TI

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31 de Enero 2014

Act. 2.4 Los ambientes de aprendizaje desde el enfoque constructivista

“El constructivismo digital: Hacia una nueva comunidad para el aprendizaje”

Trabajo presentado por:Duarte Esparza Luis Alejandro

Palacios Flores UlisesPérez Castro Carlos Antonio

Vázquez Domínguez EduardoVillalpando Salas Patricia

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGOSISTEMA DE UNIVERSIDAD VIRTUAL”

MAESTRÍA EN TECNOLOGÍA EDUCATIVA

Curso: Diseño de Programas y Ambientes de Aprendizaje

Algunas ideas para el iniciar la reflexión

Las exigencias actuales han propiciado que la educación escolarizada en la actualidad este perdiendo su posición sagrada en la sociedad como única generadora de conocimientos, pues han surgido nuevos escenarios educativos, mismos que no necesariamente son de tipo académico, es por ello que las instituciones educativas en su afán de adaptarse a los cambios están haciendo suyos también estos elementos, un claro ejemplo es el uso de las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC’s), de las cuales se reconoce su potencialidad como herramientas efectivas para generar conocimientos, y principalmente aquel que se desarrolla en el ámbito de lo virtual, reconociendo que “una sociedad de la información, exige una nueva alfabetización basada en los nuevos medios técnicos y en los nuevos lenguajes que ellos suponen” (Duarte, s/f, pág. 16).

Así, una de las opciones para incorporar estas nuevas tecnologías es la creación de espacios idóneos para ello, reconociendo las posibilidades de expansión en tiempo y espacio, así como la necesidad de crear y adecuar la enseñanza y el aprendizaje a esta nueva realidad; por ello se apuesta por la creación y puesta en práctica de un ambiente de aprendizaje que responda por un lado a la realidad antes descrita y por el otro, a la tendencia global de formar para la vida y con un enfoque integral. Para lograrlo, es necesario conceptualizar qué es un ambiente de aprendizaje, sus componentes y cómo se relaciona con las teorías de aprendizaje; estos apartados y otras precisiones se detallan en lo sucesivo.

Los ambientes de aprendizaje desde el enfoque constructivista

Retomando la idea de que, dentro del desarrollo tecnológico que se está experimentando se han establecido nuevas formas de comunicarse, de relacionarse y de allegarse conocimientos, situación que ha creado una nueva generación de alumnos, mismos que rechazan abierta o indirectamente las formas tradicionales de la enseñanza, es por ello que la educación a todos los niveles está integrando todos los elementos que TIC’s pueden ofrecer y para ello se ha determinado que la parte medular está en el desarrollo de los ambientes de aprendizaje mismo que pueden ser entendido de acuerdo con Viesca (2006) como un complejo tejido de elementos en el cual existe y se desarrolla el sistema de aprendizaje, con la intención de generar una mejor relación educativa entre los actores involucrados, entre los materiales y el currículo y en general con todo el entorno, en los ejes tanto físicos y espaciales como holísticos y sociales. De esta manera se habla entonces de comunidades mediadas por tecnologías de información y comunicación, que no solo comparten información, sino que construyen lenguajes propios, símbolos, significados, establecen parones de interacción y comunidades digitales.

Asimismo, se coincide con lo señalado por Duarte, (s/f) cuando establece que son varias las disciplinas relacionadas de alguna manera con el concepto de ambientes de aprendizaje, también llamados, ambientes educativos, por lo que tanto las nuevas disciplinas como las nuevas teorías y herramientas ofrecidas dentro de la trasformación de las sociedad estarán dotando de nuevos elementos a un ambiente de aprendizaje que siempre estará en trasformación: las comunidades de aprendizaje

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digitales. Sin embargo es posible acotar el término señalando que el ambiente de aprendizaje es el conjunto de elementos y actores (docentes y alumnos) que participan en un proceso de enseñanza-aprendizaje y que requieren un medio que se ha ido trasformando de un espacio presencial a uno virtual, en donde las posibilidades deconstrucción del conocimiento se han potencializado por el mas de información pero sobre todo por las instrucción guiada.

