Libro no 1196 el enfoque estratégico de la revolución y su relación a las cuestiones básicas de...

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¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular! 1 Colección Emancipación Obrera IBAGUÉ-TOLIMA 2014 GMM

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El Enfoque Estratégico de la Revolución y su relación a las Cuestiones básicas de Epistemología y Método. Avakian, Bob. Colección E.O. Octubre 25 de 2014. Biblioteca Emancipación Obrera. Guillermo Molina Miranda.

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¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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Colección Emancipación Obrera IBAGUÉ-TOLIMA 2014

GMM

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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© Libro No. 1196. El Enfoque Estratégico de la Revolución y su relación a

las Cuestiones básicas de Epistemología y Método. Avakian, Bob.

Colección E.O. Octubre 25 de 2014.

Título original: © El Enfoque Estratégico de la Revolución y su relación a las

Cuestiones básicas de Epistemología y Método. Bob Avakian

Versión Original: © El Enfoque Estratégico de la Revolución y su relación a

las Cuestiones básicas de Epistemología y Método. Bob Avakian

Circulación conocimiento libre, Diseño y edición digital de Versión original de textos: http://revcom.us/avakian/strategic-approach/el-enfoque-estrategico-de-la-revolucion-y-su-relacion-a-las-cuestiones-basicas-de-epistemologia-y-metodo-es.html Licencia Creative Commons: Emancipación Obrera utiliza una licencia Creative Commons, puedes copiar, difundir o remezclar nuestro contenido, con la única condición de citar la fuente.

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Portada E.O. de Imagen original: Revolución #338, 11 de mayo de 2014: www.revcom.us

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El Enfoque Estratégico de la Revolución y su relación a las Cuestiones básicas de

Epistemología y Método

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

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El enfoque estratégico de la revolución y su relación a las cuestiones básicas de epistemología y método

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

10 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

A continuación presentamos la traducción del texto de un discurso que dio Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, a principios de este año (2014). Con el fin de poner este discurso a la disposición de un público más amplio, lo que incluye la traducción a varios idiomas, revcom.us recibió autorización de publicar la trascripción de este discurso con las revisiones que se consideran pertinentes en la preparación de su publicación. La traducción es responsabilidad de revcom.us/Revolución.

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Quisiera comenzar por examinar un poco y abordar más lo que dicen los primeros seis

párrafos en que se ha centrado de la Segunda parte de Hacer la revolución y emancipar

a la humanidad.

Ahora, esos seis párrafos aparecen bajo el encabezamiento, el encabezamiento general,

de “El qué hacerismo enriquecido”, pero el encabezamiento particular concentra una vez

más un principio muy básico de todo nuestro enfoque de la revolución, es decir,

“acelerar mientras se aguarda” — al cual se le añade “no someterse a la necesidad”. Es

muy importante examinar un poco la contradicción, o la oposición de contrarios,

planteada aquí: entre la orientación correcta de acelerar mientras se aguarda, y una

tendencia demasiado común y una atracción muy fuerte de someterse a la necesidad.

El segundo de esos seis párrafos, el que comienza así: “Anteriormente, hablé del punto

de vista y enfoque revisionista del ‘realismo determinista’”, el que dice, hacia la mitad

del párrafo: “ese ‘realismo determinista’ no capta, por lo menos no capta plenamente, el

carácter contradictorio de toda la realidad, lo que incluye la necesidad ante la cual uno

se encuentra en todo momento”. Bueno, en otro contexto, y de hecho en repetidas

ocasiones, he recalcado y hemos estado recalcando que la base para la revolución estriba

en ese carácter contradictorio del sistema que hay que derrocar, el sistema capitalista

imperialista — las contradicciones básicas de este sistema, la contradicción fundamental

entre la producción socializada y la apropiación privada/capitalista, y la fuerza

impulsora de la anarquía como la principal expresión de eso, pero también otras

contradicciones sociales que surgen de las dinámicas de este sistema capitalista, o que

estas dinámicas engloban — las contradicciones que este sistema no puede resolver de

modo alguno en un sentido fundamental, y por cierto no puede resolverlas de acuerdo a

los intereses de las masas populares y en última instancia de toda la humanidad. Ésa es

la base para la revolución, y no lo que las personas piensen o hagan en algún momento

determinado, ni cuántas personas estén a favor o en contra en algún momento

determinado, ni que las personas aprueben algo o lo rechacen en algún momento

determinado — ninguna de esas otras cosas constituye la base para la revolución, pero

la base estriba en las citadas contradicciones del sistema mismo.

Así que ese párrafo se refiere a eso cuando dice que “ese ‘realismo determinista’... no

capta, por lo menos no capta plenamente, el carácter contradictorio de toda la realidad,

lo que incluye la necesidad ante la cual uno se encuentra en todo momento”. En otros

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lugares he señalado también que la necesidad no se refiere simplemente a la necesidad

en un sentido abstracto, o no simplemente a unos obstáculos y problemas o dificultades

que hay que superar. La necesidad en sí es una contradicción y hay que entenderla como

tal. Y ésa es la base sobre la cual se puede transformar la necesidad en libertad,

analizando la necesidad correctamente y actuando para transformarla sobre una base

científica.

La materia y la conciencia, los factores objetivo y subjetivo — Una comprensión viva acorde al materialismo dialéctico

Ese párrafo, el segundo de los seis párrafos con los que comienza la Segunda parte de

“Hacer y emancipar”, agrega: “Por lo tanto, una de las características esenciales del

‘realismo determinista’ es que descarta como ‘voluntarismo’ cualquier comprensión

dialéctica de la relación entre los factores objetivo y subjetivo, y ve las cosas de una

manera muy lineal, no diferenciada, esencialmente uniforme y sin contradicción, en vez

de verlas de una manera viva y dinámica y en su movimiento y cambio”. Ahora, eso

también es sumamente importante. Debido a la naturaleza de las contradicciones en todo

lo que es vida —incluidas la sociedad humana y su interacción con el resto de la realidad,

con la naturaleza—, es un hecho que distintos aspectos de una contradicción pueden

transformarse el uno en el otro. Mao lo señaló, que la conciencia puede transformarse

en materia — quiero clarificar esto con una nota al margen, que Mao no estaba diciendo

que la conciencia es algo separada de la materia en movimiento, pero estaba hablando

de la materia en el sentido general, la relación entre la forma particular de la materia en

movimiento que es la conciencia humana por un lado, y por otro, la realidad material

más amplia. Y Mao decía que la una puede transformarse en la otra y eso se hace

constantemente. Ése es un punto muy importante que trataremos un poco.

Veamos la primera transformación — la realidad objetiva fuera de la conciencia humana

que se transforma en conciencia humana. Si uno lo piensa bien, eso ocurre todo el

tiempo. Las personas interactúan con la realidad objetiva, y eso se refleja en su

conciencia —analizan las cosas, las sintetizan— y después lo objetivo llega a ser parte

de su conciencia, o por así decirlo, su entendimiento subjetivo. No quiero decir subjetivo

en el sentido de que sea erróneo o basado en prejuicios o sesgos o métodos no científicos,

sino subjetivo en el sentido del sujeto, las personas con su conciencia, y cómo está

relacionado con la realidad objetiva fuera de esas personas. La realidad objetiva se

transforma en algo subjetivo en el sentido de que las personas toman conciencia de las

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cosas y por lo tanto actúan para cambiarlas en ciertas maneras. Así que ése es un modo

en que la materia fuera de los seres humanos conscientes se transforma en conciencia.

Lo contrario también es cierto. Sobre la base de su análisis y síntesis, en sí el producto

de su interacción con la realidad, las personas salen al mundo y actúan, y de esa manera

afectan a la realidad objetiva y la cambian. Así que lo subjetivo —la conciencia del

sujeto, para decir subjetivo en ese sentido, la materia consciente— sale al mundo y

cambia la realidad objetiva más amplia, y de ese modo llega a ser parte de esa realidad

objetiva más amplia; la conciencia, al actuar sobre la realidad objetiva más amplia,

también se transforma y llega a ser parte de esa realidad objetiva. Cuando las personas

soportan la opresión porque no ven ninguna salida de ella, por ejemplo, ésa es una cosa.

Sin embargo, es otra muy distinta cuando ven la posibilidad y la necesidad, y toman

conciencia de la posibilidad y necesidad de actuar para cambiar la realidad; en esa

situación sí la transforman. Eso se puede ver en la historia de cualquier país. Veamos

los movimientos de los años 1960, por ejemplo, y Estados Unidos es solo un ejemplo de

los muchos cambios que se hicieron en la situación objetiva, a pesar de que dichos

movimientos desafortunadamente no fueron hasta el final, no hicieron una revolución.

Sin mencionar las sociedades, incluso remontando a la era burguesa y la revolución

francesa —o las revoluciones comunistas de la Unión Soviética y después China— en

que se lograron importantes cambios cualitativos cuando las personas respondieron de

manera consciente a la realidad objetiva y sus acciones conscientes produjeron cambios

concretos en la realidad objetiva y llegaron a ser parte de esa realidad objetiva cambiada.

Así que ésta es la base para decir que ese “realismo determinista” no capta la relación

dialéctica entre los factores objetivo y subjetivo y ve las cosas de maneras muy lineales,

no diferenciadas, esencialmente uniforme y sin contradicción, en vez de verlas de una

manera viva y dinámica, con movimiento y cambios. En particular no capta la

posibilidad de actuar para afectar la realidad objetiva, al reconocer su carácter

contradictorio y transformarla, incluso antes de que se pueda iniciar la enorme

transformación cualitativa que representa y abarca una revolución proletaria o comunista

concreta (en el sentido pleno, pero no reificado).

Eso es muy importante, porque resulta que muchas personas, al encontrarse

continuamente frente a una realidad objetiva difícil —particularmente en tales

circunstancias— caen en el “realismo determinista”, ven solo un aspecto de la realidad

y no el panorama más amplio (eso lo comentaré en adelante). También ven la realidad

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solo de una manera lineal y no diferenciada. En otras palabras, no ven que está llena de

contradicciones, no ven que está en movimiento y está cambiando como resultado de las

dinámicas de esas contradicciones y de la interacción entre éstas como parte de esas

dinámicas generales.

Así que éste es un punto muy importante: quien no ve las cosas científicamente, que no

aplica el materialismo y el materialismo dialéctico en particular — en otras palabras,

quien no capta la naturaleza contradictoria de la realidad, que no capta la necesidad que

confronta y la necesidad de transformarla, pues se someterá a la necesidad. Quien

considera que lo único que se puede hacer —bueno, como dijo Lenin, es deseable la

lucha que es posible, y es posible la lucha que se libra en un momento dado— ésa es

otra forma en que Lenin caracterizó muy agudamente ese mismo punto de vista.

Y en eso caerá quien no reconoce — quien no tiene un enfoque materialista; quien tiene

un enfoque idealista, quien aborda la cuestión como si (hemos hablado mucho sobre

esto) solo se tratara de un conjunto de preceptos o de narrativas que están en conflicto,

y no parte de la base de la realidad objetiva; solo parte de la base de lo subjetivo, en el

otro sentido, o sea, de prejuicios, sesgo, inclinaciones que no se basan en la realidad

objetiva, pero que se basan en esperanzas u oraciones o lo que sea. Quien tiene ese

enfoque, pues ¡ni chance tendrá! — no tendrá posibilidad de transformar la realidad

objetiva en concreto, seguramente no lo hará en ningún sentido fundamental, en

términos de transformar radicalmente la sociedad, en términos de derrocar el sistema

existente y crear un sistema radicalmente distinto. Porque de cierto modo uno está

trabajando solamente sobre la base de ideas que usted u otras personas han inventado

que están divorciadas de la realidad. Ya es muy difícil transformar la realidad al trabajar

sobre la base de ver e investigar a fondo la realidad objetiva; pero quien no lo hace, pues

en última instancia no podrá terminar en un buen lugar. Pero, al mismo tiempo, quien

ve la realidad objetiva tal como es, y la ve de esta manera lineal, y no ve su movimiento

y sus cambios y, en particular, no ve que está llena de contradicciones que la impulsan,

tampoco podrá reconocer en concreto la posibilidad y la base para el cambio, y

definitivamente no podrá reconocer ningún cambio fundamental.

Por lo que dónde estriba la base para la revolución y cuáles son el método y el enfoque

y la epistemología para siquiera poder reconocer eso y analizarlo correctamente, por un

lado, se encuentra, por otro, con la cuestión de la posibilidad de transformar

concretamente la sociedad y tener una orientación de transformarla, o no ver esa

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posibilidad, o comenzar con esa orientación pero dar marcha atrás tan pronto se tope con

obstáculos reales y terminar por someterse a la necesidad. O dar la vuelta hacia el

voluntarismo e intentar, de pura voluntad, cambiar la realidad objetiva sobre una base

subjetiva, sin trabajar científicamente, de una manera en que es imposible cambiar esa

realidad, y definitivamente no cambiarla para algo mejor, es decir, de una forma

radicalmente emancipadora hacia la meta del comunismo.

Todo eso está concentrado en esos primeros dos párrafos, y en particular hemos estado

examinando el segundo párrafo de (la Segunda parte de) “Hacer y emancipar”. Tal como

se dice en estos tiempos, esos seis párrafos dan mucho que pensar. Y definitivamente

muchísimo está concentrado en este segundo párrafo. Usa términos con un alto nivel de

abstracción, usa términos y conceptos que tienen un alto nivel de abstracción, porque

concentran muchísimo. Lo importante no es leerlo y decir: “Ay, esto no lo entiendo, voy

a ver otra cosa”. Ni tampoco: “Oye, esto es formidable, pero no sé qué significa”. Lo

importante es adentrarse y forcejear en serio con lo que está concentrado ahí y captar

toda la riqueza de lo que el párrafo concentra.

“Nadie puede decir de antemano exactamente" — una orientación y enfoque científico, que no es agnóstico y carente de propósito

Ahora bien, continuando más adelante en estos seis párrafos, quiero concentrar en lo que

dice el párrafo que empieza, “Es cierto que no podemos, solo por nuestra voluntad o aun

nuestras acciones, transformar las condiciones objetivas de una manera cualitativa — en

una situación revolucionaria”. Hacia la mitad, ese párrafo analiza un punto muy

importante, retomando el comentario de Lenin con respecto a la aristocracia obrera, de

que nadie puede decir de antemano con exactitud qué posición tomará toda la

aristocracia obrera hacia la revolución proletaria, en el caso de tal revolución, cuando

llegue el momento decisivo. Nadie puede decir de antemano exactamente cómo se

desenvolvería eso, insistió Lenin. En esta parte se aplican el mismo tipo de enfoque y la

misma formulación básica al tema: “Al aplicar ese mismo principio, podemos decir que

nadie puede decir precisamente lo que la iniciativa consciente de los revolucionarios

podría ser capaz de producir, al repercutir en la situación objetiva en un momento dado”.

Ahí voy a tomar una pausa porque eso sí refleja lo que acabo de mencionar. Repercutir

en la situación objetiva no significa simplemente repercutir en una situación objetiva

monolítica no diferenciada pero sí repercutir en una situación objetivacontradictoria y

transformarla en la manera que acabo de indicar, empezando con lo que dijo Mao de que

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se puede transformar la materia en la conciencia humana y, por su parte, se puede

transformar la conciencia humana en la materia, en el sentido amplio.

Por lo que voy a detenerme para concentrar en lo que quiere decir esta frase, y cómo

entenderlo correctamente: “repercutir en la situación objetiva en un momento dado”. No

quiere decir hacer nada más lo que uno hace —lo que uno considera que pueda hacer—

en relación con la situación objetiva. Quiere decir procurar transformarla activamente,

como se recalca un poco más adelante, al máximo grado posible en un momento dado,

o en un conjunto de circunstancias dado.

Pero de nuevo quisiera recalcar que “nadie puede decir de antemano exactamente” —

“nadie puede decir precisamente lo que la iniciativa consciente de los revolucionarios

podría ser capaz de producir, al repercutir en la situación objetiva en un momento dado

— en parte porque nadie puede predecir todas las otras cosas que todas las diferentes

fuerzas del mundo van a hacer”. Bueno, he escuchado que se ha interpretado esa frase,

o esta formulación y la manera en que se analiza aquí —de nuevo, por medio del

“realismo determinista” francamente revisionista— como para decir: “Bueno, nadie

puede decir de antemano, así que — lo importante es que en realidad no importa lo que

hagamos, dado que no se puede prever concretamente el resultado, así que todo va más

o menos sin propósito”. No, para nada dice eso. Lo importante no es que debemos estar

trabajando sin propósito — en eso voy a adentrarme en adelante. Más bien — debemos

estar trabajando con propósito. Pero lo importante aquí es que hay un mundo objetivo

más grande que, cabe repetir, hierve de contradicciones que lo impulsan y de

transformaciones continuas de un tipo u otro provocadas por las dinámicas de las

contradicciones y la interacción de dichas contradicciones.

Hay un mundo mucho mayor; hagamos lo que hagamos en un momento dado, incluso

si se hace por las líneas correctas de trabajar para incidir en las principales

contradicciones las que podemos identificar en las que tenemos que centrarnos —en

otras palabras, las contradicciones sobre las que necesitamos luchar a fin de

transformarlas en cualquier momento dado— aun así hay un mundo mucho mayor, y el

papel de lo que es casualidad en el marco de lo que hacemos, cosas que no surgieron de

las dinámicas en torno a las que estamos trabajando ni tampoco en las dinámicas

mayores que podemos identificar en un momento dado. Pues todo tipo de fuerzas están

actuando. Las fuerzas de la naturaleza actúan. No podemos prever todas las

inundaciones, huracanes, tornados, terremotos, etc. La ciencia puede ofrecer alguna idea

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de cómo algunas de esas cosas podrían suceder — pero los seres humanos no pueden

prever todo eso en estos momentos. Y además, muchas fuerzas sociales están trabajando

— diferentes fuerzas de clases, y sus representantes políticos y literarios, están operando

ahí en el mundo mayor. Y todo eso está interactuando con lo que nosotros estamos

haciendo, de una forma u otra, a un nivel u otro, o a muchos niveles. Así que nosotros,

siendo científicos —como indican esos dos párrafos sobre “Algunos principios para

forjar un movimiento para la revolución”— tenemos que estar trabajando para

identificar, en cualquier momento dado, las concentraciones importantes de las

contradicciones sociales, y estar trabajando parta afectarlas. Otras fuerzas también están

trabajando para afectarlas, y están ocurriendo muchos acontecimientos en el mundo,

entre ellos allá fuera en la naturaleza, y así sucesivamente —a veces no tanto “allá

fuera”— a veces ocurren aquí mismo donde estamos.

Eso es el mundo dinámico mayor con el cual lidiamos, y el universo con el cual lidiamos.

