Los Crímenes de La Deuda. Deuda ilegítima

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LIbro escrito por Laura Ramos

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  • Los crmenes de la deuda

  • Los crmenes de la deuda

    Laura RamosObservatorio de la Deuda en la Globalizacin

    Prlogo de ric Toussaint

    Deuda ilegtima

  • Editado por el Observatorio de la Deuda en la Globalizacin. Ctedra UNESCO en sostenibilidad de la Universitat Politcnica de Catalunyawww.observatoriodeuda.org

    Autor: Laura Ramos ([email protected])

    Ilustraciones: Ana laura de la Fuente ([email protected])

    Revisin de contenidos: Iolanda Fresnillo ([email protected])

    Revisin de estilo: Jlia Estadella

    Diseo de la cubierta: Muntsa Busquets

    De esta edicin Icaria editorial, s.a. Arc de Sant Cristfol / 08003 Barcelona www.icariaeditorial.com

    Primera edicin: marzo 2006ISBN: 84-7426-853-2Depsito legal:

    Impreso en Romany/Valls, s.a.Verdaguer, 1, Capellades (Barcelona)

    Impreso en papel reciclado.Printed in Spain. Impreso en Espaa. Autorizada la copia, reproduccin y difusin de los contenidos de este libro, siempre y cuando se citen las fuentes y no se utilice con fines comerciales.

  • ndice

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

    1 . La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

    A qu nos referimos cuando hablamos de la ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur? 14

    Qu proponen los movimientos sociales ante esta denuncia de ilegitimidad? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

    Quin determina lo que es legtimo e ilegtimo: la voz de la soberana ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    2 . Deudas ilegtimas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

    Deudas ilegtimas. Prstamos ilegtimos . . . . . . . . . . . . 20

    Vas de anlisis para determinar si una deuda es ilegtima o no lo es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Primera va: la conducta de los acreedores . . . . . . 22 Segunda va: circunstancias de contratacin . . . . . . 24 Tercera va: trminos del contrato . . . . . . . . . . . . . 36 Cuarta va: el destino de los fondos . . . . . . . . . . . 37

    Deuda impagable, ilegitimidad de la exigencia de su pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

    Legitimidad y legalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

  • Preeminencia de los derechos humanos . . . . . . . . . 38 Otras ilegalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Se cometen delitos cuando se generan deudas externas ilegtimas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

    3 . Deudas ilegtimas segn el destino de los fondos 45

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

    Acreedores-financieros quines son? . . . . . . . . . . . . . 46

    Deudas primarias y emergentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

    Deudas primarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 La historia que confirma la hiptesis . . . . . . . . . . 51 Mecanismos que confirman la hiptesis . . . . . . . . 58

    Deudas emergentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 Deudas de opresin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 Deudas de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Deudas de corrupcin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Deudas de lite . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 Deudas de desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 Deudas de salvataje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 Deudas fraudulentas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116

    4 . La doctrina de la deuda odiosa . . . . . . . . . . . . . . . . 121

    Origen del concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122

    Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 La deuda odiosa en la letra de la ley . . . . . . . . . . 124

    La deuda odiosa en el banquillo de los acusados . 126

    Ranking de deuda odiosa por rgimen desptico . . . 131

    Cuando los regmenes despticos caen, se espera que los sucesores paguen las deudas? . . . . . . . . . . . . 131

    Iraq y la deuda de Saddam Hussein . . . . . . . . . . . . . . 133 Perfil de un dictador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133 Identidad de los acreedores-financieros . . . . . . . . . 135

  • 5 . Cancelacin sin impunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

    Bondades del Norte / Cuestionamientos del Sur . . . . . 138

    La propuesta de cancelacin sin impunidad . . . . . . . . . 139 En qu consiste una auditora? . . . . . . . . . . . . . . . 141 Por qu proponemos las auditoras pblicas y ciudadanas de las deudas? . . . . . . . . . . . . . . . . . 142 Imparcialidad y fuerza coactiva de los tribunales de enjuiciamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144 Resultados esperados de la cancelacin sin impunidad 145

    Veintids razones para el NO a la cancelacin sin justicia y NO a la conversin de la deuda . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

    Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

    Sobre la autora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153

  • Presentacin

    Este libro forma parte del proceso de lucha que muchas organizaciones sociales tanto del Norte como del Sur estn llevando a cabo para la abolicin de la deuda externa impuesta a los pueblos del Sur. Como parte de este proceso pretende profundizar el debate y no cerrarlo, presentando interrogantes y perspectivas de anlisis que permitan desenmascarar la vinculacin entre el sobreendeudamiento exter-no del Sur y los intereses de los poderes que gobiernan el mundo. Nuestro objetivo ltimo es el de erradicar esta prctica de sumisin y depredacin que es la Deuda Externa, convencidos de que slo el poder de las organizaciones de base y ciudadanas podrn lograrlo.

    Su contenido es el resultado de la reflexin colectiva del grupo que integra el Observatorio de la Deuda en la Globalizacin (ODG). De las discusiones que acompaaron su redaccin surgieron la delimitacin de los campos de la legitimidad y la legalidad, la definicin de ilegiti-midad de la deuda externa de los pases del Sur, la caracterizacin de las deudas ilegtimas, y la propuesta de su cancelacin sin impunidad as como los fundamentos que la sostienen.

    El libro cuenta con la aportacin de casos, fuentes y datos de quienes participan en el ODG. En particular, de Iolanda Fresnillo sobre las IFI, de Miquel Ortega sobre la agencia CESCE, de Dani Gmz-Olivi sobre los crditos FAD y de David Llistar sobre la deuda de Iraq. Los aspectos legales y poltico-legales han sido enriquecidos por el intercambio de ideas con Hugo Ruiz Daz Balbuena del CADTM. La mirada crtica sobre los mecanismos de desarrollo limpio (MDL) deriva del dilogo reflexivo con Hernn Scandizzo y de su aportacin de material y de datos.

  • 10Presentacin

    Las ilustraciones de Ana Laura de la Fuente son el fruto de diversos encuentros donde hemos discutido sobre el sentido de la narracin y su empeo por sintetizarlo en imgenes.

    El primer borrador fue finalizado en marzo de 2005, de manera que los acontecimientos posteriores, y que tienen relacin con los temas que se tratan, no han podido ser recogidos en el mismo.

  • Prlogo

    Ese libro, muy bien redactado y con una estructura clara como el agua de manantial, sin lugar a duda resultar utilsimo para todos aquellos y aquellas que andan buscando una solucin justa a la problemtica de la dominacin de los acreedores sobre los pueblos de los pases endeudados.

    La obra de Laura Ramos desprende una gran fuerza moral que se fundamenta en la lucha multimilenaria para poner fin a la opresin y la injusticia.

    La gran cualidad de ese escrito radica en que el mismo parte de una diagnosis clara y precisa de la gnesis del endeudamiento de las naciones para desembocar en propuestas que los movimientos socia-les y los ciudadanos pueden apropiarse para ir proyectando posibles soluciones para esta problemtica.

    Con el pretexto de favorecer el desarrollo, los llamados pases sub-desarrollados fueron endeudndose en condiciones tales que la deuda acab convirtindose en un mecanismo permanente de sustraccin de la riqueza creada por los pueblos y la naturaleza.

    En realidad, los acreedores privados o pblicos, bilaterales (los estados del Norte) o multilaterales (Banco Mundial, FMI, y otros), jams tuvieron por objetivo el desarrollo econmico, y menos an el desarrollo humano, de los pases que se estaban endeudando con ellos. Sus objetivos reales eran bien distintos: facilitar el mximo provecho en el caso de los banqueros; asegurarse mercados en el extranjero en el caso de los Estados deseosos de favorecer a sus em-presas exportadoras (fuesen pblicas o privadas); conferirse medios de presin y de chantaje en el caso de los Estados y los acreedores

    ric ToussaintComit pour lAnnulation de la Dette du Tiers Monde (Blgica)21 de diciembre 2005

  • 12Prlogo

    multilaterales, para armarse con instrumentos de dominacin poltica. Objetivos diversos en efecto, pero que en todo caso nada tienen que ver con desarrollo alguno.

    Prstamos para fbricas que nunca entraron en funcionamiento o funcionaron muy poco, prstamos para megaproyectos energticos que destruyen el medio ambiente y conllevan el desplazamiento for-zado de las poblaciones, prstamos para privatizar, prstamos para disminuir las protecciones arancelarias, prstamos para eliminar las subvenciones a los productos y servicios bsicos, prstamos para comprar armas, prstamos para ganar una campaa electoral, prs-tamos para incrementar el IVA, prstamos para conseguir la total libertad de circulacin de los capitales y para garantizar el secreto bancario, prstamos para suprimir el control de cambios, prstamos para respaldar a una dictadura, prstamos sobre los cuales gobiernos corruptos cobran inmutablemente fastuosas comisiones, prstamos para rembolsar los prstamos odiosos anteriores. Todo ello, nada tiene que ver con el desarrollo humano.

    Los que pretenden que esta problemtica es cosa del pasado estn mintiendo. Los nuevos prstamos para reducir la pobreza y favorecer el crecimiento, en realidad, son prstamos para propagar la pobreza ya que las macro polticas que los acompaan destruyen y fragilizan an ms las economas de los pases endeudados.

    En los pases del Sur, las clases pudientes y una parte ms o menos grande de la clase poltica colaboran sin avergonzarse con sistema de endeudamiento pblico. Endeudan a su pas, a su ciudad, a su empre-sa, arreglndoselas para que el pueblo pague la factura. Algunos de ellos, autnticos parsitos, cobran comisin en dos ocasiones: de ida, al llegar el prstamo, y de vuelta, al pago del servicio de la deuda.

    Un gobierno en busca de los medios para garantizar la satisfaccin universal de los derechos humanos, no debera recurrir al prstamo ms que en pequesima dosis.

    La auditoria ciudadana, si la practica un amplio movimiento social, significa la irrupcin de las poblaciones en la escena poltica con el fin de poner en prctica la democracia. Es tan sencillo y ambicioso como eso.

    Laura Ramos nos entrega unas llaves para reinterpretar el universo de la deuda y para abrir las puertas que llevan a las soluciones.

  • La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    1

  • 14La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    Estoy impresionada

    por los avances que

    los pases han logrado en los

    ltimos aos en materia de

    transiciones polticas,

    reformas a las instituciones

    de gobierno y fortalecimiento

    de la gestin econmica. Al

    mismo tiempo, la pobreza y

    la desigualdad continan

    siendo generalizadas

    y veo que existe un

    mbito enorme para que el Banco Mundial siga

    trabajando con sus

    clientes de la regin en la lucha por

    enfrentar estos

    desafos.

