Legalidad Democratica e Izquierda Democratica: a¿la Cuadratura del Circulo?

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Legalidad Democr´ atica e Izquierda Democr´atica: ¿la Cuadratura del C´ ırculo? Luis Fernando Medina April 19, 2010 No a la adhesi´ on, si a la negociaci´ on. El Polo Democr´ atico no debe adherir a la candidatura de Mockus en la primera vuelta y debe comunicarle a sus simpatizantes lo inconveniente que es hacer una “alianza espont´ anea” entre las dos fuerzas pol´ ıticas. En caso de que haya segunda vuelta, el Polo no debe apresurarse a formar alianzas sino que debe mostrarle a Mockus unas condiciones asicas para un pacto de gobernabilidad y estar preparado para levantarse de la mesa si Mockus no ofrece condiciones aceptables. No a la Adhesi´ on Adherir a la campa˜ na presidencial de Mockus en primera vuelta es inconveniente para el Polo y para la democracia colombiana. Adem´ as no lograr´ a ning´ un beneficio tangible. Los N´ umeros Si el objetivo es forzar al uribismo a una segunda vuelta, lo mismo da apoyar a Mockus o a Petro. Cada voto para cualquiera de estos dos candidatos (o cualquier otro candidato distinto de Santos) tiene exactamente el mismo efecto matem´ atico de alejar a Santos de la mayor´ ıa absoluta. El ´ unico caso en el que habr´ ıa cierta ventaja de votar por Mockus y no por Petro ser´ ıa si de este modo se lograra un triunfo de Mockus en primera vuelta y al mismo tiempo si se creyera que ese mismo triunfo es imposible en segunda vuelta. Ninguna de las dos premisas parece realista. A pesar del crecimiento de Mockus en las encuestas, est´ a a´ un muy lejos de ganar con el 50% m´ as uno en la primera vuelta. La gran inc´ ognita en todo esto es el Partido Conservador. Hasta el momento las encuestas no muestran una desbandada de votos desde la candidatura de Noem´ ı San´ ın, siendo as´ ı la ´ unica, aparte de Santos y Mockus que conserva porcentajes de dos d´ ıgitos. De producirse dicha desbandada cambiar´ ıa la din´ amica de las elecciones y entonces podr´ ıa llegar a resolverse todo en la primera vuelta. Pero ese no es un evento sobre el que el Polo pueda incidir. Si esto ocurre, va a ocurrir con o sin 1

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Articulo e autoria de Luis Fernando Medina

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Legalidad Democratica e Izquierda Democratica:¿la Cuadratura del Cırculo?

Luis Fernando Medina

April 19, 2010

No a la adhesion, si a la negociacion. El Polo Democratico no debe adherira la candidatura de Mockus en la primera vuelta y debe comunicarle a sussimpatizantes lo inconveniente que es hacer una “alianza espontanea” entrelas dos fuerzas polıticas. En caso de que haya segunda vuelta, el Polo no debeapresurarse a formar alianzas sino que debe mostrarle a Mockus unas condicionesbasicas para un pacto de gobernabilidad y estar preparado para levantarse dela mesa si Mockus no ofrece condiciones aceptables.

No a la Adhesion

Adherir a la campana presidencial de Mockus en primera vuelta es inconvenientepara el Polo y para la democracia colombiana. Ademas no lograra ningunbeneficio tangible.

Los Numeros

Si el objetivo es forzar al uribismo a una segunda vuelta, lo mismo da apoyara Mockus o a Petro. Cada voto para cualquiera de estos dos candidatos (ocualquier otro candidato distinto de Santos) tiene exactamente el mismo efectomatematico de alejar a Santos de la mayorıa absoluta.

El unico caso en el que habrıa cierta ventaja de votar por Mockus y no porPetro serıa si de este modo se lograra un triunfo de Mockus en primera vueltay al mismo tiempo si se creyera que ese mismo triunfo es imposible en segundavuelta. Ninguna de las dos premisas parece realista. A pesar del crecimientode Mockus en las encuestas, esta aun muy lejos de ganar con el 50% mas unoen la primera vuelta. La gran incognita en todo esto es el Partido Conservador.Hasta el momento las encuestas no muestran una desbandada de votos desdela candidatura de Noemı Sanın, siendo ası la unica, aparte de Santos y Mockusque conserva porcentajes de dos dıgitos.

