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7- Reflexiones sobre políticas de espacio El siguiente capítulo que se originó en una presentación que Lefevre dio en una conferencia en el Instituto de Urbanismo o Planificador del barrio – en París en enero de 1970, fue publicado ese mismo año así como el primer ensayo en la primera edición de Espacios y sociedades un diario que Lefevre había establecido con el historiador arquitectónico urbano Anatole Kopp. El artículo fue más tarde reeditado por Lefevre en su libro Espacio y política (París, Anthropos, 1972) el segundo volumen de su clásico texto El derecho a la ciudad el primer volumen fue originalmente publicada en 1968 y está ahora disponible en su traducción en inglés como escritos sobre las ciudades (Oxford; Blackwell, 1996). El título francés de este ensayo es “Reflexiones acerca de políticas de espacio” el cual podrá ser traducido también como “Reflexiones sobre el espacio ciudadano”. En realidad mucho del ensayo está focalizado en la política del espacio en un sentido estrecho y específico al que le hemos dado a conocer como “ciudad espacial”. este aspecto del espacio ilustra el movimiento Lefevre desde preguntas de lo urbano al estudio más general espacio ciudadano y comienza un agenda investigativa sobre el estado teórico que Lefevre perseguiría subsecuencialmente sobre un número de años , el ensayo está más explícitamente en políticas de planificación espacial, desarrollo regional ciudadano y la ideología de urbanismo junto con la quinta república francesa , esta fueron organizadas e implementadas particularmente por DATAR , la Delegación por el desarrollo regional y planificación territorial ( Delegación por el desarrollo del territorio y la acción regional ) una agencia gubernamental central para la planificación del territorio y el desarrollo que fue creada nuevamente en 1963, en medio de una serie de polémicas, si en tiempos empíricamente imprecisos, se refiere a la ciudadanía de postguerra, planes y planificadores de DATAR, Lefevre interpreta las estrategias del Estado francés para reorganizar las geografías de establecimiento de población inversión en infraestructura y expansión capitalista ambas juntos y más allá del núcleo del parisino metropolitano, durante un período que es hoy descrito a veces como “la era dorada” del capitalismo de Fordist- Keynesiano. Sin embargo el ensayo también trasciende el contexto histórico inmediato en orden a ofrecer un número de formulaciones clásicas respecto a la interposición entre espacialidad estrategias de estado y políticas. En esto está claramente relacionado con un foco más amplio sobre “las políticas de espacio” y esta pieza ciertamente sirve como una apertura a sus más amplias reflexiones sobre este tema en la Producción del espacio y del Estado. En donde la frase francesa es significante, lo hemos puesto entre paréntesis en el texto Lefevre esboza aspectos diferenciales de

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7- Reflexiones sobre políticas de espacio

El siguiente capítulo que se originó en una presentación que Lefevre dio en una conferencia en el Instituto de Urbanismo o Planificador del barrio – en París en enero de 1970, fue publicado ese mismo año así como el primer ensayo en la primera edición de Espacios y sociedades un diario que Lefevre había establecido con el historiador arquitectónico urbano Anatole Kopp. El artículo fue más tarde reeditado por Lefevre en su libro Espacio y política (París, Anthropos, 1972) el segundo volumen de su clásico texto El derecho a la ciudad el primer volumen fue originalmente publicada en 1968 y está ahora disponible en su traducción en inglés como escritos sobre las ciudades (Oxford; Blackwell, 1996).

El título francés de este ensayo es “Reflexiones acerca de políticas de espacio” el cual podrá ser traducido también como “Reflexiones sobre el espacio ciudadano”. En realidad mucho del ensayo está focalizado en la política del espacio en un sentido estrecho y específico al que le hemos dado a conocer como “ciudad espacial”. este aspecto del espacio ilustra el movimiento Lefevre desde preguntas de lo urbano al estudio más general espacio ciudadano y comienza un agenda investigativa sobre el estado teórico que Lefevre perseguiría subsecuencialmente sobre un número de años , el ensayo está más explícitamente en políticas de planificación espacial, desarrollo regional ciudadano y la ideología de urbanismo junto con la quinta república francesa , esta fueron organizadas e implementadas particularmente por DATAR , la Delegación por el desarrollo regional y planificación territorial ( Delegación por el desarrollo del territorio y la acción regional ) una agencia gubernamental central para la planificación del territorio y el desarrollo que fue creada nuevamente en 1963, en medio de una serie de polémicas, si en tiempos empíricamente imprecisos, se refiere a la ciudadanía de postguerra, planes y planificadores de DATAR, Lefevre interpreta las estrategias del Estado francés para reorganizar las geografías de establecimiento de población inversión en infraestructura y expansión capitalista ambas juntos y más allá del núcleo del parisino metropolitano, durante un período que es hoy descrito a veces como “la era dorada” del capitalismo de Fordist- Keynesiano.

Sin embargo el ensayo también trasciende el contexto histórico inmediato en orden a ofrecer un número de formulaciones clásicas respecto a la interposición entre espacialidad estrategias de estado y políticas. En esto está claramente relacionado con un foco más amplio sobre “las políticas de espacio” y esta pieza ciertamente sirve como una apertura a sus más amplias reflexiones sobre este tema en la Producción del espacio y del Estado. En donde la frase francesa es significante, lo hemos puesto entre paréntesis en el texto Lefevre esboza aspectos diferenciales de espacialidad su rol como producto histórico ideológico y apuesta de lucha política. Concomitantemente recalca lo central, tan profundamente contradictorio, el rol de las instituciones del Estado en la producción y la transformación del paisaje socio-espacial del capitalismo moderno. Aunque alguna de sus formulaciones son más bien preliminares, esta es una poderosa cuenta abierta del trabajo de Lefevre sobre este tema, el cual lidera a su aforismo muy citado que hay política de espacio porque el espacio es político

Es posible ahora retroceder y valorar lo que fue dicho y hecho (en la profesión de planificación urbana) durante la última década. Este retroceso sigue a un extenso balance. Sin embargo a comienzos de 1970 algo cambió, un cambio de perspectiva ha comenzado a ocurrir en los rangos más altos de la profesión, el cual necesita ser comprendido y valorado… Hasta hace muy poco el campo de la planificación urbana (en materia urbanística), fue dominada por una teoría, o más bien por una ideología, que nunca fue claramente expresada. Esta ideología, en mi opinión consta de tres proposiciones:

1.- Aquí existe una práctica coherente {acción} llamada planificación urbana {urbanismo}. Aunque a veces es empírico y a veces aplica conceptos y métodos de ciencia predeterminados (demografía, economía política, geografía, etc…), a veces se origina de una afirmación general y datos interdisciplinarios, pero se acercan estos procedimientos varios de práctica científica y técnica como lo hace una ciencia previamente constituida, tal como una economía política.

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2.- Los planificadores urbanos o al menos alguno de ellos, se compromete en un examen metódico de su práctica profesional, un examen de de orden teórico, con el objeto explícito o implícito de constituir una epistemología, es decir un campo de conocimiento {saber}. Esto contendría un núcleo de conocimiento adquirido, en resumen lo que está indicado por el término epistemología.

3.- Este examen es capaz de ser expresado en el lenguaje teórico y en los conceptos de prácticas de planificación urbana esta reflexión teórica consiste en una ciencia del espacio, más bien global {global} (en la escala de la sociedad como un agujero) o local (en la escala del hábitat {hábitat}).

En general, debiera ser recordado esto durante la década pasada, fue solo parcialmente comprendido más bien desentendido, que el objeto por excelencia de esta ciencia era el espacio, no el tiempo. El espacio de conocimiento y el conocimiento del espacio, científicamente y espacialmente fue mano a mano, en ambos diseños intelectual y social junto a una estructura general. Sin embargo la noción de ciencia del espacio, la práctica y la técnica de la planificación urbana fueron levantadas a un nivel general de cientificidad. Esta situación estuvo implícita en los escritos de muchos teóricos. Necesito sólo citar los notables trabajo de Robert Auzelle y de Lionel Schein. En estos trabajos, el espacio urbano, el cual fue formalmente discutido más bien conectado con un uso ad hoc de la tierra o la cultura general de una sociedad, fue aislada del contexto, apareció como un dato, como una dimensión específica de de la organización social y fue primero discutido en conexión con la acción emprendida conjuntamente a una escala más profunda; y segundo con necesidades sociales altamente localizadas. Tal fue el postulado fundamental en la teoría e instrucción de la planificación urbana. Un postulado más escondido fue el siguiente: la objetividad y pureza de la planificación del espacio urbano un objeto de ciencia dado por su carácter neutral. El espacio pasa como un ser inocente, en otras palabras, como un ser a político.

Este contenido solo tuvo existencia a través de sus contenidos, sólo tuvo valor a través de este contenido, así formado como la objetividad y la neutralidad de la matemática, de la tecnología, y sin dudas de una lógica del espacio. La ciencia del espacio sin embargo llegó a ser la cumbre y el contenido mismo de la teoría de la planificación urbana. Pero es aquí donde el problema comienza. En efecto si esta ciencia es una ciencia de espacio formal, o una forma espacial, implica una lógica rígida y esta ciencia constaría de nada si no de contradicciones colocadas en los contenidos (la gente). En contraste si uno se compromete en el estudio de que habita de esta manera, más bien las necesidades de la gente o sus demandas; si el foco está en el contenido y no en la forma pura, qué garantiza que los contenidos vayan dentro de esta forma sin ser sujetos de privación ¿Qué garantiza que la gente y sus necesidades puedan estar insertas en esta lógica sin resistencia? Esto explica al parecer, a pesar de las atenciones que no hay aún una epistemología de la planificación urbana

Esto ha dado como resultado, sin embargo, peculiares divergencias en la elaboración e interpretación de los hechos. Una aproximación buscada a un componente básico, un elemento constitutivo, tal como la unidad familiar. En esta aproximación uno está preocupado de con conocimiento de cómo prever la satisfacción óptima de algunas necesidades. Esto produjo algunos estudios interesantes : a estas necesidades básicas humanas ya clasificadas en el código de Atenas, han sido agregadas otras necesidades, tales como las necesidades por libertad , creatividad e independencia , la necesidad de ritmo, armonía dignidad e incluso de jerarquía. Cito esto al azar. Ninguno de estos estudios tuvo éxito en el desarrollo de una estructura interna de estas necesidades profundamente diversas ni descubriendo una forma espacial capaz de imponer una estructura así llamada necesidades funcionales.

Otra aproximación intentada para determinar a escala más grande “polos vitalizados que podían restaurar una unidad orgánica para los fenómenos urbanos una unidad más bien interna para la comunidad urbana o externa , nominalmente activa en el medio ambiente. Ocasionalmente, algunos estudios limitados por un examen de las posesiones formales de espacio, su rol como el

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vehículo para la provisión de bienes materiales, e información, por ejemplo para estudiar las interconexiones en la escala del espacio global, e incluso a escala global.

En estas aproximaciones no fue denegado exactamente que había una política, pero esto fue concebido de una manera peculiar. En el pasado no tan distante la política fue vista como un obstáculo para la racionalidad y el procedimiento científico, como una perturbación un tipo de irracionalidad. Los políticos han operado sin embargo más bien como una especie de conjetura o de acuerdo con los especiales intereses que ellos representan, pero no por lo que ellos generalmente concilian. Teniendo un autoservicio y más encima cambiando constantemente de puntos de vista, no viendo ni las opciones ni los objetivos claramente; esos políticos distorsionan la racionalidad del proceso de la planificación urbana y la efectividad de su ciencia. Lo mejor los políticos fueron vistos como seres en el proceso de formación de estrategia, usando esta explicación una siguió a los políticos para operar, diciendo que el día llegaría cuando ellos también debieran ser guiados por un método científico similarmente no comprometido.

En estas aproximaciones hacia lo político y su intervención en la planificación, el postulado de espacio como objetivo y neutral fue usado. Pero ahora aparece que el espacio es político. El espacio no es un objetivo científico removido de la ideología o de la política, ha sido siempre política y estratégica. Si el espacio tiene un aire de neutralidad e indiferencia con relación a sus contenidos y así parece ser puramente formal, la esencia de la abstracción racional es precisamente porque el espacio ha sido ya ocupado y planeado, ya el foco de las estrategias pasadas, de las cuales no podemos siempre encontrar huellas. El espacio ha sido formado y modelado desde elementos históricos y naturales, pero de una manera política. El espacio es político e ideológico es un producto literalmente popularizado con las ideologías. Hay una ideología de espacio ¿por qué? Porque espacio, el que parece homogéneo, el cual parece dado como un orificio en su objetividad, en su forma pura, tal como lo determinamos, es un producto social. La producción de espacio no puede ser asemejada a la producción de cualquier objeto particular o mercancía. Sin embargo hay relación entre la producción de cosas y eso del espacio. Las acumulaciones más tardías para privar a los grupos que se apropian del espacio en orden a manejarlo y explotarlo. El espacio es un producto histórico como cualquier otro- , pero más encima es histórico en el clásico sentido del término. La ciencia del espacio, sin embargo, debe ser valorada en varios niveles. Puede ser tocado como una ciencia de espacio formal, es decir, cerca de la matemática, una ciencia que emplea tales conceptos como conjuntos, trabajos en red, ramas, rejillas. Sin embargo la ciencia no puede ser situada en este nivel no puede quedarse en lo formal. El análisis crítico define como y de acuerdo a que estrategia que ha dado espacio ha sido producido, finalmente está el estudio y la ciencia de los contenidos, eso es, de los contenidos que pueden resistir la forma o la estrategia; nominalmente los usuarios.

Puede ser acertado que la planificación en el nivel más alto tiene tres dimensiones. La primera dimensión es la planificación material, la cual es calificable y medible en tonos de trigo, cemento o acero. Esta dimensión se origina desde el concepto contemporáneo de la economía política y desde las precisas herramientas analíticas: las matrices. La segunda dimensión es la planificación financiera, la cual emplea mantas de balance financieros e involucra el estudio de costos de producción en el nivel más alto. Esto es aún economía política, pero una versión más refinada. La tercera dimensión debe ser espacio-temporal. Asume el establecimiento de localización, el conocimiento de redes de comercio, flujos, el estudio de centros de producción y consumo, en terreno. La primera dimensión permite un tipo crudo de planificación basado en inventarios materiales. La segunda dimensión, siendo mucho más flexible, podía permitir, al menos en algunos países el uso de computadores electrónicos. En Francia y en algunos otros países, este es el método financiero de la manta balanceada, de los bancos, el cual es conocido como planificación indicativa. En la Unión Soviética sin embargo el autoritarismo y la planificación centralizada son aún dictados a través del uso de inventarios materiales.

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Como por programación espacio-temporal de ser llevada teóricamente al mismo tiempo tal como las otras, simultáneamente, debería coordinar las otras dimensiones en la simultaneidad global del espacio, en efecto continúa separadamente.

Más encima una maravilla que se degrada por completo totalmente programada simultáneamente debería ser deseable por estas dimensiones. Sólo al tecnócrata parece gustarle. Esto podría encadenar a toda la sociedad al grupo de la cibernética. ¿Esto no prevendría ningún tipo de planificación democrática, dado que aquellos que están generalmente en el poder y que comprenden cómo usar estas herramientas como un efecto terrorífico?

Por el momento la planificación democrática es solo capaz de desplazarse a través de los hoyos en el plan total. Esto no debería aparecer, por el momento que el plan total es muy peligroso. Uno tiene la impresión que la dimensión espacio-temporal no está aún unida a las otras dos dimensiones, las cuales además no están realmente unidas entre si o armonizadas. La dimensión precedente se vuelve aún independiente

Lo espacial aún tiene propiedades formales. Hay técnicas especiales que permiten un cierto monto de programación, particularmente cálculo o probabilidades. Y luego están también los contenidos. ¿Qué provee esto? Ya conocemos que la ciencia de espacio, siendo dividida en varios niveles, no es una ciencia unificada y comprensiva, esto no tiene una lógica de espacio como su culminación. Ahora vámonos un poco más allá. Esto prueba que hay contradicciones con respecto al uso del espacio. El método para aproximarse a los problemas de espacio no puede constar de un método formal, lógico o logístico, puede solamente ser un método dialéctico que analice las contradicciones de espacio en la sociedad y en la práctica social.

Si la idea que el espacio es político es abandonada, una doble crítica por si misma política levanta (ambas en la teoría y en la práctica): la crítica de la derecha y de la izquierda. La crítica del ala derecha es extensamente una crítica de burocracia y de intervención estatal, tan lejos como esas intervenciones que contraen la iniciativa privada, es decir el capital. La crítica del ala izquierda también apunta a la burocracia y a la intervención estatal, pero esta intervención no toca a la cuenta de los usuarios o a la práctica social, esto es a la práctica urbana o lo hace muy débilmente.

Me gustaría extenderme por un momento en la distinción entre la crítica de la derecha y de la izquierda. Esta distinción enlaza y asume que hay conflictos y contradicciones en el espacio, sin el cual los conflictos asociados con la “crítica” no pueden ser comprendidos. Esta distinción fue abandonada en período cuando todo parecía simplemente una formulación epistemológica de una operación técnica. Veamos un poco en la extensión de este doble concepto y apliquémoslo a un ejemplo que una primera vista parece más paradojal que eso del espacio, es eso de la naturaleza.

Durante todo el período eso es el fin, la naturaleza fue un tipo símbolo poético. Fue ignorada o relegada a la parte posterior, no sabemos cuánto como una especie de residuo como algo que aparece aquí y allá, escapando a operaciones racionalmente organizadas. Ahora es sabido que la naturaleza también es creada, modelada, transformada, eso es en un grado más amplio un producto de acción, que la cara de la misma tierra (en otras palabras, el paisaje) es una creación humana (obra). Junto a una cierta ideología, la naturaleza es hoy aún comprendida como una simple materia de conocimiento y como un objeto de tecnología, como un concepto fácilmente comprendido y como un problema técnico. Está dominado y gobernado. Por la extensión que está dominada y gobernada desaparece. Ahora de repente se dio cuenta que en el proceso de ser gobernado, la naturaleza fue arruinada y desgastada con inanición, el cual a su vez desgasto al reino humano el cual sin embargo aún limita a la naturaleza causa su aniquilación. De esto vino la necesidad de una estrategia de intervención. La naturaleza llega a ser politizada. Y este problema no se levanta con una simple reflexión técnica, filosófica o epistemológica, pero a una doble crítica de la derecha y de la izquierda.

¿La crítica de la derecha? Esta crítica está perdida por sobre la pena de la belleza vanidosa del paisaje v por sobre la pureza y la virginidad de la naturaleza desaparecida un Rousseau ismo aparentemente obsoleto llega a ser tópico una vez más. Uno se lamenta por simple y saludable

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placer; uno recuerda la era antes de la suburbanización cuando la Isla de Francia aún ofrecía un admirable paisaje que aprecian los turistas. Ahora ha habido numerosas compañías a favor de la protección de la naturaleza. Una de esta guiada por un respetable académico George Duhamel, en contra de los ruidos se volvió famosa. Recientemente Bernard Charbonneau ha publicado precisamente un maravilloso y elocuente libro sobre este tema, El jardín de Babilonia.

¿A dónde se dirigirá? Con una gran nostalgia por el pasado a una queja acerca de la naturaleza perdida. Es imposible volver al pasado. La crítica del ala izquierda trata de comprender las implicancias y consecuencias de la ruina y destrucción de la naturaleza. Sí, la naturaleza está involucrada en un proceso de autodestrucción en el sentido del “hombre” que nació de la naturaleza, ahora se vuelve en contra de ella para extirparla.

Son los “elementos” como fueron llamados en la filosofía clásica- agua, aire, y luz- que son sobreexplotados con destrucción. Estamos ahora a orillas de un terrorífico día de conteo, la gravedad de la cual, estamos sólo ahora comenzando a darnos cuenta. Debemos anticiparnos de una vez cuando tengamos que volver a crear la naturaleza. Para producir objetos particulares no será largamente suficiente; tendremos que reproducir lo que fue la básica condición por la producción, nominalmente, la naturaleza. Con el espacio. En el espacio. La pregunta como tal puede ser planteada ¿cómo y por qué es esta una crítica de la izquierda? No es una crítica hecha en nombre de un grupo de ala izquierda, fiesta política, o club. No es una crítica hecha en nombre de una ideología que está clasificada como más o menos izquierdista. Debemos atenernos al rótulo de las cosas. Puede ser avizorado que junto a los próximos treinta años, tal vez más luego habrá (o en alguna proporción la posibilidad existirá – dejémonos de de ser prudentes), propiedad colectiva y manejo {gestión colectiva} de las áreas de permanencia natural y la reproducción de la naturaleza- espacio, aire, agua, luz, y aún más amplias , nuevas ciudades fantasmas. Las antiguas ciudades fantasmas eran amplias, el significado de subsistencia, etc. En las grandes naciones industriales hay ya una sobreproducción conciliada de estas necesidades que eran formalmente fantasmas y cuya ciudad fantasma produjo horribles luchas. Ahora no en cada país, si no virtualmente a escala planetaria, hay una abundante producción de estas cosas sin embargo nuevas ciudades fantasmas emergen –tales como el agua, la luz, el aire y el espacio, sobre los cuales hay una intensa lucha.

La planificación urbana debe ser entendida en términos de esta lucha. A pesar de sus defectos y faltas, para una cierta extensión esto justifica sus investigaciones, inquietudes, y averiguaciones. Se puede, sin embargo, se apuesta al manejo colectivo y a la propiedad de los medios de producción y al manejo social de la producción como una función de necesidades sociales. Así uno puede prever alrededor de los años 2000 o 50, un socialismo de mundo ancho, que no tendrá más larga duración en común con lo que Marx llamó socialismo, pero el cual sin embargo, se habrá originado de eso o tendrá una relación más o menos distante con él. Este descuento la capacidad recuperativa del capitalismo y la posibilidad irreparables catástrofes. Es en este sentido que la crítica de las policías concerniente al espacio y a la naturaleza es una crítica de la izquierda. Esto no permite análisis predictivos- pero no es tema. Aquí y ahora, como el espacio y la naturaleza está politizada está apegada junto a estrategias directas e indirectas. La planificación de parques nacionales, es ya una estrategia aún una estrategia menor o más bien una táctica. Pero es necesario mirar mucho más allá.

En este punto escucho al realista “Tú nos hablas del mañana, del día después de mañana, pero hablarnos del hoy”. De acuerdo, debemos ser realistas. Pero a veces sucede que el mañana llega a ser el hoy y su realidad te golpea en la cara. Por ejemplo, de un día al otro, un extraordinario ataque de contaminación puede de repente ocurrir…

Yo repito que hay una política de espacio porque el espacio es político {hay política del espacio porque el espacio es política}.

Concerniente a la corriente de la planificación urbana, la crítica del ala derecha enfatiza la casa individual y la iniciativa privada. En el gran péndulo que nada en la sociedad francesa entre el poder del estado (curiosamente etiquetado “social” o “colectivo”) y lo “individual” o “privado”, el

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balance claramente desmiente hoy al lado de lo individual, eso es decir, en que la iniciativa “privada” y al capital. El objetivo de esta crítica evidentemente es limpiar el camino por el capital privado que es buscado por la mayoría de las inversiones aprovechable. Este capital es buscado por un circuito secundario, un apéndice en relación en relación al usual circuito primario de producción y consumo, en caso de fluctuaciones a futuro. El objetivo es admitir que la tierra y el hospedaje juntos completamente junto al cambio y el lugar del mercado, tal vez perseverando, como un sector compensatorio. Como por la crítica del ala izquierda, su punto de inicio es el usuario, el habitante no es considerado cuantitativamente (la cual es la usual resolución para el problema de alojamiento) pero también cualitativamente, en relación a la práctica urbana.

En la situación contemporánea lo que es interesante no es sólo la presentación oficial de la crítica del ala derecha, si no también y digo esto fuertemente, el fin de un cierto tipo de terrorismo. Hablo de un largo terrorismo intelectual establecido. La presión de las técnicas, técnicos, tecnócratas, epistemologistas, y la investigación de una técnica pura o de orden epistemológico resultado de un terrorismo intelectual. La burocracia aún sigue a este terrorismo a dominar. Hay cosas que pueden ser habladas y cosas que no pueden ser habladas. En la década de los 60 había temas que eran considerados como materias de seriedad y aquellas que eran carentes de seriedad. Este espíritu de seriedad, fue y aún es, en muchos lugares la expresión de un terrorismo latente unido, además por el sentido de responsabilidad, con respecto al de competencia, incontestables cualidades de la tecno-burocracia. Pero era imposible ser escuchado si uno decía por ejemplo que la gente era aburrida. ¿Dónde? ¿En Suecia, en los Estados Unidos? Tal vez. ¡Ciertamente no en Francia! El aburrimiento de la gente no era medible, no tenía que ser tocada en consideración excepto como un término periodístico o en el humor. En el espacio represivo no se podía haber hablado de que no era un tema “serio”, desde el espacio se posiciona un carácter objetivo y siendo un objeto científico, fue neutral, políticamente.

Al menos el mejoramiento temporal no debe seguir a uno para olvidar los peligros de esta situación. Por ejemplo el plan nacional francés de la quinta (república), fue capaz de considerar el centralismo urbano – esa herencia histórica preciosa y característica esencial del europeo y de la ciudad del oeste- como intocable. La centralidad urbana debe ser mantenida en los proyectos de la planificación urbana, aún en la ausencia de un adecuado análisis de esto. Sin embargo, por mucho tiempo se habló de la crisis de la centralidad urbana, de una decadencia de los núcleos urbanos. Es obvio que la centralización se saturó, el menor ejemplo de aquello es la congestión automotriz. Así la crítica del ala derecha anuncia el fin de los centros urbanos, la dispersión de las actividades y de la población, y desde ahora eventualmente una segregación intensiva de la población.

En mi opinión la crítica del ala izquierda debe demostrar que el centralismo es constitutivo de la vida urbana, que si no hay centralismo, no hay larga vida urbana, que la dislocación del centralismo amenaza de todo corazón a la práctica urbana. Esta forma de crítica debe ilustrar aún más profundamente que los centros urbanos son multifuncionales. Además, no se deben esconder los problemas. Si hay contradicciones en el uso del espacio. Los problemas también aparecen en este nivel, y el centralismo urbano no puede ser presentado, sostenido o propugnado sin reconocer los problemas. Hay disturbios dialécticos, desplazamientos de centralismo; hay saturación, la autodestrucción del centralismo del cual tal vez vendrá la necesidad de poli centralismo, para una concepción poli céntrica de espacio urbano. Menciono esto sólo por mostrar una cierta dirección.

Hoy, el plan nacional de la sexta república francesa propone eliminar el centralismo desde la planificación urbana oficial. Primera observación: enormes centros comerciales no están aislados, si no que forman redes. Segunda qué persistirá, es el centralismo de las decisiones, es decir el centro urbano contiene poder, riqueza e influencia. Consecuentemente la crítica del ala derecha del centralismo urbano no puede ser distribuido en términos en términos de la actual disolución del centralismo, pero con referencia al refuerzo de un doble centralismo compuesto por dos

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aspectos: la red de los centros comerciales; y el centralismo de las decisiones, decisiones hechas en los centros, verdadera fortaleza del Estado que la ideología neoliberal trata de conciliar.

Tengamos la valentía de ir derecho al amargo final ¿Cuál fue la planificación urbana durante la última década? Una operación vasta y polivalente, una incierta ciencia investigando su objeto y su objetividad, pero no encontrándolos donde fueron buscados. Una práctica ciertamente, pero no necesariamente científica. Fue ciertamente una mezcla entre instituciones e ideologías un carácter de enmascarar la problemática urbana en su totalidad. La planificación urbana también involucra una sociabilización de desgaste de las funciones públicas, de esta manera transferir al Estado y al sector público un subdesarrollo económico al sector que estaba aún usando técnicas artesanales al comienzo de la década; el sector fue deficientemente desarrollado aún así fue crucial para la sociedad. En el otro lado desde la facción sub-desarrollada de esas industrias, es decir, el espacio urbano y el habitad en lo artesanal y con sus características deficientes ha desaparecido, las perspectivas evolucionan y desde ahora el sector económico aprovechable (el sector artesanal) podrían negociar con el capital privado.

No nos olvidemos de un detalle histórico de extrema importancia. La propiedad de la tierra ya sido o no construida es de origen feudal. Para entender adecuadamente esto lo que ha ocurrido debería ser vuelto a llamar lo que es el propietario de la tierra, sin embargo, el que se adueña de la tierra y de los edificios es inicialmente algún otro que es el capitalista industrial (sea de quien sea la propiedad el capitalista se adueña).El capital móvil y capital fijo no son lo mismo, no son manejados de la misma manera. Una indicación y profundidad de esto es que durante las dos guerras mundiales hubo una moratoria en los arriendos, lo cual fue una manera de cautelar a los propietarios de la tierra por algunas dificultades (como hubo problemas $ se quiso cuidar a los grandes propietarios), no creo que una moratoria de los dividendos del capital industrial hayan sido mencionados siempre. La movilización de las rentas y el estado real puede ser comprendido como una de las grandes extensiones del capital financiero junto con los años recientes; la entrada del sector de la construcción a la industrial y al circuito banquero y financiero ha sido uno de los objetivos estratégicos de la última década. Esto es totalmente lógico y coherente en una sociedad como la nuestra. Más precisamente el circuito del estado real ha sido por mucho tiempo un subordinado, un sector económico subsidiario. Aún así es normalmente un sector de inversión compensatorio cuando el ciclo de producción-consumo se afloja o cuando hay recesión se llega gradualmente a un sector paralelo encabezado por torres de integración dentro del circuito normal de producción y consumo. La inversión del capital encuentra así un lugar de refugio, un territorio suplementario y complementario para la explotación. Generalmente esta situación no termina en un largo tiempo, es un fenómeno insalubre. En España durante el periodo de rápido crecimiento de los años 60s. el capitalismo español llego a hundirse en el sector del estado real y construyo una enorme fachada moderna en frente de los países sub desarrollados. En algunos países tales como España y Grecia, el sector del estado real llegó a ser una parte esencial de una economía que consiste en un todo muy familiar como un tipo de intervención gubernamental. En otros países tales como Japón, recurrir al sector del estado real para compensar por las dificultades en el ciclo normal de producción-consumo y para acrecentar las ganancias es muy común: aún siendo adivino y planificando por adelantado.

