Libro de Clan Capadocio

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Un Suplemento para Vampiro: Edad Oscura

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Un Suplemento para Vampiro: Edad Oscura

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La Biblioteca de la Hermandad

La Biblioteca de la Hermandad ha sido creada como una forma de promover y rescatar el Viejo Mundo de Tinieblas. Para lograr este fin, la propuesta es:

1.- Rescatar los suplementos publicados en español de forma oficial, junto a algún documento concreto en inglés.

2.- Sumar a lo anterior aquellos manuales y módulos escritos por jugadores y narradores que alcanzan un nivel de calidad cercano o superior a las publicaciones originales de White Wolf.

3.- Recolectar las recopilaciones de material oficial hechas por jugadores y narradores.

4.- Dar cabida a la Generación, Traducción, Maquetación y Escaneo de material de Viejo Mundo de Tinieblas a través de lo que llamaremos, de forma simple, “el Proyecto”. La idea es ampliar Viejo Mundo de Tinieblas con manuales hasta su máxima expresión.

No menos importante, el material incluido sólo será de la línea Viejo Mundo de Tinieblas, que ya no está siendo publicada. Nuevo Mundo de Tinieblas NO tiene cabida en la Biblioteca de la Hermandad, ya que está siendo publicado en estos momentos tanto por White Wolf como por la Factoría, en su versión española.

Últimas líneas: El Proyecto se construye en base a colaboraciones, por lo que buscamos Traductores para publicar libros nunca llevados al español. Del mismo modo, cualquier colaboración (manuales, recomendaciones de documentos que pululan por la red, OCR de manuales ya escaneados en baja o mediana calidad, escritos…) será agradecida. Contáctanos a través de http://labibliotecadelahermandad.blogspot.com/ o nuestro correo [email protected].

Por Justin Achilli

Creditos

Autores: Justin Achilli Desarrollo: Justin Achilli, Robert Hatch and

Ken Cliffe. Edición: Ed Hall Dirección artística: Aileen E. Miles Tipografía y maquetación: Lawrence Snelly Ilustraciones interiores: Mike Chaney, John

Cobb, Eric Lacombe, Andrew Trabbold and Vince Locke.

Ilustración de portada: John Bolton Ilustración de contraportada: Richard Thomas Diseño de portada y contraportada: Scott

Cohen Agradecimientos especiales

Robert “Sombra del Gran Robo” Hatch, por sus cósmicas técnicas de recuperación de vehículos.

Richard “Un movimiento fluido” Dansky, por un intrépido pero vano intento de echar algo del vómito fuera del coche.

Greg “¡Mecheros de Clan!” Fountain, por la idea que muere. Yo me ocupo del diseño si tú pones los mecheros.

Andrew “Puntuación” Bates, por su despreocupada lascivia de cumpleaños.

Fred “Sodomita Rampante” Yelk, por sus planes para Steve en la partida de ajedrez.

Joshua “Reina de los Condenados” Timbrook, por arruinar mi look que iba a causar estragos con su sex appeal.

© 1995 White Wolf, Inc. Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproducción sin el permiso de la editorial, excepto si es con la intención de escribir reseñas. Todos los personajes, nombres, lugares y léxico mencionados en este libro son propiedad intelectual de White Wolf, Inc.

La mención o referencia a cualquier otra compañía o producto en estas páginas, no debe ser tomada como un ataque a las marcas registradas o propiedades intelectuales correspondientes.

Debido a su temática, este producto se recomienda sólo para lectores adultos.

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Tabla de contenidos

Capitulo Uno: La revelacion al chiquillo

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Capitulo Dos: La muerte entre los muertos

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Capitulo Tres: Observaciones y conclusiones

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Capitulo Cuatro: Legio

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Apendice Uno: Buscadores notables

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Apendice Dos: Nota historica?

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Tiempo devorador, embota las zarpas del león, y haz que la tierra devore a su propia y dulce estirpe.

— William Shakespeare, Soneto 19

La muerte es más que el final de la vida: es un renacer.

Ponerse poético no sirve de nada, y

hacer acopio de lo temporal es estúpido. La maldición de la sangre tiene

un filo tan cruel como el de cualquier cimitarra, pues incluso en la muerte las

respuestas plantean nuevas preguntas. Conocemos el dolor de estar

muertos y seguir muriendo.

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apítulo Uno: La revelación al chiquillo

Abrí los ojos y me encontré rodeado de negrura. Estaba acostado, y sentía que la piedra me rodeaba por todas partes. Mis dedos y mis pies tocaban también piedra; estaba en una especie de caja.

Había algo sobre mí. Era ligero y correoso, y muy seco. ¿Un saco lleno de bastones, quizá? Me moví un poco, intentando percibir mis límites, y algo de polvo se soltó de aquella cosa, cayendo en mi boca y en mis fosas nasales. Me di cuenta de que aquello era más o menos tan largo como yo. Oh, Dios. ¡Un cuerpo!

Grité, intentando hacer que el cuerpo rodase en una dirección y yo en la otra, pero las pequeñas dimensiones de la caja sólo me permitieron inclinarlo hacia un lado. Una parte del cuerpo se desprendió, y me la sacudí de encima como a araña asquerosa. Intenté alzarme y mi cabeza chocó contra el bajo techo del sepulcro.

Estaba enterrado vivo.

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Mis ojos se abrieron de par en par, pero no sirvió de nada en aquella completa ausencia de luz. Me enrosqué hacia un lado de mi implacable tumba, empujando el frágil cuerpo tan lejos de mí como me fue posible. Pude sentir cómo los viejos huesos y la piel correosa se rompían bajo mis empujones y patadas. Sólo quedaba una escoria rota de lo que una vez había sido un cuerpo humano, una escoria que temía fuera a convertirse en mi eterna compañera.

Aullé de temor y un sudor frío brotó de mi frente, llevando consigo un olor penetrante que a la vez me excitaba y me tranquilizaba. Olía a sangre. ¡Buen Dios, estaba sangrando! Entonces me percaté de algo curioso y terrorífico: mi corazón no latía. Las lágrimas recorrieron mi rostro, aumentando el carnal aroma. ¿De veras estaba llorando y sudando sangre? ¿Estaba muerto?

Arañando el techo de piedra de mi minúscula celda, convertí rápidamente mis manos en dos muñones ensangrentados, en un vano intento de escapar. No me habían enterrado vivo, seguramente estaba muerto. ¡Oh, Dios misericordioso, ayúdame! Mi corazón yacía inmóvil y el frío de la tumba llenaba mi cuerpo de escalofríos. “¿Cómo puede ser esto la muerte”, se preguntaba mi aturdida muerte, “cuando aún puedo moverme?”.

“¿Y cómo puede ser la vida cuando tu corazón y tu sangre están fríos y durmiendo? Se te ha concedido la maldición de Caín.”

La voz me tomó por sorpresa. ¿No estaba solo? ¿Me estaba hablando aquel cadáver roto? El horror de mi sepultura debía haberme vuelto loco.

“Tranquilízate. Deja que la sangre hable contigo. Deja que escuche por ti.”

La voz sonaba como si procediese de mi propia mente, pero viniendo a la vez de algún otro. Dominando mi miedo, seguí las instrucciones de la voz. Respiré por la fuerza

de la costumbre, observando que no lo había hecho hasta aquel momento. Decidiendo que ya me ocuparía más tarde de aquello, dediqué toda mi atención a escuchar.

Oí el rumor de alguien que se movía por el exterior de mi sepulcro, y el chisporroteante gotear de la lámpara de aceite que llevaba. Debía ser la persona que se estaba dirigiendo a mí. El movimiento de los gusanos a través del suelo llegó también a mis oídos, así como el bajo rascar de las garras de una rata arrastrándose por el lecho de piedra de la tumba. Oía mis propios

párpados abriéndose y cerrándose sobre unos ojos inútiles en la oscuridad.

“Ahora deja que sienta por ti, deja que sea tu gusto y tu

olfato.” Hice lo que me decía la voz.

Mis dedos percibieron cada aspecto de la fría piedra que me

rodeaba, descubriendo singularidades y pequeñas

elevaciones que nunca hubiese visto con los ojos. Áspero y frío, cubierto por pequeñas muescas no más profundas que el grosor de un cabello, el sepulcro de piedra estaba lleno de minúsculos surcos. El tosco tejido del sudario del

cadáver resultaba también increíblemente complejo; en la oscuridad, me imaginé sintiendo cada una de sus hebras… ¡si hubiese podido llevar la cuenta! Incluso los huesos eran una revelación para el tacto. Eran pulidos y ligeros, como una flauta.

El olor, ahora que reparaba en él, era tan revelador como horrible. Aparte del hedor a osario de la muerte, había un aroma dulzón y abrumador. Enfermedad. El otro cuerpo de la tumba había muerto de peste o de lepra. Algunas partes del tejido se habían podrido también, y la sequedad física de la cripta hacía un extraño contraste con el sutil, húmedo y empalagoso aroma del moho. Incluso percibí un mínimo olor metálico: el cadáver había sido enterrado con un anillo en una de las manos.

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“¿Quién eres?”, le grité a mi invisible benefactor, que era probablemente también el causante de mis desdichas. El rugido de mi propia voz estuvo a punto de ensordecerme, tan aguzado estaba mi oído. Experimentando con aquel poder recién descubierto, vi que también podía desactivarlo “¡Déjame salir!”

“Más tarde, quizá” fue la respuesta. “Ahora tienes mucho que hacer. Te dejaré solo hasta la próxima noche. Has muerto, y te has levantado, y pronto morirás de nuevo. Piensa en ello en tu grata soledad. ¿Qué es morir, y cómo es que tú has escapado? ¿O no lo has hecho? ¿Estás vivo en la muerte o muerto en la vida? ¿Cuándo empieza de verdad la muerte? No contestarás a estas preguntas, pero sí podrás apreciar su importancia, amigo mío.”

Tenía razón aquella voz incorpórea fuera de mi fría tumba. Recordé que ya no respiraba, que mi corazón no latía y que mi sangre fluía allí donde mis otros humores lo habían hecho antes.

Al pensar en la sangre, sentí crecer un ansia desde lo más profundo de mi ser. En un momento estaba famélico, agradeciendo el encontrarme a resguardo de la mirada de mi interlocutor mientras me lamía las manos ensangrentadas. Incluso saqué la lengua para atrapar las gotas del precioso fluido que bajaban de mis ojos y de mi frente. ¡Estaba bebiendo sangre! ¡De alguna forma, me había convertido en un monstruo! Pero mi monstruosidad carecía de importancia frente a aquél hambre. Sólo quería alimentarme: aquella rapaz ansia de sangre se había impuesto a mis facultades. Imaginé a mi anónimo mentor en el exterior del sepulcro, prácticamente sintiendo la cálida y roja sangre que corría por sus venas…

“¡Espera!” grité, oyendo que el otro se disponía a salir. “¡Al menos llévate de aquí a este cadáver!” Y deja que te abra la garganta y engulla tu sangre, pensé.

Pronunció su respuesta con una sonrisa, o así sonaba al menos:

“No, lo dejaré contigo. Quizá pueda responder alguna de tus preguntas.”

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apítulo Dos: La muerte entre los muertos

Para mi gran desazón, nuestras noches de antaño son ahora tan nebulosas como las del resto de la estirpe de Caín. Resulta peculiar para nosotros, como eruditos y consejeros que somos, y plantea muchas cuestiones. ¿Nos consumimos en nuestros estudios a expensas de nuestra propia historia? ¿O tiene nuestro fundador sus propios y siniestros designios? Tal ha sido siempre y siempre será la cuestión; tal es la naturaleza de la Yihad.

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Del progenitor

Se sabe muy poco de Cappadocius antes de su Abrazo, aparte de que era un sacerdote, chamán o santón, inclinado a filosofías radicales. Incluso esto es más bien dudoso, ya que nadie puede determinar su fe original o su dogma. Los eruditos del clan señalan a Enoch, identificando a Cappadocius como un miembro de la casta de esclvos mortales de los poderosos Cainitas en la cúspide de su gloria.

El verdadero nombre de Cappadocius se ha perdido en los vientos de la historia, y ahora sólo él mismo lo conoce. Al ir progresando la gradual mezcla de culturas en el mundo, Cappadocius escogió para sí un nombre que no revelaba más que su origen, y fue el que dio a Caín y sus chiquillos al ser escogido para el Abrazo. “De Capadocia”, es todo lo que el mundo sabe de este enigmático Cainita, y quizá todo lo que llegue a saber.

Algunos Cainitas creen que Ashur Abrazó a Cappadocius, mientras que otros opinan que ambos son el mismo. Sea como sea, la generación de Cappadocius está descrita como tercera en muchas fuentes, y la mayoría de los apócrifos Cainitas enumeran sólo a tres vampiros de la segunda generación. Esta discrepancia es la piedra de toque de muchos debates Capadocios: ¿Era su fundador de la tercera generación o de la cuarta? ¿Era acaso Ashur de la segunda generación (una temible perspectiva que da crédito a la genealogía Assamita)? ¿O era de la tercera y fue diablerizado por Cappadocius? ¿Hay algo de cierto en los susurros de que Ashur Abrazó también a los que más tarde se convertirían en los Baali? ¿O está equivocado todo el dogma vampírico?

Fuentes similares atestiguan otras peculiaridades de la existencia de Cappadocius, con especial atención a sus frecuentes períodos de letargo. Como sucede con muchos de su edad y poder, el fundador pasa bastante tiempo durmiendo el sueño sin sangre de los Ancianos. Pero, al contrario que el sueño de los demás Antediluvianos, el de Cappadocius es inquieto y ligero, como el de un insomne, o un niño nerviosos. Se sabe que se despierta periódicamente del letargo, dirige algún asunto o promulga algún críptico decreto, y se hunde de nuevo en el sueño. Esto suele ser visto como una de las razones principales por las que el clan está tan dividido y descentralizado; dado que su fundador podría despertar en cualquier momento y enunciar una nueva directiva a sus chiquillos, ningún grupo ni individuo puede imponer sus propios fines al clan. Incluso Japheth y Augustus Giovanni, los chiquillos del fundador vistos con más frecuencia (si puede decirse esto de vampiros de cuarta generación), están sujetos a aleatorios e imprevisibles períodos de disfunción.

Noches de Enoch, la

Segunda Ciudad, y

ansias errantes

Solo Cappadocius recuerda el tiempo en que se alzaba la ciudad de Enoch, habiéndolo presenciado todo tan claramente como si lo hubiese escrito él. Cappadocius no Abrazó a ningún chiquillo durante las noches del reino de Enoch, ni tampoco en la época de la Segunda Ciudad.

Cappadocius no era un solitario como Caín, pues el Abrazo no era una maldición

para nuestro fundador. Más bien, le dio la oportunidad de estudiar la cuestión que embruja a los hombres hasta el día de hoy: el misterio de la muerte. Fascinado por las complejidades de la no-vida, Cappadocius consagró sus horas de vigilia a desvelar sus secretos. Aprendió y estudió y experimentó a lo largo de los años, mientras los demás chiquillos de Caín luchaban y quemaban y destruían. Se guardó sus descubrimientos para sí, compartiéndolos a veces con Ventrue y Saulot, pues no quería cargar a otros con el peso de resolver el enigma del

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corto ciclo de la vida. .Muchos Capadocios creen también que el fundador del clan no quería compartir su sabiduría y la mantuvo en secreto.

Cuando el Diluvio cayó sobre la Tierra, el fundador no estaba más cerca de contestar el eterno enigma. Cuando llegó la traición parricida que precipitó la caída de la Segunda Ciudad, Cappadocius se dio cuenta de que la respuesta se le mostraba esquiva porque no comprendía la pregunta.

Por lo tanto, Cappadocius decidió crear chiquillos. Huyendo de la ruina de la Segunda Ciudad a su tierra natal, hoy en manos de los turcos seleucidas, Cappadocius Abrazó al primero de su progenie, un simple viajero llamado Caias Koine.

Fue entonces cuando Cappadocius tuvo por primera vez sus visiones precognitivas. En ella, nuestro fundador se vio rodeado por un grupo de sus chiquillos, que se lamentaban por la pérdida de algo desconocido. Compartiendo su sueño con su chiquillo Caias Koine, ambos abordaron aquel nuevo misterio con una pasión que rivalizaba con la de su búsqueda de una respuesta al enigma de la muerte.

Cappadocius y Caias crearon a más progenie para que les ayudasen en sus estudios, incluyendo a Japheth y Lazarus, que les consolaron a lo largo de los milenios y les ayudaron a buscar las respuestas que les eludían. Viajaron por todo el mundo, contemplando la ascensión y caída de los reinos, alimentándose cuando lo necesitaban y descubriendo nuevas pistas a cada paso. Cappadocius habló con Zoroastro y Buda, recibiendo más conocimientos de estos profetas en su búsqueda del misterio eterno. Recorrió las tierras de Babilonia con el gran Nebuchadnezzar y vio los Jardines Colgantes. Conversó con Alejandro el Bárbaro e inquirió a Tolomeo. Tuvo largas charlas con Antíoco de Seleucida y con la horda de pensadores griegos.

Ninguno le dio las respuestas que necesitaba.

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La primera revelacion Aunque sus viajes parecían

infructuosos, Cappadocius no cejó en sus esfuerzos, enviando a su progenie a recorrer el mundo como él hacía. ¿No había nadie que pudiese revelar la respuesta al misterio de la muerte? Seguro que otros se habían planteado las mismas preguntas. ¿Quién podría enseñarle? Logró hallar la respuesta vagando por tierras de los hebreos, justo al sur de su Capadocia natal. En su búsqueda, el fundador había perdido de vista el objetivo de la investigación. Ningún estudio de los cadáveres o las palabras de las almas liberadas podría revelar la sencilla verdad que los vivos presenciaban cada día. Sólo Dios podía hacerlo.

Cappadocius encontró una tienda solitaria en las llanuras de Canaán, lejos de las ciudades de Gaza y Jerusalén. Una débil luz titilaba en su interior, y había poco movimiento. Una soledad que Cappadocius tomó por desesperación pesaba en el aire.

Cansado, desilusionado y famélico, nuestro fundador cayó sobre la tienda con intenciones rapaces. En aquel momento, pretendía descubrir la respuesta matando a aquel recipiente, lo que saciaría la abruma-dora sed de la Bestia.

Irrumpió en la tienda con los ojos encendidos, y se dirigió al aterrorizado judío que la ocupaba.

“Busco la respuesta a la muerte. Quizá tú puedas revelármela.”

“Sé que no puedo evitar esto, pero también sé que Dios me protegerá,” respondió el judío.

“¿Quién eres tú para que Dios se preocupe tanto por tu bienestar?” Se burló el Antediluviano, conteniendo apenas su frenesí.

“No soy más que un hombre. Dios me cuida porque es soberano, trascendente y bueno,” fue la respuesta.

Cappadocius se detuvo, desvaneciéndose la Bestia de su semblante.

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“Con tu sencilla sabiduría, has comprado tu vida,” le dijo, y la Bestia salió de su alma.

Cappadocius se maldijo por su estupidez. Allí estaba él, un chiquillo de Caín que llevaba miles de años vagando por toda la creación, pidiendo ayuda a meros mortales para resolver un problema sin solución posible. ¡Miles de años malgastados! Si de verdad quería aprender, debía escuchar a los pies de Dios. El templo en Erciyes

Rejuvenecido en espíritu por su nuevo enfoque, Cappadocius hizo saber a todos sus chiquillos que tenía noticias importantes que darles. En un mes, todos los miembros de su progenie se reunirían en la ciudad excavada en la roca de Goreme para escucharlas.

Cuando los Cappadocius se reunieron, el fundador les dijo que la nueva dirección de la búsqueda exigía que estuviesen más cerca de Dios. El primer paso implicaba la proximidad física al Cielo.

