Leganés a Francisca Aguirre - Ayuntamiento de Leganés · Los Institutos de Educación Secundaria...

La peligrosa travesía

Leganés a Francisca Aguirre

EDITA:AYUNTAMIENTODE LEGANÉSLEGANÉS GESTIÓN DE MEDIOS S.A.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN:LEGANÉS GESTIÓN DE MEDIOS S.A.Chema Rivero

CORDINACIÓN TÉCNICA: Concejalía de Educación. Equipo técnico de Apoyo a la Escuela

Este libro ha sido posible gracias a la colaboración de:Los Institutos de Educación Secundaria de Leganés: Arquitecto Peridis, Butarque, Enrique Tierno Galván, Rafael Frühbeck de Burgos, Gabriel García Márquez, Isaac Albéniz, José de Churriguera, Julio Verne, La Fortuna, Luis Vives, María Zambrano, Pablo Neruda, Pedro Duque, Salvador Dalí, San Nicasio y Siglo XXI.

Alberto PorlanAntonio HernándezFrancisca AguirreGuadalupe GrandeJavier LostaléJosé Hernández “Chiqui”Juan Carlos MestreManuel GonzálezManuel RicoMarga SánchezMarta Agudo Noni BenegasPaco MorilloRafa MartínRafael Ponce Raquel ÁlvaroSantos Domínguez Társila Jiménez

Las fotografías de los cuadros de Lorenzo Aguirre han sido cedidas por la familia para el libro.Editorial Calambur y Ediciones Rilke, han colaborado en la difusión de la obra poética de Francisca Aguirre

IMPRIME: Imedisa Artes GráficasDEPÓSITO LEGAL M-6686-2015

IMAGEN DE PORTADA Y PÁGINA 7Chema Rivero, portada sobre cuadro de Lorenzo Aguire “La Lectura”, 1919.

La peligrosa travesía \3

ÍNDICE

Presentación de Jesús Gómez 5Manuel Rico 9IES María Zambrano 12Alberto Porlan 15IES Gabriel García Márquez 16Antonio Hernández 19IES Butarque 20José Hernández “Chiqui” 23IES Julio Verne 24Guadalupe Grande 26IES Arquitecto Peridis 28Javier Lostalé 30IES Siglo XXI 32Juan Carlos Mestre 35Manuel González 36IES José de Churriguera 38IES Enrique Tierno Galván 40Marga Sánchez 42IES San Nicasio 44Marta Agudo 47IES Isaac Albéniz 48IES Salvador Dalí 50Paco Morillo 52Noni Benegas 54IES Pedro Duque 56Raquel Álvaro 59IES Pablo Neruda 60Santos Domínguez 63IES Rafael Frühbeck De Burgos 64IES Luis Vives 67Rafa Martín 69IES La Fortuna 70Társila Jiménez 73Rafael Ponce 74Francisca Aguirre 76

Lorenzo Aguirre 77


Queridos alumnos y vecinos de Leganés:

Un año más tengo el honor de presentar el libro que editamos, desde el Ayuntamiento de Leganés, como homenaje a la poesía, en esta ocasión encarnada en la figura de Francisca Aguirre.

Es un homenaje realizado por los alumnos de los 16 Institutos públicos de la ciudad: Arquitecto Peridis, Butarque, E. Tierno Galván, Rafael Frühbeck de Burgos, Gabriel García Márquez, Isaac Albéniz, José de Churriguera, Julio Verne, La Fortuna, Luis Vives, María Zambrano, Pablo Neruda, Pedro Duque, Salvador Dalí, San Nicasio y Siglo XXI.

Francisca Aguirre es autora de varios libros de poemas y de relatos. Fue premio Nacional de Poesía en 2011 con su poemario “Historia de una anatomía” libro con el que ya ganó el premio Miguel Hernández en 2010. El título del presente libro está inspirado en su poema del mismo nombre “Travesía Peligrosa”.

Como la propia poeta declara, “la poesía es una herramienta del conocimiento y sirve para sacar lo que llevamos dentro”. Francisca lleva mucha poesía dentro y aunque su reconocimiento ha sido tardío, es bien merecido.Quiero agradecer la colaboración de autores y artistas de Leganés que han hecho posible esta edición y transmitir mi enhorabuena a los profesores y alumnos de los institutos de la ciudad que han interpretado, cada uno a su manera, la obra de Francisca Aguirre. Espero que este libro os anime a seguir leyendo poesía española y a mantener viva la curiosidad por la lectura.

Espero que lo disfruten.

Jesús Gómez RuizAlcalde de Leganés.

Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González  Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria ¡ Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González ¡ Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria ¡ Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González ¡ Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria ¡ Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González  Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González ¡ Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther García ¡ Fátima Karroua ¡ Francisca Aguirre ¡ Guadalupe Grande ¡ Irene Villalobos ¡ Javier Lostalé ¡ Jorge Flores ¡ José Hernández “Chiqui” ¡ Josselyn Martínez ¡ Juan Antonio San José ¡ Juan Carlos Mestre ¡ Juan Luis Moreno ¡ Laura Baeza ¡ Laura Pérez ¡ Leonor Brea ¡ Lorena Marín ¡ Manuel González ¡ Manuel Rico ¡ Marga Sánchez ¡ Marta Agudo ¡ Marta Navarro ¡ Marta Sánchez ¡ Marta Santiago ¡ Miguel Abad ¡ Natalia Sánchez ¡ Noemi Cruz ¡ Noni Benegas ¡ Pablo Jiménez ¡ Paco Morillo ¡ Rafa Martín ¡ Rafael Ponce ¡ Raquel Álvaro ¡ Raquel Varas ¡ Raúl Espada ¡ Ruth Carbonero ¡ Sandra González ¡ Sandra Sánchez ¡ Santos Domínguez ¡ Sara Fernández-Nieves ¡ Sara García ¡ Sara Molpeceres del Mazo ¡ Sara Morillo ¡ Sergio Cuevas del Valle ¡ Sheyla N. Valentín ¡ Siham Mhauoch ¡ Silvia Díaz ¡ Sonia Valentín ¡ Társila Jiménez ¡ Wafaa Kalkon ¡ Xochil Sarria ¡ Alberto Martínez ¡ Alberto Porlan ¡ Alberto Ruiz ¡ Alejandro Moya ¡ Alejandro Robador ¡ Álvaro Hernando ¡ Anabel Cuevas ¡ Andrea de la Braña ¡ Ángela Ruiz ¡ Antonio Hernández ¡ Antonio Torrado ¡ Beatriz Pires ¡ Carla Gómez ¡ Carlos Sánchez ¡ Claudia Gómez ¡ Dara Valenzuela ¡ Elena Chen ¡ Elena Kutna ¡ Elena Rollán ¡ Enrique Bazán ¡ Erika Turégano ¡ Esther

… haré la peligrosa travesía de tomar una taza de café.


