Los desafíos de una transición histórica · Discurso de clausura del XXII Congreso Nacional del...

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Los desafíos de una transición histórica Jorge Altamira

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Los desafíos de una transición histórica

Jorge Altamira

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Por un congreso obreroy socialista convocado

por el Frente de IzquierdaDiscurso de apertura del XXII Congreso

Nacional del Partido Obrero Jorge Altamira

Un congreso sin complacenciasDiscurso de clausura del XXII Congreso

Nacional del Partido Obrero Jorge Altamira

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Compañeras delegadas, compañeros delegados: bienvenidos al XXIICongreso del Partido Obrero.De acuerdo con nuestros estatutos, el Congreso del Partido Obreroes la instancia soberana de nuestra organización. Es la encargada de

establecer la línea política del partido hasta el siguiente congreso, de elaborarlos numerosos aspectos de la experiencia colectiva que hemos protagonizadoy finalmente elegir un comité nacional.

Pero esta es la parte formal del congreso. El congreso que iniciamos el díade hoy tiene un contenido concreto. En el curso del informe voy a hablar delas transiciones políticas, que nos afectan como partido, quiero decirlo de en-trada.

Por un congreso obreroy socialista convocado porel Frente de IzquierdaDiscurso de apertura del XXII Congreso Nacional del Partido Obrero Jorge Altamira

La transición en el Partido ObreroEn primer lugar, la transición nos afecta porque las rien-das de este partido están pasando a una nueva genera-ción, que es visible en todos los aspectos.

Hay una nueva generación de luchadores. Compa-ñeros que tienen en promedio 30 años o menos, quese están transformando en responsables del partido. ElPartido Obrero está viviendo una transición políticamuy importante, que no es solamente una transiciónbiológica, no sólo los compañeros más jóvenes estánasumiendo las tareas del partido. También hay unatransición política, sobre la cual poco se ha reflexio-nado, que va a ser un factor muy importante a tener encuenta en el desarrollo del Partido Obrero de aquí enmás. Esta transición política consiste en que se incor-poran al partido y asumen posiciones dirigentes nume-rosos compañeros que se suman al Partido Obrerodesde experiencias políticas diferentes a las que históri-camente representa el Partido Obrero. Son compañerosque vienen del peronismo y eso también marca unatransición política, porque es una manifestación muyimportante, quizá la más elevada, de una transforma-ción al interior de la clase obrera.

La pertinencia de estas observaciones está relacio-nada con el trabajo subsecuente del congreso cuandose formen las comisiones, las que deberán hacer un tra-bajo serio de desenvolvimiento práctico, organizativode estas transiciones. Se trata de votar resoluciones quesirvan para desarrollar la capacidad política de la nuevageneración biológica y política para conducir el PartidoObrero. Ellas van a conducir al Partido Obrero, comoya lo hacen; por eso deben formarse para obtener esacapacidad. Deben estudiar, deben tener una militanciaprofundamente politizada, no puramente práctica, en-tendiendo cada tarea práctica de acuerdo al funda-mento estratégico de esa acción. Los partidostradicionales o pequeño burgueses son incapaces de ca-racterizar a sus organizaciones como organismos vivos,que interactúan en una lucha de clases, y esto se en-

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...la reconstruc-ción de la lla-mada burguesíanacional, ha en-trado en crisishace largotiempo. Los tari-fazos y las deva-luaciones (...)son la expresión,por sobre todo,del agotamientodel proceso quepretendió supe-rar la bancarrotaprecedente...

cuentra, hasta cierto punto, en falta en aquella izquierda de carácter sectario.Los grupos sectarios necesitan, en realidad, ignorar las transiciones políticaspara reafirmar la constancia, y no dirigir y orientar la mutación. Nosotros, quesomos el partido de la dialéctica, el partido de la teoría puesta en acción, nosempeñamos en pilotear las mutaciones: está fuera de nuestro radar administrarcuerpos sin vida. Entonces, el XXII Congreso del Partido Obrero es un orga-nismo soberano en la plenitud de la soberanía, no sólo estatutariamente, sinoen la responsabilidad política.

Transición políticaEl primer punto del informe que pretendo desarrollar de un modo abarcador,no unilateral, de la situación política de Argentina es que también atraviesauna nueva transición. La tarea de un partido revolucionario es que el procesoque busca emerger se desenvuelva como un proceso revolucionario.

Si se trata de enumerar las características de la transición política, lo pri-mero que se observa es que la reconstrucción capitalista del país, definida porNéstor Kirchner como la reconstrucción de la llamada burguesía nacional, haentrado en crisis hace largo tiempo. Los tarifazos y las devaluaciones, que estánmuy lejos de concluir, no solamente son la expresión de un desequilibrio eco-nómico: son la expresión, por sobre todo, del agotamiento del proceso quepretendió superar la bancarrota precedente. En cierto modo, la bancarrota de2001 se ha transformado en la bancarrota de 2008, no se la puede considerarcon independencia de aquella, tiene nexos y lazos muy importantes. Cuandouno lo mira con la perspectiva del tiempo, observa que en esencia esa recons-trucción capitalista consistió en transferir al Estado la hipoteca que dejó laquiebra de 2001/2002 al transferirla al Banco Central, a los jubilados, y le-vantar esa hipoteca con el capital internacional.

En este momento, la deuda pública y la privada externa es de trescientosmil millones de dólares, muy superior a la que había en 2001 y 2002. La mayorparte de esa deuda se encuentra en las arcas de la Anses, del Banco Central ydel Banco Nación. Se ha desarrollado, entonces, un proceso de confiscacióneconómica en beneficio del capital nacional e internacional. La primera ca-racterística de la transición actual es que hemos pasado de una crisis a otra cri-sis.

El Partido Obrero señaló, desde el comienzo, la inevitabilidad de este pasajede una bancarrota a otra. En lugar de dejarnos impresionar con estadísticasabstractas, destacamos el cambio en las relaciones sociales que iba produciendola política económica -en qué clase se apoyaba, a quién perjudicaba, a quiénbeneficiaba.

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Hoy está en claro, por ejemplo, que la reestructu-ración de la deuda externa de Kirchner y Lavagna, enel año 2005, según la cual se había conseguido unaquita, partió de la intención de salvar el 100 por cientodel pago de esa deuda mediante la incorporación de uncertificado de deuda, llamado el cupón PBI, que pre-tendía exactamente ese objetivo. Se planteó la falaciade que ese cupón no sería una hipoteca (no aparece enlos cálculos oficiales de deuda), porque su pago estabacondicionado al crecimiento del producto bruto in-terno. La deuda externa de 2001 más todos los rescatesde la gestión Cavallo, a tasas usurarias está siendo res-catada en su totalidad. Ya se ha pagado la mitad delcupón del PBI, resta la otra mitad, por 20 mil millonesde dólares. Todo sumado, se pagará la totalidad de ladeuda externa de 2001.

