Llorente_12_Filosofía de la Expresión como crítica al concepto hegeliano de inmediatez

7/29/2019 Llorente_12_Filosofa de la Expresin como crtica al concepto hegeliano de inmediatez

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FRAGMENTOS DE FILOSOFA, n10 (2012 ), pp.139 -161 . ISSN1132 -3329

LOS PRESUPUESTOS DE LA MEMORIA.LA FILOSOFA DE LA EXPRESIN DE GIORGIO COLLI

COMO CRTICA AL CONCEPTO HEGELIANO DEINMEDIATEZ

THE PREMISES OF MEMORY. GIORGIO COLLIS PHILOSOPHY OF EXPRESSION AS CRITICISM OF THE HEGELIAN CONCEPT OF IMMEDIACY

J AIMELLORENTE UNIVERSIDAD DEV ALLADOLID

[email protected]

ResumenEl pensamiento terico de Giorgio Colli

supone una singular excepcin en el marcode la filosofa contempornea. Una de lasms profundas razones de su singularidad esel lugar central que en tal pensamiento seasigna al concepto de inmediatez. Elpropsito del presente estudio es poner derelieve el modo en el que la centralidadepistemolgica asumida por este conceptopone en cuestin la negacin hegeliana de laprimaca del conocer inmediato, y lasconsecuencias que tal recusacin arrojadesde la perspectiva de la reflexinontolgica.

Palabras clave : representacin, inmediatez,abstraccin, rememoracin, concepto.

AbstractGiorgio Collis theoretical thought is a

singular exception in the context of contemporary philosophy. The crucial placeassigned to the concept of immediacy bysuch thought, is one of the deepest reasonsof its singularity. The aim of the presentstudy is to show the way in which theepistemological centrality assumed by thisconcept puts in question the Hegeliannegation of the primacy of the immediateknowledge, and the consequences that suchrefuse throws from the point of view of ontological reflection.

Keywords : representation, immediacy,abstraction, remembrance, concept.


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FRAGMENTOS DE FILOSOFA, n10 (2012 ), pp.139-161 . ISSN1132 -3329

1. La prioridad de lo prerreflexivo en la epistemologa de Colli y su oposicinal concepto hegeliano de inmediatez.

a figura de Giorgio Colli es conocida fundamentalmente, en elcontexto del pensamiento contemporneo, merced a su papel comocoeditor e intrprete de la obra de Nietzsche, a la vez que en virtud

de su produccin filolgico-hermenutica dedicada a la exposicin einterpretacin del ms antiguo pensamiento helnico. Ambos aspectos de lacontribucin colliana a la reflexin filosfica actual han coadyuvado aoscurecer en buena medida las aportaciones tericas propiamente originaleselaboradas por el pensador italiano en materia ontolgica y epistemolgica;aportaciones contenidas sobre todo en Filosofia de lespressione(su obrafilosfica capital) y en el volumen de escritos pstumos editado por EnricoColli bajo el ttulo de La ragione errabonda.1 Sin embargo, la filosofa de laexpresin de Colli adquiere un singular carcter en el marco del pensamientodel siglo XX al incluir entre sus mltiples y sugestivas intuiciones unarehabilitacin y reubicacin en posicin preeminente del concepto deinmediatez aplicado a la reflexin ontolgica y gnoseolgica. El hecho de quela nocin misma de inmediatez se halle ausente de la prctica totalidad de laspropuestas que configuran el horizonte terico de la ontologa y laepistemologa contemporneas (exceptuando tal vez el particular caso de

ciertos desarrollos de la fenomenologa y el bergsonismo), obedece acaso a lalarvada influencia ejercida sobre stas por la radical crtica a la cual Hegelsomete la posibilidad misma de la existencia de algo semejante a unconocimiento inmediatotout court . Crtica presente, asimismo, aunque con unvolumen sensiblemente inferior de elaboracin terica, en la peculiarepistemologa propia del Nietzsche maduro.

1 Hasta donde nosotros conocemos, los nicos estudios que abordan (de formapredominantemente expositiva) la vertiente puramente terica del pensamiento de Collison los artculos de Cesare Clerico: CLERICO(1994 ) pp.349-356 , y Claudia La Roca: L AR OCA(2008 ) pp.75-94. Habra que mencionar, asimismo, la parte dedicada a esta temtica en elestudio monogrfico de Narcs Aragay Tussell: ARAGAYTUSELL(1993 ) pp.189-264 . Ningunode ellos, sin embargo, establece relacin alguna entre las filosofas de Colli y Hegel. De ello seocupa sucintamente el propio Colli en la ltima seccin de Filosofia dellespressione, alrefutar, desde sus propios postulados, las supuestas refutaciones hegelianas de losprincipios de no contradiccin y del tercio excluso. Labor que el pensador italiano lleva a cabode una forma no exenta precisamente de burla ni de un indisimulado tono desdeoso queparece hacerse extensivo al pensamiento hegeliano en su totalidad.

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En la obra de Colli, en efecto, la nocin de inmediatez no solamente resultaaceptada y justificada, sino que halla un lugar privilegiado de ubicacin,erigindose, de hecho, como autntica piedra de toque sobre la cual se asientala totalidad del discurso colliano relativo a la configuracin cognoscitiva de loreal. El examen de la confrontacin entre tan palmariamente divergentesmodos de considerar la naturaleza y origen ltimo de nuestra aprehensin(tanto intuitiva como reflexiva) de aquello que llamamos realidad empricapudiera acaso arrojar cierta luz sobre las carencias de las cuales adolece ciertosector del pensamiento ontolgico actual, as como contribuir, de formasimultnea, a esclarecer las razones ltimas que subyacen bajo el hecho de quela consideracin de lo inmediato resulte sistemticamente preterida yobviada en el interior del crculo terico acotado por este mismo pensamiento.

La totalidad de la obra hegeliana supone, en su ms profundo trasfondo,una genuina apoteosis del pensamiento reflexivo. Ya en el umbral de cada unade las fases constituyentes de su sistema, Hegel se encarga cumplidamente derefutar la posibilidad de situar el conocimiento de lo inmediato comoreferente originario de todo ulteriormente hipottico saber. Tal cosa sucede no desde luego casualmente tanto al comienzo de la odisea de la concienciaemprendida como progresin dialctica en Phnomenologie des Geistes(bajo laforma de certeza puramente sensible tan sumamente rica en contenidocomo pobre en pensamiento), como al inicio deWissenschaft der Logik, donde

la anlogamente especulativa disolucin del puro Ser inmediato eindeterminado (y en cuanto tal idntico a la pura Nada) revierte en la aperturade una ascendente espiral dialctica conducente a la final entronizacin delconcepto, es decir, del pensamiento reflexivo encarnado en la idea lgica encuanto absoluta unidad del puro concepto y de su realidad.2 Lo mismo

2 Es por ello que enWissenschaft der Logik, Hegel caracteriza el efecto generado por laasuncin de la pura idea como absoluta liberacin (absolute Befreiung ). Liberacin conrespecto a qu?, cabra interrogar. Previsiblemente con respecto a la incmoda persistencia dealgn tipo de elemento inmediato, esto es, a la rebelde tirana de aquello que se resiste adejarse incluir y asimilar por parte de la identitaria pujanza de la reflexin conceptual.Liberacin, pues, en virtud de la cual no hay ya ms determinacin inmediata alguna, que nosea al mismo tiempo una determinacin puesta [esto es, mediada por la reflexin] y elconcepto: HEGEL(1970 ) 6, p.573 .

