Los animales de los bosques fantásticos de teruel. 2004

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.--.-. ;!:sta historia es una fantasía, pero pudo haber sucedido en los sueños de

cualquier niña o niño .

Se desarrolla entre Teruel, Albarracín y Villel, en los pinares que rodean la Laguna

de Bezas y el Collado de la Plata.

La época, podría ser cualquiera, ya que se trata de un sueño, pero podemos fijarla en el siglo XIV, cuando los turolenses

veían los dibujos realizados en la techumbre de la Iglesia de Santa María

de la ciudad de Teruel.

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lQ amón, estaba todo el día pensandp ~~des batallas en lugares lejanos. El era el héroe que después de largos días de cabalgar llegaba al campo de batalla e inclinaba la lucha a favor de los guerreros de su pueblo, que no conseguían por si solos superar al adversario.

Se entrenaba en su villa con su es­pada y escudo muy bien decorados. Se enfrentaba a cual­quier podenco que por su lado pasase y le azuzaba con su espada de palo desgastada.

n día muy temprano, el alguacil , muy agitado y nervioso, cantó un bando al lado de la puerta de la casa de Ramón: "se hace saber a t odos los habitantes de la vi lla, que en los pinares de Rodeno pr óximos, en las cer canías de la Laguna Grande, se ha visto a un horrendo animal. Se dice que es peligrosísimo ya que tiene un cuerno en la frent e que puede atravesar a cuatro personas a la vez. Por ello se recomienda que nadie vaya a recoger ni miera, ni piñas, ni leña, ni caza, ni a realizar cualquier otro asunto".

~ nuestro protagonista se le pusieron los pelos de punta, pero era la oportunidad que estaba esperando; no podía ir con los mayores a los alardes o a batallar a Oriente, como el caballero Torres, pero podía hacerse famoso si conseguía capturar a ese animal que no sabía ni como era, ni el tamaño que tenía; ni siqu iera si era realmente peligroso, o por el contrario si era más t emible de lo que contaban.

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:§alió corriendo de su casa detrás del alguacil que a toda velocidad se iba a la siguiente esquina a decir el bando nuevamente. Cuando llegó a su lado, ya estaba en el cent ro de un corro de gente, narrando el mismo mensaje. Ramón esper ó impaciente y cuando terminó, pregunt ó: ¿cómo se llama ese animal?. Nadie le contestó. Un caballero, al alejarse, le iba diciendo a su mujer que él había oído que el rey había comprado un trozo de cuerno de ese animal porque servía para saber si la comida o la bebida estaba envenenada, y también para mantenerse siempre joven. Ramón lo oyó, y todavía se puso más nervioso. Todos se fueron corriendo a sus casas. De todas las viviendas salían niños y niñas en dirección a los campos para avisar a sus padres o a recoger el ganado: los cerdos, las cabras, las ovejas, los patos, las gallinas. Todos corrían peligro.

l: amón llegó a su casa y le preguntó a su abuela: ¿qué animal tiene solamente un cuerno en la frente?. Su abuela que había recorr ido muchos lugares, había estado de joven hasta en Zaragoza, le dijo muy sosegadamente: en cierta ocasión, oí una historia que contaba un juglar y que hablaba de un animal que se parecía a un pequeño caballo, muy fuerte, valeroso, pero a la vez indomable y agresivo si se le intentaba cazar: le llamaba Unicornio. Ramón se preguntaba, quién podría ayudarle a saber más del Unicornio. Empezó a repasar con la memoria a las personas de la villa que pudiesen ayudarle. De repente salió corr iendo en dirección al convento. Allí vivía un monje, amigo suyo y

que en ocasiones le había enseñado algún libro con dibujos de animales, al que él no había prestado demasiada atención. Llegó todo agitado, con sobrealiento; la calle estaba empinada. En la puerta preguntó por el padre Ramiro. Después de un rato apareció.

-Hola Ramón, qué te trae por aquí. -Necesito que me enseñe urgentemente un dibujo de un Unicornio. -iPero bueno!, y a qué es debido ese interés tan repentino. -iHa dicho el alguacil que hay uno en el Rodeno! -Pero si los Unicornios no existen.

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-¿Cómo no van a existir?, si dicen que pueden atravesar con su cuerno a cuatro personas a la vez. -Ramón, ique te digo que no! -Pero, ¿me lo puede enseñar?. -Pasa, pasa. Buscaremos un bestiario que tiene unos dibujos. Creo que en ese manuscrito hay un Unicornio dibujado.

1lJ l egaron a la biblioteca y el padre Ramiro se subió a una escalera y bajó con un libro polvoriento, con tapas y hojas de pergamino. Estaba escrito en latín y los dibujos eran muy llamativos por sus figuras y colores . De repente al pasar una hoja apareció el dibujo del Unicornio.

Lo cierto es que no parecía tan fiero como para atravesar con su cuerno a cuat ro personas.

-Padr e Ramiro, ¿qué pone en las letras?. -Est á escrito en latín, y yo no lo traduzco muy bien. Se lo podemos preguntar al padre superior , para estar más seguros. Con el manuscrito en la mano, fueron en busca del monje más anciano del convento. Cuando lo encontraron en la cocina, almorzando, les descifró aquellas palabras extrañas:

"El Unicornio lucha a menudo con los elefantes y los vence hiriéndolos en el vientre. Tambié~ se llama monoceros y es un monstruo de horrible bramido, con el cuerpo semejante al de un caballo , pies como los de un elefante y cola como la de un ciervo. Del centro de su frente brota un cuerno de asombroso esplendor, hasta de cuatro pies de largo, tan afilado que perfora fácilmente todo aquello contra lo que carga. Ni uno solo ha ido a parar vivo a las manos del hombre, y aunque es posible matarlos, no se les puede capturar".