Este es el primer aspecto de la transición: de nuevouna bancarrota, que afecta fundamentalmente al sis-tema jubilatorio, que destruye la moneda por la deudaimpaga con el Banco Central -y que podría extenderseal Banco Nación. Las reservas del Banco Central nopermiten, además, pagar las deudas internacionales im-pagas -con el Club de París, los fondos buitre, las pri-vatizadas que ganaron litigios en el Ciadi e inclusodeudas con otros bancos centrales.

El otro elemento de la transición es el fracaso delnacionalismo burgués. Los Kirchner, que se reivindicande una tradición montonera, fueron menemistas furio-sos, los que más pilotearon el proceso de privatización-no sólo el petrolero, sino el proceso de privatizaciónde toda la provincia. Entregaron el banco provincial enSanta Cruz a Eskenazi; le perdonaron las deudas a todoslos deudores con el presupuesto de Santa Cruz.

La crisis de 2001 obligó a la burguesía a operar uncambio de frente; la obligó a enfrentar el derrumbe eco-nómico, el derrumbe de las privatizaciones, la quiebrade los bancos, la insurgencia popular del 19 y 20 de di-ciembre y del movimiento piquetero. Después de haberatravesado el menemismo, los privatistas se transforma-

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... La consignaque desarrolla-mos en Salta,(...) fue que “lostrabajadores sal-ten el cerco,dejen de votar alperonismo”. Ysaltaron el cerco.Acá tenemos lamanifestaciónpositiva del fra-caso del naciona-lismo burgués ...

ron en los soldados de Perón y empezaron una demagogia de tipo nacionalista,un planteamiento de defensa del mercado interno: “venimos a reconstruir laburguesía nacional”. Hoy peregrinan por el mundo, entregando el petróleo,con Chevron, el Banco Mundial, el Club de París, el Fondo Monetario Inter-nacional, los fondos buitre y presentan un proyecto de ley que virtualmenteprohíbe las huelgas.

Hay un hundimiento del nacionalismo burgués. No importa que los kirch-neristas lo nieguen y digan que el tarifazo es una redistribución del ingreso enfavor de los más pobres, [eso] simplemente quiere decir que han perdido elsentido del ridículo. El hundimiento del nacionalismo burgués es un fenó-meno continental, porque ahora lo vemos a Nicolás Maduro, con la mediacióndel Papa, pactando modificaciones con la oposición gorila en el esquema po-lítico chavista. La bendición del Papa implica que la burguesía está perdiendosu condición de mediadora con las masas.

Argentina acaba de acordar con Brasil iniciar las negociaciones para untratado de libre comercio con la Unión Europea, cuando en 2005, en Mar delPlata, habían boicoteado la firma de un tratado de libre comercio con EstadosUnidos. En realidad, lo había boicoteado Lula, por exigencia de la misma bur-guesía brasileña que ahora presiona para hacer lo mismo, pero con la UniónEuropea.

Ahora estamos en una situación diferente a 2003. Desde el punto de vistade la lucha política de la izquierda, en particular desde el Partido Obrero, estoes muy significativo, porque al final la parte de la población que tiene una ten-dencia al seguidismo del nacionalismo burgués se ha quedado sin referenciapolítica. En este punto la izquierda y el Partido Obrero, especialmente el Par-tido Obrero, llevaron adelante una lucha política firme, sistemática y conse-cuente para advertir que era inevitable el fracaso del nacionalismo burgués yque los problemas nacionales de la Argentina, como de América Latina, sólotenían solución bajo la dirección de la clase obrera. Esto mucha gente lo percibey hay un traspaso del voto kirchnerista y del voto peronista al Partido Obrero(Salta) y al Frente de Izquierda.

La consigna que desarrollamos en la última parte de la campaña electoralde Salta, muy abiertamente, en donde hubo cuatro elecciones, fue que “lostrabajadores salten el cerco, dejen de votar al peronismo”. Y saltaron el cerco.Acá tenemos la manifestación positiva del fracaso del nacionalismo burgués.

Las determinaciones que estamos desarrollando no son literarias: son ca-tegorías políticas que operan en la realidad, se manifiestan en la realidad y laalteran mediante una acción política consecuente.

El otro aspecto importante, el otro problema, es la disolución del frente

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kirchnerista, que comenzó con un planteamiento decentro izquierda contra un centro derecha, luego fuecon Cobos y los radicales K, y que enseguida había con-seguido aglutinar al peronismo que había ido divididoen las elecciones de 2003. Ahora tenemos una disolu-ción completa. ¿Quién es kirchnerista hoy? ¿Massa,Scioli, De la Sota? Es una disolución del frente políticoque llevó a los K al gobierno. Hoy los únicos que sedicen kirchneristas son La Cámpora -y esto hasta ciertopunto, porque escuché que van a echar a Ottavis. Tam-bién hay un fraccionamiento al interior del grupo de lafamilia Kirchner. Obviamente, estamos hablando tam-bién de la disolución del peronismo, que si en 2003presentó tres candidaturas, hoy tienen ocho, en unapelea interna de aglutinamientos provisorios o de ca-marilla.

Esa disolución del peronismo modifica el cuadropolítico en más de un aspecto. Cuando uno mide, porejemplo, el electorado de Massa, observa que tiene unelectorado peronista y antiperonista. No puede recla-mar su condición exclusiva de referente peronista, por-que perdería el apoyo antiperonista. Es el candidatomás antiperonista del peronismo -Scioli, De la Sota,Urtubey, De Narváez o el 'Galuccio' Urribari son di-versas mezclas de tradición peronista - antiperonista.Un movimiento que se dice popular ha sido absorbido,como si fuera una operación financiera, por una em-presa superior desde el punto de vista ideológico y eco-nómico, como la ex Ucedé.

La otra característica, la quinta característica de estatransición, es el retroceso de la burocracia sindical.

Por un lado, por divisiones agudas. Segundo, por-que forman parte de la disolución del frente kirchne-rista; Moyano se había integrado al frente kirchnerista.Además, asistimos al avance en numerosos sindicatosdel clasismo de la izquierda, que es el elemento más im-portante del retroceso de la burocracia sindical. Ese re-troceso de la burocracia sindical se produceobjetivamente como consecuencia la disolución del

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frente kirchnerista y del peronismo, porque mina la base política y la palancapolítica de la burocracia sindical. En las elecciones últimas, los candidatos deMoyano, Plaini, etcétera, fueron simplemente ignorados. Las burocracias con-vocantes del último paro no tuvieron ningún peso político en las últimas elec-ciones. Estamos frente a una contradicción eventualmente explosiva.