    Pamela Cox, actual

    vicepresidente para Amrica

    Latina y el Caribe del Banco

    Mundial.

    A qu nos referimos cuando hablamos de la ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur?Buena parte de los movimientos sociales, tanto del Norte como del Sur, convergen en sostener la ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur y reivindican a rajatabla su abolicin total.

    Consideran que reclamar su pago es una injusticia inacep-table porque dicha deuda en s misma no es ms que una simulacin; que en realidad se trata de una herramienta que utilizan los pases del Norte y los intereses corporativos a los que representan para ajustar, bajo la amenaza del aislacionismo y la desestabilizacin econmico-financiera, las decisiones y los comportamientos de los pases y pueblos del Sur en su propio y exclusivo beneficio. Es decir, para transferir la riqueza de los pases y pueblos de la periferia hacia el centro capitalista, donde se encuentran las nacio-nes consideradas de alto desarrollo, como el Grupo de los Siete (G7: Estados Unidos, Gran Bretaa, Alemania, Francia, Canad, Italia y Japn) u otros como el Estado espaol.

    Este sistema de dependencia de los pases perifricos con respecto a los acreedores se sostiene argumentando la necesidad inevitable que tiene el Sur de acceder al crdito externo y de recibir grandes inversiones extranje-ras para atender sus demandas internas (planes sociales, educacin, salud, burocracia, seguridad nacional, etc.) y/o para garantizar su crecimiento y desarrollo. De este modo, los pases industrializados y sus corporaciones justifican el saqueo de los recursos de los pases del Sur, generando desastres sociales y ecolgicos, y condenando los derechos de la soberana popular.

    Se tratara de un nuevo modelo colonial gestado b-sicamente en los aos setenta por medio de la fuerza militar y la opresin y consolidado en los ochenta con planes de adoctrinamiento social basados en el terror, el desempleo y la pobreza, el permanente apuntalamiento de la desinformacin y desmovilizacin meditica y la represin de toda manifestacin de resistencia.

  • 15La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    Los movimientos sociales sealan como principales responsables de este modelo a las lites capitalistas del Norte y del Sur, y al capital que gestionan (fundamen-talmente en forma de empresas transnacionales); a los gobiernos del Grupo de los Siete (G7), y a los principales gestores de sus intereses sectoriales bajo la apariencia de estar promoviendo intereses universales: los organismos de crdito internacional (IFI por sus siglas en ingls), entre ellos fundamentalmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

    Qu proponen los movimientos sociales ante esta denuncia de ilegitimidad?Los movimientos sociales se oponen firmemente a que este mecanismo de dominacin se reproduzca. Sostienen su ilegitimidad argumentando que, tanto la forma y las cir-cunstancias en que se negociaron los acuerdos financieros que dieron lugar a la deuda externa de los pases del Sur, como las consecuencias de esas contrataciones adems de la exigencia de su pago ponen en peligro el respeto y aplicacin de los derechos humanos, violentan el debi-do respeto a la soberana de los pueblos, y amenazan el desarrollo pacfico de las relaciones entre los pueblos del mundo. Aaden adems que sus consecuencias generan condiciones ecolgicas que atentan directamente contra la vida digna de la mayor parte de la poblacin mundial, y condicionan peligrosamente la de las generaciones venideras; y que todo el proceso encierra una serie de conductas (crmenes, delitos, ilegalidades) repudiadas por la Humanidad que en este caso quedan impunes. Los movimientos sociales dicen: No queremos que este tipo de conductas se conviertan en lo normal. Todo lo contra-rio, queremos que se termine con ello de una vez, y que nunca ms vuelva a repetirse. Y exigen una estrategia de resolucin que presentan como legtima, que cumpla con los siguientes pasos:

    la suspensin de los pagos de la deuda externa,

  • 16La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    la investigacin de las actuaciones realizadas hasta el momento por medio de una auditora pblica y ciuda-dana,

    la identificacin de delitos, ilegalidades, irregularidades y de situaciones socialmente indeseables,

    la individualizacin de los responsables y la determina-cin de las sanciones personales y de las reparaciones debidas,

    el establecimiento de una regulacin clara y definitiva de las operaciones financieras internacionales y de los procesos de endeudamiento de los estados, que alcance todas las situaciones que la sociedad considera injustas en el nuevo marco de la globalizacin, para que no exista ninguna duda sobre lo que est permitido y lo que no lo est, en vista de las perniciosas consecuencias ya experimentadas y

    la conformacin e integracin de un sistema de supervi-sin de la transparencia de tales fenmenos y procesos con fines preventivos.

    Los movimientos sociales exigen adems su participa-cin y vigilancia activa y permanente en todas las etapas de este proceso.

  • 17La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    Los estudios han demostrado que tanto el flujo de ideas como una mayor apertura al comercio y a la inversin extranjera directa (IED), son elementos cruciales para estimular la innovacin y crear oportunidades que conducen al crecimiento y la reduccin de la pobreza.

    David de Ferranti, ex vicepresidente para Amrica Latina y el Caribe del Banco Mundial.

    Quin determina lo que es legtimo e ilegtimo: la voz de la soberana ciudadana Tanto el derecho al voto femenino como el derecho a la jornada laboral de ocho horas son logros sociales resultan-tes de encarnizadas luchas libradas contra lo establecido incluso legalmente, en las que se reclamaba la legiti-midad de ciertas reivindicaciones frente a un conflicto de poder determinado, como lo son la marginacin de la mujer o la sobreexplotacin de los trabajadores. Esas reivindica-ciones respondan a principios de justicia racionalmente fundados y vlidos para todos los casos, que gozaban de un alto grado de consenso social, aunque fuera sectorial. Su recepcin en una ley fue posterior y requiri de algo ms: la fuerza social suficiente para que tales principios y derechos fueran exigibles bajo coaccin.

    Y ello porque las reglas jurdicas expresan decisiones polticas que no escapan a la lgica y al funcionamiento general de esos asuntos. La correlacin de fuerzas es la que define en ltima instancia la regla que hace justicia sobre un conflicto de poder determinado; y la resolucin normativa de una disputa de este tipo siempre supone un enfrenta-miento social previo en el campo de la legitimidad (o en el campo de batalla, como lo fue por ejemplo la Guerra de la Secesin en Estados Unidos) en el que se cuestiona algn privilegio y se exige su eliminacin. La abolicin de la esclavitud y la servidumbre, la condena del genocidio y de la discriminacin encabezan toda declaracin de derechos humanos del mundo como resultado del tenaz y manifiesto repudio internacional hacia tales conductas. Y tambin as se lleg a la abolicin del encarcelamiento por deudas en el siglo XIX, a la prohibicin de privar a los estados sobe-ranos de sus recursos de subsistencia en la segunda mitad del siglo XX, y a la condena internacional de la corrupcin casi al iniciarse el nuevo milenio (Convencin Internacional contra la Corrupcin, vigente desde 1999).

    El campo de la legitimidad es el espacio donde la voz de la soberana ciudadana expresa lo que considera de-

  • 18La ilegitimidad de la deuda externa de los pases del Sur

    seable ante una nueva o renovada disputa de poder con miras a garantizar la convivencia pacfica y digna entre los seres humanos, entre distintos sectores de la sociedad o entre los pueblos; y an para los ms osados o pre-visores con el objetivo de garantizar la supervivencia misma. La legitimidad es el campo donde las reglas sociales evolucionan conforme la sociedad va tomando conciencia de comportamientos o mecanismos sistmicos o bien de transformaciones estructurales cuyos resultados o efectos no considera universalmente queridos en el momento presente y/o en cuanto a su repercusin en el futuro; y donde se van construyendo y estableciendo propuestas de solucin alternativas.

    Desde el punto de vista negativo, la ilegitimidad expresa el consenso generalizado y fundado en argumentos racionales de que una realidad es injusta y que esa injusticia alcanza a todas las situaciones (entendindose por injusto aquello que puede calificarse de inmoral, arbitrario, abusivo, parcial, odioso, indeseable, pernicioso, injustificado, inconsistente, etc .) .

    De ah que la prohibicin de una conducta determinada y/o una propuesta alternativa de comportamiento poltico, econmico, social o cultural pueda erigirse como principio de justicia universal si cuenta con la fuerza social suficiente para imponerse frente a lo establecido .

  • Deudas ilegtimas

    2

  • 20Deudas ilegtimas

    Deudas ilegtimas . Prstamos ilegtimosLas deudas ilegtimas son las que se derivan de prstamos que consideramos ilegtimos. Los prstamos ilegtimos son aquellos que esconden, financian o dan como resultado conductas, mecanismos o fenmenos que a corto, me-dio o largo plazo atentan contra el desarrollo de la vida digna de todas y cada una de las personas que habitan el planeta o ponen en peligro la convivencia pacfica entre los pueblos.

    En la mayora de los casos son aquellos prstamos que en su contratacin o renegociacin, en aquello que finan-cian o en sus efectos, reproducen o generan fenmenos, mecanismos o comportamientos que violan los derechos humanos individuales o colectivos, civiles, polticos, econmicos, sociales o culturales, o el derecho al desa-rrollo, a la identidad o a vivir en un medio ambiente sano. Pero tambin se puede referir a cualquier fenmeno que directa o indirectamente obstaculiza o condiciona el libre desarrollo integral (individual y colectivo) de la persona humana y/o su participacin plena (incluye toma de deci-siones) en la construccin de la vida en sociedad.

    Sin pretender ser exhaustivos, entre tales fenmenos, mecanismos o conductas encontramos la opresin de los pueblos, el genocidio, las guerras imperialistas, la corrup-cin, la distribucin desigual de la riqueza, la generacin de pobreza, la arbitrariedad (acto o proceder contrario a la razn, dictado slo por la voluntad o el capricho), la intervencin de las soberanas o los desastres ecolgicos.