La paradoja, la comedia, es la crítica de “a la derecha” que concilia completamente en un hoyo una serie de operaciones (el acostumbrado error de la ideología), presenta a si mismo como un ser revolucionario. ¿Qué dijo Albin Chalandon?. La expansión de la sub división residencial (el suburbio dividido en pabellones) ¿es una revolución? En realidad, el neoliberalismo oficial concilia una concepción sectorial del manejo económico, una estrategia diversificada. Aparece lo que el gobierno quiere cambiar, sus policías se ponen de acuerdo con los sectores económicos de agricultura, industria y estado real. Uno puede ver claramente que junto a la agricultura la forma de una reorganización cuasi socialista, pese a esto uno puede ver que el capitalismo privado domina sobre el sector del estado real.

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La pregunta con respecto al éxito o fracaso de un tipo de ciudad (polis) es como la pregunta siguiente a realizarse.

En la industria se ha establecido algo incuestionable que Galbraith llama una tecno estructura (un grupo de técnicos altamente competentes, capaces de intervenir en el manejo) ¿tiene una tecnostructura también que ha sido establecida durante la última década en el sector de la planificación urbana, que podría remontarse en el lugar bajo el titulo de ideología neoliberal?

En resumen sin discutir, minimizar o disminuir los peligros hemos aludido a un tipo de polis espacial comprensiva (política del espacio) una planificación prospectiva que predeciría el futuro-es decir la desaparición, destrucción, y autodestrucción de la naturaleza-sin cuestionar, retroceder o minimizar los peligros. Tal como una polis espacial no procedería simplemente por enumerar las contradicciones, trataría de unir la aproximación del tiempo y el espacio con los usuarios, los individuos y los grupos. intentaría unir la apropiación del espacio a la más alta escala con la organización socioeconómica, tomando en cuenta un factor de primera importancia que fue ignorado por los futurólogos, nominalmente la complejidad de la sociedad, el hecho que la sociedad llegara crecientemente a ser compleja y diversa. En mi opinión esto debería ser el programa o proyecto de in izquierdista, que tomaría finalmente un interés por estos problemas.

Lo que yo digo es perfectamente utópico porque no es solamente presuponer la existencia de un izquierdista inteligente sino también de profundas modificaciones socio políticas y económicas. Yo vuelvo a citar una tesis que yo tuve ocasión de defender aquí y en otras partes; es que, hoy día más que nunca no hay teoría sin utopía. En otras palabras una persona es un contenido para grabar lo que ve ante sus ojos, él no va muy lejos cuida que sus ojos se fijen en la así llamada realidad: él es un realista…pero no lo piensa. No hay una teoría que explote más allá de una posibilidad ni trate de descubrir una orientación. Por supuesto tan de repente como una intención de la filosofía súper poderosa del positivismo(la cual no es nada más que la ausencia de pensamiento),llega a ser más bien una dificultad para distinguir entre lo posible y lo imposible.

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Sin embargo, hay hoy, especialmente en el dominio que nos interesa, no hay teoría sin utopía. Los arquitectos, gustan de los planificadores urbanos, saben muy bien esto.

Con respecto al espacio de Francia tenemos varios puntos, tres tipos de fenómenos: la naturaleza, la cual aún retorna de los trabajos (obras) y artefactos (trabajos) del periodo donde la agricultura predomino, en otras palabras, paisajes, distritos, y regiones; segundo, un tipo de trasformaciones históricas, particularmente del periodo industrial y, finalmente, los procesos contemporáneos que irrumpen o debilitan en términos de tiempo y espacio los fenómenos más tempranos. El resultado como se sabe, es totalmente contradictorio e incoherente. Por un lado, está el desierto francés, el subdesarrollo de una serie de regiones y no solamente el sur del río Loira desde aquí uno debe incluir también a la Bretaña y en un cierto grado a Alsacia, junto al desigual desarrollo de las regiones francesas. Por otro lado, hay una increíble e insostenible centralización de la sociedad francesa, como un “hoyo” en la región parisina. Sin embargo la famosa demanda por descentralización que está dirigida hacia el espacio de la ciudad ¿Descentralización? ¿Cómo puede el Estado centralizado tomar responsabilidades para descentralizar? Es una fachada una caricatura. En proyectos de descentralización, las comunidades locales y regionales no tienen autonomía verdadera ni tienen una real capacidad para manejarse; a lo menos ellos pueden continuar paralizados en cierto grado, las iniciativas del gobierno central y nacional tratan de tomar esta capacidad lejos de ellos, sin embargo a unos les gusta y a otros no. El espacio ciudadano francés esta subjetivado por las demandas de descentralización o más bien esta tomado por un enorme conflicto entre los imperativos de la centralización estatal y concretas demandas por descentralización. ¡El espacio es político!

Durante la década de los 50’ a los 60’ el espacio ciudadano fue concebido como una función de estrategia europea. Hubo estudios promovidos que proponían una descentralización concebida como el mayor corredor de transporte europeo (la PADOGplan de manejo y reorganización de

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la región parisina).Por diez años gente muy competente trabajo en estos proyectos; pero ahora uno no conoce estos proyectos. Esta es la burocracia y la autocritica de la burocracia, es su autodestrucción. Así, por ejemplo diez años atrás fue la materia de construcción un aeropuerto internacional a gran escala en Estrasburgo que estaría puesto en una gran posición para llega a ser la capital de Europa. Un día nosotros aprendimos que este aeropuerto no podría ser construido. Nunca se supo bien cómo y por quiénes esta decisión fue tomada (pág. 180).Pero se supo que la naturaleza política de esta decisión, es decir, el abandono de la ciudadanía. El mayor corredor mediterráneo del norte, el espacio de la ciudad orientado hacia Europa fue abandonado. Si yo recuerdo correctamente hubo una decisión de alta nivel, tomada a comienzos de los años 60s con respecto a la estrategia espacial; no europea, no al espacio europeo, sino que al espacio francés. En otras palabras represento la centralizacion, y la centralización parisina. Fue necesariamente que Paris llego a ser un núcleo urbano tan rico y tan poderoso como la “corvi de los 70s en Chile”. Esta fue una decisión política concerniente al espacio ciudadano. Además esta ciudadanía fue mantenida a través de la década. Es solamente ahora que los estudios basados en las regiones de Francia han comenzado y como un espacio ciudadano no requiere de mucho tiempo es que Paris llegó a ser lo individual y solamente el centro de Francia, esta famosa redistribución así llamadas metrópolis de contrapeso, de equilibrio, ha ocurrido un método mecánico para balancear en el papel la influencia de Paris en Francia, aun la mas pronta estrategia era totalmente diferente.

Hoy día uno puede preguntarse: ¿Qué llegará se llegará a ser de esta estrategia espacial?, ¿Será la centralización de Paris aun reforzada? Sin embargo, una parcial descentralización inteligentemente configurada en orden a no comprometer los privilegios del gobierno central tuvo que ser desplegada.

Si alguien considera la existencia de estas personas llamadas por un curioso neologismo, “hacedores de decisión”, otro problema se plantea, ¿cuál es su capacidad para cambiar?, ¿están fijadas sus orientaciones?, ¿cuál es su ideología?, ¿cuál es su grado de autonomía? En otras palabras, repitamos la pregunta, ¿tiene una tecno estructura hecha durante la década pasada en estas agencias que se relacionan con la estructura urbana y el espacio ciudadano de Francia?

Sin embargo, ellos son personas que deciden, tienen opciones ante ellos. Ellos tienen que escoger entre soluciones contradicciones. Todas las contradicciones del espacio son magnificadas, ellos pueden más bien de planificar un patrón de equilibrio para seguir un atrevimiento ciudadano en el desarrollo de las metrópolis provinciales-pero el equilibrio presupone estabilidad-ó en otras palabras pueden comprometerse en adivinar y producir efímeros desenlaces. Uno puede dividir casas e infraestructuras públicas que son descartadas depuse de un periodo dado de tiempo, de la misma manera como un papel servilleta y un plato con cartas de madera están aún lejos, ¿por qué no? ciertamente ha sido necesario para las compañías y trabajadores metalúrgicos de la Moselle para cumplir con los cambios de la producción, tuvieron que ser relocalizados en Dunkirk. Hicieron rápidos cambios en los métodos y en las condiciones de producción (pag181), uno puede más bien manejar lo efímero o uno puede retener el máximo monto de equilibrio y estabilidad. Esta es una opción en el espacio ciudadano que es la orden del día, una elección en el medio de las contradicciones.

Así hay una elección entre el equilibrio y lo efímero, una opción efectiva entre descentralización y el neoliberalismo del dejar hacer ciudadano con respecto a la guía hacia la centralización política de Francia. Aquí hay varios elementos de esta problemática.

Las discusiones están echadas. En una mano, si uno promueve el dejar hacer será el centro de decisión el hacer, la influencia, el poder y la información, inusualmente formaciones ”cuaternarias”. El punto de vista de los centros de las decisiones echas el cual podría estar restringido por la ventaja de la crítica neoliberal al centralismo, el espacio ciudadano arriesga exacerbar las desigualdades de crecimiento y desarrollo aun más que en el pasado. En teoría, estas desigualdades de crecimiento y desarrollo han sido paliadas y más o menos corregidas, pero podría llegar el día cuando estas desigualdades podrían ser agravadas de una manera coordinadas, es decir, usadas por el gobierno central. En este caso, eventos extremadamente graves ocurrirían:

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la introducción del colonialismo en la metrópolis, una semi colonización de las regiones sub desarrolladas y zonas por la decisión de los centros de toma de decisiones, especialmente el centro parisino. No hay grandes colonias en el viejo sentido de la palabra, pero hay ya una semi colonización metropolitana que afirma a las poblaciones rurales, grandes cantidades de trabajadores extranjeros, y también muchos trabajadores franceses e intelectuales, por una concentrada explotación a través de los métodos y mantención de los elementos de un estado de segregación espacial. Qué justifica y confirma esta evaluación, tan lejos como con lo que yo estoy relacionado, es un estudio desarrollado por el complejo LACK-MOURENX en los pirineos, mas una serie de estudios en otros lugares, particularmente la región parisina. No es necesario decir la que la situación ha llegado a ser explosiva. Yo alego que aquellos que criticarán mi posición no confundan la tormenta con la meteorología. Yo soy el meteorólogo pero no causo la tormenta.

Por otro lado el vaivén entro lo privado y lo colectivo, entre lo individual y lo gubernamental(estatismo)puede continuar por un largo tiempo, cada vez el péndulo “nada”, trae una transformación de la sociedad francesa como un orificio, más bien hacia el neoliberalismo, neo estatismo, el péndulo ha nadado hacia un lado y ahora esta nadando hacia el otro, esto es ilustrado lúdicamente en el paisaje a través del contraste entre los grandes conjuntos y el suburbio residencial(el suburbio dividido en pabellones)

(pag182)

En el lado público, colectivo, gubernamental (estado) los grandes conjuntos son promovidos. En el lado “privado”, el suburbio residencial es promovido. Otros ejemplos podrían ser dados.

A través de la presentación de estas contradicciones el análisis crítico del espacio político y de las políticas de espacio ilustra las guías también los peligros y temores, contenido en la presente situación.

8- Espacio producto social y uso válido

A comienzos de los años 70 J.W. Freiberg, un joven y radical profesor de la Universidad de Boston, invitó a Lefevre a discutir su trabajo en una serie de coloquios a su departamento. Este ensayo sirvió como la base para su presentación y la subsecuente discusión. Sin embargo en parte el ensayo lúcidamente resumido a la vez cita directamente cita- claves estas de La producción del espacio de Lefervre, aquí su importancia es que desarrolla varios reclamos cruciales que particularmente resaltan la naturaleza esencialmente política de su análisis de espacialidad. Lefevre argumenta que un cambio de época ha ocurrido junto al capitalismo, la producción de corto plazo ocurre simplemente en el espacio; en lugar de esto, el espacio está ahora siendo producido en y a través del proceso del desarrollo capitalista. Sobre esta base, Lefevre examina las relaciones sociales que están involucradas y producidas, a través de la configuración socio espacial del capitalismo. El volumen de este ensayo está dedicado a la elaboración de estos reclamos en detalle, con referencia específica a varios aspectos claves de “la espacialidad capitalista”- el carácter abstracto del capital fluye y el material sustentable de infraestructuras de transporte e información. Lefevre mira el rol del estado en el control del espacio, pero también en la pregunta de la clase de luchas, espacialmente entendida y el potencial transformador invertido en las contradicciones del espacio capitalista. Esta pieza es también notable porque ilustra lo que respecta a Lefevre al relacionar estudios de espacio social con las agendas claves de la política económica. Lefevre relaciona algunos núcleos de conceptos de Marx, tales como el cambio y el uso válido, en la problemática del espacio, y refleja en la posibilidad del establecimiento de un “espacio socialista” como un “espacio de diferencias”. Esto lidera Lefevre, en las páginas del ensayo, para unir estas ideas vuelven a vuelve a la noción de autogestión, como discutida en varios ensayos en la parte1 de su libro, pero ahora comprendido de una manera explícitamente

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especializada. “Cambiar la vida”, cambiar la sociedad”, estas frases no significan nada, si no hay producción de un espacio apropiado.

“Producir espacio” estas son palabras sorprendentes; la producción de espacio, en el concepto y en la realidad, ha aparecido recientemente, primariamente, en la explosión de la ciudad histórica, la urbanización general de la sociedad, el problema de la organización espacial, y así sucesivamente. Hoy el análisis de producción muestra que hemos pasado de la producción de cosas en el espacio a la producción del espacio mismo.

Este paso de la producción en el espacio a la producción de espacio ocurrió porque del crecimiento de las mismas fuerzas productivas porque de la directa intervención del conocimiento en la producción material. Este conocimiento eventualmente llega a ser conocimiento acerca del espacio, información en la totalidad del espacio. La producción en el espacio no desaparece, pero está orientada de manera diferente. Se puede hablar de de una economía de flujo; el flujo de energía, el flujo de materiales crudos, el flujo del trabajo, el flujo de información y así sucesivamente. Las unidades de producción industrial y agrícola no hace mucho son independientes y aisladas.

De esto sigue una importante consecuencia: la planificación de la moderna economía tiende a llegar a ser una planificación espacial. Urbanismo y manejo territorial son sólo elementos de esta planificación espacial, los efectos de eso son sentidos en todas partes, sin embargo este ha sido el caso particularmente de Francia.

El espacio es social, involucra asignar lugares más o menos apropiados a las relaciones sociales de reproducción, nominalmente, la división de labor y su organización.

El pasado ha levantado sus marcas, sus inscripciones, pero el espacio es siempre un espacio presente, una totalidad corriente, con sus uniones y conexiones en acción. De hecho la producción y el producto son lados inseparables de un proceso.

El espacio social no está explicado por la historia natural (el clima y la topología), ni por la “cultura”. Además, las fuerzas productivas no constituyen un espacio o un tiempo. Mediaciones y mediadores se interponen, con sus razones derivadas del conocimiento de la ideología, de los sistemas de significado.

¿Es el espacio una relación social? Sí, ciertamente, pero es inherente a la relación de propiedad (la propiedad de la tierra, en particular), está también unida a las fuerzas productivas que modelan esta tierra. El espacio está permitido con las relaciones sociales, no es sólo sostenido por las relaciones sociales si no también produce y se ha producido por relaciones sociales.

El espacio tiene su realidad propia en el modo corriente de producción y de la sociedad, con los mismos reclamos y en el mismo proceso global como mercancías, dinero y capital.

El espacio natural se ha ido irreversiblemente. Y por supuesto vuelve como el origen del proceso social, la naturaleza está ahora reducida a materiales los cuales los operan las fuerzas productivas de la sociedad.

Cada sociedad nació junto a una estructura de modo dado de producción, con las inherentes peculiaridades a esta estructura que moldean su espacio. La práctica espacial define su espacio, lo plantea y lo presupone en una interacción dialéctica.

El espacio social ha siempre sido un producto social, pero esto no fue reconocido. Las sociedades pensaron que recibían y transmitían el espacio natural.

Todo el espacio social tiene una historia que comienza desde su base natural; en realidad la naturaleza es siempre y en todas partes caracterizada por particularidades (climas, topologías, etc.).

Pero si hay una historia de espacio, si hay una especificidad para hacer espacios de acuerdo a los períodos, sociedades, modos v relaciones de producción, luego hay un espacio de capitalismo que es manejado por la sociedad y dominado por la burguesía.

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ESPACIO CAPITALISTA

Capitalismo y neo-capitalismo han producido un espacio abstracto que es una reflexión del mundo de los negocios en ambos niveles, uno nacional e internacional, tan bien como el poder del dinero y la política del estado. Este espacio abstracto depende de una vasta red de bancos, negocios y grandes centros de producción. Hay también una intervención de carreteras, aeropuertos e información en re. En este espacio la cuna de acumulación, el lugar de riquezas, el sujeto de historia, el centro de espacio histórico- en otra palabras. La ciudad ha estallado.

El espacio es un hoyo completo, dentro del modo modernizado de la producción capitalista; es usada para producir un valor de superávit. El terreno, el subterráneo, el aire, e incluso la luz entran en ambas las fuerzas productivas y los productos. La fábrica urbana, con sus múltiples redes de comunicación e intercambio, una parte de los medios de producción. La ciudad y sus variadas instalaciones (puertos, estaciones de trenes, etc.) son partes del capital.

El espacio abstracto revela sus opresivas y represivas capacidades en relación con el tiempo. Relanza el tiempo como una abstracción- excepto cuando concierne al trabajo, el productor de cosas y de valores de superávit. El tiempo es reducido a contradicciones de espacio, horarios, corridas, cruces, cargas.

Las diferentes funciones del espacio capitalista

Medios de producción

El espacio es un medio de producción: las redes de intercambio y el flujo de las materias primas y energía que componen el espacio también son determinadas por el espacio. Los medios de de producción, tales como un producto, no pueden ser separados por las fuerzas de la producción, técnicas y conocimientos; desde la división internacional de la labor social; desde la naturaleza, o desde el estado y otras superestructuras.

La ciudad, el espacio urbano, y la realidad urbana no pueden ser concebidos simplemente como la suma de los lugares de consumo de bienes (mercancías) y los lugares de producción (empresas).

El arreglo espacial de una ciudad, una región, una nación, o un continente crece la fuerza productiva, sólo como lo hacen el equipamiento y las máquinas en una fábrica o en un negocio, pero a otro nivel. Uno usa el espacio sólo como uno usa una máquina.

Un objeto de consumo

El espacio como un todo es consumido por la producción sólo como son las construcciones industriales y ligares, máquinas, materias primas y labores de poder.

Cuando vamos a las montañas o a la playa, consumimos un espacio. Cuando los habitantes de una Europa industrializada descienden al Mediterráneo, el cual ha transformado su espacio por el ocio, pasan del espacio de producción al consumo del espacio.

Un instrumento político

El espacio llega a ser para el estado un instrumento político de importancia primaria. El estado usa un espacio en el cual un camino que asegura su control de los espacios, su estricta jerarquía, la homogeneidad del todo, y la segregación de las partes. Es así aún como un espacio ciudadano administrativamente controlado. La jerarquía de los espacios corresponde a los de las clases sociales, y si ahí existen guetos por todas las clases esas de las clases trabajadoras están meramente más aisladas que esas de las otras.

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La intervención de la Lucha de Clases.

La lucha de clases interviene en la producción del espacio, hoy más que nunca. Sólo el conflicto de clases puede prever el espacio abstracto desde su extensión alrededor del planeta y sin embargo borrando toda diferencia espacial. Sólo la acción de clases puede producir diferencias que oponga lo que es interno al crecimiento económico, nominalmente, la estrategia. La lógica, y el sistema.

Así en el modo corriente de producción el espacio social es considerado entre las fuerzas productivas y los medios de producción, entre las relaciones sociales de producción y especialmente, su reproducción.

La historia emerge en un nivel del mundo, y sin embargo, produce un espacio a este nivel; la formación de un mercado mundial, una generalización internacional del estado y sus problemas, nuevas relaciones entre sociedad y espacio. El espacio mundial es el campo en el cual nuestra época es creada.

Con este espacio mundial, y con nuevas contradicciones, borrando viejas contradicciones, nuevas recaídas aparecerán, por ejemplo, las relaciones internacionales entre estados y sus estrategias confrontacionales.

Las contradicciones del estado capitalista

Este espacio producido por el capitalismo y por sus estados tiene sus propias contradicciones.

Una mayor contradicción

La mayor contradicción del espacio se levanta de la pulverización del espacio por la propiedad privada, la demanda por fragmentos intercambiables y la capacidad científica y técnica (informacional) para tratar el espacio aún en los niveles más vastos. La contradicción “centro/periferia” resulta de la contradicción de “global/parcial2 desde los constructos globales permite el establecimiento de una concentración centralizada.

Un espacio orientado hacia lo reproducible.

Orientado hacia la reproducción de las relaciones sociales de producción. La producción del espacio decreta una lógica de homogeneidad y una estrategia de repetición. Pero espacio burocrático entra en conflicto con sus propias condiciones y con sus propios resultados. Cuando el espacio es de esta naturaleza, ocupado, controlado, y orientado hacia lo reproducible, de pronto se ve envuelto por la naturaleza no reproducible: la naturaleza, el sitio, la localidad; lo regional, lo nacional, aún a nivel mundial.

La actividad de la b ase, discontinúa, múltiple, de pronto propone un retorno al espacio pre capitalista. A veces propone un espacio-contable, impulsa hacia la explosión de todos los espacios organizados por la racionalidad del estado burocrático.

…y negando las diferencias

Este espacio abstracto formal y cuantificado niega todas las diferencias, aquellas que desde la naturaleza y de la historia tan bien como aquellas que provienen del cuerpo, las edades, los sexos y las etnias. La significancia de tales factores disminuye y explota el alto funcionamiento del capitalismo. El espacio dominante, que de los centros de riqueza y poder, es forzado a formar los espacios dominados, esos de la periferia.

En el espacio del neo-capitalismo, lo económico y lo político tiende a converger, sin embargo, sin la política maestra de lo económico. Los conflictos son sin embargo, manifestados entre estados hegemónicos- los cuales no son aún los maestros de las cosas- y los propietarios de estas cosas.

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La explosión generalizada de los Espacios

Porque de estas contradicciones nos encontramos de frente con un fenómeno extraordinario pero poco avisado: la explosión del espacio. Ni el capitalismo ni el estado pueden mantener el caos, el espacio contradictorio que han producido. Podemos atestiguar en todos los niveles, esta explosión de espacio:

. A nivel de lo inmediato y lo vivido, el espacio explota en todos lados, sin embargo, este espacio se vive, en el espacio personal, en el espacio escolástico, en el espacio de la prisión, en el espacio del ejército en el espacio del hospital. En todas partes la gente se da cuenta que las relaciones espaciales son también relaciones sociales.

. A nivel de las ciudades, no vemos sólo la explosión de la ciudad histórica sino que también de todo el esqueleto administrativo en los cuales a ellos le hubiera gustado incluir el fenómeno urbano.

. A nivel de las regiones, las periferias luchan por su autonomía o por un cierto grado de independencia. Llevan a cabo acciones que desafían su subordinación, a la centralización estatal, económica y política.

. Finalmente en el nivel internacional, no sólo las acciones de las así llamadas compañías supra-nacionales, pero también esas de las estrategias del gran mundo que prepara y ejecuta nuevas e inevitables explosiones de espacio. El Mediterráneo es un excelente ejemplo porque si llega a ser un espacio estratégico es sólo después de la acumulación de muchos factores. Esta red, la cual contuvo la más antigua relación comercial del mundo, la cual nos dio nuestras grandes ciudades y puertos, recientemente ha sido completamente transformada en un espacio de ocio para la Europa industrial. Aún más recientemente este espacio ha sido cruzado por el flujo de energía y materias primas. Finalmente, ha llegado a ser un espacio sobre industrializado con enormes complejos instalados en sus periferias, no sólo en el Fos, si no que también en el Sagunto y en el Taranto (puertos del mar Mediterráneo. Estos fenómenos representan extraordinarias alteraciones del espacio y nos incapacita para estudiar los problemas ya planteados por la transformación del espacio contemporáneo.

Movimientos sociales que cuestionan el uso del espacio

En todas las ciudades industrializadas, existe un movimiento muy antiguo, que viene de las demandas concernientes al trabajo, los negocios, y los lugares de trabajo; sin embargo, parece que los movimientos corrientes se han levantado a nivel mundial, mientras, aún divididos, incompletos y grandemente inconsciente de ellos mismos, llamados por una reorganización de espacio de otro espacio como los lugares de trabajo.

Estos son movimientos de consumidores. En los estados Unidos, son muy frecuentes, numerosos y más o menos cuestionan el uso del espacio. Ellos revelan que:

. El espacio no es meramente económico, en el cual todas las partes son intercambiables y tienen valor de cambio.

. El espacio no es meramente un instrumento político para homogeneizar todas las partes de la sociedad.

Por el contrario, ellos muestran que:

. El espacio se vuelve un modelo, un prototipo de uso válido resistiendo las generalizaciones de cambio y valor de cambio en una economía capitalista, bajo la autoridad de un estado homogéneo.

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. El espacio es un valor de uso, pero aún más así el tiempo está íntimamente ligado porque el tiempo es nuestra vida, nuestro uso fundamental. El tiempo ha desaparecido en el espacio local de modernidad. El tiempo vivido se pierde forma e interés social excepto por el tiempo de trabajo. El espacio económico se subordina al tiempo, en todas partes el espacio político se erradica porque está amenazando con las relaciones del poder existente. La primacía de lo económico, y aún más, de lo político, lidera la supremacía de espacio sobre el tiempo.

Uno de los más importantes puntos para el poder de la izquierda es sostener los movimientos de consumidores que aún no han encontrado sus voces y que a veces están frecuentemente encerrados en estrechos talleres que la significancia política de sus acciones se les escapa.

Uno de los roles políticos para la izquierda así, es el uso de la lucha de clases en el espacio.

HACIA UN ESPACIO SOCIALISTA

Como las sociedades que la precedieron, la sociedad socialista debe producir su espacio, pero en total concientización de sus conceptos problemas potenciales.

Es comúnmente popular decir que el marxismo está pasado de moda, que es menos relevante para la historia. Sin embargo es precisamente hoy, más que nunca que no podemos analizar los fenómenos del mundo excepto en la luz de las categorías fundamentales del marxismo estando listas para modificarnos las situaciones específicas.

Sin embargo el espacio no está analizado en el Capital ciertos conceptos tales como valor de cambio y valor de uso, hoy se aplica al espacio. Actualmente debemos usar la distinción, que Marx no introdujo, entre la dominación y la apropiación de la naturaleza. Este conflicto se desenvuelve en el espacio: en el espacio dominado y en los espacios apropiados. Aún más que en tiempo de Marx, la naturaleza es la fuente de todo uso valioso.

¿Deberíamos socializar el espacio? Ciertamente que no: está ya socializado en los talleres de la existencia de la sociedad y en el modo de producción. Una sociedad que se transforma al socialismo no puede aceptar (aún durante el período de transición) el espacio como es producido por el capitalismo. Hacer así sentido aceptando la existencia política y las estructuras sociales, lidera sólo para una muerte final, acepta la reproducción de las relaciones de producción, así al final es lo mismo y sin embargo debería ser jerarquizado y controlado, aún reflejaría la jerarquía de formador social.

Una sociedad “diferente“ inventa, crea, produce nuevas formas de espacio, pero las relaciones de propiedad y producción ahora bloquea estas posibilidades algunos quieren el socialismo en los países industrializados para continuar con el crecimiento y acumulación esto es con la producción de cosas en el espacio. Otros quieren quebrar este modo de producción. Pero las fuerzas productivas han cambiado enormemente, pasando de la producción de cosas en el espacio a la producción del espacio, es necesario luego proceder a las consecuencias últimas de esta delgadez cualitativa. Esto involucra al proceso de crecimiento cuantitativo, no se quiebra pero desencadena su gran potencial.

La producción del espacio socialista significa el fin de la propiedad privada y la dominación de la política de estado del espacio. Lo cual implica el paso de la dominación a la apropiación y la primacía del uso sobre el cambio.

