicialmente se desarrollan 20 ítems relacionados con categorías de problemas
de salud específicos, para realizar una pregunta resumen de las mismas. La
valoración del estado de salud finaliza por una apreciación subjetiva del mismo
por el encuestado.
Las enfermedades más prevalentes fueron, como cabría esperar, en el sistema
circulatorio (51,8%), seguido del sistema osteomuscular y tejido conjuntivo
(33,9%), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (20,2%), así
como del ojo y sus anexos (18,2%) (Tabla II.I, Fig. 2.1).
Bloque III. Resultados
59
Tabla II.I: Frecuencia de categorías de problemas de salud en la muestra de encuestados.
RESUMEN CATEGORÍAS DE PROBLEMAS DE SALUD Frec %
I. Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias 10 0,8
II. Tumores 55 4,3
III. Enfermedades de la sangre y de los órganos hematopoyéticos 139 10,8
IV. Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas 259 20,2
V. Trastornos mentales y del comportamiento 85 6,6
VI. Enfermedades del sistema nervioso 154 12,0
VII. Enfermedades del ojo y sus anexos 234 18,2
VIII. Enfermedades del oído y de la hipófisis mastoides 154 12,0
IX. Enfermedades del sistema circulatorio 665 51,8
X. Enfermedades del sistema respiratorio 112 8,7
XI. Enfermedades del sistema digestivo 137 10,7
XII. Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo 18 1,4
XIII. Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo 435 33,9
XIV. Enfermedades del sistema genitourinario 160 12,5
XV. Embarazo, parto y puerperio 0 0,0
XVI. Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal 0 0,0
XVII. Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías
cromosómicas 2 0,2
XVIII. Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio,
no clasificables en otra parte 7 0,5
XIX. Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias
de causas externas 14 1,1
XX. Factores que influyen en el estado de salud y contacto con los
servicios de salud 20 1,6
Bloque III. Resultados
60
Figura 2.1: Porcentaje de categorías de problemas de salud en la muestra de encuestados.
En cuanto al resumen de la valoración del estado de salud física, se observó
que la mayoría de ancianos de la encuesta tenían algún tipo de patología pero
se encontraban en tratamiento específico (85,7%), mientras que sin tratamiento
fue una minoría (3,8%) al igual que pacientes sin patología (10,4%). De los
cuatro encuestados en la categoría de ‘otros’, tan solo uno fue especificado
como ‘no responde’ (Tabla II.II, Fig. 2.2).
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Bloque III. Resultados
61
Tabla II.II: Valoración del estado de salud física (resumen).
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
SIN PATOLOGÍA 132 10,3 10,4 10,4 CON PATOLOGÍA EN TRATAMIENTO
1089 84,7 85,7 96,1
CON PATOLOGÍA SIN TRATAMIENTO
48 3,7 3,8 99,8
OTROS 2 ,2 ,2 100,0
Válidos
Total 1271 98,9 100,0 Perdidos Sistema 14 1,1 Total 1285 100,0
Figura 2.2: Porcentajes obtenidos en la valoración del estado de salud física (resumen).
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Bloque III. Resultados
62
Con respecto a la estimación subjetiva de su estado de salud física por parte
del encuestado, se observó que más de la mitad consideraban encontrase bien,
y un 72,7% bien o muy bien (frecuencias acumuladas) (Tabla II.III, Fig. 2.3).
Tabla II.III: Valoración del estado de salud percibida.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
MUY BIEN 202 15,7 15,9 15,9 BIEN 724 56,3 56,9 72,7 REGULAR 245 19,1 19,2 92,0 MAL 65 5,1 5,1 97,1 MUY MAL 18 1,4 1,4 98,5 NO SABE/NO CONTESTA
19 1,5 1,5 100,0
Válidos
Total 1273 99,1 100,0 Perdidos Sistema 12 ,9 Total 1285 100,0
Figura 2.3: Porcentajes obtenidos en la valoración del estado de salud percibida.
����
���
����
��� ���
���
�!�������������������!��������
Bloque III. Resultados
63
Ahora nos planteamos las posibles relaciones existentes entre estas dos
variables relacionadas con la valoración del estado de salud y todas y cada una
de las patologías descritas. Para ello, se planteó análisis de la χ2 de Pearson tras
tabla de contingencia descriptiva (Tablas II.IV-XLV).
Tabla II.IV: Enfermedades infecciosas y parasitarias vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 131 1080 48 2 1261 NO % de
esf_c01 10,4% 85,6% 3,8% ,2% 100,0%
Recuento 1 9 0 0 10 esf_c01
SI % de esf_c01 10,0% 90,0% ,0% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c01 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.V: Tumores vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 131 1036 47 2 1216 NO % de
esf_c02 10,8% 85,2% 3,9% ,2% 100,0%
Recuento 1 53 1 0 55 esf_c02
SI % de esf_c02 1,8% 96,4% 1,8% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c02 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
64
Tabla II.VI: Enfermedades de la sangre y órganos hematopoyéticos vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 129 956 45 2 1132 NO % de
esf_c03 11,4% 84,5% 4,0% ,2% 100,0%
Recuento 3 133 3 0 139 esf_c03
SI % de esf_c03 2,2% 95,7% 2,2% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c03 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.VII: Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 128 843 40 2 1013 NO % de
esf_c04 12,6% 83,2% 3,9% ,2% 100,0%
Recuento 4 246 8 0 258 esf_c04
SI % de esf_c04 1,6% 95,3% 3,1% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c04 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
65
Tabla II.VIII: Trastornos mentales y del comportamiento vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 130 1009 46 2 1187 NO % de
esf_c05 11,0% 85,0% 3,9% ,2% 100,0%
Recuento 2 80 2 0 84 esf_c05
SI % de esf_c05 2,4% 95,2% 2,4% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c05 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.IX: Enfermedades del sistema nervioso vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 130 941 47 2 1120 NO % de
esf_c06 11,6% 84,0% 4,2% ,2% 100,0%
Recuento 2 147 1 0 150 esf_c06
SI % de esf_c06 1,3% 98,0% ,7% ,0% 100,0%
Recuento 132 1088 48 2 1270 Total % de
esf_c06 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
66
Tabla II.X: Enfermedades del ojo y sus anexos vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 123 884 31 2 1040 NO % de
esf_c07 11,8% 85,0% 3,0% ,2% 100,0%
Recuento 9 205 17 0 231 esf_c07
SI % de esf_c07 3,9% 88,7% 7,4% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c07 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XI: Enfermedades del oído y de la hipófisis mastoides vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 127 948 41 2 1118 NO % de
esf_c08 11,4% 84,8% 3,7% ,2% 100,0%
Recuento 5 141 7 0 153 esf_c08
SI % de esf_c08 3,3% 92,2% 4,6% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c08 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
67
Tabla II.XII: Enfermedades del sistema circulatorio vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 114 462 32 2 610 NO % de
esf_c09 18,7% 75,7% 5,2% ,3% 100,0%
Recuento 18 627 16 0 661 esf_c09
SI % de esf_c09 2,7% 94,9% 2,4% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c09 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XIII: Enfermedades del sistema respiratorio vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 131 980 46 2 1159 NO % de
esf_c10 11,3% 84,6% 4,0% ,2% 100,0%
Recuento 1 109 2 0 112 esf_c10
SI % de esf_c10 ,9% 97,3% 1,8% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c10 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
68
Tabla II.XIV: Enfermedades del sistema digestivo vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 129 959 44 2 1134 NO % de
esf_c11 11,4% 84,6% 3,9% ,2% 100,0%
Recuento 3 130 4 0 137 esf_c11
SI % de esf_c11 2,2% 94,9% 2,9% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c11 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XV: Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 132 1072 47 2 1253 NO % de
esf_c12 10,5% 85,6% 3,8% ,2% 100,0%
Recuento 0 17 1 0 18 esf_c12
SI % de esf_c12 ,0% 94,4% 5,6% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c12 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
69
Tabla II.XVI: Enfermedades del sistema osteomuscular vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 124 679 34 1 838 NO % de
esf_c13 14,8% 81,0% 4,1% ,1% 100,0%
Recuento 8 410 14 1 433 esf_c13
SI % de esf_c13 1,8% 94,7% 3,2% ,2% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c13 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XVII: Enfermedades del sistema genitourinario vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 127 938 44 2 1111 NO % de
esf_c14 11,4% 84,4% 4,0% ,2% 100,0%
Recuento 5 151 4 0 160 esf_c14
SI % de esf_c14 3,1% 94,4% 2,5% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c14 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
70
Tabla II.XVIII: Embarazo, parto y puerperio vs estado de salud física resumen.
esf_c15
NO Total
Recuento 63 63 SIN PATOLOGÍA % de
esf_c15 8,4% 8,4%
Recuento 663 663 CON PATOLOGÍA EN TRATAMIENTO % de
esf_c15 88,3% 88,3%
Recuento 23 23 CON PATOLOGÍA SIN TRATAMIENTO % de
esf_c15 3,1% 3,1%
Recuento 2 2
esf_resu
OTROS % de esf_c15 ,3% ,3%
Recuento 751 751 Total % de
esf_c15 100,0% 100,0%
Tabla II.XIX: Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal vs estado de salud física resumen.
esf_c16
NO
Total
Recuento 63 63 SIN PATOLOGÍA % de
esf_c16 8,4% 8,4%
Recuento 663 663 CON PATOLOGÍA EN TRATAMIENTO % de
esf_c16 88,3% 88,3%
Recuento 23 23 CON PATOLOGÍA SIN TRATAMIENTO % de
esf_c16 3,1% 3,1%
Recuento 2 2
esf_resu
OTROS % de esf_c16 ,3% ,3%
Recuento 751 751 Total % de
esf_c16 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
71
Tabla II.XX: Malformaciones congénitas vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 132 1088 47 2 1269 NO % de
esf_c17 10,4% 85,7% 3,7% ,2% 100,0%
Recuento 0 1 1 0 2 esf_c17
SI % de esf_c17 ,0% 50,0% 50,0% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c17 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XXI: Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificables en otra parte vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 132 1084 46 2 1264 NO % de
esf_c18 10,4% 85,8% 3,6% ,2% 100,0%
Recuento 0 5 2 0 7 esf_c18
SI % de esf_c18 ,0% 71,4% 28,6% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c18 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
72
Tabla II.XXII: Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 132 1076 47 2 1257 NO % de
esf_c19 10,5% 85,6% 3,7% ,2% 100,0%
Recuento 0 13 1 0 14 esf_c19
SI % de esf_c19 ,0% 92,9% 7,1% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c19 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Tabla II.XXIII: Factores que influyen en el estado de salud y contacto con los servicios de salud vs estado de salud física resumen.
esf_resu
SIN
PATOLOGÍA
CON PATOLOGÍA
EN TRATAMIENTO
CON PATOLOGÍA
SIN TRATAMIENTO
OTROS
Total
Recuento 132 1070 47 2 1251 NO % de
esf_c20 10,6% 85,5% 3,8% ,2% 100,0%
Recuento 0 19 1 0 20 esf_c20
SI % de esf_c20 ,0% 95,0% 5,0% ,0% 100,0%
Recuento 132 1089 48 2 1271 Total % de
esf_c20 10,4% 85,7% 3,8% ,2% 100,0%
Bloque III. Resultados
73
Tabla II.XXIV: Enfermedades infecciosas y parasitarias vs estado de salud percibida.
esf_c01
NO SI Total
Recuento 200 2 202 MUY BIEN
% de esf_c01 15,8% 20,0% 15,9% Recuento 717 7 724
BIEN % de esf_c01 56,8% 70,0% 56,9% Recuento 245 0 245
REGULAR % de esf_c01 19,4% ,0% 19,2% Recuento 64 1 65
MAL % de esf_c01 5,1% 10,0% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c01 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c01 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1263 10 1273
Total % de esf_c01 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXV: Tumores vs estado de salud percibida.
esf_c02
NO SI Total
Recuento 199 3 202 MUY BIEN
% de esf_c02 16,3% 5,6% 15,9% Recuento 695 29 724
BIEN % de esf_c02 57,0% 53,7% 56,9% Recuento 231 14 245
REGULAR % de esf_c02 18,9% 25,9% 19,2% Recuento 60 5 65
MAL % de esf_c02 4,9% 9,3% 5,1% Recuento 15 3 18
MUY MAL % de esf_c02 1,2% 5,6% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c02 1,6% ,0% 1,5% Recuento 1219 54 1273
Total % de esf_c02 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
74
Tabla II.XXVI: Enfermedades de la sangre y órganos hematopoyéticos vs estado de salud percibida.
esf_c03
NO SI
Total
Recuento 187 15 202 MUY BIEN
% de esf_c03 16,5% 10,9% 15,9% Recuento 644 80 724
BIEN % de esf_c03 56,7% 58,0% 56,9% Recuento 215 30 245
REGULAR % de esf_c03 18,9% 21,7% 19,2% Recuento 54 11 65
MAL % de esf_c03 4,8% 8,0% 5,1% Recuento 17 1 18
MUY MAL % de esf_c03 1,5% ,7% 1,4% Recuento 18 1 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c03 1,6% ,7% 1,5% Recuento 1135 138 1273
Total % de esf_c03 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXVII: Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas vs estado de salud percibida.
esf_c04
NO SI
Total
Recuento 167 35 202 MUY BIEN
% de esf_c04 16,5% 13,6% 15,9% Recuento 576 148 724
BIEN % de esf_c04 56,7% 57,4% 56,9% Recuento 192 53 245
REGULAR % de esf_c04 18,9% 20,5% 19,2% Recuento 50 15 65
MAL % de esf_c04 4,9% 5,8% 5,1% Recuento 14 4 18
MUY MAL % de esf_c04 1,4% 1,6% 1,4% Recuento 16 3 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c04 1,6% 1,2% 1,5% Recuento 1015 258 1273
Total % de esf_c04 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
75
Tabla II.XXVIII: Trastornos mentales y del comportamiento vs estado de salud percibida.
esf_c05
NO SI Total
Recuento 199 3 202 MUY BIEN
% de esf_c05 16,7% 3,6% 15,9% Recuento 680 44 724
BIEN % de esf_c05 57,2% 52,4% 56,9% Recuento 226 19 245
REGULAR % de esf_c05 19,0% 22,6% 19,2% Recuento 53 12 65
MAL % de esf_c05 4,5% 14,3% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c05 1,5% ,0% 1,4% Recuento 13 6 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c05 1,1% 7,1% 1,5% Recuento 1189 84 1273
Total % de esf_c05 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXIX: Enfermedades del sistema nervioso vs estado de salud percibida.
esf_c06
NO SI Total
Recuento 197 5 202 MUY BIEN
% de esf_c06 17,6% 3,3% 15,9% Recuento 648 76 724
BIEN % de esf_c06 57,9% 49,7% 56,9% Recuento 201 43 244
REGULAR % de esf_c06 18,0% 28,1% 19,2% Recuento 52 13 65
MAL % de esf_c06 4,6% 8,5% 5,1% Recuento 14 4 18
MUY MAL % de esf_c06 1,3% 2,6% 1,4% Recuento 7 12 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c06 ,6% 7,8% 1,5% Recuento 1119 153 1272
Total % de esf_c06 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
76
Tabla II.XXX: Enfermedades del ojo y sus anexos vs estado de salud percibida.
esf_c07
NO SI Total
Recuento 171 31 202 MUY BIEN
% de esf_c07 16,4% 13,4% 15,9% Recuento 599 125 724
BIEN % de esf_c07 57,5% 53,9% 56,9% Recuento 190 55 245
REGULAR % de esf_c07 18,3% 23,7% 19,2% Recuento 51 14 65
MAL % de esf_c07 4,9% 6,0% 5,1% Recuento 11 7 18
MUY MAL % de esf_c07 1,1% 3,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c07 1,8% ,0% 1,5% Recuento 1041 232 1273
Total % de esf_c07 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXXI: Enfermedades del oído y de la hipófisis mastoides vs estado de salud percibida.
esf_c08
NO SI
Total
Recuento 178 24 202 MUY BIEN
% de esf_c08 15,9% 15,7% 15,9% Recuento 643 81 724
BIEN % de esf_c08 57,4% 52,9% 56,9% Recuento 207 38 245
REGULAR % de esf_c08 18,5% 24,8% 19,2% Recuento 57 8 65
MAL % de esf_c08 5,1% 5,2% 5,1% Recuento 17 1 18
MUY MAL % de esf_c08 1,5% ,7% 1,4% Recuento 18 1 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c08 1,6% ,7% 1,5% Recuento 1120 153 1273
Total % de esf_c08 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
77
Tabla II.XXXII: Enfermedades del sistema circulatorio vs estado de salud percibida.
esf_c09
NO SI Total
Recuento 100 102 202 MUY BIEN
% de esf_c09 16,4% 15,4% 15,9% Recuento 346 378 724
BIEN % de esf_c09 56,6% 57,1% 56,9% Recuento 106 139 245
REGULAR % de esf_c09 17,3% 21,0% 19,2% Recuento 38 27 65
MAL % de esf_c09 6,2% 4,1% 5,1% Recuento 8 10 18
MUY MAL % de esf_c09 1,3% 1,5% 1,4% Recuento 13 6 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c09 2,1% ,9% 1,5% Recuento 611 662 1273
Total % de esf_c09 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXXIII: Enfermedades del sistema respiratorio vs estado de salud percibida.
esf_c10
NO SI Total
Recuento 192 10 202 MUY BIEN
% de esf_c10 16,5% 8,9% 15,9% Recuento 668 56 724
BIEN % de esf_c10 57,5% 50,0% 56,9% Recuento 210 35 245
REGULAR % de esf_c10 18,1% 31,3% 19,2% Recuento 57 8 65
MAL % de esf_c10 4,9% 7,1% 5,1% Recuento 17 1 18
MUY MAL % de esf_c10 1,5% ,9% 1,4% Recuento 17 2 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c10 1,5% 1,8% 1,5% Recuento 1161 112 1273
Total % de esf_c10 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
78
Tabla II.XXXIV: Enfermedades del sistema digestivo vs estado de salud percibida.
esf_c11
NO SI Total
Recuento 186 16 202 MUY BIEN
% de esf_c11 16,4% 11,7% 15,9% Recuento 659 65 724
BIEN % de esf_c11 58,0% 47,4% 56,9% Recuento 197 48 245
REGULAR % de esf_c11 17,3% 35,0% 19,2% Recuento 59 6 65
MAL % de esf_c11 5,2% 4,4% 5,1% Recuento 17 1 18
MUY MAL % de esf_c11 1,5% ,7% 1,4% Recuento 18 1 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c11 1,6% ,7% 1,5% Recuento 1136 137 1273
Total % de esf_c11 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXXV: Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo vs estado de salud percibida.
esf_c12
NO SI
Total
Recuento 200 2 202 MUY BIEN
% de esf_c12 15,9% 11,1% 15,9% Recuento 713 11 724
BIEN % de esf_c12 56,8% 61,1% 56,9% Recuento 241 4 245
REGULAR % de esf_c12 19,2% 22,2% 19,2% Recuento 64 1 65
MAL % de esf_c12 5,1% 5,6% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c12 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c12 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1255 18 1273
Total % de esf_c12 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
79
Tabla II.XXXVI: Enfermedades del sistema osteomuscular vs estado de salud percibida.
esf_c13
NO SI Total
Recuento 163 39 202 MUY BIEN
% de esf_c13 19,4% 9,0% 15,9% Recuento 479 245 724
BIEN % de esf_c13 57,0% 56,7% 56,9% Recuento 145 100 245
REGULAR % de esf_c13 17,2% 23,1% 19,2% Recuento 32 33 65
MAL % de esf_c13 3,8% 7,6% 5,1% Recuento 6 12 18
MUY MAL % de esf_c13 ,7% 2,8% 1,4% Recuento 16 3 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c13 1,9% ,7% 1,5% Recuento 841 432 1273
Total % de esf_c13 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XXXVII: Enfermedades del sistema genitourinario vs estado de salud percibida.
esf_c14
NO SI Total
Recuento 184 18 202 MUY BIEN
% de esf_c14 16,5% 11,3% 15,9% Recuento 635 89 724
BIEN % de esf_c14 57,0% 56,0% 56,9% Recuento 208 37 245
REGULAR % de esf_c14 18,7% 23,3% 19,2% Recuento 55 10 65
MAL % de esf_c14 4,9% 6,3% 5,1% Recuento 16 2 18
MUY MAL % de esf_c14 1,4% 1,3% 1,4% Recuento 16 3 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c14 1,4% 1,9% 1,5% Recuento 1114 159 1273
Total % de esf_c14 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
80
Tabla II.XXXVIII: Embarazo, parto y puerperio vs estado de salud percibida.
esf_c15
NO Total
Recuento 98 98 MUY BIEN
% de esf_c15 13,0% 13,0% Recuento 415 415
BIEN % de esf_c15 55,0% 55,0% Recuento 167 167
REGULAR % de esf_c15 22,1% 22,1% Recuento 47 47
MAL % de esf_c15 6,2% 6,2% Recuento 13 13
MUY MAL % de esf_c15 1,7% 1,7% Recuento 14 14
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c15 1,9% 1,9% Recuento 754 754
Total % de esf_c15 100,0% 100,0%
Tabla II.XXXIX: Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal vs estado de salud percibida.
esf_c16
NO
Total
Recuento 98 98 MUY BIEN
% de esf_c16 13,0% 13,0% Recuento 415 415
BIEN % de esf_c16 55,0% 55,0% Recuento 167 167
REGULAR % de esf_c16 22,1% 22,1% Recuento 47 47
MAL % de esf_c16 6,2% 6,2% Recuento 13 13
MUY MAL % de esf_c16 1,7% 1,7% Recuento 14 14
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c16 1,9% 1,9% Recuento 754 754
Total % de esf_c16 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
81
Tabla II.XL: Malformaciones congénitas vs estado de salud percibida.
esf_c17
NO SI Total
Recuento 201 1 202 MUY BIEN
% de esf_c17 15,8% 50,0% 15,9% Recuento 723 1 724
BIEN % de esf_c17 56,9% 50,0% 56,9% Recuento 245 0 245
REGULAR % de esf_c17 19,3% ,0% 19,2% Recuento 65 0 65
MAL % de esf_c17 5,1% ,0% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c17 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c17 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1271 2 1273
Total % de esf_c17 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XLI: Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificables en otra parte vs estado de salud percibida.
esf_c18
NO SI
Total
Recuento 201 1 202 MUY BIEN
% de esf_c18 15,9% 14,3% 15,9% Recuento 721 3 724
BIEN % de esf_c18 57,0% 42,9% 56,9% Recuento 245 0 245
REGULAR % de esf_c18 19,4% ,0% 19,2% Recuento 62 3 65
MAL % de esf_c18 4,9% 42,9% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c18 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c18 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1266 7 1273
Total % de esf_c18 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
82
Tabla II.XLII: Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas vs estado de salud percibida.
esf_c19
NO SI
Total
Recuento 202 0 202 MUY BIEN
% de esf_c19 16,0% ,0% 15,9% Recuento 716 8 724
BIEN % de esf_c19 56,9% 57,1% 56,9% Recuento 240 5 245
REGULAR % de esf_c19 19,1% 35,7% 19,2% Recuento 64 1 65
MAL % de esf_c19 5,1% 7,1% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c19 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c19 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1259 14 1273
Total % de esf_c19 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla II.XLIII: Factores que influyen en el estado de salud y contacto con los servicios de salud vs estado de salud percibida.
esf_c20
NO SI
Total
Recuento 198 4 202 MUY BIEN
% de esf_c20 15,8% 20,0% 15,9% Recuento 711 13 724
BIEN % de esf_c20 56,7% 65,0% 56,9% Recuento 242 3 245
REGULAR % de esf_c20 19,3% 15,0% 19,2% Recuento 65 0 65
MAL % de esf_c20 5,2% ,0% 5,1% Recuento 18 0 18
MUY MAL % de esf_c20 1,4% ,0% 1,4% Recuento 19 0 19
esf_perc
NO SABE/NO CONTESTA % de esf_c20 1,5% ,0% 1,5% Recuento 1253 20 1273
Total % de esf_c20 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
83
Tabla II.XLIV: Pruebas de χ2 de los ítems de salud física con respecto a valoración del estado de salud resumen.
Ítem SF χ2 gl Sig Potencia (%)*
1 0,420 3 0,936 50,0
2 5,503 3 0,138 37,5
3 13,322 3 0,004 25,0
4 28,763 3 0,000 25,0
5 7,113 3 0,068 37,5
6 21,081 3 0,000 25,0
7 21,796 3 0,000 25,0
8 9,903 3 0,019 25,0
9 100,267 3 0,000 25,0
10 14,082 3 0,003 37,5
11 11,991 3 0,007 25,0
12 2,242 3 0,524 50,0
13 53,055 3 0,000 25,0
14 11,984 3 0,007 25,0
15 - - - -
16 - - - -
17 11,842 3 0,008 62,5
18 12,367 3 0,006 50,0
19 2,002 3 0,572 50,0
20 2,429 3 0,488 50,0
(*): % de frecuencias esperadas menores a 5
Si tenemos en cuenta la valoración del estado de salud resumido, obtuvimos
potencia estadística (frecuencias esperadas menores a 5 suponen como mucho
un 25,0%) en los ítems 3, 4, 6 a 9, 11, 13 y 14 que, además resultó relación
Bloque III. Resultados
84
significativa (Tabla II.XLIV). Por tanto se dio relación significativa con
problemas en sangre y órganos hematopoyéticos, enfermedades endocrinas,
sistema nervioso, circulatorio, digestivo, osteomuscular y genitourinario.
Tabla II.XLV: Pruebas de χ2 de los ítems de salud física con respecto a valoración del estado
de salud percibida.
Ítem SF χ2 gl Sig Potencia (%)*
1 3,119 5 0,692 25,0
2 14,774 5 0,011 25,0
3 6,599 5 0,253 16,7
4 1,973 5 0,853 16,7
5 44,772 5 0,000 25,0
6 78,855 5 0,000 16,7
7 14,374 5 0,013 16,7
8 4,837 5 0,436 16,7
9 8,512 5 0,130 0,0
10 15,246 5 0,009 16,7
11 25,252 5 0,000 16,7
12 0,940 5 0,967 41,7
13 44,066 5 0,000 0,0
14 4,641 5 0,461 16,7
15 - - - -
16 - - - -
17 2,033 5 0,845 50,0
18 21,459 5 0,001 50,0
19 4,768 5 0,445 41,7
20 2,273 5 0,810 41,7
(*): % de frecuencias esperadas menores a 5
Bloque III. Resultados
85
En cuanto al estado de salud percibida, se relacionaron significativamente y
con suficiente potencia estadística, los ítems 2 ((tumores), 5 (trastornos
mentales), 6 (sistema nervioso), 7 (ojo y anexos), 10 (sistema respiratorio), 11
(sistema digestivo) y 13 (sistema osteomuscular) (Tabla II.XLV).
Bloque III. Resultados
86
2.2. VALORACIÓN DEL NIVEL DE DEPENDENCIA
La valoración del nivel de dependencia permite conocer de manera objetiva la
funcionalidad del anciano. Esta valoración se realizó mediante escalas que
aportan información acerca de las actividades de la vida diaria.
Podemos establecer cinco niveles de dependencia:
- Independencia
- Dependencia leve
- Dependencia moderada
- Dependencia severa/grave
- Dependencia total
2.1. INDICE DE BARTHEL
En un primer paso se propuso la administración del índice de Barthel
(Mahoney y Barthel, 1965).
Esta escala evalúa las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Las áreas
exploradas son: comer, vestirse, arreglarse, deposición, micción, ir al retrete,
trasladarse sillón-cama, deambulación, subir y bajar escaleras.
La elección de esta prueba está justificada por su sencilla administración en
un tiempo breve, estimado en unos 5 minutos, por ser una escala ampliamente
utilizada en el sector y por monitorizar bien los cambios en la evolución del
paciente.
