Liderazgo_Futbol

9
JULIO TORRADO QUINTELA Ldo. en Psicología por la Universidad de Santiago Especialista en Psicología del deporte y actividad física. Máster en preparación Psicológica para el deporte y la actividad física. (U.S.C).

description

futbol y liderazgo

Transcript of Liderazgo_Futbol

Page 1: Liderazgo_Futbol

JULIO TORRADO QUINTELALdo. en Psicología por la Universidad de Santiago

Especialista en Psicología del deporte y actividad física. Máster en preparación Psicológica para el deporte y la

actividad física. (U.S.C).

Page 2: Liderazgo_Futbol

DIRIGIR UN EQUIPO

El equipo de fútbol es una estructura en la que hay un jefe, un director, un líder formal establecido: el entrenador. Pero preguntémonos si el entrenador es el líder real del grupo, el que maneja y dirige y el que tiene el mando de la toma de decisiones. Preguntémonos si el entrenador puede afirmar que los jugadores lo ven como el “guía” del grupo.

¿Qué es un líder?Vayamos por partes.

El entrenador tiene poder, porque su puesto se lo otorga, pero ¿es el poder una característica del líder? En realidad, el liderazgo es un ejercicio de influencia. Por lo tanto, el primer matiz lo encontramos en esta diferencia. El liderazgo es influencia, no poder. Tendrás poder por la posición que tengas, ejercerás influencia por cómo te comportes desde esa posición. Además, la influencia genera una atribución de poder al que la ejerce mientras que no se cumple la inversa, el poder no genera influencia.

Es decir, que si un entrenador, desde su posición, no trata de gestionar correctamente al grupo, se encontrará con que este le dará la espalda y no podrá influir sobre él; si, por el contrario, se preocupa de tratar al grupo de la mejor manera posible y consigue ejercer esa ansiada influencia sobre los jugadores, podrá saber que tiene poder sobre el grupo. Como reza un principio de la antigua diplomacia italiana, hay que conseguir que el jugador “se salga con la nuestra”.

Page 3: Liderazgo_Futbol

Por otro lado, un líder lo es si tiene un grupo al cual liderar, es una relación bidireccional. No existe liderazgo sin seguidores, no se puede ejercer de guía de quien no quiere ser guiado. Esto no quiere decir que el entrenador deba estar atado por los jugadores, en ningún caso. Lo que quiere hacer entender es que los jugadores también tienen que ser comprendidos y escuchados, porque de esa manera se establecerá una relación. Sin esa relación, no hay liderazgo.

Con todo lo anterior cumplido, tampoco se puede asegurar un entrenador que tenga el liderazgo de un equipo. Como líder, debe llevar al grupo a conseguir sus objetivos. Si un líder no pelea por alcanzar lo que el grupo espera, entonces no habrá cumplido su función.

Ejercer influencia y no poder, entender la relación entrenador – jugadores desde los dos puntos de vista y guiar al grupo hacia sus objetivos. No son la receta mágica pero son los puntos de partida para ejercer como líder, y no solamente como “el jefe”.

Los objetivos deben de ser comunes, para que los jugadores tengan la convicción de que su entrenador les intentará llevar al sitio donde ellos quieren ir. Si los jugadores perciben que los objetivos sin diferentes, se sentirán desconectados del entrenador.

Page 4: Liderazgo_Futbol

Estilos de dirección

Si recurrimos a las explicaciones simples sobre manejo de grupos y liderazgo, escucharemos en muchos casos expresiones como: “hay que saber cuando dar un grito y cuando no”, “hay que saber cambiar de actitud en el momento adecuado” o las más metafóricas “usar el palo y la zanahoria” o “dar una cal y otra de arena”. Lo que nos está diciendo el saber popular, acertadamente, es que hay que saber variar de actitud y comportamiento según la situación que se nos de. Dicho así queda muy bonito, sin embargo no aporta mucho más. Es cierto que no podemos establecer criterios infalibles ni explicaciones mágicas sobre cómo hacerlo, pero podemos recurrir a los diversos estilos que puede adoptar un entrenador con su grupo y establecer cuando sería más recomendable utilizar cada uno de ellos.