Cabe señalar que, en un ambiente de aprendizaje los participantes no necesariamente deben coincidir ni en el tiempo ni en el espacio, si bien en su conceptualización más amplia se refiere al entorno y condiciones en que se encuentra inmerso un estudiante, éste puede referirse no sólo al lugar físico, sino también a los escenarios que influyen o posibilitan la obtención de un aprendizaje determinado; pues al respecto Enríquez Vázquez (2008) señala que

… en los últimos años también se ha adoptado el término ambientes de aprendizaje para referirse a los entornos virtuales de trabajo, donde se disponen diversas herramientas, materiales y servicios que permiten que profesores, estudiantes y académicos puedan realizar sus respectivas tareas en un entorno digital” (Enríquez Vázquez, 2008, pág. 268)

Este ambiente virtual se caracteriza por permitir que el aprendiz desarrolle sus propios conocimientos a través de objetivos y propósitos claramente definidos y que están encaminados a que una vez se ha apropiado de los saberes pueda aplicarlos en las diferentes situaciones que se le presenten en su contexto, retomando su experiencia previa y las nuevas que incorpora a sus esquemas.

Desde esta visión, han sido varios los autores que proponen cuáles son los componentes de un ambiente de aprendizaje, resaltando en cada una de ellas la intención final de englobar los elementos básicos que mínimamente deben contener para cumplir con su finalidad de ser el medio o entorno en que interactúan y se desarrolla un proceso formativo. Por un lado, por ejemplo, Enríquez Vázquez (2008) cita a Madrazo indicando que un ambiente de aprendizaje se integra de cuatro espacios: físico, social, disciplinar e institucional.

El espacio físico tiene que ver con el lugar donde se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje, si es una modalidad presencial alude generalmente a la institución educativa y para el caso de la educación virtual puede referirse a las plataformas de contenido (LMS), laboratorios digitales, acervos digitales, realidad virtual, equipo portátil o de telefonía, entre otros que acercan al estudiante a la realización de experiencias de aprendizaje, por su parte el espacio social tiene que ver con la socialización que se da entre los participantes ya sea entre sí o con los materiales educativos a través de la interacción directa o las diversas herramientas de comunicación. En cuanto al espacio disciplinar se refiere a la posibilidad de conjuntar visiones para general un conocimiento inter, trans y multidisciplinario, esto de la mano con el espacio institucional que alude a todas aquellas acciones que se realizan para fomentar el sentido de pertenencia y respaldar el proceso educativo que se lleva a cabo.

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Otra propuesta al respecto, sobre los componentes de un ambiente de aprendizaje la realiza la Universidad Javeriana (2005) quien establece lo siguientes elementos:

Contenido. Lo que la institución aporta a través del conocimiento de los profesores y por la producción que realiza el estudiante al para obtener aprendizajes.

Interacción. Referido al intercambio comunicativo que se da entre los diversos actores.

Evaluación. Relacionado con la generación de concepciones evaluativas que permitan valorar el propio proceso de aprendizaje y el desarrollo del proceso.

Seguimiento. Tiene que ver con las acciones que se realizan para conocer la experiencia de los involucrados en el ambiente de aprendizaje.

Orientación. Hace referencia a los elementos que coadyuvan al funcionamiento del propio ambiente (docentes, alumnos, directivos, sociedad, etc.)

Integración en tiempo y espacio. Es la visualización de cuánto dura el proceso formativo en una línea de tiempo, identificando los procesos y actividades a realizar en este lapso.

Desde este contexto, los componentes de un ambiente de aprendizaje se pueden resumir en seis elementos básicos necesarios, su importancia radica en identificar la función de cada uno de ellos y la forma en que interactúan entre sí; a continuación el desglose de éstos:

Los actores. Que son todos los involucrados en el acto educativo, pudiendo variar en funciones o actividades, pero que son indispensables para que se considere un ambiente de aprendizaje.

o El aprendiz: Es la razón de ser de la educación y el eje central de la

educación pedagógica. Es la persona que a través de varios procesos desarrolla habilidades, aprende y asimila, es decir, se apropia de los conocimientos y es capaz de utilizarlos en sus diferentes necesidades.

o El docente. Es el elemento que participa en el proceso de aprendizaje

aportando estrategias, experiencias, metodología, dominio de los contenidos y su habilidad para identificar situaciones que inspiren para el autoaprendizaje.

o Los contenidos: El proceso de aprendizaje se debe en primer lugar a la

existencia de contenidos como mensaje para transmitir por parte del docente y que debe ser traducido por el aprendiz.