Es as como la lgica ha vuelto, en la idea absoluta, a aquella simple unidad que es sucomienzo: la pura inmediatez del Ser en que al principio toda determinacin aparece comoextinguida o apartada por la abstraccin (Ibid., p. 572 ). Pero ahora, al final del periplo a travsde la exterioridad tras el cual el concepto retorna finalmente a s, tal inmediatez originaria ha


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ocurre en el captulo dedicado al examen de la tercera (posible) posicin delpensamiento con respecto a la objetividad que precede a la exposicin de lalgica propiamente dicha en la Enzyklopdie der philosophischenWissenschaften. En esta seccin, Hegel rechaza abiertamente no slo laposibilidad del conocer inmediato (como actividad propia del sujetocognoscente), sino adems la propia existencia efectiva (en sentidoontolgico) de elemento inmediato alguno, entendido como hipotticocorrelato objetivo de tal actividad.

El resultado de esta pulverizacin terica operada sobre el concepto deinmediatez es la absolutizacin de la esfera de lo reflexivo y ligado al concepto,la cual resulta expandida sin lmite alguno hasta colmar finalmente la totalidadde lo real. A raz de ello, todo posible remanente ontolgico y gnoselogicoexterior a la representacin conceptual o no reductible a ella merced a sucarcter simple, inmediato u oculto a la penetracin colonizadora dellgos discursivo, se volatiliza y desaparece, dejando tras de s nicamente elhomogneo ter de la total racionalidad de lo real a travs del cual el conceptose desplaza con absoluta libertad, enseorendose sin obstculo alguno de supropio reino.

De la misma forma, tal autotransparencia de la totalidad de lo existenteoblitera toda posible va que pudiera conducir a considerar lo dado a lapercepcin como phainmenon o signo que apunta referencialmente a algo no

manifiesto de forma directa, pero susceptible de ser postulado o presupuestocomo origen oculto de aquello s presente a la intuicin y a la representacin.Dicho en terminologa colliana, la incondicionada preeminencia del conceptoimpide la consideracin del mundo como expresin, esto es, sucontemplacin en trminos de forma hipostasiada de un elemento inmediatoque en s mismo jams aparece, pero que ha de ser presupuestonecesariamente como fuente u origen ltimo de la trama organizada derepresentaciones mediadas a la que llamamos realidad. Nuestro mundo semuestra de este modo, en consonancia con la suprema intuicinschopenhaueriana, como representacin: como urdimbre aparentementeautnoma configurada por una plyade de datos cognoscitivos que, en ltima

perdido su primigenia e inquietante opacidad y alteridad, puesto que en este orto conclusivoel Ser simple hacia el cual se determina la idea, queda totalmente transparente (vollkommendurchsichtig ) para sta (Ibid.). Ello equivale a postular que lo inicialmente dado coninmediatez queda ahora totalmente traspasado y fagocitado por la potencia de la reflexin ysu instrumento eminentemente privilegiado: el concepto.


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instancia, refiere a algo externo a s misma de lo cual deriva, es decir, de locual ella es mera expresin. Es en este sentido en el que Colli escribe: Si sequiere considerar el mundo como sustancia, no en tanto que sustrado a laesfera de los datos primitivos, sino precisamente este mundo que esrepresentacin, es necesario buscar algo inmediato, de lo que el mundoindique el ser. El mundo ser entonces sustancia en un sentido solamentecategorial, expresar algo oculto, sustrado a la sensacin y al pensamiento.3

Esta postulada sustraccin al pensamiento (es decir, al dominio reflexivodel concepto) por parte de una instancia originaria e inmediata, esprecisamente el acto que propicia un autntico fenmeno de descompresinen el seno de la autofundada esfera de la lgica hegeliana. Lavirtus corrosivavinculada a la presuposicin de un elemento no susceptible de ser mediadopor la razn conceptual y del cual derivara expresivamente (es decir, demodo subsidiario y desvado) la totalidad de la presunta realidad racional,hiende la hermtica piel de la idea lgica que se observa a s misma,operando una irrestaable fisura en el corazn mismo del constructo lgicoerigido por la racionalidad hegeliana. Si observado desde la perspectiva desta, el objeto dado a la representacin no es sino lo racional, y por tantoidntico al espritu4 que lo percibe, contemplado desde el prisma apuntadopor la gnoseologa expresiva de Colli el objeto de la representacin esinterpretado como un signo, un jeroglfico que indica alguna otra cosa.5 En el

primer caso, el bucle descrito por el autorreferente movimiento circularcaracterstico del concepto que se reconoce a s mismo revierte solamentesobre lo idntico a s; en el segundo, el acto cognoscitivo abre una fracturaontolgica en el seno de la mismidad de lo real que permite la remisin desta a una alteridad infinita que yace agazapada bajo su misma raz.

Esta alteridad a la que remite la totalidad de las representaciones constituyeun originario dato prerreflexivo. Sera ms correcto decir que es necesarioaludir a ella en trminos de presupuesto extra-reflexivo (ms que de algoestrictamente dado a la percepcin) de toda representacin y reflexin, estoes, como algo previo a la reflexin conceptual en tal grado que es necesariopostularlo como realmente exterior a sta. Y sin embargo, debe localizarsealgn punto de contacto o tangencia entre la inmediatez irrepresentablesubyacente a la trama de lo representado y esta misma trama que nos es dada

3 COLLI(1969 ) p.10.4 HEGEL(1970 ) 10, p.248 .5 COLLI(1969 ) p,20.


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en la percepcin emprica, puesto que de lo contrario aqulla no podrasiquiera ser hipotticamente postulada. Colli halla este necesario indicio queposibilita la remisin de lo dado a su originario y prerreflexivo origen en el factum mismo de la existencia de la memoria. La presencia de la memoria - junto a la de su cooriginaria hermana: la representacin- atestiguainequvocamente el carcter derivado y gnoseolgicamente subsidiariopropio de la totalidad de nuestra experiencia. Testimonia adems el hecho deque sta no es sino la forma secundariamente hipostasiada de un principiooriginario, oculto a la trama urdida por los dispositivos propios de lapercepcin y la reflexin conscientes: principio al cual Colli, mostrando un tancuidadoso como consecuente con sus postulados celo extradiscursivo, serefiere mediante la neutra frmulaqualcosa di nascosto (algo oculto). Algoque no aparece en cuanto tal, pero que ha de ser necesariamente presupuestoen la raz de todo nuestro conocer mediato en calidad de instancia pura yoriginariamente inmediata a la cual se refiere la totalidad de lasrepresentaciones supuestamente directas que llamamos experiencia.Contempladas bajo tal luz, stas no resultan ser sino rememoraciones:macilentos vestigios de lo genuinamente originario tenuemente impresos enla memoria.