El último punto que caracteriza la transición es la disolución de la cen-troizquierda. Ha desaparecido del panorama político, hoy lo único que haycomo centroizquierda es la tentativa de Lozano para que Víctor De Gennarosea candidato a presidente. Es una pena que a pesar de tantas tentativas quehemos planteado a la redacción de “Prensa Obrera”, no se hayan elaboradoartículos acerca de los realineamientos políticos y de lo que ellos significan,porque han privado a los lectores y al partido de una compresión más profundade la crisis-transición política. Carrió y Pino tratan de que venga Macri a unacuerdo. Probablemente Unen se autodestruya. ¿Ustedes se imaginan el campopolítico que se abre para la izquierda si se pulveriza este sector? Escuché a Gus-tavo Vera decir que no lo invitan a la reuniones de Unen porque dicen que noes un partido político, sino una ONG.

Ningún candidato patronal representa, por el momento, un eje de reagru-pamiento del frente capitalista. Están divididos en torno de las salidas a la ban-carrota económica. Cuando Duhalde armó el equipo con Lavagna, desalojó atodos los que habían estado en la convertibilidad y rescataron al sistema fi-nanciero, del que luego Kirchner se encargó políticamente. Significativamente,Kirchner fue derrotado en las primarias por Menem, pero no era Menem eleje aglutinador sino Néstor Kirchner. Ahora hay una dispersión general, nadiehace pie en la crisis.

PoloEsto nos mete ahora en el punto de la transición económica. Esa transicióneconómica hoy se manifiesta en los intentos de salir de una gigantesca banca-rrota económica. La bancarrota está testimoniada por las tasas de interés usu-rarias vigentes en el país y la negativa del capital internacional de financiar a laArgentina, a pesar de los privilegios que se les ofrecen. El nuevo endeuda-miento de Argentina no consiste en nuevos créditos, sino en el pago de deudascon nueva deuda. Por ejemplo, se está endeudando para pagar la deuda comoconsecuencia de la indemnización a Repsol, emite deuda para pagar los costosde los fallos adversos en el Banco Mundial o litigios que han llevado adelantelas privatizadas. Es decir, se terminó el esquema de financiamiento y subsidioskirchneristas: ahora vienen los tarifazos, se agota el subsidio al capital industrialy se aplica el ajuste a los salarios. Los tarifazos se están aplicando al consumo,

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no todavía a la industria, el gobierno intenta desespe-radamente mantener las tasas de beneficio del capitalindustrial, separándolo del tarifazo, y también intentamantenerlo con el ajuste de los salarios frente a la in-flación. Por otro lado, en Córdoba los despidos estáncreciendo, la industria se paraliza en ramas absoluta-mente importantes. Estas son medidas desesperadas.Todo esto configura una transición.

El último punto de la transición es el más signifi-cativo, desde el punto de vista subjetivo y de la políticaobrera y socialista. La izquierda revolucionaria apareceen el escenario nacional como un polo, o sea un factorde atracción, en el marco de un régimen que va ha-ciendo agua, tanto en el plano económico como polí-tico. Que es un polo lo demuestra el hecho de quefuimos a las Paso de 2011 a pedir que nos dieran el 1,6por ciento, un 0,1 por ciento más que el piso de losvotos requeridos para participar de las elecciones gene-rales, y terminamos en 2013 con la mayoría en el Con-cejo Deliberante de Salta, cuatro legisladores en laprovincia, tres diputados nacionales en el Congreso dela Nación, cuatro legisladores en Mendoza, etcétera -esdecir, que hay un poro que absorbe y capitaliza, me-diante su actividad, la descomposición del sistema. Yuna legisladora provincial en Santiago del Estero, no esfácil tener una legisladora en Santiago.

La caracterización de la etapa como una transición-con todas sus determinaciones- es decisiva para la ac-ción revolucionaria. La caracterización de la etapa: des-vela las posibilidades revolucionarias de esa etapa; lasposibilidades revolucionarias están metidas adentro delproceso, no son injertos extraños en él que la vanguar-dia las postule de forma voluntarista (eso la haría caer,como efectivamente ocurre, en el petardismo). La van-guardia tiene que desenvolver el proceso de la transi-ción, explotar todos los aspectos de la crisis y abrirle ala clase obrera un rumbo frente a esa crisis. Es así comoemergen esas posibilidades revolucionarias.

Por posibilidades revolucionarias no debe enten-

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... Por posibili-dades revolucio-narias no debeentenderse ex-clusiva o estre-chamente latoma del poder.Significa que, enla crisis, la claseobrera revolu-cionaria crece yse desarrolla, ydecrece la pe-queña burguesíareformista ...

derse exclusiva o estrechamente la toma del poder. Significa que, en la crisis,la clase obrera revolucionaria crece y se desarrolla, y decrece la pequeña bur-guesía reformista; que se debilita la reacción y se expande la capacidad de ac-ción del proletariado. Ya eso es una perspectiva revolucionaria, porque esedesarrollo es la condición de cualquier perspectiva revolucionaria. Un partidorevolucionario con -digamos para poner un ejemplo- ocho millones de votosno equivale de ningún modo a la toma del poder, pero es un acontecimientorevolucionario. Supone un partido con fuerte presencia en la clase obrera. Unpartido realmente obrero, con ocho millones de votos, está golpeando las puer-tas del poder político, es un desarrollo revolucionario en una etapa de transi-ción política. La comprensión de la transición histórica y política es una vacunacontra cualquier forma de acción ultimatista. Es necesario aprovechar todaslas posibilidades de desarrollo que capaciten a la clase obrera para emprendi-mientos más decisivos. Se puede ver, por ejemplo, la importancia de tener unbloque en el parlamento, como ocurre en Salta, en el desarrollo de la granhuelga docente en la provincia. Pienso que debemos estudiar y hacer cursossobre esta temática fundamental, que son las transiciones históricas y las tran-siciones políticas.

Me parece, por ejemplo, que cuando los bolcheviques aprueban las Tesisde Abril por primera vez se aborda la cuestión de la transición histórico-política-el pasaje de una revolución a otra revolución, para lo cual desarrolla un pro-grama y un método político de precisión extraordinaria. Acá tenemos la famosafrase que caracteriza a la etapa como el pasaje de una revolución a otra revolu-ción. Esta caracterización decidió los destinos del mayor territorio del mundo.Mientras la inmensa mayoría, sino todos los partidos que habían triunfado larevolución y surgido una República, Lenin dijo: “No, estamos en la fase detransición de la primera revolución a la segunda revolución”. Observen la im-portancia de comprender las transiciones.

Con éste método, se sale de los impasses del blanco o negro, por un lado,y de la reivindicación de los matices de un modo unilateral o abstracto, por elotro -lo que sólo produce un híbrido. Para los revolucionarios, los llamadosmatices y las oposiciones rígidas deben ser superados por una caracterizaciónde las contradicciones en su desarrollo. Se trata siempre de caracterizar el pasajede una situación a otra situación y de determinar cómo pilotear ese pasaje. Eneso consiste la táctica revolucionaria: en pilotear el pasaje, sea desde una etapade desarrollo partidario a otra, de una crisis internacional a una guerra, de unacrisis económica a una política, pero siempre pilotear un pasaje. El punto enque estamos ahora es el pasaje a una nueva bancarrota, a la tendencia a la di-solución de los agrupamientos políticos patronales y pequeño burgueses (y a

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reconfiguraciones políticas más precarias) y a la trans-formación de la izquierda en un polo político basadoen la clase obrera.