Además, el espacio capitalista y neo-capitalista en un espacio de cuantificación y crecimiento homogéneo, un espacio modificado donde todos los elementos son cambiables y así intercambiables, un espacio ciudadano en el cual el estado tolera que no hay resistencia ni obstáculos. El espacio económico y el espacio político ambos convergen hacia la eliminación de las diferencias.

Tan lejos como nosotros podemos concebirlo, dada ciertas corrientes de tendencias, el espacio socialista será un espacio de diferencias.

El rol determinante de los movimientos sociales

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Hay razón para creer que sólo la convergencia y la convicción de los trabajadores y los movimientos campesinos, unidos a la producción de cosas y trabajo material y esos que usan el espacio, serán capaces de cambiar el mundo. En lo relativo a la posesión y manejo del espacio los movimientos sociales y urbanos no tienen el carácter continuo e institucional prometido por aquellos que vienen de las industrias, unidades y ramas de producción. Aún si la presión de la base (los consumidores) ocurre con demasiada fuerza, influirá la producción en general hacia el espacio y hacia las necesidades de esta base. La acción de estas partes interesadas determinaría las necesidades sociales las cuales deberían ser determinadas en un corto tiempo por los “expertos”. Las nociones de equipamiento y medioambiente liberarían así su contexto capitalista y tecnocrático. Sin embargo la explosión espontánea de la base social, sin embargo lo revolucionario y profundo, no sería suficiente producir una adecuada definición operacional del espacio en la sociedad socialista. Sin embargo sería una parte integral de estas determinaciones. Pero el manejo del espacio social tal como el de la naturaleza, no puede ser sólo colectivo y práctico, controlado por la base, esto es, democrático. Las partes “interesadas”, unas “concernidas” intervendrían, manejarían, y la controlarían. Pero primero, liderarían al final- la explosión- de todo el espacio impuesto.

Una autogestión general

La reconstrucción de “lo suave a lo profundo” del espacio social, previamente producido de lo “profundo a lo suave”, implica autogestión general, eso es, en variados niveles, complementando eso de las unidades e instancias de producción. Sólo en este camino puede la socialización de los medios de producción incluye la salida del espacio. Hacer, en otras palabras, definir “el espacio socialista” como espacio natural o como vidas comunes en un espacio privilegiado o por “convivencia”, es confundir el fin con los significados, el gol con el escenario, en otras palabras utopismo abstracto.

La producción en una sociedad es definida por Marx como producción por necesidades sociales. Estas necesidades sociales, en gran parte, concierne al espacio: alojamiento, equipamiento, transporte, reorganización del espacio urbano, y así sucesivamente. Estas extensiones de la tendencia capitalista para producir el espacio mientras que el producto es radicalmente modificado. Esto es lo que contribuye a la transformación de la vida diaria, a la definición del desarrollo más en lo social que en términos individuales, sin la exclusión de lo más tardío. Lo individual en una sociedad socialista tiene el derecho a un espacio, como bien al derecho a la vida urbana como el centro de la vida social y de las así llamadas actividades culturales y así sucesivamente.

El comienzo de esta transformación tiene que esperar al pensamiento, la imaginación, la creatividad la cual a su vez depende de sobremanera de la separación entre lo “público y lo “privado”, por la disipación de las ilusiones sobre lo social y colectivo confundido con “caridad pública”, y así sucesivamente.

Las políticas socialistas de espacio pueden resolver las contradicciones de espacio sólo por la suma de otras contradicciones económicas y sociales. Por supuesto, la presión de la base y la autogestión del espacio no puede restringirlos al reformismo.

Girando el mundo, “atrás de mis pies”, según Marx, implica espacio sobre girados y dominantes, poniendo apropiación sobre dominación, demanda sobre orden y uso sobre cambio. La autogestión se revela para ser ambas el significado y el fin, una fase de la lucha y sus objetivos. En el espacio transformado, allí puede y debe ser una redefinición de las relaciones entre actividades productivas y el retorno al mercado interno, orientado deliberadamente hacia trozos de espacio como un todo que sería redefinido, que traería una conversión y subversión.

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Una redefinición de espacio como una función de uso valorado- ¿cómo son estos procesos revolucionarios previstos?

Si de la situación corriente no se reduce a una crisis económica, sino que se llama propiamente por una profunda modificación de la sociedad y de la civilización, aún ofrece un punto de referencia desde el cual la transformación puede comenzar. La modificación puede ser así definida: espacio producido de la perspectiva de la prioridad de los sentidos del cambio y el transporte puede será producido por la perspectiva de la prioridad del uso valorado. La revolución del espacio implica y amplifica el concepto de revolución, definido como un cambio en la propiedad de los medios de producción. Da una nueva dimensión a esto, comenzando desde la supresión de una forma particularmente peligrosa de la propiedad privada, esa del espacio: el espacio subterráneo, el espacio, el espacio del suelo, el espacio serial, el espacio planetario, e incluso el espacio interplanetario.

Las así llamadas fórmulas transicionales- estado de control de la tierra, nacionalización, municipalización- no ha tenido éxito. Pero ¿cómo podemos limitar y suprimir la propiedad del espacio? Tal vez para recordar los escritos de Marx y Engels: un día, el cual vendrá de verdad, la propiedad privada de la tierra, de la naturaleza sus recursos, parecerá como absurdo, como odioso, como ridículo, como la posesión de un humano por otro.

El problema relacionado con la “contaminación del medioambiente”, los cuales son vistos por ecologistas como primario, como verdaderamente importante, pero son secundarios. En esta perspectiva, los problemas reales de la sociedad y sus transformaciones son desviadas hacia el naturalismo: tomemos, por ejemplo la biología involucra el tratamiento del espacio humano como espacio animal.

En conclusión una transformación de la sociedad presupone la posesión y el manejo colectivo del espacio por una permanente intervención de “partes interesadas” aún con sus múltiples y a veces contradictorios intereses. Esta orientación tiende a rendir las separaciones y disociaciones en celo espacio entre un trabajo (único) y una comodidad (repetida).

Esta es una orientación. Nada más y nada menos, pero no indica un significado. Nominalmente, algo es percibido, una dirección es concebida, un movimiento vivo hace su camino hacia el horizonte. Pero no es nada aún comparable a un sistema.

9.- El mundo ancho y lo planetario

Como la selección previa, este ensayo desarrolla los argumentos de La Producción del espacio en un registro más explícitamente político, en este caso a través de la introducción de un vocabulario conceptual para analizar la expansión creciente de los procesos sociales a escala mundial. Lefebvre sugiere que la consolidación del mercado mundial, y el rol crecientemente activo del estado manejando la acumulación capitalista a un nivel planetario, lidera una transformación fundamental en el modo capitalista de producción. Lefebvre refleja en las implicancias de dichas transformaciones para la interpretación de la socio espacialidad y más generalmente para la acción de la acción política. Este ensayo más bien anticipa notablemente anticipa claves perdidas de discusiones contemporáneas de globalización, particularmente a través de sus énfasis en la tensión entre flujos móviles y lugares fijos y territorios. Lefebvre también distingue tres conceptos claves- lo global, lo total y el mundo- que sub-secuencialmente juega roles esenciales en su análisis condición contemporánea del mundo ancho (ver caps. 12 al 15)- Eds.

El pre-texto y lo que está fuera del texto

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Estas proposiciones presentan un proyecto, que de una simultaneidad descriptiva analítica, y global comprende que estaría unida positiva y negativamente a la práctica social. Este entendimiento sería llamado “espacio-logía” o “análisis de espacio”, estábamos a su nivel.

Alguna proposición hace más que enunciado: plantean una proposición. Plantean un “objeto” actual y propone un “objetivo”. Esto implica el uso de una deducción e inducción clásica, pero también de transducción, el cual etiqueta un objeto virtual y sus realizaciones en una senda encabezada hacia un horizonte “propuesto”.

Estas proposiciones son abstractas, pero en el sentido de abstracción conceptual, el cual, más y mejor que señalando lo concreto, lo incorpora.

Proponiendo no aumenta la producción, pero las proposiciones abren el camino para aquellos que producirán. Estos son los asertos teóricos que a este respecto envuelve algunas aproximaciones así llamadas “metodológicas”, estas aproximaciones llegarán a ser aparentes a lo largo del camino, sin ser pieza aquí para seguir el procedimiento banal para detallarlos.

Si alguien pregunta “¿por qué comienza aquí y de esta manera?” Aquí está una respuesta “Comienza si relee a Marx (Marx y no Lenin, Rosa Luxemburgo, Trosky, etc.), alguno de cuyos conceptos son retomados aquí, aunque con modificaciones cuyo impacto llegará a ser también aparente a lo largo del camino”.

1.- La primera proposición parecerá anodina y aún banal, sus implicancias tal vez n, aquí es: un espacio social, la práctica del espacio social (en resumen: la práctica espacial), el conjunto de preguntas y el proyecto relacionado con el espacio ( social) tiene asumido una importancia cúlmine en las sociedades modernas. En efecto cada sociedad, el producto de la historia, con sus particularidades, una vez moldeado su espacio a través de la violencia, a través del subterfugio y a través de la labor. Su espacio, su trabajo, (obra). Hoy, el problema es el espacio en la escala mundial (planetaria y aún más allá de eso). Las causas y las razones para esta nueva situación vienen ellas mismas a iluminar, emergiendo de las sombras de la historia: el mercado mundial, la tecnología y las ciencias, la presión demográfica, etc. Estas causas y razones coexisten en el espacio al lado de sus efectos y consecuencias- por ejemplo, la muy famosa contaminación, el agotamiento de los recursos y la destrucción de la naturaleza. Es el valor que los toma juntos, bajo una concepción unitaria. Tal como una unión constituirá una teoría, en la condición, por supuesto, de no originar (de distinguir) razones y consecuencia, causas y efectos en su simultaneidad espacial. La concepción teórica así salida no reclama determinar una “totalidad” realizada, mucho menos levanta un “sistema” o una “síntesis”.

2.- En nuestras sociedades, hay una “problemática” de espacio (conceptual y teórico), y una práctica empíricamente observable. Esta problemática, emplear el lenguaje de filosofía; está compuesto de interrogantes del espacio mental y social, sus conexiones, sus uniones con la naturaleza y la lógica, etc. Observable en arquitectura, en la “planificación del barrio” (urbanismo) (emplear el lenguaje oficial), en la efectiva planificación de las vías públicas y plazas, en todos los días de la vida- en resumen, en la realidad urbana, la práctica espacial es distinta desde esta problemática pero obviamente no puede ser separada de esta.

3.- El predominio del espacio requiere la consideración de un gran tratado de conocimientos, particularmente en sociología, economía política, antropología, y también historia. Este conocimiento ha sido concebido a través de esquemas globales, son atemporales (de la manera de la filosofía clásica hasta Hegel), o temporal, en el sentido de historicidad, por asertos de la prioridad y la primacía del tiempo sobre el espacio. ¿Están estas ciencias ya tomadas en la confrontación entre lo espacial y lo temporal? ¡Hay campo para pensar esto! Esta inevitable, penosa y peligrosa confrontación no puede prevenirse dando por sobre una crisis de conocimiento en ambos pensamiento teórico y en la práctica. Ambos individualmente y en lo general. Las lenguas son habladas y escritas en un espacio-tiempo mental, ellos articulan el tiempo social y la práctica social pobremente, y hacen aún cosas peores con el espacio mundial su tiempo inherente. Tienen que ser deconstruídas y reconstruidas. Como podría ser de otra manera, si es que sucede

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que las lenguas populares (léxicos y sintaxis) tiene un origen campesino y artesanal y que los lenguajes más elaborados y establecidos tienen un origen teológico- filosofal. Con respecto a la industria y sus tecnologías, han comenzado sólo a influenciar el vocabulario y la sintaxis.

No podría ser buscada metodológicamente una reconsideración del conocimiento de la única manera para salvarlo- por un conocimiento crítico unificado con la crítica del conocimiento ¿(en lugar de fijar el conocimiento en la epistemología)? Sin tal reconstrucción el conocimiento colapsa bajo los golpes del l no- conocimiento y el anti-conocimiento: al interior del nihilismo. No es. Por el tiempo que es, necesario en insistir sobre la pregunta, la cual planteada presupone su propia respuesta. Sólo un punto: la pregunta de espacio, tomada fuera de la práctica, y en el plano de un conocimiento “puro”, que imagina a si misma “productiva”, aún esta pregunta altamente filosófica puede degenerar. ¿en qué? En una consideración de espacio intelectual, de “escritos” como el espacio espiritual de una gente como el espacio mental de una época, etc.

El ensayo por el espacio no puede ser separado de otro ensayo: lo del cuerpo (la relación del conocimiento teórico con el cuerpo, la fundación de la práctica)

4.- Las conexiones entre el espacio mental (eso de los matemáticos, eso de los filósofos, eso de la epistemología, lo cual es decir la refinada representación del espacio, pero también el espacio de percepción de lugar común, el espacio de representación y discurso diario), y el espacio social (ese de la acumulación invertido en el planeta y el inversor, eso de las prácticas espaciales), esas conexiones forman parte de la problemática. Ya sea claramente o pobremente articulada, ellos constituyen una unión metodológicamente esenciales la secuencia que va de lo elemental y lo parcial a lo global. Sólo su cuidado examen nos capacitará para prevenir dos dificultades: la confusión del espacio mental y del espacio social (el cual reduce una a otra. Generalmente lo social a lo mental y su separación (la cual hace que la elucidación de la práctica imposible). No veríamos descuidadamente objetivar los esquemas desarrollados en un espacio mental, aún si este espacio es epistemológicamente racionalizado. Esto es cumplido inescrupulosamente en la peligrosa operación conocida como “operacionalismo” (el manejo y la manipulación de los así llamados conceptos “operativos”). Pero conversamente, no podemos darnos cuenta de lo “real”, lo que es decir (actual y virtual, presente o posible) práctica, sin comenzar del espacio mental, sin contar la trayectoria que mueve de los lugares abstractos de este espacio mental al espacio de la práctica social y la práctica social en el espacio. Un trabajo como ese de Heidegger (ver ¿Qué es filosofía?) intenta una actualización del pensamiento filosofal- sin tener éxito en esto, debido a su mantenimiento de la supremacía del tiempo por sobre el espacio: esto a su vez lo previene para resolver el conflicto que encubre entre Dwelling y Errrancy.

5.- La problemática y (si uno prefiere, aún de nuevo, emplear el lenguaje de los filósofos)la temática del espacio, en suma para elaborar categorías convenientes, suprimir ni conceptos y categorías, ni las interrogantes derivadas del pasado, en el tiempo del origen, lo reflexivo trata de ser presente en los nacimientos, en una palabra, en la historia. Si hay “supresión”, es en el bien conocido sentido de un desplazamiento que transforma pero no se suprime de una supresión instantánea. La nueva problemática desplaza a lo antiguo, sustituyéndolo para modificarlo. El significado no es desbloqueado en el origen (el comienzo)- en desmedro de lo que los filósofos resienten (Heidegger) sugiere- pero antes de eso, sobre el curso y lo largo de una jornada. Hacia el horizonte, dentro de lo posible e imposible (y sus relaciones). Las contradicciones del espacio, aún para ser descubiertas en su vastedad, concilian esos del tiempo para desplazarlos, aunque no sin sumar nuevos conflictos a ellos. El concepto de estrategia siendo desplegado en el mundo ancho-del espacio social (el espacio social-mundial) es gradualmente reemplazando esos de la historicidad, tiempo histórico, determinaciones históricas, y determinismo. Estos conceptos más tarde se refiere a volverá un pasado sobrepasado; tienen una sola verdad junto al pasado. En ningún caso, en nombre del presente, no tiene valor decreciente de lo histórico, o colapsando atrás del historicismo- ni refutando la memoria, ni haciendo fetiche de sus imágenes, símbolos, e iconos. Eso que levanta desde el tiempo es en este momento un ensayo, la pérdida de identidad,

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de culturas, de la gente, grupos y aún individuales. Las referencias y corazas de referencia que son derivadas de la historia colapsan. Ya sea o no establecida como sistemas, los valores son desmenuzados como se confrontan y provocan conflicto con otro. La gente más culta encontró en ellas mimas en la situación de la gente que ha sido dispuesta (alienada) a través de la conquista y la colonización. Inventando (produciendo) una morfología, cualquier cosa que no es reinscrita en el espacio, disminuyendo en los signos, disuelto en las narrativas abstractas y sólo evita formalismo incontenidos por la inflación con mitos y fantasías. Cuando, como los ríos al mar, penetran las formaciones históricas (mundo ancho) el espacio, algo se extiende como un delta de pantano, otros imitan la turbulencia de de los estuarios, alguien apuesta democráticamente a la sobrevivencia a través de la inercia, otra apuesta en la violencia militar y política. Allí siempre viene un momento dramático de escepticismo, más bien concierne al capitalismo o al socialismo, la filosofía o la religión. Momento. La palabra aquí designa una época.

Este formidable despliegue de ensayo y confrontación de una manera altamente desigual entre las formaciones sociales, dependiendo de sus fuerzas, sus raigambres en la naturaleza y sus modalidades de colisión con lo histórico. Ninguna de estas formaciones – “cultura”, naciones y nación- Estados, lenguas, tradiciones orales, y escrituras- nada puede escapar teniendo múltiples confrontaciones en el espacio con otros (otras culturas, lenguas, naciones). Ni incluso filosofía ni conocimiento. Especialmente no “materialismo histórico (el núcleo del cual está empezando para ser desatado del racionalismo clásico, metafísico, y finalismo- lo tomado por sentido de concesión de conveniencia, de historia, etc.,- que persiste en Marx). Que llamamos ideología, el cual siempre tiene varios objetivos, sirve aquí como un disfraz, como una defensa. El ensayo ha comenzado. La relación “tiempo-espacio” evade al filósofo. Es producido en la práctica social.

Información tecnológica y cibernética el cual es decir la cuasi-instantánea transmisión de información y su casi puntual concentración dentro del espacio, transforma el conocimiento mientras cubre el espacio. Introducen contradicciones específicas entre conocimiento tal como y su utilización por el poder (estrategias).

6.- A escala planetaria, junto con la “estructura” (cuadro) (como era) del mercado mundial, economía política está siendo transformado. El mercado mundial no es una entidad soberana, amaestrada por los imperialismos; no coincide con uno sólo de ellos. Es complejo: sólido e impuesto desde algunos ángulos, frágil y amenazada por ellos. Incluye las mercancías y mercados de capitales; estas dobles prohibiciones nos hablan en términos lógicos, de una crítica aplicación a la noción marxista de una lógica y un lenguaje de la mercancía. Asume e impone una división del trabajo (una distribución de labores productivas e inversiones en el espacio). Sabemos que la división técnica del trabajo introduce complementariedades (operaciones productivas que racionalmente encaja uno sobre otro), aunque la división social de la labor introduce ceguera, y como decimos “desigualdades y conflictos” irracionales. Las relaciones de producción no desaparecen de la estructura de lo mundial (mundialidad) nadie más que ellos hacen junto a la estructura del “modo de producción” considerado como una totalidad. Se quedan con la clave, la cual es esencial en la realidad, en lo concreto así en las interacciones e intercambios. A pesar de estas interacciones el mercado mundial delinea configuraciones que están inscritas en la superficie terrestre de los espacios de cambio. Por consiguiente las contradicciones en el espacio y del espacio entre países, gente, clases. El análisis crítico de la doble división del trabajo (técnico y social)el cual fue ya comprometido por Marx en el nivel de las empresas industriales, mercados nacionales y en forma de bosquejo, lo mundial debe hoy ser resumido en el nivel del (mundo) espacio de formas multinacionales, etc.

La economía política del viejo estilo es transformada en una economía política del espacio. Ha sido transformado desde varios pensadores (François Perroux y subsecuencialmente Samir Amin) expusieron en los conceptos espaciales del (crecimiento) polo, centro, periferia. Todo en la economía es “movilizado”, espaciado y hecho dialectal. Los modelos abstractos de crecimiento y armonía son desacreditados, y se vuelven obsoletos. Los procesos de planificación y semi-

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planificación (el empirismo de los administradores, el pragmatismo de los políticos, balancea los papeles para los inventarios y las finanzas) da camino a la planificación espacial. La planificación espacial trata con flujos de energía, materias primas, dinero, la fuerza del trabajo, bienes varios, mezcla de gente y cosas, signos, información y entendimiento, símbolo, capital, etc. Se esfuerza para conectar y coordina estos múltiples flujos en el espacio. ¿En cuál espacio? En grandes unidades geopolíticas (Europa, etc.) que son inscritas en el mundo ancho. La ciencia de la economía política, incluyendo su ya clásica formalización en Marx (donde fue rigurosamente unificado con su crítica y auto-crítica), no puede eludir una reevaluación. ¿Qué quedará de esto? Después de la reconstrucción traerá unidad entre formalidad y contenido, entre los científicos “positivismo” ¿negatividad crítica? Tal vez desde Marx, nueva evidencia ha aparecido en el horizonte; cuerpos sociales (incluyendo clases, instituciones, etc.) ocupa espacio y hace (produce) espacio, con espacio ocupado y producido no coinciden. Los cuerpos sociales y sus actos de relaciones “expresan” ellos mismos, y como decimos “reflejan”, en ellos mismos muy adecuadamente en el espacio. Ocupado y producido, la fábrica urbana invade la integridad del espacio. Este espacio participa en la producción de bienes, cosas y comodidades; se consume productivamente; pero al mismo tiempo está totalmente cubierto por la explotación y la dominación. Habiendo cesado completamente por ser un medio “neutral”, pasivo y vacío, transformándose el espacio en un instrumento social y político. ¿De qué sirve? ¿Para qué fin? ¿Quién lo usa y por qué? Esta es una pregunta central. La respuesta: se transforma en un sitio {lugar} y en un contexto para la reproducción de las relaciones (sociales) de producción, y primitivamente para las relaciones (sociales) de la producción capitalista.

Una nueva contradicción aparece en el horizonte: eso entre flujos (el movimiento, lo efímero) y los rígidos (centros establecidos, posiciones de toma de decisiones, instituciones, “posesiones” varias,). ¿Seguirán estas sumas de desuniones de realidades para ser tomadas y entendidas? ¿Soportará este entendimiento un nombre familiar, como la economía política o la sociología? Nada es menos cierto ¿Qué es cierto es eso, en el espacio eso es de tal manera creado, que las distancias no están tan confundidas con las proximidades, la producción del espacio desata el lejano orden del orden cercano, eso de las vecindades “naturales”, y la geo-política, se distingue de la geo-gráfica? 5

7- los productores de espacio emergen desde un análisis que definirá su rol corriente como distinto (pero no separable) del rol de los productores de cosas en el espacio. Hay numerosos agentes de producción de espacio. Algunos sitúan sus intervenciones a nivel de “macro-decisiones”, y otros en eso de “micro-decisiones”. Estos “agentes” se comprometen en intervenciones que están simultáneamente conectados y desconectados y lo que ocurre junto a un espacio que es para ambos, homogéneo y quebrado. Tales como “agentes” están referidos como los políticos, tecnócratas y planificadores, oficiales militares y financieros, autoridades locales, trabajadores de la construcción, “usuarios” y “luchadores urbanos”, etc. El arquitecto y el planificador del barrio contribuye más sinceramente a estos productores de espacio que hacen pintores y escultores, etc. Están insertos en el proceso de producción y reproducción y consecuentemente en la práctica espacial del modo capitalista de producción. ¿En qué extensión pueden liberarse de estas contradicciones y desde que espacio instrumental? Eso depende de los movimientos democráticos en la gente común, eso de las comunidades locales, uniones (cuando acompañan la pregunta), “usuarios”, trabajadores de la construcción – en resumen en la red de las relaciones sociales que más o menos claramente e intensivamente marca la calidad del espacio.

La práctica espacial del modo capitalista el modo de producción logra utilizar el espacio instrumental (el espacio como una herramienta) y para institucionalizarlo, en orden a introducir una coherencia entre explotación y opresión, es decir en las relaciones de de producción y clase tales como están concretizada “en el terreno”. La práctica espacial no puede realizar este objetivo excepto a través de la confluencia de circunstancias y oportunidades, porque se sacan nuevas contradicciones, las contradicciones de espacio. Desde el espacio que fue una vez “neutral” (en apariencia) es transformado en un instrumento y en una institución, un conjunto de preguntas es formulado con referencia a cada espacio y a cada intervención en el espacio: “¿Quién? ¿Para

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Quién? ¿Para qué?”. Así ¿retornamos a la antigua pregunta filosofal del sujeto? Si y no. Las preguntas y respuestas han cambiado.

El análisis crítico de la producción de espacio requiere de una interesante práctica, que implica el estudio y el entendimiento del rol de la construcción (privada y pública) como una rama subsidiaria decreciente de la industria- el entendimiento de las instituciones “responsables” y las relaciones entre “agentes”. El rol de la construcción del “estado real”, tal como lo llamamos, no está muy limitado a una función económica, va más lejos de la elaboración de un espacio que remueve de todo (sus usuarios) el control de sus vidas diarias, redistribuyendo las fuerzas de trabajo de acuerdo a las demandas (cambios) de la producción neo-capitalista, tratando la fuerza de trabajo como una “reserva” de energía, un flujo de objetos.

Tomar estos cambios en el modo de producción, es aquí un punto de partida: el mercado del mundo ancho, la conquista del espacio planetario por el mercado, la estrategia del modo capitalista de producción, la división (técnica y social) del trabajo en una escala planetaria, y consecuentemente, el nivel corriente de las fuerzas productivas, su nexo con las ciencias y la información, la capacidad para tratar con el espacio y producir espacio a nivel de un mundo ancho. Por encima de las fragmentaciones del espacio por el cambio- por encima de la desintegración del conocimiento en las ciencias fragmentarias- y por toda la diversidad de palabras y conceptos, este punto de partida constituye una unidad del primero al último.

Desde la ocupación del espacio que ha sido alcanzado y por alguna extensión acabada por el modo capitalista de producción, aquí resulta un nuevo tipo de crisis teórica y práctica que ha sólo comenzado, la violencia es inherente al espacio político, no sólo como una expresión de futuro (político) al poder, pero debido a un reino permanente de terror separando lo que busca para ser unificado (desde el sexo de las personas) y uniendo juntos, sin análisis , el cual es diferenciada (por ejemplo, la inscripción espacial de la historia desde el tiempo histórico; o aún otra vez, construido, segunda naturaleza- la ciudad, lo urbano, el espacio designado – de la naturaleza inmediata). Una formidable fuerza de homogeneización se ejerce en una escala del mundo ancho, produciendo un espacio el cual cada parte es intercambiable (cuantificable, sin calidades).

Esta fuerza no es una forma misteriosa o descriptiva, el auto es como una parte de esto como es una moneda y el mercado del mundo ancho. Hay fuerzas y tendencias opuestas que resisten a estas fuerzas, pero muy desiguales: más energéticamente en los países así llamados “socialistas” (especialmente en China), y menos fuertemente pero eficientemente en los así llamados países y regiones “subdesarrollados”. La resistencia a esas presiones es el doble, a veces pasiva, estancada y sin embargo “reaccionaria”, a veces activa, dinámica, creativa (incluso subversiva). Esas tendencias hacia las diferencias generan conflictos con la brutal tendencia hacia la uniformidad cuantificada. La violencia inherente a esas fuerzas que niega diferencias, las cuales son así reducidas y contraídas, extrae otras violencias, esa de “cuenta-culturas”, eso de las especificidades (como son a menudo llamado con una palabra obscura, metafórica, y a menudo peligrosamente usada), y consecuentemente, eso de otros procedimientos (aún inciertos) para la producción del espacio. Estas oposiciones, estos contrastes, estos conflictos, estas contradicciones, pueden ser observadas en el espacio y sólo pueden ser concebidas en relación al espacio.

El asunto puede ser articulado en términos más clásicos. Una larga acumulación de datos cuantitativos engendrará (y ha sido ya engendrado a través de los conflictos históricos y contemporáneos) no sólo un salto cualitativo si no que un salto dentro de lo cualitativo. Lo que es clásicamente terminado como “lucha de clases, hoy asume mil formas, más complejas que antes. Las demandas urbanas y las luchas son una parte de esto. La lucha implica demandas cualitativas que conciernen al espacio (transporte, “hábitat”, vida diaria). Una de las principales contradicciones de espacio es que parece ser el medio de cuantificación por excelencia, que es el instrumento más eficiente de cuantificación, mientras en realidad y en verdad conlleva cualidades, lugares, sitios, y situaciones (práctica), “utopía” y las relaciones entre esos elementos.

