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LAUDATO SI’ EN LA PRÁCTICA EDUCATIVA, HACIA UNA CONVERSIÓN
ECOLÓGICA DESDE LA EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR
Angélica María Quintero Figueroa
Asesor: Darío Fernando Arboleda Hincapié
Universidad Católica de Pereira
Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación
Licenciatura en Educación Religiosa
Pereira
2019
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................... 5
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ....................................................................... 7
1.1. Descripción del problema: ............................................................................................................ 7
1.2. Antecedentes.............................................................................................................................. 12
1.3. Justificación ................................................................................................................................ 19
1.4. Objetivos de la Investigación ....................................................................................................... 23
2. MARCO TEÓRICO .............................................................................................................................. 23
3.METODOLOGÍA .................................................................................................................................. 49
3.1. Tipo de Investigación: ................................................................................................................. 51
3.2. Diseño de Investigación: ............................................................................................................. 51
3.3. Participantes: .............................................................................................................................. 51
3.4. Técnicas de recolección de información ...................................................................................... 52
3.5. Instrumentos: ............................................................................................................................. 53
3.6. Procedimiento: ........................................................................................................................... 54
3.7 Cronograma ................................................................................................................................. 55
4.RESULTADOS ...................................................................................................................................... 56
5.DISCUSIÓN ......................................................................................................................................... 63
6. CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 67
7. REFERENCIAS .................................................................................................................................... 69
8.ANEXOS ............................................................................................................................................. 73
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TABLA DE ILUSTRACIONES
ILUSTRACIÓN 1 ESTRUCTURA POR NUMERALES ................................................................................................................ 25 ILUSTRACIÓN 2 MÉTODO UTILIZADO POR EL PAPA PARA ESTRUCTURAR LA ENCÍCLICA ................................. 28 ILUSTRACIÓN 3 LA BASE DE LA EXISTENCIA HUMANA .................................................................................................... 33 ILUSTRACIÓN 4 IDENTIFICACIÓN DE LA RECURRENCIA DE CONCEPTOS EN LA ENCÍCLICA COMO FACTOR
PARA LA IDENTIFICACIÓN DE CATEGORÍAS. ................................................................................................................ 52 ILUSTRACIÓN 5 CUADRO: CATEGORÍAS Y SUBCATEGORÍAS EMERGENTES. ............................................................. 53 ILUSTRACIÓN 6 MAPA CONCEPTUAL LAUDATO SI’.............................................................................................................. 54 ILUSTRACIÓN 7 CRONOGRAMA ................................................................................................................................................... 55 ILUSTRACIÓN 8 CRÍTICA A LA CULTURA DEL DESCARTE .................................................................................................. 57 ILUSTRACIÓN 9 LAS SIETE ECOLOGÍAS QUE PROPONE EL PAPA FRANCISCO .......................................................... 59 ILUSTRACIÓN 10 POLÍTICA Y ECONOMÍA EN DIALOGO ...................................................................................................... 63 ILUSTRACIÓN 11 TRIANGULACIÓN ........................................................................................................................................... 63
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RESUMEN
Laudato Si’ en la práctica educativa desde la educación religiosa escolar es un ejercicio
investigativo que nace del proceso de conversión ecológica del investigador; pretende llevar el
mensaje del Papa al aula, centrado principalmente en las siete ecologías como fundamento vital,
ante la urgencia de la crisis socio-ambiental global, creando conciencia en los educandos que la
manera de vivir de cada uno repercute sobre el ambiente y sobre los demás individuos. Es
necesario asumir nuevos estilos de vida desde la infancia y para ello los docentes deben asumir
un papel primordial, comprometidos desde su espiritualidad ecológica a enfrentar el reto por la
madre tierra con convicción profunda en la transmisión de una sobria pedagogía sostenible y
transformadora que pueda alcanzar una conversión ecológica individual y comunitaria.
Palabras clave: Laudato Si’, casa común, práctica educativa, conversión ecológica, ecología
integral
ABSTRACT
Laudato Si 'in educational practice, from school religious education, research exercise born of
the process of ecological conversion of the researcher; aims to bring the Pope's message to the
classroom, focusing mainly on the seven ecologies as a vital foundation, in the face of the
urgency of the global socio-environmental crisis, creating awareness in the students that the way
of living of each one, affects the environment and the rest. It is necessary to assume new
lifestyles from childhood, for this the teachers will have a primordial role, committed from their
ecological spirituality to face the challenge by the mother earth with deep conviction in the
transmission of a sober pedagogy sustainable and transformative that can reach a individual and
community ecological conversion.
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Keywords: Laudato Si’, common house, educational practice, ecological conversion,
integral ecology
INTRODUCCIÓN
Desdibujar de las conciencias el don de prepotencia que tiene el ser humano al querer ser
Dios ultrajando tanto a su hermano como a la tierra, aún es posible; esta es la certeza que tiene el
Papa Francisco en la carta encíclica Laudato Sí, donde invita a todos, creyentes y no creyentes a
dar un paso hacia una verdadera conversión ecológica y a restaurar al hombre desde una ecología
integral vivida con alegría y autenticidad (5),abordándolo en cuatro de sus dimensiones:
espiritual, mental, ambiental y social, invitando al hombre a ser consciente de la necesidad de
reencontrarse a sí mismo y con ello a reencontrar el entorno como esa proximidad que le ha
permitido llegar hasta donde ha llegado.
Dios sigue creyendo en el hombre a pesar de su negación antropológica y de su
autodestrucción, de su falta de dignidad y compromiso, de no ser fraterno al oponerse a la
generosidad del bien común en un margen de corrupción que supera los límites, a pesar de ser
injusto en la distribución y administración política de los bienes que pertenecen a todos como el
aire, el clima, la tierra y el agua.
Es preciso ahora repensar al ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza;
romper paradigmas y cultivar hábitos que apunten al desarrollo de nuevas actitudes,
convicciones y formas de vida (202) que conllevan a una mejor sociedad desde la infancia,
invitando y formando a niños y jóvenes desde la práctica educativa y desde la familia a tener
una relación más cordial y fraterna con una madre tierra habitable y cuidada, desde un cambio
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que nace del corazón con una conciencia dolida que busca reconciliación y armonía que se
traduzcan en conversión ecológica y empiecen el camino trasegando hacia una ecología integral .
Con seguridad hay cosas que como individuos no se tiene la potestad de cambiar, pero sí hay
gestos y actos en los que es posible participar, siendo este documento uno de esos gestos que da
eco y apoya la iniciativa y el querer del Papa Francisco, siendo el contexto educativo el
protagonista principal del cambio y la transformación tanto de la realidad física como social
mediante prácticas simples que conducen a un modelo sostenible de vital importancia que
hacen la diferencia y el comienzo de un bienestar con el otro y con la tierra.
A continuación, se presenta una propuesta investigativa que intenta generar un cambio en los
educandos, que parte de los estilos de vida y de la convicción, con una nueva visión del contexto
inspirada desde la ERE y que busca tocar sensibilidades desde una participación activa que
mueva el ser en beneficio de nuestra casa común.
Va dirigido a docentes y estudiantes, siendo el docente ERE el primer protagonista que,
desde la alegría de su conversión ecológica y coherencia en la cotidianidad de sus acciones,
compartirá en la práctica educativa experiencias y conocimientos con el ejemplo, dando razón de
la transformación y el cambio, colocando como meta una ecología integral en virtud de las
orientaciones propuestas por el Sumo Pontífice.
La investigadora inicia esta propuesta con un ejercicio de análisis de contenido y
seguidamente hermenéutico asumiendo la encíclica como fuente inspiradora que toca la vida, la
conciencia y el corazón del lector cuando se deja sorprender por la riqueza y sabiduría de sus
páginas. Es un documento del magisterio de la Iglesia cuya relevancia hace un antes y después,
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sembrando en el hombre no menos que un compromiso con la madre tierra, queriendo
restablecer los lazos rotos y la relación con el Creador.
Con el primer acercamiento al documento se elabora un mapa conceptual para identificar la
estructura de la encíclica y observar temas y contenidos como elementos de gran significado que
despierten la conciencia del daño causado y de cuya reflexión van emergiendo acciones que se
despliegan de la encíclica misma y de cuya base brotan tales acciones, permitiendo la
posibilitación de estrategias que, asumidas en la práctica educativa, sean referentes de conversión
ecológica hacia una ecología integral, en el marco de la educación religiosa escolar, de acuerdo
con la búsqueda propuesta por la investigación misma.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1. Descripción del problema:
Es evidente que nuestra casa común, la Madre Tierra, desde hace mucho tiempo viene haciendo
un llamado a ¡sus hijos!, a quienes la habitan, a su cuidado, a su protección, a estar en común
unión con ella, a experimentar y agradecer que es ella la única proveedora de los bienes y
servicios que tiene el ser humano en este momento. Sin embargo, el caso omiso hecho por el
hombre a tal llamado, su no correspondencia al buen trato ni al ruego de cambiar sus hábitos,
evidencia que no ha asumido tal nicho de descanso como realmente debe asumirlo ¡como madre!
y como su único hogar, esquivando la posibilidad de comprenderla como ser vivo que “siente y
se expresa” en un lenguaje de huracanes, tifones, avalanchas, sequías, altas temperaturas, la
extinción de 200 especies de animales al día, entre muchas otras desgracias. Todos estos hechos
lamentables indican que algo no “está bien”, que la tierra se encuentra en retroceso, enferma por
los altos niveles de dióxido de carbono que causan el efecto invernadero.
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Sus habitantes la han sometido a un saqueo implacable que la devasta sin darle tiempo de
recuperarse, equivocados en un pensamiento que considera erróneamente que sus bienes son
ilimitados y perennemente renovables. La ciencia ha comprobado, por ejemplo, que las cosechas
ya no tienen el 100% de nutrientes, ni la misma calidad de hace décadas, el ser humano solo saca
provecho de ella con el único fin del “mercado” y el beneficio propio, en una egoísta búsqueda
de bienestar que ha provocado el desastre ambiental que hoy se evidencia.
Sin duda alguna el ser humano malinterpretó el propósito de Dios cuando en el génesis le dio un
bello regalo en heredad para administrar y cuidar con respeto y cariñoso cuidado, pero el hombre
entendió: subyugar, explotar y hacer con la herencia lo que le apeteciera porque era su
“dominador” y desde entonces el maltrato y la extracción de sus recursos no han sido las
acciones de un hijo que cuida a su madre, sino de un mal inquilino que explota y malgasta con
despilfarro y sin responsabilidad.
Desde la Encíclica Laudato Si’ el Papa Francisco aborda la problemática actual de la madre
tierra, y reconoce en los primeros numerales los aportes pertinentes que hicieron sus antecesores
sobre el tema desde Juan XXIII (3), Pablo VI (4), San Juan Pablo II(5), Benedicto XVI(6). Pero
no solo la preocupación fue de los líderes de la Iglesia Católica, otras iglesias cristianas y otras
religiones han compartido la misma preocupación; también hace un reconocimiento a los
científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la
Iglesia sobre estas cuestiones. (7) todos aunando esfuerzos en su defensa, es tal su significado
para el ser humano que el libro de la Sabiduría (13,5) la describe como canal para llegar a Dios
en una bellísima analogía “pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía
a su autor”.
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Es inevitable mirar el desmoronamiento de la casa común a causa del pecado y este como causa
de todos los males del hombre, males que se han ensañado sobre el entorno en el que vive,
degradando el medio ambiente, ultrajando esa relación medioambiental que existe entre la
naturaleza y la sociedad que la habita (139), lo cual termina por convertirse realmente en una
afrenta contra el hombre mismo, pues “no se puede concebir la naturaleza como algo separado
del ser humano quien se encuentra incluido en ella, es parte de ella, está interpenetrado con
ella”(L.S 139)
Al mismo tiempo, el problema radica en el gran rompimiento que ha generado el ser humano
en todos los niveles de relación tanto intrapersonal como interpersonal y con el entorno natural.
Este rompimiento de la común unión y de la hermandad datan desde cuando Caín mata a su
hermano Abel (Gn 4,8) y desde muchas otras historias que reflejan cómo el ser humano ha
contrariado los planes de Dios que todo lo hizo bueno (Gn ,31), generando una profunda ruptura.
El maltrato provocado al contexto es un reflejo de esta ruptura muy marcada también en la
degradación social, en cuanto a las relaciones de diálogo y conversación que acompañaban al ser
humano de las cuales nacían lazos de amistad y fraternidad y que se han desvirtuado, en aras de
la virtualización generadas por el internet y las redes, el verdadero sentido de la interacción
natural e interpersonal, el cara a cara (LS 47), generando, en detrimento de la condición misma
de ser con y para el otro, un profundo aislamiento y soledad que ha desencadenado en
enfermedades mentales y contaminación a todo nivel por el excesivo uso de aparatos móviles,
consumo excesivo de energía, acumulación de aparatos descartables en virtud del aumento del
consumo, acelerando la destrucción del entorno, generando el rompimiento del ser humano con
la naturaleza.
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A este respecto el papa Francisco afirma en Laudato Si’:
Las razones por las cuales un lugar se contamina exigen un análisis de
funcionamiento de la sociedad, de su economía, de su comportamiento, de las formas
de entender la realidad. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren
las interacciones de los ecosistemas naturales entre sí con los sistemas sociales. No
hay dos crisis separadas, una ambiental y una social, sino una sola y compleja crisis
socio-ambiental (N°. 139)
Es un gran desafío que tiene la raza humana al sortear toda esta problemática en la búsqueda
de un desarrollo integral que abarque la unidad de la familia humana donde se debe aprender a
dar prioridad al bien común sobre el bien particular. Así, pues que los grandes problemas en el
marco de lo social y lo ambiental no pueden ser mirados de manera aislada, pues su vínculo es
evidente y deben comprenderse de manera articulada. El problema del agua, por ejemplo, es una
deuda social que posee el mundo con aquellos a quienes se les ha negado el acceso al vital
recurso, de manera que “quitarles a los pobres el derecho al agua potable es negarles el derecho a
la vida”. (30).
