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Vera + Cruz de Andújar

Lignum Crucis

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Lignum CrucisBOLETÍN INFORMATIVO

COFRADÍA DE LA SANTA VERA + CRUZAño 16 N.º 16 Abril 2013

Edita:

Imprime: Gráficas LA UNIÓN c/ La Plaza, 7 23740 Andújar (Jaén) Telf: 953500134 Depósito Legal J-134 / 1998

Nuestro agradecimiento a todas las personas, entidades y casas comerciales que han hecho posible la realización de este boletín.El boletín Lignum Crucis no comparte necesariamente ni se responsabiliza de las manifes-taciones u opiniones expresadas en estas páginas por sus colaboradores. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, sin la autorización escrita de la hermandad.

Editorial ............................................................Saluda del ConsiliarioLa cuaresma en el Año de la Fe ...........................Saluda del Hermano MayorIN ICTU OCULI ...............................................El Lignum Crucis de nuestra Hermandad..............Memoria de actividades .......................................Lignum Viride ....................................................Actos de la Cofradía ............................................Crónica de la presentación del Lignum Crucis ........Tocar lo que se ama .............................................Juan del Castillo (2.º parte) ..................................Los panes y los peces ...........................................La reliquia de la Cruz (1.ª parte) ..........................

Sumario 4 5 7 91115192123252931

COFRADIA DE LA SANTA VERA CRUZ DE ANDÚJARy Muy Antigua, Pontificia, Ilustre y Venerable Hermandad de Ntro. Padre Jesús de la Columna,

Ntro. Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista.Agregada a la Archicofradía del Santo Crucifijo de la Basílica de San Marcelo de Roma.

Fotos: José R. Delgado, Francisco José Menárguez, Ana Perálvarez, Jorge Rodríguez, Maudilio Moreno, Manuel Almansa.

4 Cofradía de la Santa

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EditorialQUOD ERAT PERMANSIT

La Cruz se renueva a la vida a partir de la savia fértil que es la sangre de Cristo. Y así se renueva y se acrecienta el segui-miento de Cristo para nuestra Cofradía de la Santa Vera-Cruz, de Andújar.

Es un honor para nosotros ser los custodios de aquellos documentos que acreditan nuestra historia, desde el siglo XV hasta la fecha, que fueron fielmente conservados por una familia cristiana ve-ra-crucera, y que han pasado a sublimar y a convertir en cátedra el archivo de nues-tra Hermandad. Y, en estos primeros me-ses del año, una estauroteca conteniendo las reliquias de la Cruz de Cristo con su auténtica correspondiente, ha completa-do el conjunto de Titulares recogidos en los Estatutos de nuestra Cofradía y vene-rados en Andújar a lo largo de casi seis siglos de su historia de fe.

Durante nuestros Cultos Solemnes en esta Cuaresma de 2013, pudimos go-zar de la catequesis ofrecida por el Vicario episcopal para la Cultura y los Medios de Comunicación, don Antonio Garrido de la Torre, acerca de los motivos para celebrar el Año Santo de la Fe así como de la nece-sidad de “adherirnos a Cristo sin más con-dición que el amor”. En el primer Viernes de su Triduo, Nuestro Padre Jesús atado a la Columna presidió el Solemne Vía-Crucis penitencial que lo ha convertido en Señor de la Conversión para la Cuaresma de Andújar. Tres días de Triduo durante los que pudimos venerar a Cristo a través de la Imagen bendita que nos recuerda su Pasión, de la Reliquia de la Cruz que sostuvo su cuerpo sobre el Calvario y del propio Cristo hecho Eucaristía que sigue

alimentando nuestra vida entera.

Precisamente la segunda conferencia del ciclo sobre el año de la Fe nos la ofre-ció el magisterio del deán de la S. I. Cate-dral Jiennense, don Francisco Juan Martí-nez Rojas, quien nos mostró el significado de la reliquia de la Cruz a lo largo de la historia, nos habló del legado que supo-ne ser cofrade de la verdadera Cruz de Cristo y nos invitó a que busquemos en nosotros esa vocación para amar y servir a los hermanos con la que Dios bendice nuestra existencia. Él fue quien presidió, acompañado de nuestro Consiliario don Juan Francisco Ortiz González, la Solem-ne Eucaristía en la que presentamos ante la ciudad tan sagrada y anhelada reliquia para toda la Iglesia Católica, acto en el que actuaron como madrinas las cofra-días de la Vera-Cruz de Arjonilla y la Her-mandad de Jesús Nazareno y Virgen de la Estrella, de Marmolejo. La participación de la Orquesta y Coral “MUSICALMA”, de Linares, infundió la llama del Espíritu Santo a través de la belleza del arte en los corazones de todos los presentes, que pu-dieron venerar las astillas del Madero que sostuvo el Cuerpo de Cristo.

Y para el Domingo de Ramos, este sagrado Leño de la Cruz, junto a Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, acompañada del Evange-lista San Juan, caminarán al encuentro de nuestra historia, dirigiendo nuestra ora-ción por el alma de las generaciones de cofrades de la Santa Vera-Cruz que nos han precedido durante estos primeros 586 años de nuestra historia de fe en Cristo y amor hacia su Madre amantísima.


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LA CUARESMA EN EL AÑO DE LA FE

Inmersos en el Año de la Fe, que el Santo Padre Benedicto XVI nos llama a vivir a toda la Iglesia, nos adentramos en un tiempo especial de Gracia que cada año nos encamina a una renovación profunda de la fe. Ciertamente, la Cuaresma nos ayuda a preparar el corazón con ayuno, limosna y oración para renovar comunitariamente nuestra fe católica en la Gran Solemnidad de la Vigilia Pascual.

En este año de la fe, la cuaresma, de acuerdo con la llamada del Papaexpresada en la «Porta Fidei», nos invita a redescubrir la alegría de creer y a renovar el entusiasmo por anunciar esa fe.El Santo Padre manifestó desde el mismo inicio de su pontificado «la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo» (PF 2), y en su motivación para convocar el Año de la Fe nos dice que lo hace «con la intención de ilustrar a todos los fieles la fuerza y belleza de la fe» (PF 4)

Ciertamente la fe es un encuentro con la belleza misma, encarnada en la persona de Jesucristo. En él encontramos la belleza divina, reflejada de forma perfecta en su realidad humana. Y el contenido de dicha belleza nos recuerda el Santo Padre, no es otra cosa sino el amor:«Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).» (PF 6)En efecto, en Jesús contemplamos el amor de Dios por los hombres, que se expresa en todas sus palabras, sus gestos y sus milagros, pero sobre todo en su pasión, muerte y resurrección. Este amor es para el

cristiano fuente de una vida nueva:«Para el apóstol Pablo, este Amor lleva al hombre a una nueva vida: «Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva» (Rm 6, 4)» (PF 6).

La cuaresma, «el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo.»(PF 6). A través del ayuno, la abstinencia, la penitencia y la oración, despojándonos de la belleza minúscula de las cosas superfluas, podemos contemplar mejor en Cristo la belleza de una nueva vida que también se abre para el creyente:


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«Gracias a la fe, esta vida nueva plasma toda la existencia humana en la novedad radical de la resurrección. En la medida de su disponibilidad libre, los pensamientos y los afectos, la mentalidad y el comportamiento del hombre se purifican y transforman lentamente, en un proceso que no termina de cumplirse totalmente en esta vida. La «fe que actúa por el amor» (Ga 5, 6) se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre (cf. Rm 12, 2; Col 3, 9-10; Ef 4, 20-29; 2 Co 5, 17).» (PF 6)

Las cofradías, en estos días os dedicáis con especial esmero a preparar todo para que vuestras estaciones de penitencia reflejen, en la belleza artística de las imágenes que procesionáis, la Belleza del misterio de la Pascua de Nuestro Señor, y la Belleza de nuestra fe en él. Pero permitidme

haceros una especial invitación a no quedaros sólo en la preparación de vuestros desfiles procesionales, sino a empeñaros especialmente en vuestra propia preparación interior, de manera que la celebración de los misterios centrales de nuestra fe en la liturgia de la Semana Santa, unida a su profesión pública en las estaciones de penitencia, os haga redescubrir, como nos dice el Papa, «la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo» (PF 2)

Tomando también las palabras del Santo Padre en el final de su carta «Porta Fidei» «Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia».