Antes de meternos en desmenuzar cada uno de ellos, es importante tener claro un concepto. Ninguno es eficaz siempre, ninguno es la panacea. Solamente combinándolos a lo largo de una temporada conseguiremos el objetivo, ninguno de ellos es bueno siempre y todos tienen su momento.

Fundamentalmente hay 4 estilos de dirección de un grupo: estilo democrático, autocrático, persuasivo y permisivo. En los cursos de entrenadores siempre hablan de ello, y es verdad que podemos diferenciarlos, pero ¿cuándo usar cada uno? ¿Por qué?

• Estilo democrático

Se caracteriza por preguntar y escuchar las opiniones del grupo. Tratar de ponerse en el lugar del otro y tomar la decisión que más convenga a todos. El entrenador es el que recoge toda la información y decide consultando su postura con los demás.

A pesar de que parece el más indicado, al menos visto desde fuera, y que responde a lo que diríamos que es el entrenador ideal (según los jugadores, claro), hay que tener claro cuando utilizarlo.

Page 5: Liderazgo_Futbol

Es importante que el grupo tenga capacidad de opinar, fundamentos y conocimientos, además de madurez. No tiene sentido ponerse a discutir con infantiles acerca de temas puramente tácticos, así como tampoco parece natural que un equipo tenga mucho más que aportar al calentamiento previo a la competición más allá de lo que el preparador físico indique. Por supuesto, hay que utilizar este estilo si creemos en la capacidad del grupo, porque de no ser así no le haremos caso y caeremos en el error de permitir opinar pero no hacer caso, que puede causar muchas sensaciones negativas en los jugadores.

Además es importante señalar que este estilo se puede aplicar en épocas tranquilas (inicios de temporada, buena racha de resultados, parón de la competición…), pero en situaciones de alta tensión quizá sea mejor adoptar otras maneras.

Page 6: Liderazgo_Futbol

• Estilo autocrático

El que toma decisiones unilateralmente. El entrenador es el que está obligado a tomar decisiones y no hay cabida para consultar al grupo en ciertos casos. No tiene que ser negativo hacerlo así si es necesario.

Este estilo ha de emplearse en temas en los que el entrenador decide que su opinión es la que tiene que valer, y es el que tiene toda la información (recuerda: no pedir opinión al grupo si no tiene toda la información necesaria). Es un estilo a adoptar, sobre todo, en situaciones de mucha tensión. Si el equipo pasa por una situación crítica (mala racha de resultados, proximidad del descenso…) el entrenador tiene que asumir el mando, es su función y tiene que estar dispuesto a hacerla. Si el grupo participa de las decisiones, habrá dudas y vacilaciones, y en situaciones límite no se puede pensar, hay que actuar. Cuando un barco se hunde nadie se pone a preguntar en qué bote irá más cómodo. Hay un protocolo y nadie piensa, el capitán ordena: las mujeres y los niños por su lado, los marineros a su trabajo, y los de la radio a pedir ayuda. Y nadie se para a consultar.

También se puede utilizar este estilo para absorber responsabilidades y girar los focos hacia uno mismo. Interesante que se use para descargar a los jugadores ante partidos importantes, o librarlos de las miradas de la prensa ante un mal resultado. El portugués Mourinho es un buen ejemplo de este último caso, ya que suele conseguir que la atención se centre en él y liberar así a sus jugadores.

Hay que marcar algún límite del estilo, y ese tiene que estar en la dependencia del entrenador que tenga el grupo. Si utilizamos constantemente este procedimiento, podemos crear una necesidad del grupo de sentirse siempre cubierto. Los jugadores también tienen que saber participar y no pueden acomodarse bajo un entrenador demasiado directivo.

Page 7: Liderazgo_Futbol

Es el que más recurre a la influencia sobre los jugadores. Entrenador de mucha conversación, que da mucho “mimo” al grupo, que se para mucho y atiende a todas las necesidades mientras va dejando caer su punto de vista. Cuando el jugador se da cuenta, lo hemos “convencido para la causa”. Es un estilo más diplomático, más sutil.

