Libro de haikús MUY INTERESANTE

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El haiku: un refinamiento poético en uso

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  • El haiku: un refinamiento potico en uso

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    El haiku: un refinamiento

    potico en uso

    Nria Ordez de la Torre

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    El texto explicativo de El haiku: un refinamiento potico en uso es una revisin y a la vez ampliacin del original en cataln El haiku japons: una eina pedaggica daproximaci a la poesa 1997 Nria Ordez de la Torre RPI - B-25173 Texto, poesa y fotografa de portada: Nria Ordez de la Torre

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    A M Auxiliadora Llopis, Pilar para las amigas, que un da me inquiet con el descubrimiento

    de una poesa lejana

    Slo se escucha un solo de violn.

    No llores, mujer

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    QU ES UN HAIKU? El haiku, esa forma tan especial de mirar, de vivir el mundo, debe describirse como el refinamiento potico de quien recoge las sensaciones inmediatas que con-curren en la Naturaleza y las transforma en imgenes repletas de espontaneidad y belleza. Alimentado de taosmo, confucianismo, budismo y poesa china, a las diecisiete slabas que forman el haiku tradicional (5-7-5) no puede haber nada so-brante, a pesar de ser fruto de la simple intuicin. Por lo que se refiere a la mtrica, existe la escuela que permite irregularidades en cuanto al esquema, tema y longitud del poema habitual. Originario del Japn, este poema tuvo como predecesores el katauta (5-7-7 5-7-5) que dio paso, a su desaparicin a mediados del siglo VIII, a distintas formaciones poticas con distintos juegos de slabas: El chka, cancin larga consistente en una serie indefinida de versos de 5 y 7 en constante alternancia.

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    El tanka o waka, cancin corta de dos estrofas (5-7-5/ 7-7). El sedoka (5-7-7/ 5-7-7) una repeticin, como se aprecia, del primer verso del katauta. La mayora de eruditos, sin embargo, estn de acuerdo en sealar que el haiku es hijo de otro tipo de ins-piracin, el haikai no renga, creacin de matiz ms bien cmica sin demasiadas pretensiones artsticas en la que intervenan varios poetas. Este poema enca-denado creca a partir de un poema introductor llamado hokku, con una mtrica de 17 slabas, al que le segua otro de 14, que se continuaba con uno ms de 17 y as sucesivamente, pudiendo alcanzar hasta cien versos. Bash Matsuo, uno de los grandes maestros del haiku del siglo XVII que participaba en las primitivas formas colectivas de creacin potica, tuvo la feliz idea de independizar los tres primeros versos del resto del tanka, confirindole una identidad propia e inimitable y creando as una especie de obra minimalista cuya transparencia impregna el espritu del lector.

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    El haikai (haikai suru, o hacer haikai cuenta, entre una de sus principales aceptaciones, la de holga-zanear) vino a introducir un elemento festivo en la literatura japonesa que consista en cambiar el asunto de las estrofas a medida que los compositores iban contribuyendo en su desarrollo, siendo el nico requi-sito que hubiese un nexo comn entre la nueva estrofa y la inmediata anterior. Vicente Haya, en su libro titulado El corazn del haiku: la expresin de lo sagrado (1), sugiere que el haiku es un sentir el mundo de modo primitivo por su condicin de palabra del ser humano que abre sus ojos al mundo. Ciertamente, la simplicidad de la poesa de pueblos como los semang de Malasia, los indios menomines de Amrica del Norte (actualmente en una reserva de Wisconsin, entre los ros Wolf y Oconto), o los pawnees, llega an ms lejos que el haiku en su esencialidad, siendo el mismo, para todos ellos, el espritu de asombro ante las cosas que en el mundo suceden, al margen de la cantidad de slabas que usen para expresarlo. Meditemos, sino, las siguientes poesas:

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    En el cielo un ruido como el susurro de los rboles Garza de patas dbiles Incluso los gusanos: tambin ellos se aman LOS PRECURSORES DEL GNERO. Es pues en el siglo XVII cuando hallamos al verdadero maestro del gnero, Bash Matsuo (1644-1694), a quien siguen despus Buson Yosa (1716-1783), Issa Kobayashi (1762-1827), Shiki Masaoka (1867-1902) y Santka Taneda (1882-1940) como compositores o haijin (2) ms importantes y tambin ms conocidos(3). Bash Matsuo. Si bien no es el creador exclusivo del haiku, s es el que le da su verdadera dignidad, confirindole un carcter distintivo frente a la poesa precedente consistiendo, su tarea, en dar profundidad

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    y dimensin trascendente a lo que hasta entonces era, para los poetas, solo esttica. Bash fue una perso-nalidad serena y religiosa, devoto del Zen, y para quien el haiku constituy un camino de perfeccin, un modo de vivir ms que un modo de versificar. Furu-ike ya kawazu tobikomu mizu no oto

    Un viejo estanque. Se zambulle una rana: ruido del agua

    Shigareshi ni hane mogu shyoo no katami kana

    A una amapola deja sus alas una mariposa como recuerdo

    Kashi no ki no hana ni kamawanu sugata kana

    Se yergue el roble sin importarle nada de los cerezos

    Traduccin de A. Cabezas Buson Yosa. Fue antes pintor que poeta, aunque nada tuvo que envidiar a Bash, su predecesor y, segn el mismo puntualizaba, su maestro. A diferencia de Bash, Buson no necesitaba ganarse el reconocimiento

