Modificación de las propiedades termotrópicas de liposomas ...
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Liposomas. Aplicaciones en terapia antimicrobiana y en inmunoprofilaxis
A. Vitas, R. Díaz, C. Gamazo
Departamento de Microbiología. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra.
RESUMEN: Los liposomas son vesículas constituídas por una o más láminas bimoleculares de lípidos, capaces de transportar sustancias en el espacio acuoso interior, o bien, incluídas en la bicapa. Las ventajas que presentan los liposomas frente a otros modos de administración de medicamentos se pueden sintetizar en dos: la posibilidad de dirigirlos específicamente sobre las células diana, y su falta de toxicidad. Por otra parte , también se está investigando el empleo de lipasomas para la obtención de vacunas seguras y potentes. Cuando se incorporan antígenos en la superficie de los liposomas, aumenta su inmunogenicidad, evitándose la toxicidad de los adyuvantes clásicos. En las últimas décadas, los liposomas han pasado de ser una curiosidad de laboratorio a constituir un eficaz sistema de distribución de medicamentos. En los liposomas se cifra la esperanza de multiplicar la eficacia y la seguridad de importantes medicamentos que hoy resultan tóxicos. Por ello, vamos a describir algunos aspectos para entender un poco más la naturaleza de estas vesículas. Principalmente, nos referiremos al proceso de formación, métodos de preparación y mecanismos de interacción con las células.
SUMMARY: Liposomes are vesicles constituted by one or more bimolecular sheets of lipids allowing to carry substances either into the aquose intralamellar space, or included in the bicape. Attention has focused on liposomes because of their potential applications in drug delivery systems. The advantages could be summarised in these two properties, specificity to the target cells and lack of toxicity. More recently, however, methods to incorporate antigens into the lipasornes have been developed, avoiding the toxicity of the classhavecal immunoadjuvants. The insight into the behaviour of these biodegradable colloidal systems in man is steadily growing. Because of this progress, we are going to describe in this review the potential contributions of liposomes to therapeutic and diagnostic fields, with an special attention
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to the methods of preparation and mechanisms of interaction with cells.
(lkv ~led Univ Na\':orm 1996: 40: 30-39).
Pa labras clave Liposomas¡ inmunoprofilaxis¡ terapia antimicrobiana
Key Words Liposomes¡ immunoprophylaxis¡ antimicrobial the
rapy
Correspondencia: C. Gama7.o Dpto. Microbiología Facultad de Medicina Universidad de Navarra 31080 Pamplona
Introducción Los liposomas son vesículas constituídas por una o
más láminas bimoleculares de lípidos (Figu ras 1, 2, 3). Desde principios de siglo, diversos investigadores produjeron involuntariamente liposomas realizando estudios de hidra tación de películas de lípidos. Sin embargo, no fuero n descritas hasta 1965 por Bangham y col. (1), quién las observó al aüadir agua a un matra7. que contenía una fina capa lipídica, intentando valorar el efecto de los fosfolípidos en la coagulación sanguínea. El agua forzó a las moléculas de grasa a d isponerse en forma de microvesículas cerradas, comprobándose que constaban de una membrana fosfolipídica en bicapa que encerraba agua del medio.