Los Capadocios no se han distinguido nunca por sus aptitudes marciales. Así que fue bacante raro cuando, una noche de hace 1.200 años, una procesión de monjes Ladrones de tumbas llegó a la cumbre del monte Erciyes en el centro de Capadocia. Las historias acerca de aquella noche encontraron su camino de vuelta por los numerosos canales de información de los Cainitas. Los ghouls despertaron para ver que sus hospitalarios anfitriones Capadocios habían desaparecido. Los príncipes orientales oyeron hablar de un gran ejército de pálidos vampiros marchando a través de sus ciudades. Los mercaderes en ruta, que hubiesen caído bajo los colmillos de grupos de Cainitas menos concentrados, observaron la torva procesión resguardados en los árboles. Otros viajeros vieron cómo la silenciosa legión proseguía su marcha.

Erciyes, también conocido como Argaeus, albergaba un monasterio olvidado y

medio en ruinas, que fue invadido por los chiquillos de Cappadocius. Éstos mataron rápidamente a los cuatrocientos residentes humanos y al único habitante Cainita. Conducidos por Caias Koine, los monjes tomaron el templo y reasumieron de inmediato su dócil naturaleza.

Ninguna herejía había tenido lugar en el templo; los antiguos ocupantes no habían tenido tratos con el demonio, llevando vidas ascéticas. El vampiro que vivía allí, un Malkavian conocido sólo como Algol, en-contró la Muerte Definitiva bajo acusaciones de existir como un Osiris, alimentándose de los monjes bajo el disfraz de un profeta. En una noche, las inclinaciones del templo cambiaron para siempre, quedando éste consagrado a un nuevo aprendizaje.

Apenas había caído el templo cuando empezaron a circular las noticias. Los Cainitas de todas partes se preguntaban por los motivos de los Capadocios, pero el Populacho se dedicó a sus asuntos con su típica ignorancia. Los curiosos se acercaron a hurtadillas a Erciyes en la oscuridad, esperando lograr un atisbo de las horribles orgías y ritos perversos que con seguridad debían llevarse a cabo allí. Pero sólo encontraron más monjes.

El templo cambió con rapidez. Los Capadocios trabajaron incansablemente, reconstruyendo el antiguo monasterio de Erciyes de acuerdo con sus necesidades, derribando viejos muros y levantando otros nuevos. Excavaron grandes cámaras subterráneas y construyeron bibliotecas y mausoleos sobre ellas. En sólo unos meses, el templo estaba totalmente renovado. Desde entonces, ha tenido cien nombres, todos ellos conjurando la iluminación y el descubrimiento de secretos. Para los que conocían a los Capadocios, el templo era un lugar donde la muerte era el único objeto de estudio. Mientras la gran mayoría del clan Capadocio busca el saber en cualquier parte, todos los miembros del clan pueden acudir

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Cappadocius el cristiano

Aunque los Cainitas rastrean sus orígenes a través de historias y documentos bíblicos, una chocante minoría de los ancianos profesa la fe cristiana. Muchos de ellos reconocen al Dios cristiano, pero se ponen a sí mismos al margen de la religión o por encima de ella, creyendo que la fe es una invención de los hombres mortales. Esto crea una interesante relación entre los vampiros y el mundo: ¿Aspiran al cielo, o se recrean en su condena? ¿Cómo explica su agnosticismo su origen en Caín, que mató a su hermano Abel como ofrenda a Dios?

Cappadocius no tiene estas dudas. Incluso durante su vida mortal, el fundador era un sacerdote consciente de la obra de Dios, aunque todavía no fuese cristiano (las noches de Enoch son muy anteriores al surgir de la fe). Lo que importa es la total conversión de Cappadocius al cristianismo, el producto de un milagro directamente enviado por Dios.

Viajando por las tierras a las que llamaba hogar, Cappadocius se encontró el pecado de la desesperanza. Durante cientos de años había estado buscando un mayor conocimiento de los misterios de la muerte. Aquellos estudios habían resultado infructuosos, y el gran peso de su búsqueda se dejaba sentir sobre sus hombros. Una noche, decidió renunciar.

Se recostó en un cono de roca volcánica y cerró los ojos. Usando su dominio de la Disciplina deProtean, Cappadocius se hundió en la tierra, permaneciendo allí durante incontables noches, algunos dicen que hasta 33 años. Cada noche se despertaba más débil que la anterior, pero se negaba a levantarse y seguir su vacía persecución.

Finalmente, tras un número desconocido de años, tuvo la visiónd e un ángel. Parecía que fuese a quedarse allí para siempre, o quizá caer bajo los colmillos de un Cainita menor, pero el ángel le dijo que no iba a ser así. Cappadocius estaba destinado a buscar la respuesta, y Dios deseaba que la búsqueda se llevase a cabo.

“No puedo hacerlo,” se quejó lastimeramente el fundador, “pues soy demasiado débil.” “Entonces te haré más fuerte,” dijo el ángel, e hizo un corte en su propia muñeca con

una espada de sagrada luz. La sangre corrió por el brazo del ángel y unas pocas gotas cayeron en los labios del Antediluviano, vigorizándole y haciendo a la vez que su sangre ardiese con el poder de la fe.

“Dios quiere que tengas éxito; reza por no defraudarle.” Tras decir esto, el ángel ascendió de vuelta al Cielo.

Cappadocius salió de la tierra con un estallido, esparciendo fragmentos de roca en todas direcciones. Tras saciar el resto de su feroz sed en una caravana árabe que pasaba por allí, comenzó de nuevo a caminar por la Tierra. A partir de entonces, abrazó la fe cristiana, sabiendo que Dios le había escogido para la grandeza.

al templo en cualquier momento para informar, estudiar o simplemente descansar.

Tras establecer su nuevo hogar, los Capadocios reunidos acordaron encontrarse de nuevo, siempre que pudiesen, cada solsticio de invierno, para discutir sus estudios y compartir opiniones sobre los asuntos del clan. El auge del

cristianismo Poco después de la captura del templo

de Erciyes, el cristianismo empezó a extenderse por el mundo occidental. Los Capadocios lo abrazaron abiertamente, como hacemos con cualquier fe que pueda

ayudarnos a sondear la naturaleza del espíritu. Las tierras de Capadocia se convinieron en reinos de protección para cristianos perseguidos, que seguían encontrando oposición pese al auge de su fe. Dos ciudades capadocias, Derinkuyu y Kaymakli, se abrieron en la tierra misma, acogiendo a muchos cristianos durante las primeras noches de intolerancia.

Los Capadocios fueron esenciales para el crecimiento del cristianismo, labrando iglesias y monasterios en la roca de su tierra. De hecho, los miembros del clan siguen siendo activos hoy en día en la tierra de nuestro fundador, con la Elmali Kilise, Karanlik Kiilise y la Uzumlu Kilise, iglesias que atienden a las necesidades de los

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cristianos en esa tierra sagrada. Sigueindo él mismo las enseñanzas de

Cristo, Cappadocius se refugió con varios de sus hijos en la ciudad de Derinkuyu. El fresco y seco clima de la ciudad subterránea agradaba a los vampiros del clan, y la protección que ofrecía frente al sol resultaba incomparable. Muchos de ellos se dedicaron a difundir y enseñar el pensamiento cristiano entre los hijos de Seth. Otros se retiraron a las discretas tinieblas, buscando la verdad.

Por aquel entonces, Cappadocius se percató de que su progenie no necesitaba dedicarse por completo a desentrañar el enigma. Siguiendo la filosofía expuesta por Herodoto, el padre de la historia, el líder instruyó a los que hablaron con él para que “en todas partes, fueran moderados”. Los vampiros Capadocios siguieron el consejo de su fundador, y atemperaron su búsqueda con estudios en otras áreas de conocimiento. Esta época presenció un aumento en el número de Capadocios bibliotecarios, filósofos, teósofos, cartógrafos, lingüistas y eruditos de muchas otras especies. Algunos tempranos inconformistas dieron el Abrazo incluso a viajeros, guerreros y sirvientes civiles. El motivo que había tras esto, explicaron, era el de impedir el estancamiento del clan. Durante milenios, el clan había seguido falsas direcciones. Un mayor contacto con categorías más amplias ayudaría a crear nuevas perspectivas. No obstante, el estudio de los muertos no disminuyó, pues el clan Capadocio comenzó a admitir nuevos miembros en cantidades sin precedente.

El terrible Egipto Los estudiosos Cainitas parecen

sorprenderse de que los Capadocios hayan despreciado históricamente Egipto como zona de concentración. La tierra de los muertos por excelencia, Egipto, parece una elección obvia para un clan de eruditos en busca de la naturaleza de la muerte y sus misterios. Visto así, sería una excelente elección.

Desgraciadamente, Egipto sufre la plaga de las Sierpes, viles seguidores del semidiós no muerto Set. Los Capadocios no saben del propio Set mucho más de lo que figura en las tradiciones de la región. Saben, además, lo que dice el Libro de Nod, Set fue uno de los 13 Antediluvianos de los que nacieron los clanes. Muy pocos Capadocios se han encontrado con él, debido a su gran edad y su inhumano secreto; tampoco es extraño, pues muy pocos Capadocios se han encontrado con alguien de la tercera generación.

Sin embargo, los Capadocios están familiarizados con los Seguidores de Set. La relación no es muy fácil, caracterizada como está por el choque entre la necesidad de los Capadocios de estudiar sin ser molestados y el impulso Setita de corromper todo lo que tocan. Los viajes a Egipto han sido siempre infructuosos, sus beneficios eclipsados siempre por el elevado precio de tratar con las Serpientes.

Durante la dispersión del cristianismo bajo el emperador romano Nerón, San Marcos llevó consigo a Egipto lo que se convertiría en la fe copta. Los Capadocios, siguiendo la bandera del cristianismo, se escondieron entre la congregación, esperando establecer avanzadillas secretas en aquella tierra tanto tiempo mancillada. No obstante, a los Setitas les bastaría con oír hablar de un vampiro en un monasterio para inundar los monasterios coptos con sus impías fuerzas, y buscar bajo todas las piedras hasta descubrirlo. Los Capadocios (y otros vampiros —los Setitas no hacían

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distinciones) se convirtieron en el objetivo de diversas prácticas corruptoras destinadas a apartarles de su camino. Como algunos Ladrones de tumbas podrían atestiguar, un Capadocio seducido para seguir la Via Serpentis es un espectáculo muy poco agradable.

De todas formas, los Capadocios siguen con sus intentos de infiltrarse en Egipto, lanzando silenciosas y secretas cruzadas a través del Mediterráneo desde su hogar ancestral. Aunque unos pocos han conseguido llevar una difícil no-vida en las ardientes arenas de Egipto, no encuentran provecho en ello. Muchos prosiguen la lucha, esperando ser quines consigan interrumpir el legado de fracasos del clan. El exodo

de Derinkuyu Sucedió que los peculiares hábitos de

Cappadocius empezaron a molestar a la gente de Derinkuyu. Aunque el fresco aire subterráneo preservaba los cadáveres que el fundador estudiaba, la proximidad de los cuerpos hacía que los habitantes de la ciudad estuviesen nerviosos e incómodos. El vampiro y sus chiquillos notaron el desagrado de los hijos mortales de Seth, y se recluyeron más aún en sus macabros estudios.

Pero llegó un momento en el que la gente no pudo seguir soportándolo. Ya habían visto bastante de los cadavéricos vampiros, acechando en silencio en las catacumbas. Habían soportado demasiado tiempo los desagradables e impíos ritos de aquellos extraños aunque benevolentes monstruos. Habían dado mucha de su sangre para sustentar la perturbadora presencia de aquellos parásitos, que sondeaban más y más en misterios que los hombres de fe no debían aprender.

Cappadocius habló con los lugareños, descubriendo el alto precio que su creciente progenie se cobraba sobre los mortales; se habían vuelto anémicos por culpa de las

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alimentaciones masivas, y enfermizos a causa de la constante exposición a los cadáveres estudiados.

Comprendiendo las quejas de la gente, el fundador se dio cuenta de que había cometido un grave error al dar el Abrazo tan a la ligera. Volvió a Erciyes para consultar el traducido Libro de Nod; leyendo en el Relato de la Primera Ciudad que la excesiva proliferación de la sangre de Caín quedaba proscrita, y el pecado que siguió a la desobediencia de sus chiquillos. Recordó las noches que había pasado sentado leyendo, como el único miembro de su línea, mientras sus condenados hermanos creaban progenie con desenfrenado abandono. Arrepentido de su descuido, convocó de nuevo a su estirpe, esta vez en las más profundas cámaras de la ciudad hermana de Derinkuyu, Kaymakli.

Nadie más que Cappadocius pudo prepararse para la asamblea. Una visión le había dicho al fundador lo que debía hacer antes de que llegasen todos.

La Fiesta de la Locura Las cámaras y salones subterráneos de

Kaymakli, podían albergar hasta a 15.000 ciudadanos. En la noche de la convocatoria asistieron 12.000 vampiros. Estábamos atónitos. ¿Cómo un grupo conocido como el Clan de la Muerte podía tener una vitae tan fértil? ¿Cómo podíamos ser tan numerosos?

En una absurda y abigarrada congregación, los Capadocios desplazaron a los ciudadanos de Kaymakli, obligándoles a abandonar sus hogares mientras durase la convocatoria. De forma discreta y sutil, y con la ayuda de Caias y Japheth, Cappadocius hizo una criba en las filas de su clan.

“¿Quién de entre vosotros no ha ayudado a construir una iglesia o un templo?”, preguntó el fundador, ordenando a los que contestaron que siguiesen a Caias a lo más profundo de la ciudad.

“¿Quién de entre vosotros no sabe leer y escribir? ¿Quién no sigue la Via Caeli? ¿Quién no ha empezado a buscar las

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respuestas al gran enigma?” Poco a poco, el número de los Cainitas reunidos fue disminuyendo, a medida que más y más de ellos bajaban a la ciudad subterránea. Seguramente el fundador tenía algún plan para ellos. No había duda de que estaba haciendo de los más aptos líderes, algún tipo de nuevo orden.

Cuando hubo hecho la última pregunta y enviado a los últimos Capadocios escogidos a las profundidades de Kaymakli, el fundador ordenó a Caias y Japheth que sellasen para siempre el portal de la ciudad. Mientras el mecanismo de piedras de molino se cerraba sobre el aullante pozo de Cainitas condenados, Cappadocius pronunció su guarda sobre el portal: “Qué ningún chiquillo de Caín salga nunca de este pasaje; que ningún hijo de Seth entre.”

El fundador lloraba cálidas lágrimas de sangre cuando se apartó de aquella masiva tumba. Su descuido y su obsesión habían condenado a miles de sus inocentes chiquillos. Sólo su hipocresía y restos de humanidad le habían salvado a él y a los pocos escogidos que aún seguían fuera, de sufrir el mismo destino.

“Marchaos de aquí. Este lugar está maldito,” dijo Cappadocius a los residentes mortales de Kaymakli. “Marchaos y no volváis nunca.”

Hasta esta noche, la prohibición se mantiene aunque seguramente todos los ocupantes habrán caído en letargo o bajo los colmillos de sus hermanos. Sin embargo, nadie puede decirlo con certeza, pues nadie quiere poner a prueba el hechizo de Cappadocius que impide salir a los Cainitas una vez han entrado. La ausencia

de Lazarus Cuando Cappadocius cerró Kaymakli,

Japheth habló en privado con Caias. Ninguno de ellos había visto a su hermano Lazarus en la reunión, y Japheth opinaba que la ausencia del chiquillo era un insulto

para su padre. A regañadientes, Caias accedió a visitar el hogar de su hermano y enterarse de lo que opinaba del edicto.

Hacía ya tiempo que el hogar de Lazarus estaba en el inhóspito Egipto. Sin miedo a la maldición de Set, Lazarus había elegido a unos a unos pocos intrépidos Capadocios y establecido su refugio cerca de las riberas del Nilo. Hasta esta noche, oscuros susurros acusan a Lazarus de servir a los deseos de Set; algunos incluso le atribuyen un Juramento de Sangre al Capadocio perdido.

Fuera como fuese, la visita de Caias no fue bien recibida. Por supuesto, Lazarus y sus seguidores habían oído la llamada del fundador, pero los más intuitivos entre ellos habían previsto las terribles consecuencias de obedecerla. Hay quien sospecha incluso que Lazarus temía que Cappadocius viese la maldición de Set en su alma.

“Hermano mío,” dijo Caias, “¿oíste la llamada de nuestro padre?”

“Sí, Caias, la oí,” replicó Lazarus. “Y seguramente intentaste obedecerla.

¿Qué fatalidad te lo impidió?” preguntó Caias, mientras su ira crecía ante la insolencia de su hermano de sangre.

“Ninguna fatalidad que se debiese a mí, hermano. Nos lo impidió la prevista por nuestro padre.”

Caias enloqueció de ira. ¿Quién era Lazarus para cuestionar la voluntad de Cappadocius? Saltó contra él con intención asesina, mientras Lazarus le miraba aterrado. Dos vampiros ancianos enfrentados en una batalla de proporciones tan épicas que se dice que el Nilo fluyó al revés durante el año siguiente. Pero al final, ni siquiera la astucia y habilidad de Caias sirvió de nada; Lazarus recurrió a la vil Disciplinas de Serpentis, que como todos saben pertenece al clan de los Setitas. Caias sucumbió, pero no sin antes herir mortalmente al traicionero Lazarus, que se hundió en la tierra arenosa sin que se le haya vuelto a ver desde entonces.

Sin la guía de su líder, los Capadocios egipcios se dispersaron en todas direcciones.

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Algunos volvieron a Erciyes y suplicaron el perdón de Cappadocius. Otros se limitaorn a vagar sin rumbo, yendo allí donde sus destinos los llevasen. La segunda revelacion

No mucho después de la Fiesta de la Locura, Cappadocius experimentó otra poderosa e innegable visión del destino que el futuro les deparaba a él y a sus chiquillos.

Tuvo una visión de la crucifixión: el lacerado cuerpo de Cristo clavado a la cruz como sacrificio por los pecados de los hijos de Seth. Entonces vio a los miles de vampiros a los que había condenado a ser enterrados en vida, chillando de rabia e impotencia. La visión cambió de perspectiva para mostrar a Cappadocius y los restantes miembros de su clan alejándose de los chiquillos aprisionados.

Cappadocius vio un paralelismo entre aquellos vampiros y el Hijo de Dios —sacrificándose ellos mismos para que otros pudiesen continuar existiendo.

Entonces tuvo otra visión del futuro, menos vívida que el terror de la anterior. Se vio a sí mismo en la cruz. Japheth y Caias hurgaban en sus heridas con los dedos, mientras infinidad de hombres mortales lloraban al pie de la colina. Cappadocius interpretó esto como un mandato de su sacrificio para sustentar a la humanidad en medio de un opresivo mar de vampiros.

Supo que debía alcanzar la Divinidad. Cappadocius y sus chiquillos de más

confianza se consagraron a esta tarea. A lo largo de los estudios del clan, habían encontrado varias referencias al poder de consumir la hostia. Ciertos documentos implicaban que era posible convertirse literalmente en Dios devorando Su cuerpo y Su sangre. Aquellos textos incluían escritos agnósticos y zoroastrianos, y explicaciones egipcias de viajes entre los mundos de los vivos y los muertos. Celebrando un ritual en completa paz y tranquilidad, era posible

ascender al Cielo, tomar el trono de Dios y llevar también al Cielo a toda la humanidad.

Aquellos fragmentos de saber olvidado le inspiraron nuevas esperanzas. Tal y como interpretaba los manuscritos, si alcanzaba la Golconda y diablerizaba a Dios, se convertiría él mismo en Dios. Incluso mientras se hallaba en letargo, el fundador soñaba con un mundo de paraíso y con cómo conseguirlo. En su mente, el enigma ya había sido contestado, pero la solución se mostraba esquiva. La respuesta era que llevando el Cielo a la Tierra, la vida y la muerte serían una, infinita y eterna. Pero la pregunta era ¿cómo? Influencia capadocia

en Europa Mientras Cappadocius pasaba sus días

de aislamiento en Erciyes, los miembros supervivientes del clan se dispersaron por Europa, ansiosos de escapar de la tierra que había servido como tumba para muchos de sus chiquillos y hermanos. Algunos se quedaron en Erciyes; otros se establecieron en las tierras reclamadas ahora por Turquía y Bizancio; la mayoría dejó atrás su doloroso legado, moviéndose siempre hacia el oeste.

