Estudios Políticos No. 22. Medellín, enero -junio 2003 267-271

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Juan Carlos Vélez RendónL9S pueblos allende el Río Cauca: la formación del Suroeste

y la cohesión del espacio en Antioquia, 1830 - 1877Medellín, Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la

Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín e Instituto deEstudios Políticos de la Universidad de Antioquia, Clío, Editorial

Universidad de Antioquia, 2002,393 pp.

; Cómo se configura un espacio re-••• gional? ¿Cómo se transita de los

espacios vacíos e indefinidos haciauna demarcación que signifique algopara sus habitantes y para los de afuera?¿Cómo se construyen y decostruyensociabilidades, asociaciones, redes, iden-tidades y diferencias que vayan defi-niendo al mismo tiempo y en contrapun-to creativo, la vida local y la nacional,pasando por dimensiones intermediascomo las regiones mayores?

El trabajo de Juan Carlos Vélez,Los pueblos allende el Río Ccuco: laformación del Suroeste y lacohesión delespacio enAntioquia, 1830-1877, pu-blicado por la editorial de la Universidadde Antioquia, se mueve en el marco deeste propósito general. Al autor le intere-sa el espacio, pero no pensado como unescenario en el cual se suceden procesosde colonización, producción económicayvidaen común, o como una dimensión

administrativa para llevar a cabo la ges-tión pública; aquí el espacio es tambiénparte constitutiva de la conformación deuna sociedad específica y de un cuerpopolítico que va construyendo, inventan-do y adoptando las instituciones guber-namentales y poniendo a funcionar es-trategias de control social, dentro de lascuales el ejercicio pastoral de la IglesiaCatólica juega un papel destacado.

El autor va llevando al lector en unviaje fascinante desde la selva, el río y lacordillera, hasta la configuración de unade las regiones más importantes de An-tioquia: el Suroeste, recreando la forma-lción de las elites locales, las relaciones Ique se establecen entre estos patricios Ide parroquia y la pluralidad de gentes dediferentes adscripciones sociales y étnicasque van llegando a ese espacio en cons- ,trucción "a buscar la vida"; las manerascomo asumieron los procesos producti-vos, el diseño y la construcción de las

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rutas mercantiles dirigidas a los cuatropuntos cardinales; procesos todos ellosque fueron consolidando un territoriovasto y configurando lealtades, alianzas,disensos y conflictos que terminan portomar forma en la política pero tambiénen las guerras civiles.

La estrategia investigativa o, si sequiere, la postura o la ventana para mirarel magma de lo existente, es un diálogofecundo entre esos dos refrenes centralespara cualquier historia que pretenda talestatuto: el e.?p_acioYel ~m_ o; tiempocomo espacio en movimiento y espaciocomo tiempo detenido. Siguiendo lashuellas de Fernand Braudel, el autor nosmuestra de qué manera elespacio es algomás que un marco donde ocurren losacontecimientos, y el tiempo algo másque la sucesión de eventos y situaciones.

Lo que está en el horizonte de laindagación deVélez,aunque no loenunciade manera explícita, es la pregunta por elorden político en una región determina-da; orden para nada preexistente comoa veces lo piensan los exegetas de lasidentidades regionales y orden para nadaconsolidado así exista una ingeniería denormas, leyes, decretos y burocraciaspúblicas que den la imagen de una so-ciedad bien ordenada. Por el contrario,el autor da cuenta de ese proceso múlti-ple, complejo y contradictorio a travésdel cual una pléyade de pueblos que sefueron fundando de manera precipita-da, entre 1840 y 1870 aproximadamen-te, terminaron conformando una regióndinámica y vital en lo que hasta entonces

había sido considerado como la perife-ria de Medellín.