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    de su entorno para obtener un renombre social, por lo que su poesa fluy en estado puro. Tampoco tuvo necesidad de experimentar con el verso y por tanto lamentar el fracaso puesto que el haiku ya se haba afianzado y encontrado su lugar en la literatura. Buson es considerado el segundo mejor haikin en las clasificaciones japonesas, aunque son muchas las voces de especialistas que reclaman para l el primer puesto, por delante de Bash. En su poesa, llena de sensi-bilidad, se armonizan por igual los elementos religiosos incuestionablemente taostas, estticos y humanos. Lo comprobamos en las tres poesas siguientes, traduc-cin de A. Cabezas Yama kurete momiji no sh wo ubaikeri

    De noche el monte arrebata a los arces su bermelln

    Nabe kama no yakushiki yado ya kesa no tsuyu

    Peroles y ollas delicias de mi casa. Roco al alba

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    Musubito no kashira uta yomu keu no tsuki

    El cabecilla bandido le hace versos hoy a la luna

    Issa Kobayashi. La principal aportacin de Issa a la historia del haiku es la espontaneidad y una peculiar observacin de su entorno, natural y humano. Issa, que vivi entre los siglos XVIII y XIX, es el poeta de los pobres y de los desvalidos, llegando a identificarse con ellos, tal vez por lo dolorosa que result parte de su propia vida: perder a su madre a los tres aos, se marchar de la casa paterna por las presiones de su madrastra, se casar tres veces y tendr cuatro hijos de su primera esposa, muriendo todos ellos sin haber superado la infancia. As pues, en la obra de Issa no hay lugar para la contemplacin ni para el asombro religioso en un sentido que podramos llamar sagrado. Los objetos a considerar superarn contextos nunca imaginados hasta entonces por poeta alguno. No le bastar cantar slo a la luna o al hermoso crisantemo, sino que extender el campo de observacin hacia todo aquello normalmente menos-preciado: su relacin con los

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    insectos, la descripcin del hedor a humedad o la visin de un tatami desgastado pasarn, la mayora de las veces, a un plano preferente. S an wa nomi ka ni karite netari keri

    Les ped prestada mi cabaa a las moscas y a los mosquitos y dorm

    Kriguirisu shibiu no otomo hosoru yozo

    Canto de grillo. El ruido en el orinal se hace ms dbil en la noche

    Hasu no hana shirami wo sutsuru bakari nari

    Floreci la flor de loto. Me despiojo, hago esto slo

    Traduccin de Ricardo de la Fuente y Shinjiro Hirosaki Shiki Masaoka. Al hablar de Shiki (siglo XIX) nos hallamos ante el poeta de la concrecin y, ya en los ltimos aos de su vida, de la interpretacin de s mismo. Descrito como el poeta doliente debido a su larga y dolorosa enfermedad sufri tuberculosis los doce ltimos aos de su vida Shiki se vale de cual-

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    quier imagen de la Naturaleza para proyectarse con ella, y no permanecer fuera de ella, como solan hacer sus predecesores. Este rompimiento con la esencia bsica y el sentir trascendente del haiku inclina a muchos de sus crticos a no considerarle dentro del grupo de los maestros clsicos, muy a pesar de dejar, tras su muerte ocurrida a los 35 aos de edad, una de las escuelas de haiku ms sobresalientes de la historia. Tsuiu bare ya Tokoro dokoro ni ari no machi

    Pasa la lluvia. Por todas partes surgen sendas de hormigas

    Nanimo kamo Sumite kokatsu ni toshi kureru

    Todo dispuesto. Me despido del ao junto al brasero

    Ototoi no hechima no mizu mo torazariki

    No la bebi el agua de calabaza la luna llena

    Traduccin de Justino Rodrguez

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    El tercer verso fue uno de los ltimos que escribi el poeta en su lecho de muerte, ayudado por su hermana. Segn la medicina popular, el agua de la calabacera antes de florecer resulta indicada para despejar los bronquios y, de hecho, a Shiki le vena muy bien tomarla. Identificndose con la luna, sobre la que proyecta su desesperanza de seguir viviendo por no poder beber el agua de la recuperacin, el poeta sabe que su final se acerca irremisiblemente. Santka Taneda. La vida de este poeta (1882-1940) no fue precisamente un camino de rosas debido a circuns-tancias familiares que le marcaron y persiguieron durante toda su vida. Santka naci en una aldea de la prefectura de Yama-guchi, en el extremo suroeste de Honshu, la isla principal de Japn, en una familia terrateniente adinerada (el padre diriga su propio negocio). A la edad de once aos su madre se suicid (l era el mayor de cuatro hermanos) y aunque se desconoce la causa exacta de su accin, de acuerdo con los diarios de Santka su madre haba llegado al punto en que ya no poda vivir con el mujeriego, y tambin aficionado al

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    sake (4), de su marido. Tras el incidente, Taneda fue criado por su abuela. Su inestabilidad personal adquiri de joven el hbito de consumo de su padre fue la razn que no demos-trara ser ms fiable en sus trayectos profesionales. Fracas como estudiante, bibliotecario, editor, co-merciante, emprendedor de negocios, lo que le llev a la ruina ms absoluta. En 1924 intent suicidarse arrojndose al tren, pero tambin en esto fracas, si bien a partir de entonces esta accin le hara cambiar el rumbo de su vida. A partir de 1926 hasta su muerte Santka vivi siendo a la vez monje y mendigo y fue precisamente durante estos aos (public su primer libro de poemas en 1932) cuando se dedic plenamente a la poesa. En 1934 cay gravemente enfermo, reincidiendo en su intento de suicidio. Cuando muri, a los cincuenta y siete aos, haba publicado siete libros de poemas que contenan cerca de 84.000 haikus: todos los momentos de su vida estaban en ellos.

