Libro de los méritos de la vida de Santa Hildegarda de Bingen

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    SANTA HILDEGARDA DE BINGEN

    LIBER VITAE MERITORUM

    LIBRO DE LOS

    MRITOS DE LA VIDA

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    Santa Hildegarda De Bingen

    LIBER VITAE MERITORUM

    Libro de los Mritos de la Vida

    Traduccin del latn y notas: Rafael Renedo (00-2009-4727Marzo 2009Para Hildegardiana (www.hildegardiana.es)Febrero 2013

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    NDICEVida y obra de Santa Hildegarda 5Manuscritos y ediciones de esta obra. 8

    Las obras teolgicas de Santa Hildegarda 9Resumen del libro 12Comentario sobre la traduccin de algunas palabras 16

    Primera Parte: El Hombre mira al Este y al Sur 19Segunda Parte: El Hombre mira al Oeste y al Norte 73Tercera Parte: El Hombre mira al Norte y al Este 115Cuarta Parte: El Hombre mira al Sur y al Oeste 155Quinta Parte: El Hombre contempla la totalidad del orbe 191Sexta Parte: El Hombre remueve todo, hasta los cuatro confines de la tierra 229

    Miniatura de la portada:El da de la gran revelacin (Scivias, 3 parte, Visin 12).

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    VIDA Y OBRA DE STA. HILDEGARDA

    Santa Hildegarda naci en 1098 en Bermersheim, cerca de Maguncia, Alemania, ltimade los diez hijos de un matrimonio de la nobleza local. Sus padres consideraron que

    Hildegarda deba ser dedicada al servicio de Dios, como diezmo. A los 6 aoscomenz a tener visiones que siguieron durante el resto de su vida. Cuando la niacontaba ocho aos (1106), la entregaron para su formacin a Jutta, de la familia decondes de Spannheim, la cual viva en una pequea casita adosada al monasterio de losmonjes benedictinos fundada por san Disibodo en Disibodenberg. Jutta instruy a lajoven en la recitacin del Salterio, y la ense a leer y escribir. La reputacin de lasantidad de Jutta y de su alumna pronto se extendi por la regin y otros padresingresaron a sus hijas en lo que se convertira en un pequeo convento benedictinoagregado al monasterio de Disibodenberg. Ms tarde, a la edad de 15 aos, Hildegardaprofes en l como monja. Las visiones continuaron durante toda su vida, aunqueHildegarda solo inform inicialmente de ellas a Jutta, y despus al monje Volmar de

    Disibodenberg, primero preceptor de Hildegarda y luego su secretario y copista hasta sumuerte en 1173. Cuando Jutta muri en 1136, Hildegarda fue elegida abadesa de lacomunidad a la edad de treinta y ocho aos.Como las visiones continuaban, el monje Godfrey, su confesor, lo revel a su abad, elcual lo comunic al arzobispo de Maguncia, que examin sus visiones con sus telogosy dictamin que eran de inspiracin divina, y la orden que comenzase a escribirlas.En el ao 1141, Hildegarda comenz a escribir su obra principal, Scivias, (Scire vasDomini vas lucs = Conoce los Caminos), obra que tard diez aos en completar(1141-1151). Hildegarda tena dudas sobre la oportunidad de escribir o no lo queperciba, y recurri a San Bernardo de Clavaral, fundador de monasterios y uno de losgrandes doctores de la Iglesia, con el que en el futuro mantendra una fluida relacinepistolar, para que la aconsejara. No solo recibi la aprobacin de este santo, sino quecuando el Papa Eugenio III fue a la regin con motivo del Snodo de Trveris en 1147-1148, el arzobispo de Maguncia a instancias del abad de Disibodenberg presento alPapa una parte del Scivias con las visiones de Hildegarda. El Papa design unacomisin de telogos para examinarlos, entre ellos Albero de Coun, obispo de Verdn,y despus de recibir el informe favorable de la comisin, di su aprobacin papal altexto, llegando a leer partes del libro a los prelados reunidos en el Snodo. El Papadictamin: Sus obras son conformes a la fe y en todo semejantes a los antiguosprofetas y escribi a Hildegarda instndola a continuar la obra y animando yautorizando la publicacin de sus obras1.

    Aprobacin tan sealada implicaba el reconocimiento oficial de que la labor deHildegarda estaba inspirada por Dios. Hildegarda se apresur entonces, llevada deenardecido celo, refutar de palabra y por escrito los errores de los herejes ctaros. Aslleg ser una de las columnas ms firmes de la Iglesia por aquel tiempo. Su fama hizoque su comunidad creciera de modo que tom la decisin de establecer a sus monjas enun monasterio propio, sin ninguna dependencia de la abada de monjes deDisibodenberg, para lo que fund un convento en Rupertsberg, cerca de Bingen. Fue elprimer monasterio autnomo de monjas, pues hasta entonces siempre haban dependidode otro de varones Entre 1147 y 1150 las monjas se trasladaron a su nuevo monasterio.

    1No se ha conservado el escrito de autorizacin del papa a Hildegarda enviado durante el snodo de

    Trveris. Pero sta autorizacin est recogida en Chonico Hirsaugiensi de J ohaans Trithemius (1462-

    1516). Tambien refieren el beneplcito papal: Manrique enAnnal. Cisterciens., en el ao de Cristo de1148, pag 101; Guillelmus Cave en Historia litteraria acriptorum ecclesiasticorum , ao 1170, pag. 684; yCasimirus Oudinus en Comment. de scritoribuseccl., tom II, col 1571 y sig.. (PL 0741)

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    Los monjes de Disibodenberg se opusieron a este traslado, pues vean disminuir susrentas y la influencia del monasterio, pero la tenacidad y energa de Hildegarda vencitodas las dificultades y en 1150 el Arzobispo consagr el nuevo monasterio, que siguiatrayendo numerosas vocaciones y visitantes.En la dcada de los aos 1150 comienza su obra musical, de la que se conservan ms de

    70 obras con letra y msica, himnos, antfonas y responsorios, recopiladas en laSymphonia armoniae celestium revelationum, (Sinfona de la Armona de RevelacionesDivinas) la mayora editadas recientemente, as como un auto sacramental cantado,titulado Ordo virtutum (1150?).Entre 1151 y 1158 escribi su obra de medicina bajo un nico ttulo: Liber subtilitatumdiversarum naturarum creaturarum(Libro sobre las propiedades naturales de las cosascreadas). En el siglo XIII fue dividido en dos textos. Physica (Historia Natural),tambin conocido como Liber simplicis medicinae (Libro de la Medicina Sencilla), yCausae et Curae (Problemas y Remedios), tambin conocido como Liber compositaemedicinae(Libro de Medicina Compleja).Entre 1158 y 1163 escribi el Liber Vitae Meritorum, y entre 1163 y 1173-74 el Liber

    Divinorum Operum, considerados junto con el Scivias como las obras teolgicas msimportantes de Hildegarda.Otra de sus obras es la Lingua Ignota (1150?) formada por unas 900 palabras y unalfabeto de veintitrs letras de la que solo hay informacin fragmentaria.Se conservan ms de 300 cartas a personas de toda ndole que acudan a ella endemanda de consejos como rbitro que dirimiese sus contiendas. De ellas, cientocuarenta y cinco estn recogidas en la Patrologa Latina deMigne. Hildegarda escribicartas a Papas, cardenales, obispos, abades, reyes y emperadores, monjes y monjas,hombres y mujeres de todas clases, tanto de Alemania como del extranjero. Seconservan las cartas cruzadas con dos emperadores, Conrado III y su hijo y sucesor elemperador Federico I Barbarroja, con los Papas, Eugenio III, Anastasio IV, Adriano IVy Alejandro III, con el Rey ingls Enrique II y su esposa Leonor de Aquitania, y unalarga serie de nobles, cardenales y obispos de toda Europa, a quienes aconsejaba y siera necesario reprenda, escuchada por todos como referencia moral de su tiempo.Completan su obra una serie de tratados menos conocidos: Solutiones triginta octoquaestionum (1178) (Respuesta a 38 preguntas); Expositio Evangeliorum (cincuentahomilas sobre los Evangelios), Explanatio Regulae S. Benedicti (Comentario de laRegla de San Benito), Explanatio Symboli S. Athanasii (Comentario del SmboloAtanasiano), Vita Sancti Ruperti (1150?) Vida de San Ruperto y Vita Sancti Disibodi(1170) Vida de San Disibodo, algunas de ellas de fecha desconocida.Hildegarda realiz al menos cuatro grandes viajes fuera de los muros del convento entre

    1158 y 1171, a lo largo de los ros Nahe, Meno, Mosela, y Rin, a instancias de losprelados de diversos lugares. En ellos predic en iglesias y abadas sobre los temas quems urgan a la Iglesia: la corrupcin del clero y el avance de la hereja de los ctaros.En su tercer viaje, (entre 1161 y 1163) cuando visit Colonia a instancias de losCannigos Capitulares para predicar contra la hereja de los ctaros, lo hizo, perotambin y con gran nfasis, recrimin con dureza y achac el auge de la misma a lavida disoluta que llevaban los mismos cannigos, los clrigos y a la falta de piedad delos mismos y del pueblo cristiano en general, lo que da idea de su carcter. Fue la nicamujer a quien la Iglesia permiti predicar al pueblo y al clero en templos y plazas. Desus cartas se desprenden los itinerarios y la finalidad de sus viajes que realizaba enbarco y a caballo, un autentico sufrimiento para su naturaleza dbil.

    Muri el 17 de septiembre de 1179 y fue sepultada en la iglesia del convento deRupertsberg del que fue Abadesa hasta su muerte. Sus reliquias permanecieron all

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    hasta que el convento fue destruido por los suecos en 1632, y sus restos trasladados aEibingen.

    En ninguna de las obras o cartas, Hildegarda se atribuye a s misma ningn mrito,antes bien, se define como pobre criatura falta de fuerzas. Todo lo que sabe y hace

    es obra de Dios. Las visiones, las revelaciones, las curaciones que realiz, fueronsobrenaturales: todas las cosas que escrib desde el principio de mis visiones, o quevine aprendiendo sucesivamente, las he visto con los ojos interiores del espritu y las heescuchado con los odos interiores, mientras, absorta en los misterios celestes, velabacon la mente y con el cuerpo, no en sueos ni en xtasis, como he dicho en mis visionesanteriores. No he expuesto nada aprendido con el sentido humano, sino slo lo que hepercibido en los secretos celestes. (Prlogo del Liber Divinorum Operum)Se puede considerar que Hidegarda continu el trabajo de los profetas en laproclamacin de las verdades que Dios dese que supiera la humanidad: Escribe puesestas cosas, no segn tu corazn, sino como lo quiere mi testimonio, de m, que soyvida sin principio ni fin, ya que no son cosas imaginadas por ti, ni ningn otro hombre

    lo ha imaginado, sino son como Yo las he establecido antes del principio del mundo.(Prlogo del Liber Divinorum Operum)

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    MANUSCRITOS Y EDICIONES DE ESTA OBRA

    Liber Vitae Meritorum (1158-1163).

    Manuscritos:

    Hay cuatro manuscritos fechados en el siglo XII.- Wiesbaden, Hessische Landesbibliothek, MS 2 (Riesenkodex - el cdice gigantesco)(135v-201v), hacia 1180-1190)- Dendermonde, St.-Pieters & Paulusabdij, Klosterbibliothek, Codex 9- Berlin, Staatsbibliothek. Preussischer Kulturbesitz, Cod. theol. fol. 727, ahora en

    Tbingen, Universittsbibliothek- Treveris, Seminarbibliothek, Cod. 68.