Debido a su similitud con las membranas celu lares, la p rimera aplicación de los liposomas fue la de utili-7.arlos como modelos para el estudio del transporte de iones a través de las bicapas lipídicas (membranas celulares). Bangham y sus colaboradores (2) trabajaron en este se ntido, consiguiendo numerosos avances en el estudio fis iológico de la célula, como fusión , per-
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Fig. 1
A B Representación esquemática de: (A}, vesiculas multilamelares (MLVs, SPLVs) y (8), unilamelares (LUVs)
meabilidad, etc. Sin embargo, no fue hasta 1978 cuando Ryman y Tyrell (3) apuntaron la potencialidad ele estos sistemas en aplicaciones médicas, tanto terapéuticas como de d iagnóstico. Estos autores estudiaron los liposomas como transportadores ele enzimas y desde entonces un gran número ele investigadores centran sus esfuerzos en el empleo de liposomas como transpo rtadores de diversas sustancias: proteínas ( 4); enzimas (5); DNA (6); complejos antioxidantes (7); etc. Pero dónde más empeño y esperanzas se ha puesto, es en e l empleo de los liposomas como transportadores de antibióticos para su uso tanto en clínica humana como en veterinaria. Ya existen compañías especializadas en la explotación de los liposomas como "Liposome Technology Inc." (Menlo Park, CA) y Vestar (Pasadena, CA), así como "The Liposome Company" (Princeton, NJ) y Lipotec S.A. (Barcelona, España). También existen compañías farmaceúticas interesadas en el tema , como Ciba Geigy, Upjohn, Becton Dickinson y Squibb, entre otras. La industria norteamericana logró situar en 1988 quince medicamentos encapsulados en liposomas a nivel ele experimentación en humanos (8). Actualmente en Europa existe ya un producto farmacéu-
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tico comercializado en forma de liposomas, la anfotericina B para el tratamiento ele enfermedades fúngicas.
Las ventajas que presentan los liposomas frente a otros modos de administración de medicamentos son varias (9). En primer lugar, dada su similitud con las membranas celulares no resultan tóxicos. Además, protegen a los medicamentos de su dilución o degradación en la sangre, por lo que las dosis empleadas pueden ser considerablemente inferiores a las usadas con el fármaco en forma libre, con lo que se reduce su toxicidad. Por último, los liposomas pueden actuar directamente sobre un orgáno enfermo, evitando los tejidos sanos, siempre que se elija un disei'lo adecuado.
Por otra parte, también se está investigando el empleo de liposomas para la obtención ele vacunas antivíricas, antibacterianas y antiparasitarias seguras y potentes. Cuando se incorporan antígenos en la superficie de los liposomas, aumenta su inmunogenicidad. Se evita así la toxicidad de los adyuvantes clásicos. En este sentido, se han preparado por ejemplo liposomas que llevaban en su superficie antígenos ele los agentes causantes del cólera (10), la malaria (1 1), la hepatitis n (12) y la salmonclosis (13), obteniéndo-
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Fig. 2 a Fig. 2 b
•
Microscopía por contraste de fases de líposomas tipo SPLV. La barra representa 1 f!m.
se en todos los casos una respuesta superior a la obtenida tras la administración del antígeno libre.
En las últimas décadas, los liposomas han pasado de ser una curiosidad de laboratorio a constituir un eficaz sistema de distribución de medicamentos. En los lipasomas se cifra la esperanza de multiplicar la eficacia y la seguridad de importantes medicamentos que hoy resultan tóxicos. Por ello, vamos a describir algunos aspectos para entender un poco más la natu raleza de estas vesícu las. Principalmente, nos referiremos al proceso de formación, métodos de preparación y mecanismos de interacción con las células.
Formación de los liposomas Los liposomas son vesículas cerradas que se forman
de manera espontánea por la dispersión de lípidos en agua, siempre que la relación molar entre ambos sea favorable a esta última. Los lípidos son moléculas anfifílicas, por lo que poseen una región hidrofílica (cabeza polar), y otra región hidrofóbica (cola apolar), formada por largas cadenas hidrocarbonadas. En solución acuosa, las moléculas anfifílicas adoptan una estructura micelar, de modo que las cabezas polares agrupadas en la superficie protegen las cadenas hidrocarbonadas ele una interacción con el agua. Las micelas pueden adoptar estructuras alargadas, en disco aplanado o en bicapa. En el caso de los fosfolípidos (Figura 4), el eje central es una molécula de glicerol cuyo grupo hidroxilo de la posición 3 está esterificado por un ácido fosfórico, que a su vez puede estar esterificado por una variedad de alcoholes (glicerol, coli-
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na, etanolamina, serina e inositol) (Tabla 1). Esta parte constituye la cabeza polar. Por otro lado, los grupos hidroxilo del glicerol en posiciones 1 y 2 suelen estar esterificados por largas cadenas ele ácidos grasos que le impiden adoptar una estructura micelar. Por ello, los fosfolípiclos se agrupan en una capa bimolecular. Sin embargo, esta estructura plana no es estable en concentraciones bajas de fosfolípiclos, por lo que las bicapas lipídicas se cortan en fragmentos más pequeños que se repliegan sobre sí mismos para dar estructuras cerradas (ovales o esféricas) más estables: los liposomas. Estas vesículas al replegarse encierran parte de la suspensión acuosa en su interior (Figura 1).