Bloque III. Resultados
87
Ítem
�������������� ��
Actividad básica de la vida diaria
Puntos
* Comer - Totalmente independiente - Necesita ayuda para cortar carne, pan, etc - Dependiente
10 5 0
* Lavarse - Independiente. Entra y sale solo del baño - Dependiente
5 0
* Vestirse
- Independiente. Capaz de ponerse y quitarse la ropa, abotonarse, atarse los zapatos - Necesita ayuda - Dependiente
10
5 0
* Arreglarse - Independiente para lavarse la cara, las manos, peinarse, afeitarse, maquilarse, etc. - Dependiente
5
0
* Deposiciones
- Continente - Ocasionalmente, algún episodio de incontinencia o necesita ayuda para administrarse supositorios o lavativas - Incontinente
10 5
0
* Micción
- Continente o es capaz de cuidarse de la sonda - Ocasionalmente, máximo un episodio de incontinencia en 24 horas, necesita ayuda para cuidar de la sonda - Incontinente
10 5
0
* Usar el retrete
- Independiente para ir al WC, quitarse y ponerse la ropa - Necesita ayuda para ir al WC, pero se limpia solo - Incontinente
10 5 0
* Trasladarse
- Independiente para ir del sillón a la cama - Mínima ayuda física o supervisión - Gran ayuda pero es capaz de mantenerse sentado sin ayuda - Dependiente
15 10 5 0
* Deambular
- Independiente, camina solo 50 metros - Necesita ayuda física o supervisión para caminar 50 m. - Independiente en silla de ruedas sin ayuda - Dependiente
15 10 5 0
* Escalones - Independiente para subir y bajar escalones - Necesita ayuda física o supervisión - Dependiente
10 5 0
TOTAL:
El rango de puntuación oscila entre 0 y 100, lo que resulta bastante gráfico y
sencillo de interpretar.
Bloque III. Resultados
88
Así pues, tras la administración del test el sujeto obtendrá una puntuación
que nos permitirá clasificarlo en:
Independiente si la puntuación es igual a 100 puntos.
Dependiente leve si la puntuación es mayor de 60 puntos.
Dependiente moderado si la puntuación oscila entre 40 y 55 puntos.
Dependiente severo/grave si la puntuación oscila entre 20 y 35
puntos.
Dependiente total si la puntuación es menor de 20 puntos.
Vamos a ir desarrollando cada uno de los ítems que hacen referencia a un tipo
de actividad, para, posteriormente, realizar los cálculos y las categorizaciones
anteriores.
De forma general, se observó un mayor porcentaje de encuestados
independientes para acciones como comer, arreglarse o usar el retrete, y un
mayor porcentaje de dependencia total en situaciones como lavarse, subir y
bajar escalones o arreglarse (mayor frecuencia de pacientes con y sin
dependencia total) (Tablas II.XLVI-LV, Figs, 2.4-13). Con el fin de realizar
algún tipo de comparación visual, en la figura 2.14, puede observarse el
porcentaje de dependencia total en todos los ítems reunidos.
Tabla II.XLVI: Frecuencias obtenidas en el ítem 1: comer.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 32 2,5 2,5 2,5 NECESITA AYUDA 52 4,0 4,1 6,6 TOTALMENTE INDEPENDIENTE 1194 92,9 93,4 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
89
Figura 2.4: Porcentajes obtenidos en el ítem 1: comer.
Tabla II.XLVII: Frecuencias obtenidas en el ítem 2: lavarse.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 167 13,0 13,1 13,1 INDEPENDIENTE 1111 86,5 86,9 100,0 Válidos Total 1278 99,5 100,0
Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
���
����
���
�����������
����������!���
� ���������������������
Bloque III. Resultados
90
Figura 2.5: Porcentajes obtenidos en el ítem 2: lavarse.
Tabla II.XLVIII: Frecuencias obtenidas en el ítem 3: vestirse.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 63 4,9 4,9 4,9 NECESITA AYUDA 91 7,1 7,1 12,1 TOTALMENTE INDEPENDIENTE 1124 87,5 87,9 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
����
���
�����������
�������������
Bloque III. Resultados
91
Figura 2.6: Porcentajes obtenidos en el ítem 3: vestirse.
Tabla II.XLIX: Frecuencias obtenidas en el ítem 4: arreglarse.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 94 7,3 7,4 7,4 INDEPENDIENTE 1183 92,1 92,6 100,0 Válidos Total 1277 99,4 100,0
Perdidos Sistema 8 ,6 Total 1285 100,0
���
����
���
�����������
����������!���
� ��������������������
Bloque III. Resultados
92
Figura 2.7: Porcentajes obtenidos en el ítem 4: arreglarse.
Tabla II.L: Frecuencias obtenidas en el ítem 5: deposiciones.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INCONTINENTE 49 3,8 3,8 3,8 OCASIONALMENTE ALGUN EPISODIO INCONTINENCIA
86 6,7 6,7 10,6
CONTINENTE 1143 88,9 89,4 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0 100,0
���
���
�����������
�������������
Bloque III. Resultados
93
Figura 2.8: Porcentajes obtenidos en el ítem 5: deposiciones.
Tabla II.LI: Frecuencias obtenidas en el ítem 6: micción.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INCONTINENTE 67 5,2 5,2 5,2 OCASIONALMENTE, UN EPISODIO MAX/24 H O AYUDA CUIDAR SONDA
72 5,6 5,6 10,9
CONTINENTE O CAPAZ DE CUIDARSE LA SONDA
1139 88,6 89,1 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
���
����
��
��� �������� ���� ������������������ �� ���� ��������� � ��������
Bloque III. Resultados
94
Figura 2.9: Porcentajes obtenidos en el ítem 6: micción.
Tabla II.LII: Frecuencias obtenidas en el ítem 7: usar el retrete.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INCONTINENTE 56 4,4 4,4 4,4 NECESITA AYUDA PARA IR AL WC, PERO SE LIMPIA SOLO
44 3,4 3,4 7,8
INDEPENDIENTE PARA IR AL WC, QUITARSE Y PONERSE LA ROPA
1178 91,7 92,2 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
���
����
��
��� �������� ���� ���������������� �� ��"������ ��!������������ ���� ��������� �����#����������������� ���
Bloque III. Resultados
95
Figura 2.10: Porcentajes obtenidos en el ítem 7: usar el retrete.
Tabla II.LIII: Frecuencias obtenidas en el ítem 8: trasladarse.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 46 3,6 3,6 3,6 GRAN AYUDA PERO CAPAZ DE MANTENERSE SENTADO SIN AYUDA
29 2,3 2,3 5,9
MÍNIMA AYUDA FÍSICA O SUPERVISIÓN
104 8,1 8,1 14,0
INDEPENDIENTE PARA IR DE SILLÓN A CAMA
1099 85,5 86,0 100,0
Válidos
Total 1278 99,5 100,0 Perdidos Sistema 7 ,5 Total 1285 100,0
���
����
���
��� ������������������!���������������$������ ����������� � �������������������������$���%��������!�� ���������� ��
Bloque III. Resultados
96
Figura 2.11: Porcentajes obtenidos en el ítem 8: trasladarse.
Tabla II.LIV: Frecuencias obtenidas en el ítem 9: deambular.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 70 5,4 5,5 5,5 INDEPENDIENTE EN SILLA DE RUEDAS SIN AYUDA
11 ,9 ,9 6,3
NECESITA AYUDA FÍSICA O SUPERVISIÓN CAMINAR 50 M
164 12,8 12,8 19,2
INDEPENDIENTE, CAMINA SOLO 50 M
1032 80,3 80,8 100,0
Válidos
Total 1277 99,4 100,0 Perdidos Sistema 8 ,6 Total 1285 100,0
��
�
������
�����������������!������� �����#�������������������� ������!���&�����!���� &����� ����������'������������������������������'�������
Bloque III. Resultados
97
Figura 2.12: Porcentajes obtenidos en el ítem 9: deambular.
Tabla II.LV: Frecuencias obtenidas en el ítem 10: escalones.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 95 7,4 7,4 7,4 NECESITA AYUDA FÍSICA O SUPERVISIÓN
220 17,1 17,2 24,7
INDEPENDIENTE PARA SUBIR Y BAJAR ESCALONES
962 74,9 75,3 100,0
Válidos
Total 1277 99,4 100,0 Perdidos Sistema 8 ,6 Total 1285 100,0
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Bloque III. Resultados
98
Figura 2.13: Porcentajes obtenidos en el ítem 10: escalones.
Figura 2.14: Porcentajes de dependencia en la muestra de encuestados de los ítems del cuestionario de Barthel.
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Bloque III. Resultados
99
Finalmente, se realizó la suma de estos ítems, cuya media resultó en
91,22±20,45 (IC 95%: 90,10-92,35), a partir de la cual se realizó la
recodificación al inicio comentada, resultando que un 67,3% no presentaron
dependencia mientras que un 32,7% presentó algún grado, siendo un 3,2% el
porcentaje de pacientes con dependencia total (Tabla II.LVI, Fig. 2.15).
Tabla II.LVI: Frecuencia de dependencia según Barthel en la muestra de encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INDEPENDIENTE 859 66,8 67,3 67,3 DEPENDIENTE LEVE 328 25,5 25,7 93,0
DEPENDIENTE MODERADO 31 2,4 2,4 95,4
DEPENDIENTE SEVERO/GRAVE 18 1,4 1,4 96,8
DEPENDIENTE TOTAL 41 3,2 3,2 100,0
Válidos
Total 1277 99,4 100,0 Perdidos Sistema 8 ,6 Total 1285 100,0
Figura 2.15: Porcentaje de dependencia según Barthel en la muestra de encuestados.
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Bloque III. Resultados
100
Si realizamos agrupaciones, obtenemos las frecuencias de
dependientes/independientes así como las frecuencias de los tipos de
dependencia dentro del grupo de dependientes (Figs 2.16-17).
Figura 2.16: Porcentaje de dependencia/independencia según Barthel en la muestra de encuestados.
Figura 2.17: Porcentaje de tipos de dependencia según Barthel en la muestra de encuestados.
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Bloque III. Resultados
101
2.2. ESCALA DE LAWTON Y BRODY
En una segunda parte, se administró la escala de Lawton y Brody (1969) para
evaluar las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
Esta escala es heteroadministrada y el tiempo requerido para la administración
es de unos 5 minutos. Las áreas exploradas fueron las siguientes: utilizar el
teléfono, realizar compras, preparar la comida, realizar tareas domésticas,
utilización del trasporte, responsabilidad en la toma de medicamentos y
capacidad para manejar el dinero.
La puntuación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila entre
0 puntos (máxima dependencia) y 8 (independencia total). Debemos resaltar
que ésta es una escala más apropiada para mujeres que para hombres (ya que
las actividades que evalúa suelen ser desempeñadas por mujeres en estos
grupos de edad). Una manera de compensar esta limitación consiste en
modificar la puntuación final posible en función del género: entre 0 y 5 para los
hombres (a los que no se les interroga sobre los ítems preparar comidas,
realizar tareas domésticas y lavar la ropa) y entre 0 y 8 para las mujeres. Tras la
administración de esta escala se adjudicó a los sujetos ancianos en las
siguientes categorías fundamentales:
Sujeto Independiente si la puntuación es igual a 8 puntos (hombres 5).
Sujeto dependiente si la puntuación oscila entre 0 y 7 (hombres entre 0
y 4) puntos, que a su vez se clasificará en:
Sujeto dependiente leve si la puntuación oscila entre 5 a 7
(hombres entre 3 y 4) puntos.
Sujeto dependiente moderado si la puntuación oscila entre 3 a 4
puntos (hombres = 2).
Sujeto dependiente severo si la puntuación oscila entre 1 a 2
puntos (hombres = 1).
Sujeto dependiente total si la puntuación es igual a 0.
Bloque III. Resultados
102
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Escala de actividad instrumental de la vida diaria
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Bloque III. Resultados
103
Como vemos, esta escala matiza como valor ‘0’ cuando existe dependencia y
‘1’ cuando es capaz de realizar algún tipo de acto en la acción referida. La
evaluación por ítem la realizamos de forma dicotomizada por cada uno de ellos
a continuación, para pasar a realizar la valoración por recodificación
condicionada en función del género del encuestado.
Tabla II.LVII: Frecuencias correspondientes al ítem 1: capacidad de usar el teléfono.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 94 7,3 7,4 7,4 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
1183 92,1 92,6 100,0 Válidos
Total 1277 99,4 100,0 Perdidos Sistema 8 ,6 Total 1285 100,0
Tabla II.LVIII: Frecuencias correspondientes al ítem 2: hacer compras.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 387 30,1 30,5 30,5 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
881 68,6 69,5 100,0 Válidos
Total 1268 98,7 100,0 Perdidos Sistema 17 1,3 Total 1285 100,0
Tabla II.LIX: Frecuencias correspondientes al ítem 3: preparación de la comida (solo mujeres).
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 166 21,8 22,0 22,0 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
589 77,3 78,0 100,0 Válidos
Total 755 99,1 100,0 Perdidos Sistema 7 ,9 Total 762 100,0
Bloque III. Resultados
104
Tabla II.LX: Frecuencias correspondientes al ítem 4: cuidado de la casa (solo mujeres).
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 138 18,1 18,3 18,3 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
617 81,0 81,7 100,0 Válidos
Total 755 99,1 100,0 Perdidos Sistema 7 ,9 Total 762 100,0
Tabla II.LXI: Frecuencias correspondientes al ítem 5: lavado de la ropa (sólo mujeres)
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 151 19,8 20,0 20,0 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
603 79,1 80,0 100,0 Válidos
Total 754 99,0 100,0 Perdidos Sistema 8 1,0 Total 762 100,0
Tabla II.LXII: Frecuencias correspondientes al ítem 6: uso de medios de transporte.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 270 21,0 21,2 21,2 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
1005 78,2 78,8 100,0 Válidos
Total 1275 99,2 100,0 Perdidos Sistema 10 ,8 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
105
Tabla II.LXIII: Frecuencias correspondientes al ítem 7: responsabilidad respecto a su medicación.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 184 14,3 14,4 14,4 INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
1091 84,9 85,6 100,0 Válidos
Total 1275 99,2 100,0 Perdidos Sistema 10 ,8 Total 1285 100,0
Tabla II.LXIV: Frecuencias correspondientes al ítem 8: manejo de asuntos económicos.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DEPENDIENTE 212 16,5 16,6 16,6
INDEPENDIENTE O REALIZA ALGUNA ACCIÓN
1066 83,0 83,4 100,0 Válidos
Total 1278 99,5 100,0
Perdidos Sistema 7 ,5
Total 1285 100,0
Figura 2.18: Porcentaje de dependientes por ítem de la escala de Lawton y Brody. (*): sólo
mujeres.
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Bloque III. Resultados
106
Se observó un mayor porcentaje de encuestados dependientes en los ítems
relacionados con hacer las compras (30,5% tanto para hombres como en
mujeres) y preparación de comidas (22,0% sólo en mujeres), uso de medios de
transporte (21,2%) y lavar la ropa (20,0%, sólo en mujeres) y (Tablas II.LVI-
LXIV, Fig. 2.18).
Ahora realizamos la recodificación comentada anteriormente en función de la
suma total de ítems, teniendo en cuenta el género del encuestado. La media de
puntuación obtenida para mujeres fue de 6,35±2,57 (IC 95%: 6,17-6,54),
mientras que para los hombres de 4,33±1,30 (IC 95%: 4,22-4,45).
Se observó un 62,1% de encuestados sin dependencias con respecto a
actividades instrumentales de la vida, así como un 4,9% (14,7% de los
dependientes) de dependencia total (Tabla II.LXV, Figs. 2.19-20-21). Con
respecto al género, se observó un mayor porcentaje de hombres sin
dependencias, y también mayor porcentaje de mujeres con dependencia total
(Tabla II.LXVI, Fig. 2.19). Para valorar si el género se relacionaba sobre la
clasificación de dependencias de Lawton y Brody, se procesó la prueba de la χ2
de Pearson, obteniendo un resultado significativo (χ2=29,252, 4 gl, p=0,000),
por lo que con una confianza muy superior al 95%, podemos decir que sí
existió relación.
Tabla II.LXV: Frecuencia de dependencias según Lawton y Brody en la muestra de
encuestados. Resultados globales.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INDEPENDIENTE 791 61,6 62,1 62,1 DEPENDIENTE LEVE 270 21,0 21,2 83,3
DEPENDIENTE MODERADO 71 5,5 5,6 88,9
DEPENDIENTE SEVERO/GRAVE 80 6,2 6,3 95,1
DEPENDIENTE TOTAL 62 4,8 4,9 100,0
Válidos
Total 1274 99,1 100,0 Perdidos Sistema 11 ,9 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
107
Tabla II.LXVI: Frecuencia de dependencias según Lawton y Brody en la muestra de encuestados. Resultados por sexos.
sexo
Hombre Mujer
Total
Recuento 354 437 791 INDEPENDIENTE
% de sexo 68,2% 57,9% 62,1% Recuento 101 169 270
DEPENDIENTE LEVE % de sexo 19,5% 22,4% 21,2% Recuento 30 41 71
DEPENDIENTE MODERADO % de sexo 5,8% 5,4% 5,6% Recuento 12 68 80
DEPENDIENTE SEVERO/GRAVE % de sexo 2,3% 9,0% 6,3% Recuento 22 40 62
DEPENDIENTE TOTAL % de sexo 4,2% 5,3% 4,9% Recuento 519 755 1274
Total % de sexo 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 2.19: Porcentaje de dependencias según Lawton y Brody en la muestra de encuestados. Resultados por sexos y global.
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Bloque III. Resultados
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Figura 2.20: Porcentaje de dependientes/independientes según Lawton y Brody.
Figura 2.21: Porcentaje de tipos de de dependientes según Lawton y Brody.
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Bloque III. Resultados
109
2.3. CÁLCULO DE DEPENDENCIA CONJUNTA DE LAS DOS ESCALAS: BARTHEL MÁS LAWTON Y BRODY
De lo que se trata es de realizar una multi-recodificación condicionada para,
desde un punto de vista propio, comprobar la dependencia teniendo en cuenta
ambos criterios, es decir, en función de la valoración de las actividades básicas
de la vida (Barthel, ABVD) y en función de la valoración de las actividades
instrumentales de la vida diaria (Lawton y Brody-AIVD).
Se propone la siguiente clasificación:
INDEPENDENCIA DEPENDENCIA
LEVE
DEPENDENCIA
MODERADA
DEPENDENCIA
SEVERA
DEPENDENCIA
TOTAL
Barthel
(ABVD) 100-75 70-60 55-40 35-20
>20
y ó ó ó ó
Lawton
(AIVD)
Hombres: 5 ó 4
Mujeres: 8, 7 ó 6
Hombres: 3
Mujeres: 5 ó 4
Hombres: 2 ó 1
Mujeres: 3, 2 ó 1
Hombres: 0
Mujeres: 0
Hombres: 0
Mujeres: 0
Una vez finalizados los cálculos, se obtuvo que un 79,2% fueron totalmente
independientes, un 5,9% con dependencia leve y tan solo un 6,1% con
dependencia severa (total un 3,2%) (Tabla II.LXVII, Fig. 2.22-23), por lo tanto
aumenta el porcentaje de ancianos independientes así como la dependencia
leve y moderada con respecto a los índices por separado.
Bloque III. Resultados
110
Tabla II.LXVII: Frecuencias de tipos de dependencia teniendo en cuenta las dos escalas de valoración.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
INDEPENDENCIA 994 77,4 79,2 79,2 DEPENDENCIA LEVE 74 5,8 5,9 85,1
DEPENDENCIA MODERADA 111 8,6 8,8 93,9
DEPENDENCIA SEVERA 76 5,9 6,1 100,0
Válidos
Total 1255 97,7 100,0 Perdidos Sistema 30 2,3 Total 1285 100,0
Figura 2.22: Porcentaje de tipos de dependencia teniendo en cuenta las dos escalas de valoración.
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Bloque III. Resultados
111
Figura 2.23: Porcentaje de tipos de dependencia teniendo en cuenta las dos escalas de valoración y separando los dependientes totales.
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Bloque III. Resultados
112
Figura 2.24: Porcentaje de independientes/dependientes teniendo en cuenta las dos escalas de valoración.
Figura 2.25: Porcentaje de tipos de dependencias teniendo en cuenta las dos escalas de valoración.
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Bloque III. Resultados
113
2.3. VALORACIÓN DEL ESTADO MENTAL
La afectación cognitiva también es una causa de incapacidad para desarrollar
las actividades vitales con autonomía, y consecuentemente repercute en la
dependencia del anciano.
Resulta interesante evaluar la función superior del individuo gracias a la cual
tiene la capacidad de generar ideas, juicios, recuerdo, comprensión,
abstracción, orientación en tiempo y en espacio, etc.
Para la valoración del estado mental se propuso la administración del Mini
Examen Cognoscitivo (MEC).
Esta prueba es la adaptación española del Mini Mental State Examination
(MMSE) de Folstein y McHugh publicado en 1975. Fueron Lobo y
colaboradores, en 1979, quienes no sólo adaptaron la escala a la muestra
española sino que además introdujeron cambios en algunos ítems que afectan a
la puntuación total. Es una prueba de detección de deterioro cognitivo
(específicamente de demencia) a través del rendimiento cognitivo del paciente
en pocas preguntas.
El MEC evalúa las siguientes áreas: orientación, memoria de fijación,
atención y cálculo, memoria a corto plazo y, lenguaje y construcción.
La prueba consta de 35 ítems y la puntuación total es la suma de todas las
puntuaciones obtenidas en las distintas preguntas. El rango de puntuación
oscila entre 0 y 35 puntos.
Bloque III. Resultados
114
Los baremos de puntuación son los que siguen:
30-35 puntos: valores normales, sin afectación cognitiva
< 24 puntos (25-29= border line): sugiere deterioro cognitivo
Existe una puntuación total corregida para sujetos analfabetos o con
imposibilidad física de ejecutar algún ítem propuesto. Consiste en realizar la
regla de tres tras obtener la puntuación total. Por ejemplo, si la puntuación total
era de 20 sobre 31 (por ejemplo, el sujeto es ciego), la puntuación total
corregida se obtendrá: (20x35)/31 = 22,5, que se redondea a 23.
En nuestro estudio, clasificaríamos a los mayores en 3 categorías:
Sujetos con deterioro cognitivo si la puntuación obtenida oscila entre 0 y
23 puntos.
Sujetos con sospecha de deterioro cognitivo si obtiene puntuaciones
entre 23 y 24 puntos.
Sujetos sin deterioro cognitivo si las puntuaciones oscilan entre 25 y 35
puntos. A su vez este grupo se subdividiría en:
Sujetos sin deterioro detectado y sin queja
Sujetos sin deterioro detectado pero con queja familiar
Sujetos sin deterioro detectado pero con queja subjetiva
Sujetos sin deterioro detectado pero con queja subjetiva y
familiar
Bloque III. Resultados
115
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- ¿En qué día de la semana estamos? - ¿Qué día (número) es hoy? - ¿En qué mes estamos? - ¿En qué año estamos? - ¿En qué estación del año estamos?
1 1 1 1 1
- ¿En qué lugar estamos en este momento? - ¿Se trata de un piso o una planta baja? - ¿En qué pueblo o ciudad estamos? - ¿En qué provincia estamos? - ¿En qué país estamos?
1 1 1 1 1
2. MEMORIA DE FIJACIÓN - Repita estas tres palabras: PESETA, CABALLO, MANZANA (1 punto por cada respuesta correcta) Una vez puntuado, si no las ha dicho bien, se le repetirán con un límite de 6 intentos hasta que las aprenda. Se le comenta:
Acuérdese de ellas porque se las preguntaré dentro de un rato
3
3. ATENCIÓN Y CÁLCULO - Si tiene 30 euros y me da 3, ¿cuántos le quedan?. ¿Y si me da 3 más? (hasta un total de 5 restas) 30- 27- 24- 21- 18- 15
5
- Repita estos números 5- 9 - 2 (repetir hasta que los aprenda) Ahora repítalos al revés (se puntúa acierto en número y orden)
3
4. MEMORIA A CORTO PLAZO - ¿Recuerda los 3 objetos que le he dicho antes? 3
5. LENGUAJE Y CONSTRUCCIÓN - Mostrar un bolígrafo. ¿Qué es esto? - Mostrar un reloj. ¿Qué es esto?
1 1
- Repita esta frase: “EN UN TRIGAL HABÍA CINCO PERROS” 1 Una manzana y una pera son frutas, ¿verdad? - ¿Qué son un gato y un perro? - ¿Y el rojo y el verde?
1 1
- Ahora haga lo que le diga: COJA ESTE PAPEL CON LA MANO DERECHA / DÓBLELO POR LA MITAD/ PÓNGALO ENCIMA DE LA MESA (1 punto por cada acción correcta)
3
- Lea lo que pone en el papel y hágalo: CIERRE LOS OJOS 1 - Ahora escriba por favor una frase, la que quiera en el papel 1 - Copiar el dibujo, anotando un punto si todos los ángulos se mantienen y
entrelazan en un polígono de 4 lados
1
Bloque III. Resultados
116
Veamos ahora los resultados por dimensión.
1. Orientación.
Se observó mayor porcentaje de dependencia en la pregunta relativa al
número de día de la encuesta (Tabla II.LXVIII, Fig. 2.26).
Tabla II.LXVIII: Frecuencias de la primera dimensión del MEC (respuestas incorrectas).
Ítem Frecuencia %
Día semana 130 10,3
Día (número) hoy 288 22,8
Mes 136 10,8
Año 210 16,6
Estación 143 11,3
Lugar 47 3,7
Piso o planta baja 46 3,6
Pueblo o ciudad 47 3,7
Provincia 92 7,3
País 119 9,4
Figura 2.26: Porcentajes de la primera dimensión del MEC.
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Bloque III. Resultados
117
2. Memoria de fijación
En el caso de la memoria de fijación en el que se le nombraban tres palabras
(peseta, caballo y manzana), la mayoría de encuestados las repitieron todas
bien (Tabla II.LXIX, Fig. 2.27).
Tabla II.LXIX: Frecuencias de la segunda dimensión del MEC.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
TODAS MAL 48 3,7 3,8 3,8
UNA BIEN 11 ,9 ,9 4,7 DOS BIEN 33 2,6 2,6 7,3 TODAS BIEN 1173 91,3 92,7 100,0
Válidos
Total 1265 98,4 100,0 Perdidos Sistema 20 1,6 Total 1285 100,0
Figura 2.27: Porcentajes de la segunda dimensión del MEC.
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Bloque III. Resultados
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3. Atención y cálculo
Basada en dos preguntas, una relativa cálculo directo y la otra relativa a
repetición numérica. En el primer caso, se observó una mayoría de encuestados
con todos los cálculos correctos, seguidos por el porcentaje con todos los
cálculos incorrectos (Tabla II.LXX, Fig. 2.28). En cuanto a la atención, el
49,8% revieron los números en orden inverso deforma correcta (Tabla
II.LXXI, Fig. 2.29).
Tabla II.LXX: Frecuencias de la tercera dimensión del MEC en la pregunta relativa a
cálculo.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
TODAS MAL 160 12,5 12,6 12,6
UNA BIEN 70 5,4 5,5 18,2 DOS BIEN 53 4,1 4,2 22,4 TRES BIEN 63 4,9 5,0 27,4 CUATRO BIEN 77 6,0 6,1 33,4
TODAS BIEN 842 65,5 66,6 100,0
Válidos
Total 1265 98,4 100,0 Perdidos Sistema 20 1,6 Total 1285 100,0
Figura 2.28: Porcentajes de la tercera dimensión del MEC en la pregunta relativa a cálculo.
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Bloque III. Resultados
119
Tabla II.LXXI: Frecuencias de la tercera dimensión del MEC en la pregunta relativa a atención.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
TODAS MAL 225 17,5 17,8 17,8
UNA BIEN 307 23,9 24,3 42,1 DOS BIEN 102 7,9 8,1 50,2 TODAS BIEN 630 49,0 49,8 100,0
Válidos
Total 1264 98,4 100,0 Perdidos Sistema 21 1,6 Total 1285 100,0
Figura 2.29: Porcentajes de la tercera dimensión del MEC en la pregunta relativa a atención.
