¡Juntas y Juntos podemos decir No al abuso de Niñas y Niños!
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Un estudio bíblico del canal de-la-escuela-a-la-prisión Leer juntos la Biblia: El enfoque en mujeres, niñas, niños y jóvenes | 1 Leer juntos la Biblia: El enfoque en mujeres, niñas, niños y jóvenes Presentación Como Mujeres Metodistas Unidas, tenemos el compromiso histórico y permanente de trabajar en representación de mujeres, niñas, niños y jóvenes. Como toda organización eclesiástica, estamos comprometidas con la obra de la misión basada en el evangelio. En paralelo, el mantener un enfoque particular en mujeres, niñas, niños y jóvenes a veces aporta diversas preguntas, preocupaciones y abordajes a la toma de decisiones, ya sea en el ministerio eclesiástico o en la misión con el mundo. Observamos las mismas situaciones, comprendemos la misma información y les hablamos a las mismas personas, pero tenemos la capacidad de ver de una manera diferente porque traemos esta perspectiva especial a nuestra obra misionera, ya sea a nivel global o en nuestra vecindad. Es como si usáramos unos anteojos especiales para ver a las mujeres, a las niñas, niños y jóvenes en un mundo donde, a menudo, son tratados como si fueran invisibles o desechables. ¿Qué sucede cuando permitimos que ese mismo enfoque (esos lentes especiales para ver a las mujeres, a las niñas, niños y jóvenes) oriente nuestro criterio sobre el estudio de la Biblia? ¿Qué sucede cuando llevamos nuestros “anteojos” a nuestro estudio, el cual no solo tiene en cuenta a mujeres, niñas, niños y jóvenes, sino también las perspectivas de otras comunidades e individuos que, a menudo, son perjudicados, ignorados u olvidados por los demás, sea en el mundo bíblico o en el mundo actual? ¿De qué manera tal perspectiva puede permitirnos ver de un modo nuevo los textos bíblicos conocidos, tanto como los menos conocidos? Esta serie de estudios bíblicos brinda una breve introducción a lo que podemos descubrir con un enfoque semejante sobre la Escritura. Objetivos de aprendizaje Desarrollar y profundizar la relación que tenemos con Dios y unas con otras. Forjar nuestras capacidades como discípulas, aprendiendo un enfoque nuevo para el estudio bíblico. Fortalecer nuestro apoyo a niñas, niños y jóvenes con un fundamento firme y bíblico.
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Leer juntos la Biblia: El enfoque en mujeres, niñas, niños y jóvenes
Presentación Como Mujeres Metodistas Unidas, tenemos el compromiso histórico y permanente de
trabajar en representación de mujeres, niñas, niños y jóvenes. Como toda organización
eclesiástica, estamos comprometidas con la obra de la misión basada en el evangelio.
En paralelo, el mantener un enfoque particular en mujeres, niñas, niños y jóvenes a
veces aporta diversas preguntas, preocupaciones y abordajes a la toma de decisiones,
ya sea en el ministerio eclesiástico o en la misión con el mundo. Observamos las
mismas situaciones, comprendemos la misma información y les hablamos a las
mismas personas, pero tenemos la capacidad de ver de una manera diferente porque
traemos esta perspectiva especial a nuestra obra misionera, ya sea a nivel global o en
nuestra vecindad. Es como si usáramos unos anteojos especiales para ver a las
mujeres, a las niñas, niños y jóvenes en un mundo donde, a menudo, son tratados
como si fueran invisibles o desechables.
¿Qué sucede cuando permitimos que ese mismo enfoque (esos lentes especiales para
ver a las mujeres, a las niñas, niños y jóvenes) oriente nuestro criterio sobre el estudio
de la Biblia? ¿Qué sucede cuando llevamos nuestros “anteojos” a nuestro estudio, el
cual no solo tiene en cuenta a mujeres, niñas, niños y jóvenes, sino también las
perspectivas de otras comunidades e individuos que, a menudo, son perjudicados,
ignorados u olvidados por los demás, sea en el mundo bíblico o en el mundo actual?
¿De qué manera tal perspectiva puede permitirnos ver de un modo nuevo los textos
bíblicos conocidos, tanto como los menos conocidos? Esta serie de estudios bíblicos
brinda una breve introducción a lo que podemos descubrir con un enfoque semejante
sobre la Escritura.
Objetivos de aprendizaje
Desarrollar y profundizar la relación que tenemos con Dios y unas con otras.
Forjar nuestras capacidades como discípulas, aprendiendo un enfoque nuevo
para el estudio bíblico.
Fortalecer nuestro apoyo a niñas, niños y jóvenes con un fundamento firme
y bíblico.
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Cómo emplear estos materiales de estudio Todas nos encontramos en contextos y comunidades diferentes, y tenemos dones,
gracias y necesidades educativas diferentes. No hay una única “manera correcta” de
abordar este estudio ni, desde luego, un único talle que les vaya bien a todas. Esta
experiencia de aprendizaje está destinada a ser modificada.
Mientras se prepara para este estudio, sea sumamente considerada con la experiencia y
los conocimientos previos de su grupo, tanto como con las posibilidades prácticas
y las limitaciones para compartir tiempo juntas. Analice los materiales antes de bosquejar
su plan de estudio. Algunas unidades pueden ser más apropiadas o útiles para ciertos
grupos que para otros. Algunas unidades pueden ser tan amplias, que deseará repartirlas
en varias sesiones. Tal vez quiera recorrer todas las preguntas para cada pasaje bíblico,
o prefiera seleccionar apenas algunas. Sea criteriosa.
Un grupo pequeño que se reúne una hora semanal durante 12 semanas requerirá un
enfoque diferente al de un grupo grande que se reúne una sola vez durante dos horas.
Este estudio está diseñado para ser adaptable. Por esa razón, entre los materiales de
estudio no hay pautas recomendadas en cuanto al tiempo. No obstante, la alentamos
firmemente a planificar el tiempo antes de que se reúna el grupo. Como siempre, es
importante favorecer la consideración, el interés y la gracia, asegurando que todas las
voces sean valoradas y todas las participantes, respetadas. Para más pautas sobre cómo
establecer un grupo, ver “Una hermandad de la gracia”.
A continuación hay algunos procederes que puede tener en cuenta para usar este
recurso.
Opción 1: Use este estudio bíblico como una serie de estudios que continúen en
su grupo pequeño, círculo o unidad. Elija todas o algunas de las unidades.
Complete todas las partes de cada unidad en una sesión larga, o distribuya las
unidades en múltiples partes en varias sesiones más cortas.
Opción 2: Combine las unidades para encarar temas o interrogantes específicos.
Ofrezca las unidades de estudio como experiencias independientes en reuniones
distritales o anuales, o combinadas con un panel, un video informativo o un
servicio de adoración.
Opción 3: Lleve a otros el estudio bíblico de su unidad de Mujeres Metodistas
Unidas, ofreciéndolo en la iglesia local, de su comunidad o a la fraternidad
ecuménica.
Cualquiera sea la opción que elija, ¡que su estudio grupal sea bendecido!
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Mujeres de la Biblia: Un reclamo de justicia por nosotras y por nuestros hijos
Números 27:1–8, Mateo 15:21–28 y Lucas 18:1–8
Introducción
Hoy analizaremos tres textos. Es probable que algunos sean bastante conocidos; otros
tal vez sean nuevos. Todos relatan historias poderosas sobre mujeres que reclaman
justicia para sí mismas y para sus hijos, desafiando sistemas estropeados y frustrantes.
Las hijas de Zelofehad (Números 27:1–8)
La mujer cananea (Mateo 15:21–28)
La viuda persistente (Lucas 18:1–8)
Nuestro pasaje de Números 27:1–8 relata la historia de las cinco hijas de Zelofehad:
Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. Zelofehad muere sin hijos varones, y sus hijas no
podrán heredar la propiedad de su padre, ¡hasta que la petición que le hacen a Moisés
logra un cambio!
La mujer cananea también se defiende a sí misma y a su hija, cruzando la línea de la
jerarquía social y de la cortesía en busca de la cura para su hija, quien está siendo
atormentada por un demonio (Mateo 15:21–28).
Semejante persistencia es elogiada como una virtud clave en la enseñanza de Jesús:
nos presenta la parábola de la viuda persistente y el juez injusto (Lucas 18:1–8). A la
viuda se le niega reiteradamente la justicia en la corte, pero ella sigue recurriendo una
y otra vez. Insiste, a pesar de la injusticia, hasta que el juez, agotado por sus pedidos
constantes, se rinde y le concede la justica que ella merece.
Muy lejos de los estereotipos de mujeres calladas y sumisas, estas mujeres
registradas en la Biblia viven en sociedades y situaciones injustas; sin embargo,
continuamente alzan la voz y contraatacan. Perseveran en la búsqueda de la
justicia para sí mismas y para sus hijos, y su fiel labor es recompensada.