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    Aruku hoka nai kusa no mi tsukete modoru hoka nai

    Tan slo andar tan slo volver con hierbas pegadas al cuerpo

    Hinata mabushiku meshi bakari no meshi o

    Relumbrante a la luz del sol mi comida: arroz hervido nada ms

    MUJERES HAIJINES Japn ha dado, entre los siglos XVII y XX varias poetisas que, aunque no tan divulgados sus nombres como los de sus compaeros varones, nada tuvieron que envi-diarles a la hora de dar rienda a sus observaciones y creatividad. Discpulas de Bash algunas de ellas, destacan nombres como los de Den Sute-jo, Sonome, Shushiki, Sono-jo, Shoofuu-ni, Chigetsu, Sute-jo, Sono-jo, y sobre todo Chiyo ni. Sin embargo, y puesto que nos resulta dificilsimo encontrar con amplitud sus respectivas biografas, y no

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    digamos sus obras, nos parece ms adecuado men-cionar aqu algunas de las haijines del siglo XX que nos han llegado a travs de libros editados en nuestro pas. Aun siendo japonesas de origen, reflejan tres maneras de ser ignorada como mujer en la actual cultura japonesa (5). Se trata de tres mujeres japonesas del siglo XX, poetisas de haiku y de senry, tres actitudes ante su sociedad: la proscrita, la fugitiva y la mujer-raz. En primer lugar, Suzuki Masajo (1906-2003), una mujer que regent un bar en Ginza, forzada a casarse con el marido viudo de su hermana, adultera confesa, que se neg a que el haiku no pudiese hablar de amor o de sexo, estigmatizada en los ambientes ms puristas del haiku. Nyotai hiyu shiireshi uo no sore yori mo

    Cuerpo fro de mujer. Ms incluso que el del pescado que acababa de comprar

    En segundo lugar, Kamegaya Chie (1909-1994), emigrante en el Canad, esa parte de la cultura nipona

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    que existe fuera y al margen de su sociedad, con su haiku fuertemente contagiado de la modernidad potica occidental y su expresivo patetismo, cuya obra es desconocida en su propio pas. Oi ware no shinkei nibuku gan to shiru

    Tan vieja estoy Ni me inmut al saber que tengo cncer

    Y, por ltimo, Nishiguchi Sachiko (1925), una anciana que an vive, y que ha pasado toda su vida en una aldea de cuarenta casas en el corazn de Shikoku, cultivando su huerto, cultivando su haiku seco y difcil, Japn en estado puro: ausencia total de pretensin, una de tantas malas hierbas del haiku en Japn, segn sus propias palabras. Akihenro koinrandori no jun o matsu

    Un peregrino de otoo hace cola en la lavandera

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    LOS MOTIVOS DE ASOMBRO Como ya hemos indicado, la poesa japonesa, de ndole sencilla y puntual, se centra muy en especial en la Naturaleza, lejos de la poesa amatoria, metafsica o tica en la que se inspiran los autores occidentales, tendiendo, el tono empleado, al de una suave melan-cola. Para escribir, en Japn, al poeta de siglos anteriores le bastaba un motivo de asombro de algo que sucediera a su alrededor y le alterase por tanto l no intervena en la accin para plasmar su obra. No obstante, el poema, para considerarse como tal, precisaba de la presencia de ciertas palabras sagradas, un requisito que todava resulta vigente en la actualidad para los creadores ms puristas. As pues, no es de extraar que si los asuntos preferidos de los poetas japoneses eran de ndole sencilla, sencilla resultara la versificacin y la forma. En su estudio, Vicente Haya nombra por lo menos veintin motivos de asombro, declaraciones semn-ticas que no son necesarias mencionar abiertamente

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    en los versos porque para los japoneses, al menos, resultan evidentes El haiku se fundamenta, pues, en apreciaciones personales que los japoneses (o cualquiera que los escriba) descubren a su alrededor, originadas durante el curso de las estaciones o kigo. De aqu que sean la primavera, el verano, el otoo y el invierno, y toda accin que en ellas ocurre, los temas primordiales motivo de creacin.

    Con la primavera (/ haru) se asocian ideas como el brotar de las plantas lo verde y la floracin de las flores lo bello y lo olfativo, el canto de los pjaros, la conversin de las crislidas en mariposas, el estallido de la Naturaleza, en suma. Hana yori mo hana ni arikeru nioi kana

    No ya en su cliz sino en nuestra nariz est el aroma

    De Moritake, traduccin de A. Cabezas

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    El verano (/ natsu) trae al pensamiento el canto del

    cuc y la calandria, la presencia de grillos, ranas y lucirnagas; las lluvias torrenciales el agua y sus sonidos, desde el murmullo del arroyo al mar ru-giente, los campos de arroz, el sofocante calor, etc. Natsu kinu to arashi na tsuge so yamazakura

    Que ya es verano, no le digas, tormenta, a los cerezos

    De Sgi, traduccin de A. Cabezas

    Representaciones peculiares del otoo (/ aki) son los

    plenilunios de finales de verano, la decadencia de lo hasta ahora exultante, las noches largas que se aproximan. Hakikeru ga Tsui ni wa hakazu Ochiba kana

    Yo las barra y al fin no las barr: las hojas secas

    De Taigi, traduccin de A. Cabezas

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    Finalmente llegan las imgenes del invierno (/ fuyu),

    como la nieve, la niebla, el viento helado, los campos desprovistos de hierba y los animales sin dueo deambulando por las calles. El verso de Hakuchi acierta de lleno lo que queremos explicar. Uri ushi no Mura wo hanaruru Kasumi kana