Las interacciones. Deben ser adecuadas con los contenidos, los medios y los materiales pero sobre todo con las personas que son las que desempeñan el papel de estudiante y docente.

El entorno. En él se enlistan dos tipos; el presencial que es el que se da en un espacio físico y geográfico estable y que contempla la infraestructura en que se mueven los actores en un proceso educativo y el virtual que debe estar basado en modelos de diseño instruccional y además considerar otros factores como son la interfaz de usuario, la estructuras de información, los medios de navegación y las herramientas para la interacción en línea.

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El tiempo. Es el que va a definir los espacios o momentos en la planeación, desarrollo y evaluación de un curso.

El currículo. Se refiere al conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que orientan la actividad académica, en un ambiente de aprendizaje virtual el currículo debe apoyarse de manera permanente en las herramientas tecnológicas.

La mediación pedagógica. Busca que el rol del docente no sea el que tradicionalmente ha sido, como es el de un transmisor de conocimientos, sino que sea un facilitador o acompañante del aprendizaje, en la cual utilice técnicas para que el proceso de aprendizaje sea de mayor interacción, técnicas como puede ser: El trabajo en equipo, los proyectos integradores. Las actividades colaborativas, las lluvia de ideas, entre mucho más.

Así, intentando recapitular un poco sobre los ambientes de aprendizaje, es justo precisar que éstos no surgen de la nada, los elementos antes descritos emanan del trabajo y aportes de expertos en el tema que han seleccionado los elementos más relevantes de las teorías del aprendizaje, puesto que éstas han descrito, a lo largo del tiempo, el proceso de aprendizaje y los eventos que ocurren en el aprendiz durante éste, ofreciendo así una visión más amplia del proceso, posibilitando la identificación de otras opciones y la forma de enfocar las acciones de construcción del ambiente de aprendizaje, de acuerdo a la meta propuesta y llegar a una comunidad digital del aprendizaje efectivo y constructivo.

De forma general, y a groso modo, Mergel (1998) identifica tres corrientes principales en las teorías de aprendizaje que han aportado en la construcción de ambientes para el aprendizaje virtual: el conductismo, el cognoscitivismo y el constructivismo. El primero se basa en los cambios observables en la conducta del estudiante, enfocándose en la repetición de patrones de conducta hasta que se realicen de manera automática, por su parte la segunda teoría se enfoca en los procesos que se suscitan atrás de estos cambios de conducta en el afán de identificar algunos indicadores sobre qué está sucediendo al interior del aprendiz. El constructivismo por su parte:

“se sustenta en que el que aprende construye su propia realidad o al menos la interpreta de acuerdo a la percepción derivada de su propia experiencia, de tal manera que el conocimiento de la persona es una función de sus experiencias previas, estructuras mentales y las creencias que utiliza para interpretar objetos y eventos”. (Mergel, 1998, pág. 3).

En este entendido y de acuerdo con la idea de que un ambiente de aprendizaje se basa en una teoría preestablecida, se puede indicar que son éstas las que determinan cómo se desarrolla, en lo general, dicho ambiente, pues en la medida que se identifique qué se quiere lograr se plantean también las consideraciones sobre cómo habrá de realizase; retomando que un ambiente de aprendizaje es el conjunto de elementos y condiciones del entorno que rodean al estudiante para la generación del conocimiento, la teoría que más se adecua a esta idea es, sin duda, el constructivismo ya que en sus postulados principales se señala la importancia de la construcción del

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conocimiento a través de su experiencia y el contexto que le rodea, para resignificarlo y con ello obtener un aprendizaje mediado.

Y es que, hablando de constructivismo y mencionando a los autores Piaget y Vygotsky quienes son los más reconocidos en esta teoría, se puede comentar que el aprendizaje depende de la posibilidad de construir significados adecuados sobre los contenidos abordados, tanto en modalidad presencial, como en la semi-presencial y virtual, a través de diferentes actividades (sea con o sin el uso de las herramientas proporcionadas por las TIC’s) debido a que asume un papel activo (no sólo como receptor) en los procesos enseñanza y aprendizaje dando paso a que el docente sea el facilitador del conocimiento, logrando proyectar al alumno como generador de

aprendizaje y retomando el ambiente en que se encuentra inmerso. Esta interacción docente-alumno y alumno-alumno es lo que potencializa en aprendizaje y genera a su vez una comunidad sostenida en el trabajo colectivo.

