Lo Obsceno Corinne Maier Procesado

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Lo Obsceno de Corinne Maier

Transcript of Lo Obsceno Corinne Maier Procesado

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    Corinne Maier

    Lo obsceno

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    Claves

    Problemas

  • Corinne Maier

    Lo OBSCENOL a m u e r t e e n a c c i n

    I iliciones Nueva Visin Buenos Aires

  • C o rinne M aie rLo obsceno. La muerte en accin - 1 ed. * Buenos Aires: Nueva V is in , 200596 p.; 20x13 cm . (C laves dirigida por Hugo Vezzetti)

    T raduccin de Heber Cardoso

    ISBN 950-602-515-0

    1. F iloso fa-O bscen idad I. T itu lo

    Ttulo del original en francs: I/Obscnc. Im rnort (t l'ceuvre enere marine 2004

    Traduccin de Hcber Cardoso

    Toda reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier sistema -incluyendo el fotocopiado-quc no haya sido expresamente autorizada por el editor constituye una infraccin a los derechos del autor y ser reprimida con penas de hasta seis aos de prisin (art. 62 de la ley 11.723 y art. 172 del Cdigo Penal).

    2005 por Ediciones Nueva Visin SA1C. Tucumn 3748, (1185 l Buenos Aires, Repblica Argentina. Queda hecho el depsito quo marca la ley 11.723. Impreso en la Argentina/Printedin Argentina

  • Introduccin LO OBSCENO,

    UNA PALABRA VIRGEN

  • Quin sabe qu es lo obsceno? Cuando este trm ino sulfururoso aparece episdicamente, de inmediato aparece el intento de soslayrselo. Ms an, so lo amalgama con la pornografa o con la violencia: os la otra forma de expresar lo indecente, lo licen- rioso, lo escabroso... En este caso, la etimologa no nos ayuda en absoluto: nadie sabe de dnde provie- no la palabra. Como escribe H en ry M ille r en / ( ihscenit et la lo i de. reflexin, Discutir la naturaleza y el sentido de la obscenidad es casi tan difcil Como hablar de Dios. Para empezar, quienes trata- mu do encontrar con seriedad el sentido de la tytilnhi.i se vieron obligados a confesar que no hablan podido llegar a ninguna parte.1

    I I ungen de la palabra resulta oscuro porque lo Imh o iii nunca es puro; no podemos decir esto es obs- N m o " No existe la obscenidad tal como puede HpMIr el fuego o la sangre. Esto es obsceno si ,|fta pe i Nana lo ve o lo expresa como tal: lo obsceno

    i, (Men, una relacin entre un objeto y el espritu

    Milli'i, I Obscenitet la loi de reflexin, Eric Losfeld, M , I/1 o I|;n 7-9

  • de una persona. Cada cual aprecia la obscenidad segn su subjetividad: es un concepto inestable. Por otra parte, resulta inclasificable: el hecho de que no surja, slricto sensu, de categora alguna, esttica, filosfica, sociolgica, no significa que sea abstracto. De hecho, atraviesa cada una de dichas categoras, sin dejarse agotar o reducir por ninguna de ellas. El especialista no se encuentra, pues, a la

    / 'm edida de lo obsceno, cuyas nicas constantes son las nociones de espectculo que se exhibe y de falta de conformidad con las reglas morales o con las

    \\convenciones estticas.Lo obsceno nos excede. Por qu, entonces, sino

    porque deja ver algo difcil de soportar? Puede tratarse de una escena pornogrfica particularmente cruda, de un cadver en descomposicin o de la agona de un nio mostrados, exhibidos, en una revista o en la televisin. Esa alteridad mrbida que nos divide suscita simultneamente fascinacin y repulsin. De hecho, lo obsceno molesta; despreciado y rechazado al mismo tiempo, emerge y vuelve a surgir constantemente bajo disfraces proteicos en los momentos ms inesperados. Es algo que vuelve, un fantasma unheim lich2 (para retomar el trmino de

    * Freud) que no se deja encadenar a la morada familiar (heim lich ). Tanto que cuando creemos definir esa inquietante extraeza, asignarle residencia, ya sea del lado del amor o de la muerte, se nos escapa, se escabulle y corre a pedir asilo en otra parte, ms lejos.

    2 Trmino tomado de Freud. Por lo general se traduce conto inquietante extraeza. Cf. Freud, L inquitante tranget". en Essais de psychanalyse applique (1933), Pars, Gallimard, 197 ft ITraduccin castellana: Lo ominoso en Obran Completa*. I XVII, Bs. As., Amorrortu Editores, 1979.J

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  • Apoymonos en el psicoanlisis (Freud y Lacan) y en algunos grandes pensadores del siglo xx (Batai- 11c, Barthes, Caillois, Deleuze, D errida, Sartre, entre otros) para seguir las huellas de lo obsceno. Tratem os de desplegar el concepto y de admirar juntos sus fulgores dorados, no siempre tan m alsanos. Pues, oh sorpresa!, sabe deslizarse fuera de traspatios sospechosos, donde a prim era vista parece atrincherarse, para luego llevarnos hacia las riberas del arte del que es, si no uno de sus componentes, por lo menos su condicin. Que lo obsceno se encuentre en el centro del arte se debe a que el artista es un alquimista y a que el arte, entonces, se vuelve subversin. El arte abrevar en la fuente de una brizna de lo obsceno a partir de la cual todo se invierte? Desde lo obsceno hasta el arte, recorramos ese camino...