    Adelantamos la salvedad de que un prstamo puede que originalmente no adolezca de alguno de estos vicios intrnsecos o consecuentes; se tratara, por tanto, de un prstamo legtimo. Ahora bien, si ese prstamo legtimo fuera impagable, la exigencia de su pago de manera no sostenible lo tornara ilegtimo.1

    1. Vase el apartado Deuda impagable, ilegitimidad de la exigencia de su pago, en este captulo, p. 35.

  • 21Deudas ilegtimas

    Vas de anlisis para determinar si una deuda es ilegtima o no lo esLas operaciones financieras internacionales que se pre-tenden calificar se encuentran condicionadas en su cons-titucin o renegociacin tanto por circunstancias polticas particulares como la Guerra Fra, la implementacin a fuego de la poltica neoliberal, o la guerra por el dominio de las fuentes de petrleo como por las caractersticas del flujo financiero internacional que deben considerarse a la hora de analizar su legitimidad. Y sin lugar a dudas, tales circunstancias son las que en definitiva determinan los intereses a los que responden las posibles ilegitimidades inherentes a dichas operaciones, y las que nos permiten identificar el verdadero rostro de los responsables.

    De todos modos, es posible diferenciar cuatro vas de anlisis que permiten orientar el proceso de desen-mascaramiento de las deudas ilegtimas sea cual sea el momento histrico de su gestacin o ejecucin, y aunque en la realidad las ilegitimidades a las que se llegue por los diferentes caminos propuestos se presenten confundidas, superpuestas o necesariamente vinculadas. Estas vas de anlisis son: la conducta de los acreedores, las circunstan-cias de contratacin, los trminos del contrato y el destino de los fondos.

    PR S T A M O

    L E G TI M O O IL EG T I MO?

    C ONDUCT A D E LO S A CREEDORES

    T R M INOS D EL CONTR A TO

    CIRCUNST A NCI A S D E

    CONTR A T A CIN

    DESTINO D E L O S

    FONDOS

    Vas de anlisis para determinar la legitimidad o ilegitimidad de una deuda

    CIRCUNSTANCIAS DE CONTRATACIN

    DESTINO DE LOS FONDOS

    PRSTAMO

    LEGTIMO O ILEGTMO?

    CONDUCTA DE LOS ACREEDORES

    TRMINOS DEL CONTRATO

  • 22Deudas ilegtimas

    Primera va: la conducta de los acreedores

    La primera va de anlisis que nos permite identificar la legitimidad o ilegitimidad de un prstamo es la con-ducta de los acreedores en el marco de la operacin

    financiera. Existira ilegitimidad cuando los acree-dores son responsables de algn modo de la comisin de crmenes, delitos, violaciones de derechos humanos, trasgresiones de reglas o

    principios de derecho internacional y/o del derecho del pas receptor. Algunos casos en los que hablaramos de deudas ilegtimas por la conducta de los acreedores seran:

    Cuando los acreedores han sufragado, estimulado o apoyado genocidios, persecuciones, opresin, invasio-nes, corrupcin o cualquier otro crimen, delito o ilega-lidad para obtener beneficios econmicos, geopolticos o geoestratgicos.

    Cuando han violado la regulacin sobre operaciones financieras internacionales del pas receptor.

    Cuando han cometido o impulsado el fraude o la estafa en las negociaciones.

    Cuando han financiado o exigido cambios estructurales o polticas econmicas o sociales perniciosas para los pases del Sur pero beneficiosas para sus intereses.

    Cuando han conseguido los arreglos financieros y las condicionalidades anexas bajo coaccin, amenaza, ex-torsin o aprovechamiento de cualquier tipo en virtud de la situacin de debilidad del deudor, o cuando lo han llevado a esa situacin de debilidad para lograr el aprovechamiento.

    Cuando han financiado y promovido proyectos que fracasaron o fueron perjudiciales para la poblacin local o regional por el hecho de no haber considerado las posibilidades de xito o fracaso en el pas receptor ni las consecuencias sociales o medioambientales, atendiendo slo a sus propios beneficios o a los de sus asociados.

  • 23Deudas ilegtimas

    Responsabilidad de los acreedores

    Para establecer la responsabilidad de los acreedores ser concluyente evaluar si la provisin de los medios con los que han contribuido (en este caso financieros) resultaron ser determinantes en la generacin o reproduccin de las conductas, mecanismos o efectos repudiables que hacen que las deudas sean consideradas ilegtimas.2

    Tambin deber evaluarse la conciencia que tuvieron los acreedores sobre la ilegitimidad de los prstamos en el momento de desembolsarlos o al reestructurar los pagos. En este sentido deberan considerarse tres grados de conocimiento:

    1. Conocimiento directo, por haber participado en la constitucin o ejecucin de la deuda o por haberla mentado, impulsado, aceptado o encubierto (lo sabe); las responsabilidades por los delitos cometidos alcanzan a todos los que contribuyen de alguna manera de forma intencionada y con el propsito de que se cometan.

    2. Conocimiento indirecto, por haber concertado acuerdos con regmenes cuyo despotismo o cuya actividad delic-tiva eran de conocimiento pblico y notorio (no pudo no saberlo). Con respecto a los regmenes dictatoriales, el acreedor sabe que el gobernante carece de repre-sentatividad para adquirir obligaciones en nombre del Estado y de su poblacin, y cuenta con el riesgo que ello significa y lo acepta. En cuanto a la actividad criminal, las responsabilidades por los delitos cometidos tambin alcanzan a quienes contribuyen de alguna manera en su comisin a sabiendas de lo que se comete, aunque no tengan por objetivo propio cometer tales delitos.

    3. Conocimiento debido, el que debi haber tenido si hubiera tomado los recaudos de pericia y diligencia esperados de toda persona de negocios responsable,

    2. Vase el concepto de asistencia sustancial en los apartados Demandas judiciales y Antecedentes jurdicos relacionados con la deuda sudafricana, captulo 3, p. 75.

  • 24Deudas ilegtimas

    razonable y honesta (debi haberlo sabido). El princi-pio de corresponsabilidad de los acreedores se aplica cuando estos ltimos no cumplen en investigar cul ser el uso de los fondos que prestan, ni exigen al deudor que acredite la rentabilidad del proyecto de inversin como garanta del cumplimiento del pago de la deuda que contraen.

    Segunda va: circunstancias de contratacin

    En segundo lugar, podemos saber si una deuda es ilegtima atendiendo a las circunstancias en las que el prstamo fue contratado o renegociado. En este caso debemos

    poner atencin en tres cuestiones: la relacin entre las partes, la situacin del deudor, tanto del que negocia como de quienes en definitiva deben pagar el prstamo, y las condicionalidades a las

    que est sujeta la negociacin.

    1 . Relacin entre las partes

    El primer aspecto a analizar dentro de las circunstancias que contextualizaron el proceso de contratacin de una determinada operacin financiera es la correlacin de fuerzas entre las partes que cerraron el acuerdo. Cuando entre las partes media un evidente desequilibrio de fuerza negociadora y, en este caso, existe un abuso ostensible en los trminos del contrato, en las contraprestaciones con-tradas o en las condicionalidades impuestas, la legitimidad del prstamo es dudosa. Tales evidencias hacen presumir que el deudor no goza de libertad para contratar, y que el

    3. COND I C I ONA LI DA DES

    2. S I TUA CI N DE L DEUDOR

    1. RELAC I N ENTR E LAS PARTES

    Circunstancias de contratacin

    2. SITUACIN DEL DEUDOR

    3. CONDICIONALIDADES

    1. RELACIN ENTRE LAS PARTES

  • 25Deudas ilegtimas

    acreedor tiene la posibilidad de imponerse unilateralmente o de negociar bajo extorsin

    EnelClubdePars

    Un caso ejemplar de este desequilibrio lo constituye el Club de Pars, un foro integrado por los principales acree-dores pblicos occidentales a escala mundial en el que se renegocian las deudas bilaterales en situacin de crisis. Se trata de una corporacin de 19 pases liderados por el G7 de la que Espaa forma parte desde 1978. Este Club se rene cuando lo considera necesario para establecer criterios unificados de renegociacin que todos sus miem-bros deben respetar. Pero adems, las negociaciones de reestructuracin de una deuda se acuerdan entre cada pas deudor en soledad y el conjunto de los pases con quienes tiene deudas pendientes. Y en las sesiones de dichas negociaciones, el pas deudor se limita a exponer su situacin y a escuchar el ofrecimiento que la delegacin de los pases acreedores le hace al respecto sobre la base de los criterios generales acordados por el Club. El pas deudor, que se encuentra solo ante todos sus acreedores en clara inferioridad de condiciones, puede entonces aceptar la oferta o rechazarla pidiendo la inclusin de alguna enmienda.

    La fuerza corporativa del Club es tan consistente que ni siquiera sus integrantes pueden cancelar deuda ms all de los lmites fijados por los acuerdos internos en cuanto a monto, pases y estrategias. Por ejemplo, Noruega se vio imposibilitada de cancelar una deuda adquirida por Ecua-dor en 1976 cuya ilegitimidad reconoca. La deuda haba sido pagada parcialmente por el pueblo ecuatoriano. Los atrasos renegociados con el Club de Pars en siete acuer-dos (entre 1983 y 1990) generaron un alza de la estafa en un 470%. Y aunque el Parlamento noruego acord su cancelacin, prevalecieron los parmetros establecidos por el Club de Pars. Ecuador no poda ser beneficiario de una condonacin por ser considerado como un pas de ingresos medios. La alternativa presentada finalmente por el gobierno de Noruega la conversin de deuda por

    El Club de Pars se rene slo con deudores que necesitan un alivio de sus deudas y que han implementado y se han allanado a implementar reformas para restablecer su situacin econmica y financiera. Esto significa en la prctica que el pas debe estar llevando adelante un programa con el FMI avalado por un acuerdo condicionado.

    www.clubdeparis.org

  • 26Deudas ilegtimas

    programas de lucha contra la pobreza fue rechazada por Ecuador. Para el gobierno ecuatoriano aceptar la propuesta de conversin significaba otorgarle validez a una deuda evidentemente ilegtima.3

    FMI: imparcialidadyvotocalificado

    El cruce de intereses corporativos de los miembros del G7 con los organismos multilaterales de crdito se verifica ante la obligacin que tiene el pas deudor de haberse sometido previamente a las consideraciones, sugerencias y recetas del FMI para merecer un acuerdo de reestructuracin de su deuda bilateral. Para que un pas quede habilitado para negociar la reestructuracin de su deuda con el Club de Pars, debe haberse comprometido a aplicar las reformas econmicas y financieras medidas de ajuste que se presentan como condicionalidades aconsejadas por el FMI, a travs de la firma de una Carta de Intencin. Este paquete de medidas no es inocente. Beneficia tanto a los acreedores bilaterales, multilaterales o privados facilitan-do divisas para pagar los servicios de la deuda como a las empresas de los mismos pases del Norte generan-do o garantizando condiciones ptimas de inversin. Por ejemplo, durante las negociaciones del Fondo con el gobierno argentino, despus de su cada en default (suspensin de pagos) a finales de 2001, las compaas extranjeras dueas de las empresas de servicios pblicos privatizadas en ese pas en los aos noventa, canalizaron sus demandas (aumento de tarifas) a travs de las condi-ciones impuestas por el FMI.

