Libro de Los Lavamientos (Nicolas Flamel)

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    Nicols Flamel. EL LIBRO DE LOS LAVAMIENTOS

    Manuscrito de la Bibliothque National, s.XV(Ms 19978 et 19962 y 14789 Livre des Rgimes)

    Aqu empieza la verdadera prctica de la noble Ciencia de Alquimia. El Deseo deseadocompuesto por todos los Filsofos, inalcanzable por medio del vil dinero, tomado yextrado de los libros antiguos y que en este lugar hemos compilado en modo resumidopara que t, querido amigo, puedas discernir con certeza el argumento de verdad queencierra la parte ms excelente de la Filosofa. Esta compilacin la hemos bautizado con elsobrenombre de prctica de Alquimia, pues como si de separar de las rosas sus espinas setratase, la hemos separado y distinguido de los libros de los Filsofos, pues todo aquelloque es contrario a la razn oscurece la verdad. De este modo, los hombres quepertenecemos a la verdad, hemos querido hablar desde ella mediante claros discursos y con

    recto orden, palabra por palabra, considerando todas las causas necesarias, y procediendode este modo hemos forjado este libro a partir de todas las cosas que en los libros de losFilsofos hemos considerado necesarias para la obra que se persigue, prescindiendo detodo lo superficial y sin ocultar nada que pertenezca a la obra. Por ello ruego a NuestroSeor Jesucristo que por su gracia os quiera conceder el espritu de entendimiento. He aqulos motivos por los que el presente libro ha sido llamado verdadera prctica de Alquimia.En primer lugar me ocupar de definir qu cosa sea la Alquimia.

    Definicin de Alquimia

    La Alquimia es una parte sellada de la Filosofa natural -la ms necesaria de todas cuantas

    componen dicha Filosofa-, que ha sido constituida como arte. Pero no se trata de un artecomo los dems, pues nuestro arte ensea cmo llevar todas las piedras preciosasimperfectas a verdadera perfeccin, y cmo llevar la salud ms perfecta a los cuerposenfermos, y cmo transmutar todos los cuerpos de los metales en verdadero sol y en

    verdadera luna por medio de un cuerpo medicinal universal al que son reducidas todas lasmedicinas particulares, cuerpo que se realiza y cumple por operacin manual a travs de unrgimen secreto que es revelado a los hijos de la verdad por medio del calor natural y porexpreso deseo de Naturaleza.Estimado amigo, esta ciencia es llamada flor real o flor de sabidura, y por su medio elentendimiento humano es rectificado por la experiencia de lo que haba conocido a simple

    vista y por rural conocimiento, y aunque esta experiencia no es susceptible de ser sometida

    a ningn tipo de demostracin fantstica, posibilita entrar vivamente en cualquier otraciencia mostrando al entendimiento cmo se pueden penetrar las virtudes divinas quepermanecen celadas, y de este modo entender por Naturaleza lo que es de verdad, aunquesean muchos los locos que crean que todo esto no sino vanidad.Mas nosotros hemos podido ver qu es verdad y qu no lo es, y afirmo que el hombre quela conoce la mantiene en secreto, y que por esta ciencia es expulsado el entendimiento desuperfluidad contrario a toda verdad. Y as como de la tenaz alabanza brota la amistad y delas lealtades conocidas aflora toda reverencia, mantenerse constante en la verdad da comofruto una lealtad perdurable. Por eso, como familiar vuestro que soy, por haber encontradoen vos amistad y verdad, y habiendo percibido cun amable confianza me profesis, no meabstendr, como muestra del singular amor que tengo hacia vuestra persona, de escribir

    para vos el secreto revelado a los Hijos de la verdad. Y os digo que yo lo he percibido yconocido realmente por infalible experiencia. Y digo que la verdad est en aquellos que

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    expresan su deseo a la Naturaleza, pues slo ella y nada ni nadie sino ella puede concederla.Por eso las mayores autoridades de entre los Griegos escribieron: Guarda la verdad y asalabars a Dios y experimentars la Naturaleza. Si no, no.Y esta autoridad conviene mantenerlaen nuestro latn si queremos poseer virtud y experiencia.Como os he dicho ms arriba, s que sois de corazn noble y altamente elevado en

    verdadero entendimiento, y por ser vos hijo de la verdad os ser concedido el don degracia, que es la verdad pura fundada en la naturaleza. Que os sirva de testimonio elejemplo que yo he podido percibir sobre la verdad que se halla en vuestra persona. Dichoesto no queda ms que declararos la va derecha que debis seguir para obtener la verdaderay pura intencin de nuestro magisterio en vuestra propia obra, a fin de alcanzar unaexperiencia fructuosa que no es otra sino el secreto de naturaleza, tesoro incomparable yllave y fin de todo curso de fsica. Este libro ser dividido en dos partes principales, a saber,terica y prctica.

    De la terica

    Para adquirir este tesoro, mi querido amigo, esto es, para alcanzar la obra filosofal que seejecuta en todo el curso de la naturaleza, vuestro real entendimiento debe ser regido pordos intenciones bsicas. La primera intencin consiste en adquirir un ingenio natural pormedio del cual sea posible endurecer naturalmente el mercurio. La segunda intencinconsiste en discernir y conocer la causa y el efecto que posibilitan, segn recta razn yprocesin intelectual, tal endurecimiento y congelacin, teniendo en cuenta la sucesivaalteracin que se da en la materia de la naturaleza.

    Y para que averigis el por qu de estas dos intenciones, os dir, como explicacin de lasegunda de ellas, que los verdaderos Filsofos afirman que la plata viva no puede mudarcosa alguna si previamente no ha sido mudada y transformada de una naturaleza en otra, yque slo tras ser transmutada, puede transmutar. Asimismo, tras haber sido disuelta, puede

    disolver, y tras haber sido endurecida y congelada, es capaz de endurecer y congelar. Dichoesto, queda puesta de manifiesto la razn por la cual endurecemos y congelamos elmercurio, pues una vez conseguido este propsito, podremos lograr, por su medio,endurecer, congelar y espesar cualquier otra plata viva, no slo en modo de metal, sinotambin en modo de medicina perfecta bajo la forma de un polvo elixrico muy pesado.Prestad atencin, mi querido amigo, pues si se desconoce la causa no es posible hacer nada,y ya os he dicho que conocer la causa es saber que el mercurio slo se transmuta y congelasi se tiene la intencin de transmutar y congelar, y que si el mercurio es transmutado,estaremos en disposicin de transmutar en el espacio de una hora, mientras que si elmercurio no es transmutado, seremos incapaces de operar transmutacin alguna, pues todatransmutacin slo tiene lugar por razn y fuerza de Naturaleza.

    As pues, cuando la naturaleza del mercurio ha sido por una vez transmutada, es capaz detransmutar cualquier otro mercurio a su propia naturaleza, por lo que, regresando a laprimera intencin, se hace manifiesta la razn por la que debis ser capaz de ingeniar conconocimiento de causa un modo natural por medio del cual podis espesar, endurecer ycongelar el mercurio.En cuanto a m, por medio de numerosos trabajos y no menos numerosas observaciones,he recorrido el curso completo de la filosofa real, y por la grandeza y fortaleza del amorque he mostrado hacia ella, he sido ensalzado hasta el punto de poder contemplar en ella elrecto orden de la Naturaleza y de todo lo que a ella concierne. As es, la Naturaleza me hamostrado con toda claridad las causas por las cuales la plata viva en s no puede sertransmutada por arte del modo en que la Naturaleza la transmuta en sus propias minas, y

    de este modo han cobrado sentido para m las palabras de los Filsofos cuando afirmanque el arte no puede seguir a la Naturaleza, sino que se limita a imitarla en la medida de sus

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    posibilidades. Las causas por las que esto es as son tan numerosas que sera demasiadolargo exponerlas todas en este lugar, pero os dir a modo de conclusin que una de lasprincipales causas de que esto sea as es el hecho de que la plata viva no contieneactualmente en s a los cuatro elementos rectamente compuestos. Porque debis saber quela perfeccin y completitud de nuestra piedra se alcanza a partir de los cuatro elementos

    actualmente compuestos.Debis saber que en el arte menor los simples aprovechan por el hecho de cumplir sencillasy prolongadas digestiones, las cuales no podran ser cumplidas por el arte a causa de sugrandsima lentitud y por carecer de la informacin del calor exterior, el cual, por razn desu propia simplicidad, no puede serle procurado por medio de ningn tipo de arte. ste esel motivo por el que la Filosofa sostiene que en este punto el arte no puede imitar a laNaturaleza.La plata viva, que es la materia en la cual la Naturaleza opera en el interior de las minas delos metales, contiene en s los cuatro elementos en forma extremadamente simple, raznpor la cual la Naturaleza nos recomienda que en el arte consideremos a estos cuatroelementos simples como un nico elemento, a saber, el agua. Pero prestad atencin: se trata

    de un agua no naturada. Nosotros, que hemos sido instruidos por las razones establecidaspor la Filosofa natural, sabemos que el arte precisa fundamentalmente de los cuatroprincipales elementos naturalmente compuestos, a saber, tierra fija y fuego fijo, y agua yaire naturales no fijos. Y es absolutamente imprescindible que esta tierra y este fuego seande la propia sustancia de la plata viva, pues en caso contrario, esto es, si no fuesen de sunaturaleza y de su materia, jams se unira a ellos. As pues, este fuego y esta tierra debenser fijos y, adems, deben ser de la sustancia del mercurio, dicho lo cual slo es posibleconcluir que esta tierra y este fuego tienen que ser de la sustancia de la plata viva fija; y nopensis que en este proceso de fijacin y depuracin interviene para nada el arte, pues esslo por ingenio de la obra de Naturaleza que, por espacio de miles de aos y en el interiorde sus minas, aparecen el oro y la plata.

    Este ingenio de Naturaleza no puede ser alcanzado por arte, y por eso la piadosa Filosofanos ha dado a entender que, a cambio, tomemos al sol como padre y a la luna como madre,pues ambos son cuerpos fijos resplandecientes y tingentes. El fuego de naturaleza hadigerido en ellos el mercurio del que hemos hablado, el cual ha sido el responsable de lacongelacin y endurecimiento posteriores al artificio de su sutilizacin.De estos dos cuerpos, mi buen amigo, podemos extraer, con la ayuda del mercurio no fijodel que hemos hablado, tres elementos, a saber, tierra fija, fuego fijo y aire no fijo; esteltimo lleva en s la forma mercuriosa, y es llamado mercurio animado de color natural,obtenido desde lo ms profundo de dichos cuerpos fijos. De este modo obtenemos loscuatro elementos.Conviene no obstante que entendis de qu modo se operan sus cambios, cosa que os

    explicar por medio de un ejemplo a fin de que estis bien avisado cuando os iniciis en laprctica. Y tened presente que jams Filsofo alguno comunic este conocimiento aninguno de sus hijos del modo en que yo os lo voy a comunicar. Yo os digo que el agua,por su naturaleza fra y hmeda, se mezcla con los vegetales, y como resultado de estamezcla, adquiere distinta mixtura y proporcin, es decir, que es precisamente a causa de lascosas que se mezclan en ella que el agua recibe en cada decoccin una cualidad de la cosamezclada. En efecto, la totalidad del proceso de este arte tan slo se opera en razn deciertas proporciones, composiciones y transmutaciones de una cualidad en otra, y estascomposiciones acontecen como resultado de la mezcla de la naturaleza, la cual operasiempre en recto orden manipulando la mezcla segn la forma especfica de cadaproporcin y composicin, consolidando de este modo el instrumento de Naturaleza.