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Bloque III. Resultados
120
4. Memoria a corto plazo
Se observó una situación más equilibrada, aunque siguió siendo el mayor
porcentaje el relativo a acierto total (Tabla II.LXXII, Fig. 2.30).
Tabla II.LXXII: Frecuencias de la cuarta dimensión del MEC.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
TODAS MAL 265 20,6 20,9 20,9
UNA BIEN 193 15,0 15,3 36,2 DOS BIEN 343 26,7 27,1 63,3 TODAS BIEN 464 36,1 36,7 100,0
Válidos
Total 1265 98,4 100,0 Perdidos Sistema 20 1,6 Total 1285 100,0
Figura 2.30: Porcentajes de la cuarta dimensión del MEC.
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Bloque III. Resultados
121
5. Lenguaje y construcción
Se observó un mayor porcentaje de pacientes con acciones incorrectas
relativas más a lectura, escritura, dibujo que al resto de acciones descritas en
esta dimensión (Tablas II.LXXIII-LXXIV, Figs. 2.24-25).
Tabla II.LXXIII: Frecuencias de la quinta dimensión del MEC.
Ítem Frecuencia %
Bolígrafo 39 3,1
Reloj 34 2,7
Repetir frase 65 5,1
Que son gato y perro 105 8,3
Que son rojo y verde 199 15,7
Leer papel 131 10,4
Escribir 392 31,3
Copiar dibujo 476 38,4
Figura 2.31: Porcentajes de la quinta dimensión del MEC.
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Bloque III. Resultados
122
Tabla II.LXXIV: Frecuencias de la quinta dimensión del MEC en la pregunta relativa a manipulación de un papel
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
TODAS MAL 38 3,0 3,0 3,0
UNA BIEN 23 1,8 1,8 4,8 DOS BIEN 76 5,9 6,0 10,8 TODAS BIEN 1127 87,7 89,2 100,0
Válidos
Total 1264 98,4 100,0 Perdidos Sistema 21 1,6 Total 1285 100,0
Figura 2.32: Porcentajes de la quinta dimensión del MEC en la pregunta relativa a manipulación de un papel
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Bloque III. Resultados
123
Finalmente, se realizó la suma de puntuaciones en cada encuestado y la
recodificación correspondiente para las tres categorías descritas anteriormente,
resultando una media de puntuación de 29,09±6,67 (IC 95%: 28,72-29,46), así
como una mayoría de encuestados sin deterioro cognitivo (83,3%), frente a un
15,0% con deterioro (Tabla II.LXXV, Fig. 2.33).
Tabla II.LXXV: Frecuencia de encuestados con deterioro cognitivo.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DETERIORO COGNITIVO 162 12,6 12,9 12,9
SOSPECHA DE DETERIORO COGNITIVO
45 3,5 3,6 16,5
SIN DETERIORO COGNITIVO 1050 81,7 83,5 100,0
Válidos
Total 1257 97,8 100,0 Perdidos Sistema 28 2,2 Total 1285 100,0
Figura 2.33: Porcentaje de encuestados con deterioro cognitivo.
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Bloque III. Resultados
124
Tabla II.LXXVI: Frecuencias de la valoración de las quejas subjetivas.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Sujeto sin deterioro y sin queja
681 64,9 68,0 68,0
Sujeto sin deterioro pero con queja familiar
25 2,4 2,5 70,5
Sujeto sin deterioro pero con queja subjetiva
253 24,1 25,2 95,7
Sujeto sin deterioro pero con queja subjetiva y familiar
43 4,1 4,3 100,0
Válidos
Total 1002 95,4 100,0 Perdidos Sistema 48 4,6 Total 1050 100,0
Figura 2.34: Porcentajes de la valoración de las quejas subjetivas.
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Bloque III. Resultados
125
Finalmente, de los encuestados sin deterioro cognitivo, el 68,0% no
presentaron quejas, mientras que un 25,2% presentaban queja familiar (Tabla
II.XXVI, Fig. 2.34).
Bloque III. Resultados
126
2.4. VALORACIÓN SOCIOFAMILIAR
Realizada desde dos puntos de vista, en cuanto a con quién vive
habitualmente y en cuanto sus relaciones y contactos sociales.
En el primer aspecto, la mayoría de encuestados vivían con el cónyuge o solos
con hijos o familiares próximos (Tabla II.LXXVII, Fig. 2.35). Tan solo 25
casos seleccionaron otro tipo de vivienda, siendo descritos 24 de ellos (Tabla
II.LXXVIII). Finalmente, la mayoría de la muestra eran personas mayores que
mantenían relaciones sociales fuera del domicilio habitual primordialmente
(64,2%) (Tabla II.LXXIX, Fig. 2.36).
Tabla II.LXXVII: Frecuencias de la situación familiar de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
CON CÓNYUGE 563 43,8 47,0 47,0 EN CASA PROPIA CON HIJOS 161 12,5 13,4 60,4
EN CASA PROPIA CON FAMILIARES 87 6,8 7,3 67,6
EN CASA DE HIJOS 62 4,8 5,2 72,8 EN CASA DE FAMILIARES 28 2,2 2,3 75,1
SOLO CON HIJOS/FAMILIARES PRÓXIMOS
236 18,4 19,7 94,8
SOLO. CARECE DE HIJOS/FAMILIARES O VIVEN ALEJADOS
13 1,0 1,1 95,9
VIVE EN RESIDENCIA 24 1,9 2,0 97,9
OTROS 25 1,9 2,1 100,0
Válidos
Total 1199 93,3 100,0 Perdidos Sistema 86 6,7 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
127
Figura 2.35: Porcentajes de la situación familiar de los encuestados.
Tabla II.LXXVIII: Descripciones de ‘otros’.
4 hermanas en vivienda de congregación religiosa 1 Alquiler con nieta 1
Casa propia con cuidadora 1
Casa propia con hijos/as y esposo/a 4
Centro del Opus Dei 1
Centro religioso adjunto a centro escolar 1
Con cuidadora interna 3
En casa alquilada con 2 hermanas 2
En casa de su hija y con su pareja 1
En casa propia con asistenta interna 2
Residencia parroquial 1
Sola en su casa con su cuidadora 2
Sola sin hijos 1 Una amiga 1
Vive alquilado con su esposa 1
Vive en el colegio Jesús y María 1
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Bloque III. Resultados
128
Tabla II.LXXIX: Frecuencias de las relaciones y contactos sociales de los encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
MANTIENE RELACIONES SOCIALES FUERA DEL DOMICILIO
811 63,1 64,2 64,2
SALE DE CASA PERO SOLO RELACIONES CON FAMILIA Y VECINOS
231 18,0 18,3 82,5
SALE DE CASA PERO RELACIONES SOLO CON FAMILIA
89 6,9 7,0 89,5
NO SALE DE CASA. RECIBE FAMILIARES O VISITAS (+1 SEMANA)
95 7,4 7,5 97,1
NO SALE DE CASA NI RECIBE VISITAS (-1 SEMANA)
37 2,9 2,9 100,0
Válidos
Total 1263 98,3 100,0 Perdidos Sistema 22 1,7 Total 1285 100,0
Figura 2.36: Porcentaje de las relaciones y contactos sociales de los encuestados.
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Bloque III. Resultados
129
2.5. VALORACIÓN SOCIOECONÓMICA
Se valoraron tres dimensiones como son pensiones y prestaciones percibidas,
ayudas sociales y necesidad de cuidador.
1. Pensiones y prestaciones percibidas
Tabla II.LXXX: Frecuencia de prestaciones percibidas en los encuestados de la muestra.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
PENSIÓN CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN
647 50,4 53,3 53,3
PENSIÓN CONTRIBUTIVA JUBILACIÓN ANTICIPADA
37 2,9 3,0 56,3
PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: GRAN INVALIDEZ
3 ,2 ,2 56,5
PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: ABSOLUTA
5 ,4 ,4 57,0
PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: TOTAL
4 ,3 ,3 57,3
PENSIÓN CONTRIBUTIVA VIUDEDAD
267 20,8 22,0 79,3
PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN
52 4,0 4,3 83,5
PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE INVALIDEZ
5 ,4 ,4 84,0
PENSIÓN SOVI 18 1,4 1,5 85,4 OTRAS/NO ESPECIFICA/NO SABE
177 13,8 14,6 100,0
Válidos
Total 1215 94,6 100,0 Perdidos Sistema 70 5,4 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
130
En las prestaciones percibidas por los mayores encuestados, predomina
principalmente la pensión contributiva por jubilación (54,6%) seguida de la de
viudedad (22,5%) y no contributiva de jubilación (4,8%) (Tabla II.LXXX, Fig.
2.37).
Figura 2.37: Porcentaje de prestaciones percibidas en los encuestados de la muestra.
2. Ayudas sociales
La mayoría de los mayores, no necesitaron ningún tipo de ayuda
socieconómica (64,7%), observándose también un alto porcentaje que no
disponía de información al respecto (26,4%) (Tabla LXXXI, Fig. 2.38).
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Bloque III. Resultados
131
Tabla II.LXXXI: Frecuencia de ayudas sociales en los encuestados de la muestra.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
NO NECESITA AYUDA SOCIECONÓMICA
738 57,4 64,7 64,7
HA SOLICITADO ALGUNA AYUDA Y NO CONCEDIDA
54 4,2 4,7 69,5
NO DISPONE DE INFORMACIÓN SOBRE LAS AYUDAS
301 23,4 26,4 95,9
AYUDA SOCIAL PARA EL CUIDADO DE ANCIANOS DES ÁMBITO FAMILIAR
12 ,9 1,1 96,9
AYUDA SOCIAL PARA FINANCIAR ESTANCIAS EN RESIDENCIAS 3ª EDAD
1 ,1 ,1 97,0
AYUDA SOCIAL PARA DESARROLLO PERSONAL (MAYORES DISCAPACITADO)
3 ,2 ,3 97,3
OTRAS(NO ESPECIFICA/NO SABE
31 2,4 2,7 100,0
Válidos
Total 1140 88,7 100,0 Perdidos Sistema 145 11,3 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
132
Figura 2.38: Porcentaje de ayudas sociales en los encuestados de la muestra.
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Bloque III. Resultados
133
3. Necesidad de cuidador
Según los resultados de la encuesta, tenían necesidad de cuidador 338
pacientes (26,6% válido) (Tabla LXXXII, Fig. 2.39).
Tabla II.LXXXII: Frecuencia de ancianos encuestados con necesidad de cuidador
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
NO TIENE NECESIDAD DE CUIDADOR
933 72,6 73,4 73,4
TIENE CUIDADOR
338 26,3 26,6 100,0
Válidos
Total 1271 98,9 100,0 Perdidos Sistema 14 1,1 Total 1285 100,0
Figura 2.39: Porcentaje de ancianos encuestados con necesidad de cuidador
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Bloque III. Resultados
134
De los 338 encuestados totales que tienen cuidador, 113 (33,4%) lo tenían
formal y 225 (66,6%) informal (Fig. 2.40). De los cuidadores formales, el
78,8% correspondieron con cuidadores formales contratados por cuenta propia
(Tabla LXXXIII, Fig. 2.41). Los designados como ‘otros’, pueden observarse
en la tabla II.LXXXIV (14 descripciones de 15).
Figura 2.40: Porcentaje de encuestados que tenían cuidador formal/informal.
Tabla II.LXXXIII: Frecuencias con respecto a cuidador formal.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
CUIDADOR FORMAL PROCEDENTE DE SERVICIOS SOCIALES
9 2,7 8,0 8,0
CUIDADOR FORMAL CONTRATADO POR CUENTA PROPIA
89 26,3 78,8 86,7
OTROS 15 4,4 13,3 100,0
Válidos
Total 113 33,4 100,0 Perdidos Sistema 225 66,6 Total 338 100,0
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Bloque III. Resultados
135
Tabla II.LXXXIV: Descripción de ‘otras procedencias’ del cuidador formal.
Frecuencia Auxiliar clínica 1 Cruz Roja 1 Mañana y noche 1 Personal Residencia 2 Residencia 8
Teleasistencia privada 1
Figura 2.41: Porcentaje con respecto a cuidador formal.
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Bloque III. Resultados
136
Tabla II.LXXXV: Dedicación de los cuidadores formales.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
MENOS DE 7 HORAS 23 20,4 22,8 22,8
ENTRE 7 Y 14 HORAS 9 8,0 8,9 31,7
ENTRE 15 Y 30 HORAS 17 15,0 16,8 48,5
ENTRE 31 Y 40 HORAS 10 8,8 9,9 58,4
MÁS DE 40 HORAS 42 37,2 41,6 100,0
Válidos
Total 101 89,4 100,0 Perdidos Sistema 12 10,6 Total 113 100,0
Tabla II.LXXXVI: Nivel de estudios de los cuidadores formales.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
ESTUDIOS SUPERIORES 14 12,4 17,7 17,7
ESTUDIOS MEDIOS 23 20,4 29,1 46,8
ESTUDIOS PRIMARIOS 29 25,7 36,7 83,5
SIN ESTUDIOS 10 8,8 12,7 96,2 NO CLASIFICABLE 3 2,7 3,8 100,0
Válidos
Total 79 69,9 100,0 Perdidos Sistema 34 30,1 Total 113 100,0
Los cuidadores formales tenían una dedicación semanal mayoritariamente de
más de 40 horas (41,6%), así como un nivel de estudios principalmente de
nivel primario (36,7%) o medio (29,1%) (Tablas II.LXXXV-LXXXVI).
Bloque III. Resultados
137
En cuanto al cuidador informal, fue más prevalente el que fuera mujer-hija
(29,9%), mujer-cónyuge (22,3%), hombre-hijo (18,5%) u hombre-cónyuge
(12,7%) que en cualquier otro caso (Tabla II.LXXXVII, Fig. 2.35).
Tabla II.LXXXVII: Frecuencias con respecto a cuidador informal.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
HOMBRE: CÓNYUGE 20 8,9 12,7 12,7
HOMBRE: HIJO 29 12,9 18,5 31,2 HOMBRE: OTRO FAMILIAR
4 1,8 2,5 33,8
HOMBRE: OTRO 3 1,3 1,9 35,7
MUJER: CÓNYUGE 35 15,6 22,3 58,0
MUJER: HIJA 47 20,9 29,9 87,9 MUJER: OTRO FAMILIAR 14 6,2 8,9 96,8
MUJER: AMIGA 2 ,9 1,3 98,1 MUJER: OTRO 3 1,3 1,9 100,0
Válidos
Total 157 69,8 100,0 Perdidos Sistema 68 30,2 Total 225 100,0
Figura 2.42: Porcentajes con respecto a cuidador informal.
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Bloque III. Resultados
138
Tabla II.LXXXVIII: Dedicación de los cuidadores informales.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
MENOS DE 7 HORAS 11 4,9 10,5 10,5
ENTRE 7 Y 14 HORAS 4 1,8 3,8 14,3
ENTRE 15 Y 30 HORAS 21 9,3 20,0 34,3
ENTRE 31 Y 40 HORAS 7 3,1 6,7 41,0
MÁS DE 40 HORAS 62 27,6 59,0 100,0
Válidos
Total 105 46,7 100,0 Perdidos Sistema 120 53,3 Total 225 100,0
Tabla II.LXXXIX: Nivel de estudios de los cuidadores informales.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
ESTUDIOS SUPERIORES 12 5,3 10,5 10,5
ESTUDIOS MEDIOS 29 12,9 25,4 36,0
ESTUDIOS PRIMARIOS 54 24,0 47,4 83,3
SIN ESTUDIOS 16 7,1 14,0 97,4 ANALFABETO 1 ,4 ,9 98,2 NO CLASIFICABLE 2 ,9 1,8 100,0
Válidos
Total 114 50,7 100,0 Perdidos Sistema 111 49,3 Total 225 100,0
Finalmente, el cuidador informal le dedica más horas semanales al anciano,
más de 40 horas en el 59,0% de los casos, y entre 15 y 30 horas el 20,0% ,
mientras que el nivel de estudios fue principalmente de nivel primario o medio,
coincidiendo con el cuidador formal (Tablas II.LXXXVIII-LXXXIX).
Bloque III. Resultados
139
- Necesidad de cuidador sin contar con él, y necesidad de ayuda en tareas
domésticas
Solamente respondieron a esta pregunta 34 encuestados (2,6% del total), de
los que el 55,9% no contaba con información sobre posibles ayudas y un
20,6% sí la habían solicitado pero sin concesión (Tabla II.XC, Fig. 2.36).
Tabla II.XC: Frecuencia de ancianos con necesidad de cuidador sin contar con él.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
HA SOLICITADO AYUDA AL RESPECTO, PERO NO CONCEDIDA
7 ,5 20,6 20,6
NO CUENTA CON INFORMACIÓN SOBRE POSIBLES AYUDAS
19 1,5 55,9 76,5
OTROS 8 ,6 23,5 100,0
Válidos
Total 34 2,6 100,0 Perdidos Sistema 1251 97,4 Total 1285 100,0
Figura 2.43: Porcentaje de ancianos con necesidad de cuidador sin contar con él.
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Bloque III. Resultados
140
Se encontró que un 49,2% de los ancianos encuestados tenían necesidad de
ayuda en las tareas domésticas, de los que un 61,5% disponía de dicha ayuda
mediante contratado por cuenta propia (Tablas II.XCI -XCII, Fig. 2.44).
Tabla II.XCI: Frecuencia de ancianos con necesidad de ayuda en las tareas domésticas.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
NO 641 49,9 50,8 50,8 SI 621 48,3 49,2 100,0 Válidos Total 1262 98,2 100,0
Perdidos Sistema 23 1,8 Total 1285 100,0
Tabla II.XCII: Frecuencia de tipos de ayuda en las tareas domésticas.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
PROCEDENTE DE SERVICIOS SOCIALES
25 1,9 4,2 4,2
CONTRATADO POR CUENTA PROPIA
362 28,2 61,5 65,7
OTROS 202 15,7 34,3 100,0
Válidos
Total 589 45,8 100,0 Perdidos Sistema 696 54,2 Total 1285 100,0
Bloque III. Resultados
141
Figura 2.44: Porcentaje de tipos de ayuda en las tareas domésticas.
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Bloque III. Resultados
142
2.6. VALORACIÓN DEL ENTORNO FÍSICO
Existe una pregunta clave referida a si el encuestado vive en una residencia. A
los sujetos que viven en comunidad, se les realiza unas preguntas adicionales
relativas a la vivienda en la que reside.
En este sentido, un 1,9% de los mayores encuestados viven en residencia y el
resto (98,1%) en otro tipo que a posteriormente describimos (Fig. 2.45).
Figura 2.45: Porcentaje de encuestados que viven en residencia de la 3º edad.
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Bloque III. Resultados
143
Los encuestados que no vivían en residencia, tenían una vivienda
principalmente en régimen de propiedad (81,4%), con todos los elementos
básicos para vivir (84,7%). Un 19,6% tenían dificultades de acceso
principalmente dentro del zaguán o patio del inmueble (89,9%) y con una
buena comunicación con servicios básicos (alimentación, transporte etc.)
(97,8%) (Tablas II.XCIII-XCIV, Figs. 2.46-49).
Tabla II.XCIII: Frecuencia de tipo de vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
EN PROPIEDAD 936 80,6 81,4 81,4
EN ALQUILER 81 7,0 7,0 88,4
DE LA FAMILIA 124 10,7 10,8 99,2
OTROS 9 ,8 ,8 100,0
Válidos
Total 1150 99,1 100,0 Perdidos Sistema 11 ,9 Total 1161 100,0
Tabla II.XCIV: Descripción de ‘otros’ tipos de vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Frecuencia Centro religioso 6
De su compañera sentimental 1
Es propiedad de los hijos de su mujer(matrimonio en segundas nupcias) 1 Vive en el colegio 1
Bloque III. Resultados
144
Figura 2.46: Porcentajes de tipo de vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Tabla II.XCV: Frecuencia de adecuación de la vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
POSEE ELEMENTOS BÁSICOS: LUZ, AGUA CALIENTE...
974 83,9 84,7 84,7
EQUIPAMIENTO INADECUADO (CARECE DE ALGÚN ELEMENTO BÁSICO)
166 14,3 14,4 99,1
VIVIENDA INADECUADA 10 ,9 ,9 100,0
Válidos
Total 1150 99,1 100,0 Perdidos Sistema 11 ,9 Total 1161 100,0
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Bloque III. Resultados
145
Figura 2.47: Porcentaje de la adecuación de la vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Tabla II.XCVI: Descripción de elementos básicos que faltan en la vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Frecuencia Agua caliente 1 Agua caliente y ascensor 5 Ascensor 137 Ascensor y calefacción 6 Ascensor, agua caliente, lavadora, bañera o ducha, calef 1 Calefacción 12 Lavadora, ascensor, calefacción 1 Sin especificar 3
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Bloque III. Resultados
146
Tabla II.XCVII: Frecuencia de las dificultades de acceso a la vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
Frecuencia Porcentaje Sólo con problemas
Porcentaje acumulado
PRESENCIA DE BARRERAS EN VÍA PÚBLICA
23 2,0 10,1 10,1
DENTRO DEL ZAGUÁN/PATIO INMUEBLE
205 17,7 89,9 100,0 Válidos
Total 228 19,6 100,0 Sin problemas 933 80,4 Total 1161 100,0
Figura 2.48: Porcentaje de las dificultades de acceso a la vivienda en la que habitan los mayores encuestados.
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Bloque III. Resultados
147
Tabla II.XCVIII: Frecuencia de la forma de comunicación de la vivienda en la que habitan los mayores encuestados con el exterior.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
VIVIENDA BIEN COMUNICADA CON SERVICIOS BÁSICOS (ALIMENTOS..)
1125 96,9 97,8 97,8
VIVIENDA MAL COMUNICADA 25 2,2 2,2 100,0
Válidos
Total 1150 99,1 100,0 Perdidos Sistema 11 ,9 Total 1161 100,0
Figura 2.49: Porcentaje de la forma de comunicación de la vivienda en la que habitan los mayores encuestados con el exterior.
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Bloque III. Resultados
148
3-CAUSAS DE DEPENDENCIA
Trescientos cincuenta y tres ancianos encuestados (27,5%) presentaron algún
tipo de dependencia motora y, entre las causas más importantes de la misma, se
dieron articulares (41,9%) y de motilidad (23,8%) (Tabla III.I, Fig. 3.1),
mientras que con dependencia cognitiva existieron 124 ancianos (9,6%)
principalmente por el propio deterioro cognitivo (42,7%). Finalmente, con
dependencia sensorial hubo 196 encuestados (15,3%) con problemas de visión
(49,0%) y de disminución de la audición (40,8%) como principales causas
(Tablas III.I-III, Figs. 3.1-4).
Figura 3.1: Porcentaje de causas de dependencia a modo de resumen.
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Bloque III. Resultados
149
Tabla III.I: Frecuencias de causas de alteración motora.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
ARTICULAR (REUMATISMOS) 148 11,5 41,9 41,9
ÓSEAS (ROTURAS) 47 3,7 13,3 55,2
MUSCULARES 11 ,9 3,1 58,4 DE LA MOTILIDAD 84 6,5 23,8 82,2 OTRAS 63 4,9 17,8 100,0
Válidos
Total 353 27,5 100,0 Perdidos Sistema 932 72,5 Total 1285 100,0
Figura 3.2: Porcentaje de causas de alteración motora.
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Bloque III. Resultados
150
Tabla III.II: Frecuencias de causas de alteración cognitiva.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DETERIORO COGNITIVO 53 4,1 42,7 42,7
DEMENCIA 37 2,9 29,8 72,6 OTROS 34 2,6 27,4 100,0
Válidos
Total 124 9,6 100,0 Perdidos Sistema 1161 90,4 Total 1285 100,0
Figura 3.3: Porcentaje de causas de alteración cognitiva.
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Bloque III. Resultados
151
Tabla III.III: Frecuencias de causas de alteración sensorial.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
DISMINUCIÓN DE LA VISIÓN 96 7,5 49,0 49,0
DISMINUCIÓN DE LA AUDICIÓN 80 6,2 40,8 89,8
OTROS 20 1,6 10,2 100,0
Válidos
Total 196 15,3 100,0 Perdidos Sistema 1089 84,7 Total 1285 100,0
Figura 3.4: Porcentaje de causas de alteración sensorial.
Si tenemos en cuenta las alteraciones y sus combinaciones, obtenemos que la
mayoría no presentó ninguna alteración (59,4%), siendo mayoritarias las
alteraciones sensoriales (Tabla III.IV, Fig. 3.5).
Tabla III.IV: Frecuencias de causas de alteración de todo tipo.
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Bloque III. Resultados
152
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
SIN CAUSAS 763 59,4 59,4 59,4 SENSORIAL 103 8,0 8,0 67,4 COGNITIVA 60 4,7 4,7 72,1 MOTORA 226 17,6 17,6 89,6 MOTORA + SENSORIAL 69 5,4 5,4 95,0
MOTORA + COGNITIVA 40 3,1 3,1 98,1
COGNITIVA + SENSORIAL 6 ,5 ,5 98,6
MOTORA + COGNITIVA + SENSORIAL
18 1,4 1,4 100,0
Válidos
Total 1285 100,0 100,0
Figura 3.5: Porcentaje de causas de dependencia teniendo en cuenta combinaciones.
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Bloque III. Resultados
153
4-OBSERVACIONES CONTEXTUALES
Relacionadas con el aspecto físico, actitud, entorno y comunicación del mayor
encuestado según la opinión (y por tanto, con carga subjetiva) del
entrevistador.
El aspecto observado en el mayor encuestado fue mayoritariamente cuidado
(58,5%) o muy cuidado (35,3%), su actitud frente a la entrevista fue
eminentemente colaboradora (93,2%), el entorno físico fue adecuado en un
gran porcentaje de las entrevistas (91,4%) y, finalmente, contestó el propio
entrevistado (90,3%) (Tablas IV.I_VIII, Fig.s 4.1-4).
Tabla IV.I: Frecuencia del tipo de aspecto físico del mayor (según subjetividad del entrevistador)
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
MUY CUIDADO 453 35,3 36,0 36,0
CUIDADO 736 57,3 58,5 94,5 POCO CUIDADO 60 4,7 4,8 99,3
OTROS 9 ,7 ,7 100,0
Válidos
Total 1258 97,9 100,0 Perdidos Sistema 27 2,1 Total 1285 100,0
Tabla IV.II: Descripción de ‘otros’ en el aspecto físico del mayor.
Frecuencia FALTA DE ASEO, ACABABA DE DESPERTARSE 1 IBA EN BATÍN 2 IBA EN BATÍN PQ SE ACABABA DE LEVANTAR 3 NECESITA SUPERVISION 2 VA EN PIJAMA 1
Bloque III. Resultados
154
Figura 4.1: Porcentaje del tipo de aspecto físico del mayor.
Tabla IV.III: Frecuencia del tipo de actitud del mayor.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
COLABORADOR/A 1171 91,1 93,2 93,2 RETICENTE 56 4,4 4,5 97,7 OTROS 29 2,3 2,3 100,0
Válidos
Total 1256 97,7 100,0 Perdidos Sistema 29 2,3 Total 1285 100,0
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Bloque III. Resultados
155
Tabla IV.IV: Descripción de ‘otros’ en el tipo de actitud del mayor.
Frecuencia Ausente 3 Colabora pero se lo toma a broma 1 Distraído o distante 6 Escueta en sus respuestas 1 Indiferente 1 Inseguridad 1 Nervioso/a 3 No contesta 3 No puede comunicarse 2 No responde 2 Si no le gritas, no oye 1 Sin interés 1
Figura 4.2: Porcentaje del tipo de actitud del mayor.