    Esta conducta parcial del FMI es contraria al Convenio Constitutivo del organismo. Este documento prohbe ex-presamente la defensa de intereses nacionales por sobre los objetivos del organismo internacional en su conjunto, y la representacin en mayor medida de cualquiera de los

    3. Acosta Arias, La deuda ilegtima de Ecuador con Noruega: resultados y perspectivas en Ruiz Daz, Toussaint, Acosta Arias y Pazmio Freire, 2004.

    No somos el gobierno econmico del mundo. Estamos al servicio de

    los gobiernos, con la funcin

    de mejorar su poltica

    econmica.

    Rodrigo Rato, director gerente

    del FMI.

  • 27Deudas ilegtimas

    pases del mundo. Lo que evidentemente implica la pro-hibicin de tutelar intereses privados sobre los intereses pblicos.

    La trasgresin del FMI en el mencionado caso argentino llev al entonces director de Relaciones Externas del Fondo, Thomas Dawson, a declarar a la prensa que la cuestin de las tarifas de los servicios pblicos para sostener a las empresas, cuyo aumento reclaman los pases europeos, no es inusual en los programas del Fondo.

    Por su lado, Rodrigo Rato, flamante director gerente del Fondo, se defenda de las acusaciones de ser el re-presentante de intereses sectoriales afirmando que El Fondo no hace de cobrador del frac de nadie. Slo cobra sus deudas, no las de otros. Pero, sin embargo, a poco de asumir el cargo, en un discurso ante el Comit Monetario y Financiero Internacional del FMI, respald abiertamente los intereses particulares de empresas energticas y acreedores privados al manifestar que en Argentina ser crtico seguir presionando con las reformas estructurales para sostener la recuperacin, incluyendo la negociacin de las concesiones de servicios energticos y el acuerdo con los acreedores sobre la reestructuracin de la deuda pblica. La presin fue entonces confirmada, por Gordon Brown, ministro del Tesoro Britnico y presidente del Comit: Quiero decir que este Comit apoya totalmente la posicin del director gerente en relacin con Argentina.

    El comportamiento parcial del FMI encuentra sustento en su forma sectaria de representacin y toma de de-cisiones. Tal como lo expres Rato, una regla de buen gobierno es reconocer el peso relativo de cada pas en el FMI. El peso relativo dentro del Fondo, y por lo tanto en el reparto de votos, se corresponde con el peso relativo de cada uno de los estados miembros en la economa mundial. A raz de este hecho, EE UU est en condiciones de tener el control del organismo ya que acumula el 17,35% de los votos (suficiente para vetar cualquier decisin importante). El segundo lugar en el ranking de votos est ocupado por el resto de los pases del G7. De todos modos, segn su director, en el Fondo cualquier decisin importante se toma

    Los mercados experimentan una crisis de confianza no de forma caprichosa. Normalmente detectan que el pas en cuestin est aquejado de una debilidad en la sostenibilidad en sus finanzas pblicas y creen que no podr pagar. A veces el mercado se equivoca. Y una intervencin del Fondo para devolver la confianza evita que esta equivocacin se convierta en la profeca que se autocumple.

    Rodrigo Rato, Director gerente del FMI.

  • 28Deudas ilegtimas

    por consenso, lo que a su entender consiste en ... poner en consonancia a EE UU, la UE, China, Rusia, Japn, los pases ms implicados en ella.

    El incremento en el nmero de votos para los pases en desarrollo () hara ms mal que bien; en nuestra opinin sera inconsistente con el principio de que la representacin de los pases en las IFI debe reflejar su peso relativo en la economa mundial . Dar a la poblacin y a otros factores un peso en la fuerza de voto creara una estructura radicalmente diferente, no financiera y menos deseable para el Banco . Palabras de Carole Brookins, directora ejecutiva del BM por EE UU, en una nota confidencial al Directorio como respuesta a la demanda de los ministros africanos de un mayor poder de decisin en las IFI en el 2003 .

    REPARTo DE VoToS En LAS InSTITUCIonES FInAnCIERAS InTERnACIonALES

    2 . Situacin del deudor

    La situacin del deudor es el segundo aspecto a analizar dentro de las circunstancias en las que se desarroll el pro-ceso de contratacin de un prstamo o de reestructuracin de su pago. Entendemos en este caso que cuando quien debe pagar las deudas no ha estado en condiciones de otorgar su consentimiento libre e informado, el prstamo es ilegtimo y, por tanto, inexigible.

    Examinar si la poblacin que tiene que pagar la deuda externa ha consentido las operaciones financieras inter-nacionales que generaron el endeudamiento, nos lleva en primer lugar a analizar la naturaleza de los gobiernos tomadores de los prstamos y, luego, en el caso de las democracias, a examinar hasta qu punto su comporta-miento es democrtico.

    Lasdictaduras

    Las dictaduras por definicin gobiernan sin el consenti-miento de la poblacin. Son regmenes que han tomado

  • 29Deudas ilegtimas

    el poder de Estado y ejercen su autoridad por la fuerza, violando la legislacin vigente. Este tipo de gobiernos no cuenta con la representatividad y capacidad necesaria para comprometer los recursos del pas o para generarle obligaciones como Estado.

    Dentro de esta categora debemos incluir a aquellos gobiernos que han llegado al poder o se han perpetuado en l por medio del autogolpe o el fraude electoral.4 En efecto, aunque la comunidad internacional los haya tomado en su momento como gobiernos democrticos, en realidad se trata de gobiernos de facto.

    ElFujimorato:autogolpeyfraude

    Un ejemplo de dictadura vivida por el mundo como un rgimen democrtico es el caso de los casi tres mandatos consecutivos del ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000). Durante un decenio, Fujimori orquest una red delictiva sostenida por familiares, amigos y militares que se dedic a la corrupcin y el fraude. Los fondos malversados fueron destinados a la generacin de mul-timillonarias fortunas personales y fundamentalmente la financiacin de la perpetuacin indefinida de Fujimori en el poder. Para este ltimo caso, se financiaron las campaas electorales, el pago de sobornos a una lista infinita de personajes de todos los sectores (polticos, periodistas, artistas, etc.) a cambio de su incondicional apoyo (negarse pareca no ser lo ms acertado) y el sistema represivo que sostena estas maniobras. Mientras tanto, Fujimori apli-caba en el pas a pie juntillas los principios del Consenso de Washington, y violaba sistemticamente los derechos humanos fundamentales.

    En 1992, dos aos despus de haber ganado la pre-sidencia peruana mediante el proceso electoral, Alberto Fujimori, tras una campaa de desprestigio contra el poder

    4. Uso de maniobras ilcitas en la preparacin y convocatoria de elecciones, en la emisin del voto, en los escrutinios en la proclamacin de electos.

    A veces la memoria suele ser frgil, pero la historia es justa, y ella tiene su veredicto. Tengo la satisfaccin de haber dejado una herencia positiva, no una herencia mortal como la que me dejaron. El 28 de julio de 1990 asum el mando de un pas arruinado, colapsado. La galopante hiperinflacin, el terrorismo, la extrema pobreza, el permanente riesgo de la guerra... son slo algunos ttulos en la larga lista que hered. Este 28 de julio es distinto; mi gobierno, con errores que reconozco, dej cimentadas las slidas bases para el desarrollo y para un Per posible.

    Alberto Fujimori al pueblo peruano el 28 de julio de 2001 desde Tokio, www.fujimorialberto.com

  • 30Deudas ilegtimas

    judicial y el Congreso al que acusaba de no dejar gober-nar, y en aras de combatir la corrupcin, orquest un autogolpe. Aboli la Constitucin, disolvi el Congreso e intervino el Palacio de Justicia. El ejrcito desat una ola de terror contra campesinos, sindicalistas y activistas de izquierda, quienes fueron sometidos a juicios sumarios antiterroristas.

    En 1993, se conform el denominado Congreso Cons-tituyente Democrtico (CCD), el cual elabor la Constitu-cin a su medida. La Reforma constitucional permita la reeleccin presidencial inmediata para el siguiente perodo, a diferencia de la anterior, que la prohiba.

    En agosto de 1996, cuando Fujimori ya haba ganado por segunda vez consecutiva las elecciones presidencia-les, la mayora oficialista del Congreso aprob la Ley de Interpretacin Autntica. Dicha norma, basndose en la no-retroactividad de las leyes, entenda que la posibilidad de reeleccin presidencial de Fujimori se materializaba a partir de su segundo mandato (1995-2000), como si el primero (1990-1995) no hubiera existido. As pues, el 9 de abril de 2000, el presidente peruano se present a las elecciones por un tercer mandato que gan en medio de una ola de violencia y sobre cuyos procedimientos y resul-tado se presentaron ms de 1.600 denuncias de fraude que no tuvieron eco.

    Sin embargo, pocos meses despus, evidencias concre-tas de diferentes casos de corrupcin que incriminaban a su asesor Montesinos se hicieron pblicas. Al poco tiempo, el funcionario de Fujimori fue detenido en Venezuela e

    investigaciones posteriores revelaron que contaba con cuentas bancarias en Suiza que sumaban casi mil millones de dlares del pueblo peruano. En noviembre, y antes de que las evidencias pusieran en peligro su libertad, Fujimori huy al Japn desde donde anunci su renuncia a la presidencia. La previsin no haba sido en vano. Durante los meses siguientes fueron apareciendo ms evidencias que demos-

  • 31Deudas ilegtimas

    traban el alto grado de corrupcin que haba caracterizado el largo decenio del Fujimorato.

    Las maniobras ilegales y delictivas de la dictadura fueron desenmascaradas en detalle por una Comisin Parlamentaria creada por el Congreso peruano (2001-2002) para investigar la deuda pblica externa durante el perodo 1990-2000.5 De las pruebas recogidas durante la investigacin se presume que tanto el BM como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apoyaban la permanen-cia y continuidad de Fujimori en el poder. Efectivamente, se constat que los prstamos otorgados por dichos orga-nismos de crdito a Per se intensificaron en los perodos preelectorales y electorales tanto de la primera reeleccin como de la segunda. Fueron prstamos que engrosaron finalmente la deuda soberana (Ugarteche y Acosta, 2003). En agosto de 2004, la Subcomisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas public una lista de los dirigentes polticos ms corruptos del mundo, entre los que figura Fujimori en sptimo lugar.

