LECCIONES - 2015 - 1

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lecciones de escuela sabática

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LECCIN DICIEMBRE 27 2014

Por qu existe este evangelio? Qu motiv a que el evangelio se halle entre nosotros hasta hoy? La respuesta a esta pregunta se haya en tener una idea clara la naturaleza del hombre antes del pecado, leer Gn. 1: 26, 31; Sal. 8: 5, 6 y, de la nueva naturaleza adquirida despus del pecado, leer Gn 3: 1 13; Sal. 14: 2, 3; Ro. 7: 14 25; Jn 8: 44. Es a causa del pecado del hombre que este escucha por primera vez el evangelio en Gn. 3: 15 ------------------------------ Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;. La enemistad mencionada aqu, se refiere a una enemistad entre el hombre y Satans? Existe enemistad entre el hombre y Satans? Es usted enemigo de Satans? Definitivamente no, pues la raza humana es pecadora, leer Gn 3: 1 13; Sal. 14: 2, 3; Ro. 7: 14 25; Jn 8: 44; CS p. 496 (edicin 2007); p. 559 (edicin anterior) Cuando el hombre quebrant la ley divina, su naturaleza se hizo mala y lleg a estar en armona y no en divergencia con Satans. No puede decirse que haya enemistad natural entre el hombre pecador y el autor del pecado. Ambos se volvieron malos a consecuencia de la apostasa ------------------------------ La historia de la humanidad desde que fue creada, est relacionada con el deseo de Satans de destruir a los hijos de Dios. Sin embargo el centro de la enemistad entre Dios y Satans es que ambos se oponen a sus obras. Dios se opone en esencia a las obras de Satans y no a sus instrumentos humanos. Si se opone a sus seguidores es porque los tales hacen las obras de Satans. Lo mismos sucede con Satans. Este se opone a los discpulos de Cristo porque ellos hacen las obras de Dios, pero se centro es destruir las acciones de Dios y para lograrlo intenta destruir a los seguidores de Dios. ------------------------------ En la lucha entre Dios y Satans ste ltimo encuentra poca resistencia, Por qu el mundo casi enteramente sigue al demonio y a sus deseos? Por qu hay poca oposicin contra las obras de Satans?, leer CS p. 497, 498 (edicin 2007); p. 561, 562 (edicin anterior) Satans rene todas sus fuerzas y lanza todo su poder al combate. Cmo es que no encuentra mayor resistencia? Por qu estn tan adormecidos los soldados de Cristo? Por qu revelan tanta indiferencia? Sencillamente porque tienen poca comunin verdadera con Cristo, porque estn destituidos de su Espritu. No sienten por el pecado la repulsin y el odio que senta su Maestro. No lo rechazan como lo rechaz Cristo con decisin y energa. No se dan cuenta del inmenso mal y de la malignidad del pecado, y estn ciegos en lo que respecta al carcter y al poder del prncipe de las tinieblas. Es poca la enemistad que se siente contra Satans y sus obras, porque hay mucha ignorancia acerca de su poder y de su malicia, y no se echa de ver el inmenso alcance de su lucha contra Cristo y su iglesia. Multitudes estn en el error a este respecto. No saben que su enemigo es un poderoso general que dirige las inteligencias de los ngeles malos y que, merced a planes bien combinados y a una sabia estrategia, guerrea contra Cristo para impedir la salvacin de las almas. Entre los que profesan el cristianismo y hasta entre los ministros del evangelio, apenas si se oye hablar de Satans, a no ser tal vez de un modo incidental desde lo alto del plpito. Nadie se fija en las manifestaciones de su actividad y xito continuos. No se tienen en cuenta los muchos avisos que nos ponen en guardia contra su astucia; hasta parece ignorarse su existencia.

LECCIN ENERO 3 2015

El trmino proverbios es, segn CBA p. 957, un dicho proverbial, una sentencia proverbial breve poema. ------------------------------ PR p. 23 En los proverbios de Salomn se expresan principios de una vida santa e intentos elevados; principios nacidos del cielo que llevan a la piedad; principios que deben regir cada acto de la vida. Fu la amplia difusin de estos principios y el reconocimiento de Dios como Aquel a quien pertenece toda alabanza y honor, lo que hizo de los comienzos del reinado de Salomn una poca de elevacin moral tanto como de prosperidad material. ------------------------------ Su padre, el rey David, inspir a Salomn a que fuera fiel a Jehov, pues all descansa el secreto de la verdadera prosperidad, 1 R. 2: 1 4; 3: 1 14 ------------------------------ Con relacin a la sabidura de Salomn la biblia dice en 1 R. 4: 29 34 ------------------------------ Con relacin al libro de Proverbios dice PR p. 121 No hay ocupacin lcita para la cual la Biblia no provea una preparacin esencial. Sus principios de diligencia, honradez, economa, temperancia y pureza, son el secreto del verdadero xito. Estos principios, segn los presenta el libro de Proverbios, constituyen un tesoro de sabidura prctica. Dnde pueden hallar el comerciante, el artesano, el conductor de hombres en cualquier tipo de actividad, mejores mximas para s mismos y sus empleados que las que se encuentran en las palabras del sabio?Ms de un hombre hubiera escapado del fracaso y de la ruina financiera, si hubiese tenido en cuenta las advertencias que las Escrituras repiten y recalcan. ------------------------------ La sabidura de Dios llevar un conocimiento ms vasto de todas as cosas, 4 TI p. 355 La sabidura que da Dios llevar a los hombres a su propio examen. La verdad los convencer de sus errores y ofensas. El corazn debe abrirse para ver, apercibirse y reconocer esas ofensas y, as, con la ayuda de Jess, cada uno debe iniciar la tarea de vencerlas. Al fin y al cabo, el conocimiento obtenido por los sabios del mundo, por ms diligentes que sean en adquirirlo, es limitado e inferior. Muy pocos entienden los caminos y las obras de Dios en los misterios de su providencia. Avanzan unos pasos y se desorientan porque pierden toda referencia. El pensador superficial se tiene por sabio. Los hombres de slidos valores y altos logros estn ms dispuestos a admitir la debilidad de su propio entendimiento. Dios exige que todo aqul que afirme ser su discpulo sea ms un alumno que un maestro y est ms inclinado a aprender que a ensear.Cuntos hombres de nuestro tiempo no profundizan suficientemente. Slo acarician la superficie. No pensarn con suficiente detenimiento para ver las dificultades y combatirlas, y tampoco examinarn todos los temas importantes que encuentren con estudio reflexivo y en oracin, con suficiente inters y precaucin para ver dnde reside el verdadero punto importante. Hablan de materias que no han sopesado cuidadosa y completamente. A menudo las personas sinceras e inteligentes tienen ideas sobre s mismas que deben ser rechazadas pues, de otro modo, los que tienen menor fuerza mental corrern el peligro de formarse una opinin errnea. Los prejuicios forman los hbitos y las costumbres, los sentimientos y los deseos tienen una influencia variable. A veces, da a da y con persistencia, se sigue una conducta porque es un hbito y no porque la aprueba la mente. En estos casos, la desviacin proviene ms de los sentimientos que del deber. ------------------------------ A pesar de su sabidura Salomn se apart de Jehov, 1 R. 11: 1 8 ------------------------------- Respecto a las consecuencias fsicas y mentales que acarrea el pecado leer MC p. 357 El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra redencin pone de manifiesto que el pecado es un tremendo mal, que ha descompuesto todo el organismo humano, pervertido la mente y corrompido la imaginacin. El pecado ha degradado las facultades del alma. Las tentaciones del exterior hallan eco en el corazn, y los pies se dirigen imperceptiblemente hacia el mal. ------------------------------ El arrepentimiento no impide las consecuencias negativas del pecado, ED p. 46 Aunque ms tarde se arrepinti, su arrepentimiento no impidi que diera fruto el mal que haba sembrado...; PR p. 57 No poda esperar que escapara a los resultados agostadores del pecado; no podra nunca librar su espritu de todo recuerdo de la conducta egosta que haba seguido;; leer los captulos 3 5 del libro Profetas y reyes, El orgullo de la prosperidad, Resultados de la trasgresin y El arrepentimiento de Salomn respectivamente.

LECCIN ENERO 10 2014

Pr. 4: 1 la enseanza la enseanza segn el texto dos es la ley de Dios, ver. 2 Porque os doy buena enseanza; no desamparis mi ley., obedecer la ley de Dios tiene el poder de transformar el alma y de dar inteligencia y sabidura al que no tiene preparacin acadmica, leer Sal. 19: 7 ------------------------------ Pr. 4: 3, 4, lo que David enseaba a su hijo Salomn era a obedecer la ley de Dios, 1 R. 2: 1 4; 1 Cr. 28: 9 ------------------------------ Pr. 4: 5 Adquiere sabidura,, estas palabras tambin hacen parte del consejo que David dio a su hijo Salomn, por lo tanto no es raro que cuando Dios se le apareci a Salomn y le dijo que le dara lo que le pidiera, Salomn le pidi sabidura, justo lo que su padre David le recomend, leer 1 R. 3: 5 14 ------------------------------ El recibir sabidura es una promesa para nosotros tambin, leer Lc. 21: 15; Hch. 6: 10; Gn. 41: 38, 39; 1 Co. 12: 8; Ef. 1: 8, 17; Co. 1: 9; Stg. 1: 5 ------------------------------ Pr. 4: 5; ED p. 203, 204 (edicin 2009); 221 (edicin anterior) La verdadera educacin no desconoce el valor del conocimiento cientfico o literario, pero considera que el poder es superior a la informacin, la bondad al poder y el carcter al conocimiento intelectual. El mundo no necesita tanto hombres de gran intelecto como de carcter noble. Necesita hombres cuya capacidad sea dirigida por principios firmes.Sabidura ante todo; por tanto, adquiere sabidura. La lengua de los sabios adornar la sabidura1. La verdadera educacin imparte esa sabidura. Ensea el mejor empleo que se puede dar no solo a uno sino a todos nuestros conocimientos y facultades. De ese modo abarca toda la gama de nuestras obligaciones hacia nosotros mismos, hacia el mundo y hacia Dios.La edificacin del carcter es la obra ms importante que jams haya sido confiada a los seres humanos y nunca antes ha sido su estudio diligente tan importante como ahora. Ninguna generacin anterior fue llamada a hacer frente a problemas tan importantes; nunca antes se hallaron los jvenes frente a peligros tan grandes como los que tienen que arrostrar hoy.En semejante momento, cul es la tendencia de la educacin que se da? Qu motivo tiene generalmente en vista? La complacencia del yo. Gran parte de la educacin que se da es una perversin del arte pedaggico. La verdadera educacin contrarresta la ambicin egosta, el afn de poder, la indiferencia hacia los derechos y las necesidades de la humanidad, que constituyen la maldicin de nuestro mundo. En el plan de vida de Dios hay un lugar para cada ser humano. Cada uno debe perfeccionar hasta lo sumo sus talentos, y la fidelidad con que lo haga, sean estos pocos o muchos, le da derecho a recibir honor