Conocí a Francisca Aguirre hace muchos años. Creo que fue en 1989, en un homenaje colectivo a Antonio Machado que organizó la Feria del Libro de Madrid, en el 50 aniversario de su muerte. No sabía entonces que era la compañera de Félix Grande (al que conocía de muy poco tiempo antes) y tampoco sabía que al conocerla abriría una puerta a una poesía cotidiana y deslumbrante, y a una realidad cotidiana marcada por encuentros imborrables en su casa de la madrileña calle Alenza. Una casa que es la representación más acabada del culto al libro y a la pintura, de la comunión profunda, a lo largo de toda una vida, con la cultura. Después supe mucho de Paca, de Paquita y de su obra. A esta última me referiré en las líneas siguientes. Francisca Aguirre es una poeta coetánea de los más jóvenes integrantes de lo que se ha venido a llamar Generación del medio siglo, a la que pertenecen poetas como Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo o el reciente premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald, entre otros. Sin embargo, el hecho de que publicara su primer libro, Ítaca (1972) a principios de los años setenta, cuando autores de su misma promoción llevaban ya algunos años publicando, hizo que su obra fuera menos conocida. A ello hay que añadir la circunstancia de que casi todos sus libros, hasta entonces, fueron apareciendo en colecciones de muy limitada difusión, lo que ayudó, sin duda, a esa cierta marginación. Fue la edición, en el año 2000, de su obra poética completa bajo el título Ensayo general, lo que dio al lector de poesía de nuestro país (y a los lectores en general) una idea global de la dimensión y de la calidad de su poesía: fue un acto de justicia literaria que vino a poner de relieve que la historia poética del último medio siglo es mucho más de lo que la crítica y las visiones más academicistas han venido a establecer. La antología Detrás de los espejos, cuyo título procede de uno de los poemas de su libro Pavana del desasosiego, lo evidencia de manera rotunda. La poesía de Francisca Aguirre tiene su origen en su despertar a la conciencia del mundo en el lejano territorio de la infancia en los casi olvidados años cuarenta del pasado siglo. Es un punto de partida para acometer un recorrido por la vida, la realidad, la memoria y el sueño, a lo largo de los diez libros de los que incluimos poemas en Detrás de los espejos. Es una poesía transparente y directa (en el sentido machadiano) y a la vez, honda y compleja ¿Cómo llega al lector esa complejidad, esa hondura? A través de diversos caminos.

Paca Aguirre, poeta de la vida y de la memoria

10/ La peligrosa travesía

Hay, en primer lugar, un ingrediente base que, desde los primeros versos de Ítaca hasta los poemas de Historia de una anatomía, pasando por prosas poéticas de Los maestros cantores o del libro Espejito, espejito (cuyos textos se recogen en Detrás de los espejos por vez primera en una selección de su obra) que condiciona toda su escritura al constituirse en parte sustancial de su mirada hacia el mundo. Hablamos de la experiencia colectiva de la derrota en la guerra civil, cruzada en su caso por la memoria personal de una infancia difícil, marcada por la pérdida y por la sombra de la muerte (sobre todo por la muerte del padre, el pintor Lorenzo Aguirre), en una realidad hostil, algo que Francisca Aguirre sintetiza en los siguientes versos del poema “Los trescientos escalones”, perteneciente al libro del mismo título publicado en 1977: “Papá, perdimos tantas cosas/ además de la infancia”. Esa conciencia nunca la abandonará. La encontramos, a lo largo de su trayectoria poética y en cada uno de sus libros, con un énfasis parecido aunque con tratamientos sutilmente diferenciados. Es, fundamentalmente, emoción en Los trescientos escalones, una emoción traspasada por referentes culturales; es mirada interior y serenidad gracias a la música en el libro La otra música: “y cuando su marea nos inunda/ la dejamos que arrastre todo cuanto teníamos,/ todo lo que nos ayudó a ser vida”. Y es, también, ensoñación y duermevela en no pocos poemas del resto de sus libros, desde Pavana del desasosiego hasta los poemas inéditos que se recogen al final de esta antología y que forman parte de un libro titulado Fronteras. Otro de los rasgos que caracterizan la poesía de Francisca Aguirre es el permanente recurso a la memoria y a la meditación sobre el paso del tiempo y cómo éste marca los seres, los paisajes y las cosas amadas: hay en esa obsesión un fértil aprendizaje que viene de Antonio Machado (a quien homenajea de manera explícita en el estremecedor poema titulado “Frontera”, también perteneciente al libro Los trescientos escalones), pero que bebe en las fuentes de los clásicos griegos y latinos y de nuestros mejores poetas del Siglo de Oro (sobre todo, de Quevedo).En sus poemas sorprendemos, también, una tensión/convivencia entre la biografía (lo vivido) y el mito, entre la anécdota de la que el poema surge, casi siempre asentada en una realidad personal reconocible, y la búsqueda en la cultura, sea ésta de origen popular (El último mohicano, Antonio Machín, La Piconera, los inmortales “Anónimos” con que cierra el libro Los maestros cantores…), sea de origen ilustrado (Machado, Vallejo, Rosales, Schubert, Brahms, Kafka…). La dialéctica amor/desamor está presente también en buena parte de sus poemas. El amor es metáfora de la vida y el desamor una puerta a la oscuridad de la muerte. En sus poemas se advierte una amargura esperanzada, un trasfondo triste, desolador, que adquiere su máxima intensidad en los sonetos de libro Ensayo


general (1996) y que se serena, de manera cómplice, con el amado cuando alude a la memoria compartida o busca la perduración de los instantes de felicidad en no pocos poemas que aluden a la serenidad de lo cotidiano, a la experiencia de vida al lado de la hija (la poeta Guadalupe Grande) o del compañero, amante y amigo Félix Grande. Pero en Paca Aguirre hay también ironía, una ironía que se acerca a la causticidad, en la que la ternura y un borde de humor conviven, en libros como La herida absurda, en Historia de una anatomía o en Nanas para dormir desperdicios.Junto a todos estos atributos, es preciso resaltar la mirada compasiva, y crítica hacia los humildes, hacia los perdedores y hacia las víctimas de la Historia. La elección, a este respecto, de buena parte de sus “maestros” literarios, desde Vallejo a Cervantes o desde Onetti a Miguel Hernández, pasando por Hierro o por Machado, es más que significativa. En todo caso, como exponente de esa mirada, baste leer el siguiente fragmento de “Voces en el silencio”, poema-homenaje a Juan Carlos Onetti y a Miguel de Cervantes para entender quiénes son sus auténticos destinatarios: “Los escapados de la gran batalla, los herejes de leyes y legajos, / los arrogantes que se negaron a la sumisión, / los mártires de un mundo de ordenanzas/ viven su corazón como si fuera un territorio que está invadido por el aire”.Es la de Francisca Aguirre una obra sólida, absolutamente personal, en la que confluyen, felizmente, tradición y novedad. Una obra en la que la estética no está reñida con una respiración moral, ética, entendida en su sentido más profundo. En la que la memoria bucea en las incertidumbres de nuestro presente. Paca Aguirre ha escrito también prosa: la que podemos leer en su libro Espejito, espejito, en la que se alterna con poemas en verso, y en el que encontramos una parte de su biografía, de la biografía de nuestro país, de su mundo intelectual (el Ateneo, con los poetas y escritores de la época: José Hierro, Claudio Rodríguez, Francisco Umbral, Eladio Cabañero, el cuentista Eduardo Tijeras), y en su libro de cuentos Que planche Rosa Luxemburgo. Tal y como afirmaba Emilio Miró en el prólogo a su poesía completa, la de Francisca Aguirre es “Poesía de la vida, del tiempo, de lo perecedero y de lo perdurable, […] rezuma la verdad, el temblor de quien, antes de escribirla, la ha sufrido y la ha gozado, ha sentido el frío aniquilador de la orfandad absoluta y la calidez sobrecogedora de la pasión irrenunciable”.En toda su obra, como ella escribiría en alguno de sus poemas, “llueve el tiempo”. Una hermosa metáfora de lo que es para Paca Aguirre la poesía.

Manuel Rico


Por costumbre

Cansada, saudade en mí. La vida en el fondo y los monstruos por casa.

Viven aquí, pasean tranquilos. Pequeñas bestias y cocodrilos, me comen si hay hambre, se esconden si hay riesgo.

Conviven conmigo –porque no hay nadie que los mate por mí–.

Atacan en la calma y en la tormenta, y aún me extraña no ser ya yo fiera bajo la cama.