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En octubre de 2015, a Shakara, una estudiante negra de 16 años de la Spring Valley High
School de Columbia, Carolina del Sur, se le indicó que saliera del aula como castigo por
usar su teléfono. Ella se negó. El oficial policial de la escuela, Ben Fields, la confrontó y le
ordenó que saliera. La agarró del cuello, volteó su escritorio al piso y la arrastró por el
aula. Niya Kenny, compañera de clase de Shakara, la defendió y grabó la agresión. Tanto
Shakara como Niya fueron arrestadas.
Niya Kenny brindó estas reflexiones:
“Sentí que tenía que defender a mi hermana. Podría haberse tratado de cualquiera de
nosotras. Podría haber sido yo. Cuando nos arrestaron y nos sacaron del aula, sentí
como si Dios se hubiera olvidado de nosotras. Me sentía avergonzada y tuve miedo. Me
detuvieron durante ocho horas.”
“Ese día, todo iba por el mal camino y yo sentía que había hecho algo malo. Me decía
a mí misma: ‘Deberías haberte sentado y quedarte callada’. Pero el hecho de alzar la voz,
ser arrestada y todo lo demás no hizo otra cosa que darme mucha más conciencia del
canal de la escuela a la prisión. Sinceramente, si pudiera volver atrás, no cambiaría nada.
Fue como si el universo me hubiera llevado hasta allí ese día”.
—Fragmento de Advancement Project We Came to Learn (septiembre de 2018)
Oración de apertura
Amado Dios: damos gracias por las maneras en que has obrado por medio de mujeres
fieles, fuertes y persistentes, para hacer que nuestro mundo sea más justo y más
amoroso. No siempre es fácil alzar la voz por lo que uno piensa, resistir o expresarse.
Para muchas de nosotras puede resultar incómodo, aterrador o frustrante. Podríamos
enfrentar burlas, rechazo o algo peor. Sin embargo, sabemos que cuando damos pasos
en fe, tú nos haces avanzar. Aunque nos tiemble la voz, oramos para que llenes
nuestra boca con tus palabras, para que también nosotras podamos procurar la rectitud
y reclamar la justicia para nuestros hijos y para nosotras mismas. En el nombre de
Jesús oramos. Amén.
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Estudio bíblico
Primera parte: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa (las hijas de Zelofehad)
Se acercaron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer hijo de Galaad, hijo de
Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres
de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. Se presentaron delante de
Moisés y delante del sacerdote Eleazar, delante de los príncipes y de toda la
congregación, a la puerta del Tabernáculo de reunión, y dijeron: “Nuestro padre
murió en el desierto. Él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra
Jehová en el grupo de Coré, sino que por su propio pecado murió, y no tuvo
hijos. ¿Por qué será borrado el nombre de nuestro padre de su familia? ¿Por no
haber tenido hijos? Danos alguna heredad entre los hermanos de nuestro
padre”.
Moisés llevó su causa delante de Jehová, y Jehová respondió a Moisés: Bien
dicen las hijas de Zelofehad. Les darás la posesión de una heredad entre los
hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas. Y a los
hijos de Israel les dirás: “Cuando alguien muera sin dejar hijos, traspasaréis su
herencia a su hija…”. (Números 27:1–8)
Debate
Nuestro pasaje comienza con un listado del linaje que sigue el modelo familiar de
Números, que describe “hijo de… hijo de… hijo de…”. Sin embargo, termina
enumerando a las cinco hijas de Zelofehad: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. Trate de
recordar su propio árbol genealógico: ¿el linaje es de padres/hijos, madres/hijas o de
ambos? ¿Cómo lo supo?
Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa se acercaron al tabernáculo de reunión, un espacio
santo consagrado para estar en contacto con Dios, con el propósito de plantear su
caso. Se dirigieron a los líderes decisivos, incluidos Moisés, Eleazar el sacerdote, y a
toda la comunidad. En pocas palabras, ¿cómo imagina usted que se sintieron al
acercarse al tabernáculo de reunión? ¿Cómo se sentiría usted si estuviera en la
situación de ellas?
Las mujeres usan a Moisés como intermediador para llevar “su causa delante de
Jehová”. ¿Por qué piensa que las mujeres no pueden acercarse directamente al
Señor, teniendo en cuenta el contexto cultural, social y religioso? ¿Cuáles son las
ventajas y las desventajas de este acercamiento por un intermediador? ¿Alguna vez
vivió experiencias en las que debió utilizar un intermediador buscando que le hicieran
justicia? ¿Qué sucedió y por qué?
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¡Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa ganan su juicio! El Señor le dice a Moisés: “Bien
dicen las hijas de Zelofehad”, e instruye a Moisés para que les deje tomar posesión de
su herencia legítima. Pero el Señor avanza un paso más y hace una generalización,
más allá de los detalles de este caso, y establece una ley nueva para los israelitas: si
un hombre no tiene hijos, su hija o sus hijas heredarán su propiedad. En otras palabras:
es un caso que sienta un precedente. ¿Puede pensar en otros ejemplos de la historia
reciente en los cuales las personas, en la lucha por sus propios derechos, hayan
sentado un precedente judicial más amplio en favor de otros? ¿Qué le viene a la
mente?
Es una victoria importante para estas mujeres. Pero no resolvió todos los problemas
de todas las mujeres ni transformó a la sociedad israelita en su totalidad; las mujeres
y los niños siguieron siendo muy vulnerables después de la muerte del padre/marido.
¿Qué grupos imagina que pudieron haber quedado excluidos de esta ley? ¿Qué
trabajo quedó inconcluso?
Segunda parte: La mujer cananea
Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer
cananea que había salido de aquella región comenzó a gritar y a decirle:
“¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente
atormentada por un demonio”. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces,
acercándose sus discípulos, le rogaron diciendo: “Despídela, pues viene
gritando detrás de nosotros”. Él, respondiendo, dijo: “No soy enviado sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel”. Entonces ella vino y se postró ante él,
diciendo: “¡Señor, socórreme!”. Respondiendo él, dijo: “No está bien tomar el
pan de los hijos y echarlo a los perros”. Ella dijo: “Sí, Señor; pero aun los perros
comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces,
respondiendo Jesús, dijo: “¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como
quieres”. Y su hija fue sanada desde aquella hora (Mateo 15:21–28).
Debate
En este pasaje, una mujer no judía se acerca a Jesús pidiendo a gritos su
misericordia. Su hija es atormentada por un demonio, y ella cree que Jesús (a quien
llama “Señor, Hijo de David”) puede ayudarla. Jesús la ignora. Ella sigue gritando. Los
discípulos de Jesús tratan que él la obligue a irse. ¿Puede imaginar el comienzo de
esta escena? Si había algún transeúnte observando el hecho, ¿qué le habrá
parecido? Descríbalo o represéntelo.
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Jesús la rechaza reiteradamente. Primero, no responde. Luego dice que fue enviado
únicamente a ciertas personas y que la mujer no es una de ellas. Finalmente, se
rebaja a un insulto provocador. Aun así, ella sigue buscando su ayuda. ¿Qué la
motiva a ser tan insistente? ¿Cómo se sentiría ser la mujer cananea en esta
interacción?
Las palabras de la Biblia son poderosas. Pero, lamentablemente, hay muchas cosas
que se pierden en la narrativa cuando solo se vuelven palabras sobre un papel. Entre
otros elementos, perdemos todo lo que podría expresar el tono de la voz. Tenga en
cuenta esta frase: “Sí, Señor; pero aun los perros comen de las migajas que caen de
la mesa de sus amos”. Diga en voz alta esas palabras. Trate de decirlas con énfasis
distintos y en diferentes actitudes, como si estuviera actuando o ensayando. ¿Son
palabras de tristeza o de enojo? ¿Se trata de una discusión sensata o de una
sugerencia amable? ¿Persuasiva o desafiante? ¿Qué palabra está enfatizada?
¿Perros, migajas, Señor, o alguna otra? ¿Cómo impactan la inflexión y el tono de la
voz en las diferentes interpretaciones que podríamos tener sobre lo que la mujer
cananea buscaba expresar en la frase?
Finalmente y pese a su resistencia inicial, Jesús accede a su pedido y sana a su hija,
dándole lo que ella necesitaba y lo que pidió en todo momento. Este es un pasaje
muy extraño en la Biblia porque presenta a Jesús en un modo poco favorecedor,
comportándose mal pero cediendo, finalmente, luego de perder la discusión. La mujer
cananea hizo algo poderoso y extraordinario. ¿Qué piensa que sucedió aquí? ¿Por
qué le parece que Jesús cede? ¿Ella lo hace cambiar de parecer? ¿Él se cansa y se
rinde? ¿Estuvo poniéndola a prueba todo el tiempo? ¿O es algo completamente
diferente?