LECCIN ENERO 17 2014

Pr. 6: 20, el proverbista aqu recalca la importancia de seguir los consejos de los padres. ------------------------------ Guarda,, segn la Nueva Concordancia Exhaustiva Strong, el trmino guardar significa proteger, mantener, obedecer conservar, cuidar, cumplir, mirar, preservar retener, velar., el hecho de que guarda sea la primera palabra en este texto indica que el nfasis recae sobre esta accin. ------------------------------ El tema de Pr. 6: 20 se repite en el mismo libro y en el resto de la Biblia, Pr. 1: 8, 9; 4: 1 4; 19: 18, 29; 23: 13; 26: 3; Gn. 18: 19; x. 20: 12; Dt. 5: 16; 6: 7; 8: 5; 11: 19 ------------------------------ En los tiempos de Salomn haba gentes que carecan de bondad, que se opona a la razn y a la ley, de mala vida y costumbres, leer Pr. 30: 11 14. Con la correccin de sus padres y la enseanza adecuada las generaciones corregiran su carcter. ------------------------------ Pr. 6: 20 la enseanza de tu madre., la palabra enseanza es traducida en la Biblia 222 veces como ley, es decir, la enseanza de la madre es la ley de Dios; los siguientes textos usan el mismo trmino y lo traduce ley, Gn. 26: 5; x. 16: 4, 28, etc. ------------------------------ Pr. 6: 21, cf., 3: 3; 7: 3, segn el contexto histrico se hacan cajitas pequeas y guardaban pequeos pergaminos en ellas y luego se colgaban en el cuello como collares. ----------------------------- En Pr. 27: 23 se halla el termino corazn pero se traduce estado, S diligente en conocer el estado de tus ovejas,, es decir conoce el corazn de tus ovejas. La palabra corazn se usa aqu para referirse al estado natural de un organismo viviente. ------------------------------ El corazn al que se refiere Salomn es a la esencia del ser, a lo que le da calidad, propiedad y caracterstica al ser. Se refiere a la base que produce un estado y condicin natural en la persona. La evidencia de la calidad, propiedad, caracterstica y estado natural del ser lo constituyen los instintos, propensiones e inclinaciones hacia las cosas. Es decir, la naturaleza del ser, es interpretada a la luz de los instintos, propensiones e inclinaciones de ella. Salomn llama corazn al ser. Escribir y atar en el corazn es hacerlo en el mismo ser, en la esencia y naturaleza. ------------------------------ En el libro de proverbios Salomn dice que debemos hacer en el corazn, Pr. 2: 2, inclinar el corazn a la prudencia; 2: 10, permitir a la sabidura entrar en el corazn; 3: 1, que el corazn guarde los mandamientos de Dios; 3: 10, escribir la misericordia y la verdad en el corazn; 3: 5, fiar de todo nuestro corazn en Jehov; 4: 4, retener en el corazn los mandamientos; 4: 23, guardar el corazn de toda cosa guardada; 5: 12, que el corazn no menosprecie la reprensin; 6: 21, atar en el corazn el mandamiento y la enseanza; 6: 32, no cometer adulterio porque corrompe el corazn; 7: 3 escribir los mandamientos en el corazn; 7: 25, no apartar el corazn del buen camino; 10: 8, el sabio de corazn recibe los mandamientos; 22: 11, amar la limpieza de corazn; 22: 17, aplicar el corazn a la sabidura; 23: 19, enderezar el corazn al camino; 23: 26, entregar el corazn a Dios; 28: 14, no endurecer el corazn a Dios. ------------------------------ Los textos siguientes muestran que si hay maldad en el hombre es porque el corazn de este est daado, Pr. 4: 23; 6: 14, 18; 7: 10; 11: 20, 29; 12: 8, 20, 23; 14: 14, 30; 15: 7, 13 15, 28; 16: 21, 23; 17: 20, 22; 18: 2; 19: 3; 21: 4; 22: 15; 23: 7; 28: 26 ------------------------------ Ya que en el corazn del hombre est escrito el mal, la obra de la transformacin del hombre consiste en reescribir el bien sobre el mal escrito en el corazn humano. Si por el hacer mal el corazn es transformado hacia mal, entonces por el hacer bien el corazn del hombre es transformado hacia bien; ver un ejemplo de cmo los hbitos transforman el corazn, Pr. 23: 29 35; 24: 1, 2. Al obedecer la ley, al habituarse a hacer lo bueno, el corazn se transforma a la imagen de Dios, Dt. 6: 6 9

LECCIN ENERO 31 2015

Pr. 10: 1 El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre., cf. 13: 1; 15: 20; 23: 24; 29: 3, los encabezados de los captulos 13 19 de 2 S; 1 R. 1, 2, 3, 4, describen los actos que evidencian el desprecio del consejo de su padre David y el fin de estos, igualmente de la prosperidad de Salomn, resultado innegable de escuchar los consejos de su padre David. ------------------------------ La sabidura de un hijo depende de la instruccin, educacin de los padres dados al pequeo. Dios ha dado instrucciones en lo relacionado con la educacin de los hijos, Dt. 6: 5 9; Jue. 13: 4 14; Lc. 1: 11 15; MC p. 291, 292 Dichosos los padres cuya vida es un reflejo fiel de la vida divina, de modo que las promesas y los mandamientos de Dios despierten en los hijos gratitud y reverencia; dichosos los padres cuya ternura, justicia y longanimidad interpreten fielmente para el nio el amor, la justicia y la paciencia de Dios; dichosos los padres que al ensear a sus hijos a amarlos, a confiar en ellos y a obedecerles, les enseen a amar a su Padre celestial, a confiar en l y a obedecerle. Los padres que hacen a sus hijos semejante ddiva los enriquecen con un tesoro ms precioso que los tesoros de todas las edades, un tesoro tan duradero como la eternidad. {MC 291.2; MH.375.3} En los hijos confiados a su cuidado, toda madre tiene un santo ministerio recibido de Dios. El le dice: Toma a este hijo, a esta hija; edcamelo; frmale un carcter pulido, labrado para el edificio del templo, para que pueda resplandecer eternamente en las mansiones del Seor. {MC 291.3; MH.376.1} A la madre le parece muchas veces que su tarea es un servicio sin importancia, un trabajo que rara vez se aprecia. Las dems personas se dan escasa cuenta de sus muchos cuidados y responsabilidades. Pasa sus das ocupada en un sinnmero de pequeos deberes que requieren esfuerzo, dominio propio, tacto, sabidura y amor abnegado; y, sin embargo, no puede jactarse de lo que ha hecho como si fuese una hazaa. Slo ha hecho marchar suavemente la rutina de la casa. A menudo, cansada y perpleja, ha procurado hablar bondadosamente con los nios, tenerlos ocupados y contentos, y guiar sus piececitos por el camino recto. Le parece que no ha hecho nada. Pero no es as. Los ngeles celestiales observan a la madre apesadumbrada, y anotan las cargas que lleva da tras da. Su nombre puede ser desconocido para el mundo, pero est escrito en el libro de vida del Cordero. {MC 291.4; MH.376.2} Oportunidades de las madresHay un Dios en lo alto, y la luz y gloria de su trono iluminan a la madre fiel que procura educar a sus hijos para que resistan a la influencia del mal. Ninguna otra obra puede igualarse en importancia con la suya. La madre no tiene, a semejanza del artista, alguna hermosa figura que pintar en un lienzo, ni como el escultor, que cincelarla en mrmol. Tampoco tiene, como el escritor, algn pensamiento noble que expresar en poderosas palabras, ni que manifestar, como el msico, algn hermoso sentimiento en melodas. Su tarea es desarrollar con la ayuda de Dios la imagen divina en un alma humana. {MC 292.1; MH.377.1} La madre que aprecie esta obra considerar de valor inapreciable sus oportunidades. Por lo tanto, mediante su propio carcter y sus mtodos de educacin, se empear en presentar a sus hijos el ms alto ideal. Con fervor, paciencia y valor, se esforzar por perfeccionar sus propias aptitudes para valerse de ellas con acierto en la educacin de sus hijos. A cada paso se preguntar con fervor: Qu ha dicho Dios? Estudiar su Palabra con diligencia. Tendr sus miradas fijas en Cristo, para que su experiencia diaria, en el humilde crculo de sus cuidados y deberes, sea reflejo fiel de la nica Vida verdadera. {MC 292.2; MH.378.1} ------------------------------ Pr. 10: 2 Los tesoros de maldad no sern de provecho, cf. 8: 21; 15: 16; 21: 6, Salomn habla de un mejor tesoro, 21: 20 ------------------------------ Pr. 10: 2 Los tesoros de maldad no sern de provecho, la Biblia no ensea que poseer riquezas es pecado, el 7 CBA p. 524 dice lo siguiente: Hay ms seguridad en una madura experiencia cristiana que en todas las riquezas del mundoLa Biblia no insina que tener riquezas en s y de por s sea un pecado, o que un rico no puede ser un verdadero seguidor de Dios (ver com. Mat. 19:23). Hay muchos ejemplos de buenos cristianos ricos, aunque con seguridad no tantos como de quienes son pobres en bienes temporales. Lo que s indican muy claramente las Escrituras es que las riquezas son un constante peligro para una experiencia cristiana victoriosa (ver com. Mat. 6: 19-21; Luc. 12:13-22). Segn mi criterio todos somos ricos, slo que algunos tienen ms riquezas que otros. Todos deseamos poseer ms, los ricos teniendo riquezas desean ms, los pobres teniendo pocas riquezas desean poseer ms. Tal deseo de tener ms riquezas puede convertirse en avaricia, que es pecado. Cuando ese deseo supera al de honrar a Dios, cuando lo primero en nosotros sea el deseo a adquirir ms y no el deseo de darle a Dios el primer lugar, entonces tal sentir se convierte en avaricia y, esta situacin es independiente de una condicin econmica. ------------------------------ Pr. 10: 2 Los tesoros de maldad no sern de provecho, no todas las ganancias y riquezas son resultado de la deshonestidad, sin embargo el amor al dinero realmente lleva a la ruina. La posesin de riquezas y su afn de tener ms no implica confianza y seguridad, no contiene en s misma la solucin de toda dificultad y necesidad, Testimonios que Aumentan Nuestra Fe, Sabes qu dijo el multimillonario norteamericano Jay Gould al morir? Dijo: Supongo que soy el hombre ms miserable sobre la tierra. Lord Byron, a quien su dinero le permiti vivir una vida de placeres y comodidades, escribi lo siguiente: Slo son mos el cncer, el gusano y la pena. Alejandro el Grande llor despus de haber conquistado el mundo conocido, pues no haba ms para conquistar. Voltaire, famoso filsofo, escptico e incrdulo dijo: Deseara no haber nacido jams. Lord Baconsfield, quien satisfizo su vida en entretenimientos dijo: La juventud es una equivocacin, la adultez es una lucha, la vejez es una pena. Dnde se halla la verdadera satisfaccin y felicidad? Sal. 16: 1, 2, 5 9, 11 ------------------------------ Pr. 10: 2 Los tesoros de maldad no sern de provecho, El afn excesivo de adquirir riquezas lleva fcilmente a caer en el mal, a prcticas deshonestas, se llega a extremos en muchas ocasiones ante la perspectiva de adquirir ganancias, an muchos han asesinado por poseer dinero. Los acontecimientos sucedidos a consecuencia del amor al dinero deberan evitar caer en ese mal, cap. 1: 10 19; 3 CBA p. 962 Pocos son los que logran ganancias econmicas duraderas, y aun ellos pierden la tranquila felicidad que slo la honradez puede proporcionar. Se ven obligados a conservar la amistad de compaeros indeseables por temor a que los traicionen. No pueden escapar de la trampa en que cayeron tan jactanciosamenteEl codicioso no presta atencin a los sufrimientos de los pobres a quienes oprime y cuya vida puede ser acortada por las privaciones, en ocasiones por la violencia, y en otras por prcticas comerciales consideradas como "lcitas". Las solemnes amonestaciones que se enumeran aqu indican que un pecado tal acarrear malas consecuencias en esta vida y tambin en el da del juicio. ------------------------------ Pr. 10: 2 Los tesoros de maldad no sern de provecho, el apstol Santiago dice lo siguiente, Stg. 1: 9 11, en estos textos Santiago hace un contraste entre la naturaleza de las riquezas espirituales de las bendiciones de Dios con la naturaleza transitoria de las riquezas terrenales. ------------------------------ en su humillacin;, La gloria del humilde consiste en las bendiciones espirituales que recibe ahora y en la promesa de los bienes que recibir en la vida eterna. En realidad, si la pobreza acarrea preocupaciones y dificultades, la posesin de grandes cantidades de riquezas tambin. Quien no disfruta de opulencia material tiene sus propios problemas, quien goza de abundancia de dinero tambin, ambos estarn dominados por un vaco que slo Dios puede llenar.La gloria del que goza de riquezas consiste en conocer a travs de la experiencia que los bienes materiales no lo obtienen todo. La humillacin del rico a la que se refiere Santiago, consiste entonces en que este, un da, reconocer que el dinero no lo hace todo, que la riqueza no lo es todo y, reconocer esto, ser una humillacin para l. Entonces deber ser humilde para asimilar esta realidad. Es en poseer humildad y no en tener dinero en lo que se debe gloriar, es en confiar a Dios todo asunto y no depender de la riqueza el verdadero tesoro. Cuando el rico ha aprendido el poco valor que tiene el dinero comparado con el valor de los bienes espirituales, estar dispuesto a desprenderse de sus posesiones y su dinero y lo entregar a Dios, entonces su actitud ser como los ricos de la iglesia apostlica. Describiendo la actitud de Nicodemo y de Jos de Arimatea durante la historia de la iglesia apostlica la Biblia y el Espritu de Profeca dicen, Mt. 27: 57 60; Jn. 19: 38, 39; Hch. 2: 44, 45; 6: 1 6; 11: 29; HAp p. 86.2 emple su riqueza en ayudar a sostener la iglesia de Jerusaln, y en llevar adelante la obra del Evangelio. Aquellos que en otros das le haban rendido homenaje, ahora le despreciaban y perseguan; y lleg a ser pobre en los bienes de este mundo; no obstante, no vacil en la defensa de su fe. {HAp 86.2; AA.105.1} ----------------------------- El Espritu de Profeca seala la forma correcta en la que se debe gastar los recursos dados por Dios, MB p. 281.1.2 Se necesita cada dlarEl fin de todas las cosas est a la vista y Dios llama a los hombres a realizar un servicio activo y cumplir su deber, porque l lo desea y el mundo necesita su ayuda. Bajo la gua del Espritu Santo los hombres llegarn a ser prudentes en el desembolso de los recursos y los usarn de acuerdo a la importancia y magnitud de la obra que debe ser realizada. ... El Seor Dios del cielo invita a los hombres a arrojar sus dolos, a desarraigar cada deseo extravagante, a no incurrir en gastos que sencillamente sean movidos por la ostentacin o exhibicin, y a ser econmicos al comprar vestidos y muebles. No gastis un dlar del dinero de Dios para comprar artculos innecesarios. Vuestro dinero significa la salvacin de almas. No sea gastado para comprar joyas, oro o piedras preciosas. ... {MB 281.1; WM.267.1} Podis dar miles de dlares para la causa, y sin embargo cada dlar extra, cada libra esterlina extra, es demandada. Se necesita cada libra esterlina, cada cheln para que se use y se invierta de tal manera que os d tesoros imperecederos. Mis queridos amigos, que amis a Dios y deseis servirle de todo corazn, os ruego que os preguntis cuando gastis vuestro dinero en hacer compras: Estoy glorificando a Dios, o simplemente estoy satisfaciendo un deseo humano? Invertir este dinero que tengo en mi mano para agradarme, para hacer regalos a mis hijos o a mis amigos, o ser colaborador con Cristo, un modelo para todos los que estn estudiando para glorificar a Dios? Se nos da la regla: Si pues comis, o bebis, o hacis otra cosa, hacedlo todo a gloria de Dios.Carta 90, 1895. {MB 281.2; WM.267.2} ------------------------------ Sin embargo es necesario discriminar sabiamente en las ayudas que se han de brindar, 2 Ts. 3: 10; 1 Ti. 5: 8, 16 ------------------------------