Fue en aquellas noches cuando nuestra tácita alianza con los Ventrue se puso en primera línea. A cambio de instalaciones en las que estudiar, estuvimos encantados de ayudar a los Patricios en asuntos que requerían investigación y consejo. Esta práctica se mantiene en la actualidad, y se trata de una simbiosis que hace adelantar nuestros estudios de muchas formas.

Con la ayuda del capital Ventrue, nos resultó más fácil proseguir con nuestros estudios de medicina, con nuestros propios logros e influenciando a la creciente comunidad médica de barberos y herbolarios. El dinero, el prestigio y los contactos de los Ventrue brindaron un mayor y más fácil acceso a quiénes habían encontrado textos olvidados, y desenterrado útiles documentos. Las cortes de los Ventrue

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(y, hasta cierto punto, de los Lasombra, aunque raro es el Magister que sigue otro consejo aparte del suyo propio) son también lugares cosmopolitas donde podemos departir con los más adelantados pensadores del momento, ya sean mortales o Cainitas. Por último, los Ventrue ofrecen una gran protección frente a los ubicuos peligros del mundo. A los Lupinos les resulta extremadamente difícil atarnos en los castillos.

Nuestra dispersión por Europa ha demostrado ser de un valor incalculable, como atestiguan nuestras reuniones anuales en Erciyes. Aunque no somos particularmente devotos del acopio de influencia, hemos acabado estableciéndonos en confines del continente donde nuestro trabajo puede continuar al ritmo que nos marquemos (nuestro ilustre clan tiene incluso unos pocos príncipes en un disperso puñado de ciudades).

Se nos suele acusar como clan de estrechez de miras, pero la verdad es que nos hemos diversificado mucho desde nuestra entrada en Europa. Tenemos muchos miembros, sobre todo porque nuestros antiguos no quieren repetir los infructuosos vagabundeos que siguieron a la caída de la Segunda Ciudad. Acogemos a muchos poetas, que cuestionan el alma con sus cuidadosamente talladas palabras. Tenemos a muchos entre el clero y los sacerdotes, que profesan la fe y los diversos paraísos del cristianismo, el islamismo y el paganismo, entre otros. Hemos Abrazado a artesanos y artistas, y a ingenieros civiles, preservando sus obras, que satisfacen las necesidades básicas de la vida de cada noche (¿no hay acaso respuestas eternas en las cosas que damos por sentadas noche tras noche?). Filósofos, barberos y científicos se unen a nuestras filas, sumándose así a la fuente de conocimiento que tanto apreciamos. Incluso chambelanes y consejeros honran nuestro clan, guiando a sus señores con la sabiduría

que impartimos y la comprensión que ordenamos. Influencia en la Iglesia

Al clamar nuestros espíritus por las respuestas a eternas preguntas, bastantes de nuestros miembros oyeron la llamada de la Iglesia. Durante las primeras noches de nuestra migración a Europa, muchos de nosotros tomamos los hábitos en aislados monasterios. Enclaustrados más allá del alcance de las conspiraciones de otros vampiros y de las depredaciones de la sociedad urbana, los monjes Capadocios dejaban pasar las noches en soledad. Habíamos encontrado un nicho muy productivo en el que perseguir nuestras metas, ya fuese copiando libros o traduciendo manuscritos. Viviendo entre los humanos sin que éstos lo supieran, los Capadocios extendieron un velo invisible sobre la tierra, bebiendo lo que podían de los hermanos de los monasterios o de los animales en los establos de las abadías. Gran parte de los monasterios de la Cristiandad han alojado a algún Capadocio, si es que no lo están haciendo ahora mismo.

Alcanzar los rangos eclesiásticos superiores ha sido siempre difícil para nosotros, dada nuestra pálida complexión y nuestra naturaleza nocturna. De todas formas, insinuamos nuestra presencia en cada obispado de la Santa Sede, desde los confines católicos de Inglaterra hasta las posesiones ortodoxas en Hungría Oriental. En una época en la que el clero sólo había comenzado a saborear las posibilidades que hoy le permite su posición, nuestras peculiaridades, a la pequeña escala a la que las manteníamos, eran perdonadas. Nuestros miembros observaban y aprendían de cada nimiedad del vicariato. Como abades, dirigíamos monasterios enteros en busca de la verdad. Como obispos, fortificábamos las obras de nuestros aliados. Como humildes sacerdotes oficiábamos las misas de medianoche y atendíamos las vigilias entre

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Los Infitiores

Cuando Cappadocius convocó la Fiesta de la Locura, a gran parte de su progenie le resultó imposible hacer el viaje. Ya fuese por una incapacidad física, un estilo de vida errante que les imposibilitase atender la llamada, o algún aspecto de la precognición Capadocia lo que les impidió asistir, algunos escaparon del posible confinamiento bajo Kaymakli.

Estos Capadocios, conocidos como Infitiores, han llegado a odiar al fundador de su clan, pues nadie sabe si hubiesen acabado bajo tierra de haber acudido a su llamada. Rechazan toda relación con el propio clan, buscando sus propias metas y evitando a sus antiguos hermanos. Tienen unas no vidas míseras y solitarias, amargadas por la traición y el injusto juicio del hombre al que una vez siguieron de buena fe.

Es raro que los Infitiores se relacionen con otros vampiros, y nunca lo hacen con los Capadocios. En todo caso, se les puede encontrar en Tierra Santa y los territorios controlados por los musulmanes.

A lo largo de los siglos posteriores, este pequeño fragmento de la sociedad Capadocia huía de la persecución de los Giovanni, terminando en apartadas comunidades en Haití, Portugal, Jamaica y remotas islas y ensenadas africanas. Los Infitiores supervivientes eludirán el parricidio Giovanni gracias a su rechazo y falta de comunicación con su antiguo clan, así como al lento pero significativo cambio en su aspecto. En el siglo XX, los supervivientes no parecen ya nada que pueda pasar por humano, ni siquiera con una luz tenue, y renuncian a toda reclamación de su herencia Capadocia.

completas y maitines. Monjas y frailes Capadocios curaban a los enfermos entre los mortales, observando siempre la entropía y la decadencia, tan evidentes en el más humilde siervo como en el príncipe de más alta cuna. Ofrecíamos los últimos ritos sobre humanos y Cainitas cuando se hundían en la tierra al extinguirse la vida o la no-vida de sus cuerpos.

Y los asuntos de estado Aunque muy pocos de nosotros

proceden de familias nobles, tenemos una gran influencia sobre los asuntos de estado. Nuestro conocimiento es tan vasto que los antiguos Cainitas buscan con frecuencia que los aconsejemos, y también lo hacen autoridades mortales que conocen a algunos individuos concretos por su reputación. Muchos han señalado que no vale la pena matarnos, aunque este insulto indica que los asesinos en potencia preferirían tenernos como consejeros antes que como enemigos.

Actuamos en los márgenes del reino de la política. Son muchos los Cainitas que, proclamando su título temporal, han incurrido en un desagrado mortal, saludando al amanecer con una estaca en el corazón. Por suerte, la mayoría de los nuestros no sufre esta arrogancia ni la fascinación estrecha de miras por el poder. En su lugar, hacemos tratos con otros clanes similares a los que hacemos con los Ventrue: a cambio de protección y acceso a depósitos de sabiduría, estamos encantados de ofrecer nuestro consejo. El experimento

Giovanni A principios del siglo XII, agentes del

clan entraron en contacto con una pequeña cábala de nigromantes mortales en la ciudad de Venecia. Este insular círculo estaba formado exclusivamente por miembros de una misma familia, un grupo enriquecido gracias a las Cruzadas y conocido como los Giovanni. La familia hizo vastas sumas de dinero cobrando precios exorbitantes por pasajes a Tierra Santa y por transportar suministros al frente. El envilecimiento y la depravación siguieron a su éxito financiero, y el libertinaje de la familia Giovanni se hizo famoso por todo el norte de Italia. Hablando practicado todas las actividades proscritas por la Iglesia, los Giovanni acabaron volviéndose hacia el prohibido arte de la nigromancia.

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Estos aficionados resultaron ser muy capaces en sus negras artes, abriendo nuevos caminos y teniendo éxito donde sus predecesores no habían conseguido más que garabatear unas cuantas blasfemias en libros de piel de cabra. Lograron contactar con espíritus de los muertos que aún tenían una mínima conexión con el mundo físico. Interrogándoles sobre lo que había más allá. Naturalmente, los Capadocios llevaron noticias del círculo de vuelta a Erciyes, donde discutieron su descubrimiento con Japheth y la matrona Constancia. Japheth, prefiriendo no despertar a Cappadocius, propuso dejar que los acontecimientos fuesen desarrollándose por sí mismos, para ver qué podía resultar de los Giovanni. Pero Constancia se excitó mucho con las noticias y se apresuró a acudir al mausoleo donde dormía el fundador, hablándole a través de sus extraños sueños.

A pesar de su letargo, Cappadocius se alegró ante la oportunidad que representaban aquellos nigromantes. Llamó a Japheth a su lado y le dio instrucciones

para que le sangrase, dejando su preciosa

vitae en un recipiente aparte.

Siempre leal, Japheth

obedeció, aunque sentía un cierto rechazo en lo más profundo de su corazón. Sólo cuando Cappadocius reveló claramente sus intenciones se opuso Japheth, enfrentándose a su amado sire por primera vez desde su Abrazo. El fundador planeaba usar su sangre para introducir en el clan a los Giovanni. Japheth arguyó que los mortales no se habían ganado aquella poderosa sangre, y que aquellos venecianos eran poco de fiar y que tenían que seguir siendo observados. Aludió a la traición de los Tremere y rogó que los Capadocios no tuviesen trato con magos mortales.

A pesar de la oposición de su chiquillo, Cappadocius entró en contacto a través de sus sueños con Augustus Giovanni, acorando que el líder de los nigromantes acudiese a Erciyes para recibir el don de la inmortalidad.

A su llegada, Augustus reafirmó su decisión de aceptar la oferta de Cappadocius. Aquel antiguo templo, lleno cómo estaba de secretos arcanos, era un estupendo botín esperando ser tomado. Japheth y Constancia, contemplándole con su Visión del alma, vieron la podredumbre que llenaba a aquel mezquino mortal. Augustus sólo buscaba poder; sus fines y medios eran tan corruptos como los de cualquier déspota humano. Aunque su dominio de la nigromancia era

impresionante, aquel demente no buscaba la iluminación, el

conocimiento o la respuesta a la eterna pregunta. Sólo quería

aplastar a sus oponentes. Sabiendo esto,

Japheth le pidió a Constancia

que

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La tragedia del padre Eustace

A finales del siglo XI, un Capadocio conocido como el padre eustace se convirtió en el responsable de la parroquia de un pequeño pueblo entre Tolosa y Tours. Era amado por su rebaño, y guiaba a la parroquia con firmeza y justicia, prometiendo las vastas recompensas del cielo a los que aceptasen la gracia de Cristo. Prometió también los infinitos tormentos del infierno a los que se desviasen del camino, como haría todo buen sacerdote.

Al involucrarse más y más Eustace en las vidas de su rebaño, éste empezó a amarle cada vez más. Eustace irradiaba un aura de calma y piedad. Los que asistían a sus misas de medianoche señalaban su palidez como un extraño tipo de estigma que representaba su proximidad a Dios. Incluso sus confesiones, celebradas en un sagrado secreto para los afortunados que conseguían ser oídos por Eustace, producían el embeleso de los confesantes.

Al final, la popularidad de Eustace significó su fin. Al principio de una cosecha particularmente prometedora, la adoradora congregación se reunió en su iglesia. Convencidos de que la benevolencia de Dios fluía a través de su más piadoso siervo, una multitud de campesinos se reunió a las puertas y pidió ver al buen padre. Sin hacer caso a los avisos de los hermanos de que el padre no podía ser molestado durante el día, la masa irrumpió en las cámaras de Eustace, llevándose al dormido sacerdote en alegre procesión por las calles. Por supuesto, en cuanto la multitud expuso al sacerdote a la luz del sol, Eustace estalló en llamas, consumido en cuestión de momentos por los implacables rayos. Hasta esta noche se sigue reverenciando en el pueblo al padre Eustace como un santo, llevado de vuelta al seno de Dios por la ignorancia de la multitud. El Señor lo dio y el Señor se lo llevó.

preparase a Augustus para su Abrazo.

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preparase a Augustus para su Abrazo. Mientras lo hacía, Japheth lanzó una maldición sobre el recipiente que contenía la sangre de Cappadocius:

“Que quien participe de este regalo sea siempre juzgado por esta sangre y por la voluntad de Dios. Que esta vitae se tiña con los hechos de quien la beba. Que cene con su alma cada vez que se alimente. Que reciba esta plaga como el fundador nos otorga este estigma.”

Y así fue entregada la sangre de Cappadocius a Augustus Giovanni.

Mientras el veneciano yacía desnudo sobre una mesa de piedra, dos Capadocios extrajeron su sangre. Antes de que terminasen, Constancia los detuvo, guardando las últimas gotas de sangre de Augustus en una jarra de barro que selló con cera de abejas. Cuando Constancia hubo terminado, Japheth entró en la cámara con la sangre de Cappadocius. Se miraron mutuamente, vacilando en su tarea por un momento. Pero al final se impuso su lealtad, y Japheth derramó la vitae entre los labios moribundos de Augustus Giovanni. Lágrimas de sangre botaron de sus ojos, y Constancia se dio la vuelta, incapaz de mirar.

Augustus se levantó, hinchado como una garrapata y haciendo eses mientras el fuego líquido ardía por su una vez frágil cuerpo. Se tambaleó, mareado como un borracho. Los dos asistentes que le habían vaciado de sangre reconocieron la familiar mirada de hambre en los ojos de Augustus, y salieron corriendo de la cámara, sólo para encontrarse con el poderoso novato apareciendo de pronto ante ellos. Con tremendos golpes dirigidos por el más negro de los corazones, Augustus venció a los vampiros con las manos desnudas, olió la sangre bajo su piel y la lamió mientras afloraba en viscosos remolinos entre sus dedos.

Japheth llamó a los hombres de armas Lamias, aquellos fuertes y arrojados

Capadocios que habían formado su propia línea de sangre mucho tiempo atrás. Su fuerza y las palabras tranquilizadoras de Japheth consiguieron apagar la furia de la Bestia de Augustus. Constancia ordenó que fuesen llevados esclavos para apagar la sed del nuevo vampiro, habiendo aprovechado la confusión para ocultar la sangre mortal de Augustus en una cámara secreta.

“Sé bienvenido a la noche eterna, Augustus Giovanni,” dijo Japheth. “Has recibido la bendición de la inmortalidad y la maldición de Caín. Por favor, sígueme, pues nuestro padre desea hablarte”.

Japheth condujo a Augustus bajo el templo, al interior de la montaña. Finalmente se detuvieron ante una puerta a una casi imposible profundidad bajo la tierra, tras la cual dormía Cappadocius. Allí los tres miembros más poderosos de nuestro linaje discutieron lo que había de ocurrir. Respuesta al

experimento Giovanni Como resulta típico en un clan tan

desorganizado como es el nuestro, no hubo ninguna decisión oficial con respecto a la cuestión de los nigromantes venecianos. Muchos Capadocios mantenían una cierta ambivalencia, mientras que otros buscaban relacionarse con los Giovanni. Las Lamias, siempre leales, apoyaron la decisión de Cappadocius de aceptar a los Giovanni.

Unos pocos se pronunciaron en contra de los Giovanni, no queriendo comprometer su posición en la iglesia al asociarse con nigromantes. Los Capadocios más sensatos señalaron que si las autoridades eclesiásticas se percataban de la conexión entre el clero Capadocio y los vampiros, los nigromantes serían la menor de sus preocupaciones.

En general, el experimento Giovanni fue recibido con un frío y sincero desinterés. Los verdaderos beneficios de lo que estaba ocurriendo fueron el apoyo a la nueva Disciplina y a una mayor comprensión del eterno enigma. ¿A quién le importaba si

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había un “subclan” especial dentro del clan? ¿No eran las mismas Lamias una línea de sangre separada, que coexistía felizmente con los Capadocios? La tercera revelacion

Poco después del Abrazo de Augustus Giovanni, Japheth y el propio Cappadocius cayeron de nuevo en brazos del letargo. Augustus era el “el tercero al mando” del clan, pero la laxa estructura del clan impedía que su posición tuviese verdadera autoridad. Augustus se preocupaba sobre todo por el desarrollo de la nigromancia de su familia, trabajando para convertirla en una Disciplina efectiva.

Mientras dormía, Cappadocius tuvo la tercera y más vívida de sus premoniciones. Se vio consumado por un fuego sangriento que se extendía para devorar a todos sus chiquillos, mientras figuras sombrías permanecían más allá de las llamas, riendo al contemplar el destino del clan. Cuando ardió hasta quedar en nada, una chispa resplandeciente se elevó de entre sus cenizas, subiendo al Cielo. El fundador se dio cuenta de que su clan estaba condenado.

Cappadocius partió de inmediato hacia Roma, abandonando el templo y sus viejos libros por los documentos que reafirmarían su búsqueda de la Divinidad. Sus contactos en la Iglesia le permitieron acceder a las bóvedas secretas bajo las mismas cámaras del Papa. Allí, entre libros prohibidos sobre prácticas satánicas y magia tántrica, y los fundamentos de todas las herejías del mundo, estaban los libros que pavimentarían el camino de Capppadocius al Cielo y a la mente de Dios. Trabajó con la pasión y la fiebre de un hombre que debe escapar de su propio destino. En este punto, todos sus logros del pasado carecían de sentido, y era consciente de que, si fallaba, su fracaso condenaría al mundo entero.

Refiriendo su visión a Japheth por medio de los sueños, Cappadocius supo que su destino estaba sellado. Aunque no tenía

idea de cuándo, cómo o a manos de quién llegaría este terrible destino, el fundador sabía que debía trabajar rápidamente para ascender a la Divinidad. La visión impartía un sentido de urgencia tan apremiante, le dijo a Japheth, que temía que ya fuese demasiado tarde para completar su búsqueda. De todas formas debía intentarlo.

A Japheth le quedó la triste responsabilidad de revelar la visión de Cappadocius al clan. Comunicó la noticia en la reunión del solsticio de Erciyes, estremeciendo a todos los asistentes. No se discutió nada más en el encuentro de aquel año, ni se habló de ningún otro susurro. Los más visiblemente sorpendidos fueron los nuevos Capadocios de la familia Giovanni. Daba la impresión de que sentían que les habían dado el gran regalo del Abrazo sólo para arrebatárselo. Seguramente se dieron cuenta de que el Abrazo era una espada de doble filo, y no simplemente el atajo a la supremacía que su líder había esperado.

Los demás Capadocios de Erciyes reaccionaron de formas distintas a la noticia. Los que seguían el Camino del Cielo quedaron sorprendidos: ¿cómo podía un Cainita, maldito por Dios, ascender a Su trono? Era una descarada blasfemia, pero de alguna forma apreciaron su convicción. Los seguidores del Camino de los Huesos sacudieron sus cabezas dubitativos, negándose a creer que la derrota de la muerte pudiese resultar en la vida eterna. Los adeptos de la Via Humanitatis compartieron la alegría del fundador: trascenderían las mezquinas preocupaciones de la Tierra y se reunirían arriba con su padre.