    Primera publicacin y edicin de Referencia:

    - Analecta Sanctae Hildegardis, editado por Jean-Baptiste Pitra, volumen 8 deAnalectaSacra(Monte Cassino, 1882), pginasp. 7 a 244.

    La edicin crtica se debe a Angela Carlevaris O.S.B. en Hildegardis Liber VitaeMeritorum, Ed. Corpus Christianorum (Continuatio Medievalis) vol. XC, Turnhout,Brepols 1995. 426 p. Latn. En esta edicin se cotejan los diversos manuscritosexistentes y se selecciona la lectura ms correcta. Esta traduccin est realizada sobre laedicin crtica.

    Otras ediciones:

    - En espaol: Libro de los Merecimientos de la Vida. Traduccin de Azucena AdelinaFraboschi. Editorial: Mio y Davila (Madrid). 2011.- En alemn: Hildegard von Bingen: Der Mensch in der Verantwortung. Das Buch derLebensverdienste (Liber vitae meritorum). Nach den Quellen bersetzt und erlutertvon Heinrich Schipperges. Salzburg: O. Mller 1972. 310 S. 2. Aufl. 1985. HerderSpektrum. 4291.- En italiano: Come per lucido specchio. Il libro dei meriti di vita. Traducido por LuisaGhiringhelli. Centro Studi St. Ildegarda e la Associazione Culturale Mimesis. Milano.1988.

    - En ingls: Hildegard of Bingen.The Book of the rewards of life. Traducido por BruceW. Hozeski. New York [a. o.]: Garland 1994. XXIII, 290 p. (The Garland library ofmedieval literature. 89, Series B.).

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    LAS OBRAS TEOLGICAS DE SANTA HILDEGARDA.

    Tal como Santa Hildegarda explica en el prlogo (y en el de todas sus otras obrasteolgicas), este libro no procede de su pluma o erudicin, sino que ha sido dictado por

    la Luz Viviente a travs de una simple mortal y as hay que entender toda la obra quellamamos por comodidad hildegardiana.

    Tres son las obras teolgicas de Santa Hildegarda: Scivias (Conoce los caminos) LiberVitae Meritorum(Libro de los Meritos de la vida) y Liber Divinorum Operum(Libro delas obras divinas).

    El primer libro,Scivias, Conoce los caminos (1141-1151), trata del Creador, lacreacin y las relaciones entre Dios, el cosmos y el hombre.

    El libro est compuesto por 26 visiones que se describen minuciosamente antes de

    explicarlas.Las visiones estn agrupadas en tres partes, que contiene respectivamente, seis, siete ytrece visiones.

    La primera parte comienza con el conocimiento de Dios, la visin del Seor en elMonte Santo, la creacin de los ngeles, como Lucifer se ensoberbeci y fue arrojadode la gloria celestial, la creacin de la Gehenna y otros tormentos. Presenta lahumanidad, su cada, consecuencias y el destierro del Paraso. El Universo y elsignificado del sol y las estrellas. La Sinagoga y el significado de su ceguera,finalmente los coros anglicos.

    La segunda parte trata de la historia de la salvacin: la Palabra encarnada, la Trinidad,la Iglesia a la que la perversidad del arte diablico no puede oscurecer, los sacramentos,el sacrificio de Cristo, la Santa Misa, y las artes de la antigua serpiente.

    La tercera parte se centra en la accin del Espritu Santo y la edificacin del Reino deDios por medio de las virtudes. Describe el Edificio de la salvacin, la Columna de laPalabra de Dios y la Torre de la Iglesia. Su final es apocalptico e incluye las visionesde la venida del impo y la plenitud de los tiempos, las cinco cruentas edades de losreinos del mundo, el Juicio final, el Anticristo, y la creacin del nuevo Cielo y la nuevaTierra.

    El Liber Divinorum Operum, "Libro de las Obras Divinas" (1163-1173/1174), tratade la armona entre el ser humano y el cosmos.

    Tras un breve Prlogo, su contenido se articula en tres Partes compuestas de Visiones,cuatro en la Primera Parte, una en la Segunda y cinco en la Tercera; diez Visiones entotal. Cada una de stas se describe y explica en cierto nmero de captulos numerados,que comienzan describiendo la visin, que despus desarrollan y explican.El libro est centrado en la idea de la omnipotencia, sabidura y bondad de Dios y launidad y armona de sus obras. No hay dos mundos distintos, uno fsico y otro

    sobrenatural, pues la Creacin es solo una, aunque los humanos slo tienen de ella unapercepcin limitada a sus sentidos. Santa Hildegarda describe y relaciona entre s, la

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    doctrina catlica, la creacin, los elementos del universo, el alma, los rganos yfunciones del cuerpo humano, as como la salvacin del hombre, porque todo elloforma parte del mismo todo armnico.

    Primera Parte. (Cuatro visiones)

    Describe la estructura del universo, la creacin de los ngeles y la cada de algunos, lacreacin del hombre a imagen y semejanza de Dios, su cada y la promesa deRedencin. A continuacin se ocupa de las fuerzas que actan en del universo,simbolizadas en crculos, astros y vientos, y especifica su misin y como actan, ascomo su influencia y utilidad para el hombre. Explica las relaciones entre los elementosque componen el universo, la influencia de la cada de los ngeles, la relacin einfluencia del resto del cosmos en el alma y el cuerpo del hombre, y finalmente el juiciodel hombre por Dios.

    Segunda parte. (Una visin).Esta visin presenta el mundo dividido en cinco partes: unas llenas de luz y delicias, y

    otras llenas de horror, castigos y tinieblas. El ngel cado envidia al hombre su gloriaperdida e intenta alejarle de Dios. Sigue un amplio comentario del Capitulo primero delGnesis, que explica prrafo a prrafo con interpretaciones alegricas que se cumplenen los hijos de la Iglesia formados en la fe cristiana, a travs de la Encarnacin del Hijode Dios, por la predicacin del Evangelio y por la obra del Espritu Santo.

    Tercera Parte. (Cinco Visiones).Glosa la presciencia y el orden de Dios, que conoce con antelacin todas las cosasdesde la eternidad, todo lo crea en el tiempo y examina con juicio severo las obras de lacriatura racional. Habla de los ngeles y la adoracin de las criaturas, de la historia dela humanidad y de la salvacin del hombre preanunciada por los profetas. Trata losdiversos tiempos desde el origen del mundo hasta el presente, y cmo acta el Verboencarnado para la salvacin del hombre por medio de la Iglesia. Sigue una brillanteexposicin de la personalidad de cada apstol.

    Luego presenta el estado de la humanidad y el crecimiento de la impiedad; ilustra lanaturaleza de los juicios de la potencia divina, que se manifestarn cuando est cercanoel fin del mundo, cuando la mayora de los hombres abandonarn la autntica fecatlica y se convertirn al hijo de la perdicin, del que expone su origen as como lasseales, prodigios y tempestades que producir con artes mgicas. Describe su ruina ytermina con citas del Apocalipsis de Juan sobre este tema.

    El final es un breve eplogo de este libro que entona a Dios un himno de alabanza porsu obra, es decir, la salvacin del hombre. Hildegarda y su obra se encomiendan a Diosy a sus fieles.

    El Liber Vitae Meritorum, "Libro de los mritos de la vida" (1158-1163) es una guade cmo adquirir merecimientos, a fin de evitar o reducir, por medio de la penitencia enesta vida, cualquier posible castigo futuro. Es una de las tres obras magnas de SantaHildegarda, que la vi y dict despus de haber acabado el Sciviasy antes de comenzarel Liber Divinorum Operum.

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    Est dividido en seis partes. En las cuatro primeras un Hombre mira hacia cada uno delos cuatro puntos cardinales y en la quinta contempla la totalidad del orbe. Las cincosiguen el mismo esquema. En la sexta el Hombre remueve los confines de la tierra, enel sentido que se explica posteriormente.

    En el centro del universo est un Hombre que es el eje central de la exposicin y que talcomo se concreta en el texto, es Dios. Hildegarda, por dictado de la Luz Viviente, lodescribe por medio de smbolos, detalla su situacin y sus acciones, y explica susalegoras. Entre sus muchos rasgos, cuenta que de su boca salen tres vientos que llevancada uno una nube de diferente naturaleza, y desde ellas una voz har de contrapunto alos vicios.

    Del Norte, "que acoge en s al ser malvado que se opone a Dios", se extiende una nieblaen la que Hildegarda ve una serie de imgenes alegricas.

    En estas cinco primeras partes, ve y describe un total de 35 imgenes, cada una

    representa un vicio que hace un parlamento en el que intenta justificar su actuacin.

    Despus de presentar cada vicio, de la nube que brota de la boca del Hombre sale unavoz: la de una virtud que se opone al anterior vicio y refuta y le echa en cara susargumentos y luego explica cual debe ser el recto proceder.

    Analiza los detalles de cada imagen que sale de la niebla, y explica qu vicio figura ypor qu lo representa as. Comenta aspectos morales relacionados con cada vicio, sucomportamiento y su sentido, apoyado por citas bblicas.

    Cada una de estas cinco primeras partes termina con la exposicin de los castigosreservados a quienes cometan esos pecados, y la penitencia que el hombre debe realizaren vida si quiere verse libre de los diablos que le tientan con ese vicio y evitar loscastigos reservados, para toda la eternidad, a los que por l pecan.

    La sexta parte, la ltima, todo se remueve, hasta los cuatro confines de la tierra. Nohabla de vicios sino que detalla los lugares reservados en el cielo a las almas de losbienaventurados y el tipo de atributos y gozos que tendrn segn la vida terrenal quehayan tenido. Al final del mundo, Dios manifestar su poder y cambiar esta creacinen otra nueva an ms maravillosa.

    Pero el libro no es solo una confrontacin entre vicios y virtudes, sino que tambinexplica parte de la batalla que, iniciada con la rebelin de Lucifer, debe librar el hombrepara llegar a su Creador, que es la beatitud y la suprema felicidad. La batalla terminarcon la victoria final de Cristo a quien todo se someter el ltimo da. Habla del da a dadel cristiano, de los peligros y seducciones que le acechan para distraerle y apartarle desu objetivo final que es la salvacin y la visin del Creador. Tambin habla del amor deDios, que sugiere al hombre el arrepentimiento y le exhorta a la penitencia.

    El Liber Vitae Meritorumes una detallada y originalsima exposicin de las tendenciaslatentes en la mente humana que son gravemente errneas. Hildegarda las expone enforma de iconos, despus las formula y finalmente la Verdad rebate sus argumentos. Es

    un tratado completo de psicologa desde el punto de vista divino.

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    Es un libro didctico, en el que Dios explica su Creacin y cmo quiere que suscriaturas gocen de su esplendor. Las crea libres, premisa fundamental para quelibremente se adhieran a l, y refiere cmo Lucifer y sus seguidores se niegan areconocerle y por ello cre para ellos el infierno, situado en el Norte. El hombre fue

    creado para ocupar los puestos que los seguidores de Lucifer dejaron en las mansionescelestiales. Lo cre a su imagen y semejanza, con cuerpo material y alma espiritual, ylibre. Pero el hombre hace caso a las insidias del demonio que quiere oponerse a Diospor medio de su obra. Desobedece a Dios, pero Dios no renuncia a su obra; le enva losprofetas, la Ley Antigua y por fin a su Hijo Encarnado, para devolver al hombre a lacasa celestial y a una magnificencia mayor.