    Durante los diez aos de dictadura, Fujimori prioriz el pago de la deuda externa generando pobreza y depen-dencia econmica y financiera adems de comprometer gravemente el destino de las generaciones futuras. De hecho, con el objetivo de honrar los pagos externos, se recortaron los gastos en educacin, salud, empleo, desa-rrollo industrial y agricultura y se vendieron casi todas las empresas pblicas. En 1996, el ahorro abri a Per las puertas de la negociacin en el Club de Pars, de lo que result la reprogramacin de 4.900 millones de dlares de deuda externa comercial a pagar en los siguientes veinte aos! Y slo en 1999, el servicio de la deuda supuso el equivalente al 50% del presupuesto pblico total, mucho ms de lo que se invirti en gasto combinado de educacin y salud. Ese ao, por cada dlar que se recibi en concepto de ayuda al desarrollo, se pagaron nueve en concepto del

    5. Vase texto completo en http://www.debtwatch.org/cast/docs/observa-toris/psud/corrupcio_peru.pdf.

  • 32Deudas ilegtimas

    servicio de la deuda. Sin embargo, y a pesar de todo, la deuda creci y se contrajeron nuevos crditos. En 1990, cuando Fujimori asuma el mando por primera vez, la deuda externa ascenda a 20.000 millones de dlares. Al finalizar su mandato, llegaba a 29.000.

    Democracias democrticas?

    En cuanto a los gobiernos democrticos, las elecciones oficiales deben ser tomadas como la expresin del con-sentimiento otorgado por la ciudadana a la autoridad gu-bernamental para asumir compromisos por el Estado y por ellos mismos, como es el caso de contraer prstamos. Sin embargo, el voto de la mayora no siempre es garanta de que ese gobierno no se comporte como una dictadura.

    Lasumadelpoderpblico

    Puede hablarse de democracia cuando el poder ejecutivo ejerce la suma del poder pblico, anulando legalmente los otros poderes (legislativo y judicial)?

    En el caso argentino, durante el mandato de Carlos Mnem (1989-1999), se ampli el nmero de jueces de la Corte Suprema de Justicia (el mximo tribunal de justicia), y el ejecutivo design, con acuerdo de un Senado mayorita-riamente menemista, a cortesanos adictos al rgimen. Con ello, el gobierno de Mnem se aseguraba la ratificacin de todos sus actos si ellos eran impugnados por va judicial. En la misma poca se revis la Constitucin Nacional (1994). La Reforma de la Carta Magna no slo permiti la reelec-cin de Mnem sino que adems facult al presidente a tomar decisiones propias del Parlamento (delegacin de poder legislativo en el poder ejecutivo). Segn la nueva Constitucin, tales medidas slo podran ser tomadas por el ejecutivo en casos excepcionales y tendran una vigencia limitada durante la que quedaran bajo control parlamen-tario (decretos de necesidad y urgencia). Pero los casos no fueron excepcionales, el control parlamentario nunca se instaur, el tiempo de vigencia se prolong, y la Corte Suprema se encarg de avalar todas las resoluciones del

  • 33Deudas ilegtimas

    poder ejecutivo cuestionadas ante la justicia. Ese fue el marco poltico que posibilit que durante el menemismo la deuda externa de Argentina creciera un 150% y, en cumplimiento de las condiciones sugeridas por el FMI, se privatizaran todas las empresas de servicios pblicos y las que controlaban los recursos estratgicos del pas.

    Usurpacindelpoderpblico

    La legalidad de los pasos seguidos por los gobiernos democrticos para contraer crditos tambin incide en la capacidad real que pudo haber tenido la ciudadana para aceptar la responsabilidad soberana asumida. De hecho, no se espera que sus representantes violen las leyes y menos los lmites de su mandato cuando se tratan estos asuntos.

    En este sentido, hay que tener en cuenta que por lo general las democracias atribuyen al cuerpo legislativo la facultad de contraer o garantizar prstamos sobre el cr-dito de la nacin as como la responsabilidad de negociar su pago. Se entiende que los parlamentos o las cmaras de diputados son la caja de resonancia de la voluntad de la sociedad civil y de sus organizaciones representativas. Y tambin que son el espacio donde la ciudadana ejerce su derecho de controlar la gestin gubernamental.

    Por tanto, habra que examinar entonces si esa delimi-tacin de poderes se ha respetado en cada caso, y si esas facultades no han sido usurpadas por el poder ejecutivo o cooptadas por grupos dominantes que manejan los crditos externos contrados para satisfacer sus propias necesidades. Pero tambin debe corroborarse el cumplimiento de toda la regulacin establecida para contraer crditos externos, ya que sta, en muchos de los casos, ha sido pensada para prevenir los abusos, los excesos y los delitos.

  • 34Deudas ilegtimas

    3 . Condicionalidades

    Las condicionalidades tambin forman parte de las cir-cunstancias que encuadran el contrato de un prstamo financiero o su reestructuracin. Pueden ser el componente que torne lo legtimo en ilegtimo ya que suelen tratarse de exigencias impuestas por los acreedores que intervie-nen la soberana de los estados deudores. Muchas veces tales imperativos son asumidos por los gobiernos deu-dores en Cartas de Intencin que firman como condicin previa a la celebracin de una reestructuracin del pago de lo adeudado (quita, reconsideracin de plazos, perodos de gracia, acuerdos de conversin, etc.) o al otorgamiento de nuevos crditos.

    Segn Fander Falconi Bentez, existen dos tipos de con-dicionalidades, las explcitas y las implcitas. Las explcitas son aquellas que se detallan o se proponen en el momento de firmar un acuerdo, como puede ser la exigencia de reducir el gasto pblico en cuestiones de orden social. Las implcitas son las que se asumen de hecho como cuando se acepta y consolida una deuda sospechada de ilegitimidad mediante el acuerdo de su reprogramacin de pago sin revisar su origen o composicin.

    Entre otros ejemplos, los compromisos asumidos por medio de estas condicionalidades obligan a implementar

    Hay que intentar prevenir

    las crisis, pero algunas son

    imprevisibles e inevitables, entonces hay

    que tratarlas. El Fondo ha sido muy til para quienes han tenido algn

    problema. Sin l, Corea,

    Mxico, Brasil, Turqua o la

    India, habran tardado ms

    tiempo en resolver la

    crisis. El Fondo ha cortado las crisis y las ha hecho menos

    profundas.

    Rodrigo Rato, director gerente

    del FMII.

    La cuestin de la deuda externa por lo general sobrepasa el trmino de un determinado mandato gubernamental . Pero quienes deben afrontar los saldos, no cesan en el cargo . Por lo tanto, es fundamental que se extremen las medidas de participacin (formacin, informacin, vigilancia) y consentimiento ciudadano sobre las obligaciones que asumen los gobiernos . Esta legtima pretensin puede ser abordada por medio de la Consulta Popular o Social en temas tales como el porcentaje de los presupuestos nacionales asignados al pago de la deuda, las condiciones de reestructuracin de pagos adeudados, o la auditora de los reembolsos que se exigen y la decisin del pago o no de lo que resulte ilegtimo .

    LA ConSULTA PoPULAR o SoCIAL

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    determinadas polticas econmicas o financieras, a alcan-zar determinadas metas fiscales, a destinar un porcentaje concreto del presupuesto nacional al pago de la deuda, etc. Y en letra pequea, a sancionar una determinada ley domstica, a firmar un determinado acuerdo internacional o a reconocer algn beneficio a algn grupo econmico con suficiente poder de lobby.

    Si analizamos las condicionalidades desde el punto de vista de sus beneficiarios tenemos que stas se caracterizan por generar el contexto local deseable para las empresas transnacionales (productivas y financieras) en atencin a su objetivo ltimo y exclusivo: ganar ms en menos tiempo. Por medio de las condicionalidades, el Norte ha logrado que en el Sur se flexibilicen las condiciones de inversin extranjera directa as como las condiciones laborales y ambientales, se libere la circulacin de capitales, o direc-tamente se aumenten los impuestos al consumidor y se bajen los impuestos a la riqueza (patrimonio, transacciones financieras, fortunas, etc.). En otros casos, ha logrado la sancin de leyes que permiten eludir contribuciones fiscales o descriminalizar delitos econmicos. Tambin, mediante la mecnica de las condicionalidades, frente a cualquier debacle econmica domstica, las empresas (nacionales o transnacionales) han conseguido algn tipo de resar-cimiento por los daos causados (estatizacin de sus deudas privadas, compensacin de prdidas, aumento de tarifas, etc.). A ello se suman las transformaciones econ-micas tendientes a generar divisas para atender los pagos externos con graves consecuencias ambientales y sociales en el mbito local, regional o nacional, como por ejemplo la expansin de las fronteras petroleras.

    Muchas de estas exigencias han resultado ser causas determinantes de colapsos financieros, econmicos, sociales, polticos o ecolgicos que los tcnicos de los organismos que las impulsaron (impusieron) denominan consecuencias no previstas, aunque se siguieron pro-moviendo despus de sobradas muestras de fracaso. ste es por ejemplo el caso de la privatizacin compulsiva del sistema pblico de pensiones que se ensay en los ochenta

    Durante los aos ochenta, cuando la tasa de inters era del 4% en los pases industrializados, los pases en desarrollo soportaban una tasa de inters efectiva del 17%. Sobre un cuerpo de deuda de ms de mil millones de dlares, esto significa un crecimiento del coste de 120 mil millones de dlares, que vienen a agregarse a las transferencias netas por concepto del pago de la deuda, que son negativas y que llegaban a los 50.000 millones de dlares en 1989.

    PNUD, 1992..

  • 36Deudas ilegtimas

    en Latinoamrica, especialmente en Chile, tomando como fundamento las predicciones de prosperidad y bienestar para los futuros pensionados6 realizadas por el BM; unas predicciones basadas en supuestos de crecimiento econ-mico previstos para los siguientes 30 aos.

    Tercera va: trminos del contrato

    En tercer lugar, podemos juzgar si un prstamo es legti-mo o no lo es analizando las clusulas del contrato o

    de su renegociacin y evaluando si sus trminos son abusivos o pueden ser cumplidos. Las deudas con-tradas o renegociadas con exigencias que impiden

    su cancelacin final o que generan la necesidad de contraer nuevos prstamos para pagarlas, deben ser consideradas ilegtimas.

