LOS ASESINATOS DE LA CALLE MORGUE..docx

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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE APIZACO. INGENIERÍA ELECTRÓNICA TALLER DE INVESTIGACIÓN 1 RESUMEN Y MAPA CONCEPTUAL. ENTREGA EL 12 DE MARZO DEL 2013 GUSTAVO GUTIÉRREZ MATAMOROS ADRIÁN LUNA PALMA. VÍCTOR ARISTEO LERMA RAMÍREZ.

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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE APIZACO.

INGENIERÍA ELECTRÓNICA

TALLER DE INVESTIGACIÓN 1

RESUMEN Y MAPA CONCEPTUAL.

ENTREGA EL 12 DE MARZO DEL 2013

GUSTAVO GUTIÉRREZ MATAMOROS

ADRIÁN LUNA PALMA.

VÍCTOR ARISTEO LERMA RAMÍREZ.

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LOS ASESINATOS DE LA CALLE MORGUE.

La resolución que puede poseer una persona es gracias a los estudios matemáticos, y a esta importantísima rama de donde se pueden obtener operaciones previas, se le llama análisis. Pero calcular no es lo mismo que analizar. Un jugador de “ajedrez” puede hacer una de esas dos cosas sin esforzarse por hacer la otra. Sin embargo en mi opinión las “damas” requieren de más altas facultades de inteligencia, en este juego los movimientos de las piezas y con diferentes valores, se toma por profundo lo que en si solamente es complicado. La atención en el ajedrez trabaja aquí poderosamente pues un solo instante de distracción puede hacer que te equivoques y vayas en retroceso o en su defecto pierdas el juego. Entonces el que gana aquí es la persona que más se concentra y no el más perspicaz. Sin embargo en las damas los movimientos son únicos y casi no varían, aquí no se requiere de mucha atención pero si de ser muy perspicaz.

En el juego de naipes los hombres con alto grado de inteligencia encuentran en este juego un deleite que no pueden explicarse dejando atrás el ajedrez por su superficialidad.

Un jugado de naipes examina la fisonomía de su contrincante y la compara con la de los demás contrincantes, considera el modo de repartir cada carta, cuenta triunfo y triunfo y tanto por tanto, puede notar el cambio de expresión en sus rostros conforme pasa el tiempo, nota cada una de sus actitudes como la duda el entusiasmo y todo aquello que puede percibir.

La facultad de análisis no debe confundirse con ingeniosidad, ya que el analizador es necesariamente ingenioso pero el ingenioso no es analizador.

Cuando estuve en París conocí a un hombre llamado C. Auguste Dupin. Nuestro primer encuentro fue en la biblioteca de Montmartre donde la coincidencia de que ambos buscábamos el mismo libro nos puse en una cercana intimidad. Nos vimos a menudo y el me conto su historia familiar por la cual me intereso mucho, me admiraba mucho su amplitud de lecturas y sobre todo la viva frescura de su imaginación. Después de un tiempo decidimos vivir juntos.

En algunas ocasiones yo no podía hacer más que admirarme del talento analítico de Dupin, yo reflexionaba acerca de la antigua filosofía “el alma doble” y me divertía imaginando un Doble Dupin: el creador y el analizador.

Lo que he escrito de mi amigo no es más que una inteligencia exaltada, un ejemplo de ello dará mejor la idea.

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Una noche íbamos caminando por una calle larga y viejísima cada uno iba enfrascado en sus pensamientos pues ya hacia como 15 minutos que no hablábamos, de repente Dupin irrumpió el silencio y dijo:

-Mirándolo bien ese muchacho es demasiado pequeño, y estaría mejor en el Teatro de variedades…

Mi asombro fue profundo y no podía alcanzar a comprender como mi interlocutor sabía exactamente lo que yo estaba pensando.

-En Chantilly- contesto

Ese era el tema de mis reflexiones le pedí que me explicara ¿Por qué método si es que existía alguno pudo entrar en mi espíritu? En realidad yo estaba más sorprendido de lo que hubiera querido confesar.