Tercera parte: La viuda persistente
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no
desmayar, diciendo: “Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni
respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a
él diciendo: ‘Hazme justicia de mi adversario’. Él no quiso por algún tiempo; pero
después de esto dijo dentro de sí: ‘Aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a
hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea
que viniendo de continuo me agote la paciencia’”. Y dijo el Señor: “Oíd lo que
dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a
él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará
justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas
18:1–8)
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Debate
En la parábola de Jesús, el sistema judicial (en la persona de este juez) está
estropeado y no muestra reverencia por Dios ni preocupación alguna por los
demás. ¿Dónde y cuándo ha encontrado usted un sistema judicial desvirtuado y
similar a este? Párrafo aparte en tiempos de Jesús, las viudas eran económica,
cultural y socialmente vulnerables. ¿Quiénes son las “viudas” de nuestra época?
¿Cómo les va en nuestro sistema judicial? ¿Somos mejores? ¿Peores?
¿Iguales?
La viuda no recibe justicia inmediatamente. En cambio, debe presentarse ante el juez
una y otra vez. Imagine que usted es la viuda. ¿Qué le da la fuerza para perseverar a
pesar del fracaso?
El juez “ni temía a Dios ni respetaba a hombre”; sin embargo, se ablandó ante la causa
de la viuda. Finalmente, ¿cómo logra la viuda la justicia que merece? ¿Qué enseñanza
nos deja esto sobre organizarse en un contexto en el cual las personas que toman las
decisiones no son sensibles al llamamiento moral a la justicia?
¿Qué sabiduría puede aportar esta parábola a nuestros esfuerzos actuales por
resolver la problemática del canal de la escuela a la prisión?
Haga las conexiones
Analizamos algunos ejemplos de mujeres bíblicas que se defendieron y alzaron la voz
por ellas mismas y por sus hijos, a pesar de la intimidación, la tradición, la frustración,
el ridículo y el peligro. Son apenas algunos ejemplos. Tómese un momento para
compartir otros ejemplos de mujeres valientes que le vengan a la memoria.
¿Qué otras mujeres de la Biblia?
¿Qué otras mujeres históricas y/o de la actualidad?
¿Qué otras mujeres (familiares, amigas, referentes, etc.) ha conocido en su
vida?
Con mentalidad creativa
Imagine que usted es la viuda persistente, pero un par de milenios adelantada.
Intenta que le haga justicia un sistema judicial que menosprecia a las personas e
ignora a Dios. ¿Qué hace usted? Interprete una breve dramatización para ilustrar su
estrategia.
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Reflexión sobre las repercusiones
¿Estos pasajes de la Escritura reafirman o cuestionan nuestros estereotipos sobre
los roles de las mujeres bíblicas? ¿Qué le sorprendió (si hubo algo) en estos
textos?
Aplicación para la vida/El enfoque en la misión
¿Qué organizaciones de su comunidad empoderan a las mujeres para que actúen y
hablen en defensa de sí mismas y de sus hijos? ¿De qué manera puede conectarse
más profundamente con estas organizaciones para fortalecer su obra? Considere
invitar a un representante de uno o dos de dichos grupos para que hable y comparta
qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen.
Invite e incluya a otras personas
¿Conoce mujeres que estén buscando oportunidades de sentirse más seguras para
expresarse a favor de la justicia? ¿Conoce mujeres que ya sean ejemplo de esta virtud
bíblica? Piense en la posibilidad de invitar a ambos grupos de mujeres a esta sesión.
Es una oportunidad maravillosa para enseñar y aprender juntas.
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Los niños y los jóvenes vistos con los ojos de Dios
Mateo 19:13–15, Lucas 2:39–52, Jeremías 31:15–17 y Mateo 2:16–18 Introducción Como Mujeres Metodistas Unidas, tenemos un llamado especial para ayudar a niñas, niños y jóvenes. Esta misión histórica nos motiva en muchas áreas de nuestra tarea, desde la mayordomía, al servicio y a la concientización. A tal punto forma parte de quiénes somos, que puede que lo demos por hecho, pero esta área esencial de nuestra vida en común merece una atención constante. El estudio minucioso de la Escritura nos ayuda a dar vida y profundizar lo que entendemos y lo que llevamos a la práctica del ministerio para, por y con niñas, niños y jóvenes. En este estudio, comenzaremos por explorar:
El lugar especial de las niñas, los niños y jóvenes a los ojos de Dios (Mateo 19:13–15)
El tiempo especial, complejo y emocionante de la adolescencia (Lucas 2:39–52)
El sufrimiento y la promesa del apoyo a niñas, niños y jóvenes en un mundo dañado (Jeremías 31:15–17 y Mateo 2:16–18)
En el primer pasaje bíblico, los discípulos tratan de rechazar a los niños que corren hacia Jesús, quien hace caso omiso del rechazo y los recibe con los brazos abiertos. Jesús asegura que “de los tales es el reino de los cielos”. Se nos invita a tener en cuenta el rol de los niños en nuestra comunidad y de qué manera el texto bíblico puede empoderar la misión y el ministerio que tenemos en la actualidad. Podríamos descubrir que nuestro pensamiento es: “Por cierto, es fácil amar a los niños pequeños, ¡pero tratar con adolescentes y preadolescentes es algo completamente distinto!”. A veces, los adultos pueden sentirse desconcertados o frustrados por las conductas de las y los adolescentes, especialmente cuando se portan mal, cuestionan los límites y son respondones. ¿Nos sorprendería recordar que la familia de Jesús sintió exactamente lo mismo sobre él cuando tenía esa edad? ¿Y que, de hecho, eso fue una parte necesaria y santa del crecimiento y de la conducta de Jesús, según la Escritura? Se nos invita a que exploremos las travesuras del Hijo de Dios y cómo esto puede orientar nuestro acercamiento a los jóvenes en nuestras propias comunidades.
“Tengo un primo que tiene cuatro años de edad; un día, pasé por su casa por alguna razón y como que le dije: ‘Hola, ¿por qué no estás en la escuela, corazón?’. Él me sonríe y me dice: ‘Bueno, es que me expulsaron’. Tiene cuatro años”. —Damekia Morgan, LA, Los niños encarcelados de familiares y amigos de Louisiana. Ver aquí el video completo de Damekia: youtube.com/watch?v=lHwjoyuvODs&list=PL62A9027219FB16DE&index=2&t=0s
Un estudio bíblico del canal de-la-escuela-a-la-prisión Los niños y los jóvenes vistos con los ojos de Dios | 2
Para finalizar, consideraremos atentamente algunas expresiones de aflicción y de promesa, ambas encontradas en Jeremías y en Mateo. Leemos estos pasajes bíblicos a la luz de la violencia cometida contra niñas, niños y jóvenes en tiempos de Jeremías, de Jesús y en la actualidad. Estas Escrituras nos invitan a profundizar en nuestro dolor, en nuestra labor y, por último, en nuestra esperanza en Cristo. Oración de apertura Amado Dios, confesamos que estamos tan ocupadas en el diario vivir que podemos llegar a sentir la tentación de ignorar a las niñas, a los niños y a las y los jóvenes que están en nuestra vida y en nuestras comunidades. Sin embargo, es a tales a quienes pertenece el reino relacional de Dios. Danos un corazón para escuchar y manos para ayudar, para que podamos ser verdaderas amigas y defensoras de las y los jóvenes de nuestras comunidades (los más cercanos a nosotras y también aquellos a quienes tal vez nunca conozcamos cara a cara). Fortalécenos para tu servicio y para que procuremos un futuro de esperanza para todos tus hijos. En el nombre de Jesús oramos. Amén. Estudio bíblico Primera parte: El lugar especial de las niñas, los niños y los jóvenes a los ojos de Dios
Entonces le fueron presentados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; pero los discípulos los reprendieron. Entonces Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos”. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí. (Mateo 19:13–15)
Debate Malinterpretando la misión de Jesús, los discípulos tratan de echar a los niños y a sus familias, ahuyentándolos para que Jesús pudiera regresar a su trabajo. ¿Alguna vez tratamos a las niñas, a los niños, jóvenes y sus familias como “interrupciones” a nuestro trabajo prioritario, ya sea esto concluir una clase planificada, finalizar una tarea sin ser molestadas, o permanecer hasta el final en un servicio dominical sin que alguien proteste contra nosotros desde el banco de atrás? Piense ejemplos en los que hayamos actuado como los discípulos, tratando de apurar a los niños y a sus familiares para concentrarnos en la tarea que teníamos entre manos. ¿Qué nos enseña nuestra fe sobre el valor y la importancia de niñas, niños y jóvenes? ¿Qué significa decir “porque de los tales” es el reino relacional de Dios? ¿Cómo tratan a las y los niños en su familia? ¿En su congregación? ¿En la escuela local? ¿En el país, en términos generales?