Los frentes en que estas batallas (teóricas y prácticas) son luchadas pueden por no mucho tiempo ser delineadas como una vez fueron, con una línea abstracta separando el campo de la clase

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explotada desde el campo de la clase dominante (el que tiene el poder). Las demarcaciones atraviesan todas las formaciones sociales, incluyendo esos reclamos por ser extra político (cultural, científico, marca, unión, etc.), y aquellos que reclaman ser políticos (partidos y “movimientos”). El objetivo estratégico de esta lucha es la unión conjunta de elementos separados. Unidos a este es la operación de diferenciar lo que ha sido fundido en conjunto. Diferencias resistidas de confrontación generalizada son sólo descubiertas a través de este ensayo. ¿Quién las separa? ¿Quién mezcla el pensamiento dominante y la acción en el modo capitalista de producción? ¿Por qué? En cuenta de la extrema división de la labor (material e intelectual), en cuenta de la parcelación del conocimiento (bajo el signo de una unidad ficticia, una con el viraje del enciclopedismo o contando una filosofía no actualizada de la política de Estado); en cuenta del funcionamiento de un intelecto no dialéctico, el cual puede sólo, y sólo sabe, como separar, dispersar, diseminar lo que es cogido en sus maquinarias. La separación de cantidad y calidad entre otros y la atribución al espacio como de una cantidad (sin calidades ) origina en la filosofía fuera de época que es desde lejos de dialectizada . a la separación y esparcimiento es opuesto a los grupos, como la comprensión de las diferencias y sus realizaciones son opuestas a la unión y la unificación forzada. La lucha se despliega en múltiples y separados frentes, violento, diverso, contra el cual se separa y que se unen. Lo “Total” y lo “global” de otra manera y mejor terminado el mundo ancho y lo planetario, son concebidos por la producción de ellas mismas en la práctica social (en en tiempo de la práctica espacial, sus conflictos y sus confrontaciones).

En la ausencia de crecimiento, ¿serían consignadas las zonas y regiones que resisten la totalización cuantitativa y sistematización a lo no desarrollado? Ciertamente no, pueden experimentar un desarrollo verdadero, otro crecimiento.

8. Un punto más: “¿Cuál es la relación de esta teoría de espacio a la actualidad existente del movimiento revolucionario?

Respuesta:

a) la aplicación práctica de esta teoría contribuye a la disolución de la sociedad existente; interviene al corazón de esta prosperidad social en orden a corroerlo y descompensarlo, para sus expansiones, esta sociedad produce sólo caos espacial. Si fue capaz de resolver alguna de las contradicciones que son derivadas de la historia, sólo no expectablemente será capaz de resolver las contradicciones de espacio (de su espacio).

b) Existiendo formaciones políticas desconocidas que preguntan acerca del espacio. Extienden la historia, y aún, sus líderes saben que el espacio –su problemática- ya reemplaza o los reemplazará. Ahora qué es no reconocido (desconocido) hoy, será entendido (conocido) mañana, y así llegará a ser el político del futuro y el más allá de lo político . el conjunto de las poblaciones (excluyendo la gente en el poder, que sólo comprende los obstáculos de sus estrategias) es ya vivido a través del penoso ensayo por el espacio y por la confrontación.

c) Con respecto al tratamiento del espacio, el “modelo” de Estado (Soviético) socialismo ofrece sólo un sostén y una versión empeorada del “modelo” capitalista ; acelerado en concordancia con el modelo, el crecimiento planeado acentúa los privilegios de “implantación”, esos de las industrias y los centros de toma-de-decisiones; los otros lugares permanecen pasivos (periférico)9. Parece que sólo la manera china encuadra en el esfuerzo para asegurar la participación (activa) de una persona íntegra en un proceso dual; la creación de la riqueza y de la vida social- y la producción, en el espacio, de espacio como un todo.

d) Fue una vez considerado necesario y suficiente definir la revolución con referencia al cambio político, o a la propiedad colectiva (estado) de los medios de producción (de las unidades de producción: industrial y-a un grado más pequeño- empresas agrícolas. Esto parece implicar la organización racional de producción y de la sociedad como un todo. El pensamiento revolucionario ha así degenerado en una ideología del crecimiento. Hoy esta definición no es muy adecuada. El proceso revolucionario implica el fin de toda la propiedad privada, y principalmente la propiedad privada (o más bien privativo) del suelo. Una sociedad así transformada presupone la propiedad

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colectiva y manejo del espacio. Con respecto a la orientación de un proceso que comienza de esta manera; pasando a través de esta apertura, tenderá a rendir la contradicción entre el trabajo (obra) y el producto: entre lo repetido y producto reproducible-su reproducción encajando con las relaciones sociales- y el trabajo, lo único, lo que soporta la marca de “sujeto”, de un momento que nunca puede ser restaurado. Será una pregunta de producción del espacio planetario como el trabajo de la especie humana, en la manera de lo que ha sido y es aún llamado arte. El espacio terrestre así tratado como el soporte social para una vida diaria transformada: conteniendo múltiples posibilidades. Esto es que los grandes utópicos Fourier, Marx, y Engels prometido y estimulado por la imaginación, la comprensión, y los sueños, su pensamiento podía ser realizado. Un trabajo concreto y limitado, con espacio eludiendo la alternativa temporal entre lo finito y lo infinito (entre el comienzo y el fin).

9- Este “punto de vista”, estas “perspectivas” aparecerán igualmente como simplificaciones, abstracciones, y utopías. En respuesta a esta objeción: estas proposiciones implican, por lo contrario, el rechazo de los métodos reductivos. Ellos encajan con una unidad no reductiva. Aparecen como simplificando sólo para eso que prefieren el caos (eso de lo espacial, social, y otros fenómenos) para poner estos fenómenos dentro de una perspectiva no reductiva que se vuelve inteligible. Y la cual atrae a todas las fuerzas: lo poético y lo imaginario, el cuerpo y el conocimiento. Esta perspectiva lleva a una orientación. Nada más y nada menos: que podía ser llamado un sentido, esto es decir, un órgano que percibe, un movimiento que forja sus caminos, una dirección hacia un horizonte específico. Nada que parezca un “sistema”. Las viejas abstracciones filosóficas retienen un significado sólo en el ser concreto: llegan a ser concretos sólo siendo transformado: el “total” en “el mundo ancho”, el “sistema” en lo “planetario”, otra manera de confrontar la temporalidad con la espacialidad.

A lo largo completado por el “ser” de los filósofos, luego por el tiempo. La historia, y el Estado, la categoría de “totalidad “ quedaría vacía sin “el mundo ancho”, el que recibe una doble determinación: lo “planetario” y el “modo de producción”, dentro de una unidad que es rica en virtualidades: la producción del espacio.

Una revolución queriendo cambiar la vida y transforma el mundo más que por entenderlos y por cumplirlos debería ser ambos imposible e irracional (voluntarista y nihilista). No debería ser “utópica” {utópica} (entendiendo lo posible y lo imposible, apostando a la transformación de lo comúnmente imposible dentro de la posibilidad), pero utópico (utópico).

Los así llamados partidos comunista en la escala del mundo global han mostrado que renuncian no sólo a la a la transformación político-económica (para lo cual Troskyistas y Maoístas muy derechamente se aproximan), pero también la transformación de la vida. Están así resueltamente (estratégicamente) opuestos a las demandas cualitativas que lo cualitativo lleva al horizonte, dentro del orden del siglo. Los ”usuarios” en las luchas urbanas demandan algunas ”calidades de espacio”, de esta manera produciendo lo cualitativo. Y siempre las guerras (refugios, bunkers bajo tierra).

Desde lo que ha sido sólo dicho, sigue que el pedido al cambio de vida, tiene un gran impacto sólo en la conjunción con un gran nivel de fuerzas productivas ; después del largo período de dificultades del así llamado crecimiento. La prioridad a tal nivel, es lo utópico. Adquiere otro significado sólo desde el momento en el cual la tendencia cuantitativa (conflictualidad) para ser cambiado en lo cualitativo; donde el crecimiento sin desarrollo aparece absurdo ; donde las técnicas y las ciencias permiten la producción del espacio; donde la automatización pavimenta el camino para el no-trabajo, y aún , como una aspiración y una demanda, sin embargo está anarquizando, individualista o elitista, este entredicho para “cambiar la vida” sirve como un síntoma del futuro. Anuncia un cambio de significado, una inflexión de tiempo y de espacio: una revolución (total)-

Si sólo el entendimiento pudiera declararse subversivo, pero no nihilista: necesario pero no suficiente. Por encima de todo, si sólo no se rindiera sobre si mismo, bajo el pretexto de la negación de lo “real” en el nombre del Deseo o de la “filosofía pánica”.

10.- Espacio y modo de producción.

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Estos extractos son tomados de los dos capítulos del libro de 1980 de Lefebvre Un pensamiento que transforma el mundo, ¿Se debe abandonar a Marx? [un pensamiento que transforma al mundo: se debe abandonar a Marx? Este libro es un estudio de la relevancia contemporánea y las limitaciones de la teoría marxista; estos extractos profundizan y extienden la discusión precedente de la teoría socio espacial, de la teoría estatal y la de la globalización. La primera selección se focaliza en el problema de la inequidad espacial –específicamente, la relación entre la ciudad y el campo. Lefebvre enfatiza el rol clave de las instituciones del estado manejando y explotando estas oposiciones espaciales. Lefebvre luego propone un esquema triplicado para entender las relaciones espaciales, homogéneamente, en la cual el espacio es reducido a la equivalencia; fragmentación, en la cual las relaciones sociales están divididas y diferenciadas y la jerarquización, en la cual los espacios discretos son distinguidos y delineados de otro como parte de un sistema más amplio de dominación y de explotación. El aspecto más tardío de la socio-espacialidad incluye la problemática de la inequidad espacial, como expresada por ejemplo, en los procesos de guetoización y en la oposición núcleo/periferia. Lefebvre también es capaz de reintroducir su noción más temprana del derecho a la ciudad, inicialmente desarrollada a fines de los años 60, pero ahora ampliando en el concepto de un “derecho al espacio “. La segunda selección de abajo provee una ojeada de argumentos que conciernen la relación entre el modo económico de producción y las relaciones espaciales. Elabora un barrido de sobrevivencia histórico de esta relación, desde el Estado-ciudad-griego a través del feudalismo al capitalismo moderno y la consolidación del mercado mundial. La tercera selección explora el sistema mundial de los estados, con un énfasis específico en la reestructuración de las estrategias del estado espacial en el contexto geo-histórico. Tomados juntos, las dos selecciones más tardías, en particular, útil provisión, sumario accesible a los capítulos claves en el volumen 3 de Del Estado, en el cual estos argumentos son elaborados con mayor extensión.

Espacio

El esquema bajo consideración no debe sólo ser bosquejado desde Marx- y especialmente de su análisis del trabajo- pero debemos también avizorar sus generalidades. Veremos cómo y por qué. Déjennos considerar primero el espacio (social).

Es posible estudiar el trabajo de Marx en los textos, y hay varios caminos para hacer esto, tal como para tematizar, lo que es decir por recoger juntos los textos esparcidos que se refieren por ejemplo, a la filosofía. Esto procedimiento ha guardado distancia aquí por varias razones, notablemente porque de su trivialidad se debe a la multiplicidad de los trabajos “marxológico”. Más por sobre, en orden a justificar el alcance perseguido aquí a través de los textos, con la guía de situación, reiniciando, y reconstituyendo la aproximación de Marx, sus implicancias y consecuencias, debería ser necesario andar por la orilla de la montaña de los textos (no sólo esas de Marx y Engel, si no también esas de “los marxistas”). En cualquier caso, la exposición no temática podía producir una cadena de conceptos como ese de Capital, de la cual conocemos procederes desde el cambio del valor y la labor social para la composición orgánica del capital y la (incompleta) teoría de producción vía por valor de superávit.

Aún si se aproxima a Marx con una nueva sincronía, y no con una diacronía, la manera de leer 1, el escrito de Marx no se encontrará una exposición sistemática del espacio social. El tema aparece aquí y allá, pero no es tratado en detalle. ¿Por qué? Porque el capitalismo (empresas, redes de comunicaciones e intercambio) levantándose en el espacio natural, el espacio geográfico de primera naturaleza. No ha cambiado substancialmente, lo dejamos solo integrado a través de un proceso de modificación. El espacio aparece con Marx solo como la suma de los sitios de producción como el territorio de varios mercados. La ciudad no plantea aún problemas mayores, excepto por el problema de alojamiento (tratado por Engels). Se vive en simbiosis con su medio ambiente rodeado, el campo/naturaleza, el cual es encaminado por Marx. La relación entre barrio y país aparece sobre todo como un ejemplo de la división del trabajo. En Marx, y sobre todo en Engels, hay sin embargo, una tendencia a negar la ciudad grande, para imaginar las comunicaciones restringidas establecidas asociativamente alrededor de los negocios que son

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manejados asociativamente. ¿La utopía de la comunidad de Fourier? Marx la admira pero ni lo adopta ni lo rechaza. Él deja el trauma de la decisión colectiva y la organización a los hombres del futuro (post-revolucionario). En su calendario de finales, no explicita la marca del fin de la ciudad. Sin embargo, las unidades de producción permanecen como esenciales y centrales para él, y el híper crecimiento (gigantismo) no parece asustarlo. El crecimiento de las fuerzas productivas lo implica.

No hay ninguna necesidad de respetar eso que es sólo en la segunda mitad del siglo veinte que esas masivas interrogantes de espacio, la ciudad, híper crecimiento, y exceso, y la organización de espacio , ¿toman forma? ¿Por qué? Porque el capitalismo integrado a la ciudad histórica con la agricultura, son muy pre capitalistas.

El estado ha presidido sobre esta integración. Los espacios que fueron una vez desocupados- las montañas, el mar – entran en el intercambio, llegan a ser mercancías son ocupadas por las nuevas enormes industrias de entretención y cultura. En el funcionamiento de la economía y de la política, en la reducción de la distancia que separa estos “ejemplos” o “niveles” (una reducción que implica el quiebre de lo social) el espacio juega un mayor rol. Toma parte en la reciente conquista del modo de producción de un modo que tiene que ser aún determinado, en efecto, el espacio juega un rol en todos los niveles: las relaciones de producción y propiedad, la organización del trabajo y las fuerzas productivas, “superestructuras” y representaciones (ideologías). Ciertamente no, como reclama el “Marxismo” escolástico, un simple y superficial resultado de la súper estructura, de la sociedad existente. Como mucha de la planificación del espacio-a través del espacio- tiende a reemplazara los otros modos de planificación y de intervención. El espacio social y político hoy son ambos reales y operacionales un dato y un instrumento, una necesidad y una virtud. Es producido, un producto, pero también produce y reproduce (en el mantenimiento de las relaciones de dominación). Para estudiarlo, debemos llamar simultáneamente a la filosofía y a los filósofos (que han explorado el espacio y el tiempo) en las ciencias fragmentadas (economía política, geografía, etc.) y finalmente- especialmente- en la práctica.

Ahora este espacio producido por las relaciones comunes de producción, reproducción y dominación, este espacio cae bajo el esquema de “homogeneidad-fragmentación-jerarquización”).3 es este análisis, que a través de un efecto retroactivo ya insinuado en un número de ocasiones, nos ha seguido para bosquejar el esquema de Marx, para traer junto – como ya subrayado- filosofía, ciencia y práctica en una crítica recíproca.

1.- Homogeneidad

Es a escala mundial que el espacio nació en la segunda mitad del siglo veinte, está reproducido por: aeropuertos, autopistas, ciudades verticales de concreto, ciudades horizontales de casas separadas (pabellones). La necesidad similar de no ser subrayado y sólo los detalles difieren de ambos, los feos edificios, edificios funcionales e incluso los monumentos. Entramos en un mundo de combinaciones en que cada elemento es conocido y reconocido. Las semejanzas bordean en la identidad y en la equivalencia visible (abstracto, auto-valente). Sistemas de equivalencia toman una sensible existencia y son inscritas en el espacio. Efectos fútiles de diferencia, comprendido desdeñosamente como estético (variantes en color y en forma) no interrumpe la monotonía. Este consumo repetitivo de cosas in el espacio y del espacio se llena con cosas que hacen levantar un indeleble aburrimiento. La curiosa pareja de malestar y satisfacción opera para todo efecto. El espacio producido contiene o más bien envuelve, todos los productos, como la envoltura indestructible de la materia plástica que sirve como envoltorio para muchas cosas.

Este tipo de segunda naturaleza escapa a toda analogía con la fuerza creativa de la primera naturaleza, es su neutro negativo. La fuerza creativa de la naturaleza primaria aún se muestra a través de los pueblos históricos, cuya diversidad, tal como esa de los antiguos monumentos y construcciones y paisajes dañados, asombrosos. La simulación de la segunda naturaleza que es actualmente posible se reduce a lo homogéneo. Así ahí crece una distancia que se transforma en un abismo entre el producto (el cual es multiplicado y homogéneo) y el trabajo (el cual es curiosamente diferenciado). En todas partes, la adquisición de pedazos de información acentúa la

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homogeneidad, un producto reducido que no se niega pero nos informa acerca de cosas que son similares (pero no idénticas, desde que la información excluye lo redundante pero no la similitud) a los únicos que tiene ante sus ojos, por agrandar los detalles mínimos que “diferencia” (la simulación de la diferencia). Este espacio, con su visión óptica-geométrica de la aparente diferencia, en la verdadera política, este espacio se hace visible. Como se llena con señales y signos, se hace un espectáculo, pero este espectáculo es monótono. Revelando un aburrimiento que arriesga a ambos a la definición y a lo definitivo. Lo homogéneo determina la existencia social en esta sociedad. Un profundo aburrimiento que junto con esas extrañas y dominantes parejas de “satisfacción y malestar”, “abundancia y escasez”, sólo las advertencias y las causas de preocupaciones para cambiar.

A través de la organización y de la información, se produce un tipo de unificación del espacio mundial, con puntos fuertes (los centros) y las bases más débiles y las bases dominadas (las periferias). En estas zonas más lejanas son diferencias perpetuas, que para mejor y para peor, resisten, pero no paralizan el proceso como un todo. Lo último es traducido a través de aparatos eficientes (dispositivos) de control y vigilancia, unido a máquinas de información: satélites, radares, faros, y parrillas. A este respecto, el espacio tiene una conexión mucho más fuerte con el Estado que con el territorio una vez tenido con el país. No es sólo producido por las fuerzas y las relaciones de producción y propiedad, es también un producto político, un producto de controles administrativos y represivos, un producto de relaciones de dominación y estrategias decididas en la cima del Estado. Y esto no es sólo a escala de cada Estado, pero también a escala internacional y mundial, la escala de los sistemas de estados planetarios. Desde la armonía y la cooperación que se manifiesta en los procesos de inspección y vigilancia.

2.- Fragmentación.

El espacio es quebrado en espacios separados ocupados por funciones que son ejercidas junto a esos distintos espacios: trabajo, hospedaje, ocio, tránsito, y transporte, producción, consumo, si consideramos que es establecido fuera de las ciudades históricas y sus centros cambiantemente preservados, vemos un espectro en el doble sentido del término, el cual fue dado como una unidad, como la luz brillante del sol que se proyecta por sobre el terreno y así separándola en partes componentes, y tenemos ante nosotros una metáfora-eso de lo urbano. Esta metáfora, ya usada en oreas partes 5, es, por supuesto, no se encontró en Marx, quien no reconoció que tales fenómenos como la explosión de las grandes ciudades y la separación de los centros y las periferia, pensó Engels que se ha anticipado a ellos. Sin embargo las descripciones y los análisis de la fragmentación son sólo muy aplicables a este desmenuzamiento del espacio urbano. La separación de los elementos y componentes son de una vez ambos ficticios, porque no podemos separarlos completamente de estas funciones y “comodidades” (equipamiento) (se pensó que cada función localizada es representada y aún efectuada por si misma y a través de si misma, como dirían los filósofos), y en otro sentido real (porque todos los fragmentos de espacio y sus funciones divididas, en formas de tareas junto a los negocios, así adquiridos y conservan una autonomía). El espacio-como trabajo- se transforma en parcializado: la yuxtaposición de las parcelas fijadas a una actividad parcial cuyo todo, y el proceso de deshabilitarlo, escapa a sus participantes. Estrictamente cuantificado, medido en metros cuadrados tan bien como el dinero, este espacio compartimentados repartido precisamente para cambiar (comprar y vender), a menudo en muy pequeñas parcelas. Una vez sacralizado y aún inalienable como un bien patrimonial y colectivo, los espacios llegan a ser una mercancía como cualquier otra, con no particulares privilegios como siendo sujetos para formalidades que han significado proteger la propiedad (escrituras notariales, acuerdos por hipoteca).no es sólo la atomización de lo social dentro de los individuales desconectados, dentro de lo hostil y de las individualidades desdeñadas, pero la división cuasi-limitada de lo que “contiene” la sociedad, un contenedor que no es indiferente al contenido que está contenido, pero que es lo contrario al soporte de las relaciones sociales, unidas a sus modos de existencia, un modo que es singular , en cuanto que es simultáneamente abstracto-concreto, mental-social, ficticio-real ( ninguno de cuyos lugares de este modo de existencia bajo el signo de lo general, y entidades primas que escapan al análisis: lo inconsciente, lo imaginario, la cultura,

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etc.). En el espacio social, la simultaneidad “material” e “inmaterial” soporte de las relaciones sociales, la fragmentación es un instrumento de poder político; divide y separa en orden a reglamentarlo. La ruptura de la forma y los formadores de la sociedad (de lo urbano), la separación espectral de los elementos, pequeñas materias de este poder, aún la idea de los resultados, desafortunados, y acciones de descontento, pueden molestarlo y reclamar por “reformas”.

3.- Jerarquización

Los espacios quebrados en lo homogéneo son puestos en una jerarquía: espacios primarios y nobles; espacios residenciales; los espacios funcionales de las así llamadas “comodidades”, clasificadas de acuerdo a su importancia; varios guetos terminados en “proyectos públicos de alojamiento (conjuntos) por un oscurantismo burocrático, proyectos de casas lujosas, proyectos de casas para inmigrantes y gente nativa, esas para las clases medias, espacios para las clases populares de casas unidas (pabellones) de mayor o menor calidad, etc. En resumen, segregación: el espectro de lo urbano. La jerarquización toma formas generales y específicas: la distinción entre los puntos fuertes de espacio y los centros- de poder, riqueza, intercambio espiritual y material, ocio e información, el cual al igual son multiplicados y jerarquizados – y las periferias, las que son también jerarquizadas, variando en grados de distancia desde lo principal o de los centros secundarios, al punto que a veces aparece desertado, abandonado por dioses y hombres.

La oposición del centro y de la periferia va por un largo camino, desde que se estira de las grandes capitales y las ciudades del mundo a la más miserable, las así llamadas regiones y países “subdesarrollados”. Incluye una no menos pertinente y jerarquizada oposición entre actividad y pasividad. La dominación de los centros por sobre los espacios dominados garantiza el carácter homogéneo del espacio. Ejerce su control en todo (organizacional, administrativo, judicial, fiscal, policial, etc.) puntos de vista sobre las periferias que son ambas dominadas y rotas aparte. No menos inesperado, lo informacional acentúa esta dominación. Los centros también tienen maquinas y procesos a su disposición. Los centros unen las periferias, los coordina, los somete a la estrategia global del Estado. La jerarquización está unida a la estratificación de eso, siendo realizado sólo en la escala jerárquica que va desde los lugares a lo general y a la ordenanza espacial de la sociedad, estos cambios no comprometen a la totalidad.

Una cosa curiosa: el descubrimiento y análisis de esta estructura espacial mental y social ha acompañado o seguido su producción muy cercanamente. Es en efecto sobre el período 1960-1970 que la tecnocracia en el poder produjo este espacio de una manera que el conocimiento institucional (universidad) desconocido, el pensamiento de algunos sostenedores de este conocimiento (geógrafos, economistas, sociólogos) colaboraron en su producción, y pensó de otra manera “inconsciente”, la gran rebelión de mayo de 1968 se levantó contra esta nueva versión de sociedad en Francia, por creer en si mismo para estar luchando contra otro y por otro. El ejemplo privilegiado, la producción de espacio, nos inhabilita simultáneamente para coger mejor el análisis de Marx, en desmedro de su lineamiento más temprano, para completar alguno de sus conceptos para transformarlos y finalmente generalizar el esquema esbozado de esta manera.

ESPACIO Y MODO DE PRODUCCION

Tratando en concordancia con la aproximación de Marx, continuamente combinando crítica con auto-critica, la investigación dialéctica desarrolla implacablemente un concepto que el dogmatismo trata estáticamente como conocimiento recibido: el modo de producción. La investigación dialéctica refina y enriquece este concepto. Entre “Marxistas” e incluso en Marx, usado aquí para ser un vacio entre las relaciones de producción y los modos de producción. Muchos los traen juntos al punto de unirlos. El capitalismo como un modo de producción está ya aquí desde el momento que sus características relaciones de producción-la venta del poder del trabajo y el sistema de pago- como dentro del ser. Ahora, de acuerdo a Marx, estas relaciones inicialmente existieron esporádicamente en los pueblos medievales y en los ejércitos (días

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laborales, pagados por el tiempo de su trabajo, sin medios de producción y empleados para trabajos sucios-amontonar tierra, por ejemplo).

A su vez, los “marxistas” usaron para insistir en el modo de producción como una totalidad, pero hicieron un audaz salto de las relaciones (lo que es decir, de la “base”) a superestructuras, siempre considerada con un desdén, como meras consecuencias (de verdad considerándolos en la práctica social como aquellos capaces para la vida colectiva, y así ser perpetuada: instituciones, “valores”, actividades como medicina, enseñanza, arte, etc.). Una representación ingenua de dictadura (de la clase reglada) ha paralizado el entendimiento de la práctica social. Sólo Gramsci tropezó de una forma incompleta, entendió como la regla clasifica gradualmente marcada, modelada y construyo una sociedad, el ser económico es necesario pero insuficiente. La conquista y producción de una sociedad presupone que uno toma posesión de del as instituciones existentes (la Universidad, lo judicial, tasación) y que uno crea otras instituciones (así las escuelas y la administración prefectural en Francia, por ejemplo).

El estudio del espacio social y su organización (y al igual que el estudio del tiempo y su organización, la cual está asociada a esa del espacio) ha inhabilitado la demostración que aquí existe no solamente mediaciones abstractas, como la ley, si no que también concretas y mediaciones prácticas, tales como el espacio entre las relaciones de producción y el modo de producción (base y superestructura). El espacio tiene una historia que está unida a esas de los modos de producción, en el sentido de Marx, el pensamiento de Marx puede sólo haber vislumbrado esta mirada.

Un modo de producción es sólo afirmado como tal y sólo amerita este nombre si es levantado en un espacio (y en un tiempo social). Esta génesis depende de las relaciones de producción, pero también de la constitución y el poder político. Las así llamadas sociedades “primitivas”, las cuales han sido definidas a la vez por la ausencia de escritura, y otros por la ausencia de un Estado (Pierre Clastres). 6, se mueve junto a la naturaleza primaria, un espacio que está vacío y aún lleno de peligros. La así llamada era eslava da nacimiento a la ciudad-Estado, Atenas o Roma, los centros imperiales de un espacio marítimo o continental organizado por sus fuerzas. El modo asiático de producción levanta vastos espacios organizados, en una mano en relación al agua (sistemas de embancamiento e irrigación, grandes proyectos coordinados por el Estado) y, en la otra mano en relación a una administración y poder militar que rige sobre las comunidades campesinas que están subyugadas a la ciudad central. Todo esto es encontrado, sugerido, y a menudo desarrollado en Marx. El feudalismo está fundado en una fuerte organización del espacio agrario, al menos en el territorio de los Señores (señores) de Europa. Con respecto al pueblo feudal, el cual toma parte del modo de producción a través del comercio modesto y del artesanado, fue el lugar, el germen, de la implosión del feudalismo, pero en cuanto a las complicaciones que fueron predecibles al comienzo: la constitución de un poder real que jugó en la lucha de clases entre la burguesía (habitantes de los pueblos) y el clero y los barones feudales de la iglesia. En ningún caso, como una sociedad o entidad, el feudalismo es descompensado por el análisis de los historiadores modernos. Emerge en una extrema diversidad, como una mescolanza (mezcla) de componentes y relaciones, variando de acuerdo al país e incluso al lugar. Algunas constantes (la existencia de campesinos, a veces libres, pero más a menudo contratados) es poco justificada la formulación de un modo medieval o feudal de producción.

Para decir la verdad, dando a las palabras un significado pleno y preciso el capitalismo se revela como el “modo de producción” por excelencia. Y aún debe ser comprendido en su contexto histórico, lo cual no es una manera derecha. El comercio burgués de los años iniciales, prosperando al comienzo de lo que hemos venido a llamar la edad moderna reinando sobre los pueblos desde Italia a Flandes y al Mar del Norte , no teniendo nada en común con lo manufacturado y más tarde con la industria burguesa. El modo de producción es transformado pero está consolidado. Se integra con el pueblo histórico por sobre un largo periodo de tiempo, el cual está aún desarrollándose. Incorpora los espacios que una vez pareció improductivo. Inventa nuevos sectores: no sólo nuevas técnicas e industrias, si no que dominios enteros: la industria

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cultural (la que ha llegado a ser una enorme industria, pensaron los “marxistas” de la Escuela de Frankfort, vieron tímidamente sólo en eso una elite artesanal y una industria pequeña), y también las enormes industrias de la entretención, con su cadena de hoteles y transportes aéreos en un mundo a escala.

El capitalismo, el cual es a decir el modo de producción, llega a ser mundial (se mundializa), mientras los modos previos de producción designados por Marx permanece local y diversificado. Con su prodigiosa complejidad-su convergencia e interferencia con múltiples flujos- el mercado mundial sostiene pesadamente en los así llamados países socialistas, los cuales así se pierde en lo que demandan a Marx y su definición de socialismo.