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Bloque III. Resultados
156
Tabla IV.V: Frecuencia de la adecuación del entorno del mayor a la entrevista
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
ADECUADO 1150 89,5 91,4 91,4
INADECUADO 47 3,7 3,7 95,2
OTROS 61 4,7 4,8 100,0 Válidos
Total 1258 97,9 100,0 Perdidos Sistema 27 2,1 Total 1285 100,0
Tabla IV.VI: Descripción de ‘otros’ en el tipo entorno del mayor.
Frecuencia
No buenas condiciones de luz y calor 35 Falta de higiene 11 No permite acceso vivienda 6 Inadecuado 2
Sentados, pero sin mesa para apoyarnos 1
Bloque III. Resultados
157
Figura 4.3: Porcentaje del tipo de entorno del mayor.
Tabla IV.VII: Frecuencia del tipo de comunicación con mayor.
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
CONTESTA EL PROPIO PACIENTE 1136 88,4 90,3 90,3
CONTESTA CON AYUDA 79 6,1 6,3 96,6
CONTESTA EL FAMILIAR/CUIDADO 35 2,7 2,8 99,4
OTROS 8 ,6 ,6 100,0
Válidos
Total 1258 97,9 100,0 Perdidos Sistema 27 2,1 Total 1285 100,0
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Bloque III. Resultados
158
Tabla IV.VIII: Descripción de ‘otros’ en cuanto a la comunicación con el mayor.
Frecuencia APENAS PUEDE COMUNICARSE 1 CONTESTA LA PACIENTE PERO SU HIJA MATIZA COSAS 1 EL MARIDO AMPLIA INFORMACION 1 EL PACIENTE Y EL MARIDO 1 PSICOLOGA DEL CENTRO 4
Figura 4.4: Porcentaje del tipo de comunicación con mayor.
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Bloque III. Resultados
159
5-ANÁLISIS BIVARIANTE: CARACTERÍSTICAS DE LOS
PACIENTES CON DEPENDENCIAS
En este capítulo el objetivo es analizar las relaciones de la variable
dependencia en las personas mayores teniendo en cuenta tanto las actividades
básicas como las instrumentales de la vida (Barthel más Lawton y Brody) y ver
cómo se comporta en relación con otras variables.
5.1. EDAD
Se realizaron dos recodificaciones de la variable edad, una para cinco
intervalos de 5 años de tamaño desde 75-79 hasta el quinto � 90 años, y la otra
de tres intervalos de 10 años, desde 79-79 años a � 90 años.
Teniendo en cuenta estas nuevas variables así como la original continua, se
analizaron sus relaciones con la variable final ‘dependencia’ .
Se observó que la media de edad aumentaba con la gravedad de la
dependencia (Tabla V.I), por lo que fue preciso comprobar estadísticamente si
se daba relación significativa. Para este caso, se procesó ANOVA de un factor
obteniéndose resultado significativo (F=63,092, p=0,000; Tabla V.II).
Posteriormente procesamos la prueba HSD de Tukey de comparaciones
múltiples para comprobar entre qué grupos de dependencia se daban estas
diferencias. El resultado fue significativo entre el grupo sin dependencia y
cualquiera de los dependientes; lo mismo ocurrió para los dependientes leves.
Finalmente, no existieron diferencias entre los dependientes moderados y
severos (Tabla V.III, Fig. 5.1).
Bloque III. Resultados
160
Tabla V.I: Descriptiva de la edad por grupo de dependencia.
N Media DE IC 95% Mínimo Máximo
Límite inferior
Límite superior
INDEPENDENCIA 994 76,43 4,38 76,16 76,70 69 93 DEPENDENCIA LEVE 74 79,32 5,82 77,98 80,67 71 93
DEPENDENCIA MODERADA 110 81,25 6,52 80,01 82,48 70 99
DEPENDENCIA SEVERA 76 81,93 6,19 80,52 83,35 71 103
Tabla V.II: Tabla ANOVA del contraste entre grupos de la dependencia para la variable edad continua.
Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.
Inter-grupos 4394,979 3 1464,993 63,092 ,000 Intra-grupos 29024,970 1250 23,220 Total 33419,949 1253
Figura 5.1: Medias±DE de la edad por grupo de dependencia.
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Bloque III. Resultados
161
Tabla V.III: Comparaciones múltiples entre grupos de dependencia con respecto a la variable edad.
(I) Dependencia (J) Dependencia Diferencia de medias
(I-J)
Error típico Sig.
HSD de Tukey
INDEPENDENCIA DEPENDENCIA LEVE -2,894(*) ,581 ,000
DEPENDENCIA MODERADA -4,815(*) ,484 ,000
DEPENDENCIA SEVERA -5,504(*) ,573 ,000
DEPENDENCIA LEVE INDEPENDENCIA 2,894(*) ,581 ,000
DEPENDENCIA MODERADA -1,921(*) ,724 ,040
DEPENDENCIA SEVERA -2,610(*) ,787 ,005
DEPENDENCIA MODERADA INDEPENDENCIA 4,815(*) ,484 ,000
DEPENDENCIA LEVE 1,921(*) ,724 ,040
DEPENDENCIA SEVERA -,689 ,719 ,773
DEPENDENCIA SEVERA INDEPENDENCIA 5,504(*) ,573 ,000
DEPENDENCIA LEVE 2,610(*) ,787 ,005
DEPENDENCIA MODERADA ,689 ,719 ,773
* La diferencia entre las medias es significativa al nivel .05.
Si tenemos en cuenta tan solo la dicotomía independientes/dependientes, nos
encontramos con que de una media de 76,43±4,38 años de los independientes
pasamos a una de 80,90±6,29 en los dependientes, diferencia que es
significativa tras una t-Student para grupos independientes (t=10,789, 327,404
gl, p=0,000) (Fig. 5.2).
Bloque III. Resultados
162
Figura 5.2: Media±DE de la edad de independientes y dependientes.
En cuanto a la edad por intervalos, en primer lugar se describieron los
porcentajes por cada grupo de dependencia, observándose que, en el caso de
edad con intervalos de cinco años, los grupos con independencia o dependencia
leve, predominaban sobre edades menores (intervalo 70-74 años), mientras que
el grupo con dependencia moderada o severa se encontraban con frecuencias
mayores en intervalos de edad más avanzada (Tabla V.IV, Fig. 5.3). Se procesó
la prueba de independencia de la χ2, resultando significativa (χ2= 194,125, 12
gl, p=0,000), por lo que podemos decir que la edad en estos intervalos de cinco
años y la dependencia de los ancianos, se relacionan con una confianza muy
superior al 95%.
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Bloque III. Resultados
163
Tabla V.IV: Tabla de contingencia entre los grupos de dependencia y la variable edad en cinco intervalos.
IND DL DM DS Total
Recuento 392 23 20 9 444 70-74 % de
DEP 39,4% 31,1% 18,2% 11,8% 35,4%
Recuento 374 17 24 16 431 75-79 % de
DEP 37,6% 23,0% 21,8% 21,1% 34,4%
Recuento 175 16 29 29 249 80-84 % de
DEP 17,6% 21,6% 26,4% 38,2% 19,9%
Recuento 44 14 25 12 95 85-89 % de
DEP 4,4% 18,9% 22,7% 15,8% 7,6%
Recuento 9 4 12 10 35
>=90 % de DEP ,9% 5,4% 10,9% 13,2% 2,8%
Recuento 994 74 110 76 1254 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.3: Porcentajes de los grupos de dependencia y la variable edad en cinco intervalos.
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Bloque III. Resultados
164
Tabla V.V: Tabla de contingencia entre independientes/dependientes y la variable edad en cinco intervalos.
Independiente Dependiente Total
Recuento 392 52 444 70-74
% de DEP 39,4% 20,0% 35,4% Recuento 374 57 431
75-79 % de DEP 37,6% 21,9% 34,4% Recuento 175 74 249
80-84 % de DEP 17,6% 28,5% 19,9% Recuento 44 51 95
85-89 % de DEP 4,4% 19,6% 7,6% Recuento 9 26 35
edadint5
>=90 % de DEP ,9% 10,0% 2,8% Recuento 994 260 1254
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Si tenemos en cuenta la situación de dependencia dicotomizada en dos
grupos, obtenemos una situación más manifiesta, observándose relación
significativa (χ2= 172,841, 4 gl, p=0,000) (Tabla V.V, Fig. 5.4).
Figura 5.4: Porcentajes de los grupos de independencia/dependencia y la variable edad en cinco intervalos.
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Bloque III. Resultados
165
En el caso de la edad en tres intervalos, la situación fue todavía más evidente,
resultando la relación también muy significativa (χ2= 162,179, 6 gl, p=0,000)
(Tabla V.VI, Fig. 5.5).
Tabla V.VI: Tabla de contingencia entre los grupos de dependencia y la variable edad en tres intervalos.
IND DL DM DS Total
Recuento 766 40 44 25 875 70-79
% de DEP 77,1% 54,1% 40,0% 32,9% 69,8% Recuento 219 30 54 41 344
80-89 % de DEP 22,0% 40,5% 49,1% 53,9% 27,4% Recuento 9 4 12 10 35
>=90 % de DEP ,9% 5,4% 10,9% 13,2% 2,8% Recuento 994 74 110 76 1254
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.5: Porcentajes de los grupos de dependencia y la variable edad en tres intervalos.
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Bloque III. Resultados
166
Finalmente, en el caso de la variable dicotómica, el resultado aún fue más
gráfico, siempre apoyando la misma situación desde el principio, es decir,
asociación de edades o intervalos más avanzados con la dependencia (χ2=
148,505, 2 gl, p=0,000) (Tabla V.VII, Fig. 5.6).
Tabla V.VII: Tabla de contingencia entre los grupos independientes/dependientes y la variable edad en tres intervalos.
Independiente Dependiente Total
Recuento 766 109 875 70-79
% de DEP 77,1% 41,9% 69,8% Recuento 219 125 344
80-89 % de DEP 22,0% 48,1% 27,4% Recuento 9 26 35
>=90 % de DEP ,9% 10,0% 2,8% Recuento 994 260 1254
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.6: Porcentajes de los grupos independientes/dependientes y la variable edad en tres intervalos.
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Bloque III. Resultados
167
5.2. OTRAS VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS
En el análisis estadístico de las variables sociodemográficas, se observó
relación significativa en el género, principalmente porque se dio mayor
frecuencia de dependencia en mujeres (25%) que en los hombres (14,6%).
Finalmente, el resto de variables no se relacionaron con los grupos de
dependencia (Tabla V.VIII).
Tabla V.VIII: Frecuencias de variables sociodemográficas en cada grupo de dependencia y el resultado del análisis de independencia.
Var Cat Indep DL DM DS χ2 gl Sig Frec % Frec % Frec % Frec %
Hombre 432 85,4 19 3,8 28 5,5 27 5,3 Género Mujer 562 75,0 55 7,3 83 11,1 49 6,5
21,906 3 0,000
Soltero 50 68,5 5 6,8 10 13,7 8 11,0 Casado 534 82,0 36 5,5 48 7,4 33 5,1 Divorciado 6 85,7 1 14,3 0 0,0 0 0,0 Separado 12 92,3 0 0,0 1 7,7 0 0,0
Estado civil
Viudo 308 75,1 28 6,8 46 11,2 28 6,8
17,374 12 0,136
Castellano 602 79,9 47 6,2 64 8,5 40 5,3 Valenciano 287 76,1 21 5,6 41 10,9 28 7,4 Lengua Otros 21 84,0 2 8,0 1 4,0 1 4,0
5,238 6 0,514
Sin estudios 63 67,0 8 8,5 14 14,9 9 9,6 Prim. incompletos 475 77,5 43 7,0 54 8,8 41 6,7
Graduado escolar 229 84,8 9 3,3 20 7,4 12 4,4
BUP/FP 58 82,9 4 5,7 5 7,1 3 4,3
Estudios
Universitarios 85 78,7 6 5,6 13 12,0 4 3,7
18,924 12 0,090
NO 867 78,2 69 6,2 104 9,4 69 6,2 Activo SI 43 93,5 1 6,1 2 9,2 0 6,0
6,586 3 0,086
Bloque III. Resultados
168
Tabla V.IX: Frecuencias de variables sociodemográficas en cada grupo independientes/dependientes y el resultado del análisis de independencia.
Var Cat INDEP DEP χ2 gl Sig Frec % Frec %
Hombre 432 43,5 74 28,4 Género Mujer 562 56,5 187 71,6
19,610 1 0,000
Soltero 50 5,5 23 9,4 Casado 534 58,7 117 48,0 Divorciado 6 0,7 1 0,4 Separado 12 1,3 1 0,4
Estado civil
Viudo 308 33,8 102 41,8
13,666 4 0,008
Castellano 602 66,2 151 61,6 Valenciano 287 31,5 90 36,7 Lengua Otros 21 2,3 4 1,6
2,608 2 0,271
Sin estudios 63 6,9 31 12,7 Prim. incompletos 475 52,2 138 56,3
Graduado escolar 229 25,2 41 16,7
BUP/FP 58 6,4 12 4,9
Estudios
Universitarios 85 9,3 23 9,4
14,970 4 0,005
NO 867 95,3 242 98,8 Activo SI 43 4,7 3 1,2
6,186 1 0,013
Cuando tenemos en cuenta la variable dicotimizada reuniendo todos los
encuestados diagnosticados de dependencia en un solo grupo, aumentamos la
potencia estadística de las prueba, apareciendo relaciones significativas
también en el caso de los estudios (existen más encuestados con mayores
estudios en el grupo independiente) y en la actividad laboral (con un ligero
porcentaje mayor de activos en los que no presentaban dependencia) (Tabla
V.IX).
Bloque III. Resultados
169
5.3. ESTADO DE SALUD FÍSICA
Tabla V.X: Frecuencias del estado de salud física con respecto a los grupos
Var Indep DL DM DS χ2 gl Sig Frec % Frec % Frec % Frec % I 8 0,8 1 1,4 1 0,9 0 0,0 0,929 3 0,818 II 36 3,6 5 6,8 9 8,1 3 3,9 6,285 3 0,099 III 102 10,3 11 15,1 19 17,1 6 7,9 6,776 3 0,079 IV 208 20,9 17 23,3 17 15,3 14 18,4 2,493 3 0,477 V 49 4,9 6 8,2 11 9,9 17 22,4 37,338 3 0,000 VI 76 7,6 11 15,1 27 24,3 37 48,7 130,921 3 0,000 VII 173 17,4 18 24,7 33 29,7 7 9,2 16,309 3 0,001 VIII 110 11,1 11 15,1 20 18,0 10 13,2 5,357 3 0,147 IX 542 54,5 32 43,8 48 43,2 30 39,5 12,680 3 0,005 X 82 8,2 6 8,2 13 11,7 8 10,5 1,863 3 0,601 XI 105 10,6 8 11,0 12 10,8 8 10,5 0,017 3 0,999 XII 14 1,4 1 1,4 2 1,8 0 0,0 1,230 3 0,746 XIII 337 33,9 30 41,1 42 37,8 18 23,7 5,969 3 0,113 XIV 123 12,4 8 11,0 17 15,3 3 3,9 6,009 3 0,111 XV 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 - - - XVI 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 - - - XVII 2 0,2 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0,524 3 0,914 XVIII 5 0,5 1 1,4 0 0,0 1 1,3 2,330 3 0,507 XIX 10 1,0 1 1,4 2 1,8 1 1,3 0,65 3 0,884 XX 16 1,6 0 0,0 4 3,6 0 0,0 5,270 3 0,153
En el estado de salud física, se observó relación significativa con la presencia
de alguna enfermedad relacionada con 4 grupos de sistemas u órganos.
Concretamente con la sangre y órganos hematopoyéticos, lo que originó un
mayor porcentaje de independencia o de dependencia leve en pacientes sin
trastornos de este tipo. Y lo mismo ocurrió con trastornos mentales, del sistema
nervioso, del ojo y anexos y del sistema circulatorio (Tabla V.X).
Bloque III. Resultados
170
Tabla V.XI: Frecuencias del estado de salud física con respecto a la dependencia dicotómica (independientes/dependientes).
Var Independientes Dependientes χ2 gl Sig Frec % Frec % I 8 0,8 2 0,8 0,003 1 0,954 II 36 3,6 17 6,5 4,331 1 0,037 III 102 10,3 36 13,8 2,704 1 0,100 IV 208 20,9 48 18,5 0770 1 0,380 V 49 4,9 34 13,1 22,134 1 0,000 VI 76 7,6 75 28,8 87,456 1 0,000 VII 173 17,4 58 22,3 3,297 1 0,069 VIII 110 11,1 41 15,8 4,304 1 0,038 IX 542 54,5 110 42,3 12,329 1 0,000 X 82 8,2 27 10,4 1,184 1 0,277 XI 105 10,6 28 10,8 0,009 1 0,924 XII 14 1,4 3 1,2 0,100 1 0,752 XIII 337 33,9 90 34,6 0,047 1 0,829 XIV 123 12,4 28 10,8 0,501 1 0,479 XV 0 0,0 0 0,0 - - - XVI 0 0,0 0 0,0 - - - XVII 2 0,2 0 0,0 0,524 1 0,469 XVIII 5 0,5 2 0,8 0,263 1 0,608 XIX 10 1,0 4 1,5 0,529 1 0,467 XX 16 1,6 4 1,5 0,007 1 0,935
Cuando tenemos en cuenta a los dependientes en un solo grupo, la potencia
estadística aumenta, generando variaciones en los resultados. Concretamente,
la relación con la presencia de patología en ojo y anexos, deja de relacionarse
significativamente con la dependencia, así como aparece relación significativa
con la presencia de tumores y enfermedades del oído (Tabla V.XI).
Bloque III. Resultados
171
Tabla V.XII: Frecuencias del estado de salud física (resumen) con respecto a los grupos
IND DL DM DS Total
Recuento 117 5 6 2 130 SIN PATOLOGÍA % de
DEP 11,9% 6,9% 5,4% 2,7% 10,5%
Recuento 829 66 100 69 1064 CON PATOLOGÍA EN TRATAMIENTO % de
DEP 84,0% 91,7% 90,1% 93,2% 85,5%
Recuento 40 1 5 2 48 CON PATOLOGÍA SIN TRATAMIENTO % de
DEP 4,1% 1,4% 4,5% 2,7% 3,9%
Recuento 1 0 0 1 2
OTROS % de DEP ,1% ,0% ,0% 1,4% ,2%
Recuento 987 72 111 74 1244 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
En cuanto al resumen de la valoración del estado de salud física, también se
dio una relación significativa (χ2= 19,683, 9 gl, p=0,020), encontrándose que
los pacientes sin patología, eran independientes o dependientes leves, no así el
grupo con patología en tratamiento (Tabla V.XII, Fig. 5.7).
Bloque III. Resultados
172
Figura 5.7: Porcentajes del estado de salud física (resumen) con respecto al grupo de dependencia
Tabla V.XIII: Frecuencias del estado de salud física (resumen) con respecto a la dependencia dicotómica (independientes/dependientes)
DEP
Independiente Dependiente Total
Recuento 117 13 130 SIN PATOLOGÍA % de
DEP 11,9% 5,1% 10,5%
Recuento 829 235 1064 CON PATOLOGÍA EN TRATAMIENTO % de
DEP 84,0% 91,4% 85,5%
Recuento 40 8 48 CON PATOLOGÍA SIN TRATAMIENTO % de
DEP 4,1% 3,1% 3,9%
Recuento 1 1 2
OTROS % de DEP ,1% ,4% ,2%
Recuento 987 257 1244 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
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Bloque III. Resultados
173
Esta situación se pone más de manifiesto en el caso de la variable de
dependencia dicotómica como puede observarse en la tabla V.XIII y la figura
5.8 (χ2= 11,851, 3 gl, p=0,000).
Figura 5.8: Porcentajes del estado de salud física (resumen) con respecto a la dependencia dicotómica (independientes/dependientes)
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Bloque III. Resultados
174
Tabla V.XIV: Frecuencias del estado de salud física percibida con respecto al grupo de dependencia
IND DL DM DS Total
Recuento 185 6 6 2 199 MUY BIEN % de
DEP 18,7% 8,3% 5,4% 2,6% 16,0%
Recuento 604 30 50 25 709 BIEN % de
DEP 61,2% 41,7% 45,0% 32,9% 56,9%
Recuento 162 26 31 20 239 REGULAR % de
DEP 16,4% 36,1% 27,9% 26,3% 19,2%
Recuento 26 9 18 10 63 MAL % de
DEP 2,6% 12,5% 16,2% 13,2% 5,1%
Recuento 9 1 5 3 18 MUY MAL % de
DEP ,9% 1,4% 4,5% 3,9% 1,4%
Recuento 1 0 1 16 18
NO SABE/NO CONTESTA % de
DEP ,1% ,0% ,9% 21,1% 1,4%
Recuento 987 72 111 76 1246 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
En este caso la relación también resultó significativa (χ2= 346,169, 15 gl,
p=0,000), encontrándose que, efectivamente, los pacientes que se encontraban
bien o muy bien, tenían dependencia leve o eran independientes de forma
mayoritaria y viceversa (Tabla V.XIV, Fig. 5.9).
En el caso del cruce con la dependencia dicotómica, la situación fue muy
similar, dado que los no dependientes eran los que mejor se encontraban (Tabla
V.XV, Fig. 5.10), relación que también resultó significativa (χ2= 180,928, 5 gl,
p=0,000).
Bloque III. Resultados
175
Figura 5.9: Porcentajes del estado de salud física percibida con respecto al grupo de dependencia
Tabla V.XV: Frecuencias del estado de salud física percibida con respecto a la dependencia dicotómica (independientes/dependientes)
Independiente Dependiente Total
Recuento 185 14 199 MUY BIEN
% de DEP 18,7% 5,4% 16,0% Recuento 604 105 709
BIEN % de DEP 61,2% 40,5% 56,9% Recuento 162 77 239
REGULAR % de DEP 16,4% 29,7% 19,2% Recuento 26 37 63
MAL % de DEP 2,6% 14,3% 5,1% Recuento 9 9 18
MUY MAL % de DEP ,9% 3,5% 1,4% Recuento 1 17 18
NO SABE/NO CONTESTA % de DEP ,1% 6,6% 1,4% Recuento 987 259 1246
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
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Bloque III. Resultados
176
Figura 5.10: Porcentajes del estado de salud física percibida con respecto a la dependencia dicotómica (independientes/dependientes)
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Bloque III. Resultados
177
5.4. ACTIVIDAD BÁSICA E INSTRUMENTAL
Se trata de las dos escalas de las que se ha derivado la clasificación actual de
la dependencia sobre la que estamos trabajando. Vamos a analizar la relación
con respecto al diagnóstico por ellas realizado.
Recordamos que, según Barthel, teníamos una mayoría de encuestados
independientes (67,3%), lo que varía cuando incluimos la escala de Lawton
(62,1%) en donde se incluyen otros factores a tener en cuenta. Por ello,
comprobamos a través de la prueba de bondad del ajuste de la χ2 si le da
homogeneidad entre las distribuciones de los datos en ambas escalas
comparadas con la conjunta.
En el caso de independientes, se observó una gran coincidencia entre la
dependencia según Barthel y la conjunta (79,2%) en un 95,2%. Sin embargo, el
grupo de dependencia leve se distribuyó entre los cuatro grupos en la
dependencia conjunta, lo que originó que las diferencias entre porcentajes
fueran significativas (χ2=436,401, 3 gl, p=0,000) (Tabla V.XVI).
En el cruce entre Lawton y la conjunta (79,2%), se observó también una gran
coincidencia en el de independientes, en un 99,9%, menor distribución de los
dependientes leves (o mayor coincidencia), pero, en este caso, una mayor
distribución de los grupos dependencia moderada y severa de Lawton entre los
tres grupos de dependencia de la conjunta, lo que resultó también que las
diferencias entre porcentajes resultaran significativas (χ2=251,051, 3 gl,
p=0,000) (Tabla V.XVII).
Bloque III. Resultados
178
Tabla V.XVI: Frecuencias entre la clasificación de dependencia de Barthel y la acumulada con Lawton y Brody.
actual
IND DL DM DS Total
Recuento 806 27 14 0 847 IND
% Barthel 95,2% 3,2% 1,7% ,0% 100,0% Recuento 188 47 73 11 319
DL % Barthel 58,9% 14,7% 22,9% 3,4% 100,0% Recuento 0 0 24 7 31
DM % Barthel ,0% ,0% 77,4% 22,6% 100,0% Recuento 0 0 0 58 58
Barthel
DS % Barthel ,0% ,0% ,0% 100,0% 100,0% Recuento 994 74 111 76 1255
Total % Barthel 79,2% 5,9% 8,8% 6,1% 100,0%
Tabla V.XVII: Frecuencias entre la clasificación de dependencia de Lawton y Brody y la acumulada con Barthel.
actual
IND DL DM DS Total
Recuento 788 1 0 0 789 DT
% Lawton 99,9% ,1% ,0% ,0% 100,0% Recuento 206 57 1 1 265
DS % Lawton 77,7% 21,5% ,4% ,4% 100,0% Recuento 0 16 42 1 59
DM % Lawton ,0% 27,1% 71,2% 1,7% 100,0% Recuento 0 0 68 74 142
Lawton
DL % Lawton ,0% ,0% 47,9% 52,1% 100,0% Recuento 994 74 111 76 1255
Total % Lawton 79,2% 5,9% 8,8% 6,1% 100,0%
Bloque III. Resultados
179
5.5. VALORACIÓN COGNOSCITIVA (MEC)
Tabla V.XVIII: Frecuencias entre los ítems del MEC y la clasificación de dependencia.