La causa de la realidad socio-ambiental en el mundo se fragua en el corazón del ser humano
por la falta de espiritualidad, de una escala de valores, de una ética sólida, de una cultura y de
una auténtica libertad. El papa es claro cuando afirma:
El ser humano no es plenamente autónomo. Su libertad se enferma cuando se entrega a
las fuerzas ciegas del inconsciente, de las necesidades inmediatas, del egoísmo, de la
violencia. En ese sentido, está desnudo y expuesto frente a su propio poder, que sigue
creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede disponer de mecanismos
superficiales, pero podemos sostener que le falta una ética sólida, una cultura y una
espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación. (105)
Como consecuencia se evidencia al interior de la casa común la pérdida de la diversidad, la
degradación social, la inequidad en la distribución de los recursos, el frenético florecimiento del
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paradigma tecnocrático con el que el ser humano se engaña en una carrera consumista y se
envuelve en su propio espejismo. Es una realidad que no podemos soslayar y no podemos, como
pretenden algunos, calificar de dimensiones que pertenecen al común desarrollo de la humanidad
y que las rupturas y problemas más determinantes son el modo como naturalmente las sociedades
y el medio van alcanzando su estado paulatino de perfección.
Y es que el ser humano se ha dejado envolver en un sistema capitalista de consumismo (203)
que lo ha esclavizado, fomentando en él la cultura del descarte, del “usa y tira” en el sentido
extremo e incluso inhumano de la palabra, pues también se aplica para descartar seres humanos
bajo el referente de su capacidad productiva, restando oportunidades a aquellos que
supuestamente han terminado su ciclo productivo, lo cual va en menoscabo de la calidad de vida
de muchos. Otros descartables, son los habitantes de calle que la sociedad aísla porque no
producen y en algunos lugares deciden acabar con sus vidas, en las mal llamadas “limpiezas”.
Es así, como la falta de conciencia frente a los recursos que equivocadamente se consideran
inagotables y que, bajo la premisa del “mito del progreso” que todo lo relativiza, el hombre
quiere solucionar con aplicaciones técnicas(60), ha provocado crisis a todo nivel, inestabilidad
económica -efecto de adquisición de lo innecesario convertido en necesidad por el sistema
consumista-, crecimiento exponencial de los niveles de pobreza y miseria, degradación del
ambiente propiciado por una paradigma tecnocrático sin freno que adquiere cada vez más fuerza
a costa de la deshumanización, incluso crisis políticas determinadas por una carrera acalorada
por el poder, tienen que ser rigurosamente observadas, analizadas con miras en fortalecer
estrategias, sino mejoradoras, por lo menos mitigadoras de las problemáticas o de lo contrario
esperar el colapso definitivo.
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Es evidente que no se está destruyendo solo al planeta, sino que, con él, se está destruyendo
también la raza humana y es muy poco el tiempo que se tiene para hacer cambios contundentes,
acciones que cambien el rumbo de un proceso de muerte acelerado desde lo que cada ser humano
pueda aportar:
El objetivo no es recoger información o saciar nuestra curiosidad, sino tomar dolorosa
conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así
reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar (LS 19)
Con este preocupante panorama socio-ambiental y con una propuesta de transformación
inspirada por el Papa Francisco, surge la pregunta:
● ¿Qué estrategias emergen de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, que se
asuman en la práctica educativa, como referentes de conversión ecológica frente a
problemas socio ambientales para el cuidado de la “casa común”?
1.2. Antecedentes
La Encíclica Laudato Si ha cuestionado y generado inquietud y polémica en ecologistas,
grupos religiosos, población escolar de diversos niveles de formación, empresarios y
conferencistas etc., quienes han realizado trabajos particularmente con tendencias en las líneas
académica y didáctico-pedagógicas, sin embargo, en nuestro contexto particular no hay hasta
ahora trabajos de investigación documentados o publicados alrededor de la encíclica, no
obstante, existen varios autores que han realizado algunos trabajos ya estructurados que han
generado expectativas e interpelan conciencias, de los cuales se citan a continuación los que se
consideran más determinantes en la línea de reflexión en la que se orienta este ejercicio.
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Locales o regionales
● Regional Eje Cafetero (Manizales)
Duque, Gonzalo. (2017) Congreso regional de mitigación al calentamiento global. Paisaje y
región en la tierra del Café
El Paisaje y su importancia para la región Caldense y la ecorregión cafetera en la construcción
de este territorio biodiverso, multicultural y mestizo de Colombia, donde los desafíos
ambientales asociados al cambio climático, pasan por el tema del agua.
Temáticas:
• Desastres naturales.
● La deforestación que se expresa en el descontrol hídrico y pluviométrico, y en sequías y
desabastecimiento.
● Factor socio-económico afectado por la globalización de la economía y la cultura y las
consecuencias ambientales.
La dimensión ambiental desde su escenario biodiverso y pluricultural que conjuga un pasado
histórico que alberga la riqueza en tradiciones y folklore en todos sus ámbitos con lo actual.
Propone Duque (2017) que “como principio debe plantearse que mientras el oro y el carbón
como recursos pueden ser explotados, el agua y la biodiversidad son un patrimonio. Mientras los
recursos son una mercancía objeto de explotación por el mercado, el agua, el suelo y la
biodiversidad como bienes patrimoniales que deben preservarse, sólo deben ser objeto de
aprovechamientos responsables.
Observa el paisaje cultural cafetero como un macro proyecto integrador como patrimonio de la
humanidad, lo proyecta como una oportunidad de desarrollo mediante el “bioturismo”, concepto
que incorpora cultura y medio ecosistémicos. En este sentido se hace compatible con esta
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propuesta investigativa, en cuanto esta permite proponer un complemento como el
involucramiento de lo espiritual y de conversión en los proyectos de mejoramiento de las
condiciones de vida ambientales y sociales en el paisaje cultural cafetero.
Nacionales
● Cano, Carlos. (2015) Sostenibilidad del desarrollo hecha encíclica. Revista Javeriana
Laudato Si’ hace un llamado de cambio de hábitos y conductas que afectan la casa común, y
también a dar un paso hacia la vida, por lo que debiera tener repercusiones más profundas en los
que hacen políticas públicas, en las empresas, en las instituciones educativas y en los hogares.
Desde la perspectiva económica el cambio climático es la mayor de las imperfecciones del
mercado global, que ha sido estudiada por varios economistas como Stern lo que generó mayor
atención de organismos multilaterales y de gobiernos, porque se entendió que la libertad de los
mercados frente a este fenómeno agravaría el desastre ambiental. Este último aspecto
relacionado con la libertad. Hay en el ejercicio investigativo de Cano algunas líneas que pueden
ser articuladas con el que aquí se ha desarrollado en cuanto reconoce la perdida de la libertad
humana como causa de los procesos de deterioro que se perciben.
● Bermúdez, Martín. (2015) Una lectura de la encíclica Papal desde la economía ecológica
Una defensa de la interdisciplinariedad y el pluralismo en la enseñanza de la economía. “La
raíz griega oikos fundamenta las palabras economía y ecología y el Papa Francisco ha puesto a
científicos, economistas, ecologistas y teólogos a tratar sobre el medio ambiente. La ciencia que
hoy se conoce como economía fue un sub-campo de la administración pública y se fue
confundiendo con lo económico de lo político para migrar hacia un sistema independiente de la
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regulación del estado, con lo que perdió capacidad para contextualizarse histórica y
geográficamente, lo cual desconecto de las problemáticas ambientales y sus consecuencias en
cuanto a desigualdad social.
Aquí hay coincidencia entre las críticas del Papa Francisco y los debates internacionales sobre
la enseñanza de la economía. La economía política y crítica y la economía ecológica analizan los
problemas ambientales y se enfocan la ética intrageneracional e intergeneracional, reconocen el
valor intrínseco de la naturaleza, con sus límites físicos, para el crecimiento económico y en tal
sentido pueden dialogar con Laudato Si’.
● Castillo, Daniel (2015). La investigación en la Pontificia Universidad Javeriana y su
relación con la “carta encíclica Laudato Si del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa
común”
En este informe se pretende dar cuenta de los proyectos de investigación realizados por
profesores de la Universidad Javeriana que abordan temáticas comunes con la “Carta Encíclica
Laudato Si´ sobre el cuidado de la casa común”, se aclara que las investigaciones fueron
elaboradas antes de que la encíclica se escribiera, datan desde el año 2008 al 2015 pero las
temáticas afines permitieron orientar una investigación comparativa.
Para realizar esta tarea se hizo una lectura de la Encíclica buscando dimensiones y temas
transversales que pudieran relacionarse con términos y campos del conocimiento y así realizar
una consulta al Sistema de Administración de Proyectos de Investigación (SIAP).
Eligieron temas comunes y palabras claves relacionados con el llamado de la Encíclica a hacer
cambios profundos en las relaciones de poder entre las personas y el entorno, pensamientos,
paradigmas, estilos de vida, en políticas locales, nacionales e internacionales y en prioridades en
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investigación. En términos académicos recalcan que la idea es acogida por la ecología política y
la perspectiva de los trabajos socio ecológicos, la economía ecológica, la economía neo
institucional, las ciencias de la sostenibilidad.
En cuanto a la metodología utilizada después de leer detenidamente la encíclica se
seleccionaron los campos de conocimiento y las palabras clave que son centrales para las
temáticas abordadas y que pueden ser articuladas con los procesos de investigación
seleccionados en la universidad.
Internacionales
Caracas
● Buaiz, Silter.(2016)Trabajo de especialización Universidad Católica Andrés Bello .
Elementos éticos en Laudato Si para el desempeño profesional del ingeniero civil Junio
de 2016.
Tomando como punto de referencia la crisis socio ambiental que afecta al planeta, este trabajo
dedica sus esfuerzos a demostrar la gran relevancia e importancia que tiene la ética para limitar
el uso de herramientas tecnológicas, puesto que el poder tecnológico puede, sin duda, resolver
problemas, sin embargo, es muy posible que intentando tales procesos de resolución genere otros
que en ciertos momentos pueden ser incluso más potentes y preocupantes.
Ante tal realidad, el autor propone impulsar herramientas y estrategias para que el ingeniero
tome conciencia de lo que representa el uso de la tecnología y los daños que puede causar bajo la
premisa de resolver otros. (LS N.20)
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El ejercicio intenta, para el alcance de sus objetivos, en primer lugar, conocer la necesidad de
estudiar el tema como referente para estructurar un módulo orientador del asunto ético en el
ejercicio profesional el cual se recomienda utilizar porque ahora la ética incluye también una
dimensión ecológica en la ingeniería civil y de hacer viviendas dignas para las personas. (LS.
156-157. Cap. IV p.121)
Esta propuesta de estudio se articula de manera determinante con un problema ético que es
igualmente pertinente con el ejercicio ético que aquí se estructuró, básicamente porque las
decisiones en cuanto al uso de herramientas propias para la explotación de los recursos deben
estar mediadas por una sensibilidad ético moral, profundamente propugnada por el Papa
Francisco.
● Guerra, Rodrigo. (2017) Ciudad del Vaticano. Educar para una ecología humana.
Desarrollo, medio ambiente, educación y cristianismo.
En el contexto del Congreso internacional “Perspectivas para el servicio al desarrollo
humano integral a los 50 años de la “Populorum Progressio”, el trabajo hace referencia a la
importancia que posee para la sociedad y para la Iglesia educar para una ecología humana e
integral, es decir para una ecología en la que los sistemas naturales interactúan con los
sistemas sociales muy íntimamente.
En 1967 se publica Populorum Progressio del santo padre Paulo VI que analiza una realidad
social compleja que ha adquirido proporciones mundiales. Abandonada a sí misma, la economía
mundial amplía la disparidad de los niveles de vida de los pueblos, por ello se requiere del
desarrollo de los seres humanos con base en la solidaridad, por lo que es preciso comprender con
claridad que el desarrollo del ser humano no puede darse sin el desarrollo integral de la
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humanidad. Paulo VI toca aquí el término tecnocracia que también aparece en Laudato Si’. Así
mismo, el Papa comenta:
“Decir desarrollo es, efectivamente, preocuparse tanto por el progreso social como por el
crecimiento económico. No basta aumentar la riqueza común para que sea repartida
equitativamente. No basta promover la técnica para que la tierra sea humanamente más
habitable”. Populorum Progressio (n.34)
Comentarios como estos permitirán en momentos posteriores ir enfocando la problemática de
los “recursos naturales”, de la “tierra” y eventualmente del “medio ambiente” al interior de las
cuestiones centrales para el desarrollo de los pueblos.
Resaltan también el pensamiento de Juan Pablo II en su Encíclica Sollicitudo rei socialis que
escribe al conmemorar el 20 aniversario de Populorum Progressio y enfatiza sobre el respeto por
los seres que constituyen la naturaleza visible y pide reflexionar sobre tres puntos que pone a
consideración:
● No se puede utilizar impunemente las diversas categorías de seres vivos o inanimados
como más apetezca...conviene tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua
conexión en un sistema ordenado.
● Los recursos naturales son limitados, se agotan si no se les da un buen uso y pone en
riesgo su futura disponibilidad para la generación actual y las venideras.
● Las consecuencias que trae la industrialización en cuanto a contaminación del medio
ambiente trayendo consecuencias para la salud.
Benedicto XVI participa años más tarde también en los escritos en defensa de la naturaleza en
su encíclica Caritas in veritate, en la que profundiza sobre la responsabilidad que tiene la Iglesia
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con la creación...defender la tierra, el agua, el aire como dones de la creación que pertenecen a
todos.
No es posible atender la totalidad de los factores de la realidad sin una educación moral que
reinstale en las personas y en los pueblos una conciencia más esclarecida sobre la mutua
vinculación y sinergia entre ambiente natural, familia y problemática social: “en una palabra, el
desarrollo humano integral” (Benedicto XVI).
