LAURELES POLÈMICOS
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NUEVAMENTE, EL CONSEJO SUPERIOR TENDRÁ QUE VER LAURELES POLÉMICOS Jorge Canales Vargas [email protected] El año pasado nos tocó ser parte de la discusión que terminó con la mitad del Consejo Superior de Justicia y Honores del Instituto Peruano del Deporte en el caso de Paolo Guerrero. La Federación Peruana de Futbol solicitó al IPD los laureles para Paolo, la congresista Zenaida Uribe declaraba entonces, que le correspondían, que ya estaba el pedido en marcha y era cuestión de días el otorgamiento; a su vez, Gastón Remy adelantaba opinión a título personal ―sin respetar al colegiado que presidía― señalando que valoraba mucho los méritos del futbolista, pero que el merito no había sido representando al Perú, y, por lo tanto, no era legal el otorgamiento. Días después, nos tocó discutir en el CSJDHD formalmente la solicitud y, por supuesto, el caso era polémico: los medios informaban que ya habían muchos casos de otorgamiento que no se ajustaban a ley y que este sería uno más a favor del deportista. Había que decidir qué hacer, entonces se trabajó ―como señala el reglamento―, pidiéndosele al relator, Michel Romero, que prepare la síntesis del expediente para que la secretaria de la Orden de Laureles Deportivos informara al pleno la situación y se discuta si se le otorgaba o denegaba. Luego de dos reuniones en las que no se llegaba a ningún acuerdo se planteó como cuestión previa discutir un proyecto que se denominaba ‘Gran Embajador’ y que adicionaría una tercera categoría que permitiría otorgar los Laureles Deportivos a deportistas peruanos que no competían representando oficialmente al Perú, pero que alcanzaban grandes distinciones mundiales, confiriéndoseles dicha distinción en la categoría Gran Embajador. Por supuesto que se escucharon todo tipo de críticas, la más graciosa: ‘hay que pedir permiso a Relaciones Exteriores’, o ‘preparemos un proyecto serio’. La idea era clara: esta categoría mantendría la esencia de la norma de Laureles Deportivos de 1949 vigente, de ser una recompensa honorífica que tiene como característica premiar a los deportistas que se han destacado en la causa deportiva del país. Entendiendo causa deportiva del país como exclusiva para los seleccionados nacionales, entendible para aquella época pero ahora sería ilógico pensar así, cuando el deporte ha dejado de ser exclusivo del sector público para fusionarse cada vez más con el sector privado generando una alianza en beneficio del deporte. Ante el pedido de licencia del presidente, me correspondió presidir la sesión donde se denegaron los Laureles, y se acordó felicitar al futbolista Paolo Guerrero por el mérito logrado.
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Artículo de Jorge Canales Vargas de ADEPOR
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NUEVAMENTE, EL CONSEJO SUPERIOR TENDRÁ QUE VER LAURELES
POLÉMICOS
Jorge Canales Vargas
El año pasado nos tocó ser parte de la discusión que terminó con la mitad del Consejo Superior de
Justicia y Honores del Instituto Peruano del Deporte en el caso de Paolo Guerrero. La Federación
Peruana de Futbol solicitó al IPD los laureles para Paolo, la congresista Zenaida Uribe declaraba
entonces, que le correspondían, que ya estaba el pedido en marcha y era cuestión de días el
otorgamiento; a su vez, Gastón Remy adelantaba opinión a título personal ―sin respetar al
colegiado que presidía― señalando que valoraba mucho los méritos del futbolista, pero que el
merito no había sido representando al Perú, y, por lo tanto, no era legal el otorgamiento.
Días después, nos tocó discutir en el CSJDHD formalmente la solicitud y, por supuesto, el caso era
polémico: los medios informaban que ya habían muchos casos de otorgamiento que no se
ajustaban a ley y que este sería uno más a favor del deportista.
Había que decidir qué hacer, entonces se trabajó ―como señala el reglamento―, pidiéndosele al
relator, Michel Romero, que prepare la síntesis del expediente para que la secretaria de la Orden
de Laureles Deportivos informara al pleno la situación y se discuta si se le otorgaba o denegaba.
Luego de dos reuniones en las que no se llegaba a ningún acuerdo se planteó como cuestión
previa discutir un proyecto que se denominaba ‘Gran Embajador’ y que adicionaría una tercera
categoría que permitiría otorgar los Laureles Deportivos a deportistas peruanos que no competían
representando oficialmente al Perú, pero que alcanzaban grandes distinciones mundiales,
confiriéndoseles dicha distinción en la categoría Gran Embajador.
Por supuesto que se escucharon todo tipo de críticas, la más graciosa: ‘hay que pedir permiso a
Relaciones Exteriores’, o ‘preparemos un proyecto serio’. La idea era clara: esta categoría
mantendría la esencia de la norma de Laureles Deportivos de 1949 vigente, de ser una
recompensa honorífica que tiene como característica premiar a los deportistas que se han
destacado en la causa deportiva del país. Entendiendo causa deportiva del país como exclusiva
para los seleccionados nacionales, entendible para aquella época pero ahora sería ilógico pensar
así, cuando el deporte ha dejado de ser exclusivo del sector público para fusionarse cada vez más
con el sector privado generando una alianza en beneficio del deporte.
Ante el pedido de licencia del presidente, me correspondió presidir la sesión donde se denegaron
los Laureles, y se acordó felicitar al futbolista Paolo Guerrero por el mérito logrado.
LOS LAURELES PARA NICOLÁS FUCHS
Nuevamente, el IPD se arriesga a enviar el expediente de un peruano que triunfa en el extranjero
al CSJDHD para el otorgamiento de Laureles Deportivos, esta vez no se ha escuchado a Gastón
Remy adelantar opinión. Es posible que el colegiado ―desde junio del año pasado se encuentra
sin tres miembros― decide algo diferente a lo que se resolvió en el caso Paolo. Habrá que esperar
que se reúnan los cuatro vocales y resuelvan.
Consideramos que el Consejo debe pedir al IPD, que gestione el ‘Proyecto Gran Embajador’ que
ellos elevaron a la Ministra de Educación ya en agosto de 2013, y que permitiría el otorgamiento
merecido de varios deportistas peruanos de éxito mundial.