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'lO ;.a.¡._\amón, se quedó pensativo. No dijo ni palabra y comenzó a caminar en dirección a su casa. El padre Ramiro lo llamó pero estaba como sonámbulo y ni lo oyó. Llegó a su casa y ya era hora de comer. No dij o ni palabra y casi no probó bocado. Su cabeza daba vueltas y vueltas; pasaba de unas ideas a otras, como que se las llevase el vient o; el dibujo del Unicornio; los t enebrosos pinares; él montado a caballo corriendo detrás de algo que no conseguía ver; animales muertos entre los Rodenos; personas corriendo despavoridas ... Se espabiló con un topetazo que le dió su madre en el cogote.

-iDespierta!, que parece que estás dormido. ¿Qué has hecho durante toda la mañana? -He estado con el padre Ramiro. Me ha enseñado un libro que t iene un dibujo del Unicornio. -¿Todavía sigues con eso?. Los Unicornios no existen.- Dijo la abuela, con tono de aburrimiento. -También me ha dicho eso el padre Ramiro, pero ... Si es verdad que no existen ¿cómo es posible que el rey tenga un trozo de cuerno? Todos callaron y siguieron haciendo sus cosas. R?~ón no sabía cómo llegar hasta el pinar del Rodeno. Era la primera d1ficultad para poder afrontar su aventura en busca del Unicornio y que lo haría rico y famoso: el pr imer Unicornio capturado vivo. Se acordó que había visto un mapa por su casa y comenzó a buscarlo. Lo encont ró en un armario. Abarcaba demasiado territorio y no le servía de gran ayuda para lo que él pretendía.

31\amón t enía serias dificultades si no conseguía un mapa o plano que le ayudase a llegar a los Rodenos y dentro del pinar, encontrar la Laguna Grande. Necesitaba ayuda y ni en su casa ni en el convent o le iban a facilitar que se fuese a la avent ura que él deseaba t anto emprender.

;§e acostó a regañadient es. No podía dor mirse. Se imaginaba caminando, continuando el curso del río Guadalaviar aguas arriba, pero enseguida las imágenes se volvían borrosas. Ya no tenía imágenes que le ayudasen en su camino. No podía salir de la villa sin un mapa que le indicase hacia donde debía ir.

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Qiomo si de algo mágico se tratase, al levantarse Ramón, encontró el mapa a los pies de su cama. Se vistió rápidamente. Buscó algo para llevarse de comida y comenzó a caminar en la dirección contraria a la que sale el sol, es decir, hacia el poniente, siguiendo el curso del río. No se le ocurrió pensar cuánto tiempo le costaría llegar hasta la laguna. Tampoco si sus padres y abuela se preocuparían si no volvía a la hora de comer. Estaba tan ilusionado que ni siquiera quiso decírselo a sus amigos; quería la victoria para el sólo.

~lasó todo el día caminando y cuando se hacía de noche comenzaba a aproximarse a las primeras casas de los resineros, ya cercanas a los pinares de Rodeno. Entró en una paridera de ovejas y después de acolcharse un montón de paja, se quedó dormido. Estaba agotado después de caminar todo el día. La noche fue larga, pues hacía mucho calor. Era verano y las ovejas hacinadas templaban más aún el ambiente. Ramón se despertaba; se dormía; las ovejas balaban; los perros ladraban; Ramón soñaba. Apareció un León en sus sueños y a continuación unos animales muy extraños: Cuerpo y patas de León; cabeza y alas de águila. El animal cambiaba de color, pasaba del azul al rojo; la cola se volvía plumosa. Y esta secuencia de imágenes se repetía interminablemente.

~or fin amaneció. Ramón comió un poco de queso con pan y a la vista tenía el Rodeno. Comenzó a caminar alegremente. Rápidamente el bosque se fue haciendo más espeso y los grandes pinos prácticamente no dejaban ver el sol. Miraba en todas las direcciones con la esperanza de ver entre las altas estepas algo moviéndose. Caminaba sin hacer ruido por si oía algún bramido o relincho. '

;§in saber de dónde, apareció un León, pero no como los de los sueños, sino con cabeza y tronco de persona. Corría hacia él amenazante, con los brazos en alto, en ademán de pelea. Ramón echó a correr en dirección contraria. Pero en su carrera, no se dio cuenta que paralelo a él volaba entre los árboles otro ser extraño hasta que oyó su melodioso canto; dió un frenazo en seco y se escondió detrás de un gran tronco. El León corría detrás de esa otra bestia del bosque, y no hacia él.

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;!!: 1 día estaba muy animado, no había duda; pero del Unicornio ni rastro. Ramón continuó caminando; la laguna tenía que estar ya muy cerca. Desde lejos divisó un amplio claro en el bosque y pensó que allí estaría la Laguna Grande, la que andaba buscando. Parecía que en la orilla había algo que se movía. Fue caminando progresivamente más despacio intentando fijar la vista en aquel ser,

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que cada vez se iba configurando más raro. Se parecía a un pato, pero tenía una pequeña cabeza de hombre con barba. Llevaba zapatos y su cola era una filigrana vegetal con una flor de 1 is enzarzada.