Vuestro Consiliario:Juan Francisco Ortiz González


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Las manos atadas sobre la columna, la zancada de un gigante, el emperador a caballo que no pudo atravesar las puertas de la ciu-dad, la semilla plantada por Set, una espada que atraviesa el Corazón de una Madre, siete lágrimas de cristal, el Águila que sustenta so-bre si el trono de Dios, las tres cruces alzadas sobre el osario, cera blanca al cuadril, un costal en memoria del hermano, la Cruz de los más pequeños con las heridas pintadas, rosas bor-dadas sobre tisú por un maestro toledano, los instrumentos de la Pasión rodeando el lema de la adoración al leño en Cruz, el Cristo de San Marcelo sobre los palermos, el perfil de la luna, “Cristo por nosotros…” escrito en latín bajo el llanto de la Reina Vera-crucera, unos ojos entre el azul y el gris, ruan negro bajo la tiara pontificia, la dalmática revistiendo a un hombre bueno, la vara que muestra sobre sus

haces el martirio de Jesús atado a la Columna y la Cruz desnuda, y aquella otra que contie-ne su sangre en cinco llagas franciscanas, 586 años defendiendo la Cruz en nuestro pueblo, la Estación penitente hasta el convento extra-muros, cuatro cruces de ocho puntas alrede-dor del crucero, Jesús junto a la samaritana, rosas que besan la piel pálida de María, un rosario de plata y ámbar, la Cruz de Roma so-bre una bandera de oro y plata, siete vueltas de cíngulo a la cintura, tres flores de lis coro-nando la realeza de nuestro Mesías, un fuste de mármol verde para la columna romana, nuevos cristianos bautizados entre la Pasión y el Triunfo del Salvador, penitentes que se-guirán al Nazareno tomando su cruz, viejos roquetes de encaje con lustros de liturgias a sus espaldas, monaguillos con sus canastillas de azúcar y miel, un paño de sinople y sable

SALUDA DEL HERMANO MAYOR

IN ICTU OCULI


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bajo la punta de una lanza, una capa pluvial para el cuarto Evangelista, la medalla de la Reina del Cerro entre las cuentas de filigrana, una escolta concepcionista junto a la insignia corporativa, la heráldica de los cinco Papas, el muñidor ante la Cruz de guía y el caballo alado de los Cárdenas llamando para que el Cielo descienda sobre la ciudad en un nue-vo Domingo de Ramos y palmas, la marcha “Virgen del Valle” sonando en el Altozano, dos ángeles pelirrojos señalando el Árbol sa-grado, la corona de espinas tallada…

Y hay más: la oración por los nuestros ante la Cruz de ánimas, un efímero retablo alzado al paso de la Custodia manierista, no-ches de amistad, al llegar septiembre, en la caseta decana, peregrinaciones a tierra santa, el primer Seminario Cofrade de la ciudad y la primera Cruz de Mayo vestida de flor y palma, el amor hecho ofrenda de alimento para quien más lo necesita y presentado ante nuestra Madre perfecta durante sus plegarias sabatinas, las tardes y noches de primavera montando los pasos en nuestra capilla, la for-ja de los faroles de la puerta, la limpieza de la orfebrería, medir y fundir la cera, los nimbos y las plumas de plata de los cuatro Evange-listas, los cuatro generales del Cielo con sus corazas y yelmos de oro blanco, armados ca-balleros con un ramo de azucenas y una es-pada de fuego y el símbolo bíblico del divino mensajero y la lanza entre las manos de aquél “Qvit Sicvt Devs”.

La bula y la demanda junto a la insig-nia del Pontífice, calzona negra costalera y camisola con la heráldica bordada, mangui-lla de brocado y arquitectura con cabujones de ámbar sobre la plata labrada, incienso alimentado con canela, romero y azahares de naranja, los arbóreos que tallara Antonio Vega quemando cera blanca iliturgitana, or-febrería realizada a la cera perdida, el altar del besapié para el Divino Nazareno, Santa Elena junto a la Cruz invicta, la Indulgencia otorgada a nuestro padre Francisco desde un

barroco rompimiento de gloria por Cristo y María, terciopelo burdeos conteniendo me-dallones bordados en oro por las manos de una familia cristiana, la Cruz arbórea entre filacterias sobre los imperiales de una coro-na de rocallas, una saya asimétrica iluminada en oro, el visillo que cubre el sagrario sobre la mano venerada, la túnica cardenal de ter-ciopelo o la morada de sarga, el “TITVLUS” escrito en las tres lenguas, la columna y los flagelos que recuerdan a la otra orilla de la Cava, San Francisco en su capilla y la Virgen niña junto a Santa Ana, Santo Domingo peni-tente y San Bartolomé entre estípites de ma-dera tallada, la Estación a las primeras sedes nada más atravesar el ocaso de la muralla, el andar imponente de Dios, las catorce Estacio-nes de la penitencia callada, los fanales con embocaduras y bases cinceladas, el Libro que guarda las Reglas donde se exalta a la Cruz y a la pureza de María Inmaculada, dos faroles de azucenas, un puñal de pedrería y argenta, los altares de insignias, el cáliz y la sierpe so-bre el nimbo del Evangelista, los iris morados y las rosas de sangre y agua, ramos en pirá-mide sobre las cuatro jarritas, pinchar la flor en la mañana de la víspera soñada, columnas salomónicas entre los cuatro relieves talla-dos, tímpanos curvos para la Basílica itine-rante de la Reina de los Ángeles franciscana, el Santísimo Nombre de Jesús con su Cruz y sus espigas, la engalanada mesa de Reglas, el broche de las esmeraldas, los pañuelos de en-caje y el aro de estrellas blancas, el Deán de la Catedral venerando con incienso la reliquia de la verdadera Cruz de Cristo: todo esto es nuestra Cofradía de la Santa Vera-Cruz ilitur-gitana.

Continuaremos el año que viene.

Manuel Almansa González Hermano Mayor


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EL LIGNUM CRUCIS DE NUESTRA COFRADÍA:

UNA RELIQUIA PARA ANDÚJAR

Este año de 2013 la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Andújar (D. m.) verá cómo un sueño se hace realidad: hacer Estación de Penitencia el Domingo de Ramos acompañando un Lignum Cru-cis, una reliquia de la Verdadera Cruz de Cristo recuperada en el siglo IV por San-ta Elena. No en vano, este boletín, que ya cumple 16 años, se denomina así desde su origen: Lignum Crucis.

Nuestra cofradía nunca antes ha-bía tenido una reliquia de la Santa Vera Cruz, aunque sí poseyó un hueso del brazo de San Ignacio Mártir. Esta reliquia fue donada en el siglo XVI por D. Tori-bio de Lara, fundador del antiguo Hos-pital de la Limpia Concepción de Nues-tra Señora, que atendió durante siglos a las mujeres más pobres. Probablemente esta donación tenga su razón de ser en su condición de hermano de la cofradía de la Vera Cruz.

El relicario en el que se custodia el Lignum Crucis, mide 42 x 22 cms., tiene forma de cruz, con una base prismática y un nudete en el vástago con una fina cenefa. Remata en una gran cruz cuyos extremos están decorados con motivos vegetales. La zona central, en la que se cruzan los brazos de la cruz, aloja la es-tauroteca con la reliquia, quedando en-marcada por doce rayos que parten de masas nubosas. La pieza fue realizada en el siglo XIX, en metal plateado y fundida a la tierra con la cara posterior lisa. La es-tauroteca o caja que contiene la reliquia se encuentra forrada en color rojo, con pequeñas piezas metálicas enmarcando los fragmentos de madera y una filacteria o letrerito donde se lee en francés: “De la

v. Croix”, es decir, De la Vera Cruz. La reliquia propiamente dicha está com-puesta por dos astillas en forma de cruz procedentes del madero en el que pade-ció y murió Jesucristo. Miden 14 mm. el vertical o stipes y 11 mm. el horizontal o patibulum, con una anchura de 1,5 mm. Por la parte posterior la estauroteca está certificada mediante un sello episcopal marcado sobre lacre rojo, que cierra y en-capsula la reliquia mediante unos hilos rojos que se cruzan y que impiden abrirla sin romper el lacre. A esta certificación se le denomina auténtica y habitualmen-te eran expedidas en la Santa Sede por miembros de la curia vaticana.