    Vend mi vaca y se fue de la aldea entre la bruma

    de Hakuchi, traduccin de A. Cabezas CMO LEER UN HAIKU. Para dar con la respuesta correcta quizs sea necesario recordar el carcter impresionista del propio haiku. Siendo como es poesa que sugiere debe describirse, bsicamente, como una pincelada sonora de aquello que, quien escribe, percibe en la naturaleza hbitat real del poeta o bien imagina de la propia naturaleza realidad que se origina en cualquier rincn del mundo, en la realidad de los dems. Lo primero que el lector de un haiku tiene que hacer es aislarse de su

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    propio mundo para luego perderse en la profundidad csmica que sugiere el verso, donde se esconde, sin duda, el origen inexpresable de las cosas. A nivel formal diremos que a pesar de tratarse de tres versos cortos el haiku necesita, a menudo, regularizar su ritmo en uno de ellos: as, el primero o el tercero dan el efecto de una breve parada (los japoneses lo denominan kireji o palabra cortante) en la que se apoyan los dos restantes a modo de parfrasis. De todos modos es importante saber que ciertas escuelas modernas huyen de la rigidez del poema habitual (incluso en Japn) y permiten pequeas variaciones respecto al esquema, tema y longitud del mismo. Ya el propio maestro Bash afirmaba, cuando sus discpulos le preguntaban sobre la obligacin o no de incorporar al poema el vocablo que definiera la estacin del ao, que si en la vida se precisa ser razonable en casi todo, no estara de ms aplicar esta frmula a la poesa. Podemos observar lo que mencionbamos del kireji en estas dos poesas.

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    Aki ya kesa Hito ashi ni shiru Nugi-en

    Ya el otoo. Lo supo mi pie al despojarse

    De Ishu, traduccin de la autora Komori ya Tsuki no hotori wo tachisarazu

    Est el murcilago rondndole a la luna. Y no se va

    De Guiodai, traduccin de A. Cabezas Quien haya estudiado lengua japonesa sabe que la prosodia de este idioma no contempla ni el acento tnico ni el normal sostenimiento que la rima da a la poesa. En la lengua del haiku no existen las conso-nantes detrs de vocal si exceptuamos la n, ni el escarpado sonoro que origina el sonido de dos consonantes seguidas dentro de un mismo golpe de voz: consonante y vocal es el nico repertorio fontico con el que puede jugar un poeta japons en sus composiciones, limitacin que no parece haber frenado la creatividad de los poetas en muchos siglos.

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    DIFICULTADES EN LA INTERPRETACIN DE UN HAIKU En el haiku clsico predominan los sustantivos, las exclamaciones y los trminos onomatopyicos, stos ltimos muy presentes en la comunicacin diaria de los japoneses, omitindose, a menudo, el verbo. Acorta, igualmente, terminaciones semnticas que el lector (japons) debe intuir, as como nexos y posposiciones (lo que en latn sealara el caso), reiterando el uso de frmulas morfolgicas ya en desuso: de aqu nace la dificultad de los expertos y estudiosos extranjeros para interpretar y traducir haiku debidamente, aunque dominen a la perfeccin la lengua de origen. Veamos el siguiente poema de Shiki traducido por Justino Rodrguez. Adelantamos que el poema se ha resuelto, en japons, con el uso exclusivo de sustantivos y partculas, preposiciones para nosotros. Tsuyu-bare ya tokoro dokoro ni ari no michi

    Pasa la lluvia. Por todas partes sendas de hormigas

    Otra cuestin no exenta de dificultad para los traductores de poesa japonesa y aadida a la anterior,

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    radica en las mltiples posibilidades de interpretacin de un haiku cuando son ledos en romaji (se llama as el abecedario latn que los japoneses usan a menudo para comunicarse con extranjeros), sin la presencia, por lo tanto, de sus correspondientes kanji, o an con ella. Observemos el siguiente verso de Shiki. Hige soru ya ueno mo kane no kasume hi ni

    Con taidos del templo en un da de niebla la barba afeito Me he afeitado. Las campanas de Ueno tienen hoy bruma

    Traducciones de J. Rodrguez y A. Cabezas, resp. Veamos ahora este otro haiku de Skan traducido por Antonio Cabezas. Tsuki ni e o sashitaraba, yoki uchi wa ka na!

    Ah! si en la luna se le adosara un mango; Qu buen paipai!

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    Y que glos de este modo el poeta sevillano de la Generacin del 98, Antonio Machado. Con la luna blanca t abanicars; con la blanca luna, a orillas del mar. EL PLAGIO EN JAPN Un detalle que debe conocerse es que en Japn el plagio no es sinnimo de falta de creatividad ni tam-poco de delito, al contrario. Muchos maestros se sienten satisfechos cuando alguien, sobre todo si se trata de un alumno, imita sus originales, diferencia significativa que en Japn ha lanzado a ms de un discpulo a compartir las emociones de su maestro sin miedo al retoque o a la amonestacin. Un ejemplo fehaciente de que el plagio resulta un hecho bastante corriente entre autores lo tenemos con un poema de Buson, del cual mostramos la traduccin castellana llevada a cabo por Jess Bal.

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    Tsurigane ni Tomarite nemuru kochoo ka na

    En la campana del templo descansa, dormida, una mariposa

    Poesa a la que Shiki, contemporneo de Buson, contesta un siglo despus. Tsurigane ni Tomarite haikaru hotaru ka na

    En la campana del templo descansa, reluciente, una liblula

    Resulta obvio que un occidental desestimara el poema de Shiki por considerarlo una derivacin descarada de la obra de su maestro. Nos preguntamos, pues, qu razn prevalece en la bsqueda de un autor a imitar un poema ajeno: la virtud de igualar la sensibilidad de quien considera su maestro?, sentirse simplemente unido a l en la naturaleza?, expandir, o tal vez vertebrar la fina observancia de un hecho cotidiano? En cualquier caso, creo que deberamos ver en este acto de simbiosis el sano deseo de imitar, de otro, aquello que gusta.