Var Cat Indep DL DM DS χ2 gl Sig Frec % Frec % Frec % Frec %
Incorrecta 28 2,8 13 17,8 37 33,6 51 71,8 Día semana Correcta 959 97,2 60 82,2 73 66,4 20 28,2
416,341 3 0,000
Incorrecta 133 13,5 26 35,6 63 57,3 61 85,9 Número día Correcta 853 86,5 47 64,4 47 42,7 10 14,1
290,128 3 0,000
Incorrecta 36 3,6 13 17,8 33 30,0 52 73,2 Mes Correcta 951 96,4 60 82,2 77 70,0 19 26,8
385,635 3 0,000
Incorrecta 75 7,6 16 21,9 54 49,1 61 85,9 Año Correcta 912 92,4 57 78,1 56 50,9 10 14,1
389,542 3 0,000
Incorrecta 44 4,5 10 13,7 35 31,8 51 71,8 Estación Correcta 943 95,5 63 86,3 75 68,2 20 28,2
352,776 3 0,000
Incorrecta 3 0,3 2 2,7 11 10,0 29 40,8 Lugar Correcta 984 99,7 71 97,3 99 90,0 42 59,2
325,564 3 0,000
Incorrecta 3 0,3 1 1,4 8 7,3 32 45,1 Piso Correcta 984 99,7 72 98,6 102 92,7 39 54,9
393,797 3 0,000
Incorrecta 2 0,2 1 1,4 8 7,3 35 49,3 Ciudad Correcta 985 99,8 72 98,6 102 92,7 36 50,7
452,415 3 0,000
Incorrecta 25 2,5 6 8,2 20 18,2 40 56,3 Provincia Correcta 962 97,5 67 91,8 90 81,8 31 43,7
303,529 3 0,000
Incorrecta 39 4,0 9 12,3 23 20,9 43 60,6 País Correcta 948 96,0 64 87,7 87 79,1 28 39,4
276,061 3 0,000
Todas mal 12 1,2 2 2,7 7 6,4 25 35,2 Una bien 6 0,6 0 0,0 1 0,96 4 5,6 Dos bien 26 2,6 0 0,0 3 2,7 4 5,6
Repetir palabra
Todas bien 943 95,5 71 97,3 99 60,0 38 53,5
245,649 9 0,000
Todas mal 63 6,4 13 17,8 34 30,9 48 67,6 Una bien 42 4,3 5 6,8 12 10,9 8 11,3 Dos bien 39 4,0 2 2,7 8 7,3 2 2,8 Tres bien 47 4,8 8 11,0 6 5,5 2 2,8 Cuatro bien 63 6,4 5 6,8 7 6,4 0 0,0
Cálculo 1
Todas bien 733 74,3 40 54,8 43 39,1 11 15,5
306,983 15 0,000
Bloque III. Resultados
180
Todas mal 131 13,3 14 19,2 30 27,3 46 65,7 Una bien 242 24,5 16 21,9 33 30,0 9 12,9 Dos bien 75 7,6 7 9,6 14 12,7 4 5,7
Cálculo 2
Todas bien 539 54,6 36 49,3 33 30,0 11 15,7
146,013 9 0,000
Todas mal 140 14,2 18 24,7 48 43,6 52 73,2 Una bien 139 14,1 17 23,3 19 17,3 14 19,7 Dos bien 299 30,3 16 21,9 22 20,0 2 2,8
Memoria
Todas bien 409 41,4 22 30,1 21 19,1 3 4,2
206,378 9 0,000
Incorrecta 6 0,6 1 1,4 6 5,5 25 35,2 Bolígrafo Correcta 981 99,4 71 98,6 104 94,5 46 64,8
269,842 3 0,000
Incorrecta 5 0,5 2 2,8 5 4,5 21 29,6 Reloj Correcta 982 99,5 70 97,2 105 95,5 50 70,4
217,768 3 0,000
Incorrecta 17 1,7 1 1,4 9 8,2 37 52,1 Repetir frase Correcta 970 98,3 72 98,6 101 91,8 34 47,9
348,056 3 0,000
Incorrecta 35 3,5 10 13,7 14 12,7 43 60,6 Gato-perro Correcta 952 96,5 63 86,3 96 87,3 28 39,4
292,320 3 0,000
Incorrecta 101 10,2 16 21,9 30 27,3 49 69,0 Rojo-verde Correcta 886 89,8 57 78,1 80 72,7 22 31,0
187,117 3 0,000
Todas mal 4 0,4 1 1,4 6 5,5 26 36,6 Una bien 13 1,3 0 0,0 2 1,8 8 11,3 Dos bien 44 4,5 8 11,1 15 13,6 8 11,3
Manipular papel
Todas bien 926 93,8 63 87,5 87 79,1 29 40,8
373,977 9 0,000
Incorrecta 58 5,9 9 12,5 24 22,5 38 54,3 Leer Correcta 927 94,1 63 87,5 84 77,8 32 45,7
182,030 3 0,000
Incorrecta 236 24,1 32 44,4 60 55,6 59 85,5 Escribir Correcta 744 75,9 40 55,6 48 44,4 10 14,5
152,850 3 0,000
Incorrecta 299 30,9 36 50,7 73 68,2 62 91,2 Copiar Correcta 669 69,1 35 49,3 34 31,8 6 8,8
147,441 3 0,000
Se observó, en todos los ítems del MEC, que los pacientes que respondían
incorrectamente a las preguntas, pertenecían mayoritariamente al grupo de
dependencia severa o, como mucho, a moderada. Así mismo, en todos los
casos la relación resultó ser significativa, aunque en los ítems no dicotómicos,
la prueba de la χ2 no tenía suficiente potencia estadística (Tabla V.XVIII).
En cuanto a la puntuación total del MEC, se observó que dicha media
descendía conforme aumentaba el nivel de dependencia, situación que resultó
ser significativa tras ANOVA one way (F=376,887, 3 gl, p=0,000) (Tabla
V.XIX, Fig. 5.11). En las comparaciones múltiples por Tukey, todos los
contrastes entre grupos resultaron significativos (Tabla V.XX).
Bloque III. Resultados
181
Tabla V.XIX: Descriptiva del total del MEC en cada grupo de dependencia.
N Media DE IC 95% Mínimo Máximo
Límite inferior
Límite superior
INDEPENDENCIA 962 30,96 3,794 30,72 31,20 7 35 DEPENDENCIA LEVE 71 27,77 6,236 26,30 29,25 8 35
DEPENDENCIA MODERADA 106 23,87 6,715 22,57 25,16 0 35
DEPENDENCIA SEVERA 67 12,01 9,727 9,64 14,39 0 34
Total 1206 29,09 6,659 28,72 29,47 0 35
Tabla V.XX: Comparaciones múltiples de las medias del MEC entre grupos de dependencia.
(I) deppropia (J) deppropia
Diferencia de
medias (I-J)
Sig. IC 95%
Límite inferior
Límite superior
INDEPENDENCIA DEPENDENCIA LEVE 3,183(*) ,000 1,67 4,70
DEPENDENCIA MODERADA 7,089(*) ,000 5,83 8,35
DEPENDENCIA SEVERA 18,942(*) ,000 17,39 20,50
DEPENDENCIA LEVE INDEPENDENCIA -3,183(*) ,000 -4,70 -1,67
DEPENDENCIA MODERADA 3,907(*) ,000 2,02 5,80
DEPENDENCIA SEVERA 15,760(*) ,000 13,66 17,86
DEPENDENCIA MODERADA INDEPENDENCIA -7,089(*) ,000 -8,35 -5,83
DEPENDENCIA LEVE -3,907(*) ,000 -5,80 -2,02
DEPENDENCIA SEVERA 11,853(*) ,000 9,93 13,77
DEPENDENCIA SEVERA INDEPENDENCIA -18,942(*) ,000 -20,50 -17,39
DEPENDENCIA LEVE -15,760(*) ,000 -17,86 -13,66
DEPENDENCIA MODERADA -11,853(*) ,000 -13,77 -9,93
* La diferencia entre las medias es significativa al nivel .05.
Bloque III. Resultados
182
Figura 5.11: Medias±DE del total del MEC en cada grupo de dependencia.
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Bloque III. Resultados
183
5.6. VALORACIÓN SOCIOFAMILIAR
Tabla V.XXI: Tabla de contingencia entre la situación familiar del anciano y su dependencia.
Dependencia
IND DL DM DS Total
Recuento 454 27 37 34 552 CON CÓNYUGE
% 49,2% 38,0% 35,6% 44,7% 47,0% Recuento 119 15 12 11 157
EN CASA PROPIA CON HIJOS % 12,9% 21,1% 11,5% 14,5% 13,4%
Recuento 63 7 9 6 85 EN CASA PROPIA CON FAMILIARES % 6,8% 9,9% 8,7% 7,9% 7,2%
Recuento 26 9 19 7 61 EN CASA DE HIJOS
% 2,8% 12,7% 18,3% 9,2% 5,2% Recuento 16 2 8 2 28 EN CASA DE
FAMILIARES % 1,7% 2,8% 7,7% 2,6% 2,4% Recuento 215 8 10 2 235 SOLO CON
HIJOS/FAMILIARES PRÓXIMOS % 23,3% 11,3% 9,6% 2,6% 20,0%
Recuento 9 2 2 0 13 SOLO. CARECE DE HIJOS/FAMILIARES O VIVEN ALEJADOS
% 1,0% 2,8% 1,9% ,0% 1,1%
Recuento 4 0 4 11 19 VIVE EN RESIDENCIA % ,4% ,0% 3,8% 14,5% 1,6%
Recuento 17 1 3 3 24
OTROS % 1,8% 1,4% 2,9% 3,9% 2,0% Recuento 923 71 104 76 1174
Total % 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Nos encontramos en la valoración de la situación sociofamiliar del anciano
(con quién vive y sus relaciones y contactos sociales) y su relación con la
dependencia diagnosticada según las dos escalas, la escala de Barthel y la de
Lawton y Brody.
Bloque III. Resultados
184
Podemos observar que el anciano independiente, mayoritariamente suele vivir
con el cónyuge, algo que varía claramente conforme aumenta la dependencia
del mismo excepto con el dependiente severo que vuelve a aumentar, algo en
contraposición a la lógica de la variable. Sin embargo, también es cierto que
éstos son los que se encuentran en residencia con mayor probabilidad (Tabla
V.XXI). Esta relación resultó significativa (χ2=198,529, 24 gl, p=0,000),
aunque las frecuencias esperadas menores a 5 en la prueba estadística fueron
del 38,9%, lo que resta potencia al test. Tabla V.XXII: Tabla de contingencia entre la situación familiar del anciano y su dependencia
(dicotomizada: independientes/dependientes).
Independiente Dependiente Total
Recuento 454 98 552 CON CÓNYUGE % de
DEP 49,2% 39,0% 47,0%
Recuento 119 38 157 EN CASA PROPIA CON HIJOS % de
DEP 12,9% 15,1% 13,4%
Recuento 63 22 85 EN CASA PROPIA CON FAMILIARES % de
DEP 6,8% 8,8% 7,2%
Recuento 26 35 61 EN CASA DE HIJOS % de
DEP 2,8% 13,9% 5,2%
Recuento 16 12 28 EN CASA DE FAMILIARES % de
DEP 1,7% 4,8% 2,4%
Recuento 215 20 235 SOLO CON HIJOS/FAMILIARES PRÓXIMOS
% de DEP 23,3% 8,0% 20,0%
Recuento 9 4 13 SOLO. CARECE DE HIJOS/FAMILIARES O VIVEN ALEJADOS
% de DEP 1,0% 1,6% 1,1%
Recuento 4 15 19 VIVE EN RESIDENCIA % de
DEP ,4% 6,0% 1,6%
Recuento 17 7 24
OTROS % de DEP 1,8% 2,8% 2,0%
Recuento 923 251 1174 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
185
Si seleccionamos la variable dicotómica de dependencia con dos grupos sin
diferenciar grado de dependencia (independientes/dependientes), observamos
que son los independientes con claridad los que mayoritariamente viven con el
cónyuge, así como los dependientes los que tienen más probabilidad de vivir
con hijos, familiares o residencia (Tabla V.XXII, Fig. 5.12), situación que
también resultó significativa y con potencia estadística en este caso
(χ2=122,959, 8 gl, p=0,000).
Figura 5.12: Porcentajes entre la situación familiar del anciano y su dependencia (dicotómica). I: con cónyuge; II: en casa propia con hijos; III: en casa propia con familiares; IV: en casa de hijos; V: en casa de familiares; VI: solo/a con hijos/familiares próximos; VII:
solo/a, carece de hijos/familiares o viven alejados; VIII: vive en residencia; IX: otros.
En cuanto a las relaciones sociales, se observó que de los ancianos que
mantienen relaciones sociales fuera del domicilio, la mayoría tenían
dependencia leve o eran independientes, mientras que la mayoría de los que no
salen de casa (en sus dos aspectos), mayoritariamente presentaban dependencia
moderada o severa. Esta relación resultó significativa (χ2=490,823, 12 gl,
p=0,000) (Tabla V.XXIII, Fig. 5.13).
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Bloque III. Resultados
186
Tabla V.XXIII: Tabla de contingencia entre relaciones y contactos sociales del anciano y su dependencia
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 733 31 23 8 795 MANTIENE RELACIONES SOCIALES FUERA DEL DOMICILIO
% 74,6% 42,5% 21,1% 10,7% 64,2%
Recuento 173 21 29 7 230 SALE DE CASA PERO SOLO RELACIONES CON FAMILIA Y VECINOS
% 17,6% 28,8% 26,6% 9,3% 18,6%
Recuento 53 5 18 10 86 SALE DE CASA PERO RELACIONES SOLO CON FAMILIA % 5,4% 6,8% 16,5% 13,3% 6,9%
Recuento 18 11 28 35 92 NO SALE DE CASA. RECIBE FAMILIARES O VISITAS (+1 SEMANA)
% 1,8% 15,1% 25,7% 46,7% 7,4%
Recuento 5 5 11 15 36
NO SALE DE CASA NI RECIBE VISITAS (-1 SEMANA) % ,5% 6,8% 10,1% 20,0% 2,9%
Recuento 982 73 109 75 1239 Total
% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0
Figura 5.13: Porcentajes entre relaciones y contactos sociales del anciano y su dependencia. I: mantiene relaciones sociales fuera del domicilio; II: sale de casa pero sólo se relaciona con familia y vecinos; III: sale de casa pero sólo se relaciona con familia; IV: no sale de casa (recibe visitas de familiares más de 1/semana); V: no sale del domicilio ni recibe visitas.
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Bloque III. Resultados
187
Tabla V.XXIV: Tabla de contingencia entre relaciones y contactos sociales del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
Independiente Dependiente Total
Recuento 733 62 795 MANTIENE RELACIONES SOCIALES FUERA DEL DOMICILIO
% de DEP 74,6% 24,1% 64,2%
Recuento 173 57 230 SALE DE CASA PERO SOLO RELACIONES CON FAMILIA Y VECINOS
% de DEP 17,6% 22,2% 18,6%
Recuento 53 33 86 SALE DE CASA PERO RELACIONES SOLO CON FAMILIA
% de DEP 5,4% 12,8% 6,9%
Recuento 18 74 92 NO SALE DE CASA. RECIBE FAMILIARES O VISITAS (+1 SEMANA)
% de DEP 1,8% 28,8% 7,4%
Recuento 5 31 36
NO SALE DE CASA NI RECIBE VISITAS (-1 SEMANA)
% de DEP ,5% 12,1% 2,9%
Recuento 982 257 1239 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.14: Porcentajes entre relaciones y contactos sociales del anciano y su dependencia
(dicotomizada). I: mantiene relaciones sociales fuera del domicilio; II: sale de casa pero sólo se relaciona con familia y vecinos; III: sale de casa pero sólo se relaciona con familia; IV: no sale
de casa (recibe visitas de familiares más de 1/semana); V: no sale del domicilio ni recibe visitas.
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Bloque III. Resultados
188
Si no tenemos en cuenta el grado de dependencia, esta situación se ve con
mayor claridad, observando cómo los dependientes no salen de casa con mayor
prevalencia que los independientes y viceversa (χ2=392,530, 4 gl, p=0,000)
(Tabla V.XXIV, Fig. 5.14).
Bloque III. Resultados
189
5.7. VALORACIÓN SOCIOECONÓMICA
Tabla V.XXV: Tabla de contingencia entre pensiones y prestaciones del anciano y su
dependencia.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 522 33 40 33 628 PENSIÓN CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN % 54,9% 47,1% 40,0% 47,1% 52,8%
Recuento 32 1 1 2 36 PENSIÓN CONTRIBUTIVA JUBILACIÓN ANTICIPADA
% 3,4% 1,4% 1,0% 2,9% 3,0%
Recuento 0 0 0 3 3 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: GRAN INVALIDEZ
% ,0% ,0% ,0% 4,3% ,3%
Recuento 4 0 1 0 5 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: ABSOLUTA
% ,4% ,0% 1,0% ,0% ,4%
Recuento 4 0 0 0 4 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: TOTAL
% ,4% ,0% ,0% ,0% ,3%
Recuento 200 20 34 12 266 PENSIÓN CONTRIBUTIVA VIUDEDAD % 21,1% 28,6% 34,0% 17,1% 22,4%
Recuento 40 2 7 3 52 PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN % 4,2% 2,9% 7,0% 4,3% 4,4%
Recuento 2 1 1 0 4 PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE INVALIDEZ % ,2% 1,4% 1,0% ,0% ,3%
Recuento 13 4 0 1 18 PENSIÓN SOVI
% 1,4% 5,7% ,0% 1,4% 1,5% Recuento 133 9 16 16 174
OTRAS/NO ESPECIFICA/NO SABE % 14,0% 12,9% 16,0% 22,9% 14,6%
Recuento 950 70 100 70 1190 Total
% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
190
La mayoría de encuestados percibían pensión contributiva de jubilación, sin
embargo, un moderado porcentaje de los que presentaban algún tipo de
dependencia (incluida leve) percibían pensión de viudedad, lo cual podría estar
indicando que la soledad que genera la desaparición del cónyuge podría ser
causa de dependencia. Esta relación resultó significativa aunque con muy poca
potencia estadística (frecuencias esperadas menores a 5 llegaron a representar
un 62,5%) (χ2=86,430, 27 gl, p=0,000) (Tabla V.XXV).
Esta situación es más evidente si la variable que describe la dependencia es
dicotómica sin discernir entre los grados de la misma. La relación aquí fue
también significativa aunque con poco potencia de nuevo (χ2=26,880, 9 gl,
p=0,000) (Tabla V.XXVI, Fig. 5.15).
Figura 5.15: Porcentajes entre pensiones y prestaciones del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
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Bloque III. Resultados
191
Tabla V.XXVI: Tabla de contingencia entre pensiones y prestaciones del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
Independiente Dependiente Total
Recuento 522 106 628 PENSIÓN CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN % de
DEP 54,9% 44,2% 52,8%
Recuento 32 4 36 PENSIÓN CONTRIBUTIVA JUBILACIÓN ANTICIPADA % de
DEP 3,4% 1,7% 3,0%
Recuento 0 3 3 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: GRAN INVALIDEZ
% de DEP ,0% 1,3% ,3%
Recuento 4 1 5 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: ABSOLUTA
% de DEP ,4% ,4% ,4%
Recuento 4 0 4 PENSIÓN CONTRIBUTIVA INCAPACIDAD PERMANENTE: TOTAL
% de DEP ,4% ,0% ,3%
Recuento 200 66 266 PENSIÓN CONTRIBUTIVA VIUDEDAD % de
DEP 21,1% 27,5% 22,4%
Recuento 40 12 52 PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE JUBILACIÓN
% de DEP 4,2% 5,0% 4,4%
Recuento 2 2 4 PENSIÓN NO CONTRIBUTIVA DE INVALIDEZ
% de DEP ,2% ,8% ,3%
Recuento 13 5 18 PENSIÓN SOVI % de
DEP 1,4% 2,1% 1,5%
Recuento 133 41 174
OTRAS/NO ESPECIFICA/NO SABE % de
DEP 14,0% 17,1% 14,6%
Recuento 950 240 1190 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
192
En el capítulo de ayudas sociales, se observó que conforme aumentaba el
nivel de dependencia, aumentaba la necesidad de ayuda socioeconómica, así
como el porcentaje de encuestados que habían solicitado alguna ayuda alguna
vez, con mayor concesión también en función del nivel de dependencia, a
mayor grado, mayor porcentaje de concesiones. La relación fue significativa
aunque con poca potencia estadística (χ2=72,351, 9 gl, p=0,000) (Tabla
V.XXVII).
Tabla V.XXVII: Tabla de contingencia entre ayudas sociales del anciano y su dependencia
IND DL DM DS Total
Recuento 624 35 49 15 723 NO NECESITA AYUDA SOCIECONÓMICA
% de DEP 69,0% 55,6% 57,6% 23,8% 64,8%
Recuento 35 5 4 9 53 HA SOLICITADO ALGUNA AYUDA Y NO CONCEDIDA
% de DEP 3,9% 7,9% 4,7% 14,3% 4,8%
Recuento 216 21 27 29 293 NO DISPONE DE INFORMACIÓN SOBRE LAS AYUDAS
% de DEP 23,9% 33,3% 31,8% 46,0% 26,3%
Recuento 29 2 5 10 46
AYUDA SOCIAL CONCEDIDA % de
DEP 3,2% 3,2% 5,9% 15,9% 4,1%
Recuento 904 63 85 63 1115 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
193
Tabla V.XXVIII: Tabla de contingencia entre ayudas sociales del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
Independiente Dependiente Total
Recuento 624 99 723 NO NECESITA AYUDA SOCIECONÓMICA % de
DEP 69,0% 46,9% 64,8%
Recuento 35 18 53 HA SOLICITADO ALGUNA AYUDA Y NO CONCEDIDA % de
DEP 3,9% 8,5% 4,8%
Recuento 216 77 293 NO DISPONE DE INFORMACIÓN SOBRE LAS AYUDAS
% de DEP 23,9% 36,5% 26,3%
Recuento 29 17 46
AYUDA SOCIAL CONCEDIDA % de
DEP 3,2% 8,1% 4,1%
Recuento 904 211 1115 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Si no tenemos en cuenta el grado de dependencia y agrupamos en dos
categorías, observamos que esta situación es más clara, resultando significativa
la relación y con mucha potencia (χ2=40,789, 3 gl, p=0,000) (Tabla
V.XXVIII).
Dentro del apartado de la valoración socioeconómica, entramos ahora en la
información relativa al cuidador del anciano. Como cabría esperar, la necesidad
de cuidador aumenta conforme se incrementa la gravedad de la dependencia,
pasando de un 13,0% de los independientes que lo tienen a un 86,1% en el
grupo con dependencia moderada y un 94,6% tan solo en el grupo con
dependencia severa. Se trata de una relación significativa con gran potencia
estadística (frecuencias esperadas menores a 5 del orden del 0%) (χ2=486,351,
3 gl, p=0,000) (Tabla V.XXIX, Fig. 5.16).
Bloque III. Resultados
194
Tabla V.XXIX: Tabla de contingencia entre necesidad de cuidador del anciano y su dependencia.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 858 38 15 4 915 NO TIENE NECESIDAD DE CUIDADOR % Dep 87,0% 51,4% 13,9% 5,4% 73,7%
Recuento 128 36 93 70 327
TIENE CUIDADOR % Dep 13,0% 48,6% 86,1% 94,6% 26,3% Recuento 986 74 108 74 1242
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.16: Porcentajes entre necesidad de cuidador del anciano y su dependencia.
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Bloque III. Resultados
195
Si tenemos en cuenta la variable de dependencia dicotómica, observamos que
la situación aún es más evidente (χ2=439,324, 1 gl, p=0,000) (Tabla V.XXX,
Fig. 5.17).
Tabla V.XXX: Tabla de contingencia entre necesidad de cuidador del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
Independiente Dependiente Total
Recuento 858 57 915 NO TIENE NECESIDAD DE CUIDADOR % de
DEP 87,0% 22,3% 73,7%
Recuento 128 199 327
TIENE CUIDADOR % de DEP 13,0% 77,7% 26,3%
Recuento 986 256 1242 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.17: Porcentajes entre necesidad de cuidador del anciano y su dependencia (dicotomizada: independientes/dependientes).
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Bloque III. Resultados
196
Cuando tenemos en cuenta el tipo de cuidador con respecto a la dependencia
observamos que la frecuencia de cuidador formal aumenta conforme lo hace
la gravedad de la dependencia, alcanzando hasta un 50,0% en los dependientes
severos (Tabla V.XXXI, Fig. 5.18). Esta situación generó relación significativa
entre ambas variables (χ2=12,493, 3 gl, p=0,000).
Tabla V.XXXI: Cuidador formal e informal con respecto a la dependencia.
IND DL DM DS Total
Recuento 94 27 61 35 217 INFORMAL
% de DEP 73,4% 75,0% 65,6% 50,0% 66,4% Recuento 34 9 32 35 110
FORMAL
% de DEP 26,6% 25,0% 34,4% 50,0% 33,6% Recuento 128 36 93 70 327
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.18: Porcentajes de cuidador formal e informal con respecto a la dependencia.
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Bloque III. Resultados
197
Ahora preseleccionamos los encuestados con cuidador formal y analizamos el
tipo con respecto a la dependencia.
Tabla V.XXXII: Tabla de contingencia entre tipo de cuidador formal y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 5 1 0 3 9 CUIDADOR FORMAL PROCEDENTE DE SERVICIOS SOCIALES
% Dep 14,7% 11,1% ,0% 8,6% 8,2%
Recuento 25 8 28 26 87 CUIDADOR FORMAL CONTRATADO POR CUENTA PROPIA
% Dep 73,5% 88,9% 87,5% 74,3% 79,1%
Recuento 4 0 4 6 14
OTROS % Dep 11,8% ,0% 12,5% 17,1% 12,7% Recuento 34 9 32 35 110
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Se observaron pocas diferencias en este aspecto entre los grupos de
dependencia, siendo eminentemente mayoritario el cuidador formal contratado
por cuenta propia, no resultando significativa la relación (χ2=6,826, 6 gl,
p=0,337) (Tabla V.XXXII, Fig. 5.19).
Bloque III. Resultados
198
Figura 5.19: Porcentajes entre tipo de cuidador formal y dependencia del anciano.
En cuanto a las horas de dedicación semanales del cuidador al anciano, se
observó que en los casos de dependencia, mayoritariamente el cuidador le
dedicaba más de 40 horas (en el 50,0% de los casos), mientras que en el grupo
con independencia, el mayor porcentaje se encontró entre 15 y 30 horas
semanales (34,5%) (Tabla V.XXXIII, Fig. 5.20). Estas diferencias porcentuales
generaron que la relación resultara significativa (χ2=21,415, 12 gl, p=0,045),
aunque con poca potencia estadística (frecuencias esperadas menores a 5 del
60,0%).
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Bloque III. Resultados
199
Tabla V.XXXIII: Tabla de contingencia entre horas de dedicación del cuidador formal y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 9 2 6 6 23 MENOS DE 7 HORAS % Dep 31,0% 28,6% 19,4% 18,8% 23,2%
Recuento 3 2 3 1 9 ENTRE 7 Y 14 HORAS % Dep 10,3% 28,6% 9,7% 3,1% 9,1%
Recuento 10 0 4 3 17 ENTRE 15 Y 30 HORAS % Dep 34,5% ,0% 12,9% 9,4% 17,2%
Recuento 2 1 2 5 10 ENTRE 31 Y 40 HORAS % Dep 6,9% 14,3% 6,5% 15,6% 10,1%
Recuento 5 2 16 17 40
MÁS DE 40 HORAS % Dep 17,2% 28,6% 51,6% 53,1% 40,4% Recuento 29 7 31 32 99
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.20: Porcentajes entre horas de dedicación del cuidador formal y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
200
Tabla V.XXXIV: Tabla de contingencia entre horas de dedicación del cuidador formal y
dependencia dicotomizada del anciano.
Independiente Dependiente Total
Recuento 9 14 23 MENOS DE 7 HORAS
% de DEP 31,0% 20,0% 23,2% Recuento 3 6 9
ENTRE 7 Y 14 HORAS % de DEP 10,3% 8,6% 9,1% Recuento 10 7 17
ENTRE 15 Y 30 HORAS % de DEP 34,5% 10,0% 17,2% Recuento 2 8 10
ENTRE 31 Y 40 HORAS % de DEP 6,9% 11,4% 10,1% Recuento 5 35 40
MÁS DE 40 HORAS % de DEP 17,2% 50,0% 40,4% Recuento 29 70 99
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Para tener una mejor visión de esta situación, se repitió el análisis con la
variable dicotomizada de dependencia agrupando todos los casos dependientes
en una sola categoría. Se pudo observar cómo los encuestados dependientes
tenían, en general, cuidadores formales con mayor dedicación en tiempo que
los independientes (Tabla V.XXXIV, Fig. 5.21), relación que resultó
significativa (χ2=14,166, 4 gl, p=0,007), con mayor potencia estadística.
Bloque III. Resultados
201
Figura 5.21: Porcentajes entre horas de dedicación del cuidador formal y dependencia dicotomizada del anciano.
Finalmente, el nivel cultural del cuidador formal no se relacionó
significativamente con el tipo de dependencia (χ2=11,911, 12 gl, p=0,453),
encontrándose que en todos los casos, los cuidadores tenían un nivel entre
estudios primarios y superiores (Tabla V.XXXV, Fig. 5.22).
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Bloque III. Resultados
202
Tabla V.XXXV: Tabla de contingencia entre nivel de estudios del cuidador formal y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 5 1 2 6 14 ESTUDIOS SUPERIORES % Dep 22,7% 20,0% 9,5% 20,7% 18,2%
Recuento 9 0 6 8 23 ESTUDIOS MEDIOS
% Dep 40,9% ,0% 28,6% 27,6% 29,9% Recuento 5 2 11 10 28 ESTUDIOS
PRIMARIOS % Dep 22,7% 40,0% 52,4% 34,5% 36,4% Recuento 3 1 1 4 9
SIN ESTUDIOS % Dep 13,6% 20,0% 4,8% 13,8% 11,7% Recuento 0 1 1 1 3
NO CLASIFICABLE % Dep ,0% 20,0% 4,8% 3,4% 3,9% Recuento 22 5 21 29 77
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.22: Porcentajes entre nivel de estudios del cuidador formal y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
203
Ahora vamos a ver qué ocurre con los cuidadores informales con respecto a
la información anterior.
Tabla V.XXXVI: Tabla de contingencia entre tipo de cuidador informal y dependencia del anciano.