    Todo hombre posee la ciencia del bien y del mal, y todo hombre ser examinado yjuzgado, pues cada hombre tiene libertad de decisin y debe llevar responsablemente suvida y justificar sus acciones. Si desea ir hacia su Creador y orientar sus vida y obrashacia l, alcanzar los gozos de las mansiones celestiales que ninguna lengua humana

    puede explicar. Y si no, ver eternamente las penas del infierno, donde no hayninguna esperanza de gozo o salvacin ya que el sol verdadero no lo alegra con suencanto ni derrama sobre ellos la claridad de su fulgor.

    RESUMEN DEL LIBRO.

    Primera Parte. El Hombre mira al Este y al Sur

    La primera parte describe un Hombre tan alto que alcanza la cumbre de las nubes delcielo y se extiende hasta las profundidades del abismo, y que representa a Dios, cuyoshombros estn encima de las nubes en el ter serensimo. De hombros a muslos estbajo las nubes. De muslos a rodillas, est en el aire de la tierra, y as cada parte de sucuerpo est en un entorno que tiene su propio significado. Est vuelto hacia el Este ymira al Este y al Sur.Su rostro brilla con gran resplandor. En su boca hay una nube blanca.Llegan unas tinieblas procedentes del Norte, morada del diablo, vacas de todo gozo yfelicidad y llenas de malos espritus que maquinan trampas para los hombres. El diabloexhala una niebla en la que se ven siete imgenes. Cada una de las imgenes es laalegora de un vicio, y sus caractersticas corresponden a las particularidades de este

    vicio. Pero de la nube sale la voz de una virtud que se contrapone a esta imagen.Y as con cada una de las imgenes; se analizan sus detalles, su significado y losaspectos morales relacionados con cada vicio, su comportamiento y su sentido.

    Termina, al igual que las cuatro partes siguientes, con una exposicin de los castigosreservados a los que cometan esos pecados as como las penitencias, o penas depurificacin de las almas,que debe realizar el hombre en vida si quiere verse libre delos diablos que le tientan con ese vicio y evitar los castigos.

    Los Vicios que se muestran y las Virtudes que les contestan en esta Parte son:

    Amor Mundano - Amor DivinoPetulancia - Disciplina

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    Diversin Vana - ModestiaDureza de Corazn - MisericordiaPereza - Victoria DivinaClera - PacienciaNecia Alegra - Deseo de Dios

    Segunda Parte. El Hombre mira al Oeste y al Norte

    El Hombre se dirige a Occidente y mira al Oeste y al Norte. Sobre cada hombro un alacubre sus brazos; tambin tiene un ala sobre la espalda y sobre el pecho, y todas estnlevantadas como para emprender el vuelo.Entre cada ala hay un libro de un color y un contenido cuyo significado explica.La nube blanca en la que el Hombre se encuentra sumergido desde los hombros hastalos muslos, est llena de almas de justos. Y en la niebla antedicha, en la queanteriormente estaban los vicios descritos, ahora ve las imgenes de ocho vicios, a los

    que se oponen ocho virtudes:

    Glotonera - AbstinenciaAspereza - Autntica GenerosidadImpiedad - PiedadFalsedad - VerdadDeseo de Contienda - PazInfelicidad - FelicidadInmoderacin - DiscrecinPerdicin de las almas - Salvacin de las almas

    Tercera Parte. El Hombre mira al Norte y al Este

    El Hombre se vuelve hacia el Norte y mirar al Norte y al Oriente. Los vientos, el aire, lafecundidad del mundo que estn bajo el firmamento del cielo, cubren a este Hombre demuslos a rodillas como un vestido, mientras que el fuego y la luz del aire son el adornode sus prendas.Los elementos del mundo se dirigen al Hombre quejndose de que los hombres los

    trastornan con sus obras malvadas, por lo cual apestan y tiene hambre de justicia. ElHombre les contesta que los purificar y mientras tanto afligir a los hombres hasta quese dirijan de nuevo a l, cuantas veces sean contaminados, pues cada criatura conoce asu Creador y comprende con claridad que l la ha creado, mientras el hombre esrebelde y da a muchas criaturas el honor que debe a su Creador.Y en la niebla ve otros siete vicios cuyas imgenes describe, a los que se oponen sietevirtudes:

    Soberbia - HumildadEnvidia - CaridadVanagloria - Temor de Dios

    Desobediencia - ObedienciaIncredulidad- Fe

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    Desesperacin - EsperanzaLujuria - Castidad

    Cuarta Parte. El Hombre mira al Sur y al Oeste

    El Hombre se vuelve hacia el Sur y mira al Sur y al Oeste. Est en la tierra desde lasrodillas hasta a las pantorrillas, y la tierra tiene humores, fuerza vital (viriditas) ygermen, y en cierto sentido, la floreciente y vigorosa belleza del Hombre, como si lafuerza de l la hubiera adornado. Porque la tierra produce vida en todas sus formas ytodo lo que se ha formado en las criaturas terrenales ha sido producido por la tierra. Latierra es la materia de la obra de Dios en el hombre, y es tambin la materia de lahumanidad del Hijo de Dios.Y en la niebla descrita anteriormente que tena ya en s muchos tipos de vicios,

    aparecen imgenes de ocho vicios a los que se oponen ocho virtudes.

    Injusticia - JusticiaAcedia - Fortaleza.Olvido de Dios - Santidad.Inconstancia - Constancia.Preocupacin por las cosas terrenales - Deseo celestialObstinacin - ArrepentimientoDeseo mundano - Desprecio del mundoDiscordia - Concordia

    Quinta Parte. El Hombre contempla la totalidad del orbe

    El Hombre contempla la totalidad del orbe. Y las aguas del abismo, en las que seencuentra de las pantorrillas hasta a las plantas de los pies, de manera que se alza sobreel abismo, muestran la fuerza de este Hombre que todo lo restaura, todo lo purifica,todo lo santifica, todo lo contiene y todo lo lleva consigo. Y la esencia de su ser penetraen todas las criaturas y las consolida, como el alma da firmeza al cuerpo.El abismo tambin demuestra que todo est en poder del Hombre, que sustenta y

    sostiene todo. De las pantorrillas del Hombre sale con el sudor un aire que mueve todaslas aguas del abismo. Finalmente el Hombre comprime con sus pies las fuerzas de loselementos que estn sobre la tierra, en la tierra y bajo la tierra.Luego, en la niebla descrita, aparecen cinco imgenes que representan otros cincovicios, a los que se oponen cinco virtudes.

    Acaba con el habitual anlisis de los vicios y sus imgenes, y con una exposicin de loscastigos reservados a los que cometan esos pecados y las penitencias que debe realizarel hombre en vida si quiere evitar los castigos. Los Vicios y las Virtudes de esta Parteson:

    Fatuidad - RespetoFrivolidad Estabilidad prudente.

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    Maleficio - Verdadero Culto a Dios.Avaricia Desprendimiento total.Tristeza de vivir en el mundo - Alegra celestial.

    Sexta Parte. El Hombre remueve todo, hasta los cuatro confines de la tierra

    El Hombre remueve todo, hasta los cuatro confines de la tierra. Y en su musloizquierdo aparece un Unicornio, que es el Hijo de Dios, que dice: Las cosas que fueroncreadas sern destruidas y las que no han sido creadas sern edificadas. Tambin serexaminado el pecado del hombre, el bien con las justas obras que hay en l sernperfeccionadas y pasar a la otra vida con su buena fama.Que remueva los cuatro confines de la tierra significa que al final del mundo Diosmostrar su poder con las fuerzas de los cielos y sacudir todos los confines de la tierray as todas las almas se prepararn para el juicio.Al fin del mundo perfeccionar la fuerza de las virtudes en el hombre. Todas las cosas

    en la tierra sern removidas con gran terror y todas las cosas que se haban manchadopor los pecados del hombre sern purificadas. Dios con sus armas invencibles tambindestruir el Norte y todas sus fuerzas, y destruir al diablo, lo despojar de sus armas yarrebatar su botn. Entonces aparecern un cielo deslumbrante y una tierra pura,purificados junto con los elementos que ahora estn como mortecinos, y no dejandivisar plenamente su origen celeste.En esta parte no aparece ningn vicio, ya que desde el fin del mundo en adelante eldiablo no provocar ms srdidos vicios para engaar a los hombres, porque el mundohabr dejado de existir como era antes. Todas las cosas habrn pasado a la eternidad, yla inestabilidad y el cansancio que ahora tiene el mundo y todo lo que est en l habrnterminado. La obra de Dios, que es el hombre, durar y no terminar, y as tambin lasobras del Hombre no se desvanecer, ya que las obras del hombre que alcanza a Diosresplandecer en las regiones del cielo, mientras la obra que se dirige al diablopermanecer en los castigos.Describe luego los gozos que tendrn los diferentes estados de vida, seglares,religiosos, mrtires, vrgenes etc: Todos stos reciben los gozos de los gozos y elreconocimiento de inefables adornos, y son bendecidos porque sirvieron a su Creadorcon las buenas obras inspiradas por l. En el juicio de la resurreccin les llamarbenditos de mi Padre y recibirn entonces gozos mucho ms grandes que los que tienenahora. Pues, mientras ahora slo se alegran en el alma, entonces en cambio tendrngozos tanto en el cuerpo como en el alma, gozos inefables al punto que ninguna criatura

    ser capaz de manifestarlos al mundo mortal.

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    ADVERTENCIA SOBRE TRMINOS QUE SE TRADUCEN DEDETERMINADA FORMA, O QUE NECESITAN EXPLICACIN.

    Sobre el ttulo:

    Hemos traducido el Liber Vitae Meritorumcomo Libro de los mritos de la vida, quees la traduccin directa. Pero la traduccin exacta de la palabra meritus es lomerecido, lo que se merece, es decir, la recompensa, el salario, la ganancia, losmerecimientos. El titulo hace pues referencia a los premios que el hombre recibir siabandona los vicios y sigue a las virtudes, que es el tema de la sexta y ltima parte queculmina y cierra el libro. El sentido del ttulo es por tanto, Libro de las recompensas dela vida, que refuerza la idea de gua de conducta que apuntbamos antes.

    En el texto:

    Beatitudine, beatus, designan en latn conceptos que tienen varios significados enespaol. Su traduccin ms directa, Beato, tiene otro sentido en espaol y noencontramos una palabra que satisfaga todos sus significados. El diccionario latino latraduce por: feliz, dichoso, bienaventurado, santo. Hemos empleado todas esasacepciones segn su contexto y cuando una de estas palabras no expresabacorrectamente la idea, se ha dejado beato, en la seguridad de que el lector sabr captarel sentido. En el siglo XIII, Santo Toms de Aquino en la Suma Teolgica, demostrque el fin ltimo del hombre consiste en la beatitud, que es la visin intuitiva de Dios,la amistad ntima con l y la adquisicin del bien perfecto. Cuando el hombre logra labeatitud es su perfeccin. As pues los sentidos anteriormente mencionados, convienena esta familia de trminos: felicidad, santidad, etc.