LECCIN FEBREO 14 2015

Pr. 17: 9, cf. 16: 28; 18: 8, 21, quien pone al alcance del pblico las faltas cometidas por su prjimo, conseguir la enemistad entre amigos y hasta disfrutar de ello. La conversacin en perjuicio de alguien, publica formas de interpretacin exagerada de un suceso y argumentos falsos. Quine perjudica as a su prjimo prueba que el amor de Dios no est en l, 1 Co. 13: 6 ------------------------------ Pr. 17: 9, cf. Stg. 1: 26 y no refrena su lengua,, no refrenar la lengua aqu inherentemente lleva implicaciones negativas, es no dominar, contener y reprimir el deseo y la pasin de hablar indiscreciones. El cristiano debe ser sensato al hablar y poseer tacto al expresarse. La prudencia en las palabras debe caracterizar al cristiano, porque ellas reflejan lo ntimo del ser, reflejan el carcter, Mt. 12: 34 37; Sal. 15: 2 Y habla verdad en su corazn., habla la verdad porque la verdad est fundada en su corazn. Tal cual es su corazn, as son su palabras. Stg. 3: 6 contamina todo el cuerpo,, el problema radica en la naturaleza del corazn, Mt. 12: 35 37; 15: 11 19; Mr. 7: 1 23; Lc. 15: 45; Stg. 1: 14; Sal. 28: 3; 14: 1; 53: 1; 37: 30, 31; Sal. 15: 2 Y habla verdad en su corazn., habla la verdad porque la verdad est fundada en su corazn. Tal cual es su corazn, as son su palabras. Pr. 6: 12 14; 15: 2, 28; 16: 23; 18: 20, 21; 23: 7; Ro. 2: 15: 7 CBA p. 526 El apstol destaca que el origen del pecado no est fuera del hombre sino dentro de l. El origen de toda tentacin es la "sed" del hombre por lo que es malo. Cada persona tiene sus propios anhelos, que surgen de su temperamento y sus experiencias; pero el hecho de que existan estas malas concupiscencias internas, no niega la existencia y la actividad de un tentador exterior que busca aprovecharse de nuestras malas tendencias (cf. Juan 14:30; ver com. Mat. 4:1-3). Satans y sus huestes malficas son los verdaderos instigadores de la tentacin (Efe. 6:12; 1 Tes. 3:5). Ellos pueden tentar al hombre a pecar; pero sus tentaciones no tendran fuerza alguna si no hubiese dentro del hombre un deseo de responder a esa atraccin La naturaleza de la tentacin, as definida, elimina cualquier posibilidad de que sea Dios quien decreta las tentaciones de los hombres, o de que Satans sea en realidad el responsable por las cadas morales del hombre. El hombre cae ante la tentacin debido a un deseo de satisfacer un anhelo particular que es contrario a la voluntad de Dios.La propia "concupiscencia" del hombre lo arrastra o atrae ------------------------------ Stg. 1: 26 sino que engaa su corazn..., si la lengua est sin control es evidente que no ha sido transformado por Dios. ------------------------------ Stg. 1: 26, qu debe usted hacer si est enterado de un pecado o desacierto de su prjimo? Qu debe usted hacer si alguien viene a ponerlo al tanto de un pecado o error cometido por su prjimo? Leer 2 TI p. 50.1.2 Dnde estn los cristianos que se van a someter a esta regla; que se van a poner de parte de Dios contra los que practican la maledicencia; que van a complacer a Dios y poner guardia, una guardia continua delante de su boca, y van a guardar la puerta de sus labios? No hable mal de nadie. No escuche ningn mal informe acerca de nadie. Porque si no hubiera oyentes, no habra maledicentes. Si alguien habla mal de otro en su presencia, no se lo permita. Rehse escucharlo, aunque sus modales sean suaves y su voz dulce. Esa persona puede profesar aprecio, no obstante lo cual puede lanzar insinuaciones encubiertas para apualar el carcter en medio de la oscuridad. {2TI 50.1; 2T.54.1} Evite resueltamente escuchar, aunque el murmurador insista en que se sentir abrumado hasta que pueda hablar. Abrumado, por cierto! por un secreto maldito capaz de separar a los mejores amigos. Vayan, ustedes los abrumados, y librense de su carga en la forma en que Dios lo indic. Primeramente vayan y hablen con su hermano acerca de su falta entre ustedes y l solos. Si esto falla, lleven a dos amigos y hblenle en su presencia. Si estos pasos no dan resultados, entonces dganlo a la iglesia. Ni un solo incrdulo debe estar al tanto del ms mnimo detalle del asunto. Comunicarlo a la iglesia es el ltimo paso que se debe dar. No lo publiquen entre los enemigos de nuestra fe. Estos no tienen derecho a estar enterados de los asuntos de la iglesia, no sea que las debilidades y los errores de los seguidores de Cristo queden en evidencia. {2TI 50.2; 2T.54.2}4 TI p. 600 Satans trabaja para entrometerse en todas partes. No dudar en separar amigos. Hay personas que siempre hablan y murmuran levantando falsos testimonios, sembrando la semilla de la discordia y engendrando discordias. El cielo considera a esa clase de personas como los siervos ms eficientes de Satans. Pero aqul que es vctima de las injurias se encuentra en una posicin mucho menos peligrosa que quien es adulado y alabado por unos cuantos esfuerzos que parecen coronados por el xito. La alabanza de los amigos aparentes es ms peligrosa que el reproche. {4TI 600.2; 4T.607.2} Quien se alaba a s mismo empaa el lustre de sus mejores esfuerzos. Un carcter verdaderamente noble no se doblegar ante las falsas acusaciones de los enemigos. Cada palabra que se diga caer en saco roto porque fortalecer lo que no podr vencer. El Seor quiere que su pueblo est estrechamente unido a l, el Dios de la paciencia y el amor. Todos deberan manifestar el amor de Cristo en sus vidas. Que nadie se atreva a empequeecer la reputacin o el puesto de nadie, es egosmo. Equivale a decir: Soy mucho mejor y ms capaz que t porque Dios me da preferencia. No vales demasiado. {4TI 600.3; 4T.607.3}. ------------------------------ Una historia que arroja luz sobre este tema y del poder de la lengua, sea para bien o para mal, se halla en el relato cuando David se encontr con Doeg, el edomita, en Nob donde se hallaba el tabernculo, 1 S. 21: 1 10; 22: 6 23; PP p. 644, 345 647 (edicin 2008); p. 711 (edicin anterior) El joven tema constantemente ser descubierto, y en su angustia recurri al engao. Dijo al sacerdote que el rey lo haba enviado en una misin secreta, que requera la mayor rapidez. Con esto demostr David falta de fe en Dios, y su pecado caus la muerte del sumo sacerdote. Si le hubiera manifestado claramente los hechos tales como eran, Ahimelec habra sabido qu conducta seguir para proteger su vida. Dios requiere que la verdad distinga siempre a los suyos, aun en los mayores peligrosPero se le present un nuevo peligro. Doeg, el principal de los pastores de Sal, que haba aceptado la fe de los hebreos, estaba entonces pagando sus votos en el lugar de culto. Al ver a este hombre, David decidi buscar apresuradamente otro refugio, y conseguir alguna arma con la cual defenderse en caso de que sea necesarioCometi David su primer error al desconfiar de Dios en Nob, y el segundo al engaar a Aquis. David haba revelado nobles rasgos de carcter, y su valor moral le haba ganado el favor del pueblo; pero cuando fue probado, su fe vacil, y aparecieron sus debilidades humanas. Vea en todo hombre un espa y un traidor. En una gran emergencia, David haba mirado a Dios con el ojo firme de la fe, y haba vencido al gigante filisteo. Crea en Dios, y sali a la lucha en su nombre. Pero mientras se lo buscaba y persegua, la perplejidad y la afliccin casi haban ocultado de su vista a su Padre celestial.Afirm Sal a sus consejeros que se haba tramado una conspiracin contra l, y ofrecindoles ricos presentes y puestos de honor, los soborn para que le revelaran quienes entre su pueblo haban tratado amistosamente a David. Doeg, el edomita, se hizo delator. Movido por la ambicin y la avaricia y por el odio al sacerdote, que haba reprobado sus pecados, Doeg dio parte de la visita de David a Ahimelec, presentando el asunto en forma tal que se encendiera la ira de Sal contra el hombre de Dios. La palabra de aquella lengua perversa, encendida por el mismo infierno, despert las peores pasiones del corazn de Sal. Loco de ira, declar que deba perecer toda la familia del sacerdote. Y el terrible decreto fue ejecutado. No solo se mat a Ahimelec, sino que tambin a los mismos miembros de la casa de su padre -ochenta y cinco varones que vestan efod de lino-, les dio muerte, por orden del rey, la mano homicida de Doeg. ------------------------------ Otro forma en que pecamos con nuestra lengua es cuando nos quejamos y murmuramos durante las pruebas. ------------------------------ Stg. 1: 26, cf. Sal. 15: 1 3 quin habitar en tu tabernculo? Quin morar en tu monte santo?, la palabra habitar contiene la idea de ser invitado, no vivir en forma permanente sino por un tiempo. Luego la palabra morar presenta la idea de morar de forma permanente. Quin ser invitado a quedarse permanentemente en el santuario de Jehov, delante de la presencia de Dios? La respuesta viene en los textos que siguen. ------------------------------ Ver. 2 El que anda en integridad, para integridad se usa el trmino en hebreo tamim que se refiere a una persona recta e intachable, sin defecto. Esta palabra se usa aproximadamente 91 veces en la Biblia. Se usa para referirse a No, Gn. 6: 9, la usa Moiss al describir lo que Dios pide a Abraham, Gn. 17: 1, para describir la condicin fsica del cordero macho que haba de ser sacrificado, el cordero que simbolizaba a Cristo, para la fiesta de la pascua, x. 12: 5, se usa para expresar la exigencia de Dios para con Israel, Dt. 18: 13, Jue. 24: 14; Mt. 5: 48. ------------------------------ Cmo andar en integridad, en perfeccin, ED p. 16 18 (edicin 2009); p. 15, 16 (edicin anterior) Necesitamos la revelacin ms plena que Dios nos ha dado de s en su Palabra escrita. {ED 16.1; Ed.16.3} Las Sagradas Escrituras son la norma perfecta de la verdad y, como tales, se les debera dar el primer lugar en la educacin. Para obtener una educacin digna de tal nombre, debemos recibir un conocimiento de Dios, el Creador, y de Cristo, el Redentor, segn estn revelados en la Sagrada Palabra. {ED 16.2; Ed.17.} Todo ser humano, creado a la imagen de Dios, est dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carcter. La obra de la verdadera educacin consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres. En vez de restringir su estudio a lo que los hombres han dicho o escrito, los estudiantes tienen que ser dirigidos a las fuentes de la verdad, a los vastos campos abiertos a la investigacin en la naturaleza y en la revelacin. Contemplen las grandes realidades del deber y del destino y la mente se expandir y se robustecer. En vez de jvenes educados, pero dbiles, las instituciones del saber deben producir jvenes fuertes para pensar y obrar, jvenes que sean amos y no esclavos de las circunstancias, jvenes que posean amplitud de mente, claridad de pensamiento y valor para defender sus convicciones. {ED 16.3; Ed.17.2} Semejante educacin provee algo ms que una disciplina mental; provee algo ms que una preparacin fsica. Fortalece el carcter, de modo que no se sacrifiquen la verdad y la justicia al deseo egosta o a la ambicin mundana. Fortalece la mente para su lucha contra el mal. En vez de que una pasin dominante llegue a ser un poder destructor, se amoldan cada motivo y deseo a los grandes principios de la justicia. Al espaciarse en la perfeccin del carcter de Dios, la mente se renueva y el alma vuelve a crearse a su imagen. {ED 17.1; Ed.18.1} Qu educacin puede superar a esta? Qu puede igualar su valor? {ED 17.2; Ed.18.2} No se dar a cambio de oro ni su precio ser a peso de plata. No puede ser pagada con oro de Ofir, con nice precioso ni con zafiro. No se le pueden comparar el oro ni el diamante, ni se la cambiar por alhajas de oro fino. Y qu decir del coral o de las perlas? La sabidura vale ms que las piedras preciosas!Job 28: 15 - 18 {ED 17.3; Ed.18.3} El ideal que Dios tiene para sus hijos est por encima del alcance del ms elevado pensamiento humano. La meta a alcanzar es la piedad, la semejanza a Dios. Ante el estudiante se abre un camino de progreso continuo. Tiene que alcanzar un objetivo, lograr una norma que incluye todo lo bueno, lo puro y lo noble. Progresar tan rpidamente e ir tan lejos como le sea posible en todos los ramos del verdadero conocimiento. Pero sus esfuerzos se dirigirn a fines mucho ms elevados que el mero egosmo y los intereses temporales, cuanto son ms altos los cielos que la tierra. {ED 17.4; Ed.18.4} El que coopera con el propsito divino para impartir a los jvenes un conocimiento de Dios, y modelar el carcter en armona con el suyo, participa en una obra noble y elevada. Al despertar el deseo de alcanzar el ideal de Dios, presenta una educacin tan elevada como el cielo, y tan amplia como el universo; una educacin que no se puede completar en esta vida, sino que continuar en la venidera; una educacin que asegura al estudiante de xito su pasaporte de la escuela preparatoria de la tierra a la superior, la celestial. {ED 17.5; Ed.19.1} ------------------------------ Sal. 15: 2 hace justicia,, cf. 1 Jn. 3: 6 10 ------------------------------ Sal. 15: 2 Y habla verdad en su corazn., de la frase de este texto ya se habl antes. ------------------------------ Sal. 15: 3, este se niega a difamar de su prjimo, Lv. 19: 11 18 ------------------------------ Sal. 34: 12 16; 39: 1 3; 1 P. 3: 10 12 ------------------------------ Stg. 3: 1 12, vers 1, 2 Si alguno no ofende en palabras, este es varn perfecto,, el que no habla imprudencias, sino que habla pureza, honradez y bondad ha alcanzado la perfeccin en la semejanza de Cristo. ------------------------------ Vers. 1, 2 capaz tambin de refrenar todo el cuerpo., si controla el miembro ms difcil, entonces es capaz de refrenar el resto del cuerpo. ------------------------------ Ver. 3, el caballo, un animal es controlado slo por medio del freno en la boca. As como un caballo sin freno pondra la vida de su jinete en peligro, as tambin la lengua descontrolada pone en riesgo la experiencia cristiana. La obediencia y el control de la lengua y la boca son necesarios para los hombres como lo son para el caballo. ------------------------------ Ver. 4, el caballo tiene su propia voluntad indmita, los barcos son azotados por vientos y aguas muy fuertes, pero ambas fuerzas son dominadas por algo relativamente pequeo. Es el jinete por medio del freno el que dirige el caballo. Es el piloto el que por medio del timn dirige el barco, la lengua tambin es dirigida por la voluntad del hombre. ------------------------------ Vers. 5, 6, cf. 7 CBA p. 543 Los miembros de la iglesia no slo deben evitar las palabras que destruyen, sino tambin abstenerse de avivar las chispas destructoras que se dispersan de las palabras ajenas. ------------------------------ Ver. 6 contamina todo el cuerpo,, ya se coment este texto. ------------------------------ Stg. 3: 6 y ella misma es inflamada por el infierno., en el infierno se hallan los elementos que han de ser destruidos por su vileza y bajeza, se encuentran all los mismos principios satnicos. Estos mismos principios alimentan a la lengua, es Satans quien rige la voluntad de la lengua. ------------------------------ Vers. 7, 8 pero ningn hombre puede domar la lengua,, Santiago hace un contraste entre los animales que el hombre ha dominado con la lengua que este no ha podido dominar. No significa que la lengua no pueda ser dominada, porque en el ver. 2 reconoce que s puede dominarse la lengua, pero lo que indica es que el hombre carece del poder para dominar la lengua, slo por medio de una entrega de la mente a Dios puede ser dominada. Para que la lengua pueda ser dominada, primero los pensamientos deben ser subyugados, cf. 2 Co. 10: 5. Si el hombre consiente en que el Espritu Santo gobierne sus pensamientos, sus palabras sern un instrumento para el bien. ------------------------------ Ver. 8 que es un mal que no puede ser refrenado,, cuando es Satans quien rige la mente, la lengua es un instrumento para el mal. Sino es el Espritu de Dios quien ejerce influencia sobre la mente, entonces la mente y la lengua obedecen a la voluntad de Satans. ------------------------------ llena de veneno mortal., as como el veneno acta sobre el cuerpo humano y lo destruye, la lengua influenciada por Satans, por medio de palabras precipitadas e imprudentes, destruyen la confianza, la paz y la amistad. ------------------------------ Ver. 9, la evidencia de que somos verdaderos cristianos se manifiesta cuando bendecimos a nuestros enemigos, Mt. 5: 44, 45. ------------------------------ Como cristianos hemos de bendecir a nuestros enemigos, ya que las maldiciones proceden del odio que desea el mal de alguien. Quien maldice revela el espritu que posee, el espritu de Satans, cf. Ap. 12: 10. Jess mismo no pronunci juicio de maldicin contra Satans, no una maldicin originada por el odio, Jud. 9. ------------------------------ Ver. 10 12, as como una fuente de agua no puede dar agua dulce y amarga a la vez, as como la higuera no produce aceitunas y la vid higos, as tambin conforme a la naturaleza del corazn sern las palabras, Pr. 4: 23, 24. El uso indebido de la lengua indica claramente que una persona no es cristiana, Mt. 15: 16 20. Es imposible que del corazn irregenerado emane palabras puras. Es improbable que del corazn santificado se originen palabras impuras.