    Entre otras observaciones, hay que detec-tar si existen clusulas que establezcan tasas de inters usurarias, capitalizacin de los intereses (anatocismo), permiso para resolver los conflictos que pudieran presen-tarse por ante la justicia de pases cuyas reglas favorecen a los acreedores, etc.; o que establezcan obligaciones cuyos montos en relacin con la capacidad de pago del pas son excesivos. Hay que considerar si en el negocio la relacin coste/beneficio es arbitraria, absurda o desmedida porque las contraprestaciones son evidentemente desequilibradas o porque una de las obligaciones es excesivamente onerosa con relacin a la otra. A travs de esta va de anlisis es posible determinar si las deudas ya han sido pagadas.

    El seguimiento debera finalmente considerar si hubo algn cambio fundamental de las circunstancias en las que originalmente se cerr el acuerdo (no provocada inten-cionalmente por el deudor) que terminaron dando como resultado algunos de los vicios antes mencionados. Estos cambios incluyen desde un alza desmesurada de las tasas

    6. Vase el caso en el apartado Latinoamrica. Destruccin del sistema pblico de pensiones, captulo 3, p. 111..

  • 37Deudas ilegtimas

    de inters o una devaluacin importante de la moneda local, hasta las catstrofes naturales que pudieron incidir en los ingresos de divisas por exportaciones.

    Cuarta va: el destino de los fondos

    Finalmente, para determinar si una deuda es legtima o no lo es, deberamos estudiar qu financiaron los crditos otorgados. En este caso, evaluamos como ilegtimas aquellas deudas cuyos destinos directos o indirectos (impactos colaterales o que hayan sobrevenido) no responden a las necesidades o intereses de la poblacin en general, gene-ran desastres humanos, sociales, polticos o ecolgicos, o benefician con exclusividad a una persona, grupo de perso-nas o a sus asociados, o a los mismos acreedores. Tambin se deben considerar aquellas deudas que financian gastos que pueden ser afrontados con recursos internos por ejemplo, aplicando reformas fiscales progresivas o que financian gastos corrientes o de consumo. Se incluyen las deudas destinadas a cancelar deudas ilegtimas.

    Este tema ser ampliamente desarrollado en el captulo siguiente.

    Deuda impagable, ilegitimidad de la exigencia de su pagoNo se debe confundir la deuda impagable con la deuda ile-gtima. La deuda impagable es aquella que, an siendo leg-tima, no se puede saldar sin lesionar los derechos humanos de la poblacin del pas deudor, o compromete la calidad de vida de sus habitantes o la de las generaciones futuras. Son aquellas deudas cuyo cumplimiento genera pobreza (o ms pobreza), o causa daos ecolgicos irreversibles. Por tanto, la exigencia de su pago en estas circunstancias se torna ilegtima. Tal y como reconoce la Comisin de Derecho Internacional de NNUU, no se puede esperar de un Estado que cierre sus escuelas y sus universidades y sus tribunales,

    Podemos estar en la salida de una etapa final del proceso por el que se reconozca que la deuda de los pases ms pobres, consolidada a lo largo de 20 o 30 aos, es simplemente impagable en el mundo real.

    Gordon Brown, ministro del Tesoro britnico..

  • 38Deudas ilegtimas

    que abandone los servicios pblicos dejando a su comuni-dad sumida en el caos y en la anarqua simplemente por el hecho de que as dispondr de dinero para reembolsar a sus acreedores, extranjeros o nacionales.7

    Cul es la salida? La cancelacin total de la deuda o la quita (alivio parcial) de la misma, con reestructuracin del pago restante de manera que ste sea sostenible (sin incurrir en ningn tipo de ilegitimidad). Esta solucin supone un reconocimiento, por parte del acreedor, de la injusticia que subyace en la situacin en la que se encuen-tran los ciudadanos del pas deudor y una voluntad de no contribuir a la misma.

    Legitimidad y legalidadCuando los movimientos sociales cuestionan el pago de la deuda externa de los pases del Sur por considerarlos ileg-timos, la pregunta consecuente es: pero tales prstamos, no son legales? Con ello se quiere preguntar si la exigencia de su pago no est amparada por las leyes vigentes.

    Preeminencia de los derechos humanos

    En principio, el respeto y cumplimiento de los derechos humanos es jerrquicamente superior y, por lo tanto, prio-ritario, al cumplimiento de los derechos que resultan de un contrato financiero. Y todas las conductas, mecanismos,

    Los movimientos sociales consideran que el pago de la deuda es sostenible cuando se asume con los ingresos que puede reunir un gobierno despus de haber hecho las deducciones de fondos destinados a cubrir las necesidades humanas bsicas: sin aumentar la pobreza, sin deteriorar el medio ambiente y sin comprometer futuras perspectivas de desarrollo humano .

    7. Comisin de Derecho Internacional de NNUU, 1980, pp. 164-167.

  • 39Deudas ilegtimas

    fenmenos o consecuencias socialmente repudiables que sustentan la calificacin de una deuda como ilegtima vio-lan los derechos humanos acogidos en convenios interna-cionales aceptados universalmente. Esta situacin jurdica es fundamento suficiente para la declaracin de nulidad de las deudas ilegtimas. Quedara pendiente establecer qui-nes son los responsables y quines deben hacerse cargo de ellas y, en todo caso, quines las asumiran por cuestiones de solidaridad, humanitarias o de equidad social.

    La preeminencia del respeto y ejercicio de los derechos humanos est claramente establecido en el Artculo 103 de la Carta de Naciones Unidas (1945) al afirmar: En caso de conflicto entre las obligaciones contradas por los Miembros de las Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contradas en virtud de cualquier otro convenio internacional, prevalecern las obligaciones impuestas por la presente Carta.

    Por lo tanto, los arreglos financieros entre pases deben respetar privilegiadamente los propsitos de las Naciones Unidas enunciados en la misma Carta de Constitucin. Los que revisten inters en este tema son:

    Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinacin de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal (art. 1.2).

    Realizar la cooperacin internacional en la solucin de problemas internacionales de carcter econmico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estmulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades funda-mentales de todos, sin hacer distincin por motivos de raza, sexo, idioma o religin (art. 1.3).

    otras ilegalidades

    Sin embargo, es posible tambin detectar, a travs de las diferentes vas de acceso al anlisis de los prstamos de dinero, que existen casos de deudas derivadas de contratos (originales o renegociados) que son ilegales porque en su

    Se debe respetar el derecho de propiedad. Se han roto todas la normas, y si no se respeta la seguridad jurdica el pas no tiene chance de insertarse en el mundo.

    Oscar Vicente, presidente de la Asociacin Empresaria Argentina, 28/05/02.

  • 40Deudas ilegtimas

    celebracin, ejecucin o cancelacin se ha violado la legis-lacin domstica del pas receptor, o se han transgredido reglas y principios de justicia internacionales.

    Legislacin domsticaEn cuanto a la legislacin domstica que rige en el pas receptor, habra que considerar si las partes violaron las normas que regulan todo lo concerniente a los actos generadores del emprstito o su refinanciamiento. Por ejemplo, aquellas que establecen cules son los organis-mos competentes para cerrar ese tipo de obligaciones, o cules son las obligaciones contables, o cules son los montos lmite que se pueden contraer en prstamo, etc. Asimismo, las que prohben contratar para determinados fines, en determinadas circunstancias o si no se cumplen determinados requisitos, etc.

    Por otro lado, hay que tener en cuenta que los contra-tos sin causa o cuya causa es ilcita en la mayora de las legislaciones domsticas son nulos. Esto quiere decir que los acreedores que otorgaron prstamos sin un destino concreto o con un destino simulado, o para cometer cual-quier acto prohibido por la ley local, pierden su derecho a reclamar el reembolso.

    Reglas y principios de justicia internacionales

    Los contratos financieros en muchas ocasiones han dado lugar a la violacin de normas y principios de justicia recono-cidos internacionalmente en convenios, tratados o pactos, o respetados por las prcticas y la costumbre internacional.

    En estos casos, los acreedores alegan en su defensa la regla de oro de las relaciones comerciales internacionales: pacta sund servanta, que significa que los contratos se acuerdan para ser cumplidos (consagrado en la Conven-cin de Viena de 1969). Sin embargo, ningn principio es absoluto. Todos deben ser valorados en coexistencia con otros de la misma jerarqua o de jerarquas superiores; en especial, con aquellos que fijan requisitos que condicionan la exigencia de su cumplimiento, estableciendo verdaderas

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    excepciones a la regla general. En definitiva, teniendo en cuenta aquellos principios que autorizan su aplicacin si y slo si se cumplen ciertas condiciones. En el caso de la regla de oro alegada por los acreedores juegan como lmites interpretativos, entre muchos otros, la igualdad soberana entre los estados, la libre determinacin de los pueblos, la buena fe de las partes en el momento de celebrar, cumplir y cancelar el contrato, la equidad (contempla la diferencia de las circunstancias y de las personas), la corresponsabi-lidad de los acreedores, la inviolabilidad de los derechos humanos, etc.

    El derecho a la libre determinacin de los pueblos fue incorporado en 1966 en dos Pactos Internacionales de Derechos Humanos: El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, y el Pacto Internacional de Derechos Sociales, Econmicos y Culturales . Ambos consagran en su primer artculo la libertad de los pueblos de establecer su condicin poltica y de proveer a su desarrollo econmico, social y cultural, como as tambin la libre disposicin de sus riquezas y recursos naturales para el logro de sus fines . Este derecho adems prohbe expresamente la privacin de un pueblo de sus propios medios de subsistencia .

    Estos Pactos entraron en vigor en 1976, con lo que a partir de entonces, todos los estados que los ratificaron tienen la obligacin de promover el ejercicio del derecho a la libre determinacin de los pueblos y de respetarlo en su territorio . Pero, adems, tienen la obligacin de garantizar que todo individuo, empresa, organismo o Estado que desarrolle actividades en su espacio jurisdiccional lo respete y cumpla .

    Por lo tanto, en el caso de la presin por el pago de la deuda externa, cuando se viola este principio, si bien el acto ilcito (la intervencin en la autonoma de los pueblos) es cometido por los acreedores, los habitantes del pas receptor pueden demandar a su Estado exigiendo que lo haga cumplir y an reclamando una reparacin monetaria por los daos ocasionados .