Para el acto de presentación de la re-liquia, a celebrar el día 23 de Febrero de este año de 2013, se está confeccionando un pequeño dosel cuyo fondo estará con-


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formado por el paño del antiguo gallar-dete del Santísimo Cristo de la Columna. Este paño tiene una cenefa bordada en cartulina con hilo de oro del siglo XVIII enriquecida con flores en el siglo XIX, que fueron realizadas en hilo de oro y seda color crudo matizada con hojilla. Muestra tres ramos de flores distintos, también bordados en oro, ornados con pequeñas len-tejuelas doradas.

Estas piezas antiguas, ahora recuperadas, sirven para enmarcar una reliquia de primera clase, que es la denominación que reciben aquellas que estuvieron en contac-to con Jesucristo, Nuestro Reden-tor. El guión de la redención, lla-mado así por contar con la leyenda bordada en seda en el siglo XVIII: Adoramvste Christe et benedici-mvs Tibi quia per Santam Crucem tuam redemisti Mundvm (Te ado-ramos Cristo y te bendecimos porque por Tu Santa Cruz redimiste al Mundo), cierra un conjunto soberbio y único, en el

que lo principal es el mensaje, su simbo-lismo y la capacidad de ayudar a incre-mentar nuestra Fe en Cristo, precisamen-te en el año designado por su Santidad Benedicto XVI para celebrarla.

Un regalo, en definitiva, para la ciu-dad de Andújar, que sabrá venerar una reliquia de esta importancia y un anhelo cumplido para una cofradía que va cami-no de cumplir 600 años de vida reveren-ciando la Santa Vera Cruz, cuyo nombre -bandera de los cristianos- honra las plan-tas de nuestra torre de San Bartolomé.

Lám. 1.- Relicario del Lignum Crucis del siglo XIX.

Lám. 2.- Detalle de la estauroteca o cápsula en la que se aprecian con claridad los dos fragmentos de la Santa Cruz.

Lám. 3.- Detalle de la auténtica o sello de lacre con el escudo de un obispo que certifica que esta reliquia es verdadera.

Maudilio Moreno AlmenaraDiputado Mayor de Gobierno


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Memoria Resumida de las actividades des-de el pasado marzo de 2012

Marzo, 2012

• Día 2, viernes, Organización del Vía Cru-cis en nuestra parroquia.

• Sábado día 3, a las 18:00h, en la sede de la Agrupación de Cofradías charla de infor-mación sobre la restauración del Cristo por Manuel Luque Bonillo.

• Sábado día 3, a las 21:30h cena de her-mandad.

• Del 2 al 4, a las 19:30h. celebración del So-lemne Triduo en Honor a Ntro. Padre Jesús de la Columna, permaneciendo la Venerada imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno en Solemne Besamanos.

• Domingo día 4, coincidiendo con el últi-mo día de Triduo, a las 19:30h solemne misa de acción de gracias por la restauración, Función Principal, Protestación de Fe y Jura de Reglas.

• Domingo día 18, organización de la “I jor-nada de convivencia y caridad”, a las 10:30 charla de formación sobre la presencia del Espíritu Santo en los sacramentos a cargo de nuestro hermano Juan Carlos Moreno, a las 12:00 h asistencia a la santa misa y tras ella realización una paella solidaria a beneficio de la bolsa de caridad.

• Sábado día 24, asistencia al pregón de la Semana Santa andujareña pronunciado por D. Andrés Borrego Toledano.

• Día 30, Viernes de Dolores, la Cofradía de la Santa Vera Cruz organiza y celebra, a las 20:00 la Solemne Eucaristía en Honor a su Titular María Santísima de los Dolores. Des-pués de la Solemne Misa realiza el ejercicio de los Siete Dolores de María, portando la Imagen de María Santísima de los Dolores por las calles del barrio de San Bartolomé.

• Día 31, Sábado de Pasión, Solemne Besa-manos a la Venerada Imagen de Ntra. Sra. de los Dolores.

Abril, 2012

• Día 1, Domingo de Ramos, apertura de la Capilla de Salida para que todos los herma-nos y cofrades puedan pasar a contemplar los pasos y rezar ante Nuestros Titulares. El horario de apertura es desde la 11:00 hasta las 14:00 de la tarde teniendo lugar unas postulaciones que son organizadas por la Vocalía de Caridad.

• Día 1, Domingo de Ramos, la Cofradía de la Santa Vera Cruz Organiza y Celebra su Estación de Penitencia. A las 19:00h de la tarde son convocados todos los hermanos para participar en la celebración de la So-lemne Eucaristía preparatoria que precede a la Estación de Penitencia que se inicia a las 20:15h.

• Día 2, Sábado Santo, asistencia y participa-ción en la Solemne Vigilia Pascual en nues-tra Parroquia.

• Día 21, sábado, en nuestra parroquia de San Bartolomé organización de la Misa Sa-batina en Honor a Mª Stma. de los Dolores.

Mayo, 2012

• Días 11 al 13, disposición de la Cruz de Mayo en la capilla de Salida anexa a la Pa-rroquia. La Hermandad invita a todos los hermanos a participar de unos días de con-vivencia.

• Día 15, martes, asistencia en corporación a la recepción de las Reliquias del Beato Juan Pablo II y posterior procesión de San Eufra-sio.

• Día 19, sábado, en nuestra parroquia de San Bartolomé organización de la Misa Sa-batina en Honor a Mª Stma. de los Dolores.

MEMORIA DE ACTIVIDADES


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ANTONIO MANUEL

GUTIERREZ AMARO

Pza. Sto. Domingo, 2 (Frente Hospital)Telf. 953 502 728 ANDÚJAR

PTICACELOO

• Día 27, sábado, organización conjunta-mente con la academia de baile de Dª Ra-quel Claramonte del” II certamen Capirotes y Castañuelas”.

Junio, 2012

• Día 1, viernes, celebración del cabildo ge-neral ordinario.

• WDía 10, viernes, Festividad del Corpus Christi a las 09:00 asistencia en corporación a la Santa Misa en la parroquia de Santa María la Mayor y posterior Procesión del Santísimo por las calles de Andújar.

• Día 17, domingo, Octava del Corpus, a las 20:30 asistencia a la Santa Misa y posterior

procesión del Santísimo por las calles del Barrio.

Agosto, 2012

• Viernes día 24, a las 20:30 asistencia en nuestra parroquia a la Santa Misa en la fes-tividad a San Bartolomé Apóstol

• Días 25 y 26, celebración del IV Torneo Intercofradias, maratón 24 horas de futbol sala entre las cofradías iliturgitanas, con posterior comida de convivencia en nuestra casa-hermandad entre los participantes.

Septiembre, 2012

• Días 14 al 16, Solemne Triduo en conme-moración de la Solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz y de la Festividad de Mª Santísima de los Dolores y San Juan Evan-gelista, en nuestra parroquia de San Barto-lomé a las 19:30. El último día, domingo 16, la nueva Junta de Gobierno de la Herman-dad realizo la Jura.

• Día 15, sábado, cena de Hermandad.

• Día 30, domingo, participación en la cele-bración anual, Peregrinación de Hermanda-des de la Vera Cruz, celebrado este año en Vilches (Jaén).

Octubre, 2012

• Día 7, domingo, participación en el Rosa-rio de la Aurora organizado por la Cofradía de los Dolores del Carmen e Ilustre y Ve-nerable Hermandad de Ntro. Padre Jesús de la Paciencia, Ntro. Señor de la Paz en su entrada Triunfal en Jerusalén, María Santí-


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Pza. Sto. Domingo, 2 (Frente Hospital)Telf. 953 502 728 ANDÚJAR

sima del Rosario y Ntra. Sra. del Carmen, a las 8:30 horas.

