LIBRO XXVII LOS MAESTROS DE MI VIDA II...

24 IES Cardenal Sandoval y Rojas 2008-09Léeme 8

PRÓLOGOAsí comienza uno de los libros que

escribo en mis momentos de ocio,libros que no publico y que escribopara mis hijos y para algún queotro amigo que me hace recordarhistorias; pero a partir de la comi-da de hermandad que tuvimos enel restaurante "Los rastrojos" (juniode 2008), celebrando el 25º ani-versario de los alumnos delSandoval, y viendo la buena genteque acudió a ella, amigos y conoci-dos, muchos de ellos olvidadoshace años, otros conocidos queveo frecuentemente por Aranda, yen reconocimiento a que Arandame acogió como a uno más cuan-do vine a formarme para abordarun futuro próspero, creo que es dejusticia que todos ellos puedanaprovecharse de mis recuerdos,que en muchos casos son recuer-dos de todos.

Mi deseo, por tanto, es que sirvapara el recuerdo, la añoranza por

el tiempo pasado y el homenaje ala institución de la enseñanza, asus maestros y al Sandoval, duropara unos, formativo para otros,pero nuestro centro formativo de laadolescencia para todos, y esostiempos nunca se olvidan.

Perdonadme si en algunos temassoy muy visceral, pero, comodecían algunos de nuestros profe-sores, ni nadie es imparcial enesta vida, ni nadie es apolítico, porello creo que todos seremos losuficientemente inteligentes paraseparar el grano de la paja.

Va para vosotros, compañeros,que os sea fructífero.

ANÉCDOTAS VARIAS

(Como el espacio es limitado se hanelegido algunos capítulos de los muchosde que consta este libro))

...

EL AUTOBÚS

Siempre me he quejado por activay por pasiva de la pérdida de tiem-po que sufría al estudiar en

Aranda, era más de hora y cuartoque perdía para acudir al instituto,y no había otra forma de hacerlodada la distancia. Amén de la pér-dida de tiempo se añadía la pérdi-da económica por parte de mifamilia, pues eran alrededor de3.000 pesetas de las de entonceslas que había que pagar todos losmeses, vamos que para la econo-mía familiar no era un plato de nin-gún gusto. Hoy sin embargo essubvencionada y el autobús salegratis, mira tú que paradojas deldestino, lo que cambian los tiem-pos...

Claro, tantas horas metidas en elautobús que al final hacíamosmedia vida, y este se convertía enun habitáculo más donde realizar-nos.

El autobús siempre era grande, nollegaba a ser la caja de cerillas omicrobús que traía a los deCastrillo, lo que nos hacía tenerese complejo de superioridad, y esque los de Roa, siempre hemosmedido la categoría, y los demás lohan tenido en cuenta, menos losde la Horra, donde el orgullo rugíaa raudales.

por Miguel Ignacio Cabornero García

Miguel Ignacio Cabornero García, antiguoalumno, 1983

LIBRO XXVIILOS MAESTROS DE MI VIDA IIENSEÑANZA SECUNDARIA

25Léeme 8IES Cardenal Sandoval y Rojas 2008-09

El autobús se encargaba de trans-portar a los alumnos ya menciona-dos de los pueblos de La Horra,Roa y Berlangas, y con todos se lle-naba un autobús a plena capaci-dad.

La ruta era lo que estaba siempreen entredicho, pues a principio decurso venía por La Horra y conti-nuaba por Roa y Berlangas y alvenir en sentido inverso hasta queun pequeño motín por parte de losde la Horra hizo que el recorridofuese siempre el mismo tanto en laida como en la vuelta, dejando portanto en la vuelta a los de la Horralos primeros en sus hogares. Laverdad que estaban en su derecho,aunque a nosotros nos incrementa-ba el tiempo de transporte y nodigamos a los de Berlangas.

En el autobús se ponía muchamúsica y unas veces era el autobu-sero el que ponía la música, otrassin embargo eran los alumnos losque ofrecían la música a estospara que la pusieran.

