LIBRO 6 LA ENERGÍA: COMBUSTIBLE DE LA VIDA
Transcript of LIBRO 6 LA ENERGÍA: COMBUSTIBLE DE LA VIDA
LIBRO 6
LA ENERGÍA:
COMBUSTIBLE
DE LA VIDA
CONTENIDO DE LA OBRA COMPLETA
LIBRO 1
ÉTICA
La necesidad de una ética práctica para llegar al
entendimiento de los seres humanos entre sí y de ellos con la
Naturaleza.
CAPÍTULO 1
2
PROYECCIONES DE LA NATURALEZA HUMANA
1.1.0 El orden social del prehomínido. El orden social de la
manada
1.2.0 La “historia” de Adán y Eva es todavía una realidad vigente
1.1.1 La Razón, el nuevo ingrediente de la Creación
1,2.2 ¿Cuál es el papel de la razón en el ordenamiento de la Vida?
1.2.3 El dilema fundamental para el ser humano en relación con la
Naturaleza: ¿Relación d Poder o de liderazgo?
1.2 4 Síntoma de dominación del líder: El Carisma
1.2 5 Síntomas del efecto sinergético de la acción del líder: La fe
de sus seguidores
1.2 6 Consecuencias de la experiencia de la fe: La autoridad del
líder o, en caso contrario, su negación: El escepticismo
1.2.7 La autoridad del líder, consecuencia de la fe: Origen del
orden social eficaz, de la disciplina auténtica dentro del orden
establecido
1.2.8 ¿Es posible forjar nuevos usos, nuevas costumbres, nuevos
órdenes, nueva cultura?
1.3.0 La Ética
1.3.1 El lenguaje, expresión del carácter, camino del
entendimiento
1.3.2 La solución verbal de los conflictos
1.3.3 La Cultura de la Vida: La liberación del espíritu humano de
las garras del primitivo animal prehomínido
1.3.4 La liberación del espíritu humano de la tiranía, de la
hegemonía, de la dependencia, del dominio indiscriminado de los
hombres poderosos.
1.3.5 La liberación del espíritu humano de los condicionamientos,
de los determinismos de la Cultura.
1.3.6 El pensamiento utópico, como herramienta para la
liberación del espíritu humano.
CAPÍTULO 2
DEL MITO A LA RAZON
2.1.0 El principio de la razón.
3
2.2.0 Respuesta humana a sus retos vitales.
2.3.0 La noción de deidad
2.3.1 la imagen de los dioses en la mente humana de la
modernidad.
2.3.2 La deificación de los fenómenos de la Naturaleza, y su
relación con la experiencia inmediata del hombre al entrar en
contacto con ellos
2.3.3 ¿Son razonables las luchas religiosas, desde el punto de
vista del presupuesto de la fe?
2.4.0 La sustitución en las sociedades secularizadas del
pensamiento religioso por el pensamiento ideológico.
2.5.0 ¿Es posible la construcción de una ética universal?
2.6.0 El trabajo de desarrollar las herramientas idóneas para la
interacción social justa.
2.7.0 El Estado moderno y sus compromisos humanos.
LIBRO 2
GLOBALIZACIÓN ECONOMICA
¿Oportunidad o frustración?
CAPÍTULO 3
TEMA ESTRATÉGICO DE FONDO EN LA POLITICA
CONTEMPORÁNEA
3.1.0 La política internacional.
3.2.0 El tema de la Globalización.
3.2.1 La globalización bipolar.
3.2.2 La globalización del Mundo en los tiempos finales del
Imperio Castellano.
3.2.3 La globalización anglosajona
3.2.4 La globalización mirada desde un ángulo moderno.
3.0.0 ¿Tiene o no tiene la Vida su propio sentido?
3.1.0 El eje de la respuesta: La propuesta del Amor
4
3.5.0 El proceso de la energía
3.6.0 La consciencia de la realidad actual
CAPÍTULO 4
LA CONSCIENCIA DE SÍ MISMO
4.1.0 Las preguntas fundamentales.
4.2.0 ¿Puede la Ciencia afrontar el reto de proponer las bases
físicas de una humanidad sostenible?
4.2.1. La navegación oceánica.
4.2.2 Otros horizontes de la Ciencia
4.2.3 La visión del conflicto.
4.3.0 ¿Podemos contar con el apoyo de la Ciencia en el esfuerzo
serio de prescindir de la Guerra?
4.3.1 Algunas consecuencias de los cambios en el
comportamiento de la Naturaleza Humana por acción del
Hombre.
4.3.2 La herencia de su vieja condición animal.
4.3.3 ¿Podría ser la globalización, como ha sido planteada, acaso
un enorme e imprático absurdo?
4.3.4 El etiquetado de los hombres, ¿un sofisma de distracción?
4.3.5 La globalización al estilo propuesto por las grandes
potencias económicas del Planeta.
4.4.0 El inhóspito medio siberiano modela muchas de nuestras
viejas costumbres y tradiciones políticas.
4.4.1 Los tonguses
4.4.2 Los vogules, los ostiakos y los samoyedos, los mongoles,
los tchouktche, los koriakos. Los kamtchadalos.
4.4.3 Los turcómanos.
4.4.4 Los kirguishes.
CAPÍTULO 5
LAS CONDICIONES CIVILIZADAS DE VIDA
5.1.0 La Realidad
5
5.2.0 El conocimiento de la Realidad
5.3.0 El pensamiento científico
5.4.0 Derribando paradigmas científicos
5.5.0 El legado imperecedero de la cultura cristiana occidental a
los pueblos americanos.
5.6.0 De cara a un cambio de actitud frente a las propuestas éticas
de la civilización moderna occidental
5.7.0 Influencia del conflicto generado entre el mundo moderno y
la ciencia contemporánea en el desempeño del técnico y del
ingeniero
5.8.0 La crisis del ingeniero en Colombia
5.9.0 Consecuencias del rompimiento del eje cultural de
Occidente en la cultura contemporánea
5.10.0 Una consecuencia de los descubrimientos científicos de la
actualidad: La necesidad de un nuevo encuentro del Hombre con
la Naturaleza
5.11.0 El origen del comportamiento de los occidentales y su
forma de hacer cultura.
5.12.0 ¿Son o no una realidad, la madurez mental de la Ciencia,
de la Cultura Occidental?
5.13.0 ¿Qué podría significar todo aquello para el científico, el
técnico, el ingeniero actuales?
5.14.0 Cambios importantes en la mentalidad de Occidente
generados por la experiencia científica
5.15.0 Una mirada retrospectiva. Una mirada dentro de nosotros
mismos
5.16.0 Una utopía digna de realización
5.17.0 Una noción de ecología humana, consecuencias de su
aplicación a la vida humana
5.18.0 Avances científicos que abren nuevos horizontes en el
conocimiento de la Realidad.
LIBRO 3
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO
OCCIDENTAL
6
CAPÍTULO 6
ORIGEN, APLICACIONES
6.1.0 Introducción al pensamiento científico
6.1.1 Qué es el pensamiento científico
6.1.2 La lógica científica
6.1.3 El lenguaje científico
6.1.4 La experimentación. Los modelos experimentales
6.1.5 El desarrollo y significación de los instrumentos de
observación
6.2.0 La dinámica del pensamiento científico. El rompimiento de
paradigmas del pensamiento científico.
6.2.1 El origen humilde de la Ciencia
6.2.2 El mundo que supera la Ciencia como disciplina reconocida
6.3.0 Empieza a romperse el eje de la Cultura
6.4.0 La Gran Controversia
6.5.0 El gran conflicto ético entre la Reforma y la Contrarreforma
6.6.0 La extraordinaria obra misional de los jesuitas en América y
Asia
6.7.0 Influencia del pensamiento científico en la vida cotidiana
CAPITULO 7
LA TECNOLOGÍA
7.1.0 La Técnica
7.2.0 La dinámica de la tecnología
7.3.0 El valor de la tecnología Obsolescencia de los modelos
científicos y tecnológicos. El rompimiento de paradigmas
7.4.0 El aporte de la técnica a la vida cotidiana
7.4.1 La Revolución Industrial
7.4.2 El espíritu de los hombres que lograron la Revolución
Industrial
7.4 3 El movimiento obrero. Antecedentes de la Revolución Rusa
de Octubre de 1917
7.4.4 La transformación de las sociedades tradicionales en
sociedades urbanas
7
CAPITULO 8
LA INGENIERIA
8.1.0 La solución práctica de los problemas humanos. Uso
racional de los recursos naturales.
8.2.0 Uso de los recursos naturales en la industria humana.
Instrumentación de la Industria. La reutilización y reciclaje de
deshechos. El equilibrio Ecológico
8.3.0 El manejo de la Crisis por los Ingenieros. La crisis de la
Ingeniería
8.4.0 La influencia de la Ingeniería en la vida cotidiana
8.4.1 El proyecto de ingeniería más grande en 4.000 años desde
Keops, cambia la suerte de una nación
LIBRO 4
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
CAPÍTULO 9
DEL GENIO HUMANO
9.1.0 Las raíces del europeo que partió la Historia Universal en
dos con el descubrimiento de América.
9.2.00 De la economía primitiva a la economía contemporánea.
9.2.1 De la caza y la pesca.
9.2.2 La Rueda
9.2.3 El manejo de los metales
9.2.4 La Guerra
9.2.5 La Navegación
9.3.0 De Stonehengue al urbanismo actual. El desarrollo
industrial
9.3.1 En la Europa antigua
9.3.2 En la América primitiva
8
9.3.3 La evolución de las culturas americanas hasta su
reencuentro con el Viejo Mundo
9.4.0 El desafío que representa para el científico el medio social
actual
9.5.0 El establecimiento de estructuras sociales humanas para el
desarrollo de empresas colectivas
9.6.0 Reparos a la “ciencia ficción” como medio eficaz para la
ambientación de las mentes jóvenes al mundo moderno
9.7.0 El nuevo reto de las Ciencias: Darle las oportunidades al
Hombre, no quitárselas
9.8.0 El Hombre tiene habilidades para moverse en los espacios
del espíritu. Es esencialmente espiritual
LIBRO 5
EL HOMBRE EN AMERICA
CAPITULO 10
LAS CULTURAS DE MESOAMÉRICA
10.1.0 Los pueblos originarios
10.2.0 Los huastecos y otros pueblos inmigrantes
10.3.0 Las culturas superiores de Mesoamérica
10.4.0 Los Aztecas
10.5.0 Las culturas de Zacatenco y Ticomán
10.6.0 Las culturas de Coloma y Nayarit
10.7.0 El pueblo tarasco
10.7.1 El pueblo tarasco
10.7.2 La cerámica tarasca
10.6.0 La cultura olmeca
10.6.1 La cerámica olmeca
10.8.2 La escultura olmeca
10.8.3 El país olmeca
10.8.4 La arquitectura y el urbanismo
10.8.5 Los tesoros artísticos
10.9.0 La cultura teotihuacana
9
CAPÍTULO 11
EL IMPERIO AZTECA
11.1.0 El significado de la religión
11.2.0 Algunos aspectos de la vida material
11.3.0 Algunos aspectos de la vivienda y el urbanismo
11.4.0 La escultura azteca.
11.5.0 La pintura
19.6.0 Aspectos de su estructura política
11.7.0 Aspectos de la industria artesanal
11.8.0 La metalurgia y los trabajos en plumas, piedra y otros
CAPITULO 12
LA CULTURA MAYA
12.1.0 El Medio Natural. La Economía. Su área de dispersión
12.2.0 La historia maya
12.2.1 El Viejo Imperio y su cultura
12.2.2 El urbanismo
12.2.3 La población y su legado cultural
12.2.4 El Clan, base de la organización social
12.2.5 Las demandas de su vida cotidiana tipifican su industria
12,2.6 La agricultura y el espacio para la civilización
12.2.7 Copán: El centro científico. La Meca del arte y la
civilización maya
12.8.0 La lectura de los jeroglíficos mayas
12.2.9 La decadencia del Viejo Imperio
12.2 10 El testimonio arqueológico
12.2.11 El testimonio documental
12.2.12 El Nuevo Imperio maya
12.2.13 Significado universal de la cultura maya
12.2.14 La religión de los mayas
CAPÍTULO 13
10
LAS ANTIGUAS CULTURAS DEL PERÚ
13.1.0 La era incipiente
13.1.1 El período pre – agrícola
13.1.2 El período agrícola antiguo
13.2.0 La era del desarrollo
13.2.1 El período formativo
13.2.2 El período cultista
13.2.3 El período experimental
13.3.0 La era floreciente
13.4.0 La era climática
13.4.1 El período expansionista
CAPÍTULO 14
EL IMPERIO INCA
14.1.0 La historia
14.2.0 La vida económica
14.2.1 La caza y la pesca
14.2.2 La cría de animales domésticos
14.2.3 La agricultura
14.2.4 La preparación de los alimentos
14.2 5 El vestido
14.2.6 El ciclo de la vida de las personas
14.2.7 La arquitectura y el urbanismo
14.2.8 Otras obras de ingeniería: Caminos, puentes y obras de
riego
14.2.9 El uso de los caminos. El transporte. Las comunicaciones.
14.2 10 La mayor expresión de plenitud artística peruana: Los
textiles
14.2.11 La cerámica. La metalurgia. Otras artes menores
14.3.0 La organización social
14.4.0 La organización política
14.5.0 La Religión
14.5.0 Algunos aspectos de la vida intelectual
CAPITULO 15
11
LOS PUEBLOS DE LA REGIÓN SEPTENTRIONAL
OCCIDENTAL DE SUR AMÉRICA
15.1.0 Panorama humano general
15.2.0 Las migraciones y las interacciones entre las poblaciones
aborígenes en Sur América septentrional
15.3.0 La arquitectura, La vivienda La agricultura
15.4.0 La Agricultura El transporte. Las vías. Las comunicaciones
15.5.0 El transporte, las vías, las comunicaciones La metalurgia
15.6.0 La Metalurgia.
15.7.0 Los hilados y tejidos. El Arte rupestre. La cerámica. La
Escultura. Otras artes
15.7.1 El arte rupestre
15.7.2 La cerámica.
15.6.3 La escultura.
15.8.0 La organización social. La familia. El parentesco
15.9.0 Algunos aspectos de la organización política
15.10.0 La visión religiosa y el culto
15.11.0 Similitudes con las culturas peruanas
15.12.0 Extensión de la memoria americana sobre su tradición.
Testimonios Sobre su vida cotidiana y acerca de su proyección
espiritual.
CAPÍTULO 16
EL CHOQUE DE DOS MUNDOS
16.1.0 ¿Acaso tienen alma los indios americanos?
16.2.0 A pesar de la oposición de los intereses creados las
misiones jesuitas demostraron que es posible el rescate del
Hombre; Todavía más, que debería ser considerado un proyecto
político inaplazable
16.3.0 El mundo feliz posible
16.4.0 Hacia la búsqueda de un sincretismo cultural
LIBRO 6
12
LA ENERGÍA; COMBUSTIBLE DE LA VIDA
CAPÍTULO 17
NUESTRO HOGAR UNIVERSAL
17.1 0 El impulso primigenio y la evolución del Universo.
17.1.1 El Big Bang
17.1.2. La formación del primer elemento de la Tabla Periódica:
El Hidrógeno
17.1 3 Las primeras generaciones de estrellas
17.1.4 La formación de los elementos más pesados. La formación
de los sistemas estelares de segunda generación
17.1.5 La Materia: ¿Una forma de “condensación” de la Energía?
El proceso de la Evolución.
17.1.6 El Universo: Colosal escenario de la Vida
17.1.7 La Vía Láctea: Nuestra galaxia
17.1.8 Nuestro sistema solar. Desarrollo local del proceso de la
Energía
17.2.0 El Ciclo del Carbón: El sistema fundamental de la
economía de la Vida.
17.2.1 El “Árbol” de la Vida, y la interacción de sus “ramas” en
cada hábitat. La ecología natural. Mantenimiento y regeneración
del Medio Ambiente. La Ecología Natural. Simbiosis con la
especie humana. Relaciones con su “liderazgo” interespecífico.
17.2.2 La Economía Humana vista como un capítulo de la
Economía Natural
17.2.3 El proceso de la evolución con rostro humano
17.3.0 Las Leyes de la Termodinámica. El concepto de Entropía.
17.3.1 Aplicaciones generales de las leyes de la Termodinámica
17.3.2 Aplicaciones de las leyes de la termodinámica a la
economía de la Vida y a la economía humana
CAPÍTULO 18
EL SIGNIFICADO CÓSMICO DEL TRABAJO HUMANO
13
18.1.0 La visión del Trabajo desde el punto de vista de la
Ergonomía
18.1.1 El funcionamiento del cuerpo como “instrumento” de
trabajo del sujeto humano.
18.1.2 El rendimiento en el trabajo y en el deporte. Los deportes
de alto rendimiento
18.1.3 La Ergonomía como materia interdisciplinaria de la
Ingeniería y la Medicina
18.1.4 La Energía, su obtención y disposición: Propósitos básicos
del Trabajo
18.1.5 La movilización y transformación de los recursos naturales
18.1.6 El Trabajo visto como una opción de “encuentros” <<no
fortuitos>> del Hombre con los demás seres de la Naturaleza.
18.2.0 Algunas categorías económicas expresadas en términos
ergonómicos. Aplicación del cálculo vectorial al estudio del
balance económico. Efectos a corregir, en las aplicaciones
perversas de la tecnología electrónica a los conceptos
desactualizados de la Economía Clásica: La deformación y el
empobrecimiento de la visión de la persona humana.
18.2.1 La unidad de medida del valor económico del Trabajo: El
Ergio.
18.2.2 Valor económico – social de la salud física y mental.
18.2 3 Especificaciones de las cargas de trabajo.
18.2.4 Los requerimientos nutricionales. Las condiciones
ambientales para los altos rendimientos
18.2.5 El cuerpo humano como “activo” básico para aprovechar
en el Trabajo.
18.3.0 La estructura social vista como un “supracuerpo”.l
18.3.1 El cálculo económico del valor de los riesgos.
18.4 0 La noción de Industria
18.4.1 Cálculo del costo.
18.4.2 Las líneas de abastecimiento
18.4.3 El “Mercado”. Estructura, dinámica, personalidad.
Tendencias, modas, relaciones con la Cultura
18.4.4 Los problemas que soluciona la Industria
18.4.5 El control ciudadano de la actividad pública, Una
“auditoría” muy singular.
14
18.4.6 Infraestructura Industrial, infraestructura de poblamiento.
Desarrollo urbanístico y de infraestructura
18.4.7 El manejo económico y el liderazgo de la gestión industrial
18.4.8 El apoyo estratégico del Trabajo y el desarrollo de la
consciencia del consumidor
CAPÍTULO 19
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA: UN ENFOQUE
NOVEDOSO DEL TEMA
19.1.0 No hay una identidad clara ni una visión integral de la
Industria de Alimentos
19.1.1 Hay millones de empresas que ofrecen “comida” para
cubrir la “demanda” de alimentos
19.1.2 La noción del consumidor acerca de sus necesidades
nutricionales. Racionalización de la educación, desde el punto de
vista de la nutrición optima.
19.1.3 Las tendencias económicas en la evolución de la demanda.
La nueva consciencia del bienestar.
19.1.4 Necesidad para el empresario de conocer acerca de los
requerimientos nutricionales de su cliente
19.1.5 El ajuste de la oferta industrial de alimentos con los
requerimientos nutricionales del consumidor
19.2.0 La salud a partir de la buena nutrición
19.2.1 Presupuesto de vida, de rendimiento ocupacional,
requerimientos de servicios de salud y seguridad social
19.2.2 Optimización de la inversión en los recursos humanos, en
el aparato productivo y en la seguridad social
19.3.0 El desarrollo de un plan coherente de ofertas para una
industria de alimentos con visión global
19.3.1 Desarrollo de fuentes de abastecimiento primarias
confiables en la tierra y en el mar
19.3.2 Influencia de las formas de tenencia de la tierra en la
eficiencia de su uso como fuentes de recursos primarios para la
alimentación.
19.3.3 Requerimiento de la planificación integral vertical de los
empresarios a lo largo de toda la cadena de abastecimiento.
15
LIBRO 7
CAPITULO 20
DEL CAOS, DE LA ANARQUÍA AL ORDEN
20.1.0 El lenguaje que uso, por naturaleza, el que usa todo ser
humano, es un lenguaje simbólico
20.2.0 La implementación de una ética práctica
20.3.0 La “Psicología de la Forma” y la visión en profundidad de
la Realidad
20.4.0 El Enfoque técnico fundamental: El aprovechamiento de
las fuentes energéticas del Sistema Solar
APÉNDICE:
Encíclica “Caritas in Veritate” de Benedicto XVI. Ver:
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/do
cuments/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-
veritate_sp.html
16
CONTENIDO DE ESTE LIBRO
LIBRO 6
LA ENERGÍA; COMBUSTIBLE DE LA VIDA
CAPÍTULO 17
NUESTRO HOGAR UNIVERSAL
17.1 0 El impulso primigenio y la evolución del Universo.
17.1.1 El Big Bang
17.1.2. La formación del primer elemento de la Tabla Periódica:
El Hidrógeno
17.1 3 Las primeras generaciones de estrellas
17.1.4 La formación de los elementos más pesados. La formación
de los sistemas estelares de segunda generación
17.1.5 La Materia: ¿Una forma de “condensación” de la Energía?
El proceso de la Evolución.
17.1.6 El Universo: Colosal escenario de la Vida
17.1.7 La Vía Láctea: Nuestra galaxia
17.1.8 Nuestro sistema solar. Desarrollo local del proceso de la
Energía
17.2.0 El Ciclo del Carbón: El sistema fundamental de la
economía de la Vida.
17.2.1 El “Árbol” de la Vida, y la interacción de sus “ramas” en
cada hábitat. La ecología natural. Mantenimiento y regeneración
del Medio Ambiente. La Ecología Natural. Simbiosis con la
especie humana. Relaciones con su “liderazgo” interespecífico.
17.2.2 La Economía Humana vista como un capítulo de la
Economía Natural
17.2.3 El proceso de la evolución con rostro humano
17.3.0 Las Leyes de la Termodinámica. El concepto de Entropía.
17.3.1 Aplicaciones generales de las leyes de la Termodinámica
17.3.2 Aplicaciones de las leyes de la termodinámica a la
economía de la Vida y a la economía humana
17
CAPÍTULO 18
EL SIGNIFICADO CÓSMICO DEL TRABAJO HUMANO
18.1.0 La visión del Trabajo desde el punto de vista de la
Ergonomía
18.1.1 El funcionamiento del cuerpo como “instrumento” de
trabajo del sujeto humano.
18.1.2 El rendimiento en el trabajo y en el deporte. Los deportes
de alto rendimiento
18.1.3 La Ergonomía como materia interdisciplinaria de la
Ingeniería y la Medicina
18.1.4 La Energía, su obtención y disposición: Propósitos básicos
del Trabajo
18.1.5 La movilización y transformación de los recursos naturales
18.1.6 El Trabajo visto como una opción de “encuentros” <<no
fortuitos>> del Hombre con los demás seres de la Naturaleza.
18.2.0 Algunas categorías económicas expresadas en términos
ergonómicos. Aplicación del cálculo vectorial al estudio del
balance económico. Efectos a corregir, en las aplicaciones
perversas de la tecnología electrónica a los conceptos
desactualizados de la Economía Clásica: La deformación y el
empobrecimiento de la visión de la persona humana.
18.2.1 La unidad de medida del valor económico del Trabajo: El
Ergio.
18.2.2 Valor económico – social de la salud física y mental.
18.2 3 Especificaciones de las cargas de trabajo.
18.2.4 Los requerimientos nutricionales. Las condiciones
ambientales para los altos rendimientos
18.2.5 El cuerpo humano como “activo” básico para aprovechar
en el Trabajo.
18.3.0 La estructura social vista como un “supracuerpo”.l
18.3.1 El cálculo económico del valor de los riesgos.
18.4 0 La noción de Industria
18.4.1 Cálculo del costo.
18.4.2 Las líneas de abastecimiento
18.4.3 El “Mercado”. Estructura, dinámica, personalidad.
Tendencias, modas, relaciones con la Cultura
18
18.4.4 Los problemas que soluciona la Industria
18.4.5 El control ciudadano de la actividad pública, Una
“auditoría” muy singular.
18.4.6 Infraestructura Industrial, infraestructura de poblamiento.
Desarrollo urbanístico y de infraestructura
18.4 7 El manejo económico y el liderazgo de la gestión industrial
18.4 8 El apoyo estratégico del Trabajo y el desarrollo de la
consciencia del consumidor
CAPÍTULO 19
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA: UN ENFOQUE
NOVEDOSO DEL TEMA
19.1.0 No hay una identidad clara ni una visión integral de la
Industria de Alimentos
19.1.1 Hay millones de empresas que ofrecen “comida” para
cubrir la “demanda” de alimentos
19.1.2 La noción del consumidor acerca de sus necesidades
nutricionales. Racionalización de la educación, desde el punto de
vista de la nutrición optima.
19.1.3 Las tendencias económicas en la evolución de la demanda.
La nueva consciencia del bienestar.
19.1.4 Necesidad para el empresario de conocer acerca de los
requerimientos nutricionales de su cliente
19.1.5 El ajuste de la oferta industrial de alimentos con los
requerimientos nutricionales del consumidor
19.2.0 La salud a partir de la buena nutrición
19.2.1 Presupuesto de vida, de rendimiento ocupacional,
requerimientos de servicios de salud y seguridad social
19.2.2 Optimización de la inversión en los recursos humanos, en
el aparato productivo y en la seguridad social
19.3.0 El desarrollo de un plan coherente de ofertas para una
industria de alimentos con visión global
19.3.1 Desarrollo de fuentes de abastecimiento primarias
confiables en la tierra y en el mar
19
19.3.2 Influencia de las formas de tenencia de la tierra en la
eficiencia de su uso como fuentes de recursos primarios para la
alimentación.
19.3.3 Requerimiento de la planificación integral vertical de los
empresarios a lo largo de toda la cadena de abastecimiento.
20
CAPÍTULO 17
NUESTRO HOGAR UNIVERSAL
Este es un tema que quizás hubiera sido muy difícil de desarrollar
sin un inmenso esfuerzo formativo de las instituciones de
educación superior, más que todo de carácter científico realizado
por los pioneros de la Ciencia en nuestro país. Una de las más
estimulantes historias de esfuerzo sostenido corresponde a los
fundadores y profesores de la Escuela de Minas de Medellín, hoy
adscrita a la Universidad Nacional, Seccional de Medellín, donde
tuve la oportunidad de hacerme ingeniero. Podría ser considerada
una obra titánica, dado el contexto social, económico y político en
que se ha dado aquella gestión, propicio, no sólo para que sean
reconocidos, como un evento significativo solamente para unos
cuantos “quijotes”, como ocurre con los que cultivan las letras, las
artes, la música, si no se vuelven “mercancía de consumo
popular”, si no otorgan títulos de alto valor comercial, si no
ofrecen perspectivas como argumento de respaldo a los
contendores de la gigantesca lucha por la supremacía del Poder
que continúa dándose entre nosotros, desde los tiempos de la
emancipación, versión local de los conflictos históricos
internacionales que se han generado en la esfera de la Cultura
Occidental desde su nacimiento.
El cuadro de consideraciones que voy a presentar en este tema se
sale por completo de los esquemas económicos que le son
familiares, no solamente al grueso público sino a quienes forman
parte, en general, de la gente formada en disciplinas científicas
actuales, de los cuadros directivos de los diferentes Estados del
Planeta, de los gremios productivos, de los políticos e ideólogos,
de los filósofos y humanistas. En nuestra civilización moderna la
Economía, Las finanzas, el dinero y las instituciones que lo
manejan tienen la palabra, la credibilidad de todos, marcan pautas
de orden político, a veces, en temas productivos de trascendencia
vital para toda la humanidad, pero carecen de una visión global,
absolutamente necesaria para asegurar eficazmente toda
21
posibilidad de existencia de nuestra especie, a mediano y largo
plazo. No puede decirse que el ser humano haya carecido siempre
de una visión global como a la que me refiero. Quienes logren
acercarse un poco a las más antiguas culturas humanas, de todos
los lugares del Planeta pueden contemplar en los testimonios
arqueológicos y documentos escritos disponibles, cómo la
intuición de los seres humanos llegó a reconocer el poder de la
Naturaleza, la influencia suya en la vida de sus comunidades;
cómo llegó, incluso a deificarla, a venerarla con reverencia, a
asignarle personalidad humana a los diferentes fenómenos de ella,
creando alrededor de su relación con ellos, verdaderos rituales de
comunicación, de petición, etc., construyendo cuerpos de
pensamiento religioso, estableciendo directivas generales, en
donde se ve su actitud de acatamiento a un orden universal, según
sus creencias, plenamente aplicadas a la regulación de la vida
humana cotidiana, conforme a ese Orden Universal. Frente a
aquella experiencia, cuya herencia nos llega, con creciente
enriquecimiento con el correr de los años, se rompe de pronto y
surge una cultura soberbia que no cree sino en su propio
potencial, que le da la espalda a la experiencia ancestral, que crea
civilizaciones sobre la base bien deleznable y efímera de la
“capa técnica” desarrollada después de la Revolución Industrial,
y sobre una base ética, que no resiste mucho crítica.
¿A qué se dedican, entonces, quienes se sitúan en la cabeza de la
humanidad para orientar sus pasos? ¿Sobre qué bases plantean sus
objetivos? Este trabajo busca señalar no todos, obviamente, pero
sí algunos de los errores estratégicos más agudos cometidos por la
dirigencia de la Cultura Occidental, en su afán de imponer su
iniciativa en la conducción de la humanidad, en el entendido, de
que dispone del poder suficiente para alcanzar sus fines.
Desgraciadamente, para muchos de sus dirigentes, el problema no
es de Poder. ¡Es de visión! Y es preciso hacer una corrección a
fondo de su política global. El desarrollo de los temas anteriores
se justifica como sustentación de muchas de aquellas experiencias
de que hablo, una de las cuales es muy importante: Bajo las
formas de vida humana pasadas subyace el producto más
significativo de la Evolución, hasta el momento: El cerebro
22
humano con sus atributos y habilidades; un regalo de la
Naturaleza, de Dios, que ha demorado gestándose la módica
cantidad de 13.000 millones de años, pero aún incipientemente
podemos decir: ¡ya ha sido creado!, aunque todavía no culmina en
su evolución. Todo eso ha ocurrido y sigue ocurriendo, a pesar de
todo lo que hacemos los humanos por descalificarlo, por
despreciarlo, por evitar sus dones, por condenarlo a la extinción.
Por eso nos ha sido posible rastrear el producto de su genio a lo
largo, probablemente de 20.000.000 de años, hasta llegar a
nuestro tiempo. Algo diferente es la experiencia de las culturas en
mundos que han recibido más tangencialmente la influencia
moderna de Occidente: De América, por ejemplo, La Edad
Moderna, que ya nos ha conducido a su propio umbral, de la cual
ya “saboreamos” los efectos negativos de su singular medicina, es
ella misma el producto de la liberación espiritual del Imperio de
las monarquías absolutas, de la Inquisición, herramienta destinada
a la imposición del pensamiento dogmático que dominó no pocos
conflictos al nivel religioso en la Iglesia “Católica” Romana, de la
Edad Media, dentro del espíritu general en que se movía la cultura
de una sociedad militar, cuando aquellas y ésta habían merecido
la fe de pueblos primitivos e ingenuos, que creían seriamente en
su misión de intermediarios legítimos entre Dios y los hombres.
Hablando de la realidad de sociedades tradicionales como las de
Hispanoamérica, todavía afectadas por los bloqueos impuestos
por el dogmatismo propio de la mentalidad escolástica, de fuerte
tendencia mística en las actitudes de nuestra dirigencia, heredada
de la Sociedad Medieval europea, ocurre que la simple mirada
retrospectiva de nuestro desarrollo, aún frente a los logros de la
técnica moderna, no nos descubre fácilmente, y hasta hemos
olvidado, las luchas que tuvieron nuestros antecesores para lograr
una formación científica aceptable para nosotros, en un medio
social deprimido por los regímenes coloniales, únicamente
preocupados, en su época, por la propagación del espíritu
escolástico, y por mantener las condiciones de sumisión de un
pueblo que ignoraba que en el mundo entero se estaba gestando
una verdadera revolución científica y técnica que cambiaría por
completo las pautas del conocimiento y la visión del Mundo
23
(Peter Santa María Álvarez). “Origen, desarrollo y Realizaciones
de la Escuela de Minas de Medellín”. Ediciones Diké Ltda.
Medellín. 1994. Ps 3 a 5).
Desde que los Borbones de Francia aumentan su influencia en los
asuntos americanos manejados desde la Metrópoli Española, y la
sociedad burguesa ilustrada europea, se enfrenta en Europa
políticamente con las monarquías absolutas de Austria y España,
y de manera radical lo hacen también con el pensamiento
escolástico tradicional, dentro de cuya mentalidad se mueven los
asuntos políticos en el Imperio Español, la otrora gran potencia
militar en declive de Europa. En la práctica, el problema no es un
asunto de ética, tampoco un asunto de religión, aunque estos
aspectos del conflicto tienen su relevancia. Es realmente un
asunto de Estado, nacido en la dislocación del orden tradicional
que le cierra horizontes a viejas expectativas de ciertos grandes
señores del Poder y le abre nuevas opciones a otros, en medio de
una lucha revolucionaria que no se sale definitivamente del marco
de los conflictos políticos tradicionales internacionales,
occidentales, aunque logra cambiar definitivamente el sentido de
la cultura en Occidente (Idem. P 5).
La lucha de la emancipación, no es otra cosa que el producto de
aquellos enfrentamientos, y la búsqueda de los dirigentes patriotas
de una redención muy esquiva y difícil, que probablemente tenía
que olvidarse de gran parte del camino recorrido durante la
Colonia, llegando a la necesidad de inventar apresuradamente
instituciones nuevas (así sin comillas), capaces de iniciar, con
urgencia, la gran tarea de redimir su grande pero deprimido
contingente de población americano.
Más que el conflicto en sí, juegan preponderantemente los
intereses en conflicto, y entre todos ellos, entran en colisión
principalmente los intereses económicos. Ello se da,
especialmente, en nuestro territorio, entre instituciones que se
beneficiaban de los privilegios del régimen monárquico en
declive, como son muchas comunidades religiosas que quieren
mantener su monopolio en la educación, producto del cual es, en
24
gran parte, su inmenso patrimonio territorial, y los intereses en
ascenso de una nueva clase social, la burguesa, interesada en
extender sus propios valores, en cimentar su propio poder, en los
cuales el significado de la Técnica adquiere una estatura
“inmensa”, como testimonio, como indicador, como soporte,
como fuente de una nueva clase de prestigio, de un nuevo
potencial de realizaciones humanas, de un saber destinado a ser el
motor del enriquecimiento material, del “progreso” en la nueva
sociedad industrial, destinado a hacer del Hombre el nuevo
soberano del Universo, ¡desbancando al mimo Dios, de su
reconocido pedestal tradicional!
Como consecuencia, la nacionalidad colombiana, nace en medio
de un atroz conflicto político y social, que genera guerras
constantes durante el siglo XIX, que se refuerza con un nuevo
conflicto de carácter ideológico, nacido a partir de la Revolución
Rusa de Octubre de 1917, y, cuyos mentores se interesan,
igualmente, en el control hegemónico del poder político,
supuestamente para el beneficio exclusivo de la clase obrera.
Esa historia de conflictos indescriptibles, de pérdidas irreparables
de vidas humanas y oportunidades, sirve de marco y ha afectado
profundamente los programas de educación de la juventud y la
estabilidad de la enseñanza de las instituciones de educación
superior, entre ellas, las de carácter científico. Es difícil
desconocer que todas las actividades de la vida cotidiana en
nuestra sociedad giran alrededor del conflicto, quitándole espacio
vital de gran significación a actividades legítimas que deberían ser
motivo de ocupación popular y de disfrute vital importante,
precisamente como las artes, las letras, la música, el estudio, la
actividad productiva etc. que van perdiendo espacio en la
consciencia ciudadana como expresión auténtica de la Cultura,
como elocuente manifestación de los sueños, de las aspiraciones,
y los sentimientos de la vida corriente. Así, la prensa, los medios
de información, verdaderos exponentes de la comunicación social
moderna, sirven como caja de resonancia del Poder en ejercicio;
se ocupan de excitar el ánimo, enconar las disputas, cerrarle el
paso al crédito de unos y hacer la apología de otros, dar
25
testimonio del éxito o fracaso de las acciones de poder; sirviendo
de implemento para que quienes los dominan puedan ejercer
grandes presiones sobre sus enemigos, y “allanar el camino” en la
realización de los propios intereses.
Entonces, mientras los más poderosos se “entretienen” en la
realización de las aspiraciones más locas y excéntricas, y en
forcejear con sus iguales por la supremacía, las personas las
empresas y las naciones comunes, luchan vehementemente y a
veces penosamente, por mantener una posición competitiva frente
al reto de sobrevivir en un ambiente hostil y asfixiante, por
mantener bajo control sus propias opciones de supervivencia o las
de otros que consideren vitales para sí mismas.
En esta lucha cruel, despiadada e incierta, “el seguro” del éxito,
para el hombre de hoy, está determinado, en esta sociedad
individualista a ultranza, sólo por la capacidad de atesoramiento
de las riquezas necesarias para respaldarlo, y en la práctica, su
búsqueda se ha transformado en un forcejeo angustioso por la
posesión de valores simbólicos que tradicionalmente las han
representado, como el oro, las joyas, las piedras preciosas, las
tierras y los ganados, los títulos nobiliarios los privilegios, la
propiedad raíz, el dinero, el capital, el crédito financiero, los
diplomas académicos, la imagen publicitaria, etc., muchos de los
cuales, desde hace miles de años han seducido a la codicia
humana. Y mientras la competencia engendrada por esa lucha se
ha vuelto, para unos, más frenética, más despiadada, más dura,
más radical, más irracional, más insolidaria e irresponsable, ésta
llega a succionar y a consumir casi todas las energías necesarias
para la vida normal de la gente, para las mejoras y el desarrollo de
las condiciones de vida, deja exhaustas las fuentes productivas,
llegando a absorber los frutos del trabajo ajeno generalizando la
ruina y la miseria.
Entonces para otros que no logran superar los obstáculos que
aquella competencia que se vuelve más y más salvaje, les impone,
que no tienen como ostentar ni presumir de capaces, que no
logran defender sus espacios eficazmente, ni aún intimidar a
26
nadie, queda solamente la opción de la agresión abierta o la
derrota y la pérdida de todo control sobre sus posibilidades de
vida; entonces se desborda todo cauce institucional y ético, toda
sensatez de propósitos, la lucha asume los ribetes propios de la
actividad criminal de manera más y más extrema, o sobreviven la
experiencia de la derrota, empiezan a generarse individual y
colectivamente definidos y profundos estados de neurosis y
depresión, echan raíces y se extienden flagelos y patologías
mentales como la esquizofrenia y la paranoia. Ese resultado
podemos asimilarlo a la consecuencia de un proceso entrópico, o
sea, de transformación e inversión de las energías obtenidas con
trabajo productivo en receptores “extraños”, en formas
definitivamente no aprovechables. En física, este proceso tiene un
nombre: Entropía.
En nuestra Colombia, las luchas políticas que se suscitan todo el
siglo XIX, transplantadas desde Europa, culminan en la guerra
civil no declarada entre 1948 y 1953 con más de 200.000 muertos
y la vida económica en los campos casi colapsa. Si antes de este
conflicto los enfrentamientos se dan al nivel de la elite social, no
trascendiendo al pueblo que permanece marginado, al menos de
espíritu, en este conflicto, ahora hay un enfrentamiento total entre
liberales y conservadores, con amplia participación popular. Este
conflicto sirve luego como detonador de la violencia
revolucionaria marxista que nos azota hoy todavía desde los años
sesenta, aunque degenera virando poco a poco hacia un
enfrentamiento neto del Crimen contra el orden social, que el
Estado trata de controlar aislando a sus promotores de todo apoyo
social.
Si contemplamos semejantes perspectivas, extensivas a la
Humanidad, ¿quién duda que es necesario cambiarlas si queremos
disfrutar en el futuro de una vida mejor? Ahora… ¿qué implica
ese cambio? ¿Acaso el logro de una mejora básica en las
condiciones de salud, tanto física como mental? ¿Acaso un
mejoramiento sustancial del poder de compra, de la actividad
económica? Ese puede ser el primer paso. Tal vez ya se ha dado
con creces y los resultados no son halagadores: le repartición de la
27
riqueza no puede ser más desigual; el despotismo de los grandes
caudales no puede ser más intimidatorio, más audaz, el oprobio de
la miseria no puede ser más humillante; y la violencia crece en la
medida en que la desconfianza, el escepticismo y la desesperanza
ganan terreno.
Luego, es preciso, con una labor de liderazgo, con resultados
efectivos, paso a paso, y un trabajo de formación de la
consciencia, muy claramente orientado hacia el desarrollo de una
visión de la Realidad más objetivo, hacia el logro efectivo de
amplios y recíprocos compromisos de la gente, y de la Sociedad;
hacia el objetivo de forjar nuevas actitudes frente a las
posibilidades de la cooperación, como generar nueva fe, nueva
confianza, nuevas esperanzas, y con ello, hacer que la realidad
que vivimos vire. El hombre de hoy es, más que nunca, el
producto de la violencia y la sociedad actual, es más que nunca, el
producto de los múltiples factores de disgregación y
enfrentamiento que en ella anidan.
Yo creo que es posible afirmar, que, en un mundo en que tantas
cosas se cuestionan, en que se han generado los conflictos y los
enfrentamientos agresivos que hemos contemplado, le tenemos
que hacer frente, cada día más claramente, a una situación de
salidas “imposibles”. Si no se cambia la visión de futuro de hoy,
cambiando los factores que han afectado, la noción que los
hombres tenemos de la sociedad en que, obligadamente, tenemos
que vivir, si sólo podemos ver un futuro “despejado” y
estimulante para una minúscula cúpula privilegiada y
absolutamente angustioso y opresivo para la generalidad de los
hombres, sin duda, tendremos que ver frente a nosotros el
fantasma de un verdadero y total holocausto humano. El curso de
la historia nos está conduciendo a una verdadera encrucijada, que
es preciso superar, a una verdadera crisis de perspectiva universal,
que nos impide tener visión amplia del horizonte en sus
posibilidades de futuro para nosotros, por encima de los motivos
que nos mueven al estado de discordia actual. La mentalidad con
la que se piensa actualmente la Realidad, es un verdadero
paradigma. De alguna manera, la Naturaleza, Dios, han invertido
28
millones de años, cantidades ingentes de energía, en depurar al ser
humano y desarrollar, en su patrón, a una especie
maravillosamente dotada para generar nuevas experiencias
creadoras. Nosotros, hemos mostrado, hasta ahora, nuestra
impreparación de dar una respuesta a la altura que ese reto
significa. En física, como lo veíamos arriba, hay una ley, la
segunda ley de la termodinámica (más adelante tendremos
oportunidad de reflexionar sobre ella), y en ella se habla de la
noción de Entropía. Pues bien, con las técnicas actuales de
manejo de la sociedad humana, no tenemos el menor acceso a
aquellas fuentes inmensas de riqueza real acumulada a lo largo de
miles de millones de años, en nosotros mismos, para el disfrute de
los hombres. No nos hemos percatado que estamos
desaprovechando, los, esos sí verdaderos tesoros que el Universo,
que Dios, han dispuesto para nuestro disfrute, al tiempo que
estamos destruyendo el medio ambiente natural que sirve de
soporte a la vida en nuestro planeta.
En lo sucesivo, el manejo que trato de hacer de temas de carácter
científico, como el presente, lo hago, por lo tanto, considerando el
punto de partida de nuestra realidad actual, teniendo en cuenta el
saber, los valores que puede aportar nuestro Patrimonio Cultural
Universal, los nuevos conocimientos que aporta la Ciencia y que
nos permitan superar los paradigmas que nos impiden la visión a
futuro de una humanidad en paz, orgánicamente integrada y en
pleno movimiento. De una humanidad dividida hoy en facciones
enfrentadas de todo tipo. En mis presupuestos trataré de mantener,
hasta donde me sea posible, la independencia de este contexto, en
el cual se da hoy, en gran medida, incluso, el desarrollo de nuestro
pensamiento científico. Visto el lugar que queremos y podemos
disfrutar para nosotros en el porvenir, ¿estamos dispuestos, o no,
a dar los pasos necesarios para llegar a él? Por descontado está
que todos los hombres sobre el Planeta, todas las naciones,
deberán sentirse comprometidos, sentirse arte y parte de la Gran
Empresa, sentir que tener su lugar en ella, que han sido también
invitados “al banquete que ella representa”. ¡Es importante
visualizar lo mejor posible aquel lugar al que queremos llegar!
¡Es importante diseñar los caminos, determinar los recursos que
29
necesitamos para trabajar en la consecución de esa meta! ¡Es
importante implementar y poner en práctica la acción necesaria, a
la escala social necesaria! ¡Esa es, verdaderamente, una utopía
política! Ese es el fundamento que debe establecerse para un
nuevo estilo de liderazgo: ¡El que salve a la humanidad de su
extinción, el que le abra un abanico promisorio de oportunidades
de vida y realización!
Sigo creyendo que la Ciencia, de la misma manera que las artes
como la cerámica, la pintura, la escultura, las letras como la
poesía, el teatro, la música, tiene, por sí misma, su propio valor
universal como expresión de la vida espiritual del Hombre, como
entidad universal que es; creo que tiene su propio valor como
instrumento de la inteligencia y que puede conjugarse,
perfectamente, en el plan de complemento con otras formas de
conocimiento inteligente para lograr una visión más
comprehensiva de la Realidad.
No pretendo hacer alarde de erudición; quiero manejar el tema
con la mayor sencillez a mi alcance. No estoy en el plan de
discutir ni combatir las tesis de la escolástica, ni pretendo afirmar
que las diversas concepciones humanas de la Divinidad, sean
solamente los efectos de la experiencia y la cultura sobre la
madurez de la consciencia, que la hacen capaz de interpretar cada
vez mejor la Realidad, dentro de una dinámica, determinada por
la evolución de la misma Especie. ¿Por qué no tener en cuenta
factores externos al hombre mismo, que pueden ser de capital
importancia en la definición del perfil de su camino, como la
inspiración que le plantean otras experiencias, como la
Iluminación? De ninguna manera me propongo discutir el valor
de los bienes materiales en la vida del hombre, la justa
remuneración, el derecho de disfrutar el fruto de su trabajo, el
valor humano del ahorro y de virtudes humanas como la
laboriosidad, la austeridad en el gasto, etc. Tampoco pretendo
apego a ciertas tesis y definiciones científicas. Creo en la solidez
de sus juicios pero convengo que la Ciencia tiene también sus
propios paradigmas que hacen relativo su conocimiento a los
medios de que disponemos para hacerlos inteligibles y que es
30
necesario superarlos si queremos mejorar nuestros niveles de
consciencia de la Realidad. No busco congraciarme con ninguna
de las facciones de la discordia actual ni con sus actores. Quiero
dedicarme a la búsqueda de recursos científicos que nos permitan
elaborar planes de acción, de desarrollo de la cultura humana, que
nos llenen de motivos, por encima de los conflictos actuales, para
buscar con ahínco el camino de la Concordia y de la construcción
auténtica de la Humanidad.
17.1.0 EL IMPULSO PRIMIGENIO
Y LA EVOLUCIÓN DEL UNIVERSO
Todos nos asustamos cuando contemplamos la destrucción física
causada por el gran Tsunami de diciembre del 2004 que afectó las
costas de Java y otros países del suroeste asiático, con graves
pérdidas económicas y de vidas humanas. La explicación que
dieron los geólogos en aquel momento se refirió a un movimiento
de reacomodación de la placa del Pacífico en relación con la placa
continental asiática. Esa experiencia debería ser una lección para
el Hombre, una lección que debería desalentarlo de su arrogancia
técnica, de la suficiencia de su poderío, particularmente
comparados con la potencia de los fenómenos naturales, que
antaño merecieron una actitud reverente del ser humano, que los
trataba muchas veces como verdaderas divinidades con
personalidad humana, a los que era preciso rendirles culto. Tras
ese fenómeno natural hay, ya plenamente conocido por el hombre,
todo un proceso dinámico que, los especialistas en el tema
astrofísico ya nos han perfilado muy discreta, muy parcialmente y
casi como hipótesis de trabajo, refiriéndose a la naturaleza del
Universo, nuestro hogar, y a su manera de comportarse. Me
apoyaré para desarrollar el tema en varias fuentes, una de ellas mi
artículo “Presagios de cambios sustanciales en la Cultura
Humana” publicado en la revista “Dina” de la Escuela de Minas,
Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Edición
especial No. 140 para la celebración de sus 70 años.
31
Hablar del Universo no es sólo hablar de nuestro hogar. Ahora
sabemos que es hablar de nuestra propia matriz, de nuestro propio
crisol, es hablar de nosotros mismos y en lenguaje científico, no
en lenguaje poético o en lenguaje mítico. En su seno ha sido
gestada nuestra especie, en un proceso que todavía encierra
múltiples misterios para nosotros, pero que sabemos, esta
regulado por una suerte de “patrones”, según la manera de
percibir nosotros lo que observamos, que desbordan totalmente
nuestra capacidad de dominio y que llamamos simplemente
“leyes”. Nuestro destino se despeja, en la medida en que logramos
percibir, más objetivamente, cómo en él se generan las fuerzas
vitales que nos nutren.
Uno de los compromisos de nuestra capacidad creadora es
descubrir las grandes corrientes naturales de energía vital y
aprovecharla para nuestros fines comunes, de la misma manera
que los navegantes portugueses, españoles, ingleses, y
probablemente los chinos, aprovecharon eficientemente en
tiempos históricos las grandes corrientes oceánicas para alcanzar
por mar todos los continentes desde su lugar de origen.
La observación del Universo no está exenta de crecientes
dificultades y, aunque ciertos fenómenos y ciertas magnitudes se
han establecido dentro de cierto rango de certeza, sus medidas
están sometidas a constantes revisiones y ajustes. Todavía más,
los modelos experimentales que han conducido al conocimiento
del comportamiento de la Naturaleza, dentro del rango de los
fenómenos observables por medios de los recursos disponibles en
nuestra vida cotidiana, se muestran inadecuados, por completo,
cuando se trata de la observación de fenómenos naturales que se
dan a otras escalas, como son la del mundo subatómico o la del
Universo, del cual nuestro planeta, por gigantesco que parezca, no
deja de ser un punto de referencia casi imperceptible en aquel
colosal conjunto de realidades cósmicas.
En el mundo subatómico las magnitudes que se manejan en este
minúsculo mundo, particularmente de tiempo y espacio, son
extremadamente pequeñas. Uno de los problemas típicos es el de
32
la ubicación de un electrón en su órbita. Cualquier persona podría
imaginar que podrían tranquilamente usarse las mismas técnicas
que se usan para ubicar un planeta en la suya. Sin embargo, no
hay instrumento capaz de medir las minúsculas dimensiones de
esa órbita y menos el espacio recorrido en un determinado tiempo
por el electrón en un tiempo dado. Los electrones, los protones y
los neutrones del átomo, aunque tienen diferencias sustanciales de
masa entre sí, la magnitud de sus dimensiones se sitúa en el orden
de 1/ 1.000.000.000.000 centímetros de diámetro. Los científicos,
no solo han tenido que desarrollar diferentes técnicas de manejo
de tales fenómenos para sus investigaciones, sino que se han
tenido que contentar con la clase de datos que les aportan sus
métodos. Así, por ejemplo, no es posible ubicar precisamente el
electrón en su órbita, sino que se divide ésta en trozos, y se
establece la probabilidad de que el electrón se halle en uno de
aquellos trozos en un momento dado. No obstante, allí se ha dado
la mayor revolución tecnológica de nuestro tiempo.
Basado en una serie de experimentos con resultados muy
extraños, en los que no deseo extenderme aquí para no generar
mucha confusión, se está desarrollando entre otras cosas, todo un
cuerpo de pensamiento en el terreno de la Física, cuyas
conclusiones pueden parecer absurdas en la vida cotidiana,
totalmente esquivas a cualquier forma de intuición humana, pero
cuyas aplicaciones prácticas, tales como los celulares y los
computadores portátiles, dan testimonio de que aquello es
fundamentalmente cierto: La Física Cuántica. “Albert Einstein,
[creador de la teoría de la Relatividad] solía quejarse de que había
algo equivocado en la elegante teoría cuántica de Max Plank. A
medida que Werner Heisemberg y otros establecían los principios
de la mecánica cuántica, la teoría se iba volviendo más
estrafalaria. Hoy, mientras más aprendemos del mundo cuántico,
este se torna más extraño y ajeno a la intuición” (Tim Folger.
“Muchas Vidas… muchos Mundos”. “Discovery en Español,
Octubre de 2001).
En un extraño experimento que se realiza desde el siglo XIX
relacionado con el fenómeno físico de la “difracción” de la luz,
33
los físicos se concentraron en las cualidades de la luz, como onda
(no como conjunto de corpúsculos). Se hacía pasar luz procedente
de una fuente por dos ranuras, una al lado de la otra. Cuando esa
luz se proyectaba en una película forma bandas luminosas y
sombras. Eso significaba que las crestas y los valles de las ondas
se superponían. El experimento es repetido hoy por los físicos
haciendo pasar uno por uno, los fotones de luz, que son los
corpúsculos o partículas de que ésta se compone por dichas
ranuras o cortes. Sucede entonces algo confuso: En este último
caso, a pesar de que se deja pasar solamente un fotón a la vez, el
efecto en la película es idéntico, bandas luminosas y bandas de
sombra, “como si ese fotón se hubiera expandido como una onda
y hubiera atravesado ambos cortes simultáneamente. Este no es
evidentemente el caso, pues la distancia entre los dos cortes puede
ser de cientos, miles o cualquier número de veces mayor que el
tamaño del fotón. Por si eso no fuera lo bastante confuso, si se
colocan detectores en cada corte, estos registran que el fotón
atraviesa sólo uno de los cortes, nunca ambos al mismo tiempo”.
“No obstante, los fotones se comportan como si hubieran pasado
por ambos cortes simultáneamente. El mismo resultado se
observa, no sólo con fotones, sino en partículas de materia como
los electrones. Cada uno parece ser capaz de existir en distintos
lugares al mismo tiempo, pero sólo cuando no se le está
observando. Cuando un físico trata de observar una partícula –
por ejemplo, colocando un detector en cada uno de los cortes -, la
partícula adopta una sola posición, como si supiera que la están
detectando” (Idem. P. 28).
“La mayoría de los físicos dice que la mecánica cuántica nos
enseña que nuestros conceptos sobre la forma en que la partícula
como se comporta no coincide con la realidad, pero Deutsch cree
que las implicaciones de la teoría son claras: si en todos los casos
una partícula – ya sea un fotón, un electrón o cualquier otro
ciudadano del mundo cuántico – parece ocupar más de una
posición simultáneamente, está bien claro que ocupa muchas
posiciones simultáneamente. Y así nos ocurre a nosotros y a todo
el universo. Pero, ¿no se trata de una conclusión demasiado
absoluta para sacarla a partir de un patrón simple de luces y
34
sombras? Deutch dice que una suposición igualmente
trascendente – la expansión actual del universo – se basa también
en sutiles observaciones de luces y sombras, y prácticamente
ningún físico la discute” (Idem. P. 28)
Lo que es más extraordinario, - como afirma Deutche – es que sus
implicaciones no solamente se restringen al mundo subatómico
sino que se extienden al mundo cotidiano real nuestro, y todavía
más, a la realidad colosal del Cosmos. En otras palabras, parece
que para entender más cabalmente el mundo en que vivimos,
vamos a tener que cambiar nosotros mismos las limitaciones que
nos imponen nuestra propia mentalidad y modo de pensar y abrir
nuestra mente a una significación que desborda, por completo,
nuestras expectativas, y capacidades de entendimiento. A pesar de
que la teoría cuántica ha despertado muchas actitudes encontradas
en los científicos y, por otro lado ha servido de base a prácticos
inventos como aplicación, de ella, es difícil entender su
significación real. Al respecto dice David Deutch, físico inglés:
“El objetivo primordial de la ciencia es entender cómo es el
mundo”; “Todo lo demás, - como comprobar teorías, y producir
nuevas tecnologías – es incidental al propósito fundamental de
llegar a una comprensión más profunda de la realidad” (Idem P.
30).
La observación del Cosmos tiene justamente el problema inverso:
La Realidad se expresa a una escala espaciotemporal de
dimensiones colosales absolutamente inusuales en la vida
cotidiana. La situación que se da en el mundo subatómico y la que
se da en la consideración de las realidades cósmicas, han hecho
que la Física tradicional y sus leyes, sea un caso particular de las
nuevas ciencias físicas. Por ejemplo, que la masa de los grandes
cuerpos celestes curve la trayectoria de la luz o afecte su
velocidad, puede ser algo inconcebible para una mente normal.
Pero resulta que ésta también tiene masa, por lo que es afectada
por los campos gravitacionales de los cuerpos celestes, su
velocidad se acelera o desacelera según el caso, si se acerca al
cuerpo celeste o se aleja de él y la influencia de los campos
gravitacionales de sus masas genera desvíos en el rayo de luz.
35
Ahora, la tal “fuerza de la gravedad”, como se ha manejado en la
Física tradicional, el concepto de Gravedad, según Einstein, no es
una fuerza, La teoría de la. Relatividad General, de Albert
Einstein dice que la ley de la Gravedad debe expresarse de otra
manera: La Gravedad no es una fuerza como lo afirma Newton.
La masa, por sí misma no atrae a otras masas. Ocurre sí que tiene
propiedades semejantes a un campo eléctrico y a un campo
magnético. Entra en un proceso de desarrollo teórico bastante
complejo, no muy divulgado en medios no muy científicos, y no
es muy digerible por la intuición, pero sigue un camino
rigurosamente lógico en el proceso demostrativo que, según los
entendidos en la materia cumple a cabalidad su propósito. La
conclusión es que esas propiedades están generadas por un
“campo” que actúa de manera similar a como actúan el campo
eléctrico y el campo magnético. El nombre del campo que le da a
la materia esas propiedades, es Campo Gravitacional, y sus
propiedades están íntimamente relacionadas con el
comportamiento de las partículas de que la materia está formada.
En el caso de la caída de la manzana del árbol, a la que alude
Newton, la explica de la siguiente manera: Ocurre que en un
plano del “espacio tiempo”, homólogo, pero que no coincide con
la imagen de un plano bidimensional, se encuentran la trayectoria
“espaciotemporal de la manzana que es rectilínea, un concepto
que tampoco corresponde a la idea que tenemos de líneas rectas
en geometría aunque es también homólogo, con la del Planeta que
cumple también esas mismas condiciones, o sea, es una
trayectoria “rectilínea” y está situada en el mismo plano
espaciotemporal (Jorge I. Zuluaga, Instituto de física. “De la
Manzana de Newton a los Agujeros Negros de Einstein”.
Universidad de Antioquia. Medellín Colombia.).
Hay otras muchas novedades con las que se podrían llenar varios
volúmenes, pero tomemos ésta de capital importancia: No
podemos tener una visión integral del Universo, sino una visión
relativa. Nosotros percibimos el Universo por la luz y por las
radiaciones de distinta clase que llegan a nosotros. Albert Einstein
(1879 – 1955), estableció que nada puede moverse más rápido
36
que la velocidad de la Luz la cual estableció en 300.000 kmts.
/segundo. Apenas ahora se han encontrado en las observaciones
astronómicas motivos que pueden llegar a modificar aquella
importante apreciación. Pero hay algo más: El Universo
observable en cuerpos celestes, en nubes de polvo cósmico, etc.,
no es sino el 10% aproximadamente en términos de su masa, de lo
que se cree que hay en realidad. El 90% de su masa está
representado en una materia que no se puede reconocer con los
medios disponibles ahora, y que los astrofísicos llaman “materia
oscura”. El acceso a su conocimiento podría cambiar
radicalmente el concepto del Universo que tenemos ahora.
Las distancias astronómicas se miden en años luz. La unidad de
esa medida, el año luz, significa la distancia que un rayo de luz
recorre a la velocidad de 300.000 kms. /seg. Eso sería como
1.800.000.000 de kms./hora. Como consecuencia de ello, se
presume que nosotros percibimos los acontecimientos solares,
como la aparición de manchas solares, unos diez minutos más
tarde de cuando ocurren; cuando vemos el Sol bajar tras el
horizonte, en verdad hace 10 minutos se había ocultado, por lo
que vemos apenas la luz que había emitido antes de hacerlo. Las
emisiones de radio que oíamos procedentes de los astronautas que
visitaron la Luna en la década de los años setenta, demoraban 2.6
segundos en llegar a nosotros. Las ondas de radio enviadas por
una sonda espacial desde las vecindades de Plutón, tardan para
llegar a nuestro planeta, unas tres horas después de haber sido
emitidas.
Para comprender el significado de las distancias astronómicas,
simulemos un viaje virtual desde nuestro planeta hasta el centro
de nuestra galaxia, en una nave que viaje a la velocidad de la luz:
Luego de despegar, nuestra nave dejaría en pocas horas la órbita
del planeta Plutón, el más alejado de nuestro sistema solar. Luego
iniciaría una monótona travesía por un espacio prácticamente
vacío, donde encontraría casualmente algún átomo errante,
cualquier partícula de polvo, alguna molécula solitaria, etc. Sólo
al cabo de unos cuatro años y cuatro meses, nuestra nave se
aproximaría a Alfa de Centauro, situada a 4.3 años luz de
37
nosotros, que es la estrella más cercana a nosotros que existe.
Nuestra nave podría seguir viajando y cada 5 o 10 años pasaría de
una estrella a otra, hasta que al cabo de 30.000 años conseguiría
llegar a su enigmático centro, del que sabemos muy poco debido
a la gran cantidad de astros que allí se mueven, de las nubes de
polvo y gas indetectables que contiene y del resplandor que emite,
o la gran congestión de radiaciones casi imposibles de discriminar
y ubicar de todos los tipos que allí tienen su origen.
Si hiciéramos un dibujo a escala de la distancia de la Tierra a la
Luna de 1 mm., a esa escala el Sol estaría situado a 40 cms., y
Alfa del Centauro estaría a 100 kilómetros de distancia. Si
hiciéramos otro dibujo tomando la distancia de la Tierra a Alfa
del Centauro como igual a 1 mm., nuestra galaxia tendría un
diámetro de 20 cms., y los cuerpos celestes más lejanos que
conocemos estarían ahora a una distancia de 2.800 kilómetros.
El testimonio de la luz de muchos fenómenos celestes no ha
llegado hasta nosotros y, por lo tanto, no nos es posible
conocerlos. Los más potentes telescopios y radiotelescopios con
que se cuenta, han logrado detectar fenómenos luminosos y otros
que emiten otros tipos de radiaciones hasta a una distancia de
unos 11.000 millones de años luz. Esto significa una distancia de
10 23
kilómetros. Los objetos más lejanos son los denominados
cuasares, algunos de los cuales emiten ondas electromagnéticas (u
ondas de radio) de gran intensidad y es posible que no sean más
que enormes explosiones en su estadio inicial de evolución
A la distancia de 11.000 años luz la frecuencia de galaxias o
cuasares detectados disminuye bruscamente. Ello sugiere muchos
interrogantes: ¿Podría esto mostrar esto, acaso, falta de alcance
para nuestros telescopios? ¿Nos estaría diciendo que la
inmensidad del Espacio es el problema para que llegue a nosotros
evidencia lumínica de fenómenos celestes más alejados? De
acuerdo con la opinión de una gran mayoría de astrofísicos,
simplemente no nos llega más luz porque antes de este término de
11.000 millones de años (más precisamente unos 13.200 millones
de años) no había algo que emitiera luz. ¡No existía nada fuera de
38
aquel inmenso vacío oscuro! ¿Entonces qué vemos de tanta
antigüedad? Pues estamos contemplando las fases tempranas de
aquellos fenómenos celestes que, hoy, después de ese tiempo,
deben haber evolucionado de manera homóloga a nosotros, pero
de lo cual, solo podríamos percatarnos dentro de otros miles de
millones de años más (Carsten Bresch. “La Vida, un Estado
Intermedio”. Salvat Editores S. A. Mallorca, 41 – 49 Barcelona.
Impreso por Gráficas Estella. Estrella. Navarra 1977 Ps. 2, 3 y 4).
¿Tiene el Universo algún principio? Es otra pregunta de
significado capital. La opinión que tenemos de esto depende de
una extraña observación: La luz que nos llega de las lejanas
galaxias experimenta un corrimiento hacia el rojo de su radiación
general. “Todos los cuerpos calientes emiten ondas de luz de
determinados colores (es decir, ondas de determinadas longitudes)
que dependen del tipo de átomos del cuerpo en cuestión.
Basándose en el estudio de estas <<líneas del espectro>> se
puede determinar la composición atómica de estrellas y galaxias.
En la observación de las galaxias más lejanas se ha podido
comprobar que, aunque existen las líneas espectrales
acostumbradas – como, por ejemplo, las del hidrógeno, -, todas
ellas aparecen con un extraño corrimiento hacia el rojo (u ondas
de mayor longitud) dentro del espectro. Y lo que es más, cuanto
más distantes de nosotros es mayor el corrimiento hacia el rojo.
La interpretación de este fenómeno resulta de suma importancia
para la comprensión del Universo. Hay un criterio generalizado
de los astrofísicos al respecto: El Universo está en proceso de
expansión. Más adelante veremos quién lo descubrió (Idem. P 4).
En física se nos explica el “Efecto Doppler” en el tema de las
ondas sonoras y cotidianamente lo experimentamos: Cuando un
vehículo se aproxima a nosotros, observamos que su ruido se
siente cada vez más agudo; luego cuando se aleja se va apagando.
Lo mismo ocurre con la Luz.: El corrimiento hacia el rojo, indica
que la luz se aprecia cada vez más “apagada”. El rojo es la luz con
mayor longitud que capta el ojo humano. Mas bajas tendríamos
las radiaciones infrarrojas que las percibimos bajo la sensación de
calor.
39
Este indicio está reforzado con la información obtenida de un
telescopio colocado en órbita, sobre la atmósfera terrestre a
mediados de la década de los noventa del siglo pasado, el
“Explorador del Fondo Cósmico” (COBE, por sus siglas en
inglés) el cual detectó los patrones de una “radiación fósil” que
data de 300.000 años después de lo que pudo ser la Gran
Explosión. El Cobe no es un aparato que produzca imágenes de
alta resolución y sus fotos son borrosas, pero logró detectar una
radiación de microondas que inunda el espacio interestelar
profundo, más allá de todo cuerpo celeste, entre los 11.000 y los
15.000 millones de años luz, formando a esa profundidad, una
especie de “velo”, donde se detectan radiaciones con una
temperatura de 2.7 grados centígrados por encima del promedio y
que, hasta ahora, se resiste a los intentos de una visión, en la
franja infrarroja, más allá de él. Los científicos que forman parte
de un equipo de estudio denominado QMAP, opinan que después
de este velo sólo quedaría “ver” la Gran Explosión (Kathy
Sawyer. “El Descubrimiento del Universo”. National Geographic
en español. Edición especial 2006. P139)
La Tierra no es el centro del Universo como pensaban los
antiguos y como lo asume el modelo de Ptolomeo, ni aquel es
estático, inmutable, sin principio ni fin. Sin embargo, sin estarlo,
es el centro del Universo observable, como decir, nuestra
“plataforma” de observación, el punto de referencia, en relación al
cual, consideramos toda observación del Cosmos. A principios
del siglo XX no era posible siquiera ubicarnos dentro del contexto
universal, tan vaga era la idea que teníamos de nuestro entorno
cósmico, pero ahora lo podemos hacer con bastante mayor
exactitud. ¿Qué puede significar todo ello? Pues simplemente que
los lugares más remotos, en relación a nosotros, a distancias tan
grandes, como por ejemplo, 11.000 millones de años luz, se ven,
no como son ahora sino como eran casi en la época cercana a la
Gran Explosión, cuando apenas iniciaban su carrera evolutiva
(Idem. P 119).
40
Y hay otra consecuencia de las observaciones del espectro de luz
que merecen ser mencionadas: Hay un alto grado de
homogeneidad en la composición del Universo en cuanto su
composición química. Es preciso, sin embargo, entender algo en
relación a todas aquellas opiniones expuestas: “Por muy
fascinantes que resulten estas teorías cosmológicas, siempre hay
que considerarlas con relativo interés y ciertas reservas”.
Cualquier credibilidad que nos merezca cualquier teoría
cosmológica depende, por una parte, de lo plausible que resulten
sus hipótesis básicas y, por otra, de las observaciones empíricas
que puedan ser interpretadas sin dificultad a la luz de la teoría.
Pero la verdad es que, muchas de aquellas bases del conocimiento
son difíciles de comprobar, si es que esto es posible algún día
(Carsten Bresch. “La Vida un Estado Intermedio”. Salvat Editores
S. A. Mallorca, 41 – 49 Barcelona. Impreso por Gráficas Estrella.
Estella Navarra. Ps 7, 8 y 9).
Todas aquellas situaciones hacen que la observación del Cosmos
esté llena de sorpresas para los astrónomos, para lo cual ya están
preparados sicológicamente, ya que, constantemente aparecen
fenómenos nuevos desconocidos donde antes no se percibía más
que paz y quietud, además, también están atentos a cambiar su
“usual estrechez de miras” aún por fuera de los limitados
horizontes de la propia intuición.
Aún con todas esas dificultades, es increíble cuán diferente es
ahora el Cosmos de cómo se interpretaba en tiempos de Newton.
Es increíble cómo la física de lo gigantesco se ha cruzado con la
física de lo minúsculo, permitiendo entender mejor los procesos
que se dan en el Universo. Podría parecer insólito, y en el fondo
lo es, que el conocimiento científico de nuestro tiempo puede
retroalimentar a las diferentes disciplinas humanísticas, y asumir
nuevas formas de hacer filosofía, metafísica, de construir ética,
moral, de negociar, de construir relaciones sociales estables y
gratificantes, sin que ello signifique que tenemos que renunciar a
las interpretaciones de nuestro pensamiento tradicional, que en el
fondo, no es más que el pensamiento propio de nuestra mitología,
de nuestra infancia cultural: De nuestra visión profunda acerca de
41
lo humano, de lo que somos nosotros mismos, tal ves expresada
en términos simbólicos de nuestros primitivos lenguajes
adecuados a nuestras diferentes y relativas posturas de nuestra
mente, en las diferentes fases evolutivas de nuestra experiencia,
de nuestro pensamiento.
Ciertamente, nuestros científicos, guiados por la imaginación y
armados de nueva y novedosa tecnología, han ampliado el alcance
de las pruebas experimentales y “reclamado para sí” el Universo
mismo como un laboratorio gigantesco. Penetrando en misterios
antes confinados a los dominios de la filosofía, la metafísica y la
fe religiosa, esos audaces investigadores parecen estar a punto de
resolver interrogantes fundamentales sobre los orígenes, la escala
y el destino del Universo observable, la naturaleza de su
contenido, el número de otros mundos semejantes a la Tierra … y
la posibilidad de que exista una consciencia similar en algunos de
ellos” (Kathy Sawyer. “El Descubrimiento del Universo”.
National Geographic edición especial 2006. P. 115).
“Los astrónomos modernos ya no están limitados por la angosta
banda de luz visible al ojo humano o atrapados en el fondo de una
abundante atmósfera que refracta y bloquea la radiación
electromagnética. Gracias a sistemas de telescopios enlazados a lo
largo de todo un continente y a observatorios espaciales cada vez
más complejos, pueden ver prácticamente todo el arco iris emitido
por los objetos del Cosmos” (Idem. P. 119)
Así, en el entendido de que somos comprensivos con nuestras
propias falencias, podemos disculparnos a nosotros mismos,
podemos responder al reto de superarlas poco a poco, sin
vanagloriarnos de nuestros triunfos aparentes, como si fueran
solamente el producto aislado de una “ciencia todo poderosa, de
unos genios humanos que dan testimonio del poderío de la
civilización moderna, del ser humano contemporáneo”. Podemos
referirnos, así, simplemente a lo que conocemos y en la forma
como lo conocemos, de buena fe, sin reclamar méritos que no
merecemos, pero agradecidos y respetuosos profundamente del
patrimonio cultural, de la experiencia y el conocimiento que ellos
42
representan y del que heredamos de nuestros padres, puesto que
no es otro que entender ese fundamento, el propósito en el que se
asienta la labor que hoy se realiza.
Y eso sí, muy conscientes de que es prioritario enriquecer nuestra
consciencia acerca de lo que somos, de lo que son las
circunstancias concretas en las cuales vivimos, los medios de que
disponemos para sobrevivir, las dimensiones del horizonte que se
abre frente a lo que puede ser el futuro de la especie humana, la
inmensa responsabilidad que pesa sobre los hombros de quienes
han alcanzado distintos niveles de liderazgo en el Planeta y están
calificados para canalizar las energías humanas en pro del
máximo bien común, entre muchas otras cosas. Todo aquello
tiene, en sí mismo un fin: el de prepararnos mejor para enfrentar
los retos que la Vida nos plantea, para entender mejor las
equivocaciones que hemos cometido y que afectan, y seguirán
afectando, indudablemente, los proyectos humanos del futuro, si
no los enmendamos, y la seguridad de todos.
17.1.1 EL BIG BANG
“…en 1916, basándose solamente en sus matemáticas y en su
profunda intuición, Albert Einstein planteó los fundamentos de lo
que sería conocido como la Gran Explosión (el big bang), si bien
se resistía a sus implicaciones. Alexander Friedmann, matemático
y meteorólogo ruso, fue quien siguió adelante y propuso el
modelo de Universo en expansión” (Idem. P 122).
“Desde entonces, una serie de descubrimientos empíricos ha
venido a apoyar esa visión. La cosmología moderna se inició en
1928, cuando Edwin Hubble, el astrónomo estaduinense en cuyo
honor se nombró el telescopio espacial, afirmó que había
descubierto que las galaxias se apartaban en todas direcciones
(Idem. P. 122).
“La teoría de la Gran Explosión sostiene que todo el Universo
conocido – el tiempo, el espacio, la energía y la materia – estuvo
43
contenido alguna vez en un punto de densidad infinita conocido
como una singularidad. Los científicos dejan el por qué de ese
estado de cosas a los teólogos y a los poetas; pero especulan que,
en el siguiente instante, ese punto comenzó a expandirse
violentamente en tamaño hasta alcanzar un radio expresado en
números incomprensiblemente grandes” (Idem. P. 122).
Después de la primera milésima de segundo, el Universo era una
bola de fuego informe aproximadamente 30 millones de veces
más caliente que la superficie del sol y 50.mil millones de veces
más densa que el plomo y, a la edad de un segundo, esa bola se
había expandido y diluido a 20 años luz. En ese momento, se
supone, los granulados ingredientes subatómicos de cada hoja,
gusano, estrella, roca, tapa de alcantarilla, automóvil, gato,
dinosaurio, zapato deportivo, y cada uno de nosotros – todas las
entidades, pasadas, y potenciales – estaban combinados
íntimamente en una crema caliente con todo el espacio. Y esas
condiciones iniciales fijaron límites inmutables a la densidad de
toda la materia y determinaron el curso de la evolución cósmica”
(Idem. P. 122).
“La expansión de la Gran Explosión no es un estallido en el que
los objetos vuelen despedidos como metralla a través de un
espacio ya existente. El espacio mismo está en expansión,
desplegándose hacia donde nunca antes se había extendido, en
ocasiones a velocidades superiores a la de la luz, un límite que se
aplica a la luz misma y a otras señales, pero no al espacio” (Idem.
P 122).
La velocidad a la que el Universo y todos sus objetos se apartan
se expresa en ecuaciones que contienen dos constantes, la
“Constante de Hubble”, que es uno de los números más
importantes de toda la Ciencia y se expresa en las siguientes
dimensiones: kilómetros sobre segundo y sobre millones de años
luz. “Los cosmólogos sugieren que la comprensión de ese número
es clave para entender el orden natural de las cosas. El número
depende de la cantidad de cosas en el espacio, de su carácter, y
del grado en que las fuerzas gravitacionales retardan la expansión.
44
Esos factores, a su vez, afectan a otros acontecimientos. Al
rastrear la expansión hacia atrás, como cuando ser rebobina una
cinta de video, los científicos han buscado definir la edad, forma y
escala del Universo” (Idem. P. 122).
“La bola de fuego en expansión necesitó quizás unos 300.000
años para enfriarse y adelgazar lo suficiente para volverse
transparente a la luz. Entonces repentinamente, como si se
hubiese levantado la niebla, la energía electromagnética quedó en
libertad para iniciar su viaje a través del Cosmos. Según Chris
Impey, cosmólogo de la Universidad de Arizona, en el presente la
radiación primigenia de fondo “ondula a través de nuestro
cabello” desde una época en que una parte del Universo se
separaba de otra a 50 veces la velocidad de la luz.
Aproximadamente el uno por ciento de las motas titilantes que
vemos en la estática de una pantalla de televisor es
desencadenado por las ondas de esa luz. La existencia de ese
rescoldo enfriado y diluido de la Creación ha venido a constituir
uno de los pilares más fuertes en que se apoya la teoría de la Gran
Explosión” (Idem. P. 126).
“Arno Penzias y Robert Wilson, dos científicos de los
laboratorios de la Bell Telephone fueron los primeros en
encontrarse con esa energía electromagnética entre 1964 y 1965,
y consiguieron que su antena de radio experimental captara
microondas de todas las direcciones del espacio. Luego, en una
reunión de la Sociedad Astronómica Estaduinense en 1990, un
equipo dirigido por John Mather, del Centro Goddard de Vuelo
Espacial de la Nasa, anunció hallazgos de la nave espacial
Explorador del Fondo Cósmico (Cosmic Background Explorer,
COBE que confirmaron la naturaleza de la radiación más allá de
toda duda” (Idem. P. 126).
“Para los cosmólogos, la radiación de fondo en forma de
microondas sirve como un punto de referencia estable, la
“estructura de apoyo” en un Cosmos en el que todo está en
movimiento relativo. La Tierra gira alrededor del Sol a 108
kilómetros por hora; el Sol da una vuelta en torno a la Vía Láctea
45
una vez cada 225 millones de años; La Vía Láctea cae hacia
Andrómeda; ambas sienten el tirón del gran racimo de Virgo, a 50
millones de años luz de distancia, y así sucesivamente” (Idem P.
126).
“Una vez establecida la existencia de esa radiación, el equipo de
Mather produjo un mapa de todo el cielo que reveló los débiles
inicios de los amontonamientos del Cosmos, primigenio que,
hasta ese momento, había carecido de forma. Se supone que esas
pequeñas ondas de densidad creciente detectadas entre la sopa de
partículas en expansión representaban los inicios de un efecto de
bola de nieve gravitacional invertido, por el que algunas regiones
se rezagaban tras la expansión global a medida que atraían más
masa. Ese proceso produjo la arquitectura del Universo moderno:
al menos 100,000 millones de galaxias, que se congregan en
racimos gigantescos y murallas en torno a grandes vacíos
abismales. La NASA y la Agencia Espacial Europea están
diseñando naves espaciales con instrumentos 10 veces más
sensibles que los actuales para sondear en detalle esas regiones”
(Idem. P. 127).
“Nadie sabe todavía cómo ni cuándo comenzaron a formarse las
primeras estrellas y galaxias en el Universo, pero los astrónomos
han comenzado a vislumbrar una época pasada en la que el
Universo parece más caótico y violento, inundado de trocitos y
fragmentos brillantes y extraños. Pueden ser quásares, los objetos
más luminosos que se conocen en el Universo y de los que se cree
reciben su energía los agujeros negros, “lugares donde el espacio
mismo ha sido perforado por algún desmoronamiento colosal”,
según las palabras de Martin Rees, Astrónomo real de la Gran
Bretaña” (Idem. P. 127).
“Ahora se sabe que los “ecosistemas” de galaxias brillantes – los
procesos termonucleares y espasmos agónicos explosivos de las
estrellas, específicamente forjaron los elementos más pesados
necesarios para la complejidad y la vida misma; en otras palabras,
estamos hechos de las cenizas de la muerte estelar” (Idem. P.
127).
46
Si bien es cierto que el marco básico de la Gran Explosión cuenta
con la aceptación general, las opiniones sobre sus deficiencias se
han vuelto más sutiles. Rees hizo la advertencia de que nuestra
actual satisfacción puede ser un reflejo de la escasez de los datos,
antes bien que de la excelencia de la teoría. A medida que ha
aumentado el potencial para obtener respuestas, los interrogantes
han evolucionado desde el qué y el dónde hasta el cómo y el por
qué. ¿Cómo pasó el Universo de ser simple y terso a ser grumoso
y complejo? ¿Por qué está tan perfectamente equilibrado
gravitacionalmente que ni se separó por completo ni se contrajo
nuevamente antes de que pudiera formarse la primera estrella o la
primera galaxia? ¿Y por qué el Universo parece tan semejante a sí
mismo en tan vastas distancias? Los científicos reconocen que no
cuentan con ningún medio para demostrar teoría alguna sobre lo
que ocurrió antes del
0.000000000000000000000000000000000000000000000001 del
segundo después de que se iniciara la Gran Explosión. Esta
fracción de segundo, conocida como el número de Plank, o 10 a la
menos 43 [10 –43
], es la primera en la que se aplican las leyes de
la física conocida. Los científicos que buscan una teoría del Todo
han estado investigando tan cerca como les es posible ese
momento de génesis” (Idem. P. 127).
Consideremos ahora la “inflación”, una solución teórica que
resuelve muchos problemas para los cosmólogos y que, deriva de
la teoría cuántica – el estudio de las partículas subatómicas -,
[que] fue propuesta en 1980. Uno de sus principales proponentes,
Alan Guth, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, EUA, la
describió como “la ganancia perfecta”. En esencia, la teoría de la
inflación propone que, en la primera fracción infinitesimal de
segundo, el Universo experimentó un “eructo” único y su
diámetro se hinchó exponencialmente (1,2,4,16 y así
sucesivamente) antes de establecerse la expansión lineal (2,3,4,5 y
así sucesivamente) que ahora observamos. En una fracción de
parpadeo, según Andrei Linde, físico de la Universidad de
Stanford, EUA, una mota microscópica creció hasta una extensión
de más de 100 mil millones de años luz de ancho. La teoría de la
47
inflación explica el hecho de que el Universo sea
incomprensiblemente vasto” (Idem. P127).
“Las implicaciones de tal teoría son enormes, en todos sentidos.
Al dar origen a una geometría espacio temporal tan vasta, la
inflación explica por qué el Universo en expansión puede parecer
plano y tan delicadamente equilibrado que le es posible
extenderse hasta el infinito sin desperdigarse o desplomarse sobre
sí mismo” (Idem. P128).
17.1.2 LA FORMACIÓN DEL PRIMER ELEMENTO DE
LA TABLA PERIÓDICA
Aquí tenemos el primer contacto con un principio fundamental de
la Naturaleza: La energía puede transformarse en masa material y
viceversa. Dicho de otra manera, una determinada cantidad de
energía tiene su equivalente en masa materia y viceversa. Los
ingenieros y científicos que trabajaron en el proyecto de la
primera bomba atómica en los Alamos, E. E. U. U. a finales de la
Segunda Guerra Mundial, lo que hicieron fue una aplicación de
este principio. Parte de la masa del plutonio de la bomba, al
explotar, se transformó en una tremenda energía capaz de destruir
una ciudad entera y producir cientos de miles de bajas.
La equivalencia de masa material y energía se expresa magistral y
simplemente en la famosa ecuación de Albert Einstein que habla
de la equivalencia entre la energía y la materia:
E = mc2
Esta ecuación se lee así: La Energía es proporcional a la masa por
el cuadrado de la velocidad de la luz (La velocidad de la Luz es
una constante universal).
Es una hipótesis aceptada por la gran mayoría de los científicos,
todo el Universo se inicia en una colosal explosión: El “Big
Bang”. Parece ser que todos los indicios conducen a esta hipótesis
y de ella se derivan muchas y muy importantes consecuencias. En
48
primer lugar: ¿Qué había allí antes? Según Carsten Bresch, para
los científicos es una cuestión que no tiene mucho sentido. Luego,
después de la explosión, el Universo no era más que una sopa de
materia y radiaciones impresionante. Se piensa que a los 0.01
segundos de la explosión, la temperatura generada sería de nada
menos que de 100.000 millones de grados centígrados. Se han
calculado retrospectivamente las distancias recorridas y las
<<velocidades de huida>> de las galaxias, y ha sido posible
calcular la edad del Universo, es decir, se ha determinado el
momento en que se produjo la Gran Explosión. Mediante este
procedimiento ha sido posible calcular la antigüedad del
Universo, que se ha establecido en unos 13.000 millones de años,
y según otros cálculos más recientes, se habla de 20.000 millones
de años (Idem. P.7).
Mediante aquella relación entre masa y energía comienza un
proceso de “materialización de la energía potencial contenida en
el Huevo Cósmico, al tiempo que una transformación en energía
cinética que impulsa a la materia recién formada y la lanza hacia
el Vacío a velocidades impresionantes. Esta energía cinética es el
origen de gran parte de la energía que se transforma, en el futuro,
y mueve los procesos que se dan, como fruto de un mecanismo
elemental que se mantiene constantemente en el porvenir: Las
interacciones entre los nuevos corpúsculos formados, su
concentración en ciertos lugares, por efecto de la gravedad, los
impactos aleatorios entre unos y otros conjuntos de materia
provocando desviaciones de diferente tipo, por ejemplo, en la
trayectoria de los cuerpos celestes, aceleraciones y
desaceleraciones, cambios de los movimientos rectilíneos a
movimientos orbitales de unas masas de materia alrededor de
otras, iniciación de procesos nuevos de formación de elementos
químicos que son familiares para nosotros, pero antes
inexistentes, como es el caso de los elementos de la Tabla
Periódica, etc.
A los pocos segundos de la Gran Explosión empiezan a formarse
aquellos corpúsculos de materia, que no son otra cosa que las
primeras asociaciones de partículas subatómicas, o sea los átomos
49
formados por un protón y un electrón: Los primeros átomos de
hidrógeno. En la primigenia “sopa” de materia, básicamente
formada por las primeras partículas elementales “materializadas”,
cuya formación es la primera e inmediata consecuencia de la Gran
Explosión, se forman casi al instante siguiente, por efecto de las
primeras interacciones de partículas subatómicas, los primeros
átomos de hidrógeno. Estos dan origen a gigantescas nubes de gas
que, poco a poco, como decíamos atrás, por efecto del campo
gravitacional de las masas, a aglomeraciones de gas que se
comprime poco a poco y dan origen a la primera generación de
cuerpos celestes, compuestos íntegramente de hidrógeno.
Y nos encontramos aquí con algo sorprendente: La composición
de las aglomeraciones de gas que dan origen a los primitivos
conjuntos estelares, se pueden estudiar hoy en pleno detalle en sus
representantes de las regiones más alejadas de nosotros, y que se
hallan situados a 10.000 millones de años luz o más de nuestro
mundo. Al estudiar su espectro de luz, de la misma manera como
se estudia la luz de los cuerpos estelares más cercanos podemos
conocer fielmente de qué tipos de átomos se componían. Ya
hemos visto que esa luz corresponde a las etapas más tempranas
de su existencia y puede darnos evidencias claras de lo que
ocurrió hace todo ese tiempo en aquellos lugares. Además, de esa
manera podemos concluir, que el Universo, entonces, era una
masa íntegra compuesta de hidrógeno y partículas elementales de
toda índole.
17.1.3 LAS PRIMERAS GENERACIONES DE ESTRELLAS
La formación de estos cuerpos celestes nos presenta, ya a los 100
millones de años de la Gran Explosión, la cara de un Universo
muy joven, pero ya con un aspecto que se asemeja al del Universo
actual. Parece absolutamente increíble, pero es posible enfocar en
cualquier dirección los telescopios para encontrar rastros todavía
de estrellas y cúmulos de ellas cuya luz se ha demorado miles de
millones de años para llegar a nosotros. Ello sucede porque
muchos cuerpos celestes de los confines del Universo, aunque
hoy pudieran haber recorrido el proceso evolutivo que
50
observamos en nuestro Universo cercano, apenas ahora estamos
percibiendo la luz generada allí hace, por ejemplo doce mil
quinientos millones, once mil millones, nueve mil millones de
anos, etc.
No podemos llegar a la conclusión, de manera a priori, que el
Universo, en general, hubiera tenido que evolucionar de la misma
manera que observamos en “nuestra región”. Sin embargo, las
observaciones nos dan una idea aproximada de lo que ha ocurrido,
y puede hablarse de procesos semejantes. Cada conglomerado de
mundos es también un mundo particular, cada galaxia, cada
sistema solar, cada cuerpo estelar, o planetario tienen su propia
historia. Cada uno de ellos se comporta como un “reactor” único,
y en su seno se dan los más disímiles procesos evolutivos íntimos
que uno pueda imaginar.
En términos globales: ¿Difiere sustancialmente la composición
del Universo ahora, de lo que fue antes? Paradógicamente, no
parece que mucho: El 99% de la materia de nuestro Universo está
compuesta de Hidrógeno y Helio. “Vivimos en un Universo
compuesto por hidrógeno y helio en el que todos los demás
elementos podrían ser considerados <<impurezas>>. El átomo de
helio le sigue al hidrógeno en simpleza y posee dos electrones y
un núcleo con dos protones” (Idem. P. 9).
17.1.4 LA FORMACIÓN DE LOS ELEMENTOS
QUÍMICOS MÁS PESADOS.
LA FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS ESTELARTES DE
SEGUNDA Y MÁS GENERACIONES
Haciendo un inventario global de los elementos de que está
compuesto el Universo podríamos decir: Por cada 1.000.000 de
átomos de hidrógeno puede contarse que hay, 160.000 átomos
estables de helio, 700 átomos de oxígeno, 600 átomos de neón,
300 átomos de carbono, 100 átomos de nitrógeno, 30 átomos de
silicio, 30 átomos de magnesio, 20 átomos de azufre, 10 átomos
de hierro, 5 átomos de argón, 2 átomos de aluminio, 2 átomos de
51
sodio, 2 átomos de calcio y 1 átomo de todos los demás elementos
conocidos (Idem. P. 10).
Pero el desarrollo de esos elementos químicos, seguramente no
están uniformemente repartidos en todos los cuerpos celestes y
tienen una historia vinculada a la evolución de las estrellas de
primera generación. Los astrofísicos han logrado llegar a conocer,
utilizando diferentes métodos, el proceso de formación de las
estrellas. Este proceso se inicia con enormes y turbulentas nubes
de gas de hidrógeno y polvo cósmico procedente de las
explosiones de antiguos cuerpos celestes de primera generación.
Por efecto del campo gravitacional que se genera en aquellas
grandes acumulaciones de gas estas nubes se van concentrando y
empiezan a moverse en principio a velocidades angulares
imperceptible y lentas, pero que se aceleran a medida que su masa
se recoge, de la misma manera que la velocidad de rotación de un
patinador en el hielo aumenta su rotación cuando recoge sus
brazos (Idem. P 11).
Los átomos de hidrógeno aprisionados bajo el peso de las capas
superiores de la materia estelar chocan entre sí con más violencia
cada vez, generando altas temperaturas. Ese calor proviene de la
transformación de la energía cinética de los átomos, cuyas
partículas subatómicas correspondientes chocan en el plasma
estelar, energía cinética que, acelerada en algunos casos y
desacelerada en otros por el campo gravitacional de la materia
cercana, provenía, a su vez e inicialmente, del impulso primigenio
de la Gran Explosión, mediante el mecanismo sencillo de las
interacciones, que genera choques, los cuales se vuelven más y
más frecuentes, más y más intensos, como consecuencia de las
distancias que se acortan, y por efecto del campo gravitacional
que se vuelve más intenso a medida que la concentración de
masas es más alta y es mayor la presión de las capas superiores
(Idem. P. 11).
En el centro de la estrella la temperatura sube y cuanto más crece
la estrella con nuevos aportes de materia de sus alrededores, sube
más todavía. Si la estrella es lo suficientemente grande, y su
52
temperatura interior puede subir hasta llegar a la temperatura
crítica de 1.000.000 de grados centígrados, empiezan a darse las
primeras reacciones nucleares en que se fusionan dos átomos de
hidrógeno en uno de helio y se da un gran desprendimiento de
calor adicional, de una fuente de energía diferente: Aquí, se
enciende espontáneamente la estrella, primero lentamente, pero
luego masivamente, generando altas presiones que balancean el
campo gravitacional de su masa haciendo que el cuerpo celeste
que nace no colapse y se vuelva estable (Idem. P.12).
Las estrellas pequeñas se calientan menos que las grandes, puesto
que llegan a compensar la acción del campo gravitacional de sus
masas, que son más pequeñas con una menor producción de
energía nuclear en su interior. Por tanto, esas estrellas pequeñas
consumen su “almacén de energía” mucho mas despacio, tanto
que permanecen “vivas” durante mucho más tiempo que las de
mayor masa, como sería el caso de nuestro Sol. Su fulgor es rojo
oscuro, casi marrón. Se llaman << enanas rojas>>. Nuestro sol es
una estrella de tamaño medio y, por tanto, de las denominadas
<<estrellas calientes>> que proyectan una luz clara (espectro
amarillo o central) y consumen su energía con relativa rapidez. En
el momento ya ha recorrido un 50% de su ciclo “vital”. Dentro
5.000 o 6.000 millones de años, cuando todo su combustible
atómico haya sido consumido, y sólo queden sus <<cenizas>>
nuestro sol entrará en una fase crítica nueva (Idem. P. 12).
Aún mucho más calientes, y por tanto de una vida más corta, son
las estrellas denominadas <<gigantes azules>>. Su enorme masa
implica el consumo mucho más rápido de su energía atómica. Se
conocen muy pocas de estas gigantes, puesto que sólo podemos
observar aquellas que han nacido “recientemente” y que, por tanto
siguen irradiando luz. Las más antiguas ya se han apagado. En
cambio, las estrellas más pequeñas y medianas, - rojas y
amarillas, respectivamente – pueden ser jóvenes, de edad
medianas e incluso muy viejas (Idem. P. 12).
Las <<partículas elementales>>son los componentes más
pequeños que, parece, forman toda la materia. Incluso, algunas de
53
éstas son divisibles y están formadas por otras más pequeñas. Se
conocen actualmente una gran cantidad de partículas elementales
que pueden reaccionar entre sí y combinarse espontáneamente
para formar otros tipos de partículas. Las tres partículas
elementales más importantes, las que menos se prestan a
transformaciones y, por lo tanto, las más estables cuando se
encuentran en estado libre son:
El protón, que forma parte del núcleo del átomo de hidrógeno y
constituye casi toda su masa. Su carga eléctrica se considera como
la unidad de carga, atribuyéndosele el valor 1. Su vida media – es
decir, el tiempo que transcurre antes de que se transforme – es
1035
segundos; o sea, 200.000.000.000.000000 veces la edad
actual del Universo (5 x 1017
segundos) (Idem. P. 13).
El electrón, que contiene sólo aproximadamente 1/2000 de la
masa del protón y tiene una carga negativa, es decir, - 1. Es, por
su estabilidad, la segunda partícula elemental que conocemos.
Tiene una vida media de 10 28
segundos. (el positrón, que es
parecido al electrón, pero de carga positiva, es mucho más
efímero) (Idem. P. 13).
El neutrón, que tiene aproximadamente la misma masa que el
protón, y no tiene carga elemental y es la tercera de las partículas
más estables, a pesar de que su vida media sólo es de 8 minutos
(Idem. P. 13).
La cuarta partícula que conocemos como más estable es el mesón
“mu”, que tiene una vida media de 10 –6
segundos; todas las
demás partículas tienen una vida media más corta. Para nuestro
estudio también es necesario considerar las partículas alfa, que
están formadas por una unión muy estable de dos protones y dos
neutrones, que constituyen, además, el núcleo de un átomo de
helio.
Pero hay muchas otras partículas. Entre ellas los quarks que
mantienen unidas las partículas del núcleo atómico, que, siendo
partículas de una misma carga eléctrica deberían rechazarse con
54
una fuerza impresionante. Alrededor de los quarks se está
desarrollando toda una teoría, la “Teoría de las cuerdas”, sobre la
base de algo que se viene planteando al nivel teórico: Nuestro
Universo, el gran mundo, se mueve, por lo que parece en las
cuatro dimensiones convencionales del espacio - tiempo. Sin
embargo los quarks, son partículas que “ocupan espacios”,
aparentemente, en otras diferentes dimensiones. ¿Cómo podemos
entender esto?, Tal vez deberemos entender que, aparentemente,
los quarks son puntos de convergencia de varios mundos. Son tal
vez lugares desde donde se puede “transmitir” la influencia de
acciones trascendentales que, en un momento dado, actúen desde
más allá de las fronteras de nuestro Universo. Pero esas fronteras
serían, entonces, verdaderos puntos de contacto íntimos, tan
íntimos como es posible, ya que la materia misma está
conformada por átomos estables, en cada uno de los cuales hay un
núcleo que contiene necesariamente quarks. ¿Podríamos decir
también que el Universo va más allá de donde nuestros sentidos
pueden percibirlo? Por supuesto que sí. Podemos concebir la
Realidad como el conjunto de las realidades que se dan en todos
los ámbitos del Universo, que podemos y no podemos percibir
con nuestros sentidos o con nuestros medios sensibles. Pero hay
otro horizonte de la Realidad de significado especial y sobre el
cual nos extenderemos un poco más adelante:
¿Podemos pensar en átomos donde su núcleo esté compuesto de
“protones negativos y haya electrones positivos girando a su
rededor? Pues no solamente podemos imaginarlos sino que se han
detectado semejantes partículas. El “electrón positivo” es el
positrón y el protón negativo es el negatrón. Formado por ese tipo
de partículas se ha detectado lo que se llama la antimateria, y
cuerpos celestes, grandes acumulaciones de ellos, sectores del
Universo, incluso formados de ella. Cuando se encuentran un
electrón y un positrón se aniquilan mutuamente. Pero salgamos de
esta pequeña digresión y concentrémonos en el tema de la vida de
las estrellas y su influencia en la formación de los elementos de la
Tabla Periódica:
55
Bajo la tremenda presión que ejerce el campo gravitacional de
una estrella con la consiguiente elevación de la temperatura, los
átomos de hidrógeno de aquella bola de gas se “aplastan”, y las
partículas de que están compuestos pasan a formar parte de de un
estado poco común en nuestra cotidianidad como son el estado
sólido, líquido y gaseoso. Es una especie de estado líquido en el
cual los electrones y protones vagan libremente y chocan entre sí.
Ese estado de la materia lo denominamos “plasma”. Cuando la
temperatura del plasma supera el millón de grados – y es
precisamente aquí y ahora cuando encontramos el inicio del “hilo
rojo” de la evolución de la materia – que se aprecia cuando se
produce, ocasionalmente, la colisión de dos protones, con tal
fuerza que uno de ellos se transforma en un neutrón y, al mismo
tiempo – y esto es lo más importante del proceso -, ambas
partículas se funden, formando un solo núcleo atómico. Este
núcleo es estable, a pesar de que algunos neutrones individuales
vuelven a convertirse rápidamente en protones. Si no se produjera
la estabilización de los neutrones mediante su unión con protones,
no se daría ningún tipo de evolución (Idem. P. 14).
“Cuando se produce la colisión de este nuevo núcleo con otro
protón, este se integra también al sistema, y en este proceso se
libera energía. Este núcleo, que ahora se compone de tres
partículas, sigue su cadena de reacciones: cuando colisiona con
otro núcleo triple se produce, tras liberarse dos protones
individuales, un núcleo de helio, es decir, la partícula “alfa” de
que hemos hablado antes, También en ese caso se libera una gran
cantidad de energía” (Idem. P. 14).
En ese proceso, denominado <<ciclo de protón a protón>>,
participan por lo tanto seis núcleos de hidrógeno, de los cuales
cuatro se funden para formar un núcleo de helio, desprendiendo
una energía del orden de 24 MeV. Este proceso es responsable de
que las estrellas empiecen a brillar, y es el principio y origen de
toda evolución: el primer eslabón de una larga cadena que lleva
hacia el desarrollo cada vez más complejo [de la materia].
56
Veíamos arriba que se esperaba que nuestro Sol, dentro de unos
4.000 o 5.000 millones de años, debería entrar a una fase crítica.
Esa fase crítica significa la acumulación de “cenizas”, es decir de
núcleos de helio, más pesados que el hidrógeno, que se van
acumulando a lo largo de los miles de millones de años de
actividad. Como los átomos de helio son más pesados tienden a
bajar hasta el centro de la estrella y la reacción termonuclear se
desplaza poco a poco hacia fuera. Así, se van generando nuevas
condiciones en el interior, que conducen finalmente a una nueva
serie de reacciones diferentes, esta vez entre núcleos de helio. En
el centro empieza nuevamente a aumentar la temperatura lo que
aumenta la frecuencia de choques entre los núcleos y la
probabilidad de que se de una nueva serie diferente de reacciones
nucleares. Este aumento de la temperatura genera unas presiones
internas muy superiores a los efectos del campo gravitacional de
su materia, empezando un proceso de distensión y crecimiento de
la estrella, hasta convertirse en una gigante roja (Idem. P. 16).
En su interior sigue aumentando la temperatura y se van gastando
las reservas de protones. Cuando la temperatura llega a los 110
millones de grados los residuos que eran cenizas vuelven a servir
de combustible. Es ahora cuando los núcleos de helio se
combinan – liberando de nuevo grandes cantidades de energía –
para formar unidades más complejas (Idem. P. 16).
“Hay que señalar, sin embargo, que no es posible una
combinación duradera de dos núcleos de helio, puesto que tienden
a volver a separarse. Sólo cuando colisionan y se aparean a
temperaturas muy elevadas puede darse el caso de que antes de
volver a separarse choquen con un partícula “alfa” [un tercer
núcleo de helio]. Si esto llega a ocurrir, los tres núcleos se asocian
de forma estable formando un núcleo de Carbón (Idem. P. 16).
“Con este proceso se ha traspasado de nuevo otro umbral: el
núcleo de carbón pronto atraerá e integrará a otra partícula “alfa”
convirtiéndose en un núcleo de oxígeno, que, a su vez, por
asimilación de otra partícula alfa, podrá convertirse en un núcleo
de neón. Por otra parte, si a un núcleo de carbono se le integra
57
primero un protón y luego otro, se produce un núcleo de
nitrógeno, y así sucesivamente se van formando por choques al
azar de partículas y núcleos ya formados. En cuanto menos
complejos sean los elementos, significa que han sido los primeros
en han formarse y, además, los que en más abundancia se dan en
la Naturaleza. “El hilo rojo de la evolución, es decir, de la
estructuración progresiva de unidades más complejas a partir de
elementos básicos, comienza a avanzar” (Idem. P. 17).
“Todas esas fusiones nucleares hacen que se libere una energía
adicional en forma de calor. La temperatura sigue aumentando. Al
alcanzar aproximadamente 800 millones de grados, el núcleo de
neón se encuentra en condiciones de poder asimilar otra partícula
“alfa”, dando lugar a un núcleo de magnesio. Al alcanzar los
1.500 millones de grados se constituyen también núcleos de
silicio, aluminio, azufre y fósforo. Ahora se dan simultáneamente
toda una gama de reacciones nucleares. En el interior de la
estrella la temperatura sigue aumentando. Se configuran núcleos
atómicos cada vez más complejos” (Idem. P. 17)
“En cuanto más se diversifican esas reacciones, más difícil es
seguirle el curso a la evolución global de la estrella. Se sabe sí,
que en determinados estadios se producen pulsaciones; es decir,
contracciones y expansiones rítmicas de la esfera gaseosa, lo que
produce un refulgir intermitente de la estrella. Cuando se dan esas
pulsaciones, las capas exteriores pueden ser despedidas en forma
de nubes al Espacio” (Idem. P. 17).
“Una vez consumida toda la energía nuclear disponible de la
gigante roja, la esfera de gas se encoge de nuevo, por efecto del
campo gravitacional de su materia, hasta quedar reducida a un
tamaño muy inferior al que tenía antes de comenzar el proceso de
expansión. Una estrella con la masa del Sol puede comprimirse y
quedar reducida aproximadamente al tamaño de nuestro planeta.
Solamente gracias a la repulsión de los núcleos, que tienen la
misma carga positiva, estos no quedan completamente prensados.
La densidad de la estrella es ahora de millones de veces la del
agua de aquí en la Tierra. Se ha convertido, entonces en una
58
<<enana blanca>> que todavía brilla, aunque irá enfriándose poco
a poco” (Idem. P. 18).
“No siempre la vidas de una estrella transcurre de un modo tan
<<apacible>>. Cuando las estrellas son de un tamaño algo
superior a nuestro Sol, puede llegar a producirse una explosión;
puede observarse este fenómeno en el firmamento: es la aparición
de una nueva y superbrillante estrella. Durante un breve período
de tiempo la intensidad de su brillo será cientos de millones de
veces mayor que la de nuestro sol. El más bello ejemplo de una
<<supernova>> de este tipo se observó en China el 4 de julio de
1054. Durante todo un año pudo observarse esta estrella incluso
durante el día. Gracias a los datos registrados por los astrónomos
chinos hoy somos capaces de localizar su situación en el
firmamento. Podemos reconocer la denominada Nebulosa del
Cangrejo, que no es sino el resto de una tremenda explosión que –
como lo demuestra la comparación con fotografías tomadas hace
cincuenta años – sigue aún en proceso de expansión. Si a partir de
la velocidad de expansión de esos residuos se calcula el momento
en que tendría que haberse producido la explosión, la fecha que
obtenemos es efectivamente el año de 1054” (Idem. P. 14).
“En nuestra galaxia se han descubierto hasta el presente los restos
de unas 120 supernovas. Siete de sus explosiones han quedado
registradas en nuestros anales históricos en los años 185, 393,
1006, 1054, 1181, 1572 y 1604; las más antiguas fueron
observadas y descritas por astrónomos chinos” (Idem. P 18).
“Hace pocos años que se ha empezado a considerar, cada vez con
mayor convicción, que la causa de esas explosiones es un
<<colapso gravitacional>>. En el caso de estrellas de gran masa,
al final de su vida se produce una contracción más allá del estado
en que quedan las denominadas enanas blancas. La presión de la
gravedad ejercida sobre el centro es tan inmensa que los
electrones quedan <<embutidos>> en el núcleo de los átomos,
provocando que todos los protones se conviertan en neutrones.
Esto hace que desaparezca la repulsión electrostática que es
consecuencia de su carga eléctrica, de manera que la estrella
59
adquiere súbitamente una densidad millones de veces mayor que
la de las enanas blancas. El repentino recalentamiento que se
produce en este proceso provoca una explosión que lanza hacia el
espacio exterior hasta un 90% de la masa de la estrella en forma
de nube de polvo y gas” (Idem. P. 19.
“En el centro de la explosión queda una <<masa superdensa
compuesta de neutrones>> (estrella de neutrones) con un
diámetro de pocos kilómetros. Esa masa experimenta un
movimiento de rotación sobre sí misma de hasta 100 veces por
segundo, y al hacerlo emite ondas de radio. Estas estrellas de
neutrones de alta velocidad de rotación son denominadas
<<pulsares>>, y todas ellas constituyen restos de supernovas.
Uno de esos pulsares se encuentra ubicado en el centro de la
nebulosa del Cangrejo” (Idem. P 19).
“Muchos astrofísicos comparten la opinión de que además de las
enanas blancas y de las estrellas de neutrones existe una tercera
posibilidad – todavía muy enigmática – para el desarrollo de una
estrella. Este tercer estadio es lo que los científicos denominan
<<agujero negro>>. Los agujeros negros serían en principio
parecidos a la estrella de neutrones, aunque su materia sería
todavía más densa y ejercería una fuerza de gravedad tan extrema
que ninguna materia – ni siquiera la luz o las radiaciones – podría
escapar al campo de gravedad de un agujero negro. Así, pues,
sólo pueden ser reconocidos por la fuerza de gravitación que
ejercen en el espacio” (Idem. P. 19).
“Pero sea cual fuere el destino final de cada una de las grandes
estrellas, en la fase final de su irradiación una parte de su masa
siempre es catapultada hacia el espacio exterior. Otra parte de las
<<cenizas>> atómicas queda, al parecer, enterrada para siempre
en las enanas blancas apagadas, en las estrellas de neutrones y
quizás también en los agujeros negros. Parece ser que esa materia
ya ha cumplido en principio su función para la evolución” (Idem.
P 20).
60
¡Qué forma tenía en los orígenes del Universo lo que conocemos
y denominamos cotidianamente hoy como materia? Algunas
respuestas que parecen plausibles parecen resolver
coherentemente las preguntas que al respecto se hacen los
científicos: “Ahora sabemos que en todas las estrellas que vemos
brillar a causa de las reacciones nucleares, los protones van
convirtiéndose en núcleos atómicos cada vez más complejos. Así
pues, la proporción de átomos complejos tuvo que ser
necesariamente inferior hace miles de millones de años” (Idem. P.
20).
“En efecto, las líneas del espectro de las agrupaciones de estrellas
más antiguas muestran hasta 200 veces menos átomos superiores
que las de las estrellas de formación más reciente, como, por
ejemplo, nuestro Sol y todo nuestro sistema planetario. Se habla,
pues, abiertamente de estrellas de la segunda y tercera generación,
haciendo referencia al hecho de que su materia formó parte
anteriormente de otras estrellas. Liberada de nuevo esa materia
por la explosión de supernovas, pudo ser otra vez asimilada en la
formación de nuevas estrellas” (Idem. P. 20).
“Toda la materia de nuestro planeta, compuesta casi
exclusivamente por átomos superiores, proviene de antiguas
estrellas que explotaron hace ya más de cinco mil millones de
años. Esto significa que – aparte de los átomos de hidrógeno –
todos los átomos de los que se compone nuestro cuerpo humano
se formaron hace ya miles de millones de años en reacciones
nucleares que se dieron en alguna estrella gigantesca del
Universo, y que, posteriormente, han tomado parte en algún sitio
en toda una serie de espectaculares procesos que dieron lugar a la
formación de nuestra galaxia.
Cuando uno de los átomos superiores que forman parte de
nosotros, podemos entender, es el producto de un proceso
evolutivo que nos vincula estrechamente a acontecimientos
anteriores ocurridos en el Cosmos, nos damos cuenta cómo el
Universo ha tenido que “madurar”, con el fin de hacer posible
nuestra presencia en él. Esta idea debería ser parte integrante de la
61
“explicación” que hacemos del nosotros, de la definición y
comprensión de nuestra naturaleza humana”, de su ubicación en
el contexto de la Naturaleza (Idem. P. 21).
“Aunque actualmente no resulta posible determinar el proceso de
configuración de los 92 elementos estables que conocemos
[contenidos, clasificados y agrupados en la Tabla Periódica de los
Elementos, de Mendeleyeff], sabemos en cambio con toda certeza
que todos los átomos superiores que hemos podido encontrar en el
Universo se han formado a través de diversos procesos que
necesariamente implican reacciones nucleares” (Idem. P. 21).
“Así hemos llegado al primer peldaño de la evolución: Las
partículas elementales se combinan entre sí para formar unidades
de un orden superior: los átomos” (Idem. P. 21).
17.1.5 LA MATERIA: ¿UNA FORMA
DE “CONDENSACIÓN” DE LA ENERGÍA?
EL PROCESO DE LA EVOLUCIÓN
Cuando vamos a hablar de materia y de energía, es preciso
ponernos de acuerdo a qué nos estamos refiriendo. ¿La ecuación
de Einstein E = mc2 que nos quiere plantear realmente? ¿Nos está
planteando la equivalencia entre dos formas diferentes de
materia? ¿Tal vez la equivalencia entre una masa de roca y la
suma de las masas de los fotones que conforman un rayo de luz?
Cuando se realizaron las primeras explosiones experimentales de
la bomba atómica los científicos evaluaron las diferencias de
masa entre los materiales que la componían inicialmente y lo que
quedó. ¡Entre estos valores había una diferencia no despreciable!
Pero, ¿realmente que ocurrió con la diferencia? ¿Hubo realmente
una transmutación de materia en energía o más bien un
desprendimiento de masa representada en la radiación de
partículas elementales, como los neutrones? Probablemente pudo
ser lo segundo. Realmente, hoy todavía carecemos de un criterio
claro y concluyente sobre lo que significa, efectivamente, el
concepto de energía. Conocemos sus efectos como principio
62
activo de todo movimiento y transformación, pero no su esencia
en sí misma.
Pero ya habíamos reconocido que habíamos llegado al primer
peldaño de la evolución. “Vamos a denominar este fenómeno
como proceso de integración, para poner de relieve que las
nuevas estructuras son nuevas unidades independientes y dotadas
de nuevas propiedades; propiedades que son mucho más que la
suma de las cualidades de los elementos básicos que las
componen.” …. “Y esto…es el resultado de un proceso
astrofísico de gigantescas dimensiones que surge a partir de una
situación inicial del Universo y cuyas últimas consecuencias se
escapan al entendimiento humano. A pesar de esa situación inicial
se despliega un proceso de una complejidad inimaginable que es
consecuencia de las maravillosas propiedades de la materia. La
interacción entre las partículas elementales, determinada por la
Naturaleza, es lo que posibilita e impulsa la evolución. La fuerza
de atracción y la tendencia a asociarse de los protones y
neutrones, la fuerza de la gravedad, las fuerzas de atracción y
repulsión electrostáticas, las temperaturas de <<ignición>> de las
reacciones nucleares – que son a su vez consecuencia de las
interacciones entre protones y neutrones en el ámbito nuclear – y
otras propiedades de la materia, del espacio y del tiempo, son las
causas concomitantes que originan ese proceso” (Idem. P. 22).
El proceso de las convergencias de elementos, su interacción y
diferentes formas de asociación sigue su curso: “Ya en la nube
cósmica se produce la unión entre átomos para formar
moléculas”. En general, sólo los gases nobles, como el Helio
(He), el Neón (Ne), el Xenón (Xe), que tienen en su capa exterior
dos electrones (el helio) y los demás ocho, que son la máxima
cantidad de electrones que tienen a haber en la última capa, son
estables. En esas nubes cósmicas se sigue dando el proceso
evolutivo de la materia a partir de los átomos que mantienen
cierta inestabilidad.
Cuando el efecto gravitacional no es muy notorio todavía, en las
condiciones imperantes en el Espacio, los átomos de los
63
diferentes elementos tienden a asociarse. Dos átomos de
hidrógeno (2H), por ejemplo, tienden a compartir un electrón,
formando así una molécula de gas estable ( H – H, ó, H2). Los
electrones que rodean al núcleo tienden a formar capas de ellos.
La primera capa tiende a tener dos electrones, y el hidrógeno
solamente tiene uno, lo que provoca, desde este punto de vista
cierta inestabilidad. Entonces dos átomos de hidrógeno llegan a
compartir dos electrones formando una molécula muy sencilla.
Pero también llegan a formar algunos compuestos al asociarse
átomos de diversos elementos. El oxígeno (O), por ejemplo, tiene
en su capa exterior solamente seis electrones. Por la inestabilidad
que genera esta novedad es difícil encontrar átomos de oxígeno
libres. Se dan, entonces, tres formas de asociación de átomos de
oxígeno, por ejemplo, consigo mismo y con hidrógeno. La
molécula de gas (O2), que tiene la fórmula estructural: O = O, en
la que los dos átomos de oxígeno comparten dos electrones en sus
capas externas, la molécula de ozono (O3), en que se asocian tres
átomos de oxígeno compartiendo electrones de su capa externa de
dos en dos; cuando se encuentran varios átomos de oxígeno con
otros de hidrógeno se puede dar la asociación de un átomo de
oxígeno, compartiendo con dos átomos de hidrógeno los átomos
de éstos. Así se forma el agua H2O, con su fórmula estructural H
– O – H. El carbono forma con en hidrógeno y el oxígeno una
gran variedad de productos diferentes en multitud de proporciones
y de estructuras, cada uno de ellos con propiedades diferentes.
Entre ellos está el gas carbónico (O = C = O, ó, CO2). Se han
detectado en diferentes nubes cósmicas, entre otros el ácido
cianhídrico (HCN), el formaldehido (CH2O), el metyilacetileno
(C3H4), el alcohol etílico (CH3 – CH2 – CH2 (OH)), el éter
dimetílico (CH3 – O – CH3).
Igual que ocurre en la formación de los núcleos atómicos, como la
fusión de partículas nucleares, donde hay desprendimiento de
calor que se difunde en el ambiente, en la formación de las
moléculas hay también desprendimiento de calor aunque no de
aquella magnitud. Cada tipo de molécula determina el calor que
se desprende, pero es en la escala de millonésimas partes del calor
64
de las reacciones nucleares. Igual, para descomponer cualquier
molécula, es preciso suministrar la energía que fue necesaria para
componerla. En la superficie de la Tierra, generalmente se carece
de las cantidades de energía necesaria para descomponer muchos
compuestos, por lo cual, ocurre cierta estabilidad en sus
moléculas.
La clave para la formación de moléculas grandes y complejas es
la acción de ciertos <<catalizadores>> que actúan como
facilitadores de las reacciones químicas. Hubiera sido muy difícil
la constitución de muchas grandes moléculas sin la acción de los
catalizadores, compuestos que sin entrar directamente a “jugar”
en ellas, ayudan a que éstas se den. Este efecto se supone, es el
origen de las moléculas gigantes interestelares.
En la biología, ya hablando de nuestro planeta, la formación de
muchas moléculas gigantes se lleva a cabo, a partir de otras más
pequeñas, mediante la acción de ciertos <<catalizadores>>, como
la tierra arcillosa, ciertas superficies metálicas, la roca volcánica
porosa, la superficie de ciertas piedras, y de las enzimas. Una de
las consecuencias de la escalada en la organización, es que
aparecen en la materia nuevas propiedades y comportamientos,
totalmente distintos a los de sus componentes. “Si se desintegra
una de esas moléculas desaparecen también sus propiedades”.
Hay moléculas que se componen de la misma clase de átomos,
incluso que otras moléculas, pero la posición relativa de los
mismos cambia el comportamiento de los compuestos. La
fórmula del alcohol etílico y del éter dimetílico se escriben igual:
C2H60, pero la fórmula estructural del alcohol es: CH3 – CH2 –OH
y la del éter dimetílico es: CH3 – O – CH3 y se trata de productos
que se comportan en la química totalmente distinto (Karsten
Brecht. “La Vida un Estadio Intermedio”. Publicado por Salvat
Editores. Mayorca 41 49. Barcelona. 1987. Ps 27, 28, 229).
En general, la formación de las estructuras, concepto científico
que Carsten Bresch utiliza en su texto, plantea un propósito muy
particular y encierra en él algunas particularidades del
comportamiento de las formaciones moleculares mayores. Ese
65
propósito es el de sintetizar la visión de lo que ocurre en los
compuestos, cada vez más complejos, a medida que se va dando
el proceso evolutivo de la “materia”: “Una estructura, es el
resultado de un proceso en cadena en el que la muestra ya
establecida determina el grado de probabilidad de que en el futuro
se produzcan otras alternativas. Podemos decir, por tanto, que las
estructuras se desarrollan y se alteran sólo a través de
causalidades encadenadas” “Las estructuras son distribuciones de
componentes que se desarrollan con una libertad autorrestringida”
(Idem. P. 34).
La formación de una <<estructura>>, así entendida, no es algo
que se dé de manera caótica. Para el avance en la complejización
de la organización en las grandes moléculas, tampoco se da sobre
la base del “desarme” o “desmonte” de las anteriores estructuras
para, con sus “ladrillos”, formar otras estructuras nuevas. Las
estructuras anteriores tienen su propio comportamiento y le
“ponen” ciertas condiciones a la realización del paso siguiente.
Los átomos ya formados están en la base de las moléculas más
simples, y esos átomos condicionan el número de opciones
posibles para otras integraciones.
Los “racimos” de átomos no son, por lo tanto, caóticos, es decir,
no se forman caprichosamente. Las diversas estructuras que de
ellos se forman pueden deberse al azar, dentro de las
probabilidades que existan de un “encuentro” de sus partes, pero
dentro de un cierto orden, algo como lo que veíamos arriba al
ejemplificar la formación de algunas moléculas simples sobre la
base de los átomos del hidrógeno y el oxígeno. Igual ocurre con
las grandes moléculas: Sus propiedades restringen las opciones
posibles de nuevas asociaciones.
Un caso especial nos lo proporcionan la simetrías izquierda y
derecha en la formación de ciertas estructuras. Es claro que todas
las estructuras que se forman en la Naturaleza son
tridimensionales, y por lo tanto, difíciles de representar en una
hoja de papel. Pero la repartición de los átomos puede estar
marcando la formación de moléculas, comparables, cada una con
66
el reflejo especular de la otra. En este caso estamos hablando de
compuestos que tienen diferente comportamiento, aunque sus
fórmulas estructurales sean simétricas respecto de un plano, como
lo son, nuestra mano derecha y nuestra mano izquierda..
Una ruta evolutiva que no da más fruto, es la que llega hasta los
cristales. Estos se caracterizan por estar conformados de módulos
semejantes uniformes acoplados siempre de la misma manera. “A
pesar de lo beneficioso y necesario que pueda ser para el proceso
general de la evolución, esta rama no conduce a formas y
estructuras superiores”. Prácticamente toda roca, todo grano de
arena, están compuestos de cristales; La estructura de los cristales
mayores implica fuertes restricciones; exige un orden casi
perfecto. Los cristales son estructuras <<casi degeneradas>>.
Hablar de las proteínas y de los ácidos nucleicos es hablar ya de
moléculas de la mayor complejidad imaginable. El problema se
parece al de construir una cadena con cuentas de cuatro colores
distintos; primero, a partir de un eslabón, luego dos eslabones,
luego tres…..etc. La pregunta es: ¿Cuántas cadenas distintas, de
cantidad creciente de eslabones podemos construir con eslabones
de cuatro colores? Para un eslabón, hay cuatro opciones
obviamente; para dos eslabones podríamos añadir a cada eslabón
cuatro, de diferentes colores; eso daría 4x4 = 42 = 16 opciones,
para tres eslabones tendríamos que añadir a un eslabón de cada
color todas las cadenas que ya tengo; el total serían 4x4x4 = 43
=64 opciones diferentes. Si prolongamos la cadena con cada vez
más eslabones, las opciones de cadenas diferentes se
incrementarían exponencialmente. Una cadena de cien eslabones
con cuentas de cuatro colores elegidos al azar, tiene una cantidad
de posibilidades de número inimaginable. Cuando se habla de
cadenas moleculares, los químicos las llaman <<polímeros>>.
Al igual que en el modelo de collar de cuentas, los denominados
nucleótidos se componen también de cuatro elementos básicos
diferentes. Pero cada uno de esos elementos está compuesto de
dos grupos de átomos diferentes. Uno de esos grupos es idéntico
en los cuatro elementos básicos y los cuatro elementos se unen
67
entre sí formando parte de la cadena, por medio de los enlaces
muy fuertes en que los átomos comparten electrones; el otro
grupo de átomos es diferente para cada elemento,
diferenciándolos a éstos dentro de su respectivo nucleótido. Las
cadenas de ADN se componen de dos cadenas de éstas, unidas
por los grupos diferenciados de átomos de los distintos
nucleotidos, encajando perfectamente como si fueran los barrotes
iguales de una escalera, pero cuya forma real no es como una
escalera con cadenas paralelas sino en forma de hélice.
Si consideramos una bacteria unicelular, su cuerpo –la célula-,
contiene una variedad inmensa de moléculas grandes y pequeñas.
La molécula más grande es una cadena doble de ADN que,
desenrollada, tiene una longitud 500 veces mayor que la bacteria.
Este hilo finísimo constituye el <<patrimonio hereditario>> de la
bacteria. Está compuesto por una secuencia de aproximadamente
tres millones de pares de nucleotidos y contiene, en forma
codificada, todas las instrucciones necesarias para desarrollar los
procesos bioquímicos que la mantienen viva y permiten su
reproducción (Idem. Ps. 44 a 52).
La existencia de la molécula complejísima del ADN es el que
permite la formación, a partir de la gran variedad de proteínas que
contiene la célula, de una célula nueva, es decir, la
<<duplicación>> de la misma. El ADN está protegido contra su
destrucción y marca el patrón que ha de seguir la nueva célula.
Con ello no hace más que repetir una “conducta” de las moléculas
complejas, que es marcar la estructura nueva con sus propias
condiciones. Los enlaces de los “peldaños” de la “escalera” de
ADN, que no es recta sino en forma helicoidal, son débiles y la
molécula se divide longitudinalmente en dos segmentos idénticos.
Luego, en pocos minutos, con la ayuda catalítica de enzimas
especializadas, se van reconstruyendo en la secuencia que debe
ser, los tres millones de nucleótidos para terminar, plenamente
reconstruidos dos filamentos de ADN íntegros, en forma de
escalera helicoidal. Cada molécula de ADN replica
constantemente su propio “philum” de vida, y determina las
condiciones de lo que va a ser la trayectoria evolutiva de cada
68
especie “Este es el principio de la autorreplicación del ADN,
sobre el que se basa toda la vida”. Sin embargo la perfección del
conjunto, no puede evitar que ocurran pequeños, insignificantes y
quizás muy escasos errores en la formación de aquella gigantesca
y compleja organización; esas son las <<mutaciones>>. Ellas
hacen que el nuevo organismo no sea viable y muera o que se de
la generación de una bifurcación de la forma de la Vida, una
nueva ruta de la evolución.(Idem. P. 55 – 63).
Llegamos aquí a un aspecto crucial del tema: “la torre de lo
improbable”, como lo llama Carsten Bresch. Respecto de este
tema retoma una frase famosa de Albert Einstein: <<Nunca podré
creer que Dios juega a los dados con el Universo>>. Cuando hace
ya 4.600 millones de años llegó al fin a formarse nuestro sistema
solar por efecto de la gravedad y de la rotación, nuestra Tierra era
un cuerpo celeste demasiado caliente para albergar vida alguna.
Su atmósfera estaba constituida por vapor de agua, hidrógeno,
dióxido de carbono, amoníaco, nitrógeno, metano y otros gases.
Ello contrasta con la atmósfera actual, nitrógeno 78%, y oxigeno
21%, básicamente. Todo eso es consecuencia del trabajo de la
fotosíntesis. El vapor de agua se condensaba en los estratos más
fríos de la atmósfera y se precipitaba en una lluvia constante sobre
la superficie de la Tierra solo para volver a evaporarse de
inmediato. Poco a poco la superficie de nuestro planeta se fue
enfriando y las lluvias comenzaron a dejar más y más agua líquida
sobre ella. Así se formaron los ríos, los lagos y los mares.
Muchas moléculas simples se formaron en la atmósfera terrestre,
incluso desde la nube original, aunque el proceso no continuó
igual; sus enlaces fueron rotos una y otra vez por la radiación
ultravioleta del Sol, la energía de las descargas eléctricas, y el
calor desprendido por la misma superficie terrestre que emanaba
desde su interior lava, gases y líquidos a través de los volcanes. A
medida que se atemperaba el clima, aquellas moléculas simples
pudieron ganar en estabilidad e, inclusive, transportadas por las
lluvias hacia el mar, lagos y ríos, pudieron dar origen, poco a
poco a la formación de nuevas moléculas más y más complejas.
“Los científicos han denominado <<caldo primario>> a esa
69
solución acuosa que contenía moléculas prebiológicas” Las
reacciones químicas que se produjeron en las condiciones que
presentaba nuestro planeta antiguamente han podido ser
reproducidas en el laboratorio. En estos experimentos se
comprobó que en dichas condiciones se formaban elementos
básicos para la formación de cadenas moleculares y para otros
componentes que hoy podemos encontrar en las células (Idem. P.
654).
Para entender cuán probable es la formación de los polímeros de
proteínas, tal cual lo hemos explicado arriba, hagamos el ejercicio
de formar palabras con seis letras sacadas aleatoriamente de diez
disponibles. Supongamos que las letras disponibles son: a, b, c, d,
e, f, g, h, i, j, k. La probabilidad de que la a ocupe el primer puesto
sería 1/10, de que ocupe el segundo puesto es 1/10, y así
sucesivamente. La probabilidad de que se diera una sola palabra o
secuencia, que contenga sólo una a, en la segunda posición, sin
repetición en la misma palabra, en el segundo lugar, por, ejemplo
gabedi, sería: 1/10 . 1/10 . 1/10 . 1/10 . 1/10 . 1/10 = 1/106 = 10
-6
o sea 1 en 1.000.000. ¿Podemos imaginar la probabilidad de que
se dé una combinación precisa, un polímero proteico del tamaño y
complejidad de los existentes? ¡Es ínfima! ¿Y qué tal si hacemos
la consideración de una de tantas moléculas de ADN, frente a
todas las combinaciones posibles de los elementos que pueden
constituirla? Podría ser considerado algo <<imposible>>… ¡y sin
embargo se ha dado! Así, la Vida ofrece las opciones y el Medio
depura las especies eliminando a los individuos, -“combinaciones
de elementos –menos aptas”. Ese medio implacable puede
extenderse hacia delante, al mundo poblado de grandes
individuos, de los seres superiores, plantas y animales, y, ¿por qué
no, también, por el “animal humano”? Sin embargo éste ha
evolucionado y se ha transformado en uno capaz de ser
<<consciente de sí mismo>>. Su evolución orgánica le ha
conducido a un cerebro capaz de romper el paradigma del
comportamiento animal; le ha elevado a la posibilidad de un nivel
de consciencia singular no alcanzado, por lo que sabemos, por
otra especie conocida
70
Para aquellos que sólo reconocen la realidad de la materia que se
puede “ver y tocar”, que no alcanzan a valorar los niveles de
consciencia de que hemos sido dotados y no vislumbran siquiera
su significado, podemos estar pisando, al tocar este tema, terrenos
de significado incomprensible. La materia que podemos ver y
tocar, no es otra cosa que un caso particular entre muchas de las
formas en que la materia se presenta en la Naturaleza. En general,
en nuestro caso, en el nivel físico mas prosaico, sin contar con el
significado intrínseco de su realidad, ésta proviene de la “ceniza
cósmica” que ha quedado después de la combustión de alguna o
algunas estrellas más antiguas, que ha evolucionado en las
condiciones propias de nuestro mundo, y se ha transformado
organizándose cada vez de manera más compleja, en moléculas,
en cristales, en compuestos orgánicos de moléculas cada vez más
complejas, en virus, en seres unicelulares, en plantas y animales
inferiores y superiores, y finalmente en nuestro propio cuerpo
físico.
Cabe preguntarse ¿qué papel pueden cumplir en esas
mentalidades las partículas elementales subatómicas tan
incompletamente conocidas, los átomos mismos, cuyas
interacciones y diferentes formas de integración anuncian, todavía
en la antesala del Universo actual, un potencial de actividad
desconocido en dimensiones nuevas, de escala organizacional y
de complejización como algo completamente novedoso? ¿Qué
papel pueden cumplir formas de materia, como el caso de una
masa de fotones, que se manifiestan a los sentidos y a muchos
instrumentos de detección, como algo inmaterial que solamente es
registrado en ellos y hiere nuestras pupilas en forma de
vibraciones?
Cada paso de esa evolución lleva a un nuevo y paradigmático
umbral, y abre una puerta por la que se vislumbran horizontes
infinitos y para muchos incomprensibles, de puras realizaciones.
El potencial puede ser el mismo en todo el Cosmos, pero las
condiciones ambientales de cada mundo tienen sus
particularidades. Los distintos horizontes de la Vida que
conocemos en la Tierra, por ejemplo, por mínimos y elementales
71
motivos, como podrían ser las probabilidades de que se den
demasiado pocas, ciertas asociaciones estables y conjugaciones de
componentes de mucho más difícil ocurrencia que en este planeta,
podrían hacer que resultaran cambios de rumbo muy
significativos en la evolución de lo que llamamos proceso vital,
en otros mundos, o que se haya detenido simplemente la
evolución. Los patrones y los logros evolutivos de los diferentes
mundos difícilmente podrían ser comparables ni realmente tienen
que ser seguidos en otros lugares del Universo. En cada mundo,
obviamente considerando que puede estar expuesto a
interferencias extrañas, la evolución puede darse dentro de
patrones bien establecidos en la medida de la estabilidad de esas
opciones.
En el caso de nuestro planeta no han faltado eventos extremos
extraños que han cambiado el curso de su evolución. Se cree, por
ejemplo, que la luna es el producto de un desprendimiento de
masa terrestre como consecuencia del impacto de un cometa del
tamaño de Marte que, por otro lado alcanzó a aportarle a la Tierra,
al menos gran parte de la gran masa de agua de que dispone hoy.
Se cree que un gran meteoro cayó en el sitio que hoy ocupa la
península de Yucatán y una de sus consecuencias fue la extinción
de gran parte de la vida animal y vegetal existente, acabando, en
este caso, prácticamente con la población de los grandes
dinosaurios que poblaban antes el Planeta, abriéndole opciones a
otras especies como los mamíferos, cambiando por completo, de
paso, los paisajes y las poblaciones de plantas. Grandes
erupciones de los volcanes de Islandia han afectado
profundamente las precipitaciones hídricas en el Norte de África,
reduciendo significativamente el volumen de las cosechas y
generando por doquier el hambre. Sin embargo, sucede algo de
importancia capital: El Sol seguirá enviando su vivificadora
radiación, y esto difícilmente puede cambiar radicalmente la
historia de nuestro planeta antes de 3.000 o 4.000 millones de
años, dado el estado de su actividad y su edad.
Tenida en cuenta esta realidad, las variadísimas formas en que se
manifiesta la materia, desborda totalmente la imaginación y la
72
intuición de las mentes más conservadoras y apegadas a lo que
muestran sus sentidos. Un ejemplo, es el de los estados físicos de
la materia con los cuales estamos más familiarizados: El estado
sólido, el líquido y el gaseoso. Pues ocurre que en el Sol mucha
parte de su materia se encuentra establemente, en forma de
plasma. Las altas presiones y temperatura que reinan en su
interior, hacen que los átomos, primera fase de organización de la
materia hayan sido aplastados, hayan colapsado y los núcleos y
electrones de aquel se encuentran comprimidos juntos sin la
menor opción de reintegración.
17.1.6 EL UNIVERSO, COLOSAL ESCENARIO DE LA
VIDA
En 1927 Edwin Hubble descubre que el Universo se expande. En
1970, Physics to Day publica un artículo en que se define
concretamente la tarea fundamental de la cosmología moderna:
La búsqueda con la mayor precisión posible de los valores de dos
constantes que contienen las ecuaciones que describen aquella
expansión. Ellas son la constante de Hubble (Ho) y el parámetro
de desaceleración (qo). La constante de Hubble se usa para
calcular la velocidad de expansión del Universo. La estrategia
para hacerlo, es la misma que se usa para calcular la velocidad, en
un momento dado, de una piedra que es lanzada, conociendo su
punto de partida y su posición actual en su trayectoria.
Mediante esa estrategia se había hecho un cálculo sobre la edad
del Universo observando el movimiento de 31 galaxias en espiral
conocidas. De acuerdo con los cálculos la edad del Universo
podría oscilar entre 12.000 y 13.200 millones de años.
A pesar de que hay acuerdos en su probable edad, lo cual parece
ser el producto de una estimación basada en un modelo intuitivo
que parece cumplir las expectativas teóricas de los físicos, no se
tiene certeza de si el Universo es joven o es viejo. “Hasta
mediados de 1990, los datos sobre la velocidad de la expansión
cósmica eran tan inciertos que los cálculos más precisos oscilaban
entre 10.000 millones y 20.000 millones de años. La polémica
73
está viva. Wendy Freedman de los Observatorios Carnegie, de
Pasadena, California, y Allan Sandage usan el telescopio Hubbe
para sus observaciones pero difieren en su opinión. El primero
sorprendió con ciertos hallazgos preliminares del Telescopio
Hubble que indicaban que el Universo podía ser mucho más
joven, que podía tener aproximadamente entre 2.000 y 8.000
millones de años de edad. Esto sugería un Universo más reciente
que algunos de sus vástagos, las estrellas más viejas, cuyas edades
se basan en la física conocida de la evolución estelar. El segundo
colega de Freedman en el mismo observatorio, con un equipo
rival, mantiene la opinión de que el Universo es más antiguo. El
duelo de cifras ha sido constructivo en este caso y apunta hacia
una convergencia en las opiniones que , se supone, debe conducir
a la Verdad. La incongruencia es debido a que la constante de
Hubbe no es todavía correcta. Está entre 74 y 58, probablemente
más cerca de 74 [no se, exactamente, qué significado tenga esta
diferencia]. Los astrónomos llevan 70 años tratando de ajustar el
valor de esa constante. Según los cálculos actuales, el Universo
debería estar llegando a los límites de su expansión para iniciar
un movimiento de implosión impulsado por la fuerza de gravedad
de su propia masa hacia su centro de masa. Sin embargo sigue
expandiéndose aceleradamente.
“Recientemente, con todo, la investigación dio un vuelco muy
sorprendente. El dar respuesta a interrogantes cósmicas
fundamentales depende de la precisión de las medidas hechas a
través de grandes distancias espaciales, lo cual no es fácil de
lograr. Básicamente, los científicos necesitan poder determinar si
están observando un objeto tenue cercano o un objeto brillante
lejano. Para ello Freedman, Sandage y otros astrónomos han
buscado estrellas y otros objetos extremadamente lejanos que les
sirvan como “bujías normales” cuya brillantez intrínseca, o
“potencia”, pueda ser medida” (Kathy Sawyer “Descubrimiento
del Universo, National Geographic en Español. Edición especial
año 2006. P. 128).
Un objeto así debe ser lo suficientemente luminoso como para ser
detectado a miles de millones de años luz. Cierto tipo de
74
supernova – una estrella en explosión – ha comenzado a ofrecer
resultados espectaculares; conocida como Tipo Ia, escupe gas y
energía con un patrón predecible y confiable: las grandes
explosiones duran más tiempo que las débiles. Observando cuánto
duran las explosiones, los astrónomos pueden determinar su
brillantez inherente hasta en un 12%. El destello de una de esas
reveladoras explosiones se produce aproximadamente una vez
cada 300 años en algún lugar de una galaxia típica. Así, mediante
la observación de unos cuantos miles de galaxias, los astrónomos
pueden esperar por lo menos ver una de esas supernovas al mes”
(Idem. P 128).
Dos equipos internacionales han encabezado el esfuerzo por
rastrear los cielos en busca de esos acontecimientos. La labor
requiere de mucho personal, investigadores que llevan a cabo
rápidos análisis visuales de de cientos de imágenes. En ocasiones,
según Robert Kirshner, astrónomo de Harvard, y su colega
Nicholas Suntzeff, del Observatorio Interamericano de Cerro
Tololo, Chile, donde llevan a cabo una gran parte de su trabajo,
éste “se convierte en una fiesta de astrónomos y estudiantes
visitantes que trabajan sin parar las 24 horas del día durante
muchas jornadas” (Idem. P. 128).
“Los equipos trabajan con grandes detectores electrónicos de luz
conectados a telescopios gigantescos que, con una sola exposición
de un área de aproximadamente el tamaño de la Luna, pueden
producir una fotografía de cinco mil galaxias en 10 minutos. En
las imágenes previas y posteriores de la misma región del cielo
tomadas con unas cuantas semanas de diferencia, las
computadoras cuentan el número de fotones de cada fotografía,
restando el total de una imagen del total de la otra. Un cambio
significativo en el número de fotones indica a los investigadores
la tenue mancha nueva – a menudo demasiado sutil para que el
ojo humano la detecte a simple vista - que representa una
supernova remota. Los [telescopios] Keck I y Keck II de Mauna
Kea [Hawai], junto con el Telescopio Espacial Hubble, llevan a
cabo los ajustes finales (Idem. P 129).
75
En los estudios de varias docenas de supernovas que se hallan a
una distancia de entre cuatro mil y siete mil millones de años luz,
los equipos se sorprendieron al descubrir que las explosiones eran
en promedio un 25% más tenues que lo esperado. Los
investigadores llegaron a la conclusión, con la que concuerdan
otros científicos en número cada vez mayor, de que la
sorprendente debilidad de la luz es provocada por una propiedad
inesperada del Cosmos: en el pasado se expandía más lentamente,
o, en otras palabras, la expansión se está acelerando [recordemos
el efecto Doppler y el corrimiento al rojo de la luz proveniente de
esas regiones]. Su hallazgo fue titulado “el descubrimiento del
año, en 1998 por la revista Science.” (Idem. P. 129).
“La expansión en aceleración permitiría hacer coincidir la edad
del Universo con la de sus estrellas más viejas: Si el Universo se
expandía más lentamente en el pasado, entonces le tomó más
tiempo alcanzar la etapa actual que lo que sugieren las mediciones
de la velocidad de expansión de hoy día: y, por ende, podría ser
más viejo de lo que parece” (Idem. P. 129).
“Para poder adaptar las nuevas evidencias de un Universo en
aceleración, algunos científicos han vuelto la vista hacia un factor
evasivo conocido como la constante cosmológica. Este perenne
salvador ha sido invocado a lo largo del tiempo para sacar de
apuros en ecuaciones problemáticas. Con este concepto, que
Einstein introdujo y más tarde descartó como un error, se propone
la existencia de una extraña energía repulsiva que llena el espacio
“vacío” y separa los objetos, antes bien que atraerlos y unirlos,
como lo hacen la gravedad común” (Idem. P. 129).
Dos equipos de cazadores de supernovas, Haig – z Supernova
SEACC Team (Haig –z) y Supernova Cosmología Proyecta
(SCP), han estado encontrando un Universo donde el vacío
aparente no es tal, sino que está dándose un fenómeno de
pequeñas partículas que aparecen y desaparecen, y cuya energía
sumada representa de dos a tres veces la energía representada en
toda la materia conocida, visible o invisible. Ese hallazgo puede
explicar la diferencia encontrada entre los cálculos que describen
76
un Universo que va terminando su movimiento expansivo y una
realidad observada que muestra cómo sigue expandiéndose
aceleradamente. Por cierto Kathy Sawyer afirma en su artículo:
“Los científicos que estudian las unidades más pequeñas de la
naturaleza han aprendido que el vacío realmente bulle de
actividad en los planos subatómicos, pues constantemente brotan
“de la nada” partículas que después desaparecen en ella. Aunque
se trata de partículas virtuales, algunos experimentos de
laboratorio han demostrado que tienen efectos reales y
predecibles. Estas partículas podrían ejercer una influencia que
acumulada a lo largo de vastas distancias, de tal manera que la
expansión del Universo se acelere” (Idem. P 129).
Aunque últimamente se considera que el Universo no se expande
uniformemente, sino que lo hace en forma de disco,
prolongándose en toda la extensión de un plano que le sirve de
referencia, para otros, en su proceso de expansión, va adoptando
la forma de una esponja, alrededor de su “centro de masa” (donde
se dio el Big Bang). Se dan en él grandes aglomeraciones de
materia estelar y grandes espacios vacíos, todos interconectados.
En uno de esos “vacíos” llamados “burbujas de Hubbe”, se halla
nuestro hogar planetario, situación que, según los científicos,
favorece poco nuestras observaciones del entorno cósmico, lo que
puede estar causando dificultades para el cálculo más preciso de
la constante de Hubble. La materia estelar visible y conocible, por
ahora, alcanza a ser apenas el 5 al 10% del total calculado. El
resto se compone de nubes de materia invisible, desconocida, que
es denominada por los científicos, como veíamos atrás, materia
oscura. Ambas están distribuidas poco más o menos de la misma
manera.
Maarten Schmidt, descubre el 5 de febrero de 1963 lo que creía
era una estrella de la Vía Láctea. En la observación hecha por
varios astrónomos desde 1960 de dicho fenómeno, a pesar del
esfuerzo, no lograban identificar el espectro típico de ningún
elemento químico en su constitución, trabajo que se hace
usualmente con las nuevas estrellas que son descubiertas. Y
resulta ser un extraño objeto situado, ese momento, a la no
77
despreciable distancia de 20.000 millones de años luz, en proceso
de alejarse de nosotros, en virtud de la expansión universal, a la
enorme velocidad de 180 millones de kilómetros/hora. Es un
Cuasar. A primera vista, una débil enana azul, potente fuente de
ondas de radio. Hoy se han observado cuasares con una
luminosidad equivalente a la de millones de soles a distancias de
10.000 millones de años luz de nosotros. ¿Son galaxias enteras
invisibles dado el brillo de sus núcleos? ¿Son núcleos sobrantes
de galaxias destruidas? Después de 30 años de observación de
aquel fenómeno, se ha concluido que su composición es la
combinación de tres fenómenos distintos: Un gigantesco hueco
negro, un disco de materia extremadamente caliente y un campo
magnético que arrastra materia acelerándola hasta a una velocidad
de 2.000.000 de kilómetros /hora. El agujero negro parece tener
una masa equivalente a la de 1.000.000 de veces la de nuestro sol,
concentrada en un espacio de tres o cuatro veces su volumen.
En los años veinte, el astrónomo sueco Knut Lundmark observaba
que las galaxias se apiñaban en conjuntos (algo que tiene que ver
con la opinión de Richard Grott y sus compañeros de la
Universidad de Princeton, quienes afirman que el Universo se
parece a una esponja, probablemente aplanada), lo que va contra
el dogma científico de la “isotropía universal”, al nivel galáctico.
Es decir, que las galaxias se separan entre sí, a medida que se
expande el Universo, uniformemente unas de otras. Nadie les paró
bolas. Treinta años después, el francés Gérard de Vancouleurs,
observando el catálogo de galaxias brillantes Shapley – Ames,
descubre que nuestra galaxia está situada al borde de un sistema
galáctico mucho mayor, quizás, en forma de disco, que se ve de
canto desde nuestro punto de observación y en el cuál las galaxias
parecen formar una larga banda. Es un nuevo objeto de
observación: La Supergalaxia local. Nuestra galaxia pertenece a
un pequeño cúmulo de unas treinta galaxias dispersas en una
región de unos 3 a 4 millones de años luz de larga. La Vía Láctea
y Andrómeda se hallan en los dos extremos de dicho sistema.
La observación de la radiación X ha permitido conocer las
condiciones físicas de los cúmulos de galaxias. La radiación X
78
proviene de los gases calientes que hay entre las galaxias,
compuestos de hidrógeno, principalmente, a una temperatura de
varios millones de grados centígrados. Sus átomos chocan
violentamente y se arrancan mutuamente sus electrones. Una vez
liberados, los electrones viajan por el espacio en trayectorias muy
accidentadas, pues los núcleos halan de ellos haciéndoles cambiar
abruptamente de dirección. De allí proviene la radiación X. Ha
sido comprobado que la cantidad de gas existente entre los
cúmulos de galaxias tiene una masa igual o mayor que la que
contienen las mismas galaxias. El astrónomo Fritz Zwicky
propuso que los cúmulos de gas y galaxias se llamaran de
“materia oscura”, ya que esta materia compone el 80% al 90% de
su masa total.
Pero las consecuencias de las interacciones entre los diferentes
fenómenos celestes no paran allí. Amos Yahil, asistente a un
congreso de astrónomos reunido en California en 1986, pregunta
lo que debía hacer con el movimiento observado de 322 galaxias
elípticas colocadas en un área de la bóveda celeste observada de
unos 500 millones de años luz cuadrados, cuyos datos habían sido
obtenidos en diez telescopios de cuatro continentes.
El análisis de aquella información permite descubrir algo
asombroso: Nuestro universo local (no sólo nuestra supergalaxia
local), cien mil galaxias, mil billones de soles, se dirigen hacia un
punto situado detrás de Hidra – Centauro a una velocidad de
2.160.000 kilómetros/hora. Su “atractor” tiene la masa de unos
10.000 billones de soles y está situado a unos 150 millones de
años luz de nuestro cúmulo galáctico. Ese lugar está ocupado por
un conocido grupo de galaxias que, hasta hace poco, había
permanecido inadvertido.
Algunos astrónomos piensan que los cúmulos y supercúmulos de
nuestra vecindad, giran alrededor de esa masa inmensa, aunque el
movimiento observado se da sobre una porción minúscula de lo
que debe ser su trayectoria. A 250 millones de años luz de ese
gran “atractor”, encontraron un verdadero muro de galaxias de
dimensiones colosales: 600 millones de años luz de largo 200
79
millones de años luz de ancho y 12 millones de años luz de
espesor. Y según las últimas opiniones de los astrónomos, la
forma del Universo, aunque tenga básicamente la forma de una
esponja, su forma aproximada es más bien aplanada, como un
grueso disco que se expande.
Pero no son aquellos aspectos del Universo los únicos que
conmueven nuestra curiosidad, que nos indican cuán estrecha es
nuestra consideración de la Realidad, al nivel cotidiano y cómo
vamos a tener que cambiar para entender qué exige ésta, en
cuanto a cambios de nuestra actitud, de nuestro carácter, para
avanzar en la adaptación de nuestra mente a un medio natural que
se muestra más y más sorprendente.
El descubrimiento, por ejemplo, de partículas homólogas de
polaridad de carga opuesta, permite, la consideración de la
existencia de átomos compuestos homologamente a los de los
materiales conocidos, como por ejemplo, el hidrógeno, el hierro,
el plomo, el cobre el zinc, etc., pero con un núcleo de “protones”
negativos o negatrones y sus respectivos “electrones” positivos o
positrones girando en torno de él. De allí se ha derivado la
existencia de la llamada antimateria, de características
exactamente <<opuestas>> a la materia conocida. El encuentro de
partículas subatómicas de polaridad diferente, tal cual como se ha
observado, produce su aniquilación total, con un desprendimiento
gigantesco de energía. ¿Qué pasa si ese encuentro se da entre dos
mundos, entre dos galaxias formada por mundos de polaridad
diferente? Que tan probable es su existencia en la materia
observada?
La historia que nos conduce a estas consideraciones empieza
probablemente en la prehistoria: “Sospecho que algún filósofo
prehistórico sería quien decretó que hay dos clases de números:
los pacíficos y los belicosos. Los pacíficos eran los del tipo 2, 4,
6, 8; mientras que los intermedios eran los belicosos [1, 3, 5,
7….]” (Isaac Asimov. El Electrón es Zurdo y otros Ensayos
Científicos”. Alianza Editorial. Impreso en Artes Gráficas Ibarra,
80
S. A. Matilde Hernández, 31 Madrid 19 Cuarta edición 1981. P
55).
“Si tenemos ocho hachas de piedra y hay dos individuos con igual
derecho, será fácil darle cuatro a cada uno, y en paz. Pero si las
hachas son siete, habrá que darle tres a cada uno y luego tirar la
restante, con clara pérdida de un valioso objeto, o hacer que los
disputantes riñan por ella” (Idem. P. 56).
“Que la cualidad primitiva que caracterizó a los números que
llamamos pares y nones, venía a ser de esa índole, está indicado
por los mismos nombres que les damos” (Idem. P. 55). Par es el
número que tiene la propiedad de repartirse con igualdad. Por el
contrario, non niega esa posibilidad.
Las propiedades matemáticas de estas dos clases de números se
expresan en la suma de dos cualquiera de ellos de la manera
siguiente, si P es par y N es impar:
P + P = P
N + N = P
P + N = N
N + P = N
Para estas parejas de sumandos, si aplicamos como referencia la
noción de paridad, se puede decir lo mismo en dos frases:
1ª. Paridades iguales dan suma par
2ª. Paridades distintas dan suma non
En la multiplicación de este tipo de números, (positivos de signo
+ y negativos de signo -) se expresan los signos de los productos
así:
+ x + = +
- x - = +
+ x - = -
- x + = -
81
Si consideramos que los factores positivos tienen una cierta
paridad, o polaridad y los negativos la opuesta, podríamos decir:
1ª. Paridades iguales dan producto positivo
2ª. Paridades opuestas dan producto negativo
El concepto de paridad, es decir, la agrupación de todos los
objetos de una cierta clase en dos subclases, y el hallar resultados
opuestos, según operemos con objetos de la misma o de distinta
subclase, es aplicable a fenómenos físicos” (Idem. P. 57). En este
caso, como puede hablarse de paridades opuestas, puede hablarse
también de polaridades opuestas.
Las partículas cargadas eléctricamente, pueden dividirse en dos
clases, las que tienen cargas positivas y las que tienen cargas
negativas; Los imanes, o partículas imantadas, poseen dos puntos
de magnetismo concentrado opuestos, o de polaridad opuesta: Un
polo norte y un polo sur.