• Día 20, sábado, en nuestra parroquia de San Bartolomé, organización de la Misa Sa-batina en Honor a Mª Stma. de los Dolores.

• Día 20, sábado, Celebración en nuestra hermandad de la comida de convivencia, “La Luz de Tu Canasto”.

• Día 26, viernes, asistencia en nuestra pa-rroquia de San Bartolomé a la Solemne Misa de inicio del “Curso Cofrade”.

Noviembre, 2012

• Día 3, sábado, en la parroquia de San Bar-tolomé, Solemne Misa Funeral en sufragio de nuestros Hermanos difuntos


• Día 17, sábado, Celebración, en nuestra casa-hermandad, de la comida de conviven-cia “La Luz de Tu Canasto”.

• Día 24, sábado, comida de Hermandad por motivo del fin del pago de la hipoteca de nuestra casa-hermandad.

• Día 24, sábado, Celebración de Cabildo General Ordinario de hermanos, en el salón parroquial de nuestra Sede Canónica de San Bartolomé.

Diciembre, 2012


• Día 8, sábado, asistencia a la Solemne Eu-caristía en honor de la Inmaculada Concep-ción de la Virgen, y posterior participación en la procesión de la Venerada Imagen de la Stma. Virgen.

• Día 8, sábado, comida de convivencia “La Luz de Tu Canasto”.

• Día 22, sábado, Convivencia entre herma-nos, con la celebración de un partido de fút-

bol sala, y posterior comida en nuestra casa hermandad.

• Días 20 al 6 de Enero, Apertura del Belén de la Cofradía en la Casa de Hermandad de calle Tiradores, en el que se organiza las operaciones solidarias “Kilo-Litro” y “Ju-guete”

• Día 27, jueves, en nuestra parroquia de San Bartolomé, organización de la Misa por la Festividad de San Juan Evangelista.

• Día 27, jueves, Fiesta infantil “El Cartero Real”, en la que los niños pudieron entregar sus cartas para los reyes magos, al cartero de sus majestades.


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Jesús Jiménez CortijosSecretario

Enero, 2013

• Día 6, domingo, fiesta infantil y visita de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente a la Casa de Hermandad para entregar regalos a todos los pequeños cofrades.

• Día 12, sábado, celebración de comida de hermandad.


Febrero, 2013

• Día 2, sábado, comida de convivencia de la cuadrilla de Nuestro Padre Jesús Naza-reno.

• Día 8, viernes, cena de hermandad, ‘Cena Ibérica’.

• Día 13, miércoles, asistencia a la Solemne Eucaristía de Imposición de la Ceniza.

• Día 15, viernes, participación en el vía-crucis organizado por la Agrupación de Co-fradías.

• Día 21, jueves, organización de la Confe-

rencia acerca del año de la fe, impartida por Reverendo Señor Don Antonio Garrido de la Torre, Delegado Episcopal de Jaén para la Cultura y los Medios de Comunicación.

• Días 22, 23 y 24, Triduo en Honor a Nues-tro Padre Jesús de la Columna, el primer día se celebró un vía-crucis claustral y el segun-do día la solemne Eucaristía de Presentación de la Reliquia de la Santa y Verdadera Cruz de Cristo, “Lignum Crucis”.

• Día 23, sábado, cena de convivencia en nuestra casa – hermandad, por motivo de la presentación del Lignum Crucis.

• Día 23, sábado, organización de la Confe-rencia “La Vera-Cruz, ayer y hoy” imparti-da por el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Francisco Juan Martínez Rojas, Deán de la S. I. Catedral de Jaén y Delegado Episco-pal de Patrimonio para la Diócesis de Jaén


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LIGNUM VIRIDE. El leño verdeCon este título en latín, -tan de la Vera Cruz, ya que nuestro emblema es precisa-mente una cruz arbórea de color verde-, el pasado año nuestra cofradía organizó una exposición entre los días 29 de Febrero y 4 de Marzo. Fueron días intensos de montaje, de preparación, de enorme trabajo porque una exposición de estas características, a pe-sar de su modestia, tiene largas jornadas de organización, revisión de textos, elección y preparación de piezas, montaje, vigilancia, etc. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena. Fue la primera vez que el público de Andújar podía ver en directo, documentos originales que rezumaban Historia y que fueron nues-tro humilde homenaje a quienes nos antece-dieron. Sus nombres, sus escritos, sus obras

se exponían por primera vez para resucitar la memoria de una cofradía que se pierde en la noche de los tiempos. La exposición se centró en nuestra capilla, que para el evento se cerró con un enorme cortinaje por uno de sus laterales. De este modo, se concentraba visualmente el reco-rrido, que partiendo del cancel de la calle Villegas, presidido por el Santísimo Cristo de la Columna ya restaurado y con un dosel rematado por uno de los respiraderos bor-dados del paso del Nazareno, se dividía en dos: hacia la derecha, mostrando su paso y hacia la izquierda, para adentrarse en la ca-pilla de la Vera Cruz y la del Baptisterio de nuestra Parroquia de San Bartolomé. Fueron en estos dos espacios donde se dispusieron la mayor parte de los contenidos y piezas.


Lignum Crucis

La primera vitrina, situada en nuestra ca-pilla, contenía piezas pequeñas de enorme significación, como el llamador del Pegaso del paso del Nazareno, los dos nimbos de San Juan, el cañón de hojalata de las bulas, la jarra demandera, la esquila del muñidor, las potencias de plata sobredorada del Nazare-no y el puñal de la Virgen de los Dolores. En el cierre de la capilla, cual si se tratase de un altar efímero, se dispusieron la cruz de guía, escoltada por los evangelistas y arcán-geles del paso del Nazareno. Para la ocasión se recuperaron los cuatro grandes escudos del antiguo paso de la Columna, que rema-taron el conjunto con las armas de los papas que privilegiaron con sus bulas a nuestra cofradía. El retablo de la cofradía estaba presidido por Jesús Nazareno, con la San-tísima Virgen de los Dolores a su derecha y San Juan a su izquierda. Tras pasar junto a la magnífica reja del maestro Bartolomé, y adentrándonos en la capilla del Baptis-terio, nos encontrábamos una pantalla con imágenes de la cofradía y el gallardete del Cristo de la Columna. Ya en la capilla, eran numerosas las piezas expuestas: la bande-ra pontificia, la cruz de manguilla y los ci-riales, las varas antiguas, la corona, media luna y saya de salida de la Santísima Virgen de los Dolores, el Guión de la Redención.... A un lado y otro presidían nuestra antigua Virgen de los Dolores y el Niño Jesús, y en el centro, dos vitrinas con el mejor tesoro: una selección de libros de nuestro antiguo archivo (dos de los libros iluminados en su primera página con el escudo de 1678 y el de 1730 respectivamente, inventarios, con-cordias, libros de misas, reglas, etc.). En una de las vitrinas los documentos generales de la cofradía y en la otra, los específicos de las escuadras, en especial los de Jesús de la Co-

lumna, al que como decíamos se dedicaba la exposición. Completaban el conjunto el sello de la cofradía de la Columna realizado tras la Guerra Civil, fragmentos de añadidos del perizoma de la imagen, espigas y puntas ex-traídas durante el proceso de restauración y gubias del imaginero Juan Blanco Pajares, que en 1944 realizó la imagen.El contenido textual de la exposición se preparó a tres niveles: meros carteles con información sobre autor y año, dejando ha-blar a la mayoría de las piezas. Comentarios detallados, en casos excepcionales como los documentos antiguos o la imagen del Santí-simo Cristo de la Columna y un conjunto de ocho posters en los que a modo de bloques temáticos se aglutinaba información textual y gráfica sobre la cofradía en general y su inserción en el marco de la Historia de An-dújar. Los bloques trataban diversos temas como: la advocación del Cristo de la Colum-na, el antiguo convento de San Francisco, la significación de las insignias de la cofradía, el archivo, el retablo de la cofradía.... Una exposición, en definitiva, que pretendía exponer un contenido variado, reciente y antiguo: pasos, imágenes, bordados, docu-mentos, piezas de orfebrería, insignias..., todo con múltiples autorías de reconocidos maestros en sus respectivas disciplinas. Con textos para todos los públicos, desde los menos exigentes a los más curiosos, en un monumento destacadísimo que rezu-ma arte por los cuatro costados y con una cuidada puesta en escena, para la que hubo que adaptar incluso la iluminación o cons-truir vitrinas, acomodándonos a un espacio único, pero que no está pensado como sala de exposiciones. En todo momento contamos con el inesti-mable apoyo de nuestro párroco, D. Juan


