lectura psiconalitica de la posmordenidad-resumen

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María Cristina Rojas y Susana Sternbach, Entre dos siglos. Una lectura pslcoanalítica de la posmodernldad, Lugar Editorial, Buenos Aires, 1994 CAPITULO 1: CULTURA Y SUBJETIVIDAD: UN DESENCUENTRO FUNDANTE. Nuestro escrito se orientará fundamentalmente a reflexionar sibre cuestiones atinentes a la nueva logica cultural que nos atraviesa: la posmodernidad. Las configuraciones de epoca q habremos de describir cohabitan a veces en forma antagonica con discursividades propias de la modernidad o aun pre-modernas, segun los sectores sociales. Focalizaremos la atencion en: las repercusiones de esta mutacion de epoca sobre el mundo subjetivo y el vincular, a la vez que sus incidencias en el campo de la psicopatología y de la clinica, tal cual se nos despliegan en la actualidad. Tambien enfocaremos en las problematicas actuales de la familia y la pareja. Estas no son en si mismas un dato natural universal sino que, en tanto instituciones sociales constituyen encarnaduras concretas de la realidad simbolica-imaginaria propia de cada etapa historica. EL MALESTAR EN LA CULTURA Hacia 1930 Freud formulaba que el malestar es intrinseco a la cultura misma, dado el antagonismo irremediable entre las exigencias q esta impone y las exigencias pulsionales. Esto impone un monto de insatisfaccion a los sujetos que la habitan. No hay época que no produzca sus propias dormas de sufrimiento. Pero tambien este sufrimiento `promueve el movimiento insistente de un deseo que es por definición, busqueda de una satsfaccion que no se alcanza a completar jamás. Marcha progrediente, motor de una dimension creativa que acontece a partir de lo faltante, el malestar y el deseo son compañeros de ruta dado que se constituyen en causa de un recorrido incesante. Cada epoca genera formas especificas de malestar.

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Resumen de los capitulos 1, 2 y 3 del libro:María Cristina Rojas y Susana Sternbach, Entre dos siglos. Una lectura pslcoanalítica de la posmodernldad, Lugar Editorial, Buenos Aires, 1994

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Mara Cristina Rojas y Susana Sternbach,Entre dos siglos. Una lectura pslcoanaltica de la posmodernldad,Lugar Editorial, Buenos Aires, 1994

CAPITULO 1: CULTURA Y SUBJETIVIDAD: UN DESENCUENTRO FUNDANTE.

Nuestro escrito se orientar fundamentalmente a reflexionar sibre cuestiones atinentes a la nueva logica cultural que nos atraviesa: la posmodernidad.

Las configuraciones de epoca q habremos de describir cohabitan a veces en forma antagonica con discursividades propias de la modernidad o aun pre-modernas, segun los sectores sociales.

Focalizaremos la atencion en: las repercusiones de esta mutacion de epoca sobre el mundo subjetivo y el vincular, a la vez que sus incidencias en el campo de la psicopatologa y de la clinica, tal cual se nos despliegan en la actualidad. Tambien enfocaremos en las problematicas actuales de la familia y la pareja. Estas no son en si mismas un dato natural universal sino que, en tanto instituciones sociales constituyen encarnaduras concretas de la realidad simbolica-imaginaria propia de cada etapa historica.

EL MALESTAR EN LA CULTURA

Hacia 1930 Freud formulaba que el malestar es intrinseco a la cultura misma, dado el antagonismo irremediable entre las exigencias q esta impone y las exigencias pulsionales. Esto impone un monto de insatisfaccion a los sujetos que la habitan. No hay poca que no produzca sus propias dormas de sufrimiento. Pero tambien este sufrimiento `promueve el movimiento insistente de un deseo que es por definicin, busqueda de una satsfaccion que no se alcanza a completar jams. Marcha progrediente, motor de una dimension creativa que acontece a partir de lo faltante, el malestar y el deseo son compaeros de ruta dado que se constituyen en causa de un recorrido incesante.Cada epoca genera formas especificas de malestar.En la modernidad, los ideales totalizadores engendraron sus secuelas de totalitarismos, denomenos de masa y violencias multiples. Existen sin duda periodos en que el malestar ineludible se ve ampliamente reforzado por otros malestares engendrados por esa cultura en particular. Los regimenes totalitarios, la violencia estatal, la pobreza, marginalidad y condiciones de vida penosas en general.