1fT or sus movimientos parecía amigable y además estaba hablando solo. ~ón intentó esconderse detrás de una roca, para poderlo observar con tranquilidad, pero el ser oyó un chasquido de una rama y giró la cabeza; se asustó y se escondió también detrás de otra roca. Los dos, asomaban la cabeza lentamente y la volvían a esconder. Después de hacer la misma operación tres veces, debieron pensar que ninguno era peligroso para el otro, y poco a poco salieron de las rocas respectivas y se fueron acercando uno al otro. Cuando ya estaban a una distancia prudencial, Ramón dijo con voz entrecortada:

-¿sabes hablar?. _¿y tú? -Pues no oyes que te estoy hablando. Yo me llamo Ramón. -Yo me llamo, Sireno. -¿Qué pasa en este bosque que hay unos seres tan raros?. -¿Raros? . ¿Lo dices por ti?. -No, no. Lo digo por ti. Y también por un León con cabeza de hombre; y por una mujer con cuerpo de gallina voladora que he visto hace un rato. -iAh!, esos. Están todos los días igual. Pero no son raros, es que son así. -¿cómo se llaman?. El León es un Leocentauro y la gallina que tu dices, es una Sirena. -Y por casualidad no habrás visto a un Unicornio. -Claro que sí, todos los días. Suele venir por las noches. Siempre está solitario. -Fenomenal , esta noche lo esperaré. Voy a beber agua que se me había olvidado con tantas impresiones. -iNo bebas!, que ya ha estado la serpiente y la ha envenenado. -Pues dime dónde hay una fuente. -No hay ninguna otra por aquí cerca. Cada vez hay menos agua. El amigo de Ramón, le contó que las personas que vivían en los pequeños

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poblados que había por el bosque, se habían ido a vivir a una nueva villa, todos juntos, al lado de unas minas. Pero allí la fuente que había se fue quedando insuficient e conforme iba llegando más gente. Tuvieron que encauzar desde todas las fuentes del bosque. Ahora el bosque se estaba quedando seco y sin personas. No hay frutos silvestres ni cultivados; no hay animales; la comida escasea. También le contó que el Leocentauro que tenía muy mal genio, estaba siempre dispuesto a pelear. La Sirena, con su afición a cantar le irritaba más todavía y por eso, en cuanto tenían ocasión se molestaban mutuamente.

-¿sabes que te digo Ramón?, que yo también me tendré que ir de estos bosques donde nací. -Pero eso no puede ser. Algo habrá que hacer. ¿Los hombres de esa mina no han pensado que vosotros también tenéis que vivir en el bosque?. ¿No se dan cuenta que os matan de hambre?. Los dos amigos cont inuaron hablando y la noche se fue echando en el bosque. Ramón no había comido ni bebido prácticamente en todo el día. Las tripas le rugían hasta tal punto que su amigo le dijo:

-¿Te pasa algo? ¿Parece que te va a explotar la barriga?. -Lo que me pasa, es que tengo un hambre y una sed terribles. -Pues vamos a mi guarida y allí podrás comer y beber. _¿y el Unicornio?. Si nos vamos ... ¿cu,ándo podré verlo?. -No te preocupes, tenemos tiempo. El no llega hasta bien entrada la noche, y además el mejor momento para verlo es cuando está amaneciendo. -Pues entonces, vámonos a comer. Ramón y Sireno se fueron a la cueva y allí pasaron toda la noche hablando después de haber comido. Se acercaron nuevamente hacia la Laguna Grande. Se sentaron en una loma desde donde se veía muy bien toda la superficie con agua. Después de un rato apareció una pequeña sombra del tamaño de una cabra. Ramón se sorprendió de su tamaño, se había imaginado un caballo grande y poderoso. El Unicornio se puso a comer hierbas de la orilla del agua y también bebió. Al beber agua de la laguna que estaba turbia, se volvió clara y transparente. _.,.. ;!l:sa era una de las propiedades del Unicornio, purificar el agua que tocaba, y que la serpiente había envenenado. Antes de que se fuese aclarando el día el Unicornio se fue marchando lentamente y desapareció entre los pinos.

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-El Unicornio es muy bonito, pero parece que está muy trist e. -Claro Ramón, est á triste como los demás habitantes del bosque. El agua es imprescindible. -No podéis hacer nada para impedir que se la lleven al poblado de la mina. -Los encargados de la mina son muy poderosos. Son los Grifos. -¿Los Gr ifos?. No me extraña que necesit en agua. -No hagas bromas, que la cosa es muy seria. Los Grifos son seres emprendedores, negociant es, pero a la vez avariciosos; les gustan las riquezas, oro, plata, diamantes ... , y aquí en est a mina han encont rado lo que les interesa. Son muy f uert es, t ienen el cuerpo de león y las alas y la cabeza de águila. -iAnda!, son los del sueño. -¿cómo?. -Hace dos noches, cuando venía al Rodeno, soñé con unos animales que se parecían a lo que tu describes como Grifos. -Pues procura, ni soñar con ellos. Son terriblemente fuertes y capaces le levantar hast a un buey enorme. La gent e trabaja para ellos en la mina, por una parte por poder vivir y por otra porque t ienen esperanzas de que les paguen mucho dinero. -¿Qué les paguen?. ¿No les pagan?. -No, les están diciendo que cuando hqyan llenado unos arcones que tienen para ellos, para los Grifos, dejarán la mina para los t rabajadores. -Esto es una vergüenza. Es decir, dejan al bosque sin agua, prometen que todos van a ganar dinero, pero en realidad los únicos que lo t ienen claro , son ellos, los sinvergüenzas de los Grifos. Algo hay que hacer. _¿ya me dirás?. -¿Qué seres hay en el bosque que puedan ayudarnos?. -Pues, déjame pensar. Está el Dragón Buitre, el León, el León Cer do, la Sirena, el Leocentauro y el Unicornio. También podría ayudarnos Medrano, un cabal lero navarro al que le salvé la vida un invierno de grandes nevadas. -¿Cómo podemos avisarlo?. -Vive en Terue l. -¿Qué animal será el que pueda llegar más rápido?. -Segurament e la Sirena. Pero hay un prob lema. Si la Sirena se acerca a Medrano pensará que quiere cautiverio con sus cantos y no consentirá oírla. Hay que escribirle una carta cont ándole el problema. -Hagámoslo. Para poder hacerlo, Ramón buscó una receta que guardaba para casos de emergencia.