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Miguel Ángel Moreno AlmenaraTeniente Hermano Mayor

Francisco, y de instituciones como el Exc-mo. Ayuntamiento y la Agrupación de Co-fradías, medios de comunicación, etc., pero sobre todo con el trabajo abnegado de los hermanos de la cofradía de la Vera Cruz, que supieron iniciar este camino de difusión de nuestro patrimonio y nuestra Historia. A ellos se debe el trabajo y la preparación, la recompensa: que muchos andujareños visi-taron esos días la exposición, interesándose por detalles, admirando el fruto de nues-tro trabajo común, de hace muchos años y valorando en su justa medida el legado histórico de los que nos antecedieron. Una exposición, en definitiva, que es la primera de estas características celebrada en nuestra ciudad, y que debería repetirse a distintas escalas, para enriquecer el conocimiento de nuestras cofradías, para poner en valor y di-fundir el tesoro de Historia y de patrimonio que albergan las cofradías penitenciales de

Andújar, mucho más desconocido de lo que nos pensamos. Nuestro reconocimiento más sincero a quie-nes colaboraron en esta exposición y sobre todo, nuestro agradecimiento a quienes nos visitaron....para ellos nuestro esfuerzo.


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CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓNDEL LIGNUM CRUCIS

El pasado mes de febrero hemos teni-do la fortuna de disfrutar de unos de los días más importantes de la larga historia de nuestra Cofradía, con el recibimiento y presentación de la mismísima reliquia de la Santa Cruz de Jesucristo, ‘Lignum Crucis’, que tuvo lugar durante el Triduo en Honor a Nuestro Padre Jesús atado a la Columna.

Estos actos tuvieron lugar los días 21,22, 23 y 24 de febrero. El primero de estos días, jueves 21, organizamos una conferencia acerca del Año de la Fe, pronunciada por el Vicario diocesano para la Cultura y los Medios de Comunicación, Ilustrísimo Señor Don Antonio Garrido de la Torre, que nos habló sobre el Concilio Vaticano II y el Cate-cismo de nuestra Santa Iglesia Católica.

Al siguiente día, viernes, como primer día del Triduo en honor a Jesús atado a la Columna celebramos la Solemne Eucaristía cuya intención fue dirigida a la memoria de D. José María González, cofrade de pro, que nos dejó cuando aun ejercía de presidente de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Ca-beza.

Al término de la Eucaristía, tuvo lugar el Solemne Ejercicio de Vía-Crucis del Cristo de la Conversión por el interior de nuestro templo, debido a las inclemencias meteoro-lógicas. Este hecho nos dejó un acto lleno de sentimiento, fe y adoración al Cristo atado a la Columna, latente en cada uno de los cofrades que se acercó a ver el tránsito de Je-sús atado a la Columna durante las Catorce Estaciones del Camino de la Cruz. La pari-huela del Señor fue bien dirigida por nues-tro hermano, D. Joaquín Jiménez Cortijos, que se estrenó como capataz en esta nueva época que vivimos en el seno de nuestra

Cofradía. Él tuvo el honor de ser la voz que guiaba cada paso que representó desde la Oración en Getsemaní hasta la resurrección de Cristo, principio rector de nuestra fe.

El sábado, día que perdurará en la his-toria de nuestra cofradía, comenzó con la Conferencia “La Vera-Cruz, ayer y hoy”, pronunciada por el Ilustrísimo y Reveren-dísimo Señor Don Francisco Juan Martínez Rojas, Deán de la S. I. Catedral de Jaén y De-legado Episcopal de Patrimonio para nues-tra Diócesis. El, quien además, entre otros actos, ha presidido el Septenario de la Her-mandad de la Esperanza Macarena celebrado durante esta Cuaresma, impartió magis-tralmente una clase de la historia y origen


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del sentimiento vera-crucero que marca el camino de nuestros cofrades. En un día tan señalado, no pudo obviar hablar de cómo Santa Helena recuperó el madero donde fue crucificado Jesucristo. Como bien aclaro D. Francisco Juan Martínez, ‘inventó’, del latín, significa hallar, que no inventar.

Tras habernos acercado al origen, histo-ria y actualidad de las Cofradías de la Santa Vera-Cruz, llego el momento tan esperado para nosotros, la Presentación de la Reliquia de la Santa y Verdadera Cruz de Jesucristo. Eran alrededor de las 19:30 cuando los feli-greses, que abarrotaban nuestra parroquia de San Bartolomé, presenciaron la proce-sión claustral del Sagrado Lignum Crucis, portado por nuestro consiliario, Don Juan Francisco Ortiz González escoltado por los anteriores hermanos mayores de la Co-fradía, y seguido por Don Francisco Juan

Martínez Rojas, quien presidió la Solemne Eucaristía de Presentación. Así comenzó una ceremonia marcada por esta emoción especial que tenían todos los vera-cruceros, quienes sintieron que estaban viviendo un momento extraordinario; incluso alguna lágrima se podría ver en ciertos rostros co-frades. A todo esto contribuyo la Orquesta y Coral ‘Musicalma’ mostrando su fe con la belleza de su música, desde la procesión claustral hasta los ritos finales. Ritos, en los que los nuevos cofrades realizaron la Jura de las Reglas de la Hermandad, tras la cual, al igual que el resto de feligreses, pudieron expresar pública adoración a la Reliquia de la Santa y Verdadera Cruz de Cristo.

No puedo terminar este artículo, sin mencionar a la Cofradía de la Santa Vera-Cruz de Arjonilla (Jaén) y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de la Virgen de la Estrella de Marmolejo (Jaén), que nos acompañaron en todo momento y amadrinaron este acto de presentación de nuestro nuevo Titular, agradeciéndoles su presencia en una fecha tan señalada para nosotros.

Tampoco podemos obviar la implica-ción mostrada por el Deán de nuestra Ca-tedral, Don Francisco Juan Martínez Rojas desde el mismo día en el que conocía la no-ticia de la llegada del Lignum Crucis, por lo que le agradecemos su trabajo e interés para con nuestra Hermandad.

Por último, y no menos importante, agradecemos a todos los cofrades que han aportado su ayuda, en mayor o menor me-dida, para la celebración de estos actos que son historia viva de nuestra Cofradía de la Santa Vera-Cruz.

Jesús Jiménez Cortijos Secretario


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TOCAR LO QUE SE AMA

Escribió el poeta Jesús Hilario Tundidor que tocar lo que se ama es transformarse, es convertirse en el amado y más: crecer la vida. Al moldearlo Dios imprimió la debili-dad en los adentros del hombre, la incredu-lidad discurriendo por las venas, el esfuerzo que requiere la fe. Al igual que aquel dedo tembloroso de Santo Tomás que pintó mag-nífico Caravaggio hendiéndose en la herida abierta, todo hombre necesitar tocar, nece-sita ver, ponerle nombre, olor, tacto, acotar la realidad en unos versos, el universo en el rincón de una capilla a media luz.

El hombre nació con la duda cosida a la comisura de los labios, pendiendo de las pestañas, oprimiendo el corazón. Y no tardó en aprender a dibujar, a moldear el barro, a tallar la madera, a darle dimensio-nes concretas a un Dios al que nunca había

visto pero siempre había imaginado. Con la imaginería religiosa la identificación es tan auténtica que el hombre ha conseguido sentirse ante Dios o ante su Madre delante de una talla en madera. Tenemos, como co-frades, a nuestras imágenes titulares, y les contamos, les pedimos, les ofrecemos y nos aprendemos de memoria sus facciones por-que las reconocemos como ciertas, porque en verdad adivinamos vida en sus ojos de pasta vítrea, calor en la fina capa de estuco policromado, el último aliento derramándo-se desde la llaga en el costado barroco de algún crucificado.