CULTURA, TRAMA VINCULAR Y SUBJETIVIDAD

Las determinaciones de peoca penetran hasta los reductos mas intimos de la subjetividad: asi el cuerpo y la sexualidad mismos se historizan. Cdaa momento historico define ciertos modos predominantes de relacion del ser humano con el cuerpo propio y el cuerpo del otro. En cuanto a los modos del amor, cada ser humano ama segun su cultura lo establece. Peor piensa que es ahistorico, unico e imperecedero. Los discursos de cada epoca y lugar propondrn cmo, cundo y cunto amar u odiar.

Cda sujeto contiene, en su historicidad, el entrecruzamiento de determinacions diacrnicas y sincrnicas. Condensa, por un aldo, la sincronia de las determinaciones actuales y por otro, a tarvs de la identificacion, registra la presencia aqui y ahora de una herencia cultural simbolico-imaginaria transmitida por las generaciones.

Acordamos con perspectivas psicoanaliticas que proponen una subjetividad construida por y en la cultura, desarraigada dle universo natural e indiferenciado que caracteriza al resto de los seres vivos.

Se trata de un sujeto anudado en haces vinculares que lo conforman, constituido asi a partir de la marca de la cultura, cuya intervencion define al ser viviente como humano. Este nace y se constituye como tal en el seno del vinculo primordial.En el moemtno constitutivo, madre e hijo, conforman una unidad que semeja inseparable; la operacin diferenciadora y singularizante de la separacin confronta al sujeto con la falta. De aqui en ms, el ser humano intentar su recubrimiento, ilusionando recuperar una mittica completud perdida. De esta manera, consideramos al sujeto producto mismo del mundo sociocultural, a la vez transmisor y generador de cultura.El sujeto, engarzado en las fallas y aperturas de la transmision intergeneracional, que expresan la incompletud de la herencia cultural, aprehende lo transmitido y se ve habilitado para la creacin. De tal modo hace propio lo recibido y lo singulariza.

La cultura se inscribe en el sujeto a travs de los grupos e instituciones; uno de ellos, primordial, es el grupo familiar, intermediario en el momento constitutivo del psiquismo infantil.DIcha configuraicones del lazo grupal y social: pareja, familia, instituciiones, se hallan en intima conexion a su vez con las discursividades que cohabitan en cada epoca. Es decir, tambien las formas que adoptan los vinculos son modeladas por la trama simbolico-iamginaria de cada cultura.

La familia, funciona como correa de transmision de ideales y modelos identificatorios, asi como de valores y significaciones del mundo sociocultural.

El discurso familiar anticipa el nacimiento de cada sujeto y lo inviste desde antes de su advenimiento. Despliega en relacin con l, deseos, mandatos y expectativas, determinados no solamente por las modalidades peculiares del funcionamiento inconsciente de dicha estructura familiar, sino relacionados con las aspiracin inherente al ideario de cada poca de constituir subjetividades acordes con sus contenidos de vigencia. La cultura espera de cada sujeto que la habita el cumplimirnto de sus expectativas e continuidad. A cambio, le ofrece una pertenencia que genera identidad y a la par sostn equivalente al que brindan las funciones parentales a la subjetividad.

En tanto el psiquismo se construye en ocasin de y no a causa de en una articulacin transformadora de las mltiples determinaciones que constituyen la trama inicial, consideramos que a lo largo de toda la vida la construccin subjetiva habr de continuar reformulando conflictivamente. El interjuego entre la reproduccin de lo dado y la creacin de lo nuevo seguir insistiendo, en una tensin en que pulsion de muerte y pulsin de vida habrn de expresarse como conflicto fundante.

CAPITULO 2:

Posmodernidad y lgica del consumo

Arribamos al siglo XXI en medio de profundas transformaciones observables en todos los niveles de la cultura. Hoy nos encontramos habitando un mundo crecientemente centrado en la informtica, regido por los medios de comunicacin de masas y basado en la logica del consumo. Algunos autores han denominado posmodernidad a la nueva era que el mundo occidental est transitando, en alusin a un momento claramente delimitado posterior a la modernidad. Sealara as el agotamiento de los grandes enunciados de la modernidad que postularon un devenir emancipador para las sociedades y la busqueda racional de la verdad, a la par que propusieron la idea de un progreso garantizado por un desarrollo cientifico indeclinable. Otro autores, en cambio, prefieren hablar de la nueva modernidad o de la modernidad actual, al entender que el presente no implicara una ruptura con lo anterior, sino por el contrario, su continuidad esperable, su verdadero apogeo.