En ambos casos, si N = norte y S = sur:
+ con + ó N con N = se repelen
- con - ó S con S = se repelen
+ con - ó N con S= se atraen
- con + ó S con N = se atraen
Aquí también se puede expresar esto con dos proposiciones:
1ª. Cargas eléctricas o polos magnéticos iguales se repelen
2ª. Cargas eléctricas o polos magnéticos opuestos se atraen
“Cuando, entre entes cualesquiera, paridades iguales dan siempre
un resultado y paridades distintas dan siempre el opuesto, diremos
que <<se conserva la paridad>>. Si algunas veces dos pares
diesen suma impar; o si un número positivo, multiplicado por un
número negativo diese producto positivo; o si un polo magnético
82
Norte repeliese a uno Sur, diríamos que se <<quebranta la
paridad>>” (Idem. P. 58).
“Ciertamente entre números y entre cargas eléctricas o
magnéticas nadie ha observado jamás que falle la <<ley de
conservación de la paridad>>, ni espera en serio observarlo en el
futuro” (Idem P. 58).
¿Y…en otros casos que?
El electromagnetismo es el efecto de un <<campo>> eléctrico o
magnético. Toda carga está rodeada de un cierto espacio, dentro
del cual se manifiestan sus acciones sobre otra carga de la misma
naturaleza. Por eso se habla de <<interacciones
electromagnéticas>>, entre pares de objetos que poseen cargas
eléctricas o polos magnéticos” (Idem. P. 59).
Hasta los primeros años del siglo XX, la única interacción distinta
reconocida fue la acción del campo gravitacional. A primera vista
parece fácil aplicar la ley de la paridad en la gravitación. Sin
embargo, no parece haber modo de dividir los objetos en dos
grupos de propiedades gravitacionales opuestas. “Todos los
objetos de una masa determinada poseen la misma intensidad de
interacción gravitatoria de la misma clase. Dos objetos cualquiera
con masa se atraen. No parece existir la <<repulsión
gravitatoria>> (y según la teoría general de la gravitación de
Einstein, no puede haber tal cosa)” (Idem. P. 59).
“Cierto que es posible que en el campo de la física subatómica
haya objetos con masa que poseen las propiedades gravitacionales
corrientes; y otros objetos con masa que posean propiedades
gravitatorias de naturaleza opuesta (antigravedad). En ese caso, lo
probable sería que dos objetos antigravedad se atrajesen, como
dos grávidos; pero que uno grávido y otro antigrávido se
repeliesen [la situación sería opuesta a la del electromagnetismo:
atracción entre grávidos iguales y repulsión entre grávidos
opuestos]” (Idem. P. 59); pero fuera de esa inversión, seguiría
conservándose la paridad. Pero ocurre que los efectos
83
gravitacionales en partículas subatómicas son tan insignificantes,
comparados con los efectos electromagnéticos, que hasta ahora ha
sido imposible medirlos y aún, distinguir si son atractivos o
repulsivos.
Al avanzar el siglo XX, se reconoció que las interacciones
gravitatorias y electromagnéticas no son las únicas que existen.
Las partículas subatómicas ejercen otras. Cierto, y se sabía que
los electrones, con su carga negativa, y los protones, con su carga
positiva, se sujetaban a las leyes del electromagnetismo. Pero en
el mundo subatómico había otros fenómenos que no obedecían a
ellas. Había, por ejemplo, una cierta interacción entre partículas,
cargadas o no, que se manifiesta sólo a las distancias ínfimas, que
se encuentran dentro del núcleo atómico (Idem. P 60).
La pregunta sería: ¿Muestra alguna paridad esta interacción
nuclear? “Toda partícula subatómica tiene una cierta propiedad
mecano – cuántica, que puede expresarse en función de tres
cantidades [dimensiones] x, y, y z. En algunos casos es posible
cambiar el signo de las tres, sin que se altere el signo de la
expresión en conjunto. Las partículas en que se verifica eso se
dice que tienen paridad par. En otros casos, al cambiar de signo
x, y, y z cambia el de la expresión, y la partícula en que ocurre eso
se dice que tiene paridad impar” (Idem. P. 60).
“¿Por qué par e impar? Pues bien, una partícula de paridad par
puede partirse en dos de paridad par, o en dos de paridad impar,
pero nunca en una de paridad par y otra de paridad impar. Por su
parte, una partícula impar puede escindirse en una par y otra
impar, pero nunca en dos partículas pares o en dos impares. Esto
es análogo a como un número par puede descomponerse en suma
de dos pares o de dos impares, pero nunca en suma de un par y un
impar; mientras que un número impar se descompone en suma de
un par con un impar pero nunca en suma de dos pares o de dos
impares” (Idem. P60).
Y no tardó en aparecer la prueba experimentalmente: Fue
descubierta la partícula llamada <<mesón K>>. Esta resultó ser
84
inestable y, en seguida, se dividía en dos <<mesones pi>>.
Algunos mesones K no daban dos <<mesones pi>>, sino tres, al
dividirse, y esto era bien desconcertante. Si un mesón K hacía lo
uno, no debería poder hacer lo otro. Así un número par puede ser
suma de dos impares (10 = 3 + 7) y un número impar suma de tres
impares (11 = 3 + 7 + 1); pero no hay número que sea unas veces
suma de dos pares, y otra de tres. Eso sería como esperar que un
número fuese a la vez par e impar. En otras palabras, representaría
quebrantar la ley de conservación de la paridad” (Idem. P. 60).
“Los físicos, por tanto, pensaron que tenía que haber dos clases de
mesones K, el de la paridad par (mesón Theta) que se dividía en
dos mesones pi; y el de paridad impar (mesón tau), que se dividía
en tres mesones pi”. (Idem. P 60). Esa solución no resultó
satisfactoria. En 1956 unos cuantos físicos empezaron a sospechar
que en algunos casos fallara la ley de conservación de la paridad,
entonces no sería necesario diferenciar aquellos dos mesones K, si
es que existían.
Dos jóvenes físicos chino – norteamericanos Ning Yang y Tsung
Lee, de treinta y cuatro años y treinta y uno respectivamente, se
interesaron en el tema, sobre la base de una realidad bien
conocida: En el núcleo de los átomos no hay más que dos
interacciones nucleares: la que mantiene ligados los protones y
los neutrones en el núcleo, que es sumamente fuerte, unas 130
veces mayor que la interacción electromagnética. Por eso se llama
la <<interacción nuclear fuerte>>. Hay una segunda
<<interacción nuclear débil>>, que solo vale la cienbillonésima
parte de la fuerte, pero todavía es como un millón de trillones más
intensa que la pequeña interacción gravitatoria. Estas dos
interacciones se suman a las otras dos, la interacción
electromagnética y la gravitacional, para conformar el total de
interacciones que se conocen en el Universo.
Descartando los efectos del campo gravitacional por
insignificante, de las otras tres interacciones, estaba claro en
1956, que la nuclear fuerte y la electromagnética conservaban la
paridad. Se conocían muchos ejemplos en que tal cosa ocurría y el
85
asunto parecía dirimido. Sin embargo, había sido asumido que
con la interacción nuclear débil ocurría lo mismo y nadie había
estudiado sistemáticamente la interacción nuclear débil, respecto
a su paridad.
Yang y Lee propusieron varios experimentos para aclarar la
realidad de que las interacciones nucleares débiles conservaban la
ley de la paridad, los que fueron prontamente realizados y los
resultados confirmaron las sospechas suyas de que esta
interacción no conservaba la paridad. A esa corta edad, recibieron
su participación en el premio Nobel de física de l957.
“En 1927 el físico húngaro Eugenio P. Wigner demostró que la
conservación de la paridad es equivalente a la simetría entre
derecha e izquierda” [podríamos hablar, en un sentido de giro y su
contrario, por ejemplo, en partículas que rotan; de carga positiva y
negativa, su contraria, en caso de cargas eléctricas; etc.] (Idem. P.
69).
“Eso significa que, para que la paridad se conserve no ha de haber
motivo para preferir la dirección derecha o izquierda, o viceversa,
al estudiar las leyes naturales” (Idem. P 69). Asimov hace una
comparación con una bola de billar que se halla sobre la mesa de
billar y es golpeada por otra idéntica, disparada por el jugador.
Este apunta a golpear la bola estacionaria en todo el “centro” o
sea en un punto situado, exactamente, sobre la superficie de la
bola a golpear, y alineado sobre el eje que conecta los centros de
ambas bolas en su estado estacionario inicial. Pero ¿qué pasa si se
desvía un cierto ángulo hacia la derecha o un cierto ángulo hacia
la izquierda? En el primer caso, la bola disparada será desviada
hacia la izquierda y en el segundo caso lo será hacia la derecha. Si
miramos el movimiento de la bola reflejado en un espejo que
colocamos paralelo a la dirección del movimiento, a un lado
cualquiera de la misma, observaremos, que si en la realidad, el
rebote es hacia la derecha; en el espejo veremos que rebota hacia
la izquierda. Es decir, la visión especular del movimiento nos
muestra la imagen especular del mismo.
86
En el caso que obtengamos una fotografía de ciertas partículas
subatómicas y de su imagen especular, no podemos diferenciar
una de otra. Si la actuación hacia la derecha o hacia la izquierda
fuesen igualmente posibles según las leyes de la Naturaleza,
seguiríamos sin poder distinguir la partícula de su imagen. Y esa
es precisamente la situación imperante, cuando se cumple la ley
de conservación de la paridad. Y ¿qué ocurre si dicha ley no se
cumple en ciertas condiciones? Pues en esas condiciones la
partícula es asimétrica, o está comportándose asimétricamente; es
decir, haciendo <<a derecha algo que no puede hacerse a
izquierda o viceversa>>. En este caso, es posible advertir: “esta es
la partícula y esta es su imagen”. Se distingue, porque la imagen
demuestra el comportamiento inverso, <<al revés>>, al de la
partícula, es decir, haciendo algo naturalmente imposible (Idem.
P. 69, 70 y 71).
“Cuando Lee y Yang sugirieron que la ley de conservación de la
paridad no regía en las interacciones nucleares débiles, eso
significaba que debía poderse distinguir un fenómeno nuclear
débil de su imagen especular. Un fenómeno nuclear débil muy
común es la emisión de un electrón por un núcleo atómico”
(Idem. P. 71).
“El núcleo atómico puede considerarse como un corpúsculo
giratorio que tiene simetría Este – Oeste y también Norte –
Sur”,…. Si tomamos la imagen especular de éste, como se
encuentra en un conjunto de núcleos atómicos desordenado, no
podemos saber, si al tomar una fotografía, la imagen que se tiene
es la de la partícula, realmente, o la de su imagen especular.
Ahora, si los electrones tendiesen a brotar de un polo con más
frecuencia que del otro, podría ser marcado ya uno de ellos, al
menos. Habiendo identificado el polo donde tal cosa ocurre y
observamos la dirección de rotación del núcleo atómico, cuyo
sentido ya conocemos, y lo comparamos con el sentido de la
rotación de la fotografía, podemos saber si se trata de la partícula,
en sí o de su imagen especular. Ello es precisamente lo que
ocurriría, si la ley de la paridad no rige en el caso de la emisión de
87
electrones por los núcleos. De otra manera no podríamos
distinguir, entre los núcleos que giran en una dirección o la
contraria (Idem. P 72).
Como aquellos núcleos atómicos tienen simetría al nivel de las
interacciones electromagnéticas, si se activa un fuerte campo
magnético, las partículas se ordenan, alineando sus polos,
conforme a los del campo magnético, y podemos identificar,
incluso, la posición de sus polos, según por donde es la tendencia
a lanzar más electrones (Idem. P.73).
“Luego que Lee y Yang formularon su idea, la señora Chien
Shiung Wo, profesora ayudante de Física en la Universidad de
Columbia, realizó exactamente ese experimento. Los núcleos de
cobalto 60, convenientemente orientados, lanzaban electrones por
el polo Sur y no por el polo Norte” (Idem. P. 73).
“De este modo quedó demostrado que la ley de conservación de la
paridad no rige para las interacciones nucleares débiles. Lo cual
significa que, en esos casos, era posible distinguir entre derecha e
izquierda; y el electrón, cuando le afectan las interacciones
nucleares débiles, tiende a actuar [girar] <<a izquierdas>> y no
<<a derechas>> [al contrario], así puede decirse que <<es
zurdo>>” (Idem. P.73).
Desde finales del siglo XX se ha especulado mucho,
particularmente cuando se encontró que casi todas las partículas
subatómicas conocidas tenían sus gemelas de carga contraria,
sobre la posible existencia de planetas, de soles, incluso de
galaxias, grupos de ellas y regiones enteras del Universo pobladas
de “antimateria”, que así se le llama a la materia formada por las
partículas opuestas en carga electromagnética (positrones, o
“electrones” positivos girando alrededor de núcleos conformados
por neutrones y “positrones” negativos). Los físicos intuyeron
“antiátomos”, con núcleos compuestos de “negatrones” y con
“positrones” girando a su rededor en vez de los conocidos
electrones, de carga negativa alrededor de núcleos formados por
neutrones y positrones de carga positiva. Si las interrelaciones
88
débiles entre ellas conservaran la ley de la paridad, ello podría ser
algo muy probable. La realidad es que, experimentalmente, se ha
observado que tales partículas subatómicas no sobreviven mucho
tiempo y son escasas en el Universo; ello sugiere que cuando se
observan, por ejemplo los electrones, lo que en las observaciones
solamente se encuentra son éstos y sus imágenes especulares, lo
que significa que tales partículas son, en gran medida,
asimétricas. Podríamos decir, que la antimateria debe ser algo
existente, es cierto, pero no dentro de los niveles de trascendencia
que se le pudo asignar antes.
En cambio, hay un fenómeno que tiene que ver con las diferencias
en el comportamiento de sustancias más complejas, originadas en
la sola disposición atómica en ciertos cristales y en ciertas
moléculas gigantes, aunque la cantidad en número de los átomos
sea idéntica. Muchas de aquellas sustancias entran a formas parte
de los tejidos vivos, y el efecto de esas disposiciones se asimilan
al cambio en el comportamiento, que la rotación, en sentido
contrario, le puede dar a las partículas subatómicas.
Muchos compuestos químicos, entre ellos, muchas de las
proteínas, azúcares, y otros componentes de nuestro cuerpo,
tienen “compuestos gemelos” estables, cuyas moléculas son
simétricas realmente. El estudio de este fenómeno de la simetría,
ha permitido encontrar sustancias, cuya fórmula química se ha
representado tradicionalmente de manera idéntica, pero que en el
fondo, deberían manejarse como sustancias diferentes con algunas
propiedades diferentes aunque física y químicamente se
comportan como idénticas. Esas diferencias plantean, entre
moléculas que tienen idénticas propiedades físicas y químicas,
como debe ser en el caso de moléculas del mismo compuesto
químico, una cualidad muy particular: Son “ópticamente activas”
Y ¿qué significa eso? Observando una representación
tridimensional de la disposición de los átomos, de muchos de esos
compuestos, se observan realmente esas moléculas, no como
imágenes especulares, unas de otras, sino que se trata, realmente,
de disposiciones simétricas respecto de un plano. El estudio de
diferentes sustancias cristalinas que cumplen esa condición, como
89
es el caso de la sacarosa, refractan la luz en ángulos diferentes y
podrían afectar de manera diferente la salud del cuerpo, tal vez no
ser asimilables o generar desórdenes de diferentes clases en el
organismo. Un caso que sirvió, por primera vez, para identificar el
fenómeno, fue el caso del ácido tartárico y el ácido “racémico”,
que tenían inicialmente la misma fórmula química C4H6O6, pero
el primero era ópticamente activo y el segundo no (Idem. P. 91 a
93).
La historia de esa experiencia resulta muy ilustrativa del
fenómeno que estudiamos. Por eso hacemos referencia de ella.
En el proceso de elaborar vinos por fermentación del mosto, se
produce una substancia espesa a la que se le da el nombre de
tártaro. De esa substancia, el químico de origen sueco Carlos
Guillermo Scheele aisló en 1769 un compuesto de propiedades
ácidas, al que llamó, <<ácido tartárico>>. Ello no era, en sí
mismo, algo que se saliera de la cotidianidad. Pero, en 1820
Carlos Kestner, fabricante de productos químicos alemán elaboró
una substancia que creyó que debía ser ácido tartárico, pero que
no lo parecía. Empezaba la duda porque era menos soluble en
agua que el ácido tartárico. Buen número de químicos lo
obtuvieron y lo estudiaron atentamente. Por último, el químico
francés José Luis Gay Lussac llamó a aquella substancia ácido
<<racémico>>, del nombre latino del racimo de uvas (Idem. P.
92)
Mientras más se estudiaban esos ácidos, más desconcertantes y
extrañas resultaban sus diferencias. El análisis químico de ellos
probaba que ambos tenían en su molécula exactamente los
mismos elementos. En símbolos modernos, la fórmula de ambos
era la mencionada arriba. A principios del siglo XIX cuando la
teoría atómica llevaba apenas un cuarto de siglo de existencia, los
químicos habían resuelto que dos moléculas distintas que tuvieran
distinto contenido atómico explicaban de esa manera y esa
realidad daba origen a diferencias en sus propiedades. Lo
sorprendente era que aquí se tenían dos sustancias diferentes cuya
90
molécula contenía los mismos elementos y repartidos en idéntica
proporción.
En 1830 el químico sueco Jacob Berzelius, conservador
recalcitrante, que no creía en la posibilidad de moléculas de
“igual” estructura pero de diferentes propiedades, estudió
profundamente al ácido tartárico y al ácido racémico y reconoció,
en contra de sus propias convicciones, la realidad de la situación.
Llamó a tales compuestos, de semejante estructura molecular pero
de diferentes propiedades, <<isómeros>>, de un vocablo griego
que significa <<iguales proporciones>> (Idem. P. 93).
Pero, ¿cómo podían los isómeros tener la misma composición
atómica y ser, sin embargo, substancias diferentes? Una
posibilidad debía ser que la disposición de los átomos, su
ordenamiento físico dentro de la molécula fuera la que generaba
las diferencias. De ese pensamiento solamente, “huían los
químicos”. La teoría atómica no estaba muy consolidada
entonces. Era plausible su uso para explicar las propiedades
químicas pero era imposible percibirlos o verlos. Podían ser,
como ha ocurrido no pocas veces antes, cómodas ficciones.
Avanzar en la formulación de teorías acerca de su ordenamiento,
implicaba avanzar en la confirmación de su existencia como
entidades reales, más de lo que se atrevían a hacer los químicos
de aquella época. El fenómeno del isomerismo quedó inexplicado,
por lo tanto, y siguió pendiente de que la química progresara con
el tiempo y se lograra una explicación aceptable más tarde (Idem.
P 94).
Desde el siglo XVII, se suscitó una polémica sobre la luz, que
siguió pendiente durante ciento cincuenta y ocho años, y hasta
que no fue zanjada no pudo tenerse en pié ninguna de las teorías
que pretendían definir, entonces, la naturaleza de la luz. Newton,
en 1666 lanzó un rayo de luz a través de un prisma y descubrió
que se extendía en una cinta de arco iris, que el llamó
<<espectro>>. Newton pensó que, puesto que la luz marcha en
línea recta, tenía que consistir en una corriente de diminutos
corpúsculos, moviéndose a enorme velocidad. En 1678, su
91
contemporáneo el físico holandés Christian Huvgens sugirió que
la luz era un fenómeno ondulatorio. Pero antes que éste, en 1669,
un médico danés, antes desconocido, por completo, Erasmus
Bartholino, hizo una observación en un cristal de <<espato de
Islandia>> (espato es un antiguo nombre que se le da a minerales
no metálicos) de forma de romboedro (con seis caras opuestas
paralelas respectivamente entre sí). Estaba trabajando con su
cristal y, al apoyarlo en su escritorio, vio que, a través de él,
aparecían dobles las letras de un papel escrito o impreso. Y en
efecto, mirando a través del cristal veía uno siempre doble. Al
parecer, cada rayo de luz que penetraba en el cristal era
refractado, pero no todo él del mismo modo. Parte de la luz se
desviaba un cierto ángulo y el resto un ángulo mayor; de manera
que, aunque en el cristal entraba un solo rayo, emergían dos. El
fenómeno se llamó <<doble refracción>> (Idem. P. 81).
En 1813, el físico francés Juan Bautista Biot comunicó varias
experiencias que al fin se interpretaron conforme a la nueva teoría
de las ondas transversales. Resultaba que un cristal de cuarzo,
convenientemente cortado, desviaba el plano de la luz polarizada
que lo atravesaba. Además, cuanto más grueso era el cuarzo
mayor era el ángulo girado por el plano; y, por último, algunas
piezas de cuarzo desvían el plano en el sentido horario, y otras en
sentido antihorario. El modo corriente de designar el giro horario
era decir que el plano de polarización gira <<hacia la derecha>>.
En el caso contrario hacia la izquierda. Lo demostrado por Biot es
que existen dos clases de cristales de cuarzo: dextrógiros (que
desvían el plano hacia la derecha) y levógiros (que lo desvían
hacia la izquierda) (Idem P.88).
Esa experiencia pudo ser usada por otros investigadores, con
éxito, para disipar el misterio que encerraba el caso de los ácidos
tartárico y racémico. En 1844 el químico alemán Eilhardt
Mitscherlich emprendió una investigación con cristales de sales,
una sódica y otra amónica con ambos ácidos. Anteriormente se
había experimentado que las soluciones acuosas de sales de sodio
y amonio del ácido tartárico eran ópticamente activas y desviaban
en sentido horario el plano de la luz polarizada, por lo cual eran
92
dextrógiras. En cambio la solución de las mismas sales del ácido
racémico era opticamente inactiva. Mitscherlich descubrió “que
ambos ácidos tenían sales absolutamente idénticas” (Idem. P. 94).
Luis Pasteur químico francés de un poco más de veinte años tuvo
la temeridad de sospechar que posiblemente el químico alemán se
había equivocado. Pasteur se dedicó al asunto y empezó a obtener
cristales y a estudiarlos penosamente con una lupa. Al fin decidió
que había franca asimetría en los cristales sódicos y amónicos del
ácido tartárico. Eso se esperaba, al menos, ya que la substancia, se
sabía, era ópticamente activa (Idem. P94).
“Más, ¿sería posible que las sales sódicas y amónicas del ácido
racémico diesen cristales precisamente de la misma clase, como
sostenía Mitscherlich? En ese caso habría cristales asimétricos de
una substancia ópticamente inactiva, lo cual sería bien
desconcertante. Pasteur obtuvo y estudió los cristales de las sales
correspondientes del ácido racémico y los encontró ciertamente
asimétricos también, pero no eran idénticos todos. Algunos de
ellos eran exactamente como los de las sales sódica y amónica del
ácido tartárico pero otros eran imagen especular de los primeros,
asimétricos, exactamente en el sentido opuesto (Idem. P. 94).
¿Sería posible que el ácido racémico fuese la mitad ácido tartárico
y la otra mitad una imagen especular del mismo? ¡En ese caso, el
carácter de ópticamente inactivo vendría de que los efectos
ópticos del uno y del otro se anularían en la solución acuosa! Eso
había que experimentarlo directamente. Entonces por medio de su
lupa y de unas pinzas empezó Pasteur a operar sobre los
diminutos cristales de las sales de ácido racémico. Echaba a un
lado los “derechos” y al otro lado los “izquierdos”. Tardó mucho
para completar su dispendiosa labor porque no quería equivocarse
en su selección, pero completó su labor al fin. Disolvió después
en sendos tubos con agua los cristales de ambas clases, de aquella
manera seleccionados, y encontró que ambas soluciones eran
ópticamente activas (Idem. P 95).
93
Una de ellas era dextrógira, exactamente igual que el ácido
tartárico; como que era ácido tartárico en todos los sentidos. La
otra era levógira, y difería del ácido tartárico en que desviaba en
sentido opuesto el plano de polarización. Era ácido l – tartárico.
La conclusión de Pasteur, enunciada en 1848, cuando sólo tenía
veintiséis años, fue que el ácido racémico era ópticamente
inactivo, sólo porque estaba constituido de cantidades iguales de
ácido d – tartárico y ácido l – tartárico (Idem. P. 96)
Este se considera uno de los grandes descubrimientos de la
Ciencia y repercute, a fondo, en el tema que nos ocupa. En efecto,
la evolución de la Vida se da de una manera muy particular, lo
cual ocurre, no se sabe si por azar o por algunas particularidades
de la luz, bajo cuyo efecto se desarrolló. La verdad es que dicha
evolución vital, tal vez como consecuencia de la capacidad de
duplicación de las células, unidades vitales que le sirven de
fundamento, avanzó sobre las substancias presentes que primero
estaban disponibles. ¿Hacia dónde vamos con esta conclusión?
Simplemente hacia la realidad que hemos encontrado en la vida
que se ha producido en nuestro planeta: Partiendo de las formas
primitivas de vida, toda ella está soportada casi solamente, y con
muy pocas excepciones, en una variedad específica de sustancias
ópticamente activas, entre las posibles, que tienen la propiedad de
orientar el plano de polarización de la luz que incide en ellas,
solamente en una dirección. Los demás isómeros han sido
prácticamente descartados, salvo en ciertos casos muy
específicos, por la Naturaleza en su selección (Idem. P. 106 a
109).
Cabe preguntarse, esto ocurre en el proceso evolutivo que se da
en nuestro planeta. ¿Pero qué puede haber ocurrido en cada uno
de los otros millones de mundos, semejantes al nuestro, que
tienen su propio hábitat y en que la evolución pudo tomar un
camino diferente? Ello es importante para entender las posibles
dificultades de adaptación que puedan tener los viajeros que se
aventuren en un futuro a llevar a la práctica la navegación sideral
en el plan de colonizar otros mundos, quizás, de sistemas solares
muy diferentes al nuestro, con la expectativa de poder aprovechar
94
los recursos naturales que allí se encuentren para desarrollar una
economía independiente.
“Con todo, los nuevos hallazgos están vinculados a otra
frustración. Los científicos son incapaces de encontrar la mayor
parte de la masa del Universo: las fuentes de la gravedad (la que
justifica los campos gravitacionales que hacen falta para mantener
la cohesión y la forma del Universo conocido). Las pruebas de la
masa faltante tienen dos orígenes: uno son los movimientos reales
observados de las galaxias, gases y estrellas, que acabarían
separándose unos de otros en el caso de que no existiese alguna
influencia mucho más poderosa que su propia gravedad que los
mantuviese unidos, mientras que el otro es la teoría de la inflación
y su requisito de que exista la densidad necesaria para mantener
plano el Universo"” (tal como parece ser que se ha logrado
entender su forma) (Kathy Sawyer “Descubrimiento del Universo,
National Geographic en Español. Edición especial año 2006. P.
132).
“Los científicos han buscado por todas partes la masa faltante.
¿Se encuentra en invisibles galaxias fantasmales, en errantes
objetos desplomados sobre sí mismos, en extrañas partículas de
energía, como el neutrino [el “electrón” sin carga]? La
colaboración internacional de un grupo de físicos que se valieron
del detector subterráneo Super Kamiokande, en Japón, sorprendió
a sus colegas el año pasado con pruebas de que el neutrino, del
que antes se creía que no tenía masa alguna, en realidad pesa
aproximadamente una diez millonésima de la masa de un
electrón. Dado que el Cosmos es una nube con 113 neutrinos por
centímetro [cúbico] de espacio que vuelan inadvertidos a través
de nuestros cuerpos, de toda la materia restante y de vacíos
aparentemente vanos de espacio interestelar, su contribución a la
masa cósmica total es considerable” (Idem. P. 133).
“Así, cada vez son más las pruebas que indican que la densidad
total medida de toda la radiación, la materia normal, los neutrinos
y otras partículas extrañas representan quizás del 10% al 30 % de
la densidad esperada; en resumen, parece haber muchas pruebas
95
de que, aun incluyendo las cantidades potenciales de esa
misteriosa materia oscura invisible, no hay suficiente para aplanar
el Universo. Una vez más, se requiere la revisión de la teoría de la
constante cosmológica, para que llene el espacio vacío y
multiplique su influencia repulsiva a través de estas distancias”
(Idem. P. 133)
“Dado que la imagen que teníamos del Universo se hizo añicos, la
humanidad perdió la antigua convicción de que su papel debía de
ser de importancia fundamental. Ahora sabemos que nuestro
planeta es una mota insignificante que gira en torno a una estrella
ordinaria en el extremo de un brazo de la espiral de la galaxia de
La Vía Láctea, que es un conjunto bastante común de unos
cuantos cientos de miles de millones de estrellas entre al menos
100 mil millones de galaxias”(Idem. P. 133).
“Seguimos siendo la única vida inteligente que conocemos en el
Universo; pero ahora la humanidad ha dado un salto espectacular
hacia otro posible descenso de categoría. En octubre de 1995, un
equipo suizo encabezado por Michel Mayor fue el primero en
informar sobre la detección legítima de un planeta en torno a una
estrella similar al Sol. La comunidad científica, muy a menudo
desilusionada, se mantuvo escéptica hasta que un grupo de
estaduinenses jóvenes y decididos encabezado por Geoff Marcy
confirmó el descubrimiento suizo valiéndose de una técnica nueva
y precisa que ha revolucionado el campo” (Idem. P. 133).
“Hasta abril de 1999, un número cada vez mayor de equipos
cazaplanetas había informado de un total de 20 mundos
detectados en órbita alrededor de estrellas semejantes al Sol fuera
de nuestro sistema solar. Esta cifra incluye el descubrimiento,
largo tiempo esperado, del que se informó a mediados de abril de
1999, del primer sistema multiplanetario jamás detectado en torno
a una estrella normal. La cuenta ha crecido lo suficiente como
para revelar patrones estadísticos inesperados que plantean
interrogantes sobre procesos de creación y destrucción de los
mundos y acerca de las perspectivas de que existan otros planetas
como la Tierra que abrigen la vida” (Idem. P. 136).
96
“Con las técnicas actuales, por ejemplo, únicamente es posible
detectar los planetas más grandes, en la escala de nuestro Júpiter;
pero ninguno de los Júpiter de otros sistemas se comporta como
el nuestro: Todos siguen órbitas mucho más cercanas a la estrella
madre y, en la mayoría de los casos, órbitas mucho más
excéntricas o en forma de huevo. Los científicos dicen que esos
gigantes pudieron haber arrasado con todo planeta similar a la
Tierra en los inicios de su desarrollo; no obstante, la mayoría de
las estrellas semejantes al Sol parece no tener esos destructores
gigantes. Cuando se cuente con más información y mejores
técnicas de observación, seguramente se descubrirán planetas
cada vez más pequeños y familias de planetas que se asemejen
más a la Tierra” (Idem. P. 136).
““Tengo el anhelo personal, en un plano instintivo que no puedo
explicar, de entender por qué este precioso globito azul es como
es”, dice Geiff Marcy, quien, junto con sus colegas Paul Butler y
Debra Fisher, forma el equipo pionero que ha descubierto la
mayoría de los mundos conocidos fuera de nuestro sistema solar”
(Idem. P. 136).
Los datos que manejan Marcy, Butler y Fisher no permiten
obtener la imagen de un planeta en sí ni tampoco la posibilidad de
revelar nada sobre la composición de su superficie” (Idem. P.
136).
La singular técnica que Marcy y Butler desarrollaron a lo largo de
un período de ocho años echa mano de equipos y programas de
computadora especialmente calibrados para separar eficazmente
la luz de las estrellas en busca del sutil bamboleo que provoca en
una de estas la atracción de la gravedad de uno o más planetas que
giran en torno a ellas” (Idem. P. 137).
Ahora confían en que pueden detectare cambios en la velocidad
de estrellas semejantes al Sol a unos cientos de años luz de
distancia con un margen igual a aproximadamente la velocidad de
caminata del hombre; pueden describir la masa mínima y el
97
período orbital de un planeta que no se pueda ver; están
trabajando con ahínco para que sus datos sean aún más precisos; y
planean combinar sus resultados con los de otros equipos que
usan técnicas complementarias, de tal manera que ello ayude a
determinar el diámetro de un planeta, y si se trata de una bola de
gas o de algo más denso” (Idem. P. 137).
Un recurso que ya se está empezando a usar es el de los equipos
de observatorios astronómicos. Cuando sus datos se combinan en
redes de cómputo, es posible crear lo que se denomina telescopios
virtuales, gigantescos. Además, el éxito del telescopio Hubble ha
inducido a los astrónomos a construir nuevos telescopios en órbita
terrestre más completos, y hasta planean colocar en órbita varios
telescopios más allá de la órbita marciana. En esta era de grandes
y mejores telescopios, se pueden dar respuestas a gran parte de los
interrogantes de hoy, ¡pero también plantea nuevos interrogantes!
“En una noche, en el pizarrón de Marcy hay un emborronado
cuadro que enlista cuatro telescopios con programas de
observación para los miembros de su equipo. En total, con esos
cuatro telescopios están inspeccionando 800 estrellas cercanas y
tienen de cinco a 10 nuevos posibles candidatos a planetas en
todo momento. El reúne los datos que han despertado su interés:
más de 10 años de información sobre una estrella llamada Epsilon
Andrómeda. En la oficina en penumbra, el patrón de puntos en
forma de montaña rusa emite un conocido brillo de electrones; sin
embargo, su dispersión es curiosa y surge una curiosa tendencia,
por lo que llama a Fisher, en Lick. Sus sospechas se verán
confirmadas pronto en los medios de difusión del mundo; hay tres
planetas girando en torno a esa estrella. A los astrónomos les
habría deleitado encontrar simplemente dos en torno a cualquier
estrella que no fuese el Sol, pues, hasta ahora, no habían
detectado más de uno” (Idem. P 137).
“El programa Orígenes de la NASA contempla el despliegue
durante los próximos diez años de una serie de artefactos
espaciales que culminarán en una red de conjuntos de telescopios
gigantes con los que se tratará de identificar planetas hermanos –
canicas azules como la Tierra – mediante la detección de una
98
“rúbrica” química que revele la existencia de vida en esas
atmósferas extraterrestres. Tales estudios podrían llevar
finalmente al reconocimiento de esos mundos mediante
imágenes” (Idem. P. 137).
Por lo pronto la humanidad puede disfrutar de su posición
especial como la única forma de vida conocida capaz de meditar
sobre esas cuestiones. Muchos científicos predicen que tal
distinción también se derrumbará, quizás el presente siglo, a
medida que intensifiquen la búsqueda de señales extraterrestres y
mundos semejantes a la Tierra. Pero la búsqueda de otros mundos
no es una búsqueda de inteligencia similar; según las reflexiones
de Marcy, también es una búsqueda del destino de la especie
humana: ¿dónde vamos a estar dentro de 100 millones de años?,
¿a dónde iremos? Y ¡cómo llegaremos allá? Y, ¿cómo cambiará
eso lo que somos?
Todo aquello nos muestra que nos estamos enfrentando a una
realidad bien diferente de la que nos es muy familiar. El Universo
no es, pues, algo perfecto, incorruptible, armónico, estable,
inmóvil, eterno como se pensaba en tiempos de Galileo Galilei,
como pensaba Newton. ¡No! Y ello no significa tampoco que sea
un caos. La inconmensurable energía potencial contenida en el
“Huevo Cósmico”, instantes antes de la Gran Explosión, si
efectivamente ocurrió como estamos pensando, se transforma,
entonces, en fracción de segundos en el descomunal torrente de
energía radiada que mueve aquel inmenso escenario de nuestra
vida y aporta la “substancia” de la cual el Universo y nosotros
mismos estamos constituidos.
Cualquiera que observa el Cosmos con un telescopio puede
entender que la existencia allí se desarrolla en una armonía y paz
impresionantes que impactan en su silencio profundo. Pero no es
así. Los fenómenos celestes son impresionantes por sus efectos
colosales y sus medidas difícilmente caven en la imaginación de
los hombres y pueden barrer del cielo masas tan gigantescas como
las de dos galaxias, como la nuestra, en el encuentro, colisión y
exterminio total de sus mundos.
99
Pero hay una frontera del mundo “material”, quizás la más
extrema, que es preciso explorar. Por lo pronto, podemos percibir
que el Universo se mueve en cuatro dimensiones físicas
espaciotemporales. Para explicar convenientemente la presencia
de los “quarks”, partícula elemental que “cementa” los núcleos
atómicos, venciendo la violenta resistencia de los protones que se
repelen de acuerdo a las fuerzas de sus cargas electromagnéticas,
es preciso considerar, según la “teoría de las supercuerdas”, su
existencia en 11 dimensiones diferentes, al menos. ¿Qué significa
eso? ¿Se trata de su presencia en varios mundos a la vez?
¿Simplemente la Realidad, única, se presenta en más de las cuatro
dimensiones que logramos percibir? ¿Acaso diferentes mundos
convergen, con el nuestro en los quarks, o lo que pasa con esta
partícula pasa también con otras? ¿Es preciso esperar que nuestra
consciencia crezca o que nuestro cerebro evolucione para estar en
capacidad de intuir y percibir esas dimensiones diferentes de la
Realidad? De todas maneras, es casi imposible para cualquier
persona, resolver eficazmente el rompecabezas. En esa frontera
del conocimiento de la Realidad, todo es, por el momento un
enigma.
17.1.7 LA VIA LÁCTEA: NUESTRA GALAXIA
Nosotros vivimos en un “barrio” exterior de nuestra galaxia, la
“Vía Láctea”. Este barrio es uno de los dos brazos en forma de
espiral que tiene nuestra galaxia, el brazo “Orion”. Estos dos
brazos están formados por dos grandes chorros de materia que
salen proyectados desde el centro de la galaxia hacia el espacio
exterior determinando su forma característica de espiral. En el eje
de aquellos chorros de materia se general nuevas estrellas y
sistemas solares. Nuestro sistema solar, se calcula, ya ha vivido la
mitad de su vida, unos seis mil millones de años, está ubicado
cerca de la periferia del brazo Orión, a unos 27.000 años luz de su
centro y es uno de los cien mil millones de sistemas solares o
estrellas que se estima, componen en su totalidad a la galaxia. La
Galaxia tiene forma aplanada con un diámetro aproximado de
100.000 años luz de diámetro. Su espesor es de unos 1000 años
100
luz a 2.000, salvo en su región central a los 8.000 años luz de su
centro sube ya a 3.000 o 4.000 años luz de espesor. La Vía Láctea
gira a la velocidad de unos 978.000 kms. /hora y el año galáctico
tiene una duración aproximada de 200 millones de años. Para
tener una idea de aquellas magnitudes, puede decirse que las
especies vivas superiores que pueblan actualmente nuestro
planeta, han vivido lo suficiente, para haber descrito durante su
existencia, apenas, sólo una fracción de la órbita recorrida por la
galaxia en ese año galáctico.
¿Y cómo es nuestro universo cercano? Salvo los especialistas en
astrofísica, hasta hace muy poco tiempo, no más de cien años, la
gente creía que el Universo se reducía solamente a nuestra
galaxia. No obstante, su importancia como proveedora de energía
rebasa por completo lo que pueda decirse respecto de los
requerimientos humanos de la misma. Por mucho tiempo, quizás,
incluso cuando los viajes espaciales llegen a ser una actividad
madura y cotidiana, sus dimensiones son tan colosales que, a no
ser que sea hallada alguna otra forma de transporte interestelar, o
lleguen a fundarse colonias humanas nómadas, embarcadas o
“encapsuladas”, respecto de ellos, dará más que hablar nuestra
galaxia definitivamente que el resto del Universo, del cual, a
pesar de sus dimensiones increíbles, ella también es una
“insignificante pavesa de polvo” en el Cosmos.
En el centro de la galaxia situado en lo que llamamos la
constelación de Sagitario (compuesta de Sagitario A, Sagitario B1
y Sagitario B se desarrolla una actividad frenética. Allí se forman
más estrellas que en sus dos brazos. Separado unos 350 años luz
del centro galáctico hay un hueco negro gigantesco con una masa
equivalente a la de 3 a 5 millones de veces la de nuestro sol.
Sagitario A está densamente poblada de estrellas y nubes de gas y
polvo que se mueven alrededor del eje central de la Galaxia a la
increíble velocidad de 3.5 millones de kilómetros/hora. Allí reina
una temperatura de aproximadamente 10 millones de grados
centígrados. Ello hace que los gases calientes emitan grandes
cantidades de rayos X. Se ha comprobado, en una extensión
superficial de la bóveda celeste de 400 x 900 años luz, la
101
existencia de de más de mil fuentes de rayos X. En su mayoría se
trata de estrellas enanas blancas, estrellas de neutrones, agujeros
negros y nubes de gas muy caliente. Hay restos de estrellas que
explotaron hace tiempo. Hay dos zonas de formación de nuevas
estrellas, Sagitario B y Sagitario B2 y un conglomerado de una
docena de estrellas aprisionado en un volumen de espacio de 1 a 2
años luz de diámetro, siendo muy grandes y brillantes. Su
naturaleza es un misterio. Allí la interacción gravitacional hace
que unas estrellas arrojen su capa exterior en forma de vientos
terribles y que se generen estruendos de ondas supersónicas,
frutos de la explosión de estrellas de masa superior varias veces a
la de nuestro sol. En otras regiones cósmicas se han observado
galaxias de hasta 8000 años luz de diámetro, es decir, unas
ochenta veces el diámetro de la nuestra.
La sola consideración del año galáctico de la Vía Láctea, nuestra
galaxia, doscientos millones de años, nos dice que la especie
humana no ha vivido, desde sus comienzos, lo suficiente para
haber dado siquiera una vuelta alrededor de nuestro eje galáctico.
Vista, pues la evolución de la especie, a la escala del tiempo
galáctico, parecería un rápido proceso de transformación de la
materia viva. Nosotros ocuparíamos el tiempo de un “suspiro”
para un ser que viviera y pudiera moverse a ese ritmo. Algo
semejante, todavía más asombroso, tenidas en cuenta las
diferencias de magnitud de distancias y duraciones, podría decirse
si contemplamos los fenómenos de nuestro mundo, desde la
perspectiva de la experiencia al nivel de los grandes cúmulos de
galaxias.
La consideración de aquellos fenómenos naturales puede
conducirnos por caminos insospechados: Tal vez algún día sea
práctico, desde el punto de vista de la Industria Humana, aprender
de fenómenos naturales como el que se da en el centro de nuestra
galaxia. De las observaciones realizadas, ha podido deducirse que
allí, las especiales condiciones físicas hacen del lugar un
verdadero “laboratorio” donde se sintetizan, por lo menos ciento
veinte productos de moléculas complejas. Se han detectado, entre
otros, el amoníaco, el acetileno, el alcohol y el azúcar. La
102
reacción termonuclear que se da en el Sol y las demás estrellas, o
sea la fusión del hidrógeno en helio, ha sido replicada en la
bomba termonuclear, habiendo sido proyectada,
desgraciadamente para fines destructivos. En el desarrollo de esta
reacción nuclear, bajo condiciones controladas para hacer posible
su aplicación en tiempos de paz, se trabaja asiduamente desde
hace más de veinte años y, se esperan resultados en unos veinte o
treinta años más.
Pero podría haber algo más ambicioso todavía Respecto de las
ideas, del mundo espiritual que nos permite movernos, de manera
diferente, con la magia, con la intuición, lógica, con la lógica, con
los símbolos del lenguaje, de las artes, de la música, que
indudablemente afectan de alguna manera a las personas, aún en
las épocas de cultura primitiva, induciendo en ellas diferentes
sensaciones emocionales, induciéndolas a diferentes formas de
acción, alrededor de ciertos propósitos, objetivos, utopías. Algo
probablemente muy diferente, por lo que sabemos, a lo que hacen
los demás seres vivos. ¿Acaso el mundo espiritual, ideal como le
dicen otros, tal vez queriendo transmitir la connotación de algo
inexistente, virtual, es efectivamente otra dimensión, una quinta
dimensión de la Realidad, tal como lo piensa el profesor Luis
López de Mesa? ¿Otra dimensión a cuya consciencia,
“exploración” y descubrimiento venimos accediendo en un
proceso de ejercicio, de aprendizaje, de crecimiento, de
evolución?
Ese tipo de reflexión nos enriquece definitivamente cuando
logramos entender los valiosos tesoros que hemos recibido de la
Naturaleza, de Dios, de nuestros antepasados en su experiencia, y
el legado de su trato con ellos, de su iluminación, de la cultura
que desarrollaron, de las tradiciones que provenientes de su visión
hemos recibido. Podemos entender el maravilloso regalo de
nuestro Sol, uno de ellos, y su significado en nuestra vida
cotidiana, realidad reconocida en muchas culturas antiguas, entre
ellas las nuestras americanas. Podemos entender la maravilla de la
molécula de clorofila, que los campesinos, con más sentido
común, con más sentido práctico que nosotros, vienen utilizando,
103
desde los albores de nuestra cultura, cuando fue descubierta la
agricultura para alimentar a una población que crece
incesantemente. Mediante ella, aún sin saber que lo hacen, logran
milagrosamente, en forma controlada y en nuestras condiciones
físicas ambientales, aquellas reacciones que permiten aplicar la
energía solar a la descomposición del agua contenida en los
tejidos de las plantas con desprendimiento de oxígeno, que
enriquece nuestra atmósfera, usando luego el hidrógeno libre para
sintetizar las moléculas de los energéticos que necesitamos para
vivir, como el azúcar, las harinas, la fibra, las vitaminas, las
proteínas, etc.
17.1.8 NUESTRO SISTEMA SOLAR:
DESARROLLO LOCAL DEL PROCESO DE LA ENERGÍA
No sabemos con certeza el momento puntual en que nace nuestro
sistema solar. Un poco menos difícil de entender resulta el cómo.
Podemos imaginar una gran nube de ceniza cósmica que se
mueve en el brazo Orión de nuestra galaxia, de ello hace
alrededor de 4.500 millones de años, derivando, tal vez un poco,
hacia su parte exterior desde el núcleo del brazo, que es un lugar
donde se generan nuevas estrellas, a la vez que se va estirando. La
mayor porción de aquella nube va cayendo poco a poco con
mayor velocidad hacia su centro de gravedad movida por el
campo gravitacional que forma su masa y las porciones de la nube
más alejadas empiezan a gravitar alrededor de aquella mientras
que, a su vez, empiezan a formarse diferentes “concreciones” de
“ceniza de estrellas” que van más tarde a precipitarse hacia su
respectivo centro de gravedad y a hacer parte de la materia
constitutiva de nuestros planetas y sus satélites.
Nuestra Tierra, así formada, la hallamos no mucho tiempo
después, transformada en una bola incandescente de materia,
encendida por el calor generado en la compresión ejercida por su
campo gravitacional sobre el material de que está formada y por
la radiactividad de muchos de sus componentes, como son las
sales de uranio que todavía hoy están activas. En aquellos tiempos
la energía que emite nuestro planeta, igual que los demás de
104
nuestro sistema solar, excede sustancialmente la que recibe del
Sol. Sin embargo, se enfría poco a poco y se da, al mismo tiempo
un proceso de separación o “decantación” de los elementos
constitutivos más pesados que se van situando en el centro, como
son los átomos de hierro y de níquel, desplazando los más
livianos hacia regiones más superficiales, como son el sílice y sus
compuestos. Los elementos que entran mayoritariamente en su
composición, ya en forma pura o de innumerables y diferentes
compuestos, son, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el hierro,
el carbón, el sílice, el magnesio, el calcio, pero todos los
elementos de la tabla periódica forman parte de su masa, aún en
pequeñas cantidades.
Al mismo tiempo que se van formando: El “Nife” o centro del
núcleo sólido, de unos 1300 kilómetros de radio, de densidad
decreciente del interior al exterior, ya hoy de 18 a 14.5, la
segunda capa del núcleo, se piensa, según las condiciones físicas
que soporta, que está a menor presión y, por lo tanto, está en
estado de fusión, tiene ahora unos 2.200 kilómetros de gruesa y su
densidad es de 11.5 a 9.5, aproximadamente. La composición del
núcleo es básicamente de hierro y de níquel. Luego se va
definiendo el manto rocoso, sólido en su parte exterior y fundido
en su parte interior. Su espesor es ya de unos 3.000 kilómetros y
su densidad es de unos 5.5 a 3.3, compuesto principalmente de
silicatos de hierro, de magnesio y otros. En su parte inferior
estarían en forma de óxidos. Luego viene una capa de
composición diversa más liviana y luego la corteza terrestre.
Debajo de los continentes, debe tener un grosor de unos 60
kilómetros y en las zonas abisales del océano probablemente no
tiene ni los 10 kilómetros (Diccionario Enciclopédico Quilet.
Editorial Argentina Aristides Quilet, S.A. Buenos Aires 1966. P
313).
Las masas continentales tienen un espesor que puede ser de unos
11 kilómetros en las regiones que afloran sobre la superficie del
mar y unos 5 kilómetros en las zonas sumergidas. Los fondos
marinos que forman parte de las grandes masas continentales, se
dice que forman parte de las plataformas continentales. Algunas
105
características de la capa superficial de nuestro planta hacen de el
un planeta singular diferente de todos sus planetas vecinos: La
superficie terrestre no es de una pieza. La superficie terrestre está
fragmentada, rota, y está formada por placas continentales
móviles que flotan en el Manto rocoso, a la manera de la
“escoria” de las fundiciones de hierro. Los movimientos de
rotación del planeta, las variaciones en su distancia al Sol,
generan inestabilidad en la posición y aún movimiento de las
placas continentales hasta el punto de producirse plegamiento en
la superficie, levantamiento y hundimiento de algunos sectores
continentales, generándose así gran parte de la orografía
montañosa terrestre. En las zonas de fractura de las placas
continentales se genera una actividad volcánica muy activa, tanto
en la superficie como en el fondo del mar. De aquella actividad
volcánica se deriva una variedad inmensa de sustancias minerales
que sirven de componentes nutritivos de la Vida, que hace de las
aguas marinas un medio de cultivo casi “ideal”. Todo hace
suponer que en ese rico medio debió desarrollarse ésta.
La atmósfera, se forma con los gases de la nube original atrapados
por el campo gravitacional terrestre, y el producto de la actividad
volcánica. A partir de ellos se forman la atmósfera y los océanos,
de épocas previas a la Vida, muy diferentes a los nuestros.
La evolución del Planeta y la evolución de la Vida se van dando
dentro de ciertos niveles de interacción. Cuando la vida aparece
ya hay algunos mares de aguas someras, la atmósfera está
saturada de gases como el anhídrido carbónico (C02,), el metano
(CH4), agua (H20), y otros gases provenientes de la actividad
volcánica primitiva. Es posible percibir o convivir con lo que,
consideramos, es la Vida, pero no podemos explicarla. Aunque
sabemos aproximadamente cuándo, no sabemos cómo se originó.
Además es difícil establecer la “frontera” entre los mundos
animado e inanimado. Los cristales, por ejemplo, también crecen
y se replican, por efecto, generalmente, de las circunstancias
ambientales (relacionadas, entre otras cosas, con la temperatura y
la presión en el respectivo medio). Los virus están en el límite
106
entre lo animado y lo inanimado. Entre otras cosas, para
reproducirse, necesitan de un huésped.
La comprensión del origen de la vida ha podido llevarse a cabo
parcialmente partiendo de la elaboración de complejos modelos
de laboratorio. El modelo de un científico ruso, Oparín, busca la
explicación del punto de partida, del medio vital original de la
Vida. Recibe el nombre de “sopa de Oparín”. Se compone
principalmente de lípidos globulares, protocélulas de sistemas
moleculares complejos, entre otras cosas. Stanley Miller (1953),
realiza un experimento encerrando en un reactor químico una
mezcla de gases: Amonio + hidrógeno + agua sobre los cuales
produce descargas eléctricas ¡y obtiene aminoácidos! Es una
experiencia aislada que no continúa.
El RNA y el DNA son, no obstante, cadenas moleculares
gigantescas, mucho más complejas que los aminoácidos, muchos
de los cuales entran en su composición, que encierra a su vez, el
código base que orienta la formación de las estructuras
corporales, alrededor de las cuales se forman los diferentes tejidos
orgánicos de los seres vivos.
Podemos atribuirle a la vida algunas maneras de ser de su
actividad que la caracterizan:
Su autoconservación: La principal función de cada ser vivo es
asegurarse que puede dar continuidad a su existencia. ¿Voluntad o
no de existir? ¿Alguna forma de determinismo o no? No podemos
saber.
Su autoreproducción. Todo sistema vivo puede reproducirse a sí
mismo o proceder de un sistema reproductivo.
Almacenamiento de información. Cada organismo vivo contiene
su “información” genética que lo identifica. Esta está almacenada
en una gran cadena de aminoácidos y genes que llamamos DNA y
que es leída y “traducida” por las proteínas de acuerdo a un
código genético universal, que es común a todos los organismos.
107
Metabolismo (respiración o fermentación). Cada organismo debe
poseer un poder de transformar energía y materia tomadas del
ambiente, en forma de energía en sus diferentes formas y de
compuestos minerales y otros compuestos orgánicos que pueden
ser usados por diferentes partes del organismo vivo para formarse
y conservarse. Ese poder lo ejerce por medio de la función de su
metabolismo.
Estabilidad. A través de la creación y control sobre su propio
ambiente interior, todas las criaturas permanecen estables frente a
las perturbaciones del ambiente exterior.
Control. Las diferentes partes de un organismo contribuyen a la
supervivencia del grupo o “conjunto” y por tanto a la
conservación de su identidad. Las bacterias tienen la
particularidad de poderse “abrir" a otras para compartir sus
cromosomas.
Evolución. Las mutaciones en el material hereditario y la
selección natural, permiten la “perfección”, adaptación y
complejidad de los seres vivos. Lamark, y Darwin intentaron
explicarse esa evolución y Gregorio Mendel descubrió las leyes
de la herencia.
Muerte. Es la fase final de un ser vivo, determinada por sus genes,
desequilibrios internos del sistema y por las agresiones del
exterior.
La Vida parece ir en contra vía de la segunda ley de la
termodinámica con su proceso de organización y complejización.
La energía tiende a alcanzar un estado de desorden o entropía. Sin
embargo, la vida se sostiene con energía que toma de su medio.
Las primeras evidencias de la vida se han hallado en rocas de
pizarra carbonosas de entre 3.500 a 3.800 millones de años. Ya en
esta época se habían estabilizado nuestra atmósfera y los océanos,
tal como son hoy. Se han observado también otras evidencias:
108
bacterias atrapadas durante su división en rocas formadas por
capas blancas y rojas. El rojo se relaciona con hierro depositado
por las bacterias y se sabe que es un mineral esencial en el
proceso de la fotosíntesis.
También se conocen algunas formaciones rocosas llamadas
“estromatolitos”, de unos 500 millones de años de edad. Datan
del Precámbrico, pero podrían datar de mucho antes. Se conocen
también estromatolitos modernos, que son formaciones, igual que
las antiguas, provenientes de poblaciones de diferentes bacterias
que llevaban una vida simbiótica. Esas formas de vida simbiótica
podríamos considerarlas precursoras del futuro desarrollo de
organismos superiores policelulares. En épocas muy antiguas,
aquellos seres eran heterópodos, es decir, necesitaban consumir,
para su subsistencia otra materia orgánica. Cuando la atmósfera
fue propicia, algunas empezaron a sintetizar clorofila y fueron
capaces de hacer fotosíntesis.
A partir de ese momento empieza la diferenciación entre el
mundo vegetal y el mundo animal. Se presume también que la
transformación de la atmósfera terrestre de ser rica en gas
carbónico (CO2) pasa a ser rica en oxígeno. Ello se le debe, muy
particularmente a la actividad de grandes poblaciones de bacterias
que desarrollaron la habilidad de sintetizar clorofila. Esas pueden
considerarse, pues, las raíces del gran proceso de la Vida de
nuestro tiempo, muy especialmente aquella que colonizó los
continentes, que medra en el medio atmosférico, que necesita de
la transferencia de energía proveniente del Sol para sostenerse, y
del abasto de oxígeno (O2) para respirar: “El gran Ciclo del
Carbón” nace entre el Agnostozoico y el Proterozoico, el
penúltimo y último período del Precámbrico, sin poderse
especificar con precisión el tiempo, quizás hace unos 1.800
millones de años. Poco a poco es más relevante su significado
frente a las fuentes de energía terrestre que ha sustentado la Vida
hasta ahora.
No se conoce todavía cómo se dio, en un principio, la formación
de las primeras moléculas de clorofila, que catalizan la escisión de
109
la molécula de agua (H2O), en frío, con liberación de oxígeno (O)
en estado gaseoso, con la síntesis de substancias orgánicas como
el metaldehido (HCOH), a partir del hidrógeno (H) y las
moléculas de gas carbónico (CO2), con el aprovechamiento de la
energía solar. Es probable que en el interior de aquellas bacterias
se hubiera dado el escenario “propicio”, las condiciones
favorables quizás y la conjunción “fortuita” de los “ingredientes”
y factores que habrían de darle origen. El hecho escueto es, que
aquel logro de la Vida abre un horizonte muy prometedor, a una
línea evolutiva en que se hace posible la aparición de formas
superiores de vida, como son los organismos pluricelulares, en
una época, como es la nuestra, en que sus fuentes de energía vital
predominantes, no son necesariamente las fuentes terrestres, sino
la energía solar.
A partir de este momento, que podría ubicarse en el Precámbrico,
o mucho antes, cuando algunas bacterias son capaces de sintetizar
las moléculas de clorofila, como decíamos, empieza una nueva
fase de evolución en la Tierra: Se van estructurando los
mecanismos vitales necesarios para poner en marcha una nueva
forma de aprovechar los recursos energéticos disponibles. Las
especies vegetales van a ser la clave de aquellas nuevas formas de
vida que emplean otros mecanismos para acceder a la energía
solar, nueva fuente de energía de creciente importancia. Y
además, paralelo a la aparición de una atmósfera con abundancia
de oxígeno, se da el metabolismo animal que demanda oxígeno
(O2). Este, no sólo permite la respiración de las especies animales
y del Hombre, sino que mediante el consumo de los rayos
ultravioleta solares se transforma en ozono (O3) absorbiendo su
energía y protegiendo a los seres vivos terrestres de su efecto
letal, mediante una capa de ozono que se va depositando en la alta
atmósfera. Se abre entonces la opción de las diferentes especies
de organismos superiores o multicelulares, particularmente
aquellos que pueblan los continentes y que viven, durante el día,
casi directamente bajo los rayos solares.
Asociados los seres vivos en cadenas alimenticias, dan origen a
una forma de interacción interespecífica que permitirá el acceso
110
directo (en las plantas) y el acceso indirecto (en los animales) a
las fuentes de energía necesaria para su sostenimiento y
reproducción de la Vida. Las plantas sirven de alimento a los
animales, éstos sirven de alimento a otros animales y sus
despojos, cuando mueren son consumidos por carroñeros,
gusanos, bacterias y hongos. Aunque el potencial de crecimiento
de cada especie aislada posee internamente un inmenso poderío
de crecimiento, y de hecho, este se manifiesta, en ciertos casos,
cuando aparecen las “plagas” por ejemplo de langosta u otras, en
los diferentes hábitats se da una estabilidad de la “presión” entre
las diferentes especies, que termina siendo el mecanismo de
control de las diferentes poblaciones, las cuales se sitúan en cada
medio ecológico, en <<un estado de equilibrio real>>, de balance
dinámico, -no absolutamente inmóvil-, y la energía va fluyendo
ordenada y constantemente a través de las diferentes cadenas
alimenticias existentes. Así funciona el Ciclo del Carbón, “canal”,
por medio del cual se abastecen todas las especies vivas del
Planeta de energía y nutrientes.
17.2.0 EL CICLO DEL CARBÓN:
EL SISTEMA FUNDAMENTAL DE LA ECONOMÍA DE
LA VIDA.
Está en capacidad de determinar las formas de
asociación de las especies vivas.
Es el más formidable dispositivo termodinámico que podamos
siquiera imaginar, de cuya acción se valen las especies vivas de
nuestro planeta para efectuar el intercambio de energía necesario
para su vida, es el origen, es el “motor”, es la fuente de energía,
prácticamente, de casi toda actividad vital que conocemos en la
Tierra.
Vamos a enfocarnos, más adelante, en el maravilloso proceso
energético que se lleva a cabo en nuestro universo cercano, un
proceso que se desarrolla a nuestro rededor, que nos compromete
íntegramente, y que desconocen sectores muy importantes de la
111
humanidad, particularmente quienes tienen poco contacto con el
Campo a lo largo y ancho del Planeta: Ese proceso se apoya en
una fuente casi inagotable de energía, la energía del Sol, cuya
lumbre puede nutrirnos, al menos, en la medida en que las cosas
se conocen hoy, unos 6.000 millones de años más. Ese proceso
funciona a través de un mecanismo natural de importancia capital
para la vida de nuestro Planeta: Se llama el “Ciclo del Carbono”
El desarrollo y óptimo aprovechamiento de ese mecanismo
natural representa un reto de ingeniería máximo para la Especie
Humana. Y el abordaje de su estudio y aplicación se
complementan, definitivamente, con el estudio que adelantan los
astrofísicos de nuestro universo, cercano y remoto.
Teniendo en cuenta que la Tierra gira alrededor del Sol en una
órbita elíptica, por lo cual, durante los diferentes días del año su
distancia al Sol varía y recibe una irradiación diferente, y teniendo
en cuenta que la superficie terrestre es esférica y no se recibe la
mima energía solar en todas las latitudes, además, que hay día y
noche, ya que la tierra gira también alrededor de su eje, se ha
calculado que, en promedio cada cm2
de su superficie recibe, en
promedio 1,94 kilocalorías de radiación por minuto. Este valor se
llama la <<constante solar>>. “Si considerásemos la energía solar
recibida por toda la Tierra (que tiene una superficie de
509.950.000 km2), la energía solare sería suficiente para producir
215.000.000.000 de toneladas de glucosa en diez horas, Lo cual
es mucho más, en términos de energía, de lo que toda la vida
animal del mundo necesita en un año” (Isaac Asimov.
Fotosíntesis. Editores Plaza y Janes Barcelona 1980. P. 150).
El Sol, pues, es el motor central del gigantesco dispositivo
termodinámico que denominamos “Sistema Solar”.
Fundamentalmente, con la “pequeña” fracción de radiación
interferida por nuestro planeta, nutre la vida en la Tierra e impulsa
el proceso de la Evolución. La Tierra, dada su distancia al Sol, de
149.7 millones de kilómetros y su diámetro de 12.700 kilómetros,
logra interceptar solamente la mitad de una milmillonésima parte
del total de energía irradiada por él. Muy pocas colonias vivas se
sustentan ya hoy de otras fuentes de energía. Sabemos de algunas
112
colonias de los fondos abisales que se desarrollan alrededor de las
“fumarolas” de los volcanes submarinos, en aguas de 180 grados
centígrados de temperatura. De hecho, la vida nació y evolucionó
así, sin aire. Parcialmente, la especie humana podría ser otro
ejemplo, ya que usa, además, otras fuentes terrestres de energía
como el carbón y el petróleo (Idem. P. 150).
Los estudiosos del medio natural y sus relaciones con la Vida, han
hallado este sistema global de relaciones simbióticas, de
intercambio de energía, entre las especies del Reino Vegetal y las
especies del Reino Animal (al cual, respecto de sus dimensiones
físicas, se asimila la especie humana), que les ha permitido
entender la existencia de una dependencia real de la Vida, en su
conjunto, de las fuentes de energía solar. Ese sistema global se
encarga, espontáneamente, de transformar y de transferir la
energía solar a especies o formas utilizables por los seres vivos.
Se llama, como veíamos arriba, el Ciclo del Carbón. Es éste una
formidable cadena de la Vida, o “red vital”, en donde se señala al
Reino Vegetal, con su habilidad de convertir la energía solar
directamente en compuestos orgánicos nutritivos que benefician a
las diferentes especies del Reino Animal, como <<intermediario
obligado>> de la “materia prima de la vida”, sin la cual nada
puede moverse en el Universo ni cambiar de forma: La Energía.
Esa habilidad reside en un “milagroso” componente del tejido
vegetal, que se encarga del proceso de <<catalización>> de la
reacción química, que descompone la molécula de agua, a la
temperatura ambiente, en hidrógeno y oxígeno, en presencia de
los gases típicos de nuestra atmósfera, como el oxígeno (O), el
anhídrido carbónico (CO2) y el Nitrógeno (N), liberando oxigeno
y fijando el anhídrido carbónico (CO2) en las moléculas de
protocarbohidratos, protoproteínas y otros compuestos orgánicos
necesarios para la vida animal. Esa síntesis se realiza en las hojas
verdes de las plantas donde abunda la clorofila, en el caso de los
hidratos de carbono, una de las formas más conocida de
“condensación” de la energía, así:
La fotosíntesis vegetal obra de la siguiente manera:
113
H2O + CO2 + Energía (catalizada por la clorofila) = HCOH + O2
El HCOH es un compuesto, que puede expresarse en otra forma:
CH2O, del que, por polimerización se llega, por ejemplo, a la
glucosa (C6H12O6) y a la sacarosa o azúcar común (C12H24O12).
El metabolismo animal le permite a éste extraer de la biomasa
verde que consume la energía que necesita para vivir, así:
C12H24O12 + 12O2 = 12CO2 +12H2O + Energía
Las cadenas alimenticias que se desarrollan entre animales
devoradores de vegetales y animales carnívoros en los distintos
hábitats, se encargan de realizar la transferencia de energía a
todos los miembros de las diferentes cadenas alimenticias.
Ello nos permite apreciar, cómo la vitalidad del ser humano
mismo, su sociedad y demás instituciones, en términos de sus
dimensiones espaciotemporales, depende básicamente de aquel
formidable dispositivo de transformación y transferencia de
energía de la Naturaleza, cómo somos parte de ella, cómo estamos
sometidos inexorablemente a sus presupuestos y cómo, en
nosotros mismos, somos su producto. Es la Naturaleza la que le
aporta, a la Economía Humana, a través de ese dispositivo, lo que
es su real riqueza, y es nuestra consciencia, como humanos
capaces de reflexionar que se supone que somos, la que nos puede
decir cuáles son nuestros verdaderos “tesoros”, y cuán valiosos
pueden ser éstos para nosotros. Ni siquiera desde tiempos de la
Revolución Industrial hacia acá, en que se han incrementado los
consumos de energía “fósil”, y la dependencia humana de estos
combustibles, puede presumir el Hombre que tenga o pueda tener,
tal como se le ha ocurrido, con suma arrogancia, con demasiada
miope visión en el contexto de su autosuficiente sociedad
occidental, que puede soñar siquiera con <<una economía
independiente de la Naturaleza>>.
114
Esas dos ecuaciones nos permiten entender el beneficio que
obtuvieron nuestros primitivos antepasados con la producción de
cosechas como la del trigo, el maíz, el arroz, la yuca, el plátano, la
caña de azúcar, entre muchos otros productos, igual que con el
pastoreo de animales herbívoros, de donde obtuvo la carne, la
leche y sus derivados, la sangre, y su capacidad de mover grandes
pesos a grandes distancias, como son la oveja, la cabra, la llama y
la alpaca, el ganado vacuno, el ganado caballar, los camellos y los
dromedarios, entre muchos otros.
La evolución del Universo asume aquí una forma, una dirección y
un ritmo peculiares. La evidencia de eso no nos sorprende porque
la vivimos a diario en la vida cotidiana. Estamos acostumbrados a
la brisa tibia de un día soleado, al viento huracanado que pule la
superficie de las rocas, que cambia la configuración de las dunas
en los desiertos del Planeta, al agua que cae del cielo para correr
luego por ríos y quebradas, a la niebla mañanera que se levanta
del suelo húmedo cuando el Sol empieza a calentar el día, a la
semilla que brota en el surco anunciando su cosecha en unos
cuantos meses, al bebé que llorando por el alimento materno se
abre a todo un mundo de oportunidades, al cansancio, al hambre y
la sed que nos agobian luego de una dura jornada laboral. Pero
nada de eso sucede sin que implique, para nosotros, un cierto
significado, un cierto sentido del transcurrir del tiempo, de
evolucionar el contexto de nuestra vida y de mismos. Todo ello
está relacionado con la naturaleza de los elementos que convergen
cada día en nuestro espacio para interrelacionarse entre sí e
interactuar con nosotros, determinando el marco ambiental en que
cada uno de nosotros se mueve.
Es tan diferente nuestro mundo de todo lo observado, hasta ahora,
por fuera, mediante nuestros telescopios, que, no dudo, sería
capaz de mover a la curiosidad de cualquier inteligencia
extraterrestre, donde quiera que se halle, al contemplar un
fenómeno tan insólito, tan extraño, tan enriquecedor como el que
se da en este planeta. Al decir de Carsten Bresch, “en nuestro
mundo, el tiempo ha reducido a la Realidad, el imposible
estadístico, que en nuestra insignificante percepción, hemos
115
llamado el reino de lo improbable” (Mario Saldarriaga. “Presagio
de Cambios sustanciales en la Cultura Humana”. Revista Dina.
Revista de la Facultad de Minas. Universidad Nacional de
Colombia. Sede Medellín. Edición especial No. 140, año 70.
Noviembre del 2003. P. 100).
A medida que la consciencia de la realidad avanza, aquellas
interacciones que, nos parece, se daban de manera “fortuita”,
digamos, aleatoria, al azar, empiezan a obedecer a una voluntad
humana cada vez más influyente, cada vez más consciente de su
papel directivo. El trabajo humano se entiende entonces ahora, en
cuanto empieza a tener la consciencia de que le sirve para hacer
posible, la realización física de sus proyectos de vida, de sus
propios sueños.
Desde varios miles de millones de años atrás, y todo el tiempo
que lleva la Tierra evolucionando, las “fuerzas naturales”, (para
darle gusto a quienes creen que la vida ha florecido
espontáneamente sobre la Tierra) se “confabularon” para hacer
que en las circunstancias particulares suyas, se conjugaran todos
los factores necesarios y capaces de desencadenar el proceso de la
vida que nos ha anticipado, entre ellos el desarrollo de la
consciencia reflexiva.
Al hombre le corresponde entonces descubrir el camino que pisa,
encontrarse a sí mismo y explicarse conscientemente; vislumbrar
su razón de ser y su misión en todo este juego que apenas
empieza a comprender. Entonces, el trabajo humano puede
entenderse también, ahora, desde ese punto de vista, en cuanto le
sirve parea transformar y transferir los recursos naturales que le
ha dispensado su hábitat planetario, justamente hacia donde son
necesarios para nutrir su vida.
De igual manera, se entiende así su industria. Es precisamente, el
motivo por el cual hemos enfocado la visión antropológica que
hemos presentado en capítulos anteriores, de nuestra historia
pasada, de los pueblos antiguos, de sus historias, alrededor de lo
que era su industria, porque es ella la que le ha permitido al
116
Hombre sobrevivir y desarrollarse, a pesar de todos los errores de
perspectiva y de interpretación que ha cometido. Mediante sus
posibilidades creativas, mediante el uso del recurso de su genio, el
ser humano ha emprendido los caminos que hoy describimos
como sus culturas, ha creado civilizaciones, inclusive como la
actual, la moderna, ha establecido sociedades complejas que se
justifican en las industrias complejas que ha llegado a desarrollar,
ha generado un mundo que en algunos casos y de alguna forma le
facilitan la vida o se la entorpecen, ha encontrado visiones que
intentan explicar, en sus términos, su destino, su papel en el
Universo; ha descubierto sus lógicas, sus filosofías, sus
religiones. Y en nombre de sus proyectos ha arremetido contra
pueblos extraños, ha cometido pillaje contra ellos, los ha
esclavizado y explotado, se ha empeñando en desplegar en sus
acciones todo su poder, incluso su poderío irracional. Ha
continuado la Guerra con todas sus crueldades y con toda su
destrucción como extensión de su lucha primitiva por los medios
primarios de supervivencia, hasta llegar a un umbral sin regreso
marcado por las posibilidades de su propia extinción, de hacer
invivible, inhospitalario por completo, su propio hogar.
Pero ha llegado también, hoy, sobre esa base, al convencimiento,
de que la Sociedad Humana tiene un valor práctico irrebatible
como <<puente>> para ligar a todos los seres humanos que
habitan, viven, y trabajan en los más diversos hábitats del planeta,
para disponer de la mayor variedad de formas, en el disfrute de
los halagos de la vida de lo que nunca alcanzó a soñar en los
tiempos pasados. Ha aprendido a conformar redes de intercambio
que le dan valor inmenso a los productos del Trabajo en todas las
latitudes de la Tierra. La concepción de una infraestructura de la
Economía Humana de fines prácticos en pro de su bienestar, así
fundada, puede ser reconvertida en un mecanismo social,
mediante el cual el ser humano puede “condensar” energía,
transfiriéndola, transformándola e intercambiándola en diferentes
especies de productos y servicios útiles, justamente, en la medida
y el lugar en donde se necesitan.
117
17.2.1 LA DIVERSIFICACIÓN DE LAS ESPECIES. EL
“ÁRBOL” DE LA VIDA
Y LAS INTERACCIONES DE SUS “RAMAS” EN CADA
HÁBITAT.
LA ECOLOGÍA NATURAL.
MANTENIMIENTO Y REGENERACIÓN DEL MEDIO
AMBIENTE.
SIMBIOSIS CON LA ESPECIE HUMANA.
RELACIONES CON SU “LIDERAZGO”
INTERESPECÍFICO
Nunca, como hoy, podemos describir nuestro planeta como el
gran “regalo” que nos ha servido de cuna y hogar. Hagamos, por
lo tanto una sucinta descripción de cómo se regenera nuestra
atmósfera, de cómo se dan los procesos que hemos explicado muy
sintéticamente en las dos reacciones, la de la fotosíntesis vegetal y
la del metabolismo animal que vimos atrás, de cómo puede ser
entendido un sano liderazgo de la especie humana en el proceso
de la evolución de nuestro mundo local.
No es preciso detallar demasiado nociones tan “trilladas”, acerca
del medio ambiente, que se han transformado en “puntos
comunes” de referencia popular. Sin embargo hay aspectos de
importancia capital, con relación al mismo, de los cuales es
preciso que nos volvamos muy conscientes para poder
entenderlos y manejarlos. Nuestro planeta no es un medio
ambiente homogéneo, en cuanto el desarrollo de la Vida.
Nosotros hablamos cotidianamente de un concepto que resume
muchas de las variables ambientales que parece haber
determinado y parece indicarnos, cuáles formas de vida son
adaptables a cada localidad, en cada hábitat. Realmente, la
observación directa nos muestra que no todas logran competir con
éxito, con iguales opciones de sobrevivir en todos los ambientes.
De manera muy simplificada podemos hablar de conceptos que se
conjugan y determinan el reto ambiental para todas las especies
que en cada ambiente habitan: Uno de esos conceptos es el Clima.
Sin embargo, el problema va mucho más allá y es muy complejo.
118
El llamado Tiempo Geológico es una larga historia de eventos
únicos y sorprendentes. La aparición de los rastros que llamamos
fósiles y que nos sirven hoy como referencias para tener una idea
de la historia de la Vida fueron atribuidos, por mucho tiempo, a
meros caprichos de la naturaleza. La palabra fósil viene del latín
fossus que significa “desenterrar”. Este concepto incluía todo lo
que se extraía del terreno. Otras consideraciones se relacionan con
mucha información procedente de los textos sagrados, en cuyos
relatos se pretende encontrar la ubicación, en el tiempo, de
aquellos fenómenos extraños.
El chino Shen Kou, varios miles de años antes de Cristo da los
primeros pasos que terminarán abriéndole los horizontes a una
disciplina que nos auxiliará, más tarde, en la reconstrucción de la
historia de la Vida. El se inquieta, se preocupa y opina que esas
formas caprichosas presentes en ciertas rocas se originan en
cambios en el nivel de los mares. ¿Inundaciones? ¿Múltiples
diluvios? En el siglo XV Leonardo Da Vinci considera que el mar
estuvo en las cordilleras que los tienen, porque esos terrenos
estuvieron una vez bajo el nivel del mar. El danés Nicolás Steno
en el siglo XVII empezó a ver una especial relación entre los
fósiles y las rocas que los contenían; por primera vez reconoció
plenamente la verdadera naturaleza de los fósiles y planteó la idea
de que éstos no son simples caprichos de la Naturaleza, que eran
restos de seres vivientes que quedaron aprisionados en el proceso
geológico de acumulación de capas de suelo, unas sobre otras, en
el correr de los procesos geológicos. El entendió, por primera vez,
el “lenguaje de las rocas”. El agrimensor inglés, William Smith
(siglos XVIII y XIX), elaboró el primer mapa geológico de
Inglaterra usando fósiles ya clasificados para determinar la
historia de las diferentes capas geológicas halladas en su país. Por
referencia de éstas, se han clasificado las demás capas geológicas
del resto del planeta, usando los nombres que Smith les dio para
diferenciarlas, para lo que usó los nombres de las localidades
inglesas que las caracterizaron originalmente. Así, el tiempo de
los depósitos de roca que halló en Devon, lo, denominó
Devónico.
119
James Hutton (escocés, siglo XVII) observó que las
transformaciones de las rocas son muy lentos, haciendo notar que
los cambios son relativamente uniformes. En cambio George
Cuvier (francés, siglo XVIII) adopta una posición diferente:
Opina que la Tierra ha pasado por una serie de eventos que han
transformado su cara, de manera catastrófica. Charles Lyle
(inglés, siglo XIX) dice que lo que ha ocurrido en el pasado es
responsable de lo que ocurre ahora. De esa forma se ha perfilado,
poco a poco el conocimiento que hoy poseemos acerca de la
Tierra y la Vida.
La determinación de la edad de la Tierra siguió un camino
parecido de aproximación:
El arzobispo de Usher, calcula la edad de la Tierra en 6.000 años,
con base en los datos de la Biblia. Más exactamente fue creada el
26 de octubre a las 6 a.m. del año 4004 antes de Cristo. Lord
Kelvin, pensaba que tenía 75.000 años con base en la historia del
enfriamiento de la Tierra. John Joly pensaba que tenía 1.000.000
de años con base en la estimación del aumento de la salinidad de
los mares. Smith, Cuvier y Darwin, pensaban en el tiempo de los
sucesos terrestres y su evolución. Ya sabemos hoy de los medios
por los que hemos llegado a visualizar el tiempo de existencia de
nuestro planeta, pero una opinión práctica, por su utilidad en
muchas aplicaciones científicas, se deriva de la desintegración de
ciertos elementos radiactivos que se da a una velocidad conocida.
Uno de ellos es, el carbono catorce (C14), isótopo del carbono
doce (C12), que es el carbono ordinario.
Los elementos radiactivos dejan huellas en los cristales de las
rocas. Entre más antiguo sea el cristal más cicatrices debe
mostrar. Contando las cicatrices se puede determinar la edad de
las rocas, con base en referencias de rocas clasificadas ya. El
carbono catorce se forma en la alta atmósfera por acción de los
rayo ultravioleta del Sol sobre los átomos de carbón presentes en
el CO2, o anhídrido carbónico. Luego es respirado por todos los
seres vivos y se va acumulando durante toda la vida (a una tasa
120
determinada, hasta llegar a un límite dado, según su expectativa
de vida). Una vez muertos, el carbono catorce se va desintegrando
lentamente sin ser repuesto en sus tejidos, y ello puede
determinar, muy aproximadamente la edad de sus restos. Así se
han establecido la tabla de los tiempos geológicos, que a grandes
rasgos es:
De 500.000 años hasta principios del cuaternario CENOZOICO.
De 320 millones de años a 500.000 años MESOZOICO.
De 550 millones de años a 320 millones de años PALEOZOICO.
DE 4.600 millones de años a 550 millones de años
PRECAMBRICO. Los depósitos de roca formados en cada una de
esas épocas tienen caracteres definidos y su fauna y flora son
también característicos. La historia de la Tierra y de la Vida así
contadas, tiene muchas “lagunas” y discontinuidades.
Dentro de las características más relevantes de la corteza terrestre,
es la derivación de los continentes, cuya posición ha variado
constantemente los últimos 500.000 años:
La Tierra del Paleozoico era completamente diferente: Solamente
había un gran continente que incorporaba los territorios de los
actuales continentes. Hoy se le da el nombre de Pangea; y un gran
océano que se denomina hoy como Océano Panthalasa. La
ubicación de este gran continente era a ambos lados del Ecuador
terrestre, cuya línea pasaba por el centro. La Tierra del Mesozoico
ya muestra este gran continente dividido en dos por la línea del
Ecuador. Al norte, se sitúan ya el continente norteamericano y
Asia; al sur, se sitúan América del Sur, África, el subcontinente
indio y Australia. Y la Tierra del Cenozoico muestra a los
continentes de hoy separados, en proceso de llegar a las
posiciones que conocemos.
La información existente parece confirmar la ocurrencia de
ciertos eventos que generaron, en diversas épocas, exticiones
masivas de vida. Hay evidencias de la ocurrencias de impactos
meteóricos de grandes consecuencias. Walter Álvarez, científico
americano ha hallado anómalas concentraciones del elemento
121
iridio, justo allí donde hay indicios de impactos meteóricos en el
pasado. El iridio no es común en la Tierra, pero abunda en los
meteoritos que han caído. Incluso, se han hecho esfuerzos serios
para determinar, en términos de probabilidades, los posibles
períodos de ocurrencia de impactos con meteoritos de diversas
dimensiones, y se han encontrado datos con bastante consistencia.
Por ejemplo, se ha partido de las magnitudes de pequeños
meteoritos de varios kilos que se desintegran en la atmósfera, de
los cuales caen varios por día, hasta los que tienen magnitudes
mayores, como el que se cree, cayó en Yucatán y acabó con la
vida de los dinosaurios, de los cuales parecen ocurrir impactos, al
menos, cada 100 millones de años. Este meteorito, que se calcula
en 10 kilómetros de diámetro, abrió un cráter de
aproximadamente 100 kilómetros de diámetro, y afectó, parece, la
cadena alimenticia de aquellos animales, deterioró
sustancialmente la vida marina, generó lluvias ácidas y sus
cenizas cubrieron la luz del Sol por varios años.
A pesar de todo, durante miles de millones de años, desde sus
comienzos, la Vida ha ido colonizando todos los medios
geográficos del planeta. Lo ha hecho por varias oleadas desde
edades muy antiguas desde sus diferentes centros de dispersión,
para hacerse a su propio espacio, cuyas fronteras están señaladas,
no solo por motivos geográficos, como la longitud, la latitud, la
altura sobre el nivel del mar, la profundidad marina, las barreras
existentes de la radiación solar, entre otros, sino por la presencia
de otros seres vivos.
Cuando hablamos del árbol de la vida estamos hablando de algo
muy diferente a las cadenas alimenticias. El árbol de la vida se
refiere a la línea de parentesco de las especies, a los productos de
la herencia; La cadena alimenticia se refiere a las <<redes de
transferencia de energía>> que se establecen en cada hábitat entre
las diferentes especies que lo comparten, que se mantienen dentro
de cierto equilibrio, y cuyas rutinas se van modificando con el
tiempo, lentamente o bruscamente, por los cambios que sufre el
planeta a través de las edades, o con eventos tan poderosos como
la caída de un gran meteoro, como el que parece haber caído
122
donde hoy se ubica la península de Yucatán, que, se dice, fue la
causa de extinción de los grandes reptiles de la faz de la Tierra.
Los primeros trabajos en la clasificación de las especies vivas
fueron bastante difíciles. Si hablamos del reino animal, las formas
exteriores, la existencia de órganos con función evidente no son
necesariamente argumentos sólidos para alegar afinidades. Los
delfines tienen forma y aletas para nadar. El tiburón igual. Sin
embargo, el tiburón es un auténtico pez, el delfín no. El delfín es
un mamífero de origen terrestre, adaptado a la vida en el mar y
sus miembros han evolucionado hasta transformarse en aletas.
Pero he ahí el problema: ¿Cómo funciona el mecanismo de la
evolución dentro del conjunto de las especies vivas?
La comprensión de ese mecanismo implica la consideración de las
discusiones que se dieron durante los siglos XVIII y XIX, acerca
de la postura histórica de los científicos que realizaron diversas
observaciones iniciales e interpretaron lo que debía ser el
fenómeno de la Vida. Aunque ya hemos hablado sobre algunos
trabajos de clasificación de las especies vivas, miremos un poco
más a algunos autores cuyos trabajos han sido más difundidos:
El más conocido hoy es el trabajo de Carlos Darwin publicado en
la segunda mitad del siglo XIX con el nombre de “Origen de las
Especies” (1859). En su trabajo, el autor formula la teoría de la
evolución, la cual fue adoptada por los naturalistas como la más
adecuada para explicar el comportamiento de los seres vivos, en
su conjunto, después de conocer los testimonios paleontológicos y
la clasificación existente de las diferentes especies vivas. Esta
misma concepción había sido sostenida por el gran biólogo
francés Lamark, y la expuso en su Discurso de apertura de las
lecciones que daba en el Museo de Historia Natural sobre los
animales sin vértebras el 11 de mayo de 1800. Esa postura
divergía tanto de quienes creían que las especies habían sido
creadas tales como las conocemos, y contra la idea de que éstas
eran fijas, que no cambiaban por efectos del Medio en que vivían.
123
Una de las más reconocidas clasificaciones de las especies
vegetales y animales fue elaborada por Linneo (1707 – 1778),
quien afirmaba: Hay “tantas especies como el Ser Supremo ha
producido, desde el origen, de formas diferentes”. Esas especies,
se han multiplicado “produciendo, por generación, formas
siempre semejantes a ellas”. El mayor defensor de esa postura fue
Couvier y hasta 1861 Flourens sostenía que “la fijeza de las
especies, es, de toda la historia natural, el hecho más importante y
el más completamente demostrado” (Émile Guyénot “El Origen
de las Especies”. Editorial Diana. Impreso en México Febrero de
1967. P 13 a 16). Esa postura era aceptada entonces, en el medio
científico y ante ella el planteamiento formulado por Lamark fue
tomado con bastante escepticismo. Por eso su obra no tuvo la
significación de la de Darwin.
La clasificación de Linneo, ante la visión que ha arrojado la
investigación moderna, aunque él mismo no aceptaba la
evolución, se transformó en un verdadero árbol genealógico de las
especies. Este árbol genealógico se ha querido completar, tanto
como ha sido posible, contando con la antigüedad de los estratos
terrestres que arrojan alguna información acerca de las formas de
vida más primitivas. Los trabajos de Darwin a finales del siglo
XIX hacen aportes muy positivos a la conformación de un árbol
de la Vida dinámico, igual que los trabajos realizados en nuestro
tiempo por Doolittle en 1999. Según el aporte científico actual
podemos hacer una aproximación resumida acerca del
conocimiento actual del proceso de la Vida:
En el Precámbrico, que va desde unos 4.600 millones de años y
los 550 millones de años, entre el Agnostozioco y el Proterozoico
se supone que surgieron las bacterias sintetizadoras de clorofila y
la diferenciación entre los reinos vegetal y animal. En el
Paleozoico, primer período del Terciario hay una “explosión de
vida”. Surgen los bracópodos, o gusanos, los craptolites cuyos
rastros fósiles parecen ser “dibujos en roca”. Surgen también los
Tunicados que poseen un sistema nervioso muy primitivo.
124
La Paleontología es, pues, un auxiliar irreemplazable para
entender la evolución de las diferentes formas de vida. El
esquema igual que la terminología que se usa en la clasificación,
tanto de plantas como de animales, están fundamentalmente
orientados a describir la herencia de la vida, el encadenamiento de
las especies de hoy con las formas de vida del pasado y la relación
de “parentesco” entre las diversas especies actuales.
Evidentemente es difícil establecer con certeza esas relaciones.
Todo es una cadena de hipótesis que difícilmente pueden ser
aclaradas y resueltas definitivamente. Pero tenemos lo mejor que
podemos tener, según los medios de que disponemos para
concretar ese conocimiento. En el Cámbrico, con una antigüedad
cercana a los 550 millones de años, algo muy dilatado en el
Tiempo, nos muestra una vida ya muy diferenciada. Los depósitos
de fósiles de Bohemia que representan esta época, muestran ya la
existencia en ésta época, de protozoarios, (foraminíferos),
espongiarios (hexactinélidos), celenterios pelágicos (graptolitos),
equinodermos (cistóideos, crinóideos), moluscos
(lamelibranquios, gasterópodos, cefalópodos), braquiópodos y
crustáceos (Idem. P. 27). De aquella época data el Anomalocaris,
el depredador más terrible de los mares del Cámbrico La vida
presentó todas las formas posibles de seres y medios de vida:
aletas, boca con dientes, ojos compuestos, etc. En aquella época
surgieron del mar las algas que dieron origen a las primeras
plantas terrestres, como eran las coníferas y los helechos. A ellas
les siguieron los peces y los vertebrados (Tetrápodos), aunque,
obviamente no todas las especies fueron exitosas.
El trabajo de los paleontólogos se conjuga hoy con el trabajo de
los botánicos y taxonomistas para ofrecer, a pesar de todas las
dificultades, un panorama impresionante de la vida. No solamente
es posible tener una idea de los “nombres y apellidos” de plantas
y animales, sino que hemos logrado construir el parentesco
detallado de muchas especies, incluyendo sus “philum” hasta
avanzar mucho en el pasado. Solo en animales hemos llegado más
allá del millón de especies clasificadas y siguen apareciendo
constantemente otras nuevas que es preciso clasificar, en todos los
125
ambientes ecológicos del planeta, incluso, en las profundidades
marinas (Félix Rodríguez de la Fuente. Enciclopedia Salvat de la
Fauna. Tomo 1/ Africa [Región etiópica]. Salvat s. a. de
ediciones/Pamplona 1970. P. 2). Para ilustración, miremos las
categorías de la clasificación de nuestra especie humana, según el
sistema de clasificación de las especies en la actualidad:
La terminología es comprensible en todos los idiomas, y se ha
adoptado el latín como base. Para ilustración, miremos las
categorías de la clasificación de nuestra especie humana, según el
sistema de clasificación de las especies en la actualidad:
Reino: Animalia (Todos los animales)
Tronco (o phylum) Chordata, cordados (animales con un
esqueleto interno basado en una varilla cartilaginosa, la
notocorda, que puede quedar en esta forma o desarrollarse hasta
dar una columna vertebral).
Clase: Mammalia, mamíferos (cordados con sangre caliente, con
el cuerpo cubierto de pelo y que amamantan a sus crías).
Orden: Primates (incluyendo lemúridos, monos y hombres).
Familia: Hominidae, homínidos (incluye a los hombres actuales y
a los hombres fósiles).
Género: Homo (comprende todas las razas representadas en la
humanidad actual y una serie de razas ya extinguidas).
Especie: Sapiens (todas las razas vivientes) (Maurice Burton. El
mundo de los Animales. Editorial Labor S. A.Barcelona. 1955. P
20).
El zoólogo español Félix Rodríguez de la Fuente, con su
enciclopedia Fauna, editada en Ediciones Salvat, en Pamplona,
nos da un vistazo bastante denso acerca de las interacciones de
diversas especies animales en el Medio Natural de los cinco
continentes. Éste es el aspecto que se refiere, no a la “historia”
ancestral de las especies, sino a su interacción, tal como tienen
qué vivirla en su hábitat. Es precisamente éste el aspecto que tiene
que ver con la dinámica del Ciclo del Carbón, tema del que nos
estamos ocupando, y que se refiere al intercambio energético
126
entre las diversas especies vivas de un hábitat que se mantiene
activo.
Por mucho tiempo se pensó que el “nicho” que ocupa cada
especie vegetal y cada especie animal estaban en perfecto
equilibrio y que éste era inalterable; que la respuesta de los
vegetales a los cambios del clima, como las pasturas que
consumen los animales herbívoros, cumplían ciclos también fijos,
y la conducta animal, como en el caso de los depredadores, se
mantenía constante en cada especie. Sin embargo las
observaciones, particularmente pacientes, del mundo africano nos
muestran una realidad dinámica, que varía lentamente, pero varía.
Un giro fortuito e inesperado de una gacela que no había sido
practicado nunca y que la libra del ataque de un felino, puede
volverse parte de la técnica de un escape más seguro, y esta
opción puede representar para el felino un cambio de técnica
correspondiente, que, si aumenta su eficacia en el ataque, puede
ser adoptado como parte de su técnica de persecución. Todo ello,
va definiendo cierta dinámica del equilibrio biológico de las
interrelaciones entre los seres vivos de cada hábitat. Todo ello es
el tema de la Ecología. Pero cuando ese equilibrio se rompe,
ocurre una catástrofe cuyos efectos se van transmitiendo a través
de la cadena de intercambio energético. Eso ocurre por ejemplo
cuando aparecen las plagas de langosta en los desiertos
norteafricanos devastando la vida vegetal, o cuando proliferan las
liebres en las praderas europeas por falta de depredadores
suficientes. Algo así ocurre con la intervención humana
indiscriminada inconsciente, que no se preocupa tampoco por los
efectos que le perjudican a él.
Las especies sobrevivientes dentro de un cierto hábitat, ofrecen,
por sí mismas, el testimonio de su propio éxito. Su capacidad de
competencia proviene del aporte de su parte genética, que ofrece
su propia fórmula de opciones, que entran a jugar dentro del
contexto ecológico con las fórmulas que le oponen las demás
especies competidoras. El equilibrio ecológico es, pues, el
resultado de una puja complejísima de seres vivos, y el Medio
sirve como depurador de caracteres no deseables, llevando a los
127
“philum” a desarrollar nuevas habilidades, incluso, especies más
aptas para responder el desafío, o simplemente desaparecer de la
escena.
Aquella lucha por la existencia, aquella puja no significan
solamente competir. Diferentes formas de asociación logran
trabajos de conjunto que parecerían respuestas increíbles. Pero la
Naturaleza da razón de una “inteligencia” superior a cualquier
cálculo humano que pueda ser hecho al respecto y demuestra un
tino en sus elecciones que supera por mucho la torpeza de las
respuestas que ha logrado dar el Hombre, aún hoy, a sus retos de
supervivencia. Para tener una idea de cómo se lleva a cabo esta
puja, vayamos al África Oriental, al mundialmente conocido
cráter del Ngorongoro y a las llanuras del Serengeti, en Tanzania,
región con la cual pocas regiones del mundo pueden competir en
belleza y riqueza faunística. Hagámoslo a través de las palabras
de Félix Rodríguez de la Fuente, quien magistralmente se refiere
al tema. Es importante entender, que las leyendas de nuestra
mitología y la información a que tenemos a través de los medios
de información conduce, a menudo, a alteraciones en materia
grave, a opiniones fantásticas, acerca de las maravillas de esta
Realidad :
“En las abiertas praderas, un mastozoólogo hallaría un verdadero
paraíso, con sus grandes ungulados, sus gacelas, sus leones y
guepardos. Pero un ornitólogo descubriría también un mundo
apasionante, estudiando las avutardas, las pintadas, los
francolines, las gangas y las veloces rapaces. No digamos cuál
sería la delicia del hepetólogo en un mundo de preciosos lagartos
agamas, tortugas, serpientes, víboras, varanos, y camaleones.
Incluso un estudioso de los anfibios encontraría mucho trabajo a
la orilla de los lagos y riachuelos de la pradera, en los que nadan
curiosísimos peces, como los pulmonados dipnoos, merecedores
del apasionamiento del más experto ictiólogo. Pero, sin duda,
quien llegaría a catalogar mayor número de especies sería el
entomólogo, rodeado aquí de termes, hormigas guerreras,
escarabajos peloteros, mantis religiosas y todo un ejército de
pequeños y maravillosos seres” (Idem. P. 48).
128
“Indudablemente sería muy difícil estudiar la gran comunidad
zoológica de las sabanas sin dividirla en lo que podríamos llamar
microcomunidades, aunque tal separación resulte muchas veces
artificiosa por estar unos animales íntimamente ligados a otros
por sus afinidades ecológicas. Sin embargo, si echamos un
somero vistazo a la microcomunidad de los mamíferos, por
ejemplo, veremos que en sus mutuas interdependencias
funcionales permanece bastante aislada de las microcomunidades
de las aves, de los reptiles, de los anfibios, de los peces, y de los
insectos, respectivamente. En efecto, las cebras, los ñus, las
gacelas y los antílopes obtienen directamente de la hierba de las
praderas la energía que precisan para vivir. Y sus predadores, los
leones, leopardos, guepardos y licaonos, actúan casi
exclusivamente sobre sus poblaciones, abandonando los restos a
las hienas, pertenecientes todos ellos a la clase de los mamíferos.
Puede construirse, pues, una pirámide de números para los
mamíferos sin entrar en demasiados detalles de interpretación en
los ciclos de la energía” (Idem. P. 48).
“Si analizamos con mucho más detenimiento la microcomunidad
mastozoica, veremos que hay una gran ave con vocación de
ungulado. Nos referimos al avestruz que, perdida la capacidad
para el vuelo, corre sobre las largas patas al ritmo de las manadas
de herbívoros y encuentra también la base de su alimentación en
los vegetales. Ya tenemos, pues, un miembro de la
microcomunidad de las aves vocacionalmente integrado en la de
los mamíferos y bajo la presión de sus depredadores: leones,
leopardos, guepardos y licaones” (Idem. P. 48).
“En el polo opuesto podríamos observar también que un
formidable predador alado, como el águila marcial, encuentra
buena parte de su alimentación entre los recentales de los
antílopes y las gacelas. Otro eslabón, pues, entre la
microcomunidad de las aves y de los mamíferos. Los buitres, que
se nutren fundamentalmente con los cadáveres de los ungulados,
complican todavía más el ciclo” (Idem. P48).
129
“El origteropo es un especializado consumidor de termes. El ratel
devora glotonamente los panales de las abejas silvestres. por
tanto, estos dos mamíferos dependen, en gran parte de la
microcomunidad de los insectos. Del mismo modo que las
mangostas dependen de la de los reptiles y las nutrias de la de los
peces” (Idem. P. 49)
Del mismo modo podríamos seguir descubriendo detalles de la
vida íntima y de las interrelaciones de los animales superiores de
aquel hábitat. Y aún no nos hemos adentrado en la observación en
la variedad de las especies vegetales, intrincadísima, cada una de
ellas capaz de responder al desafío de su medio específico, y
mantenerse en equilibrio ambiental frente a sus contendores de
otras o de su misma especie; y ni qué decir de las poblaciones de
microorganismos, micorrizas, como se les dice ahora, en
incontable variedad y cantidad, que hacen posible la vida de los
vegetales al hacer accesible para ellos las dosis necesarias de
nutrientes, de otra manera inasimilables. Las micorrizas tienen
efectos específicos y se asocian con especies concretas de plantas.
Y no hemos hablado tampoco aquí de las inmensas colonias de
seres microscópicos que se han asociado a las diferentes especies
superiores y pueblan sus sistemas digestivos, como una forma de
dar y recibir energía en un ambiente relativamente seguro.
Pero hay una visión moderna de la vida, que tiene que ver con el
pensamiento científico resultante de las experiencias logradas en
los últimos tiempos. Según el conocimiento actual, nos
enfrentamos a un mundo en el cual son muy importantes los
números; un mundo en el cual un conjunto de número
impresionante de factores naturales a conjugar, de simple
estructura o complejísima, como pueden ser los seres superiores,
con su propio ADN cada uno, con diferentes aptitudes, convergen
se interrelacionan y se asocian para sobrevivir o ser “borrados
definitivamente del mapa”. Ninguno de ellos ha aparecido de la
nada; ninguno de ellos es solamente un caso fortuito. Ninguno de
ellos está en este mundo sin merecerlo. Me estoy refiriendo a la
cantidad de los elementos naturales de todas las índoles existentes
que convergen en un momento dado, que interactúan, y que, o
130
bien se conjugan para generar, como resultado, una respuesta
concreta a la realidad ecológica resultante, o, sencillamente sin
lograrla: Una forma concreta de vida, que si se da, es porque, con
su actividad, encuentra en el medio la energía y los demás
recursos concretos que necesita para subsistir y, a la vez, logra
mantenerse en un perfecto equilibrio con ese medio. ¿A qué
elementos me estoy refiriendo? Me estoy refiriendo a los
materiales de que está formado el terreno en que está situado el
“teatro” de desarrollo de la vida. ¡Recordemos, que es parte de la
“ceniza cósmica” de que estamos hechos! Allí hay rocas en
diferentes estados de descomposición y su producto: tierra, granos
y cristalizados de diferente composición y de diferente tamaño,
donde están presentes los minerales de que se formarán mañana
los tejidos vivos; encontramos también grandes moléculas de
diferente naturaleza, seres unicelulares, plantas y animales de
todo orden con su ADN formado por millones de estructuras y de
genes, que pueden asimilarse a una gigantesca y complejísima
estructura organizada global. No podemos dejar de considerar el
concurso en esa convergencia de otros elementos naturales,
factores como la radiación solar, el encuentro de aquella inmensa
“lluvia” de fotones y partículas cósmicas que pueden alterar la
suerte de aquellas grandes organizaciones ecológicas, el agua de
las lluvias, los vientos, las corrientes marinas, como efectos de los
grandes eventos astronómicos que afectan nuestro planeta, y
causa, a la vez del clima, las estaciones y los accidentes
orográficos con sus diferentes condiciones ecológicas, y por fin,
las plantas y los animales superiores, que interactúan como sendas
estructuras organizadas inmensamente complejas. Y aún los
conjuntos de éstos como bancos, rebaños, manadas, cuya
constitución sirve de apoyo colectivo a la conservación y
procreación de las especies.
Se puede decir que los humanos, hace unos miles de años, cuando
aprendimos a domesticar animales y a cultivar plantas, estamos
interviniendo activa y crecientemente en el proceso de la vida, sin
tener la madurez necesaria para entenderla cabalmente. Todavía
más, sin entender el reto que tenemos frente a nosotros, de tomar
los recursos naturales que requiere nuestra vida sin amenazarnos a
131
nosotros mismos: Se trata de un equilibrio ecológico en un medio
que cambia en algunos casos repetitivamente, con el cambio de
las estaciones, donde cada ser, sea microorganismo, planta o
animal, tienen su respectiva oportunidad de existir, ser
competitivos y combatir por su supervivencia duramente,
perfilando cada vez más claramente sus opciones a partir de sus
fórmulas genéticas, y sometiéndose al grave riesgo de perecer. Ni
más ni menos, así funciona la evolución de las especies y así se
desarrollan los “nuevos retoños” de su árbol genealógico.
“Efectivamente, en una región donde no abunden los grandes
herbívoros, los leones, que son animales pesados y relativamente
torpes para cazar animales pequeños, tendrían que emigrar o
acabarían muriéndose de hambre. Y los mismos grandes
herbívoros, en un paraje aparentemente paradisíaco para ellos,
donde no hubiera ningún león, acabarían haciéndose tan
numerosos que arruinarían totalmente los pastos, condenándose, a
su vez, a una muerte segura. Pronto podría comprobar el
observador de la fauna africana que las grandes fieras, o
predadores, los animales que se alimentan de plantas, o fitófagos,
y el propio mundo vegetal están estrechamente relacionados y
dependen unos de otros. Evidentemente, la naturaleza del suelo
que nutre, y soporta a las plantas, y el clima que contribuye
decisivamente en la distribución y concentración de sus especies
animales y vegetales son como eslabones en una larga cadena
cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos y cuyo fin está
todavía por forjar” (Idem. P. 2).
“La planta mejor adaptada a tan duras condiciones como las
sequías periódicas, la acción del fuego y la constante agresión de
los animales, es precisamente la hierba. Y aquí convendría
recordar que, cuando pisoteamos alegremente el césped de un
parque en la seguridad de que después de un buen riego la hierba
mustia recobrará toda su lozanía, deberíamos agradecérselo a los
millones de herbívoros que pisotearon las praderas del mundo
durante milenios, permitiendo que la hierba se adaptara al paso de
sus manadas. Porque la hierba y los herbívoros han evolucionado
conjuntamente, influyendo de manera mutua en sus más acusadas
132
características” …. No se sabe cuando aparecieron las hierbas
sobre la Tierra, pero el estudio de la dentadura de los primitivos
équidos hace suponer que en el período del Mioceno, hace unos
25.000.000 de años, los caballos primitivos prosperaban ya en
praderas y sabanas, seguramente muy parecidas a las actuales, ya
que las coronas de sus incisivos y molares aparecen perfectamente
talladas para la corta y molturación de la vegetación herbácea.
(Idem. P. 16).
Algo parecido ocurre con la evolución de los cuatro miembros de
los cuadrúpedos, según su función orgánica: Las características
que distinguen el aparato locomotor, que se asemeja en casi todos
los animales fitófagos de gran o mediano tamaño, ha conducido a
los hombres de ciencia a formar con ellos el gran grupo de los
ungulados, cuyo nombre quiere decir que las extremidades de sus
miembros están protegidas por estuches córneos, adecuados para
soportar el peso de sus cuerpos y reducir al mínimo la superficie
de contacto con el suelo. Esta forma anatómica es utilísima para
la velocidad o la resistencia sobre los suelos compactos y duros
de las praderas y las sabanas (Idem. P. 17).
“Casi todos los seres vivos son capaces de digerir las materias de
que se nutren de una manera autónoma, es decir, mediante los
jugos digestivos que segregan sus propias glándulas. Sin
embargo, la celulosa, componente básico de las plantas, se resiste
a la digestión integral por parte de cualquier vertebrado viviente.
¿Cómo resolvieron este problema los comedores de hierba? Aquí,
una vez más, hubo de rizar el rizo. En los albores de la historia de
los comedores de plantas tuvo lugar una de las más grandes
conquistas de la vida: La asociación o simbiosis entre el animal
fitófago y el microorganismo capaz de disolver la celulosa. Los
insectos vegetarianos tienen ya colonias de protozoos de esta
naturaleza en sus tubos digestivos; Los reptiles del período
Mesozoico debieron albergarlos también en sus gigantescos
tramos intestinales. Los ungulados son capaces de aprovechar al
máximo el rendimiento alimenticio de la hierba, las gramíneas y
otros vegetales, gracias a las colonias de bacterias y protozoos que
viven en el interior de su aparato digestivo” (Idem. P. 21). El ñu,
133
igual que una infinidad de variedades de gacelas, el ganado
bovino doméstico, las cabras y las ovejas, urgidos inicialmente de
recoger rápidamente la cosecha de hierbas para masticarlas más
adelante en sitio seguro, desarrollaron un mecanismo que marca
otra conquista evolutiva de la vida: Han desarrollado cuatro
estómagos especializados, que forman parte de todo un procesos
de alta especialización, que se llama la rumia. Todos ellos forman
un conjunto de herbívoros, especializados, a su vez, en distintas
variedades herbáceas, y en los distintos estados de aquella
alimentación; Las cebras, dotadas de incisivos superiores e
inferiores, eligen hierbas fibrosas y relativamente altas difíciles de
cortar para los bóvidos. Los ñus encuentran un excelente pasto en
el rebrote de las duras hierbas despuntadas por las cebras. Las
gacelas aprovechan gustosamente las hierbas más bajas que dejan
los ñus y, finalmente, los damaliscos parece que sienten una
especial predilección por los tallos herbáceos más altos y secos,
abandonados por todos, con lo que contribuyen a eliminar un
buen combustible para los incendios y a mantener la
homogeneidad en la utilización del complejo de pastos, evitando
al mismo tiempo que las hierbas más duras dominen a las más
jugosas, apetecidas, naturalmente, por casi todos los herbívoros”
(Idem. P 23).
“La vegetación herbácea no solamente puede hacer frente al
constante pisoteo y a la agresión masticatoria de los ungulados,
sino que las distintas especies de hierbas que componen una
sabana atraen específicamente la apetencia de determinados
herbívoros, de tal manera que en ningún caso una especie de
gramíneas puede proliferar en exceso por no sufrir el ataque de
los herbívoros, mientras que las otras han de soportar toda su
presión fitófaga, en la más perfecta secuencia de utilización de
pastos.”….”Uno de los fenómenos más sorprendentes para todo
recién llegado a las praderas africanas es el hecho de que éstas
puedan soportar tan alta concentración de herbívoros sin sufrir
una rápida depauperación”….. “Se da la circunstancia de que
ninguno de los rumiantes africanos agota las hierbas de las que se
nutre, sino que va rotando en gigantescos periplos a lo largo y
ancho de su dilatado hábitat, con tan perfecta cronología como
134
hacen hoy los más acabados técnicos agropecuarios en el llamado
pastoreo rotativo, consistente en pasar periódicamente los rebaños
de unas praderas cercadas a otras, con objeto de que la hierba
parcialmente aprovechada pueda reponerse antes de que peligre
su capacidad reproductiva; y sin dejar que, por otra parte sus
tallos se desarrollen demasiado, porque entonces resultan tan poco
nutritivos como imperceptibles para los animales”……”Sin
embargo, el pastoreo primitivo que se ha venido llevando a cabo
en muchas sabanas y praderas del África Oriental, el ganado
masai, indiscriminadamente introducido en inmensas áreas donde
antes sólo habitaban animales salvajes, ha destruido en muy pocos
años inmensas riquezas, transformando las más frescas praderas
en estepas y predesiertos. Los bóvidos domésticos han perdido el
instinto natural la rotación y agotan hasta las raíces las hierbas de
su apetencia, respetando íntegramente aquellas que por su dureza
o gusto amargo no les atraen. Con ello ocurre un doble fenómeno.
Primero desaparece casi totalmente la vegetación herbácea
aprovechable, mientras que las plantas duras y poco alimenticias
proliferan de modo extraordinario. Inmensos eriales, donde
esqueléticos rebaños masai sustituyen a las prósperas manadas de
lustrosos animales salvajes, son el más claro ejemplo de lo
catastrófico que resulta eliminar una comunidad complejísima de
fitófagos, perfectamente adaptados a sus pastos desde hace
millones de años, por un simple y artificial grupo de bóvidos
domésticos que, aún siendo muy inferir en número, destruye en
unos años lo que la naturaleza tardó cientos de siglos en construir.
La mosca tsetsé, que también formaba parte de la comunidad
zoológica primaria de las sabanas de África, venía impidiendo la
proliferación del ganado doméstico. Pero su destrucción en
inmensas regiones ha abierto paso a un pastoreo que, mientras no
se ejercite racionalmente, será catastrófico” (Idem. P. 24).
Queremos referirnos aquí a la imagen que la sociedad humana
actual y sus medios de comunicación quieren ofrecernos sobre lo
que es aquel mundo natural, y que está conduciendo a una
verdadera y acomodada campaña de desinformación, por razones,
tal vez de lucro inmediato. Es por demás pedagógica una crítica
de base a su pretensión, porque desvía la mirada de la Realidad de
135
las cosas y no ilustra como debiera al aprendiz: “Las secuencias
del cine animalista comercial están siempre cargadas de
dramatismo y acción intensa, para que no decaiga la atención del
espectador. Las fieras aparecen al acecho: los leones,
naturalmente, rugientes; los elefantes enfurecidos, barritan entre
nubes de polvo; los antílopes y las cebras se precipitan a lo largo
de las praderas en impresionantes estampidas. El paisaje de fondo
de tan trepidantes planos suele ser la selva de Tarzán, con sus
inevitables lianas, de las que escapa un murmullo abrumador,
entrecortado de vez en cuando por el quejido agónico de las
víctimas de los animales de presa” Resulta muy difícil, por ello,
que quien no tiene más noticias de África que la recibida a través
de películas o las novelas pueda hacerse una idea más o menos
exacta del sereno y apacible aspecto que presenta, generalmente,
la gran fauna africana (Idem. P 31).
En las soledades del África Oriental, donde se encuentran las
estepas y las sabanas que cobijan hoy las más grandes
concentraciones de animales salvajes del mundo, no pasa nada de
lo que se ve en estas películas ni de lo que se cuenta en los
tremebundos relatos de las historias de cazadores. Para empezar,
el paisaje es sumamente abierto y suave, lo que no deja de ser una
suerte, porque así se puede observar muy bien a los animales,
contrariamente a lo que ocurre en las selvas, donde la visibilidad
es mínima. Y ante la sorpresa del europeo a quien sus aficiones a
la naturaleza hayan transformado en impenitente lector de
aventuras exóticas o en asiduo espectador de cine zoológico, a
primera vista todo resulta demasiado aburrido. Los leones no
rugen ni muestran los colmillos, sino que duermen apaciblemente
a la sombra de las acacias, reunidos en grupos familiares que
llaman mucho más la atención por su delicadeza y dulzura que
por su ferocidad. Y a poca paciencia que tenga el viajero africano,
podrá sorprender a un delicioso cachorrillo lleno del encanto de
un muñeco de peluche, jugando con su melenudo y somnoliento
padre, con tanta falta de respeto que no vacilará en dar caza a la
peluda punta de la cola paterna, mientras ésta se mueve
perezosamente para espantar las moscas “ (Idem. P 32).
136
“Aún será mayor el asombro del aficionado a la naturaleza
cuando compruebe que, a cien metros de los pacíficos leones,
pastan tranquilamente las cebras y los antílopes, sin tomarse más
molestias que levantar la cabeza de vez en cuando y mirar a los
carnívoros, como para cerciorarse de que todavía están allí.
Incluso cuando una vieja leona cruza solitaria la pradera,
soportando, con aire, por cierto, poco deportivo, los diez o doce
quilos de carne que llenan su estómago, los alcelafos y los ñus se
limitan a seguir con la mirada, sin descomponer apenas la figura,
para volver a su interminable rumia en cuanto la fiera se tumba o
desaparece en el horizonte. .. “Después de pasar muchos meses en
plena sabana, recorriendo en todas direcciones las más
importantes reservas de Kenya, Uganda, y Tanzania, se ven
menos ataques de los leones a las cebras, menos carreras de los
guepardos tras las gacelas y menos cargas de los elefantes que en
una sola película de quince minutos de duración.
Afortunadamente para ellos, los animales herbívoros africanos se
enfrentan con sus cotidianos peligros con tanta frialdad como los
seres humanos nos enfrentamos con los nuestros.
Estadísticamente, una cebra no tiene muchas más probabilidades
de ser devorada por un león que un ciudadano europeo o
americano de morir al volante de su propio automóvil. Sin
embargo las cebras pastan a pocos metros de los felinos y los
hombres seguimos viajando en coche por carreteras sin grandes
preocupaciones. Y es que la resistencia nerviosa de los seres vivos
tiene un límite. Una tensión constante por parte de los cazadores y
de los cazados no conduciría más que al despilfarro de energía, lo
cual se opone a las leyes de la naturaleza, estrictamente
ahorrativas” …..”Mientras los carnívoros puedan vivir sobre los
restos de una gran pieza abatida o tengan el estómago lo
suficientemente lleno, no harán un solo gesto superfluo ni se
entregarán deportivamente al penoso ejercicio de la caza. Sólo
cuando los más ineludibles imperativos de la supervivencia les
obliga a ello las fieras inician el acoso de sus presas”. Esa
conducta nos muestra cómo se trata de un mundo animal,
supuestamente “no inteligente” que tiene criterios claros, acerca
de la economía de energía, acerca de la correcta distribución de la
137
riqueza y de las oportunidades, necesarias, para asegurar la
supervivencia de la Vida (Idem. P. 32).
17.2.2 LA ECONOMÍA HUMANA
MIRADA COMO UN CAPITULO
DE LA ECONOMÍA NATURAL.
Pasamos a un nuevo capítulo de la Vida. Una nueva experiencia,
un nuevo horizonte, un nuevo enfoque de la Evolución: Aparece,
lo que podríamos llamar la “Vida Inteligente”. Una nueva fase en
la “complejización de la Vida, lo que podríamos considerar una
nueva forma de conciencia: La consciencia. Para entender la
Economía Humana es importante entender al Hombre, sus
orígenes, sus visiones de la Realidad, que son múltiples, pero
también lo que es como producto de la evolución de su
naturaleza, de su cerebro. Y para entender la dinámica de su
cultura es importante comprender que el ser humano tiene su
cuerpo y sus “extensiones” sociales como base de todo su
equipamiento utilitario para vivir; que la Vida le cobra la
responsabilidad en sus desaciertos estratégicos que le han
acarreado no pocas tragedias.
Así dotado, la especie humana ha incursionado en el Universo,
por ahora con su historia atada a la historia de nuestro planeta la
Tierra, asumiendo actitudes que le han reportado seguramente
ciertos beneficios a corto plazo, pero que no parecen muy
prometedoras para el largo plazo. Desde hace unos tres siglos,
dentro de nuestra cultura, ha venido desarrollando su vida
económica como si se hubiera logrado emanciparse del influjo de
la Naturaleza. Sin embargo ello no es así. Por fuerza, ya
vislumbra en el futuro cercano la necesidad de corregir su
escepticismo respecto de los medios de que dispone para percibir
la realidad objetiva en que transcurre su vida y la visión
tradicional que tiene del Mundo, so pena de sufrir devastadores
daños en su medio ambiente vital, quizás a mayor velocidad de lo
que pueda ser posible la implementación de remedios eficaces en
su solución.
138
El término “inteligente” no ayuda, realmente, a describir lo que
entendemos por vida inteligente. El primer paso en la “movilidad”
lo automático de los seres con vida, lo descubrimos,
cotidianamente, en las plantas que tienen la propiedad de
orientarse, para exponerse mejor a la luz. Un conocido ejemplo es
la flor de “girasol”. Esta propiedad de las plantas la denominan
los botánicos, fototropismo, o sea el acto de reaccionar,
moviéndose, al estímulo de la luz. En algunos de los seres
marinos más primitivos, como los tunicados, encontramos
sistemas nerviosos incipientes que les dan sensibilidad frente a los
posibles predadores; cuando son percibidos éstos, se mueven
convulsivamente para alejarse del peligro, o “soltarse” si han sido
atrapados. Encontramos entre algunos seres superiores primitivos
como los reptiles, un cerebro que les permite una reacción “no
conciente”, refleja, que los caracteriza; reconocen los zoólogos
que a este nivel de la organización de la conciencia viva no se
conocen las emociones, aunque parece que es común en el Reino
Animal la sensibilidad al dolor. En los humanos este centro se
denomina el “cerebro reptil”. Los mamíferos representan en la
escala zoológica un avance sustancial de la conciencia: Aparece la
conciencia emocional típica de los mamíferos; su centro es un
lugar en el interior del cerebro que en la especie humana tiene la
forma y el tamaño de una “almendra”. Es llamado “cerebro
mamífero”. Aunque en las especies animales es reconocido el
desarrollo, al nivel de la corteza cerebral de áreas que sirven de
centro a la audición, a la vista, a la memoria, etc., hallamos en el
cerebro humano el desarrollo de una capacidad singular: La de
tener consciencia de sí mismo, del otro, del pasado, del presente,
del futuro, como elementos independientes de la realidad única,
aunque con identidades propias cada uno, se llama el “cerebro
reflexivo”, que le permite al hombre sensibilidades a fenómenos
naturales, a situaciones, a las que no tienen alcance otras
conciencias. El hombre reacciona de dos maneras a cualquier
estímulo externo, como lo harían otros seres vivos a estímulos
ambientales, del entorno real: generando secreciones en su
cuerpo, o moviéndose, en palabras del Dr. Llinás, médico
neurólogo colombiano famoso en el Mundo. Pero tiene capacidad
de trascender su actualidad, su presente, y reacciona igualmente
139
frente a experiencias pasadas, a su historia, a otras historias, al
porvenir, a cualquier tipo de influencia externa de su ahora de su
aquí de su yo actual, de esas dos mismas maneras.
¿Pero cómo podría describirse correctamente y un poco más
completamente el fenómeno humano? Desde la épocas de
Descartes se consideraba al ser humano como un “animal
racional”. Pero esta definición, el primer intento de aproximación
al fenómeno humano, representa solamente una de las
dimensiones de la personalidad humana. En cuanto se refiere al
mundo humano Ernst Casssirer se pregunta: “¿Es posible emplear
el esquema propuesto por Uexküll para una descripción y
caracterización del mundo humano?” y él mismo anota sobre ese
aspecto: “El biólogo alemán Johanes von Uexküll ha emprendido
una revisión crítica de los principios de la biología. Según él, es
una ciencia natural que tiene que ser desarrollada con los métodos
empíricos usuales: los de observación y experimentación; pero el
pensamiento biológico no pertenece al mismo tipo que el
pensamiento físico o químico. Uexküll es un resuelto campeón
del vitalismo y defiende el principio de la autonomía de la vida.
La vida [para él] es una realidad última y que depende de sí
misma; no puede ser descrita o explicada en términos de física o
de química. Partiendo de este punto de vista, Uexküll desarrolla
un nuevo esquema general de investigación biológica. Como
filósofo es un idealista o fenomenista, pero su fenomenismo no se
basa en consideraciones metafísicas o epistemológicas sino que se
funda, más bien, en principios empíricos. Como el mismo señala,
representaría una especie verdaderamente ingenua de
dogmatismo, suponer que existe una realidad absoluta de cosas
que fuera la misma para todos los seres vivientes. La realidad no
es una cosa única y homogénea; se halla inmensamente
diversificada, poseyendo tantos esquemas y patrones diferentes
cuantos diferentes organismos hay. Cada organismo es, por
decirlo así un ser monádico [por referencia a la teoría de
Leibnitz]. Posee un mundo propio, por lo mismo que posee una
experiencia peculiar. Los fenómenos que encontramos en la vida
de una determinada especie biológica no son transferibles a otras.
Las experiencias, y por tanto las realidades de dos organismos
140
diferentes, no son mensurables entre sí. En el mundo de una
mosca, dice Uexküll, encontramos sólo “cosas de mosca”, en el
mundo de un erizo de mar encontramos sólo cosas de “erizo de
mar”. …”Uexküll comenzó sus investigaciones con el estudio de
los organismos inferiores y las fue extendiendo poco a poco a
todas las formas de vida orgánica. En cierto sentido se niega a
hablar de formas inferiores o superiores de vida. Cada
organismo, hasta el más ínfimo, no solo se halla adaptado en un
sentido vago, sino enteramente coordinado con su ambiente. A
tenor de su estructura anatómica, posee un determinado sistema
“receptor” y un determinado sistema “efector”. El organismo no
podría sobrevivir sin la cooperación y equilibrio de estos dos
sistemas: el receptor por el cual recibe los estímulos externos y el
efector por el cual reacciona ante los mismos se hallan siempre
estrechamente entrelazados. Son eslabones de una misma cadena,
que es descrita por Uexkúll como “ círculo funcional” (“El Lugar
del Hombre en el Universo”. Centro de Educación Continua.
Universidad Eafit. P 16. Tomado de Antropología Filosófica,
Introducción a una filosofía de la cultura. Bogotá 1976; pp. 43-
49).
“Es obvio que el mundo humano no constituye una excepción de
esas leyes biológicas que gobiernan la vida de todos los demás
organismos. Sin embargo, en el mundo humano encontramos una
característica nueva que parece constituir la marca distintiva del
hombre. Su círculo funcional no solo se ha ampliado
cuantitativamente, sino que ha sufrido también cambio
cualitativo. El hombre, dijéramos, ha descubierto un nuevo
método para adaptarse a su ambiente. Entre el sistema receptor y
el efector que se encuentran en todas las especies animales,
hallamos en él un eslabón intermedio, algo que podemos llamar
“sistema simbólico”, Esta nueva adquisición transforma la
totalidad de la vida humana. Comparado con los demás animales,
el hombre no solo vive una realidad más amplia, sino, por decirlo
así, en una nueva dimensión de la realidad. En el caso primero,
una respuesta directa e inmediata sigue al estímulo externo, en el
segundo la respuesta es demorada, es interrumpida y retardada
por un proceso lento y complicado de pensamiento. A primera
141
vista semejante demora podría parecer una ventaja bastante
equívoca; algunos filósofos han puesto sobre aviso al hombre
acerca de ese pretendido progreso. El hombre que medita dice
Rousseau “es un animal depravado”: sobrepasar los límites de la
vida orgánica no representa una mejora de la naturaleza humana,
sino su deterioro” (¿?) (Idem. P. 17).
“Sin embargo ya no hay una salida de esa reversión del orden
natural. El hombre no puede escapar de su propio logro, no le
queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida;
ya no vive solamente en un puro universo físico, sino en un
universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte, y la religión
constituyen parte de ese universo, forman los diversos hilos que
tejen la red simbólica, la urdimbre complicada de la especie
humana. Todo progreso en pensamiento y experiencia afina esa
red. El hombre no puede enfrentarse ya con la realidad de un
modo inmediato; no puede verla, dijéramos, cara a cara. La
realidad física parece retroceder en la misma proporción que
avanza su actividad simbólica. En lugar de tratar con las cosas
mismas, en cierto sentido conversa constantemente consigo
mismo. Se ha envuelto en formas lingüísticas, en imágenes
artísticas, en símbolos míticos o en ritos religiosos, de tal forma
que no puede ver o conocer nada sino a través de la interposición
de este medio artificial. Su situación es la misma en la esfera
teórica que en la práctica. Tampoco en ésta vive en un mundo de
crudos hechos o a tenor de sus necesidades y deseos inmediatos.
Vive, más bien, en medio de emociones, esperanzas y temores,
ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio de sus fantasías y
sueños. “Lo que perturba y alarma al hombre -dice Epicteto-, no
son las cosas sino sus opiniones y figuraciones sobre las cosas”
El camino evolutivo del hommo sapiens sapiens ha tomado, pues,
un camino diferente y muy particular, por no decir extraño. Según
el decir de Hilderman Cardona Rodas, historiador, profesor del
área en Saberes de Vida Universidad Eafit, esta particularidad ha
producido dos hechos importantes: Ha permitido que un ser
físicamente inferior y débil como el hombre haya logrado
sobrepasar los umbrales evolutivos del planeta, incólume,
142
mientras la totalidad de los demás homínidos se extinguieron. Ha
permitido que el hommo sapiens sapiens diera un paso definitivo
que lo condujo existencialmente de lo meramente biológico a lo
cultural. Ese paso lo ha dado, tal vez como consecuencia de su
evolución anatómica. En primer lugar, asume su posición bípeda
para caminar, lo que empieza a ocurrir desde hace no menos de
10.000.000 de años. Se transforma el pié, su cabeza queda en
perfecto equilibrio en su posición erguida, se agranda su ángulo
facial, y evoluciona su laringe lo que le permite la regulación
voluntaria de sonidos y sus primeras expresiones lingüísticas;
aumenta su capacidad craneana perdiendo, por completo, su
apariencia simiesca. Hace unos 3.000.000 de años aparecen
claramente diferenciadas de los demás primates las primeras
estirpes de seres humanos, hace unos 2.000.000 de años fabrica
sus primeras herramientas, hace más o menos 1.000.000 de años
emigra del África, e inicia una vida nómada. Más o menos hace
700.000 años descubre el fuego, Más o menos hace 200.000 se
inicia en el arte rupestre, y hace aproximadamente 10.000 años se
inicia en la agricultura. Como consecuencia, el hombre ya no
participa solamente de sus posibilidades de adaptación biológica,
sino que su cultura le permite adaptar su medio natural a sus
posibilidades.
Es necesario comprender todo aquel proceso de evolución
humana si queremos entender lo que ocurre en las relaciones
humanas, entre las diferentes cultural humanas, entre las
diferentes comunidades humanas y hoy día, entre las diferentes
naciones. Igualmente es necesario para entender cómo se
relaciona el hombre con los otros seres de la Naturaleza, con su
medio ambiente, y quizás, para entender, por qué la cultura
humana le ha dado la espalda a la Naturaleza. Ello explica por qué
la cultural humana occidental, por no hablar de otras culturas, ha
desarrollado una concepción de la economía del Hombre
completamente al margen de la economía de la Naturaleza. Sólo
en la época moderna, en los últimos tres siglos, hemos
desarrollado una metodología para alcanzar una aceptable
aproximación entre el conocimiento que llamamos hoy subjetivo
y la realidad objetiva. Igualmente ello es necesario para entender
143
que la guerra y la violencia, y todo otro medio de dominación o
exterminio, que hemos practicado con grave daño desde tiempos
inmemoriales, podrían ser sustituidos por otras técnicas de
relación que nos depare a los seres humanos mayores
satisfacciones y a la naturaleza viva una potenciación mayor de
sus posibilidades de sustentación.
En una historia que no podemos generalizar a otras culturas, la
Cultura Occidental sufre, alrededor de los siglos XVI al XVIII el
rompimiento de su eje cultural, tema del que nos ocupamos en el
tercero y cuarto libros de este trabajo. Ello conduce a una de las
controversias filosófica más vasta y profunda que se haya dado en
Occidente sobre el significado del ser humano, de su cultura, del
significado de su conocimiento de la Realidad etc., que implica
verdaderamente cambios revolucionarios en la concepción del
Mundo y del Hombre, que empiezan a darse desde el
Renacimiento. Pero al mismo tiempo se inicia la revolución del
conocimiento científico sobre las bases tradicionales traídas desde
el Mundo Oriental, y otras aportadas por hombres de relieve en
estas disciplinas como Galileo Galiley, Kepler, Newton, Leibnitz
y muchos otros, apoyados en el uso de nuevos instrumentos
científicos como el telescopio, el microscopio, y sus
descubrimientos.
A medida que la Ciencia gana en prestigio la filosofía decae, y
todo el andamiaje montado históricamente sobre el método lógico
de la Filosofía, de la Metafísica, sobre la Religión, empieza a
sufrir los embates de la crítica; aparecen nuevas concepciones de
todo aquello y alrededor de las ideas que nacen, que se defienden,
no solamente se establece la discusión, sino que se tejen
ideologías nuevas, intereses de prestigio y de poder alrededor de
ellas y una lucha, incluso, cruenta, para evitar que caigan en el
olvido. La sociedad que se ha sostenido en las tradiciones
culturales colapsa, las clases aristocráticas y la nobleza, que
sostenían el poder de las monarquías sucumben y pierden el
poder, y surge un nuevo mundo apoyado el la burguesía, que es el
mundo moderno.
144
Este es el contexto dentro del cual se da una controversia no
completamente resuelta teóricamente, pero que, en la práctica, ha
sido superada con soluciones aceptables, y es la posibilidad del
Hombre de conocer “objetivamente” la Realidad, partiendo de la
mejora en su comprensión de ese conocimiento y de sus
limitaciones innatas relacionadas con sus medios propios de
percibir el mundo externo. El refinamiento de sus medios para
lograr un conocimiento más aceptable del mundo que lo rodea ha
necesitado más de tres siglos para realizarse, y aunque no es
perfecto, le ha abierto al ser humano de nuestros días horizontes
increíbles de desarrollo tecnológico y de visiones insospechadas y
extraordinariamente más ricas de la Realidad. De una realidad que
tiene que ver con su entorno, pero que lo compromete también a
sí mismo.
Se iniciaba entonces, un movimiento filosófico nuevo iniciado
por Descartes (1596-1650), “que ya no se interesaba por el mundo
objetivo mismo que había de ser comprendido por el ejercicio de
la facultad racional, sino por la percepción racional misma, por la
facultad cognocitiva del hombre.” …”Descartes tomó como punto
de partida que el pensamiento es el fundamento y la prueba
irrefutable de la existencia. “Pienso, luego soy”. Así, para él, el
mundo fluye del pensamiento y a lo largo de la línea del
pensamiento. El mundo objetivo, formado por la razón, y su
concepto racional, su plasmación mediante el pensamiento
humano, son idénticos para él. Y el mismo Dios es sólo una idea
innata del hombre que resulta necesariamente de la facultad de
pensar……Y como según el racionalismo, el mundo procede del
pensamiento, era inevitable que hubiera una tendencia filosófica
que orientase la atención hacia el proceso formal del pensamiento
per se, como fuente del conocimiento y del entendimiento del
mundo. Surge de nuevo el problema de Sócrates y Platón en la
Antigüedad y el del escolasticismo medieval. Otra vez la cuestión
del principio y la constitución del mundo lleva a la de la facultad
cognocitiva del hombre y del recto método de conocimiento. Pero
el mundo de Sócrates y Platón, lo mismo que el del
escolasticismo habían sido ya determinados por la Religión; Dios
poseía una existencia absoluta e inconmovible y como él estaba
145
presente en su creación, el mundo prevalecía sobre el hombre. De
aquí que el conocimiento del mundo fuese, por implicación, una
aproximación a Dios, un intento de comprenderlo. Esto evitaba
una epistemología radical. Entretanto, sin embargo, la naturaleza
se había secularizado y el hombre racional se había hecho
autónomo. El hombre no era ya una idea, una imagen de Dios,
sino que Dios era una idea innata del hombre. Cuando el hombre
examinaba sus procesos mentales, lo hacía sin referencia a Dios.
No trataba ya de medir lo divino contenido dentro de sí mismo;
examinaba su propia naturaleza y lo hacía con propósitos de
autocontrol y de auto-explotación. En ese sentido, las
investigaciones de los procesos mentales y cognocitivos del
hombre eran, en realidad, investigaciones psicológicas…” (Erick
Kahler. Historia Universal del Hombre. Fondo de Cultura
Económica. Tercera edición 1960 México D: F. P 417).
Las investigaciones de Emmanuel Kant sobre el mismo tema
“fueron más allá de los límites del hombre psicológico y empírico
hasta una “esfera trascendental”, pero sólo para establecer esos
límites como tales límites y demostrar que más allá de las
fronteras del pensamiento humano tiene su origen lo que no puede
ser lógicamente probado, lo que, para él, equivalía a lo que no
puede ser conocido. Kant no medía ya el saber humano mediante
el proceso psicológico del conocimiento, la actividad del
conocedor, sino por la naturaleza de los contenidos, en los cuales
separaba las condiciones dadas a priori, las “categorías” de la
razón pura, de los fenómenos a percibir y trasladaba esas
categorías a una región situada más allá de lo cognocible...Jamás
[el hombre] puede adquirir un conocimiento puro del mundo
exterior tal como es en realidad. No puede llegar a conocer la
cosa en sí. El mundo que el hombre cree percibir es una versión
determinada por el orden y estructura de su razón. De esa manera
queda el hombre confinado, para siempre, dentro de los límites de
su razón. Un abismo insalvable lo separa del mundo objetivo. Los
valores morales y el mismo Dios son sólo postulados, ideales de
esa razón práctica que carece de validez objetiva. Tal fue el
último acto de desarrollo que había comenzado en el
146
Renacimiento e incluso en el escolasticismo. Fue la separación
completa del hombre racional de la Naturaleza” (Idem. P 418).
Sin embargo, ese escepticismo original que influye
profundamente en el pensamiento de la edad moderna va siendo
doblegado poco a poco durante el siglo XX. Durante este siglo
avanza arrolladoramente la experimentación científica,
Heissemberg formula su principio de incertidumbre; aparecen
técnicas estadísticas, principios como el de las probabilidades, y
muchos otros desarrollos que se usan entre otras cosas, en la
experimentación agrícola y todo ello nos muestra, hasta la
saciedad cuánto se puede aproximar el conocimiento hacia una
percepción de la Realidad, hasta el punto de hacerlo
aceptablemente objetivo. Los logros en los conocimientos
astronómicos actuales, el desarrollo incontenible de la Técnica y
la Ingeniería, el desarrollo de la cosmonáutica, los gigantescos
progresos de la producción agrícola, la cantidad casi infinita de
nuevas aplicaciones técnicas en telecomunicaciones, en
sistematización de información, por no hablar de muchas otras
cosas, arrojan testimonios indiscutibles que brindan apoyo a esa
afirmación.
Y como si esto fuera poco, la cada vez mayor proximidad espacial
entre las culturas, las eficaces interconexiones físicas entre todos
los hombres del Planeta hoy, perfilan más inconfundiblemente el
relieve de las distancias psicológicas, de las fronteras entre los
hombres y presionan cada vez más firmemente a favor de que
tales fronteras sean borradas más y más definitivamente también.
Ello exigirá la realización de un trabajo de homologación de los
mundos simbólicos, de las culturas, de los lenguajes, de las artes,
de la s religiones, etc. Para no pocos es una verdadera utopía, algo
casi imposible de lograr plenamente. Sin embargo no debemos ser
tan pesimistas: Si observamos y reconocemos que el desarrollo de
la tecnología actual nos ofrece un valioso testimonio acerca de la
mejora que día a día se logra en la fidelidad de interpretación de
la realidad objetiva, no deberíamos tener dudas de que esa
experiencia podrá ser trasladada y duplicada oportunamente y con
147
el debido cuidado a otros campos de la vida humana. Los éxitos
que tengamos en el control de la violencia y la guerra, en la
consecución de los frutos de la convivencia humana, de los
cuidados del medio ambiente, nos mostrará cuán aceptables y
prácticos han de ser los logros alcanzados en los niveles de
identificación del género humano entre sí y del hombre con la
Naturaleza.
Hay otros problemas que tienen que ser resueltos también, como
es el conflicto interno que vive el hombre entre dos tendencias
polares de su comportamiento espiritual para lograr aprovechar al
máximo el incremento de sus habilidades en el plan de integrarse
con la Naturaleza. Me refiero a los dos polos característicos de su
personalidad, que son su inteligencia emocional y su inteligencia
reflexiva y racional que tienen asiento en dos partes diferentes de
su cerebro y de las cuales puede, aunque no lo tenga que ser
siempre, ser plenamente consciente.
De muchas maneras el hombre occidental, según las tradiciones
orientales donde están enraizadas las de nuestra cultura y como se
comprueba en su herencia mitológica, ha tenido la consciencia, y
la ha expresado, de sentirse viviendo en medio del conflicto de
dos yo: Su personalidad de animal mamífero y su personalidad
“inteligente”, reflexiva, racional, a la que nos hemos referido ya
antes. La historia de Adán y Eva en el Génesis, es una descripción
muy bella de la experiencia. La historia humana es una historia de
luchas, de forcejeo entre sus emociones, típicas de su consciencia
de mamífero con el destino que éstas le deparan y su capacidad de
reflexión, típicas de su nueva naturaleza racional con el futuro que
ésta le ofrece como perspectiva.
Es quizás la última, el atributo que le ofrece una apertura hacia
realidades que trascienden su actualidad espacial y temporal,
como si pudiera “moverse” entre su realidad y su pasado, su
historia, sus hipótesis; y su situación real; proyectarse a sus
presupuestos espaciales y temporales, sus utopías, tal como si
fueran objetos reales. Por eso puede elaborar proyectos para
cambiar conscientemente su realidad, puede soñar e intentar la
148
realización de sus sueños. En virtud de esa capacidad de ver, por
encima de la realidad, de proyectarse sobre los hechos para
orientar su vida hacia sus objetivos, metas o destinos propuestos,
el ser humano es un ser político.
Sin embargo, esas habilidades no están desarrolladas por parejo y
no la ejerce plenamente toda la población humana. Los hombres,
en la realidad, como lo hemos explicado de muchas maneras,
somos desiguales. Históricamente nuestra consciencia no se ha
formado de la misma manera, ni se han desarrollado en todos
nosotros, con plenitud, todos sus caracteres. La consciencia de
Humanidad en términos de su identidad e integridad no existe
todavía, en la misma proporción en todas nuestras mentes.
Existen muchas expresiones de ella. Históricamente conocemos
muchas y muy diversas culturas humanas, y hoy los hombres nos
miramos todavía desde nuestras propias orillas, con recelo.
Vivimos apegados a prácticas arcaicas que afectan nuestras
relaciones de unos con otros, que nos permiten imperar unos
sobre otros, dominarnos, vencernos y destruirnos para allanar
nuestro propio camino, o reducirnos a la impotencia, someternos
y esclavizarnos para que nuestro potencial creador le sirva a otros
propósitos, otros ideales, como si nuestra naturaleza no estuviera
dispuesta al hecho revolucionario de nuestra capacidad de ganar
en consciencia, de aprender, y a todas las posibilidades que su
potencial nos señala.
No todos los hombres hemos podido emanciparnos del dominio
de nuestras emociones sobre nuestros actos conscientes. O sea
que no sólo estamos apegados a prácticas arcaicas para
defendernos, para asegurar la promesa de nuestras propias
opciones, sino que, a pesar del poder de nuestra mente, insistimos
en dominar o en dejarnos dominar por fuerzas arcaicas animales,
que nos han sido “vendidas” como una prometedora opción de
vida, como una maravillosa posibilidad. Estamos inmersos en una
lucha dialéctica entre nuestros dos yo: Entre los dictados de
nuestras emociones y los dictados de nuestra razón. Unos nos
comportamos como “animales racionales” y otros como dioses.
Surge aquí una pregunta: ¿Por qué no trabajamos en armonizar
149
nuestros dos yo? ¡Ese podría ser un objetivo ambicioso y
productivo para la Naturaleza en su conjunto! Pero ocurre que
quienes se creen dioses, aprenden y usan de la manera más brutal
sus poderes, para mantener a los demás seres humanos en esa
condición de “animales racionales” y perpetúan sus privilegios
sobre la miseria en que los otros yacen. ¡Podría ser que esta
postura incoherente de nuestra especie incapaz, hasta ahora, de
aprovechar eficazmente su oportunidad sin infligir daños
irreparables al Planeta, simplemente esté demostrando que en el
caso del ser humano, se trata sólo, entre tantos, de un paso
evolutivo más, improductivo y llamado al fracaso!
De la misma manera, la Economía Humana tal como creemos
conocerla hoy, no existe de manera alguna como unidad integral.
Existen quizás, muchas economías, muchas visiones económicas,
como culturas humanas tenemos, como hombres hay en el
Planeta. Todavía más, está pensada como un mecanismo de
manejo global destinado a condicionar la gestión económica de
todos los hombres, en orden a algunos criterios e intereses
particulares, privados todavía no muy extendidos, que pretenden
ser impuestos, anteponiendo sus propósitos de lucro por encima,
incluso, de los presupuestos más sensatos relacionados con los
medios de producción disponibles, incluidos los recursos
humanos.
¿Por qué ha sido posible aquello? ¿Por qué la gente, los pueblos,
las naciones no se movilizan para defenderse como se
movilizaban antes cuando la guerra era una solución posible y aún
plausible? Podríamos enumerar básicamente cuatro circunstancias
que lo hacen posible:
Vastos sectores de las poblaciones de base, incluso en sociedades
humanas muy avanzadas, siguen viviendo con los mismos
presupuestos con que vivían, incluso miles de años atrás, y están a
años luz de distancia de entender lo que está ocurriendo. Ello
genera un aislamiento real de aquellos sectores de la participación
eficaz y fecunda en la vida cotidiana de sus sociedades. Pocas
actividades culturales, pocos esfuerzos educativos han logrado
150
avanzar masivamente en pos de un “lenguaje universal” que
permita un mínimo de comunicación, de diálogo al nivel social.
La experiencia no siempre ha sido positiva. En la historia humana
encontramos multitud de casos, en que los encuentros y el
intercambio humano han sido netamente traumáticos.
Las raíces de nuestra cultura y su dinámica, resultan de un mundo
que se galvaniza en la guerra, en la violencia. Es un mundo en que
los pueblos interactúan con sus medios armados. Su tradición
guerrera, las costumbres del secuestro y del pillaje se consagran
bajo la presión cruel de la angustia causada por el hambre y la
muerte por inanición. Esa presión mueve desde épocas muy
antiguas a las grandes migraciones, particularmente, como ocurrió
probablemente en el continente africano hace setenta mil años
cuando el homo sapiens empezó su errar por el Planeta y en la
región central del continente eurasiático desde hace
aproximadamente unos quince mil años.
El “patrón” en que se ha “injertado” la Cultura Occidental, cuya
“capa técnica” se ramifica hoy hasta tocar prácticamente, todas
las culturas existentes en el planeta, es, la cultura propia de los
antiguos pueblos indugermánicos, que aportaron no sólo el tronco
de nuestras lenguas sino el tronco de nuestras almas, con todas
sus virtudes y todos sus defectos; su visión, sus escalas de
valoración de la vida, de los demás pueblos, su propia forma de
estimarse a sí mismos, etc. Los pueblos bárbaros nos resumen a
nosotros después de la caída del Imperio Romano, ellos y sus
descendientes son los artífices y los protagonistas de gran parte de
nuestra Historia de Occidente”.
El espíritu de los tiempos modernos que define el carácter de
nuestra civilización actual, de nuestras instituciones políticas, de
nuestras formas de producción industrial y financiera, de nuestra
vida urbana, que todavía no se han afincado en todos los rincones
del globo, además, nace en una época turbulenta de gran
disolución social, de grandes revoluciones económicas sociales y
políticas. Allí se origina la idea del Hombre pensado como
individuo, empieza la masificación humana que se da en la
151
realidad urbana moderna; el aislamiento de los individuos del
espíritu de sus antiguas comunidades de cultura, vecindad, y su
lucha dramática por la supervivencia. Allí nacen los nuevos
imperios financieros e industriales que pretenden controlar y
mover el mundo actual.
El desarrollo del pensamiento económico que perfila a la “Ciencia
Económica” como una disciplina humana {más bien que como
una disciplina científica en el campo de la Física), y que muchos
denominan “Economía Clásica”, nace antes que el pensamiento
científico hubiera alcanzado su madurez de hoy. Sus aplicaciones
contemplan el uso de conceptos básicos como la “Libertad de
Empresa”, el “Derecho de Propiedad” individual, y otros, que
usados con fines hegemónicos, pueden generar un nuevo poder, el
poder económico, y nuevas instituciones destinadas, como los
ejércitos, a la agresión, a la destrucción de economías ajenas, al
establecimiento de estructuras económicas destinadas al
establecimiento y consolidación del dominio de la Humanidad
monopolizando todo poder de decisión.
El incremento de la miseria humana en el mundo moderno y de
enfermedades generadas por el estrés, están precipitando a vastos
sectores de población humana a niveles, sin precedentes, de
angustia existencial, de ansiedad, frente a la incertidumbre de su
futuro y al sentimiento de abandono e indefensión. Ello ha dado
origen al consumo de una variedades y cantidades crecientes de
tóxicos y sustancias psicoactivas cuya demanda empieza a mover,
en nuestro tiempo, uno de los negocios más lucrativos de la
historia, enriqueciendo, en primer lugar, al Crimen Organizado
Mundial, de tal manera, que empieza a “emerger” de sus
escondites y guaridas de la mano de personajes corruptos de todas
las nacionalidades a los que puede sobornar y “comprar”
derechos, en el plan de competir de igual a igual, o aún con
bastante prepotencia, con las más ambiciosas empresas
capitalistas y aún con los Estados más poderosos de la Tierra.
Para nadie es un misterio la participación del Crimen en la
retaguardia política electoral de las naciones democráticas, con el
fin de manipular su futuro y los ingentes recursos sociales, para
152
ser desviados hacia sus propias arcas. Si esos movimientos tienen
éxito, difícilmente podrán, en el futuro los diferentes pueblos del
Planeta, rectificar a tiempo la actual dirección evolutiva de la
especie humana y el deterioro de nuestro medio ambiente vital.
Consciente ya de nuestra misión, que es virar hacia la economía
natural y observar, realmente cómo está insertada la economía
humana en aquella, vamos enseguida a establecer algunas
relaciones entre la Economía Natural y la Economía Clásica, que
pueden darnos una explicación, acerca de los efectos del
establecimiento arbitrario de ciertos valores, sin contar con los
potenciales productivos reales o posibles de la Naturaleza, de los
recursos que necesitamos para nuestra vida. Primero relacionemos
el modelo matemático del crecimiento vegetativo con los modelos
de interés compuesto, muy utilizado en la evaluación financiera
de proyectos económicos:
La Ley del Crecimiento Vegetativo, de uso en la experimentación
agrícola se define con la siguiente ecuación diferencial:
dQ / dt = kQ (1)
Esta expresión significa que el crecimiento de la biomasa
existente, invertida en un lapso de tiempo en alguna población de
cualquiera de las especies vivas, es proporcional a la biomasa
existente en un momento dado. Aquí, Q significa biomasa en
kilos, toneladas millares de toneladas, o lo que puede equipararse
al dinero en un momento dado, “energía”, etc., t significa tiempo,
el transcurrido en un determinado lapso, en minutos, horas, días,
meses, años, etc. k es una constante.
Podemos hacer la siguiente transformación del concepto:
ƒab dQ / Q = kƒa
b dt (1)
lnQ]ba = kdt]
ba
153
Haciendo la integración:
De donde se tiene que: Q = e k.t
(2)
Donde t es la variable independiente y Q es una variable
dependiente. Esa ecuación representada en un gráfico cartesiano,
es una curva que crece exponencialmente con el tiempo.
Ahora desarrollemos el modelo del incremento del capital al
interés compuesto (capitalizable), tal como se usa para fines
financieros:
Si M es el monto después de un conjunto de períodos unitarios t,
el capital inicial es P y el interés es r, el monto M, luego del
primer período, el segundo, el tercero, etc., hasta llegar al período
t ésimo, es:
M = P.(1+r) Para el primer período
M = [P.(1+r)].(1+r) = P.(1+r)2 Para el segundo período
M = [P.(1+r)2].(1+r) = P.(1+r)3 Para el tercer período
………………………………………………………….
M = P.(1+r)t Para el t ésimo período.
Si reemplazamos por R, el incremento unitario por período del
capital P en el período t, tenemos la usual ecuación del monto con
interés capitalizable:
M = PRt (3)
Que también es una ecuación exponencial.
Si Q es, por ejemplo biomasa, que en el fondo es energía
“condensada” y M es el monto de un capital, que representa
invertido un activo o conjunto de ellos, que también tienen una
154
equivalencia en energía “condensada”, por la que se ha pagado un
precio p podría hacerse una igualación de (2) y (3) así:
M = pQ (4)
entonces:
PRt = p.e
k.t (5)
Si R, que es (1+r), siendo r la tasa de interés, la ecuación
quedaría así:
P.(1 + r)t = p. e
k.t (6)
En la ecuación (6) tenemos P, p y k constantes, y vamos a
manejar r y t como variables. En la economía independiente de la
Naturaleza como se estila en Occidente, r se fija arbitrariamente
para garantizar el ingreso deseado, principalmente en los sectores
más altos de la pirámide estructural de la economía y t se
convierte, entonces en variable dependiente. En una economía
apoyada en la Naturaleza, como nosotros queremos proponer,
sería lo contrario: Debería determinarse t como variable
independiente y r se establecería como una consecuencia del
proceso natural de crecimiento económico. Ello podría aplicarse
en análisis micro o análisis globales en Economía.
Se ve, en esa ecuación, que los intereses r están en una relación
rígida con la variable t, siempre que se mantenga en equilibrio la
ecuación (6). Si r sube demasiado y arbitrariamente, en los
sectores de la producción cuya renta se basa, por ejemplo, en la
productividad agrícola y pecuaria del Campo, lo mismo que en la
pesca, sus posibilidades de extracción no permiten un retorno
adecuado de las inversiones hacia el bolsillo del productor
campesino. Ello exigirá un ajuste a las especies naturales, que, por
sí mismas, no pueden realizar sino a muy largos plazos y
mediante trabajos demasiado exigentes de selección, si ello es
posible, como ha ocurrido con el ganado lechero, y ello conduce,
como en el mundo real sucede, a la quiebra de sus empresarios o a
la ruina de sus fuentes de riqueza, igual como está ocurriendo en
la pesca de los ríos y la pesca marítima, cuando ellos asumen
155
compromisos demasiado onerosos, y llegan a financiar su gestión
con crédito financiero “normal”, llegando fácilmente a rebasar
los intereses toda posibilidad de pago y aún del capital, de
cualquier crédito. Ordinariamente, por lo tanto, como las tasas de
interés son establecidas exclusivamente por razones financieras, a
través de medios actuariales, quizás relacionadas con el mercado
de medios de pago, incluso teniendo en cuenta los riesgos de las
diferentes actividades, pero sin tener ninguna consideración con
las posibilidades del productor. Ello hace que los créditos así
diseñados no puedan ser usados para producir, en escala masiva,
sino, acaso, como medios para hacer adiciones presupuestales.
Además de las aplicaciones técnicas que pueden ser muy
variadas, como por ejemplo, establecer un plan básico productivo
y su correspondiente plan de financiación, entender sus riesgos
cuando la curva de crecimiento vegetativo decrece demasiado por
efecto de las plagas, de daños por razones del clima sobre la
florescencia de las plantas, y mil cosas más, podemos ver algo
que es nuestro principal propósito en el desarrollo del tema: La
dependencia de nuestra vida de su soporte ambiental, de la cual
no estamos muy conscientes los humanos. Nuestra civilización
está muy acostumbrada a los presupuestos industriales que se
basan, situados de espaldas a la realidad de la Naturaleza, sobre
los propios y arbitrarios prospectos, del aprovechamiento cada
vez más amplio, de los recursos naturales disponibles. Esos
prospectos buscan, insistentemente, satisfacer los supuestos
requerimientos de crecimiento de una economía, como es la
Economía Humana global, que se ocupa de generar nuevas
demandas, símbolo de niveles de comodidad mayores, y de
niveles mayores de “progreso”, que deben ser cubiertos, a su vez,
con su oferta industrial adicional. Eso tiene como fin, que las
escalas de producción y ventas encajen en las expectativas de
rentabilidad y lucro de sus directivas y beneficiarios. Y no es
difícil, con los efectos observados en el medio ambiente, en la
atmósfera, en el clima, en la disponibilidad de agua potable, entre
otras cosas, que el precio pagado y a pagar por esa pretensión ya
es muy costoso y puede ser todavía más abrumadoramente
costoso en el futuro. Quizás un costo que la humanidad sea
156
incapaz de pagar a corto plazo; quizás un costo que tendrán que
pagar los sectores más indefensos de las diversas sociedades
humanas, como son las clases sociales pobres, la juventud, la
niñez, la ancianidad, etc.