• Estilo Persuasivo

Esta forma de funcionar necesita de mucha paciencia y calma. Según la estructura del cuerpo técnico, muchas veces el segundo entrenador es el que toma esta función mientras que el primero se mantiene más distante. Un entrenador que parece responder a este perfil es el de Jorge Valdano, con una actitud muy cercana, a veces casi paternal, hacia sus jugadores.

Este estilo es necesario en situaciones que ofrecen poca motivación (inmediatamente después de perder un objetivo, en pretemporadas…), donde se necesita evitar las tensiones y el jugador necesita de una atención diferente. También es un estilo que unos jugadores demandan más que otros. Estos jugadores, más especiales, y que a todos se nos vienen a la cabeza ejemplos, necesitan que se esté más encima de ellos, preguntarles cosas sobre su vida y atenderlos de manera más cercana. Cuando es difícil llegar a estos jugadores y al grupo, este estilo se antoja como necesario.

Si bien este método de funcionamiento sirve para “enganchar” a los jugadores, no es tan exitoso a la hora de tomar decisiones. Así pues, debiera ser usado para alcanzar nuevas situaciones en las que habrá que cambiar de estilo para continuar el trabajo. Para ello es importante que, por el camino, a pesar de esta relación más cercana que se puede establecer, no se sobrepase nunca la barrera entrenador-jugador. Esta relación puede ser muy estrecha, pero nunca será jugador – jugador, y no debe serlo.

Page 8: Liderazgo_Futbol

Permite al grupo tomar decisiones libremente, deja hacer las cosas y no se inmiscuye. Libera al grupo del ojo controlador del entrenador y éste solo ejerce las funciones estrictamente necesarias.

• Estilo Permisivo

Es un estilo apropiado para las situaciones con poca tensión (concentraciones, pretemporadas…) o después de haber pasado una fase de mucha exigencia y presión. Después de una elevada exigencia psicológica hay un bajón muy grande e ineludible. Esa fase debe de servir para que todos “suelten” y cojan fuerzas. Como se puede comprobar fácilmente, los equipos que vienen de disputar alguna final, o de alcanzar un título, rara vez ganan el siguiente partido. En muchos casos se alude a la condición física, que es un dato fundamental pero que también serviría como tal en cualquier otra serie de partidos, sin embargo en estas situaciones hay un bajón de tensión psicológica enorme. En estas situaciones, el grupo debe de sentir libertad y permisividad. Es recomendable combinarlo mucho cuando se pasen por situaciones donde el entrenador se comporte de manera autoritaria, son complementarios. Después de ser autoritario un tiempo, conviene liberar de esta manera.

El límite se encuentra, obviamente, en la madurez del grupo como tal. No se puede permitir que la libertad se convierta en “hacer lo que me de la gana” porque hay que cumplir unos mínimos, y no se puede escapar el control del grupo. Además hay que tener en cuenta que la vuelta a la normalidad debe de hacerse de manera paulatina y progresiva, no de forma cortante ya que sería demasiado difícil.

Page 9: Liderazgo_Futbol

Como ya hemos dicho, ningún estilo es efectivo 100%, y es el manejo de cada uno de ellos en las situaciones apropiadas el que nos ofrecerá la posibilidad de liderar al grupo. El entrenador debe saber “leer” lo que el grupo le está demandando.

Combinar todo lo aquí contado es reunir al líder ideal y éste, por mucho que nos esforcemos, no existe. No hay nadie que siempre consiga dar al grupo lo que el grupo necesita y de la manera correcta. Sin embargo, ese debe de ser el fin de todo entrenador, para poder generar en el grupo la idea de que él es un líder y no un jefe. Por encima de todo estará que los jugadores sientan que ese es “su” líder y que crean en él, y eso no lo otorga sólo el saber de fútbol sino la manera de gestionar lo que sabe y que el equipo saque partido de ello.

“Si quieres construir un barco, no empieces por cortar la madera y repartir el trabajo, sino que has de saber evocar en los hombres el anhelo del mar libre y abierto.”

A. de Saint Exupèry