Y por costumbre y supervivencia, luchamos juntos ante la vida y la ausencia.

Laura Baeza Píriz2.º Bachillerato. IES María Zambrano

Inspirado en El paraíso Encontrado (Los trescientos escalones). Francisca Aguirre


Antonio Torrado Solís2.º Bachillerato. IES Maria Zambrano

Inspirada en El paraíso Encontrado (Los trescientos escalones). Francisca Aguirre.


El Viento en Ítaca

Francisca Aguirre, acompáñanos.

Eran días soleados. Cantaba el rapsoda ciegoy de lo alto del montela brisa nos acercabasu melodioso consejo:

Corre por el mar la nave e inmóvil la torre espera.Odiseo en su odisea y Penélope tejiendocon hilo de seda y llantoun canto tras otro cantoy otro canto y otro canto.Nadie juzgue a los amantesque ellos tienen sus manerassus leyes, sus sacramentos.La torre resiste al mismo viento que el barco se lleva.Nadie juzgue a los amantes. Ninguno los compadezca.El tiempo escribe muy largohoy no soy quien ayer fueralos barcos a puerto vuelvenlas torres se vuelven velas.No hay en el amor justiciapara quien parte o esperano hay para el amor culpableno hay para el amor sentencia.

Alberto Porlan


Inspirada en travEsía pEligrosa (Los trescientos escalones). Francisca Aguirre

Wafaa Kalkon4.º A ESO. IES Gabriel García Márquez


Inspirada en ciEncias naturalEs (La otra música). Francisca Aguirre

Elena Chen4.º A. IES Gabriel García Márquez


Ahora que ya no ofrezco a su seno la rosaque la niñez entrega, ni la gracia me fluyecomo de un arriate el color y el aroma,ahora, cuando soy como un cero a la izquierdade la pureza, ahoraque no tengo ya lengua sino para cantarahogado cuanto un día me dejé entre sus cosas,a un paso de la muerte y a un paso de la vida,en medio de la tumba y de la luz, es gloriapensar que me arrodillo en mi río y con aguabendita me persigno, me confieso de todaausencia y, perdonado, tomo la luz, los aires,el sol, la brisa, el mar de allí, como quien tomaen un domingo claro que es orilla de un diosla eternidad de un día de la sagrada forma.

De XXV. Sagrada formaAntonio Hernández


Autofagia

Pasan días, dejando huellasde un pasado;un pasado, del que solo quedaun baúl lleno de memorias yuna mirada al frente. Todo se desvanece, mi vida, misesperanzas.Todo queda aislado en la oscuridad,una oscuridad a la que voy encaminada,una destrucción inesperada.Que poco a poco se apodera de mí,de mi ser, de mi tiempo.Hoy contemplo el paisaje másque nunca, perdida en su horizonte.Yo soy la cautiva de esta historia, el pájaro enjaulado quebusca libertad y no la encuentra.

Yo soy el abismo sin findesfallecido.Alzo la vista y una ceguera meacecha junto a una cálida lágrima que cae solitaria sobre mi mejilla,intento avanzar y me desplomo;debilidad se apodera de mí,de mis entrañas, el mundoparece engullirme y mi cuerpoqueda despedazado; como si estuviese destinada a una feroz y desagradable autofagia.

Inspirado en autofagia (Ítaca). Francisca Aguirre.

Fátima Karroua1.º C Bachillerato. IES Butarque


Chiitas contra suníes…250 víctimas,

Inspirada en salvo los monos, y los dElfinEs, (Conversaciones con mi animal de compañía). Francisca Aguirre

Silvia Díaz Torres4.º B ESO. IES Butarque


…Tiene tu misma edad y sin embargosientes que va a sobrevivirte.¿De dónde vienes, arrabal de sombras?¿Qué cosecha florece en la penumbra?Lo sé, lo sé: no hacen falta respuestas.Vienes de la impasible usura de las horas,del húmedo reducto de las lágrimas,de la cueva del abandono.

Francisca Aguirre

Inspirada en arrabal dE pEnumbras (Pavana del desasosiego).Francisca Aguirre.

José Hernández “Chiqui”


Grafito

Toda mi vida ha sidoun dibujo en claroscuro:momentos muy buenosy otros malos como ninguno.Desde muy pequeño,delicado como una amapola.Toda mi vida ha sidoun dibujo en claroscuro.Lápiz de grafito blando,lápiz de grafito duro.

Carlos Sánchez 1.º ESO. IES Julio Verne


Fiesta

Cae con esa lentitudtambién con esa densidadel domingo cae sobre mí.De lo que empieza sin causalo que se vive en compañía.Como la lluvia fina me caecomo cada sentimiento desmentido.El domingo cae sobre mícomo cadáver en el cielo.También cae mi mundoy tal vez cae aquel sitio donde yo le conocí.Como aquel riachuelo sonaba entre nosotroso simplemente como todos caemoscomo perdimos el número.Y cuando cogí tu manotu sonrisa tan blancay la tierra tan fría,El domingo cae sobre ti,Y tu corazón sobre mí.

Lorena Marín Mancebo 2.º ESO. IES Julio Verne


Tienda de los desamparadosquién te ha visto y quién te ve.

Me asomo al escaparate como si me asomara a la infancia de mi madre, y se me quedan los dedos ardidos en la vidriera, cegados frente a esa desolación con que se mueven las saetas cuando no queda otra mercancía que empeñar más que las horas.

Tienda de los desamparados,vengo a comprar un terraplén.

Abro la puerta despacio. Empujo la puerta con una mano ciega, con una mano que aún no ha aprendido a ver, que no se quiere caer. Pero empujo la puerta y cuando me quito los guantes veo en el mostrador las trenzas de mi madre: ahí están, mutiladas y brillantes como dos leontinas en las que se mecen las estaciones, dos leontinas que entrelazan los sucesivos andenes que me han traído hasta aquí. Dos leontinas de las que cuelga un tiempo de estupor y ceniza.(Y ahora es cuando debo aclarar que yo he aprendido a deletrear el mundo en las trenzas de mi madre, en este nudo de historia que yace, desde 1942, en el mostrador).

Tienda de los desamparados,nada se recuerda como fue.

Y yo, que no sé cómo mirar, he aprendido a recordar. Y ahora recuerdo una voz que no he oído, una voz que empujaba a la frontera: “Pasen y vean: comerciamos con mercancía de la mejor calidad y guardamos para nuestros más fieles clientes milagros de tiempo y soledad”.Es una verdad tan grande que en ella cabe París. Y mientras saco algunos francos del bolsillo veo las trenzas de mi madre flotando sobre el Sena y corro a lo largo del quai para no perder el barco, para no perder la memoria, para no perder para siempre el barco que ella no pudo tomar. Las trenzas de mi madre, que nunca vieron París, las trenzas sin lazos de las que ahora cuelgan mis gafas y la Torre Eifel.Pongo unos francos sobre el mostrador y compro París en medio de su desolación.

Tienda de los desamparados,se vive lo que se recuerda y lo que se ve.

Centro Comercial


He venido a comprar unas trenzas y un balcón. He venido a comprar ceniza para mis ojos. He venido a comprar la maleta en la que mi abuelo guardó sus pinturas para siempre. He venido a comprar el barco en que debieron embarcar para continuar mirando el mundo y que terminó encallado en esta casa. Esta casa en la que mi madre se asomó a esta ciudad con los ojos heridos de estupor, heridos de esa edad más vieja que el tiempo, esa edad que sufren las trenzas cuando las peina la espuma de la muerte. He venido a comprar este balcón y este pasillo y esta habitación: esta casa sin azogue, esta ciudad sin palabras; mi infancia asomada a aquellas trenzas, mi infancia encallada en esta calle sin barcos, en esta pizarra en la que ahora dibujo el quai. He venido a comprar ceniza para mis ojos, ceniza con la que aprender a ver.