Incluye también, el documento de Guerra, la novedad de Laudato Si’ que radica en la
“ecología humana” es una ecología que no deja fuera la realidad en su multidimensionalidad, el
Papa Francisco la llama “Ecología integral” que incluye una ecología ambiental, económica y
social, una ecología cultural, una ecología de la vida cotidiana, basada en el bien común...y una
ecología con un enfoque de corresponsabilidad intergeneracional. Y proteger al hombre de la
destrucción de sí mismo. Es necesario una ecología del hombre o “ecología humana” ... La
“ecología ambiental” está en la realidad sumergida en la “ecología humana”, el recurso a
fortalecer y desarrollar es la “capacidad moral de la sociedad”
1.3. Justificación
Nuestra casa común requiere, hoy más que nunca, que quienes la habitamos volvamos la
mirada sensible y cuidadosa sobre ella, mirada que repercutirá en nuevas percepciones del
hombre y sociedad, pues hoy nos encontramos asentados en percepciones reduccionistas,
instalados en sistemas que solo dan valor a asuntos relacionados con la productividad y
consumo, siendo evidente que la dinámica producir - adquirir ha tomado las riendas del
mundo y ha generado como efecto la crisis en la que se vive actualmente.
De modo que pensar en dicha realidad adquiere un profundo valor por cuanto va a
permitir que nuestra casa común retome el protagonismo que le corresponde y vuelva a ser
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cuidada como debe, redundando por su parte en el mejoramiento de la calidad de vida de
todos y del establecimiento de relaciones equilibradas, de crecimiento, progreso y desarrollo
mutuo.
La relevancia del estudio de un documento de la categoría de la encíclica Laudato Si’, que
con toda seguridad, se sustenta en estudios pormenorizados y en reflexiones profundas de la
realidad, le da un cariz especial a este ejercicio investigativo por cuanto existe la convicción
de constituirse sobre soportes firmes y con ello la posibilidad de impactar de manera
determinante en los espacios educativos y en las comunidades en los que pueda ponerse en
acción.
Se hace pertinente desarrollar un ejercicio investigativo como el que se propone por
cuanto va a aunar esfuerzos de todos los actores escolares, no va a impactar en una línea
específica de reflexión escolar, sino que va a involucrar múltiples posibilidades de acción,
pues actuar sobre la cuestión socio-ambiental requiere de la reflexión-acción en todas y cada
una de las dimensiones humanas: espiritual, social, cultural, científica, comportamental, de
convivencia, etc., precisamente a esto apunta el Papa Francisco cuando propone la ecología
integral (137 ) que también aborda las cuatro dimensiones del ser : ambiental ,social, mental
y espiritual.
Es decir, este proceso investigativo recoge estrategias, herramientas y recursos que, desde
el estudio de un documento trascendental como lo es la encíclica Papal, incluya a todas las
áreas del conocimiento humano un verdadero p
roceso interdisciplinar tendiente a impactar el contexto ambiental y con ello el mejoramiento
de las condiciones y de la calidad de vida en los demás frentes.
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Un estudio pormenorizado del documento puesto posteriormente en acción en el contexto
escolar hará eco de las palabras del Papa cuando expresa en Laudato si’ referenciando la
carta de la tierra :“que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva
reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el
aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida (207).
Hoy se hace urgente e imprescindible dedicar tiempo suficiente en las escuelas para
abogar por el cambio, suscitando estrategias y procesos pedagógicos-didácticos y sostenibles
como los que se proponen en este ejercicio, para que, a partir de pequeños pero sensibles
gestos impulsados por las comunidades escolares se generen impactos que trasciendan hasta
dar lugar a nuevas maneras de comprender la vida y su conservación, romper paradigmas y
cambiar estructuras y hábitos que han impedido una transformación social hacia la búsqueda
del bien común mediante la mitigación de los preocupantes problemas socio ambientales.
Por otra parte, la novedad de este ejercicio se encuentra en el hecho de salirse del esquema
de fundamentar la reflexión ambiental de las instituciones educativas en fuentes que se
limitan a el desarrollo de procesos que solo involucra lo externo del ser humano, que
desconocen la realidad espiritual como componente esencial del proceso de enseñanza
aprendizaje en esta línea. Es una propuesta que parte desde la interioridad humana, desde su
constitutivo espiritual esencial que anhela un cambio, iniciando un camino de conversión
ecológica, con la evidencia en la realidad y el deterioro cada vez mayor de que las prácticas
pensadas desde la ciencia y la técnica no han dado los resultados esperados.
La misión parte desde la invitación y el trabajo que lleva al compromiso de la conversión
ecológica que orienta al ser humano hacia un ejercicio consciente de reivindicación con el
contexto que lo cobija y sostiene amorosamente y ello será posible solo cuando asuma con
22
toda convicción que ha sido la causa fundamental del daño y de que es hora de encaminarse
hacia una ecología integral.
También es importante hacer referencia al gran impacto que se pueda generar en la tarea
de mejoramiento de la casa común, dado que es un ejercicio que se desarrollará en una etapa
cumbre del individuo para asumir responsabilidades: la edad escolar, la cual es propicia para
permear en el ser humano procesos de aprendizaje que realmente generen impacto y
transformaciones, dado que en la etapa adulta es más difícil formar hábitos puesto que ha
sido más marcada y manipulada por paradigmas de comportamiento individualista y
relativista que le han reducido la conciencia y la posibilidad de actuar en consideración y
favor de todos.
En conclusión, podría decirse de un modo más práctico que ha llegado la hora de invitar a
desarrollar grandes gestos con el planeta a partir de pequeñas acciones pero que salen de la
interioridad humana. Por eso es de gran utilidad desarrollar un ejercicio investigativo de estas
consideraciones, en cuanto hace un llamado apremiante a la práctica, a actuar, a denunciar, a
tener mejores relaciones, a sensibilizar y en la medida que convoca a la toma de conciencia
ambiental, a cambiar hábitos de consumo inútiles que acrecientan el problema de
acumulación, pero especialmente porque exhorta a una conversión ecológica. (220)
Promover en práctica educativa la intención de disminuir el flujo de basuras con la
reutilización y el reciclaje de muchos artículos y objetos que se disponen en la construcción
de muebles, casas, juegos didácticos y educativos, elementos útiles y decorativos dando a
las cosas una segunda oportunidad, de igual manera es una propuesta de sostenibilidad que
podría aportar al desarrollo de acciones como reducción de basuras mitigando un poco
23
la contaminación ambiental, desarrollo de habilidades artísticas y cognitivas, decoración y
transformación de ambientes, entre otras muchas posibilidades (191)
1.4. Objetivos de la Investigación
General:
Identificar estrategias que emerjan de la carta encíclica Laudato Si, que, asumidas en la
práctica educativa, sean referentes de conversión ecológica hacia una ecología integral, para el
cuidado de la “casa común” y en beneficio de una mejor sociedad en el marco de la educación
religiosa escolar.
Específicos:
● Identificar los elementos constitutivos de la encíclica Laudato Sí’
● Describir prácticas reparadoras y de relación con la naturaleza como referente de
conversión ecológica para impactar la práctica educativa.
● Integrar en la práctica educativa la dimensión humana y social de la ecología integral,
desde las siete ecologías que propone el Papa Francisco como herramientas fundamentales
para la formación.
2. MARCO TEÓRICO
El marco de referencia sobre el que se asienta esta investigación es la encíclica Laudato Si,
por lo que se considera de vital importancia proponer una mirada general del texto como
referente teórico, examinando los elementos que la constituyen, dando inicio al desarrollo de las
búsquedas que aquí se proponen. No obstante no se desconocen ni excluyen algunos estudios o
reflexiones que de una u otra manera sustentaron este ejercicio investigativo, estos se asumieron
como referentes orientadores, sin embargo el marco teórico es la encíclica propiamente dicha,
24
máxime cuando se intentó desarrollar una análisis de contenido y un acercamiento hermenéutico
a las categorías elegidas y desde allí, como se propone el objetivo de esta búsqueda
investigativa, la identificación de estrategias enriquecedoras de procesos educativos hacia el
mejoramiento de la calidad de vida de todos, a partir de la enseñanza de la educación religiosa
escolar.
Laudato Si’ es la primera encíclica del Papa Francisco en su pontificado, publicada en
Roma el 24 de mayo de 2015 día de Pentecostés y cuya presentación oficial se hizo el 18 de
junio del mismo año. No es un documento netamente ecológico, es una encíclica social, que se
Suma al magisterio de la Iglesia, cuyo autor da ejemplo de sobriedad, inspirado por San
Francisco de Asís, tras su gran admiración y respeto por el santo hacia la creación.
Su llamado es a la práctica, a optar por los pobres, dentro de las que incluye a la Madre Tierra
y escribe entonces la Encíclica como un llamado a la humanidad a un diálogo plural, a la
solidaridad universal para reparar el daño causado a la creación de Dios (L.S 15) Existe una
deuda ecológica y una pregunta colectiva en el numeral 160 “¿Qué tipo de mundo queremos
dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?
Su estructura tiene seis capítulos y una introducción, contiene 246 numerales, 172 notas de
pie de página y 2 oraciones finales; su título viene del cántico de las criaturas de San Francisco
de Asís: Laudato Si’ mi Signore “Alabado seas mi Señor”.
25
Ilustración 1 Estructura por numerales
Fuente: Elaboración propia.
El recorrido de la Encíclica está trazado en el n. 15 y se desarrolla en seis capítulos. A partir de la
escucha de la situación desde los mejores conocimientos científicos disponibles hoy (cap. 1),
recurre a la luz de la Biblia y la tradición judeo-cristiana (cap. 2), detectando las raíces del
problema (cap. 3) en la tecnocracia y el excesivo repliegue autorreferencial del ser humano. La
propuesta de la Encíclica (cap. 4) es la de una “ecología integral, que incorpore claramente las
dimensiones humanas y sociales» (137), inseparablemente vinculadas con la situación ambiental.
Al respecto la Conferencia episcopal de España (2015) advierte que:
26
“El Papa Francisco propone (cap. 5) emprender un diálogo honesto a todos los
niveles de la vida social, que facilite procesos de decisión transparentes. Y recuerda
(cap. 6) que ningún proyecto puede ser eficaz si no está animado por una
conciencia formada y responsable, sugiriendo principios para crecer en esta
dirección a nivel educativo, espiritual, eclesial, político y teológico. El texto
termina con dos oraciones, una que se ofrece para ser compartida con todos los que
creen en «un Dios creador omnipotente» (246), y la otra propuesta a quienes
profesan la fe en Jesucristo, rimada con el estribillo «Laudato si’», que abre y cierra
la Encíclica”.
La encíclica es el resultado de una serie de acontecimientos de orden ambiental - político
que en el marco internacional reúne a los grandes representantes del mundo para tratar el tema y
analizar las preocupaciones que al respecto se comprueban sobre la madre tierra, muchos de los
cuales han fracasado y otros generadores de decisiones trascendentales en el marco ambiental
humano. Limón, M.; Espinosa, J; y Monroy,F.(2016) aportan sobre este acontecimiento:
Cumbres como la COP 20 de Lima, celebrada en 2014, cuyo objetivo era preparar
un documento de discusión para la COP 21 de Paris. Igualmente, la encíclica se
da previo a la reunión de Naciones Unidas para revisar los objetivos de desarrollo
del Milenio en temas de desarrollo sostenible, instaurados en el año 2000 y que
vencían en el año 2015, reunión donde el Papa estuvo presente con gran
injerencia, desde la encíclica misma para el logro de objetivos diversos. Cabe
destacar que Previo a la COP 21 de Paris cuando se dio a conocer Laudato Si’, fue
un momento de mucha esperanza para la cumbre, incidiendo en los acuerdos entre
Estados Unidos y China para la disminución de la emisión de gases, naciones que
tienen el 40% de emisiones a nivel mundial. (Laudato Si’-Análisis encíclica Papa
Francisco) Archivo de video.
En el marco de la metodología que empleó el Papa Francisco para escribir y estructurar la
encíclica, se usó el método Ver, juzgar y actuar que ha utilizado el Magisterio de la Iglesia.
El método se sustenta en el de revisión de vida que surgió en Bélgica por iniciativa del Padre
Joseph Cardijn gestor de las propuestas pastorales de la Juventud Obrera Católica (JOC) en la
década de los 30 del siglo pasado. Posteriormente la revisión de vida fue asumida por la
Acción Católica, organización laica que se sumó a los movimientos de renovación en la
27
Iglesia, siendo desde allí un método muy aprovechado por los académicos de la Iglesia
católica para impulsar sus producciones intelectuales y pastorales.
Una mirada general a la encíclica refleja los sectores del texto en los que se puede
observar la ruta que propone el método:
Ver:
Al hacer el inventario y estado de la casa común, nota que hay un gran deterioro por mal
uso y falta de cuidado de sus habitantes. El Papa Francisco desde el inicio llama “casa
común” al planeta tierra y le da este nombre porque allí habitan todos los seres vivos, por
tanto, es responsabilidad de cada uno cuidarla y asumir acciones que comprometan a la
familia, la escuela y el estado para la formación de nuevos hábitos y prácticas que redunden
en beneficio común, pero sobre todo en la recuperación y bienestar de ella.
El grito de la tierra grito de los pobres de Leonardo Boff, es un libro de donde el Papa
Francisco toma esta expresión.
Juzgar:
La encíclica reconoce que es el ser humano quien debe ser juzgado como responsable de
lo que sucede, haciendo el Papa un llamado urgente a una “conversión ecológica”, a reparar
y reconciliarse con el planeta para no ocasionar más daño al hogar y a sí mismo, quien se
autodestruye con sus estilos de vida. La encíclica hace una invitación extensiva a todos los
hombres a tener una conciencia ecológica con un conocimiento responsable de sí mismo y de
su entorno
Actuar:
28
Promoción de acciones que, como fruto de esa concientización, se pueden llevar a cabo y
hacerlas disciplina dentro de todos los contextos culturales en los que se desenvuelve el ser
humano en especial en el ambiente educativo.