En los ambientes de aprendizaje y por ende en el constructivismo, el aprendizaje está centrado en el estudiante, al tomar en cuenta todas sus estructuras mentales y conocimientos previos, al propiciar la interacción entre el docente y los demás participantes, proporcionando todos los elementos para que investigue y amplíe sus conocimientos sin presiones y de acuerdo a sus capacidades. Con lo anterior se favorece que los estudiantes sean responsables de su propio aprendizaje, asimismo se incrementan sus bagaje y experiencias para la construcción de un conocimiento

continuo. Para ello se debe favorecer un ambiente propicio para que el estudiante retome sus conocimientos previos, los relacione con el contexto y con ello logre la integración de éste a su estructura, entendiendo que las cadenas complejas de significados así como la interacción entre las mismas desempeña una función esencial en lo que se aprende.

En este enfoque constructivista, una de sus características principales es el uso de interacciones significativas, dando énfasis a que el aprendiz interprete y construya sus propios significados a partir de la experiencia previa y su relación con los demás, los profesores por ende, deben adoptar también este enfoque estableciendo como reto la adaptación y el diseño de estrategias de enseñanza que le permitan al estudiante involucrarse en proyectos significativos, donde se promueva la exploración y la construcción. Retomando estas características, Wilson y Cole citado por Murphy (1997) consideran como centrales los siguientes elementos:

1. Desarrollar un ambiente favorable para el aprendizaje a través de la resolución de problemas auténticos.

2. Prever situaciones auténticas dentro de los contextos académicos para el aprendizaje.

3. Propiciar el autocontrol del aprendiz.4. Utilizar las áreas de oportunidad como un mecanismo para proporcionar

información y retroalimentación sobre la comprensión y asimilación de los contenidos de aprendizaje.

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Por todo lo anterior, es recomendable establecer un modelo de aprendizaje constructivista que guíe al estudiante hacia la construcción de un aprendizaje significativo, pues considerando que Wilson (1996) señala que la concepción de aprendizaje está relacionada con la forma en que se construye el conocimiento, entonces, atendiendo a lo que ya se mencionó, sobre que el enfoque de aprendizaje constructivista se basa en la construcción de un nuevo conocimiento a partir de lo previo y su enlace con lo nuevo, es necesario precisar algunas particularidades que definen y caracterizan a este modelo.

Por un lado, debe entenderse que si el aprendizaje se concibe como un proceso de construcción personal entonces el estudiante debe asumir un rol de aprendiz activo, ya que en palabras de Murphy (1997) el estudiante juega un papel central en la mediación y el control de aprendizaje, al dar un énfasis específico en buscar la apropiación de la experiencia de aprendizaje y ser eje del proceso.

Cabe señalar que, el fin último de este modelo es que los estudiantes se comprometan con la elaboración de su conocimiento, esto a partir de una situación problemática o proyecto determinado donde el aprendiz puede interpretar y apoyarse de otros elementos para dar una solución o respuesta a la situación planteada. Jonassen citado por Esteban (s/f) considera que los elementos básicos de este modelo son: las fuentes de información y analogías complementarias relacionadas; herramientas cognitivas; las herramientas de conversación/colaboración; y los sistemas de apoyo social/contextual.

Con estos elementos se proporciona al estudiante un punto de partida sobre una pregunta, un problema o un proyecto, el cual debe desarrollar echando mano de todas las herramientas disponibles para construir su conocimiento. Para dar inicio del modelo, pueden utilizarse varias técnicas ya establecidas, entre ellas:

Aprendizaje basado en preguntas o cuestiones. Se parte de un cuestionamiento que despierte el interés de los estudiantes para llevarlos a buscar una respuesta al respecto; Gross Davis (2009) señala que en esta técnica es importante definir las preguntas de forma previa, realizarlas en orden y valorar el nivel de comprensión y respuesta de los estudiantes, escuchando atentamente.