IND DL DM DS Total
Recuento 4 3 10 3 20 HOMBRE: CÓNYUGE % de
DEP 6,8% 15,8% 22,2% 10,0% 13,1%
Recuento 11 4 6 8 29 HOMBRE: HIJO % de
DEP 18,6% 21,1% 13,3% 26,7% 19,0%
Recuento 0 0 3 1 4 HOMBRE: OTRO FAMILIAR % de
DEP ,0% ,0% 6,7% 3,3% 2,6%
Recuento 1 0 1 1 3 HOMBRE: OTRO % de
DEP 1,7% ,0% 2,2% 3,3% 2,0%
Recuento 14 4 10 5 33 MUJER: CÓNYUGE % de
DEP 23,7% 21,1% 22,2% 16,7% 21,6%
Recuento 21 5 10 10 46 MUJER: HIJA % de
DEP 35,6% 26,3% 22,2% 33,3% 30,1%
Recuento 6 1 4 2 13 MUJER: OTRO FAMILIAR % de
DEP 10,2% 5,3% 8,9% 6,7% 8,5%
Recuento 0 2 0 0 2 MUJER: AMIGA % de
DEP ,0% 10,5% ,0% ,0% 1,3%
Recuento 2 0 1 0 3
MUJER: OTRO % de DEP 3,4% ,0% 2,2% ,0% 2,0%
Recuento 59 19 45 30 153 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
204
Cuando cruzamos el tipo de cuidador informal con la dependencia, los
resultados no son valorables dada la gran dispersión de los mismos por el
número de categorías existente (Tabla V.XXXVI). Por ello, intentamos extraer
información del cruce con la variable de dependencia dicotómica. Observamos
que en ambos casos, el tipo de cuidador informal es eminentemente mujer
cónyuge o hija del anciano. No existió potencia estadística para poder procesar
la prueba de Pearson (Tabla V.XXXVII).
Tabla V.XXXVII: Tabla de contingencia entre tipo de cuidador informal y dependencia dicotomizada del anciano.
Independiente Dependiente Total
Recuento 4 16 20 HOMBRE: CÓNYUGE
% de DEP 6,8% 17,0% 13,1% Recuento 11 18 29
HOMBRE: HIJO % de DEP 18,6% 19,1% 19,0% Recuento 0 4 4
HOMBRE: OTRO FAMILIAR % de DEP ,0% 4,3% 2,6% Recuento 1 2 3
HOMBRE: OTRO % de DEP 1,7% 2,1% 2,0% Recuento 14 19 33
MUJER: CÓNYUGE % de DEP 23,7% 20,2% 21,6% Recuento 21 25 46
MUJER: HIJA % de DEP 35,6% 26,6% 30,1% Recuento 6 7 13
MUJER: OTRO FAMILIAR % de DEP 10,2% 7,4% 8,5% Recuento 0 2 2
MUJER: AMIGA % de DEP ,0% 2,1% 1,3% Recuento 2 1 3
MUJER: OTRO % de DEP 3,4% 1,1% 2,0% Recuento 59 94 153
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
205
Tabla V.XXXVIII: Tabla de contingencia entre horas de dedicación del cuidador informal y dependencia del anciano.
IND DL DM DS Total
Recuento 9 1 0 1 11 MENOS DE 7 HORAS % de
DEP 29,0% 5,9% ,0% 4,2% 10,7%
Recuento 3 1 0 0 4 ENTRE 7 Y 14 HORAS % de
DEP 9,7% 5,9% ,0% ,0% 3,9%
Recuento 10 3 6 2 21 ENTRE 15 Y 30 HORAS % de
DEP 32,3% 17,6% 19,4% 8,3% 20,4%
Recuento 1 1 5 0 7 ENTRE 31 Y 40 HORAS % de
DEP 3,2% 5,9% 16,1% ,0% 6,8%
Recuento 8 11 20 21 60
MÁS DE 40 HORAS % de DEP 25,8% 64,7% 64,5% 87,5% 58,3%
Recuento 31 17 31 24 103 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
En el caso del cuidador informal, también se observó la relación entre la
gravedad de la dependencia y las horas dedicadas al anciano del cuidador, tanto
en la variable completa como en la dicotomizada (Tablas V.XXXVIII-XXXIX,
Figs 5.23-24), siendo ambas significativas (variable completa: χ2=38,993, 12
gl, p=0,000, con frecuencias esperadas menores a 5 (fe5) del 70,0%; variable
dicotómica: χ2=29,731, 4 gl, p=0,000, con fe5 del 50,0%), pero sin potencia
estadística por la dispersión de datos.
Bloque III. Resultados
206
Tabla V.XXXIX: Tabla de contingencia entre horas de dedicación del cuidador informal y dependencia dicotomizada del anciano.
Independiente Dependiente Total
Recuento 9 2 11 MENOS DE 7 HORAS
% de DEP 29,0% 2,8% 10,7% Recuento 3 1 4
ENTRE 7 Y 14 HORAS % de DEP 9,7% 1,4% 3,9% Recuento 10 11 21
ENTRE 15 Y 30 HORAS % de DEP 32,3% 15,3% 20,4% Recuento 1 6 7
ENTRE 31 Y 40 HORAS % de DEP 3,2% 8,3% 6,8% Recuento 8 52 60
MÁS DE 40 HORAS % de DEP 25,8% 72,2% 58,3% Recuento 31 72 103
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.23: Porcentajes entre tipo de cuidador informal y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
207
Figura 5.24: Porcentajes entre tipo de cuidador informal y dependencia dicotomizada del anciano.
Tabla V.XL: Tabla de contingencia entre nivel de estudios del cuidador informal y dependencia del anciano.
IND DL DM DS Total
Recuento 5 1 5 0 11 ESTUDIOS SUPERIORES % de
DEP 13,2% 6,7% 14,7% ,0% 9,9%
Recuento 13 2 6 8 29 ESTUDIOS MEDIOS % de
DEP 34,2% 13,3% 17,6% 33,3% 26,1%
Recuento 19 7 15 12 53 ESTUDIOS PRIMARIOS % de
DEP 50,0% 46,7% 44,1% 50,0% 47,7%
Recuento 0 4 7 4 15 SIN ESTUDIOS % de
DEP ,0% 26,7% 20,6% 16,7% 13,5%
Recuento 0 0 1 0 1 ANALFABETO % de
DEP ,0% ,0% 2,9% ,0% ,9%
Recuento 1 1 0 0 2
NO CLASIFICABLE % de DEP 2,6% 6,7% ,0% ,0% 1,8%
Recuento 38 15 34 24 111 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
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Bloque III. Resultados
208
Finalmente, en cuanto al nivel de estudios del cuidador informal con respecto
a la dependencia, no se observaron datos relevantes, sobre todo por la
dispersión de datos (Tabla V.XL, Fig. 5.25).
Figura 5.25: Porcentajes entre nivel de estudios del cuidador informal y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
209
5.8. VALORACIÓN DEL ENTORNO FÍSICO
Tabla V.XLI: Tabla de contingencia entre vivir en residencia y dependencia del anciano.
IND DL DM DS Total
Recuento 907 70 102 59 1138 NO
% de DEP 99,6% 100,0% 95,3% 85,5% 98,4% Recuento 4 0 5 10 19
SI
% de DEP ,4% ,0% 4,7% 14,5% 1,6% Recuento 911 70 107 69 1157
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Se observó que conforme aumentaba la dependencia, se incrementaba el
porcentaje de encuestados que vivían en residencia. Esta relación resultó
significativa (χ2=85,962, 3 gl, p=0,000) (Tabla V.XLI, Fig. 5.26).
Figura 5.26: Porcentajes entre vivir en residencia y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
210
De los ancianos que no vivían en residencia, la mayoría residían en vivienda
en propiedad, sin embargo, existió un alto porcentaje de dependientes
moderados y severos que residían en vivienda de otro familiar con respecto a
independientes (Tabla V.XLII, Fig. 5.27). Esta relación resultó significativa
(χ2=43,468, 9 gl, p=0,000).
Tabla V.XXII: Tabla de contingencia entre tipo de vivienda y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 760 52 68 41 921 EN PROPIEDAD
% Dep 84,1% 75,4% 67,3% 71,9% 81,4% Recuento 63 3 9 3 78
EN ALQUILER % Dep 7,0% 4,3% 8,9% 5,3% 6,9% Recuento 72 14 24 13 123
DE LA FAMILIA % Dep 8,0% 20,3% 23,8% 22,8% 10,9% Recuento 9 0 0 0 9
OTROS % Dep 1,0% ,0% ,0% ,0% ,8% Recuento 904 69 101 57 1131
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
211
Figura 5.27: Porcentajes entre tipo de vivienda y dependencia del anciano.
Esta situación resultó más evidente cuando utilizamos la variable de
dependencia agrupada en dos categorías, observándose cómo un porcentaje
mucho mayor de los dependientes residían con su familiar con respecto a los
independientes con vivienda en propiedad (χ2=41,233, 3 gl, p=0,000) (Tabla
V.XLIII, Fig. 5.28).
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Bloque III. Resultados
212
Tabla V.XLIII: Tabla de contingencia entre tipo de vivienda y dependencia dicotomizada del anciano.
Independiente Dependiente Total
Recuento 760 161 921 EN PROPIEDAD
% de DEP 84,1% 70,9% 81,4% Recuento 63 15 78
EN ALQUILER % de DEP 7,0% 6,6% 6,9% Recuento 72 51 123
DE LA FAMILIA % de DEP 8,0% 22,5% 10,9% Recuento 9 0 9
OTROS % de DEP 1,0% ,0% ,8% Recuento 904 227 1131
Total % de DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.28: Porcentajes entre tipo de vivienda y dependencia dicotomizada del anciano.
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Bloque III. Resultados
213
Tabla V.XLIV: Tabla de contingencia entre interior de la vivienda y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 764 63 84 47 958 POSEE ELEMENTOS BÁSICOS: LUZ, AGUA CALIENTE...
% Dep 84,6% 91,3% 83,2% 81,0% 84,7%
Recuento 129 6 17 11 163 EQUIPAMIENTO INADECUADO (CARECE DE ALGÚN ELEMENTO BÁSICO)
% Dep 14,3% 8,7% 16,8% 19,0% 14,4%
Recuento 10 0 0 0 10
VIVIENDA INADECUADA % Dep 1,1% ,0% ,0% ,0% ,9%
Recuento 903 69 101 58 1131 Total
% Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
En cuanto al interior de la vivienda, de forma muy mayoritaria y sin relación
con la dependencia del anciano (χ2=5,820, 6 gl, p=0,444), las viviendas tenían
todos los elementos básicos para vivir (Tabla V.XLIV, Fig. 5.29).
Figura 5.29: Porcentajes entre interior de la vivienda y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
214
Tabla V.XLV: Relación de la dificultad de acceso a la vivienda con la dependencia.
DEPENDENCIA
IND DL DM DS Total
Recuento 810 58 84 62 1014 Sin problemas
% de acc 79,9% 5,7% 8,3% 6,1% 100,0% Recuento 184 16 27 14 241
Con problemas
% de acc 76,3% 6,6% 11,2% 5,8% 100,0% Recuento 994 74 111 76 1255
Total % de acc 79,2% 5,9% 8,8% 6,1% 100,0%
Se observó que no se dio relación entre la dependencia y la posibilidad de
limitaciones en el acceso a la vivienda, comprobándose que los porcentajes en
ambos grupos eran muy parecidos (χ2=2,492, 3 gl, p=0,477) (Tabla V.XLV).
Tabla V.XLVI: Tabla de contingencia entre el acceso a la vivienda y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 16 1 5 1 23 PRESENCIA DE BARRERAS EN VÍA PÚBLICA % Dep 9,3% 6,3% 20,0% 7,1% 10,1%
Recuento 156 15 20 13 204 DENTRO DEL ZAGUÁN/PATIO INMUEBLE % Dep 90,7% 93,8% 80,0% 92,9% 89,9%
Recuento 172 16 25 14 227 Total
% Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
215
De los que tenían problemas, se observó que, principalmente, los tenían
dentro del zaguán y en todos los casos, por lo que no se dio relación con la
dependencia (χ2=3,206, 3 gl, p=0,361) (Tabla V.XLVI).
La comunicación de la vivienda fue correcta en todos los grupos de
dependencia, sin relación significativa, por lo que no fue un factor
determinante sobre los ancianos valencianos (χ2=7,161, 3 gl, p=0,067) (Tabla
V.XLVII).
Tabla V.XLVII: Tabla de contingencia entre comunicación de la vivienda y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 889 65 96 57 1107 VIVIENDA BIEN COMUNICADA CON SERVICIOS BÁSICOS (ALIMENTOS..)
% Dep 98,3% 94,2% 96,0% 98,3% 97,9%
Recuento 15 4 4 1 24
VIVIENDA MAL COMUNICADA % Dep 1,7% 5,8% 4,0% 1,7% 2,1%
Recuento 904 69 100 58 1131 Total
% Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
216
5.9. CAUSA DE DEPENDENCIA
Se observó que los pacientes cuya causa de dependencia era atribuible a
alteración cognitiva eran los más dependientes de forma conjunta e, incluso los
que mayor gravedad en la dependencia presentaban si tomamos las causas de
forma aislada sin intersecciones entre ellas (Tablas V.XLVIII-IX).
Tabla V.XLVIII: Tabla de contingencia entre causas de dependencia aisladas y la valoración de la dependencia de los encuestados.
IND DL DM DS χ2 gl p
Alteración Motora 206/59,7% 34/9,9% 59/17,1% 46/13,3% 113,759 3 0,000
Alteración Cognitiva 29/23,8% 11/9,0% 29/23,8% 53/43,4% 400,616 3 0,000
Alteración Sensorial 124/63,9% 20/10,3% 35/18,0% 15/7,7% 37,356 3 0,000
Tabla V.XLIX: Tabla de contingencia entre causas de dependencia aisladas y la valoración de la dependencia dicotómica de los encuestados.
IND DEP χ2 gl p
Alteración Motora 206/59,7% 19/40,3% 109,759 1 0,000
Alteración Cognitiva 29/23,8% 93/76,2% 252,096 1 0,000
Alteración Sensorial 124/63,9% 70/36,1% 32,551 1 0,000
Bloque III. Resultados
217
Tabla V.L: Tabla de contingencia entre causas de dependencia y la valoración de la dependencia de los encuestados.
IND DL DM DS Total
Recuento 691 24 18 8 741 SIN CAUSAS % de
DEP 69,5% 32,4% 16,2% 10,5% 59,0%
Recuento 79 8 15 1 103 SENSORIAL % de
DEP 7,9% 10,8% 13,5% 1,3% 8,2%
Recuento 14 7 18 21 60 COGNITIVA % de
DEP 1,4% 9,5% 16,2% 27,6% 4,8%
Recuento 156 21 34 11 222 MOTORA % de
DEP 15,7% 28,4% 30,6% 14,5% 17,7%
Recuento 39 10 15 3 67 MOTORA + SENSORIAL % de
DEP 3,9% 13,5% 13,5% 3,9% 5,3%
Recuento 9 2 6 21 38 MOTORA + COGNITIVA % de
DEP ,9% 2,7% 5,4% 27,6% 3,0%
Recuento 4 1 1 0 6 COGNITIVA + SENSORIAL % de
DEP ,4% 1,4% ,9% ,0% ,5%
Recuento 2 1 4 11 18
MOTORA + COGNITIVA + SENSORIAL
% de DEP ,2% 1,4% 3,6% 14,5% 1,4%
Recuento 994 74 111 76 1255 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Teniendo en cuenta interacciones con más tipos de dependencia, se observó
que la causa más frecuente de dependencia fue la motora, seguida de la
cognitiva. Fueron los dependientes más graves los que presentaron mayores
porcentajes de más de una causa con respecto a los demás (Tabla V.L).
Esta relación resultó significativa pero sin potencia estadística (χ2=561,738,
21 gl, p=0,000, fe5: 43,8%).
Bloque III. Resultados
218
Si tenemos en cuenta la variable de dependencia agrupada en independientes
y dependientes, aumentamos la potencia estadística de la prueba. En este
sentido, observamos, como cabría esperar, que los dependientes son los que
más causas presentan y con mayor porcentaje pasando los independientes a ser
muy mayoritarios en la opción ‘sin causas’ , lo que origina que la relación
resulte significativa (χ2=353,919, 7 gl, p=0,000) (Tabla V.LI, Fig. 5.30-31).
Tabla V.LI: Tabla de contingencia entre causas de dependencia y la valoración de la dependencia dicotomizada de los encuestados.
Independiente Dependiente Total
Recuento 691 50 741 SIN CAUSAS % de
DEP 69,5% 19,2% 59,0%
Recuento 79 24 103 SENSORIAL % de
DEP 7,9% 9,2% 8,2%
Recuento 14 46 60 COGNITIVA % de
DEP 1,4% 17,6% 4,8%
Recuento 156 66 222 MOTORA % de
DEP 15,7% 25,3% 17,7%
Recuento 39 28 67 MOTORA + SENSORIAL % de
DEP 3,9% 10,7% 5,3%
Recuento 9 29 38 MOTORA + COGNITIVA % de
DEP ,9% 11,1% 3,0%
Recuento 4 2 6 COGNITIVA + SENSORIAL % de
DEP ,4% ,8% ,5%
Recuento 2 16 18
MOTORA + COGNITIVA + SENSORIAL % de
DEP ,2% 6,1% 1,4%
Recuento 994 261 1255 Total % de
DEP 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
219
Figura 5.30: Porcentajes entre causas de dependencia y la valoración de la dependencia dicotomizada de los encuestados.
Del total de encuestados, en 345 fue considerada la alteración motora como
causa de dependencia. De ellos, la mayoría presentaba problemas en
articulaciones, excepto en el grupo con dependencia severa, que
eminentemente tenían problemas de motilidad. Estas diferencias generaron
relación significativa (χ2=63,051, 12 gl, p=0,000) (Tabla V.LII, Fig. 5.31).
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Bloque III. Resultados
220
Tabla V.LII: Tabla de contingencia entre alteraciones motoras y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 105 16 20 4 145 ARTICULAR (REUMATISMOS) % Dep 51,0% 47,1% 33,9% 8,7% 42,0%
Recuento 34 5 5 2 46 ÓSEAS (ROTURAS)
% Dep 16,5% 14,7% 8,5% 4,3% 13,3% Recuento 6 1 1 2 10
MUSCULARES % Dep 2,9% 2,9% 1,7% 4,3% 2,9% Recuento 26 8 21 27 82
DE LA MOTILIDAD % Dep 12,6% 23,5% 35,6% 58,7% 23,8% Recuento 35 4 12 11 62
OTRAS % Dep 17,0% 11,8% 20,3% 23,9% 18,0% Recuento 206 34 59 46 345
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.31: Porcentajes entre alteraciones motoras y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
221
Tabla V.LIII: Tabla de contingencia entre alteraciones cognitivas y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 14 6 13 20 53 DETERIORO COGNITIVO % Dep 48,3% 54,5% 44,8% 37,7% 43,4%
Recuento 2 2 8 24 36 DEMENCIA
% Dep 6,9% 18,2% 27,6% 45,3% 29,5% Recuento 13 3 8 9 33
OTROS % Dep 44,8% 27,3% 27,6% 17,0% 27,0% Recuento 29 11 29 53 122
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
En el caso de alteración cognitiva como causa de dependencia, se seleccionó
en 122 encuestados del total, siendo mayoritario un deterioro cognitivo en
dependientes leves y moderados, mientras que en severos fue la demencia la
más prevalerte (χ2=16,265, 6 gl, p=0,012) (Tabla V.LIII, Fig. 5.32).
Figura 5.32: Porcentaje entre alteraciones cognitivas y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
222
Tabla V.LIV: Tabla de contingencia entre alteraciones sensoriales y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 57 10 20 8 95 DISMINUCIÓN DE LA VISIÓN % Dep 46,0% 50,0% 57,1% 53,3% 49,0%
Recuento 52 6 15 6 79 DISMINUCIÓN DE LA AUDICIÓN % Dep 41,9% 30,0% 42,9% 40,0% 40,7%
Recuento 15 4 0 1 20
OTROS % Dep 12,1% 20,0% ,0% 6,7% 10,3% Recuento 124 20 35 15 194
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Finalmente 194 ancianos se les asigno como causa de dependencia una
alteración sensorial, de los que la visión y la audición se encontraban
equilibrados y en todos los grupos por lo que no existió relación significativa
(χ2=7,426, 6 gl, p=0,283) (Tabla V.LIV, Fig. 5.33).
Figura 5.33: Porcentajes entre alteraciones sensoriales y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
223
5.10. OBSERVACIONES CONTEXTUALES
El aspecto físico era cuidado o muy cuidado en la mayoría de grupos. Si se
produjo aumento del porcentaje de ancianos con aspecto poco cuidado con la
gravedad de la dependencia (sobre todo en dependientes moderados y severos,
llegando hasta un 16% en el último grupo). Esto originó que la relación fuera
significativa (χ2=55,017, 9 gl, p=0,000) (Tabla V.LV, Fig. 5.34).
Tabla V.LV: Tabla de contingencia entre aspecto físico y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 376 24 26 23 449 MUY CUIDADO
% Dep 38,4% 33,3% 23,9% 31,1% 36,4% Recuento 567 41 71 36 715
CUIDADO % Dep 58,0% 56,9% 65,1% 48,6% 58,0% Recuento 31 6 11 12 60
POCO CUIDADO % Dep 3,2% 8,3% 10,1% 16,2% 4,9% Recuento 4 1 1 3 9
OTRAS % Dep ,4% 1,4% ,9% 4,1% ,7% Recuento 978 72 109 74 1233
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Figura 5.34: Porcentajes entre aspecto físico y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
224
Descripción de ‘otros’ (9 descritos de 18):
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
FALTA DE ASEO, ACABABA DE DESPERTARSE 1 ,1 ,1
IBA EN BATÍN 4 0,4 0,4
NECESITA SUPERVISION 3 0,3 0,3
VA EN PIJAMA 1 ,1 ,1
Disminuyó la actitud colaboradora por parte del anciano encuestado con la
gravedad de la dependencia, aunque mayoritariamente presentaron buena
predisposición en todos los casos. Dicha relación resultó significativa
(χ2=185,325, 6 gl, p=0,000) (Tabla V.LVI, Fig. 5.35).
Tabla V.LVI: Tabla de contingencia entre actitud y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 931 69 99 48 1147 COLABORADOR/A
% Dep 95,2% 95,8% 90,8% 66,7% 93,2% Recuento 40 2 8 6 56
RETICENTE % Dep 4,1% 2,8% 7,3% 8,3% 4,5% Recuento 7 1 2 18 28
OTROS % Dep ,7% 1,4% 1,8% 25,0% 2,3% Recuento 978 72 109 72 1231
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Bloque III. Resultados
225
Figura 5.35: Porcentajes entre actitud y dependencia del anciano.
El entorno para la entrevista fue eminentemente adecuado en todos los
grupos, no produciéndose relación entre ambos factores (χ2=9,638, 6 gl,
p=0,141) (Tabla V.LVII, Fig. 5.36).
Tabla V.LVII: Tabla de contingencia entre entorno (entrevista) y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 899 65 94 67 1125 ADECUADO
% Dep 92,0% 90,3% 86,2% 89,3% 91,2% Recuento 32 5 5 5 47
INADECUADO % Dep 3,3% 6,9% 4,6% 6,7% 3,8%
Recuento 46 2 10 3 61
OTROS % Dep 4,7% 2,8% 9,2% 4,0% 4,9% Recuento 977 72 109 75 1233
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
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Bloque III. Resultados
226
Figura 5.36: Porcentajes entre entorno (entrevista) y dependencia del anciano.
En todos los grupos contestó mayoritariamente el propio paciente a excepción
del grupo con dependencia severa en el que fue un familiar o cuidador el que lo
hizo predominantemente, originando relación significativa (χ2=576,197, 9 gl,
p=0,000) (Tabla V.LVIII, Fig. 5.37).
Tabla V.LVIII: Tabla de contingencia entre comunicación y dependencia del anciano.
Dependencia
INDEP DL DM DS Total
Recuento 951 62 78 22 1113 CONTESTA EL PROPIO PACIENTE % Dep 97,3% 86,1% 71,6% 29,3% 90,3%
Recuento 22 9 27 20 78 CONTESTA CON AYUDA % Dep 2,3% 12,5% 24,8% 26,7% 6,3%
Recuento 1 1 4 29 35 CONTESTA EL FAMILIAR/CUIDADOR % Dep ,1% 1,4% 3,7% 38,7% 2,8%
Recuento 3 0 0 4 7
OTROS % Dep ,3% ,0% ,0% 5,3% ,6% Recuento 977 72 109 75 1233
Total % Dep 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
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Bloque III. Resultados
227
Figura 5.37: Porcentaje entre comunicación y dependencia del anciano.
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Bloque III. Resultados
228
6-ANÁLISIS MULTIVARIANTE: REGRESIÓN LOGÍSTICA
Procesamos regresión logística binaria teniendo en cuenta la variable
agrupada con respecto a la independencia/dependencia, sin diferenciar los
grados de la misma. El objetivo es determinar qué factores están influyendo
para generar probabilidad de tener, al menos, una dependencia leve.
Se obtuvo un modelo de regresión significativo (χ2=603,625, 28 gl, p=0,000),
con una buena rentabilidad predictiva (89,5% de aciertos) y en el que fueron
incluidos presentar enfermedad del sistema circulatorio, el estado de salud
percibido, la causa de dependencia, deterioro cognitivo según el MEC, la edad,
poseer cuidador, el tipo de vivienda y la comunicación del encuestado.
Como ejemplo del resultado del modelo según los OR nos vamos a fijar en el
resultado del MEC. Un paciente con deterioro cognitivo según la clasificación
del MEC, tiene una probabilidad de 2,539 mayor de presentar dependencia que
un paciente sin deterioro cognoscitivo. Sin embargo la sospecha de deterioro
cognitivo no resultó significativa. Otro ejemplo es la necesidad de cuidador, el
tener cuidador genera una probabilidad de 9,386 superior a un anciano que no
lo tiene (Tabla VI.I, Fig. 6.1).
Esta situación se aplica a todas las variables cualitativas. La excepción es la
edad que es continua. Por cada año de edad, la probabilidad de ser dependiente
aumenta en 1,089, es decir, un 8,6%. Si recalculamos para periodos de 10 años,
obtenemos que el OR ya es de 2,29, es decir cada 10 años la probabilidad de
que el anciano sea dependiente aumenta en un 129%. Destaca sobremanera el
resultado obtenido del OR en el caso de la comunicación y concretamente el
hecho de contestar un familiar con respecto a contestar el propio encuestado,
dado que ésto supone una probabilidad de ser dependiente de 36,530 mayor, es
decir, un 2653% más que si contesta el encuestado; pero es que, además, existe
un límite máximo del intervalo de confianza del OR que llega a 575,049.
Bloque III. Resultados
229
Tabla VI.I: Modelo de regresión logística binaria con variable dependiente la clasificación de dependencias en dos categorías (independiente/dependientes).