Pero la Sociedad Humana es una continuación, una extensión de
la Vida, algo que le imprime un carácter muy especial en su
comportamiento frente a los demás seres de la Naturaleza: Parece
que el hecho de la existencia de la Vida, - decíamos atrás -, riñe
con la validez de la segunda ley de la termodinámica. Sin
embargo esto es en apariencia. La Vida, instintivamente “lucha”
contra la entropía, se resiste a ella, actúa en el sentido de no seguir
el proceso natural y espontáneo de degradación energética del
Universo que lo conduce, poco a poco a un estado final de
inmovilidad, donde quizás se inicie el proceso de colapso,
nuevamente para recogerse en su centro de gravedad, el lugar de
donde partió un día. Sin embargo lo hace, mediante la energía que
toma de su entorno. ¡Igual pasa con la Sociedad Humana! Esa es
la razón de que la vida humana no puede sostenerse sin disponer
de las fuentes de energía necesarias.
17.2.3 EL PROCESO DE LA EVOLUCION
CON ROSTRO HUMANO
Un ingrediente nuevo irrumpe en el drama de la Vida, hasta ser
perfectamente capaz de recibirlo y aprovecharlo plenamente.
Sentirse ya en esa etapa de la Evolución, la de la “Vida
Inteligente” es dar el primer paso hacia su realización. Un cerebro
no reflexivo sería incapaz de asumir posiciones concretas
relativas a un mundo utópico, capaces de encaminar, en términos
de su propia iniciativa, a otros cerebros humanos, hacia la acción
por la consecución de un objetivo común inexistente como ese.
¿Es algo que se sale de toda realidad, de toda posibilidad? Lo
primero, ¡obviamente sí! Lo segundo, dentro de la realidad del
presente, dentro de la mentalidad del mundo de hoy, ¡también!
Para lograr cambiar esa realidad es preciso cambiar nuestra
157
mentalidad, nuestro pensamiento de ahora, superar las
“propuestas” de nuestra actividad puramente emocional, y
desarrollar una nueva forma de inteligencia que nos permita ver
los caminos del espíritu, transitar por ellos, para que seamos
capaces de producir, individualmente y en común, realidades
diferentes.
De no ser así, tenemos grandes probabilidades de contemplar
cómo nuestro mundo humano, ya hoy en un avanzado estado de
desequilibrio, la vida misma en su conjunto, habrán de colapsar
quizás, para dar paso a un planeta muerto, o solamente poblado
por formas inferiores de vida, ante el fracaso que podría
sobrevenir de aquellas audaces escaladas evolutivas, a las cuales
pertenecemos, como tal vez ya pasó una vez en Marte.
Pero no seamos tan pesimistas, contamos con nuestra inteligencia,
que ya, desde épocas muy primitivas ha dado pasos hacia este
objetivo de la supervivencia de la vida humana, que implican una
experiencia que podemos integrar, potenciar y conjugar con otras,
para hacer que ese propósito se sitúe más cerca de nosotros.
Ahora, desde esta postura, podremos contemplar el mundo de
hoy, como si fuera, entonces, nuestro pasado y observar en él lo
que es preciso cambiar para lograr lo que nos proponemos.
Primero, obviamente, será preciso trabajar en nosotros mismos,
luego esos cambios irán aportando, a partir de nuevos puntos de
vista, nuevas referencias y nuevas formas de interpretación de la
experiencia, una nueva visión de la Realidad, lo que nos permitirá
acercarnos con mayor certeza al efecto deseado.
Esas realidades diferentes, en la antigüedad están representadas,
entre otras cosas, en el descubrimiento de la agricultura. La
agricultura permitió la sedentarización de la vida humana, el
establecimiento en un territorio concreto, para depender, por
primera vez de sus cosechas. Sin embargo, ese cambio respecto
de la vida nómada implica, entre otras cosas, un cambio
paradigmático del sentido de la Libertad: ¡Para la mentalidad del
pastor nómada es inconcebible el verse sometido a la restricción
de perder toda aquella movilidad que a él le garantiza poder hallar
158
en el espacio natural la comida que necesitan sus ganados! Al
agricultor esa situación, por el contrario, le abre nuevos
horizontes que le permiten emprender un camino diferente, en un
espacio diferente, hacia conquistas y realizaciones completamente
diferentes.
La Revolución Industrial, uno de los pilares del mundo actual, le
plantea a los pueblos agricultores un cambio paradigmático
semejante, sólo que la modalidad que ha asumido el urbanismo
moderno, pretende abrirle nuevos espacios a la evolución humana
dándole la espalda a la Naturaleza, quizás, a costa de ella,
menospreciando su significación en la vida humana, alimentando
una actitud autosuficiente, arrogante, que pretende el plan de su
dominación, no de interactuar con ella. El espacio que le abre el
horizonte industrial al hombre actual guarda muy pocas
referencias de la vida <<en medio de la Naturaleza>>.
Mis conexiones con la agricultura y la ganadería y mi tradición
familiar, me han permitido familiarizarme con aspectos de la
mentalidad del campesino de las zonas costera y andina de
nuestro país, Colombia, con el mundo del Agro, y con los
problemas que enfrenta. Ello me ha permitido, llegar a una
consciencia bastante profunda de lo que significan el campesino,
las comunidades “raizales”, las poblaciones de diferentes culturas
que viven de su íntima relación con el Campo.
Cuando el campesino limpia y rotura su tierra, apresta la semilla,
hace todo el trabajo de siembra, de cultura de la sementera, la
protección de las plagas, lo hace con una expectativa, con una
esperanza, con fe sincera de que la tierra le devolverá con creces
sus esfuerzos invertidos en la cosecha. Yo establecí con años de
ahorros y trabajo, un establecimiento de ganadería de carne, con
la firme esperanza de que todo ese esfuerzo sería devuelto, y mi
experiencia fue bien compensada: Logré un plantel de alto valor
comercial y año por año, el trabajo de sostenimiento del cultivo
de pastos y la eficaz administración de los semovientes me
permitieron cumplir mis metas, realizar mis sueños, mi utopía,
con holgura. Sé que se diferencia muy poco la inspiración que
159
infundía en mí la fe necesaria para avanzar en mi tarea cotidiana
con energía y determinación, a pesar de las dificultades y
tropiezos hallados en el camino, a la que inspiró siempre a los
agricultores de todas las civilizaciones en su labor cotidiana, tal
como lo hemos descrito atrás. Lo que sucedía entre los mayas
hace ya más de mil años, toda una cultura pendiente de sus
fuentes de supervivencia, no es una excepción. Esa expectativa,
ese sueño quizás, que se veía premiado año por año con
abundante fruto inspiró a los primeros agricultores de la Historia
y fue estímulo suficiente para que los antiguos pueblos nómadas
aceptaran asentarse en un lugar fijo, y cambiar una noción de
libertad que no pocas veces era defraudada por la dureza del clima
imperante, lo que era común en Siberia y el centro de Asia,
frustrando la esperanza de hallar pastos suficientes para los
ganados.
Las grandes migraciones que antecedieron y continuaron luego de
que se formaran varias de las culturas superiores del Cercano
Oriente, poco más o menos desde unos 25.000 años atrás, hasta
los últimos enfrentamientos de Occidente con los turcos, con los
árabes y con los tártaros, se originan en las angustias de aquellos
pueblos de pastores que adoptaron los asaltos, el pillaje y las
invasiones, como paliativos de sus propias angustias. Que
aquellos motivos se transformaran en razones de Estado, que las
artes aprendidas de ataque y defensa hayan galvanizado con el
tiempo el duro espíritu de los guerreros legendarios que nuestra
historia reconoce, no es sino cuestión de tiempo. Y esa tradición
guerrera superdotada, aquilatada, convertida en todo un arte, <<el
arte de la Guerra>> es el eje de la política, aún en el mundo
moderno.
Un caso excepcional, único en el “laboratorio” de las experiencias
humanas que la Antropología guarda como un tesoro, es el de los
pueblos mayas de Centroamérica: Entre los mayas el campesino
era un agricultor independiente pero no estaba solo. Era parte de
toda una estructura social, con sus reglas y sus leyes, y orientado
por un sabio <<cuadro administrativo>> conformado por
astrónomos, sacerdotes y gobernantes que habían logrado
160
desarrollar un valioso instrumento que entre muchos usos tenía el
de servir de base para los ciclos de limpieza, de labranza de
siembras, de laboreo y de cosecha de maíz, el producto base de su
alimentación: Ese valioso instrumento era el famoso calendario
maya.
Cuando uno se refiere a la Humanidad como un todo, pero es
consciente que vive en una sociedad en proceso de urbanización
acelerado, que se caracteriza por el establecimiento de mayores
monopolios de poder, por su acción de atomizar más, dividir más,
la estructura social, las naciones, las comunidades, las culturas
existentes en el Planeta, para vencerlas mejor, controlar con
mayor facilidad sus autoridades, y también por haber adoptado
una mentalidad más individualista, más insolidaria, como es la
actual; cuando uno se da cuenta que el Hombre, por definición, se
mira hoy como un ser en profundo conflicto consigo mismo y con
los demás seres de su entorno, que no logra plasmar una identidad
básica, cuando el producto de la interacción humana puede ser un
producto monstruoso, grotesco, aquellas experiencias como las de
los mayas no parecen algo muy realista, o que puedan ser
consideradas una utopía alcanzable. La gente sencilla, el
campesino atado firmemente a la tierra, el minero, los pescadores
y todos aquellos que contribuyen con su pequeño o gran aporte
básico al sustento de la humanidad, dentro de un mundo “culto”
que los mantiene aislados, que los excluye, o aún que los olvida,
no entienden muy bien esta problemática. Ya hemos gastado no
poca tinta para expresar muchas pequeñas experiencias tal como
son vividas en la base de nuestras sociedades urbanas, aunque, en
países como Colombia, tienen origen en amplias y heterogéneas
vertientes campesinas, con la intención de mostrar la
incertidumbre, la desesperanza que en ellas se genera.
Sin embargo, de todo esto debe quedar una cosa clara: El
escenario de la vida humana, la Naturaleza, en este caso, el
Planeta, no son sino <<un lugar de encuentro>>, de miríadas de
miríadas de componentes inanimados, producto de las “cenizas
cósmicas” provenientes de eventos anteriores de las cuales
estamos hechos, que componen el suelo que pisamos, el aire que
161
respiramos, de miríadas y miríadas de asociaciones orgánicas que
conforman a otros seres y a nosotros, de seres de todo orden que
pueblan nuestro mundo en infinidad de modos de interacción; y
entre ellos estamos nosotros con nuestra diversidad de caracteres
y miras de futuro. La Evolución no es más que el producto de
todas esas interacciones. ¡La evolución con rostro humano,
<<plenamente consciente>>, está lejos todavía de culminar en
una realidad completamente lograda!
En el mundo moderno hay leyes que defienden, en abstracto al
ciudadano; el cuadro administrativo del Estado de Derecho, en las
sociedades modernas tiene la misión de darle garantías suficientes
para que ejerza sus derechos básicos, algo que se va consolidando
con el tiempo. La realidad, sin embargo, es que, en la práctica, en
no pocos casos esto no suele ser más que un pintoresco ideal.
Apenas en nuestro tiempo, las naciones líderes del Planeta y las
más avanzadas, se han puesto de acuerdo en que sean cuáles sean
los motivos de lucha política, el modelo del Estado de Derecho
cumpla las expectativas más exigentes del ciudadano, y se vaya
perfilando como el modelo ideal, con toda su separación de
poderes para mitigar, un poco la acción todopoderosa de las
mayorías.
Mientras tanto, todavía bajo el efecto de las angustias de la vieja
violencia, de la Guerra, de las ambiciones desbordadas, los
hombres luchan por ver realizados sus sueños; algunos logran
producir con éxito y amasar alguna fortuna y otros naufragan en
medio de la incertidumbre generada por amenazas infinitas que
acechan desde todas direcciones; otros, contentos con la violencia
y sus dividendos políticos, no renuncian a la consecución de sus
propios objetivos por todos los medios disponibles, aún los más
crueles; otros, con una experiencia visionaria de vieja tradición
mercantil y financiera, buscan ordenar el mundo entero alrededor
de sus propios intereses, de naciones, sociedades, comunidades
enteras, que se ven sometidas condicionadas, sujetas a iniciativas
extrañas, sin contar con la realidad de sus propias urgencias, de
sus propias perspectivas.
162
Conocedor de la realidad política de las sociedades actuales
Fernando Savater, filósofo catalán de reconocimiento continental
en Europa, decía en una visita a Medellín en una presentación por
televisión el año 2005 algo que plasma la realidad humana en la
cual nos movemos hoy y se da, aún en las naciones democráticas,
la interacción en las esferas de la política: “El Parlamento como
institución, representa el espacio donde se mantiene la tregua en
la contienda civil”, es decir, apenas logramos contener la fuerza
de los choques, por ejemplo de intereses, de visiones, de
pensamientos diferentes, en los líderes que representan al pueblo
raso, al menos para que no se produzcan los devastadores efectos
de las confrontaciones violentas populares. Mientras tanto,
aisladas de la “cabeza”, las comunidades de agricultores y los
empresarios del agro, en nuestro sistema de “Libre Empresa”,
sólo tienen la consciencia de estar realizando una actividad lícita,
un negocio, como cualquier otro, que a veces, y no pocas veces,
es interferido gravemente por esa contienda civil. Cada cual corre
sus propios riesgos y los respalda con sus propios medios
financieros, igual como ocurre con todos los demás. En sus manos
está el tomar decisiones, a veces cruciales, como salir de su
actividad o mantenerse en ella, ignorando casi por completo la
fuerza de los que se interponen en su camino. La mayoría de las
veces, esas decisiones son tomadas bajo diferentes amenazas, en
nuestro país relacionadas con la posesión de las tierras, con la
vida, con el plagio político o económico. Pocos agricultores y
empresarios del agro, tienen la consciencia, si alguno la tiene, de
la trascendencia de la labor que cumplen frente a la sociedad
humana. De la misma manera, las condiciones de vida que
ostentan, particularmente aquellos de la más baja condición,
muestran que tampoco la Sociedad tiene consciencia de la
trascendencia que tiene el agro campesino, entre otros, como el
sector artesanal, el sector agropecuario industrializado de la
producción, y por lo tanto poco le reconoce. El aislamiento
general, la soledad, el abandono, la falta de liderazgo, de
orientación, reinan en la vida de este sector social. Pero esto no
sólo es una realidad geográfica, dadas las distancias territoriales;
es una realidad sicológica.
163
De allí que me permita proponer una proyección de la
Agricultura, y la Cultura Pecuaria, la Piscicultura y la Silvicultura
la Minería, entre otros, de pequeñas dimensiones como de
grandes dimensiones, las artesanías, el trabajo manual, el trabajo
artístico de toda índole, no sólo la gran industria productiva de
gran escala, como temas relevantes de Cultura Humana con una
proyección que les permita, a todos los seres humanos del Planeta
entender cuál es el significado del aporte social que con su trabajo
hacen los campesinos igual que los demás aportantes de su base, a
la Sociedad, que no es sólo fuerza obrera laboral, oferta de mano
de obra para abastecer la demanda de la Gran Industria, algo que,
por otra parte, se da sin el menor apoyo de ésta y sin la menor
consideración de la gran dirigencia económica de las naciones:
Estas antiguas disciplinas humanas, con logros indiscutibles en el
marco de numerosas civilizaciones humanas de todos los tiempos,
que marcan el principio de un porvenir aún más espectacular que
el vivido ya por la humanidad hasta los umbrales de la Era
Industrial, no son sino las raíces y el principio del <<manejo
racional>> de la principal fuente humana de la <<energía
cósmica>> que ésta necesitará, en lo sucesivo, para vivir y
desarrollarse, y que deberá aprender a aprovechar
sustancialmente.
La realidad del aislamiento no solo es un problema que afecta la
vida de los agricultores, campesinos, sus comunidades etc., y sus
relaciones con la Ciudad. Especialmente afecta también, entre
otros, a los profesionales liberales, a los gremios empresariales, El
avance del conocimiento, aún en el aspecto científico, afectan
muy poco la consciencia popular acerca de la Realidad, que
proviene de planes educativos, muchas veces convencionales, y
no orientados a resolver un problema de consciencia específico.
Además, la especialización al nivel individual en las diferentes
disciplinas del conocimiento se practica en plan de competencia y
de asegurar un “mercado” para unos servicios personales que
difícilmente pueden prestar otros. Es tal, la falta de comunicación,
de actitud de intercambio, aún en los medios sociales de mayor
nivel de formación, que no hay mucha diferencia entre el avance
164
de la consciencia de la Realidad que impera en estos medios y la
que impera en los medios populares de formación media.
Si es posible tener una visión universal, una visión integral del
Hombre, y creo que lo es, puede tenerse, alrededor de al menos,
cinco actividades humanas de muy vieja data, a pesar del
escepticismo que reina en el mundo actual sobre esa posibilidad,
actividades donde el genio universal del Hombre ha logrado
expresarse y ser comprendido, ha encontrado una identidad
común de fondo, ha hallado una comunión en el sentido profundo
de la Vida. Estas podrían ser la Arquitectura, las Artes, la Música,
la Poesía y, quizás, la Ciencia. Antes llegó a darse esa visión
integral en la esfera que le asignamos hoy a la Religión, por
antonomasia, y quizás a la Filosofía, cuyo pensamiento se
desarrolla dentro del contexto propio de las diferentes culturas.
Sin embargo, dadas las circunstancias de hoy, de superpoblación
y aglomeración de poblaciones de múltiple origen en los mismos
espacios, la pretensión de universalidad de las dos últimas
disciplinas del conocimiento y saber humano, no parece valido,
tal como aquellas se dan, por ejemplo, en el mundo urbano
heterogéneo de hoy. Su desarrollo se dio, como ya hemos dicho,
circunscrito a los espacios propios de las diferentes culturas en
que tuvieron su origen, aunque se extendieron conforme se
extendían las culturas, se entremezclaban, se superponían, etc.
Dentro de las tendencias occidentales del pensamiento político
contemporáneo encontramos dos, que en la vida de las sociedades
modernas humanas, se consideran, teóricamente, como formas
contradictorias de concebir al Hombre y sus sociedades, cuando,
en el fondo, la antropología nos las presenta como enfoques
diferentes con resultados propios, en la interpretación de
experiencias vitales humanas que han modelado ya el respectivo
carácter de los pueblos y la valoración que cada quién hace de las
respectivas formas de vida derivadas de cada uno de ellos,
valoraciones que usualmente se clasifican como tendencias
ideológicas. Esas tendencias son:
165
El pensamiento individualista, que se origina, particularmente en
sociedades como la inglesa y la Francesa, donde se desarrollan
primero la consciencia de nación, las estructuras monárquicas del
Poder y el sentido imperial del Estado, la sociedad feudal, en las
sociedades mediterráneas, como las de Italia, España, Portugal los
Balcanes, las sociedades mercantiles del Oriente cercano, el Norte
de África, etc., que le dan impulso a los forjadores de grandes
empresas políticas y económicas desde el Renacimiento. Allí se
desarrollan primero las grandes metrópolis comerciales e
industriales, la navegación oceánica, y las experiencias propias de
los grandes magnates del comercio, el transporte, los seguros y las
finanzas derivados del ejercicio en las mayores empresas
económicas y políticas de carácter privado de la historia
occidental; y
El pensamiento socialista, que se ha desarrollado en pueblos de
fuertes vínculos sociales y sólido espíritu comunitario, como
ocurre en los asentados en la región oriental de Europa, como
Alemania, Polonia, Rusia, etc.
En los conflictos del siglo XX estos dos caracteres se enfrentan
concretados en sendos regímenes políticos que los asumen,
respectivamente, como políticas de Estado. Los conflictos que allí
se suscitan se roban casi todo el espacio de debate político,
pasando así al segundo plano, en sociedades modernas que se
desarrollan con alto grado de “emancipación” de los
condicionamientos de la Naturaleza, cualquier discusión
relacionada con el tema del Medio Ambiente.
Lamentablemente, no son éstos los únicos conflictos ideológicos
por los que ha pasado la cultura occidental. La interpretación que
los dueños del Poder hicieron del pensamiento ideológico en la
Filosofía y la Religión, y el uso que le dieron en la primitiva
sociedad feudal europea a los privilegios que les correspondían,
mezclaron los conflictos ideológicos con los de sus intereses y,
sólo en Occidente, el rompimiento del eje cultural, precipitó las
sangrientas guerras religiosas del siglo XVI y XVII y produjeron
una reducción en la población europea, del orden de un tercio de
166
ella; la profundidad de la discordia se hizo cada vez más abismal.
Por la misma desgraciada razón, los grandes conflictos
ideológicos de la actualidad se plantean básicamente en el plano
filosófico; y en tal caso, es la Filosofía y no la Religión, la que
contribuye más bien a establecer que a derrumbar fronteras, a
cavar abismos, entre los hombres, más bien que puentes de
entendimiento. Los grandes conflictos entre el Mundo Oriental,
socialista, sin liderazgo visible desde el fin de la Guerra Fría, y el
Mundo Occidental individualista (mejor que capitalista), liderado
por las potencias anglosajonas, están aún frescos, sin solución
práctica de común aceptación y vivos todavía en naciones como
Colombia, la nuestra, a pesar de la caída del Muro de Berlín y del
colapso de la estructura administrativa de la Unión Soviética a
finales del siglo XX.
El “espíritu” de nuestro mundo humano actual, por razones
históricas y por estar ampliamente y cada vez más afectado por la
mentalidad individualista occidental es una “colcha de retazos”,
cada vez más confuso, cada vez menos dispuesto a la concordia,
al entendimiento, a los acuerdos, a una vida de mutuo respeto por
las diferencias, a la necesidad que tenemos hoy de las sociedades
de tipo <<plural>> con sus órganos propios y sus formas propias
de manejar el Poder. No existe realmente una unidad espiritual en
nuestra vida urbana actual, algo no sólo imputable a la diversidad
cultural de los habitantes de la Urbe, sino que los pueblos allí
conforman su conjunto abigarrado de espíritus, cada uno de ellos
con concepciones cósmicas muy diferentes, sí, pero
inmensamente afectadas por las construcciones ideológicas
modernas. Mucho de su componente poblacional maduró en el
medio íntimo característico de la Cultura en las diferentes
latitudes y longitudes del planeta, en general, mucho después de
la separación de sus troncos genéticos originales de África, y su
emigración a los lugares donde hicieron florecer sus diferentes
civilizaciones.
En el mundo actual, en proceso de occidentalizarse, éste se ha
dado solamente sobre la base de la “corteza técnica” de su cultura,
única parte aparentemente sana de ella, aunque, desde luego se va
167
estableciendo poco a poco, por fuerza de la necesidad, una
postura de reconocimiento, aceptación y respeto, en principio, de
las diversidades de pensamiento, visión y proyectos de vida que
surgen de la vertiente de la Ilustración, luego de la desintegración
del eje cultural de Occidente, que produjo la catástrofe social de
la que hablamos atrás, personificado antiguamente, en el
pensamiento escolástico y dogmático de la Iglesia Católica
Romana, en el contexto de una sociedad feudal – militar, como ya
dijimos, altamente represiva y excluyente de todo aquello que no
fuera la “nobleza” y sus intereses políticos y financieros, por
efecto principalmente de la Reforma y el Cisma de la Iglesia de
Inglaterra y un poco más adelante, por la Revolución Francesa.
En torno a la búsqueda de una reconciliación global en esos
aspectos, no parece haber, sin embargo, algún movimiento serio,
Es preciso, a pesar de todo, y queda el reto, de superar la
esquizofrenia que este estado de cosas nos descubre, y también la
paranoia, otra enfermedad que cierra las mentes que se escudan en
sus “bastiones psicológicos” en plan agresivo o defensivo, como
ocurre en toda lucha hegemónica por el Poder, como
consecuencia de la experiencia de la Guerra y la Violencia,
consideradas como las más expeditas de la soluciones a los
conflictos, si no como las <<únicas salidas políticas>> de los
conflictos. La precaria salud mental de las gentes de hoy merece
atención, igual que la suerte que le deparará, el fundamentar su
apreciación de la Realidad, sus proyectos de futuro, en una visión
neurótica del Mundo, con fuertes tendencias hacia la
esquizofrenia y la paranoia colectivas.
Ese puede ser lo lamentable y sombrío del aspecto que presenta
hoy la Evolución con rostro humano.
Hay poderosas razones para pensar que esa salud mental podría
lograrse gradualmente a medida que se intente el diálogo para
hacer que aquellas diferencias concurran claramente, para que
haya controversia, para que haya depuración, para que pueda
descubrirse el fondo común del pensamiento, de la visión, de la
política a seguir; para que haya posibilidades de conjugar el
168
pensamiento de las diferentes disciplinas humanas, de las
filosofías de la Vida, de los pensamientos religiosos, para que
suba el nivel de la consciencia común. ¡Cuán interesante sería que
un Parlamento no fuera donde se mantiene la tregua en la guerra
civil, sino donde pueda hacerse el proceso de “digestión” de las
diferentes mentalidades, y visiones de la vida, sueños a alcanzar,
donde puedan formularse metas comunes concretas que inspiren
confianza a todos, diseñar caminos para lograrlas, y poder así
caminar juntos a través de ellos.
Y hablando globalmente como una experiencia del conflicto
reciente de la parte de la humanidad que forma parte integrante de
nuestras tradiciones culturales occidentales que incluye los
pueblos antiguos del Asia Central, podríamos hacernos la
pregunta: ¿Cómo perciben aquellas dos mentalidades, la oriental y
la occidental, la experiencia de las revoluciones burguesas, que
desconocen muchos valores de la Cultura, como podría ser los
principios éticos (pues para ellos carece de importancia el "etos"),
que plantea las bases de una Revolución Industrial que se da a
partir de finales del siglo XVIII en Inglaterra, cuando la
revolución política se había ya dado en Francia y la revolución
social se había dado en EE. UU. de Norte América muy poco
antes?
A la caída del Imperio Español a finales del siglo XVII las
potencias anglosajonas y Francia asumen el liderazgo del Mundo
Moderno. De ello no creo que haya ninguna duda. Y su
pensamiento puede ser considerado individualista a ultranzas
como decíamos atrás.
Quiere decir esto, que el individuo tiene una clara consciencia de
sí mismo y del carácter propio que lo diferencia de cualquiera
otro, inclusive del de su comunidad, del de su nación. Ello,
aunque se entiende científicamente, que aún en sociedades no
muy fuertes, la valoración de las personas, de la acción que ellas
acometen, se entiende sólo en relación a la referencia por la que
las personas y su acción se mueven, pudiendo ser puesta en
entredicho su lealtad a las ordenaciones sociales, si lo desean,
169
inclusive, como efectivamente sucede, si ellas no le convienen. Su
visión es entonces, igualmente personal, independiente, limitada a
su manera de entender la Realidad, puede entrar fácilmente en
conflicto con otras visiones, y de las controversias que salen de
allí puede surgir, como piensan muchos tratadistas, el dinamismo
en la evolución de la Sociedad. En la práctica, sin embargo,
también puede surgir, y de hecho surgen de allí la división en
facciones, en partidos, la discordia, la disolución y la Violencia.
En la mentalidad oriental, el individuo está mucho más integrado
a la comunidad a la cual pertenece, y el ordenamiento de ésta es
aceptado con su sentido ético de manera indiscutible, destinado al
apoyo solidario de todos, en el plan de asegurar la supervivencia y
el bienestar de todos y cada uno de los miembros de la
comunidad. En este caso, la visión del individuo es
correspondiente con la visión de la comunidad. Por ejemplo, la
visión de Dios en los pueblos orientales que sirven de raíces a
nuestra cultura es una noción comunitaria, es también el principio
del Estado mediante el cual la comunidad es gobernada. Sus
primitivos líderes, como lo fue Moisés, obran al mismo tiempo
como cabeza militar, política, y religiosa del grupo. Son los
intermediarios forzosos entre Dios y los hombres. De allí nace la
tradición de los regimenes monárquicos europeos; allí se origina
el “derecho divino de los reyes” que sirve de base jurídica tardía a
las monarquías absolutas que rigen en Europa antes de la Era
napoleónica. Constantino, emperador romano entre los años 270 y
337, cuando promulga el Edicto de Milán en el año 313, y cuando
en el año 325 convoca el Concilio de Nicea, no obra como
converso o creyente; lo hace con la autoridad que le otorga la Ley
Imperial, como Emperador y Sumo Sacerdote, o sea como cabeza
política del Estado y la Religión en Roma.
La “invasión” de la mentalidad occidental al interior de la
economía de los países de la Europa Oriental, al impulso de los
ejércitos de Napoleón, fue mirada con inmenso recelo, por sus
consecuencias destructivas. En el oriente europeo fue mal
recibida, por lo tanto, aquella revolución burguesa, y ésta golpeó
duramente a la sociedad alemana y a las naciones vecinas. El
170
golpe recibido por los artesanos tejedores de Silesia entre muchos
otros, y la experiencia de las condiciones de vida de los obreros
industriales en Manchester y otras ciudades inglesas, como
consecuencia de la ambición desbordada de los empresarios
industriales locales, inspiró a los movimientos políticos de
solidaridad encaminados a conjurar aquella aberración del
pensamiento burgués. De la toma de consciencia del obrero
industrial, integrante fundamental del Pueblo, acerca de su
explotación, surgen los movimientos que lideraron el movimiento
obrero en Rusia y desencadenaron la conocida Revolución de
Octubre de 1917 y el movimiento revolucionario socialista que a
mediados del siglo XX había conquistado más de la mitad de la
población del Globo. Al margen de los conflictos y
confrontaciones, algunas tan importantes en el escenario de las
relaciones internacionales durante el siglo XX como fue la Guerra
Fría, podemos decir que, aquellas tomas de consciencia
representan hitos en el desarrollo de la consciencia humana, así,
como también ocurre, en nuestro tiempo, en que se da un
desarrollo inusitado de los medios de comunicación, que esas
consciencias no se difunden sino que encuentran barreras a veces
insuperables que mantienen a muchos seres humanos sumidos en
la ignorancia y la depresión por falta de oportunidades para
abrirse psicológicamente.
La pregunta, en este caso sería: ¿Hay posibilidad de sincretismo
entre el pensamiento individualista de Occidente y el pensamiento
comunista del Oriente? ¡Quizás sí lo hay! Ese sincretismo podría
tener el sentido de la complementación dinámica del trabajo
individual dentro de los equipos de trabajo. Expresemos esa
posibilidad refiriéndonos, por ejemplo, al aspecto económico de
las interacciones en la vida humana:
Una de las experiencias más afín a la mentalidad individualista
occidental es la llamada en Economía Política, la Economía de
Mercado en la que los sectores económicos se complementan
determinando una cierta especialización del Trabajo. Dentro de
esa noción puede imaginar uno un Mundo de presiones internas
donde el balance perfecto entre la oferta y la demanda de los
171
diferentes sectores de la producción y los diferentes mercados
generan el dimensionamiento relativo de la planta productiva de
una cierta organización económica. Cuando se dan factores de
inestabilidad, finalmente, las reacciones se dan al nivel de
multitud de decisiones individuales: Concurre mayor o menor
oferta, se reduce o aumenta la demanda, etc.
Ahora, ¿qué ocurriría, si a esta forma de funcionar el proceso de
multitud de decisiones espontáneas, se diera la ocurrencia de
cierta forma de liderazgo en los diferentes sectores de producción
y consumo, de suerte que los ajustes sean más contundentes y los
movimientos más ágiles, producto de una suerte de efecto
sinergético? Sería la repetición aproximada de la experiencia de
las acciones articuladas en conjuntos como se dio en la institución
gremial durante la Edad Media, y de una nueva experiencia, que
podríamos denominar de la industria inteligente.
Otra aplicación podría ser la de la proyección económica, para
desarrollar grandes programas productivos colectivos o
cooperativos, producir giros intencionales de la actividad
económica, etc. El reconocimiento de la figura del Estado de
Derecho que articula las decisiones de la dirigencia pública con la
actividad privada del Ciudadano por parte de los mayores poderes
del Mundo como medio de prevenir muchos conflictos o de
aportar la solución política de ellos cuando se presenten, y el
reconocimiento de unos derechos fundamentales de la persona
humana, que moderen un poco el poder de los más poderosos y de
las mayorías, les abre espacios a muchas instituciones que, como
ocurre con otras, conforman básicamente ya nuestro proyecto de
Estado en Colombia, y hacen que sea posible abrigar muchas
esperanzas en el emprendimiento de los esfuerzos serios que se
aprecian hoy en día por consolidar, aún más, dichas instituciones.
Pero hay otro aspecto de la posible controversia que pudiera
desatarse en Occidente, entre el pensamiento burgués que surge, y
el pensamiento de la Nobleza, que deja vacío su espacio al
manejo social, a la naturaleza de ese manejo y de su orientación
172
hacia una vida en común, que sea capaz de poner en práctica la
burguesía.
No hay duda que la clase noble, con sus privilegios, sus atributos
de honoríficos, de manejo, su posición social, aunque también sus
obligaciones con el Pueblo, plenamente reconocidos por las
diversas comunidades populares, clanes, tribus, reinos, por
ejemplo, en las que las diversas noblezas tienen sus raíces, cabe
dentro del concepto popular de las jerarquías, de los privilegios,
particularmente, en cuanto a los reconocimientos típicos que la
base popular le confiere a sus clases dirigentes, al orden que rige
sus relaciones con; esto, aunque los valores que representan, con
la evolución de las tradiciones populares se hayan transformado
en “derechos”, muchas veces disputados por quienes se
consideraban afectados con de confrontación, lo que conformó la
lucha entre estirpes beneficiadas. De esos conflictos se compone
mucha parte de la historia escrita de nuestra Cultura:
No sólo desde sus raíces, el pensamiento burgués asume
posiciones económicas, sociales y políticas que le son propias,
aunque los objetivos de la clase burguesa tienden a la
recuperación de las frustraciones que les deparó su suerte de
“dependientes” de un orden, de una costumbre que no podían
manipular; y lo hacen en términos semejantes a los que usaban las
clases opulentas en la sociedad medieval para realizarse: En el
orden del disfrute de bienes suculentos, de rentas altas, de poderse
“pagar” sus propios símbolos de riqueza y poderío. En realidad
no ha desarrollado unos propósitos genuinamente propios para su
acción, diferentes al lucro, y en función de su consecución
restringe la universalidad de su visión política y se enfoca en la
Economía, en el valor comercial inmediato de lo que produce, en
las industrias cuyo valor social y humano no es otra cosa que el
valor reflejado de las demandas de los bienes y servicios de la
Sociedad, en su conjunto, y en ello, exclusivamente encuentra su
razón de ser. Tiende al materialismo ateo, ya que se desarrolla
aislado, marginado, por así decirlo, del pensamiento global de la
cultura tradicional, que involucra en sí misma el pensamiento
religiosos, e intenta la interpretación, de manera bastante singular,
173
conforme a las propuestas de la Reforma, y de la Ilustración, de
lo que podríamos definir, aunque no propiamente, el pensamiento
propio de las actividades mercantiles en que se origina,
principalmente. Se preocupa, pues, primordialmente, por el lucro,
por las riquezas materiales; piensa en el trabajo como lo haría un
artesano, medido con base en la cantidad, calidad, y valor
pecuniario de la obra que sale de sus manos, sin preocuparse de
comunicar en ella algo trascendental. El burgués piensa poco en
las actividades no prácticas, del espíritu, en el negocio (no – ocio)
en contraposición del “ocio” como espacio de las actividades
intelectuales, artísticas etc. Como ocurre en la Guerra, su tiempo,
se consume frenéticamente en la producción y la competencia
económica. ¡No hay tiempo para la familia, la iglesia, la
comunidad! Desde el punto de vista del burgués, las clases nobles
vivían en el ocio y solamente se lucraban de las rentas que
producían sus privilegios. La nobleza no osaba ocuparse en los
menesteres del trabajo llamado hoy “productivo”; no era digno de
su alcurnia. En cambio, a nadie podría ocurrírsele, entre los
antiguos administradores del Estado cuando éste era todavía
manejado por los monarcas y los nobles, que un plebeyo pudiera
ser capaz de manejar los asuntos del Estado como ellos podían
hacerlo. La Universidad y las profesiones de jurisconsulto,
médico y sacerdote solamente eran dignas de las altas clases
nobles y aquella vedaba su ingreso a quien no ofreciera garantías
de sangre.
En verdad, el manejo de los asuntos de Estado se remonta a varios
miles de años atrás, hasta las raíces de la nobleza actual, formada
por los primitivos líderes de las diferentes comunidades, que se
desempeñaban principalmente en el oficio y el arte de la Guerra.
Comparativamente, la burguesía, interesada sobre todo en los
“neg – ocios”, podría considerarse poco experimentada en los
asuntos de Estado, posiblemente ha dejado un vacío claro en su
ejercicio del Poder, y ello puede ser simplemente el producto de
de esa inexperiencia: solamente hace unos doscientos años
accedió al Poder.
174
Hoy, que como ingenieros en el área de la administración
científica, afrontamos la controversia desde el punto de vista del
Trabajo, como noción de orden científico, sin ocuparnos de la
visión tradicional del mismo, y podemos apreciar la existencia de
una conciliación conceptual de ambas maneras de pensar, dándole
a la noción de Trabajo, en general, una connotación relacionada,
concretamente con el desgaste energético que éste puede generar
en el sujeto que lo desempeña, en el plan de cubrir las necesidades
objetivas de la Sociedad. Es tan importante, en este caso, el
trabajo de dirección, de conducción, de planeación, de desarrollo
de la comunicación social, de la administración de justicia, de la
labor de mantenimiento de la salud, de la educación y formación
del carácter de la gente, del manejo de instituciones dedicadas al
comercio, de la industria, de los servicios, etc., como la labor
productiva de los bienes, de los servicios básicos, y viceversa.
En la reunión de clausura del congreso de academias de la lengua
española reunido en Medellín en marzo de este año (2007),
efectuada por el Rey de España Juan Carlos de Borbón, en la
primera visita, que hace un Rey de la Madre Patria a una de las
antiguas provincias del Imperio Español en la antigua América
Española, esperada por más de cuatrocientos años, es reconocido
por el mismo Rey, miembro de número de la Academia de la
Lengua de su país, “el magnífico aprovechamiento del ocio” de
todas las academias de la lengua de habla hispana, que en un
trabajo dedicado, muy bien logrado, y ceñido a la mayor de las
disciplinas lingüísticas, les ha permitido la elaboración del último
diccionario de la lengua española.
Los términos “ocio” y “negocio”, afirma en sus palabras el
honorable director de la Academia Española de la Lengua,
plantean, la primera una afirmación y la otra una negación de la
primera. Dentro del contexto por donde aquí nos movemos,
podríamos referirnos a las actividades típicas de la sociedad
íntegramente considerada: Tanto el “ocio bien aprovechado”
como el “neg-ocio” representan trabajo productivo, el primero,
aprovechamiento típico de la antigua nobleza, el segundo
aprovechamiento típico de la burguesía. El desarrollo de nuevos
175
modelos de actividad empresarial, como el llamado “Network
Marketing”, o “Mercadeo en Red”, utilizado últimamente en la
comercialización de diferentes productos de consumo, requiere
del entrenamiento del personal que labora en actividades de
comercialización directa (actividad típica de origen burgués), pero
también en la actividad de liderazgo (actividad típica de origen
noble), que consolida la unidad de la red, que le permite avanzar
en pericia, y destreza al grupo, y le da posibilidad de apoyo y
entrenamiento a los recién llegados, con lo cual no sólo se
consolida, sino que se hace más competitiva y se amplía
constantemente la red. Más adelante volveremos sobre este tema.
Aunque el desarrollo de la mente reflexiva obedece a un proceso
natural evolutivo del cerebro en la Especie humana, es cierto
también que esa evolución se da sobre el soporte fisiológico de un
animal mamífero, cuyo centro emocional caracteriza su
personalidad animal, de la misma manera que ocurre en las otras
especies animales. Su comportamiento, pues, con su conducta
emocional, por un lado y con su entendimiento reflexivo por otro,
le plantean a cada ser humano, al nivel personal, definiciones y
decisiones conscientes, en la lucha dialéctica que libra
cotidianamente entre las emociones y los dictados racionales de
su pensamiento lógico y reflexivo. Y, obviamente, el resultado de
su acción y la aparición de conflictos con otros de su especie, que
viven el mismo problema dialéctico existencial, es consecuente
con la definición que la consciencia de cada cual le da a su
dilema. El mundo humano real, al cabo de esa lucha dialéctica, no
siempre las definiciones y las decisiones de las personas son algo
auténtico y sincero, sino el producto de imposiciones, de
manipulación de aquellos que manejan el Poder. De allí nacen la
desconfianza, los odios, los deseos de venganza, la violencia, etc.
que establecen las casi insuperables barreras emocionales a la
comunicación que podemos contemplar hoy entre los hombres.
La impreparación de la humanidad actual para llevar a cabo el
liderazgo de la Evolución de la Vida, en su conjunto, está también
determinada por la escasa evolución de su actual tecnología de
manejo y de su impráctico aparato administrativo, en parte,
176
originados en los siguientes factores: La anarquía movida por la
desesperación, la pobreza, la frustración, que atenta
constantemente con el orden institucional vigente en las diferentes
naciones del Mundo; el afán de la generalidad de los poderes del
Mundo por ejercer el dominio hegemónico sobre la economía y
los recursos naturales del Planeta entero en pro de sus propios
beneficios y sobre las personas y el producto de su trabajo; la
arrogante y autosuficiente sociedad industrial de hoy, que se
considera <<emancipada>> de los condicionamientos propios del
Medio Natural y, quizás, esto se acentúa más, con la reorientación
que le han dado los poderes que manejan la economía del Mundo
a la evolución de la sociedad humana actual, en función de sus
propios intereses de naturaleza financiera, que sitúan e imponen
como máxima aspiración institucional de la actividad humana en
todo el Orbe.
Hace apenas unos cien años Federico Taylor hacía sus primeras
investigaciones, En EE. UU. de Norteamérica, relacionadas con el
rendimiento del trabajo del obrero industrial, para basar en los
resultados la remuneración justa de su trabajo. De ese trabajo
surgieron finalmente las oficinas de trabajo contable y se
desarrolló la disciplina de la Ingeniería Industrial. Las
organizaciones burocráticas vieron, en aquellos días, por primera
vez su luz, diseñadas sobre la base de la experiencia de las
organizaciones militares de entonces.
Esa situación no fue muy diferente hasta entrada la segunda mitad
del siglo XX en que se desarrollaron los primeros ordenadores
prácticos, que, con el desarrollo de la Electrónica, reducirían sus
dimensiones dramáticamente, hasta llegar, con más potencial de
uso todavía, del tamaño de un gran salón de unos 100 metros
cuadrados, capaz de contenerlos en 1950, al tamaño de un
ordenador portátil de no más de quinientos gramos de peso en el
2007. La aplicación del manejo eficiente de grandes cantidades de
datos con apoyo en los medios electrónicos, el desarrollo de las
diferentes disciplinas relacionadas con el potenciamiento de las
capacidades humanas de trabajo, y el diseño de nuevos modelos
organizacionales de alto rendimiento, le permiten a uno avisorar
177
un porvenir inmediato muy promisorio a las herramientas de
manejo organizacional.
Queda, sin embargo una ardua tarea qué cumplir: Generar el
ambiente de vida en las diversas sociedades humanas, de tal
manera que las prácticas indeseables, como el fraude del otro en
el desarrollo de las relaciones humanas inocentes, el abusos
abierto contra los derechos ajenos, el afán de imponer los
intereses personales en la vida pública sobre los intereses de la
comunidad, sean historia para no ser vivida más.
Dentro de la concepción actual de la Realidad, es claro para los
pensadores científicos que no es fácil entenderla si no la
concebimos como el producto de la convergencia de una cantidad
inmensa de elementos, unos conocidos y otros desconocidos, que
convergen en el escenario histórico de esa realidad para
conjugarse y producirla en sus resultados. La conocida “Teoría
del Caos” se refiere al manejo de ese proceso de la convergencia
de elementos productores de la Realidad. Quiero tomar el ejemplo
de un caso, que puede ser muy particular, que, puede ilustrar lo
que ocurre cuando se pierde el control de la evolución de la vida y
terminan imponiéndose resultados absolutamente inesperados y
aparentemente producto del azar.
En la experimentación científica acostumbra a aislarse el
experimento tanto cuanto es posible del entorno, con el fin de
manejar mejor los factores que afectan previsiblemente los
resultados. En la experiencia humana ese aislamiento se puede
dar, por ejemplo en economías nacionales que se desarrollan
aisladamente del entorno, con la intención de ser controladas para
lograr resultados específicos, entre ellos la protección adecuada
para alcanzar su madurez, como ha sido común con la protección,
por ejemplo de aranceles y control de las importaciones y
exportaciones, en todas las economías nacionales de
industrialización incipiente.
En Colombia ocurrió, en el año de 1994 un acontecimiento que
marcó la crisis en que se inició uno de los hitos de nuestro
178
desarrollo económico, partiendo de una crisis que nunca fue
completamente comprendida ni por la gente ni por las directivas
del país. Un acontecimiento que resultó de un paso dado, a ciegas
realmente, por las autoridades colombianas, como han sido dados
muchos en la historia de la Humanidad. Sus lecciones son, no
obstante, ilustrativas, de lo que el desarrollo del pensamiento
científico ha logrado aclarar y que será tratado en una próxima
sección.
En el año de 1994, César Gaviria, el entonces presidente de
Colombia, tomó la decisión de abrir unilateralmente la economía
del país al exterior, cerrada desde la Segunda Guerrea Mundial,
con el pretexto de la corrupción imperante, de la inoperante e
ineficiente operación de muchas grandes organizaciones
productivas y de servicios, del desgreño administrativo de gran
variedad de institutos públicos descentralizados, como producto
del clientelismo de los “caciques políticos” que ejercían inmensa
presión en busca de botines burocráticos, en busca de control
sobre las ejecuciones presupuestales del gobierno central y
regional para conseguir favores electorales, etc.
Todas aquellas instituciones habían caído en manos de
movimientos sindicales fuertes, de partidos políticos interesados
en mantener su presión sobre la oposición, entre otras
consecuencias, y solamente parecían los colombianos interesados
en aprovecharse, al máximo de las condiciones de privilegio
adquiridas en todo tipo de negociaciones, comprometiendo la
atención general de la ciudadanía en esas luchas de la vida
cotidiana, que cada vez hacían del país una realidad más y más
insostenible.
Parecía que la situación del país entraba en una suerte de crisis y
al nivel de los grandes centros de estudio económico del mundo, y
frente al dramático desplome de la estructura estatal soviética en
la última década del siglo anterior, recobraban su fuerza antiguas
doctrinas liberales, reeditadas en el mundo entero como doctrinas
“neoliberales”.
179
La apertura económica cabía, junto con otras medidas, dentro de
las tendencias de la época, dentro de ese concepto del
“neoliberalismo” y estaban destinadas, en nuestro contexto
económico regional, a rebajar las cargas económicas del Estado
colombiano, desembarazándolo de multitud de empresas
socializadas casi inútiles, incompetentes, insostenibles, y cada vez
más voraces, buscando su liquidación o privatización y
reduciendo así a proporciones manejables el Estado, sus costos de
funcionamiento, los presupuestos oficiales y las dimensiones
físicas de un aparato estatal que se había vuelto verdaderamente
paquidérmico en relación al volumen de la actividad general del
País. Toda la confianza fue depositada en un mecanismo de
autocontrol en el intercambio económico, sin tener en cuenta
factores diversos suficientemente relevantes que pudieran atentar
contra el “equilibrio económico” logrado: La Economía del
Mercado.
Esa medida, luego del “ablandamiento” producido por la acción
incesante de los contrabandistas y narcotraficantes en su lavado
de dinero y activos, que debilitaron, casi hasta la quiebra, a
multitud de empresas antiguamente prósperas, produjo un efecto
secundario terrible:
Inmediatamente “invadió a Colombia un verdadero alud de
fuerzas económicas extrañas, de intereses de toda índole, de
instituciones diversas interesadas en llenar vacíos de servicios, en
compras de empresas, en fusiones, en alianzas estratégicas
económicas, etc., cambiando definitivamente la fisonomía
económica de Colombia y las costumbres de hacer negocios.
Sobrevino la desocupación a niveles nunca alcanzados y el crimen
organizado, el narcotráfico, la subversión política y los antiguos
grupos de autodefensa se hicieron receptivos de la demanda de
trabajo de porciones cada vez más nutridas de población joven.
Pero primero ocurrió lo que era obvio que tenía que suceder: Gran
cantidad de grandes y medianas empresas de todo tipo, fueron
vendidas, transformadas e implementadas conforme a la última
tecnología en manejo y sistematización de datos. Poco a poco, la
180
nueva estructura económica fue surgiendo “de entre las cenizas” y
empezó a generar nuevos dividendos, es decir, a retornar buenos
rendimientos a la inversión, a ser un buen negocio.
Lo que se suponía, eran los sectores de mayor potencial dinámico
de la economía colombiana, quedaron bajo dominio foráneo y el
fruto de cien años de nuestra Revolución Industrial, el esfuerzo de
capitalización económica generado durante todo el siglo XX,
partiendo del liderazgo de nuestros grandes visionarios, como
Jesús Mora Carrasquilla, Germán Saldarriaga del Valle,
Rudesindo Echavarría, Alejandro Echavarría, y muchos otros,
para mencionar solo a los antioqueños, salió literalmente de
nuestro control. El resultado a la fecha es desolador: 95% del PIB
de Colombia proviene de pequeñas y medianas empresas
independientes. Solamente el 25% de estas están en capacidad de
tributar al Estado y solamente el 5% del PIB proviene de grandes
firmas, muchas de ellas que no son, en el fondo, ni siquiera
colombianas. Esos son datos oficiales. Una de las más difíciles
decisiones que hubo que tomar, fue la reforma de una de las
mayores empresas estatales colombianas, Puertos de Colombia,
verdadero monstruo burocrático, que siempre se había resistido a
la modernización, convirtiéndose en un inmenso escollo en la
tarea de habilitar los puertos para responder positivamente al
desafío de las nuevas demandas comerciales de la “apertura
económica”, que exigía en muy corto plazo hacer competitiva la
oferta colombiana de bienes y servicios de producción nacional.
Esa experiencia tiene un valor práctico para el tema que tenemos
entre manos: En el mundo moderno, hemos aprendido del aporte
del pensamiento científico, que el manejo de lo social, al igual
que ocurre con los factores naturales que convergen para generar
nuevas realidades, no es ya de casos que pueden manejarse
aisladamente, de fenómenos específicos que se dan según ciertas
circunstancias claras de causa y efecto.
Aquí entra en juego una nueva visión de la realidad, que requiere,
para su objetiva interpretación, el manejo de situaciones muy
complejas y de grandes números, capaces de producir, en su
181
conjunto, resultados, incluso a veces, inconcebibles. Las luchas
sociales , económicas y políticas en Colombia, hicieron que los
colombianos convergiéramos en nuestro espacio vital en plan de
aniquilarnos unos a otros, de destruirnos, de hundirnos, pensando
los más fuertes que luego vendría el festín de los triunfadores. No
pensamos, sin embargo, que dos siglos de dedicarnos a esos
menesteres, habrían de apartar nuestra atención de la tarea de
consolidarnos como nación independiente, suficientemente fuerte
para encarar los desafíos históricos que debíamos afrontar. No
pensamos que, allende nuestras fronteras, fuerzas muy poderosas,
con una visión más actualizada que la nuestra de la Realidad, que
venía evolucionando sostenidamente en el pasado, nos habían
dejado atrás, estancados, con grandes inversiones que no supimos
nunca valorar, y que estaban dispuestas a beneficiarse
exclusivamente de nuestro trabajo, a dominarnos con los
instrumentos que nosotros mismos creamos, y que sí sabían
manejar con maestría. ¡Ciertamente suyo fue el Banquete!
Si analizáramos el fenómeno desde el punto de vista de las
Ciencias Naturales, de las leyes de la termodinámica, es posible
inyectar nuevos ingredientes a la visión de este proceso y se
enriquece enormemente nuestro entendimiento. Mediante esas
leyes no solo podemos describir fenómenos físicos, sino muchos
fenómenos sociales como el anterior, en la medida en que la más
rigurosa observación experimental, nos permita ser contundentes.
En el caso que nos ocupa, sin saberlo, los colombianos nos
habíamos metido en nuestra propia encrucijada y habíamos de
salir de ella. Habíamos desarrollado un gigantesco e irracional
aparato productivo y de gobierno que nunca fuimos capaces
usufructuar y que podía llegar a colapsar. Era preciso romper el
círculo vicioso de invertir cada vez más esfuerzos en algo cada
vez menos eficiente, introduciendo fuerzas externas que tuvieran
capacidad de hacerlo. Es un ejemplo de aplicación de la segunda
ley de la termodinámica: La Ley la Entropía. Es importante, pues,
que dirijamos nuestros ojos a la Naturaleza cuando queramos
entender mejor nuestras realidades humanas, firmemente
incrustadas y en permanente interacción con nuestro entorno
182
cósmico. La Vida, veíamos atrás, parece reñir con la segunda ley
de la termodinámica. Sin embargo se mantiene y se desarrolla,
solamente aprovechándose de la energía del entorno. De la vida
humana, lo menos que es preciso pedirle, es que no sucumba en
medio de la destrucción y el caos. Su destino, igual que el resto de
la Vida, es conservarse y desarrollarse, mediante el uso de los
recursos energéticos de su entorno.
Cuando tengamos consciencia de cómo nos afectan, como
Especie, nuestras relaciones con el Cosmos, particularmente el
más cercano, nuestro Sistema Solar, cuando nos demos cuenta
qué significan para nuestra supervivencia los intermediarios de
esas relaciones cósmicas, a saber, campesinos, empresarios que
exploten el Campo, y el Reino Vegetal, cuando sea posible
desarrollar grandes organizaciones para el trabajo en equipo de
grandes masas de población, cuando sea posible establecer formas
de liderazgo eficaces en el manejo de las empresas productivas,
cuando la consciencia de la necesidad de la cooperación se
extiendan suficientemente, a través de todos los canales de
comunicación, su simple aplicación en el escenario de la Vida nos
mostrará cuan cerca vamos a estar de la posibilidad de liderar el
proceso evolutivo, no sólo de nuestra Especie sino de la Vida
entera, en su conjunto.
Los resultados de la interacción humana con la Naturaleza, tal
como se ha dado hasta ahora, lo que pudiéramos llamar la
<<Evolución con rostro humano>>, y mirados sus resultados e
interpretados a la luz de nuestra reflexión, pueden decirnos lo
siguiente:
Es colosal la labor cultural que tenemos enfrente nuestro para
realizar con nosotros mismos. Lo primero a este respecto es, que
tengamos la consciencia de que la Agresión, la Guerra y la
Violencia, la búsqueda de la dominación de los otros, el ejercicio
de la hegemonía sobre ellos, son fórmulas de supervivencia
arcaicas que es preciso superar si queremos convivir en plan de
mutua cooperación.
183
Como propósito para ser realizado a lo largo de nuestra vida, es
importante que asumamos con urgencia el de <<liberarnos>> del
yugo de nuestras emociones y, por lo tanto, de sus efectos. Pero
no pasemos al extremo opuesto: dejar que nuestras emociones
estén sometidas, en su dinámica, a la acción de la razón.
Establezcamos, más bien, un “diálogo” entre nuestros propios yo,
tomemos, en cada caso, una decisión responsable, y no dudemos
en pasar a la acción..
Debemos renunciar a nuestras consideraciones acerca de una
posible supremacía de la Especie Humana, y a los planes de
desarrollar una Economía “independiente”, de espaldas a la
Naturaleza. El beneficio de su inteligencia debe ser abierto y
compartido por todo el Universo, pero, particularmente, por los
seres que pueblan nuestro propio planeta.
17.3.0 LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA
Cuando se habla de leyes, en el sentido asumido aquí parece si
como hombres estuviéramos situados frente a la expresión de una
realidad incontrovertible, irrebatible, inexorable y absoluta de la
Naturaleza, que alguien hubiera descubierto con inmensa
sabiduría. No es así sin embargo. Nunca serán sificientemente
ponderadas las limitaciones de nuestro conocimiento humano, de
nuestras experiencias en el campo físico para ser tan tajantes. Sin
embargo, los principios que estas leyes quieren expresar no han
sido nunca desvirtuadas hasta el momento, y en cambio nuevos
argumentos surgen todos los días para reforzar la opinión de los
científicos. Incluso es importante anotar, que el arribo a las altas
esferas del conocimiento en ciencia, no siempre se debe a
notables y abrumadores encuentros con la Realidad. La mayoría
de las veces el avance en el conocimiento se da paso a paso y a él
contribuyen los esfuerzos, las reflexiones y las comparaciones en
los resultados obtenidos por muchas personas.
El estudio de los fenómenos físicos en que se extrae energía de
alguna substancia material o se aporta a ella, constituye el objeto
184
de la termodinámica. En los viejos textos de física del siglo
pasado (siglo XX), se plantea algo que no parece tan claro pero
constituye de todas maneras un avance significativo sobre lo que
se pensaba en el siglo anterior sobre el tema. Refiriéndose al
trabajo exterior como concepto físico de acción sobre un
determinado cuerpo, un texto de física dice: “Hemos visto que
cuando se eleva la temperatura de un cuerpo, tienen lugar
fenómenos muy distintos: generalmente los gases, sólidos y
líquidos se dilatan, pero en algunos casos muy particulares
pueden contraerse; los pares termoeléctricos desarrollan una
fuerza electromotriz, los conductores experimentan una variación
en resistencia, y así podrían citarse otros muchos fenómenos. En
tales procesos hay ordinariamente una transmisión de calor, y
también aplicación de una fuerza que efectúa un desplazamiento
y, por consiguiente, realiza un trabajo. El estudio de esos
fenómenos y el de los cambios de energía que tienen lugar en la
transmisión de calor y realización de trabajo constituyen el objeto
de la termodinámica” (Francis W. Sears, Mark W. Zemansky.
Física General. Aguilar S. A. de Ediciones. Madrid 2085, 3ª.
Edición 1955, P 295).
Hoy día se entiende que, cuando se habla de calor y de trabajo
mecánico estamos hablando de diferentes especies de energía. Sin
embargo tuvo que transcurrir algún tiempo y darse mucha
experimentación para llegar a esa conclusión. Antes se creía que
el calor era un fluido invisible e imponderable llamado calórico,
que se producía cuando una sustancia se quemaba, y que podía
transmitirse por conducción de un cuerpo a otro. El abandono de
esta teoría representa uno de los hitos en el avance de la Física
durante los siglos XVIII y XIX. La contribución a este avance, en
particular, se le debe a dos hombres: El físico norteamericano
conde sir Benjamín Thompson Rumford (1753 – 1814) nacido en
Woburn, Massachusetts) y el físico inglés, sir James Prescot Joule
(1818 – 1889) (Idem. P 269).
Rumford fue comisionado para dirigir el taladrado de sus cañones
por el gobierno de Baviera. Para evitar el calentamiento excesivo,
el hueco a taladrar se mantenía lleno de agua durante la
185
operación, y como ésta hervía y se iba secando era preciso
mantener un continuo abasto de la misma y rellenar
continuamente el cañón. Entonces se admitía que para que el agua
hirviera sucedía esto porque se le estaba suministrando, de alguna
manera el calórico. Se explicaba este suministro de calórico, por
la hipótesis de que cuando la materia se dividía finamente, como
ocurría con el taladrado, disminuía su capacidad de retención de
calórico, el cual, desprendido de esa forma, hacía hervir el agua
(Idem. P 269).
Ramford observó, sin embargo, que el agua de refrigeración
continuaba hirviendo cuando la herramienta se ponía tan roma
que no cortaba. Esto es, la herramienta roma constituía todavía,
aparentemente, un depósito inextinguible de calórico mientras se
realizara trabajo para hacer girar la herramienta. (Idem. P 269).
“Ahora bien, uno de los hechos que justifican nuestra aceptación
de muchas ideas abstractas en física es que obedezcan a un
principio de conservación” (Idem. P 269). En este caso la energía
mecánica no parecía conservarse puesto que se <<gastaba>>
continuamente trabajando, y el calórico no se conservaba, según
parecía, puesto que se gastaba también continuamente (Idem. P
269).
Rumford no expresó sus ideas exactamente de ese modo.
Convencido de ello, aseguró que lo que se había interpretado
anteriormente como una entidad distinta, esto es, el calórico, era
simplemente energía en otra forma. En el proceso no se daba la
desaparición constante de una cosa y la aparición de otra.
Sencillamente, lo que ocurría era la transformación continua de la
energía en calor, constituyendo éste un ejemplo del principio de
conservación de la energía.
Rumford intentó algunas medidas de la cantidad de trabajo
mecánico realizado y del agua refrigeradora que se evaporaba
pero sus experiencias no fueron de gran precisión. El honor de
lograrlo plenamente le correspondió a sir James Prescott Joule,
quien llenó dicho vacío: Con sus múltiples mediciones en
186
experiencias realizadas, entre 1843 y 1878, logró demostrar que,
cada vez que una cantidad de energía mecánica se transformaba
en calor, se obtenía siempre la misma cantidad de éste. Quedó así
establecida definitivamente la equivalencia del calor y del trabajo
mecánico como dos formas específicas de la energía (Idem. P.
270).
El calor como el trabajo mecánico son cosas intangibles y sus
medidas no pueden conservarse como las medidas de longitud, de
área, etc., en un museo de medidas. La cantidad de calor que
interviene en un proceso se mide por referencia a algún cambio
que acompaña a ese proceso. Una unidad de calor se define como
el calor necesario para producir alguna transformación tipo
convenida. Citemos tres de esas unidades: La caloría – kilogramo
(o kilocaloría), la caloría – gramo (o caloría) y la unidad térmica
británica (Btu) (Idem. P. 270).
Su definición quedó establecida en la siguiente forma:
La caloría kilogramo es la cantidad de calor que ha de
suministrarse a 1 kilogramo de agua para subir en 1 o C su
temperatura.
La caloría gramo es la cantidad de calor que ha de suministrarse a
1 gramo de agua para elevar en 1 o C su temperatura.
El Btu es la cantidad de calor que ha de suministrarse a 1 libra
(454 grs.) de agua para elevar la temperatura en 1 o Farenheit.
Si una libra de agua equivale a 454 gramos y 1 o Farenheit
equivale a 5/9 o C, entonces 1 Btu equivale a 454 grs. x 5/9
o C =
252 grs. x o C. expresado en unidades métricas.
1 Btu = 252 calorías gramo = 0.252 calorías kilogramo
La cantidad de calor necesaria para aumentar en 1 o C la
temperatura varía un poco para estados iniciales y finales de
temperatura diferentes. Para la mayoría de usos prácticos se usan
187
las siguientes referencias: Temperaturas entre 14,5 y 15,5 o C en
el sistema métrico y entre 63 y 64 o F en el sistema inglés. En
estos casos el error es suficientemente pequeño para considerarlo
despreciable (Idem. P. 270).
El trabajo mecánico se mide en kilográmetros, en ergios, en julios
o en libras pié. Las primeras experiencias encaminadas a lograr de
manera precisa estas medidas, fueron realizadas por sir James
Joule utilizando un aparato de laboratorio, en el que un cuerpo
atado a un cordón de un extremo, se dejaba caer. Tal peso, hacía
girar un conjunto de paletas que se encontraba sumergido en un
recipiente con agua y en cuyo eje había una polea a la que estaba
anudado el otro extremo de la cuerda y enrollada ésta.
Conociendo la altura de caída y la masa del cuerpo, conociendo la
masa de agua y el aumento de temperatura por la agitación,
simplemente se verificaba el efecto en el agua por el trabajo del
cuerpo al caer. La energía a transformarse se midió en unidades
mecánicas y la energía transformada en unidades de calor una vez
desarrollado el proceso de dejar caer el peso. En épocas más
recientes se usan métodos más precisos, partiendo de energía
eléctrica que calienta una resistencia sumergida en agua. Los
mejores resultados son:
4,186 julios equivalen a 1 caloría
4.186 julios equivalen a 1 Kilocaloría
427.1 kilográmetros equivalen a 1 Kilocaloría
778 lbs. – pié equivalen a 1Btu
El equivalente mecánico del calor se expresa así:
4,186 Julios/caloría
4.186 Julios/Kilocaloría
427.1 kilográmetros/Kilocaloría
778 lbs.- pié/Btu
Ya familiarizados un poco con los conceptos básicos de la
energía en dos de sus manifestaciones más comunes para
nosotros, situémonos frente al caso concreto de la aplicación de la
188
termodinámica que más ha revolucionado la vida humana: Los
motores de combustión interna, en que parte de la energía interna
de los gases de combustión se transforma en fuerza mecánica.
Este proceso cumple lo que se llama en física la <<primera ley de
la termodinámica>>. Nos ayudará a entender su funcionamiento
la consideración, de un modelo, un tanto simplificado, del
elemento básico del motor: Un recipiente cilíndrico metálico
cerrado en un extremo y en el otro con un pistón móvil, dentro del
cual está encerrado y aislado del medio exterior un gas ideal. En
este caso concreto están las siguientes variables bajo nuestro
control:
1) El volumen que ocupa el gas dentro del recipiente,
2) La presión dentro del recipiente, por medio de la posición del
pistón dentro del cilindro. Y
3) La temperatura inicial y final del sistema en el proceso.
Antes de proceder a cualquier cambio, se miden las condiciones
iniciales en términos del volumen, la presión y la temperatura
ambiente, unos 15 o C, constatando, por otro lado, que el sistema
está en equilibrio y no se mueve. Si se calienta el recipiente con
una llama aplicando sobre él una cantidad de calor Q, el pistón
tiende a moverse hacia fuera para buscar una nueva posición de
equilibrio. Si no se toca el pistón la presión aumenta y hace
mover el pistón hasta que la presión en el gas llegue a recuperarse
al nivel en que estaba antes. La cantidad de calor Q se transforma
entonces en el trabajo W realizado libremente por el gas sobre el
pistón. Así:
Q = W (1)
Sin embargo, si no dejo mover el pistón libremente, y estorbo su
desplazamiento, por ejemplo, con la fuerza de mi mano, entonces
notaré que el pistón sigue ejerciendo presión sobre mi mano.
Existe, pues, una energía interna en el gas, en la segunda posición
del pistón U2, diferentes de U1, que tenía en su estado inicial,
fuera del trabajo realizado al moverse el pistón el espacio que yo
189
lo dejé mover. Así, en este caso, la ecuación (1) se transforma en
la ecuación (2):
Q = U2 – U1 + W (2)
Esa expresión algebraica sencilla expresa el hecho de la
transformación de la energía interna del gas y el trabajo realizado
sobre el pistón, que es materia de la primera ley de la
termodinámica. En lenguaje corriente dice así: Dado cualquier
punto de partida en cierto estado de un gas, expresado en los
parámetros establecidos, en este caso la presión, el volumen del
gas y la temperatura iniciales de éste, cualquier otro estado en
términos de los mismos parámetros queda definido igualmente,
puesto que la diferencia Q – W es la misma para cualquier
proceso usado para pasar de un estado a otro. (Idem P. 300).
Este experimento sencillo nos hace accesible un principio
fundamental de la Física, una ley natural que, hasta ahora, se ha
mostrado válida en todas las observaciones, no solamente al nivel
de nuestra escala planetaria, sino, incluso, a nivel cósmico, que en
términos no muy rigurosos se refieren a que la energía no se
aniquila ni se crea (¡Tal vez el acto creador de donde ésta parece
originarse ya se había dado hace 13.200 millones de años cuando
se dio el Big Bang!); solamente se transforma en especies, de las
cuales el calor, el trabajo mecánico, la energía electromecánica,
…y las “condensaciones” en materia inerte y materia “viva” son
algunas de ellas.
Pero como podemos ver, ya nos estamos metiendo en un campo
espinoso solamente dominado por algunas mentes privilegiadas
que han logrado penetrar un poco los misterios de una realidad
increíble por lo “absurda”, que elude y se “burla” de todo intento
ortodoxo de observación y aproximación humana. Me refiero aquí
al “espacio” en que se mueven hoy los físicos y que no obedece,
ni siquiera por poco a los razonamientos en que se basa nuestro
sentido común, un espacio en que el “hilo de Ariadna” del
conocimiento es aportado por desarrollos de la lógica matemática
que permite la aplicación de nuevas técnicas de experimentación
190
y observación que llena vacíos importantes en el reconocimiento
de muchos fenómenos físicos de la Naturaleza, aunque en cierta
forma de manera indirecta e incompleta. Sin embargo, si esto es
lo que permite progresar en el conocimiento, es adoptado como
camino para avanzar.
Por ejemplo, cuando se hablaba muy atrás de la observación de
los electrones en movimiento en su respectiva órbita alrededor de
su núcleo atómico. Es imposible, como en la observación
astronómica, enfocar un instrumento óptico de observación hacia
un electrón. Son partículas de 1/1.000.000.000.000 centímetros de
diámetro. El trabajo se parece al de intentar ubicar a un planeta en
su órbita alrededor del Sol. Anotábamos cómo era un propósito
absolutamente inalcanzable, por el momento, con los medios
disponibles. Entonces, se divide la órbita en cuatro porciones, por
ejemplo, y se calcula la probabilidad de que en un instante dado,
el electrón esté en una de las cuatro secciones. Esa aproximación
ya es un avance. Y así se han desarrollado conjuntos de
razonamientos bien hilvanados para llegar a conclusiones bien
interesantes.
Con base en los enfoques de la Ciencia actual, lo que en la física
clásica se veía como un fenómeno muy singular, y que hemos
descrito arriba para establecer un criterio de equivalencia entre la
energía calórica y la energía mecánica, es la aplicación a un
proceso muy particular de una teoría mucho más amplia que
intenta explicaciones plausibles del proceso natural de la
Evolución, que en el fondo, no parece ser más que el producto del
desarrollo de las energías potenciales desencadenadas, luego de la
Gran Explosión (o Big Bang). La elaboración de una teoría de la
complejidad de los elementos concretos que entran en juego en
las interacciones que se dan en cualquier fenómeno natural, por
sencillo que pueda parecer, es lo que se propone, en este caso la
Teoría del Caos. De allí que es importante entender que muchos
otros fenómenos conocidos y desconocidos de transformaciones
de la Energía pueden estarse dando cuando, en vez de hablar de
modelos con gases ideales, dóciles a un tratamiento teórico
determinado, tomamos un gas concreto o una mezcla de ellos para
191
un determinado experimento. En cada caso concreto se puede
llegar a resultados diferentes y a diferencias no muy bien
comprendidas. Lo que ocurre es que las propiedades concretas de
los gases, igual que ocurre con cualquier material concreto, están
íntimamente relacionadas con su constitución atómica.
Además, los rangos cotidianos considerados sobre las diferentes
variables usadas en la definición de los estados de la materia con
la cual se experimentaba en tiempos de la mecánica clásica,
plantean también un margen experimental muy estrecho de
posibilidades, en relación a las variables que definen los estados
de la materia tal como pueden hallarse en la Naturaleza en
condiciones muy diferentes de las de nuestro planeta. Es así como
los trabajos teóricos de Carnot están orientados al
aprovechamiento parcial de fuentes de energía al alcance del
público en dispositivos mecánicos relativamente sencillos y
familiares cuya eficiencia no es óptima. Las limitaciones en la
resistencia mecánica de los materiales con los que se fabrican los
motores de uso corriente son uno de los más fuertes motivos. Pero
su descubrimiento tiene un alcance mucho mayor: La segunda ley
de la termodinámica, en los procesos de transformación de la
energía está relacionada con los rendimientos obtenidos en esa
transformación y es producto del trabajo teórico de Carnot.
También se llama principio de la Entropía.
Nicolás Carnot (1796 – 1832) físico francés, fue el primero quien
abordó el problema del rendimiento de un motor térmico desde el
punto de vista fundamental. La máquina de vapor había sido
inventada antes y las diferentes mejoras se referían a mejoras en
el diseño mecánico pero no de fondo. Sólo la casualidad y la
inspiración lograron algún resultado, aunque nunca con la
contundencia que proviene del conocimiento de los principios
fundamentales. “La contribución de Carnot fue <<teórica>>, pero
ha tenido más influencia en el desarrollo de la sociedad industrial
del siglo XIX que el trabajo de cualquiera de los hombres
prácticos que le habían precedido en este campo” (Idem. P331).
192
“ En tiempos de Carnot se admitía todavía la teoría del calórico,
que consideraba el calor como un fluido indestructible, y Carnot
imaginaba el flujo calórico que pasaba por el motor, análogo al
paso del agua a través de una rueda hidráulica o una turbina,
desde una cierta altura a otra inferior. Durante el intervalo de
tiempo cualquiera, entra y sale igual cantidad de agua en la
turbina, pero durante el paso se ha obtenido del agua una cierta
cantidad de energía mecánica. Carnot creía que, en un motor
térmico, tenía lugar un proceso análogo; del calor se sacaba
energía mecánica, pero la cantidad de calor cedido por el motor
en un intervalo cualquiera de tiempo, era igual a la suministrada
al mismo…”A pesar de su concepto erróneo acerca de la
naturaleza del calor, Carnot obtuvo, de hecho, la expresión
correcta del rendimiento máximo de cualquier motor térmico que
opera entre dos temperaturas dadas (Idem. P. 331).
Carnot prescindió de los detalles de funcionamiento y enfocó su
atención sobre los hechos de fondo que consideró más
importantes. Estos hechos son:
Primero: Se suministra energía al motor en forma de calor, a una
temperatura relativamente elevada.
Segundo: El calor realiza un trabajo mecánico.
Tercero: El motor cedía calor a temperatura inferior.
Según el primer principio de la termodinámica, el trabajo
realizado por el motor es igual a la diferencia entre el calor
suministrado al motor y el cedido por él:
W = Q2 – Q1 (1)
Y la eficiencia E del proceso es igual al trabajo realizado sobre el
calor suministrado:
E = W/Q2 (2)
Reemplazando (1) en (2): E = Q2 – Q1/Q2 y:
193
E = 1 – Q1/Q2 (3)
Y como la relación de las temperaturas Kelvin entre las que
funciona un motor de Carnot son:
Q1/Q2 = Ti/T2 (4)
Si se reemplaza (4) en (3): E = (1 – T1)/T2 (5)
La eficiencia E del motor de Carnot aumentaría con la altura de la
temperatura a la que se suministra el calor si la temperatura del
calor cedido es la temperatura ambiente. Y la expresión de esa
eficiencia es la formulación concreta de la segunda ley de la
termodinámica.
“Nuestra experiencia de los motores reales nos conduce, por
consiguiente al segundo principio de la termodinámica, que puede
enunciarse de un modo riguroso como sigue”:
“Es imposible construir un motor tal que funcionando
periódicamente, no produzca otro efecto que el de tomar calor de
un foco calórico y convertir íntegramente ese calor en trabajo”.
“No hay nada en el primer principio que excluya la posibilidad de
convertir completamente este calor en trabajo. Por consiguiente,
el segundo principio no es una consecuencia del primero, sino que
constituye por sí mismo una ley natural independiente, que se
refiere a un aspecto de la Naturaleza, diferente del considerado
por el primer principio. El primer principio niega la posibilidad de
crear o destruir energía; el segundo niega la posibilidad de utilizar
energía [toda], de un modo especial” (Idem P. 336).
El aumento de la entropía corresponde a un desgaste de calor [de
energía] (aunque ésta no se destruye). En efecto, una
transformación irreversible en la que aumenta la entropía
corresponde a un rendimiento real menor que el óptimo. El calor
[la energía], que el gas toma de la fuente caliente en el recipiente
considerado arriba no se transforma íntegramente en trabajo
194
mecánico. Parte de él pasa a la fuente fría, donde se inutiliza.
Hasta ahora, hemos sabido calcular la entropía de un estado
referida a otro conocido. Pero nunca se había calculado la
entropía total de un estado. Apoyado en la tercera ley de la
termodinámica o teorema de Nernst, es posible hacerlo: La
entropía de un sistema cualquiera cuya temperatura es 0 absoluto
puede tomarse igual a 0 (Diccionario enciclopédico Quillet
Tomo 8, p 227)
En la medida en que un sistema, que podría ser un modelo de
motor de combustión interna, no logra convertir en trabajo la
energía sacada del combustible, este sistema gana en entropía. La
pérdida o ganancia de entropía de un sistema que varía entre dos
estados (con distinto contenido de energía interna), puede medirse
con el siguiente modelo, confirmado por el trabajo experimental:
S1 – S2 = S12 dQ/T (6)
Para un cambio infinitesimal la ecuación puede representarse así:
dS = dQ/T (7)
(Francis Weston Sears. Mecanics, Heat and Sound. Addison
Wesley Publishing Company, Inc. Reading , Massachusetts.
Segunda Edición 1956. P 448).
La unidad de medida de la entropía es calorías por grado Kelvin,
Btu/o
F, o algunas otras unidades equivalentes por el estilo.
Cuando un sistema considerado pierde energía, gana en entropía,
y viceversa.
“Hoy, día, en que la Física Clásica puede apoyarse en un
conocimiento mucho más amplio del comportamiento de la
materia, determinado por las particularidades de su estructura
atómica, es aceptado que sus principios se refieran, cada vez más,
a los postulados de la Física Cuántica. De la misma manera, la
termodinámica clásica se dedica básicamente a sistemas cerrados,
a transformaciones a la escala macroscópica. Sin embargo, su
195
primer contacto con la física atómica se debe a los trabajos de
Maxwell y Boltzmann, quienes establecieron la teoría cinética de
la materia y establecieron relaciones entre los fenómenos macro y
microscópicos. El aumento en la energía interna de un cuerpo
genera el aumento de su temperatura producido por el aumento en
el movimiento vibratorio de sus partículas. En algunos casos,
puede suceder que la energía ganada sea aprovechada para
aumentar la velocidad de los electrones alrededor de los núcleos
atómicos, de su rotación, etc. Por ello las experiencias muestran
en algunos casos de transformación de energía resultados que se
salen de la norma, aparentemente incoherentes o no esperados”.
(Diccionario Enciclopédico Quillet, Tomo 8 P 227)
“Uno de esos casos curiosos se da en la Física: Hace unos treinta
años parecía resuelta definitivamente la incertidumbre que tenían
los físicos acerca de la dualidad en el comportamiento de la
materia (algunos experimentos señalaban el comportamiento de
las partículas elementales que sirven de base estructural de la
materia como si su naturaleza fuera corpuscular y otras veces se
comportaban como si su naturaleza fuera ondulatoria). Es el tema
de la obra de Alfred Landé, “Nuevos fundamentos de la Mecánica
Cuántica”, Editorial Tecnos Madrid 1968) Sin embargo, nuevas
evidencias reafirman el criterio de que la materia se comporta de
ambas formas. Sin embargo, a pesar de las incertidumbres no
resueltas, en el curso del siglo XX se fundamenta la
termodinámica de manera rigurosa, se precisan sus relaciones con
la mecánica estadística, y se extiende a los fenómenos de
transporte (en que no hay estados de equilibrio), así como a
sistemas abiertos, es decir, en interacción con el Medio”.
“La controversia se presenta en términos duros y contundentes.
Demuestra cómo se enfrentan los criterios y cómo las
conclusiones científicas se basan en consideraciones, a veces
ajenas a la misma ciencia física. La termodinámica es uno de los
temas más trascendentales en materia científica; la física cuántica
encierra todavía mucha discusión en la Ciencia igual que en otros
campos del conocimiento humano. El lenguaje simbólico elevado
a veces veda discusiones perfectamente válidas porque aísla a los
196
notables en su “pedestal”. Es importante perfilar mejor los
liderazgos en este tiempo, vulgarizar más el lenguaje simbólico y
hacer más accesible el conocimiento, para que éste trascienda más
al público. Pero la controversia, como se da, muestra que la
Ciencia no es asunto de dioses, de reverencias, de simples
honores y dignidades: Es cosa de hombres de carne y hueso, de
seres humanos que pueden ver incompleto, que pueden
equivocarse pero que pueden ponerse de acuerdo alrededor de
conclusiones plausibles”.
Cita Landé para encabezar su capítulo VI las siguientes palabras
de Einstein, el genio matemático de la física contemporánea:
“Estoy convencido de que por pura construcción matemática
podemos descubrir los conceptos y leyes que proporcionan la
clave de la inteligencia de los fenómenos naturales”. Y a fe suya
(de Landé), que ha sido conseguido. Sin embargo, cita en su
capítulo VIII a R Lapiere: “La historia de toda ciencia está
sembrada de huesos de dogmas, propuestos por hombres de
ciencia excepcionales y aclamados en general y con entusiasmo
durante algún tiempo por los hombres menos emprendedores de
la disciplina”. Sin embargo, aún en el campo científico las
exageraciones y la temeridad han tenido sus consecuencias: Abro
comillas para transferir algunos apartes del texto de Landé, en el
cual hace una crítica a las consecuencias del inapropiado
tratamiento que muchos físicos le dan a los principios físicos, y
que se resuelve más bien en confusión que en mayor claridad del
trabajo investigativo en el campo del microcosmos:
“Existe actualmente consenso entre los expertos en lo que se
refiere a la resolución real de los problemas atómicos por los
métodos matemáticos de la mecánica cuántica: las diferencias han
surgido únicamente con respecto a la interpretación y la ideología.
Pero la ideología es un asunto muy serio para el versado en la
cuestión y para el público interesado en general: pues uno quiere
entender concretamente por qué es preciso recurrir al
desconcertante formalismo matemático del álgebra no
conmutativa y de las funciones imaginarias complejas, que tanto
197
éxito han tenido en la tarea de coordinar fenómenos diversos de
los dominios microfísicos”.
“Tras habernos ocupado en el capítulo I de la ideología dualista y
de su rechazo por la mecánica cuántica unitaria de partículas,
vamos a emprender una guerra fría contra otras muchas nociones
surgidas durante la creadora etapa comprendida entre 1920 y los
primeros años de la década de 1930, nociones que han mostrado
una notable capacidad de permanencia pese a su problemático
carácter, y que se encuentran ahora sancionadas por la autoridad y
la tradición hasta el punto de que se despacha a la crítica con un
encogerse de hombros, como si pensase cosas impensables. La
claridad ha quedado especialmente oscurecida merced a un
enfoque lingüístico de los problemas de la interpretación física, de
suerte que se alaba a Niels Bohr por haber sido el único que había
<<sabido que el verdadero problema…..de eliminar las
contradicciones…. residía en aquilatar el lenguaje de la física>>
(cf. El apartado 44); y, por el otro extremo, ha existido cierta
inclinación a ver la esencia de la ciencia atómica en los abstractos
símbolos matemáticos y en su manipulación, según lo expresaba
Eddingtton: <<Nos hemos dado cuenta de que la exploración del
mundo exterior por los métodos de la ciencia física no conduce a
una realidad concreta, sino a un umbrátil mundo de
símbolos……que es uno de los avances recientes más
importantes, de modo que el hommo sapiens solo encuentra la
propia huella de su paso en la arena>>”.
“No se explica, sin embargo, cómo podría el hombre haber
desarrollado su dominio técnico de las fuerzas naturales a partir
de tal modo de sombras simbólicas, ni siquiera cuando nos
enteramos por otra fuente que sólo la ciencia moderna se ha
convertido en un mundo de símbolos: <<El primer paso de la
retirada de la ciencia de la explicación mecánica se dio en 1900,
cuando Max Planck…>> etc., como si E = ½ mc2 fuese
explicación mecánica, en tanto que E = hv fuese retirada a la
abstracción matemática. Sin embargo, ya sea retirada o avance, un
humbrátil mundo de símbolos significaría una inversión completa
de la ciencia natural, cuyo objeto era (y sigue siendo), una vez
198
supuesto que exista un mundo real independiente de la opinión y
el consentimiento humanos, buscar regularidades generales que
puedan valernos para manipular las cosas y los sucesos. Los
filósofos han suscitado la cuestión de cómo podríamos llegar a
tener conocimiento ninguno de un <<mundo exterior>> sin
ingredientes mentales; y el que se hayan inclinado hacia el
idealismo, el positivismo, u otros ismos es algo que está más allá
de la física; pero parece ocioso apelar dentro de la física a una
doctrina filosófica con objeto de encontrar una vía de escape fácil
a un problema puramente científico tal como el de si la materia
consiste realmente en partículas o en ondas. Nos hemos
preguntado qué queremos decir al hablar de que partículas
materiales son reales y las ondas de materia meras apariencias;
pues bien, para el científico, una <<cosa real>> se caracteriza por
ciertas propiedades constantemente recurrentes; así, un electrón,
con su carga, su masa y su espín discretos y concentrados, es una
cosa real, mientras que la curva probabilística o función que
describe el albur atribuible a sucesos futuros no es una cosa real,
por mucho que la curva tenga aspecto ondulatorio. Empleando el
excelente lenguaje del doctore Johnson: se puede dar un puntapié
a una piedra, e igualmente puede dárselo a un electrón, y hasta a
una ola y una onda electromagnética, así como ser golpeado por
todo ello, lo cual prueba su <<realidad>>; pero no es posible dar
un puntapié a una curva de aspecto ondulatorio que represente
probabilidades de sucesos, ni ser golpeado por ella. Y a los
futuros historiadores de la ciencia les va a ser muy trabajoso
entender cómo los físicos cuánticos de hoy día, bajo el incesante
tiro de barrera del dogmatismo pseudoempírismo de los caudillos,
se han vuelto ciegos para tan sencilla distinción entre lo real y lo
aparente dentro de su propia ciencia” (Idem. P 110).
..“Aun cuando suele creerse que sin la doble manifestación serían
imposibles de explicar la difracción de la materia y otros
fenómenos de coherencia, tal imposible se logró nada menos que
en 1923 por el físico norteamericano W. Duane, uno de los
adelantados hoy casi olvidados de la mecánica cuántica moderna”
(Idem. P 16).
199
“Si se admite la interpretación estadística de Duane y Born, la
mayoría de las profundidades filosóficas destinadas a justificar la
ilusión de la dualidad son superfluas; y así vuelve uno desde las
imágenes subjetivas y el simbolismo umbrátil a la física lisa y
llana, y hablar sin avergonzarse de los electrones como de cosas
reales, prescindiendo de pulidos filosóficos” (Idem. P 110).
“Acaso la resignación ante una inescrutable dualidad de
manifestaciones haya valido para tranquilizar una generación
anterior en su desesperación ante una aparente antinomia; pero
aquella resignación provisional se ha convertido en un nuevo
credo, fomentado particularmente por las famosas conferencias de
Chicago de Heisemberg, de 1930, a las que acompañaban, como
ilustración, dos fotografías, una que mostraba trayectorias
corpusculares en una cámara de niebla y la segunda que
presentaba una figura de difracción electrónica con sus máximos
y mínimos de intensidad. Sin embargo, apenas puede hacerse
demasiado hincapié en que tales máximos son el resultado de
impactos de partículas individuales de distribución estadística, de
forma que el segundo documento exhibido por Heisemberg
prueba precisamente lo contrario de lo que se pretendía que
probaba: confirma la interpretación de Born de los fenómenos
materiales de aspecto ondulatorio mediante una estadística de
corpúsculos; y ya no se necesita para nada la dualidad (<<Je n’ai
pas besoin de cette Hypothése [No tengo necesidad de tal
hipótesis]>>, dijo en otra ocasión Laplace). El aferrarse al
dualismo viola una de las reglas principales del pensamiento
metódico: no caigamos en falsas oposiciones; no montemos una
antítesis entre una cosa –un haz de propiedades- y una de tales
propiedades;…..Sin embargo, los teóricos cuánticos no cumplen
las normas lógicas cuando proclaman una oposición entre las
partículas, en cuanto sustancia de la materia, por un lado, y la
ocasional disposición estadística ondulatoria de esas mismas
partículas, por otro. Si los expertos se apegan al cual están
acostumbrados y emplean métodos alternantes para fines
heurísticos, no hay en ello mal alguno; pero la constante
insistencia en una ilógica antinomia no fomenta la claridad, como
revela una ojeada a la bibliografía; así, sir James Jean, en su
200
alocución presidencial a la Royal Society, decía en 1934: <<La
imagen corpuscular es una imagen materialista de la que se
proveen quienes quieren ver un universo dibujado como materia
existente en el espacio y el tiempo; y la imagen ondulatoria es una
imagen determinista de la que se proveen los que preguntan qué
va a pasar después. La imagen ondulatoria, confirmada por la
observación en todos los experimentos conocidos, presenta un
determinismo completo…., pero este lo es de ondas, y por ello, en
última instancia, de conocimiento. En cuanto a la conservación de
la energía, las ondas de conocimiento no es probable que presten
sumisión a tal ley>>….” [¿?] (Idem. P. 112).
“El escepticismo acerca de <<pensar en objetos>> es una antigua
historia. Todo avestruz y todo nene son idealistas berkeleyanos
para los que las cosas existen mientras se las ve, y dejan de existir
cuando se tapan los ojos. Pero tanto el sentido común como la
ciencia se basan en la idea opuesta: aún cuando ciertas
propiedades del objeto cambien al mirarlas o medirlas (el
momento de un electrón, por ejemplo, se altera en forma
impredecible por su retroceso ante la reflexión de la luz), hay
otras permanentes, como la masa, la carga y el espín, que
caracterizan la cosa de manera objetiva; y no hay razón para no
<<pensar en objetos>>, no digamos para <<adaptar nuestra
lógica>>, a menos que se confundan las propiedades variables
con cosas (caracterizadas realmente por propiedades
permanentes)”. (Idem. P. 130). Por lo demás, y teniendo en
cuenta que la experimentación con las partículas subatómicas se
ha realizado utilizando métodos indirectos para identificarlas y
definir sus propiedades, ahora los procedimientos son más
confiables y, hoy por hoy, parece suficientemente consolidada la
teoría del doble comportamiento de tales partículas, corpuscular y
ondulatorio.
Resumiendo, podemos concluir:
Consecuencia de la primera ley de la termodinámica: La
Energía no se crea; no se aniquila. Se transforma.
201
Consecuencia de la segunda ley de la termodinámica: En un
proceso de transformación de energía, queda un remanente de
energía del que no se puede disponer, que depende de la
temperatura del foco caliente del proceso, y que reduce el
rendimiento teórico del mismo.
Consecuencias de la tercera ley de la termodinámica: En la
práctica, las condiciones físicas de nuestro ambiente planetario,
limitan las posibilidades de mejorar el rendimiento de las
transformaciones de la energía, posible para temperaturas del
foco frío cercanas al cero absoluto.
El desarrollo de la máquina de vapor y la inmensa variedad de
motores construidos hasta hoy, incluso los impulsados por energía
eléctrica, han servido a las bases de la mayor revolución, en el
campo de la producción, de la historia humana: La Revolución
Industrial. Sin embargo, en ningún momento puede ser
considerado agotado el tema. La disponibilidad económica de
materiales para la construcción de motores seguros y resistentes
es y seguirá siendo una limitación que la técnica tendrá que
superar y la mejora de la eficiencia de los dispositivos mecánicos
nunca dejará de ser un reto de gran importancia tecnológica. El
desarrollo tecnológico está generándole oportunidades
gigantescas a una importante industria moderna: el transporte, con
lo cual ha sido posible colonizar amplios territorios en todas las
naciones del planeta para la vivienda humana y para la
producción, apoyando el desarrollo de sistemas productivos y de
distribución en gran escala.
Sin embargo, la termodinámica está por descubrirnos una visión
diferente de los procesos evolutivos que se dan en el Planeta. Una
visión que apenas empieza a explicarnos las realidades en que se
sustentan todos los procesos naturales activos, entre ellos la Vida,
en general, y, dentro de ésta, la vida humana. Se trata del proceso
de la Energía, mirado al nivel del Sistema Solar, fuente de poder
de movimiento importante de cuanto en nuestro planeta existe.
Dentro de las fuentes de energía que han movido la evolución de
nuestro planeta tenemos:
202
1 La energía generada por el campo gravitacional terrestre
sobre su masa. En virtud de ella, la masa original de polvo, o
cenizas estelares, se fundió y se consolidó en nuestro
Cuerpo Celeste, se fue diferenciando en sus distintos
estratos y más tarde dio origen a la actividad volcánica
primitiva y a la formación de los océanos y la atmósfera
originales.
2 La energía rotacional alrededor de su eje, que puede generar
algunos efectos sobre el movimiento de las placas tectónicas
terrestres y otros procesos naturales en su superficie.
3 La energía nuclear proveniente de muchos elementos
minerales que se conocen en forma de diferentes isótopos,
unos de ellos estables y otros naturalmente radiactivos e
inestables, como ocurre con el radio, el uranio, el estroncio,
el plutonio, etc. Y tal vez la más importante, desde el punto
de vista de la Vida:
4 La energía solar, fuente original de las formas “renovables”
de la energía.
17.3.1 APLICACIONES GENERALES
DE LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA.
Cuando hablamos de las leyes de la termodinámica nos estamos
refiriendo a dos cosas diferentes: La realidad objetiva de una
Naturaleza que tiene un comportamiento dado, y la consciencia
que cualquier observador pueda tener de ella, que puede ser
llamada la realidad subjetiva. Hay tantas realidades subjetivas
como observadores pueda haber en el mundo. Específicamente
somos los humanos que le aplicamos la denominación de leyes a
la noción que aquel orden de cosas, percibido, nos merece.
La Vida parece contradecir las leyes de la termodinámica,
particularmente la segunda. Parece ir contra la corriente. Sin
203
embargo, en su seno avanza el proceso del orden y de la
organización, con base en la disponibilidad de energía en el
entorno. La Vida no transcurre hacia el desorden y el caos.
Mirando desde lejos, las “cenizas” o residuos de un proceso
estelar, a veces tan dramático como los que veíamos atrás, bien
pueden parecer algo inerte, tal vez contener una energía, sí, pero
una energía inalcanzable. Aún hoy conocemos y aún, hemos
pisado ya astros “muertos”, tal vez técnicamente muertos desde
este punto de vista, tales como nuestra Luna, que deambulan por
el espacio, al parecer eternamente sin sufrir cambio alguno, en
términos de su situación actual. En el extremo del proceso de
evolución estelar, hablábamos de las estrellas de neutrones, que
los científicos consideran los residuos finales de actividades
estelares en estrellas que han tenido una vida muy agitada, pero
que parecen haber terminado definitivamente. En ambos casos,
desde el punto de vista de la termodinámica, podría significar
esto, la inversión de ciertos contingentes de energía en formas
difícilmente aprovechable, es decir de cierta energía en entropía.
Sin embargo, mirando de cerca, algunos de los residuos estelares,
una vez sometidos a los efectos gravitacionales de su propia masa,
han formado <<condensaciones>> de “materia” que ofrecen por
razones que desconocemos, nuevas perspectivas de actividad, de
una nueva actividad, menos ostentosa, quizás, aunque de
proyecciones incalculables. Así es, cómo en nuestro planeta, una
de aquellas misteriosas condensaciones de materia cósmica, se
dan las condiciones de la Vida, en una convergencia de
situaciones, de factores materiales, de elementos en distintos
niveles de organización, que logran la realización de una síntesis
que obedece a un número probabilístico prácticamente
insignificante, en un proceso que nosotros, los humanos, tomamos
con arrogancia, como algo espontáneo, que se da sólo, por sí
mismo (¿?). Sin embargo, en la Teoría de las Probabilidades
encontramos el acceso a explicaciones de otra manera
inaccesibles y que nos dicen, cuán inexplicables son el
escepticismo que nos embarga, en particular, cuando pretendemos
medir el Universo, tanto macro como micro, con la regla de
204
nuestras percepciones del Tiempo, la falta de curiosidad, nuestra
incapacidad de asombro, y nuestra autosuficiencia que nos
“permite” arrogarnos el derecho a calificar eventos que desbordan
nuestro entendimiento hasta pretender situarlos al alcance de
nuestra razón.
El hecho real es que la Naturaleza es el “laboratorio” en el cuál
Alguien, cuya “totalidad” se sitúa mucho mas allá de cualquiera
de nuestras comprensiones, se da su tiempo para cumplir sus
propósitos, en un plan de creación, que nosotros hemos logrado
intuir precarísimamente, como Evolución, y en el cual están
comprometidos “granos” o elementos de la Realidad que ni
siquiera podemos imaginar o sospechar que existan.
Para un matemático humano, con la perspectiva de su estimación
de las duraciones del tiempo reducidas a sus experiencias y
capacidades de intuición, no pensaría que de esa insignificante
probabilidad pueda esperarse algo, que se justifica esperar para
“ver” su realidad. Pero quien contemple la naturaleza de la vida
que florece, por doquier, en nuestro hogar planetario, quien tenga
la osadía de contemplarse a sí mismo, con la complejidad de su
vida interior, no puede menos que sorprenderse, maravillarse, del
testimonio que esas realidades le ofrecen a nuestra consciencia,
acerca de los caminos increíbles del Creador para recrearse con
su Obra.
Esa consciencia tiene un principio histórico, tal vez en los albores
de la vida humana cuando apenas lograba entender el ser humano
los efectos, del suelo, de los elementos climáticos, de los vientos,
del día, de la noche, en fin, de su entorno natural sobre su vida
cotidiana. La generalidad de la población humana está
familiarizada con muchos procesos naturales que afectan su
manera de vivir, y no precisan de muchas explicaciones para darle
a entender a un observador, que tiene cierta idea del asunto, a
pesar de que, en muchos casos, es tomada por sorpresa en eventos
que pueden afectarla profunda y decisivamente.
205
La sorpresa para un buen observador, es que la Naturaleza en sus
distintos hábitats reta distinto al ser humano y al mismo tiempo le
ofrece diversidad de medios o recursos para ser aprovechados
para vivir. Ella misma ha pulido el perfil del hombre en su
cuerpo, en su mente y en su espíritu, para hacer de su organismo
una “herramienta” más eficaz y más eficiente en su aplicación a
las soluciones de vida. A simple vista, la esbeltez de la silueta de
un árabe, su adaptación a una dieta, relativamente, de bajas
calorías propias de un medio inhóspito como el desierto y el tórax
ampliamente desarrollado de los habitantes de los Andes en
alturas que fluctúan entre los 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel
del mar, con atmósfera muy pobre, pueden dar una idea de la
acción de la Naturaleza, que produce especímenes capaces de
aprovechar mejor los recursos disponibles, reduciendo en lo
posible el desperdicio de energía aprovechada por él, en entropía.
Entre algunos procesos naturales con amplias implicaciones
termodinámicas, podríamos mencionar las estaciones, como el
Invierno, la Primavera, el Verano y el Otoño que se suceden
regularmente todo el año, las lluvias, las sequías, el viento, las
corrientes marinas, el rocío que se deposita sobre las hojas de las
plantas en la noche, la niebla que se levanta del campo mojado en
las madrugadas con el calor del sol naciente, las corrientes de los
ríos que descargan incesantemente sus aguas en ríos mayores o el
mar, la profusión de nubes en el cielo que descargan su humedad
en las montañas, los sismos o terremotos que conmueven la tierra
“cuando entran los veranos”, el calor del sol que cobija nuestros
cuerpos durante el día, que fertiliza las cosechas, los juegos de
resplandores multicolores que se reflejan en las nubes al
atardecer, etc.
Esas formas de desarrollo de energía en movimiento, posibilita,
por ejemplo la vida en lugares, donde de otra manera la energía se
“perdería”, generando diferentes formas de entropía. Una gran
diversidad de procesos terminaría verdaderamente en la parálisis,
como ocurre con las estrellas de neutrones, si no fuera porque la
misma Naturaleza logra superar sus limitaciones, sus propios
paradigmas, “inventando” mecanismos que le permiten sacar
206
energía de otra parte para ponerlos en movimiento. Es posible
imaginar, por ejemplo, cómo una catástrofe cósmica como las que
ya se han observado, como es la colisión entre sí de galaxias
como la nuestra, puede poner ponen en movimiento la materia
neutrónica de antiguas de cuantas estrellas muertas contienen. A
una escala mucho más humilde, nosotros podemos aplicar el
mismo principio: La construcción de represas para la producción
de energía hidroeléctrica, por ejemplo, no tendría objeto, si las
cuencas de los ríos en que aquellas se construyen carecieran de la
posibilidad de alimentar su curso con las aguas que, mediante la
energía solar, se evapora del mar y de los terrenos húmedos,
formando bancos de nubes que descargan su humedad en las
montañas.
Volviendo un poco atrás, la toma de consciencia acerca de la
importancia de la actividad “espontánea” de la Naturaleza, como
es la edición de procesos evolutivos que se dan sobre las “cenizas
cósmicas que forman nuestro Mundo y que son la materia prima
fundamental de nuestro cuerpo”, representa cada día que pasa,
algo de mayor urgencia. Esa toma de consciencia abriría las
posibilidades de una nueva fase, esta vez “inteligente”, de
intercambio de la energía que nos está haciendo accesible el
recurso, sin el cual es imposible el movimiento, la Vida. Los
primeros exploradores del Planeta, los navegantes chinos,
portugueses y españoles se apoyaron en los vientos y las
corrientes marinas para circundar los continentes y cartografiar
sus islas y costas; sin el Sol es imposible que brote la semilla, sin
el agua el metabolismo vegetal no funciona, las plantas no crecen,
es el más económico medio de transporte posible, y así podríamos
extendernos por páginas y páginas. Lo cierto es que la vida
humana empieza a tener influencia decisiva sobre el Medio
aunque, en general, carece todavía de la consciencia, acerca del
que puede ser su papel capital en el proceso evolutivo de la
Naturaleza. La actividad industrial de hoy, por esa falta de
claridad de consciencia, ya ha afectado de tal manera la
temperatura media en el clima terrestre, haciéndola subir tal vez
20 C por año, lo que ha hecho inconscientemente, por ejemplo,
obteniendo como resultado que el clima se haya vuelto más
207
errático y extremo, generando cambios evolutivos del clima a
mayor velocidad, tal vez demasiado rápidamente, quizás, para que
la humanidad tenga tiempo de adaptarse a ellos.
Y, aunque procesos muy importantes en la evolución del Planeta
enriquecen la Vida, como acontece hoy con la actividad volcánica
que se da en las fronteras de las placas continentales, empieza a
ser cada vez más importante el concurso de la actividad remota de
nuestro sol, por lo que gran parte del todo se origina en la luz del
Sol que brilla desde hace unos 6.000 millones de años, y que la
Tierra interfiere, en proporción ínfima, la que describíamos atrás
en este capítulo y cuya densidad por unidad de área medíamos.
Digo mal sin embargo; todo empieza, para nosotros, en la Gran
Explosión que sucede 13.200 millones de años atrás, aunque hoy,
mediante la aplicación de la lógica de la mecánica cuántica, se ha
logrado proyectar un modelo teórico hacia atrás del Big Bang,
encontrando la posibilidad de que alguno o algunos universos más
antiguos hubieran terminado un colapso colosal para, en ese lugar,
iniciar un nuevo proceso expansivo, con lo cual el nombre debería
cambiarse por “Gran Rebote” y no Big Bang como se le ha
llamado hasta ahora.
Más adelante, hace unos 4.500 millones de años, cuando nuestro
planeta, recién formado de materiales diferentes íntimamente
mezclados, empieza a sufrir el proceso de diferenciación,
enfriamiento superficial, formación del núcleo y estratos
interiores de los materiales más pesados como el hierro y el
níquel, y en el exterior los estratos más livianos como los silicatos
metálicos diversos. Se da luego la primera actividad volcánica, la
formación y las transformaciones de la atmósfera, de los océanos,
y de los continentes.
Surge la Vida hace unos miles de años. El planeta comienza a
“ver” transformarse, mediante ella, a la atmósfera terrestre. Poco
a poco, cantidades crecientes de C02 y otros materiales van siendo
fijadas en los tejidos de los primitivos seres vivos, hasta que la
vida vegetal logra “refinar” una atmósfera rica en oxígeno,
adecuada para la vida animal. Esta logra avanzar, no sin grandes
208
interferencias externas, como el gran meteorito de Yucatán, que
generó las condiciones ambientales que dieron fin a la vida de los
grandes reptiles y muchas especies vegetales, y sigue
evolucionando en un ambiente ecológico dominado ya por los
mamíferos, si hablamos de las poblaciones de gran tamaño.
La evolución del Planeta sigue su marcha hasta que aparece el ser
humano en unas condiciones, ecológicas un poco distintas a las
actuales. Conoció experiencias como muchos de los cambios
cíclicos del clima terrestre, uno de los cuales empieza a principios
del Cuaternario y definen este período evolutivo del Planeta: Es el
caso de las épocas glaciales, en que el clima se hizo más frío, en
que los casquetes polares avanzaron hasta muchos de los
territorios que iban a ser colonizados por él y bajó el nivel de los
mares pegándose islas y continentes que hoy aparecen separados
por grandes masas de agua.
17.3.2 APLICACIONES DE LAS LEYES
DE LA TERMODINÁMICA
A LA ECONOMIA DE LA VIDA
Y A LA ECONOMÍA HUMANA
El ser humano llega a ubicarse más objetivamente frente a los
fenómenos naturales, a medida que desarrolla su cerebro
reflexivo, a medida que logra tomar consciencia de su entorno o
Medio Natural, de las demás especies vivas, de otros individuos
de la especie propia, entre otras cosas. Entonces despliega su
ingenio para aprovechar fuentes de energía de otra manera
inaprovechables. Sus “inventos”, más que eso son
descubrimientos. Para la compleja civilización moderna hay
nuevos y más exigentes retos, para un mundo con amplios
excedentes de población humana, con numerosos conflictos en
que los desacuerdos, gran escollo universal insuperado todavía
amenazan, incluso, con la destrucción irreversible del Medio
Ambiente.
La religión maya estuvo muy orientada a aclarar aquellos factores
naturales que, según ellos, afectaban profundamente su industria
209
básica: la agricultura del maíz, sobre la base de sus propias
nociones cósmicas y sus observaciones astronómicas. Así, sus
clases sacerdotales lograron apoyar la agricultura, industria básica
suya, y sobre su base, desarrollar una de las más grandiosas
culturas y civilizaciones humanas superiores conocidas. La
civilización, la Cultura, según eso, y en este caso, pueden
interpretarse como un mecanismo de <<apoyo y adaptación al
medio>>, que sirve para orientar el trabajo de la gente para que su
inversión de energía sea más eficiente. Usaban en su provecho el
conocimiento que tenían del clima para sembrar la cosecha, para
recogerla y almacenarla. Así evitaban en lo posible las pérdidas
de cosechas, el trabajo excesivo e innecesario. Esto no se da
solamente en aquellas culturas primitivas; es válido igualmente
para la civilización moderna aunque por algunos motivos
diferentes el aprovechamiento eficaz de los recursos disponibles
no sea un objetivo expreso de ciertos sectores humanos, como
ocurre, por ejemplo, en las industrias que alimentan en proporción
creciente la ostentación y el desperdicio de recursos en la
economía consumista de hoy.
La tecnología moderna, con la Ciencia abriéndose paso en la
búsqueda de nuevos horizontes de vida, con la ingeniería atenta al
aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, para
sustentar físicamente las civilizaciones humanas, los estadistas de
todas las naciones y los líderes de las industrias humanas
animados en el plan de organizar a los hombres para maximizar el
aprovechamiento de las oportunidades posibles, podrían estar
abriendo un nuevo capítulo de la Vida que vale la pena entender.
Y en este papel, la física, en general, y la termodinámica, en
particular, parecen tener papeles muy importantes qué cumplir.
La invención de la máquina de vapor a finales del siglo XVIII, y
de los motores de combustión interna a mediados del siglo XIX, y
de los motores basados en las propiedades electromagnéticas de
las corrientes eléctricas, a principios del siglo XX, son testimonio
de ese importante papel, siendo todavía un aprovechamiento
incipiente de los recursos energéticos disponibles en el Planeta.
Aún así, consisten en implementos de capital importancia para la
210
Industria, que han permitido el desarrollo impresionante de la
capacidad productiva humana actual. Desde hace casi doscientos
años, abrieron un horizonte promisorio en la implementación de
los medios masivos de transporte y comunicaciones en tierra, en
la mejora del transporte marítimo, abriendo las posibilidades a
establecimiento centralizados e integrados de producción
industrial, como eran los primeros talleres y muchas fábricas
actuales, en el establecimiento de servicios de energía doméstica,
de telecomunicaciones entre muchos otros, cuya demanda
permitió el florecimiento de la gran industria moderna.
A partir del siglo XX la extensión del proceso de industrialización
y su consecuencia, el uso masivo de combustibles relacionados,
primero con el carbón y más tarde con otros “combustibles
fósiles”, de fuentes “no renovables”, como el petróleo y sus
derivados, hacen que las condiciones ambientales comiencen a
cambiar definitivamente. Una de las consecuencias es la aparición
de un fenómeno nuevo, el llamado “efecto invernadero”, que
plantea, poco a poco el regreso a las condiciones atmosféricas
anteriores a la aparición de la vida animal sobre la Tierra, con el
inicio de una era de crecientes concentraciones de C02 y otros
gases, y el aumento persistente de la temperatura promedia. En
algunos procesos como la formación de los huracanes del Caribe
en agosto, algunas corrientes de aire alimentadas por el impulso
del movimiento de rotación terrestre, ganan en energía interna a
medida que se mueven por el Atlántico, para llegar a Florida, en
Norteamérica convertidas en peligrosos tornados. La violencia de
estos huracanes se está incrementando de año en año; el cambio
de los ciclos estacionales, el aumento de las inundaciones y de las
sequías, en otros lugares del Planeta, su aparición en lugares
donde éstos no se daban, están trastornando la vida de muchos
pueblos, están sembrando la incertidumbre en las costumbres
agrícolas y están arruinando sus economías.
Aunque ya se habla, del “Calentamiento Global” del Planeta que
está precipitando cambios a corto plazo que nadie hubiera
esperado, incluso, que se dieran antes de varios miles de años en
el futuro, todavía este tema no forma parte importante de un
211
debate general y profundo, como tema fundamental, entre las
inquietudes populares o en los medios campesinos, incluso, que
pudieran afectar de alguna manera la consciencia general, las
directrices políticas, de los movimientos políticos, de los
gobiernos constituidos, de los líderes de la especie humana, en
general, en toda la Tierra, y, obviamente, menos desplaza de los
primeros planos las noticias acerca de los acontecimientos
económicos y sociales más triviales. En Colombia, apenas a
niveles académicos, al nivel de la Prensa y los medios de
comunicación, se propician y se adelantan debates importantes de
marcada actualidad y de urgente tratamiento cuando se trata de
temas políticos relacionados con el conflicto armado que se vive
aquí intensamente.
El tema de la ecología todavía no tiene la prioridad que merece, ni
siquiera cuando se trata de las grandes destrucciones del Medio,
cuando se dan la voladura de oleoductos con grandes derrames de
crudos y combustibles. La población civil nunca ha estado más
lejos, en Colombia, de entender las amenazas que se ciernen sobre
su suerte, con el modelo de desarrollo económico impuesto por
los intereses corruptos e inmediatistas de una clase empresarial
omnubilada por las posibilidades del “enriquecimiento inmediato”
de su patrimonio, cuando se ve frente a ofertas que superan varias
veces el valor en libros de sus empresas productivas, y las
amenazas que se ciernen sobre toda la humanidad, por la acción
de los intereses de aquellas directivas globales que vienen
acrecentando su poder con el dominio sobre grandes estructuras
productivas y financieras de la economía mundial, que son
capaces, ya, de afectar, por su puro afán de lucro, unas
condiciones ambientales y ecológicas que pueden llevar a la
catástrofe universal de la vida humana. Hemos llegado, así, en lo
económico, a un nuevo umbral, que en el campo de la Guerra,
equivale al “umbral nuclear” cuyos efectos devastadores dejan de
discriminar a los “amigos” del “enemigo” y perjudican, por parejo
a todos por igual.
La lucha entre las facciones políticas que compiten por el poder,
en las diferentes naciones del Mundo, generalmente orientado al
212
beneficio propio inmediato, sigue tan aferradas a sus objetivos
primarios de triunfos electorales, manejo de presupuestos
oficiales, de manejo de grandes fondos para el “desarrollo”, como
siempre. La consciencia de la Realidad en términos de los
requerimientos globales de las sociedades humanas concretas que
habitan diversas “parcelas” de la superficie planetaria, no puede
ser más pobre. Los desequilibrios económicos que pueden
derivarse de los “privilegios” derivados del derecho reconocido al
uso exclusivo de cierto patrimonio territorial, pueden generar
nuevos abusos, nuevos conflictos, con pérdidas incalculables de
vidas y de tiempo en la solución de problemas globales que nos
interesan a todos los humanos finalmente: Nada menos que la
supervivencia de la Especie.
Las posturas de las partes en el debate político son a veces muy
radicales y su discurso se enfoca, regularmente, hacia el propósito
de aprovecharse meticulosamente de toda coyuntura legal que le
permita a cada uno de los contendores interesados consolidar, con
cierta lógica, todo el andamiaje requerido por la realización de sus
luchas políticas. Pocas veces se refieren las discusiones de
alcance político al problema de aprovechar mejor los recursos
naturales en beneficio de la Vida, a la defensa del Medio
Ambiente, por ejemplo. Y, como si ello fuera poco, el proceso de
“globalización” de la economía del planeta, avanza vulnerando
profundamente la disposición de medios de vida de vastas
poblaciones humanas en el Mundo. Los males que este proceso
inconsulto, que afecta la suerte de muchos hombres, de muchas
comunidades, de muchas naciones, parece que tienden a agravar
la radicalización de los conflictos, de las posturas ideológicas,
alejando más al Hombre de su consciente vinculación con la
tierra, con sus fuentes de vida; parece que tienden a hacer más
precarias, la salud física y mental de los hombres, y por
consiguiente, sus aptitudes de supervivencia, su capacidad, de
competencia, como un todo, frente a factores que representan una
amenaza objetiva y real, como lo son las plagas y las
enfermedades. El parásito de la mortal malaria cerebral, cuyo
vector es el mosquito anofélex, el bacilo de Koch de la
tuberculosis resistente a todo tratamiento, son solo tres factores
213
naturales que arremeten hoy con mayor violencia luego de
adquirir gran resistencia a las acciones de control y a los fármacos
usados anteriormente para combatirlos.
Es de destacar aquí dos problemas grandemente perturbadores de
la consciencia que el ser humano tiene del Medio en que vive, de
lo que es su integridad, y de lo que puede aportarle, realmente, ese
Medio, en términos de recursos vitales:
El uno se refiere, a que los debates y la acción que se generan en
los conflictos políticos inmediatos agotan el tiempo, el espacio y
las energías disponibles de la gente para ponerse efectivamente
“en movimiento” en pro de su propia defensa, y acaparan por
completo su atención.
Y, el otro, a que, quienes tienen el poder de actuar
autónomamente, suelen obrar, a menudo, solapadamente, - desde
las sombras -, generalizando despreocupadamente u
inocentemente el mal, con alto grado de impunidad, perfilando
nuevos y poderosos motivos para que se desencadenen nuevas e
inéditas catástrofes humanas, nuevas hambrunas, nuevas formas
de ruina, desorden y caos.
Una de las consideraciones que no se hacen muy públicas, pero
que preocupan íntimamente a los físicos, está relacionada con el
problema del equilibrio de la energía interna del planeta Tierra.
Nuestro planeta, independiente de sus propias fuentes de energía,
como todos los astros, que se mueven alrededor de las estrellas,
muy particularmente en el sistema solar, recibe y entrega calor, es
decir energía. Los astrofísicos afirman, por ejemplo, que Júpiter
entrega más calor que el que recibe del Sol. En otras palabras, es
posible establecer una contabilidad del “balance” energético de
los diferentes astros, que les permite mantener, prácticamente
constante su “energía interna neta” en largos períodos de tiempo.
Nuestro planeta, tal como lo habíamos encontrado desde muchas
generaciones atrás, en su día de 24 horas, más o menos en
promedio, exponiendo su superficie a la acción de los rayos
solares durante el día, más o menos la mitad de ese tiempo,
214
asimilando nuevos contingentes energéticos, y en la noche,
irradiando hacia el Espacio la misma cantidad de energía, podría
decirse que aproximadamente mantiene en equilibrio su energía
interna. ¿Qué ocurre cuando en muy pocos años desaparecen
grandes áreas pobladas de bosque y materia vegetal agreste, y al
mismo tiempo, se queman grandes cantidades de combustible
fósil, de donde provienen dosis cada vez mayores de escapes de
aire caliente tanto de vehículos como de chimeneas industriales, y
que exhalan hacia la atmósfera gas carbónico, producto de la
combustión?
Sólo en esa pregunta encontramos dos factores que hacen presión
sobre el Medio Ambiente, a saber:
La generación de cantidades adicionales de gas carbónico que
producen el efecto invernadero, y la creciente limitación de la
generación de oxígeno para el enriquecimiento de la atmósfera.
Aunque sean muy localizados los lugares donde ello ocurre, por
la combustión de crecientes volúmenes de “combustibles fósiles,
afectan finalmente, de manera significativa, el aumento de la
temperatura atmosférica. Ello se da también por la pérdida, por
tala y contaminación marina de vastas poblaciones vegetales,
capaces de almacenar en sus tejidos enormes cantidades de gas
carbónico y generar oxígeno, cuyo principal beneficio reside en la
conservación de las proporción de gas carbónico en la atmósfera y
el mantenimiento del equilibrio en su provisión de oxígeno.
La generación de grandes cantidades de gas metano, otro gas
productor de efecto invernadero. El metabolismo animal produce
gas metano. La descomposición de los cuerpos animales y de los
organismos vegetales también, particularmente cuando la
oxidación de sus tejidos es incompleta. Pero hay una fuente de
marcada importancia. La pérdida del “permafrost”, suelo
congelado, de las estepas frías de Siberia y Canadá, por ejemplo,
genera la descomposición de grandes masas de líquenes y otro
material vegetal que usualmente no liberan metano a la atmósfera
por estar congelado. Igual ocurre con la muerte de grandes
215
cantidades de algas y otras poblaciones marinas, por falta de
oxígeno.
Ambos factores se refuerzan mutuamente para generar el
“calentamiento global”, más allá de todo cálculo, afectando
gravemente multitud de hábitats naturales donde habitan tanto
plantas como animales y hombres.
Es evidente que un proceso de industrialización, como el que
estamos viviendo, realmente, nuevas fases en el avance de la
Revolución Industrial, que se ciñen a la orientación, solamente de
directivas de carácter financiero privado, haciendo caso omiso de
otros motivos, muy poco puede prometer. Hoy más que nunca es
perceptible el efecto, especialmente, de tradiciones populares
ancladas en el pasado, forjadas en miles de años de experiencia,
sin tener consideraciones del avance de la ciencia, de la
ingeniería, de la tecnológico actuales nada despreciables;
depositados, no solamente en la consciencia de hombres de el
efecto de una ciencia fraccionada en millones de “compartimentos
estancos” en el mundo cada vez más individualista de hoy, en la
consciencia práctica de ingenieros, técnicos, empresarios del
Campo, campesinos, multitud de ellos independientes, solitarios,
abandonados, despreciados, aislados por el miedo, las represalias,
la violencia, e igualmente con su consciencia fraccionada, o
simplemente teórica, como la de muchos líderes de comunidades
y naciones que nadie quiere escuchar, entre muchas otras cosas.
Hay un dicho popular nuestro que describe con singular claridad
la actitud del hombre colombiano citadino común, que espera casi
ciegamente en las oportunidades que le brinda la Ciudad, luego de
la amarga experiencia que le ha deparado el Campo y frente a lo
que significa para él la vida en contacto con la Naturaleza: “El
Campo empobrece, ennegrece y embrutece”. Persistir en esa
degradación de la consciencia solamente puede conducirnos al
abismo, al caos, a la catástrofe global. ¡Y ya nos vamos
colocando, como humanidad integral, frente al mismo umbral de
semejante tragedia!
216
Si observamos, desde el punto de vista de los principios de la
termodinámica aquella realidad, es posible entender, que
solamente un viraje radical del proceso de industrialización, de la
cultura de la vida citadina, que se confunde, hoy día, con el
proceso de “globalización”, puede librarnos de semejante suerte.
Veamos algunas cosas que están pasando en distintas regiones del
Mundo como consecuencia de esa situación:
Toda discusión que pretendamos emprender ha de realizarse
dentro del marco jurídico universal que apenas ahora se va
perfilando, parece que definitivamente, y que ya permite la
tipificación de conductas merecedoras de rechazo y control, como
muchas delictivas, de sujetos y organizaciones que no se
preocupan, específicamente, de que los derechos fundamentales
del Hombre tengan alguna vigencia. Ese marco jurídico está
soportado legalmente en el interior de las sociedades nacionales y
sus Estados, principalmente por el Estado de Derecho y por el
ejercicio democrático. Y en el exterior por el incipiente orden
legal nacido del Derecho de Gentes y del reconocimiento de los
Derechos básicos del Hombre.
Algunas políticas internacionales se inclinan a tratar muchas de
aquellas conductas delictivas, desde los hechos del 11 de
septiembre del 2002, dentro del modelo típico de las actividades
Terroristas. Sin embargo eso no es suficiente. De la misma
manera que el Crimen organizado del planeta entero monta y
consolida cada día más su gran empresa de explotar al Hombre,
de crear y desarrollar empresas perversas como la producción de
narcóticos para el consumo general, la pornografía y la
prostitución, el juego de azar, y muchas más, que ningún bien le
traen al ser humano, se da que muchos Estados, entre ellos el
nuestro, fomenta la enfermedad del alcoholismo con sus grandes
destilerías, supuestamente para financiar sus gastos de
funcionamiento. Pero el problema va mucho más lejos:
Si la actividad dedicada a la producción de heroína se había
instalado casi definitivamente en Birmania, donde, incluso, los
campesinos cosechan ya desde hace mucho tiempo adormidera
217
para la elaboración del opio, como si fuera arroz, trigo o cualquier
otro producto comestible, Afganistán está imponiéndose como el
primer productor mundial de opio, con el 70% del opio que se
consume en el mundo. La cosecha récord fue en 1999 con 4.600
toneladas de opio que se convirtieron en más de 400 toneladas de
heroína, y el 65 % de esa producción se transporta hacia Rusia por
la antigua ruta de la seda. La lucha contra el flagelo que está
causando estragos entre la juventud del país, no ha movido a las
autoridades rusas para enfrentar con decisión las poderosas
bandas de narcotraficantes armados, lo que hacen con medios
muy precarios para apenas vigilar los 6.500 kilómetros de frontera
con los antiguos países de la Unión Soviética, Usbekistán,
Turkmenistán, Kirguistán, Kasajstán y Tayikistán. Hoy un tercio
de la economía de Tayikistán depende de la heroína. “Para
entender estos extraños avatares y el papel crucial que cumple la
droga en la economía y sociedad afganas conviene remontarse a
1979, fecha que marcó el comienzo de la invasión soviética y el
inicio de más de dos décadas de sangrientas guerras
civiles”….”Fue entonces cuando los muyahidines, guerrilleros
islámicos, comenzaron a cultivar la Papaver somníferum como
medio de sostener la lucha contra las tropas ocupantes. Según ha
publicado recientemente el diario norteamericano Chicago
Tribune, la misma CIA auspició esta producción con fines más
perversos: enganchar a los poco disciplinados soldados del
Ejército Rojo”…..
“En un país roto y empobrecido por los continuos conflictos
bélicos y religiosos, esta planta ha funcionado como la verdadera
moneda de uso corriente y la base del sistema crediticio afgano”.
Ello ha causado estragos en la juventud rusa, que es la que ha
encajado el golpe más duro:”Entre el 5% y el 6% de los jóvenes
rusos entre 15 y 16 años han probado la heroína, porcentaje que
triplica al de los países occidentales. Este derivado del opio, que
antes se limitaba a hacer escala en el gran país eurasiático
mientras viajaba hacia otros mercados, se ha arraigado
profundamente en una sociedad que ya sufría graves problemas,
como el alcoholismo o las enfermedades venéreas. El virus del
sida infecta, por ejemplo, a cien moscovitas cada día. Esto ha
218
acelerado el declive demográfico: sólo el año pasado, la población
rusa descendió en 750.000 personas y se estima que 11 millones
habrán muerto para el 2.015” (Pablo Colado. “La Autopista de la
Heroína” Muy Interesante. Páginas 47 a 57)
Pero veamos lo que está pasando en la región amazónica
brasileña. Esto es una muestra, de que la violencia no es un
flagelo que azota solamente la vida política, social y económica
de Colombia, tampoco es el signo que caracteriza,
exclusivamente, la lucha revolucionaria marxista – leninista en el
mundo, y tampoco tipifica exclusivamente la acción de las
organizaciones criminales. Es una característica típica de las
formas de hacer empresa independiente hoy, cualquiera que sea
la naturaleza de esa empresa, de hacer política, de eludir los retos
que plantean el respeto, la fidelidad y la obediencia a las
instituciones sociales, y muy particularmente al Estado, a la Ley.
Todo ello parece ser el producto de una visión de la empresa
humana marcada por una barbarie típica de formas muy
primitivas de vida y civilización que imperan en vastos espacios
de las diversas sociedades humanas de la actualidad:
“La globalización de la economía, su práctica en el ambiente que
se dice, usualmente, es propio del “capitalismo salvaje” y las
leyes del mercado, irrumpen con fuerza en la Amazonía llevando
al fracaso los esfuerzos de sus comprometidos defensores
ambientales. En los últimos tres decenios han fallecido cientos de
personas a causa de los conflictos territoriales; incontables
víctimas más viven con temor e incertidumbre, amenazadas por
quienes se benefician del robo de árboles maderables y la tierra.
Se trata de un mundo sin ley donde imperan la violencia, las
armas, las motosierras y las máquinas excavadoras; donde los
representantes del gobierno a menudo son corruptos, e
ineficientes, o están mal equipados y rebasados por los
delincuentes. En la actualidad los productores de soya a escala
industrial se unen a los taladores y ganaderos para adjudicarse
grandes territorios, con lo cual aceleran la destrucción y la mayor
fragmentación de la gran jungla brasileña” (Scott Wallace. “El
219
último bastión Ecológico”. National Geographic en español.
Enero del 2007 P 6). Los indios manokis han sido desplazados de
su territorio ancestral –“la misma suerte que comparten muchos
de los 170 pueblos indígenas de la Amazonía Brasileña- “ (Idem.
P 7).
“Durante los últimos 40 años, se ha talado casi 20% de la selva
tropical amazónica, más de lo que se deforestó desde el inicio de
la colonización, hace 450 años. El porcentaje podría ser mucho
mayor, pues no da cuenta de la tala selectiva de maderas finas
que, aunque causa daños considerables y es más difícil de detectar
que la tala total. Los científicos temen que se pierda otro 20% de
la superficie selvática en los próximos dos decenios, lo cual
iniciará el deterioro de su sistema ecológico y, con el tiempo, su
destrucción. La selva amazónica intacta es capaz de producir la
mitad de la lluvia que necesita para mantenerse viva, gracias a la
humedad que libera y sube a la atmósfera. Si la deforestación
eliminara, en parte, esa capacidad, los demás árboles se secarían y
morirían. De empeorar la desecación causada por el calentamiento
del planeta, se correría el riesgo de que las sequías provoquen
incendios que arrasen con los bosques. Cuando en el 2005 una
severa sequía azotó la Amazonía, los niveles de los ríos bajaron
hasta 12 metros, y cientos de comunidades quedaron en terrenos
yermos. Por lo pronto, debido a la desenfrenada quema de árboles
para despejar terreno en los estados fronterizos de Paraná, Mato
Grosso, Acre y Rondonia, Brasil se ha convertido en uno de los
países que más emite gases de efecto invernadero. Las señales de
peligro son evidentes (Idem. P. 9).
Dorothy Stang, nacida y criada en Ohio, era una monja de 73
años, perteneciente a la orden religiosa Notre Dame de Namour y
admirada por su dedicación al ideal de agricultores familiares que
obtienen su sustento de la tierra respetando el medio ambiente.
Desde su sede en Anapu, población cuyos habitantes se dedican a
la explotación de la selva amazónica, la monja trabajaba sin cesar
para transformar a los pobladores que viven a lo largo de la
carretera Transamazónica, en comunidades combativas, unidas y
con consciencia ecológica, capaces de resistir a las violentas
220
pandillas de terratenientes, y especuladores que reclamarían la
propiedad de la tierra que ellos trabajan”. Fue asesinada el 12 de
febrero del 2005 por dos pistoleros, según manifestó un testigo
que, por suerte, se dio cuenta de los hechos (Idem. P. 21).
Los agricultores tienen normas precisas que no deben infligir,
respecto de dejar un cierto porcentaje de bosque sin tocar en sus
grandes propiedades. “Los agricultores tienen derecho de despejar
el 20% de su tierra, siempre y cuando el resto sea utilizado como
supuesta reserva legal. Si la vegetación de sus terrenos es de
“transición”, término indefinido entre selva tropical y sabana, se
les permite talar hasta el 50 %. Sin embargo, las leyes son inútiles
sin el respaldo de la autoridad que castiguen a quienes las inflijan.
“Las imágenes obtenidas por satélite demuestran que en muchas
zonas contiguas a las áreas de explotación, el desacato abierto a
las leyes es absoluto y continuo –asegura Stephan Schwatzman,
de Defensa Ambiental, una ONG con sede en Estados Unidos-; la
gente debe comprender que infrigir la ley tiene sus
consecuencias" (Idem. ” 28).
…”Para cultivar soya, es preciso rociar los campos con grandes
cantidades de cal para neutralizar la acidez del suelo, además de
fertilizantes, pesticidas, y herbicidas. Desde los expertos hasta la
gente del pueblo, casi todos, salvo Maggi [ Es el “rey de la soya”,
es propietario de Tanguro, una hacienda de 81.746 has. ubicada
en el alto Xingú; cultiva más de 140.000 has de soya y es también
el gobernador del estado de Mato Grosso], expresaron una gran
preocupación por las toxinas que se filtran en la cuenca. Las
comunidades indígenas, como los enawené – nawés, en Matto
Grosso, se quejan de la contaminación del agua y la muerte de los
peces” (Idem. P. 28)… Las haciendas, como la que muestra una
foto adjunto al artículo de la revista, de unas 40.470 has de
extensión, con un gran campo de soya en proceso de ser
cosechado, ubicada en Mova Mutum, en el estado de Mato
Grosso, han convertido a Brasil en el segundo exportador de soya
en el mundo. Al contar con moderna maquinaria agrícola, estas
fincas sólo emplean a una persona por cada 160 has. (Idem P
7)….”En la actualidad, los productores de soya a escala industrial
221
se unen a los taladores y ganaderos para adjudicarse grandes
territorios, con lo cual aceleran la destrucción y la mayor
fragmentación de la gran jungla brasileña” (Idem P 9)… ”El
apoderamiento ilegal de tierras se comete mediante la corrupción,
la intimidación y la creación de títulos de propiedad fraudulentos”
(Idem. P. 19)
“Los investigadores admiten que el manejo adecuado de los
campos de soya tal vez aumente la productividad del suelo. Pero
nadie sabe con certeza por cuánto tiempo podrán estimularse
artificialmente los delgados y en extremo ácidos suelos
amazónicos con un manejo y tratamiento acertados, sin la
posibilidad de una doble catástrofe: la ecológica y la económica”
(Idem. P 28).
“El brasileño no es el único pueblo que se beneficia
[aparentemente] de la soya. A lo largo de un tramo asfaltado de
800 kilómetros de la BR – 163, entre Cuibá y Guarantá do Norte,
existen cinco concesionarios de John Deer, el fabricante de
maquinaria agrícola. Durante la temporada de cosecha, flotas de
segadoras de esta marca cruzan los campos que flanquean la
autopista, vertiendo ríos de dorada soya en camiones de
plataforma abierta con destino a nuevos y relucientes silos,
propiedad de Archer Daniels Midland, Bunge y Cargill, todas
multinacionales estaduinenses” (Idem. P 28). …”En 2003, cuando
el gobierno anunció los planes para pavimentar los últimos 1046
kilómetros de la autopista, de Guarantá do Norte a Santarén, los
promotores inmobiliarios se apuraron a comprar o a robar la tierra
que sería accesible gracias a la nueva carretera. La magnitud de la
devastación obligó a los funcionarios a suspender las labores de
pavimentación hasta que pudieran crear una estrategia de
administración forestal para la región”…(Idem. P. 29). La
demanda mundial de productos, entre otros lugares, de la región
amazónica brasileña, subió, de unos 40 millones de toneladas de
soya en el año 2000, la mitad de las más de 80 millones de
toneladas producidas. Algo parecido a lo que ocurre con la soya
ocurre también con la carne de res, y con las maderas preciosas de
la selva (Idem. P. 20).
222
La creciente demanda de las lucrativas tierras amazónicas tiene su
origen en la década de 1970, cuando la dictadura militar de Brasil
siguió una política de “integrar para nao entregar”, es decir,
“ocuparlas o correr el riesgo de perderlas”. Pobladores indigentes
se adentraron en la jungla siguiendo las rutas que entrecruzan el
Amazonas, la carretera Transamazónica y la autopista BR – 163,
para escapar de la pobreza en las atestadas regiones del sur y
noreste del Brasil. Muchos perecieron o se rindieron, pero otros
sobrevivieron y se adaptaron a una vida difícil, mediante la
agricultura de roza y quema” (Idem. P. 20).
Pero si es sombría la situación respecto de la destrucción de
especies preciosas vegetales, en bosques que hacen un aporte muy
importante a la reducción de la concentración de gas carbónico y
otros materiales tóxicos o inconvenientes en la atmósfera del
Planeta, no menos sombría es la generación de esos tipos de gases
en las naciones más desarrolladas: En Estados Unidos, las
emisiones de dióxido de carbono provienen, el 85% de la quema
de carbón, el 13% del gas natural y el 4% del petróleo. La
civilización humana, en sólo carbón, arroja unos ocho mil
millones de toneladas del mineral a la atmósfera en forma de CO2.
El carbón que se quema en fábricas y plantas generadoras de
energía en China, proporciona el 65% de toda la energía generada
en ese país. En 20 años, su consumo de carbón puede llegar al
doble de hoy. El consumo de carbón subió para el año de 2005 en
todo el planeta a unas 5.000 millones de toneladas repartidas así:
China, unas 1.531 millones de toneladas, Europa,. unas 1.117
millones de toneladas, EE. UU. unas 1.094 millones de toneladas,
India, 730 millones de toneladas, Rusia, 251 millones de
toneladas y el resto del mundo, 1.016 millones de toneladas. El
consumo global de carbón debe aumentar un 56% en veinte años
más. Sin embargo, el esfuerzo de Europa para no depender del
carbón ha hecho que en esa cifra, Europa esté contribuyendo con
una reducción del 36% en su demanda de carbón.
El negocio de explotar el carbón se lleva a cabo, a menudo,
pasando por encima de los intereses de viejos pobladores de las
223
regiones que se abren, muchas veces con permiso oficial, a la
explotación de carbón, haciendo gran presión y suscitando
difíciles conflictos de propiedad territorial y generando inmenso
malestar e incertidumbre en sus habitantes “Las compañías
mineras obtienen enormes ganancias al decapitar las cimas de las
montañas en los campos carboníferos del sur de Virginia
Occidental, EUA. Pero los habitantes pagan un precio muy alto en
contaminación de ruido, aire y agua. [La publicación muestra una
fotografía:] Desde el cementerio familiar, Larry Gibson y unos
visitantes observan las minas que una compañía creó al volar la
cima de la montaña Kayford, cerca de Whitesville. Otra compañía
desea adquirir el terreno que ha sido propiedad de la familia
Gibson durante dos siglos. Pero Larry, ahora un activista
ambiental, jura que “esta tierra nunca estará a la venta” “Líquido
Letal” reza el encabezamiento de otra fotografía: “Kenneth Stroud
atribuyen las enfermedades que afectan a su familia al agua
contaminada que sale por el grifo de su hogar. Él y unos 350
residentes de Rawl demandaron a Massey Energy afirmando que
contamina el agua de pozo al almacenar residuos de carbón en los
antiguos pozos mineros. La compañía lo niega. No lejos de Rawl,
el líquido teñido que fluye en lo alto de Pogeon Creeck se
atribuye a una infiltración de un embalse propiedad de Arch, lo
que también fue negado por la compañía”(John G. Mitchell. El
Verdadero Costo del Carbón. National Geográphic en Español.
Marzo del 2006, páginas 79, 85, 100, 103, y 104).
¿Qué contiene el humo de carbón? Dióxido de azufre (S02)
proveniente de impurezas que se encuentran en muchos minerales
de carbón; Oxido de nitrógeno (N02) proveniente de los
quemadores de las plantas de energía (que trabajan con aire que
contiene gran cantidad de nitrógeno) Ambos son responsables de
la lluvia ácida; partículas de mercurio presentes en el mineral de
carbón y escapan en forma de gas; el carbón como combustible,
produce C02, que es un gas que produce el “efecto invernadero”;
las partículas provenientes de la quema de carbón pueden causar
enfermedades cardiorespiratorias, pero aunque la ceniza y el
hollín pueden ser capturados antes de que salgan por las
224
chimeneas, después se forman óxidos de azufre y de nitrógeno
que salen libres (Idem. P. 104).
Sin contar las lluvias ácidas que en EE. UU. son responsables de
la desaparición de vastas extensiones de bosque, el gas carbónico
es tomado de la atmósfera por acción de la fotosíntesis que ocurre
en los tejidos vegetales: Los océanos y los bosques actuales
absorben aproximadamente la mitad de los gases producidos en
las emisiones vehiculares e industriales de todo el Planeta. En los
diferentes mares, en unos más que en otros, hay una gran variedad
de fitoplancton que toma el gas carbónico disuelto en el agua de
mar y actúa hasta una profundidad de 50 metros, hasta donde
llega la luz solar. Es obvio que las poblaciones de aquellos
pequeños seres no son uniformes, y dependen de las condiciones
climáticas propias del océano en cada región.
Los sumideros de carbono proporcionado por aquella población
vegetal son vitales para moderar la concentración de C02 en la
atmósfera. “La capacidad de los sumideros de absorber carbono
podrían agotarse si el calentamiento mundial persiste. El
incremento térmico del agua reduciría la capacidad del océano
para soltar el CO2 disuelto, lo que disminuiría la cantidad de
carbono disponible para el fitoplancton, las plantas acuáticas que
inician la cadena alimentaria de criaturas que van desde las
ballenas hasta los erizos de mar. También peligran los sumideros
terrestres como los bosques de cedros [mostrados en una
fotografía], y la putrefacción [de la materia orgánica en
descomposición en el suelo] se aceleraría, liberando más
rápidamente carbón”…(Tim Appenzeller. El Caso del Carbono
Desaparecido. National Geográphic en Español. Febrero del 2004.
P. 102).
El aumento de la cantidad de C02 en la atmósfera el tiempo que
llevamos de revolución industrial es dramático: “Ninguno de los
grandes cambios climáticos de los últimos 420.000 años desató un
aumento en el dióxido de carbono atmosférico como el registrado
los últimos 150 años. Al analizar el aire atrapado en el hielo de la
Antártida, los científicos muestran en una gráfica [que aparece en
225
la publicación], cómo los niveles de concentración de C02 –
estables en el pasado- llegaron a su fin con la quema de
combustibles fósiles en la era moderna. Se prevé que el C02
atmosférico rebase de dos a tres veces los niveles previos a la
Revolución Industrial hacia el 2100 (Idem 99).
¿Y qué es el efecto invernadero? “La mayor parte de la vida en la
Tierra perecería por el frío sin una atmósfera que atrapase [de
alguna manera] el calor [del Sol]. Una combinación de vapor de
agua, C02, metano y otros gases devuelven de nuevo a la
superficie terrestre el calor solar que ésta refleja nuevamente
hacia el Espacio y fijan la temperatura mundial promedia en 14 0
C. Este efecto invernadero natural se ha agravado por un aumento
del 30% en las concentraciones de C02 desde la revolución
industrial. En el último siglo, la temperatura mundial se ha
elevado 0.6 0 C, y sus efectos se observan en tormentas más
intensas, y niveles oceánicos más altos. El incremento de los
gases de efecto invernadero provocará un aumento térmico y más
cambios climáticos dañinos” (Idem. P. 99).
Con el calentamiento global la Naturaleza cambia sus hábitos
afectando, así, el “balance” energético entre las diferentes
especies. Ello podría cambiar fundamentalmente el <<soporte
material>> que sustenta nuestra vida. Entre otras cosas, se daña la
sincronización que permite el encuentro entre las especies que
participan de la misma cadena alimentaria: “Las aves que se
alimentan de moscas y que emigran de África a Holanda para
anidar, aún llegan al mismo tiempo que hace dos décadas. Pero
debido al calentamiento, las orugas de polilla, alimento de sus
polluelos, surgen dos semanas antes. La fecha de incubación de
las aves ha cambiado, pero no tanto. Los polluelos podrían pasar
hambre, pues no coinciden con las orugas”. El calentamiento
global también afecta el comportamiento de ciertas especies,
algunas de ellas plagas peligrosas que causan devastación en
ciertos recursos naturales. Por ejemplo: “Un millón y medio de
hectáreas de abetos de Alaska, junto a la bahía de Kachemak, han
muerto víctimas del escarabajo descortezador de abeto. “El
calentamiento ha disparado el número de escarabajos maduros”,
226
dice el ecologista Ed Berg con respecto a los veranos más cálidos
desde 1987”” (Fen Montaigne Sin Escape Alguno. National
Geographic en Español Septiembre del 2004. Ps. 41 y 44).
Si la naturaleza dejara de absorber algo del dióxido de carbono
que emitimos, podríamos enfrentarnos a cambios drásticos
incluso antes de 2050, un desastre tan repentino que no se podría
evitar. Pero si los sumideros se mantienen o incluso aumentan,
podríamos contar con décadas adicionales para liberar a la
economía mundial de las fuentes de energía que despiden
carbono. Algunos científicos e ingenieros piensan que, al tener
pleno conocimiento de los sumideros naturales de carbono, sería
posible mejorarlos o incluso crear nuestros propios lugares para
contener de forma segura esta amenaza” (Tim Appenzeller. El
Caso del Carbono Desaparecido. National Geográphic en
Español. Febrero del 2004. P. 95)
“Además del ciclo del agua, ningún mecanismo natural es más
crucial que la circulación del carbono en el aire, la tierra, y el
agua. Sólo se conocen cuatro formas de carbono puro: el
diamante, el grafito, el carbono amorfo (como el carbón y el
tizne) y el fullereno, …Aún así, la habilidad del carbono para
unirse con la mayoría de los no metales lo ha hecho la base de
todos los compuestos orgánicos: plantas y animales [de hecho, las
moléculas de los compuestos orgánicos <<sirven de medio de
transporte>> de la energía que intercambian las diferentes
especies vivas entre sí, a través, entre los animales, de las
llamadas cadenas alimentarias. La vegetación terrestre utiliza 60
mil millones de toneladas de carbono al año para crecer,
produciendo oxígeno en el proceso. La necesidad de carbono
acabaría con las existencias en la atmósfera, de no ser porque la
respiración vegetal y la descomposición de materia orgánica lo
reponen. Este complejo ciclo sustenta la vida en la Tierra” (Idem.
P 98).
“El fondo de estas esperanzas y estos miedos es un ciclo natural
tan real como nuestra respiración y tan abstracto como las cifras
de los instrumentos de Wofsy [científico atmosférico de la
227
Universidad de Harvard, dedicado a estos estudios]. En 1771, un
teólogo inglés descubrió los procesos claves del ciclo del carbono.
En una serie de ingeniosos experimentos, Joseph Priestley
encontró que las llamas y el aliento de los animales “dañan” el
aire dentro de un frasco sellado; pero una ramita de menta, según
descubrió, podía restaurar sus bondades. Si bien Priestley no
nombró los gases responsables, ahora sabemos que el fuego y la
respiración consumieron el oxígeno y despidieron dióxido de
carbono. La menta revirtió dichos procesos. La fotosíntesis
absorbió el dióxido de carbono, lo convirtió en tejido vegetal y
produjo oxígeno como residuo” (Idem. P. 95).
Así hacen su introducción Tim Apenzeller, Editor Senior, de
Ciencia y Dennis R. Dimick Editor Senior, Medio Ambiente y
Tecnología de National Geográphic, en su magnífico artículo
sobre el calentamiento global “Señales de la Tierra” de la edición
de septiembre del 2004:
Dentro de esas señales de la Tierra tenemos: Se eleva el bióxido
de carbono, se calientan los océanos, se derriten los glaciares,
sube el nivel del mar, se adelgaza el hielo marino en las zonas
polares, se deshiela el permafrost (de la tundra y de las estepas),
hay más incendios devastadores en los bosques, Se encogen los
lagos, colapsan las plataformas de hielo, las sequías se prolongan
más, aumentan las precipitaciones cuando llueve, se secan los
arroyos de montaña, la primavera se anticipa, el otoño se retrasa,
las plantas florecen antes, las aves anidan antes, los arrecifes de
coral se decoloran, hay invasión de especies exóticas, desaparecen
los anfibios, se erosionan las costas, hay aumentos repentinos en
las temperaturas de las latitudes altas del Planeta (Idem. P. 3).
Y su introducción al tema dice así: “El calentamiento global
puede parecer un concepto muy remoto o demasiado incierto:
información obtenida de las proyecciones [hechas] con las
mismas técnicas de computación que no pueden acertar en el
pronóstico del estado del tiempo de la próxima semana. Las
advertencias sobre el cambio climático pueden sonar incluso a
una táctica ambientalista para asustar”.
228
“Tales pensamientos quizás sean reconfortantes. Valla a “Marcas
geográficas”, el primer capítulo de nuestro informe sobre nuestro
planeta cambiante. La Tierra tiene algunas noticias perturbadoras.
Desde Alaska hasta las cumbres nevadas de Los Andes, el mundo
se está calentando ahora mismo; y rápido. En todo el mundo, la
temperatura es 0.6 0C más elevada que el siglo pasado, pero los
lugares más apartados y fríos se han calentado mucho más. Los
resultados [las consecuencias] no son alentadores: el hielo se está
derritiendo; los ríos se están secando, y las costas se están
erosionando, lo cual amenaza a las comunidades [comunidades
humanas que dependen de ellos]. También la flora y la fauna
están sintiendo el calor, como puede leerse en “Marcas
geológicas”. Éstas no son proyecciones, son hechos probados”.
“Los cambios están ocurriendo muy lejos de nuestra vista, pero
deberíamos tenerlos en mente pues son presagios de lo que le
espera al resto del planeta”.
“Espere un momento, dirán algunos escépticos. El clima es
notablemente veleidoso: Hace mil años Europa era fragante y en
Inglaterra crecían las vides; hace 400 años el clima se había
enfriado y el río Támesis se congelaba con frecuencia. ¡No será el
calentamiento actual otro capricho natural, algo pasajero? Mejor
no asegurarlo, dicen los expertos en el clima. Los ritmos
naturales del clima podrían explicar algunas de las señales de
calentamiento, pero algo más está impulsando la fiebre que abarca
el planeta”.
“Durante siglos estamos acabando con los bosques y quemando
carbón, petróleo y gas, arrojando a la atmósfera dióxido de
carbono y otros gases que atrapan el calor más rápido de lo que
las plantas y océanos pueden absorberlos. El nivel actual de
dióxido de carbono es el más elevado en cientos de milenios”.
En 2001, un informe histórico del Panel Intergubernamental sobre
el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), de la ONU,
declaró que casi con certeza la actividad humana impulsó la
229
mayor parte del calentamiento del siglo pasado. Las temperaturas
globales se están disparando con mayor rapidez que en ningún
otro momento de los últimos mil años. Los modelos del clima
muestran que fuerzas climáticas naturales, como las erupciones
volcánicas y los lentos destellos solares, no pueden explicar todo
el calentamiento.”
“De acuerdo con las proyecciones del IPCC, en la medida en que
el C02 siga aumentando, lo mismo hará el termómetro entre 1.5 0C
y 5.5 0C para el final del milenio. Pero el calentamiento podría no
ser gradual. Los registros del clima antiguo que se describen en
“Marcas en el tiempo” sugieren que el aumento en la temperatura
podría acelerarse en un devastador bandazo climático. Seguir
jugando con termostato global, dice George Philander,
climatólogo de la Universidad de Princeton, “simplemente no es
prudente””.
“Ya hemos emitido suficientes gases de efecto invernadero como
para calentar el planeta por varias de las décadas venideras”.
“No será fácil limitar las emisiones para un mundo adicto a los
combustibles fósiles. Hace tres años Estados Unidos desdeñó el
Protocolo de Kioto, argumentando un problema de costos. Pero
incluso lo acordado en Kioto retrasaría apenas el aumento de los
gases de efecto invernadero. Controlar el incremento “tomaría 40
Kiotos –dice Jerry Mahlman, del Centro Nacional para la
Investigación Atmosférica de Estados Unidos-, pero debemos
hacerlo””.
“Las marcas que está dejando el calentamiento en nuestro planeta
y que aparecen en las páginas siguientes son muy impresionantes,
pero sólo una muestra de los estragos que podría traer el próximo
siglo. ¿Podemos actuar a tiempo para evitarlos? La Tierra lo
dirá”.
Firman: Tim Appenzeller Editor Senior Ciencia
Dennis R. Dimik Editor Senior, Medio Ambiente y
Tecnología.
230
“Los impactos económico y humanitario que se preveen en países
de tierras bajas, densamente pobladas y muy pobres, como
Bangladesh, son potencialmente catastróficos. Los escenarios son
perturbadores incluso para países ricos como Holanda, donde la
mitad del terreno ya está al nivel del mar o por debajo de
éste.”…”En el sur de Luisiana, Estados Unidos, las costas
literalmente se están hundiendo aproximadamente un metro por
siglo, en un proceso que se denomina subsidencia”…..”Nunca
antes tantos seres humanos habían vivido en las costas: más de
100 millones de personas en el planeta viven a un metro o menos
del nivel del mar. Tuvalu, una pequeña nación del Pacífico sur, ya
ha empezado a formular planes de evacuación. Las megaciudades
donde poblaciones humanas se han concentrado cerca de las
planicies costeras o los deltas de ríos –Shangai, Bankok, Yacarta,
Tokio y Nueva York- están en riesgo”….El artículo muestra
varias fotos con las siguientes leyendas: “Las olas martillan un
rompeolas en Male, capital de la República de Maldiva, una
nación de islas en el océano Indico cuya mayor elevación es un
poco más de dos metros….”, “En Shishmaref, una aldea isleña
Inupiat en Alaska, olas más altas, resultado de la disminución del
hielo marino, han provocado tanta erosión que la aldea planea
reubicarse en el continente. El terreno donde Flora Weyiouanna,
anciana de la aldea, secó en 2003 carne de foca ya desapareció”
… “Sequías sin fin aparente en las praderas de Sahe África, han
marchitado el que fuera uno de los lagos más grandes del
continente, el Chad.”…El lago se ha encogido a cerca del 10%
desde principios de los años 1960 y los terrenos pantanosos
estacionales sustituyen a aguas abiertas”. …El lago, somero,
responde con rapidez a los cambios en la precipitación; aun un
cambio pequeño en el clima global puede tener un gran impacto
en quienes dependen de él para pesca y riego”. (Daniel Glick. El
Gran Deshielo. National Geographic. Septiembre del 2004. Ps. 18
y 19).
231
...”La elevación del nivel del mar produce una cascada de efectos.
Bruce Douglas, un investigador costero de la Universidad
Internacional de la Florida, calcula que cada centímetro de
aumento en el nivel del mar podría resultar en un metro de
retroceso de los bordes de las playas de arena debido a la erosión.
Más aún, cuando la sal se introduce en los acuíferos de agua dulce
amenaza las fuentes de agua potable y va en merma de los
cultivos. En el delta del Nilo, donde se ubican muchos de los
cultivos de Egipto, la erosión extendida y la intrusión de sal
podrían ser desastrosa, ya que en el país son escasas otras tierras
cultivables”….”Si la capa de hielo occidental antártica se
rompiera, algo que los científicos consideran muy poco probable
en este siglo, ella sola contiene suficiente hielo para elevar el
nivel del mar en casi seis metros”……”Incluso si no ocurriera un
evento de esa magnitud, las proyecciones del reporte de 2001 del
IPCC señalan que para finales del siglo el nivel del mar subirá
entre 10 y 90 centímetros. La estimación más alta de esa
predicción, casi un metro, será “un desastre completo”, según
Douglas (Idem. P. 19).