Mt. 5: 37; 15: 11

LECCIN FEBRERO 21 2015

Pr. 20: 12. Para ampliar el concepto de este texto se fue a la bsqueda del Espritu de Profeca con las siguientes palabras: somos iguales, prjimo igual. De esta bsqueda se encontr los resultados que se citan del Espritu de Profeca ------------------------------ Las obras de injusticia para con nuestro prjimo son resultado de la poca o ninguna estimacin que les tenemos, es consecuencia de considerarnos ms que ellos, Mt. 3: 9; Jn. 8: 33, los judos despreciaban a los gentiles, prjimos suyos e hijos de Dios, porque se consideraban ms y mejores que las otras naciones. ------------------------------ Dios se agrada de los que hacen justicia, Hch. 10: 34, 35 ------------------------------ Para relacionarnos de la manera que Dios desea que lo hagamos con nuestros prjimos, debemos esforzarnos para que ellos nos vean iguales a ellos, Ro. 15: 1 3; G. 5: 14; 6: 1, 2; 1 Ts. 5: 14; Ro. 14: 1; Mt. 5: 43, 44; 19: 19; 22: 36 39; Ro. 13: 9; Stg. 2: 8; Lv. 19: 9 18, 33, 34 ------------------------------ La base de la verdadera religin se basa en el amor supremo hacia Dios y el amor hacia nuestro prjimo, 1 JT p. 514Cristo, en su enseanza a sus discpulos, les dijo: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pmpano que en m no lleva fruto, le quitar: y todo aquel que lleva fruto, le limpiar, para que lleve ms fruto. Juan 15:1, 2. El que est unido con Cristo y participa de la savia y la nutricin de la vid, realizar las obras de Cristo. Debe estar en l el amor de Cristo, o no puede estar en la Vid. El amor supremo hacia Dios, y el amor hacia nuestro prjimo, igual al que tenemos para con nosotros mismos, es la base de la verdadera religin. {1JT 514.1; 1TT.512.} Cristo pregunta a cada uno de los que profesan su nombre: Me amas t? Si amamos a Jess, amaremos las almas por las cuales muri. Puede ser que alguien no tenga un aspecto muy agradable, tal vez sea deficiente en muchos respectos; pero si tiene fama de honrado e ntegro, conquistar la confianza de los dems. El amor a la verdad y la confianza que los hombres pueden depositar en l superarn los rasgos objetables de su carcter. El ser dignos de confianza en nuestro puesto y vocacin, el estar dispuestos a negarnos a nosotros mismos para beneficio de los dems, impartir paz al espritu y nos brindar el favor de Dios. {1JT 514.2; 1TT.512.2}MB p. 95La correcta actitud hacia los pobresNo debis asumir una actitud que d la impresin de que condescendemos al relacionarnos con familias pobres. Cuando hablis con ellas, debis pensar que son iguales que vosotros. Tienen poca luz y gozo y por qu no llevarles gozo y luz adicionales para que brillen en ellos y llenen su corazn. Lo que necesitamos es la tierna simpata de Jesucristo y entonces podremos abrirnos paso directamente hasta su corazn. No debemos vestirnos con ostentacin, sino con vestidos sencillos, para que puedan sentir que somos sus iguales y como si considerramos que son dignos de la salvacin, y as podremos llegar hasta su corazn. {MB 95.2; WM.90.2} ------------------------------ Cristo se consider as mismo igual a nosotros, Fil. 2: 5 8; Ro. 15: 1 3