Las relaciones de las localidadesentre sí y con el centro -Medellín-, cons-tituyen otro acierto del trabajo, pues sibien la mirada del autor está puesta en elSuroeste, su configuración no puedeentenderse sino en relación con la capi-

/1 tal de Antioquia, a la vez centro econó-mico y político, y con la Nación, que seestá formando al mismo tiempo que sus

I entidades menores. Se trata de procesosde doble vía que no soportan decisionesverticales y que demandan intermedia-ciones, consensos, negociaciones; en fin,acciones políticas que van definiendoprocesos de inclusión de lo periférico alcorpus sociopolítico de Antioquia, sindiluirse en la "sociedad mayor".

/' Pero la relación periferia, centroI regional y centro nacional, no agota elI análisis abordado en este libro. Lasitua-. ción geográfica del Suroeste, en la fron-tera con el estado del Cauca y con laselva chocoana, es decir, con "lo otro"regional, apunta algunos elementos muyvaliosos sobre el proceso de construc-ción identitaria entre el nosotros y elellos, relaciones a veces muy fluidas yarmónicas cuando de intercambiar mer-cancías se trataba, pero difícilesy belico-sas cuando la política y la guerra entra-

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ban en acción. Estas tensiones entre re-giones y estados soberanos con voca-ción expansionista tuvieron como esce-nario privilegiado al Suroeste, situado

\ en la frontera de dos realidades socio-culturales y políticas diferentes; diferen-

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cias y estereotipos sobre las cuales seenfatizaba cuando se hacía necesariomarcar las distancias y argumentar encontra del otro.

Este asunto de las fronteras socio-culturales y bélicas en un país que hasido caracterizado como fragmentado ydiferenciado, habría ameritado un aná-lisismás detenido por parte del autor, yquizá también el tema de las guerrasciviles y las campañas militares, puescasi todas tuvieron como escenarios lospueblos allende el Río Cauca.

Juan Carlos Vélez inicia su indaga-ción en 1830 una época crucial que--- -marca la consolidación del poder políti-co republicano en Colombia. Su trabajose desenvuelve en elcontexto institucionalfederativo, que le otorgó a las regionesdiversos grados de autonomía, procesoiniciado con la constitución de 1851 yterminado con la de 1863, que consagróla doble soberanía: la de los estadosfederales y la de laNación. ¿Podría pen-sarse que esta estrategia federativa gene-ró condiciones favorables para la forma-ción del Suroeste y la cohesión de Antio-quia? Es una pregunta que sugiere lalectura del texto pero que escapa al de-sarrollo mismo del trabajo. )-

Lo que sí resulta interesante cons-"tatar, porque de alguna manera le for-mula interrogantesserios a lahistoriografíaantioqueña, es que el autor demuestra I

de manera muy documentada, cómo laconfiguración del Suroeste antioqueño I

y la cohesión de su espacio territorial,

ocurrió mucho antes de la introduccióny generalización de la producción cafe-tera en estos lugares, pues existe unaversión canónica que le atribuye al caféla virtud de haber generado procesos deintegración económica, desarrollo so-cial y cohesión e identidad culturales ..-'

El texto de Juan Carlos Vélez estádivido en cuatro grandes partes con va-rios capítulos cada una. En la primeraparte se aborda la geografía, el espacionatural, las visiones de los intelectualesque desde muy temprano encontraronelementos más o menos homogéneospara nombrar esa parte meridional de laprovincia de Antioquia, la descripciónque hicieron sobre los recursos natura-les y las potencialidades de desarrollo yexplotación, más intuidos e imaginadosque conocidos; acompañados por otrasdescripciones de tono más pesimista sobrelos peligros y las dificultades para colo-nizar, poblar y poner a producir esastierras desconocidas que se extendían apartir de la otra orilla del Cauca. Esageografía contrastada con los imagina-rios que suscita, imaginarios de espe-ranza y de riqueza combinados con losmiedos y los peligros de la selva, y esaspercepciones sobre la parte meridionalde la provincia, son los factores quemodificaron, calificaron y transformaronel territorio sin que aún se hubiera inicia-do en forma su colonización.