Recuerdo que la que más éxitotuvo en todo ese periodo de tiem-po fue la del grupo musicalSupertramp, titulada "Breakfast inAmerica", lo que significa desayuno

en América, preciosa música, porcierto.

Los chóferes eran variopintos,pero los más habituales eran dos,uno rubio menudo, con muy malaleche, muy prepotente, eso sí, con-ducía muy bien, y el otro el buenEliseo, un señor ya entrado enaños, pero no en jubilación, puesrondaría los cincuenta y alguno,era más maternal, tenía máspaciencia, y porqué no decirlo,merecía más la pena, aunque nosllevaba algo más despacito, eso sí,también con mayor prudencia. AEliseo le teníamos la verdad máscariño.

Los viernes era día de menosautobús, la razón no era otra quela acumulación en los distintos cur-sos de las horas libres, que excep-to en primero que solo teníamosdos, el resto de los cursos se incre-mentaban dos por curso, hasta lle-gar a ocho en C.O.U., pero de esohablaremos más adelante, de loque si quiero dejar testimonio esque el autobús los viernes por latarde cuando salía a las siete ibamedio vacío, y a veces vacío enteropor aquellas circunstancias, hechoque propiciaba en los que cogía-

mos autobús el auto stop.

Auto stop hacíamos en el Hospitalde los Santos Reyes con muchashistorias que contar, por los com-pañeros de viaje, por los que nosrecogían caritativamente, o por losque sin ser estudiantes también seponían allí a ver si alguien pasabay nos cogía a dedo, que así llamá-bamos a dicha acción solicitadora.

La primera experiencia en el auto-bús, es algo que no se me olvida,pues el día de la presentación antelos profesores, yo creía que íbamosa dar clase sin más, con rapidez yeficacia, pero no era así, sino queel primer día se hacían las presen-taciones, se mareaba la perdiz unpoco y hasta el día siguiente noeran las clases reales.

Si algo odiaba del autobús no eraotra cosa que el tiempo perdido,que no era poco, pero siemprequedaba el consuelo de que losdemás también lo perdían, y enese grupo había auténticas lumbre-ras, el listón estaba alto.

Amén del tiempo perdido estabael costo del viaje en el peormomento económico de mi familia,y si daban becas eran muy esca-sas, becas que solo recibí en pri-


mero, pues la de segundo puedoagradecer a la de Francés que nome la diesen.

Estudiar en el autobús, claro quesí, lo hacíamos cuando podíamos,yo intentaba, pero no era ni elmomento ni el lugar para repasartemas, o puntualizar dudas de exá-menes venideros, en absoluto.

...

LA JORNADA PARTIDA

Al ser desplazados teníamos dosopciones, la primera comer deplato en un restaurante o bar decomidas pero eso suponía ungasto enorme en la economía fami-liar que muy pocos alumnos esta-ban capacitados para asumir aqueldesembolso, y la segunda comprarun bocadillo o llevar dicho bocadi-llo a la capital de la ribera y en unbar con una consumición modera-da poder comer y estar allí hastaque comenzasen las clases.

Visto el capítulo anterior, ni quedecir tiene que la opción era lasegunda, y el lugar de desayuno noera otro que la tan renombrada “LaTerraza”.

El llevar la comida variaba, pueshabía días que comprábamos soloel pan en una panadería, otros el

pan y el chorizo en la panadería, omejor dicho la tienda de ultramari-nos que nos pillaba de paso, peroal final la opción de todos los queallí íbamos no era otra que traer decasa una latilla de atún, una torti-lla o un chorizo, y comprar el panen Aranda y así combinar lo recien-te por lo del pan con lo económico,el contenido del pan.