Por lo que aun cuando estamos trabajando correctamente sobre la base de identificar

correctamente las concentraciones importantes de las contradicciones sociales, ocurren

todas esas otras cosas y se interpenetran, afectan, por así decirlo, influencian las

contradicciones las cuales estamos trabajando para afectar en un momento dado, y la

manera en que las personas ven las cosas, como las contradicciones que nosotros

trabajando para afectar en un momento dado. El significado de esa frase no es un

significado limitante: “Nadie puede decir… bueno, hacemos lo mejor que podamos pero

uno nunca sabe si tendrá resultado”. No, eso no es lo que significa. Significa trabajar

para transformar la situación objetiva en la dirección en la que puede y debe ir en

términos de la emancipación de la humanidad —en otras palabras, hacia el objetivo del

comunismo en cualquier momento dado— de maximizar las transformaciones en dicha

dirección al mayor grado posible en cualquier momento dado, pero al mismo tiempo

estar atentos al hecho de que ocurren todos esos otros acontecimientos en la sociedad y

mundo. Además — he aquí el punto (en el cual me adentraré en adelante), en esta parte

de esta sección de la Segunda parte de “Hacer y emancipar”: Aunque uno pudiera decir,

“Bueno, si hiciéramos el mejor análisis que pudiéramos del efecto, el efecto más positivo

posible, de todo el trabajo que estamos haciendo para transformar las cosas,

especialmente en relación a las concentraciones importantes de las contradicciones

sociales que hemos identificado, todo eso no llevaría en este momento a la revolución”

— aunque eso fuera científicamente cierto, el contenido de “nadie puede decir de

antemano” es que puede haber muchas otras cosas ocurriendo en el contexto mayor, que

en un momento dado podríancombinarse con lo que estamos haciendo para transformar

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radicalmente la situación, hasta la posibilidad de recorrer todo el camino hacia una

situación revolucionaria, cuando no habíamos anticipado, en ningún momento dado, esa

posibilidad. De eso se trata “nadie puede decir de antemano exactamente”, lo que se

aplica a este tema. Eso no va para promover el agnosticismo —“Pues, ¿quién sabe?”—

pero sí es para promover la ciencia, que incluye un reconocimiento científico de la

interrelación entre el accidente y la causalidad, la interrelación entre los acontecimientos

mayores en el contexto mayor mediante el movimiento y desarrollo de contradicciones

y esas dinámicas, y además nuestro enfoque consciente por lo que se refiere a trabajar

para transformar la realidad. Así que un entendimiento muy importante está concentrado

en ese párrafo que habla del principio de “nadie puede decir de antemano exactamente”.

Ahora bien, esto tiene que ver con otro punto al final del mismo párrafo, donde señala

lo que acabo de mencionar. Y para mí, es algo muy importante: “También está el hecho

de que aunque los cambios en lo que es lo objetivo para nosotros no se darán

enteramente, y quizás ni siquiera principalmente, debido a nuestro ‘trabajo’ para afectar

las condiciones objetivas (en un sentido directo, uno a uno), sin embargo nuestro

‘trabajo’ para afectarlas puede generar ciertos cambios dentro de un marco dado de

condiciones objetivas y además” (subraya las palabras y además) “y además —en

conjunción con una ‘mezcla’ y como parte de la misma, junto con muchos otros

elementos, como las otras fuerzas que afectan la situación objetiva desde sus propios

puntos de vista— eso podría, en ciertas circunstancias, ser parte de la combinación de

factores que sí llevan a un cambio cualitativo”. En otras palabras, posiblemente hasta

una plena situación revolucionaria. “Y, repito —continúa al final de este párrafo— es

importante recalcar que nadie puede saber exactamente cómo se desenvolverá todo eso”.

He aquí una ironía, la que es otra forma de decir una contradicción, no sólo para nosotros

sino para todas las otras fuerzas de clase en el terreno. Veamos lo que dice aquí: Que

esto —lo que nosotros hacemos y los efectos de ello, en conjunto con muchos otros

elementos y como una parte de un caldo de los mismos, lo que incluye a otras fuerzas

que actúan para afectar la situación objetiva desde sus propios puntos de vista— pueden

juntarse y crear un cambio cualitativo o posibilitar el surgimiento de un cambio

cualitativo, hasta una situación revolucionaria. Y la ironía y la contradicción, no

solamente para nosotros sino para esas otras fuerzas —pues todas esas otras fuerzas

están actuando sobre el terreno objetivo, para canalizarlo en una dirección diferente a la

dirección en la que necesita ir para la emancipación de los oprimidos del mundo y en

última instancia de toda la humanidad, y sin embargo, si estamos trabajando

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correctamente, con la orientación correcta y el método científicos correcto concentrados

en lo que esto dice y que se basa en el materialismo dialéctico, pues lo que esas otras

fuerzas de clase y fuerzas sociales hacen para influenciar las cosas — lo que hacen para

influenciar el terreno, podrían ser las cosas sobre las que, a su vez, nosotros nos ponemos

a trabajar para mover el terreno hacia una situación revolucionaria. Así que es preciso

no entenderlo en términos lineales: “Ah sí, esas otras fuerzas de clase están

contribuyendo a la revolución, también, con lo que están haciendo”. No, en efecto

aquellos están trabajando en contra de ella, en realidad, pero, asimismo, lo que aquellos

hacen y los efectos de eso también son contradicciones a las cuales que nos ponemos a

afectar.

Por lo que esa es la manera viva y dinámica en la que tenemos que entender el proceso

de transformar las condiciones objetivas —entre ellas el pensar de las masas populares,

al cual trataremos directamente en adelante— en la dirección de la revolución comunista

que se necesita, en contraste con el voluntarismo idealista — salimos al terreno y

simplemente porque lo que decimos es, pues, mejor en lo moral, pues nuestras palabras

prevalecerán de alguna forma, lo que no es más que otra forma de religión. O, la

tendencia mucho, mucho más común y más poderosa, ese “realismo determinista”, de

que no podemos hacer mucho en realidad hasta que, como lo dice otra parte de esos seis

párrafos, intervenga algún deus ex machina —algún factor externo casi sobrenatural—

sean cambios objetivos, sea un dios, sean las masas que han reemplazado a un dios o lo

que sea — y que nos salve y haga posible la revolución, que sin ello no tenía ninguna

base. Esos puntos de vista son completamente erróneos y es necesario romper a fondo

con ellos a fin de poder llevar a cabo concretamente el trabajo revolucionario, a fin de

aplicar concretamente los principios para construir un movimiento para la revolución.

Y el último punto en el que quiero adentrarme en esos seis párrafos —y debe ser obvio

al leerlos, y también por lo que he mencionado aquí, qué tan importante lo es retomarlos

continuamente, analizar y adentrarnos en lo que dicen concretamente, y el método y el

enfoque que encarnan— pero he aquí lo que los resume… O, perdón, hay una

formulación más que quiero mencionar antes de terminar (esta parte). Se trata del

comienzo del párrafo sobre el deus ex machina, que dice: “La revolución no se hace por

medio de ‘fórmulas’ ni actuando de acuerdo a unas nociones e ideas preconcebidas

estereotípicas — es un proceso mucho más vivo, rico y complejo que eso”. Eso es

importante también. Los revisionistas siempre dicen — siempre tratan las cosas con un

enfoque lineal y no dialéctico, no ven las contradicciones y se imaginan que puedan

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comprimir la realidad en algo que les resulte más manejable. Y de ahí, “que elaboremos

una receta sobre la manera en que vamos a lograr algo y hasta quizás la manera en que

vamos a lograr algo para llegar de algún modo al socialismo — tomemos un poco por

aquí, tomemos un poco por allá, en otras palabras, primero hagamos esto, luego ese otro,

después hagamos aquello, luego otro, y ya al final todo eso se combinará, quién sabe, si

diéramos en el clavo, llevaría a algún tipo de cambio que sería bueno”. De ese modo de

pensar hay mucho, hablando en términos generales, en lo que llamamos, en un sentido

amplio y algo indulgente, el “movimiento”. Además, una característica del revisionismo

es tratar las cosas mediante formulas en vez de captar las dinámicas vivas en la manera

de la cual he estado hablando.

Por lo que quisiera subrayar ese punto. Decir que la revolución no se hace por medio de

“fórmulas” no quiere decir, para repetir, que el trabajo no tiene propósito, que no hay un

enfoque estratégico, que no es necesario hacer un análisis y síntesis muy científicos

como parte de refinar constantemente el enfoque estratégico y de desarrollar tal enfoque

estratégico en primer lugar. Pero la ciencia enseña precisamente que el mundo es mucho

más complejo que eso, que es mucho más dinámico, que no es posible envolverlo en un

paquete bien ordenado, que no puede haber una fórmula como: “primero hagamos esto,

luego eso, lo que llevará a aquello… esto llevará a eso… esto llevará a aquello… y con

el tiempo el punto final será el socialismo — si no ahora, quizás en cien años”.

Todavía me acuerdo al revisionista ese que trabajó en la campaña electoral de Bob

Scheer para el Congreso, en los años 1960. Scheer llevó a cabo la campaña dentro del

Partido Demócrata, pero con un programa anti-guerra y anti-racista. No ganó, pero sí

recibió un gran número de votos, y este revisionista, cuando anunciaron el conteo, nos

dijo a los demás en la oficina: “Ahora puedo irme a casa y dormir bien al saber que

estamos un centímetro más cerca al socialismo”. ¡NO! No se acerca al socialismo así,

no de esa manera — lo importante después de todo no es acercarse centímetro por

centímetro por centímetro hacia alguna versión de una idea del socialismo, pero sí es

aplicar concretamente este enfoque materialista dialéctico, científico y vivo y, con el

reconocimiento de que, en efecto, hay cosas que uno identifica como las contradicciones

a las que hay que dedicar esfuerzos concertados y concentrados y trabajo para

transformarlas en un momento dado, pero al mismo tiempo, al hacerlo, es necesario ver

al mundo mucho más amplio, cómo actúan otras fuerzas sociales, no solo para afectar

las contradicciones en las que se centran, sino las contradicciones más grandes de la

sociedad; qué está haciendo la naturaleza y cómo eso afecta a la sociedad, y los diversos

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efectos que tiene sobre los diferentes sectores de la sociedad y diferentes partes del

mundo, etc.; y cómo todo eso pone en movimiento o transforma el movimiento de las

diversas contradicciones — todo lo que es necesario abarcar en un sentido básico como

parte del enfoque estratégico de avanzar la lucha en concreto para transformar el mundo

objetivo hacia el objetivo final del comunismo y la meta más inmediata de derrocar el

sistema actual y establecer el socialismo con la dictadura del proletariado.

Lo cual nos devuelve al mero final donde lo resume, diciendo —al final de los seis

párrafos— “si uno ve las cosas de una manera lineal, por ende sólo va a ver las

posibilidades que están directamente en frente” — y no verá las contradicciones y se

tendrá puestas anteojeras, sólo verá lo que está directamente en frente: “uno se tiene

puestas anteojeras”, dice. Pero, “Por otro lado, si uno ve las cosas con un enfoque

dialéctico materialista, correcto, reconoce que pueden suceder muchas cosas no

esperadas y siempre tiene que mantenerse tenso ante esas posibilidades…” — y además

una parte muy concentrada al final de la oración y por ende quiero recalcarla, casi

palabra por palabra: “si uno ve las cosas con un enfoque dialéctico materialista, correcto,

reconoce que pueden suceder muchas cosas no esperadas y siempre tiene que

mantenerse tenso ante esas posibilidades mientras trabaja sistemáticamente por

transformar la necesidad en libertad”. Esa última parte encierra algo muy concentrado:

“reconoce que pueden suceder muchas cosas no esperadas y siempre tiene que

mantenerse tenso ante esas posibilidades mientras trabaja sistemáticamente por

transformar la necesidad en libertad”.

He aquí, de nuevo, otra contradicción: estar constantemente atento a la posibilidad de

que las cosas surjan inesperadamente, por así decirlo, por un lado, y a la vez, por el otro,

trabajar sistemáticamente para transformar la necesidad en libertad, sobre todo a la luz

de lo que se puede identificar como las principales contradicciones sobre las que

tenemos que trabajar para afectar en un momento dado o un período dado. Esa es una

contradicción muy importante y a veces puede ser una contradicción muy aguda, porque

uno puede estar tan absorto en lo que hace para intentar transformar lo que considera

como las cosas principales sobre las que hay que trabajar para transformar, en un

momento dado, y perder de vista estas cosas más grandes — y los acontecimientos

inesperados de plano le tomarán a uno por sorpresa o uno simplemente ignora esos

acontecimientos porque no encajan en su fórmula, en su limitado programa. Por lo que

cabe retomar esa última oración (en realidad la penúltima oración) de esos seis párrafos,

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en particular la última mitad de esa oración, y con seriedad analizarla, discutirla,

forcejear con ella, individual pero sobre todo colectivamente, una y otra vez.

Estos seis párrafos descansan sobre cierta base material. No se refieren solamente a un

enfoque de índole subjetiva que se basa en las ideas brillantes de alguien o en los

prejuicios de las personas o en sus propias inclinaciones idealistas acerca de cómo quiere

que sea el mundo y qué debería ser posible. Todo esto se basa en un enfoque científico

de analizar la realidad material, basándonos en las contradicciones concretas de la

realidad material y las posibilidades para la transformación que existen en la misma y

cómo eso están relacionado con la meta del comunismo.

Ahora bien, considerémoslo. ¿La meta del comunismo es simplemente una meta, y luego

vemos las contradicciones de la realidad objetiva y su relación con esa meta? No. La

meta misma se basa en un análisis de la realidad material, y su carácter contradictorio,

de una manera científica. Como se ha recalcado —pero parece que es necesario

recalcarlo muchas veces—, el entendimiento de que el comunismo es posible, necesario

y deseable se basa en un análisis de la realidad material y su carácter contradictorio y el

movimiento, la dinámica y la transformación que genera y el respectivo potencial de

alcanzar esta meta de una revolución que finalmente lleve al comunismo a escala

mundial.

Este enfoque fundamental es lo que se aplica, y se aplica de manera muy concentrada,

en estos seis párrafos — y no sólo en esos seis párrafos, no sólo se aplican ahí, sino que

lo que se aplica de manera muy concentrada ahí. Por eso también he dicho que estos

párrafos son una muy importante y esencial concentración de los puntos del enfoque

estratégico en un sentido general, pero también del método y la epistemología —la cual

está al centro de ese método— la epistemología científica que conduce al enfoque y

método científico.

Sobre esa base, continuemos y hablemos del enfoque estratégico de acelerar mientras se

aguarda. Ahora bien, para repetir, como he venido señalando, este enfoque está en

oposición, por un lado, al voluntarismo. No se trata de acelerar en el sentido de acelerar

una línea de montaje, de simplemente moverse cada vez más rápido y excavar un hoyo

en el cual caer más y más profundamente el que no llevará a ninguna parte. No se trata

de andar de un lado para otro en un frenesí con la orientación de, “Tenemos que hacer

la revolución, el mundo es terrible, rrr… rrr… la gente sufre, tenemos que…”. Sí,

tenemos que tener esa clase de pasión, pero no frenesí. Hay una diferencia importante

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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entre pasión y frenesí, porque un frenesí contradice y socava el enfoque científico.

Acelerar mientras se aguarda va contra el enfoque voluntarista que sostiene — bueno,

como dijo Mao muy ciertamente, “Tantas tareas por delante, todas tan urgentes”, por lo

que tenemos que ponernos a hacerlo todo ahora mismo sin ningún análisis materialista

de la realidad objetiva y dónde nos encontramos con relación a esa realidad objetiva y

qué es lo que podemos transformar que conducirá hacia dónde tenemos que ir, sobre una

base científica, a diferencia de simplemente lo que quisiéramos poder hacer. Es decir, si

solamente deseáramos hacer eso —simplemente hacer lo que quisiéramos hacer— pues

trataríamos de hacer una revolución ahora mismo, y saldríamos aplastados. Lo cual sería

muy malo. Tratar de tomar el poder en concreto en este momento sería muy malo y

desmoralizaría y desorientaría a las masas y perjudicaría toda la lucha, y no sólo en un

país en particular sino en el mundo entero, por mucho tiempo y de modo muy serio.

Por lo que tal voluntarismo, para repetir, es malo. Como se ha recalcado —pero de nuevo

parece que es necesario recalcarlo muchas veces—, el determinismo representa una

presión mucho más fuerte para desviarse del camino revolucionario. Y en efecto tiene

una conexión y una unidad fundamental con el idealismo, y con el voluntarismo en

particular, porque en efecto es una forma de idealismo — en efecto el determinismo es

una forma de idealismo. Puede expresarse como el materialismo mecánico, es decir, uno

ve la realidad objetiva pero la ve solamente como si fuera uniforme, sin contradicción,

sin cambio, sin movimiento ni transformación, etc. Por lo que puede manifestarse y tener

la forma del materialismo mecánico, pero además, en última instancia, tal materialismo

mecánico es una forma de idealismo, porque en verdad no analiza y sintetiza la realidad

objetiva de modo científico, y como resultado no reconoce su carácter contradictorio y

por ende, no ve la posibilidad de transformar las condiciones objetivas y no ve todo lo

que he comentado — no sólo las formas en que es posible transformar las cosas, sino

las formas en que las cosas las transforman otras fuerzas, fuerzas sociales y hasta fuerzas

“naturales” que operan constantemente, de acuerdo a sus propias contradicciones y

dinámica internas y la interacción de estas contradicciones.

Por lo tanto, de nuevo, lo que se concentra en esos primeros seis párrafos de la Segunda

parte de “Hacer y emancipar” tiene que ver directamente con nuestro enfoque estratégico

y concentra algunas cosas esenciales acerca de ese enfoque estratégico.

Hablemos un poco acerca de lo que es ese enfoque estratégico. Tratémoslo más

directamente. Hemos escrito acerca de este enfoque en varios lugares, en obras como

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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“Hacer y emancipar”, especialmente la Segunda parte, así como en “Pájaros y

cocodrilos”, Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar

más allá del horizonte (Primera parte:Revolución y el estado, y Segunda

parte: Construyendo el movimiento para la revolución), sobre todo, para repetir, en la

Segunda parte — pero además se expone de modo muy directo y concentrado en la

declaración “Sobre la estrategia para la revolución”, la que también es el suplemento del

tercer capítulo de Lo BAsico sobre la cuestión de la revolución.

“Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”

Veamos los diferentes elementos de esto — no simplemente por sí mismos como

elementos aislados, pero como parte de un enfoque estratégico general. Un elemento

clave de ese enfoque, que se enfatiza en la declaración “Sobre la estrategia para la

revolución”, se encierra, o se concentra, en la consigna “Luchar contra el poder, y

transformar al pueblo, para la revolución”. Ahora, en la entrevista que me hizo A.

Brooks, Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del

comunismo, hablé sobre la relación, o importantes aspectos de la relación, entre luchar

contra el poder y transformar al pueblo, y que las personas se transformen a sí mismas,

y el papel crítico de que éstas se pongan de pie y luchen contra la opresión. Que, para

expresarlo de manera negativa, si las personas no se ponen de pie y no luchan contra la

opresión, habrá menos bases —en un sentido general, por cierto— para la revolución,

pero también menos bases para que las personas capten y estén abiertas a conocer y para

que deseen conocer la realidad en la que están atrapadas y lo que es necesario y posible,

en términos de transformar esa realidad. Así que en la entrevista se recalca ese punto, y

es un punto muy importante.

Pero lo que también señala, y lo que tiene mayor importancia en un sentido general, es

que las tres partes de esa consigna, por así decirlo, son importantes en sí como aspectos

de la consigna, pero su importancia más esencial es como un todo unificado — en otras

palabras, en su interrelación entre sí y en la totalidad de esta consigna, la cual es mayor

que cualquiera de las partes individuales o hasta mayor que la suma de sus partes, como

tal. En otras palabras, hay una interconexión dialéctica entre luchar contra el poder,

transformar al pueblo,y el hecho de que a final de cuentas este proceso tiene que

desenvolverse en una revolución — y, fundamentalmente por lo que se refiere a su

objetivo, es preciso que se esté encaminando hacia el objetivo de la revolución, porque

si no, los demás aspectos sufrirán reveses: el aspecto del pueblo que se pone de pie y

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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opone resistencia, la lucha contra el poder en ese sentido; el aspecto de las personas que

quieren conocer el mundo de forma más profunda y están abiertas a transformar su modo

de pensar y, de hecho, que se transforme su modo de pensar. Porque el marco y la

dinámica del sistema actual seguirán afectando a las personas y, sin una ruptura para

hacer una revolución en concreto, esta situación se volverá a imponer. Ya lo hemos

presenciado y, para repetir, al examinar la experiencia de los años 1960 a principios de

los 1970 y lo que ha pasado desde ese entonces — las cosas que algunos que éramos

activistas en ese tiempo nunca pudiéramos haber imaginado que iban a pasar en la

manera en que se han transformado las relaciones sociales, el que algunos cambios que

se lograron se han revertido, el que el modo de pensar de las personas se ha transformado

de una manera atrasada y reaccionaria a una escala muy amplia desde ese tiempo,

porque, pues, la revolución no se consumó, no se abrió camino hasta hacer la revolución,

no abrió brecha para llegar al otro lado, para citar la letra de esa canción.