Ilustración 2 Método utilizado por el Papa para estructurar la encíclica
Fuente: Elaboración propia
Elementos estructurales de la encíclica:
Una mirada amplia a la estructura del texto muestra los siguientes elementos constitutivos:
29
Capítulo Primero: Lo que le está pasando a nuestra casa (17-55)
Contaminación y cambio climático: Este apartado, entre los números 20 y 26 hace
referencia al modo como la contaminación del planeta afecta todo convirtiéndolo en un gran
“depósito de porquería”, ligado todo a la cultura del descarte. El Papa exhorta el cambio de
estilos de vida, de producción y de consumo, con el agravante de que, si la tendencia actual
continúa, el siglo será testigo de cambios climáticos inusitados y de una destrucción sin
precedentes de los ecosistemas, con funestas consecuencias para todos.
Aborda la encíclica entre los números 27 al 31 una de los temas más preocupantes que
titula la cuestión del agua, reconociéndola como derecho humano básico y un recurso de
todos, aunque las tendencias del mercado buscan privatizarla. Refiere el caso particular de
África que no tienen acceso a este derecho, reconociendo que el mundo tiene una grave
deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarle el
derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable (30).
La Pérdida de biodiversidad (32-42) es otro de los asuntos a los que el Papa presta gran
atención, preocupado por la cada vez mayor pérdida de especies a causa de la depredación
humana en particular para la comercialización y provecho de todos los recursos, de modo que
llama a invertir más en investigación para entender mejor el comportamiento de los
ecosistemas.
Seguidamente el sumo pontífice orienta su reflexión hacia el deterioro de la calidad de
la vida humana y degradación social (43 -47), en el cual se lamenta acerca de cómo el ser
humano por su dignidad especial tiene derecho a ser feliz, pero se ve afectado por la
30
degradación ambiental y la contaminación del modelo actual de desarrollo y de la cultura del
descarte en la vida de las personas (43). No deja pasar desapercibido el hecho de que se
puede encontrar en las ciudades bellas construcciones y zonas verdes con espacios privados
para unos pocos, pero no hay sitios bellos donde se encuentran los “descartables” de la
sociedad (45).
En este mismo espacio de la reflexión hace referencia a la tecnología y expresa cómo se
ha convertido en una necesidad humana que se sale de control de manera que exige un gran
esfuerzo transformar sus usos para que vayan en pro del desarrollo cultural y no en su
detrimento (47) para que no interfiera en la cercanía y relaciones interpersonales.
En lo que el santo Padre llama Inequidad planetaria (48-52), el texto hace referencia a
las brechas entre los seres humanos expresando cómo el ambiente humano y el ambiente
natural se degradan juntos y cómo la experiencia común de la vida ordinaria y la
investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones
ambientales los sufre la gente más pobre, por lo cual reconoce que hay una gran deuda
ecológica con los pobres, quienes viven precisamente de la naturaleza sin la capacidad de
adaptarse a su destrucción por no contar con los recursos para enfrentar el daño, ni mucho
menos lo necesario para sobrevivir, convirtiéndose en los olvidados e ignorados del planeta.
Por eso afirma la encíclica terminando este apartado (49) que no se puede dejar de
reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social que
debe integrar la justicia en las discusiones para escuchar tanto el clamor de la tierra como el
31
clamor de los pobres. El Papa convoca a no ser indiferentes con los Países pobres, ayudar
desde las capacidades y alcance de todos, porque la tarea no solo es Política sino de todos.
Seguidamente el Papa en tono determinante reconoce cómo no se ha prestado el interés
necesario a un tema tan pertinente, por ello en el apartado que denomina La debilidad de las
reacciones (53-59) lamenta la falta de firmeza de la reacción política internacional, pues las
decisiones políticas están supeditadas a la tecnología y a las finanzas, más no están
orientadas al bien común y lo que no esté a favor de estas dos líneas queda por fuera de sus
intereses inmediatos.
En los dos numerales finales del primer capítulo, el documento se refiere a la diversidad
de opiniones (60-61), mencionando por un lado a aquellos que creen aún en el mito del
progreso, quienes consideran que la tecnología lo salvará todo con nuevas aplicaciones
técnicas, pero sin hacer cambios de vida ni esfuerzo alguno, y en el otro extremo los que
dicen que el ser humano debe cesar sus actividades, que cualquier actividad que haga se
considera una amenaza para el ecosistema mundial. Al respecto el sumo pontífice reconoce
que no existe un solo camino de solución, sino que debe haber un diálogo con los diversos
aportes hacia respuestas integrales.
El capítulo segundo de la encíclica, denominado El Evangelio de la creación, que
transcurre entre los numerales 62 y 100, muestra a nivel general para creyentes y no
creyentes cómo la biblia trata el tema de la creación y de cómo la ciencia y la religión que
hacen grandes aportes se pueden unir en un diálogo intenso para ambas. En su primer aparte,
el Papa argumenta con gran claridad cómo la fe ofrece una luz fundamental para comprender
32
el problema que se vive y sobre todo para generar procesos de acción que van en favor de la
casa común. Es un apartado que se encamina a la búsqueda de soluciones para transformar la
realidad, acudiendo tanto a diversas riquezas culturales de los pueblos, como el arte, la
poesía, la vida interior y a la espiritualidad como a la ciencia, las cuales, articuladas, deben
propender por acciones en favor de una ecología que permita sanar todo lo que se ha
destruido.
En la sabiduría de los relatos bíblicos, el Papa alude a relatos tan trascendentales como
los de la creación u otros como del profeta Jeremías (1,5) “antes de formarte en el seno de tu
madre, yo ya te conocía”, invitando el sumo pontífice para que el hombre al sentirse amado
reconozca en ello motivo suficiente para devolver como gratitud a la gratuidad de ese amor el
cuidado como esencia de la existencia humana.
Otros relatos a los que da relevancia el Papa, son por ejemplo, Las narrativas simbólicas
del Génesis en la creación que contiene profundas enseñanzas sobre la existencia humana y
su realidad histórica, donde sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones
fundamentales y estrechamente conectadas pero rotas por el pecado: La relación con Dios,
con el prójimo y con la tierra (66), este numeral queda explícito en el siguiente gráfico,
cuando el hombre decide con el pecado romper la relación con Dios, intrínsecamente queda
incapacitado para tener una relación de amor con el prójimo y con la naturaleza, hoy el
hombre ha decido apartar a Dios de su vida, por eso el daño ambiental la poca fraternidad y
falta de solidaridad generalizada.
33
Ilustración 3 La base de la existencia humana
La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber
pretendido ocupar el lugar de Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas.
Este hecho desnaturalizó también el mandato de «dominar» la tierra (cf. Gn 1,28) y de
«labrarla y cuidarla» (cf. Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa
entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). (LS.66)
Otros relatos le recuerdan al hombre que no es Dios y que por tanto no puede disponer de
las criaturas a voluntad porque ellas tienen un valor en sí mismas. Se debe cuidar la relación
con la naturaleza y con el otro.
Cuando la justicia ya no habita en la tierra, toda la vida está en peligro porque todo está
relacionado y el cuidado de la vida y la relación con la naturaleza es inseparable de
fraternidad, justicia, la fidelidad y el amor a los demás.
34
Recurre de la misma manera el papa a narraciones del Deuteronomio y el Levítico en las
que el mismo Dios se reconoce como propietario de la tierra, siendo el hombre solo un
huésped pasajero, situación que le obliga a no seguir malinterpretando las escrituras en las
que Dios mandó cuidar, que significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar (67) , el
hombre debe romper el paradigma de creer que es Dios dominador y subyugador, el hombre
es heredero, al que también le mandaron “labrar” que significa cultivar , arar o trabajar la
tierra, no dañar ni destruir.
Al respecto es significativo el número de veces que el verbo cuidar, es utilizado por el Papa
Francisco en la elaboración de la carta, pues figura en 40 oportunidades y otras 4 aparece
como cuidadoso o cuidadosamente, ¡esto debe calar en el corazón del ser humano! que debe
cuidar la madre tierra en sentido de reciprocidad y gratitud tal y como ella cuida de él en sus
aspectos básicos. Es importante, entonces, hacer del cuidado una pedagogía en las relación
planetaria y social. Boff (2002) plantea que... “cuidar es más que un acto; es una actitud. Por
lo tanto, abarca más que un momento de atención, de celo y desvelo”, implica la pasión por
“aquella porción del mundo que reservamos para organizar, cuidar y hacer nuestro hábitat”.
Continúa la encíclica con un apartado titulado El misterio del universo (76-83), en el
que el sumo pontífice reconoce que el universo es en primer lugar un proyecto del amor de
Dios y que, aunque la naturaleza suele entenderse como un sistema que se analiza,
comprende y gestiona, esta solo adquiere sentido cuando es entendida como un don que
surge de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que
nos convoca a una comunión universal. Tal misterio y regalo solo se logra entender desde la
apertura del corazón y la comunión con todo.
35
De igual manera, advierte el santo Padre que el hombre como sujeto nunca puede ser
reducido a la categoría de objeto, como tampoco los demás seres vivos. (81),
desafortunadamente la sociedad tiende desde el mercado a utilizar el hombre para su propio
beneficio y el hombre que poco discierne resulta envuelto en las maquinarias como títere de
sus pretensiones.
Esta parte del texto va a ser continuada y enriquecida con lo que el Papa denomina El
mensaje de cada criatura en todo lo creado (84-88) y en el cual hace referencia a amar el
universo, la creación, sea cual sea la perspectiva que se tenga de él, entrar en la
contemplación de lo bello del universo como revelación del amor de Dios para el hombre.
Ese mensaje de cada criatura se convierte al unísono en una comunión universal (89-92),
nombre con que el Papa inicia una reflexión en torno a la imposibilidad de que exista en el
hombre un sentimiento de íntima unión con los seres de la naturaleza, si al mismo tiempo en
el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos, es claro que
“todo ensañamiento contra cualquier criatura es contrario a la dignidad humana”.
Con el título Destino común de los bienes (93-95), el Papa hace una reflexión en torno a
cómo ¡todo es para todos!, sin detrimento de la propiedad privada, pero bajo la premisa de
que quien se apropia de algo debe ser para administrarlo en bien de todos (95).
A estas alturas de la encíclica, el Papa hace una denuncia explícita ante la injusticia social,
que cada vez cobra vidas por falta de los recursos básicos como el agua, que mencionó en el
capítulo uno, cuestionándose y cuestionando a la humanidad acerca de si los recursos son
suficientes para todos, ¿porque solo están en manos de unos pocos?
Entra aquí en un momento determinante de la encíclica y que se fue tejiendo desde el
principio, lo que denomina el Papa con el título la mirada de Jesús (96 - 100) en donde hace
36
referencia a la mirada de Jesús como hijo del Padre que disfruta y vive en comunión con toda
la creación, en perfecta contemplación constante, enseñando a sus discípulos a vivir con
libertad, sin preocuparse de los afanes futuros, en completa armonía con lo creado.
Con tal referencia a Jesús, el Papa da la entrada al tercer capítulo que denomina Raíz
humana de la crisis ecológica y que desarrolla a lo largo de 35 numerales (101 a 136),
convirtiéndose en un capítulo central en el que el Papa presenta un análisis de la situación
actual, la raíz del problema desde una mirada social, iniciando con un tema de tanta
relevancia para la época como es el asunto tecnológico, del cual hace referencia
extensamente bajo el título La tecnología: creatividad y poder (102-105), apartado en el
que expresa que el mundo ha hecho avances tecnológicos y descubrimientos
científicos importantes en periodos muy cortos de tiempo, que han aportado a mejorar a la
calidad de vida de la humanidad en diferentes aspectos, sin embargo no siempre se ha usado
a favor del progreso, sino que también se han creado artículos tecnológicos que destruyen y
hacen daño a la humanidad, otorgando mucho poder a quienes dominan y poseen pleno
control sobre creaciones humanas como la energía nuclear, biotecnología, informática,
modificación del ADN humano, siendo muy peligroso que este poder esté en las manos de
una pequeña parte de la humanidad dado el gran dominio que pueden ejercer e incluso ya
ejercen sobre el mundo entero(104). En este sentido expresa (105) que no se está preparado
para utilizar el poder con acierto, puesto que el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo
acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores y conciencia.
Estas palabras abren el panorama para iniciar con una reflexión que el Papa denomina
Globalización del paradigma tecnocrático (106-114), donde admite que alrededor de este
paradigma se mueve el mundo esclavizado con la certeza de que toda solución ambiental y
37
social se concreta en la tecnología y en la economía, esto daría como resultado mayor
progreso, a costa de extraer de la naturaleza hasta el último recurso sin tener conciencia que
los recursos no todos son renovables, comprometiendo los recursos de las futuras
generaciones sin medir las consecuencias.
Se involucra a continuación el Papa en un asunto que está en perfecta consonancia con lo
que se ha venido desarrollando en la encíclica, y es la referencia a la Crisis y consecuencias
del antropocentrismo moderno (115-136), situación que se da fundamentalmente porque el
mismo ser humano ha colocado la razón técnica sobre la realidad, no ve en la naturaleza un
refugio que tiene vida, la ve como un objeto o lugar donde se encierra todo siendo indiferente
a lo que ocurra con ella, restándole valor al mundo y desconociendo su propia realidad
Aquí se refleja una preocupación del Papa cuando el hombre pierde la conciencia de su
realidad como don, criatura de Dios y comunión con la tierra y con el hermano, al perder la
capacidad de medir el daño que se le hace a la naturaleza. El hombre totalmente centrado en
sí, indiferente ante el mundo, pero con un vacío de trascendencia que le lleva a pensar que
cuidar la naturaleza es cosa de débiles
Una vez ahondado el tema de la Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno,
entra en escena un llamado fundamental de la encíclica que va a dar nombre al Capítulo
Cuarto: Una ecología integral, capítulo que va a poner la mirada sobre la necesidad de
articular la realidad de los acontecimientos evitando escisiones dañinas para intentar mejoras.