Paralela a estas representaciones, más o menos complejas dependiendo del periodo artístico, discurrió la adoración de los cuer-pos santos, de sus objetos personales, de cualquier bien tangible que hubiera estado


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en contacto. El hombre, aunque en la forta-leza de su fe, necesitó aportar evidencia al núcleo de sus creencias.

Y entonces se inventaron, o llegaron, las reliquias, enigmáticos pedacitos de materia inerte a través de los cuales el hombre consi-gue sentirse más próximo a lo que represen-tan o de lo que forman parte. Las reliquias de la Cruz a la que murió clavado Jesucristo han sido desde hace siglos de las más pre-tendidas, así la razón nos hace entender que si juntáramos todas las astillas del “Lignum Crucis” que emergen como banderas a lo largo y ancho del planeta podríamos cons-truir cien o doscientas cruces.

Sin embargo esto no quita importancia ni condiciona en ningún momento la re-verencia que mostramos ante ellas porque lo primordial es lo que representan y su utilidad última que es la de ser conductor hacia el objeto representado. A lo largo de los siglos nuestros antepasados han venera-do el Santo Leño en el que fue crucificado el Señor porque a través del martirio de la Cruz redimió los pecados de la humanidad. Nuestros mayores han estampado besos y musitado oraciones sobre las reliquias de la Cruz que pueblan nuestro entorno porque a través de ellas se sentían más cerca de Cris-to, porque alcanzaban casi a tocar lo intan-gible, a escuchar lo inaudito.

Se erigieron ermitas, se fundaron co-fradías, a la Cruz, siempre a la vera de la Cruz, el árbol más fértil de cuantos escoltan el sendero de la vida, la sombra más grande, el mejor fruto, la bandera que ondea para todos, sin excluir a nadie. Palpando, rozan-do, besando una reliquia de la Cruz estamos tocando lo que se ama y eso nos transforma: nos convierte en el amado, nos llena de Él, y más: crecemos en la vida.

Javier García MartínCofrade de la Vera Cruz de Zamora

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Hasta aquí hemos hecho una síntesis de las obras realizadas por la cofradía duran-te el siglo XVIII para la construcción de su capilla, siendo una de las principales obras, como hemos visto, el gran retablo que pre-sidió el conjunto. Pero cabe preguntarnos quién fue Juan del Castillo, su autor, y qué obras hizo, de tal modo que podamos acer-carnos por paralelismo al aspecto que tuvo la enorme máquina de madera dorada que presidió ésta, seguro, una de las capillas barrocas más bellas de Andújar. Lo cierto es que hasta hace muy poco prácticamente nada se sabía del retablista Juan del Castillo. Hoy, sin embargo, podemos comenzar a co-nocer algunos detalles de su obra y su vida. Aunque se ignora a ciencia cierta, algunos historiadores del Arte apuntan la ciudad de Carmona como el lugar que vio nacer a nuestro retablista (HALCÓN et alii, 2000, 80). En cuanto a su fallecimiento tampoco se sabe con precisión, aunque debió produ-cirse hacia mediados del siglo XVIII.

Conocemos, sin embargo, algunos deta-lles de su obra. Así, el 16 de abril de 1696, según consta en las cuentas conservadas en el archivo de la cofradía de Jesús Nazare-no de Carmona, Juan del Castillo recibió del entallador José Felipe Duque Cornejo la cabeza y las manos de la Virgen de los Dolores que había tallado. Juan del Castillo realizó el torso, miriñaque, articulaciones... La encarnadura la llevó a cabo al año si-guiente Francisca Roldán (segunda hija de

Pedro Roldán), según recibo del que se hace eco el profesor Hernández Díaz en su mo-nografía sobre Pedro Duque Cornejo. Esta primera colaboración con la familia Roldán, apunta a que Juan del Castillo debió ser ofi-cial del taller de escultura de Pedro Roldán, que se mantuvo en funcionamiento hasta su disolución en 1709 (PAREJA, 2008, 112). En este taller se formó el hijo de la pareja, Pedro Duque Cornejo, colaborador de Juan del Castillo en sus inicios como veremos a continuación.

JUAN DEL CASTILLO, AUTOR DEL RETABLO DE LA VERA CRUZ DE ANDÚJAR EN EL ANTIGUO CONVENTO DE SAN FRANCISCO. (2.ª parte)


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En 1699 se le encarga a Juan del Castillo el retablo de la Virgen de la Soledad de la iglesia de Santa Mª de la Mota en Marche-na. En su ejecución colaboró Pedro Duque Cornejo que por aquel entonces tenía tan sólo 21 años, de hecho, en las condiciones del contrato se indica que la imaginería de-bía realizarse por Cornejo, nieto de Pedro Roldán: “...an de ser de mano de D. Pedro Roldán, nieto de D. Pedro Roldán vecino de Sevilla y en otra forma no se an de ad-mitir dichas figuras...”. En 1702 llegaron dos

encargos de Carmona: los retablos de la Vir-gen de los Reyes de Santa María y el de la Soledad del Carmen Calzado (ARENILLAS, 1989, 81). En 1709 hizo otro retablo en Car-mona, el de la Divina Pastora de la iglesia de San Bartolomé (IBID., 1989, 81). Al año siguiente optó a realizar el retablo mayor de San Bartolomé de Carmona, junto con Juan Gatica. El trabajo se le adjudicó a este último porque “...Juan del Castillo es hombre que quantas obras ha gustado (sic) y ha empe-sado, ninguna ha acavado y que de elegirlo nos poniamos en ocasión de que empesara dicho retablo y al medio haser o empesa-do nos lo dejara...” . Destacó también Juan del Castillo como escultor, encargándosele en Marchena las imágenes de San Isidro y dos ángeles (1711) y de Santa Bárbara (1712) (RAMOS, 2001, 260). También realizó otro tipo de obras, como un sepulcro para una imagen del Santo Entierro concertado en agosto de 1701 con la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús de Paradas (Sevilla) (DE LA VILLA y MIRA, 1993, 64-65). A partir de este momento sólo se conocen atribuciones, aunque destacan los retablos de: El Santo Cristo de la Humildad y de la Virgen del Rosario, ambos en la iglesia de San Pedro en Carmona, el de San Agustín del convento de la Trinidad, también en Carmona y el del Crucificado de la iglesia de San Juan Bautista de Marchena. Durante este periodo, ya tar-dío, comienza una labor fuera de las tierras sevillanas de las que se conoce tan sólo la ejecución del antiguo retablo de la Catedral de Ceuta (1737), sustituido en 1828 por un lienzo de la Asunción de la Virgen, y el reta-blo de la Vera Cruz de Andújar (1739-1744), probablemente una de sus últimas obras. A él se atribuyen, además otros retablos como


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el de la Virgen de los Dolores de San Pedro de Carmona, el de Santa Ana de la iglesia de San Miguel de Marchena, el de Ánimas de Sanlúcar la Mayor, el del Carmen de Estepa y quizás el actual de la iglesia de Santiago de Alcalá de Guadaira.

Como hemos podido comprobar, Juan del Castillo fue un escultor y principalmen-te retablista sevillano del siglo XVIII, here-dero de la escuela de Pedro Roldán, en cuyo taller debió formarse. Es posible incluso que el retablista Felipe Fernández Castillo (au-tor del soberbio camarín del Santísimo de Santa Catalina de Sevilla entre otras muchas obras) y del magnífico escultor (sobrino de éste) Benito Hita y Castillo, fuesen familia y sucesores de nuestro retablista. No cabe duda que tan sólo comenzamos a conocer la obra de uno de los más importantes es-cultores sevillanos del siglo XVIII, autor del retablo mayor de la capilla de la cofradía de la Vera Cruz de Andújar.

INDIC DE LÁMINAS.Lám. 1.- Retablo de la Virgen de la Soledad de Carmona. Lám. 2.- Retablo de la Virgen del Rosario de CarmonaLam. 3.- Retablo del Cristo de la Humildad de Carmona.