I.C. 95% OR
B E.T. Wald gl Sig. OR Inferior Superior
edad ,083 ,023 13,171 1 ,000 1,086 1,039 1,136 ESF (SC) (Si/No) ,628 ,234 7,192 1 ,007 1,873 1,184 2,963 ESF percibida 24,708 5 ,000 Bien-Regular/Muy bien ,329 ,412 ,640 1 ,424 1,390 ,620 3,117 Regular/Muy bien 1,427 ,440 10,504 1 ,001 4,165 1,758 9,868 Mal/Muy bien 1,480 ,540 7,518 1 ,006 4,392 1,525 12,650 Muy mal/Muy bien ,782 ,958 ,666 1 ,414 2,186 ,334 14,297 NS-NC/Muy bien 2,750 2,107 1,703 1 ,192 15,641 ,252 972,684 Vivienda en la que habita 27,106 8 ,001 Propia con hijos/cónyuge ,060 ,348 ,029 1 ,864 1,062 ,536 2,101 Propia con fams./cónyuge ,077 ,414 ,035 1 ,852 1,080 ,480 2,429 Casa hijos/cónyuge 1,533 ,433 12,523 1 ,000 4,634 1,982 10,833 Casa fams./cónyuge -,130 ,663 ,038 1 ,845 ,878 ,239 3,222 Fams próximos/cónyuge -,811 ,347 5,463 1 ,019 ,444 ,225 ,877 Sólo/cónyuge ,465 ,892 ,272 1 ,602 1,592 ,277 9,151 Residencia/cónyuge 1,506 ,846 3,168 1 ,075 4,510 ,859 23,684 Otros/cónyuge -,489 ,745 ,430 1 ,512 ,613 ,142 2,643 Necesidad cuidador (Tiene/No tiene) 2,239 ,247 82,412 1 ,000 9,386 5,788 15,221
Causa de dependencia 41,003 7 ,000 Sensorial/Sin causa 1,143 ,378 9,125 1 ,003 3,137 1,494 6,585 Cognitiva/Sin causa 2,577 ,492 27,415 1 ,000 13,161 5,016 34,537 Motora/Sin causa 1,148 ,286 16,116 1 ,000 3,152 1,800 5,522 M+S/Sin causa 1,018 ,454 5,016 1 ,025 2,767 1,135 6,741 M+C/Sin causa 1,523 ,603 6,372 1 ,012 4,585 1,405 14,956
C+S/Sin causa -1,787 1,631 1,201 1 ,273 ,167 ,007 4,094
M+C+S/Sin causa 1,639 1,327 1,525 1 ,217 5,149 ,382 69,372 Comunicación 14,197 3 ,003 Contesta con ayuda/Propio paciente 1,086 ,380 8,150 1 ,004 2,963 1,406 6,245
Contesta familiar/Propio paciente 3,598 1,406 6,546 1 ,011 36,530 2,321 575,049
Otros/Propio paciente -,316 2,314 ,019 1 ,891 ,729 ,008 67,980 Dependencia MEC 9,058 2 ,011 Det.Cognitivo/Sin deterioro ,932 ,316 8,709 1 ,003 2,539 1,367 4,714 Sospecha/Sin deterioro ,497 ,539 ,851 1 ,356 1,644 ,572 4,724
Constante -5,618 1,990 7,967 1 ,005 ,004
Bloque III. Resultados
230
Figura 6.1: OR e IC 95% de las variables significativas en la regresión logística. Se exceptúa
la opción ‘contesta un familiar’ con respecto a la del propio paciente por salirse de escala con respecto al resto, dado que su OR fue de 36,530 con un límite máximo de 575,049.
Cognitiva
Contesta con ayuda
Cuidador
Det.Cognitivo
EDADENF.SC
Fams.próxs/Cónyuge
Hijos/Cónyuge
M/MBM+C
M+SMotora
R/MBSensorial
0,000
10,000
20,000
30,000
40,000mayormenorOR
Bloque IV. Conclusiones
231
BLOQUE IV
CONCLUSIONES
Bloque IV. Conclusiones
232
1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA MUESTRA
La muestra final estuvo compuesta por un total de 1285 personas
mayores, de los que 762 fueron mujeres (59,3%) y 523 hombres
(40,7%), de 77,60±5,40 años (IC95%: 77,22-77,99) años y 77,06±4,80
años (IC 95%: 76,64-77,47) de edad respectivamente.
La mayoría de los encuestados eran casados/as (56,7%) o viudos/as
(35,1%) siendo minoritarios los solteros/as (6,5%), divorciados/as
(0,6%) o separados/as (1,1%).
Mayoritariamente se expresaban en castellano (65,7%) o en valenciano
(32,2%).
Fueron mayoritarios los encuestados con estudios primarios
incompletos (53,2%) o con graduado escolar/bachiller elemental
(23,4%).
La clase social, valorada por la calificación profesional, ofreció que la
mayoría de encuestados fueron trabajadores no cualificados (32,8%),
trabajadores manuales cualificados (19,5%), por cuenta propia (12,3%)
y administrativos y de apoyo a gestión administrativa y financiera
(10,5%).
La profesión más abundante en la muestra de encuestados fue la de ama
de casa (31,8%) y la de trabajador manual especializado (16,5%) y no
especializado (9,1%). Se encontraban activos tan solo el 3,9% de los
encuestados.
Bloque IV. Conclusiones
233
2. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN SOCIAL.
2.1 VALORACIÓN DEL ESTADO DE SALUD FÍSICA
Las enfermedades más prevalentes fueron en el sistema circulatorio
(51,8%), seguido del sistema osteomuscular y tejido conjuntivo
(33,9%), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas
(20,2%), así como del ojo y sus anexos (18,2%).
Tan sólo el 10,4% de los sujetos no sufre patología alguna.
El 89,6% de los sujetos de la muestra sufre de manera mayoritaria una
enfermedad: relacionada con el sistema circulatorio (51,8%), con el
sistema osteomuscular (33,9%) o bien trastornos metabólicos o
endocrinos (20,2%), de los que el 85,7% están tratados y controlados
por su médico.
Hemos de resaltar la existencia de un porcentaje de sujetos (el 3,8%, lo
que se traduce en un total de 48) que pese a sufrir alguna patología, no
se han adherido al tratamiento pautado.
La valoración de la salud percibida, parece estar relacionada con cómo
el sujeto interpreta su situación y se enfrenta a ella, y menos con cómo
es realmente la situación. Así, el 6,5% de nuestra muestra dice
encontrarse mal o muy mal frente a más de la mitad (56,9%) que
manifiestan encontrarse bien y más de un cuarto que refiere encontrarse
muy bien (el 15,9%).
Los individuos que padecían tumores, trastornos mentales,
enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del ojo y anexos,
enfermedades del sistema respiratorio, enfermedades del sistema
digestivo y alteraciones en el sistema osteomuscular referían encontrase
peor que los que padecían otras enfermedades.
Bloque IV. Conclusiones
234
2.2 VALORACIÓN DEL NIVEL DE DEPENDENCIA
* Índice de Barthel
De forma general, se observó un mayor porcentaje de encuestados
independientes para acciones como comer, arreglarse o usar el retrete, y
un mayor porcentaje de dependencia total en situaciones como lavarse,
subir y bajar escalones o arreglarse (mayor frecuencia de pacientes con
y sin dependencia total).
Se aprecia que los ítems en los que existe una mayor dificultad en su
realización o dependencia de otras personas son lavarse (en ducha o
bañera) con un 13,1% de nuestros sujetos presentan dependencia, un
7,4% necesita ayuda para bajar o subir los escalones y el mismo
porcentaje para la realización de las labores básicas de aseo (lavarse la
cara, peinarse, etc.).
Tomando la escala de Barthel con sus puntuaciones totales resultó que
un 67,3% se presentaron independientes mientras que un 32,7%
presentó algún grado de dependencia, siendo un 25,7% los sujetos
clasificados como dependientes leves, un 2,4% como dependientes
moderados, un 1,4% como dependientes severos y un total de 3,2% el
porcentaje de pacientes clasificados como dependiente total
(incapacidad para valerse por uno mismo).
Así, en nuestra muestra, la dependencia para las actividades básicas de
la vida diaria medida con la escala de Barthel se distribuye de la manera
que sigue: dependientes leves: 78,5%; dependientes moderados: 7,4%;
dependientes severos: 4,3%; dependientes totales: 9,8%.
* Escala de Lawton y Brody
Se observó un mayor porcentaje de encuestados dependientes en los
ítems relacionados con hacer las compras (30,5%) y uso de medios de
transporte (21,2%) tanto en hombres como en mujeres.
Bloque IV. Conclusiones
235
Los ítems referentes a preparación de comidas, lavado de la ropa y
realización de las tareas domésticas son valoradas sólo en mujeres por la
diferenciación de roles en estas edades. En estos tres ítems se observó un
importante porcentaje de mujeres dependientes, en concreto, un 22,0%,
20,0% y un 18,3% respectivamente.
Se observó un 62,1% de encuestados independientes con respecto a
actividades instrumentales de la vida diaria, mientras que un 37,9%
mostró algún tipo de dependencia. Más específicamente, el 21,2% fue
clasificado de dependiente leve, el 5,6% de los sujetos como dependiente
moderado, un 6,3% como dependiente severo y el 4,9% fue el porcentaje
de los sujetos considerados como dependencia total (incapacidad para
realizar estas actividades por uno mismo).
Así, en nuestra muestra, la dependencia para las actividades
instrumentales de la vida diaria medida con la escala de Lawton y Brody
se distribuye de la manera que sigue: dependientes leves: 55,9%;
dependientes moderados: 14,7%; dependientes severos: 16,6%;
dependientes totales: 12,8%.
Con respecto al género, se observó un mayor porcentaje de hombres sin
dependencia (68,2% frente al 57,9% de las mujeres).
Esta diferencia en cuanto al género se hace evidente en los dependientes
severos/graves, en donde el porcentaje para las mujeres casi se cuadriplica
(9,0%) con respecto a la cifra hallada para los hombres (2,3%).
En nuestro estudio, existe una correlación estadísticamente significativa
entre el género (ser mujer) y sufrir dependencia.
* Valoración conjunta Bathel (ABVD) y Lawton y Brody (AIVD)
Calcular la dependencia mediante escalas que miden de manera
exclusiva e independiente las actividades básicas y las actividades
instrumentales de la vida diaria puede resultar un poco sesgado. Una
Bloque IV. Conclusiones
236
persona puede manejarse perfectamente en sus actividades básicas como
asearse, vestirse etc., pero necesitar ayuda, esto es, ser dependiente, por
ejemplo para preparar la comida, manejar el dinero o para ocuparse de su
medicación. Si el sujeto en cuestión necesita ayuda de otra persona para
llevar a cabo estas tareas significa que es dependiente. Siguiendo este
planteamiento, nos hemos atrevido a proponer una nueva clasificación del
nivel de dependencia en la que las actividades instrumentales sean tan
relevantes para definir la situación del anciano como las actividades
básicas.
De lo que se trata es de realizar una multi-recodificación condicionada
para, desde un punto de vista propio, comprobar la dependencia teniendo
en cuenta ambos criterios, es decir, en función de la valoración de las
actividades básicas de la vida (Barthel, ABVD) y en función de la
valoración de las actividades instrumentales de la vida diaria (Lawton y
Brody-AIVD).
Con nuestra nueva propuesta, se obtuvo que de nuestra muestra el
79,2% fueron totalmente independientes, siendo clasificados como
dependientes el 20,8%, y más específicamente, un 5,9% con dependencia
leve, un 8,8% con dependencia moderada, un 2,9% con dependencia
severa y un 3,2% dependientes totales.
Así, en nuestra muestra, la dependencia para las actividades básicas e
instrumentales de la vida diaria medida con la escalas de Barthel y de
Lawton y Brody se distribuye de la manera que sigue: dependientes leves:
28,3%; dependientes moderados: 42,5%; dependientes severos: 13,8%;
dependientes totales: 15,3%.
Bloque IV. Conclusiones
237
2.3 VALORACIÓN DEL ESTADO MENTAL
La afectación cognitiva también es una causa de incapacidad para
desarrollar las actividades vitales con autonomía, y consecuentemente
repercute en la dependencia del anciano
Las puntuaciones de cada sujeto de nuestra muestra en el Mini Examen
Cognoscitivo de Lobo (MEC) revela que la mayoría de encuestados no
presentan deterioro cognitivo (83,3%), existe sospecha de deterioro
cognitivo un 3,6% y presentan deterioro cognitivo objetivo un 12,9% de
los sujetos entrevistados.
Un apartado que consideramos realmente importante es la queja
referida por cada sujeto acerca de su funcionamiento cognitivo. Se
observó que los sujetos sin deterioro cognitivo objetivado mediante el
MEC y sin queja eran la mayoría, esto es, el 68,0%. No obstante, y
siempre sin deterioro cognitivo hallado, se encontró que el 25,2% referían
queja subjetiva, en el 2,5% de los casos la queja era referida por el
familiar pero no por el sujeto, y en el 4,3% de los casos, la queja era
compartida tanto por la familia como por el propio individuo entrevistado.
2.4 VALORACIÓN SOCIOFAMILIAR
La mayoría de encuestados vivían con el cónyuge (47%), solos con
hijos/ familiares próximos (19,7%) o en casa propia con sus hijos
(13,4%).
A resaltar que de nuestra muestra de estudio el 2,0% vivía en residencia
(un total de 24 casos) y un 1,1% vivía sólo pero careciendo de
familiares cercanos (un total de 13 personas).
En cuanto a las relaciones y contactos sociales, la mayoría de la
personas de nuestra muestra (64,2%) mantenían relaciones sociales
Bloque IV. Conclusiones
238
fuera del domicilio habitual o salía pero sólo se relacionaba con
familiares y vecinos (el 18,3%).
Un 2,9% no sale de casa, ni recibe visitas (un total de 37 personas).
2.5. VALORACIÓN SOCIOECONÓMICA
En las prestaciones percibidas por los mayores encuestados, predomina
principalmente la pensión contributiva por jubilación (53,3%) seguida
de la pensión contributiva de viudedad (22%) y de la pensión no
contributiva de jubilación (4,3%).
Un amplio porcentaje desconoce que tipo prestación o pensión percibe
(177 personas lo que representa el 14,6% de los entrevistados).
En cuanto a ayudas sociales, gran parte de los mayores entrevistados,
decían no necesitar ningún tipo de ayuda socioeconómica (64,7%),
observándose también un alto porcentaje que comentaba no disponer de
información sobre las ayudas que pueden solicitar (26,4% ).
Según los resultados de la encuesta, tenían cuidador 338 sujetos
(26,6%) frente a 933 sujetos que no refirieron no tenían necesidad de
cuidador (el 73,4%).
De los 338 sujetos que tenían cuidador, se observó que 113 casos tenían
cuidador formal (el 33,4%) y 255 casos tenían cuidador informal
(66,6%).
De los que tenían cuidador formal:
- En un 78,8% de los casos, éste se encontraba contratado por cuenta
propia y tan sólo el 8,0% (9 casos) el cuidador formal procedía de
Servicios Sociales.
- El 41,6% de los casos, el cuidador formal dedicaba más de 40 horas
semanales al cuidado del sujeto, y menos de 7 horas el 22,8%.
Bloque IV. Conclusiones
239
- El nivel de estudios del cuidador formal se situaba en estudios
primarios (36,7%) y estudios medios (29,1%).
De los que tenían cuidador informal:
- Los parentescos más prevalentes del cuidador informal fueron el de
mujer-hija (29,9%), mujer-cónyuge (22,3%), hombre-hijo (18,5%) u
hombre-cónyuge (12,7%) que en el resto de los casos.
- Los cuidadores informales dedican más de 40 horas semanales a su
cuidado de forma mayoritaria (59,0%) o bien entre 15 y 30 horas
semanales (20,0%).
- El nivel de estudios de estos cuidadores fue principalmente relativo a
estudios primarios (47,4%) o medios (25,4%).
Las personas mayores que sí tenían necesidad de cuidador pero no
disponían de él fueron un total de 34, esto es el 2,6% del total de
entrevistados. De ellos un 20,6% (7 personas) había solicitado ayudas al
respecto pero no fueron concedidas y un 55,9% (19 personas) no
contaba con información sobre las posibles ayudas a solicitar.
Se encontró que un 49,2% de los ancianos encuestados tenían necesidad
de ayuda en las tareas domésticas, de los que un 61,5% disponía de
dicha ayuda mediante contratado por cuenta propia. Tan sólo el 4,2%
tenía ayuda para tareas domésticas procedente de Servicios Sociales.
2.6 VALORACIÓN DEL ENTORNO FÍSICO
Un 1,9% de los nuestros mayores encuestados viven en residencia.
Los encuestados que no vivían en residencia, tenían una vivienda
principalmente en régimen de propiedad (81,4%) o de la familia
(10,8%).
La mayoría poseía todos los elementos básicos para vivir (84,7%), esto
es luz, agua caliente, calefacción, baño, teléfono y ascensor.
Bloque IV. Conclusiones
240
Un 0,9% (un total de 10 personas) vivía en una vivienda inadecuada
porque carecía de 2 ó más elementos básicos comentados.
En el acceso a la propia vivienda, 228 personas tenían problemas
(19,6%). De éstos, una importante proporción (89,9%) presentaban
dificultades dentro del zaguán o patio del inmueble, mientras que un
10,1% tenía barreras arquitectónicas en la vía pública que limitaban el
acceso a su vivienda.
El 2,2% (25 sujetos) de los encuestados habitaban en una vivienda mal
comunicada con servicios básicos (alimentación, transporte etc.); el
97,8% tenían una buena comunicación con servicios básicos.
Bloque IV. Conclusiones
241
3. CAUSAS DE DEPENDENCIA
Presentaron alteración sensorial un total de 196 ancianos (15,3%),
cognitiva 124 (9,6%) y 353 motora (27,5%).
Las causas más importantes de dependencia motora fueron las
articulares las más frecuentes (41,9%) y las referentes a la motilidad
(23,8%).
Con dependencia por deterioro cognitivo se dieron 53 ancianos (42,7%)
y por demencia 37 mayores (29,8%).
Finalmente, con dependencia sensorial por problemas de visión se
encontraron 96 mayores (49,0%) y por disminución de la audición, 80
ancianos (40,8%).
Si se tiene en cuenta las tres alteraciones con sus combinaciones (un
mismo sujeto puede padecer dos o más alteraciones) los porcentajes
varían, quedando como sigue: alteración sensorial: 8,0%; alteración
cognitiva: 4,7%; alteración motora: 17,6; alteración motora más
sensorial: 5,4%; alteración motora más cognitiva: 3,1%; alteración
cognitiva más sensorial: 0,5%; alteración motora más cognitiva más
sensorial: 1,4%.
Bloque IV. Conclusiones
242
4. OBSERVACIONES CONTEXTUALES
El aspecto observado en el mayor encuestado fue mayoritariamente
muy cuidado (36,0%) o cuidado (58,5%). El 4,8% (60 mayores)
presentaban (a juicio del entrevistador) un aspecto poco cuidado.
La actitud de los entrevistados fue eminentemente colaboradora
(93,2%) frente al 4,5% que se mostraron reticentes ente la entrevista.
El entorno físico en el que se desarrollaron las entrevistas fue adecuado
en un gran porcentaje de las entrevistas (91,4%) siendo considerado
como poco adecuado por el entrevistador (ambiente ruidoso, poco
iluminado, etc.) en el 3,7% de las ocasiones.
En el 90,3% de los casos fue el propio sujeto quien respondió a la
entrevista. En el 6,3% de las entrevistas el mayor necesitó ayuda para
responder. En el 2,8% de los casos fue el familiar o el cuidador el que
contestó a las preguntas de la entrevista.
Bloque IV. Conclusiones
243
5. ANÁLISIS BIVARIANTE: CARACTERÍSTICAS DE LOS
PACIENTES CON DEPENDENCIA
En este apartado se toma la muestra dicotomizada en dependientes-
independientes, y se analizan el resto de variables estudiadas.
5.1 EDAD
Con respecto a la variable edad, se observó que la edad media fue
mayor en el grupo de dependientes (80,9 años) que en el de
independientes (76,43 años).
Se observó que la media de edad aumentaba con la gravedad de la
dependencia.
Analizando la edad por intervalos, se observó que, en el caso de edad
con intervalos de cinco años, los grupos con independencia o
dependencia leve, predominaban sobre edades menores (intervalo 70-74
años), mientras que el grupo con dependencia moderada o severa se
encontraban con frecuencias mayores en intervalos de edad más
avanzada.
La edad en estos intervalos de cinco años y la dependencia de los
ancianos, se relacionan de manera significativa.
En el caso de la edad en tres intervalos (70-79, 80-89 y >=90), la
situación fue todavía más evidente, resultando la relación también
significativa.
A modo de resumen podemos afirmar que la dependencia correlaciona
significativamente con el tiempo, esto es, a medida que pasan los años
hay más probabilidad de que los sujetos caigan en dependencia
Bloque IV. Conclusiones
244
5.2 OTRAS VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS
En el análisis estadístico de las variables sociodemográficas, se observó
relación significativa con el género, principalmente porque se dio
mayor frecuencia de dependencia en mujeres (71,6%) que en los
hombres (28,4%).
Atendiendo al estado civil, se dio mayor porcentaje de independientes
entre los sujetos casados (58,7%).
En cuanto al nivel de estudios, se mostraron más independientes los
sujetos conforme aumentaba el nivel cultural.
5.3 ESTADO DE SALUD FÍSICA
En el estado de salud física, se observó una relación estadísticamente
significativa con la presencia de alguna enfermedad relacionada con
cuatro de los dieciocho grupos de sistemas u órganos. Concretamente
están más relacionadas con la dependencia las enfermedades del
sistema nervioso, los trastornos mentales y del comportamiento y las
enfermedades del sistema circulatorio. En menor medida pero también
se presentan relacionadas con la dependencia sufrir enfermedades del
oído y tumores.
Los pacientes sin patología, eran independientes o dependientes leves
mayoritariamente. Lo mismo sucede con los sujetos con patología sin
tratamiento, mientras que en el grupo patología en tratamiento eran más
dependientes leves o moderados.
Los pacientes que se manifestaban encontrarse bien o muy bien de su
estado de salud (valoración subjetiva), tenían dependencia leve o eran
independientes de forma mayoritaria y viceversa.
Bloque IV. Conclusiones
245
5.4 ACTIVIDAD BÁSICA E INSTRUMENTAL
Según Barthel, teníamos una mayoría de encuestados independientes
(67,3%), lo que varía cuando incluimos la escala de Lawton (62,1%) en
donde se incluyen otros factores a tener en cuenta.
En el caso de independientes, se observó una gran coincidencia entre la
dependencia según Barthel y la conjunta (79,2%) en un 95,2%. Sin
embargo, el grupo de dependencia leve se distribuyó entre los cuatro
grupos en la dependencia conjunta, lo que originó que las diferencias
entre porcentajes fueran significativas.
En el cruce entre Lawton y la conjunta (79,2%), se observó también una
gran coincidencia en el de independientes, en un 99,9%, menor
distribución de los dependientes leves (o mayor coincidencia), pero, en
este caso, una mayor distribución de los grupos moderado y severo de
Lawton entre los tres grupos de dependencia de la conjunta, lo que
resultó también que las diferencias entre porcentajes resultaran
significativas.
5.5 VALORACIÓN COGNITIVA
En todos los ítems del Mini Examen Cognoscitivo se observó, que los
pacientes que respondían incorrectamente a las preguntas, pertenecían
mayoritariamente al grupo de dependencia severa o, como mucho, a
moderada.
En cuanto a la puntuación total del MEC, se observó que puntuación
media descendía conforme aumentaba el nivel de dependencia.
Todos los ítems del MEC resultaron significativos al diferenciar los
distintos grupos tanto independencia-dependencia como los tres niveles
de dependencia.
Bloque IV. Conclusiones
246
5.6 VALORACIÓN SOCIOFAMILIAR
Observamos que en nuestra muestra de estudio, el anciano
independiente suele vivir con el cónyuge (49,2%) o sólo con familiares
próximos (23,3%).
El mayor dependiente, por su parte, vive con el cónyuge (39,0%), en
casa propia con sus hijos (15,1%) o bien en casa de sus hijos (13,9%).
El 6% de los dependientes vive en residencia. Este porcentaje es mayor
para dependientes moderados (3,8%) y para dependientes
graves/severos (14,5%).
En cuanto a las relaciones sociales, se observó que de los ancianos que
mantienen relaciones sociales fuera del domicilio, la mayoría eran
independientes (74,6%) o tenían dependencia leve (42,5%), mientras
que a mayoría de los que no salían de casa, presentaban dependencia
severa (66,7%) o moderada (35,8%).
5.7 VALORACIÓN SOCIOECONÓMICA
La mayoría de encuestados percibían pensión contributiva de jubilación
(dependientes: 44,2%; independientes: 54,9%), seguido de pensión
contributiva de viudedad (dependientes: 27,5%; independientes:
21,1%). La pensión (vejez, invalidez y viudedad) es percibida por un
5,7% de los dependientes leves.
Hemos de resaltar los elevados porcentajes de sujetos que no saben qué
tipo de pensión o prestación perciben tanto independientes (14,0%) con
independientes (17,1%).
En el capítulo de ayudas sociales, se observó que conforme aumentaba
el nivel de dependencia, aumentaba la necesidad de ayudas
socioeconómicas, así como el porcentaje de encuestados que habían
solicitado ayuda alguna vez, con mayor concesión también en función
Bloque IV. Conclusiones
247
del nivel de dependencia (a mayor grado de dependencia, mayor
porcentaje de concesiones).
Es mayoritario el porcentaje de ancianos que decían no necesitar ayuda
socioeconómica, tanto en independientes (69,0%) como en
dependientes (leves, 55,6%; moderados, 57,6%; severos, 23,8%).
Es importante también el porcentaje de personas que afirmaba no
disponer información sobre las ayudas que podían solicitar. El
porcentaje de sujetos aumentaba con la dependencia (independientes,
23,9%; dependientes leves, 33,3%; dependientes moderados, 31,8%;
dependientes severos, 46,0%).
Como cabría esperar, la necesidad de cuidador aumenta conforme se
incrementa la gravedad de la dependencia, pasando de un 13,0% de los
independientes que no lo necesitan a un 45,5% en el grupo con
dependencia moderada y un 6,6% tan solo en el grupo con dependencia
severa. Se trata de una relación significativa con gran potencia
estadística.
Del mismo modo, el porcentaje de las personas que tenían cuidador
aumentaba conforme se agravaba su dependencia. Así, tenían cuidador
un 48,6% de los dependientes leves, un 86,1% de los dependientes
moderados y un 94,6% de los dependientes severos. El 22,3% de los
dependientes afirmaba no tener necesidad de cuidador, disminuyendo
este porcentaje a medida que aumenta el nivel de gravedad
(dependientes leves: 51,4%; dependientes moderados: 13,9%;
dependientes severos: 5,4%).
Respecto al cuidador formal:
- la frecuencia de cuidador formal aumenta conforme lo hace la gravedad
de la dependencia, alcanzando hasta un 50% en los dependientes
severos.
Bloque IV. Conclusiones
248
- Mayoritariamente el cuidador formal está contratado por cuenta propia
en todas las categorías tanto de dependencia (leve: 88,9%; moderada:
87,5%; severa: 74,3%) como de independencia (73,5%).
- A resaltar los porcentajes mínimos para cuidadores formales
procedentes de Servicios Sociales, especialmente en dependientes
moderados que en nuestra muestra representa el 0% y en dependientes
severos el 8,6%.
- En cuanto a las horas de dedicación semanales del cuidador formal al
anciano, se observó que en la mitad de los casos de dependencia
(50,0%), el cuidador le dedicaba más de 40 horas, mientras que en el
grupo con independencia, el mayor porcentaje se encontró entre 15 y 30
horas semanales (34,5%). Así pues, se observó que los encuestados
dependientes tenían, en general cuidadores formales con mayor
dedicación en tiempo que los informales.
- Finalmente, el nivel cultural del cuidador no se relacionó
significativamente con el tipo de dependencia, encontrándose que en
todos los casos, los cuidadores tenían un nivel entre estudios primarios
y superiores.
Respecto al cuidador informal:
- Tanto en el grupo de dependientes como en el de independientes el
cuidador informal es eminentemente mujer, bien cónyuge, bien hija del
mayor.
- Se observó relación entre la gravedad de la dependencia y las horas
dedicadas al anciano por parte del cuidador informal (a mayor
gravedad, mayor número de horas de cuidado informal).
- Finalmente, en cuanto al nivel de estudios del cuidador informal no se
observaron datos relevantes por la dispersión de los datos.
Bloque IV. Conclusiones
249
5.8 VALORACIÓN DEL ENTORNO FÍSICO
Se observó que conforme aumentaba la dependencia, se incrementaba
el porcentaje de encuestados que vivían en residencia (dependientes
leves: ningún caso; dependientes moderados: 4,7%; dependientes
severos: 14,5%).