De producirse dicha desbandada cambiarıa la dinamica de las elecciones yentonces podrıa llegar a resolverse todo en la primera vuelta. Pero ese no es unevento sobre el que el Polo pueda incidir. Si esto ocurre, va a ocurrir con o sin

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adhesion del Polo ası que no vale la pena que el partido se preocupe por estaeventualidad.

Es probable que una adhesion del Polo a Mockus sı precipitara el colapsode Sanın si, digamos, dicha adhesion le diera a Mockus suficiente fuerza parainducir a los votantes del Partido Conservador a decidirse por Santos o porMockus. Pero en ese caso es bien probable que la misma adhesion del Poloconvenza a simpatizantes de Sanın de votar por Santos ası que la maniobraterminarıa por fallar.

La gran incognita de las elecciones en este momento sigue siendo como sevan a decantar los votos de Sanın. Las ultimas encuestas colocan a Mockusa 7 puntos de Santos y a Sanın con 20%. De modo que para que estos votosempujen a Mockus a la victoria tendrıan que dividirse en una proporcion decasi dos a uno a favor de el y en contra de Santos. Personalmente me parecepoco probable. Al fin y al cabo, Sanın insiste en presentarse como uribistafervorosa de modo que podrıa presumirse que sus electores, por lo menos en unaproporcion bastante grande, van a preferir entre Mockus y Santos al candidatomas asociado con el actual gobierno.

En sıntesis, es muy poco probable que Mockus gane en la primera vuelta.Por otro lado, si no gana en la primera vuelta, sus probabilidades de ganar enla segunda son relativamente buenas ası que no veo razon para pensar en laprimera vuelta como la ultima oportunidad para impedir “la hecatombe.”

Si se trata de consideraciones puramente electorales, no veo la necesidadde que el Polo se apresure a adherir a Mockus en este momento. Cualquierdesastre que se quiera impedir con dicha adhesion es, o bien inevitable, o sepuede impedir con mas ımpetu en la segunda vuelta.

¿Y los Partidos?

Una adhesion inorganica y caotica como la que en este momento tendrıa queocurrir, serıa un golpe muy duro para toda la labor de construccion de partidoque se ha hecho tanto en la izquierda como en otros sectores. El mismo PartidoVerde de Mockus ha tratado de generar mecanismos colectivos de formacion deprogramas aunque obviamente en este momento se ha personalizado nuevamenteen la figura de su candidato. Similarmente, el Polo ha venido haciendo untrabajo de anos por institucionalizarse, por obtener coherencia interna, reglasdel juego, debate enriquecedor y tantas otras cosas.

Desde ese punto de vista, ni al Polo ni al Partido Verde les conviene laadhesion. Se tratarıa en ultimas de una estampida de votos sin ninguna baseprogramatica, sin formar instituciones, sin debate, en fin, exactamente lo con-trario de lo que ambos han venido defendiendo.

La Primera Fila

Existe el argumento, expresado entre otros por el respetabilısimo Alvaro Ca-macho en su reciente columna de El Espectador, de que es importante adherirpronto a Mockus para que la izquierda pueda entrar a influir desde ya en la

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formacion de lo que serıa un posible gobierno de Mockus. Pero esto no lo veoclaro.

Ante todo, conviene recordar un elemento muy importante que la izquierdaparece haber olvidado. Suelo evitar italicas, pero aquı se necesitan: Mockus

NO quiere la adhesion del Polo. Ya lo dijo claramente. Mockus no ve en estemomento la adhesion del Polo como la colaboracion de una fuerza aliada a laque hay que reconocer e invitar a formar parte de su coalicion, sino como larendicion de un grupo que unilateralmente esta pidiendo entrada por la puertade la cocina.

