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“Leer es comprender”

“Qué cosa sea leer y cómo tiene lugar la lectura me parece una de las cosas más

misteriosas”.Gadamer

Lo primero que hay que decir es que una cosa es una actividad de lectura y otra muy

distinta la experiencia de la lectura. Las actividades de lectura son todas aquellas estrategias que

empleamos para propiciar el encuentro con los textos; por ejemplo, una lectura en voz alta. La

experiencia de la lectura es lo que ocurre en cada uno, en su conciencia personal, cuando entran

en contacto con el texto. Esta experiencia es siempre individual e intransferible: es distinta en

cada lector. Además, la experiencia de la lectura es formativa: no sólo involucra lo que sabemos,

sino lo que sentimos, queremos y somos.

“Leemos para fortalecer nuestra personalidad y averiguar cuáles son nuestros auténticos

intereses”. Harold Bloom

Los seres humanos aprendemos la lengua que se maneja en el círculo social en el que nos

desarrollamos prácticamente desde los primeros días de vida y hasta la entrada a la edad adulta.

En el caso de la lectura, desde niñ@s observamos letreros, volantes, cuentos, a las personas que

leen. Generalmente, es en el núcleo familiar en donde surge nuestro interés o necesidad por el

aprendizaje de la lectura, caracterizado por un interés, gusto y/o necesidad.

Antes de que los niñ@s empiecen a aprender a leer, ya se han construido algunas actitudes

respecto a la cultura escrita (sobre la lectura, las letras, los libros, periódicos, cartas y todo lo que

está impreso).

El tipo de ambiente en el que está inmerso el niñ@ dentro del hogar determinan

considerablemente su desarrollo lector futuro, por ejemplo: ¿En casa hay muchos libros o

ninguno? ¿Hay personas a quienes el niño puede observar leyendo? Tanto familiares como el

entorno trasmiten directa o indirectamente una actitud definida hacia la lectura.

Generalmente, durante la primera infancia, los niñ@s empiezan a sentir curiosidad por saber qué

es lo que dice la información contenida en un papel, un cartel, un anuncio, un cuento, etcétera.

En el cuadro comparativo numero 1.1 presentamos la visión que tradicionalmente ha sido

considerada como el acto de la lectura y lo que regularmente no es incluido como tal. Sin

embargo, la lectura va más allá del enfoque según el cual sólo se debe leer “libros”. La lectura

implica el manejo de fuentes diversas tales como: periódicos, revistas, anuncios, entre otros.

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Cuadro comparativo 1.1 “Creencias sobre la lectura”

Tradicionalmente

“La buena lectura es” “Lo que se cree que no lo es”

Leer libros, sobre todo de literatura de inicio a fin, a un ritmo tranquilo, sentados, entendiendo todo…

Leer notas, publicidad, informes, redacciones de alumnos, cartas que están escribiendo, etc.; leerlo a prisa saltando palabras, adelantar y retroceder en el texto, buscar sólo lo que nos interesa, leer de pie, sentados, en el autobús, el metro, etcétera

De lo expuesto anteriormente se puede considerar que los conocimientos que en lectura se

edifican tienen como base (“Raíces de la lectura”) los fundamentos o aproximaciones establecidas

en la familia o en el hogar.

El proceso de aprendizaje de la lectura

“El aprendizaje de la lectura arranca mucho antes que la escuela y acaba mucho después, acaba

con la vida”.

Un texto escrito tiene muchos niveles de comprensión y siempre puede comprenderse mejor, más

extensa y profundamente. La escuela debe centrarse en la enseñanza o desarrollo de la

comprensión lectora. En el caso del nivel de secundaria se considera que la mayoría de los

estudiantes saben leer, sin embargo, el docente puede hacer que lean aún mejor.

“Escribir no es copiar ni leer es deletrear”. Emilia Ferreiro

¿Qué significa leer?

Déficit de comprensión en la escuela, lo importante durante cualquier tipo de lectura es “la

comprensión”: Leer es comprender un texto. Lo que importa es interpretar lo que vehiculan las

letras impresas, construir un significado nuevo en nuestra menta a parir de estos signos.

La mayoría de los autores coinciden en que el acto de la lectura incluye una “interacción e

interpretación activa entre lo escrito y el lector” o descodificación de letras, palabras, frases o

textos completos, dentro del cual “la comprensión” del mensaje toma un papel esencial.