Y aquí venía el problema, pues lascomidas que nos suministrabannuestras madres a veces estabanbien precintadas y preparadas,pero otras veces no lo estabantanto, arriesgando a poner loslibros de texto y lo que no lo eranperdidos de aceite, con la malaimpresión que daba esto en losapuntes que cogíamos de día endía, y con lo largo que era el curso,¿cómo no iba a ocurrir uno o dosdías que la mancha acechase a losdocumentos académicos? Pormucho que intentásemos tener cui-dado, llevando la bolsa en posiciónhorizontal indiscutible, o pormucho que blindásemos las vian-das con envoltorios diversos depapel albal, plásticos, inclusopapeles de periódico, siemprehabía alguna "herida de guerra",lubricante natural...

Solíamos llevar navajilla para elpan, abridor para las latillas y pos-

tre que era alguna que otra piezade fruta, nada de natillas, yogures,o postres dulces como hoy dan alos niños, entonces la verdad noentraba en el menú.

Bonitos momentos con aquellabolsa blanca de deporte, conlibros, el chandal de deporte y lacomida, buenos momentos pararecordar, momentos duros, perocon añoranza a raudales que des-graciadamente no volverán y queendurecen en la vida.

...

HORARIOS Y HORAS LIBRES

Ya que estamos con los distintosaspectos de la arquitectura del ins-tituto y he mezclado con ello diver-sos aspectos relacionados con loshorarios y demás, creo que debocompletarlo con este apartado.

- Lo que primero llama la atencióncuando ibas al Sandoval era la evo-lución del alumnado, en lo que serefiere a selección natural. En pri-mero entrábamos más de 240alumnos, pero el fracaso escolarse hacía patente ya en segundodonde la cifra bajaba ligeramentea menos de los 240 y esto porquedonde más repetidores había eraen primero. En tercero ya se nota-ba el descenso mucho más y secontaba con tan solo 200 alum-nos, siendo 160 en COU, llegandocada año a la selectividad no másde 100, vamos que los que comen-zaban y los que terminaban noeran ni el 50%. Esto es selecciónnatural y no la selva.

- Las asignaturas ya las he detalla-do, pero se dividían en marías y nomarías, las marías se impartían endos horas semanales y en primeroeran Dibujo, Música, Religión/Ética y Educación Física, en segun-do y tercero la Religión/ Ética y laEducación Física se mantenía yentraba la E.A.T.P. en juego, nohabiendo marías en COU.

- Asignaturas importantes eran lasde Ciencias y las de Letras, siendo


Ciencias las Matemáticas, CienciasNaturales, Física y Química. Letrasla Lengua española, extranjera,Latín, Griego y cómo no laGeografía e Historia. Estas conta-ban con horarios de tres a cincohoras a la semana, y contabanmucho a la hora de la calificaciónfinal, aquí si que no se pasabauna, y en el Sandoval no habíademasiada benevolencia.

- Un último apunte para decir que,como parte de la plantilla del pro-fesorado no era de Aranda deDuero, lo que denominamos "nati-vo", los viernes por la tarde seintentaba que hubiese las mínimasclases posibles para de este mododar un poco de calidad de vida alos profesores para realizar susrespectivos desplazamientos.

- Un apartado que quería tratar yque no sé dónde meterlo es el delos partes de asistencia a las cla-ses. No eran otros que una hojadonde ponía el horario y el profesoro profesora ponía las ausencias ensus respectivas horas, las firmabany dejaban la hoja para cuandopasase el siguiente profesor,haciendo este último lo propio conel alumnado. Al principio todo iba

bien, pero después iban tachandolas ausencias algunos de los alum-nos, y hasta algunos partes se que-maban, o rompían sin ningúnescrúpulo.

- La Biblioteca era un lugar dondeentre horario y horario libre sepodía aprovechar para estudiar,pero estaba siempre abarrotada,era una pena. Yo la visitaba cuan-do podía, pero la mala suerte deestar muy limitada de sitio estabaa la orden del día. El lugar se situa-ba frente de la secretaría, y de lasala de profesores en la plantabaja frente por frente, vamos quedesde las ventanas se veía perfec-tamente.