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    CLASIFICACIN DEL HAIKU En el presente la crtica occidental no ha elaborado todava una seriacin significativa para la produccin de haiku que permita ordenarlos con claridad. Es cierto que quienes escribimos haiku se nos hace muy difcil distribuirlos en grupos cuando no explican nada que haga referencia concisa a las estaciones del ao, y as, nos conformamos en clasificarlos segn nuestra experiencia o captacin personal, sin ms. En su libro, Vicente Haya (3) elabora la siguiente divi-sin, ilustrndolo con versos de poetas y poetisas poco conocidos y que el propio autor traduce: Haiku de tono intimista. Es aquel a travs del cual el autor desnuda su alma y explica sus sentimientos al lector, a s mismo, a un ser vivo prximo a l o al mundo entero, en forma de esperanza, de alegra, pero tambin haciendo refe-rencia a estados vivenciales o de nimo, como la vejez, la soledad, la nostalgia, etc.).

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    El haiku que hemos escogido es de la poetisa Tayo Yo, fallecida en 1865 a los noventa y tres aos. Ikisugite ware mo samui zo Fuyu no hae

    Habindome pasado la edad yo tambin tengo fro mosca de invierno

    Haiku de la Compasin Universal. Se incluye dentro de un contexto de sensibilidad budista, un sentimiento que, dicho sea de paso, no ha trascendido nunca demasiado, socialmente hablando, dentro del corazn de los japoneses que se han mostrado siempre "prudentes" hacia las desgracias de su prjimo. Naturalmente, sin embargo, no faltan japoneses subversivos de los sentimientos, y como tales reivindican este principio budista ante el dolor de los seres vivos. En el siguiente poema se puede reconocer de inme-diato la naturaleza de su autor, Issa Kobayashi. ze no ko ni tsukaretaru Suzume kana

    La chiquillera hasta la extenuacin llevan a un gorrin

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    Haiku festa. Un poema que hable de excrementos, mocos y sudores podemos considerarlo un haiku por mucho que cumpla con las 5-7-5 slabas reglamentarias? En Japn, los haikus escatolgicos no slo son aceptados sino que por mucho que nos extrae, no hay ningn haijin de fama que en el transcurso de su vida activa no haya escrito al menos uno. Ciertamente que esta consta-tacin no debera extraarnos si tenemos en cuenta que en ausencia de palabrotas en su vocabulario, el japons tiende a recurrir al humor simplista a modo de vlvula de escape, un recurso que no escatima a la hora de escribir poemas. Veamos el siguiente haiku, el cual, segn R. H. Blyth (6), es uno de los mejor que se han escrito nunca. Shben no tara-tara shita ya kakitsubata

    Aliviando mi vejiga El sonido del pip al chocar con un iris en flor!

    Haiku con pensamiento potico o para ser pensados. Si un haik se mueve entre lo potico y lo filosfico se habr comprendido lo que queremos dar a entender

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    cuando decimos que hay poemas para ser pensados. Formularlo no ser producto de una apreciacin natural, clara o tangible del da a da, sino que obede-cer ms bien a un mensaje abstracto, poticamente formulado, a travs del cual el poeta tratar de comunicarnos alguna idea, algn hecho. Un haiku para ser pensado no obedece a un pensamiento personal que un mismo capta la Naturaleza (el motivo de sorpresa del que hablbamos), sino que recoge algo existente en esta misma Naturaleza para dejar cons-tancia a los dems. Tenemos de Santka Taneda: aru ga mama zass to shite me o fuku

    As, tal cual, Como hierbas que son Los brotes se abren

    Parece ser que los gaijin (7), en nuestra pretensin de comunicar ideas ms que constatar hechos puntuales y oportunos, somos los principales productores pero no los nicos de este tipo de poema, un peligro que, segn Vicente Haya puede acabar con la divina locura de hacer flotar lo sagrado que debe tener el haiku.

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    El haiku descriptivo. Es el que capta algn aspecto del mundo humano, los quehaceres cotidianos de cada uno de nosotros y que, a pesar de que puedan parecer ligeros por su conte-nido, no tienen porqu estar exentos de fuerza potica. Bajo el lema de haiku descriptivos a veces se pueden emplear obras prosaicas y de escaso valor, reconocibles porque con el tiempo dejarn de "penetrar" en el espritu de los lectores, una condicin sta que nunca perder un buen haiku, por ms tiempo que pase desde su creacin. Volvemos con Bash para este poema descriptivo traducido por Fernando Rodrguez-Izquierdo. Dice as: Chimaki musubu Katate ni hasamu hitaigami

    Envolviendo los dulces de arroz, con la otra mano se retira el pelo de la frente

    Existen otros tipos de haiku menos frecuentes, como pueden ser el ertico (tambin en su mxima extensin telrica), el cmico, el amoroso, el proselitista, el moderno, etc.

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    Un ejemplo de haiku ertico viene de la mano de Taneda Santka cuando percibe el estallido de la Naturaleza en una simple flor Shakuyaku no Zui no wakitatsu Hitana kana

    Los pistilos de las peonias levantados, excitados a la luz del sol!