Los 25 números de este capítulo (137-162) van a girar en torno a la propuesta Papal
acerca de pensar en los distintos aspectos de una ecología integral que incorpore claramente
las dimensiones humana y social, son dos dimensiones interdependientes y complementarias
que no pueden ser observadas, comprendidas ni analizadas aisladamente, ya que todo está
38
íntimamente relacionado y lo reitera en el documento 5 veces el Papa. Ambas entran en
verdaderos procesos de interacción y de encuentro con miras en el fortalecimiento mutuo,
sustentado en principio en la toma de conciencia del daño que se hace al entorno.
Una idea inicial titulada Ecología ambiental económica y social (138-142), es la
propuesta nuclear de la encíclica en la que se aboga por una ecología integral como nuevo
paradigma de justicia, una ecología que incorpore el lugar peculiar del ser humano en este
mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea, puesto que el ser humano no está
separado de la naturaleza, está incluido en ella.
Se presenta la necesidad de pensar en una ecología ambiental, como aquel tipo de
ecología que no puede separarse del bien común, porque el medio ambiente les pertenece a
todos es un asunto común.
En este apartado el Papa expone varios tipos de ecología los cuales deben estar orientados
a la búsqueda incansable del bien común, articulando todos los frentes de desenvolvimiento
humano como herramientas para el logro de experiencias más acordes con las necesidades de
un mundo mejor para todos.
Termina este capítulo con dos títulos determinantes y concluyentes para la comprensión del
interés de la encíclica: El principio del bien común (156-158) y Justicia entre las
generaciones (159-162). En el primero esboza como la ecología humana es inseparable del bien
común, enumerando principios de la Doctrina social de la Iglesia como el bienestar social, la
subsidiariedad y la justicia distributiva, a la vez que refuerza la idea de que el principio del bien
común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la
solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres.
39
La unión en las relaciones fraternas con los más necesitados y vulnerables, los “descartables”
de la sociedad que han quedado fuera del sistema capitalista y que requieren la asistencia
comunitaria en su promoción humana, en el respeto, es el reto y el centro de preocupación que
tiene la humanidad con aquellos que tienen la misma dignidad e igualdad como hijos de Dios y
por tanto los mismo derechos en la casa común por habitar dentro de ella, para que en vez de
aumentar disminuyan, hasta el punto de que todos tengan una función, trabajo y viviendas
dignas, derecho a tener un desarrollo normal en su proyecto de vida.
En el segundo la noción del bien común incorpora también a las generaciones futuras, pero
no como una simple opción, sino como un acto de justicia ya que la tierra que recibimos
pertenece también a los que vendrán, es un préstamo que cada generación recibe y debe
transmitir a la generación siguiente dejándolo si no mejor por lo menos igual a como lo
encontró. También lo menciona en la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium desde (215)
“No dejemos que a nuestro paso queden signos de destrucción y de muerte que afecten
nuestra vida y la de las futuras generaciones”
Estas son las últimas cuestiones tratadas por el Papa en el capítulo para dar entrada al
Capítulo Cinco: Algunas líneas de orientación acción (163-201), que con el Capítulo seis
son de vital importancia para este ejercicio investigativo, pues la intención de invitar a la
realización de prácticas encaminadas a mejorar el medio a partir de las propuestas
estructuradas por el santo Padre, encuentran en este apartado un gran insumo.
El capítulo cinco, es el primer capítulo del actuar, para ello el Papa da inicio indicando la
enorme necesidad de cambiar el rumbo, toma la iniciativa de lanzar diversas propuestas de
acción en las que invita a toda la humanidad a formar parte del cambio, delinear grandes
40
caminos de diálogo (en todos los ambientes) que ayuden a salir del espiral de destrucción en
el que la misma humanidad se ha sumergido.
Inicia este capítulo con la exhortación al Diálogo sobre el medio ambiente en la política
internacional (164-175), invitando a proponer soluciones de manera global y no solo en
defensa de algunos países. Pensar en un solo proyecto común, haciéndose indispensable un
consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y
diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar
una mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos
forestales y marinos, y a asegurar a toda la humanidad el acceso al agua potable (164).
Para lograr estos objetivos se necesita unión y apertura para que prime el bien común
antes que los intereses individuales que puedan dar un orden y una estabilidad a la “casa
común”, “poniendo el dedo en la herida” en cuanto al fracaso de las Cumbres mundiales
sobre el ambiente, las cuales no han respondido a las expectativas porque, por falta de
decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y
eficaces, haciendo el Papa una lista de ejemplos que no han generado los impactos esperados.
En este sentido se hace indispensable innovar en las decisiones, para ello el Papa hace un
recorrido sobre el asunto desde el título Diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales
(176-181), reiterando la falta de voluntad política en cuanto al tema ambiental, no obstante
intentos aislados al respecto, pues no desconoce que en el mundo existen buenos gobiernos que
luchan por el pueblo y por dejar crecimiento y desarrollo a sus habitantes, sin embargo ese no es
el prototipo de gobierno mundial, prevaleciendo siempre el beneficio particular antes que el bien
común.
41
La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios
y pensando en el bien común. (178). Holanda como ejemplo de buenas prácticas sostenibles y
saludables adoptó el uso de la bicicleta como medio de transporte, la disciplina en la recolección
de basuras, el reciclaje y el respeto por los animales resignificando de manera admirable y como
ejemplo a seguir con amor político universal acciones en favor del medio ambiente.
Es de admirar como algunas personas empoderadas, toman la iniciativa con actos “heroicos”
por descontaminar ríos y cuencas, sin que nadie les retribuya por ello, son “pequeños gestos” que
marcan la diferencia y logran buenos resultados. Las comunidades aborígenes ¡aman la tierra y la
cuidan! porque para ellos es sagrada, no atentan contra ella porque es ¡la madre naturaleza! y su
sentido comunitario los identifica, en su gran mayoría buscan principios de bien común.
A este respecto el Papa Francisco manifiesta que en lugar de centrarse en lo que no es
posible realizar, debe pensarse en lo mucho que se puede hacer con ejemplos como ahorrar
energía, modificar el consumo, economizar los residuos y reciclar, apoyar e innovar en
modelos sostenibles, proteger las especies, diversificar la agricultura. Termina el apartado
diciendo, que no se pueden cambiar las políticas cada vez que cambia un gobierno debe
haber un proceso de continuidad.
Pese a todo este llamado, la encíclica reitera que la voluntad política debe ser clara y pura,
de manera que en el título Diálogo y transparencia en los procesos decisionales (182-188),
el Papa exhorta a la transparencia a la claridad en la realización de proyectos, pues se hace
supremamente necesario que todo se evalúe y se ponga en consideración a la hora de orientar
tareas que involucren o puedan de alguna manera afectar lo medioambiental. Se deben
cuestionar el ¿Para qué? ¿Porque? ¿Para quién ¿dónde?, ¡cuándo?,¿de qué manera? ¿cuáles
42
son los riesgos ¿a qué costo?, ¿quién los pagará? como lo hará? todo ello debe tener en
cuenta al medio ambiente.
No es oponerse al desarrollo o a la innovación, sino tener en cuenta costo beneficio sobre
todo cuando el costo son vidas humanas y el deterioro del medio ambiente; ante esta
circunstancia el laico como agente de transformación social no puede ser indiferente y actúa
con compromiso socio-político desde su testimonio de vida en la búsqueda y defensa del
bien común , el cual siempre debe estar por encima del interés particular Es desde el
principio de la responsabilidad social y teniendo como premisa la búsqueda del equilibrio
ecológico que propone soluciones contra la destrucción del medio ambiente , optimiza los
recursos naturales en beneficio de todos eliminando la pretensión particular que beneficia a
unos pocos, que buscan riqueza material a costa de la miseria de la población acrecentando la
injusticia social.
Ya muy avanzado el capítulo, entra en escena una búsqueda fundamental que se ha ido
constituyendo latentemente, pero que en el título Política y economía en diálogo para la
plenitud humana (189-198), se hace evidente: La plenitud humana. Esta requiere, sin duda
del diálogo de lo político con lo económico, debe ser la meta de tales dimensiones humanas,
es decir su planificación, su realización, su felicidad. Debe, por el contrario, acabarse la era
de las inculpaciones mutuas entre economía y política en lo que atañe a la pobreza y a la
degradación del ambiente y se espera que reconozcan sus propios errores y encuentren
formas de interacción orientadas al bien común.
La puesta en consideración del diálogo entre economía y política por parte del Papa, da la
entrada para lo que vendrá posteriormente en el documento: las religiones en el diálogo con
43
las ciencias (199-201), diálogo que debe darse sin límites ni fronteras ideológicas que
permitan realizar buenas acciones en favor de nuestra casa común, ante todo porque también
aquellos que se llaman creyentes contaminan y despilfarran sin tener conciencia del daño
causado, de ahí la importancia de la conversión ecológica que transforma el corazón. En ese
mismo sentido de entrar en diálogo con las ciencias, se hace necesario que no se absoluticen
los saberes, encerrándose en los límites de sus lenguajes, impidiendo con ello la posibilidad
de afrontar adecuadamente los problemas del medio ambiente.
Un ejemplo claro de esta convergencia de ideologías son los compromisos que cada jefe
de estado y activistas consolidan en las Cumbres en favor del cambio climático para
solucionar la crisis actual de nuestra casa común, la última se realizó en Katowice Polonia en
diciembre de 2018 en búsqueda de soluciones adecuadas para salvaguardar nuestra casa
común; al respecto Idafe (2018) dice que:
El objetivo es tomar medidas para limitar la subida de la temperatura global a
finales de este siglo en 1.5° C sobre los niveles pre-industriales, pues con las
políticas actuales esa subida sería de 3.2°C y conllevaría a consecuencias
catastróficas para reducir la emisión de gases efecto invernadero y frenar el
calentamiento global.
Dice el Papa que muchas veces la mala comprensión de los principios ha llevado a los
hombres a justificar el maltrato a la naturaleza o el maltrato despótico del ser humano sobre
lo creado, o las guerras, la injusticia o las violencias, considerando esto como una infidelidad
sobre los bienes que se debían cuidar. (200) Cuantas vidas se han sacrificado en nombre de
Dios y de la religión, se ha entendido mal el principio del amor que pide cuidar.
44
Con estas propuestas de diálogo entre economía y política y entre las religiones y las
ciencias, el Papa concluye el capítulo quinto dando entrada al Capítulo Seis: Educación y
espiritualidad ecológica (202-246), punto que hace más evidente la urgencia de la acción
con la convicción y la esperanza que se puede lograr un cambio, si el docente desde su
conversión ecológica logra internalizar en los estudiantes prácticas ecológicas cómo usar la
bicicleta en vez del autobús, cambiar estilos de vida y de consumo, entre otras.
La unión de la colectividad podrá el día de mañana disminuir el porcentaje de dióxido de
carbono y bajar los índices de contaminación al cambio climático, convirtiéndose ¡más que
en un compromiso, en un reto desde la práctica educativa!, asumir, vivenciar, enseñar y
concientizar el mensaje y el llamado de esta encíclica que no es una letra muerta, sino una
invitación a trabajar por la casa común, y por las generaciones actuales y futuras.
El punto de partida debe ser necesariamente la toma de conciencia del deterioro, punto de
partida que permitirá el florecimiento de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida,
destacándose, como lo afirma el Papa mismo “un gran desafío cultural, espiritual y educativo
que supondrá largos procesos de regeneración. (202)
El fortalecimiento de la educación y el logro de una espiritualidad ecológica, serán una
realidad si se inicia por apostar por otro estilo de vida (203-208), título en el que el sumo
Pontífice aboga por un estilo nuevo más humano y ecológico, el hombre se ha
deshumanizado desde lo económico, no tiene libertad, se ha hecho esclavo de las compras, de
la sociedad de consumo con un despilfarro total, sin embargo, expresa el documento, no todo
está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también
pueden sobreponerse y volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los
condicionamientos mentales y sociales que les impongan. (205).
45
En este sentido el Papa reconoce su gran confianza en el poder del corazón y la voluntad
del ser humano para sobreponerse del estado crítico al que llegó, sin embargo, no puede
olvidar que todo parte del desarrollo de una conciencia universal que lo haga posible. Es
necesario que cada persona evalué e interiorice como el consumo y su estilo de vida
repercute en el otro y/o afecta a los demás, medir cuando está tirando y descartando en
límites del consumismo, aplicando allí la conversión ecológica, pero no solo basta con que se
haga de manera individual, se necesita también la conciencia comunitaria, el colectivo que
hace posible la transformación que impacta a nuestra casa común.
La tarea de otro estilo de vida, sustentada en la toma de conciencia por parte de los seres
humanos del deterioro que han provocado, deben respaldarse en una educación para la
alianza entre la humanidad y el ambiente 209 -215. Aquí entra la encíclica en un punto
álgido y fundamental para este ejercicio de identificación de alternativas aplicables en la
educación. En este punto el Papa reconoce que es muy noble asumir el deber de cuidar la
creación con pequeñas acciones cotidianas y es maravilloso que la educación sea capaz de
motivarlas hasta conformar un estilo de vida fortaleciendo también las relaciones.
La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos
que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente. La práctica
educativa es el mejor escenario junto con la familia para formar en criterios de
responsabilidad ambiental desde los pequeños gestos que irán transformando los ambientes y
la vida.
El Papa puntualmente en el numeral 213 de la encíclica expresa que: “una buena
educación escolar en la temprana edad coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo
de toda una vida”. Es en esa etapa de iniciación donde se impregna en la conciencia de los
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niños el amor, el respeto por los otros seres vivos y la gratitud. Cuando se forma y se
concientiza hacia el no destruir sino construir y cuidar, valorando también al ser humano en
igualdad y fraternidad, esto se ve reflejado en bien y en amor a donde quiera que este niño
vaya. Esa formación inicia en la familia y posteriormente en la escuela y se va a reflejar en la
sociedad, como dice el papa “estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir
una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea”
Una vez hecha la referencia al importante papel de la escuela y la educación, el Papa hace
un recorrido por una de las categorías fundamentales de la encíclica la Conversión ecológica
216-221, aquí se piensa en la casa común como encuentro y comunión, con la conciencia de
pecado, omisión, culpa, negligencia. La crisis ecológica es un llamado a una profunda
conversión interior, conversión que libera al hombre de la esclavitud del consumismo y le
hará llevar un proyecto de vida con más coherencia y con una ética del dinero y estilos de
vida.