Características físico-químicas de los liposomas
Según el número ele bicapas lipíclicas los liposomas pueden ser uni o multilamelares (Figura 1) . Los lipa somas unilamelares sólo constan ele una membrana lipídica . Según su tamaño se habla de "small unilamellar vesicles" (SUVs) o "large unilamellar vesicles" (LUVs). Los SUVs oscilan entre 25 y 50 nm de diámetro, mientras que los LUVs pueden alcanzar entre 1,0 y 2,5 J..Lm.
Los multilamelares (MLVs) encierran un espacio acuoso central y sucesivos espacios interlamelares. Son los más sencillos de preparar y a patt ir ele ellos se pueden obtener otros tipos de liposomas por medio de otras técnicas. Su tamaño es siempre superior a 0,4 J..Ll11, pero se obtienen poblaciones muy heterogéneas en tamaño (0,4 a 10 ¡.Lm). Además del tamaño existen diferencias en cuanto a la eficiencia de encapsulación de li-
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-----------l'i'¡ii@ll{•tf•TI¡)i'4f1téJ~í~-------------
Fig. 3
Electronografía de barrido mostrando liposomas del tipo SPLV.
posomas multi y unilamelares. Los MLVs presentan normalmente bajos porcentajes de encapsulación (5-15%), aunque estos valores se pueden mejorar por diversos métodos (incremento de la concentración de fosfolípiclos, incorporación de cargas, etc.). Los SUVs son los que presentan una menor eficiencia ele encapsulación (0,5-1%), mientras que los LUVs pueden encerrar hasta un 35% de la solución acuosa. Además de los fosfolípidos existen otros compuestos que pueden formar parte importante de la membrana delliposoma. Este es e l caso del colesterol, que reduce la permeabilidad de la bicapa lipídica, o el dicetilfosfato y la estearilamina, que aportan cargas negativas y positivas respectivamente a las vesículas. Los constituyentes químicos tienen por tanto influencia en la carga, estabil idad, reactiviclad química y propiedades biológicas ele los liposomas.
En función de su composición fosfolipídica , los liposomas tienen distinto grado de fluídez. Algunos fosfolíp idos se presentan en estado de gel, que se caracteriza por ser ordenado y con las cadenas muy empaquetadas. Otros, por el contrario, se presentan en fase cristal líquido, más desordenado y fluído y con mayor movilidad ele las cadenas acílicas. Cada fosfolípido presenta una temperatura, llamada temperatura de transición, en la que se produce e l paso de un es-
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tado rígido a otro más fluído, y ele ella va a depender en parte la estabil idad del liposoma a temperatura ambiente. La temperatura de transición se puede alterar variando la composición lipídica o bien, incluyendo esLeroles como el colesterol.
Métodos de preparación de liposomas En torno al proceso fundamental (la hidratación de
la mezcla lipídica), se ha descrito una gran variedad ele métodos ele preparación de liposomas que permiten abordar problemas tales como la eficiencia ele encapsulación o estabilidad física y química.
A continuación vamos a describir brevemente el fundamento y peculiaridades de los métodos más habituales.