De esta inanidad propia del crculo de lo representativo da cumplidotestimonio el hecho de que la memoria conserve un plido reflejo de aquello

prstinamente dado con absoluta inmediatez. Cada recuerdo particularrememorado es testigo singular de ese irrecuperable punto de tangenciaoriginal entre lo inmediato y lo ya vaporosamente representado. Laconstatacin del simple darse de la memoria aparece, de este modo, comogozne articulador que establece la mediacin entre el entramado de cadenasexpresivas que es segn Colli el mundo, y la instancia inmediata que actacomo origen causal del mismo: La representacin es un dato, la expresines una hiptesis, una interpretacin justificada por el mecanismo primigeniode la memoria; su producto est condicionado por la persistencia, por lacomunidad con una inmediatez extra-representativa de algo que antes era yque despus todava es, aunque sea de distinta forma. Tal es el testimonio dela memoria que, por tanto, deduce, justifica el asumir la expresin comoprincipio interpretativo universal. La memoria conserva algo y lo manifiesta:es pertinente llamar a esto expresin de lo que antes era6. Ntese bien que

6 COLLI(1969 ) pp.21-22.


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Colli se refiere aqu a la inmediatez caracterizndola, no en cuanto algo quetiene lugar (perceptivamente hablando) en un momento puntual o localizadodel tiempo, transcurrido el cual se esfumara radicalmente del horizonte de lodado, sino como instancia de algn modo permanentemente ligada de mododiacrnico a nuestro conocer, pero no ya de forma vvidamente directa, sinocomo fondo indirectamente presente cuyo reconocimiento exige unesfuerzo de rememoracin. En el fondo, la inmediatez jams desaparece delcrculo de lo susceptible de ser captado (Cmo habra de hacerlo cuandoconstituye la raigambre ltima de la cual emana todo lo perceptivamentemediado, es decir expresado por ella?), ms su posesin efectiva implica elejercicio de un acto deanmn sis. Rememoracin que no se orienta hacia larecuperacin de un evento acontecido en el pasado, sino a hacer devenir msprximo aquello frente a lo que nuestra mirada se halla desde siempre y de locual la memoria aporta viviente testimonio. sta (la memoria) se torna, as,instrumento urganon justificatorio de la carencia de autonoma real de lomediado por el concepto (el entramado de series expresivas que configura elmundo), ya que atestigua la necesaria referencia de ello a una instancia externaa s y que resulta preceptivo considerar como inmediata.

Aqu es donde surge la radical divergencia entre las posiciones ontolgicasasumidas por Colli y Hegel. Ambos pensadores coinciden en sealar lacategora de relacin como autntico nexo vertebrador de la multiplicidad

de fenmenos que constituyen lo real percibido (en el caso de Colli bajo laperceptible influencia de la interpretacin schopenhaueriana del principiumrationis sufficientis). Ahora bien, mientras que Hegel considera que todo loque existe est en relacin, y la relacin absoluta es la unidad de la relacinconsigo mismo y de la relacin con lo otro,7 es decir, que la totalidad de louniversalmente relacionado remite autorreferencialmente slo a s misma(dada la absoluta inmanencia del concepto como sustrato comn de lo real),Colli indica que tal constructo holstico sostiene una referencia negativa aalgo otro y exterior a l: Aunque esta realidad manifiesta se reduzca a unatrama de puras relaciones [], el mundo de las cosas no sera ms que una

7 HEGEL(1970 ) 8, p. 267 . Esta relacin absoluta que unifica mismidad y alteridadrubricando a ambas bajo la generalidad de un principio comnmente compartido, es descritapor Hegel como el modo determinado y absolutamente general del aparecer del fenmeno.Esto equivale a postular tal relacin como ley universal que rige sobre todo lo susceptible deser perceptivamente conocido: sobre la totalidad de lo existente mundano, que la presuponecomo condicin de su presentarse como tal ante un sujeto.


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concatenacin, una estructura cognoscitiva. Frente a ello se ha aludido alfondo de la vida, a algo oculto, pero por ahora esto es menos que unahiptesis, es una sugerencia y una sugestin.8 Sugestin apuntalada por lamemoria, no obstante, y que basta por s misma para resquebrajar elidentitario y autorreferente edificio de la realidad hegeliana. La evanescenciaontolgica descubierta en lo mediado apunta hacia lo inmediato como sunecesario referente negativo. El conjunto de lo reflexivo seala hacia loirrepresentable que alienta en su fundamento ms profundo.

2. La memoria como vestigio de la inmediatez original.

El capital rasgo distintivo que viene de ser indicado entre las posicionestericas acerca del conocer inmediato sostenidas por Hegel y Colli permite,tanto la recuperacin y reubicacin en plano epistemolgicamentepreeminente de la nocin de inmediatez, como la recusacin de la crticahegeliana a ella dirigida.

Nosotros [escribe Colli] poseemos la inmediatez sin saberlo. Son losrecuerdos los que la atestiguan: ella es el origen de la memoria, pero esttotalmente fuera de la conciencia []. El recuerdo nos indica solamente ladireccin hacia algo que es extrao al espacio y al tiempo, es decir, que esirrepresentable, pero que, en cuanto origen de la memoria, nosotros

poseemos.9

Resulta, pues, absolutamente impropio hablar de conocimientoinmediato en referencia a objetos determinados pertenecientes a la esfera dela representacin emprica; por muy instantnea e irreflexiva que resultesemejante captacin. Hacerlo implica ya la asuncin de un ilegtimo trnsitooperado entre la esfera de lo inmediatamente irrepresentable y el territorio delas impresiones sensoriales provocadas por objetos empricos incardinados enla trama representativa de lo mundano. Este supuesto conocer espontneo oinmediato no es sino conocimiento de algo derivado, secundario con respectoa la genuina inmediatez; no constituye verdaderamente sino un merorecuerdo: El conocimiento es memoria solamente, nunca verdaderainmediatez. Las sensaciones y, en general, todo aquello que los filsofos hanllamado conocimiento inmediato, no son otra cosa ms que recuerdos. Y eltejido entero de la conciencia [] es una simple concatenacin de recuerdos

8 COLLI(1969 ) pp.11 -12.9 Ibid., pp.35-36.


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que se enlazan para constituir el mundo de la representacin.10

No es posible,pues, considerar como autnticamente inmediato nada que pertenezca almbito de lo reflexivamente perceptible, y el dominio acotado por estadefinicin negativa se extiende hasta colmar la totalidad del mundo dado anuestra aprehensin, tanto intuitiva (sensorial) como reflexiva (conceptual).

