libertad, 1947; Descartes, 1947; Crítica de la vida cotidiana EL SER ESTÉTICO DE LA...
Transcript of libertad, 1947; Descartes, 1947; Crítica de la vida cotidiana EL SER ESTÉTICO DE LA...
t
libertad, 1947; Descartes, 1947; Crítica de la vida cotidiana (l. 1947; TI, 1961); Para comprender el pensamiento de Marx, 194~; Pascal, 1949-1954; Para comprender el pensamiento de Lenm, 1957; Problemas actuales del marxismo, 1958; La suma y la resta, 1959; Introducción a la modernidad, 1962; Metafilosofía, 1965; "La sociología de Marx, 1966; El lenguaje y la sociedad, 1966; El derecho a la ciudad, 1968; La vida cotidiana en el mundo moderno, 1968. Sobre cuestiones estéticas y artísticas ha escrito: Contribución a la estética, 1953; Musset, el dramaturgo, 1953; Pignon, 1956, y algunos capítulos de su Introducción a la modernidad, '
138
EL SER ESTÉTICO DE LA OBRA DE ARTE
Max Bense ~
La. ,correalidad de las obras de arte
Si tiene sentido, pues, hablar de un objeto estético, ,éste es el que se manifiesta con un poema, con un cuadro, con unaescultura, con una frase musical, etcétera, y que está indudablemente caracterizado por la propiedad de nacer por obra de la determinada actividad de un determinado ser humano. Esto es, ' por el hecho de que antes no existía ni aun en la idea, ni en la representación apreciable, pues nace como intento, como experimento, y en modo alguno como traducción en la materia de algo imaginado. Aquí no se trata de un acaecer propio, como ocurre en la: naturaleza, sino de una creación, sólo que de tina creación que de pronto se interrumpe y declara la obra terminada. Aun la condición de fragmento de la obra de arte no desmiente esta declaración. La creación es una auténtica producción; llna "fijación" - en el genuino sentido de la palabra- de lo que fue percibido como obra de arte, como objeto estético. En un concepto riguroso, que se refiere a un ideal que debería hipostasiarse, todas las obras de arte se hallan en el estado de fragmento o de torso. El ideal de la obra de arte, ideal del que: se habla en contraposición a su realidad, es una expresión con la cual se da por sentado que ,la genuina creación es un proceso cuya prosecución, cuyo fin es siempre problemático. Sobre todo ' tratándose de obras de arte; y cuando juzga nuestro gusto y no nuestra percepción s.olemos subordinar la idealidad a la realidad. En 'la estética es inadmisible semejante subordinación. Nos contentamos con admitir que la creación de la obra de arte sólo interesa en la medida en que se satisfaga la percepción estética,' en 'que el objeto estético se haga visible, y suponiendo
" Max 'Bense, Estética, Buenos Aires, Nueva Visi6n, 1954, pp. 21·25:
139
que todo lo demás acaso no sirva sino para adornar u ocultar el objeto estético, El carácter de único en el tiempo de una obra de arte, el carácter irrepetible de su génesis, son una consecuencia del hecho de que el nacimiento de una obra de arte corresponde a la percepción de un objeto estético que con ella se hace visible y que con ella se elaboró experimental, sintéticamente,
¿Qué significado tiene esto a los efectos de la situación de los objetos estéticos en el ser? ¿Qué modalidad les corresponde? ¿En qué grado los objetos estéticos pueden caracterizarse como meros objetos? ¿Qué podemos predicar de ellos, sin que antes los hayamos caracterizado con precisión? Desde luego que su estudio no puede comenzar sino con el supuesto de la existencia de las obras de arte, Los objetos estéticos están dados por las obras de arte, La obra de arte no es algo que se desarrolle por sí misma en un acaecer, sino algo creado, algo hecho, algo producido, En este sentido, las obras de arte tienen realidad, materia, espacio y tiempo, Su realidad es la condición necesaria, si bien no suficiente, para que la obra de arte pueda ser objeto de percepción estética y de juicio estético, Los sujetos estéticos requieren la realidad de las obras de arte, Pero éste no es su único requerimiento,
Al establecer esta proposición ya hacemos uso de un modo del ser, el de la realidad, para caracterizar la situación del objeto estético en el ser, En efecto, para realizar una descripción ontológica, con referencia al ser, no alcanzan otros medios, como por ejemplo el de las categorías, desde las de Aristóteles hasta las de Nicolai Hartmann, Desde luego que las propiedades de las categorías pueden aplicársele, pero no alcanzan, La teoría clásica de los modos del ser, que distingue entre necesidad, realidad y posibilidad, así como entre sus formas negativas, se aproxima mucho al ser peculiar de la obra de arte y de los objetos estéticos, Cuando se trata sólo de cuadros realmente pintados y que pueden contemplarse, o cuando se trata sólo de poemas realmente compuestos, pero cuadros y poemas que superan las realidades en virtud de las cuales ellos son, es decir,. que son algo más que ellas, hablamos de la cOl'realidad de las obras de arte y de la correalidad de los objetos estéticos, Designaremos al modo del ser de las obras de arte, y por lo tanto
140
, la expresión ,l modo del ser de los objetos estétIcOS, con
I'orrealidad, . Oscar Becker habla " eva Verdad es que , ..