BancarrotaAclarado todo esto, ¿por qué hablamos de una econo-mía en bancarrota? Ya he señalado que la deuda públicamás la privada externa es de 300 mil millones de dóla-res. La deuda pública como tal (documentada o en li-tigio), incluidos estos cupones del PBI, deben ser 240mil millones dólares; llegamos a 300 mil millones comoconsecuencia de la deuda privada con el exterior, quetampoco está muy bien calculada, podrían ser más. ElPBI es inferior a 450 mil millones de dólares, de ma-nera que [la deuda] representa un enorme 70 por cientodel PBI. Estamos hablando solamente del capital; conlos intereses llega, cómoda, al ciento por ciento

Esta deuda es impagable. Mejor dicho, no se paga.La mayor parte de esta deuda está en la Anses y elBanco Central, el gobierno nacional la refinancia, nola paga. El 50 por ciento de los activos del Banco Na-ción son títulos de deuda pública. Cuando vence un ti-tulo de deuda del gobierno con la Anses, le mete otrotítulo. Sacando la plata de la Anses pagó la deuda ex-terna. Transformó un titulo de deuda internacional enun título de deuda con un acreedor interno. Si unfondo previsional no puede recuperar lo que invierte,está quebrado.

La Anses contabiliza sus créditos a valor nominal,no de mercado; las cuentas de la Anses no dan cuentadel estado real de sus finanzas. Por ejemplo, cuando elgobierno quiso bajar la cotización del dólar vendía enla bolsa los títulos de la Anses por debajo de su cotiza-ción corriente en dólares. Los especuladores recompra-ron a precio de ganga los títulos que el Estado habíacolocado en la Anses.

Para el gobierno se trata de una deuda interestatal.Sin embargo, esto es falso jurídica como económica-mente. La Anses es un organismo autónomo, que está

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intervenido, y tiene la obligación de pagar a un tercero, los jubilados.El 75 por ciento de los jubilados cobra apenas 2.770 pesos, porque los ac-

tivos se encuentran en defol, de modo que solamente puede pagar los haberescon los nuevos aportes que ingresan a la caja de jubilaciones y parte de los in-tereses corrientes que obtiene de los activos que refinancia en forma indefinida.La Anses es una AFJP estatal en quiebra, que determina las jubilaciones quedebe pagar de acuerdo con una estimación de ingresos en lugar de hacer alrevés, o sea cumplir con el 82 por ciento móvil y adoptar una política que ga-rantice su financiación.

Argentina está en bancarrota, porque ha transferido la deuda externa a or-ganismos del Estado y no paga esas deudas, por ejemplo con el Banco Central.Gran parte de la base monetaria del país fue emitida por medio de la comprade títulos por parte del Banco Central, que el banco nunca podrá rescatar. Estefraude se diferencia en forma radical de la emisión monetaria que financia laproducción y el comercio a través de un ciclo financiero continuo de présta-mos, recuperaciones y nuevos préstamos.

La pregunta ahora es: ¿cómo se endeuda de aquí en más un país que nopuede pagar la deuda corriente? La quiebra deja de ser un dato jurídico y setransforma en un obstáculo fenomenal para la prosecución de la acumulaciónde capital.

Como Argentina tiene un defol virtual para pagar la deuda con la Anses yel Banco Central (y también el Nación), el FMI y el Club de París exigen re-alizar una auditoría de cuentas públicas antes de autorizar nuevos endeuda-mientos internacionales. De ahí que exijan primero los tarifazos y, en general,eliminar el déficit fiscal e incluso eliminar o atenuar el déficit internacional deenergía, mediante aumentos aún mayores de los combustibles. En oposicióna este ultimátum, el gobierno prevé, para este año, sacar del Banco Central150 mil millones de pesos a cambio de títulos impagables para financiar elpresupuesto. Argentina está en un impasse. La perspectiva de zafar de esta crisismediante nueva deuda externa directa o indirecta (vía YPF, por ejemplo) estáneutralizada por la incapacidad de pago de una deuda pública inusitadamenteelevada y por la necesidad de seguir financiando al Estado con deuda públicaque no se pretende pagar. Cualquier ingreso de fondos internacionales signi-ficaría emitir más moneda interna y, por lo tanto, más inflación, de modo quela crisis se caracteriza por la quiebra del sistema financiero nacional y no porla falta de financiamiento externo -que es solamente la consecuencia. El go-bierno está reponiendo reservas con el ingreso de la exportación de soja, al pre-cio del 30 por ciento anual en dólares, que es la tasa que paga el Banco Centralpara absorber los pesos de la emisión que provoca la entrada de divisas. Hay

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venta de dólares por pesos, que son represtados a tasassuperiores al 30 por ciento, un rendimiento usurario,el cual agrava la hipoteca del Estado y de los particula-res. Los 150 mil millones de pesos que el gobierno vaa sacar al Central para el presupuesto de este año lecuestan al banco una deuda del 30 por ciento. La recu-peración del crédito internacional pasa entonces, enforma inevitable, por un rodrigazo que licúe la mayorparte de la deuda interestatal -o sea que no se verificarádentro de los límites actuales del ajuste. Con la deva-luación de enero, el gobierno desencadenó el Rodri-gazo. La bancarrota del sistema financiero plantea,como única salida positiva para los trabajadores, la na-cionalización de la banca, bajo control obrero, y planteala cuestión de la nacionalización, aún más amplia, delcomercio exterior. Lejos de establecer una Junta de Gra-nos, la fusión de monopolios chinos e internacionalespara acaparar la cosecha argentina ha reforzado la de-pendencia agrícola internacional de Argentina y conello una mayor captura de la renta agraria por parte delcapital internacional.

Las corrientes de izquierda que dicen que esto noes un rodrigazo, sino que es un ajuste, están diciendoque el gobierno, por medio de este ajuste, que natural-mente van a pagar los trabajadores, se encamina a unnuevo equilibro económico. No. Se encamina a unacrisis mayor: éste es el punto en discusión. Lo que nos-otros decimos es que la devaluación de la moneda haagravado todos los desequilibrios y la lucha de clases.La devaluación ha hecho crecer la deuda pública en dó-lares, en forma monstruosa, una vez que se la conviertea pesos. Ha comenzado una crisis industrial, no sola-mente en la industria automotriz, la cual ha salido enforma desesperada a ofrecer créditos sin ninguna clasede garantías del consumidor (un replay de lo que llevóa la crisis hipotecaria norteamericana).