Significa esto, por tanto, que lo inmediato ha de ser definitivamentedesterrado del territorio del conocimiento y considerado simplemente comoquimrico y vanoens rationis? En absoluto. Lo que realmente implica loanterior, es que la inmediatez no debe ser rastreada en el interior del crculode lo determinado y dado a la representacin, sino presupuesta comocondicin de posibilidad de la existencia de ese mismo crculo, a la vez queubicada en un mbito onto-epistemolgico externo a l. La ausencia deinmediatez en la inmanencia de lo mundano no slo no supone suinexistencia, sino que demanda con mayor volumen de necesidad supresuposicin como referente ltimo de todo lo mundanamenterepresentado y mediado. La memoria, en cuanto facultad que retiene datoscognoscitivos de los cuales el sujeto es consciente (es decir, que han sido yatamizados y mediados por la reflexin), almacena nicamente fsilesepistemolgicamente petrificados que, propiamente hablando, se incardinanen el pasado. Tales productos desvados resultantes de la taxidermiacognoscitiva operada por el entendimiento reflexivo carecen, por tanto, de la

vvida presencia que (por definicin) debera revestir la presentacin de loinmediato. La inmediatez -recordemos- es algo perpetua y diacrnicamentepresente (como presupuesto); la conciencia reflexiva solamente produceresultados pertenecientes al pasado, plidas sombras pretritas de algo quesiempre surge de y en lo inmediato, pero que resulta incapaz depermanecer en ello. Esta originaria inmediatez se erige, pues, como elpresupuesto esencial de la memoria. El referente que sta requiere parahallarse en disposicin de transmutar lo originalmente inmediato encontenido reflexivo y mediado apto para ser captado (es decir re-flexionado,des-doblado y despojado por ello de su inmediatez) por la conciencia propiadel sujeto representativo y rememorante.

Si comparamos la anterior caracterizacin con la recusacin hegeliana de laposibilidad del conocer inmediato, hallamos en sta dos rasgosllamativamente sorprendentes. En primer lugar, encontramos que Hegel

10 Ibid., p.35.


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tematiza la cuestin relativa a la posible existencia de la inmediatez siempre enreferencia a objetos y fenmenos dados en la esfera de lo empricamenteperceptible (con la excepcin del puro Ser, del cual nos ocuparemos conposterioridad). Para l inmediatez significa tanto como constatacin de lasimple presencia o existencia bruta de un determinado elemento; feperceptiva que prescinde de indagar reflexivamente (en un segundomomento) acerca de la naturaleza, esencia y contenido propio del objetoas espontneamente intuido. Cuando tal cosa s sucede, el objeto se muestracomo un resultado, como algo mediado por una indefinida serie de actosanteriores a su aparentemente inmediata presencia actual. La interpretacinde una pieza musical (la ilustracin es del propio Hegel) admite ser captadacomo un acto puramente inmediato, y no obstante, la instantaneidad ligada atal evento perceptivo presupone una nutrida cantidad de actos previos deaprendizaje y perfeccionamiento por mor de los cuales ella resulta mediada.De este modo, el objeto aparentemente dado de forma inmediata aparececomo expresin final derivada de toda una serie de elementos mediadoresanteriores. Ahora bien, Hegel no reparara (como s enfatiza Colli) en el hechode que tales instancias previas al resultado inmediato constituyen ellasmismas, en cuanto son materia de la representacin, una expresin de algo asu vez radicalmente anterior, genuinamente inmediato y externo a la esfera delo representable (a la cual pertenecen de modo comn tanto el objeto

supuestamente inmediato como la totalidad de los pasos configuradores delproceso que lo mediatiza). La inmediatez se hallara, pues, fuera del dominioepistemolgico en el interior del cual Hegel aborda su teorizacin.

El otro modo posible de considerar la mediacin, segn Hegel (esta vezincardinando la cuestin en el mbito de lo ontolgicamente objetivo),consistira en asentar la tesis segn la cual la mera existencia de dos objetos dealgn modo relacionados entre s proscribe la consideracin de los mismoscomo elementos inmediatos, dado que ambos se mediatizaranrecprocamente en cuanto uno excluye al otro y resulta simultneamenteexcluido por ste. Segn esto, la nica posibilidad de que tal relacinmutuamente excluyente no se verificase radicara en la hipottica existencia deun nico elemento indeterminado y carente, por tanto, de relacin (de todareferencia a una alteridad o exterioridad situada fuera de s mismo). En estecaso, resultara nuevamente soslayada por Hegel la compartida referencia porparte de ambos objetos a un comn origen expresivo situado ms all (oms ac) de la representacin, y al cual sera necesario postular (en cuantoinmediatez originaria) como nico e indiviso, es decir, como no mediatizable


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por otra cosa ni susceptible de acoger predicado categorial alguno. Tambinpara Colli como para Hegel si hay un saber, es que hay alguien que sabe yalgo que se sabe11 (dos elementos en relacin, por tanto, que se mediatizaranrecprocamente), pero de qu naturaleza es necesariamente todo aquellosusceptible de ser sabido en general? Manifiestamente de aquella quepertenece a la esfera de lo determinado, de lo sustancial, de lo apto para serrepresentado y conocido por un sujeto percipiente (el otro polo de la relacincognoscitiva: el alguien que sabe). Abordando la cuestin desde este prisma,Hegel no hace sino propiciar la incardinacin ilegtima de la inmediatez en elinterior de un territorio (el de lo abstrado por el pensar representativo-conceptual) que no le corresponde por esencia. Hegel trata de localizar loinmediato en el seno de lo representado, de lo abstracto de unas manos que, alinterpretar inmediatamente una pieza musical sobre el teclado de un piano(segn el propio ejemplo hegeliano), son tan expresin representada de loverdaderamente inmediato que permanece oculto, como lo es la propiarelacin de exclusin mutua entre ambos: piano e intrprete: Aqu, en elintersticio, est el contenido inadvertido, la intensidad no mensurable delfondo de la vida. Pero nosotros malentendemos este contenido, remitindoloal objeto actual de nuestra conciencia, como si esta inmediatez tambinformara parte de la representacin.12

As pues, no resulta de extraar el que Hegel no logre localizar la supuesta

inmediatez en parte alguna de tal mbito, decretando por ello su ilusoriedad ysu carcter meramente aparente. La clave que permite arribar con xito altrmino de una bsqueda radica en conocer previamente dnde tal bsquedaha de ser emprendida, y sobre todo dnde no puede serlo. La referenciamutua existente entre los objetos pertenecientes a la representacin es, pues,reconocida por Colli, pero ahora sta resulta superada por una referenciaanterior y ms profundamente originaria (comn a todos estos objetos) quetrasciende el conjunto total de lo representado, vinculndolo negativamente auna inmediatez ubicada en un mbito transfenomnico absolutamente

11 COLLI(1969 ) p.36. En anlogo sentido declara Hegel: Donde existe una relacin entreseres diversos y el uno existe esencialmente en relacin con el otro, esta relacin se llamamediacin: HEGEL(1984 ) p.292 .

12COLLI(1969 ) 36. Slo penetrando en el objeto de la apariencia encontramos la realidadescondida, aquella que no alcanza el que cree en la realidad inmediata de las cosas: COLLI(1982 ) p.305 . Esto rige, asimismo, para todo aquel que -como Hegel- busca la inmediatez enlas cosas determinadas pertenecientes al mundo representativo.


