LaVanguardia ManuelBallbe 25-09-2001

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E xiste la posibilidad de que la gue- rra contra el terrorismo afecte a las libertades individuales y tenda- mos hacia democracias autorita- rias? Manuel Ballbé no lo descarta. “Existe”, dice. Por una parte, opina que los políticos europeos han de reconocer el fias- co de Schengen: “Europol e Interpol se han visto desbordadas por la dinamización de la delincuencia común; la movilidad policial no se corresponde con la delincuencial y la situación se complica porque a la delincuen- cia común y al terrorismo clásico hay que sumar el terrorismo bélico. No hay que des- cartar que la lucha antiterrorista sirva como excusa para volver a controles fronterizos”. Pero también cree Ballbé que, a la postre, todo quedará a expensas de lo que ocurra en EE.UU. Y militante del optimismo, quiere creer que pasado el impacto emocional por los atentados en Nueva York y en Washing- ton se ha de confiar en que la vitalidad de los movimientos norteamericanos en defen- sa de los derechos civiles haga desistir al Go- bierno de la tentación de militarizar tanto a la policía como a la justicia siguiendo el mo- delo del que ya hay indicios en la lucha con- tra el narcotráfico en Colombia. “La tenta- ción de potenciar como policía a la Guardia Nacional, una reserva para casos de emer- gencia, es un indicio de que se podría ir por ese camino, o a tender a corto plazo por ree- ditar el modelo reganista que EE.UU. ya ex- portó en su día forjando una serie de mons- truos, en varios países, a los que con el tiem- po ha tenido que enfrentarse”. Le digo que en mi opinión EE.UU. son muchas, diversas Américas, y él dice estar de acuerdo. Al antiamericanismo simplón afirma que se le tiene que recordar que en el mundo hay cementerios que son dramáti- cos horizontes de tumbas acogiendo dece- nas de miles de cuerpos de jóvenes norte- americanos que murieron luchando contra el nazismo. O que la Europa destrozada de 1945 empezó a resurgir con un plan Mar- shall aprobado por un presidente, Truman, que procedía de lo que se conoce despectiva- mente como “la América profunda”. “El problema que EE.UU. no sabe, no puede o no quiere solucionar es el desfase existente entre los valores de su sistema constitucional y su desastrosa política exte- rior”, dice Ballbé. ¿Por qué desfase? “Por- que todos los valores de su excelente siste- ma constitucional basado en el equilibrio de poderes, EE.UU. no lo aplica en sus rela- ciones internacionales y ejerce en el mundo, siendo un país de leyes antimonopolio, un monopolio que le hace comportarse como sheriff global.” “Quiero a Bin Laden vivo o muerto”, ha dicho Bush. Suena a una película del Oeste más que a frase pronunciada por el presiden- te del país hegemónico del mundo. Dice Ballbé: “Unas soluciones de sheriff y horca y del derecho a la autoprotección con armas de fuego son el modelo que Bush trata de aplicar sin percibir que son propias de un modelo de Estado decimonónico. Modelo al que yo defino como Estado individuocén- trico: aquel en el que el individuo tiene dere- cho a poseer un arma y se cree que puede ejercer como policía tomándose la justicia por su mano. Un tercio de los norteamerica- nos tienen arma y eso origina que haya diez veces más víctimas por armas de fuego que en Europa, donde los estados tienen el mo- nopolio de la violencia. Pero hay algo más: según el estudio de una revista médica, la posibilidad de morir de una forma violenta del norteamericano en posesión de un arma de fuego triplica a las posibilidades del que no la tiene, con el añadido de que no le mata- rá un delincuente, sino una persona de su entorno”. Fascinante perspectiva. Y no menos fasci- nante es el recorrido de Ballbé por el mapa de los servicios de seguridad norteamericanos. A los 100.000 policías estatales, los 600.000 lo- cales, la CIA que nunca se sabe qué hace y el CID militar que se ocupa de la lucha antiterro- rista fuera de EE.UU., hay que sumar los 60.000 policías federales repartidos por una decena de cuerpos: DEA, para drogas; ATF, para alcohol, tabaco y armas de fuego; USM para la búsqueda de fugitivos federales; AIRS para investigar en tributos y blanqueo de capi- tales... todos superponiéndose entre sí, y el FBI, tan vapuleado últimamente, con unos 25.000 agentes, una modesta cuota del 10% del pastel de seguridad que se reparte la poli- cía federal porque el 90% de los agentes son policías estatales y locales. No menos fascinante es su exposición, fría, aséptica, del estudio llevado a cabo por econo- mistas norteamericanos que afirman que el 30% de descenso en el índice de la criminali- dad del país no tiene relación con la política “tolerancia cero”, sino con el hecho de que a partir de la legalización del aborto en 1973 ba- jó el número de hijos no deseados, lo que lle- va a Ballbé a reflexionar –“no quiero que esto se interprete como una postura proabortista”, señala– que la sociedad debe implicarse a fon- do no tanto en la planificación familiar, sino en la problemática de los hijos de familias marginales “si no queremos tener en quince años una delincuencia juvenil muy violenta”. –Oiga, profesor: ¿usted cree que a partir de ahora EE.UU. variará su postura negativa ha- cia un tribunal penal internacional? –Creo que sí. Actuar fuera de la legalidad deslegitimará su actuación. Pasada la conmo- ción, el sheriff global será desautorizado. i Manuel Ballbé es catedrático de Derecho Administrativo en la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializado en derecho europeo y derecho federal norteamericano, me dice sonriendo que no se saca de encima lo que define como “el estigma de ser considerado un experto en temas de seguridad” desde el día que publicó “Orden público y militarismo en España”, trabajo que está en el origen de la desmilitarización de 50.000 policías nacionales. En este tiempo de mesiánicos predicadores de la buena nueva tecnológica o del peso opresivo del runrunrun económico por encima del discurso político, reconforta encontrarse con un hombre como éste que cree en la fuerza humana, en el espíritu de la comunidad, en su implicación en los temas de la colectividad, donde está el motor para resolver los problemas de la sociedad. Y hablando de prédicas, este hombre tranquilo con pasión por la lectura le saca punta a la historia hablando de fundamentalismos: recuerda que el artículo 12 de la Constitución de Cádiz decía que la religión católica es y será la única y verdadera y prohibía el ejercicio de cualquier otra, “y a esa Constitución los españoles la conocemos como la liberal” PAISAJES CON FIGURAS El profesor Manuel Ballbé no descarta la posibilidad de un recorte de las libertades “EE.UU. aplica un monopolio en el mundo que le hace actuarcomo sheriff global Manuel Ballbé: mirada a EE.UU. JOSÉ MARTÍ GÓMEZ El estigma de ser un experto en seguridad “Confío en la vitalidad del movimientonorteamericano pro derechos civiles” PEDRO MADUEÑO LA VANGUARDIA MARTES, 25 SEPTIEMBRE 2001 VIVIR EN BARCELONA 6