Tienda de los desamparados, para mirar hay que saber arder.

Tienda de los desamparados,vivir para ver.

De La llave de niebla

Collage digital París, Ítaca.Las dos jóvenes que caminan al fondo son Francisca Aguirre y su hermana Susy

Guadalupe Grande


Jesús, de 35 años vivía en un pueblo de León. Un pueblo poco habitado, solo 5 habitantes vivían allí. Vivía en su casa solo: baño, cocina, una habitación ... una vida simple.

Estaba enamorado, pero estaba enamorado de una manera especial. Amaba el mar, solo valoraba el mar en su vida. No necesitaba nada más, no quería nada más, al menos eso es lo que decía a todos por las mañanas, por las tardes,... a todas horas. No tenía casi para comer, estar solo no era un problema, pero anhelaba el mar, tenerlo cerca, sentir su brisa.

La vida le ofrecía de todo, pero no el mar que era lo que deseaba.

Finalmente, un 25 de enero por la tarde, una tarde fría la vida le dio una recompensa. Recibió lo que llevaba deseando desde hacía 30 años.

El mar llegó a su pueblo. Jesús estaba feliz. 5 años estuvo llorando de felicidad. Por fin la vida le ofreció algo bueno: su mar. Todas las mañanas, todas las tardes salía a navegar por el mar con una barca que el mismo había fabricado.

Sara Molpeceres del Mazo 2.º ESO. IES Arquitecto Perídis

Inspirado en tEstigo dE ExcEpción (Los trescientos escalones). Francisca Aguirre

Testigo de excepción


Elena Rollán Martín3.º ESO. IES Arquitecto Perídis

Inspirada en dEsdE fuEra (Ítaca). Francisca Aguirre


Francisca Aguirre es una presencia que sucede dentro de quien está a su lado. Miro sus manos, y como ella ha escrito, actúan por su cuenta se disparan / es como si tuvieran vida propia. Miro su boca y le escucho: Esta boca lo tiene muy difícil/ se echaría a rezar si eso sirviera/ pero Dios se ha escondido en su galaxia/ y a esta boca le faltan logaritmos/ ecuaciones que le expliquen algo. Miro su sus ojos y vuelven los versos de Historia de una anatomía: Intentamos mirar hacia otra parte/lo intentamos bien sabe Dios que lo intentamos/ pero los ojos miran hacia dentro/ y allí resuena el viento sobre la cosecha/ y crecen las espigas de la muerte/resbalando a través de la mirada. Pero yo ahora veo sobre todo a Francisca Aguirre en medio de esta congregación de corazones de alumnos como un desnacerse en todo para así habitar el espacio más puro y desde allí amar, para decir la palabra libertad hasta herirse, para abrazarse a su memoria como un cuerpo que no deja de respirar, para sentir el universo en el pulso de lo más pequeño. Veo a Francisca Aguirre desnacerse hasta el primer temblor escuchando una sinfonía; desnacerse venciendo al tiempo y tratando de tú, como a contemporáneos suyos, a Jorge Manrique, Garcilaso de la Vega, Santa Teresa, Rubén Darío, Rilke…Desnacerse hasta convertirse en luz de los tristes, de los abandonados, hasta ser la voz de los sin voz, hasta hacer germinar el hondo grito de su palabra (estilete sin rencor) en el silencio de una España que vivió una dictadura. Veo a Francisca Aguirre desnacerse hasta el resplandor de un crepúsculo que no ha dejado nunca de ser aurora para los que en su fuego sentimos la verdad y dignidad humanas a través de su más clara metafísica: la de la amistad y la compañía. Este desnacerse de Paca no es sino la búsqueda de lo permanente, del origen, de lo esencial; de ahí que encarne la realidad en los mitos clásicos. Este desnacerse desemboca siempre en los “trescientos escalones” que pintó su padre, pues en ellos principio y fin se unen en un único latido. Principio y fin se unen en Paca, lo más temporal y lo eterno, como le sucede a la gran poesía. Y como en la gran poesía el máximo conocimiento de la estética se torna ética, ejemplo moral.

Francisca Aguirre


En memoria de Félix Grande,

comunión de vida de Paca Aguirre

Avanzan sus rostros en el silencio. Son los ausentes. Nos llaman con la voz transparente de los sueños. Están tan cerca que no necesitamos levantar los ojos para verlos. Somos nosotros los que vemos a través de ellos, por eso nos nublamos en los días más radiantes y en medio del huracán oímos la delgada música de una rosa. Los ausentes son nuestra memoria. Sus pasos nos conducen a la infancia que se oculta siempre en lo perdido. Y cuando estamos solos afinan nuestro corazón con la honda verdad albergada en lo que no existe. Respiran junto a nosotros envolviéndonos en un humo luminoso que rescata: de la casa la penumbra cálida de una mano materna; del primer amor la alteración misteriosa de la vida que late con el pulso de otro ser; del llanto su quieta celebración final; del beso su cielo desvanecido. Los ausentes nunca cicatrizan dentro de nosotros. Existimos desde su herida. Nuestras palabras transitan por el mudo idioma de signos que nos dejaron, por eso siempre dicen más de lo que dicen. Los ausentes nos hacen señas desde las brasas de una fotografía, desde un muñeco de trapo derrumbado en el salón, desde el racimo de luz que al atardecer tiembla en nuestra mesilla de noche, desde la altitud que alcanzamos en nuestros sueños… Los ausentes se alegran con nosotros porque en su inmovilidad cantan sin tiempo aquella mañana feliz. Y se entristecen como un crepúsculo al que se le da la espalda cuando vemos cómo todo se aleja y, sin respuesta, todavía lo amamos. ¿Qué sería de nosotros sin los ausentes? Nos quedaríamos sin historia, opacos. Nuestro corazón latiría sin la música de ningún paisaje. Nuestro cuerpo sería invisible, porque lo construyeron todos los seres que amamos. Sería un cuerpo sin esquinas, sin lagos, sin precipicios. Sería una piel muda, sin la hoguera de la memoria de otro cuerpo. ¿Qué sería de nosotros sin los ausentes? Conoceríamos la esterilidad, el inconsolable dolor de nunca en alguien poder amanecer. Nos perderíamos sin que nadie nos buscase. Caminaríamos por una soledad sin imágenes. ¡No, que vengan! ¡Que nunca se apague el astro de su memoria! ¡Que en nuestra sangre cante su sombra!

Javier Lostalé

Los ausentes


Llegaba yo exhausta de trabajarnecesitando un momento de relajación;me dirigía al baño a darme un chapuzón,pero…, había una foca en mi bañeracon una lata de salmónque le hacía de compañera.– Pero, ¿qué haces tú aquí?– Mi casa está desapareciendo,no sé qué estoy haciendo,debería estar allícumpliendo mi destino,pero el pánico me ha invadido.– ¿Qué le ha pasado a tu casa?– La contaminación aumentaderretís nuestros hogares,solo porque os renta.– Somos débiles, erradicáis el hábitatde los seres vivos. Sin nosotrasno sobreviviríais, seríais vosotroslos devorados unos a otros.– Ahí lleva usted razón, amiga mía.– ¡Claro que la llevo! Estáis eliminandolo único que os da vidaa cambio de armas poco productivas.Hacéis desaparecer lo que os da de respirar yTodo aquello que os ha de alimentar.– Amiga mía, es terrible, pero cierto.