1 El cálculo puede realizarse si se tiene en cuenta cuál es su primera y su última obra documentada. La primera es en 1696 y es la finalización de la Virgen de los Dolores de la cofradía del Nazareno de Carmona. La última es la culminación del retablo de la Vera Cruz de Andújar, en 1744. Ello conlleva cuarenta y ocho años de trayectoria artística, con lo que suponiendo unos veinte o veintidós años para la primera obra, tendríamos que cuando finalizó el retablo de Andújar debía contar con unos 68 ó 70 años, por lo que poco después se produciría su fallecimiento. Algunos datos indican que el retablo andujareño pudo ser una de sus últimas obras, ya que sabemos que ciertos detalles ornamentales que le faltaban, se tallaron unos años más tarde por otro escultor, como ha quedado dicho. 2 Padre del insigne escultor Pedro Duque Cornejo. Juan del Castillo debió hacerse cargo de la obra bien por enfermedad de José Felipe Duque Cornejo, yerno de Pedro Roldán, o más probablemente porque simplemente formase parte del taller de Roldán, que sobrevivió unos años a la muerte del maestro, ocurrida el día 3 de agosto de 1699 a los 75 años de edad (PAREJA, 2008, 122-123).

Maudilio Moreno Almenara


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BIBLIOGRAFÍA.

ARENILLAS, J. A. (1989): “Juan del Castillo, un escultor del siglo XVIII en Marchena”, Atrio nº 1, 81-84.

DE LA VILLA NOGALES, F. y MIRA CABALLOS, E. (1993): Documentos inéditos para la Historia del Arte en la provincia de Sevilla. Siglos XVI al XVIII, Sevilla.

DOMÍNGUEZ CUBERO, J. (1991): “La donación del desaparecido camarín del Jesús Nazareno, de la Vera Cruz, de Andújar”, Rev. Alto Guadalquivir, especial Semana Santa Giennense, 48.

HALCÓN, F.; HERRERA, F. J. y RECIO, A. (2000): El retablo barroco sevillano, Sevilla.

HERNÁNDEZ DÍAZ, J. (1983): Pedro Duque Cornejo. Arte Hispalense, Sevilla.

MORENO ALMENARA, M. (2004): “1579-2004. 425 aniversario de la firma de la con-cordia con la orden de San Francisco de Asís”, Lignum Crucis 7, Cuadernillo central.

PALOMINO LEÓN, J. A. (2003): Ermitas, Capillas y Oratorios de Andújar y su término, Jaén.

PAREJA LÓPEZ, E. F. (2008): “Un venerable varón y eminente artífice” en AA.VV. Pe-dro Roldán. Estudios sobre el insigne escultor Pedro Roldán y Onieva, 11-130, Sevilla.

RAMOS SUÁREZ, M.A. (2001): “Juan del Castillo y Francisco Casaus, retablistas de la iglesia de San Juan Bautista de Marchena (Sevilla)”, Laboratorio de Arte nº 14, 259-274.

RIVAS CARMONA, J. (1982): Arquitectura barroca cordobesa, Córdoba.

3 Se terminó en 1703, probablemente porque el taller debía tener mucho trabajo. 4 Concertada el día 4 de enero de 1699, para lo cual aportó dos diseños (ARENILLAS, 1989, 81). 5 A menudo, sobre todo al inicio de su carrera, a Pedro Duque Cornejo, ya famoso a pesar de su juventud, se le llamó como su abuelo Pedro Roldán y no por su nombre verdadero. Estaba claro que la enorme figura de su abuelo, del que se consideraba ya por entonces sucesor, eclipsaba incluso en el nombre al por entonces incipiente escultor. 6 Concertado el 14 de Julio de 1702.7 Comprometido el 15 de Octubre de 1702.8 Es probable que este juicio de valor tuviese cierta veracidad, pero no cabe duda que había igualmente de justificarse la elección del otro escultor. 9 Éste de nuevo con colaboración en la escultura de Pedro Duque Cornejo.

10 Este retablo sustituye a otro destruido en 1936. Desconocemos su procedencia aunque por los escudos franciscanos debió proceder de algún convento de la orden.


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Todas las alabanzas que ha-gamos hacia el trabajo social de la iglesia y en particular a las perso-nas que integran cáritas son pocas. Quiero empezar el artículo recono-ciendo su gran labor, la de la cari-dad, la del amor, la que nos acerca a los demás y a Dios. Si la caridad es amor y el amor es Dios, qué mejor que leer su palabra;

Lucas 9, 11b-17: Jesús se puso a hablar a la gente del reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban . Caía la tarde y los Doce se le acercaron a de-cirle: “Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampando”. Él les contestó: “Dadles vosotros de comer”. Ellos replicaron : “No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío”- (Porque eran unos cinco mil hombres). Jesús dijo sus discípu-los: “Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta”. Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos.

Hoy nadie cree en milagros pero pue-de que el milagro seamos nosotros mismos. Quizás muchos se hastíen por no ver a un Dios que multiplique el pan, pero no ven que en realidad Jesús lo que ha multiplica-do es el número de sus discípulos, esos que aplacaron las necesidades del gentío obe-deciendo sus instrucciones. Somos instru-

mentos vivos de Dios en el milagro que nos refiere la lectura.

Estas líneas que escribo quieren ser un llamamiento a la participación y colabora-ción de cuantos las leéis. Esa participación es necesaria porque si las necesidades cre-cen entre nuestros semejantes, más deben de crecer los cestos que las sacien. Me reitero en lo escrito el año anterior en este mismo boletín, deberíamos formarnos en nuestra Fe , vivirla y participar en los actos que la vocalía de caridad realiza en nuestra parroquia, tales como la recogida de ali-mentos los días que se celebra la sabatina en honor a María Santísima de los Dolores y en las comidas de convivencia que realizamos con el fin de recaudar fondos para cáritas. Empecé estas líneas dando gracias a los que ya ayudan y las termino pidiendo vuestra participación para que nuestra Cofradía sea hoy uno de aquellos cestos que portaban los discípulos de Jesús.

LOS PANES Y LOS PECES

José Almagro MazariegosMayordomo 1.º


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LA RELIQUIA DE LA CRUZ (1.ª parte)

INTRODUCTIO.-La tradición asegura que en el

año 312 de nuestra era, el emperador Constantino I, cuando se encontra-ba en las inmediaciones de Roma en vísperas de la batalla definitiva so-bre Majencio, tuvo la visión de una cruz en el cielo rodeada de luz y una voz que le decía “IN HOC SIGNO VINCES”. Al día siguiente, los es-tandartes púrpuras del emperador portaban la cruz y el monograma en griego de Cristo con las letras alfa y omega, principio y fin, a los lados, lo que vino a llamarse crismón. Des-de entonces, el estandarte imperial pasó a ser denominado lábarum. La batalla tuvo lugar en el puente Milvio y Constantino venció. Al año siguiente, por el Edicto de Milán, el emperador establecía la libertad de culto en todo el Imperio Romano. La Cristiandad surgía definitivamente a la luz y la cruz, de instrumento de tortura, pasó a ser su nueva seña de identidad.

En el 325 d. C. Constantino con-vocó un Concilio ecuménico en Ni-cea. En él participaron todas las corrientes teológicas cristianas que existían en el mo-mento. En pocos años, el Cristianismo se implantó con tanta fuerza en las estructuras del estado romano que era considerado uno de sus pilares fundamentales, hasta el pun-to de la intervención directa del emperador en las deliberaciones del concilio surgió el llamado Credo Niceno, utilizado desde en-tonces como protestación de fe por toda la Iglesia.

Tras el Concilio de Nicea, Elena, cristia-na conversa, madre de Constantino, que ha-bía sido elevada a la dignidad imperial por su hijo, a petición de éste y llevada de su gran piedad, se traslada a Jerusalén con un nutrido séquito de dignatarios, con el fin de buscar la Cruz donde murió Cristo en los sagrados lugares, testigos de su Pasión.