Por lo que la consigna encierra un todo íntegro, y esas tres partes, los tres componentes

—“luchar contra el poder” y “transformar al pueblo” y “para la revolución”— están

interconectados. Pero la parte “para la revolución” es lo que le da a la consigna su

definición decisiva a final de cuentas. Así que eso es un punto importante.

Ahora, para repetir, es importante que las personas se pongan de pie y luchen, y los

ultrajes que este sistema comete continuamente contra las masas populares y también

contra el medio ambiente —por todo el mundo y no simplemente en un país— de hecho

crean una base para que las personas se pongan de pie y luchen. Pero, en sí y de por sí,

el mero hecho de que las personas son objeto de opresión y el sistema hace cosas

horrorosas, no hace en cada instancia que las personas se opongan resistencia, que

luchen contra el poder, por así decirlo; y por cierto no lleva a que se mantenga esa lucha.

Por lo que, por un lado, es necesario luchar contra los ultrajes del sistema, los viles

abusos del sistema, las injusticias y opresión del sistema y la explotación. Se trata de

contradicciones concretas en contra de las que hay que luchar — contra las que la gente

tiene que desarrollar lucha. Al mismo tiempo, si se aplica el enfoque de la ciencia del

materialismo dialéctico —no el enfoque de la “narrativa del comunismo”, pero el de la

ciencia del materialismo dialéctico—, es sabido que es necesario desarrollar todo eso,

en un sentido general y fundamental, hacia la meta de hacer una revolución, en camino

al objetivo final del comunismo a nivel mundial, a la vez que es muy importante trabajar

para unir al mayor número de personas que sea posible para luchar contra esos ultrajes,

quienes se conectarán con la lucha con diversos puntos de vista y en muchos casos, en

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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determinado momento, no estarán de acuerdo, o no estarán convencidos, de que es

necesario ir en la dirección de una revolución y el objetivo final del comunismo —algo

que es muy importante, lo que trataré en detalle en adelante. Si no intentamos unirnos

con todo aquel que está indignado o que es posible convencer qué tan escandaloso lo es

el hecho de que esas injusticias, explotación y opresión siguen en marcha, pues

socavaremos en un sentido fundamental nuestros objetivos básicos de hacer una

revolución, lo que no es nada más diseminar nuestra “narrativa” sino hacer lo que es

necesario en concreto para eliminar completamente y por fin todos esos ultrajes e

injusticias.

Bien, todo eso a lado, lo que es muy importante. Y lo he recalcado en otras ocasiones y

quiero recalcarlo de nuevo: Estos ultrajes son ultrajes reales y si esta situación no nos

generamás indignación en nosotros, los que nos decimos revolucionarios y comunistas,

o al mínimo no sentimos menos indignación que otras personas que no tienen un

conocimiento y enfoque comunista, pues no somos dignos de llamarnos comunistas, no

somos dignos de llamarnos revolucionarios. Si no tuviéramos un profundo odio y una

profunda pasión por eliminar esas cosas y luchar en su contra, desde antes y en todo el

camino a fin de eliminarlas completa y definitivamente, pues no seríamos

revolucionarios y no seríamos comunistas. Por cierto no deberíamos tener menos pasión

por esos ultrajes, menos indignación, que demás personas que en determinado momento

no tengan un conocimiento comunista y un método y enfoque materialista dialéctico

científico en cualquier momento dado. Así que quiero señalar eso — todo eso, a un lado.

Por el otro lado de la contradicción, si sólo manifestamos nuestro odio por esos ultrajes

de estas cosas, si sólo nos apasionamos solamente en la lucha en su contra y en la

movilización de otras personas y se activan otras personas para luchar en su contra, pero

que no exponemos en concreto —como parte de lo que nosotros hacemos, y no lo que

esperamos que hagan otras personas que no sean comunistas, sino, que quede claro,

como parte de lo que nosotros hacemos— que todo esto tiene que encaminarse hacia la

revolución y el objetivo final del comunismo, pues también traicionaremos a las masas

y a final de cuentas, dejaremos las cosas a la merced de las dinámicas de este sistema y

su estado y su clase dominante y a lo que este sistema hará con relación a esas

contradicciones a fin de resolver la situación de acuerdo a sus propios intereses en su

propio marco.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

21

Por lo que, para repetir, ésa es otra contradicción que tenemos que tratar correctamente.

Si nos equivocamos acerca de cualquiera de sus dos aspectos o acerca de la síntesis de

los dos aspectos, pues no podremos hacer lo que tenemos que hacer y en efecto y en

última instancia haremos daño en vez de lo que tenemos que hacer para dirigir

concretamente a las personas a ponerse de pie y luchar más y con mayor conciencia para

obtener, claro, su propia emancipación mediante la revolución en el camino al objetivo

final del comunismo. Por lo que eso es algo que quiero recalcar, sobre “Luchar contra

el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”.

El papel fundamental de transformar el modo de pensar de las masas populares

El otro punto que quiero subrayar es que en todo este proceso de “Luchar contra el poder,

y transformar al pueblo, para la revolución” y en todo el proceso general de construir el

movimiento para la revolución y construir el Partido como su núcleo dirigente, lo más

esencial y fundamental es transformar el modo de pensar no sólo de este u otro individuo

aislado —aunque luchar con los individuos puede ser y es parte de este proceso— sino

el papel fundamental de transformar el modo de pensar de bloques de personas, grupos

enteros de personas, de masas de personas en última instancia. Ahora bien, ¿qué quiero

decir al decir que es fundamental y lo más esencial? Seamos claros. No quiere decir que

esto sea el únicoelemento o aspecto importante de este proceso. También es importante

que la gente se ponga de pie y luche, como he venido enfatizando. Pero si lo

consideramos como un proceso general, deberíamos tener la posibilidad de reconocer

—y si nuestro enfoque es científico, sí lo reconoceremos— que para que la gente

siquiera se ponga de pie y luche, y por supuesto mantenga una lucha al enfrentarse a

distintos obstáculos y giros, curvas y vaivenes, y cosas así, será necesario transformar

su modo de pensar. Ahora bien, en algo que he escrito, planteé la pregunta, para

expresarla en términos muy básicos, concentrados y en cierto sentido sencillos:

¿Quiénes deberían participar, por ejemplo —un tema que trataré en adelante—, en las

iniciativas de masas que hemos emprendido: por un lado, para decirlo en términos cortos

y concentrados, en contra de la degradación de la mujer; y por el otro, la encarcelación

en masa y todas sus consecuencias? ¿Quiénes deberían participar en estas iniciativas de

masas? Y la respuesta es todos, y la formulé de esta manera: todos los que entienden —

o a quienes es posible ganar a ver— que los ultrajes contra los que estas iniciativas de

masas luchan son intolerables y que es necesario combatirlos. Y cabe entender —si bien

al parecer es necesario decirlo— que para nada esta lucha se limitaría a los comunistas

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

22

y a unas pocas personas de su entorno. Es preciso que incluya a una creciente cantidad

de personas, centenares de personas y muy pronto miles y finalmente millones de

personas.

Pero examinemos esa formulación: que entienden — o a quienes es posible ganar a ver.

Bueno, lo que eso supone, particularmente en esta parte entre guiones —“o a quienes es

posible ganar a ver”—, es que es necesario llevar lucha con las personas. A menudo es

necesario llevar lucha con las personas para que reconozcan estos ultrajes, hasta

de verlos en ocasiones, debido a la manera en que funciona este sistema y cómo deja

ciega a la gente, y cómo en muchos sentidos anima a la gente a cegarse a sí misma, para

que no vea muchos ultrajes así. Por lo que hay que luchar con las personas en muchos

casos para que nada másreconozcan estos ultrajes, y de ahí que los

reconozcan como ultrajes, y además que reconozcan que no los han causado las personas

sometidas a los mismos. Aun antes de que empiecen a comprender todo esto

científicamente, la forma en que todo esto surge del sistema y se engloba en la dinámica

del sistema, todavía es necesario —y todos los que han hecho tal trabajo lo saben—

llevar lucha con las personas para que vean la necesidad de combatir estas cosas y que

entiendan que los que sufren la opresión no son los responsables, no la causan, no es su

“responsabilidad personal” — y para que vean todas las otras líneas en juego, la

necedades que desvían a las personas de entender correctamente, en un sentido básico,

inclusive el hecho de que estas cosas constituyen una injusticia. Es necesario transformar

el modo de pensar de las personas. ¿Y cómo se transforma su modo de pensar? Por

medio de la lucha (retomaremos este punto). En la abrumadora mayoría de los casos, en

las masas populares, ésta es una lucha no antagónica, no es una lucha con el enemigo,

pero sí es lucha, y a veces es lucha muy aguda, y a veces y en muchos sentidos es una

lucha implacable.

Por lo que inclusive para motivar a las personas a actuar — lo que incluye a los que son

las víctimas directas, por así decirlo, de esta opresión, a menudo y en general es

necesario llevar mucha lucha con estas personas para hacer que se pongan de pie y

luchen contra estas cosas. Yo leía algo, creo que era de nuestro sitio web, acerca de

algunas personas que hablaban con unos jóvenes básicos sobre la encarcelación en masa

—la encarcelación en masa, la brutalidad policial, la criminalización de la juventud,

etc.—, algunos jóvenes que están directamente bajo la bota, en el sentido literal, y les

preguntaron: “Bien, ¿qué piensan acerca de esto?” Y uno dijo: “No tengo ideas acerca

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

23

de eso”. Otro dijo: “Bueno, no me gusta, pero no hay nada que se puede hacer al

respecto”.

Ahora bien, para hacer que las personas se pongan de pie y luchen contra el poder, será

necesario llevar lucha contra eso. Y como ya hemos comentado, hay presiones una vez

que la gente sí comienza a actuar en los movimientos de masas, en las luchas que surgen

en torno a estas contradicciones, hay esos esfuerzos de cobijarse bajo el ala de la

burguesía. Además, la burguesía, o sus representantes políticos y literarios, ponen

obstáculos o inducen a las personas para que caigan en trampas, o pronuncian frases

melosas o responden a una contradicción acerca de la encarcelación en masa y el

asesinato de jóvenes negros y latinos por parte de policías o justicieros vigilantes,

diciendo: “El problema es que tenemos que hacer que los varones caminen derecho y

sean mejores patriarcas”. Muchas gracias, presidente Obama, por un análisis nuevo y

muy perspicaz que dirigirá a la gente a la liberación. Para usar una trillada frase de

antaño: ¡¡¡PARA NADA!!!

Por lo que en estos casos, no obstante habrá lucha continua por todas estas razones. Y

eso está relacionado dialécticamente con luchar contra el poder, ponerse de pie y luchar,

oponer resistencia. Piénselo: Cuando las personas sí se pongan de pie y luchen o vean a

otras poniéndose de pie y luchando, se trata de otra forma en que (para retomar el tema

con el que comencé) la materia se transforma en conciencia. Hay lucha sobre este tema

— la gente lo ve y dice: “Ah, quizás sea posible hacer algo al respecto. Yo creía que a

nadie le importaba; ahora veo que a otras personas sí les importaba”. Se trata de un

cambio de su conciencia. Ahora, habrá lucha sobre en qué dirección va esa conciencia

y el que vuelva al marco burgués o el que se inicie un movimiento serio para llevarlo

hacia donde tiene que ir. Se trata de transformar el modo de pensar de las personas —y

para repetir, no se trata solamente de un individuo por aquí o por allá, si bien eso puede

tener importancia en cierto contexto— sino de bloques de personas, de grupos de

personas, de masas de personas. Por lo que, cuando cambie el modo de pensar de las

personas, éstas se sienten más impelidas a actuar de ciertas maneras.

Se trata de un estire y afloje dialéctico en desarrollo, mediante el cual, en un sentido

general, se transforma el modo de pensar de bloques de personas — como un hilo que

lo recorre todo, que es fundamental para todo eso en un sentido general. No se trata de

que simplemente tengamos que salir a sermonearles a las personas para que cambien su

modo de pensar, como los reverendos, curas o lo que sea. Como aquellos que dicen:

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

24

“Hagamos que las personas cambien su modo de pensar para que se conformen con un

gran diseño que tenemos”. No. Se trata de llevar lucha con las personas para que vean

el mundo tal como es, de manera más profunda y de manera más integral y

comprehensiva y para actuar en consecuencia, para transformar su modo de pensar

mientras actúan. Y por cierto, para que las personas empiecen a ver la base y la necesidad

de la revolución y que la revolución es deseable, por así decirlo, tiene que haber

muchísima lucha a continuo. Y, de nuevo, quiero subrayar lo siguiente: por un lado, y

como lo más esencial, luchar por transformar el modo de pensar de las personas en lo

más fundamental para que reconozcan la necesidad y la posibilidad y la deseabilidad de

una revolución que avance hacia el objetivo del comunismo, mientras en cada punto, en

relación dialéctica, vamos uniendo y activando a las personas de la manera tan amplia

que sea posible para emprender lucha en torno a los ultrajes del sistema y en su contra,

en particular cuando estos ultrajes se expresen en concentraciones de importantes

contradicciones sociales. En ese proceso general, la lucha por transformar el modo de

pensar de bloques de personas es lo más esencial y fundamental — pero es lo más

esencial y fundamental en ese proceso general y en la dialéctica de ese proceso. No lo

digo como una cosa en sí ni como algo guardado para ocasiones especiales, pero como

algo fundamental en este proceso general. Por lo que eso es algo que quiero recalcar

muy fuertemente.

Lo que estamos haciendo hoy y “Sobre la posibilidad de la revolución”

El siguiente punto que quisiera tratar —que es algo que se examinaba en el reciente

discurso y película, REVOLUCIÓN — ¡NADA MENOS!, y también en la Segunda parte

de “Pájaros y cocodrilos”— es la relación entre todo lo que estamos haciendo hoy y

“Sobre la posibilidad de la revolución”. Es decir: cuando las condiciones objetivas sean

radicalmente distintas, de modo que todo esté al borde de un situación revolucionaria o

esté transformándose concretamente en dicha situación y, como una característica

esencial, exista un pueblo que al menos tiene inclinaciones revolucionarias —un pueblo

de muchos millones de personas que al menos tienen inclinaciones revolucionarias,

quienes buscan un cambio radical— cómo es que en tal momento, la tarea clave y el eje

de todo serían desarrollar y emprender concretamente la lucha por tomar el poder. En

este período hoy, ése no es el objetivo directo, no es la tarea fundamental e inmediata.

Pero ¿qué relación tiene lo que estamos haciendo hoy en este período, cuando estamos

llevando a cabo la estrategia para la revolución, desarrollando el proceso dialéctico de

“Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución” y transformando

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

25

el modo de pensar de bloques de personas como el eje de ese proceso dialéctico general

— qué relación tiene todo eso con lo que expone el documento “Sobre la posibilidad de

la revolución” cuando éste habla de la lucha por tomar el poder cuando surjan las

necesarias condiciones objetivas, incluida el surgimiento de un pueblo revolucionario,

o al menos un pueblo con inclinaciones revolucionarias, de muchos millones de personas

que buscan activamente un cambio radical?

Bueno, obviamente podríamos tomar este tema no simplemente para una discusión, pero

para una serie de discusiones en desarrollo y en sí. Pero aquí solo quiero tocar algunos

puntos claves. Primero, el hecho de que hay, y tiene que haber, una relación, una relación

dialéctica, entre estas dos cosas — entre todo lo que hacemos durante este período y lo

que concentra el documento “Sobre la posibilidad de la revolución”, que examina la

lucha por tomar el poder cuando ésa esté a la orden del día, cuando esas condiciones

existan — las cuales, repito, son radicalmente distintas a las que existen hoy. Y enfatizo

que es importante precisamente que las personas capten correctamente el hecho básico

de que existe una relación en desarrollo, que no se trata de que lo que hacemos hoy está

por este lado de alguna manera, en alguna burbuja cerrada, digamos, y que por ese otro

lado, de alguna manera totalmente separada del otro, como algo que solo existe para

algún futuro indefinido y abstracto, está la cuestión de “Sobre la posibilidad de la

revolución” y lo que ese documento concentra.

Sí, tiene que haber un cambio cualitativo. Sí, las situaciones son cualitativamente

distintas —no debería haber ninguna confusión al respecto— no se trata simplemente

de un continuo, sin saltos cualitativos, ni en la situación objetiva ni en la naturaleza de

las tareas de los comunistas, los retos de la revolución, por así decirlo. Pero las dos

situaciones están relacionadas. Si no fuera así, ¿para qué hacer lo que hacemos? Si no

estamos trabajando concretamente para acelerar mientras se aguarda —para acercar y

ayudar a transformar las condiciones hacia una situación revolucionaria y para estar en

la mejor posición posible para afectar esa situación cuando surja— pues, ¿con qué fin

hacemos cualquiera de las cosas que hacemos? Una vez más, volvamos a la polémica

contra Alain Badiou. Si no se hace una revolución, si ésta no resulta en la derrota y el

desmantelamiento de las relaciones e instituciones de explotación, opresión y represión

de este sistema y a su reemplazo por relaciones, instituciones, procesos y dinámicas

revolucionarios, pues todo lo de hoy continuará, como dice la polémica. En otras

palabras, el mundo seguirá funcionando tal como funciona hoy, con el engranaje del

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

26

imperialismo operando al fondo —el capitalismo-imperialismo operando al fondo—

aplastando vidas y quebrantando espíritus (para parafrasear).

Así que todo eso tiene un propósito. Ese propósito no es simplemente una revolución en

el sentido que se usa a veces hoy, en el sentido de un cambio de gobierno — un cambio

de quién gobierna o hasta un cambio en la forma del gobierno burgués opresivo y

explotador existente y del sistema de capitalismo-imperialismo y de los sistemas de

explotación relacionados que dicho sistema de gobierno refuerza. Tal cambio no es una

revolución. Un levantamiento popular, aun cuando millones de personas están en la calle

clamando sinceramente por un cambio, no constituye en sí una revolución y no llevará

a una verdadera revolución. En otros lugares, he señalado lo que es y lo que no es una

revolución. Se trata del derrocamiento del sistema existente, la derrota y el

desmantelamiento de sus fuerzas de represión y de sus fuerzas concentradas de violencia

que se usan para reforzar el sistema actual y el reemplazo de todo eso por un sistema

radicalmente distinto — un sistema radicalmente distinto en lo económico, en las

relaciones sociales, en las instituciones y procesos políticos, y en la cultura y modo de

pensar de la gente. Eso es lo que significa una revolución. Y si no estamos

preparándonos para esa revolución, pues, aparte de desperdiciar nuestro tiempo y el de

las masas, estamos haciendo algo más, algo peor — estamos dirigiendo a las masas una

vez más al mortífero redil del sistema existente y a su aparato e instituciones de brutal y

violenta fuerza y represión que lo mantienen.