LECCIN FEBREO 28 2015

Pr. 22: 17 21. Como un ejemplo del contenido educativo para las escuelas modernas, basta con ver qu enseaba Jess a las multitudes. Jess enseaba acerca del reino de los cielos y de la preparacin para la eternidad. Si Jess como el creador del hombre saba lo que era necesario en cuanto a la educacin para la formacin del carcter y, se vali de las verdades bblicas para ensear a fin capacitar a sus alumnos para eternidad, se demuestras que el contenido bblico es la mejor herramienta en la educacin del carcter y formacin de la personalidad. Los elementos usados por Cristo son un ejemplo acerca de cmo hemos de educar a nuestros hijos, Mt, 4: 17, 23; Lc. 4: 16 21; MC p. 354, 355 As tambin present Cristo los principios de la verdad en el Evangelio. En su enseanza podemos beber de las fuentes puras que manan del trono de Dios. Cristo hubiera podido comunicar a los hombres conocimientos que hubieran sobrepujado cualquier revelacin anterior y dejado en segundo plano todo otro descubrimiento. Hubiera podido desentraar misterio tras misterio, y concentrar alrededor de estas maravillosas revelaciones el pensamiento activo y serio de las generaciones sucesivas hasta el fin de los tiempos. Pero ni por un momento quiso dejar de ensear la ciencia de la salvacin. Apreci su tiempo, sus facultades y su vida y los emple tan slo como medios para realizar la salvacin de los hombres. Vino a buscar y salvar lo perdido, y no quiso desviarse de su propsito ni permiti que cosa alguna le apartase de l. {MC 354.6; MH.448.3} Cristo comunic nicamente el conocimiento que poda ser utilizado. Su instruccin se limitaba a lo que requera la condicin de la gente en la vida prctica. No satisfaca la curiosidad que la induca a dirigirle preguntas indiscretas. Aprovechaba ms bien esas ocasiones para dirigir llamamientos solemnes, fervientes y vitales...Nuestro Salvador no alentaba a nadie a asistir a las escuelas rabnicas de su tiempo, para evitar que sus espritus fuesen corrompidos ------------------------------ Las ideas que conceban los fariseos en asuntos doctrinales eran falsas, su forma de entender el mensaje bblico era engaoso, sus opiniones y sus juicios eran errados. Este conjunto de creencias estaba en abierta contradiccin con el evangelio de Cristo y as estos hombres se oponan a Cristo. Todo esto haca que la educacin que brindaban los rabinos fuera inapropiada. Una educacin que pudiesen brindar los fariseos as no era la mejor. Los textos siguientes confirman esto. Mt. 3: 7 10; 9: 11; 12: 9 14; 15: 1 7, 12; 16: 1; 23: 13 33 ------------------------------ Mt. 5, 6, 7, al leer los temas que contiene estos captulos y con los cuales Cristo enseaba a las gentes, tenemos un ejemplo respecto a los temas que hemos de usar al ensear a nuestros hijos. ------------------------------ Pr. 6: 28; Job 14: 4, respecto al uso de libros inadecuados y contenido acadmico no apropiado para con las normas del cielo, es improbable que se d una educacin correcta. ------------------------------ La educacin ms importante para Dios es la del corazn y la mente, la que transforma de la maldad a la santidad. Esta es ms aventajada que cualquier educacin meramente acadmica y cientfica. De qu puede servirle a un gran pensador o cientfico toda enseanza recibida, toda escuela transitada durante su vida, todo entendimiento e inteligencia desarrollada, toda nocin conferida a la humanidad si no ha adquirido el conocimiento de la ciencia de la salvacin en el da del juicio? Qu puede aportarle al hombre discurrir y asimilar todo conocimiento cientfico, si este no transforma el corazn y lo eleva a la condicin de santidad? Leer MC p. 457 El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra redencin pone de manifiesto que el pecado es un tremendo mal, que ha descompuesto todo el organismo humano, pervertido la mente y corrompido la imaginacin. El pecado ha degradado las facultades del alma. Las tentaciones del exterior hallan eco en el corazn, y los pies se dirigen imperceptiblemente hacia el mal. {MC 357.2; MH.451.2} As como el sacrificio en beneficio nuestro fu completo, tambin debe ser completa nuestra restauracin de la corrupcin del pecado. La ley de Dios no disculpar ningn acto de perversidad; ninguna injusticia escapar a su condenacin. El sistema moral del Evangelio no reconoce otro ideal que el de la perfeccin del carcter divino ------------------------------ Los siguientes son versculos bblicos que hablan del fundamento de la educacin verdadera: Is. 30: 21; Jn. 6: 35, 53, 55, 63; Job. 38: 2; Mt. 11: 29; Sal. 78: 1 7; Pr. 10: 22; Fil. 2: 12; 1 Co. 15: 31; Jn. 17: 3, 6, 8, 14, 17, 19, 22, 23, 26 ------------------------------ El apstol Pablo discuti con la filosofa de los epicreos y los estoicos, con sus filosofas paganas, exalt la fe cristiana y honr el conocimiento de Dios como lo ms conveniente para el hombre. Dej a un lado as los conocimientos cientficos de entonces y nos dej un ejemplo respecto al conocimiento que prevalece en cuanto a la verdadera educacin, Hch. 17: 16 34 ----------------------------- La cita siguiente corresponde a la filosofa de los epicreos y estoicos. Las lneas subrayadas corresponden a las partes importantes, 6 CBA p. 344 Las especulaciones de Epicuro incluan una solucin fsica y tica para los problemas del universo. En unin con la mayora de los pensadores de su tiempo, rechazaba el politesmo popular, al cual, sin embargo, no intent renunciar abiertamente, y enseaba que los dioses en su calma estaban demasiado alejados de los hombres para molestarse por las tristezas o los pecados humanos. No necesitaban sacrificios, ni contestaban las oraciones. El gran mal del mundo era la supersticin que esclavizaba la mente de la mayora de los hombres, y era la fuente de la mayor parte de los crmenes y la desgracia. El fin del hombre era alcanzar la felicidad, y el primer paso hacia ella era librarse de la idea de un castigo futuro. El siguiente paso era reconocer que la felicidad consista en emociones placenteras. La experiencia enseaba que lo que algunos llaman placer es frecuentemente neutralizado con creces por el dolor que sigue. Por lo tanto enseaba que uno debera evitar los excesos sensuales. Su misma vida parece haberse destacado por el dominio propio, la bondad, la generosidad, la piedad y el patriotismo. (Digenes, Lucrecio x. 10). Pero Epicuro consideraba las leyes humanas como simples arreglos convencionales, y no encontraba lugar para una ley moral ms elevada. Por lo tanto, cada hombre poda decidir sobre la legitimidad de sus propios placeres, y la mayora elega una vida de ocio y desenfreno. Algunas veces, pero muy pocas, un pensamiento prudente equilibraba una tendencia de los epicreos a hundirse en la sensualidad; pero ms a menudo, aquellos que se dedicaban a la complacencia del sentido del gusto, por un lado, y de la libertad sexual, por el otro, proporcionaban tristes muestras de la profundidad de la degradacin en la cual tal filosofa permita que se hundieran los hombres.Se ha atribuido a Epicuro el predecir con anticipacin algunos de los as llamados descubrimientos de la ciencia moderna en el campo de la fsica. El exclua la idea de una creacin y de un control. Enseaba que la materia existi desde la eternidad y que los infinitos tomos de los cuales la materia est compuesta, por un proceso de repulsin y atraccin, haban producido mltiples combinaciones, de las cuales haba surgido el mundo de la naturaleza tal como los hombres lo ven. El poema de Lucrecio De Rerum Natura es quiz la ms descollante expresin de este sistema negativo y virtualmente ateo, porque posee una cierta nobleza de indignada protesta contra la supersticin que se haba profundizado tan firmemente en el mundo pagano. La poesa de los epicreos da ejemplos caractersticos de la enseanza tica de su sistema. "Deja de preguntar qu es lo que traer el maana, y ponte a ganar cada da lo que la fortuna te otorga" (Horacio, Odas i. 9). "Muestra sabidura". Cuela el vino dejndolo claro, y como la vida es corta, interrumpe las esperanzas trascendentes! An mientras hablamos, el envidioso Tiempo se ha apresurado. Siega la cosecha de hoy colocando tan poca confianza como puedas en el maana! (Id. 1 l). La filosofa de los epicreos se describe en lneas siguientes: 6 CBA p. 344, 345 Josefo (Vida 2) declara que hay puntos de similitud entre los estoicos y los fariseos. En verdad puede decirse que su actitud hacia la vida moral del paganismo en ese tiempo presentaba muchos rasgos similares a los de los fariseos. Los estoicos enseaban que la verdadera sabidura consista en ser dueos y no esclavos de las circunstancias. Las cosas que no estn en nuestro poder no deben ser ni codiciadas, ni evitadas, sino aceptadas con ecuanimidad. Al que buscaba la sabidura se le enseaba a ser indiferente tanto al placer como al dolor, y a mantener una neutralidad intelectual. La teologa estoica era ms noble que la de los epicreos. Aqullos conceban una mente divina que llenaba el universo y ordenaba sus asuntos. Reconocan su autoridad en los asuntos de las naciones y en las vidas de los individuos, aunque en la prctica crean en la libertad de la voluntad humana. El Manual de tica, una crnica de la filosofa de Epicteto, un ex esclavo, y las Meditaciones de Marco Aurelio, el emperador, muestran cmo el esclavo y el emperador eran en un sentido considerados iguales de acuerdo con este sistema de filosofa. Los escritos de Sneca muestran que la tica de los estoicos era parecida a la de los cristianos. Muchos de los estoicos llegaron a ser tutores de los hijos de familias nobles, y ejercieron una influencia comparable a la de los confesores jesuitas en Europa en los siglos XVII y XVIII. Varias desventajas impedan la eficacia tica de su filosofa: (1) Al procurar ser indiferentes consigo mismos, perdan la simpata por otros; (2) al aspirar a una perfeccin tica por medio de la operacin de su propia voluntad, falsamente suponan que los hombres son capaces de ganar su propia salvacin; (3) al destacar la vida perfecta convertan, como los fariseos, el alto ideal en una mscara para sus vidas egostas y corruptas, y como los fariseos, a menudo eran "hipcritas" (o "actores de escenario"); aparecan ante el mundo en una forma que no corresponda con su carcter ntimo. Un escritor satrico se refiri a los estoicos en estos trminos: "Gente que imita a los de la curia [curii, de la curia; los abogados y gente de gobierno] pero vive como los que participan de las bacanales, se atreve a hablar sobre moral" (juvenal, Stiras ii. 2-3). Naturalmente haba numerosos puntos de semejanza entre Pablo y los mejores representantes de esta escuela de pensamiento; sin embargo, aun para ellos los principios bsicos que l representaba les parecan un sueo intil. Cuando