Tras reunir todos los libros, rollos y documentos que podía necesitar, Cappadocius huyó de Roma. Nadie le ha visto desde entonces, pero nos ha visitado en sueños a muchos, prometiendo encabezar la procesión en la casa de Dios.

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Los Capadocios

en el siglo XII Desde la tercera revelación, muchos

Capadocios han desarrollado actitudes derrotistas, esperando lánguidamente que llegue la noche del juicio. Otros han aprovechado la oportunidad para dejar su marca en el mundo, haciendo numerosos avances en sus campos de estudio. Algunos de los más ancianos entre nosotros se han perdido de vista, entrando en letargo o huyendo a remotos y secretos lugares. En su mayor parte, los Capadocios conscientes de nuestro inevitable destino se dedican a sus asuntos cotidianos, no queriendo enfrentarse a él.

Para los Capadocios que no han podido asistir a las reuniones de Erciyes, el tiempo es una invisible espada de Damocles, que cuelga precariamente sobre sus cabezas. Muchos Capadocios acostumbran, cuando se encuentran con miembros desconocidos del clan, a relatar la profecía. Pero quedan muchos Capadocios ignorantes, aislados del

contacto con los demás e incapaces de asistir a las reuniones anuales.

No se sabe si los Infitiores están al tanto de la inminente condena del clan. Ciertamente unos pocos lo saben, pero parece que la gran mayoría, a causa de su aislamiento, no tiene la menor idea. Sólo el tiempo dirá si su repudio va a significar su condena o su salvación.

Por lo común, los Capadocios modernos se abstienen de hablar del inevitable destino del clan ante otros Cainitas. Aunque pueda ser posible conseguir el apoyo de los clanes más amistosos, o desenmascarar al traidor entre nosotros, permanecemos en silencio. En estas noches en que la destrucción de Saulot se olvida tan fácilmente, no queremos añadir leña al fuego para quienes se oponen a nosotros. Al final de su visión, Cappadocius vio su alma ascendiendo al Cielo. Si es la voluntad de Dios, nosotros le acompañaremos en el viaje.

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apítulo Tres: Observaciones

y conclusiones

Los chiquillos de Cappadocius están entre los Cainitas más eruditos del mundo del Medievo Oscuro. Aunque pueden viajar y correr aventuras y sufrir los dardos y golpes de la fortuna vampírica, muchos Capadocios buscan en el fondo el conocimiento que pueda ser extraído de tales penalidades. El discernimiento les guía, y un Capadocio se siente igualmente cómodo en la corte de un príncipe, en un mausoleo o en el camino.

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La Larga Noche

Los Cainitas de otros clanes encuentran peculiares ciertos aspectos del Abrazo Capadocio. Aunque el Abrazo en sí no es distinto del de cualquier otro vampiro, sí lo son sus prácticas ceremoniales subsiguientes.

La gran mayoría de los neonatos Capadocios son enterrados o aprisionados de alguna otra forma en el momento de su Abrazo. Esto tiene varios significados. El nuevo vampiro es inmovilizado con cuerdas o cadenas y ceremonialmente “enterrado” durante la primera noche de su no vida. No todos los Capadocios entierran de verdad a sus nuevos chiquillos: algunos los meten en apartados sepulcros o sótanos parecidos a tumbas. En cualquier caso, el Capadocio novato pasa su primera noche completamente solo, y enfrentado a una sensación de muerte y soledad.

Hay dos razones para este ritual. Primero, la sensación del enterramiento paródico crea una gran resonancia en el espíritu del neonato. El recién fallecido pasa

una noche entera privado de información sensorial. Todos excepto los más insensibles pasan este período introspectivo enfrentándose a su miedo a la muerte y experimentando el embrutecedor pero fascinante horror de volverse inmortales.

Segundo, los Capadocios llevan a cabo el enterramiento como lección y a la vez recordatorio de la Fiesta de la Locura. La inmortalidad es un oscuro y poderoso regalo, y un neonato poco sensato no sería el primero en pasar la eternidad encerrado, más allá del alcance de cualquiera. Si se convierte en una carga demasiado pesada para sus pares o los hijos de Seth, la tumba espera, fría, inmisericorde y eterna.

Algunos vampiros recientemente Abrazados han resultado ser demasiado frágiles para esta práctica, y han tenido que ser eliminados al desenterrarlos. Esto es embarazoso para su sire, pues obviamente ha escogido mal y puede que no se le permita volver a Abrazar a nadie.

Unos pocos sires Capadocios dejan en

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este estado a sus chiquillos más de una noche. Los Cainitas particularmente crueles los dejan enterrados hasta que logran escapar por sus propios medios. Puede que este horrible ritual sea el origen de los Ritos de Creación del Sabbat, que aparecerán en los próximos siglos. Aunque no expresamente prohibido, este enterramiento tan prolongado está mal visto por muchos Capadocios, que lo consideran excesivo.

Cuando un Capadocio pretende dar el Abrazo, presta particular atención a la letra y el espíritu de la Tercera Tradición. Pide permiso tanto a su sire como al príncipe o señor vampírico local. El primero es consultado en memoria de la Fiesta de la Locura y para pedirle su bendición. El segundo, para demostrarle su cortesía y responsabilidad. El sire del peticionario suele dejarle las manos libras (como es típico en un clan tan poco organizado); se limita a pedir respeto a las Tradiciones vampíricas.

Los Ladrones de tumbas eligen a los posibles chiquillos entre los numerosos niveles de la sociedad. La mayoría de los candidatos a entrar en el clan son hombres libres, aunque muchos terceros y cuartos hijos de la nobleza son seleccionados entre el clero. Algunos chiquillos han sido escogidos entre la misma nobleza. Europa ha visto a más de un príncipe Capadocio.

Los nuevos miembros son escogidos según criterios de utilidad. Los Capadocios no Abrazan movidos por un capricho o un impulso. A veces hace falta un brazo fuerte; en otras ocasiones, se elige a un mortal con riquezas o algún otro recurso. No obstante, la gran mayoría de los Capadocios son estudiosos fascinados por la muerte. Al final, casi todos los miembros del clan buscan respuestas a la gran pregunta, ya sea ayudando a otros Capadocios o haciendo sus propios avances.

El corazon

Los refugios de los Capadocios tienden a lo macabro. No se debe a una naturaleza

bestial o a sus carencias sociales, sino que es más bien un resultado de sus siniestros estudios. Quienes visiten el santuario de un Capadocio encontrarán probablemente cadáveres, cuerpos preservados de humanos y animales, cráneos de diversas criaturas y útiles para la disección y el estudio fisiológico. Por el mismo principio, habrá antiguos textos y tomos, mapas arcaicos, extensas bibliotecas y artefactos olvidados hace mucho tiempo. Contrariamente a lo que afirma el estereotipo, el clan no se concentra obsesivamente en la muerte; más bien, sus miembros buscan la repuesta a la muerte de diversas formas. El saber puede ser encontrado en un tratado sobre tácticas romanas de infantería o en el cráneo de una bruja ajusticiada: todo reside en la interpretación.

Los Capadocios prefieren la soledad a la hora de elegir lugares para sus refugios. Su trabajo y sus estudios tienden a molestar a los mortales y a los Cainitas más remilgados, así que se apartan todo lo posible de la sociedad. Sus lugares favoritos incluyen criptas y mausoleos, que además proporcionan un constante suministro de material para el estudio y la experimentación. Algunos prefieren lugares de conocimiento y depósitos de sabiduría, como bibliotecas en desuso, habitaciones olvidadas en escuelas y monasterios, o alas de castillos proporcionadas por señores o príncipes.

Los Capadocios más acaudalados optan por la construcción de laberintos, que ofrecen tanto seguridad como amplitud de espacio para la investigación. Algunas cuadrillas de eruditos Capadocios prefieren también usar estos dédalos subterráneos, así como muchos ancianos, que recuerdan la comodidad de sus noches bajo tierra en las ciudades de Derinkuyu y Kaymakli. Estos cubiles subterráneos esconden tesoros de saber perdido y otros macabros secretos.

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La cuestion

del sustento

Muchos Cainitas se sorprenden cuando surge la naturaleza depredadora de los Capadocios. Parecen olvidar que son ante todo vampiros, y que los vampiros deben cazar y beber sangre para sobrevivir.

El normalmente dócil comportamiento del clan perpetúa esta reacción. ¿Cómo pueden unos eruditos, sacerdotes y pacifistas tomar tan despreocupadamente la vida de mortales inocentes? Lo primero es que deben hacerlo. ¡Si todos los Capadocios ayunasen hasta caer en letargo por razones éticas, no quedaría nadie para perpetuar el clan! Algunos sólo se dan cuenta de esto con el tiempo. Los antiguos se sonríen al pensar en los novatos, seguros de su lugar a ojos de Dios, alimentándose subrepticiamente de las reses en las sombras del establo.

Los Capadocios, más que cualquier otro, son conscientes de lo finito del ciclo de la vida. Las vidas de algunas personas son breves, algo que los Ladrones de tumbas están deseando acelerar. La ley de la naturaleza apoya su postura: los lobos matan y se comen a los ciervos. ¿Acaso no son ellos criaturas bajo los auspicios de Dios? Y, como razonan algunos de los más ancianos y retirados Ladrones de tumbas, ¿no son los hombres las únicas criaturas que sufren esos escrúpulos y angustias mortales? Tales pretensiones no hacen sino remachar el asunto del hambre Cainita. Los Capadocios racionalizan también sus actos justificando sus fines. El campesino medio, de los que hay un número prácticamente infinito, no contribuye como lo haría un Capadocio. Alguno debe morir, aquí y allí, para que los demás vivan con mayor comodidad y sabiduría. Los miembros menos gentiles del clan se limitan a afirmar que el vampiro es el único depredador natural de la humanidad.

Jerarquia

del clan

Los Ladrones de tumbas no han estado nunca bien organizados. Son acérrimos individualistas y muy insulares. El mismo fundador prefiere trabajar a su propio ritmo, haciendo cada descubrimiento mediante el pensamiento y la razón, a la memorización rutinaria de la típica relación profesor alumno. Esta autonomía se refleja en las funciones del clan como un todo: los Sires suelen separarse de su progenie, animando a los chiquillos a encontrar su propio camino en la búsqueda del conocimiento.

Esto no quiere decir que el clan carezca de un foco. Una vez al año, todo Capadocio que puede hacerlo realiza un viaje a Erciyes, donde el clan discute sus descubrimientos y políticas. Es allí donde se demuestran los nuevos adelantos de la Disciplina de Mortis, donde se comparten las nuevas pistas sobre la eterna pregunta y se resuelven temas políticos. Muchos Ladrones de tumbas aprovechan para visitar Erciyes, estudiando en su vasta biblioteca (que contiene la versión más completa del Libro de Nod disponible en la actualidad, así como una transcripción de un documento de origen desconocido llamado las Rúbricas Protegidas) o haciendo uso de la gran cripta y mausoleo para probar sus teorías. Algunos Capadocios residen todo el año en Erciyes, pues el viaje desde algunos lugares puede llevar ¡más de ocho meses!

El clan no tiene estructura formal, aparte de la dictada por la cortesía básica. No obstante, los Capadocios reconocen un gran renombre a sus antiguos y a los eruditos más sabios. Los recursos, el conocimiento y la sabiduría son más valorados que las aptitudes físicas o la astucia.

Se cuenta una historia de dos chambelanes Capadocios, uno ayudante del príncipe de Marsella, el otro un alto cargo del arzobispado de Tours. Ambos estaban enfrascados en una discusión iniciada en

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latín, y a cada

oportunidad cambiaban el idioma de su discurso,

intentando superar al otro. Dieciséis cambios

de dialecto más tarde, se dieron cuenta de

que estaban en un callejón sin salida, y juraron reanudar la dis-

cusión al año siguiente.

Facciones

A pesar de la relajada estructura del clan, muchos Capadocios comparten puntos de vista en sus creencias. Las facciones resultantes son mucho más sociales que políticas, aunque algunos entusiastas llegan a grandes extremos, incluso negándose a hablar con miembros de facciones rivales.

Describimos a continuación algunos de los grupos más notables. Escatologistas

Las Escatologistas apoyan la herejía Cainita, señalando las aspiraciones de Cappadocius como una prueba de su derecho divino. Muchos miembros de esta facción el Camino del Cielo. Se han inducido a creer que dando sus cuerpos a sus seguidores, contribuyen a la consustanciación de la Eucaristía. Creen firmemente que son los agentes de Dios en la Tierra, y son exclusivamente cristianos. Los Escatologistas creen que llevarán al Cielo a los hijos de Seth la noche del juicio.

Individualmente, los Escatologistas suelen rodearse de cultos de mortales a los que han convertido en ghouls para que les sirvan. Obviamente, suelen tener problemas con el clero local, así que tienden a viajar mucho para evitar la ira de la Iglesia. Sus séquitos recorren los campos, a veces celebrando grandiosas e inesperadas reapariciones. Es entonces cuando convierten a sus nuevos miembros, muchos de los cuales están convencidos de la divinidad de los vampiros por los “milagros” que llevan a cabo. Estos milagros suelen ser simples rituales o usos de las Disciplinas, aunque hay informes de efectos verdaderamente sorprendentes que no han podido ser creados sólo con la sangre. La Alianza Ciclopea

Los Capadocios de esta facción desean ampliar sus estudios hasta los reinos de la magia (ver más adelante). Estos vampiros se muestran a favor de una alianza con los odiados Tremere. Hay rumores bastante fia-bles de que algunos de ellos tienen nociones de la nueva Disciplina de Taumaturgia. La Alianza Ciclópea apoya sin reservas el experimento Giovanni, esperando que los venecianos tengan éxito para aumentar la credibilidad de sus proyectos.

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Los miembros de la Alianza Ciclópea suelen estar en compañía de los Tremere. Se sabe que persiguen la Taumaturgia con la esperanza de protegerse contra el destino del clan. Los Capadocios de esta facción convierten con frecuencia en miembros de capillas Tremere, aunque no hasta el grado de los Usurpadores. Como compañeros eruditos, los Tremere comparten con los Ladrones de tumbas su sed de conocimientos, aunque muchos son considerados morbosos por los siniestros hechiceros. Aunque no siempre están a dis-posición de sus asociados, los Capadocios de la Alianza suelen acompañarles en sus búsquedas de antigua sabiduría y artefectos mágicos. Giovanni

La insular e incestuosa familia Giovanni, abundante en mercaderes y comerciantes, se hizo inmensamente rica gracias a las Cruzadas. Con la riqueza llegó la depravación, y la familia se volvió hacia los estudios prohibidos para satisfacer los hastiados gastos de sus miembros. Irónicamente, estos caprichosos aficionados han hecho algunos serios avances en su magia, abrazando sin reservas el arte de la Nigromancia y adaptándolo para su uso con la sangre vampírica como catalizador. Los Giovanni sólo Abrazan a miembros de familia, aunque es un secreto celosamente guardado que “familia” incluye también a los que se casan con mujeres Giovanni, extendiendo así el potencial a niños que no llevan el apellido familiar.

Los Giovanni son en realidad un grupo bastante diversificado. Augustus parece querer construir una gran base de poder, y con este fin fomenta el Abrazo de miembros de la familia que demuestren competencia o utilidad. Los vampiros Giovanni han introducido recientemente en sus filas a banqueros, mercaderes, mercenarios, diplomáticos, espías y muchos otros. La mayor parte de todo esto ocurre sin el

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permiso de los Capadocios, y obviamente sin su consentimiento.

Vale la pena mencionar que muchos Giovanni no comparten las ansias de poder de Augustus, buscando en su lugar colaborar en la tradicional búsqueda Capadocia de iluminación. Por supuesto, por cada Giovanni “altruista” (por llamarlo de alguna manera) hay seis malvados. Lamias

Las Lamias están apartadas de la típica estructura social del clan, aunque son en realidad una línea de sangre de origen Capadocio y no una facción política. Los misterios de Lilith intrigan a este extraño y solitario grupo (eran un culto consagrado a la Mujer Anterior a Eva cuando Lazarus Abrazó a su sacerdotisa), aunque sus miembros comparten la atracción por la muerte de sus ancestros Capadocios. La mayor diferencia entre ambos grupos es su proximidad al tema de la muerte: donde los Capadocios prefieren estudiar e interpretar

la cuestión eterna, las Lamias optan por el conocimiento adquirido de primera mano. Las Lamias son también conocidas por sus aptitudes físicas, apareciendo con frecuencia como torvos paladines, resplandecientes con armaduras de tiempos de la Primera Cruzada o incluso más antiguas. La lealtad de las Lamias entre sí y hacia el clan Capadocio s absoluta. Puedes encontrar más información sobre las Lamias en Edad Oscura: Companion.

Las Lamias suelen acompañar a los Capadocios en sus viajes. Dado que éstos siempre parecen estar buscando libros perdidos o los huesos de algún venerado muerto, a las Lamias nunca les falta trabajo. Muchas disfrutan de estos viajes, pues les dan la oportunidad de observar las peculiaridades de la muerte más allá de los laboratorios de los Ladrones de tumbas.

Algunas Lamias viajan también en solitario, apartadas de sus parientes Capadocios. Muchas pertenecieron al tipo aventurero en sus vidas mortales: soldados y

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mercenarios, sobre todo. Aburridas del estilo académico de los Capadocios, añoran la libertad de los caminos, viendo a veces a las demás Lamias como domesticadas.

Más adelante, en el

levantamiento Giovanni contra los Capadocios, las Lamias demostraron su lealtad permaneciendo al lado de sus hermanos. Los Giovanni acabarán con todas ellas, cazando incluso a las más viajeras. Trascendentales

Estos Capadocios complementan sus estudios de la muerte asociándose con los Muertos sin Reposo. Los Trascendentales registran las historias de los fantasmas condenados a una eternidad en la Tierra, a los que se les ha denegado el Cielo o el Infierno. Esta facción hace ominosos informes sobre el destino de individuos muertos sin confesión o malditos, y sus trabajos sobre la composición del alma son escalofriantes. Muchos de estos Capadocios dominan la disciplina de las Lamias de Deimos (descrita en Edad Oscura: Companion), así como la de Mortis.

Los Trascendentales

suelen viajar a los lugares conocidos como centros d actividad de los wraiths. Grandes cementerios, iglesias abandonadas y campos de batalla atraen a estos Cainitas, que buscan conseguir un atisbo de lo que hay más allá de la muerte. Los Trascendentales tienden

también a buscar los efectos personales o reliquias de satos fallecidos. Afirman que tales reliquias les dan una conexión espiritual con el santo en cuestión, cuyo espíritu pueden canalizar desde el Cielo.

Hay una sombría facción de los Trascendentales que supuestamente se ha unido a los Manus Nigrum. Naturalmente, los Capadocios bajo esta sospecha lo niegan, aunque hay algunas pruebas que los ligan a este culto de la muerte.

La magia y

el Clan

de la Muerte

Desde hace mucho tiempo, los Capadocios han estado interesados en las artes mágicas como medio de satisfacer su sed de conocimiento. Algunos miembros del clan afirman haber pertenecido a órdenes

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mágicas durante sus vidas mortales, pero

mágicas durante sus vidas mortales, pero dicen que el Abrazo embota la capacidad de manejar tales fuerzas (o eso parece). Tal y como están las cosas, ningún Capadocio, aparte de los más ancianos, es capaz de manipular más que los sencillos conjuros o las más rudimentarias formas de alquimia.

La Nigromancia de los Giovanni, por supuesto, es la sobresaliente excepción a la regla. Los Capadocios argumentan que la base de su poder nigromante surge de la sangre de Caín, que comparten todos los vampiros; no es más “mágica” que la Disciplina de Mortis o cualquier otra. Los Giovanni opinan lo contrario, habiendo practicado el Arte antes de su Abrazo, pero su voz tiene poco peso, y su reciente introducción en el clan los hace parecer ingenuos.