Así que lo que estamos haciendo, para volver al tema de acelerar mientras se aguarda,

es, para repetir —tal como concentran esos seis párrafos al comienzo de “Hacer y

emancipar” (Segunda parte) sobre los cuales hablé anteriormente—, transformar las

condiciones objetivas al mayor grado posible en cualquier momento determinado, y a la

vez mantenernos atentos a los cambios que surjan de factores más generales, del

desarrollo de otras contradicciones y de otras fuerzas que trabajen para afectar esas

contradicciones desde su propio punto de vista y con sus propios objetivos. Queremos

transformar las condiciones para no estar simplemente aguardando de una manera

pasiva, sino para cambiar la situación concretamente de un modo que acelere —sobre

una base materialista, sin esfuerzos de aplicar el voluntarismo— pero sobre una base

materialista, de modo que acelere las cosas concretamente hacia el desarrollo de una

situación revolucionaria y el surgimiento de un pueblo revolucionario de millones y

millones de personas; y también preparar a un número creciente de las masas y a su

dirección, al partido de vanguardia como el núcleo del movimiento para la revolución,

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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prepararlas para aprovechar esa situación revolucionaria cuando de hecho surja, no

simplemente por medio de nuestro trabajo, pero por medio de ese proceso general que

yo estaba examinando y el cual se expone de manera concentrada en los primeros seis

párrafos de la Segunda parte de “Hacer y emancipar”. Eso es lo que significa acelerar

mientras se aguarda.

Estamos trabajando con un propósito. No carecemos de rumbo. No carecemos de

propósito. Repito, no estamos siguiendo ninguna fórmula ni procedimiento fijo, no es

un enfoque lineal —en el cual hacemos esto, hacemos lo otro, y avanzamos un

centímetro, después cuatro centímetros— o seamos un poco más dialécticos que ese

enfoque revisionista, de modo que en lugar de avanzar un centímetro y luego otro

centímetro, CARAMBA, avanzamos un centímetro y después ocho centímetros más

hacia el socialismo con el mismo enfoque de línea recta. No. Se trata de trabajar

concretamente para transformar las condiciones para que sean más favorables para la

revolución, en el contexto de todo lo discutido respecto a lo que está pasando en el

mundo objetivo general — todo lo discutido en esos seis párrafos (o que concentran los

seis párrafos) al comienzo de la Segunda parte de “Hacer y emancipar”. Se trata de hacer

eso, por un lado, mientras además preparamos a un creciente número de las masas, con

un creciente partido como núcleo que dirige a las masas, prepara el terreno para la

revolución, para que cuando la situación madure — cuando en ese momento, por medio

de nuestro trabajo y esas dinámicas más amplias, en efecto surja el cambio cualitativo o

la posibilidad de trabajar directamente para transformar la situación en una situación

revolucionaria, y así tengamos la base más fuerte posible para aprovechar concretamente

tal situación y luchar hasta el final y triunfar.

Con eso regresamos al punto de que todo lo que hacemos es preparación para ese futuro.

Todo lo que estamos haciendo es preparación — no estamos preparándonos en el sentido

directo, no estamos organizando fuerzas directamente en la esfera particular de una lucha

total para tomar el poder en estos momentos. Pero estamos trabajando de manera

omnímoda para acumular fuerzas para la revolución aceleradamente, y no de una manera

lenta, gradual y lineal, sino de una manera omnímoda y acelerada.

Así que, mirándolo por un lado —y esto es importante— existe una diferencia cualitativa

entre las condiciones objetivas, lo que incluye el estado de ánimo de las masas y lo que

éstas están preparadas a hacer y lo que el partido concretamente está preparado a

dirigirlas a hacer en este período actual, por un lado, y por el otro una situación

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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cualitativamente distinta, una situación revolucionaria y unas masas con inclinaciones

revolucionarias. Ésas son dos cosas cualitativamente distintas; no son simplemente una

extensión lineal de un mismo continuo. Implican saltos cualitativos a lo largo del camino

y un gran salto cualitativo a una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario.

Por otro lado, no las separa una barrera absoluta. Y lo que estamos haciendo ahora es

trabajar activamente, repito, para acelerar los cambios en la situación objetiva y en la

conciencia y la organización de las masas populares y de su partido de vanguardia en

preparación para ese momento, y al mismo tiempo trabajar para acercar y acelerar el

desarrollo de las contradicciones hacia ese momento en que surja tal situación

cualitativamente distinta y las tareas de los comunistas se vuelvan cualitativamente

distintas en una forma muy comprimida y concentrada, aunque, como se enfatiza en

“Sobre la posibilidad de la revolución”, la lucha concreta por tomar el poder será algo

más prolongada que lo que se entendía antes y no será simplemente una cuestión de

insurrecciones urbanas simultáneas y después el establecimiento muy rápido de un

régimen revolucionario.

Y, de nuevo, vale la pena volver al artículo original “Sobre la posibilidad de la

revolución” y a lo que REVOLUCIÓN — ¡NADA MENOS! dice sobre eso y también

“Pájaros y cocodrilos” y estudiar a fondo y explorar y forcejear con lo que dicen. Y

después forcejear con la cuestión que estoy comentando ahora sobre qué relación tiene

eso con lo que estamos haciendo hoy, aunque la situación y las tareas, por así decirlo,

son cualitativamente distintas a las que se darían en esa situación futura.

Así que quiero darle mucho énfasis a ese punto, porque — fíjese, es posible ver en

microcosmo, lo que es un punto muy importante, aunque la situación es cualitativamente

distinta hoy, al menos algunas características que una situación revolucionaria tendrá y

cómo será la lucha de vida o muerte en ese futuro momento, no solamente en los

representantes y los brazos ejecutores directos del sistema existente, en sus políticos y

todo su aparato estatal de represión violenta, pero también en las demás fuerzas sobre el

terreno, quienes, de un modo amplificado —al igual que nosotros estaremos trabajando

sobre una base amplificada— también estarán trabajando sobre una base amplificada

para transformar las contradicciones hacia el fin que ellas quieren — los varios

representantes políticos y literarios de diferentes capas sociales, la pequeña burguesía, y

también la pequeña burguesía y el sector burgués en los pueblos y naciones oprimidos.

En ciertas formas ya están operando sobre el terreno, muchas veces directamente y

algunas veces muy despiadadamente en oposición a lo que queremos hacer para atraer

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

29

y capacitar a las masas con un conocimiento y un programa concretamente

revolucionarios y para acumular fuerzas para la revolución de esa manera. Pero además,

esas fuerzas simplemente están en general en el terreno para ganar adeptos a su

programa, el cual es objetiva y a veces muy directamente en oposición a las maneras en

que nosotros trabajamos para dirigir a las personas a reconocer sus intereses más

fundamentales y actuar en sintonía con éstos. Por lo que al igual que eso ocurre hoy,

también ocurrirá de una manera amplificada cuando llegue el momento de la revolución.

Fíjese, Lenin señaló que una revolución no es algo sencillo, en que un ejército se forma

por aquí y dice: “estamos por el imperialismo”, y otro ejército se forma por allá y dice:

“estamos por el socialismo”, y después se lanzan al ataque. Habrá toda clase de fuerzas

diferentes sobre el terreno, y será posible ganar a algunas fuerzas a tomar partido con

nosotros o al menos ganarlas a adoptar una neutralidad amistosa, y otras terminarán por

pasar al lado de la burguesía — del viejo sistema y la vieja clase dominante. Otra vez,

en esa situación se aplica la declaración de Lenin: “nadie puede decir de antemano

exactamente” —y sería un error tratar de preverlo con exactitud— pero sí podemos

decir, en términos muy básicos: estamos en una contienda no solamente con los

representantes políticos y literarios directos y, sí, los representantes y fuerzas represivos

del sistema existente de opresión y explotación, sino también con muchas otras fuerzas

de clase que no sean de la clase dominante, pero que representan programas e intereses

que terminarán por capitular —al quedar a la merced de su propia dinámica, por así

decirlo— y en algunos casos, terminarán por ser objeto del activo reclutamiento en las

fuerzas de la contrarrevolución en compañía de la clase dominante del viejo sistema.

Estamos trabados en un lucha, obviamente, con los representantes del viejo sistema. Es

una lucha antagónica. Aunque la lucha hoy no se trata de la toma del poder, los intereses

fundamentales en juego son antagónicos. También estamos en muchas diferentes luchas

—incluida en particular la lucha ideológica, pero también una lucha que a final de

cuentas se da en torno a las políticas y los programas prácticos de diversas luchas

inmediatas— con muchas diferentes fuerzas en la sociedad que representan un abanico

de intereses, que no pueden romper en lo fundamental con los confines mortales del

sistema existente y que llevarán a las personas una vez más hacia dichos confines. Y

aunque la conexión no es lineal, existe definitivamente una conexión entre cómo se libra

esa lucha hoy y también a lo largo del camino de acelerar mientras se aguarda, y después

de una manera amplificada y concentrada — pues tomará una forma concentrada y

amplificada, dará un salto cualitativo, cuando surjan concretamente una situación

revolucionaria y un pueblo revolucionario.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

30

Así que no se trata de que los términos de hoy sean exactamente iguales a los que

operarán en esa situación, y de nuevo el punto de Lenin es aplicable, “nadie puede decir

de antemano con exactitud” dónde terminarán y cómo se alinearán todas esas fuerzas —

ésa también es una cuestión de lucha y de influencias desde diferentes lados. Así que no

se trata de que todo se desarrolle en línea recta, por un lado. Por el otro, tampoco se trata

de que no exista ninguna conexión; definitivamente existe una conexión. Existe una

conexión definitiva en esa dimensión, y en general, entre todo lo que hacemos y el que

una situación revolucionaria madure plenamente o no y de ahí el que las fuerzas de

vanguardia de la revolución comunista puedan aprovechar la situación para dirigir a las

masas a abrir paso para hacer un avance emancipador concreto, mismo que rompa con

los confines mortales del orden existente y del sistema existente y sus instituciones y su

aparato y derrote sus fuerzas represivas violentas.

Así que deberíamos ver eso, no de una manera lineal —eso sería un error, por un lado—

pero un peligro aún mayor sería no ver la conexión entre todo lo que estamos haciendo

a lo largo del camino, y lo que ocurrirá y lo que será posible cuando se dé un cambio

cualitativo hacia una situación revolucionaria y el surgimiento de un pueblo

revolucionario. Si usted piensa que nada más va a continuar con lo que está haciendo en

algún rincón de la sociedad y que de repente unas grandes revueltas van a convulsionar

toda la sociedad, ni hablar de una situación revolucionaria, y todos nada más van a pasar

a su lado porque usted tiene mejores ideas, pues en términos fundamentales usted estará

traicionando a las masas, lamento decirlo. Si usted no está trabajando activamente para

transformar las condiciones, lo que incluye el modo de pensar de las personas y las

causas por las que un creciente número de personas se están organizando concretamente,

pues usted no está preparándose para una revolución, y no solo no se está preparando

para ésta, en efecto usted se está preparando para un desastre en caso de que estalle una

gran convulsión de la sociedad, inclusive una que lleve a una situación revolucionaria.

Preparar mentes y organizar fuerzas, acumular fuerzas para la revolución

Estamos trabajando activamente sobre el terreno para preparar, como dijo Lenin —o en

realidad Lenin dijo organizar fuerzas y preparar mentes— y lo cambiamos para expresar

más correctamente la dialéctica en un sentido general: preparar mentes y organizar

fuerzas para la revolución. Eso es lo que estamos haciendo activamente, trabajando para

transformar las condiciones objetivas y trabajando para transformar al factor subjetivo,

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

31

es decir el Partido, cualitativa y cuantitativamente, o sea, transformarlo para que se base

cada vez más en cimientos científicos y que sea en verdad la vanguardia comunista

revolucionaria que necesita ser y desarrollar y hacer ingresar a cada vez más personas a

las filas del Partido sobre esa base y ninguna otra. Y también desarrollar a cada vez más

masas y ganarlas cada vez más a que se muevan en una dirección revolucionaria y

ganarlas a un entendimiento revolucionario y a que actúen según ese entendimiento.

Eso es lo que estamos haciendo — nada más. No se trata de, pues, tenemos unas tareas

y salimos y hacemos un poquito acá y un poquito allá, sin ninguna conexión con un

enfoque estratégico. Eso se hace con exagerada frecuencia, pero no es lo que es

necesario hacer, no es lo que urge hacer. Lo que urge hacer es preparar mentes y

organizar fuerzas, de la misma manera en que estamos luchando contra el poder y

transformando al pueblo para una sola cosa: la revolución — aunque muchas personas

con las cuales estamos uniéndonos no están a favor de esa revolución en cualquier

momento dado, y así es la dialéctica, la naturaleza de las contradicciones que estamos

tratando y eso es el método materialista dialéctico que necesitamos para manejar

correctamente esas contradicciones. Estamos preparando mentes y organizando fuerzas

para la revolución.

En otras palabras, estamos acumulando fuerzas para la revolución. Eso es muy

importante. Es uno de los criterios importantes por los cuales debemos medir lo que

estamos haciendo. ¿Estamos acumulando fuerzas concretamente? No sólo acumulando

fuerzas para cualquier cosa sino concretamente, en este proceso general —no que toda

persona con la que trabajemos en cualquier lucha particular o cualquier iniciativa de

masas particular, no que toda la gente o quizás la mayoría de la gente en cualquier

momento dado esté a favor de la revolución— sino que, por medio de ese proceso

general, del cual he hablado en muchas dimensiones, ¿estamos concretamente

acumulando fuerzas las que capten más y más conscientemente la necesidad y la base

para la revolución y que trabajen activamente para acercar esa revolución y de ahí

llevarla a cabo en concreto, cuando llegue el momento y la situación sea

cualitativamente diferente: para derrotar y desmantelar concretamente el viejo sistema

y sus fuerzas de represión violenta y crear un sistema radicalmente diferente — estamos

acumulando fuerzas que estén trabajando cada vez más conscientemente y en concreto

hacia esa meta y que sean parte del proceso en el que avancen en una dirección

revolucionaria y que den el salto de ingresar al Partido como parte de ese proceso? Pues

al fin y al cabo, la fuerza más esencial e importante que se necesita organizar en todo

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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eso —y no se entiende este punto tanto como se necesita— digo, no la única fuerza en

sí, sin descuidar lo demás que hay que organizar, sino en medio de ese proceso general

y en su núcleo, la fuerza más importante que hay que organizar es la fuerza de

vanguardia de la revolución comunista, y en Estados Unidos esa fuerza significa el

Partido Comunista Revolucionario.

ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución y estamos construyendo el Partido como su núcleo dirigente

Ahora que he establecido cierto fundamento, quisiera hablar, un poco más brevemente,

de varios puntos que surgen de unas ramificaciones o aspectos importantes de ese

enfoque estratégico general.

En primer lugar, quiero hablar de la consigna, “ESTAMOS construyendo un

movimiento para la revolución y estamos construyendo el Partido como su núcleo

dirigente”. Como cualquier otra cosa, sería posible convertir esta consigna en lo opuesto,

en algo sin sentido, sin vida, que en efecto dejara de llevar a cabo lo que la misma

consigna concentra. Para entender eso, fijémonos en la manera en que la consigna

presenta la palabra ESTAMOS, que está en mayúsculas. O sea, esa palabra tiene énfasis

especial. No dice “Estamos construyendo un movimiento para la revolución”, dice

“ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución y estamos construyendo

el Partido como su núcleo dirigente”. ¿Por qué lo presenta así? ¿Por qué pone énfasis en

“ESTAMOS”? Pues, enfatiza una orientación activa, de que eso es lo que estamos

haciendo. No estamos pidiendo permiso a nadie — claro que no le pedimos permiso a

la clase dominante pero tampoco a las masas. No estamos haciendo una encuesta para

saber si la gente opina que se trata de una buena idea. No estamos preguntándoles a las

personas si estarían conformes con que lo hagamos. No estamos averiguando cuántas

personas digan, “Estoy a favor”, para de ahí determinar si es una buena idea o no. Nada

de esa epistemología populista ni otros enfoques incorrectos están concentrados en lo

que esa consigna representa y debe representar. Expresa una orientación:Esto es lo que

estamos haciendo.

¿Por qué lo estamos haciendo? ¿Debido a que es “nuestra cosa” o porque en los años

sesenta algunos nos inspiramos con la idea de la revolución y por tan tercos no la hemos

abandonado? Por ejemplo, como los soldados del antiguo emperador japonés Hirohito

que no recibieron la noticia de que la guerra se había terminado (la Segunda Guerra

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

33

Mundial). ¿Qué no hemos recibido la noticia de que la revolución ya se terminó, que ya

falló? ¡No! Se debe a que, repito, un método y enfoque científico materialista dialéctico

nos dicen que la revolución es necesaria pero también posible para emancipar a la

humanidad, no sólo por las actuales condiciones y las actuales relaciones de opresión y

explotación, sino por los miles de años, como quien dice, de las cadenas de la tradición.

Así que eso tiene un fundamento científico, y sobre esa base científica —de nuevo

retomamos el punto básico— ¿qué es esa base, sobre qué base estamos trabajando?

Sobre ese fundamento científico, con ese método y enfoque científico, que nos lleva a

entender que una revolución es necesaria y también posible — no es algo predestinado,

no es algo religioso destinado a generarse por fuerzas sobrenaturales, o simplemente por

nuestras buenas intenciones o la fuerza de nuestra voluntad o determinación, sino algo

que podemos establecer científicamente como necesario y también posible. Esa es la

base sobre la cual trabajamos; y por eso, cuando vamos a las masas populares — no se

trata de que no importe lo que la gente piensa, pues, Lo BAsico 4:11, pero lo que piensa

la gente no determina la realidad. Por lo que al ir a las masas, no les estamos pidiendo

permiso o averiguando si piensan que es una buena idea, les estamos diciendo: he aquí

es lo que estamos haciendo porque es necesario y también posible. Eso es lo que se

necesita para eliminar todos los horrores que la gente está sufriendo.

Eso tiene que ser nuestra orientación activa, y entusiasta — y sobre una base científica.

No nos importa lo que digan una bola de representantes burgueses y una bola de malditos

oportunistas y otra gente. Sí le ponemos atención, porque es parte de la realidad objetiva

con la cual tenemos que lidiar. Pero lo que dicen no determina lo que estamos haciendo

o nuestro enfoque. Lo que hacemos se determina científicamente, y nuestro entusiasmo

y pasión respectivos surgen de esa ciencia y de reconocer —repito, sobre una base

científica— que el mundo es un horror pero además, es totalmente innecesario que sea

así, y se podría ser radicalmente diferente y mucho mejor.

Así pues, eso es el primer punto. ¿Por qué recalcar “ESTAMOS”? Debido a que lo

ESTAMOS haciendo — y carajo, más vale que lo estemos haciendo. Se trata de lo que

estamos haciendo, y, en cierta forma, si en un momento dado si a alguien no le gusta,

pues eso es su problema. Ahora bien, eso no significa descartar o tratar a ese alguien

como enemigo porque no está de acuerdo. Sin embargo, eso no va a impedir que

hagamos lo que estamos haciendo. Ni siquiera nos hace vacilar, aunque en un momento

dado no les guste a un montón de personas quienes deberían estar a favor. No nos hace

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

34

dudar. ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución, y usted debería

conectarse con este movimiento y he aquí las razones. Esto abarca todos los

componentes de los cuales he hablado y hablaré en ciertos aspectos en adelante. Pero he

aquí su meollo: ESTAMOS haciéndolo porque es lo que se necesita y tiene un

fundamento científicamente establecido, se basa en un método científico y un análisis y

una síntesis científicos. Ello, en primer lugar. ESTAMOS construyendo un movimiento

para la revolución y estamos construyendo el Partido como su núcleo dirigente. No se

trata de que “estamos considerando hacerlo”. No estamos hablando nada más de hacerlo.

No se trata de que “Te hablaremos acerca de eso, en caso de que tengas la bondad de

escucharnos unos minutos o visitar nuestra librería”. ESTAMOS haciéndolo. Así que

ello, en primer lugar. Se trata de un punto básico de orientación.