    Siguiendo un idntico procedimiento, la plata viva se reviste de una naturaleza distinta y dediferentes cualidades de acuerdo con la naturaleza de los cuerpos con los que se cuece. As,

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    si es cocida con oro, tomar la naturaleza del oro y se convertir y congelar en oro. Poreste motivo la Filosofa afirma que ninguna humedad puede convertirse tan rpidamente enoro o en plata como aquella en la cual han sido suficientemente introducidas por disolucinlas cualidades del oro o de la plata. Siendo as las cosas, si la plata viva es cocida en oro oplata y, a continuacin, es extrada desde lo ms profundo de su vientre, tomar sus

    cualidades, mientras que si es cocida en Venus o en Jpiter, tomar las cualidades de stosy, en consecuencia, se convertir y congelar en su naturaleza. Y lo mismo sucede con elresto de especies metlicas, pues las cosas slo se hacen segn su naturaleza y no hay nadaque supere en fuerza a Naturaleza. Y debis tener siempre presente que Naturaleza no sepuede desviar en modo alguno de su naturaleza, razn por la cual, si queremos hacer oro oplata por Naturaleza, debemos cocer sus respectivas especies con dicho mercurio y, acontinuacin, mezclar y disolver. Adems, a juzgar por su forma metlica, podemos afirmarque este mercurio es su agua mineral propia, por lo que ser en este mercurio dnde dichoscuerpos experimentarn mutaciones y conversiones de una naturaleza en otra, de modoque despus de que dicha agua haya sido extrada del cuerpo, toda su naturaleza apareceren forma de mercurio, segn qued demostrado por el ejemplo de las cosas vegetales

    cocidas en simple agua. Observad que no slo la naturaleza de los cuerpos resulta alteradapor accin de este agua de mercurio, sino que tambin su color resulta alterado, pues en elinterior de este agua mercurial la naturaleza de aquellos cuerpos se combina y amalgamabajo aspecto y especie de mercurio, razn por la cual no pueden ser vistos hasta que secumple su congelacin.

    Ya os he mostrado a modo de ejemplo, a fin de que tengis una comprensin real de lascosas, que la simple agua de los ros constituye la primera materia y el alimento de los

    vegetales, y lo mismo puede decirse de todas las cosas animadas y sensibles, razn por lacual si cualquiera de ellas es cocida en ese agua adquirir la virtud y propiedad de sunaturaleza. En cuanto a esto, sabed que el agua es, en principio, de naturalezasoberanamente fra, de modo que ante el calor de las cosas que son cocidas en ella,

    rpidamente mostrar y adquirir un calor de tercer grado. tem, sabed que de todas lascosas que poseen sustancia de carne, la que ms rpidamente se transforma es el agua en laque la carne ha sido perfectamente cocida, pues este agua, tras la decoccin, ha absorbido yasimilado la naturaleza de las cosas que han sido cocidas en ella segn medida y proporcinnaturales. Por este motivo, este agua no slo no perjudica en absoluto, sino que, por elcontrario, resulta de gran provecho y ayuda, cosa que no sucede con el agua cruda y fracuando se encuentra en su primera simplicidad, la cual resulta de hecho muy perjudicial acausa de su frialdad cruda, que es una cualidad mrbida.

    As pues, el agua de la carne, tras su decoccin, ya no es como era antes, pues toda suesencia ha sido convertida en naturaleza de carne, y debido a esta conversin, el agua decarne no es tomada como medicina, sino como alimento, pues no precisa de medio alguno

    para ser reducida a esencia humana.De modo similar, la plata viva constituye la primera materia de todos los metales, pues ascomo el agua comn de los ros, a causa de la simple homogeneidad primordial, esencial ycomn que muestra con los vegetales y con los animales, recibe la virtud de todas las cosasque son cocidas en ella, del mismo modo, el mercurio recibe y obtiene la virtud y lanaturaleza de los cuerpos que se unen y mezclan con l durante la decoccin, asimilandopara s la esencia de los mismos. Y aunque el mercurio es en principio, tras su primeraextraccin, fro, se vuelve rpidamente clido, pues es templado por los templados, aunqueesto slo se logra por un arte extremadamente sutil e ingenioso. Por eso, en la obra deFilosofa, aadimos el mercurio crudo, que no es sino espritu mercurial crudo, esto es, unasuerte de agua portadora de la insignia de la especie metlica propia de los cuerpos que van

    a ser digeridos, fijados, cocidos y templados en ella por ingenio de la naturaleza, a saber,

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    oro y plata. El modo en que estos cuerpos son disueltos en ese mercurio por medio deciertas decocciones os ser mostrado en la prctica.Sabed que un hombre slo puede engendrar un hombre, y que el oro slo puede serengendrado del oro, y que de lo nico que no se puede prescindir en la generacin es de losdos espermas, que son principios de naturaleza. Y no obstante, estos dos espermas no los

    tenemos en acto, por lo que es preciso extraerlos del sol y de la luna por disolucin de suscuerpos y su posterior sutilizacin, de modo similar a lo que sucede con el hombre y lamujer, pues sus espermas no pueden combinarse en coito si previamente no han sidoextrados de los riones por delectacin disolutiva hecha por el amor de la naturalezalibidinosa. Y as como al hombre y a la mujer les bastan sus espermas, as les bastan susespermas al oro y a la plata, en particular cuando las verdaderas semillas son diseminadas ymezcladas en los aposentos de la matriz segn los protocolos reclamados por el especiallinaje de esta generacin. En dicha matriz, que es el propio vaso de Naturaleza en el quetiene lugar la transmutacin, se opera la conjuncin y la solucin de ambas semillas, unin,accin y pasin que se dan por la fuerza del calor de la naturaleza, que es como el calor dela mujer natural.

    De este modo deberemos proceder en las artes de Filosofa si queremos que la obraprospere sin error alguno, esto es, de manera tal que el cuerpo femenino y el masculinosean proporcional y naturalmente disueltos en el agua mercurial de la que hemos hablado,agua que, por su parte, se halla disuelta en acto. Esto es lo que muestran las indagaciones ylos secretos de Naturaleza.sta es, mi querido amigo, la terica que os doy, cuyo nico propsito es concederos unmejor conocimiento de las cosas que se transmutan por virtud de la prctica que os sermostrada a continuacin. Siempre se ha dicho que todo aqul que no sea capaz de discernirlas causas reales que rigen las cosas que hace o que pretende hacer, no se distingue en nadade las bestias, por eso os emplazo a que fijis esta terica en vuestro entendimiento, y tenedpresente que jams Filsofo alguno elabor una terica semejante a la que yo os he

    mostrado.

    La prctica

    Del primer lavamiento

    Aqu empieza la prctica. Querido amigo, tomaris, en nombre de Dios, dos libras de aguacomn, y la destilaris a travs de un cuero muy fino. Tomaris a continuacin una onza deluna muy fina, refinada por cenizas, y la introduciris en una redoma en forma de pequeaspiezas del tamao de vuestra ua. Introducid despus en este matraz toda vuestra agua, ycocedlo todo al bao durante dos o tres das naturales. sta es la primera disposicin de la

    obra.La segunda disposicin es sta. Tomad en el nombre de Dios vuestra materia y dejadlaenfriar aparte. A continuacin vertedla en un plato de cristal o de arcilla plumbada yrecoged con una pluma toda la tierra muerta que encontris en la superficie, la cual oscuidaris de guardar aparte. Tomad despus un colador de tela mediana, es decir, que nosea ni demasiado tupida ni demasiado fina, y sobre otro plato de cristal lo suficientementegrande colad vuestra materia, procurando estrujar la tela a conciencia para que pase por sutravs toda el agua. Tomad despus un mortero de piedra y depositad en su interior elcuerpo que ha quedado en el colador, y trituradlo con una mano de almirez de maderacomo si se tratase de una salsa. Cuando veis que est completamente molido, pasad atravs del colador todo lo que sea susceptible de pasar por l, y volved a depositar la

    materia en el mortero. Acto seguido, embebed vuestra materia con un poco de agua, -quepreviamente habris pasado a travs del cuero fino que habis utilizado antes-, como si se

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    tratase de roco; despus lo majaris con fuerza y lo iris embebiendo de vez en cuando,como si estuvieseis haciendo salsa, hasta que muestre el aspecto de un agua. Cuando estasalsa adquiera su tercer color, introducidla en la redoma con toda su agua, sellad la boca de

    vuestro matraz con una buena cera escarchada y cocedlo al bao durante tres das.La tercera disposicin consiste en que repitis paso a paso lo que habis hecho en la

    segunda disposicin. Recoged en primer lugar la tierra muerta y guardadla con la quehabais recogido antes. Pasad a continuacin vuestra materia a travs del colador mediano,triturad el cuerpo que reste en el colador -que es plata viva fija-, y embebed y coced comoantes durante tres das. Sabed, mi buen amigo, que por estas decocciones, imbibiciones ytrituraciones, el cuerpo, que es plata viva fija, queda hasta tal punto molido y sutilizado enel vientre del mercurio no fijo, que toda su viscosidad fija se disuelve en el mercurio no fijoy se vuelve no fija. Esta viscosidad es agua del cuerpo, y aparece bajo la forma de un colorceleste, como os mostrar cuando operis. Este agua se llama fuego y azufre, pues, tal ycomo os demostrar la experiencia, quema e inflama todos los cuerpos, y disuelve y congelaen hmedo radical, de modo que cuando el cuerpo es privado de esta humedad, aparecebajo la forma de un polvo sutil discontinuo, que es precisamente el aspecto que presenta

    tras su calcinacin.Dado que estas disoluciones del agua y esta sutilizacin del cuerpo se hacen para beneficiode las disposiciones que ms arriba os he indicado, os recomiendo que no seis perezoso, yque volvis a empezar y continuis con las operaciones cuantas veces sea necesario y por eltiempo que sea hasta que vuestra materia presente los signos que os dir. Tomad un trozopequeo de cuerpo tras su colacin, y colocadlo sobre una lmina de cobre o de hierrosobre fuego de carbn. Si observis que el cuerpo se vuelve negro, significa que sunaturaleza no ha sido an suficientemente cocida. Volved a empezar de nuevo lasanteriores disposiciones sobre dicho cuerpo hasta que aparezca ante vosotros en forma deuna tierra blanca plida, sin forma metlica y desprovista de toda negrura. ste es el cuerporadical bien lavado por el primer lavamiento.