    EL DERECHo A LA LIBRE DETERMInACIn DE LoS PUEBLoS

  • 42Deudas ilegtimas

    Del mismo modo, deben tenerse presentes los principios que reprimen la usura, el enriquecimiento sin (justa) causa, la excesiva onerosidad (el coste excesivo procedente de una prestacin por causas imprevisibles en las que no hubiera mediado la voluntad del deudor), la lesin enorme (el aprovechamiento de una de las partes de la situacin de debilidad o inestabilidad de la otra para obtener un bene-ficio econmico patente) y el abuso de derecho (cuando al ejercerse un derecho, la conducta del actor es desleal y abusiva, no cuenta con la diligencia debida, es malinten-cionada, o transgrede el espritu social y econmico del derecho ejercido).

    Se cometen delitos cuando se generan deudas externas ilegtimas?

    En la mayora de los casos, quienes han participado de alguna u otra forma en las negociaciones o en la ejecucin de los contratos financieros que resultan ser ilegtimos, estn implicados en la comisin de algn delito por hacer, dejar hacer, encubrir o callar, o bien por no haber adoptado todas las medidas razonables para evitar la trasgresin (negligencia) en las tareas pblicas o privadas que les fueron encomendadas.

    En el caso de delitos de extrema gravedad, pueden llegar a ser responsables en diferentes grados de la comisin de crmenes contra la humanidad como lo son el homicidio, la tortura, la privacin ilegtima de la libertad, el exterminio, el apartheid, la esclavitud, la desaparicin forzada de perso-nas, entre otros tantos. Tambin pueden ser responsables en los mismos trminos de genocidio o de crmenes de guerra, como los ataques intencionales contra la poblacin civil que no participa directamente en las hostilidades, o los ataques o bombardeos a ciudades, aldeas, pueblos o edificios que no estn defendidos. La Corte Penal Interna-cional tiene competencia para juzgar la comisin de todos estos delitos siempre y cuando el Estado en cuyo territorio se produjeron los hechos o que reconoce la nacionalidad de los presuntos criminales d su conformidad.

    La impunidad no puede ser tolerada y no

    lo ser. En un mundo

    interdependiente, la fuerza de la Ley debe prevalecer.

    Kofi Annan, Secretario General

    de NNUU, 1997.

  • 43Deudas ilegtimas

    El delito por excelencia que se comete en el mbito de las operaciones financieras o sus mecanismos conexos es la corrupcin. Esta conducta acompaa la mayor parte de las mencionadas ilegitimidades y delitos. Su funcin es comprar la voluntad de los colaboradores necesarios y el silencio de los testigos de cargo.

    Asimismo, puede que existan responsabilidades tambin en distintos grados por la comisin de de-litos comunes (mbito local) como el fraude, cuando se simulan deudas inexistentes: falsificacin de documentos; estafa, cuando se pretende cobrar una deuda que ya se pag; malversacin de fondos pblicos, cuando el dinero proveniente de los prstamos recibidos por el Estado es asignado a un destino distinto al estipulado o es sustrado; extorsin, cuando se imponen condiciones para consentir la renegociacin de las deudas bajo amenaza; cohecho o soborno, cuando se cobra o paga una comisin a un funcionario pblico por aceptar o fomentar alguna de las ilegitimidades enunciadas; usura, cuando se cobran intereses o ventajas pecuniarias evidentemente despropor-cionadas con el monto del prstamo aprovechndose de la situacin de necesidad o ligereza del Estado que recibe del crdito, etc.

    En particular, los funcionarios pblicos cometen el delito de incumplimiento de los deberes a su cargo cuando dictan o ejecutan resoluciones u rdenes contrarias a las constituciones o leyes locales, o no ejecutan las leyes cuyo cumplimiento les incumbe; y cometen el delito de administracin fraudulenta cuando, en abuso de su cargo, cometen u ordenan cualquier acto arbitrario en perjuicio de la administracin pblica o de los particulares, o cuando con engao en los actos o contratos daan a la adminis-tracin en beneficio propio o ajeno. Los gobernantes del Sur cometen el delito de traicin a la patria por someter el destino del pas a los intereses extranjeros.

    Todos estos delitos comunes son, por lo general, san-cionados penalmente por las legislaciones internas de los pases donde se producen los hechos, y generan la obliga-cin de indemnizar a las vctimas por los daos sufridos.

    El abogado defensor del ex dictador chileno Augusto Pinochet, Pablo Rodrguez, calific de ilegal e inconstitucional la incautacin de importantes documentos que dan cuenta de sus actividades financieras.

    El Correo de la Dispora Argentina 07/01/04

  • 44Deudas ilegtimas

    Entre las demandas de la sociedad civil internacional, se encuentra la de tipificar como delitos econmicos o financieros las conductas que generan el endeudamiento sin fin; as como la inclusin de estas conductas en la lista de crmenes que la Corte Penal Internacional tiene facultad para juzgar, en tanto este tipo de comportamientos tienen como consecuencia situaciones humanas de extrema gravedad .

  • Deudas ilegtimas segn el destino de los fondos

    3

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    Deben los pueblos del Sur pagar la deuda generada por los prstamos que solventaron los intereses del Norte y fortalecieron su poder de dominacin? Deben los pueblos del Sur hacerse cargo de las deudas contradas o asumidas en su perjuicio o para satisfacer necesidades ajenas?

    Introduccin Para determinar la legitimidad de una deuda segn el destino que se le dieron a los fondos, hay que establecer primero qu se financi concretamente con el dinero prestado y luego evaluar los resultados y efectos de dicha financiacin. Pero adems hay que responder tres pregun-tas que permiten identificar los verdaderos intereses, obje-tivos y responsables de la deuda generada: quin financia los crditos?, quin se beneficia del dinero prestado?, y quin paga o asume el saldo adeudado?

    Desde esta perspectiva debemos considerar el rol fundamental del acreedor de la deuda externa, aquel del que emana su poder inicial: su rol de financiero. De hecho, los prestamistas al seleccionar qu financian y qu no financia, estn determinando en buena medida qu proyectos, programas, planes, sistemas, gobiernos, etc., existirn o no existirn, y estn decidiendo qu conductas, comportamientos o valores tienen mayores posibilidades de reproducirse a futuro. De all que denominemos en este anlisis a este actor como acreedor-financiero.

    Acreedores-financieros quines son?En general, los grandes flujos financieros pblicos o priva-dos parten del Norte hacia el Sur a travs de tres vas:

    La primera va est integrada por los mismos gobiernos de los pases centrales, sus Agencias de Crdito a la Exportacin y de Seguros para la Inversin conocidas como ECA por sus siglas en ingls y sus Agencias de Ayuda Oficial al Desarrollo AOD. A travs de estos mecanismos de financiacin se genera la deuda bilateral.

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    Las reglas de financiamiento y cobro de la deuda bila-teral responden a los lineamentos del Club de Pars.1

    La segunda va la conforman las IFI: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y otros ban-cos destinados al desarrollo. Su financiacin da lugar a la deuda multilateral. Esta categora de acreedores obtiene sus fondos fundamentalmente de los gobiernos del Norte y, por lo tanto, el peso de las decisiones est en sus manos.2

    La tercera categora de prestamistas est compuesta por la banca privada internacional. Estos prstamos generan la denominada deuda privada. Sus integrantes son en su mayora originarios de EE UU, Europa, Canad y Japn, sus normas se discuten en el seno del Club de Londres, y en sus pases de origen actan coaligadamente con las ECA y las agencias de AOD en el fomento a la expansin e internacionalizacin de las empresas nacionales.

    En conclusin, los prestamistas operan en bloque y bajo regmenes unificados, que, por su identidad de origen, responden a los intereses que representan los pases cen-trales. Por otro lado, las distintas vas de financiamiento se vinculan con los gobiernos del Norte mediante aportes de capital o en la consecucin de negocios comunes. Por tan-to, las polticas que cualquiera de ellos aplique tienen una direccin conciliada y articulada segn los fines comunes que los intereses del centro van persiguiendo.

    De esto se desprende que, el Norte, dueo de las fuentes y de las reglas del financiamiento mundial, tiene el poder suficiente para manejar la economa de la periferia en su beneficio y en el de sus empresas, imponiendo en cada caso (cada pas, regin o grupo de pases) a quin se financia, qu se financia y bajo qu trminos. Slo una respuesta en bloque por parte de los pases del Sur podra neutralizar esta slida articulacin de intereses.

    1. Vase funcionamiento de este organismo en el apartado En el Club de Pars, captulo 2, p .23.

    2. Vase apartado FMI: imparcialidad y voto calificado, captulo 2, p. 24.

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    Deudas primarias y emergentesEl examen del destino de los fondos que proponemos se puede abordar desde dos niveles: uno primario y otro emergente. El nivel primario identifica los fines que deter-minan la decisin de los acreedores-financieros a la hora de otorgar los prstamos, tanto en trminos generales como particulares.

    El nivel emergente apunta a la parte visible del finan-ciamiento: los hechos, conductas, estructuras, sistemas, mecanismos o resultados concretamente financiados. A travs de este anlisis distinguiremos entonces entre deu-das primarias y deudas emergentes.

    El objetivo de este doble abordaje es revelar que los des-tinos concretos que tuvieron los fondos prestados que, como veremos ms adelante, son, entre otros, la opresin, la guerra, la corrupcin, los proyectos de desarrollo nocivos, la socializacin de prdidas o el fraude no son ms que medios o herramientas que permitieron y permiten a los grandes grupos econmicos que lideran la economa global alcanzar objetivos ms generales que satisfacen sus exclusivos intereses. Como, por ejemplo, cuando la deuda generada por el aplacamiento de un movimiento popular (deuda emergente), responde a la necesidad de quienes manejan los crditos de generar condiciones locales favora-bles a la instauracin de un modelo econmico acorde a sus intereses (deuda primaria). Cuando la deuda generada por corrupcin (deuda emergente) responde a la necesidad de contar con estructuras polticas locales subordinadas a los intereses de la penetracin de las empresas transnacionales en la periferia (deuda primaria); o cuando esa deuda de corrupcin (deuda emergente) resulta de la carrera inte-rempresarial o de la contienda que libran los gobiernos que las representan por ganar mercados y espacios de extraccin de recursos (deuda primaria). Cuando la deuda generada por planes de asistencia a la pobreza ligados a la contraprestacin de mano de obra (deuda emergente) esconde el inters de precarizar las condiciones de trabajo del mercado global (deuda primaria). Cuando la deuda generada por los fallidos o los resultados nefastos de los

    Tenemos que ser muy cuidadosos

    a la hora de equilibrar la ciencia y la

    tica.

    George W. Bush, presidente de

    EE UU.

