HIJOS DE JACOB 1

Libros deuterocanónicos, inspirados o no

En la Biblia, podemos encontrar el plan divino del Todopoderoso para su pueblo Israel

y para el resto de la humanidad. También descubrimos la manera en que se relaciona

ELOHÍM con el hombre, así como la suma de su voluntad, y los mandamientos en los

diferentes periodos históricos.

La Biblia es una recopilación de textos, los cuales, en un principio, eran documentos

separados que después fueron compilados en un solo libro. Existe un detalle que

quisiéramos compartir y que es el motivo del estudio, y la idea central: dentro del canon

de la Biblia que conocemos hoy, podemos encontrar infinidad de referencias que

demuestran la existencia de otros escritos, de los cuales no existen muestras.

Pongamos ejemplos, con referencias bíblicas al lado:

- Libro de Enoc (Judas 14)

- Crónicas del profeta Natán (1 Crónicas 29:29)

- Crónicas del profeta Gad (1 Crónicas 29:29)

-Libro el Justo (Josué 10:13)

- Profecía del vidente Iddo (2 Crónicas 9:29)

- Profecía de Ahías silonita (2 Crónicas 9:29)

- Libro de las batallas de YAHWEH (Números 21:14)

- Libro de los hechos de Salomón (1 Reyes 11:41)

- Libros del profeta Semaía (2 Crónicas 1-15), entre otros.

También podemos citar varios libros que no se encuentran en el canon actual, pero están

en el primer canon de lo que se conoce como Antiguo Testamento, es el Canon

alejandrino, comúnmente llamado Septuaginta: Libro de Tobit, Judit, Libro de los

Macabeos, Eclesiástico (Sirácida), Sabiduría, Baruc, Daniel, todos estos conocidos

como libros deuterocanónicos.

Muchos se preguntarán, ¿por qué estos libros anunciados en versículos de la Biblia, y

los libros deuterocanónicos no aparecen en el canon actual?

Muchos alegan que parte de los escritos antes mencionados se extraviaron; otros

comentan que, debido a diferentes criterios doctrinales que Roma no abrazaba, no

fueron elegidos por el Sínodo romano (Canon cristiano).

En el caso específico de los escritos deuterocanónicos, en una ocasión fueron aprobados

por los cleros católicos. Después de varias disputas, fueron excluidos por algunas

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iglesias, que entendían que dichos escritos no estaban inspirados por el Espíritu de

Elohím y de esta manera conformar sus propios cánones (ejemplos: la iglesia copta, y la

protestante de Martin Lutero). Lo cierto es que esos escritos no aparecen en el canon de

la Biblia que conocemos hoy.

Hacer un recorrido histórico del tema nos tomaría mucho tiempo. Entonces, en aras de

enfocarnos en una sola dirección, prestaremos atención a la pregunta siguiente:

¿Estarán los libros deuterocanónicos inspirados por el Rúaj HaCodesh?

Antes de responder la pregunta, debemos hacer una breve investigación, sin dejarnos

influenciar por las distintas tendencias y criterios al respecto.

Partiendo de la base de que somos un grupo de personas en busca de las sendas

antiguas, nuestra referencia final no pueden ser los cánones cristianos. Debemos

entender que volver a las sendas antiguas también significa rescatar los escritos que

leían los antiguos (entendiendo como cánones cristianos los elegidos a través de la

historia por la Iglesia romana, 385 años después de la desaparición de los apóstoles.

Estos cánones fueron heredados por las iglesias evangélicas y demás denominaciones

posmodernas [Biblia actual]).

Con esta información, podremos darnos cuenta de que los cánones que aparecen en la

Septuaginta no son una mala opción, por ser la compilación más antigua existente, entre

ellos los libros deuterocanónicos.

Aun así, para garantizar una acertada elección y no equivocarnos a la hora de emitir

cualquier opinión, sería bueno establecer un principio que nos ayudará a determinar cuál

libro clasifica como auténtico y cuál no.

Ningún libro inspirado por el Rúaj HaCodesh puede contradecir a la Torá y los profetas,

o a su contexto histórico. Es muy importante hallar alguna evidencia bíblica que

demuestre que los profetas, apóstoles, o nuestro Señor YESHÚA HaMashíaj, mencionan

tales libros deuterocanónicos.

Hagamos un análisis de algunos de los libros deuterocanónicos:

- Libro de Tobit: es una obra meramente histórica, que narra la vida de Tobit (israelí de

la tribu de Neftalí) en la deportación de Samaria por el imperio Asirio.

Es importante establecer la relación entre lo anunciado en Tobit y lo narrado por el

Libro de los Reyes, donde Tobit nos habla de un periodo que la Biblia no contempla

como veraz (deportación de Israel por Asiria).