    Mario Benedetti es el gran maestro gaijin con haikus que entraran de lleno en el grupo de haikus proseli-tistas y modernos. Revel el papa que no hay cielo ni infierno. Vaya noticia Con la piedad a veces se organizan lindas colectas No es grave pero el insomnio en la siesta no tiene cura

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    Vicente Haya, que lleva reflexionando sobre el haiku desde hace aos, nos previene de entrada contra lo que l denomina el sndrome Benedetti, esa falta de respeto a la civilizacin japonesa en la que incurren aquellos que se ponen a escribir supuestos haikus sin haberse interesado antes por los principios de una cultura tan distinta de la nuestra. EL HAIKU FUERA DE JAPN En Occidente el conocimiento del haiku penetra a finales del siglo XIX y principios del XX, siendo ejem-plos de su influencia o imitacin en la pennsula los poetas Antonio Machado, Valle-Incln, Garca Lorca, Juan Ramn Jimnez y Lus Cernuda, aunque a me-nudo, mezclan elementos modernistas captacin lgica de la imagen que los aparta de la esencia y la realidad en las que el espritu japons suele captar su microcosmos. El ejemplo representativo ms importante en Catalunya lo tenemos en el poeta Joan Salvat-Papasseit, estibador portuario y uno de los ms interesantes exponentes del

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    Vanguardismo fallecido de tuberculosis en 1924, a los 30 aos. En Vibracions encontramos una coleccin de catorce pequeas joyas poticas, composiciones breves que si bien no respetan en su totalidad la mtrica del haiku tradicional japons, s consiguen mostrar el detalle de las realidades mnimas con expresiones llenas de elegancia, sutileza y lirismo. Como en el resto de su poesa amorosa encontramos la loa a la adoles-cente femenina y al mundo que le rodea con un fervor y un convencimiento entre inocente y libertino, como pocos autores han sabido expresar en el concurrido siglo XX. Veamos unos ejemplos. Mocadoret al coll, vermellet, de les festes. Les sagetes al cor. Bru mariner d'amor de peu dret a la proa: quina noia no el vol! El gra sagns, de magrana al teu llavi. Oh, el mossec de la meva besada!

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    Tambin Agust Bartra en su obra Haiku de Arinsal nos mostr, en 1981, su devocin hacia esta composicin de inspiracin oriental. Fruto de la contemplacin y subsecuente captacin de la belleza que rezuman las tierras pirenaicas de los valles de Andorra, la recopi-lacin fue objeto de una edicin en 1986 en una publicacin bilinge catalano-inglesa. Hecho curioso el del poeta Bartra que "transgrede" la concepcin nica del haiku cuando formula la cosmo-loga de un territorio con algo ms de mil slabas exactamente 60 haikus cuando un poeta japons no necesitara ms de diecisiete. Una vez ms encon-tramos entre los creadores occidentales o gaijin- frmulas epistolares tendentes al anlisis y el desme-nuzamiento, al contrario de la concepcin sinptica oriental que permite abrazar, de un vistazo, las partes principales de un todo sin miedo a dejar escapar ningn matiz interpretativo. Bartra desgrana cada uno de las mltiples estrellas que integran una constelacin con los mismos elementos de sensibilidad y finura que un oriental usa para describir el conjunto de esta misma constelacin. Presentamos unos ejemplos del

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    original en cataln con la correspondiente versin inglesa de Sam Abrams. L'aire m'habita: dono vida a la imatge de la nostlgia.

    Air inhabitado me: I give life to images of nostalgia.

    Com el foc saltes, amb cabellera verge de bedoll trmul.

    Like the llamas you jump, with a head of maiden hair: Tremulous Birch.

    No hi ha paraula dins el tancat enigma. Un gest arbori.

    No, no word at all within the closed enigma. A tree-like gesture.

    En los pases de Suramrica proliferaron tambin los escritores que ensayaron muchos lo consiguieron muy dignamente con el arte del haiku. El uruguayo ya mencionado, Mario Benedetti, el argentino Jorge Lus Borges, el ecuatoriano Jorge Carrera Andrade, el mejicano Octavio Paz, etc. Pero si alguien de veras triunf en este campo es sin duda el tambin mejicano Jos Juan Tablada (1871- Nueva York 1945), reconocido como el iniciador de la poesa moderna mexicana, y a

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    quien se le atribuye la introduccin del haiku en la literatura hispana. El pequeo mono me mira... Quisiera decirme algo que se le olvida! De los enjambres es predilecta la flor de la toronja (Huele a cera y a miel). HAIKUS INDITOS Los haikus que aqu doy a conocer se escribieron entre 1988 hasta el da de hoy y no se muestran siguiendo el orden cronolgico de su composicin sino que se han agrupado por temas. Aunque existen originales escritos en cataln, castellano y japons, estos ltimos con la correspondiente traduccin al cataln, aqu slo muestro los escritos en castellano. La mtrica del poema sigue la del verso tradicional , con alguna excepcin (por qu voy a dejar de decir algo

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    que me conmueve o impresiona por una simple slaba?); adems, se debe tener en cuenta que a la hora de contar, en cataln no resulta vlida la elisin para la composicin del haiku. Los temas en cambio, y como cualquier gaigin, se desvan del motivo nico o kigo sobre el que se inspiran los clsicos. El motivo de las estaciones del ao se ampla a todas las realidades existenciales a las que un occidental, acostumbrado como ya hemos dicho antes a transformar la observacin en una abstraccin, tiene por costumbre cultural acceder. Me he tomado esta licencia siguiendo o entendiendo a mi manera los consejos del maestro Matsuo Basho cuando dijo: aprende las reglas y luego olvdalas. Los cinco primeros haiku obtuvieron, bajo el lema PRIMAVERA, el primer premio en castellano en el con-curso de haikus que el departamento de japons de la Escola oficial didiomes de Barcelona convoc en abril de 1994 en lenguas catalana, castellana y japo-nesa.