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A pesar de todas las dificultades, hay una profunda bondad en el mundo. Estamos rodeados por testimonios vivos y por una poderosa multitud de santos cotidianos. ¿Conoce a alguien de su iglesia o de su comunidad que sea ejemplo del espíritu de Jesús porque recibe de buena manera y le importan todos las y los niños? ¿Quiénes son? ¿Qué hacen? Jesús nos muestra un amor y una deferencia extremos para con las niñas, los niños y jóvenes. ¿En qué fallamos nosotros, como comunidad, en vivir a la altura de sus pautas? ¿Somos mejores con algunos que con otros? ¿Cuáles son las diferencias, si es que las hay, en la forma que nuestras comunidades, iglesias y escuelas tratan a nuestros niños, según su raza, origen étnico, ingreso familiar, orientación sexual, género u otro factor? Las investigaciones han descubierto que, a menudo, los adultos perciben a los niños de color como mayores de lo que realmente son, y como más grandes que los niños blancos de la misma edad. ¿Cómo este sesgo puede impactar negativamente sobre la disciplina escolar, las interacciones con el sistema judicial y demás instancias? ¿Qué otros tipos de prejuicios implícitos podrían influir en el modo en que los adultos perciben a niñas y niños de diferentes trasfondos e identidades? Imagine si usted debiera explicarle a Jesús el canal que hay entre la escuela y la prisión. ¿Qué diría? ¿Qué le respondería Jesús a usted? ¿Cómo podemos asegurarnos de que las niñas y los niños sean tratados, todos, como los amados hijos de Dios que son: en nuestras iglesias, escuelas y comunidades? Segunda parte: El tiempo especial, complejo y emocionante de la adolescencia
Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios era sobre él. Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la Fiesta. Al regresar ellos, acabada la Fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supieran José y su madre. Pensando que estaba entre la compañía, anduvieron durante un día, y lo buscaban entre los parientes y los conocidos; pero como no lo hallaron, volvieron a Jerusalén buscándolo. Aconteció que tres días después lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores de la Ley, oyéndolos y preguntándoles. Y todos los que lo oían se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando lo vieron, se sorprendieron. Su madre le dijo: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia”. Entonces él les dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Pero ellos no entendieron lo que les dijo.
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Descendió con ellos y volvió a Nazaret, y les estaba sujeto. Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres. (Lucas 2:39–52)
Debate En este pasaje, un Jesús de 12 años se escabulle de sus padres para quedarse atrás, en Jerusalén. ¿Alguna vez se escapó en su adolescencia? ¿Qué podría decir de sus hijos, nietos, sobrinos o alumnos? Las jovencitas a menudo se involucran en el sistema judicial de menores por “delitos juveniles”, comportamientos que no son delitos para los adultos, pero son ilegales en caso de los jóvenes (por ejemplo, escaparse o faltar a la escuela). Nuestro pasaje bíblico da un ejemplo de Jesús cuando se escapó y actuó de manera “ingobernable”, pero la comunidad de Jesús no lo metió tras las rejas. ¿De qué maneras ha cambiado con el paso del tiempo nuestro enfoque sobre la justicia de menores y la mala conducta juvenil? ¿La comunidad de Jesús reaccionaría hoy de la misma manera? ¿Cree que habría habido una reacción distinta si Jesús hubiera sido una niña? El relato sucede más o menos así: cuando María y José se dan cuenta de que Jesús no está con ellos, regresan corriendo a Jerusalén y lo buscan durante tres días. Finalmente lo encuentran; María está “atónita” y le dice: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Jesús se da vuelta y le responde: ¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo estaría aquí? María y José no entienden de qué está hablando él. Muchas de nosotras podremos reconocer alguna versión de este diálogo gracias a nuestra propia experiencia, ya sea como madres o hijas, maestras o alumnas, adultas o adolescentes. Reflexione en su experiencia personal. ¿Cuándo participó usted de un diálogo semejante? ¿Tuvo el rol de “Jesús”, de “María” o de “José”? Comparta su anécdota. Para muchos jóvenes, parte del trabajo de la adolescencia implica avanzar hacia nuevas experiencias, poner a prueba los límites y explorar más allá de lo previamente conocido. Para las autoridades adultas, esto puede ser espantoso o exasperante, pero debemos ser cuidadosas sobre la forma en que somos llamadas a responder y saber cuándo es preferible una reacción flexible a una respuesta punitiva. Lamentablemente, la conducta adolescente habitual, experimental y que busca traspasar los límites, cuando la tienen los niños de color es recibida, en muchos casos, por una mano disciplinaria excesivamente severa. En lugar de reaccionar a la conducta de los menores y de los jóvenes con un enfoque conocedor del desarrollo infantil y cierto “margen de gracia”, los sistemas de los adultos se apresuran a condenar y criminalizar. Muchas veces, a los niños blancos se les dan libertades y se les muestra una gracia que a los niños negros no. Esta es una de las causas de que las niñas negras sean seis veces más propensas a ser suspendidas de la escuela que las niñas blancas.
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¿Ha visto avanzar estas disparidades? ¿Por qué suceden? ¿Cómo sería si se tratara con una gracia más amplia a todos los y las adolescentes? Tercera parte: El sufrimiento y la promesa del apoyo a las niñas, a los niños y a los jóvenes en un mundo dañado
Así ha dicho Jehová: “Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo: es Raquel que llora por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron”. Así ha dicho Jehová: “Reprime del llanto tu voz y de las lágrimas tus ojos, porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová. Volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra .(Jeremías 31:15–17) Herodes entonces, cuando se vio burlado por los sabios, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los sabios. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: “Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido, Raquel que llora a sus hijos y no quiso ser consolada, porque perecieron”. (Mateo 2:16–18)
Debate Reflexione en la primera parte de la Escritura, tomada del libro de Jeremías. ¿Por qué llora esta Raquel? ¿Qué está pasando? ¿Qué se siente ser Raquel? ¿Por qué el profeta Jeremías mencionó la historia de Raquel en ese momento? Piense en el canal de la escuela a la prisión, en la justicia para menores y en la encarcelación masiva. ¿Quiénes son las Raqueles de hoy? ¿Por quiénes lloran y por qué? Este pasaje de la Escritura reaparece en el Nuevo Testamento, en un momento muy dramático de la historia del nacimiento de Jesús. ¿Qué sucede esta vez? ¿Cómo habrá sido ser una madre en Belén y soportar el decreto de Herodes? ¿Por qué piensa que el Evangelio de Mateo cita este pasaje de Jeremías?
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A menudo nos dicen que nos sobrepongamos al dolor y que sigamos con nuestra vida: el mundo puede ser injusto y los niños podrán sufrir, pero no hay nada que hacer ni tiempo para quejas y lamentos. Sin embargo, en el texto de Jeremías, Raquel es elevada por hacer precisamente lo opuesto: llora por sus hijos y se niega a ser consolada. En otras palabras, no permite que nadie la haga callar en su aflicción. En lugar de eso, usa su dolor para dar a conocer esta trágica injusticia y cambiar el mundo. ¿Qué mujeres conocidas por usted son ejemplo por haber elegido no quedarse calladas en su dolor, sino que usaron su pena para impulsar un cambio?
¿Cómo sería en nuestro caso si “no quisiéramos ser consoladas” hasta que el canal de la escuela a la prisión y los maltratos del sistema judicial de menores fueran revertidos? ¿Cuánto tiempo estaríamos gimiendo? ¿Está preparada para una labor a tan largo plazo? ¿Por qué sí o por qué no?
Ahora, analice la última parte del pasaje de Jeremías, los versículos 16 y 17. ¿Cuál es la promesa de Dios?
Jeremías habla de “esperanza para su futuro”, donde nuestros “hijos volverán a su propia tierra”. Eso significaba algo específico para un pueblo exiliado. Y sigue teniendo sentido para nosotras hoy en día. ¿Qué significa esta promesa para usted, hoy, específicamente, cuando piensa en su propia comunidad y en las esperanzas que tiene para niñas, niños y jóvenes?
Al pensar en el canal de la escuela a la prisión, ¿qué significado tiene para usted, hoy en día, que “tus obras tendrán recompensa” (Nueva Versión Internacional)? ¿Cree usted que llegará esa recompensa? ¿Por qué sí o por qué no?
Haga las conexiones
Durante este estudio, nos hemos referido al canal de la escuela a la prisión. La invitamos a que descargue nuestro estudio de una página sobre el canal de la escuela a la prisión para hacer en grupo. Está disponible aquí: unitedmethodistwomen.org/racialjustice.
Además, la animamos a que, con anticipación, haga su parte de investigación para poder compartir las estadísticas relevantes y específicas a su propia comunidad.
Busque información sobre las disparidades raciales en la disciplina escolar pordistrito y por escuela en este sitio: ocrdata.ed.gov/districtschoolsearch.
Busque información a nivel estatal sobre el bienestar de niñas, niños y jóvenes eneste sitio: datacenter.kidscount.org.