El hallazgo no fue fácil. Pues después de la destrucción de Jerusalén por el empe-rador Tito en el año 70 d. C., la ciudad no había sido reconstruida. Adriano, en el año


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135 d. C. ordenó la construcción sobre sus ruinas de la colonia romana de Aelia Capi-tolina, buena parte de la nueva ciudad se había construido terraplenando el Calvario y sobre el mismo se había construido el foro y templo de Venus. Todo estaba desfigu-rado, pero entre las comunidades cristiana y judía se había mantenido la tradición de que bajo el templo se hallaba enterrada una caverna y el Gólgota. Enterada Santa Elena, mandó demolerlo y, tras laboriosas exca-vaciones, se descubrió el lugar de la cru-cifixión, la gruta-sepulcro del Señor y, en su interior, tres cruces, sobre la central, el “titulus” mandado poner por Poncio Pilato sobre la Cruz de Cristo y los tres clavos.

En la “Leyenda Áurea” de Jacobo de la Vorágine (siglo XIII), se nos comenta que, ante las dudas de Santa Elena sobre cuál de las tres cruces era la verdadera Cruz de

Cristo, ésta hizo detener un cortejo fúne-bre que pasaba por allí y acercó al difunto a cada una de las cruces, y que, ante la úl-tima, resucitó. Según otras narraciones, fue la curación milagrosa de una mujer enferma de gravedad al tocarla. Aunque lo más pro-bable es que se distinguiera cuál era la Ve-ra-Crux por las marcas de los clavos, pues, según el Evangelio de San Juan, sólo Cristo fue clavado en la Cruz.

Para albergar tan sagrado lugar y las re-liquias halladas en el mismo, el emperador Constantino I mandó erigir la Basílica de Martyrión y la Anástasis, conocida actual-mente por Iglesia del Santo Sepulcro.

LIGNUM CRUCIS.-Santa Elena, al volver a Roma, decidió

que, tanto la reliquia de la Vera-Cruz como el Títulus fueran partidos en dos trozos, de manera que la mitad de Títulus y la mayor parte de la Cruz se quedaran en Jerusalén. En el año 614 d. C. los persas conquistaron la ciudad, destruyendo la Basílica del Santo Sepulcro y se llevaron la Cruz como trofeo, siendo incrustada en el trono del rey sasá-nida Cosroes II. Los cristianos, sumidos en continuas disputas internas, no pudieron hacer frente al avance de sus adversarios. Pero, a partir de 622 de. C. el emperador He-raclio tomó la iniciativa derrotando, en años sucesivos, a los persas, terminando éstos por firmar la paz con Bizancio, sellándola con la devolución de la reliquia de la Vera-Cruz a los cristianos en el año 629. seguidamente Heraclio la llevó de nuevo a Jerusalén y or-denó la restauración de la iglesia del Santo Sepulcro en el Calvario, pero, temiendo por la seguridad de la misma, decidió trasladar-la a Constantinopla, donde fue triunfalmen-te exaltada en Santa Sofía. Al año siguiente, finalizada la reconstrucción de la Basílica del Martyrión y Anástasis, la mayor parte de la Cruz fue devuelta a Jerusalén, aunque


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un trozo de la misma se quedó en la capi-tal del imperio, y la otra mitad del Títulus y el fragmento más pequeño de la Cruz se la llevó consigo Santa Elena a su palacio en Roma, junto al cual mandó edificar la Basí-lica de la Santa Cruz en Jerusalén con el fin de que se custodiaran y se veneraran en ella las reliquias de la Pasión de Cristo.

Desde entonces, fueron tres los grandes templos que albergaron reliquias del Lig-num Crucis, como vinieron a ser llamados los trozos del Leño de la Cruz: la Basílica del Santo Sepulcro, en la ciudad de Jerusalén; la Basílica de Santa Sofía, en Constantinopla; y la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, de la ciudad de Roma.

Es por esa época cuando se estableció la costumbre de sacar pequeñas astillas de la Santa Reliquia, pues no había iglesia, mo-nasterio o catedral que no deseara poseer un fragmento de la Vera-Cruz de Cristo.

Las reliquias del Lignum Crucis deposita-das en los templos eran conservadas en ca-jas llamadas “estaurotecas” que solían tener forma de cruz y tenían en el centro un vano para colocar la reliquia sobre el que se solía poner una piedra preciosa que impedía que se viera el trozo de madera, pero pronto co-menzó a ser sustituido por un cristal, con el fin de que pudiera ser contemplada la reli-quia de la Cruz.

En el año 638 d. C., los árabes, de reli-gión musulmana, conquistan Jerusalén y entre periodos de más o menos tolerancia, el Lignum Crucis del Santo Sepulcro quedó en sus manos, junto con la ciudad, hasta el 1099, año en que fueron recuperados ambos durante la Primera Cruzada.

Fue concedida su custodia a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (Templa-rios), que la portaban en sus batallas más decisivas. Éstos solían enviar reliquias de la


Lignum Crucis

Juan Carlos Moreno Almenara

Cruz a sus encomiendas, situadas por toda Europa, siendo los primeros divulgadores de la devoción y el culto a la Vera-Cruz. Costumbre que también adoptaron pronto los canónigos de la Basílica. De este modo, entre los cruzados y peregrinos que volvían desde Tierra Santa a sus países con una re-liquia del Lignum Crucis hubo monarcas y altos dignatarios, algunos de los cuales obsequiaron con ella a diversos monaste-rios e iglesias, tanto las reliquias como sus receptáculos pasaron a ser puntos de cris-talización de la devoción popular, erigién-dose templos por todas partes a la Santa Cruz. Así, reyes y papas, nobles y clérigos, difunden el culto a la Vera-Cruz por toda la cristiandad, creándose también por estas fechas las primeras congregaciones con esta advocación.

En el año 1187, tras la batalla de Hattin, el Lignum Crucis de Jerusalén cae en manos del sultán ayubí Saladino. En 1322 aún per-manecía en poder de los musulmanes, como se desprende de una carta del rey Jaime II de Aragón dirigida a dos ciudadanos barce-loneses para su embajada ante el Sultán de Egipto, donde les indica que le pidan en su nombre, tal y como han hecho otros prínci-pes y altos cargos del mundo cristiano, que le facilite un trozo de la Santa Cruz, ya que es sabido que el sultán tiene fragmentos en gran cantidad en su tesoro, junto a otras re-liquias.

También fue fragmentado el Lignum crucis que se conservaba en Constantinopla, como se deduce de la crónica del monaste-rio de Sahagún (León) en la que los monjes acusan al rey Alfonso I el Batallador (1104-1134) de haberse llevado el Lignum Crucis que había regalado al monasterio el empe-rador Alejo I Comneno (1081-1118). Des-pués de la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, se pierde todo rastro de tan

preciada reliquia.No ocurre lo mismo con el Lignum Cru-

cis que Santa Elena llevó a Roma. Sigue con-servándose en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén. Tempranamente, un fragmen-to fue depositado en San Pedro del Vatica-no. Perdida la reliquia de la Vera-Cruz de Caravaca en los avatares de la última con-tienda española, fue repuesta al culto con un fragmento procedente del Lignum Cru-cis del Vaticano, venerándose en la Basílica de la Santa Vera-Cruz, a la que el papa Juan Pablo II concedió a perpetuidad la celebra-ción del Año Santo Jubilar cada siete.

La reliquia más grande conservada se encuentra en el Monasterio de Santo Tori-bio, ubicado en Liébana (Cantabria). Según el padre Sandoval, cronista de la orden Be-nedictina, esta reliquia corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz. Se guarda en un relicario en forma de cruz, de plata dorada, y puesto el Madero Santo en modo de cruz, quedando entero el agujero donde clavaron la mano de Cristo. Las medidas del Santo Leño son de 635 mm. El palo vertical y 393 mm. el travesaño, con un grosor de 40 mm. Un análisis científico de la madera de este trozo, realizado en 1958, determinó que la especie botánica es el ciprés, muy abundan-te en Palestina, cuya madera es incorrupti-ble y que por su antigüedad, podría ser de los tiempos de Jesús.

Se dice que Calvino, en el siglo XVI, llegó a comentar que había tantas reliquias de la Vera-Cruz como para hacer un barco. Pero Rohault de Fleury hizo en 1870 un es-tudio de todas las reliquias existentes en su tiempo y concluyó que no llegaban a un ter-cio de la Cruz de Cristo.

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