    Cndida. El libro habla en muchas ocasiones de estrellas, ropa de los santos o nubescndidas, (stella candida) que en todos los casos hemos traducido por blanco.Candidus, en latn es blanco, pero tambin es brillante, deslumbrador, puro,inmaculado, con candor. A todos esos sentidos queremos referirnos con la palabrablanco aplicada a la nubes, vestidos de los santos y estrellas. No as lo blanco y losvestidos con partes blancas de las imgenes que representan los pecados, que sonliteralmente blancas (albus, no candidus), con un significado que se explica en el textoposterior, asociado generalmente a la apariencia y el engao.

    Charitas, la hemos traducido por caridad o amor, en funcin del contexto o para evitarreiteraciones en una misma frase.

    Gehenna, se mantiene sin traducir este trmino que en muchos pasajes del NuevoTestamento equivale a infierno. Gehenna en hebreo, o Valle de Hinn, es el valleque circunda Jerusaln por la parte suroeste y se une en el Sur con el valle del Cedrn.En el Antiguo Testamento se dice que en l estaban los templos de los dioses paganosen los que en algunas pocas los judos sacrificaron sus hijos. Es tambin el lugardonde varios profetas fueron asesinados por el pueblo de Israel al que recriminaban susidolatras. Siempre fue lugar asociado a quebrantamiento, desgracia y castigo. En

    tiempo de Jess era vertedero de basuras de la ciudad que siempre estaba ardiendo pueslas basuras se incineraban all y se las aada azufre para acelerar su consuncin. All

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    tambin se echaban los cuerpos de los ajusticiados que no eran reclamados. Era, ensuma, un lugar perfectamente representativo para los judos de lo que poda ser elinfierno y Jess lo utiliz a menudo en este sentido.

    Honestidad, tena el significado de decoro ms que el de pudicia que tuvo despus.

    (decoro: honor y respeto que se debe a una persona)

    Norte. En todas las obras de Hildegarda el Norte es el lugar donde se asienta Lucifercon el resto de los ngeles cados: Lucifer vio que haba, del lado de Aquiln (elNorte), un sitio vaco que no serva para nada, y quiso instalar all su sede para realizarmayor nmero de obras y ms grandes que las de Dios, sin conocer la voluntad quetena ste de crear todas las dems criaturas. (Causae et curae, Libro I. La Creacin.La cada de Lucifer)Todo lo que procede del Norte o tiende a l, los vientos, las nubes, las tentaciones,algunos deseos de los hombres, est impregnado del espritu de su ocupante.El Liber Divinuorum operum, 4 Visin, 1 parte, Cap XII, explica por qu Dios

    permite este lugar: Yo que mostr mis obras en tres regiones, al oriente, en el sur y aoccidente, he dejado vaca la cuarta regin en el norte, donde no resplandece ni el sol nila luna. Porque es justo que en aquella comarca, fuera del firmamento, se encuentre elinfierno, que no tiene ni techo ni fondo, all solo hay tinieblas. Pero estas tinieblas seencuentran tambin al servicio de mi alabanza, porque, cmo podramos reconocer laluz sin la existencia de las tinieblas? Y como se reconoceran las tinieblas, si no fuerapor el radiante fulgor de mis servidores? Si no fuera as, mi poder carecera de plenitud,y de ese modo mis maravillas no seran celebradas. En cambio mi poder es lleno yperfecto, no hay ninguna carencia en mis maravillas.

    Rationalitatis, se ha traducido con los trminos: razn, razonabilidad, capacidad derazonar.

    Verbum: Verbo o Palabra, indistintamente.

    Vitium, virtus, peccatum. En el texto aparecen una serie de vicios (vitium) a los querebaten unas virtudes (virtus). Luego se alude a los castigos de los que cometen esospecados (peccatum) y que deben hacer los hombres para librase de los demonios queles inducen a esos vicios y pecados.En el lxico comn actual, vicio equivale a defecto de las cosas y se asocia, entreotras muchas acepciones, a los malos hbitos y a la falta de rectitud o defecto moral en

    las acciones, pero esto solo toca parcialmente su significado. La precisin de estosconceptos ha dado origen a muchos estudios desde hace siglos.Hidegarda al hablar de vitio est hablando precisamente de las malas inclinaciones, ode las disposiciones malas arraigadas en la naturaleza, o inoculadas por el diablo;enlaza ms con la nocin de concupiscencia que con la de pecado. El pecado nuncaes abstracto sino concreto, ya que es personal. Como dice el apstol Santiago,concupiscentia parit peccatum: o sea, el pecado es un parto de la concupiscencia, atravs de la voluntad personal, pero Hildegarda no habla primariamente del pecado dela voluntad (en ocasiones el contexto lo supone, pero en otra no necesariamente) y, poreso, al hacer la abstraccin ella habla de los vitia que han arrastrado o arrastran a loshombres malos. El pecado implica un acto humano malo y voluntario, no la inclinacin

    al pecado.

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    Viriditas.Para este trmino de Santa Hildegarda no hay una traduccin exacta, tal vezverdor, energa verde, energa vital. Es un concepto clave, la fuerza vitalcomunicada a toda la creacin, la energa por la cual todas las cosas crecen, dan fruto, yobtienen la fuente de la energa de su vida. Lo traducimos por energa, o vigor natural,

    fuerza vital, fecundidad, segn nos parezca ms expresivo en ese contexto.

    Utilizamos, Este, Levante u Oriente, se forma indistinta.Idem, Occidente, Poniente, Oeste.Idem, Austral, Meridin, Sur.Idem, Norte, Septentrin.

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    PRIMERA PARTE

    EL HOMBRE MIRA AL ESTE Y AL

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    PRLOGO

    PRIMERA PARTEEL HOMBRE MIRA AL ESTE Y AL SUR

    VisinLa Primera ImagenI.- Palabras del Amor MundanoII.- Respuesta del Amor DivinoLa Segunda ImagenIII.- Palabras de PetulanciaIV.- Respuesta de DisciplinaLa Tercera ImagenV.- Palabras de la Diversin VanaVI.- Respuesta de la ModestiaLa Cuarta ImagenVII.- Palabras de la Dureza de CoraznVIII.- Respuesta de la Misericordia

    La Quinta ImagenIX.- Palabras de la PerezaX.- La respuesta de la Victoria DivinaLa Sexta ImagenXI.- Palabras de la CleraXII.- Respuesta de la PacienciaLa Sptima ImagenXIII.- Palabras de la Necia AlegraXIV.- Respuesta del Deseo de DiosXV.- Palabras de la EspadaXVI.- Los infieles no son conocidos y las obras de Dios permanecen vigentesXVII.- Palabras de EzequielXVIII.- El hombre no puede calcular quienes habitarn en las moradas celestiales y quienes, seducidos,

    habitarn con el diablo,XIX.- Hay muchos secretos en Dios, que no revela a nadie.XX.- Por qu se puede llamar Hombre a DiosXXI.- Palabras del profeta IsaasXXII.- Dios luchar otra vez con el antiguo enemigo, como hizo en el Cielo, y lo destruircompletamente.XXIII.- El hombre puede hablar de lo que hay entre su nacimiento y su muerte, pero ignora lo qu huboantes o lo que habr despus de l.XXIV.- Solo Dios sabe lo qu hubo antes del principio del mundoXXV.- Por qu la Eternidad es fuego, y ste fuego es Dios, y es fuego eficazXXVI.- Palabras del profeta IsaasXXVII.- Desde el origen de las criaturas hasta Cristo se han manifestado algunos milagros, pero otroshan quedado oscuros.

    XXVIII.- La ley antigua era sonido del Verbo, pero no el Verbo.XXIX.- Como el cuerpo se sustenta en las rodillas, as Dios lleva toda su CreacinXXX.- La ley antigua vio imperfectamente, casi en sombras, pero la nueva ve abiertamente: as las almasde los santos no tienen todava el gozo pleno, porque slo vern con perfeccin una vez recobren suscuerposXXXI.- La vocacin del nuevo pueblo no se derrumbar aunque tenga fatigas y sufrimientos.XXXII.- En las regiones inferiores del abismo, tal como pasa en las regiones superiores, hay muchascosas desconocidas para el hombre.XXXIII.- Ningn hombre podr saber qu ocurrir despus del fin del Hijo de la PerdicinXXXIV.- Palabras de la SabiduraXXXV.- Dios infundi las mayores virtudes de santidad al hombre caido en el mal.XXXVI.- Nadie puede compararse a DiosXXXVII.- Todas las cosas obedecen diligentemente las rdenes de Dios

    XXXVIII.- Dios dispuso todo para mantener en la rectitud a los espritus de los ciudadanos del cielo,sustent al hombre para que no se perdiera completamente y frustr con su Encarnacin lo obrado por las

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    tinieblas.XXXIX.- Los ngeles tienen fija su mirada en el rostro de Dios, y siempre estn listos para cumplir suvoluntad.XL.- Dios conoce las obras de los santos y no las deja en el olvidoXLI.- Los santos espritus tienen un sentir unnimeXLII.- Dios lanza a la tierra rayos y truenos por los juicios de los ciudadanos del cielo, y aterroriza a los

    prevaricadores de su ley con carestas, pestilencias y guerras.XLIII.- A cada juicio de Dios los ngeles repiten sus alabanzas.XLIV.- Juan en el Apocalipsis sobre esta cuestin.XLV.- Los ngeles alaban las buenas obras de los hombres, y Dios quiere ser alabado por los ngeles ypor los hombresXLVI.- Ningn hombre puede conocer todos los misterios de Dios, as, algunos de los espritus celestesque estn en presencia de Dios han sido nombrados por los profetas, otros no.XLVII.- Pablo sobre esta cuestinXLVIII.- Cuando los hombres perseveran en el bien y viven en santidad, la difusin de sus buenas obrasva ms all del corazn humano.XLIX.- En las moradas celestiales que les procuraron sus santas obras, estn las almas de los santos.L.- Las almas de los santos desean recobrar sus cuerpos.LI.- Las almas de los santos no recobrarn sus cuerpos antes del trastorno de los elementos.

    LII.- La justicia con la virginidad en Cristo lucha contra el diabloLIII.- Las iniquidades diablicas se oponen a Cristo y a la Iglesia, y sin embargo no prevalecernLIV.- La Encarnacin virginal de Cristo ilumina al mundo como el sol.LV.- La Iglesia es un signo de victoria contra la antigua serpienteLVI.- El Verbo de Dios encarnado, que es uno con el Padre, ense el bautismoLVII.- Los fieles siguen al Hijo de Dios que ensea las cosas celestiales.LVIII.- Cualquier fiel, siguiendo a Cristo, destruye las obras de las tinieblasLIX.- Las almas que imitaron a la antigua serpiente y se quedan con ella en la infelicidad de la muerte,culpan a AdnLX.- En los tormentos infernales no existe ninguna esperanza de gozoLXI.- Los espritus diablicos huyen avergonzados de DiosLXII.- El antiguo enemigo concibe muchos vicios con que engaar a los elegidos de DiosLXIII.- El diablo induce los hombres a no adorar a Dios, sino a los dolos.