Ojalá te escuchase más de uno con atención.Me inclino ante usted con devoción.Si quiere le invito a otra latay la sigo escuchando con atención.La foca cogió el gel con las aletas,le llevé una lata y unas almejas.De repente, centenares de burbujascubren toda la bañera,y de pronto ya no está mi compañera.¿Ha sido un espejismo?¿Imaginación mía?¿Será esto un sueño?¿O estaré yo loca?¿Qué representará esta foca?No lo sé, solo sé que tenía razón;no sabemos lo que poseemoshasta que un día lo perdemos.

Leonor Brea, Sandra González, Sheyla Nicoll Valentín, Josselyn Martínez y Beatriz Pires4.º B ESO. IES Siglo XXI

¿Realidad 0 sueño?


Inspirada en oráculo (Ítaca). Francisca Aguirre

Elena Kutna1.º Bachillerato Ciencias Sociales. IES Siglo XXI


Todos los libros llenos de palabras

Y todos los libros llenos de palabrasy todos los calendarios llenos de días y todos los ojos llenos de lágrimasy llena de nubes la cabeza de todos los maresy llenos de coronas y puntapiés todos los relojes de arena y de jirafas molidas todos los pechos condecoradosy todas las manos llenas de verano y caracoles marinosy todos los dormitorios llenos de manojos de explicaciones y de pantalones disecados las sillas en todos los prostíbulos y todos los huecos llenos de públicoy todas las camas llenas de electrocutadosy todos los animales llenos de espíritu y pánicoy de feroces gritos los árboles en todos los aserraderos y todos los tribunales llenos de testimoniosy todos los sueños llenos de sacacorchos y llenas de chicas todas las estrellasy todos los libros llenos de palabrasy todos los calendarios llenos de días y todos los ojos llenos de lágrimasy todas las peceras y todos los pupitres y todas las cenas íntimas y todos los razonamientos llenos de indudables edificiosy toda la primavera llena de moscas y crisantemosy llenas todas las iglesias y todos los calcetines y todas las peluqueríasy todas las mujeres llenas de gloriay llenos también de gloria todos los hombres y todas las perreras llenas de ángelesy todas las llaves llenas de puertasy todos los bazares llenos de ratonesy llenos de barrenderos todos los cuadrosy llenas de estiércol todas las escobas de la patriay todas las cabezas llenas de radiografías e intríngulis y llenas de luz todas las subestaciones eléctricasy llenos de amor todos los manicomiosy todos los cementerios llenos de salvavidas

Juan Carlos Mestre


Llueve desde los cielos tiempo y sombra, llueve inocencia y loco desconsuelo. Un incendio de sombras te ilumina, mientras la nieve apaga las estrellas que una vez fueron permanentes ascuas.

Francisca Aguirre


Inspirada en Última niEvE (Pavana del desasosiego). Francisca Aguirre

Manuel González


Valentía

Algunos desperdicios, algunas pérdidasson, inexplicablemente,cosas que no tienen precio.

Una pérdida es una derrota.Nosotros tan alérgicos al fracaso,sacamos pecho.

Mientras buscamos el plácido beneplácitodel mundo, de nosotros mismos,irónicamente, extrañamente,nos sentimos por primera vezdueños de lo perdido.

Dueños de esa oportunidad,ese instante, ese momento preciso y precioso quetal vez nunca existió.Tal vez se le escapó a mi mirada.Hasta ahora.

Dueños de eso que un díapudimos vivir y no nos atrevimos.

Andrea de la Braña Sánchez2.º B Bachillerato. IES José de Churriguera


Andrea de la Braña Sánchez2.º B Bachillerato. IES José de Churriguera

Cuestión de confianza

Confiar en que la música de la piedad sea contagiosa,en que el bien siempre ganará más batallas.

Confiar en que pesa más el abrazo que la lágrima,la ilusión que el desencanto,el futuro que la historia.

Confiar en que el perdón existe, en algún lugar;en que el amor existe, en ti;en que la paz existe.

Confiar en que el odio se desdibujará,en que se dibujarán mapas en blanco.

Confiar, vehementemente, en un mundo mejor.


Inspirada en paisajEs dE papEl (Ítaca). Francisca Aguirre

Juan Luis Moreno Campos2.º D ESO. IES Enrique Tierno Galván


Inspirada en mÚsica dEl fondo (La otra música). Francisca Aguirre

Laura Pérez Bombín2.º B ESO. IES Enrique Tierno Galván


A las nueve de la mañana, con la cortina de mi habitación echada todavía, empecé a despertarme con el lejano murmullo de los niños de San Ildefonso que cantaban los números de la Lotería Nacional.Remoloneando aún en la cama, procuraba no hacer ruido con las sábanas para que mi madre retrasara el ritual diabólico que inevitablemente sucedía cada mañana.Las argollas sonaron apelotonándose unas contra otras en un golpe seco. Apreté los ojos y me cubrí la cabeza con toda la ropa de cama.Mi madre, como una luchadora doméstica parapetada en su bombo-escudo de muchos meses, irrumpió en la alcoba con el preparado prodigioso que acabaría con la plaga de insectos en el dormitorio. Un mejunje apestoso que nos hacía salir de la habitación a la velocidad del rayo. Ella lo llamaba el fli de las chinches. Con ese aparato cilíndrico brillando entre sus manos empezó a fumigar la habitación mientras pronunciaba sus palabras mágicas para sacarnos de la cama:–Nenaaas... Qué ya han pasao las burras de leche. ¡Arriba!Contuve la respiración en un intento de rebelarme contra aquel atentado al sueño. En mi cabeza sólo había un pensamiento: ¡Ójala me muriera intoxicada para que mi madre se arrepintiera de lo que había hecho!El cuerpo que dormía a mi lado y con el que compartía cama de uno veinte con colchón de lana era el de mi hermana Rosi que, aunque dormía como un cesto, comenzó a agitarse como una liebre. Con el cuerpo todavía dormido, pero tosiendo y lamentándose por los efluvios del fli de las chinches, pasó por encima de mí pisándome la cara con la planta del pie. No me quedó otro remedio que levantarme y salir también de allí para respirar aire limpio y terminar con aquel picor de ojos y garganta que me abrasaba por dentro.Fuera de la habitación tosía a coro con mi hermana y pensaba en los niños de San Ildefonso, tan limpitos, tan peinaditos, tan trajeaditos, oliendo a colonia... Y lamenté no ser huérfana y cantar con ellos los números de la lotería. –Venga, vestiros y desayunar. Tú, Margarita, luego me ayudas con el polvo y tú Rosi vete a tirar el cubo mientras yo hago las camas.–¡Nooo, mami, el cubo no! El cubo no, que me da asco, por favor, mami.-¡Qué asquerosas sois! ¿No veis que estoy embarazada y no puedo coger peso? Como le pase algo al niño, ¡ya veréis!–Jooo, mami, pídeselo a los chaches cuando vengan.–¡Dos días voy a dejar el cubo ahí! ¡Iros a la mierda!