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    PRIMAVERA

    Las blancas ramas afinan su deshielo: do re mi fa sol Brot una rama y el olor desprendido inund el valle Los estorninos en la garganta tienen el grito a punto De circunloquios ribetean el aire, apareadas La frgil rama agita su vestido al canto suyo

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    El mirlo escucha el blandir de tu canto. Noche de hojaldre El alma, a veces, se quiebra ante el prodigio de primavera Brotan las ramas peligra mi silencio: batacrac batacrac to (8) Cay del nido y vino a posarse en mi regazo Veo en tus ojos el inquietante empuje de los almendros

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    VERANO

    Un grano de uva a otro apretujado: !Que bien dorma Calor, mucho calor. Los cigarrales llenos cuchicheando Poco a poquito se deslizan los cirros. Se dan abrazos La rama hizo !crac porque no pudo aguantar patas tan finas Cuando son muchos hablan algaraba. no entiendo nada

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    Al cielo rojizo las trtolas del templo lo inundan todo Es el verano quien por sus hombros pasea tanta aventura Centeno y trigo en las tardes de junio se balancean Tambin el fruto en tus orejas prendido presume el rojo Llora la tierra. Mi corazn de julio brilla con ellas

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    Puntas de lanza emballenan los cielos. Brazos contiguos Alzan las olas grandes piernas y brazos alborotadas Al sol de julio hay que ir rogndole que se despida

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    OTOO

    Casi me matan las corrientes de aire. Puertas cerradas Algo de fro. El gusano ya cede a su vacuidad Cae la noche. La humedad del aire comprende el poro Nios y nias van bajo la lluvia primaveral pisando charcos Este fresquito que me da en la cara. Bendito otoo

  • 51

    Mis pies desnudos ya es tiempo de tapar con calcetines Huracanado sopla hoy el viento. Est enfadado La luz decae callada y trmula. Tardes de octubre Las hojas caen formando alfombras de terciopelo Cambio de ropa la de verano arriba abajo, la otra

  • 52

    INVIERNO Ya medianoche. Y una mujer, y otras ms, junto a la olla Con ojos vidrios pasan los saltimbanquis !Ay, pobrecitos !Que buen gustillo tiene la sopa de hoy Hogar caliente La rica sopa con su ssslurb ssslurb !Que bien me sienta Junto al brasero la abuela al abuelo mira mientras dormita

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    Slo lo rompe el taer de campanas a ese silencio Mis viejos ojos slo detectan el blanco. En todas partes Con sutileza. Encima de las ramas se van sentando Frio intenso. Ni correr las cortinas osan mis manos El astro sol con mucha prudencia asoma su nariz

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    LUNA Callad, callad ya caaverales todos. Se despereza Puntual acude cada veintiocho das. Menstruas luna? Dentro del agua mis manos alborotan para alcanzarle Y en plenilunio vestiditos te cubren. !Desvergonzada En tu luz, luna, fiel, el perro se mira !Tan indecisa

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    Ol la luna que no pari lunitas sino lunares Me preguntaste que porqu tan hermosa: para hacer juego Se asoma el alba zarzamora o cerezo? Ella a su espalda De noche trae primorosas mejillas y l lo sabe Entre volantes cubiertos de fina blonda su rostro asoma

  • 56

    ANIMALIA

    El buen caracol con su pesada carga no dice nada Cua, cua!, ya pasan patos en fila india, culos al aire Gato peludo de spera lavadora. Sin suavizante Mralo bien hilando su capullo. La araa teje Tejiendo va el gusano de seda con parsimonia

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    Se le ve triste al seor de la trompa. Quiere su selva A ambos lados costilla par e impar el perro luce Se los llevan ya camino del matadero. Ellos no saben Vaca que otea al borde del precipicio la fresca hierba La hiena sabe que no agrada a nadie aunque se ra

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    IMGENES JAPONESAS

    An errantes los samurai modernos? Colita floja Islas de otoo !quien pudiera alcanzaros Palmas y dedos Dnde est Japn? (y yo que no s nada) ...son unas islas... Dicen que a Japn en sus siglos dormidos le aguanta un gran pez Issa, hermano, ya no estars ms solo. Cuestin de pulgas

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    Dejaste paso vaca de mineral, al sentimiento Estn enfermos los bosques de Kitayama? Por ti lo digo Como una estampa: perfume de cerezos que no me llega No veo trenzas en el pas de Oriente !Con tantas algas

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    KOKORO

    Amigo mo: me dirs al odo !Es tiempo de amor Es tu piel, mi bien, hija de frutos dorados. Linda almendrita Duermes, cansado. Ellas hinchan sus plumas en alguna parte Mi vientre acude al calor de tu noche. !Olor a musgo En tu pequita me gustara dormir. Quiz en tu ombligo

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    Rostro hermoso: dos luceros, un monte pozo de arrobo Te voy comiendo como perita en dulce. !Que regodeo Altar no quiero, slo coger tu mano. Salvar el barro Son tus lunares mandarinas silvestres. Olor que irrumpe Maripositas que se cubren muy locas tu pecho esconde

  • 62

    Si me besaras el mundo estallara suzume no ko (9) Reducida estoy como estpida amantis. !Que gran mordisco Qu me preguntas? Si te amo, bandido? !Y sin un tiro Muy pegadita mi carne a la tuya est. !Sinto bendito Me dirn loca si de repente invado tu gayo jardn

  • 63

    De terciopelo tiene mi piel el tacto: engendr un hijo Mullidita estoy, no s si subo o bajo entre tus brazos Yo ya me rindo ante tus muslos, amor. Prietos olivos Mi lecho de amor parece un mar perturbado cuando t entras Si tu pureza se permitiera el beso !Que gran pecado

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    Guardo el perfume de tu piel tempestuosa, gusto a manzana Tu hashimachi bordea mi cintura. Y reincido Si supieras madre de su profundo follaje me lo robaras Despertar contigo, parecida a un gusano !Cmo me gusta Muy destellante de mi mano naci el sol. Te acariciaba