    LXIV.- Los que quieran ser felices adoren a Dios que est en los cielosLXV.- Palabras del Salmista acerca de estoLXVI.- En la Incredulidad hay todo gnero de viciosLXVII.- El Amor Mundano, su comportamiento y su sentidoLXVIII.- La Petulancia, su comportamiento y su sentido.LXIX.- La Diversin Vana, su comportamiento y su sentidoLXX.- La Dureza de Corazn, su comportamiento y su sentidoLXXI.- La Pereza, su comportamiento y su sentidoLXXII.- La Clera, su comportamiento y su sentido.LXXIII.- Palabras de JacobLXXIV.- La Necia Alegra, su comportamiento y su sentidoLXXV.- El Celo de Dios, su aspecto y su sentidoLXXVI.- Penas de purificacin de las almas de los que pecaron de Amor Mundano, razn del castigo

    LXXVII.- Estas penas producen la purificacin en las almas que los que lo merecieron en vida gracias ala penitencia.LXXVIII.- Las almas que estn en el recuerdo de la santa eternidad, se purifican, mientras las que estnen el olvido quedarn en el olvido.LXXIX.- De qu manera los hombres haciendo penitencia puedan castigar en ellos mismos el pecado deAmor Mundano, segn la sentencia de los jueces y segn la entidad del pecado.LXXX.- Se aprueba la penitencia indicada por el sacerdoteLXXXI.- El Amor Mundano ni teme a Dios ni le quiereLXXXII.- Palabras de SalomnLXXXIII.- Penas de purificacin de las almas que pecaron de Petulancia, razn del castigoLXXXIV.- De qu manera los hombres, haciendo penitencia, puedan borrar en su cuerpo los pecados dePetulanciaLXXXV.- La Petulancia, que no tiene estabilidad, es vanidad de vanidades

    LXXXVI.- Los hombres que fueron llamados divinos han muerto, en cambio la fortaleza de la santidadno disminuir.

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    La Diversin VanaLXXXVII.- Penas de purificacin de las almas que pecaron de vana y desenfrenada Diversin, razn delcastigo.LXXXVIII.- De qu manera los hombres haciendo penitencia puedan castigar en ellos mismos el pecadode la Diversin Vana.LXXXIX.- Quien va descaradamente en busca de la Diversin Vana, encamina el alma a la vanidad y a

    la mentira.XC.- Cualquier cosa que se investiga sin Dios, est destinada a la destruccin.La Dureza de CoraznXCI.- Penas de purificacin de las almas de los que pecaron de Dureza de Corazn, razn del castigoXCII.- De qu manera los que pecan de Dureza de Corazn pueden juzgar en ellos mismos este pecadoXCIII.- La Dureza de Corazn, no tiene misericordia, ni caridad, ni buenas obras, ni quiere dejarseablandar por la razn.La PerezaXCIV.- Penas de purificacin de las almas de los que pecaron de Pereza, razn del castigoXCV.- De qu manera los hombres haciendo penitencia puedan castigar en ellos mismos el pecado dePerezaXCVI.- La Pereza no resplandece en el temor de Dios.La Clera

    XCVII.- Penas de purificacin de las almas de los que pecaron de Clera con odio, razn del castigoXCVIII.- Penas de purificacin con las que son castigadas las almas de los que pecaron de Clera sinodio, razn del castigo.XCIX.- Penas con las que son purificadas las almas de los que, cuando vivan, en su furor perpetraron unhomicidio, razn del castigoC.- Penas de purificacin de las almas de los que, cuando vivan, cometieron homicidio por avaricia,razn del castigoCI.- Penas con que se purifican las almas de los que mataron a sus agresores para no ser matados y elporqu de estas penas.CII.- Penas de purificacin de las almas de los que cometieron un homicidio sin saberlo, y comocumplirlasCIII.- Penas a las que son sometidas las almas de los que, cuando vivan, mataron a otros hombres porenvenenamiento o de algn otro modo sin derramar sangre, y porqu sufren por esto.

    CIV.- Penas de purificacin de las almas de los que han extinguido la vida humana que germinaba enellos y han matado a los nios ya nacidos, y razn del castigo.CV.- Las almas de los que se dieron muerte a s mismos estn en la Gehenna, sometidas a los supliciosdel homicida.CVI.- Los hombres que se castigan por sus transgresiones mientras estn en vida, haciendo penitenciacon cilicio, azotes y ayunos, pueden borrar los actos de clera cometidos con odio.CVII.- Los hombres que experimentaron Clera sin odio deben castigarse para no incurrir en las penasconsiguientes.CVIII.- La Clera, que est en cierto modo en el corazn del diablo, desea revolver las cosas del cielo.CIX.- Los que cometieron homicidio ciegos de Clera deben castigarse haciendo penitencia conrigurosos ayunos y azotes, evitando tambin durante cierto tiempo la luz del da.CX.- El que mata a un hombre por avaricia, castigue su cuerpo con ayunos y latigazos, evitando durantecierto tiempo el contacto con los hombres.

    CXI.- Quien mate a un hombre que quiso matarlo, previendo su muerte, castguese con penitencia yayunos adecuados, menos severos, sin embargo, que los precedentes.CXII.- Quien llev a un hombre a la muerte sin saberlo, purifquese haciendo penitencia con ayunos,pero o menos severosCXIII.- Quien mat a un hombre envenenndolo o de algn otro modo sin derramar sangre, afljase enpenitencia con rigurosos ayunos, azotes y cilicio, incluso evite por algn tiempo el contacto con loshombres.CXIV.- Las mujeres que destruyen la vida humana que germina en ellas, acepten como penitencia ayunosy azotes.CXV.- Los que lleven a la muerte a sus hijos nacidos, afljanse con seversimos ayunos, azotes y sperosvestidos, haciendo penitencia en la angustia de la soledad.CXVI.- Quien se da la muerte a s mismo, se ha destruido completamente sin consueloCXVII.- En cualquier penitencia que imponga un juez, debe considerar las caractersticas de la persona

    CXVIII.- Dios, que todo cre, no quiere gozar solo de su gloria. A su proyecto no puede oponerse nadie.CXIX.- En contraposicin a los pecados que el hombre pudo cometer, el Hijo de Dios soport en su

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    cuerpo muchos sufrimientos, y tom sobre s tambin los pecados de los penitentes.CXX.- Aunque el homicidio sea el peor mal entre los males, sin embargo en la penitencia el homicida serescata por las heridas traspasadas de CristoLa Necia AlegraCXXI.- Penas de purificacin de las almas de los que pecaron de Necia Alegra, razn del castigo.CXXII.- De qu manera los hombres puedan castigar en s mismos haciendo penitencia el pecado de

    Necia AlegraCXXIII.- Palabras del salmista acerca de estoCXXIV.- Cuando las almas de los que hacen penitencia en este mundo no se purifican plenamente,separadas de sus cuerpos se examinan de las penas que han merecido

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    COMIENZA EL LIBRO DE LOS MRITOS DE LA VIDAREVELADOS POR LA LUZ VIVIENTE A TRAVS DE UNASIMPLE MORTAL

    Esto me pas a m, una simple mortal, el noveno ao despus que la aparicinverdadera me manifestara revelaciones autnticas por las que padec durante diez aos.Me pasaba desde el primer ao, desde que esa aparicin se me manifestara paraexplicarme las cualidades de las diversas naturalezas de las cosas creadas, yrespuestas y consejos para muchas personas tanto de rango distinguido como inferior,y la sinfona armnica de las revelaciones celestes, y escritos e incluso una lenguadesconocida (*) con algunas otras explicaciones. En ese tiempo, despus de las dichasvisiones, me quedaba luego una debilidad intensa y una molesta y grave pesadez delcuerpo. Y as durante ocho aos. Cuando cumpl los sesenta tuve una poderosa yadmirable visin por la que tambin padec durante un quinquenio. As pues, el ao en

    que cumpl los sesenta y uno, que es el 1158 de la Encarnacin del Seor, reinandoFederico como Emperador de Romanos, por desgracia para la Sede Apostlica, o unavoz del Cielo que me deca: T, a quien desde la infancia se ha dado el don de larevelacin verdadera, no corporal sino espiritual, por el Espritu del Seor, transmite lascosas que ahora ves y oyes. Verdad es que al principio de tus visiones se temanifestaron algunas cosas a modo de leche espiritual, pues unas se te desvelaron comoalimento suave y ligero, pero luego otras te fueron manifestadas como alimento slidoy perfecto. Ahora habla, no desde ti sino desde M, y escribe desde M y no desde ti.Y al igual que me haba sucedido en visiones anteriores, siendo testigos aquel hombre yla nia que me asista (*), yo hubiera deseado ocultarme y que nadie me hallara, perome puse a escribir. Y de nuevo o la voz del cielo que me hablaba y me instrua.

    (*) Alude a algunas de sus obras,(**) Se refiere al monje Volmar, secretario y copista, y otra monja, quizs Richardisvon Stade, quienes la ayudaron a escribir el Scivias y el Libro de las Obras Divinas, y aquienes tambin cita en los Prlogos de dichas obras.

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    PRIMERA PARTEEL HOMBRE MIRA AL ESTE Y AL SUR

    Vi un Hombre (*) tan alto que alcanzaba la cumbre de las nubes del cielo y llegabahasta las profundidades del abismo, de tal forma que sus hombros estaban encima de lasnubes en el ter serensimo; de los hombros a los muslos, estaba bajo las nubes en otranube blanca; de muslos a rodillas, estaba en el aire de la tierra; de rodillas a pantorrillasestaba en la tierra, y de pantorrillas para abajo, hasta las plantas de sus pies, estaba enlas aguas del abismo, de tal modo que tambin estaba en pie sobre el abismo. Estabavuelto hacia el Este de modo que miraba al Este y al Sur.Su rostro brillaba con tal resplandor que yo no poda mirarlo detalladamente. En suboca haba una nube blanca que pareca una trompeta, llena de sonidos que emitavelozmente. Cuando el Hombre sopl, el aire emiti tres vientos, de los cuales,unollevaba una nube ardiente, otro una nube tempestuosa, y el tercero una nuberesplandeciente. Es decir que cada viento llevaba una nube sobre s.El viento con la nube ardiente permaneci quieto ante del rostro del Hombre. Los otrosdos, con su nube, bajaron hasta su pecho y all desplegaron sus vientos. Y el viento quepermaneca delante de su rostro, se extendi con su nube de Este a Sur. En aquella nubeardiente haba una gran muchedumbre de seres vivos, ardientes, los cuales eranunnimes en su voluntad y tenan su vida en plena unin. En su presencia haba unamesita llena de plumas por todas partes, que volaban segn los preceptos de Dios,cuando laselevaban los mandatos de Dios. En ella, la ciencia de Dios haba escritociertos arcanos, y esta muchedumbre fij con afn sus miradas en aquella mesita. Ycuando miraron estos escritos, se les di la virtud de Dios de modo que en adelante

    tocasen en unnime armona la trompeta que sonaba con toda clase de msicas.El viento que llevaba la nube tempestuosa antes citada, la llev consigo del sur al oeste,de modo que la longitud y la anchura de la nube pareca una calle que por susdimensiones no poda comprender la mente humana. En la nube haba una inmensamuchedumbre de santos; todos tenan espritu de vida y nadie podra contarlos. Susvoces resonaban como aguas de un torrente y decan: Ocupamos estas moradas segnla apacible voluntad de quien hace manar este viento. Pero cundo recobraremosnuestros cuerpos? Slo cuando los tengamos, podremos alegrarnos ms que ahora.La muchedumbre que estaba en la nube ardiente contest con voz de alabanza,diciendo: Cuando la Divinidad tome su trompeta, arrojar relmpagos, truenos y fuegoardiente sobre la tierra y mover el fuego que est dentro del sol, de modo que toda la

    tierra tiemble. Esto pasar cuando Dios quiera revelar sus grandes seales. Y entoncesllamar a todos los pueblos del mundo con su trompeta en todas las lenguas. Y todoslos que tienen escritos sus nombres recibirn entonces sus cuerpos.El viento que tena encima la nube resplandeciente se extendi con esta nube del Este alNorte. Unas tinieblas espantosas y de gran densidad que venan del Oeste seextendieron hacia la nube resplandeciente con gran densidad y horror, pero no podanpasar ms all de la nube resplandeciente. En la nube aparecieron el sol y la luna; habaun len en el sol y un carnero en la luna. El sol resplandeci sobre el cielo y en el cielo,y en la tierra y bajo la tierra, y as avanz al salir y regres al ocaso. Pero cuando el solavanz, el len avanz con l y arrebat, saque, despedaz y desgarr muchas presas.Cuando el sol declin, el len se retir con l, y manifest su alegra con muchos

    rugidos. La luna en la que estaba el carnero, sigui al sol en la ascensin y en el ocaso,y con ella el carnero, y el viento sopl y dijo: La mujer preada parir y el carnero