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heterogneo a l. Es justamente esta referencia externa la que se hallaausente en la lgica hegeliana, dado que en el odisico seno de sta lamediacin apunta solamente hacia s misma (o, a lo sumo, al intelectomediador); no indica alteridad alguna ni remite a nada distinto de ella.13 Serediluye en la mismidad de la que parti, en la identidad propia de aquello queHegel llama reflexin en s o mediacin objetiva: aquella que nicamentese media consigo misma, no con lo otro.14

De ah la negacin hegeliana de la distincin o desdoblamiento entrefenmeno y esencia: entre lo que aparece y aquello que expresa lo queaparece o es causa encubierta de ello: la apariencia es lo en s nulo. Solamentehay que mostrar que las determinaciones que la diferencian de la esencia sondeterminaciones de la esencia misma, y posteriormente, que estadeterminidad de la esencia (Bestimmtheit des Wesens) que es la apariencia, estasumida y superada (aufgehoben) dentro de la esencia misma.15 Frente a ello,Colli indica que en el sentimiento de la rememoracin los recuerdos sonrepresentaciones, se sirven de smbolos, de expresiones para indicar algo muydistinto [de ellas mismas].16 Ambos modos de negar la efectiva existencia delo inmediato por parte de Hegel suponen comnmente la referencia a lo

13 El nico inters de las dems ciencias es solamente reconocer las formas lgicas en lasfiguras de la naturaleza y del espritu, las cuales slo son una expresin particular [justamenteel trmino clave de la filosofa de Colli] de las formas del pensamiento puro: HEGEL(1970 ) 8,p.84.

14 Lo finito es algo dependiente de otro. Por el contrario, la mediacin superior, lamediacin del concepto de la razn, es su mediacin consigo mismo: HEGEL(1984 ) pp.286-287 .

15 HEGEL(1970 ) 6, p.21. Con toda probabilidad son estas tesis hegelianas las que Sartretiene en mente cuando considera que El pensamiento moderno ha realizado un progresoconsiderable al reducir lo existente a la serie de las apariciones que lo manifiestan. Seapuntaba con ello a suprimir cierto nmero de dualismos que causaban embarazo a lafilosofa, y a suprimirlos por el monismo del fenmeno []. Ya no hay un exterior de loexistente, si se entiende por ello una piel superficial que disimulara a la mirada la verdaderanaturaleza del objeto. Y esta verdadera naturaleza, a su vez, si ha de ser la realidad secreta dela cosa [su inmediato y no representativo origen oculto, dira Colli], que puede ser presentidao supuesta pero jams alcanzada porque es interior al objeto considerado, tampoco existe:S ARTRE(1984 ) p.15.

16 COLLI(1982 ) p.344 . Es, pues, ya el sentir (aquello que Hegel llama comportarseempricamente) un saber? A ello responde Colli: No, porque cuando existe un saber, existequien lo sabe y lo que se sabe [el esquema de la mediacin hegeliana]. En aquel sentir [el de larememoracin de lo inmediato] no existe todo esto (Ibid.).


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otro (el proceso anterior a lo dado, o el otro objeto), esto es, la relacin.Pero la referencia colliana a la inmediatez trasciende ambas caracterizaciones,dado que remite al exterior de la esfera de lo determinado y categorizable (esdecir, de lo representado) en cuyo interior Hegel sita el escenario de todossus ejemplos refutatorios de la posibilidad de la inmediatez.

Una tercera posibilidad de localizacin de lo inmediato se perfila cuando,trascendiendo el mbito de lo determinado y representativo, la consideracinterica se sita ante la intuicin del puro Ser, entendido como acontecer oevento indeterminado distinto de los objetos o entes que en l o merceda l aparecen. Se trata, pues, del Ser inmediato e indeterminado que abre laprimera trada de la lgica hegeliana. Hegel, en consonancia con suspostulados anteriores, lo exime hipotticamente de ser incluido en lamediacin universal: solamente lo uno abstracto [el Ser] es lo que no estmediado.17 En efecto, en el neutro seno del puro Ser no se verifica la relacinentre determinaciones diferentes que ocasiona la aparicin de la mediacin,puesto que su abstracta unicidad no contiene determinacin interna alguna, ypor tanto tampoco relacin de ningn tipo. A lo sumo, mantiene la nicarelacin que interesa aqu a Hegel: la relacin autorreferente consigo mismo, y por ello, en este sentido, es inmediato: Cada cosa es inmediata en sureferencia a s misma, Dios en cuanto Dios, el Ser en cuanto Ser.18Aqu se da,pues, una referencia inmediata a s misma, carente de mediacin, una unidad

carente de relacin, es decir, carente de diferencia.19

Sin embargo, la lgicahegeliana no tarda en hendir el homogneo regazo del puro Ser, abriendo una brecha dialctica en el mismo a travs de la cual penetra la relacin con laNada y el Devenir: Lo lgico es lo dialctico donde el Ser como tal esconsiderado para s de modo que resulta ser lo no verdadero, justamente laNada, y de modo que la determinacin prxima, la verdad del Ser, sea elDevenir []. Devenir es una representacin simple que se refiere a s misma,algo totalmente inmediato, pero contiene en s las dos determinaciones, el Ser y el no-Ser; por consiguiente, el Devenir es mediado, pero tambin inmediatoen cuanto es un pensamiento simple.20 Esta ligazn simultnea entre lo

17HEGEL(1984 ) p.292 .18 Ibid., p.293 .19 Ibid., p.292 20 Ibid., p. 288 .


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mediato y lo inmediato despoja a la inmediatez de su carcter autnomo y laconvierte en una mera abstraccin unilateral, en cuanto tal, no verdadera.21 Desde el prisma de observacin de Colli sucede totalmente lo contrario. Si

bien para l la categora del ser, en su origen, expresa (y ste es su aspecto deverdad) una referencia instantnea a la inmediatez,22 el carcterfundamentalmente verbal que tal concepto asume en su pensamiento, lo haceaparecer como sntoma de una actitud de arrogancia (tracotanza ): aquellaque consiste en pretender presentar una instancia aludida comodefiniendumdeuna definicin lingsticamente mediada, en trminos de algo inmediato.Tambin el Ser (en cuanto palabra y forma verbal sustancializada) ha deser contemplado como elemento perteneciente a la representacin.23 Suposicin como representacin privilegiada de la inmediatez no constituye sinouna violenta reevocacin de lo inmediato a travs de una formulacinverbal.24 Con ello, merced a este recurso que expresa un quimrico ideal jams cumplido, eldefiniendum queda sustrado a la inmediatez y remitido ala esfera de la representacin, especialmente a la abstracta.25 En ambos casosla inicial inmediatez del Ser queda disuelta, pero una vez ms la apelacincolliana a la memoria como signo probatorio de la inmediatez originariapropicia la inversin de los trminos en los que Hegel concibe lo abstracto y loconcreto. Ahora, bajo esta luz, el concreto mundo de la representacin en su

21 Ernst Bloch en el captulo dedicado a Hegel y la anmnesis en suSubjekt-Objekt pone, no obstante, de relieve el carcter ambiguo de la dialctica hegeliana, ya que sta armael mayor revuelo en el mundo y a la vez su crculo de circulaciones devuelve todo elincremento de la configuracin del mundo al arsenal previamente sealado de aquel antiguo yprimordial en-s [es decir, a la inmediatez] que, aunque el ms pobre en determinaciones,puede ser, sin embargo, lo ms decisivo, pre-decisivo en contenido. As se compenetran hastalos contrasentidos de lo que se multiplica y de la embrujadora anmnesis de quietud eterna:BLOCH(1982 ) p.445 .