  • 65

    VEJEZ

    Con un tropiezo adelantas un paso. O tal vez cuatro Veo en sus ojos el largo deambular de sus afectos Mi tersa piel quiere un descanso: ha dicho basta Juntos pasean cogindose las manos. Igual que antao Prxima ests. No te escondas guapa de mi fealdad

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    Da lluvioso. A travs del ventanal gente que corre Solos l y ella, bajo el mismo techo. Bodas de plata Vende sus joyas al son de limitaciones. Clamor de prole Est usted solo? A usted que le importa! Usted est sola Las largas noches agudizan los ruidos en su cabeza

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    Sabios, al cuerno! Nada de tercera edad: se llama vejez Y si la muerte me cantara de pronto? Alado viento Miran y miran los ancianos padres: y no ven nada Postrada est, esperando a la dama que la rescate

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    REFLEXIONES/ APRECIACIONES Dices del alma que no puede estremecerse? !Ya no existes Dios Apenas llueve; el cielo invade el rengln; y sin embargo... Si el hombre dice ya te conozco mujer... se vuelve cano Estudio mucho mucho cuentan mis dedos. Rimas y besos Cosa aadida pedazo de tela soy. Me siento parche

  • 69

    Lo amo todo. Y pensar que los cuervos con su negrura... De mi cultura: pecado, muerte, nada, y genuflexin Presume, nio, el cndor de su collar. Y es carroera Me acuerdo ahora que una vez fui caballo sin nombre propio Como merluza que se alcanza la cola: acabo frita

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    Unin difcil y sin embargo bella: machihembrado Herramienta soy. Hecha de hierro. Arma. Pieza que sirve !Ay padrecito contra el sexto he pecado !Ay hija ma No le so, no, al poeta Mayakovsky de dolor lleno De Neruda envidio esa facultad del habla que va tejiendo

  • 71

    Mi propia vejez como cielo revuelto adivino Como Alfonsina a quien el agua bes. De esa manera Beso a beso de hierbabuena el rastro se pasa el tiempo No s si es amor. Dime sino porqu lloro, por qu carajo Mucho presume la atolondrada luna de ser mi amiga

  • 72

    Cort mis trenzas ayer hizo treinta aos. An sonro Razn oculta: dificultad, nudo, quid !Si parece amor Resplandecientes en tu cintura bailan. Sigo el comps Finas lentejas le arroja el mar a la arena, de suave matiz Hoy cumplo aos de puro amor emprendido. Cuarenta y cinco

  • 73

    Digo tristeza y los ojos del ciervo me dan alcance Mi pan me busco igual que el pajarillo. Gran vigilante Como a la lecha los hombres os parecis. Legitimando Al descubrirlo he llorado de rabia. Haiku querido Mira la luna mujer embarazada. Bordan las aves

  • 74

    Fro horizonte. Llora la prostituta de guios caros Los pescadores con su rema remando aran las olas Cuentan del amor que nunca enterito fue, cual peona Tiene el amor la libertad del pjaro de alas pegado No agujerea, es un cario especial: precisa anchura

  • 75

    Como poeta como brulote vendrs como mendigo Hay unos ojos que gajos me recuerdan de uva madura Interpretando fugas, creo. Bemoles que no te falten De noche al puerto no le sirven las luces. Vive temblando

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    POR UN MOMENTO

    Si a mi imprudencia renunciar lograra !Ay nunca sabras Vivir quisiera como arena de playa. Un pie que corre Carta o esquela o billete amoroso. Derecho a entrar Y si en invierno el amor se prodiga !Es la anarqua En el lentisco mi cuerpo escond una vez. Mateaba el trigo

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    Nunca me canso de deshojar margaritas. Insisto, insisto Adnde vas amor disimulando tanto? Adnde no vas? Lindos tomates en tu cestita llevas y en tus mejillas Es un regalo el amor desprendido que al alma llega Pechos de mujer que cogidos al revs parecen propios

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    Metal precioso tostadito brillante. Japonesito Cierro los ojos. En sus profundidades flota un gran lago Aguardo labios como montes brotados. Quizs de mayo Del chopo adulto siempre me ha enloquecido su fino talle Se seca el rio. Se concentran sus aguas en mis dos ojos

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    !Ay maghrebino por un oriental guapo casi te olvido Vino en setiembre como un loco potrillo recin nacido

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    NOTAS

    (1) Ver biografa

    (2) En Japn a los autores de haiku reconocidos se les nombra haijin.

    (3) En japons el apellido va siempre delante del nombre.

    (4) Sake es la bebida alcohlica tradicional japonesa que se obtiene de la fermentacin del arroz.

    (5) Ver obra de Suzuki Masajo, Kamegaya Chie y Nishiguchi Sachico en el apartado de Biografa. De http://elreflejodeuzume.blogspot.mx/2011/11/el-prologo-inedito-de-70-haikus-y.html procede el texto de este libro situado entre comillas.

    (6) Reginald Horace Blyth (1898-1964) fue quien difundi el haiku en el mundo anglosajn.

    (7) Los japoneses llaman gaijin a los escritores de haiku no japoneses.

    (8) Corresponde a la onomatopeya de los latidos del co-razn.

    (9) Significa pequeo gorrin.

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    NDICE

    Qu es un haiku? 9 Los precursores del gnero 12 Mujeres haijines 20 Los motivos de asombro 23 Cmo leer un haiku 26 Dificultades en la interpretacin de un haiku 29 El plagio en Japn 31 Clasificacin del haiku 33 El haiku fuera del Japn 39 Haikus inditos 43 Poemario 45 Notas 80 Bibliografa 81 Webs i youtubes de inters 86 ndice 88

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