De ahí está el hecho de que se cambió recientemente esta consigna, es decir, se le agregó

algo. La consigna publicada durante varios años era, “ESTAMOS construyendo un

movimiento para la revolución”. Pero se le ha cambiado de “ESTAMOS construyendo

un movimiento para la revolución”, agregando “y estamos construyendo el Partido como

su núcleo dirigente”. ¿Por qué? Por lo que yo recalcaba anteriormente — de todas las

expresiones organizadas de acumular fuerzas, la más importante es el mismo partido —

que sin un partido basado en la ciencia del comunismo como se ha desarrollado por

medio de la nueva síntesis del comunismo, sin un partido basado en el método y enfoque

científico del materialismo dialéctico, nada de eso, nada de los despertares, nada del

cuestionamiento, ninguno de los levantamientos, ni tampoco de las convulsiones en la

sociedad, puede llegar hasta donde tiene que llegar. Si no se construye el partido

activamente por todo el camino, en relación dialéctica con la construcción del

movimiento revolucionario más amplio, pues aunque surja una situación revolucionaria

o al menos el potencial inmediato de que surja —aunque sacuda a la sociedad una crisis

de la cual la clase dominante no tenga una salida fácil y a la cual la empeore cada

maniobra de la clase dominante— aunque tal crisis surja, no habrá ninguna posibilidad

de resolverla al servicio de los intereses fundamentales de las masas del pueblo, no sólo

en Estados Unidos sino en todo el mundo, y en última instancia toda la humanidad.

Por lo que no sólo salimos a emprender la construcción de un movimiento — lo que no

es un movimiento en general sino un movimiento para la revolución, “Luchar contra el

poder, y transformar al pueblo, para la revolución”, “preparar mentes y organizar

fuerzas, acumular fuerzas para la revolución” — ESTAMOS construyendo un

movimiento, pero no solamenteconstruimos un movimiento, ESTAMOS construyendo

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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un movimiento para la revolución, y ESTAMOS construyendo el Partido como su

núcleo dirigente. Todas esas cuestiones suscitan contienda y lucha, en las cuales que

debemos entrar muy activa y positivamente con entusiasmo. ¿Por qué? ¿Debido a que

nuestra idea es mejor que la de los demás? No. Debido a que nuestra idea, cabe repetir,

tiene una base científica. Es un reflejo correcto de la realidad y del movimiento

contradictorio y la dinámica contradictoria de la realidad, y la dirección en que es posible

llevar la situación, por medio de toda la lucha que supone, lo que en concreto beneficiaría

a los intereses de las masas del pueblo y en última instancia toda la humanidad.

Ahora bien, uno podría decir la frase “los intereses fundamentales de la humanidad” —

pero, fíjese, eso se plasma en las lágrimas de las madres y padres cuyos hijos son

asesinados a balazos en la calle. Se plasma en el horror de que traicionan a una niña, la

venden y la mantienen presa en la esclavitud sexual. Se plasma en los cadáveres hechos

añicos por ninguna razón que valga la pena en las guerras libradas por esos imperialistas

y otros reaccionarios. Se plasma en rechazar la destrucción del medio ambiente que está

ocurriendo. De eso estamos hablando cuando hablamos de los intereses fundamentales

de las masas del pueblo. No se trata de una formulación abstracta. Sí es una formulación,

es una formulación científica, es una abstracción en el sentido correcto, es una

abstracción teórica que concentra la realidad. Pero esa realidad abarca tanto sufrimiento

de las masas del pueblo, y todas las formas en que el sistema perpetra y perpetúa ese

sufrimiento y también el hecho de que todo eso no es necesario. Eso es lo significa esa

declaración, esa abstracción teórica — que la revolución comunista redunda en los

intereses fundamentales de las masas populares oprimidas, y en última instancia de toda

la humanidad. Es la realidad viva de esa frase.

Por eso, sobre esa base, sobre esa base científica, en efecto ESTAMOS construyendo un

movimiento para la revolución y en efecto estamos construyendo el Partido como su

núcleo dirigente.

Los miles y los millones

Bueno, ahora quiero hablar sobre la formulación en la declaración “Sobre la estrategia

para la revolución” que se puede describir de esta manera: los miles y los millones. Esto

guarda una estrecha relación — es decir, esto habla de la manera en que se puede atraer,

orientar y capacitar a miles de personas ahora de una manera revolucionaria y al mismo

tiempo influenciar a millones — que las acciones de esos miles influencien a esos

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

36

millones, y que a millones los influencie el trabajo general de un partido como el núcleo

de todo eso— todo lo que opera en una relación dialéctica con el mundo objetivo en

general, en la transformación y lucha por transformar dicho mundo, del modo que

mencioné al comienzo (y, una vez más, como lo concentran los primeros seis párrafos

de la Segunda parte de “Hacer y emancipar”).

Eso guarda una fuerte relación, para repetir, con la acumulación, o la no acumulación,

de fuerzas... ¿para qué? Para la revolución. ¿En efecto estamos trabajando para tener

únicamente una agrupación difusa y diversa de personas? No podemos llamar “miles” a

una agrupación diversa y amorfa, que no tiene ni forma ni sustancia, debido a que nuestra

declaración sobre la estrategia dice que deberíamos tener a miles de personas, por lo que

busquemos alguna manera vaga de afirmar que tenemos a miles de personas. ¡No! Se

trata de ganarse a miles de personas a la bandera de la revolución —pero no simplemente

ganárselas a la bandera en teoría, sino ganárselas al contenido concreto de esta

revolución, a lo que su método científico expone sobre la posibilidad y la necesidad, y

también el carácter, de la revolución— y ganárselas también a este método en sí, a este

método científico del comunismo como se ha desarrollado con la nueva síntesis del

comunismo.

Así que hay que activar a miles de personas que cada vez más estén adoptando como

suya esa bandera de la revolución en el sentido figurativo — pero a veces muy

directamente, en el sentido textual, manifestándola ante el mundo y luchando para

ganarse a su vez a otros. Éste es un objetivo concreto muy real: ganarse concretamente

a miles de personas ahora, en este período, para acumular fuerzas para la revolución, a

la vez influenciar a millones de personas en una dirección revolucionaria. Se trata de

una expresión y un aspecto crucial de acelerar mientras se aguarda. Tiene una estrecha

relación con lo que dije antes acerca de la relación dialéctica —no una relación lineal,

sino la relación dialéctica— entre todo lo que estamos haciendo ahora y lo que concentra

“Sobre la posibilidad”, que habla del momento cuando surjan una situación

revolucionaria cualitativamente distinta y masas revolucionarias.

Así que no se trata de alguna idea general vaga y amorfa: que si hablamos con varios

miles de personas, eso quiere decir que tenemos a miles. ¡No! Se trata de acumular en

concreto a miles ahora para la revolución, mediante todas las diversas corrientes e

interconexiones, y tratar correctamente todas las contradicciones en juego, ¿en qué? En

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

37

lo que ESTAMOS haciendo — construyendo un movimiento para la revolución y

además construyendo al Partido como su núcleo dirigente.

Así que, una vez más, eso guarda una relación con acumular fuerzas para la revolución.

Una vez más, deberíamos estar evaluando — como un criterio muy significativo,

deberíamos estar evaluando lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo, en

comparación con este objetivo de acumular fuerzas concretamente para la revolución.

Pero no se trata de hacerlo solamente en teoría. Se trata de atraer y ganarse y organizar

concretamente a las personas para unirse al movimiento revolucionario, y en cualquier

determinado momento hacer que muchos avancen hacia integrarse en el Partido —

miles, mientras hay influencia sobre millones.

Píenselo concretamente. Volvamos a esa relación dialéctica y la lucha, no solamente con

los representantes y fuerzas directos de la clase dominante, sino con todas esas otras

fuerzas que están operando sobre el terreno. ¿Qué va a pasar, cuando digamos,

teoricemos que el momento de tal situación revolucionaria haya surgido y todas esas

otras fuerzas estén en contienda sobre el terreno? ¿Importa que a lo largo del camino

hacia ese momento, hayamos tenido una creciente acumulación, de cientos de personas

al principio, pero después —y no en algún futuro lejano, sino en un plazo más

inmediato— de miles, y un creciente número de miles, que están actuando

concretamente en una dirección revolucionaria bajo el estandarte del comunismo

revolucionario? ¿Tendría eso —el que haya ocurrido o no— solamente una influencia

menor o hasta carente de peso en lo que pasara en una situación revolucionaria? ¿O

tendría una enorme importancia en evitar que se desperdiciara tal situación o que

ocurriera algo mucho peor, que se llevara a otro horror para las masas de alguna forma

u otra?

Por lo que se trata de una meta activa. Si estamos construyendo concretamente —y sí

ESTAMOS construyendo concretamente— un movimiento para la revolución y estamos

construyendo el Partido como su núcleo, pues tiene que ser una meta activa el trabajo

de atraer, orientar y capacitar de una manera revolucionaria concreta, sobre la base del

comunismo y de la nueva síntesis del comunismo, a miles de personas en este período y

a la vez influenciar a millones de personas y preparamos a los miles a dirigir a esos

millones, y a convertirse en los millones bajo la bandera revolucionaria cuando surja

una situación revolucionaria —, tiene que ser algo para lo cual se trabaja activamente,

un criterio activo y constante, un criterio importante con el cual comparamos nuestro

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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trabajo para determinar si de hecho ESTAMOS construyendo un movimiento para la

revolución y estamos construyendo al Partido como su núcleo dirigente, o si estamos

haciendo otra cosa que no es lo que deberíamos y tenemos que estar haciendo.

Superando el abismo — Dando ímpetu al potencial revolucionario de los jóvenes básicos

Ahora, un aspecto particular de este trabajo que quiero tocar es lo que se podría llamar

superando el abismo, y en verdad es un abismo, entre lo que hemos reconocido y se ha

dicho acerca del papel potencial de los jóvenes básicos en esta revolución —los jóvenes

básicos y las masas básicas más en general— y específicamente lo que se dice al respecto

en ¡REVOLUCIÓN — ¡NADA MENOS!, acerca de cómo deberíamos acercarnos a esos

jóvenes — entre eso, dónde se encuentra la situación ahora en términos concretos y lo

que se está haciendo ahora, particularmente con respecto a esos jóvenes básicos. Es un

hecho que muchos jóvenes básicos — debido a la dinámica de las contradicciones de

este sistema y las formas que esas contradicciones se manifiestan y se mueven hoy,

muchos jóvenes están metidos en cosas muy malas. O están totalmente desorientados —

aun cuando no estén metidos activamente en cosas malas, están desorientados y no

captan y no reconocen siquiera la necesidad de un cambio radical, ni hablar de una

revolución.

Pero, una vez más, nuestra estimación de que entre esos jóvenes básicos, y también entre

los jóvenes más en general, existe un tremendo potencial para esta revolución — ¿dicha

estimación se basa en algún precepto moral o alguna variación de la política de

identidad? En otras palabras, ¿se basa en alguna noción idealista la que no podemos

abandonar? ¿O tiene un fundamento científico? Para repetir, ¿se basa en un análisis y

una síntesis científicos —mediante la aplicación del materialismo dialéctico— del

potencial concreto, y su base, es decir, los intereses fundamentales reales de esos jóvenes

y hacia dónde es posible dirigirlos, desencadenarlos y dirigirlos de nuevo, mediante

muchísima lucha, para que se plasmen en una fuerza dinámica que impulse esta

revolución? La respuesta es la segunda.

No digo: “Pues, fíjese, esos jóvenes sufren una horrible opresión, y por eso tendrán que

ser una fuerza importante para la revolución”. Lo que digo se basa concretamente en

mucho trabajo científico que se ha hecho para analizar la “composición social” de

Estados Unidos y su carácter cambiante desde hace varias décadas, remontando a

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

39

principios del siglo veinte y aun antes — el análisis de la separación entre el movimiento

laboral y el movimiento comunista que se ha discutido en varios documentos,

particularmente en discursos míos. Y también se basa en un análisis científico concreto

de cuáles son las dinámicas en las que esos jóvenes están atrapados, qué efectos

concretos tienen éstas en su vida y qué es la salida para las masas de estos jóvenes. Tal

es la base científica para lo que digo. Y tenemos que seguir profundizando ese análisis

y síntesis científicos, mediante la aplicación dinámica del materialismo dialéctico. Pero

mientras hacemos eso, tenemos que estar trabajando activamente para superar ese

enorme abismo que existe entre el reconocimiento, establecido científicamente y basado

en la ciencia, de ese potencial revolucionario concreto, por un lado, y por el otro, dónde

se encuentran y qué están pensando en este momento las masas de esos jóvenes y en qué

dirección las dinámicas de este sistema los están influenciando.

Pues no se superará ese abismo mediante ninguna forma de seguidismo, ningún tipo de

reificación de esos jóvenes, como si de alguna manera la revolución estuviera dentro de

ellos mismos, en su “esencia interna” en algún sentido metafísico e idealista.

Únicamente se superará sobre la base, una vez más, de la ciencia y lo que ésta nos enseña

acerca de las dinámicas de la sociedad, cómo éstas afectan a esos jóvenes y en dónde

residen sus intereses fundamentales en realidad, y cuál, por así decirlo, es la salida para

ellos y qué papel pueden desempeñar con relación no solamente con su propia

emancipación sino con la emancipación de toda la humanidad de todas las cadenas

horrorosas que atan a las masas populares.

Así que hemos identificado, sobre una base científica, lo que hemos llamado “un papel

de columna vertebral y fuerza motriz” en esta revolución para las y los jóvenes básicos,

y las masas básicas en general. Eso no quiere decir que ellos representan la única fuente

de fuerzas revolucionarias ni el único grupo o fuerza social que es posible atraer y

capacitar poderosamente en torno a esta revolución. Pero son un grupo crítico.

Efectivamente tenemos que encontrar las maneras de superar ese abismo y activar la

participación de esos jóvenes; y tenemos que hacerlo ahora, y no en algún momento

futuro lejano, y no de alguna manera utópica, sino al aplicar, y aplicar rigurosamente,

nuestro método y enfoque científicos. Tenemos que hacerlo por medio de muchísima

lucha. Tenemos que hacerlo aplicando, de acuerdo a la manera en que lo he comentado,

“Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Tenemos que

hacerlo reconociendo y llevando a cabo el proceso general de preparar mentes y

organizar fuerzas — en el que, durante todo ese proceso, transformar el modo de pensar

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

40

de bloques de personas no es la única tarea, pero es la tarea central de lo que hay que

desarrollar.

Por lo que es necesario llevar mucha lucha con estos jóvenes, para transformar su modo

de pensar y para encontrar los medios y las formas por los cuales pueden activar su

participación concreta y constituirse en una fuerza decisiva en lo que ESTAMOS

haciendo: construyendo el movimiento para la revolución y construyendo al Partido

como su núcleo dirigente. Tenemos que ponernos a trabajar en eso, sistemática,

consecuente y, en un sentido real, implacablemente. Tenemos que encontrar las maneras

de activar a grupos de estos jóvenes, y de ahí tenemos que encontrar las maneras de

trabajar con ellos para activar a otros,y además para tener un impacto amplio en la

sociedad. No me refiero simplemente a activar a otros jóvenes de donde provienen los

primeros, por así decirlo, o sea, no me refiero solamente a otros jóvenes básicos, aunque

es muy importante hacerlo; pero también me refiero a que tengan un impacto y una

influencia —no por medio de “bogartear”, ni con poses, pero al llevar a cabo el trabajo

revolucionario y al representar esta revolución y al trabajar activamente para ella— entre

todas las capas del pueblo.

Bueno, mi mensaje para el Año Nuevo de este año, 2014, contiene una orientación básica

y un enfoque básico que le da seguimiento a lo expuesto en el discurso y película

¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! acerca de cómo tratar las contradicciones que

refrenan a esos jóvenes básicos, cómo luchar con ellos sin seguir a la cola de ellos, cómo

responder directamente a las cuestiones básicas y las contradicciones básicas que los

refrenan y los mantienen encadenados a lo que existe, y que hasta los mantienen en mal

camino en el contexto de todo lo que este sistema les hace. Por lo que también cabe ver

y estudiar esas cosas. La manera en que ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! trata esa

cuestión, pero también el mensaje para el Año Nuevo, de una forma muy concentrada:

cómo las contradicciones están influenciando la situación, y cómo están moldeando de

manera importante el modo de pensar de las personas ahora, en la ausencia de nuestro

trabajo sistemático y lucha para la revolución, y cómo ponerse a realizar ese trabajo y

lucha sistemáticos. Tenemos que hacer ese trabajo con una determinación “férrea como

un perro pitbull”, de manera implacable: cómo abrir paso y activar a nivel tras nivel de

esos jóvenes y activar su participación para atraer, capacitar e incorporar a otros, no

solamente de las masas básicas y de los jóvenes básicos, sino de todas las capas de la

sociedad, y tener un creciente impacto e influencia sobre el estado de ánimo y el modo

de pensar de la población — repito, no digo que lo hagan mediante poses, sino al

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

41

emprender activamente y luchar por el movimiento para la revolucióny además por el

Partido como su núcleo dirigente.

Así que tenemos que llevar la lucha sobre la base de la orientación correcta y el método

y enfoque científicos correctos, y también tenemos que trabajar muy ardua y muy

científicamente, y activar la participación de jóvenes para luchar colectivamente con

nosotros en torno a las formas de crear y desarrollar los medios, o varios medios, para

que un creciente número de estos jóvenes básicos, y otras masas básicas, y también

personas de otras capas, participen en el movimiento para la revolución, y ver que

avancen por medio de ese movimiento para la revolución y en efecto ingresen en la

vanguardia de esta revolución, al Partido como su núcleo dirigente. Eso supone muchos

diferentes componentes. Implica, obviamente, luchar contra el poder — que se hagan

frente a las formas en que son objeto de la opresión, pero también otros sectores del

pueblo y gente en otros países y otras partes del mundo que este sistema también oprime,

y apalea y destroza. Implica también llevar a cabo un trabajo ideológico y lucha

multifacéticos — la transformación de las personas, la transformación de su modo de

pensar. Por ejemplo, se han emprendido esfuerzos embrionarios, los que hay que

desarrollar y darles seguimiento y de los cuales hay que avanzar, para activar la

participación de las masas básicas, inclusive los jóvenes básicos, en las discusiones y

lucha sobre cuestiones como la evolución y las cuestiones más generales que ésta trata,

o con las que se interrelaciona directamente, como la cuestión de la religión y si uno va

a tener un enfoque científico o religioso de la realidad.

Y, a propósito, quiero señalar algo que considero que era muy importante en el artículo

escrito a raíz del levantamiento en Egipto, el artículo en (Demarcations No. 3, en inglés)

de Sam Albert que se llama “Callejón sin salida”, para abreviar el título, en el cual dice

que muchas fuerzas oportunistas —estoy parafraseando— pero dice que muchas fuerzas

oportunistas solo ven la religión en su papel como el opio de las masas. Fíjese, dichas

fuerzas, esos oportunistas, siempre invocan la afirmación de Marx de que la religión es

el opio del pueblo, para decir, en efecto y a final de cuentas: ¿no necesita el pueblo ese

opio? Pues se trata del corazón de un mundo sin corazón. ¿No necesitan las personas

tener corazón? Han tomado la afirmación de Marx y la están distorsionando como

justificación para no luchar con las personas acerca de la religión. Pero también, como

señala ese artículo “Callejón sin salida” —y de nuevo, estoy parafraseándolo— esos

oportunistas no captan, pasan por alto o soslayan el reconocimiento de que la religión

no es simplemente un consuelo, no es simplemente un opio, no es simplemente para

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

42

anestesiarse a sí mismo, no es simplemente un corazón en un mundo sin corazón. Es

también una concepción del mundo. Es también una ideología. Es también una manera

de intentar interpretar la realidad, y esa interpretación es fundamentalmente incorrecta

y en última instancia es muy nociva para las masas populares, pues refuerza las cadenas

sobre las masas, las cadenas mentales y las cadenas reales de la opresión y explotación

en general.