  • LO OBSCENO SOSPECHOSO

    I .

  • ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

    De l o o b s c e n o d e l a e s c e n a p r im it iv a

    Una de las etimologas posibles de la palabra obsceno sera la palabra latina obscena, lo que no puede ser mostrado en escena. Ahora bien, qu puede / estar ms oculto que el origen? origenyde las cosas, de la vida no puede ser mostrado porque no estbamos all: el big bang resulta entonces un artificio cmodo, el mundo, las cosas, naciendo de golpe, tomando impulso a partir de nada, de un punto ex n ih ilo . Dicha escena de explosin inconcebible, inimaginable, deja pendiente la pregunta de saber de dnde venimos. Por supuesto que existen respuestas concretas para esa pregunta, pero tambin hay, sobre todo, mucha molestia, mucho malestar; el coito del que cada uno de nosotros ha surgido es algo con lo que no podemos fam iliarizarnos, que no podemos representarnos. Llevam os con nosotros la perturbacin de nuestra concepcin. No existe imagen que nos resulte ms chocante que la que nos recuerda los gestos que nos hicieron ,3

    3 Pascal Quignard, I e^ Sexc ct l cffroi, Gallimard, Pars, 1994, pg. 9. [Traduccin castellana: El sexo y el espanto, Barcelona, Minscula, 2005.]

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  • reconoce Pascal Quignard. Si el encuentro sexual entre nuestro padre y nuestra madre nos molesta tanto, ello se debe a que provenimos de una escena en la que no estbamos.

    * x La escena prim itiva es la palabra freudiana de la imposibilidad de pensar el comienzo, el origen de nuestra existencia, la relacin sexual forzosamente fortuita y aberrante entre un hombre y una mujer. En su caso El hombre de los lobos, Frcud muestra que ante esa escena imposible de enfrentar, uno de sus pacientes interpone una visin fascinante bajo la forma de un sueo. En qu consiste el sueo? En la aparicin, a travs de una ventana bruscamente abierta, del espectculo de un gran rbol, en cuyas ramas se ven lobos encaramados. Soaba que era de noche y estaba acostado en mi cama... De pronto, la ventana se abre sola, y hay varios lobos blancos sentados. Unos seis o siete. Los lobos eran completamente blancos y parecan ms zorros o perros pastores, pues tenan grandes colas, como los zorros, y tenan las orejas paradas... Presa de un gran terror ante la inminencia de ser comido por los lobos grit y me despert ,4 cuenta el paciente.

    Este sueo lleva a Frcud y a su paciente al supuesto descubrim iento y reconstruccin de la cu rim prim itiva Supue la, porque no hay nada |tii m i )m n i l.i memoria del paciente que d la idea le u n a n ur l e c c i n de la escena. Acaso la escena pt unitiva re ulin otra cosa que no sea la traduccin i n imgenes de un punto de origen inaccesi-

    ' Hii'tmind Fnjud, Cinq psychanalyses (1904), PUF, Pars, l'i.ii, pdg ;M2 (Traduccin castellana: De la historia de una iieuroxis infantil (casodelHombrede los lobos), en O.C.,t.XVII, H m A h , Amorrortu Editores, 1979]

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  • ble? No se trata de oponer la imagen a una visin real, sino de un proceso de resignificacin que cuenta la historia en el sentido inverso a las agujas del reloj. Y para qu sirve sino para adaptar, amaar, proyectar en un sueo elementos de una relacin sexual a la que nuestro hombre de los lobos habra asistido a la edad de dieciocho meses? Ese sueo ocultara entonces lo obsceno, perm itiendo obturarlo.

    Otro sueo, esta vez del propio Frcud, conocido con el nombre de sueo de la inyeccin de Irm a, pone en juego lo obsceno, pero de otra forma. Esta vez lo obsceno se muestra, exhibido por el sueo, sin ser eludido o disimulado. Qu es lo que pone en escena el sueo? Una boca, una boca repugnante y enferma. Se encuentra en el centro de un sueo en que el terapeuta se encuentra frente a una de sus pacientes. Frcud examina la garganta de Irma y percibe extraordinarias formaciones redondeadas que tienen la apariencia de los cornetes de la nariz, recubiertas por grandes placas blanco grisceas .5 Esa imagen asocia la boca, la nariz y el rgano sexual femenino: esos cornetes cubiertos por una membrana blancuzca resultan un espectculo verdaderamente espantoso, repugnante.

    Esta visin ilum ina lo obsceno de la garganta, lo obsceno de la devoracin, del agujero, de engullir.