La expreslOn es nu, d l'dades ontológicas, de M!tmo-'n su Sistema formal de las mo M
a ,! twendigkeit (conecesidad),
. 'bTd d) Y de ¡ Uno 1 glichkett (COpOSI 11 a ,p Becker no presenta e
f as negativas, ero , así como de sus orm . ' coposibilidad deSIgna
l'd d' con el terrnlllO oncepto de correa 1 a , 'd del operar sin contra-
, t mática en el sentl o , ' la existenCla ma e d teoría matemattca,
ema dentro e una , ' d icciones de un teor 'd d en la existencia matematlca O, Becker encuentra coneceSI a, del cálculo de un deter-
, 'emplo en el SIstema constructiva, por eJ , un sentido riguroso, en el camp~ minado número pnmo, En l'd d La" relaciones matemáu-
. ' o hay correa 1 a , d de la matematIca n '. ó' mente real. Con te a
, construcClon categ rIca , cas no neceSItan una hay dos clases de eXlsten-
O B ke ha hecho notar que , t ' razón, ' ec r, b tracta Y la constructiva o In Ul-
cia matemática: la Ideal o a s, r la coposibilidad Y la , . se caractenza po ,
tiva, y que la pnmeIa 'd d D de luego que aquí la conecesl-segunda por la conecesl a. es l' d d En la esfera de las
, d sobre la correa 1 a ' d dad no enunCIa na a 'E propio de la esencia e
curre 10 mIsmo, s 'd d obras de arte no o b' t estético tenga neceSI a
d t el que el o Je o , las obras e ar e 'b' do El ser estétIco Y Para ser perCl 1 '
del objeto real para ser " "re"ll'dad estética", que b' , 1 expreslon ú
es ser correal. Taro len a , , d'ante el modo de la , d' Lipps puede dehmrse me 1 mtro uJo , correalidad,
Algunas conclusiones
l 'd d de las obras de arte se sacan De este concepto de correa 1 a
, ue merecen tenerse en cuenta, algunas conclUSIOnes q 'la realidad es el modo
h ' , notar antes que, aSI como , , d de-Ya IClmos la belleza constituye la ffiodahda ,
del ser de la naturaleza, 1 tétIca , ' rte Belleza es el término que a es ,
ClSlva de la obra de a ' tológico de la correahdad, d 'gnar el concepto on , '.
reserva para eSI 1 tológico de la condlClOn l 'd d ues el corre ato on ,
La correa 1 a es, p, 1 t de belleza El térffil-estétiCa que se caracteriza por e concep o ,: del ser
, d' nado en el plano teonco , no estético belleza está eterml 'l'd d De manera que la
t ontológico de correa 1 a ' por el concep o · < '.
141
definición y el análisis d l · indagación de la correali;ad~ bello tienen por finalidad una
Este modo significa en' . tenerse la idea y la repre pnm:~ térmlllo que, si bien puede
sentaclOn de una ob d Y representación empero 61 _ ra e arte, idea
1 d ' , s o atanen a los el a. te~a e la obra, pero no a la c .. , ~mentos reales y estétIco de la obra d . ondlcIOn estétIca misma. El ser ~l e arte nunca ex'st' . t. ser estético no se dIe Imagmativamente . . a, pues, en la cond"6 d .