Preparación de MLVs. El método más sencillo para la preparación de MLVs
es el de dispet·sión s imple, descrito originalmente por l3angham y col. (1). Consta de las siguientes etapas: a) disolución del fosfolípido en disolvente orgánico; b) evaporación del disolvente bajo vacío hasta obtener una película delgada y perfectamente seca del lípiclo sobre las paredes del matraz; e) adición ele la fase acuosa y formación ele MLVs mediante agitación. La población de vesículas que se obtiene es muy heterogénea y con bajas eficiencias ele encapsulación (5-10%). Sin embargo, dichos porcentajes se pueden mejorar empleando concentraciones a ltas de lípiclos (100-300 mg/ml), introduciendo moléculas cargadas (que por repulsión electrostática aumentan la separación entre las bicapas y en consecuencia aumenta el volumen interno) o realizando un proceso de hidratación largo (20 horas) con agitación suave. Se han descrito algunas variantes de este método para conseguir mayores eficiencias de encapsulación, como el de congelación-descongelación, congelación-liofilización o el de formación de proliposomas sobre un sopo1te particulado, con el fin ele aumentar la superficie de lípido expuesta.
Otro método para la preparación de MLVs es el de fase reversa. Este método se diferencia del ante rior en que la hidratación se produce en presencia de disolvente: los fosfolípidos se disuelven en una fase orgánica y se ponen en contacto con una fase acuosa, obteniéndose vesículas del tipo MLV. Con esta nueva técnica se pueden conseguir eficiencias de encapsulación de hasta un 50%. Como inconvenientes están la baja solubilidad de los fosfolípidos en éter o etanol, y la d ificultad de eliminar completamente dichos disolventes. Se han descrito dos métodos para la elabora-
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.---------------.w:rooJt·X'·'' ¡¡J~ff[•Híl----- ----- -CIOn de MLVs según esta técnica. En el rrime ro de ellos (14), se parte ele una solución etanólica del lípido que, tras la adición ele la h1se acuosa correspondiente, se lleva a sequedad bajo vacío. La hidratación posterior ele la película mixta lípido-soluto permite que el equilibrio ele reparto ele éste se establezca instantáneamente al formarse los MLVs.En el segundo método (15), los lípiclos se encuentran inicialmente disueltos en éter y, tras la adición de un volumen acuoso inferior se rrocede a la evaporación del solvente orgánico, manteniendo el sistema en un bat1o ele sonicación. Las vesículas obtenidas se conocen como "stable plurilamellar vesicles" (SPLVs), y r rcsentan ventajas respecto a los MLVs en lo que se refiere a la estabiliclacl y eficiencia ele encapsulación.
Pt·eparación de SUVs. Este tipo ele liposomas es sobre tocio Litil para el
transporte ele material lipofílico, ya que el volumen acuoso encapsulado es muy requet1o. La principal ventaja que ofrece es la homogeneidad en el tamat1o ele las vesículas. Los SUVs se pueden preparar a pattir de MLVs mediante sonicación (16) o haciendo pasar los !VlLVs a través ele una prens a de French (paso a través de un poro de tamaño recluciclo a altas presiones: hasta 20.000 ps i) 0 7). En el poro se o riginan fuerzas ele cizallaclura que van eliminando una a una las bicapas. Real izando múltiples p ases se consigue reducir el tamail.o ele las vesículas hasta 30-80 nm de diámetro. Los liposomas obtenidos por este método son más estables que los que se obtienen por sonicación. Tambié n existen otros métodos que producen directamente vesículas de pequeflo tamai'to, como es el ele la inyección con etanol (18). Este método evita la exposición de los fosfolípidos a los riesgos de la sonicación (degradación de los lípidos) o a las altas presiones. Consiste en la inyección rápida de una suspensión ele lípidos disueltos en etanol, en un exceso de solución acuosa .
Prepat·ación de LUVs . Se trata de vesículas constituídas por una sola bica
pa y ele un tamai1o superior a 100 nm. Los LlNs presentan ventajas sobre los MLVs sobre todo en lo q ue se refiere a los porcentajes ele e ncapsulación. Se pueden preparar LlNs a partir de MLVs por un sistema ele extrusió n secuencial (19): se hace pasar la preparación de MLVs a través de me mbranas de policarbonato (0,1-0,2 JLm de diá metro de poro), empleando bajas presiones (800 psi) . Otro método para la obtención de LUVs, es el denominado método de inyección, que
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Fig. 4
" U 1l lO
Acido graso 2
Posición de los
grupos hidroxilo
del glicerol
..._ ÁCIDO
FOSFÓRICO
COLA APOLAR CABEZA POLAR
Estructura quimica general de un fosfo lipido.