Y él me respondía fue le vendedor de frutas el hombre con el que tropezamos hace unos 15 minutos. En Dupin no cabía la menor partícula de charlatanería. Me dijo voy a explicárselo `primero vamos a repasar en sentido inverso el curso de sus meditaciones: Chantilly, Orión, doctor Nichols, Epicuro, estereotomía, las piedras en la calle, el vendedor de frutas.

Puede suponerse cual sería mi asombro al escuchar lo que decía mi amigo. Me explico con detalle como llego a cada uno de esos temas y no mucho tiempo después de esta conversación, estábamos revisando una edición de la tarde la “Gazette des tribunaux”, cuando llamaron nuestra atención los siguientes párrafos:

“Extraños asesinatos. Esta madrugada alrededor de las tres, los habitantes el Quartier Saint-Roch fueron despertados por una serie de espantosos gritos, que salían del cuarto piso de una casa de la calle Morgue, la cual estaba únicamente habitada por madame L’Espanaye y su hija Camile L‘Espanaye.

Después de varios intentos fallidos pudieron entrar a la casa, unos 8 o 10 vecinos y dos gendarmes, y en ese instante los gritos pararon, y escucharon unas voces que parecían estar discutiendo airadamente, y cuando iban subiendo las escaleras por el segundo piso dejaron de escuchar las voces, llegaron al cuarto piso, su sorpresa al entrar fue que el cuarto estaba en completo desorden, los muebles rotos, esparcidos en distintas direcciones, no quedaba nada más que el armazón de una cama, todo lo demás estaba destruido. Sobre una silla se encontró una navaja de afeitar llena de sangre y también unas guedejas de cabello humano canosos que parecían haber sido quitados de raíz entre otras cosas y dos talegas que contenían cuatro mil francos en oro”.

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De madame L’Espanaye no se encontraba rastro hasta que adentrándose más al lugar y buscar en la chimenea estaba el cuerpo de su hija que mostraba numerosas escoriaciones por la violencia con que había sido tratada, también tenía heridas causadas por uñas que parecía como si hubiera sido estrangulada.

En un patio enlosado fue hallado el cadáver de la anciana con la garganta rebanada de tal modo que cuando levantaron el cuerpo la cabeza se desprendió.

El diario del día siguiente decía esto:

La tragedia de la calle Morgue. Gran número de personas han sido interrogadas acerca de este horrible y también extraordinario asunto, sin conseguir nada que nos diga quien fue el autor.

Varias personas fueron interrogadas sobre este asunto y cada uno dio su versión todas coincidían en que la voz de una de las personas era francesa y masculina, y que la otra no se distinguía el idioma ni qué tipo de voz era si era de mujer o de hombre.

Mi amigo Dupin parecía muy interesado en este asunto. Él decía que no podíamos pensar en hallarlo a través de los interrogatorios de la policía de Paris que eran superficiales.

También me dijo en cuanto a esos asesinatos, vamos a iniciar algunas investigaciones por nuestra cuenta, será un pasatiempo bueno. Visitaremos el lugar de los hechos. Conozco al prefecto de la policía y no será difícil conseguir el permiso. Conseguimos el permiso y fuimos a la calle Morgue. Llegamos por la parte de atrás del edificio, y Dupin examinaba todos los alrededores de la casa cuyo fin no podía comprender. Después decidimos entrar por la fachada del edificio mostramos los permisos y los agentes nos dejaron pasar

Muchos vecinos coincidían en que las dos mujeres tenían una vida muy retirada y, que no sabían si ellas tenían familiares vivos, además de que nunca abrían las ventanas, excepto las de la gran sala del cuarto piso.

Isidore Muste dijo que le llamaron cerca de las 3 de la madrugada y cuando llego había muchas personas tratando de entrar pero el abrió la puerta, al entrar escucharon angustiantes gritos, y al llegar al primer piso escucharon a dos personas hablando. Decía que una de las voces era un francés.

Henri Duval dice que la voz era de un italiano y no de un francés.

Odenheimer dice que pasaba por el lugar y escucho los gritos, dice que la voz era de un francés y que pudo reconocer las palabras “sacre, diable” y “mon Dieu”.