Los Capadocios no se oponen de forma unificada a los Tremere a causa del vasto potencial de la magia. Hay un cisma en el clan. Algunos creen que la política y la historia de los vampiros son temas incendiarios: los Tremere pueden haber actuado de forma temeraria, pero la Taumaturgia que aportan ofrece nuevas oportunidades de estudio. La naturaleza de Disciplina de la Taumaturgia elude además la prohibición Cainita de la magia, y los Ladrones de tumbas están deseando explotarla como harían con cualquier otro recuerdo. Los detractores advierten en contra de cualquier contacto prolongado con los Tremere, señalando la destrucción de Saulot como la más condenatoria prueba de las intenciones de los Usurpadores: no hay nada que valga la extinción.

Por supuesto, esta disputa puede resultar algo sin sentido a largo plazo. Los Tremere son sensiblemente reservados con sus secretos recién descubiertos. No obstante, abundan los rumores acerca de Tzimisce renegados que les mendigan su magia de la sangre.

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Los Capadocios

y los Muertos

sin Reposo

Muchos Capadocios han descubierto métodos para comunicarse con los wratih en el curso de sus macabros estudios. Parece que el velo que separa el mundo físico de las tierras de los muertos se hace más tenue en presencia de los vampiros y criaturas similares. La comunicación con estas sombras de ultratumba es limitada en el mejor de los casos, pero los Capadocios que se especializan en el estudio de estos fantasmas dicen que hay una sociedad establecida más allá del Manto que irrita en gran medida a la humana. Los informes de diversos Capadocios concuerdan en muchas generalidades acerca de esta tierra muerta.

El significado de tales descubrimientos había sido objeto de acalorados debates entre las Facciones de Capadocios que dedicaban sus estudios a estas cuestiones. Algunos, como los miembros de la Alianza Ciclópea, quedaron desilusionados por ese saber, oponiéndose activamente a los trascendentales puntos de vista del resto del clan. Creen que si la muerte se limita a perpetuar las instituciones de los vivos, no hay mucho de lo que pueda aprenderse del otro mundo que no pueda estudiarse en cualquier otra parte. Otros de mentalidad más religiosa, y próximos a los Trascendentales, mantienen que estos espíritus condenados no son los moradores del Cielo o el Infierno, sino que de alguna forma han quedado atrapados entre la salvación y la condena, tal y como se describe en el Libro de Mateo. Los elementos más radicales desdeñan incluso esta afirmación, manteniendo que como hijos de Caín, los propios vampiros están suspendidos en el reino del Purgatorio. Los Capadocios que apoyan estas escuelas de pensamiento argumentan sus casos en cada asamblea en Erciyes, pero hasta ahora

ninguna facción ha podido demostrar sus posturas de forma irrefutable, intentando en su lugar imponer su idea como la cuestión de fe “correcta”.

Unos pocos antiguos Capadocios han observado también una peculiar manifestación fantasmal que muestra una notable semejanza con su propio poder avanzado de Vigor Mortis. Algunos wraiths son en apariencia capaces de reanimar cuerpos anfitriones, introduciéndose a la fuerza en cadáveres putrefactos y dedicándose a sus inescrutables negocios. Estos “Alzados” pueden hablar, aunque sus cuerpos anfitriones limitan esto al grado en que es físicamente posible. Además de ser extraordinariamente raros, estos muertos conscientes no suelen tener tiempo para Cainitas de cualquier tipo, a menos, por supuesto, que estén buscando al vampiro en particular que causó su muerte. Estos cadáveres andantes son confundidos a veces

Convertirse en Wraith

Es raro que un vampiro se convierta en wraith tras sufrir la Muerte Definitiva, pero ocurre de vez en cuando. Como siempre, el Narrador es quien tiene la última palabra sobre si desea o no que los jugadores asuman el papel de wraiths tras la muerte de sus Cainitas.

Los vampiros que pasan por este cambio no conservan vestigios de su posición vampírica; es más, sus Disciplinas se desvanecen cuando se unen a las filas de los Muertos sin Reposo. Atributos y Habilidades se mantienen (y pueden tener un buen nivel), mientras que los Arcanoi, Pasiones y Gilletes pueden ser escogidos de la forma normal o determinados de acuerdo con los deseos del Narrador.

Los vampiros que hayan alcanzado el muy esquivo estado de Golconda no pueden convertirse en wraiths, ni tampoco los que hayan encontrado su fin a causa de la diablerie. Encontrarás más información sobre los wraiths en Wriath: El Olvido y en el Capítulo Nueve de Vampiros: Edad Oscura.

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con los sirvientes zombu típicamente asociados a los Capadocios, y en ocasiones incluso se les tome por vampiros particularmente decrépitos. ¡Imagina la sorpresa de un cazador de vampiros cuando su presa continúa luchando, incluso con una estaca atravesándole el corazón! Los zombu son completamente distintos de los “Alzados”, pues no son más que simples cáscaras vacías animadas por Disciplinas vampíricas, más que por almas.

El problema

Giovanni

Una de las razones por las que la postura Capadocia frente a los Tremere está en el aire (aparte de la desorganización del clan) es la división interna por la entrada de los Giovanni. Varios antiguos Capadocios se muestran activa y abiertamente insatisfechos con la decisión de abrazar a los nigromantes venecianos. Algunos sospechan que los Giovanni tienen intenciones ocultas, teniendo en cuenta la ominosa revelación del inevitable destino del clan. Otros ven a los venecianos como unos nuevos Usurpadores, pues en su opinión han robado el Abrazo tal y como hicieron los aborrecibles Tremere. Aunque Cappacodius dio libremente su sangre a Augustus, los detractores de éste creen que no se la había ganado. Y otros están sencillamente celosos de que Augustus Giovanni atrajese tanta atención de su fundador, recibiendo el regalo de tan potente vitae. Estos críticos argumentan que, independientemente de la utilidad de los nigromantes, han puesto una venda sobre los ojos de Cappadocius y pretenden usar el Abrazo para sus propios fines, sin importarles lo que le ocurra al clan.

Muchos de los Capadocios más ancianos no pueden ser encontrados, y mucho menos dar su opinión, pero tanto Japheth como hasta el propio Cappadocius hablan a favor de los nigromantes. El

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resentimiento mostrado por los jóvenes

resentimiento mostrado por los jóvenes Capadocios, dicen, es una simple debilidad en sus seres, y no puede sino entorpecer sus estudios si se dejan de atender. Estos ancianos señalan como un portentoso evento los nuevos caminos de sabiduría que puede abrir la Disciplina de Nigromancia, aunque el entusiasmo mostrado por Japheth es reluctante en el mejor de los casos.

A la gran mayoría de los Capadocios sencillamente no le preocupa, pues opina que en alguien tan anciano como el fundador, las excentricidades están más que justificadas. Si sale algún beneficio del Abrazo de los nigromantes, tanto mejor para el clan. Si no, tampoco son más imprescindibles que sus hermanos enterrados bajo Kaymakli.

Con el típico estilo de su familia, los Giovanni se muestran indignados ante la sospecha acerca de sus intenciones. Sólo Augustus y su familia mortal forman la línea de sangre, así que difícilmente pueden ser acusados de intentar un golpe de mano amparándose en el número. Aunque su nueva Disciplina está aún en sus comienzos, ha abierto grandes puertas y mayores oportunidades para el estudio de la muerte al que todos los Capadocios son tan aficionados. Más que cualquier otra cosa, los Giovanni parecen ansiosos de probar su valía.

Por lo general, los Capadocios tienen poco que ver con los Giovanni, aunque sólo sea por la rareza de éstos. El Ladrón de tumbas medio no haría por un Giovanni menos de lo que haría por cualquier otro Capadocio (lo que sigue siendo bastante más de lo que haría por algunos vampiros), y se espera que la presencia de los Giovanni en conjunto acabe siendo beneficiosa. Pero cuando un Capadocio se oponga al experimento Giovanni, aprovechará cualquier oportunidad para hacer pública su opinión, al menos en compañía de otros Capadocios.

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Ghouls

Los Capadocios recurren mucho a los ghouls para hacer más cómodas sus no vidas. Los eligen de entre una gran variedad de mortales, dependiendo del ambiente que hayan escogido.

Como norma general, los Capadocios no Abrazan a aquellos ghouls por los que se sienten particularmente atraídos o son especialmente útiles. Los miembros del clan ven a los ghouls como herramientas necesarias para la continuidad de su supervivencia (a pesar de las revelaciones acerca de su destino), y no como “cantera” de neonatos. Por lo tanto, los Capadocios no suelen poner la zanahoria de la inmortalidad ante los ojos de sus ghouls. En lugar de ello, los tratan como apreciados siervos, incluso a veces con respeto.

Los Capadocios en el clero monástico crean ghouls entre sus pares más inmediatos, seleccionando sólo a uno o dos de ellos. Un número superior podría hacer que el regente fuese descubierto. Estos ghouls tienden a ser

menos sirvientes que aliados, dando excusas sobre por qué no está en misa el Capadocio, o cambiando sus tareas diurnas por otras de horario nocturno.

No obstante, los Ladrones de tumbas que supervisan los monasterios tienen con frecuencia numerosos ghouls a su disposición. Estos ghouls son mucho más tradicionales en sus funciones, ocupándose de las pequeñeces con las que su amo no debe ser molestado, o de las que simplemente no desea ocuparse. Se sabe de abades Capadocios que han llegado a convertir en ghouls a todos los monjes de sus monasterios, dándoles su sangre mezclada con el vino de la Comunión. Esta práctica está mal vista por muchos Capadocios: no sólo es extremadamente vulgar y casi blasfema, sino que un monasterio entero lleno de hermanos vinculados por una ciega devoción a su abad es un poco obvio. Los practicantes de este método están peligrosamente cerca de la herejía Cainita a los ojos de sus pares.

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Los sacerdotes Capadocios a cargo de las iglesias suelen tomar ghouls para asegurar el mantenimiento de la parroquia y sus propiedades y para que se ocupen de los asuntos cotidianos. Algunos sacerdotes convierten en ghouls a su congregación del modo antes descrito, pero es bastante raro. Después de todo, es mucho más fácil detectar un comportamiento errático entre los aldeanos que entre los enclaustrados residentes de un monasterio. Por lo común, un sacerdote tendrá sólo a dos o tres ghouls a su servicio, suponiendo que su diócesis sea lo bastante grande como para que pasen desapercibidos.

Los Capadocios itinerantes convierten a veces en ghouls a sus compañeros de viaje, asegurando así su lealtad y dándoles una fuerza adicional que ayude a soportar las penalidades del camino. Estos ghouls montan guardia en el lugar de descanso de su señor durante el día. De noche, su número desanima a bandidos y otros depredadores. La Potencia de los ghouls les permite también llevar cargas más pesadas sin cansarse tan rápidamente.

Los Ladrones de tumbas de origen noble, así como los que sirven a nobles señores (sean Cainitas o no) tienen frecuentemente a su mando a cuadrillas enteras de ghouls, procedentes de todos los rincones de la mansión o castillo. Tienen a su disposición sargentos de armas, senescales, mozos de establos y todo tipo de modestos sirvientes, a los que usan para recoger información y otras tareas.

Hablando en general, el clan inicia a ghouls que serán útiles de diversas formas. Los Capadocios han creado familias enteras de ghouls, aunque no hasta el grado de los Tzimisce. Estas familias le proporcionan al clan recursos humanos y monetarios, ambos vitales para la búsqueda de conocimientos de sus amos. Las familias pagan expediciones, compran libros y otros textos, envían miembros como sirvientes de los Capadocios y prestan otras sutiles ayudas al

clan. La de los Giovanni, con la excepción de los miembros Abrazados, es una de estas familias.

Los ghouls suelen ser asignados a las tareas más ingratas y sin embargo importantes para la comodidad del Capadocio. En este punto, son como cualquier otro ghoul al servicio de cualquier otro vampiro. La diferencia está en la naturaleza de sus deberes. Donde un ghoul Ventrue o Lasombra puede estar encargado de vigilar el sepulcro de su amo, un ghoul Capadocio puede tener que desenterrar cadáveres frescos para los experimentos de su amo. En el caso de que su amo Capadocio sea verdaderamente desagradable, es posible que el ghoul deba llevarle cuerpos aún vivos. Puede tener el honor de preservar partes de los cuerpos para estudios posteriores, o de alimentar a los “sujetos de prueba” en sus celdas ocultas.

No todos los ghouls tienen responsabilidades tan odiosas. Los monjes suelen continuar con sus tareas normales, con el único deber añadido de proteger a su amo. A veces copian manuscritos o traducen obras en beneficio del vampiro, o puede que simplemente estén a cargo de la biblioteca. Es posible que un ghoul cortesano sólo tenga la tarea de suministrar información valiosa a su amo. El uso que hacen los Capadocios de sus ghouls es tan variado como el clan mismo. Zombu

Exclusivos del clan Capadocio (aunque puede decirse que los Tremere han avanzado un paso más con las Gárgolas), los zombu, o muertos vivientes, son cadáveres animados creados mediante el Vigor Mortis, el nivel 6 de la Disciplina Mortis, y alimentados con sangre vampírica. Estos muertos que caminan son de rigueur en cualquier refugio Capadocio, y sirven a sus amos con ciega y absoluta lealtad. Aunque menos caprichosos que los ghouls, los zombu son menos

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duraderos, y quedan reducidos a polvo tres noches después de su creación.

Los Capadocios recurren en muchas situaciones a estas cáscaras bamboleantes. Siendo cadáveres animados sin mente, resultan bastante útiles para las tareas físicas excepcionalmente asquerosas o repetitivas. Tras la toma de Erciyes, los Capadocios convirtieron a muchos de los monjes asesinados en zombu, creando así un ejército de trabajadores manuales. Utilizaron a estos cadáveres andantes para derruir el viejo templo y excavar en la roca para abrir espacio al nuevo.

Además, los zombu no sienten dolor, y aunque no son grandes fuerzas de choque, sirven eficazmente como vigilantes y guardianes. Físicamente, no son más formidables de lo que fueron en vida, pero los zombu no tienen miedo. Nunca huirán ante un enemigo superior, y lucharán hasta la muerte… o, en su caso, hasta la segunda muerte. Creacion alternativa

de Zombu Numerosos ancillae Capadocios,

incapaces de alcanzar el nivel requerido de la Disciplina Mortis a causa de su generación, pidieron a sus sires que les revelasen el secreto de la creación de estos servidores. Aunque sus maestros estuvieron encantados de compartir algunos retazos de su sabiduría, mantuvieron algunos detalles en secreto para animar a sus chiquillos a estudiar la Disciplina de la muerte.

Los Capadocios que no hayan alcanzado el sexto nivel de Mortis también pueden crear zombu, pero esto requiere alguna preparación y conocimiento de otras artes arcanas. El ritual debe ser aprendido de otro vampiro que lo conozca o de textos; no es un conocimiento inherente al clan. El producto del ritual es una “gema” traslúcida del tamaño de una uña, formada con la sangre del vampiro. Conocidas con el nombre de “perlas de sangre”, estas gemas pueden ser

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empleadas para imitar toscamente la animación de un zombu.

Crear una perla de sangre requiere ocho horas de trabajo y tres Puntos de Sangre. Además, el celebrante debe sumar al menos ocho niveles entre sus Disciplinas de Mortis, Nigromancia y Taumaturgia, con al menos dos niveles en cada una de ellas. Los Puntos de Sangre deben ser del Capadocio que desea crear la perla o el ritual fracasará. El jugador ha de pasar una tirada de Inteligencia + Ocultismo, a una dificultad igual al número de horas que permanecerá animado el zombu. Desgraciadamente, la práctica y el efecto de crear una perla de sangre son imprecisos, y el creador no puede saber si su ritual ha tenido éxito o no hasta que intenta usar la perla.

Cualquier cadáver puede ser animado insertando la perla de sangre en su boca. El zombu permanecerá animado durante el número de horas estipulado por la dificultad de la tirada. Cuando el tiempo se agote, el caerá al suelo para descomponerse rápidamente, no dejando más que polvo. Los eruditos Capadocios atribuyen esta rápida putrefacción a la magia antinatural que ha animado el cadáver.

Los otros

Assamitas Estos asesinos son notablemente

eficaces en su trabajo, aunque se preocupan más por el mero acto que por su significado. Si estos brutos tuviesen alguna noción del verdadero significado de la muerte, estarían aterrorizados. Por el momento, lo mejor es no despertar sus iras. Brujah

Estos sujetos llegan fácilmente a los extremos cuando se agitan las pasiones, aunque los detalles no parecen importarles. ¡Qué curioso comportamiento para unos chiquillos de Caín! No olvides que en una

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discusión con ellos, los hechos serán casi irrelevantes; en su lugar optarán por la vehemencia y alzar la voz. Hay algunos Brujah pero, que no encajan con este molde, y pueden ser bastante eruditos. Gangrel

Las vidas de todas las criaturas llegan a un inevitable final, ya sean hombres o bestias. Estos monstruos ferales harían mejor en considerar su posición en el drama inmortal que trasciende nuestro tiempo en la tierra. Por ahora, les basta con vagar por los campos y roer huesos. Sin embargo, hablar con ellos puede resultar revelador, si buscas una opinión sencilla y no condicionada. Lasombra

Los Lasombra son sabios, pero su presunción les ofusca. Son buenos líderes, y estamos con frecuencia a su servicio. Pero en última instancia, son demasiado superficiales y están demasiado centrados en sus propios objetivos para ayudarnos en nuestra búsqueda. Malkavian

He visto que hay dos tipos de Dementes: simples idiotas y verdaderamente perturbados. Los simples idiotas son los bufones sin seso que nos hacen poner los ojos en blanco, mientras que los verdaderamente perturbados tienen unas perspectivas tan refrescantemente coloridas que responden sin saberlo a cuestiones que están más allá de su comprensión. Estos últimos deberían ser apreciados por su entendimiento, mientras que los primeros habrían de ser exterminados y estudiados postmortem. Nosferatu

Sorprendentemente, la mayor parte de estos Cainitas no se recrea en su monstruosa inmortalidad, sino que se esconden entre las

sombras y en bajo las porqueriza. Los miembros de este clan son muy variados, y muchos tienen grandes conocimientos. Pero los secretos que guardan palidecen al compararlos con los misterios de su físico. Ravnos

¿Recibir el don de la intemporalidad y malgastado en hacer que los campesinos tengan visiones de la Virgen? Cuanto menos se diga de estos chacales, mejor. Seguidores de Set

Sutiles practicantes de lo que llaman corrupción, las Sierpes siguen caminos que llevan con más frecuencia al envilecimiento. Sus gloriosas y grandes maldades suelen ser siempre bacanales apenas disfrazadas. No obstante, son unos letales enemigos, dignos de sus epítetos serpentinos. Toreador

Este clan busca experiencia en el arte que le rodea. Desgraciadamente, estos vampiros están demasiado inclinados al hedonismo y otros cebos del mundo físico. Su introspección y su búsqueda anímica estarían mejor aplicadas a la investigación de verdades universales que a la persecución de objetos materiales. Sin embargo, aún puede haber esperanza para ellos; quizá sean los más próximos a nosotros en temperamento. Tremere

Viles, temerarios y poco de fiar, los Usurpadores son los candidatos más probables a traer la inevitable destrucción de nuestro clan. Después de todo, ya han demostrado que no están por encima de estas cosas. Ojalá haya un infierno especial preparado para esos despreciables hechiceros. Escupo sobre sus cenizas. Tzimisce

Un clan de atavismos, los Tzimisce nacieron no obstante para gobernar en sus

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hostiles reinos. Algunos miembros de este peculiar linaje tienen consejeros Capadocios, aunque no es lo habitual. Este clan encarna los mejores y los peores aspectos del Abrazo. Los Tzimisce son maravillosos objetos de estudio, aunque lo más sensato sea estudiarlos desde una distancia segura. Ventrue

Líderes de hombres y autoproclamados guardianes de sus hermanos Cainitas, los Ventrue se señalan objetivos y los alcanzan. En definitiva, sufren los mismos fallos que los Toreador, puesto que sus éxitos son transitorios y efímeramente físicos. Las ciudades bajo los Ventrue son algunas de las más seguras en la Cristiandad y más allá, pues a menudo estos vampiros se interesan profundamente por el bienestar de los hijos de Seth. Baali

Los Baali son a los demonios lo que los Gangrel a los animales. Estos perros falderos del diablo pretenden revivir sus pecados en el mundo un millón de veces. Si la reencarnación existe, esta vil estirpe iniciará su próxima vida como gusanos de tumba o celacantos. No toleres que ninguno de ellos se establezca en tu dominio. Hombres lobo

Un grupo caprichoso, más bestias que hombres, aunque su fisiología implica una división equitativa. Son unas criaturas interesantes, pero sin importancia a fin de cuentas. Aprende de ellos si puedes, y si no huye de ellos. Ten presente que es muy improbable que aprendas de ellos. Magos y Magi

Sería más fácil predecir donde va a caer cada gota de lluvia que comprender el funcionamiento de la mente de un magus. Nuestros caminos se cruzan más a menudo de lo que nos gustaría, pues frecuentemente

buscan lo mismo que nosotros. Unos pocos de ellos son dignos compañeros, como hemos visto con los nigromantes de la familia Giovanni. Hay muchos más que son odiosos e insufribles, como hemos visto con los Tremere.