La mayoría de encuestados residían en vivienda en propiedad tanto los
independientes (84,1%) como los dependientes (70,9%, y
específicamente, dependientes leves: 75,4%; moderados: 67,3%;
severos: 71,9%).
Un 22,5% de los dependientes residían en vivienda de la familia,
condición que se da de manera escasa en el grupo de independientes
(8,0%).
En cuanto al interior de la vivienda, de forma muy mayoritaria y sin
relación con la dependencia del anciano, las viviendas tenían todos los
elementos básicos para vivir.
La comunicación de la vivienda fue correcta en todos los grupos de
dependencia, sin relación significativa, por lo no es un factor
determinante sobre los ancianos valencianos.
Bloque IV. Conclusiones
250
5.9 CAUSA DE DEPENDENCIA
Del total de encuestados, la alteración cognitiva fue la causa que más
dependencia causaba (76,2%) seguida de las alteraciones motoras
(40,3%) y finalmente las alteraciones sensoriales (36,1%).
Teniendo en cuenta las posibles combinaciones de las tres alteraciones
se observó que la causa más frecuente de dependencia variaba,
resultando la alteración motora la más frecuente seguida esta vez por la
alteración cognitiva.
Del total de encuestados, en 345 casos fue considerada la alteración
motora como causa principal de dependencia. De ellos, la mayoría
presentaba problemas de la motilidad (en dependientes moderados:
35,6%; en dependientes severos: 58,7%) excepto en el grupo de
dependencia leve que, eminentemente presentaban problemas
articulares (47,1%).
En el caso de alteración cognitiva como causa de dependencia, se
detectó en 122 encuestados del total, siendo mayoritario un deterioro
cognitivo en dependientes leves (54,5%) y moderados (44,8%) mientras
que en severos fue la demencia la categoría más prevalerte (45,3%).
Finalmente, a 194 ancianos se les asigno como causa de dependencia
una alteración sensorial, de los que la visión y la audición se
encontraban equilibrados y en todos los grupos no existiendo relación
significativa.
Bloque IV. Conclusiones
251
5.10 OBSERVACIONES CONTEXTUALES
El aspecto físico observado en el mayor encuestado fue
mayoritariamente muy cuidado o cuidado en la mayoría de los grupos.
Si se produjo un aumento del porcentaje de sujetos con aspecto poco
cuidado a medida que aumentaba la gravedad de la dependencia (sobre
todo en dependientes moderados y severos, llegando hasta un 16% en
este último grupo).
Disminuyó la actitud colaboradora por parte del anciano encuestado
con la gravedad de la dependencia (a mayor gravedad de la
dependencia, menos colaboración) aunque mayoritariamente
presentaron buena predisposición en todos los casos. Dicha relación
resultó significativa.
El entorno físico en el que se desarrollaron las entrevistas fue adecuado
en la mayoría de los casos tanto para el grupo de dependientes como
para el de independientes.
En todos los grupos respondió mayoritariamente el propio paciente, a
excepción del grupo de dependientes severos en los que fue el
familiar/cuidador el que contestó a la encuesta (38,7%).
Bloque IV. Conclusiones
252
6. ANÁLISIS MULTIVARIANTE
Cuando se plantea un análisis multivariante, lo que se pretende es
estudiar si existen una o diferentes variables que influyen de manera
decisiva en la probabilidad de desarrollar dependencia.
Así, se obtuvo un modelo de regresión significativa con una buena
rentabilidad predictiva (el 89,5% de aciertos, esto es, de 100 casos
detecta o mejor, predice el 89,5%).
En el análisis multivariante fueron incluidas todas las variables de la
encuesta realizada por los entrevistadores resultado significativas las
siguientes: edad, estado de salud física, estado de salud percibida,
vivienda en la que habita el sujeto de estudio, necesidad de cuidador,
causa de dependencia, comunicación y deterioro cognitivo según la
escala Mini Mental Cognoscitivo.
Con el análisis comentado lo que obtenemos es el índice odds-ratio
(OR), esto es, el índice por el que hay que multiplicar la probabilidad
de caer en dependencia. Esta situación se aplica a todas las variables
cualitativas, a excepción de la edad que es una variable continua. Por
cada año de edad, la probabilidad de ser dependientes aumenta en 1,086
(sería equivalente a un 8,6%). Si calculamos esta probabilidad para
periodos mayores, por ejemplo de 10 años, obtenemos una odds-ratio
de 2,29, lo que vendría a significar que cada 10 años la probabilidad de
que el anciano sea dependiente aumenta en un 129%.
Para el resto de variables cualitativas el análisis es similar. Atendiendo
a la puntuación obtenida en el Mini Examen Cognoscitivo, obtenemos
una odds-ratio 2,539, es decir, una probabilidad 2,539 mayor de
presentar dependencia que un paciente sin deterioro cognitivo. Sin
embargo, la sospecha de deterioro no resultó siquiera significativa.
Bloque IV. Conclusiones
253
Otra variable significativa es el tener cuidador lo que genera una
probabilidad 9,386 superior a un anciano que dice no necesitarlo.
Destaca sobremanera, la OR obtenida en el caso de la comunicación en
el sujeto, concretamente, le hecho de contestar el familiar con respecto
a contestar el propio encuestado, dado que ello supone una probabilidad
de ser dependiente de 35,530 mayor, traducido a porcentaje, un 2653%
más que si contesta el encuestado.
Otras variables que se han mostrado significativas a la hora de sufrir
dependencia es el hecho de tener una enfermedad cardiovascular, de
vivir en casa de los hijos y autopercibir el propio estado de salud como
regular o mal. En la siguiente tabla se pueden consultar las variables
que han resultado significativas y la odds-ratio obtenida.
Variable Significación Odds-ratio
Edad 0,000 1,086
Enfermedad cardiovascular 0,007 1,873
Encontrase regular vs. encontrarse muy bien 0,001 4,165
Encontrase mal vs. encontrarse muy bien 0,006 4,392
Vivir en casa de los hijos vs. vivir con cónyuge 0,000 4,634
Tener cuidador vs. no necesitar cuidador 0,000 9,386
Tener alteración cognitiva vs. no tener alteración 0,000 13,161
Contestar el familiar vs. contestar el propio paciente 0,011 36,530
Afectación cognitiva según MEC vs. no afectación 0,003 2,539
Bloque V. Estimación de la dependencia
254
BLOQUE V
RELACIÓN DE LOS RESULTADOS DE NUESTRO
ESTUDIO CON LAS DIFERENTES PUBLICACIONES
SOBRE DEPENDENCIA
Bloque V. Estimación de la dependencia
255
1. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES EN ESPAÑA
Los diferentes estudios epidemiológicos realizados en España, arrojan cifras
de dependencia alarmantemente diferentes. Una posible explicación a este
fenómeno podría apuntar a que los datos con los que se trabaja habitualmente
están referidos a la discapacidad, concepto diferente al término dependencia.
Del mismo modo, resulta una labor compleja estimar el número de
dependientes existentes en un área determinada si no hay consenso acerca de
cómo se ha de evaluar la dependencia, esto es, que características ha de reunir
una persona para determinar que es dependiente. Además algunos estudios
hablan de discapacidad, otros de minusvalía, y los menos, de dependencia,
conceptos que no son equivalentes. Y es por ello que se obtienen tasas de
dependencia tan dispares según el estudio o la encuesta consultados.
ESTUDIOS EN ESPAÑA
A continuación, comentamos los estudios realizados en España junto a las
tasas de dependencia estimadas.
1. En 1993 se realizó una Encuesta Nacional de la Salud concluyendo
que 1.943.373 personas mayores tenían algún tipo de dependencia, lo que
representaba el 34% de la población. Se podía consultar los diferentes
tipos de dependencia:
Dependencia leve: 858.919 (el 66,65% de los
dependientes)
Dependencia moderada: 296.762 ( 5,3%)
Dependencia grave: 641.120 (11,4%)
Dependencia total: 146.572 (2,6%)
2. En 1997 se realizó de nuevo una Encuesta Nacional de la Salud
obteniendo un total de 2.099.884 personas mayores con algún tipo de
dependencia que representa el 35% de la población (había aumentado
la dependencia en un punto en un plazo de 5 años).
Bloque V. Estimación de la dependencia
256
3. En 1999 se realiza la Encuesta sobre Discapacidades,
deficiencias y estado de salud, INE. En dicha encuesta se obtienen un
total de 2.072.652 personas mayores con algún tipo de dependencia,
que representa el 32,2% de la población. Así sismo se clasificó la
dependencia según niveles:
� Dependencia leve: 31% de los dependientes
� Dependencia moderada: 22%
� Dependencia grave: 47%
4. En el año 2000 el Informe del Defensor del Pueblo se estimó
que el número de personas mayores con algún tipo de dependencia
rondaba el 1.500.000, lo que representa el 25% de la población. Eran
datos estimativos (y redondeados) y no ofrecían datos por niveles de
dependencia.
5. En 2002, la fundación Pfizer realizó el estudio Dependencia y
necesidades asistenciales de los mayores en España. Previsión al
año 2010. En este estudio se emplearon algunas de las diferentes
fuentes (estudios y encuestas) para hacer una estimación sobre
dependencia de la situación en el momento (en el año 2002) y, lo
verdaderamente novedoso, realizar una proyección de esos resultados
ocho años después (en 2010). En la tabla 1 se especifican los datos
nacionales.
Bloque V. Estimación de la dependencia
257
Tabla 1. Mapa de dependencia estudio Pfizer 2002
MAPA DE DEPENDENCIA EN 2002 % POBLACIÓN
Población Española - 41.837.894
Mayores de 65 años 17,14 7.169.437
Dependientes 26,6 1.909.221
% total
Dependencia leve 2,2 935.518 49,0
Dependencia moderada 1,4 591.859 31,0
Dependencia grave 0,9 381.844 20,0
Bloque V. Estimación de la dependencia
258
2. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES EN LA COMUNIDAD
VALENCIANA
En la Comunidad Valenciana, no se han realizado estudios sobre
dependencia. El único estudio que nos puede orientar de la situación en
términos de dependencia en nuestra comunidad (si bien en el estudio se hace
referencia a la discapacidad) es la Encuesta sobre Discapacidades,
deficiencias y estado de salud, INE realizada en 1999. En esta encuesta se
diferenciaron el volumen de datos a nivel nacional con los datos autonómicos.
Se estimó que en la Comunidad Valenciana, del grupo de personas mayores
de 65 años (del total de 682.836), 187.954 tenían algún tipo de discapacidad
lo que representaba el 27,52% de esta población.
Nuestro estudio se ha realizado en la ciudad de Valencia. No obstante, los
resultados hallados pueden ser extrapolables a la población de la Comunidad
Valenciana. Así, en el último Padrón Municipal realizado el año 2000 en
Valencia, Alicante y Castellón, se estimó que la población en la Comunidad
Valenciana era de 4.162.776 personas de las cuales, 470.250 eran mayores de
69 años (es decir, el 11,3% de la población).
Tomando como referente los resultados obtenidos en nuestro estudio,
podemos hacer una extrapolación con respecto a la dependencia en
Comunidad Valenciana. Estos resultados nos acercan más a la realidad,
sabemos en números de personas, cuáles son las cifras de dependencia.
Si medimos la dependencia atendiendo al rendimiento del sujeto las
actividades básicas de la vida diaria, esto es, utilizamos la escala Barthel,
estimamos que un 67,3% de las personas mayores de 69 años de nuestra
comunidad son independientes. El número de dependientes rondaría el
32,7%, lo que significa que unas 153.772 personas sufrirían algún tipo de
dependencia en actividades como comer, vestirse, arreglarse, ir al baño,
trasladarse sillón-cama, deambulación, subir y bajar escaleras. A resaltar los
grandes dependientes (personas que no pueden realizar la mayoría de las
Bloque V. Estimación de la dependencia
259
ABVD y necesitan ayuda constante de terceras personas), que alcanzarían los
15.000 sujetos (consultar tabla 2).
Tabla 2. Dependencia para las AVD.
EXTRAPOLACIÓN DE DATOS DE NUESTRO ESTUDIO PARA LA
COMUNIDAD VALENCIANA
(MIDIENDO ABVD- BARTHEL)
Población CV 4.162.776
Población CV mayor de 69
años 470.250
% SEGÚN ESTUDIO Nº PERSONAS
ESTIMADO EN CV
INDEPENDIENTES 67,3 316.478
DEPENDIENTES 32,7 153.772
%
dependie
%
muestral
Dependientes
Dependientes leves 78,5 25,7 120.711
Dependientes
moderados 7,4 2,4 11.379
Dependientes
graves 4,3 1,4 6.612
Dependientes totales 9,8 3,2 15.070
Si medimos la dependencia atendiendo al rendimiento del sujeto las
actividades instrumentales de la vida diaria, esto es, utilizamos la escala
Lawton y Brody, estimamos que un 62,1% de las personas mayores de 69
años de nuestra comunidad son independientes. El número de dependientes,
en esta ocasión, rondaría el 37,9%, que correspondería que unas 178.225
personas que sufrirían algún tipo de dependencia en actividades como
utilizar el teléfono, realizar compras, preparar la comida, realizar tareas
domésticas, utilización del trasporte, responsabilidad en la toma de
Bloque V. Estimación de la dependencia
260
medicamentos y capacidad para manejar el dinero. Los diferentes niveles de
dependencia pueden consultarse en la tabla 3.
Tabla 3. Dependencia según AIVD
EXTRAPOLACIÓN DE DATOS DE NUESTRO ESTUDIO PARA LA
COMUNIDAD VALENCIANA
(MIDIENDO AIVD- LAWTON Y BRODY)
Población CV 4.162.776
Población CV mayor de 69
años 470.250
% SEGÚN ESTUDIO Nº PERSONAS
ESTIMADO EN CV
INDEPENDIENTES 62,1 292.025
DEPENDIENTES 37,9 178.225
%
dependie
%
muestral
Dependientes
Dependientes leves 55,9 21,2 99.627
Dependientes
moderados 14,7 5,6 26.200
Dependientes
graves 16,6 6,3 29.585
Dependientes totales 12,8 4,9 22.813
Estas dos estimaciones de los dependientes en la Comunidad Valenciana
nos indican de manera fiable de lo que ésta ocurriendo en nuestra sociedad.
Y, aunque válida, no deja de ser una aproximación parcelada de la realidad.
Nuestra propuesta de valoración se basa en la estimación conjunta de las dos
actividades de la vida diaria y clasifica al mayor en una categoría concreta
(independencia o dependencia, y si existe dependencia, distintos niveles, leve,
moderada, severa o grave).
Bloque V. Estimación de la dependencia
261
Así, si medimos la dependencia atendiendo al rendimiento del sujeto tanto
en las actividades básicas como en las instrumentales de la vida diaria, esto
es, utilizamos la escala de Barthel y tambien Lawton y Brody, estimamos que
un 79,2% de las personas mayores de 69 años de nuestra comunidad son
independientes. El número de dependientes, en esta ocasión, rondaría el
20,8%, que correspondería que unas 97.812 personas sufrirían algún tipo de
dependencia Los diferentes niveles de dependencia pueden consultarse en la
tabla 4.
Tabla 4. Dependencia según ABVD y AIVD.
EXTRAPOLACIÓN DE DATOS DE NUESTRO ESTUDIO PARA LA
COMUNIDAD VALENCIANA
(VALORACIÓN CONJUNTA ABVD-AIVD)
Población CV 4.162.776
Población CV mayor de 69
años 470.250
% SEGÚN ESTUDIO Nº PERSONAS
ESTIMADO EN CV
NO DEPENDIENTES 79,2 372.438
DEPENDIENTES 20,8 97.812
%
dependie
%
muestral
Dependientes
Dependientes leves 28,4 5,9 27.778
Dependientes
moderados 42,5 8,8 41.570
Dependientes graves 13,8 2,9 13.499
Dependientes totales 15,3 3,2 14.965
Bloque V. Estimación de la dependencia
262
3. ESTIMACIÓN DE LOS DEPENDIENTES A NIVEL
INTERNACIONAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS), tras años de trabajo
intentando elaborar una escala útil, precisa y práctica para evaluar la
discapacidad en el ser humano, aprobó en la 54 Asamblea Mundial de la
Salud (celebrada el 22 de Mayo de 2001) la Clasificación Internacional para
el Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (abreviada como CIF del
inglés The International Classification of Function, Disability and Health).
En esta nueva clasificación internacional el concepto de la discapacidad es
entendido de manera holística como una interacción multidireccional entre las
características de la persona y el contexto socioambiental en el que se
desarrolla. Se descentraliza así la enorme importancia concedida hasta ahora
al individuo (factores personales de salud, compartiendo este primer plano
con el contexto en el que vive y cómo se desenvuelve (factores sociales y
ambientales). Los factores ambientales vendrían definidos como físicos y
también actitudinales. La ICF pretende explicar la interacción entre todos
estos componentes para definir la incapacidad, pasando a un modelo bio-
psico-social.
La nueva clasificación evalúa la discapacidad atendiendo a una serie de
clasificadores o de marcadores y además, permite la graduación de la
discapacidad en cinco niveles para cada uno de sus componentes. El
problema del individuo se evalúa mediante porcentajes con amplios intervalos
que permiten definir exactamente cómo afecta ese factor a la vida de la
persona evaluada (con un margen de error de hasta un 4%). Esta escala de
puntuación se resume así:
No hay problema (ninguno, ausente, insignificante,…) 0-4 %
Problema LIGERO (poco, escaso,…) 5-24 %
Problema MODERADO (medio, regular,…) 25-49 %
Problema GRAVE (mucho, extremo,…) 50-95 %
Problema COMPLETO (total…) 96-100 %
Bloque V. Estimación de la dependencia
263
Desde la terminología propuesta por la CIF, la dependencia sería
conceptualizada como la situación de la persona con discapacidad que precisa
ayuda para la realización de una determinada actividad o tarea. El nivel de
dificultad y el nivel de necesidad de ayuda están relacionados (a mayor
dificultad para realizar una tarea, mayor necesidad de ayuda).
La asistencia puede darse en forma de asistencia personal, descrita como los
programas comunitarios de cuidados a personas mayores o cuidadores
informales, y asistencia no-personal, como por ejemplo, ayudas y aparatos,
modificaciones y cambios en el hogar (adaptaciones).
El nivel de asistencia personal está relacionado con el nivel de necesidad de
asistencia no personal (por ejemplo, si una persona tiene dificultades en la
bañera por problemas de equilibrio tiene dos opciones: asistencia personal
que supervise el baño y proporcionar asistencia física, o proveer de ayudas en
la bañera como barandillas o taburete). El nivel de necesidad de asistencia
personal disminuye con la provisión de equipamiento.
La CIF clasifica las actividades de la vida de una persona en nueve grandes
grupos:
1. Aprendizaje y aplicación del conocimiento
2. Tareas y demandas generales
3. Comunicación
4. Movilidad
5. Autocuidado
6. Vida doméstica
7. Interacciones y relaciones personales
8. Áreas principales de la vida (educación/trabajo/economía)
9. Vida comunicaría, social y cívica
La dependencia puede darse en cualquiera de los nueve grupos, con mayor o
menor (o ningún) nivel de gravedad.
Bloque V. Estimación de la dependencia
264
Para completar el proceso de clasificación de la dependencia que facilita la
CIF, se desarrolló un set de valoración adicional, la World Health
Organization Disablement Assessement Schedule (WHO-DAS II). Esta es
una escala que permite la valoración del nivel de incapacidad en consistencia
con la antigua International Classification of Functioning and Disability
(ICDH-2), que fue la precursora de la actual ICF. Este instrumento incluye
factores de salud mental relacionados con la incapacidad junto a factores de
salud física. Consta de una entrevista de 36 ítems, autoadministrada, que mide
la dificultad funcional en seis grandes dominios. Emplea 5 grados de
afectación para cada ítem (1 representa ninguna dificultad y 5 representa
extrema dificultad o incapacidad de realizar la tarea). La puntuación obtenida
en cada uno de los seis dominios puede ser sumada obteniendo una única
puntuación que oscila entre 0 y 100, y expresa este valor como porcentajes
(valores altos representan mayor grado de incapacidad.
Actualmente poseemos una clasificación internacional que permite no sólo
valorar y graduar la dependencia de una persona o de una comunidad, sino
que permite realizar estudios epidemiológicos y comparar los resultados.
Lo cierto es que cada estudio, cada autor, utiliza una escala, baremo o
medición distinta, y en ocasiones personalizada de la dependencia.
Habitualmente se toma como referente para medir la funcionalidad de la
persona aquellas actividades en las que el sujeto puede presentar dependencia,
las llamadas actividades de la vida diaria (AVD), esto es, las actividades o
tareas básicas para el mantenimiento y/o cuidado del individuo así como las
actividades que implican la utilización de instrumentos (y por ello conocidas
normalmente como actividades instrumentales de la vida diaria - AIVD)
Como hemos visto, existen diversas escalas que miden la funcionalidad de
las personas en términos de presentar o no dificultades en la realización de
estas actividades de la vida diaria. Pero cada escala presenta una serie de
tareas que no tienen por que coincidir con las consideradas en otra escala.
Bloque V. Estimación de la dependencia
265
Existen asimismo baremos para medir las actividades básicas y para evaluar
las actividades instrumentales, así como escalas que miden ambas.
Como se comentó anteriormente, cada estudio utiliza una escala o
clasificación diferente, es más, en bastantes trabajos ni siquiera se menciona
qué escala se ha empleado para medir la dependencia. En esta situación es
difícil estudiar y comparar la dependencia en diferentes países.
Bloque V. Estimación de la dependencia
266
4. LA DEPENDENCIA EN EUROPA
La población mayor dependiente en los países de la Unión Europea (UE)
varía, según estudios, atendiendo a la localización geográfica (y también,
pensamos, por la diferente metodología empleada en cada estudio). Podemos
dividir los países pertenecientes a la UE en tres grandes grupos: países
nórdicos, países continentales y países que podíamos denominar, del sur de
Europa. Las tasas de dependencia en los mayores de entre 65 y 79 años se
sitúa en los países nórdicos en torno al 38,1% y en los países continentales en
el 65,3% mientras que en los del sur de Europa, estaría cercano al 33% (en
concreto 32,9%). Estas tasas, obviamente aumentan cuando tomamos la
dependencia en personas de más de 80 años, situándose en un 50,2%, un
72,0% y un 47,2 respectivamente.
ITALIA
La población italiana de más de 65 años en el año 2004 se estimó en
11.113.228 de personas, lo que supuso un 19,11% de la población total
(58.145.360 personas). Estudios epidemiológicos prevén que en 2020, los
mayores de 65 años sumarán aproximadamente unas 13.700.000 personas, lo
que representa un 23,60% de la población total.
Los estudios más relevantes en Italia utilizan las escalas internacionales para
cuantificar la dependencia, la Functional Assessement Measure (FAM) y la
Functional Independence Measure (FIM).
La FAM es una propuesta de 12 ítems que proporcionan información acerca
de la discapacidad manifiesta en funciones como la comunicación, el ajuste
psicosocial y las funciones cognitivas del sujeto. Es una escala con 7 grados
creada a partir de la FIM (una escala de 18 ítems que ayudan a describir la
situación de dependencia/independencia en 18 tareas de la vida) y ambas
(FAM+FIM) evalúan el nivel individual o grado de independencia a través de
la asistencia requerida, el uso de ayudas adaptativas o asistenciales así como
del porcentaje de una tarea en concreto realizada de manera exitosa.
Bloque V. Estimación de la dependencia
267
Habitualmente estas escalas son empleadas para medir las lesiones cerebrales
debidas a traumatismos craneoencefálicos y a ictus.
El índice de dependencia estimado en personas de más de 65 años en el año
2004 en Italia fue de 29,38 %, experimentando un aumento de 4,76 puntos
con respecto a la misma población en 1995 (que fue de 24,62 %).
ESCOCIA
En Escocia utilizan de manera habitual la Resource Use Measure (RUM),
una escala desarrollada por el ejecutivo escocés para describir las
características de la población mayor. La RUM fue desarrollada como
instrumento de cercanía con los usuarios ofreciendo puntuaciones para
conocer los niveles de necesidad de los mismos. No es una herramienta
estándar de evaluación sino que proporciona una base para que cada estudio
desarrolle sus propias herramientas (incluso existen ítems con texto libre).
Esto es, se estima la dependencia a través de las necesidades sanitarias
y sociales de los sujetos. Si existen estudios que estiman el porcentaje de
aumento población mayor desde el año 2001 hasta el 2026. Los resultados
son los siguientes: 65-74 años: 30,0%; 75-84 años: 37,9%; más de 85 años:
53.4%.
FRANCIA
Para evaluar la dependencia utilizan en Francia una escala nacional
estandarizada, la Autonomie Gerontologie Groupes Iso-Resources (AG-
GIR). Consta de ocho ítems que evalúan las actividades de la vida diaria
(higiene, vestido, alimentación, control de esfínteres, transferencias,
desplazamiento en el interior, desplazamiento en el exterior y comunicación a
distancia) y dos medidas adicionales de coherencia intelectual y orientación.
Cada uno de estos 10 ítems debe ser valorado de manera independiente,
especificando si el sujeto realiza la actividad sólo, sin ayuda, si realiza la
actividad parcialmente o si no lo puede ejecutar.
Bloque V. Estimación de la dependencia
268
La AG-GIR se emplea a menudo conjuntamente con la escala Barthel que
mide 10 actividades de la vida diaria (aunque básicamente son las mismas
AVD que las descritas por la AG-GIR).
La escala AG-GIR se emplea en Francia para determinar la necesidad de
prestación sociosanitaria del sujeto. Así las personas con una puntuación de 1
a 3 son beneficiarios potenciales de la Prestation Specifique Dependence
(PSD). Las cuatro primeras categorías generan el derecho a la Allocatión
Personaliseé d’Autonomie (APA). Las categorías 5 y 6 pueden beneficiarse
de servicios de ayuda a domicilio.
SUECIA
En este país han desarrollado la General Motor Function Assessement
Scale (GMF) una escala para evaluar tres componentes (dependencia, dolor e
inseguridad) relacionados con las funciones motoras necesarias en la
ejecución de las actividades de la vida diaria en personas mayores. También
se emplea para la evaluación del proceso de rehabilitación en ancianos.
Bloque V. Estimación de la dependencia
269
5. LA MEDIDA DE LA DEPENDENCIA FUERA DE EUROPA
Comentamos a continuación dos países con mayor número de estudios en
tema de dependencia.
AUSTRALIA
Los estudios realizados sobre dependencia en Australia suelen evaluar la
dependencia utilizando la Internacional Classification of Impairments,
Disabilities and Handicaps (ICIDH). En 1993 se estimó que unos 3,2
millones de personas tenían incapacidad (lo que representaba el 18% de la
población total) y un 36% de ellos tenía 65 años y más. Casi la mitad (el
48%) de la población mayor tenía una limitación (handicap), el 17%
informaron de un profundo o severo handicap, el 10% un handicap moderado
y el 21% un ligero (o indeterminado) handicap.
JAPÓN
Gran parte de los estudios epidemiológicos sobre dependencia realizados en
Japón emplean como escala para medir la dependencia el índice de Barthel
que evalúa las actividades básicas de la vida diaria así como el índice de
Katz para medir las actividades instrumentales de la vida diaria.
La tasa de prevalencia de la dependencia medida mediante las actividades
básicas de la vida diaria se sitúa en torno al 40‰, y la incidencia alrededor
del 5‰ (siempre mayor en mujeres que en hombres). La tasa de prevalencia
de la dependencia teniendo en cuenta las actividades instrumentales de la vida
diaria se estima en 260‰ (siendo bastante superior esta dependencia en
hombres que en mujeres). La incidencia para estas AIVD se sitúa en torno al
10,5 ‰ anual.
Bloque VI. Bibliografía
270
BLOQUE VI
BIBLIOGRAFÍA
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