smo sólo en la condición de la .10 n e la coidealidad, su ?bra, que el artista posee ante~,;realIdad. La concepción de refIere a la belleza d' b' e comenzar el trabajo, no se
e esa o ra Slll '1 1 elementos reales mediallte lo ' lOSO o a os medios, a los ble lo bello. No exist . s cua es nace y se hace percepti
e mnguna represe ta '6 d se trata de su producción de su n . Cl n e lo bello; sólo una idea-belleza de 1 y pe~cepCl6n. Aun la belleza de
. a que ocaslOnalm t atIene en su claridad en e se habla- se
1 . por entero a la mat' 1
a l<;lea. La propia, idea lle 1 .. ena, a contenido de
h na a conClenCIa ,.
a ocupado allí su luga . y umcamente cuando
d. r y eXIste allí de
pue e perClbirse en ella 'la b 11 S. manera apreciable, . d' e eza 1 en la ' "ó d prescm Irnos de aquel '. VISl n el objeto
1 b que posee la Idea t d '
a . elleza. de esa idea ' . . ' o ro po ra percibir umcamente SI ella t'
entonces ya no se hall .' .. es a expresada; pero Lo bell . ,al a en la condICIón de la idealidad.
. . o es, pues, aquello en lo cual 1 . trasclendé la realidad M . a obra de arte supera
é .. . as este trascender . ' '
tICO m un acto religioso . . no es nI un: acto
A . 1 ' SlllO exclusIvament
qUl a trascendencia no su e un acto estético pone un . d' . una eliminación de la d' 'ó presclll Ir de la realidad con ICl n se 'hl' ' d~ arte. Lo que sí qued l' . d nSI e, matenalde la obra
. a e Imma o ter . d pnmera fase de la obra est l' r:una
o, es tan sólo la t d ' o es, a génesIs' po 1 rascen er en el sent"d é . ,r e contrario el 1 b 1 o est tIco significa' ' a o ra . arrastra consigo su , l'd d precIsamente que
bZ"h . rea I a La bell d
..,. u t mcht zu früh ach blühter: . . eza e un · verso perceptible sólo cuand st, :venn
zch komme.,...l será . o ese verso eXIsta '
su,. ntmo, . su métrica sus '1 b , Y este presente con , . " SI a . as, palabras m táf Clas, ,etcétera. La belleza ' e oras, resonan-Id' ' empero, no coincide (a , SIllO que va más allá de eH L con . esta reali-a. . a belleza supera la realidad .
. 1 No florezcas demasiado temprano' f1 llegue. (N. del T.). '. ' . ay, orece tan sólo cuando yo
142
Sin embargo, únicamente puede 5ub5istir en la medida en que la realidad, que es el sostén de ella, exista y e5té presente. El interés de lo bello en lo real es esencial. La pérdida de ese interés
significaría la anulación de la obra de arte. Desde luego que el hecho de que el ser estético nO pueda
abolir la realidad efectiva de la obra de arte, no debe llevarnos al error de creer que exista un carácter de lo bello que absorba la realidad, o que hasta la destruya, Y que perdure aún en el trascender estético. Claro está que se verifica esta dispersión o destrucción de la realidad en aquella esfera de la obra de arte relativa al contenido, al tema. En la esfera de la temática de la realidad, la zona de la mimesis, de la imitación, es extremadamente delicada cuando los rasgos estéticos determinan la5 formas sensibles, materiales, y, en consecuencia, la ordenación Y la expresión suelen complacerse fácilmente en resolver los contenidos, que simulan un mundo dado, como objetos estéticos puros. Así como la belleza vela o dispersa la realidad del mundo representado, éste, a su vez, puede velar o dispersar la belleza de la obra de arte. No siempre los modos del ser que aquí desempeñan un papel -esto es, la realidad y la correalidad - son modos conciliables. Pero todo esto nada tiene que ver con el
ser real de la obra de arte como tal. La expresión belleza - que empleamos primariamente sólo
como concepto general para designar todos los atributos con los cuales caracterizamos lo positivamente estético- se comporta en consecuencia como modalidad que abraza la condición particular del ser de las obras de arte. (Así como en la mecánica clásica la expresión 1'ealidad caracteriza, de manera general, el ser de los rasgos distintivos físicos) . Lo que está presente lo está a su manera. El mundo físico está realmente presente. El mundo estético no sólo está realmente presente, sino que, además, se remi te a un nuevo modo de ser. La diferenciación del ser tiene una extensión estética. La estética, en el estricto sentido de la palabra, es un análisis del ser que se hace patente en las obras
de arte.
143
II