Esto no es inexorable y es posible que finalmente Mockus decida entrar anegociar con el Polo en terminos aceptables. Pero para eso hay que forzar loshechos y la adhesion en primera vuelta es la peor forma de hacerlo.

Si, por el contrario, el Polo mantiene su votacion basica, creciendo lo masposible dentro de las dificilısimas circunstancias a las que se enfrenta, llegarıaa la segunda vuelta en condiciones de negociar. Al fin y al cabo, el Polo tieneuna bancada parlamentaria similar a la del Partido Verde. Su votacion enelecciones de Congreso fue comparable a la del Partido Verde. Tiene trayectoriade muchos anos como uno de los partidos mas coherentes y disciplinados. Haformado cuadros capacitados para muchos cargos. Es el partido que mas hasufrido los atropellos del uribismo. De modo que si Mockus quiere tener unagobernabilidad que no lo arroje en brazos del regimen actual, va a tener quebuscar al Polo.

Voy a lanzar una afirmacion arriesgada: si, en caso de ganar, Mockus deci-diera no gobernar con el Polo, el momento polıtico, economico y social del paıslo someterıa a fuerzas tan poderosas que su gobierno terminarıa convertido enun tercer periodo de Uribe. En ese caso, ¿vale la pena que el Polo se desgasteen buscar alianzas que nadie le pide? Como se trata de una afirmacion gruesa,voy a defenderla en lo que sigue.

Sı a la Negociacion

En caso de llegarse a una segunda vuelta, serıa el momento de la negociacionentre Mockus y el Polo. Como ya explique, creo que es una negociacion quecorresponde a Mockus buscar. Corresponde al Polo, entre tanto, hacer el ejer-cicio interno de aclarar cuales son los terminos que considera aceptables en esanegociacion.

Siguiendo un habito muy comun de los “antipolıticos,” Mockus ya ha dichoque no quiere “acuerdos burocraticos.” Nunca he entendido a que se refierencon eso quienes usan el termino. En polıtica todo acuerdo es burocratico. Serıaabsurdo un acuerdo entre dos partidos en el que uno de los dos no reciba laresponsabilidad de manejar ninguna parte de la polıtica publica. En las grandesdemocracias del mundo los acuerdos y coaliciones se consolidan repartiendoministerios. Esto no es porque los ministerios sean burocracias, que lo son, sinoporque de otro modo un partido no puede incidir en la toma de decisiones delgobierno.

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Lamentablemente la ya larga tradicion de “antipolıticos” en Colombia (dela que Mockus ha sido un exponente de vieja data) ha generado la impresionante la opinion publica de que todo acuerdo que incluya ministerios, institutos ycosas por el estilo es un acuerdo viciado y corrupto. Poco y nada se puede hacera estas alturas para cambiar esa percepcion. Pero, ası sea a puerta cerrada,el Polo debe dejarle claro a Mockus que un acuerdo debe materializarse enprincipios programaticos y acceso a algunos ministerios y otros cargos de altaresponsabilidad polıtica.

Pero el Polo no debe limitarse a pedirle ministerios a Mockus. Eso serıamiope y a la larga contraproducente. Lo importante no es que el Polo puedanombrar unos cargos aquı y otorgar unos contratos allı. Lo importante es que elPolo adquiera experiencia en el gobierno nacional y que sea capaz de poner enpractica sus programas. Por eso, mas alla de pedir cargos, es importante que elPolo deje claro que quiere hacer. Para tal efecto, por encima de la negociacion entorno a cargos, debe estar la negociacion programatica. El Polo debe expresarlea Mockus cuales son los principios que esta dispuesto a defender. Para esto esimportante un analisis detenido de la propuesta polıtica de Mockus, cosa difıcildada su naturaleza tan difusa, y una toma de posicion al respecto.

El Fantasmagorico Centro

Mockus ha emergido ahora como el candidato del centro. Eso le reporta grandesbeneficios ya que los medios y otros sectores formadores de opinion lo puedenpresentar como la opcion equidistante entre dos “extremos.” Esto es la culmi-nacion de una tendencia mediatica de ya varios anos que ha tenido un elevadocosto para el Polo y que ya es hora de empezar a combatir.