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Con mentalidad creativa Analice Lucas 2:39–52. Expresión creativa: Actividad dramática, opción 1 (~15 minutos) Esta actividad es para parejas. Invite a que una persona de la pareja sea Jesús y que la otra sea María. Representen este diálogo en un entorno contemporáneo, con un lenguaje contemporáneo. Algunas parejas podrán ofrecerse voluntariamente a compartir con todo el grupo su representación dramática. Expresión creativa: Actividad dramática, opción 2 (~20 minutos) Divida equitativamente en tres grupos a las asistentes: Jesús, María y José. Imagine que usted es el personaje bíblico asignado y reflexione sobre el día siguiente de esta situación. Explíquele a una amiga qué sucedió, cómo se sintió usted y por qué tomó las decisiones que tomó. Pase alrededor de diez minutos en su grupo de Jesús, María o José. Luego, regrese y propicie un diálogo entre estos tres grupos de personas, en el que cada uno pueda compartir su perspectiva, hacer preguntas sobre el otro y escuchar en forma activa. Reflexión sobre las repercusiones Analicen las tres historias. Ya sean madres, abuelas, maestras o miembros de la comunidad, ¿cómo nos desafían o nos afirman estos tres pasajes bíblicos en nuestro ministerio con las niñas, los niños y los jóvenes? Aplicación para la vida/El enfoque en la misión ¿Qué organizaciones en su comunidad defienden a las niñas, los niños y los jóvenes? ¿De qué manera se conecta su iglesia o su grupo con estos esfuerzos? ¿Qué más puede hacer para ayudar a satisfacer las necesidades de niñas, niños y adolescentes en su comunidad? ¿Qué más puede hacer usted para luchar por la justicia a favor de niñas, niños y adolescentes? Invite e incluya a otras personas ¿Su iglesia tiene grupo de jóvenes? Analice la posibilidad de planificar un estudio bíblico intergeneracional o un conversatorio coordinado sobre temas relevantes para su comunidad. Permita que los jóvenes tengan su tiempo para hablar y para escuchar.
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Reivindicar el gozo y la verdad en un mundo que (aún)
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Reivindicar el gozo y la verdad en un mundo que (aún) malinterpreta y omite el #BlackGirlMagic
Hechos 2:1–13 y Hechos 16:16–19 Introducción A lo largo de la Escritura, nos enteramos de las historias de los profetas que expresaron la verdad de Dios haciendo milagros y del gozo que irrumpe. Una y otra vez, escuchamos sobre la maravilla de la revelación que afloró a través de una amplia variedad de personas en diversas circunstancias. Con la misma frecuencia, oímos hablar de autoridades, de personas poderosas, de miembros de la comunidad y aun de discípulos que malinterpretan y omiten esa realidad. Sus propias expectativas limitan su visión espiritual y dejan pasar oportunidades para apreciar cómo (y a quién) se manifiesta Dios en el mundo. Aunque es fácil tomar distancia de estas figuras bíblicas que celebran al sabio y le menean el dedo índice al necio, nos beneficiamos más si aprovechamos el texto como una especie de espejo, una oportunidad para ejercer la autocrítica y la reflexión atenta, y reconocer que hoy en día hacemos casi lo mismo. Mientras seguimos explorando el canal de la escuela a la prisión, dirigimos nuestro enfoque al gozo y a la maravilla del movimiento juvenil #BlackGirlMagic, muy a menudo ignorado, pisoteado e, incluso, castigado por las personas y por los sistemas que aún no comprenden el prodigio y la creación de Dios. En otros estudios de esta serie examinamos la justicia reparadora y los métodos alternativos para disciplinar. En este estudio, nos preguntamos por qué se considera que determinadas conductas requieren ser disciplinadas. Al fin y al cabo, gran parte de las disparidades raciales que vemos como falta de disciplina surgen antes de la instancia disciplinaria, cuando los sistemas interpretan erróneamente como “problemas” lo que en realidad solo es la expresión natural y santa de los niños y los adolescentes de color. De manera similar, gran parte del comportamiento que se considera problemático en las niñas y las jovencitas es, por el contrario, autoafirmación santa y buena que debe ser fomentada y honrada como una capacidad esencial de supervivencia en un mundo donde, demasiado a menudo, mujeres, niñas y niños siguen siendo los últimos. A veces, lo que es percibido como un “problema” que necesita una “solución”, en realidad, es una diferencia que necesita ser celebrada.
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“…Siento como que no puedo expresarme en mi comunidad, no solo porque soy mujer, sino también porque soy negra… Hace poco, fui suspendida de la escuela porque decidí responderle al decano, porque sentía que no era justa una situación que yo estaba sufriendo. Sentí que varios maestros me faltaron el respeto en múltiples ocasiones, y decidí expresar mi opinión al respecto y cómo me sentía, y me dijeron que era insolente y que eso no era necesario”. —Miasia, 16, Niñas por la Igualdad de Género (Miasia fue suspendida durante una semana por “contestar”).
Observe las historias que comparten Miasia y otros miembros de Niñas por la Igualdad de Género en este enlace: youtube.com/watch?v=-y0AmxZMgpQ.
Quizás usted encare este estudio como alguien que ha sido castigada por ser usted misma. Quizás encare este estudio como la persona que fue la castigadora involuntaria, sin entender y malinterpretando la expresión personal y legítima de otros. Quizás, en alguna medida, lo encare con un conocimiento de ambas experiencias. Por eso, ahora estamos invitadas a reflexionar más profundamente, analizando estas dos experiencias, según aparecen en dos textos bíblicos del libro de Hechos, la historia de los orígenes de la iglesia:
La historia de Pentecostés (Hechos 2:1–13)
La historia de la muchacha esclava que tenía un espíritu de adivinación (Hechos 16:16–19)
Estas historias pueden resultarle conocidas, pero volvemos a ellas ahora con una mirada nueva y una invitación a interpretarlas a la luz de la experiencia particular de malinterpretar el #BlackGirlMagic. Oración de apertura Amado Dios, te damos gracias por la gloria de tu creación diversa. Hemos sido hechas de una manera formidable y maravillosa, todas sin excepción, y tú te mueves en cada una de nosotras. Te confesamos que, a veces, tenemos expectativas demasiado pequeñas. Te omitimos y te malinterpretamos. Nos malinterpretamos y nos lastimamos unas a otras. Nos encerramos y ocultamos la plenitud de nuestro ser. Te pedimos que nos des valentía de ser completamente quienes somos, y sabiduría para aceptarnos completamente unas a otras. En el nombre de Jesús oramos. Amén. Estudio bíblico Primera parte: Pentecostés
Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del
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Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran. Vivían entonces en Jerusalén judíos piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Al oír este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban atónitos y admirados, diciendo: “Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. Estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: “¿Qué quiere decir esto?”. Pero otros, burlándose, decían: “Están borrachos”. (Hechos 2:1–13)
Debate Imagine que usted está allí, entre la multitud. De pronto, escucha que alguien le habla en su propio idioma nativo. Mira alrededor y ve que los demás están experimentando lo mismo: que escuchan sus propios idiomas nativos y específicos. ¿Cómo se siente en este momento? ¿En qué está pensando? En este milagro, un idioma (el hablado por los galileos) se convierte en muchos idiomas (hablados por muchísimos grupos). A menudo, la iglesia habla de que muchos llegan a ser uno. Pero este es un milagro de uno transformándose en muchos. Las diferencias son el camino hacia la comunidad y el entendimiento, más que hacia la uniformidad. ¿Cuál es la diferencia entre estos enfoques? ¿Qué puede proponer esto para nuestra vida actual? El pasaje bíblico enumera muchos idiomas y comunidades que estaban presentes, nombrando explícitamente a los “partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes”. ¿Por qué cree que la Biblia se toma el tiempo para nombrar explícitamente a cada uno de estos grupos? ¿Qué enseñanzas podría brindar esto en la actualidad a favor del valor que tiene el nombrar y celebrar la diferencia cultural? La Biblia cuenta que las reacciones a este milagro de las lenguas y quienes las escucharon son variadas. Algunos se asombran, maravillados, y preguntan: “¿Qué quiere decir esto?”. Otros se burlan e ignoran la experiencia, diciendo que no son más que unos borrachos. Póngase usted misma en el lugar de cada grupo. ¿Qué podría estar pensando el grupo de los sorprendidos? ¿Qué hay del grupo de los que se burlan? ¿Con qué grupo se identifica más, y por qué?