El trabajo también aborda el temade los caminos mediante los cuales sebuscó integrar el territorio del Suroestecon el Occidente colombiano y con

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cado. Este panorama bastante completoj orma la primera parte del libro.

La segunda parte está constituidapor cinco capítulos yse ocupa de un temacentral: la búsqueda del orden y el controlsocialapartirdeunapoblaciónheterogénea,diversa, dispersa y percibida por las auto-ridades civilesy religiosas como "sinDiosy sin Ley"; una población librada por suspropias fuerzas ysin mayores estrategiasni aparatos de mediación para lograr elbuen orden; un orden colectivamenteaceptado a través del cual se dirigiera lavida en común. En suma, es la búsqueda

1 del orden y la cohesión en una sociedad

Ide frontera que sufre una expansión de-mográfica de amplia significación en untiempo relativamente corto.

vEs precisamente esta estrategia de

la búsqueda del buen orden, la queposibilita la consolidación del pobla-miento, mediante la fundación de case-ríos y localidades donde empiezan aoperar algunas autoridades institucio-nales y públicas como los jueces pobla-dores, las juntas de repartimiento, laadministración local con alcaldes, ca-bildo y regidores, y los curas con lafundación de parroquias, proceso quesi bien abre el espacio para una admi-nistración y una gestión de claro saborpatrimonialista, también es cierto queva configurando una suerte de "espíritupúblico", encarnado en los buenos ciu-dadanos y los buenos cristianos, quie-nes impulsan, a su manera, una culturaCÍvicaque recuerda al Republicanismopatriótico en su versión local.

Medellín, de acuerdo con los propósitosmercantiles de la elite de esta ciudad quebuscaba mercados para sus productos,salidas al mar para garantizar la expor-tación y localización extraregional deabastecedores de productos básicosdemandados por una población en ex-pansión.

El poblamiento es otro tema cen-tral de esta primera parte, tanto en sudimensión cuantitativa y demográficacomo en las diversas modalidades me-diante las cuales se ocupó y se transfor-mó el espacio vasto. Elpoblamiento deesta región escenifica un encuentro com-plejo y conflictivo de varias racionalida-des y propósitos que van desde la sub-sistencia hasta el refugio, desde la re-sistencia hasta la aventura económica yque coimplica en un mismo proceso a los"buenos ciudadanos" empeñados enactividades ordenadas hacia la produc-ción, dotadas de cierta previsión me-dios-fines, y a los sujetos marginales,expulsados de sus regiones de origenporrazones muy diversas y que llegabanal Suroeste pretendiendo evadir los con-troles institucionales o religiosos y en

/búsqueda de la esquiva libertad. Estei choque de diversas racionalidades y pro-i pósitos del poblamiento se entrecruza\ con el desenvolvi~ie~to de las.dist~ntasI actividades econormcas: la rninena, la

agricultura que lemarcó al Suroeste cier-ta vocación, la ganadería y sobre todo elejercicio mercantil, que logró articularese espacio en construcción con las terri-torialidades mayores por la vía del mer-

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Paralelamente a la institucionali-zación del territorio y a la promoción delespíritu público, se desarrolla una acciónmoralizadora que al mismo tiempo queejerce control social sobre unas gentestan diversas y dispersas, propicia formasde cohesióne identidadmediante elreforza-miento de viejas y nuevas sociabilidadescomo losparentescos, losvecindarios, lasasociaciones y las redes de negocios,anudadas por lazos de lealtad, obedien-cia, protección y reconocimiento e inscri-tas en una urdimbre bien nutrida de reci-procidades, que, a la postre, terminaronconfigurando un orden relativamente es-table, integrado y cohesionado.