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¡; \ RECETA PARA HAC ' TINTA

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Se cogen cinco agallas con la avispa todavía en su inte ri or. Se tri turan en un mortero y se ponen a cocer con medio litro de agua durante media hora a fuego lento . Se fi ltra el líquido resultante. En otro r ecipiente disolvemos un mineral de hierro (por ejemplo pirit a), una piedra similar a l tamaño de una agalla en cuarto de i tro de agua. Mezc lamos los dos líquidos y llenamos los t interos hechos con otras agallas.

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Coge una agalla que tengo todavía la avispa dentro. Córtale un poco el rabillo que la unía a la rama para que quede una superficie plana. Luego c:on un palic:o empieza a sacar todo el semn que estcí dentro, procurando no romper la agalla. lJII palic:o,

de tapón.

a Sirena, que también conocía al caballero del invierno que pasó en el Rodeno, consintió gustosa el volar hacia Teruel y llevar el mensaje que decía:

HoJa, caballero Medrano, soy Sireno, el que vive en el Rodeno , necesito tu ayuda urgentemente. No tengas miedo de la sirena.

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~edrano, d.espués de leer el mensaje tomó su caballo y se dirigió rap1damente, gUiado por la Sirena, hacia la Laguna Grande, lugar donde se habían citado todos los seres del bosque. Todos reunidos en la Laguna, esperaban a la Sirena y a su acompañante. Allí estaban Ramón y todos los seres del bosque.

11' \.!.vodos se pusieron de acuerdo en que Ramón, Medrano y Sireno fuesen a dialogar con los Grifos. Al llegar~ la mina, los Grifos salieron con las alas abiertas en plan de pelea. Desconoc1an a los que se acercaban, pero por si acaso ... Nuestros tres amigos, se presentaron y les contaron el problema que había en el bosque.

-Todo el bosque se está muriendo de sed. El agua de las fuentes es conducida hacia las poblaciones donde viven los trabajadores de la mina, y las gentes que quedan en el bosque y los seres no pueden vivir. No podemos cultivar plantas ni criar animales. -Nosotros hemos hecho una gran inversión para poner a funcionar la mina y necesitamos abundante mano de obra. Todas las personas del bosque y todos los seres pueden venir a trabajar aquí, y así no pasarán sed y tendrán abundante comida. -Pero esas gentes quieren vivir en sus casas, con sus familias, haciendo lo que han hecho siempre, cultivar la tierra, criar el ganado y trabajar en el

: Vivir con el Río

bosque cortando leña y trabajando con otros productos de los árboles. No necesitan ir a trabajar a la mina. -Pues ese es un problema de ellos, porque nosotros no pensamos renunciar al agua; es nuestra porque la hemos traído. En ese momento Ramón, no se pudo contener más y les dijo:

-Cortaremos el agua de las conducciones y defenderemos las fuentes. -Así que queréis guerra. No tenéis " o s de pelear", somos amigos del rey y de sus ministros y jamás conseguiréis nada. Os aplastaríamos, así que más os vale que os deis la vuelta y os marchéis por donde habéis venido.

Nuestros amigos cayeron en la desesperación y efectivamente se dieron la vuelta y se marcharon rumbo a la Laguna. Al llegar a ella, les contaron al resto de los seres lo ocurrido y todos se quedaron callados. Sireno nunca daba nada por perdido. Se le ocurrió una idea.

-En una de las casas del bosque, al norte de la Laguna vive una prima mía que es muy lista. Podemos ir a buscarla para que nos ayude. Se llama Mariana. Al llegar a la casa de Mariana, no estaba; había ido a buscar miera para las antorchas. Pasado el rato llegó con un cántaro y se alegró de ver a Sireno, del que no tenía noticias hacía bastante tiempo. Le contaron lo que había pasado con los Grifos, porque lo que ocurría con el agua ya lo sabía. Mariana conocía a los Grifos y sabía de su forma de ser; no sería fác il convencerlos.

-¿sabéis que os digo? -D ijo Mariana-. Creo que los Gr ifos t ienen algo de razón. No se les puede negar el derecho a explotar la mina. Las personas del bosque, por otra parte, también pueden ir a trabajar donde les interese. Pero lo que no pueden hacer es empobrecernos a los demás para hacerse ellos más ricos. El problema fundamental no es que ellos se enriquezcan, sino que a nosotros nos olvidan. El rey y los caballeros importantes les apoyan a ellos, que no está mal , siempre y cuando apoyasen también a los demás. Ellos se nos llevan el agua, pues nosotros

La utd•zac1ón de la palab!"a "uebos" es muy d1f•cd y solamente las personas CL •as saben hacerlo Esta palabra v1ene del latín y tamb1én era emp!eada en cas•ellano ant1guo y quie~e dec1~ "neces1dad" Es dec1r la frase uebos de pelear" quiere decir "11eces dad de pelear" Algunos m •·ustros del rey no sabíc;n, n1 saben u+1hzarla.

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les haremos sentir la falta de algo fundamental, para que entiendan cómo nos encontramos nosotros sin agua y con pocos recursos. Así se sentarán a negociar. Todos estaban callados oyendo a Mariana.