consiste en la inyección ele una solución ele lípiclo en éter (20) o etanol (18) sobre un medio acuoso ramponado. Sin embargo, el método más aceptado para la producción de LlNs es el ele evap oración en fase reversa (H.EY) desarrollado por Szoka y Papahacljop oulos (21). La técnica consta ele las siguientes etapas : a) formación de una e mulsión ele las fases acuosa y o rgánica mediante sonicación durante un tiempo variable; b) eliminación del grueso del disolvente a vacío bajo hasta la formación ele un gel estable; e) ruptura del gel e inversión ele fase mediante vacío medio y agitación s imultánea; d) e liminación del resto del éter por evaporación a alto vacío. Por último, también se pueden formar LlNs mediante solubilización del lípiclo por fo rmación ele micelas mixtas con un detet·gente y la eliminación controlada de éste, lo que da lugar a la coalescencia de las micelas. En esta etapa el fosfolípiclo adopta una configuración e n bicap a y se obtiene así una población de vesículas cerradas unilamelares, cuyo diámetro oscila entre 50 y 250 nm. La elección del dete rgente suele realizarse en función ele que su e liminación sea total y lo más ráp ida p osible (filtración en gel, d iálisis). Se suelen emp lear colato , deoxicolato y octilglucósido.
Mecanismos de interacción de los liposomas con las células
El que un líposoma lleve a buen término su cometido (en general, transporte hasta una determinada célula del material incluído en su interior o e n su superficie), va a depender en gran medida ele que dicha
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vesícula interaccione y sea captada eficazmente por la célu la en cuestión. Los mecanismos por los que los liposomas interaccionan con las células son los siguientes (para una revisión ver ref. 22).
Intercambio o tramferencia de lípidos. Este mecanismo consiste en un intercambio de lípi
dos entre el liposoma y la célula sin que tenga lugar un contacto previo entre ambos, e incluso a veces, con una completa retención del contenido acuoso del liposoma (23). Se cree que e l proceso tiene lugar por mediación ele una p roteína de superficie externa específica, ya que sólo se intercambian determinados fosfolípidos (fosfaticlilcolina y fosfatidiletanolamina) (24).
Este tipo de interacciones también tiene lugar entre los liposomas y las lipoproteínas del suero, especialmente lipoprotcínas de alta densidad (HDL), produciéndose una pérdida del contenido liposomal y en ocasiones, la destrucción completa de las vesículas. El grado ele destrucción depende de la relación lipoproteína-liposomas, y del tipo y composición de las vesículas. Así, en el caso ele SUVs formadas únicamente por fosfaticlilcolina, se desintegran rápidamente en el plasma, distribuyéndose sus componentes lipídicos en-
Tabla 1
O·H
.0~ ~
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tre las lipoproteínas. Por e l contrario, la incorporación ele un 30% ele colesterol inhibe parcialmente la desintegración (25).
Adsorción. Se produce una asociación entre e l liposoma y la su
perficie celular en la que inte1vienen fuerzas ele atracción inespecíficas (hidrofóbicas o electrostáticas) o a través de receptores específicos de la superficie celular, como proteínas de membrana (26).
El mecanismo de adsorción es un proceso necesario para la internalización ele los liposomas por endocitosis o fusión. Tras la adsorción del liposoma a la superficie celular, la posterior ingestión por la célula parece estar en relación con determinadas proteínas de membrana (27).