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Jules Mignaud declaro que la señora tenía mucho dinero y que continuamente depositaba a su cuenta, y 3 días antes de su muerte retiro 4,000 francos en oro.

Adolphe le Bon declaro que acompaño a la señora a su casa con el oro y al llegar a su casa la hija abrió y tomo una de las talegas de oro y la señora tomo la otra, entonces él se fue.

William Bird dice que escucho las dos voces como si estuvieran en una riña y que una de ellas era alemana y era mujer.

Alfonso Garcio dice que entro a la casa y que no subió pero si escucho las voces y que una era de un francés y que la otra era de un inglés.

Alberto Montani dice que una de las voces era rusa.

Paul Dumas quien es médico fue a examinar los cadáveres. Concluyo que la señorita había sido estrangulada, pero con la madre no sabía que había pasado ya que tenía todos los huesos de lado derecho destrozados y la cabeza desprendida.

La policía no tenía ningún rastro del culpable o de los culpables aunque después Adolphe le Bon fue detenido y encarcelado, pero no acusado del crimen.

Dupin estaba muy interesado en el caso aunque no comentaba nada, solo hasta que encarcelaron a le Bon.

Dupin decía que la policía no era astuta y que no podría resolver el caso, entonces decidió tomar el caso por su cuenta junto con el autor. Lo primero que hicieron fue ir al lugar de los hechos, lo cual no fue difícil ya que Dupin era amigo del perfecto de la policía.

Cuando llegaron al lugar primero fueron a la parte trasera del edificio donde Dupin examinaba con gran minuciosidad el lugar. Después entraron al edificio y fueron a la habitación donde todavía estaban los dos cuerpos y donde habían encontrado a la señorita, Dupin analizo minuciosamente todo y después fueron a las otras habitaciones y al patio. Los dos se fueron hasta el anochecer, pero fue hasta el siguiente día cuando Dupin pregunto al autor si había notado algo raro.

Dupin comenzó a decir que la policía se había sorprendido con el caso y que este era muy fácil de resolver y, que él ya había llegado a la solución. Después dijo que estaba esperando a una persona que podría estar involucrada y podría resolver el caso, pero podría no venir o si venir, y que si venia lo retendrían con sus armas. Después Dupin dijo que los asesinos habían sido aquellas voces que discutían, y volvió a preguntar si había notado algo raro al autor.

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El autor dijo que todos los testigos habían coincidido en que la voz grave era de un francés, entonces Dupin dijo que ahí estaba la evidencia.

Después de una plática Dupin llego a la conclusión de que los asesinos habían escapado por una de las ventanas traseras.

Después de examinar la segunda ventana se descubre que en ella se encontraba otro clavo similar, y todo intento por subir el bastidor es en vano, la policía quedo convencida de que no se podía haber efectuado la fuga por ahí y por consiguiente se y por ello decidieron no seguir investigando por ello no se percataron de un secreto que contenía la ventana, al extraer uno de los clavos se descubre un curioso mecanismo basado en un resorte, se concibe la idea de que los asesinos escaparon por ahí. Al analizar las dos ventanas y descubrir que las dos, contaban con un clavo similar y después de analizar los clavos descubrí que era un mecanismo el cual permitía, abrir la ventana y después cerrarla, con la peculiaridad de que no se notaría que; el clavo fue cortado y vuelto a poner en posición para evitar ser descubiertos. Al descubrir esto se dedujo rápidamente, el asesino se fugó por la ventana.

¿Pero cómo es que descendió por la ventana?, se descubrieron unos ferrades, a una altura de 5 pies con celosía los cuales estaban abiertas hasta cierto ángulo, lo que reducía la altura de la ruta de escape y con la ayuda de la cadena del para rayos era muy factible esa ruta.

Después de analizar la escena del crimen y tomando en consideración que el cabello fue arrancado de una manera brutal y así mismo que el acento del asesino es uno jamás antes escuchado, se descartó que fuese un ladrón y se cree que fue un orate de una casa vecina. Pero incluso se desmiente eso debido a que hasta en un orate se entiende claramente en su dialecto óseo que tenía coherencia.