Capítulo 4


No sé cómo se las arreglaban mis hermanos pero nunca estaban en los momentos en los que mi madre nos encargaba las tareas. Esta vez se habían ido a casa de mi tía Manola hasta Nochebuena, a jugar, comer y quedarse a dormir con mis primos. No es que fuera una excursión porque la casa estaba justo enfrente de la nuestra, en el siete de la calle del Águila, pero aquel día, como otros muchos, mis hermanos no estaban para sacar el cubo de los meaos, ni el de la basura, ni el agua de la lavadora...Mi madre estaba embarazadísima. Poco tiempo después nacería mi hermana Violeta.La llegada de un miembro más a la familia me inquietaba, no tanto por razones de espacio, que era lo único que les preocupaba a mis padres, sino por la posible competencia entre lo que viniera y yo. El imponente embarazo que lucía mi madre había conseguido hacer de ella un verdadero saco de patatas y que sus movimientos fueran muy aparatosos y torpes. También le había agriado un poco el carácter, aunque aquella mañana estaba especialmente alegre y dinámica.–Venga, desayunar y vestiros que ha empezao ya la lotería.De la cocina vino con dos tazones de Nesquyk, y una bolsa de magdalenas. Después salió de casa a tirar el cubo que mi hermana se negaba a vaciar.Aquel cubo al que mi hermana Rosi tenía pánico, no era un cubo cualquiera, por lo tanto era lógica su reacción, pero a ella, por ser la mayor, le tocaban las tareas más difíciles.Ese cubo resolvía una de las necesidades de primer orden en nuestra familia. Estaba en la cocina, justo debajo de una escarpia donde mi madre colgaba la bolsa con las barras de pan que yo traía diariamente de la tahona en la que trabajaba mi padre.En aquel cubo sólo se podían hacer dos cosas, en caso de extrema necesidad tres, pero básicamente acumulaba los orines y los escupitajos de la familia. Aquel recipiente con asa fue bautizado con el único sobrenombre posible el cubo de los meaos.El cubo de los meaos se sacaba varias veces al día a vaciarse fuera de la casa, donde teníamos el retrete, anteriormente compartido con otros vecinos y ahora cedido en exclusiva para la familia, gracias a la gestión de Paulino el veterinario presidente de la comunidad de vecinos.

Marga Sánchez


Desde dentro

Cuántas veces habremos pensado,“al otro lado, ¿qué habráde esta barrera, física, o psicológicaque nos impide ver el mar?”Desde dentro, un halo de luz nos ilumina.Desde dentro, podemos solo soñar.Algunos creen haber salido,mas ni un alma ha nunca queridoaparentar lo que no está.Una gaviota nos sobrevuela,a través de los barrotes nos intenta observar,porque en esta prisión no hay velasque, desde dentro, nos guíen para escapar.Una suposición, nos hace creer,que la playa cerca está.Ya se oyen las sirenas,de un barco al atracar.Yo creo que, si quisiéramos,podríamos ya salir,pero es “todos o ninguno”,por lo que nos quedamos aquí.Desde dentro, no olvidamos,la clave para huir:los recuerdos, en la arena,y sobre el ponto, las miras por cumplir.

Alberto Martínez Cordone1.º C ESO. IES San Nicasio


Montones de libros viejos

Inspirada en nana dE los libros viEjos (Nanas para dormir desperdicios). Francisca Aguirre

Marta Santiago Romero2.º Bachillerato. IES San Nicasio


…en cada válvula o esquina, no de soledad, sino de asombro,se amuralló el sol de los orígenes.

Recto, como el asesino a distancia,fue socavando canteras,y entre una y otra,en el lapso entre una y otra,el ritmo de la germinación… De aquí a allí ese acorde:fase o ventrílocuo derechoque espolea sangre o excepciones.De aquel norte a mi sur:fragmentos que imantadosdesignan la curvatura de la tierra.

Extrañeza, extensión y música creciente:el reino fértil de los herederos.

Marta Agudo, 2014


en las que empecé a creeren el amor a primera vistacuando vilo que tu pelo le hacía al viento,lo que tus caderas a los ojos de Madrid,o lo que tu cuerpo a los rayos de sol de aquel domingo;tuve que matarlos a todospara poder morir en ti,y ojalá que todas las muertessean tan bonitas como tú.Que no me hablende bellezasi no te han visto desnudapintándote en el espejo del baño.Que no me hablende Madridsi no es para decirmelo bonita que estabas paseando de mi mano.Y que no me hablen

de tisi no es contigo.Y entonces fue cuando me burléde todos los ángeles del cielo,porque tú preferiste bajarpara hacerte mortaly morir conmigo;sentía cómo te metías dentroy sometías mi corazóny ponías tu nombrea cada mariposa que nacía.Fueron tus ojos de gatalos que me dieron las siete vidas.Fue tu risala que me hizo saberque venías del cielo.Y fueron tus “ven”los que me hicieron quedarme a moriren tu cama.Por ti.Contigo.

Ángela Ruiz 3.º ESO. IES Isaac Albéniz

Inspirado en cuando dios quiso (La otra música). Francisca Aguirre

Amor, recuerdo aquellas tardes


Como todo está al revés / se me ha ocurrido darme un paseíto

Inspirada en oyE, ¿cómo Es quE tiEnEs las manos tan coloradas? (Conversaciones con mi animal de compañía). Francisca Aguirre

Claudia Gómez4.º A ESO. IES Isaac Albéniz


Tesoro añorado

Aquella infancia fue más tristeFrancisca Aguirre

Aquella anhelada infancia. Ser niño en nuestra época era sencillo. Vivíamos rodeados de felicidad. Éramos risueños.

Recuerdo aquellas felices tardes, Como un tesoro añorado. Ser niño no resultaba una carga pesada, Ni para nosotros ni para nuestros mayores.

Decía que éramos inocentes, Cuando elegíamos abrazos en vez de monedas. Y con todo nuestro amor, Dibujábamos un retrato de nuestra madre.

Rindo homenaje a aquellos días, ¿Cómo añorarlos sin tristeza?Desearía volver a ser niña. Sin cielos grises ni miradas tristes.

Marta Sánchez Martínez 4.º ESO. IES Salvador Dalí


Y allí estabas lanza en ristreEntre guerras y amenazas,Sangrando por ambiciones ajenasQue hacían dormir tu mirada. ¿Dónde está tu pluma, caballero?La cambiaste por la espadaY tus suspiros mueren fríos,Tan fríos como la nostalgia. ¿Dónde está tu alma, caballero?En aquel lugar se consumeTan, tan lejos de casaDejando a la bella Elisa solaY triste por tu falta. ¿Dónde están tus rimas, caballero?A tu muerte quedarán olvidadas,Los sonetos no se oirán en tu boca, Ni tus palabras teñidas en versos,Ni tus tristezas dormidas en calma. ¿Y qué hacías en la guerra?Tu pluma siempre descansa,Tu alma escribe sin tintaY tus rimas sobrevuelan batallas.Los amargos “te quiero”Ya no brotarán de tu garganta,Pero brotará una pregunta, desdichado¿Qué hacías tú en la guerra?¿Qué hacías allí, Garcilaso?

Inspirado en ¿qué hacías En la guErra, garcilaso? (Los maestros cantores). Francisca Aguirre

Marta Navarro García 1.º BACHILLERATO. IES Salvador Dalí


Inspirada en EspEjismo: pEnélopE y la mujEr dE lot (Ítaca). Francisca Aguirre


Paco Morillo


Cuando amanece

Cuando amanececuando la luz viene a revelarmey me quita mi condición de sombray el silencio se nutre de trinos, motoresy voces escribocomo una invención de la sombra que parte

No puedo alzarmequiero armarmepara la soledad fecundano me busquenno me dañenni me pidandejadme en mi terreno herido

No estoyni sé por qué hago faltadéjame borrar mi improntadéjame quedaren el revés del cielo matutinoantes del solno me traigasal impuro mediodía blanco

Acuéstate de piecierra los ojos aunque abiertoscallay obra en lo oscurodesvanece y revive entre las tapas de un libroentre sus hojas callacomo sobre un lecho de hojasen el corazón del bosquehazte otoñocruje, crepita, mira


pero no digasy aún no es la muertetorpe certeza del dolorque considera adelantar su finy aún no es la muerte

es entre dos sombras un filo de lunablanco y nítidoes la revelaciónde un estado de guerramayor

El sol calcinael desierto está oscurolos días beben

las mañanas cantan el canto de los ahogadosen el metro-el banco-la oficinajuntos y mudosse agolpan en las puertascontantes y sonantesde bolsas ajenas

Te levantas para perdertehablas para escurrirtecaminas para hundirtecorres, gritas, celebras sacrificios foráneos

También Valery hurgabaen las horas que preceden al albalos bolsillos vacíos de su personatambién llegabaa extraer objetos y reparar sus trazastambién supo que la geometría es un continente desnudoun equilibrio innecesario

con Alejandra Pizarnik

Noni Benegas


Y me pongo a llorar

Y me pongo a llorar sobre la vida,la que se desvanece lentamente,la que desembocará en una caja de madera.Y te vaso te llevan, no sé,escuchando el grito que desata el huracánque ruega que vuelvas.Todo sigue girando menos tú,que estás ausente de nuestras vidas.Y no vuelves.Y me recompongo intentado que no se note,fingiendo sonreírmientras mis lágrimas amenazan con salir.