-¿Qué es fundamental? -Dijo el Unicornio. Mariana sin contestarle directamente les hizo una pregunta a todos.

-¿Qué es más importante para los seres vivos, el agua, la comida, la afectividad o el aire.

-Creo que hay cosas que, como desde que nacemos las tenemos siempre a nuestra disposición, no les damos importancia. Sólo se valoran cuando nos faltan, como nosotros ahora el agua. -El agua ya nos la han quitado ellos a nosotros. -Dijo el Unicornio. -Ellos con verse así mismos, tienen suficiente, no necesitan que nadie sienta amor o cariño por ellos. Son solitarios y huraños. -Dijo el Leocentauro. -Podemos no venderles comida. -Dijo el dragón culebra. -Pero irían a comprarla a otro sitio y todavía seríamos más pobres.-Replicó el Leocentauro. -No nos queda más que quitarles el aire. ¿Pero cómo? -Dijo el León Cerdo. Mariana que estaba callada, oyendo como todos participaban y opinaban, les dijo,

-Quitarles el aire no podemos, pero si es posible enrarecérselo, es decir hacer que sea imposible respirarlo, y de eso, León Cerdo, tu sabes mucho. ¿Dónde tenéis vuestras letrinas?. Todo lo más lejos posible de vuestras casas, ¿verdad?, ¿por qué?. La respuesta es evidente. -Entonces, qué nos propones, Mariana. -Dijo Medrano.

-Que traslademos las letrinas de todos los animales a los respiraderos de la mina. Que conduzcamos todos los purines y restos de olores desagradables a la mina, de tal manera que sea imposible trabajar en ella. Si la mina se para, los Grifos negociarán.

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(Q:odos los seres comenzaron a reírse de tal manera que en todo el bosque se oyó el griterío y comenzaron a llegar más y más gentes, animales y seres. Conforme se iban transmitiendo la idea de Mariana el ruido se hacía mayor y mayor. Mariana les mandó callar y continuó. -Tened en cuenta que con esto no se ganaría la disputa. Hay que pensar en alguien que conozca bien el funcionamiento del bosque y que pueda ir a hablar con el rey, el único que puede resolver el conflicto. Necesita conocer bien el bosque porque tendrá que explicar muy bien, cómo la falta del agua distorsiona el normal funcionamiento del bosque, que durante siglos ha hecho que sea tal como es. Por otra parte tendrá que saber cuáles son los recursos, para proponer alternativas de trabajo y que las personas puedan vivir en sus hogares sin necesidad de marcharse a la mina o arruinar el bosque. Y por otra parte tendrá que conocer a los Grifos, tan astutos y agresivos. Sireno, como buen conocedor del bosque y sus habitantes, dijo rápidamente:

-Sólo conozco a una persona que reúna esas condiciones: El Cetrero. Conoce el bosque y sus recursos perfectamente y como cuidador y domador de águilas conoce como nadie a los Grifos y a los seres de su calaña.

-Me parece una elección perfecta. Dijo Mariana. -Tendremos que repartirnos el traba­jo. La Sirena y el Leocentauro que lo busquen, y le cuenten la situación al ce­trero. Los demás, iiOperación letrinas!!

Nuestros dos amigos, fueron en primer lugar a Albarracín, pero allí no estaba. Les dijeron que tal vez estaba en los cortados del Tranco, probando unos halcones. Se fueron para Villel y allí lo localizaron. Al saber que podía enfren­tarse dialécticamente a los Grifos se entusiasmó. El Leocentauro le explicó que tenía que esperar a que la "opera­ción letrinas" diera resultado y una vez que los Grifos hubiesen aceptado la negociación lo avisarían para ir a hablar con el rey.

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,fRH'ientras, los trabajadores de la mina comenzaban a notar algo extraño. m;: 7a situación, comenzaban a salir de la mina, y los Grifos a protestar.

-No queréis trabajar. iQué es lo que os pasa!. -Pasa, que huele muy mal dentro de la mina, no se puede respirar. Es inso-portable. Entrad vosotros y lo comprobaréis. -No no, nos fiamos de vosotros . ¿A que huele?. -iHuele a mierda pura!. -Habrán sido los seres del bosque. No nos quedará más remedio que hablar con ellos. Los Grifos mandaron emisarios y la Sirena, Medrano y Ramón fueron nueva­mente al Collado de la Plata, contentos porque su plan daba resultado.

-Os compramos el agua. -Dijeron los Grifos, en cuanto estuvieron lo sufi­cientemente cerca para que los oyesen. -No. No queremos que paguéis el agua, porque sabemos que no sería a vuestra cuenta, sino a la de los trabajadores que contratáis. Queremos que vengáis a negociar ante alguien imparcial y con los representantes que nombréis. -¿Quién será la persona imparcial?. -Serán dos, el rey y la reina. -Pues nosotros mismos nos representaremos. ¿y a vosotros?. -El Cetrero.

-Allí nos veremos. La Sirena voló todo lo rápido que pudo en busca del Cetrero. A los dos días una gran parte de las personas y los seres del bosque estaban a las puertas del palacio. El Grifo rojo y el Cetrero estaban delante del rey y de la reina. Cada uno expuso sus argumentos y el rey dijo: -Tú, reina, ¿qué opinas?. -Creo que la mina está ocasionando un perjuicio al resto del bosque. Han rea-lizado muchas inversiones, pero no todo el dinero era suyo, les han ayudado bastante. Sin embargo, no se ha realizado ninguna mejora en el resto del bosque. No es bueno centrar todo el futuro de una población en un recurso que puede fallar. Por otra parte el bosque está deteriorado, no se plantan árboles nuevos, no hay buenos caminos, se escatiman las escuelas, los her­bolarios y las oficinas de botica. Y de todo esto tienes parte de la culpa tú, mi rey; y tu padre, y tu abuelo, y tu tatarabuelo , y ... -Calla, calla, que me duele la cabeza- dijo el rey. Pues da tu una solución a estos habitantes del bosque, mi querida reina. -La solución podría empezar porque cada uno dijera a lo que está dispuesto a renunciar para llegar a un acuerdo.