Cuando la Administracion Uribe empezo desde hace tiempo a senalar a susopositores como complices del terrorismo, se genero una tendencia mediaticaa buscar un punto intermedio para no tener que ofender al gobierno. De esemodo, cuando los medios no querıan aparecer como defensores a ultranza delgobierno, tomaban distancia pero siempre validando lo esencial de su discurso.

Ası, hoy en dıa el electorado “independiente” percibe que tiene que escogerentre dos extremos: el uribismo y el Polo, el primero asociado a los paramilitaresy el segundo asociado a las FARC. Esto es una infamia y el Polo tiene quemostrarse indignado.

Ası no quepa en la imaginacion de los medios, hay que dejar claro que aveces solo hay un extremo. Ese el caso de Colombia. Aquı solo hay un campoextremista: el uribismo. No hay ningun otro sector polıtico que haya hechoalianzas con grupos armados fuera de la ley para llegar al poder. No hay ningunotro sector polıtico legal que haya tratado de subvertir la Constitucion del 91. Noexiste un “Pacto de Ralito” del Polo con las FARC. No hay ningun congresistadel Polo que haya recibido votos producto del proselitismo armado.

Si Mockus quiere una negociacion fecunda con el Polo debe comenzar pordistanciarse de esta percepcion y reconocer que el Polo es un partido legıtimoy democratico que no tiene ni necesita alianzas con grupos armados. Es unpartido de izquierda pero que ha mostrado en muchısimas ocasiones que esta

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dispuesto a escuchar y concertar, que busca el cambio social pero a partir dereformas de raigambre popular y no a partir de imposiciones armadas. Es unpartido que ideologicamente es heredero de venerables tradiciones humanistasen Colombia y en el mundo, un partido semejante a otros que han gobernadoejemplarmente en otros paıses.

¿Tiene defectos el Polo? Claro que los tiene. Es cierto, como lo dice Mockuscon insistencia, que en el Polo hay elementos corruptos y clientelistas. Pero loshay en todas partes. Es injusto considerar que esos elementos definen al Polo.

De modo que una negociacion tiene que partir del mutuo respeto. Si Mockusgana las elecciones sera el representante de muchos sectores independientes querechazan al proyecto autoritario y excluyente del uribismo y el Polo deberareconocerle su indudable logro polıtico. Pero tambien el Polo merece respetopor todo lo que ha hecho en su corta existencia, entre otras cosas por haberlepuesto el pecho, mucho mas que Mockus, a los embates que el uribismo enviodesde el gobierno.

0.1 Violencia y Legalidad

El concepto de “legalidad democratica” que Mockus ha convertido en la banderade su campana presenta varias ambiguedades que es necesario aclarar si se quierellegar a un dialogo productivo. La dificultad central estriba en uno de los temasfundamentales: el conflicto con las FARC.

En cierto modo, el actual gobierno ha llevado a sus ultimas consecuenciasuna doctrina que echo raıces en el establecimiento colombiano en los anos 90segun la cual con la Constitucion del 91 desaparecio ya cualquier imaginablejustificacion para el alzamiento armado, si es que alguna vez la hubo, y que, porlo tanto, la unica forma de tratar con las FARC es mediante la disyuntiva dela absoluta derrota militar o la entrega de armas con reincorporacion a la vidacivil facilitada, si es del caso, con alguna amnistıa.

Se trata de un punto de vista coherente. Segun esta vision, serıa injustonegociar con las FARC cualquier tema distinto al de su reincorporacion, porejemplo reformas de tipo economico y social, ya que al hacerlo se le estarıadando prelacion a un grupo que no utilizo los procedimientos democraticos dela Constitucion a expensas de muchos otros grupos que sı lo hicieron.

Siguiendo la logica de este argumento, un partido, como el Polo, que defiendala posibilidad de una negociacion polıtica con reformas sustantivas incurre enuna contradiccion: si considera que es legıtimo ese proceso es porque no consi-dera que la Constitucion del 91 es legıtima pero esto ultimo es inconsistente consu autodefinicion de partido democratico, legal y respetuoso de la constitucion.