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La tendencia a burlarse y descartar lo que no podemos entender es habitual. Muchas de nosotras hemos tenido experiencias como las de aquellos que fueron ignorados y/o los que ignoraron a otros. Si se siente cómoda, comparta su experiencia. ¿Qué sucedió? ¿Cómo respondió usted? ¿Cómo se sintió? Este pasaje habla directamente sobre una comunidad plurilingüe que se entendió por encima de los límites de la diferencia. En la actualidad, traspasar las barreras idiomáticas sigue siendo una labor importante para la comunidad cristiana. ¿De qué formas experimenta los dones de la comunidad plurilingüe en su vida actual? ¿De qué manera apoya su iglesia los dones y las bendiciones de las personas que hablan idiomas diferentes? ¿Cómo lo hace su escuela pública? ¿Y las demás instituciones de la comunidad? No son solo los idiomas literalmente distintos los que cumplen la función de barreras comunicativas. Las diferencias culturales también pueden dar lugar a la interpretación equívoca al encontrarse con las líneas que nos diferencian. Tenga en cuenta las experiencias de niñas, niños y jóvenes, en especial, de las niñas negras en su entorno educativo. ¿Quiénes se burlan? ¿Quiénes están atónitos y perplejos? ¿Quiénes hablan en lenguas y se involucran en el milagro de la traducción? ¿Quiénes escuchan y se quedan atónitos al escuchar su propio idioma? ¿Qué se necesitaría para transformar nuestras escuelas y comunidades en lugares donde la diversidad fuera festejada y reafirmada, en espacios de un Pentecostés cotidiano y santo? Segunda parte: La muchacha esclava que tenía un espíritu de adivinación
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Ésta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: “¡Estos hombres son siervos del Dios Altísimo! Ellos os anuncian el camino de salvación”. Esto lo hizo por muchos días, hasta que, desagradando a Pablo, se volvió él y dijo al espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora. Pero al ver sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades. (Hechos 16:16–19)
Debate Así como muchas de nosotras hemos escuchado esta historia dentro de la trama del viaje de Pablo y Silas, la mayoría le hemos prestado escasa atención a la muchacha esclava por sí misma. Suele ser considerada un personaje secundario, más que una
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figura central. ¿Por qué piensa que esto es así? ¿Qué diferencia podría haber si el foco estuviera puesto en ella, no solo en Pablo y en Silas? Ese cambio de perspectiva, ¿cómo podría fortalecer nuestra práctica en el estudio bíblico y nuestra práctica en la misión y en el ministerio? Esta muchacha esclavizada actúa de una manera extraordinaria. Reconoce a Pablo y a Silas como representantes de Dios, los sigue y, en voz alta, proclama esta verdad al mundo. Podríamos imaginar otros personajes que hacen lo mismo y que son aclamados como profetas. Sin embargo, esta niña es tratada por sus amos como una máquina de hacer dinero y por Pablo como una perturbación. ¿Qué ven en ella sus esclavizadores? ¿Qué condiciona la opinión que tiene Pablo sobre ella? ¿Cuáles son las otras maneras posibles de verla a ella y a sus actos? ¿Cuáles son los paralelos que ve usted entre cómo tratan a esta joven y cómo han sido tratadas históricamente las muchachas negras? ¿Y actualmente? Cuando habla del Dios Altísimo y del camino a la salvación, la muchacha irrita a sus amos, y también a Pablo y a Silas. Esto sigue haciéndolo durante días y días. ¿Por qué lo hace? ¿Qué la motiva a decir esta verdad, teniendo en cuenta las posibles consecuencias? Piense en la experiencia y en lo que hizo esta muchacha a la luz del diálogo actual sobre el movimiento #BlackGirlMagic. ¿Cree usted que esta joven está manifestando su propia #BlackGirlMagic en esta situación? ¿Por qué sí o por qué no? Como hemos estado aprendiendo, en la disciplina escolar hay disparidades raciales importantes. Estas disparidades son mayores cuando se trata de agravios subjetivos que se consideran como una “insubordinación” o una “interrupción”. Es habitual enterarnos de casos en los que las jóvenes negras son severamente disciplinadas por un comportamiento considerado por las autoridades escolares como “insubordinación”, mientras que según las muchachas “solo estaban siendo ellas mismas (o expresándose)”. ¿Cómo podría invitarnos hoy el pasaje bíblico a pensar distinto sobre las perspectivas de lo que constituye una “insubordinación” y desde el punto de vista de quién? Haga las conexiones Introdujimos este estudio hablando sobre el movimiento #BlackGirlMagic. ¿Cómo aparece el #BlackGirlMagic en estos pasajes bíblicos? ¿Cómo aparece el #BlackGirlMagic en su vida y en la vida de su comunidad? Con mentalidad creativa La muchacha de Hechos 16:16–19, como muchas otras en la Biblia, no tiene un nombre en el texto. Piense en mujeres famosas (y no tan famosas) de la historia y de su propia experiencia. ¿Quién comparte los dones, las bendiciones, el sufrimiento y la
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magia de esta muchacha? Solemos pensar en el proceso de elegir un nombre tocayo como uno en el que sabemos los nombres de nuestros antepasados, conocemos a un niño nuevo que no tiene nombre y le damos a ese niño el nombre conocido de su ancestro. A causa de las historias faltantes de mujeres, niñas y niños en la Biblia, la invitamos a hacer lo inverso, a modo de experimento mental: póngale un nombre al ancestro anónimo de niñas y mujeres que vinieron después que ella. ¿Quién podría ser una digna homónima de esta muchacha? Reflexión sobre las repercusiones ¿Se ve a usted misma en estos textos? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Qué sentimientos le surgen cuando lee estos relatos? Aplicación para la vida/El enfoque en la misión ¿Cómo se visibiliza el apoyo que da su organización a las niñas y a las jóvenes negras? ¿A otras niñas y jóvenes de color? Si usted aún no lo hace, ¿cuál es la razón para no hacerlo? ¿Quién podría ayudarla a ser más eficaz en esta área de su ministerio? Invite e incluya a otras personas ¿Qué organizaciones de su comunidad respaldan a las niñas y a las mujeres negras? ¿A las niñas y a las mujeres indoamericanas? ¿A las niñas y a las mujeres latinoamericanas? ¿A las niñas y a las mujeres asiático-pacíficas? ¿A las niñas y a las mujeres mestizas? ¿A otras no mencionadas aquí? Pídales a esos grupos u organizaciones que le digan qué puede hacer usted en su comunidad para ayudar a apoyar a las niñas y a las jóvenes.
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La búsqueda con amor por los perdidos
Lucas 15 Introducción En el decimoquinto capítulo de Lucas, Jesús relata tres parábolas, una tras otra. La primera es sobre una oveja perdida, la segunda es sobre una moneda perdida y la tercera trata sobre un hijo perdido. La disposición de estas parábolas una a continuación de la otra no es una casualidad. Jesús está tratando de reforzar y profundizar una idea importante de cómo somos llamados a convivir. Todavía no hemos tomado en serio la enseñanza de Jesús. Los valores de nuestra sociedad aún no son los de Jesús. Nosotros valoramos la efectividad. ¿Quién tiene el tiempo o el dinero para ocuparse de las necesidades de una niña cuando hay todo un salón de clase con niñas y niños a los que les va bien? ¡Es demasiado complicado; no vale la pena! Creemos que ojos que no ven, corazón que no siente. ¿Cuál oveja perdida? ¿La moneda de quién? ¿Qué hijo perdido? ¿Cuáles dos millones de personas tras las rejas en Estados Unidos? Hoy no los vi; por lo tanto, no pienso en ellos hoy. Valoramos el castigo, nos comportamos como el hijo que se quedó y premiamos la justicia abstracta por encima de una equidad genuina. ¿Por qué él debía tener un banquete de bienvenida? Esa hija se comportó mal; ¡merece ser castigada larga y firmemente por lo que hizo! Él violó las normas de la escuela y sabía lo que estaba haciendo; ¿por qué no debería ir a la cárcel por eso? Nuestras palabras son efectividad, desaparición, castigo.
“Si alguien pelea en una [escuela tradicional], son diez días de suspensión automática”, dijo Leila. “Son dos semanas de clases que ya te perdiste de la escuela, y ahora tienes que ponerte al día. Así que eso ya es injusto. Pero cuando eso ocurre, ellos no resuelven la situación. Simplemente, dicen: ‘Tú vete a casa por diez días, y tú vete a casa por diez días’… en lugar de
realmente tratar de averiguar por qué pelearon y qué está ocurriendo”. —Fragmento de
Pushout (Expulsión) de Monique Morris
Jesús dice completamente otra cosa. Este conflicto de valores es una de las causas de que siga creciendo el canal de la escuela a la prisión y de por qué las niñas, los niños y jóvenes siguen sufriendo por nuestros pecados.
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Estudiamos Lucas 15 para que podamos abrir nuestro corazón y nuestra mente a los valores contraculturales de Jesucristo, de manera que realmente podamos convertirnos en discípulas de Jesucristo para la transformación del mundo. Oración de apertura Amado Dios, confesamos las maneras en que te hemos ignorado a ti y a tus hijos. Nos hemos resistido a tu justicia transformadora, optando por nuestras nociones más estrechas de justicia. Hemos actuado como si el amor y la justicia fueran productos escasos, aparentando que si otra persona recibe más eso significa menos para mí. Nos arrepentimos de nuestra mala conducta. Te pedimos que abras nuestro entendimiento hoy, que podamos escuchar nuevamente tu Palabra y que, al escucharla, seamos reformadas a tu semejanza. En el nombre de Jesús oramos. Amén. Estudio bíblico El pasaje bíblico de hoy es extenso, así que lo leeremos en cuatro partes, con algunas preguntas después de cada sección y, luego, habrá algunas preguntas más largas al final. Primera parte: La oveja perdida
Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírlo, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: “¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y al llegar a casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido’. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”. (Lucas 15:1–7)
Debate ¿Por qué los recaudadores de impuestos y los pecadores habrán ido a escuchar a Jesús? ¿Qué cosa del mensaje de Jesús pudo haberlos atraído? Los fariseos y los escribas acusan a Jesús de recibir de buena manera a los recaudadores de impuestos y a los pecadores. ¿Por qué los fariseos y los escribas han sido reacios a recibir a los pecadores?