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Entrevista Dr. Manuel Ballbé

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  • Existe la posibilidad de que la gue-rra contra el terrorismo afecte a laslibertades individuales y tenda-mos hacia democracias autorita-rias?Manuel Ballb no lo descarta.

    Existe, dice. Por una parte, opina que lospolticos europeos han de reconocer el fias-co de Schengen: Europol e Interpol se hanvisto desbordadas por la dinamizacin de ladelincuencia comn; la movilidad policialno se corresponde con la delincuencial y lasituacin se complica porque a la delincuen-cia comn y al terrorismo clsico hay quesumar el terrorismo blico. No hay que des-cartar que la lucha antiterrorista sirva comoexcusa para volver a controles fronterizos.Pero tambin cree Ballb que, a la postre,

    todo quedar a expensas de lo que ocurra enEE.UU. Y militante del optimismo, quierecreer que pasado el impacto emocional porlos atentados en Nueva York y enWashing-ton se ha de confiar en que la vitalidad delosmovimientos norteamericanos en defen-sa de los derechos civiles haga desistir alGo-bierno de la tentacin de militarizar tanto ala polica como a la justicia siguiendo elmo-

    delo del que ya hay indicios en la lucha con-tra el narcotrfico en Colombia. La tenta-cin de potenciar como polica a la GuardiaNacional, una reserva para casos de emer-gencia, es un indicio de que se podra ir porese camino, o a tender a corto plazo por ree-ditar elmodelo reganista que EE.UU. ya ex-port en su da forjando una serie de mons-truos, en varios pases, a los que con el tiem-po ha tenido que enfrentarse.Le digo que en mi opinin EE.UU. son

    muchas, diversas Amricas, y l dice estarde acuerdo. Al antiamericanismo simpln

    afirma que se le tiene que recordar que en elmundo hay cementerios que son dramti-cos horizontes de tumbas acogiendo dece-nas de miles de cuerpos de jvenes norte-americanos que murieron luchando contrael nazismo. O que la Europa destrozada de1945 empez a resurgir con un plan Mar-shall aprobado por un presidente, Truman,que proceda de lo que se conoce despectiva-mente como la Amrica profunda.El problema que EE.UU. no sabe, no