- En los momentos de ocio habíatambién actividades extraescolaresa las que yo nunca me apuntabapor la sencilla razón de que ya erasuficientemente duro aprobar conaquel equipo de profesores comopara encima intentar acometeraventuras que tenían que ver conlos cine clubs, que sin embargoalguna vez me quedé a alguno, o elredactar un periódico para el insti-tuto.

- Los carteles o murales se expo-nían en las clases, fruto del trabajo

de algún que otro alumno, o de ungrupo de ellos, eran al principio deobligado cumplimiento, pero des-pués se iban haciendo por libredecisión de los alumnos. Recuerdoque yo no sé si fue uno o dos losque hice en segundo, me sirviópara que Morante, el profesor deliteratura me aconsejase escribircon frases cortas y muchos puntoshasta coger el puntillo literario.

...

EPÍLOGO

Espero no haber sido demasiadopesado, he contado tan solo mihistoria, la historia de un alumnode tantos que componíamos elSandoval, uno del montón, de losque estudiaba y sacaba conesfuerzo las materias y al que devez en cuando le quedaban paraseptiembre e incluso para febrero.

Espero en algunos tramos nohaber incurrido en ofensa paranadie, pero es lo malo que tienenlos escritos autobiográficos, que seescriben con el corazón, no con lacabeza, por ello ruego a los lecto-res se queden con la verdaderaesencia de la historia, no con losdetalles negativos, y si a alguienhe molestado o he infringido ofen-sa ruego me perdone, así lodemuestro públicamente.

No quiero en este tratado sacar arelucir las miserias del sistema, elnivel que nos imprimían en aque-llos años, pues cada uno debehacerse sus composiciones delugar y lo pasado, pasado está.

Por último solo desear que losposibles lectores saquen algunasonrisa o algún recuerdo y denalas a esa imaginación tan vivaque teníamos entonces y que conlos años muestra una mayor opaci-dad, si logro este deseo habrámerecido la pena lo escrito.


Desde que salí del Institutotenía claro que me gustabael arte, pero ha sido poco a

poco como me he ido dando cuen-ta de la cantidad de manifestacio-nes artísticas diferentes que exis-ten y su manera de representarse.

A los siete años comencé a pintargracias a mis padres, que meapuntaron a un estudio de pintura;fue la única actividad extraescolaren la que fui constante y no aban-doné...

Antes de empezar el Instituto yapedí a los "reyes" una cámara defotos, sencilla, pero con la que melo pasaba en grande, como si fueseun juguete más.

Después, cuando me tocó decidirmis asignaturas en COU, lo queahora viene a ser 2º deBachillerato, elegí, entre otras,Historia del Arte.

Me gustó tanto aprender, descu-brir, analizar cómo las sociedadesse han manifestado a lo largo de lahistoria, influenciadas por la época,la riqueza, las creencias, el poder,en fin, las circunstancias... quedecidí seguir estudiando esta mate-ria.

Después de informarme, buscar y

buscar y pensar qué carrera esco-ger (lo cual fue difícil sin Internet ycon tantas dudas que habitaban micabeza...), opté por Bellas Artes.

Además de ofrecer la posibilidadde seguir estudiando más a fondola historia del arte podría llevar a lapráctica la pintura, la escultura, eldibujo, la fotografía... Otro puntoque me hizo decidirme fue quealgunas facultades incluían en suprograma asignaturas como drama-turgia, historia del cine, vídeo, nue-vas tecnologías... Quizás resulteextraño, pero ¡todas me interesa-ban!

Finalmente estudié en la Facultadde Cuenca, viajé con una becaErasmus a Nantes (Francia) duran-te tres meses y terminé la carreracon un montón de experiencias vivi-das, amigos, alegrías, penas, amo-ríos, fiestas y también bastante tra-bajo y estudio a la espalda.

Como no había una especializa-ción concreta en Cuenca, me tras-ladé a Madrid y busqué una escue-la para continuar mis estudios.