    Del segundo lavamiento

    Aqu empieza el modo del segundo lavamiento, el cual se realiza para mayor disolucin ysutilizacin de ese cuerpo radical que es el mercurio fijo y lunar. Sabed que estassutilizaciones tan slo se hacen con un objetivo, a saber, que el mercurio fijo sutilizado yseco sea capaz de retener y congelar el mercurio no fijo, que es absolutamente simple ysutil. Un cuerpo craso y uno simple tan slo pueden ser unidos si el fijo es sutilizado yhecho simple, y esto se logra por medio de diversas disposiciones y preparaciones y porgrado de calor, tal y como podris ver por experiencia.La primera disposicin del segundo lavamiento, solucin y sutilizacin es sta. Una vez

    hayis ensayado que el cuerpo se vuelve en tierra blanca, tomad todo el cuerpo eintroducidlo en el interior de un vaso denominado condamphora, hecho a partir de dos piezasidnticas cuya forma os mostrar ms adelante. Introducid en este vaso vuestro cuerpopercolado sin nada de agua. Sellad el vaso con una buena cera escarchada que, en ellenguaje secreto de esta Filosofa, es llamada luten filosofal. Cocedlo al bao durante dos dasnaturales. Esta decoccin constituye una suerte de desecacin por medio de la cual, y pormor de sus reiteraciones, todo el cuerpo se convierte en un polvo muy sutil. De este modose hace la primera disposicin del segundo lavamiento.La segunda disposicin exige de vos que tomis vuestro vaso con toda la materia y la dejisenfriar. Una vez fra, abrid vuestro vaso. Con una pluma limpia recogeris la humedad quehallaris sublimada en la tapadera de la condamphoray la guardaris aparte. Por otro lado,

    tomaris el cuerpo seco que hallaris al fondo del vaso y lo pondris en un mortero. Estecuerpo se rompe con facilidad. Trituradlo bien hasta que observis que se convierte en

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    humedad. Colocadlo entonces en la condamphoray coced durante dos das naturales. De estemodo se hace la segunda disposicin del segundo lavamiento.La tercera disposicin se hace exactamente como la segunda. Proceded pues recogiendo lahumedad que encontris sublimada en la parte superior de vuestro vaso y reservadla con laobtenida en la segunda disposicin, y triturad el cuerpo hasta que su aspecto pulvuriento se

    convierta en humedad. Despus de cada una de estas decocciones, el cuerpo va perdiendosu humedad, y se va desecando a fuego lento. As pues, coced de nuevo y desecad hastaque el cuerpo se convierta en un polvo sutil del color de las cenizas. sta es la terceradisposicin del segundo lavamiento.La cuarta disposicin se hace como la tercera y la segunda. Por esta disposicin el cuerposer convertido en un polvo muy seco. De este modo, mi querido amigo, se cumple lacuarta disposicin.La quinta disposicin se hace por informacin de un calor seco. Tomad vuestro polvo eintroducidlo en vuestra condamphora. Disponedla sobre las cenizas y aplicad un fuego lentosimplemente compuesto. El modo de conseguir este fuego os lo mostrar cuando operisen vuestra prctica, pues debis saber que todo el trabajo se hace por virtud de los grados

    de fuego, dado que su medida opera segn la exigencia de la naturaleza. Dejaris vuestrovaso en este fuego durante un da natural. sta es la quinta disposicin.La sexta disposicin consiste en que dejis enfriar vuestro vaso sin sacarlo del horno.Cuando est fro, tomaris vuestro polvo y lo trituraris en el mortero, no sin antes haberrecogido toda la humedad sublimada y haberla reservado y guardado bien cerrada en unaredoma de cristal, pues esta humedad posee una virtud y un poder particulares. Tomad elpolvo triturado y colocadlo de nuevo en el interior de la condamphora, la cual dispondrissobre las cenizas para aplicar sobre ella un fuego como el anterior, que es un fuego deprimer grado. Este fuego debe mantenerse durante cinco o seis horas, transcurridas lascuales, y sin interrupcin alguna, compondris el fuego de carbn hasta que sea un fuegode grado y medio. En este fuego permanecer vuestra materia por espacio de diecisis

    horas. sta es la sexta disposicin.

    La sptima disposicin es exactamente igual que la sexta, con la nica salvedad de que elgrado de fuego debe ser elevado hasta el segundo grado perfecto. Disponed pues vuestramateria y sometedla a este grado de calor durante un da natural. sta es la sptimadisposicin.La octava disposicin se hace como las dos anteriores, pero en este caso el calor del fuegoes elevado hasta dos grados y medio por un fuego continuado. Vuestro vaso debe sersometido al calor de este nuevo medio grado de fuego de llamas durante un da natural obien hasta que vuestro polvo ya no pueda sublimar cosa alguna.

    Del tercer lavamiento

    Aqu se explica el tercer lavamiento, el cual se hace por reversin de reduccin enprolongada disolucin, a fin de conseguir una mayor sutilizacin y solucin del hmedoradical en el que vuestra plata viva debe ser congelada y endurecida. Tomad en el nombredel soberano creador vuestro cuerpo calcinado, disponedlo en vuestro mortero yembebedlo con la primera agua en forma de roco por medio del cuero fino, y proseguidcon la imbibicin y la trituracin hasta que todo aparezca perfectamente incorporado;despus continuaris embebiendo y triturando hasta que el agua y el cuerpo se hagan unosolo. A continuacin volveris a proceder con una mayor imbibicin hasta que observisuna clara templanza, y despus volveris a triturar bien. Procederis de este modo,embebiendo y triturando, hasta que vuestra materia obtenga el aspecto de una salsa clara.

    Tomaris esta salsa y, por expresin, la pasaris a travs del colador mediano, quedandodepositada en un plato de cristal. Lo que no pueda pasar a travs del colador, volver a ser

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    triturado, incorporndolo con el mercurio por imbibicin rociada, tal y como habis hechoantes, mojando y embebiendo hasta que muestre el aspecto de una salsa clara, esto es, entreespesa y clara. Volved a colar esta salsa, y depositad lo que pase por el colador en el platode cristal anterior, y lo que permanezca en el colador, lo volvis a disponer en el mortero yprocedis como antes. Repetid esto hasta que todo el cuerpo pase a travs del colador

    mediano. Si la disposicin se hace bien, todo esto se hace rpidamente y sin gran esfuerzo,en aproximadamente dos horas o un poco ms.A continuacin, mezclad vuestra primera agua simple con todo lo que ha pasado a travsdel colador mediano, hasta que el agua simple se convierta en un agua espesa, y haced pasarla mezcla a travs del colador grande dos o tres veces. Colocadlo despus todo en unacucrbita de cristal muy grueso, que sea de una sola pieza con su alambique. La partesuperior del alambique estar provista de un agujero lo suficientemente grande como paraque pueda pasar a travs de l un cuello de cristal estrecho, el cual es denominado respiral,porque en l son enfriados los espritus areos ligeros y fugitivos, que poseen unaextraordinaria templanza. Este vaso os lo mostrar en su debido lugar y a su debidotiempo.Poned este vaso con toda la materia en el bao mara, teniendo la prudencia de disponerlode tal manera que, por sana provisin de fuego, el agua est muy caliente al colocar el vaso,a saber, a punto de hervir, pues es preciso que hierva lo antes posible, antes de que elcuerpo se desligue del agua metlica a la que haba sido incorporado. As pues, aumentad

    vuestro fuego hasta que el agua hierva, y tan pronto como empiece a hervir, mantened elfuego, pues alcanzado tal grado, ya no dejar de hervir. Vuestra materia permanecer enesta decoccin continua durante ocho das naturales. sta es la primera disposicin deltercer lavamiento, solucin y sutilizacin.La segunda disposicin del tercer lavamiento consiste en que tomis vuestro vaso y lodejis enfriar. Tomad despus una pluma de gallina o de oca que tendris reservada paraeste quehacer. Introducidla a travs del agujero del alambique por el que est incorporado

    el respiral, y desplazad con su ayuda y sutilmente todo lo que est sublimado hacia el canalo nariz del alambique. Procurad que no se pierda nada, ni que lo de arriba se mezcle con lode abajo, pues es preciso que todo aquello que haya sido sublimado sea recogido y puestoaparte con lo que se sublime del agua simple primera durante el tiempo de las asaciones,pues este agua nos va a servir para reducir y lavar la tierra.Cuando lo hayis recogido todo, inclinad vuestro vaso para que toda vuestra materia caiga atravs del agujero sobre un plato de cristal, teniendo la precaucin de que ningn resto demateria quede adherida al vaso, lo cual lograris frotando lo que quede en las paredes del

    vaso con una pluma larga, fuerte y bien limpia. Esta pluma os servir tambin para recogerel sublimado que haya quedado en el refrigerante, el cual recogeris y pondris con el aguasublimada que habis recogido antes y reservado, a fin de reducirlo en un vaso bien

    cerrado. Tomad a continuacin vuestra materia y coladla por medio del filtro mediano,procurando estrujar a conciencia vuestra materia; de este modo tendris vuestro cuerpoendurecido y hbil para operar. Para lograr una mejor sutilizacin, introducidlo en elmortero y triturad prescindiendo de toda imbibicin, y proceded de este modo hasta que

    vuestro cuerpo adquiera un aspecto de humedad. Pasad vuestra materia a travs del coladormediano, y todo lo que pase a travs de l, lo reservaris; en cuanto a lo que no pase,trituradlo de nuevo. Se trata de repetir punto por punto lo que os ha sido indicado en ladisposicin precedente del presente lavamiento, esto es, triturar y embeber hasta que todopase por el filtro mediano, no por el grande.Hecho esto, disponed vuestro cuerpo sabiamente en un vaso de cristal bien cerrado,incorporad en la parte superior del vaso vuestro respiral y enlutad, y cocedlo de inmediato

    segn el modo que os he indicado ms arriba. sta es la segunda disposicin del tratado dela materia segn el orden del tercer lavamiento hecho por arte, cuyo fin es obtener una