    puede o no quiere solucionar es el desfaseexistente entre los valores de su sistemaconstitucional y su desastrosa poltica exte-rior, dice Ballb. Por qu desfase? Por-que todos los valores de su excelente siste-ma constitucional basado en el equilibriode poderes, EE.UU. no lo aplica en sus rela-ciones internacionales y ejerce en elmundo,siendo un pas de leyes antimonopolio, unmonopolio que le hace comportarse comosheriff global.Quiero a Bin Laden vivo o muerto, ha

    dicho Bush. Suena a una pelcula del Oestems que a frase pronunciadapor el presiden-te del pas hegemnico del mundo. DiceBallb: Unas soluciones de sheriff y horcay del derecho a la autoproteccin con armasde fuego son el modelo que Bush trata deaplicar sin percibir que son propias de unmodelo de Estado decimonnico. Modeloal que yo defino comoEstado individuocn-trico: aquel en el que el individuo tiene dere-cho a poseer un arma y se cree que puedeejercer como polica tomndose la justiciapor sumano.Un tercio de los norteamerica-nos tienen arma y eso origina que haya diezveces ms vctimas por armas de fuego queen Europa, donde los estados tienen el mo-nopolio de la violencia. Pero hay algo ms:segn el estudio de una revista mdica, laposibilidad de morir de una forma violentadel norteamericano en posesin de un armade fuego triplica a las posibilidades del queno la tiene, con el aadidode queno lemata-r un delincuente, sino una persona de suentorno.

    Fascinante perspectiva. Y no menos fasci-nante es el recorrido de Ballb por el mapa delos servicios de seguridad norteamericanos. Alos 100.000 policas estatales, los 600.000 lo-cales, la CIA que nunca se sabe qu hace y elCIDmilitar que se ocupa de la lucha antiterro-rista fuera de EE.UU., hay que sumar los60.000 policas federales repartidos por unadecena de cuerpos: DEA, para drogas; ATF,para alcohol, tabaco y armas de fuego; USMpara la bsqueda de fugitivos federales; AIRSpara investigar en tributos y blanqueode capi-tales... todos superponindose entre s, y elFBI, tan vapuleado ltimamente, con unos25.000 agentes, una modesta cuota del 10%del pastel de seguridad que se reparte la poli-ca federal porque el 90% de los agentes sonpolicas estatales y locales.

    Nomenos fascinante es su exposicin, fra,asptica, del estudio llevado a cabo por econo-mistas norteamericanos que afirman que el30% de descenso en el ndice de la criminali-dad del pas no tiene relacin con la polticatolerancia cero, sino con el hecho de que apartir de la legalizacindel aborto en 1973ba-j el nmero de hijos no deseados, lo que lle-va a Ballb a reflexionar no quiero que estose interprete comounapostura proabortista,sealaque la sociedaddebe implicarse a fon-do no tanto en la planificacin familiar, sinoen la problemtica de los hijos de familiasmarginales si no queremos tener en quinceaos una delincuencia juvenil muy violenta.Oiga, profesor: usted cree que a partir de

    ahoraEE.UU. variar su postura negativa ha-cia un tribunal penal internacional?Creo que s. Actuar fuera de la legalidad

    deslegitimar su actuacin. Pasada la conmo-cin, el sheriff global ser desautorizado.

    i Manuel Ballb es catedrtico deDerecho Administrativo en laUniversitat Autnoma deBarcelona. Especializado enderecho europeo y derecho federalnorteamericano, me dicesonriendo que no se saca deencima lo que define como elestigma de ser considerado unexperto en temas de seguridaddesde el da que public Ordenpblico y militarismo en Espaa,trabajo que est en el origen de ladesmilitarizacin de 50.000policas nacionales. En estetiempo de mesinicospredicadores de la buena nuevatecnolgica o del peso opresivodel runrunrun econmico porencima del discurso poltico,reconforta encontrarse con unhombre como ste que cree en lafuerza humana, en el espritu de lacomunidad, en su implicacin enlos temas de la colectividad,donde est el motor para resolverlos problemas de la sociedad. Yhablando de prdicas, este hombretranquilo con pasin por la lecturale saca punta a la historiahablando de fundamentalismos:recuerda que el artculo 12 de laConstitucin de Cdiz deca que lareligin catlica es y ser la nicay verdadera y prohiba el ejerciciode cualquier otra, y a esaConstitucin los espaoles laconocemos como la liberal

    PAISAJES CON FIGURAS

    El profesor Manuel Ballb no descarta la posibilidad de un recorte de las libertades

    EE.UU. aplica unmonopolioen el mundo que le haceactuar como sheriff global

    Manuel Ballb:mirada a EE.UU.JOS MART GMEZ

    El estigma de ser unexperto en seguridad

    Confo en la vitalidad delmovimiento norteamericanopro derechos civiles

    PEDRO MADUEO

    LAVANGUARDIA MARTES, 25 SEPTIEMBRE 2001VIVIR EN BARCELONA 6