En resumen, el modo de producción no sólo se han levantado los espacios sociales y nacionales, moldeando el espacio de la naturaleza a través de las redes y producciones de cambio y comunicaciones. De hecho se levanta a un espacio mundial, un espacio político sobre impuesto en las características de la economía, abarcándolas, integrándolas. Esto concretiza los términos de superestructura e ideología empleados por los “marxistas”, de manera que difieren desde su uso común. El espacio social y político en una escala mundial reproduce y acentúa las uniones locales y nacionales a las fuerzas productivas, a avanzadas tecnologías (particularmente las tecnologías de la información) con relaciones de propiedad (particularmente aquellas de los Estados y sus territorios), con las formas de organización (particularmente las empresas transnacionales), con las ideologías (particularmente con las representaciones del espacio aéreo, información, etc.). Abarca la totalidad que separa las corrientes distinciones en las “instancias” (la economía, lo social, lo político). Se constituye en una escala planetaria esto es aún una totalidad irrealizable, la cual está aún en la estaca a través de la confrontación entre las fuerzas colosales, las cuales ya estaban esparcidas precisamente fuera y a través del espacio.

El modo capitalista de producción se da cuenta. Se constituye como una totalidad que se circunscribe, y absorbe los obstáculos (los países que escapan o que buscan escapar de esto). Esos que lo han visto “en realidad” y “en total”, desde sus comienzos, o desde el capitalismo competitivo o monopólico, escala-nacional, capitalismo-arqueo. Lo han cogido erróneamente a través del difícil concepto de totalidad. Han desconocido lo mundial (mundialidad). Ahora el pensamiento de Marx comprendió en toda su magnitud, con el concepto de lo total que es inherente a la filosofía pero no se aplica de acuerdo a las reglas de los filósofos, este pensamiento se abre hacia lo mundial. Si sólo a través del análisis (incompleto) del mercado mundial. Pero para alcanzar lo global, debería ser considerado ni como un dogma ni como un sistema, si no aunado con otros conceptos, como aquel del espacio.

A través de un efecto retroactivo al que hemos llegado ahora a entender, el análisis crítico del espacio corriente, revela no sólo lo que sucede hoy, este efecto devela ciertos aspectos incomprendidos del tiempo histórico, pero también y por sobre todo, siguiendo un término que ya ha sido usado, sirve para el esquema de luces altas que es desconocido, restringido en Marx para el análisis del trabajo bajo presión desde las relaciones de producción: Homogeneidad-fragmentación-jerarquización”. En el mismo, se revela el rol de ambas trabajo y espacio en la realización del modo de producción; como observaremos, ilustra últimamente la generalidad del esquema.

Antes de generalizar este esquema, déjennos volver a llamar eso, en la escala mundial, eso del espacio restablecido o más bien producido por el modo de producción (el cual implica también un nuevo tipo de Estado), una contradicción resurge entre la propiedad privada –medios, aquí, eso del espacio-y las fuerzas productivas-medios, aquí, esos de las técnicas aplicadas al espacio y capaz de cambiarlo a gran escala.

[…]

EL ESTADO Y EL SISTEMA MUNDIAL DE LOS ESTADOS

Para hablar como un filosofo, o como el mismo Marx en alguno de sus escritos: debido a su rol como ambos “sujeto” supremo y “objeto “ supremo, y aún también debido a su rol como otro que

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“el sujeto” y “el objeto”, el Estado no cae bajo el esquema. Lo produce. Actúa de acuerdo con el esquema: lo homogeneíza, lo fragmenta y lo jerarquiza. Lo sobre impone de esta manera por otras razones y causas que prosiguen de esta manera: el reino del cambio del valor, el mercado del conocimiento, etc. Una paradoja: el Estado opera de la misma manera en sí mismo. Lo homogeneíza, pero lo fragmenta y, como lo fragmenta, lo jerarquiza de abajo hacia arriba, si uno lo desafía a ponerlo de esta manera.

Lo que descubre aquí no es la pregunta entera y su problemática; si no el nodo, el centro. Y es allí y ahora que el esquema, el cual no encapsula el todo del pensamiento de Marx, pero lo cual es un importante aspecto o momento de eso, aparecerá en sus mundialidades. Una paradoja que no es la primera ni la última, pero una de las más sorprendentes, este pensamiento de Marx se realizó pero en el cual ha luchado, en ese que lo define en orden a prevenirlo desde que viene a la existencia. De tal manera que realizándolo, lo hunde y tal vez incluso lo contradice. ¡eso es lo que esperó del proletariado!

Un conjunto y no una suma de instituciones, el Estado no puede ser reducido a ninguno de ellos (ni el sistema de tasación, el ejército, o lo judicial, por ejemplo). Sin embargo cada uno vuelve a otro, por ejemplo, la universidad a la cultura y lo judicial a varios códigos (civil, criminal ) en cada uno una manera que el Estado parece intomable, como si sólo existiera a través del Parlamento, la Presidencia, el Consejo de Ministros, etc. Los cuales son, sin embargo, sólo aspectos y momentos de eso. El hecho es que una vez que buscamos definirlo, cada institución vuelve atrás por otra cosa, no quiere decir que estas instituciones no tienen existencia autónoma. Por el contrario. Cada administración lucha por preservar su ser, afirmarlo y perfeccionarlo, para lograr más realidad.

Aún si es difícil coger la existencia y el funcionamiento del Estado moderno en general y en cada Estado en particular, aún si la reflexión de los políticos alcanza a sus manifestaciones e incluso si los conceptos clásicos (soberanía, legitimidad) no nos toman demasiado en sus análisis, es difícil negar que el Estado se fije perfectamente en el esquema general. ¿Homogeneidad? Está encarnada, como si estuviera, en el sistema mundial de los Estados (la así llamada Naciones Unidas). Es un hecho muy conocido que la homogeneidad está también encarnada en una burocracia que está dotada en todas partes de características similares. En todas partes la vastamente compacta y coherente “realidad” de los tecnócratas domina una masa de burócratas que llenan las capitales y las ciudades grandes (los centros de toma de decisiones).

Ya sea lo cuantitativo (numero, riqueza) o cualitativo (social, origen, competencia, destreza, manipulación, o brutalidad), las diferencias desatendidas entre las burocracias Estatales no son una adecuada base para definir las diferencias entre los Estados. Este es un tipo de Estado que ha se ha instituido y rápidamente llega a ser mundializado (mundializado). No es un asunto aquí de describir y analizar este Estado y sus modalidades de intervención en lo económico y en lo social.

Qué asunto está aquí para subrayar la homogeneidad del sistema de los Estados contemporáneos. Esta homogeneidad no excluye la fragmentación. La existencia de sobre 150 estados en las Naciones Unidas ya implica esta fragmentación-con esa racionalidad clásica, como Hegel creyó en la naturaleza racional del Estado, permitiendo la esperanza de la constitución de un Estado mundial unitario que maneja el planeta. ¡Una utopía abstracta! El Estado se transforma en mundial, se fragmenta (el Estado se mundializa fragmentándose). Dentro de ellos cada estado está sufriendo un proceso análogo. Los fragmentos de burocracia tiene trazos comunes, pero la burocracia se divide en…oficinas (oficinas). Parcial y a menudo centros rivales de toma de decisión son establecidos (varios) fuerzas policiales, ejércitos (insaciable para los prestamistas), organizaciones electorales, judiciales, sistemas de tasación, etc. Estas burocracias parciales pelean con otra por el estatus y especialmente por el dinero. Cada una a su vez toma la gloria y los subsidios, pero el sistema de tasación (finanzas) permanece duramente predominante. Toma los recursos- en otras palabras, la masiva extracción de los ingresos nacionales (sobre producción o valor de superávit global) tomado por el Estado.

Hay ya una doble fragmentación interna en cada Estado, y externa, la cual es decir el sistema mundial. La más tardía incluye la igualdad judicial de los Estado; en las discusiones, cada Estado

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puede hacerse escuchar y vota. Desde los pequeños y débiles Estados sin recursos (el cuarto mundo) a los dos súper poderes, la jerarquía no es menos estricta. Los esquemas pueden ser encontrados ambos en los trabajos y operaciones del Estado y en el Estado como un trabajo (obra), como bien en el conjunto Estado-político (conjunto Estado-político) que actualmente cubre al planeta.

Si recordamos que Marx y Engels, y Lenin después de ellos, pronosticaron la honradez lejos del Estado, podemos medir la distancia entre la práctica y la teoría. Que un fracaso en el pensamiento y en la Revolución, ¡en el sentido de Marx! Y aún, que una victoria de este pensamiento triunfa e incluye su caída, desde eso es el esquema de lo peor, implícito en este pensamiento, eso es realizado, y diariamente recuerda a todos estos que contemplan la inmensidad del desastre, lo sanguinario resulta de este desastre.

Traducido por Gerarld Moore, Neil Brenner, Y Stuart Elden

11.- El espacio y El EstadoEn este capítulo clave del volumen 4 del Estado de Lefebvre presenta algunos de sus estamentos más fundacionales en los asuntos políticos-teóricos que le conciernen en los años 1970. Lefebvre provee un análisis comprensivo de la relación del Estado con el espacio, ambos en términos de los espacios materiales del territorio nacional y la relación país/ ciudad, y también en términos de la propiedad del estado inherente especialmente como una forma de territorio institucional. También explora diversas estrategias a través de las que los estados consiguen moldear y reformar los espacios juntos y más allá de su jurisdicción territorial. Los estados sugiere Lefebvre, intenta una vez homogeneizar, jerarquizar, y fragmentar los espacios sociales. Lefebvre analiza el resultante de la economía política del espacio en algún detalle. Primero, provee un relato explícitamente especializado del desarrollo del capitalismo moderno como sigue desde las formas más tempranas de la organización del espacio (analógica, cosmetológica, simbólica, y de perspectiva). Segundo, desarrolla un análisis del estado del modo de producción como una base institucional y territorial del manejo del proceso de la acumulación del capital, sus contradicciones y sus tendencias de crisis. Uno de los principios del capítulo de Lefebvre es el detallado análisis de de las diversas estrategias espaciales (incluyendo intervenciones materiales, innovaciones institucionales, y nuevas formas del conocimiento científico) a través del cual los estados tratan de manejar la volátil intensidad de las relaciones sociales del capitalismo con una vez en las escalas mundiales, nacionales y locales. Para Lefebvre, los espacios homogeneizados jerarquizados, y fragmentados de la modernidad capitalista, no son producidos sólo a través de las estrategias capitalistas (como exploró en muchos capítulos de La Producción del Espacio), pero sólo como crucialmente, como ahora recalca, a través de las estrategias regulatorias abigarradas del estado del modo de producción. Finalmente, considera el desafío de crear una forma de organización socio-espacial socialista cualitativamente diferente basada en lo que se termina hoy como “el derecho al espacio” (una frase derivada de su libro más reciente “El derecho a la ciudad” (1968). Aquí Lefevbre amplía la noción de autogestión, sugiriendo que tiene que ser aplicado ambos a nivel de la unidad de producción- la firma o empresa- y en varios niveles territoriales, incluyendo las comunidades locales, pueblos o regiones. Este capítulo provee así una mayor explicación de la ruta de la teoría estatal dentro de algunas de las ediciones claves que Lefebvre ha dirigido en una década más temprana en “Problemas de autogestión” (ver cap. 1)- Eds.

Durante el curso de su desarrollo, el estado se une al espacio a través de una compleja y cambiante relación que ha pasado a través de ciertos puntos críticos. Nacido en y con un espacio, el estado puede también perecer con esto. Los momentos de esta relación pueden ser descritos como sigue:

a) La producción de un espacio, el territorio nacional, un espacio físico, mapeado, modificado, transformado por las redes, circuitos y flujos que son establecidos, junto a eso-calles, canales, rieles, circuitos comerciales y financieros, autopistas, y rutas aéreas, etc. Así este espacio es un

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espacio-material-natural, en el cual las acciones de las generaciones humanas, de clases y de las fuerzas políticas han levantado sus marcas, como productores de objetos durables y realidades (mas que sólo como cosas aisladas y productos, de herramientas, y de bienes destinados para el consumo). Durante el curso de este proceso, la ciudad y el país desarrollan una nueva relación en y a través de la mediación de un tercer término- el Estado que tiene la ciudad como su centro. Sin embargo la ciudad y el país no pueden a lo largo del tiempo estar separados, esto no quiere decir que de algún modo han sido armoniosamente reemplazados. Cada uno de ellos sobrevive como lugares asignados a la división del trabajo junto a un territorio. Morfológicamente, esta relación (en el estado moderno) resulta en una mezcla sin forma, en caos, en desmedro del orden administrativo y de la logística espacial del Estado.

b)La producción de un espacio social como tal, un edificio (artificial) de las instituciones jerárquicamente ordenadas, de las leyes y convenciones sustentadas por los “valores” que son comunicados a través de la lengua nacional. Esta arquitectura social, esta monumentalidad política, es el Estado mismo, una pirámide que lleva en su cumbre al líder político- una abstracción concreta, llena de símbolos, la fuente de una intensa circulación de información y mensajes, intercambios “espirituales”, representaciones, ideologías, saltos del conocimiento con el poder. “No hay institución sin un espacio …”. La familia, la escuela, los lugares de trabajo, la iglesia y así – cada uno posee un espacio “apropiado”. ¿Apropiado para qué? Para un uso específico junto a la división social del trabajo y el soporte de la dominación política. En estos espacios un sistema de esperas y respuestas “adaptadas”- escasamente articulada con cada uno porque ellos parecen obvios-adquiere una cuasi-natural auto-evidencia en la vida diaria y en el sentido común.

Así cada Estado tiene su espacio ; lo más tardío pertenece primero a la naturaleza, a la cual el Estado se opone históricamente y políticamente a través de su entero poder de masas. Además, cada Estado es un espacio social, simbolizado por la pirámide y el círculo de los círculos (Hegel). En este espacio social, hay un mínimo de consenso, sólo como un perro es comúnmente etiquetado como un “perro”, todo francés sabe qué está hablando acerca de, cuando se refiere a la alcaldía, al oficina de correos, a la estación de policía, a la prefectura, al departamento, a un miembro de la Asamblea Nacional, la tienda de abarrotes, el bus y el tren, las estaciones de trenes, y los bares.

c) En este último sentido, comprende un consenso social (pero no inmediatamente político), el Estado ocupa un espacio mental que incluye las representaciones del Estado que las personas construyen- confundidas o claras, directamente vividas o conceptualmente elaboradas. Este espacio mental no debe ser confundido con un espacio físico o social; ni puede ser completamente separado de lo último. Por eso es aquí que podemos discernir el espacio de representaciones y la representación del espacio.

Como el producto, el hijo, de un espacio, el así llamado territorio nacional, el Estado se vuelve hacia sus propias condiciones históricas y antecedentes, y los transforma. Subsecuentemente, el Estado engendra las relaciones sociales en el espacio; llega aún más allá como despliega; produce un sostén, su propio espacio el cual es complejo. Este espacio regula y organiza un desintegrado espacio nacional en el corazón de un espacio mundial consolidado (el espacio mundial). El espacio producido por los Estados debe ser terminado políticamente debido a sus específicas características y objetivos. El Estado provee las relaciones (que son, las relaciones sociales, de producción) con un sostén espacial calibrado; choca con el espacio económico preexistente que tropieza con los –polos de crecimiento, pueblos históricos, fragmentos comercializados de espacio que son vendidos en “lotes”. Tiende a renovar no sólo las relaciones inherentes en la producción industrial, si no que también las relaciones de dominación inherente en la jerarquía de los grupos y lugares. En el caos de las relaciones entre los individuos, grupos, clase de facciones, y clases, el Estado tiende a imponer una racionalidad, la propia, que tiene el espacio como su privilegiado instrumento. La economía es así reseleccionada en términos espaciales- flujos (de energía, materias primas, poder del trabajo, bienes finales, patrones comerciales, etc.), y stock (de oro y capital, inversiones, maquinas, tecnologías, incrustaciones estables de varios trabajos, etc.).el estado tiende a controlar los flujos y los stock para asegurar su coordinación. En el curso del

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proceso terciario (crecimiento, expansión de las fuerzas productivas; urbanización, o la formación de masivas unidades de producción y consumo; y especialización), un salto cualitativo sucede: la emergencia del modo de producción estatal (modo de producción estatal)- SMP. La articulación entre el SMP y el espacio es así crucial. Difiere de eso entre los modos anteriores de producción (incluyendo el capitalismo) y su manera de ocupar el naturalmente el espacio (que incluye modificarlo a través de la práctica social) algo nuevo aparece en la sociedad civil y en la sociedad política, en la producción y en las instituciones estatales. A esto debe ser dado un nombre y conceptualizarlo. Sugerimos que esta racionalización y socialización de la sociedad ha asumido una forma específica, la cual puede ser llamada politización o estatismo.

Es difícil de explicar y dotar de las series altas de los argumentos. Para comenzar con, sin embargo los hemos elaborado en otros trabajos, el lector no puede simplemente ser referido a estos textos, ni hacerlos por nosotros solamente para aludir a ellos. Debemos así “explicar” estos argumentos, resumiendo sus componentes y guías. De verdad, debemos incluso completarlos y actualizarlos. Para nuevas invenciones y descubrimientos emergen todos los días en este dominio el cual yace en las muy encrucijadas vías de la política, lo social, y lo económico. Así los trabajos citados arriba han cansado duramente el tópico del Estado.

Pero esto no es sólo el problema: está también el peso del pasado reciente. Así llamado pensamiento “Marxista”, el cual pretende basarse en Marx, ha largamente descuidado precisamente lo que está hoy más directamente en una mancha de luz- la ciudad y lo urbano, el espacio, el Estado mismo. Aquí, debido a un vocabulario aún –subdesarrollado, encontramos muchas dificultades para construir y articular conceptos. Conocimiento del espacio (social) está ahora siendo establecido como una ciencia aún pensada está todavía en un estado temprano. Este conocimiento aparece no menos complejo que las ciencias del espacio abstracto (geometría, topología, etc.) y espacio físico (de la física a la cosmología). Por ejemplo, la ciencia del espacio (social) debe incluir una historia de espacio. Similarmente, muchos volúmenes serian necesarios para un simple estudio analítico de la monumentalidad y la relación entre el monumento y la construcción. Opresión y dominación, y así el poder-pero también el esplendor y el significado-son inherentes a la gran palabra “monumento”. Esto es otra trilogía dudosa e incansable.

Un análisis de los países de occidente revela primero, las demandas del capitalismo y del neo-capitalismo, de los desarrolladores e inversionistas bancarios, revela, segundo, esa intervención del estado no sólo ocurre episódicamente o en puntos específicos, si no que incesantemente, por el significado de diversas organizaciones e instituciones devotas por el manejo y la producción del espacio. Este estado espacial (espacio estatal)-el cual analizamos junto – a falta de las mismas características de caos como las que el espacio genera por los intereses “privados”. Por lo contrario, la dirección es hacer aparecerlo homogéneo, el mismo acabado, organizado de acuerdo a una racionalidad de lo idéntico y de lo repetitivo que sigue al Estado para introducir su presencia, control, y vigilancia en la más aislados rincones (los cuales así dejan de ser “rincones”). La relación entre intereses “privados” y las actividades de los poderes públicos a veces involucra una colusión, a veces una colisión. esto crea la paradoja de un espacio que son ambos homogéneos y se rompen. Esta paradoja será auto-evidente, si pesa para expresar a todos aquellos que no ponen ninguna atención en sus alrededores.

En tercer lugar los movimientos de los “usuarios” (sus protestas y luchas) han llegado a ser un fenómeno mundial [mundial]- como los que protestan se han relacionado con el trabajo y el lugar de trabajo, eso sí de una manera diferente.

Los movimientos de “los usuarios” en Francia no pueden ser comparados con esos de Japón, España, Italia o incluso con los de los Estados Unidos. En estos países, los usuarios e incluso los consumidores parecen más conscientes de sus intereses y sus objetivos-nominalmente, al apropiarse por primera vez, un espacio uso al cual fue descuidado por esos que lo produjeron. ¿Cómo podemos explicar esta debilidad en Francia? Es debido indudablemente debido al Estado, el cual representa ambos una contradicción y un significado de atracción, una forma de presión, y, parece, una forma de arbitraje. No sólo es el impacto del Estado más fuerte en Francia que en

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otras partes; es también reforzado por las corrientes Jacobinas de la izquierda con su agenda centralizadora. Esta agenda contribuye al despertar de los que sólo una cierta facción de izquierda (izquierda) está dispuesta a soportar en desmedro de otro, los motivos políticos se esconden. Japón es probable que el país donde estos movimientos han llegado a ser más poderosos y han voceado los objetivos más ambiciosos. En la España contemporánea [1977] más de cuatro mil comités “de vecinos” [comité de vecinos], están emprendiendo esfuerzos para cuestionar la organización de la sociedad al mismo tiempo como a lo de las ciudades y el espacio. 3

Estos movimientos están resucitando el concepto de “uso”, sin reducirlo meramente al consumo del espacio. Enfatizan las relaciones entre las personas (individuos, grupos, clases) y el espacio con sus diferentes niveles: la vecindad y lo inmediato, lo urbano y sus mediaciones, la región y la nación, y finalmente, lo mundial (mundial). Estos movimientos están experimentando con modos de acción a diversas escalas, siempre en la luz de la experiencia de los participantes y el conocimie4nto. Su desarrollo corriente sugiere una posible convergencia entre las luchas relacionadas con el trabajo (el lugar de trabajo) y aquellas concernientes a todo el espacio, esto es decir, la vida diaria […].

El secreto de Estado no está escondido, es muy obvio ¿ser encontrado en el espacio? El estado y el territorio interactúan en cada camino que pueden ser dichos para ser mutuamente constitutivos. Esto explica las decepcionantes actividades y la imagen de los oficiales de Estado [hombres del Estado]4. Parecen administrar, manejar, y organizar un espacio natural. En la práctica, sin embargo, subtitulan otro espacio por ello. uno que es primero económico y social, y luego político. Creen que están acatando algo en sus cabezas- una representación (del país, etc.). De hecho, establecen un orden-el suyo.

Para iluminar la unión entre el Estado y el espacio, es necesario que paremos de desconocer lo espacial, y correspondientemente, que venimos a reconocer la importancia de una teoría del espacio (social). Desde esta perspectiva, el movimiento de “usuarios” desde el comienzo del mundo están aliados con una ciencia del espacio que no puede por mucho tiempo ser vista como externa a la práctica.

La comprensión del espacio social es el aspecto teórico , de un proceso social que tiene como su aspecto práctico, los movimientos de los “usuarios”. Son los aspectos inseparables de la misma realidad y de las mismas potencialidades. Esto corresponde a una cierta extensión, a la situación en la cual Marx se encontró cara a cara con los movimientos de los trabajadores y sus protestas sobre el trabajo (y el lugar de trabajo). En la época, los economistas “vulgares” (Como Marx los llamó) estaban preocupados con los productos, índices y objetos comparados, estimando sus respectivos costos. En resumen, se ocupan de las cosas. Marx invierte estas aproximaciones. Por ejemplo considerando productos, examina la producción eso es, el proceso del trabajo y la relaciones de producción tan bien como el modo de producción. Haciendo así, encuentra una teoría. Igualmente, hoy mucha gente está describiendo espacios, escribiendo discurso sobre el espacio. Así nuestra tarea es invertir esta aproximación para encontrar una teoría de la producción del espacio. el Estado llega a ser más y más claramente el agente, incluso la mano guía, de esta producción.

¿la comprensión del espacio constituye una ciencia? Sí y no. Sí, porque contiene conceptos y además una serie de conceptos teóricos. No en el sentido que la ciencia trabaja en el sentido que la ciencia trabaja en términos generales y posiciones junto a una “objetividad”, que se abstrae de lo “vivido”, esto es, desde el cuerpo y el “sujeto” que mora, y reside en él.

El entendimiento del espacio no puede reducir lo vivido a lo concebido, ni el cuerpo, a lo geométrico o a la abstracción óptica. Por el contrario: este entendimiento debe comenzar con lo vivido y el cuerpo, que es, desde un espacio ocupado por un ser orgánico, vivo y pensante. Este ser tiene (es) su espacio, circunscrito en sus alrededores más inmediatos, pero tratado o favorecido por lo que es distante junto con el alcance del cuerpo, eso es, de las manos, es que es usual o dañino para él; mas allá esta proximidad comienza con un espacio social que se estrecha sin los

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límites bien definidos dentro del espacio físico y cósmico. Tres distintas esferas y zonas: la mental, la social, lo cósmico- dl cuerpo vivido, la cercanía, lo distante.

Esto dicho, hay una historia de espacio. Lo vivido se levanta a espacios de representación, imaginado, comenzando con el cuerpo y simbolizado por él. Lo concebido, lo distante, se erige a representaciones de espacio establecidas desde los elementos objetivos, prácticos y científicos. El pensar del espacio medieval: en una mano, el espacio de la representación mágico-religiosa, con el infierno junto, Dios arriba en el cielo, y el mundo terrenal entre los dos. Pero esto no previno las representaciones de espacio; la construcción de los primeros mapas, el conocimiento de los navegantes, los mercaderes, y piratas; el Mediterráneo como el centro del mundo, etc.

La historia del espacio mostraría como los espacios de representación y las representaciones del espacio difieren y se juntan, con la práctica ”realmente” cambiante de la naturaleza del espacio y el espacio de la naturaleza (espacio-naturaleza).

Para descifrar el espacio, podemos proponer varias tablas o esquemas y tratarlos en los espacios existentes. Este espacio está caracterizado por la a menuda-conflictual coexistencia de trabajos y productos de los diferentes períodos. Diacronías, interrupciones, y desbalances entre antiguas ruinas y los productos de la moderna tecnología genera tensiones que animan el espacio pero hacen difícil de descifrar.

Podemos analizarlo urbano (la ciudad) como un sujeto (consciencia y consciente, grados de conciencia, las actividades de grupos); como un objeto (la locación y el lugar, los flujos); como un trabajo (monumento e instituciones). Podemos trazar monumentalidad históricamente en relación a la construcción funcional (depósitos, blocks de oficina, etc.), demostrando la posibilidad contemporánea (eventualidad de vencer esta clásica oposición.

Podemos también comparar el espacio con el lenguaje y estudiar sus dimensiones: lo paradigmático (relevantes oposiciones: interno/externo, arriba/abajo, verticalidad/horizontalidad, etc.)- lo sintagmático (secuencias y uniones: calles, avenidas y bulevares, rutas, etc.)- lo simbólico (el significado de los monumentos, lugares especiales, etc.).

Con respecto al espacio global, dos tipos de proposiciones teóricas permiten la introducción en sus relaciones con el estado. La primera tiene un carácter genérico: en una manera aproximada, pone el espacio en relación con los modos de producción. El segundo, más substancial y mejor definido en términos de lo sincrónico, se refiere al concepto de morfología jerárquicamente estratificado. No es claro, desde una distancia, aunque estas dos proposiciones son mutuamente excluyentes. Lo genérico (historia) del espacio puede y debería ser abierto a un análisis espacial, encabezando a su vez a un ritmo análisis (la relación de espacio con tiempo, con sus ciclos y ritmos, en la nación, sociedad, y conciencia reflexiva). Este último desarrollo pasa por el Estado y va más allá de eso. No puede ser sin embargo considerado aquí.

El espacio analógico: la comunidad primitiva fue más compleja que la que Marx percibió, con combinaciones de formas sociales, sacerdote y brujos, caudillos, linajes, consanguíneos y sobrepasando territorialidades. Podemos, en esta agrupación, caracterizar la ocupación del espacio – espacio ocupado por las sociedades-como espacio analógico. Ejemplos preciso y convincentes de los espacios analógicos se encuentran en las aldeas de Dogon de África , siguiendo el trabajo de M. Griaule y G. Dieterlen, en sus imaginaciones del cuerpo humano.5 la aldea y sus organizaciones está supuesta para representar, o más bien reproducir, un cuerpo divino, él mismo una proyección del cuerpo humano. La cabeza, miembros, órganos genitales del macho y de la hembra, y los pies son representados por la agrupación de chozas: comandando chozas, chozas para la socialización entre hombres y mujeres, chozas para almacenar herramientas de trabajo, y así sucesivamente. El espacio que es apropiado por analogía con el cuerpo es una proyección de lo más tardío en o dentro del espacio.

Espacio cosmológico: el antiguo modo de producción (ciudad, esclavos) está ligado a un espacio cosmológico. Objetos monumentales están agrupados en cada uno una manera como sugerir una imagen del cosmos. El pueblo es una “imago mundi” (una imagen o mapa del mundo). A menudo

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un monumento particular es intentado para representar el espacio más característico: así como el Panteón , designado para agradecer a todos los dioses- incluso a los dioses desconocidos – para representar el firmamento , el espacio cósmico.

El pueblo incluye, en lo antiguo, o en el modo de producción asiático, un lugar marcado por un monumento, un obelisco o una piedra, considerado como el ombligo, el omfalos, el centro del mundo, alrededor del cual es construida una representación del espacio dominado.