Estudié Escenografía y Arquitec-tura del Espectáculo. En Arandatenemos como ejemplo a FélixMurcia, reconocido director artísti-co y galardonado en varias ocasio-nes con premios como los Goya.

Tuve la oportunidad de formarmeen teatro, cine y televisión. Estudiéhistoria del teatro, historia del mue-ble, diseño de escenografías, cons-trucción de maquetas, vestuario...

Para mí fue una experiencia muybuena, puesto que, aunque requie-re mucho esfuerzo, llega a darunos resultados magníficos.

En el caso del vestuario, en casaescuchábamos ópera, o leíamosteatro, cuentos... y después diseñá-bamos el vestuario que considerá-bamos adecuado en cada caso.

Luego, conseguir que tus diseñosse hagan realidad, no siemprepasa, pero creo que ¡hay que inten-tarlo!

Los profesores siempre nos decíanque, para llegar arriba, primerohabía que conocer el oficio desdeabajo.

En parte así pasó en el caso de laópera "La Traviata", de Verdi, unode los trabajos más curiosos quehe tenido, como ayudante de ves-tuario.

¿Cómo llegué hasta allí? Pues siecho la vista atrás supongo quedebido a las inquietudes que he idoteniendo a lo largo de mi vida...

Quizás no pensé en ese momentodedicarme a esto para siemprepero me apetecía probar.

Si echo la vista atrás...

por Lidia Ballano Lozano

Lidia Ballano Lozano, antigua alumna,1998


Trabajar como ayudante de vestua-rio implica varias tareas que seaprenden con el oficio: organizar,guardar, etiquetar y cuidar los tra-jes de los figurantes, cuidar losdetalles para que cada una de laspersonas tengan su vestuario apunto, coser, planchar, limpiar lostrajes, que en un momento dado sepuedan estropear después de cadafunción...

Todo era una cadena y la coordi-nación de los asistentes con losactores hacía posible que en elescenario todo se mostrase natu-ral, como si realmente las 200 per-sonas vestidas con sus "trajes deépoca" fueran reales.

Detrás del escenario, entre bam-balinas, los ayudantes trabajába-mos a toda prisa para poder tenerpreparado el vestuario para el actosiguiente y, cuando nos quedabaun ratito libre, escondidos, imitába-mos a los actores y bailábamos elvals... Fue una experiencia muydivertida, aparte de que aprendímucho sobre cómo funciona unequipo tan grande de trabajo.

Esto lo pude aplicar a otras tareasque he realizado posteriormente.La variedad de proyectos que meha tocado afrontar me han enrique-cido muchísimo, tanto si han sido

en grupo como individualmente ytanto si han sido grandes comopequeños. El motor que impulsaque consigamos hacer lo que de-seamos es buscar, trabajar y propo-nernos llegar a donde queremos.

Si encima contamos con el apoyode la familia, amigos, profesores,etc., podemos considerarnos los

más afortunados del mundo.

Desde hace unos tres años, debi-do a las circunstancias y al abanicotan grande de profesiones que megustan, trabajo como diseñadoraweb.

Comencé en ello a través de unabeca que conseguí, pero esa es yaotra historia...

IES Cardenal Sandoval y Rojas 2008-09Léeme 8

Érase una vez una villa indus-trial situada en las riberas detres ríos. Había un pequeño

Instituto de Enseñanza Media lla-mado "Cardenal Sandoval y Rojas".Fue en el curso 1996-1997 cuandosufrió una gran transformación quele marcó para siempre, dejó de serlo que hasta entonces era el viejo ypequeño Instituto para convertirseen el moderno y gran "Insti". Crecióen tamaño, también en gente y demanera desmesurada, pues deimpartir cuatro cursos pasó a darseis. Los profesores no fueron len-tos en adaptarse y se pusieron laspilas, ya que había que domar atanto crío rondando como nuncapor sus pasillos. Aquí no falló el"Insti", supo desenvolverse y reac-cionó de maravilla desde sus pri-meros días como si grande toda lavida hubiera sido.