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    luchar contra el Norte. (**)En las mencionadas tinieblas haba una innumerable muchedumbre de almas perdidasque se alejaban de los que cantaban el himno de alabanza en el Sur, porque no querantener ninguna relacin con ellos. Su gua llevaba el nombre de Seductor, porquesiguieron las acciones del que derrib Cristo y ya no tiene poder. Y todos ellos se

    lamentaban a gritos, diciendo: Ay, ay, horrorosas y perjudiciales obras, que nosquitaron la vida y nos llevaron a la muerte!Entonces vi venir una nube del Norte que se extenda hacia estas tinieblas Estaba vacade todo gozo y felicidad ya que ni la haba tocado el sol con sus rayos, ni se habaexpuesto a l, pero estaba llena de malos espritus que vagaban de aqu para all ymaquinaban trampas para los hombres, pero se avergonzaban cuando pensaban en elHombre antes mencionado.Y o que la serpiente antigua deca para s: emplear toda la fuerza de mi energa enpreparar mis fuerzas y luchar contra mis enemigos tanto cuanto sea capaz. Y verti subaba llena de impurezas y vicios sobre los hombres. Y con el mayor escarnio lesanimaba diciendo: Bah! Se llaman soles por la luz de sus obras, pero les har ser

    dainos, oscuros y horribles en las tinieblas, y exhal de su boca una niebla repulsiva,que cubri la tierra como el humo ms negro. Entonces unos rugidos fortsimosretumbaron en la niebla, diciendo: Nadie debera adorar a otro dios a menos que lo veay conozca. Por qu el hombre debera honrar a quien no conoce?Vi en esta niebla muchas imgenes de vicios y observ siete de ellos de la manerasiguiente:

    (*) Este Hombre que aparece en cada visin, es Dios.(**) El Norte acoge en s al ser malvado que se contrapone a Dios, por sentencia delms justo de los jueces.

    LA PRIMERA IMAGEN

    La primeraimagen tena aspecto humano y el color como un negro de Etiopa. Estabadesnudo y tena sus brazos y piernas alrededor de un rbol enorme con muchas ramas,lleno de toda clase de flores diferentes. Cogi las flores y las sostuvo en sus manosdiciendo:

    I. PALABRAS DEL AMOR MUNDANO

    Mos son todos los reinos del mundo con sus flores y ornamentos. Por qu debera yomarchitarme cundo tengo toda esta fuerza vital en mis manos? Por qu deberaenvejecer cundo podra florecer en el frescor de la juventud? Por qu deberaconvertir en ceguera mi hermosa vista? Si esto pasara, yo debera avergonzarme.Disfrutar mientras pueda de la belleza de este mundo, quiero abarcarla con deleite. Nos lo que es la otra vida, y las fabulas que oigo no significan nada para mi.Apenas termin de hablar, el rbol se sec hasta las races y se precipit en las tinieblasde las que he hablado, y la figura cay con l.

    I I . RESPUESTA DEL AMOR DIVINO

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    O que una voz de la nube tempestuosa responda a esta imagen:Tu ests en la mayor ignoranciasi crees poder tener la vida plena en una chispa deceniza. No buscas una vida verdadera donde no se marchite la belleza de la juventud yno la desgaste la vejez. No tienes luz, estas rodeado por una niebla negra y te precipitascomo un gusano en el deseo del hombre. Vives solo un momento y te secas enseguida

    como el heno, y as caes en el lago de perdicin con todo lo que abarcas entre tuslmites, como lo que t llamas flores.Sin embargo yo soy una columna de la armona celeste. Doy todas las alegras de laverdadera vida. No rechazo la vida, pero aplasto lo que la perjudica, por eso para t solotengo desprecio. Soy el espejo de todas las virtudes en el cual todo creyente se examinaclaramente, mientras tu corres por los senderos de la oscuridad, y tus manos sloproducen rebeliones.

    LA SEGUNDA IMAGEN

    La segunda imagen pareca un perro acostumbrado a la caza, alzado sobre sus patastraseras, con las delanteras apoyadas en un bastn derecho, mientras alegremente movasu cola. Y dijo:

    II I. PALABRAS DE LA PETULANCIA

    Qu impide la alegra del hombre que es capaz de moverse a la risa conmenudencias? La esencia del aliento del alma es hermosa y muestra tambin sunaturaleza melodiosa. Qu sera el hombre que solo tuviera sensaciones de muerte?Nadie! Por lo tanto divirtmonos mientras podamos.

    IV. RESPUESTA DE LA DISCIPLINA

    De nuevo o una voz que venia de la nube tempestuosa que responda a la figura:T, impo total, tu miserable comportamiento es semejante al de un bromista rebosantede viento inestable, y en tu diversidad te pareces a los gusanos que excavan en la tierra.Cuando los hombres te ven, estn de acuerdo contigo ya que corres siempre a suencuentro alegremente como un perro, y as les persuades de hacer solamente lo quedesean. Pero realmente tus palabras son ociosas y criminales porque daan su corazn.

    Conviertes tu capricho en ley y con ellas capturas a los hombres.Yo sin embargo, llevo cinturn de santidad y capa de honestidad; soy elacompaamiento honorable del matrimonio real que muestra con alegra el linaje de ladisciplina que centellea con los ornamentos de la justicia.

    LA TERCERA IMAGEN

    La tercera imagen tambin pareca un hombre, salvo que tena la nariz retorcida, manoscomo garras de oso, y pies como un grifo. Tena el pelo negro y llevaba puesta una ropaplida. Y dijo:

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    V. PALABRAS DE LA DIVERSIN VANA

    Mejor es divertirse que estar triste, la diversin no es un delito. Todos los que conocena Dios se alegran y cantan. El cielo se alegra en todas las criaturas Por qu no deberayo estar alegre tambin? Si slo llevara tristeza a mi prjimo, sentiran aversin y

    huiran de m. Por lo tanto, no lo har. Me dedicar a muchos tipos de diversin paraque todos se alegren conmigo. Dios cre el aire que me trae sonidos agradables y queme entrega las flores fecundas que satisfacen mi vista., por qu no debera deleitarmecon ellos? Incluso los hombres se entretienen con los animales, y los animales con loshombres. Y as debe ser.

    VI. LA RESPUESTA DE LA MODESTIA

    De aquella nube tempestuosa o otra vez una voz que responda a esta figura: Eres unidlatra que slo hace su propia voluntad, y eres como un sonido muerto, salido de

    manos humanas. Tienes la voluntad de un humano y de una bestia, y tus costumbresson tanto humanas como bestiales. Como tus acciones son como las de los mortales, tucomportamiento parece ms de muerto que de vivo ya que cualquiera que tenga tanardiente deseo, se incendia en las sendas de la vanidad.Sin embargo, yo me avergenzo de tales cosas y me protejo bajo las alas de losQuerubines; aprendo los misterios de Dios en los escritos y en sus decretos y estoylleno de vida celestial. Miro con ojos de inocencia y busco la honestidad de miscostumbres segn la voluntad de Dios. T, sin embargo, huyes de la voluntad de Diosen la ceguera de tu ignorancia.

    LA CUARTA IMAGEN

    La cuarta imagen tena la estatura de un hombre, y era como humo espeso, pero notena miembros humanos, excepto ojos negros muy grandes. Esta figura ni suba, nibajaba, ni se desviaba movindose, sino que permaneca inmvil en las tinieblas antesmencionadas. Y dijo:

    VII. PALABRAS DE LA DUREZA DE CORAZN.

    No he creado nada, a nadie hice existir. Por qu debera trabajar y desgastarme? Asque no lo har; no quiero trabajar para nadie, excepto si puede ser til para m. Dios quelo cre todo que se ocupe de cuidarlo, porque si soy afable con alguien y les preguntopor sus asuntos, qu beneficio me produce? No voy a hacer nada, ni bueno ni malo. Ysi estoy siempre ocupado en ser compasivo, qu tranquilidad me produce? Qu tipo devida tendr si presto atencin a toda la gente feliz y triste? Me cuidar de m mismo yque cada uno cuide de si mismo.

    VIII. RESPUESTA DE LA MISERICORDIA

    De nuevo o desde la nube tempestuosa una voz que contestaba a esta imagen: Oh,corazn de piedra!, qu dices? Las plantas con flores ofrecen su aroma, y la piedra

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    emite su humedad. Toda la creacin muestra su plenitud de algn modo. Todas lascriaturas sirven al hombre y hacen este servicio de buena gana. T, sin embargo, noeres bastante digno de tener forma de ser humano, slo sale de ti una mirada cruel, sinmisericordia; eres como humo amargusimo, ennegrecido por la maldad.Pero yo soy una planta con toda la suavsima fuerza vital que crece en el aire y en el

    roco. Mis entraas estn tan repletas que puedo ayudar a los dems. Estuve presente enaquel Fat del que descendieron todas las criaturas que sirven al hombre. Pero t enaquella ocasin fuiste excluido. Con mis ojos veo toda necesidad y la hago ma. Ayudoal abatido a recobrar el nimo, porque soy como blsamo para el dolor, y mis palabrasson las adecuadas Pero t solamente eres humo amargo!

    LA QUINTA IMAGEN

    La quinta imagen tena algo as como una cabeza humana, salvo que su oreja izquierdaera una oreja de liebre, tan grande que cubra su cabeza entera. El resto de su cuerpo

    pareca el de un gusano sin huesos, enroscado en su agujero como un nio envuelto ensu ropa. Y dijo con voz temible:

    IX. PALABRAS DE LA PEREZA

    No quiero ofender a nadie para no verme privado yo tambin de consuelo o ayuda.Porque si ofendo a alguien, podra arruinar mi propia existencia y no tendra ningnamigo. Honrar al noble y al rico y no prestar ninguna atencin al santo ni al pobre yaque ellos no pueden beneficiarme de ningn modo. Solo quiero ser agradable a todospara no sufrir, porque, si atacara a alguien, podran devolverme el golpe con fuerza. Ysi yo hiciera a alguien un pequeo mal, pronto me devolvera uno ms grande. Mientrasviva con los hombres quiero vivir en paz. Tanto si hacen mal como si hacen el bien,callar. Igualmente, a veces es mejor mentir y engaar que decir la verdad. Es tambinmejor para m ganar algo que perder; es mejor huir del fuerte que luchar contra l.Qu ganara si comenzase algo que no pudiera terminar? Aunque los vencedores y lossabios se burlan de m, ellos tienen slo lo que les viene, yo sin embargo, elijo mipropia casa. Los que dicen la verdad frecuentemente, dejan escapar cosas buenas, y losque combaten, a veces mueren.