El espacio simbólico: el pueblo medieval está dotado con otra forma de espacio, espacio simbólico. El espacio de estos pueblos, catedrales de pueblo, es completado con símbolos religiosos. Podemos así comprender el movimiento desde el espacio cósmico de las iglesias romanas al espacio simbólico de las catedrales góticas. Estos últimos simbolizan la emergencia de la ciudad por sobre la tierra y el momento de toda una sociedad hacia una claridad la cual es, en este tiempo, concebido como ese de Logos. i.e., la palabra, Cristo. En el espacio críptico, la verdad queda escondida en las tumbas. El espacio es transformado durante el periodo Gótico en un espacio de descripción, un ascenso hacia la luz. Esto es también el momento histórico de la gran lucha de clases: la burguesía urbana contra los dueños de la tierra. Un simbolismo de doble lado: religioso y político.

El espacio de perspectiva: sin embargo no es parte de la clasificación de los modos de producción, el espacio de perspectiva es de un valor dilatorio porque está encuadrado en nuestras costumbres, en nuestro lenguaje, pensamiento en los albores de los tiempos modernos , hay una crisis de todos los puntos de referencia. Es un error continuar pensando en términos del espacio con perspectiva, porque desde 1910 la pintura de Kandinsky, Klee, y el cubismo analítico nos han mostrado que el espacio con perspectiva ha sido rupturado. La línea del horizonte desaparece en estos pintores como el encuentro de las líneas paralelas al infinito.

el espacio con perspectiva ha nacido en el Renacimiento, en Toscana, cuando los pueblos tomaron más importancia: Florencia, Siena, Lucca, y Pisa. En la base de la capital mercante ( el proceso de los que confeccionan ropas la lana de los rebaños) el capital de los bancos establecidos en estas ciudades. Los banqueros de Florencia, Siena, y Pisa compraron tierra desde los señores feudales y se transformó, en lugar de la explotación de los siervos, sustituyen la explotación de los siervos de la gleba que ceden una porción de la cosecha a los propietarios de la tierra. Los siervos de la gleba es así una progresión relativa al servilismo: el siervo de la gleba es libre y divide la cosecha con el propietario de la tierra, así hay un incentivo para producir tanto como sea posible. Los banqueros, como los maestros de los pueblos toscanos, tienen una necesidad por incrementar las cosechasen orden a sustituirlos mercados del pueblo y los pueblos. Por virtud de sus posiciones, son los mayores beneficiarios de este progreso que son los campesinos. Estos banqueros, como la familia Medicis construyó casas estatales en los campos, y alrededor de estos hogares, pequeñas parcelas. Las calles que unen sus casas a otras son plantadas con cipreses, y los campos toman una longitud y magnitud que antes no tenían. Las líneas hacia el horizonte, están marcados por las avenidas de cipreses, símbolos de ambos propiedad y longevidad; y desde este momento la perspectiva aparece, la que, por una cierta extensión es derivada de la influencia recíproca de los pueblos en los campos. Sin embargo, esto no es suficiente, como un espacio no puede ser únicamente explicado por las condiciones económicas y sociales. a la elaboración de Alberti siguió la perspectiva a tomar forma. El espacio queda como un símbolo del cuerpo y del universo, incluso habiendo sido medido y hecho visual. Esta transformación del espacio hacia la visualización y lo visual es un fenómeno de crucial importancia. Según Alberti, la disposición visual de los elementos del espacio-líneas y curvas, luces y sombras, elementos de macho y hembra (eso es ángulos y formas redondas)-resulta en belleza óptica, una sensación espiritual creando ambas admiración y placer. El espacio retiene ciertas cualidades de la naturaleza, la cual como luminosidad y claridad; mientras el arte y la innovación traen otras cualidades tales como la conveniencia, la nobleza, y la adaptación a las leyes de la sociedad.

Este espacio de perspectiva toma sobre la naturaleza midiéndola y subordinándola a los requerimientos de la sociedad, bajo la dominación del ojo y no más largo como el cuerpo entero

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en el siglo XV, encontramos pintando un espacio de perspectiva que provee un lenguaje común para los habitantes, usuarios, autoridades, y artistas, incluyendo arquitectos. Desde luego el pueblo está organizado de una manera en perspectiva. Está sujeta a una característica dominante, la fachada, la cual determina la perspectiva y el punto de desvanecimiento (huída) de las líneas paralelas, i.e., calles. La cristalización del sistema envuelve múltiples consecuencias: las diferencias son ahora manifestadas sólo en la secuencia de las fachadas. Quiebres, recesos, y son reducidos al mínimo, no deberían interrumpir la perspectiva por mucho tiempo. Desde que la fachada está hecha para ver y ser vista, es esencial y dominante. Esto no existía antes y especialmente no en la antigüedad. Para las fachadas en si, los balcones son unidos, capaces ambos para verse y ser vistos. Es sin embargo un espacio entero que está organizado, gobernando el todo de las artes (pintura, escultura, arquitectura y la planificación de los pueblos), un espacio que es común a todos, los habitantes se sitúan en este espacio: los arquitectos y las autoridades políticas saben cómo controlarlos, estamos tratando con un código. Esto es probable, el único tiempo en la historia del espacio donde hay un código único para los diferentes niveles estratificados, esto es el nivel del departamento, las construcciones, la fila de las construcciones, el barrio, el pueblo, y sus posición en los alrededores del espacio. Esta es la fuente de la belleza armoniosa y fijada de los pueblos que adoptan este modelo.

Espacio capitalista: para la perspectiva del espacio, el espacio capitalista debiera ser el espacio de la catástrofe. El espacio capitalista inició su destrucción. El fenómeno es invisible desde el cubismo analítico de Picasso y las pinturas de Kandinsky. Esta destrucción del espacio con perspectiva está caracterizado por el hecho que un monumento, un trabajo de arquitectura, cualquier objeto, está situado en un espacio homogéneo y no más largo que en un espacio calificado (cualitativo) en un espacio visual que es capaz de contemplar y sugiere el gesto de pivotear alrededor. Picasso, Klee, y los miembros del Bauhaus simultáneamente descubrieron que se pueden representar los objetos en el espacio tales como los que no hace mucho tienen un lado privilegiado o una fachada. No hace mucho están orientados hacia los que se enfrentan o a los que los enfrentan. Están en un espacio diferente y son indiferentes a este espacio tendiendo hacia una completa cuantificación. El block de las torres para las cuales Mies van der Rohe designó el prototipo localizado en un espacio del tipo que podemos pivotear alrededor, es un objeto ni con cara ni fachada. Sin la fachada la calle se separa. El espacio de la perspectiva es así reemplazado por un espacio completamente nuevo. Una ambigüedad sigue desde que Le Courbusier y los miembros de la Bauhaus creyeron constituir una revolución. Los tomamos por Bolcheviques cuando actualmente inauguran espacios capitalistas. Su concepción del espacio ha esparcido lado a lado el neo-capitalismo y especialmente con el triunfo que se levanta del Estado.

Este espacio capitalista no es fácil de describir o de definir. No es suficiente para guiar aquello que es sólo cuantitativo, o que un espacio cuantitativo ha sido sustituido por un espacio cualitativo, esto es un espacio de perspectiva. Este espacio cuantitativo es un espacio homogéneo aún fracturado. El arte pictórico y escultural producen genuinos modelos de este espacio. La violencia interna del arte de las luces altas para la fractura del espacio.

¿Cómo puede ser un espacio simultáneamente homogéneo y fracturado? ¿Esto no es absurdo, imposible? No. En una de las manos, este espacio es homogéneo porque junto a esto, todo es equivalente, cambiable, intercambiable; porque es un espacio que es comprado y vendido, y cambiable puede sólo ocurrir entre unidades que son equivalentes, intercambiables. En la otra mano, este espacio es fracturado porque es procesado en la forma de lotes y parcelas, y vendido en estas bases, es así fragmentado. Estos aspectos del espacio capitalista están formados ambos juntos al dominio de la comodidad; en el cual todo es equivalente, y junto al dominio del Estado, en el cual todo está controlado. Este espacio capitalista está fracturado porque es procesado en la forma de parcelas que son a veces-aún estas parcelas no pueden ser hechas muy pequeñas, ya que no pueden ser usadas para construir edificios, las parcelas son vendidas por tanto como las leyes o las reglas de la especulación lo permiten. Es una lógica espacial – aún pensado el carácter lógico del todo homogéneo es contradicho por la fragmentación de las partes.

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La clasificación de los espacios propuestas aquí corresponde aproximadamente a la visión de Marx de la secuencia de los modos de producción. Esta secuencia no puede ser tomada ni por subsidiaria ni puede ser vista como ajustada a las características de cada modo de producción. Es una interrogante aquí de muestra, brevemente, hay una producción de espacio inherente al modo de producción y esto no puede ser definido solamente por las relaciones de clase (Marxismo vulgar) o por las ideologías y las formas del conocimiento y la cultura (Gramsci), pero también es definido por esta producción específica.

Analógico, cosmológico, simbólico, y lógico o logístico sugiere una diacronía (una secuencia). Cada modo de producción ha tenido su espacio, pero las características del espacio no puede simplemente ser reducido a las características generales del modo de producción. El simbolismo medieval no puede ser definido por las rentas que los campesinos dan a los señores de las casas solariegas, ni por las relaciones entre los pueblos y los campos. La reducción de la estética, el fenómeno social, y mental para lo económico fue un error desastroso que algunos Marxistas” aún perpetuán.

El modo corriente de producción está caracterizado por el espacio de control del estado (control estatal), el cual es simultáneamente un espacio de cambio. A través de su control, el Estado tiende a acentuar el carácter homogéneo del espacio, el cual es fracturado por el cambio. Este espacio del control del Estado puede también ser definido como un ser óptico y visual. El cuerpo humano ha desaparecido en un espacio que es equivalente a una serie de imágenes. El espacio de la perspectiva inaugura esta escotomizacion del cuerpo, la cual fue preservada , incluso de una forma cambiada en el simbolismo.7 en el espacio moderno el cuerpo no hace mucho tiene una presencia; está sólo representada , en un medio ambiente espacial a sus componentes ópticos. Este espacio es también fálico; las torres con su arrogancia proveen suficiente testamento a esto. Fálico, óptico, visual, lógico-logístico, homogéneo y fracturado, global y fragmentado-estos términos nos capacitan para etiquetarnos y conceptualiza las características que marca el espacio de la SMP.

El Bauhaus y Le Corbousier han idealizado este espacio, al mismo tiempo, lo actualizaron, su idealización siguió desde el carácter visual y óptico de este espacio, desde el cual se deriva su especulación y su espectacular atracción.

Un análisis de los trabajos de Le Corbusier muestra que avizoró este espacio en una manera que produjo y reprodujo la exultante imagen de un hombre fuerte, regocijado, contemplando la luz, la naturaleza, espacios verdes, y las figuras acerca de otros movimientos humanos en la gloriosa brillantez del sol. Este espacio implica no sólo que todos los días la vida es programada e idealizada a través del consumo manipulado, pero también esa especialidad es jerarquizada para distinguir los nobles espacios de los vulgares, los espacios residenciales de otros espacios. También implica una centralidad burocrática, denominado “cívica”, pero ocupada por el poder de los que toman- decisiones. Es un espacio organizado en el cual una manera que, a menos que se revelen, los ”usuarios” son reducidos a la pasividad y al silencio. Su rebelión puede y debe comenzar desde la presentación de los contadores-de-proyectos, de los contadores-de-espacio, liderando a veces- violentas protestas, y culminando en una radical rebelión que llama a la pregunta de la integralidad de lo intercambiable, espacio espectacular, con su implicancia de lo cotidiano, centralidad, y jerarquización espacial.

Estas contradicciones de espacio son agregadas a y sobre impuestas en las contradicciones atrincheradas del modo de producción del capitalismo. El conocimiento que es directamente invertido en la producción de espacio, puede procesarlo en vastas expansiones (construcción de carreteras); pero este espacio es fragmentado, pulverizado por la propiedad privada. Así aparece una forma moderna de la contradicción notada por Marx entre las fuerzas de producción y las relaciones de producción y de la propiedad. Propiedad privada (eso es, sus relaciones sociales) prohíbe que el conocimiento sea desplegado. Paraliza las intenciones e invenciones de los arquitectos tan bien como los urbanistas, aniquila sus capacidades. El impacto de las relaciones de la producción y de las relaciones sociales (de propiedad) llega a ser más pronunciado. Las acciones de los desarrolladores de propiedad encarna este impacto.

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El concepto de una morfología estratificada jerárquica (y su corolario—el “espacio de la catástrofe”) frena desde la investigación de R.Thom.8 Puede ser generalizado y aplicado al espacio social. El análisis sincrónico (del presente) no prohíbe un análisis diacrónico (una historia de espacio). Por el contrario, lo último lidera al formado. El análisis morfológico presupone un análisis genérico

Uno puede hablar de una morfología estratificada cada vez que las formas definitivas compuestas de unidades discretas son dotadas junto a otra en un orden definitivo. En lingüística, por ejemplo: el fonema (un sonido o sílaba sin significado); la palabra (una articulación de fonemas conectados en una unidad con significado); la clausula u oración: las series de oraciones y el desarrollo de los significados. Una morfología análoga existe en el espacio social-desde la “pieza” o de la choza a la casa y al edificio: desde el edificio al grupo de casas, a la aldea y la vecindad; desde la vecindad a la ciudad, la región, la nación, y el Estado.

La figura de abajo presenta alguna morfología observable que ha sido formalizado para revelar el encuadre jerárquico de los niveles. Contrario al abuso de este término junto a la ideología tecnocrática, la articulación entre los niveles no es simplemente un “positivo”, hecho invariable. También encaja los efectos negativos: rupturas, catástrofes.

Cuando se estudia un morfología jerarquizada, uno tiene que definir sus “espacio de catástrofe,” i.e., las condiciones bajo las cuales el espacio puede explotar.

La teoría muestra que, desde una perspectiva genérica, las condiciones para estabilizar y las condiciones para una ruptura son producidas simultáneamente. El espacio en perspectiva fue producido históricamente a través de los factores económicos, sociales y políticos, pero no puede ser reducido a estos factores; tiene su espacio de catástrofe: espacio logístico. Esto tiene el carácter de un espacio de catástrofe: homogéneo/fracturado y total/fragmentario: resultando en la explosión de espacios previos; es opuesto a un espacio posible (diferencial), pero al mismo tiempo, tiende hacia lo último.

Estos conceptos nos habilitan para delinear y define la función (la articulación) entre el espacio y el Estado moderno desde “lo externo”. Esta articulación puede ser capturada también desde “el interior”.

Lingüística Física Biología Espacio (social)

. fonemas

.sílabas

(morfemas)

.palabras

.clausulas

.oraciones

.secuencia de oraciones

.partículas

.moléculas

.cuerpos

.planetas

.sistema solar

.galaxias

.moléculas

.grupos de moléculas

.organelo

.células

.órganos

.individuos(de una especie)

.sistema ecológico

.Pieza( choza, cabaña)

.edificio (casa)

.vecindad

.ciudad

.distrito (país)

.nación (estado)

.continente

.planeta

Morfologías jerarquizadas.

1la cercan cooperación entre el Estado y el automóvil industrial en los espacios reformados existentes, incluyendo la ciudad histórica, es bien conocida. Mientras la variación de país a país, algunos efectos son evidentes por todos lados en algunos grados- autopistas, grupos de estacionamientos, pero también industrias, talleres mecánicos, hoteles y moteles, estaciones de bencina, etc. En los grandes países modernos, cerca de un 20% de producción y la población que

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trabajo son devotas del automóvil y su uso. Todo está siendo sacrificado a esta forma de crecimiento: el pasado histórico, conveniencia, diversión, “cultura”. La ciudad histórica es reconstruida de acuerdo a las demandas del crecimiento “impelido” por el automóvil. El automóvil y la construcción de salas de lobbies juntan fuerzas con la tecno estructura estatal (tecno estructura estatal).9Trabajando juntos, eventualmente circunscriben la oposición popular a la circulación, a la contaminación, al retiro del transporte público, etc. Sin embargo, un “punto crítico” (estado crítico) está siendo alcanzado más o menos por todas partes como el predominio del automóvil es llamada en la pregunta y este cuestionamiento llega a ser político. La resistencia llega ser más intensa, y sus fuentes se multiplican, arreglándolas desde lo dispuesto, desarmando a los “dueños de la tierra” a “los usuarios” de todas las clases. Desde este punto crítico, en una nueva concepción del espacio es buscada, con nuevas funciones y nuevas formas que no pueden ser reducidas simplemente a la circulación del tráfico. “Calidad del espacio”, “espacio cualitativo”-estos conceptos se imponen gradualmente durante un periodo de utopía, sueños, nostalgias, esfuerzos para volver en el tiempo o para vivir “como si las cosas fueran diferentes” (elite neo-anarquía).

2. Cuando el Estado, en cualquier país dado, tomó control de de la producción de energía (electricidad, aceite), algunas personas asumieron que sería transferido a las compañías “privadas” con bajos precios, mientras otros asumieron que el Estado estaba tomando responsabilidades para las inversiones que el sector “privado” no podía manejar. Pocas personas percibieron que el Estado estaba continuando de instalar un espacio dominante, extendiendo el espacio demarcado por autopistas, canales y vías férreas. Esto podría ser confirmado por una cierta tardanza a través de la creación del Estado de las redes de autopistas y las rutas de tráfico aéreo, y la producción de energía nuclear (en todas partes controlada por el Estado). Con su tecno estructura controlando las cuestiones de la energía, el Estado gradualmente llega a ser el maestro de ellos, no solamente porque controla las unidades de producción, si no porque parte el espacio bajo la doble súper vigilancia de sus técnicos y de la policía. La producción de energía está muy atada a la producción de un espacio político, i.e., el estado espacial [el espacio estatal].

3. Las técnicas permiten el manejo del espacio a una gran escala, relaciones de propiedad, y las necesidades definidas por la residencia- todos estos se circunscriben en las condiciones v por pequeña – escala el manejo del espacio. Pero sólo el Estado es capaz de hacerse cargo del manejo del espacio ”en gran escala”- autopistas, rutas de tráfico aéreo – porque sólo el Estado tiene a su disposición los recursos apropiados, técnicos, y capacidad “conceptual”.

La venta y el manejo del espacio en parcelas, a menudo muy pequeñas (co-op departamentos). Ha traído sobre una situación catastrófica del caos urbano. En varios países, el Estado logra imponer un orden sobre este caos a través de diversas instituciones (en Francia, oficina de investigaciones tales como OREAM, etc.).10 ¿qué tipo de orden? Eso de un espacio homogéneo, logístico, óptico, geométrico, cuantitativo.

Las iniciativas del Estado en Francia y en cualquier parte son a menudo descritas como “fracasos” porque ahí parece ser una falta de armonía en sus resultados. Tales juicios, sin embargo estéticos o éticos, enmascaran la real situación. Por las medidas tomadas por las instituciones y administraciones relevantes no están sin efecto. Sin embargo, más bien que resolver las contradicciones del espacio, la acción del estado los hace peores. El espacio producido en este proceso no es totalmente nuevo, en verdad la acción del estado engendra un producto específico de la colisión entre lo público y lo privado. La capacidad racional y organizacional trabaja en la extensión que los flujos son hechos para circular más bien que estando perdido en el caos de los espacios abandonados a los intereses “privados” y locales. El aparente resultado no es menos caótico. En todas partes el Estado deshecha el caos, lo establece junto con los espacios que se vuelven fascinantes por su vacío social: una autopista intercambia o un aeropuerto fugado, por ejemplo, ambos de los cuales son lugares de tránsito y sólo de tránsito. Esto es lo que clarifica el aparente absurdo de su espacio con su doble característica de ser ambos homogéneos (lo mismo) y lo fracturado (no por la diferencia si no por la ruptura en la homogeneidad). Este resultado se

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levanta de la colisión entre dos practicas y dos concepciones del espacio, una logística (global [global], racional, homogéneos), el otro local (basado en los intereses privados y objetivos particulares). En los así llamados países capitalistas, la contradicción puede ser intensificado significativamente entre, en una mano, el objetivo específico de los desarrolladores de la propiedad individual, especuladores e inversores (los agentes a través de los cuales este espacio es producido) y en la otra mano los objeticos generales (estratégicos) del estado, como representado en la tecno estructura. En estos casos, el Estado prevalece. Sin embargo el conflicto siempre llega a ser muy intenso, sus efectos son sentidos más o menos por todas partes. Por consiguiente la incomodidad y la dificultad que experimentamos cuando lo confrontamos con esos espacios en los cuales uno ve en el trabajo, simultáneamente, operaciones en los puntos específicos en el tiempo y en el espacio que corresponde a intereses particulares, tan bien como una racionalidad, genérica, [global] a través de eso es completamente indiferente a sus “usuarios” (eso es a los “cuerpos vivientes” como opuesto a las “funciones”).

4.- El espacio racional y científico producido y administrado por los combatientes del Estado no sólo el espacio co- modificado que es marqueteado y vendido por parcelas. También los combatientes espontáneos , los polos de crecimientos casi ciegos que generalmente existía en las épocas previas (arqueo-capitalismo, paleo-tecnología, etc.), estos polos de crecimiento , incluye, primero, la gran corporación que desarrolló cerca de fuentes naturales de energía (carbón), materias primas (mineral), y suple del trabajo (masas de trabajadores previamente entrenados a través de la destreza tradicional del trabajo de las haciendas); segundo, incluyen a las grandes ciudades que usaron para funcionar como aceleradores del crecimiento. La colisión entre estas modalidades espontaneas de crecimiento que precedieron a los flujos de la economía moderna, por un lado, y en el espacio del estado, en el otro lado, no ocurre sin causar molestia. La racionalidad del Estado prevalece. Sólo el Estado puede controlar los flujos y los armoniza con los elementos fijos de la economía (stock), porque el Estado los integra en el espacio dominante que produce. Las enormes inversiones que acompañan la desintegración de los polos de crecimiento y los muchos desplazamientos resultantes (de equipamiento, de energía, de la fuerza del trabajo, y de las materias primas) pueden ser sólo propiamente cumplidas con la aprobación y el sostén del poder político. Nadie niega esto ¿Qué es a menudo menos entendido, sin embargo es la consolidación- a una nacional e incluso a una escala supra nacional- de este nuevo espacio, sobre impuesto en los espacios previos, y reordenándolos cabalmente. Considerar sólo una necesidad, por ejemplo, la relocalización de la industria pesada de Francia desde Lorena a Dunkirky a Fos-sobre- el –Ma. Uno podía también mencionar las colosales instalaciones por el lado de Italia en Taranto, las fábricas de automóviles en Sagunto, España, etc.11

5.-El estado moderno está confrontado con los espacios abiertos, o más bien que los espacios abiertos han reventado por todos lados desde los departamentos a los edificios al territorio nacional por la vía de las instituciones (el colegio, el vecindario, la ciudad, la región). Como productos históricos de épocas previas, trayendo con ellos varios de los residuos de estos periodos (analógico, simbólico, etc.), estos espacios son devastados, desintegrados y rotos: al mismo tiempo, derraman sus bordes. Esto es sólo una parte del cuadro catastrófico siendo representados aquí. Departamentos y formas abiertas de edificios unidas con la infraestructura colectica, los vecindarios con la ciudad y con lo urbano. La nación misma ya no tiene límites—no por capital o tecnología, por trabajadores y la fuerza de trabajo, por experticia, o por comodidades. Los flujos atraviesan los márgenes con la impetuosidad de los ríos.

Si la regulación de los flujos se coordina con las fuerzas ciegas del crecimiento e imponiendo sus leyes por sobre el caos de los intereses de lo “privado” y lo “local” es la función primaria del espacio del estado político (el espacio estatal-político), también tiene otra función contraria que no es menos importante por ser así. Este es su rol tomando juntos los espacios que han sido rotos y manteniendo sus múltiples funciones. El espacio dominante está caracterizado por los dos siguientes elementos. Se impone sobre esos que tratan de pulverizarlas condiciones para la vida social, y prohíbe las transgresiones que tienden a producir un espacio diferente (cualquiera que pueda ser). Estas dos funciones están correlacionadas y además conflictuadas. ¿Cómo pueden

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ambas atomización (pulverización) y transgresión (desplazamiento [desplazamiento]) ser prevenidas?

El Estado tiende, una vez más, a establecer cadenas de equivalencias, en este caso de superficies intercambiables y masas. Empuja esta tendencia al punto de identificar los espacios dominados junto a la homogeneidad del espacio dominante. Al mismo tiempo, controla ciertos efectos que tienden a disolver el espacio existente y así constituir un nuevo espacio definido de un modo diferente- nominalmente por las diferencias entre los lugares y entre las actividades ligadas a estos lugares. La acción del Estado no está así limitada al manejo de la vida social y “privada” de millones de personas (los “ciudadanos”, “los sujetos” político) por sentidos institucionales y administrativos. Procede en una más indirecta pero no menos efectiva manera de hacer uso de este privilegiado instrumento- espacio.

El modo capitalista de producción (ver después CMP) es definido por las relaciones de producción, pero no por ellos solos. El concepto de “relaciones de producción”, es necesario, pero no suficiente. El CMP no está constituido ni por una interacción de “sujetos” (individual o colectivo, incluyendo clases) ni como un “sistema” dotado por una coherencia interna. esta última interpretación, en desmedro de sus duros reclamos, implícitamente glorifica lo que pretende criticar.

El CMP puede ser definido primero que todo, por una cadena de conceptos, desde el cambio de valor a la composición orgánica de capital, enfatizando la producción de valores de excedentes y la acumulación del capital con sus problemas teóricos asociados. En contraste al análisis de de producción en general, el análisis de la producción de valor de excedentes involucra considerar como el valor de excedentes es realizado (patrones comerciales) y como es asignado (patrones de inversión). La producción de valor de excedentes, sucede junto con las compañías- eso es, los lugares de trabajo. La realización y asignación de valores de excedentes ocurre en las ciudades, un hecho que no por significados agotados es el concepto de lo urbano.

Esto no es todo. El CMP es también definido por la producción de las relaciones sociales y políticas, incluyendo el Estado y el poder estatal (lo estatal). Es definido, finalmente, por la producción de un sostén espacial (una fundación para las relaciones de producción y por su renovación o reproducción). Este soporte espacial no es particularmente misterioso. Está formado de espacios preexistentes – el “espacio-nación” (geofísico), espacios históricos. En este sentido está también formado por agentes definidos-desarrolladores, banqueros, urbanistas, arquitectos, propietarios de la tierra, autoridades políticas (locales o nacionales), y a veces por los “usuarios”.

Como este vasto proceso se desenvuelve, a veces, aparece algo nuevo. El CMP es transformado. La socialización de las fuerzas productivas, de producción, de sociedad, del producto, es cumplido, como lo pronostico Marx. El espacio así engendrado es “social” en el sentido que no es una cosa entre cosas, si no que el sistema de uniones, conexiones, redes, y circuitos. Sin embargo “la socialización” y “la nacionalización” toma la forma- pronosticada por Marx- de estatización, del espacio político (o mejor: de espacio lógico-político).

Déjennos continuar considerando y resumiendo estos argumentos. Como desarrolla, el CMP produce su espacio, y así un producto social. Una vez un cierto nivel (del crecimiento de las fuerzas productivas) es alcanzado, utiliza espacios preexistentes, pero no para aquí. Primero, integra los espacios más antiguos (naturaleza, el campo, ciudades históricas) mientras los destruye; luego invierte conocimiento más y más profundamente en el manejo del espacio (el suelo, el subterráneo y sus recursos, espacio aéreo). El CMP produce su propio espacio; así haciendo, es transformado, y este es el advenimiento del modo de producción (de aquí en adelante SMP). Durante el curso de este proceso, el espacio entra simultáneamente en:

a) las fuerzas productivas (por ejemplo, desde un punto de vista empírico y descriptivo, dentro del cual los términos económicos “economías aglomeradas”);

b) las relaciones de producción y de propiedad (en cuanto que el espacio puede ser vendido y comprado; y en cuanto que incluye todos los flujos, circuitos y redes, etc.);

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c) la ideología y los instrumentos del poder político (desde que el espacio llega a ser la base para la racionalidad; la tecno estructura y el control del estado);

d) la producción de valores de excedentes (inversiones en urbanización, en el espacio aéreo, en la industria turística con su explotación de montañas y el mar. i.e., de los espacios vacíos más allá de la producción industrial, etc.); la realización de valores de excedentes (la organización del consumo urbano y de la vida diaria, de la “sociedad burocrática del consumo controlado”); la asignación de valores de excedentes (arriendos de terrenos y arriendos de subterráneos, bancos especializados en el estado real, especulación, etc.)

el momento en el cual el espacio llega a ser predominante, i.e., cuando un espacio dominante (político) está constituido, es también el momento cuando la producción ya no es espontáneamente y ciegamente garantizada la reproducción de las relaciones sociales. Sin embargo es necesaria, la reproducción al interior de la corporación (inversiones y amortizaciones) y más allá (reproducción de la fuerza de trabajo en y por la familia de la clase trabajadora) ya no es suficiente. El rol primario del estado moderno es prevenir el colapso del edificio que se extiende desde la fuerza de trabajo a la casta política – para mantener un sistema jerarquizado de lugares, funciones, e instituciones. El proceso de reproducción no llega a ser funcionalmente autónomo, es actualizado en un espacio, espacio político, la condición para la reproducción generalizada. Lo último provoca:

a) reproducción biológica (demográfica)

b) la reproducción de la fuerza de trabajo (familias agrupadas en “proyectos de casas” o en los barrios de las clases-trabajadoras, suburbios, etc.)

c) la reproducción de los medios de producción (equipamiento, tecnología, recursos);

d) la reproducción de las relaciones de producción (cuya compañía ya no es capaz de asegurar o garantizar) y las relaciones de dominación.