La modernidad fue la poca de la razn, culto por lo nuevo, el enfoque progresivo de la historia y las utopas. Pero se vi conmovida en relacin a su propia imposibilidad de dar cuenta de fuertes fenmenos irracionales generados en la sociedad, tales como los hechos catastrficos vinculados a la Segunda Guerra Mundial.Para Lyotard, es el saber mismo el que cambia de estatuto en la posmodernidad, dado que pierde el caracter de verdad legitimada, propia del tiempo anterior. Pasa asi a formar parte de juegos de lenguaje multiples y diversos, propias del lazo social. El lenguaje pierde el caracter unitario y da pie a multiplicidad de sentidos.La ruptura con la idea de totalidad es correlativa al debilitamiento de la nocion de una historia unitaria en progresivo avance. La posmodernidad rechaza la conceptcin previa de una historia unitaria, organizada alrededor de un eje que conlleva la idea de un progreso entendido como evolucin hacia un modelo unico de hombre y de sociedad. Esto ha afectado sin duda las nociones de progreso y aun de proyecto a todo nivel. Si las grandes propuestas para el futuro mediato han fallado y si las certezas ms frreras se han disuetlo con tanta facilidad, la categora misma de futuro comienza a entrar en crisis. Para el hombre medieval el sentido de la vida estaba en el ms all, en tanto para el individuo de la modernidad se hallaba en la vida misma, dotada de sentido prospectivo basado en la realizacin del maana. El hombre posmoderno, en cambio, descree del porvenir y del sentido proyectual: le basta con vivir el presente.En esta discutida nueva edad que se configura en dicho marco, el conjunto social se halla impregnado de vivencias vinculadas a las crisis de valores y de los conocimientos y saberes que sustentan la vida, vivencias que conforman hoy el propio espiritu de epoca.

Lipovesky se refiere a la posmodernidad como a una mutacion osciologica global. Esta mutacin gira en torno de un gran organizador: el consumo, que absorbe a los individuos en la carrera por el nivel de vida de vida. En estrecha relacion con el mundo del consumo y de la publicidad los medios masivos cobran un papel cada vez ms preponderante en la posmodernidad. Entre otras cosas, posibilitan la masividad de la comunicacin que se constituye en va regia para la proliferacin del imaginario social a nivel planetario. Imponen, por otra parte, una cultura basada en la imagen, lo que modifica hasta las mismas formas de percepcin de la realidad. Importa la inmediatez de lo visible: el envase corporal.

A esta altura ya se advierte que ciertas cartacteristicas han de difrenciar las formas de subjetividad acordes a los tiempos posmodernos, de aquellas propias de epocas anteriores. El habitante de la posmodernidad descree de las grandes finalidades a largo plazo. Se rebela tambin contra aquellas creencias que condujeron a la renuncia personal y al sufrimiento, que esencialmente intentar eludir. No dar la vida por ideales, cuando muchos de ellos han mostrado su fracaso. El futuro es hoy. La vida es hoy, sin memoria de pasado ni deseo de un despus.De tal modo, el hombre prototipico de la epoca hace de su ego un dios, encarnado en un cuerpo considerado soporte central de la propia identidad. Este sujeto ser proclive a ligarse a los ideales cortoplacistas que la epoca le propone, entre otros el consumo.

A continuacin se abordar la temtica del consumo en tanto regulador social a la vez de sus pilares subjetivos e inconcientes que dan cuenta de su eficacia.

Lgica del consumo.

Tener se constituye en siporte porttico del ser.El shopping surge como templo contemporaneo de una nueva ilusion, promesa de realizacion promocionada desde marquesinas y vidrieras. Si algunos pocos pueden proveerse de muchos de los bienes ofertados, la mayoria solo puede acceder a una satisfaccion por delegacion, ilusionando, tal vez, ese estado de plenitud que las imagenes exhiben y sabiendo, que se trata de una dicha preparada para otros.Se trata, puese, del consumo entendido como una logica reguladora social, vigente y eficaz, mas all de las posibilidades concretas de acceso a los bienes en circulacin.