Y lo anterior que sirva sólo como un “manojo de botones de
muestra”. Pero el problema, no solo tiene relación con el desorden
y los riesgos que afectan a las poblaciones pobres y atrasadas del
globo amenazando directamente sus pequeñas inversiones, sus
fuentes de subsistencia, y su producción, que beneficia a amplios
sectores de la población urbana: ¿Qué puede decirse de gran parte
de la infraestructura industrial, de vivienda, de transporte, de
proyectos de inversión que pueden quedar obsoletos a corto plazo
porque fallan por su base presupuestal, por su diseño básico, por
su justificación técnica, por los riesgos de operación que se salen
de las manos? ¿Qué puede ocurrir con las grandes empresas de
aseguramiento, ya sea de los sectores comerciales, de producción,
de bodegaje y almacenamiento, de la propiedad industrial, de la
vivienda, en general de la integridad de la propiedad inmueble, de
la vida frente a los siniestros que pueden presentarse y, en fin, de
cualquier clase de servicios, si desaparece toda consistencia en el
fundamento estadístico de los cálculos actuariales? ¿Puede
subsistir una economía incapaz de resolver, en alguna medida
232
práctica, el problema de tal incertidumbre en la consecución de
los propósitos de su gestión? Yo creo que el problema se vuelve
muy serio.
Los desequilibrios globales, que están conduciendo entre otros a
drásticos cambios en el comportamiento del “Ciclo del Carbón”,
proceso que le aporta a las diferentes especies la energía que les
sustenta, empiezan a hacer sonar las alarmas de que puede llegar a
producirse, a corto plazo, una verdadera catástrofe ambiental de
grandes repercusiones económicas. Igual que ocurre con el
“umbral nuclear”, si hablamos de la Guerra, como instrumento a
la disposición de los poderes universales para hacer política que
ha llegado al límite de su utilidad, ocurre con la descincronización
en las relaciones vitales de las especies vivas, incluso el hombre:
El efecto devastador generado por el desorden de la vida humana
y su irracional acción sobre las “fuerzas de la Naturaleza”,
parecen cerrarle el paso a la versión actual de la propuesta del
“inteligente hommo sapiens” sobre su plan de evolución; parece
querer mostrar cómo su soberbia, arrogancia y autosuficiencia,
han hecho del magno plan de Dios, el combustible sacrílego para
alimentar la gran empresa de la idolatría de sí mismo.
Aquí se ve, cómo toda nuestra discusión tiene alcances
dramáticos en cuanto a la proyección de actividades como la
actividad empresaria independiente comprometida con el abasto
de la población de medios de vida, como la actividad científica,
dentro de la cual, la comprensión de la realidad física se convierte
en prioritaria, ya que grandes sectores de la Política, interesados
solamente en el manejo del Poder y del Estado para sus propios
fines, se mueven inocentes, por completo de un tema
determinante en el éxito de los seres humanos en su esfuerzo por
sobrevivir, como es la producción y disponibilidad de los recursos
vitales necesarios para un mundo superpoblado como el actual.
Y a esto hay que agregar el efecto que está produciendo en las
economías del Planeta el proceso de la “globalización”,
movimiento de toma del control financiero de la economía del
Mundo por parte de ciertos intereses privados, que buscan
233
establecer un orden práctico que favorezca sus propios fines.
Entre esos efectos podemos contar con dos, que vulneran los
principios de la libertad de los pueblos y de las culturas, y en
especial de la Libertad de Empresa en el seno de las sociedades
humanas, e institucionalizan jurídicamente, de hecho, formas
nuevas e inaceptables de dependencia económica:
Uno, que está permitiendo, mediante procedimientos de
competencia desleal en grande escala, la introducción en medio
de las sociedades humanas independientes, de mecanismos de
capaces de interferencia real y eficaz en los asuntos internos, sin
que medien la discusión abierta en público y las consideraciones
de la opinión pública (cuando ésta existe o de la representación
ciudadana, de modelos económicos jerárquicos antidemocráticos
que terminan controlando y determinando el rumbo de la totalidad
de la gestión política, desde fuera incluso, de los Estados de
pueblos anteriormente independientes, entre ellos algunos con
economías de las más fuertes y desarrolladas del Planeta.
El otro, que permite la enajenación del poder que tienen los
hombres y sus sociedades y culturas independientes, en favor de
las autoridades de las grandes empresas multinacionales, para
implementar su gestión humana interna y su manejo político, a
través del control de sus economías mediante la manipulación de
las lealtades y responsabilidades de los funcionarios privados de
esas grandes multinacionales industriales, comerciales y
financieras del Mundo. Por ejemplo, en África, el comercio de
diamantes, de oro, de óxido de talio y de otros materiales
estratégicos, objetos de su mayor interés, está afectando negativa
y profundamente la estabilidad de sus jóvenes e inexpertos
regímenes políticos, están propiciando la corrupción de los
funcionarios públicos, están fomentando la rebelión armada
ilegal, entre otras cosas, demorando su evolución hacia la
normalidad y el orden.
Son las anteriores, dos realidades lamentables que es preciso
superar, y para lo cual, es necesario plantear argumentaciones
poderosas y bien sustentadas, porque es vital para la especie
234
humana, para la vida en la Tierra, que no se atente contra la fuente
de sus recursos vitales comunes, contra el principio de la Libertad
consagrado, en especial en las constituciones de la mayoría de las
naciones occidentales; por el contrario, es preciso que se proteja,
que se fomente, todo lo que compete hacer a cada ser humano, a
cada sociedad o comunidad, a cada nación, para disfrutar de
recursos necesarios para su bienestar, lo que ahora tiene escasa
relevancia en la planeación estratégica de los proyectos políticos
en el Mundo.
Las ciencias físicas, como elemento disciplinario fundamental de
la Cultura humana, han madurado lo suficiente, han incursionado
en la experiencia de sus propios conflictos, y poseen las mayores
lecciones de sensatez humana de que disponemos. Y eso obliga a
los empresarios que producen, hoy en su mayoría ampliamente
apoyados en la asesoría de profesionales calificados, antiguos
discípulos, por otra parte, y egresados de los grandes instituciones
universitarias del Planeta encargados de difundir los
descubrimientos científicos, a asumir seriamente una suma
responsabilidad humana en su cometido industrial, concientes de
que esa responsabilidad va a crecer mucho más con el tiempo;
ellos no ignoran que el desarrollo de la Industria Humana no se
lleva a cabo de la noche a la mañana. Las evidencias
antropológicas indican, que las grandes civilizaciones superiores,
-y la nuestra no es una excepción-, han requerido miles de años
para depurar y “cuajar” en realidades sus técnicas de
supervivencia, para desarrollar la mentalidad y las actitudes
típicas de la proactividad, del emprendimiento, para estructurar
ese trabajo adecuadamente y para realizar su benéfica tarea con
verdadera eficacia.
He contemplado íntimamente lo que ha pasado con mi vida, una
vida vivida de buena fe, con el mayor interés de aportar mi cuota
de esfuerzo al bienestar de la sociedad en que he vivido, pero
inmersa en las realidades de la vida tal, como me toca vivir según
mi situación y circunstancias particulares, con la capacidad de
movimiento de que dispongo, y plenamente consciente de mi
derecho fundamental a la vida y al disfrute del producto de mi
235
trabajo. Soy consciente también de que mi vida es una de los
millones de vidas inermes, indefensas, asaltadas y arrolladas,
tratadas prácticamente sin consideración alguna, sin piedad, sin
respeto a mi dignidad, por fuerzas humanas ciegas e irracionales,
desproporcionadas respecto del poder que hasta hoy se ha
interpuesto para frenar su acción, como si yo fuera solamente una
pieza intercambiable en el inmenso rompecabezas conformado
por mi país, sin hablar del Planeta en su conjunto, y sin que las
consecuencias le hayan merecido a sus autores emprender antes
de su acción, que yo calificaría de perversa, conversación,
controversia, discusión, debate alguno, pretendiendo más bien
solapadamente, quizás de mala fe, generar precedentes, hechos
cumplidos, jurisprudencias que favorezcan sus intereses y no el
Bien Común.
Eso choca frontalmente contra el ciudadano que procura
comportarse honradamente, que se siente solidario, que respeta el
orden y las promesas de una sociedad que dice regirse,
supuestamente, por el Estado de Derecho; por la Democracia, por
el reconocimiento de unos derechos fundamentales del Hombre,
de una categoría de hombre que se esfuerza, con pasión, casi
sobrehumana, en conservar su fe, respecto del valor práctico de
esas instituciones en el imperio del Derecho, en el establecimiento
del Orden sobre el Caos.
En una situación de caos, que se inicia en el momento en que la fe
le deja su espacio al escepticismo, el proceso social se vuelve
turbulento y sus resultados inciertos; surge la incertidumbre en
todo aquello que ese contexto caótico afecte y no es sencillo
pensar seriamente, en la posibilidad de proteger los derechos
fundamentales del Hombre, ni de los recursos naturales, ni el
patrimonio económico y cultural que debería estar a su
disposición y ser disfrutados al nivel de las personas, las
comunidades, las naciones que los han forjado, y que deberían
servir de soporte físico y espiritual de su vida. Esa situación se
sale de las manos de cualquier control, cae en el campo de la
incertidumbre, y su solución se sale con dificultad de las únicas
posibilidades que aportan los actos de barbarie.
236
Entender esa realidad, aceptarla, reconocer que es importante
abrir la discusión que arroje luz donde hay oscuridad, que ventile
donde “la atmósfera está enrarecida”, que generalice la
consciencia de que la humanidad entera tiene mucho qué ganar de
su apertura al diálogo, a la controversia, como decía, al debate, ha
exigido de mi parte mucha reflexión, un inmenso esfuerzo, mucha
sensatez, férreas decisiones de carácter personal que tienen qué
ver con mi vida. Pero me he dado cuenta también del valor ya no
sólo para los individuos, sino para las colectividades, de los
aportes de la Ciencia, de la Tecnología y de la Ingeniería como
importantes auxiliares del Hombree para entender la Realidad e
implementar firmemente su modificación.
Al desarrollarse la consciencia individual en el aislamiento, esa
tarea puede convertirse en algo muy difícil. Ello ocurre, no solo
por motivos ideológicos, que interfieren el comportamiento
determinado por las tradiciones culturales, sino prácticos, al
romperse el “cordón umbilical” con la comunidad ( grupo
familiar, clan, tribu, vecindad, etc.) o con la cultura madre, con la
tierra, como ha ocurrido con el desplazamiento masivo de la
población trabajadora del Campo, en mi país, y los movimientos
“sísmicos” de la sociedad sacudida por los conflictos y la
violencia que han suscitado, situación que se agrava al tener que
convivir con la mentira cotidiana, con las verdades a medias, con
la tergiversación de la información según el interés de quien
informa o “pone a rodar” rumores que encubren la verdad, al
sentirse cada quien saturado por el bombardeo constante de
imágenes, aparente realidad, pregonada por la propaganda y la
publicidad, repetidas tantas veces hasta que suplantan a la misma
verdad.
El encontrar la realidad objetiva y el alcanzar el entendimiento del
contexto real del mundo de los humanos, puede ser una tarea muy
compleja, no exenta de mucho dolor, de mucha frustración, de
muchos desengaños . Durante mi vida tuve la convicción de que
mis derechos fundamentales fueron vulnerados una y otra vez, de
que el cumplimiento de muchas de mis responsabilidades
237
personales, familiares y sociales quedaron sin piso; muchas veces
llegué a sentirme un tonto por estar apegado a “sueños ilusorios”
o de difícil realización, a “valores” que pocos querían practicar.
La experiencia vivida despertaba, a menudo, en mí violentas
emociones. A pesar de todo me resistí siempre a tomar en serio
esos impulsos, y los dejé en libertad para que solos se disiparan y
por otros caminos alcancé la paz de mi espíritu. Viví mi vida
como una aventura real, llena de satisfacciones, de aprendizaje,
aunque obviamente, también de sinsabores. ¡Todo aquello eran
experiencias verdaderas de una aventura, en que cada episodio,
cada fragmento suyo, me parecían, a pesar de todo, parte de un
maravilloso y sorprendente juego de la vida que merecería
siempre ser vivido y recordado. ¡Mi vida fue siempre un
experimentar, un disfrutar, un aprender y, ¿por qué no? un sufrir
cuando fuera necesario! A lo largo de la aventura de mi vida
aprendí que la muerte no es necesariamente una tragedia. Será el
final del disfrute de una oportunidad de ser que Dios me ha
regalado y que he de vivir plenamente para su honor y para gloria,
igual que los otros de mi especie, o de cualquier otra especie,
¡con plena dignidad!… ¿y por qué no, … ¡el principio de una
nueva experiencia que vale la pena de ser vivida!?
En mi juventud sentía cómo el contacto con la sociedad en que
vivía, marcada por el individualismo, sólo me había permitido y
podía permitirme solamente un conocimiento muy fragmentario
de la realidad, particularmente proveniente de aquellas
interacciones sociales más inmediatas. Me sentía como si yo
viviera, no en un diáfano y brillante día de verano, sino en un día
abrumado por la neblina y la oscuridad. Cuando miré dentro de
mí, única realidad verdaderamente accesible, me di cuenta cómo,
aunque muchos a mi rededor se han olvidado de Dios, me pareció
que Él nunca se olvidó de mí. Allí lo encontré. Caí en cuenta de
su trascendencia en los hechos del Mundo, del Universo y, casi
desesperadamente, quise encontrar una y otra vez la razón de ser
de mi existencia y de la de todos esos millones de seres humanos
a quienes les ha tocado pagar, de mil maneras diferentes, un alto
precio por la locura, los desafueros de esa humanidad arrogante y
soberbia de hoy, ahíta de libertades, embriagada con su Poder,
238
que todavía cree que la Naturaleza misma yace arrodillada bajo
sus pies. Quise encontrar el sentido de nuestras vidas en medio de
esa humanidad que cada día que pasa, ignora más, se aparta más,
hace más caso omiso de las amenazas que causa a su propia
subsistencia, que es, precisamente, a lo que aquella actitud
arrogante e irracional están conduciendo, y no lo encontré. Esas
vidas podrían ser apreciadas justamente, sólo si sobre su
sacrificio, precio de una vasta y dura experiencia, estuviera
dispuesta la humanidad a reflexionar sobre una profunda
rectificación. Todos los días me convenzo más que el Medio
Ambiente terminará, tarde o temprano, cobrando toda agresión
contra él, y esa respuesta inflexible y cruel puede llegar a ser la
causante de nuestra propia extinción. “Dios perdona siempre, el
hombre algunas veces, la Naturaleza jamás” (sabio grafitti de un
muro aledaño a la quebrada Doña María situada en el municipio
de Itagüí, Valle de Aburrá, Antioquia, Colombia Año de 1998).
Ahora creo, sin embargo, poder explicarme, en la proyección al
futuro de ese “philum” evolutivo que pasa por el hommo sapiens,
el papel que, creo, le ha sido asignado a la criatura humana, como
corresponde a la categoría de su cerebro racional, que representa,
la culminación, tanto en su complejidad orgánica como en sus
singulares aptitudes, de un proceso cuyo eje ha pasado, incluso,
por otras especies de homínidos ya extinguidos, igual como había
pasado antes por el eslabón primitivo que integra las ramas de los
antropoides y los humanos, pero solamente cuando podemos
afirmar que ese “philum” se encuentra en la plenitud de su salud,
en uso pleno de su facultades, y no atrofiado, sin uso o
deteriorado por el uso inadecuado, por el consumo de alcohol, u
otros tóxicos. Igual podríamos entender el significado que puede
tener el maravilloso escenario de la Vida, en que el homo sapiens
ha crecido y se ha desarrollado. La expectativa de hacerse capaz
de cumplir eficazmente su papel, hace que valga la pena, para el
ser humano el reflexionar sobre el sentido que tienen sus raíces,
su ser, su existencia, y sus relaciones con su hogar, en el
Universo, que eso es nuestro planeta, con su Creador.
239
Yo aspiro a invertir muchas de mis energías, principalmente en
compartir con muchos otros la explicación que yo he podido
darme de mi realidad vital. Mis hijos mismos me han pedido que
la comparta con ellos. De las consideraciones resultantes saldrá,
seguramente un aporte, del que, junto a muchos otros, habrán de
desarrollarse, probablemente, los que serán los principios éticos
que rijan sus vidas y sus acciones, en vez de contentarse
pasivamente con que el ser humano siga siendo el más
sanguinario depredador que haya pisado la faz de la Tierra, y
termine, incluso inconscientemente, precipitando su propio fin.
Pero esas consideraciones nos obligan a indagar con mayor
profundidad acerca del fenómeno humano. Vemos cuan diferentes
son las culturas humanas entre sí; cuán pocas son sus
coincidencias. De la misma manera podemos preguntarnos: ¿Por
qué el hombre moderno ha desarrollado su civilización cada vez
más de espaldas a su realidad física? Según parece, es preciso
mejorar la consciencia que tenemos de nosotros mismos; tenemos
que reducir la distancia entre la subjetividad del conocimiento
humano y su objeto que es el conocimiento de la realidad
objetiva.
Mas adelante afirmaremos que la economía humana es realmente
parte de la economía del mundo natural. Eso suena sorprendente,
pero ello va a traer cambios radicales en nuestra práctica
económica cotidiana. Sin embargo entenderlo será un proceso
lento y difícil, y ello conlleva la necesidad de que entendamos un
poco mejor el carácter de nuestra naturaleza.
17.3.3 LA ECONOMÍA HUMANA
MIRADA COMO UN CAPITULO
DE LA ECONOMÍA NATURAL.
Pasamos a un nuevo capítulo de la Vida. Una nueva experiencia,
un nuevo horizonte, un nuevo enfoque de la Evolución: Aparece,
lo que podríamos llamar la “Vida Inteligente”. Una nueva fase en
la “complejización de la Vida, lo que podríamos considerar una
nueva forma de conciencia: La consciencia. Para entender la
240
Economía Humana es importante entender al Hombre, sus
orígenes, sus visiones de la Realidad, que son múltiples, pero
también lo que es como producto de la evolución de su
naturaleza, de su cerebro. Y para entender la dinámica de su
cultura es importante comprender que el ser humano tiene su
cuerpo y sus “extensiones” sociales como base de todo su
equipamiento utilitario para vivir; que la Vida le cobra la
responsabilidad en sus desaciertos estratégicos que le han
acarreado no pocas tragedias.
Así dotado, la especie humana ha incursionado en el Universo,
por ahora con su historia atada a la historia de nuestro planeta la
Tierra, asumiendo actitudes que le han reportado seguramente
ciertos beneficios a corto plazo, pero que no parecen muy
prometedoras para el largo plazo. Desde hace unos tres siglos,
dentro de nuestra cultura, ha venido desarrollando su vida
económica como si hubiera logrado emanciparse del influjo de la
Naturaleza. Sin embargo ello no es así. Por fuerza, ya vislumbra
en el futuro cercano la necesidad de corregir su escepticismo
respecto de los medios de que dispone para percibir la realidad
objetiva en que transcurre su vida y la visión tradicional que tiene
del Mundo, so pena de sufrir devastadores daños en su medio
ambiente vital, quizás a mayor velocidad de lo que pueda ser
posible la implementación de remedios eficaces en su solución.,
El término “inteligente” no ayuda, realmente, a describir lo que
entendemos por vida inteligente. El primer paso en la “movilidad”
automática de los seres con vida, lo descubrimos, cotidianamente,
en las plantas que tienen la propiedad de orientarse, para
exponerse mejor a la luz solar. Un conocido ejemplo es la flor de
“girasol”. Esta propiedad de las plantas la denominan los
botánicos, fototropismo, o sea el acto de reaccionar, moviéndose,
ante la falta del estímulo de la luz, y en busca suya. En algunos de
los seres marinos más primitivos, como los tunicados,
encontramos sistemas nerviosos incipientes que les dan
sensibilidad frente a los posibles predadores; cuando son
percibidos éstos, se mueven convulsivamente para alejarse del
peligro, o “soltarse” si han sido atrapados. Encontramos entre
241
algunos seres superiores primitivos como los reptiles, un cerebro
que les permite una reacción “no conciente”, refleja, que los
caracteriza; reconocen los zoólogos que a este nivel de la
organización de la conciencia viva no se conocen las emociones,
aunque parece que es común en el Reino Animal la sensibilidad al
dolor. En los humanos este centro se denomina el “cerebro reptil”.
Los mamíferos representan en la escala zoológica un avance
sustancial de la conciencia: Aparece la conciencia emocional
típica de los mamíferos; su centro es un lugar en el interior del
cerebro que en la especie humana tiene la forma y el tamaño de
una “almendra”. Es llamado el “cerebro mamífero”.
Aunque en las especies animales es reconocido el desarrollo, al
nivel de la corteza cerebral de áreas que sirven de centro a la
audición, a la vista, a la memoria, etc., hallamos en el cerebro
humano el desarrollo de una capacidad singular: La de tener
consciencia de sí mismo, del otro, del pasado, del presente, del
futuro, como elementos independientes de la realidad única,
aunque con identidades propias cada uno, se llama el “cerebro
reflexivo”, que le permite al hombre sensibilidades a fenómenos
naturales, a situaciones, a las que no tienen alcance otras
conciencias. El hombre reacciona de dos maneras a cualquier
estímulo externo, como lo harían otros seres vivos a estímulos
ambientales, del entorno real: generando secreciones en su
cuerpo, o moviéndose, en palabras del Dr. Llinás, médico
neurólogo colombiano famoso en el Mundo. Pero tiene capacidad
de trascender su actualidad, su presente, y reacciona igualmente
frente a experiencias pasadas, a su historia, a otras historias, al
porvenir, a cualquier tipo de influencia externa de su ahora de su
aquí de su yo actual, de esas dos mismas maneras.
¿Pero cómo podría describirse correctamente y un poco más
completamente el fenómeno humano? Desde la épocas de
Descartes se consideraba al ser humano como un “animal
racional”. Pero esta definición, el primer intento de aproximación
al fenómeno humano, representa solamente una de las
dimensiones de la personalidad humana. En cuanto se refiere al
mundo humano Ernst Casssirer se pregunta: “¿Es posible emplear
242
el esquema propuesto por Uexküll para una descripción y
caracterización del mundo humano?” y él mismo anota sobre ese
aspecto: “El biólogo alemán Johanes von Uexküll ha emprendido
una revisión crítica de los principios de la biología. Según él, es
una ciencia natural que tiene que ser desarrollada con los métodos
empíricos usuales: los de observación y experimentación; pero el
pensamiento biológico no pertenece al mismo tipo que el
pensamiento físico o químico. Uexküll es un resuelto campeón
del vitalismo y defiende el principio de la autonomía de la vida.
La vida [para él] es una realidad última y depende de sí misma; no
puede ser descrita o explicada (respecto de fenómenos o procesos
externos) en términos sólo de física o de química. Partiendo de
este punto de vista, Uexküll desarrolla un nuevo esquema general
de investigación biológica. Como filósofo es un idealista o
fenomenista, pero su fenomenismo no se basa en consideraciones
metafísicas o epistemológicas sino que se funda, más bien, en
principios empíricos. Como el mismo señala, representaría una
especie verdaderamente ingenua de dogmatismo, suponer que
existe una realidad absoluta de cosas que fuera la misma para
todos los seres vivientes. La realidad no es una cosa única y
homogénea; se halla inmensamente diversificada, poseyendo
tantos esquemas y patrones diferentes cuantos diferentes
organismos hay. Cada organismo es, por decirlo así un ser
monádico [por referencia a la teoría de Leibnitz]. Posee un mundo
propio, por lo mismo que posee una experiencia peculiar. Los
fenómenos que encontramos en la vida de una determinada
especie biológica no son transferibles a otras. Las experiencias, y
por tanto las realidades de dos organismos diferentes, no son
mensurables entre sí. En el mundo de una mosca, dice Uexküll,
encontramos sólo “cosas de mosca”, en el mundo de un erizo de
mar encontramos sólo cosas de “erizo de mar”. …”Uexküll
comenzó sus investigaciones con el estudio de los organismos
inferiores y las fue extendiendo poco a poco a todas las formas de
vida orgánica. En cierto sentido se niega a hablar de formas
inferiores o superiores de vida. Cada organismo, hasta el más
ínfimo, no solo se halla adaptado en un sentido vago, sino
enteramente coordinado con su ambiente. A tenor de su estructura
anatómica, posee un determinado sistema “receptor” y un
243
determinado sistema “efector”. El organismo no podría sobrevivir
sin la cooperación y equilibrio de estos dos sistemas: el receptor
por el cual recibe los estímulos externos y el efector por el cual
reacciona ante los mismos se hallan siempre estrechamente
entrelazados. Son eslabones de una misma cadena, que es descrita
por Uexkúll como “ círculo funcional” (“El Lugar del Hombre en
el Universo”. Centro de Educación Continua. Universidad Eafit. P
16. Tomado de Antropología Filosófica, Introducción a una
filosofía de la cultura. Bogotá 1976; pp. 43-49).
“Es obvio que el mundo humano no constituye una excepción de
esas leyes biológicas que gobiernan la vida de todos los demás
organismos. Sin embargo, en el mundo humano encontramos una
característica nueva que parece constituir la marca distintiva del
hombre. Su círculo funcional no solo se ha ampliado
cuantitativamente, sino que ha sufrido también cambio
cualitativo. El hombre, dijéramos, ha descubierto un nuevo
método para adaptarse a su ambiente. Entre el sistema receptor y
el efector que se encuentran en todas las especies animales,
hallamos en él un eslabón intermedio, algo que podemos llamar
“sistema simbólico”, Esta nueva adquisición transforma la
totalidad de la vida humana. Comparado con los demás animales,
el hombre no solo vive una realidad más amplia, sino, por decirlo
así, en una nueva dimensión de la realidad. En el caso primero,
una respuesta directa e inmediata sigue al estímulo externo, en el
segundo la respuesta es demorada, es interrumpida y retardada
por un proceso lento y complicado de pensamiento. A primera
vista semejante demora podría parecer una ventaja bastante
equívoca; algunos filósofos han puesto sobre aviso al hombre
acerca de ese pretendido progreso. El hombre que medita dice
Rousseau “es un animal depravado”: sobrepasar los límites de la
vida orgánica no representa una mejora de la naturaleza humana,
sino su deterioro” (¿?) (Idem. P. 17).
“Sin embargo ya no hay una salida de esa reversión del orden
natural. El hombre no puede escapar de su propio logro, no le
queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida;
ya no vive solamente en un puro universo físico, sino en un
244
universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte, y la religión
constituyen parte de ese universo, forman los diversos hilos que
tejen la red simbólica, la urdimbre complicada de la especie
humana. Todo progreso en pensamiento y experiencia afina esa
red. El hombre no puede enfrentarse ya con la realidad de un
modo inmediato; no puede verla, dijéramos, cara a cara. La
realidad física parece retroceder en la misma proporción que
avanza su actividad simbólica. En lugar de tratar con las cosas
mismas, en cierto sentido conversa constantemente consigo
mismo. Se ha envuelto en formas lingüísticas, en imágenes
artísticas, en símbolos míticos o en ritos religiosos, de tal forma
que no puede ver o conocer nada sino a través de la interposición
de este medio artificial. Su situación es la misma en la esfera
teórica que en la práctica. Tampoco en ésta vive en un mundo de
crudos hechos o a tenor de sus necesidades y deseos inmediatos.
Vive, más bien, en medio de emociones, esperanzas y temores,
ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio de sus fantasías y
sueños. “Lo que perturba y alarma al hombre -dice Epicteto-, no
son las cosas sino sus opiniones y figuraciones sobre las cosas”
El camino evolutivo del hommo sapiens sapiens ha tomado, pues,
un camino diferente y muy particular, por no decir extraño. Según
el decir de Hilderman Cardona Rodas, historiador, profesor del
área en Saberes de Vida Universidad Eafit, esta particularidad ha
producido dos hechos importantes: Ha permitido que un ser
físicamente inferior y débil como el hombre haya logrado
sobrepasar los umbrales evolutivos del planeta, incólume,
mientras la totalidad de los demás homínidos se extinguieron. Ha
permitido que el hommo sapiens sapiens diera un paso definitivo
que lo condujo existencialmente de lo meramente biológico a lo
cultural. Ese paso lo ha dado, tal vez como consecuencia de su
evolución anatómica. En primer lugar, asume su posición bípeda
para caminar, lo que empieza a ocurrir desde hace no menos de
10.000.000 de años. Se transforma el pié, su cabeza queda en
perfecto equilibrio en su posición erguida, se agranda su ángulo
facial, y evoluciona su laringe lo que le permite la regulación
voluntaria de sonidos y sus primeras expresiones lingüísticas;
aumenta su capacidad craneana perdiendo, por completo, su
245
apariencia simiesca. Hace unos 3.000.000 de años aparecen
claramente diferenciadas de los demás primates las primeras
estirpes de seres humanos, hace unos 2.000.000 de años fabrica
sus primeras herramientas, hace más o menos 1.000.000 de años
emigra del África, e inicia una vida nómada. Más o menos hace
700.000 años descubre el fuego, Más o menos hace 200.000 se
inicia en el arte rupestre, y hace aproximadamente 10.000 años se
inicia en la agricultura. Como consecuencia, el hombre ya no
participa solamente de sus posibilidades de adaptación biológica,
sino que su cultura le permite adaptar su medio natural a sus
posibilidades.
Es necesario comprender todo aquel proceso de evolución
humana si queremos entender lo que ocurre en las relaciones
humanas, entre las diferentes cultural humanas, entre las
diferentes comunidades humanas y hoy día, entre las diferentes
naciones. Igualmente es necesario para entender cómo se
relaciona el hombre con los otros seres de la Naturaleza, con su
medio ambiente, y quizás, para entender, por qué la cultura
humana le ha dado la espalda a la Naturaleza. Ello explica por qué
la cultural humana occidental, por no hablar de otras culturas, ha
desarrollado una concepción de la economía del Hombre
completamente al margen de la economía de la Naturaleza. Sólo
en la época moderna, en los últimos tres siglos, hemos
desarrollado una metodología para alcanzar una aceptable
aproximación entre el conocimiento que llamamos hoy subjetivo
y la realidad objetiva. Igualmente ello es necesario para entender
que la Guerra y la Violencia, y todo otro medio de dominación o
exterminio, que hemos practicado con grave daño desde tiempos
inmemoriales, podrían ser sustituidos por otras técnicas de
relación que nos depare a los seres humanos mayores
satisfacciones y a la naturaleza viva una potenciación mayor de
sus posibilidades de sustentación.
En una historia que no podemos generalizar a otras culturas, la
Cultura Occidental sufre, alrededor de los siglos XVI al XVIII el
rompimiento de su eje cultural, tema del que nos ocupamos en el
segundo libro de este trabajo. Ello conduce a una de las
246
controversias filosófica más vasta y profunda que se haya dado en
Occidente sobre el significado del ser humano, de su cultura, del
significado de su conocimiento de la Realidad etc., que implica
verdaderamente cambios revolucionarios en la concepción del
Mundo y del Hombre, que empiezan a darse desde el
Renacimiento. Pero al mismo tiempo se inicia la revolución del
conocimiento científico sobre las bases tradicionales traídas desde
el Mundo Oriental, y otras aportadas por hombres de relieve
como Galileo Galiley, Kepler, Newton, Leibnitz y muchos otros,
apoyados en el uso de nuevos instrumentos científicos como el
telescopio, el microscopio, y sus descubrimientos.
A medida que la Ciencia gana en prestigio la filosofía decae, y
todo el andamiaje montado históricamente sobre el método lógico
de la Filosofía, de la Metafísica, sobre la Religión, empieza a
sufrir los embates de la crítica; aparecen nuevas concepciones de
todo aquello y alrededor de las ideas que nacen, que se defienden,
no solamente se establece la discusión, sino que se tejen
ideologías nuevas, intereses de prestigio y de poder alrededor de
ellas y una lucha, incluso, cruenta, para evitar que caigan en el
olvido. La sociedad que se ha sostenido en las tradiciones
culturales colapsa, las clases aristocráticas y la nobleza, que
sostenían el poder de las monarquías sucumben y pierden el
poder, y surge un nuevo mundo apoyado en la burguesía, que es
el mundo moderno.
Este es el contexto dentro del cual se da una controversia no
completamente resuelta teóricamente, pero que, en la práctica, ha
sido superada con soluciones aceptables, y es la posibilidad del
Hombre de conocer “objetivamente” la Realidad, partiendo de la
mejora en su comprensión de ese conocimiento y de sus
limitaciones innatas relacionadas con sus medios propios de
percibir el mundo externo. El refinamiento de sus medios para
lograr un conocimiento más aceptable del mundo que lo rodea ha
necesitado más de tres siglos para realizarse, y aunque no es
perfecto, le ha abierto al ser humano de nuestros días horizontes
increíbles de desarrollo tecnológico y de visiones insospechadas y
extraordinariamente más ricas de la Realidad.
247
Se iniciaba entonces, un movimiento filosófico nuevo iniciado
por Descartes (1596-1650), “que ya no se interesaba por el mundo
objetivo mismo que había de ser comprendido por el ejercicio de
la facultad racional, sino por la percepción racional misma, por la
facultad cognocitiva del hombre.” …”Descartes tomó como punto
de partida que el pensamiento es el fundamento y la prueba
irrefutable de la existencia. “Pienso, luego soy”. Así, para él, el
mundo fluye del pensamiento y a lo largo de la línea del
pensamiento. El mundo objetivo, formado por la razón, y su
concepto racional, su plasmación mediante el pensamiento
humano, son idénticos para él. Y el mismo Dios es sólo una idea
innata del hombre que resulta necesariamente de la facultad de
pensar…Y como según el racionalismo, el mundo procede del
pensamiento, era inevitable que hubiera una tendencia filosófica
que orientase la atención hacia el proceso formal del pensamiento
per se, como fuente del conocimiento y del entendimiento del
mundo. Surge de nuevo el problema de Sócrates y Platón en la
Antigüedad y el del escolasticismo medieval. Otra vez la cuestión
del principio y la constitución del mundo lleva a la de la facultad
cognocitiva del hombre y del recto método de conocimiento. Pero
el mundo de Sócrates y Platón, lo mismo que el del
escolasticismo habían sido ya determinados por la religión; Dios
poseía una existencia absoluta e inconmovible y como él estaba
presente en su creación, el mundo prevalecía sobre el hombre. De
aquí que el conocimiento del mundo fuese, por implicación, una
aproximación a Dios, un intento de comprenderlo. Esto evitaba
una epistemología radical. Entretanto, sin embargo, la naturaleza
se había secularizado y el hombre racional se había hecho
autónomo. El hombre no era ya una idea, una imagen de Dios,
sino que Dios era una idea innata del hombre. Cuando el hombre
examinaba sus procesos mentales, lo hacía sin referencia a Dios.
No trataba ya de medir lo divino contenido dentro de sí mismo;
examinaba su propia naturaleza y lo hacía con propósitos de au-
tocontrol y de auto-explotación. En ese sentido, las
investigaciones de los procesos mentales y cognocitivos del
hombre eran, en realidad, investigaciones psicológicas…” (Erick
248
Kahler. Historia Universal del Hombre. Fondo de Cultura
Económica. Tercera edición 1960 México D: F. P 417).
Las investigaciones de Emmanuel Kant sobre el mismo tema
“fueron más allá de los límites del hombre psicológico y empírico
hasta una “esfera trascendental”, pero sólo para establecer esos
límites como tales límites y demostrar que más allá de las
fronteras del pensamiento humano tiene su origen lo que no puede
ser lógicamente probado, lo que, para él, equivalía a lo que no
puede ser conocido. Kant no medía ya el saber humano mediante
el proceso psicológico del conocimiento, la actividad del
conocedor, sino por la naturaleza de los contenidos, en los cuales
separaba las condiciones dadas a priori, las “categorías” de la
razón pura, de los fenómenos a percibir y trasladaba esas
categorías a una región situada más allá de lo
cognocible.….Jamás [el hombre] puede adquirir un conocimiento
puro del mundo exterior tal como es en realidad. No puede llegar
a conocer la cosa en sí. El mundo que el hombre cree percibir es
una versión determinada por el orden y estructura de su razón. De
esa manera queda el hombre confinado, para siempre, dentro de
los límites de su razón. Un abismo insalvable lo separa del mundo
objetivo. Los valores morales y el mismo Dios son sólo
postulados, ideales de esa razón práctica que carece de validez
objetiva. Tal fue el último acto de desarrollo que había
comenzado en el Renacimiento e incluso en el escolasticismo.
Fue la separación completa del hombre racional de la Naturaleza”
(Idem. P 418).
Sin embargo, ese escepticismo original que influye
profundamente en el pensamiento de la edad moderna va siendo
doblegado poco a poco durante el siglo XX. Durante este siglo
avanza arrolladoramente la experimentación científica,
Heissemberg formula su principio de incertidumbre; aparecen
técnicas estadísticas, principios como el de las probabilidades, y
muchos otros desarrollos que se usan entre otras cosas, en la
experimentación agrícola y todo ello nos muestra, hasta la
saciedad cuánto se puede aproximar el conocimiento hacia una
percepción de la Realidad, hasta el punto de hacerlo
249
aceptablemente objetivo. Los logros en los conocimientos
astronómicos actuales, el desarrollo incontenible de la Técnica y
la Ingeniería, el desarrollo de la cosmonáutica, los gigantescos
progresos de la producción agrícola, la cantidad casi infinita de
nuevas aplicaciones técnicas en telecomunicaciones, en
sistematización de información, por no hablar de muchas otras
cosas, arrojan testimonios indiscutibles que brindan apoyo a esa
afirmación. Y como si esto fuera poco, la cada vez mayor
proximidad espacial entre las culturas, las eficaces
interconexiones físicas entre todos los hombres del Planeta hoy,
perfilan más inconfundiblemente el relieve de las distancias
psicológicas, de las fronteras entre los hombres y presionan cada
vez más firmemente a favor de que tales fronteras sean borradas
más y más definitivamente también. Ello exigirá la realización de
un trabajo de homologación de los mundos simbólicos, de las
culturas, de los lenguajes, de las artes, de la s religiones, etc. Para
no pocos es una verdadera utopía, algo casi imposible de lograr
plenamente. Sin embargo no debemos ser tan pesimistas: Si
observamos y reconocemos que el desarrollo de la tecnología
actual nos ofrece un valioso testimonio acerca de la mejora que
día a día se logra en la fidelidad de interpretación de la realidad
objetiva, no deberíamos tener dudas de que esa experiencia podrá
ser trasladada y duplicada oportunamente y con el debido cuidado
a otros campos de la vida humana. Los éxitos que tengamos en el
control de la Violencia y la Guerra, en la consecución de los
frutos de la convivencia humana, de los cuidados del medio
ambiente, nos mostrará cuán aceptables y prácticos han de ser los
logros alcanzados en los niveles de identificación del género
humano entre sí y del hombre con la Naturaleza.
Hay otros problemas que tienen que ser resueltos también, como
es el conflicto interno que vive el hombre entre dos tendencias
polares de su comportamiento espiritual para lograr aprovechar al
máximo el incremento de sus habilidades en el plan de integrarse
con la Naturaleza. Me refiero a los dos polos característicos de su
personalidad, que son su inteligencia emocional y su inteligencia
reflexiva y racional que tienen asiento en dos partes diferentes de
250
su cerebro y de las cuales puede, aunque no tenga que serlo
siempre, sí ser plenamente consciente.
De muchas maneras el hombre occidental, según las tradiciones
orientales donde están enraizadas las de nuestra cultura y como se
comprueba en su herencia mitológica, ha tenido la consciencia, y
la ha expresado, de sentirse viviendo en medio del conflicto de
dos yo: Su personalidad de animal mamífero y su personalidad
“inteligente”, reflexiva, racional, a la que nos hemos referido ya
antes. La historia de Adán y Eva en el Génesis, es una descripción
muy bella de la experiencia. La historia humana es una historia de
luchas, de forcejeo entre sus emociones, típicas de la de su
consciencia de mamífero con el destino que éstas le deparan y su
capacidad de reflexión, típicas de su nueva naturaleza racional
con el futuro que ésta le ofrece como perspectiva. Es quizás la
última, el atributo que le ofrece una apertura hacia realidades que
trascienden su actualidad espacial y temporal, como si pudiera
“moverse” entre su realidad y su pasado, su historia, sus hipótesis,
su situación real, proyectarse a sus presupuestos espaciales y
temporales, sus utopías, tal como si fueran objetos reales. Por eso
puede elaborar proyectos para cambiar conscientemente su
realidad, puede soñar e intentar la realización de sus sueños. En
virtud de esa capacidad de ver, por encima de la realidad, de
proyectarse sobre los hechos para orientar su vida hacia sus
objetivos, metas o destinos propuestos, el ser humano es un ser
político.
Sin embargo, esas habilidades no están desarrolladas por parejo y
no la ejerce plenamente toda la población humana. Los hombres,
en la realidad, como lo hemos explicado de muchas maneras,
somos desiguales. Históricamente nuestra consciencia no se ha
formado de la misma manera, ni se han desarrollado en todos
nosotros, con plenitud, todos sus caracteres. La consciencia de
Humanidad en términos de su identidad e integridad no existe
todavía, en la misma proporción en todas nuestras mentes.
Existen muchas expresiones de ella. Históricamente conocemos
muchas y muy diversas culturas humanas, y hoy los hombres nos
miramos todavía desde nuestras propias orillas, con recelo.
251
Vivimos apegados a prácticas arcaicas que afectan nuestras
relaciones de unos con otros, que nos permiten imperar unos
sobre otros, dominarnos, vencernos y destruirnos para allanar
nuestro propio camino, o reducirnos a la impotencia, someternos
y esclavizarnos para que nuestro potencial creador le sirva a otros
propósitos, otros ideales, como si nuestra naturaleza no estuviera
dispuesta al hecho revolucionario de nuestra capacidad de ganar
en consciencia, de aprender, y a todas las posibilidades que su
potencial nos señala.
No todos los hombres hemos podido emanciparnos del dominio
de nuestras emociones sobre nuestros actos conscientes. O sea
que no sólo estamos apegados a prácticas arcaicas para
defendernos, para asegurar la promesa de nuestras propias
opciones, sino que, a pesar del poder de nuestra mente, insistimos
en dominar o en dejarnos dominar por fuerzas arcaicas animales,
que nos han sido “vendidas”, particularmente en el mundo
moderno con la propaganda sesgada, por la “Sociedad de
Consumo” y no pocas veces por el crimen, como una
prometedora opción de vida, como una maravillosa posibilidad.
Estamos inmersos en una lucha dialéctica entre nuestros dos yo:
Entre los dictados de nuestras emociones y los dictados de nuestra
razón. Unos nos comportamos como “animales racionales” y
otros como dioses. Surge aquí una pregunta: ¿Por qué no
trabajamos en armonizar nuestros dos yo? ¡Ese podría ser un
objetivo ambicioso y productivo para la Naturaleza en su
conjunto! Pero ocurre que quienes se creen dioses, aprenden y
usan de la manera más brutal sus poderes, para mantener a los
demás seres humanos en esa condición de “animales racionales” y
perpetúan sus privilegios sobre la miseria en que los otros yacen.
¡Podría ser que esta postura incoherente de nuestra especie
incapaz, hasta ahora, de aprovechar eficazmente su oportunidad
sin infrigir daños irreparables al Planeta, simplemente esté
demostrando que en el caso del ser humano, se trata sólo, entre
tantos, de un paso evolutivo más, improductivo y llamado al
fracaso!
252
De la misma manera, la Economía Humana tal como creemos
conocerla hoy, no existe de manera alguna como unidad integral.
Existen quizás, muchas economías, muchas visiones económicas,
como culturas humanas tenemos, como hombres hay en el
Planeta. Todavía más, está pensada como un mecanismo de
manejo global destinado a condicionar la gestión económica de
todos los hombres, en orden a algunos criterios e intereses
particulares, privados, todavía no muy extendidos, que pretenden
ser impuestos, anteponiendo sus propósitos de lucro por encima,
incluso, de los presupuestos más sensatos relacionados con los
medios de producción disponibles, incluidos los recursos
humanos.
¿Por qué ha sido posible aquello? ¿Por qué la gente, los pueblos,
las naciones no se movilizan para defenderse como se
movilizaban antes cuando la Guerra era una solución posible y
aún plausible? Podríamos enumerar básicamente cuatro
circunstancias que lo hacen posible:
Vastos sectores de las poblaciones de base, incluso en sociedades
humanas muy avanzadas, siguen viviendo con los mismos
presupuestos con que vivían, incluso miles de años atrás, y están a
años luz de distancia de entender lo que está ocurriendo. Ello
genera un aislamiento real de aquellos sectores de la participación
en la vida cotidiana de sus sociedades. Pocas actividades
culturales, pocos esfuerzos educativos han logrado avanzar
masivamente en pos de un “lenguaje universal” que permita un
mínimo de comunicación, de diálogo al nivel social. La
experiencia de intentarlo no siempre ha sido positiva. En la
historia humana encontramos multitud de casos, en que los
encuentros y el intercambio humano han sido netamente
traumáticos.
Las raíces de nuestra cultura y su dinámica, resultan de un mundo
que se galvaniza en la Guerra, en la Violencia. Es un mundo en
que los pueblos interactúan con sus medios armados. Su tradición
guerrera, las costumbres del secuestro y del pillaje se consagran
bajo la presión cruel de la angustia causada por el hambre y la
253
muerte por inanición. Esa presión mueve desde épocas muy
antiguas a las grandes migraciones, particularmente, como ocurrió
en la región central del continente eurasiático desde hace unos
quince mil años.
El “patrón” en que se ha “injertado” la Cultura Occidental, cuya
“capa técnica” se ramifica hoy hasta tocar prácticamente, todas
las culturas existentes en el planeta, es, la cultura propia de los
antiguos pueblos indugermánicos, en su mayoría, los que los
romanos denominaban “bárbaros”, que aportaron no sólo el
tronco de nuestras lenguas sino el tronco de nuestras almas, con
todas sus virtudes y todos sus defectos; su visión, sus escalas de
valoración de la vida, de los demás pueblos, su propia forma de
estimarse a sí mismos, etc. Los pueblos bárbaros nos resumen a
nosotros después de la caída del Imperio Romano, ellos y sus
descendientes son los artífices y los protagonistas de gran parte de
nuestra Historia de Occidente”.
El espíritu de los tiempos modernos que define el carácter de
nuestra civilización actual, de nuestras instituciones políticas, de
nuestras formas de producción industrial y financiera, de nuestra
vida urbana, que todavía no se han afincado en todos los rincones
del globo, además, nace en una época turbulenta de gran
disolución social, de grandes revoluciones económicas sociales y
políticas. Allí se origina la idea del Hombre pensado como
individuo, empieza la masificación humana que se da en la
realidad urbana moderna; el aislamiento de los individuos del
espíritu de sus antiguas comunidades de cultura, vecindad, y su
lucha dramática por la supervivencia. Allí nacen los nuevos
imperios financieros e industriales que pretenden controlar y
mover el mundo actual.
El desarrollo del pensamiento económico que perfila a la “Ciencia
Económica” como una disciplina humana (más bien que como
una disciplina científica en el campo de la Física), y que muchos
denominan “Economía Clásica”, nace antes que el pensamiento
científico hubiera alcanzado su madurez de hoy. Sus aplicaciones
contemplan el uso de conceptos básicos como la “Libertad de
254
Empresa”, el “Derecho de Propiedad” individual, y otros, que
usados con fines hegemónicos, pueden generar un nuevo poder, el
poder económico, y nuevas instituciones destinadas, como los
ejércitos, a la agresión, a la destrucción de economías ajenas, al
establecimiento de estructuras económicas destinadas al
establecimiento y consolidación del dominio de la Humanidad
monopolizando todo poder de decisión.
El incremento de la miseria humana en el mundo moderno y de
enfermedades generadas por el estrés, están precipitando a vastos
sectores de población humana a niveles, sin precedentes, de
angustia existencial, de ansiedad, frente a la incertidumbre de su
futuro y al sentimiento de abandono e indefensión por parte de las
autoridades de sus sociedades y comunidades. Ello no solamente
reduce sustancialmente los rendimientos en el aprovechamiento
del producto industrial adelantado con tanto esfuerzo, por ejemplo
de los alimentos destinados a la alimentación humana, como lo
constatan en otras especies los investigadores en nutrición vegetal
y animal, sino que ha dado origen a actitudes evasivas en los
hombres que ven cerrado su futuro, y como consecuencia al
consumo de variedades y cantidades crecientes de tóxicos y
sustancias psicoactivas cuya demanda empieza a mover, en
nuestro tiempo, uno de los negocios más lucrativos de la historia,
enriqueciendo, en primer lugar, al Crimen Organizado Mundial,
de tal manera, que empieza a “emerger” de sus escondites y
guaridas de la mano de personajes corruptos de todas las
nacionalidades a los que puede sobornar y “comprar” derechos,
en el plan de competir de igual a igual, o aún con bastante
prepotencia, con las más ambiciosas empresas capitalistas y aún
con los Estados más poderosos de la Tierra. Para nadie es un
misterio la participación del Crimen en la retaguardia política
electoral de las naciones democráticas, con el fin de manipular su
futuro y los ingentes recursos sociales, para ser desviados hcia sus
propias arcas. Si esos movimientos tienen éxito, difícilmente
podrán, en el futuro los diferentes pueblos del Planeta, rectificar a
tiempo la actual dirección evolutiva de la especie humana y el
deterioro de nuestro medio ambiente vital.
255
256
CAPÍTULO 18
EL SIGNIFICADO CÓSMICO
DEL TRABAJO HUMANO
Para llegar a esa concepción ha sido preciso recorrer un camino
muy accidentado y de no pocos conflictos, que nos ha llevado a
involucrar el trabajo científico, con el fin de lograr enmarcar la
idea del Trabajo Humano en un contexto universal, que nos
permita tener de él una visión coherente con el resto de la
Realidad, con el Universo y sus procesos íntimos, tal como
podemos concebir hoy los fenómenos naturales
Cuando hablamos en estos términos, no obstante, es preciso
considerar que nuestras apreciaciones, así sean muy científicas,
no son coherentes con todas las culturas humanas, ni siquiera
con todos los sectores de nuestra cultura occidental. Incluso el
lenguaje matemático y las consideraciones científicas, como
parte de un cuerpo de pensamiento científico, necesitan de un
sistema de códigos para ser expresados y explicados. Hay que
reconocer que la aplicación de sus sistemas simbólicos está tan
extendida en las esferas científicas de las distintas culturas
humanas de la actualidad, hasta el punto de que puede asumirse
que la Ciencia y el lenguaje matemático, más, incluso que las
lenguas vulgares dentro de las diferentes culturas actuales,
sirven de vínculo intercultural entre los hombres. No podemos
olvidarnos, tampoco, que hemos escogido un público al cual va
dirigido más específicamente este trabajo: el de las personas que
han avanzado y están familiarizadas con las ciencias y tienen
interés o están preparándose para ejercer su trabajo como
ingenieros. Cuando hablamos de la Realidad ahora, en tales
términos, puede entenderse que nos referimos obviamente a una
noción subjetiva de ella, aunque con una precisión nunca
alcanzada por fuera del método científico experimental. En ese
sentido hablamos también de contexto universal.
257
Respecto del tema, hay un aspecto interesante del intercambio
económico entre humanos, algo que ya se lleva a cabo en los
reinos animal y vegetal: ¿Qué es lo que realmente se intercambia
en las transacciones económicas? ¡Energía en diferentes
formas!: Cualquier bien está constituido de energía
“condensada” en la materia de que se compone; Pero además se
invirtió en él la energía necesaria para obtenerlo, si es del caso
manufacturarlo y la energía necesaria para llevarlo a su destino.
¿Qué sería el Mercado, mirado desde este punto de vista? Sería,
ni más ni menos, el escenario real o virtual donde convergen las
ofertas y las demandas de los bienes y servicios intercambiables,
que no son otra cosa que los <<factores que entran en juego y
convergen>> con el solo propósito del intercambio, de la
relación comercial.
Sobre la base de las <<relaciones de intercambio>>, ya sea
permanentes o esporádicas, se va tejiendo la <<red>> estructural
productiva, comercial y de distribución, si hablamos en términos
económicos; lo que es algo parecido a lo que ocurre en otras
formas de relación, que también representa formas diversas de
intercambio de energía en que no entran en juego los medios de
pago, como es el caso de las relaciones familiares entre esposos,
entre padres e hijos.
El manejo de la producción y el comercio se apoya en las
operaciones contables, para establecer <<los costos>> de las
gestiones económicas y financieras, de los bienes y servicios
objeto del intercambio y calcular <<el valor de cambio>> de los
mismos. ¡Y como consecuencia, aparece la necesidad de
establecer un patrón de intercambio! Ese patrón ha sido por
mucho tiempo el <<patrón oro>>, luego al desaparecer éste, las
monedas de las diferentes naciones, sustentaron su valor en algo
más abstracto, algo que se reduce a lo que sicológicamente
puede significar un “tesoro” sólido para las instituciones y el
común de la gente, como cierta moneda de una economía fuerte,
ciertos papeles financieros, ciertos títulos de propiedad, etc.
258
¿Qué pasaría si fijáramos nuestra atención en un “tesoro”, sin el
cual, es imposible cualquier tipo de movimiento? ¿Qué tal, la
unidad de energía? ¡Cualquiera de ellas podría servir! ¿Qué tal
el ergio, la caloría, el vatio, como unidades monetarias de
intercambio universal? Esa es una propuesta que puede poner a
pensar a más de uno.
De la misma manera podríamos referirnos a otras categorías
económicas. Pero basta con estos ejemplos por el momento.
Vamos en este capítulo a referirnos a un caso puntual de gran
importancia en de las disciplinas dentro de las que se mueve la
Ingeniería. Se trata de la medida del trabajo humano. Vamos a
hacer una revisión de los desarrollos de la Ingeniería Industrial
durante el siglo XX para ese propósito. Este caso tiene una
significación de importancia capital en el tema.
Es importante que la expansión de la consciencia en este
horizonte del conocimiento no se quede reducida a mejorar la
comprensión de los académicos y quizás, de los profesionales
que se inician en ella en las diferentes áreas del conocimiento.
Por ese camino se estanca la Industria y la Academia deja de
cumplir uno de sus principales objetivos de servicio y no es
difícil que llegue a convertirse, apenas, en la constructora de su
propio endiosamiento. Lo ideal es que esa consciencia trascienda
socialmente tan plenamente como sea posible, y la misma
sociedad, desde su misma base, pueda transmitirla poco a poco a
las generaciones humanas venideras, transformando así a la
misma civilización.
El tema a tratar en este capítulo es el producto de más de
doscientos años de desarrollo de diferentes disciplinas científicas
experimentales, cuya convergencia va a ser decisiva en el
porvenir de la Industria durante el siglo XX. Pero no sólo
entonces: En Gran Bretaña, la primera nación donde anida la
Revolución Industrial, se empieza a dar la experiencia que más
tarde se habrá de capitalizar en el desarrollo de herramientas de
manejo, de técnicas de administración, que en un principio
empezaron a utilizarse para asegurar una alta moral, una mayor
259
eficiencia en el trabajo industrial, primero que todo, destinado al
amunicionamiento de los ejércitos británicos durante la Primera
Guerra Mundial.
“Las investigaciones acerca de las relaciones externas de la
Industria van mucho más allá de las fronteras comúnmente
aceptadas de la sociología industrial y, verdaderamente,
comprende la mayor parte de la historia económica y social de
los dos últimos siglos. Las demandas de trabajo y recursos
materiales de la industria capitalista, y el creciente flujo de
bienes y servicios que produce, han ocasionado, desde los años
de su formación, trastornos profundos en las vidas individuales,
han extinguido y creado instituciones sociales, y han alterado
sustancialmente la estructura de la sociedad. Debido a que ha
continuado demandando nuevos y más abundantes materiales,
junto con nuevas clases de trabajo y habilidades humanas, y a
que ha producido nuevas clases de bienes y servicios tanto como
ha incrementado la oferta de los que ya eran de uso familiar, los
desórdenes, las innovaciones sociales y los cambios
estructurales han continuado produciéndose
ininterrumpidamente” (Nancy Seear. Capítulo X La
Investigación Sociológica de la Industria en Gran Bretaña.
Sociedad. Problemas y métodos de Estudio. Ediciones Martínez
Roca Barcelona 1966 P 181 a 223).
“Pero existe un área central en la historia de las consecuencias
sociales del industrialismo que recibió máxima atención de
Marx y Weber, y que, tras ser olvidada durante algún tiempo,
está siendo discutida de nuevo. Se trata de la naturaleza
institucional del industrialismo. El sistema industrial impone su
propia estructura de relaciones a directivos y trabajadores. Su
mantenimiento y expansión requieren la amplia aceptación de un
cuerpo ordenado de valores mediante el que determinan los
objetivos de sus vidas y guían sus acciones cotidianas personas
situadas en posiciones distintas en el sistema, y estos valores han
de ser inculcados de varias maneras. Para que los negocios
industriales operen en cualquier situación, ha de establecerse un
orden de papeles, cada uno de los cuales implica un conjunto de
260
compulsiones; también deben existir códigos disciplinarios y
controles sociales a fin de confinar la conducta admisible en el
seno de estos constreñimientos. En todos los sentidos, el sistema
industrial marca la sociedad en que se desarrolla con su propio
sello característico. Los miembros de una sociedad semejante
son, por hablar así, transformados por la industria en recursos
humanos y, como ahora se pone de manifiesto, en conformidad
con sus necesidades como consumidores de sus productos”
(Idem. P. 194).
Con el título “Tecnologías materiales y sociales en las tres
etapas del industrialismo” Nancy Seear se refiere en el capítulo
diez de Sociedad, a las diferentes fases del industrialismo, y
habla de él, tal como se inició éste en Gran Bretaña. Veamos
algunos apartes, que nos ilustran acerca de su verdadero
significado:
“El industrialismo es en sí mismo el producto de la combinación
de las técnicas de la organización social con las de la
fabricación. De manera espasmódica, se ha desarrollado
mediante avances alternativos, primero en la tecnología y
después en otras direcciones, a partir de las formas
rudimentarias características del siglo dieciocho” (Idem. P 205).
“La forma elemental del industrialismo descansa en la
asociación hecha por Adam Smith de la división del trabajo
tradicional en las sociedades avanzadas con la extensión de sus
ventajas mediante <<máquinas que de manera notable facilitan
y amplían el trabajo>>. El moderno sistema industrial se fundó
cuando, en el siglo dieciocho, se difundió ampliamente la
afirmación de los primeros científicos mecanicistas de que los
acontecimientos naturales <<obedecían>> ciertas leyes. La
leyenda de que Arkrigth intuyó por primera vez la posibilidad de
construir una hiladora mecánica <<al observar accidentalmente
cómo se alargaba una pieza de hierro incandescente al pasar a
través de rodillos de hierro>> puede ser una fantasía, pero
refleja exactamente los términos triviales en que los nuevos
hábitos del pensamiento científico pudieron ser utilizados por
261
los artesanos – inventores, que vieron en ellos no sólo una
interesante analogía, sino un proceso que obedecía unas leyes
que podían ser también aplicadas a otros procesos diferentes y
completamente nuevos” (Idem. P.195).
“Simultáneamente a la observación de Adam Smith de la forma
arquetípica de las dos tecnologías dio un tercer paso con la
creación de la primera factoría que tuvo éxito; corrió a cargo de
Strutt y Arkwrigth. En 1835, Ure podía menospreciar los
principios básicos de la división del trabajo considerándolos
anticuados y engañosos; el sistema industrial era simplemente el
sistema fabril tal como fue desarrollado por Arkwrigth,
significando la palabra <<factoría>> <<la actuación combinada
de numerosos trabajadores, jóvenes y adultos, que atienden, con
cuidado constante, un sistema de máquinas productivas
continuamente impulsadas por una energía central>>. Añadía:
<<el objetivo y la tendencia constante de cada adelanto en la
maquinaria es, también, hacer útil para siempre el trabajo
humano>> (Idem. P. 195).
“En la época en que Ure escribía (1832), sólo una pequeña parte
de la población obrera de Gran Bretaña estaba empleada en
factorías. Y algunas de éstas eran talleres centralizados más que
fabricas organizadas. Bendix, en su estudio acerca de la
administración industrial en Inglaterra durante este período pone
en relieve que la forma adoptada usualmente en las empresas
industriales relativamente de gran tamaño era un sistema de
subcontratación –muy poco distinto al que existía en la Grecia
clásica, según la descripción de Zimmern-. Bendix cita pruebas
evidentes de que este sistema prevalecía no solo en la
construcción y en la ingeniería, sino también en la confección,
cuchillería, fundición de hierro e incluso en los textiles.
<<Evidentemente, correspondía a estos subcontratistas tratar
con sus subordinados, que reclutaban, empleaban, enseñaban,
supervisaban, disciplinaban, excitaban y enojaban>>” (Idem. P
195).
262
“La organización de las fábricas permaneció durante tres
generaciones tal como Arkwrigth la había dejado: una colección
de máquinas situadas en un edificio, movidas todas ellas por un
motor principal, y, preferiblemente de la misma clase y
dedicadas a un mismo proceso. Al cuidado de las máquinas
había hombres y mujeres que a su vez eran atendidos por
<<alimentadores>> la mayor parte de los cuales eran niños, que
traían y llevaban materiales. Existía también una clase
<<superior, pero numéricamente insignificante>>, de
trabajadores dedicados al mantenimiento y reparación de la
maquinaria. Todos ellos trabajaban a las órdenes de un patrón y
de unos pocos capataces. Cuando el sistema fabril hubo ganado
terreno, fue incorporado el subcontratista, junto a sus
<<subordinados>>, primero como agente y después como
capataz. Pero fue privado de la mayor parte de sus funciones,
que pasaron al patrón. La primitiva tecnología social del sistema
fabril lo confinó, incluso en los años 1850, en la producción
masiva de textiles. Fuera de este campo sólo existían industrias
<<domésticas>> y pequeños comerciantes” (Idem. P 196).
“Los avances técnicos en materia de transporte y
comunicaciones, el impacto de las exposiciones de Londres y
París, la mayor libertad de comercio, y la revolución de los
armamentos apoyada en el desarrollo de las máquinas
herramientas y de la tecnología de los aceros y de la química, se
combinaron durante los años cincuenta y sesenta para formar el
trampolín, en la tecnología material, que impulsó el nuevo
avance en las técnicas sociales de organización industrial”
(Idem. P. 196).
“Hasta ahora no existe información acerca de cómo se produjo
este progreso. Todo lo que puede decirse es que con la extensión
del sistema fabril a la ingeniería, industria química, siderúrgica,
productos alimenticios y confección, tuvo lugar un desarrollo
organizativo adecuado a la dirección y control de complejas
series de procesos productivos en una misma planta. El signo
manifiesto de este desarrollo es el incremento del número de
funcionarios asalariados empleados en la Industria. Según
263
Bendix, que cita fuentes no publicadas, la proporción de
<<empleados administrativos>> versus <<empleados
productivos>> en Gran Bretaña había crecido hasta un 8.6% en
1907, y después hasta un 20% en 1948. Incrementos similares se
han realizado en Europa Occidental y Estados Unidos” (Idem.
P.196).
“El crecimiento del número de administradores industriales y
funcionarios o directores refleja el de las estructuras
organizativas”. Así se va dando el paso a las organizaciones de
tipo burocrático, donde se percibe una nueva forma de conducta
y de relación entre quienes manejan el aparato industrial, sus
subalternos y las demás organizaciones de la Sociedad.
“Directores de departamentos de producción, directores de
ventas, contables, planificadores, inspectores, funcionarios
educativos, directores publicitarios, directores de investigación,
etc., aparecen como partes especializadas de una función
directiva general que se desarrolla cuando las empresas
industriales aumentan de tamaño. De hecho, sus trabajos fueron
creados fuera de la propiedad, ya directamente, ya en una o dos
etapas. Esto da a ellos y a toda la estructura social que contiene
sus papeles recién creados un carácter jerárquico. Se hará
verdaderamente –lo que debía haberse esperado que emergiese
de la fase de subcontratación espontánea de la dirección si la
historia siguiese modelos fijos- una estructura casi feudal. En
cada nivel todos los derechos y poderes derivan del inmediato
superior; se le debe fidelidad o <<responsabilidad>>; todos los
beneficios son <<como si>> fuesen dispensados por él. El
vínculo feudal es más fácilmente y más a menudo roto que en
los estados feudales, pero la lealtad a los mandos, a los patronos,
es considerada, no sólo conveniente, sino esencial para la
preservación del sistema” (Idem. P. 196).
“Chester Bernard señala este punto con énfasis inusitado: <<La
contribución individual más importante requerida al ejecutivo,
ciertamente la calificación más universal, es la lealtad, la
dominación por la personalidad de la organización>>. Más
recientemente Gouldner ha puesto de relieve que <<gran parte
264
del reciente estudio de W.H. Whyte acerca de la <<organización
– hombre>> es un análisis de los esfuerzos de la industria por
conseguir ligar la lealtad de los directivos a la corporación>>”
(Idem. P.197).
“El crecimiento de un sistema burocrático de control que hace
posible el aumento del tamaño de las empresas tiene otros
aspectos. La separación de la propiedad y dirección, aunque de
ningún modo absoluta, ha ido lo bastante lejos para hacer de la
supervivencia de la empresa (y de la supervivencia de la
dirección existente) una consideración al menos tan importante
como la maximización del beneficio, lo cual, verdaderamente,
proporciona un aspecto diferente a las corporaciones de gran
tamaño. Más importante, el crecimiento de la burocracia como
tecnología social que hace factible la segunda etapa del
industrialismo, sólo fue posible gracias a que el desarrollo de la
tecnología material fue mantenido constante. Los primeros años
de una industria basada en adelantos tecnológicos muy
importantes muestran un alto índice de quiebras entre las
empresas; su crecimiento tiene lugar cuando el ritmo de
progreso técnico se hace más lento. Entonces las demandas de
los consumidores tienden a ser estandarizadas, a través de la
publicidad y de reducciones en los precios, y la consiguiente
restricción del progreso técnico capacita a las empresas a
mantener condiciones relativamente estables, en las que puede
iniciarse una producción en grande escala a través de la
conversión de los procesos de producción en ciclos rutinarios de
actividad de máquinas y trabajadores semiespecializados”
(Idem. P.196).
“En tales circunstancias no solo las empresas podían crecer en
tamaño, no sólo podía [el trabajo] hacerse rutinario, mecanizarse
y acelerarse el proceso productivo, sino que también el trabajo
de coordinación, de asegurar la cooperación y de planificar y
educar podía ser asimismo convertido en rutina e inculcado
como tarea especializada de dirección” (Idem. P. 198).
265
“Ahora se acepta generalmente que esta segunda fase del
industrialismo domina la vida institucional de las sociedades
occidentales. Entre 1870 y 1930, la organización formal de las
empresas industriales según líneas burocráticas, unida al
crecimiento paralelo de los ejércitos nacionales y de las
administraciones públicas, sugirió a los sociólogos que la
<<burocratización>> era tan inherente al carácter de la sociedad
moderna como lo era el progreso científico y tecnológico. Para
Weber, el fundador del estudio de la burocracia, ésta parecía
exhibir el mismo rasgo de pensamiento racional aplicado al
medio social que manifiesta la tecnología en el caso del medio
físico. Töennies, antes, había proporcionado una clave para el
desarrollo de una tecnología de la organización social, al poner
de manifiesto la transformación de las relaciones individuales
características de las primitivas sociedades de pequeño tamaño
(Gemeinschaft) en sistemas Gesellschaft” (Idem. P 198).
“La burocracia, pues, es la <<organización formal>> de las
empresas industriales. La formulación dada por Weber es una
descripción generalizada del tipo ideal de burocracia –esto es, un
modelo sintético compuesto por lo que se considera en la
sociedad en general como rasgos distintivos de las actuales
organizaciones burocráticas, militares, eclesiásticas,
gubernamentales, industriales, etc. (Idem. P. 198).
“La industria y los negocios <<burocratizados>> son distintivos
sociales que han dado su carácter a las sociedades industriales
avanzadas. Se considera que los directivos, clérigos,
funcionarios y trabajadores profesionales, empleados en las
grandes compañías o empresas industriales, forman parte de una
nueva clase media, mayor en tamaño y diferente en intereses y
valores a la primitiva, constituida por pequeños empresarios,
comerciantes, y profesionales. Se ha prestado [hasta ahora],
menos atención a los efectos sociales de la ordenación jerárquica
de estos nuevos hombres. La mayor parte de las posiciones de
una estructura burocrática implican que quien las detenta
desempeña un papel a la vez subordinado y superior. La
estructura ofrece la posibilidad de realizar una carrera, en la cual
266
la cooperación para el éxito de la organización marcha paralela,
enmascara, e incluso, expresa la competencia por el éxito
burocrático. Han sido más fácilmente dramatizadas las
consecuencias alienadoras (en términos freudianos) de la
inmersión en los papeles ocupacionales del sistema burocrático
[que] las consecuencias alienadoras (en términos marxistas) de
las ideologías e instituciones creadas como respuesta a la
necesidad de adaptar la conducta y las creencias [de los
hombres] a los requerimientos de una cooperación y
competencia efectivas” (Idem. P. 199).
“En tanto que la mayor parte de del sistema industrial se
encuentra en la segunda fase burocrática del desarrollo histórico
del industrialismo (y algunos establecimientos más viejos y
pequeños aún están en la primera), aparece ahora claro que
durante las últimas dos décadas [1950 60 y 1960 70], se ha
iniciado una tercera fase. Han aparecido relaciones nuevas y más
inseguras con los consumidores cuando la producción ha
alcanzado y sobrepasado la demanda doméstica espontánea, y la
propensión al consumo debe ser estimulada mediante anuncios,
la diferenciación de marcas, y la promoción de mercados,
dirigidos por la investigación de los hábitos de los
consumidores, la investigación de sus motivaciones, y la
investigación de mercados. Así mismo, en parte como uno de los
esfuerzos que han de realizarse para mantener la expansión, en
parte como consecuencia de los estímulos provenientes del gasto
público en materia de desarrollo de nuevas armas y equipo
militar, la industria ha recibido un considerable influjo de los
nuevos desarrollos técnicos, y ha acordado aceptar el desarrollo
industrial como uno de los imperativos más importantes. Hasta
aquí, las implicaciones de esta nueva fase de la evolución del
industrialismo han sido estudiadas sólo en la medida en que se
han presentado como problemas sociales, públicos y
manifiestos: la insuficiencia del poder científico del hombre, las
nuevas formas de esfuerzo humano requeridas por máquinas
dirigidas y controladas automáticamente, y los efectos de la
automatización sobre el empleo” (Idem. P 199).
267
“Existen signos [al nivel de la década de 1960] de que la
industria organizada de acuerdo con los principios ahora
tradicionales de la burocracia no es ya capaz por más tiempo de
acomodarse a los nuevos elementos introducidos por el
desarrollo industrial en gran escala y por las nuevas relaciones
con el mercado al que abastece la industria. Estos exigen un
grado de flexibilidad en la organización interna mucho mayor, y
un nivel mucho más alto de sujeción de todos los miembros de
una empresa a sus objetivos comerciales e incluso una
proporción mayor de administradores controladores y monitores
versus operarios” (Idem P 200).
El desarrollo de las comunicaciones, de teléfonos móviles
(celulares), de los ordenadores o computadores, la vulgarización
general en su uso; el desarrollo paralelo de “sofwer” de todo tipo
y diverso uso, entre otros para su aplicación en manejo
automático de máquinas y conjuntos de ellas (robótica), el
desarrollo de sistemas para el control de grandes cantidades de
información, de operaciones comerciales, etc., igual que el
surgimiento de la consciencia de los consumidores, de su
necesidad de mejor calidad de vida, más comodidades, etc., le
han abierto a las directivas de los mayores consorcios
productivos, financieros, comerciales del Mundo la posibilidad
de llevar la expansión de sus economías, hasta los confines del
planeta. Es una nueva fase del industrialismo que podríamos
llamar la <<globalización económica>>. Esta se lleva a cabo, en
el mundo entero, por medio de múltiples manipulaciones del
poder de control sobre los mercados, sobre la competencia,
sobre los consumidores, sobre las autoridades políticas, etc.
Esta última fase de desarrollo del industrialismo tiene uno de los
frentes de acción más activos del teatro de operaciones
económicas, en de nuestro país. Las consecuencias son
preocupantes. Pero no sólo por el inadecuado funcionamiento de
nuestras instituciones frente a las demandas actuales de la
globalización, sino al hecho de las condiciones, en que ésta se
lleva a cabo, que rayan en la falta de respeto a otras culturas, en
la agresión descarada y desconsiderada contra el patrimonio
268
económico y cultural de otros pueblos, en la actitud desleal, para
con sus compatriotas, de propietarios corruptos que, por
beneficios inmediatos, negocian con “sus patrimonios”, muchos
de ellos mal habidos, en detrimento de nuestro ahorro y del Bien
Común.
Teniendo en cuenta esta situación de fondo, y la historia que
acabamos de relacionar, todo lo cual señala el contexto en que se
desarrolla la investigación relacionada con la parte humana y la
parte técnica del industrialismo, veamos cómo avanza el aporte
de la ciencia, de la academia en el medio práctico que le toca
trabajar. Ello debe redundar en un mayor bien humano, en una
mayor justicia en el reparto del ingreso, en una mayor
adaptación del hombre al medio industrial, netamente diferente
del suyo original. Tengamos en cuenta que todavía no hemos
mencionado la necesidad de que el Hombre y su cultura actual
echen raíces en la Naturaleza.
“Ya desde mediados del siglo pasado se veía la necesidad de una
amplia cooperación de todas las disciplinas para visualizar
salidas al complejo problema de entender el proceso económico
y social tal como lo planteaba el industrialismo: “En el terreno
de la metodología los investigadores son los primeros en
reconocer que, en el desarreglado mundo vital en que ellos
trabajan, raramente se logran métodos sensatos, aunque sean
continuamente buscados. En realidad, como cada vez se aprecia
más la complejidad de estos problemas, también aumentan
proporcionalmente las dificultades metodológicas. Se ha hecho
referencia a la necesidad de cooperación y trabajo en equipo
entre investigadores de diversas especialidades; necesidad que
corroboró sir George Schuster, al resumir su experiencia como
Presidente de la Junta de Factores Humanos, subrayando, en
1952, que <<en cualquier situación de la vida real en la
industria, los factores humanos y tecnológicos tienden a estar
tan íntimamente mezclados, y a actuar unos sobre otros, de
forma que exigen una consideración conjunta de ambos
aspectos>>. Afortunadamente los científicos se aperciben, cada
vez más de que los estudios interdisciplinarios deben ser
269
extendidos, no tan sólo entre las ciencias que tratan los
problemas humanos, sino que tal colaboración se debe extender
a las ciencias físicas y naturales, aunque esto plantee los
consiguientes problemas del método a seguir en un área casi sin
estudiar” (Idem. P 192).
Desde antes de la Primera Guerra Mundial, las autoridades
gubernamentales inglesas emprendieron la tarea de convencer a
los industriales, que tradicionalmente pertenecían a otras clases
sociales, que tenían otros intereses, cuya formación era
eminentemente práctica, que colaboraran con la labor
investigativa de la Academia, de la Universidad. Ello no fue
fácil porque, dentro de la independencia propia del pensamiento
liberal, típico del orden establecido, los industriales venían
ocupándose expresamente, y de acuerdo con los lineamientos de
su propia iniciativa, en su trabajo lucrativo que les era caro. No
obstante, cayeron en cuenta del valor de ciertas observaciones
técnicas de origen académico para sus propios fines (Idem. Ps
181 a 223).
La experiencia que sirvió de base a aquella esperada
colaboración, empezó primero con compañías que dependían del
esfuerzo bélico del Gobierno, tanto en tiempos de la Primera
como de la Segunda Guerra Mundial, aunque poco a poco, las
mismas universidades se dieron cuenta que, para obtener fondos
para su labor, tenían que ofrecer servicios a la Industria, según
las necesidades sentidas de sus líderes, con el fin de que ellos
fuera aprendiendo a aprovecharse sanamente de ese apoyo
(Idem. P 181 a 192).
“La premura que había en la producción de municiones y el
temor al cansancio industrial causaron en el Gobierno un
marcado interés –sin precedentes – por la eficiencia industrial y
por las industrias de paz, obligando a que se tomaran unas
medidas que en otro tiempo no hubieran sido toleradas. El
Gobierno se preocupó de mejorar las condiciones de trabajo,
pero no hizo ningún intento serio para elevar el nivel necesario
de conocimientos acerca de las condiciones de trabajo óptimas;
270
este conocimiento faltó, inevitablemente, en cuanto no se
emprendió la investigación que podría haberlo proporcionado. A
fin de empezar a construir este cuerpo de conocimientos, el
Gobierno constituyó, en 1915, el Healh of Munition Workers
Commitee (Comité de Sanidad de los Trabajadores del
Amunicionamiento), que tenía por misión investigar la
influencia de las horas y condiciones de trabajo sobre el
rendimiento y salud de los obreros; éste comité presionó en su
informe final por un plan nacional de investigación en ese
terreno. Aunque el comité se disgregó en 1917 poco tiempo
después, el Medical Research Comitt (más tarde el Medical
Reaserch Council) y el Departamento de Investigaciones
Científica e Industrial constituyeron el Consejo de Investigación
de Psicología Industrial que opera en el University College de
Londres” (Idem. P 182).
“La original encuesta del Health of Municion Workers
Committee, sobre los problemas planteados por la fatiga,
estableció un modelo a seguir, e ilustró algunas de las
dificultades y limitaciones de la investigación en esta materia. El
doble propósito del estudio, que investigaba a la vez la eficiencia
y la salud del obrero, señaló el camino a seguir en lo sucesivo,
teniendo en cuenta la utilización del trabajo en los procesos
productivos, y los efectos de tales procesos en la gente de la
industria y en la sociedad en que vive. Por tanto, el problema
inicialmente escogido podía ser de interés de, a la vez, para
patronos y trabajadores como cuestión urgente de importancia
industrial. Desde el punto de vista del investigador interesado
únicamente en lograr los conocimientos que consideraba de su
incumbencia, el método práctico de resolver el problema
planteado por este tipo de investigación resultaba sospechoso.
Aunque la Industria sea el laboratorio donde se estudia el
trabajo, es difícil saber cómo puede establecerse de modo
efectivo una colaboración esencial entre el investigador e
industrias, a menos que las encuestas sean consideradas por un
número suficiente de gente, en la industria, como una respuesta
a una necesidad sentida. Mas, en este planteamiento, el sujeto de
la investigación tiene que decidirse, en cierto grado, por las
271
exigencias de la industria y no, exclusivamente, por el interés de
los investigadores (Idem. P 182).
“El carácter tradicional de las universidades británicas [además]
no era favorable al desenvolvimiento de las ciencias sociales,
que, hasta la Segunda Guerra Mundial, no empezaron a competir
con las más viejas disciplinas en posición, recursos financieros,
o en oportunidades de carreras ofrecidas a sus estudiantes. Los
establecimientos de sicología se establecieron a escala muy
reducida, en el período entre guerras, y, mientras la sociología,
tal como se entiende hoy en día, no se estudiaba en la mayoría
de las universidades inglesas” (Idem. P 181).
El desarrollo de la sicología industrial, de la sociología, la
investigación de las relaciones de las pequeñas asociaciones de
trabajadores entre sí, de los trabajadores con sus comunidades de
origen, de sus agrupaciones productivas formales con la
Sociedad, la influencia mutua, el estudio de las comunidades de
población, de la Sociedad Industrial y sus interacciones, entre
muchos otros, con toda su complejidad, fue uno de los
principales motivos para el desarrollo de las disciplinas
relacionadas con la psicología y la sociología, y sus respectivas
metodologías de estudio, para muchas fundaciones, como las ya
mencionadas, y de no pocos científicos de la sociología clásica,
como Weber, Töennis, Durekheim, Marx, y otros, no sólo de
origen inglés sino de toda Europa. La sociología moderna se
deriva de aquel trabajo especialmente.
A esta situación de la investigación económico – social, en Gran
Bretaña, se agrega el proceso investigativo que se desarrolla en
los Estados Unidos, desde principios del siglo XX la joven
potencia industrial del Planeta, no por ello menos digna de
consideración. Tiene, sin embargo, un propósito utilitario:
“Los primeros estudios que se realizan en este campo están
claramente alineados junto a los intereses de los directivos. La
tradición de los estudios industriales, tal como ahora está
establecida, empezó a comienzos de este siglo en América [el
272
siglo XX], con Federico Taylor. El <<taylorismo>> estaba
basado en el principio, constantemente reafirmado por su
fundador, de que existe normalmente un amplio margen entre el
trabajo potencial que pueden realizar los obreros y el que
realmente llevan a cabo. La tarea de la dirección consistía en
reducir ese margen.” (Idem. P. 205).
El desarrollo de la planeación industrial, de los métodos de
auditoría, los estudios del tiempo y los métodos en el trabajo
manual, el establecimiento de las relaciones lógicas en relación a
los procesos industriales de la labor obrera, de los departamentos
de producción, etc., son técnicas que se van desarrollando hasta
encontrar su culminación en el manejo actual de la producción,
ampliamente auxiliada con los ordenadores o computadores
actuales, sistemas de control numérico automático de las
máquinas, etc.
El desarrollo industrial de Colombia empieza en Antioquia a
principios el siglo XX. Varios prohombres antioqueños tienen la
visión de iniciar la Industria antioqueña, partiendo de su
experiencia comercial, aprovechando la recientemente
construida línea férrea, -El Ferrocarril de Antioquia- entre
Medellín y Puerto Berrío sobre el río Magdalena, y
aprovechando, como medio de intercambio, los excedentes
cafeteros que podían ser despachados al mercado exterior, muy
competitivamente por esa ruta.
Su visión extraordinaria y el sentido social de que carecen sus
homólogos de otras regiones del Mundo, aunque tenían que
depender de la tecnología importada, podrían ser características
de la manera de ser de nuestros pioneros de la Industria, dentro
de los cuales podemos mencionar a Rudesindo Echavarría,
fundador de Fabricato, Germán Saldarriaga, fundador de la
Cacharrería Mundial, Pintuco y otras grandes empresas,
Alejandro Echavarría fundador de Coltejer, Félix de Bedout,
fundador de la Editorial Bedout, Jesús Mora Carrasquilla, gran
líder industrial, y muchos más que es odioso no mencionar.
Ellos formaron una edición de mentes prácticas, de líderes, de
273
hombres de trabajo, de hombres de empresa, que no se repetiría
más. De ellos nos quedan los recuerdos de una gran institución
memorable inventada en Colombia, la Sociedad Anónima
abierta, que movía sus acciones en las bolsas locales y se
formaba con el ahorro de todos los antioqueños. Allí pudieron
materializar sus sueños, invertir y de allí pudieron vivir
dignamente muchas viudas, ancianos y familias de numerosa
prole. Desgraciadamente ya muy entrado el siglo, aquella se
convirtió en objetivo de las luchas por el poder económico de los
sucesores de aquellos fundadores; entonces, desde las juntas
directivas arruinaron primero a los pequeños propietarios con
toda clase de artimañas, para, ya en nuestro tiempo, vendérselas
a los grandes consorcios internacionales, con grave perjuicio de
nuestro patrimonio material. Pero nos quedan otras que dan
testimonio de aquel espíritu, cada una con motivos muy
específicos: El Instituto de Seguros sociales, El Servicio
Nacional de Aprendizaje, Las Cajas de compensación familiar,
el Instituto de Bienestar Familiar, entre muchas otras.
A principios de los años sesenta se desarrolla un capítulo de
nuestra historia, que se caracteriza por el intento logrado de
introducir en Colombia las técnicas de investigación del trabajo
industrial. Auspiciada por el Punto IV de las Naciones Unidas y
apoyada por la Asociación Nacional de Idustriales, la Escuela de
Minas abre la primera escuela de Ingeniería Administrativa. Por
discrepancias en la orientación académica de los Ingenieros, los
industriales resuelven retirarse a los dos años, y resuelven fundar
una escuela de administración orientada más por el interés
práctico del manejo industrial que por un acento académico más
científico, y nace la Escuela de Administración y Finanzas
EAFIT. Luego se fundan en Bucaramanga la Universidad
Industrial de Santander y muchas otras escuelas dedicadas a la
promoción de aquellas disciplinas en todo nuestro territorio
nacional. Eafit introduce una novedad: El semestre de Industria.
Esa práctica le permitía al estudiante dos nuevas oportunidades:
Una, la de iniciar una relación cercana con un empleador
potencial, la otra, poder poner sus conocimientos teóricos “con
los pies en el suelo”. Todas las escuelas dedicadas a la disciplina
274
impartían cursos de muy buen nivel académico, según sus
propósitos, y, particularmente, la Universidad pública les ofrecía
a los estudiantes de bajos recursos una formación que de otra
forma no podrían tener. Sin embargo, lejos estaba toda
posibilidad de investigación, de desarrollo de tecnologías
propias ni en el campo de la sicología, ni de la sociología, etc., la
cual no se realiza ni siquiera hoy, sino a muy baja escala. Eso se
debe, principalmente a la falta de visión de las instituciones
educativas, a la ausencia de todo interés del Estado en dicha
tarea, a la falta de apertura y al desinterés de la Industria en
aquello que no de rendimiento financiero inmediato; y a que el
ambiente político enrarecido y la corrupción generalizada, han
venido “robándose” por completo la atención del público, que se
siente sorprendido y excitado constantemente por medio de la
información sensacionalista de los medios de comunicación.
Nuestra juventud tuvo que emigrar entonces para entrar en
contacto con el conocimiento logrado fuera, y en términos
generales, la expectativa que primaba siempre, no era la de
prepararse para adelantar algún plan estratégico global de
desarrollo, como los que se trazaban y llevaban a cabo en otras
latitudes, sino exhibir títulos universitarios rimbombantes y
novedosos para acreditar idoneidades en las bolsas de empleo.
Cuando yo conocí los departamentos de Ingeniería Industrial de
algunas empresas de Medellín, muy particularmente en el área
textil y de confección donde trabajé al terminar mis estudios,
conocí la técnica usada entonces para medir el trabajo de los
obreros en su respectivo oficio. Por observación, se definían los
diferentes ciclos de su labor repetitiva y se determinaba,
mediante un cronómetro la duración del ciclo. Si era preciso,
había un intento de reducir los “tiempos perdidos” haciendo una
observación del método usado en el oficio para reducir las
pérdidas por tiempo pagado no aprovechado. También se daba el
caso en que algunos ingenieros “parcializados a favor del
patrono”, recortaban el tiempo más de lo debido y “apretaban” al
obrero haciéndolo trabajar, incluso, por encima de sus
capacidades. Esto, a menudo, redundaba en una baja en la
275
calidad del trabajo y de la producción, igual que la fatiga del
obrero.
Cuando en una planta se necesitaba tener una idea del costo de
mano de obra para la elaboración de un determinado producto,
simplemente se descomponía la operación de fabricación total
en términos de la ejecución necesaria para obtenerlo; se
totalizaba el tiempo de fabricación conforme al concepto de
Ingeniería Industrial y se multiplicaba por el valor de la hora
pagado al obrero, en pesos. Hay algo que observar además:
Inicialmente se pensaba que una vez definidos y estudiados
todos los oficios de una planta industrial sería muy fácil su
planificación. En la práctica, el exceso de trabajo cotidiano hacía
imposible cumplir aquel objetivo. Entonces las secciones de
diseño de producto se extremaban en darle el gusto a la clientela
y, por ejemplo algunos cambios en los calibres, el retorcido, y el
número de cabos de una “trama” afectaban gravemente los
presupuestos de tiempo, generaban revientes y tiempo perdido
mayor al presupuestado en las hiladoras continuas, de los telares,
etc., lo que exigía rectificaciones constantes de los estudios. En
aquella época, a lo sumo apenas un 35% de los oficios de las
plantas habían podido medirse. No sé que pasaría
posteriormente.
Finalmente conocí un método más avanzado el MTM, o
“Medida del Tiempo de los Métodos”. Con base en él, yo mismo
logré montar el 100% de los oficios de una empresa mediana de
confecciones, y desarrollar una planificación integral de su
planta de producción. El estudio del oficio se realizaba por
etapas: Primero, se observaba el método usado por el obrero;
segundo se hacían las modificaciones debidas; tercero, se hacía
una descomposición del trabajo en elementos más simples y se
establecía la función del cuerpo entero, de los diferentes
miembros, todos sus movimientos. Luego con la reintegración
de sus partes claramente descritas y evaluadas según tablas que
provenían de laboratorios de evaluación de movimientos
corporales especializados en la materia, se tenía el tiempo total
que debería durar cada ciclo en la operación del oficio. Luego
276
con la observación y el entrenamiento del obrero en su nueva
forma de desempeñarlo, se medía con cronómetro la totalidad
del ciclo y se verificaba su duración. De todas maneras nunca
estuve satisfecho con ese ejercicio. Siempre estuve en actitud de
búsqueda de algo mejor y lo encontré cuando conocí, en la
década de los setenta, al Dr. Jorge Forcadas Filiu, conocido
ingeniero industrial catalán entre nosotros, profesor de mi
universidad y fundador de su Escuela de Ingeniería Industrial.
Este trabajo está prácticamente inspirado en sus sabias
enseñanzas en esa área. Sólo, entonces, logré entender la
relevancia de esa disciplina en la visión universal del Trabajo y
su conjunto de técnicas destinadas a su evaluación, como
materia de intercambio económico.
Ese es el ambiente que se respira en los sectores más cercanos a
lo que deberían ser nuestros medios científicos y es el que sirve
de contexto entre nosotros al desarrollo de ciertas materias de
estudio como puede ser el de la Ergonomía. Mientras tanto, pese
a que el sentido común nuestro debería proveer de otras
soluciones, el diseño incompleto de herramientas y tecnología
social y económica, y una ejecución no más idónea de las
medidas dispuestas, particularmente en las últimas décadas
después de la famosa “Apertura Económica” de 1994, hemos
asistido, sin creer lo que pasa, al desmonte sistemático, a favor
de economías foráneas, de lo que debió ser la gran industria
colombiana. Así hemos desandado lo poco que hubimos de
avanzar en casi cien años de “desarrollo industrial”.
18.1.0 LA VISIÓN DEL TRABAJO
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA ERGONOMÍA
La manera más inmediata de afrontar el tema de la Industria es
planteando su misión básica desde tiempos inmemoriales: Con
el apoyo de herramientas cada vez más sofisticadas, el ser
humano se adapta mejor al Medio, y con ellas se ocupa de
obtener y transformar los recursos que necesita para su
supervivencia. El desarrollo técnico hace que, según el decir de
277
Michel Serres, el ser humano se haya “salido de las leyes
evolutivas [del darwinismo]: descargando su cuerpo de la
obligación de obedecerle lentamente. Homo Sapiens encarga de
ello a sus producciones rápidas. “Los pájaros han necesitado
millones de años para que les crezcan alas y plumas; en algunos
meses nosotros construimos una aeronave… Los reptiles volaron
cuando el desarrollo de las excrecencias laterales se convirtieron
en alas. Desde que aparece la técnica, ya no tenemos necesidad
de esta larga paciencia ni de alguna otra forma corporal y
arriesgamos entonces menos nuestra desaparición. Así, salidos
de la evolución desde las primeras herramientas, entramos en un
tiempo nuevo, exodarwiniano. Entonces esta duración original
[del proceso evolutivo natural] afectó, de rebote, a esas
herramientas. Sumergiéndose a su vez en otra evolución, esas
herramientas se transformaron en vez de nosotros. En lugar de
esculpir nuestros cuerpos, la duración, entonces, modela a esos
objetos, por medio de nuestras manos expertas y de nuestro
cerebro grueso”. (Michel Serres. Somos animales en el AMOR,
París, Le Pommier, 2002. Cita extractada por el profesor
Hilderman Cardona Rodas. Para su curso “Historia del
Hombre”.“Lugar del Hombre en el Universo”. Saberes de Vida
Universidad Eafit. Año 2007. P 1).
Pero para que se dé ese proceso, el mismo cuerpo ha tenido que
realizar su evolución por un camino aparentemente diferente: Su
cuerpo ha tenido que perder sus especialidades adquiridas: A la
inversa de las garras, pinzas o cascos, especializados,
diferenciados, nuestros miembros evolucionaron hacia una mano
no diferenciada, -sin especialidad-. Así mismo el hocico, la testa
o el pico giraron hacia un hueco de bordes blandos. Potente y
dura, la pinza le sirve al cangrejo de arma o herramienta; la
mano débil y flexible, no corta ni punza, no protege ni ataca, ni
siquiera permite seguirse agarrando de las ramas de un árbol.
Provista de un pulgar oponible, nuestros dedos no se
especializan ni en el golpe, ni en la talla, ni en una apretadura sin
descanso, pero a lo largo de los tiempos aprenderán un día a
tensar el arco, maniobrar la azada, tocar el clavecín, anudar
278
cabos, cortar con el escalpelo, con la condición por supuesto de
que haya sacado adelante ballesta, cuerda, lira o arado;
acariciará [además] a su compañera” (Idem P 1).
Pero primero aprende a caminar erguido, se calcula que desde
hace unos 10.000.000 de años, “habiéndose convertido él mismo
en un árbol” balanceando su cabeza sobre sus hombros. “El dedo
gordo del pié es la parte más humana del cuerpo humano, en el
sentido de que ningún otro elemento del cuerpo se diferencia
tanto del elemento correspondiente del mono antropoide [su
pariente] (chimpancé, gorila, orangután, gibón). Lo que obedece
al hecho de que el mono es arborícola, mientras que el hombre
se desplaza por el suelo sin colgarse de las ramas, habiéndose
convertido él mismo en un árbol, es decir, levantándose derecho
en el aire como un árbol, y tanto más hermoso en la medida en
que su erección es correcta. De modo que la función del pié
humano consiste en darle un asiento firme a esta erección de la
que el hombre está tan orgulloso (el dedo gordo deja de servir
para la prensión eventual de las ramas y se aplica al suelo en el
mismo plano que los demás dedos)” (Idem. Georges Bataille.
“El Dedo Gordo”. P 10).
En los anteriores párrafos podemos encontrar el verdadero
sentido que en el argot de los ingenieros industriales
denominamos relación “hombre – máquina”. Dentro de la
disciplina, con un sentido propio, encontramos la orientación
que se le da en EE. UU., orientada al estudio del trabajo humano
y sus relaciones con la “máquina”. Allí se le denomina
Ingeniería Humana, y está más enfocada al aprovechamiento
óptimo del recurso humano, sin más. En Europa esta disciplina
tiene una connotación adicional: la de acomodar mejor la
máquina y el ambiente de trabajo al hombre y sus
requerimientos, para optimizar, al máximo, la aplicación de sus
aptitudes, preservando en éste su salud y su dignidad, en bien
suyo y de su desempeño en el puesto de trabajo. En Rusia, la
disciplina se llama también Ergonomía pero en algunos aspectos
279
se orienta como en Europa y en otros como en EE. UU. La
palabra Ergonomía proviene de las raíces griegas ergo, trabajo y
nomía, conocimiento o ley, lo cual significa: “Leyes del
Trabajo”.
“La palabra ergonomía fue creada en 1949 por el psicólogo
británico K. F. H. Murrell, con ella quería designar un conjunto
de estudios emprendidos en el decenio anterior que se referían
principalmente a algunos aspectos anatómicos, fisiología, y
sociología experimental, y cuyo fin era relacionar al hombre con
una situación de trabajo. Estos aspectos todavía hoy son
relevantes, pero el campo de aplicación se ha ido ampliando de
tal forma que actualmente se abarcan todos los aspectos
integrados en los sistemas completos de trabajo. La ergonomía
se ocupa, entonces, de problemas multidisciplinarios” (Jairo
Estrada. “Ergonomía. Introducción al Análisis del Trabajo”.
Editorial Universidad de Antioquia. Primera Edición 1993. P
25).
“Sus fines son los de adaptar la máquina y el puesto de trabajo al
hombre, protegiendo su salud a la vez que procurando un
máximo aprovechamiento de la energía humana. Tales fines son,
en cierta forma, independientes de la eficiencia o productividad
de las tareas, de tal suerte que este concepto básico y central de
la ingeniería Industrial Clásica, pasa a relegarse a un segundo
término, dándose un contenido mucho más humano a los
problemas de administración de la producción (Dr. Jorge
Forcadas Filiu. “Seminario de Ergonomía” (Inédito) P. 1). Como
se ve, esta finalidad de la disciplina en mención, es más
coherente con la antropología del proceso evolutivo del hombre
y su relación con el desarrollo tecnológico de su dotación de
herramientas, plantas industriales y medios mecánicos, que nos
ha conducido a un mundo mucho más complejo que el primitivo.
Hay otra observación que hacer: Esta definición nos muestra ya,
intrínsecamente, la intención de incorporar el manejo científico
del trabajo humano considerando su economía como parte
integral de la Economía Natural.
280
No pocas industrias dedicadas a la implementación de diferentes
industrias están basando en la Ergonomía muchos de sus
diseños. La oficina moderna tiene mucho de eso, igual que el
diseño y la implementación de la cabina y dispositivos
mecánicos de los automotores. Los ordenadores o computadores,
las redes de sistemas, las mejoras en las telecomunicaciones
facilitan hoy muchos trabajos. La realidad es que esto no es un
lujo. En vehículos de trabajo pesado, en grandes camiones, en
lugares muy calientes, en lugares muy fríos, en ambientes de
mucho ruido, etc., se hacen adaptaciones del ambiente de trabajo
para hacer más cómodo y fácil el trabajo. A menudo, la oferta de
aquellos productos asume la categoría de motivos, de
argumentos para competir comercialmente. La técnica
ergonómica asume, en estos casos casi siempre la categoría de
mercancía capaz de generar <<plusvalía>> o <<beneficio>>,
según como se le quiera decir, en bien económico del proveedor.
Los estudios ergonómicos, sin embargo permiten la adecuación
de los puestos de trabajo de casi infinitas ocupaciones muy
diferentes. El sólo diseño ergonómico, entre otros, de las
operaciones productivas, del urbanismo industrial, del
urbanismo residencial y de la vivienda e implementación
hogareña, debería ocupar un espacio social muy importante,
entre otros, del trabajo profesional. Sería una de las maneras de
incorporar la tecnología a niveles sociales populares, y de
mantenerla permanentemente abierta a todos, no solamente a los
estrechos y exclusivos círculos de la alta sociedad o clase media,
en que regularmente se mantienen, junto con la “buena
educación”, las “buenas maneras”, el poder de compra, y los
reconocimientos sociales. Los medios de formación de la
Educación Pública, que deberían ser sostenidos íntegramente
con los aportes colectivos, tienen allí una tarea colosal por
desarrollar. Con seguridad, la economía de recursos naturales, la
economía de recursos humanos, las mejoras en el medio
ambiente y la calidad de vida de todos mejorarían decisivamente
y el costo de su monto se compensaría con una reducción
281
sustancial de los costos de vida a niveles muy inferiores, día a
día.
18.1.1 EL FUNCIONAMIENTO DEL CUERPO
COMO “INSTRUMENTO” DE TRABAJO DEL SUJETO
HUMANO.
El ambiente de trabajo. Consideraciones acerca de la
anatomía humana. La especialización del cuerpo humano y
su relación con las formas de trabajo. Requerimientos
básicos del puesto de trabajo. Los inicios de la Ergonomía.
Ya hemos visto algunos datos acerca de la manera como se inició
la Revolución Industrial. Es allí donde se da la principal
revolución técnica que permite sustituir en el trabajo productivo a
la fuerza animal y a la fuerza humana, al menos en parte, por
energía mecánica. El invento de la máquina de vapor, no obstante
tiene sus limitaciones, que obligan a grupos de personas a trabajar
coordinadamente para servir a unas máquinas que son
impulsadas, especialmente en un principio, por una fuente de
fuerza central. Así nacen los primeros talleres y pequeñas
fábricas, como veíamos atrás.
La iniciativa en la investigación de los procesos industriales,
conducida por Adam Smith, Charles Babage, Henry Fayol,
Federico Taylor, el matrimonio Gilbreth, Bedeaux y otros, se
polarizó, en sus inicios, hacia la resolución de problemas técnicos,
como diseño de máquinas, de procesos productivos, etc. La
incidencia humana era tratada de manera paralela a las
características determinísticas de las máquinas. “A estas
circunstancias debe achacarse, en buena parte, la
deshumanización alienadora a que nos ha conducido la
civilización tecnológica actual” (Jorge Forcadas Filiu. “Seminario
sobre Ergonomía”. Universidad Nacional Medellín 1969. P 3).
282
Ya en la década de l930, El Instituto Max Plank de la ciudad de
Leipzig empezó con sus investigaciones acerca de problemas
relacionados con el concepto de “El Trabajo y la Energía. Con el
nombre de investigaciones ergonómicas. Es la época en que
puede decirse, nace la Ergonomía como una disciplina
diferenciada. Poco después Suecia se ocupó del tema, a través
del Institut for Skogsteknik, esencialmente enfocado hacia
trabajos forestales, aunque pronto extendió sus estudios a todo
tipo de actividades. Esa institución es la primera que publica una
revista periódica sobre el tema “Ergonomia och
Produktionsteknik”. Durante la Segunda Guerra Mundial fue
evidente en Gran Bretaña y Estados Unidos que el potencial de
los artefactos técnicos recién creados por científicos e
ingenieros, no era a menudo aprovechado en toda su extensión
debido a las deficiencias de los operadores militares. Esta
situación impuso la necesidad de un vasto programa de
entrenamiento. La Flota de los Estados Unidos inició un vasto
programa de operaciones para el entrenamiento artificial, en la
cual se había estructurado una división, solamente encargada de
la solución de problemas de Ingeniería Humana. 1942 y 1943
pueden darse como fechas de iniciación de esta nueva disciplina,
independientemente de los estudios ergonómicos que se
adelantaban en Europa desde hacía más de diez años (Idem. P
3).
Después de la Guerra, en 1949, se fundó en Gran Bretaña la
“Ergonomics Research Society” que pronto tuvo miembros en
todo el Mundo. Ya en l969 existía la “International Ergonomics
Association”, que agrupa asociaciones de muchos países,
especialmente europeos. En Estados Unidos se fundó la “Human
Factors Society” en 1951. La “Organización for European
Economic Cooperation” (OEEC) ha demostrado gran interés en la
Ergonomía, así en 1959 la OEEC convocó a una conferencia
internacional en Zurich, en la cual uno de los temas más
descollantes era el de la adaptación del hombre a la máquina.
Como resultado de dicha conferencia y en relación a sus
283
conclusiones, se incluyó la Ergonomía en los programas de
Ingeniería, particularmente, en las especializaciones relacionadas
con producción. Hoy día son comunes dichos estudios en Europa.
Menos incidencia han tenido estos estudios en el campo de la
Medicina, cosa que no deja de sorprender, ya que es evidente su
relación con ese campo de la Ciencia. Más interés han demostrado
los biólogos, sobre todo en la especialidad de Biofísica (Idem.
P.3). En Weningen, ciudad de los Países Bajos, se celebró en
mayo de 1979 el Sexto Congreso de Ergonomía, con la asistencia
de 140 delegados de 65 países de todos los continentes. El tema
de este evento fue concretamente: “La Ergonomía en los países
Tropicales” Esta circunstancia la hizo especialmente sugestiva
para su introducción en Colombia y otros países ubicados en
latitudes semejantes. Entre todas las discusiones, se trató
especialmente de un tema crucial: Se explicitó el gran objetivo
esquemático de la Ergonomía, que es la adaptación de la
Máquina al Hombre (Jorge Forcadas Filiu. El Colombiano.
Miércoles 23 de abril de 1980).
La dotación básica de todo sujeto humano para desempeñarse en
su lucha por la vida es el cuerpo humano. Ya hemos visto que la
evolución biológica le ha permitido el desarrollo de un organismo
que ha “retrocedido” en el desarrollo de sus especializaciones:
Cambió su posición horizontal por su posición erguida, de sus
manos desaparecieron las garras y resultaron las uñas, su dedo
gordo se situó en un plano con los demás dedos del pié, su trompa
se transformó en boca con una dentadura diferente, se alargó su
laringe, su cerebro creció y su cuerpo adoptó una estructura más
versátil que la de seres más especializados. La evolución cultural,
entonces, ha hecho que el ser humano adopte herramientas cada
vez más eficaces para su función, que se constituyen en
verdaderas “extensiones” de su cuerpo, permitiéndole a su
iniciativa una rápida evolución en sus dotaciones especializadas.
Si consideramos al hombre aislado de sus “extensiones”
producidas por su evolución cultural, puede decirse que es
absolutamente indefenso y no tiene condiciones para competir
con otros seres vivos.
284
Partiendo de la Revolución Industrial su dotación de
herramientas se volvió más compleja, su cultura le aportó
nuevas formas de extensión, hasta el punto de que lo forzó a
estructurar socialmente su trabajo de manera más determinante,
por efecto de la complejidad de los procesos industriales,
particularmente los de gran escala. Las herramientas se
volvieron máquinas; en los lugares de trabajo los hombres
empezaron a pasar una parte muy importante de su jornada; vio,
de pronto, que las condiciones de trabajo lo obligaban a
asociarse a grupos de trabajo con otros hombres, que formaron
poco a poco comunidades con semejantes afanes y necesidades
concretos en el seno de lugares relativamente congestionados,
como son los talleres y las fábricas. Todo ello hizo que, según
esas circunstancias, tuviera que acomodarse y que tenga que
acomodarse, aún hoy, a condiciones ambientales impuestas por
un entorno cambiante de personas y tareas que demanda de él
algún tipo de respuesta.
El que el hombre que trabaja pueda dar una respuesta coherente
con las expectativas de las diferentes asociaciones de trabajo,
puede depender de que, por un lado las aptitudes del trabajador
cumplan las exigencias de esas expectativas y de que su
desempeño se mantenga óptimo, lo cual depende, en gran medida,
de que el puesto de trabajo esté diseñado para aprovechar,
óptimamente, los recursos del trabajador. Así, los espacios y el
amoblamiento, deben considerar las características anatómicas del
mismo, la luz disponible y la temperatura deben ser cómodas, las
contaminaciones diversas como ruido, olores, polvo, desorden y
suciedad, deben ser controlados y la nutrición y el descanso del
trabajador, deben ser óptimos, entre muchas otras cosas. De la
misma manera, las cargas físicas y mentales deben cumplir
especificaciones especiales para que se mantenga inalterado el
estado de salud del trabajador. Las investigaciones en el área
destinadas a ser utilizadas para obtener información práctica para
el diseño de las condiciones ambientales deseadas, son constantes,
se amplían constantemente, y permiten la elaboración de tablas
285
informativas para el uso de los ingenieros especializados en las
tareas de diseño de los puestos de trabajo.
18.1.2 EL RENDIMIENTO EN EL TRABAJO
Y EN EL DEPORTE.
LOS DEPORTES DE ALTO RENDIMIENTO.
La deportología es una especialidad de la medicina que se ha
desarrollado sobre la base de que es posible el logro de marcas
mucho más ambiciosas en las justas deportivas, solamente con
algunas condiciones: Entre otras, alcanzando la optimización de
funcionamiento de la mente y del cuerpo humanos, lo que se
logra en gran parte con una nutrición excelente; aplicando a las
diferentes disciplinas deportivas los deportistas que cumplen
anatómicamente con las exigencias óptimas en términos de sus
aptitudes; desarrollando técnicas mejores cada vez más, en el
aprovechamiento del recurso humano disponible y enseñando y
entrenando rigurosamente en ellas al deportista.
En el mundo actual los deportistas que logran altos rendimientos
son celebridad igual que los artistas, los escritures, los actores y
otros personajes que se vuelven famosos; se van convirtiendo en
líderes a ser seguidos, “ídolos” populares, medios importantes
de publicidad y promoción en la Sociedad de Consumo para
acreditar productos, marcas, tendencias en la moda, líneas de
acción empresarial económica y política, etc. Su trabajo,
entonces, gana en plusvalía, no importando finalmente el costo.
Un ejemplo de este tipo de manipulaciones, podría ser la
“construcción” a finales del siglo XX de la conocida imagen de
Michel Jackson, con sus grandes transformaciones de orden
fisiológico, “obra maestra” de la frívola, irrespetuosa y
deshumanizada publicidad de la “Sociedad de Consumo”.
286
¿Pero qué ocurre, sin que ese ánimo pervertido tuerza finalmente
nuestros propósitos, sin que se imponga la devaluación del ser
humano a un simple, frío e irracional objeto de explotación
económica como lo hace el crimen organizado, si hacemos un
intento de abordar el tema, en el plan de encontrar una óptima
aplicación del recurso humano en el trabajo productivo, en el
Trabajo en general? ¿Podría acaso esperarse que los frutos de
esa economía pudieran brindar un cambio substancial en la
calidad de vida de la gente que trabaja, de la Sociedad Humana
en general? ¿Qué otros dividendos podrían esperarse?
Algunos motivos históricos ilustran cómo se ha valorado antes
aquel recurso humano y qué consecuencias ha acarreado su
escasez cuando ésta se ha dado. Y no debería ser preciso, que
ese trabajo tenga que llevarse a cabo, forzosamente para
engrosar aún más, los beneficios exclusivos de que disfrutan los
empresarios y los dueños del capital, como antes lo hicieron los
aristócratas para mantener la solidez de sus rentas personales. Es
cierto que la Ingeniería Industrial ha nacido en medio de la
Sociedad Burguesa como una disciplina al servicio de los
empresarios, más que como una disciplina de carácter universal,
y así se ha venido desarrollando, hasta ahora, como la Ciencia lo
ha sido en términos de los requerimientos de los grandes poderes
políticos del Planeta para afinar la capacidad selectiva y
destructiva de sus ingenios bélicos y de los poderes económicos
para someter al consumidor, subrepticiamente, a sus propios
intereses, dentro de los parámetros de las cada vez más fuertes
sociedades de control.
El enfoque que puede proporcionarnos semejantes experiencias
nos permite visualizar fácilmente el verdadero significado del
aporte científico a la cultura humana, al nivel universal. Y es
importante comprender, cómo la Historia nos muestra un cuadro
de logros científicos y técnicos muy relacionado con las
victorias y las derrotas, el “éxito” y el “fracaso” reconocidos a
287
los directamente protagonistas de los eventos históricos
anteriores.
Hay un dicho que intenta explicar, entre nosotros, el por qué de
la permanencia, aparentemente sin razón conocida y el olvido,
igualmente sin razón conocida, de ciertos capítulos de la
historia, que vistos de manera no ortodoxa podrían aportar a la
experiencia humana invaluables lecciones de vida: “La Historia
la escriben quiénes ganan las guerras”.
Puede ello querer decir que la Historia, como disciplina
científica, no considerada simplemente como el relato más o
menos fiel de acontecimientos pasados, para ser usada como
herramienta eficaz para mejorar los niveles de conocimiento, de
consciencia de la realidad, requiere ser rescrita y los hechos
históricos deben ser, en general, reinterpretados, a la luz de los
diferentes lenguajes vivos, o sistemas simbólicos, tal como son
usados por los hombres para acercarse conscientemente a su
propia realidad, dado el carácter simbólico de la naturaleza
humana.
Esa tarea, en aras de generalizar a todos los niveles de la
consciencia humana la aplicación del método científico riguroso
en la comprensión de la realidad, es algo colosal. En nuestra
sociedad burguesa contemporánea, construida sobre la base de
una impresionante pobreza cultural, se dan el origen de muchas
riquezas y muchas pobrezas injustificadas, de la destrucción y el
olvido, del desconocimiento de vasto patrimonio humano, al
decir de ciertos historiadores, como ya lo planteábamos en otros
capítulos de esta obra, sobre la mera “corteza técnica” de nuestra
cultura. Sobre esa pobre base se valora muy poco, no sólo el
aporte humano de la gente del común, la que realiza la
producción de bienes básicos para la vida, ya sea al nivel
artesanal, al nivel obrero del taller, de la fábrica, de la parcela,
de las pequeñas propiedades, sino el inmenso aporte de quienes
construyen conscientemente cultura, de quienes construyen
288
conscientemente personalidad, de quienes construyen
conscientemente sociedad, de quienes construyen
conscientemente comunidad, nación, humanidad, de quienes
construyen un futuro mejor.
Saliéndonos del sentido perverso que se le ha dado a la gestión
económica en la sociedad humana contemporánea, dedicada casi
únicamente a optimizar el lucro, aquellos tipos de trabajo son
apenas valorados “pobremente” por la “consciencia burguesa”,
desarrollada en un estrecho ámbito del mundo medieval, sobre
las bases, principalmente, del trabajo artesanal y del comercio,
que en nuestro tiempo llenan, prácticamente todo el espacio de
la actividad cotidiana y que impera en el mundo burgués, desde
el triunfo de las llamadas revoluciones burguesas. Formada
dentro del contexto de esa consciencia, la generalidad de la
gente, supuestamente libre e independiente, alterna, por su
propia escogencia, distintas formas de trabajo productivo, en
general como empleada, como contratista de tareas, como
empresario independiente, todo lo cual se lleva a cabo dentro del
ámbito, de actividades que hoy día se denominan negocios. Ese
trabajo, se lleva a cabo en lo que la gente común denomina
“tiempo de trabajo”, en oposición a lo que regularmente
denomina “tiempo de descanso”, o no trabajo, u “ocio” que
generalmente dedica a actividades relajadas, diversión, u otra
cosa, “que no es productiva”, que “no agrega valor”.
Es así como las personas que trabajan en aquellas tareas no
dedicadas a producir bienes tangibles, a veces, tan necesarias o
más necesarios que éstos, incluso en medio de condiciones
precarias de vida, no son justamente remuneradas, e incluso su
“producto” no es, a menudo, ni siquiera razonablemente
reconocido. El cuestionamiento que se da en el Renacimiento
acerca de los valores tradicionales sobre lo que es el Hombre y
su sociedad en el mundo medieval, ya conduce, entonces, a la
proliferación de mecenas en el medio de los aristócratas y de los
nobles acaudalados que impulsan el arte y reconocen el valor de
289
los trabajos artísticos de hombres como Miguel Ángel, Leonardo
Da Vinci y muchísimos más, quienes reciben el debido apoyo
económico y el reconocimiento. El fruto de sus trabajos,
asumidos como verdaderos tesoros, son dignos de engrosar lo
que ellos consideran valiosas colecciones, que llegan a nuestros
días como posesiones invaluables de museos y coleccionistas
privados, o como ocurre con la música, de piezas de valor
artístico capaces de animar una nutrida vida cultural donde se
aprecian la belleza de obras famosas y se le rinde culto a sus
compositores. Ello implica la aparición de un verdadero espacio
donde es demandada esa clase de producción humana o
“mercado”, que sirve de apoyo económico a este tipo de trabajo.
Aún así, todavía en el medio económico del trabajo masivo
cotidiano moderno, se valoran solamente las actividades
relacionadas con la gestión económica y empresarial, destinadas
a optimizar las opciones del lucro. Si éste no existe,
simplemente se considera que no hay estímulo para producir. De
suerte que con este principio se adelanta la actividad productiva
de bienes tangibles y del mantenimiento, constantemente en la
más competitiva posición posible, del aparato productivo,
destinado a mantener y a acrecentar el valor patrimonial de sus
propietarios.
Este modo de valoración económica, que, obviamente, no riñe
con el cien por ciento de la realidad, determina la pobreza
patrimonial o la riqueza de los propietarios, que se consideran
todavía hoy día, los principales actores de la actividad
económica, de lo que es “el Capital”, la solidez de los puestos de
trabajo y el monto de la remuneración del mismo, las
oportunidades de enriquecimiento o los riesgos de “quiebra”;
determina los esfuerzos de la “lucha económica” cotidiana del
mundo empresarial independiente, de los propietarios de los
diferentes bienes de capital por mantenerse dentro de adecuados
niveles de prosperidad, etc. Ello exige también, de las
autoridades económicas competentes, como actividad
290
fundamental de la gestión en la economía, un delicado manejo
del “equilibrio económico” entre los diferentes elementos de los
diferentes “sistemas económicos” independientes que
interactúan en el mundo, y se convierte en objeto de
manipulación de todo aquel que se interesa en generar nuevas
oportunidades de enriquecimiento económico, generando, por
ejemplo, ciertos estados locales y aún temporales de
desconcierto, o de monopolio en sus interacciones económicas.
El tener claridad sobre esta situación, justifica la ampliación que
le hemos dado a nuestras miras, cuando queremos referirnos al
tema del trabajo humano, de manera más amplia, tal como lo
consideramos aquí.
Aquí, en el tema de la Ergonomía, también cabe, por lo tanto, la
consideración a la “producción” de “tiempos de ocio”; trabajo
que no se traduce necesariamente en bienes tangibles, pero cuya
plusvalía no debería dejar ninguna duda. Me estoy refiriendo,
particularmente, a un sector del trabajo practicado o fomentado
en tiempos históricos por personajes que vivían de la renta y se
apoyaban en ella para hacerlo posible. El advenimiento de las
sociedades burguesas hace que, en principio, se le haya
desconocido el valor a esas formas de vida humana productiva,
común antes en amplios sectores de la antigua nobleza y en
ciertos sectores aristocráticos: El trabajo relacionado con el
desarrollo de la Cultura, de actualización, mejora y extensión del
lenguaje, el desarrollo de las artes y nuevas formas de expresión
vital, de formación de identidades culturales, la pintura, la
música, la danza, la literatura, el teatro, el cine, la poesía, la
escultura, la arquitectura, el cultivo de la filosofía, de la religión
y muchas otras actividades que podrían servir como valiosos
ejemplos, y la tarea de enseñarle a la gente a disfrutar de sus
frutos.
De la misma manera, el ingeniero industrial Jorge Forcadas se
refiere a la valoración que hoy día se tiene de formas de trabajo
sencillas básicas, que demandan gran energía de trabajo
291
muscular: “No ha sido sino en épocas recientes cuando se han
elevado a categoría de estudio científico, las consecuencias del
trabajo muscular. Dos circunstancias concurren para que se de
este fenómeno. En primer lugar un atávico desprecio hacia las
labores manuales, destinadas a ser cumplidas por esclavos o
siervos. El régimen de esclavitud imperante en la antigüedad y
apenas enmascarado por la servidumbre de la Edad Media,
propiciaba tal desdeño. [En segundo lugar,] la iglesia cristiana
contribuyó en parte a hacer ver con horror el trabajo, cuando se
presentaba como “castigo divino” [“Ganarás el pan con el sudor
de tu frente”]. Y si bien por otra parte, se manifestaba que era
una actividad que dignificaba al hombre (“ora et labora”), no
parecía que fuera necesario que esta dignificación alcanzara a la
nobleza y al alto clero. Como consecuencia de lo anterior, la
mano de obra siempre fue barata y, en general fácilmente
reemplazable, por lo cual no tenía objeto dedicar ningún tiempo
a estudiar tal cosa” (Jorge Forcadas Filiu. Seminario sobre
Ergonomía Inédito Universidad Nacional. P 7). Pero además de
los problemas relacionados con la valoración económica de
trabajo productivo hemos de anotar otros aspectos del carácter
humano desarrollados a través de su cultura, que afectan incluso
su misma comprensión, igual que ciertas circunstancias que han
sido vividas cuando la población de aquellos sujetos
especializados en la producción de bienes tangibles escasea:
En la introducción a este trabajo hemos anotado, cómo la
consciencia del levantarse sobre su tren posterior y elevar su
cabeza y hacer el balance de su cuerpo alrededor del “eje” de su
columna vertebral, un evento completamente evolutivo, marca
inconscientemente en muchas culturas la dirección positiva de lo
que podría ser considerado el objetivo más edificante de la
moral, “lo alto”, el “cielo”, y la dirección contraria, que conduce
hacia lo inmoral, lo “bajo”, el “barro”, lo “rastrero”, el
“infierno”, lo que no implica siquiera un sentido ético marcado
por algunas religiones, sino un criterio arbitrario que permea
curiosamente a casi todas las sociedades humanas conocidas,
simbolizando en ellas un sentido dado del “bien y del mal”,
292
marcando por completo las costumbres, el lenguaje, los sueños
de los hombres, sus mitos, etc.
Por otra parte vemos cómo la experiencia del descubrimiento y
conquista de América por los europeos, particularmente en
América Española, nos muestra, los efectos en la economía de la
Conquista de la drástica reducción de la población indígena por
diferentes causas, en especial por los abusos en la explotación
del recurso humano, por el suicidio colectivo, y por las
enfermedades traídas a América por los europeos, en especial
por la viruela. Estos representaron casi un colapso económico de
incalculables alcances, cuyo vacío tuvo que ser llenado con
esclavos africanos.
El desarrollo reciente de los medios científicos para el estudio de
los esfuerzos humanos en el trabajo se ha dado principalmente
en el área de los deportes. Pero eso tiene un motivo muy
poderoso: Los estadios han sido usados, a menudo, como
“campos de batalla simbólicos” preliminares, donde las grandes
potencias han forcejeado entre sí en la historia reciente,
midiendo sus fuerzas y su poderío en las competiciones
deportivas, para construir su imagen competitiva, acrecentar su
prestigio, anticipándose a lo que podrían significar, las
consecuencias de una confrontación real y el planteamiento de
las opciones de triunfo con que puede contar cualquier
contendor optimista en el campo de batalla real. En ese campo
se han discutido y querido sustentar pretensiones de superioridad
racial, de mayor capacidad técnica, de mayor voluntad de lucha,
mayor virtud deportiva, etc., como sintomáticos de las virtudes
de un liderazgo propuesto que merecería ser tenido en cuenta y
que, arbitrariamente, pretendería su reconocimiento en todos los
niveles de la competitividad humana. Una experiencia
memorable se relaciona con las Olimpíadas de 1936, en que el
régimen nazi de Hitler pretendió imponer la “superioridad de la
raza aria” en los resultados de las justas deportivas, en las que,
precisamente, un norteamericano de raza negra se impuso. Otras
293
experiencias podrían ser las olimpíadas jugadas en tiempos de la
Guerra Fría, entre las potencias occidentales y las socialistas. En
estas condiciones, el deportista ha tenido que cargar sobre sus
hombros una penosa responsabilidad política. En estos casos su
preparación y su disciplina obedecen a un propósito no
deportivo. Y su calidad, más que de deportistas, corresponde a
una nueva forma de servicio a la “patria”, comparable con el
servicio de los soldados.
Aparte de aquellos intereses extradeportivos, ha quedado, al
menos, otra secuela: Los deportes de alto rendimiento ya no son,
siquiera, los exponentes de una actividad humana encomiable, o
solamente de pura diversión. Los personajes que logran
sobresalir en las distintas disciplinas, igual que los cantantes,
escritores, directores de cine, etc., pueden nutrir negocios de
apuestas millonarias, pueden convertirse en agentes de alto valor
para la actividad publicitaria comercial y política, y muchos
otras formas de aplicación, todo lo cual justifica a los ojos de
muchos, grandes inversiones en el estudio de las aptitudes, las
habilidades innatas y la formación profesional de los deportistas.
No obstante, que aquello sea así, el reto de los altos
rendimientos deportivos ha permitido el desarrollo de ciertas
tecnologías destinadas a la preparación de los deportistas, con
ese fin, pero también aplicables, con algunas restricciones
obviamente, a la preparación de los trabajadores que se
desempeñan en sus puestos de trabajo. El diseño de la
participación del trabajador en un plan de ingresos justos,
representa una aplicación de gran valor para esta actividad
disciplinaria, desarrollada anteriormente para otros fines, como
son los fines deportivos.
Dentro de lo que podría llamarse Administración Científica,
principalmente orientada por Federico Taylor, se contemplan
varios principios relacionados con el trabajo humano, pero
estrictamente determinados por los procesos y las máquinas sin
contar con las complejas incidencias del factor humano
294
involucrado. “Hoy día, se cree que debe empezarse por el
concepto desdeñado o marginal, que es el de la fatiga
precisamente. La asignación de tareas será algo equitativo y
humano, sólo cuando esté relacionado de forma íntima con la
regulación de la fatiga acumulada por el operario. Para ello
debemos profundizar en el concepto de fatiga y explorar las
posibilidades de medición de las mismas” (Idem. P. 9).
La impresión de sentirse cansado es común para las personas,
pero es de difícil describir la fatiga o el cansancio. Y es más
difícil cuantificarla. En el campo de la Ergonomía se prefiere
usar el término de “sobre esfuerzo” pero se ha difundido más el
término fatiga. Al referirnos a este concepto lo hacemos más que
todo a un complejo fenómeno psíquico. No hay métodos
directos de medida, todavía, sino métodos indirectos, por medio
de cuestionarios, algo inseguro, pero útil para uso médico, entre
otros. La fatiga es una sensación, semejante al dolor, que tiene la
misión de obligar a la reducción del ritmo de actividad para
evitar daños orgánicos por exceso de carga. La fatiga,
anormalmente, puede ocurrirle, entre otros, a ciertas personas
neuróticas, como es el caso de la “fatiga matutina” de los
neurasténicos. En este caso la solución no es el descanso sino la
actividad. La fatiga puede ser una señal temprana e importante
que anuncia ciertas enfermedades o intoxicaciones. La ictericia y
algunas lesiones en el cráneo pueden generar fatiga anormal,
incluso varios meses después de su curación (Idem. 11).
Es posible suprimir la acción de la fatiga por medio de ciertos
medicamentos o tóxicos, además, fomentando ciertas actitudes
que la “encubren”, como la ambición, el temor, la codicia, etc.
(Idem. P. 11).
El fisiólogo alemán O. Graf, plantea un esquema que ayuda a
entender cómo las reservas de energía del cuerpo se encuentran
dentro de cuatro niveles de disponibilidad:
295
1. El que llama de los rendimientos automatizados. Se trata de
aquella energía disponible para el consumo no voluntario, que se
consume en el desarrollo de los procesos básicos y automáticos
de mantenimiento de la vida, como son la digestión, la
respiración y el movimiento cardíaco en condiciones de reposo,
etc.
2. La energía de Disposición Fisiológica. En parte es liberada
voluntariamente, en trabajos y acciones livianas, pero parte
también involuntariamente por procesos fisiológicos.
3. Reservas Usuales. Energía que se libera totalmente de forma
voluntaria, por acciones planeadas, en trabajos pesados y en el
deporte.
4. Reservas autónomas. Energía que sólo puede liberarse en caso
de fuerte presión síquica, bajo gran presión emocional o con el
concurso de drogas especiales.
Las tres primeras reservas de energía física son, relativamente,
de fácil recuperación. La cuarta reserva se puede reconstituir,
una vez liberada su energía, con mucha dificultad y a largo
plazo, en el mejor de los casos. Es posible que su liberación
llegue a generar daños orgánicos irreparables. Es esa la razón
por la cual se prohíbe el uso de ciertas drogas, como el “doping”
en las justas deportivas. En el trabajo pueden ser liberadas por
acción de una fuerte motivación, por ejemplo, en acciones de
guerra extraordinarias, en ciertos casos en que la posibilidad de
un beneficio económico, por ejemplo, resulte vital, o
simplemente, en trabajos con una buena remuneración con
primas. “No estaban muy desencaminados los trabajadores
ingleses del siglo XIX, que enarbolaban pancartas que decían
DESTAJO = ASESINATO” (Idem. P 13).
296
La fatiga puede tener causas psíquicas y físicas. La fatiga por
causas psíquicas, puede ocurrir ante la perspectiva del trabajo, o
como resultado del mismo. Está emparentado con el
descontento, el desestímulo de su perspectiva; ello se da porque
carece de interés para la persona que trabaja, o porque duda de
su capacidad para alcanzar sus fines, o asegurar sus frutos, entre
otros motivos. La fatiga psíquica como resultado del trabajo,
puede tener su origen en tareas muy numerosas, diferentes,
difíciles, y que exigen mucha concentración; al contrario, tareas
demasiado monótonas y pobres en acontecimientos. Son todos
ellos motivos muy comunes, y no existen métodos totalmente
eficaces para medirla (Idem. P13).
Las posibilidades de control de estos tipos de fatiga, en el plan
de reducirla a niveles manejables por el trabajador, se confunden
con las bases mismas de la evolución de la Administración
Clásica. El tema de estimular psicológicamente, a las personas
que trabajan para que se sientan realizadas al desempeñarlo, es
algo que inicialmente las técnicas de la Administración Clásica
olvidaron. Apenas hoy empieza a ponérsele atención. “La
famosísima División del Trabajo, que marcó un hito imborrable
en las empresas industriales, trajo consigo la monotonía y su
secuela de neurosis obreras” (Idem. P. 14).
La fatiga física es la que se origina, básicamente, en el
“sobreesfuerzo”. Puede referirse a:
1. La acción muscular.
2. La carga sobre el esqueleto o las articulaciones
3. La carga sobre los órganos sensoriales y los nervios.
4. La carga sobre los órganos internos (sistema digestivo, sistema
cardiovascular, sistema endocrino, etc.).
La medición de los esfuerzos no puede hacerse todavía
mediante procedimientos objetivos generalizados, aunque se va
297
en camino de conseguirlos. En Ergonomía, sin embargo, existen
varios métodos que lo logran aceptablemente:
1. Midiendo el gasto de energía (ventilación, consumo de
oxígeno, producción de ácido carbónico, actividad cardíaca,
temperatura del cuerpo).
2. Mediante el balance de energía (alimentación y modificación
del paso del cuerpo).
3. Mediante pruebas de rendimiento (variación del mismo,
actividad de los sentidos, frecuencia de los errores, frecuencia de
las confusiones, etc.).
4. Mediante la determinación de ciertas secreciones del cuerpo
(sudor, orina, 17 cetosteroide).
Hasta aquí traemos la información detallada que nos permite
entender la profundidad alcanzada por las técnicas ergonómicas
relacionadas con la evaluación del Trabajo o del Esfuerzo, de la
Fatiga, y del consumo de energía, igual que la dirección que
sigue el desarrollo de esta disciplina multifacética.
Dentro de los temas considerados, además, podemos mencionar:
1. La alimentación, origen de las energías humanas. A este tema
de capital importancia, le dedicaremos el capítulo siguiente.
2. Relación entre los Esfuerzos y la Energía.
3.Valor energético de los alimentos.
4.Efectos de la desnutrición. Adaptación orgánica a la
desnutrición. Subalimentación y enfermedad. Efectos de la
desnutrición sobre el desarrollo psicomotor.
5.Metabolismo, Energía. Cuantificación de la capacidad física del
Trabajo. Función neuromuscular.
6.Sistema cardiovascular. Frecuencia cardíaca. Relación de la
Energía con el Trabajo.
7.Asignaciones de Tareas. Metabolismo Basal. Energía
extralaboral. Energía laboral. Aparatos para la medición de
esfuerzos.
298
8.Tareas específicas. Aplicaciones. Transporte de cargas a mano.
9.Transporte por carretilla. Subida de escaleras y planos inclinados.
10.Diseño de puestos de trabajo.
11.Los factores ambientales. La tensión térmica. Temperatura
humana (Jorge Forcadas Filiu. Seminario de Ergonomía.. Inédito.
Universidad Nacional de Colombia).
El desarrollo de la temática, cuya elocuente muestra traemos
acá, da una idea de la complejidad del factor humano en los
procesos productivos, algo que anticipa las consideraciones
técnicas que tendrán que enfrentar los ingenieros que trabajen en
el área que nos ocupa. Las perspectivas que la disciplina
proyecta y, quizás, la visión que nos dan esas perspectivas a
quienes estamos un poco más familiarizados con ellas y que es
mi propósito compartir, sugieren la urgencia de una
transformación profunda, en el manejo y la valoración del
Trabajo, del trabajador básico, tanto urbano como rural, del
trabajo administrativo, de la Sociedad, desde el punto de vista de
las infraestructuras y estructuras, consideradas como
“extensiones colectivas” para los procesos productivos y de
servicio, entre muchas otras cosas; sugiere también una
transformación profunda en la visión política de los estadistas,
de los líderes en todos los campos de la actividad humana,
incluso los que se consideran al margen de toda responsabilidad
colectiva. Íntimamente creo que esa transformación ya empieza
a darse y empezará a darse multitudinariamente y a un ritmo
creciente, tarde o temprano, y la consciencia que la origine
significará el principio de un proceso incontenible que le
“moverá el piso” a todos los intereses humanos que persistan en
mantener atado al Hombre para su explotación, a maneras de
pensar, usos, valores y sistemas represivos históricos, y quizás,
arcaicos. En la medida en que ese proceso pueda darse dentro de
cierto orden, en que sea canalizado eficazmente hacia fines
constructivos, le abrirá paso al establecimiento de los
fundamentos de una civilización sin parangones con las actuales.
Si se insiste en su contención, en el desvío de la atención general
hacia asuntos más fútiles con el fin de disipar las energías que la
299
impulsan, o aplazar la realización de las aspiraciones más
amplias del género humano, podría anticipar que no se han
experimentado épocas más oscuras en la historia humana
comparadas con las que podrían vivirse en el futuro por efecto
de sus consecuencias.
18.1.3 LA ERGONOMÍA
COMO MATERIA INTERDISCIPLINARIA
DE LA INGENIERÍA Y LA MEDICINA.
La sola enumeración de los temas que le interesan a la
Ergonomía pueden indicar cuál es la relación que podemos
encontrar entre la Ergonomía y otras disciplinas relacionadas
como la Medicina y la Ingeniería; la Medicina que establece las
bases físicas de estudio del Trabajo y la Ingeniería que las
aplica. Para ser un poco más específico e ilustrativo, refirámonos
al tema de la Antropometría, técnica sobre la que trata con
amplitud en su obra “Ergonomía Introducción al Análisis del
Trabajo”, el ingeniero Jairo Estrada, discípulo muy distinguido
del profesor Jorge Forcadas Filiu y profesor, a su vez, de
Ergonomía, por largo tiempo, en la Universidad de Antioquia,
tema básico en el diseño de los puestos de trabajo y el cálculo de
las cargas físicas máximas:
“Conceptos generales.
Se define la antropometría como la colección, análisis y
tabulación de datos numéricos sobre las dimensiones del cuerpo
humano.
La antropometría estática tiene que ver con las dimensiones
estructurales del cuerpo como peso, talla, longitud de segmentos
corporales, anchos entre puntos específicos, espesores y
perímetros.
300
La antropometría dinámica se relaciona con las dimensiones
funcionales resultantes del movimiento del cuerpo o de sus
partes, los cambios postulares que se asumen durante una
actividad, medidas tales como ángulos, velocidades y
aceleraciones, ritmos de los movimientos, fuerzas y espacios
descritos en la trayectoria de un movimiento.
La antropometría newtoniana se refiere al subconjunto de datos
estructurales y funcionales que se requieren en la aplicación de
las leyes de Newton –principios de mecánica- para el análisis de
la actividad humana” (Idem. P 203).
Para los propósitos de esa información, en lo que se refiere al
diseño de espacios destinados a la realización de ciertas labores
específicas, de muebles y herramientas, equipos de seguridad,
etc., no se dispone, en general, de bases de datos que permitan
hacer los diseños para un individuo específico; es preciso
hacerlo para poblaciones típicas objetivo, que debe, por tanto,
ser descrita en términos estadísticos. La descripción estadística
de la Distribución Normal, que se considera suficiente para la
descripción de fenómenos físicos, se reemplaza por la
descripción de variables de tipo biológico en una población
dada. Es necesario trabajar, no obstante con demasiado cuidado,
ya que en el momento de hacer las aplicaciones concretas al
diseño ergonómico hay que tener en cuenta a la población
objetivo y no a la población en general. Estrada menciona en su
tabla 34 variables antropométricas diferentes de muchas más que
es necesario tener en cuenta en un solo estudio ergonómico. En
Colombia, desafortunadamente nos se cuenta todavía con una
base de datos antropométricos suficientemente amplia, aunque
se han realizado ya pequeños estudios que aglutinan sectores
poblacionales particulares, por lo que las conclusiones no
pueden ser extendidas, obviamente, a toda la población. Los
análisis del trabajo aquí, por lo tanto, tienen qué atenerse a datos
antropométricos de poblaciones donde sí se han adelantado
301
aquellos estudios, como la inglesa, la norteamericana, la
francesa, la española y la brasileña (Idem. P 204).
Los estudios antropométricos no son una cosa simple: La sola
observación de cada una de las treinta y cuatro variables
antropométricas que contiene la tabla mencionada, da la idea de
las variaciones que pueden resultar, con la sola consideración de
factores como el tipo humano, la edad, el sexo, etc. “Cuando se
desea realizar estimaciones antropométricas de poblaciones
desconocidas, [en la práctica] es posible tener como referencia
una o más poblaciones ya estudiadas. Para poder validar el
procedimiento se asume que los subgrupos son del mismo tipo
racial o de proporciones corporales similares; además las
variables deben estar distribuidas normalmente, tanto en la
población objetivo como en la referencia” (Idem P 205).
Veamos cómo se aplican los datos que se obtienen de una cierta
población a los estudios de la antropometría newtoniana:
“Los datos obtenidos pueden utilizarse para aplicar las leyes de
Newton al cuerpo humano, Para ello es necesario considerarlo
como susceptible de ser dividido en finito numero de segmentos
que permiten estudiar las propiedades mecánicas de cada uno de
ellos y luego estudiar el comportamiento de su unión;
especialmente de la articulación entre ellos; los ángulos
formados, de comodidad y máximos; las fuerzas y sus
direcciones, así como también relacionando sus dimensiones de
longitud, peso, localización del centro de gravedad, radios de
giro, con respecto a la estatura y al peso total del cuerpo” (Idem.
P208).
El manejo combinado de todas aquellas complejas categorías,
incluidas las que se mencionaban en la sección anterior, exige
definitivamente el concurso de especialistas que posean un
amplio dominio, no solamente de las matemáticas y del área de
la física, comunes entre los ingenieros, sino de anatomía,
biología y otros aspectos de las ciencias de la salud, del dominio
302
de las disciplinas médicas. Ello requiere, por lo tanto, el
concurso del trabajo interdisciplinario.
Dado que nuestro propósito es dar una idea y no hacer una
descripción exhaustiva del tema, pasamos a otro punto.
18.1.4 LA ENERGIA, SU OBTENCIÓN Y DISPOSICIÓN.
PROPÓSITOS BÁSICOS DEL TRABAJO.
Cuando nos referimos a la <<energía, combustible de la Vida>>
lo hacemos, obviamente a todo aquel movimiento que ésta
pueda significar, desde su propia manutención hasta la
propagación de las especies. No olvidando la importancia que
tienen los estímulos naturales automáticos plenamente animales
para que se den esos movimientos, como son las tensiones
internas de los cuerpos y organismos, como el hambre, la sed, el
dolor y las sensaciones de incomodidad respectivas, y el apetito
sexual en el mundo humano dividido en sus dos géneros, vamos
a enfocarnos aquí particularmente a ciertos movimientos
conscientes del ser humano que lo comprometen, incluso
racionalmente, como es el Trabajo.
Mirados escuetamente el problema y la solución por parte de
una persona desprevenida, particularmente si se trata de alguien
versado en las ciencias físicas, el asunto es simple: Igual que el
resto de la vida, parece que la vida humana violara los principios
de la termodinámica, como si su sostenimiento fuera a
“contracorriente” del proceso evolutivo del Universo. Sin
embargo no ocurre así. La vida humana, igual que el resto de la
vida logran sostenerse en la medida en que logren tomar de su
medio ambiente la energía necesaria para hacerlo. Este propósito
es el que hace necesario el Trabajo. Sin embargo, en el mundo
complicado de hoy esa sencilla realidad asume formas de
indescriptible complejidad. En ella se dan actitudes de
prepotencia y de dominación, actitudes de dependencia humana,
303
estados de inmenso poderío económico y de miseria,
aparentemente inconcebibles, todo rígidamente estructurado y
determinado por las diferentes culturas humanas y sus
instituciones.
Para introducirnos en este tema vamos a tomar, por lo pronto,
referencias de la Economía Clásica y de la Economía Natural,
que son, en cierta forma, equivalentes. No vamos a demostrar
nada, no vamos a hacer el intento de desvirtuar unos postulados,
o de acreditar otros, afirmar alguna ideología o moverle el piso a
otra. Solamente vamos a emprender una reflexión que nos abra
nuevos horizontes de investigación y conocimiento, que nos
permitan dar explicaciones a muchas inquietudes, que nos
permitan acercamientos en nuestras diversas posturas, porque,
creo firmemente, hay muchas razones para tener fe en que ello
se pueda dar y puede producir inmensos beneficios.
El punto de partida de la reflexión podría resultar del intento de
resolver las siguientes preguntas: ¿Qué nos mueve a trabajar?
¿Por qué trabajamos tal como lo hacemos? ¿Qué papel
desempeñan las relaciones sociales, en sus diferentes formas,
entre los hombres, y de éstos con el Medio?
En el lenguaje económico llano, en el más sencillo, la respuesta
a la primera pregunta es obvia: Porque necesitamos dinero para
vivir. La respuesta a la segunda sería también obvia: Lo
hacemos tal como sabemos hacerlo, según nuestra experiencia;
según hemos aprendido que funciona. Y la tercera no es tan
obvia pero la gente responde igual de sencillo: Necesito un
empleo que me proporcione un ingreso; necesito clientes para
vender mis productos y que necesiten mis servicios; necesito
quien me proporcione materiales para elaborar mis productos.
Si nos referimos a la Naturaleza, observamos la existencia de
cadenas alimenticias entre los distintos seres vivos que pueblan
304
los diferentes hábitats. En ellos toman parte, por ejemplo en
tierra, colonias de poblaciones microscópicas que transforman
los recursos minerales del suelo en componentes asimilables por
las plantas; las pasturas, por ejemplo, o los frutos de las plantas,
sirven de alimento a los herbívoros que pueblan las diferentes
localidades, a los que comen frutas raíces y hojas; éstos sirven
de alimento a los depredadores que comen carne. Los detritus
que generan todos ellos alimentan a los hongos y a muchas otras
especies de microorganismos que los necesitan. Esa cadena se
vuelve muy intrincada si metemos insectos, aves, anfibios,
peces, y otras clases de seres, si hablamos de la vida en el día, de
la vida en la noche. La cadena general de la Vida es una
intrincada, inmensamente compleja red de interrelaciones de
todo orden, de toda especie, de la que todos los habitantes del
planeta toman las energías que necesitan para vivir.
Sin embargo, por encima de semejante complejidad hay un
imperativo natural, válido y expresable en términos de
economía, que le garantiza a la Vida su mantenimiento: <<el
balance energético>>. Algo que podría parecer absurdo, la Vida
se mantiene en contradicción con las leyes de la Termodinámica.
Pero no es así, la Vida se mantiene porque toma la energía del
Medio Ambiente. En la última época evolutiva del Planeta, el
desarrollo de la vida vegetal ha permitido a la Vida en su
conjunto, tomar los recursos energéticos directamente de la
energía radiada por el Sol, mediante la Fotosíntesis. Así se ha
venido construyendo el dispositivo natural más formidable
conocido, proveedor de energía: <<el Ciclo del Carbono>>. Es
este un nuevo recurso de importancia capital. No obstante lo
abigarrado de la vida terrestre, ésta es inmensamente dinámica.
Los individuos y las especies que no logran mantener positivo su
balance energético, si invierten más energía en su lucha por la
vida que la que obtienen como respuesta, se extinguen.
Algo semejante ocurre con la economía humana. Para
sostenerse, los hombres tenemos que trabajar. Para que la
305
Sociedad humana pueda mantenerse, tiene que ser
autosostenible. De otra manera solo queda una opción como
suerte: El colapso, la muerte. Y de ello, en la historia humana
tenemos dramáticos testimonios a todos los niveles, desde
individuos hasta pueblos y civilizaciones enteras. Es la realidad
escueta de fondo que mueve, a veces frenéticamente a muchos
hombres que no quieren “pagar el precio” de su existencia,
buscando, en lo posible que lo paguen otros. Allí ha nacido la
esclavitud, la servidumbre u otras formas aberrantes en la
conducta social de los hombres, como sus diferentes formas de
dominación. Esa es la cuestión de fondo cuya comprensión se
complica inmensamente con los conflictos cotidianos en las
relaciones de todo orden entre los humanos.
En el mundo de los humanos, particularmente, en un mundo
superpoblado como el actual, las cosas, como decía arriba, se
complican en demasía: El hecho escueto es que vivimos en
medio de una humanidad incapaz de conocer su medio
ambiente, conocerse a sí mismo de inmediato. Sólo puede
hacerlo indirectamente y tomar consciencia de su realidad en
términos de los símbolos que es capaz de entender, que pueden
ser leídos e interpretados por el formato de su mentalidad. La
mente humana, la naturaleza del hombre es esencialmente
simbólica y puede conocer la realidad solamente por
aproximación a ella. Según Ernst Cassirer, es la clave para
entender éstas, es decir, tanto la mente como la naturaleza
humanas. Lo afirma luego de referirse a los estudios del biólogo
Johannes von Uexküll partiendo de la disciplina de la Biología
(Ernst Cassirer. “Una clave de la Naturaleza del Hombre”.
Seminario “El Lugar del Hombre en el Universo”. Profesor:
Hilderman Cardona. Universidad Eafit Saberes de Vida 2007).
Hace mucho tiempo nos podríamos preguntar: ¿Por qué seres
inteligentes, que se supone somos, no logramos entendernos?
¿Por qué nos agredimos, por qué intentamos el máximo esfuerzo
para sacarnos unos a otros del medio, entre nuestros propósitos y
306
nosotros mismos? Lo más delicado es que solamente hace muy
poco tiempo se ha descubierto que aquella forma de conocer el
mundo exterior, de conocerse a sí mismo, que es inherente a su
naturaleza, al formato de su mente, es, en gran parte, lo que lo ha
metido en un sinnúmero de problemas en sus relaciones con el
mundo exterior, con los demás hombres..
En todas las esferas culturales del Planeta, en todos los tiempos,
el ser humano ha creído darse cuenta de la Realidad, tal cual ella
es, y siempre supuso que todos los humanos debíamos percibirla
de igual forma. En este sentido, la verdad es, que la Cultura une
y al mismo tiempo separa y discrimina. Es así como toda
incongruencia, toda discrepancia, toda diversidad, deberían
significar entonces posturas de los otros nacidas del error, de la
mentira, de la ignorancia, de la soberbia, de la arrogancia, de la
irreverencia, de la perversidad, de la irresponsabilidad, de la
inconsciencia, de la deslealtad, de la infidelidad, etc., es decir,
alguna manifestación de la maldad. Pero aquel problema se
suma a un segundo, desde siempre, en una manera de
comportarse que afecta muchos fenómenos de la Naturaleza
desde su origen: El “fuerte” se impone al “débil”; la “presión” al
cambio de los medios dinámicos genera las modificaciones que
afectan las diferentes “estructuras” (como llama Carsten Brecht
en “La Vida un Estado Intermedio”, a todas las moléculas,
cristales, células y otras formas organizadas de la “materia”) y
de los organismos estables en otras circunstancias. Aunque en
no pocos casos, a esas estructuras, por ejemplo, se les conoce
otro comportamiento diferente que en biología se denomina
“simbiosis”, mediante sistemas cooperativos vitales, en que la
estabilidad es una función de todos los componentes.
Hace unos veinte mil años, empezó a ocurrir algo que debió
suceder porque las poblaciones del Asia Central rebasaron la
capacidad de sustentación de un medio sometido a climas
inclementes, cuyos recursos vegetales eran aprovechados por
algunos pueblos nómadas de pastores de la región, y es muy
307
seguro que experiencias similares se dieron en el pasado todavía
más remoto, habiendo provocado las grandes migraciones que se
dieron desde el África hacia los demás continentes, en épocas y
en forma no muy precisadas todavía, poco más o menos hace
70.000 años. Lo que sí parece que ocurrió fue, que de la angustia
del hambre, de la escasez, de la miseria vivida por efecto de
fenómenos naturales implacables, por la experiencia de la
muerte por inanición, por la incertidumbre sin esperanza,
surgieron y han sido asumidas como costumbres, como solución
práctica de supervivencia, por muchos pueblos, la agresión, el
pillaje, el secuestro, la guerra. El último poblamiento de Europa,
de donde proviene una de nuestras culturas “madre”, se da bajo
esos signos fatales. Allí se generaron odios por generaciones,
miedos, explotación despiadada, sentimientos de frustración
infinitos, incertidumbre, esclavitud, dolor y muerte por doquier;
luego la desconfianza, la venganza, la guerra luego. como
legitimación del derecho a la defensa, del Derecho de Conquista,
como fundamento de la supremacía del más fuerte, del Poder
dominante para hacerse perpetuo en la determinación de la
suerte de los demás hombres.
Y esa experiencia dolorosa ha trascendido hasta nosotros a
través de nuestra herencia cultural, a través de la experiencia en
el desarrollo de las relaciones humanas a lo largo de mucho
tiempo, y afecta duramente nuestra vida: Nos mueve a diversos
y encontrados sentimientos y emociones. Por ello. el mundo
moderno es todavía una verdadera Torre de Babel, en el que, no
sólo no nos entendemos sino que la presencia del otro tiene el
significado de una amenaza sentida; así más bien que construir
cercanía se han cavado abismos entre las naciones. Esa situación
y su memoria, hacen para muchos seres humanos más difíciles
de resolver los problemas de vivir una vida normal y de
conseguir lo necesario para vivirla con dignidad.
En el desarrollo de las diferentes culturas, aún en aquellas
circunstancias tan difíciles, el ser humano ha conseguido, no
308
obstante, elaborar diferentes técnicas industriales, diferentes
tipos de herramientas, diferentes dispositivos de asociación para
hacerse más competente en su tarea de obtener los recursos de
vida que necesita. Eso lo ha logrado en un proceso histórico en
que unos descubrimientos traen otros, pero para ello ha
necesitado miles de años de evolución. Solamente en la
actualidad el ritmo de la evolución cultural se está acelerando
impresionantemente. Y eso, en Occidente, es consecuencia del
desarrollo de los conocimientos científico y técnico, que,
partiendo de Galileo Galilei, y la evolución de las matemáticas,
esencia del lenguaje científico actual, han conseguido logros
inmensos en el conocimiento de los fenómenos naturales, en la
eficaz aplicación del conocimiento de los mismos a la solución
de los problemas vitales humanos, y a la formación de un
pensamiento científico que ya empieza a ser asimilado por
culturas tan antiguas y veteranas como la cultura china y la
cultura india. El plantearnos un poco esa historia, al menos para
estar en capacidad de asumir algunas posturas críticas frente a
ella, ha sido objetivo importante de este trabajo.
En términos científicos, es posible, hoy, mirar la perspectiva de
la vida terrestre, incluida la vida humana, teniendo en
consideración el efecto de la civilización industrial
contemporánea sobre el medio terrestre en su conjunto. El
Hombre, con su manera de ocupar su espacio, con su manera de
relacionarse consigo mismo y con las demás especies ha
generado cambios en el comportamiento del medio terrestre. Y
este medio es un medio vivo, no es un medio muerto. Nuestros
aborígenes amerindios se refieren a él con reverencia y cariño y
lo tratan como a una persona muy cercana, su propia madre, su
“Pacha Mama” Todavía más, observando el camino evolutivo
que ha tomado la civilización moderna, con su soberbia y auto
suficiencia, con su visión global afirmada en su concepción de
riqueza, en los símbolos económicos, en el dinero, en el oro, con
su afán de emancipación de los condicionamientos naturales, de
dominación quizás, de la Naturaleza, podemos concluir que
solamente un conjunto minoritario de seres humanos está en
309
capacidad de concretar sus ambiciones, diríamos, sus sueños,
por los caminos elegidos de la Violencia, del odio, de la
destrucción de todo lo que le obstaculiza. El resto, tendría que
ver su suerte sometida a la manipulación despiadada de esas
minorías y de los “comedores” de la “carroña humana”, de los
despojos humanos que de allí están resultando: El crimen en
todas sus formas. Que no solamente se aprovecha de lo que otros
han “tirado”, sino que ha aprendido a fomentar su economía
sobre la base de sus propias “industrias” de explotación, sobre la
base de las debilidades de muchos caracteres humanos frente a
sus seducciones, sobre la base de la intolerancia del organismo
humano a gran número de ciertos tóxicos, la que se expresa en
forma de adicción.