Desde un cierto punto en, como la inversión se expande, la tarea de asegurar las condiciones por la reproducción de las relaciones de dominación es levantada por el Estado. Estratégicamente, el estado moderno organiza el espacio en orden a:

a) despedazar la oposición por redistribuir los grupos de personas, incluyendo los grupos de oposición, en los guetos;

b) jerarquiza lugares en la base de las relaciones de poder; y

c) controla todo el sistema.

El espacio que así se relaciona asegura esta generalizada reproducción tiene las siguientes características familiares:

a) Homogéneo: es el mismo comienzo, implicando la intercambiabilidad de lugares e incluso de los momentos (tiempo), organizando el grupo de lugares por la cotidianeidad (trabajo-vida familiar y privada-tiempo libre planeado).esto requiere una poderos centralización y así una relación centro-periferia. Cambio e intercambio toman la apariencia de lo idéntico y de lo repetitivo.

b) Fracturado. Un espacio óptico-geométrico, homogéneo, cuantificable, y calificable y así abstracto, puede sólo llegar a ser concreto para ser encarnado en un uso práctico, construyendo actividades que se desarrollan en y a través de “parcelas”. La contradicción es exacerbada entre la funcionalidad que el estado controla es supuesta para asegurar y lo absurdo de los resultados, los cuales son más o menos perceptibles, si no obvios, por todas partes.

c) Jerarquizado. Desigualdades son un comienzo necesario del cambio de los espacios, desde que el uso no desaparece, pero reaparece en el itinerario del tiempo. Los lugares están arreglados desigualmente en relación a los centros, los cuales son desiguales-desde los centros comerciales. La acción del Estado exacerba esta situación: los espacios forman extremas jerarquías, desde los

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centros de dominación a las periferias que son empobrecidas pero aún todo lo más fuertemente controlada. Así el aspecto paradójico del espacio está constituido de esta manera. Es difícil localizar clases (social) junto a esto; sin embargo, la segregación continúa. Los habitantes están muy enredados aún sin embargo los espacios residenciales de la elite, la burguesía y las clases medias son distinguidas perfectamente desde aquellas reservadas por collares-azules y servicios de trabajadores (pequeñas casas o casas de vecindad en ciudades fragmentadas [ciudades desmembradas] y en los suburbios).

El espacio social luego asume la forma de una colección de guetos: para la elite por la burguesía, por los intelectuales, por los trabajadores extranjeros, etc. Estos guetos no están simplemente yuxtapuestos; están jerarquizados de una manera que representa especialmente a los economistas y a la jerarquía social, sectores dominantes, y sectores subordinados.

El Estado coordina. Previene el espacio capitalista “propiamente tal-i.e., el espacio quebrado en fragmentos [en miguitas]- desde la sociedad quebrada aparte. Pero el Estado no puede más que substituir la homogeneidad de lo idéntico- repetitivo por esta situación de pulverización. El estado hace uso de la lógica pero no impone más bien una coherencia abstracta o una cohesión espacial en los diversos momentos del proceso liderando desde la producción de valores de excedentes a sus realizaciones. Mientras el salto junto y por el espacio dominante, este proceso queda fragmentado: capital comercial, capital financiero, capital industrial, y el capital del estado real cae bajo el control de grupos cuyos intereses a veces difiere y a veces choca. El Estado previene la especulación desde la paralización del funcionamiento general de la sociedad civil t de la economía. Organiza, planifica, directamente o indirectamente, en ocasiones aún acercando algunos espacios, o controlando algunos flujos por los medio de de computadores. Pero el espacio que es así creado, el cual es significado para ser ambos político y regulatorio, proveen ser ambos burocratiza y burocratizado, i.e., administrado por “oficinas”. Así complementa la forma primaria de lo repetitivo por una forma secundaria, cuya repetición origina en el cambio /intercambio. Último pero no menor, este espacio- el cual es hecho represivo por el mero acto que es jerarquizado-impone la reproducción de las relaciones de dominación (el cual a su vez completa la reproducción de las relaciones de producción).

El carácter regulatorio del espacio político (y el espacio del estado) pueden sin embargo ser analizados en tres dimensiones:

lo ideológico-la representación tecnocrática de lo social;

lo práctico-instrumental, un sentido de acción;

lo táctico-estratégico-consiste principalmente en la subordinación de los recursos del territorio para los fines políticos.

La ideología es aquella de una coherencia –cohesión, de una neutral y aún así toda la lógica más efectiva, de una homogeneidad que es óptica-geométrica, y así ambos cuantificando y calificado. Esta ideología también encuadra con la representación de una cierta transparencia- de un espacio en el cual los elementos de la sociedad deberían ser hechos transparentes y deberían coexistir pacíficamente. ¿Pero no deberían ciertamente ser cuestionados? El espíritu cartesiano reglará mientras que esta proposición no es admitida como una certeza (contar-certeza). Entre todas las certezas, ¿no son esas concernientes al espacio más sospechoso?

La racionalidad de este espacio es despojado como un velo cuando uno se da cuenta que, en realidad, “regula” y perpetua las relaciones de dominación. Cumple esto por la simple subordinación de una simple reproducción (de la fuerza laboral) a la más compleja reproducción de las relaciones de producción, y para subordinar lo último a las relaciones de dominación, incorporado en el espacio, estas modalidades de reproducción incluye e implica a la otra, constituyendo a su vez una morfología jerárquica que garantiza su inteligibilidad pero también los amaga, por aquí no puede ser tal morfología sin una ruptura (catástrofe). Esto es como la relación del dominante al dominado puede ser explicada. Esta relación debe ser reducida ni a lo empírico ni a la mera representación. Un espacio que es dominado puede ser dominante sobre otro

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espacio. Sabemos que la jerarquía del espacio se presenta como un enlace o imbricación de los espacios dominante/dominado. Esta relación de inclusión/exclusión tiene un carácter lógico (logístico).

Aquí uno puede agregar que los siguientes elementos incluyen e implican otra morfología-cotidianeidad (tiempo programado en y por el espacio) espacialidad (relaciones centro-periferia); y lo repetitivo (lo idéntico es reproducido bajo condiciones en las cuales las diferencias naturales y particularidades son abolidas). La jerarquía social así se presenta, más evidentemente hoy que nunca, como una jerarquía espacial.

así llegamos a una expandida concepción del modo de producción. El capitalismo es definido no en las bases de la producción en general, si no que por la producción de valores de superávit, por la acumulación de capital (R. Luxemburg), 12 tan bien como la reproducción de las determinantes relaciones sociales. Comenzando desde un cierto punto crítico, el último resultado es gradualmente cumplido a través de y en el espacio, así como a través de la identificación, repetición de gestos, de acciones, de la cotidianeidad, de lo inscrito-prescrito. Fragmentos de espacios y de actividades sociales son coordinadas, pero no sin conflictos. El espacio, como práctico (¡Que ganga el espacio!).Puede ser vendido y comprado. Se expande el dominio de la comodidad. Al mismo tiempo, permite a las fuerzas sociales que de otra manera resistirían al poder político establecido para ser controlado. Y así el modo de producción del estado es inaugurado.

Toda suerte de obstáculos y situaciones conflictivas resiste este comprensible proceso. Lo repetitivo debe hacer aparecer nuevo: lo idéntico debe ser hecho para aparecer dinámico. De tal manera la increíble mezcla de lo neo, lo retro, y lo arcaico, en la vida moderna. Lo repetitivo completa pobremente con el dominio de lo vivido, por su dependencia en lo lógico y la identidad implica la abolición de la experiencia vivida (de lo vivido). Así sobrevienen enfermedades, aburrimiento, rechazo: el masivo disgusto que sigue a lo establecido de la SMP. En este punto crítico la violencia entra en escena. De esta manera lo desconocido (alienación/alienado) clima del mundo moderno por un lado, violencia, más bien como un sentido que afirma la experiencia vivida y el uso, o como un sentido para extenderlos. La violencia moldea en todas partes como este mundo racional es reducido al principio de la intrecambiabilidad. La violencia y la tranquilidad del espacio “regulatorio” extrañamente se entremezclan. No podemos hoy considerar el espacio social por ser la encarnación de la violencia, ya sea ¿virtual o actual? Esto a su vez llama por un proyecto global [un proyecto global], eso de otra sociedad en otro espacio.

Pero no dejemos de saltar en frente. ¿En qué sentido es el espacio contemporáneo un “espacio de catástrofe”? el punto de los argumentos de Thom13.es mostrar cómo y por qué el carácter lógico del encuadre morfológico [de las implicancias morfológicas] genera rupturas más que estabilidad (contrario a la tesis tecnócrata). En otras palabras la lógica y la violencia permanecen juntas.

Los agentes del estado [personas del Estado] conciben y construyen espacios dominantes reglados sobre los espacios dominados (por ejemplo a través de la planificación del espacio aéreo aerolíneas aeropuertos, aerolíneas, autopistas, etc.). Sujetan el espacio a una logística, creyendo que pueden más bien superar los conflictos y contradicciones, o al menos los comprenden en orden a combatirlos. Contra cesto, sin embargo, la intrínseca conexión entre lógica y violencia sugiere que estos agentes de hecho reviven conflictos y contradicciones agravantes...

Hoy una mundialización de la producción y los ciclos de producción ocurren. La palabra “internacionalización” [internacionalización] ¿no limita el alcance de los fenómenos que son contingentes en el crecimiento de las fuerzas productivas? La acumulación de inversiones y capital productivo está ocurriendo a escala mundial. Las así llamadas corporaciones supranacionales refleja este crecimiento, mientras que las relaciones de producción (y de la propiedad) queda asegurado a escala nacional. Una mundialización de los flujos de trabajo, de tecnología, de experticia, también están tomando lugar.los así llamados países desarrollados, los “centros”, compran cantidades masivas de poder de trabajo (generalmente sub capacitados) en las periferias. Más encima, el capital y las inversiones han comenzado a buscar en el lugar el poder del

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trabajo que ellos arreglan dentro de los movimientos. La relación entre capital y la fuerza de trabajo ha cambiado así la escala. Esto implica una mundialización de los mercados de capitales (y así el valor del superávit se transfiere) en la cual los países llamados “socialistas” están también incluidos, para ellos son también lugares de inversión pero también de acumulación (de los medios de producción), mercados de tecnología , enormes reservas de poder de trabajo, etc.

Una mundialización y diversificación de la lucha de clases prosigue la que penetra en los espacios físicos, sociales y mentales, creando nuevos enclaves. La producción de un espacio planetario igualmente prosigue, cuya frontera oscila entre la visibilidad y la invisibilidad y en cuyos estados nacionales han mantenido hasta ahora sus funciones- control y jerarquización (de los espacios de dominante/dominado), regulación. aún el espacio de la corporación puede y debe hoy ser reconsiderado en la luz de las perspectivas globales [globales]. Un artículo en el periódico Lugares establece “Debido a su carácter general, la importancia estratégica de los movimientos ha sido ya suficientemente demostrado, pero hay otros factores ampliamente significativos que requerirían un análisis. El espacio es un factor tal…”14. Los empleados, el artículo continúa, no ha negado el impacto del espacio como una variable, ni dentro ni fuera de la fábrica. Esto es un hecho claro, por ejemplo, por las cartas organizacionales que delinea “la distribución de trabajos y posiciones junto al aparato espacial”, incluyendo las funciones de vigilancia, las cuales son el pívot de las operaciones lisas. Aún, el espacio tradicional o típico inspirado por el Taylorismo- con su doble perspectiva de encierro (estrechado por la máquina y el trabajador; pero enredado por los propósitos de vigilancia)-ya no es suficiente. Se desintegra. De acuerdo a los textos oficiales, la relación entre los trabajadores y la máquina será desplazada [desplazada] por un complejo sistema que está organizado por tres relaciones: trabajador-proceso de producción; construcción-procesos; construcción-medio ambiente. (Esto queda sin embargo fuera de las relaciones entre los trabajadores mismos).

La desintegración de un espacio que yuxtapone locaciones y el posible establecimiento de un espacio queque articula y los jerarquiza- los contornos de estos desarrollos son claramente suficientes. Esto revela un nuevo campo de protesta junto a la fábrica, pero también comienza a trascender la división entre trabajo y el no-trabajo (eso es decir, entre la vida diaria y el medio ambiente, y así entre alojamiento, servicios y paisajes).un nuevo derecho emerge-el derecho al espacio (en y más allá del lugar de trabajo), o el derecho al control de la inversión tan lejos como el espacio se maneje y opere15.

El nuevo modo de producción (déjennos etiquetarlo una vez más “socialista”) debe producir sus propios espacios, el cual ya no puede ser un espacio capitalista. Ninguna transformación del mundo que queda tomado en la preexistente morfología no hará más que reproducir las relaciones de dominación en una forma más o menos disfrazada. El espacio capitalista está en el proceso de desintegración; ¿será reconstituido en nombre del socialismo? Un nuevo espacio debe ser creado que construya las tendencias que son ya perceptibles en el modo capitalista de producción. En el contexto del espacio capitalista, ¿qué mira este espacio destructivo-el “espacio de catástrofe”- cómo y cuánto debería describirlo? Es un espacio de diferencias o en un espacio diferencial, el cual representa para el capitalismo una tendencia antagónica y ruinosa.

El hecho que un nuevo espacio, el cual está formado en uno u otro nivel de la morfología estratificada, devasta este o ese desheredado espacio-este evento-emergencia ya no puede venir como una sorpresa para nosotros ¿no devasta el espacio logístico el espacio de perspectiva? Estos fenómenos pueden ser reconocidos tan lejos como pueden ser descifrados en nuestras ciudades (tan largo como que ¡no aceptamos que está ante nuestros ojos como una prueba obviamente derecha!).

La historia del espacio enfatizaría la destrucción – serlo en la escala de la arquitectura y la casa (la construcción), en la escala de lo urbano o en eso del país. Tal como una historia escaparía del sentido de estas destrucciones- no como el futuro de un agente particular, pero como la substitución de un espacio por otro, incluyendo la destrucción de los espacios anteriores `por los espacios subsecuentes (catástrofe).

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La misma historia del espacio enfatizaría las reapropiaciones (modificaciones del propósito y significado de las construcciones) a través de las cuales es evitada la destrucción de lo que existe.

Tales destrucciones y reapropiaciones son cumplidas alrededor de puntos críticos, durante una situación crítica de una sociedad un Estado, cuando tal situación obtiene (transición).

En orden a definir la unión entre el SMP y el espacio, en orden a demostrar que el espacio lógico-político es un “espacio de catástrofe”, debemos también recordar que la formación de este espacio es acompañado por convulsiones, crisis, y guerras- la cual se atribuye un falaz análisis a factores puramente económicos o políticos , así eliminando la dimensión espacial. Aún la transformación del espacio no puede ser concebida como un resultado accidental de tales convulsiones. Ni puede esta transformación ser representada como el efecto de un razonamiento consciente, como el objetivo intencional de las crisis y de las guerras. Las convulsiones del mundo moderno fueron provocadas por el desplazamiento de los establecimientos (colonización) y recursos (materias primas) a través del espacio. Este resultado, siguiendo cada larga guerra en una redistribución del espacio, incluyendo su recursos, y en cambios en como el espacio fue establecido (la transición de las formas tempranas de colonialismo para el neo colonialismo contemporáneo). Estos cambios podían ser predichos desde la embestida de las crisis y eventos trágicos; sin embargo, no fueron inesperados ni planificados como tal.

Estas consideraciones conciernen al espacio como un campo de posibilidades (no abstractas) permiten una concepción de causalidad virtual que no lideran en la asunciones teológicas sobre “causas finales” o en visiones místicas-metafísica de una “causalidad de ausencia” (eso es decir, del futuro) o de una “causalidad estructural” o una “metonímica”16. La concepción política del espacio hace posible un entendimiento de cómo la historia y sus productos entran por el proceso mundial [lo mundial en marcha] y son así transformados.

Este mismo proceso a través del cual históricamente es transformado en “otra cosa”-mundialidad [mundialidad]-puede explicar por qué la guerra y la paz no son “declaradas“ claramente, si por todos. La historia convencional y la historicidad presupone una distinción entre estos dos nuevos estados de cosas que tienden para llegar a ser idénticas junto con el estado moderno. La nueva modalidad para establecer espacio parece hoy haber encajado la más extremas consecuencias estratégicas: ocupación de los océanos, descontroladas amenazas al espacio planetario como un todo e incluso más allá. Uno podía contener que el espacio de la propiedad- la cual alcanza desde el subterráneo a la superficie de la tierra y más allá- en si representa un “espacio de catástrofe”: desordena, atomiza, y pulveriza el espacio preexistente, desgarrándolo por piezas. Pero el espacio de la propiedad no puede ser establecido sin su corolario; el espacio estatal [el espacio estatal], el cual corrige y lo tolera. ¿Qué es lo que lo ha desintegrado? Todos los espacios especializados que han sido consumidos junto a una institución, y en la cual son así encerrados, funcionalizado. Los usos del espacio sin embargo persiste: los espacios para los deportes, el cuerpo, niños, transporte, educación, sueño, etc. El espacio pulverizado tiende a ser reconstituido en espacios que son diferenciados de acuerdo al uso (tiempo, la programación del tiempo, ciclos de tiempo). Armado con sus instrumentos de espacio logístico, el Estado inserta entre los espacios pulverizados y espacios que han sido reconstruido diferencialmente. La presión del Estado previene ambos una caótica pulverización y la formación de un nuevo espacio producido a través de un nuevo modo de producción. Previene los espacios desintegrados desde el ser reformado de acuerdo a una Razón que ha sido rendida más flexible y abierta (dialectilizado) a través de la relación del tiempo (ciclos y ritmos) con el espacio. La catástrofe consiste en el hecho que el espacio estatal impide la transformación que lideraría a la producción de un espacio diferencial. el espacio del Estado subordina a ambos caos y diferencia a sus implacables logísticas. No elimina el caos, pero la maneja, en el otro lado captura las diferencias al momento de su emergencia y las suprime. Pone en regla un orden vacio animado solo por eso que lo niega, definido por el caos y la disolución en un lado, lo diferencial y lo concreto por el otro, lo diferencial y lo concreto por el otro. La lógica de este espacio coincide con la estrategia estatal, y así con los objetivos y las estacas del poder. Sabemos muy bien que esta lógica está vacía sólo en apariencia; sirve como el pívot y las hachas

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para las fuerzas políticas que buscan mantener el equilibrio entre los niveles de la morfología (lo infra-nacional y lo supra-nacional) y lo que contraviene la ruptura de ese equilibrio. Pero la lógica del espacio del estado es ya esta ruptura, desde que interrumpe el movimiento. a este nivel del estado lógico (la lógica estatal), el riesgo implicado en la trilogía de la representación-participación-institución dentro del juego. Los reales y concretos movimientos, esos de los “usuarios”, sus protestas y luchas, caen en el conjunto de la trampa por ellos por el Estado (especialmente cuando posee el poder completo de la centralización). El estudio de los movimientos urbanos muestra esto. Al trío o trilogía mencionado arriba corresponde a la triple trampa de la substitución (de autoridad por la acción de la gente común), transferencia (de responsabilidad desde los activistas a los “líderes”), y el desplazamiento (de los objetivos y las estacas de las protestas sociales contra los objetivos de los “jefes” que están atados a establecer el orden. El estudio mencionado previamente por Katherine Coit17.es confirmado por el reciente libro de Michel Ragon, el arquitecto, el príncipe, la democracia.18. Sólo el control por la base y la autogestión territorial-ejerciendo presión contra la sumisión del poder del estado y liderando una lucha concreta para concretar objetivos-puede oponer una democracia actualizada para administrar racionalmente. i.e., puede subsidiar la lógica del estado a través de una dialéctica especializada (concretizada en el espacio sin negar el tiempo- por el contrario, integrando el espacio con el tiempo y el tiempo con el espacio).

Aquí y en esta estructura, uno puede retornar a la Crítica del programa de Gotha y el estado de Lenin y la Revolución. En el camino a esta despolitización, el estado declinante primero tomaría cargo del espacio en orden a reparar el daño infringido durante el periodo corriente: las ruinas, el caos, el desgaste, la contaminación (la que eventualmente causa la muerte de los mares, el Mediterráneo, por ejemplo, y ¡aún el Océano Atlántico!). Este trabajo (obra) no puede cumplir sin concebir una nueva textura de espacio. El decadente Estado será disuelto no tanto dentro de la “sociedad” en un sentido abstracto como dentro de un espacio social reorganizado. En esta etapa, el Estado debería ser capaz a mantener ciertas funciones, incluyendo eso de la representación. El control de los flujos, la armonía entre los flujos internos y externos a un territorio requerirá que sean orientados contra las empresas globales y por implicación requerirá también un manejo general [una gestión global] de un tipo estatal durante un cierto periodo. Esto puede sólo liderar hacia el fin (fin y conclusión) por sentido de la actividad de la base espacial (territorial) autogestión, democracia y control democrático, afirmación de las diferencias producidas en y a través de esa lucha.

Traducing de Alexandra Kowalski , Neil Brenner, Aaron Passell, Bob Jessop, Stuart Elden y Gerald Moore.

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14.- La experiencia de la mundialidad.

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Este es el capítulo final del volumen final del Estado. Aquí Lefebvre brevemente analiza las raíces filosóficas de sus nociones del mundo, dibujándolas en Heráclito, Marx, Heidegger, y Aselos. Provee un importante, sucinta discusión del mercado mundial, y del crecimiento de las firmas multinacionales, y distingue las fases agrarias, industrial, y urbanas del desarrollo capitalista. Lefebvre también discute la relación entre el concepto de la mundialidad y la historia. Este capítulo así ilustra como el trabajo teórico de Lefebvre construye y critica el materialismo tradicional histórico por la incorporación de una perspectiva espacial. A través de un número de ejemplos de política contemporánea, Lefebvre explora alguna de las implicaciones prácticas de su análisis en Del Estado. Los conceptos claves aquí son, de nuevo, esos del modo estatal de producción, mundialización, y autogestión.- Eds.

La revolución ha sido confiada para crear el “mundo” y la “mundialidad” [el mundo y la mundialidad]. Fue la revolución de la mundialidad [la revolución de la mundialidad]. Hoy tenemos que darnos cuenta que la mundialidad y la mundialización, con sus características azarosas e impredecibles, constituye la “revolución”, en verdad se concluye.

Pero, ¿Qué es la revolución? ¿Qué es la mundialidad? Después de una mirada inicial, advertimos la prodigiosa complejidad del movimiento: el mercado de la mundialidad la generalización del poder del estado, información generalizada pero información procesada, demografía y tecnología desbocada, espacio, el Tercer Mundo y los grupos étnicos minoritarios, mujeres, campesinos, juventud, etc. El movimiento de las clases-trabajadoras encuadradas por Marx y el Marxismo como (fundamentalmente y esencialmente) privilegiado, sólo sería un movimiento entre otros, importante, o el más importante, pero el generador de contradicciones, y no el único. ¿Qué es lo requiere una reconsideración de la “mundialidad”.?

Eso habiendo sido dicho, el concepto de la mundialidad hecho conocido, se desata suavemente, pero no sin dificultades, desde lo histórico. ¿Concepto más bien que metáfora? Por supuesto, pero con un nuevo significado, poniendo énfasis en lo posible y no en lo “real”.

No tenemos que examinar aquí ciertos aspectos importantes y tal vez decisivos de la “mundialidad”, tal como la “aero-política” de la información. Uno sólo tiene que mencionarlos. La información nos reserva más que una sorpresa1. Desde estos elementos serian dibujados ahora aspectos y momentos, el concepto de la mundialidad, presente desde el comienzo en este trabajo: ahora este concepto, este punto de partida y punto de anclaje está lejos de la explicación. Apareció dialécticamente como que es mostrado, designado, levantado para, producido por el todo de las fuerzas del día-presente y como que ellos concilian, cohíben, prohíben y frustran. ¿Cuál plantea sin resolverlo la pregunta de la mundialidad como posible-imposible, como fuera-del alcance de la virtualidad? ¿Para cuál? Para esos que llevan junto los movimientos que engendran esas mismas virtudes.

La mundialidad paradójicamente aparece en el horizonte como posibilidades ya parcialmente (bosquejadamente) realizado, inducido y producido, pero también resistido y frustrado por las fuerzas en acción en modernidad. Conversadamente, la mundialidad tiende a quebrar obstáculos, explota límites, y se mueve de tal forma que se le opone. Sabemos ya como el Estado está llegando a ser mundial (se mundializa) y al mismo tiempo se opone a la mundialidad. Los estados-Naciones, atadas al territorio, los manejadores de este espacio, arbitran y actúa como el poder dominante de y por este espacio. Lo manejan como dueños eminentes, casi de la manera que este mundo significante bajo el antiguo régimen, por el cual los derechos escritos y poderes de los nobles y del rey eran sobre impuestos en los derechos comunes de los campesinos “los comunes”, poseedores de usufructo perpetuo2. Una súper-imposición análoga gobierna el Estado moderno y su relación con su espacio (territorio). Métodos (a veces obligan y a veces violentan), y multiplica procedimientos, el mejor conocimiento del cual es “expropiación” , da concreta expresión a este eminente derecho, al cual conocemos para extenderlo bajo el campo el espacio aéreo, bosques, y recursos de agua, ríos, costas y territorios marítimos y a los territorios marítimos recientemente extendidos.las fuerzas productivas tienden a la mundialidad. Desafortunadamente , esta tendencia de las fuerzas productivas-las experiencias de mundialidad más tardías y de primaria importancia-

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ha engendrado “supra” o “multi” firmas y compañías que, como sabemos, tienden a desclasificar los Estados y usarlos para dominar y manejar un territorio para su provecho.

Cuando la filosofía ha explorado la mundialidad, ha establecido las proposiciones significantes. Cuando Heidegger dice: “el mundo se mundializa” 3, este testamento, el cual se acerca a la tautología, tiene gran significado. Quiere decir que la mundialidad concibe en y para si mismo y no por otra cosa (historia, espíritu, trabajo, ciencia, etc.). el mundo se transforma en mundo, llegando a ser lo que virtualmente era. se transforma por llegar a ser mundializado. En él se descubre y converge la creación. No existe antes de que él lo cree y aún, proclamaba, lo posible/imposible, a través de todos los poderes, tecnología, conocimiento, arte. Este “terminus ad quem” (término hasta donde) tiene una consistencia y una existencia en su propio derecho. Estamos mirando al “terminus a quo” (termino desde donde) ¿inaccesible y definitivamente perdido, por el original? 4.

Esto es un error de la antigua filosofía. El secreto, el código, de ser, no es descubierto en el original, pero en lo posible, sin omitir la historia. El proceso completo, historia (de ser en Heidegger) puede y debe ser considerado, pero no contiene la palabra del enigma. Lo posible y lo imposible se manifiestan en el aquí y en el ahora como el llamado o interpelación. La mundialidad no puede representarlo. Lo mundano [lo mundano] se representa: es compuesto por las representaciones (es concebido por los pensamientos representativos), según los principios de identidad, de diferencia, de no-contradicciones, principios abstractos. El siendo [siendo] está representado pero no Ser [el Ser]. La mundialidad nació de la duración cósmica: es producida como el mundo “por el luminoso hace, haciendo iluminar la exención tomada por el ser”, es la dispersión del ser. Heidegger agrega, a lo largo de las líneas de Heráclito: “la dispersión del ser”- un niño que juega “El hombre está comprometido en este juego y así lo arregla dentro de la moción: el juego ves sin el por qué, pero es jugado y no puede pero juega. Sólo el juego queda, eso que es el más elevado y el más profundo. Es el Uno, el Único. Sin embargo la mundialidad, la apuesta de este juego [apuesta de este juego] en el cual el ser, ya no se esconde, se desarrollará y se extenderá.

En la misma veta, K. Axelos define o más bien concibe el mundo como un “horizonte limitado”. El juego del mundo abraza y estruja juegos y reglas, transgresiones y cálculos, significados e interpelaciones, todas las verdades y todas las figuras del error. La mundialidad no tendría, de acuerdo a Axelos, más consistencia que lo real o lo actual. La totalidad en el movimiento o más bien en progresión ni tiene centro ni foco, ni fuente ni núcleo; este no- centro, el cual es jugado que de esta manera juega cazando un centro. Él, que está más cerca de un centro está al mismo tiempo él que está más lejano de él, más que filósofo o erudito, amante o político, mago o artista. Todos los grandes pensadores piensan (y extravían) el significado de la totalidad del mundo. Así el pensamiento de Nietzche tiene un centro: la muerte de Dio. Pero su voz dice y repite que no hay una respuesta en el mundo (moderno) al por qué; como el mundo de lo no- total totalidad (el ser inseparable desde la nada y la muerte) no tiene terreno: es el juego. Así que Nietzsche anticipa la crisis del mundo futuro (de lo posible). Después de Marx y Nietzsche la muerte de la filosofía ha sido largamente celebrado, institucionalizado y ritualizado. No hace mucho cuenta porque cuenta por mucho, esperando ser competente y contable. El filosofo no hace mucho juega, no hace mucho toma parte en el juego, mientras las fuerzas básicas y sus poderes continúan su juego; lenguaje y pensamiento, trabajo y lucha, amor y muerte, el cual lidera el juego, a veces por su presencia, a veces por su ausencia-a vedes por el decir a veces por el hecho (el Logos y Praxis). Para nosotros lo planetario es la única figura accesible a la mundialidad. Así va el mundo sin tregua, sin fin.