Fusión. Este mecanismo supone la inserción de la membra
na del liposoma en la membrana celular, liberando ele esta manera el contenido de la vesícula al citoplasma celular. Cuando se trata de MLVs la fusión se produce con una de las bicapas lipíclicas, y el resto de la vesícula entra al interior de la célula con una bicapa me-
Fosfatidilcolina (lecitina)
Fosfatidiletanolamina (cefalina)
Fosfatidilserina
Fosfatidilglicerol
Acido fosfatídica
Fosfatidilinositol
PC
PE
PS
PG
PA
PI
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~----------------~i~~:4H~UJ~~1~~l{~~[e]~.~11 ------------------
nos. Mediante estudios realizados in vltro se ha conseguido la fusión de liposomas a la surc rficie celular mediante el empleo de fusógcnos, como lisolecitina, fosfatidilserina, detergentes y surfactantes. Weissman and Finkelstein (28) consiguieron fusionar in vitro MLVs f!uídos y con carga superficial negativa con linfocitos humanos no fagocíticos y con fibroblastos. También se han conseguido resultados positivos in vitro e mpleando fosfatidiletanolamina, ácido oléico y lípidos cargados positivamente (29). Sin embargo, in vivo e l proceso de fusión parece tomar un segundo plano respecto al proceso de endocitosis. En circunstancias normales, los liposomas son eliminados del torrente sanguíneo por fagocitosis mucho antes de que tengan lugar procesos de fusión. Éstos tendrán lugar en mayor proporción en aquellos lugares en los que intervenga con menor frecuencia el sistema mo nonuclear fagocítico (humor acuoso de los ojos, líquido cerebroesrinal, ... ) .
Hndocitosis. En este caso el liposoma es conducido al interior de
la célula por un proceso de fagocitosis. La membrana celular produce una invaginación que envuelve completamente alliposoma, hasta que Jo introduce en el interior de la célula, formando una vesícula que se conoce como endosoma o fagosoma. Esta vesícula se fusiona con los lisosomas primarios, para dar lugar a lisosomas secundarios o fagolisosomas, en los que tiene lugar la digestión del liposoma por acción de enzimas hidrolíticos a un pH de aproximadamente 4,5. Tras esta degradación, tiene lugar la liberación del material transportado ror e l liposoma. Tanto el proceso de endocitosis como e l de fusión están influídos por la carga y lluidez del liposoma (30). En general, las vesículas que pueden ser objeto de internalización por endocitosis son las que se encuentran en estado de gel (por debajo de su temperatura de transición) y las de carácter neutro.
Por los estudios realizados hasta ahora tanto in vitro como in vivo, se cree que los mecanismos de interacción predominantes son la adsorción y la endocitosis, mientras que la fusión sólo se obsetva excepcionalmente.
Aplicaciones clínicas de los liposomas Los liposomas son en último término partículas ex
trañas al organismo y, en consecuencia, son procesados por las células fagocíricas de la misma forma que bacterias, virus, restos celulares, etc. La captación liposómica tiene lugar preferentemente en hígado y bazo (31). La razón de ello estriba, por un lado, en su alto contenido en células fagocíticas (células Kupffer del
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hígado y macrófagos esplénicos), y ror otro, en el carácte r fenestrado ele su endotelio capilar, lo cual r ermite la salida relativamente sencilla ele los liposomas ele la circulación. El hecho de que los liposomas sean captados por el sistema mononuclear fagocítico puede ser aprovechado ventajosamente en algunos sistemas de te rapia antibacteriana y desarrollo de vacunas que se exponen a contin uación. Sin embargo, también es posible el diseño de liposomas para que no sean captados tan rápidamente por las células fagocíticas y puedan pe rmanecer establemente en el torrente circulatorio hasta alcanzar su objetivo.
Terapéutica antibacteriana. El sistema mononuclear fagocítico constituye e l sis
tema diana principal en la captaciún de liposomas. Este hecho, constituye un serio problema cuando se pretenden dirigir liposomas con antibióticos encapsulados hacia otros tipos de células no fagocíticas. Sin embargo, supone n en teoría un arma muy eficaz, a priori, para la eliminación de microorganismos q ue util izan las células del s is tema mononuclear fagocítico para hospedarse. Existen diferentes trabajos, tanto in vitro como in vivo, en los que se demuestra que el tratamiento de diversas enfermedades infecciosas con anribióticos encapsulados en liposomas es más eficaz q1•.e el empleo del medicamento en s u forma libre. Dentro de los estudios in vitro sirvan como ejemplo los de Bonventre y Gregoriadis (32), que incubaron macrófagos infectados con Stapby/ococcus aureus con dihidroestreptomicina libre o encapsulada en SUVs. Po r su parte, Bakke r-Woundenberg y col. (33) observaron una mayor eficacia de la ampicilina encapsulada en liposomas, frente al antibiótico libre, en el tratamiento de macrófagos infectados con Lisleria monocytogenes. Dees y col. (34) y Vitas y col. C35a) demostraron que e l tratamiento con gentamicina encapsulada en MLVs y SPLVs, respectivamente, de monocitos infectados con Bruce//a es más eficaz que con e l antibiótico libre.