Si a Mockus le interesa genuinamente romper con el paradigma del actualgobierno, tiene que romper con esta lectura del concepto de legalidad. Si sudefinicion de legalidad democratica lo lleva a adoptar esta actitud ante el con-flicto con las FARC, un eventual gobierno suyo se verıa arrastrado a continuarel curso de accion de la Administracion Uribe, probablemente sin algunos desus aspectos mas repugnantes pero sin cambiar la esencia.

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Al fin y al cabo, es muy poco lo que la Administracion Uribe ha hechoque pueda considerarse “ilegal.” Al contrario, lo que la ha caracterizado es irlegalizando gradualmente su connivencia con el paramilitarismo. Sus perma-nentes insultos a la oposicion, acusandola de terrorista, no son otra cosa queun corolario de la vision de legalidad que acabo de esbozar. En esta lecturade la legalidad y la Constitucion, quien proponga una negociacion de paz conreformas esta o ayudando a las FARC a que se burlen del orden constitucionalo actuando como idiota util de estas.

De llegar a la Presidencia, Mockus va a tener que gobernar con un Congresode mayorıas uribistas y en un clima de opinion donde el discurso del actualgobierno ha echado raıces durante ocho anos. Se enfrentara a las coalicionespolıtico-economicas del uribismo que van a seguir intactas y que podran seguirvaliendose de los medios de comunicacion para mantener la lınea de pensamientodominante. Ası que, independientemente de sus buenas intenciones y de surectitud moral, de las que nadie duda, en el gobierno Mockus podrıa terminarconvirtiendose en un instrumento mas de las mismas fuerzas que han llevado aluribismo a su posicion actual. Por eso el Polo tiene que pedirle a Mockus quetome posiciones claras sobre estos temas cruciales cuanto antes posible. Dejarvarios cabos sueltos en esta materia puede resultar muy peligroso para el Polo.

A mi modo de ver, el Polo no tiene por que verse atrapado en la contradicciona la que me referı mas arriba. Otra lectura de los hechos y los principios esposible.

La Constitucion del 91 es producto de un proceso en el que participaronmuchas de las fuerzas que hoy estan en el Polo, incluso con caracter protagonico.Sin ser perfecta, es la Constitucion mas justa y democratica de la historia deColombia; es un documento digno de ser defendido.

Pero para construir un sistema democratico no basta con que el texto consti-tucional lo sea. La Constitucion Sovietica de 1937, la de Stalin, consagraba, porejemplo, el sufragio universal, libre e igual. En la jurisprudencia conservadorase ha vuelto tema de burla la nocion del “texto vivo” pero, lejos de ello, es uningrediente fundamental en cualquier sociedad democratica. Si la constitucionno es ratificada en los hechos por la practica de todos los actores polıticos, si noesta en contacto con las realidades del paıs, es una constitucion inutil.

Por eso, al insistir en un proceso de paz con las FARC, un proceso quepueda llegar a desembocar en reformas sustantivas, la izquierda esta poniendo demanifiesto dos puntos fundamentales. Primero, en la practica, la Constituciondel 91 no se ha cumplido a cabalidad. El paramilitarismo y la forma como elsistema polıtico ha contemporizado con el, el desplazamiento, los atropellos dela fuerza publica, muchos de ellos impunes, las conductas autoritarias del actualgobierno para con sus opositores y sus intentos de subvertir el equilibrio depoderes son, en su conjunto razon suficiente para concluır que quienes se dicendefensores de la constitucion tampoco han dudado en violarla cuando lo hanconsiderado conveniente. Entonces, ¿por que es inadmisible negociar con ungrupo ilegal como las FARC, digamos, una reforma agraria, pero sı es admisiblelegalizar la contrareforma agraria que otros grupos ilegales, los paramilitares,perpetraron a sangre y fuego violando los principios basicos de la constitucion