La tercera parte del texto podríadenominarse como el tránsito de losórdenes societales a la política, o enotras palabras, la consolidación del pro-yecto político de una elite que requeríade un conocimiento cada vez más preci-so sobre el entorno, tanto para estable-cer controles administrativos y de ges-tión, como para el ejercicio de la repre-sentación política; juegos donde la ex-pansión territorial de Antioquia y loscambios en la división político adminis-trativa de laNación, le otorgaban al Su-roeste una dimensión, que moderna-mente se podría llamar geopolítica, dadasu situación estratégica en el Occidentecolombiano.

Las divisiones políticas, las adscrip-ciones a dos partidos enfrentados desdesiempre, sus acuerdos transitorios y susconfrontaciones armadas, matizan esaimagen de cohesión vista desde lo socialy muestran cómo estas diferencias y lasguerras civiles que cruzaron el territorio,más que fragmentar, contribuyeron adefinir ya consolidar la formación delSuroeste antioqueño

La cuarta y última parte del texto seocupa de un asunto de gran importanciaque tiene que ver con los ordenamientosinstitucionales: la presencia más orgáni-ca de la administración eclesiástica don-de la fundación de la Diócesis constituyeun punto neurálgico y la presencia mástécnica de los poderes civiles mediantela creación de distritos electorales, círcu-los judiciales y creaciones municipales,que se concreta con la formación delDepartamento del Suroeste. El libro secierra con la descripción de las múltiplestensiones entre región, nación y provin-cia, y con el debate partidista, siemprecandente en Colombia, sobre régimenpolítico y ordenamiento territorial.

Se trata, en fin,de un excelente libroque introduce una manera novedosa yfresca para el estudio de las regiones ydesde allí pone en cuestión muchos delos tópicos sobre la historia de Antioquia.

María Teresa Uribe de HincapiéProfesora e investigadora

Instituto de Estudios Políticos

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Artista invitado~~~------------------------------------

Osear Roldán Alzate(Medellín, 1975)

Oscar Roldán es Maestro en Artes Plásti-cas de la Universidad de Antioquia. Comoartista independiente, ha realizado exposicio-nes individuales y colectivas a nivel nacional einternacional. Su trabajo ha obtenido variasmenciones de honor entre las que se destacanlas del XIXSalón Arturo y Rebeca Rabinovich,el Salón Regional de Artistas y el premio en el

XIIISalón Nacional de Artes Visuales de laUniversidad de Antioquia, entre otros. Ade-más, ha desarrollado investigacionescuratorialescon el Museo de Arte Moderno de Medellín.Actualmente se desempeña como docente en laColegiatura Colombiana de Diseño, el Institutode Bellas Artes y la Universidad de Antioquia,donde también cursa la Maestría en CienciaPolítica, en el Instituto de Estudios Políticos.

"En nuestra época, la realización de una obra de arte es, por sí misma, una acción política"

Auden

La alianza que frecuentemente ejerce el artista Oscar Roldán con otras disciplinas, refleja enla construcción dinámica de su discurso una especie de danza sagrada que no va dirigidaespecíficamente a los ojos sino a todos los sentidos, en la que confluye la más refinada tecnologíay laartesanía más primordial, el consumismo y elmisticismoo la realidad cotidiana del símbolo, conun cierto sentido común que nos obliga a considerar, más allá de toda certeza, que lo importanteno es la cosa, sino que la cosa suceda, porque el presente no se puede equiparar con el pasado,acaso con el futuro, si tenemos en cuenta que el futuro no viene dado sino que ha de hacerse.

Campos de juego, instalaciones deportivas, cielos y cascos azules, aviones negros que comofantasmas invaden nuestro espacio, nuestra memoria y nuestra fantasía en una relación donde lapoesía está inmersa por definición (yflota)en la situación, tendiendo a suprimir la futilidad cotidiana,al distinguirla, con la firme intención de configurar una multiplicidad de espacios de diálogo, derelaciones, de dinámicas que legitiman el contexto mediante un proceso de identificación desituaciones que, de alguna manera, todos reconocemos y desde donde el arte sucede.

MaríaTeresa CanoDocente Facultad de ArtesUniversidad de Antioquia

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