Antes de la transición desde la filosofía a la metafilosofía. Marx ha explorado la mundialidad para contribuir una doble proposición, una “realista”, la otra teórica. Para Marx, en términos prácticos, el mundo primero toma su forma: el mercado de la mundialidad. Marx ha bosquejado la historia: comenzó la elaboración del concepto sin terminarlo. Se diferencia entre periodos del mercado de la mundialidad; antes del capitalismo y después del capitalismo. Sabe que la mercancía y el mercado del dinero van juntos pero no más coincide con otro que con el mercado del trabajo (de la fuerza del trabajo). El mercado de la mundialidad, para Marx, ya multiplicado y diferenciado,

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siempre se presenta de acuerdo a una configuración espacial. La dominación de un poder político y central (Inglaterra en los tiempos de Marx) involucra y gobierna esta configuración que regla sobre las corrientes (flujos) de bienes e inversiones – pero no sin levantar a veces – violentas interacciones y reacciones. Marx ni completó este análisis ni la reintegración de lo espacial (el campo y el subterráneo, la tierra y el arriendo de la tierra) dentro de su cuenta de realidad.

El mundo y la mundialidad son también comprendidos por Marx desde el punto de partida de la filosofía, que es, desde su comienzo. La filosofía hace el mundo: hace el mundo y el mundo es hecho a través de él. El mundo es producido con la precisa extensión que la filosofía es realizada y, realizando, llegando a ser el mundo. Los filósofos han interpretado el mundo: ahora debe ser cambiado; ¿puede este cambio ser cumplido ser cumplido sin flosofia?7 no porque consiste en la realización práctica de lo que los filósofos han sólo pensado o representado: libertad, felicidad, conocimiento, gozo. ¿Quién puede realizar la filosofía para comenzarla, para realizarla en un camino tal que transforma al mundo?

¿Quién lleva a cabo la transformación del mundo (el mundo llegando a ser y el llegar a ser del mundo)? Revolución total, el cual proclama y ejecuta el orden del final del capitalismo, de la burguesía, del Estado, de la familia y de la nación, del trabajo, de lo individual separado, de lo histórico, de lo económico y de lo político, etc. Así la clase de trabajo, los sostenedores de esta capacidad es universal tal como y sólo tal como es...

En el curso del presente trabajo, hemos propuesto el discurso teórico- un discurso no contradictorio en las contradicciones del mundo moderno – el que avizora la mundialidad. por el llegar a ser mundial [mundializándose] en las bases del mercado mundializado, el Estado abre y cierra las sendas de la mundialidad. Esto sin embargo llama para el final del Estado (esto es su confusión). Esta última imagen del tiempo histórico es también el primero del mundo- espacio ancho- una imagen que se desteñirá y ya se vuelve borrosa antes de otras configuraciones. ¿El mundo? es lo planetario, sin embargo el espacio a uno y al mismo tiempo produce y trabaja: un conjunto de lugares, y resultados de una creativa y como tal actividad artística, ambas conscientes e inconscientes. La mundialidad no se define por la Naturaleza: lo último abre dentro de la mundialidad, pero transformado en la “segunda naturaleza, distribuyendo y pobremente definido. La Tierra amenazada por el terricidio, 8, tal como la apuesta de un terrible juego, esta propuesto como el comienzo y el fin de la actividad productiva-creativa. Antes que de la galaxia, espacio planetario se da a las especies humanas como en el teatro y en el escenario, campo de lo posible y aparición repentina de lo inesperado.

El estado, este imprevisto que el pensamiento político podía tener y habría previsto, lo cual vislumbró con Hegel sin atreverse a extenderlo en el mundo, por reservarlo para Europa y para la nación elegida- el Estado no tiene nada eterno sobre si. Ya el perfecto y absoluto Estad, la nación Estado de acuerdo a Hegel y según la Revolución Francesa, este Estado se mueve lejos: explota, cogió en las contradicciones, lloró a solas entre lo que abruma desde el interior y desde el exterior, en esto, el Estado une a la historia y a la historicidad y al tiempo. ¿Qué lo encantará y ya arrasa con todo? La mundialidad. El Estado no ha perdido su unión con lo “real” particularmente con lo espacial, corre el riesgo, precisamente de esta manera, llegando a ser el instrumento de las firmas multinacionales, o colapsando bajo sus golpes y manipulaciones. El menor de estos riesgos: consolidar, enriquecer y llegar a ser más opresivo y represivo. Este Estado no le permitirá morir o ser vencido sin resistencia. La que anuncia nuevos eventos similares pero sin reproducirlos a los más viejos (fascismo, Estalinismo, anarquía, terrorismo, etc.). Tal vez la mundialidad ¿tomaría forma sólo en el curso de una crisis de la mundialidad? ¿O después de ésta?

Para esparcir la mundialidad, ¿le sería necesario entrevistar la CEO de IBM, o a un experto ilustrado Americano al estilo de Galbraith? Déjennos encontrar solaz en los problemas de esta aproximación. Estas personalidades no tienen tal vez el concepto global de la visión que una apreciación simpática los atribuye a ellos. La CEO es fácilmente persuadido que los intereses de las firmas podía ser identificadas con esas de los EE.UU. y del mundo como un todo. Con respecto

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al ilustre experto, hace, también, no arriesga inflar la estrategia de los EE.UU. el Estado y el capitalismo profundo con la mundialidad [mundialidad].

Déjennos retornar, más bien escudriñar más profundamente en los conceptos, hacia Marx al Marxismo. ¿Por qué? Porque el pensamiento de Marx también constituye la mundialidad y lo dobla: llegando a ser mundializándose [mundializándose] en un nivel teórico, y dando ímpetus prácticos a los movimientos que han cambiado al mundo y al movimiento en una dirección mundial. Se hace esto para tomar cuenta las direcciones, diversiones, fracasos y además para definir la teoría (incluyendo la teoría Marxista) como una actividad que trae la práctica, la cual es decir loa real transformación del mundo, para sostener en el lenguaje y en los conceptos, por la rigurosidad uniéndolos juntos.

Considerado sobre el “largo plazo”, lo cual es decir después de alguna duración (y no a corto plazo, después de una breve duración), la transformación práctica del mundo ha experimentado tres fases. Sólo el análisis puede distinguirlos. Esta diferenciación es deliberada, porque el pensamiento teórico no debe mezclarse junto con estos momentos aún y especialmente porque interactúan y obstruyen a otro. En la práctica social, esas fases han obstruido otra, a veces violentamente, sus movimientos gana fuerza a través del combate con otro.

a) La fase agraria: la transformación de la agricultura, de la propiedad de la tierra, del terreno (y el subterráneo) arriendos e ingresos;

b) La fase Industrial: introducción de y cambios a la labor industrial, como también de la tecnología-inicialmente, al menos, bajo la administración de la burguesía. Formas modernas de producción y el valor del superávit (sobreproducción comprensiva [global];

c) La fase urbana: urbanización general, inducida a través de la industrialización- la reorganización de la sociedad como un todo alrededor de los centros urbanos (del poder, de los tomadores de decisiones). Es claro que estas fases están interrelacionadas y afecta una a la otra.la transformación del mundo del a agricultura fue cumplida a través de la presión económica de las industrias de los países “desarrollados” y a través de la presión política del imperialismo. La industrialización gira entre las rupturas en el primitivo inicio de la acumulación del capital. Si examinamos la historia de Europa y de los países en el “frente del progreso” al comienzo de la industrialización, nominalmente Inglaterra y Francia, observamos que las transformaciones de la agricultura y de la hacienda precede al capitalismo industrial pero sigue el mercado capitalismo y la formación del mercado mundial, acompañando los primeros síntomas de la industrialización (manufacturas, la importancia de la ropa y de la producción textil, el crecimiento inicial de los pueblos). Como para el periodo urbano, estos flujos de la industrialización, pero también de la transformación del campo: la ruina por parte del campesinado, movimientos migratorios, la convocatoria de la fuerza del trabajo en los pueblos.

Las fuerzas sociales y políticas que estaban agrupados en la acción, y las causas y los efectos de los movimientos y las luchas, difieren grandemente de acuerdo a la fase y al momento. La fase agraria fue dirigida por los pobres o por los campesinos en banca rota cuyas protestas no eran fácilmente transformadas de los levantamientos campesinos [protestas campesinas ] dentro de las revoluciones; requirieron una entrada externa que fueron ambas teórica (Marxismo) y práctica (líderes desde otro estratos y clases, particularmente de la clase de trabajo). Un episodio esencial en esta fase fue la reforma agraria. Dejando a un lado un hecho histórico, nominalmente que la revolución francesa acabó, sin nombrarla como tal, una reforma agraria que fue tan vasto como fue ejemplar, estas reformas revolucionarias continuadas a través de un buen trato del siglo veinte. Orientado hacia una forma de acumulación primitiva que fue juzgado “socialista”, estas reformas constituyeron el acto político esencial de las revoluciones rusa y china. La hipótesis que los problemas agrarios y sus soluciones han manchado al “socialismo” las demandas de la reflexión teórica. Explica la dirección del socialismo hacia el estatismo y al SMP. Una revolución proletaria en el sentido de Marx no ha ocurrido aún: ambas las orientaciones de lo político y de lo social de la “fase” urbana queda indeterminada. Arriba en el presente, las revoluciones del siglo veinte ha quedado saltando por el suelo, a la tierra, al territorio nacional: ellos quedan teñidos por

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el nacionalismo, ellos obscurecen el horizonte de la mundialidad mientras simultáneamente se abre.

Las revoluciones campesinas y las reformas agrarias han transformado la superficie del planeta, agotando sus posibilidades durante el curso del siglo veinte. Todo ha sucedido como si la clase trabajadora ha permitido a los campesinos hacer lo que a ellos les gusta, seleccionando un ojo favorable sobre sus actividades y uniéndose con ellos, con mucha cautela. Las reformas agrarias en todas partes favoreció la extensión del mercado (in terno y externo), desde entonces el despliegue del mundo de la comodidad y la circulación general. Y, aún estas actividades han tenido un impacto revolucionario en la escala de la mundialidad; vencieron una clase. No liquidaron completamente la aristocracia feudal y la propiedad de la tierra (latifundista) 10.aquí quedan huellas, aún fragmentos de ellos (España, Italia, México, etc.), particularmente en el sudeste Europeo, no para mencionar en el mundo Árabe. Y aún, la aristocracia de la tierra estuvo junta a la extinción. Larga confusión, buscando el renacer de Europa (Francia, Inglaterra, etc.), con el levantamiento del capitalismo esta clase perdida, en la escala de la mundialidad, su monopolio sobre la propiedad privada de la tierra (el “doble monopolio” descrito por Lenin). Si esta clase reaparece, esto sucede en caminos imprevistos; a través de la posesión del terreno y de sus riquezas (el petróleo de los Emiratos, etc.). Al lado de la aristocracia, pensado por diferentes razones, la comunidad de las aldeas y la aldea misma desaparece.

La fase industrial ha sido manejada por la “representativas” de la burguesía y otras clases, representativas alineándolas con la administración del capitalismo pero trayendo con presteza sobre algo imprevisto: el modo estatal de producción. La burguesía y la administración capitalista del crecimiento han levantado a las fuerzas adversarias de la clase trabajadora. Esto ha ejercido una continua presión durante el curso del siglo veinte, un empuje si no un pinchazo. El aporte revolucionario ha fracasado. ¿Dónde? En Europa, y específicamente en Alemania, en condiciones que tiene aún que ser totalmente dilucidado11. Las movilizaciones de los trabajadores han obtenido sin embargo resultados significantes en los países altamente industrializados, y en varios otros. Estos resultados incluyen la legalización de las uniones comerciales y la institución de la ley laboral (unión de derechos, los derechos al trabajo, derechos de los trabajadores). No considerados irracionalmente como un a mayor victoria para los trabajadores, la legalización de las uniones comerciales ha, sin embargo, provocan consecuencias inesperadas: su burocratización, su asociación con el juego de las fuerzas y con “la postura” [“representación”], sus operaciones en el corazón de la sociedad existente, sus manipulaciones. En la escala de la mundialidad, todo ha sucedido como si la clase trabajadora ha agotado sus capacidades por la transformación (de si mismo y de la práctica social). Podemos preguntarnos más bien esta clase no está declinando, siguiendo una breve y trágica saga, sin haber alcanzado el estatus de “sujeto político”, “hegemónico”, o “clases regladas”. Los renaceres no son en ningún caso, imposible- lejos de esto. La supuesta integración de la clase trabajadora en el capitalismo es sólo una ilusión (una ideología asertiva que ilusiona y atrapa ha trabajado exitosamente). Que la clase trabajadora participa en las operaciones y circulación general de la sociedad existente (la circulación de bienes, representaciones, información y aún entretenimiento) es un hecho generalizado. Que ya no hay más bien resistencia o repugnancia es un aserto dogmático. La permeabilidad: las fracturas junto con los movimientos de los trabajadores, los golpes “brutales” y las protestas las aspiraciones de los sindicalistas. Podía ser que el periodo de la revolución del proletariado ha comenzado. ¡Esto es más que una plausible, si no probable, hipótesis que una tesis!

Las cuestiones urbanas y los movimientos no tienen hoy la compleja y traumática historia del campesino y de los movimientos de los trabajadores. Emergen, aparecen y desaparecen demasiado por todas partes en el mundo. Los problemas planteados por la ciudad moderna (la ciudad histórica explotada y la ciudad del presente. ambas dotadas con periferia, suburbios, y a menudo inmensas extensiones, la aglomeración situada en el núcleo de una proliferación de fábrica urbana) son los problemas de la mundialidad. la organización del espacio está en la estaca de los movimientos urbanos de las intensidades y objetivos altamente variables. Este nuevo fenómeno, alcanza así a hablar, hacia movimientos más tempranos. Los movimientos de los

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campesinos han igualmente cambiado radicalmente y directamente la organización del espacio. La industrialización y los movimientos de trabajadores lo cambiaron, pero indirectamente y ciegamente, a trasvés del espacio de los negocios, de la labor productiva y de varias escalas de la división del trabajo. La problemática urbana y los movimientos relacionados han obtenido un mayor resultado: han generado un lenguaje, conceptos y una teoría del espacio social, su organización, su manejo. Durante el curso de esta transformación, primera naturaleza (p materia prima) desapareció, dejando atrás muchas huellas y mucha nostalgia y fueron reemplazadas por la segunda naturaleza, lo urbano, la estaca de las nuevas luchas.

¿Qué vemos aquí es un efecto de la escala de la mundialidad que tiende a acertar como la razón y la causa de los movimientos espontáneos, y de las decisiones motivadas por el conocimiento? A pesar de las interpretaciones restrictivas, reductivas, y reformistas que acumula de varias fuentes y florece en la ideología manipulativa, la fase bajo la consideración tiene una efectividad revolucionaria. En primer lugar, tiende a resucitar las fases más tempranas. Los campesinos que se dejan caer en las ciudades adquieren, sin fijar allí, una capacidad más bien imprevista para la inmovilización (en América Latina, por ejemplo). Los trabajadores, collar azul, o no, que han obtenido un nivel decente de compensación en los asuntos de los negocios, salarios, y horas de trabajo, sin embargo se encuentran entallados por el espacio: transporte, infraestructuras urbanas, etc. Sus iniciativas continúan, a veces multiplicadas y moduladas, así, para hablar, por los nuevos problemas de todos los días. La ciudad y los diversos movimientos urbanos finalmente diversos altamente generosos, desde la mayoría de las demandas diarias a esas de la guerrilla (que específicamente apuntado, finalmente desaparece y renació). Así muchas novelas de ciencia ficción evoca la ciudad de la mundialidad [la ciudad de la mundialidad], la metrópolis [ciudad] de quince billones de habitantes cubriendo el planeta Tierra, corre por el computador pero albergando fuerzas tumultuosas, ¡provocando salvajes rebeliones o grandes revoluciones!

¿Cómo son así promulgados los cambios? ¿De una manera que puede ser vista y sentida, que puede ser leída en los eventos terroríficos descritos por los historiadores tal como las invasiones y las revoluciones? Aquí vislumbramos una de las trampas del pensamiento histórico el cual condensa lo que se desarrolla gradualmente, “sobre el largo plazo” lo resume en una dramática narrativa ¿El drama? ¿La tragedia? Son reales, pero vienen raramente al frente. Una mañana, algunas familias campesinas dejan algunas aldeas; por un largo tiempo después, otros las dejan también, luego otros, y la aldea desaparece. En la vecindad de un pequeño mercado de la aldea, un taller es arreglado, crece y un día el recién llegado contempla un pueblo industrial.

Las redes de las transformaciones diarias del mundo moderno. Los concilia y está revelado. La cotidianidad está reunida: los relojes control, las alarmas de los relojes, el tiempo libre y los viajes. Nada está cumplido sin un plan pero que con el cual es cumplido generalmente no tiene nada en común con los planes (¡por otra parte la malentendida mirada filosófica de la importancia de los tópicos y de los planes!). Con la transformación del mundo, la cotidianeidad, también, llega a ser mundializada [mundializarse]. Llega a ser una parte integrante e integrada del mundo en formación y transformación, y una vez en un tiempo, lo mejor y lo peor de los tiempos, es cotidiano, la gente dice, que debe ser transformado. “La vida del cambio”, pero la vida de todos los días ha ahogado los dramas y las tragedias de la modernidad con su monotonía y su monotonía intrusa. Como el Estado, consolidándolo, ha experimentado guerras y revoluciones. En cada caso, reacciona ostensiblemente a la pregunta de ¿”Por qué estoy aquí? ¿Qué estoy haciendo? ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Qué toma el futuro?”. Pero lo diario reacciona a este cuestionamiento sólo por estrangularlo, causándolo, para serlo renacer perpetuamente desde su s cenizas polvorientas.

¿Qué llega a ser la mundialidad? Podemos enumerar sus implicancias y consecuciones. Primero, el cambio, el mercado. Luego el Estado en el sistema de los estados, junto a la tecnocracia, la tecno estructura del estado.12 O más bien la distribución del poder político junto con cada Estado entre los tecnócratas, los militares y los políticos profesionales (el todo que constituye lo que ha sido llamado desde Hegel la “sociedad política” frente a “la sociedad civil”).

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Con sus direcciones caóticas, cismas, desvíos, degeneraciones, represalias, regresos –con sus conflictos y contradicciones; “El Marxismo” incluye diferentes escuelas y tendencias juntas están yuxtapuestas, supra impuestas y opuestas, recibidas, y aún, con verdades trivializadas, tales como la importancia de las fuerzas productivas (técnicas, la división del trabajo) y las ilusiones (Marxismo ideologizado, el instrumento de la manipulación política), errores y fallas, posibilidades imprevistas, particularmente con respecto a la teoría del Estado y a la teoría de la mundialidad. Sólo este conjunto entra en la “mundialidad” y merece el título planetario. Desde esta perspectiva, es sin embargo a través del Marxismo que la filosofía llega a ser mundializada: es realizada siendo vencido, y siendo diversificado. El cual deja la apertura más grande y el rol más grande para los trabajos que terminan con la filosofía clásica (Hegel y sus seguidores, arriba hasta hoy), o cuáles horizontes abiertos (Nietzsche y a un menos extenso Heidegger). El cual no excluye a unos pero no los incluye en sistemas cerrados, también todos los análisis coyunturales, esfuerzos para rescatar la filosofía clásica, finalmente el nihilismo.

¿Ha sido la relación “historicidad-mundialidad “totalmente esclarecida? No. Hemos mostrado su carácter conflictivo, e incluso, dialectal: unidad y contradicción. La vieja metáfora de la historia universal ha explotado. El historiador, como tal, no alcanza la universalidad. La historia se abre sobre otra cosa, y el Weltgeschichtlich de Hegel, que postula que el Estado como el fin de la historia, constituye el error final de un sistema filosófico que el filósofo decide cerrar. La historia tiene su fin ni en el Estado específico de la Alemania prusiana, ni en el Estado en general. Esta idéntica-entrega de lo histórico y de lo mundializado es una parte intrínseca de la lógica del Estado, el cual es finalmente victorioso en la dialéctica Hegeliana. Dialécticamente, y en una manera contradictoria, la historia se estrecha en una post-historia que, como Marx entendió, ocasiona la rendición [vencimiento] del Estado. Sin embargo, la solución al conflicto de la “historicidad-mundialidad” no ha, hasta ahora, sido bosquejado totalmente, y más bien tiene el movimiento que corta alrededor de él y extrae la contradicción. ¿Cómo salir de la historia? (La aporía es vislumbrada El fin de la historia). El conflicto que está avizorado aquí, ¿Qué tipo de producto es? En un sentido, retornamos aquí a la aporía del Marxismo (ya mencionado, sin explicación, en el capítulo en “aporías” en Meta filosofía), nominalmente transición (el periodo transitorio).13 si hay un pasaje, un salto cualitativo de lo histórico a lo mundializado, ¿cómo es el periodo transicional presentado y definido? Con el conflicto desde ahora reconocido como fértil y no como estéril ¿qué produce? ¿Dónde va? ¿Dónde y hacia qué se dirige? Hacia la secuencia de las más o menos explosivas contradicciones y conflictos que, por el momento, ¿constituye la modernidad?

El cuestionamiento el cual una vez de nuevo concierne a lo posible considerado de uno y al mismo tiempo como fundado en la realidad; y como perspectiva en lo real, encuentra su respuesta en la trinidad “historicidad-mundialidad-espacialidad”. El conflicto historicidad –mundialidad” se resuelve en y por la producción del espacio de la mundialidad, el trabajo de un tiempo histórico en el cual se ha realizado. Las contradicciones traspasadas por el tiempo que se va a través de varias fortunas: algunas empeoradas, otras aminoradas, nuevas contradicciones se manifiestan, sobrecargando las previas de acuerdo a la coyuntura. Es a través de estos obstáculos, estos riesgos, que el nuevo camino aparece, cuyo presente trabajo ha tratado de abrirlo. Es a través de estas dificultades que los nuevos valores son creados entre los cuales están esos unidos al espacio (espacio y producto) que han sido usados aquí como ilustración.

Déjennos incluir lo siguiente a la lista de la experiencia de la mundialización:

a) La mundialización del Marxismo, como ya se notó con sus numerosas consecuencias. Ciertos conceptos “Marxistas” tienden hacia lo concreto universal- eso de la praxis, eso de las contradicciones y del conflicto, etc. Como puede ser atestiguado en el trabajo de Mao Tse-Tung. El cual por el contrario no excluye ni uno ni otro de los renovados usos de ciertos conceptos (productos de superávit o valores de superávit global, composiciones orgánicas de capital, etc.) o

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la introducción de nuevos conceptos (incluyendo el de todos los días, diferencia, lo urbano, el espacio social, el SMP, etc.).

b) El mercado mundializado, uno y muchos, comprendido en su más complejo.

El cual involucra la división de la mundialidad de la labor productiva, conocimiento en la escala de la mundialidad y de la información, espacio en una mundialidad escala (planetaria), el oro como supremo equivalente, el problema de las transferencias de los valores de superávit y los cambios monetarios, etc.

c) La existencia, el poder del crecimiento, la acción amenazante de las firmas mundializadas manipulando circulantes, recursos, territorios, los Estados (nacionales o pluri-nacionales).

d) La naturaleza de la transformación del mundo caracterizado por varios movimientos, incluyendo (característicamente) de las clases trabajadoras.

e) El fracaso de la planificación autoritaria y centralizada (URSS). Un fracaso relativo: acelera el crecimiento, pero por dirigirlo (pesada manufactura, armas) e inequidades internas empeoradas (zonas pobremente desarrolladas, tales como la agricultura). Quien lidera una inversión de la situación, “Socialismo” y “Marxismo” cambian en sus oposiciones: absoluta dominación del Estado, ideología del Estado, carácter opresivo del Estado, etc.

Este relativo fracaso de la SMP con componentes “socialistas”. Las últimas funciones para promocionar el gigantismo (empresas, ciudades) y simultáneamente por la exclusión del crecimiento un creciente número de casualidades. Los fracasos de las dos formas del SMP corresponden pero no deberían ser unidos. Podía ser que el futuro del Estado difiere de acuerdo a su modalidad de existencia; eso degenera aquí (sin secarse en el sentido del Marxismo-Leninismo) y lo que prospera aquí (sin entrar en el “reino de la libertad”).

El fracaso del SMP con los componentes “socialistas” involucra el fracaso de la sociedad (una “cultura”, una civilización) fundado en el trabajo y en la valoración (ética, estética) del trabajo productivo material (manual). El correspondiente fracaso del SMP con los componentes capitalistas involucra el fracaso de la sociedad fundada en el formalismo del arte, discurso, etc.

f) La mundialización del Estado como una morfología jerárquica lleva con eso posibilidades de ruptura más que la estabilización del todo. La experiencia de la mundialidad incluye aquello de la explosión, colapso, deterioro, pulverización de las unidades del estado (ejemplos recientes son Portugal, el Estado establecido por Salazar haciéndose añicos [estallando en pedazos] después de la muerte del Príncipe, el imperialismo portugués incapaz de sostenerse; o Chile).14 Es uno de los elementos esenciales o momentos de la experiencia mundializadora, la cual confirma la no permanente naturaleza del Estado.

g) La revolución cultural considerada como revolución política: asalta de los “sindicalistas” contra los aparatos jerárquicos (partidos, administraciones, instituciones) erigido frente a la sociedad.

h) Autogestión (a lo largo de las líneas de la experiencia Yugoslava) con su problemática: relaciones de unidades auto-manejadas [auto gerenciadas] con el mercado y las inversiones; extensión de la práctica del auto-manejo [autogestionador] a todo el espacio social. .

i) La experiencia italiana y española de las regiones, de las descentralización activa, no sin riesgo de una descomposición del Estado, el cual lo haría vulnerable a los poderes imperiales y a las firmas multinacionales puesto que sin llevarlo lejos de la racional ironía del Estado y la doble reabsorción del Estado dentro de la sociedad civil y de la política dentro de lo social. La región como sustituto por el Estado es sin embargo es un importante estamento en el proceso global.

A lo largo de este difícil camino la diferencia, ambas categorías (concepto) teórico y práctico, esto es decir uniéndolos juntos largo-desunido práctica y teoría, hace su camino.

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j) La experiencia de 1968 en Francia y en otras partes: el Estado traicionado por la extensión del movimiento desde un punto vulnerable: la ocupación de su espacio por las clases trabajadoras. Etc.

k) Agreguemos aquí, la confusión, se dispara, a menudo aspectos mencionados: la presión de la mundialidad en cada país y en cada Estado nacional, los riesgos del productivismo transformado en una absoluta ideología , la explosión de los espacios derivada de la historia y del tiempo histórico, la relatividad de los márgenes, el declive de los partidos políticos, etc.

Los variados momentos de la experiencia de la mundialización no se engañan unos a otros. Forman un todo: la ventaja adquirida de la teoría y de la práctica puede abrir en el siglo veinte e iluminar una senda aún para ser seguida.

El principio es que estos tiempos no son sin desafíos. ¡Estos son los tiempos para los desafíos! ¿Pero que está siendo desafiado? Los productos y las creaciones de la historia. El desafío de la mundialidad consiste mayormente en esto, que la transformación del mundo que produce la mundialidad es acompañado por el más terrible peligro y terror. El planeta entra en su existencia unitaria y a una vida con total riesgo. Lo cual no quiere decir que el destino se declare así y que la catástrofe final será fatal-

La revolución se presenta como la mundialidad en el movimiento: una transformación con múltiples aspectos, dominados por los asuntos campesinos, nacionales, estatales [estatales] y políticos. Girando el mundo al revés también incluye la apertura de esta dominación. La cual deja piezas para la acción combinada de la clase trabajadora de la mundialidad y de la teoría que busca lo universal concreto.

La teoría explora lo posible/imposible y declara que uno “debe” (un imperativo teórico no ético) quiere lo imposible en orden a realizar lo posible. Nada más cerrado y nada más alejado de lo posible. La utopía sin embargo asume un urgente carácter. Urgente utopía define un estilo de pensamiento girado hacia lo posible en todas las áreas. Lo que tiende a redefinir el “socialismo” y el “comunismo” no por el estado [lo estatal] y lo político, pero por, por un lado, una crítica del estado [lo estatal] y lo político, y por el otro lado, como producción, apropiación, y manejo [gestión] del espacio. Ni lo individual ni lo grupal existe sin un apropiado espacio (producido como tal).

El pensamiento conceptual explora los caminos, venturas en las sendas. Puede preceder a la práctica, pero no puede separarla de ella. La práctica sola, liberada de la obsesión política y liberada de la presión del estado [la presión estatal], puede efectivamente darse cuenta que promete ser el uso simultáneo del concepto y de la imaginación (utopía). La teoría abre el camino, aclara uno nuevo: la práctica lo toma, produce la ruta y el espacio.

Traducido por: Elizabeth levas, Gerald Moore, Neil Brenner y Stuart Elden

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