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    materia sutil acorde con los principios de Naturaleza. Nuestro arte ha consistido en llevar lacosa crasa a su forma sutil y simple para que en el momento de su generacin seasusceptible de obedecer los actos regidos por los principios de Naturaleza, y para que sinmedio alguno, las cualidades se entrecrucen y operen y sufran por mezcla y composicinnatural.La tercera disposicin de la materia del tercer lavamiento se lleva cabo exactamente igualque la segunda; as pues, para hacerla, no hace falta sino volver a repetir la disposicin.La cuarta disposicin se realiza como la segunda y la tercera.La quinta se ejecuta como las tres anteriores, ni ms ni menos. Hacedla pues volviendo arepetir lo ya hecho, y que esta reiteracin no suponga para vos ningn enojo, pues toda la

    virtud de esta obra consiste en tener paciencia y proceder con recta prctica. Por eso elFilsofo hace doctrina de estas virtudes diciendo: Si a ti te ha sido reservado tener conocimientode innumerables cosas, debers ocuparte en la prctica y operar siempre segn el camino recto. Deberscultivar tus virtudes y aplicarte con paciencia en tu obra, pues la mayor de las virtudes es, con mucho, la

    paciencia.El primer error en esta obra es cansarse demasiado pronto, y os digo que slo con noble

    paciencia, la prolongada espera es elevada al grado de magisterio, por la cual cosa, ningnhombre carente de paciencia debe iniciarse en esta obra, pues debis tener en cuenta que ensu principio los cuerpos poseen una fuerte composicin, por lo que precisan unaprolongada preparacin que logre operar en su contra. A saber, en primer lugar se calcinanfilosficamente, y despus se disuelven segn dictamen de naturaleza, y no vulgarmente.De este modo se corrompen los dos cuerpos luminosos en sublimacin de hmedo radical,que es un agua permanente que fija todo aquello que no es fijo por una retrogradacinelementaria que los lleva a su primera naturaleza, a saber, azufre y plata viva, por medio deesas dos operaciones contrarias que son la solucin y la congelacin, pero no la solucin ycongelacin vulgares, sino las filosofales y naturales.Entended que el nico secreto que encierra esta obra es la manera de operar, y que esta

    obra tan slo consiste en disponer la materia segn un calor particular que guarda unaescassima diferencia gradual con respecto a Naturaleza. En la prctica que os muestroobservaris que las tinturas se inflaman por efecto de un calor excesivo y por unmovimiento exagerado, de modo que si queris evitar que estas cosas os sucedan, osguardaris bien de no aplicar ms calor que el que yo os declaro, pues en caso contrario nolograris hacer nada. De buen grado os dara las razones por las que esto es as, pero nosllevara demasiado tiempo; as pues, es mi consejo que os ciis a la prctica tal y como osla muestro sin excederla ni faltarla en nada, cumplindola segn los das ordenados, puesslo as evitaris que Naturaleza exceda sus propios movimientos. Os puedo asegurar quesiempre y cuando, por ayuda del arte y del entendimiento, hayis dispuesto correctamentela materia por fuera, la Naturaleza operar maravillosamente desde dentro. Llevad a cabo

    con precisin las disposiciones indicadas segn Naturaleza hasta que todos susmovimientos sean perfectos, pues si la materia es dispuesta ordenadamente y se cumplenlos das precisos, realizar todos sus movimientos hasta alcanzar el reposo del elixirperfecto.

    Y os invito a que os carguis de tres buenas paciencias mientras vuestra materia opera suscambios, pues ora cambiar de olor, ora de color, despus variar su blandeza, ms tarde sudureza, ora se transformar en uno y ms tarde en otro, y de todo ello debis ser capaz dediscernir las razones filosofales. Ah es nada!Sabed que tal y como habis operado y practicado con la luna, debis operar y practicar conel sol, sin ninguna variacin ms all de sustituir la luna por el sol. Tanta agua como habisempleado con la luna, deberis emplear con el sol, y deberis usar el mismo vaso, y el

    mismo mortero, y el mismo filtro para colar, y las mismas disposiciones, y los mismoslavamientos. Y los mismos fuegos que os han sido indicados para el blanco, debern ser

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    aplicados para el rojo, pues ya operis con la luna, ya con el sol o ya con ambos, la soberanapiedra de los Filsofos se hace a partir de los dos cuerpos luminares, cada uno por su partey en su propio horno, sus propios vasos y de acuerdo a la operatoria que os he indicado,como podris observar por vos mismo en vuestra prctica.

    Del cuarto lavamiento

    Aqu empieza el cuarto lavamiento, que conviene que diferenciis del cuarto rgimen, quees cosa distinta como veris. La primera disposicin sobre el cuarto lavamiento es sta.

    Tomad el vaso con toda la materia y dejadlo enfriar, y todo lo que se haya sublimado, lodesplazaris con ayuda de una pluma hacia el canal de la nariz del alambique, como habishecho en las anteriores disposiciones, unindolo con el resto de sublimado, que es susemejante. Verted a continuacin toda la materia que hay en el vaso en un plato de cristal ycoladla a travs del filtro mediano por fuerte expresin; lo que se resista a pasar por elfiltro, trituradlo en el mortero de piedra y volvedlo a pasar por el filtro segn ha sidoindicado en la primera y en la segunda disposicin del primer lavamiento, es decir, hasta

    que todo el cuerpo haya pasado a travs del filtro mediano. Tomad acto seguido toda lamateria colada y volvedla a colar por medio del cuero fino ejerciendo una suave expresin;el cuerpo que permanezca en el cuero, introducidlo en vuestra condamphorasin nada de agua,y haced exactamente lo mismo que hicisteis en la primera disposicin del segundolavamiento.La segunda disposicin del cuarto lavamiento se lleva a cabo, punto por punto, como lasegunda disposicin del segundo lavamiento. Hacedla pues exactamente as, pues no haynada que aadir al respecto.

    Asimismo, la tercera disposicin se lleva a cabo como la tercera del segundo lavamiento, yla cuarta como la cuarta.Estas disposiciones no son ms que reiteraciones de decocciones, y su fin es que el polvo

    corporal no pueda sublimar cosa alguna por accin del grado de calor del bao; cuando talcosa se consigue, se ha alcanzado el trmino de la decoccin. Vuestro oficio consiste enesperar y lograr la conquista de este trmino, por eso os recomiendo que no os suponganingn enojo ni afliccin la disposicin de la materia, que realicis todas las decoccionesque sean precisas y que volvis a empezar cuantas veces sea necesario hasta que veis que lamateria ha alcanzado su fin. No apliquis a vuestra materia ms calor del necesario nipretendis alcanzar su trmino antes del tiempo que Naturaleza ha dispuesto y requierepara ello, pues toda informacin extraa ser para vuestra obra muy perniciosa y de unentendimiento contrario al de la Naturaleza. Y sabed que Naturaleza no podr alcanzaraquello que por su propio entendimiento no puede lograr si la informacin que recibe delexterior no es acorde con el movimiento de su entendimiento, pues, como dice el Filsofo,

    la obra de la Naturaleza no es ms que obra del entendimiento. Por eso el entendimientodel buen maestro es equivalente al entendimiento de Naturaleza, pues ayuda a informar elcalor exterior segn las exigencias del entendimiento de Naturaleza operante y toda sumateria. Y por eso uno de los Filsofos modernos ha afirmado que el maestro deentendimiento natural es un compaero de Naturaleza, dado que por su entendimiento

    verdadero conoce naturalmente que Naturaleza tiene un tiempo propio como recta medida,tiempo que es preciso conservar y respetar segn las enseanzas que Naturaleza le concede,y estas enseanzas son tenidas en cuenta por el maestro tanto durante su embarazo y partocomo durante su alimentacin. De este modo, a pesar de que Naturaleza no puede excedersus propios movimientos, puede cumplir todos los medios graduales hasta alcanzar elentendimiento de su perfeccin.

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    Y como vos sabis y sois poseedor del conocimiento del trmino de Naturaleza por signodemostrable, proceded con sus disposiciones hasta que tal trmino sea conquistado.Despus procederis con unas disposiciones distintas por informacin de un calor seco.

    Aqu se explica la quinta disposicin, llevada a cabo por informacin de calor seco sobre elcuarto lavamiento. Disponed vuestra materia sobre cenizas segn el modo mostrado en el

    captulo que trata de la quinta disposicin del segundo lavamiento. Recordad siempre quees preciso recoger todo lo que se haya sublimado por el calor del bao, y que este productodebe ser reservado con las dems aguas similares en virtud y separacin, es decir, que todaslas aguas que hayan sido sublimadas en forma de un polvo negro del cuerpo seco porefecto del bao, deben ser puestas aparte y reservadas en un lugar nico en redomasperfectamente enlutadas. Asimismo, todo aquello que sublime por efecto de las cenizas,debis guardarlo en otro lugar, pues se trata de aceite y alma natural, y todo lo que separisdel agua simple por el alambique durante las dems operaciones, tambin debe serguardado y reservado en su propio lugar perfectamente enlutado, pues cada cosa tiene supropia fuerza y su propia virtud, y cada cosa opera segn su fuerza y segn compete a sunaturaleza.La sexta disposicin sobre el cuarto lavamiento de vuestra materia, llevadla a cabo delmismo modo que os indiqu en el captulo que trata de la sexta disposicin del segundolavamiento, y la sptima disposicin se opera exactamente como la sptima del segundolavamiento.La octava disposicin de este lavamiento es similar a la octava disposicin del segundolavamiento. Cumplidla pues sin omitir ni aadir nada. El trmino de esta ltima disposicinno requiere de ms reiteracin que la de mantener el fuego hasta que todo lo que seasusceptible de sublimar, sublime. As pues, mantened el fuego seco bien graduado tal ycomo os dije en la octava disposicin del segundo lavamiento hasta que todo lo que puedaexpulsar de su vientre quede fuera y permanezca sublimado en la parte superior.De este modo, nuestras medicinas se calcinan disolviendo y se disuelven calcinando y, con

    ello, alcanzan una enorme sutileza. No hay otro modo de mundificarlas, por eso lascalcinamos y sutilizamos, pues slo as se disuelven mejor y pueden unirse con facilidad ypremura con las cosas simples, esto es, con los espritus. Si no se disolviesen, no semundificaran ni tendran jams fusin e ingreso, dado que al disolverse se mundifican detodas las inmundicias e impurezas sulfricas, que son completamente extraas a lanaturaleza de la plata viva, nica cosa que posee la causa de perfeccin que buscamos.

    As pues, sutilizamos por calcinacin a fin de lograr una mejor disolucin, dado que latierra simple o simplificada adquiere con ms rapidez por disolucin la naturaleza del aguaque la tierra crasa. Esta conversin en naturaleza de agua nos conviene porque por susutileza, se puede incorporar con los espritus y adquirir la forma del aire y del fuego; nohay otro medio por el que aquella tierra pueda convertirse en aire salvo por su previa

    conversin en agua por va artificial, as como Naturaleza no puede alcanzar su fin sin lavirtud de su medio, que es el agua.Cuando la tierra ha adquirido la naturaleza del agua, se vuelve mucho ms sutil, ms clara,ms limpia, ms uniforme y ms voltil, y gracias a estas cualidades puede convertirse mstarde en acto espiritual de aire y de fuego.

    A fin de lograr tales conversiones, que son operaciones de naturaleza, calcinamos nuestrasmedicinas para sutilizarlas, conseguido lo cual, procedemos a su disolucin paramundificarlas, y mejorarlas, y lograr una mayor fusibilidad, de modo que los cuerpos,beneficiados por ellas, puedan adquirir impresin, fusin e ingreso en alteracin. Sinembargo el fin slo se cumple si se trata de agua mercurial, y no de agua vulgar.

    Pregunta: En qu consiste la diferencia entre el agua vulgar y este agua mercurial en forma,en virtud y en linaje?