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:f.:¡ 1 Cetrero sabiendo que los Grifos no querrían renunciar a nada se ade­lantó diciendo:

-Los habitantes del bosque, están dis­puestos a ceder parte del agua, pero a cambio quieren que con parte del beneficio de la mina, se restaure el bosque y se creen negocios conjuntos. Por ejemplo la construcc ión de ca­rros, trillos, arados, y otros apeos de labranza en los que intervienen piezas de hierro y de madera. De esa manera le daremos más valor a la madera y no tendremos que talar tantos árboles. Los herreros podrán trabajar en sus for jos y los carboneros harán carbón, pero no para venderlo a otros lugares, sino para util izarlo en las forjas del bosque, con lo cual la explotación de

los bienes del bosque será menor, pero con un mejor rendimiento económi­co. La reina dijo:

-Me parece muy bien tu propuesta, Cetrero. Y tu que dices Grifo . Al Grifo rojo, ante esta situación y viendo que el rey, "su amigo" , no le apo­yaba, no le quedó más remedio que aceptar la propuesta. Salieron a las murallas del castillo donde esperaban impacientes todos los seres y personas que habitaban el bosque. El Cetrero les contó cómo había transcurrido la negociación y si bien al principio se quedaron un poco decep­cionados porque esperaban una derrota completa de los Grifos, poco a poco fueron dándose cuenta que con la solución alcanzada todos salían beneficia­dos y ninguno perjudicado especialmente. El bosque seguiría su curso, pero aprovechado de una manera rac ional.

A la mañana siguiente, Medrano se montó en su caballo, Ramón se subió con él y tomaron rumbo a Teruel. Habían pasado siete días en los pinares de la Laguna Grande y volvían a sus casas contentos. No hablaban, sólo pensa­ban en lo que había pasado en los últimos días.

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llamón tenía su mente fijada en el Unicornio. ¿cómo podían decir los li­bros esas cosas de ese animal?. ¿cómo podía él, haber pensado en capturarlo para hacerse famoso?. Ramón había cambiado. Ya no quería guerrear, ni que lo conocieran los demás por sus hazañas en otras tierras lejanas. A partir de ahora quería conocer a todos los seres que vivían por los alrededores de Teruel; no se creería lo que le dijeran acerca de cosas malas de los seres del bosque, y sobre todo se dedicaría a intentar resolver los problemas en los que él pudiese ayudar: "quería ser amigo, no enemigo". Por su parte, Medrano, que estaba preparado para ir a Oriente a guerrear en la Cruzada, pensó que no, que ya no iría. Que había otros problemas que también merecían su atención y podía hacer felices a otras personas y an i­males ayudándoles. Cierto, que había problemas en lugares lejanos, pero que había que dedicar más tiempo a los problemas que se saben reales y no fiarse demasiado de los que querían resolver los problemas "dudosos" de otros, sin haber resuelto los suyos propios.

<:!:on sus pensamientos, nuestros amigos, llegaron a las puertas de Teruel. La gente les aplaudía, porque sabían ya la noticia de lo ocurrido en el bosque. Ramón seguía pensando. Ahora llegaré a casa y me tendrán preparada la co­mida que más me gusta; tengo unas ganas de dormir en mi cama; les contaré a mis amigos todas mis aventuras ... , y con estos pensamientos en su cabeza, sin bajar del caballo de Medrano, notó una soberbia colleja y oyó la voz de su madre que decía:

-iVas a ver tu, sinvergüenza, una semana sin aparecer por casa!. iTe vas a enterar!. iVas a dormir una semana con los cerdos y sólo te voy a dar de comer col con patatas!.

Lo de los cerdos no le importaba mucho, ipero lo de la col!, eso era insopor­table.

Pero bueno, Ramón había vuelto a su casa y a la realidad, aunque jamás olvi­daría a los animales de los bosques fantásticos de Teruel.

fin

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LOS ANit-.IALES DE LOS BOSQUES FANTÁSTICOS DE TERUEL

1 ntroducciún

Uno de los objetivos fundamentales en los que se ha de centrar la formación actitudinal de nut!stras h1jas e hijos es la danficación de valores; es decir, los esfuerzos han de centrar~e -~n ayudarles a descubrir argumentos que les pem1itan ser coherentes entre su pensamiento y -;u comportamit!nto real. Para alcanzar este! objetivo es preciso trabajar con ejemplos cnncn:tos dado que el trabajo en abstracto de este tipo de contenidos suele conducir a un aprendizaje memorístico de lo que se considera bueno o malo, pero que no hace reflexionar acerca de cuál sería nuestro comportamiento en un momento concreto. Las situaciones reales que se dan en nuestra sociedad, suekn ser muy compleJaS y en ellas interfieren muchas \ariablt:s por lo que suele ser más a apropiado trabajarlas. mediante simplificaciones o :malogías que permitan manejar una menor cantidad de variables y que faciliten !:1 J1scus1ón y la toma de decisiones, respectn a un posible! comportamiento, de una forma más sencili.L

El 'Trasvase del Ebro'·, independientemente de nuestra opimón, en la que para e\itar ~ubjeti\idades hemos de intentar excluir nuestras tcndt!ncias o "afinidades simpáticas", está oc:.~sionando, de antemano, un pe1juicio inevaluable a una gran cantidad de nuestros/as Jmenes que oyen discutir de asuntos realmente complejos y de los que se vit:rtcn distintas op11110nes atendtendo al lugar geográfico dc::sde el que se realiza c:!l juicio. ¡Mal planteamiento¡ Los enfoques radicalmente opuestos nos suelen ofrecer situaciOnes pt!rversas desde !\U nacimiento, que :.~dem<Ís, tarde o temprano encontrarán solución en un lugar intermedio, pero con, no se sabt: qué perjuicios.