Aprendizaje basado en ejemplos. A través de esta técnica se busca acerca al estudiante al contexto real, para que “mediante los ejemplos los alumnos adquieren conocimientos y técnicas de razonamiento necesarias para el contexto curricular concreto” (Esteban, s/f, pág. 2) desarrollando así su propio conocimiento.

Aprendizaje basado en proyectos. En esta técnica los estudiantes deben enfocarse en trabajos complejos que integran un amplio proyecto; para ello se asigna un proyecto a completar y corresponde a los aprendices debatir ideas, planificar, experimentar, analizar y establecer resultados al respecto.

Aprendizaje basado en problemas (ABP). Esta metodología está basado “en un principio de usar problemas como punto de partida para la adquisición e integración de los nuevos conocimientos” (Barrows citado por Morales y Landa, 2004, pág. 147), y es que trabajar de esta manera corresponde a los

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estudiantes responsabilizarse de su aprendizaje, identificando lo que necesitan, investigando y construyendo una solución, pues el aprendizaje autodirigido genera nuevo conocimiento” (Santillán Campos, 2006, pág. 2).

Así pues, dentro de este modelo de aprendizaje constructivista, Ruiz Córdova (2010) propone las siguientes consideraciones para el alumnado:

Ser el principal punto de referencia en la toma de decisiones en el aula. Es necesario una intensa actividad de su parte, pues debe experimentar,

reflexionar, tomar decisiones, comprobar, evaluar, entre otros, siendo activo en todo momento.

Propiciar y participar activamente de la interacción y colaboración con los demás integrantes.

Ser constructor de su propio sistema de valores y pensamientos

Por su parte, el docente cambia también su rol y se convierte en un facilitador del aprendizaje, o como dice Murphy (1997) le corresponde asumir el papel de guías, monitores, tutores y facilitadores centrando sus esfuerzos en y propiciar un ambiente de aprendizaje idóneo que favorezca el desarrollo de los participantes durante el proceso formativo.

Al respecto, Ruiz Cordova (2010) señala algunas orientaciones didácticas para los docentes con la intención de favorecer en sus estudiantes la construcción del aprendizaje, especificando la necesidad de realizar una exploración de los conocimientos previos para valorar el punto de partida del estudiantado, llevar a cabo una planificación de su trabajo estableciendo claramente los objetivos a alcanzar, en congruencia con actividades y estrategias enfocadas a que el estudiante retome sus conocimientos previos y los convierta en aprendizajes significativos.

Algunas conclusiones para seguir reflexionando

Dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, los ambientes de aprendizaje son un elemento de vital importancia al ser el espacio en que se desarrolla dicho proceso formativo, tanto en la educación presencial como en la virtual, y es que, es justo dentro de estos ambientes donde convergen los diversos actores educativas que participan en el proceso, interactuando entre sí, con el currículo, con los materiales y con el bagaje personal de cada uno; logrando con ello la construcción de un conocimiento propio y adaptado al entorno en que se desenvuelven.

La reflexión en este sentido, puede enfocarse en rescatar que una parte importante de los ambientes de aprendizaje es que buscan la idoneidad para el proceso de aprendizaje, basándose en mayor medida en la teoría constructivista, donde el papel del docente cambia radicalmente de ser un transmisor de conocimientos a un facilitador, mediador o guía en el aprendizaje del estudiante y que éste se vuelve un buscador de su propio conocimiento, es decir, ya no sólo es un receptor de información sino que con base al autodescubrimiento y la autogestión va generando su propio aprendizaje.

Mediante la implementación de las tecnologías dela información y comunicación, las teorías del aprendizaje y al actividad docente se pueden propiciar nuevos ambientes

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de aprendizaje que generen una participación activa de los alumnos y con ellos se puedan crear comunidades enfocadas a la construcción del conocimiento a través de la participación guiada y de la resolución de problemas

Por ello, la necesidad de que las instituciones educativas y por ende los docentes, diseñadores instruccionales, tecnólogos educativos, directivos y demás involucrados, conozcan y reflexionen sobre las implicaciones y ventajas de los ambientes de aprendizajes y a partir de ello se habiliten en el diseño y la creación de éstos para favorecer así el aprendizaje significativo en los educandos y una práctica docente de calidad, que repercuta en una mejora continua del proceso formativo.

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