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    No estamos preguntando a los hombres mundanos, corporales y terrestres, sino a loshombres contemplativos que por su Dichosa humanidad son capaces de penetrar hasta susprimeras causas los secretos de la Naturaleza segn la mirada del divino entendimiento.Pero hoy en da escasean los hombres de tal naturaleza, y por este defecto deentendimiento la ciencia de verdad se extrava. Sabed que a pesar de que el soberano

    conductor, creador y redentor form al hombre y lo marc con el signo de la beatitudeterna como prueba de su linaje para que pudiera alcanzar la verdad, no obstante, debido ala alteracin o crasitud causada por su mezcla limosa, terrestre y carnal, la dignidad de suesencia espiritual se halla presa y el pensamiento humano se encuentra oscurecido yocupado en la comprensin de las cosas terrestres. Los amigos de este mundo se precipitanen las cosas mundanas y en la mentira, por lo que son incapaces de ver las cosas elevadas,profundas y verdaderas que encierra la Naturaleza, sin hacer caso alguno a los secretos quela naturaleza posee y sin ocuparse de las experiencias naturales.Estimado amigo: la verdad siempre ha relucido en las cosas claras, celestes y reales, en ellashabita la verdad porque son sustancia de verdad. Pero las cosas oscuras, negras y terrestresson mentira e impugnan la verdad; su propiedad consiste en no comprender jams la

    verdad, que es esencia divina y dignificada. Por eso os encomiendo a que vivis en verdadsi queris ver experiencia en Naturaleza. Si tenemos cerca de nosotros a la verdad, la verdadnos amar y nos dar su fruto, de otro modo, no.

    Del quinto lavamiento(de una sutilizacin mucho mayor)

    Aqu se explica el quinto lavamiento para conseguir una depuracin mucho mayor; lasolucin y sutilizacin son llevadas a cabo de un modo diferente a fin de alcanzar un mayorcumplimiento sobre el hmedo radical. En primer lugar, para la disposicin primera,tomaris en el nombre de Dios vuestro polvo seco, que es mercurio fijo, y lo pondris en el

    mortero. Recoged antes que nada todo aquello que por las cenizas se sublime de estevuestro polvo y ponedlo aparte bien sellado. A continuacin, abrevad sutilmente el polvodel agua primera por imbibicin rociada a travs del filtro fino. Embebed con gran sutilezahasta que se encuentre perfectamente incorporada. Acto seguido, proceded segn el modoindicado en el captulo de la primera disposicin del tercer lavamiento. No hay nada msque hacer, y sta es la primera disposicin del quinto lavamiento.La segunda disposicin de la materia en el quinto lavamiento se hace exactamente como osfue indicado en el captulo de la segunda disposicin del tercer lavamiento. Hacedla puesas. Asimismo, la tercera disposicin se hace como la tercera o la segunda ya explicadas, y lacuarta se lleva a cabo segn el modo de la segunda y la tercera ya mostradas. Tambin laquinta disposicin se hace de este modo. Recordad no obstante que cada decoccin de las

    disposiciones del quinto lavamiento requiere slo la mitad de tiempo, es decir, que lamateria tan slo debe permanecer en su cocimiento durante cuatro o cinco das naturalesen cada disposicin.

    Ahora os mostrar la sexta disposicin, que cambia toda la informacin del quintolavamiento por diferencia conocida por medio de un calor mediano y seco. Hay otro modode llevar a cabo esta disposicin, pero os la mostrar cuando estis obrando vuestraprctica, pues los modos de las diferencias graduadas transforman la materia, cambiando lamateria en otra mejor por alteracin propia sin alejarse de la naturaleza. Esta disposicin sehace exactamente segn el modo indicado en el captulo de la primera disposicin delcuarto lavamiento, y la materia an no experimenta por ella ningn cambio visible.La sptima disposicin se hace como la segunda del cuarto lavamiento, y no requiere an

    ninguna variacin en la informacin. El signo que os dar a conocer cundo es preciso quecambiis la informacin aplicada a la materia, viene dado porque vuestra materia pierde por

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    completo la especie mercuriosa y muestra el aspecto de un polvo muerto. Este signo, comosi se tratase de un mensajero de la Naturaleza, os certifica que podis cambiar lainformacin sin perjuicio alguno de su propiedad. No obstante, mientras vuestra materiamuestre cualquier resto, por escaso que sea, de forma o especie mercuriosa, proseguid conlas disposiciones sobredichas de un modo ordenado hasta que observis tan slo un polvo

    muerto que lleva en su vientre un fuego ardiente.Tomad entonces vuestro polvo muerto y disponedlo en un bao en ebullicin continuadurante un da entero sin quitar ni aadir cosa alguna, y aqu est la diferencia. Si querissaber la razn por la que se hace esto, os la dir. La intencin es lograr una mayorsutilizacin del cuerpo, y esta sutilizacin se produce por virtud de esta diferencia sinsobrepasar los medios de Naturaleza, dado que el cuerpo, al llegar a este punto dedecoccin, ha sido ya enormemente sutilizado por las disposiciones anteriores, y ha sidoreducido a partes muy sutiles depuradas por Naturaleza, razn por la cual, en este tramo dela decoccin, es capaz de adquirir mucho ms mercurio del que poda incorporar alprincipio, segn una cierta medida de retencin en forma de masa. Este hecho quedaprobado por el peso que muestra el cuerpo tras la restauracin de sus humedades y tras las

    expresiones de la cosa espesa realizadas por medio del filtro fino y la percolacin de la cosams clara. Esto es as porque muchas partes menudas fijas con muchas partes menudasvoltiles, se unen y se mezclan, de tal modo que la parte voltil ms radicalmenteensamblada es retenida por el fijo. Y todo esto se convierte en aceite por ser de naturalezams clida. Y a medida que el cuerpo se va haciendo ms sutil, ms y ms profundamentese une con el mercurio y ms retiene su radicalidad. Por eso crece en masa.Los ignorantes de craso entendimiento estn ciegos, y creyendo que el cuerpo pasa por elfiltro sin reiteracin alguna, y dado que siempre muestra el aspecto de un agua vulgar ycorriente, se aturden al observar que el cuerpo ha aumentado en masa, pues ignoran lascausas. Son incapaces de culminar sus operaciones porque no las entienden, y creen que esuna cosa cuando en realidad se trata de otra, y lo echan a perder todo al ver que el cuerpo

    no ha devenido en aquello que esperaban, a saber, en disolucin de agua vulgar. Y no se lespasa por la cabeza que se trata de otra disolucin, pues no consideran la posibilidad deNaturaleza, la cual no permitira ni soportara que su humedad radical fuese totalmentetransformada en agua vulgar fra, pues tal hecho es totalmente contrario a su calor radical yopuesto a su propiedad sustancial. En realidad se encrudece sutilizando.Estimado amigo, se trata aqu de una fuente de calor natural que desea permanecer parasiempre en especie indivisible, por eso, el arte, imitando siempre a Naturaleza, alimenta sucalor, ordenndole una cierta humedad de la que se alimenta de la forma que os mostrar.De ah que el buen maestro la corrija corrigiendo, y el malo la destruya corrompiendo, pueseste ltimo lo nico que procura es su conversin en agua vulgar, sin entender de dndeprocede la virtud de su reiteracin y crecimiento, cuya causa nica es su sutilizacin. Por

    eso los Filsofos dicen que los cuerpos son sutilizados nicamente para que sean capacesde retener los espritus en masa y, de este modo, y por medio de esos espritus, puedanagrupar y unir. Pues bien, sabed que esta sutilizacin no es posible sin disolucin, y estadisolucin no es hecha en agua vulgar, sino en agua mercurial extremadamente clida, lacual se resuelve ms tarde en aceite, que es hmedo radical y natural del que se nutre elcalor del hmedo radical sutilizado por disolucin en tercer grado, tal y como os mostrarsi de Nuestro Seor est guardar a su criatura en lugar y en tiempo.Pero volviendo a la diferencia por la que el cuerpo adquiere una mayor sutilizacin, debissaber que una vez el cuerpo ha adquirido tales grados de sutilizacin, por cuya virtud hasido incorporado con el mercurio, y retenido en s y sin ningn medio enormes partesmercuriosas del agua como correspondencia a la sutileza de su grado, entonces, las partes

    de agua retenidas por las partes fijas sutilizadas, son cocidas en stas ltimas. Y poco apoco se secan y se mezclan, y se endurecen y se congelan en forma de polvo terrestre. Y las

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    partes fijas se sutilizan ms an, de modo que las unas se incorporan con las otrasquedando totalmente unidas, y de modo que cuando el cuerpo se une y se acopla con losespritus que se congelan, ms se sutilizan stos, y todo acaba por sublimarse en vapores enforma de un polvo blanco y seco que, despus, congela el mercurio. De este modo se hacenuestra disolucin por va de sutilizacin y sublimacin en agua congelada que despus

    congela la no congelada. He aqu, estimado amigo, en qu consiste nuestra solucin, y vedhasta qu punto se confunden los ignorantes de nuestro magisterio, los cuales, por defectode entendimiento, que es gloria celeste y cosa divina y digna, andan creyendo que nuestraobra debe convertirse totalmente en agua vulgar. Pero no es as en absoluto, pues lanaturaleza metlica no se lo permitira ni aunque viviesen mil aos.

    Yo os declaro, mi querido amigo, en testimonio de verdad probada, que en este lugardebis sutilizar hasta no poder ms. Dividid sus partes por trituracin y por asacin,convirtiendo lo seco en hmedo y lo hmedo en seco, pues slo sutilizando ha sidocumplida la operacin de esta solucin. Amigo querido, la conjuncin de los cuerpos conlos espritus no podr darse jams si los cuerpos no han sido sutilizados en forma deespritus. Y su sutilizacin con los espritus se hace por disolucin, trituracin y asacin de

    stos con los espritus. Realizad pues como hombre de firme y real voluntad lasdisposiciones que os he indicado cumpliendo fehacientemente sus tiempos, pues es precisoque se mezclen por s mismos en su fuego, preservndolos del ardor del fuego hasta queestn totalmente unidos y abrazados el uno con el otro. Su cpula y conjuncin se opera enun calor lento que permite que sean desecados en su fuego. Y sabed que uno acta sobre elotro en la justa medida que naturaleza requiere. Que el uno desentraa al otro, que el unoconforta al otro y lo ensea a combatir contra el fuego. Y de este modo, cociendo a fuegolento, los elementos son aligerados y se convierten en naturalezas extraas, razn por lacual, el cuerpo, en agua liquificada, se vuelve no liquificado, y el hmedo, por desecacin,se vuelve espeso. El cuerpo es hecho espritu y el espritu cuerpo, tiendo y combatiendocon fuerza contra el fuego; por eso dice el Filsofo: si sabes convertir los elementos, hallars lo

    que buscas. Y convertir los elementos significa hacer del hmedo, seco, y del seco, hmedo,segn el modo mostrado. Y fijndolo, porque cuando el cuerpo se ha unido perfectamentecon los espritus por cpula natural, entonces es convertido en espritu totalmente voltil, elcual debe ser fijado a continuacin del modo que os mostrar cuando hablemos de lafijacin.