Nuevos Rasgos

Debido a la predilección de los Capadocios por la muerte, el clan ha hecho incursiones en áreas de conocimiento antes ignoradas. Aunque los siguientes Rasgos son particularmente apropiados para los macabros Capadocios, no son exclusivos del clan, y pueden ser adquiridos por cualquier personaje adecuado de Vampiro: Edad Oscura. Como siempre, es el Narrador quien tiene la última palabra en cuando a qué Rasgos son admisibles o no en el juego. Conocimientos

Tanatologia Estás versado en el fenómeno de la

muerte en todos sus aspectos. Conoces la decrepitud y el envejecimiento, los efectos de la peste y las enfermedades (aunque normalmente este Conocimiento no puede ser sustituido por el de Medicina), y los asuntos del espíritu. También sabes preservar cadáveres, ya sea mediante la momificación, el embalsamamiento u otros métodos. Además, dominas la metafísica de la muerte, teniendo tu propia filosofía o suscribiendo otra sobre lo que pasa cuando el cuerpo mortal fallece. Si el Narrador lo desea, puede permitir que los personajes con Tanatología intenten determinar la causa de la muerte de alguien, si no es obvia.

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Aficionado: Todo el mundo se muere. Has visto cómo ocurría un par de veces.

Estudiante: Has hecho algunas investigaciones sobre la materia, y estás familiarizado con las creencias de diversas culturas en cuanto a la muerte.

Instruido: Tienes un profundo conocimiento de numerosas perspectivas culturales, religiosas y filosóficas de la muerte, así como una limitada comprensión de sus aspectos sobrenaturales.

Erudito: Tus conocimientos sobre la muerte son bastante amplios, incluyendo una buena cantidad de materia sobrenatural. A este nivel, probablemente hagas tus propios experimentos, y puede que hasta tengas un laboratorio especializado.

Sabio: Estás reconocido como un experto en la materia, y puede que se busque tu valiosa opinión.

Visionario: Eres un maestro incuestionado y tus discursos en Erciyes ayudan a decidir el rumbo del clan en los años venideros. Crees entender el misterio de la muerte.

Poseído por: Capadocios, Nigromantes, Giovanni, Sacerdotes, Cultistas, Herejes.

Especialidades: Creencias Culturales, Creencias Religiosas, Wraiths, Causas de la Muerte. Camino

Camino de los Huesos El cuerpo es meramente un receptáculo

del alma, o al menos eso creen los seguidores de la Via Ossis. Los Cainitas, de acuerdo con los seguidores de este Camino, se encuentran suspendidos en un abrumador estado de no vida. Aunque no están vivos como los mortales, tampoco están muertos, pues aún pueden pensar y actuar. Los que siguen este Camino son abiertamente morbosos y existencialistas. A veces están

arraigados en el mundo temporal, y en otras ocasiones se preocupan por el bien de sus espíritus inmortales.

Aunque el cuerpo físico hace una transición a través de la vida hasta la muerte, el alma pasa a otro, ignorante de su existencia anterior. Los seguidores de la Via Ossis no veneran la vida en una base individual, sino colectiva. Así, muchos de ellos llevan a cabo sacrificios o experimentos en los que el sujeto muere, de forma que puedan estudiar el viaje de vuelta del alma a su origen.

Los Cainitas de la Via Ossis ven su estado de vampirismo como una ruptura en el ciclo. Consideran que hay una fuerte conexión entre los vampiros y los parásitos, representando su dependencia de la sangre como “tomar prestado” parte del ciclo de los mortales de los que se alimentan. Muchos asumen que, al llegar su Muerte Definitiva, serán reintroducidos en el ciclo, pero muy pocos de ellos están especialmente ansiosos de que llegue este momento.

Este camino atrae a un pequeño número de seguidores, principalmente del clan Capadocio (aunque también hay varios Tzimisce morbosos). Generalmente buscan

Camino de los Huesos

Puntuación Mínima infracción para tirada de Convicción

10 Mostrar miedo a la muerte.

9 No estudiar un suceso de muerte.

8 Negarse a matar cuando se presenta la oportunidad.

7 No alimentarse teniendo hambre.

6 Sucumbir al frenesí.

5 Negarse a compartir conocimientos con otro seguidor del Camino.

4 Permitir que la misericordia influya en una decisión.

3 Actuar de forma sacrificada.

2 Impedir una muerte sin necesidad.

1 Mostrar aversión a la muerte.

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una respuesta científica a cuestiones del espíritu, aunque algunos sólo pretenden encontrar algo que sustente su fe. Generalmente espirituales, los seguidores del Camino de los Huesos no suelen ser apasionados, dándose por satisfechos por creer en lo que creen y seguir aprendiendo.

El Camino de los huesos, centrado en el estudio empírico de materias espirituales, fomenta las Virtudes de Convicción y Autocontrol. Meritos y Defectos

Te ofrecemos a continuación una serie de Méritos y Defectos optativos específicos para los Capadocios. Usa estos Rasgos para dar carácter a tus personajes o adaptarlos a tus necesidades. No olvides consultar a tu Narrador antes de adquirir cualquier Mérito o Defecto. Encontrarás más detalles en el apéndice de Vampiro: Edad Oscura. Linaje Giovanni

(Merito de 2 pts) Recientemente, los Capadocios han

Abrazado a miembros clave de la familia de los Giovanni. Estos mercaderes nigromantes tienen un profundo conocimiento de lo que alguna noche puede convertirse en una

Disciplina legítima, y su Abrazo anima a este desarrollo. Los personajes con el Mérito Linaje Giovanni pueden adquirir y aprender la naciente Disciplina de nigromancia como una disciplina de clan adicional. Los personajes Giovanni no pueden empezar una crónica por debajo de la 11ª generación, ni adquirir el Mérito Presciencia o el Defecto de Visiones Demenciales; curiosamente, estas peculiaridades no se encuentran entre los Capadocios Giovanni. Presciencia

(Merito de 3 pts) Algunos Capadocios tienen el extraño

don de la precognición, aunque sus revelaciones son breves y poco claras. La Presciencia da poca información de valor táctico o inmediato, pero ayuda al vampiro a prepararse algo para el futuro. Este conocimiento puede ser cualquier cosa, desde saber si puede o no fiarse de alguien hasta reconocer un objeto de valor, o cualquier otro efecto que el Narrador permita en interés de la historia. La naturaleza exacta de las premoniciones del personaje depende del Narrador.

Vale la pena tener presente que las visiones de un Ladrón de tumbas no son “posibles futuros”, sino más bien lóbregos y vagos fragmentos de un tiempo cierto por llegar. Aspecto Horrendo

(Defecto de 3 pts) Algo que está siendo cada vez más

frecuente entre los Capadocios es la extraña acentuación de la debilidad inherente a su clan. Numerosos Ladrones de tumbas, ya de por sí propensos a parecer cadáveres andantes, están mostrando este Aspecto Horrendo. Los que sufren esta aberrante característica se vuelven todavía más parecidos a cadáveres; su piel se estira sobre los huesos y se va desprendiendo en pedazos escamosos. Los casos más avanzados parecen mostrar llagas abiertas, una excesiva

El Camino de los Huesos

y el Sabbat

El Camino de los Huesos es de sus Cainitas se mantiene en uso hasta el siglo XVII, incluso después de la destrucción del clan Capadocio a manos de sus chiquillos Giovanni. Seguido casi exclusivamente por Tzimisce, acaba desapareciendo. Pero unos pocos años más tarde, los Demonios incorporan algunos principios de la Via Ossis a una filosofía más moderna, que se convirtió en la Senda de la Muerte y el Alma tal y como es practicada por el Sabbat. A partir de entonces, la nueva Senda recibirá amplio apoyo por parte de los antitribu Malkavian y Toreador.

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descomposición en tronco, miembros y cabeza (generalmente resultando en la pérdida de nariz y orejas) y un repulsivo olor que recuerda al de una tumba. Los Capadocios que sufren este Defecto tienen Apariencia 0. Este Atributo nunca puede ser mejorado, aunque sí ocultado físicamente o disfrazado mediante el empleo de la magia o de Disciplinas vampíricas. Visiones Demenciales

(Defecto de 2 pts) Algunos Capadocios informan de casos

de peculiares aberraciones de la Presciencia, en la que los afligidos Cainitas afirman tener visiones apocalípticas.

El vampiro maldito por las Visiones Demenciales se hunde periódicamente en atormentados trances, a veces en mitad de una tarea que esté realizando, y cae al suelo, sacudiéndose débilmente. Cuando se le pregunta por la naturaleza de estas pesadillas despierto, el Capadocio habla de visiones de una infernal agonía personal o de vívidas pero inexplicables premoniciones de la completa destrucción del clan. Unas pocas psiques frágiles llegan incluso a bloquear todo recuerdo de los episodios.

Los Capadocios que sufren Visiones Demenciales o experimentan la Presciencia, raramente comparten sus visiones con Cainitas ajenos al clan. De hecho, muchos de los que sufren las visiones acaban llegando al límite de la locura al desarrollar complejos de Casandra, en los que el precognitivo conoce la horrible verdad acerca de su futuro y se da cuenta de su incapacidad para evitarlo. Hay que agradecer al menos que condición sea poco frecuente, y que no sean muchos los que la sufren con toda su fuerza, aunque más de un Capadocio haya tenido que ser aliviado de su miseria. Poderes Capadocios

Algunos Capadocios han desarrollado nuevos e intrigantes usos para sus

Disciplinas, con el resultado de desarrollar macabras facultades que aumentan sus estudios. No incluimos estos poderes para que los jugadores abusen de ellos con sus personajes; su uso queda a discreción del Narrador. El Paso del Segador

(Nivel Seis de Mortis)

Usando este poder, el Capadocio crea una experiencia “cercana a la muerte” en el sujeto de su elección. La víctima sufre de inmediato un (no fatal) ataque al corazón, falta de aire u otro problema fisiológico de efectos potencialmente fatales. Detalles aparte, la experiencia marca profundamente al personaje. Los Capadocios más crueles usan este poder para intimidar a los morales.

Sistema: El vampiro debe tocar a su objetivo para que este poder tenga efecto. El jugador hace una tirada de Manipulación + Medicina (a una dificultad equivalente a la Fuerza de Voluntad del objetivo), y gasta un Punto de Sangre. El número de éxitos indica lo profundamente que se ha afectado al sujeto; un éxito significa una ligera incomodidad, y cinco, un ataque coronario masivo por el cual el sujeto puede sufrir cicatrices psicológicas a causa de su gravedad. Un fracaso incapacita al Cainita durante el resto de la escena, que pasa a sufrir visiones de su futura y espantosa Muerte Definitiva.

Este poder sólo afecta a seres vivos, los vampiros son inmunes a sus efectos (salvo en el caso ya citado de los fracasos). El Porte del Leproso

(Nivel Siete de Mortis)

El Capadocio elige uno de los miembros de su objetivo, induciendo en él atrofia interna y putrefacción. El miembro queda inutilizado de inmediato, pudriéndose y desprendiéndose repulsivamente en cuestión de días. Esta poder también puede aplicarse a la cabeza, lo que será inevitablemente fatal en el caso de les morales.

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Sistema: El vampiro debe tocar a su objetivo. El jugador gasta un punto de Fuerza de Voluntad y hace una tirada de Resistencia + Medicina (a una dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del objetivo), debiendo conseguir un número de éxitos superior a la Resistencia de la víctima. La atrofia es terrible, y el miembro afectado se desprenderá en un número de días igual a la Resistencia del blanco. Un fracaso indica que el Cainita ha afectado a su propio

miembro en lugar de al de su enemigo. Si este poder se usa contra un vampiro, sus efectos se desvanecerán cuando la víctima despierte a la noche siguiente, aunque si la parte afectada ha sido la cabeza, el vampiro no podrá usar sus Disciplinas hasta entonces.

La Enfermedad desvelada

(Auspex 2, Fortaleza 7)

Este siniestro poder diagnóstico está basado en Visión del alma, pero revela un aspecto distinto de la condición del sujeto. Contemplando a su objetivo, el Capadocio puede distinguir exactamente qué enfermedad física le aflige, si es que hay alguna, y puede curarla prestándole un poco de su propia Fortaleza. Este poder está limitado por el conocimiento del Capadocio.

Sistema: Cuando un vampiro use este poder, puede que el Narrador prefiera hacer la tirada en secreto para que el jugador no conozca el resultado. El poder requiere una tirada de Percepción + Medicina (o Herbolaria a discreción del Narrador si el personaje sospecha un envenenamiento) a dificultad 8. El número de éxitos indica la precisión y exactitud del diagnóstico. Un fallo significa que el Capadocio no conoce la enfermedad, y un fracaso un diagnóstico totalmente erróneo. Debe tenerse en cuenta que este poder revela sólo los síntomas físicos del sujeto; la psicología es algo casi por completo desconocido en esta época. Este poder está limitado también por los conocimientos de medicina que tenga el Capadocio; si el vampiro no está familiarizado con una enfermedad concreta, será incapaz de identificarla.

Además, con una tirada adicional de Resistencia + Medicina (el Narrador decide la dificultad, a un nivel acorde con la enfermedad, un resfriado puede tener dificultad 5, mientras que el tifus será dificultad 9), el Capadocio puede curar la enfermedad si la reconoce. La víctima, aunque no recupera la salud instantáneamente, empieza a mejorar y se recupera por completo a su debido tiempo. Un fracaso en esta tirada agrava la enfermedad en cuestión, con efectos posiblemente fatales. Este poder cuesta 20 puntos de experiencia. Aguante Bendito

(Fortaleza 8, mortis 4)

Milenios de pasividad frente a la oposición dan como fruto una constitución indomable. Se sabe que los vampiros con este poder se han alzado de la Muerte Definitiva. Miembros y apéndices se unen de nuevo si son cortados, y las cabezas encajan de nuevo en los cuellos, si es necesario. Cualquiera que intente exterminar a un Capadocio deberá asegurarse de que su “víctima” no domina este poder, o se encontrará frente a un poderoso y muy a largo plazo enemigo.

Sistema: En el improbable caso de que al vampiro le quede algún Punto de Sangre, debe gastarlos todos, así como cuatro puntos de Fuerza de Voluntad, más uno por cada miembro cortado (contando la cabeza) que deba unirse de nuevo al cuerpo. Si el Cainita no tiene suficiente Fuerza de Voluntad, sufre la Muerte Definitiva de forma normal. Las partes del cuerpo recuperadas deben estar cerca del cadáver, y “reptarán” místicamente hasta el tronco (una visión perturbadora); el Narrador decide la distancia límite. El vampiro se cura milagrosamente hasta el nivel “Malherido”, arrastrándose a continuación hasta algún agujero en el que pueda sanar del todo con el paso del tiempo. El personaje que use este poder pierde de forma permanente un punto en cada Atributo. Estos puntos no pueden ser recuperados nunca, lo que da como resultado una reducción de la puntuación máxima posible. El poder entra en funcionamiento de forma automática e inmediata cuando es necesario, y el adversario del personaje puede interferir libremente en los efectos del mismo (si es lo bastante avispado para ello). Observa que el daño masivo, como por ejemplo caer dentro de un volcán en activo o ser depositado en un prado al amanecer, sigue siendo fatal y está más allá de las capacidades regenerativas de este poder. Aprender este poder cuesta 36 puntos de experiencia.

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Disciplina exclusiva:

Nigromancia Sólo recientemente ha surgido la

Nigromancia como un poder vampírico. Actualmente se encuentra en manos de la familia Giovanni y de unos pocos Capadocios ajenos a la familia. Los mercaderes venecianos guardan celosamente su conocimiento, tramando usarlo para sus propios fines, aunque en algunos casos enseñan sus rudimentos a sus sires Capadocios. La nigromancia no está perfeccionada ni mucho menos, y por ahora hay sólo tres niveles de dominio, aunque quien oiga hablar a un Giovanni puede pensar que la familia es capaz de abrir las mismas puertas del Infierno. Por lo general, los Narradores no deben permitir que los personajes no Giovanni tengan algún conocimiento de Nigromancia. Y ciertamente, los personajes Giovanni no deberían extender su conocimiento a otros personajes, jugadores o no. La Tragedia Revelada

Tomando el cráneo o el cerebro de alguien fallecido recientemente, el nigromante puede obtener una imagen mental de la última cosa vista por el individuo.

Sistema: El vampiro debe estar sujetando el cráneo o el cerebro de una persona muerta. Es necesario pasar una tirada de Percepción + Ocultismo (dificultad 8) para activar este poder. La dificultad sube a 10 si el cráneo o cerebro tiene más de dos semanas de antigüedad. La Tragedia Revelada no funcionará si el sujeto ha alcanzado la Golconda. La claridad de la visión varía según el número de éxitos.

1 éxito Una nebulosa sensación de cómo murió el sujeto.

2 éxitos Una estimación razonable de la causa de la muerte y una vaga imagen de los alrededores.

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3 éxitos Una firme idea de la causa de la muerte y una clara imagen de los alrededores.

4 éxitos Certezas de la causa de la muerte y una tosca imagen del asesino (si fue visto por su víctima), así como una imagen definida del lugar del crimen.

5 éxitos Absoluto conocimiento de la causa de la muerte, una imagen clara del asesino y una imagen tan perfecta como un cuadro de la escena del crimen.

Un fracaso da información completamente falsa. Llamar al Huesped

Este poder convoca a un espíritu. El nigromante que lo esté usando debe cumplir varios requisitos para que funcione correctamente. El personaje debe conocer el nombre del espíritu al que intenta invocar, y tener en su poder algún fragmento del cadáver en cuestión. La ceremonia debe llevarse a cabo en un absoluto silencio, sólo pronunciándose en voz alta las invocaciones, o el espíritu huirá asustado. Son necesarios quince minutos para que la ceremonia funcione correctamente. Los vampiros que han alcanzado la Golconda no pueden ser invocados de esta forma, ni quienes tuviesen en vida Fe Verdadera.

Sistema: El jugador debe hacer una tirada de Carisma + Ocultismo (a una dificultad equivalente a la Fuerza de Voluntad del espíritu) para obligar al espíritu a acudir. El número de éxitos indica

la claridad de la comunicación. Después de cada pregunta que se le haga, el espíritu puede intentar liberarse. En este caso, el nigromante tendrá que repetir la tirada para mantener el contacto. Un fracaso invoca a un espíritu maligno que se hace pasar por el que buscaba el personaje; mentirá sin parar, pero con absoluta convicción. Hogar Corporeo

Este poder permite a quien lo usa atar a un espíritu a algún lugar físico, impidiéndole que interrumpa el contacto con el nigromante. El objeto debe ser algún tipo de receptáculo; tazones, bolsas, cajas y hasta relicarios pueden albergar a un espíritu. La ceremonia exige que el nigromante invoque primero al espíritu con Llamar al Huésped, para acto seguido aprisionarlo, un proceso que requiere ocho horas de concentración ininterrumpida.