Pablo habl de Jess, de la resurreccin y del juicio venidero, los estoicos rechazaron de plano el pensamiento de que ellos tambin necesitaban perdn y redencin. ------------------------------ La cita siguiente es un comentario del Espritu de Profeca acerca de cmo la verdad bblica ha de ser el fundamento de la educacin. La Palabra de Dios supera en idoneidad a la literatura de otros autores en cuanto a sus cualidades y propiedades para educar. Si bien la Biblia es la mejor herramienta para educar, no debe descartarse toda literatura, debe escogerse literatura que no siembre la semilla de incredulidad en la enseanza de los nios y hombres.MC p. 346 371Lo falso y lo verdadero en la educacinLa inteligencia maestra en la confederacin del mal obra siempre para ocultar las palabras de Dios y hacer resaltar las opiniones de los hombres. Se propone que no oigamos la voz de Dios, que nos dice: Este es el camino, andad por l. Isaas 30:21. Valindose de perversos sistemas de educacin hace cuanto puede por obscurecer la luz del cielo. {MC 346.1; MH.439.1} La especulacin filosfica y la investigacin cientfica que no reconocen a Dios estn haciendo millares de escpticos. En las escuelas de hoy las conclusiones a las cuales llegaron hombres instruidos como resultado de sus investigaciones cientficas se ensean con empeo y se explican detenidamente, de modo que se implante bien clara la impresin de que si esos eruditos tienen razn, la Biblia no puede tenerla. El escepticismo atrae a la inteligencia humana. La juventud ve en l una independencia que cautiva la imaginacin, y es vctima del engao. Satans triunfa. Nutre toda semilla de duda que sembr en los corazones jvenes. La hace crecer y llevar fruto, y pronto se recoge una abundante cosecha de incredulidad. {MC 346.2; MH.439.2} Precisamente porque el corazn humano se inclina al mal resulta peligroso arrojar semillas de escepticismo en la inteligencia de los jvenes. Todo lo que debilita la fe en Dios arrebata al alma el poder de resistir a la tentacin. La despoja de su nica salvaguardia contra el pecado. Necesitamos escuelas en que se ensee a la juventud que la grandeza consiste en honrar a Dios manifestando su carcter en la vida diaria. Necesitamos aprender de Dios, por medio de su Palabra y sus obras, para que nuestra vida realice los designios divinos. {MC 346.3; MH.440.1} Los autores incrdulosMuchos creen que para educarse es esencial que se estudien los escritos de autores incrdulos, porque dichas obras encierran muchas brillantes joyas del pensamiento. Pero, quin fu el que cre estas joyas? Fu Dios, y slo Dios. El es la fuente de toda luz. Por qu habramos de internarnos entonces en el frrago de errores contenidos en las obras de los incrdulos en busca de unas cuantas verdades intelectuales, cuando toda la verdad est a nuestra disposicin? {MC 347.1; MH.440.2} Cmo es que hombres en pugna con el gobierno de Dios llegan a poseer la sabidura de que a veces hacen gala? Satans mismo fu educado en las aulas celestiales, y conoce el bien y el mal. Mezcla lo precioso con lo vil, y esto le da poder para engaar. Pero porque Satans se haya revestido de esplendor celestial, le habremos de recibir como ngel de luz? El tentador tiene sus agentes, educados segn sus mtodos, inspirados por su espritu e idneos para su obra. Cooperaremos nosotros con ellos? Recibiremos las obras de sus agentes como esenciales para adquirir educacin? {MC 347.2; MH.440.3} Si el tiempo y esfuerzo consagrados a sacar alguna que otra idea brillante de las enseanzas de los incrdulos se dedicaran a estudiar las preciosas enseanzas de la Palabra de Dios, millares que hoy se encuentran en tinieblas y en sombra de muerte se regocijaran en la gloria de la Luz de la vida. {MC 347.3; MH.440.4} Conocimientos histricos y teolgicosComo preparacin para la obra cristiana muchos creen necesario adquirir extenso conocimiento de escritos histricos y teolgicos. Se figuran que este conocimiento les ayudar a ensear el Evangelio. Pero el estudio laborioso de las opiniones de los hombres tiende a debilitar su ministerio, ms bien que a fortalecerlo. Cuando veo bibliotecas atestadas de enormes obras de erudicin histrica y teolgica, me pregunto: Para qu gastar dinero en lo que no es pan? El captulo 6 de Juan nos dice ms de lo que podemos encontrar en semejantes obras. Dice Cristo: Yo soy el pan de vida: el que a m viene, nunca tendr hambre; y el que en m cree, no tendr sed jams. Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivir para siempre. El que cree en m, tiene vida eterna. Las palabras que yo os he hablado son espritu, y son vida. Juan 6:35, 51, 47, 63. {MC 347.4; MH.441.1} Hay un estudio histrico que no debe condenarse. La historia sagrada fu uno de los estudios que cursaban los alumnos en las escuelas de los profetas. En la crnica de su trato con las naciones se seguan las huellas de Jehov. As tambin debemos considerar hoy la relacin de Dios con las naciones de la tierra. Debemos ver en la historia el cumplimiento de la profeca, estudiar las obras de la Providencia en los grandes movimientos de reforma y comprender la marcha de los acontecimientos que movilizan a las naciones para el conflicto final de la gran controversia. {MC 348.1; MH.441.2} Semejante estudio suministrar ideas amplias y abarcantes de la vida. Nos ayudar a comprender algo de lo que se relaciona con ella y depende de ella. Nos ensear cun maravillosamente unidos estamos en la gran fraternidad de la sociedad y de las naciones, y hasta qu punto la opresin y la degradacin de un solo miembro perjudica a todos. {MC 348.2; MH.442.1} Pero la historia, tal como suele estudiarse, se relaciona con las hazaas de los hombres, sus victorias guerreras y su xito en alcanzar poder y grandeza. Pero se olvida la intervencin de Dios en los asuntos de los hombres. Pocos estudian la realizacin del designio divino en el levantamiento y la decadencia de las naciones. {MC 348.3; MH.442.2} Hasta cierto punto, la teologa tambin tal como se la estudia y ensea, no es ms que especulacin humana que oscurece el consejo con palabras sin sabidura. Job 38:2. Muchas veces el motivo para acumular tantos libros al respecto no es el deseo de obtener de ellos alimento para el espritu y el alma, sino ms bien la ambicin de familiarizarse con filsofos y telogos, el deseo de presentar el cristianismo al pueblo en formas y proposiciones cultas. {MC 348.4; MH.442.3} No todos los libros escritos pueden contribuir al propsito de una vida santa. Aprended de mdeca el gran Maestro.Llevad mi yugo sobre vosotros; aprended mi mansedumbre y mi humildad. Vuestro orgullo intelectual no os ayudar a relacionaros con las almas que estn pereciendo por falta del pan de vida. Al estudiar estos libros, permits que reemplacen las lecciones prcticas que deberais aprender de Cristo. Con los resultados de este estudio no se alimenta al pueblo. Muy pocas de las investigaciones que tanto fatigan la inteligencia proporcionan algo que le ayude a uno a trabajar con xito en bien de las almas. {MC 349.1; MH.442.4} El Salvador vino para dar buenas nuevas a los pobres. Lucas 4:18. En su enseanza, haca uso de los trminos ms sencillos y de los smbolos ms claros. Y los que eran del comn del pueblo le oan de buena gana. Marcos 12:37. Los que hoy procuran hacer su obra para este tiempo necesitan una comprensin ms profunda de las lecciones que l di. {MC 349.2; MH.443.1} Las palabras del Dios vivo son lo ms sublime de toda educacin. Los que sirven al pueblo necesitan comer del pan de vida, que les dar fuerza espiritual y aptitud para servir a todas las clases de personas. {MC 349.3; MH.443.2} Los clsicosEn los colegios y universidades, millares de jvenes dedican buena parte de los mejores aos de su vida al estudio del griego y del latn. Y mientras que estn empeados en estos estudios, la mente y el carcter se amoldan a los malos sentimientos de la literatura pagana, cuya lectura se considera generalmente como parte esencial del estudio de dichos idiomas. {MC 349.4; MH.443.3} Los que se han familiarizado con los clsicos declaran que las tragedias griegas estn llenas de incestos, muertes y sacrificios humanos hechos a dioses sensuales y vengativos. Mucho mejor sera para el mundo que se prescindiera de la educacin conseguida de semejantes fuentes. Andar el hombre sobre las brasas, sin que sus pies se abrasen? Proverbios 6:28. Quin har limpio de inmundo? Nadie. Job 14:4. Podemos esperar entonces que la juventud desarrolle un carcter cristiano mientras que su educacin se amolda a la enseanza de los que desafiaron los principios de la ley de Dios? {MC 350.1; MH.443.4} Al prescindir de toda restriccin y sumirse en diversiones temerarias, en disipaciones y vicios, los alumnos no hacen otra cosa que imitar lo que esos estudios les presentan. Hay carreras en que es necesario el conocimiento del griego y del latn. Algunos han de estudiar estos idiomas. Pero el conocimiento de ellos que resulta indispensable para los fines prcticos puede adquirirse sin estudiar una literatura corrompida y corruptora. {MC 350.2; MH.444.1} Muchos no necesitan conocer el griego ni el latn. El estudio de las lenguas muertas debera posponerse al de temas que enseen el empleo correcto de todas las facultades del cuerpo y de la mente. Es locura que los estudiantes dediquen su tiempo al estudio de lenguas muertas, o a adquirir conocimiento de libros de cualquier ramo, en menoscabo de su preparacin para las obligaciones prcticas de la vida. {MC 350.3; MH.444.2} Qu llevan consigo los estudiantes al salir de la escuela? Adnde van? Qu van a hacer? Tienen el caudal de conocimientos necesario para ensear a otros? Han sido educados para ser buenos padres y madres de familia? Pueden ponerse a la cabeza de una familia como maestros entendidos? La nica educacin digna de este nombre es la que induce a los jvenes y a las jvenes a ser como Cristo, la que los habilita para cargar con las responsabilidades de la vida y ser jefes de familia. Esta educacin no se adquiere en el estudio de los clsicos paganos. {MC 350.4; MH.444.3} Muchas de las publicaciones populares del da estn plagadas de episodios sensacionales y educan a la juventud en la perversidad, y la llevan por la senda de la perdicin. Nios de tierna edad son viejos ya en el conocimiento del crimen. Los incitan al mal las narraciones que leen. Realizan en la imaginacin las hazaas descritas en su lectura, hasta que llega a despertarse en ellos el ardiente deseo de delinquir y evitar el castigo. {MC 351.1; MH.444.4} Para la inteligencia activa de nios y jvenes, las escenas descritas en fantsticas revelaciones del porvenir son realidades. Al predecirse revoluciones y describirse toda clase de procedimientos encaminados a acabar con las vallas de la ley y del