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En la historia, el pastor deja a las 99 ovejas en el desierto para ir tras la oveja perdida. ¿Cuáles son las razones para hacerlo? Imagine que usted está en el rebaño. ¿Cómo se sentirían las 99 ovejas? ¿Cómo se sentiría la apartada? Imagine que usted es el pastor. ¿Cómo tomaría la decisión de dejar a las 99 y salir a buscar a la perdida, o abandonar a la oveja perdida y quedarse con las 99? ¿Por qué habría más gozo por la única que se perdió y luego fue encontrada? ¿Alguna vez estuvo “perdida”? ¿Cómo se sintió entonces? ¿Quién la encontró y cómo? Habiendo analizado a la oveja perdida, ahora nos enfocamos en la historia de la moneda perdida, según la continuación de la parábola de Jesús. Segunda parte: La moneda perdida
“¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si se pierde un dracma, no enciende la lámpara, barre la casa y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido’. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”. (Lucas 15:8–10)
Debate En el relato, la mujer barre con cuidado, buscando la moneda de plata, y la encuentra. En este pasaje, la mujer reacciona de la misma manera que reaccionó el pastor, reuniendo a sus amigos y vecinos para que se regocijen con ella porque encontró lo que había perdido. ¿Alguna vez experimentó un momento de tanto regocijo cuando encontró algo como una moneda perdida o un animal extraviado? ¿Cómo fue? Nuestra próxima historia lleva esto a un nivel totalmente distinto, ya que no es un animal o un objeto lo que está perdido, sino un hijo. Tercera parte: El hijo perdido
También dijo: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde’. Y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada, y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó él a pasar necesidad. Entonces fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual lo envió a su hacienda para que apacentara cerdos. Deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Volviendo en sí, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros’. Entonces se levantó y
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fue a su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió y se echó sobre su cuello y lo besó. El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo’. Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Sacad el mejor vestido y vestidle; y poned un anillo en su dedo y calzado en sus pies. Traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta, porque éste, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y es hallado’. Y comenzaron a regocijarse. (Lucas 15:11–24)
Debate Imagine que usted es el hijo menor y está haciendo un inventario personal. ¿Qué errores ha cometido? Ahora, tómese un momento en silencio para hacer un verdadero inventario personal. ¿Qué errores ha cometido? (Dependiendo del ambiente del grupo, podría invitar a que las personas compartan en voz alta su experiencia personal. Sea sensible al público y aclare que es opcional para todos los participantes). La Escritura dice que el hijo menor “deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos”. ¿Alguna vez usted cayó tan bajo? ¿Cómo se sintió? La Escritura dice que “nadie le daba”. ¿Por qué no? ¿Qué pudo haberle dificultado irse a casa al hijo menor? ¿Qué estaba esperando? El padre de este hijo pudo haberlo castigado, humillado o rechazado. Pero no lo hizo. ¿Cómo reaccionó su padre? ¿Por qué respondió de esa manera? ¿Qué habrá sentido el hijo? Cuarta parte: El hijo perdido (continuación)
“El hijo mayor estaba en el campo. Al regresar, cerca ya de la casa, oyó la música y las danzas, y llamando a uno de los criados le preguntó qué era aquello. El criado le dijo: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberlo recibido bueno y sano’. Entonces se enojó y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrara. Pero él, respondiendo, dijo al padre: ‘Tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo’. Él entonces le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano estaba muerto y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado’”. (Lucas 15:25–32)
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Debate El hijo mayor se ofende por lo que considera injusto. Más que un castigo, el hijo menor recibe una cariñosa bienvenida y, además, atención y apoyo. ¿Cuál piensa que pudo haber sido el mensaje para los fariseos y los escribas, quienes, al comienzo del capítulo, habían estado quejándose de que Jesús recibía bien a los pecadores y a los recaudadores de impuestos? Hoy en día, aún hay muchas “actitudes de hermano mayor”. ¿Cómo y dónde ve usted que se desarrolla esta dinámica del hermano mayor resentido en nuestras vidas y en nuestras comunidades? ¿Por qué a veces nos cuesta tanto ver que otros son perdonados y bienvenidos a casa? ¿Cómo y dónde ve usted que se desarrolla esta actitud del hermano mayor resentido en el panorama político? ¿De qué modo contribuye esto al canal de la escuela a la prisión? El padre dice: “era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano estaba muerto y ha revivido”. Este pasaje habla tres veces de regocijarse. Hay un gozo increíblemente profundo en el perdido que vuelve a ser encontrado. ¿En qué maneras nuevas nos enseña este pasaje a experimentar el encuentro de los que estaban perdidos o son encontrados, si somos nosotros los perdidos? Haga las conexiones Piense cómo es la experiencia de las niñas y los niños que atraviesan momentos difíciles con los sistemas y las personas que los rodean. ¿Qué sistemas y personas experimentan las niñas, los niños y jóvenes que sean seguros y beneficiosos? ¿Qué sistemas y personas son peligrosos y/o nocivos? ¿Qué significaría aplicar la ética del amor especial de Jesús por las niñas y los niños perdidos en nuestras aulas? ¿En nuestros juzgados? ¿En nuestras comunidades? Con mentalidad creativa Divídanse en grupos de tres o cuatro personas. Trabajen juntas para escribir una cuarta parábola (como si Lucas 15 continuara), tomando como modelo las parábolas de Jesús. Solo que en lugar de hablar sobre una moneda, una oveja o un hijo pródigo metido entre los cerdos, hablarán de una niña o un niño, poniendo su historia en el contexto actual: un salón de clases, un programa comunitario, la oficina del director, un grupo de jóvenes o algún entorno contemporáneo por el estilo. Escriban sus historias. Compártanlas con el grupo general. ¿Qué observan?
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Aunque no estamos “inventando la Escritura”, escribir de una manera que explore la continuación de las parábolas de Jesús en la actualidad puede ayudarnos a ejercitar el pensar en la voz de Jesús. Reflexión sobre las repercusiones ¿Qué valores vemos en las parábolas de la Biblia? ¿Cómo contrastan con los valores de nuestra sociedad actual? ¿Cómo podemos ser agentes de cambio? Aplicación para la vida/El enfoque en la misión Nota: Si puede investigar previamente, esta es una estupenda oportunidad para llevar un líder (alguien que sea un modelo de “buscador de monedas/buscador de ovejas/cuidador de niñas y niños en dificultades”) para que comparta su historia y ayude a su grupo a analizar algunas de las estrategias centrales. Si no logra hacerlo como parte de la preparación para el encuentro del estudio bíblico grupal, considere anunciarlo como asignación de tarea e invitar a las y los miembros del grupo a compartir en la próxima sesión lo que hayan averiguado. ¿Cuáles son las organizaciones y las personas de su comunidad especialmente talentosas para apoyar a niñas, niños y jóvenes que atraviesan momentos difíciles? ¿Cómo lo hacen? ¿Qué prácticas les permiten ir más allá del mero contacto y conectarse realmente con los jóvenes y respaldarlos? ¿Cómo se relacionan con las niñas, los niños y jóvenes? ¿Qué cosas hacen? ¿Qué cosas no hacen? ¿Qué hacen para preparar su mente y su corazón para la tarea de apoyo? Invítelos a sumarse a su grupo de estudio y a compartir sus historias. Facilite un tiempo para preguntas y respuestas. Invite e incluya a otras personas Tenga en cuenta la opción de invitar a voluntarios de los equipos de jóvenes y/o niñez de su ministerio para que las acompañen en esta sesión. Es una oportunidad maravillosa para aprender juntos.
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El racismo sistémico, la santidad social, y los principados y potestades de nuestra época
Efesios 6:10–17 Introducción La teología wesleyana, nuestro legado metodista, enseña que tanto el pecado como la santidad existen, no solo en las personas, sino también dentro de sistemas e instituciones más amplios. Así como la persona puede ser asolada por el pecado, un sistema social también puede ser afectado por el pecado. Y así como buscamos la santidad personal mediante las disciplinas espirituales, debemos buscar la santidad social a través de la misión, el servicio, la concientización y la acción. Dios nos llama a promover la santidad no solo dentro de nuestra vida personal, sino también dentro de la vida pública, en los sistemas y las instituciones que levantamos y que sostenemos colectivamente aunque, a veces, menos conscientemente. En la persona individual, la santidad puede manifestarse a través de la devoción, la caridad o la rectitud personal. Dentro de un sistema o institución, la santidad puede aparecer como justicia, equidad o accesibilidad. Este estudio se interesa en las formas que podemos capacitarnos para generar una mayor santidad social.