    X. RESPUESTA DE LA VICTORIA DIVINADe nuevo o una voz de la misma nube tempestuosa que respondi a la figura: Tuprimera equivocacin fue cuando levantaste tu voz contra Dios y no quisiste imitar a lajusticia. Y as has vagado errante en compaa de tu terrible insensibilidad separndotede la justicia, has engaado a la gente cuando tenas circunstancias favorables. Notienes nada de integridad.Yo sin embargo, sostengo la espada de las virtudes ms fuertes de Dios, y con ellapuedo eliminar toda injusticia. Te golpear en la mandbula con mi espada. Endurecermi corazn contra ti porque eres como ceniza de ceniza. Me asegurar de que los quequieran reunirse contigo sean pocos y escasos. No quiero vivir en la ceniza ni en las

    vanas mentiras del mundo, deseo por el contrario llegar a la fuente de agua viva. Luchocontra la antigua serpiente y destruyo todas sus defensas con el misterio de las

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    Escrituras de Dios, con las que siempre atacar en mi lucha contra el diablo. Por estarazn siempre morar con el Dios verdadero.

    LA SEXTA IMAGEN

    La sexta imagen tena cara de hombre, excepto que su boca era como de escorpin ysus ojos estaban tan deformados que lo blanco era ms grande que las pupilas. Susbrazos parecan de hombre, pero sus manos estaban retorcidas y tenan garras largas. Supecho, vientre y espalda, parecan los de un cangrejo. Sus patas parecan de langosta ysus pies eran como vboras. Estaba entrelazado dentro de una rueda de molino que dabavueltas, de modo que se sujetaba con sus manos a los radios superiores, y con sus pies alos inferiores. No tena pelo en su cabeza y estaba desnuda. Y profiri por su boca estaspalabras como antorchas ardientes:

    XI. PALABRAS DE LA CLERA

    Yo pisoteo y abato todo lo que me ofende. Por qu debera soportar una ofensa? Elque no quiera que le haga nada que tampoco me lo haga a m. Herir con mi espada ygolpear con mi bastn a quien quiera afrentarme.

    XII. RESPUESTA DE LA PACIENCIA

    Y otra vez o una voz desde la nube tempestuosa, que contestaba a esta figura: Mi vozse oy en las alturas, mi voz alcanz la tierra y destil blsamo sobre ella. T eres unautentico fraude que bebe sangre y siempre ests en el Norte. Pero yo soy la fuerza vitaldel aire dulce que produce las flores y frutos de todas las virtudes; construyosolidamente en las mentes de los hombres y acabo todo que comienzo, ya que soyconstante. No pisoteo a nadie, soy tranquila y nadie me condena. Pero si t eriges unatorre, con una palabra la destruir, la despojare y la dispersar. T sers destruido, peroyo permanecer eternamente.

    LA SPTIMA IMAGEN

    La sptima imagen pareca un hombre desde la cabeza hasta los lomos, salvo que susmanos parecan de mono. De lomos para abajo pareca una cabra. Pero sus pies estabantan escondidos en las tinieblas antes mencionadas que no poda verlos completamente.No llevaba puesta ninguna ropa y estaba completamente desnuda. Y dijo:

    XII I . PALABRAS DE LA ALEGRA NECIA

    Tengo una vida dulce y hermosa. Por qu debera abstenerme de ella? Dios me dioesta vida. Porque motivo no voy a dar placer a mi carne? Del mismo modo que elcobre es primero muy duro y tiene color negruzco, pero luego brilla como el oro, si hay

    alguna suciedad en mi carne, yo no soy culpable. Hay muchas personas que vivensencillamente en la ceguera y no saben lo que hacen, pero conozco esta vida y quiero

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    vivirla plenamente.

    XIV. RESPUESTA DEL DESEO DE DIOS

    Y otra vez o desde la nube tempestuosa una voz que contestaba a esta imagen y deca:T, ser desnudo, por qu no te ruborizas, ya que consideras como vida real el ciego ymudo vegetar en la oscuridad de la noche? Con tus acciones violas la justicia y laverdad. No vives una vida racional. Yo sin embargo llevo una vida mundana tan seca yrida como el heno, porque mi anhelo apunta a otras cosas que nunca me faltarn.Conservo en m la armona divina y la alegra anglica y espiritual y no me harto deellas porque con ellas hice alianza y de ellas nunca me separar.

    Y vi que el Hombre antes mencionado tena agarrada por la empuadura una espadadesenvainada que tena tres filos; comenz a balancearla de un lado a otro, para herir, y

    dijo:

    XV. PALABRAS DE LA ESPADA

    La espada dijo: Tengo el mayor celo contra el Norte y contra todos sus habitantes.Quin puede superarme y abatirme? Nadie! Porque no estoy formado de materia. Elhombre y la mujer no me han procurado la existencia, pero juzgo sobre todas las obrasconcebidas. Dios form al hombre del barro de la tierra, y cuando complet todos sustrabajos vio al hombre como quien mira un espejo.

    XVI. LOS INFIELES NO SON CONOCIDOS Y LAS OBRAS DE DIOSPERMANECEN VIGENTES

    Entonces o que una voz del cielo deca: Quin es capaz de enumerar las obras deDios? Y cuntos seres viven en el reino de Dios? Quines son, y de qu clase son?Cuntos hablan entre s y extienden la oscuridad del cisma, de modo que buscan a sudios en el Norte y le veneran, de tal manera que, segn sus propias y perversasvoluntades, escudrian y destrozan las cosas honestas creadas por Dios?Ellos reconocen lo que tienen en sus corazones diciendo: esta vida es buena, aquellavida es mala. Creen que saben ms que Dios, pero no saben lo que hacen. Los trabajos

    que Dios realiza en el hombre permanecen durante la vida eterna, segn muestran laspalabras de Ezequiel cuando escribe sobre las cuatro criaturas.

    XVII. PALABRAS DE EZEQUIEL

    En cuanto a la forma de sus rostros, era una cara de hombre, y los cuatro tenan carade len a la derecha, los cuatro tenan cara de buey a la izquierda, y los cuatro tenancara de guila.(Ezequiel 1,10). Significa lo siguiente.El hombre es obra de Dios y nicamente de Dios. La cara del hombre significa lapiedad de Dios, que da sensibilidad al hombre. La cara del len es la virtud de Dios que

    da la razn al hombre. Est a la derecha, ya que la piedad y la virtud de Dios son encierto modo las alas que anuncian la grandeza de las buenas obras que se hacen por

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    divina inspiracin.La cara del buey proclama el sacrificio de Dios con el cual muestra al hombre cmodebe ofrecerle sacrificios. Est a la izquierda, ya que ciertos sacrificios defectuosos seapartan, ya que unos sacrificios se aceptan y otros se rechazan. De manera similar, unapersona que ofrece su voluntad a Dios medita sobre los asuntos celestiales pero todava

    atiende a los terrenales. Sin embargo, Dios atrae al hombre hacia s durante el sacrificioy luego le da dones, para que pueda ofrecerse a Dios como ofrenda.La cara de guila prefigura la ciencia de Dios que da al hombre la capacidad dereconocerle y el conocimiento segn la voluntad de Dios. Estas virtudes actan en elhombre como un poder tremendo, le dan la vida que nunca termina; inspiran todas lascosas, se ven en todas partes, y aparecen en el hombre como estrellas en el firmamento.

    XVIII. EL HOMBRE NO PUEDE CALCULAR QUIENES HABITARN ENLAS MORADAS CELESTIALES Y QUIENES, SEDUCIDOS, HABITARNCON EL DIABLO.

    Aunque el hombre tenga mucho conocimiento, ninguna persona puede enumerar lasobras de Dios, ni saber el nmero de los que poseern el reino de los cielos. Lo mismoque las maravillas de Dios son innumerables, as tambin son innumerables los que consus buenas obras alcanzan las moradas celestiales. Del mismo modo, los que han sidoseducidos por las tentaciones del diablo son incalculables y morarn con el diablo.Dios, sin embargo, sabe el nmero de todo.

    XIX. HAY MUCHOS SECRETOS EN DIOS, QUE NO REVELA A NADIE.

    Sin embargo, hay muchos, muchos secretos en Dios, que l no revela a nadie, exceptoparcialmente, segn lo que le complace y lo que l desea. Solo l sabe todo, contienetodo y mantiene todo lo que hace. l conserva todas las cosas segn el plan de sugracia. Incluso el hecho de esta visin lo atestigua.El Hombre tan alto que alcanza la cumbre de las nubes del cielo y se extiende hasta lasprofundidades del abismo representa a Dios.

    XX. POR QU SE PUEDE LLAMAR HOMBRE A DIOS

    De este llamado Hombre se puede decir con justicia que por l existen todas lascosas y de l procede todo. Este es aquel Hombre de quien dice el profeta:

    XXI. PALABRAS DEL PROFETA ISAIAS

    El Seor sale como un hroe, como un guerrero despierta su furor, grita y vocifera,contra sus enemigos se muestra valeroso. (Isaas 42,13). Cuyo sentido es:Antes del principio de tiempo, el Seor, con gran fuerza y poder di vida a toda clasede criaturas. La vida que cre contena en s misma el germen frtil para lamultiplicacin de todas las criaturas.

    Y cre todas las cosas completamente buenas, segn el plan que haba trazado desdesiempre, y aadi el armazn de todas las virtudes para que nada careciera de ellas. Y

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    tambin luch con pleno poder contra sus enemigos, que con soberbia visceral, cuandoven una escalera tratan de subir y cuando encuentran una silla tratan de sentarse. Estoes lo que inspira sus obras, y as, al tiempo que se desvanecen, caminan a ladestruccin.En cuanto al guerrero que despierta su furoren la plenitud de sus obras, significa el

    fuego ardiente de los coros anglicos, que expulsaron al enemigo cuando ste trat decubrir el cielo con la oscuridad de mal. Y como consecuencia de la fortsima voluntadde Dios, en la alegra que se origin por la victoria, los coros anglicos gritaron en vozalta, diciendo: Quin como Dios? Con este clamor que pareca un vientotempestuoso, toda la milicia celestial anunciaba que el enemigo haba sido abatido y sealegraban porque ya no habra ms lucha en el cielo. As el antiguo enemigo cay en laoscuridad, desprovisto de luz y de la alegra de vivir, pero prepar su aljaba y susflechas para luchar contra la voluntad de aquel hroe.El mismo Hombre tambin triunf de sus enemigos con otra diferente obra suya, esdecir por una obra que se pareca a l, por el hombre creado por l, y con este podercomenz a luchar de nuevo contra las flechas y la maldad de su astuto enemigo.

    XXII. DIOS LUCHAR OTRA VEZ CON EL ANTIGUO ENEMIGO, COMOHIZO EN EL CIELO, Y LO DESTRUIR COMPLETAMENTE.

    Despus, el Verbo que se hizo carne enarbol su estandarte, y la batalla durar hastaque se complete el nmero de hermanos, es decir de los santos. Con los ms fuertesenfrentamientos este Hombre luchar contra el enemigo como ya haba luchado contral antes en el cielo, y lo destruir completamente, porque aquel se sustenta sobre el ociode los pecados y se basa en la perfidia y la maldad. Quin no tenga parte en esto, estbendito y su felicidad no terminar nunca.

    XXIII: EL HOMBRE PUEDE HABLAR SOBRE LO QUE HAY ENTRE SUNACIMIENTO Y SU MUERTE, PERO IGNORA LO QU HUBO ANTES O LOQUE HABR DESPUS DE L.