dominio de s mismo, muchos concluyen por adoptar el espritu de estas representaciones. Son inducidos a cometer crmenes aun peores, si ello es posible, que los narrados tan vvidamente por los escritores. Con tales influencias la sociedad est en vas de desmoralizarse. Las semillas de la licencia son sembradas a manos llenas. Nadie debe sorprenderse de que de ello resulte tan abundante cosecha de crmenes. {MC 351.2; MH.444.5} Apenas en menor grado que las obras ya mencionadas, son una maldicin para el lector las novelas y los cuentos frvolos y excitantes. Puede ser que el autor quiera ensear en su obra alguna leccin moral, y saturarla de sentimientos religiosos, pero muchas veces stos slo sirven para velar las locuras e indignidades del fondo. {MC 351.3; MH.445.1} El mundo est inundado de libros llenos de errores seductores. La juventud recibe como verdad lo que la Biblia denuncia como falsedad, y le gusta con pasin el engao que arruina al alma. {MC 351.4; MH.445.2} Ciertas obras de imaginacin fueron escritas con el objeto de ensear la verdad o denunciar algn grave mal. Varias de estas obras han hecho algn bien. Sin embargo, han ocasionado un dao indecible. Contienen declaraciones y descripciones de estilo refinado que excitan la imaginacin y despiertan toda una serie de pensamientos llenos de peligro, especialmente para la juventud. Las escenas en ellas descritas se reproducen una y muchas veces en el pensamiento del lector. Semejantes lecturas inutilizan la mente y la incapacitan para el ejercicio espiritual. Destruyen el inters por la Biblia. Las cosas del cielo ocupan entonces poco lugar en el pensamiento. Al detenerse ste en las escenas de impureza descritas, despirtase la pasin y el pecado es el resultado. {MC 351.5; MH.445.3} Aun las novelas que no contengan sugestiones impuras, o que estn destinadas a ensear excelentes principios, son perjudiciales. Fomentan el hbito de la lectura rpida y superficial, slo por el inters de la intriga. Tienden as a destruir la facultad de pensar con ilacin y vigor; incapacitan al alma para examinar los grandes problemas del deber y del destino. {MC 352.1; MH.445.4} Al fomentar el amor a la mera diversin, la lectura de las obras de imaginacin produce hasto de los deberes prcticos de la vida. Con su poder excitante y embriagador, son no pocas veces una causa de enfermedad mental y fsica. Ms de un hogar miserable y descuidado, ms de un invlido para toda la vida, ms de un demente, llegaron a ser lo que son a causa de la lectura de novelas. {MC 352.2; MH.446.1} Los mitos y cuentos de hadasSe insiste muchas veces en que para quitar a la juventud el gusto por la literatura pasional o indigna, debe proporcionrsele una clase mejor de literatura de imaginacin. Pero esto es como intentar curar a un borracho dndole, en vez de aguardiente, bebidas fermentadas ms suaves, como vino, cerveza o sidra. El uso de estas bebidas fomentara continuamente la sed de estimulantes ms activos. La nica seguridad para el borracho, y la nica salvaguardia para el hombre templado, es la abstinencia total. Para el aficionado a las novelas rige la misma regla. La abstinencia total es su nica seguridad. {MC 352.3; MH.446.2} En la educacin de los nios y jvenes, ocupan un sitio importante los cuentos de hadas, los mitos y las historias ficticias. En las escuelas se usan libros de tal carcter, y se los encuentra en muchos hogares. Cmo pueden permitir los padres cristianos que sus hijos se nutran de libros tan llenos de mentiras? Cuando los nios preguntan el significado de cuentos tan contrarios a la enseanza de sus padres, se les responde que dichos cuentos no son verdad; pero esta respuesta no elimina los malos resultados de tal lectura. Las ideas presentadas en estos libros extravan a los nios, les comunican opiniones errneas acerca de la vida y fomentan en ellos el deseo de lo falso e ilusorio. {MC 353.1; MH.446.3} El uso tan general de semejantes libros en nuestros das es uno de los ardides de Satans, quien procura desviar de la gran obra de la formacin del carcter, la mente de viejos y jvenes. Quiere que nuestros nios y jvenes sean arrastrados por los engaos destructores de almas con que sigue llenando el mundo. Por esto procura apartar de la Palabra de Dios el espritu de unos y otros e impedirles que conozcan las verdades que podran servirles de salvaguardia. {MC 353.2; MH.447.1} Jams deberan ponerse en las manos de nios y jvenes libros que alteren la verdad. No permitamos que en el curso de su educacin, nuestros hijos reciban ideas que resulten ser semilla de pecado. Si las personas de edad madura no leyeran tales libros, estaran ellas mismas en situacin ms segura, y con su buen ejemplo e influencia facilitaran la tarea de guardar de la tentacin a la juventud. {MC 353.3; MH.447.2} Tenemos en abundancia lo real y divino. Los que tienen sed de conocimiento no necesitan acudir a fuentes corrompidas. Dice el Seor: {MC 353.4; MH.447.3} Inclina tu odo, y oye las palabras de los sabios, y pon tu corazn a mi sabidura,... para que tu confianza sea en Jehov, te las he hecho saber hoy a ti tambin. {MC 353.5; MH.447.4} No te he escrito tres veces en consejos y ciencia, para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, para que puedas responder razones de verdad a los que a ti enviaren? {MC 354.1; MH.447.4} El estableci testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mand a nuestros padres que la notificasen a sus hijos. {MC 354.2; MH.448.1} Contando a la generacin venidera las alabanzas de Jehov, y su fortaleza, y sus maravillas que hizo. {MC 354.3; MH.448.1} Para que lo sepa la generacin venidera, y los hijos que nacern; y los que se levantarn, lo cuenten a sus hijos; a fin de que pongan en Dios su confianza. {MC 354.4; MH.448.1} La bendicin de Jehov es la que enriquece, y no aade tristeza con ella. {MC 354.5; MH.448.2} Proverbios 22:17-21; Salmos 78:5, 4, 6, 7; Proverbios 10:22.As tambin present Cristo los principios de la verdad en el Evangelio. En su enseanza podemos beber de las fuentes puras que manan del trono de Dios. Cristo hubiera podido comunicar a los hombres conocimientos que hubieran sobrepujado cualquier revelacin anterior y dejado en segundo plano todo otro descubrimiento. Hubiera podido desentraar misterio tras misterio, y concentrar alrededor de estas maravillosas revelaciones el pensamiento activo y serio de las generaciones sucesivas hasta el fin de los tiempos. Pero ni por un momento quiso dejar de ensear la ciencia de la salvacin. Apreci su tiempo, sus facultades y su vida y los emple tan slo como medios para realizar la salvacin de los hombres. Vino a buscar y salvar lo perdido, y no quiso desviarse de su propsito ni permiti que cosa alguna le apartase de l. {MC 354.6; MH.448.3} Cristo comunic nicamente el conocimiento que poda ser utilizado. Su instruccin se limitaba a lo que requera la condicin de la gente en la vida prctica. No satisfaca la curiosidad que la induca a dirigirle preguntas indiscretas. Aprovechaba ms bien esas ocasiones para dirigir llamamientos solemnes, fervientes y vitales. A los que tenan ardientes deseos de coger frutos del rbol de la ciencia, les ofreca el del rbol de la vida. Todos los caminos les estaban cerrados menos el que conduce a Dios. Toda fuente estaba sellada, menos la de la vida eterna. {MC 354.7; MH.448.4} Nuestro Salvador no alentaba a nadie a asistir a las escuelas rabnicas de su tiempo, para evitar que sus espritus fuesen corrompidos por el estribillo: Dicen, o Se ha dicho. Entonces, por qu aceptaramos como suprema sabidura las palabras inciertas de los hombres, cuando disponemos de una sabidura mayor e infalible? {MC 355.1; MH.449.1} Lo que he visto de las cosas eternas y de la debilidad humana ha impresionado hondamente mi mente y ha influido en el trabajo de mi vida. No veo nada en que el hombre merezca alabanza ni gloria. No veo motivo de confianza ni de alabanza en las opiniones de los sabios de este mundo ni en las de los llamados grandes. Cmo pueden los que carecen de iluminacin divina formarse una idea exacta de los planes y caminos de Dios? O niegan a Dios e ignoran su existencia, o circunscriben su poder con sus mezquinos conceptos. {MC 355.2; MH.449.2} Prefiramos que nos ensee Aquel que cre los cielos y la tierra, que orden las estrellas en el firmamento y seal al sol y a la luna su obra respectiva. {MC 355.3; MH.449.3} Est bien que la juventud considere que debe alcanzar el ms alto desarrollo de sus facultades intelectuales. No queremos poner lmites a la educacin que Dios ha hecho ilimitada. Pero de nada nos sirve lo que logramos si no lo empleamos para honra de Dios y beneficio de la humanidad. {MC 355.4; MH.449.4} No conviene atestar la mente con estudios que requieren intensa aplicacin, pero no se utilizan en la prctica. Una educacin tal resultar una prdida para el estudiante, pues dichos estudios disminuyen el inters y la aficin del joven por los que le prepararan para una vida provechosa y le haran capaz de llevar sus responsabilidades. Una educacin prctica vale mucho ms que cualquier acumulacin de teoras. Ni siquiera basta adquirir conocimientos. Hemos de saber cmo aprovecharlos debidamente. {MC 355.5; MH.449.5} El tiempo, los recursos y el estudio que tantos invierten para adquirir una educacin relativamente intil, deberan dedicarse a obtener una preparacin que los hiciera hombres y mujeres prcticos, capaces de llevar las responsabilidades de la vida. Semejante educacin es en extremo valiosa. {MC 356.1; MH.450.1} Necesitamos conocimientos que robustezcan la mente y el alma, y nos hagan mejores hombres y mujeres. La educacin del corazn es mucho ms importante que lo aprendido de los libros. Es bueno, hasta esencial, poseer cierto conocimiento del mundo en que vivimos; pero si no tenemos en cuenta la eternidad, experimentaremos un fracaso del cual jams nos repondremos. {MC 356.2; MH.450.2} El estudiante puede dedicar todas sus facultades a adquirir conocimientos; pero si no conoce a Dios ni obedece las leyes que gobiernan su propio ser, se destruir. Los malos hbitos le hacen perder la facultad de apreciarse y gobernarse a s mismo. No puede razonar correctamente acerca de asuntos del mayor inters para l. Es temerario y falto de criterio en el modo de tratar su mente y su cuerpo. Por haber desatendido el cultivo de los buenos principios, se arruina para este mundo y para el venidero. {MC 356.3; MH.450.3} Si la juventud se diera cuenta de su propia debilidad, encontrara su fuerza en Dios. Si permitiera que Dios le diese enseanza, se hara sabia en la sabidura divina, y su vida redundara en bendiciones para el mundo. Pero si dedica su inteligencia al mero estudio mundano y especulativo, y as se separa de Dios, perder cuanto enriquece la vida. {MC 