Por lo que la activación de la participación de los jóvenes básicos no se trata

simplemente de una cuestión de “juntémonos y luchemos”, aunque eso sí representa

parte de lo que implica —Luchar contra el poder— pero también se trata del trabajo

multifacético para capacitarlas para transformar su propio modo de pensar, y no para

que “prefieran nuestra ‘narrativa’”. No. No estamos trabajando de esa manera, ni

deberíamos trabajar así. Estamos trabajando para que en efecto empiecen a tener un

enfoque y un conocimiento cada vez más científico de la realidad y además para que,

sobre esa base, vean tanto la necesidad como la posibilidad de transformar radicalmente

esa realidad mediante la revolución y con la guía de la nueva síntesis — el comunismo

y su mayor desarrollo mediante la nueva síntesis del comunismo. Si no realizamos un

trabajo multifacético en el cual efectivamente tenga muchísima importancia el proceso

de ponerse de pie y luchar, luchar contra el poder, pero en que ese proceso representa

solamente una parte del proceso general en el cual hay que activar la participación —en

el cual estos jóvenes tienen que participar— un proceso general en el que, en un sentido

fundamental, la transformación del modo de pensar de las personas sea un elemento

fundamental en el proceso general de luchar contra el poder, y transformar al pueblo,

para la revolución, y de preparar mentes y organizar fuerzas para la revolución.

Así que, de esa manera, en ese sentido general en que el eje es la transformación del

modo de pensar de bloques de personas — eso es lo que quiero decir cuando digo que

tenemos que estar trabajando y luchando para activar la participación de creciente

número de jóvenes básicos y otras masas básicas y tenemos que llevar a cabo trabajo y

lucha, lo que incluye de manera colectiva con ellos, sobre esa base para crear y

desarrollar los medios para activar la participación de un creciente número de estos

jóvenes y también de personas de otras capas, en el movimiento para la revolución, y

hacer avanzar las personas mediante todo este proceso para llegar a ser una parte

concreta de la fuerza de vanguardia, el Partido Comunista Revolucionario, que es el

núcleo de ese movimiento para la revolución.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

43

Los “dos máximos”

Ahora bien, al mismo tiempo, tenemos que verlo en el contexto más amplio de lo que

hemos descrito como “los dos máximos” (el trabajo revolucionario en las masas básicas,

y el trabajo revolucionario en las capas medias, y la correspondiente interrelación

dialéctica) como una parte clave de nuestro enfoque general de construir el movimiento

para la revolución. Por importante que sea y por crucial que sea luchar concretamente

por hacer nacer crecientes olas —no solamente una o dos personas a la vez, sino

crecientes olas— de estos jóvenes básicos y otras masas básicas en el movimiento para

la revolución y por medio de ese movimiento, en el Partido como el respectivo núcleo,

no es posible hacerlo en un vacío ni es posible hacerlosolamente llevando a cabo el

mejor trabajo al respecto en sí y de por sí. Es necesario hacerlo en el contexto de

construir el movimiento para la revolución en general y de construir el Partido como su

núcleo, en todas las formas que hay que hacerlo (y ya he mencionado algunas formas

claves). Los “dos máximos” suponen que tenemos que trabajar con la misma línea, el

mismo método y enfoque científico, en todos los estratos del pueblo, no solamente las

masas básicas, sino en todos los estratos — las y los estudiantes, intelectuales y

académicos, y otros sectores de la pequeña burguesía, y por muchas corrientes amplias

y diversas, a fin de construir concretamente el movimiento para la revolución, a fin de

llevar correctamente la relación entre las luchas particulares que unifican amplios

sectores de la gente y el movimiento general para la revolución, a fin de preparar mentes

y organizar fuerzas, luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución,

de manera concreta y correcta, y en lo que, para repetir, la transformación del modo de

pensar de bloques de personas sea un hilo que recorre todo y es esencial para todo el

proceso.

Pero tenemos que perseverar en serio en el trabajo positivo en diversos estratos y la

influencia dialéctica de estire y afloje entre los estratos. Por lo que las masas básicas

verán a las personas de otros estratos en lucha, aunque lo hagan bajo otras banderas en

muchos casos —por ejemplo “Ocupar” hace un par de años tuvo una influencia positiva

sobre las masas básicas, al menos en un sentido embrionario, de modo que éstas veían

que hay otras personas en lucha — pues, siempre les dice a las masas que están rodeadas

y que a nadie le importan; “claro, a ustedes les están dando una bofetada en la cara, pero

a nadie le importa”. Y es muy cierto que en estos momentos no son muchas las personas

las que se preocupan un comino y por lo tanto tenemos trabajo que hacer al respecto, en

parte para refutar todas estas necedades acerca de la política de identidad — “Bueno, sí,

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

44

es terrible lo que les pasa a los negros, pero no soy negro, por lo que esa situación no

tiene nada que ver conmigo”; o “No soy negro y por lo tanto no puedo hacer nada al

respecto”. O latino, o mujer o lo que sea. “No soy gay, por lo que eso no es lo mío”.

Tenemos que despejar todo eso por ser un pilar clave del sistema opresor que hay que

quitarle a la conciencia de la gente y la forma en que actúa —o no actúa— en

consecuencia.

Pero eso tiene que ser parte de un proceso general y al mismo tiempo tenemos que

perseverar en serio y hacer avances al respecto. No podemos simplemente hablar. En

concreto, tenemos que acumular fuerzas mediante todos los distintos aspectos —

mediante el proceso general y en todas las formas que he estado mencionando y otras

formas que otros documentos han tratado de manera más completa.

Reascender o rompernos los huesos — vanguardia del futuro o residuo del pasado

Con ese telón de fondo, quisiera retomar la cuestión del conjunto de trabajo

revolucionario ahora. Esta es nuestra manera de identificar cuáles son las importantes

concentraciones de contradicciones sociales y los importantes objetivos que tenemos

que trabajar para afectar —volviendo de nuevo a lo que dije al principio— en el contexto

de las dinámicas mayores que surgen de las contradicciones básicas de este sistema y la

interpenetración de esas contradicciones. Se trata de identificar importantes

concentraciones de contradicciones sociales e importantes objetivos que tenemos que

trabajar para afectar a fin de abrir brechas y hacer los avances que se necesitan con

urgencia, en la construcción del movimiento para la revolución, el que ESTAMOS

construyendo, y en la construcción del partido como su núcleo dirigente, el que

ESTAMOS construyendo.

Ahora bien, al considerar la situación concreta en nuestro Partido, sus dinámicas, las

contradicciones de este Partido y esa situación en el contexto de la más amplia sociedad

y mundo y las contradicciones que están en juego ahí, digamos, se ha desarrollado o

usado la formulación muy real de que la contradicción que enfrentamos en lo inmediato

es que tenemos que realizar adelantos importantes y reascender en el camino de la

revolución o, para parafrasear a Mao, nos caeremos en un profundo hoyo y nos

romperemos los huesos. Ello es muy real. Es otra forma, una forma muy particular y

concentrada, de presentar el problema más grande y la encrucijada más grande que

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

45

enfrenta el movimiento comunista mundial en su conjunto. Como lo expone el

Manifiesto de nuestro Partido, El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, se trata

de la vanguardia del futuro o del residuo del pasado. Esta es una contradicción que se

presenta ante las fuerzas comunistas en todo el mundo, ante el movimiento comunista

en todo el mundo y ante la lucha general por el comunismo, lo que va más allá del

movimiento organizado particular —la lucha general por el comunismo, lo que va más

allá, para repetir, de las fuerzas organizadas auténticamente comunistas, y las fuerzas

organizadas que se adjudican el estandarte del comunismo pero que representan todo

menos eso y en efecto son oportunistas y hasta en algunos casos contrarrevolucionarios.

Pero en la lucha mayor por el comunismo, lo que se presenta de forma aguda es:

vanguardia del futuro o residuo del pasado. La forma en que eso se manifiesta en nuestro

Partido es: reascender —hacer adelantos importantes, empezar a ascender

concretamente en el camino de la revolución de algunas maneras cualitativas— o

rompernos los huesos con todas las respectiva consecuencias, no solamente por lo que

se refiere a la potencial desintegración de nuestro Partido, de modo que ya no pueda

hacer todas las cosas de que he estado comentando para transformar el mundo objetivo

en la dirección de la revolución, pero que concretamente y en sentidos importantes

genere reveses para la lucha por el comunismo en el mundo.

El conjunto de trabajo revolucionario ahora

Eso se presenta de forma muy inmediata y aguda, y al reconocerlo, así como en el

contexto mayor de lo que es necesario que hagamos en el mundo para construir el

movimiento para la revolución y construir el Partido como su núcleo dirigente, hemos

formulado este conjunto de trabajo revolucionario, que no constituye la totalidad del

contenido de nuestro trabajo pero sí el principal eje y concentración de nuestro trabajo

revolucionario en el período actual. Digo que no es la totalidad del contenido porque,

cabe repetir —retomando lo que se analizó al principio en relación a esos seis párrafos

de la Segunda parte de “Hacer y Emancipar”— ocurren otras cosas en el mundo, las que

no podemos pasar por alto, mismas que tienen un impacto directo —o un impacto

indirecto pero un impacto importante de todos modos— sobre el terreno general y el

trabajo general que necesitamos hacer y los retos que necesitamos enfrentar para

construir el movimiento para la revolución y para construir el Partido como su núcleo

dirigente.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

46

Así que este conjunto de trabajo es una concentración pero no es la totalidad de lo que

nos hace falta — es una concentración del trabajo revolucionario que necesitamos hacer

ahora, pero no es la totalidad de lo que necesitamos hacer para enfrentar y transformar

contradicciones por el camino de la revolución y en última instancia el comunismo a

nivel mundial.

Por eso quiero empezar por mencionar por qué BA en Todas Partes es la “punta de

lanza” de este conjunto general de trabajo. De eso se ha hablado, y como muchas otras

formulaciones, ésta se ha usado — y se ha malinterpretado y viciado tanto como se ha

usado, quizás hasta más. Repito, se plasma en la pregunta, ¿somos científicos o en

esencia somos religiosos e idealistas? Es posible entender esta pregunta considerando

los elementos agudamente contradictorios del editorial original (en Revolución) sobre

BA en Todas Partes. Por un lado, como se ha señalado, hubo algunos errores serios,

algunas formulaciones muy incorrectas, en ese editorial original que sí tendían a

expresar e influenciar a las personas para que adoptaran un punto de vista religioso en

vez de científico — en la forma de declaraciones de que sin BA en Todas Partes, la

revolución simplemente no es posible y que, en esencia, sin BA y la dirección directa

de BA, la revolución no es posible. Esa no es la línea que debe guiar a BA en Todas

Partes y su papel de punta de lanza en el conjunto general de trabajo; misma que se ha

criticado tajantemente y es necesario profundizar el entendimiento de por qué es así, qué

tiene de mal tal orientación y por qué contradice el entendimiento correcto y qué es el

entendimiento correcto.

Por otro lado, ese editorial original contenía algunas formulaciones correctas

importantes, las que se conservaron, naturalmente, en el editorial que fue revisado para

corregir los errores serios y las formulaciones que conducían a la gente por el camino

equivocado. En particular, ese editorial señala que BA en Todas Partes no se trata de la

promoción de un individuo en un sentido abstracto o apartado del rol que esa persona

desempeña en relación a lo que tenemos que representar, es decir, construir el

movimiento para la revolución, construir el Partido como su núcleo dirigente y luchar

para transformar la sociedad y el mundo hacia el objetivo del comunismo — primero,

derrocando el capitalismo-imperialismo, estableciendo el socialismo con la dictadura

del proletariado y continuando en el avance hacia un mundo comunista. Esa persona

(BA) y la obra de esa persona —el conjunto de la obra y el método y enfoque

concentrado y desarrollado en la nueva síntesis del comunismo asociada con esa persona

quien la desarrolló— es una concentración de este proyecto y sus respectivas metas. Lo

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

47

que promovemos al promover BA en Todas Partes es el avance en el entendimiento de

la necesidad, la posibilidad, el carácter, la estrategia y los medios para una revolución

con el objetivo final del comunismo. Es una continuación con mayores saltos — y

efectivamente, algunas rupturas con aspectos secundarios pero no insignificantes del

comunismo, siendo dicho proceso la manera, como he comentado anteriormente, en que

se desarrolla toda ciencia, todo enfoque científico de cambiar el mundo, que es, al fin y

al cabo, la razón de ser de la ciencia. La ciencia no es sólo una abstracción para conocer

el mundo, también es un enfoque de cambiar el mundo, en cualquier esfera de la ciencia,

sea medicina, física, biología o lo que sea.

Por lo que lo que dice ese editorial que es muy correcto y muy importante es que,

entendido y tratado correctamente —no de una manera religiosa pero de una manera

científica, entendiendo que esta es una concentración y la expresión más avanzada del

enfoque estratégico y las bases científicas para la revolución con el objetivo del

comunismo— BA en Todas Partes da el contexto general y la base subyacente de todos

los diferentes elementos del trabajo que estamos haciendo. Cabe repetir, no digo que el

objetivo de lo que hacemos sea promover BA en algún sentido personal, apartado de lo

que representa BA y el objetivo hacia el cual BA dirige a las personas, pero precisamente

en el sentido del cual acabo de comentar —como el método y enfoque, la nueva síntesis,

los medios, el entendimiento, el enfoque científico de avanzar concretamente la lucha

hacia el objetivo de todo lo que nos proponemos hacer, es decir, la revolución y en última

instancia el comunismo en el mundo— eso es lo que promovemos con BA en Todas

Partes. Promovemos el mayor avance del método y enfoque científico y todo lo que

surge de ese enfoque por lo que se refiere a la lucha por hacer la revolución en el mundo

y en última instancia alcanzar el objetivo final del comunismo en el mundo entero.

Repito, así se establece el marco y el contexto para todo el otro trabajo que hacemos, de

luchar contra el poder, y de transformar al pueblo, para la revolución. Porque, si no, sin

ese marco y contexto general, se irá por otro rumbo que no sea la revolución. Bien, que

quede claro, la mera implementación correcta de BA en Todas Partes —de nuevo, que

evitemos caer en la metafísica y en la religión y el idealismo— no es un elixir mágico

que garantice que nuestro trabajo no se desvíe del camino y evite volverse no

revolucionario. Hacer eso, de nuevo, no sería científico. No es una poción mágica:

“Bueno, si esparcimos por acá un poco BA en Todas Partes, por tanto cuando llevamos

a cabo las dos iniciativas de masas y cuando creamos el sitio web revcom.us, etcétera,

pues eso garantizará que al trabajo sirva a la revolución”. No. Al desarrollar correcta y

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

48

activamente BA en Todas Partes, en relación dialéctica con todos los otros elementos de

este conjunto y el trabajo revolucionario general que hacemos, tendremos las bases para

avanzar la lucha para mantener el trabajo sobre el camino revolucionario, para construir

concretamente un movimiento para la revolución y para construir el Partido como su

núcleo dirigente. Sin eso, sin esas bases, sin luchar por avanzar sobre esas bases —y

efectivamente se trata de una lucha, y no se trata de una poción mágica, no se trata de

ninguna garantía— pero sin luchar para llevar a cabo el trabajo sobre esas bases, se

garantizará que la fuerza de gravedad para cobijarse bajo el ala de la burguesía no sólo

influenciará a las masas con las que trabajamos y con las cuales emprendemos luchas,

sino también influenciará a nosotros, al mismo Partido nuestro.

Por lo que BA en Todas Partes explaya y sienta un marco general de todo lo que

representa. Pero hacerlo así, también, es una lucha. Como hemos visto, y como es

necesario que entendamos, también hay lucha sobre si BA en Todas Partas, así como el

conjunto general y la totalidad de nuestro trabajo revolucionario, se emprenderá sobre

una base revolucionaria o si se transformará en otra cosa debido a la fuerza de gravedad

de la influencia de la sociedad en general y el mundo en general y de lo que aún sigue

dominante en el mundo en las relaciones económicas, sociales, políticas y en la cultura

y la ideología, es decir, el dominio del sistema burgués del capitalismo-imperialismo y

otros sistemas de explotación y opresión.

BA en Todas Partes es una forma de establecer una punta de lanza para todo nuestro

trabajo —para el conjunto, y para nuestro trabajo revolucionario en general— y

establecer una base comunista revolucionaria para ese trabajo, al mismo tiempo que,

como he venido enfatizando, tiene que haber lucha a continuo para forjar el trabajo de

la misma campaña BA en Todas Partes sobre la base concreta de la revolución y el

comunismo, y no convertirla en otra cosa. He aquí otra contradicción que tenemos que

tratar correctamente. El mero hecho de que es objetivamente cierto que lo que se

concentra en la nueva síntesis del comunismo y en la dirección de BA es, de hecho, la

base científica y el enfoque estratégico de la revolución y el comunismo, no significa

que no sea posible su transformación en otra cosa en su implementación y enfoque. Todo

en este mundo es contradicción, y es posible convertir todo en su contrario, por medio

de lucha. Y eso lo hemos visto: fue posible convertir la dictadura del proletariado en la

dictadura de la burguesía sin abandonar el nombre “dictadura del proletariado”; o es

posible convertir el socialismo en el capitalismo abandonando el nombre del

“socialismo” o sin —y a menudo sin— abandonarlo. Y es posible convertir el

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

49

comunismo en su opuesto sin abandonar el nombre del “comunismo”. Por lo que se trata

del contenido concreto. Se trata del método y enfoque. Se trata de la ciencia. Se trata de

promover o no, al llevar a cabo BA en Todas Partes, lo que esta campaña representa y

encarna concretamente —es decir, la nueva síntesis del comunismo y la dirección hacia

el objetivo de la revolución y el comunismo— o hacer que sea otra cosa, transformarla

o no en su contrario, en efecto.

Al mismo tiempo —como el otro lado de otra contradicción importante— la campaña

BA en Todas Partes no es y no se debe entender ni tratar como algo plano y lineal de

simplemente conectarnos con las personas y activar su participación de cualquier

manera en que quieran participar, a cualquier nivel de unidad que ellas encuentren y de

cualquier manera en que sea posible ganarlas a contribuir a BA en Todas Partes. Se trata

de manejar correctamente esta contradicción muy importante entre el aspecto principal

—y sí debe ser el aspecto principal— de lo que representa la dirección de BA y la nueva

síntesis del comunismo, por un lado, y por otro lado, el hecho de que objetivamente

existe la base para que muchas personas participen en esta campaña quienes no están de

acuerdo ni siquiera con el objetivo del comunismo, ni hablar de lo que representan la

nueva síntesis del comunismo y la dirección de BA.