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amparados por polıticos y militares que habıan jurado hacerla cumplir?En segundo lugar, la Constitucion del 91, gustele a quien le guste, es una

constitucion con muchısimas ramificaciones sustantivas. No es exclusivamenteun codigo de policıa que prohibe el uso de las armas por parte de los ciudadanos.La Constitucion del 91 declaro a Colombia un “estado social de derecho.” Apartede postular unas reglas mınimas del juego polıtico, tambien dice que dichojuego polıtico debe ir encaminado a permitirle a los ciudadanos una convivenciamarcada por el disfrute de derechos economicos y sociales. Es decir, aunquela Constitucion no se pronuncia, como no lo debe hacer, acerca del contenidoespecıfico de las polıticas publicas del gobierno, sı deja claro que el principiorector de dichas polıticas, sean estas del signo que sean, debe ser el de posibilitary proteger el desarrollo individual de los ciudadanos en un marco de igualdad yjusticia.

Ademas, la Constitucion dejo claro que es deber del Estado la busqueda de lapaz, pero no dice taxativamente que tenga que ser a tiros. Por su conducta delic-tiva y militarista, lo unico que las FARC han experimentado de la Constituciondel 91 es el poder represivo del Estado. Pero no tiene nada de aberrante queun gobierno quiera velar porque la constitucion gane cada vez mas aceptaciony que se convierta en el eje de la vida publica de todos los ciudadanos. Por lotanto, una opcion, totalmente acorde con los principios democraticos basicos,es que el gobierno, en medio de un proceso de paz, invite al paıs a participar enun proceso de reformas economicas y sociales que conduzca las FARC a aceptarel marco legal vigente. Precisamente por su flexibilidad como “texto vivo”, laconstitucion es compatible con este tipo de estrategias siempre y cuando noesten dirigidas a violentar la esencia misma del estado social de derecho. Peronadie puede creer de buena fe que eso es un peligro en este caso. Siguiendocon el ejemplo que ya puse, si se llegare a una reforma agraria, o a reformaseconomicas similares, no hay ninguna razon para creer que dichas reformas vanen contra de la esencia del orden constitucional.

No soy abogado ni mucho menos experto en derecho constitucional. Perome he tomado el atrevimiento de hacer estas ultimas observaciones porque creoque es importante que el Polo exprese abiertamente su vision de legalidad yque le pida a Mockus que aclare la suya. Es importante que el Polo demuestrecontundentemente que su vocacion de paz no viene de alguna secreta veleidadanticonstitucional sino que, por el contrario, es la manifestacion mas sensata yfirme de apego a la letra y el espıritu de la Constitucion del 91. No se le puededejar a Mockus el monopolio del discurso de la legalidad, maxime cuando, comoya dije, las ambiguedades de este pueden llevar a un giro abrupto hacia laderecha uribista.

El tema de la paz es prioritario para el paıs, pero en particular para laizquierda democratica. Si algo han demostrado los ultimos anos es que el climade conflicto armado es letal para la construccion de espacios polıticos de disiden-cia, para la movilizacion de bases sociales y para la defensa de agendas polıticasde avanzada, todo lo cual es la savia de cualquier partido de izquierda en elmundo. El Polo ha tenido exito creciendo como un partido urbano de opinionpero esta estrategia tiene lımites. Pero para convertirse en un verdadero partido

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nacional de izquierda tiene que penetrar justamente en los espacios sociales ygeograficos donde hoy en dıa es mas candente el conflicto. Por ejemplo, tieneque generar bases en los sectores agrarios y mineros que adquieren cada vez masimportancia en la nueva economıa polıtica exportadora del paıs. Pero en condi-ciones de guerra dichos espacios son siempre vulnerables, a veces por la puraviolencia fısica de parte y parte, a veces por efecto del clima de macartizacionque genera el gobierno, parapetado detras de la supuesta “amenaza terrorista.”De modo que, aunque el Polo se ha caracterizado, por buenas razones, por surechazo a las FARC, no puede ser indiferente a la dinamica del conflicto armadoy tiene que buscar la forma de llevarlo a su fin.