22COLLI(1969 ) p.118 .23 De esta forma el lenguaje se convierte en creador de filosofa, ya que la palabra ser es

el verdadero elemento impulsor de estas especulaciones [], no slo la representacin sinnombre que sta designa (que en realidad tampoco existe, ya que ser designa slo a s

mismo, es decir, una palabra). En la verdadera filosofa se debe reconstruir un uso puramenteconvencional de la palabra ser, teniendo siempre presente, una vez definida con claridad,cul es la representacin sin nombre que viene designada por esa palabra: COLLI(1982 ) pp.370-371 .

24COLLI(1969 ) p.118 .25 Ibid., p. 119 . Al igual que sucede, segn el propio Colli, al referirse a algo como causa

de otra cosa, como se ver posteriormente.


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totalidad aparece como una descomunal abstraccin, mientras que lainmediatez que lo expresa (precisamente la inmediatez negada por Hegel) sehalla libre de toda referencia a lo abstracto en la medida en que lo que tieneel derecho de llamarse realidad es precisamente esa realidad ilusoria. Almundo escondido no le corresponde el atributo de la realidad, ya que no lecorresponde ningn atributo: los atributos pertenecen a la representacin.26

De este modo, resultara necesario postular (en franca oposicin a larecusacin hegeliana de la autonoma de la inmediatez) que el Ser inmediatono slo no reviste el carcter de mera abstraccin que Hegel le confiere alreferirse a ello (de un modo no exento de connotaciones peyorativas) entrminos de consideracin de lo uno abstracto, esto es, de aprehensinintuitivamente instantnea de un elemento desprovisto de determinaciones ycontemplado al margen de toda referencia a lo ntico y concreto, sino que a lainversa, lo mltiple concreto (el pilago de determinaciones que configuranel mundo objetivo), es propiamente hablando lo real y verdaderamenteabstracto. La autntica abstraccin radica en el seno de la multiplicidad de lofinito y concreto, no en la esfera de lo uno indeterminado, dado que lodeterminado se presenta como tal merced a su carcter de elemento accesiblemediante la reflexin, lo cual implica que se trata ya de algo considerado enun momento subsidiariamente derivado, a saber: el momento propio deaquello que es contemplado reflexivamente con posterioridad a haber sido

originariamente captado o intuido en un primer momento como elementoinmediatamente dado.27 Aquello que traspasa el umbral de la abstraccin paraasentarse posteriormente en la memoria (es decir, en el pasado) pierde, envirtud de este mismo trnsito, su supuesto carcter inmediato.

El instante en el cual el objeto resulta reflejado por el cristal de la reflexinha de ser observado, pues, como un momento secundario o derivado con

26COLLI(1982 ) p.306 .27 La expresin reflexin es empleada primeramente para la luz que en su marcha

rectilnea encuentra una superficie reflejante y es devuelta por ella. Tenemos aqu un doblemomento, primero un momento inmediato o que es, y en segundo lugar, el mismo momentopero mediatizado o puesto (Gesetztes). Esto es tambin lo que sucede cuando reflexionamos o,como suele tambin decirse, volvemos por el pensamiento sobre un objeto, porque aqu elobjeto no nos satisface en su estado inmediato y queremos conocerlo en cuanto mediatizado.Se asigna ordinariamente, asimismo, a la filosofa la tarea del conocimiento de la esencia de lascosas, y por ello se entiende precisamente que las cosas no deben ser dejadas en suinmediatez, sino que es necesario demostrarlas como mediatizadas o fundamentadas por algodistinto ( Anderes): HEGEL(1970 ) 8, p.232 .


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respecto a otro genuinamente originario (el dado en la pura captacininmediata), y por tanto tal reflejo -conceptualmente mediado de formanecesaria por el propio acto de reflexin- es ya abstracto en mayor medida queel modelo primigenio del cual depende y deriva. En suma, se trata ya, encuanto tal reflejo, de algo referente al pasado perceptivo, de un recuerdo oresiduo anamntico, de una elaboracin reflexivamente mediada, de unarepresentacin de algo a lo cual le falta el carcter perentoriamente vvidopropio de la inmediatez. Algo coagulado en los pliegues de la memoria y que,en virtud de la huella misma impresa sobre ellos a modo de lejano vestigio delo otrora inmediatamente presente a la percepcin, aparece como algo ya noprimero y primigenio, sino en trminos de sombra o delicuescente proyeccinde lo originariamente dado con inmediatez. El mundo de la representacin, dela mltiplicidad de lo concreto, se muestra, de este modo, como el reino dela verdadera abstraccin (Wer denkt abstrakt ?: quin piensa abstractamente?cabra preguntar aqu, revirtiendo contra Hegel su propia interrogacinpolmica), puesto que es el resultado de lo ya desarraigado y escindido de sufuente originaria: el producto arrojado por el paso del objeto a travs del filtromediador del entendimiento reflexivo.28

De modo radicalmente inverso, lo inmediato se muestra ahora no comoelemento abstracto, sino como lo mximamente concreto en grado eminente,dado que ni siquiera resulta susceptible de ser entregado a la reflexin

representativo-conceptual con el fin de que sta lo elabore, ya que eldispositivo discursivo propio del entendimiento deviene esttico e impotente,se torna instancia esclerotizada o momificada, desde el momento en que esexpuesto a la consideracin de la pura inmediatez. Colli repara con singularacuidad en este carcter fantasmagricamente subsidiario inherente a lanaturaleza de la representacin cuando en total oposicin al espritu y la letrade la lgica hegeliana escribe: En s lo inmediato est oprimido; estaopresin se expresa en el mundo. All donde hay representacin lo inmediato ya no est presente. Por tanto, es un contrasentido querer representarse elpaso de lo inmediato a lo mediato [justamente lo expuesto por la lgicadialctica hegeliana]. Donde comienza la conciencia cesa lo inmediato. Por eso

28 Un sujeto se representa algo: esto es justamente el conocer. Pero esto nos remitedirectamente a un tiempo pasado en el cual ese algo no era an representacin, y de donde hasido separado para poder ser representado: COLLI(1969 ) p.6.


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el tiempo, el espacio, los objetos, el mundo, la historia, estn fuera de loinmediato y son puras abstracciones.29

3. El imposible? acceso a lo inmediato. Hacia una ontologa negativa.

Una vez superado el escollo representado por el hegelianismo, cabe ahorainterrogarse acerca del posible modo de acceso cognoscitivo a la inmediatezpresupuesta por el entramado reflexivo de la memoria y la representacin.Una primera aproximacin a tal cuestin metdica habra de descartar laposibilidad de tematizar lo inmediato en trminos de elementohipotticamente cognoscible, habida cuenta de que tal acto de cognicinmismo conforme a las premisas asentadas por Colli significara convertir lainmediatez en algo accesible para la conciencia (es decir, algo reflexionado yenviado al pasado cognoscitivo), y por ello cesara desde ese momento de serinmediatezstricto sensu. La expresin conocimiento de lo inmediato supone,desde este prisma de observacin, la formulacin de un oxmoron: implica laincursin en una palmariacontradictio in terminis. Una vez desechada estaimposible posibilidad, cabra acaso elaborar algn tipo de dispositivoepistemolgico-metdico susceptible de lograr la inclusin de lo inmediato enla esfera del saber mediante el uso de un mtodo negativamente referencial:una suerte deapophatik o gnoseologa negativa merced a la cual los

atributos imputables a la representacin fuesen capaces de aludir poranaloga inversa a aquello que ella misma no es por esencia: a aquello que esintuido como su contrafigura categorial.