La devaluación ha aumentado la factura de subsi-dios en pesos; crece entonces el tarifazo potencial enpesos. ¿Estamos ante un proceso de reequilibrio o ante

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una acentuación de desequilibrios?Cuando el gobierno le paga una indemnización fabulosa a Repsol con más

deuda, no significa que tiene mayor capacidad de pago. Por eso Repsol exigió,en un primer momento, una garantía de reservas del Banco Central. El go-bierno no se la dio. Obsérvese, sin embargo, que sí le garantiza que esa deudasólo será considerada cancelada cuando Repsol haga efectivo el cobro de lostítulos que le da el Estado, al ciento por ciento de su valor de emisión. Ladeuda con Repsol ha pasado a ser el barómetro de todo el mercado interna-cional de deuda de Argentina. O sea que hay una garantía política de pago alciento por ciento -lo que significa, en última instancia, que las reservas delBanco Central garantizan la operación.

Repsol ha obtenido una garantía adicional del Deutsche Bank, o sea delBundesbank y del Banco Central Europeo -en definitiva del banco de bancos,el Banco de Basilea. Las reservas de la Argentina kirchnerista se encuentranhipotecadas hasta el hueso.

(Me doy cuenta que me estoy extendiendo más allá incluso de mis propiasintenciones, pero es necesario dejar en claro nuestras caracterizaciones y refutara los adversarios que nos imputan simplicidad o reduccionismo, a falta de me-jores argumentos para atacarnos.)

La pregunta ahora es: ¿puede haber una disposición del imperialismo aabrir un crédito a Argentina, que ignore todo lo señalado hasta aquí, para apo-yar el tránsito a las presidenciales de 2015?

El capital no tira la guita, el capital es la guita; no presta para rescatar ac-cidentados. Observen Ucrania. Si hay un país donde habría que tirar guitapara que no se arme la rosca y provocar una guerra, es Ucrania. ¡Fue lo quehizo Putin cuando aún existía el gobierno pro ruso, al que entregó enseguida3 mil millones de dólares, de un préstamo de 15 mil millones de dólares, aun-que esta plata la sacó de una deuda equivalente que contrajo en el mercado deLondres -y no del Tesoro ruso. Pero no es lo que responde ahora el FMI, queexige primero un supertarifazo del gas. En estos términos, la crisis de Ucraniapodría convertirse en prerrevolucionaria, tanto para Rusia como para la Otan,y para los oligarcas de Ucrania. El imperialismo tiene una lógica económica:los subsidios son un barril sin fondo, un préstamo a un barril sin fondo nosirve para nada. El FMI no quiere tapar agujeros sin fondo, sino reconstruiren términos capitalistas la economía de Ucrania, no tirar guita en una estruc-tura económica que se está viniendo abajo.

En el medio de una crisis mundial de estas características, ¿qué esperarpara la Argentina?

El otro aspecto de la crisis económica tiene que ver con esto del petróleo

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no convencional y los acuerdos con Chevron: el go-bierno dice “préstenme, estoy en bancarrota, pero ahoraviene Chevron y te pagamos todo”.

Entramos en otro aspecto de la crisis económica delo más relevante, porque los acuerdos con Chevronmarcan un cambio completo del régimen económico.Las empresas petroleras vendrán a la Argentina a inver-tir si pueden retirar sus utilidades, exportar y cobrar elcombustible a precios internacionales. Es decir que larenta minera de Argentina es acaparada por el capitalfinanciero internacional (las petroleras cotizan en Bolsa)y ese acaparamiento condiciona todo el desarrollo ul-terior de la débil industria nacional. Este condiciona-miento no se manifiesta solamente en Arabia Sauditao Venezuela y Perú, sino también en Chile, Ecuador,Bolivia, Brasil y en México. Estos acuerdos implican ladolarización de rentas y beneficios capitalistas, mientraslos salarios siguen en pesos.

El gobierno, de un piolínRetomando el problema de la transición, la tendenciaa la disolución política del gobierno del kirchnerismose manifiesta en que ha perdido esa capacidad de arbi-traje que se manifestó en 2011, cuando CFK sacó el54 por ciento de los votos y pareció consagrar un go-bierno de arbitraje personal. Lo caracterizamos comoun “bonapartismo tardío”, porque, por un lado, llegabacomo tal en una etapa de desenlace de la crisis econó-mica y, por el otro, tenía una base estrecha, revelada enel fracaso electoral en numerosas provincias importan-tes y en las rupturas con sectores relevantes de la buro-cracia sindical.

El gobierno actual sobrevive con pactos precarioscon los gobernadores que quieren organizar la sucesiónde CFK para las elecciones de 2015. De la Sota, Scioli,Gioja, Urtubey y CFK forman parte de este armadoinestable. La camarilla K busca un candidato queofrezca las garantías judiciales y políticas de impunidadpor los juicios que se llevan adelante. La definición de

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...Lo caracteriza-mos como un“bonapartismotardío”, porque,llegaba como talen una etapa dedesenlace de lacrisis económicay tenía una baseestrecha, reve-lada en el fra-caso electoral ennumerosas pro-vincias impor-tantes y en lasrupturas consectores relevan-tes de la buro-cracia sindical...

los candidatos en disputa para 2015 podría convertirse en una crisis políticade gobierno

Por eso insisto en que tenemos que estudiar todos los realineamientos po-líticos a medida que se van desarrollando y caracterizar su capacidad de rea-grupamiento de un bloque político patronal. Por ejemplo, en Salta, nuestrocrecimiento electoral enorme -del 30 por ciento en cada elección, durante cua-tro elecciones- reflejó el desgaste producido por la fuerte guerra de camarillasen el pejotismo. La prensa y los medios destacaron esta circunstancia con ciertareiteración.

El punto ahora es éste: ¿se reorganiza o no el peronismo en Salta, que estáenfrentado entre camarillas y, en consecuencia, podría recuperar los votos quenosotros le sacamos al PJ? ¿Urtubey va a las provinciales de abril próximo enel mismo estado en que fue a las parlamentarias del año pasado? El Partido dela Victoria ya está reclamando que se levanten las provinciales de abril de 2015y se vote una sola vez, en octubre siguiente.

Nuestra conclusión ha sido que sería difícil que cese la lucha de camarillasen Salta si a nivel nacional no se establece un polo de unificación del peronismoo un polo mayoritario al cual se pueda integrar Urtubey. ¿Es la falta de estepolo que lo lleva a decidir que se vote en abril? Estos procesos se dan en todaslas provincias: en Mendoza, el Partido Demócrata levantó de la mano de unaalianza con Macri y el Frente de Izquierda bajó tres puntos, cuando existía laexpectativa de aumentar siete puntos. A nivel nacional no se observa un puntode convergencia, Unen parece aglutinarse cuando todo indicaría que va a ex-plotar por el asunto de Macri. Esto ocurre frente a un gobierno débilmentearmado y condicionado por una fuerte crisis económica y por procesos judi-ciales.