El "Insti", aunque cambió, siguió

manteniendo cosas como "Paseospor Castilla", actividad de activida-des, organizada por un Seminario,el más "sociable" de todos, sinduda. Su ilusión era, es y seguirásiendo enseñar a los chavales lospaisajes que cubren nuestro entor-no, fomentar el deporte y el respetopor el medio ambiente. Son míticaslas rutas en la memoria demuchos, como las del Moncayo(Soria), Mulhacén (Granada), valledel Jerte (Cáceres), Valle de Ordesa(Huesca)...

Otra cosa de la que el "Insti" pre-sumía era la magnífica formaciónacadémica con la que salían susalumnos, pues era la envidia decualquier lugar y todo gracias a queguardaba con gran celo el secreto,los grandes profesores que forma-ban sus filas y su buena organiza-ción.

Aún así, no todo era de color derosa pues, aunque culturizaba a la

gente, luego estas joyas que salíaneran expoliadas por los núcleos depoblación más fuertes y cercanos,desterrándolas para siempre yrobando de juventud a la villa. Sepasó de ser un foco receptor depoblación a ser un foco emisor dejóvenes muy bien formados.

Años después, en el dos mil y pico,todo cambió, una gran propuestaindustrial, con apoyo institucional,creó tal demanda laboral que aque-llas personas que tuvieron quemarchar regresaron para quedarsedonde siempre habían querido, ensu tierra, creando prosperidad yfuturo en la villa. Por fin el "Insti"estaba acorde con la villa quenecesitaba y viceversa, se habíancambiado de una vez por todas lastornas por el bien de todos.

Y colorín, colorado, depende de tique este cuento sea realidad enAranda y que el sueño se cumpla.

30

Rubén Cuesta Martín, antiguo alumno,2000

Un Sueñopor Rubén Cuesta Martín


Afecha de hoy y con los datosde la ONU somos6.759.865.292 personas en

el mundo. Cuando vosotros tengáismi edad, 36, seguro que rozaremoslos 8.000 millones de personas enel mundo. Y cada vez más gentequiere vivir como vosotros, vivircomo tú y yo, con una vida desaho-gada económicamente, casa,coche, tecnología e información, ycon todos los derechos sociales yhumanos a salvaguarda. No se nospasa por la cabeza que la energía,o el agua, con las que mover todoeste sistema de vida serán elemen-tos cruciales en el devenir de la his-toria de nuestra generación.

Hasta ahora, hasta hace relativa-mente pocos años, las fuentes deenergía eran de origen no renova-ble, es decir, de origen fósil, ya seael carbón o el petróleo. El carbónproporcionó la fuente de energíapara lo que en el S. XIX fue llamadaprimera revolución industrial. Elpetróleo, descubierto en Texas ycon el 60% de las reservas actua-les en el Oriente Medio, forjó en elS. XX la revolución de la movilidad

en coche, tren o avión; y en el últi-mo cuarto de siglo XX se ha inicia-do la revolución tecnológica, deInternet y la electrónica

Durante toda la historia el tipo defuentes de energía y los propieta-rios de éstas han dirigido el devenirde la humanidad. La energía nosólo es el motor de todo lo que nosrodea, sino que ha marcado y mar-cará la estructura de las socieda-des venideras.

Hasta ahora la propiedad de lasfuentes de energía se ha quedadoen los países "industrializados",dejando a millones de seres huma-nos al margen de tal desarrollo.

Pero hoy, en el 2009, mientrasestudiáis historia o ciencias y visi-táis Google o Wikipedia en buscade información, todos los sereshumanos estamos cada vez máscerca los unos de los otros. De lamano de Internet, la globalizaciónnos permite la comunicación rápiday eficaz de una parte a otra delmundo, lo mismo que la globaliza-ción de las transacciones económi-cas a golpe de click de uno a otroparaíso fiscal "all around theworld"; la globalización ha llegadopara quedarse.