En cuanto a los estudios in vivo, Alving y col. (36) comprobaron una mayor eficacia ele q uimioterápicos del grupo del antimonio, encapsulados en liposomas, q ue en su forma libre, para el tratamiento de ratones y hamsters infectados con Leisbmania donovan.i. Del mismo modo, Fountain y col. (37), demuestran un efecto claramente superior de los aminoglucósidos (gentamicina, kanamicina, dihidroestreptomicina y estreptomicina) encapsulados en SPLVs frente a los mismos antibiúticos en su forma libre en el tratamiento de ratones infectados con B. abortus y B. canis. Tadaku-
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ma y col. (38) trataron ratones infectados con Salmone/la enteritidis con estreptomicina libre o encapsulada en liposomas. El tratamiento con el antibiótico en su forma encapsulada produjo una mayor supervivencia ele los animales así como una menor toxicidad. En este sentido, en cuanto a la utilización de los liposomas para reduci r la toxicidad ele los medicamentos encapsulados, uno ele los ejemplos más llamativos es el de la anfotericina B. Se trata ele un potente antifúngico, empleado con éxito en el tratamiento de infecciones fúngicas sistémicas, especia lmente frecuentes en víctimas de síndromes ele inmunodeficiencia, pero que en estado libre presenta una elevada toxicidad para el riñón y sistema nervioso central. López-Berestein y col. (39) lograron desarrollar una formulación apropiada para su encapsulamiento reduciendo notablemnte su toxicidad sin reducir su eficacia.
Desarrollo de vacunas. Otro campo en el que los liposomas se están apli
cando con interés es el de la inmunoprofilax is. Los antígenos obtenidos por las nuevas técnicas (tecnología del ADN recombinante y síntesis peptídica), al ser ele pequeño tamaño, no son fagocitados por los macrófagos circulantes, con lo que la respuesta inmune se ve disminuída . Una ele las aplicaciones ele los liposomas es la de su empleo como adyuvantes inmunológicos para inducir o modular la respuesta inmune frente a antígenos adsorbidos o encapsulados, teniendo como
ventaja respecto a los adyuvantes convencionales su baja toxicidad. Heath y col. (40), señalaron que su poder adyuvante podía estar p rincipalmente relacionado con su eficaz captación por los macrófagos y la estimulación que ejercen sobre el sistema inmune celular.
El papel del efecto adyuvante de los liposomas ha sido demostrado con diversos complejos antigénicos como: la toxina de la difteria (41), antígenos de superficie del virus ele la hepatitis B (42), toxina del cólera (43), proteínas ele la cápsicle ele aclenovirus (44), subuniclades protéicas del virus del Epstein-Barr (45), lipopolisacárido de Salmonel/a typbinntTium (40), y extractos de membrana externa ele Brucel/a aho1tus (35b), entre otros.
Conclusión Existen otras muchas aplicaciones ele los liposomas
en clínica como por ejemplo en la terapia contra el cáncer (encapsulamiento de citostáticos solubles), terapia enzimática, como transportadores de detoxificaclores ele metales, etc ... (para una revisión ver ref. 46). Es indudable que la colaboración interdisciplinar optimizará las aplicacio nes de los liposomas mediante el desarrollo de nuevas metodologías, y poder así incrementar su estabilidad, aumentar su reproducibilidad, faci litar su producción a gran escala, y reducir costes. De esta manera, las potencialidades ele los liposomas para su empleo en la clínica humana, así como el número de pacientes involucrados en estudios con lipasomas, podrá seguir creciendo.
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