Sistema: El personaje debe pasar una tirada de Inteligencia + Ocultismo (la dificultad es igual a la Fuerza de Voluntad del espíritu +2). Si lo consigue, el espíritu queda atado al objeto y ya no puede interrumpir el contacto con el nigromante. Como es de esperar, esto vuelve bastante hostiles a los espíritus, aunque unos pocos de ellos sirven con alegría a sus amos. Este poder mantiene aprisionado al espíritu durante una semana, período tras el cual se debe repetir el ritual (aunque la dificultad de la tirada aumenta en 1 a cada uso sucesivo del poder).

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apítulo Cuatro: Legio

¡Ya no estáis entre esos piojosos frailes vuestros! —Umberto Eco, “El nombre de la rosa”

No todos los Capadocios son monjes esqueléticos envueltos en sudarios y consagrados a una eternidad de acechar en mausoleos y cementerios. Cada Capadocio, como cada Cainita en el mundo del Medievo Oscuro, es un individuo, con su propio conjunto personal de preferencias, antipatías y opiniones. Algunos de los siguientes personajes son estereotipos, mientras que otros son giros de las nociones preconcebidas sobre como es el Ladrón de tumbas “medio”.

Estos personajes pueden ser usados por Narrador y jugadores. Siéntete libre para hacer los cambios que desees; redistribuye los Rasgos, altera las Conductas o cámbialo todo. Después de todo, tienen mucho que hacer si quieren dejar su marca sobre el mundo antes de ser devorados por el destino.

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El Maestro de Secretos

Cita: ¿No has oído hablar de la espantosa bestia de la ciénaga del Castillo Belleme? Bueno, tienes mucho que aprender antes de dirigirte al cubil del barón…

Preludio: Eras el sexto hijo de un séptimo hijo, y el menor de tus hermanos. Un solo hermano mayor más y el destino hubiese planeado grandes cosas para ti, pero no hubo suerte. Sin embargo, tu crianza y tu entorno despertaron en ti un gran interés por todo aquello más allá del conocimiento de la mayoría de los hombres.

Ningún precio era demasiado alto por los secretos ocultos, y sólo cuatro de tus hermanos sobrevivieron. Después de todo, si Dios no hubiese querido que los hombres descubriesen las verdades ocultas, no habría dejado pistas en Su Tierra. Reuniste libros, pergaminos y reliquias, uno tras otro —las llaves perdidas a reinos de horrores no expresados.

Al fin, te encontraste frente a las ruinas de un decrépito templo pre-cristiano, rodeado de libros y mapas que parecían extrañamente fuera de lugar en aquella desvencijada biblioteca. Te arrastraste hasta lo más profundo del templo, sin que te preocupase el anochecer ni la reluctancia de tus compañeros de viaje. La respuesta al misterio final podía palparse en el aire, un poco más allá del alcance de tus dedos. Seguiste adelante, deteniéndote al alcanzar los ruinosos restos de la cripta bajo el templo.

Sorprendentemente, el monstruo que había en su interior era muy cultivado y conocía muchos de tus secretos. De hecho, te planteó un nuevo enigma: el de la vida más allá de la muerte.

Concepto: No te conformas con las “vulgares” ciencias al alcance del hombre, y te sumerges en misterios que sería mejor dejar tranquilos. Sientes una morbosa fascinación por todo tipo de aberrantes entidades, e insistes en aprender los ritos para controlarlas. Tus amigos son meras herramientas para llevarte a cualquier ruina misteriosa o castillo devastado que atraiga tu interés.

Sugerencias de interpretación: Todos los secretos deberían ser tuyos. Cuanto más oculta está una verdad, más deseos tienes de descubrirla. Después de todo, no sería un secreto si cualquier idiota con acceso a una biblioteca pudiese descubrirlo. Además, ¿no es mejor ser capaz de abrir un sello místico que saber quitar una verruga?

Equipo: Muda mugrienta, báculo, bolsa de mezclas de hierbas.

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Nombre: Naturaleza: Fanático Sire:

Jugador: Conducta: Tirano Generacion: 11aCronica: Concepto: Maestro de Secretos Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Criados Conciencia/Convicción Fortaleza Generación Mortis Recursos ___________ _____________ Autocontrol/Instintos ___________ _____________ ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Huesos

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Secretos antiguos

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El Cruzado Perdido

Cita: La muerte tiene muchos rostros. Tu muerte tiene el mío.

Preludio: Escuchaste la llamada del Papa a las armas, tomando la espada contra los infieles sarracenos que se agolpaban a las puertas de la Cristiandad. Tu regimiento cortó una línea sangrienta en Tierra Santa, dejando pilas de cuerpos destrozados a su paso. A medida que penetrabas más y más profundamente en Oriente, finalmente te percataste de la vanidad de imponer tu fe, a otra gente. Incluso el paynim Saladino permitía entrar en Tierra Santa a los peregrinos cristianos: ¿acaso podía decirse lo mismo de los musulmanes que visitaban Europa?

La conciencia de tu hipocresía te golpeó donde no habían podido hacerlo las cimitarras de los musulmanes. Dudabas de la sabiduría del Papa Urbano, de la integridad de tus hermanos cristianos y de ti mismo. ¿Qué quedaba en este mundo que pudiese sontenerte? Encontraste tu refugio en la bebida.

Una noche, en las calles de Antioquía, fuiste atacado por un grupo de matones islámicos. Recuperando de inmediato la sobriedad, desenvainaste la espada… y vacilaste, ya fuese por falta de fe o por el triunfo de la desesperación. Los asaltantes te dejaron ensangrentado y

moribundo en un sucio y oscuro callejón.

Despertaste en los fríos brazos de tu sire,

que te demostró que había más cosas en la vida aparte de la fe ciega. Dios era justo, pero sus caminos extraños e inescrutables. Descubriste una fe mayor en ti mismo y en tu sire que la que Dios te había inspirado nunca, y consagraste tus fuerzas a tu clan y a tus amigos.

Concepto: Tu pasado es desagradable, pero te inclinas más a la clemencia que al rencor. No has perdido el deseo de luchar, pero los motivos han de ser puros. La no vida te ha abierto los ojos a la verdadera naturaleza del mundo, aunque te ha convertido en un depredador nocturno. Sigues sufriendo accesos de depresión cuando intentas reconciliar tu vampirismo con la voluntad de Dios, pero en última instancia tu ansia de no vida sale triunfante.

Sugerencias de interpretación: El celo y la justicia te motivan, y guías a otros a

fines similares. Sigues a tu corazón en lugar de a las argucias ajenas, y animas a

tus compañeros a hacer lo mismo. El combate debería ser

siempre tu último recurso, pero si llegase el caso, no

tengas piedad con tus enemigos.

Equipo: Espada

ancestral, armadura

compuesta, rosario, astilla de madera que crees

devotamente que es un fragmento de la Vera Cruz.

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Nombre: Naturaleza: Defensor Sire:

Jugador: Conducta: Protector Generacion: 10aCronica: Concepto: Cruzado Perdido Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Contactos Conciencia/Convicción Fortaleza Generación Mortis Mentor ___________ Recursos Autocontrol/Instintos ___________ _____________ ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Cielo

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 61: Libro de Clan Capadocio

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La Nigromante Prodiga

Cita: ¿Nunca has hablado con las sombras que no descansan? Peor para ti.

Preludio: Sabías que había más en el Arte Negro de lo que creía la familia. Tus padres y parientes, miembros de la poderosa familia Giovanni, se enriquecieron con los esfuerzos cristianos en las Cruzadas, y con aquel dinero llegó la degeneración. En su depravación, tu familia se volvió a la nigromancia en busca de una emoción barata y prohibida. Estúpidos.

Aprender la magia de los muertos te dio poder, y el poder te dio a su vez mayores éxitos. Podías resolver asesinatos fácilmente hablando con los restos fantasmales de las víctimas, y no tenías problemas en usar estas revelaciones para hacer chantaje. Tu maestría se hizo cada vez mayor, como tu poder sobre aquellos cuyos secretos descubrías. Antes de que pasase mucho tiempo, tenías a numerosas figuras influyentes locales en tus manos, y cualquier favor que necesitases. Incluso guardabas las apariencias, acudiendo a la Iglesia para mantener vigilado a tu pequeño rebaño de asesinos. No podías dejar que les absolviese la confesión, ¿no?

Una noche, llegó de visita una rica tía del sur, y supiste de forma instintiva que se tomaba el Arte tan en serio como tú. Llevándote apare, la vieja bruja te susurró que no sólo podía usar la magia de la muerte, sino que

estaba más allá de la misma. Suplicándole el don de la inmortalidad, te despediste de tus padres para acompañar a tu día. Te uniste a su círculo, y con tu recién adquirida inmortalidad te convertiste en un miembro fundamental de una cábala de nigromantes que aspiraban a contestar cuestiones más allá de la muerte.

Concepto: Es cuestión de poder, y tú lo consigues fácilmente. La Nigromancia es tu vocación, y tu dominio de la misma supera incluso al de tus mayores, aunque compartes tus conocimientos con el círculo y no lo lamentas. Para ti, el vampirismo no es una maldición; siempre has sido un monstruo, y, mirando hacia atrás, parecías destinada al

Abrazo. Sugerencias de

interpretación: No es jactancia; verdaderamente eres mejor que cualquier otro. Tus amigos sólo son

útiles como medios para alcanzar un fin, pero hace ya mucho

que aprendiste a ser amable y no quemar los

puentes. Eres una absoluta mercenaria,

siempre atenta a tu interés y siguiendo el

camino que te lleva a los mejores resultados con la menor cantidad de problemas.

Equipo: Túnicas manchadas, pergaminos de nigromancia, lista de gente que te debe favores por mantener tu boca cerrada.

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Nombre: Naturaleza: Solitaria Sire:

Jugador: Conducta: Monstruo Generacion: 11aCronica: Concepto: Nigromante Prodiga Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Aliados Conciencia/Convicción Fortaleza Contactos Mortis Generación Nigromancia Influencia Autocontrol/Instintos ___________ Recursos ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

Tanatología Huesos

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 63: Libro de Clan Capadocio

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La Oveja Negra

Cita: No recuerdo haber oído nada de eso. ¿Cuándo ocurrió?

Preludio: Nacido siervo, todas tus perspectivas eran infinitos días de trabajo agotador en los campos de tu señor e ir rebañando sobras. Tu padre murió a los 30 años de edad, y tu madre a los 27. Te convertiste en un pupilo de la mansión, pero tu señor se limitó a meterte en otra choza, donde te dedicaste a tus tareas tan ingratamente como siempre.

Pero todo tiene un límite, y decidiste hacer las cosas a tu manera. Saliendo a hurtadillas de la oscuridad, iniciaste tu nueva vida y te convertiste en un hombre libre un año y un día después de tu fuga. Durante tus viajes, te convertiste en un hombre para todo, vagando libremente por donde querías. Cuando te detenías en un pueblo o una ciudad por unos días, la gente del lugar te

miraba como si estuvieses loco, diciéndote que todos esos vagabundeos eran peligrosos y que los salteadores acabarían rompiéndote la cabeza. Pero

también habías sido salteador, y sabías que estaban demasiado desorganizados para perseguir con eficacia a un solo hombre.

Una noche, mientras estabas acampado fuera de la vista a un lado del camino, oíste el ruido de un carruaje deteniéndose

a tu altura. Un hombre de aspecto extraño descendió del carruaje y

miró

directamente hacia dónde estabas a través de los matorrales. Su velocidad era tan increíble que apenas te diste cuenta de que iba a por ti antes de encontrarte en sus

brazos, frágiles en apariencia, pero notablemente fuertes. Luchaste como si no hubiese un mañana (y no lo habría si fallabas), impresionando a aquel hombre extraño y marchito con tus ansias de vida. Cuando se hubo cansado del juego, te vació de sangre, dándote en su lugar una pequeña gota de la sangre. Demasiado débil para resistirte, sólo pudiste contemplar cómo sus hombres te envolvían en pesadas mantas y te ataban bajo el carro.

Enfrentado a tu propia mortalidad y a la posibilidad de que la no vida de un vampiro fuese tan brutal como la vida de un hombre, perdiste el control. En medio de la roja neblina del frenesí, desgarraste los lazos que te aprisionaban y desapareciste en los bosques, matando a todo el que se interpuso en tu huida.

Ahora sigues vagando, esta vez bajo el manto de la noche. Te las arreglaste para ponerte de nuevo en contacto con tu sire, pero la pompa y la política del mundo de los Cainitas no te importan demasiado. Eres por fin tu propio amo, y ves un extraño anhelo cuando miras a los ojos de tu sire.

Concepto: Todo ese orgullo de la muerte no es para ti, aunque debes admitir que el concepto del enigma eterno te fascina. Quizá puedas responder tu parte de la pregunta con tu vida libre de grilletes. Tu preocupación principal son los problemas de todas las noches, propios de tu condición vampírica. Tus viajes te ofrecen incontables aventuras, y has hecho muchos amigos en el camino.

Sugerencias de interpretación: Eres bastante sociable, y trabas nuevas amistades cada noche. No guardas resentimiento a tu clan, y de hecho trabajas como correo y mensajero de los Capadocios de vez en cuando. Puede que un día incluso viajes a Erciyes para escuchar esa “revelación” por la que todos tus hermanos de clan parecen tan preocupados, aunque sólo si coincide con tus planes. Probablemente hubieses sido uno de los Infitiores de haber existido en la Fiesta de la Locura.

Equipo: Ajadas ropas de viaje, espada mellada.

Page 64: Libro de Clan Capadocio

64

Nombre: Naturaleza: Superviviente Sire:

Jugador: Conducta: Rebelde Generacion: 8aCronica: Concepto: Oveja Negra Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Generación Conciencia/Convicción Fortaleza Rebaño Mortis _____________ ___________ _____________ Autocontrol/Instintos ___________ _____________ ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Humanidad

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 65: Libro de Clan Capadocio

65

El Erudito

Cita: Sí, sí, tengo algo sobre ese tema aquí mismo. ¿O estará aquí?

Preludio: Siempre has preferido la seguridad y la estabilidad. Un niño débil, solías estar enfermo, y no podías dedicarte a las tareas del campo. Tu padre, dolido por tu inutilidad, te envió a un monasterio a unos pocos días de viaje de la granja de tu familia. Gracias sean dadas al Señor de que no lloviera aquellos días, pues te hubieses puesto enfermo, muriendo en el camino.

Desgraciadamente, los monjes tampoco podían aprovecharte, pues no estabas capacitado para soportar los rigores de la ascética vida rural. No obstante, hiciste tu parte por el monasterio de las pocas focas en que te era posible: pelando patatas, lavando túnicas, recogiendo hierbas… Te beneficiaste por un tiempo de la caridad de los monjes, que te enseñaron a leer latín tan bien como tu idioma natal. El encanto de las letras te sedujo; todo cuanto había de saberse estaba seguramente escrito en alguna parte.

Tras despedirte de los monjes, volviste a tu aldea, trabajando como escribano para el señor local. Tu pasión por el conocimiento, combinada con tu habilidad y cultura, atrajo la atención del señor, y fuiste ascendido a ayudante del duque en la biblioteca de su castillo. Habiendo trabajado hasta entonces sólo entre pergaminos y documentos legales, no estabas preparado para el impacto de aquella gran colección de libros.

Te sentabas en el centro de un vasto depósito de conocimientos. Por una vez te sentiste agradecido a tu frágil complexión: de haber sido más fuerte, seguramente habrías estado labrando los campos en lugar de aprender todo lo que aquella fuente de sabiduría tenía que ofrecerte. Te sumergiste en tu trabajo con un fervor sin precedentes, familiarizándote con cada libro de los estantes del señor.

Tu pasión por aprender hizo que el extraño chambelán del duque se fijase en ti. Una noche te abordó, afirmando que las inteligencias como la tuya eran raras en el mundo, donde los hombres se conformaban con escarbar en busca de alimento como los cerdos. El chambelán utilizó algunos de sus

contactos y tus tareas pasaron a un horario nocturno. A los pocos días fuiste Abrazado, recibiendo el don de la eternidad para seguir con tu aprendizaje.

Concepto: ¡Libros! ¡Saber! ¡Aprendizaje! Éstos son tus iconos. Aunque dispones de todo el tiempo del mundo para continuar con tus estudios, te das cuenta de que hay todavía mucho por saber, y sueles viajar en busca de manuscritos perdidos, o para pedir prestados ciertos tomos de otros señores o de bibliotecas de la Iglesia. Eres respetado por tus vastos conocimientos, y el chambelán del duque suele acudir a ti para discutir los consejos que le da.

Sugerencias de interpretación: Eres tranquilo, callado y sosegado, lo que algunos confunden con torpeza social. Pero cobras vida cuando hablas apasionadamente de algún tema, ilustrando tu discurso con parábolas, alegorías históricas y citas de la Biblia. Te impulsa la búsqueda de conocimientos, aunque también tienes un fuerte sentido de la moralidad; siempre puede alcanzarse lo que sea por otros medios si el precio requerido es demasiado alto o los motivos cuestionables.

Equipo: Túnicas de calidad, diario, pluma y tintero, cera y sello real.

Page 66: Libro de Clan Capadocio

66

Nombre: Naturaleza: Innovador Sire:

Jugador: Conducta: Autócrata Generacion: 11aCronica: Concepto: Erudito Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Generación Conciencia/Convicción Fortaleza Influencia Mortis Mentor ___________ Posición Autocontrol/Instintos ___________ Recursos ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Cielo

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Escrita

Filosofía

Page 67: Libro de Clan Capadocio

67

La Profetisa

Cita: ¡Escuchad mi sueño! ¡He visto a todo el que cruce este portal consumido por el blanco fuego de los cielos! ¡Los murciélagos se os llevaban mientras ardíais, y grandes grietas se abrían en la tierra para tragarnos a todos los demás!

Preludio: Fuiste una joven precoz, pasando tus días en la enfermería del convento. Las abadesas te reasignaban con frecuencia a otras instalaciones, y tus febriles arrebatos se convirtieron en una carga para las demás monjas. Se te solía acusar de aspirar napelo, de beberte la leche de las vacas y de bailar desnuda bajo el cielo nocturno. Cuánto más te trasladaban, más te precedía tu reputación, y los conventos llegaron a temer la inevitable visita de la Loca de Tours.

Sin embargo, una abadesa pudo comprender tu iluminación. “La gente común se asusta de lo que no entiende”, te dijo, “y no entiende tu sabiduría”. Te sentiste cómoda en su presencia, una comodidad que no habías sentido en mucho tiempo. La abadesa sufría también una dolencia, aunque la suya era del cuerpo; los rayos del sol quemaban su piel, tal y como las visiones quemaban tú mente.

Al menos eso fue lo que te dijo, aunque más tarde reveló que había sido un ardid para tranquilizarte. Impresionada por tu visión y por tu negativa a ocultar lo que veías, te Abrazó. Partiste de inmediato como emisaria a una iglesia ortodoxa de Oriente. Desde entonces, te has guiado por tus visiones, siendo un magnífico regalo para los soldados cruzados ene esas tierras.

Concepto: Eres una visionaria, y la verdad que percibes debe ser revelada. A veces interpretas equivocadamente tus visiones, pero al recapacitar verificas la validez de la premonición. Quieres saber cuáles son los planes de Dios para ti, y por qué te ha escogido para darte un don tan peculiar.