Esta logica, ya vigente a comienzos de siglo, se constituye en uno de los iorganizadores centrales de las sociedades posmodernas en relacion de la economia de mercado propia de la actual fase capitalista; y se sustenta en el supuesto implicito de que el consumo seria la via regia para el acceso a la satisfaccion. De este modo se naturaliza y disimula su caracter contingente de condicion sociohistorica.

La impronta del consumo es hoy central en la transmision del codigo social, siendo incirporada por lo tanto tan temoranamente que pasa a formar parte de la trama identificatoria inicial.. El consumo excede a la mercancia sino que abarca casi todas las areas de la existencia. El consumo de la imagen, la niez conm s excesivo consumo de juguetes.

En el campo de la constitucion subjetiva la oferta precede a la demanda, dado que los otros primordiales incluyen al infans en un mundo de significaciones preexistentes que lo conforma. Este ofrecimiento anticipado y persistente se prolonga para ciertos nios con una formacion bajo la cual la posibilidad de juego espontanneo se restringe. Esto forma parte de un consenso social que promueve la conviccin en los adultos, de que la felicidad de sus hijos ser directamente proporcional al consumo que puedan proveerles. En el innegable afn por estimular todo tipo de inquietudes, la oferta sin brecha ni respiro transforma en ocasiones hasta a los ms pequeos en receptculos de una abundancia formativa casi equivalente a la de un televisor con canales para todos los gustos.Nos preguntamos acerca de las conexiones entre esta saturacin consumista y el fenmeno del aburrimiento, de aparicin frecuente en la clnica, quiz un equivalente encubridor de la angustia en los momentos en que el ofrecimiento continuado se interrumpe.

Desde esta perspectiva, la adiccin como fenmeno masivo muestra una elevada correlacin con la promesa social de saciar lo imposible a partir de la hipersaturacin.El consumo como organizador social, sienta por lo tanto las bases para una cultura adictiva, no limitada al mundo de la droga, en la cual todo parece posible de obtener. El supuesto de una saciedad absoluta de la demanda, en desmentida de un deseo que sta jams podr recubrir.El consumo se hace cada vez mas vertiginoso. Se potencia en sus extremos dando lugar a verdaderas bulimias consumistas. Segn hemos visto, la cultura porpone estrategias para paliar un malestar ineludible, anclado en la imposibilidad de la satisfaccin plena. Bajo la organizacin del mundo actual, en especial bajo las variantes del neoliberalismo capitalista y de la cultura de la posmodernidad, es el universo del consumo generalizado el que contiene una de las formas actuales de intolerancia colectiva a lo insaturable del deseo humano.

las discursividades sociales pregnantes en cada epoca atraviesan las subjetividades y las conforman, la construccin subjetiva es altamente compleja y nunca podra ser explicada meramente como replica de aquello que la cultura ofrece.

Es asi que, en la era dle consumo generalizado, las modalidades e intensidades de ste no sern idnticas en todos los sujetos: las diferencias que median entre el consumo y su exacerbacin en el consumismo, verdadera adiccion en algunos casos, dan cuenta de la distancia posible entre las propuestas sociales y su incorporacion diferencial por parte de los sujetos.En cualquier epoca habr quienes queden incondicionalmente adjeridos al ideario cultural; en tanto otros sujetos podrn posicionarse en una apropiacin interrogativa de la propuesta del contexto, en una relativa y siempre fragil posibilidad de singularizacin.

CAPITULO 3: Ideologa y alineacin en la cultura actual

Nos hallamos hoy bajo el reinado de otras ideologas, muy diversas en sus contenidos y modalidades, aunque no por ello menos eficaces que las anteriores vigentes. Estas nuevas ideologas, se hallan profundamente entrelazadas con el auge actual de la economia del mercado, propia del neoliberalismo conservador en vigencia. Definen a lo ideologico como a una cierta modalidad del discurso, en la que este se presenta como absoluto, oculta las condiciones de produccion en que se halla sustentado y promueve un efecto de creencia. Promueve un efecto de verosimilitud anlogo a la naturalidad con que creemos reconocernos y suponer quienes somos. Tiene apariencia de Verdad.