Inspirado en El ordEn (Ítaca). Francisca Aguirre

Sara Fernández-Nieves Díaz1.º Bachillerato. IES Pedro Duque


Inspirada en dEsmEsura (Pavana del desasosiego). Francisca Aguirre

Raquel Varas Rodríguez1.º Bachillerato. IES Pedro Duque


…hubo un tiempo en que estaba dispuesta a resistiry buscaba respuestas a todas tus preguntas (recuerdo que pensaba que mi mejor respuesta estaba en no dormir). Cuando sentimos muchoes muy fácil llegar a algunas certidumbres . Se piensa en prescindir hasta del propio aliento: casi estamos seguros de que con eso basta.

Francisca Aguirre


Inspirada en las cErtidumbrEs (Ítaca). Francisca Aguirre

Raquel Álvaro


A FranciscaÉrase una vez…A la mañana siguiente Azucena vio unas fotoscomprometidas en Instagram.Quiso callar y no decir nada.

Esto que llevo no es cualquier cosa, es un sufrimiento.La verdad,la verdad es algo que se lleva dentro,es algo que no puedo sacar.Callar,callar es algo que no sirve.Mudez,la mudez es transparente, sencilla, fría,por dentro vacía.Dejo que las personas hablen.

Miguel Abad, Enrique Bazan, Noemi Cruz, Raúl Espada, Jorge Flores, Sara García, Carla Gómez, Álvaro Hernando, Pablo Jiménez, Siham Mhauoch, Alejandro Moya, Alejandro Robador, Juan Antonio San José, Sandra Sánchez, Natalia Sánchez, Xochil Sarria, Erika Turégano, Sonia Valentín, Dara Valenzuela, Irene Villalobos1.º FPB y 2.º PCPI. IES Pablo Neruda

La familia es:la que no te entiende,la que te dice lo que tienes que hacer,la que te hace sentir bien,la que a veces te regaña,la que te dice que no lo hagas.La familia es comouna parte del corazón.Son los que más te quieren,con los que siempre puedes contar.

Ser diferentes nos hace especialesy nos hace importantes.Dejad a las personas que desgarren su furiacon las lágrimas de sus ojos y que puedanliberar el sonido de su voz. Chau

A este poema habría que ponerle un título…


Inspirada en oyE, ¿cómo Es quE tiEnEs las manos tan coloradas? (Conversaciones con mi animal de compañía).Francisca Aguirre

Ruth Carbonero Marcos2.º ESO. IES Pablo Neruda


Llave de sombra

Con Paca Aguirre

Por adobes sin vísperas y azules sin memoriabaja un jinete insomne y un caballo sin eco,un ángel sentenciado por un reloj de arena,último Adán de nieve de un diciembre sin luna.

La noche más entera de la espuela y el fémurarde con llama negra en el alto silenciode un corazón oscuro en mitad de la nocherasante del desierto.

Islas de fuego y lluvia, en la hora sin contornosdonde Orfeo es un ojo que contempla los puentes,recorre las orillas con azogue y con barroen las costas de espanto de un paisaje de inviernoy cobija en su manoel pájaro de jade del futuro,la memoria precaria que dejan los relámpagossobre el color del frío.

El ruido del azar que mueve los planetas,da un temblor ilegible a las hojas del árboly en la métrica impar con que late la lluvia,da vibraciones de aire a las alas del pájaro.

Es cifra de la luz y música del sueño,llave de la materia sustancial de la sombra,en la trama confusa del pasado.

Como sabe la sangre su camino y sus puertas,cae la noche en la frente y en el centro del mundoy en los límites de agua donde naufraga el tiempocon un ángel de lluvia del Mar de los Sargazos.

Santos Domínguez


A aquella que nació entre arte, entre arte y cuadros del amor de un padre.

Desmesura hubiese sido que no hubiese escrito. Desmesura hubiese sido no poder haber visto Ítaca, desde fuera, con sus dioses y silencio. Desmesura hubiese sido no poder haber sentido la desmesura de decir que no, quitándole el tiempo al tiempo.

Ella, alejada de los grandes, de sus hermanos, por haber escrito más tarde, pero no peor. El arte es largo y no importa. Lo único importante, como ella dice, es su vida, es vivir; y de vivir nació su poesía, y el arte pasó a ser lo que no era. Importante.

Nadie podía hablar con su mascota, hasta que ella nos regaló poder hacerlo y nos enseñó que casi somos tan animales como los nuestros propios. Ellos, que son testigos de nuestro día a día y nuestro camino a la perdición. Qué desmesura poder hablar con un gato. Qué desmesura hubiese sido no poder haberlo hecho, o no poder haberlo leído, que hablando de poesía es lo mismo.

Nadie concibe las escaleras tan largas. Nadie sube trescientos escalones, pero aprendimos que todos lo haríamos por nuestro padre; para castigar la guerra que todo se lleva, incluyendo cuadros de mármol y barandillas; de los que nacieron tantos poemas de letra de plata y tristeza, donde también se cantaba la vida.

Gracias, gracias; gracias por habernos dejado ver Ítaca, aquel lugar donde ya solo es invierno, donde tal vez nació aquella última nieve que apagó las estrellas. Aquel lugar donde solo queda mar, ese que cicatrizó tus heridas. Gracias a aquel que te prestó esa pluma que solo escribía tristeza, con la que imaginaste tantos versos de vida, a pesar de que todo estuviese en contra. Gracias, gracias por tu poesía, que nunca fueron solo palabras, sino tu historia, que siempre será la nuestra.

Gracias por tu prosa y tu rima, gracias, en definitiva, por vivir tanto. Por sentir y hacernos sentir a nosotros, que hablando de poesía es lo mismo. Gracias, gracias desde dentro de mi propia isla desierta, donde también se entiende a las mascotas; donde no se habla; solo se escucha poesía.

Sergio Cuevas del Valle4.º C ESO. IES Rafael Frühbeck de Burgos

Poema a Francisca Aguirre


Es como una armadura.

Inspirada en la piEl (Historia de una anatomía). Francisca Aguirre

Anabel Cuevas Vega4.º ESO. IES Rafael Frühbeck De Burgos


Inspirada en dEsdE fuEra (Ítaca). Francisca Aguirre

Alberto Ruiz Mohino2.º Diseño En Fabricación Mecánica. Ies Luis Vives


….Un mar, un mar del que ser cómplice.Un mar al que contarle todo.Un mar, creedme, necesito un mar,Un mar donde llorar a maresY que nadie lo note.

Francisca Aguirre


Inspirada en tEstigo dE ExcEpción (Los trescientos escalones). Francisca Aguirre.