Con el título gozo y Paz (222-227) el documento hace un llamado a renunciar a la
esclavitud de las cosas, contemplar la vida con la libertad de no tener las ataduras del dinero
ni de las apariencias en que vive la humanidad, a sentir satisfacción en los encuentros
fraternos, en el servicio, en el despliegue de los carismas, en la música y el arte, en el
contacto con la naturaleza, en la oración.
El gozo de un corazón que vive todo con serena atención, que sabe estar plenamente
presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene después, que se entrega a cada
momento como don divino que debe ser plenamente vivido. Jesús enseñaba esta actitud
cuando invitaba a mirar los lirios del campo y las aves del cielo, o cuando, ante la presencia
de un hombre inquieto, detuvo en él su mirada, y le amó (Mc 10,21). Él sí que estaba
47
plenamente presente ante cada ser humano y ante cada criatura; en su estilo de vida, sus
enseñanzas y pedagogía conduce al ser humano a ser uno con la naturaleza, pues hace parte
de ella y así mostró un camino para superar la ansiedad enfermiza que nos vuelve
superficiales, agresivos y consumistas desenfrenados. (226).
Amor civil y político (228-232) es un aparte que va mostrando un tono conclusivo en la
encíclica, se refiere a Dios como padre común de la humanidad, lo cual hace a los hombres
hermanos, hace un llamado al amor universal recordando la gratuidad del amor, no por lo que
los otros hagan sino simple por puro amor. Gratuidad que lleva a amar y aceptar el viento, el
sol o las nubes, en una profunda aceptación y comunión con la naturaleza. Afirma a ese
respecto el Papa (229) que hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que
tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y
honestos. Se conecta este aparte de la encíclica con una propuesta que hace referencia a lo
sagrado en lo que el Papa titula Signos sacramentales y descanso celebrativo (233-237), en
el que muestra cómo en la sencillez de lo que rodea al ser humano revela la profundidad de
Dios, de modo que hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre
(159). Esta manera tan sencilla pero hermosa de comprender la realidad, permite la entrada
para enseñar en la práctica educativa, la importancia de la fraternidad, la vida espiritual, la
paz interior, la comunión con Dios, con el otro y con la naturaleza, la contemplación como
medios que ayudan a tener una salud mental y tranquilidad.
Sin embargo, esos símbolos de la presencia de Dios en la naturaleza, en las “pequeñeces”
de lo que nos rodea pero que muestran la inmensidad de la divinidad, se hacen más evidentes
en la referencia a la trinidad y la relación entre las criaturas (238-240), en donde el Papa
advierte que “el mundo fue creado por las tres Personas como un único principio divino, pero
48
cada una de ellas realiza esta obra común según su propiedad personal. Por eso, cuando
contemplamos con admiración el universo en su grandeza y belleza, debemos alabar a toda la
Trinidad. (238). La mayor de las creaturas divinas, el ser humano se hace cada vez mayor
cuando sale de sí para entrar en la comunión con Dios, con los otros y las demás creaturas del
universo y es en este sentido que se hace indispensable madurar la espiritualidad de la
solidaridad que consiste esencialmente en participar del amor trinitario a través de la
conexión espiritual con todo lo existente, pues el hombre es un ser relacional y cualquier
aislamiento voluntario y permanente de la sociedad y del contacto con el medio ambiente lo
enferma y desnaturaliza.
Antes de concluir la encíclica, como es de esperarse, el Papa involucra la necesaria
referencia a María la Virgen y en el título Reina de todo lo creado (241-242), expresa cómo
la Madre de Dios también sufre lo que el medio viene sufriendo en una suerte de deterioro
implacable y tormentoso.
El Pontífice afirma que, así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús,
ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este
mundo arrasadas por el poder humano. (241).
María, con corazón de madre, asume la humanidad en calidad de Mamá que sufre por sus
hijos tan oprimidos, ella escucha el clamor de los pobres, acompañada de San José como
hombre bueno, trabajador, justo y generoso que defendió la familia de Nazaret desde su
ternura y valentía en todos los momentos que le correspondió defenderlos.
49
La encíclica dedica su último título, Más allá del sol (243-245), a hacer referencia al
encuentro definitivo del ser humano con Dios, reconociendo que el ser humano a pesar de su
vida de pecado e indiferencia, en lo más profundo de su corazón tiene esa sed de Dios como
huella indeleble. Es la gran esperanza con la que cuentan los seres humanos de saber que al
final de las luchas y los devenires verán el rostro de su Creador quien los hará partícipes de
los misterios del universo para vivir a plenitud y en comunión la gracia y el favor de Dios.
Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz
que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de
la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido
definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos.
Alabado seas. (245)
3.METODOLOGÍA
La consecución de estrategias emergentes en la encíclica exigió de un paso inicial
fundamental como fue el abordaje meticuloso del texto, desarrollando un recorrido cuidadoso
por cada una de sus líneas, identificando elementos estructurales constitutivos, los cuales
permiten la identificación de las categorías como insumos fundamentales que encaminaran la
investigación al logro del objetivo propuesto.
Se hizo un recorrido por los conceptos y las categorías detallando las que eran relevantes para
fortalecer las búsquedas del investigador, pertinencia que estuvo dada por la presencia recurrente
en el texto. Para la determinación de tales categorías esenciales se acude al análisis de contenido
como herramienta metodológica que permite descubrir una serie de insistencias o enunciaciones
50
reiterativas que, como marcas o sellos, evidencian el interés del autor y la tendencia hacia una
serie de categorías fundamentales.
Siguiendo a Porta y Silva (2003), P. 8-9) el “Análisis de Contenido” se configura, como una
técnica objetiva, sistemática, cualitativa y cuantitativa que trabaja con materiales representativos,
marcada por la exhaustividad y con posibilidades de generalización. Esto significa:
• Objetiva: Emplea procedimientos de análisis que pueden ser reproducidos por otras
investigaciones.
• Sistemática: Exige la sujeción del análisis a unas pautas objetivas determinadas.
• Cuantitativa: Mide la frecuencia de aparición de ciertas características de contenido.
• Cualitativa: Detecta la presencia y ausencia de una característica del contenido.
• Representativa: Selecciona materiales y la presencia de categorías en los mismos que
aparecen en número suficiente para justificar el recuento.
• Exhaustiva: Una vez definido su objeto no puede olvidarse nada de él.
• Generalización: Tiene unas hipótesis que debe probar de cara a extraer conclusiones en
una investigación.
En este sentido debe quedar claro que no es la intuición ni el impulso subjetivo del
investigador lo que revela la presencia recurrente, sino que el material significativo es revelado
por el análisis cualitativo y, una vez se ha logrado dicho material, este se clasifica y ordena para
la estructuración de las categorías apropiadas que deben ser interpretadas.
Así, el paso siguiente hacia la consecución de las estrategias buscadas, es el proceso de
interpretación de lo hallado, contando para ello con el apoyo en el método hermenéutico, el cual
51
se desarrolla a partir de la búsqueda de elementos subyacentes mediante el estudio y la reflexión
de las categorías y temas esenciales, las cuales son interpretadas, como lo expresa Hernández
Sampieri (2006) p. 494 mediando diferentes significados aportados por los participantes.
3.1. Tipo de Investigación:
Esta investigación es de orden cualitativo ya que busca concientizar al ser humano del daño
causado desde la interpretación de la realidad en la aproximación hermenéutica y el análisis de
contenido mediante la categorización y subcategorización que proponen Strauss y Corbin
(1990;1998) Agrupar los datos en categorías es un paso importante pues permite la reducción de
datos en unidades de análisis más operativas, además, las categorías tienen poder analítico
porque poseen el potencial de explicar y predecir (Strauss y Corbin, 1990; 1998).
La carta encíclica Laudato Si’ quiere aportar desde la práctica educativa al propósito del autor
fundante en el cuidado de la casa común.
3.2. Diseño de Investigación:
Se ha seleccionado el diseño descriptivo por cuanto detalla de manera objetiva y organizada
la realidad dentro del contexto de la carta como tal, señalando la intencionalidad del autor y su
motivación por querer desde la práctica educativa fomentar un cambio en el contexto real, por
medio de la ecología integral que se obtiene desde el cambio de estilos de vida renovados y una
conversión ecológica sincera.
3.3. Participantes:
52
En esta investigación dado el carácter hermenéutico del ejercicio se llevó a cabo la
observación participante con el apoyo y acompañamiento de dos asesores: uno metodológico y
otro académico, quienes realizaron aportes, intervenciones y ajustes durante todo el ejercicio y
según la etapa del proyecto para obtener el producto final.
3.4. Técnicas de recolección de información
• Unidad de análisis: Encíclica Laudato Si’
• Unidad de trabajo o categorías: Corresponden a las categorías, emergen de acuerdo con el
abordaje generado por el análisis de contenido.
Ilustración 4 Identificación de la recurrencia de conceptos en la encíclica como factor para la identificación de categorías.
Texto Conceptos No. de veces en el
texto
Carta encíclica Laudato
Si
Cuidado 40
Responsabilidad 34
Conciencia 27
Cambio 15
Casa común 11
Ecología Integral 8
Conversión ecológica 5
Fuente: Elaboración propia
53
Ilustración 5 Cuadro: Categorías y subcategorías emergentes.
Unidad de análisis Categorías Subcategorías
Carta encíclica
Laudato Si’
Cuidado de la Casa
común
• Madre tierra
• Planeta
• Lugar donde habitan
todos los seres vivos
Conversión ecológica • Cambiar desde adentro.
• Arrepentimiento
• Cambio
Ecología integral • Cambio en los estilos de
vida del hombre
Práctica educativa • Proceso educativo
escolar
• Enseñanza
• Donar del maestro
Fuente: Elaboración propia
A medida que se hizo el recorrido por la encíclica, emergieron las categorías y subcategorías
que fueron mostrando la intencionalidad del Papa y sobre las cuales se formularon estrategias
educativas que puedan ser asumidas por la escuela como se propone en el objetivo de la
investigación.
La necesidad de un cambio de la envergadura de lo ambiental y de un escenario propicio para tal
intención, en el que la toma de conciencia para transformar la crisis socio ambiental sea una
búsqueda constante, permitió mirar la escuela como fundamental en esta intención ante todo
porque es necesario, desde la temprana edad, tomar acciones individuales, colectivas y
responsabilidad tanto política como personal.
3.5. Instrumentos:
54
La observación participante, seguido de un mapa conceptual que la ubica en el contexto general
y detallado del documento. Posteriormente, con toda la estructura de la encíclica se elabora una
matriz de datos cualitativos (ver Anexo 3) como apoyo para el análisis y diseño de metas a
trabajar en las catequesis a abordar en la práctica educativa, durante el análisis documental se
elaboraron esquemas y cuadros que sirvieron en la síntesis e interpretación de los datos de la
unidad de trabajo.
Ilustración 6 Mapa conceptual Laudato Si’
Fuente: Elaboración propia
3.6. Procedimiento:
55
La investigación se desarrolló en tres fases:
3.6.1 Fase 1:
Desarrollo de un proceso de estudio detallado y cuidadoso de la encíclica con miras en primer
término de descubrir sus elementos constitutivos a partir del uso del análisis de contenido como
metodología de estudio.
Fase 2: Elaboración y adopción de esquemas en los que se recogen las categorías estructurales
que emergen del proceso de análisis (análisis de contenido) e interpretación (Hermenéutica) de la
encíclica.
Fase 3: Promoción de estrategias y planes de acción aplicables a la vida en el contexto educativo
fomento de una “pedagogía del cuidado" hacia la mitigación de problemáticas socio ambientales.
3.7 Cronograma
Ilustración 7 Cronograma
Mes
Actividad
Mar Abr May Jun Ag Sept Oct Nov Feb Mar Abr May
Anteproyecto
Antecedentes.
Marco Teórico
Elaboración
metodológica
56
Elaboración
instrumento
Recolección de
datos
Tabulación
Análisis de datos
Entrega
Informe final
4.RESULTADOS
Ante los objetivos planteados y desde la descripción del problema, el abordar la unidad de
análisis desde un mapa conceptual permitió tener una visión macro y micro del documento; a
medida que se hizo la lectura se construyó la matriz, que a partir de la interpretación de cada
apartado, permitió el surgimiento de seis elementos nucleares, que como estrategias emergentes
y puestos a la consideración del trabajo escolar desde la educación religiosa escolar, podrían en
gran medida propiciar una conversión ecológica que promueva por su parte una ecología
integral en beneficio nuestra “casa común”, para establecer una mejor sociedad y la
preservación de la calidad de vida.
1. Asumiendo consciencia en favor del medio ambiente
2. El pecado como gestor de deterioro ambiental
3. Las creaciones humanas al límite de los problemas ambientales
57
4. El restablecimiento de la unidad entre lo humano y la naturaleza estrategia para subsanar
la crisis socio-ambiental.
5. La urgencia de unidad mundial de criterios ante la crisis como herramienta de mitigación
al daño medio ambiental
6. Un accionar pedagógico que contempla la obra creadora de Dios y propone estilos de
vida que garantizan un ambiente sostenible para mantener la creación.
Dentro del análisis del documento como hallazgo importante para trabajar en la práctica
educativa, se encuentra la necesidad de promover espacios de reflexión y de herramientas que
permitan asumir conciencia y tomar acciones sobre la cultura del descarte que afecta a la
humanidad y a nuestra casa “común. Al entender la ecología como la administración del espacio
y la economía como la administración de los bienes, se encontró pertinente concientizar, a través
de las prácticas educativas, acerca de una cultura actual de “el tira y arroje”, sobre la manía del
“ya no me sirve”, “compro otro”, tan generalizado.