La cuestin de los ideales

La ideologa incluye la cuestin de los ideales. ps ideales de la cultura, son incorporados a nivel subjetivo en estrecha articulacin con las dimensiones del Yo ideal y del Ideal del Yo. Cada epoca promueve ciertos ideales, algunos adoptan un caracter ms totalizantes que otros. Algunos devienen Verdad incuestionable. No desconocemos el hecho de que los ideales de este fin de siglo son multiples y a menudo contradictorios, a la vez que conforman un abanico profundamente entremezclado con los previos. Algunos ideales son:

Los ideales ligados al consumoEstos ideales inducen a homologar satisfaccin con consumo. La tendencia a la adquisicin de objetos u otros bienes menos tangibles se convierte en aspiracin central y permanente.

Los ideales ligados al aqu y ahoraSe preconiza la vigencia de un presente a la vez fugaz y eterno. En relacin tambin a la logica de cinsumo, la renovacin cada vez ms vertiginosa de los objetos, las imagenes o la informaciopn ilustra esta voracidad por lo siempre actual.Los nuevos ideales habilitan para una vida en que el momento sea algo digno de ser vivido y rescatan la posibilidad del placer, el ocio y la experiencia del da a da. Esto tambin tiene su impacto en los ideales relativos a la pareja y a la familia, a la sexualidad y el amor.

Los ideales de la LevedadExiste una atenuacin de los afectos que a veces deviene superficialidad, dando lugar a problemticas que van desde el aburrimiento hasta las sensaciones de futilidad, inexistencia o vaco. Algunos autores lo llaman la epoca dle individualismo neo-narcisista, que se manifiesta en una indiferencia relajada y carente de dramaticidad.

Los ideales ligados al Mundo de la imagenLos cambios que los medios de comunicaicn han introducido al convertirse el epicentro de la vida cotidiana sin enormes y afectan la conexion entre los sujetos y la realidad. Los medios se han convertido en el principal referente en el plano de la informacion, transmision de ideales, modelos identificatorios y la constitucin de las creencias.Casi todo parece reducirse a la imagen. Se relega cada vez ms el universo de lo interior. Los individuos mismos parecen cobrar valor por el brillo de los objetos que poseen, o por sus cuerpos cuidados en relacin con los cuerpos de las publicidades televisivas.

Los ideales ligados a la JuventudEn relacin al anterior, se promueven valores que preconizan las caracteristicas juveniles tanto en lo esttico (el cuerpo casi adolescente) como en la cotidianeidad. Cierta ligereza frente a la vida, lo profundo equiparable a ponerse denso, la valoracin de lo espontaneo e informal que acompaa la desacralizacin de las modalidades acartonadas propias de otras generaciones, la escasa importancia otrogada a la transmisin generacional, descrditop por la experiencia de vida, conforman la exaltacin de los valores juveniles.

Los ideales ligados al pragmatismoEs necesario ser prctico, altamente eficiente y poseer cierta capacidad para la accin inmediata. Lo sideales de hoy da autorizan la realizacion inmediata y el placer aqu y ahora.

FORMAS ACTUALES DE ALIENACION

La alienacion no seria solamente un dteerminante intrapsiquico sino que daria a la vez cuenta de una modalidad vincular basada en la identificacin y la idealizacion masivas. Asi, la tendencia a matar el pensamiento, presente al mismo tiempo en dos o ms sujetos propenderia a la desaparicion de todo conflicto y a anular el sufrimiento que conlleva el pensamiento singular. Es decir, hay aniquilacion de pensamiento, el sujeto se vuelve objeto pero lo preserva del dolor de la diferencia y de la soledad.alienus el que no se pertence.Se trata d euna tendencia universal que se manifiesta en distinta medida y da cuenta de ciertas modalidades vinculares y tambien modos de ligazn del sujeto a las instituciones y a la cultura en general.

La busqueda moderna de la plenitud y del sentido cede paso a un posicionamiento ligero ante la vida. Se perfila un sujeto indiferente, con una modalidad leve y aptica, desprovista de pasiones intensas. El sentido de la vida se desustancializa a la par que la continuidad historica se diluye en un presente eterno y fugaz. EL hombre posmoderno se encuentra a veces vaco. La palabra pierde relevancia como resorte de la subjetividad y el pensamiento. La inidferencia parece tocar tambien otros aspectos: la afectividad se neutraliza en una levedad apenas tibia en que el mundo y los otros son parcialmente desinvestidos. Se aflojan los lazos de los grupos e isntiotuciones: la familia, por ejemplo.