    Volviendo a la prctica: haced una llave. Esta llave significa recepcin de un licor ftido enforma de plata viva particularmente tratada a partir de la materia terrestre residual surgidade la tierra natural y radical durante los lavamientos y sutilizaciones. La haris del modo queos indicar. Tomaris en el nombre de Dios aquella tierra muerta que recogisteis con unapluma y que reservasteis en la segunda y consiguientes disposiciones del primer lavamiento.La colocaris en una calabaza de cristal cuya boca sea tan grande o ms que la base, y

    dispondris en la parte superior el alambique bien enlutado y bien dispuesto con respecto asu respiral; colocaris este aparato en un horno sobre cenizas y le aplicaris el fuego deprimer grado durante un da natural.Sabed que del vientre de esta bestia terrestre maldita y venenosa, surgir el antedicho licoren forma de mercurio ftido por sublimacin.Este licor quedar sublimado en la parte superior, contra el alambique, y debis recogerlocon un pie de liebre, pues con una pluma no podrais colectarlo por ser excesivamentegrasiento y untuoso, razn por la cual se resiste a pasar por el alambique. Recogedlo yguardadlo aparte, pues por su medio entenderis la putrefaccin de la tierra en la reducciny la congelacin. Tomad despus la tierra negra y oscura que ha permanecido en el fondodel alambique, pues esta tierra lleva en su vientre otra sustancia, que es de mercurio fijo y

    posee una naturaleza idntica al hmedo radical, la cual ser separada por otra disposicin.

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    Mi querido amigo, debis comprender realmente que la fuerza y la propiedad de Naturalezaes tal que todo aquello que es o puede ser de su naturaleza, tiende a ella por el amoruniversal que el Dios Glorioso ha dispuesto en sus partes por similitud de linaje, y que porigual motivo rechaza todo aquello que es contrario a ella por no ser digno de su naturalezay, por tanto, de la naturaleza del no-fijo. Por eso es nuestro deber extraer la naturaleza fija,

    debemos sacarla, y lavarla, y separarla de todas sus inmundicias por razn de la virtudamorosa que existe entre la naturaleza fija y la voltil en el seno de ciertas y diversasdisposiciones que la naturaleza nos ha mostrado, actuando en consecuencia y de acuerdo asus fuerzas y con ayuda del ingenio, disposiciones de las que nos ha sido dado elconocimiento reglado e instrumental segn la posibilidad de Naturaleza.

    Yo os voy a mostrar estas disposiciones, confiando en que no promulgaris un secreto quedebe ser celosamente guardado, pues si este secreto fuese desvelado, el mundo secorrompera y yo sera el responsable de la condena de todos los hombres. En cuanto a m,me excuso ante Dios, pues es mi intencin seguirlas manteniendo en secreto, ya que todolo que os digo es solamente para ayudaros y para hacer el bien sin que el resto del mundosepa nada de ello. Bajo esta comprensin, ruego a la soberana verdad que os conceda

    experiencia de verdad, por medio de la cual podis tambin vos ayudar y servir al prjimo.

    Volviendo a la prctica: poned la tierra que os he dicho que es contraria a la naturaleza enun mortero y, a fin de extraer la naturaleza mercuriosa que guarda en su vientre, rociadlacon la primera agua que pasasteis por el filtro fino, y trituradlo todo junto. Entoncespodris ver cmo el agua extrae las partes radicales que son de su naturalezaincorporndose en ellas. Las otras partes sern rechazadas por no poseer la proporcin desu naturaleza ni su claridad. Aadid ms agua, siempre por imbibicin rociada, y trituradhasta que todo lo extrado aparezca ante vos perfectamente claro. Separad despus el aguapor medio del filtro fino, de modo que la nica humedad radical que quede sea la que seencuentra en el vientre de las heces. Volved a repetir lo mismo tantas veces como seanecesario, hasta que en el vientre de las heces no quede ni el ms pequeo rastro de

    humedad radical. Tirad entonces las heces, pues al no poseer nada en absoluto de la noblenaturaleza del metal y por ser totalmente contrarias a ella, no valen absolutamente nada.As como por experiencia se puede conocer la naturaleza de la que es hecha nuestramedicina, tambin vos podis informar por doble experiencia. La primera experienciaconsiste en observar que dichas heces no se pueden unir a la plata viva, y que la plata vivamisma no las quiere admitir en su presencia, quedando probado de este modo que talesheces no participan en absoluto de su naturaleza. Por la segunda experiencia podrisaseguraros de que esto es efectivamente as: Si por descenso las volvis a llevar a la formacorporal, veris que adquieren la naturaleza del cristal, la cual es ajena a la naturaleza delmetal, nica naturaleza por la cual hacemos nosotros nuestro magisterio, depurndola detoda inmundicia sin aadir a la misma nada que sea extrao a ella, ni polvo, ni agua, ni

    ninguna otra cosa del mundo. Sabiendo esto, mi querido amigo, podis deducir que nuestromagisterio no requiere de una pluralidad de cosas. Seguid nicamente una naturaleza, unapiedra, una medicina a la que nada extrao se aade ni se quita. Lo nico que se aparta deella son sus superfluidades, extrayendo todo aquello que es de la naturaleza pura de la plata

    viva de acuerdo a lo que ya os he dicho acerca de las causas de su naturaleza. Operad yaprended de la noble Naturaleza, pues slo ella es causa de perfeccin, pues como veris en

    vuestra obra, la Naturaleza no es susceptible de ser corregida salvo en los mrgenes de supropia naturaleza. Tened esto siempre presente. Sutilizadla en profundidad y purgadla detodas sus inmundicias tal y como os he mostrado y enseado, y que vuestro trabajo no osresulte nunca enojoso si queris alcanzar a ver una elevada y maravillosa experiencia en la

    va de Naturaleza, experiencia que es reputada por los rsticos de mera ilusin.

    Importante:

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    Aqu debis prestar mucha atencin, como antes. Todas las aguas del sol, como se hizo conlas de la luna, tanto para el bao como para las cenizas, deben ser puestas aparteperfectamente selladas, pues las aguas blancas son para blanquear y las rojas para enrojecer.

    Tambin las tierras deben ser sutilizadas aparte, y el licor ftido del que hemos habladoantes debe ser extrado de la tierra residual del sol aparte, como se hizo con el de la luna. Y

    el hmedo radical de las heces de sol debe ser extrado tras la destilacin del licor ftido,como se hizo para la luna, pues a pesar de que la prctica es idntica para el rojo y para elblanco, deben ser realizadas aparte hasta que llegue el momento de la conjuncin de lastierras, tal y como veris en vuestra prctica cuando llegue el momento de la universalreduccin.Debis saber que esta conjuncin tan slo debe tener lugar si vuestra obra ha sido hechasobre la gran piedra de las dos platas vivas fijas en un mismo grado, pero si la obra ha sidohecha de uno de los dos cuerpos, ya sea de sol o de luna, las conjunciones de tierra no sonnecesarias. No obstante, la medicina es mucho ms noble y mucho mejor, tanto para laproyeccin sobre plata viva, como para transmutar todos los metales en verdaderaperfeccin de oro y plata, como para conferir una perfecta salud al cuerpo humano, si es

    hecha de los dos cuerpos luminares.Vuestra tarea consiste en componer los principios de Naturaleza en la gran obra, segn elmodo y medida que a continuacin os declaro. En primer lugar, para hacer los principiosde Naturaleza, tomad en el nombre de Dios tres onzas de la tierra de oro sutilizada y unaonza de tierra de luna. Lo mezclaris todo sobre el prfido y lo embeberis con setenta ydos onzas del agua que habis reservado en las anteriores disposiciones y con cuatro onzasde licor ftido. Procurad que este agua y este licor sean del compuesto rojo, triturando yembebiendo en forma de roco hasta que ambos estn perfectamente incorporados y elagua totalmente en forma de vapor. Disponed despus la materia en la condamphora ycolocadla en el bao como se dir despus en la prctica, y llevad a cabo todas lasdisposiciones siguientes. Y lo mismo que hagis para el rojo, hacedlo despus para el

    blanco, a saber, tomad tres onzas de la tierra sutilizada de luna y una onza de sol.Mezcladlas y embebedlas a modo de roco y triturad con el agua blanca y con el licor ftidoblanco, segn el peso, medida y manera en que procedisteis para el rojo.No obstante, si carecis de las cantidades de tierra de las que acabo de hablar, procededsegn el peso que ahora os dir, esto es, si tan slo disponis de una onza de compuesto alrojo y de una onza del compuesto al blanco, necesitaris dieciocho onzas de agua, y porcada onza de cada compuesto, una onza de licor ftido, rojo para el rojo y blanco para elblanco. Triturad y rociad como antes, y si mientras trituris sobre el prfido observis quela materia desprende algunas gotas de vuestra agua, no intentis incorporarla de nuevo a lamateria, dejad, por el contrario, que se deslice fuera del mrmol hasta caer en una caja quehabris dispuesto debajo del prfido. Proceded de este modo hasta que el agua se haya

    incorporado totalmente con la tierra. A continuacin, introducidlo todo en vuestro vaso,aadiendo adems lo que haba goteado en el interior de la caja. Si vuestra materia no cabeen un slo vaso, la disponis en varios. No debis triturar el licor ftido sobre el mrmol,sino que debis colocarlo junto con toda la materia en el vaso o vasos. Lo coceris al bao,y os cuidaris de recoger continuamente todo aquello que ascienda hasta la parte superior.No apartis vuestra materia hasta que se haya endurecido, sirvindoos de un bastoncitolimpio y puntiagudo para coger y apartar todo lo que ascienda hacia la parte superior del

    vaso.Cuando vuestra materia presente el aspecto de una masa dura, recoged todo lo que hayaascendido y colocadlo junto con lo que habais colectado. Tomad entonces vuestra materiay disponedla sobre el mrmol, donde la trocearis y trituraris ligeramente. Volvedla a

    colocar en el vaso y volvedla a disponer en el bao, y proceded de este modo hasta que porel bao no se sublime cosa alguna. Aplicadle entonces el fuego seco de cenizas, y lo que se

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    sublime, lo colocis en una redoma aparte. Trituradla y volvedle a aplicar el mismo fuego,recoged lo que se sublime y colocadlo con el anterior. Proceded de este modo hasta quecosa alguna se sublime por accin del fuego de cenizas.Calcinad despus vuestra materia por efecto de un calor ms elevado y, una vez calcinada,poned lo hmedo con lo seco y volvedla a someter al bao. Recoged de nuevo lo que

    ascienda hasta que por efecto del bao ya nada pueda sublimarse, teniendo la precaucin deir recogiendo todo lo que ascienda y colocarlo aparte, como antes. Sometedla despus alfuego seco y recoged todo lo que se sublime por el fuego seco y colocadlo aparte en otro

    vaso. Realizad estas operaciones tantas veces como sea necesario hasta que las materias semuestren totalmente blancas. Reforzad entonces el fuego hasta que dichas materias ya nopuedan sublimar nada, embebed cada una de las materias con su agua y volvedlas adisponer en el bao. De este modo, tras diversas imbibiciones, decocciones y calcinacionesreiteradas, veris que la ltima calcinacin se prolongar casi durante quince das, y duranteeste tiempo os cuidaris de ir recogiendo todo lo que se sublime.Cuando se haya cumplido esta prolongada calcinacin, embeberis cada una de vuestrasmaterias con su agua correspondiente y las colocaris en el bao. Entonces veris que

    aquello que antes reclamaba quince das, se cumple en menos de un da, pues vuestramateria congelar con tanta fuerza vuestra agua, que la materia se endurecer en forma demasa en menos de un da.