No obstante, la distancia descrita por Colli entre las series expresivassucesivamente concatenadas que configuran el mundo de la representacin yaquello que, al final de su recorrido, exige un salto cualitativo hacia lainmediatez que se sita en el origen de cada serie, resulta tanirremediablemente insalvable que acaba por imposibilitar la verosimilitud detal procedimiento alusivo. A lo inmediato oculto en la raz de la expresin nole convienen predicados categoriales tales como sustancia o temporalidad;

29 Ibid., p. 50. Adoptando un registro en mayor medida impregnado de tono polmicoColli aclara: Esta es la insidia y la falsificacin de la ciencia [laWissenschaft en sentidohegeliano,]; la inmediatez es perdida, cancelada, y la violencia objetivante del logos [la Logik hegeliana] legisla sin lmite ni control []. Ah est la blasfemia: la inmediatez pertenece a laabstraccin [justamente la tesis sostenida por Hegel]. Pero estos principios propios noexisten! (Ibid., p. 216).


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fundamentalmente porque por esencia no le corresponde ningn atributo opredicado en absoluto,30 y por tanto tampoco los predicados inversos a losdetectados en la trama de las representaciones empricamente dadas.Sustancia es, ciertamente, un concepto categorial o discursivo (como lo son,de hecho, todos los conceptos en cuanto tales) que no nos autoriza, sinembargo, a afirmar que lo inmediato haya de ser representado como algo nosustancial, puesto que en caso de respetar estrictamente la peculiarnaturaleza propia de la inmediatez, ni siquiera es legtimo aplicarle elpredicado (l mismo tan discursivo como su contrario) de la asustancialidad.Dejando aparte el hecho de que an en menor medida resulta plausiblepostular que haya de ser representado en general de modo alguno.

Sin embargo, sucede algo distinto en referencia al concepto discursivo decausalidad. En relacin con l, Colli parece incurrir en una apora anloga aaquella planteada por la caracterizacin de Lvy-Bruhl relativa a la esencia delpensamiento prelgico tpicamente propio de la mentalidad primitiva. Enefecto, tras haber negado a tal pensamiento, tanto el hbito como la capacidadmisma de formular explicaciones causales de carcter objetivo, Lvy-Bruhlafirma que tal carencia es sustituida en la conciencia primitiva por una actitudmental merced a la cual si un fenmeno le interesa, si no se contenta conpercibirlo, por as decir, pasivamente y sin reaccin, pensar inmediatamente,a travs de una suerte de reflejo mental, en un poder invisible y oculto del cual

ese fenmeno es una manifestacin.31

No se trata aqu manifiestamente de laaplicacin (por parte de la supuesta mentalidad acausal) de la categora decausalidad a un fenmeno interpretado como causado, producido uocasionado por una instancia subyacente a l que en s misma no aparece(un rudimentario nomeno, por tanto)? Y no coincide este planteamientogeneral de la cuestin con el hecho de que Colli prescriba la no aplicacin decategoras discursivas tomadas del fenmeno representado a la inmediatezque, en cuanto tal, resulta refractaria a ellas? No incluye tal interdiccin aldecisivo concepto discursivo que es la causalidad?32 Y no se erige,

30 Ibid., p.12.31LVY-BRUHL(1947 ) p.18.32El propio Colli indica al respecto que El llamar causa a algo significa volverlo a conducir

de lleno a la esfera de la representacin []. De hecho, el dar a algo el nombre de causa noatribuye ninguna realidad en s. Y, no obstante, hemos visto que el sentir es pensado pornosotros, y necesariamente, como causa del recuerdo primitivo: COLLI(1982 ) p.345 . (La cursivaes ma).


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simultneamente, como fundamento de la totalidad de su filosofa de laexpresin la tesis segn la cual el entramado representativo-fenomnico quees esencialmente el mundo de la apariencia, ha de ser contemplado comoexpresin de algn modo causada por algo inmediato que (en analoga conel poder mgico presupuesto por el cerebro prelgico lvy-bruhliano) no semanifiesta (permanecenascosto) ello mismo en la esfera del fenmeno?33 Deesta forma, Lvy-Bruhl atribuye a la mente precausal el uso universalizadode la causacin de todas las causaciones, dado que el hecho de que el mundodel fenmeno (en general) sea expresin de un poder oculto del cual deriva y que, en cuanto tal, no es fenomnico, presupone el ejercicio de la supremaconexin causal. Esto supone la aceptacin de la causalidad original oprimigenia que cabe situar en el origen de toda ulterior explicacin causal,puesto que alude a la condicin de posibilidad de que el mbito del fenmenose constituya como tal (aparezca), con anterioridad a que se tenga posibilidadde hablar de relaciones de causalidad acaecidas entre fenmenos particulares yconcretos. Con ello, Lvy-Bruhl le presupone tcitamente al pensar prelgico y mstico la capacidad de aplicar la categora de causa al presentarse mismode todo elemento dado (en cuanto lo interpreta, al igual que Colli, comoexpresin de otro elemento oculto), para negar simultneamente que talmodo de pensar sea siquiera capaz de establecer vnculos causales objetivosentre tales elementos singulares una vez que resultan fenomnicamente

empricos y constatables. De modo anlogo, Colli presupone el empleo de lacategora de causalidad en la relacin expresiva establecida entre la trama de lorepresentativo (dominada por la causalidad individual) y su inmediato origenescondido: el fondo dionisaco de la vida.34

33 En este sentido escribe Colli: Segn una interpretacin metafsica, la causalidadcontribuye a expresar indirectamente la raz de violencia que reside en lo inmediato; desde elpunto de vista de la representacin, la causalidad es un aspecto de lo necesario, esto es,expresa un nexo que forma parte de la relacin de necesidad en la que la violencia de loinmediato queda delimitada en el seno de la esfera abstracta []. La unidireccionalidad delnexo causal es un indicio muy relevante a favor de la hiptesis del mundo como expresin.Recordar aquello que era a travs de lo que ahora es significa pensar la representacin actualcomo efecto de la pasada. La expresin que est presente en el recuerdo postula como sucondicin -precisamente porque su sustancia es expresar- un algo que ella expresa y que aparece como causa: COLLI(1969 ) pp.70-71. (La cursiva es ma).