ENERGÍA Y SOCIEDAD

por Pedro Vicario Delgado

Pedro Vicario Delgado, antiguo alumno,1991


Pues este S. XXI en el que vosotrosy yo desarrollaremos nuestras vidases, entre otros calificativos, el siglodel desarrollo sostenible y de lasenergías renovables.

Varias son las razones del inevita-ble desarrollo de las energías reno-vables.

1. La explosión demográfica, queforzará a la humanidad a que apro-veche todas y cada una de lasfuentes de energía: sol, viento, mar,geotermia, hidrógeno, biomasa...además de las ya conocidas, comocarbón, petróleo, nuclear e hidráuli-ca.

Resumiendo, no hay fuentes paratodos los millones de personas quevamos a ser y menos al ritmo enque consumimos hoy en día.

Imaginad que los chinos y los"indios", que entre ambos suman2.600.000.000 personas, quisie-ran todos consumir al nivel que lohacemos los occidentales…; puesesto ya está empezando a ocurrir…

2. El irremediable agotamiento delas reservas explotables de com-bustibles fósiles, como el carbón oel petróleo, y el irremediable efectodel calentamiento del planeta debi-do a los gases de efecto invernade-ro. Resumiendo, la Tierra no aguan-ta.

Además de muchas otras razonesde índole técnica, económica ysocial, éstos son dos factores queresumen la magnitud del problemaal que nos estamos enfrentando.Porque los cambios serán inevita-bles y afectarán al tipo y modelo desociedad que queremos desarrollar.¿Cuánta energía necesitaremos?¿Quién será el propietario? ¿Dóndese encuentran esas fuentes deenergía? ¿Y dónde los consumos?

Se hace necesario que estudie-mos, investiguemos y trabajemosen proponer soluciones que, acorto y a medio plazo, en un ámbi-to doméstico o más global, puedanminimizar, disminuir o eliminar lasconsecuencias del problema.

Además, la energía solar no sólo

se debe desarrollar por el calenta-miento global o el deshielo de laAntártida, sino porque el petróleo -controlado por países de muydudosa piel democrática- no dapara todos ni para desarrollos infi-nitos de las economías.

Ahora, en tiempos de crisis ydesde este artículo, os animo aestudiar, investigar, trabajar en elahorro, la diversificación, el fomen-to de las energías renovables, desu aprovechamiento y de hacerlascercanas al ciudadano.

Ahora ya todos oímos hablar devehículos eléctricos e híbridos, deenergía solar y hemos visto muchosmolinos eólicos. Pero hay más: lailuminación de bajo consumo, lamejora del aislamiento de lascasas…; y los ciudadanos debemosresponsabilizarnos de algunamanera de no estar parados y seractivos, por lo menos en la com-

prensión del problema.

Hay un campo de futuro, emocio-nante, innovador, tecnológicamenteavanzado y en el que ademásEspaña es potencia mundial −porfin en algo− y es un campo en elque se necesitarán a partes igualestécnicos y educadores, profesores ymecánicos, sociólogos y abogados,porque el cambio será de tal mag-nitud que nos afectará a todos ennuestra forma de vivir.

Fuentes:

www.idae.es

www.greenpeace.es

http://unfccc.int/2860.php

www.ciemat.es

www.cener.es

www.agenbur.es

www.energias-renovables.es


AHORREMOS ENERGÍA: APAGUEMOS LAS LUCES YLEVANTEMOS PERSIANAS.

Los alumnos de 2º C de E.S.O. invitan a todas las personas que trabajan en el instituto a

que colaboren a AHORRAR ENERGÍA, APAGANDO TODAS LAS LUCES de las clases cuando

no haya nadie en el aula y LEVANTANDO LAS PERSIANAS, siempre que se pueda.

El planeta en el que vivimos todos, nos lo agradecerá.

GRACIAS.


E.S.O.

08-09

1ºalu

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E.S.O.

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E.S.O.

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Bach.

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2ºBach.

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