Si las cosas siguen como van, el destino del grueso de la
humanidad es el de la involución, es el regreso a su vieja
condición animal en virtud del efecto destructivo de órganos
vitales como el cerebro; es el de ser asimilada, poco a poco por
aquella Naturaleza vilipendiada, dominada, sometida y
destruida, como la contemplamos hoy tristemente, y en actitud
de devolver golpe con golpe, sabiendo que finalmente es la
suerte de la civilización, tal vez el Hombre como un todo, como
especie, los que han de verse seriamente amenazados.
Veíamos arriba en otro tema: Parece como si la Vida se
“burlara” de las leyes de la Termodinámica, y el Hombre en ella,
como si fueran fenómenos naturales extraños que no las cumple.
No es así sin embargo. Para vivir, para mantenerse, la Vida y el
Hombre deben toman la energía que necesitan del Medio
Ambiente, que se las provee. Los animales tienen su manera de
hacerlo; los hombres la suya también. Obviamente, todos ellos
tienen que pagar su correspondiente precio. El Hombre para ello
trabaja desde las épocas tempranas de su civilización. Pero a
pesar de todo, se imponen a la fuerza de la intimidación, el
engaño, la supremacía, mecanismos que perpetúan una de las
más tristes y dolorosas costumbres arcaicas conocidas,
310
particularmente en épocas de dramática escasez, junto con las
migraciones, como solución complementaria y extrema del
hambre en bien de la perpetuación de las estirpes: La práctica
del canibalismo, en su forma más deplorable.
A pesar de todos los maltratos que le hemos propinado a la
Naturaleza, al nivel de nuestro planeta, la visión que nos ofrece
el conocimiento científico actual es la de la existencia de
recursos inmensos que nuestro planeta nos ofrece para la vida.
Nada, en el interior de nuestro sistema solar, puede ofrecernos
las extraordinarias condiciones y hospitalidad que nos ofrece la
Tierra. Las fuentes de energía propias, como su núcleo caliente
en su interior, las placas tectónicas que flotan en el magma
interior, el rango de sus posiciones orbitales, con respecto al Sol,
que determina los rangos de radiación solar que capta para
beneficio de las especies vivas que lo habitan, entre otras cosas,
son verdaderas singularidades de nuestro mundo, un verdadero
regalo, un tesoro verdadero que difícilmente podrán repetirse en
otras regiones del Universo. De allí obtenemos los hombres, con
nuestro trabajo, la energía que necesitamos para movernos y
mover los recursos que necesitamos para vivir.
Todo esto suena bien, pero para muchos es remoto, lejano,
intangible, porque la civilización actual traduce todo aquello en
términos de dinero, de la riqueza expresada en valores
monetarios, en signos financieros, quedando muchos aspectos de
la realidad, aislados, en el olvido, sin sentido aparente. Entre
esos aspectos podemos contar con los límites de ese paraíso
terrenal para dispensar sus favores, que los tiene; las condiciones
que tenemos que cumplir para hacerlos accesibles. La gente, por
lo tanto, busca dinero para comprar lo que desea o necesita, forja
su patrimonio en términos del dinero, el comercio, la producción
los cuantifica en dinero también, los presupuestos también; en
general, en la economía de cambio se tiene la impresión de que
el dinero lo mueve todo, los balances comerciales, el equilibrio
económico se expresan en esos signos. De esa manera, hoy, los
311
hombres nos referimos a la riqueza en términos monetarios. Y
todo lo que hemos aprendido de economía está expresado en la
misma forma, en términos monetarios, de dinero, de moneda. En
esas mismas categorías nos sentimos mal frente a la escasez y la
pobreza, y bien frente a la abundancia y la fortuna. Ello ocurre
inconscientemente porque nuestro formato mental se expresa en
términos monetarios cuando nos referimos a lo económico.
Es importante anotar que otras culturas humanas no
familiarizadas con la economía de tipo burgués occidental,
pueden mirar nuestro comportamiento con cierto escepticismo y
extrañeza, pues cada cultura forma de manera peculiar a sus
seguidores. En nuestro mundo económico actual, la perspectiva
propia de la cultura burguesa, hace que mucha gente sea
reconocida como exitosa, por su habilidad de ganar dinero, de
acumular grandes fortunas, aunque su visión se estrecha, se
especializa no logrando visualizar otros horizontes que ofrece,
incluso, su propia Cultura. Su llegada a posiciones de Poder, le
permite el dominio suficiente para influir en la consciencia
popular determinando sus sueños, sus aspiraciones, etc. Ello no
hace sino perfilar pobres proyecciones de vida humana en cuyo
seno sólo tienen opciones de triunfo quienes desean ganar dinero
y hacer fortuna. Los demás aspectos de la Cultura se olvidan.
Las demás aspiraciones humanas se vuelven incomprensibles.
Por eso en muestro mundo regido por instituciones nacidas de
las revoluciones burguesas que han desarrollado animadversión
por las proyecciones de culturas anteriores históricamente, la
vida humana se construye casi exclusivamente sobre la actividad
de los negocios, instituciones que los auxilian como son las
instituciones financieras, los seguros, las asociaciones
comerciales, la relaciones gremiales entre otras. No olvidemos
que el ser humano conoce la realidad simbólicamente, y el
pensamiento económico, tal como se entiende en Occidente, es
todo un sistema simbólico en cuya lógica se han incorporado
también las matemáticas, como lenguaje y medio de expresión y
312
relaciones entre conceptos igual como ha ocurrido en la Ciencia.
Y no es gratuita, además, la influencia de las costumbres y usos
económicos que se desarrollaron entre la burguesía europea, y
que podríamos considerar no sólo la madre de la industria
contemporánea sino de su cultura.
La mentalidad, las virtudes y las prácticas burguesas tienen sus
antecedentes: Las industrias artesanales, las artes y el comercio,
tal como se conocen en Europa entraron desde el Oriente, junto
con las migraciones de los antiguos pueblos indugermánicos y
subsiguiente proliferación del comercio desde Grecia, Egipto y
los demás pueblos de Oriente, aún desde épocas preromanas. De
la misma manera fueron incorporados los valores necesarios
para sobrevivir y enriquecerse, y el comportamiento típico de los
mercaderes orientales, provenientes de países donde era difícil
producir comida, y donde perder y no poder atesorar podían ser
signos ciertos de muerte. De allí viene la dureza de las
condiciones en las relaciones de intercambio que imperan entre
nosotros.
Con esta visión del tema podemos explicarnos algo de sumo
interés hoy: Nosotros amamos el dinero, el brillo del oro ha
trastornado la cabeza del hombre por muchos miles de años; el
oro en barras fue tomado por muchos años como patrón
monetario. Ambos mueven nuestras ambiciones y nuestra
codicia. Sin embargo, si observamos cuidadosamente el
comportamiento de nuestra naturaleza, vemos que amamos
entrañablemente el signo de la riqueza, y no nos hemos dado
cuenta que éste se ha tomado nuestro corazón y ha suplantado
en ese lugar a la riqueza misma. Con ello nosotros hemos
perdido la verdadera perspectiva, el sentido de la verdadera
riqueza. Al nivel del vulgo, incluso el oro, el dinero, tienen una
valía que se funda en principios mágicos. Ni siquiera hay alguna
consciencia de las relaciones entre las riquezas y sus signos.
313
Así, nos hemos vuelto “fetichistas”, incluso supersticiosos.
Todavía más, la eficacia de esos fetiches se funda firmemente en
la fe en su eficacia. Esa desviación de nuestros valores ha
comprometido la fe de mucha gente, la fidelidad de mucha
gente, cuya actitud, sin saberlo, sirve de soporte al valor que se
le atribuye al dinero. Somos, verdaderamente “idólatras”. Según
esa fe muchos humanos nos hemos enfocado erróneamente en
términos de lo que hemos asumido son nuestros “tesoros” más
preciados: Hemos aprendido a visualizar el oro y el dinero que
valoramos como si fueran la riqueza misma. Así perdemos de
vista riquezas significativas que en la Economía Clásica no
tienen sentido. Entre aquellas podríamos contar con muchos
recursos naturales, con la energía solar que le dan vida a nuestra
industria primaria en los campos; al soporte sólido que
representan muchas formas de vida para la vida nuestra, la
existencia misma de personas que demandan los frutos de
nuestro trabajo, etc.
Por millones de años, mientras vivía de la Naturaleza, desde que
se desarrollaron las primeras formas de vida vegetal y animal,
que le sirvieron de sustento, los humanos vivíamos de la energía
natural “condensada” en esas plantas y animales, dentro de su
propia cadena de vida. Ya el proceso de condensar la humedad
excesiva de la atmósfera terrestre en los mares y fijar el
anhídrido carbónico de la atmósfera en el tejido vegetal, había
liberando cantidades gigantescas de oxígeno y éste había llegado
a cierto equilibrio, partiendo de la formación de las primeras
moléculas de clorofila. Ello representa todo un proceso de
movilización de materiales, condensaciones, liberaciones, etc.,
lo que significa el consumo de cantidades no despreciables de
energía extraída del medio terrestre. Nuestra presencia en el
Planeta, tal como es hoy, nuestro proceso evolutivo significan
una inversión no despreciable de energía para alcanzar el perfil
humano que hoy nos caracteriza. Y luego nosotros, con nuestro
trabajo, movilizamos recursos naturales y los manufacturamos,
haciéndolos accesibles y utilizables por los humanos. La
sociedad, como una red de relaciones sociales y las conexiones
314
con otras sociedades a través del intercambio comercial, son
conductos por donde va circulando el producto de nuestro
trabajo como nuevas especies de “energía condensada”
utilizables por el hombre para su beneficio.
Pero ese proceso natural del cual nos estamos beneficiando todas
las especies vivas tiene sus inicios aproximadamente hace unos
tres mil ochocientos millones de años mucho antes de que la
atmósfera terrestre y el medio terrestre estuvieran en
condiciones de soportar la vida tal como la conocemos ahora.
Podría ser, tal como los hombres de ciencia consideran que
ocurrió, que por largo tiempo, los seres animales que nos dieron
origen vivieron en el mar. Allí se daban diferentes
circunstancias: La atmósfera, como dijimos, no era todavía apta
para respirar; además se dio la situación de la convergencia en
las sopas primigenias de múltiples factores vitales cuya
conjugación hizo posible la vida en un momento dado y le abrió
la opción a las primeras formas de complejización, o sea de
formas de vida multicelular. El calor interior de la Tierra aportó
la energía necesaria y la gran riqueza mineral disponible a través
de la nutrida actividad volcánica. Fueron éstos la materia prima
inicial de la cual se lograron las síntesis primitivas de moléculas
de la protovida.
La aparición de la agricultura y el pastoreo, como actividades
dirigidas por el Hombre, hace unos diez mil años, representan un
paso importante en el aprovechamiento de otras fuentes de
energía, esta vez proveniente de la radiación solar. Y en el
mundo moderno, la fuente de energía básica es la energía
terrestre, tomada del carbón y el petróleo. Se puede decir que
una fuente muy importante de energía disponible para el futuro,
además de la energía solar, seguirán siendo los recursos de la
Tierra, ya que las corrientes marinas, generadas probablemente
por la actividad volcánica de las zonas abisales de los océanos,
transportan por todo el mundo su carga valiosa de minerales de
toda especie, de la cual se nutren el krill, muchas otras especies
315
de los mares y las grandes cadenas alimenticias marinas. Es
importante saber que este fenómeno es la consecuencia de una
característica singular de nuestro planeta: su superficie sólida
flota sobre el magma y está dividida en placas que arremeten las
unas contra las otras formando fallas en permanente actividad
volcánica. Respecto de todos esos recursos, es preciso tener una
clara consciencia de su significado: La vida animal del planeta,
particularmente la que vive en tierra firme, el Hombre incluido,
dependen de las interacciones suyas con las fuentes naturales de
energía que ya hemos mencionado, y de manera creciente,
nuevamente de la energía radiada por el Sol.
El Trabajo, en términos globales, tiene un objetivo primario
entre otros: El aprovechamiento de esos recursos para la vida
humana. Cada hombre busca resolver sus necesidades y cuando
las básicas de éstas están satisfechas inventa otras referidas a sus
propios sueños para ser satisfechas también. En conjunto se da
lo mismo para muchos hombres. Las pequeñas y grandes
comunidades de todas las clases que tenemos, incluso las de tipo
consanguíneo o familiar, se han constituido para el mutuo apoyo
o la cooperación. tanto en términos de trabajo como de proveer
de recursos de vida de sus miembros. Estas, con sus órdenes,
internos, -ética-, producto de la experiencia común, no sólo han
sido crisol para la formación de la personalidad de sus
miembros, sino verdaderos intermediarios, verdaderos
facilitadores, en las relaciones entre las personas y el medio
natural, le aportan las técnicas de trabajo, de intercambio, la
valoración de los productos del trabajo. Todo lo cual es
generalmente de características singulares, según su ubicación
geográfica; y son verdaderos modeladores de la respectiva
cultura, del formato mental, del lenguaje que se usa allí, de la
forma como se expresa e interpreta la experiencia. Pero el caso
de la vida urbana, mayormente de la manera cada vez más
extendida y típica del burgo (ciudad) y del burgués (su
habitante), tal como se va dando hoy, es una situación muy
reciente.
316
Esa experiencia no es totalmente nueva, tiene sus inicios en
nuestras tradiciones orientales: La vida de los pueblos orientales,
especialmente en el desierto, se mueve, principalmente,
alrededor de las ciudades y los bazares, del Comercio. El
desierto se comporta como un mar interior, con “orillas” y rutas
muy bien demarcadas para mejorar la seguridad de los viajeros.
El mercader típico, ha desbordado los límites de su propio
origen y vive de sus relaciones y contactos con gentes de
diversas culturas; algo parecido a lo que se da entre la población
de los puertos marítimos con su intensa actividad comercial. Su
personalidad se vuelve más cosmopolita y él más independiente.
De aquella experiencia surge la concepción individualista de la
vida que impera hoy en no pocas sociedades occidentales, donde
se da, incluso, que los individuos pueden llegar a competir en
poder con los líderes de las comunidades y naciones. Pero en
nuestras ciudades se ha dado también otro producto humano:
El ser humano anónimo, que va perdiendo su identidad, su
propio sentido de la vida; el hombre masa, elemento unitario,
componente aritmético de la sociedad de masas, del medio
colectivo (que difiere del componente comunitario) masificado
uniformado por la cultura de la producción masiva, distribución
masiva, manejo en grande escala, todo lo cual le fascina a los
caudillos especializados en las artes de manipular las masas
irreflexivas para alinearlas con sus planes de poder y de
dominación. A partir del siglo XX empezaron a darse las
grandes movilizaciones de masas y con ellas empezaron a tener
protagonismo político movimientos ideológicos destinados a
movilizar a la humanidad hacia ciertos objetivos políticos, entre
ellos, por ejemplo, la reconstitución del Imperio Romano de los
fascistas de Musolini, el establecimiento del Estado Socialista de
los movimientos obreros liderados por Lenin.
En un mundo en que la Ciudad está imponiendo su cultura, en
que se gestan constantes e inmensos conflictos de todo tipo, los
caminos seguidos por muchas culturas urbanas satisfacen, no
317
siempre las aspiraciones de la gente sino de ciertos interese
particulares dominantes que sirven de patrón para formar
personalidades dependientes, para formar mercados de consumo
masivo, para imponer modas, para construir opinión, ganar
mayorías políticas. A pesar de que la Ciencia y la Técnica han
progresado muchísimo en el desarrollo de infraestructura
urbana, de vías de transporte, de medios de telecomunicación, en
técnicas y dispositivos de manejo de grandes números, lo que
podría mejorar sustancialmente la eficiencia productiva del
Trabajo, la remuneración del mismo, elevar sustancialmente los
niveles de vida de quien trabaja, no siempre pueden ser
aprovechadas eficazmente en el fomento de las posibilidades de
trabajo, en hacer éste más fácil y económico; tenemos que
mejorar primero las aptitudes psicológicas de la gente, abrir la
mente a opciones con las que no se está muy familiarizado,
superar los paradigmas culturales que se constituyen en un
motivo de bloqueo de la intercomunicación, desarmar los
espíritus enfrentados, generar toda una experiencia de concordia,
de cooperación, para hacer posible la vida en el medio urbano
moderno, donde la estructura social sea más bien un medio de
conexión que un estorbo para quien desea trabajar o tener a su
disposición sus medios de vida, donde cada persona encuentre
un equilibrio, por ejemplo, entre sus opciones de trabajo y su
demanda de medios de subsistencia, donde no se interrumpan
los flujos comerciales, donde el apoyo financiero no esté
destinado solamente al servicio de unos pocos, etc.
En efecto, la sociedad urbana “caótica” de nuestro tiempo, con
grandes megaciudades que se conforman en polos de actividad y
desarrollo efectivamente cosmopolitas, cuya economía afecta a
regiones enteras, -en Colombia ya se perfilan cinco de ellas: El
eje Bogotá Tunja, el eje Manizales, Pereira, Armenia, el eje Cali,
Buenaventura, El Valle de Aburrá, el eje Cartagena Barranquilla
Santa Marta-, no representan, por sí mismas, un camino
prometedor para los propósitos del trabajo de los hombres, como
son su realización plena y el disfrute de su producto.
318
Hacia esos lugares fluye la gente buscando opciones de trabajo
que no encuentra en su vereda, en su pueblo, en su río; en su
montaña, huyen de la ruina y de la muerte propiciadas por
pandillas que asolan los Campos, que cortan las vías de
comunicación por donde deberían fluir sus productos. Así los
diversos elementos culturales que van a converger en la Ciudad
cosmopolita para interactuar en ese nuevo escenario de vida
social, reside en diversa proporción en la consciencia y en el
inconsciente del inmigrante, cuya población integra un
verdadero “aglomerado” humano, si acaso, con una incipiente
organización social o una conexión esporádica con otros
individuos que le reporta muy inciertas oportunidades de vida.
Allí, desde la personalidad del inmigrante, actúa la Tradición,
que afecta los actos humanos más simples, pero rápidamente se
ve presionado por un medio generalmente duro y hostil, para
sobrevivir en el cual, no solamente se siente solo, sin apoyo,
sino insuficientemente preparado.
Esos “granos” de consciencia humana, con personalidad
definida, sus hijos o nietos, sin muchos paradigmas de
consciencia, tienen capacidad de soñar, de proyectarse al futuro
y se dan cuenta que tienen qué luchan por controlar los recursos
necesarios para hacer de ellos realidad. La lucha frenética que se
desarrolla en el medio urbano, con aquel propósito, no es nueva;
y como es librada desde la orilla de los grandes capitales y las
grandes empresas productivas actuales, desde hace ya más de
doscientos años, y como es librada desde la orilla del crimen
organizado y las grandes economías clandestinas de explotación
humana, ellas algo más nuevas, toda personalidad bien
estructurada, toda estructura social que busque la garantía de
vida de sus miembros en el mantenimiento de algún orden
básico de vida interior, todo liderazgo público que interfiera su
camino, se transforman tarde o temprano, en un obstáculo que
debe ser superado por el inmigrante para consolidar sus
posiciones de lucha y conjurar toda amenaza a sus objetivos.
319
La Guerra y la Paz, referidos a este contexto, tienen, en nuestro
tiempo un sentido propio que se expresa en los términos de la
mentalidad burguesa, en símbolos económicos, se miden en
forma de dinero, se calcula su significado en términos de las
ganancias o las pérdidas que generan. Se hace caso omiso de la
tragedia humana, del sufrimiento que genera. Y es hoy tal la
escala de los poderes que buscan, en esos términos, el control de
la riqueza, del planeta que ya es imposible esconder las
consecuencias de la “globalización económica” y las
dimensiones de la tragedia de la desocupación, en grande escala,
de las poblaciones afectadas, de la impotencia y lejanía de los
afectados de las soluciones que requieren, de las ambiciones
desenfrenadas, del poderío esgrimido por de los empresarios de
las economías legítimas, del crimen organizado, en su patética
carrera por lograr, cuanto antes, los objetivos que buscan,
sacando de donde sea, sin miramientos éticos, los recursos que
acopian a su rededor para alcanzarlos. No es gratuito el “apodo”
que le ha merecido semejante régimen de vida urbana, hacia el
frenesí irreflexivo, recargado, absorbente y extenuante del ritmo
de la labor de las legiones de personas que cargan, de hecho,
sobre sus hombros, en un plan de “servidumbre” integral, de
lealtad a toda prueba y sin condiciones, la tarea ineludible de
obtener los resultados a los que sus “verdugos” aspiran (salvo
otra alternativa: la de morir por inanición, reprobado, excluido,
sin trabajo, señalado como vago, indigente, delincuente,
criminal): Se trata de una forma de extrema de “capitalismo”,
soportada en las doctrinas del “Neoliberalismo” moderno, que
desconoce el más mínimo carácter de dignidad, de humanidad al
trabajo humano: El llamado “Capitalismo Salvaje”.
Muchos Estados, incluso el nuestro, han perdido el control real,
aunque no la responsabilidad institucional sobre aspectos muy
importantes de sus economías, como es el caso de la
administración de la política de salarios, reduciéndola al del
manejo de los incentivos a los capitales foráneos para que abran
nuevas fuentes de trabajo, al de ciertos aspectos de la
competitividad, como la puesta al día de los medios de
320
transporte y comunicación, de puertos, desarrollo de vías, etc.,
dejando inmensos vacíos en la constelación de las decisiones
que requiere un manejo integral de la situación.
Por otra parte, el gigantesco crecimiento del negocio de los
narcóticos y otras actividades dañinas, amenaza gravemente a la
juventud de todas las naciones del mundo, particularmente de las
más ricas. Su acción se orienta a la penetración de la totalidad de
las instituciones públicas de los países, a la corrupción de sus
funcionarios, de tal manera que se vuelvan, efectivamente, sus
secuaces, al control de toda la riqueza en el Mundo como
alternativa a la idea de dejar vivir a la gente en paz, sin que sea
permanente y continuamente amenazada; se orienta a hacer que
la Humanidad entera tenga que depender determinantemente de
la actividad criminal, de la manera como los empresarios
mismos del Crimen la entienden, llevando la vida humana
general al desorden, a los excesos y condicionando sus opciones
de vida a lo que a ellos les interesa.
Sin embargo, muchos de quienes han logrado el sueño de amasar
grandes fortunas y piensan que han alcanzado plenamente la
Prosperidad, pueden dar testimonio de que aquellas no
garantizan, efectivamente, de manera alguna, su disfrute, la
realidad de una buena salud o, al menos, una larga y placentera
vida en el seno de una sociedad humana de semejante corte. Las
luchas sociales planteadas en aquellos términos han producido
nuevas e indescriptibles catástrofes sociales a los pueblos donde
han logrado proliferar, como es la desestabilización de las
poblaciones campesinas entre nosotros, el incremento del riesgo
de perderlo todo ante la impunidad del delincuente, etc. Para
muestra, solamente un botón:
Entre otros, el problema del Hambre, considerado siempre un
azote proveniente de la miseria o pobreza extremas, invade hoy,
de manera singular y característica, los ambientes sociales
opulentos, incluso, en los países más prósperos y arrogantes, con
321
efectos no menos mortales que los experimentados en los
sectores sociales más menesterosos. El sobrepeso por los
excesos, el desorden en la comida, los malos hábitos
alimenticios en la comida, generan problemas de desnutrición
tan devastadores como el hambre: Entre sus efectos podemos
contar con el desarrollo de enfermedades crónicas, varias de
ellas incurables, que impiden el disfrute pleno de la vida, que
impiden un buen nivel de desempeño en el Trabajo y conducen
finalmente a la muerte prematura. Pero el asunto no se queda en
ese nivel. Las pérdidas humanas son, incluso mayores: El abuso
del alcohol, de los estupefacientes y del tabaco, entre otros, han
causado por muchos años daños irreparables en la especie
humana; la tensión diaria, o el llamado “estrés”, genera
constantemente conductas patológicas, como es la neurosis, que
se manifiesta de muy diversas maneras, y graves trastornos de
salud.
En Norteamérica, según la Organización Mundial de la Salud el
12% de la población es obesa y el 60% de ella sufre algún tipo
de sobrepeso. En Colombia, uno de cada 4 niños tiene sobrepeso
y uno de cada 6 niños es obeso. En la población Universitaria de
la ciudad de Medellín, según informe de la municipalidad, 20%
de los jóvenes sufren de anorexia. De esa manera, desde edad
temprana surgen problemas con la hipertensión, los niveles de
colesterol en la sangre, problemas digestivos diversos,
problemas con el colon. En Estados Unidos, si las cosas siguen
como van, a finales del siglo XXI la totalidad de la gente puede
llegar a ser obesa, con todas las consecuencias que esto puede
acarrear. En el Mundo ya, el 70% de las muertes lo aportan
enfermedades como los problemas coronarios, los accidentes
cardiovasculares, la diabetes y el cáncer, que, en gran proporción
se derivan de algunas de aquellas dolencias. El 50% de esas
causas de muerte hubieran podido evitarse solamente con la
práctica de buenos hábitos alimenticios. Pero hay otras
consecuencias: El 70% de las consultas médicas se deben a
problemas de salud vinculados con el cuadro de salud
mencionado. Ello significa varias cosas: Las soluciones
322
altamente costosas que se derivan de los servicios médicos y del
uso de fármacos, hacen inaccesible la salud a sectores de
población con bajos ingresos; representan también una onerosa
solución para las personas pudientes; pero sobre todo, recarga
innecesariamente los servicios de salud pública, impidiendo que
muchos pacientes, efectivamente necesitados, puedan disponer
de dichos servicios. Y ni qué decir de los efectos secundarios de
los medicamentos, cosa que una alimentación adecuada podría
evitar: Considero de tal importancia este problema, que le voy a
dedicar el próximo capítulo.
Con estas proyecciones por delante, pueden apreciarse las
dimensiones colosales de la tragedia que puede venirse con el
tiempo. Es una tragedia que puede expresarse en términos
ergonómicos y valorarse en términos de las pérdidas netas en
opciones de vida humana que no se repetirán, en pérdidas de
recursos naturales que no podrán recuperarse jamás, en pérdidas
de especies vivas que se perderán para siempre, en términos del
deterioro de un medio ambiente natural cuyo equilibrio será muy
difícil y costoso recuperar, en términos de un proceso de
degradación general que será casi imposible contener. Será una
tragedia en la que nadie saldrá bien librado, ni siquiera aquellos
que la están provocando ahora.
La sociedad “amorfa” anónima, caótica, anárquica, sin un
sentido vital definido, donde el aislamiento, la falta de trabajo,
los despidos masivos, el fraude en todas las escalas, el pillaje
encubierto o abierto, el despojo, hacen que crezca la pobreza y la
indigencia, que sea imposible acariciar la expectativa de una
justa recuperación de los esfuerzos de Trabajo por sus frutos, esa
sociedad representada en los grandes centros urbanos, que sirve,
a su vez, de centro a regiones inmóviles, moribundas,
desangradas por la violencia, donde nadie sabe qué hacer en
medio de la miseria, como sucede en nuestro caso, lo que se da,
de hecho, cuando grandes masas de personas desplazadas, se
aglomeran en torno a grandes centros urbanos, esa sociedad
323
vista desde el punto de vista científico, podría corresponder a un
estado del Universo que ya pueden describir los científicos. Su
comportamiento podría compararse con el de las aglomeraciones
de cenizas cósmicas de donde pensamos que proviene nuestro
sistema solar; podría compararse también con las estrellas de
neutrones, -grandes masas de neutrones inactivos- que no podrán
salir de su quietud sin un aporte exterior de energía que los
ponga en movimiento. Es el final de un proceso de desgaste
energético e incremento de la entropía. Podríamos tomarlo como
un acontecimiento extraño, inesperado, que nos asalta y que no
podemos explicar en términos de la economía clásica, porque el
sistema simbólico en que se mueven nuestras nociones de la
Economía no ha incorporado en su descripción de la “realidad”
económica, lo que ocurre en el límite, cuando la explotación del
medio humano ya no da más. Nuestras categorías económicas
clásicas no están abiertas a considerar y no se ocupan en
considerar aquellas realidades humanas que desbordan
definitivamente sus planteamientos teóricos. Más allá de esos
límites están solamente “las tinieblas y el rechinar de dientes”.
Ciertamente eso significa que estamos llegando al final de unas
historias, pero también el principio de otras. Hace algunas
centurias vimos desplomarse y colapsar, en Occidente las otrora
poderosas sociedades feudales europeas. Vimos allí, y en
nuestros territorios americanos, surgir la figura renovada, aún
incompleta, de viejos esclavos, de vasallos, de antiguos
artesanos, de campesinos, de pequeños nobles y aristócratas,
formar difícilmente sobre algunos de sus principios civilizados,
traídos algunos de vieja tradición y de arcaicas coronas, una
nueva cultura, entonces y ahora, todavía vacilante.
Frente a la terrible experiencia de presenciar el colapso de la
sociedad en que se ha nacido, víctima de toda clase de
oportunistas, uno se pregunta: ¿Cómo pudo pasar que alguien
siga creyendo en una sociedad de éstas, indefensa, sin una
cabeza comprometida, sin un sentido claro de la existencia, sin
324
una visión de futuro confiable y aún deseada, por lo que la
experiencia vivida puede significar, que su existencia es
absolutamente inviable? ¿Qué otra alternativa puede haber? ¡La
gente sin esperanzas, busca ingenuamente muchas veces una
solución, cediendo a la seducción, y emigrando hacia las
deslumbrantes “luces” de las grandes ciudades! Esas preguntas
pueden responderlas hoy, los científicos, con mayor claridad: La
Vida parece desafiar las leyes de la termodinámica. Parece como
si estuviera conectada con una fuente infinita de vitalidad, de
una fuerza que la mueve eternamente. Sin embargo la realidad
no es así. No hace mucho tiempo, ellos han descubierto no
solamente la fuente de esa vitalidad sino sus límites. La Vida,
para mantenerse, toma la energía que necesita del Medio. En
otras secciones y otros capítulos ya hemos visto cómo la toma.
Y el caso de la sociedad humana es similar. La sociedad
humana, queramos o no, está inscrita en el mundo de las
especies vivas y para vivir y crecer necesita tomar sus energías
del Medio. En la sociedad contemporánea, el ser humano está en
capacidad de buscar los recursos naturales que necesita, aún en
los sitios más recónditos, y ha desarrollado múltiples técnicas
para hacerlos accesibles a la gente común. Pero es decisivo para
la Especie, como un todo, que aquel inmenso potencial se haga
disponible.
Es cierto pues, que aquel medio urbano caótico, anárquico,
anónimo, sin un sentido claro de la vida, nos plantea el ingreso
de la generalidad de la vida humana un mundo de crisis de
vastas proporciones. Quizás, como en la sociedad colombiana,
aquella situación empezó a afectar al Mundo por una crisis de
liderazgo que ha durado casi doscientos años. Una crisis que se
manifiesta entre nosotros, por la falta de dotes para el mando, la
falta de justificaciones para la confianza popular, para su
reconocimiento de una autoridad real. Eso por la falta de una
entrega desinteresada de sus jefes al servicio del prójimo, por la
falta de lucidez de su dirigencia económica social y política, que
ha brillado por su mediocridad, su falta de visión; su falta de
interés, su indecisión, en la entrega incondicional al servicio del
325
pueblo, de la nación, del país, por su corrupción, quizás porque
se han comprometido con otros propósitos que se confunden a
veces con la traición a la Patria. Ello muestra su relieve real en
Colombia, cuando hemos tenido la fortuna de ser dirigidos, en
los distintos niveles del Estado, por autoridades honestas, del
perfil adecuado y comprometidas efectivamente con sus
responsabilidades públicas, lo que, por suerte, también hemos
experimentado.
Al mismo tiempo, como lo hemos visto, esa terrible experiencia
nos insinúa cómo esa crisis, en la Ciudad si queremos, es, al
mismo tiempo, un punto de partida hacia una nueva fase de
evolución de la vida humana, si se quiere, más accesible. Una
evolución que puede nutrirse de los recursos económicos que
nos ofrece el medio planetario, gracias a una visión científica
perfectamente posible, capaz de conducir al mundo actual a una
civilización sin precedentes, aunque para ello tendrá que
fundamentarse en criterios económicos sólidamente referidos a
las mismas leyes físicas que rigen el comportamiento de la
Naturaleza: Si la Economía Clásica desconoce lo que ocurre con
aquellos que han tenido que salir del “juego” económico, tal
como lo entiende el “Capitalismo”, como suele ocurrirle al que
se quiebra, al que es despojado de sus recursos de vida, al que,
aparentemente, no logra ser completamente competente, la
Física, las leyes de la termodinámica pueden darles una
esperanza: Nos dicen que toda vida, para mantenerse, tiene que
extraer las energías que consume, del Medio. De otra manera
sucumbe, muere.
Sus necesidades, particularmente las fundamentales, sentidas o
pensadas, son la expresión, consciente e inconsciente de aquel
requerimiento natural de la persona humana, no importa que
haya sido olvidada, abandonada a su suerte; son las fuerzas que
la mueven; su industria, que en gran medida corresponde al
producto de su ingenio en la búsqueda de su permanencia, forma
parte específica y práctica de las soluciones que, en medio de las
326
diferentes culturas, ha implementado; dentro de su contexto está
el desarrollo de la tecnología, la concreción de conocimientos,
de expectativas, de visiones que le permiten la orientación, en
un medio natural que le proporciona casi infinitos caminos,
opciones para su actuar, pero que frente a ellos a menudo se
siente perpleja, frente a una incertidumbre apabullante. En su
usual aislamiento, subproducto indeseable de la cultura
moderna, cada quien logra apenas vislumbrar, a su manera, un
poco su entorno; sólo algunos superdotados ven un poco más
allá y muy pocos de ellos se han atrevido a “desbrozarlos”,
limpiarlos solidariamente, hacerlos transitables por todos; otros
se lanzan con arrojo, con temeridad, cueste lo que cueste, en pos
de su propia realización, “lanza en ristre” contra toda oposición
y, a menudo, descubren sus opciones en la debilidad, en la
ignorancia de los otros, y toman de aquellos lo que no es suyo.
Es una nueva edición de las prácticas del canibalismo más
arcaico y primitivo trasladadas al mundo actual, los mismos
valores humanos, los mismos resultados, pero implementados
con nueva tecnología, es lo que representan, en la práctica, el
“capitalismo salvaje” más extremo y la actividad criminal, en
una civilización tecnológica, con la cual el Hombre no ha
logrado superar la condición de su atraso, de su carácter
primitivo.
Conocernos mejor a nosotros mismos, reconocer la realidad en
que vivimos, la realidad de nuestra naturaleza y de nuestras
necesidades, conocer ese medio natural que nos ha acogido
desde siempre, conocer los recursos que nos ofrece y aprender a
transformarlos en algo útil y usarlos, se vuelve crucial para que
la Humanidad pueda sostenerse y crecer. Eso lo conseguiremos
los seres humanos con nuestra innata curiosidad por lo
desconocido, y trabajando. Y hacerlo correcta y eficazmente,
nos ha costado varios miles de años de pruebas, de errores, de
pérdidas, de nuevos ensayos, de aciertos etc.
327
Esa promesa puede ser un motivo poderoso para la Ciencia, para
la Técnica, para la Ingeniería, unos de cuyos aportes a la Cultura
podrían ser: la afinación en el conocimiento de la Realidad, para
aprender a valorarnos mejor, tal como somos o podríamos ser; la
de usar óptimamente los recursos naturales en bien del Hombre;
el desarrollo de unas estructuras sociales que le permita a aquel
conexiones eficaces en su apoyo para la vida y una
especialización del trabajo que le permita un alto desempeño y
un gran aprovechamiento de sus energías disponibles; y lo más
importante: Aportar su sistema simbólico, el modelo lógico de
su pensamiento y los innumerables logros al nivel del
conocimiento, su lenguaje matemático, de tal manera que, muy
extendidos, le permitan a la gente incorporarse inteligentemente
a la Sociedad, hacer que experiencias milenarias puedan ser
rescatadas de su memoria, actualizadas e incorporadas al
conocimiento actual; y por último, permitirle a la gente expresar
sus ideas e interactuar con otros con mayor precisión.
El desarrollo de la sociedad, tal como se menciona arriba,
significa en Ergonomía que partiendo del caos actual, de la
anarquía actual, es preciso adelantar el diseño y la construcción
y manejo de colosales “máquinas” sociales multimodales, lo
que ciertamente es muy complejo, como verdaderos “ingenios”,
dotadas de los mecanismos de dirección y control tales, que
permitan, en la relación “Hombre – Máquina”, u “Hombre
individual – Sociedad”, una implementación cooperativa, una
“herramienta” de valor universal, muy eficaz y muy eficiente en
el trabajo común, para el bien de la Vida y de la población
humana, como un todo.
18.1.5 LA MOVILIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
DE LOS RECURSOS NATURALES.
De acuerdo con lo visto anteriormente, los recursos de vida
humanos provienen, de cualquier manera que sea, de alguna
328
fuente natural. Los seres humanos de todas las culturas de la
Tierra han aprendido a utilizar las fuentes naturales de que
disponen en los territorios que los hospedan, y unos de los
desarrollos de las culturas han sido los de hallar diferentes
formas de aplicación de esos recursos a la satisfacción de las
propias necesidades. Puede decirse que esas formas de
aplicación de los recursos caracterizan la cultura humana en el
espacio y también la han caracterizado en el tiempo. En gran
parte la evolución de sus formas de explotación de los recursos
naturales, de sus técnicas productivas, de sus industrias de
transformación, y de los métodos de intercambio a través de sus
técnicas de comercio, le han permitido a la población humana
crecer en número como lo ha hecho hoy.
Si se hace una revisión somera de las culturas humanas más
conocidas, puede decirse que ninguna hubiera logrado avanzar,
desarrollar una tecnología básica en el aprovechamiento de los
recursos naturales, sin contar en su seno con el dominio de las
técnicas básicas de la caza y la pesca, el pastoreo de animales,
sin una clase campesina experta en el oficio de la agricultura
básica, sin una clase artesana práctica en los oficios más
diversos, desde el tejido de redes de pesca, la elaboración de
instrumentos y herramientas de hueso y metal, la elaboración de
tejidos textiles, etc.
Por otra parte la Naturaleza ofrece sus fuentes de energía de
manera increíblemente diversa, determinando condiciones
típicas en el hábitat, según su ubicación en el Planeta. Los
navegantes de antaño usaron del viento y de las corrientes
marinas para moverse por todo el Orbe. En ciertas regiones de
actividad volcánica muy activa se usan sus fuentes de agua
caliente. El desnivel de muchos ríos se usa para extraer la
energía hidroeléctrica. Pero también, en los diferentes suelos
agrícolas, lo que se hace con las cosechas, es recoger la “cosecha
energética solar”, como ocurre con los pastos, para alimentar a
los animales, con los granos y cereales, con las frutas y verduras
329
etc., para la nutrición de los seres humanos, y con los bosques,
fuente de muchos productos útiles para la salud humana y las
maderas más diversas para las aplicaciones más increíbles.
Las fuentes de minerales son otras fuentes de energía,
representada en formas “condensadas” útiles para la industria
humana. Los metales, por no hablar de la gama más completa de
productos minerales, son parte de la “ceniza estelar” de donde
provino nuestro mundo en su formación. Lo mismo puede
decirse de ciertos otros materiales, como ciertos hidrocarburos,
ciertos líquidos y gases, como el agua. Dentro de la industria
energética moderna podemos ya hablar de materiales obtenidos
de fuentes renovables de energía, como es el caso del biodiesel
de la industria de la palma, los biocombustibles, obtenidos de
grandes cultivos de caña, de maíz, de yuca y de otras cosechas
agrícolas. Los medios técnicos destinados a la obtención de
aquellos materiales y minerales de aplicación más general, han
dado origen a sistemas de explotación de dimensiones y escalas
verdaderamente colosales. Entre ellos pueden mencionarse las
industrias del acero, del aluminio, del carbón, el cultivo de la
caña de azúcar, de la palma africana, de pastos para la ganadería,
de bosques para la obtención de madera, etc.
Lo que empieza a suceder cuando en sus tiempos de cazador su
sentido gregario le abre al ser humano opciones insospechadas
de supervivencia, no es más que la multiplicación de su poder de
acción a través de la asociación solidaria de los individuos de las
comunidades originales. Ello mejora sustancialmente su
“balance económico”. Así supera el cazador la debilidad física
de los individuos, logrando atacar a sus presas y beneficiarse de
los recursos alimentarios y otros que le reportan otras especies
mucho más fuertes, incluso, que la suya. En efecto, parece ser
que la extinción de especies como los mastodontes, los
megaterios, los grandes canguros australianos, etc. desde
principios del Cuaternario, se le deben al poder de expansión del
ser humano, que aún comportándose inicialmente poco
330
racionalmente, extinguiendo recursos importantes para su vida,
poco a poco se ve obligado a aprender nuevas técnicas, a usar de
otros recursos y a acomodarse de manera diversa a las opciones
de vida que le depara el medio natural.
Abordar este tema en la práctica, es diferente,
comparativamente, si se hace desde la perspectiva de las
unidades productivas agrícolas medianas, desde la perspectiva
de las plantas industriales medianas, desde la perspectiva de las
pequeñas comunidades regionales, desde la perspectiva de las
ciudades pequeñas, o desde la perspectiva de los grandes centros
urbanos modernos, de las diferentes regiones, de economías en
grande escala, etc.; es diferente si pensamos en una sociedad
agrícola semejante a las de la época preindustrial o pensamos en
una compleja sociedad posindustrial como las actuales; es
diferente si pensamos en una nación pequeña o mediana,
relativamente avanzada, o pensamos en una nación muy
poblada, tecnológicamente muy avanzada. Sin embargo el reto
se mantiene: ¡Sociedad que no tenga un balance energético
positivo, que los esfuerzos invertidos en la lucha por la vida no
sean compensados con los logros, está condenada a desaparecer!
Así, en un momento dado, desaparecen culturas tan reconocidas
hoy por su extraordinaria concepción del Hombre y su talento
como fue la Cultura Maya.
Desde la época de los Incas, en América, ya se habían
desarrollado infraestructuras de abastecimiento de alimentos de
la población apoyadas en tecnologías propias de cultivo, de
conservación y almacenamiento de frutos; el desarrollo de una
producción artesanal de tejidos, adornos, herramientas y otros
implementos suficientes para su momento, igual que lo
desarrollado en otras culturas que podrían, aún lejanamente,
homologarse, como la egipcia, la china, y las culturas del
Cercano Oriente, y dan origen, poco a poco a las bases de
economías posteriores más complejas, hasta culminar en la
complejidad de la economía moderna donde hay que contar con
331
factores tan extraños en la antigüedad como los medios de
comunicación modernos, las finanzas, el almacenaje, las
técnicas de conservación, las formas de distribución, los
procedimientos productivos, el desarrollo de la infraestructura
para el transporte, de las plantas industriales, el manejo de la
contabilidad del intercambio, entre muchas otras cosas, que, en
un proceso de especialización del trabajo, van transformando
ciertas partes vitales de la sociedad actual en verdaderas redes de
abastecimiento de medios de vida para las personas y las
comunidades de que están compuestas.
Dentro de aquel gran modelo de fondo se mueven las economías
individuales de las personas a todas las escalas de su existencia y
las economías de asociaciones y comunidades. Cumplen una
función básica al conformar las diferentes cadenas de
abastecimiento y al hacer su aporte industrial a la economía
global. Por ello, cada una de esas economías debe cumplir con
su parte del balance energético: El aporte en la función
correspondiente de la gestión económica, debe tener un valor
energético superior, o al menos, igual al costo de su gestión.
Nunca menor. Dentro de la planeación de ese balance energético
cabe la acumulación de reservas para los tiempos difíciles, para
el crecimiento de la población, para cubrir los riesgos
eventuales, etc.
Aquello que puede describirse superficialmente como redes de
abastecimiento, con su propia lógica organizacional, con miles
de personas ocupadas en la gestión económica, tiene las
características, ni más ni menos, de una intrincada “red” de
relaciones sociales para el intercambio de energía.
Técnicamente, el manejo del proceso de transferencia de
“mercancía”, es decir, de cosas objeto de intercambio, merece
hoy un refinado control y el desarrollo de instrumentos
sofisticados, como el llamado “código de barras”, reconocido
universalmente, que permitan hacerle a los productos un
seguimiento desde varios puntos de vista: su identidad, su origen
332
y nacionalidad, sus condiciones de empaque, su línea de
abastecimiento hasta el origen, etc. Y con el tiempo, es difícil
reconocer que esa estructura productiva que se va formando
tiende a ser más y más inamovible, aunque ella misma, más y
más dinámica.
Las características que hemos mencionado acerca de la
economía moderna, no son fácilmente reconocibles por la gente
que vive ensimismada en sus compromisos de gestión
cotidianos, en el manejo de conexiones de negocios inmediatas,
de gente que decide según referencias inmediatas de precios, ya
sea de lo que “venden” o “compran”, que se mueve en un medio
social “liberal”, digamos más bien, dividido, aislado, inestable, o
muy dinámico, cuya visión integral se obtiene, a menudo, a
través de los medios de comunicación e información, que
cumplen su labor, también globalizada, en el plan de satisfacer
otras conveniencias además de las de informar. La falta de una
visión más segura de la Realidad, tal como ha ocurrido en
Colombia y en otras naciones de su mismo nivel, ha hecho que
muchos personajes de nuestra dirigencia hayan sido dóciles a un
proceso, como ha sido la “globalización” de la economía, en los
términos en que nos ha sido planteada por la gran dirigencia
económica del Mundo, que nunca ha sido ampliamente
comprendido, y que en un momento dado pudo ser considerado
como la única respuesta posible a los requerimientos del reto de
modernización de nuestra economía doméstica.
De allí que sea prácticamente una realidad, que haya sido
allanada la vía elegida por los diseñadores de la globalización,
para llevarla a la práctica sobre la base de su propuesta de
economía de escala. De esa manera, la capacidad competitiva, en
términos de precios y el afán de lucro de la gente que busca
aprovecharse de toda oportunidad, harán la diferencia. Las
economías artesanales, igual como ocurrió en Europa desde
finales del siglo XVIII, como fue el famoso caso de los tejedores
de Silesia, están siendo arrolladas materialmente por la Gran
333
Industria, y lo que deberían ser cadenas de abastecimiento
autónomas, se han convertido en cadenas de procesos manejados
internamente dentro de las organizaciones burocráticas gigantes
de los consorcios productivos mundiales.
En los medios urbanos gigantes donde no imperan las
limitaciones éticas de las comunidades y no se dan consensos en
esos términos, simplemente ciertos servicios tradicionales
dejarán de prestarse y se introducirán otros diferentes, aún por
las vías del contrabando o de la competencia desleal, como ya ha
ocurrido entre nosotros desde la década de los sesentas. La
oferta, tal como se da, va abriendo la huella en la consciencia del
consumidor, que, poco a poco modela, reforzada con la presión
de la propaganda, su manera típica de demandar. Ello termina
marcando la cada vez mayor distancia entre la cultura urbana y
la culturas vernáculas tradicionales y campesinas de cada país
que les sirve de entorno y que poco a poco van siendo
penetradas por los medios de comunicación, y transformadas en
economías satélites de las economías principales de tipo urbano,
al tiempo que se hace más cercano y se masifica más el consumo
de las grandes sociedades urbanas del Planeta.
Así pues, cuando los presupuestos de la globalización
económica se estén completando, cuando el “Mercado” esté
sujeto a un control riguroso, cuando el flujo de productos que
provienen de fuente no “oficial”, sea casi un imposible, cuando
las tecnologías productivas desarrolladas a través de miles de
años en muchas de nuestras culturas, para resolver necesidades
de su gente se vayan olvidando, y el conocimiento, reconocido
en todos los niveles técnicos, se vuelva un verdadero monopolio
estructurado por medio de la propiedad intelectual de las
“patentes” y de quienes manejan ese control, sólo entonces
lograremos entender qué es en el fondo la globalización
económica en los términos económicos en que se está dando en
la actualidad.
334
Entonces, desaparecerán la sociedades de soberanía, los
derechos ciudadanos, y se espera que se impondrá
definitivamente y plenamente una nueva “sociedad de control”
dónde sólo importa asegurar que el cliente pague el “precio” de
los “paquetes propuestos de consumo” destinados a mantener
estable su “nivel de vida” según modelos diseñados que le han
de garantizar un convencional “prestigio” social y un modo de
vida conforme al nivel o “estrato” alcanzado, todo lo cual es
perfectamente calculable y presupuestable. De no ser así,
solamente le será dado el ostracismo y el olvido de la sociedad.
Solo fluirán entonces las mercancías y los modelos de servicios
que le interese a aquellos poderes que fluyan; los incentivos
económicos y los premios serán aquellos que esos poderes estén
dispuestos a dispensar; desaparecerá, por completo, la libertad
de la oferta y la demanda, la Economía perderá todo su
dinamismo y solamente las pequeñas y grandes catástrofes,
donde la situación se “sale de control”, ofrecerá nuevas
oportunidades de trabajo, difíciles de aprovechar,
particularmente cuando la respuesta pudiera darse sobre la base
de tecnología olvidada. Importantes fuentes de recursos
naturales serán desaprovechadas y otras se terminarán bajo la
fuerte presión extractiva de las materias primas.
Desde este punto de vista, es importante observar que el camino
tomado por la globalización, que solamente le da oportunidades
a las industrias que proveen ciertos tipos de servicios, que le
limita sus posibilidades a la mayoría de esfuerzos creadores que
otrora nutrió de ideas novedosas a la Industria, está
determinando una nueva especialización del Trabajo, a los
niveles nacional e internacional, de tal manera que grandes
rebaños de trabajadores y de empresarios tendrán que reducir su
visión de opciones solamente a la demanda de sus servicios de
los grandes consorcios internacionales, capaces de diseñar sus
grandes planes de ofertas, sus programas gigantescos de
publicidad y promoción, capaces de multiplicar sus puntos de
abasto en todos los centros comerciales y en regiones enteras de
países al mismo tiempo; así vamos siendo conducidos a una
335
verdadera encrucijada humana, en la que no sólo caerán
personas, sino países, regiones y continentes enteros, que
engrosarán las nuevas filas de la esclavitud, de la servidumbre y
de la dependencia, de la que puede ser muy difícil salir, y que
nos expone, finalmente, a la posibilidad de ser víctimas de
catástrofes globales sin precedentes, en situaciones de crisis, que
tenemos urgente necesidad de prevenir y conjurar.
18.1.6 EL TRABAJO VISTO COMO UNA OPCIÓN DE
“ENCUENTROS” <<NO FORTUITOS>> DEL HOMBRE
CON LOS DEMÁS SERES DE LA NATURALEZA.
Los cambios en la evolución provocados por la presencia del
ser humano. Efectos positivos y negativos. Perspectivas.
La noción del Trabajo, contemplado desde esta perspectiva
como una acción razonable, intencional, voluntaria,
comprometida, se encuentra de frente con un obstáculo que,
quizás, no fue el caso dentro de la vida cotidiana de la especie
humana en sus épocas más tempranas: La actitud de
competencia más radical imaginable contra otros sectores de su
especie. Desde el punto de vista de esta nueva experiencia
podemos abordar la reflexión acerca del comportamiento
histórico y antropológico de las diferentes estructuras humanas y
de sus consecuencias sobre nosotros y sobre nuestras
consciencias de la Realidad.
Apoyémonos en el enfoque que nos presenta Karsten Brescht en
su obra “La Vida un Estado Intermedio”:
“En el comienzo de la tercera fase de la evolución nos
encontramos con una nueva facultad de las estructuras [como
denomina él los entes que aparecen en los diferentes estadios de
la organización y complejización de lo que con una visión
336
extremadamente limitada llamamos “materia”]. Anteriormente,
hace miles de millones de años, el aumento de la complejidad de
las estructuras había abierto el camino hacia un nuevo mundo
completamente nuevo: algunas estructuras adquirieron la
capacidad de autoduplicarse. La capacidad a la que ahora nos
referimos es comparable en importancia con aquel tremendo
avance evolutivo. El sistema nervioso –elaborado para coordinar
internamente las funciones del organismo y para procesar los
estímulos captados por los órganos sensoriales- va a permitir
ahora trascender los límites del tiempo. El animal consigue
escapar de la cárcel del presente y descubre una nueva
dimensión para su existencia. Hasta ahora su organismo se
encontraba encadenado al presente; no tenía noción del pasado
ni del futuro. Para él sólo existía un mundo exterior: el aquí y el
ahora que percibían sus sentidos. Estaba programado para el
mundo del presente. El ayer no existía: no tenía memoria y, por
tanto, no podía recordar. Aunque todas sus células eran
portadoras del pasado de su especie –cristalizado en el ADN-,
que le había convertido en lo que era ahora, su cerebro (su
procesador de datos) no se diferenciaba en nada del de sus
congéneres”. Pero ahora iba a experimentar un cambio. La
nueva facultad de lo que había llegado a hacer ya una gigantesca
estructura introducida al animal en la dimensión del tiempo: en
el circuito de neuronas aparecen sectores estructurales
<<moldeables>>, es decir, sectores dotados de todos los
elementos básicos necesarios para configurarse, pero sin una
estructura definitiva. Son sectores que poseen una
<<plasticidad>> y que pueden ser moldeados por ciertas
informaciones. Determinados estímulos sensoriales que antes se
limitaban a pasar rápidamente por el cerebro, ahora dejan huella
tras de sí: impresiones quedan grabadas y se conservan a través
del tiempo. El cerebro deja de ser meramente un autómata
programado para el presente y se convierte además en un
registro del pasado. Ahora el animal es capaz de registrar y
acumular experiencias y de tenerlas en cuenta a la hora de tomar
decisiones”…”Pero ¿a qué se debe la formación de los
diferentes sectores cerebrales? ¿Qué clase de alteraciones
moleculares se producen en las neuronas de estos sectores
337
cerebrales? La mayoría de los expertos suponen que lo esencial
del proceso se desarrolla en la sinapsis de estos sectores, es
decir, entre las conexiones de las neuronas individuales. Se cree
que al ir repitiéndose su estimulación las sinapsis van
adquiriendo cada vez mayor capacidad de transmisión de
señales. Cuantas más veces se active un determinado relé (léase
sinapsis) en el circuito de neuronas, mayor será su capacidad de
transmisión. Cuando más andado esté un camino, mejor se podrá
andar por él”. …”Por tanto, puede decirse que en un cerebro
recién formado las sinapsis de los sectores destinados a
acumular experiencias e información son todavía conexiones en
potencia. Sólo por repetición de estimulación se llegan a
constituir estas sinapsis que forman circuitos extremadamente
sensibles. Puesto que cada individuo está expuesto a diferentes
estímulos externos, sus conexiones neuronales se van formando
de manera diferente. Existen otros sectores cerebrales que no
son moldeables: sus conexiones están establecidas
definitivamente desde el nacimiento y su funcionamiento es
automático. Esto ocurre por ejemplo, con los circuitos que
controlan las pulsaciones del corazón o el instinto de mamar de
los recién nacidos”. …”Además, con el aumento de sus
facultades cerebrales, las reacciones de los animales superiores
pasaron de ser procesos automáticos de estímulo-respuesta, a
convertirse en complejas pautas de comportamiento instintivo.
Según fue adquiriendo más importancia la experiencia personal
del individuo a la hora de tomar decisiones, las reacciones
instintivas fueron siendo desplazadas. Cuando, finalmente, la
facultad de hablar permitió consolidar una experiencia común de
grupo, las reacciones instintivas, basadas en la información
genética, fueron perdiendo su valor frente a la selección, siendo
progresivamente reemplazadas por pautas de comportamiento
más flexibles derivadas de un proceso cerebral que combina el
proceso de tradiciones sociales, las experiencias individuales y
la situación concreta que producía el estímulo. Cuanto menor era
la influencia de la información genética, mayor era el margen de
libertad del cerebro y mayores las posibilidades de
supervivencia del grupo. De esta forma la selección [natural] fue
eliminando los controles genéticos desencadenadores de
338
instintos en el comportamiento humano, a favor de un control
individual basado en las <<costumbres>> (Carsten Brescht. “La
Vida un Estado Intermedio” Salvat Editores Barcelona 1987. Ps.
151 a 172)
Con esta introducción podemos entender el significado, desde el
punto de vista científico, de la evolución de la vida humana y su
influencia en el proceso evolutivo general, su forma de procesar
la información recibida del exterior, íntimamente relacionada
con el proceso de interacción de los individuos humanos frente a
las diferentes asociaciones individuales al interior de su especie,
sino frente al exterior en su totalidad. Ese exterior tiene el
significado de múltiples interacciones en el más amplio sentido
de la palabra, con todos los seres de la naturaleza que pueblan su
entorno cercano, y frente a los cuales, tiene la capacidad de
elegir y rechazar y, en cierta medida, alejar las influencias
indeseables de aquellos. Al mismo tiempo, se erige en
“portavoz” de los diferentes hábitats o ecosistemas que coloniza,
habiendo constituido una variada dotación de estereotipos de
vida humana, que se hallan presentes en la sociedad urbana
moderna en la consciencia y aún en la mayor profundidad del
inconsciente de sus miembros. Esos estereotipos de modos de
vida, de “culturas”, como los queramos llamar, están plasmados
en el lenguaje que usamos cotidianamente; a ellos nos referimos
de manera simbólica, y con ellos interactuamos constantemente
en la vida diaria, haciendo que “el hombre genere su propia
técnica y que sea, al mismo tiempo producto de ella”, según
afirma el profesor Hilderman Cardona en su curso “El Lugar del
Hombre en el Universo” de Saberes de Vida en Eafit, año 2007.
Así podemos asumir posturas claras y responsables, al tratar
temas como el del Trabajo, desde el punto de vista de las
interacciones conscientes entre los hombres y los diversos seres
de la Naturaleza, y en las cuales entendemos, sin mayor análisis,
que el Hombre diseña su manera de trabajar, su técnica (hay un
dicho entre nosotros: (“la necesidad es la madre de la
Industria”), y luego, éstas lo definen también a él. Quiere decir
que su misma mentalidad va siendo formada, no sólo por sus
339
propios requerimientos sino por las solucionas que encuentra en
su Medio y están determinadas por él. Allí se genera un círculo
vicioso: El Hombre crea, pero aquello que crea, genera, en parte,
su visión, su sentido de la realidad. Su misma cultura, el
contenido de sus símbolos, son, entonces, el producto de la
influencia, el efecto, de sus creaciones sobre su propia
consciencia.
Y ahora, volviendo al tema del Trabajo, ya sabemos por qué
trabajamos, ya sabemos qué recursos energéticos movemos para
solventar nuestras necesidades humanas. Ya sabemos qué papel
cumple el intercambio comercial, cómo pueden los seres
humanos del planeta entero accede a aquellos recursos de que no
dispone, dada su ubicación en determinada latitud sobre el
planeta, que obviamente limita su tipo de industria. La dieta en
el trópico y en las zonas templadas suele ser muy variada; suele
haber muchas frutas y verduras. La dieta en las zonas polares es
menos variada y se basa en las grasas y la carne animal. En las
zonas desérticas suele haber posibilidad de criar algunas
variedades de animales, como el caballo, el camello, la cabra, la
oveja y cultivar cereales y algunas frutas como los dátiles. Pese
a todo, el “avance” de la agricultura ha tomado un rumbo que no
parece considerar los requerimientos de la nutrición humana,
sino las exigencias del “mercadeo de frutos”, una condición de
la “competencia” globalizada, que se da como olvidándose de su
sentido primario, para orientar su tecnología primariamente
hacia la oferta de frutos de gran tamaño, de lozanía
aparentemente impecable, de colores y texturas impresionantes
pero … insípidos, poco nutritivos. Parecen llenar un requisito en
términos del estímulo para la compra, pero, a la hora de la
verdad, no van mucho más allá de una <exigente presentación>.
La idea de relacionar el Trabajo con la alimentación humana no
es fortuita, pero sí representa ya un recorrido inmenso en el
proceso evolutivo de la cultura, en términos de la “selección” del
objeto del Trabajo. Ello se aprecia con mayor claridad, hoy, en
340
medios un poco más primitivos, cuando en medios campesinos
es introducido, por ejemplo, el cultivo de la coca para la
producción de cocaína, y ellos no parecen diferenciar
sustancialmente el sentido utilitario de esa cosecha, que es
fundamentalmente un tóxico, que suele ser finalmente muy bien
pago, con relación a otras cosechas posibles, como el plátano, la
yuca, el maíz, etc., que pueden proveer una saludable nutrición.
Si nos remitimos a épocas muy anteriores en la historia humana,
como 20.000 y 30.000 años atrás, la época de las masivas
migraciones antiguas entre períodos glaciales, podríamos
ubicarnos en un período en que cada hábitat aportaba un sin
número de posibilidades de contacto con especies de la
naturaleza desconocidas. El “puente” ya era suficiente para pasar
de unos hábitats a otros, ya que los humanos de aquella época
perseguían sus piezas de caza, ya suficientemente conocidas, y
esto les permitía cruzar los umbrales de sus hábitats
tradicionales, sin darse mucha cuenta de ello. Si hablamos de
nuestra América, podemos perfectamente referirnos a los
pueblos de pescadores que avanzaban por la costa hacia el sur,
desde Bering, pescando en aguas del Océano Pacífico, viviendo
y durmiendo en tierra firme, pero dependiendo, casi en un ciento
por ciento, de su fuente marina. En los yacimientos
arqueológicos de épocas preincaicas muy antiguas se puede
tener una idea de aquella primitiva experiencia, tal como lo
veíamos en los capítulos correspondientes.
Con estos preámbulos que nos introducen más fácilmente en el
tema, podemos pasar a lo que realmente ocurre cuando, en
nuestro trabajo, que implica ya una selección de “encuentros”
con otros seres de la Naturaleza, “formas de asociación”, si se
quiere, “estructuras diferentes, según el decir de Carsten
Brescht, elegimos con quiénes vamos a relacionar nuestra vida.
Esos seres van a aportarnos las energías y otros elementos
nutricionales, que son simples y complejos, que necesitamos
para prolongar nuestra existencia. Por extensión, podemos
341
referirnos, de la misma manera, no solamente a las plantas y
animales que nos alimentan, sino a todos los elementos naturales
que forman nuestro abasto, desde la madera, los materiales de
construcción, los pegantes, los metales, los materiales más
diversos, los plásticos, los combustibles, etc. Todos ellos son
seres, “estructuras” de distinto grado de simpleza, o
complejidad, muchos de los cuales ya “habitaron” nuestro
planeta en épocas en que los grados de complejidad de la Vida
no llegaban a los niveles actuales. Todos ellos son “inventos” de
la Naturaleza, todos ellos cumplieron una misión constructiva,
en el lugar donde empezaron a ser, y solamente la observación
humana los valoró como solución a problemas concretos de su
vida.
El avance de la civilización humana, de su industria, tienen el
significado ya de un proceso cultural que ha decantado a la
sociedad humana de gran cantidad de “encuentros no deseados”.
Los artículos de limpieza y desinfección nos garantizan que no
nos encontremos con aquellos “bichos” que llamamos “mugre”,
enfermedad, “basura”, “contaminación” y residuos de toda
índole. No obstante algunos de esos encuentros no deseados se
dan a pesar de todo: Muchos de esos bichos son “invisibles”, nos
“asaltan” sin hacerse notar. Vienen las gripes, el cáncer,
multitud de virus, de bacterias, entre otros, que llenan nuestra
atmósfera.
Con todo, así sea meramente en forma conceptual, podemos
hablar en nuestra vida cotidiana, de nuestro escenario de vida
como un <<lugar de encuentro>>, con la seguridad de que
estamos, aunque imperfectamente hablando, realmente en lo
cierto. Con nuestro trabajo, fomentamos unos encuentros, y
tratamos de evitar otros. Nuestra economía funciona cuando
tenemos ese logro en forma eficaz, cuando no lo logramos,
nuestro trabajo pierde eficacia, deja de ser algo eficiente. En
otras palabras, la presencia de cualquier organismo vivo, dotado
de sus órganos especializados, particularmente sus órganos
342
defensivos, su sistema “inmune”, es la prueba más contundente
de su éxito, en términos de su encuentro con todos los elementos
existentes en el lugar que le sirve como “escenario” a su
existencia, un medio natural, en parte acogedor y en parte hostil,
en que tiene que “aprender a vivir”, frente a la seria alternativa,
de no lograrlo, de tener que sucumbir.
En las sociedades urbanas actuales ese “lugar de encuentro” para
los <<empresarios>> y <<consumidores>> podría ser el
“Mercado”, y podríamos hablar de <<encuentros>> entre
personas que ofrecen algo o demandan algo. Si al nivel de la
Naturaleza podemos hablar de encuentros entre diversos seres,
cuando hablamos de encuentros humanos, podemos estar
pensando en voluntades humanas que propician aquellos
encuentros; finalmente el intercambio económico, podemos
convenir, se refiere a intercambio entre seres humanos, que
emprenden cada cual su propia gestión de intercambio con el fin
de completar los elementos que necesita para suplir las
exigencias de su propia vida, de su economía. Así, con la
multitud de gestiones cuyo significado se va tipificando, el
intercambio económico asume el sello o distintivo de las
diferentes culturas humanas, específicas, en todas sus formas. El
uso de las monedas, en que se expresan los términos de ese
intercambio muestra con claridad la valoración que en aquellas
culturas se le da a las distintas gestiones económicas.
En el mundo de estereotipo urbano actual la vida de las
comunidades ha sido desbordada, en cierta forma, por
verdaderas mareas de masas humanas que habitan y se suman,
cada vez más, a la vida urbana. En naciones de viejas culturas
como India y China, en estos tiempos, particularmente en la
última, es notorio el incremento de las migraciones de
campesinos a las ciudades. Ello plantea, en términos muy
recientes, la consecuencia del proceso de conversión económica
e industrial, de la modernización económica, que no es otra que
el incremento incesante del nivel de vida general, que crece allí a
343
increíbles ritmos del 10% y más, año por año. Se calcula que en
China, en los últimos diez años han migrado a las ciudades unos
200 millones de campesinos chinos. En los últimos años se ha
incrementado el precio del petróleo a niveles de US$100 por
barril, las reservas de leche en polvo desaparecieron por
completo, y la presión sobre las fuentes de alimentos crece,
haciendo subir sus precios por encima de todo lo previsto hasta
hoy. A falta de un orden ético, vigente sólo parcialmente en
sociedades humanas de personalidad muy perfilada, el manejo
de un “equilibrio económico” se ha convertido en la alternativa
“burguesa”, de la ética, con el fin de proteger los ingresos de la
gente, una de las formas de hablar de seguridad ciudadana. La
verdad es que los desequilibrios económicos hacen que los
valores intrínsecos de los bienes, medios de producción, etc.,
discrepen de sus valores de intercambio, haciendo que o su
<<valor justo>> no sea pagado y genere un minusvalor, o esté
tan alto que puede generar una alta plusvalía en cualquier
proceso de intercambio.
La aparición del Hombre sobre la Tierra, su visión simbólica que
genera la Cultura, su manera de ser y su forma peculiar de
relacionarse con los demás seres de la Naturaleza, está
produciendo unos efectos que no se comprenden sin comprender
la personalidad humana, y como ésta es tan diversa, podríamos
decir que sus efectos son múltiples y constituyen, en la Era
Humana, nuevos elementos en interacción, de carácter cultural,
que convergen en el escenario de la Realidad, para interactuar en
él con los demás factores naturales. Todos esos factores se
encuentran presentes en el medio urbano moderno, como ya lo
anotábamos, formando parte del carácter de la personalidad de
aquellas personas, individuales o colectivas que lo componen.
Así, “mimetizados” en ese carácter, influyen conscientemente o
no en el Medio Urbano, en lo que podría ser, la reproducción
holística al nivel del conglomerado urbano de cualquier forma
de sociedad que se constituya allí.
344
Aquí aparecen patentes, los valores del ejercicio de la libertad en
los juegos de la vida, de las sociedades pluralistas en términos
del respeto que sus miembros deben tenerse en virtud de su
diversidad en todos los órdenes, de la democracia como sistema
de ordenación del uso social del Poder, asumidos con plena
consciencia por los asociados, el perjuicio que le propinan a las
sociedades humanas la imposición de las hegemonías, el control
indiscriminado de los “más fuertes”.
Desde este punto de vista podemos entender la violencia en
Colombia, la guerra interna que ha venido librándose entre las
varias facciones políticas que intentan dominar nuestra sociedad,
y que ha dejado una secuela de pérdidas incontables de vidas
humanas, de dolor, de pérdidas en orden material, cultural y
patrimonial de todo orden.
Los gestores de la Violencia y la Guerra, intentan entre nosotros
penetrar las instituciones públicas, y a través de esa penetración
llegar al dominio de la Sociedad, reforzar su capacidad de
imponer su voluntad, por encima de la voluntad ciudadana y
llegan hasta el punto, de que ahora, en nuestras vecindades,
otrora indiferentes a lo que pasa entre nosotros, empiezan a
tejerse redes de apoyo de conspiración a escala internacional, a
escala global, destinadas, esta vez a neutralizar la resistencia
ciudadana si esta es consciente de las amenazas, a impedir que
aparezca donde todavía no se da si no hay consciencia de ellas; y
para esto ponen sus ojos en nuevos proyectos de socialización
forzada liderados desde el exterior, una mala copia del proyecto
socialista marxista que dominó el Este de Europa por setenta
años y que cayó estrepitosamente en la década de los noventa
del siglo XX, aprovechándose de la capacidad de control interno
del movimiento guerrillero más violento, y que con mayor
crueldad ha querido ejercer su dominio sobre la voluntad de
resistencia del pueblo colombiano; además, ponen sus ojos en
proyectos de comercio humano, -de infantes, de mujeres- de
órganos humanos, para surtir los “mercados” de la prostitución,
345
los “mercados” de reemplazo o implantes de órganos, para la
industria “cosmética”; ponen sus ojos en proyectos comerciales
de estupefacientes de alta rentabilidad, en el desarrollo, de
nutridas empresas dedicadas al negocio de los juegos de azar,
entre otros, en nuestro caso, que con su crueldad, tampoco dejan
de ser malas copias de los proyectos más extremos y
abominables surgidos de la práctica de la clásica ética calvinista
del lucro.
En más de doscientos años de independencia, los partidos en
que se dividió la dirigencia de nuestra sociedad colombiana
fueron incapaces de depurar, tal vez hasta el año de 1991, un
modelo multipolar de sociedad de aceptación común. La
Violencia que ha imperado siempre y que ha estorbado la
evolución de su cultura, ha venido imprimiendo en el carácter
del pueblo colombiano el rechazo a la Guerra y a la Violencia
como elementos de manejo de la política, en durísimo duelo
contra la interferencia de las organizaciones políticas no
democráticas, contra el Crimen organizado, que intentan
insistentemente en penetrar las instituciones públicas para
paralizar la Justicia, para colocarlas a su servicio, habiendo
penetrado en cincuenta años de guerra, prácticamente a todos
los estamentos de la sociedad. En términos del tema que
venimos manejando, esto significa que, paradójicamente, esa
experiencia ha logrado sensibilizar al pueblo colombiano,
permitiéndole a las autoridades legítimas convocar masivamente
al pueblo colombiano, como se vio en las marchas populares del
4 de febrero de este año de 2008 en contra del uso de la
violencia y de la agresión, en todas sus formas, y el secuestro, en
particular, como armas políticas.
Si concebimos el Trabajo, no sólo como la labor productiva
burguesa, económica, cotidiana, sino todo el trabajo que la
sociedad necesita para permanecer y alcanzar dignos niveles de
vida, es decir, incluidas las formas de trabajo que se desarrollan
a alto nivel gerencial y de manejo de los distintos “cuadros
346
administrativos”, en lo público y en lo privado. Eso significa que
el pueblo colombiano expresó el sentimiento, la necesidad, de
que todo el bagaje cultural que yace en el alma humana de su
pueblo debe tener las posibilidades reales de exteriorizarse,
plenamente y en libertad en la actividad colectiva. Pero no sólo
eso, Se ha dado, entre nosotros en un determinado grado la
elección de un camino más “angosto” pero más prometedor y
menos destructivo para nuestros procesos políticos: La política
por la vía pacífica. Obviamente, ello conlleva, de ser necesario, a
la resistencia, con todos los medios disponibles, con el fin de
conjurar la acción de los poderes interesados en agredirlo, en
pasar por sobre él, con el afán de que se realicen solamente sus
intereses particulares.
Con este enfoque, podemos entender mejor lo que ocurre en el
escenario de las grandes ciudades, primordialmente, vamos a
entender, el por qué es importante la defensa efectiva de una
presencia ciudadana tan libre y genuina como ella sea posible,
constituyéndose en un ideal para la sociedad moderna, de por sí,
pluralista, democrática, y respetuosa de las expresiones
auténticas de la vida humana: De acuerdo a la opinión de la
Ciencia, el caos no es, en sí mismo, bueno o malo. Al nivel del
caos de la materia, es éste un estado de la misma; a partir de él
se dan nuevos estadios de organización de la materia, que en el
caso de nuestro sistema solar, se transforma en todo un sistema
de nuevos mundos planetarios que giran alrededor de su sol y
que evolucionan, también independientemente.
En el caso del caos humano, que nos permitiría describir, en
principio, lo que es en el origen el variado caudal humano de
que se compone la población cosmopolita urbana, es éste el
punto de partida, riquísimo en promesas y posibilidades, del
desarrollo del espíritu ciudadano, de su opinión, de su
sentimiento de pertenencia a la comunidad urbana que va
formándose, que va depurándose conforme a la voluntad
ciudadana, proceso que se paraliza cuando entran en escena
347
fuerzas que intentan cuartar su libertad, perturbar, en el
ciudadano, la formación de una clara consciencia de la realidad,
someterlo a su voluntad, expropiarle los frutos de su trabajo, etc.
En el mundo moderno contamos con fuerzas dispuestas a
jugársela toda para lograr esos objetivos, algo que no muchos
pueblos en el mundo tienen claro, algo que no recibe mucha
publicidad. Por ese motivo los artífices de la famosa
“globalización económica”, el crimen organizado, y
organizaciones políticas, como el conocido Movimiento
Bolivariano de tendencia ideológica estalinista, que busca su
aclimatación entre otros, con el provecho del poderío militar de
la guerrilla colombiana FARC, han llegado a generar poderosas
estructuras organizacionales propias que compiten con las
instituciones públicas y que tienen amplia presencia, influencia
política real en varios países del mundo, lo que les sirve de
apoyo estratégico, así sea, aquella presencia incógnita y aún
clandestina. Esos movimientos tienen su propia visión global, su
propia visión económica y humanística y pretenden imponerlas
como visiones sociales “prácticas”, de uso común, que
conducen a la realización de sus propios fines.
348
Llegando a este punto, y siguiendo el curso de la historia más
reciente, pueden verse procesos dinámicos de formación de
algunas de las más importantes estructuras sociales, económicas y
políticas al nivel local en el seno de las distintas sociedades, al
nivel mundial y algunos colapsos, que podemos tomar como
casos de discusión. Puede decirse, de alguna manera, que todo
ese proceso dinámico se da bajo el efecto de fuerzas naturales y
culturales que actúan conforme a circunstancias previstas por
hombres aventajados, y a consecuencia de situaciones fortuitas,
producto de liderazgos débiles y fuertes, vacilantes y seguros,
confusos o lúcidos, de visiones humanas pobres o ricas, de
decisiones humanas inconsistentes o bien definidas, egoístas o
filantrópicas, o por muchos otros motivos. Ello tiene un telón de
fondo: Un medio caótico y extremadamente complejo donde los
factores que intervienen son casi infinitamente diversos y donde
el ser humano, tomado individual o colectivamente, pone en
juego la totalidad de su ingenio para sacar adelante sus proyectos.
En Colombia, para tomar un ejemplo puntual tenemos dos casos
de singular importancia de procesos dinámicos que se han
iniciado y desarrollado por mucho tiempo entre nosotros, en cuyo
espacio convergen fuerzas estructuradas extremadamente fuertes
en plan de competir por el dominio de la totalidad de nuestro
espacio para sí, dentro de un medio político en el cual las posturas
de sus respectivas dirigencias son, unas veces sinceras y otras
fingidas, pero de todas maneras convenientes para sus objetivos
dentro de un régimen político nominalmente democrático,
respetuoso del principio de la “Libre Empresa”, pero donde
finalmente es el poderío el que se impone. Al respecto, no
conozco en ningún medio de prensa un análisis del problema
desde el enfoque que asumimos aquí:
349
Primero, El proceso de industrialización del país, que se inicia en
Colombia por el Departamento de Antioquia, desde principios del
siglo XX a partir de la construcción del Ferrocarril de Antioquia.
Es un proceso liderado por verdaderos próceres del “sector
privado”, de una “edición limitada local”, reducida, tal vez a una
generación de verdaderos visionarios, influidos, obviamente, por
la ideología calvinista, pero definitivamente “paternalistas” para
la mentalidad radical de los empresarios de hoy, verdaderamente
amantes de su patria, de su gente, entre los cuales podemos contar
personalidades célebres que vivieron hasta bien entrada la
segunda mitad del siglo, y a los cuales, el pueblo antioqueño
honró con respeto y cariño, como Jesús Mora Carrasquilla,
Rudesindo Echavarría, Octavio y Julio Echavarría Hernández,
Vicente Uribe Rendón, Félix de Bedout, Hernán Echavarría
Olózaga, Alejandro Echavarría, Enrique Villa, Horacio Ramírez,
José Gutiérrez Gómez, Tomás Santa María, Gustavo Toro,
Santiago Mejía Olarte, y muchos más que es odioso omitir, que
merecen estar en esta lista y llenar varios párrafos de nombres de
grata memoria. Ellos, y muchos hombres de empresa de las
diferentes regiones del país, desarrollaron nuestra industria y la
entregaron incólume a las siguientes generaciones, como un
patrimonio capaz de asegurar el porvenir del país. Así fueron
fundadas textileras, tejedurías, confecciones, siderúrgicas,
cementeras, procesadoras de tabaco, locerías, procesadoras de
alimentos, ingenios azucareros, editoriales, apoyados en el ahorro
privado de pequeños inversionistas, que confiaron en el conocido
modelo de Sociedad Anónima Abierta, y en un manejo probo que
no tuvo parangón en otros tiempos y que con su efecto sinergético
arrastraron, tras de sí, una inmensidad de empresas medianas y
pequeñas, también manufactureras, de servicio, y de todo otro
tipo, que le dieron lustre y medios de vida a nuestra población
urbana.
Y ese esfuerzo de casi cien años se va a pique en unos pocos
años, en medio de un conflicto que no se plantea entre poderes
de diferentes Estados, sino entre poderes económicos extranjeros
y locales, privados, donde, supuestamente, los poderes estatales
nada tienen qué hacer, y se manifiesta, con claridad, la
350
perspectiva de una colisión cruenta, entre entidades
competidoras, con riesgos de salir, definitivamente del mercado
local y en algunos casos internacional. En 1994, el jefe de
Estado decreta la “apertura económica”, en el plan de airear y
sanear un poco el ambiente productivo, confrontar al empresario
colombiano, por fuera de la “protección oficial”, con la realidad
competitiva global y aliviar la corruptela y el tráfico de
influencias con el sector público. Otro preámbulo lo constituye
la ruina de más de 600.000 familias que sueñan con vivienda
propia, sueño que se frustra porque medidas oficiales hacen que
las deudas hipotecarias del sistema UPAC crezcan, a pesar del
pago oportuno, seis, diez, quince veces lo que valen las
viviendas asignadas a los deudores. El proceso de
“globalización” se inicia, entonces, con grandes quiebras
empresariales, grandes fusiones, gigantescas negociaciones de
compañías, y despidos masivos de personal indefenso, al final de
lo cual, el liderazgo de porciones sustanciales de nuestro aparato
económico y decisorio cae en manos extranjeras, formando parte
de las estructuras económicas y financieras de empresas
foráneas competidoras de nuestra economía, que extraen y
disponen de sus “utilidades” por fuera, para reforzar sus
inversiones según sus planes de crecimiento.
El precio pagado por la sociedad colombiana es incalculable.
Son sombrías las estadísticas de lo que queda en pié: en 2005,
95% de las empresas que subsisten son pequeñas y medianas
empresas; sólo el 25% de ellas están en capacidad de tributar sus
impuestos; gran parte de los ahorros del Trabajo son manejados
desde el exterior y a veces repatriados, para invertir allí en
empresas más “seguras” y el país queda dependiendo de los
estímulos económicos que se le brinden al capital extranjero
para que este acceda en cantidad suficiente para brindar el
empleo que demanda el pueblo colombiano.
Segundo: En un proceso implementado por los movimientos
marxistas – leninistas sobre la base de decisiones tomadas en el
351
Comité Central del Partido Comunista Colombiano, y siguiendo
una línea política globalizada por todos los movimientos de su
clase en el Mundo, a partir de la Revolución Rusa de 1917,
patrocinada por el régimen político de la URSS, y dentro del
marco de la Guerra Fría, fue adoptada la línea dura de la guerra
revolucionaria para tomarse el poder por las armas.
Hoy, a pesar de las condiciones difíciles por las que pasan los
brazos armados de dichos movimientos, principalmente FARC y
ELN, dado el hundimiento de su metrópoli, la URSS y de la
falta de un apoyo estratégico firme como les brindaron en su
época la URSS, China y Cuba, y como pretende brindarles
ahora el naciente Movimiento Bolivariano, no han desistido de
tal política.
En el fondo el conflicto se plantea entre estructuras levantadas
por movimientos clandestinos ilegítimos que se oponen al
Estado colombiano, - elemento estructural básico de la Sociedad
colombiana – tal como está establecida. Podría decirse que es
una secuela de la colisión gigantesca de las estructuras montadas
después de la Revolución Rusa por los movimientos socialistas
globales, para implementar la lucha política, y armada, por la
conquista del Poder. La máxima expresión de esa lucha se da en
la Guerra Fría entre el Estado Soviético y los Estados
norteamericano y europeos de la época. Esa lucha se resuelve a
contra del lado socialista con el derrumbe y el colapso del
poderío soviético en la última década del siglo XX. Sin
embargo, la versión colombiana de ese conflicto sigue viva, y
puede describirse la magnitud del daño encajado por el país
como consecuencia.
Esa lucha armada se lleva a cabo con diversas modalidades,
entre nosotros, en la Ciudad y en el Campo. Su fin es poner en
jaque a la economía del Estado colombiano para conducirlo al
colapso económico, o reducir su economía a dimensiones
suficientemente pequeñas para hacerla más vulnerable. Su
352
acción, se lleva a cabo de manera más virulenta cuando sus
diferentes formas de asociación para delinquir “descubren” en el
comercio de narcóticos sus posibilidades financieras y de
dotación de armas, anteriormente campo de dominio sólo de los
criminales comunes, lo que se da particularmente a finales del
Siglo XX. Ello coincide con el proceso de “globalización
económica”, del desarrollo de la formas más crueles y
despiadadas del “capitalismo salvaje”, cuando el llamado
neoliberalismo se abre paso en un Mundo Libre inerme, que a
partir de la caída del Muro de Berlín ya no están bajo la amenaza
del “totalitarismo comunista.
Los movimientos sediciosos han penetrado desde principios del
siglo XX la estructura sindical, la estructura educativa, las
estructuras del Estado en el Centro y en la Provincia para
afianzarse territorialmente y para manipular y enterarse
anticipadamente de las decisiones oficiales. La coyuntura del 9
de abril de 1948 en que sucede un corto colapso del Estado
central en Colombia, como consecuencia de la asonada nacional,
del levantamiento general para repudiar el asesinato de Jorge
Eliécer Gaitán, se presta para tomar las armas “legítimamente” y
rebelarse contra un régimen réprobo. Todos los municipios de
Colombia que habían asumido la autoridad total en ese corto
colapso devuelven sus armas y se adhieren nuevamente a la
institucionalidad y reconocen a la autoridad central, menos
aquellos municipios donde la ideología marxista había logrado
anidar en algunas dirigencias populares. Entre esos municipios
están el municipio cundinamarqués de Sumapaz y otros
municipios vecinos donde el Partido Comunista de Colombia
había logrado establecer su fuerte influencia. Es el punto de
partida de la rebelión guerrillera que luego da origen a las
FARC. A partir de los años sesentas esos movimientos,
particularmente el ELN, sabotean la economía y amenazan
abiertamente a la sociedad colombiana, por medio de la
extorsión, la amenaza de secuestro, los atentados dinamiteros en
contra de las compañías extractoras de petróleo principalmente,
y sus redes de transporte, y atacan frontalmente a las economías
353
de los empresarios independientes y de los campesinos en su
propio terreno, por medio del secuestro masivo, de la
intimidación, de la destrucción de muebles e inmuebles rurales,
etc.
El resultado final es que, ese conflicto hace más apremiante la
situación de las grandes empresas industriales bajo la presión de
condiciones innegociables de los sindicatos; el saboteo de los
oleoductos y redes de distribución de energía encarecen y
dificultan inmensamente la disponibilidad de recursos
energéticos allí donde se requieren. La gente del común no
entiende que todo aquello es el producto de una acción
deliberada con un fin político y no simplemente el producto
fortuito de la anarquía violenta; y finalmente, se genera grandes
desplazamientos de campesinos hacia los centros urbanos, las
tierras caen sustancialmente de precio y la producción
campesina cae verticalmente. Efectivamente, el Estado
colombiano logra mantener con grandes dificultades y grandes
costos operativos y precariamente los servicios de energía, pero
su gran empresa industrial colapsa entre “dos fuegos”, la
globalización económica y la guerra revolucionaria, tal como ya
se vio, y se dan cambios estructurales definitivos en la propiedad
rural como en la propiedad industrial y en la gestión productiva:
Es cierto que se arruina la clase aristocrática que había
sustentado la seguridad de su patrimonio en la posesión de
tierras, pero se arruina también la clase empresarial e
independiente campesina, la clase empresarial urbana, en
especial la que se fundamenta en el trabajo artesanal y las
grandes empresas productivas se quiebran, como las textileras,
se reestructuran como algunas financieras o pasan a manos de
grandes consorcios extranjeros como las grandes empresas de
distribución masiva al menudeo, o grandes tiendas de
autoservicio. El precio pagado por las generaciones de
colombianos que han vivido en los últimos cincuenta años de
violencia y de locura política, representa la pérdida total del
354
ahorro y el patrimonio acumulado durante dos o tres
generaciones atrás, como consecuencia de semejante
desbarajuste.
En el siguiente paso, se constituyen estructuras privadas de
autodefensas, frente a la respuesta insuficiente del Estado, y, de
esa manera la sociedad campesina responde; la Reforma Agraria
programada por el Estado “liberal” y “democrático”, con el
ánimo de congraciarse con aquel poder impresionante
emergente, se empantana y las mayores, mejores y mejor
situadas propiedades rurales caen en manos de los jefes de las
autodefensas.
Es la Reforma Agraria al revés: Nunca hubo en Colombia mayor
concentración de la propiedad rural que hoy. Y la marihuana y la
coca permiten la financiación, en grande escala, de la
insurrección armada y el pillaje. Ambos, guerrillas y
autodefensas se consolidan como fuerzas subversivas,
desafiando, de frente el poder del Estado de Derecho, el poder
de la Sociedad legítima colombiana para defenderse. Desde ese
momento, un Estado y varios Paraestados, se vienen disputando
el Poder en Colombia. Son las quintas columnas de la influencia
extranjera que se introducen ya con convicción, ya por la fuerza
entre nosotros. Es la colisión de tres estructuras, quizás cuatro
grandes estructuras de poder, con el Crimen organizado, que
manipula las economías regionales a través del comercio de
estupefacientes, y que aporta su oferta de oportunidades de
“trabajo” a aquellos que no tienen acceso posible y seguro a
formas de ocupación dignas.
Esas formas de competencia que encaran las instituciones
humanas se diferencian muy poco de las formas de competencia
que encaran las especies vivas, tanto plantas como animales, en
sus hábitats planetarios. Allí, las presiones de las más diversas
especies y factores ambientales independientes, como los
climáticos, entran en juego para las diversas fórmulas de
355
“equilibrio ecológico” a establecerse en cada uno de ellos. Así se
establecen las diversas cadenas alimenticias, con los balances
poblacionales en cada especie.
Ello nos previene para entender lo que ocurre con las sociedades
humanas: El juego global de las especies en la Naturaleza es
mucho más complejo de lo que puede pensarse, entre otros, que
el juego económico monetario, de la economía “globalizada”,
entendida esta como la entiende la Economía Clásica. La
economía humana es el resultado de un juego, donde no siempre
los factores más decisivos son los factores políticos, financieros,
u otros, que pueden generar conflictos entre estructuras políticas,
entre éstas y otras estructuras económica, y a su vez entre todas
estas y la totalidad incontable de otros factores que intervienen
en las interacciones que venimos mencionando, etc.
El ser humano tiene que labrarse su propia suerte en medio de
los reinos vivos de la Naturaleza, en los medios físicos que ésta
le proporciona en el planeta que habitamos, entre otros, frente a
factores naturales que le aportan el soporte de su vida, como los
alimentos, las materias primas de todo aquello que requiere en
su vida cotidiana, o que pueden generarle problemas de salud,
plagas que destruyen sus cosechas, cambios climáticos que
aumentan sus problemas de accidentalidad. En otras palabras, el
Hombre, para entender mejor su situación y para tener la
capacidad de colocarse, de manera más objetiva, frente a su reto
de vivir, reproducirse y crecer, debe mirar, de manera integral,
ese cúmulo de factores inverosímilmente numeroso que, en
ciertos casos le apoyan, que se alían con él, y en otros lo
combaten, lo limitan, lo atacan hasta lograr su destrucción. Para
defenderse, el hombre, en todo caso, debe acudir a su propio
ingenio, a su propia creatividad para superarlos, para vencerlos,
para adaptarse a su presencia y hacerlos útiles en la medida de
sus posibilidades. Y el cúmulo de todo su bagaje experimental es
precisamente el que conserva en su memoria, en sus diversas
culturas.
356
Los mismos hombres, en su conjunto, pues, son los que tienen
que enfrentarse a la dura realidad, con decisión, con voluntad,
para resolver qué van a ser mañana. En nuestro caso, en
Colombia, quizás por la falta de una visión clara de lo que debió
ser nuestra vida independiente, por parte de los dirigentes de
nuestro Estado Republicano, y como consecuencia de los
resultados de una gestión política vacilante o simplemente
pobre, pudiéramos haber perdido ya la oportunidad de ser
nosotros mismos, pudiéramos haber perdido el “tren de la
historia”.
Y resumiendo, hoy, junto con un Estado débil, insuficientemente
vinculado a un movimiento global de tipo económico – político -
militar, que se da, a pesar de instituciones de proyección
indiscutible, como la ONU, Organización de las Naciones
Unidas, tenemos que hablar, al menos pues, de tres “mega
estructuras” globales que se disputan entre sí el Poder en
Colombia (e igual podríamos hablar de casos homólogos en
otros Estados), y a la vez se lo disputan todas ellas con el Estado
legítimo: La estructura de la organización económico –
financiera “global capitalista”, la estructura marxista – leninista
“internacional” comprometida con sus planes de conspiración
política y la estructura del crimen organizado, ampliamente
articulada y distribuida en el Planeta, alrededor de las llamadas
“mafias” o carteles. Además de estar en conflicto entre sí, cada
una de ellas busca ejercer, con plena independencia, el dominio
total en su propio territorio, dentro de las proyecciones propias y
de sus respectivos proyectos políticos, a pesar de la existencia de
un Estado, de un orden legítimos formales y reconocidos
universalmente. Cada una de ellas esgrime sus propias armas de
lucha, y en su conjunto, tratan de beneficiarse de la dura realidad
social que está generando el auge de la economía de corte
Industrial, capitalista, de ética sustancialmente calvinista, cuya
aplicación práctica ha penetrado profundamente nuestra
institucionalidad y la vida económica nacional nuestra,
particularmente al nivel de la vida urbana, y que se va
357
extendiendo, sin cesar, por todo el Mundo. Es muy importante
que el ciudadano común tenga consciencia de la existencia de
esta fuente de graves conflictos que atentan contra la integridad
de su vida y contra su futuro cierto.
La consecuencia del dominio institucional alcanzado por las
estructuras globalizadoras de la economía capitalista,
generadora de una institución productiva de corte industrial,
elitista y discriminatoria, y de la destrucción del tejido social
causado por la puja violenta por el predominio estratégico sobre
el país de esas megaestructuras, están caracterizando la actitud
típica de nuestro pueblo, que busca refugio, en parte, en los
valores ancestrales heredados de sus mayores, y en parte, en
otras opciones de vida, actitud marcada, a su vez, por la
angustia que viven muchas comunidades frente a su
incertidumbre, frente al hambre, a la enfermedad, al abandono, a
las cada vez más escasas fuentes de trabajo. Esa situación está
ofreciendo opciones comerciales ilimitadas, posibilidades
indudables de “enriquecimiento” a empresarios poco
escrupulosos, no muy ortodoxos en su comportamiento ético. Un
vasto y virgen espacio se presenta en sectores productivos que,
por ser generalmente de tipo clandestino e informal, no están
bajo el control legítimo de las instituciones y que se salen,
finalmente de su espacio de visión, quedando bajo la vigilancia,
a veces cómplice, a veces, indulgente de los vacilantes e inocuos
poderes del Estado, de unas autoridades paralizadas, contenidas
por la infiltración “subversiva”, por la seducción, por la
intimidación, que ejercen sobre sus agentes toda clase de
criminales. Allí han tenido cobijo los jóvenes sin trabajo, que
posteriormente se han vuelto tenebrosos antisociales; y su
ocupación, que ha tenido que ver con la prostitución, la
pornografía en todas sus especialidades, el tráfico humano, los
juegos de azar, el tráfico del alcohol, de marihuana cocaína y
otros alucinógenos, y de otras sustancias tóxicas que producen
efectos sedantes y antidepresivos, aún a costa de la salud de sus
consumidores, capaces de perpetuar y acrecentar el “mercado”,
en virtud de su poder adictivo.
358
Esa Industria clandestina es hoy el soporte económico, entre
nosotros, de poderes escondidos que subvierten el Orden a cargo
de nuestro Estado legítimo, y que se oponen, además, a la
Economía Capitalista, en cuyo nombre se desarrolla la
“globalización” de la economía mundial.
Como consecuencia y con el apoyo masivo de aquel modelo
ocupacional informal a los desocupados, particularmente a los
jóvenes de las comunas deprimidas urbanas, se viene
constituyendo un <<segundo polo>> en la lucha dialéctica por
la Vida: el poderío del Crimen, también globalizado en el
Mundo, y el cual ha logrado penetrar en nuestra sociedad de la
mano de dos de sus declarados “enemigos”: de la subversión
marxista – leninista con sus redes financieras y de las estructuras
de poder montadas por las pandillas de traficantes clandestinos
pertenecientes a diferentes estamentos de nuestra sociedad,
muchas veces con altos cargos legítimos, pero poseedores de
ambiciones sin límites y una pobre ética en la visión de sus
responsabilidades sociales. Así, en nuestro territorio subsisten:
El Estado de Derecho, que busca, partiendo del esquema de un
Estado Republicano Liberal Clásico, su evolución y desarrollo
hacia la realización de un Estado Republicano democrático,
plural, de participación ciudadana, que busca su realización y
crecimiento con el desarrollo de la opinión pública, y el
empoderamiento del ciudadano para hacerlo capaz, no sólo de
proyectar su futuro, sino de realizar sus propios objetivos. En
verdad, es el objetivo de un proceso dinámico de construcción
social, una promesa más que una realidad inmediata, es algo que
para muchos de nuestros estadistas es confuso y quizás, de muy
largo plazo.
El proyecto de un paraestado tiránico. En el horizonte político
de los últimos cincuenta años se destaca el proyecto de un
359
paraestado tiránico, como herramienta política para la
aplicación de la ideología socialista teórica en la construcción de
una “nueva sociedad”. Se inspira en la experiencia histórica de
su uso práctico, por parte de la URSS, en la constitución del
Estado Soviético. Su intención es transformar al ciudadano en
instrumento dócil de la maquinaria de poderío estatal,
desconocer el significado humano de su personalidad, de su
opinión, para permitirle a sus caudillos o a los dueños de ese
poderío, la “vía libre de obstáculos institucionales” que les
permita construir los imperios que a bien tengan construir. Hacia
allá están orientadas las estructuras guerrilleras colombianas;
combatir ese poderío, es uno de los propósitos del Estado
legítimo. Además, hoy, se están constituyendo,
internacionalmente, nuevas superestructuras políticas de fuerza,
al nivel regional, destinadas a articular los esfuerzos que hagan
los movimientos locales hacia tal fin: Uno de ellos es el
Movimiento Bolivariano.
Se vislumbra una sociedad neofeudal, en potencia, que ha
anidado particularmente en las zonas rurales, pero que también,
en las economías urbanas, maneja una próspera industria de la
extorsión. Allí, un abigarrado conjunto de mentes criminales
desean mantener un “status quo” que los favorezca en el control,
sin contemplaciones con nadie, de sus propios medios de
presión social, económica y política además, de intimidación,
para hacer crecer su “riqueza”, su dominio económico, que son,
por ahora, sus principales propósitos; es como la reaparición
esplendorosa de una herencia oriental, que parte de arcaicas
estructuras patriarcales, que, desde el sur de Italia, desde Sicilia,
extienden, inicialmente su dominio a los lugares donde sus
miembros emigran, llevando consigo su manera peculiar de
comportarse de cara al orden de la Sociedad que los acoge. La
duplicación en Norteamérica y Suramérica de esa manera
peculiar de ser, explican el crecimiento de la “Cosa Nostra” en
Norteamérica, entre la población de origen italiano incapaz de
asimilarse a su nuevo medio urbano, y de la multitud de
pandillas armadas, que se han formado en los últimos treinta
360
años en Latinoamérica, cuna de primitivos pueblos nativos
mestizos con la heterogénea población europea inmigrante, en
gran parte de origen mediterráneo, que medran en medio del
caldeado y violento medio urbano nuestro, dedicadas a mantener
su presencia y su independencia mediante diversas actividades
criminales que les dan autosuficiencia, como es el negocio del
sicariato, el comercio de estupefacientes, el comercio sexual, los
negocios de juego etc.
Y finalmente, desde hace ya unos diez años, viene
configurándose una estructura económica supranacional
centralizada, capitalista, elitista, discriminatoria, globalizante,
aprovechando todas las opciones que está permitiendo el avance
vertiginoso de la técnica de las telecomunicaciones y la
sistematización electrónica de datos para achicar las distancias
geográficas, para hacer más pequeño al Mundo. Esa estructura,
manejada desde su sede por un puñado de experimentadas
dinastías de financistas y comerciantes, trabajan para penetrar la
estructura social de todos los países del mundo, desde la
intimidad del mismo hogar hasta la publicidad masiva pública;
así afecta consciente o inconscientemente la razón íntima de ser
de la conducta de las personas; trabaja, también, en consolidar
firmemente sus estructuras de manejo y control económico del
“mercado” al nivel internacional, sujetar sólidamente a sus
intereses el desempeño económico de la economía mundial, se
interesan obviamente en explotar económicamente su “mercado”
mundial, en justificar, de alguna manera, su comportamiento
frente a las sociedades que afecta, en mantener su legitimidad y
su capacidad exclusiva de control frente a toda posibilidad de
competencia, en protegerse, eficazmente, de cualquier
posibilidad de perder su monopolio de oportunidades, y en
mantener la presión y promoción de su oferta con lo último en
tecnología publicitaria Sobre la crítica de este modelo de
proyecto económico ya hemos desarrollado el segundo libro de
este trabajo.
361
Aunque nuestras autoridades no son plenamente consciente del
efecto que generan los choques, los conflictos, la presencia
simultánea en el mismo espacio, de semejantes estructuras y su
efecto sobre la consciencia de nuestra población, es difícil negar
que tienen gran trascendencia política, que interfieren
eficazmente su gestión. A pesar de ello, en el último año de
2008, el pueblo colombiano ha tenido varias oportunidades de
expresar masivamente y públicamente su opinión, con base en
sus propias experiencias, pronunciándose en contra de la
invasión de su vida cotidiana por parte de sus victimarios, sobre
algo que toca a fondo sus expectativas políticas, protestando
contra la invasión de su vida cotidiana por parte de sus
victimarios, por la abominación de su conducta criminal
particularmente el secuestro, porque lo han obligado a pagar un
altísimo precio económico, institucional y humano por su
arrogante intervención, generando, por ese motivo, una definida
y clara corriente de opinión que, adecuadamente orientada,
podría sustentar un formidable proyecto político de Estado
Democrático.
Es preciso hacernos una pregunta, como personas conscientes y
responsables que creemos ser, que por arte de la vida, hemos
nacido, vivimos, nos movemos y dependemos vitalmente de
nuestra ubicación en una sociedad como ésta, como la
colombiana, y que podremos responder si hemos llegado a los
niveles de consciencia necesarios para hacerlo: ¿A cuál de esas
opciones estamos dispuestos a apostarle, a entregarle nuestro
mayor esfuerzo? ¡Responda por favor señor lector con valor!,
trate de ubicar personalmente su postura, así sea sólo en su
intimidad! Pero recuerde: ¡Un futuro despejado depende de
nuestra decisión y de un arduo trabajo!
De la clase de respuesta que ha dado y dé en el futuro, el
conjunto de ciudadanos de nuestro país depende cómo vivirán
nuestros hijos: si como súbditos de omnipotentes poderes
económicos o políticos extraños, con un futuro completamente
362
hipotecado; si como víctimas de una lucha de poderes
criminales, que los explotan despiadadamente, insensiblemente,
por la quimera de una posible riqueza cuya medida nunca se
colmará; si como seres humanos íntegros, independientes,
soberanos, dueños de su porvenir. Cave afirmar aquí, que la
confianza ciudadana ha estado y estará muy pendiente del
comportamiento de su Estado de Derecho y de la manera como
sus líderes lo manejen. Ya hay una corriente de opinión pública
muy clara que puede servir de base para darle cuerpo a ese
proyecto político. Pero es importante inclinar la balanza a favor
del proyecto político que queremos, lo que va a ir en contra de
las demás iniciativas que compitan con él. Si queremos que
nuestros hijos deban vivir como seres humanos íntegros,
independientes, soberanos, dueños de su porvenir, tal objetivo
exige desarrollar y afinar, sustancialmente, nuestra visión
empresaria, nuestra actitud solidaria, cambiar la actitud
tradicional de los estadistas y de los personajes que se adentren
en el campo de la actividad política, centrados en el usufructo de
los presupuestos públicos, en el “clientelismo”. Su visión
estratégica tiene que ser totalmente diferente: debe estar dirigida
a los propósitos colectivos de la Sociedad en todo su conjunto.
Solamente así podremos, en principio, pensar, con seriedad, en
construir estructuras sociales y un Estado fuertes para
implementar nuestra acción política; solamente así podremos
movernos hacia el objetivo de conquistar nuestro “monopolio de
poder”, que, en el fondo, no es más que un soporte de poder
suficiente para asegurar, razonablemente, el propio control
sobre nuestra vida, en todo el territorio nacional, reestablecer
nuestra autonomía institucional y de gestión económica, social y
política, restablecer un balance económico que le permita
asegurar razonablemente a nuestra sociedad nacional su
viabilidad, en un mundo que es competitivo, en todos los niveles
de la realidad, que es esencialmente dinámico, y, en el cual,
podemos escoger nuestros “aliados” y nuestros “enemigos”, en
nuestra lucha por asegurar nuestro espacio vital, asociarnos, o
363
no para alcanzar la multiplicación de nuestro poder a escalas que
lo requerimos para tener opciones de triunfo al nivel estratégico.
A la hora de la verdad, nuestros vecinos de todas las clases
imaginables, también lo hacen. Nosotros mismos al nivel
orgánico, podríamos ser verdaderamente una <<”gigantesca
colonia pluricelular”>> estructurada a un nivel de perfección
que le permita subsistir un largo tiempo, antes de sufrir
deterioros irreversibles que le hagan imposible subsistir para
luego morir. A esto hay que agregarle la multitud de factores
naturales favorables a la vida nuestra, seres de nuestros hábitats
que nos apoyan, plantas y animales, diferentes asociaciones
simbióticas de pequeños organismos cuya vida se asocia a su
vida y a la nuestra para proporcionarnos mutuamente un
bienestar compartido, como las “micorrizas” y las cepas
bacterianas que nos apoyan desde nuestros intestinos para una
buena digestión; podemos mencionar también la inmensa
cantidad de minerales, vitaminas, proteínas, ácidos grasos,
hidratos de carbono y otras fuentes de energía, fitonutrientes,
etc., muchos de los cuales existen naturalmente aunque no
sintetiza el cuerpo, y que son necesarios para hacer la síntesis de,
al menos 10.000 compuestos necesarios para la vida humana.
En la misma forma podríamos mencionar multitud de “seres”,
desde elementos simples o complejos tóxicos, de diferente
estructura molecular o cristalina, microorganismos que invaden
a diario nuestro cuerpo, como virus, bacterias, para combatir las
cuales, nuestro cuerpo ha tenido que desarrollar, entre otros, un
sistema inmune formidable, y un “implemento” sin igual, que
representa una revolución en medio del mundo vivo: su cerebro
reflexivo, como elemento rector de un sistema nervioso animal,
de singular complejidad, los cuales representan, particularmente
el segundo, un nuevo poder, un nuevo horizonte de la actividad
viva, que es la que ha llevado a la especie humana a la delantera
en capacidad competitiva entre las especies, y la que puede dotar
a la naturaleza viva misma, de la capacidad de autonomía, de
364
autorregulación, al nivel global, con el fin de optimizar el uso de
la materia prima principal y esencial de la vida en beneficio
común: La Energía, en todas sus especies.
Las posibilidades de procrear, significan, al nivel de la Especie,
una suerte de “inmortalidad”, y representa nuestra oportunidad
de perpetuarnos en este mundo. Ese acto procreador, en muchas
especies y en la nuestra, en particular, no es un asunto individual
sino que compromete, mínimo a dos individuos. La Naturaleza,
para el cumplimiento de ese acto procreador ya nos ha dividido
en dos géneros y su número relativo ya nos dice de la gran
probabilidad de que un varón cuente siempre con su pareja
femenina y viceversa. Pero la mayor parte de los actos humanos
puede comprometer a más de un individuo. La forma como la
Naturaleza reparte la responsabilidad de cada género, cuando
por ejemplo hablamos de vida en pareja”, es como una señal que
nos hace para que entendamos que muchas de aquellas
soluciones vitales y que trascienden al individuo en todos los
aspectos de su compleja vida, no nacen de la creación de un solo
aporte individual, sino del aporte de todos los miembros de las
colectividades en su conjunto.
18.2.0 ALGUNAS CATEGORÍAS ECONÓMICA
EXPRESADAS EN TÉRMINOS ERGONÓMICOS.
Me refiero aquí a un campo nuevo, en el cual es preciso invertir
un gran esfuerzo investigativo, por lo cual, considero mi trabajo
solamente como un aporte introductorio. El lector podrá percibir
que desde allí podrán generarse cambios sustanciales en la
visión de la economía humana, lo que no deja dudas en el
impacto que producirá en los modos de vida y trabajo en el
futuro.
Para empezar, transfiero una cita muy ilustrativa extraída de una
publicación contemporánea de carácter popular, para entender
365
hasta qué punto se ha extendido el interés en algunos medios
sobre temas no ortodoxos como el que manejamos acá:
“El dinero es lo que proyectamos psicológicamente en él. Para
una mente egoísta significa placer propio, opresión a los demás,
explotación del trabajo ajeno, mecanismos de dominio. Para una
mente expandida, el dinero es otra cosa” (Fernando Baena
Vejarano, -Filósofo e instructor de Meditación Trascendental-,
“El Dinero es sólo un Símbolo”. Artículo publicado en la
revista Notas de Luz, Editorial SIU TUTUAVA, No 13, año 3
1995, P13).
“Un símbolo es algo que remite a algo, que evoca un objeto. Y
el dinero es un símbolo, sólo eso. Originalmente un disco de oro
no significaba un disco de oro, sino tantas ovejas, o tantos
bultos de semillas, y el trabajo humano correspondiente a la cría
de esos animales o a la recolección de esas semillas. Pero luego
el papel moneda pasó a simbolizar tantas monedas de oro, y
ahora una cifra numérica en la pantalla de un cajero automático
pasa a representar tantos papeles moneda de tal o cual
denominación. La cosa se vuelve cada vez más abstracta, porque
el dinero no es ahora más que cierta información matemática
grabada en una red de cómputo, traducible en cierta cantidad de
papeles difícilmente imitables llamados billetes. Y sin embargo,
por carecer de esa información, millones de personas en el
planeta viven en la miseria. ¿Cómo puede algo tan abstracto
volverse tan importante?” (Idem. P 13)
“Diría Marx que, en esencia, lo que simboliza el dinero es el
trabajo humano. Por supuesto, la primera tergiversación de ese
símbolo consiste en que el dinero pueda multiplicarse a sí
mismo sin que alguien haya trabajado durante el proceso. A eso
se le llama ganar intereses, y es un invento judío que consiste en
prestar símbolos del trabajo humano a alguien que necesite
conseguir con ellos algún producto del trabajo humano (comida,
vestido, etc.), pero a condición de que se devuelvan más
366
símbolos de trabajo humano que los que se prestaron. Es la
forma más inteligente de obtener símbolos sin habérselos
ganado, con la ventaja de que es un método que nadie cataloga
como robo porque no implica la sustracción directa de objetos a
otras personas” (Idem. P 13).
Esta apreciación sobre el dinero y su uso encierra unos
cuestionamientos profundos, muy válidos, y nos introduce en el
campo de análisis en que quisiera entrar, respecto de las
categorías económicas más relevantes en la Economía Clásica.
Ahora, hagamos una aproximación al aspecto económico de lo
que es el Trabajo y su significado en términos de la
supervivencia, desde un punto de vista no muy ortodoxo, pero
que cumple las condiciones del raciocinio científico.
Efectivamente, aunque en el análisis financiero corriente se usan
métodos bastante simples, esa consideración puede llegar a ser
mucho más compleja. Nos referiremos en este caso al proyecto
simple de un empresario que desea ofrecer sus servicios
Tomemos como punto de partida el manejo contable, así sea en
la versión más simple, de una contabilidad personal o de un
pequeño negocio artesanal, en unos términos que, aún ampliados
y vueltos más complejos, no desbordan, en ningún momento, la
estructura de los conceptos básicos: Veamos un sencillo estado
de “Pérdidas y Ganancias” presupuestado y las categorías que lo
componen:
VENTAS:……………………………………..$xxxxxxxxxxxx
Menos: COSTOS VARIABLES………………$xxxxxxxxxxxx
______________
RENTA BRUTA………………………………$xxxxxxxxxxxx
Menos: COSTOS FIJOS……….………………$xxxxxxxxxxxx
367
______________
RENTA NETA………………… …………… $xxxxxxxxxxxx
Este cuadro corresponde a la indicación de operaciones
contables con magnitudes escalares, que se expresan en valor
monetario. En el argot científico carecen de una especificación
de direccionamiento. El significado de la categoría VENTAS es
el de ingresos. Su sentido asumido, es el de una magnitud de
valor positivo. El significado de la categoría COSTOS
VARIABLES es el de egresos. Su sentido asumido, es el de una
magnitud de valor negativo. Si hacemos la suma algebraica de
las magnitudes de ambas categorías, obtenemos una “resultante”
que llamamos aquí RENTA BRUTA. Ese valor, para que sea
capaz de justificar una actividad comercial de intercambio
sostenible debe ser positiva, y permitir la deducción de la
magnitud de otra categoría COSTOS FIJOS, que representa los
costos de operación de tal actividad.
En la vida cotidiana, cuando se entra a discutir sobre la
viabilidad de algún negocio, por ejemplo manufacturero, los
hombres de empresa indagan, en primer lugar, sus posibilidades
de recuperar su inversión por la VENTA (unidades del producto
por el precio unitario de venta). Luego abordan el estudio del
COSTO VARIABLE, que congrega el valor de la “materia
prima” (variable que significa que varía proporcionalmente al
número de unidades producidas). En seguida pasan a reflexionar
sobre sus posibilidades de incursionar en tal clase de negocios,
contando con sus posibilidades operativas, sintetizadas en sus
COSTOS FIJOS de operación (tienen que ver con los “insumos”
que la operación requiere, por ejemplo por mes, para la escala de
producción que la Empresa les exige, como servicios públicos,
costos de manejo, etc.). Así, si el remanente –la RENTA NETA-
es aceptable, pueden comparar esta opción con otras evaluadas
de manera semejante, y tienen el camino abierto para tomar su
decisión.
.
368
Vamos a transferir las anteriores categorías de una actividad
comercial, que usualmente se maneja dentro de un contexto
económico clásico, a lo que podría ser el contexto de la misma
acción pero observada desde otro enfoque, no monetario, sino
en la especie en que se expresan científicamente. Entre las
diversas especies animales y vegetales se da la exigencia de un
estado de “pérdidas y ganancias” semejante que garantice una
“renta”, en términos de energía a los diferentes individuos,
suficiente para mantenerse vivos. En estudios realizados en
algunas familias de leones en África, se ha determinado que de
toda la energía que se consiguen diariamente en sus partidas de
caza, gastan un 90% en sus actividades depredadoras, quedando
para su disfrute solamente el 10% de remanente. En cierto
hábitat, el logro de una cierta constitución corporal del león, de
una cierta constitución y distribución de las poblaciones
específicas, dadas las formas de sus interacciones, las estaciones
del año, etc., determinan aquel resultado. Cuando las relaciones
de intercambio se desequilibran porque cambian las condiciones
del Medio, pueden presentarse épocas de “vacas flacas”, pueden
iniciarse los procesos de evolución morfológica que conduzcan a
un reacomodo de la Especie en su hábitat, pueden presentarse
riesgos de reducción de la población causada por el déficit
nutricional, o la extinción de la Especie. Para evitarlo puede
ocurrir la exigencia de una revolución mayor, por ejemplo de
emigrar en busca de nuevos hábitats que soporten la Vida, que la
generalidad de las veces, en el caso de especies animales, es una
opción que difícilmente ven. Ese fue el caso del Hommo
Sapiens, hace 50.000 años, que emigró del medio africano, para
iniciar la aventura humana, con una cadena sin fin de
desequilibrios económicos, conflictos, pillaje, sin par, que lo
llevó a su evolución cultural la que, finalmente, lo capacitó, lo
puso a punto para poblar el planeta entero, como se da en la
actualidad.
Siguiendo la misma línea de pensamiento, trabajemos con
categorías vectoriales, también muy sencillamente. Situemos un
empresario, ser humano sujeto a los requerimientos de cualquier
369
ser vivo, en términos de energía disponible para sobrevivir,
luego de invertir la que necesita para controlar en su entorno
inmediato los factores vitales que más inmediatamente y
decisivamente le afectan, partiendo de una posición inicial en
un lugar O. El quiere trabajar para mantenerse. Por eso quiere
fundar una empresa que le permita producir lo necesario.
Aunque cotidianamente esa complejidad no se tiene en cuenta y
las proyecciones se hacen con análisis escalares, la ambientación
en su entorno de las pequeñas empresas productivas nuevas es
tan crítica y son tales los riesgos, que de todas las que se inician,
un 91% fracasan en su intento por sobrevivir.
Simbolicemos sus opciones de “movimiento”, de emprender
algo, que pueda contribuir positivamente, a su causa básica en
alguna medida, por el área de un círculo cuyo centro es el mismo
punto O. Pero la dirección que tome la acción desde el punto O
fijo para moverse a un cierto punto A que simboliza la meta que
la empresa ha de alcanzar en una dirección que representa la
conjugación de propósitos subjetivos del empresario, o sea los
visualizados por él, que podrían compararse para calcular su
eficiencia, con los que debieran ser sus propósitos objetivos o
ideales para esa empresa. Ello nos va a demandar el uso de un
sistema cartesiano de dos dimensiones mínimo, como referencia.
El área definida por el máximo esfuerzo, o despliegue de
movimiento que el sujeto pueda realizar en la búsqueda de sus
objetivos, determina la máxima dimensión del radio del círculo.
Ese será el ámbito máximo de su poder según sus
disponibilidades de energía. Usando como centro el mismo
punto O, describamos los ejes de un sistema cartesiano en el
plano, X´X, e Y´Y y vamos a suponer que, sobre el eje X´X se
desarrolla la línea de acción de eficacia ideal para que el
empresario logre alcanzar lo más económicamente posible, sus
objetivos económicos. La intersección del círculo sobre el eje
X´X a la derecha del punto O el mayor logro posible del
empresario, por lo tanto, la proyección del vector OA sobre el
370
eje X´X da una idea sobre el nivel de acierto o vector del
rendimiento real que permite la visión del empresario sobre sus
posibilidades objetivas. La proyección del vector OB sobre el
mismo eje, daría el costo que el empresario puede presupuestar
para el logro de sus objetivos.
Vamos a simbolizar la situación actual, o punto de partida del
empresario, por el punto O. Ese sujeto, ubicado donde está, en el
punto O, puede planear actuar y tiene opciones de moverse en
todas las direcciones posibles en el área de un amplio círculo,
con centro O, que señala sus máximas posibilidades, hasta llegar
a una posición, el punto A. La elección de a qué punto A desea
llegar no sólo está afectada por la dimensión que puede tener la
línea OA, sino por su dirección, que puede estar definida por las
variadas condiciones (o direcciones que tome la acción en el
plano) que en un momento dado, pueden indicar desviaciones,
no sólo por errores de visión o cálculo, sino también porque el
empresario debe consumir parte de su esfuerzo para satisfacer
otros requerimientos suyos por ejemplo.
X´ x O
A
Y
B
Y´
371
Vamos a simbolizar el valor de la VENTA, (o la suma,
equivalente a la “cantidad de energía” que debe ser recuperada
por el empresario, en su supuesta empresa productiva, para
pagar, en su intercambio comercial con sus proveedores de
materia prima, su COSTO VARIABLE, poder pagar los
COSTOS FIJOS DE SU NEGOCIO, y que le quede una
RENTA NETA que pueda disfrutar para cubrir sus necesidades),
por un “vector” colocado sobre la línea OA, con su origen
ubicado en O y su fin ubicado en A. El vector señala el sentido
OA, en el cual se da el movimiento, y la escala OA que mide la
cantidad de energía requerida para el movimiento. La energía
efectivamente aprovechada en el sentido ideal deseado, o sea el
máximo aprovechamiento por la energía invertida en la empresa,
no debería ser direccionada al punto A, escogido en su proyecto
(quizás, para satisfacer otro requerimiento personal diferente)
Por tanto, ese aprovechamiento equivale a la proyección del
vector OA sobre el eje X´X. La diferencia, podría ser un medio
para medir la eficacia de la acción planeada de magnitud OA, en
la búsqueda del objetivo perseguido.
Podemos simbolizar el valor sumado de los COSTOS
VARIABLES y de los COSTOS FIJOS ideales si sólo tienen
qué ver con lo que deberían ser objetivamente, por la proyección
de un vector OB sobre el eje X´X, de sentido contrario. El vector
OB puede representar una inversión a realizar por el empresario
según su visión subjetiva y según la gestión que ha logrado el
empresario, pero que también tendría el destino de proporcionar
otros tipos de satisfacción al empresario o a los sujetos que los
causen o ser un gasto inútil para la empresa.
La suma vectorial de ambos valores muestra una diferencia en
las proyecciones de los vectores sobre el eje X´X entre sus
magnitudes (OA –OB), que representaría la RENTA NETA real
disponible para el empresario cubrir sus gastos de
372
mantenimiento. ¿Qué pasa entonces con las componentes sobre
el eje Y´Y?
La proyección del vector OA sobre el eje Y´Y muestra el efecto
positivo de la acción del empresario acerca de un logro
secundario en prioridades indicado por la dirección del sentido
Y´Y. De la misma manera, la proyección del vector OB de
sentido contrario, representa el costo relativo que debe pagar
para lograr ese objetivo secundario que se propone.
En la vida real, la generalidad de las empresas, particularmente
las mayores, aunque se enfoquen en objetivos simples, están
afectadas e interferidas, a menudo, por factores naturales o
sujetos diversos que condicionan a su manera las realizaciones
reales, no las posibilidades ideales del empresario. Entre ellos
puede haber competidores, el Estado, delincuentes, etc., cuya
acción tiene qué ser conjurada o neutralizada a un costo, por
ejemplo, con publicidad, con el pago de impuestos, con el pago
de sobornos, “vacunas”, o con asumir el costo de ocupar su
propio espacio en el ambiente elegido. Para un análisis
exhaustivo de su proyecto de trabajo, el empresario puede
desarrollar un modelo de análisis multidimensional, o sea,
incluir una gráfica cartesiana de tres, cuatro, cinco, hasta n
dimensiones, si es necesario y verificar, cuál puede ser el
resultado neto de su gestión.
Con este planteamiento, muy sencillo, podemos apreciar, que el
incremento de factores que afectan los resultados que espera
obtener cualquier empresario que planea su actividad, puede
complicar inmensamente las decisiones durante el tiempo que
dura una determinada acción y afectar los resultados financieros
a contra de los rendimientos ideales de las empresas. Pero ese
problema no sólo es de los empresarios. En la lucha cotidiana
por la vida, en un mundo dinámico como el nuestro, aunque muy
pocos calculan exhaustivamente el costo de sus elecciones, ese
tipo de problemas lo enfrenta cualquier tipo de persona, solo o
373
en común con otras personas, tenga o no tenga consciencia de
sus implicaciones, logre o no alcanzar sus objetivos. El
sostenerse en un propósito y en un objetivo dados, en ciertas
circunstancias muy difíciles, puede ser considerado, incluso,
como un acto heroico.
Como caso concreto, hay una empresa, una de tantas, pero, si se
quiere, la más heroica, y al tiempo, la que más satisfacciones
puede brindarle al ser humano de cuantas puede desempeñar,
que representa la máxima proyección posible de su vida: La
crianza de los hijos.
Ahí está, al mismo tiempo, el “talón de Aquiles” que afecta la
vida de muchos seres humanos adultos, que si son íntegros y
responsables, les obliga a afrontar decididamente las peores
rachas de suerte en el desarrollo de su vida, por un objetivo,
quizás, como decíamos, el más importante, cuya realización
representa un esfuerzo sostenido a realizar, un trabajo a realizar,
eficazmente, dura toda la vida. Sí. ¡La crianza y la formación
de los hijos! Es tan importante esa empresa propia de la
institución familiar, que, ella sola merece todo el respaldo
posible de la solidaridad social para que sea cumplida a
cabalidad. Representa no solo la opción de poder duplicarse de
la Vida humana, sino de crecer, de desarrollarse, de adaptarse
mejor al medio, a la Sociedad, de dotarse mejor para un
desempeño cada vez mejor frente a los retos vitales. Un paso
dado en este sentido puede significar para la Sociedad, para la
Humanidad, un avance sustancial en la búsqueda del Orden, un
avance sustancial para salir del estado del Caos, acceder a
nuevas formas más gratificantes de vida, alcanzar niveles de
mayor calidad de vida; significa, creo yo, “salvar” a la Sociedad,
a la Humanidad, de su “eterna condenación”.
¿Qué vemos si analizamos, un poco, el efecto de una pareja que
trabaja por su prole, dentro de la familia, considerando la
374
inversión de esfuerzo de la pareja en términos vectoriales?
Veamos el gráfico siguiente:
En este gráfico vemos dos vectores OA´ y OA´´, que simbolizan
la acción de cada uno de ambos cónyuges en pro de su familia.
El resultado, la suma vectorial OA representa la acción conjunta
de ambos, que muestra un resultado muy considerable, muestra
un efecto sinergético considerable, y así podrán ser los
resultados. Vamos a suponer que a uno de los cónyuges se le
ocurre dejar de cooperar. Entonces actúa a “contrapelo” de su
pareja, como lo muestra el vector OA´´´. La suma vectorial de
ambos esfuerzos, OA´´´ y OA´´que se ve en el vector OB
muestra, sobre el eje X´X, una proyección muy diferente, muy
inferior en valor a la que muestra el vector OA. Si en el primer
caso hay un efecto considerable sinergético, acá se ve que éste
X´
X
Y
Y´
A A´
A´´
A´´´
B
O
375
cónyuge anula gran parte del esfuerzo generado por el otro, en
pro de la familia.
Este análisis, que hemos emprendido en casos muy sencillos,
puede desarrollarse para casos muy complejos. En tal caso,
podemos adoptar las mismas consideraciones para comprender
cómo las grandes estructuras sociales, por ejemplo, las
dedicadas a la producción, están formadas por verdaderas redes
de personas que laboran en “línea”, coherentemente, por los
mismos propósitos. Pero en la Economía clásica, esas redes, esas
relaciones de intercambio entre personas no se manejan como
relaciones entre personas sino como gestiones económicas
abiertas, donde se dan “ofertas” impersonales, donde se colocan
productos en el “mercado”, en el cual el cliente es anónimo.
Solamente en la segunda mitad del siglo XX, empezó a
considerarse, al nivel de la gran industria, el problema de las
relaciones entre el fabricante y el comprador de sus productos, y
empezó ha hacerse alguna proyección de los problemas de su
relación en el proceso de intercambio social, dando como
resultado una conclusión clara sobre la forma de cómo muchas
de las incoherencias en las relaciones entre esas dos partes, o en
las relaciones forzadas que se dan en medio de ciertas
circunstancias de contexto, hacen que muchos problemas
económicos se vayan transfiriendo de unas partes a otras a través
de las relaciones comerciales y se vayan transformando en
problemas de orden estructural, que en un momento dado
determinan y fijan ciertos estereotipos de trato injusto que
deterioran allí las condiciones de vida humanas.
En un mundo que es más pequeño y más cerrado, en que las
relaciones de intercambio multitudinarias se van estereotipando,
en que el perfil del cliente se tipifica más precisamente, esa
gestión abierta tiende a derivar hacia una relación más perfecta,
apoyada en la visión conjunta de un bien mutuo, en la confianza
376
mutua, en la fe, confirmadas por una experiencia constructiva,
etc.
A lo largo del tiempo, en el seno de las estructuras sociales que
se van consolidando, suelen resultar conflictos, acciones
dolosas, fraudes encubiertos transacciones inconvenientes y
muchos otros tipos de problemas, generados por unos miembros
en perjuicio de otros, en lo cual tiene mucho que ver las
relaciones de Poder que se dan a todos los niveles de la
interacción social, y que pueden interferir el desarrollo normal,
aún dañar el ambiente en que se dan de las actividades
cotidianas allí, sembrando miedo, resentimientos, recelo.
Algunos de esos problemas pueden ser promovidos desde fuera
de las organizaciones, perjudicando a todos los involucrados en
ellas, como ha sucedido, por ejemplo, en las relaciones
laborales obrero – patronales, afectadas profundamente por
interferencias de intereses de tipo político; o como ha sucedido
en sectores que deberían estar bien articulados y en buena
medida solidarizados, en las interacciones comerciales
cotidianas entre negociantes y clientes que usualmente no lo
están, entre muchas razones, porque las transacciones que se
llevan a cabo, usualmente, no están pensadas como relaciones
de intercambio, sino que se mantienen despersonalizadas, no
parecen ocurrir entre personas, sino que son como gestiones
económicas abiertas, “venta” o “compra” de mercancías,
colocación de productos en un “mercado” abstracto, o búsqueda
de algún abastecimiento de productos en el lugar donde se lleva
a cabo una “oferta”; como es el caso también de las relaciones
entre pequeños proveedores campesinos e industriales y
compradores y distribuidores en grande escala de productos de
consumo urbanos.
Max Weber (1864 – 1920), sociólogo alemán en su obra clásica,
“Economía y Sociedad” diferencia con claridad lo que es una
simple gestión económica, sin orientación muy específica,
abierta y lo que es una verdadera relación económica. Ambos
377
conceptos describen diferente forma de la coyuntura comercial,
en la cual se realiza, con cierta probabilidad, una transacción o
se frustra. Esa coyuntura explica la inestabilidad de ciertas
estructuras económicas, la dinámica en el crecimiento de las
actividades comerciales o el decrecimiento de ellas. La
persistencia de los empresarios en su labor se basa en la creencia
de que las probabilidades de cierre de sus transacciones, tanto
por compra como por venta, son suficientemente altas para
ofrecer la seguridad que requieren en el retorno de sus
inversiones. El desarrollo de una “tradición” satisfactoria en esas
transacciones hace que lo que era inicialmente una simple
gestión, se transforme en la práctica, en una verdadera relación
económica.
Hay, sin embargo, algunos motivos de perturbación que hace
inseguras las relaciones económicas establecidas. Entre esos
motivos están, multitud de motivos de orden político, como
conflictos, cambios en los intereses de los gobiernos, el
descubrimiento de nuevas técnicas productivas, nuevos
yacimientos de materias primas, cambios en las costumbres del
público consumidor, la participación de nuevos gestores
económicos en busca de oportunidades de nuevas relaciones,
basados en la confianza de que sus ofertas o sus demandas
puedan impresionar suficientemente fuerte a sus posibles
conexiones para decidirse por ellos en vez de por sus antiguas
conexiones y muchos otros; últimamente podríamos hablar de la
Publicidad que aprovecha el desarrollo tecnológico para llegar
hasta la intimidad del “mercado”, con campañas convincentes de
difamación, de las modas, de recomendaciones de “expertos”, de
introducción de nuevos liderazgos, para manipular, para
introducir nuevos condicionamientos en la opinión pública, en la
opinión ciudadana, etc.
Las estadísticas de empresas nuevas que intentan incursionar en
los negocios muestran su mortalidad: Como decíamos arriba,
aproximadamente el 91% de ellas no alcanza a sobrevivir para
378
llegar a su autosuficiencia. Mientras tanto, la combinación de
técnicas publicitarias, estímulos especiales, y otras técnicas
competitivas, pueden hacer que el público cambie sus
“tendencias” de consumo, afectando, a veces sustancialmente los
balances de las empresas productivas, amenazando su
estabilidad financiera.
Dentro de las actividades económicas cotidianas, muchos
empresarios se abren paso “a los codazos”, para mantenerse
activos, atacando como pueden, a sus competidores; así se dan
cambios significativos en la presión de ciertas estructuras
económicas que, por su poder, pueden imponerse,
decididamente, sobre otras estructuras de dinámica pobre y
débil, como serían por ejemplo, el caso de las viejas economías
de las comunidades campesinas colombianas, que adolecen de
graves perturbaciones políticas, muchas de las cuales se
encuentran exhaustas, prácticamente en vías de liquidación, sin
orientación y liderazgo efectivo ninguno, en vías de ser
penetradas por los modernos medios publicitarios, frente a las
grandes ciudades, -sus metrópolis-, que no miran hacia ellas,
sino a los “mercados externos”, cuyas economías, en no poca
medida han caído ya en manos extranjeras, para bien,
principalmente, de las economías foráneas.
Como un caso que cabe dentro de ese esquema, veamos lo que
ha ocurrido en Colombia, en cien años de industrialización, entre
dos sectores económicos, el Campesino y el Urbano:
Desde que se inició el proceso de industrialización de Colombia,
en el siglo XX, se viene generando un proceso de
empobrecimiento de los sectores campesinos, que se plantea
como un problema de “succión” de riqueza, en función de las
relaciones de visión, de poderes que entran en juego en la
generalidad de las transacciones comerciales, que, solamente ha
tenido una pausa, en el desequilibrio económico y financiero de
la parte perjudicada, la parte campesina, con los aportes del cada
379
vez más poderoso sector urbano, con la producción en grande
escala de productos agrícolas y pecuarios, que sustituyen, con la
economía de plantaciones comerciales, y de las “haciendas” en
gran medida, la oferta de productos campesinos, más
artesanales, y que son los que reciben el poco crédito agrario de
fomento de que se dispone en el sector. Es el sector urbano el
que aporta los mayores capitales, provenientes del ahorro de
parte de sus ingresos, para la inversión, y de la plusvalía
acumulada en su historia de negocios de propiedad raíz
(valorización comercial de tierras), para el desarrollo de la
economía del Campo, el que mueve la mayor parte del valor de
los negocios y pone los precios de los predios en la propiedad
raíz rural. De esa manera, sumado a la acción de los actores
armados de la Violencia, se da el efecto de la desestabilización
de las sociedades rurales, el desplazamiento forzado de sus
poblaciones, su transformación en población indigente urbana,
en delincuentes y en asalariados de la industria fabril.
Desde niño yo he sido testigo de lo que ha sucedido alrededor de
Medellín, desde que tenía 192.000 habitantes hasta ahora que
posee casi 3.000.000 de ellos: he sido testigo de las invasiones
masivas de predios semiurbanos, con dueño, por inmigrantes
campesinos estimulados por urbanizadores inescrupulosos; he
conocido, de “primera mano” el fenómeno de la crisis
económica producida en la persona del empresario campesino,
como consecuencia, de la comercialización, al nivel de la
Ciudad, de flores, de frutas, de verduras y, en general, de
productos del Campo en la región.
El área urbana de Medellín, igual que las otras grandes áreas
urbanas de Colombia poseen grandes centrales de abasto para la
demanda urbana de productos campesinos, particularmente, de
pequeños y medianos productores, salvo en casos de sectores
que poseen sus propios canales comerciales o comercian por su
propia cuenta, como los ganaderos de bovinos, de porcinos, los
avicultores, los productores de leche, los productores de grasas,
380
los arroceros, hoy, muchos cafeteros, que están, en su mayoría,
articulados alrededor de empresas gremiales propias, de sus
propias cooperativas, de empresas transformadoras como las
trilladoras, empacadoras, ensiladoras, etc. En Medellín tenemos
la Central Mayorista y en Bogotá Corabastos. Su enfoque de
abastecedores de la demanda urbana, con todas sus estructuras
comerciales colaterales, hoy día proveedores por ejemplo de
tiendas de Barrio y grandes cadenas de menudeo, hace que el
campesino prácticamente se encuentre solo e inerme con su
oferta minoritaria, frente a los grandes compradores interesados
en sus compras a gran escala, sin diferenciar productos de alto
consumo y gran rotación y productos cultivados a pequeña
escala. Entonces el campesino, sin una visión moderna de sus
mercados potenciales, de los requerimientos y exigencias de su
clientela, sin la dirección profesional adecuada, sin
organizaciones interesadas en el enfoque complementario: la
venta y desarrollo técnico de la elaboración y comercialización
de sus productos, se someten al envilecimiento del precio de sus
productos, a una reducción impredecible de su nivel de vida, o a
la venta de sus parcelas y emigración a la Ciudad en busca de
mejores opciones de trabajo.
Para muestra un botón: Con la apertura económica de l994 los
comerciantes colombianos de frutas nacionales pararon sus
compras a los campesinos para dedicar de lleno sus
establecimientos, sus organizaciones comerciales, sus
estructuras de frío de gran escala a la importación de frutas
exóticas del resto del Mundo. ¡Los productores de peras, de
duraznos, de manzanas de Boyacá y Cundinamarca tuvieron que
dedicar sus cosechas para el engorde de cerdos! (testimonios de
primera mano durante la Feria Agroindustrial de Colombia
reunida en Bogotá en 1998).
381
Y lo que sucede en Medellín, con algunas pequeñas variantes
ocurre en las demás ciudades del país. En el fondo, la relación
de intercambio entre el Campo y la Ciudad no es equitativa; no
se da en ella, ni siquiera lejanamente un efecto de “oferta y
demanda”. La falta de diferenciación al nivel del consumo entre
los productos artesanales que deberían llevarse a consumidores
muy exclusivos, o satisfacer demandas muy personalizadas, muy
especializadas o muy exigentes, entre otras cosas, y los
productos masivos desvirtúa, por completo ese planteamiento.
La regulación del “mercado” por medio del mecanismo de
“oferta y demanda” debería aplicarse solamente con ciertos
productos cuya comercialización puede desarrollarse en grande
escala, en parte, porque no son perecederos y son de uso muy
extendido, como el arroz, el algodón, el maíz, el fríjol, la panela,
la papa, etc., lo cual podría ser, sí, un punto de referencia muy
útil para ubicar a un nivel razonable los precios de la producción
en su conjunto.
Reiterando un poco: Se produce, más bien, el encuentro de
proveedores campesinos desinformados, que desconocen, entre
otras cosas, las condiciones de la demanda de sus productos, que
carecen de la capacidad de almacenamiento adecuado, de
regulación del volumen de sus cosechas, que desconocen cómo
mejorar la competitividad de sus empresas frente a sus
competidores “extranjeros”, que carecen de las más simples
conexiones con sus clientes y de los medios de hacer una
sencilla promoción de sus productos, sin crédito y con poca
liquidez, entre muchas otras carencias; relación que se da con
empresarios urbanos que monopolizan su gigantesca clientela
urbana, que trabajan de común acuerdo unos con los otros
“colegas”, que están conectados con los proveedores
internacionales de los mismos productos, que disponen de
información comercial de primera mano y fresca, que tienen a la
disposición los más avanzados medios publicitarios, y que
disponen de una clientela “uniformada” en sus demandas por la
maquinaria publicitaria de la Sociedad de Consumo.
382
Algunas centrales mayoristas, entre nosotros, son verdaderos
“recintos cerrados”, excluyentes, donde anidan, incluso
delincuentes que aplican sus métodos con el mayor rigor para
mantener a cubierto su actividad y su espacio propio, de
competencias indeseadas. Los conflictos comerciales más
inocentes y los problemas serios de fraude, robo u otros, se
resuelven, a menudo aplicando la “justicia” por propia mano, en
privado, al margen de toda intervención de las autoridades
legítimas, tal como se manejan los problemas entre pandillas de
delincuentes.
Así, donde no existe el menor asomo de solidaridad, de
propósitos de interés común, de esfuerzos en la adaptación a las
nuevas formas del mercado, de la demanda, donde no urge la
continuidad en la relación, la economía campesina se
descapitaliza, se desestimula, se deprime, se arruina, se
desvaloriza. Y la economía de los monopolios urbanos se
impone, sus condiciones prevalecen, sus empresarios amplían
sus miras de negocios, progresan, se enriquecen…pero ellos
solos.
De esa manera, las economías urbanas monopolísticas se
establecen, manipulan, y bloquean el desarrollo de las
economías rurales. Ese proceso no ha parado; ese proceso se
disimula, se deja a su libre evolución, como si no hubiera
llegado a la consciencia de los aquilatados estudiosos de la
economía el drama humano que está en marcha, el nivel de los
conflictos de orden social que se están gestando allí, frente a los
cuales, los históricos conflictos obrero – patronales de nuestra
caduca industria del siglo XX, las huelgas y las masacres de
sindicalistas pueden ser juegos de niños.
Podría decirse que, en esta historia la única excepción es la
economía cafetera, con masiva participación campesina y de
plantaciones de gran escala comercial, con su Federación
Nacional de Cafeteros, puntal y punto de apoyo comercial para
383
el desarrollo industrial de Colombia, único producto de
exportación colombiano por varias décadas, aunque su
expoliación en sus décadas de funcionamiento, no pocas veces
fue objeto de la atención de los altas esferas de la política
colombiana. Es de común conocimiento en Colombia lo que
pasó con los fondos del negocio de los cafeteros de Colombia en
1975, cómo fueron retenidos por fuera del país, supuestamente
para evitar inundar el país de moneda extranjera, y cómo se
generó la crisis económica interna de l982 que arruinó a la banca
privada.
Pero hay algo más trágico: Ese modelo económico que se instaló
entre nosotros, como consecuencia de las perspectivas de
desarrollo económico que le ofrecía a sus artífices, nuestra
versión vernácula de la Revolución Industrial, se está poniendo
en práctica, todavía hoy, al nivel internacional, con efectos
destructivos sobre las estructuras económicas locales, en medio
de una cultura popular que a pesar de ser mucho más ilustrada
que la de hace un siglo, no logra visualizar esos resultados, sino
tras la experiencia de la pérdida de puestos de trabajo, de la
“invasión” de mercancía extranjera importada masivamente, de
contrabando por el crimen organizado, para “lavar dólares”, etc.
Thomas Robert Malthus (1766 – 1834), economista inglés, fue
contemporáneo desde los principios hasta el momento de la
consolidación en Inglaterra y Europa de la Revolución
Industrial, y le debió afectar profundamente las condiciones que
observó en el modo de vida de la población dedicada a la
Industria en su país. Cuando escribió su “Ensayo sobre el
principio de la población”, previó en su tiempo un aumento
exponencial de la población humana y propuso la limitación de
los matrimonios y de los nacimientos para evitar el colapso de la
población más pobre del país, producido por la escasez de
medios de subsistencia. Ese crecimiento de población lo
describió usando un sistema de coordenadas cartesianas,
mediante una curva que aumenta progresivamente su inclinación
384
y tiene una forma parecida a la descrita arriba para el
crecimiento vegetativo de una población, o sea:
P = e kt
(1)
En la ecuación (1), P es la variable dependiente, cantidad de
población, en el eje OY, e es la base de los logaritmos
neperianos, k es una constante y t es la variable independiente,
tiempo, en el eje OX.
En la práctica, pareció a los ojos de las autoridades del Mundo
que el pronóstico no se dio como Malthus lo dijo.
Aparentemente las poblaciones corrigieron, “automáticamente”,
su curso hacia el colapso. Los científicos explican, según lo que
han aprendido en relación a la “ciencia del caos”, que cuando
han de considerarse las interacciones de varias poblaciones,
como es el caso, el comportamiento de cada población estudiada
empieza a cambiar, afectada, de alguna manera por las otras
poblaciones que interactúan (de manera desconocida), y a
desordenarse de manera impredecible, caótica. Lo que no ha
parecido claro, para los humanistas, es el significado práctico de
ese comportamiento cada vez más impredecible, con el tiempo,
detectado por los analistas científicos.
Sin embargo, hoy sabemos que dentro de esas circunstancias
caóticas, los hombres cambian sus expectativas, ajustan sus
niveles de vida, luchan unos con otros, colapsan unas estructuras
sociales, unos regímenes políticos se hunden y surgen otros,
unas dinastías caen del Poder y otras lo asumen, se vuelven
inútiles unos estereotipos de manejo y surgen otros, unas
creencias se desvirtúan y otras se afirman mejor; no faltan los
que aprovechan la anarquía resultante para imponer su imperio,
sus reglas, sus objetivos, a veces al nivel privado, a veces al
nivel público, a veces en ambos, y lo logran, otras fracasan en su
intento; son superados unos paradigmas y surgen otros, surgen,
al frente nuevos retos, se intenta o se evita la respuesta; entonces
385
se dan las alternativas del éxito o el fracaso, con la consiguiente
probabilidad de apertura de nuevos horizontes de vida, o bien, la
vida sigue su marcha, son descartadas unas formas de liderazgo
y surgen otras, y así sucesivamente.
Mientras tanto, en un drama que involucra no solamente a los
grandes conductores sociales y a sus “cuadros dirigentes”, sino a
los pueblos mismos, éstos experimentan las diversas opciones
del Orden que les son propuestas (o les son impuestas), sufren
de muchas maneras y se abren a otras experiencias, ensayan,
triunfan o fracasan, rodean a la autoridad que les ha alcanzado
algún tipo de “redención”, que ha despejado su futuro, que ha
abierto perspectivas o caminos de bienestar, o se cierran a ellas,
se resisten, puede que se revelen, o simplemente abandonan a
sus viejos dirigentes y abracen las directivas de otros y les
entreguen su confianza; es la “crisis” del crecimiento, de un
crecimiento que en sí representa, ni más ni menos, que un
enriquecimiento de la consciencia, o un empobrecimiento de
ella; que introduce nuevos caracteres en la personalidad de las
gentes y descarta otros, que conduce a nuevas formas de
existencia individual y colectiva, a una mejor y más íntima
adaptación a los ambientes casi infinitamente variados en que
cada cual vive, o que todo ello conduzca solamente a un
retroceso neto en sus condiciones de vida. Quizás, y es preciso
que en el peor de los casos reconozcamos los resultados
alcanzados, como una experiencia, como una lección digna de
crédito.
En Colombia, el pueblo ha aprendido en estos últimos 60 años
de violencia y caos una importante lección: La urgencia de la
unión en torno de sus autoridades legítimas, del Estado, de las
instituciones públicas legítimas y lo ha demostrado con
suficiente contundencia, única forma de superar el poder del
Terror, única forma de inducir un trato diferente de sus artífices,
evitar, tanto al nivel individual como colectivo, que les sean
desconocidos sus derechos a mantener su apertura frente a los
386
retos de la vida o que sea condicionada culturalmente su
consciencia para que no pueda percibirlos.
Hoy más que nunca, hemos aprendido en Colombia, que el ser
humano debe dejar de esperar sólo en las fórmulas ortodoxas la
clave de su supervivencia. ¡Nada de derechas e izquierdas, y
menos en el sentido clásico! Las sociedades democráticas son
esencialmente heterodoxas, las instituciones públicas forman
con el Estado un cuadro administrativo que tiene funciones
precisas para el manejo de la sociedad y la administración de los
derechos ciudadanos; la vida social debe ser el libre juego de la
Vida, de los factores naturales y humanos (no menos naturales
que los anteriores) que interactúan, de la manera más amplia, es
el juego libre de la Cultura que, permite el desarrollo de una
consciencia colectiva, que lo ha permitido antes en las viejas
comunidades aborígenes y campesinas, en las viejas poblaciones
regionales, lo que les ha permitido desarrollar un profundo
sentido ético, y depurar, mediante éste, las costumbres,
desarrollar mejores condiciones de vida y crear civilizaciones
cuya grandiosidad reconocemos.
Pero la libertad que por ellas se pasea es incompatible con la
“libertad” que demandan los “verdugos” para intimidar, para
chantajear, para hacer el intento de someter la voluntad
ciudadana a su tiranía. El dolor de sus muertos, el horror de la
desolación de muchos de sus pueblos y veredas, en resumen, su
holocausto, es quizás, el precio que ha tenido que pagar el
pueblo colombiano para ganar en experiencia política y para
asentar en esas bases firmes su mañana. El precio que ha tenido
que pagar la Humanidad no es menor; solamente recordemos las
grandes conflagraciones del siglo XX, de cuyas cenizas surgió la
Organización de las Naciones Unidas. Es muy alto el precio que
ha tenido que pagar, quizás, por no manejar de otra manera el
problema de la población, como el mismo Malthus lo proponía.
¿Entenderán esto los estadistas que tienen en sus manos el poder
suficiente para ahogar a la humanidad en su propia sangre, o
387
para aspirar, con confianza, en un Mundo mejor que nos ofrece
casi infinitos caminos de redención?
Haría bien el lector retener en su mente esa reflexión, para
dimensionar la experiencia contemporánea al respecto: La
“globalización económica” se está dando hoy con un renovado
impulso, en lo que podría llamarse el segundo empujón de la
Revolución Industrial, gracias a la “liberación de las sombrías
expectativas que para los grandes financistas del Planeta
significaba la Guerra Fría, y además, a los desarrollos científicos
y técnicos actuales, que han achicado el Planeta, circunstancias
que están poniendo en manos de los dueños más ambiciosos del
poder económico mundial, las oportunidades y las herramientas
necesarias para monopolizar el control de la Economía al nivel
mundial, sin oposición significativa a la vista, cuando la
población del planeta todavía no tiene consciencia del precio que
le va a tocar pagar por semejante atrevimiento.
En el momento, a nivel mundial, en la economía “globalizada”,
encontramos un efecto que se está dando, como consecuencia
del desarrollo de las relaciones comercial entre grandes
metrópolis industriales y las economías de las diferentes
regiones del planeta, en esa segunda arremetida de las
sociedades industriales en contra de las demás economías del
mundo, en su segunda oportunidad en casi dos siglos, como un
segundo capítulo del proceso que se inició a principios del siglo
XIX, durante la Revolución Industrial, cuya consolidación en
Europa, apenas se había dado en 1830.
El caso es más insólito, en cuanto se apoya en dos naciones
emergentes asiáticas, particularmente, en la economía de China,
en la cual, a pesar de la inmisericorde destrucción a que se está
sometiendo el medio ambiente local y al proceso de
contaminación, generados por el modelo clásico de desarrollo
industrial a gran escala utilizado, los “empresarios del
capitalismo mundial” está aprovechando, al máximo, el
388
enriquecimiento potencial que promete la explotación
económica de una fuerza laboral de origen campesino,
deprimida por sus condiciones de vida que, igual que en los
viejos tiempos, inmigra a la gran ciudad buscando nuevas
oportunidades, inconsciente de su valor y carente de líderes
capaces de asumir su defensa frente a los nuevos retos. Allí se
está provocando una migración masiva desde el campo, que
asciende en diez años a más de 200 millones de personas, y se
está generando una invasión mundial de productos “baratos” que
arruinan hasta las más sanas economías del planeta, que
amenaza, a no muy largo plazo, con una catástrofe económica
planetaria. En China avanza la contaminación, la destrucción del
Medio y se forja a pasos agigantados una estructura social de
injusticias inéditas, cuyo destino es extenderse al resto del
mundo.
Una noticia alarmante aparece en la Prensa en medio de
abundante y diversa información económica, sin el relieve
histórico que merece, que parece informar sobre un efecto
cotidiano que en la economía colombiana tiene su presencia
desde 1994, pero cuyos alcances pasan absolutamente
desapercibidos para el común de la gente. Y ya, en 2008,
aparecen datos que deberían hacernos pensar:
“La desindustrialización prematura de Colombia, y en la
mayoría de los países de América Latina, está ocasionando una
pérdida en el dinamismo de la economía y generando una
tercialización, o sea, un crecimiento negativo del sector de
servicios, el cual no es avanzado, presenta baja productividad y
esconde un alto nivel de informalidad” (Portafolio Septiembre 2
del 2008).
Esa información viene a completar datos que ya habíamos
anotado antes para los primeros años de este siglo XXI: El 95%
del PIB en Colombia que proviene de empresas colombianas
registradas oficialmente, pertenecen a las categorías de
389
empresas medianas o microempresas, y de ellas, solamente 25%
tienen capacidad de tributación. Allí queda reflejado el pavoroso
balance económico y financiero de la economía Industrial de
Colombia, luego de la debacle de la “Apertura Económica” de
1994, y de la internacionalización de la economía colombiana
dentro del modelo de la “globalización económica”, a la altura
de mediados del año 2008 de este siglo XXI.
““Eso no deja ningún beneficio para el país, porque está probado
que el sector industrial es el líder de una economía, en el sentido
que tiene la mayor capacidad de arrastre sobre los sectores
agrícolas y de servicios”, afirma el economista Edgard
Moncayo, director de “Dinámicas regionales de la
industrialización”, una investigación de la Facultad de ciencias
administrativas, económicas y contables de la Universidad
Central, realizada con el apoyo de la gobernación de
Cundinamarca” (Idem).
“”La experiencia Internacional enseña que ningún país alcanza
altos niveles de desarrollo sin pasar por una fase de
industrialización madura”, y Colombia presentó su
desindustrialización cuando aún no alcanzaba un alto nivel de
industrialización, afirma” (Idem).
“El fenómeno de desindustrialización se está registrando en la
mayoría de los países latinoamericanos y, “se expresa en la
pérdida de densidad industrial en las grandes ciudades y en la
localización creciente de nuevas industrias en sus cordones
metropolitanos”, explicó” (Idem).
Moncayo propone como salida al problema una solución
concertada, como consecuencia de un enfoque integral. “La
concertación es la única salida para enfrentar el fenómeno de la
desindustrialización y obtener buenos resultados”….”Eso ha
quedado ampliamente demostrado en experiencias sucedidas en
390
San Diego (Estados Unidos), Escocia, Inglaterra y Baden –
Wurtemberg (en Alemania), que son ejemplos de planificación
adecuada en la escala de la ciudad región, recuerda” (Idem).
Para entender la escala de la manipulación de la opinión pública
para hacerla un fenómeno masivo, determinante finalmente de la
demanda del consumidor urbano, de la modalidad de la
economía que promueve y del carácter de su personalidad,
veamos unos apartes de las notas de clase tomadas en el tema
“Comunicación de Masas”. Entre la Comunicación y la
Persuasión. Los medios audiovisuales: Radio televisión e
internet, con dirección del profesor invitado Edwin Vélez
Vásquez. Universidad Eafit, Saberes de Vida 24 de Junio del
2008:
“¿En qué estamos?”... [Ya sabíamos que:] “Nuestros lenguajes
son nuestros medios de comunicación, son nuestras metáforas.
Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura”….El
ser humano no ha desarrollado una zona neuronal en su cerebro
para la lectura – escritura, pero sí para la memoria de la
referencia oral”…. Una persona del común, maneja de 700 a 800
términos lingüísticos. El ideal de una persona del “primer
mundo” es de 25.000 términos. Una persona culta debe manejar
unos 3.000 a 4.000 términos. Shakespeare manejaba unos
60.000” (Idem).