    Volved a aadir ms agua y volved a colocar vuestra materia en el bao, y proceded ashasta que el agua est totalmente congelada y ya nada se sublime. Disponedlo despussobre las cenizas hasta que tales cenizas no produzcan ningn sublimado, y colocadlodespus en el interior de un vaso de tierra cuya boca sea ms ancha que el fondo, teniendola precaucin de que sea de una tierra muy resistente, que sea muy alta y que sea de tierra

    vidriada; procurad asimismo que disponga de una tapadera de cristal que se acople con laboca del vaso como si se tratase de un alambique. Emplazad vuestro vaso en el hornosobre una parrilla de hierro.

    Aplicad un fuego de llama lo suficientemente fuerte como para que la materia se funda, yaumentad el fuego hasta que la materia se sublime en forma de una harina blanca. Apartadentonces vuestro vaso del fuego, coged esta harina y embebedla con su aceite, a saber,blanco para el blanco. Aadid la misma cantidad de fermento blanco como cantidad deharina tengis y disponedla en el bao. Poned aparte lo que se sublime. Sabed que este aguaes ms animada, ms exuberada y ms prxima a la naturaleza del metal que la primera, yha sido denominada en propiedad con el nombre de azoth. Cuando ya nada pueda sublimarpor accin del bao, sometedla a las cenizas y calcinad. Lo que se sublime, ser guardadoaparte perfectamente sellado, pues se trata de un aceite precioso que sirve para ingerir yconferir fusin a la medicina. Con las tierras que permanezcan en el fondo, haris vuestraconjuncin y vuestra gran reduccin, embebiendo segn medida tal y como se dir ms

    tarde cuando tratemos del sptimo lavamiento. Para la obra al rojo, procederisexactamente del mismo modo, a saber, embebiendo con su aceite y con el pesocorrespondiente de fermento rojo, pero teniendo en cuenta que la harina del oro, queforma un sublimado de color blanco, debe ser previamente rubificada antes de aadir elfermento. Para rubificarla procederis as: colocadla en una escudilla de cristal, aadidle suagua roja y mezclad hasta que todo est perfectamente incorporado. Disponedla acontinuacin sobre el mrmol y agregadle su propia agua hasta que observis que suaspecto no es ni demasiado blando ni demasiado duro. Introducidla entonces en su vaso ysometedla a las cenizas. Lo que sublime, lo recogis y lo aadiris a las heces con la otraagua. Reiterad en esto hasta que la harina muestre un aspecto completamente rojo en elfondo del vaso. Entonces estar ya preparada para unirla con su fermento y embeberla para

    extraer los elementos al rojo como fueron extrados para el blanco. Despus llevaris a

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    cabo la conjuncin de las dos tierras y la gran reduccin segn lo descrito en el tercerrgimen y en el captulo dedicado al sptimo lavamiento.

    Volvamos a la prctica. Para hacer la octava disposicin del quinto lavamiento, tomad todocuanto hayis extrado del vientre de las malas heces contrarias a naturaleza, y mezcladlocon el polvo natural que os he indicado antes, de modo que todo lo que tendris en vuestra

    disposicin es hmedo radical y natural, y triturad sin aadir ninguna otra humedad hastaque todo quede perfectamente incorporado y mezclado. Tomad despus la humedadhedionda licorosa que habais extrado de las malas heces residuales por sublimacin, eincorporadla con el polvo radical triturando y rociando hasta que se halle completamenteincorporada o integrada. Colocad la materia de este modo embebida en la condamphoradebidamente enlutada, y cocedla en el bao durante dos das naturales. sta es la octavadisposicin.De todos modos, si queris que vuestra obra sea ms breve, podis llevar a cabo, ensustitucin a la que acabo de mostraros, la disposicin descrita en el anterior captulo oprrafo, en donde se trata de la cuarta disposicin del segundo lavamiento, y hacerla aquen lugar de esa largusima decoccin que os he descrito. Una vez cumplida la cuarta

    disposicin del cuarto lavamiento, continuaris con el tercer o el cuarto lavamiento, y deeste modo el tiempo empleado en el cumplimiento de vuestra obra ser proporcional altiempo requerido por cada una de estas disposiciones. No obstante, debis tener presenteque cuanto menos perfecta sea vuestra obra en relacin con su preparacin, tanto menorser su proyeccin, aunque, sea como sea, y en funcin de cul haya sido su preparacin,siempre operar algn efecto, ora mayor, ora menor. Por eso os aconsejo que pongis todo

    vuestro empeo en la preparacin de vuestra piedra, pues sin una buena preparacin esimposible una buena operacin.S, mi estimado amigo, la preparacin es el tesoro de la cosa y el espejo del cumplimientode la obra, pues si hacis vuestra piedra por perfectas preparaciones, lograris por ella elcumplimiento perfecto, y en la medida en que seis negligente en su preparacin, ella ser

    negligente en su poder de proyeccin. Por eso Naturaleza dice: aydame y te ayudar.Prestad mucha atencin a esto que aqu os digo.Pero regresemos a la prctica y hablemos de la novena disposicin del quinto lavamiento.

    Tomad vuestra materia, recoged el sublimado con una pluma y reservadlo. A continuacintriturad vuestra materia en el mortero. Si observis que su aspecto es el de un polvo seco,sometedla al bao durante quince das, pero si no est totalmente seca, esto es, si de algnmodo observis en ella la humedad de la plata viva, la cocis slo durante dos das, hastaque se seque y presente el aspecto de un polvo muerto, como una ceniza viva visible en lasombra. Cuando esto suceda, la cocis durante un da natural. sta es la novenadisposicin.La dcima disposicin del quinto lavamiento consiste en tomar, transcurridos los quince

    das, vuestra materia, recogiendo y reservando el sublimado con el anterior. Triturad acontinuacin vuestro polvo hasta desecarlo por completo, teniendo la precaucin de dejarde triturar en cuanto, a causa de su extrema sutileza, se escape en forma de humo, y dejadloya en el vaso. Una vez hayis recogido su sublimado, enlutad vuestra condamphoray la ponisa cocer en el bao hirviente durante tres das naturales. Repetid esta disposicin tantas

    veces como sea necesario, hasta que vuestro polvo no produzca ningn sublimado porefecto del calor del bao.

    Del sexto lavamiento

    Aqu empieza el sexto lavamiento en diferencia, y primero la primera disposicin. Tomad

    vuestro polvo, recoged todo lo que se sublime de l y reservadlo con las otrassublimaciones de su naturaleza. A continuacin rociad vuestro polvo por medio del filtro

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    fino con la primera agua sublimada. Triturad hasta que el agua se incorpore por completocon el polvo, procurando que desaparezca toda el agua y que la imbibicin sea total y justa,pues no conviene que por efecto de una excesiva imbibicin e inhumacin la tierra sea

    vivificada, habida cuenta que el objeto de esta imbibicin es simplemente lograr que latierra se desprenda y se descargue de toda humedad sin adustin. Disponed despus

    vuestra materia en el bao sin someterla por esta vez al grado perfecto de fuego ymantenedla as durante un da natural. sta es la primera disposicin del sexto lavamiento.La segunda disposicin es idntica a la primera del sexto lavamiento, con la salvedad de queen este caso el fuego debe ser aumentado poco a poco hasta el grado perfecto de fuego,sometiendo la materia a cada grado durante un da natural. Repetid esta operacintriturando, embebiendo y calcinando, aumentando un poco el fuego en cada reiteracinhasta que ya no se produzca sublimado alguno y la materia permanezca seca y desprovistade toda humedad. Cuando la tierra sea fija y presente un color plido por haber sidoprivada de su perfecta negrura, volved a iniciar esta disposicin y reiterad en ella hasta queel polvo no pueda ser evaporado en forma de humo al ser dispuesto sobre una lmina dehierro, de cobre o de plata incandescentes. ste es el trmino del presente lavamiento, y de

    este modo separamos los aceites por lavamientos de agua y desecaciones de fuego, y as elagua, a modo de espritu, extrae el alma de los cuerpos.Cuando el alma es extrada de los cuerpos, permanece unida al espritu, pues ste es sulugar y su receptculo. Entended bien esto, pues el alma no es ms que tintura disuelta en elespritu, como sucede con la tintura de los tintoreros, la cual es disuelta en agua en la quedespus introducen las telas que quieren teir. Entonces, por desecacin, el aguadesaparece y, por razn de su oleaginosidad, permanece la tintura fija en sus telas. Lomismo sucede con el agua del espritu en la que es transportada la tintura del aire, la cualpuede ser devuelta al cuerpo cuando ste ofrece el aspecto de una tierra blanca foliada,entonces, por efecto del calor, el agua espiritual se deseca de inmediato y permanece elalma fijada al cuerpo, alma que no es ms que la tintura del agua.

    As pues, por este medio se extrae el alma de los cuerpos, y no retorna a ellos hasta que elcuerpo ha sido glorificado y perfectamente lavado en su primera agua simple, y el signo deque el alma puede regresar al cuerpo, es el hecho de que ste aparezca en forma de tierrablanca foliada. Y Hermes ordena que sembris el agua que habais extrado en esa tierrapreparada y foliada, pues slo ella ser capaz de retenerla, congelarla y espesarla en elixirperfecto.

    Aqu empieza el tercer rgimen de la piedra, que es llamado reduccinEl tercer rgimen de la piedra consiste en reducir el agua vaporizada sobre la tierra secapara que sta recupere la humedad perdida.

    Ya os indiqu antes que la piedra perfecta se hace a partir de los dos cuerpos perfectos y dedos elementos secos, duros y ptreos, a saber, el fuego y la tierra, que coinciden en

    sequedad. Estos dos elementos deben ser preparados conjuntamente en una nicapreparacin. Unid pues la grosura del fuego con la tierra tras la extraccin del aire y, a finde reducir el tiempo empleado en vuestra obra, preparadlos conjuntamente, pues de estemodo conseguiris que su mezcla sea buena, que la preparacin no sea confusa, que el unopueda teir al otro y que no ardan en su batalla con el fuego. Estos son los motivos por losque resulta ms seguro y eficaz prepararlos conjuntamente. Esta preparacin tiene comoobjeto que adquieran una mayor humedad de la que han perdido durante la calcinacin, asaber, la que haban perdido ms su quinta parte. Esto es posible porque el cuerpocalcinado se divide al perder por completo su agua, razn por la cual est totalmente seco y

    vaco y manifiesta una sed enorme. El cuerpo calcinado, bebe entonces con avidez su aguavolatilizada, con lo cual tiene lugar la conjuncin de las dos tierras por mediacin del

    sptimo lavamiento, que es universal reduccin sobre la nutricin de la tierra.