    Las medidas de este Hombre son tan enormes que se extienden desde el principio de lacreacin hasta el fin de los siglos: pero la criatura humana solo puede hablar del tiempohasta que desaparece. Ignora lo que era antes o lo que vendr despus de l. Solo Diosno tiene principio ni final.

    XXIV. SOLO DIOS SABE LO QU HUBO ANTES DEL PRINCIPIO DELMUNDO.

    Los hombros de este Hombre estn encima de las nubes en el ter serensimo. Estosignifica que antes del principio del mundo solo l saba todas las cosas en el secreto desu resplandor divino. Dios est sobre todas las cosas y es sublime en todo, de forma queni los ngeles ni las almas de los justos pueden alcanzarlo completamente. Todas lascriaturas provienen de Dios mientras que l no tiene ningn principio y permanece soloen s mismo.

    l vive en s, tiene el poder en s, y sabe por s. Dios es el que vive, el que puede y elque sabe. Con estos tres poderes, todas sus obras son distintas y perfectas. Por eso todas

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    sus obras tienen la posibilidad de alcanzar su perfeccin al realizar su actividad.

    XXV. POR QU LA ETERNIDAD ES FUEGO, Y STE FUEGO ES DIOS, Y ESFUEGO EFICAZ.

    Dios es eterno, la eternidad es fuego, y en l est Dios. No es un fuego escondido, niuna llama callada, sino un fuego eficaz. La potestad de Dios est ms all de la mente yel entendimiento de todas las criaturas. l, dispone todo y gobierna todo en la claridadde sus misterios y secretos, como la cabeza rige todo el cuerpo. Y as Dios crea la vidaracional, es decir, ojos que ven, odos que oyen, narices que huelen, y la razn quepronuncia su discurso con la boca. Dios es la cabeza de todos los creyentes; sinembargo, no revela todo que est oculto en el misterio de su divinidad ya que en ltambin estn ocultos los arcanos de la vida. Igualmente, tambin por decisin suyahace que sus ministros ardan en su fuego (*),porque cualquier decisin suya, primerola cuenta antes de ejecutarla (**). As ocurre en Dios.

    En efecto, antes de la ley, representado por sus hombros, l mismo examin con elagua y el fuego a los hombres de antes de la ley, porque todava no deban ser probadospor ninguna otra legalidad. Ms tarde lo hizo conforme a la ley y los purific condiferentes y fuertes castigos, que complet ms tarde cuando l se hizo hombre ydestruy el poder del diablo. l ha purificado misericordiosamente a los hombres de sussrdidos pecados con su justicia verdadera, pues como dice el profeta:

    (*) Hebreos 1,7(**) Ams 3, 7: No hace nada el Seor Yahveh sin antes revelar su secreto a sus siervoslos profetas.

    XXVI PALABRAS DEL PROFETA ISAAS

    Su poder descansa sobre su hombro, (Isaas 9, 5), lo que significa lo siguiente.La justicia apareci por un hombre con el poder de Dios cuando Dios se hizo hombre,por lo cual, con la fuerza del poder de su hombro, destruy las obras del diablo yarruin el infierno. Y cuando l predic el bautismo por todo el mundo por medio desus apstoles, Dios llevo a termino la justicia para el hombre que, formado del barro dela tierra, se haba hecho mortal. Porque el hombre, cuando todava pareca el capullo dela primera flor, fue seducido por el diablo que abri sus entraas y vomit toda su

    suciedad, con lo cual marc a todos los hijos de los hombres al sembrar la semillavenenosa de la lujuria. Dios, sin embargo, form un cuerpo en la pureza de la Virgencon el calor del Espritu Santo sin la semilla venenosa recogida en la carne. Por lotanto, cuando Dios se hizo hombre, limpi a los hombres de toda la suciedad venenosadel diablo, porque este hombre limpio de pecado, salv a los pecadores purificando suspecados.

    XXVII. DESDE EL ORIGEN DE LAS CRIATURAS HASTA CRISTO SE HANMANIFIFESTADO ALGUNOS MILAGROS, PERO OTROS HAN QUEDADOOSCUROS.

    De sus hombros hacia abajo, hasta sus muslos, el Hombre est bajo las nubes, en otra

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    nube blanca. Significa que desde el nacimiento de las criaturas hasta su verdaderonacimiento, cuando en la tierra surgi la verdad, Dios hizo muchos milagros en lamagnificencia de su honor y en el secreto de su divinidad. Revel algunas cosas pormilagros, pero guard escondidas las que, por voluntad de Dios, permanecen claras ybrillantes en los misterios de la vida oculta del espritu para la ordenacin y proteccin

    de las almas santas. Pero es imposible aclarar todo esto a la comprensin humana.

    XXVIII. LA LEY ANTIGUA ERA SONIDO DEL VERBO, PERO NO ELVERBO.

    l, de sus hombros abajo, fund una milicia especial de hombres. Impuso lasprescripciones de la vieja ley, que se pareca al sonido de la Palabra pero no era laPalabra misma. El sonido de una palabra se oye antes que la palabra se entienda. Delmismo modo, la vieja ley era el sonido o la sombra de la Palabra hasta que apareciera laPalabra, es decir Cristo.

    XXIX. COMO EL CUERPO SE SUSTENTA EN LAS RODILLAS, ASI DIOSLLEVA TODA SU CREACIN.

    De los muslos a las rodillas, el Hombre est en el aire que circunda la tierra: Del mismomodo que todo lo carnal viene de los muslos y estos se apoyan y se mueven sobre lasrodillas, as tambin Dios lleva a todas las criaturas y las alimenta en el calor encendidoy en la humedad del aire en las que se basa y nutre la vida del cuerpo. Del mismomodo, un nuevo pueblo surge de la verdadera castidad y goza del consuelo (aunquesufra mientras est en la tierra) y se templa con la dulzura de los milagros y lasvirtudes. Cuando la Divinidad se uni a la Virgen por el aliento del Espritu Santo, laPalabra se dio a conocer en su humanidad, y revel la nueva ley por l mismo. Y as elsonido y la Palabra se convirtieron en uno, cuando la vieja y nueva ley se armonizaronen una.

    XXX. LA LEY ANTIGUA VIO IMPERFECTAMENTE, CASI EN SOMBRAS,PERO LA NUEVA VE ABIERTAMENTE. AS TAMBIN LAS ALMAS DELOS SANTOS NO TIENEN TODAVA EL GOZO PLENO, PORQUE SLOVERN CON PERFECCIN UNA VEZ RECOBREN SUS CUERPOS.

    La vieja ley era obscura pero la ley nueva se muestra abiertamente. De manera similarlas almas de los bienaventurados, como la ley antigua, privadas de sus cuerpos, notienen pleno gozo, ya que no ven todava perfectamente el rostro del Padre, pues serapara ellos imposible, porque algo partido por la mitad no puede ver ntegramente.Pero cuando reciban sus cuerpos y estn ntegros, vern lo ntegro en su plenitud y enadelante, como la nueva ley ve perfectamente lo que oscurecido no poda verse en laantigua, nunca cambiarn a nada diferente.

    XXXI. LA VOCACIN DEL NUEVO PUEBLO NO SE DERRUMBAR

    AUNQUE TENGA FATIGAS Y SUFRIMIENTOS.

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    Entre rodillas y pantorrillas, el Hombre est en la tierra. Puesto que las rodillassustentan a una persona y las pantorrillas dan fuerza a sus pies, as tambin Dios muevey refuerza todas las cosas y da la fuerza a la tierra para que sostenga y de fuerza a lascriaturas, y esta fortaleza es su sostn. As, la tierra se parece a las rodillas y pantorrillasde las criaturas, y las sostiene como el eje de la rueda de un carro. Dirige el agua de

    aqu para all, ya que si la tierra no se interpusiera entre el aire y el agua, el aire nopoda fluir encima del agua.Pero como la rodilla a veces se flexiona, pero la pantorrilla limita su movimiento, astambin la tierra es a veces conducida por el camino incorrecto por algunas de suscriaturas, de forma que no realice su tarea correctamente. La tierra, sin embargo, novacila porque el poder de Dios la restaura al camino adecuado.As tambin la vocacin del nuevo pueblo, manifestada al mundo entero por elEvangelio y reforzada por l, sufrir muchas penas y tribulaciones cuando sus rodillassean sacudidas por el Anticristo. Pero con la fuerza de sus pantorrillas, estos hombresno se derrumbarn ya que tienen su confianza en su cabeza, que es el Seor.Porque lo mismo que la cabeza, que estaba en la tierra sin pecado, se transform por la

    Pasin en alguien diferente de como era al principio, como si sus rodillas se doblaranpero sin disminuir nunca su fuerza, del mismo modo el seductor diablico flexiona devez en cuando a la Iglesia basada en la nueva ley. Pero tambin ella recuperar susfuerzas y seguir y permanecer invencible.

    XXXII. EN LAS REGIONES INFERIORES DEL ABISMO, AL IGUAL QUE ENLAS REGIONES SUPERIORES, EXISTEN MUCHAS COSASDESCONOCIDAS PARA EL HOMBRE

    Y de pantorrillas para abajo hasta las plantas de los pies, el Hombre est en las aguasdel abismo, de modo que est de pie en el abismo. Esto significa que la fuerza de Diosy su vida maravillosa estn escondidas, eso es lo que est simbolizado en las plantas desus pies invisibles. Y se refiere a aquellos misterios que no deben ser conocidos por elhombre, como lo que est en las aguas del abismo, porque muchas cosas que no sonconocidas estn en lo alto, de la misma forma, muchas de las que estn en el abismo nopueden ser conocidas por los hombres y tambin le confortan. l tambin gobierna yjuzga lo que hay en las partes inferiores que estn bajo su poder, y sus juicios alcanzanlos infiernos. No hay nada que no est bajo su poder.l est establecido fuertemente en sus misterios, puesto que Dios no los revelacompletamente a nadie. Dios est descansando durante el sptimo da de todo su

    trabajo, lo mismo que el hombre que est sobre la planta de sus pies.

    XXXIII. NINGN HOMBRE PODR SABER QU OCURRIR DESPUSDEL FIN DEL HIJ O DE LA PERDICIN

    Lo mismo que el Hombre esta asentado en las plantas de los pies, y as descansa y novacila, la vocacin del nuevo pueblo no estar en la fortaleza del Anticristo sinosiempre en los fines maravillosos de Dios que ningn hombre puede conocer, y no losabandonarn sino que los sabrn conservar hasta el fin de los tiempos conocidos porDios. Ya no vacilarn porque entonces toda la debilidad llegar a su fin. En efecto, lo

    mismo que nadie puede explorar el abismo, tampoco nadie puede saber el futuro quesiga al fin del hombre de perdicin. La sabidura ha hablado sobre estas cosas:

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    XXXIV. PALABRAS DE LA SABIDURA

    La altura del cielo, la anchura de la tierra, las profundidades del abismo: quin puede

    medirlas? (Eclesistico 1, 2) Significa lo siguiente:La esfera del mundo est movida por fuego, viento y aire, y todas las criaturas viven ensu interior. Como el cielo con todo su esplendor est en la parte ms alta de este globo,qu hombre podra penetrarlo nunca con una mirada?Tambin la amplitud de la tierra, con las aguas que corren alrededor y con las quecorren sobre el abismo, se encuentra en cierto sentido en el centro de esta esfera. Peronadie puede entenderlo. El abismo con todas sus cosas singulares est al final del globo.Y quin puede ll