“Estamos atravesados cotidianamente por los medios
[publicitarios]. Ellos nos modelan, perfilan nuestra mentalidad,
afectan nuestra manera de soñar” (Idem).
“Asistimos a una “explosión” de tecnología, de medios,
afortunadamente. Sólo que no sólo hay allí belleza sino
perversidad. Aquellos mensajes son todos filtrados, según una
intencionalidad. Eso es muy cuestionable” (Idem).
391
“La cultura de masas está ligada a la publicidad. La necesidad
existe, sí, pero la publicidad sí crea necesidades. No decimos:
¿Vino la prensa? Sino, ¿vino el Colombiano?, ¡por favor,
pásame el Colgate!, y no, ¡por favor pásame la crema de
dientes!” (Idem).
“Esa influencia [de la publicidad] se manifiesta en el
lenguaje….pero también en la vida. Nosotros recibimos 3.000
avisos/día en ciudades promedio como Medellín, Ese
bombardeo deja rastros subliminales” (Idem).
La antropología ha logrado interpretaciones plausibles y muy
elocuentes de las pinturas rupestres de hace 20.000 y 30.000
años, como Altamira y otras cavernas. Según eso, no sólo tienen
la intención de representar figuras de la experiencia y de escenas
de la vida cotidiana de entonces; tienen también la intención de
conservarlas en la memoria” (Idem).
“Según Roman Gouver, en las cavernas, que son oscuras,
llegaban a introducirse los niños para su instrucción y
educación; luego de dos días, con sus pupilas dilatadas podrían
ver aquellas figuras de aspecto surrealista y ser iniciados en el
chamanismo” (Idem).
“Hace 5.000 años, en Java, se proyectaban sobre lienzos
translúcidos imágenes de muñecos que se movían. Hace 2,500
años Arquímedes usa cámaras oscuras para hacer proyecciones.
Aristóteles las retoma 100 años después, y observa que la luz
que entra por un pequeño orificio, proyecta en la pared opuesta
de la cámara una imagen ”invertida” del exterior” (Idem).
“Las decadencias de Grecia y Roma, interesadas en la Guerra,
conducen al incendio de la Biblioteca de Alejandría, hacen que
se pierda mucha información. Luego vienen 1000 años de
392
oscurantismo e ignorancia total. 98% de la población es
analfabeta. En connivencia con la Iglesia Católica, todos los
poderes de la época estaban interesados en mantener ese estado.
[No es de extrañar:] El cristianismo estuvo metido en las
catacumbas durante 300 años” (Idem).
No es raro que nuestro mundo moderno responda a semejantes
restricciones con la reacción contraria, prácticamente,
produciendo, en la medida que lo logra, una verdadera
“indigestión” en la mente del hombre actual.
En 1450 Juan Gutemberg inventa en Occidente los tipos
móviles, que ya se conocían en China, y genera una “explosión”
de información que generó muchos cuestionamientos y que fue
lo que se llamó el Renacimiento, en que salió a la luz una
cantidad de cosas que se mantenían ocultas” (Idem).
“La cámara oscura se vuelve una caja con espejos y otros
sencillos implementos. Galileo y Keppler hacen uno de sus
desarrollos para aplicarlos a su telescopio. Se dan cadenas de
descubrimientos y validaciones, hasta llegar, con mucho trabajo,
al telescopio más simple que conocemos” (Idem).
“Esa cámara viaja a ferias. Se podían calcar sus figuras en papel.
Leonardo Da Vinci la usó y la mejoró. Ya se conocían, en
tiempos de Nicéforo Niepce (1765 – 1863), químico francés,
productos activos en presencia de la luz. Jaques Daguerre (1787
– 1851) no era científico sino empresario, pero empezó a usar
con Niepce el “daguerrotipo” para fijar imágenes. Fostalvo (¿?)
logra hacer un sustrato flexible, en que quedaba la foto en
negativo, y se podía “revelar” en positivo en papel. York Ismark
(¿?) fundador de Kodack se ingenia una celulosa de fibra de
madera transparente y la cámara de 35 mm., base del cine. Los
hermanos Lumière, Luis (1864 – 1948) químico francés, y
Augusto (1862 – 1954) inventaron el cine con imágenes móviles
393
en 1894 y la placa fotográfica en colores. Por eso el cine se
llamó “celuloide”, con 24 fotogramas / segundo”(Idem).
“Después del cine vienen el electromagnetismo, la radio, el
telégrafo, el teléfono, en cuyo desarrollo contribuye Graham
Bell. Funda la RCA Victor. La BBC de Londres hace las
primeras transmisiones de radio en 1936 y 1937, en AM (onda
larga), y SW (onda corta). La primera transmisión de televisión
la hace Adolfo Hitler en 1936. Las ondas de radio, o hertzianas
no se agotan, aunque sí se difuminan” (Idem)
Ahora estamos también… “En la realidad virtual donde vamos a
ubicarnos de manera permanente: Los robots; su desarrollo es tal
que la tecnología se cuadruplica cada tres meses. La “explosión”
se manifiesta, entre otras cosas, en la memoria electrónica y su
capacidad: Ha pasado de 500.000 kibites de los primeros
computadores a megas y más en los países desarrollados” …..Se
espera que en 2011 se producirá en el mundo, memoria para
guardar 1.800 millones de terabit. En cada terabit caben 1000
gigabits. En un terabit cabe toda la biblioteca del Congreso de
los Estados Unidos, que es una de las más grandes del Mundo”
(Idem).
Hoy estamos en plena saturación de nuestra capacidad de recibir
información. “En una ciudad como Medellín, estamos sometidos
a la información con que nos afectan 3.000 avisos por día que
vemos. Esas señales dejan rastros subliminales. Son 140
millones de “blogs”, que se duplican cada año. En el 2.012,
dentro de cuatro años, se calcula que habrá 1.800 millones de
internáutas. “Es la contaminación total”. Los medios ya no
comunican. Las sociedades constituidas a partir de íconos
persuaden. La iconografía es una nueva enfermedad. ¿Cómo
hacer la digestión de toda esa basura? Ya no somos nosotros los
que devoramos las imágenes, sino que las imágenes que nos
devoran a nosotros” (idem).
394
“La sociedad globalizada desterritorializada, es el fin que nos
aguarda” (Idem). Ya no hay un medio sino muchos que se
conjugan en ciberlenguaje… Todo filtrado para construir
conocimientos: “Wichipedia” (enciclopedia), redes sociales
(construye mundo virtual; usted ve y lo ven)” (Idem).
…”La reflexión sencilla es que la publicidad forma parte del
mundo en el que estamos, está ligado a la cultura de masas y
promueve un determinado consumo cultural” (Idem).
“La publicidad ha evolucionado: ya asocia la marca al
comportamiento. Ya ni siquiera vende producto” (Idem).
“La publicidad no es un satisfactor sino un abstractor – imagen
de marca. Nos vende un estilo de vida que marca un estatus
social” (Idem).
“La publicidad misma se ha dado cuenta de que hay que hacer
contrapublicidad. Se ayuda ya a evitar [por ejemplo], los
problemas de la sobrealimentación [que ya azota a la población
norteamericana y a las poblaciones del mundo más
occidentalizadas]” (Idem).
“Así se lucha contra el consumismo” (Idem).
“El concepto de posmodernidad hoy [usado para describir la
sociedad contemporánea], ya no es el correcto para describir la
realidad. La hipermodernidad, en cambio, es por un lado, la
“sociedad de la publicidad” la que busca el placer inmediato…”
(Idem).
395
“Están apareciendo las cadenas privadas de televisión junto con
el desarrollo de la televisión digitalizada y de pago; están
entrando los ordenadores personales a los hogares y, en
consecuencia, de accesibilidad a sus fuentes de información
como ocurre a través de los libros. Una persona analfabeta
tecnológicamente queda al margen de la red comunicativa que se
forma con base en la aplicación de las nuevas
tecnologías”….”Asistimos a la marginalidad de nuevo cuño, de
la sociedad computarizada, telematizada, que se suma a los
demás problemas de marginalidad. Se necesita, de urgencia,
tener y desarrollar la inteligencia intuitiva” (Idem).
“El mero hecho de ser navegante de Internet, acceder a los
servicios de televisión digital o utilizar el multimedia no
significan necesariamente ser un usuario inteligente y culto de
las posibilidades tecnológicas…todo se induce desde la
publicidad” (Idem).
“Las lógicas de la Economía son [hoy], tan aplastantes que
difieren la de las grandes compañías y la de las clases medias.
Vamos a la debacle, somos consumo, abundancia, diversión, la
moda como seducción, la renovación precipitada [todo para
mover y justificar a la Economía con pleno olvido de la dignidad
humana y de su significado], etc. Hay un orden estético
burocrático que nos induce a eso: Los objetos nos clasifican
como clase. No realzan sino lo nuevo “(Idem).
“La debilidad de cada uno de nosotros tendría su origen en el
echo de que cada ves estamos menos pertrechados para soportar
las desgracias de la existencia, y ello, no porque el culto al éxito
o al consumo provoque esa fragilidad, sino porque las grandes
instituciones sociales han dejado de proporcionar la sólida
armazón estructuradora de antaño. De ahí vendrá la ola de
trastornos psicosomáticos, depresiones, y demás angustias…”
(Idem).
396
“Aristóteles decía: “No existe la comunicación que no trate de
persuadir”….”La cultura mediática se ha convertido en una
máquina destructora de la razón y el pensamiento. Se previno,
que la cultura, la publicidad y la diversión industrializadas
manipulan, y estandarizan las consciencias. También se previno
que la cultura “listo para consumir”, fue un instrumento que
reduciría la capacidad de usar la razón de forma crítica” (Idem).
“Los mecanismos de persuasión vienen incluidos en ciertos
artilugios subliminales que se pasan en todos los programas de
videos”
“Pero también asistimos a la formación de un supertexto y un
metalenguaje que, por primera vez en la historia, integra en el
mismo sistema las modalidades de comunicación humana escrita,
oral y audiovisual” (Idem).
Los niños nacidos después de l990 no conocen un mundo no
técnico y tienen muchos problemas: Son solos. Uno de cada tres
cambia su perfil cada semana. Tienen un problema terrible de
identidad. No les gusta el mundo real. Sólo les gusta la relación
cinética. No les gusta hablar, que los toquen, etc. Les gustan los
deportes extremos son de comportamiento totalmente individual,
tienen poca propensión a socializarse. En las naciones
desarrolladas hay muchos suicidios”….”Realizan personalidades
individuales donde no pueden tener sino una imagen virtual, sin
olores, sin tacto, sin amores, sin emociones. Eso, porque es un
producto de la manipulación” (Idem).
“Si uno se mete en Facebook lo primero que le piden es su
identificación y lo llevan a un sistema de control. Es un plan de
control social que hace pública información personalizada que
están poniendo a órdenes de las compañías comerciales como
Coca Cola. Facebook es la fase primigenia de un Estado Virtual
397
fuera de control de todos los Estados. La compañía fue fundada
originalmente para “capar” impuestos, en la Islas Caimán. Pero
las primeras víctimas son los jóvenes y los inexpertos. Sus
principales negocios son el agiotismo y el erotismo. El 80% de las
transacciones en Internet son por pornografía. La industria
pornográfica se mueve hoy diez veces más que el cine” (Idem).
“Estamos generando un mundo de una angustia existencial
terrible, suicida” (Idem).
En algún lugar atrás afirmaba que sectores muy importantes de la
humanidad viven todavía como lo hacían sus mayores hace dos o
tres mil años atrás; en ciertos países, como se da en América
Latina, viven comunidades que pertenecieron a pueblos
aborígenes que habían alcanzado niveles de evolución avanzada,
como ocurrió con los mayas y los aztecas, para no hablar sino de
las más relevantes culturas, antes de la llegada, por mar, en este
caso, de las hordas de pobladores europeos, principalmente
castellanos y portugueses. En esos países ya se de un alto nivel de
marginalidad entre las comunidades aborígenes y los demás
pobladores mestizos y de origen europeo. Decía también que el
atraso de las directivas de la sociedad humana tenía de doscientos
a trescientos años de retrazo respecto de lo que sabemos hoy, al
nivel científico, del Mundo, del Universo y de nosotros mismos.
Y es cierto, como acabamos de verlo, la tecnología electrónica ha
permitido avances impensables en las comunicaciones hace sólo
diez años; ¡sin embargo se aplican en un contexto económico,
cuyas concepciones de la realidad física, de la realidad humana,
están desfasadas cientos de años de lo que conocemos hoy de
ellos, en tiempos de la modernidad! ¡La verdad es que el progreso
tecnológico debe ponerse en práctica, cumpliendo un requisito
ético mínimo, dentro de un cierto nivel de armonía!
Y dentro de esas circunstancias, la aplicación parcial de la
tecnología en el área de la electrónica, que es distinto de la
totalidad, al menos es un pequeño sector del conocimiento en
398
conjunto, representado por la totalidad del conocimiento
científico, está produciendo una verdadera catástrofe, con
consecuencias humanas y naturales impredecibles. Esos amplios
sectores humanos penetrados por las “autopistas” electrónicas
abiertas por la tecnología hasta lo íntimo de los hogares, lo íntimo
de las personas, para manipulan sin respeto las consciencias, la
opinión pública, para uniformar las costumbres, las formas de la
demanda, no están preparados para digerir esos desarrollos de la
técnica.
Se han achicado las dimensiones de nuestro mundo a niveles sin
precedentes y las “ovejas” están más cerca de los “lobos” que
nunca. Es el acceso masivo de gente irresponsable
completamente, irrespetuosa de la calidad del sujeto humano, del
daño que hace, del daño que se hace a sí misma. Y las autoridades
sociales del Planeta no tienen consciencia no están al alcance de
entender las consecuencias. Estamos frente a un reto singular, a
un desafío inédito, que claman por un verdadero proceso social de
“reingeniería”, para usar el término que desde hace unos años se
usa en la jerga ingenieril para hablar del trabajo de recuperación
total de las organizaciones industriales que ya no funcionan.
Es importante evitar que el ser humano deje de ser sensible a los
estímulos del medio natural, que pierda sus conexiones con él; es
importante evitar que siga desarraigándose de la geografía
planetaria, que para vivir, tenga que depender de las soluciones
que propongan otros a su vida, sin otra alternativa, que todos los
días sus aptitudes de independencia se atrofien más, en vez de
desarrollarse, que su personalidad se tenga que adaptar a los
modos de producción impuestos por unas autoridades económicas
que no merecen su confianza, en vez de mantenerse él adaptado a
las condiciones específicas de sus medios ambientes naturales,
que representan su entorno físico real. Nosotros no podemos
aislar a la Humanidad de su contexto natural, del cual depende en
un ciento por ciento. Sabemos que su cultura evoluciona, sí, pero
en dirección contraria a la que debería hacerlo. El acontecer en su
399
conjunto, en lo económico social y político, al nivel de las
diferentes interacciones sociales, en el mundo de hoy, no es más
que la invasión descarada de los fueros de personas y
comunidades en todo el planeta, pero particularmente de manera
muy singular, en nuestra nación, en nuestra región; no es más que
la manipulación absurda de la consciencia, la suplantación de la
Verdad, de la imagen veraz de la Realidad por imágenes
fantasiosas, convenientes para otros intereses, la usurpación de los
derecho básicos del Hombre, el desconocimiento o la aniquilación
de los conceptos básicos de la autoestima, de la identidad, de la
dignidad humanas, que son los puntos de partida necesarios para
la construcción de una personalidad emancipada y bien
estructurada. La intención de hacer la guerra, de ejercer la
violencia a toda costa para imponerse, sobreentendida en toda
acción hostil, con afán de daño, que sale de las mentes cerradas
que quieren permanecer aislados de toda influencia externa,
inclusive de aquellas influencias benéficas capaces de transformar
sus vidas, de enriquecerlas con nuevos motivos, nuevos
elementos de juicio, está interfiriendo gravemente la evolución de
la cultura humana, incluso, haciéndola retroceder, involucionar.
Hoy día no podemos hablar solamente de los tradicionales
Estados Imperiales que sirvieron de instrumento, durante miles de
años, de sátrapas, déspotas y tiranos, ni del terrorismo de Estado,
tan usado como arma política durante todo el siglo XX. Ahora,
podemos hablar de poderes armados y “ricos”, forjados con
botines tomados en guerras “privadas”, en negocios clandestinos
de armas, estupefacientes, pornografía, juego, etc., que se
desarrollan al margen de la Ley, por la complicidad de
“servidores públicos” corruptos, al amparo de autoridades
públicas laxas, sin sentido de responsabilidad, de liderazgo; de
funcionarios públicos con la estrecha visión de la sola perspectiva
de aprovecharse de los presupuestos públicos; de Estados débiles,
sin sentido claro de su razón de ser. Poderes forjados por
delincuentes, por nuevas especies de tiranos para poner a trabajar
a la sociedad humana, en beneficio propio.
400
Allí, se pierde el efecto de una Naturaleza vigorosa y
multifacética que reta al Hombre, de una experiencia ancestral, de
viejas culturas que actúan a través de toda la inmensa variedad de
consciencias humanas que podrían actuar a través de las
interacciones sociales modernas. Allí, donde no caben el diálogo
abierto y la creatividad humanos, se pierde la posibilidad de la
Civilización de mantenerse adaptada al Medio, de ser capaz de
superar sus retos y de usar los recursos que éste le proporciona
para sobrevivir y desarrollarse.
Es importante que la estructura social no se transforme en una
“camisa de fuerza” que paraliza al Hombre, que ocupa todos sus
espacios, que le cierra sus horizontes, que le impide crecer en sus
habilidades para sobrevivir. Por el contrario, es importante que
sea su apoyo, que le abra nuevas opciones de crecimiento
personal y comunitario, que le permita promover un intercambio
económico, un equilibrio económico sanos en sus procesos de
intercambio, que le permitan aprovechar tan eficientemente los
recursos naturales, como sea posible, para mejorar su nivel de
vida y tener garantías suficientes para disfrutar ampliamente el
porvenir. Esa no es una utopía, propiamente dicha, si podemos
contar con la riqueza de que la Naturaleza nos ha dotado desde el
principio de los tiempos, y no ha de ser ahora que perdamos
nuestra oportunidad por la miopía de una visión trasnochada y
pobrísima de nuestras perspectivas, empacada, ya de manera
incuestionable por la dureza, por la presencia implacable del
Hampa que solamente permite lo que le interesa, ya
provocativamente en las ilusiones de ideologías que prometen
repartir la “riqueza entre todos” o en sugestivas presentaciones de
“avanzada tecnología”, que nos hacen perder a los seres humanos
el juicio y el sentido del valor de nosotros mismos .
Frente al ánimo perverso de utilizar al ser humano como vemos
acá arriba, por medio de la seducción del “dinero”, por la
promesa del lucro, frente al ánimo perverso de comprometer al
“otro”, incluso contra su voluntad, en empresas de todos los tipos,
401
que no son las suyas, sólo por satisfacer nuestro ego, porque no
toleramos discrepancias de pensamiento, porque queremos
realizar nuestros sueños de Imperio, de poderío, porque queremos
realizar, contra toda oposición, lo que nos dicta nuestra razón (¿y,
qué puede decir la razón del otro?). Necesitamos tener suficiente
lucidez, para asumir actitudes más sensatas que las acostumbradas
en esos casos: Primero es preciso resistirnos a aquellas malignas
influencias; segundo, es preciso adoptar una actitud crítica, de
búsqueda, es algo común en la mentalidad científica, y de lo cual
el científico puede darnos, al menos hasta ahora, una lección:
Nunca hay razones definitivas; nunca las conclusiones son
absolutas. Siempre se considera el carácter subjetivo, relativo,
provisional de las respuestas. En la Ciencia, al menos hasta ahora
no se han suscitado conflictos violentos. Los conflictos y las
contradicciones en los descubrimientos mueven a nuevas
investigaciones, a nuevas consultas de opinión, al diseño de
nuevos experimentos, de nuevas observaciones, al uso de otros
instrumentos de observación, etc., para ser más concluyentes.
Para el científico es más importante el rigor de los
procedimientos que la imagen pública del investigador, que la
corriente de opinión favorable. La Verdad no está en la opinión
mayoritaria, está en la prueba del hecho, al menos, en los
términos en que ese hecho es conocido. Así, la Ciencia se ha
colocado al frente de la civilización tecnológica moderna, así ha
conquistado el crédito público que le merecen su pensamiento, su
opinión, su visión, sus logros.
La reflexión anterior nos trae algunas inquietudes acerca del por
qué hemos llegado al estado actual del Hombre. La Historia no
siempre es un proceso continuo que se desenvuelve
ordenadamente. A veces se dan saltos hacia delante y saltos hacia
atrás. La explicación, sin embargo se puede tener más clara
cuando uno se refiere más concretamente a pueblos específicos.
Obviamente aquí he de referirme más al nuestro: el pueblo
colombiano; mejor los pueblos que habitan Colombia, pues el
país es muy heterogéneo.
402
Salvo las ocasionales perturbaciones producidas por los conflictos
políticos que se generaban en las altas esferas de la sociedad
colombiana, la vida provinciana transcurrió, cotidianamente,
relativamente sencilla e imperturbada hasta la tercera década del
siglo pasado. La calidad de la relación mutua, entre las etnias
aborígenes, ya muchas de ellas muy mestizas, las etnias
afrodescendientes y las etnias de origen europeo, fue siempre
lejana y obedeció siempre a la visión y a la valoración mutua que
sus respectivas culturas y tradiciones aportaron. Cabe destacar, en
este sentido, el aporte de la parte dominante, en general: las etnias
de origen europeo y la población mestiza que, con el tiempo, iban
asumiendo conductas típicas de este conjunto. Es importante
destacar, que de allí nacen la mayor parte de los conflictos de
orden político social y económicos, que, no solamente se explican
desde el punto de vista ideológico, siendo, obviamente éste, un
ingrediente importante en la formación de la mentalidad de la
gente, sino desde otros puntos de vista: del emocional, que afecta
el clima de las relaciones entre personas y grupos, de los
intereses, de todo orden, cuya legitimación se busca de cualquier
manera, a veces para justificar actos que algunas veces se salen
del control de los sujetos, etc.
Dentro del contexto de esas consideraciones es legítima la
siguiente cuestión: ¿De dónde sacamos los colombianos el talante
que poseemos, nuestra actitud, confianza o desconfianza, frente a
los demás compatriotas, nuestra codicia por el dinero, nuestro
desprecio del pobre, nuestra envidia del rico, nuestro culto a la
amistad, nuestras motivaciones por el Trabajo y por el ocio,
nuestra inclinación al fraude del ignorante y del indefenso, al robo
a escondidas del incauto, nuestras respuestas contra el abusador,
contra quien nos hace daño, nuestra fe en nosotros mismos, en los
que, de alguna forma, intentan gobernarnos? Pues bien, esa
respuesta tendrá que ser aquí un poco esquemática. La forma
como se han vivido en el contexto social los valores de la Cultura,
puede indicarnos ese origen. Y en Colombia, como en el resto de
América Latina, el ingrediente europeo, es esencialmente y
mayoritariamente de los reinos portugués, castellano, del resto de
403
la península ibérica, y de la región mediterránea, cuyos pueblos,
por bastantes siglos, vieron sus historias íntimamente ligadas. El
reino catalán, por ejemplo, antes del descubrimiento de América
se nutrió sustancialmente del comercio mediterráneo y contaba
con territorio propio en la península Italiana, la provincia
napolitana. El comportamiento de estos pueblos es, en general
más emocional, “latino”, como se le denomina hoy; dista mucho
del comportamiento flemático de los pueblos nórdicos,
particularmente queremos señalar entre ellos a los anglosajones,
y, si éstos asumieron los valores del Renacimiento, que imperan,
hoy, en la cultura contemporánea, lo han hecho de manera mucho
más racionalizada, más calculada, más reflexionada, como
podemos encontrarla en la ideología que le sirve de base a su
cultura, la ideología calvinista, y en el prototipo humano que ellos
han perfilado: El burgués puritano. Cuando pensamos en
desarrollar este tema, de expresar algunas categorías económicas
en términos ergonómicos, quería plantearle al lector, el clima
emocional en el cual esas expresiones de la Realidad eran vividas
por nosotros; no era tan importante su valor teórico o intelectual.
Nuestro talante es diferente.
La imagen del Renacimiento que tiene la gente en el Mundo de
hoy, es una imagen verdaderamente romántica y relacionada con
aspectos muy importantes, como el renacimiento de las artes, de
las letras. Es cierto que representa una revolución en sí de las
formas anteriores de vida, tal como se daban en la sociedad
medieval. Pero es importante situar ese cambio, cuyo desarrollo
nos conduce al mundo moderno en un proceso histórico que
“despega” de las oportunidades de “abundancia” que nos abrieron
a los occidentales las Cruzadas. Pero también le abrieron opciones
insospechadas a los espíritus sencillos de la plebe, que empezaban
a visualizar mejores días, que aquellos de privaciones y de
servidumbre, porque no había nada más que hacer.
Los pueblos que sucedieron a Colón y demás descubridores,
estaban profundamente afectados por la influencia del espíritu
404
renacentista y ese espíritu era vivido por aquella gente como lo
vivimos los “latinos”: con un inmenso contenido emocional. Su
codicia, sus ambiciones, sus resentimientos. No es posible hablar
aquí, como se ha hablado muchas veces, como se hace la crítica
retóricamente en nuestra academia, de una invasión “perversa” de
los europeos a América, de la “perversidad” de un sistema
capitalista, en general, de una “globalización” que destruye
nuestras instituciones. De la misma manera no se puede hablar,
con propiedad, de la perversidad del mundo latino de hoy, del
modo de vida íntima de nuestras ciudades y pueblos. Muchos de
nuestros actos, aún los más depravados, difícilmente resisten un
análisis racional de motivos: son el producto de una verdadera
“explosión” emocional, casi automática, como respuesta a los
estímulos comunicados por los órganos sensoriales y el sistema
nervioso. La pregunta podría ser, si al menos éstos alcanzan a
tocar las neuronas de la capa reflexiva de la mente, antes de que
se produzca la acción. Es preciso hablar de una conducta cargada
de emoción, de verbo que se pronuncia, en medio de profunda
pasión, de una recepción de los hechos, a veces, con honda
aceptación, contrariedad, desazón, etc., sin mucho raciocinio. Sus
sentimientos son extremos en el odio y en el amor, en el
entusiasmo y en la depresión etc.; en las competencias deportivas
internacionales nuestro rendimiento deportivo oscila de arriba
abajo según el ánimo que impera en nosotros; por eso somos
difíciles de gobernar, por eso nos cuesta prever, nos cuesta la
disciplina, porque las emisiones hormonales de nuestro cuerpo
nos asaltan con violencia, a veces, superando toda nuestra fuerza
de voluntad.
¡Es importante que seamos conscientes de esta realidad! Desde
hace muchos siglos se observan diferencias muy grandes en las
respuestas que se le dan a los cuestionamientos sobre el
significado de la realidad humana suscitados desde el
Renacimiento en el ámbito latino, cuyo espíritu es mucho más
laxo, más flexible, más permisivo, que admite más excusas, más
disculpas, más errores qué enmendar; y en los ámbitos nórdicos,
405
donde el espíritu es mucho más rígido, más escueto, más estricto,
más disciplinado.
Esa diferencia contribuyó enormemente a la falta de
entendimiento entre el monje agustino Martín Lutero, teutón, y el
Papa León X, latino, miembro de la familia Médicis, y para
completar, una rica familia de amplia experiencia y conexiones
comerciales, de aquellas enriquecidas en el repunte comercial que
le dio nueva vitalidad a Europa después de las Cruzadas.
Contribuyó, igualmente, por lo tanto, al rompimiento del “eje”
único de la Cultura Occidental, que genera el cisma Protestante y
la Reforma en el siglo XVII.
La imagen que ha trascendido hasta nosotros del Renacimiento es
su cara amable, su cara estimulante. Pero la que acabamos de
mencionar, al menos, es su cara dolorosa, tal vez oscura de aquel
movimiento espiritual que intentó, de alguna manera rescatar al
Hombre de su ignominiosa servidumbre. Allí se inició una
reflexión que ha generado un mundo nuevo, pero ese producto no
está completo.
Muy pronto el dogmatismo medieval se apoderó de los espíritus
modernos, la filosofía dejó de producir sus frutos y fue sustituida
poco a poco por una joven, arrogante e inmadura Ciencia, sobre
cuya base de conocimiento se quiso justificar la fuerza de los
argumentos para apoyar el uso del Poder que debería doblegar a
los espíritus humanos. Ni siquiera en nuestros días, en el año
2008, se ha borrado el bochornoso suceso de las Olimpíadas de
1936, jugadas en Alemania, en las que Hitler quiso manipular el
ambiente de paz, exaltando las virtudes y la voluntad de poderío
de la raza aria. Así se construyeron los Imperios modernos
seculares, así se caldearon los ánimos, sin ningún debate de por
medio, hasta provocar los conflictos más devastadores sufridos
por la Humanidad en toda su historia. Así se están construyendo
las dogmáticas ideologías políticas modernas sobre las cuales se
arman las estructuras partidistas de hoy.
406
Eso está pasando desde la Revolución Industrial, con el
capitalismo privado y el movimiento actual de la “globalización
económica”, con el Estado socialista y su capitalismo de Estado,
surgido de la Revolución de Octubre en Rusia en la primera
década del siglo XX, con el Imperio hitleriano en la Alemania
Nazi, que surgió en la tercera década del siglo XX, con el
Fascismo en la Italia de Musolini que surgió en la segunda década
del siglo XX, con los movimientos partidistas liberales radicales y
conservadores decimonónicos y otros movimientos partidistas del
siglo XX, que han afectado la vida política de muchos países
occidentales, incluido el nuestro, Colombia, país en el cual,
lograron perturbar, por completo, desde la misma independencia,
hasta la fecha, la vida pública y privada de los ciudadanos, sin
excepción, en todas sus veredas, pueblos y ciudades.
Nuestro espacio público, en lo más íntimo de nosotros, está
siendo enajenado, desde nuestras ciudades, desde nuestros
espacios urbanos y desde hace mucho tiempo, por la tensión de de
fuerzas extrañas que tratan de sembrar en nosotros, de acreditar,
por medio de variados medios publicitarios, sus diversos modelos
de vida, de mundos humanos artificiales; buscan reclutarnos a
nosotros como “peones” de un juego extraño, como puntos de
apoyo en sus escaramuzas estratégicas al nivel global para
mejorar sus respectivas posiciones de Poder, tal vez de
negociación, frente a sus demás contendores políticos al nivel del
Planeta.
El juego de los actores que animan nuestros movimientos
políticos, aquellos más leales a otros liderazgos y estos, más
parecidos a facciones con ideologías diferentes en conflicto,
válidas en otros contextos sociales, no alcanzan sino a mejorar los
niveles de confianza de aquellos poderes extraños en su victoria,
en su hegemonía, en la fuerza de “convicción” (¿?) de sus
implementos armados, de su capacidad de competencia
económica, más que la racionalidad de sus argumentos y que la
407
fuerza doctrinal de sus dogmas, en su capacidad de interferencia.
Nosotros estamos desgastando nuestras energías en resolver
problemas ajenos y nos estamos olvidando de los nuestros.
En mi opinión, la paz de Colombia, así, como la paz del Mundo,
no pueden ser logradas dentro de ese contexto. El dogmatismo y
las animosidades ligadas a intereses extraños tienen que abrirle el
paso a otras actitudes humanas, como la apertura del espíritu a la
discusión, a la tolerancia a las diferencias de pensamiento, para
entender mejor los problemas que nos aquejan. Si el mundo en
que vivimos se empezó a gestar desde el movimiento renacentista,
es cierto también que a lo largo de estos siglos han surgido
movimientos multitudinarios contestatarios en contra de una
cultura, nacida de la vieja práctica comercial y de los valores
impuestos exclusivamente por sus conveniencias, y que ha
querido imponerse de manera excluyente, olvidándose muchos
otros aspectos sustanciales de la vida humana.
El movimiento masivo de las naciones aliadas liderado por
Winston Churchill, el primer ministro inglés, en 1939, contra el
Eje Berlín – Roma - Tokio, que desencadenó la Segunda Guerra
Mundial, los movimientos marxistas, con la toma y el dominio
político de la mitad del planeta, durante casi todo el siglo XX, el
movimiento hippie de los años sesentas, el grito de los estudiantes
de París de 1968, contra las decisiones autoritarias de las
autoridades de la Universidad respecto de los dormitorios
estudiantiles, y la “Primavera de Praga” del mismo año, nos están
diciendo, a gritos, que es preciso continuar el debate que se inició
en aquellos lejanos siglos XV y XVI, en una época en que la vida
humana está dotada de recursos increíbles, como nunca estuvo
antes, con instituciones económicas, sociales y políticas bien
desarrolladas y maduras, con un plantel de gente experimentada
en complejas tareas de manejo y producción, como nunca se
conocieron antes, junto, con instituciones universitarias y
académicas capaces, donde convergen inmensas cantidades de
mentes jóvenes y abiertas.
408
El fin de ese debate debería ser, en primera instancia, que se abra
el espíritu humano a la discusión abierta, sin trabas y
condicionamientos, que se airee el ambiente interno uno a uno de
los pensamientos dogmáticos más conocidos, que busquemos, con
curiosidad y ahínco, la expresión genuina del espíritu, que anida
en cada uno de nosotros; y que lo que descubramos, sea el
presupuesto que sirva de base para la construcción de nuestro
mañana. En ese debate podría empezarse una ambiciosa tarea de
depuración de muchas de nuestras costumbres, de nuestras
instituciones sociales, la formulación de los sueños más diversos,
de las aspiraciones humanas más amplias, de las visiones más
avanzadas que han de servir de referencia utópica a nuestros
planificadores para diseñar ese mañana.
El no hacerlo podría significar que estamos perdiendo una
oportunidad histórica que puede no repetirse. Dentro de ese
contexto, es importante considerar que nuestra especie no vive
aislada, sino en íntima relación con un medio natural que apenas
conocemos a medias. Y, dentro del tema que nos ocupa, es
preciso entender que las leyes que regulan nuestra economía no
pueden ser leyes inventadas por nosotros, según nuestro libre
albedrío, aisladas del mundo real que las regula. Son simple y
llanamente, leyes propias de la Naturaleza, que apenas podemos
buscar y descubrir.
La visión de una Economía Humana pensada en términos de su
incorporación en la Economía Natural, y el reconocimiento de un
comportamiento de la Naturaleza, que apenas en una proporción
mínima estamos en capacidad de entender y aún menos de
controlar, nos permite el esclarecimiento de ciertos criterios
claves, importantes como fundamento de una economía sana:
1-. Una clave para la Paz, es que todos nos preocupemos de que
cada quien pueda disfrutar de su propio espacio; de un espacio
409
reconocido por los vecinos y en el cual pueda vivir dignamente, y
crecer como persona. Que las comunidades diferentes dispongan
del suyo y que puedan desarrollarse en su cultura, interactuar y
contribuir, con las otras, al bien común, en todas las dimensiones
de la Cultura.
2-. Es clave para que nos enriquezcamos con nuestra
experiencia tanto como sea posible, que procuremos mantener
nuestra mente abierta. Las culturas accidentalizadas con sus
“Sociedades de Consumo”, tal como se han desarrollado en
nuestras grandes ciudades, incluso mayormente las más
tecnificadas, usualmente son manipuladoras; tratan de mostrar su
verdad como la única verdad; usan todos los medios a su alcance
para condicionar la consciencia humana, e inclinarla hacia la
opinión que desean implantar: desde las afirmaciones imperativas,
hasta la seducción más sutil. Tratan de llenar por completo
nuestro espacio y nuestro tiempo con sus propuestas. La política
con sus partidos, con sus ideologías hacen otro tanto con sus
propios medios, buscando todo lo posible, porque la mente de sus
seguidores se cierre a las propuestas de otros competidores. La
consecuencia es que la consciencia de la población urbana acerca
de la Realidad es demasiado pobre, el juicio ciudadano está
demasiado alterado, los conflictos son demasiado agresivos, los
discursos demasiado confusos, dogmáticos, incendiarios,
imperativos, excluyentes. La Cultura no es una herramienta para
que los poderosos impongan los estereotipos de creencias que
quieren, cierren los sentidos del público para evitar las
disidencias, la oposición; es, por el contrario, el producto de la
sabiduría popular, de su encuentro, a través de las interacciones
que le toca vivir en el Medio en que habita, exitoso o mortal, con
los retos de la vida, tal cual, como ella se le presenta.
3-. Es clave para la convivencia el respeto mutuo entre las
personas y las diferentes sociedades humanas; es clave el común
reconocimiento de las diferentes esferas privadas entre sí y de lo
que son las diferentes esferas públicas y sus relaciones; es clave
410
evitar interferencias no deseadas, la invasión de los espacios
íntimos, el respeto del fuero de cada cual en su propio espacio.
Es clave cambiar las gestiones hostiles de todo orden, en lo
económico, en lo social, en lo político; es importante cambiar las
actitudes hostiles por las actitudes solidarias, particularmente, en
el apoyo mutuo en la búsqueda de más y mejores espacios de
vida, de mejores relaciones entre todos. Todos tenemos urgencia
en asegurar nuestras posibilidades de vivir. El desarrollo de la
actitud de solidaridad orientada hacia el “trabajo en equipo” en
todos los niveles de la estructura social abre posibilidades
insospechadas de evolución cultural, de crecimiento personal de
mejoras en la calidad de vida, del establecimiento de redes
sociales más eficientes y seguras. Eso es más que la simple suma
de los esfuerzos individuales.
4-. La clave del Orden no es la perturbación de las sociedades
humanas existentes con la dominación, con el imperio, con la
transferencia al nivel público, de visiones parciales, privadas de
la Realidad, de visiones incompletas, poco comprehensivas de
ella. Es, el recoger, el unir, el incorporar en un Todo, en un
sentido integral, el ayer, el hoy y los proyectos del mañana, de lo
que se ha venido dispersando, desarticulando, separando,
aislándose, contraponiéndose, diferenciándose, quizás, por la
especialización en la vida, en el trabajo, en el conocimiento,
proceso histórico que ha afectado la mente y el carácter de los
hombres, haciéndolos cada vez más diferentes, pero también
psicológicamente más distantes unos de otros, más
contradictorios, más conflictivos; es el enriquecer la consciencia
propia y colectiva con el aporte de todos los hombres; es el
crecer, es el evolucionar hacia la unidad en la diversidad, hacia la
complementariedad, hacia la estructura orgánica del conjunto.
5-. Es clave para asegurar la mayor autonomía posible y la
mayor dinámica evolutiva de nuestra sociedad, sembrar el espíritu
de proactividad, de emprendimiento en la formación del carácter
de las personas, para dinamizar su crecimiento personal, el
411
desarrollo de la Sociedad, para facilitar la actuación eficaz de
otras formas de liderazgo no necesariamente armado, no
necesariamente aristocrático, no necesariamente plutocrático; para
hacer viables nuevas y variadas sinergias.
6-. Los frentes empresariales que se abran y las empresas que
sean fundadas para trabajar en la consecución de sus propósitos,
se justificarían, solamente si hay algún público interesado en sus
servicios. En muchas naciones como en Colombia, en las
empresas políticas se da una realidad diferente, donde ciertas
clases sociales, ciertas castas, ciertos estamentos dominantes, han
impuesto sus propias pautas políticas en su propio beneficio,
quedando un espacio desierto, donde la base del pueblo, la mayor
parte de las veces muy heterogénea, espera pacientemente su
turno, o vive labrando su vida cotidiana, a veces con precarios
medios a su disposición. Esa posibilidad, en empresas económicas
de negocios, hace que el estudio, a fondo, del público
consumidor, la cualificación y cuantificación de su demanda, sean
muy importantes para determinar el tipo y las escalas productivas
del establecimiento industrial. El avance tecnológico de la
llamada “Sociedad de Consumo”, le permite a ésta presionar
duramente al consumidor para que “actualice” sus hábitos de
demanda hacia otros que se adaptan mejor a las opciones que ese
establecimiento está dispuesto a ofrecer, lo que hace sin
consideraciones del precio que sus clientes tienen que pagar en
calidad y expectativas de vida. Sin embargo, cuando esos cambios
de hábitos han de hacerse para mejorar su adaptación a las
posibilidades del Medio y mantenerse en condiciones óptimas de
vida, ello puede ser plenamente justificado. Por ejemplo, el
desarrollo del conocimiento científico, en nuestro tiempo, permite
ajustar mejor nuestra dieta y suplementarla, para mantenernos en
condiciones óptimas de salud, a pesar de ciertas limitaciones que
puede haber en el Medio.
7-. Es clave comprender que el “valor energético” de las fuentes
de energía a aprovechar en los diferentes proyectos industriales
412
(que financieramente se denominan proyectos de inversión),
expresado en términos ergonómicos, no está necesariamente
relacionado rígidamente con sus costos energéticos de
disposición. La energía solar disponible es de magnitudes
inconmensurables; para invertir en madera en los trópicos, por
ejemplo, triplica a la disponible en las zonas templadas del
Planeta. Ello hace que la industria forestal tenga ventajas
comparativas si se establece en el trópico, en vez de en la zona
templada. El estudio técnico de los yacimientos de petróleo, de
carbón, el de los proyectos hidroeléctricos, está orientado a la
optimización en el aprovechamiento de los recursos invertidos en
su explotación, lo que obviamente ocurre cuando su escala es
mayor; pero los rendimientos de aquellos combustibles supera,
con mucho la energía que costó obtenerlos. De la misma manera
pueden desarrollarse técnicas de estudio para otras clases de
proyectos: por ejemplo, el aprovechamiento de diferentes recursos
humanos en el desarrollo de empresas comerciales, en la
racionalización de la implementación de su labor, en el desarrollo
de economías no industriales como las agrícolas y pecuarias
diversas, como frutas, verduras, cereales, flores, ganadería bovina,
porcina, avícola, ovina, caprina, etc., en el desarrollo de medios
de transporte, aprovechando las corrientes marinas, los vientos,
etc., y analizar las contribuciones energéticas de los equipos
humanos que en aquellos proyectos se ocupan para procurar el
aprovechamiento de sus frutos.
8-. La clave de una Economía Global, para la construcción de
una civilización humana sostenible es: Vivir conscientes de que
somos parte integral de la Naturaleza, de que nuestra autonomía
es una realidad dinámica y es bien pequeña en comparación con
la que el progreso de nuestro conocimiento de la Naturaleza,- del
Medio y de nosotros mismos- nos ha de proporcionar. La clave es
poner a la Naturaleza a trabajar, en asocio nuestro, para el bien
conjunto. La Naturaleza es una fuente inagotable de recursos, de
energía en una “variedad” casi infinita de presentaciones. Nuestro
planeta posee unas condiciones especiales de las que carecen
otros cuerpos celestes vecinos y que nosotros no sabemos
413
aprovechar ni en una mínima proporción. El aprovechamiento de
los combustibles fósiles, de las fuentes de energía hidroeléctrica,
que mueven prácticamente nuestra civilización, no representan
sino una franja modesta del abanico de posibilidades que están
esperando que sean descubiertas. La relación de la economía
urbana con la economía natural, a través del sector minero, del
sector campesino, del aprovechamiento de los recursos marinos,
entre otros, nos guardan sorpresas de inapreciable valor. El aporte
del Sol en la economía terrestre tiene un significado que no
alcanzamos hoy ni a sospechar. Para tenerlo entero a nuestra
disposición, se requiere la contribución de un gigantesco equipo
de la Vida, cuyo “tejido” alrededor de todo el planeta es urgente
que empecemos a desarrollar.
9-. Hoy la economía tiende a la estrategia de que el “pez grande”
ordena la economía del “pez pequeño”, de manera que ésta
trabaje para aquel. Es una estrategia tendiente a simplificar para
hacer controlables, a hacer uniformes las actitudes humanas, a
hacer posibles muy pocos caminos, los que conducen al bien de
los dueños del Poder. Lo hacen a viva fuerza, soportada en
ideologías propicias: “Quien tiene el fusil tiene el Poder” dice
Mao Tse Tung; lo hacen a viva fuerza sin ningún fundamento
racional, como los criminales, los delincuentes, los dementes o
desjuiciados; lo hacen sabiendo muy bien la perversidad de sus
actos, con todo el apoyo técnico que puedan pagar, -“el que tiene
la plata tiene el Poder”- seduciendo, arteramente a sus víctimas.
Esta estrategia tiene que ser combatida. Debemos permitirle a la
humanidad que pueda vivir de la esperanza, que pueda tener
perspectivas de mejora en su autoestima, que pueda aprender a
confiar en sí misma, que no tenga que vivir más del miedo, en
medio de la depresión, en medio de la angustia y de la
incertidumbre. Es muy importante abrirle espacio a la Fe, a los
sueños posibilidades de materialización a todos los niveles,
personales y colectivos.
414
10-. La clave del crecimiento económico, de la abundancia, es el
ahorro, grande y pequeño, no el asalto al patrimonio ajeno, no
el producto su de su hipoteca. Además, no tiene justificación el
privilegio de que unos pocos recojan el ahorro de todos, se lo
apropien, lo expatrien, y luego lo manejen como cosa propia,
según su albedrío exclusivo. Ello sería incurrir en una limitación
inadmisible de las opciones humanas de supervivencia, a la
legítima aspiración de libertad, de independencia, justificar en un
simbolismo casi castrante, la razón de ser de la miseria que
impera hoy en el mundo. La plutocracia debe ceder su dominio
exclusivo, para ser suficientemente comprehensiva, a una
sociedad humana mucho más abierta.
11-. La clave del Desarrollo cultural integral, es que la
ciudadanía asuma el control colectivo real de la evolución de la
Cultura, que la opinión pública sea una genuina, una auténtica
expresión del Hombre y su sentir, su pensar, su desear, su
realizar. La aparición y consolidación de la Cultura Urbana,
deben pensarse, no como expresión exclusiva de las fórmulas
ideológicas y políticas de los poderes imperantes, sino como
nueva expresión de la Realidad Humana, de la Realidad del
Mundo, en conjunto. La implementación tecnológica que se ha
hecho, con derroche de bondad, con todas las empresas perversas
que han prosperado entre nosotros, debemos ponerla a la orden de
las instituciones democráticas para fines más nobles y altruistas.
Ello nos señala cuán necesario es el desarrollo de principios éticos
nuevos y más avanzados, para orientación en el manejo del Poder,
tal cual ha de ser usado para el máximo bien humano.
18.2.1 LA UNIDAD DE MEDIDA DEL VALOR
ECONÓMICO DEL TRABAJO: EL ERGIO.
“In everyday life, the word “work” is applied to any form of
activity wich requires the exertion of muscular or mental efort”.
[En la vida cotidiana la palabra “trabajo” se aplica a cualquier
forma de actividad que requiere el ejercicio de esfuerzo muscular
415
y mental]. “In physics, howeber, the therm is used in e very
restricted sens” [En física, sin embargo, el término es usado en un
sentido muy restringido] (Francis Weston Sears, profesor de física
del Instituto Tecnológico de Massachussets. “Mechanics, Heat
and Sound”, Adison – Wesley Publishing Company Inc. página
122 ).
Por definición: “The work dW done by the force F, while the body
undergoes a displacement dx, is defined as the product of the
displasament and the component of the force in the direction of
the displacement” [ El trabajo dW dado por la fuerza F, por la
cual el cuerpo, dado abajo, se desplaza dx, es definido como el
producto del desplazamiento y la componente de la fuerza en la
dirección del desplazamiento (Idem. P 122).
Analíticamente: dW = F cosθ .dx (1)
El trabajo W, dado en un desplazamiento finito desde la
coordenada X1 hasta la coordenada X2, es:
X2
W = ∫dW = ∫ F Cos θ . dx (2)
Y
Y´
X´ X
θ
F
F cos θ
O
dx
416
X1
Cuando el ángulo ǿ es 0 su coseno es 1. Entonces integrando:
W = F (x2 – x1) (3)
La ecuación (1) representa una definición general y la ecuación
(3) se usa corrientemente como una definición elemental de
Trabajo.
Cuando la distancia es dada en metros y el peso en kilos, el
producto de ambos es el Kilográmetro, que es la unidad en que se
mide el trabajo mecánico. Si la fuerza es expresada en newtons y
la distancia en metros, la unidad se denomina newtons-metro. En
el sistema cgs (cegesimal), la fuerza se expresa en dinas y la
distancia en centímetros, entonces el producto es la dina-
centímetro. Esa unidad se llama ergio.
Otra unidad muy usada es el julio, que es equivalente a un
newton-metro:
1 Julio = 1 newton – metro
Como 1 m = 100 cms, y 1 newton equivale a 105 dinas, entonces:
1 Julio = 1 newton = 107 ergios
El elemento tiempo no está involucrado en la definición de
Trabajo. Sin embargo, ese trabajo puede ser realizado dentro de
muchos intervalos de tiempo. Por lo tanto, puede ser de interés el
conocer, por la unidad de tiempo, por ejemplo por segundo,
cuanto trabajo ha sido desarrollado. Muchas aplicaciones
prácticas tiene el uso de otra categoría, la potencia, que tiene que
ver con la cantidad de trabajo desarrollada en un determinado
tiempo. Analíticamente, si P es potencia, W es trabajo y dt es el
intervalo de tiempo:
P = W / dt (4)
417
La unidad de potencia en el sistema mks (makesimal) es un
newton – metro / segundo o un julio / segundo. Una de las
unidades de potencia más usada es el kw o kilowatio; un
kilowatio tiene 1000 watios y es igual a 1000 julios / segundo. En
el sistema cegesimal la unidad de potencia es ergios /segundo.
Un kilowatio – hora, es la medida de la energía entregada en una
hora.
Como ya se había visto antes, sobre la base del trabajo de Sir
James Prescott Joule y otros físicos, fue establecido el equivalente
mecánico del calor hacia mediados del siglo XIX. Antes no se
había considerado que el calor y la energía mecánica fueran
formas equivalentes de energía. Las unidades más conocidas de
calor son las calorías. Se definen en el sistema makesimal la Kilo
caloría, como el calor necesario para incrementar en 1 o
Centígrado un kilogramo de agua; en el sistema segesimal, la
caloría gramo, como el calor necesario para incrementar en 1 o
Centígrado un gramo de agua.
En los más recientes estudios hechos para el objeto, ha sido
establecida una equivalencia institucional de las unidades de
medida de la energía mecánica y calórica así:
4,186 Julios = 1 caloría gramo
4.186 Julios = 1 kilocaloría
1 kilocaloría = 1000 calorías gramo
También es usual usar otras unidades de calor:
1 BTU es la cantidad de calor que debe ser aplicada a 454 gramos
de agua (ó 0,454 kilos de agua) para elevar la temperatura 5 / 9 de
o Centígrado. Así:
1 BTU = 252 calorías gramo ó 0,252 kilocalorías.
En Ingeniería Industrial es común que se mida el aporte del
trabajo humano en las labores industriales, y que se valorice en
418
términos monetarios para ser remunerado, estableciendo el
método de trabajo usado, el tiempo total en su aplicación y luego
multiplicando ese tiempo por su valor monetario. Este
procedimiento se llama MTM (Medida del Tiempo de los
Métodos).
En Ergonomía, como referencia, se estudia el método de trabajo
usado, puede, por tener una referencia adicional, determinarse el
tiempo de la tarea, pero es fundamental medir el esfuerzo y el
desgaste que exige tal tarea al trabajador. En total, el trabajo
humano se mide en términos energéticos. Obviamente es preciso,
en la Economía monetarizada, determinar el valor monetario del
mismo. La unidad de medida energética usual es la Kilocaloría o
la caloría gramo, las cuales se pueden expresar en su equivalente
mecánico, kilográmetros, julios, ergios y la potencia desarrollada
en kilowatios, etc.
Decíamos arriba que el concepto de Trabajo, en la vida ordinaria
se aplica a cualquier clase de actividad que requiere ejercicio
muscular y esfuerzo mental. Decíamos también que, en física, el
concepto de Trabajo tiene un sentido muy restringido. Sin
embargo, desde que en Leipzig en la década de los treintas del
siglo pasado se empezó a trabajar en el tema ergonómico, el
concepto restringido de la Física, se ve que no lo es tanto. Cuando
se habla de trabajo humano estamos hablando también de un
concepto como tantos, de la Energía, que aparentemente tiene
diferentes presentaciones y formas, pero que, en el fondo, son la
misma esencia. Todas las formas de la energía pueden
transformarse unas a otras y tienen valores equivalentes. La
Energía no se consume ni se destruye, sólo se transforma, según
dice la primera ley de la Termodinámica.
Desde el punto de la Ingeniería, el manejo del cuerpo humano en
su aplicación al Trabajo puede hacerse considerando a éste como
una verdadera máquina térmodinámica, con sus propias
condiciones de funcionamiento, las cuales están determinadas por
la variedad fenotípica de los organismos humanos, su edad, sus
condiciones de adaptación a las diferentes clases de trabajo y de
419
ambientes, sus limitaciones naturales, porque, como cualquier
máquina, no es todopoderosa en cuanto capacidad de carga física
y mental. El ingeniero debe y puede definir esos límites, calcular
sus rendimientos, y establecer las condiciones en que ese trabajo
puede ser un producto humano óptimo, en todos los sentidos.
Cuando se habla de tiempo de trabajo, en Ergonomía se considera
muy importante evitar el recargo de trabajo, que puede tener
consecuencias para la salud de la persona que lo realiza. En Física
ya vimos un concepto de Potencia, que puede aplicarse
perfectamente a este campo. Así como es posible describir la
potencia de un motor eléctrico, diesel u de gasolina, y evitar
recargarlo en su instalación, es posible determinar la potencia
efectiva del hombre que trabaja y determinar si su carga de
trabajo y su ambiente son adecuados o inadecuados, todo lo cual
puede también optimizarse.
En cuanto se refiere al cuerpo humano, que también podría
generalizarse, con algunas variaciones a las demás especies del
reino animal, podemos hablar a “grosso modo” de dos clases de
energía: La que necesita el cuerpo mismo, aún en reposo, para
sostenerse con vida y mover automáticamente la respiración, la
circulación, el corazón, el hígado, etc., que se llama metabolismo
basal; y las energías que se gastan en las actividades cotidianas,
ya para rendir en el Trabajo o ya para desarrollar en el tiempo no
comprometido laboralmente, son la energía laboral y
extralaboral.
Para calcular el valor global del metabolismo basal es preciso
estimar el valor de la superficie cutánea. La fórmula más
conocida es la de Du Bois y Du Bois (Jorge Forcadas Filiu.
“Seminario de Ergonomía”. Sociedad Colombiana de Ingenieros
Industriales y Administradores. Inédito P 65):
S = P0,425
. T0,725
. 71,84
Donde S = Superficie cutánea en centímetros cúbicos.
P = Peso en kilos.
420
T = Talla en centímetros.
Calculada ya la superficie cutánea, es posible calcular el
metabolismo basal, con base en tablas donde se ha calculado la
demanda energética del cuerpo humano, según la edad y género,
en Kcal./m2/h (Kilocalorías por metro cuadrado y por hora):
Metabolismo basal / día: S . E /m2 / h
Donde S = Superficie cutánea en cm2
E = Demanda energética, en Kcal. / m2 / h
Los métodos seguidos para el cálculo de la energía laboral, tienen
sus restricciones en el plano práctico. En el caso de requerir un
estudio individual detallado y directo, deben hacerse estudios
metabólicos muy cuidadosos, no siempre fáciles de llevar a cabo
en forma ágil. Más factible resulta la medición indirecta, basada,
por ejemplo, en su consumo de oxígeno o su frecuencia cardiaca.
En ambos métodos se cuenta con la metodología técnica adecuada
y los implementos adecuados para su aplicación.
Una vieja aspiración de los ingenieros es el de hallar una solución
general. El problema puede enfocarse de dos maneras diferentes:
Una, evaluando los esfuerzos primarios que requiere una
actividad cualquiera o aplicando valores empíricos que se han
obtenido por investigaciones del tema y se guardan en tablas para
el uso de los ingenieros.
Otra, empleando valores para las tareas ya estudiadas en cada uno
de los oficios, en las cuales se han asignado normas de
comportamiento energético, y componiendo el oficio según la
frecuencia en que esas tareas se repiten. Para actividades
sencillas, como caminar, subir escaleras, cargar ciertos pesos, etc.,
es muy cómodo usar los estudios existentes, que son muchísimos.
El estudio de la energía extralaboral requiere un detalle de las
actividades regulares en tiempo no laboral, y, en cuanto esas
421
actividades varíen, por fuera de lo previsto, pueden tenerse
resultados no muy confiables (Idem. Ps. 65, 66, 67, 68, 69).
El estudio de los grandes grupos de personas puede realizarse,
dentro de márgenes de error técnicamente aceptables, basados
sobre la información estadística existente acerca de su
comportamiento promedio.
De la misma manera que los biólogos calculan los balances
energéticos de las diferentes especies vivas y sus variaciones. El
desarrollo de las aplicaciones de la Ergonomía podría establecer,
de manera práctica y útil, el balance energético entre los diversos
sectores de la Sociedad humana, igual que aplicarse en sus
propios términos, al estudio de los diferentes tópicos y categorías
que se estudian hoy en términos monetarios, en la Economía
Clásica.
Con ello es posible entender que, en Economía Humana, hemos
llegado a la unidad conceptual, en términos científicos, físicos,
que nos permitiría diseñar, montar y poner en marcha dispositivos
productivos, y aún, de manejo, mixtos, humanos y mecánicos,
optimizarlos, y calcular su aporte total a la Economía General de
manera integrada; de la misma manera es posible establecer sus
requerimientos energéticos, optimizar su consumo energético,
para lograr los rendimientos planeados, entender mejor el
significado de la Educación, como una forma de “capitalizar
energía” en las mejoras del perfil de las personas para sus
aplicaciones en el trabajo, en el crecimiento personal para facilitar
mejor adaptación al medio social compartido, etc. Es posible
involucrar la Economía Humana en la Economía General de la
Naturaleza, asociarla, valorarla, compararla e integrarla a las
economías de las demás especies, relacionarla con las fuentes
cósmicas de energía de las cuales toma lo necesario para su
sustento.
Todas esas posibilidades hacen que mantener las unidades
monetarias tradicionales en la Economía Clásica, de medida del
intercambio económico, y de las demás categorías económicas
422
corrientes, puede volverse más un estorbo que una ventaja en el
manejo de dichas categorías. ¿Por qué no asumimos, de una vez,
como unidad de intercambio, la misma que se usa para designar
la unidad de energía, que es precisamente el objeto que se
intercambia en toda transacción económica?
18.2.2 VALOR ECONÓMICO – SOCIAL
DE LA SALUD FÍSICA Y MENTAL.
La seguridad social. Los riesgos profesionales.
Si nos enfocamos en el estudio de las condiciones de trabajo en
una empresa agropecuaria, industrial, comercial o de servicios
diversos, puede ser sencillo entender el juego de aquellos
conceptos en la vida de las personas que trabajan dentro de una
organización productiva. La planificación del Trabajo allí, desde
el punto de vista ergonómico tiene por objeto optimizar la
adaptación del trabajador a la institución, a través de las
condiciones ambientales que ofrece su puesto de trabajo. Ello
conduce a una labor en la cual el trabajador desarrolla su
capacidad productiva en forma óptima con un desgaste razonable,
condiciones adecuadas de recuperación del equilibrio orgánico,
dentro de situaciones de riesgos controladas.
La disponibilidad de una tecnología básica en el análisis del
Trabajo para cualificar y cuantificar los requerimientos humanos
según las limitaciones de su constitución física y mental, el gasto
energético de su actividad en el escenario de trabajo, en los
escenarios extralaborales, etc., es una promesa y, a su vez, una
invitación a que trabajemos arduamente en su desarrollo. El
ejercicio de una vida de trabajo, de una vida integral, dentro de la
disciplina que la tecnología nos proporciona para el
aprovechamiento optimo de nuestros recursos más inmediatos y
exclusivos, <<nuestro propio cuerpo y sus elementos
constitutivos>> parten, de la experiencia laboral, pero puede, ¿por
qué no?, extenderse a toda nuestra vida.
423
En el escenario laboral, en cada puesto de trabajo, con un riesgo
manejable, es posible mantener bajo control los factores naturales
y humanos más relevantes que determinan las condiciones de
trabajo. Entre ellos podemos contar las dimensiones de los
implementos y de los muebles, las distancias a superar con las
diferentes formas de movimiento, los pesos a cargar, la
contaminación de ruido, la luz disponible, la aptitud física y
mental, la exigencia de concentración mental, la presión del ritmo
de trabajo, el plan de reposo, el control de la accidentalidad y sus
efectos, etc. Ello es, dentro de su complejidad, algo muy simple
frente a los factores que influyen en la vida humana a niveles de
vida mucho más amplios como el nivel social.
En principio, las diferentes situaciones de interacción de los
factores mencionados y otros que pudieran tener relevancia,
típicos en un medio fabril, merecen un estudio detallado con
aplicaciones muy concretas y suficientemente precisas para servir,
por ejemplo, de base para pagar nómina. Pero si no es práctico
reglamentar la vida cotidiana y si, de entrada, no es fácil encontrar
en el público la disponibilidad suficiente, para el ejercicio de la
disciplina requerida, sí puede apreciarse un sentido ético, una
dirección a tomar en la educación pública para acercarse a una
previsión plausible de los resultados que pueden obtenerse con
una labor cultural, destinada a elevar, paulatinamente, el nivel de
vida de una población y su perfil de desempeño general.
Si al menos, se lograra entender, entre otras cosas, el significado
de la Salud, de la Seguridad Social, de los riesgos Profesionales,
de la Educación al nivel social, entre muchos otros temas de la
Política, la necesidad de enfrentar, tanto individualmente como
colectivamente, los riesgos que representan la totalidad de los
factores naturales y humanos que influyen, en conjunto,
conjugados o no en la vida de cada uno de nosotros, sería un
logro incuestionable. ¿Y cuál sería en este caso nuestro
propósito? Hay uno menos ambicioso: Que tomemos consciencia
de la realidad, de lo que representa nuestra presencia concreta en
esta región del Cosmos, de los retos que nos interpone, de los
medios que nos proporciona para superarlos, de la necesidad
424
imperiosa que tenemos de evitar distracciones por motivos
intrascendentes en el fondo, frente a la gran tarea colectiva de la
supervivencia de la Especie. Hay otro más ambicioso y, quizás,
más lejano: El desarrollo de una tecnología de <<medida del
valor del recurso humano>> probada, a todos los niveles sociales,
en conjunto para toda la Sociedad, y también aplicable en la
cuantificación del <<grado de confianza>> con que puede ser
mirada, de los riesgos reales que enfrentamos con la
implementación hecha por nosotros para alcanzar los logros de
nuestra vida, ya sea por medio de nuestras instituciones privadas
y públicas, por medio de las estructuras sociales que hemos
desarrollado, por medio de la infraestructura física que le sirve de
propósito, por medio de nuestro patrimonio cultural, de nuestros
recursos diplomáticos y de negociación, destinados a mantener
en buen estado, en términos de cooperación, nuestras relaciones,
interactivas, con otras estructuras sociales, por medio de nuestras
prácticas y nuestra política destinadas a defendernos de los rigores
del Medio y, al mismo tiempo, a aprovechar los recursos que éste
nos proporciona para mantener nuestra salud física y mental
óptimas, nuestra capacidad de lucha, de desempeño óptimos.
Así pues, nos atrevemos a dar ese paso adelante, hacia la Utopía,
mas no hacia la Ilusión, hacia un mundo ideal fantástico capaz de
transformar al Hombre en un objeto manipulable, a la Sociedad en
una gigantesca máquina productiva sin par, para ser aprovechada
en beneficio de intereses extraños que una aplicación perversa nos
podría deparar. Tampoco para construir sobre ella un Imperio tan
destructivo del Hombre y tan despreciable como tantos que
hemos conocido: Nos atrevemos a extrapolar a la vida social este
tema práctico al nivel de las instituciones fabriles con el objeto de
que cada quien pueda aprender a evaluar sus propios términos de
intercambio económico con los demás, en términos ergonómicos.
Ello nos permitirá entrar en el tratamiento de temas extraños para
la generalidad de la gente que han permanecido al margen de los
debates masivos, ya que la mayoría del público ignora su
significado, aún cuando sufre sus consecuencias. La Prensa y la
Academia se preocupan de temas como el calentamiento global,
425
sin encontrar mucho eco en una opinión pública que no entiende
de dónde viene y cuáles son sus efectos. Sin embargo, entre
nosotros, paga un precio colosal, en términos de pérdidas de
viviendas irreemplazables, en términos de inundaciones
imparables y crecientes, en términos de pérdidas de cosechas, en
términos de cambios climáticos para los cuales nuestra estructura
productiva no está preparada, etc., y no tiene el poder de
convocatoria para hacer presión, para convencer a aquellos que se
benefician exclusivamente con prácticas industriales
contaminantes a que cambien su actitud y su manera de hacer
industria. Asumamos la tarea. Para ello debemos abordar el tema
a partir de ciertas consideraciones científicas que nos arrojan luz
sobre el sentido natural de los desarrollos estructurales sociales, a
los que ha dado el paso la evolución de nuestra cultura, de nuestra
civilización moderna:
“Siguiendo el hilo rojo evolutivo hemos ido viendo el continuo
desarrollo de las estructuras en todos los confines del Universo
[átomos, cristales, moléculas, células, seres multicelulares,
asociaciones de éstos, que tienen la denominación genérica de
estructuras]. Si aplicamos este principio más allá de lo que nos es
conocido hasta el momento, veremos que nos conduce hacia
estructuras cada vez más complejas y, finalmente, a una
integración total en una única estructura” (Carsten Bresch. “La
Vida un Estadio Intermedio. Salvat Editores S. A. Barcelona
1987. P 246). [Es importante comprender que cada uno de
nuestros organismos corporales es una compleja estructura, salida
de aquel misterioso plan cósmico desarrollado por la Naturaleza,
sobre una base de motivos que ignoramos, pero que, con el
tiempo, iremos descubriendo; igual, aunque no lo sean a plenitud,
lo son nuestras familias, nuestras comunidades veredales, nuestras
villas, nuestros barrios urbanos, nuestras asociaciones de trabajo,
nuestras ciudades, nuestras sociedades nacionales, etc.]
Sin embargo, no parece que haya unanimidad en esta
consideración entre los científicos: Apoyados en la Segunda Ley
de la Termodinámica, muchos pronostican un aumento del
desorden en la Naturaleza. En efecto: Cuando se da un proceso de
426
transformación de la Energía, una parte de ella se desprende,
generalmente en forma de energía calórica (la fricción, por
ejemplo, transforma parte de la energía mecánica en
calor)…..”Podríamos decir que al producirse una transformación
de energía hay que pagar una especie de <<impuesto>>; un
tributo a beneficio del caos” (Idem P. 248). Esa experiencia es
palpable en el funcionamiento de los motores de combustión
interna que funcionan, más o menos, a 60 0
centígrados e irradian
una parte importante de la energía generada en la combustión. A
muy largo plazo, la energía disponible podría ser cada vez menor
hasta agotarse. Este podría conducir al Universo en su conjunto a
su supuesto <<estado final>>, que es lo que se denomina ya,
desde el pasado siglo <<la muerte térmica del Universo>>.
Aquí viene una pregunta que se hacen otros científicos: ¿es
inevitable esta muerte por entropía? ¿Son los múltiples
desarrollos de las estructuras simplemente una manifestación
transitoria, un juego de azar, que, <<al final>> desembocará en el
caos del que originalmente surgió? Dado que las estructuras
necesitan energía para conservarse y desarrollarse, ¿es inevitable
que su desarrollo se paralice finalmente a causa de una última y
definitiva crisis energética universal? Casi parece ser así. Sin
embargo Bresch se plantea un válido “PERO”:
Estos interrogantes que se hace Bresch le valen consideraciones
muy poderosas: “Desde sus primeros momentos de existencia
nuestro Universo –según han podido calcular los físicos- sólo ha
consumido (irradiado) un porcentaje muy reducido de sus
reservas energéticas.” Nosotros tenemos una visión algo
diferente: Según veíamos al principio de este capítulo, en el
instante de su nacimiento, ¡nuestro Universo era energía pura!,
aunque realmente no sabemos cuál es la verdadera naturaleza de
la Energía, pudiéramos haber tenido algunos tipos de partículas
subatómicas o los elementos constitutivos iniciales de ellas, como
por ejemplo los llamados <<fotones>> de luz. Sin embargo en
ese instante, entendemos, empezaron a <<condensarse>> las
primeras estructuras considerables conocidas de “materia”, los
primeros átomos de hidrógeno, y todo ese material capitalizó la
427
colosal energía potencial contenida en aquel “huevo cósmico”
original en forma de energía cinética, que en sus
inconmensurables y múltiples formas, llega hasta hoy, hasta
nosotros, incluso contribuyendo a animar nuestra vida.
Pero sigamos contemplando las serias consideraciones de Bresch:
“¿Y de dónde salió toda la energía inicial? Estaba dada porque en
<<un principio>> todas las partículas elementales eran
independientes. No debemos pasar por alto este hecho: al
principio no existían estructuras, no existía información, pero ¡el
Universo estaba repleto de energía!” (Idem. P. 249).
“La formación de las partículas más pequeñas, las partículas α, y
la de los núcleos atómicos más elevados produjo enormes
cantidades de calor [son reacciones exotérmicas semejantes a las
de la fusión nuclear de átomos de hidrógeno para formar helio].
Al igual que miles de millones de estrellas, nuestro sol irradia esa
enorme cantidad de energía al espacio.”…..”Al configurarse las
estructuras moleculares, es decir, al establecerse los enlaces
químicos, vuelve a liberarse energía calórica. Pero en una
cantidad millones de veces menor que la que se desprende de las
fusiones nucleares. El tributo pagado al caos se ha reducido
considerablemente” (Idem. P. 249).
“Las reacciones bioquímicas que, mediante las enzimas, hacen
posible el aumento de la complejidad estructural, son mucho más
eficaces, es decir, utilizan la energía de que disponen las
moléculas de forma mucho más ahorrativa. En comparación con
las reacciones de la química inorgánica, sus impuestos son mucho
menores. Finalmente los cerebros producen estructuras de
máxima eficiencia y mínima tributación; algo que era
desconocido hasta entonces” (Idem. P 249).
“Todo parece indicar que con el aumento del grado de
complejidad de las estructuras, los <<impuestos>> descienden
visiblemente. Estudiando la evolución podemos ver que las
estructuras emplean cada vez más ahorrativamente el patrimonio
energético; cuanto mayor es su desarrollo más capaces son de
428
difundirse y ampliarse con menos gasto –tributo- de energía”.
Hago una pequeña digresión: aquí encontramos una justificación
de la crítica emprendida por nosotros al famoso tema de la
“globalización” económica, entendida según la filosofía de la
Economía Clásica; crítica dirigida a la acción perversa de sus
gestores, que no han dejado de buscar su propio beneficio en
perjuicio general, generando la pobreza económica por doquier,
pero crítica, también, a la pobreza de visión, a la incomprensión, a
la ignorancia, a la irresponsabilidad, y por qué no, perversidad de
quienes han permitido a través de la figura de los <<negocios
privados>> que se perpetre un mayúsculo saqueo del patrimonio
social de naciones enteras en beneficio de una economía que
debió gestionarse en conjunto y con beneficio general. Bien,
sigamos con Bresch:
“Sea como fuere, el proceso de formación y desarrollo de
estructuras puede seguir pagando –de su dote inicial de capital
energético- tributos al caos durante millones y millones de años.
¿Tal vez eternamente? Nadie puede calcularlo. A un Universo
infinito correspondería una infinita reserva de energía. Además,
no podemos saber qué nuevas facultades lograrán desarrollar las
estructuras del futuro. Tampoco las primeras bacterias fueron
capaces de tener en cuenta temas como la <<desgravación
fiscal>> [típica de las mayores y más complejas estructuras, que,
teóricamente al menos, deberían ser más eficientes en su
competencia por la supervivencia]. Nuestro Universo se halla
todavía muy lejos de haber alcanzado el equilibrio. Sus
estructuras son aún tan primitivas que resulta absurdo intentar
hacer predicciones hasta el <<fin de los tiempos>> a la luz de
nuestros conocimientos presentes. El continuo descenso de la
energía existente no es necesariamente contradictorio con el
desarrollo ilimitado de las estructuras” (Idem. P. 249).
Hay otros argumentos que le quitan piso a la idea de los que
pronostican el continuo aumento del desorden en el Universo.
Para explicarlos, Bresch plantea dos ejemplos comparativos:
429
“Para explicar la segunda ley de la termodinámica suele
describirse el siguiente experimento: si conectamos mediante un
tubo un recipiente de gas con otro vacío, llegará a establecerse, en
más o menos tiempo, dependiendo del tamaño del orificio de
comunicación, un estado de equilibrio en el cual el gas se habrá
repartido entre las dos cámaras. Este estado es más probable si las
moléculas se mueven desordenadamente. Y es el estado más
probable, puesto que es el que siempre se produce. Por lo tanto, el
sistema en su totalidad tiende del <<orden>> al <<desorden>>”
(Idem. P. 250).
Ahora “imaginemos una nube de hidrógeno en el espacio lejos de
cualquier cuerpo celeste. ¿Qué ocurrirá? Por efecto de la fuerza de
atracción de las masas, la nube se aglutinaría hasta dar lugar a una
estrella [de hecho, muy probablemente, eso fue lo que ocurrió en
el proceso de formación de la mayoría de los cuerpos celestes que
componen nuestro Universo]. ¿Puede decirse ahora que el
<<orden>> se ha convertido en <<desorden>>? Es más bien al
revés” (Idem. P 250).
“¿Cuál es el quid de la cuestión? Naturalmente, hemos
introducido [un factor nuevo] la fuerza de atracción de las masas;
sin ella, la nube de gas se hubiera desintegrado en el espacio. El
<<estado resultante>> habría sido entonces un mayor desorden.
En cambio, con la gravedad de por medio, el estado final (si la
nube es lo bastante grande y está suficientemente alejada de otros
cuerpos celestes) será una masa de gas aglutinado. Así pues, no
todos los acontecimientos tienen que desarrollarse hacia un mayor
desorden” (Idem. P. 251).
Esos dos ejemplos de Bresch representan dos situaciones
enteramente diferentes: El primero, ejemplifica el caso de un gas
en un medio “aislado” donde la situación de cada molécula del
gas es fortuita, determinada por el azar; el gas pasará a la cámara
vacía y quedará repartido en las dos cámaras empujado por los
choques entre moléculas, provocado por el movimiento térmico
desordenado de las mismas. El segundo ejemplifica el caso del
movimiento de partículas que ya no son independientes, cuya
430
posición no está determinada por el azar, sino, en parte, por las
condiciones impuestas por el campo gravitacional. “La situación
final siempre será el desorden cuando la magnitud física a la que
se hace referencia (en nuestros ejemplos se trata de la localización
de las moléculas) depende exclusivamente de procesos fortuitos
entre los que no existe ninguna dependencia ni relación. En
nuestra nube de gas, la fuerza de la gravedad afecta el
movimiento de las partículas y, por tanto, influye en su
colocación” (Idem. P. 251).
Este ejemplo, muy simple, sirve de modelo para entender lo que
ocurre en la Naturaleza y aún en la vida humana, en procesos de
interacción, comparativamente, muchísimo más complejos.
Para el estudio de este tema, nos queremos referir a un caso
específico que conozco mejor: mi país, Colombia, y espero que el
lector lo pueda proyectar al país en que esté viviendo y aún, a
ámbitos más amplios. Eso tiene una razón de ser: Nuestra realidad
nacional es el producto de una situación geográfica específica en
el Mundo con su respectiva población humana, obviamente,
ambos con su propia y específica historia, que implica un
conjunto de factores naturales y humanos que han producido una
experiencia una memoria particulares y una dinámica propia, que
posee su propio potencial de generar unos efectos en la vida
futura singulares, y que hacen que la realidad presente lo mismo
que la mirada al futuro estén afectadas por un contexto singular
muy complejo, muy diferente, y muy exclusivo, de influencias
externas, tal como ocurriría, si nos situáramos en un país
cualquiera diferente.
En la prensa colombiana nos hemos estado familiarizando con
ciertos términos, por el manejo que los medios de información le
dan a los conflictos que han surgido entre los directivos de
diferentes instituciones oficiales del Estado, y por la “infiltración”
en ellos de elementos extraños, principalmente de los actores
armados de la oposición, como la guerrilla, del narcotráfico o las
autodefensas o paramilitares: Hablan así, de corrupción, de
431
“choque de trenes”, de desplazamientos de población, de “cacería
de brujas” entre muchos otros, sin que quede claro para el
ciudadano común qué significa todo aquello, sin que haya una
forma reconocida de cuantificación de la magnitud de los
problemas, ni que se conozca un presupuesto de las formas como
ellos afectan a la generalidad de la población del país, no
solamente a los directamente afectados en un momento dado.
Hay en matemáticas dos bases de cálculo que, combinadas,
pueden servir para evaluar lo que deseamos. De hecho, los
actuarios las usan para hacer el cálculo sobre el costo teórico que
debe ser asumido para sus proyectos por los empresarios o por la
ciudadanía y la taza de ahorro social necesario para cubrir los
costos de las pérdidas por los sucesos, en el caso de que sean
negativos, que en un momento dado puedan hacerse realidad.
Esas bases son:
La Teoría de probabilidades. Y
La Disciplina estadística.
¿Qué probabilidades?
En el caso de las sociedades humanas esos sucesos no son
siempre fortuitos; pueden ser consecuencia de actos
intencionados, deliberados, que logran su realización como efecto
final de la interacción entre los poderes humanos en acción en un
teatro de la vida específico.
La forma como se desarrolla la vida cotidiana en países como
Colombia, con la mar de conflictos y todos los problemas que
aquejan a la población, donde no se da, a propósito, el concierto
de aspiraciones consideradas vitales por la población y de las
cuales, quizás, sólo una mínima parte es manejada por las
autoridades públicas, nos dice que nos equivocamos menos si
reconocemos que vivimos en un mundo definitivamente caótico,
y, en medio de ese caos, sometido a grandes y diversas presiones
ambientales. Vivimos las consecuencias de no haber logrado
establecer, con éxito un estereotipo de organismo social nacional,
432
con una estructura física eficaz que lo soporte, con un “cuadro
administrativo”, es decir con un Estado que encabece las
instituciones públicas de manejo social y una dirigencia privada
que dirijan coherentemente, en conjunto, la economía, el orden
institucional, la justicia, etc., dentro de los términos de una Carta
constitutiva de común aceptación. Acepto que <<formalmente>>
todo eso exista, ¿pero funciona o no eficaz, eficientemente?
Esto puede sonar muy extraño, porque la colombiana <<es una de
las democracias más antiguas de América>>, con instituciones
republicanas legales, con una ley que es aplicada por el poder
legítimo establecido, reconocido mundialmente, con unas fuerzas
militares y de policía fuertes, con una Carta Magna moderna
clara, que contiene los valores esenciales ideales que, se desea, le
sean atribuidos a la Nacionalidad. Pero, desgraciadamente, “¡No
hay Estado Nacional, hay partidos [políticos] nacionales! La
modernidad construye a la Nación y nuestros intentos, hasta hoy,
no han sido eficaces todavía. (Adolfo Maya Salazar.
“Comunicación Opinión Pública”. Notas sobre conferencia
dictada en EAFIT el 21 de julio del 2008 en el Tríptico de
Saberes de Vida).
La Nación, por tal razón, como hecho, como realidad, es en
Colombia incipiente. Hasta “ayer”, el conflicto partidista dividía
a la población en dos facciones irreconciliables donde la lealtad
ciudadana era para los caudillos de su bando. Durante el siglo XX
fueron introducidas otras ideologías que matizaron las actitudes
ordinarias dentro de los partidos tradicionales, y otros
movimientos, entre ellos el movimiento socialista marxista, que
abrieron espacios a otras facciones partidistas, con sus propios
caudillos (así, sin comillas), que adelantan su actividad en el
mismo plan de los partidos tradicionales cuando eran fuertes y
arrastraban a grandes masas de población, sin contar que, como
fruto del triunfo de los imperios anglosajones sobre el imperio
español, al que pertenecíamos durante la Colonia, nuestra vida se
mueve ahora en otro “plano humano” diferente a aquel en que nos
movíamos, que había modelado nuestra mentalidad y que explica
nuestra marginalidad, y al compás del movimiento de toda una
433
Cultura Occidental bajo el dominio de la pauta anglosajona, que
ha sufrido, a su modo, una impresionante transformación
económica, científica y técnica, con un sentido que empezó
dándose en un debate sobre la razón esencial de la existencia
humana, iniciado con el Renacimiento y nunca continuado hasta
hoy, cuando nosotros teníamos nuestro propio sentido, por la
trayectoria descrita, ya con un carácter de universalidad muy
claro, por el proceso interrumpido en el hundimiento del mundo
hispánico (y nuestro) y de sus humanidades, que ya abrían un
prometedor horizonte de vida institucional futura, con sus propias
leyes, como el Derecho de Gentes, forjado con el aporte de
nuestra propia experiencia histórica. ¡Un aporte reducido por
nosotros mismos, en la “democracia” de hoy, casi al olvido!
Por momentos, el intento de hacer política (que no es política en
el sentido universal de la palabra), en los momentos de mayor
crisis institucional, lo que se ha dado después de la alternación en
el Poder de los dos partidos, en el Frente Nacional, después de la
terrible escalada violenta de 1949, la estructura partidista se ha
roto, ha perdido casi toda su capacidad de convocatoria, quedando
muchas veces indemnes, solamente las estructuras de los
caudillos y sus seguidores, en una actividad “clientelista”, donde
los presupuestos de poder se miden con el número de votantes a
favor, y el botín de la lucha política, para pagar el “servicio” de
los votos a favor, se reparte en términos de oportunidades de
devengar a costa de los presupuestos oficiales del Estado en los
puestos públicos. Así pues, la “política”, entre nosotros, en la
realidad, no es un asunto público, es un asunto privado entre las
personas que se mueven en un sector de la vida “pública” y que,
de consenso, ejercen un dominio sobre su propia “clientela”,
quedando la ciudadanía desconectada, y cada vez más escéptica,
más abandonada, más indiferente con lo que pasa en la supuesta
“esfera pública”.
Si nuestra situación interna es de caos, a pesar de eso, podemos
decir que algo ha ocurrido desde los últimos decenios del siglo
XX: La experiencia de la violencia guerrillera marxista, de un
corte muy semejante a la sufrida por el pueblo colombiano liberal
434
y conservador, durante casi 34 años (más o menos desde 1930,
recrudeciéndose en 1949 hasta 1953), y con el duro precio que ha
tenido que pagar el pueblo, en secuestros, en muertos, en
desplazamientos, en degradación de la vida, se ha producido el
“milagro” de galvanizar a la población colombiana, por primera
vez como Nación, en el sentido moderno de la palabra, y
alrededor de valores que pueden, por primera vez, servir de ejes,
para avanzar en un proceso de institucionalización que puede
tener el significado de una verdadera promesa para el futuro.
En Colombia nos hemos acostumbrado a las discrepancias, a la
discordia entre personas, a las diferencias individuales de
pensamiento, de aspiraciones, etc., en actitud hostil, sin
aceptarlas, y nos hemos encerrado también tras nuestras propias
barricadas, nuestras propias trincheras, a la medida de nuestra
capacidad financiera, y nos hemos “aliado”, como decía Winston
Churchill hace sesenta años cuando se enfrentaba al Eje (Roma,
Berlín, Tokio), hasta “con el mismo demonio” (la URSS), para
“atajar el peligro que nos asecha”, prestos al ataque y a la
defensa, poniendo, de por medio el precio de la misma vida.
Es preciso considerar que la formación de las diversas y
poderosas estructuras militares, que conocemos hoy, igual que las
políticas, criminales, o de cualquier otro orden, empezaron hace
sólo unas cuantas décadas como células infiltradas en diversos
sectores de la población y las instituciones, como meras pandillas
de barrio, de atracadores de banco, que nunca les merecieron a las
autoridades competentes una definida atención al nivel
estratégico. Sólo frente a la amenaza real de estructuras fuertes, se
sienten sacudidas, y cuando los proyectos guerrilleros y de las
autodefensas perfectamente organizados y dirigidos, empiezan a
actuar en las barriadas urbanas y en las veredas campesinas y
selvas del país, y a quitarle eficazmente espacios vitales a los
poderes oficiales.
La infiltración empezó en las instituciones escolares hace apenas
cincuenta años, en medio del abandono de las poblaciones más
marginadas y con menos esperanzas, cuando la angustia
435
existencial de los jóvenes marcó su futuro y fue adoptada, por
doquier, la política, del “sálvese quien pueda”. Se dio la
necesidad, entre los jóvenes, entonces, de armarse para
defenderse, ante el ataque de sus propios compañeros y empezó a
impulsarse el negocio de la marihuana y otros estupefacientes,
amparados en la despreocupación de las autoridades legítimas, en
la complicidad de los funcionarios corruptos, en la conspiración
solapada de los gestores del desorden, todo suficientemente
escondido para evitar la confrontación abierta con los poderes
establecidos y los riesgos que les pudieran significar, la
confrontación con la opinión pública considerada, a menudo,
como un estorbo, con la consiguiente evolución de las industrias
del Crimen y la estrategia bélica de los promotores del desorden.
Hoy, puede decirse, en no pocos medios sociales que reinan la
incertidumbre y, todavía el escepticismo en la capacidad del
Estado, tal como está establecido, para hacernos salir del estado
de desorden en que nos encontramos. No es gratuito pensar, de
acuerdo a los hechos cotidianos, que en nuestro escenario social
se están dando constantemente los famosos “choques de trenes”,
no sólo entre instituciones públicas en conflicto, sino entre
estructuras particulares, incluso clandestinas, con aspiraciones a
“figurar” e influir en el escenario de lo público, cada vez, más
grandes, más poderosas, y más intolerantes, entre cuyas fauces,
no solo caen los “combatientes” de los bandos enemigos, como
son llamados con cierta “admiración” por sus adeptos, o se hacen
llamar los actores de la Violencia entre nosotros, sino cientos de
miles de ciudadanos inermes.
Hay multitud de factores que hacen que fuerzas, que ni siquiera se
puedan comparar en potencia total, con un ejército nacional bien
entrenado y armado, logren el monopolio del Poder en sectores a
los que no logra llegar, efectivamente, el poder del Estado.
Nuestra experiencia nos muestra, cómo en pueblos alejados de la
selva, en regiones rurales diversas, en centros urbanos
metropolitanos, las bandas criminales logran alinear,
destapadamente o clandestinamente, ejércitos completos que
amedrentan a comunidades enteras de población, logran
436
“secuestrar”, imponer sus propias “leyes” y poner a “tributar” a
las personas particulares para “pagar” la seguridad de sus
negocios y actividades, casos, en que la acción de las autoridades
legítimas, puede verse demorada, frustrada, inefectiva,
literalmente desaparecida.
Esas son formas cada vez más complejas de caos, como si la vida,
a medida que avanza el tiempo, le planteara al ser humano, como
ocurre entre nosotros, retos más difíciles de superar. De todas
maneras este es el juego real de la Vida, en general, y de la vida
humana en particular. Dentro de ese juego de la evolución en su
cultura, le corresponde al ser humano buscar, siempre buscar, la
manera de asegurar su supervivencia. Ese juego le permitirá
descartar unas iniciativas y asumir otras, descartar unos caminos y
adoptar otros. La experiencia le habrá de decir qué debe cambiar
y con qué ha de quedarse para avanzar en su propósito. El ideal de
un mundo mejor no conducirá a la Humanidad, a transitar
románticamente por “un camino de rosas”; por el contrario, tendrá
que ser logrado a un alto precio humano y con un arduo trabajo.
Ese precio, en nuestro caso, ha sido demasiado costoso a la fecha,
y hay en nuestro horizonte suficientes nubarrones, inspirados y
manipulados por diversas iniciativas humanas, para pensar que
nuestro futuro puede ser aún más costoso. Yo me atrevo a
preguntarme: Está bien, muy bien el arduo trabajo, pero: ¿Es
necesario que tengamos que pagar el precio humano, en pérdidas
de vidas preciosas, en pérdida de un patrimonio humano
invaluable, “metal precioso”, probablemente en “bruto”, que es la
consciencia de su posesión, que debería ser el punto de partida de
un proceso de laboreo y selección, con el fin de separarlo del
“residuo mineral” con el que viene asociado? Donde ha ocurrido
el “choque de trenes”, donde han ocurrido la confrontación
militar, los hechos de guerra, ¿por qué no establecer, mejor, el
diálogo, la controversia? ¡Se trata del encuentro, en cada
escenario de vida humana, de seres inteligentes, no de bestias
irracionales! Muchas especies nos dan lecciones:
437
Está comprobado hoy que las especies animales cambian también.
Son dinámicas, aprenden de la experiencia, aunque más
lentamente que nosotros. En muchas especies se han
transformado, por ejemplo, las luchas cruentas, entre machos,
para el apareamiento, por simulacros simbólicos. El poder
racional del ser humano, la evolución de que ha sido objeto su
estructura corporal, nuestro cerebro, nos están diciendo a los
hombres de hoy, que la Naturaleza, Dios, de alguna manera, están
perfilando en nosotros un cambio de actitudes, un destino
singular, nos están preparando para el cumplimiento de alguna
misión vital en la evolución planetaria; nos preparan para cumplir
un papel, que podemos intuir, pero que desconocemos, que nos
está siendo encomendado gradualmente, a medida que mejoramos
nuestra consciencia acerca de nosotros mismos, y está en nuestro
libre albedrío descubrirla y cumplirla o frustrarla.
¡El arduo trabajo que ello implica ha de costar mucho menos que
lo que hemos tenido qué pagar hasta hoy, en vidas y experiencia,
por nuestra insensatez! Ello perturbará mucho menos la vida
cotidiana que la Violencia, así tendremos menos prejuicios y
mayores facilidades para abrirnos, en todas las esferas humanas, a
las posibilidades que ofrece, mutuamente, nuestra interacción, a
las posibilidades de la discusión, y de las decisiones compartidas.
Cada sociedad, cada nación, cada pueblo, cada ciudad, cada
aldea, cada comunidad, son el escenario en donde convergen y
actúan diversos y complejos factores naturales y humanos,
afectando la vida humana de manera diferente. El clima, la
humedad, la topografía, las especies vegetales y animales que
medran en el entorno, la latitud, la cercanía o lejanía del mar y de
los ríos, los ciclos anuales del tiempo, etc., son factores naturales
que definen los diferentes e inmensamente variados microclimas
y ambientes naturales que se dan a lo ancho de todo el Planeta; las
tradiciones, las costumbres, los vicios y las virtudes, los
conocimientos técnicos, la herencia cultural, la mentalidad
heredada, la visión de sí mismos, del entorno natural, de las
poblaciones vecinas, del futuro, son, entre muchísimos otros,
factores humanos y culturales que definen la manera de ser de los
438
pobladores del Mundo en cada lugar donde éstos habiten, igual
que la personalidad de sus muy diversas culturas.
Por siglos la vida humana se desarrolló en ciertos grados de
aislamiento que permiten la conformación de caracteres
diferenciados en la personalidad, incluso, haciendo posible un
desarrollo de vertientes humanas diferenciadas. La matriz materna
es un recinto aislado, donde, quizás, la presencia de factores
extraños podría aumentar su interferencia de los procesos de
gestación y desarrollo iniciales, a niveles amenazadores.
Probablemente, ya en este caso para el grupo de los placentarios,
esos factores extraños pueden ser el motivo por el cual, la
selección natural “depuró” las especies, a través de los accidentes
que pudo sufrir inicialmente el proceso, e impidió que fuera
posible, entonces y en esos casos, la reproducción.
Un caso semejante se da en el seno familiar, que debe aportar un
espacio relativamente seguro para la formación de la consciencia
básica de los hijos en épocas tempranas de la vida. Tanto en el
proceso de la evolución en la Naturaleza como de la evolución
cultural del hombre, su producto tiene qué confrontar la realidad
de muchas otras presencias que comparten su espacio,
particularmente en los centros urbanos, en las urbes más
cosmopolitas. Muchas de esas realidades pueden llegar a formar
asociaciones simbióticas y apoyarse mutuamente para sobrevivir;
en cambio otras pueden competir en el plan de disponer
exclusivamente para sí de ese espacio. Así se han ido
conformando las cadenas alimenticias en los distintos hábitats
naturales; se han establecido las distintas asociaciones entre
especies que viven en cierto equilibrio; así han logrado
desarrollarse las diferentes culturas humanas, en unos casos, en el
seno de espacios relativamente aislados, como los habitados por
las tribus primitivas, como los de las viejas comunidades
campesinas, donde se conservan ciertos valores locales; en otros,
en lugares donde convergen diversas culturas que compiten por
recursos de vida relativamente escasos, han sido motivados
grandes movimientos migratorios y numerosos y cruentos
439
conflictos, como se dio en el continente asiático desde hace unos
veinte mil años.
La Guerra, los grandes “choques de trenes” se han dado a lo largo
de la historia humana. La necesidad de ámbitos íntimos, donde
puedan desarrollarse la vida humana y el espíritu humano,
relativamente a salvo de amenazas, sigue siendo un requerimiento
de su vida. En todos los casos, “no hay interior sin exterior”
(Carsten Bresch. “La Vida un estadio intermedio” P. 104),
<<”La vida consiste en una continua adaptación de las relaciones
internas a las circunstancias externas”>> Spencer (Idem. Cita de
Spencer. P. 104). Tal vez, no siempre es aquel un “trabajo”
exitoso. El precio a pagar por el error cometido es claro: el
ostracismo, la muerte, la desaparición.
La mayor apertura, en la consideración tan completa, como sea
posible, de esos factores naturales y culturales donde está
encerrada la clave de nuestras opciones de adaptación, la
dinámica de nuestra evolución social, nos puede dar idea, con
mayor fidelidad, de los riesgos que corre la vida humana, en cada
caso, en cada evento vital. Ya no es, ya no podemos verlo como
un asunto de estadísticas, simplemente, donde llegan a
esconderse, en medio del anonimato, los actores vivos. Es, hemos
de verlo como un asunto de contextos ambientales integrales,
donde varias formas de vida convergen para apoyarse o
combatirse, donde la Vida en general, la vida humana en
particular, la salud humana, el Trabajo, el disfrute de sus frutos,
tienen ciertas opciones de hacerse realidad, no sólo cuantitativas,
en términos de probabilidades, en porcentajes estadísticos
abstractos, sino cualitativas, personalizadas. Son opciones, en el
caso de la vida humana, donde las sociedades están en capacidad
de garantizarle al ciudadano el derecho de existir, de reparar los
daños recibidos, o, definitivamente, no lo están.
Esa cuestión se vuelve, definitivamente, mucho más dramática en
el mundo de hoy, en el que las telecomunicaciones y los medios
de transporte han acercado, entre sí, todos los ámbitos culturales
del Planeta, las esferas de vida humana más diversos y aún,
440
contradictorios. Ello ha agregado elementos de más complejidad
en el medio caótico de cada país, de cada aldea, de cada ciudad,
ha generado, particularmente en los medios urbanos, no poca
incertidumbre, no poca confusión adicionales; a los viejos
conflictos se han agregado nuevos, y eso afecta duramente la
vida en países como el nuestro, casi hasta desbordar la capacidad
de transformación social proveniente de las instituciones
legítimas. De ello tienen consciencia muy pocas personas.
En cuanto a los eventos naturales, por ejemplo, las ciencias
metereológicas han avanzado en establecer modelos de
comportamiento que permiten prever a cierto plazo, unas cuantas
semanas, lo que va a ocurrir con el clima. El manejo de las
estadísticas para prever, en qué medida han de ocurrir ciertos
eventos (generalmente siniestros), ha permitido establecer la
industria de los Seguros, la cual, canaliza recursos de los clientes
para formar ciertos “fondos” solidarios destinados a pagar el costo
de los siniestros, en cuanto ocurran, seguros de vida, para proveer
recursos financieros requeridos por los deudos, ante el
fallecimiento de las personas de quien dependen
económicamente; hay instituciones de seguridad social que
manejan los riesgos de accidentes laborales y establecen las bases
de <<ahorro>> necesarios para “pagar” razonablemente el cese
de los trabajadores accidentados etc.
Aparte de esto, mirando y percibiendo la Realidad, tal como es,
podemos entender las razones para que le deseemos el máximo
vigor posible a las instituciones públicas legítimas, que tengamos
en gran aprecio los caminos disponibles para lograr la armonía
social, que busquemos insistentemente la apertura mental de las
personas al debate, al diálogo, que procuremos tener clara
consciencia de los motivos que nos dividen y que nos unen, el
valor de la salud física y mental para afrontar exitosamente los
retos de la vida, el valor humano que de los servicios de salud
pública y privados, el aseguramiento del trabajador frente a la
incertidumbre de los accidentes de trabajo, la implementación de
su prevención, y, finalmente, que valoremos muy positivamente
los esfuerzos para una firme adaptación de nuestra civilización a
441
las opciones realistas de supervivencia y desarrollo que el Medio
Natural nos dispensa.
El Orden social, termina siendo la consecuencia exitosa del juego
de interacciones que se da en el terreno donde convergen los
sujetos activos en la gestión social, en un medio caótico donde
muchos intentos son fallidos y otros, finalmente, son exitosos. En
otras palabras, de que nuestra actitud sea la adecuada, de que la
visión que alcancemos sea suficientemente realista, de que
logremos la convocatoria necesaria para movilizarnos en una
empresa suficientemente comprensiva, de que los esfuerzos
requeridos para superar los retos objetivos de la vida sean
desplegados, dependen nuestras opciones de permanencia como
sociedad organizada, dependen nuestras opciones de que la
sociedad que integremos sea saludable y respalde eficazmente
nuestra propia salud.
18.2.3 ESPECIFICACIONES DE LAS CARGAS
DE TRABAJO.
Los esfuerzos corporales, el descanso y recuperación
del equilibrio (de la Salud). Capacidades de carga
física y mental.
El cuerpo humano, la cara física del espécimen humano,
“molécula” gigantesca, igual que la de los animales superiores,
pero al fin molécula, mantiene su estabilidad dentro de los
contextos natural y cultural humano, y posee unos mecanismos de
soporte que le permiten moverse y soportar la carga que
representa, dentro de esos contextos, la tarea de hacer acopio de la
energía necesaria para sobrevivir. Estructuralmente tiene unas
especificaciones que, si son superadas, puede correr el riesgo de
“colapsar” como colapsan todas las estructuras sometidas a una
carga superior a sus posibilidades de sustentación.
Ese colapso no tiene que ser dramático, no tiene que ocurrir
estrepitosamente. Solamente en el caso de ciertos accidentes
442
ocurre, por ejemplo, cuando una persona cae de una altura
suficiente, cuando es atropellada por un vehículo en marcha a alta
velocidad, cuando es alcanzada por un proyectil disparado por un
arma de fuego, etc.
En la generalidad de los casos, el problema se da sutilmente, por
ejemplo, cuando se sufre hambre, en que hay un déficit definitivo
de energía para sostener la vida; cuando aparece el estrés, que
conduce a los desequilibrios emocionales que se reflejan en
ansiedad; las personas comen en demasía y surge el sobrepeso,
aparece la adicción al alcohol y otros tóxicos, aparece el
estreñimiento, se deteriora el metabolismo, se dan los problemas
de congestión del colon que va afectando a otros órganos, como el
hígado, los riñones, la piel, luego aparece la intoxicación del
cuerpo, por sus mismos exudados. Los ataques de infecciones son
un poco más virulentos y algunos son mortales, cuando la
estabilidad orgánica está amenazada seriamente, como en el caso
del cáncer.
En resumen, el Medio aporta los recursos que requiere todo
organismo para mantenerse, pero al mismo tiempo aquellos
factores que lo amenazan. Ello le exige, entonces, a todo
organismo, su capacidad de seleccionar, entre todos, el dejarse
afectar, el “exponerse” principalmente a la acción de aquellos que
le favorecen. Ese criterio no es necesariamente racional,
reflexivo; la presencia de la gran cantidad de seres vivos que
tienen “claridad” acerca de lo que necesitan y luchan por ello lo
demuestran. Ese medio es, básicamente caótico, pero sobre él,
haciendo “equilibrio”, se “balancean” los seres vivos, buscando
incesantemente satisfacer sus requerimientos. Unos luchan contra
los otros, compiten, por ejemplo, por su comida; otros sirven de
“pasto” y toman parte en las “cadenas alimenticias”; hay casos
también en que forman estructuras simbióticas y se apoyan
mutuamente. Cuando ello no se ha logrado regularmente, vienen
los desequilibrios y baja la aptitud de los organismos para
seguirlo haciendo, incluso los procesos de extinción de las
especies.
443
Dentro de ese proceso, que es universal para la Vida, el ser
humano enmarca su Trabajo, su labor productiva, pero todo,
cumpliendo unas leyes que se parecen a las del orden que
cumplen todas las especies vivas del planeta, que, dentro del
aparente caos, van estableciendo una verdadera “red” o tejido
vivo, donde unos seres condicionan la supervivencia de los otros
y entre sí, la de los diferentes conjuntos de ellos. Esa red o tejido
vivo, que, entre los humanos está formada por sus diferentes
formas de asociación, por sus diferentes sociedades, se ha
establecido empíricamente, sobre la valoración acostumbrada de
los diferentes aportes humanos a la economía de las interacciones,
del intercambio entre los humanos. Ello ha producido una
humanidad, un espécimen humano que, estudiado en términos
científicos tiene una variedad de comportamientos muy variados
dentro de sus distintas situaciones ambientales y una variedad de
aptitudes muy diferente.
Cuando entramos a la consideración del Deporte, como una
disciplina humana, nos damos cuenta de las notables diferencias
de aptitud a las diferentes disciplinas deportivas que hay.
Diciéndolo de otra manera, las diferencias de dieta nutricional, de
medio ambiente, de clima, de altura s. el n. del m., etc., han
modificado las disposiciones orgánicas originales del ser humano,
su arquitectura, su anatomía, y demás características. Cuando esos
organismos se someten a condiciones extrañas, por ejemplo en su
trabajo cotidiano, aparece el estrés, y no pocas de otras
enfermedades, y una situación orgánica, que se siente, con cierto
apremio en reducir el ritmo de la actividad de que se trate, que, en
los términos ergonómicos, se denomina <<fatiga>>. No siendo
pues uniforme la disposición de todos los seres humanos a las
mismas situaciones de Trabajo, no puede hablarse, por lo tanto,
de un solo umbral para la fatiga, sino de muchos umbrales,
pudiéndose agruparlos, según la edad, el género, y aún
modificarlos y uniformarlos un poco, con una buena nutrición,
una buena dosis de ejercicio, etc.
La aparición de la fatiga tiene un significado esencial: Es un
mecanismo de defensa del organismo que impide, prudentemente,
444
el paso de un umbral que genere daños o perjuicios al cuerpo,
pasajeros o permanentes.
Según Juan Kaplan, la fatiga tiene algunas formas de aparición
que se han analizado desde el punto de vista de la Ergonomía: la
laxitud, fatiga cotidiana de la que se recupera el organismo con el
sueño normal. El agotamiento, cuando la sensación subjetiva está
acompañada de efectos objetivos como la taquicardia, la
hipertensión, la disminución de la capacidad de respuesta, con
manifestaciones pasajeras y de corta duración; requiere un
descanso adecuado y buena nutrición. El surmenaje, entre cuyos
síntomas aparecen el insomnio y la irritabilidad, aparecen también
algunos trastornos del sistema nervioso; el reposo normal, en
lugar de lograr la recuperación, en éste se acentúa la sensación de
agotamiento; requiere un descanso muy prolongado y un dieta
alimenticia muy bien balanceada. El sobreesfuerzo. En esta
manifestación aparecen los síntomas anteriores de manera
prolongada, provocando la afección del sistema cardiovascular y
llegando en ocasiones a una insuficiencia cardiaca aguda, e
incluso a la muerte. En los casos controlables, el tratamiento
requiere una separación radical, tanto física como mental, de las
actividades cotidianas, un severo régimen alimenticio,
celosamente equilibrado y reparador, y una vigilancia médica
inmediata (Jairo Estrada. “Ergonomía. Introducción al análisis del
Trabajo. Ed. Universidad de Antioquia 1993. P. 157).
La fatiga, comúnmente considerada una enfermedad, no lo es
propiamente, sino el primer síntoma de un estado de desequilibrio
orgánico, de desestabilización del equilibrio interno, un
preámbulo del <<colapso>>, un serio aviso del peligro de muerte.
Algunas de las causas de la fatiga pueden ser: Alteraciones en el
equilibrio hidroelectrolítico. Se presenta, generalmente, en
ambientes muy cálidos y secos; se producen calambres,
deshidratación, desmayos, como respuestas del organismo que
trata de mantener la temperatura interna del cuerpo. Agotamiento
de las reservas energéticas. Se da al nivel muscular por
inadecuado abastecimiento energético para el esfuerzo laboral
445
desarrollado. Ocurre, en general, en empresas no muy
mecanizadas, en el caso de trabajadores de bajo poder adquisitivo,
cuando las jornadas de trabajo son demasiado largas; lleva, por el
estado de desnutrición, a propensión a infecciones y otros ataques
patógenos, por el bajo nivel del poder defensivo del sistema
inmune. Insuficiencia del metabolismo aeróbico. Puede
producirse por una alteración de la circulación, de la actividad
respiratoria o de la actividad sanguínea, acompañadas por una
acumulación de ácido láctico. Se presenta cuando se ejecutan
trabajos pesados, cuando el trabajador no posee la suficiente
capacidad aeróbica o cuando el ambiente de trabajo padece de
deficiente aireación. Realización de esfuerzos físicos que superan
la capacidad del trabajador. Se determinan de acuerdo a
características como la edad, la estatura, contextura, sexo, etc. Se
incluyen aspectos como la contracción prolongada de músculos, -
trabajo estático-, durante la jornada laboral tales como el trabajo
de pié, la ejecución de movimientos de los miembros superiores,
el sostenimiento de pesos y, sin tener apoyo, entre otras cosas, las
posturas incómodas, como agachado, acurrucado, etc. Pueden
presentarse en individuos que tienen contraindicada la posición de
pié debido a diferencias en la longitud de las piernas, várices,
exceso de peso, hernias inguinales, etc., y también cuando se
levantan y transportan pesos en forma inadecuada. El trabajo
nocturno, que debe efectuarse durante el llamado <<período de
desactivación>>. Conlleva dificultades como un esfuerzo
adicional, en la socialización, en la actividad reparadora. Produce,
luego de cierto tiempo, cambios en la frecuencia del movimiento
cardíaco, en la tensión arterial, en el volumen respiratorio por
minuto, en la capacidad aeróbica máxima, en la temperatura
corporal y secreción de hormonas. En la actividad laboral baja el
rendimiento, se aumenta la frecuencia de accidentes, y se
incrementa el ausentismo. Cansancio físico, por trabajo muscular
y cansancio mental. Cuando se combinan el cansancio físico
general, el originado en el trabajo muscular y en el trabajo mental.
Está provocado por factores relacionados con la actividad, como:
el trabajo muy monótono, jornada demasiado larga; muy
molestos como escasa iluminación, mucho ruido, malos olores, la
temperatura elevada; mucha responsabilidad anexa a los
446
compromisos laborales, preocupaciones de origen extralaboral,
etc. Alteraciones psíquicas de orden laboral. Es hoy, uno de los
más severos y frecuentes motivos de fatiga. Tiene que ver con la
existencia de agentes agresivos en el lugar de trabajo, con
conflictos en la dirección del trabajo no resueltos o amenazantes,
con supervisión insegura, con mala delegación en los cargos,
bloqueo en los ascensos, insatisfacción con el salario, actividades
repetitivas, y aisladas de un propósito general, ambientes
inadecuados no percibidos así conscientemente, la ausencia de
información básica, la marginalización de los procesos de
decisión, labores que exigen un alto nivel de concentración
mental, etc. Se manifiesta como adinamia, dolor de cabeza,
trastornos del sueño, ansiedad, angustia, e insatisfacción en el
trabajo (Idem P. 158).
En 1923, un investigador, Elton Mayo, de la Universidad de
Harvard, reunió un competente equipo de psicólogos, médicos e
ingenieros, y llevó a cabo un experimento en la empresa Western
Electric, que se suponía, iba a tener gran trascendencia, en el
manejo de condiciones ambientales del trabajo, especialmente en
iluminación, ruidos, temperatura, ventilación. Se suponía su
significado en los rendimientos productivos, pero no se tenía una
idea clara acerca de las mejoras que con su manejo adecuado se
pudieran lograr.
Los resultados de aquel monumental trabajo fueron un poco
descorazonadoras: El organismo se acomodaba a las condiciones
de su ambiente, obviamente, siempre que no fueran extremas, y
mantenía su rendimiento. Sin embargo, se hizo una observación
de mucho relieve: Esa adaptación se consigue, gracias a un
desgaste energético mayor. En otras palabras, el trabajador
<<paga un precio mayor>>, en términos de su esfuerzo, de la
energía consumida. Y podría significar también que las
deficiencias en la nutrición, en las limitaciones que pueden
generar los problemas de salud, la edad, el desarrollo físico y
mental, o sea, la aptitud del trabajador, podría determinar otros
umbrales, más allá de los cuales, sí podría observarse una
dificultad para mantener los rendimientos observados en el
447
experimento (Dr. Jorge Forcadas Filiu Seminario sobre
Ergonomía. Socia P. 159). Más recientemente se han hecho
mayores estudios, y las condiciones que imperan en puestos de
trabajo bien diseñados van mucho más adelante en su efectividad
y en sus resultados que son más contundentes. Veamos algunos
aspectos:
El cuerpo posee diferentes mecanismos fisiológicos para regular
sus condiciones dentro de sus diferentes actividades. No siendo el
plan de este trabajo una revisión profunda del tema, que ya es
bastante especializado, vamos a ser un poco someros y, como
ejemplo, veamos algunos cuadros que dan idea de algunas de las
limitaciones más comunes del trabajador, en cuanto a las
habilidades más comunes de su organismo
En cuanto a la actividad en condiciones de alta y de baja
temperatura, el organismo se esfuerza de manera adicional a su
rendimiento laboral, automáticamente, en mantener su
temperatura interior a unos 370 C, que puede diferir de su
temperatura cutánea, que está más cerca de la del ambiente. El
centro termorregulador, actúa como un sistema de control
permitiendo variaciones, hacia arriba y hacia debajo de unos 40 C,
sin que haya consecuencias de gravedad en cuanto a la capacidad
física y mental (Jairo Estrada. “Ergonomía”. Introducción al
análisis del Trabajo. Editorial Universidad de Antioquia 1993. P
165).
Con el objeto de observar hasta dónde llega el manejo ambiental
del lugar de trabajo, avancemos un poco más cuando se trata de la
situación del trabajo a altas temperaturas. En cuanto a otros
factores ambientales, como el ruido, la iluminación, las medidas
antropológicas de espacios y de herramientas, entre otros factores,
el control ergonómico no es menos riguroso. Pero hay otros
factores que pueden afectar los riesgos del trabajador, sus niveles
de concentración y atención, como el cansancio excesivo, la
preocupación por causas externas, el estrés por las presiones
ejercidas desde fuera de su lugar de trabajo, etc.
448
Hay varias formas de transmisión del calor corporal. El equilibrio
entre la producción de calor y su pérdida, ocurre poco más o
menos así:
El calor se origina, básicamente, en el metabolismo basal, en la
actividad muscular, en la actividad hormonal; y éste es
transmitido al ambiente exterior de varias maneras: Por radiación
el 60% más o menos, por convección el 22%, por conducción el
15% y por conducción directa a los objetos el 3%.
La actividad en ambientes muy cálidos pueden generar efectos
como:
La insolación, que es el efecto más grave y puede llevar hasta la
muerte.
Los mareos, causados por la pérdida de sodio a través del sudor
excesivo, o por la reposición inadecuada en la alimentación;
cuando se tiene una evaporación insuficiente de sudor ya sea por
vestir ropa impermeable o por la excesiva humedad en el
ambiente, se genera un sentimiento de cansancio, se aceleran la
frecuencias respiratoria y cardiaca, hasta llegar al estado de
desfallecimiento.
La deshidratación, cuando la ingestión de agua es insuficiente
para recuperar las pérdidas por el sudor, en el aire expirado y en
la orina.
Dolencias en la piel cuando el calor sube a más de 45 0 C debido a
una exposición demasiado fuerte a la radiación ultravioleta del
Sol. La presencia de erupciones en la piel se debe a la
hiperactividad de las glándulas sudoríparas.
Irritaciones en los ojos. Cuando se presenta una exposición a luz
infrarroja fuerte pueden generarse “cataratas” en el cristalino,
debido a la descomposición de algunas de sus proteínas.
Para la evaluación del ambiente de trabajo con temperaturas altas
se consideran básicamente cinco factores:
La temperatura del aire.
La humedad relativa del aire (de bulbo húmedo Tbh. De bulbo
seco Tbs).
La velocidad del aire cuando éste está en movimiento (Va).
449
El calor radiante (temperatura de globo, Tg). Y
El tipo de actividad ejercida. Para su obtención se utilizan tablas
experimentales que establecen esos valores para diferentes
circunstancias prácticas.
Esos factores tienen su forma precisa de medirlos y los
parámetros en que se miden. Hay diversos índices que relacionan
el efecto de estos efectos en el ambiente de alta temperatura, para
cualificar y cuantificar la severidad de la exposición al calor del
trabajador. Ellos son:
TE: Temperatura efectiva.
TEC: Temperatura efectiva corregida.
IST: Índice de sobrecarga térmica.
THG: Temperatura del globo húmedo.
IBHTG o WBGT: Índice de bulbo húmedo y temperatura de
globo.
La legislación colombiana contiene una norma que indica el
WBGT para la realización de la evaluación del ambiente térmico,
siempre que se considere la exposición promedia ocupacional.
También permite la evaluación de los índices IST y TE
(Parágrafo, artículo 64, Capítulo I, Título III de la resolución
02400 de mayo de 1979).
Para la evaluación de ambientes internos y externos cuando no
hay presencia de sol se usa la siguiente ecuación:
WBGT = 0.7 Tbh + 0.3 Tg
En ambientes externos soleados la ecuación es:
WBGT = 0.7 Tbh + 0.2 Tg + 0.1 Tbs
Los valores obtenidos para el índice WBGT calculado para un
cierto puesto de trabajo se ubican dentro de tablas como la que
sigue, que corresponde a límites permisibles a la exposición al
calor. De ello se puede deducir si la “presión” de calor sobre el
organismo del trabajador es tolerable o no, y cuáles deben ser las
450
prácticas de protección a tener en cuenta para su salud y su buen
desempeño en su labor.
La práctica de la Ergonomía en nuestro país es todavía muy
incipiente, nuestras ciudades se han desindustrializado, y el
manejo económico de la organización industrial tiene sus
“dolientes” generalmente por fuera de nuestras fronteras. Su
aplicación, sin embargo, al diseño del ambiente de trabajo en
actividades agrícolas, ganaderas, mineras, comerciales, de
transporte, en oficinas administrativas podría completar el cuadro
de lugares de trabajo más adaptados al elemento humano que
trabaja, orientados a optimizar mejor su rendimiento, a minimizar
su desgaste, a mejorar la calidad de vida en el lugar de trabajo.
En la tabla siguiente, con miras a concretar un poco mejor la
información, presentamos una tabla para los valores límites
permisibles del WBGT para ambientes calientes:
VALORES LIMITES PERMISIBLES A LA EXPOSICIÓN AL
CALOR
_________________________________________________
Valor máximo del índice
WBGT
Régimen de Trabajo-Descanso Tipo de Trabajo
Liviano Moderado Pesado
_________________________________________________
Trabajo continuo <30,0 <26,7 <25,0
Trabajo 45 minutos >30,1 > 26,8 >25,1
Descanso 15 minutos < 30,6 < 28,0 < 25,9
451
Trabajo 30 minutos > 30,7 > 28,1 > 26,0
Descanso 30 minutos < 31,4 < 29,4 < 27,9
Trabajo 15 minutos > 31,5 >2 9,5 >28,0
Descanso 15 minutos <32,2 < 32,1 < 30,0
No se permite trabajar
sin adoptar controles adecuados >32,2 >31,1 >30,0
Fuente: Jairo Estrada “Ergonomía Introducción al análisis del
Trabajo. Editorial Universidad de Antioquia 1993. P -170
Su aplicación, no ya en el área de trabajo sino en el Hogar,
mejoraría el cubrimiento de ambientes que fomentan una mejor
calidad de vida. La calidad del ambiente en los medios de
transporte, vehículos terrestres públicos y privados, aeronaves,
barcos, en hospedajes, en hoteles, en centros de atención al
público, como restaurantes, almacenes, oficinas de servicio al
público, etc., ya muestran mejoras sustanciales. Las condiciones
de las vías y su servicio han mejorado también sustancialmente.
Los servicios públicos, como el suministro de agua, el
alcantarillado, la energía eléctrica, el gas, la recolección de
basuras y desperdicios, el reciclaje, afrontan retos de los que el
público mismo tiene que concientizarse; entre otras cosas, es muy
importante entender que, en las basuras reside un frente de
desarrollo industrial muy prometedor, igual que en la
recuperación de aguas, en las que el desorden del poblamiento y
del urbanismo han hecho que se contaminen. En Colombia, el río
Bogotá y el río Magdalena son testimonios importantes para
entender el fenómeno, pero no son los únicos. Siendo un país de
los más ricos del Mundo en aguas, apenas un 70% de la población
tiene acceso a fuentes de agua potable. El diseño y la
remodelación urbana, el avance en el control del urbanismo y el
poblamiento espontáneos para encausarlos dentro de rangos de
mínimo daño ambiental señalan otra de sus aplicaciones ya en
marcha, más promisorias.
452
Pero hay un aspecto de su aplicación que contempla,
expresamente, este trabajo: La aplicación en la mejora del
contexto social. Mucha parte del trabajo de transformación del
entorno social, debería estar dirigido a conseguir niveles más
bajos de estrés, a mejorar la salud pública, a optimizar el uso de
los servicios de salud, a reducir la presión ambiental sobre el
sujeto que trabaja y que busca vivir en un ambiente menos tenso,
más al abrigo de amenazas externas, más seguro, con más libertad
de decisión y de acción, con un futuro más despejado. El manejo
del Estado, el control de la delincuencia, el control de las acciones
subversivas del orden, de los poderes perturbadores y
desestabilizadores internos y externos de la vida social, de su
economía, entre muchos otros conceptos, caben dentro de las
posibilidades del diseño ergonómico de la política con fines de
servicio público.
Todo ello permite el desarrollo estructural de la Sociedad
Democrática, con un sólido soporte popular, basado en una nueva
forma de poder no individual sino colectivo; un poder ya
reconocido en la vertiente europea, hispánica más precisamente,
desde tiempos de Francisco de Suárez, es decir, dentro de nuestra
cultura regional americana, y relacionado con el principio de la
Soberanía Popular: La <<opinión pública>>. Un concepto que
<<sustituye el poder del fusil, el poder del dinero, por el poder de
la opinión >>.
18.2.4 LOS REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES.
LAS CONDICIONES AMBIENTALES
PARA LOS ALTOS RENDIMIENTOS.
Uno de los motivos de mala salud, de inadecuada actitud, junto
con la falta de principios de higiene y de ejercicio adecuados, es
la deficiencia nutricional, endémica, en la totalidad de la
población del Globo. A ello contribuyen, conjugados, multitud de
factores naturales y culturales que determinan de manera muy
contundente los niveles de salud, la funcionalidad orgánica del
cuerpo, su aptitud para contrarrestar el efecto de los gérmenes
patógenos, para recuperarse de multitud de accidentes de todo
453
tipo que se le ocurren, etc., y algo muy importante, la manera de
reaccionar ante los estímulos externos que le llegan a través de los
sentidos, particularmente en sus relaciones con el contexto social.
Ni siquiera en el campo aparentemente prosaico, como es el de la
alimentación, el de la nutrición, deja de ser palpable que los
logros económicos modernos, que el avance institucional en la
Política, que los conceptos modernos de cultura y su práctica,
que la ética vigente del lucro, todos hijos de la visión burguesa
del Mundo, han sido incapaces de aliviar el problema del hambre.
Y a esto hay que agregar que los principios prácticos, un poco
más cercanos a la objetividad, acerca de la nutrición, entre otras
cosas apenas se van aclarando con el avance tecnológico y el
trabajo investigativo que se lleva a cabo, incluso en instituciones
empresariales privadas, obviamente, afectadas por los
lineamientos éticos imperantes, lo que determina el trabajo de
divulgación de los temas, en la gran mayoría de las veces,
orientada al impulso de marcas, -punto de referencia simbólico-,
que sirve para <<capitalizar>> el crédito que el público le otorga
a la calidad de las ofertas de la “Empresa Privada”, en forma de
un <<bien intangible>>, -su “Know How”. En este orden de
ideas, el conocimiento alcanzado se queda dentro de la esfera
íntima, privada, de la Empresa, llegando a formar parte del
patrimonio privado de ella, y, por supuesto, de sus propietarios.
A pesar de todo ello, la tradición culinaria de todos los pueblos
del Mundo forma parte del patrimonio colectivo de las distintas
culturas. Uno de los más atractivos incentivos del turismo actual,
corresponde a la posibilidad de poder degustar, donde quiera que
uno vaya, los platos propios de los pueblos que uno visita. Ese
patrimonio, puede comprobarse, se ha desarrollado solamente con
la acumulación de experiencias a través de miles de años, de
aprendizaje, usando, como fuente, los recursos que la Naturaleza
ofrece localmente. Con todo ello, y quizás, como consecuencia de
un liderazgo ganado con la indiscutible sensibilidad y visión
típicas de las culturas avanzadas de Oriente, en Occidente, gran
parte de su comercio estuvo apoyado siempre en la consecución
454
de las preciosas especias de Oriente, de donde provienen, por
ejemplo, la canela, los clavos de olor, la pimienta, la nuez
moscada y muchas otras.
Las dietas nutricionales tradicionales, pues, las famosas recetas de
cocina tan comunes en nuestras artes culinarias, son herencias de
la sabiduría, de las artes, desarrolladas a lo largo de una larga
historia en el ámbito colectivo de nuestras culturas. El incentivo
de poder competir favorablemente frente a cualquier competidor,
hoy en la economía globalizada situado en cualquier parte del
mundo, con argumentos propios, además, científicos y muy bien
sustentados, hacen que las grandes compañías reclamen los
<<derechos de propiedad>> de sus “descubrimientos”, como
medio de rescatar para sí la <<plusvalía>>, o el <<valor
agregado>> que corresponden a productos más “eficaces” en el
plan de nutrir al público, olvidándose del valor significativo del
ritual del comer, como experiencia espiritual, integradora,
vivificante de la <<comunión visceral>> con el mundo que le ha
dado forma expresiva a nuestra consciencia.
Siendo éste un tema polémico que debe ser resuelto en debate
abierto en otros ámbitos diferentes de este trabajo, solamente
adelanto la opinión, de que el poderío competitivo de las grandes
empresas que se han constituido en el proceso de globalización
económica, con el propósito de hacer valer sus “derechos”, por
encima de cualquier definición de consenso social, se está
aplicando en sustituir en la consciencia del consumidor urbano,
sus gustos tradicionales, su contacto con las artes culinarias más
evocadoras de su mundo íntimo, por mercancías alimenticias
utilitarias y productoras seguras de renta. Si las formas de
alimentación tradicional no ofrecen plenas garantías, desde el
punto de vista de un escrutinio científico, sí se le atribuye, en este
medio, a la generalización de la llamada “comida chatarra” en la
oferta de alimentos, que es de origen norteamericano
fundamentalmente, el incremento desmesurado de la pandemia de
la obesidad y de todas las enfermedades relacionadas.
455
En la “otra orilla” del problema, la gente que ha quedado cesante
en todos los puestos de trabajo recortados por las
administraciones privadas de los negocios grandes, por razones de
competencia, o por que han caído en manos de otras empresas
mayores, sumados a la actividad informal dedicada a la oferta de
la más variada gama de productos, le permite al observador
desprevenido, una oferta muy anárquica, de miles y miles de
empresarios que han escogido como campo de actividad más
expedito la oferta de comidas, muchas veces con un compromiso
muy escaso con la salud del consumidor y que utiliza el sabor
como “gancho” para hacerse a su clientela.
En ambas orillas, la competencia se extrema y se reduce a la
permanente “guerra de precios”, en el desarrollo de la cual el
precio más alto lo paga el consumidor, con los problemas de salud
que le genera. Bajo esa perspectiva, la nutrida oferta de comida no
resuelve acertadamente los problemas de la alimentación y la
nutrición humana, amenazando, desde su base, la salud humana.
Entre las causas objetivas de los desajustes nutricionales
observados hasta ahora, tenemos dos de capital importancia:
La oferta de alimentos logra bajar sustancialmente de precio,
utilizando los materiales más baratos posibles, dada la
circunstancia actual, de que es posible preparar platos comerciales
de buen sabor, con base en el uso de harinas, grasas y azúcares,
aún de más baja calidad, las fuentes más baratas posibles de
materia prima. Con esa base, es posible mejorar las apariencias
del servicio alimenticio mejorando las porciones ofrecidas,
respecto de la competencia. Pero hay otro problema no resuelto:
La producción de cosechas, y su puesta en manos del consumidor,
pasa por fases, por ejemplo de refrigeración, de congelación, de
transporte y almacenamiento, en donde técnicamente no se han
establecido, todavía, las exigencias básicas de calidad frente a los
requerimientos nutricionales del usuario. Además, la
disponibilidad de tierras a precios adecuados para la producción,
sacando aquellas que espontáneamente han sido destinadas a la
especulación, según el interés de sus propietarios, escasea. Ello
engendra una presión inusitada y creciente, con los años, sobre la
456
urgencia productiva de alimentos, que en la práctica solamente ha
tenido una solución paradigmática de tecnología ya superada, que
ha trascendido a los niveles populares, y que hoy parece difícil de
erradicar: El uso de fertilizantes, cuyas formulaciones de
contenido han sido diseñadas por las grandes compañías
productoras, sobre su potencial de producir altos rendimientos de
cosechas, pero sin contar con la calidad nutricional de las mismas.
El uso muy localizado de pesticidas para controlar, a corto plazo y
contundentemente, ciertas plagas de altas incidencias locales, con
efectos letales en términos económicos. Lo mismo podemos decir
de los estimulantes hormonales y la manipulación genética de
ciertos productos animales y vegetales, para producir rebaños y
cosechas cuya producción está basada en procedimientos
tecnológicos de última generación insuficientemente probados, en
especial, en relación a sus consecuencias sobre la salud humana,
procedimientos encaminados básicamente a mejorar el aspecto la
uniformidad y el rendimiento del producto obtenido, y menos a la
calidad de sus aportes nutricionales.
Todo ello está generando alimentos básicos de calidad
insuficiente, que representa excesos, deficiencias y carencias
notables, aún en cosechas que deberían servir de medio para
lograr un <<balance>> en las aportaciones nutricionales
desbalanceadas de las raciones típicas en la dieta diaria
acostumbrada, como son los cereales, las frutas, las verduras, etc.
Su solución, mientras no cambie la situación institucional actual,
debería provenir de la investigación y de los aportes de
instituciones públicas científicas especializadas, ya que es posible
implementar soluciones muy económicas, con fuentes de
nutrientes que apenas ahora se estudian juiciosamente, como son
las aguas del mar y otras fuentes. Para tener una ilustración
somera de las consecuencias, veamos algunas cifras estadísticas:
Solamente el 2% de la población mundial, reconoce la OMS, está
bien nutrida, y se relaciona, principalmente, con las personas
vinculadas a los programas nacionales de deportes de alto
rendimiento. Por otra parte, está comprobado, que la vida en
medio de la opulencia, que los altos ingresos, no logran, por sí
457
mismos, resolver el hambre, no solo como la sufren las clases
menesterosas sino, cosa curiosa, como la sufren las sociedades y
clases sociales de modo de vida más opulento del Planeta. La
humanidad entera se está exponiendo a problemas de salud
íntimamente relacionados con los excesos en la comida y con la
falta de un balance nutricional adecuado en la dieta diaria. En EE.
UU., según la misma fuente, hay un 60% de personas con
sobrepeso; 30% son clínicamente obesos. En Colombia 1 de cada
4 niños tiene sobrepeso y 1 de cada 6 es obeso. En un estudio
realizado en el medio universitario de Medellín por la Secretaría
Municipal de Salud, se encontró que un 20% de la población
universitaria adolece de anorexia y bulimia, males asociados a un
inadecuado enfoque de los jóvenes respecto del tema de su propia
alimentación y del control del que debe ser objeto su propio peso
corporal.
La combinación de factores nutricionales, de higiene y de
ejercicio que producen insuficiencias orgánicas y funcionales,
tienen efectos humanos y sociales muy relevantes: El 70 % de las
consultas médicas están motivadas, según la OMS, en
enfermedades como problemas digestivos, problemas
cardiovasculares, diabetes, cáncer, alergias y otras dolencias
ampliamente relacionadas con esos tres factores: el nutricional, el
higiénico y la falta de ejercicio adecuado. El 70% de las muertes,
según esa misma fuente, tienen qué ver con motivos como
accidentes cardiovasculares, diabetes y cáncer, que son dolencias
originadas en problemas nutricionales, Según tal fuente, el 50%
de esas muertes hubieran podido evitarse, solamente cambiando
los hábitos alimenticios que las han causado. Esta situación afecta
fundamentalmente la expectativa de vida de la gente y recarga,
injustificadamente, los servicios públicos de salud, distrayendo
valiosos recursos económicos de otros problemas de salud que
requieren, esos sí, un adecuado apoyo médico.
Aunque se trata de un tema, más bien de orden médico, veamos,
como ejemplo de la importancia de cada uno de los sistemas
operativos del organismo, para su correcto funcionamiento, en
términos integrales: El funcionamiento del tracto digestivo,
458
siendo básico, en cuanto puede interferir, o limitar las funciones
orgánicas de todo el cuerpo. Se trata especialmente de algo
relacionado con la higiene, como uno de los factores esenciales
para mantener una buena salud, junto con el ejercicio y la buena
nutrición.
El sistema digestivo cumple tres funciones orgánicas esenciales, y
para su operación se complementa con la acción propia de otros
órganos del cuerpo como el hígado, los riñones, la piel y los
pulmones. Como conductos interactivos con el Medio, la piel, las
fosas nasales, la boca, el canal urinario, y el colon, cumplen la
principal función de conexión, fuera de los terminales propios del
sistema nervioso. Además el organismo posee un sistema inmune
capaz de controlar, entre muchos otros factores, la posibilidad de
ingreso de multitud de gérmenes vivos, desde virus hasta
bacterias, y otras estructuras complejas, que, según los “centros
de memoria” del cuerpo, son potencialmente peligrosos.
Toda aquella estructura orgánica funcional de nuestro cuerpo se
adapta, en diferentes grados, al medio en que nos toca vivir, y la
consciencia que tenemos de la inmensa variedad de factores
naturales potenciales, que influyen en nuestra salud, aparece clara
cuando en vacaciones, por ejemplo, cambiamos de “ambiente”.
Entonces apreciamos, cómo el agua, muchas veces, ya no es
inocua. A nuestro regreso vemos la necesidad de controlar
algunas infecciones digestivas, amibiasis y la proliferación de
otros parásitos; problemas de la piel productos de otras formas de
parasitismo o de la exagerada exposición a la luz solar, tratar
algunos problemas de alergias o intoxicación leve o clínica,
resultantes de la ingestión de mariscos y otros productos,
generalmente de mar, con algún grado de descomposición, etc.
Aunque la Medicina es una herramienta idónea para resolver
muchos de aquellos problemas, la Prudencia le aconseja, en este
caso de las vacaciones a las personas que salen de paseo, tener en
cuenta ciertas <<normas de salud>> que les permitan disfrutar de
un buen descanso sin amenazar su cuerpo. Cuando los astronautas
se aventuran a sus vuelos espaciales, toda una experiencia
459
recopilada en cientos de vuelos anteriores, ha permitido,
igualmente, prepararles para prevenir los efectos de las
condiciones típicas de esos vuelos, como la ausencia de gravedad,
que afectan definitivamente la salud corporal. En otras palabras,
ningún movimiento, que implique cambios importantes de
ambiente, debe realizarse como una total aventura, sin la
prevención mínima y sin la protección eventual requerida para
hacerlo sin consecuencias graves para la salud.
Ahora bien, lo anterior podría avalar, de alguna manera, la
idoneidad de las costumbres establecidas y desarrolladas por la
cultura en los distintos medios naturales, por ejemplo en la
alimentación, como medio eficaz para resolver nuestra demanda
corporal de nutrientes. La comida tradicional, se supone, debería
cumplir sobradamente esa condición. Sin embargo, la observación
y la evaluación estadística nos dicen de problemas endémicos en
las distintas sociedades del Mundo relacionados, muchos de ellos,
con problemas ambientales no detectados, y que apenas ahora
empiezan a ser tenidos en cuenta, gracias a la aplicación del
método científico en los estudios de los distintos problemas de
salud de las diferentes poblaciones humanas.
En forma muy concreta, es preciso que consideremos aquí, el caso
de la oferta de alimentos de la “Sociedad de Consumo”, que ha
nacido en EE. UU. de América, y que se va extendiendo e
institucionalizando, con la creciente influencia de su cultura
gastronómica utilitaria, en todo el Mundo, a través de la
“globalización económica” causando una “pandemia” de obesidad
masiva originada en el desbalance nutricional de sus dietas
nutricionales cotidianas entre la cantidad y calidad de la ingestión
de nutrientes y la demanda real del cuerpo, que afecta seriamente,
no sólo la salud del sujeto que se enferma, directamente, y su
expectativa de vida saludable, sino la capacidad de un servicio
ágil de salud para el público en general, por motivo de la
congestión de su demanda, y el desempeño en la actividad
productiva del conjunto social.
460
El avance de la investigación tecnológica en el ámbito de la
nutrición humana se ha incrementado mucho y en virtud de sus
descubrimientos hemos podido avanzar en lo que podríamos
llamar la “reingeniería” o revisión de las condiciones
nutricionales de muchas formas tradicionales de alimentación y,
obviamente, de la industria masiva dedicada a ofrecer infinidad de
productos alimenticios, particularmente para los niños, con graves
consecuencias en sus expectativas futuras de salud. Las
estadísticas de la OMS nos dicen de índices alarmantes de
correlación estadística, entre el desayuno con cereales soplados,
leche y azúcar, con su deficiencia crónica de proteína y exceso de
hidratos de carbono, con que se desayunan la mayoría de los
niños de clase media y alta (si es que se desayunan), antes de ir al
Colegio o la Universidad, y la incidencia de diabetes a los 13 a 15
años, la de afecciones coronarias o vasculares a los 25 – 30 años y
la de cáncer a los 30 – 35 – y 40 años. En otras palabras, los
malos hábitos alimenticios nos están matando antes de tiempo y
mientras vivimos, la calidad de vida deja mucho qué desear.
Pero hablábamos de tres pilares básicos de la salud: La nutrición,
el ejercicio y la higiene corporal. Para el público es más conocida
la solución a los problemas de higiene, aunque no todas, y quizás,
las más importantes, que dependen, en muchos casos, del esfuerzo
masivo, de la consciencia que tenga de ellas la colectividad: La
contaminación ambiental, producto de una civilización industrial,
inconsciente o que se hace “la de la vista gorda” respecto del
efecto devastador de sus excretas de gases, de desperdicios y de
deshechos industriales; la contaminación de las fuentes de agua
potable, que se da con plena irresponsabilidad del público que,
potencialmente, se ve afectado por la falta de agua; la mugre, el
desorden, la suciedad, y la promiscuidad de todo orden, que le
permite a muchos vectores, como los mosquitos transmisores del
dengue y el paludismo, medrar en medio de la gente, o que hacen,
a la gente, en sí misma, vector de transmisión de diversas
enfermedades infecciosas y otras, en su contacto directo con los
demás, como las enfermedades venéreas, el VIH y muchas otras.
461
Vamos a hablar, en seguida de un problema de higiene de
importancia capital, de la higiene del sistema digestivo,
particularmente del colon de indiscutible importancia relacionada
con la salud.
En un informe del Dr. Norman Walter decía: “De 10.000
autopsias que atendí [en mi vida profesional en EE. UU.] había
menos de 10% de colon normales” (Fuente: video del Dr. Joel
Robins sobre el colon).
“Una persona puede acarrear de 7 a 75 libras extras de deshechos
orgánicos en su colon”: Dr. Joel Robins MD (Idem).
“La segunda causa del aumento de peso es el metabolismo lento,
que se origina en la “presión” de la congestión del colon. Si
comemos tres veces al día pero únicamente eliminamos una vez al
día o una vez cada dos o tres días, ¿en dónde cree usted que se
está escondiendo el resto de la comida? “: La nutricionista
Lindsey Duncan (Idem).
“Hay más de 50.000.000 de visitas anuales al Dr., en Gran
Bretaña, debido a problemas digestivos”: Institutos Nacionales de
la Salud” (Idem).
“Más de 65 problemas diferentes de salud son causados por un
colon intoxicado”. Sociedad Real de Medicina de la Gran Bretaña
(Idem).
“El colon es el sistema de desagüe del cuerpo, pero su descuido y
abuso, lo vuelve un pozo negro de toxinas que se derraman en
todo el cuerpo”: Dr. William Hunter (Idem).
Tengo muchas citas más sobre el problema pero éstas son, de por
sí, suficientemente alarmantes. El colon es el conducto de
evacuación primordial de los residuos sólidos de la digestión.
Cuando el colon se congestiona, se congestiona luego el hígado,
al no encontrar posibilidades de deshacerse de los residuos de su
actividad orgánica que hay en la sangre, y se congestionan los
462
riñones, incapaces con su poder filtrante de evacuar por la orina
todos los tóxicos que circulan por la sangre; se congestionan los
poros de la piel, aparecen entonces algunas afecciones de la piel,
como eczemas, acné, problemas de migraña, dolores de cabeza
ciertas alergias y muchos otros problemas. Se calcula que el 90%
de las enfermedades infecciosas, incluido muchas variedades de
cáncer, se originan en el colon.
Una de las dificultades nutricionales importantes, estriba en la
asimilación adecuada de los alimentos. Algunas de las cosas que
comemos, particularmente ciertas grasas y harinas, se depositan
entre los “bellos” digestivos, encargados de la asimilación de los
alimentos. La superficie interior del intestino delgado se parece a
una “toalla”; la existencia de esos bellos hace mayor el área
superficial absorbente de nutrientes. Pero cuando éste tejido está
saturado de esas substancias, la capacidad de absorción se reduce
indefectiblemente. Es esta una observación que nos muestra,
cómo influye la higiene, en muchos casos en la nutrición. De
igual manera ocurre con el ejercicio: Es básica una actividad
mínima para que el metabolismo funcione normalmente.
Esto quiere decir que parte sustancialmente valiosa de nuestra
salud, está al alcance de la mano solamente con una buena higiene
del sistema digestivo, en general, y del colon en particular.
Sobre este tema tan relevante de la nutrición vamos a tener la
oportunidad de volver en el capítulo siguiente, por lo cual
pasamos más bien a tratar el tema que sigue en nuestro plan de
trabajo.
18.2.5 EL CUERPO HUMANO
COMO “ACTIVO” BÁSICO
PARA SU APROVECHAMIENTO EN EL TRABAJO.
Este título encierra dos afirmaciones que, todavía hoy, son
solamente sendas utopías: El cuerpo humano es el <<activo
básico>> del sujeto que lo posee, para ser aprovechado en el
463
Trabajo. Ese aprovechamiento se cumple para el <<propio
beneficio>>.
La especie humana, podría ser descrita, desde sus orígenes, no
solamente como comedora de frutos vegetales silvestres, sino
como depredadora de otras especies animales. De hecho, la
desaparición de muchas de las grandes especies que habitaron a
principios del Cuaternario todos los continentes del Planeta, como
el caballo salvaje, el mamut, el megaterio, varias especies de
rinoceronte, el canguro gigante de Australia, entre muchas otras
especies, se debió, principalmente, a la presión del poblamiento
humano que, saliendo del África, hace unos 50.000 años, se fue
desparramando por esos continentes, el último de los cuales,
América, fue colonizado por el Hombre, poco más o menos hace
unos 30.000.
Surge entonces una pregunta: ¿Cómo pudo una especie como la
nuestra lograr semejante proeza, dada su limitada fortaleza física?
Hay una respuesta con la que están de acuerdo la mayoría de los
tratadistas: Sin su sentido gregario, sin la posibilidad de formar
sus grupos de caza, alrededor de estrategias adecuadas de
“trabajo en equipo” para doblegar la resistencia de bestias mucho
más poderosas que él, hubiera sido imposible para la especie
humana sobrevivirles. Consideran los biólogos que hay dos
especies superiores (sin contar con multitud de otras, que, hoy se
ha descubierto que actúan en forma mancomunada como las
hormigas y las termitas), que han logrado ser especies dominantes
en todo el Planeta, en sus respectivos medios: Los hombres y los
lobos.
Pero hay procesos evolutivos conjugados, naturales y culturales
que han hecho de la especie humana una especie inmensamente
exitosa en la competencia con otras opciones de vida. La
adopción de su forma erguida de locomoción tiene un significado
sustancial en su evolución orgánica, que le permite, por otro lado
la opción de evolucionar culturalmente y dotarse de herramientas
que le permiten compensar sus deficiencias estructurales
individuales en su lucha por la vida.
464
La estirpe animal, de donde procede el hombre, los Primates, da
origen a dos líneas evolutivas, hace poco más o menos unos
6.000.000 de años: Los Simios y los homínidos. La posición
bípeda, considerada una de las grandes revoluciones de la
evolución natural en la Especie, es adoptada poco a poco hace
unos 3.000.000 de años. Esa revolución es el producto natural de
tres liberaciones que nos aporta la Naturaleza durante el proceso
evolutivo de nuestro “philum”:
La liberación del agua. Cuando nuestros antepasados lejanos
salen del agua a “tierra firme” y con ello cambian el escenario y
los factores naturales, cuya conjugación cambia definitivamente
el panorama evolutivo y, con él el destino de la descendencia.
La liberación del cerebro. Cuando aparece el primer rastro de la
consciencia de sí mismo, de su capacidad de reflexionar. Se
desarrolla un cerebro “intelectual” que sobrepasa lentamente el
cerebro “técnico” adquirido desde un principio. Y luego una
evolución técnico – cultural que sobrepasa rápidamente las
posibilidades meramente individuales. Y
La liberación de la mano. Que implica necesariamente una
actividad técnica que diverge de la actividad que desempeñan los
simios.
Esas liberaciones implican cambios sustanciales en el
comportamiento físico de la línea evolutiva del Hommo, y
divergente de la de toda otra especie animal cercana: Se desarrolla
la corteza del cerebro, asumiendo su función racional, una de las
funciones, aunque no la única que caracteriza los actos humanos;
se liberan las manos, cambian la laringe y la lengua y, como
consecuencia nos encontramos con un “animal” parlante, que no
reacciona espontáneamente, inmediatamente, movido por las
emociones, capaz de modular sus sonidos, que empieza a elaborar
herramientas abriendo nuevos horizontes, nuevas perspectivas a
su vida, aunque condicionando a ella aspectos importantes de su
comportamiento; ello determina nuevos principios éticos que, en
465
la práctica integran y comprometen los grupos familiares de
sangre originales. Eso ocurre hace, más o menos unos 2.000.000
de años, dándose una evolución singular, cuyo esquema podemos
reconstruir así:
Baja primero de los árboles, se yergue, pierde el pelo, su
dentadura se des-especializa, igual pasa con sus garras, que se
vuelven uñas, sus extremidades se transforman en manos y pies;
ya no participa solamente de su evolución biológica, sino que
empieza a usar su habilidad de fabricar herramientas para adaptar
el Medio a sí mismo. Los animales y el Hombre son ya
biológicamente diferentes. “El Hombre hace a la Técnica y la
Técnica hace al Hombre”. Dentro de estos conceptos desarrolla
los útiles, -la mano primero-, luego las demás herramientas, el
lenguaje, y la memoria, los tres elementos básicos para la
comunicación; y empieza, entonces a vivir en dos universos
diferentes: el universo físico y el universo simbólico (Hilderman
Cardona Rada. Notas de clase. “El Lugar del Hombre en el
Universo”. Centro de Educación Continua. Saberes de Vida.
Universidad Eafit 2007).
Diversas especies de homínidos salieron de África hace entre
2.000.000 y 1.000.000 de años. Se ha encontrado que, al menos
dos de ellas, lograron las mismas conquistas evolutivas que la
línea evolutiva de donde proviene el Hommo Sapiens, pero ellas,
y las que no lograron esa evolución, parece que fueron opciones
fallidas, y ya se han extinguido. Solamente el Hommo Sapiens ha
avanzado en su evolución cultural, hasta culminar, en el filo de
nuestros días, en el mundo humano que conocemos (Idem).
Históricamente, ni siquiera el hombre cazador, parece haber
tenido consciencia clara de que su propio cuerpo pudiera ser una
identidad muy diferente del cuerpo de su grupo social, que
pudiera ser su patrimonio personal. Ese sentimiento aparece de
manera muy explícita, patente y pública, en época resiente como
es el año de 1968 movimiento de los estudiantes de la Sorbona de
París, que cuestionan la reglamentación de los dormitorios
estudiantiles discriminados por sexos, como una forma de
466
intervenir en espacios propios del fuero íntimo personal del
estudiante, ajeno a las responsabilidades académicas propias de la
institución universitaria.
Hasta entonces, la vida de las personas se encontraba tan
rígidamente reglamentada por el orden social, en términos del
poder incuestionable de la Ley, de la autoridad reconocida, que no
podía ser violado, sin más. Y esa actitud estudiantil, contestataria,
contrasta con valores tradicionales de la Cultura que, mantienen
en la práctica, todavía, en muchas de las consideraciones del
Orden, de la disciplina pública, la valoración del <<interés
colectivo>> de la vida humana, por encima de <<lo particular>>
y por supuesto del cuerpo humano, órgano de la “materialización”
de la persona del ciudadano. Es el mismo Orden que entre otras
aplicaciones, <<reclama la vida del ciudadano>> en caso de
grave amenaza institucional, y resarce, con honores el sacrificio
de la vida del héroe, con finalidades altruistas y concreta en ese
sacrificio la posibilidad del disfrute colectivo, particularmente de
la Victoria en la Guerra, en beneficio de la Comunidad, de la
Nación, por los cuales esa vida ha sido sacrificada.
En sus inicios, la sociedad humana podía ser una experiencia muy
particular de la Vida, en el entorno social formado por los
parientes. Pero desde el punto de vista del <<valor humano>> del
soporte físico de la vida, de su significado cósmico, disponía de
las autoridades reconocidas del Grupo, que, inicialmente eran los
ancianos, disposición que se apoyaba en su mayor experiencia.
Con el tiempo esa autoridad tuvo asiento en otros lugares. En las
sociedades patriarcales el Padre, jefe de su clan, tenía, incluso,
poder de vida y muerte sobre sus propios hijos. Aquellos hombres
lograron construir su tradición, donde consignaban sus creencias
y podían referir a su descendencia, a través de sus historias, la
historia del grupo, sus aciertos y sus fracasos y, en la mayoría de
los casos, ejercer su liderazgo. Y al resto del grupo correspondía
la ejecución de todas las tareas cotidianas.
Una práctica común era la especialización del trabajo, por género.
Era como si la Naturaleza misma hubiera perfilado físicamente
467
los géneros humanos en términos de su función primordial,
aptitudes diferentes aunque complementarias, que por sí mismas,
definían los destinos del varón y la hembra, por otra parte,
estableciendo un <<atractivo propio>> destinado a influir en el
mantenimiento de la cohesión del grupo. En la mayoría de los
pueblos de Oriente y, según se ha observado, entre pueblos
primitivos nuestros, al varón le corresponden las lides de la
Guerra y a la mujer la vida sedentaria con los hijos asentada en su
hogar.
Allí empieza a perfilarse la primera diferenciación de identidades,
la divergencia de caracteres culturales, que, a la larga, terminan en
la pluralidad de caracteres que se manifiestan y que identifican la
razón de ser de la diferencia de móviles, que establecen las
diferencias en la conducta entre unos individuos y otros. Pero el
deslinde de lo individual de lo colectivo sigue avanzando, y
aparece finalmente el <<conflicto>> entre ambas consciencias, la
de lo colectivo y la de lo individual, y por supuesto, la
consciencia de la pertenencia individual del propio cuerpo.
La presión del medio natural generaba una fuerza centrípeta
adicional que coadyuvaba en el mantenimiento de la unidad del
“equipo”. La hembra se especializó en la procreación y apoyo
inicial de la prole; el varón se especializó en las tareas de la pesca,
de la caza, y en la incursión guerrera defensiva u ofensiva en
contra de otros grupos humanos, o en pos del intercambio de
elementos básicos de vida, que eventualmente se transformaría en
formas de comercio incipiente, para más tarde evolucionar hacia
formas de comercio monetarizadas.
Posteriormente, la experiencia más sedentarizada del género
femenino, permitió las formas incipientes del cultivo de las
especies vegetales. En América, la agricultura es actividad
específica de la mujer, lo mismo que muchas de las artes
manuales, como el hilado y tejido de las fibras vegetales, que
eventualmente, servirán de fundamento a las industrias
manufactureras, los textiles entre ellas.
468
Los grupos familiares evolucionaron, cuando aumentó su número,
en clanes, cuya conformación empezó a permitir la práctica de la
complementariedad genética, necesaria para el ejercicio de la
exogamia; el descubrimiento de su valor, permitió el
mantenimiento del vigor racial de la Especie, en los pueblos que
lo practicaron. Luego viene la Tribu, con sus respectivos clanes,
el reino, ya sedentario, con patrimonio territorial propio y con
grupos familiares completos dedicados a la agricultura, el Imperio
y, finalmente, el concepto de nacionalidad, que en la práctica,
aparece apenas con el advenimiento de las sociedades burguesas,
a partir de la Revolución Francesa.
La experiencia de lo colectivo, corresponde pues, históricamente,
a una experiencia tradicional. A partir de las revoluciones
burguesas aparece el reconocimiento institucional del
<<individuo>>, con pleno ejercicio de su libre albedrío, y con
plena consciencia de sí mismo, como una entidad diferente de lo
colectivo. La República, se entiende como <<“cosa pública”>>,
en contraste con la <<cosa privada>> que tiene qué ver con los
asuntos del individuo que componen la Nación, expresión
máxima, hoy, de lo social.
De esos valores llevados a la práctica por más de doscientos años
en Occidente, surge un nuevo ingrediente que afecta el proceso
evolutivo de la Cultura, generando, por doquier la anarquía y
estableciendo, incluso, la categoría de lo individual, en
competencia con la categoría de lo colectivo, como consecuencia
del reconocimiento del concepto de la “Libre Empresa”. Pero
como un corolario feliz, se consolida la consciencia de la
identidad de sí mismo en el individuo, pudiendo pasarse luego a
la participación voluntaria y plenamente consciente del individuo
de la vida colectiva, tal como se plantea en los presupuestos de las
democracias participativas modernas, que requieren no sólo la
existencia efectiva, sino el reconocimiento general y la
consolidación de la realidad de la <<”opinión pública”>>. En
términos de esta opinión pública, es posible, además, concebir la
posibilidad de un colectivo, proveniente de la conjugación vital,
consciente, de la vida de los individuos. Eso tendrá una
469
trascendencia indiscutible en la constitución de las sociedades
humanas del Futuro que se construyan a partir del caos urbano de
las grandes ciudades de la actualidad, y de su influencia en otros
territorios vecinos.
En este estado de la consciencia humana, ya podemos considerar,
al menos, la posibilidad de hablar, de entender al cuerpo humano
como un activo que pertenece a un sujeto, con plena consciencia
de su propiedad, de su posesión, y de su valor económico.
Consciencia un poco desprendida ya de las experiencias pasadas
de la esclavitud o de la servidumbre, que se movían en otro plano,
el de las dominaciones, el de los imperios, pero que tiene qué ser
enriquecida, protegida, por una <<”Cultura de la Vida”>>,
dirigida, por otra parte, a reducir, tan completamente como sea
posible, el repunte de presiones destinadas, en este aspecto, a
retroceder en la evolución humana el reloj de la historia, para
regresar a circunstancias superadas de la vida pasada.
Entendido el cuerpo humano, efectivamente, como un activo de
su dueño, podemos hablar del cuidado de su Salud, como un
requerimiento de vida muy importante del sujeto humano. Ello
podrá redundar en la optimización de su uso y aprovechamiento.