Las situaciones bélicas no hacen mas que recordarnos lo amigos que suelen ser los niños, mas que las nnias. a la utilización de las armas y a las pelt:as en las qut: mtervienen tnstntmc:nlos aJenos al propio cuerpo. Cieno es, que muchos de nosotros nos educamos en ese ambiente y por suerte. no tenemos ya de adultos, esa tendcm:ia; pero la evidencia es que a no todo e l mundo le afectan igual las mismas vivencias, y el ambiente lo hace, si no todo, ;ast todo. Tal vez st!a preciso recordar una idt!a que han puesto de mantfiesto di ver!->o~ .tutort:s importames y entre ellos K. Lorenz:

"Cuando una espt:cie animal, durante su larga historia evolutiva, desarrolla un arma tal que puede matar dc:: un golpe a otro individuo de su especie, debe desanollar. paralelamente a dicha arma, cierta forma de inhibición social que impida e l uso de dicha arma para no poner en peligro la supervivencia de dicha especie." (Lorenz, 1975 ).

Las personas hemos desarrollado nuestra '"wpuesta inteligencia'· demasiado rúpidamente. S1n embargo esos mecanismos de inhibición hacia nut:stra especie no se han tdo

desanollando a la misma velocidad y somos capaces de atrocidades con los nuestros, que serían Impensables en el más cruel de los animales que podamos pensar.

Otro aspecto, que se pretende potenciar con la narración, es la valor::~ción, a través del conocimiento, de nuestros valores culturales incluidos en ellos los históricm, artísticos y naturales. Para intentar conseguirlo se introducen como protagonistas del cuento, personajes y ammalcs que aparecen en las pinturas de la techumbre de la Catedral de Teruel.

La htstoria

A parltr de esta inicial fundamentación. en la hi~lona de "Los animales de los bosqut:s f::~ntásltcos de Teruel" se pretende factlitar ese tiempo de discusión en grupo y el aprt!ndltaje a partir de una mmación c¡ue se desarrolla en unos parajes reales cercanos a Terud ciudad: el triángulo formado por Albaracín, Teruel y Vi llcl, en el que se enmarcan la Laguna de Bezas, llamada en el cuento Laguna Grande. y el Collado de la Plata: así como el entorno de los pinares del Rodeno.

[Ramón es un joven turolense que quiere hacerse famoso como guerrero. Oye que en un lugar cercano a Teruel hay un animal terrible, el unicornio. Es la oportunidad para conseguir lo que é l quiere. Se encamina hacia donde a oído que vive el animal y allí comienza a ver seres extraños que nunca había visto.!

En esta parte de la historia nos encontramos con un Ramón que desea ser. lo que su entorno le dice que es lo mejor: 1 Iacerse guerrero y como consecuencia de sus hazañas, famoso. No ha salido mucho de su pueblo o al menos, no conoce otras culturas, otras gentt:s, otros seres. Conforme va sabtendo acerca de ellos, los va comprendiendo, queriendo y haciendo los problemas de ellos, suyos.

[Lo~ bosques fantásticos, porque son imaginarios y por los seres que habitan en él, tienen una serie de problemas causados por un desajuste poblacion:.~l. Lo que antes estaba .:quilibrado por el transcurso del tiempo, se desajusta debido a la posibilidad de nqueza en un lugar concreto y el desplazamiento de la población. Esa población requiere recursos como el agua, que al ser conducida deja desabastectdo al resto del bosque.]

Un problema de nuestro país. Determinadas zonas al amparo de mejores recursns econúmJcos, debidos a la propia climatología, demografía. inversiones estatales, privadas, o causas di versas, se han desarrollado mucho más que otras. Estas zonas necesitan m:ís recun,os, entre ellos el agua. Los grifos, animales fantásticos a los que atraen las cosas brillantes como el oro, las joyas. las nquezas, explotan una rnina, el Collado de la Plata. que atrat: a gran parte de la población del bosque; la ganancia no está lo suficientemente asegurada para los trabajadores. Quienes seguro que ganan son los que diseñan la

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explotación. Ya lo dtce el profesor Ramón Margalef. el ecólogo español más eminente: La naturaleza ahorra su energía sobrante en una matena como es la madera. Las persona) invierten sus riquc::zas c::n hormigón. En este caso en las fases intermedtas también se Ya desprendiendo energía. La idea que se pretende que: prevalezca es que los grifos son c::mprendedores. ttenen iniciati' a, y aunque hayan recibido ayudas extras de sus amigos para poder explotar la mtna, ttenen derecho a esa explotación. Pero para solucionar e~ta situación, que para las gentc:s del bosque es injusta. requiere de un equilibrio al que solamente pueden ayudar los que han facilitado el desequilibrio, es decir, los mandatarios. En cualquier caso, cuando existe una disputa entre dos colectivos con intereses aparentemente contrapuestos suele ser necesaria la intervención de un tercer colectivo. En el easo que plantea el cuento. serán los reyes, autoridades más habi tuales en la época en la que se desarrolla el cuento.