Mas Alla de la Paz

Tras decadas de intentos, es hora de ser cautos a la hora de hablar de un acuerdode paz con las FARC. Yo considero que dicho acuerdo es posible y benefico paratods pero reconozco que es bien probable que para el 2014 no se haya avanzadoun apice. Por lo tanto, serıa necio por parte del Polo reducir su negociacion conMockus al tema de la paz, por muy importante que sea.

El Polo debe, ademas de llevar a Mockus a precisar sus nociones sobre la paz,llevarlo a comprometerse con algunos principios y propuestas de caracter progre-sista independientemente de que avancen o no unas posibles conversaciones conlas FARC. Por razones de espacio no me voy a extender en esta materia, peroeso no la convierte en secundaria. Al contrario, es vital que el Polo lance prop-uestas ambiciosas de reformas economicas que le marquen el paso a la discusionsobre todo en vista de que Mockus mismo no ha querido definirse.

Quienes hayan leıdo otros comentarios mıos ya sabran que soy un tantomonotematico en lo que hace a la renta basica. Siempre me ha parecido una delas propuestas mas innovadoras y promisorias de transformacion del capitalismo.Creo que en una negociacion con Mockus este serıa un tema que podrıa adquiririmpulso y relevancia a la vez que podrıa generar consenso con otras fuerzas queapoyen a Mockus. Es casi imposible que el paıs implemente un programa derenta basica en cuatro anos por lo que, aparte de enunciar el principio, serıanecesario ir elaborando una agenda con pasos hacia alla. Un primer paso serıa,por ejemplo, la “legalizacion” de “Familias en Accion”, entendido el terminocomo convertir al programa en ley y no en una polıtica del ejecutivo, paraquitarle ese programa al gobierno de turno de modo que no pueda seguir siendoutilizado como herramienta de campana. Una reforma al sector salud que logrepor fin la tan anhelada cobertura universal serıa otro paso en esa direccion.

A pesar de que es importante reconocer la necesidad del gradualismo enestos temas, existe el riesgo de que los pasos intermedios se conviertan en finesen sı mismos. Por eso, aunque es bueno dejar abiertas todas las opciones, esimportante dejar claro tambien el objetivo final: lograr la garantıa de un mınimode subsistencia para todos los ciudadanos, independientemente de su situacionlaboral, geografica, familiar, etc.

Otro tema que a mı me parece importante en este sentido es el de la con-solidacion de mecanismos de negociacion salarial colectiva, preferiblemente ne-

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gociacion por industria, mecanismos que aumenten el poder del trabajo frenteal capital. Estos sistemas a veces conducen a perdidas de flexibilidad que per-judican a algunas empresas, por ejemplo, empresas pequenas que tienen difi-cultades para cumplir con los pactos salariales aceptados por las grandes. Peroestos problemas se pueden resolver con ajustes en el margen, por ejemplo conalgunas clausulas de escape. Es preferible dejar instalado el sistema basico yluego proceder a mejorarlo que nunca arrancar por miedo a fallar.

En materia polıtica, serıa muy oportuna una reforma a la ley de medioslimitando la propiedad de los mismos. No es saludable para la democracia quelos medios de comunicacion tengan nexos de co-propiedad con otros conglom-erados economicos ni que se llegue a los niveles de concentracion que existenhoy en dıa. Si algo nos ha ensenado la experiencia del uribismo es que la accioncombinada de los grupos economicos y los medios de comunicacion, de consunocon el gobierno, puede poner en serios peligros la gobernabilidad democraticadel paıs. De llegarse a dar, un eventual gobierno de Mockus deberıa aprenderesta leccion y tomar medidas al respecto.

Obviamente no son estos los unicos temas. Los tratados de libre comercioy la legislacion sobre recursos naturales son otros temas de enorme relevanciaactual y sobre los que el Polo deberıa pedirle a Mockus claridad y compromiso.He mencionado estos simplemente porque creo que estan un tanto descuidadosen el debate del momento. No se trata de hacer aquı una lista exhaustiva. Miunico interes es insistir en que el Polo debe hacer un ejercicio de clarificacionprogramatica que lo prepare para negociar con firmeza con Mockus, en caso dellegarse a una segunda vuelta.

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