La experiencia de un <<cuerpo sano>>, como solución
importante a la incertidumbre del porvenir, forma parte de la
experiencia actual de la consciencia del Bienestar. La posibilidad
de confiar en el <<poder de su propio cuerpo>>, para la persona
individual, en el desempeño de su trabajo cotidiano, representa
uno de los pilares de su sensación de bienestar, de su sentimiento
de estar seguro, del estado de su autoestima, frente a los retos de
su propia vida, frente a los desafíos que el sujeto se imponga a sí
mismo, para lograr sus propias metas vitales.
Desde este punto de vista, el cuerpo humano representa un
patrimonio personal del sujeto que lo posee. Y como tal, su
potencial productivo tiene un valor económico básico en la vida
de las personas, que hoy día puede evaluarse de la misma manera
que se evalúa cualquier otro patrimonio, capaz, potencialmente,
de generar un rendimiento económico. En términos generales, no
470
es posible delimitar el valor real, objetivo, de una vida. Por
supuesto que la vida humana no es una mercancía, aun cuando en
nuestra sociedad moderna llega a pretenderse esa valoración. Pero
en términos de intercambio de servicios personales en las
relaciones económicas, sí puede hablarse, justamente, del valor
relativo de esos servicios.
Ello abre también la posibilidad de trabajar por el cuerpo para
acrecentar su capacidad de desempeño hasta aproximarla al
potencial pleno de su capacidad de disfrute por parte del sujeto.
En el más refinado esfuerzo de superación, eso es lo que hacen los
técnicos con los deportistas, pero podría ser un ejemplo, de lo que
podría ser un esfuerzo colectivo e individual, por mejorar el
estado de salud y el desempeño de todos los ciudadanos en la
búsqueda del bien común.
Esas circunstancias justifican que se aborde el tema de entender el
funcionamiento del cuerpo humano, de entender la razón de ser de
su rendimiento económico, entender el significado que, desde este
punto de vista han significado las distintas formas de esclavitud,
de servidumbre, del trabajo asalariado actual, de la dominación y
sometimiento del ser humano, en todas sus formas, a designios
diferentes de los suyos, el significado de la <<disciplina
funcional>> en la fábrica, el taller, la oficina, la finca, el almacén
en las sociedades burocráticas; el significado del endeudamiento,
de la <<hipoteca>> del ciudadano, en las nuevas sociedades de
control; el significado de la manipulación masiva de la
consciencia humana, tal como se da en los medios de información
y propaganda en el medio social urbano y sus implicaciones
personales y colectivas.
Empecemos por el final. Aquí, solamente, afirmaremos algo que
puede confirmar, cada uno de nosotros, ampliamente, con la
experiencia: Ni siquiera el desarrollo tecnológico más delicado,
ha logrado la consciencia suficiente, para que se despeje el
camino hacia la más genuina e íntima expresión humana de la
Vida. Todos los esfuerzos de los poderosos, insisten en seguir
sujetando a la especie humana <<”por el cuello”>>, y si
471
pensamos en el valor de la <<salud corporal>>, y su implicación
en la más afortunada y plena expresión de la vida humana, es
preciso cambiar radicalmente esa conducta, y su influencia
nefasta.
Ahora sí, veamos, en su esencia, qué es y como funciona el
cuerpo humano. El eje de la vida humana pasa por su cerebro,
mejor dicho, por su sistema nervioso, cuyo centro es el cerebro.
Allí convergen dos <<universos>> en que se conjuga, en total, la
vida humana, al nivel de cada persona, y al nivel de cada una de
las culturas madre en que éste se ha formado, y que caracteriza su
mentalidad: El universo físico, común, aunque discriminado en
términos del país en que sus vidas han tenido asiento; y el
universo simbólico, construido por las culturas y heredado por las
personas, en el que se mueve y se expresan el alma, el espíritu
humanos, donde están situados sus sueños, sus expectativas de la
Vida, sus esperanzas, sus utopías, donde se inscribe el significado
cósmico de sí mismo, de los seres humanos, de la sociedad
humana, en general, según la interpretación ancestral.
El cuerpo humano, pues, podríamos interpretarlo como un sistema
nervioso central complejísimo que posee semejante contenido, tal
como lo hemos visto, con sus múltiples ramificaciones nerviosas
conectadas a todo el cuerpo, con las terminales nerviosas de los
cinco sentidos, el sentido de la vista, del oído, del gusto, del olfato
y del tacto, para <<conectarse>> con el medio ambiente, todo
ello apoyado en un soporte físico de sustentación y con su medio
motriz, los sistemas óseo y muscular, un sistema endocrino, que
regula el <<clima emocional – hormonal del ser>>, que le
permite asumir una actitud frente a los retos cotidianos vitales, y
prepararse para la acción, el sistema digestivo con todos sus
órganos accesorios, el sistema linfático, el sistema cardiovascular,
que mantiene un nivel de tensión interna, con el fin de que por sus
venas y arterias, verdadera red de transporte global, puedan
moverse hasta cada célula los nutrientes necesarios para
mantenerse vivas y activas, y evacuar los subproductos y
deshechos de su metabolismo, etc.
472
El cuerpo humano, más complejo que el de cualquier otro ser
vivo, tiene ciertos requerimientos alimenticios que le permiten su
reconstrucción cotidiana, para compensar el desgaste de su
actividad. Su sostenimiento demanda, como el cuerpo de todo
animal, el abasto inmediato de multitud de sustancias
nutricionales que le permiten obtener de ellas la energía necesaria
para mantenerse, moverse y trabajar, y los “ladrillos” y el
“cemento” necesarios para reconstruir sus tejidos.
El cuerpo humano lo forman unos 3 billones de células, de las
cuales tiene que reponer diariamente unos 500 millones de ellas.
Contiene un 70% aproximadamente de su peso en agua, y debe
beber aproximadamente entre 2 y 2.5 litros de agua por día en
promedio, para reponer la que elimina diariamente con las
toxinas, a través del sudor y la orina, principalmente.
El agua es el componente más importante del cuerpo formando
parte de células y tejidos, y sirve además como vehículo para casi
todos sus mecanismos de evacuación de residuos orgánicos y
toxinas, incluso, desde su origen celular, además, es el vehículo
de transporte en la sangre, de los glóbulos rojos, de los glóbulos
blancos y demás moléculas de todo tipo y de los demás cuerpos
celulares que por allí circulan y de todos los nutrimentos que
provienen de los intestinos, hasta llegar a cada célula. El material
estructural básico de los tejidos corporales está compuesto de
diferentes tipos de proteína, y en su composición entran a formar
parte multitud de elementos minerales y compuestos orgánicos,
parte de los cuales tiene que obtener en el exterior porque no tiene
cómo sintetizarlos. A pesar de todo, tiene capacidad de sintetizar
más de 10.000 compuestos diferentes con la base de su ingesta
diaria de nutrientes. La energía necesaria para toda su operación
diaria la obtiene de los alimentos energéticos, principalmente, que
son, básicamente diferentes tipos de hidratos de carbono, como
los azúcares, las harinas y varios tipos de materiales grasos, entre
otros, estos últimos, usados también como vehículo de algunas
vitaminas que son liposolubles. El requerimiento diario de energía
varía entre unas 2.000 y 2.500 kilocalorías diarias, aunque, según
473
la intensidad de la actividad puede subir a 3.500 4.000 y más
kilocalorías.
A grandes rasgos, esas demandas de nutrientes le exigen al ser
humano una actividad constante. En términos globales, el ser
humano, junto con el Reino Animal, tiene qué tomar la mayoría
de los nutrientes y aportes de energía que provienen, de primera
mano, del Reino Vegetal. Y éste, los toma del suelo y de la
radiación solar, desde hace varios miles de millones de años,
cuando aparecieron las primeras bacteria con clorofila y empezó
la transformación del medio terrestre, particularmente de su
atmósfera, cuando el exceso de CO2 quedó invertido en la
biomasa del material vivo.
Junto con esos aportes del Medio, ya vemos que no todas sus
ofertas son positivas. Y nosotros, con nuestras industrias y con la
parcelación de nuestros compromisos y responsabilidades, con
nuestras discordias y las enemistades que nos hemos forjado,
somos poco cuidadosos con los riesgos de salud que corremos,
cuando no ha ocurrido que nos aliamos con nuestros enemigos
naturales para agredir a nuestra Especie. El organismo se
mantiene en equilibrio con el Medio, no solamente con una
nutrición adecuada, sino mediante su sistema inmunológico, que,
en su proceso de adaptación a cada medio ambiente, desarrolla
“anticuerpos” capaces de enfrentar la mayoría de las infecciones e
invasiones extrañas desde el exterior.
La Cultura nos ha dotado de técnicas y medios adicionales para
mejorar todavía más la defensa contra las amenazas externas: En
la civilización moderna ha sido desarrollada toda una tecnología,
bastante asimilada por la población del Planeta, y una industria
dedicada a implementar nuestra lucha contra los riesgos de
enfermedad. Algunos ejemplos de la economía de la limpieza, de
la higiene personal, son la práctica de toda una serie de técnicas
para aislarnos de las fuentes de infección, como el baño diario, la
higiene bucal, la limpieza periódica del sistema digestivo, evitar
el contacto con personas enfermas, evitar la promiscuidad sexual,
consumir sólo aguas aptas para el consumo, o tratarlas en casa,
474
recoger las basuras, mantener limpia la vivienda, asear
adecuadamente los recipientes en los que comemos, etc. La
práctica de comer sólo en casa, por recelo del aseo que se practica
en la calle todavía se ve en muchas de nuestras amas de casa.
Hay también ejemplos de otras actividades “puntuales” de
protección como las vacunas, destinadas a preparar nuestras
defensas orgánicas contra enemigos concretos; la viruela, una
infección viral que azotó a la humanidad hasta hace unos cuantos
años, ha sido prácticamente eliminada de la sociedad humana. La
industria del vestido, que se ha desarrollado básicamente como
una de las formas de expresión artística, del gusto de las personas,
utilitariamente hablando, está orientada a protegernos de los
excesos del Clima. Desde hace unos cincuenta años, en nuestro
país se hizo una campaña para calzar a todos los ciudadanos, para
protegerlos de innumerables parásitos que penetraban por los
pies.
Con todo lo anterior, puede observarse que vivir cuesta. En las
sociedades primitivas, cuando la población de los grupos iniciales
era escasa, era más fácil percibir cómo había una relación entre la
prosperidad deseada, de las personas, y la acción a emprender
para lograrla. Hoy, esa visión se diluye en las poblaciones
gigantescas de personas que pueblan el mundo actual, por las
grandes distancias que separan las fuentes básicas de vida y las
poblaciones que las requieren, por la especialización en el trabajo
productivo y la separación de las esferas de vida de las personas y
los grupos sociales menores, entre otras cosas. Un espejo, sin
embargo, puede mostrarnos la realidad: El sistema cardiovascular.
Un análisis del contenido de la sangre puede mostrarnos su
amplia heterogeneidad y su composición. El sistema
cardiovascular forma una red inmensa que se ocupa de conectar la
fuente de medios de sustentación de todas las células, –los
pulmones, el intestino delgado-, y los centros de evacuación de
los deshechos generados en el metabolismo de todo el cuerpo.
La Vida, no solamente la vida humana, requiere una cierta
calidad y cantidad de energía para funcionar, y en el mundo
475
actual, muchos problemas que el abasto de esa energía engendra,
residen, no solamente en la falta de una conciencia de las
personas, acerca de su responsabilidad individual de enfrentar
personalmente su reto, sino de problemas que desbordan
completamente cualquier esfera personal, para caer en la
colectiva, o “pública”, como es el caso de la contaminación de las
fuentes de agua dulce disponibles, de la evacuación de los
desperdicios y basuras domésticas e industriales en los grandes
conglomerados urbanos, y enfrentar las soluciones que
corresponden a las dimensiones masivas de las grandes
poblaciones urbanas o regionales actuales.
En términos de abastecimiento suficiente, en términos de
adaptación al Medio, en términos de la categoría de los eventos
naturales, básicamente, puede definirse si una población puede
abrigar la expectativa de que su vida está adecuadamente segura.
Más que nunca, hoy, los individuos están más lejos de la
autosuficiencia de lo que estuvieron alguna otra vez.
Particularmente el desarrollo de una sociedad industrial
inconsciente de, o aún renuente a reconocer su contribución a los
factores destructivos que hacen más difícil la vida de los sectores
humanos más desfavorecidos, desborda, incluso, los límites de la
indiferencia, del abandono, de la irresponsabilidad, para
convertirse en un acto definitivamente agresivo que merece,
definitivamente, un estricto control social. El recrudecimiento de
las sequías, de las lluvias, de los temporales, ciclones, tornados,
huracanes etc., con sus secuelas, crecientes súbitas de los ríos,
destrucción de viviendas, de cosechas, de vidas animales y
humanas, muestran la otra cara de la “Libertad de Empresa”, que
no conocíamos hasta que ha sido evidente el calentamiento global
producido por una actividad industrial de más de cien años, en
medio de una Naturaleza cuyo poder sobre nosotros no
reconocemos suficientemente y que ha pasado <<factura>> por
más de cien años, de afectación. Afectación producida por un
direccionamiento irresponsable de las actividades industriales
humanas y que no ha merecido todavía, ni siquiera la primera
factura de los daños causados indirectamente a terceros.
476
Y todos esos perjuicios se suman a nuestra falta de consciencia
de nosotros mismos, para afectar colectivamente nuestras
posibilidades de disfrutar, finalmente, la plenitud de nuestra salud
corporal, del maravilloso paraíso en que hemos sido colocados:
Nuestro planeta Tierra.
18.3.0 LA ESTRUCTURA SOCIAL VISTA COMO UN
“SUPRACUERPO”.
Formado a partir de <<”la extensión o
intercomunicación”>> de los cuerpos de sus
integrantes; como una “red” de distribución de la
energía necesaria para la vida de una “totalidad
estructural” conformada por ellos. Su valor económico
relativo
Si un cuerpo humano, es básicamente, un extraordinariamente
complejo sistema nervioso dotado de los implementos necesarios
para poder sobrevivir, si contamos con las posibilidades de
articulación a través del lenguaje y demás medios de
comunicación, y con las actitudes adecuadas, podríamos pensar
en la utopía, - realizable-, de la unidad de las diferencias, a partir
de la decisión de asumir la complementación, como mecanismo
para hacerla realidad. El más claro ejemplo es la constitución de
la unidad familiar nuclear, por parte de una pareja, -hombre y
mujer-, que toman la decisión de iniciarse en su vida en común.
La relación entre los miembros de la pareja se convierte en una
relación de <<intercambio>>, de compartir, de disfrutar los dones
que cada uno le da al otro. En este caso, en la relación con el
otro, la estructura formada llega a representar una <<extensión
corporal>> común del cuerpo de cada uno, con fines de la
realización de ambos, en la cual, cada uno tiene responsabilidades
y compromisos reales.
477
Pero esa “extensión corporal”, si se da, es realmente el cuerpo de
otra “totalidad” más profunda, a la que trascienden los esposos y
que crece con la participación de la vida de los hijos, en cuya vida
y la de los padres todos se enriquecen. La concepción de esa
utopía no es clara siempre, se lleva a la realidad entre nosotros
con un tanto de irresponsabilidad, apoyada muchas veces en
impulsos solamente emocionales como es el enamoramiento, y no
siempre tiene el éxito buscado. Sin embargo, con el soporte del
verdadero amor y un trabajo arduo adornado muchas veces de
grandes dolores y sacrificios personales, si los esposos logran
superar todos los obstáculos que se interpongan entre ellos, esa
totalidad puede ser construida.
Si por extensión física y por otras razones de complementación,
hacemos una interpolación a una estructura social mayor, es
posible, pensar seriamente en la construcción, sobre la
experiencia de la vida en común, de la utopía de una sociedad
holística, una sociedad que sea la <<extensión corporal>>
colectiva de sus miembros, y que entre sus funciones posea la
función utilitaria de servir en el intercambio económico de sus
miembros. En la medida de que esto se logre, podemos concebirla
como una red confiable, por cuyos canales de comunicación
pueden circular la energía y los demás recursos necesarios para la
vida, como efecto de la mutua complementación económica entre
sus miembros.
La historia de las sociedades no es, realmente tan sencilla. En
nuestro mundo occidental, desde la Edad Media, las sociedades
tenían qué ver con el poderío económico de los reyes y con su
ambición. Los dominios se conquistaban con las armas o se
“compraban” con ciertos favores, o simplemente con dinero y la
tributación o la consolidación de la postura estratégica buscada
respecto de alguna potencia enemiga, o cualquier otra razón,
hacían el “incentivo” para esa transacción. En muchas regiones
del Mundo la extensión de los países se lograba a través del
Comercio. En el Oriente, ciudades en medio del desierto que se
transformaban en centros comerciales, comarcas cuya población
era industriosa, lograban abastecerse a través del intercambio
478
comercial y hacerse a mercaderías que necesitaban para subsistir.
En la Edad Contemporánea, la competencia es el arma económica
poderosa con la que se están forjando los grandes Imperios
financieros. Con una habilidosa desinformación, los afortunados
vencedores manipulan la opinión, la consciencia, y logran, ya por
seducción o por rendición, la <<conquista>> de los nuevos
“mercados” mundiales, en los que <<el precio>> se ha vuelto el
argumento universal para decidirse al consumo, por encima de
cualquier otra razón, incluso la misma necesidad. La pérdida de
los clientes, -soporte de cualquier operación comercial-, y la
perspectiva de “salir” del mercado, son los argumentos máximos
para reconocer lo ineludible de la “quiebra” y s razones que
obligan al empresario a “rematar” por “cualquier cosa” su
patrimonio industrial o comercial, por la <<pérdida de valor>>
que unos activos sin perspectiva futura significan.
Mientras que el proceso de globalización económica se ha ido
consolidando, varias generaciones han pasado, otras han vivido el
inicio de su vida y su educación, llegando muchas veces a pensar
que ese proceso caracteriza la dinámica del desarrollo económico
de los países, en general, y que la situación de cada sociedad,
respecto de ese fenómeno, marca su estado económico respecto
del “progreso”; y llega a ocurrírseles, que el único móvil que
“legitimiza” el desarrollo de la estructura económica es la
realización del interés económico de aquellos empresarios que la
patrocinan.
Pero esa postura común, que afecta, incluso, a la opinión de
muchas personas con formación avanzada en el tema, se olvida
de la razón de ser humana de la Economía. Cuando se habla de
“mercados”, del “consumidor”, se está hablando, en verdad, de
categorías humanas, pero despersonalizadas, que se identifican
por algunos caracteres específicos, que asumen ciertas actitudes
comunes, pero la dinámica de cuya conducta se ignora, o se
confía en que pueda ser doblegada, manipulada. La actividad
económica se orienta a la gestión, sin referencias humanas
concretas, y no a la relación, o acción plenamente y
conscientemente referida a una persona o a un público específico.
479
Esa gestión, sin que medie diálogo alguno, ha incursionado, por
ejemplo, entre nosotros, aprovechándose de la corrupción de
nuestras autoridades, de la costumbre arraigada de comerciar con
“contrabando”, irrumpiendo en oposición, o <<compitiendo>>
ilegal, inescrupulosa, insolidaria, pero inexorablemente, con el
comercio local organizado, sin la carga impositiva y sin la
responsabilidad socia que éste tiene qué soportar. Un ejemplo
concreto protuberante, que afectó una importante industria
colombiana, podríamos tenerlo en el negocio de cigarrillos, y la
desleal postura y la falta de control sobre sus fabricantes externos;
otro ejemplo, que ha afectado considerablemente y masivamente
el comercio colombiano, incluso, desde antes de la “apertura
económica”, de l994, es el de las representaciones nacionales de
fabricantes extranjeros de herramientas industriales, que, frente a
sus posibilidades de hacer negocios de contado y en grandes
volúmenes, por la oferta de narcotraficantes y contrabandistas,
principalmente, para “lavar dineros” mal habidos, llegaron a
competir deslealmente con sus representantes legales, inundando
el mercado con productos de menor precio y quebrando a los
mayoristas importadores, y detallistas de los mismos.
Con lo anterior, es posible apreciar, utilitariamente, el significado,
el valor económico de la estructura social, y los riesgos que corre
el ciudadano cuando dice “sí creo” en el futuro de la sociedad a la
que pertenece, cuando es leal con ella. La verdad es que los seres
humanos vivimos en un Mundo amenazado por la hostilidad, por
la agresión de multitud de fuerzas destructivas, difíciles de
ponderar, que se emboscan, que buscan abiertamente todas las
formas imaginables de justificarse por multitud de razones, entre
ellas, razones económicas, sociales, políticas, ideológicas, y
religiosas, o sencillamente, que se imponen a través de la
intimidación, del chantaje, o cualquier otro medio de fuerza.
Con esos riesgos o sin ellos, podemos visualizar la promesa de
una sociedad solidaria, en que podamos confiar, el valor de la
protección que le podamos brindar, a través de ella al ciudadano,
tanto para la valoración de su trabajo, como para la protección de
480
sus fuentes de vida y el debido abastecimiento de los recursos
requeridos.
18.3.1 EL CÁLCULO ECONÓMICO
DEL VALOR DE LOS RIESGOS.
En la Industria de los seguros, en las finanzas, en las
instituciones sociales de diversas clases.
El cálculo económico del valor efectivo de los riesgos, se
denomina Cálculo Actuarial, quienes cultivan la disciplina se
llaman, actuarios. No pretendemos, ni mucho menos profundizar
en la esencia del cálculo ni en la consideración exhaustiva de los
factores de riesgo. Solamente tenemos interés en transmitir el
concepto del “seguro”, como una forma de enjuagar las pérdidas
para refinanciar y mantener la actividad, particularmente, en el
caso de actividades de extraordinario valor para el sujeto que
tiene los riesgos, para la actividad productiva o para la Sociedad.
Para mayor claridad, vamos a usar el trato muy puntual de
conceptos muy específicos para mayor claridad y solamente se
indicarán cálculos de casos muy sencillos.
Los negocios destinados a los seguros en áreas de la actividad
comercial, por ejemplo, pueden cubrir riesgos de daño en el
transporte, pérdida por accidentes, por robo, riesgos de daño
personal ocasional o permanente, y hasta de muerte por causas de
accidente, particularmente, por ejemplo, en áreas de empleo de
alto riesgo, entre otros.
En el caso de las personas naturales, la idea es la de mantener la
continuidad financiera, para asegurar el transcurso, sin angustias,
de la vida ordinaria de las personas, cubrir el costo de ponerla
nuevamente en acción, o compensar las pérdidas, en el caso de
terceras personas cuya vida es dependiente del asegurado, por la
ocurrencia de eventos extraordinarios que pudieran amenazarlo.
Entre ellos pueden estar los diversos accidentes, las diferentes
enfermedades, la misma muerte.
481
El repertorio de los recursos de aseguramiento de las compañías
que trabajan dentro de esa actividad, denota un poco, no tanto el
cuadro de necesidades objetivas, como la experiencia tradicional,
respecto de la frecuencia de ciertos siniestros y la consideración
de la manera como ha evolucionado tradicionalmente la actividad
aseguradora en el pasado.
Cualquiera que sea el cuadro de servicios de aseguramiento
existente, lo anterior nos plantea la urgencia de establecer sobre
una base más científica el desarrollo y la actualización un sistema
de seguros más objetivo, que resuelva, en mayor proporción, el
problema global de los riesgos reales que enfrentan los seres
humanos, por efectos de la cantidad inmensa de factores naturales
y humanos desfavorables que los afectan, igual que los riesgos en
la ejecución de las diferentes labores productivas.
Los riesgos, mirados de manera simples, se miden en términos de
probabilidades. Dentro de una población determinada, se hace el
conteo de los casos en que el riesgo se convierte en hecho. La
relación de estos casos con la población total, determina el índice
de la probabilidad que se desea conocer. Luego, para el conjunto
de la población, se establece cuál debe ser la contribución, para
<<solidarizarse financieramente> con los casos de siniestro. Así,
de la renta neta generada por las actividades productivas de la
población, se saca a prorrata un valor que le permite a la
compañía intermediaria de los seguros, financiar la compensación
por las pérdidas de los siniestros.
18.4.0 LA NOCION DE INDUSTRIA.
Cuando hablamos de Industria, nos estamos refiriendo a la
industria de transformación en general, no sólo a industria fabril.
Una de las características de la industria humana, en relación a las
civilizaciones, es su evolución en la profundidad del cambio que
producen en los recursos que le sirven como “materia prima”
básica.
482
Originalmente, los seres humanos consumían los frutos silvestres,
en “bruto”, carne cruda; se protegían del frío con pieles, cuando
no disponían de una cómoda y acogedora caverna construían sus
refugios con techos de paja, los cercaban con varas, con piedras,
bien acomodadas y adheridas, entre sí, con barro, etc.; la historia
de su evolución está caracterizada, en sus diferentes períodos,
como ya se vio, en capítulos anteriores, con las técnicas de
manejo de la piedra, el descubrimiento y uso de metales como el
cobre, el bronce y el hierro en la elaboración de herramientas. El
Paleolítico, el Neolítico, la Edad del Bronce, y la Edad del Hierro,
son nombres que identifican, de alguna manera períodos
evolutivos, no solamente de esas tecnologías concretas, sino de
toda su visión cósmica, de sus sistemas de vida, de cada una de
todas las culturas, como un todo.
Al mismo tiempo que desarrolló la tecnología para dominar el uso
de materiales como la piedra y los metales para mejorar el
desempeño de sus armas de caza y sus herramientas, lo hizo con
su ingenioso desarrollo de procedimientos diversos que
introducían mejoras sustanciales en su modo de vida. En lo que es
hoy América Latina, el hommo sapiens desarrolló, como también
ocurrió en otros continentes, variadas técnicas diferentes, por
ejemplo, para cocer los alimentos, con apoyo del fuego, que
había dominado desde hacía casi 1.000.000 de años uno de sus
antecesores, el hommo erectus; desarrolló el hilado y el tejido de
diferentes fibras vegetales, particularmente del algodón, llegando
a unos niveles de perfección, admirados aún hoy en día.
Parejo con la evolución tecnológica aparece el incremento de la
población. Se tiene idea que el inicio de las migraciones de los
primeros hommos del África se debió a hambrunas devastadoras
entre 2.000.000 y 1.000.000 de años atrás y hace unos 50.000
años, ocurrió con el hommo sapiens. En la historia humana
aparecen dos umbrales muy importantes en la determinación de
las posibilidades de sostenimiento de la Especie: El acceso a la
Agricultura y el acceso a la Industria. En ambos casos el paso del
umbral tiene, además, el sentido de una renuncia a algún tipo de
libertad. En el primero, la renuncia a la libertad de la trasumancia,
483
en beneficio del sedentarismo; este permite el asentamiento en
lugares específicos, el aprovechamiento de los campos en el
cultivo de la tierra, las mejoras en la protección contra los climas
muy duros, el mayor aseguramiento de las fuentes alimentarias,
etc. En el segundo, la invención de la máquina de vapor, permite
que se incorporen en el taller nuevas fuentes energéticas. El
Taller, el Ferrocarril y la navegación a vapor, permiten tener
acceso a mayores escalas productivas, de transporte y de
abastecimiento, entre otras ventajas; se inician, a través de la red
urbana, nuevas formas de integración y de trabajo en equipo. La
articulación en el taller, particularmente al principio de la
Revolución Industrial, se realiza alrededor de las máquinas, que
funcionan con sus fuentes energéticas centralizadas, alrededor de
los procesos productivos y del ensamble logístico de sus cadenas
típicas de elaboración, almacenamiento, transporte y distribución.
Ello conduce a nuevos conceptos de poblamiento urbano y a la
concentración de altas densidades de población en las aldeas y los
barrios urbanos, según donde estén situadas las minas de hierro y
carbón, según donde viven quienes operan los talleres
industriales, y según donde se hace el montaje de los nuevos
ingenios mecánicos. Manchester y Londres en la Gran Bretaña,
ostentan, por un período no muy largo por cierto, el título de ser
las primeras urbes industriales del Mundo.
Pero, en esencia, la Industria, la industria humana, es aquella en
que el ser humano despliega su ingenio y empeña su esfuerzo para
transformar los recursos naturales que no puede usar, en formas
aprovechables directamente para su beneficio. Sin saber la
trascendencia de su acción, los antiguos pueblos de agricultores,
y los campesinos de hoy, dan los pasos necesarios para
transformar, directamente, la energía solar en alimentos como los
cereales, las verduras, los pastos para los ganados, en materias
primas industriales como el algodón, la madera, el caucho, en
productos medicinales, como las hierbas aromáticas, el te verde,
el aloe, etc. Esa transformación aprovecha el poder catalizador de
la molécula de clorofila que actúa “espontáneamente” en la
vegetación que la contiene. Desde tiempos inmemoriales, los
distintos pueblos han seleccionado miríadas de especies útiles de
484
plantas y animales, cuyo número crece sin cesar, dados los
descubrimientos, vienen realizando, por ejemplo, en las
aplicaciones de ciertas interacciones vegetales y animales para la
protección contra las plagas y contra ciertos depredadores de
cosechas, verdaderos competidores del ser humano, en el
aprovechamiento de sus cosechas.
Aunque la caza ya no es, en la mayoría de los casos, una actividad
de supervivencia, sino si acaso, un deporte, la pesca,
particularmente en el mar, una actividad, definitivamente
extractiva desde la antigüedad, ha merecido un desarrollo
tecnológico y una implementación de primer orden. De la
minería, esencialmente extractiva, tenemos el petróleo, el gas, el
acero, el carbón, el aluminio, el cobre, el oro, las dedicadas a la
extracción de materiales de de construcción, de materiales para la
industria del vidrio, y muchos otros minerales que han tenido la
misma suerte.
Y, como derivadas de ellas, tenemos multitud de industrias de
transformación y manufactura como la industria de los
combustibles, los lubricantes, los plásticos, las fibras sintéticas, el
papel, los fertilizantes, los plaguicidas, los electrodomésticos, los
automotores, los aeroplanos, la electrónica, la construcción, y
toda la gama de horizontes de la economía moderna, del trabajo, a
la que sirven de sustentación, y que evolucionan a una velocidad
de vértigo, transformando también de paso, de manera increíble,
las costumbres de vida de la población.
Otra familia de industrias de gran importancia, es la de obtención
directa de energía, como la de energía hidroeléctrica, eólica,
atómica, y otras.
La existencia de la Industria humana obedece a un imperativo
natural: Aportar la energía, en sus diferentes especies, que la
especie humana, como toda especie viva demanda. Porque la
Vida, en general, no se burla de las Leyes de la Termodinámica,
la cumple, pero sobrevive << tomando la energía que necesita
del Medio>>. Es real, pues, la afirmación tomando la energía que
485
necesita del que hace un dicho común entre los colombianos: “La
necesidad es la madre de la Industria”.
La Industria, sin embargo, con su inmenso valor en términos de
su significativo beneficio humano, en términos universales,
puede ser pensada, interpretada y aplicada de muy diversas:
En el mundo moderno, en las más diversas esferas sociales, la
Industria representa <<un medio>> para ganarse la vida, para
ganar dinero, para sustentar el crecimiento del patrimonio
económico, sin más. La Industria puede pensarse así pero ella
como sustento de la vida humana tiene un significado mucho más
profundo. Tiene que ver con una gestión industrial, pero también
con las relaciones, cada vez más fijas que se van presentando en
las sociedades que se estructural alrededor de formas de trabajo
específicas, y que determinan en gran parte su carácter. El hábitat
humano natural, su ecosistema, determinan en gran parte las
industrias que allí se desarrollan, aunque las redes sociales que se
van tejiendo mediante las actividades comerciales permiten el
establecimiento de industrias en ciertos lugares, en función,
menos del ecosistema que de la economía de las relaciones
comerciales. Así, conocemos muchas sociedades especializadas
en la pesca y la caza, como las poblaciones esquimales y muchas
poblaciones insulares, entre ellas la japonesa, pueblos de pastores
como el pueblo mongol, pueblos de agricultores como aquellos
que habitaron la antigua Mesopotamia, pueblos muy
experimentados en el Comercio, como las poblaciones árabes de
los desiertos asiáticos, etc. Lo mismo podemos decir de las
profesiones humanas que se desarrollan alrededor de aquellas
actividades básicas como complemento de ellas, como medios
para mantenerlas, como la de mercader, administrador de
pesebreras, contador, almacenista, navegante, marino, etc., etc.
Y en los países modernos con sus complejas redes de
intercambio, las más diversas industrias de todo género se
superponen territorialmente y se conectan casi íntimamente, aún
con el exterior de las sociedades, como ocurre con la
486
globalización actual de la economía humana, en este caso al nivel
internacional.
La industria fabril, nacida y proyectada sobre la base de las
posibilidades que ofrecía la máquina de vapor ofreció en su época
una maravillosa opción de redención humana, pues la agricultura
había llegado al límite de sus promesas, y ya naciones como
Irlanda, para poner sólo un ejemplo de lo que ocurría en todo el
mundo, había pagado un alto precio con sus hambrunas por razón
de la paradigmática economía agrícola, que sin una revolución,
digna de tal nombre, era incapaz ya de soportar los niveles de
población de entonces. Sin embargo, una nación occidental estaba
preparada para aprovechar estratégicamente en lo político aquel
maravilloso invento para desarrollar, en la práctica, lo que fue
aquella revolución y tenía el apoyo logístico de sus casas
comerciales, su flota naval comercial, la más poderosa del planeta
entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la visión
de sus estadistas y empresarios y un Imperio cuyo alcance iba
hasta los confines del Oriente, hasta India y China: Inglaterra. E
Inglaterra se constituyó en la primera potencia industrial del
Globo.
Todo Occidente fue adoptando ese modelo económico, a partir de
principios del siglo XIX y al igual que el modelo político
adoptado por la república francesa y el modelo social que sirvió
de base a la estructuración de la Unión Norteamericana después
de la independencia de Gran Bretaña a finales del siglo XVIII.
Dos fueron los instrumentos activos en su propagación: El
desarrollo de la economía de escala que hacía posible la máquina
de vapor y el ejército de Napoleón Bonaparte que llevó la
Revolución Industrial hasta los confines orientales de Europa.
Es posible que las circunstancias que rodearon la evolución de la
sociedad occidental por los tres caminos señalados arriba, la
revolución social (norteamericana) la revolución política
(francesa) y la revolución industrial (inglesa), y ello dentro del
contexto de un poderío industrial de inmensas promesas, liderado
por un imperio como Inglaterra, le hayan infundido su carácter a
487
lo que conocemos como <<sociedades industriales>> desde
entonces, y para muchos, el modelo industrial moderno puede ser
algo inseparable de la valoración tradicional que se ha hecho,
tanto de él como de la manera de llevarlo a la práctica y de la
manera como se ha hecho la repartición de sus beneficios.
Podemos decir, según aquello, que, además de ser el origen de un
eficaz medio de sustentación de la vida humana, el
<<“Industrialismo”>> puede ser considerado una arma política de
características estratégicas demoledoras, en la competencia
comercial al nivel global, y las consecuencias pueden ser
devastadoras, como se da hoy por ejemplo en las industrias de
alimentos y en las industrias especializadas en la parte sanitaria, si
la responsabilidad y la solidaridad con el ser humano ceden el
primer puesto al afán de lucro, tal como se perfilan las prácticas
productivas en nuestro tiempo y, como veremos en el próximo
capítulo dedicado a la práctica de la alimentación y la nutrición,
estamos olvidándonos que esta industria es clave en la
conservación y mejoramiento de la salud humana y de su nivel.
18.4.1 CALCULO DEL COSTO.
Del aprovechamiento de los recursos naturales, de las
materias primas para la Industria, de la reposición de
la estructura social deteriorada u obsoleta, de la
recuperación de las energías necesarias para su
actividad.
Como ocurre en la Economía Clásica, cuando abordamos el tema
del costo de aprovechamiento de los recursos naturales, desde el
punto de vista de la Ergonomía, de ninguna manera puede
justificarse la existencia de industrias <<a pérdida>>. De
cualquier manera que sea, hemos de suponer, que la industria
existente, es, por sí misma, una industria que se justifica a sí
misma. En caso contrario, en algún lado debe haber algún interés
que permite su supervivencia, aportando el déficit, que en caso de
488
no recibir sustentación suficiente de sí misma, arrojaría su
gestión.
Cuando en una economía se han establecido verdaderas relaciones
de intercambio, y está se encuentra en equilibrio, es posible
visualizar las intrincadas líneas de la red que conecta a cada uno
de los sujetos que cumple una labor productiva con cada uno de
los sujetos que se benefician de ella; y cada eslabón humano, ha
de derivar la energía necesaria para su sustento de su actividad
dentro de la red. Cuando surge el desequilibrio, aquellos que han
sido afectados más directamente, tienen que buscar una solución a
su déficit, quizás haciendo otra cosa o emigrando a otro lugar más
prometedor. En el grupo familiar de cazadores esa conexión era
muy simple. Por ello era fácil percibir que, cuando el esfuerzo no
era compensado con el producto logrado, el grupo tenía que
buscar otra solución a sus apremios o sucumbía por el hambre. En
ambos casos, la consecuencia del desequilibrio es la “muerte”, la
ruina, la migración, o la urgencia en la restitución del equilibrio.
En el manejo clásico del “Costo” de Producción, se tienen en
cuenta factores heterogéneos, que, para “traducirlos” a una forma
comprensible, se expresan en términos monetarios. La materia
prima, -el recurso básico recibido de los anteriores eslabones de la
red-, tiene un costo de obtención en términos monetarios. El
aporte humano, se expresa en tiempo de su aplicación, valorado
también en términos monetarios. El trabajo de máquina también
está representado en la energía mecánica aplicada y en el desgaste
de la máquina, o en su obsolescencia, que se traducen también en
términos monetarios. Sumando todos estos conceptos, obtenemos
de manera muy sencilla, el costo de producción.
Lo que se hace, desde el punto de vista de la Ergonomía, es
utilizar los mismos procedimientos contables, pero en términos de
unidades energéticas, no monetarias. A primera vista, esto parece
no aportar ventajas. Sin embargo, un análisis más profundo, nos
permite encontrar diferencias, por ejemplo, en la estimación en
términos monetarios del tiempo invertido por un sujeto en un
determinado proceso productivo, sin considerar los niveles de la
489
intensidad de su aplicación, de la concentración, del cuidado, de
la atención, de la destreza del sujeto que trabaja, lo que puede
significar, perfectamente, un valor agregado del trabajo, que no se
contabiliza regularmente; nos permite cuestionar aplicaciones
arbitrarias de escalas de valoración de los tiempos de diferentes
oficios, actividades de manejo, servicios, sin considerar el
esfuerzo real invertido; puede apreciarse, cómo la pobreza en las
especificaciones de las condiciones del puesto de trabajo, pueden
estar disfrazando desgastes mayores de los presupuestados, en los
sujetos que producen. Y hay conceptos que pueden ser mejor
precisados y contabilizados, como los aportes de la estructura de
apoyo y administración, y el que corresponde al juego del Estado
y demás instituciones externas, que, normalmente se tratan como
“impuestos” y “aportes parafiscales”, entre otros, igual que el
costo de los seguros, sin que, hoy día, haya la menor posibilidad
de apelación.
La reingeniería de la estructura social productiva, desde este
punto de vista, puede resultar una tarea mayúscula, colosal, si se
pone en práctica desde cero. Incluso, puede llegar a tener la
oposición de intereses privados y públicos, de diferente escala,
que han llegado a condicionar, a limitar el desarrollo de las
estructuras sociales actuales, a sus conveniencias, generalmente
de orden lucrativo.
Dentro de ese orden de cosas, podemos plantear problemas
estratégicos, que, en casos como el de la economía colombiana,
han llegado a limitar profundamente la capacidad competitiva
general del país, frente a otras economías foráneas.
Es conocido el caso de una gran empresa estatal “socializada”,
dentro del concepto de “empresas de servicio público”, como fue
Puertos de Colombia o “Colpuertos”, reducida su eficiencia de
manipulación de carga a una situación que debería ser “risible”, si
no fuera por lo trágica, puesto que había sido convertida en un
mecanismo, de gran escala, para respaldar en el monopolio
estatal, en un eslabón clave de la economía nacional, absurdas
demandas laborales, privilegios “inamovibles”, y muchas otras
490
injusticias patentes, eje de corrupción sin paralelo que fue, en
manos de funcionarios públicos manipulados desde las altas
esferas de la Nación. Por motivos semejantes tuvieron que ser
liquidadas empresas públicas como los Ferrocarriles Nacionales
de Colombia, que en tiempos de Rojas Pinilla, en la década de
1950, logró integrar la red ferroviaria nacional, colocándose en el
punto de partida estratégico de un gran proyecto de transporte de
carga, que nunca llegó a cumplir sus promesas, porque nunca fue
considerado con seriedad. Y no son casos únicos: La navegación
fluvial, particularmente la del río Magdalena, corrió mucho antes,
en la década de 1940, la misma suerte, cuando había sido el eje
tradicional de las comunicaciones de exportación, especialmente
de café, e importaciones, especialmente de carga pesada. La
última institución que sufrió los embates del abuso, desde las tres
orillas de su estructura tripartita, fue el ISS, financiada por un
fondo común y esquilmada, sin responsabilidad alguna, por
contratistas de suministros, por administradores, por empleados,
por funcionarios públicos, hasta dejarla reducida a una caricatura
inoperante de lo que hubiera podido ser y nunca fue.
¿Es el “costo” conocido de esos factores, simplemente la
consecuencia de un error de cálculo? ¿Es la consecuencia de la
conjugación de factores de orden humano, político si acaso, cuya
presión irracional tenía que conducir, en algún momento, a la
liquidación de aquellas instituciones? Entre nosotros ha sido
común la ceguera, la codicia desmedida, la irresponsabilidad, de
hombres que confiaron, no pocas veces, en la posibilidad de
hipotecar el futuro de pueblos ignorantes de la perversidad de sus
administradores públicos, para satisfacer a corto plazo sus
ambiciones personales. ¿Por qué no cargar al largo plazo al
“erario público” los excesos, los exabruptos de hoy? ¿Acaso el
“erario público no puede con todo? …La nación colombiana
ofrece el testimonio, de primera mano, de los ajustes que han
tenido qué hacerse, prácticamente en una carrera contra el tiempo,
prácticamente de emergencia, para dar una respuesta, al menos
coherente, si no suficientes, y salir airosa, ante el reto de la
integración de la economía nacional en los términos impuestos de
competitividad por la globalización económica. Y ello no hubiera
491
podido lograrse en el ambiente político que imperó por siempre
en la actividad pública colombiana, hasta los primeros años del
siglo XXI.
18.4.2 LAS LÍNEAS DE ABASTECIMIENTO
Las líneas de abastecimiento conectan la fuente y el destino final
de las mercancías que se intercambian en el proceso productivo y
de distribución. En la actualidad, se ha implementado
técnicamente el seguimiento que debe hacérsele al flujo de
mercancías, a lo largo de las líneas de abastecimiento, mediante
recursos técnicos de última generación como es, por ejemplo, el
“código de barras”. Existen variantes del código, por ejemplo,
para productos de consumo, pero también para sus partes
industriales, repuestos, unidades de empaque, etc.
El manejo de ese recurso, adecuadamente implementado con las
posibilidades de cálculo ergonómico, puede ser de gran ayuda en
la determinación del <<costo energético>> de las mercancías,
hasta el lugar en la línea de abastecimientos en que se encuentran,
y, obviamente, sucede lo mismo, al final de ella.
Pero aquello que ha sido desarrollado para hacer posible el
manejo eficaz de grandes movimientos de carga muy variada
requiere del aprovechamiento, entre otros, de una infraestructura
de transporte de alto rendimiento. En Colombia, país de montañas
con una población mediterránea en su mayoría, y desarrollada “de
espaldas al mar”, la corrupción, la imprevisión y la falta de
visión, han hecho “su agosto” a la hora de desarrollar la
infraestructura interna destinada al intercambio económico
internacional, la cual requiere de de una atención absolutamente
prioritaria.
18.4.3 EL MERCADO.
SU ESTRUCTURA DINÁMICA.
PERSONALIDAD, TENDENCIAS, MODAS,
492
RELACIONES CON LA CULTURA
En la Economía Clásica, el <<”mercado”>> se refiere a la visión
masiva de las respuestas, en conjunto, de la clientela, ante sus
opciones de oferta; se trata de una visión que no agota, en lo más
mínimo, las posibilidades de percibir la expresión “comprensiva”
del <<querer>> de los clientes.
Desde el punto de vista de la Economía Clásica, no parece
considerarse el hecho de que cuando se habla del fenómeno del
“mercado”, se trata del efecto de una interrelación entre sujetos
humanos; al menos, como tal, que tiene ciertas características
antropológicas, que tiene sus propios móviles, pero que puede
obedecer a ciertos estímulos externos, muy específicos; que puede
obedecer a cierta suerte de discusiones, de negociaciones, en que
la oferta puede suscitar respuestas, en forma de actos
<<voluntarios>> de demanda. El estudio de “mercados” se
entiende, más bien, como el estudio de una conducta probable, en
conjunto, como una referencia colectiva, impersonal, para
presupuestar sobre ella la gestión económica. En el estudio
sistemático de la “demanda” lo que se está haciendo es el estudio
sistemático del “mercado”, y ese estudio no es algo personalizado,
no es un estudio que considere las identidades, las personalidades
de los clientes potenciales o reales, como tales; su estudio se
aborda masivamente. Cada cliente tiene el significado de una cifra
unitaria, los resultados se expresan generalmente en términos
estadísticos, y la opción de que los presupuestos sean acertados
frente a la Realidad, se define en términos de probabilidades.
El manejo matemático de los “mercados”, como el conjunto de las
respuestas de personas reales, con identidad propia, no se da,
regularmente con el rigor requerido. El manejo de técnicas, como
la Topología, que sería un instrumento idóneo y justo, no se usa,
entre otras cosas, porque los analistas del “mercado” no están
preparados para ese manejo. Comercialmente, se consideran
suficientes las estimaciones superficiales del fenómeno, y en la
práctica, los abusos que han causado ingentes injusticias, como
493
son las de la globalización forzada de las economías planetarias,
dejan de ser relevantes, cuando ya han “desaparecido de la
escena” las partes perjudicadas, constituidas en su mayor parte,
por las sociedades y comunidades humanas con cuyas costumbres
se regula a sí mismo el comportamiento de las poblaciones.
El público común percibe los cambios en la oferta, pero
normalmente no se pregunta el motivo; deja eventualmente de
encontrar aquellos productos que usaba regularmente y aprende a
usar sus sustitutos, sin poder darse la menor explicación. Así, sin
darse cuenta, deja de darle sustentación a sectores económicos
completos, para abrirle el espacio a otros nuevos.
La forma como en Colombia se ha abierto espacio la
“competencia” de productos de elaboración masiva, en contra de
los productos artesanales locales, generalmente de mayor calidad
y más satisfactorios para el consumidor, ha sido con el argumento
del “costo” para el consumidor, -del precio-. El cual toma la
decisión del cambio, sin entender que, con ese argumento, está
cambiando algo, que le ofrece, por menos, mucho menos. Por ese
camino, por ejemplo, el masivo incremento de toda clase de
comidas, en una oferta que crece desmesurada y anárquicamente
en todas las regiones del país, como corolario de los despidos
masivos que ha generado la globalización económica, el público
se ve <<obligado>>, finalmente, a consumir, no lo que desea,
sino lo que puede. La introducción de nuevos hábitos de comida,
están introduciendo, entre nosotros, nuevos motivos de
enfermedad; la gente pierde calidad de vida y muere antes de
tiempo, por ese motivo.
El manejo de las categorías económicas que conducen a los
resultados que hemos mencionado, ya había sido aclarado desde
hace casi una centuria por estudiosos del tema como Max Weber.
Ocurre solamente, que se trata de trabajos de muy escasa difusión,
entre nosotros y se salen del interés profesional, y ni qué decir del
interés común, como aportes técnicos y científicos, que pueden
ofrecer ayuda muy valiosa, para superar los niveles de
mediocridad en que se mueve nuestra economía, actualmente.
494
Dice Max Weber así:
“La definición de la gestión económica tiene que ser lo más
general posible y expresar claramente que todos los procesos y
objetos “económicos” adquieren ese carácter en cuanto tales por
el sentido que en ellos pone la acción humana –como fin, medio,
obstáculo, resultado accesorio. Sólo que esto no debe expresarse,
como ocurre con frecuencia, diciendo que la economía es un
fenómeno “psíquico”. En modo alguno puede decirse que son
“psíquicos” la producción de bienes, el precio, o incluso las
“estimaciones subjetivas” de los bienes, aunque éstos sean, por
otra parte, procesos reales. Sin embargo, con esta expresión se
apunta a algo justo: el que poseen un peculiar sentido subjetivo, y
que sólo éste constituye la unidad de los procesos en cuestión y
los hace comprensibles. La definición de “gestión económica
debe construirse, además, de tal manera que abarque la moderna
economía lucrativa; por consiguiente no debe partir de las
“necesidades de consumo” y su “satisfacción”, sino, por una
parte, del hecho (válido también para el impulso ajeno a la
ganancia de dinero) de que ciertas utilidades son deseadas, y, por
otra, del hecho (válido también para la pura, y primitiva,
economía de cobertura de necesidades) de que aquel deseo se
intenta satisfacer por alguna procuración determinada (aunque sea
por completo, primitiva y tradicional)… La “gestión económica”,
implica, pues, una orientación subjetiva y primariamente
económica. (Subjetiva: la que se apoya en la creencia en la
necesidad de la procuración económica, no en su necesidad
objetiva o de hecho.) En este carácter “subjetivo” del concepto, en
el hecho de que el sentido subjetivo de la acción otorgue a ésta
carácter económico” (Max Weber. Economía y Sociedad. Fondo
de Cultura Económica, México 1964. P. 46).
“En contraposición a la gestión económica debe llamarse “acción
económicamente orientada”, a toda acción que a) esté orientada
primariamente hacia otros fines, pero que en su desarrollo tenga
en cuenta la “contextura real” de lo económico (la necesidad
reconocida de la procuración económica); o b) esté orientada
495
primariamente por esa contextura, pero aplicando de hecho, la
coacción como medio. En una palabra: toda acción que no siendo
primariamente económica o pacífica, esté codeterminada por
aquella contextura. Subjetiva ” (Idem. P 46).
“Toda clase de acción puede ser económicamente “orientada”,
incluso la acción violenta (por ejemplo, la guerra: guerra de
rapiña; guerra comercial). A este respecto Franz Ophenheimer a
opuesto con razón al “medio económico” el “medio político”. De
hecho es conveniente separar al último de la “economía”. El
“pragma” de la violencia se opone fuertemente al espíritu de la
economía (en el sentido corriente de la palabra). La apropiación
inmediata y violenta de bienes y la compulsión real e inmediata
de una conducta ajena por medio de la lucha no deben
denominarse “gestión económica” (Idem P 47).
Cuando hablamos del “mercado”, podemos hablar de una
estructura, cuyo comportamiento, referido a cierta oferta,
representa una actitud propia de alguno o algunos de los
caracteres conjugados que se manifiestan en su “personalidad”.
Su estructura es dinámica: Si se reconoce que los “resortes” que
mueven a la Economía son explicables por la psicología de la
gente a la que aquella afecta, podemos decir, que los resortes que
mueven el “mercado” son la psicología de las personas que
forman parte de él, como conjunto. Puede decirse, entonces, que
todas las circunstancias que generan cambios en los índices del
comportamiento económico, generan también cambios en los
índices del comportamiento del “mercado”.
Por ese hecho podemos explicarnos, la noción de las
<<tendencias>> en el comportamiento de los mercados; podemos
explicarnos la relación estrecha entre el “mercado”, sus
“tendencias” y la Cultura. En este momento asistimos a una
verdadera “toma, por asalto”, de los medios de comunicación, con
inversiones inimaginables por sus dimensiones, en medios
tecnológicos electrónicos. Todo ello orientado al control, a la
manipulación de la <<opinión pública>>, por la llamada
“Sociedad de Consumo”, que cada vez más se comporta como un
496
rebaño de ovejas, y no como una sociedad de personas libres e
independientes, con una consciencia propia que se muere por
consunción, para ser sustituida por una consciencia prefabricada,
a la conveniencia de los nuevos amos del Poder. La <<”moda”>>
es su herramienta predilecta para esa manipulación. “La “moda”
no incomoda”, decía mi madre; y no hay quien se rebele a la idea,
por absurda que parezca, propuesta por la “última moda”.
La “moda” es el mecanismo idóneo para acreditar productos de
consumo, maneras de vivir, espectáculos, lugares de diversión,
fama, imágenes personales, símbolos sexuales, ídolos artísticos,
deportivos, políticos, etc., maneras de pensar, ideales, ideologías,
empresas comerciales, militares, políticas.
Estar “in”, significan aceptación, ser tenido en cuenta, liderazgo,
éxito, influencia, estar “a tono”, ser parte del “rebaño”, de la
corriente, de la tendencia, ser “obediente” con las expectativas de
la gente, encontrar acogida, aunque no amor, en el conglomerado,
encontrar allí el modelo que le da “sentido” a su vida, en función
de los símbolos que la moda le impone, de sus usos, como son,
por ejemplo, su manera de vestir, de comer, de escoger su barrio,
el tipo de vivienda, su vehículo particular, las compañías, las
amistades con las cuales vivir, que le dan, como veíamos, sentido
y proyección social referidos al perfil personal y laboral, a las
relaciones de trabajo, al lugar y la categoría que debe tener su
desempeño laboral, a sus formas y al ámbito de sus relaciones
sociales, a la forma de su trato, a su palabra, al tipo de sus
experiencias, a sus gustos, a sus sueños, a sus presupuestos, a su
sentido de pertenencia, a su realidad, como un todo, a lo que la
“Sociedad” puede esperar de él.
Salirse de aquellas “propuestas”, impuestas por la “cultura de la
moda”, que más que propuestas, son verdaderas imposiciones,
promovidas, generalmente, por los medios de comunicación
comprometidos con esa cultura, y que están en manos de intereses
que buscan definir los “modelos” de vida humana y trazar la
evolución de los mismos en la dirección de su conveniencia,
significa estar “out”. Eso significa descalificación,
497
discriminación, desvalorización, olvido, descrédito, ostracismo,
olvido, estar en el lugar y en el camino “equivocados”,
frustración, vivir solo, no ser tenido en cuenta, no encontrar
apertura social, perder todo sentido de pertenencia a la Sociedad,
muerte, “condenación”.
Si aquella manipulación no tuviera consecuencias humanas,
podríamos decir que se trata de malas costumbres, de hábitos
inconvenientes. Pero las consecuencias son fatales: La
Humanidad marcha, cada vez más desenfocada, cada vez más
estúpidamente a su colapso final; más de la mitad de la población
mundial vive en condiciones de pobreza y dependencia de la
iniciativa de otros, inconcebibles para seres humanos inteligentes
y libres; es como si hubiera sido hallada una nueva forma de
esclavizar al ser humano sin que éste tenga consciencia que ha
perdido su independencia y autonomía, de que ha accedido a una
condición vil que niega sus valores humanos, su dignidad, y no
los considera valiosos. Se pierde la consciencia sobre las
demandas objetivas por razón de las condiciones ambientales
naturales y es sustituida por cierta consciencia de clase social, de
estrato social, que define públicamente cómo es preciso “ejercer”
la función del “consumo”; partiendo de allí se define como se
abastece la “Sociedad” de agua potable, de alimentos, cómo se
manejan la salud y la solución de las enfermedades, todo lo cual
se hace con soluciones convencionales, masivas, en situaciones y
condiciones que pueden ser cada vez más críticas. Y la opulencia,
en los medios sociales en que ésta se da más abundante, no ha
sido tampoco fuente de soluciones efectivas. Para muestra un
botón: en EE. UU. de Norteamérica, donde se originan los
modelos de comida que “invaden” al Mundo, el 64% de la
población sufre de sobrepeso y el 30% es clínicamente obesa; ello
incuba problemas de salud que están reduciendo sustancialmente
la calidad de vida de su población.
Por otra parte, las afecciones que esos problemas generan en los
distintos sistemas orgánicos del cuerpo humano, conducen a
limitaciones en su desempeño cotidiano, para terminar,
finalmente, en la muerte prematura. A finales del presente siglo,
498
se supone que la especie humana de la Era Moderna, siguiendo
ese camino, habrá completado un nuevo paso en la evolución
biológica humana: El 100% de la población norteamericana y un
altísimo porcentaje de la población del Globo serán clínicamente
obesas.
Pero lo más alarmante no es ese cuadro: es el cuadro de la
pandemia de cáncer que se extiende, como consecuencia del
modo de alimentación occidental, situación que ha movido al Dr.
David Schreiber para escribir su best seller, “Anti Cáncer”, “Una
nueva forma de vida” (séptima reimpresión Colombia marzo de
2009. Editorial Planeta Bogotá). A su contenido nos referiremos
más a fondo en el próximo capítulo. Esa perspectiva genera una
incertidumbre de características terroríficas para el próximo
futuro.
Y todo ello, basado en un criterio ético que se precia de universal,
sin serlo; un criterio que desconoce todo lo que en su función
aparente, carece de “valor”; un criterio que, asumido como eje de
la vida humana, de su cultura, apoyado en las convicciones que el
poder de sus mentores, ha logrado promover. Un criterio que
tomado como única directriz, pretende empujar al Mundo entero,
a la civilización humana, como un todo, como si fuera un rebaño
ciego, sordo y mudo al “Abismo”: “En un documental sobre el
calentamiento del planeta, Una verdad incómoda, Al Gore cita a
un periodista estaduinense del siglo XX muy conocido, Upton
Sinclair: << No es fácil conseguir que alguien entienda algo,
cuando su salario depende de que no lo entienda>>. No podemos
contar con que los políticos o los industriales tomen incómodas
de4cisiones por nosotros” ( David Schreiber, “Anti Cáncer P.
143).
Es el criterio ético del <<Lucro>>, el cual se impone en el
mundo, al igual que ocurría con la conocida operación de caza
acostumbrada por los aborígenes norteamericanos en las grandes
llanuras del Oeste para hacerse a la carne de los búfalos, su dieta
de carne preferida: Empujar a aquellos rebaños de búbalos por el
más próximo despeñadero. Luego remataban a los heridos y
499
lesionados que no habían muerto y aprovechaban la carne, la piel
y los huesos tal como les dictaban sus requerimientos.
18.4.5 LOS PROBLEMAS QUE SOLUCIONA
LA INDUSTRIA
Frente a la distorsión de la sociedad humana generada por los
excesos de la “Libre Empresa”, vale la pena plantearse, ¿cuáles
son los problemas que, ciertamente, soluciona la Industria? Ello
se justifica porque podemos presumir que no todos los problemas
humanos han sido resueltos por la Industria, e, incluso, ésta puede
haberle generado más problemas que aquellos que le ha resuelto,
porque su concepción está desenfocada de principios universales
más amplios, y discrepa, en gran proporción de la experiencia
milenaria y, más aún, de los hallazgos de la Ciencia.
La implicación de esta afirmación, de ser correcta, puede tener el
significado de un derroche inconmensurable de energía, de
recursos y de vidas humanas, que puede llevar a la Humanidad,
tarde o temprano al colapso, porque toda su producción, en
términos de acciones efectivamente útiles, pueden ser realizadas a
un costo humano que no se compensa con el esfuerzo invertido en
ellas, solamente para cumplir cometidos diferentes a los de la
supervivencia y desarrollo efectivo de la Vida en la Tierra, en su
contexto, de la vida humana.
En el mundo primitivo, cuando la vida humana estaba integrada
alrededor del grupo familiar y su sustento se basaba en el trabajo
en común, en la recolección de frutos silvestres y la caza, la
necesidad de mantener y mejorar el abasto generó, entre otras
cosas, la demanda de herramientas, y la visión del ser humano de
esas necesidades y de la disponibilidad de ciertos materiales,
como los gajos de los árboles, y los cantos rodados de piedra, le
permitieron a su genio creador darle forma a esas herramientas.
Esas herramientas le abrieron horizontes nuevos, llegaron a
constituirse, como en el caso del descubrimiento del bronce, y
500
más tarde del hierro, en bases verdaderas de una revolución
tecnológica; sin embargo, le determinaron algunos límites, con un
sentido paradigmático, que debían ser superados para que el
espíritu humano se sintiera “liberado” de las ataduras que ellos
representaban, y se permitiera dar cada vez un paso más hacia la
“conquista” de un mundo mejor.
Cada uno de esos pasos, costó esfuerzos invaluables, no pocos
fracasos, un precio en términos de muerte inconcebible y un
tiempo demasiado prolongado. ¿Acaso, en nuestro tiempo, se
enfrenta la Humanidad a un nuevo paradigma, esta vez situado en
el campo de la nutrición humana, particularmente en la medida en
que la cultura occidental va penetrando y se generaliza entre la
población humana del Globo? ¡Si nos referimos a las costumbres
de la alimentación que parten de las formas de comer de las
sociedades que se urbanizan y que mueven, a su vez, a la más
extensa estructura industrial del Mundo, entre muchos otros
problemas actuales, no podemos dudar en afirmarlo!
Es cierto que el mundo moderno es un mundo más complejo, pero
es la prolongación en el tiempo de ese proceso. En el mundo de
hoy la irracionalidad en el uso del Poder, el desenfoque de
muchas aspiraciones humanas de muchos intereses, en el mundo
urbano caótico de hoy, que en el fondo, no tienen qué ser siquiera
egoístas e ilegítimos, pero que carecen, a menudo, de valor
trascendente y universal, dada la visión parcializada de casi todos
los sujetos humanos en esta sociedad individualista a ultranzas, y,
más todavía, dada la manipulación masiva de que es objeto su
personalidad, pueden hacer del mundo urbano moderno en el que
estamos situados, algo mucho más complejo e inamovible de lo
que pudiéramos imaginar. Es allí donde la prudencia, el “sentido
de conservación”, la visión científica y técnica, pueden aportar
iniciativas de gran valor destinadas a conseguir una revaloración
de aquellos procesos culturales que se vienen promoviendo
masivamente en el Mundo, particularmente relacionados con el
proceso de globalización económica.
501
Una consideración importante, es la que se deriva de la condición
“sine qua non”, es imposible la Vida: Ésta requiere tomar de su
entorno energía para sostenerse. Eso es cierto para todas y cada
una de las especies, en su conjunto, pero también para cada uno
de los individuos que pertenecen a ellas. Como consecuencia, es
importante que nos hagamos unas preguntas ¿Qué ocurre con una
persona que no conoce una arte, un oficio qué desempeñar, para
ganarse la vida? ¿Es concebible la existencia, dentro de un
contexto social, de porciones de población que no caben en algún
ramo del trabajo? ¿Es aceptable, éticamente, es acaso un mal
necesario, la carga muerta del “parasitismo” social? ¿Es
aceptable, todavía más, es forzoso que tengamos qué aceptar sin
resistirnos, que tengamos que resignarnos al “compromiso” de
pagar el precio que nos cobra el desorden, como un costo
adicional de vida?
Dentro de nuestro pasado hay experiencias claras: Dentro de una
comunidad bien estructurada, es posible encontrar una
correspondencia entre las diferentes actividades especializadas de
sus miembros, entre los diferentes oficios y artes que allí se
conocen y se practican. En la sociedad medieval, por ejemplo,
había una estructura de gremios, el de los constructores, el de los
fabricantes de muebles, el de los carniceros, el de los panaderos,
el de los tejedores, el de los zapateros, etc.; dentro de su
organización estructural, existían los maestros y los aprendices;
En el taller, se reunían la función de producir y la de aprendizaje.
Había médicos, juristas, teólogos, diferentes niveles jerárquicos
de actividad sacerdotal; el Estado, manejado, en general, por la
Nobleza, disponía de encargos que deberían ser cumplidos por
personajes responsables, con títulos reconocidos: Señores,
duques, condes, marqueses, etc. Sin embargo había mendigos,
lisiados, miseria, pobreza, necesidades primarias no resueltas para
muchos, aunque quizás, no en la abundancia de nuestros días.
Puede decirse que los conflictos de poder, las guerras casi
constantes en aquella época, la desestabilización constante de la
vida cotidiana, entre otros factores, contribuyeron a su
proliferación; pero en el caso del colapso final del Imperio
Español, para tomar un ejemplo próximo a nosotros, se generó
502
una presión inusitada que movió a las migraciones masivas de la
población española, no sólo a América, sino a toda Europa. ¿Pero
cómo entender en nuestro tiempo, en que la humanidad disfruta,
como nunca, de su mejor dotación económica, técnica y científica
de cuantas hubiera podido disponer en el pasado, el resurgir de las
nuevas formas de esclavitud y servidumbre como es el caso de la
prostitución infantil, de la adicción masiva a sustancias tóxicas
como el alcohol, los alucinógenos, de las nuevas formas de
miseria urbana, del Hambre, como es por ejemplo la indigencia, y
el surgir de pandemias aniquilantes y mortales como son el
sobrepeso y sus consecuencias, y el cáncer?
Aunque no es fácil concebir, como decíamos, una persona, un
sector de la población social, sin el oficio, sin las artes que le
deparen el ingreso que necesita para su subsistencia, en la práctica
se puede dar el desajuste que resulta por motivo de eventos que
afectan la oferta y demanda de trabajo, no pocos de ellos ajenos a
los móviles económicos amplios, más globales de la vida. Las
“coyunturas” que se forman, por ejemplo, en la multitud de
intentos de intercambio comercial, entre los campesinos nuestros
y sus conexiones en los centros de acopio, de por mayor, de sus
productos, muestran cómo, no sólo el precio que ofrece por sus
productos el mayorista, es generalmente arbitrario e irrisorio, sino
que, fijando éste mismo sus precios de venta, en condiciones de
verdadero monopolio, limita artificialmente la demanda de las
cosechas campesinas, produciendo y manteniendo la pobreza de
los niveles de vida y una depresión injustificada en las
condiciones que la determinan en el Campo.
Por otra parte, la existencia de ciertas estructuras sociales es
verdaderamente la consecuencia, de que en un determinado
conjunto de personas se ha logrado el acuerdo básico para
establecer cierto orden, o éste ha sido establecido con la sumisión,
de unos y la imposición sufrida ante la prepotencia, de los
interesados en él, en contraste con el “desorden” exterior. En
Occidente, heredamos de la Edad Media la visión que poseemos,
incluso al nivel popular, de las estructuras jerárquicas. En la Edad
Moderna, ya a principios del siglo XX a menos de cien años de
503
que se consolidara la Revolución Industrial (lo que ocurre
alrededor de 1830), el mismo Max Weber, a quien hemos citado
antes, reconocía en la organización burocrática, un modelo
novedoso de carácter jerárquico, como elemento organizacional
básico de las estructuras económicas productivas comerciales y de
servicios que surgirían en lo sucesivo y que, al lado de los
modelos de trabajo aportados por la Revolución Industrial, le
darían un carácter particular a aquellas estructuras sociales que
surgirían en la modernidad.
Entendidas así esas estructuras sociales, la existencia de ese
orden establecido, plantea un “conflicto” dentro del contexto
caótico en que se forman, aparte del conflicto interno que se
presenta cuando el orden interno, aunque no es de común
aceptación, se mantiene al menos formalmente, mientras las
remuneraciones logren estimular las lealtades personales de los
funcionarios a favor de la organización; pero cuando diferentes
estructuras “chocan” y se deshacen o sucumben, simplemente, al
efecto interno del desorden, se puede dar que esa desintegración
coloque a muchas personas, que conocen algún oficio o arte para
sobrevivir, en condiciones de incompetencia total para
desempeñarlos. El caso, muy común entre nosotros, en Colombia,
es el de los campesinos, en particular asalariados, que tienen qué
emigrar a la Ciudad, a medida que ésta va extendiendo su
influencia, o simplemente por motivo de la Violencia, y se
someten a un “orden” que no es el suyo, y que podría tener el
sentido de una redención relativa, frente a las condiciones
económicas impuestas, anónimamente o no, por la Ciudad a su
vida en el Campo; puede ser también el caso de los empleados de
compañías urbanas que deben reajustar su plantel de personal con
el fin de sobrevivir al embate de la competencia tal como se
presenta dentro del contexto del “capitalismo salvaje” que impera
hoy en el mundo.
La Industria, como se ve, puede no ser, sola en sí misma, una
solución efectiva, de las necesidades humanas. Precisa del
establecimiento de las estructuras sociales adecuadas para que su
ejercicio conduzca, con efectividad, a los frutos esperados. Ello
504
requiere de un equilibrio, en términos de justicia distributiva,
entre la oferta y la demanda de servicios mutuos. La solución no
es acabar con el desorden acabando con aquellos que viven una
vida desordenada, tal como llegó a ocurrírseles, entre nosotros, a
los famosos “Escuadrones de la Muerte”, y la tarea asumida de
“limpieza social”, que se dedicaron en las décadas de los setenta,
los ochenta y los noventa, principalmente, a eliminar a los
drogadictos, a los ladrones de “gallinas”, a los mendigos, a los
indigentes, a los milicianos de los distintos grupos subversivos, a
los sicarios, etc., en los diferentes barrios de nuestras grandes
ciudades. Tampoco es la solución, <<“esperar”>> a que la
“Economía del Mercado” restituya automáticamente el equilibrio
perdido (como sus partidarios esperan que ocurra), cuando los
desequilibrios se presenten. La solución puede ser compleja y
diversa según los diferentes casos que se presentan, sin embargo,
empieza por conjurar a tiempo las iniciativas que buscan generar
desequilibrios artificiales para “pescar en río revuelto”, que
buscan cuartar la libertad ciudadana para implementar las
soluciones más adecuadas, que buscan mantener las condiciones
de la competencia desleal y sus efectos nocivos sobre las
economías legítimas, etc.
El desorden, el Caos, sabemos hoy científicamente, es un estado
de la “materia”, de la “Vida”, verdaderamente, el <<punto de
partida>> para el establecimiento de las Sociedades y un orden
justo y equitativo en ellas, con la mira y en el plan de involucrar
eventualmente a la Totalidad de la Vida, particularmente de la
vida humana en ellos.
Ese es el sentido de la evolución fundamental del mundo
biológico que la Biología ha descubierto, y de las verdaderas
estructuras ecológicas que se dan en los distintos ambientes
naturales, con sus respectivas cadenas alimenticias, con el que
debería identificarse la cultura humana en la constitución de sus
propias sociedades. La implementación de una solución análoga
en la vida humana, sería, en este caso, un importante propósito,
quizás el propósito más relevante desde el punto de vista
económico, del desarrollo de la Industria, entre otros.
505
Pero el Caos no es uno solo y absoluto necesariamente. Hay
muchos niveles de caos. Hemos hablado de estrellas de neutrones
luego del colapso de estrellas de cierta magnitud que no terminan
colapsando en forma de “agujeros negros” (en un proceso que
todavía no es muy comprendido por la Ciencia). Una nube de
hidrógeno representa otro ejemplo de caos, quizás, más simple
todavía, después de la Gran Explosión. Dentro de lo que sabemos,
es uno de los niveles más simples de caos desde el punto de vista
de la evolución cósmica de la Materia. Dentro de ese periplo de
los ciclos evolutivos de la Materia, se dan otros estados
intermedios, muchos de ellos que provienen del colapso de
sistemas astrales cósmicos de generaciones anteriores que han
caducado. Nuestro sistema solar resultó de la integración de
“cenizas”, de material cósmico heterogéneo, de gases, de rocas,
de polvo, etc., dejadas por mundos desaparecidos. La riqueza
natural de nuestro mundo proviene de la riqueza de esas cenizas.
Al nivel animal, la muerte representa, tal vez, otra forma de caos,
respecto de algo, que tenía vida y ya parece no tenerla, de una
estructura que, parece, ha colapsado y se ha partido en muchos de
sus elementos constitutivos. Así, la Sociedad, la Comunidad,
representan estructuras que se hallan a un nivel de organización
superior, digamos. De esa manera, cuando al nivel de un
conglomerado urbano podemos hablar de gente que ha empezado
a gestionar una vida más ordenada, está en el plan de superar un
estado de caos relativo, representado en un conglomerado que se
va integrando y transformando en una sociedad con su propia
estructura y su propio orden.
Si consideramos, en su conjunto, al planeta entero, y a la
existencia de muchas naciones independientes, de comunidades
humanas aisladas, de pueblos sin tierra, de pueblos en distintas
condiciones de sometimiento, etc., podemos hablar de caos,
respecto de una hipotética estructuración internacional, con un
principio de orden propio, y con una dinámica evolutiva
determinada.
506
Ello significa, dentro del tema que nos ocupa: que “los problemas
que soluciona la Industria”, no son todos los que pueden
ocurrírsele a los seres humanos, aunque esa condición de los
problemas, es decir, de ser solucionables por la Industria humana,
condición sin la cual las industrias existentes podrían no ser útiles
al nivel social, y, aún existiendo, podrían no estar justificadas por
la necesidad humana si no se pueden proyectar a la sociedad,
dado que serían en esos casos propuestas que no trascenderían del
mero interés al nivel individual y serían para el beneficio,
probablemente del sujeto que las practica. De paso tenemos qué
decir, que en las economías naturales del pasado esa situación
difícilmente se presentaba. Sin embargo hoy, las industrias se
proyecta o nacen primero y luego la Publicidad estimula el
“mercado”, habiendo llegado al punto de que las “demandas”
artificiales promovidas por su conducto nos han conducido al
desarrollo de economías artificiales absolutamente superfluas,
únicamente justificadas en su potencial de generar rentas que les
interesan a sus promotores para “enriquecerse”.
Si aplicamos uno de los modelos más sencillos que nos ofrece la
Topología, podemos imaginar dos círculos que se interceptan
entre sí, uno referido al conjunto de los aportes industriales
asociados, que resultan de la concreción, en forma de relación
social estructurada, de los sujetos que interactúan con la
Sociedad, en términos de su arte y oficio y otro círculo, referido a
la contribución industrial de uno de ellos, tomado
particularmente, también comprometido en tal interacción. El área
comprendida entre la intersección de los dos círculos, es el área
común a ambos círculos, y, como tal, determina la proporción en
que el aporte industrial de ese sujeto tiene significado social real y
económico dentro del gran conjunto de los aportes de todos los
sujetos.
Una sociedad en gestión, pues, puede considerarse un conjunto de
sujetos, simbolizados por circunferencias diferentes en plena
acción competitiva por transformar su gestión en verdadera
relación social permanente. Mientras esa acción no pase de ser
una gestión, mientras sólo se comporte como propuesta orientada
507
hacia un “mercado”, sin que se cristalice realmente una respuesta
de otros sujetos de la sociedad en prospecto, y particularmente en
que la relación no sea viable, mientras no se produzca una
integración real, entonces no hay posibilidad de establecer un
valor común de los aportes de cada sujeto, y de impulsar un
proceso sinergético de su economías conjuntas.
Esas situaciones podemos compararlas, aunque no perfectamente,
con el caso de las antiguas economías campesinas autosuficientes,
frente a la situación de una economía urbana integrada, en una
alta medida. El papel de la articulación social en una democracia
real y la razón de ser de la fe que es empeñada en su logro, es la
valoración de los esfuerzos que se empeñan en su realización,
desde el punto de vista de las mejoras en las condiciones de vida
que esa articulación representa. Así se establecen las condiciones
de una convivencia efectiva, estas le confieren plusvalía a las
empresas humanas comprometidas y que allí se integran, y se
establecen procesos de sinergia indiscutibles, de importancia
respecto del conjunto social.
Esa visión representa un estímulo importante, no solamente al
crecimiento económico, como tal, sino al crecimiento social, en
general; la respuesta de los hombres individualmente
considerados y de las sociedades existentes a aquellas propuestas
de integración tiene que ver con el factor psicológico que regula
todos los actos humanos, y, por supuesto su economía: <<la
confianza>>.
A la altura de nuestro tiempo, el efecto dejado en la consciencia
humana por la multitud de conductas aberrantes de que ha sido
víctima, hacen de la desconfianza, uno de los grandes escollos
existentes en la persecución de una integración social efectiva.
Por primera vez en la historia, se ha despertado en estos días del
año 2008 una crisis económica global que nadie sabe dónde
llegará y cómo terminará, y que empezó siendo un fraude de unos
pocos funcionarios privados financieros, manejado por ellos, en
un principio muy discretamente, en el interior de la estructura
económica norteamericana, pero que empezó a generar resultados
508
insospechados: el desgrane en cascada de economías particulares
insolventes, que habían sido encubiertas en negociaciones de
dudosa ética empresarial, pero que tenían inicialmente el
respaldo del prestigio profesional, de la “imagen exterior” de
aquellos funcionarios que <<cayeron en la tentación>> de buscar,
en la oscuridad, un ingreso adicional más jugoso. Las pérdidas de
los valores en muchos títulos financieros en el planeta, de muchos
inversionistas, provocadas por la inusitada ola de desconfianza
despertada en todo el mundo, parecen anunciarnos, cuán
insuficiente era el soporte financiero, dentro del conjunto general,
de las expectativas económicas de un público, que todo podía
verlo color de rosa desde posiciones conquistadas con su accionar
juicioso, aparentemente inconmovibles y sólidas desde un punto
de vista individual, y dentro de un entorno aparente muy cercano.
Ahora toquemos someramente un tema que se relaciona con
propuestas nuestras sobre el valor de la solidaridad y su
aplicación práctica a la acción humana de conjunto, y con
experiencias en nuestro país y otros países, relacionadas con la
mecánica, el funcionamiento y el manejo de las estructuras
organizacionales a que esa aplicación práctica conduce.
Es importante observar que antes de las revoluciones burguesas
hasta la Edad Media, no sólo en Occidente sino en el resto del
Mundo, la Tradición y la Cultura aportaban en el interior de sus
comunidades y al exterior de ellas, a través de los puntos de
contacto de intercambio y encuentro cosmopolitas, como puertos
marítimos y centros comerciales, los elementos estructurales
propios de la familia, del clan, de la tribu, de las sociedades
patrimoniales, de los gremios productivos, de la actividad
comercial, de los reinos y sus Estados, de las clases sociales, de
los estamentos, y, particularmente, de la organización militar,
entre muchas otras instituciones, y permitían el desarrollo de las
infraestructuras correspondientes, y que precedieron, a su vez, a
las grandes estructuras industriales y comerciales artesanales que
vinieron posteriormente.
509
Y no podemos olvidar que finalmente, la superación del bloqueo
del poderío militar oriental a Occidente y la apertura de la
navegación en el Mediterráneo, no sólo alentó al movimiento
renacentista sino que promovió las nuevas visiones prácticas que
permitieron el desarrollo el Comercio en la Región, generando
nuevas riquezas e integrando pueblos otrora enfrentados en la
Guerra.
Entre las consecuencias de los aportes estructurales de las
diferentes culturas y tradiciones, de sus sincretismos, que se dan
en parte, en los lugares donde se llevan a cabo los contactos
humanos, como son los puertos marítimos donde convergen las
rutas marítimas y terrestres, como son las poblaciones del desierto
donde convergen las rutas terrestres del comercio, etc., podemos
hablar del paso del nomadismo a la vida sedentaria, motivado por
la extensión de modelos de vida, que da paso, por ejemplo, a la
adopción de la Agricultura como industria, y a los cambios de
actitud que este paso produce en la mentalidad de los hombres, de
la superación del aislamiento de las primitivas culturas y su paso
a la costumbre de intercambiar productos, la adopción de los
primeros lugares de encuentro, el desarrollo de los centros
urbanos que acogieron bajo sus murallas el trabajo y la vida de los
artesanos y los comerciantes, de los administradores de la
comunidad, de los sacerdotes, lo que, con su evolución, condujo a
las Ciudades Estado, a los señoríos, a los principados, y demás
establecimientos propios de la Sociedad Feudal, al
establecimiento de las grandes rutas comerciales como las que
operaron a través de los grandes desiertos orientales y las que
operaron a través del Mediterráneo y luego del mar abierto, con
sus grandes centros mercantiles, sus puertos, etc. De allí surge la
posibilidad del descubrimiento de territorios desconocidos
anteriormente, como es el descubrimiento de América, por
Cristóbal Colón, que ocurre accidentalmente y que interrumpe su
viaje a Oriente por la desconocida ruta de Occidente, en pos de
una nueva “ruta de las especias”.
De manera no muy racional, desde principios de la Revolución
Industrial, logró desarrollarse con éxito un modelo organizacional
510
que ya hemos mencionado, que fue calcado, por sus pioneros, de
la organización jerárquica militar: La organización burocrática.
Dicho sistema alcanzó su madurez, en su uso dentro de la
estructura del Estado burgués, y así funciona hasta nuestros días,
y en la estructuración de las grandes empresas industriales. Sin
embargo, sin contar con otros modelos organizacionales
tradicionales que se han mantenido entre nosotros, dentro de las
condiciones del anonimato, del secreto, con el objeto de esquivar
la acción contundente de ciertas autoridades, la indiscreción de
ciertos medios informativos, influencias indeseables, y de
preservar su libertad de acción, entre otros motivos, como es el
caso de ciertas hermandades y ciertas logias, podemos considerar
que, con una experiencia total que alcanza los ciento cincuenta o
doscientos años, la organización burocrática ha mostrado con
bastante claridad, no sólo sus ventajas sino sus límites prácticos
de uso.
Dentro de su contexto se ha desarrollado la corrupción de
funcionarios, prácticas no éticas como el soborno, el comercio de
influencias, la “compra” de decisiones, entre otras. En estos casos,
la estructura burocrática demuestra poco valor en términos de
asegurar el cumplimiento de altos propósitos en su gestión, como
se da en la Italia de Musolini y el proyecto vacilante fascista de
fundar un nuevo Imperio Romano. El colapso de la URSS en la
novena década del siglo pasado puede ser otro ejemplo,
obviamente no el único contemporáneo, sino sobresaliente entre
innumerables casos, incluso el de nuestro propio Estado
colombiano, de las consecuencias de una organización burocrática
estatal viciada por la corrupción, incapaz de enfrentar los retos
que sus relaciones internacionales le impusieron. Sin embargo la
organización burocrática muestra en Alemania Nazi un poder
inusitado, basado más que todo en una estructura monolítica de la
comunidad nacional, exacerbada por la arbitraria actitud Aliada
manifestada en las disposiciones del Tratado de Versalles en
1919, como consecuencia de su victoria en la Primera Guerra
Mundial.
511
Como contraste, pues, en términos de su fortaleza y solidaridad,
tenemos aquella estructura burocrática estatal alemana, soportada
en una consciencia nacional popular, irreductible en su actitud
de apoyo, y dispuesta, como un todo a mantenerse. En este caso
se confunde verdaderamente con la estructura de mando de una
comunidad nacional. Sobre ella Hitler establece su “Tercer
Reich”, destinado al inicio del más ambicioso regreso a las raíces
de la cultura germana precristiana intentado en la historia de
Europa, de espaldas y desconociendo la gran influencia griega en
la cultura alemana moderna, y en oposición a cualquier forma de
influencia cristiana tal como la que ha modelado la personalidad
de toda Europa. Para ser vencida y aniquilada requirió de la
determinación que solo cabía en la mente de un hombre del
talante de Winston Churchill, del concurso de fuerzas militares
muy superiores, de tareas de espionaje que permitieron su
alineación oportuna, y de la destrucción de su infraestructura
industrial y militar hasta sus cimientos.
La ley de la Guerra y las campañas que allí se suscitan para
asegurar y consolidar los resultados que se habían logrado
militarmente, en la Primera Guerra Mundial, no permiten el
acceso del gran público del Mundo a las razones que un pueblo
como el pueblo alemán pudo tener para brindar su apoyo a un
líder carismático como Adolfo Hitler, que, en medio de su
megalomanía, del encono que generaron en él sus motivos
originales, logra ocultar por un tiempo las terribles atrocidades
que comete a principios de la década de los cuarentas del siglo
pasado, como fue su conocido “holocausto” contra el pueblo
judío, entre muchas otras barbaridades, y locuras, lo que comete
luego de sentirse respaldado por la mayoría de los votantes
alemanes luego de las elecciones populares en 1933, al ser elegido
canciller del Reich, en el acto de preparar a la Nación para su
reivindicación luego de ser mancillada gravemente en su
dignidad, hasta el límite, en el Tratado de Versalles (1919).
El pueblo alemán no era un pueblo depravado, pero el juego de la
política hace que en un ambiente enrarecido por la tragedia, la
angustia y la frustración se produzca el aciago insuceso. Allí, en
512
ese tratado, quedaba sellada la victoria Aliada sobre el Estado
Alemán, en la Primera Guerra Mundial, y quedaba sometida
Alemania al durísimo compromiso de pagar unas “reparaciones
de guerra” impagables, que la sumieron en una inflación
galopante y que provocó, finalmente, la gran depresión
económica de l929. En este caso la fortaleza de la estructura
burocrática se apoya en la fortaleza de una estructura militar
impresionante, que se confunde con la fortaleza misma de la
comunidad nacional.
En la época moderna, los colombianos nos hemos familiarizado
sobradamente con el fenómeno del narcotráfico y sus
organizaciones desde hace unos treinta o cuarenta años: Los
famosos carteles de la droga. De ellos se reconoce comúnmente
su fortaleza. Se sabe que operan a partir de personas que manejan
diferentes sectores del negocio, cumpliendo tareas
complementarias destinadas a cumplir un objetivo común:
“Coronar” en el envío de su mercancía al mercado de destino.
Toda la estructura productiva y comercial están conscientemente
enfocadas en aquel propósito.
Es claro que al referirnos a este caso no estamos refiriéndonos
elogiosamente a aquella nefasta empresa. Pero es importante
observar su organización, que empezó, casi imperceptiblemente, a
partir de una base social discriminada económicamente,
académicamente impreparada, sin opciones de acceso a empleos
en la economía formal, originada en los barrios periféricos de las
grandes ciudades nuestras, en el seno de la multitud de
desplazados por causa de los conflictos violentos de los últimos
sesenta años en Colombia. Todo empezó con las “pandillas”
juveniles en los suburbios urbanos de muchachos nacidos en
hogares generalmente disfuncionales, por una gran variedad de
razones, interesados en algún ingreso para subsistir, para
presumir, para poder “tirar vicio”. Los primeros capos, como
Pablo Escobar, contrataron con ellos el “trabajo” sicario, en cuyo
ejercicio alcanzaron experiencias que los enrolaron, igual que
como ocurría en las actividades guerrilleras marxistas, en nuevas
organizaciones y cuadros paramilitares al servicio de sus
513
perversas empresas. Ni la legislación colombiana, ni la acción de
las autoridades y de la Empresa Privada colombianas obedecían a
las exigencias reales de su dinámica evolutiva, carecían del
enfoque necesario para enfrentar el problema en su real
dimensión, por lo cual sus esfuerzos de control nunca fueron
suficientemente eficaces. Hoy su estructura es madura y se
enfrenta a las autoridades legítimas con el apoyo de
organizaciones comerciales que desbordan nuestro territorio
nacional, y, aunque en Colombia se ha alcanzado el nivel
adecuado de conocimiento del problema, al nivel internacional, es
todavía muy pobre la consciencia acerca del poder de penetración,
de la eficacia que ha logrado el Crimen organizado con su
organización.
Algo curioso, es que esa aptitud para la organización no se
observa, al menos entre nosotros, en el mundo de la economía
formal. Hay organizaciones gremiales, hay ostentosos nombres
comerciales, hay un desarrollo moderado del llamado “sector
solidario de la economía”, pero la respuesta a los retos reales de la
vida es todavía demasiado débil, demasiado pobre, demasiado
ineficaz; éstos no conmueven a la consciencia de la gente, que
persiste, como embotada, como entumida, sin un liderazgo
efectivo en su individualismo y en su desconfianza habituales, sin
considerar que la solución no está en la competencia irracional, a
ultranzas, en el fraude a los demás, en el engaño, etc. Algunas
preguntas merece que sean hechas para completar esta reflexión,
entre otras la siguiente: ¿Por qué no planificamos y
emprendemos el desarrollo de carteles destinados a promover la
economía de los cereales, de las verduras, de las aves, de los
cerdos, del ganado vacuno, de los textiles, de la industria
metalmecánica, de las herramientas, de los muebles, de la
construcción, etc., y en una suerte de superestructura de carácter
holístico, en todo el territorio de nuestra nación, de nuestra
región, entre otras, para consolidar la competitividad económica
de nuestra industria al nivel mundial?
El desarrollo tecnológico organizacional, hasta ahora, no ha sido
tan dinámico como el desarrollo de otras tecnologías. Sin
514
embargo, en el Mundo operan muchas iniciativas empresariales
dentro de modelos muy novedosos. Uno de ellos, aplicable a las
actividades comerciales bastante extendido durante los últimos
cincuenta años, es el llamado “network marketing”, o sistema de
distribución “en red”. Hay muchas variantes, pero tiene ventajas
considerables frente a otros modelos, como es el de comprometer
integralmente al hombre, y hacerlo, además, solidariamente,
dentro de planes de “trabajo en equipo”, para logros de resultados,
individualmente y en común. Combinando los medios
electrónicos y el trabajo de personas comprometidas, es posible
establecer liderazgos y sinergias capaces de producir resultados
impresionantes.
Al nivel estatal, y hablo más en concreto de mi país, Colombia,
vale la pena revisar lo que está pasando, en la práctica, al nivel de
las instituciones del Estado, muy particularmente en una de sus
ramas del poder público: El Parlamento. No se trata de una
consideración exhaustiva, aunque sí respecto de la eficacia de su
gestión y de su cubrimiento real. Es importante considerar el
significado de su gestión de manejo de la vida social, considerada
integralmente, dentro de las esferas institucionales de la Nación,
como expresión global de la vida de un conjunto humano
involucrado socialmente con ella, y como institución que afecta
definitivamente todos los aspectos de la vida pública y privada de
los ciudadanos, ya abriéndoles espacios o cerrándoselos, a sus
actividades, ya estimulando y haciendo propuestas de orden
político, y asumiendo la defensa de la integridad de la vida, de la
honra y de los bienes de ellos y de sus instituciones.
El Parlamento, como institución deliberante, cumple una misión
legal clara: Entre otras cosas, allí se debate el tema de los
proyectos de ley y la reglamentación de su aplicación práctica; se
establecen los motivos, el espíritu de la Ley, los objetivos
prácticos a conseguir, el papel que le corresponde al Ciudadano y
el papel que le corresponde a las autoridades para llevarla a la
práctica. Cuando hablamos de los problemas que soluciona la
Industria, es difícil dejar de considerar el problema de la
seguridad ciudadana y, dentro de ésta, de la posesión o control, de
515
su parte, de los medios que requiere para su subsistencia y de las
probabilidades de éxito, en el ejercicio de su libertad de acción
real para ese propósito. Tal problema de seguridad se hace más
patente en un medio social hostil, como se presenta regularmente
en el medio urbano de las grandes ciudades nuestras, y en sus
áreas de influencia.
La institución parlamentaria, tal como funciona en la actualidad,
parece tener limitaciones institucionales muy importantes:
Una de ellas es el espíritu que le da sentido. Y aunque nosotros,
los ciudadanos corrientes, le debemos respeto, lealtad y
obediencia, no somos muy conscientes del sentido espiritual que
la anima y de la razón de ser de sus funciones legales. Fernando
Savater, filósofo español muy reconocido en la actualidad, tiene
una opinión que la ha expresado escuetamente: “Es el recinto
donde se concreta la tregua, entre los contendores de la Guerra
Civil”. Y eso lo hace en términos de una visión amplia y de su
experiencia vivida en relación al funcionamiento práctico de la
Institución en la generalidad de las naciones occidentales.
Su cubrimiento no es universal. La división en Cámara y Senado,
plantea su ajuste a la necesidad, además de las representaciones
de la parte “pudiente” que es la más educada, y mejor articulada
de la Sociedad, que alinea a los propietarios, los empresarios
independientes, etc., de incluir también a la representación
popular. Ello se hace en el plan de integrar una representación
equitativa de los movimientos políticos, expresión, en su sentido,
del aspecto considerado <<público>>, de lo que es la “opinión
pública” del Ciudadano, quedando con otro tratamiento, otras
dimensiones de su personalidad que se consideran, estrictamente,
objeto del Derecho Privado. Pero la amplitud de esas
representaciones que carece de la cobertura suficiente y la forma
como se constituyen, hacen que el “producto” del Parlamento,
sea, no siempre la expresión mayoritaria de la opinión ciudadana,
en su generalidad, sino de la manipulación de intereses extraños,
privados, que buscan legislar a favor de sus propios espacios, de
sus propios proyectos, etc.
516
¿Quién ha puesto en cintura en Colombia y en la mayoría de los
Estados “independientes” del Planeta, las decisiones, al margen
de la Ley, de fuerzas independientes, con intereses económicos,
sociales y políticos, que hoy “poner en jaque” cualquier decisión
colectiva de interés ciudadano? Dentro del Parlamento debería
haber espacio, en una institución anexa, un espacio de
controversia, de dialogo y de decisiones, que sirvan de base, a la
configuración de las políticas de Estado y a sus proyectos de Ley,
sin tener qué sufrir, como hemos sufrido, los efectos de la
anarquía, de la intimidación, de la tiranía, en el plan de aclimatar
y dinamizar progresivamente el sistema democrático
participativo.
En el estado actual de desarrollo del Capitalismo, de la actividad
subversiva, del Crimen organizado, como caso concreto de
Colombia, la sociedad actual está saturada de los efectos
anárquicos paralizntes de poderes privados, muchos de ellos
ramificados en el exterior, no sólo en la esfera de lo económico,
sino de lo político, equiparables en su fuerza con casi cualquier
Estado, y que actúan, no sólo con independencia, sino en abierta
competencia con los poderes del Estado y de otros poderes de
orden privado respetuosos de la Ley, al margen de cualquier
decisión colectiva.
Podemos hablar, como decía arriba, igual de grandes empresas
capitalistas, de movimientos subversivos del orden institucional o
de empresas criminales declaradas, como el tráfico de narcóticos.
Esos poderes han tendido, a medida que crece su poder, a abusar
del principio de la “Libre Empresa”, a desconocer los derechos
ciudadanos, a cifrar la legitimidad de sus aspiraciones y sus
expectativas privadas, en su capacidad de manipulación de las
instituciones públicas a través de la corrupción, de la
intimidación y del tráfico de influencias, y no sólo en el concurso
abierto, interactivo y equitativo de voluntades e intereses
expresados clara y sinceramente en el ejercicio democrático.
517
Y en verdad, que, entre nosotros, su evolución histórica,
amparada en su infancia dentro del anonimato e “inocencia”, de
sus proyecciones públicas iniciales como el uso de menores de
edad para perpetrar acciones criminales de bajo perfil, como los
pequeños fraudes, los pequeños atracos callejeros, el más sencillo
comercio sexual, y muchas otras acciones, aparentemente de poca
monta, les ha permitido llegar a la mayoría de edad, a la plenitud
de su capacidad de influencia pública, de su capacidad de
intimidación, a permanecer, en lo sucesivo, incólumes, ante el
miedo, el abandono y la impotencia sentidos de los ciudadanos,
ante la desatención e indiferencia de las autoridades legítimas,
ante la ineficacia de la Ley así gestada, ante la opción que
representa su efecto sinergético para personas inescrupulosas
diversas que los encubren, de ser aprovechables, eventualmente,
en beneficio propio.
En la práctica, arrastran tras de sí a la sociedad entera hacia
situaciones lamentables de crisis social y económica, como la que
hemos vivido en Colombia, por ejemplo por efectos de la
Violencia, de los procesos de globalización económica, alterando
por completo la vida de los colombianos, afectando
profundamente sus opciones de Trabajo. Para poner un ejemplo,
en los años ochenta, en tiempos de Pablo Escobar y de mayor
despliegue de los carteles de la Droga, el trabajo sucio era
encomendado a pandillas juveniles, ya que para los delitos de
menores de edad las penas de cárcel eran muchísimo más
benignas, y detrás de la culpabilidad de la autoría directa de
crímenes, era posible encubrir al autoría intelectual y aún demorar
o evitar la acción de la Justicia.
Las estadísticas publicadas por la prensa dicen que en Colombia,
durante el año 2008, por cuenta de la crisis económica global, se
perdieron 600.000 empleos, para agregar a los que se han perdido
por los procesos de globalización y la “antropofagia económica”
surgida de la competencia hostil y desleal que se da en nuestro
medio y que tiende a reforzar la posición de los grupos más
fuertes, generando nueva actividad monopolística. ¿Y, para dónde
emigra aquella gente? ¡Es obvio que tienen qué seguir viviendo y
518
comiendo! Y hoy, la respuesta no deja de sorprender, pero es
automática: Algunos buscan algún negocio independiente, pero la
mayoría cae en manos del Crimen. En la sociedad colombiana el
crimen organizado ha tomado gran impulso y sus hábitos
corruptores hacen que, en gran medida, éste ponga a trabajar a su
servicio, y para el fomento de su propia industria a las mismas
estructuras públicas, llegando, incluso a bloquear su acceso a ellas
del mismo ciudadano, articulándolas a sus propias estructuras
criminales. ¿Y cómo lo hacen? ¡Muy simple!:
A la hora de producir la Ley, a la hora de hacer el control en su
ejecución, los empresarios del Crimen, sin compromiso social
ninguno, aplican, a discreción, todas las herramientas que
conocen para “estimular” y “desestimular”, según el caso, a los
agentes públicos en el ejercicio de su función y a la misma
ciudadanía en la defensa de sus derechos. A veces es suficiente
con la intimidación y la amenaza; pero también es muy
importante la “compra” de decisiones por un “justo pago”, o por
un regalo que vale una ínfima porción del perjuicio potencial o de
la ganancia ocasional que pueden resultar de aquellas decisiones.
Así, los Concejos de pueblos y ciudades, las asambleas
departamentales, el mismo Congreso de la República, los jueces,
los funcionarios de todos los niveles, desde un simple agente de
policía hasta un alto funcionario público, ya sea del Estado
directamente o de institutos descentralizdos <<“venden”>> sus
votos, o deciden, aún contra la más elemental norma ética de
justicia, contra el ciudadano, contra sus intereses, contra lo que ha
sido construido con sus impuestos, para ponerlos al servicio de
designios, extraños, muchas veces sumidos “discretamente” en el
anonimato. ¿Y cuál es el resultado?
Pues bien, en primer lugar, la prioridad no es ya resolver
problemas de las comunidades, de los barrios, de las ciudades, de
la vida cotidiana, engendrados por conocidas situaciones de
violencia y otras cosas. La prioridad es asegurar los intereses que
“compran” las decisiones de los agentes públicos, bloquear las
medidas disciplinarias de las autoridades, hacer las mejoras de
infraestructura que esos intereses reclaman, ubicar sus centros de
519
actividad, favorecer con la laxitud de las normas de “uso del
suelo”, su progresión como “nueva alternativa” “comercial”,
generalmente, para la vivienda tradicional, apoyando una
“valorización” de los inmuebles como “estímulo” que mueva,
sumado a la “disuasión” del escalamiento en los incrementos del
impuesto catastral y a la programación de obras “públicas” por
“valorización”, al desplazamiento de sus usuarios insolventes
hacia cualquier otro lugar, volviendo “átomos” las comunidades
de vecindad especialmente las de limitada población –cuyos
individuos casi invisibles (sin voz ni voto) constituyen, de oficio,
el bien particular-, a favor del “bien general” (¿?).
Quien quiera conocer a fondo el proceso, lo remito a estudiar a
fondo, la historia del Barrio Lleras del Poblado de Medellín en los
últimos veinte años, y la experiencia que vivimos los vecinos del
Barrio Provenza de la misma localidad, los últimos diez años. Son
muestras elocuentes de la forma como las fuerzas extrañas del
Crimen, con aliados “de peso” en la administración municipal,
han logrado transformar y siguen transformando, lo que antes
eran lugares residenciales apacibles, en una “zona rosa”
destinada a ofrecer a los visitantes de la Ciudad una aparente,
opulenta y “liberada” zona turística, con sus lugares de hospedaje,
con restaurantes, bares, negocios de fachada, a propósito, todo lo
cual, incluso, sirve para generar una sinergia increíble a la
conocida economía de los licores oficiales y privados, a la venta
clandestina de sustancias alucinógenas, de servicios sexuales de
jóvenes atractivas y de “muchas otras mercancías.”
18.4.5 EL CONTROL CIUDADANO DE LA ACTIVIDAD
PÚBLICA:
UNA “AUDITORÍA” MUY SINGULAR.
El papel fiscal de las ONG (Organizaciones no
Gubernamentales). De los comités de consumidores. Y
de otras instituciones fiscales.
520
Hasta hoy, salvo la intervención aislada de instituciones que se
han ganado su prestigio con la defensa honesta del derecho
reconocido públicamente de los seres humanos, contra los abusos
de los poderosos, o que han servido de portavoces “autorizados”
de intereses inconfesables, siendo muchas veces, aún la
personificación de la manipulación más descarada de la Verdad,
la única barrera contra el abuso del Poder y en perjuicio de los
hombres, particularmente los más desvalidos, es la división
clásica del Poder del Estado en sus tres ramas: El Poder
Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
Esas instituciones tienen una denominación un poco extraña e
incomprensible para el “grueso público”, para el cual puede
parecer muy impersonal y, tal vez, acomodaticia, dada su
manera de funcionar (“La Ley es impersonal pero hay qué
cumplirla”. “La Justicia es para los de ruana”. “¿Quién manda
realmente desde la Presidencia?”).
Su origen y su constitución son diversos, muchas veces se fundan
en modelos típicos de la democracia representativa, en
costumbres políticas casi inamovibles, en el ímpetu de los
caudillos, en la fuerza secreta, confidencial de sus intereses
particulares. Por suerte, en nuestro Estado, esas instituciones
públicas han derivado, al menos en proyectos (tal vez no en
realidades completas) propios del modelo democrático de
participación ciudadana. Son el producto señalado claramente
por los revolucionarios franceses, de donde se origina nuestra
institución republicana, de un vacío que se llena, en principio, en
la estructura social moderna, que en sus aspectos, aparentemente
más relevantes de orden público y privado, está conformada,
principalmente con órganos de gestión que, en el modelo de la
democracia representativa, que vamos superando, apenas, tienen
qué responder al Ciudadano, aunque éste se encuentre en
condiciones de ejercicio incipientes, en la situación más
lamentable, dada la situación de manipulación generalizada de su
consciencia, absolutamente dividido y encerrado en su
individualidad, asaltado a menudo por los más fuertes, indefenso,
sin medios idóneos de expresión, particularmente cuando no
521
responde positivamente a los estímulos de masificación de la
Sociedad de Consumo: Son las ONG (organizaciones no
gubernamentales).
Existen también en nuestro país algunas instituciones con poca
relevancia, a las que efectivamente se les pone muy poca atención
y carecen del apoyo, el poder y quizás de la capacidad operativa
y la reglamentación necesarios, supuestamente establecidas para
la defensa del consumidor. Esas instituciones son los Comités de
Defensa del Consumidor. En Colombia conocemos, también,
como entes representativos reconocidos de las diversas
“comunidades” de ciudadanos, las llamadas Juntas de Acción
Comunal, y últimamente, Juntas Administrativas Locales, “JAL”,
elementos constituidos reconocidos, en parte por el Estado, para
controlar las ejecuciones presupuestales oficiales en las obras
públicas de las distintas localidades urbanas y rurales, de parte de
los ciudadanos. Se trata, en estos casos, de avances
organizacionales un poco anárquicos y con enfoques
suficientemente impersonales, arbitrarios y vagos, como para que
logren conseguir resultados verdaderamente eficaces, en la
consecución de sus propósitos.
En nuestra discusión, entraremos en un campo, en el cual no se
incursiona muy conscientemente, particularmente entre nosotros,
como sociedades originalmente emancipadas, pero que, día a día
se tornan más dependientes del trabajo estratégico de la Cultura
en el exterior: El campo propio de la actividad del <<”Ocio”>>;
un campo de la actividad humana que cabe con dificultad en el
contexto de la sociedad burguesa, y que es desarrollada por
extensión de su vida, y como fruto de la necesidad sentida,
independientemente del lucro que pueda generar a corto plazo, en
general, por puro altruismo, por las personas más cultas.
La precariedad de la vida de nuestros artistas, el vacío popular en
que, hasta ahora, han caído los cultores de nuestra música, la
situación de “menesterosos” de quienes se dedican a las letras, a
la poesía, a la filosofía, a la Ciencia y la investigación, a la
educación, la pobreza de los recursos financieros que en auxilio
522
de aquellas actividades son invertidos, representan el testimonio,
no de nuestra pobreza económica, sino de nuestra pobreza de
espíritu, de la falta de mecenas, de la falta de empuje
emprendedor en las altas esferas de la cultura, algo en lo que es
muy pobre el modelo burgués de la Cultura, lo cual no hace sino
hacer más firme nuestra dependencia del exterior, más difícil la
realización de nuestros sueños y propósitos de una vida mejor.
Hace unos pocos años, tal vez en el gobierno del Dr. César
Gaviria, fue convocada una junta de “veinte sabios”, dentro de la
cual estaban el Dr. Rodolfo Llinás, colombiano, médico,
neurocientífico, director de la Escuela de Neurocirugía de Nueva
York, y el Dr. Carlos Eduardo Vasco, colombiano, dedicado a la
docencia, ex jesuita, ex compañero mío en el “kinder” de las
Hermanas de la Presentación, hace la “bicoca” de sesenta y cinco
años. Y su propósito era hacer una delineación estratégica del
trabajo que era preciso realizar para salir del subdesarrollo en que
nos encontrábamos. Desgraciadamente, queda muy poco rastro de
sus recomendaciones, si es que alguna de ellas fue tomada en
serio para su realización.
¿Por qué? Se trata, precisamente, de una profunda carencia de
consciencia pública de lo que somos, de una cultura como la
nuestra, realmente extraña incluso para nosotros que vivimos
sumidos en una forma de vida de corte esencialmente burgués,
corruptora, que carece del efecto vivificante del Espíritu de
nuestras gentes, de nuestras tradiciones, el cual es ignorado por
su dirigencia, al menos lo suficiente como sus propios intereses
lo exijan, como en el caso de las elecciones; intereses que están
muy enfocados en su inmediato propósito de lucro, y en defender,
a como dé lugar, el privilegio de mantenerse, de cualquier manera
que sea, en la posición de prolongar su disfrute, con creces, en el
tiempo.
Dentro del tema que nos ocupa, el propósito de nuestra propuesta
debería ser la construcción de una estructura de control ciudadano
de la gestión pública y de las proyecciones públicas de la gestión
privada de las diferentes fuerzas sociales presentes, ya para
523
generar consciencia y opinión ciudadana, para promover la
acción de las instituciones públicas, o para convocar y promover
la acción responsable de la ciudadanía. Sería una estructura capaz
de representar al Ciudadano en una suerte de “auditoría”, del nivel
tecnológico requerido, y constante, del ejercicio del Poder, en la
sugerencia e implementación de soluciones a los problemas
sentidos, al seguimiento de los actos más relevantes de las
autoridades competentes, a la toma de cuentas de los servidores
públicos, respecto del cumplimiento fiel de su función social, al
control de la tarea cumplida por la Empresa Privada, al control de
su eficacia en el cumplimiento de su misión productiva. Sería una
estructura capaz de “catalizar” la movilización general en pos del
apoyo necesario para hacer alcanzables las aspiraciones
ciudadanas, para hacer acopio de los recursos necesarios para
hacerlo; sería una estructura capaz de liderar el ahorro público y
contribuir en la elección de su aplicación en el Trabajo; sería una
estructura capaz de mantener el diálogo con las autoridades
competentes y con cualquiera de las fuerzas económicas, sociales,
y políticas presentes, e interactuar con ellas en el establecimiento
de las metas para los presupuestos oficiales y privados, desde el
punto de vista de los intereses de la ciudadanía.
Esa estructura debería abrir un espacio real al servicio de la
práctica ciudadana de la Cultura, en sus términos más altos más
amplios y sublimes que sea posible, cimentar sobre esa práctica
los proyectos de desarrollo cultural en el Futuro, destinar para ello
los medios financieros necesarios; evitar que las ejecuciones del
Estado y de los empresarios privados atenten en contra de la
integridad económica y espiritual de la Sociedad; tomar parte
activa en las discusiones y en las decisiones estratégicas a todos
los niveles de la vida social. Es allí donde deben situarse las
personas más capaces, los líderes de mejor preparación para
orientar la vida global de la Sociedad, entre muchas otras
funciones.
Esa estructura podría estar compuesta por comités representativos
del Ciudadano, nombrados, financiados con su contribución
directa, bien identificados, bien reconocidos, bien publicitados y
524
conectados, directamente, a sus diferentes comunidades, según
el lugar donde aquel resida, destinados a interactuar con los
estamentos productivos, con las asociaciones gremiales, con los
empresarios productivos a todas las escalas, con las asociaciones
sindicales, profesionales, con las instituciones educativas, con las
instituciones y autoridades gubernamentales a todos los niveles
etc. Esos comités, serían las cabezas “visibles” del Ciudadano, al
nivel de sus diferentes comunidades, horizontal o verticalmente
consideradas, los “consultores” de primera mano para quien desee
entender los intereses de la ciudadanía, a cada uno de los niveles
de aquella representación, o desee emprender una consulta más
personal de su opinión.
18.4.6 INFRAESTRUCTURA INDUSTRIAL,
INFRAESTRUCTURA DEL POBLAMIENTO.
DESARROLLO URBANÍSTICO Y DE
INFRAESTRUCTURA INDUSTRIAL.
Quien se haya preocupado por observar cómo es ocupado y usado
el suelo, cómo se distribuye sobre él la infraestructura de pueblos,
ciudades, vías, puentes y edificaciones según su destinación, si
como vivienda o como área dedicada a las diferentes formas de
industrias, de comercio y de servicios, puede haberse dado cuenta
que la reglamentación en el uso del suelo cumple, regularmente,
propósitos de interés común.
La contaminación de ruido, de polvo de gases, la congestión del
movimiento de carga, de personas, de vehículos, nos dicen de las
presiones que perciben los proyectistas del urbanismo en todo el
mundo, de la zonificación que requieren los diferentes usos del
territorio y el suelo, de las cualidades y de la cualidad requeridas
por la infraestructura de vivienda, de almacenamiento, el
requerimiento de grandes superficies para uso industrial y
comercial, de la economía en aspectos logísticos, las exigencias
respecto de la integridad física y mental de la población, entre
muchos otros, los cuales son factores que obligan a la separación
de áreas del terreno para los diferentes servicios que de ellos
525
demanda la ciudadanía, sean ellos, para apoyarse en sus
propósitos de trabajo, o bien, en su propósito de residencia. Ello
implica una suerte de especialización del uso de los terrenos,
una estimación de sus facilidades de conexión entre las áreas
productivas que genere el mínimo de perturbación de las áreas
residenciales, y viceversa; áreas destinadas al esparcimiento, a la
educación, etc. El estudio de esos temas corresponde a
especialidades técnicas, entre otras de la Arquitectura, la
Ingeniería, y otras.
La fisonomía de la infraestructura de los países, entre ellos el
nuestro, Colombia, ha cambiado radicalmente en los últimos
cincuenta años, no siempre por motivos desafortunados. Su
población se ha triplicado en ese período. El crecimiento urbano,
aunque ha afectado la generalidad de los poblados y ciudades
intermedias, se ha polarizado con más decisión, alrededor de
ciertas ciudades que van asumiendo un liderazgo regional más
definitivo, en función de ciertos caracteres económicos prácticos
que definen mejor su vocación. La economía actual, mucho más
orientada al comercio exterior que al simple intercambio interno,
ha establecido, como referencia de gran valor estratégico, la
situación de las urbes respecto de las costas marinas.
La planificación estratégica de Medellín, la primera ciudad
industrial de Colombia, y hoy, en vías de desindustrialización,
merece un cuidado especial, no solamente, en cuanto a su destino
relacionado con el aporte productivo a la economía regional y
nacional, sino en cuanto a sus conexiones con el mar, las
posibilidades, al menos de un gran puerto seco, tal vez en
inmediaciones del río Cauca, quizás, la construcción de un
sistema de transporte de carga terrestre troncal de alto
rendimiento Norte-Sur, la construcción de un túnel que canalice
exclusivamente el transporte de carga entre las poblaciones de
Bello y Sopetrán, eje de confluencia del transporte de carga
regional, quizás, buscar la posibilidad de puertos profundos
alternos en el Pacífico y en el Atlántico para su comunicación con
el mar, etc.
526
En Colombia, se definen cinco “megaciudades” de gran
importancia estratégica, cuya condición debe ser tenida en cuenta,
no sólo en la planificación del desarrollo de infraestructura
regional sino nacional, las vías de comunicación, las
telecomunicaciones, entre otras cosas, por no decir que
internacional al nivel regional, en un plan no sólo de
complementación económica, sino de amortización y
aprovechamiento de las instalaciones portuarias y de otro orden
que sea necesario instalar. Esas megaciudades colombianas
podrían ser: Cartagena-Barranquilla- Santa Marta, Pereira-
Manizáles-Armenia, Cali-Buenaventura, Medellín con
comunicaciones precarias todavía con el mar, Bogotá-Tunja,
como centro administrativo del país.
En el caso de Colombia, vale la pena cuestionar cierta dirección
asumida por el desarrollo de infraestructura: ¿Es importante o no
contar con un plan vial nacional, con alcance internacional, que
cuente, además, con otros medios de transporte adicionales,
diferente del carreteable, para el transporte de carga pesada? El
desarrollo, por ejemplo, de tres sistemas de transporte fluvial,
para el río Magdalena, para el río Orinoco y para el río
Amazonas, podría servir de base para la construcción de todo un
sistema internacional de construcciones navales con industrias
anexas de todo tipo, capaz de absorber una gran proporción de
mano de obra desocupada y servir como base de un nuevo
prospecto de desarrollo industrial regional; el desarrollo de un
sistema ferroviario que complemente el transporte fluvial y
marítimo podría igualmente, servir de base a una nueva industria,
tecnológicamente avanzada, para la explotación minera e
implementar y mantener ese sistema de transporte y comercio en
operación.
El diseño de una red de transporte integrada al nivel
latinoamericano, incluyendo medios no convencionales que
pueden ser casi inocuos en su influencia sobre el Medio Ambiente
amazónico, como podría ser el “dirigible” o “zeppelín”, para el
transporte de grandes cargas, es una empresa previsible. Esa
podría ser la base para el desarrollo sostenible de la población
527
regional, apoyada en industrias manejadas con criterio
proteccionista del Medio Ambiente, como el turismo, la industria
forestal, el caucho, el cultivo de frutos amazónicos, etc.
Dentro del tema de la infraestructura, hay dos conceptos
complementarios que vale la pena tener en cuenta: El lucro
cesante y la obsolescencia. Puede decirse que los mismos
principios afectan de manera semejante a las estructuras sociales,
a como afecta a la infraestructura social que las soporta.
El lucro cesante se da cuando su uso no colma sus posibilidades
de aprovechamiento. Ello encarece el proceso productivo.
Generalmente se da cuando hay un desenfoque entre el costo de
su inversión en ella y su verdadera utilidad. En sociedades
opulentas hay fines privados, aún no económicos, que pueden
hacer presión sobre el esfuerzo de inversión de uno o muchos
sujetos en esa infraestructura, y producir entre la valoración
subjetiva de quien lo hace y la valoración, en términos del
conjunto social, un desajuste económico que puede ser muy serio,
entre las expectativas de inversión y los requerimientos reales de
ella produciendo, en términos globales, un desperdicio que puede
amenazar la estabilidad económica y financiera general de la
sociedad. En tiempos de crisis, los sectores del Trabajo que se
han establecido sobre esas bases endebles son los primeros que
pierden su sustentación y su justificación práctica, entrando en
colapso o “desvalorización”, y arrastrando, tras de sí, hacia el
colapso también, partes importantes del resto de la estructura
económica.
Generalmente ocurre hoy en el urbanismo de vivienda, en el
urbanismo de las industrias de servicios como la industria del
turismo, los hoteles, los centros administrativos de la economía
financiera, los centros comerciales, en la construcción de vías
urbanas, de amoblamiento urbano, de parques, etc., involucran
ciertos excesos, destinados a hacer de los símbolos comerciales,
de la imagen de los centros de negocios, <<atractores>> de
atención al público, de las autoridades públicas, de las ciudades,
de las naciones, en busca de la caracterización de imágenes de
528
poderío, de plenitud competitiva en lo económico, expresándolos
en el lujo de las viviendas, de de los barrios, en el portento de sus
edificios, de sus establecimientos industriales, de sus nombres
comerciales, de sus medios de transporte, de su manera los modos
de vestir, como medios de ostentación, como medios para “llamar
más la atención”, “para impresionar más al público” que se
desea atraer, para parecer más exclusivos, más <<competitivos>>,
más sobresalientes, transformándose, pues, en elementos de una
acción <<atractora>>, con desmedro de aquellas inversiones, de
aquellos sectores sociales más modestos, menos ostentosos o
quizás menos opulentos, aunque probablemente, establecidos no
menos sólidamente que aquellos.
Es evidente que aquellas tendencias publicitarias no abarcan la
totalidad de los esfuerzos publicitaros, ni representan siempre una
razón “sine qua nos” es imposible sobrevivir en el mundo
artificial de hoy, dado su uso y evaluación particular en el uso de
los espacios. Hay muchos que se concentran en competir
efectivamente mediante servicios objetivamente bien prestados,
para quienes esas imágenes no representan el “sello” de su
“status” o <<estrato social>> de los servicios que quieren prestar
y al cual han accedido, en su puja hacia la cúspide social, hacia el
“éxito” económico, hacia la plenitud de las aspiraciones de un
crédito público sano, y no “arribista” como las inducidas por la
“Sociedad de Consumo, y que se exhiben como un “trofeo”, como
<<referencia>> de sus logros dentro del contexto de una sociedad
que se fija más en los señalamientos de los medios de
comunicación, de los “gurús” que regulan la opinión pública, que
en las experiencias reales de satisfacción.
En este caso concreto, en que los criterios que rigen las
inversiones de infraestructura son muy limitados en su
proyección, en que los sujetos pierden de vista el panorama
global, particularmente, cuando se encuentran sumergidos en
ambientes económicos aislados de las economías gigantescas,
globalizadas internacionales, la claridad del valor real de ellas, de
su solidez, a veces, de los cambios que la evolución de la vida
humana, de la tecnología, el cambio de uso de muchos medios
529
físicos, le imprimen, como ocurre con la tierra otrora rural, con el
suelo urbano con instalaciones ya en desuso, con el cambio de
destinación de inmuebles, de barrios enteros, de vías de
comunicación, de medios de transporte, cambios de vocación
industrial, productiva, o de otra índole, de regiones enteras, de
ciudades, etc.; entonces aparece el concepto de la
<<obsolescencia>>.
Puede tratarse de infraestructura que ha dado ya con creces, en
frutos, el costo de su inversión, de infraestructuras que han
quedado inútiles o improductivas a medio camino, que pueden ser
un “lastre” para la vida humana renovada de mañana entre
muchas situaciones, o que renovadas, si su valor testimonial
histórico o como obras de arte, lo ameritan, pueden tener una
nueva “vida”. Con ello, el hombre, en la sociedad burguesa
actual, en su afán por conseguir y conservar su preeminencia, no
está asumiendo un nuevo comportamiento original. Sólo quizás,
responde a nuevas interpretaciones de valor de aquello que una
vez fue construido o usado de otra manera por motivos diversos a
los actuales.
De hecho, el testimonio arqueológico y antropológico, que se
encuentra en piezas e inscripciones de no pocos museos del
Mundo nos muestra cómo en las sociedades antiguas, muchas
grandes obras fueron construidas para perpetuar la memoria de
sus reyes. Paradójicamente, en Occidente, conocemos más sobre
la dinastía del faraón Tutankamón, muerto a los diecinueve años,
sobre la base del descubrimiento de su tumba y de los restos e
inscripciones de la originaria y antigua capital egipcia de Menfis,
origen de su dinastía, cuya memoria y la memoria de cuyo padre
quisieron ser borradas para la posteridad, a punta de cincel, por
los funcionarios y antiguos sacerdotes del país, con el objeto de
regresar su cultura a los cauces tradicionales de su cultura, como
se aprecia en muchas inscripciones egipcias antiguas, “borradas”
después de haber sido grabadas, con el fin de conducirla al olvido
y restablecer el régimen tradicional en el país que ellos
manejaban. Si hacemos comparaciones con la antigüedad, es
posible apreciar cómo el uso de la infraestructura, bien complejo
530
en el mundo moderno, ha perfilado un desarrollo de la
infraestructura social que se acomoda mucho mejor a los usos
especializados de la misma de lo que nunca se logró; y a pesar de
todo lo que ocurre hoy respecto de las economías artificiales, la
planificación de obras apunta, mucho más que antaño, hacia las
necesidades objetivas de la población usuaria y menos a los
propósitos generalmente de ostentación de riqueza y poderío que,
por ejemplo se le daban antiguamente a la obras arquitectónicas
monumentales.
La Ergonomía puede aportar criterios muy sólidos para juzgar
cómo debe ser orientado el desarrollo de la infraestructura social
y su implementación al nivel global. Es indudable que en su tarea
de racionalizar la inversión en infraestructura, la sociedad humana
puede servirse, por su medio, de pautas destinadas a proveerse,
mejor y más sensatamente, de los medios de vida que necesita, de
hacerlos más accesibles a todos, de mejorar el cubrimiento social
con su abasto, de hacer mayor economía de recursos naturales, y
evitar los desperdicios, el lujo, el derroche innecesarios, cuidar el
Medio Natural, buscando otros mecanismos diferentes a las
fórmulas ostentosas para el ejercicio del liderazgo.
En la actualidad, por desgracia, el diseño ergonómico del interior
de vehículos es considerado un “lujo”, en el detalle de su
implementación, entre otras cualidades del diseño, una
“consideración técnica” que mejora sustancialmente la comodidad
interior de los vehículos y que representa un <<valor agregado>>
a la hora de calcular su precio. Pero al nivel global, parece llegado
el momento del análisis que representa en el costo de vida la
integración, sin ninguna discriminación, al nivel cotidiano, de
semejantes “valores agregados”. En verdad, son el producto, y al
mismo tiempo, el origen de nuevas expectativas de “consumo”,
del requerimiento de nuevos recursos económicos para ser
invertidos, todo lo cual <<justifica>> las diferencias, cada vez
más dilatadas, en las exigencias de recursos vitales para mantener
los niveles de vida típicos de los distintos “estratos” sociales.
531
Si comparamos dos parámetros económicos que caracterizan la
economía más poderosa del Planeta, la de EE. UU. de América,
dado el nivel actual de industrialización, de producción de gases
de invernadero en esa industria y de deterioro ambiental que ha
producido en los últimos 100 años, podemos advertir que la
aspiración de “duplicarla” en otras regiones del Mundo, así como
ha sido duplicada en Europa y en otras naciones del Mundo es
casi impracticable, contado con el riesgo del daño radical del
Medio Ambiente a corto plazo: Si el 5% de la población del país,
consumía a principios del siglo XXI el 30% de la provisión
energética producida en el Mundo, para mantener su PIB, es claro
que para que el 100% de la población mundial llegara al nivel de
vida medio en Norteamérica, sería preciso incrementar esa
provisión energética seis veces (0.3 x 100/5). Parece ser que la
construcción de un mundo mejor, pues, pase por el eje de la
construcción de una sociedad económicamente más equitativa,
dentro de niveles mayores, obviamente, en el PIB, pero buscando
alcanzarlo con un consumo energético muy inferior a aquel.
18.4.7 EL MANEJO ECONÓMICO
Y EL LIDERAZGO DE LA GESTIÓN INDUSTRIAL
Nosotros estamos acostumbrados a economías individuales de
alto riesgo, a empresas ampliamente vulnerables a la depredación,
de su patrimonio, a la ruina de empresarios que carecen del más
mínimo apoyo para su gestión económica, que caen en las garras
de personas indelicadas interesadas en quedarse con el “negocio”.
Colombia, en la actualidad, posee una economía basada, en un
95% en empresas pequeñas y medianas, luego de las debacles de
la “apertura económica” de Gaviria, de 1994 y del proceso de la
“globalización” económica de la actualidad. Según el Dr. Gabriel
Poveda Ramos, ingeniero de la Escuela de Minas de Medellín, e
importante asesor económico, el Estado colombiano debería estar
comprometido en un plan de desarrollo industrial sin precedentes,
que no se avisora por ningún lado en los planes de desarrollo
actuales (Dr. Gabriel Poveda Ramos. “Reindustrialización y
Estrategia”. El Colombiano. Año 2007).
532
A mi manera de ver las cosas, el desarrollo de industrias básicas,
especialmente en los sectores de la minería, del agro y de la
pequeña industria al nivel artesanal urbano, plantean, además del
consabido interés de las grandes empresas multinacionales que
han puesto ya los ojos en nosotros, las posibilidades de una
importante economía financiera de apoyo en el sector solidario, y
el establecimiento de estructuras solidarias de explotación y de
comercio al por mayor y al menudeo, comprometiendo en grande
escala la economía del ahorro de los colombianos y de las
naciones vecinas, interesadas en compartir las posibilidades que le
ofrece a la economía latinoamericana en su conjunto “la mejor
esquina de América” (según reza la campaña publicitaria puesta
en marcha desde hace algunos años para promover en Antioquia
la empresa privada independiente, con la visión de crecer
localmente y, eventualmente, conectarse con clientes en otras
regiones del país y en el extranjero. La asesoría y el impulso de
esos sectores de la producción y de los servicios, podrían abrir un
espacio de trabajo muy prometedor para diferentes tipos de
trabajo profesional, y serviría de experiencia para nuevos
desarrollos de las iniciativas puestas en juego allí.
Aquí puede hablarse, también, de la existencia de un vacío
institucional crónico, originado en la falta de demanda de las
actuales economías primitivas, por la falta de empresarios
dedicados al trabajo de mantenimiento y comercialización de
diferentes tipos de productos y servicios, entre ellos, lo que podría
ser la oferta de productos de una nueva industria pesada basada en
los desarrollos de servicios portuarios, ferroviarios y de carretera
a montar, por ejemplo, en el Urabá antioqueño para servicio de
todo el Continente, de la misma manera, el vacío en las líneas de
abastecimiento de los productos del Campo, concebido con
métodos modernos, por fuera de las proyecciones tradicionales
de los grandes centros proveedores de víveres y otros productos
del Campo, donde se congregan hoy, en una suerte de monopolio
muy cerrado de información, como son las grandes centrales de
abasto urbanas, adicionado de prácticas casi criminales de
coacción, multitud de pequeños y grandes comerciantes, que
533
trabajan en un “mercado de demanda”, con técnicas y prácticas
arcaicas, al servicio de la Ciudad, generando, en este caso
concreto, precios envilecidos para los pequeños productores
campesinos, cuyo único resultado es el mantenimiento de las
economías campesinas en estado de depresión permanente, que,
en vez de crecer y desarrollarse arrojan año por año su excedente
de población sobre las grandes ciudades.
18.4.8 EL APOLLO ESTRATÉGICO DEL TRABAJO
Y EL DESARROLLO DE LA CONSCIENCIA DEL
CONSUMIDOR
El desarrollo tecnológico moderno permite la implementación de
estructuras de manejo y de sus conexiones comerciales de las
economías productivas, particularmente de menor escala,
permitiendo economías de escala mayor, haciendo, así, con sus
conjuntos, economías más competitivas.
En la práctica, puede ser casi imposible, que un pequeño
empresario, escaso de recursos, tal vez insuficientemente
preparado, llegue a ser capaz de integrar en sus actividades, los
recursos tecnológicos que le permiten mayor competitividad, o
los medios económicos para hacerlo. Sin embargo, un conjunto de
empresarios que cumplen, a su escala, una cierta producción,
podrían aunar los recursos necesarios y los medios tecnológicos
necesarios para lograrlo.
Además, en una economía especializada, los procesos
complementarios de la producción, como el diseño de empaque,
del procedimiento de empacado, el transporte, el almacenamiento
adecuado, la comercialización, la promoción, el control de
calidad, etc., pueden ser desarrollados por asociaciones de
profesionales diversos, con apoyo financiero profesional idóneo,
con información adecuada del “mercado”, con conexiones firmes
con compradores, etc.
534
Ello reduce los riesgos de fracaso y abre nuevas posibilidades de
trabajo a los desplazados de otros puestos de trabajo y a los
graduandos de todos los institutos existentes dedicados a formar
personal especializado y a actualizar profesionales en todas las
áreas del Trabajo, en bien de la demanda del consumidor
La tarea de modificar los hábitos de consumo, está involucrada en
la tarea de construir una <<opinión pública>> en la ciudadanía,
ya que se trata de que interactúe, en un ambiente conformado en
la sociedad actual, ya, por “órganos” especializados. Si pensamos
en desarrollar una sociedad que se oriente a apoyar al Ciudadano
en la realización de sus aspiraciones, no tenemos otra opción que
hacerlo enmarcándola dentro de un modelo democrático de
participación.
535
CAPITULO 19
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA.
ENFOQUE NOVEDOSO DEL TEMA.
En el capítulo anterior henos hecho un recuento de todo el
proceso natural de la energía que ha culminado en la realidad de
nuestra especie. Desde el punto de vista de la complejidad, es
difícil concebir en términos humanos el resultado logrado por la
Naturaleza, y menos describirlo. No obstante, partiendo de lo que
ha logrado la evolución natural, nosotros hemos emprendido un
novedoso camino: Nuestra evolución cultural, que, en verdad,
“apura el paso” respecto de la velocidad de la evolución
biológica.
Podemos decir, dentro del contexto de esa evolución cultural, que
la Naturaleza, no sólo ha “empujado nuestro barco” hasta obtener
nuestro magnífico organismo, obviamente, sin una contribución
consciente nuestra, sino que, en la medida en que nosotros hemos
empezado a ejercer nuestra iniciativa, en la medida en que
nosotros hemos tomado en nuestras manos nuestro proceso
evolutivo, al caminar, nos ha secundado: ha contribuido en el
“rediseño” de nuestra anatomía, de nuestro organismo, adaptando
nuestras aptitudes físicas a las nuevas posibilidades abiertas de
expresión de vida humana. Así, nuestros antepasados bajaron de
los árboles, perdieron sus garras, sus colmillos, empezaron a
caminar erguidos, se modificaron sus extremidades inferiores, su
dedo pulgar se alineó con los otros cuatro en sus pies, se
transformaron su boca, su lengua y su laringe, conforme
“inventaba” nuevas técnicas de supervivencia. Empezó a articular
sonidos, desarrolló herramientas de piedra, adoptó y empezó a
usar un lenguaje simbólico para comunicarse, y empezó a
rediseñar sus costumbres aprovechando los horizontes por sus
nuevas técnicas de supervivencia. Así, amplió su esfera de vida, y
aumentó la población, transformándose esas técnicas, entonces,
no solo en un nuevo recurso, sino, a su vez, poco a poco, en un
536
factor determinante de su suerte futura, en la condición, sin la
cual, eran inconcebibles sus posibilidades de vida.
Ni la evolución natural ni la evolución cultural son procesos
cerrados. La dinámica evolutiva humana está inmersa en el
proceso de la evolución del Universo, y se “alimenta”, se nutre,
fundamentalmente de energía, tal como les ocurre a los demás
reinos del mundo vivo, tomándola de su entorno. Quienes primero
abordaron el estudio de la Vida se sorprendían porque veían en su
existencia una contradicción evidente de las conocidas Leyes de
la Termodinámica. Sin embargo terminaron aceptando que la
Vida en general, y la vida humana, en particular, pueden
mantenerse y, aún, crecer, porque se “alimentan” de los
<<recursos energéticos “marginales” >> de que los provee el
Medio. La Vida avanza en <<contra corriente>>, en una
“dirección opuesta”, al proceso evolutivo de la energía.
La Vida cumple la segunda Ley de la Termodinámica. Es como
si, “embarcada”, remontara una gran corriente fluvial que fluye
hacia su desembocadura en el “océano” del caos universal. Es
como la “recuperación” de un caudal energético cada vez más
significativo, que ha de ser invertida en un proceso creador sin
antecedentes, al menos en el universo conocido. Podemos ver que
es apenas el principio incipiente, pero infinitamente prometedor
del destino de la Creación; cuando esté “madura”, de su
perpetuación en el Tiempo; en su etapa humana, capaz de la
autoconciencia de sí misma, de autorregularse, de buscar sus
fuentes de vida donde pueda encontrarlas, de moverse en el
Universo en busca de los lugares donde pueda resguardarse.
Si asumimos al Hombre como una verdadera <<particularidad>>
del Universo, hemos de reconocer, que, para ser factible como ser
existencial, ha nacido integrado pero individualizado y
diferenciado de los demás seres existentes, en un proceso de
depuración de millones de años, en el establecimiento, finalmente,
de un “genoma” rector, que elige -qué toma del Medio y de qué se
desprende-, para mantener su identidad orgánica y operativa. Su
reto es el mantenimiento de su equilibrio orgánico interior, y
537
establecer unas relaciones con el Medio, que le permitan su
integridad física y mental, en armonía plena con él.
Ese fenómeno de depuración, pues, se va dando, en la misma
medida en que su estructura orgánica se hace más compleja. Pero
exige, en la medida en que se da su “interacción” con el medio
caótico en que vive, que pueda abastecer sus “demandas” y
deshacerse de los residuos de su actividad metabólica.
De allí que sea más que justificada la pregunta: <<¿Qué hace que
seamos, físicamente y mentalmente, lo que somos?>> Y que
respondamos muy escuetamente: <<Básicamente somos lo que
comemos y lo que evacuamos>>. Obviamente, tenemos que
considerar también la “tensión” a la que estamos sometidos por
las presiones determinantes del medio ambiente interno y el
medio ambiente externo.
Con la perspectiva que acabamos de ver, es innegable reconocer
en la medida en que nos ha sido posible entender, que tenemos
sobrada razón para apreciar cuán importante es un buen estado de
salud para la plena realización, de la vida humana y de su destino.
La consciencia del Bienestar que es cada vez más patente, ya, en
el conjunto de las aspiraciones que expresan las generaciones
humanas de la actualidad, está en una estrecha relación con los
requerimientos humanos de la Buena Salud. En nuestro tiempo,
da sus primeros pasos una nueva cultura del Bienestar Humano,
que busca mejorar la capacidad de vivir su vida con la plenitud
que sea posible alcanzar. Esa aspiración significa que es necesaria
la revisión completa de la Tradición, en cuanto a las formas de
alimentación, del cuidado de la Salud, de la higiene personal y
colectiva, de la actividad y del ejercicio, igual que de las
influencias foráneas que, por ejemplo con la “comida chatarra”,
proveniente de los usos comerciales de Norteamérica, nos está
conduciendo a un preocupante deterioro de la salud colectiva.
El conocimiento de las necesidades nutricionales humanas
promedias es algo que está avanzando constantemente. Realmente
no es posible afirmar, que necesariamente, las pautas que han
538
sido dadas en un momento dado respecto de los requerimientos de
nutrición humana lleguen a ser imprácticas en un momento dado.
Sin embargo, es importante estar abiertos al enriquecimiento del
conocimiento que puede ayudar, técnicamente a superar
paradigmas, o a encontrar la necesidad de ajustar los
procedimientos actuales de alimentación, la visión actual, la
proyección de las prácticas actuales nutricionales.
Las tradiciones en la alimentación tienden en todas las culturas a
establecer la costumbre en el uso de ciertas fuentes nutricionales,
de ciertos procedimientos culinarios y su desarrollo tiende a
convertirse en un verdadero “arte gourmet” que es cultivado y que
es practicado en el plan de experimentar la identificación, el goce,
a través de la comida, con el mundo, con la cultura de donde
aquella proviene. El motivo de ese arte es el juego con las
sensaciones de sabor de los platos de su comida. En su desarrollo
se percibe generalmente la historia de la Cultura a partir de su
enraizamiento en el hábitat natural en que ha vivido, y su
capacidad de proveer ciertas fuentes de sustento. Para las
personas formadas dentro de esa cultura, la forma de comer es,
simplemente, como su forma de hablar, de pensar, parte de su
naturaleza, representa ciertos valores simbólicos relacionados con
el significado que se le atribuye a su comida como fuente de la
fortaleza de las personas que pueden acceder a ella. Hay una
industria de comida “gourmet” destinada al disfrute de los platos
típicos de diferentes culturas; hay restaurantes de comida
Internacional (francesa), italiana, india, tailandesa, china, de
comida típica peruana, colombiana, mexicana, argentina etc.
Al lado de esa forma de alimentarse, de disfrutar de la comida,
tenemos propuestas diferentes, hoy, que no son otra cosa que
formas de racionalización de las formas de comer:
Una de ellas es la comida racional desde el punto de vista del
lucro. Es la comida comercial, utilitaria, que está invadiendo
al mundo entero, generalmente, partiendo de viejos platos locales
de Norteamérica, como la “Hamburguesa”, el “Perro Caliente”, y
otros platos típicos de otras localidades como la “pizza” italiana
539
que van siendo modificados para hacerlos más competitivos,
alcanzar a competir con otras ofertas en la atracción de clientela y
establecer negocios “de cadena”, de elaboración muy simple, en
serie y distribución en grande escala, con ellos. Su denominación
vulgar es <<“comida chatarra”>>, junto con bebidas de
distribución masiva que no consideran, dentro de sus parámetros
de calidad, en lo más mínimo, su aporte en la solución de los
problemas de salud, o en su satisfacción espiritual. Sus
modificaciones se basan en el incremento de las porciones junto
con la adopción de ingredientes más económicos, para alcanzar
precios más bajos.
La otra propuesta es la que proviene de la investigación sobre la
nutrición para buscar la aclimatación de la alimentación humana,
en general, a los requerimientos de la buena salud. Esto permite
abordar el problema de la Salud, cuya consideración parece hoy
prioritaria, en el mantenimiento de una buena calidad de vida, en
el alto rendimiento laboral de las personas, y en el cumplimiento
del periplo natural que la Naturaleza de la estructura corporal
humana le permite describir, para una vida plena de realizaciones.
Como consecuencia, la tecnología se cuestiona, no solamente
sobre la comida tradicional sino sobre la “comida chatarra”. Hace
su aporte en lo que podría ser una posibilidad de rediseño, o al
menos de algún nivel de racionalización de la alimentación, tanto
en sus porciones como en su contenido de nutrientes para resolver
el problema de optimizar la ingesta de comida, para lograr el
objetivo básico de la alimentación: Mantener óptimos los niveles
de salud, la calidad de vida y la actitud de las personas, en el plan
de mantener su capacidad de responder a los retos que la Vida le
impone. Ello conduce a la implementación de una industria
alimenticia que, no sólo cumpla la condición de su gusto, de su
sentido simbólico – cultural, sino la condición nutricional
adecuada, para que el organismo pueda responde al reto de la
supervivencia.
No sólo un mundo de carencias, como ocurre con el Hambre, sino
un mundo de excesos, como ocurre con la Sobrealimentación,
540
están en capacidad de generar un resultado negativo que no deja
la menor duda acerca de las consecuencias a largo plazo y del reto
que representan, a ser superado para lograr, al menos físicamente,
el adecuado soporte a la Vida.
En este momento, de acuerdo a los juicios que se han formado los
científicos acerca de los problemas que genera la alimentación
desbalanceada y excesivamente abundante, la Humanidad se
encamina a un preocupante callejón sin salida en la evolución de
su cuerpo, por un manejo arbitrario e inadecuado de su
alimentación: La calidad de vida de la gente se reduce incesante e
inconteniblemente, y al paso que su rendimiento laboral decae
demasiado temprano rompiendo las expectativas más optimistas,
y muere antes de tiempo.
Ya los antropólogos han reconocido que, como consecuencia del
paso de la vida salvaje, de la recolección de frutos silvestres, y de
la caza, a la vida sedentaria, a la alimentación con animales y
plantas domesticados y cultivados, la Humanidad tuvo que pagar,
como precio, la reducción en unos 10 cms., de su estatura
corporal anterior. El problema parece relacionado con el balance
de dos tipos de acido graso que el cuerpo humano debe tomar de
su alimentación, el grupo omega 3 y el grupo omega 6. Cuando
adoptó la agricultura cambió de base de alimentación, adoptó los
granos vegetales y cereales a cambio de los frutos silvestres y la
carne de sus presas. Con ello dejó de ingerir los omega 3 en la
proporción de “1 a 1” como era inicialmente, llegando a tener
desproporciones máximas hasta de 1 parte de omegas 3 por 70 de
omega 6 en su dieta diaria nutricional. La única semilla que tiene
incluso más omega 3 que omega 6 es la semilla de linaza. Más
adelante explicaremos mas a fondo el problema, enfocándolo
como uno de los motivos de proliferación en el organismo
humano de varios tipos de cáncer.
Si el Hambre nos muestra en África su peor cara, en la nación
más opulenta de la Tierra, EE. UU. de Norteamérica la presencia
del sobrepeso (7 de cada 10 habitantes tienen sobrepeso), y de
541
los niveles actuales de obesidad (3 de cada 10 son obesos), están
evidenciando la ocurrencia de problemas de salud no menos
dramáticos. Para poder vivir decorosamente mucha gente tiene
que dedicar un tiempo inusual anteriormente en obtener los
recursos básicos de vida. El estrés, la falta de sueño, la falta de
ejercicio, la contaminación ambiental, la higiene inadecuada, la
desnutrición, destruyen lentamente el cuerpo humano, sin darle
opción de recuperarse; generan enfermedades como cáncer del
mama, de la próstata; generan congestiones en el colon,
hipertensión, altos niveles de colesterol, como consecuencia, se
llega a la congestión de otros órganos como el hígado, los
riñones, la piel, etc., se generan otros tipos de cáncer, diferentes
clases de infección, reacciones alérgicas, reducción alarmante de
la capacidad de inmunidad frente a diferentes agentes patógenos,
etc. Cuando por las diferentes congestiones de los órganos que
sirven de intermediarios en la evacuación de los residuos del
metabolismo, los materiales que deberían ser eliminados se
riegan, a través de la circulación, por todo el cuerpo. Entonces el
cuerpo entero va intoxicándose viéndose afectado en sus
diferentes órganos de diferente manera.
Por la forma como aquellas situaciones anómalas afectan la
actividad del cuerpo, ocurre, entre muchas otras cosas, que las
secreciones del sistema endocrino se desbalancean, determinando
el caudal hormonal, enzimático y su composición y la forma
como determinan el carácter de la persona afectada, su actitud
hacia la Vida, hacia los demás, afectando, y aún determinando el
clima dentro del cual es conducida la vida social.
Puede decirse, pues, sin temor de equivocarnos, que gran parte de
las dificultades de comportamiento que tenemos en países como
Colombia para la socialización de su población, están
ampliamente justificadas no solo en el Hambre, sino en una
deficiente alimentación. Es importante que asumamos esta
realidad, que seamos conscientes de esta enorme limitación para
el logro de un ambiente de mejor convivencia social. Es
importante considerar también que, frente a las propuestas de
cambio en las actitudes, del cambio de nuestro comportamiento,
542
del cambio en nuestro carácter, tal como lo venimos proponiendo
desde el principio de este trabajo, poco podemos hacer si no
adecuamos nuestro cuerpo a su plenitud de respuesta, a su
verdadera capacidad creadora, a su apertura mental, mediante un
suministro suficiente y equilibrado de nutrientes. Podríamos
preguntarnos, entonces, y ¿qué referencias podemos tener que nos
den una idea de cuales pueden ser los requerimientos básicos,
quizás, óptimos de nuestro cuerpo para lograr su plenitud de
operación? Tendremos a la mano, aquí al menos dos referencias:
La relación encontrada por René Quinton investigador francés de
principios del siglo XX, entre la composición del agua de mar y
del plasma sanguíneo nuestro.
La experiencia desarrollada por los encargados de alimentar a los
astronautas en largos períodos de estadía en el Espacio.
Los hallazgos de la Oncología en la relación de diferentes tipos de
cáncer con los cambios de alimentación en Occidente,
particularmente a partir de la cuarta década del siglo XX. Parece
ser que los mismos factores que están impulsando la obesidad en
las naciones que adoptan el modo de alimentación occidental,
están disparando una verdadera pandemia de cáncer, con
consecuencias, por demás, fatales.
René Quinton encontró que, con muy escasa desviación, si se
diluye el agua de mar a 1/3 de su concentración, con agua pura,
obtenemos una solución casi idéntica, a nuestro plasma
sanguíneo. El asocia la concentración actual del agua de mar, en
cuanto a su contenido mineralógico, con el efecto de la actividad
vulcanológica en las “fracturas” de las placas continentales y por
el “lavado” producido por la erosión de los terrenos secos en las
zonas continentales durante los miles de años que han pasado,
desde que, nuestro antepasado marino emigró del mar a tierra
seca trayéndose su “trocito” de mar consigo en su cuerpo. El tenía
un procedimiento muy ingenioso para determinar,
aproximadamente, cuando se dio ese hecho revolucionario de
nuestra vida, y por supuesto, de toda la vida que ha poblado la
totalidad de los continentes, que no se dio esporádicamente sólo
543
en unos casos aislados, sino de manera masiva en diversas
especies.
El agua de mar contiene, no solamente prácticamente la totalidad
de los elementos de la “Tabla Periódica de los Elementos” de
Mendeleiev, sino multitud de fitonutrientes y de zoonutrientes
que son de utilidad a los actuales pobladores de los medios
marinos. Y, en aquellos medios, es posible observar que, la vida
es más rica en aquellos lugares donde la actividad volcánica es
más activa. Por ejemplo, es lo que ocurre cerca de las costas
continentales peruanas en el Océano Pacífico, donde la
abundancia pesquera ha permitido el establecimiento de una rica
industria dedicada al ramo.
Los dispensarios que abrió René Quinton realizaron una tarea de
inmenso valor humano: Salvaron vidas humanas preciosas. La
recuperación de muchos niños recién nacidos con diferentes
problemas de adaptación, y retrasos en el desarrollo entre 35% y
42%, eczemas de personas adultas, problemas de psoriasis, etc.,
fueron resueltos plenamente con el tratamiento por vía
intravenosa de agua de mar (André Mahé. “El Plasma de
Quinton”. Impreso por Romanya /Valls, S. A. Verdaguer, 1 –
Capellades (Barcelona) 1993). En la Segunda Guerra Mundial
muchos hombres fueron salvados por la administración de agua
de mar, “plasma marino”, por la falta de sangre suficiente para
muchas transfusiones.
Otra referencia es la de los vuelos espaciales de finales del siglo
pasado, el siglo XX. Pariendo del conocimiento existente acerca
de los requerimientos alimenticios humanos, se fueron
implementando las raciones alimenticias de los astronautas,
particularmente las de mayor duración, vuelos de unos seis meses
en las estaciones orbitales existentes. Con esas raciones y los
estudios de laboratorio, fue posible hacer ajustes hasta lograr
buenas soluciones para su manutención en buenas condiciones de
salud.
544
Pero la más dramática referencia es la que sacan a la luz los
estudios de última generación científica acerca de la correlación
de diferentes tipos de cáncer con los factores nutricionales que se
están imponiendo en las costumbres de alimentación en
Occidente, donde esos factores nutricionales son verdaderos
detonantes, a la vez, aunque parezca exageración, no sólo de la
pandemia de obesidad que hemos mencionado sino de una
verdadera pandemia de cáncer, aún en personas que no deberían
sufrirlo, dada su edad.
La tecnología desarrollada a un alto nivel, igual que la
consideración de las dietas propias de sociedades con población
muy longeva, como es el caso de la china, cruzadas con sus
costumbres alimenticias, han aportado soluciones muy valiosas
para resolver estados de salud críticos crónicos, como es el caso
de las personas demasiado livianas, o con sobrepeso, que sufren
de hipertensión, desbalance en su colesterol en la sangre, y otros
problemas de salud, que afectan de tal manera a las personas que
motivan, prácticamente el 70% de las consultas al médico en el
mundo entero. Pero algo verdaderamente alarmante está
ocurriendo: Sustancias refinadas como la sacarosa, la glucosa y la
harina de trigo blanca, aportan lo fundamental en la energía que
demandan los tumores cancerosos de las personas que los
padecen.
Muchas han sido las iniciativas que intentan resolver esos
problemas, pero se destaca, entre todas ellas, la de una compañía
californiana, Herbalife Internacional, con una línea de
suplementos alimenticios excelentes y un sistema de
comercialización de sus servicios muy novedoso, que ha resuelto
millones de casos críticos, salvando a mucha gente, incluso, de la
muerte inmediata. Con el apoyo de iniciativas como aquella y la
adopción de dietas adecuada de productos naturales, es posible
tener una regresión de los tumores cancerígenos hasta
desaparecer. El joven Alan Furmansky de origen judío pero
residenciado en Bogotá Colombia, sufrió a los 30 años de edad de
un agresivo tumor canceroso y fue desahuciado. No satisfecho co
tal determinación de los médicos, se dedicó a investigar otros
545
casos semejantes, hallando la terapia de un médico alemán, el Dr.
Gerson, quien aún desde la década de los treintas del siglo pasado
logró la recuperación de muchos de sus pacientes con el manejo
de una dieta a base de jugos de productos vegetales (frutas y
verduras). Alan la usó en sí mismo y hoy tiene 36 años y está
completamente sano. No solamente aporta públicamente su
testimonio, sino que ha fundado en Bogotá una institución
dedicada a luchar contra el cáncer, propiciando, junto a dicha
terapia, el regreso de muchos pacientes a formas de alimentación
tradicional más sanas que las actuales. Al final de este capítulo
haremos una sección aparte para profundizar un poco en este
problema capital de la salud humana en la actualidad.
Para tener una idea sucinta de los requerimientos humanos más
urgentes en nutrición, veamos el siguiente resumen. Es importante
anotar, que, cuando el organismo necesita energía no disponible
en la comida para sostenerse, acude a sus tejidos. De todos los
nutrientes existentes, solamente es almacenada en el cuerpo la
energía, en forma de grasa y de músculo. Todo lo demás es
eliminado.
Agua. Es el principal nutriente. El cuerpo contiene un 70%
de agua. Es el soporte líquido del “medio interno”. Se requieren
aproximadamente 8 vasos de 250 cc. /día y en días calurosos
hasta 10.
Energía. En el proceso metabólico se obtiene la cantidad de
energía siguiente:
1 gramo de proteína suministra 4 kilocalorías
1 gramo de grasa suministra 9 kilocalorías
1 gramo de hidratos de carbono (aproximadamente) 4
kilocalorías.
El requerimiento diario de un hombre en energía es de unas 2.500
kilocalorías promedio. Según la actividad que desarrolla puede
haber demandas de 3000 y 3500 kilocalorías o más.
546
Proteínas. Es la más importante materia prima para construir
músculos y otros tejidos del cuerpo. Los músculos, se sabe, son
un regulador muy importante del metabolismo. Una persona
normal requiere, más o menos en promedio diariamente, 1 gramo
de proteína/ cada kilo de peso vivo. En promedio, un hombre
requiere unos 70 gramos diarios de proteína y una mujer unos 60
gramos diarios.
Los requerimientos orgánicos humanos corresponden a una
ingestión diaria de 22 aminoácidos diferentes, de los cuales hay,
al menos 9 esenciales que el cuerpo no puede sintetizar. Para
tener alguna seguridad al respecto, es importante ingerir
diariamente un 60% de proteína de origen vegetal y un 40% de
proteína de origen animal. Si el suministro es bien balanceado y
suficiente, el organismo sintetiza los aminoácidos que le faltan,
partiendo de los que recibe.
El estrés puede generar desgastes de 2 y 3 veces el normal diario;
hay además otros motivos que lo aceleran también: El ejercicio
excesivo, los estimulantes como la cafeína, los sangrados, las
enfermedades, los tratamientos con antibióticos, el alcohol, los
antisépticos, las quemaduras y el sedentarismo excesivo, entre
otros.
Las grasas. Es una fuente muy importante de energía. Las
necesidades diarias de grasa son de 1 gramo/cada kilo de peso.
Así, el hombre requiere unos 70 gramos diarios de grasa y la
mujer unos 60 gramos. Para bajar de peso es necesario bajar la
dosis de grasa diaria, al menos a la mitad.
De la energía que el organismo requiere diariamente, en una dieta
bien balanceada, debe provenir de grasas insaturadas el 20% y de
de grasas saturadas solamente el 10%. La ingesta de grasas debe
ser más o menos, 70% de grasa poliinsaturada y el 30% de grasa
saturada. Es importante considerar que el cerebro está compuesto
de un 40% de su peso en grasa.
547
Es crítico, por las razones anteriores, un suministro adecuado de
grasa. Además hay tres ácidos grasos que el cuerpo no sintetiza;
son los ácidos oleico linoleico y linolénico. Es, por tanto preciso
suministrárselos.