Es un gobierno que ha quedado muy condicionado por una camarilla defondos buitre. Es un punto muy serio. Los fondos buitre que sí entraron en lareestructuración de la deuda están haciendo una propuesta para salir del defolque promueven los que rechazaron ingresar en el canje de la deuda de 2005 y2010. A partir de esto, se han transformado en el punto de apoyo del gobiernoen las relaciones internacionales. Uno de los fondos, Fintech, de David Mar-tínez, condiciona la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en su ca-lidad de accionista de Clarín y quiere entrar en Telecom. El gobierno estáacomodando el reparto de los medios de acuerdo con las conveniencias deFintech, de David Martínez, porque es una pieza clave en la negociación en laCorte Suprema de Estados Unidos sobre los acreedores que exigen que se lespague toda la deuda contraída hasta 2001, antes de la declaración de defol.En Argentina, Puente Hermanos, que aparece como negociador oficial del go-

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bierno junto con estos sectores, se ha transformado casien una camarilla financiera del oficialismo.

Los procesos judiciales contra los funcionarios delgobierno y la camarilla de capitalistas testaferros del ofi-cialismo están condicionados por toda esta interna po-lítica. CFK cambió a la presidente del Senado paracuidar la línea sucesoria en el caso que deba renunciarBoudou. En este marco, el nombramiento de Milanisignifica que la cúpula pro K del ejército toma el controldel aparato de inteligencia y trabaja en conexión conBerni. Kunkel saca un proyecto de ley antipiquetes enfunción de la labor asignada a Berni y a Milani. El bo-napartismo en decadencia busca colores militares. Otrogran factor de choques políticos y económicos: el apa-rato de inteligencia va a operar fuerte en el proceso elec-toral o ante tentativas de salidas políticas anticipadas.

La izquierdaEn este cuadro de transición, tenemos el problema fac-cional de la izquierda. Estamos ante un fenómeno ex-tremadamente contradictorio. Es indudable que elFrente de Izquierda se ha transformado en un canal po-lítico, por lo menos en el plano electoral. Digo por lomenos en el plano electoral, porque la izquierda nuncafue un factor político en el campo electoral, esto es sig-nificativo. Porque más allá de los avances sindicales yjuveniles en diversos lugares, millones de personas ocentenares de miles de personas han pasado a votar po-líticamente a un conjunto de fracciones trotskistas en-cabezadas por la nuestra.

Entonces, acá hay un proceso político objetivo alcual solamente podemos dar una salida positiva enten-diendo el marco de transición que hemos caracterizado.De un lado, tenemos a la izquierda que conquista unacondición de polo político, objetivamente. Pero no po-demos confundir el proceso objetivo que canaliza elFrente de Izquierda con el carácter de ese propio frente.Son dos cosas diferentes. Nosotros defendemos un pro-ceso político objetivo que tiene por protagonista al

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Frente de Izquierda, pero esto no es lo mismo que el carácter del propio Frentede Izquierda.

El Frente de Izquierda no aparece en el escenario nacional como conse-cuencia de un proceso de homogenización, ni siquiera de convergencia.Emerge para suprimir la lucha entre la izquierda en los procesos electorales ypara destacar, mediante un frente, la oposición a los partidos tradicionales ypatronales. Para evitar que el faccionalismo enfermizo que se manifiesta enforma cotidiana se hiciera presente en la lucha electoral. Esta coincidencia,que podríamos llamar metodológicamente negativa, ha servido para revelarun potencial político importante de la misma izquierda. La revelación de estepotencial no ha suprimido ni atenuado el faccionalismo -o sea la lucha sinprincipios y la práctica de la intriga, sino que la ha acentuado. Si en lugar deesto, el ascenso del Frente de Izquierda hubiera incentivado debates sobre pro-grama y puntos de principios, la caracterización sería otra, sería positiva. Ob-sérvese que la política de intrigas se acentúa, a pesar de que los partidos delFrente suscriben nada menos que un Manifiesto Político que les presentó elPartido Obrero. Este Manifiesto desenvuelve una concepción del momentohistórico actual, que contrasta con las reivindicaciones descontextualizadas quecaracteriza a los programas de la izquierda.

No podemos confundir el proceso político objetivo, al que el Frente deIzquierda sirve de canal, con el Frente de Izquierda. Las contradicciones inter-nas del Frente de Izquierda tienen características insuperables, precisamenteporque no se manifiestan como divergencias de principios o de programa, engran parte porque, a diferencia de nuestro partido, los partidos del Frente sim-plemente no tienen programa (nosotros lo aprobamos en el Congreso Inter-nacional de 2004). Las diferencias de programa permiten los compromisospropios de cualquier frente único; la sustitución de la discusión programáticapor la intriga lleva a un callejón sin salida. Una divergencia de programa sepuede clarificar, las maniobras faccionales prosperan en la oscuridad. La orga-nización que ha montado una campaña desorbitada sobre una supuesta in-consecuencia de nuestros militantes en la Panamericana, el jueves 10, cuandonosotros estuvimos allí con centenares de compañeros y con diputados, y ani-mamos la mayor parte de los piquetes en todo el país; la organización que seabalanza de ese modo es la misma que estuvo ausente en todos los piquetesdel período piquetero, no estuvo contra los francotiradores y la policía quemataron a Kosteki y Santillán, fue la Asamblea Nacional Piquetera la que or-ganizó la gigantesca manifestación piquetera, reprimida por la policía, en Bruk-man en 2002. El PTS no estuvo en el piquete ferroviario de tercerizados contraPedraza y luego atribuyó la responsabilidad de nuestro partido por el asesinato

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de nuestro compañero Mariano. No quiero poner uncalificativo a quienes hoy nos provocan desde esa tra-yectoria y desde la condonación de la represión criminalen La Tablada, en 1989. Lo que es cierto es que estamosante una política de escisión del Frente que se ha con-vertido en un polo político en el país. Nos hace recordara cuando Zamora llamó a “hacer grande al MAS”, enPlaza de Mayo, cuando el MAS se encontraba en Iz-quierda Unida, y enseguida se rompió el MAS. Nuestroprocedimiento ha sido diferente, pues, desde 2004, leshemos planteado una discusión política del programaque presentamos al Congreso de fundación de laCRCI. Nunca tuvimos una respuesta sobre eso. Lausurpación de la banca de Mendoza y la formación deun polo político antagónico al Frente de Izquierda, conla constitución del Encuentro de Atlanta, no deja dudasde una tendencia liquidacionista. En oposición al liqui-dacionismo, defendemos al Frente de Izquierda comopolo político de clase, defendemos la lucha de princi-pios dentro del Frente de Izquierda y repudiamos lasintrigas, y defendemos los compromisos políticamentelegítimos para el desarrollo de un frente único de lucha.