356.4; MH.450.4} Importancia del verdadero conocimientoNecesitamos comprender ms claramente de lo que solemos las contingencias del gran conflicto en que estamos empeados. Necesitamos comprender ms ampliamente el valor de las verdades de la Palabra de Dios, y el peligro de consentir que el gran engaador aparte de ella nuestra mente. {MC 357.1; MH.451.1} El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra redencin pone de manifiesto que el pecado es un tremendo mal, que ha descompuesto todo el organismo humano, pervertido la mente y corrompido la imaginacin. El pecado ha degradado las facultades del alma. Las tentaciones del exterior hallan eco en el corazn, y los pies se dirigen imperceptiblemente hacia el mal. {MC 357.2; MH.451.2} As como el sacrificio en beneficio nuestro fu completo, tambin debe ser completa nuestra restauracin de la corrupcin del pecado. La ley de Dios no disculpar ningn acto de perversidad; ninguna injusticia escapar a su condenacin. El sistema moral del Evangelio no reconoce otro ideal que el de la perfeccin del carcter divino. La vida de Cristo fu el perfecto cumplimiento de todo precepto de la ley. El dijo: He guardado los mandamientos de mi Padre. Su vida es para nosotros un ejemplo de obediencia y servicio. Slo Dios puede renovar el corazn. Porque Dios es el que en vosotros obra as el querer como el hacer, por su buena voluntad. Pero nosotros tenemos que ocuparnos en nuestra salvacin. Juan 15:10; Filipenses 2:13, 12. {MC 357.3; MH.451.3} La obra que requiere nuestro pensamientoLos agravios no pueden repararse, ni tampoco pueden realizarse reformas en la conducta mediante unos cuantos esfuerzos dbiles e intermitentes. La formacin del carcter es tarea, no de un da ni de un ao, sino de toda la vida. La batalla para vencerse a s mismo, para lograr la santidad y el cielo, es una lucha de toda la vida. Sin continuo esfuerzo y constante actividad, no puede haber adelanto en la vida divina, ni puede obtenerse la corona de victoria. {MC 358.1; MH.452.1} La prueba ms evidente de la cada del hombre de un estado superior es el hecho de que tanto cuesta volver a l. El camino de regreso se puede recorrer slo mediante rudo batallar, hora tras hora, y adelantando paso a paso. En un momento, por una accin precipitada o por descuido, podemos ponernos bajo el poder del mal; pero se necesita ms de un momento para romper los grillos y alcanzar una vida ms santa. Bien puede formarse el propsito y empezar a realizarlo; pero su cumplimiento cabal requiere trabajo, tiempo, perseverancia, paciencia y sacrificio. {MC 358.2; MH.452.2} No debemos obrar impulsivamente. No podemos descuidarnos un solo momento. Asaltados por tentaciones sin cuento, debemos resistir con firmeza o ser vencidos. Si llegamos al fin de la vida sin haber concludo nuestra obra, la prdida ser eterna. {MC 358.3; MH.452.3} La vida del apstol Pablo fu un constante conflicto consigo mismo. Dijo: Cada da muero. 1 Corintios 15:31. Su voluntad y sus deseos estaban en conflicto diario con su deber y con la voluntad de Dios. En vez de seguir su inclinacin, hizo la voluntad de Dios, por mucho que tuviera que crucificar su naturaleza. {MC 358.4; MH.452.4} Al terminar su vida de conflicto, al mirar hacia atrs y ver los combates y triunfos de ella, pudo decir: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo dems, me est guardada la corona de justicia, la cual me dar el Seor, juez justo, en aquel da. 2 Timoteo 4:7, 8. {MC 358.5; MH.453.1} La vida cristiana es una batalla y una marcha. En esta guerra no hay descanso; el esfuerzo ha de ser continuo y perseverante. Slo mediante un esfuerzo incansable podemos asegurarnos la victoria contra las tentaciones de Satans. Debemos procurar la integridad cristiana con energa irresistible, y conservarla con propsito firme y resuelto. {MC 359.1; MH.453.2} Nadie llegar a las alturas sin esfuerzo perseverante en su propio beneficio. Todos deben empearse por s mismos en esta guerra; nadie puede pelear por nosotros. Somos individualmente responsables del desenlace del combate; aunque No, Job y Daniel estuviesen en la tierra, no podran salvar por su justicia a un hijo ni a una hija. {MC 359.2; MH.453.3} La ciencia que se ha de poseerHay una ciencia del cristianismo que debe ser conocida a fondo, y que es tanto ms profunda, amplia y alta que cualquier ciencia humana cuanto son ms altos los cielos que la tierra. La mente debe ser disciplinada, educada y formada, pues hemos de servir a Dios de un modo que no congenia con nuestras inclinaciones naturales. Hemos de vencer las tendencias al mal, que hemos heredado y cultivado. Muchas veces hay que prescindir por completo de la educacin y la preparacin de toda una vida para aprender en la escuela de Cristo. Nuestro corazn debe recibir educacin para llegar a ser firme en Dios. Debemos contraer hbitos de pensar que nos capaciten para resistir a la tentacin. Debemos aprender a mirar hacia arriba. Debemos comprender, en todo cuanto ellos ataen a nuestra vida diaria, los principios de la Palabra de Dios, que son tan elevados como el cielo y tan abarcantes como la eternidad. Cada acto, cada palabra y cada pensamiento deben concordar con esos principios. Todos deben ser puestos en armona con Cristo y en sujecin a l. {MC 359.3; MH.453.4} Las preciosas gracias del Espritu Santo no se desarrollan en un momento. El valor, la mansedumbre, la fe, la confianza inquebrantable en el poder de Dios para salvar, se adquieren por la experiencia de aos. Los hijos de Dios han de sellar su destino mediante una vida de santo esfuerzo y de firme adhesin a lo justo. {MC 360.1; MH.454.1} No hay tiempo que perderNo tenemos tiempo que perder. No sabemos cundo ha de terminar nuestro tiempo de prueba. A lo sumo, no podemos contar sino con una vida harto breve, y no sabemos cundo la saeta de la muerte nos atravesar el corazn. Tampoco sabemos cundo tendremos que desprendernos del mundo y de todos sus intereses. La eternidad se extiende ante nosotros. El velo est a punto de descorrerse. Unos pocos aos ms, y para cada uno de los que ahora se cuentan entre los vivos se dar el mandato: {MC 360.2; MH.454.2} El que es injusto, sea injusto todava;... y el que es justo, sea todava justificado: y el santo sea santificado todava. Apocalipsis 22:11. {MC 360.3; MH.454.3}Estamos preparados? Conocemos a Dios, el Gobernador de los cielos, el Legislador, y a Jesucristo a quien envi al mundo como representante suyo? Cuando la obra de nuestra vida haya terminado podremos decir, como dijo Cristo, nuestro ejemplo: {MC 360.4; MH.454.4} Yo te he glorificado en la tierra: he acabado la obra que me diste que hiciese,... he manifestado tu nombre? Juan 17:4-6. {MC 360.5; MH.454.5} Los ngeles de Dios procuran desprendernos de nosotros mismos y de las cosas de la tierra. No permitamos que trabajen en vano. {MC 360.6; MH.454.6} Las mentes entregadas a pensamientos licenciosos necesitan cambiar. Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesucristo os es manifestado: como hijos obedientes, no conformndoos con los deseos que antes tenais estando en vuestra ignorancia; sino como aquel que os ha llamado es santo, sed tambin vosotros santos en toda conversacin: porque escrito est: Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:13-16. {MC 360.7; MH.455.1} Los pensamientos deben concentrarse en Dios. Debemos dedicar nuestro esfuerzo ms enrgico a dominar las malas tendencias del corazn natural. Nuestros esfuerzos, nuestra abnegacin y perseverancia deben corresponder al valor infinito del objeto que perseguimos. Slo venciendo como Cristo venci podremos ganar la corona de vida. {MC 361.1; MH.455.2} La necesidad de abnegacinEl gran peligro del hombre consiste en engaarse a s mismo, en creerse suficiente de por s y en apartarse de Dios, la fuente de su fuerza. Nuestras tendencias naturales, si no las enmienda el Espritu Santo de Dios, encierran la semilla de la muerte moral. A no ser que nos unamos vitalmente con Dios, no podremos resistir los impos efectos de la concupiscencia, del amor egosta y de la tentacin a pecar. {MC 361.2; MH.455.3} Para recibir ayuda de Cristo, debemos comprender nuestra necesidad. Debemos tener verdadero conocimiento de nosotros mismos. Slo quien se reconoce pecador puede ser salvado por Cristo. Slo cuando vemos nuestro desamparo absoluto y no confiamos ya en nosotros mismos, podemos asirnos del poder divino. {MC 361.3; MH.455.4} No es tan slo al principio de la vida cristiana cuando debe hacerse esta renuncia a s mismo. Hay que renovarla a cada paso que damos hacia el cielo. Todas nuestras buenas obras dependen de un poder externo a nosotros; por tanto, se necesita una continua aspiracin del corazn a Dios, una constante y fervorosa confesin del pecado y una humillacin del alma ante Dios. Nos rodean peligros, y no nos hallamos seguros sino cuando sentimos nuestra flaqueza y nos aferramos con fe a nuestro poderoso Libertador. {MC 361.4; MH.455.5} Debemos apartarnos de un sinnmero de temas que llaman nuestra atencin. Hay asuntos que consumen tiempo y despiertan deseos de saber, pero que acaban en la nada. Los ms altos intereses requieren la estricta atencin y energa que suelen dedicarse tantas veces a cosas relativamente insignificantes. MC 362.1; MH.456.1} Cristo, fuente del conocimiento verdaderoDe por s, el aceptar nuevas teoras no infunde nueva vida al alma. Aun el conocimiento de hechos y teoras importantes en s mismos resulta de escaso valor si no lo practicamos. Necesitamos sentir la responsabilidad de dar a nuestra alma el alimento que nutra y estimule la vida espiritual. {MC 362.2; MH.456.2} Est atento tu odo a la sabidura; si inclinares tu corazn a la prudencia,... si como a la plata la buscares, y la escudriares como a tesoros; entonces entenders el temor de Jehov, y hallars el conocimiento de Dios... Entonces entenders justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino. Cuando la sabidura entrare en tu corazn, y la ciencia fuere dulce a tu alma, el consejo te guardar, te preservar la inteligencia. {MC 362.3; MH.456.3} La sabidura es rbol de vida a los que de ella asen: y bienaventurados son los que la mantienen. {MC 362.4; MH.456.3} Proverbios 2:2-11; 3:18.La pregunta que debemos estudiar es: Qu es la verdad; la verdad que hemos de estimar, amar, honrar y obedecer? Los partidarios ardientes de la ciencia han quedado derrotados y descorazonados en sus esfuerzos por descubrir a Dios. Lo que necesitan investigar hoy da es: Cul es la verdad que nos capacitar para salvar nuestra alma? {MC 362.5; MH.456.4} Qu os parece del Cristo? es la pregunta de importancia suprema. Recibs al Cristo como Salvador personal? A todos los que le reciben les da facultad de ser hechos hijos de Dios. {MC 363.1; MH.457.