“En esta era de daltonismo, no es socialmente aceptable utilizar de manera explícita la raza como justificación para el menosprecio social, la discriminación y la exclusión. Entonces no lo hagamos. En lugar de confiar en la raza, usamos nuestro sistema procesal penal para calificar como ‘delincuentes’ a las personas de color y, luego, participar de todas las prácticas que supuestamente habían quedado en el pasado… En Estados Unidos no hemos terminado con
la casta racial; simplemente, la hemos rediseñado”. —Fragmento de The New Jim Crow, de
Michelle Alexander
Nuestro pasaje de Efesios hace una distinción entre los individuos que están en sistemas abusivos y los sistemas mismos. Efesios nos dice, contrariando a la lógica, que nuestra lucha no es contra “sangre y carne”. En cambio, luchamos “contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Entender el rol que tiene el pecado en las instituciones públicas nos libera para ampliar y aclarar la visión que tenemos sobre los problemas sociales, trascender a los comentarios políticos para reconocer la profundidad de los problemas inmediatos y buscar soluciones transformadoras. En este estudio, nos enfocamos específicamente en confrontar el canal de la escuela a la prisión y la criminalización de las comunidades de color. Sin embargo, usted podría aplicar una estructura similar para abordar otras disparidades en su comunidad.
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Creemos que nuestro sistema procesal penal, en general, y nuestro sistema judicial de menores, más particularmente, están enfermos del pecado de racismo. No creemos que las disparidades raciales que hay en el sistema procesal penal sean meramente errores o accidentes. La criminalización de las comunidades de color (la interpretación errónea de que las personas de color son, de alguna manera, más delincuentes que las blancas) es, en el fondo, una expresión de un pecado prolongado, profundo y estructural: el racismo. El racismo institucional está integrado a nuestro tejido social. No se trata simplemente de un problema político o de políticas; es un problema espiritual muy de fondo. Debemos entender la profundidad y el alcance del problema para encontrar soluciones adecuadamente amplias y serias. Al cuestionar el canal de la escuela a la prisión, sabemos que no se trata de algunas manzanas podridas que están dentro de un sistema bueno y saludable. Que roten los rostros y sigan desempeñando los mismos roles no necesariamente producirá un resultado diferente. No debemos demonizar a los individuos. Nuestra lucha no es contra una persona en particular. Los oficiales de la policía escolar, los políticos, la policía, los guardias, los directivos, los maestros, los miembros de los consejos escolares, los rectores, los jueces, los abogados... todos estos individuos pueden ser buenos, malos, o una combinación de ambos. Pero operan dentro de sistemas, normas e instituciones más amplias que han estampado resultados racistas tan profundos que aun las personas bien intencionadas y amorosas quedan metidas en la trampa de perpetuar el pecado. Son estos sistemas, normas e instituciones los que deben ser confrontados y transformados. Oración de apertura Amado Dios, hemos quedado comprometidas con los principados y las potestades, pero anhelamos ser libres. ¡Ayúdanos, Dios! Nos encontramos atadas a estructuras y a sistemas pecaminosos. ¡Sánanos! Queremos hacer tu voluntad, pero no sabemos cómo. ¡Enséñanos, Dios! Aunque ganemos pequeñas victorias, todavía no vemos el cambio mayor que está en el deseo de nuestro corazón. ¡Transfórmanos, Dios! Únenos a tu Espíritu Santo en este viaje a la libertad. Vístenos con toda tu armadura, Dios, y fortalécenos para lo que vendrá. En el nombre de Jesús oramos. Amén. Estudio bíblico
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. (Efesios 6:10–17)
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Debate ¿Por qué Efesios hace una distinción entre los enemigos de “carne y sangre” y los “principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este mundo, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”? ¿Qué habrá significado esta distinción para los cristianos que vivieron en el siglo primero de nuestra era? ¿Esta distinción entre individuos y sistemas parece significativa aun en el día de hoy? ¿Qué ejemplos hay de estas dos clases de oposiciones: la “carne y sangre” y los sistemas mayores de principados y potestades? Efesios nos enseña a enfrentar a los sistemas mayores, más que a los enemigos individuales. ¿Qué piensa de este consejo cuando se aplica a involucrarnos en nuestro mundo contemporáneo y en la lucha contra los encarcelamientos masivos? ¿Debemos enfrentar a los individuos, a los sistemas o a ambos? ¿Por qué? En nuestra sociedad secular, rara vez usamos el vocabulario del “pecado”. En cambio, hablamos de los problemas con el lenguaje de las ciencias sociales, las leyes, la salud, etcétera. Muchos teólogos y eruditos en la Biblia creen que esto es una pérdida importante. ¿Por qué querríamos recuperar este lenguaje bíblico del “pecado” para comprender nuestras realidades actuales? Este pasaje nos recomienda ponernos “toda la armadura de Dios”, incluyendo el ceñirnos “con la verdad”, vestirnos con “la coraza de justicia”, “el escudo de la fe”, “el yelmo de la salvación”, “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” y llevar “calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz”. Piense en cada uno de estos ejemplos. ¿Cómo se conectan entre sí? ¿Cómo sirve, por ejemplo, la justicia como una “coraza” (la protección para el pecho/corazón)? ¿De qué manera la Escritura sirve como una “espada” para atravesar la mentira? ¿Cómo nos “ceñimos con la verdad”? ¿En qué se parece el prepararnos con el celo por anunciar el evangelio de la paz a ponernos el calzado? Analice atentamente las metáforas del pasaje. Piense en su propia vida. ¿Cuál es la “armadura” que usa usted para confrontar la injusticia? ¿Por qué la armadura es una protección necesaria y útil? ¿Esta armadura puede ser alguna vez una carga o resultar de poca ayuda para su tarea? ¿Cómo decide qué armadura ponerse o quitarse en una situación determinada? ¿Cómo nos preparamos para promover conciencia sobre el canal de la escuela a la prisión, al ponernos “toda la armadura de Dios”? ¿Qué preparación espiritual es necesaria? ¿Qué investigación? ¿Qué relaciones? ¿Qué organización y qué poder hay que construir? ¿Qué disciplinas del corazón (oración, ayuno, etc.)?
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Profundizar Hay una ironía en este hermoso pasaje bíblico. Este texto viene inmediatamente a continuación de Efesios 6:1–9, un pasaje bíblico que le ha otorgado cobertura a uno de los peores abusos en la historia de la humanidad con el llamado “obedeced a vuestros amos”. Este “respaldo textual” fue usado por la población blanca de Estados Unidos y de otras partes del mundo para justificar la esclavitud en nombre de Dios. Aparece apenas unos versículos antes del llamado conmovedor a la transformación que encontramos en Efesios 6:10–17. Aunque ahora es fácil reconocer esto acertadamente como una blasfemia y un pecado, sirve como advertencia para que todos nosotros estemos atentos al leer la Biblia, incluso ahora. Cuando traemos nuestros prejuicios personales a la interpretación que hacemos de la lectura bíblica, vemos esos prejuicios reflejados en la lectura que hacemos de los textos. Cuando leemos la Escritura buscando justificaciones para nuestro propio pecado, es muy probable que encontremos el versículo que respalda lo que queremos, pero también es posible pasar por alto el mensaje del evangelio más amplio y perder completamente al Dios que necesitamos. Invite a su grupo a que relea Efesios 6:1–9 a la luz de Efesios 6:10–17. ¿De qué manera vemos que los “principados, potestades… los gobernadores de las tinieblas de este mundo, huestes espirituales de maldad…” obran en la lectura y la interpretación histórica de Efesios 6:1–9 como una justificación para la esclavitud y el maltrato? Con mentalidad creativa Divídanse en grupos pequeños o en pares para dibujar una “armadura” para la lucha cristiana contemporánea contra la criminalización de las comunidades de color y el canal de la escuela a la prisión. ¿Cuáles son las “herramientas” que se necesitan? Piense en los recursos espirituales y materiales, el conocimiento, las estrategias, las costumbres, etcétera. Comparen sus armaduras. Reflexión sobre las repercusiones La Escritura nos recuerda la tentación de fijarnos en la paja del ojo ajeno e ignorar la viga que hay en nuestro propio ojo. Medite con cuidado y en oración: ¿(cómo) estamos atadas por los principados y potestades, involucradas en sistemas y en instituciones racistas en maneras que aún no podemos reconocer o entender del todo?
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Aplicación para la vida/El enfoque en la misión El racismo sigue siendo un pecado social increíblemente dañino y generalizado. ¿Qué organizaciones de su comunidad están trabajando para destapar, desafiar y transformar el racismo en los sistemas y las instituciones locales? ¿Usted puede ser una colaboradora y defensora de esta labor? ¿Cómo podría hacerlo? Recomendación para un futuro estudio bíblico grupal En esta concepción del tema, consideramos como un recurso la obra de Michelle Alexander, The New Jim Crow. En este libro transformador, ella explica detalladamente el aumento de encarcelamientos masivos durante la última parte del siglo veinte como un sistema de control y de violencia por motivos raciales. Recomendamos mucho este libro y su guía de estudio complementaria, disponibles mediante la Conferencia Samuel DeWitt Proctor.