“La lectura es un proceso complejo durante el cual el lector traduce el código impreso en palabras,

comprendiendo y prediciendo el significado, a la vez que interactúa emocionalmente con los

personajes o sucesos de la historia”. Judith L. Meece

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La descodificación es el proceso consistente en utilizar el conocimiento contextual, el

conocimiento fonético y el conocimiento de palabras a la vista para identificar una palabra

desconocida. Judith L.Meece

Regularmente llevamos a cabo la acción de leer bajo una consigna o propósito: divertirnos,

informarnos, aprender, consultar, etcétera.

Encontrar un sentido o significado de lo que estamos leyendo es una de las premisas principales

de la actividad lectora: “La lectura es la relación de significado lector-texto. Algunos autores

también consideran que la función social de la lectura es la comunicación.

Leer no sólo es reproducir sonidos del habla a partir de lo que está escrito en un texto, es un

proceso de codificación-decodificación que, como se mencionaba anteriormente, busca dar

significados en un texto. Complementando lo anterior, en el cuadro comparativo 1.2, se presentan

dos de las formas más recurrentes para la enseñanza de la lectura.

Cuadro comparativo 1.2 “Dos formas para enseñar a leer”

“Basados en el código” (Lectura activa)

“Basados en el sentido” (Lectura receptiva)

Antes de leer, el niño tiene que aprender a descifrar;

El maestro es transmisor de conocimientos; El aula es la única agrupación de alumnos; El niño debe repetir, memorizar; La comprobación del aprendizaje se realiza

mediante la oralización del escrito; El aprendizaje de la lectura y la escritura es

simultáneo; La base material para el aprendizaje es un

manual; El “producto de la lectura” es el centro de

interés del aprendizaje; El proceso se hace por etapas: primero

aprendizaje de las correspondencias sonido–grafía, y después acceso al sentido mediante la oralización;

La rapidez y la precisión son fundamentales; La comprensión se exige y se evalúa, pero no

se enseña.

El niño es un lector desde el principio;

El maestro es un facilitador y un guía;

El tratamiento es individualizado; El niño debe explorar, formular hipótesis y verificar el sentido del texto;

La comprobación del aprendizaje se realiza mediante la comprensión lectora;

El aprendizaje de la escritura es normalmente posterior al de la lectura;

La base material para el aprendizaje es un conjunto de textos significativos;

El proceso de la lectura es el centro de interés del aprendizaje;

Se observa el proceso de descubrimiento y se sistematizan procedimientos de lectura rápida.

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Lo que realmente importa durante el acto de leer es interpretar lo que vehiculan las letras

impresas (o signos), construir en nuestra mente una interpretación o significado nuevo. Esto es lo

que significa básicamente leer: Un proceso interactivo entre el pensamiento y el lenguaje cuyo

objetivo es la comprensión.

La lectura también es considerada como uno de los aprendizajes más importantes que nos

proporciona la escuela, es una capacidad imprescindible que facilita la adquisición de información

y aprendizaje. Anteriormente (e inclusive en la actualidad), la enseñanza de la lectura se realizaba

de forma rígida, mecánica, memorística y tediosa; ver el siguiente esquema 1.3 “Enseñanza

tradicional de la lectura”.

Esquema 1.3 “Enseñanza tradicional de la lectura”.

a. El maestro escoge una lectura del libro de texto.

b. Un alumno lee un fragmento, mientras el resto sigue la lectura en su libro.

C .Si comete algún error de oralización, el maestro lo corrige directamente o delega a otro alumno.

d. Una vez oralizado el texto, el maestro formula preguntas sobre la lectura, que los alumnos

contestan individualmente

e. Ejercicios de gramática a partir del texto.

En la actualidad, son demasiadas las cosas obligatorias que solamente se pueden hacer leyendo y

escribiendo: “burocracia”, “leyes”, “trabajo”, “ocio”, “vivienda”, etcétera.

Desde la postura constructivista se considera que un lector posee las siguientes características:

Conocimientos previos, conocimientos lingüísticos, competencias comunicativas y conocimiento

del medio.

Para el enfoque constructivista un “lector activo” es aquel que capta un contenido y lo reconstruye

mientras que para el modelo tradicional un “lector receptivo” es aquel que sólo rescata el

significado expresado por un texto.

“Lector activo o receptivo”

Algunas de las “destrezas superiores” esperadas de los lectores son: Ser conscientes de los

objetivos de la lectura, saber leer a velocidad adecuada, comprender el texto a diversos niveles e

inferir significados desconocidos.

Durante la interacción con el texto, el lector va anticipando sentidos y diferenciando las palabras

que concentran información básica (verbos, sustantivos) e información secundaria (artículos o

preposiciones).

La lectura “no es un acto mecánico”, sino una tarea que exige la participación interesada, activa e

inteligente del lector.