La crisis al interior del Frente de Izquierda -es muyimportante que sea señalado- no opera en el vacío. ElEncuentro de Atlanta ha dado espacio a corrientes con-trarias al Frente de Izquierda, las que quieren usar esebloque contra el Frente de Izquierda. Dijimos, en sumomento, que apoyábamos un frente de acción amplioy diverso, más allá del Frente de Izquierda, pero [tex-tual] “en la claridad”, donde el Frente de Izquierda sepresentaba como tal en términos de organización y deplanteos [Manifiesto Político]. En cambio, se ha for-mado una mesa permanente con sectores democrati-zantes de la cual fue excluido, por razones faccionales,el MST, que actúa con los mismos planteos democra-tizantes que, para el caso, el “Perro” Santillán. En elparo del 10, los fanáticos del piquete suscribieron untexto para entrevistar a Moyano, aunque al encuentrose presentó solamente el “Pollo” Sobrero. En resumen,

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...En oposiciónal liquidacio-nismo, defende-mos al Frente deIzquierda comopolo político declase, defende-mos la lucha deprincipios den-tro del Frente deIzquierda y re-pudiamos las in-trigas, ydefendemos loscompromisospolíticamentelegítimos para eldesarrollo de unfrente único delucha...

el Encuentro de Atlanta opera como vaciadero de la izquierda democratizanteque fue derrotada políticamente por el Frente de Izquierda en 2011 y 2013,con la anuencia de partidos del Frente de Izquierda y de otras fuerzas que hanapoyado al Frente de Izquierda. Cuando la centroizquierda camina hacia sudisolución, ¿por qué darle oxígeno a la izquierda democratizante que se oponeal Frente de Izquierda? Frentes de acción, sí; frentes de alcance político en laconfusión, no. Quienes creen, en el Frente de Izquierda, que están a la iz-quierda del Partido Obrero han elegido un campo democratizante. Llamamosa una rectificación de este rumbo ruinoso.

Creo necesario recordar que hemos llegado a esta línea de demarcacióncon la izquierda democratizante, luego de un debate con todas sus corrientes,en 2006, en el famoso seminario de la izquierda. Estuvimos reunidos un finde semana, discutiendo, y nos dividimos. Por un lado, los partidarios de “laizquierda plural”, que fue a la rastra de Pino Solanas y la burocracia de la CTA,y por el otro, los que defendimos la política de la independencia de clase. Larealidad, desde entonces, ha determinado en qué lugar ha quedado cada uno.Cualquier sector democratizante que quiera unirse con el Frente de Izquierdadeberá hacerlo por la puerta, no por la ventana -o sea presentando sus posi-ciones políticas, no fabricando encuentros o reclamando internas como si es-tuviéramos jugando a la ruleta.

Como le dije a un periodista, eso es un casino, una ruleta: no es política.Es como si uno dijera “bueno, me tiro los últimos mangos a un número”. Peroel “Perro” Santillán no es programáticamente, claro, diferente al MST. El“Perro” Santillán, según me contaron los compañeros, fue a Atlanta con variosómnibus de Jujuy y una gran bandera argentina adelante, como acostumbrabaa hacer en el PCR. Fue rival político del Frente de Izquierda en Jujuy, en laselecciones pasadas. Ahora tenemos una crisis, que esperamos resolver con uncompromiso, con respecto al acto por el 1º de Mayo. Vamos a ir a Plaza deMayo, el 1º de Mayo, por lo cual es necesaria una gran movilización del PartidoObrero.

Entonces, ¿cómo enfrentamos esta crisis política? Debemos ser perfecta-mente claros. Cuando nosotros defendemos el Frente, defendemos un procesode avance del movimiento obrero hacia la izquierda. No estamos encubriendolas necedades y mezquindades adentro del Frente de Izquierda, ni menoscuando esas vacilaciones le dan un lugar al centrismo y democratizantes en re-troceso. ¿Sindicalismo de bases o dirección clasista de los sindicatos? Esto síque sería un buen debate. Los debates y discusiones, sí; la intriga, de ningunamanera -su propósito político es romper el Frente de Izquierda, el canal políticoque ha comenzado a recorrer la clase obrera. Por ejemplo, el Sitraic no se es-

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tableció para que Gerardo Martínez conserve su hege-monía en la Uocra, sino para quebrársela: para que ma-ñana haya un único sindicato de la construcción decaracterísticas clasistas.

Ahora tenemos de nuevo otra pseudodiscusión, queya venía de antes, que es muy importante, pero que apesar de la relevancia, uno tiene la impresión de que setrata de una maniobra y que consiste en lo siguiente:“el Frente de Izquierda tiene que atender el hecho deque hay obreros peronistas, por lo cual debería subor-dinarse a otro espacio, que dé cabida a esos peronistas”.¿Cuál es la falacia aquí, una falacia que nos llevaría auna auto liquidación? Ocurre que desde un punto devista objetivo, el obrero peronista no tiene nada en elmedio entre el peronismo y la izquierda. No es que nohaya, en abstracto, “obreros peronistas”, sino que eseobrero supuestamente peronista no encuentra una re-ferencia de movilización y de salida en el peronismo.O se empantana en el status quo y sigue votando a can-didatos peronistas con electorado antiperonista, o vienea la izquierda. O sigue con la burocracia o viene a laslistas clasistas, que -nadie desconoce- las organiza la iz-quierda. ¡Claro que hay que evitar el ultimatismo iz-quierdista con luchadores que no son todavía deizquierda! Esto es fundamental en el tránsito del pero-nismo a la izquierda y al socialismo. Pero otra cosa esevitar falsas estaciones intermedias, que no existen ob-jetivamente. Sí podemos discutir si aparecerán en el fu-turo y si serán canales de lucha o de freno. Pero noexisten ahora. Y mucho menos en el Encuentro deAtlanta, donde sí podrían abundar, no peronistas, sinoseguidistas de la burocracia y del peronismo.

Mi padre era un activista sindical. Todo esto quevoy a decir es porque él me lo contó. No vio con sim-patía al peronismo que salía de la dictadura militar del'43. Como todo obrero de la época, pertenecía a dis-tintas corrientes de izquierda en el sindicato gráfico.Pero en determinado momento, la izquierda arma laUnión Democrática y Perón es atacado por dar un

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...Cuando nos-otros defende-mos el Frente,defendemos unproceso deavance del mo-vimiento obrerohacia la iz-quierda. No es-tamosencubriendo lasnecedades ymezquindadesadentro delFrente de Iz-quierda, nimenos cuandoesas vacilacionesle dan un lugaral centrismo ydemocratizantesen retroceso.

aguinaldo, reconocer internas, por dar un aumento salarial y reconocer las va-caciones. Mi padre no era peronista: era de izquierda. Como luego, cuando elobrero se hizo peronista y dejó de ser de izquierda, mi padre en ese momentoera de izquierda y no era peronista. Pero la izquierda de mi padre dejó de existir:estaba en la Unión Democrática. Es decir, Perón hizo con los obreros izquier-distas lo que nosotros tenemos que hacer con los obreros peronistas. Para llegarhistóricamente a la izquierda revolucionaria, la clase obrera ha atravesado laexperiencia de la resistencia al golpe del '55, los compromisos con Frondizi ycon Onganía, los cordobazos, Perón y las Tres A, el menemismo y ahora losK. No pretendemos cortar un fruto todavía verde.