Ilustración 8 Crítica a la cultura del descarte
Fuente: Elaboración propia
58
En cuanto a la administración de los bienes existe una deficiente distribución de los
recursos, lo cual va acelerando de manera exponencial la cultura del descarte, la cual ha
llegado a niveles insospechados en los que los seres humanos también entran en esta
posibilidad de ser descartados, generándose seres humanos con poca sensibilidad frente a
la realidad que les circunda, pero no solo insensibilidad ante las cosas, sino sobre todo
ante sus congéneres con el inmenso dolor de llegar a considerar que estas dinámicas son
parte constitutiva de la evolución y progreso de las sociedades. Aquí se hace urgente el
llamado del sumo pontífice muy al principio de la encíclica al proponer que “toda
pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en los “estilos de
vida”, los modelos de producción y de consumo, las estructuras de poder que rigen hoy la
sociedad” (5). El Papa critica el nuevo paradigma abiertamente y las formas de poder que
derivan de las tecnologías; la invitación es a buscar otros modos de entender la economía
y el progreso (16). Pero también se aclara que no es una postura en contra del progreso,
tan valioso para el desarrollo de la sociedad, sino en la búsqueda de alternativas para que
ese progreso vaya alineado a la mejora, en la preservación de la vida y la naturaleza:
Se trata de abrir camino a oportunidades diferentes, que no implican detener la creatividad
humana y su sueño de progreso, sino orientar esa energía con cauces nuevos.
Por ejemplo, un camino de desarrollo productivo más creativo y mejor orientado podría corregir el hecho de que haya una inversión tecnológica excesiva para el consumo y poca para
resolver problemas pendientes de la humanidad; podría generar formas inteligentes y rentables
de reutilización, refuncionalización y reciclado; podría mejorar la eficiencia energética de las ciudades. La diversificación productiva da amplísimas posibilidades a la inteligencia humana
para crear e innovar, a la vez que protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo. (191)
En cuanto a la ecología o administración del espacio se encuentra una gran crisis en
esta materia ya que el hombre al tergiversar esa condición de dominador que le fue
59
otorgada por iniciativa divina, no genera más que atraso y deterioro, no puede haber
prosperidad a costa de la contaminación. En este aspecto hay que examinar la
responsabilidad que tienen los países poderosos frente a los países subdesarrollados es alta
por la contaminación y el daño que causan, haciéndose fundamental aquí el otro llamado
de Francisco: “así como se necesitan instituciones dotadas de poder para sancionar los
ataques al medio ambiente, también necesitamos controlarnos y educarnos unos a otros”
(214).
En materia de ecología integral se encontró inmersa en la unidad de análisis que el
Papa propone siete ecologías que conforman la gran categoría:
Ilustración 9 Las siete ecologías que propone el Papa Francisco
Fuente: Elaboración propia
El análisis que se le hace a la ecología cultural vislumbra la necesidad de recuperar la cultura,
la tradición, las costumbres; la modernidad está acabando lo ancestral. Si se le pregunta ahora a
60
un estudiante de educación básica o media vocacional por música colombiana no sabe
exactamente que es, no sabe identificar un joropo, un bambuco. En muchos lugares del mundo
las culturas indígenas y afrodescendientes como también los campesinos son expropiados de sus
tierras, obligando con ello a emigrar a las ciudades, perdiendo su libertad, trabajo costumbres y
tradiciones, al entrar en la modernidad han adoptado condiciones de vida (vestuarios, costumbres
y religión), que aunque no atenten contra su dignidad humana, sí generan un deterioro cultural e
identitario que es preocupante, para lo cual la escuela tiene una tarea primordial en aras de
mantener un contexto que se ve fortalecido por la diversidad.
El docente Ere desde la práctica educativa asume diversos retos en el marco de la
modernidad, desde su formación espiritual, académica e idoneidad tiene la capacidad de
transmitir de manera actual el mensaje cristiano de solidaridad y cuidado de manera creativa,
desarrollando actividades que le permitan rescatar los valores culturares, típicos y ancestrales:
jornadas pedagógicas y de reciclaje, actos culturales , deportivos y artísticos , convirtiéndose en
ente transformador de la realidad y a la vez conservador de la cultura ancestral que permitan
volver a la conservación y a la reconciliación con el medio ambiente.
Es primordial cuidar el folklor de los pueblos y las naciones, sin dejar que el consumismo
desmedido que uniforma e impone calidad de vida pueda contaminar las culturas, “la alteración
de una cultura puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas” (145)
Para el interés fundamental de esta investigación fue de gran apoyo lo relacionado con la
ecología de la vida cotidiana, pues en las instituciones educativas se corre el riesgo de instruir en
lo ecológico sin conectar tales prácticas con la cotidianidad de manera absoluta, pues se
considera que lo ecológico se limita a unas cuantas prácticas de orden ambiental, desconociendo
que la acción cotidiana del ser humano es en su totalidad una acción ecológica.
61
Esta propuesta se enfoca en mejorar el diario vivir, lo cotidiano, en todos los ámbitos donde el
hombre transcurre sus días, llámese casa, trabajo, ciudades, barrios. Una ecología entendida
desde la acción cotidiana genera, con toda seguridad, mejoras en la calidad de vida, desde las
necesidades básicas, la organización y la disciplina, hasta los recursos como medios de trasporte
y urbanización de zonas.
Los espacios influyen en el modo de pensar de los seres humanos y esto verdaderamente debe
generar preocupación, en espacios pequeños la capacidad de pensamiento es más limitada,
espacios amplios permiten mejores ideas en los individuos y cada vez los espacios son más
reducidos en las ciudades y poblaciones como optimización del espacio. En este sentido
Sequeiros (2016) expresa “Un desarrollo auténtico presupone un mejoramiento integral en la
calidad de vida humana: espacios públicos, transportes, vivienda, etc.”.
La tarea de la escuela que se involucra en el asunto de la conversión ecológica, es impulsar la
creatividad para transformar y mejorar, y dicha tarea desde la educación religiosa escolar, toma
matices particulares en cuanto pueden fortalecerse desde la espiritualidad humana. Al respecto el
Papa Francisco aporta en el numeral (148):
Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de
revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los
condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la
precariedad.
El docente de educación religiosa escolar debe comprender que la niñez asume con mucha
seriedad el asunto ambiental ante todo porque vive su cotidianidad con alegría y es así como
debe intentar el docente mismo que permanezca. Este modo de abordar la vida desde la niñez
aporta de manera fundamental en la armonía cósmica. A este respecto en Evangelii Gaudium el
62
mismo Papa Francisco aborda el tema en varios numerales, por ejemplo, en el 4 invita a vivir en
alegría la vida cotidiana con el amor de Dios, lo cual es necesario para lograr la armonía desde
las pequeñas cosas:
Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como
respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus
posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta
ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!
Urge con aquellos infantes que han perdido el disfrutar de lo pequeño, absorbidos en el
consumismo y la tecnología, evidenciado en el alto índice de suicidios y enfermedades mentales,
un trabajo insistente acerca de lo que tiene que ver con esta ecología de la vida cotidiana.
Por otra parte, las interpretaciones de la unidad de análisis arrojaron como resultado la
insistencia del Papa en el impacto negativo que ejercen las deficientes políticas en materia
ambiental, la mala y corrupta administración requiere la necesidad urgente de un dialogo, un encuentro
entre la política y la economía al servicio de la vida humana. Para ello hay que asumir como
premisa, en un contexto escolar cooptado por los temas de la producción y el mercado, la
propuesta de la encíclica que señala que “Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un
mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso”.
(194)
Así mismo hay que entender que los modos como se viene desarrollando la tarea escolar
actual proponen una idea que ha hecho mucho daño al mundo y ha sido artífice de destrucción;
es el hecho de reconocer que la política es un asunto regentado por la economía, principio que
permite, como ha sucedido en algunas COP el rechazo de políticas mundiales en favor del medio
ambiente, en particular por parte de los países económicamente más poderosos, contrario al
63
deseo de comprender que la política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a
los dictámenes y al paradigma eficientista tecnocrático.
La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la
pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus
propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. (198).
Ilustración 10 Política y economía en dialogo
Fuente: Elaboración propia
5.DISCUSIÓN
A partir de la siguiente triangulación de posturas se expone la discusión teniendo como referente
la carta encíclica Laudato Si’
Ilustración 11 Triangulación
Fuente: Elaboración propia
64
Del referente teórico se pueden extractar infinidad de resultados de suma importancia para
trabajar, sin embargo, como sucede con toda obra que como esta, cuenta con una gran densidad
conceptual y categorial, el factor tiempo no permite alcanzar tales profundidades ni plasmar lo
que se ha investigado al detalle.
Es un texto que a pesar de la universalidad de sus postulados y la densidad de sus reflexiones
se encuentra claramente estructurado, con conceptos accesibles a todo aquel que pretenda
acercarse a él, asunto fundamental previsto por el autor, ante todo porque se propone una obra
que pretende un mensaje del que no se debe abstraer ningún individuo. Es un documento previsto
para todos los habitantes de la casa común, realizado de manera fácil de entender y aplicable a la
vida, escrito para llegar a la razón, pero debe conectar también con el corazón.
Es un documento que suscita la inquietud por la realidad y con ello por realizar pequeños
gestos que van constituyendo grandes acciones en favor de las comunidades y el medio en el que
se desenvuelven.
El Papa confía en los educadores para hacer efectiva la tarea y el reto de amorosos gestos por
la casa común:
La educación ambiental debería disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde
donde una ética ecológica adquiere su sentido más hondo. Por otra parte, hay educadores
capaces de replantear los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que
ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado
en la compasión (LS.210)
La encíclica remarca de manera insistente la certeza y convicción de que la práctica educativa
tiene un gran papel y que el docente es un actor fundamental y confiable para llevar a cabo dicha
tarea:
Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y
es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de
vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos
65
comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del
ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua,
separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con
cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo
vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto
es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano.
LS.211)
Es una condición particular del texto la mirada en las dimensiones social y humana, lo cual le
provee al investigador un sustento esencial para reconocer la integralidad en la estructura de la
mirada que da el Papa y con ello el deber de seguir observando el asunto de una manera integral.
Dicha integralidad orienta un ejercicio escolar que no puede desconocer la multiplicidad de
dimensiones por la que se desenvuelve el ser humano y que no se limitan a lo espacial ambiental,
sino que involucra también asuntos de lo económico (141), cultural (143-146) ambiental (138),
social, etc., en una inmejorable propuesta de ecología integral que no olvida nada de lo que
circunda al ser humano, incluyendo sus congéneres.
Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía
con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para
contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia «no
debe ser fabricada sino descubierta, develada». (L.S, 225).
Cuando se revisa cada una de ellas, el pensamiento se dirige hacia varias partes: en primera
instancia como Dios en su inmensa sabiduría y amor infinito dispone de todo para el bien del ser
humano, no es ajeno a su realidad, a su cotidianidad, sabe perfectamente que necesita recursos
para vivir. La tarea que se puede impulsar desde el espacio escolar puede ser el de “recuperar los
distintos niveles del equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás,
el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios” (210).
De igual manera la ecología social que sueña con seres humanos libres y fraternos en sus
relaciones, desde el ámbito familiar hasta la fraternidad mundial, entra aquí la ecología humana
66
con la aceptación personal de su misma condición antropológica, aceptando fortalezas y
debilidades, aquellas que desde la gracia nos acercan a Dios (2 Co 12,9)
Y es que amo tanto Dios al hombre que lo capacito con una ecología integral para ser feliz y
dar respuesta al mundo de su condición humana y social.
Por otra parte, el conjunto de ecologías devela que el sistema educativo en Colombia se
equivocó en su currículo frente a la necesidad actual. Es pertinente educar para la vida,
humanizar para la cotidianidad, fraternidad, el cuidado, el amor y la responsabilidad civil y
social. ¿Para qué saturar los educandos con contenidos improductivos?, si la prioridad actual es
dejar mejor la casa común para las futuras generaciones y para los propios hijos.
Dando continuidad a la discusión desde los resultados encontrados, la crítica a la cultura del
descarte (22) como consecuencia del modelo capitalista inconsciente y calculador que no le da
oportunidad al hombre ni a las cosas, es una oportunidad de denuncia del Papa, pero también
oportunidad para el investigador de preparar retos alcanzables que mitiguen este impacto. La
dignidad que tiene el ser humano desde los derechos humanos y el derecho divino de ser hijo de
Dios y (65) y (Gn 1,26) se debe devolver a aquellos que han sido excluidos, entra aquí también la
denuncia y el trabajo contra las leyes del aborto (120)
Después de esto se evidencia que los resultados encontrados tienen algunos puntos
convergentes con los antecedentes investigativos y aportan a la comprensión del problema de
investigación.
67
Conviene subrayar que se dan dificultades de diverso tipo en el proceso mismo de
investigación, particularmente las que tienen que ver con el tiempo y algunas dudas en la
elección de la metodología.
Cabe destacar que Laudato Si’ no es una carta más para guardar, ha movido emociones,
reacciones y acciones a nivel mundial; ante esta responsabilidad y compromiso con la casa
común queda entonces el seguimiento a los resultados obtenidos de este ejercicio.
6. CONCLUSIONES
La búsqueda de elementos constitutivos esenciales de un documento del calibre y la densidad
de una encíclica Papal, en especial una en la que los temas son plurales y multidimensionales,
exigió de una revisión profundamente exhaustiva que permitió llegar a las siguientes
conclusiones:
La conversión ecológica se encuentra en la base de toda una estructura conceptual y
categorial sobre la que se estructuran una serie de principios y prácticas que dan forma al interés
superior del bien común.
La problemática mundial abordada desde la investigación se aclara cuando es leída en los
términos de integralidad que el Papa promueve permitiendo la identificación de elementos tan
determinantes para su comprensión como:
El Cuidado de la Casa común como una tarea hacia la cual deben tender todos los esfuerzos
tanto educativos como, políticos, sociales y culturales de colectividades comprometidas en
alcanzar mejores niveles de vida que trascienden hacia el encuentro de una vida definitiva
reflejada en el cara a cara como plenitud del bien.