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    Querido amigo, antes de empezar el sptimo lavamiento, debis estimar que estelavamiento es universal sobre la nutricin de la tierra y reduccin de su agua universal, yque este hecho pone en vuestra manos un secreto de naturaleza que debis guardar congran cautela, a saber: Antes de separar vuestros elementos, debis averiguar su peso total.Supongamos, por ejemplo, que el agua y la tierra pesan un total de doce onzas, y que tras la

    separacin y calcinacin, disponis de una onza de tierra blanca. As pues, durante lacalcinacin, que ha desprovisto a vuestra materia de toda su humedad, ha perdido onceonzas. Lo mismo debis hacer al rojo, disponiendo ambas tierras aparte. Despus, y antesde empezar el sptimo lavamiento, uniris ambas tierras, a saber, la grosura del fuego con latierra de la luna, y las embeberis con el agua blanca poco a poco, tal y como os dir en elsptimo lavamiento, hasta que beban todo lo que haban perdido durante la calcinacinms una quinta parte de la misma. En este lugar se esconde un gran secreto concerniente ala exuberacin y crecimiento de la virtud del agua.

    Tras la conjuncin de las tierras, y una vez hayis iniciado vuestra reduccin, a saber, unavez transcurridas seis semanas o dos meses, debis tomar un poco de vuestra materia,alrededor de un peso o menos, colocarla en el prfido y embeberla con vuestra agua

    blanca. Sabed que de este modo vuestra agua se espesar y engrosar maravillosamente, yque su viscosidad ser tal que la podris cortar a piezas con el cuchillo. Y observaris quecuanta ms agua aadis, ms se espesar. Sabed adems, que esta pequea porcin de

    vuestra materia crecer tambin en virtud nutritiva, de modo que slo con que dispongisde dos libras de agua, embebiendo y triturando, lograris que este agua adquiera unaenorme virtud de la que antes careca para nutrir vuestra tierra.Con este agua de este modo multiplicada en virtud, alimentaris vuestra tierra segn osindicar por prctica a lo largo de las disposiciones del sptimo lavamiento, guardandosiempre las proporciones segn el orden de Naturaleza.

    Del sptimo lavamiento(que es universal y versa sobre la nutricin de la tierra)

    Aqu empieza el sptimo lavamiento, que tiene lugar por reduccin en reversin dediferencia universal, y que es menester que comprendis distintamente segn la naturalezade cada sustancia, a saber, de la tierra, del agua y del aire por separado, considerando lasacciones y las pasiones que cada una de estas sustancias puede experimentar segn sunaturaleza y, al mismo tiempo, considerando la sustancia universal contenida en las tresnaturalezas sobredichas. De este modo, deberis conceder a cada una de estas tressustancias una recta informacin, que vendr determinada por tres medidas distintas decalor segn la propiedad de la naturaleza de cada una de ellas. Os conviene, pues, miquerido amigo, entender a Naturaleza con entendimiento elevado, considerando lo general

    y lo particular por conocimiento de las diferencias sustanciales, pues la diferencia sustanciales la razn y causa del efecto de cada sustancia y de los accidentes que hay en ellas. Sabedque toda carga posee un cierto peso, y que toda medida reclama un cierto mtodo demedicin, y que cada obra requiere un cuidado particular. Por eso es imprescindible queentendis las obras de naturaleza si queris conocer las causas y si queris obrar conrectitud, disponiendo la materia y concedindole la informacin requerida por la intencinde Naturaleza. Cunto mejor entendis a Naturaleza, mejor conoceris la forma de susobras, y cunto ms adecuadamente entendis la forma de sus obras, mejor podrisconsiderar sus medidas.Considerad pues la operacin del presente lavamiento en la materia de naturalezadistinguiendo todas y cada una de las diferencias y de qu modo transcurren, pues en este

    lugar arrancaris la muerte de la tierra y le devolveris la vida.

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    Su muerte es su grosura, y esta grosura ser apartada por disolucin de una diferencia. Yexpulsaris el vapor del agua por disolucin de otra diferencia, y apartaris la negrura delaire por frecuente disolucin.En los siguientes captulos os mostrar cmo poner estas cosas en prctica. Prestad muchaatencin a todo cuanto os dir, pues en este lavamiento se operan conjuntamente la

    solucin y la congelacin segn medida de Naturaleza.En el nombre del Soberano Creador, Dios Glorioso, tomaris vuestra tierra calcinada y larociaris con la primera agua sublimada, teniendo en cuenta que si estis obrando sobre lagran piedra, deberis hacer en este lugar la conjuncin de las dos tierras, embebindolas delmodo indicado en el presente lavamiento, a saber, lo mismo la una que la otra. Triturad acontinuacin vuestra tierra as embebida hasta que desaparezca toda el agua. Esta imbicinse opera de manera minuciosa a base de pequeas imbibiciones, teniendo en cuenta la

    virtud de la tierra y lo que sta ha perdido en su solucin. As, por ejemplo, si vieseis que enfuncin de sus prdidas, la tierra es incapaz de beber ms agua bajo riesgo de perder suforma terrestre, la imbibicin ser escueta. Sed muy cauto en este lugar, pues el apetito dela tierra es mayor que la capacidad digestiva y conversiva de su calor.

    Sabed que toda conversin se opera en lugar cerrado, a saber, en el interior del vientre de latierra, as como la conversin de la carne se opera en el estmago y en otros lugarescerrados, pues el calor digestivo est siempre en un lugar cerrado no visible. En este lugarse opera pues la mutacin. Y no obstante sigue habiendo una diferencia de cualidad a causade la virtud atractiva, pues mientras que la boca atrae la cosa impura e indigesta, la virtudradical atrae la cosa pura y digestiva; por eso la virtud radical se compara con el corazn,que atrae su alimento al centro de su recinto, lugar en el que ese alimento es convertidoperfectamente en sangre, que despus ser enviada a todos los miembros nutrimentales afin de conservar y templar su humedad radical y vital.

    As pues, rociad minuciosamente y poco a poco vuestra tierra, que es cuerpo radical.Triturad despus prolongadamente, pues si el agua no se incorpora perfectamente en lo

    ms profundo de la tierra, todo nuestro trabajo no habr servido para nada, y tened encuenta que el agua debe desaparecer por completo tras la trituracin. Sed muy cautos eneste punto, pues si el calor que guarda la virtud de vuestra tierra es sofocado por unaexcesiva imbibicin, no podr digerir ni convertir. Tened presente, por otra parte, que lascosas pequeas y divisas se convierten mucho ms fcilmente que las cosas grandes eindivisas. Cuando digo divisa quiero decir que haya sido dividida en pequeas partes muymenudas y de manera minuciosa por medio de imbibiciones rociadas, pues ahora es elmomento en que la tierra debe usar de sus poderes con toda belleza a medida que se le vaconfiriendo poco a poco la virtud, y entended que se trata aqu de que la tierra convierta alagua en tierra por congelacin, y no de que el agua convierta a la tierra en agua porliquificacin, que es como se procedi en los dems lavamientos. Esto slo es posible por

    modo intermedio convirtiendo al uno en el otro, a saber, la tierra y el agua, pues poraproximarse a la naturaleza de una conversin intermedia, la tierra slo puede mudar alagua de su naturaleza por virtud del agua que ser transmutada. Sea como sea, laconversin del agua siempre tiene lugar en el vientre de la tierra, y la conversin de la tierrase opera en el vientre del agua gracias a la distincin o diferencia que se ha generado porhaber extrado el aceite, hecho que la distingue del agua vulgar.En efecto, este agua es el hermano germnico del agua mercurial, y aqu se oculta la secretapreparacin de la tierra, cuya intencin es lograr que, por medio de diversas imbibiciones,incorpore en ella una mayor cantidad de humedad de la que haba perdido durante sucalcinacin. Y esta tierra, al estar seca y vaca de toda humedad, experimenta una sedenorme, por lo que bebe de buen grado y con avidez al serle concedida a modo de

    restauracin la cosa perdida; por eso debis ser muy cautos y procurar que beba en su justamedida. ste es el espejo de los sabios en el que se refleja la intencin de la fsica, que debe

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    ser tomado como modelo de la naturaleza que nos sustenta. Bendito sea el Dios Glorioso,que nos ha permitido saber, penetrar y conocer la ciencia de las ciencias. sta es la primeradisposicin.Cuando hayis embebido lo suficiente y de modo adecuado vuestra tierra, empezaris conla segunda disposicin. Para ello dispondris vuestra tierra en la condamphoraa llama clida

    durante siete u ocho das, de acuerdo al modo que os mostrar en su debido lugar y a sudebido tiempo. Esta informacin de calor exterior tiene como objeto ayudar al calornatural, de modo que, por efecto de ciertos movimientos, ste sea capaz de digerir lasustancia media del agua -que es de la naturaleza del aire-, incorporada en la tierra en formade hmedo radical congelado y espesado, resolviendo el sutil vapor acuoso adustivo yquemativo que fue depositado en su vientre por la tierra desterrada. De este modo sabrisque esta sustancia media mercurial se incorpora a la tierra antes de poder huir, de modoque una cosa se hace siempre con la otra, esto es, ambas son inseparables, pues o bien lasustancia media, en tanto que mercuriosa y voltil, planea hacia la tierra fija, o bien la tierrafija permanece en su totalidad con la cosa voltil, y, tal y como os mostrar en su momento,una cosa o la otra tiene lugar segn si la virtud de una sobrepasa la virtud de la otra, o

    viceversa.

    Sabed, mi querido amigo, que por la digestin de esta sustancia media mercuriosa, la tierrase desprende de ciertas superfluidades, especialmente de dos, a saber, una terrestre y otraflemtica, exactamente igual que sucede con el hombre, el cual excreta mierda u orina comoresultado de las digestiones que realiza de las sustancias que ingiere. En efecto, cuando lasustancia media se espesa y es retenida en el vientre de la tierra, entonces el calor natural,excitado por la informacin del calor exterior, resuelve y separa de esa sustancia un vaporacuoso adustivo, muy sutil y venenoso, que se encontraba mezclado con ella. Y esto sucedeporque ese vapor no era de la naturaleza de la sustancia media. Sabed que son muy pocoslos que tienen conocimiento de esta separacin, dado que tiene lugar en los recintossecretos de Naturaleza, no obstante, mi estimado amigo, vos la podis comprender a la

    perfeccin a la luz del ejemplo anterior.

    Sabed que Naturaleza siempre atrae y retiene las cosas que son de su naturaleza, mientrasque rechaza todas las que son extraas a ella, pues Naturaleza se muestra ms propincuacon las cosas que le son ms propincuas. Y dado que aquel vapor acuoso no es propincuo ala naturaleza de la sustancia media, es separado de ella, pues aunque hasta ese momento lohaba retenido como la cosa ms propincua ella, resulta ser, no obstante, reductible. De estemodo, naturaleza se ala con naturaleza