El vinculo en el cual el otro es facilmente intercambiable, reaseguraria de este modo contra la perdida, el abandono y el doloros proceso de duelo. Pensamos que las adicciones, por ejemplo, expresan en su extremo esta modalidad dado que la droga reemplaza al otro, garantizando una ilusion de presencia en el momento imperioso de la coercion pulsional.

Familia, pareja y amigos implican escasos compromisos reciprocos, en tanto cede la tendencia a la estabilidad de las relaciones. Parecen privilegiarse los anhelos individuales por sobre los compromisos vinculares. La indiferencia para no sufrir: el desierto, antes que el riesgo de la carencia.Cuando no se perciben formas de salidad, el dolor psiquico deviene poco soportable y puede conducir a formas por lo general, patologicas de evasion o evacuacion destinadas a eludir el trabajo psiquico inherente a la elaboracion.

cuales son entonces las especificidades que hoy dia presenta la alienacion?

Se trata de una alienacion en tiempo presente. Implica la necesariedad del serlo ya. Es ahora o nunca. No hay posibilidad de postergar las realizaciones consonantes con expectativa cultural.

Si la conforntacin del sujeto con la falta-castracin simbolica-abre paso a su constitucin como sujeto de deseo, la subjetividad alienada de la epoca, podra, en cambio, deslizarse hacia la anulacin deseante a travs de la desinvestidura del futuro y el atrapamiento fascinado en la imagen.Se anula el ideal porspectivo en aras de un cumplimiento inmediato. Ciertas formas de violencia, la autodestruccin de la dorga y otras patologias de epoca, podrian ser pensadas a la luz de estas observaciones.

Hoy es posible pensar a la violencia social en relacion con una sociedad en la cual se generaliza un sistema economico que acrecienta las diferencias, promueve pobreza y marginalidad y estimula un hiperconsumo inaccesible para amplios sectores.Ek tiempo para el hombre posmoderno se asemeja a transcurrir un presente continuo, sin origen ni final. Sin embargo, suele retornar a algun modo de religiosidad y actividad mistica; asi, el auge de las sectas, la videncia y las practicas magicas dan un toque profundamente irracional al momento actual que marca la diferencia con la racionalidad a ultranza del periodo anterior.Esto nos lleva a sealar otro rasgo difrencial de la alienacion actual, que se caracteriza por pretender la abolicin de aquellos enigmas acerca de los cuales el ser humano se ha cuestionado a lo largo de su existencia. Hoy, las certezas dan cuenta del presente y la indifrencia da cuenta del maana. A la vez, esta indiferencia frente al tiempo que vendr parece anular todo cuestionamiento del mundo de hoy, que cobra la apariencia de inmodificable y final. Por otra parte, la anulacion del enigma es un modo particular de oscurecimiento de la dimension de la falta, en la que se articulan el deseo y la singularidad.

La sociedad actual festeja la casi desaparicion del espacio de lo privado. Los medio parecen exhibirlo todo y lo que no pasa por la imagen quiz no exista. Esto solo crea la ilusin de que todo ha sido visto y se han develado los secretos. De esta manera, propicia el no conforntarse con el desconocimiento humano. El sujeto de la posmodernidad exhibe un espiritu menos totalitario que sus antecesores modernos. La rigidez de las creencias frreas y los ideales incuestionables se reemplaza por el acceso a una pluralidad en que todo parece poder cohabitar sin excluirse. Sin emabrgo, esta aceptacion de lo diferente a veces no es mas que una faceta de la indiferencia; si todo da igual, se reduce la nocion de conflicto, lo que culmina en ocasiones en indiferenciacion. De modo similar, la aparente hterogeneidad y respeto por las diferencias, exhibidos en el todo vale caracteristico de la epoca, parece constituir a su vez una emboscada de la alineacion, encubriendo una homogeneizacion que retorna en figuras sociales extremas comoo el racismo, la xenofobia y el chauvinismo (?!)