Se encontró un mecho de cabello pero al parecer no era humano, se cree que es de orangután con el salvajismo y la ferocidad como para cometer esta clase de asesinatos, tomando en cuenta un esbozo de que realizaron con la ayuda de los testigos se cree en lo antes mencionado.

Poco después se escucha que e se había atrapado a un orangután de la especie de Borneo, y la condición para recuperarlo es que pague algunos daños así como pagar su manutención.

A demás se descubre otra pista, un lacito el cual muy pocas personas saben anudar, además no pertenece a ninguna de las víctimas. Después de analizar al dueño y posible asesino se escuchan unos pasos en la escalera, se preparan con sus armas, al llegar la persona hasta el lugar de la habitación toca y al entrar

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descubrimos que se trataba de un marino; de peculiares características, el cual venía a reclamar al orangután. Al descubrir que el animal se encontraba bien, el marino dijo que daría una buena recompensa, por haber capturado al animal. Pero el detective solo pidió como recompensa el marino dijera todo lo que sabía de los asesinatos en la calle Morgue.

El marinero al escuchar eso se puso de pie y tomo su garrote con ánimos de agredir a los detectives pero en el acto mismo, el marinero soltó un suspiro y dejo caer en el sillón y aseguro no ser culpable de ninguna de esas atrocidades y acepto confesar lo que sabía aun acosta de su vida.

En resumen dijo que él era el dueño del orangután después de regresar de un viaje al archipiélago, pero no solo él era el dueño sino que además tenía un compañero pero este desafortunadamente había muerto, así que él se convirtió en el dueño único y legítimo. A pesar de la ferocidad del animal logro encerrarlo en su domicilio. Pero este escapo un día en el cual el marinero se fue de juerga con sus amigos, al regresar a su domicilio se encontró con el orangután con una navaja de afeitar en su posesión. El marino tomo un látigo, arma con la cual había domado al animal; pero este al ver el látigo, escapo aun en posesión del arma blanca, aun después de perseguirlo con desesperación no podía alcanzarlo. Después de un rato en una callejuela de tras de la calle morgue, una luz atrajo al animal en efecto era la habitación de madame L’Epanaye, el animal con movimientos ajiles y comprobando la teoría del detective entro por la ventana tomo a madame L’Epanaye y con la navaja de afeitar hizo movimientos como de barbero pero al escuchar los gritos de la anciana por arrancar el mechón de cabello el animal con una fuerza sorprendente casi arranco la cabeza de la anciana y después arremetió contra la nieta, enterrando sus afiladas garras y sin aflojar hizo que la mujer perdiera el conocimiento y así la vida.

Tiempo después el dueño del animal lo capturo y pudo conseguir una buena suma de dinero, mientras que al dependiente bancario inculpado se le dejo en libertad después de que los detectives contaran con el despacho del prefecto de la policía. Aquel funcionario sorprendido por el giro que tomo el caso exclamo un par de frases sarcásticas acerca de la falta de corrección de las personas que se entrometían en sus funciones. Pero de cierto modo agradaba a “Dupin”. Debido a su peculiar talento de alcanzar la fama se refería a “negar lo que es y explicar lo que no es”.

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MAPA CONCEPTUAL.

LOS ASESINATOS DE LA CALLE MORGUE.

Tema centrado en investigación,

intelecto y análisis estratégico.

Personajes sobresalientes autor (narrador), August

Dupin

Grandes amigos analíticos y

fi lósofos.

Se enfrascan en resolver un

asesinato.

Variables del caso.

Testimonios, mujer estrangulada y anciana casi decapitada.

Incriminan al bancario Adolphe le

Bon.

Escena del crimen.

Dupin analiza la escena del crimen

Descubre mecanismo en ventana.

Crea hipótesis de caso.

Espera una persona

clave en el caso

Marino afirma hipótesis y explica el asesinato dando a conocer que el asesino es un orangután.

Marino captura al orangután tiempo después, se encuentra inocente a Adolphe le Bon se resuelve el caso.