Reseña Ruiz, Miguel (1999), Los Cuatro Acuerdos, México: Editorial Urano

Por Dra. Maritza Sirvent Lorraine sirvent@itesm.mx

“La libertad que buscamos es la de ser nosotros mismos, la de expresarnos tal como somos. Sin embargo, si observamos nuestra vida, veremos que, en lugar de vivir para complacernos a nosotros mismos, la mayor parte del tiempo sólo hacemos cosas para complacer a los demás, para que nos acepten. Esto es lo que le ha ocurrido a nuestra libertad. En nuestra sociedad, y en todas las sociedades del mundo, de cada mil personas, novecientas noventa y nueve están totalmente domesticadas”

Dr. Miguel Ruiz

El libro Los Cuatro Acuerdos del Dr. Miguel Ruiz me lo regalaron en un momento difícil de mi vida, pero ¿quién no ha tenido un momento en su vida que no ha sido fácil? Llegó a mí en el momento justo, me pareció un libro inteligentemente escrito, ameno, con una lógica impecable, puede suceder que uno no esté de acuerdo con todo lo que se expone, ése es el privilegio del lector: definitivamente cuando se lee un libro, se debe ser crítico y decidir con que enseñanzas se queda y con cuales no. El autor habla de la domesticación tremenda a la que hemos estado sujetos a lo largo de nuestras vidas, a ese conjunto de reglas que pensamos que así es y que así debe ser; pero cuando todo eso cambia, entonces nos damos cuenta que las cosas no tienen que ser como las hemos conocido siempre. Los cuatro acuerdos a los que se refiere Miguel Ruiz en su libro son:

1. Sé impecable con tus palabras. 2. No te tomes nada personalmente. 3. No hagas suposiciones.

4. Haz siempre lo máximo que puedas. En impecabilidad con las palabras me parece fantástica la idea de nunca hablar mal de nadie, de alguna manera todos tratamos de hacerlo aunque a veces no lo logremos y sucumbimos ante esas malas prácticas. Lo que a mí me parece tremendamente saludable es cuando el autor dice: lo más importante es no hablar mal de si mismo. Cuando analiza la parte de no tomar nada de manera personal, empecé a estar de acuerdo con sus argumentos expuestos: a veces suceden cosas e inmediatamente pensamos que es algo personal, pero sucede que ¡no!, en realidad no tiene que ver con nosotros. Por ejemplo, cuando alguien se enoja con nosotros, lo primero que pensamos es en qué es lo que estamos haciendo mal o que es lo que tenemos nosotros que hace que la otra persona se enoje, pero la realidad es que el enojo, disgusto o desaprobación de esa persona molesta es un reflejo de ella misma y no tiene que ver con nosotros. Con el simple hecho de leer la frase “no hagas suposiciones” fue tan claro para mí en ese momento, cuán cierto es que siempre hacemos suposiciones, cuántas son las veces que no escuchamos con atención, no aclaramos las cosas, nos quedamos con muchas dudas, y empezamos a suponer, tan sencillo que puede ser preguntar cuando algo no se ha entendido. ¿Quién no se ha sentido culpable por algo que ha hecho?, sobre este punto don Miguel Ruiz expone que el ser humano se juzga una y otra vez por el mismo delito, nos sentimos culpables por algo, la pasamos mal, somos nuestro propio juez, nos enjuiciamos, veredicto: ¡culpable!, pagamos nuestra sentencia, pasa el tiempo, vamos mejor y de pronto, otra vez vuelve a la mente la situación vivida y otra vez un juicio. La recomendación es seguir adelante, darse otra oportunidad; y cuando se presente cualquier situación, dadas las circunstancias de ese momento hacer lo mejor que uno puede, así cuando uno vuelva la vista atrás poder decir: hice mi mejor esfuerzo y dadas las circunstancias fue lo mejor. Siempre hacer lo máximo que podamos, ni más ni menos. Argumentos lógicos a situaciones tan comunes, expuestos de una manera elegante, con las palabras correctas, de fácil lectura. Los Cuatro Acuerdos es un libro para consultar una y otra vez, un excelente para regalo para un amigo. Su lectura nos abre un nuevo horizonte y nos atrapa en esa constante búsqueda del ser humano por ser cada día mejor. Lo recomiendo ampliamente, es una oportunidad para conocer un poco sobre la sabiduría tolteca.