“Finalmente, en el año nueve del reinado de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y a

los israelitas los llevó cautivos a Asiria y los estableció en Halah, en la región del

Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos = Tob 1:2 (En tiempos del rey

Salmanasar de Asiria, Tobit fue llevado cautivo desde Tisbé, aldea que se encuentra en

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la Galilea superior, al sur de Quedes de Neftalí, más arriba de Hasor, hacia el

occidente, y al norte de Sefat”. 2 REYES 17:6

Otra evidencia que influye de forma positiva en Tobit es que podemos encontrar más de

una referencia sobre los profetas del Antiguo Testamento y diversas indicaciones sobre

la obediencia a la Torá.

TOBIT 2:6 (“Entonces me acordé de lo que había dicho el profeta Amós al hablar

contra Betel: ‘Cambiaré las fiestas en llanto por los muertos, y los cantos en lamentos

fúnebres. Y me puse a llorar’”) = AMÓS 8:10 (“Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y

todos vuestros cantares en lamentaciones”). En este caso, Tobit cita al profeta Amós.

TOBIT 14:3 -4 (“Cuando ya estaba por morir, llamó a su hijo Tobías y le hizo estas

recomendaciones: Hijo, vete cuanto antes con tus hijos a Media, porque yo creo en las

palabras divinas que el profeta Nahúm pronunció contra Nínive. Todo va a cumplirse,

todo va a realizarse, todo lo que los profetas de Israel, enviados por ELOHÍM, han

dicho, va a sucederles a Asiria y a Nínive. Nada quedará sin cumplirse de todas sus

palabras) = NAHÚM 3:6-7, que cita al profeta Nahúm (“Y echaré sobre ti inmundicias, y

te afrentaré, y te pondré como estiércol. Todos los que te vieren se apartarán de ti, y

dirán: Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré

consoladores?).

“Siendo rey Esarhadón, volví a mi casa y me devolvieron a mi esposa Ana y a mi hijo

Tobías. Una vez estábamos celebrando nuestra fiesta de Shabuot [‘fiesta de las

semanas’]. Me habían preparado un buen banquete, y me senté a la mesa”. TOBIT 2:1.

Se trata de una exhortación a celebrar las fiestas de la Torá.

No existe evidencia que nos permita concluir que el Libro de Tobit es una farsa, ya que

cumple con los parámetros antes expuestos.

- Libro de los macabeos: narra el periodo en que los helenistas ocupaban el poder en

Judea, así como las diferentes batallas para poder librarse del yugo imperial.

La evidencia más tangible de la autenticidad del Libro de los macabeos es el constante

señalamiento del profeta Daniel pronosticando la venida de dicho momento histórico.

Podemos citar Daniel, comparándolo con Macabeos

DANIEL 8:8-14 (“Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su

mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro

cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo”) = 1 MACABEOS 1:7-9 (“Después

de un reinado de doce años, Alejandro murió. Entonces sus generales tomaron el

poder, cada uno en su propia región, y tras la muerte de Alejandro fueron coronados

como reyes, lo mismo que sus descendientes después de ellos, durante muchos años, y

así llenaron de calamidades la tierra”).

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Ambos escritos nos hablan del imperio griego, comandado por Alejandro Magno,

dividido en cuatro reinados después de su muerte.

DANIEL 8:9 (Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al

oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte

del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. Aun se engrandeció contra

el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su

santuario fue echado por tierra) = 1 MACABEOS 1:10 (De esa raíz salió un retoño, el

malvado Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma

y empezó a reinar el año ciento treinta y siete de la dominación griega. < 1 Macabeos

1:19-24 Antíoco ocupó las ciudades fortificadas de Egipto y saqueó el país. Después de

esta victoria sobre Egipto, en el año ciento cuarenta y tres, Antíoco se puso en marcha

con un poderoso ejército contra Israel, y llegó a Jerusalén. Entró con arrogancia en el

santuario y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios, de la

mesa para los panes sagrados, de las copas, las tazas, los cucharones de oro, el velo y

las coronas, y arrancó todo el enchapado de oro que adornaba la fachada del templo.

Se apoderó también de la plata, el oro, los utensilios preciosos y los tesoros escondidos,

los cuales logró encontrar. Con todas esas cosas se fue a su país. También mató a

mucha gente y habló con grandísima insolencia).

Daniel profetiza el surgimiento de Antíoco y la profanación del templo llevada a cabo

por él.

Nos podemos percatar de que la historia de los macabeos es el cumplimiento profético

de lo anunciado por Daniel.

DANIEL 8:12 (“Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el

continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó”) = 1

MACABEOS 1:11 (“Por aquel tiempo aparecieron en Israel renegados que engañaron a

muchos diciéndoles: “Hagamos un pacto con las naciones que nos rodean, porque

desde que nos separamos de ellas nos han venido muchas calamidades. A algunos del

pueblo les gustó esto, y se animaron a ir al rey, y este les dio autorización para seguir

las costumbres paganas. > 2 Macabeos 4:17 Porque la violación de las leyes divinas

no queda sin castigo, como lo demuestra la historia que sigue).

Ambos textos explican por qué Israel fue ocupado por los griegos (prevaricación y

violación de las leyes divinas).