Así que, por un lado, esta contradicción se expresa o podría expresarse en que BA en

Todas Partes no es simplemente una campaña en un sentido general, no es algo lineal y

plano, sino que de hecho constituye una forma de lucha de clases en la esfera ideológica

— no entendido, repito, de una manera economista, limitada y reificada, sino entendido

como lucha en la esfera ideológica sobre qué es el problema y qué es la solución en el

mundo, por así decirlo, y qué papel tiene la nueva síntesis del comunismo y la dirección

de BA en relación a eso. Todo eso es una forma de lucha ideológica, no simplemente se

trata de presentarlo a ver qué piensan las personas al respecto, sino de llevar con ellas

una lucha ideológica activa sobre lo que es cierto al respecto — todo ello por un lado, y

por otro lado, concretamente aplicar la orientación y buscar activamente los medios para

activar la participación de muchas personas, de un creciente número de personas, que en

un momento dado no están convencidas, o no están convencidas por completo, de todo

lo anterior pero sí creen que es muy importante que las cuestiones que BA en Todas

Partes concentra — de que a dónde va la humanidad, digamos: qué es el problema, qué

es la solución, qué pasa en el mundo, por qué pasa, que si tiene que seguir pasando, si

hay una solución, qué es la solución, cómo llevar a cabo esa solución — todas esas

grandes cuestiones que efectivamente ocupan el corazón de la nueva síntesis del

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

50

comunismo y la dirección de BA, es necesario que se propaguen todas esas cuestiones

en la sociedad con un fuerte impacto. En el caso de todas las personas que reconozcan

eso, con los desacuerdos que tengan, tenemos que trabajar para encontrar las formas, y

trabajar con ellas de modo que participen en el desarrollo de las formas, para que

contribuyan a esta campaña, al mismo tiempo que desarrollemos y llevemos lucha

ideológica sobre todo eso con ellas, así como en la sociedad más ampliamente.

Anteriormente, hablé sobre las iniciativas de masas, y aludí a algo que escribí hace poco

sobre quiénes deben participar en estas iniciativas de masas, y por otro lado qué

es nuestroenfoque respectivo, a base de lo que debe ser nuestro enfoque básico. Bueno,

lo mismo se aplica a BA en Todas Partes. ¿Quién debe participar en BA en Todas Partes?

Todo aquel que reconozca (o, repito, sea posible ganar a reconocer, por medio de lucha,

permítame recalcar) que las cuestiones las que presenta la nueva síntesis del comunismo

y lo que BA representa como una concentración de la dirección relacionada con esa

nueva síntesis, que todo eso tiene que propagarse de manera muy amplia y tener un

impacto importante en la sociedad, que se discuta y se debata activamente, aunque

muchas personas así tal vez no concuerden con todo o ni siquiera quizás buena parte del

contenido concreto de esa nueva síntesis del comunismo y lo que representa la dirección

de BA. Pero todas las personas que crean que sea importante que las cuestiones que la

nueva síntesis presenta, los grandes interrogantes que suscita, bullan en la sociedad —

impacten fuertemente la sociedad y el discurso en la sociedad, el debate y la lucha en la

sociedad— son personas que tienen el potencial de participar y deben participar en BA

en Todas Partes. Al igual que las dos iniciativas de masas, debe participar y

potencialmente puede participar toda persona que entienda, o que es posible ganar a

entender, que son intolerables los ultrajes que impulsan esas iniciativas de masas, y que

hay que luchar en su contra, al mismo tiempo que nosotros presentamos nuestro

entendimiento completo de lo que representa lo que estas iniciativas de masas hacen, y

además el contexto general en el cual estas surgen e impactan la sociedad y el mundo en

general.

Además, es importante entender y tratar este conjunto precisamente como un conjunto,

un proceso general de desarrollar el trabajo revolucionario en este período — no su

totalidad pero un eje concentrado de dicho trabajo; un conjunto, un proceso general que

es más grande que la suma de sus partes, no sólo más grande que cualquier componente,

inclusive su punta de lanza —BA en Todas Partes— sino más grande que la suma de

sus partes. Con eso quiero decir que es necesario considerar todas las diferentes partes,

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

51

y su implementación, no solamente como un proceso general, sino un proceso en el cual

hay una relación dialéctica (una interacción recíproca e influencia mutua) entre estas

diferentes cosas que se desarrollan activamente en torno a las que se trabaja activamente

con el fin concreto de contribuir a construir ese movimiento para la revolución y

construir el partido como su núcleo dirigente. De esta manera nosotros debemos

implementar este proceso. No lo van a hacer las personas que no están de acuerdo con

nosotros sobre lo que es este conjunto general, pero que tal vez estén de acuerdo con

ciertos aspectos del conjunto — sea BA en Todas Partes o una de las iniciativas de

masas, o algo de eso pero no el todo. Es necesario que muchas personas así participen.

Pero nuestro respectivo enfoque tiene que ser verlo como una concentración integral del

trabajo revolucionario — no la totalidad, cabe repetir, pero una concentración integral

del trabajo revolucionario cuyos componentes se influencian mutuamente de manera

positiva, y no de manera espontánea, pero más bien por medio de nuestro trabajo para

hacer que ocurra.

Cualquiera que sea la parte particular de dicho conjunto en la que nos toque trabajar, en

una división general de trabajo, he aquí el enfoque que necesitamos: de que es un

proceso general, un conjunto integral, cuya totalidad es más grande que la suma de sus

partes, y cuyas partes particulares, y el trabajo sobre el conjunto en su totalidad, se

interconectan dialécticamente y se influencian mutuamente de modo que construyan

todo el movimiento para la revolución y construyan el Partido como su núcleo dirigente.

Por lo que las personas que participan por sus inquietudes particulares, por ejemplo, el

tema de una de las iniciativas de masas, aprenderán por medio de nuestro trabajo de lo

que se ocupa la otra iniciativa de masas, u otras cosas también las influenciarán, como

lo que pasa en el medio ambiente, o estarán bajo la influencia o interactuarán con lo que

se hace en torno a BA en Todas Partes.

El papel crucial de la página web/periódico

La manera en que todo lo anterior se combina, y la manera en que es mayor que la suma

de sus partes, se expresa de forma concentrada en el papel central de la página

web/periódicoRevolución, lo que después de todo constituye una de nuestras dos piedras

angulares. No sólo es una de las piedras angulares fundamentales de nuestro trabajo

revolucionario en curso, sino que es uno de los elementos activos en curso del mismo.

Esto significa que la página web en particular, pero además el periódico a su manera, es

una fuente de la que la gente aprende activamente acerca de lo que pasa en los varios

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

52

componentes de este conjunto de trabajo revolucionario en general, pero también es una

forma de la que aprenda acerca de la interconexión de todos esos elementos, y cómo

éstos están relacionados con el panorama más amplio del problema y la solución, por

así decirlo.

La página web, y el periódico a su manera, es también una forma de la que las personas

aprenden sobre el mundo más amplio —para retomar una vez más lo que se subrayó al

principio de este discurso respecto a esos seis párrafos de la Segunda parte de “Hacer y

emancipar”—, las cosas que están sucediendo, las contradicciones que están tomando

forma, están en movimiento y están cambiando las cosas y las dinámicas asociadas con

todo eso en el mundo más amplio, más allá del eje concentrado que tenemos ahora en

este conjunto de trabajo revolucionario. La página web, y el periódico a su manera, es

también la forma concentrada de la que las personas empiezan a entender eso de una

manera constante que se desarrolla y crece. Y es una forma que sintetiza para la gente

todos estos elementos distintos — tanto aquellos en que estamos centrándonos, y además

otros más allá de estos. No digo en un solo lugar, no digo en un solo artículo, pero

mediante todo lo que hace la página web, y el periódico a su manera, de modo constante,

la gente recibe una síntesis de cómo todos esos elementos se relacionan en el sentido

más amplio — no en un sentido reduccionista ni en un sentido mecánico limitado, sino

en el sentido general de cómo se desenvuelven la lucha, las distintas contradicciones en

el mundo y su interconexión, y al mismo tiempo, aunque tiene vida y dinámica propias

(o sea, los diferentes elementos tienen vida y dinámica propias), cómo en lo fundamental

todos estos elementos están arraigados o están englobados en las dinámicas de este

sistema y su contradicción fundamental, y en la fuerza impulsora de la anarquía como

la expresión principal de esa contradicción fundamental.

Todas estas cosas de una manera dinámica —mediante muchos artículos cortos,

concisos y populares y algunos artículos largos y complejos, material gráfico y los

demás elementos de la página web y el periódico— son lo que tienen que conectarse con

las personas para que, como dijo Lenin, esta página web/periódico sea en concreto la

mayor parte de los preparativos para la revolución. En esta página web/periódico, las

personas conocen la nueva síntesis del comunismo y la dirección de BA, así como las

otras partes del conjunto de trabajo revolucionario, así como lo que pasa en el mundo

más amplio, lo que pasa con el medio ambiente, las diferentes contestaciones en marcha

en la sociedad, las diferentes cosas que irrumpen, inclusive las contradicciones al interior

de la propia burguesía y entre la clase dominante, la clase dominante imperialista de

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

53

Estados Unidos y otras fuerzas imperialistas y otras fuerzas reaccionarias en el mundo,

y lo que pasa con “los dos sectores anticuados” en el mundo (el imperialismo y el

fundamentalismo islámica jihadí). Todas estas cosas se sintetizan no sólo mediante un

artículo o un análisis, sino mediante el análisis y síntesis que desarrollan la página web

y el periódico, de manera viva y oportuna. De esta manera, la página web/periódico

atrae, active y entrena a generaciones enteras de personas de diferentes capas sociales,

entre ellas las masas básicas —para retomar el punto sobre esos miles y millones de

personas— como revolucionarios, como comunistas, como fuerzas activas y luchadores

para la revolución comunista; que trabajan, con esa orientación básica, para influir en la

contradicción de acelerar mientras se aguarda el desarrollo y surgimiento de una

situación revolucionaria y un pueblo revolucionario.

Quiero tratar unos cuantos otros elementos con relación a la construcción del

movimiento para la revolución y la construcción del Partido como su núcleo dirigente.

Pero, de paso, una última cosa sobre la página web y el periódico: Es necesario que

evaluemos la sitio web y el periódico constantemente en comparación con lo que acabo

de decir. ¿Qué tan bien cumple ese papel? Hay que evaluar lo que se escribe y postea en

la página web y el periódico en comparación a ese criterio o esa orientación básica:

¿cómo va a contribuir al papel de esa página web y ese periódico, de ser el principal

medio que active, oriente, entrene y organice a las fuerzas de la revolución para construir

el movimiento para la revolución y para construir el Partido como su núcleo dirigente?

El rol y la importancia de la lucha ideológica

Ahora bien, unos cuantos otros elementos esenciales que es preciso tratar con relación a

la construcción de este movimiento para la revolución y la construcción de este Partido

como su núcleo dirigente — lo que ESTAMOS construyendo. Quiero tratar el papel de

la lucha ideológica y luchar por el futuro. Hace un par de años hablé sobre unas

cuestiones que posteriormente se concentraron en unos archivos (observaciones) que

escribí titulados “Poniéndonos los guantes de boxeo” [“Boxeo”] y unos archivos

acompañantes sobre las “Iniciativas de masas” y “La libertad y la necesidad”, los que

creo firmemente que las personas no han vuelto a estudiar con suficiente o repetida

atención, para desarrollar las respectivas bases más profundas. Y todavía tienen gran

relevancia e importancia; las personas deberían retomar y forcejear con lo que

concentran — a título individual, pero tal vez en ciertos momentos colectivamente.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

54

No voy a tratar todo lo que estos archivos contienen, pero más bien al subrayar la

importancia de retomar y estudiarlos, quiero enfatizar que lo que concentra el archivo

“Boxeo”, para repetir (como dije acerca de BA en Todas Partes) es la construcción del

movimiento para la revolución y el respectivo eje de transformar el modo de pensar de

bloques de personas. Y la transformación de la forma de pensar de bloques de personas

no se hace de manera abstracta ni encontrando una forma de inducir a la gente a pensar

de modo mejor. Se hace llevando la lucha ideológica. Para repetir, por lo general en las

filas del pueblo esta lucha no es antagónica, esta lucha no es con el enemigo, aunque

una de sus principales formas es denunciar y refutar lo que propone el verdadero

enemigo, la verdadera clase dominante. Pero esta lucha ideológica es un componente

esencial de todo — es un elemento vital de todo lo que hacemos y deberíamos hacer y

tenemos que hacer — llevar una enérgica lucha ideológica con contenido, pero al mismo

tiempo de modo convincente y a menudo agudo. Pero nunca de manera estridente. Y

hay una diferencia entre agudo y estridente. Tenemos que manifestar el uno, no

deberíamos manifestar el otro y no podemos y no debemos hacerlo.

Pero la lucha ideológica es crucial en todo lo que hacemos, inclusive en la construcción

del conjunto del trabajo revolucionario y sus diversos componentes, y en la construcción

del movimiento para la revolución en general y, claro, en la construcción del Partido

como su núcleo dirigente. Y “Boxeo” se refiere a la lucha ideológica. Como se dice en

ese archivo “Boxeo”, es preciso que nos levantemos por la mañana —estoy

parafraseando, no recuerdo las palabras exactas— que nos levantemos por la mañana

con ganas de llevar la lucha ideológica, de anhelar enérgicamente la lucha ideológica.

No lo digo en el sentido de caer fuerte sobre las personas — y no lo digo en el sentido

de que “‘nuestra narrativa’ triunfe sobre ‘la estúpida narrativa de ellos’” —, sino lo digo

en el sentido de luchar en serio con las personas de buen modo sobre cómo será la

manera correcta y científica para conocer la realidad, qué implica concretamente un

conocimiento científico de la realidad y cómo las personas deberían actuar en

consecuencia.

Deberíamos tener muchas ganas de llevar esta lucha ideológica, en lugar de intentar

evitarlo. Como señala el archivo “Boxeo”, a menudo al llevar la lucha ideológica como

se debe, eso en efecto desbarata temporalmente la unidad que se ha forjado con cierta

persona o grupo de personas en un momento dado. Por esta razón, entre otras, las

personas suelen rehuir a dicha lucha. La otra razón, quizás aún más fundamental, es que

la han separado de lo que tal lucha debería representar—de construir concretamente un

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

55

movimiento para la revolución y llevar a cabo concretamente una revolución con el

Partido como su núcleo dirigente— y por ende solamente ven las cosas en términos

inmediatos. La han perdido de vista y la han separado del objetivo más amplio del que

todo tiene que ser parte.

Por esa razón también, entre otras, las personas rehúyen a la lucha ideológica — quizá

sea una razón aún más fundamental. Pero una razón inmediata es que a menudo la lucha

ideológica en efecto interrumpe la unidad que se ha forjado. Y, es sabido que dicha

interrupción sí tiene consecuencias. Es necesario desarrollar luchas, es necesario unirse

con las personas para llevar la lucha que hay que llevar para obtener las cosas que hay

que obtener. Por lo que eso sí tiene consecuencias, no es un asunto trivial, el de

interrumpir la unidad. Pero, ¿cómo cabe dicha lucha en el proceso más amplio de

construir concretamente un movimiento para la revolución y construir el Partido como

su núcleo dirigente, de acelerar concretamente mientras se aguarda, de preparar mentes

y organizar fuerzas concretamente para la revolución, de llevar tal lucha concretamente

con la orientación de cómo dicha lucha conducirá hacia lo que ocurrirá cuando se dé un

salto cualitativo y una transformación cualitativa en la situación objetiva de modo que

surjan una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario? Si tratamos todo en ese

sentido, se entiende que es necesario evaluar la interrupción temporal de la unidad con

relación a ese panorama más amplio y esos objetivos más grandes. Y de ahí es necesario

luchar para ganar a la gente a una comprensión más avanzada y forjar nueva unidad no

necesariamente sobre la base de su plena aceptación de todo lo que representamos, pero

un mayor avance en su comprensión de la realidad y lo que hay que hacer para

transformarla.

No debemos tomar a la ligera la interrupción de la unidad que se ha forjado. La unidad

con las personas, para repetir, es importante. No debemos interrumpir a la ligera esa

unidad o socavarla. Pero, además, no debemos temer llevar la lucha, incluso la lucha

ideológica aguda, si tenemos en cuenta lo que sirve, en términos de nuestro

conocimiento de la realidad y cómo se puede y se deber transformar. Por lo que la lucha

ideológica es una parte crucial de lo que trata el archivo “Boxeo”, de que debemos tener

ganas de llevar la lucha ideológica en el sentido correcto y llevarla de la manera correcta.

Al mismo tiempo, he aquí otra contradicción. Es necesario llevar esta lucha ideológica

en relación dialéctica con lo que se ha descrito como “Una invitación” de BA: Juntos,

tomemos un viaje crucial en la lucha contra la opresión. Estoy parafraseando, claro, pero

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

56

hay que retomar esta invitación y considerarla en relación dialéctica con lo que digo

acerca de la lucha ideológica y lo que contiene el archivo “Boxeo”: siga sus propias

convicciones y las cosas que usted considera como intolerables, sígalos hasta su propia

conclusión lógica, y no les dé la espalda, mantenga la mente abierta, busque

abiertamente un conocimiento más profundo de la realidad, y no dé la espalda a ese

proceso o no se detenga sin finalizar ese proceso porque le incomoda y específicamente

no le dé la espalda al conocimiento de que todas estas cosas están arraigadas en un

sistema, en el sistema de capitalismo-imperialismo bajo el cual vivimos y que la

respectiva solución es la revolución y el objetivo final del comunismo. Esté dispuesto a

reconocer y forcejear con ese planteamiento a partir de lo que es cierto, es decir, si es un

reflejo correcto de la realidad o no — no le dé la espalda porque cuestiona sus prejuicios

o que a usted lo saca de su espacio de seguridad y comodidad. De nuevo, para

parafrasear, hay que retomar la declaración original la que se ha descrito como “Una

invitación” de BA.

La invitación existe en relación dialéctica con lo que contiene el archivo “Boxeo” sobre

la importancia de la lucha ideológica. En el panorama general, la lucha ideológica es lo

principal, porque si la gente ya estuviera donde tiene que estar en su conocimiento del

problema y de la solución, en resumidas cuentas, pues estaríamos en un lugar totalmente

diferente en el mundo. Pero en primer lugar, eso es imposible — el que todos lo

entendieran en la etapa en la que nos encontramos. Hasta en el comunismo, también,

será necesario continuar la lucha ideológica sobre cómo conocer las contradicciones en

el mundo y qué hacer al respecto. Pero mientras llevamos esta lucha, también es

necesario, para repetir, aplicar, en relación dialéctica, la orientación de lo que se ha

llamado la “Invitación” de BA.

Ahora bien, para continuar, quiero recalcar otro punto: la importancia de retomar

constantemente las bases y el uso activo de la Constitución para la Nueva República

Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) (CNRSAN) así como cosas como el

número especial sobre la historia de la revolución comunista y de la experiencia del

socialismo en la Unión Soviética y en China y la nueva síntesis del comunismo — el

que pone las cosas en claro sobre la historia de la revolución comunista y el papel de la

nueva síntesis del comunismo. Se trata de elementos particulares, pero son muy

importantes en relación a nuestra propia orientación, pero además por lo que se refiere

a la lucha ideológica. Eso se debe a que, tal como entendemos y tal como ya se ha

mencionado, hay una contradicción muy importante según la cual hasta las personas

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

57

profundamente consternadas por el estado del mundo y las condiciones de las masas de

la humanidad y lo que le pasa al medio ambiente, las guerras, etc. —hasta las personas

que tienen tales inclinaciones ni siquiera van a poder sostener las luchas que no sean la

revolución— luchas con las cuales que nosotros podemos conectarnos como parte de

construir un movimiento para la revolución — las personas no van a poder sostener esas

luchas más allá de cierto punto sin esforzarse para cobijarse bajo el ala de la burguesía,

ni hablar de la posibilidad de convencerlas de que es necesario luchar por algo mucho

más grande y mayor, a saber, un mundo radicalmente diferente alcanzado mediante la

revolución y el comunismo.