  • 49Deudas ilegtimas segn el destino de los fondos

    proyectos de desarrollo (deuda emergente), resulta ser la consecuencia de la necesidad de subsidiar la industria del Norte (deuda primaria).

    La vinculacin entre los fines y los medios, entre los mviles y las herramientas, aporta adems los elementos necesarios para establecer con claridad quines son los responsables de las deudas acumuladas en los pases del Sur, y para comprender cmo sta en su totalidad y como fenmeno funciona como un instrumento de dominacin.

    Deudas primariasComo iremos viendo a travs de varios ejemplos histricos y actuales, el Norte financia y carga en la cuenta de los pueblos del Sur intereses comunes y generales.

    En este sentido, costea fundamentalmente el freno directo o indirecto a la expansin de cualquier ideologa que obstaculice su dominio y expansin hegemnicos. En muchas ocasiones, una coalicin de pases del Norte juntamente con las IFI y, eventualmente, con la banca internacional, financiaron derrocamientos y asunciones presidenciales violentas o fraudulentas (instauracin de gobiernos ttere) y/o su posterior conservacin en el poder; el aplacamiento de movimientos populares adversos a sus

    Deudas primariasFines que determinan la decisin de los acreedores-financieros

    a la hora de otorgar prstamos

    Deudas emergentesMedios financiados por los acreedores-financieros

    para alcanzar sus fines . Hechos, conductas, estructuras, sistemas, mecanismos y efectos concretos

    DEUDAS DE OPRESIN

    DEUDAS DE GUERRA

    DEUDAS DE CORRUPCIN

    DEUDAS DE ELITES

    DEUDAS DE DESARROLLO

    DEUDAS DE SALVATAJE

    DEUDAS FRAUDULENTAS

  • 50Deudas ilegtimas segn el destino de los fondos

    intereses (segn los casos, ideas comunistas/capitalistas, nacionalistas, desarrollistas, antiliberales, independentistas, ecologistas, etc); o proyectos econmicos que dieron como resultado la primarizacin3 de las economas locales, el deterioro de los trminos de intercambio comercial, o la desindustrializacin domstica.

    Otra de las formas de financiar los intereses comunes del Norte se concreta por medio de los prstamos que se otorgan con miras a atender necesidades externas. Por ejemplo aquellos prstamos que financian la investigacin, relevamiento e inventario de los recursos existentes y potenciales en la periferia para satisfacer las necesidades del centro. O los que se otorgan para levantar la infraes-tructura requerida para la exploracin y explotacin de esos recursos o para transportarlos hasta los pases centrales. En muchos casos se financian tambin las estructuras de gestin de los intereses del Norte (instituciones, organis-mos, personal, cuadros) y las reformas legales domsticas necesarias para legitimar su accin en el Sur (apertura financiera, reformas fiscales, leyes de flexibilizacin labo-ral, etc.). Y de forma complementaria, los dispositivos de disciplinamiento social necesarios para que estos objetivos y planes se concreten fundamentalmente en la generacin de pobreza.

    Todos estos prstamos engrosaron la deuda externa de los pases deudores, aumentando progresivamente su vul-nerabilidad. Todos estos prstamos los pagan los pueblos del Sur con el deterioro de su salario real por el hecho de tener que resignar calidad de vida (alimentacin, salud, educacin) para destinar parte del presupuesto nacional a pagar los servicios de la deuda. O lo pagan directamente con la destruccin o la desvinculacin forzada de sus fuen-tes genuinas de alimentacin, o de sus redes econmicas autnomas, como es el caso de los resultados de las relo-calizaciones compulsivas de comunidades enteras.

    3. Economas basadas en la explotacin de las materias primas, en oposicin al desarrollo industrial.

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    La historia que confirma la hiptesis

    Ensayo del proyecto neoliberal en Latinoamrica

    Bajo el peso del rgimen desptico de Au-gusto Pinochet (1973-1990), Chile fue el primer pas en el que se ensay el proyecto neoliberal en Amrica Latina. Desde el inicio de la dictadura, el general deleg en un equipo de economistas neoliberales de la Escuela de Chicago la estabilizacin de la economa. La apuesta por el libre mercado, la eliminacin de los controles de precios, la unificacin de los tipos de cambio, la flexibilizacin de los tipos de inters y la reduccin de los aranceles aduaneros y del gasto pblico fueron los pilares de la transformacin mentada por los intelectuales del Norte. Tales medidas frenaron el descontento de los grupos econmicos con-trarios a la poltica del gobierno democrtico predecesor y la hiperinflacin (generada por dichos grupos) ces. Como contrapartida, el supuesto saneamiento estructural de la economa local gener un coste social enorme. Las clases medias y bajas se contrajeron o se hundieron virtualmen-te en la pobreza tras progresivos deterioros en su poder adquisitivo. Durante la dictadura de Pinochet, la deuda externa chilena lleg a multiplicarse por cinco alcanzando los 20.000 millones de dlares.

    Augusto Pinochet asumi el poder en 1973 al derrocar a travs de un violento golpe de Estado al presidente de-mocrtico Allende. As comenz un perodo de represin brutal en manos de las fuerzas armadas. Miles de personas fueron asesinadas o desaparecidas, llevadas a campos de concentracin y torturadas vilmente; cientos de miles fueron privadas de libertad o se vieron obligadas a exiliarse. Como qued demostrado en la investigacin que realiz el Senado norteamericano treinta aos despus, el plan fue organizado conjuntamente con agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana). Segn documen-tacin desclasificada Richard Nixon ha decidido que un rgimen como el de Allende en Chile no es aceptable

    La parte ms dura del ajuste econmico se hizo bajo el rgimen autoritario. No es que d las gracias, pero reconozco que en ese aspecto econmico, de un modo distinto a como yo lo habra hecho, dio pasos que han sido muy importantes para el xito que estamos teniendo.

    Patricio Aylwin, ex presidente chileno en democracia.

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    para Estados Unidos. El presidente pide a la Agencia (CIA) que evite que Allende llegue al poder o que lo derroque. Autoriza 10 millones de dlares para este objetivo, si es necesario. La Agencia debe llevar a cabo su misin sin el conocimiento de los Departamentos de Estado o Defensa. Edward Korry, embajador estadounidense en Santiago de Chile entre 1967 y 1970, revel que la CIA dispuso de 2,7 millones de dlares para financiar la eleccin de Frei (candidato opositor a Allende), pero adems consigui sumas enormes de el Vaticano, de los partidos democris-tianos alemn e italiano y de las casas reales de Holanda y Blgica. Durante los das posteriores al golpe el gobierno de Estados Unidos autoriz inmediatamente nueva ayuda econmica para Chile y orden operaciones encubiertas de la CIA para mejorar la imagen de la junta militar.

    Las cotidianas violaciones de los derechos humanos en Chile provocaron que en 1975 varios funcionarios de la embajada estadounidense pidieran cortar la ayuda eco-nmica y militar al gobierno de Pinochet. Sin embargo, prevaleci la opinin de los funcionarios del Pentgono y del Departamento del Tesoro que deseaban fortalecer sus relaciones con la dictadura.

    Escudo de poder contra la ambicin del comunismo asitico

    Indonesia es el cuarto pas con ms poblacin del mundo y est conformado por un archipilago en el que con-vergen intereses estratgicos de cuatro continentes. Sus ms de 10.000 islas se extienden por casi 5.000 km entre el Sudeste asitico y Australia. Sobre el Ocano Pacfico lindan con China, Japn y Estados Unidos, mientras sobre el ndico confluyen las rutas martimas entre el este de frica, Oriente Medio y la India. Se trata de un pas rico tanto en yacimientos de petrleo, estao, cobre y otros tantos minerales, como en productos agrcolas como el caucho, el caf o el aceite de palma. Su extensa poblacin representa un potencial mercado interno, y su bosque tropical, el segundo ms grande del mundo, una reserva

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    natural inigualable. Por estas caractersticas estratgicas y econmicas, Indonesia ha estado siempre en la mira de las grandes potencias. En su momento, el ex presidente estadounidense Bill Clinton manifest que el futuro eco-nmico de Estados Unidos estaba ligado al crecimiento de las economas de Asia Oriental, y que crear condiciones ms favorables a las inversiones imperialistas en esa regin deba ser un objetivo central de su poltica exterior. Por su lado, el Pentgono subray la importancia estratgica del pas por sus vas martimas y por contar con la mayor poblacin musulmana del mundo.

    Entre 1965 y 1998, Indonesia fue gobernada por la dictadura de Suharto, quien lleg al poder por medio de un golpe de Estado de la mano del gobierno estado-unidense. El gobierno predecesor, en cabeza de su lder Sukarno, no buscaba una autntica independencia frente al imperialismo, pero se trataba de una coalicin en la que el Partido Comunista de Indonesia desempeaba un papel importante que haba tomado ciertas medidas nacionalistas dictadas por la burguesa local. Sukarno re-ciba ayuda de la Unin Sovitica mientras Estados Unidos apoyaba las rebeliones internas contra su gobierno. Por aquel entonces Estados Unidos se encontraba empanta-nado en Vietnam, y la China maosta ejerca una poderosa influencia revolucionaria en Asia y en todo el mundo. En Indonesia, el antiimperialismo cobraba fuerza. Estados Unidos necesitaba un gobierno en el que pudiera confiar para defender sus intereses en la regin. Poco antes del golpe, el presidente Lyndon Johnson dijo: Hay mucho en juego. La mayora de los pases no comunistas no pueden oponer resistencia solos a la creciente fuerza y ambicin del comunismo asitico. Por eso, nuestro poder es un escudo esencial.

    La CIA desempe un papel importante en el golpe de Estado de Suharto pero tambin participaron el ejrcito local, varias compaas petroleras e importantes centros de investigacin, como la Fundacin Ford y la Universidad de Harvard. El golpe fue financiado por intermedio de las petroleras estadounidenses y japonesas que hacan llegar

    La Fundacin Ford es un recurso disponible para personas e instituciones innovadoras, cuyos objetivos sean fortalecer los valores democrticos, reducir la pobreza y la injusticia, promover la cooperacin internacional y ayudar a que las personas y sociedades puedan alcanzar sus metas de superacin.

    www.fordfound.org

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    los fondos a Permina, la compaa de petrleo del ejrcito indonesio.

    El 1 de octubre de 1965, Suharto tumb al gobierno de Sukarno, declar ilegal al Partido Comunista e inici una enorme masacre. Se calcula que fueron asesinados entre 250.000 y un milln de indonesios, y fueron arrestados y torturados centenares de miles ms.

    Suharto se benefici del apoyo de