[Antes de que aparezcan lu~ reyes en la narracHín, surge lvhmana. En su intervención da la solución para que lol> grifos n;capaciten y se vean obligados a una negociación de la que en un principio no eran partidarios!

En este punto apm·eee la necesidad de cubrir, de solucionar, de una serie de "necesidades" a Jo latgo de la vida de las personas (Teoría de las Necesidades Jerárquicas de Abraham MaslO\\). Estas necc::sidades están escalonadas, y van apareciendo a lo largo de la vida. Algunas de c::llas. si quedan cubiertas, no llaman la atención, son las de los primeros pddaños, las que aparecen y se cubren desde un pnncipio: Son el aire, el agua, la comida. el amor (además en este orden). Cuando faltan, o se enrarecen, nos impiden un desarrollo jmto

NECESI DADES DE AVTORREALIZACIÓN

Dar lo que uno/o es copoz

NECESIDADES DE ESTIMA Valía. éxito, prestigio

NECESI DADES DE ACEPTACI ÓN SOCIAL Afect o. amor , amistad, per tenecer

NECESIDADES DE SEGURIDAD Prot ección contra el daño

NECESIDADES FISIOLÓGICAS Aire. agua, alimentación

En cualquier caso para cubrir estas necesidades siempre será necesario que haya justicia e igualdad: libertad de expresión, de acción y de comportamiento para poder aprender y det"c::ndc:rse de las posibles agresiones.

[Ante el problema planteado en el bosque y viendo el cariz que toma, los que se conSilkr;_¡n más débiles buscan ayuda, amedrentados por los más fuertes. los grifos. En la narractún se presentan. el rey y la reina. como los pc::rsonajes imparctales. que han de resolver el conflicto.]

Los grifos conscientes de su fortaleza, se permiten el fanfarronear. En este punto se ha introducido la frase, "No tenéis uebos", en alusión a otra ya famosa. El empleo de tacos por parte de los niños/as es más habitual de lo que en sus casas puede parecer. Los conocen y los pueden utilizar o no, pero hay que plantear los aspc::ctos históricos, etimoll>gtcos y culturales. allá donde se pueda o se considere oportuno. para regular o incluso desbaratar su empleo inchscriminado. Asimismo, se saben amigos del rey. Pero la reina. sabe hacer meJor justicia que su esposo: está menos contaminada por el exceso de poder. Se ha qucndo introducir en el cuento dos aspectos que se pueden entender como una sutil discriminactón positiva hacia las mujeres, justas, Inteligentes y valientes. El citado de la n.:ina respecto al rey es uno: otro sería la aparición Mariana. Cuando todos los protagonistas est:ln colap~ados por los problemas, aparece ella, que les da una lección de serenidad y conocimiento.

Otras acti' idades

Las actividades que se sugieren a lo largo del desarrollo de la historia son d1versas. y tal como se puede imaginar son una muestra de las posibles atendiendo a las necestdades u objetivos de la situación en la que se plantee la actividad.

POSIBLES ACTIVIDADES PARALELAS A LA LECTURA DEL CUENTO

El dibujo del plano se ha pensado para dcsanollar algunas habilidades de oriemaci(m sohrc:: él. o sobre una situación real en el campo. con los diversos planteamientos que ello puede acarrear. La elaboraetón de tinta a partir de las agallas de roble y minerales de hierro, se ha considerado oportuno por lo motivante que es para las niña~ y niños de estas edades. Todas las materias primas se enmarcan en el área geográfica, facili tando tanto la fabricación de la tinta como la del tintero. una oportunidad para el conocimiento del ciclo biológico. la metamorfosis. de algunos insectos, así como la comprensión del origen de las agalla~ -:onfundidas, en ocasiones, con los frutos de los melOJOS o rebollos. Los aspectos heráldicos. también introducidos mediante los escudos de los caballeros que aparecen en la htstoria, han de cubrir también ese gusto por la pintura y ese interés por el simbolismo y por el origen familiar.

Teruel, febrero de 2004. ASOC IACIÓN CULTURAL VIVIR CON EL RÍO.

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Los animales de los bosques fantásticos de Teruel.

Los personajes protagonistas de esta historia están extraídos de las pinturas de la techumbre de la Catedral de Teruel. Son dibujos que en la actualidad están datados aproximadamente de 1300, aunque algunos de ellos han sido restaurados en fechas indeterminadas,

©Las autoras y los autores Dibujos: Techumbre de la Catedral de Teruel Mapa de la Laguna Grande: Natalio Gómez Pérez Edita e Imprime: Aragón Vivo, SL Autores: José Carrasquer Zamora Ángel Pueyo Izquierdo Gloria Vicente Romero María Victoria Álvarez Sevilla Cristina Martínez Simón Colaboradoras/es: Alumnado de la asignatura "Educación para la Salud" de la Escuela Universitaria de Magisterio de Teruel. Universidad de Zaragoza. Curso 2002-2003: Marta Almazán Delgado María del Carmen Almudí Gálvez María Álvarez Apellániz Rosa María Arnau Marco Laura Báguena Gimeno María Belén Bonanad Lozano Elena Burgos Casinos Raquel Calero Noguera Laura Esplugas De Velasco Natalia Gómez Santiago Lorena González Civera Elena Gormaz Montañés María Rosario Górriz Pérez Bosco Jover Andreu Marisol Julve Barea Juan Manuel Mallén Mateo Natxo Muñoz Pons Ana Oliver García Diana Ruiz Maza María del Carmen Sánchez Semitiel I.S.B.N: 84-933424-2-4 DL TE-1-2004 Teruel, abril de 2004