34 As pues, dado que el carcter de lo manifiesto es existir como representacin, es decir,ser un objeto para un sujeto, Colli postula que el mundo de las cosas no es un sueocaprichoso arbitrario, pero su nexo con lo escondido es necesario, imposible de suprimir [].Es preciso que exista un sujeto por una necesidad que tiene sus races en el mundo oculto: es


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El escollo que impide la aplicacin de la epistemologa colliana a lafundamentacin del discurso ontolgico radica, segn nos parece, en laconsideracin de lo inmediato que ha de ser presupuesto en el fundamento dela reflexin y la expresin, como algo encubierto que, no obstante, retiene an(a pesar de su refractariedad a la admisin de categoras discursivas) losreconocibles rasgos propios de un elemento determinado, de un trasfondodotado de una (si bien peculiarsima e incognoscible) naturaleza propia. Lasimgenes potico-metafricas mediante las cuales Colli trata de propiciar laevocacin de este oculto fondo de la vida revelan tcitamente tal concepcinan no totalmente capaz de desligar la inmediatez originaria del mbito de lontico. Un mundo oculto no deja pese a su radicalstatus metafenomnico de constituirse como tal mundo, esto es, como multiplicidad dedeterminaciones (sean contempladas stas de modo objetual o no) queconfiguran algn tipo de unidad holstica en virtud de la relacin de recprocainfluencia que mantienen entre s. De modo anlogo, la designacin delmundo de las cosas que llamamos vida como velo de otra vida o msevocadoramente como sueo de un dios,35 no trasciende la caracterizacindel profundamente oculto origen de la expresin en trminos de instanciaprovista de una determinada, demasiado determinada esencia. Un dios que de modo netamente borgiano admite ser concebido como artficeexpresivo del mundo fenomnico a travs de sus ensoaciones, no reviste

cualitativamente un menor volumen de determinacin y naturalezapropia que sus onricamente expresadas elaboraciones mentales. Resulta,por otra parte, siquiera concebible una vida (por intenso que resulte elvolumen de alteridad con el que ella es pensada en contraposicin a la

por ello que este espectculo es necesario, pero sin dejar de ser un espectculo: COLLI(1982 )p. 306 . Esta necesidad atribuida al vnculo conectivo entre lo representativo y lo inmediatoparece presuponer algn tipo de irremisible efecto causal producido por lo segundo sobre loprimero. Adems, la idea de que la existencia del sujeto representativo sea algo demandado yrequerido con necesidad por la naturaleza profunda de lo real, aproxima la epistemologa deColli a los presupuestos ltimos del pensamiento hegeliano tal como stos son comprendidos

por Alexandre Kojve cuando declara: Sin el hombre, el Ser sera mudo: estara ah, pero nosera verdadero: K OJVE(2000 ) p.464 .Observada desde este prisma, la frase de Ernst Bloch La verdad para Hegel no slo es

independiente del tiempo, sino un resultado: BLOCH(1982 ) p.443 , puede interpretarse comouna declaracin segn la cual la existencia del mundo fenomnico y temporal es necesariapara el despliegue externo (expeditio in novum) de lo inmediato que subyace a tal mundo.

35COLLI(1969 ) p.11 .


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nuestra) que excluya absolutamente la presencia de singularidades finitasrecprocamente interrelacionadas? No deviene tal supuesta vida unamonumental y glida abstraccin desprovista de la totalidad de los atributosesenciales que propiciaran la legitimidad para calificarla como tal?

Esta peligrosa aproximacin de la inmediatez originaria postulada por Collia la cosa en s kantiana (la cual, pese a su carcter noumnico, permanece enel interior de la categora de lares: del ser cosa en general), el escoramientohacia su conversin en un residuo dogmtico (por emplear la terminologade Fichte), es decir, en un singular tipo de objeto o elemento quemantiene un nexo de relacin causal o expresiva con el conjunto defenmenos dados a la percepcin, se sita en la raz de las arduamenteresolubles aporas en las que incurre la ontologa colliana. El problemaplanteado por la ilegitimidad del uso del concepto expresin en el contextode la relacin causal postulada entre la incognoscible inmediatez original y susremotos productos expresivos (los objetos de nuestro mundo), desaparecedesde el momento en que tal inmediatez originariamente presupuesta cesa deser concebida como un algo, como un elemento de alguna forma reificado.Incluso las ensoaciones emanadas de la inconsciente conciencia de unhipottico dios extrafenomnico han de ser observadas como produccionesde sta, como efectos causados por su actividad. Las anterioresconsideraciones permiten la apertura de una tercera va de tematizacin de

la nocin de inmediatez aplicada a la reflexin epistemolgica y ontolgica(va ubicada al margen del tratamiento que tal concepto recibe en el seno delas divergentes filosofas de Hegel y Colli). Tal hipottico enfoque de lacuestin evita el problema de la relacin causal entre un objeto pertenecientea la representacin y otro que es presupuesto como su oculto fundamento yque no admite en cuanto inmediato predicado discursivo-conceptual alguno(incluido el de causa o el en este contexto equivalente de expresin).Cuando la inmediatez se atribuye, no a un algo oculto bajo la tramarepresentativa, sino al Ser distinto de los entes que en l o merced a laparecen (al modo en el que Heidegger teoriza el puro Faktum de laSeinsverstndnis o comprensin preontolgica del Ser), lo inmediato esdesgajado de la remota esfera de lo vedado a la percepcin fenomnica eincardinado en el de la pura intuicin que ha de captar el Ser conanterioridad a cualquier ente. Pero -y aqu radica lo esencial- no a ttulo deobjeto entre otros objetos, sino como inmediata condicin del darse mismo detodo objeto. Un ente lo es por hallarse en el Ser, por el hecho de encontrarseenvuelto por l y por aparecer merced a l en cuanto autntica condicin de


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posibilidad de su existir en tanto que tal ente. De este modo, tal relacin de yuxtaposicin ontolgica entre ente y Ser no cabe ser sealada comorelacin causal (aqu la apora colliana resulta sorteada), pero s como relacinde presuposicin lgico-ontolgica necesaria.

El objeto, el ente, se muestra as, ciertamente, como signo que apunta aalgo distinto de s mismo, pero no ya a algo situado tras el velo de Mayacognoscitivo urdido por la representacin y en s discursivamenteincognoscible, sino al Ser inmediato en cuyo seno se dan todos los objetosmediados por la representacin y la reflexin conceptual. Esta ontologa, queadmite con toda propiedad ser calificada como negativa (tanto en alusin ala naturaleza de la referencia que el objeto establece con respecto a lainmediatez del Ser, como a la propia indeterminacin constitutiva de ste, queniega todo predicado positivo), abre un tercer sendero terico heterogneopor igual a la destruccin hegeliana de lo inmediato y a la posicin establecidaal respecto por la filosofa expresiva de Colli. Una potencialmente fructferava de reflexin para el pensamiento ontolgico contemporneo, quereintroduce en l con plenitud de derechos el decisivo factor de la toma enconsideracin de lo inmediato, a la vez que evita que la recin propiciadarehabilitacin de tal concepto devenga como sucede en el pensamiento deColli una suerte de teologa negativa en la cual el soador Deus absconditus de la inmediatez se encuentra siempre infinitamente alejado de nuestra

intuicin y nicamente da sea de s a travs de los ecos que su silenciosapalabra signa en la memoria.


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Llorente_12_Filosofía de la Expresión como crítica al concepto hegeliano de inmediatez

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