Fibra. La fibra se requiere en cantidades medias de 25 a 35
gramos/ día de suministro, entre la fibra soluble y la que no. En
parte, “atrapa” gran cantidad de grasa en los alimentos y en el
sistema circulatorio limpiándolo de sedimentos grasosos, y en
parte, ayuda a mantener la contextura blanda y la permeabilidad
del bolo alimenticio facilitando el tránsito de los alimentos por el
tracto digestivo.
Vitaminas. Las vitaminas son compuestos orgánicos que, entre
otras funciones, ayudan a la asimilación de las sustancias
nutritivas.
Los requerimientos promedios de vitamina A son de unas 5.000
UI/día. Una zanahoria de 200 gramos contiene unas 1.200 UI de
vitamina A. En este caso, se requieren 4 zanahorias crudas para
suministrar el requerimiento diario. Se considera que si comemos
7 porciones diarias de frutas y verduras (de todos los colores)
tenemos la posibilidad de consumir las dosis de vitaminas y
minerales que necesitamos. Además es importante consumir
cereales integrales en cualquier forma que sea, en mezclas para
consumir o “granola”, en panes integrales, etc., variando mucho
las fuentes de alimento. Así hay menos riesgos de tener
deficiencias importantes de ellas.
Minerales. Son parte constitutiva de muchos de nuestros tejidos,
de nuestras hormonas, de nuestras encimas y cumplen funciones
muy importantes en el funcionamiento del cuerpo.
Si hay algo en que son progresivamente deficientes nuestros
alimentos, con el tiempo, es en minerales. Ello ocurre,
principalmente con el desgaste de los terrenos en que se hacen las
cosechas y que no se repone, con la urgencia de poner en
producción terrenos no aptos, dada la presión de la
548
superpoblación, en los problemas de almacenamiento, que
implican la mala refrigeración y el deterioro de los alimentos; en
el tiempo que transcurre entre la cosecha y el consumo de muchos
alimentos, en los procesos industriales a los que son sometidos,
como la refinación excesiva, etc.
Los requerimientos diarios de Calcio (Ca), es de unos 1.200
miligramos diarios. La comida cotidiana normal suministra
apenas 1/3 regularmente, de esa cantidad. Los alimentos más ricos
en calcio son el queso y la leche. Cuando una persona ingiere
calcio insuficiente, el organismo aprovecha, para sus funciones
vitales, el calcio de los huesos. Es por eso que aparece la
osteoporosis en la edad madura, cuando la persona a la que se le
declara dicha enfermedad ha mantenido cotidianamente niveles de
calcio insuficientes en su dieta cotidiana.
1/4 de libra de queso (100 gramos) contiene aproximadamente
800 miligramos de calcio. Es decir que si comemos 150 gramos
de queso comemos el calcio que requerimos.
1 vaso de leche de 250 mililitros, contiene 280 miligramos de
calcio. Ello quiere decir que si tomamos 4 vasos diarios de leche
podemos ingerir el calcio que necesitamos.
La osteoporosis es un mal de los huesos que aparece,
generalmente en la vejez por el déficit acumulado, durante toda la
vida, del suministro necesario de calcio.
Hay gran cantidad de minerales que se requieren en cantidades
mínimas, pero deben estar presentes en la alimentación. El Cromo
(Cr), ayuda en el metabolismo de la glucosa, en los diabéticos. Su
deficiencia provoca la intolerancia a la glucosa. Hay muchos
otros, como el Magnesio, el Hierro, el Cobre, el Cobalto, el
Selenio, el Azufre, el Arsénico, el molibdeno, etc.
Factores Botánicos. Muchos de ellos ayudan en la limpieza
natural de los intestinos, aportan sustancias antioxidantes, etc.
Muchos nutrientes botánicos diferentes, el suministro de
minerales un poco exóticos se obtienen a través de los
549
condimentos de las comidas que circulan hoy por todo el mundo.
El uso de cosechas de todas las partes del mundo es un seguro
contra la carencia de muchos nutrientes en la comida.
Nos queda, por el momento cuando hablamos de suministro de
nutrientes, qué es lo esencial de la alimentación, hablar de los
márgenes de asimilabilidad de éstos.
El hecho real es que las fuentes de nutrientes tienen, en general,
una composición muy compleja, y, algunos de esos compuestos
no son asimilables por el cuerpo y son eliminados por el sistema
digestivo junto con las toxinas y otros desechos orgánicos
provenientes del trabajo metabólico. Salvo los hidratos de
carbono, las grasas y algo de las proteínas que hoy se suministran
en forma excesiva y que se almacenan en forma de grasa, todo lo
demás es eliminado en las excretas, sean materias fecales, gases,
orina, sudor, y productos líquidos y gaseosos eliminados a través
de los pulmones. Así, el cuerpo optimiza su balance, y le saca el
mayor partido posible a lo que ingiere. El valor nutricional de los
diferentes alimentos comerciales varía mucho, y en parte, de
acuerdo con su asimilación. El índice de asimilación se mide en
porcentaje en relación a su peso. Por ejemplo, si se dice que el
maíz en grano seco puede tener un índice de asimilación de un
80%, se está diciendo que de 500 gramos que se ingieren,
solamente 400 gramos son asimilados por el organismo. El nivel
de asimilación es un factor que determina la <<eficiencia>> de la
inversión cuando uno compra su “mercado”.
Además, uno de los significados de la cocción de los alimentos es
aumentar su asimilación. Ello se logra sustancialmente, aunque
con la pérdida de nutrientes, a menudo muy importantes, como es
el caso de las verduras cocidas y las frutas procesadas. La
intención inicial de los productos refinados es lograr mejor
asimilación, aunque se buscan valores agregados superiores en
relación a su apariencia física. En el fondo, la demanda, y como
consecuencia, el valor comercial de la comida que tiene algún
proceso artesanal e industrial, y sus “recetas”, expresa un balance
entre varias motivaciones que animan al cliente; por ejemplo, si
550
alguien quiere comerse un trozo de pan, piensa en pan y no en
otro plato, y quizás, su acompañamiento como vino, queso, o
café, mantequilla y mermelada, según el caso; ese alguien quiere
experimentar un cierto gusto, por lo tanto, si puede escoger busca
el pan que más le plazca y si observa un mostrador, escoge el
que le parezca más apetitoso; el cliente sabe, normalmente, que es
un producto de harina; igual, si fuera un producto a base de
chocolate, dulce, un lácteo, un cereal, un producto cárnico, etc. Si
se trata de una comida completa, como un desayuno, un almuerzo
o una cena, es común (aunque no siempre se practica) que se
consideren sus componentes: Una harina, una proteína y una
porción de verduras, para tener un conjunto “balanceado”. Las
preparaciones, tanto en la industria como en la cocina casera, sin
embargo, tienen variaciones que pueden anular las ventajas de
una escogencia afortunada, como excesos de grasa de mala
calidad (saturada), demasiada sal (NaCl), productos muy
refinados, como el arroz blanco, la harina blanca de trigo, el
azúcar refinado, etc., (de los que se han removido la mayoría de
las fuentes de minerales, proteínas, vitaminas y otros nutrientes).
Pero cuando hablamos de nutrición, además de asegurar el
suministro de nutrientes, hemos de considerar otros agentes que
afectan la llegada de éstos a la célula que los necesitan. El cuerpo
humano está compuesto de células, de tejidos, de órganos, todos
ellos especializados, cumpliendo una función específica dentro de
un gran conjunto que explica el “compromiso mutuo” de sus
partes; y todo está vinculado a través de un “medio interno”. Si lo
miramos como todo un sistema de interrelaciones complejísimas
entre ellos, sistema que debe funcionar a la perfección para que el
cuerpo humano pueda responder eficaz y eficientemente los retos
vitales del conjunto. Particularmente vamos aquí a hablar de los
siguientes aspectos de la vida sana, considerando su importancia,
en términos de su manejo integral con la nutrición:
El ejercicio
El estrés
La higiene del sistema digestivo y otros órganos
El balance interno
551
La contaminación ambiental
La invasión de gérmenes patógenos
El ejercicio. Es necesario para tonificar el cuerpo, para mantener
activas todas sus partes, para mantenerlo en forma de poder
enfrentar algunos esfuerzos extraordinarios. El ejercicio mantiene
un metabolismo activo, particularmente, cuando el sujeto es de
edad mayor y tiene la tendencia al sedentarismo. Una vida activa
dentro de condiciones que no sobrepasen la capacidad física del
cuerpo hace que todos los órganos se ejerciten, no sólo los
músculos. No hablamos aquí de casos especiales como las
personas que se dedican a los deportes profesionalmente, que,
desde este punto de vista tienen qué desarrollar, no sólo destrezas
especiales, sino niveles de rendimiento físico extraordinarios. Es
de notar que hay diferencia entre los niveles y la clase de
ejercicios a los que puede ser sometido el cuerpo a las diferentes
edades, y, como lo veíamos, a las diferencias de empleo, de
acuerdo con los fines específicos.
Podemos hablar de vida sedentaria como la común entre personas
de la tercera edad y de vida demasiado agitada, como es el caso
de los deportistas. Entre esos dos extremos vivimos la mayoría de
los seres humanos. En el común de los casos es importante
mantener una actividad moderada, que es uno de los tres pilares
principales de la buena salud, a saber: La nutrición, la higiene y el
ejercicio.
Como consecuencia del sedentarismo, que se da hoy en todas las
edades y, obvio, mayormente entre la gente de mayor edad, o de
la disminución de la actividad deportiva que se da cuando los
deportistas cesan en ella, se origina un metabolismo cada vez
más lento, que, generalmente, está desajustado con los hábitos de
ingestión de alimentos. Como consecuencia inmediata aparecen el
sobrepeso y la obesidad.
Dentro de los programas nutricionales que ofrece la compañía
californiana Herbalife International hay uno, particularmente
importante, que permite controlar el exceso de peso, y al mismo
552
tiempo, facilitar el tránsito de viejos hábitos nutricionales a otros
nuevos, concordantes con las nuevas condiciones de vida. La
Ergonomía, dentro de sus técnicas aplicables a la investigación de
los requerimientos de salud en diferentes niveles de actividad, en
las diversas condiciones de estrés que esa actividad puede
generar, causado esta vez, por el ambiente de trabajo, permite, en
el diseño de los puestos de trabajo y de los oficios, establecer
expectativas objetivas sobre los rendimientos a esperar y el costo
real de operación y su permisividad, dentro de límites razonables,
de manera semejante a como los deportólogos lo hacen con los
deportistas.
El estrés. Es generalmente un agente que actúa, según la forma
como el Medio Ambiente afecta al sujeto a través de las
interacciones que se dan entre ambos. Aunque hay muchos
motivos de estrés, y, dentro de ciertos límites, éste es necesario
para el desarrollo de una vida activa, hay condiciones que generan
niveles que superan la capacidad de resistencia humana. Para ser
específico, esas interacciones se dan en escenarios típicos de la
vida cotidiana. Podríamos hablar del estrés que se genera en el
ambiente laboral, del que se genera en la vida hogareña, pero
también del que se genera en el medio social, en general. En la
vida deportiva y hoy en muchos oficios se generan niveles de
estrés extraordinarios dado el nivel de compromiso que se le
exige, por ejemplo a una persona que trabaja en el área comercial
de cualquier empresa, los niveles muy altos de las metas de
trabajo que, usualmente, pueden ser muy exigentes.
En la Sociedad de Consumo las campañas publicitarias, el espíritu
que promueven, es principalmente el “arribismo” social del sujeto
y la expresión de sus logros, en términos de los <<privilegios que
puede pagarse, de la ostentación que pueda hacer con los
símbolos de riqueza y poder a los que pueda acceder>> de
cualquier manera, en el estrato social alcanzado, dentro una
sociedad definitivamente materialista, jerarquizada, y
discriminatoria, que califica y etiqueta a sus integrantes por medio
de aquellos símbolos externos de posición social, que no expresan
otra cosa que el valor monetario de la fortuna que hayan logrado
553
amasar. El estrés es un problema de salud vinculado a la
frustración, a la angustia existencial, a la baja estima, a la
depresión que genera la actitud de una sociedad que descalifica,
que discrimina, que margina a quien “no merece” sus
reconocimientos. Detengámonos un poco en esta consideración:
Entre esos símbolos, en la complejidad de la sociedad occidental
actual, están su raza, el caudal de su fortuna, su perfil profesional,
la clase de los coches poseído, su “marca” y sus cantidad, la clase
de vivienda en que vive, el barrio, la ciudad, la vestimenta, la
clase de amigos que frecuenta, si está afiliado o no a un club
social y qué clase de club, cuánto gasta en su vida, a qué colegio
van sus hijos, con los hijos de quién se relacionan, entre mucho
símbolos más, parámetros que contienen, además un significado
ético religioso, que proviene, en su origen, de la ética calvinista, y
que permite, dentro su caracterización ética, la clasificación y
correspondiente discriminación, del conjunto social, en sectores
<<ricos>>, -“santos visibles”-, predestinados a la salvación, y
sectores <<pobres>>, excluidos, réprobos, “incapaces”,
predestinados a la “condenación”.
Esa valoración de los destinos humanos, es producto de una
cultura direccionada deliberadamente hacia una “redención” que
el Hombre logra en este mundo mediante sus éxitos lucrativos, de
una racionalización muy singular de la experiencia y la vida
humanas, nunca suficientemente debatida desde el siglo XVI,
obviamente legítimos desde el punto de vista de un equitativo
intercambio económico – social, pero que puesto en práctica sin
otras consideraciones éticas ha hecho crecer indefinidamente, en
una espiral fantástica, cada vez más alejada del mundo real, los
niveles de codicia, de vanidad, de hedonismo de los hombres, en
una orgía de autosuficiencia, siendo ya opulenta, con un
esplendor que compite muy favorablemente con el de las antiguas
cortes reales de la Edad Media, esplendor, cuyo costo, no se duda
hoy, fue uno de los motivos más relevantes de colapso de su
civilización.
554
Pero hay algo más que sólo esas expectativas de un fin
ignominioso e inexorable, de largo plazo, por inanición, para el
sector “condenado” de la Sociedad: Se están estableciendo los
fundamentos, la base “comercial” de mercado para las industrias
ignominiosas, la “válvula de escape” al infierno, al que es adicta
la clientela del empresario criminal, que la ignorancia y la
confusión acerca de un destino más digno para la especie humana
siembra de colosales “promesas” de desarrollo y rentabilidad para
sus negocios. Los sectores más vulnerables de la Sociedad, más
sensibles, más expuestos, más desprotegidos a la oferta criminal,
no son solamente los sectores más pobres y menos educados. La
niñez, la juventud, los desplazados, calificados o no, de las
estructuras sociales desarticuladas por la Violencia, por el embate
del proceso de globalización económica, han sido y son sus
víctimas más inmediatas: Así, prosperan, como ninguna otra, las
industrias del alcohol, de los estupefacientes, de la prostitución,
de la pornografía, de la trata humana, de la explotación de la
mujer y de la niñez, del desvalido, entre muchas otras, que tienen
capacidad, no de incrementar el PIB de las naciones, sino de
socavar la economía humana, hasta el límite de su propia
destrucción. Y así, el Crimen puede también determinar la
condenación de los sectores humanos que la sociedad burguesa ha
privilegiado como “santos visibles”.
Y por ello los pueblos de la Tierra, se consideren ricos o pobres,
de igual manera tienen que ser conscientes de que ellos, y sólo
ellos, tendrán qué <<pagar el precio>> de su ceguera, de su
cándida credulidad del engaño a que están siendo sometidos;
mejor dicho dos precios incalculablemente altos y onerosos, o
asumir, como se espera en las sociedades democráticas, la
prioridad de su propia redención, porque están perdiendo al
invertir sus energías vitales en algo vano e inmensamente costoso:
Están invirtiéndolas en <<espejismos>> en meros símbolos de
riqueza, en meras credenciales de estatus social, que los acredita
como miembros del “club de los predestinados al Cielo”, como
único beneficio, quizás, “honorífico” de vano valor físico para los
“triunfadores”, a cambio de un esfuerzo inenarrable, de un
sacrificio humano comparable al de la esclavitud y la
555
servidumbre más aberrantes, y no en riqueza misma. Pero lo más
grave: Bajo la poderosa presión que ejercen los promotores
interesados en el aprovechamiento propio de aquellos valores
éticos y de la consciencia de la Realidad que han logrado extender
en los doscientos años que llevan de dominación estratégica y sus
ideales de realización humana, los pueblos de la Tierra están
perdiendo su salud, su integridad física y mental, están labrando
su muerte antes de tiempo, están destruyendo sus opciones de una
vida de alta calidad. Están “arrojando por la ventana” sus
propias opciones de cultura y civilización. Ahora retomemos el
tema:
Para resumir, veamos solamente dos casos relacionados con la
Salud, que son, esos sí, muy críticos: El estrés es uno de los
generadores del cáncer de mama en las mujeres. El estrés es una
de las causas externas más importantes de los problemas del colon
y otras afecciones típicas del sistema digestivo, como el reflujo, la
gastritis, y otras, empezando allí una cadena de enfermedades sin
límite.
Cuando aparece el estreñimiento empieza a congestionarse todo el
organismo, empezando por el colon; los tóxicos y las materias
fecales no pueden ser evacuados con la velocidad requerida, éstos
empiezan a acumularse, a descomponerse, y a generar nuevos
tóxicos y el cuerpo comienza a sufrir las consecuencias por todos
lados. ¿Podemos imaginar qué pasaría si en nuestra residencia
fuera imposible deshacerse de los deshechos y las basuras porque
nadie las recoge en la calle? El colon puede convertirse, así, en un
depósito extra de deshechos, y puede llegar a crecer hasta 5 veces
su tamaño normal. Según el Dr. Joel Robins de Nueva York el
colon puede almacenar entre 5 y 75 libras extras de materias
fecales, generando un problema de autointoxicación del cuerpo,
dificultando el metabolismo y generando diversos males del
colon, entre ellos la diverticulitis, el colon espástico y muchos
otros. Los accesos de agriera, las indigestiones frecuentes, reflujos
de acidez, son síntomas ciertos de un colon tóxico.
556
Otro de esos males es el colon caído, el síntoma del gran peso que
sus ligamentos tienen que cargar, lo cual hacen hasta superar el
límite de su capacidad de sustentación. Este problema afecta la
salud de la vejiga y los aparatos urinarios del hombre y de la
mujer, de la próstata, del sistema reproductor masculino y
femenino generando esterilidad, infecciones de difícil curación.
Esos deshechos se descomponen allí y todo el producto de aquella
descomposición empieza a afectar la totalidad del organismo.
Las congestiones del colon generan una cadena de problemas de
salud verdaderamente impresionantes. Ello hace que el hígado
empiece a congestionarse también, a generar dolores de cabeza,
migrañas, diabetes tipo 2, eczemas, psoriasis y otras
enfermedades de la piel; igual ocurre con los riñones,
inflamaciones en las coyunturas, artrosis, alergias, y otras
infecciones como diferentes tipos de cáncer. La existencia de
agriera, de indigestiones frecuentes, reflujos de acidez, son
síntomas ciertos de un colon tóxico. El sobrepeso es otra de las
consecuencias del colon congestionado.
Por otra parte, los doctores Saterlee & Eldridge, han detectado
518 casos de síntomas mentales que incluían pérdida de la
concentración y memoria, irritabilidad, falta de confianza,
preocupación excesiva y sin razón, depresión, tendencias suicidas,
que estaban relacionados con el síndrome de colon irritado.
Cuando en su actividad diaria de trabajo el sujeto tiene que
someterse a condiciones muy difíciles, desde el punto de vista del
ambiente físico inadecuado de trabajo, se genera estrés y este
empieza a actuar en el organismo de la manera descrita; pero no
solo eso: Sorpresivamente, los rendimientos no bajan de
inmediato, pero en cambio, aparece un desgaste físico mayor, un
mayor consumo de energía. El cuerpo trata de dar una respuesta
positiva a las exigencias del sujeto y temporalmente cuenta con
sus reservas energéticas para hacerlo. Si las condiciones persisten,
no obstante, puede sobrevenir la caída en los rendimientos de
trabajo.
557
La higiene del sistema digestivo y otros órganos. La recuperación
de la Salud pasa en todos los casos mencionados, por una
limpieza, desintoxicación, desinflamación y recuperación de todo
el sistema digestivo y sus órganos correspondientes. Solamente
así puede ponerse al organismo en condiciones da dar la mejor
respuesta a cualquier programa nutricional y de actividades a
proponer.
Una de las consecuencias de la ingestión exagerada de grasas y
harinas, de la falta de fibra en la dieta alimenticia cotidiana, entre
otras cosas, es el embotamiento de los bellos absorbentes de
nutrientes del intestino delgado. Su aspecto interior puede
recordar un poco la tela de toalla. Lo que hacen esos bellos es
aumentar el área superficial absorbente. ¿Pero qué ocurre si en
aquel tejido se va depositando una capa impenetrable e
inamovible de residuos alimenticios? Simplemente que se da una
causa orgánica a la reducción de la capacidad de absorber
nutrientes. Ello reduce su eficiencia, algo que no depende ya de la
naturaleza de los alimentos, sino a la aptitud del organismo para
aprovecharlos. La solución a ese problema es un paso de gran
valor en la recuperación de la Salud.
De la misma manera, si procedemos a la higiene del colon, ello
dará lugar al paulatino regreso a la normalidad del hígado, de los
riñones y de la piel, congestionados. Obviamente, que esa
recuperación debe buscarse y acelerarse, con la estrecha asesoría
del médico. Pero si, al mismo tiempo, se acude a solucionar la
parte del problema que pueda imputársele a la falta de nutrientes
suficientes, es importante proceder. Así, la solución integral va
tomando forma y arrojando resultados. El baño diario como el
cuidado de respirar un aire limpio y reparador, completan el plan
de higiene necesario para brindar el apoyo necesario a unas
condiciones de bienestar aceptables.
El balance interno. Sabemos que la totalidad de cuerpo humano,
como el de los demás seres vivos, posee un medio interno, es
decir, un medio acuoso en el que están sumergidos células, tejidos
y órganos, del cual reciben sus nutrientes, al cual arrojan sus
558
desechos y por el cual circulan las hormonas que produce el
organismo para desencadenar, frenar, catalizar, etc., las diferentes
reacciones bioquímicas que se dan en el organismo. Ese balance
interno no es absolutamente estable, representa muchos estados de
ánimo diferentes; sin embargo hay estados deseables de ánimo,
como el optimismo, la alegría, y otros, que se deben, por ejemplo,
a un balance hormonal dado. Allí entra en juego, una vez más, la
nutrición, que debe aportar, entre otras cosas, los minerales trazas
y otros nutrientes que exige su confección, y la salud de los
órganos que las producen.
La contaminación ambiental. Es un tema ambiental en que, poco a
poco se ha ido avanzando en la toma de consciencia del Público
acerca de sus efectos negativos. En términos generales, podemos
entender la contaminación desde el punto de vista de la
civilización tecnológica moderna, pero podemos entenderla
también como parte del entorno de trabajo, de la vida privada en
el Hogar, o por fuera “en la calle”, que en términos simples se
traducen los tres escenarios de la vida (en este caso particular
urbana). También podemos entenderla desde el punto de vista de
la naturaleza de esa contaminación, como por ejemplo la polución
de los motores de combustión interna, el polvo, la mugre, el
excesivo calor o el excesivo frío ambientales, los gases que
generan el efecto invernadero en el clima global, etc.
El manejo de los efectos colectivos de la iniciativa privada, en
términos de contaminación, hay que reconocerlo, se ha vuelto
cada vez más difícil. Es un caso de irresponsabilidad crasa que
choca frontalmente con la actitud de las autoridades de muchos
Estados y con muchos movimientos socio – políticos sensibles al
tema. A pesar de las dificultades se ha avanzado en la
descontaminación de muchas áreas cerradas y en medios de
transporte público, por ejemplo, frente al anteriormente masivo
consumo del tabaco, donde sufrían sus efectos, no sólo los adictos
sino el resto del público presente.
Ya hemos tratado anteriormente el problema del calentamiento
global, que tiene que ver con este tema, en el cual los habitantes
559
del planeta entero se están viendo afectados con cambios en el
clima global, que nos está deparando cambios en la presentación y
dureza de las estaciones anuales, inundaciones, vendavales,
nevadas, sequías extras y más fuertes cada año, huracanes más
devastadores, nuevas generaciones de tornados más violentos,
todo lo cual afecta la estabilidad de las áreas urbanas más
pobladas, de las vías de comunicación, de su infraestructura en
puentes, en líneas de transmisión eléctricas, en el incremento de
riesgos en la operación de terminales aéreos, etc., Ello afecta
profundamente generando pérdidas incontables a las poblaciones
que viven en campos y ciudades, no sólo por la perturbación en la
vida cotidiana, sino por las dificultades en el cultivo de sin
número de cosechas, donde es crucial el mantenimiento de los
ciclos anuales para la preparación adecuada de los suelos, las
siembras y la recolección de las mismas.
La invasión de gérmenes patógenos. Aunque no es de dominio
público, la idea de vivir en un medio perfectamente aséptico, es
una verdadera fantasía. La vida humana, como toda otra forma de
vida organizada, habita en un mundo de vasta congestión
ambiental. Aún en los desiertos más secos del planeta prolifera la
vida, en los fondos marinos abisales en condiciones de acidez, de
presión y temperatura de altura increíbles. Pensar, así, en lo que
son los gérmenes patógenos, es apenas natural. Al cuerpo
humano, entran diariamente infinidad de seres vivos simples,
desde virus, bacterias, hasta cuerpos mayores que producen daño
accidental, ingresan parásitos de las más diversas especies,
incluso seres vivos que nos ayudan, en una suerte de “simbiosis”,
a sobrevivir, otros seres que nos ayudan a “ejercitar” nuestro
sistema inmune, a desarrollar nuestras defensas para cuando el
ataque resulte ser lo suficientemente serio, etc., Todo ello,
requiere del apoyo de una nutrición adecuada, de una respuesta
orgánica contundente. Cuando sobreviene la enfermedad, el
cuerpo requiere contar con reservas suficientes de energía para
superar sus crisis. Y todo ello, requiere del sujeto una atención
diligente y responsable.
560
¿Qué significado tiene esa realidad para los grandes empresarios
de la Sociedad de Consumo? Quiere decir que la puja por
sobresalir les conviene, hace que la demanda crezca más, que
quien trabaja pierda el control de sus expectativas más
acariciadas, que su codicia adquiera el nivel del delirio, porque la
pelea se da por dinero, un fetiche nada más, pero un fetiche objeto
de la más íntima “idolatría”; quiere decir que el trabajador “se
mata” para alcanzar sus sueños, expresados en los símbolos
propuestos, y esto ocurre literalmente. Así.
Pero esos logros, como veíamos arriba, tienen un costo tan alto
para el sujeto que trabaja, que los beneficios a favor, que su
sacrificio, no están compensados, ni en una pequeña proporción,
por las ganancias comerciales, por el poder, por la independencia
que les aportan a aquellos quienes se benefician definitivamente
con ellos. Es una muestra patética de la vida humana
transformada en “mercancía”, tal como Marx afirmaba que
ocurría, de alguna manera, en la sociedad burguesa. Es una
muestra tragicómica de la entrega “libre” de una ciudadanía
“emancipada”, aunque inmensamente perturbada por la
Propaganda, en aras de una nueva esclavitud, cuando se da la
“compra”, sin condiciones o sin posibilidades de réplica, de un
esquema que pretende su propia totalidad, pero que enajena a la
persona humana de la que debería ser su consciencia de la
Realidad.
La recuperación de la Salud, la recuperación de una real opción
de bienestar para la Humanidad, no es solamente el producto de
una mejora en los hábitos alimenticios y de higiene personal, en
las costumbres de vida, en la remodelación de los presupuestos
del Trabajo, en la voluntad de lucha por un intercambio social
más justo. Pasa, irremediablemente, por un profundo cambio en
los ejes de la Cultura, en sus propósitos humanos, en sus
planteamientos éticos, en sus presupuestos de trabajo
individuales y colectivos para hacerlos posibles, y en su
planificación y desarrollo.
561
Aquí es donde la Ciencia tiene qué asumir una responsabilidad
inquebrantable, donde la tecnología debe invertir uno de sus
mayores esfuerzos en los años, quizás, en los siglos por venir,
donde el desarrollo y proyección de la Ergonomía puede implicar
la realización plena, por parte de los ergónomos, de esta
disciplina; donde la Humanidad en pleno, pueda encontrar y con
su ayuda, experimentar una mejora cierta de sus condiciones de
vida. Aquí es donde debe construirse criterios inequívocos, de
validez universal, de principio éticos, según el conocimiento
actual, incuestionables, aunque de ningún modo definitivos, para
que la opinión pública ciudadana adquiera una consciencia clara
de la Realidad, para evitar que esa opinión ciudadana y su mente,
sigan siendo objeto de la cruel manipulación de que es objeto hoy,
donde el sesgo prima sobre la línea recta.
19.1.0 NO HAY UNA IDENTIDAD CLARA
NI UNA VISIÓN INTEGRAL
DE LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS.
Entre nosotros es común que se considere la comida, como
necesidad imperiosa de la Vida. Ante la desbandada general,
pues, por el avance de los procesos de globalización económica,
que consisten, generalmente, en fusiones empresariales, en
compras por otras empresas y remodelación empresarial, en la
entrada de ofertas de bienes y servicios manejadas por iniciativa
de matrices extranjeras, todo lo cual ha implicado la liquidación
masiva de personal, sumado esto al desplazamiento masivo del
Campo a la Ciudad provocado por las actividades criminal y
subversiva, y “aliviado” por la emigración de mucha parte de la
población discriminada hacia las vertientes del tráfico de la droga,
el lavado de dinero y activos, el contrabando de armas, etc.,
apenas ha quedado un pequeño espacio que le permite a la gente
ganarse la vida honradamente, particularmente cuando la industria
de la construcción rebaja de ritmo: Vender comida.
562
Y esto lo hace la gente a todos los niveles económicos, desde una
simple “chaza” para vender dulces, chocolates, frutas, verduras y
muchas otras “chucherías”, en la calle, hasta las grandes cadenas
de comida rápida, de cafeterías y restaurantes de comida “criolla”,
de comida internacional, de comida “gurmet”, etc., para vender al
nivel de barrio en tiendas, o en gran escala en “grandes
superficies”, “mercados” caseros o industriales listos para
consumir o diversas clases de cosecha para preparar en casa,
como granos, cereales, frutas, verduras, sal, azúcar, café,
chocolate, entre otras cosas como productos de limpieza,
electrodomésticos, ropa, etc.
Dentro de las estructuras establecidas, entre nosotros, para prestar
ese servicio de abastecimiento de alimentos, podemos habla del
trabajo multitudinario de pequeños empresarios artesanales
rurales y urbanos de ciertas cadenas institucionales, de alianzas,
de hecho, entre cosecheros de ciertos productos y transportadores
y algunos comerciantes, que aprovechan los diferenciales de
precio al por mayor en las ciudades, de aquellos productos, y el
costo de producción en el Campo, que conlleva, en general,
aunque hoy con notables y cada vez más extendidas excepciones,
una franca subvaloración del trabajo campesino, que ha
conducido al estado de miseria, de hambre y desnutrición
característicos tradicionalmente del hombre de campo nuestro. Se
trata de una actividad anárquica que espera su redención, en
mucha parte, en la introducción de prácticas organizacionales
modernas, y en una articulación horizontal y vertical de las
industrias, de manera que puedan establecerse formas de gran
escala de distribución y venta de productos, para competir con la
otra industria urbana ya establecida, consolidar nuevas opciones
de trabajo y aumentar la variedad de la oferta con base en la
producción artesanal local.
Mientras tanto, la presión de la competencia obliga,
especialmente a los empresarios más pequeños a mantener su
oferta irracionalmente baja en precios, lo que mitigan, antes de
tener que cerrar definitivamente, por ejemplo, aumentando las
porciones, a la vez que le introducen a sus preparaciones y platos
563
mayores cantidades de grasa de mala calidad, de harinas y de
azúcar, aumentando, en general, desmedidamente las
proporciones de hidratos de carbono –más baratos-, que consume
sin mayores preocupaciones ni miramientos el cliente poco
prevenido.
En el Campo colombiano ha ocurrido un proceso paralelo. La
demanda de tierras para la especulación y uso extensivo, ha
generado escasez de tierras para la producción agrícola pecuaria y
maderera, a la vez que el incremento constante de los precios de
las mismas. No solamente las mejores tierras, son las más
apetecidas por los especuladores, dado su potencial productivo
(pero nunca realizado), sino que los altos incrementos en la
población y los accesos a mejores ingresos, han aumentado la
demanda de alimentos (no de mejores alimentos) en todo el país
encareciendo los niveles generales de precios de los mismos y
permitiendo la entrada en producción de terrenos, otrora no aptos
para el cultivo, pero ahora posible, dado la posibilidad de
limpieza y fertilización a gran escala y al manejo de los mismos
con maquinaria de labor adecuada.
Es tan compleja, ataca frentes tan diversos de la problemática
productiva de alimentos, aprovecha tal diversidad de hábitats
diferentes, de climas, de grados de humedad, de altitud, de
ecologías tan diferentes, es tan especializado el trabajo y el
empresario ha estado tan abandonado tradicionalmente, su
actividad está generalmente tan desarticulada del conjunto social,
que adolece, mayoritariamente, de criterios globales, de visión
integrada para su actividad de servicios. Menos mal que la
Demanda arraigada generalmente en costumbres tradicionales y
en ofertas competitivas de modelos de alimentación importados y
plenamente identificados, por ejemplo con sus semejantes de
otros lugares, le permiten al empresario ofrecer sus servicios,
manejar sus precios y no quebrar.
La alimentación basada en propuestas tecnológicas de nutrición
modernas es algo que debe ser aclimatado en aquel ambiente, la
gente afectada por aquella alimentación anárquica debe ser
564
apoyada y reeducada en nuevos hábitos más saludables y sus
requerimientos deben servir, poco a poco, como base de
sustentación, como base de orientación a los empresarios de una
industria de alimentos más sana. En este sentido, la situación de
caos está madura para que el científico, el técnico y el ingeniero
tomen su lugar en la tarea de mejorar sustancialmente la salud del
ciudadano.
19.1.1 HAY MILLONES DE EMPRESAS QUE OFRECEN
“COMIDA” PARA CUBRIR
LA DEMANDA DE ALIMENTOS
Hay millones de ofertas, de ofertas en busca de la redención
económica para sus gestores, sí; pero no de un servicio honesto,
bien intencionado, para una demanda solamente consciente de su
sentido del gusto, del mandato de una “moda” que impone
costumbres “in” y descalifica otras “poco prácticas”, porque “no
tienen en cuenta” la “comodidad” de los alimentos “casi listos”
para preparar fácilmente y consumir en casa, porque no tiene en
cuenta la gigantesca variedad de “mecatos” y demás “comida
chatarra” que es ofrecida “a los mejores precios”, porque no
tiene en cuenta la industria de comidas en la calle; para una
demanda inconsciente de sus requerimientos nutricionales,
limitada en los recursos que requiere para alimentarse, víctima de
la endemoniada presión de la propaganda y la amplia gama de
modelos de conducta que aquella demoníaca oferta vende para el
“consumidor” urgido de “botar su capote” y acceder a un mundo
“tecnológicamente más avanzado y actual”.
Hay millones de ofertas, de empresarios que luchan
denodadamente por sobrevivir a duras penas, a veces con unas
proyecciones demasiado modestas, dado su aislamiento, dado que
operan, la mayoría de las veces, sin el menor respaldo fuera de
sus propios recursos, circundadas muchas veces por enemigos
potenciales o en plena actitud hostil o acción, que dependen de
una nómina de clientes limitada cuando no cautiva, y altamente
sensibles a las fallas en el servicio, en la atención, etc. Hay
millones de ofertas independientes sometidas a la competencia
565
desleal de muchas empresas mayores que periódicamente
siembran el desconcierto con su actividad monopolística, con su
usual actitud hostil fuera de control, hay millones de ofertas de
empresarios indefensos frente a los intentos de invasión de
multitud de competidores de su espacio de sustentación, que
obran sin la menor consideración, y con plena intención de
apropiárselo. Todo ello cuando no ocurre que caen en las redes de
las estructuras criminales que cobran impuestos “vacunas”, bajo
amenaza de muerte.
Millones de ofertas, preparadas dentro de un contexto técnico
culinario que le asegure una cierta identidad propia dentro de la
esferas en que se mueve cada una, que les asegure cierta
rentabilidad, un volumen básico de clientes que le asegure su
estabilidad, pero, por otro lado, poco comprometida con resolver
un problema básico de la industria de los alimentos si ésta
existiera con identidad propia: el problema de nutrir a sus
clientes.
Pocos empresarios del sector de la alimentación consideran ese
como uno de sus problemas esenciales a resolver, cuando la Ley
los presiona, sienten, regularmente, que los hacen perder su
tiempo en exigencias necias, que ello los hace excederse en sus
presupuestos financieros. La mayoría piensa, entre nosotros, que
su misión es ganarse la vida en una actividad legal, permitida; su
visión no va más allá de una actividad que pueda adelantarse libre
de la intervención de las autoridades competentes y que pueda
correr el riesgo de ser cerrada.
La magnitud del sector, la cantidad de personas que allí se ganan
la vida, el problema organizacional que puede representar para
cualquier autoridad competente que busque institucionalizar su
actividad, las dimensiones del servicio prestado si ese sector
llega a hacerse consciente de su influencia en la calidad de la
vida humana de la gente, hacen que sea de gran valor la
estructuración de los gremios correspondientes, que se
establezcan relaciones con las instituciones que representen los
intereses y los derechos del Consumidor, no solo en la Ciudad
566
sino en el Campo, que se hagan compromisos con ellas,
presupuestos de calidad, de volumen de abastecimiento, metas
nutricionales, algo más que, simplemente señalar en la etiqueta de
los productos empacados la composición nutricional.
En cuanto a la empresa campesina de producción, podemos
establecer varias modalidades: La producción de comida, y hoy,
con la producción maderera y algodonera, entre otras, y una
nueva industria, la producción de biocombustibles, que se refiere,
particularmente en la actualidad, al alcohol etílico, que es un
combustible, que entre nosotros es un derivado de la industria
cañera, para mezclar con gasolina, para motores de “gasolina”, y
el biodiesel, que es un aceite obtenido de la agricultura de la
palma africana, y es un combustible para motores diesel.
Salvo la producción de comida, generalmente las demás se
manejan, con algunas excepciones, como grandes empresas en
grande escala. La producción de comida tiene variantes de gran
escala comercial, generalmente el azúcar, el arroz, el aceite,
oleaginosas como el girasol y la soya, en algunos casos el maíz,
algunas frutas como la naranja, el plátano, el banano, la industria
bovina de carne, la avicultura para carne y para huevos, la
industria láctea, etc. De resto, prácticamente lo demás es
producción artesanal y baja escala, algunas de ellas, como la
porcicultura, la producción de leche, las verduras, algunas frutas,
en vías de modernización.
De todo ello, si nos enfocamos en las industrias de alimentos,
apreciamos algunos aspectos de su modernización que debes
analizarse hasta las últimas consecuencias, el aspecto
organizacional, que tiene qué ver con nuestra actitud tradicional
de enfrentar aisladamente los retos individuales, versus los
requerimientos modernos de una competencia leal y sana, y el
aspecto nutricional de los alimentos, que tiene qué ver con la falta
de preocupación del empresario de alimentos acerca de la calidad
nutricional de su oferta. Ambos, hay que decirlo, tienen efectos
sobre los resultados económicos que el consumidor deriva del
consumo de productos alimenticios.
567
¿Y por qué es importante tratar de la modernización de la oferta
de alimentos?
Muy claro: Nuestros empresarios han captado parte del sentido
del término modernización: Entre otras cosas, la producción y la
comercialización en grande escala, la capacidad de competir en
precios, la economía que significan transporte, almacenamiento,
procesos fabriles, cadenas de conservación, sistemas de ventas de
por mayor y menudeo económicos, etc., y hoy, la estructura
industrial de alimentos se mueve para enfrentar el reto que
representa la competencia dentro de una economía de intercambio
compleja como la actual. Pero hay un aspecto que regularmente
no es tenido en cuenta por el empresario: La calidad nutricional
de los alimentos que le llegan al consumidor. Respecto de esto, la
infraestructura y la tecnología aplicada ya, requieren un trabajo de
reingeniería, destinado a incorporar a ellas ese ingrediente de
capital importancia en la mejora de la oferta de alimentos, que es
el aspecto nutricional de los mismos, para que sea posible
incorporar ese nuevo parámetro dentro de los objetivos a cumplir,
en los diferentes programas de producción, y para que sea posible
optimizar, en esos términos, la calidad de los alimentos que llegan
al consumo del público.
En parte el problema radica en la tardanza del público, de quienes
manejan los asuntos públicos, en asimilar la información de
instituciones acreditadas en el mundo entero, como la OMS
(Organización Mundial de la Salud) que señalan los problemas y
los retos a que la evolución de la vida humana planetaria nos
expone, a veces en cifras dramáticas; luego, la Sociedad, las
autoridades competentes, abrumadas por sinnúmero de problemas
de todo orden, víctimas de la confusión, de los imperativos, de la
presión propagandística inmediata, inocentes de la Realidad,
ignoran las voces de alarma, nadie se inquieta y, por supuesto,
nadie procede prontamente a la acción; quien se siente aludido,
generalmente percibe que carece del Poder para hacerla efectiva,
nadie se siente afectado entonces, en la consciencia de nadie se
prenden las alarmas, contrario a lo que ocurre con el football, que
568
sí convoca a la opinión pública, cuando los equipos de football
locales quedan en el último puesto de la clasificación general del
campeonato nacional profesional, pensando que el mundo real,
que el mundo de la cotidianidad sigue su marcha, en todos sus
frentes, como siempre, que esos grandes problemas los soluciona
el tiempo. ¡Sólo que ello no ocurre así!
El Dr. Luigi Gratton, miembro del equipo médico asesor de la
compañía Herbalife Internacional, dedicada a la oferta de
programas nutricionales de tecnología de punta, con sede en
California, EE, UU, en su trabajo “Simplifique, 7 consejos de
dieta y una guía de ejercicio”, publicado en EE. UU. de América
por el mismo Dr. Gratton, en 2008, muestra la siguiente
información procedente de la Organización Mundial de la Salud:
Calcula la OMS que de los más o menos 6.700.000.000 millones
de habitantes del Globo, unos 1.600.000.000 tienen, al menos
sobrepeso. El Dr. Gratton opina que ese cálculo es conservador.
Él se atreve a opinar que cerca de los 2.000.000.000.000 lo son,
aproximadamente un 30% de la población total. Sólo en EE. UU.,
que tiene unos 300.000.000, un 65% de su población, casi
200.000.000, tienen sobrepeso. ¡Ese resultado es preocupante!
Demuestra una aplicación, tal vez no muy afortunada, al menos
de algunos aspectos de la tecnología. Ese es, sin duda, el resultado
del desarrollo tecnológico, un poco arbitrario, tal vez un poco
carente de una visión global de la cultura industrial occidental,
procedente de la Revolución Industrial, que en casi 200 años, ha
afectado, de esa manera, muy contundentemente, los hábitos
alimenticios de la Humanidad, a medida que se propaga por todo
el planeta.
Ello trae consecuencias muy graves para la Salud, generando una
situación catastrófica de desequilibrio nutricional, sobrepeso y
obesidad, una pandemia, cuyos efectos más dramáticos apenas se
ven venir hacia nosotros. ¡Es algo que hay que prevenir, que hay
que cambiar! antes que sea demasiado tarde, y antes de que el
género humano se vea frente a frente con el fantasma de su
insostenibilidad económica global, dado el inmenso costo del
569
“lucro cesante” de semejante capital humano semicesante, y de la
pesada carga que los servicios públicos de salud tendrán que
soportar, por lo cual, cuando menos lo pensemos, corremos
seriamente el riesgo de que nuestra sociedad se hunda
definitivamente, de que nuestra estructura social colapse, de que
vuelva al Caos de donde ha salido nuestra civilización, bajo
semejante peso, sin una solución a la mano posible.
Muy significativo sería el compromiso de la oferta de alimentos
con la Sociedad de mejorar la calidad nutricional de sus
alimentos, trabajar, en conjunto con la Academia y otras
instituciones públicas en su capacitación desde el punto de vista
nutricional, desde el punto de vista de la gestión empresarial,
desde el punto de vista económico, para generar una respuesta
más coherente con los requerimientos de la salud humana, como
objetivo prioritario de sus presupuestos de operación, de su
gestión. Pero eso sí: “La clave radica en incrementar la
conciencia. Nosotros [Herbalife], como sociedad global, tenemos
la apremiante necesidad de mayor educación en el tema de la
alimentación”. Dice el mismo Dr. Gratton (Idem. Introducción).
Indudablemente, de allí podrán salir grandes desarrollos
tecnológicos aplicados a la Industria de Alimentos, podrán
desplazarse hacia allí inmensos recursos humanos de todos los
perfiles, haciendo a la Industria más dinámica, más moderna,
llevando el desarrollo a regiones tradicionalmente marginadas,
valorizando tierras, valorizando el ahorro y la pequeña inversión
en propiedad raíz campesina local, valorizando el trabajo de
mucha gente que hoy, para tener mercado y significar mayor valor
agregado, exige el desplazamiento del trabajador a las grandes
ciudades, abriéndole nuevos horizontes a su visión comercial,
influyendo con su sinergia en actividades antes desarticuladas,
estableciendo con su efecto general, la justificación de un amplio
desarrollo de la infraestructura vial, de la infraestructura del
poblamiento y otras, en apoyo del desarrollo social y económico
general.
570
En la práctica, todos esos esfuerzos deben estar secundados por
la formación del consumidor en hábitos de alimentación
saludables. Es un problema que afecta, definitivamente, la
dinámica de la evolución cultural. Pero permitirá, con el tiempo,
la orientación de la industria alimenticia, la refacción de multitud
de platos en bien de la salud pública, sin cambiar apreciablemente
sus características esenciales, y quizás su costo, a medida que
cambia la consciencia del público acerca de sus requerimientos
de salud.
En muchos sectores sociales de nuestro país es notoria la
creciente influencia de patrones alimenticios norteamericanos,
como en el caso de las hamburguesas, de los “perros calientes”,
una inmensa variedad de bombones de chocolate, y de algunos
platos europeos propagados, por empresarios que han logrado
mucho éxito en la comercialización de comidas rápidas en el
mercado urbano, por ejemplo de pastas (de harina de trigo), de los
diversos derivados lácteos, de vinos, de cervezas y licores
diversos, de “pizzas” italianas, de embutidos alemanes, entre
otros, para agregar al repertorio inmenso de platos nacionales y de
países vecinos, como arepas, tortillas, chorizos, productos de
panadería, potajes, tamales, dulces de la más variada especie,
rones, aguardientes, y muchísimos más. Sin embargo, en ese
mundo regido por el gusto, por la tradición y la novedad exótica
de lo desconocido, es necesario introducir en la mente del
consumidor <<un nuevo motivo>> para sus elecciones de comida:
Los requerimientos de su salud.
19,1.2 LA NOCIÓN DEL CONSUMIDOR ACERCA DE SUS
NECESIDADES NUTRICIONALES.
RACIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN,
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA NUTRICIÓN
ÓPTIMA.
El arte culinaria es uno de los productos más apreciados de las
diferentes culturas de la Tierra. Cada región, cada país, cada
aldea, cada comunidad tienen platos que se elaboran de manera
571
especial y singular. Y la mayoría de la enseñanza que se imparte
en esta arte apreciada, se refiere, casi exclusivamente a la difusión
de sus platos en las generaciones nuevas; quizás, algunas escuelas
se especialicen ahora en formar profesionales de la cocina,
“chefs”, y esto se ha realizado partiendo de la primera cocina que
se extendió al exterior, que fue la comida francesa, que es, ni más
ni menos, lo que se considera normalmente cocina internacional.
De la misma manera se han extendido ciertas preparaciones de
comida comercial basada en ciertos platos tradicionales, en
especial de EE. UU. de Norteamérica, donde el servicio de
comida preparada, en serie, se extendió por primera vez, como la
”hamburguesa” y el “perro caliente”, y cuyo consumo se ha
extendido alrededor del Mundo, junto con la Coca Cola, las
demás gaseosas, los helados y otros productos.
Si nosotros elegimos para interrogar a una persona campesina
vecina de una aldea lejana en Colombia, acerca de sus costumbres
de alimentación, con dificultad encontremos en su dieta platos
poco acostumbrados en su aldea, en su región. Si hacemos lo
mismo en la Ciudad, probablemente, en su hogar, le rindan culto a
los platos tradicionales, pero encontraremos, con muchas
probabilidades, que la rutina en la alimentación ha emigrado hacia
el uso generalizado de platos diseñados para ser elaborados y
vendidos en grande escala, y prácticamente, la gente ya come la
mayoría de las veces fuera de casa. A menudo, todas esas clases
de comida se han consumido, ya, desde la infancia, por lo que se
ha forjado ya un hábito del que es difícil desprenderse, y que,
técnicamente, parece ser que es preciso cambiar para modificar
las tendencias en las condiciones de calidad de la salud humana,
que empieza a generar graves problemas de salud, que reduce la
expectativa de vida, y que está reduciendo la capacidad de
mantener en el trabajo el alto rendimiento que, regularmente, se
espera del trabajador.
Al decir de Luigi Gratton: “Muchos educadores en el tema de la
salud ven la tormenta que se aproxima en el horizonte”. Las tasas
de preponderancia siguen incrementándose. Muchos especialistas
en el campo de la salud hablan de un “Tsunami” de enfermedades
572
asociadas a la nutrición, el cual se acerca a todas y cada una de las
naciones desarrolladas. Si las sociedades no responden a este
problema enfrentaremos una crisis de salud global. El problema
no es el peso adicional que cargan muchos seres humanos, sino
las enfermedades asociadas a ese peso extra.
“Los médicos nunca habían visto esto en la medicina. Cada
aspecto de la medicina ha sido afectado, incluyendo la pediatría,
medicina interna, ginecología y obstetricia, cirugía y psiquiatría.
El problema ya está aquí y empeora todos los días. Para aminorar
el golpe de una próxima pandemia mundial [algo mucho peor que
la tragedia de una crisis económica], nosotros como abogados del
cuidado de la salud debemos de tomar algunos pasos básicos en la
dirección correcta. Ya contamos con la medicina más avanzada,
pero esta hace muy poco (por no decir que nada), por este
fenómeno mundial.”…”Por primera vez en la historia de la
humanidad hay más personas con exceso de peso que con peso
bajo”.
“Los antropólogos tienen pruebas concluyentes de nuestra
existencia que data de de cientos de miles de años atrás. Con base
en los restos humanos, los científicos han podido comprender la
talla y forma de los cuerpos de nuestros ancestros. Por ello
sabemos que nunca antes habíamos tenido sociedades obesas. En
las antiguas civilizaciones, nunca tuvimos la abundancia de
alimentos que tenemos hoy, y, en cambio, la naturaleza nos
preparó muy bien para la escasez de alimentos. En términos
sencillos, el ser humano no está bien preparado para la sobre
abundancia de alimentos con que se cuenta en la actualidad. Esa
excesiva oferta de calorías existe en todas partes: tanto en países
desarrollados como en los que se hallan en vías de desarrollo,
tanto en sociedades ricas como entre las pobres. La obesidad no
discrimina. Este desafío lo enfrentan personas de todas las razas,
colores y religión” (Idem. Introducción).
Reiteremos: “La clave consiste en incrementar la consciencia.
Nosotros como sociedad global, tenemos la apremiante necesidad
573
de mayor educación en el tema de la alimentación” (Idem.
Introducción).
El planteamiento de este tema en este trabajo tiene un sentido
semejante al de todos los temas propuestos: ¡Es la invitación seria
de cada lector a un cambio de actitud frente a este reto! No es un
problema de las autoridades gubernamentales ¡Es nuestro
problema! ¡Sus consecuencias económicas van a ser demoledoras
si no actuamos prontamente! Pero no sólo eso: Pandemias como
la del cáncer, ya en pleno auge, van a causar daños enormes
donde las personas amenazadas de muerte pueden ser
irreemplazables. ¡La falta de una madre joven que muere en mitad
de su vida útil no tiene reemplazo para sus hijos, y quizás, para su
esposo!
Nada de eso lo entendemos porque no conocemos, en general,
cuánto cuesta para la empresa que nos emplea, el tiempo que nos
gastamos para hacer fila y respetar un turno cuando estamos
enfermos mientras podemos acceder al servicio médico. Eso tiene
un valor muy abultado en términos monetarios. ¿Y qué pasa
cuando se presentan congestiones en la demanda de servicios?
¡No puede haber solidez en una Sociedad, aunque ésta sea
impecable organizacionalmente, aunque su economía sea muy
sólida, si la Salud de sus integrantes falla por las bases, si es
imposible prever, tanto al nivel individual, al nivel de las
diferentes sociedades humanas, al nivel global, cuál es el
potencial productivo de la persona humana, y si se puede esperar,
dentro de un nivel de probabilidades razonable, que ese potencial
puede ser desplegado, que puede confiarse en su disponibilidad.
La certidumbre al respecto se está desdibujando por momentos,
las expectativas de vida humana han llegado a un punto de
inflexión y empieza a reducirse, pero hay una circunstancia que
ensombrece aún más esa expectativa: Lo hace en condiciones de
salud cada vez más precaria. Los servicios públicos de salud, en
su mayor parte privados como en el caso nuestro, esperan primero
en el lucro y en su sostenibilidad económica, aunque el Estado se
esfuerza y hace presión por ampliar la cobertura de salud a la
totalidad de la población.
574
En parte bajo estas premisas, se trabaja, cada vez con más ahínco
y desde más temprano, a favor de mantener la salud de los
colombianos, comprometiendo todos los recursos médicos a la
mano, pero eludiendo, generalmente, responder por los casos más
costosos, y, manteniéndola cada vez más precariamente, a los
niveles requeridos para que el grueso de la población se
mantengan activa, productiva, y capaz de sostenerse a sí misma,
pero eso no siempre se consigue.
La incidencia, estadísticamente cada vez más contundente,
procedente de estudios de la OMS (Organización Mundial de la
Salud), que denuncia Sergio Cabezas, de nacionalidad chilena,
antiguo empresario de la industria farmacéutica de su país y
miembro de alto nivel de la organización corporativa de Herbalife
Internacional, en seminario de entrenamiento de la organización
corporativa comercial de la Compañía, nos dice de las
correlaciones halladas, entre el desayuno cada vez más
acostumbrado de los niños con cereales soplados, leche y azúcar
(de origen norteamericano), o la ausencia de desayuno en la
mañana, común en estudiantes de secundaria y universidad, en la
incidencia de problemas de diabetes tipo dos en niños de 14 a 16
años, incidencia de problemas cardíacos de jóvenes, entre 25 y 30
años de edad y problemas de cáncer para hombres alrededor de
los 40 años de edad. A ello hay qué agregar el efecto acumulado,
en la madurez y la tercera edad, de las deficiencias nutricionales,
de la falta de una suficiente higiene integral, de ejercicio
suficiente y adecuado durante la vida. Con un colon sano nos
podríamos economizar quizás un 90% de los achaques de salud
que nos hacen solicitar la mayoría de nuestros servicios médicos;
y con ello podrían reducirse un 70% de de las consultas médicas
por las que la gente visita los centros de la salud, todo lo cual
podría prevenirse, simplemente con la práctica de hábitos
saludables de vida, de alimentación y el ejercicio requerido.
Pero estas realidades expresadas en números estadísticos y su
alarmante significado son solamente de dominio científico. El
hombre de la Calle en las grandes ciudades y más aún en el
575
Campo, no tienen ni idea del efecto en su salud de fenómenos
como el aumento de la población mundial, de la adopción de los
diferentes procedimientos técnicos adoptados para los sistemas de
procesamiento, de conservación, de almacenamiento, de
transporte, de comercialización de de los alimentos que se
requieren para su manutención. Sin que lo entiendan, esta
amenaza de muerte y de verdadera pobreza se cierne por doquier,
igual que se han cernido otras amenazas, como las de tipo
violento, las de tipo criminal que se esconden en los pliegues de
la economía productiva, de la política, de los diferentes partidos y
movimientos ideológicos, que caracterizan, cada vez más
decididamente, despiadadamente, nuestro medio urbano, con la
misma hostilidad, con la misma arrogancia, con el mismo desdén
por la vida humana que demuestran sus empresarios y que han
conducido al ser humano a su aislamiento, a su vida solitaria aún
en medio de las multitudes, a su indefensión, a la depresión, al
eclipse de su personalidad a favor, no de una consciencia objetiva
de la Realidad, sino de las exóticas construcciones de opinión
pública que suelen adelantarse a través de las mentiras, de la
ilusiones que se siembran por medio de la Propaganda.
El público heterogéneo que contienen el medio caótico urbano
cosmopolita y el medio campesino con la proliferación de sus
diversas culturas y comunidades, muchas veces enfermo, son sin
embargo, el punto de partida de aquella tarea colosal de
<<“reingeniería”>>, con sus miedos, con sus recelos y con su
perspicacia, hijos de la experiencia del engaño cotidiano, del
atropello a sus derechos, a su opinión, a su independencia, al
irrespeto de su intimidad, quizás, de sus criterios y propias
valoraciones acerca del significado de su entorno, de las
condiciones que cree, éste le impone y de los recursos que cree le
aporta.
Ese significado subjetivo suele ser asumido por aquellos que
asumen la posición de verdaderos enemigos públicos, así sea
solapadamente, en el uso de prácticas de “doble moral”, de mala
fe, de indiferencia e insolidaridad con sus clientes, como
<<justificación>> de la oferta de productos dañinos para la Salud.
576
Pero no solo de eso: Esa oferta se convierte en base de industrias
de carácter maléfico, de estructuras poderosas destinadas a
imponer la prioridad de sus intereses económicos sobre el Bien
Común, así sea desafiando los mismos poderes del Estado,
abrumando a los ciudadanos con “abundancia de mal”,
aportando el mayor mal que un medio caótico, en cabeza de los
empresarios del Mal cada vez más organizados, puede causar al
Hombre, como es no permitirle opción de redención, sino de
mantenerlo, con engaños y seducciones, y aún con amenazas,
sumiso como proveedor de renta, dispuesto a ser explotado,
reducido a la nada, como fuente de enriquecimiento, cuando no
despojado de su propia vida.
Los efectos de esa manipulación del carácter de la gente tienen
qué ser tenidos en cuenta a la hora de emprender una tarea de
información veraz, del emprendimiento de una tarea destinada a
ofrecer otras opciones de redención a la gente, y, a pesar de los
esfuerzos, esos antecedentes gravitarán alrededor de la empresa
perjudicándola y marcando el grado de dificultad en la ejecución
de su magna tarea.¡Sin embargo no hay otra alternativa que
emprenderla con la paciencia, la decisión y el tacto que esa
situación exige. La Obra de la Creación no es obra de un día. ¡Por
lo que sabemos ha durado, hasta ahora, unos 13.200 millones de
años!
Dada la dinámica propia asumida por los gestores de la economía
alimentaria en las naciones occidentales, dado el desdén que el
cuidado de la salud de los clientes les merece ante la oportunidad
de una buena ganancia, el problema de aclimatar socialmente
cualquier plan de “alimentación funcional”, es decir, que cumpla
lo que, científicamente parece haberse encontrado, que la salud
sea la razón de ser de la acción de “comer”, -<<acto interactivo
con el Medio>>-, en el cual el ser humano, como cualquier otro
ser vivo, <<elige, escoge, ingiere, lo que sabe, le beneficia, y
desecha, arroja, se aleja de lo que sabe le perjudica>>, entre
todas las “ofertas” que ese medio pone a su disposición, se ha
convertido en una tarea bien difícil. Se ha transformado, no
solamente en una tarea de educación, de enseñanza y aprendizaje,
577
sino en una tarea de lucha, incluso de alta tecnología militar y
policial, para contrarrestar a las estructuras delictivas dispuestas a
irse contra todos los poderes sociales para imponer su ley al orden
social. Se va a transformar en una tarea de disuasión, para
desanimar a aquellos que no tienen buenas oportunidades, dentro
del Orden, a una vida digna, para que eviten tomar el camino del
Crimen. Se ha transformado en una tarea de reingeniería del
mismo Orden, para buscar nuevos espacios económicos que
ofrezcan nuevas oportunidades de trabajo en la vasta tarea de
alimentar correctamente al mundo.
Dentro de ese contexto, es inquietante ver, cómo dentro de
nuestra Cultura enfocada casi exclusivamente en el Lucro, y sin
otra fuente visible de inspiración, la codicia fomenta febrilmente
en medio de la confusión general, industrias inmensamente
destructivas y alienantes, como, las de sustancias llamadas
“psicoactivas”, destinadas a “sedar” el cuerpo y la mente,
duramente sometidos al estrés a los que el ambiente hostil y
enrarecido de la sociedad actual nos somete, sólo motivada por la
búsqueda del poderío que la acumulación de fortuna en ese tipo
de industrias y sus estructuras, puede otorgar, pero que, sabemos
ya según testimonios dramáticos, se dilapida y nadie llega a
disfrutar en realidad.
Respecto de este trascendental tema, fue publicado en el
periódico capitalino El Tiempo el domingo 15 de febrero del
2009, un aparte sobre la declaración de la Comisión
Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, firmado por un
importante grupo de hombres públicos de América Latina, en que
proponen que se abra un debate respecto de las políticas puestas
en práctica por Estados Unidos, por Colombia y otros Estados
Latinoamericanos, en su lucha contra la Industria de las Drogas
los últimos treinta años. Siguen algunos apartes del texto:
“La violencia y el crimen organizados asociados al tráfico de
drogas ilícitas constituyen uno de los problemas más graves de
América Latina. Frente a una situación que se deteriora a cada día
con altísimos costos humanos y sociales, es imperativo rectificar
578
la estrategia de “guerra a las drogas” aplicada en los últimos
treinta años en la región.”…
“Asistimos en las últimas décadas a:
“Un aumento del crimen organizado tanto por el tráfico
internacional como por el control de los mercados domésticos y
de territorios por parte de los grupos criminales;”
“La criminalización de la política y la politización del crimen, así
como la proliferación de vínculos entre ambos que se refleja en la
infiltración del crimen organizado en las instituciones
democráticas.”…
“El modelo actual de política de represión de las drogas está
firmemente arraigado en prejuicios, temores y visiones
ideológicas. El tema se ha transformado en un tabú que inhibe el
debate público por su identificación con el crimen, bloquea la
información y confina a los consumidores de drogas a círculos
cerrados donde se vuelven aún más vulnerables a la acción del
crimen organizado.”
“Por ello romper el tabú, reconocer los fracasos de las políticas
vigentes y sus consecuencias es una condición previa a la
discusión de un nuevo paradigma de políticas más seguras,
eficientes y humanas.”
“Eso no significa condenar en bloque políticas que han costado
enormes recursos económicos y el sacrificio de incontables vidas
humanas en la lucha contra el tráfico de drogas. Tampoco implica
desconocer la necesidad de combatir a los carteles y
traficantes.”…
“La política de europea de focalización de la reducción de daños
causados por las drogas, como un asunto de salud pública,
mediante el tratamiento de los usuarios, se nuestra más humana, y
eficiente. Sin embargo, al no dar prioridad a la reducción del
consumo, bajo los argumentos de que las estrategias de reducción
579
de daños minimiza la dimensión social del problema, la política
de los países de la Unión Europea mantienen intacta la demanda
de drogas ilícitas que estimula su producción y exportación a
otras partes del mundo”.
“La solución a largo plazo para el problema de las drogas ilícitas
pasa por la reducción de la demanda en los principales países
consumidores. No se trata de buscar países culpables por tal o
cual acción u omisión pero si de afirmar que Estados Unidos y la
Unión Europea son co-responsables de los problemas que
enfrentamos en la región, pues sus mercados son los mayores
consumidores de las drogas producidas en América Latina.”
“Es deseable, por ello, que apliquen políticas que efectivamente
disminuyan el nivel de consumo y que reduzcan
significativamente el tamaño de ese negocio criminal”.
“Considerando la experiencia de América Latina en la lucha
contra el tráfico de drogas y la gravedad del problema en la
región, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia
se dirige a la opinión pública y a los gobiernos de América
Latina, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional
proponiendo un nuevo paradigma sustentado en tres grandes
directrices:
- Tratar el consumo de drogas como una cuestión de salud
pública.
- Reducir el consumo mediante acciones de información y
prevención.
- Focalizar la represión sobre el crimen organizado.
Esa declaración ha sido firmada por: César Gaviria de Colombia,
Ernesto Zedillo de México, Fernando Enrique Cardozo del Brasil,
Enrique Santos Calderón de Colombia, Antazas Mockus de
Colombia, Mario Vargas Llosa del Perú, Moisés Naím, Sergio
Ramírez, Paulo Cohelo, Eloy Martínez, João Roberto Marinho,
Ana María Romero de Campero, Diego García Sayán, General
Alberto Cardoso, Patricia Marcela Llerena y Sonia Picado.
580
19.1.3 LAS TENDENCIAS ECONÓMICAS
EN LA EVOLUCIÓN DE LA DEMANDA.
LA NUEVA CONSCIENCIA DEL BIENESTAR.
Los empresarios norteamericanos, cuyo nivel de consciencia
acerca de las tendencias económicas globales los hace líderes en
el Mundo en la visualización del futuro económico, han analizado
el tema de la Demanda, suscitado alrededor de un fenómeno
nacional suyo y que lo asocian al regreso de los soldados, luego
de la Segunda Guerra Mundial a sus hogares: La generación de
los “Babies Boomers” . Uno de ellos es Paul Zane Pilzer,
economista asesor (fuente: Seminarios de entrenamiento de la
organización comercial corporativa de Herbalife Internacional).
Se treta de un sector infantil nacido después de la Guerra, cuyo
seguimiento ha mostrado cómo su influencia predominó
singularmente y cómo movió la demanda local en sus diferentes
épocas, de la industria de pañales, de propiedad raíz, de la
industria automovilística, de la industria de electrodomésticos, de
la de implementos electrónicos, como computadores, celulares,
etc., y, últimamente, las llamadas industrias del Bienestar, éstas
últimas relacionadas con los “spa”, la cirugía estética, los
suplementos nutricionales y muchas empresas relacionadas. Para
entender la influencia de esta generación de hombres, que hoy
están entre los 50 y los 60 años, puede decirse que, siendo un
30% de la población actual norteamericana, sus ingresos
representan un 50% del PIB del país.
Es obvio, que, si bien este conjunto de consumidores afecta a la
economía norteamericana, no tiene que afectar, de la misma
manera, a otras economías planetarias. Sin embargo, ha servido
de guía a muchos empresarios que se inspiran en esas tendencias
para prospectar sus actividades y negocios conforme a ella,
introduciendo, lo que podría ser paradójico, toda una estructura de
empresas encaminadas a solucionar los problemas de salud que,
581
desde su ingreso a otras economías, ha generado la industria de
“comidas rápidas”.
Es importante esta consideración, ya que, la industria
norteamericana, en particular y la occidental (incluida la europea)
en general, están influyendo decididamente en los hábitos
alimenticios, cambiando muchas costumbres de nuestra tradición
culinaria, teniendo en cuenta, que, la influencia de la Ciencia y
sus descubrimientos en el tema de la nutrición, pueden provocar
otros cambios, todavía más revolucionarios en la forma de
alimentarse, corrigiendo además, no sólo los hábitos alimenticios
importados, que nos están causando graves problemas de salud,
sino los hábitos alimenticios tradicionales, permitiéndonos
aprovechar mejor y más eficazmente, de cada origen, aquellos
recursos culinarios de que disponemos
19.1.4 NECESIDAD PARA EL EMPRESARIO, DE
CONOCER ACERCA DE LOS REQUERIMIENTOS
NUTRICIONALES DE SUS CLIENTES
Esta no es solamente un manera de distinción de las industrias
bien intencionadas de alimentos. Con el tiempo puede ser una
manera de distinguir entre la industria alimentaria comprometida
socialmente, y las que caracterizan al crimen organizado y sus
propósitos.
De los ajustes en la calidad de los alimentos que ofrezca la
Industria del sector, depende, en su mayor proporción, la
consolidación de la estructura social, de la Sociedad, de su
sostenibilidad, de su enriquecimiento. Es por lo tanto, una
responsabilidad que nos toca a todos, que nos beneficia a todos.
Para que ello llegue a ser una realidad, es preciso un esfuerzo de
la Academia, del Estado, de la Empresa Privada, en conjunto,
para la capacitación, para la organización, para la aclimatación de
una visión global, integral, del problema de alimentar a la gente;
es preciso estar en capacidad de evaluar, al nivel social, con
mayor detalle, la situación general de salud; determinar las
582
dimensiones del problema a solucionar con la planificación de
los programas de apoyo a la Salud de las instituciones que
manejan la salud publica y verificar las posibilidades globales de
las empresas comprometidas hoy con los problemas de la higiene,
de la nutrición y del ejercicio con fines terapéuticos y de
prevención de enfermedades.
19.1.5 EL AJUSTE DE LA OFERTA INDUSTRIAL DE
ALIMENTOS
CON LOS REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DEL
CONSUMIDOR
El ajuste de la oferta industrial de alimentos está representando
hoy un reto muy diferente al que enfrentaban anteriormente las
comunidades para encontrar fuentes adecuadas de sustento, de
alimentación. Ese reto tiene qué ver, en cada circunstancia que se
presenta, por la forma como las diversas personas son presionadas
por el Caos en cada medio social en que viven o están situadas, o
viceversa, por la forma en que las personas que logran “salirse”,
descollar, de alguna manera del conjunto humano, presionan al
Común.
El manejo tradicional de esa problemática se da, entre nosotros, y
al nivel de nuestra cultura política, en torno a las llamadas
ideologías políticas, totalmente excluyentes una de otra, y en
torno a los conflictos que entre ellas se han suscitado. Así,
vivimos desde mediados del siglo XIX, el conflicto entre el
individualismo burgués, y el colectivismo socialista, principios
antropológicos relacionados, más que con esos conflictos, con el
ambiente íntimo generado por el papel asignado al individuo y al
colectivo en las diversas culturas de la Tierra y su historia. Hoy
conocemos este conflicto, en su planteamiento entre
“capitalismo” y “comunismo”, como ideologías contradictorias.
Pero no podemos olvidar, aparte de ese conflicto y de los cuerpos
culturales representados en esos dos modelos de pensamiento
teórico, que ambos tienen también el significado de modelos
organizacionales de aplicación práctica al nivel técnico, de
583
ninguna manera conflictivos, tal como se aplican entre nosotros,
según el Derecho Privado, en las actividades de carácter privado
por “individuos” y en las actividades que llamamos “solidarias”,
según las normas del Derecho Cooperativo. En el ejercicio de
construir estructuras solidarias para restablecer el equilibrio de
poderes entre distintas opciones de trabajo emprendedor e
intercambio social, entre individuos y conjuntos u organismos
constituidos por ellos, por ejemplo, es importante considerar el
valor práctico de la conveniencia de los objetivos técnicos a
alcanzar, no del “triunfo” apabullante y excluyente de un modelo
ideológico sobre el otro, por razones políticas, generalmente poco
realistas.
Como decíamos, no es sólo educar, enseñar, formar. Hay qué
oponer con un frente complejo de acción a una verdadera
“tsunami” de mentiras, de engaños, de irresponsabilidad, de
presiones, generadora de malos hábitos de consumo, de
corrupción en las diferentes esferas de la vida pública, de
poderosas estructuras capaces de sinergias negativas, sujetos a
intereses, a poderes a veces escondidos dispuestos a combatir a la
Sociedad para imponerse ellos.
Colombia ha tenido que enfrentar su propio reto y ese reto le ha
significado un enorme sacrificio económico, social, en general,
humano, en una lucha frontal contra la subversión y contra los
poderosos grupos de paramilitares que se enriquecen con el
tráfico de drogas y montan, incluso, grandes imperios financieros
y territoriales con desmedro de la suerte del pueblo colombiano.
El “Narcotráfico”, como lo llamamos, se basa en la afirmación de
un “derecho” que, alguien dice tener, que no considera materia de
discusión, que defiende, incluso, a la fuerza, contra cualquiera que
se oponga, así sea el Estado, que en el mejor de los casos, en los
términos, al menos de los grupos subversivos, se vuelve objetivo
militar “accesible” de la “lucha revolucionaria”, siempre que su
poder pueda ser neutralizado, eclipsado, y en el peor de los casos,
víctima de la penetración de sus instituciones, de la usurpación de
los “derechos ciudadanos” que se desdibujan, que desaparecen, de
su parálisis y “desactivación”, y entonces, todo el establecimiento
584
social se “hace el de la vista gorda” frente a las irrupciones de los
grandes potentados de un nuevo capitalismo criminal, que intenta
establecer, con base en el comercio de drogas ilegal, su propio
todo poderoso Imperio económico.
“En Colombia, las FARC, las fuerzas revolucionarias, por mucho
el más poderoso de los carteles de las drogas, tradicionalmente
explotan la droga en nombre del marxismo y administran un
cuasiestado, en cambio las milicias fascistas denominadas
“paramilitares”, organizadas como un ejército, a veces, cuando no
obran con su complicidad, les libran una guerra sin cuartel a
espaldas de un ejército muchas veces “ausente” en detrimento de
la gente del común, que se encuentra, regularmente, atrapada
entre dos fuegos…” ¡Por fortuna, esa suerte ha sido superada
sustancialmente, aunque no totalmente en Colombia, y la Nación
ha tomado consciencia, muy claramente de esto!
¿Quién mata mejor? ¿A manos de quién es preferible morir? ¿De
los fascistas o de los guerrilleros marxistas? Los campesinos de
Quebrada Naín [situada en el Alto Sinú al sur de Tierralta
(Córdoba)] aún discuten el asunto. Hace un mes (año de 2002)
fueron los primeros, los paramilitares de Carlos Castaño, quienes
llegaron al pueblo y asesinaron a 20 personas “sospechosas” de
colaborar con la guerrilla marxista. Ocho días más tarde fueron
los de la guerrilla, es decir de las Farc o Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, quienes aparecieron y que so
pretexto de que los sobrevivientes no habían resistido lo
suficiente, o que, inclusive habían fraternizado con el enemigo
mataron otras 10”…..””¿Por qué?”, pregunta Manolo [uno de los
3 sobrevivientes varones de la doble matanza que regresan al
pueblo a recoger lo que queda de sus enseres, acompañados por el
autor de este artículo de prensa: “Es bueno para nosotros que
venga un gringo; les impedirá caernos encima”, erguido e inmóvil
en lo que fue su casa, a la cual la humedad, el polvo y la fuerza de
la vegetación ya empiezan a devorarle los muros, a podrirle el
techo, a desnivelarle el suelo de tierra pisada. ¿Por qué vinieron
aquí? ¿Por qué hicieron esto? Aquí en Quebrada Naín, nunca
supimos nada de violencia….”. Y se siente en el tono cansino,
585
canturreante, de su voz, que estas preguntas lo rondan día y
noche, invariables, desde hace meses”. “Por culpa de los narcos,
responde Juan [otro de los 3 sobrevivientes], en el mismo tono,
mientras lleva una pica oxidada en una mano y una bacinilla
esmaltada en la otra. Parece que van instalar una “cocina”, una
planta de procesamiento de coca. Y no quieren que quedara nadie
por aquí.””… (Bernard Henry Levy. Artículo de prensa publicado
en Le Mond y objeto de un artículo de Semana en junio 12 del
2001)…”“¿Sabe qué es lo que más le molesta a los
norteamericanos? Que la coca es un recurso natural, que hace
parte del patrimonio nacional, y que en un mercado mundial en el
cual todas las materias primas padecen la ley del hierro del
intercambio desigual y bajan inexorablemente de precio, la coca
es la única cuyos precios se sostienen” (Bernard Henry Levy. El
mismo artículo de prensa, comentario citado por el autor de “Iván
Ríos”, dado de baja a mediados de 2008 por uno de sus
lugartenientes en Antioquia, en entrevista en la “zona de
distensión del Caguán” en el año de 2001 con el filósofo francés).
Ese relato patético, por fortuna de una época superada por las
actuales autoridades colombianas, aunque de ninguna manera por
completo, nos muestra las dimensiones de las presiones que
tendrán que ser superadas para que el futuro de todo un pueblo,
como el nuestro, pueda ser despejado, pueda ser presupuestado,
diseñado y desarrollado, sin demasiado riesgo, sin riesgos
insuperables.
El problema de que sea establecida para una nación, para una
región, para el mundo entero, la oferta de una Industria de
alimentos, apoyada en los requerimientos nutricionales del
Hombre, es una tarea de proyecciones históricas, de proyecciones
políticas, es cosa que atañe a la Civilización, a la Cultura, es cosa
de tomar consciencia, de reducir, de vencer a todas las fuerzas
opositoras de esta empresa, lo cual no significa vencer a las Farc y
a los paramilitares simplemente; hay que vencer al Caos, a
nosotros mismos, crecer, salir de este inframundo infernal para
ascender a un nuevo mundo real, hay que vencer a nuestra
indiferencia, a nuestra insolidaridad, incluso a todo aquello que
586
nos induce a la comodidad, al confort, especialmente cuando
aquellos dramas de la vida real no pertenece a nuestra
experiencia particular; ¡hay que unirnos! Es seguro que, sin que
lleguemos a entender cómo, nuestro entorno caótico terminará
condicionando nuestra vida, aprisionándonos en sus fauces,
reduciendo dramáticamente nuestra visión, neutralizando en
nosotros toda posibilidad de reacción. Esa lucha se sale del marco
de las luchas clásicas de la Historia; por un territorio, por unos
tributos, por unos títulos, por unos derechos, como ocurría en
todo el Mundo hasta la Primera Guerra Mundial, por la
reivindicación de una clase social “proscrita” o que toma
consciencia de sí, de un ideal, por la liberación política de
pueblos antaño sometidos a otros. Es una lucha, “cuerpo a
cuerpo”, en profundidad, para poder ser nosotros lo que podemos
ser plenamente, íntegros, para poder darnos como queramos, sin
otros límites que los que nos impone nuestra propia naturaleza.
Colombia ha estado dando la Batalla en todos los frentes casi
sola. El sacrificio es inmenso. México la empieza a dar desde
diciembre del 2006. En los dos primeros meses del año 2009 van
más de 1000 muertos en esa lucha. Estos días han sido detenidos
en la “Operación Limpieza” 25 funcionarios corruptos, del
Gobierno Mexicano, en una tarea de depuración del Estado en su
lucha contra los carteles de la droga (El Colombiano viernes
veintisiete de febrero de 2009. P 11ª). El fiscal general de E. U.
Eric Holder, anunció ayer el arresto de 755 personas vinculadas al
cartel mexicano de Sinaloa y la incautación de 23 toneladas de
droga en la operación Xcellerator que duró 21 meses. “Ayer
fueron arrestadas 52 personas en California, Minesota y
Meryland. Este cartel es conocido como la mayor organización de
narcotraficantes de México y es reconocida como responsable de
traficar con toneladas de drogas mediante la utilización de células
“distribuidoras” repartidas en todo el país y Canadá (El
Colombiano, jueves 26 de febrero del 2009 p 12ª).
La anterior es una muestra de la magnitud del reto, de los
intereses que allí están involucrados, y de la necesidad del
587
compromiso total de la Sociedad, para resolver un problema por
el que, muchos Estados del Mundo no se consideran afectados.
Un trabajo que está por hacerse algún día, es verificar las pérdidas
humanas y la carga social representada en la reducción de la
capacidad productiva de aquellos que padecen malos hábitos
alimenticios, que se han vuelto adictos al alcohol, a la marihuana,
y a otros productos psicoactivos, y que, finalmente, los conducen
a la incapacidad parcial o total para defenderse por sí mismos, y
finalmente a la muerte prematura. La Ergonomía podrá ser una
disciplina aplicable en aquella urgente tarea de evaluación.
No sólo la Naturaleza ha invertido miles de millones de años para
prepararse y producir una especie como la nuestra, la cual, ni
siquiera en el mundo “artificial” de hoy es plenamente
autodidacta. El esfuerzo de los padres, por generaciones, para
procrear y apoyar en su desarrollo a los hijos para que logren ser
seres humanos íntegros, tiene un valor indiscutible y evaluable,
perfectamente en términos ergonómicos. Y a veces, la falta de una
visión suficientemente amplia y profunda, hace que,
inocentemente, todas esas contribuciones a la estructuración de
una personalidad humana plena se desconozcan. Es allí donde se
nota el requerimiento de una mejor implementación técnica para
establecer políticas integrales de acción en la defensa del ser
humano, tanto en su sentido individual, como en su sentido social.
Es allí donde se hace urgente que aprendamos a valorar la vida
humana, muy particularmente aquellas vidas de cuyo desempeño
se deriva la plenitud de desarrollo de multitud de seres humanos,
como son las vidas de padres y madres de familia de todas las
edades.
Toda esa lucha, que parece para nuestras naciones, en el mundo
del siglo XXI, de unas dimensiones colosales, diverge
estratégicamente, como decíamos, de los ideales de la lucha
política destinada a la dominación de nuevo territorio, al control
de pueblos enteros para controlar su economía, para apoderarse de
su producto, disponer mejor del caudal de su tributación, como es
el caso de los Imperios, de alcanzar el poderío hegemónico, la
588
toma del Poder, como suele ocurrir en nuestras luchas electorales,
etc. Uno de los logros de esa lucha debería ser, el poder allanar la
vía para el establecimiento, entre otras, de una economía, de una
Industria de alimentos funcional, sana, limpia; el poder evitar el
desperdicio de grandes inversiones de capital, de grandes caudales
de trabajo, de colosal desarrollo estructural, de ahorro, en
empresas netamente perjudiciales y destructivas.
Todo el tema sobre el cual venimos reflexionando nos conduce,
necesariamente, a que nos enfoquemos sobre uno de los sentidos
que tiene la Sociedad, si se quiere, desde el punto de vista de los
requerimientos de abastecimiento, quizás en términos de los
abastecimientos primarios; un sentido que está presente en la
mente de los más humildes de los hombres, que obedece al
imperativo más elemental de su vida, que movió a la estirpe
humana desde que ni siquiera pudiera ser diferenciada y, aún,
clasificada dentro del grupo de los primates, un sentido que
caracteriza a uno de los instintos básicos de conservación: el
sentido gregario.
Está claro que el asegurar el abasto para los requerimientos
cotidianos de vida no es el único objetivo de su tendencia a
establecer nexos, relaciones con sus semejantes. La cultura
humana es ya una empresa suficientemente compleja para que
muchos espíritus se “pierdan” en sus vericuetos, e, incluso,
atenten, saboteen, el trabajo que muchos procuran hacer bien para
asegurar la supervivencia y el desarrollo de la Especie. A pesar de
todo, podemos comparar a las sociedades modernas con los
primitivos grupos de cazadores en actitud de ayudarse
mutuamente para asegurar su presa. Era verdaderamente un
trabajo de equipo, y la fortaleza del Grupo no era una sumatoria
del aporte de todos. Era verdaderamente más que eso. Para el
efecto era un organismo nuevo, una nueva “totalidad” que
trascendía al individuo, en que la conjugación del trabajo de cada
uno, en total, daba mucho más. Allí nació el “espíritu de grupo”,
un poco más allá del sentimiento de la sangre común. De esa
manera la relativa debilidad física de los hombres, frente a
individuos o grupos mucho más poderosas que ellos,
589
considerados individualmente, quedaba superada,
definitivamente.
19.2.0 LA SALUD A PARTIR DE LA BUENA NUTRICIÓN.
Cuando hablamos de Salud, lo hacemos en todos los sentidos,
salud física y salud mental, plenitud espiritual, no sólo salud,
plenitud espiritual para los privilegiados, sino para todos. Esa es
la mayor de las riquezas posibles. Eso se hace casi imposible en
un medio social caótico donde en cualquier parte irrumpen la
agresión, donde se siente el efecto, en cada uno de nosotros del
ambiente hostil que reina en el medio social, haciendo del
concepto de Sociedad, realmente la expresión, no de una realidad
sino de una aspiración, de un sueño, de una utopía humanos.
Es muy importante cambiar el “cuadro” de las ofertas de comida
que nos nutre, como de otras substancias diversas que entran en
contacto con nosotros a través del intercambio social, y que nos
ayudan de alguna manera a resolver nuestros problemas de
suministro básico, para mantener sano y limpio el ambiente donde
nos movemos con nuestro cuerpo; sano y estimulante el ambiente
que sirve de contexto a nuestra vida interior, sanas y estimulantes
las relaciones sociales que podemos emprender, el futuro que
podemos visualizar, los objetivos en que podemos invertir
nuestras energías. Y dentro de este conjunto, nuestro propósito
central una buena nutrición, teniendo la consideración, de que no
es eso sólo, sino parte, claro está muy importante, de la solución
integral en la búsqueda de una vida plena.
La estructuración gremial, el establecimiento de instituciones de
entrenamiento y capacitación, son también parte de los elementos
de una solución global, enmarcados en todo un contexto de
trabajo, instituciones, acciones, destinadas a cubrir el espacio de
las labores, cuyo conjunto es capaz de asegurar el éxito de la
empresa.
19.2.1 PRESUPUESTO DE VIDA,
590
RENDIMIENTO OCUPACIONAL,
REQUERIMIENTOS DE SERVICIOS DE SEGURIDAD
SOCIAL
Dentro de márgenes suficientemente seguros, es posible
presupuestar la duración de la vida, el rendimiento ocupacional, y
el requerimiento de servicios de seguridad social para superar las
dificultades imprevistas que nos puedan asaltar en un momento
dado. Esos presupuestos deben servir para proyectar las
capacidades y potencialidades productivas de las distintas
poblaciones humanas en sus distintos hábitats y medios sociales,
lo cual puede servir de referencia para establecer la diferencia con
los logros actuales.
Uno de los desafíos, hoy, es el de poblar regiones de nuestro
planeta que son insalubres, malsanas, pero que pueden representar
un recurso cada vez más deseable, para resolver ciertos problemas
de congestión en ciertas ciudades y campos. De igual manera,
probablemente ya a más largo plazo, se plantean los ingenieros, la
posibilidad de tomar en serio sus proyectos de poblar otros
mundos, como Marte y quizás otros planetas o sus lunas,
estableciendo en ellos poblaciones independientes. Ello
difícilmente podrá tener un suficientemente fuerte soporte para su
realización en el desgreño económico y en el desperdicio ingente
de fuentes de energía que pueden resultar inusitadamente
costosos. En otras palabras, necesitamos trabajar en reducir el
desperdicio de energía para lograr bajar suficientemente el costo
de sustentación de nuestro mundo humano. Y eso significa
también aprovechar, al máximo, el recurso humano real con el
cual contamos.
Cuando hablamos de presupuestos de vida estamos hablando de
los requerimientos de recursos para sustentar una forma de vida
plena. Plena con referencia primero a unas expectativas de vida
realistas, segundo a los requerimientos de un nivel de vida
determinado. Cuando se piensa en esto, es apenas juicioso caer en
cuenta del costo económico de todo el andamiaje simbólico que
se construye hoy al nivel material, solamente para “afirmar”
591
socialmente nuestro estatus social, con el lujo “inútil”, con el
derroche que ello puede representar de recursos necesarios, de
trabajo necesario, para que otros puedan disponer, al menos de
mejor alimentación, de mejor cobijo, de mejor vestido. Nosotros
podemos intuir la diferencia, entre los niveles de vida de hoy y la
vida típica entre pueblos, por ejemplo de la Edad del Hierro, de la
Edad del Bronce, de la Edad de Piedra. Aunque en aquellos
tiempos ya se dan modelos de vida cotidianos que se conservan
en los estratos más populares de las sociedades “desarrolladas” de
hoy, quedan por considerar los elementos sociales de hoy que le
sirven de <<respaldo>> a los seres humanos de hoy para prevenir
los accidentes, las enfermedades, y otras dificultades, cuyos
efectos tenían que ser sufridos pacientemente sin las posibilidades
de considerar siquiera soluciones que hoy están a la mano. Esas
soluciones, por ejemplo, nos las proporcionan la Medicina, las
instituciones educativas, la tecnología, la Industria, las diferentes
actividades de intercambio, las actividades de financiación, de
aseguramiento, las autoridades estatales, el resto de la Sociedad,
entre muchos otros nuevos recursos, con los que antes no contaba
el Hombre.
Dentro de esas consideraciones, es importante hablar de eventos
muy significativos que tienen qué ver con la expectativa de vida
humana, que son verdaderos hitos en términos de las
posibilidades de vida que han sido abiertos cuando logran ser
superados ciertos paradigmas físicos que las limitaban de alguna
manera.
El descubrimiento de la crianza y pastoreo de animales, del
cultivo de especies de plantas útiles, abrieron un mundo nuevo
que, limitó la libertad humana en unos aspectos pero la abrió en
otros; los antropólogos calculan que los desequilibrios
nutricionales que aquellos descubrimientos produjeron, tuvieron
que ver con una reducción media de la talla la Especie, de unos
10 centímetros; en Mesopotamia y Egipto, parece, se conocen,
por primera vez, los síntomas del sobrepeso y las primeras
consecuencias; sin embargo, el número de personas que podían
sustentarse se incrementó sustancialmente. Igualmente el
592
descubrimiento de los metales, de la Industria tal como la
conocemos hoy, el éxito alcanzado en la lucha contra las
infecciones, el camino que ha asumido hoy la tecnología de la
nutrición, y las expectativas que plantea la manipulación del
genoma humano, nos muestra un futuro que no podemos ni soñar.
Para entender un poco lo que nos espera veamos algunos aspectos
relacionados con los cambios en las expectativas de vida humana
de hoy respecto de lo que, según ha podido dilucidarse, era en
distintas épocas anteriores.
En un espacio virtual de Google, que se llama el “Opinador
Compulsivo” aparece la siguiente información acerca de las
expectativas de vida en la Historia:
Para el hombre del Paleolítico, 35 años de vida
Para el hombre del Neolítico y la Edad del Bronce, 20 años
Para Grecia, Roma (y probablemente la mayoría de los pueblos
contemporáneos civilizados), 25 años
Para la Edad Media y Moderna, 30 años (gente con guita 70)
Inicios del Siglo XX, 35 años
Inicios del siglo XXI 66 años (el salto empieza con el
descubrimiento de los antibióticos, por sir Alexander Fleming
(1881 – 1955), médico inglés, y sus colegas Chain y Florey, en
1928, por lo cual ganó el premio Nobel de Medicina en 1945).
En la actualidad se trabaja arduamente para correr esa frontera de
66 años, habiéndose logrado resultados antes inimaginables. Ya
se tiene en la mano una nueva frontera en la vida humana, de
acuerdo con experimentos y observaciones que comentaremos en
seguida. Parece ser posible que podamos tener expectativas muy
fundadas para una vida muy probable de unos 120 años. A partir
de la manipulación genética, aunque por ese camino se pasa por
senderos demasiado blandos e inseguros, ya se ha logrado
multiplicar por 6 la vida de cierto nematodo. Haciendo una
interpolación que acostumbran a hacen los científicos, sabiendo
que ello implica que no se puede desconocer la necesidad de
investigaciones muy profundas y mucho más amplias, que en un
período relativamente corto de tiempo, son muy difíciles de
593
completar, si no queremos producir alteraciones indeseables,
podríamos llegar a los 500 años de vida y más. Como se ve, las
perspectivas de afirmación y prolongación de la vida humana
puede mostrarnos un mundo muy diferente del actual, donde los
conflictos y los problemas que por este concepto se susciten, para
la Humanidad, difícilmente los podemos imaginar.
Por el momento apreciemos la visión que nos muestran algunos
científicos que se ocupan del tema, esa sí, mucho más práctica, y
que podría servir para fundamentar un presupuesto de vida, de
requerimientos de seguridad y un programa de servicios médicos,
y de seguridad social acorde con ellos, de amplio (ojala total)
cubrimiento.
Según datos tomados de la “Biblioteca Digital Grupo Clarín.
Darío Olé, diario La Razón, Ciudad Internet. Copyright 1996 –
2009 Clarín. Com., vemos lo siguiente:
El Dr. Alberto Boveris, científico argentino, investigador del
Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(Conicet) y profesor de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de
la Universidad de Buenos Aires, cita a Jean Calmet, una francesa
nacida en el siglo XVIII que vivió 122 años. Es un objetivo de la
medicina actual, pero hacerlo de manera saludable. “Vivir más y
mejor es el más antiguo anhelo de la Humanidad”.
La lucha contra las infecciones elevó la expectativa de vida de 50
años a 80 años en el siglo XX, los nuevos avances de la medicina
prometen seguir empujando la frontera.
En Argentina, donde la esperanza de vida llega a los 76 años y
saludable sólo hasta los 68 años, un 10% de ésta, como se ve, no
es algo completamente deseable. Hitzig, autor del libro
“Cincuenta tantos”, en Japón con una esperanza de vida de 76
años y una vida saludable de 74.5 años, solamente entre 1% y el
2% de la vida no es saludable.
594
Para el Dr. Boveris, la idea de llegar a una expectativa de vida de
120 años es un sueño al alcance de la mano. El secreto para él está
en la combinación de 3 factores:
Buena alimentación rica en vitaminas.
Ejercicio físico moderado.
Actividad neurológica.
Primera clave:
Boveris se basa en experimentos con técnicas de biología
comparada con ratas y ratones. Ellos que viven 18 meses llegaron
a vivir, con las prácticas recomendadas arriba, 24 meses, o sea un
25% más. Interpolando con el ser humano que vive casi
normalmente de 80 a 90 años, la expectativa de 120 años.
¿Por qué envejecemos? Es el resultado de un proceso complejo de
interacciones, que incluyen desde la carga genética hasta los
factores que aporta el Medio Ambiente. Desde que nacemos
incorporamos a nuestro organismo productos tóxicos altamente
dañinos: Los productos de la polución industrial, el tabaco, la
radiación de todas clases, los medicamentos, los adictivos
químicos de los alimentos procesados, los pesticidas y otros, que
crean en el torrente sanguíneo y en el interior de los órganos y aún
de las células, <<radicales libres>> que son moléculas inestables
altamente reactivas que tienen la tendencia a “fijan” muchos
“cuerpos extraños” como ciertos compuestos perjudiciales, virus
etc. Entre el 1% y el 3% del oxígeno que respiramos incorpora, al
organismo, radicales libres que matan nuestras células. Producen
lo que se llama <<estrés oxidativo>>, explica la Dra. Susana
Puntaruelo, investigadora en envejecimiento celular de la
Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos
Aires y el Conicet.
¿Cómo frenar el efecto de los radicales libres? Con
<<antioxidantes>>. El organismo los produce y los incorpora a
través de alimentos ricos en vitaminas E y C. “La clave es
consumir al menos <<cinco porciones diarias de frutas y
verduras>>” dice Boveris. Se recomiendan amarillas, naranjas y
595
rojas, que tienen betacaroteno (precursor de la vitamina A y es un
potente antioxidante natural) El científico también habla de las
bondades del aceite de oliva, el vino tinto, y el pescado. Advierte
que las mujeres mayores de 40 años y los hombres mayores de 50
años deben comer diariamente comprimidos de vitaminas E y C.
La Dra. Ana Nvarro, española, profesora de la Faculad de
Medicina de Cádiz, experimentó dándole altas dosis de vitaminas
E a ratones, unas 800 U.I. /día que se usan para el alzheimer, y
lograron incrementar en 20% la curva de vida.
Para Hitzig no hay que abusar de los hidratos de carbono simples
como azúcar, harina, pastas, pan, dulces, arroz. No hay que
combinarlos nunca. Si se come un plato de pastas, hay que
olvidarse del pan o del postre.
Segunda clave: Ejercicio físico moderado:
Boveris observó que los ratones vivían 15% más tiempo con
ejercicio que sin él. Recomienda actividad moderada, como
caminar, nadar o montar en bicicleta. El ejercicio violento
<<atrae más radicales libres>>. Lo mejor es la caminata
aeróbica. Por eso, los deportistas deben ingerir suficiente cantidad
de antioxidantes para neutralizarlos, cuando están activos.
La tercera clave es la actividad neurológica. Tener la <<mente
ocupada>>.
“Siempre debe haber estimulación cerebral afirma Boveris. Hay
que leer, estar informado, mantener una vida social y afectiva
activa. Es bueno ver a otros, charlar, y tener alguna tarea qué
hacer.
Finalmente hay que agregar el <<descanso>>. “Para vivir bien es
necesario dormir bien”. No está claro cuál es la función del sueño.
Pero está comprobado que si a una persona no se la deja dormir,
se muere igual que si se le prohibiera la comida” asegura el Dr.
Diego Golembek, biólogo del Conicent.
596
¿Otras recomendaciones? “Evitar el sedentarismo, el cigarrillo, el
sobrepeso, el abuso de la carne roja y grasas”, dice Boveris. “El
pensamiento negativo declina la biología neuronal. Por eso hay
qué tener <<buena onda>>, buen humor, manejar las emociones.
El estrés baja el rendimiento y acelera el envejecimiento. “Hay
qué pensar en estar bien, no mal”, dice Hitzig y cita un proverbio
oriental: “Envejecemos y morimos porque nos contagiamos de los
que envejecen y mueren”.
El Dr. David Servan-Schreiber, médico, siendo estudiante del
doctorado en psiquiatría de la Universidad de Pitsburgh EE. UU,
fue víctima de un cáncer cerebral hace cerca de quince años, y da
testimonios de su propia lucha, la que emprende por caminos
prácticamente inéditos, a la vez que emprende el estudio del
problema del cáncer, sacando a luz los más inesperados
prejuicios, y señalando remedios donde otros sólo ven oscuridad
pesimismo y fatalidad, por un camino poco convencional. La
verdad es que el cáncer, siendo mortal, obedece en la pandemia
actual, dentro de la sociedad occidental, al descuido irresponsable
de nuestro sistema inmune, a lo cual hemos llegado porque
nuestra cultura no nos ha dotado de los medios de lucha
requeridos, lo que podría hacerse introduciendo, o aún regresando
a las viejas costumbres de alimentación, o adoptando, según la
necesidad o el apremio, dietas sanas basadas en un adecuado
método de alimentación para luchar contra el mal. El Dr. Servan-
Schreiber logró salvar su vida. Esta, cambió, por completo en
todos sus aspectos, incluso en sus objetivos profesionales y su
obra “Anti Cáncer”, es un resumen de asuntos muy serios y de
fondo de la ciencia médica, aunque escrito en lenguaje llano para
permitir su digestión por el gran público. Por la gran importancia
de su contenido lo he usado como referencia del tema del cáncer,
algo que tiene un relieve al nivel de la Cultura humana imposible
de desconocer.
El cáncer, sin duda hoy, es un tema íntimamente relacionado con
el Medio Ambiente, en general, con el régimen de alimentación en
particular y muy singularmente con la forma de vida que se ha
venido imponiendo en todas las sociedades del mundo que
597
empiezan a vivir del modo occidental, lo que afecta directamente
el funcionamiento del sistema inmune. Sólo vamos a transcribir
alguna información de singular importancia, y quien quiera
ilustrarse más a fondo sobre el tema puede leer directamente
“Anti Cáncer”, pues se trata de una obra muy actualizada, de un
valor práctico incalculable y al alcance de todos.
“Todos hemos oído hablar de curaciones milagrosas, de gente a la
que no le quedaban más de dos meses de vida y que han
sobrevivido años, décadas incluso. <<No olviden que se trata de
casos muy raros>>, se os advierte. O se nos dice que tal vez no
sean casos de cáncer, que lo más probable es que el diagnóstico
estuviese equivocado. En los años ochenta, para aclarar la
cuestión, dos investigadores de la Universidad Erasmus de
Rotterdam se dedicaron a examinar sistemáticamente los casos de
remisión espontánea del cáncer cuyo diagnóstico no podía
ponerse en duda. Para su gran sorpresa, en dieciocho meses de
investigación en su pequeña región de Holanda, contaron siete
casos tan indiscutibles como imposibles de explicar. Queda claro
que este tipo de casos es mucho más habitual de lo que se cree”
(Idem. P 37).
Para proliferar como lo hace en las condiciones que propician las
costumbres que se van imponiendo en las naciones
industrializadas, los tumores cancerosos necesitan de varios
recursos, tal como ha sido confirmado por investigaciones
recientes, a saber:
1) Los microtumores no pueden convertirse en cánceres
peligrosos sin crear una red de vasos sanguíneos extra que los
alimente.
2) Para ello segregan una sustancia química llamada
<<angiogenina>> que atrae a los vasos capilares circundantes
hacia al microtumor e induce la formación de nuevos vasos
capilares para cumplir sus demandas de nutrientes y excretar con
suficiente velocidad al torrente sanguíneo sus toxinas.
598
3) Las nuevas células cancerosas que se extienden por el resto
del cuerpo (metástasis) son peligrosas sólo cuando pueden, a su
vez, atraer nuevos vasos sanguíneos.
4) Los tumores primarios grandes propagan la metástasis. Pero
igual que un imperio colonial, impiden que esos territorios
alejados se hagan demasiado importantes produciendo otra
sustancia química que paraliza el crecimiento de nuevos vasos
sanguíneos (<<angiostatina>>). Esto explica por qué pueden
aparecer agresivas metástasis de repente cuando se extirpan los
tumores primarios (Idem. P 84).
Los casos de cáncer han aumentado sustancialmente desde 1940
en las naciones industrializadas, y al menos hay tres factores que
han alterado radicalmente el mundo que nos sirve de entorno:
1) La adicción en nuestra alimentación de grandes cantidades
de azúcares refinados y de harinas refinadas que se
metabolizan en forma de sacarosa, la fuente de energía
favorita de los tumores cancerosos.
2) La transformación de las industrias ganaderas y agrícolas
que han cambiado de manera nociva sus suministros a la
alimentación humana, en particular, el desequilibrio entre
los suministros de omega 3 y omega 6 (que debería ser de 1
a 1).
3) La exposición a un sin número de sustancias químicas
tóxicas que no existían antes de 1940 (Idem. P104).
La forma como estos siete factores hacen que proliferen los
tumores malignos, pueden darnos una luz sobre su manejo, ya
como “eje central” del esfuerzo de prevención y tratamiento del
cáncer, o bien, como coadyuvante de los tratamientos
contundentes como la quimioterapia y la radiación.
En este trabajo no sólo nos interesa la aplicación de los
procedimientos a los casos individuales que resultan, sino el
establecimiento de procedimientos estratégicos globales que
permitan la transformación de las costumbres de la población en
aras de mejorar su calidad de vida y prevenir, tanto como sea
599
materialmente posible, las pérdidas de vidas irreparable e
irreemplazables antes de que hayan cumplido su ciclo de vida útil.
En otras palabras, pensamos que se trata de un problema de salud
pública que debe ser encarado “en equipo”.
El requerimiento de suficiente abasto de sangre de parte de las
células cancerosas y del consiguiente estímulo al desarrollo de
nuevas redes de vasos sanguíneos fue conocido a partir de un
experimento desarrollado por el Dr. Judah Folkman de la Armada
de los EE. UU., para confirmar la eficacia de un sistema de
conservación de plasma sanguíneo para transfusiones en el mar
(Idem. P. 80).
Hizo un experimento “in vitro”, aplicando cierta cantidad de
sangre conservada a una tiroides de conejo. Se dio cuenta que el
órgano podía mantenerse en buen estado. La pregunta era
entonces si en un cultivo de células muy activas como aquellas de
los tejidos en cicatrización ocurría lo mismo. Para averiguarlo,
inyectó a la tiroides de conejo células cancerosas de un rápido
crecimiento y se volvieron tumores pero de no más del tamaño de
cabezas de alfiler. Primero pensó que las células habían muerto
pero cuando las inyectó en ratones se transformaron en corto
tiempo en mortales tumores malignos. ¿Qué había sucedido?
Había una diferencia, obvia a primera vista, en ambos casos: En
los ratones, el desarrollo de los tumores tenían que estar
relacionado con la gran cantidad de vasos sanguíneos visibles y
con la irrigación de gran cantidad de sangre “robada” al torrente
circulatorio de los animales. Sólo había qué confirmar lo que,
parecía, estaba ocurriendo (Idem. P 80).
Después de largo tiempo de escepticismo en el gremio médico,
pues Folkman no era científico ni investigador profesional
reconocido, la suerte de encontrar el principio activo le tocó a
Michael O’Reilly joven cirujano e investigador que entró a
trabajar al laboratorio de Folkman. Filtrando cientos de litros de
orina de ratones resistentes a metástasis, y al cabo de dos años
encontró una proteína que bloqueaba la proliferación de vasos
sanguíneos cuando la probaron en organismos en donde estos
600
proliferan naturalmente: Un embrión de pollo. Luego decidieron
hacer la prueba en ratones de laboratorio y verificar si lograba
bloquear el desarrollo de tumores en ratones bloqueando la
formación de vasos sanguíneos.
O’Reilly tomó veinte ratones, les inyectó en la espina dorsal un
virulento cáncer, cuyas metástasis, una vez extirpado el tumor
principal, se extendieron velozmente en los pulmones.
Inmediatamente después de extirpados los tumores, a la mitad de
ellos les inyectó la proteína, -angiostatina-. Folkman, sabedor del
escepticismo relacionado con su trabajo, invitó a todos los
investigadores de su planta para presenciar la valoración de los
resultados. Y sacrificados los ratones por O’Reilly, sin excepción,
los diez ratones no inyectados con la angiostatina tenían los
pulmones invadidos de tejido maligno y, en cambio, los
inyectados estaban perfectamente sanos (Idem. P 86).
“En 1994, después de veinte años de hostilidad, los resultados
aparecieron publicados en Cell. Y desde el día siguiente la
angiogénesis se convirtió en uno de los principales temas de
investigación oncológica” (Idem. P 86).
En 1863, el Dr. Rudolf Virchow, médico alemán, padre de la
patología actual, observó que una serie de pacientes desarrollaba
aparentemente un cáncer, justo donde habían sufrido un golpe,
donde les rozaba el zapato, o una herramienta. Mirando los
tumores cancerosos con el microscopio se fijó que contenían
muchos glóbulos blancos. A raíz de esa observación planteó la
hipótesis de que el cáncer, quizás, fueran un intento fallido de los
tejidos de un organismo para reparar una herida. Nadie tomó
entonces en serio la observación (Idem. P 70).
Pero en 1986, más de ciento veinte años después, el Dr. Harold
Dvorak, profesor de patología de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Harvard, retomó aquella hipótesis. “En un artículo
titulado <<Tumors: rounds that do not heal>> (Tumores: heridas
que no curan) presentaba una serie de poderosos argumentos a
favor de la teoría original de Virchow. En aquel artículo, Dvorak
601
demostraba el asombroso parecido entre unos mecanismos
espoleados por inflamaciones producidas de forma natural y la
fabricación de los tumores cancerosos. También señalaba que más
de un cáncer de cada seis está relacionado directamente con una
inflamación crónica. Esto es así en el caso del cáncer del cuello de
útero, que suele producirse a raíz de una infección crónica por el
papilomavirus. Y lo mismo cabe decir del cáncer de colon, que en
muchas ocasiones se encuentra en sujetos que padecen una
enfermedad inflamatoria crónica del intestino. El cáncer de
estómago se relaciona con la infección producida por la bacteria
Helicobacter pylori, la misma que provoca úlceras. El cáncer de
hígado tiene qué ver con la infección por Hepatitis B o C; el
mesotelioma, con la infección causada por el asbesto; el cáncer de
pulmón, con la infección bronquial provocada por la gran
variedad de de aditivos tóxicos del humo del cigarrillo” (Idem. P
70).
“Casi veinte años después del rompedor artículo de Harold
Dvorak el National Cancer Institut de Estados Unidos ha
elaborado un informe para llamar la atención sobre ese tipo de
investigaciones que los oncólogos suelen desconocer. Dicho
informe describe de manera detallada los procesos mediante los
cuales las células cancerosas se las ingenian para llevar por el mal
camino los mecanismos de reparación del organismo. Igual que
las células inmunitarias se ponen en marcha para reparar lesiones,
las células cancerosas necesitan generar inflamación para sostener
su crecimiento. Para ello se ponen a fabricar en abundancia las
mismas sustancias altamente inflamatorias que aparecen durante
el proceso natural de reparación de heridas: citoquinas,
prostaglandinas, y leucotrienos. Dichas sustancias actúan como
fertilizantes que facilitan la reproducción celular, o en este caso,
de las células cancerosas. Los tumores se sirven de esas sustancias
para desarrollarse y para hacer más permeables las barreras que
los rodean” (Idem. P 71). “El crecimiento y la expansión de las
células cancerosas se valen en gran medida de un único factor
proinflamatorio secretado por las células del tumor, algo así como
un caballero negro sin el cual los tumores se vuelven mucho más
frágiles. Este factor se conoce como NF-kappa B, o Nuclear
602
Factor kappa B”…”Hoy es tan claro que el factor NF-kappa B
desempeña un papel en el cáncer, que el Dr. Albert Baldwin,
profesor de la Universidad de Carolina del Norte, afirmaba lo
siguiente en la revista Nature: <<Prácticamente todos los
anticancerígenos son inhibidores del NK-kappa B>> (Idem. P 76).
“El descubrimiento del papel crucial que desempeña la
inflamación en el crecimiento y la expansión del cáncer es
relativamente reciente”. Si echamos un vistazo a la gran base de
datos Med Line en busca de artículos en inglés sobre este tema,
veremos que el interés científico en el asunto apenas acaba de
surgir: dos artículos en l990 y treinta y siete en 2005” (Idem. P
77)… Y hay otro dato muy importante: “Una de las causas de la
repentina producción de sustancias inflamatorias, rara vez
mencionado cuando hablamos del cáncer, es el estrés
psicológico” (el subrayado es nuestro). Cada estallido emocional,
cada sentimiento de pánico o de ira provoca la secreción de
noradrenalina (la hormona que nos hace plantar cara o poner los
pies en polvorosa) y de cortisol. Estas hormonas preparan el
cuerpo para la posibilidad de que se produzca una herida, entre
otras cosas estimulando los factores de inflamación requeridos
para reparar tejidos. Al mismo tiempo, estas hormonas son un
abono para los tumores cancerosos, latentes o ya declarados”
(Idem. P 77).
Estas consideraciones ya pueden sugerir una indudable conexión
entre ese mal mortal y el modo de vida, de alimentación, entre
otros, propios de nuestra cultura occidental. El Dr. David-Servan
Schreiber aporta también en este trabajo suyo estadísticas que dan
a conocer cómo avanza en el Mundo la pandemia del cáncer
desde la Segunda guerra Mundial:
El Dr. Michael Lerner, después de haber sido profesor de la
Universidad de Yale, se mudó en los años sesenta a California
con la idea de fundar un centro cuyo estilo de vida mismo pudiese
ayudar a curar, tanto física como emocionalmente, a personas con
enfermedades graves.
603
Lo que el Dr. Lerner y su colaboradora la Dra. Rachel Remen
observan en el centro, es que “es de hecho un fenómeno mundial
claramente identificado por los estadísticos” (Idem. P. 96).
“La Dra. Annie Sasco, que durante seis años dirigió la División
de Epidemiología de Prevención del Cáncer en la OMS, señala las
cifras que probablemente hayan contribuido a cambiar la
mentalidad de quienes se negaban a ver la realidad. El aumento
del cáncer no puede explicarse únicamente por el envejecimiento
de la población. La OMS llamó la atención sobre este hecho en
Lancet de 2004, donde afirmaba que desde 1970 uno de los
sectores en los que más ha aumentado la incidencia del cáncer es
entre la población infantil y adolescente. Es verdad que se ha
registrado un pequeño aumento del riesgo entre las mujeres que
han tenido su primer hijo a partir de los treinta años, pero la edad
de procreación de la mujer sólo explica una porción muy pequeña
del aumento del cáncer. La incidencia del cáncer de próstata, que
por definición sólo ataca a los hombres, ha aumentado en los
países occidentales aún más de prisa que las del cáncer de mama.
Entre 1978 y 2000 aumentó un 200/100 en varios países
europeos, y un 258/100 en Estados Unidos”…”un estudio de gran
envergadura publicado en Science ha puesto de manifiesto que el
riesgo de desarrollar cáncer del mama antes de los cincuenta años
de edad entre las mujeres con genes de alto riesgo (BRCA=1 y
BRCA=2) se ha triplicado prácticamente entre mujeres nacidas
después de la guerra en comparación con las nacidas antes de la
misma. Otro estudio en llevado a cabo en Europa demuestra que
el riesgo de tumores cerebrales malignos también se ha triplicado
entre personas nacidas tras la guerra” (Idem. P 98).
Annie Sasco, después de estudiar medicina en Francia y cursar el
doctorado en epidemiología en Harvard, pasó veintidós años
trabajando en la Agencia Internacional para la Investigación sobre
el Cáncer de la OMS. Su búsqueda de datos fiables la llevó a
trabajar sobre el terreno en China, Brasil, Centroamérica y África.
Los mapas resultantes de las Investigaciones de Annie Sasco nos
presentan las mejores pistas disponibles para entender la rápida
extensión de la enfermedad. En aquellos mapas podemos hacer
604
comparaciones entre los países más y los menos afectados: “para
los mismos grupos de edad, el cáncer de mama, de próstata, y de
colon son enfermedades del mundo industrializado, y sobre todo
de los países occidentales. Hay nueve veces más cáncer de estos
tipos en Estados Unidos y el Norte de Europa que en China, Laos
o Corea y cuatro veces más que en Japón” (Idem. P 101).
“Después de ver estos mapas no podemos evitar preguntarnos si
los genes asiáticos desempeñarán alguna función de protección
frente a estos cánceres. Pues bien. La respuesta a este caso no son
los genes. Cuando Annie Sasco estaba llevando a cabo su
investigación en China, preguntó a un colega de allí cómo
explicaba él la baja incidencia de cáncer de mama en su país. El
médico sonrió divertido y respondió: <<El cáncer de mama es una
enfermedad de ricas. Lo encontrarás en Hong Kong, no aquí>>”
(Idem. P 101).
“De hecho, la tasa de cáncer entre mujeres chinas y japonesas
residentes en Hawai y Chinatown de San Francisco, está
acercándose rápidamente a la de las mujeres occidentales. Y la
pasada década se han triplicado las tasas de cáncer de mama en
las ciudades más importantes de China, igual que en Hong Kong”
(Idem. P 102).
“Hoy es ampliamente reconocido, en el ámbito de la biología y la
medicina, que muchas sustancias tóxicas presentes en nuestro
entorno desempeñan un papel en la aparición de las primeras
células cancerosas en un organismo, así como, posteriormente, en
su transformación en un tumor más agresivo. Este proceso se
conoce con el nombre de <<carcinogénesis>>. En un reciente
informe, Expertos del Instituto Nacional del Cáncer, de Estados
Unidos, subrayaban que el proceso de carcinogénesis no sólo hace
aparecer la enfermedad, sino que también prosigue su curso
después de que haya empezado un cáncer. Por lo tanto, es
esencial buscar formas de protegernos contra las toxinas que
estimulan el crecimiento de los tumores, tanto si estamos sanos
como si ya tenemos la enfermedad. En la mayoría de las
tradiciones médicas de la Antigüedad, desde Hipócrates hasta
605
Ayurveda, la <<desintoxicación>> era un concepto fundamental.
Hoy es absolutamente necesario” (Idem. P 103).
Y dentro de este contexto, es preciso tener en cuenta la forma
como el establecimiento de las cadenas alimenticias en las
distintas sociedades industriales está llevando las causas del
flagelo a la cría de los animales domésticos. <<Los animales
domésticos de los cuales obtenemos la carne, la leche y los
huevos, aportan a nuestra alimentación los desequilibrios
nutricionales que nosotros introducimos en su alimentación>>.
Entre 1976 y 2000 los estaduinenses redujeron sustancialmente su
consumo de grasas (un 11%) e incluso la cantidad total de calorías
ingeridas (un 4%). Aún así la obesidad no ha dejado de aumentar
a una velocidad vertiginosa. En ese período se ha incrementado en
el 31/100. Este fenómeno se llama <<la paradoja
norteamericana>>,y afecta ahora a Europa e Israel.
“Los primeros en resolver el misterio de la paradoja americana
fueron unos investigadores franceses. Gèrard Ailhaud,
sexagenario de ojos chispeantes de inteligencia y curiosidad,
entrado en carnes él mismo, partió de un sencilla observación.
Mientras el resto del mundo echaba la culpa de la epidemia de
obesidad a la comida basura y a la falta de ejercicio físico, él
llamó la atención sobre un fallo de ese argumento. En Estados
Unidos la masa de tejido graso en niños de menos de un año se
había duplicado entre 1970 y 1990… En un fascinante libro que
relata la historia de sus descubrimientos, Pierre Weill, bioquímico
y granjero, además de compañero de investigaciones de Ailhaud,
recuerda un comentario que hizo éste: <<!Entre los seis y los once
meses de edad no se puede echar la culpa a McDonalds, al picoteo
entre comidas, a la tele y a la falta de ejercicio físico>>” (Idem. P
114).
“No, Los bebes no están sobrealimentados. Siguen recibiendo la
misma cantidad de leche, ya sea materna o de fórmula. Gèrard
Ailhaud y su colega Philippe Guesnet demostraron que la
responsabilidad de la obesidad infantil hay que buscarla más bien
606
en el cambio en la naturaleza de la leche, que ha tenido lugar
desde 1950. Este desequilibrio se refleja en el crecimiento tanto
del tejido adiposo ¿o graso? Como de las células cancerosas”
Idem. P 114).
Los ganados, las gallinas, los cerdos, etc., están comiendo en
nuestras granjas “comida basura”.
“En el ciclo natural las vacas paren en primavera cuando más
exuberantes están los prados de hierba, y dan leche durante
muchos meses hasta el final del verano. La hierba de primavera es
una fuente especialmente rica de ácidos grasos omega 3; por
tanto, estos ácidos grasos se concentran en la leche extraída de
vacas criadas en pastos y en los derivados de dicha leche:
mantequilla, nata, yogur y queso. Los omega 3 se encuentran
también en la carne procedente de vacuno que ha pastado hierba y
en los huevos de pollos criados en libertad a base de forraje (más
que de grano)” (Idem. P 114).
“A partir de la década de los cincuenta (del siglo XX), la demanda
de productos lácteos y carne de vacuno aumentó tanto que los
granjeros tuvieron que buscar trucos para sortear las limitaciones
impuestas por el ciclo natural de producción de leche y reducir el
espacio de pastos necesarios para alimentar a una vaca de 750
kilos. Así pues, dejó de sacarse las vacas al prado y, en vez de
eso, se pasó a la ganadería en batería. El maíz, la soja y el trigo se
convirtieron en los principales alimentos del ganado, no contienen
prácticamente ningún acido graso omega 3. Al contrario, dichas
fuentes de alimento son ricas en omega 6. Los ácidos grasos
omega 3 y omega 6 se denominan <<esenciales>> porque el
cuerpo humano no puede fabricarlos y, como resultado, la
cantidad de omega 3 y omega 6 que presente nuestro organismo
dependerá directamente de lo que contenga la comida que nos
comemos. A su vez, la cantidad de ácidos grasos omega 3 y
omega 6 que contiene nuestra comida depende de lo que hayan
consumido las vacas y los pollos que nos comemos. Si comen
hierba, la carne, la leche y los huevos que den presentarán un
equilibrio perfecto de omega 3 y omega 6 (un equilibrio cercano
607
al 1/1). Pero si comen maíz y soja, el desequilibrio resultante en
nuestro propio organismo llegará a ser 1/15 y hasta 1/40 en
algunos casos”(Idem. P 115).
“El omega 3 y omega 6 presentes en nuestro organismo compiten
incesantemente por hacerse con el control de nuestra biología.
Los omega 6 facilitan el almacenamiento de las grasas y
favorecen la rigidez de las células así como la coagulación y la
inflamación como respuesta a agresiones del exterior. Además
estimula la producción de células grasas desde el nacimiento. Por
el contrario, los omega 3 tienen que ver con el desarrollo del
sistema nervioso, hacen que las membranas celulares sean más
flexibles y reducen la inflamación. Además limitan la producción
de células adiposas (grasas). Nuestro equilibrio fisiológico
depende mucho del equilibrio entre omega 3 y omega 6 de
nuestro cuerpo, y por tanto de nuestra alimentación. Pues bien,
resulta que este equilibrio es lo que más ha cambiado en nuestra
alimentación en los últimos cincuenta años” (Idem. P 116).
De todo este tema podemos sacar una conclusión: El que sigamos
tomando la Industria de la Alimentación Humana de la manera
tan poco seria, poco profesional, e irresponsablemente como la
hemos mirado siempre, dejándole la verdadera responsabilidad a
los empresarios “libres”, a personas que no tienen ni el
conocimiento, ni la voluntad, ni el respeto requerido por la salud
de sus clientes, y que carecen de la menor asesoría en un tema tan
crucial para el Hombre como éste, está convirtiendo a la industria
de lo Alimentos en un arma asesina, en un arma mortal, cuyos
daños devastadores apenas podemos cuantificar mediana y
superficialmente.
“No se puede vivir sano en un planeta enfermo”. David – Servan
Schreiber (Idem. P 129).
“Las sustancias contaminantes que vertemos en nuestros ríos y
arroyos van todos a parar al mar. Muchos son <<persistentes>>,
es decir, no se descomponen y la biomasa de la tierra o de los
océanos no puede asimilarlos. Viajan por el planeta y en cuestión
608
de unos pocos años lo han recorrido lo han recorrido entero y se
acumulan en el lecho del océano. También se acumulan dentro del
organismo de los animales que los ingieren por lo que se las
denomina <<biomasas acumulativas>>. Además presentan una
especial afinidad con las grasas; son lo que los científicos
denominan <<liposolubles>>, y por eso las encontramos en la
grasa animal. Primero se abren paso hasta llegar a la grasa de los
peces de menor tamaño, después a la de los más grandes que se
han comido a los pequeños, y finalmente, a los organismos de de
los animales que se comen a los peces grandes. Conforme vamos
ascendiendo por la cadena alimenticia, más cantiles encontramos
de P.O.P. (en inglés persistant organic pollutants, es decir,
sustancias contaminantes orgánicas persistentes) en la grasa
animal”… (Idem. P 130). En cuanto a las consecuencias, para
muestra un botón:
“Los osos polares habitan lejos de la civilización. Las inmensas
extensiones de nieve y hielo que necesitan para sobrevivir les
mantienen alejados del desarrollo urbanístico y de la industria.
Pero de todos los animales del planeta, el oso polar es el más
contaminado por las sustancias tóxicas, hasta el punto de que su
sistema inmunitario y su capacidad reproductora se están viendo
en peligro” (Idem. P 129).
19.2.2 OPTIMIZACIÓN DE LA INVERSIÓN
EN LOS RECURSOS HUMANOS,
EN EL APARATO PRODUCTIVO
Y EN LA SEGURIDAD SOCIAL
Después de lo que hemos tenido oportunidad de considerar, es
difícil no adoptar una postura crítica frente a lo que observamos
cotidianamente, no sólo respecto de la irresponsabilidad de la
gente, de los productores y proveedores de comida, sino de los
que tienen responsabilidades en la Industria, en el Estado, los
educadores, los padres de familia que le enseñan a sus hijos, etc.
La razón de ser de las visiones, de las actitudes, de las acciones,
de las organizaciones y sus propósitos actuales, deben ser
revaluadas cuanto antes. Ante todo, que la “libertad” teórica, la
609
“emancipación” de los pueblos no ha producido el despertar de un
mundo diferente; sólo hemos caído en otras formas, incluso más
abyectas, de opresión, o en el abandono de una naturaleza humana
obtusa que cree haber llegado donde era posible llegar, laxa,
relajada, servil, suicida. Es inútil seguirle sacando el cuerpo a una
solución responsable. Los efectos son suficientemente
contundentes para que permanezcamos indiferentes a ellos.
¿Acaso no experimentamos a diario, a veces iracundos, que no
podemos acceder cómodamente a un servicio de salud, que mucha
gente muere en las camillas por falta de asistencia médica
oportuna? ¿Ignoramos, acaso, que muchos “enfermos”
(enguayabados) de los lunes por la mañana no son más que los
exponentes de una verdadera <<deserción laboral>> disimulada,
que no solamente recarga los servicios de salud, sino que puede
reconocerse en los suyos, los <<síntoma>> de una enfermedad
peor, del <<ausentismo>>, que carcome los cimientos de nuestra
economía social? Es inútil que sigamos luchando denodadamente
por “la plata”, buscando el Poder a toda costa, incluso
perpetrando grandes fraudes, colosales estafas como los que se
gestan cotidianamente entre nosotros, cuando la Salud, uno de
nuestros grandes y verdaderos tesoros, igual que muchos otros, se
nos escurre “por entre los dedos”, conscientes, muchas veces, que
lo que ocurre, es que no los valoramos, nos engañamos y
carecemos de la entereza, de la determinación necesarias para
hacerlos nuestros, para luchar por ellos.
Si la especie humana es inteligente, por lo que es ésta inteligencia
y lo que ella es capaz de producir, no tienen otra alternativa que
ocuparse de salir del mundo fantástico al que ha sido conducida
por una cultura idólatra y fetichista, cuyos mentores no han
sabido comunicarle al hombre común lo que su dimensión
científica ha descubierto. Los hombres van a tener que abrir su
mente, prepararse para el ejercicio de altas dosis de
determinación, de disciplina, de responsabilidad, a las que no
están, francamente, acostumbrados, ni siquiera en el estado de su
plena libertad física.
610
El ejercicio que hacen los deportólogos con sus pupilos puede
duplicarse, perfectamente, en el campo del trabajo productivo. Es
posible hacer el ejercicio mental de calcular, cuál podría ser el
beneficio del cambio en algunas condiciones ambientales que nos
afectan cotidianamente, como experiencias que nos mantienen en
actitud pesimista, que nos inducen al abuso de bebidas alcohólicas
y otras sustancias psicoactivas, cómo pueden ser el impacto
psicológico del bombardeo constante con malas noticias, del
morbo en la información amarillista, del hecho de que nos
sintamos rechazados, extraños en todas partes, de la falta de
reconocimiento de nuestros mejores esfuerzos, y de muchas cosas
más que nos deprimen, que no nos dejan concentrar en nuestras
tareas y nos afectan, por ejemplo, haciéndonos bajar la confianza
en nosotros mismos, haciendo bajar nuestra autoestima, nuestro
entusiasmo en la conquista de las metas propuestas en nuestra
labor, entre otros efectos. Y habíamos dado, atrás, un dato
espeluznante: En América Latina un 30% de las personas
necesitan antidepresivos para mantener su “equilibrio emocional”.
Ese problema que no representa un inconveniente para la gran
industria farmacéutica, es realmente un síntoma que nos esconde
una realidad humana mucho más dramática de lo que parece.
Hoy se manejan, al nivel de la psicología, diversas técnicas que
pueden cambiar la vida fracasada, el trabajo fracasado de muchas
personas en vida exitosa, en trabajo exitoso. Ello sin contar los
cambios de actitud que se pueden esperar, cuando una persona
pasa de consumir una dieta francamente deficitaria a una
completa. El arte de liderar empresas, pequeñas y grandes
comunidades, sociedades, Estados, consiste, además de otras
cosas, en infundir fe, en estimular el ánimo, el entusiasmo del
ciudadano, del trabajador, del Hombre, cualquiera que sea el lugar
en que está ubicado dentro de la Sociedad, por la lucha en la
realización de sus sueños, sus metas, sus objetivos vitales, en
enseñar a destacar la relevancia de lo mejor sobre lo bueno y más,
sobre lo malo, en el trabajo cotidiano, en aprender a apoyar la
construcción de un buen ambiente general, en sembrar confianza,
optimismo, sentido de pertenencia, en mostrar el camino que
conduce de la discordia a la concordia, de la disolución a la
611
integración, del tú y yo al nosotros, del Odio al Amor, en el plan
de alcanzar una Humanidad equitativa y equilibrada.
19.3.0 EL DESARROLLO
DE UN PLAN COHERENTE
PARA UNA INDUSTRIA DE ALIMENTOS CON VISIÓN
GLOBAL
En el mundo de hoy todavía somos incapaces de vivir
independientemente, sin sentirnos metidos dentro del conflicto
dialéctico enmarcado, en un extremo, por el modelo social
liberal, capitalista y una de sus banderas favoritas, la “Libre
Empresa” y en el otro extremo por el modelo social socialista, y
su bandera favorita, el derecho reconocido a la intervención del
Estado en la esfera privada y la obvia limitación de la más amplia
soberanía del Ciudadano. Históricamente, en Occidente, desde el
pasado siglo XX, la ciudadanía mira el régimen político que rige
al Estado, como enmarcado en ese conflicto dialéctico. Se habla
en lo político de una tendencia “pendular” que en las actividades
electorales se manifiesta como una tendencia ciudadana a cambiar
la orientación en el proceso de regulación de esa “libre empresa”,
pasando de una libertad casi total de la intervención masiva del
Estado, y viceversa, pasando por todas las decisiones imaginables
de libertad e intervención estatal que es posible imaginar entre
esos dos extremos dialécticos, cuando estima que la experiencia
amerita el cambio de orientación. En ese marco dialéctico, se
entiende por “tendencia”, al motivo <<atractor>> en esa
orientación. El modelo social liberal y su “libre empresa” son, en
el extremo, el “lado derecho” o <<derechas>> el modelo
socialista es el “lado izquierdo” o <<izquierdas>>. Así, se
entiende la tendencia del régimen político imperante en el Estado,
y su forma de ejercer su autoridad.
Por algunas explicaciones que dimos atrás, es importante
entender que, este esquema del conflicto dialéctico en el que se
inscribe comunmente el régimen que impera en la relación entre
las esferas pública y privada, intentamos superarlo por razones
prácticas, entendiendo que la animosidad en que se mueve nuestro
612
medio político, que afecta la visión, la proyección política, la que
puede ser la acción del ciudadano común, de los administradores
públicos, de los movimientos de oposición, y finalmente la
percepción que tienen de la Realidad todos ellos, puede arrojar
mucha confusión a la hora de dilucidar el problema de fondo, el
de definir la acción razonable a seguir para poner en marcha, en
este caso, un plan coherente para una industria de alimentos con
visión global o integral, teniendo en cuenta su valor como
herramienta de transformación, de modernización de la Sociedad.
En una sociedad holística, -ideal-, es obvio que las visiones
globales son el producto de la conjugación de las diferentes
visiones particulares. Pero, en la práctica, es obvio que en una
sociedad todavía muy imperfecta, aunque la actitud de la gente
sea la adecuada, es posible que la información con que cuenta no
sea suficiente. Pero también hay qué contar con la forma como se
mueven las diferentes esferas de la autoridad social, cuál es el
conocimiento que hay sobre el tema, cómo actúan, cómo están
articulados sus diferentes eslabones, cuales son sus programas de
acción política y cuál es su filosofía concreta, acerca de las
relaciones de la Empresa Privada y del Estado, entre muchas otras
consideraciones. Pero en una planificación coherente de la acción,
de todas las fuerzas vivas que han de comprometerse eficaz y
eficientemente, en una tarea como la que proponemos, debe
hacerse con base en un acuerdo fundamental, luego de un debate
amplio y profundo, donde, no solamente se llegue a una solución
adecuada, sino donde la ciudadanía y quienes ejercen la autoridad
logre tomar consciencia de la Realidad, tan fielmente como sea
posible, y para que la acción pertinente pueda llevarse a cabo en
un ambiente de plena cooperación.
19.3.1 DESARROLLO DE FUENTES PRIMARIAS
DE ABASTECIMIENTO CONFIABLES,
EN LA TIERRA Y EN EL MAR
A mi manera de ver las cosas, y para el caso, estamos hablando
básicamente de la Industria de alimentos, es importante llegar a
entender la diferencia que hay entre producir un insumo industrial
613
cualquiera, como puede ser cualquier producto de la industria
minera, de la industria fabril, de la agricultura y un producto
destinado a resolver un problema de nutrición humana. De la
misma manera es importante entender que cualquier omisión,
cualquier debilidad, cualquier error, cualquier tipo de
contaminación inadmisible, cualquier arbitrariedad, cualquier
fraude, etc., desde el punto de vista de la salud humana, nos va a
afectar, por igual a todos, no solamente a los directamente
afectados.
Con la claridad a la que ya debemos haber accedido, sobre cómo
se presupuestan los requerimientos nutricionales del ser humano,
ya individualmente, ya en conjunto, podemos darnos cuenta que,
en general, si a partir de las cosechas que obtenemos no logramos
obtener los elementos nutricionales que requerimos para
mantenernos en un presupuesto de vida establecido, es preciso
acudir a suplementos nutricionales, tan completos como sea
posible obtener y hacer la complementación requerida. Pero hay
opciones diferentes. Por ejemplo, esos suplementos se pueden
aplicar al suelo, como se hace con los abonos químicos, se le
pueden administrar a los animales, como se hace con los
alimentos concentrados para animales, o se los puede administrar
directamente al ser humano.
Hasta hoy, no hemos establecido diferencias, por ejemplo, entre
una cosecha de maíz destinada a la fabricación de biocombustible
y una cosecha de maíz destinada a la alimentación humana. Pero
vamos a ver aquí motivos suficientes para que lleguemos a tener
qué hacerlo.
La superpoblación humana y el cultivo constante e intensivo de
muchas tierras productivas le está exigiendo a los agricultores,
para poder obtener las cosechas necesarias para satisfacer la
demanda, poner en producción tierras consideradas antes no aptas
para el cultivo y “corregir” la fertilidad de los suelos en que
trabajan.
614
Pero eso, finalmente, es la consecuencia de dos procesos que
convergen en su influencia sobre la fertilidad de los suelos, que
son:
De un lado, el cultivo mismo, que extrae nutrientes del suelo, a
una velocidad mayor que la reposición, cuando, dada su
ubicación, es de suponer qué esta tiene lugar. Y
De otro lado, la degradación natural de los terrenos continentales
por motivo de las lluvias que arrastran los nutrientes del suelo y
de las aguas que se lixivian y pueden arrastrarlos hacia las
profundidades de los mismos terrenos.
A muy grandes rasgos, podemos atribuir el origen de de los
mejores terrenos de cultivo a dos orígenes principalmente: Los
viejos depósitos de los fondos marinos o lacustres, que contienen
el cúmulo de materiales barridos por las aguas y los ríos
tributarios a través de los millones de años de su existencia.
También la contribución de la actividad volcánica que esparce,
durante las erupciones, por muchas regiones, capa sobre capa de
ceniza volcánica rica en diversos minerales. De todos los planetas
de nuestro sistema solar, parece ser La Tierra el único que posee
su corteza rota en diversas “placas”, y a lo largo de sus uniones o
puntos de contacto se presionan mutuamente provocando una
actividad volcánica permanente. Esa actividad volcánica no solo
se da en las superficies continentales sino en el fondo del mar,
entre otras cosas enriqueciendo el agua de mar con toda suerte de
efluvios minerales, haciendo en los lugares donde ocurre el
fenómeno con más frecuencia, verdaderos paraísos para la vida
vegetal y animal. Esa es la razón para que exista una inmensa
riqueza íctiológica en las aguas del Océano Pacífico frente a las
costas del Perú.
Una forma de “recuperar” los terrenos continentales desgastados
por el cultivo o por la erosión o el lavado generado por el agua,
podría ser regresar al suelo aquellos materiales que han sido
arrastrados o extraídos. Hasta hoy poco se ha investigado sobre la
aplicación de agua de mar o sal de mar a los suelos para
aportarles algo así como 80 minerales diferentes de la Tabla
615
Periódica de los elementos en forma macro o en proporciones
micro, todos útiles para la Vida. Ya habíamos visto atrás, que, el
agua de mar tiene una composición que equivale, casi de manera
idéntica, a la composición de nuestro plasma sanguíneo, pero con
una concentración en minerales y otros compuestos, tres veces
mayor. Haciendo el ajuste de la concentración, es posible, incluso,
su aplicación para hacer transfusiones por vía intravenosa.
Aunque en la deshidratación del agua de mar para obtener sal
marina se pierden algunos fitonutrientes muy útiles, puede ser
más económico su uso en la mineralización de los suelos o en la
administración de los animales domésticos o aún, en el
suministro de los minerales que aquella contiene para enriquecer
los platos que consumimos los humanos directamente. En la
alimentación del ganado bovino, en Colombia se acostumbra
administrarle mezclas de sales marinas reforzadas con minerales.
Si la gran variedad de granos, de frutas y verduras que
consumimos se cuecen en agua de mar, o en agua dulce
condimentada con sal de mar, en vez de sal gema, es posible
aportarles muchos minerales que esas cosechas pudieron no
obtener de los terrenos pobres en que, quizás, fueron cultivadas.
Obvio, que si los depósitos de sal gema provienen de depósitos de
antiguos fondos del mar, es de suponer que son ricos en otros
minerales como las sales marinas.
Todo ello nos conduce a considerar el desarrollo de una gran
industria para la extracción, procesamiento, transporte y
aplicación del agua de mar y sus derivados a múltiples usos como
insumos agrícolas y pecuarios, particularmente, cuando se trata de
obtener cosechas para uso humano.
Con ello puede asegurarse, perfectamente, el suministro masivo y
económico de minerales básicos, de una fuente enteramente
natural, para la alimentación humana. Si ya tenemos esa fuente
disponible para nutrir las especies vegetales, y las especies
animales que nos dispensan sus productos, podemos contar con
las posibilidades de la planificación, en grande escala, de una
616
alimentación completa, para los mejores propósitos humanos. La
implementación de esa industria y la mejora correspondiente en la
producción agrícola y pecuaria, nos permitirían tener, de origen,
la alimentación adecuada para los propósitos de futuro que la
Medicina está poniendo en nuestras manos.
19.3.2 INFLUENCIA DE LAS FORMAS DE TENENCIA
DE LAS TIERRAS
EN LA EFICIENCIA DE SU USO
COMO FUENTE DE RECURSOS PRIMARIOS
PARA LA ALIMENTACIÓN.
Uno de los temas que generan más controversia entre nosotros, en
Colombia, por no decir que más violencia, más suspicacia, más
discordia, y uno de los más temidos tabúes de orden ideológico y
práctico, es el tema de la tenencia de la tierra. Entre nosotros,
durante los últimos cien años, el tema siempre se enmarcó dentro
del conflicto dialéctico entre izquierdas y derechas, y nos llegó
como parte del conflicto entre el Capitalismo y el Marxismo,
entre el Occidente liberal y la URSS, China y Cuba marxistas,
expresado en la Guerra Fría, y en los procesos revolucionarios
que las potencias socialistas lograron introducir entre nosotros
durante el siglo XX. Antes, los conflictos de tierras representaron
la esencia de los conflictos tradicionales, y en ellos se dan los
episodios más sonados de la historia económica del país, hasta
entrado el siglo XX. De hecho, la historia de los primeros años de
la Conquista, y durante la Colonia, el tema de tenencia de la tierra
fue el escenario en que se dieron los más profundos conflictos
entre españoles y americanos, luego entre indianos y la Corona,
luego entre criollos e indígenas, luego entre clase dirigente y
pueblo.
En la Colombia de finales del siglo XX y principios del siglo
XXI, el tema se confunde con la lucha revolucionaria, y luego
criminal de las Farc y los otros movimientos marxistas que se
suscitaron entre nosotros, politizando el tema y provocando la
acción defensiva de los afectados, que iniciaron un movimiento
617
de derechas armado, ante la indiferencia inicial del Estado
colombiano frente al problema, terminando ambos movimientos,
francamente comprometidos con el crimen organizado planetario,
y dedicados al comercio de estupefacientes, generador de
importantes fuentes financieras para comprar armas, construir
ejércitos, lo mismo que cosechar enormes fortunas. Muchas de
esas tierras han sido arrebatadas a sus dueños legítimos, a viva
fuerza o compradas, con los recursos provenientes de esos
negocios ilícitos, en un ambiente de prepotencia y de amenazas,
capaces de disuadir a cualquier empresario honesto interesado en
producir en el campo, dado el pretexto ideológico que representa
una justificación de los movimientos marxistas que intentan
eliminar del medio a sus “enemigos políticos”, aplicándoles lo
que ellos llaman las “leyes revolucionarias” y el secuestro, y el
juego de intercambio que tiene que darse en un ambiente de
trabajo dominado por personas inescrupulosas, y los riesgos que
representan esas relaciones con hampones.
Si descontamos los efectos del miedo, de la codicia, del afán de
despojar a los legítimos dueños del patrimonio económico
invertido entre nosotros en tierra, el esfuerzo de la legítima
defensa, y la posibilidad del disfrute, así sea fraudulento, en el
propio beneficio, sin compartir éste con nadie, que es lo que se
esconde detrás de esos conflictos institucionalizados de aquella
manera entre nosotros, sería mucho más fácil encontrar el
mecanismo para hacer posible el uso de todas las tierras que se
necesitan para la producción de alimentos abastecer la Demanda,
y hacer su manejo como un patrimonio, en parte privado y en
parte común, del cual cada quién, sus propietarios, sus usuarios y
tenedores pueden derivar justos beneficios, sin tener que conspirar
unos contra los otros.
19.3.3 REQUERIMIENTO
DE LA PLANIFICACIÓN INTEGRAL VERTICAL DE LOS
EMPRESARIOS
A LO LARGO DE TODA LA CADENA DE
ABASTECIMIENTOS
618
La tecnología organizacional moderna ofrece soluciones de valor
inapreciable para, entre otras cosas, conseguir una asociación de
recursos de inversión, de equipos humanos de trabajo, en
empresas destinadas a abastecer la demanda de distintos tipos de
productos, en este caso, de alimentos.
Uno de los retos que enfrenta la producción local para competir
con las grandes empresas extranjera, es el de ser capaces de
producir en gran escala. Nosotros, particularmente, al nivel fabril,
tenemos alguna experiencia en la producción en grande escala.
Sin embargo, la escala productiva en el mundo aumenta
constantemente, sin cesar, y ello hace que la única solución para
nosotros, sea vencer todos los motivos que nos inhiben para
establecer grandes empresas asociativas y solidarias, por ejemplo,
dentro del marco de la legislación cooperativa. Aquí es
perfectamente visible el lastre que representa para nuestra propia
supervivencia, la violencia, la deslealtad que nos hemos
demostrado siempre mutuamente, la desconfianza y muchas otras
manifestaciones de un carácter que vamos a tener qué empezar a
modificar, a cambiar, si queremos triunfar en el propósito de
establecer una sociedad más eficiente, más fuerte, más
competitiva, y si queremos hacer de nuestras Industria, de nuestra
Economía, unas instituciones más fuertes, más seguras, más
sólidas.
619
APENDICE
Con todo el tema tratado y dejado atrás, es de esperar que
llegemos al punto de entender mejor las dimensiones del reto que
enfrenta la Humanidad, en términos globales, reto que, me temo,
no hemos sabido afrontar con la seriedad que merece, enredados y
desenfocados, como vivimos, en virtud de la cantidad de
problemas cotidianos que nosotros mismos creamos en torno
nuestro por la falta de una perspectiva global suficientemente
compehensiva de nuestra vida.
En el mundo moderno, moderadamente o en extremo
individualista con la perspectiva o visión que lo caracteriza,
vivimos aislados, encerrados en nosotros mismos, a menudo
llenos de miedos, recelosos de nuestro entorno humano, con una
capacidad demasiado limitada para percibir el mundo en que
transcurre nuestra vida.
Vivimos y nutrimos la consciencia que poseemos de él y de lo
que somos nosotros mismos, en términos de impresiones
demasiado subjetivas, acomodadas, afectadas por la “atmósfera”
enrarecida, relajada, libertina, sugerente, que se “respira” como
condicionamento propio de la cultura moderna, como la que se
nos va imponiendo con sutileza bien calculada y fundada en un
concepto mal entendido de la libertad en nuestras sociedades
actuales, a menudo marcadas por la anarquía, por la
desorientación o la actividad definitivamente delictiva, como
únicas opciones de vida que les queda a muchos para sobrevivir,
en una sociedad que se mueve casi exclusivamente con y por el
dinero, dominada y regulada por una jerarquía económica que se
mueve exclusivamente por sus propios intereses, que aplica, sin
discusión, sus criterios financieros y que se esfuerza, sobre todo,
en mantener bajo su control y a su disposición el grueso de la
producción industrial, del comercio, de los servicios al nivel
mundial, y el caudal de los medios de pago.
620
Proyectamos nuestra vida partiendo de sueños nuestros, o a veces
impuestos por otros, para cimentar nuestro comportamiento
consciente, apoyados en ideales que construimos con las
imágenes de esas impresiones, con esos sueños, que distan, a
menudo, astronómicamente de la realidad de ese mundo
percibido, el cual es, finalmente, el que nos “golpeará” a la hora
de definir lo que hemos de esperar en nuestras relaciones con él
sin saber, la mayoría de las veces, desde dónde y con qué
contundencia nos golpeará.
Paralelamente a los medios de vida que nos ofrece la civilización
urbana, -burguesa-, en que nos estamos moviendo cada vez más
seres humanos, carecemos del enfoque apropiado para usar
adecuadamente y eficazmente de ellos; estamos perdiendo el
sentido que teníamos de nuestra vida, por no decir que cada día es
más difícil que podamos ejercer algún control sobre ella. Pero, lo
más alarmante es:
Que nos olvidemos que el más precioso recurso natural del que
podemos disponer, el regalo más preciado que nos ha otorgado la
Naturaleza, Dios, a cada uno de nosotros, es sin duda el resto de
la humanidad, nuestro “prójimo”, la Vida, en general, que son
nuestro principal punto de apoyo.
Que lleguemos a asociarlo a la idea de que representa un
obstáculo para la realización de nuestros proyectos de nuestra
vida. Y
Que, por lo tanto, hasta hoy, es infamemente desconocido,
destruido, desaprovechado y desperdiciado.
En el mundo moderno, no sólo seguimos modelos de conducta
aprendidos en etapas muy anteriores a los actuales niveles de
desarrollo de nuestra corteza cerebral, sino que hemos sido
incapaces de salirnos de la estrategia global de la competencia
como forma estratégica única de acción y sin considerar otras
opciones como la cooperación, que podrían ofrecernos la
posibilidad de salir de la encrucijada actual y visualizar un mundo
completamente diferente. Y ello simplemente, por motivos
ideológicos, que han afectado, por completo nuestra vida social y
nos han conducido a los desequilibrios constantes y endémicos
621
de nuestra economía, de nuestras relaciones sociales, de nuestras
proyecciones futuras, etc.
Las generaciones de hombres actuales, tenemos la impresión de
que sólo el avance tecnológico y económico pueden redimirnos.
Sin embargo, la Tecnología, la Economía y sus reflexiones
apenas nos proporcionan, todavía, una idea muy parcial de
nuestro hogar universal, de quiénes somos, de qué estamos
hechos, de cuál es el potencial de nuestra naturaleza, de cuál es el
papel de nuestra vida en la construcción del mundo que
habitamos, finalmente, de cuál es el verdadero sentido, el destino
final de nuestra vida; más aún, en conjunto el pensamiento más
avanzado de nuestro tiempo, está apuntando a una convergencia,
por no decir a un reencuentro con las fuentes de la sabiduría
tradicional, parte de ella consignada en la obra de sabios
pensadores de todos los tiempos y de sus formas, realmente no
muy novedosas, de interpretar al Mundo y al hombre mismo.
Por eso, podría decirse que, más que descubrir una realidad
desconocida, algo por completo innovador, apoyados en los
medios actuales de que disponemos, como es la Ciencia y las
herramientas que ella nos ha dispensado, hemos empezado apenas
a encontrarnos a nosotros mismos, hemos empezado a
entendernos, aunque todavía muy parcialmente, tales como somos
y no como nos imaginábamos que éramos, casi como si todo
aquello que forma parte de nuestro entorno, incluido nuestro
prójimo, fueran un espejo de nosotros mismos y nos estuviera
gritando con su presencia, que ellos no son más que formas
diversas, totalidades, “gestalts” semejantes a la nuestra, o quizás,
apenas como visiones, interpretaciones diferentes de lo que
constituye nuestra propia esencia. Y no estaría mal que
empezáramos a inquietarnos, a preocuparnos, a interesarnos por
aquellos aspectos de la Realidad que se sitúan más allá de nuestra
comprensión, de nuestra propia experiencia, algunos de los cuales
podrían ser apenas lo que es observable, lo que es medible, lo que
tiene acceso, de alguna manera, a la labor de escrutinio de
nuestros científicos, de nuestros técnicos, de nuestros ingenieros.
622
Del hecho de que superemos nuestra autosuficiencia individual,
ganemos en humildad, abramos nuestra mente a la Vida y a lo que
ella realmente representa, de que dejemos de considerarnos, cada
uno, seres separados y aislados, independientes, de que
aprendamos a disfrutar de la verdadera riqueza que el Universo y
nosotros podemos ofrecernos los unos a los otros, depende
nuestra certeza de vida futura, nuestra felicidad.
No podemos seguir comportándonos como lo hemos hecho desde
tiempos primitivos, ni aún como lo hacíamos hasta tiempos
relativamente resientes en que se inició la protesta en contra de
viejos y aparentemente absurdos e inhumanos conceptos de
austeridad de vida, como ocurría antes del Renacimiento durante
la Edad Media, cuando los vientos comerciales y la navegación
del Mediterráneo entraron a refrescar la atmósfera viciada de una
sociedad europea cercada por el invasor y limitada a sus propios y
pobres recursos.
Pero tampoco podemos pasar irracionalmente al otro extremo, en
que llegamos a adoptar los modelos sociales laxos, relajados,
tomados casi exclusivamente del espíritu mercantil que se impuso
después del Renacimiento, y que ha caracterizado y determinado
nuestra cultura actual, dándole origen y extendiendo por doquier
otra forma de comportamiento no menos inhumano, movido casi
exclusivamente por el afán de lucro, que se ha convertido en una
verdadera amenaza para grandes sectores de la población humana
contemporánea, y que ha transformado a la sociedad humana
actual en campo de batalla de corte no solo profundamente
conflictivo sino canivalesco, en el que unos de nosotros luchan a
muerte contra otros, como si fuéramos solamente aves de rapiña,
animales de presa, viejos machos o hembras “alfa”
comprometidos en demostrar a sus competidores su supuesta
“supremacía genética”, o en llevarse para sí todo el poder y toda
la riqueza de que creen poder disponer, sumiendo al resto de los
humanos en la miseria, en el olvido.
Si seguimos haciendo lo mismo, no lo dudemos, ¡todos saldremos
perdiéndolo todo! Ya la Naturaleza empieza a pasarnos la “cuenta
623
de cobro” por nuestros desafueros, y ellos llegarán a quitarnos,
incluso, la sustentación que requiere la Vida en su conjunto, para
prevalecer, haciendo de nuestro planeta, hoy todavía palpitante de
vida y actividad, un mudo yermo, desierto, estéril, semejante a
nuestros planetas vecinos, como Mercurio, Venus, o Marte.
Aquello es algo que ya puede preverse al nivel del pensamiento
científico actual, y que, finalmente determina las dimensiones del
reto y la urgencia en ser enfrentado que compromete cada día con
más ahínco a la Humanidad, si realmente los seres humanos lo
asumimos seriamente y nos sentimos dispuestos a asegurar
nuestra permanencia en este hogar planetario por mucho tiempo.
Y es preciso que esa situación, cada vez más comprometedora,
sea conocida, no sólo por algunos personajes de relieve universal,
líderes, ingenieros, técnicos, científicos, estadistas, políticos, sino,
ojala por todos los hombres, comerciantes, campesinos, artesanos,
padres y madres de familia, educadores, etc. Y ello nunca será
posible, sino con un arduo esfuerzo informativo, educativo,
formativo, con multitudes de buenos ejemplos, y… finalmente,
superando el mal con abundancia de bien.
A modo de apéndice del conjunto de esta obra me gustaría invitar
a nuestros lectores a la lectura de la última encíclica del Papa
Benedicto XVI “Caritas in Veritatis”. Su juicioso enfoque ético –
social enriquece inmensamente cualquiera de nuestras
consideraciones acerca del conocimiento que tengamos del
Hombre. Sus consideraciones nos invitan a ajustar seriamente
nuestro enfoque y nuestro comportamiento frente a nosotros
mismos. No dudo de que en su texto encontraremos gran
inspiración en nuestro afán de mejorar radicalmente nuestra
contribución al aseguramiento de las más prometedoras opciones
posibles, de supervivencia para la Vida, para nuestra especie. Cito
su dirección electrónica para el acceso a su texto:
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/docu
ments/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate_sp.html