DANIEL 8:13-14 (“Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a

aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la

prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él

dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”)

= MACABEOS 4:36-42 (“Judas y sus hermanos dijeron entonces: “Ahora que nuestros

enemigos han sido derrotados, vayamos a purificar y a consagrar el templo. Todo el

ejército se reunió y subió al monte Sión. Allí vieron el templo en ruinas, el altar

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profanado, las puertas incendiadas; en los atrios crecía la maleza, como en el bosque o

en el monte; las habitaciones estaban destruidas. Entonces se rasgaron la ropa, dieron

muestras de intenso dolor, se cubrieron de ceniza y se inclinaron hasta tocar el suelo

con la frente. Luego, al toque de las trompetas, clamaron a Elohím. En seguida Judas

dio a sus soldados la orden de atacar la ciudadela, mientras él purificaba el templo.

Escogió sacerdotes de conducta intachable, cumplidores de la ley”).

Ambos nos hablan de la purificación del santuario, ocurrida en tiempos de los

macabeos.

En los versículos 13 y 14 de Daniel, tiene lugar un escenario semejante al anterior, las

profecías de Daniel se consuman en el periodo señalado en el Libro de los Macabeos

(luego el santuario será purificado).

Finalizando el análisis de los macabeos, podemos argumentar que si este Libro es una

leyenda producto de la fantasía, entonces también tendríamos que borrar de los cánones

muchos versículos del Libro de Daniel.

Que los libros de Tobit y Macabeos sean aceptados, no quiere decir que, en general, se

tenga la misma opinión sobre todos ellos.

Esta práctica investigativa es válida para libros como Judit, Eclesiástico (Sirácida),

Sabiduría, Baruc, Daniel deuterocanónicos.

A modo de comentario y opinión personal, el Libro de Judit es un relato cuyos

elementos históricos delatan su ilegitimidad. Eclesiástico (Sirácida) y Sabiduría,

contienen reflexiones y consejos que no se apartan de la Torá ni por un instante, de

manera que adquieren la categoría de libro inspirado por el Rúaj.

Del Libro de Baruc podemos decir que es un texto exhortativo dedicado a los judíos,

preparándolos e instruyéndolos para la nueva vida que iban a llevar en Babilonia en el

periodo de su deportación hacia ese lugar. Baruc era escriba y hombre de confianza del

profeta Jeremías.

“Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia

abierta. Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de

Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de

venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. Y di orden a

Baruc delante de ellos, diciendo: Así ha dicho YAHWEH de los ejércitos, ELOHÍM de

Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta sellada, y esta carta abierta, y ponlas en

una vasija de barro, para que se conserven muchos días”. JEREMÍAS 32:11-14.

El profeta Jeremías, hace mención de Baruc.

En Daniel deuterocanónicos, encontramos un hecho muy interesante que nos lleva a

admitir la veracidad de este libro.

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Generalmente, los nombres en hebreo significan el legado o propósito divino en la vida

de cada persona que los lleva.

En el caso de Daniel, su significado es Juez de ELOHÍM (Dan > juez, El > Elohím). En

Daniel deuterocanónicos 13:45-48 encontramos la intervención del profeta Daniel en un

juicio que le da honor a su nombre:

“Y mientras la llevaban para matarla, Elohím despertó el Rúaj HaCodesh en un joven

que se llamaba Daniel, el cual gritó con todas sus fuerzas: ¡Yo no me hago responsable

de la muerte de esta mujer! Todos se volvieron hacia él, y le preguntaron: ¿Qué

significa eso que acabas de decir? Él se puso en medio de ellos y les dijo ¿Son ustedes

tan tontos, israelitas, que condenan a una mujer de nuestro pueblo sin averiguar ni

examinar bien el asunto? Vuelvan al juzgado, porque lo que estos hombres han

declarado contra ella es mentira”.

Existen muchas más evidencias que demuestran que Daniel deuterocanónicos cumple

con los requisitos divinos para ser un texto que podamos tener como inspirado por el

Rúaj, o fidedigno.

Sería de mucha bendición que el lector indagara en cada uno de estos libros e

investigara sobre su autenticidad, o no. En muchas ocasiones, por no decir en la mayoría

de los casos, los creyentes reproducen opiniones ajenas, sin haber indagado o

comprobado, lo mismo ha sucedido con los libros deuterocanónicos.

Quisiera finalizar alertando sobre un nuevo modo de operar que se ha puesto de

manifiesto y cuyo uso se ha tornado repetitivo. A veces, cuando alguna persona o grupo

religioso no entiende un texto, simplemente se justifica diciendo que es un texto

añadido. La única forma de determinar si un texto o libro no viene de parte del Rúaj es

que contradiga o niegue la Torá y los profetas, de otro modo, no hay justificación para

tal actitud.

“Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de ELOHÍM para con

vosotros en YESHÚA. No apaguéis al Rúaj. No menospreciéis las profecías.

Examinadlo todo; retened lo bueno”. 1 TESALONICENSES 5:17-21

Web: www.hijosdejacob.com Hermano: Leo Ben Jacob