Rafa Martín


Simplemente escribiré

Para Francisca Aguirre

Si tengo que escribir,escribiré sobre las sonrisasque hacen relucir el sol.De lo bonito que es vera tu pequeño guerreroconvertirse en adulto.Sobre cada atracoque no hemos planeadoa la bocadel que nos hizo salir un día de una bancarrota de esperanzas.De los valientes soldaditos de plomoque nunca debieron ondear banderade pirata en su barco de papel.Sobre mi sonrisa de hoyuelo derechoque tanto me decías que te gustaba.De la vez que me solté el pelome pinté los labios y salí a besar el viento.Escribiré sobre la sonrisa de mi madre,de la mirada de la mujer más bella. Sobre las sorpresas que me deparará el mañana.Sobre mi corazón dividido entre Madrid y Nueva York.Sobre las personas que solo necesitan un mar de lágrimas.Simplemente escribiré sobre la belleza de la vidamirándola desde los ojos de una chica de 15 años.

Sara Morillo 3.º ESO. IES La Fortuna


Desde fuera Para Francisca Aguirre

¿Quién fuera personapara recorrer el mundo?Desde fuera, el mundo no tiene límites.Y si no consigues comprenderlo,¿significa que no existes?Desde fuera.No todo el mundo consigue entenderlo.El mundo es mucho másque hasta donde alcanza la vista.Pero hay personas que no son capaces de entender.Desde fueralas cosas se ven mejor,desde dentroTodo parecen barreras,¿por qué no intentas derribarlas?Desde fuera, todos nos observan.Desde aquí, se preguntansi somos los únicos que intentanver todo de otra manera.¿Alguna vez miraste más allá?Tú eres el que describe los límites,intenta ver desde fuera de ellos.

Esther García Medina 3.º B ESO. IES La Fortuna


Paca, sendero de luz, amistad, de compromiso y solidaridad.Sendero de luz

Társila Jiménez


1Tendríamos que tener una palabra que significara todo y nada al mismo tiempo. Así podríamos definir, con ella, los sueños. Los sueños se nos escapan por eso. Sería como levantar edificios de agua en el agua y crear una ciudad boquiabierta. Las formas se acaban. Pero antes de morir ahogados aparecería una lancha salvavidas que sería esa palabra. Entonces los sueños serían más reales que nuestra circunstancia. Y volveríamos a ser pájaros fontaneros arreglando inodoros sin aspiraciones. Así nuestro comportamiento no seria objeto de muchos comentarios. Así no estaríamos condenados a la lucidez que nos hace fatalistas. Así estaríamos despreocupados como una mujer que no lleva nada debajo. Fuera de la monstruosa ignorancia de las palabras con una sola palabra. Y no lo arreglaríamos todo con un batido y una hamburguesa. También podríamos plantar cebollitas en una parcela. No habría un viejo con una gorra de béisbol que no nos deja pasar, ni compartiríamos piso con el de la motosierra.

2Mira, querida, o como te llames, si quieres, te puedes quedar a dormir aquí. Sólo tengo una cama, pero no te preocupes. Podemos dormir uno al lado del otro pero nada más.


Te conozco poco pero te respeto como persona. Además me pareces una mujer sensata. Venga, no seas tonta, que luego te dan las tantas y da pereza irse a casa. Así que tú tranquila. Soy de ésos que chocan los cinco con la mano blanda. Venga, que hasta hace poco éramos revolucionarios y estábamos subidos en las moreras, con nuestras alpargatas honradas, que si hay vino beben vino y si no hay vino, agua fresca. Venga mujer decídete, que cuesta lo mismo ligarse a un tonto que a un listo.

3El presente es muy frágil y el suelo que pisamos es muy delgado. Ya no te recuerdo Amanda. Ya no te recuerdo lo más mínimo, ni suenan las sirenas. Me siento sometido a lo que consideramos común: los vinitos, los pinchitos, las ensaladas con inventiva, los colegas. La derecha española no ha tenido una artillería intelectual hasta Las Crónicas de Narnia. Han cambiado el Árbol de Guernica por uno de formica y no os habéis enterado.

Rafael Ponce


Allí, democráticamente apilados, había montañas de libros viejosAlgunos viejísimos tan viejos que se les caían las hojas como a los árboles,otros, más afortunados, habían sido remendados, como los calcetines o los zapatos.Porque un libro, señores, es una prenda de abrigo.

Francisca AguirreDe nana dE los libros viEjos

(Nanas para dormir desperdicios).


La Lectura. 1919. Lorenzo Aguirre


Tiene tu misma edad y sin embargoSientes que va a sobrevivirte.¿De dónde vienes, arrabal de sombras?¿Qué cosecha florece en la penumbra?Lo sé, lo sé: no hacen falta respuestas.

Francisca Aguirre De arrabal dE pEnumbras

(Pavana del desasosiego).


Niño entre almohadones. 1924. Lorenzo Aguirre


Salir a un campo que no fuera pintado suponía gastar unos zapatos.Salir, salir, ése era el sueño,abolir a las trenzas, inaugurar la barra de labios:¡mi reino por un trabajo!

Francisca Aguirre.De paisajEs dE papEl (Ítaca).


La cabrita. 1930. Lorenzo Aguirre


Detrás del tiempo siempre hay otra historia,una historia que fue y no fue,como en los cuentos infantiles.

Francisca Aguirre.De mEmoria arrodillada

(Pavana del desasosiego).


Artistas de circo. 1934. Lorenzo Aguirre


Abad, Miguel 60Agudo, Marta 47Aguirre, Francisca 76Aguirre, Lorenzo 77Álvaro, Raquel 59Baeza Píriz, Laura 12Bazán, Enrique 60Benegas, Noni 54Brea, Leonor 32Carbonero Marcos, Ruth 61Chen, Elena 17Cruz, Noemi 60Cuevas del Valle, Sergio 64Cuevas Vega, Anabel 65de la Braña Sánchez, Andrea 38Díaz Torres, Silvia 21Domínguez, Santos 63Espada, Raúl 60Fernández-Nieves Díaz, Sara 56Flores, Jorge 60García Medina, Esther 71García, Sara 60Gómez, Carla 60Gómez, Claudia 49González, Manuel 37González, Sandra 32Grande, Guadalupe 25Hernández “Chiqui”, José 23Hernández, Antonio 19Hernando, Álvaro 60Jiménez, Pablo 60Jiménez, Társila 73Kalkon, Wafaa 16Karroua, Fátima 20Kutna, Elena 33Lostalé,Javier 30

Marín Mancebo, Lorena 25Martín, Rafa 69Martínez Cordone, Alberto 44Martínez, Josselyn 32Mestre, Juan Carlos 35Mhauoch, Siham 60Molpeceres del Mazo, Sara 28Moreno Campos, Juan Luis 40Morillo, Paco 53Morillo, Sara 70Moya, Alejandro 60Navarro García, Marta 51Pérez Bombín, Laura 41Pires, Beatriz 32Ponce, Rafael 74Porlan, Alberto 15Rico, Manuel 9Robador, Alejandro 60Rollán Martín, Elena 29Ruiz Mohíno, Alberto 67Ruiz, Ángela 48San José, Juan Antonio 60Sánchez Martínez, Marta 50Sánchez, Carlos 24Sánchez, Marga 42Sánchez, Natalia 60Sánchez, Sandra 60Santiago Romero, Marta 45Sarria, Xochil 60Torrado Solís, Antonio 13Turégano, Erika 60Valentín, Sheyla N. 32Valentín, Sonia 60Valenzuela, Dara 60Varas Rodríguez, Raquel 57Villalobos, Irene 60

Índice de autores (alfabético)

Leganés a Francisca Aguirre - Ayuntamiento de Leganés · Los Institutos de Educación Secundaria...

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