Sugerencias de interpretación: Nunca has seguido el camino fácil; de haberlo hecho, hace mucho que estarías en un manicomio. Los mortales deben sufrir por el pecado original, y tú estás destinada a enseñarles con el ejemplo, algo que demuestra tú persecución. Después de todo, ¿no son los mártires simples zelotes hasta que mueren?

Equipo: Hábito y toca, rosario, y libro manuscrito de versículos de la Biblia transcritos en criptogramas.

Page 68: Libro de Clan Capadocio

68

Nombre: Naturaleza: Penitente Sire:

Jugador: Conducta: Fanática Generacion: 12aCronica: Concepto: Profetisa Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Contactos Conciencia/Convicción Fortaleza Mentor Mortis Posición ___________ _____________ Autocontrol/Instintos ___________ _____________ ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Humanidad

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 69: Libro de Clan Capadocio

69

El Chambelan

Cita: Como desee mi señor, así se hará. Preludio: Eras el tercer hijo de un

señor rural, una familia noble sólo en el título. Tu arruinado padre y tus hermanos mayores pasaban la mayor parte de su tiempo combatiendo a los recaudadores de impuestos con su magro ejército de reclutas. Aunque la situación era apurada, te encantó la forma en que los consejeros de tu padre azuzaban hasta el frenesí a la milicia, diciendo a los soldados que luchaban contra hordas de moros bajo el mando de Saladino.

Aprendiste bien esta lección, incluso cuando las tropas del conde tomaron el pueblo y, finalmente, vuestro castillo. Las mujeres y los niños escupieron a los “moros”, aullando contra ellos cuando los hombres del conde proclamaron que ellos también eran cristianos. Aunque tu padre y tus hermanos se convirtieron en proscritos, tú te rendiste, uniéndote al séquito del conde. De todas formas, nunca te había gustado tú padre.

La lección fue útil, y pronto te encontraste al mando de los asuntos de la casa del conde. Un hombre extraño, mantenía un horario poco habitual, afirmando que una enfermedad familiar le provocaba insomnio durante la noche, dejándole debilitado y letárgico en horas diurnas. Gracias a Dios que te tenía a ti para llevar sus asuntos y dirigir la casa.

Pero pronto descubriste su verdadera naturaleza, cuando te convirtió en ghoul como recompensa por tu lealtad. Tu Abrazo llegó poco después, aunque tu sire fue en realidad un miembro de otra corte. Por supuesto, estabas sujeto por el juramento de Sangre que aseguraba tu lealtad, aunque ese vínculo lleva algún tiempo sin ser renovado; el conde no duda de tu fidelidad. Él es el único culpable de su error, pues lo cierto es que estás al servicio de tu sire. La política supone esos extraños giros del destino.

Concepto: Eres un consumado manipulador y un maestro de las relaciones

públicas. Si quisieras, podrías lanzar el ejército de tu señor contra el mismo Papa, diciendo que Lucifer había poseído al Santo Padre. Eficaz, despiadado e irremediablemente mercenario, apoyas al conde porque prefieres ser creador de leyes que rey. Después de todo, no será tu cabeza la que corten...

Sugerencias de interpretación: Eres tan astuto como un león viejo y tan escurridizo como un águila. Pones todo lo que se usa contra ti bajo una luz positiva, evitando limpiamente cualquier responsabilidad por los planes fallidos y reclamando el mérito de las victorias. El mundo es tu ostra, y puedes hacer que produzca todas las perlas que quieras.

Equipo: Finas ropas oficiales, confesiones de traición falsificadas.

Page 70: Libro de Clan Capadocio

70

Nombre: Naturaleza: Tirano Sire:

Jugador: Conducta: Juez Generacion: 12aCronica: Concepto: Chambelán Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex Aliados Conciencia/Convicción Fortaleza Contactos Mortis Criados ___________ Influencia Autocontrol/Instintos ___________ Recursos ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ Humanidad

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 71: Libro de Clan Capadocio

71

Page 72: Libro de Clan Capadocio

72

péndice Uno: Buscadores

Notables

Page 73: Libro de Clan Capadocio

73

Ignacio Giovanni

Un bruto en el aparentemente dócil clan, Ignacio pasó la mayor parte de su vida mortal como el fuerte brazo derecho de la familia en sus operaciones menos éticas. Aunque no demasiado

inteligente, Ignacio era muy eficaz en su línea de trabajo, y la incestuosa rama Giovvanni de los Capadocios le Abrazó como medida de seguridad. Es uno de

los cada vez más raros ghouls aceptados en el clan Capadocio como recompensa por sus

excepcionales servicios. Ignacio ha alcanzado cierta distinción trabajando en

estrecha colaboración con el príncipe Lasombra de Venecia y el Dux. Además de sus responsabilidades ante la parte Cainita de la familia, controla varias bandas locales de

salteadores, prestándolos para su uso al príncipe y al Dux a cambio de favores y otras consideraciones.

El tremendo poderío físico de Ignacio y su temible reputación le han hecho ganarse el resentido respeto de otros vampiros, pero es bastante impopular entre los Capadocios más insulares, la principal rama del clan. Con la ayuda de sus lugartenientes gabellotti, ayuda a mantener Venecia limpia de elementos criminales —es decir, de los que no están permitidos. También es una defensa vital frente a la amenaza de la población lupina fuera de la ciudad.

Page 74: Libro de Clan Capadocio

74

Lazarus

Lazarus es un Capadocio envuelto en el misterio. Lo que se dice de su vida mortal sugiere que era un tanatólogo hebreo, Abrazado por su vasta sabiduría y su interés por la muerte. Según muchos de los que le conocían, Lazarus fue uno de los chiquillos favoritos de Cappadocius, apreciado por su erudición y su perspicacia.

Lazarus Abrazó a numerosos chiquillos propios y se trasladó a las arenas de Egipto, históricamente evitadas por la mayoría de los Capadocios a causa de la insidiosa presencia de los Seguidores de Set. Su tozuda negativa a dejar Egipto a las Sierpes le hizo ganarse una reputación de insolencia, cayendo en desgracia entre los Capadocios más tradicionales. Incapaces de resistirse a la llamada de una región tan arraigada en la sabiduría de los muertos, Lazarus y sus chiquillos establecieron sus refugios a la sombra de las grandes pirámides.

Poco después se interrumpió todo contacto con Lazarus. Temiendo lo peor, pero no queriendo arriesgarse personalmente, Caias y Cappadocius le dejaron a sus propios medios, creyéndole muerto, en letargo o bajo la vil influencia de los Seguidores de Set.

Pero Lazarus no había muerto, como descubrió Caias al ser enviado por Japheth tras la Fiesta de la Locura para averiguar qué le había ocurrido a su malquistado hermano. Lazarus se convirtió por defecto en el más poderoso de los Infitiores. Ha rechazado todo contacto con vampiros ajenos a su progenie. Se ha convertido en un ermitaño, manteniendo un refugio en un monasterio copto alejado de la escrutadora mirada de sus chiquillos y los esbirros de Set. Si persigue todavía o no la respuesta al enigma eterno es algo que se ignora. Quienes le conocieron temen que la antigua corrupción de aquella tierra se haya adueñado finalmente de él.

El porqué del súbito interés de Japheth por el bienestar de su hermano tras la Fiesta de la Locura es un misterio. Los rumores más retorcidos acusan a Japheth de estar celoso de Caias, sugiriendo que esperaba que efectivamente Lazarus se hubiese corrompido y destruyese a Caias. Una teoría aún más siniestra insinúa que Japheth es Lazarus, ocultando sus desagradables ambiciones tras una máscara de fingido letargo, mientras asume la otra identidad. Esta última teoría da legitimidad a las afirmaciones de que Japheth estaba Celso, pues la Muerte Definitiva de Caias no sería ninguna sorpresa. En cualquier caso, Lazarus, en las contadas ocasiones en que admite compañía, es una magnífica fuente de sabiduría y leyendas en el estudio de los muertos.

Page 75: Libro de Clan Capadocio

75

Lord Camden,

Chambelan del Principe

Lord Camden personifica la relación entre los Ventrue y los Capadocios. Como chambelán de Mithras, el anciano y poderoso príncipe de

Londres, no hay quien le aventaje en el gusto por el lujo. A cambio de sus servicios a

Mithras, Camden goza de una gran libertad para sus estudios y experimentos. El chambelán es el

culpable de una reciente serie de secuestros nocturnos. Las víctimas se convierten en sujetos de extrañas pruebas

destinadas a determinar el momento exacto en que tiene lugar la muerte.

La hipótesis de Camden es que la muerte ocurre cuando el alma abandona el cuerpo, no cuando el cuerpo mortal falla. Es un devoto seguidor del Camino de los Huesos, y muchos de sus correligionarios aguardan ansiosos las noticias de sus nuevos descubrimientos.

El chambelán es un radical entre los Capadocios, y no se conforma con aceptar los trabajos y teorías de sus procedentes. Creyendo que debe empezar sin ideas preconcebidas, tiene la teoría de que la eterna pregunta sigue atormentando a su clan porque sus miembros están cegados por las equivocadas ideas de lo que es la muerte. No sólo es la muerte el final de la vida, sino el momento en el que el alma se sacude su cáscara mortal. Alude a la experiencia de Cappadocius con el judío solitario para demostrar este punto: es posible que todo el trabajo realizado hasta ahora por el clan esté equivocado.

La filosofía de “vuelta a las raíces” de Camden le han hecho ganarse el aprecio de los neonatos y de muchos antiguos. Los primeros disfrutan con su descarada y reflexiva ideología, y los segundos se divierten con su “vana” presunción de que están equivocados.

Lord Camden, también un brillante ingeniero civil, suele dirigir las tareas menos gloriosas de Mithras en la administración de la ciudad.

Page 76: Libro de Clan Capadocio

76

Troglodytia

Tras su Abrazo, Troglodytia sufrió la desafortunada característica de un aspecto repulsivo que últimamente afecta a muchos Capadocios. Parece un cadáver en avanzado estado de descomposición, o un zombu particularmente deteriorado. Sus pares menos caritativos le han dado este apodo, que lleva como marca de martirio, decidida elevarse por encima de tan mezquinas preocupaciones.

Pero lo más probable es que no lo consiga nunca, pues su aspecto es tan desconcertante que llega a lo inabordable. No puede aparecer en público, ni hablar ante grandes grupos sin ofenderles con su semblante. Aunque Troglodytia ha cultivado la compañía de un grupo de Nosferatu, su dominio de la Ofuscación no ha llegado a un nivel que le permita ocultar su aspecto. Pero fiel a su naturaleza de mártir, ha sacado lo mejor de sí misma, convirtiéndose en una mercenaria y una especialista en cierto mercado.

Troglodytia actúa como intermediaria para los Capadocios y Giovanni de su entorno, facilitándoles cadáveres para la experimentación, extrañas hierbas y componentes alquímicos, así como cualquier artefacto misterioso que atraiga su atención. Aunque no es tan invisible como los Nosferatu, su amistad con los Leprosos le da acceso a una vasta red de información. Ha trabajado a cambio de favores más de una vez, y muchos vampiros locales tienen alguna pequeña deuda con ella. Troglodytia se da por satisfecha con actuar como lo ha hecho hasta ahora, acopiando todos los beneficios y promesas que puede. ¿Quién sabe la utilidad que tendrán los favores que se ha ganado?

Page 77: Libro de Clan Capadocio

77

Page 78: Libro de Clan Capadocio

78

péndice Dos: Nota histórica - Lo que queda de los Capadocios

Page 79: Libro de Clan Capadocio

79

Después de que Augustus diablerice a Cappadocius y alcance la tercera generación, los vampiros de la familia Giovanni inician una purga asesina y sistemática de todos los Capadocios. Aunque los Giovanni son increíblemente pertinaces, unos pocos de los Ladrones de tumbas perseguidos consiguen escapar de la ira parricida de los nigromantes. Lo que ocurre con estas almas solitarias es un misterio.

Los Samedi, una línea de sangre del moderno Mundo de Tinieblas, son los lógicos descendientes del antiguo Clan de la Muerte. Su debilidad de clan es una repulsiva deformidad, tan pronunciada que los Samedi parecen cadáveres putrefactos. Los Samedi de tendencias estudiosas afirman que este horrible aspecto sirve a un doble propósito, les hace demasiado asquerosos para que los Giovanni intenten relacionarse o comunicarse con ellos de cualquier modo, y les aleja fisiológicamente de sus supuestos ancestros Capadocios.

Los Capadocios también parecían cadáveres, aunque no de una forma tan grotesca como los Samedi. La Disciplina Capadocio de Mortis se centraba en el uso y estudio de la muerte, mientras que la Disciplina Samedi de Tanatosis se inclina por la muerte y la descomposición. Además, los Samedi dominan la Nigromancia; no se relacionan mucho con los Giovanni, pero tuvieron que aprenderla en alguna parte.

Si es verdad que los Samedi “evolucionaron” de un linaje de origen Capadocio ¿de quién descienden concretamente? ¿Pudieron escapar suficientes Capadocios del despiadado genocidio Giovanni? Posiblemente, aunque los Giovanni están convencidos de que eliminaron hasta el último Ladrón de tumbas. ¿Podrían ser los Infitiores los ancestros de los Samedi, habiendo emigrado a enclaves mediterráneos? Es aceptable, aunque la mayoría de los Infitiores acabaron desilusionados del vampirismo y raramente Abrazaban a más neonatos. ¿O fue la línea de sangre de las Lamias, cuya Disciplina de Deimos se parece todavía más a la Tanatosis, la originaria? Podría ser, aunque los Giovanni mantienen que las Lamias cayeron hasta la última en defensa de los Ladrones de tumbas (Augustus mismo diablerizó a la madre de la línea de sangre). ¿O acaso tienen los Samedi una raíz distinta y puede que única?

No hay referencias escritas a la transformación Samedi en progreso. La historia parece haberla olvidado, o al menos no va a dar pistas. Puede que el mundo no lo sepa nunca.

Page 80: Libro de Clan Capadocio

80

Mi querida Emily, Me temo que te he mentido, aunque esto sea no

diciéndote la verdad tal y como la conozco. Debo confesar que aunque estamos resignados a una monstruosidad eterna, no es una cruz muy fácil de llevar, y tu inocente pregunta se me atraviesa todavía. Nuestra desdicha nace de maldades cometidas hace siglos, las nuestras propias y las que tuvieron lugar con el Abrazo de los espantosos Giovanni. Fuimos antaño capaces de caminar entre los Kinei, pues aunque conspicuos, no éramos ni mucho menos tan horribles como ahora. Por supuesto, es necesaria una cierta dosis de imaginación para recordar aquellos días, si hemos de dar crédito a los rumores.

Aún elegimos a nuestros miembros entre los que se desviven por la muerte, si me perdonas el chiste, pero hemos perdido el contacto con la que fue nuestra herencia en el pasado. Por supuesto, no hay pruebas, y apenas quedan Samedi que hayan existido desde nuestra caída para hablar con certeza del hecho. La verdad es que apenas hay bastantes de nosotros para llenar un vagón de metro. Por mucha pasión que podamos reunir y todas las malditas pruebas que encontremos, la verdad no se sabrá nunca, salvo por los tres o cuatro que vivieron la terrible purga, y sus voces son tan silenciosas como las de cualquiera enzarzado en la despreciable Yihad. Basta con decir que los paralelismos que extraes de tus historias y estudios sobre nuestra especie están reflejados en el alma de cada Samedi condenado a vagar por la noche eterna.

Lamento dejar caer este peso sobre ti. Thibault

Page 81: Libro de Clan Capadocio

Nombre: Naturaleza: Sire:

Jugador: Conducta: Generacion:

Cronica: Concepto: Refugio:

Atributos

Fisicos Sociales

Mentales

Fuerza Carisma Percepción Destreza Manipulación Inteligencia Resistencia Apariencia Astucia

Habilidades

Talentos Tecnicas

Conocimientos

Actuar Armas C.C. Academicismo Alerta Equitación Ciencias Atletismo Etiqueta Investigación Esquivar Herbolaria Leyes Empatía Música Lingüística Fullerías Pericias Medicina Intimidación Sigilo Ocultismo Liderazgo Supervivencia Política Pelea Tiro con arco Sabiduría Popular Subterfugio Trato con Animales Senescal

Ventajas Disciplinas Trasfondos

Virtudes

Auspex _____________ Conciencia/Convicción Fortaleza _____________ Mortis _____________ ___________ _____________ Autocontrol/Instintos ___________ _____________ ___________ _____________ ___________ _____________ Coraje

Otros Rasgos Camino Salud

___________ _________________

Magullado

___________ Lastimado -1

___________ Fuerza de Voluntad

Lesionado -1

___________ Herido -2

___________ Malherido -2

___________ Tullido -5

___________ Reserva de Sangre

Incapacitado

___________

Debilidad

Aspecto cadavérico ___________ ___________

Atributos: 7/5/3 Habilidades: 13/9/5 Disciplinas: 3 Trasfondos: 5 Virtudes: 7 Puntos Gratuitos: 15 (5/2/7/1/2/1)

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 82: Libro de Clan Capadocio

Meritos y Defectos

Meritos Tipo Coste Defecto Tipo Bono

___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______ ___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______ ___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______ ___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______ ___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______ ___________________ _____________ _______ ___________________ ____________ _______

Experiencia

TOTAL: _____________________________ TOTAL GASTADO: ____________Obtenido por: Gastado en:

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Rituales Trastornos Mentales

Nombre Nivel Nombre

_________________________________ ______ ________________________________________ _________________________________ ______ ________________________________________ _________________________________ ______ ________________________________________ _________________________________ ______ ________________________________________ _________________________________ ______ ________________________________________ _________________________________ ______ ________________________________________

Combate

Arma Dificultad Daño Ocultación Alcance Cadencia Fuerza Tabla de pelea

Maniobra Mordisco Puñetazo Presa Garra Patada Carga

Precisión 5 6 6 6 7 7

Daño Fuerza+1 Fuerza Fuerza Fuerza+2 Fuerza+1 Especial; ver complicaciones

Armadura: ____________

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 83: Libro de Clan Capadocio

Trasfondo Ampliado

Aliados Contactos Principales

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Criados Contactos Secundarios

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Influencia Mentor

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Posicion Prestigio en Clan

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Rebano Recursos

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Posesiones

Equipo (Transportado) Pertenencias (Guardadas)

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Terrenos de Alimentacion Vehiculos

_________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________ _________________________________________ ________________________________________

Refugios

Situacion Descripcion

___________________ ______________________________________________________________ ___________________ ______________________________________________________________ ___________________ ______________________________________________________________

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 84: Libro de Clan Capadocio

Historia

Preludio

____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ Titulo _____________________________________________________________________________

Logros importantes _______________________________________________________________

Descripcion

Edad ___________________ __________________________________________________________

Edad aparente ____________ __________________________________________________________

Fecha de nacimiento _______ __________________________________________________________

Fecha de defunción _______ __________________________________________________________

Pelo ___________________ __________________________________________________________

Ojos ___________________ __________________________________________________________

Raza ___________________ __________________________________________________________

Nacionalidad _____________ __________________________________________________________

Estatura _________________ __________________________________________________________

Peso ___________________ __________________________________________________________

Sexo ___________________ __________________________________________________________

Graficos

Esquema de Cuadrilla Boceto de Personaje

Capadocio

Vampiro: Edad Oscura

Page 85: Libro de Clan Capadocio

Más que un clan de eruditos y sacerdotes, el Clan Capadocio es el Clan de la Muerte. Desde sus humildes inicios en Tierra Santa, estos vampiros malditos se han extendido por todo el mundo Medieval Oscuro, persiguiendo su búsqueda eterna, mientras el tiempo y la historia conspiraban contra ellos. Están condenados por sus propias acciones, y se esfuerzan sin cesar a la inevitable destrucción.

El libro del Clan Capadocio incluye: La historia del clan y la revelación de su

desaparición. Detalles de las facciones del clan y su curioso

templo de la montaña. Nuevos Méritos y Defectos, y la incipiente

Disciplina de Nigromancia.