Bien, la Constitución y el número especial mencionados en el párrafo anterior son dos

expresiones concentradas del futuro. El contenido de la Constitución para la Nueva

República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), como hemos señalado,

es muy panorámico y muy concreto a la vez, por lo que es algo que hay que retomar

constantemente como base. La otra expresión, el número especial, pone las cosas en

claro sobre la historia de la revolución comunista y el papel de la nueva síntesis. Estas

dos obras encarnan una visión activa del futuro y una lucha activa por el futuro, lo que

es crucial por lo que se refiere al potencial de que las personas desarrollen “Luchar

contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Y eso se refiere no sólo a

nuestras posibilidades de desarrollar tal potencial sino a la posibilidad de que otras

personas lo desarrollen, avancen y den saltos a ver en concreto no sólo la deseabilidad

sino también la posibilidad, así como la necesidad, de esta revolución y de la lucha para

alcanzar un mundo comunista.

El internacionalismo y el enfoque estratégico de la revolución

En ese contexto de desarrollar nuestro trabajo general de construir un movimiento para

la revolución y de construir el Partido como su núcleo dirigente, como parte de la lucha

general en el mundo en su conjunto hacia el objetivo final del comunismo, el último

tema que quiero tratar es el internacionalismo y la lucha en el escenario internacional.

En primer lugar, quiero retomar lo que ya se ha recalcado, y que obviamente es un tema

sobre el que hay gran contienda entre los comunistas y autoproclamados comunistas,

pero es algo que se ha presentado, sobre todo desde la publicación de ¿Conquistar el

mundo? hace más de tres décadas: el que el escenario mundial es decisivo, en un sentido

general, en términos fundamentales y generales — hasta en términos de hacer la

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

58

revolución en un país específico así como del avance general de la revolución comunista

hacia la meta de la emancipación de toda la humanidad y el establecimiento del

comunismo en el mundo entero.

Ahora bien, no voy a intentar repetir o volver a hacer profunda o exhaustivamente todo

el análisis sobre por qué eso es así. Pero sí quiero hacer referencia a acelerar mientras se

aguarda y de donde tomamos esta formulación en primer lugar, la que luego aplicamos

a nuestro propio proceso de hacer la revolución como parte de la revolución mundial en

su conjunto. En efecto, tomamos esta formulación de Mao, del período de la guerra

contra la ocupación japonesa de China, la guerra anti-japonesa, según los

revolucionarios chinos la llamaban, en el contexto más amplio de la Segunda Guerra

Mundial. Cabe notar que Mao desarrolló esta formulación, acelerar mientras se aguarda,

diciendo específicamente que estamos acelerando mientras se aguardan los cambios en

la situación internacional. Y a lo que él se refería fue que los revolucionarios no estaban

sentados pasivamente aguardándose el surgimiento de acontecimientos más favorables

en la situación internacional —suspendiendo sus actividades y luchas revolucionarias

hasta que surgieran esas condiciones— pero al contrario, él reconocía dos cosas. Por un

lado, por así decirlo, en el equilibrio no iba a operarse un cambio inmediato y cualitativo

a una situación en la que pudieran acometer el poder estatal en el país a nivel nacional,

mediante la derrota del Kuomintang y los imperialistas detrás del mismo, a saber el

imperialismo estadounidense y el imperialismo británico en particular — que los

revolucionarios chinos no estuvieran en una posición en la que esas tareas estuvieran en

lo inmediato a la orden del día, que la situación objetiva en general no se hubiera

transformado y no iba a transformarse inmediatamente, ni por medio de sus propios

esfuerzos, hasta que dicha situación llegara a estar en la agenda política inmediata, por

así decirlo. Pero, asimismo, tampoco iban a llegar jamás a la situación en la que siquiera

pudieran llevar a cabo la revolución de nueva democracia y de ahí avanzar a la etapa

socialista, si se sentaran pasivamente a la espera de los cambios externos en el mundo

como un todo — y con “externos”, me refiero no solamente a los cambios fuera de China

sino a los cambios fuera de sus propios esfuerzos de generar cambios en la situación.

Por lo que, en oposición a esas dos orientaciones y tendencias erróneas, Mao recalcó

que lo que estamos haciendo es acelerar de forma activa mientras se aguardan los

cambios más amplios en la situación internacional general — y que esa orientación se

aplicaba tanto al objetivo inmediato de la lucha, el de derrotar al imperialismo japonés,

como al proceso revolucionario más amplio del cual ese objetivo inmediato era, en ese

momento, una etapa decisiva. Lo que él quería decir fue: bien, en este momento no

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

59

podemos ni siquiera jugárselas el todo por todo para expulsar a Japón y derrotar su

ocupación de China. No estamos en una posición de hacerlo; es necesario que se operen

más cambios en el mundo en su conjunto antes de que podamos acometer ese objetivo

de manera inmediata y directa, ni hablar de emprender el proceso general de derrocar a

todas las fuerzas reaccionarias en China e iniciar la etapa socialista por medio de la

revolución de nueva democracia. Mao decía, no estamos en una posición de hacer eso,

ni siquiera por lo que respecta a la ocupación japonesa, pero sí estamos en una posición

de combatir y contribuir activamente al proceso que lleve a derrotar al imperialismo

japonés y a romper su ocupación de China y que la revolución avance a otra etapa.

Por lo que en efecto a Mao le tomamos la formulación “acelerar mientras se aguarda”

— lo que es irónico porque nos atacan en nombre de Mao, en nombre de Mao nos atacan

por decir que el escenario mundial es decisivo, pero en esta formulación el mismo Mao

reconocía que el escenario internacional era decisivo. Y hemos adoptado y adaptado esta

formulación de acelerar mientras se aguarda. La hemos adoptado, pero también la hemos

adaptado a las particularidades de hacer la revolución en un país como Estados Unidos,

en el contexto de la situación mundial general. Pero si se analiza la revolución con el

objetivo final del comunismo —para repetir, retomando ese número especial del

periódico Revolución (sobre la historia del movimiento comunista y la sociedad

socialista, y la nueva síntesis del comunismo) o considerando en general la historia de

la revolución socialista— y cómo se ha hecho en diferentes países, no es casual — hay

dos errores que podríamos cometer. En primer lugar, no reconocer en qué contexto se

hicieron los importantes adelantos en las dos grandes revoluciones socialistas en el

mundo. La una se hizo en el contexto de la Primera Guerra Mundial, la otra en el

contexto de la Segunda Guerra Mundial. Y el que se hicieran así no era de ninguna

manera algo casual. Por lo que un error serio que se podría cometer es no reconocer que

ésa no es una relación casual o fortuita, sino que esas revoluciones ocurrieron por

razones muy materiales y de hecho constituyen una ilustración de cómo, en las dos

revoluciones, la situación internacional fue decisiva en última instancia y

fundamentalmente — que las contradicciones particulares en esos países cambiaron en

el contexto de los cambios en las contradicciones mundiales, y que se cambiaron

mediante lucha activa de modo que fuera posible abrir paso y derrocar el sistema

existente y emprender el camino socialista en concreto, con las distintas particularidades

de los dos países (Rusia y China). Por lo que un error serio es no reconocer esa dinámica

y las consecuencias de esa dinámica. Por otro lado, el error de hacer de esa dinámica un

absoluto — de tratarla de manera metafísica como si, dado que así ocurrió, así fuera

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

60

la única manera en que se pudiera hacer la revolución en países específicos (si no hoy

por medio de una guerra mundial debido a que así se podría destruir el mundo, pero por

medio de alguna especie de concentración similar de contradicciones a nivel

internacional), de que solamente en tal contexto se podría hacer alguna especie de

importante adelanto en el camino de la revolución socialista hacia el objetivo del

comunismo — pues, cometer ese error sería igualmente equivocado.

Para repetir, no se hacen las revoluciones por medio de fórmulas — no se hacen

mediante fórmulas ni en el sentido de recetas o fórmulas, ni siquiera en el sentido de un

gran análisis que, de todas maneras, recurre a fórmulas. Pero lo importante es que hay

una interconexión en cualquier situación específica, en cualquier período en un país

específico, entre la situación en ese país y la situación mundial general — o, en otras

palabras, la red interconectada general de contradicciones en la cual están ubicados ese

país específico y las contradicciones propias del mismo (en un sentido relativo).

¿Cómo es la manera correcta de aplicar ese análisis y cómo es la orientación correcta

para activamente practicar lo de acelerar mientras se aguarda, según la formulación

original de Mao y la manera en que la hemos adoptado y adaptado? De hecho, se ha

expuesto de forma muy concentrada en Lo BAsico 2:12. Quisiera examinarlo un poco

porque nos acusan —yo no simplemente quiero refutar acusaciones— sí quiero hacerlo,

al menos cuando éstas estén relacionadas con algo importante, pero en lo más

fundamental es importante recalcar concretamente, en oposición a las distorsiones del

análisis correcto, lo que constituyen la orientación y enfoque correctos. A continuación

cito algo que salió originalmente en El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico

comunismo!, a principios de los años 1990, hace más de 20 años. He aquí lo que dice, y

quiero leerlo y luego hablar un poco sobre unos aspectos particulares de la cita y su

orientación general.

“Esas condiciones [las condiciones necesarias para el comunismo] solo se pueden

alcanzar a escala mundial, después de un largo y tortuoso proceso de transformación

revolucionaria en que habrá un desarrollo desigual, la toma del poder en diferentes

países en diferentes momentos, y una compleja dialéctica entre las luchas

revolucionarias y la revolucionarización de la sociedad en esos países… [una relación

dialéctica] en que lo fundamental y decisivo en última instancia es el escenario

internacional, y en que las luchas de los proletarios de diferentes países que se

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

61

compenetran mutuamente y se apoyan mutuamente constituyen el eslabón clave para

transformar fundamentalmente el mundo en su conjunto”.

Ahora bien, vale la pena reflexionar y adentrarnos en este pasaje en su totalidad y en

general, pero también quiero examinar aspectos particulares y cómo ilustran esa

totalidad, o cómo cuadran con la totalidad.

Bien, la cita comienza con una declaración con la cual estarían de acuerdo la mayoría

de las personas que son —o se consideran o se declaran—comunistas. Las condiciones

necesarias para el comunismo sólo se pueden alcanzar a escala mundial. Bueno, eso no

significa todo en el mismo momento, como esta declaración próximamente pone bien

claro. Pero en última instancia es necesario alcanzar el comunismo a escala mundial. De

no ser así, mientras el socialismo, un sistema radicalmente diferente, exista dentro de la

situación mundial general en la que sigue existiendo el imperialismo, pues tal situación

tendrá un efecto ya que esos países socialistas particulares no podrán avanzar al

comunismo. Así que no es posible que varios diferentes países avancen al comunismo

cada uno por su propio camino, y que al último todo se combine en un mundo comunista.

En última instancia, es necesario alcanzar el comunismo en el mundo en su conjunto,

aunque, como explica la siguiente parte de la declaración, también es necesario hacer

adelantos importantes y dar saltos para poder plasmar ese avance mundial en su

conjunto.

Nos acusan de decir — bueno, es como si nos acusaran, en esencia, de ser unos

trotskistas quienes dicen que es necesario hacer la revolución en todo el mundo, o al

menos en una parte grande del mundo, que incluye especialmente a los países

capitalistas con las fuerzas productivas más desarrolladas, o si no, no puede haber

socialismo en ninguna parte. No, eso no es lo que decimos. Decimos algo que lo

contradice tajantemente. Decimos algo materialista y dialéctico. Pues, ¿qué dice

exactamente? Sólo se pueden alcanzar las condiciones necesarias para el comunismo —

las condiciones materiales e ideológicas—, pero las condiciones necesarias para el

comunismo sólo se pueden alcanzar a escala mundial, después de un largo y tortuoso

proceso de transformación revolucionaria en que habrá un desarrollo desigual. Eso

quiere decir que se darán adelantos importantes, como se dieron en la Unión Soviética

o en China o en diferentes lugares. Habrá desarrollo desigual, que no se avanzará todo

de manera uniforme en todo el mundo.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

62

Lenin expuso muy tajantemente ese punto en aquel momento en que la Unión Soviética

se formaba y batallaba para sobrevivir, ante toda una sarta de reaccionarios y fuerzas

imperialistas que se confabularon para derrocarla. Todos esos socialdemócratas,

Kautsky y los demás, criticaban a la Unión Soviética — diciendo que era una perversión

del socialismo, de que no era democrática y además no era un país avanzado, era un país

atrasado, que debían de esperar que los países más avanzados evolucionaran

gradualmente hacia el socialismo, hasta que dichas fuerzas más avanzadas pudieran

darle la mano a la pobre Rusia atrasada, etcétera, etcétera. Lenin habló de una idea en

cierto modo como la caricatura de “Alphonse y Gastón” — siempre con su “usted

primero, no primero usted”. Como que, unos llegan a un portón, y dicen, “usted primero,

no primero usted”. Lenin dijo, miren, el problema ahí es que si todos esperan hasta que

los demás hagan la revolución, todos vamos a quedar suspendidos en el aire y nadie

nunca va a dar un importante adelanto. Por lo que, no es así, no es que todos lo hagan

juntos — o, en particular, no es que todos esperen hasta que las fuerzas productivas más

avanzadas del mundo capitalista, hasta que la clase obrera y su encarnación

socialdemócrata y su dirección reformista ahí evolucionen hacia el socialismo y se

lleven a toda la gente atrasada.

Esta idea va de la mano con una historia que escuché sobre la Unión Soviética. Unos

autodenominados comunistas alemanes estaban de visita en la Unión Soviética en los

años treinta y fueron a algunas zonas rurales donde todavía había letrinas — que a

propósito estaban en zonas rurales y aún se usan en algunas zonas rurales hasta en los

Estados Unidos tan “avanzados”, hablando de fuerzas productivas. De todos modos,

estaban de visita y vieron todas esas letrinas en el campo en la Unión Soviética, y uno

de esos supuestos comunistas alemanes dio vuelta a otro y dijo: “El socialismo se

desperdicia en este país”. Una expresión clásica de la “teoría de las fuerzas productivas”.

Imagínese, ahí estaban luchando por crear todas esas relaciones sociales avanzadas, pero

supuestamente el socialismo se desperdiciaba ahí porque todavía usaban letrinas en vez

de la alcantarillada moderna. Bueno, fue tal punto de vista el que dice — el punto de

vista socialdemócrata al estilo trotskista de que todos tengan que esperar hasta que el

mundo entero esté listo para hacerlo en conjunto o por lo menos hasta que los países con

las fuerzas productivas más desarrolladas en el mundo capitalista puedan abrir paso o

evolucionar hacia el socialismo, por medios reformistas, y de ahí llevarse a los demás.

Lo que se expone aquí es todo lo opuesto: que es “un largo y tortuoso proceso de

transformación revolucionaria en que habrá un desarrollo desigual” — en otras palabras,

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

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se darán adelantos importantes en diferentes lugares, en diferentes momentos, “la toma

del poder en diferentes países en diferentes momentos, y una compleja dialéctica”

(noten: no un proceso lineal ni reduccionista, sino) “una compleja dialéctica entre las

luchas revolucionarias” (noten las palabras exactas) “y la revolucionarización de la

sociedad en esos países”. En otras palabras, las luchas revolucionarias — pero también

los lugares que se abran paso para tomar el poder concretamente y empiecen a

revolucionar la sociedad. Así que se trata de un mosaico, por así decirlo, de países

socialistas y otros países donde la revolución aún no se ha abierto paso y alcanzado el

socialismo en un momento dado, y “una compleja dialéctica entre las luchas

revolucionarias y la revolucionarización de la sociedad en esos países”.

Para seguir con la cita, una relación dialéctica “en que lo fundamental y decisivo en

última instancia es el escenario internacional” — eso es un lado de la contradicción, eso

es fundamental. ¿Qué es el otro lado? “En que las luchas de los proletarios de diferentes

países que se compenetran mutuamente y se apoyan mutuamente constituyen el eslabón

clave para transformar fundamentalmente el mundo en su conjunto”. ¿Qué significa?

Significa: ¿Qué factores constituyen la libertad para los comunistas y las masas

populares que éstos dirigen? Esa libertad surge de emprender la lucha revolucionaria y

hacer todo el cual hemos comentado para acelerar mientras se aguarda, y para dar

adelantos importantes donde sea posible.

Con eso regresamos al principio, donde empecé hoy, a la declaración en esos seis

párrafos de la Segunda parte de “Hacer y Emancipar”: Nadie puede decir de antemano

con exactitud. Este principio también se aplica aquí. El mero hecho de las dos

revoluciones de la Unión Soviética y China se hicieron en conexión con guerras

mundiales, y el mero hecho de que ese acontecimiento no fue fortuito —o casual o por

circunstancias— no significa que es la única manera en que podría ocurrir, y no significa

que se puede decir a ciencia cierta que nada sería posible hasta que, repito, algún factor

externo —externo a un país particular, pero también externo al trabajo que haga

cualquier fuerza revolucionaria— hasta que eso de alguna manera genere todas las

condiciones propicias para una revolución, que no sería posible ni siquiera dar un

adelanto importante cualitativo para derrocar el sistema en el poder y establecer un

nuevo estado revolucionario. Nadie puede decir con exactitud —de nuevo, se trata de

un principio muy importante— nadie puede decir con exactitud, en el contexto del

movimiento y transformación de la situación internacional, qué sería posible en

cualquier país dado.

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

64

No se trata de estar guardando pasivamente. Lo importante es acelerar activamente al

mismo tiempo que aguardar, tomando en cuenta todas las cosas concentradas en lo que

comenté anteriormente (sin repetirlas todas), sobre el contenido de esos seis párrafos al

comienzo de la Segunda parte de “Hacer y Emancipar”. De nuevo, se trata de una

relación dialéctica en que el escenario internacional es fundamental y decisivo en última

instancia —no necesariamente es decisivo en todo momento en cualquier país particular,

sino en general y en lo fundamental, es decisivo en lo fundamental y en última

instancia— mientras que, al otro lado de la contradicción, las luchas de los proletarios

de diferentes países que se compenetran mutuamente y se apoyan mutuamente

constituyen el eslabón clave — lo que podemos aprovechar para crear libertad por medio

de esas luchas a fin de transformar en lo fundamental el mundo en su conjunto. De esa

manera se transforma. No se transforma mientras estemos sentados aguardando que las

contradicciones mayores les entreguen la revolución en bandeja de plata a los

revolucionarios y las masas populares, y nadie puede decir con exactitud qué podría

resultar del trabajo de los revolucionarios y la lucha de las masas populares en cualquier

marco dado. No se trata de depender pasivamente de los cambios en el mundo objetivo

mayor y el escenario mundial mayor, si bien, en un sentido fundamental y en última

instancia, el escenario mundial es decisivo.

Para poder aplicar el internacionalismo de la manera más correcta y poderosa y también

para poder aplicar correctamente el método y enfoque necesarios para hacer la

revolución en general, es crucial entender correcta y científicamente el materialismo y

la dialéctica de ese principio.

Así que, voy a concluir con lo siguiente. De nuevo retomamos lo de la vanguardia del

futuro o el residuo del pasado. Retomamos lo que declara agudamente al respecto el

Manifiesto de nuestro Partido. Retomamos la necesidad, de nuevo, de no tener una

actitud pasiva pero de llevar activamente la lucha, que incluye una lucha muy aguda y

convincente, en el escenario internacional, en relación dialéctica con la realización del

trabajo concreto de construir el movimiento para la revolución y construir el Partido

como su núcleo dirigente en Estados Unidos como nuestra contribución, o como un

aspecto importante de nuestra contribución, a la lucha mundial general por el objetivo

final del comunismo, al mismo tiempo que emprendemos lucha en ese escenario

mundial por la nueva síntesis del comunismo y para atraer y desarrollar fuerzas —tanto

entre las fuerzas existentes como las nuevas que en el presente no se han ganado ni

¡Por una Cultura Nacional, Científica y Popular!

65

organizado por la bandera del comunismo— para que se constituyan y luchen como una

vanguardia del futuro, y no se releguen a ser un residuo del pasado.