68
Mientras el ser humano no experimente la angustia del deterioro a la Madre tierra, no
escarmentará el dolor de una vida desorientada que no ha pensado en nada más sino en una
existencia egoísta y que ahora se devuelve en contra de quien ha vivido sin un sentido de
trascendencia.
El ser humano en su sano juicio ha de entender que arrepentirse de sus malas prácticas con el
contexto en todas sus acepciones, es un paso inicial para empezar un proceso de reconciliación
que abarca todas las dimensiones de la vida y que es el arrepentimiento desde donde se abre la
ruta de la transformación.
La vuelta sobre sí mismo por parte de un ser humano absorbido por una exterioridad que lo
manipula, es esencial como herramienta para desde su propia comprensión dar una nueva mirada
de todo lo que le rodea, convirtiéndose dicha acción en el fundamento de una serie de prácticas
reparadoras que refuercen las buenas relaciones.
La escuela en este sentido tiene un papel preponderante como desarrolladora, desde los
primeros años de escolaridad, de prácticas reparadoras diversas, inspiradas en las directrices
propuestas por el Papa como el mejoramiento de la casa común a través de la comprensión
integral de la realidad. En este ejercicio se describieron prácticas reparadoras y de relación con la
naturaleza que se podrán realizar en salidas de campo educativas enfocadas a la conservación,
reciclaje, la promoción humana, mediante modelos sostenibles que se podrán trabajar en la
práctica educativa como experiencia de vida que impacta a los educandos en su formación y
también en su salud mental y corporal.
También impacta en las familias de los jóvenes que interiorizando las prácticas de ahorro y
estilos de vida sobrios (no consumistas) interpelara a sus padres sobre sus propios estilos de vida
y dando paso a una mejor economía familiar.
69
Con el interés de integrar en la práctica educativa la dimensión humana y social de la ecología
integral y mediante un estudio detallado de las siete ecologías, se llega a la conclusión de que si
no es desde la propuesta pedagógica y didáctica no habrá modo de que se puedan gestar prácticas
encaminadas al mejoramiento de la casa común, de manera que las siete ecologías deben ser
elementos estructurales de acciones escolares que permitan una comprensión del individuo y su
entorno en el pleno sentido de sus condiciones.
Si la raíz de la crisis socio ambiental es el corazón humano, se concluye que se
debe atacar esa raíz. La práctica educativa es el lugar donde el docente ERE desde su
conversión ecológica aplicará no solo las herramientas invaluables contenidas en cada
capítulo de la carta encíclica Laudato Si’ sino también desde los documentos de
formación que como estrategias emergen de ella apuntando a la formación integral de
los educandos para que socialicen mejor y mediante las buenas practicas ecológicas y el
encuentro con la naturaleza logren alcanzar en su proceso formativo una ecología
integral.
Esto impactará en la estructura social y en la casa común, disminuyendo con las buenas
relaciones interpersonales el conflicto que se presenta en el contexto educativo y en
general entre los jóvenes en edad escolar y en la conservación del medio ambiente.
7. REFERENCIAS
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Próxima Cumbre 2019 Acción climática en Nueva York
https://www.un.org/es/climatechange/faq.shtml Recuperado del 22 de mayo de 2019
8.ANEXOS
Anexo 1. Formación
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Pequeños gestos en
familia por nuestra
“casa común", el
problema socio-
ambiental
Angélica María Quintero Figueroa
Universidad Católica de Pereira
Anexo 2. Poema de conversión ecológica personal (basado en la vida real)
Cuando las ranas cantan…
I
Me interne en el bosque una noche clara
para pedir perdón por la injusticia llana,
la que se comete sin temor alguno
a que tú te niegues a respirar mañana,
acabaría nuestro orgullo… gran delirio
de ciencia y tecnología
¡Que el dinero no respira!
ni la sed ni el hambre calman.
II
El joven y el niño, el agua y lámpara
hombres y mujeres aquellas de mi raza
75
viajando en el tiempo que al alma llegara
en unión fraterna, clamor de esperanza
entre hojas y viento, sereno y consuelo,
la humanidad representada conmigo esperaba
“completa ya estaba”, la mascota hizo presencia hidalga
se disponían en alétheia, ante ella ¡la madre tierra!
III
Todos allí, corazón compungido
y vestidura blanca
dando a la madre la cara,
por la insensatez absoluta
y la insensibilidad que desgarra,
por destruirte, por no escucharte
por no atenderte y explosionarte
y tú, sencilla mirabas.
IV
Y mientras yo, a mi niño cargaba
con sus ojitos cansados
con voz ingenua rezaba
nobleza candorosa, su petición elevaba
uniéndose al ruego tierno
para tener buena infancia.
cansado entre mi pecho desvanecido en sueño
apretado en brazos su carita relajada.
V
¡Oh! Madre tierra perdona,
esta ceguera pagana,
de estos “tus hijos” que niegan
76
la casta de donde provienen.
Maltrato y muerte te hieren
y tu dulce mama contemplas
con rostro de madre buena y serena
que siempre a su prole espera.
VI
Y fue allí, después del rosario
la tierra en vela esperaba,
y al cantar el Ave María
acorde un coro de ranas se unía,
desde el riachuelo emulaban
a esa humanidad que imploraba,
y en total sintonía, se convirtió en sinfonía
esa conexión tan cercana.
VII
Entonces entendí serena extasiada,
que sí escuchas, y que al oído tantas veces me susurras:
Que sí estas vivas, que eres sensible,
que realmente nos amas
y con amorosa ternura de madre visible,
en ese puñito de almas
que la humanidad representaba
la Pachamama ¡ella nos perdonaba!
A.M.Q.F
Anexo 3. Matriz de datos
CATEGORIA
DE ANALISIS
NUMERA
LES
PROBLEMÁTICA
EXPUESTA
ELEMENTOS E IDEAS
FUNDAMENTALES
INVITACIÓN
DEL CAPÍTULO
IDEAS EMERGENTES PARA LA PRODUCCIÓN DE HERRAMIENTAS
EDUCATIVAS
77
Problemáticas
ambientales
17 - 61 Cambio climático,
dificultades de acceso al
agua potable, la pérdida
de la biodiversidad y la
deuda ecológica del ser
humano.
El mundo está sufriendo y evidencia de ello
es el acelerado cambio climático, la escasez
de agua, disminución de la diversidad
biológica y tantos otros factores que dan
razón de ello, sin embargo mientras el ser
humano no asuma con honestidad que es
también su problema, que está involucrado
como causa fundamental, no habrá manera de
asumir con convicción las tareas que le
corresponden para subsanar una deuda
ecológica que posee.
Invitación a asumir
conscientemente la
deuda con el medio
por el daño
generado y la
necesidad de
acciones
determinantes
Asumiendo consciencia en favor del medio
La Creación 62 - 100 Desde el marco de la
Creación , se desarrolla
la idea de la existencia
humana la cual se
sustenta en la relación
con Dios, con el prójimo
y con la tierra.
En conexión con el capítulo anterior y en el
marco de los relatos de la creación el papa
hace referencia a la gran responsabilidad que
recae sobre el ser humano en virtud del
ambiente como bien colectivo, patrimonio y
responsabilidad de todos.
Con base en el relato sobre la creación, el
sumo pontífice hace referencia a la estrecha y
equilibrada relación entre el hombre y las
demás creaturas, no obstante, tal equilibrio se
rompe por el pecado, pecado manifiesto en la
ruptura con Dios, el prójimo y la tierra.
Todas las creaturas, incluido el ser humano
quien debe actuar como labrador y cuidador,
avanzan junto con el hombre y a través del
hombre hacia Dios como fin común
La creación es un espacio de interacción en
el que el ser humano tiene un papel
fundamental de cuidado y protección y al
ejercer el bien sobre ella lo ejerce sobre sí
mismo, de modo que abusar sobre cualquier
creatura es contrario a la dignidad humana.
Es menester un sentimiento de íntima
relación del ser humano con las demás
creaturas, inspirando ternura, compasión y
preocupación por todos incluido por los seres
humanos. Hoy urge asumir la conciencia de
comunión universal, la cual se refleja de
manera ejemplarizante en la persona de
Cristo quien está resucitado y glorioso
presente y enseñoreado en toda la creación.
El ser humano es el
responsable del
deterioro, quien a
causa del pecado ha
generado rupturas
que deben ser
subsanadas en virtud
de la relación de
complementariedad
e interdependencia
con Dios, el medio y
el otro.
El pecado como gestor de deterioro
a todo nivel
La crisis
ecológica
101-136 Causas humanas de la
crisis: mal uso de la
tecnología,
antropocentrismo, el
ilimitado progreso
científico.
Aborda la necesidad de
valorar el trabajo.
Debe hacerse un profundo análisis de las
causas generadoras del deterioro, con apoyo
en disciplinas como las ciencias humanas y la
filosofía.
En La reflexión inicial, que hace sobre la
tecnología, el Papa afirma que sin desconocer
los aportes que ha generado, sin duda otorga
gran poder a quienes poseen el conocimiento
sobre ella, generándose un dominio
tecnocrático, a todo nivel, en especial sobre
la economía y la política. De igual manera
dicho dominio lleva a la destrucción de la
naturaleza y a su sobreexplotar.
El poder que asumen las élites con la
tecnología generan un ambiente
excesivamente antropocéntrico, de
autodeterminación por parte del ser humano
como dominador, sustentado en un egoísmo
destructor, en el que se objetivizan las cosas
e incluso a los más vulnerables, generando
los grandes problemas que hoy se viven en
toda materia.
Con este marco el papa se involucra en dos
reflexiones esenciales: en primer lugar
valorar el trabajo cuyos esfuerzos deben estar
orientados fundamentalmente hacia las
personas, hacia la inversión en ellas y en
segundo lugar los límites de la ciencia, ante
El ser humano como
artífice de deterioro
debe replantear sus
prácticas partiendo
de la comprensión
real y clara de lo que
ha producido, en
especial con la
ciencia y la
tecnología.
Las creaciones humanas al límite de
los problemas ambientales
78
todo por las diferencias humanas que los
procesos científicos han generado, invitando
a la ciencia misma a impulsar en sí misma
discusiones enmarcadas en la responsabilidad
social que tiene.
Ecología
integral
137 - 162 Ecología que incorpore
el lugar del ser humano
en el mundo y sus
relaciones con todo lo
que le rodea
El concepto de ecología integral parte del
convencimiento de que la naturaleza no está
separada del hombre, que ésta no es
simplemente un contexto de
desenvolvimiento humano. El ser humano
tiene un lugar peculiar y protagónico.
La integralidad involucra también a las
instituciones lo cual implica de manera
esencial que cualquier acto que vaya en
detrimento de la solidaridad y del civismo
produce deterioros ambientales.
La problemática ambiental abarca todo tipo
de contexto en el que se desenvuelve el ser
humano, es decir involucra todo lo humano,
lo social, laboral, etc., de manera que cuando
se habla de crisis ambiental no se habla solo
de lo relacionado con el contexto, sino que
involucra de manera determinante lo social.
De manera que no puede hablarse de dos
crisis por separado, una ambiental y otra
social, sino de una única crisis socio-
ambiental.
Esta ecología ambiental es inseparable de la
noción de bien común en el contexto de hoy
con tantas inequidades esforzarse por el bien
común significa hacer opciones solidarias
especialmente por los pobres, así que , un
desarrollo auténtico presupone un
mejoramiento integral en la calidad de la vida
humana.
Un llamado por la
búsqueda del bien
común, en especial
para el
restablecimiento de
la unidad ideal entre
ser humano y
naturaleza, unidad
que se fragmenta y
genera crisis socio-
ambiental.
El restablecimiento de la unidad entre lo humano y la naturaleza estrategia para subsanar la
crisis socio-ambiental
Líneas de
orientación y
acción
163 - 201 Prioriza el diálogo y
acuerdos hacia el bien
común por parte de los
gobiernos del mundo
Es el capítulo de la acción, la pregunta qué
hacer se hace urgente dado que el proceso de
autodestrucción humana es cada vez más
determinante.
Una primera herramienta, propone el papa, es
un diálogo que involucre la política
internacional, lo cual no se puede quedar en
ideologías, sino que debe ser producto del
debate honesto encaminado a la búsqueda del
bien común sobre cualquier tipo de bien
particular. En este apartado el papa critica las
cumbres mundiales sobre el ambiente que no
han llegado a mucho, dado que se han
sucedido en medio de luchas por la
hegemonía y el poder.
Hoy se hacen indispensables acuerdos de
gobernanza global hacia el bien común.
Gestión de acuerdos
de gobernanza
mundial que generen
verdadero impacto
mundial en materia
socio - ambiental
Unidad mundial de criterios ante
la crisis como herramienta de mitigación.
Educación y
espiritualidad
ecológica
202 - 246 Urgencia de la
transformación de estilos
de vida sustentados en
una educación
ambiental.
Capítulo que hace énfasis en la conversión
ecológica uno de los elementos esenciales de
la encíclica. Establece el gran papel que tiene
la educación en los procesos de
transformación. El punto de partida debe ser
la transformación de los estilos de vida que
se han instalado en nuestros dinámicas
personales, sociales y culturales, forzando
modificaciones en entornos empresariales y
organizacionales permitiéndoles comprender
que el impacto ambiental por las mismas
prácticas de producción ha generado un daño
irreversible.
En los contextos escolares deben fortalecerse
los cursos de educación ambiental capaces de
cambiar los gestos y hábitos cotidianos que
han generado deterioro.
La conversión
ecológica sustentada
en una educación
transformadora de
estilos de vida
apoyada en la
contemplación de
las relaciones
establecida por Dios
entre sus creaturas
Una educación que contempla la obra creadora
y propone estilos de vida que mantienen
la creación.
79
No obstante, el impacto de la educación será
más evidente si se parte de una mirada
contemplativa, es decir, observar la realidad
desde dentro reconociendo los lazos que Dios
ha instaurado entre las creaturas uniendo a
todos los seres.
Fuente: Elaboración Darío Fernando Arboleda
Anexo 4. Práctica educativa. Los niños y la relación con la naturaleza
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