Congreso obrero y socialistaLa relación de un partido revolucionario con la masa de los explotados es com-pleja y, a la vez, concreta. En una polémica, hace muchos años, en Luz y Fuerzade Córdoba, hice una observación a mi contrincante del partido Comunista.En Rusia triunfó un partido de intelectuales que actuaba en un medio obrero,un partido obrero en un medio campesino, un partido ateo en un medio re-ligioso y oscurantista, y un partido internacionalista en un medio nacionalista.Es de locos. Pero ese partido era el único que tenía un programa político parasalir de la catástrofe. ¡Miren si se iba a dejar condicionar por la identidad delas masas cuando se trataba de revolucionarla! ¡Y ese partido antiidentitariofue el que mejor entendió la psicología de las masas entre las que laboraba!

¡Cuántas personas, obreros, vienen y me dicen: “estamos con ustedes; yoera peronista, pero se acabó”! Es un problemón para los partidos patronalesque hacen demagogia peronista. No hemos llegado a la estación terminal, atra-vesamos, sí, esa transición. Y la disolución del peronismo es una disoluciónreal, que “nosotros, la izquierda” tenemos que capitalizar. En estas circunstan-cias quiero traerles una propuesta, que ustedes evaluarán, y es convocar a uncongreso del movimiento obrero y de la izquierda, con la consigna de la uniónentre la izquierda y el movimiento obrero. Porque no podemos empantanarnosen discusiones sin principios. Es una propuesta que se la vamos a hacer alFrente de Izquierda. Que lo convoque el Frente de Izquierda. Promovamosuna deliberación de los partidos del Frente de Izquierda y de todos aquellosque visualicen el desarrollo político que esa convocatoria representaría. La for-mación de listas de izquierda y clasistas en la CTA, con numerosos candidatosvinculados ideológicamente al peronismo, es una expresión del desarrollo quetenemos que impulsar.

Un congreso cuyo objetivo sea discutir un programa político de la claseobrera y de la izquierda, y un método de acción en los sindicatos común, para

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proseguir con esta fusión del movimiento obrero y laizquierda. Es una propuesta para superar la contradic-ción de que el Frente de Izquierda es objetivamente uncanal y un polo de desarrollo socialista de la claseobrera, esto por un lado, y que se enfrenta interna-mente, por el otro, a contradicciones internas insupe-rables. El planteo ataca el peligro del empantanamientoy del inmovilismo. Implica una campaña y un mani-fiesto político-programático, y todo un plan de acciónen el movimiento sindical y la juventud.

Nos ponemos al frente de un proceso y declaramosabiertamente que estamos al frente de un proceso, quees la unión de la izquierda y el movimiento obrero, yestamos dispuestos a ir con todos los que estén deacuerdo con esto. Ese congreso, por nuestro empeño yperseverancia, debe ser al mismo tiempo un elementode gran reclutamiento para el partido. El reclutamientoque tiene el partido debe tener carácter político y estra-tégico, no faccional -como ocurre en las sectas.

Demos una batalla para que la convoque el Frentede Izquierda. ¿Y si nos dicen que lo convoquemos encomún con Atlanta? Nuestra respuesta es muy sencilla:siempre que se trate de un congreso obrero y socialista,un congreso que defienda la independencia política delproletariado y, por lo tanto, un gobierno de trabajado-res. No somos sectarios, solamente claros. No podría-mos participar de una campaña que no tenga elpropósito desarrollar la conciencia de clase de la claseobrera y su independencia política, como la transiciónque la convertirá en clase dirigente.

Tengo entendido que los compañeros del PT Uru-guay están negociando con un bloque que se llamaAsamblea Popular para participar en las internas e irjuntos a elecciones. Pero el PT va a participar de las in-ternas con Asamblea Popular con un planteo de la in-dependencia política de la clase obrera. Sería un frenteelectoral con una suerte de chavismo, escindido delFrente Amplio, en el cual participaremos con nuestroprograma.

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Es una pro-puesta para su-perar lacontradicción deque el Frente deIzquierda es ob-jetivamente uncanal y un polode desarrollo so-cialista de laclase obrera, estopor un lado, yque se enfrentainternamente,por el otro, acontradiccionesinternas insupe-rables.

SindicatosEsto nos plantea el problema de nuestro trabajo en los sindicatos. En relaciónal conjunto de esta caracterización y de las propuestas, tenemos que interveniren los sindicatos como una expresión política. En algún documento leí quetenemos que politizar nuestra actividad sindical. No, la actividad sindical siem-pre tiene que tener como punto de partida los problemas reivindicativos, losmás sentidos por los trabajadores. El motor vital son las necesidades socialesde una familia obrera -negadas, confiscadas por el capital. Nunca nos podemosdespegar de eso y menos en los sindicatos o en una fábrica. Entregar ese te-rreno, es prácticamente un acta de defunción.

Otra cosa es ir y decir “vengo a pelear para que la Anses esté dirigida porlos jubilados y los trabajadores, en nombre del Partido Obrero, la Coordina-dora Sindical Clasista y el Frente de Izquierda”. Es decir, que los obreros sepanque hay un partido y una coordinadora sindical, y un Frente de Izquierda conun millón trescientos mil votos que pelea por esas reivindicaciones. Así, pro-movemos una experiencia política a partir de esa lucha. Es decir, reunirse connosotros, trabajar con nosotros e ir a esa lucha con un marco político, dentrode una situación nacional intensamente politizada. Pero esa lucha es una luchareivindicativa.

En lo personal tuve una experiencia que confirma lo que señalo, pero [queera] adversa a mis opiniones de ese momento. Hace varios años, yo insistía alos compañeros de la juventud que tenían que ir a las elecciones universitariascomo tendencia estudiantil, no como partido, y me sorprendió mucho la re-sistencia que provocó. Querían ir como Partido Obrero. No entendía nada,porque esto contrariaba mi experiencia. Pensaba que no tendrían una convo-catoria amplia. Los compañeros insistieron tanto, que me di cuenta que habíaun aspecto que yo estaba ignorando. Porque nadie puede insistir tanto con unplanteo así, si no tenía un fundamento serio. Entonces les dije “está bien; ac-túen como entiendan mejor”. Ahí empezaron a crecer. Es decir que teníanrazón los jóvenes en ese debate. No es que yo quisiera imponer nada. Simple-mente fui con la idea que tenía de siempre y me sorprendió que ellos tuvieranla idea contraria. Hay que ver cómo se desenvuelve esto en el movimientoobrero. Pero no podemos esperar, porque nuestro inmovilismo disparará ten-dencias centrífugas. Debemos hacer valer que el Frente de Izquierda obtuvo1.300.000 votos.

Es decir, que el trabajador, al cual uno se dirige como Partido Obrero, pro-bablemente ya votó al partido obrero. Entonces, ¿por qué no avanzar en esaexperiencia? Pero no es solamente un problema de presentación, sino de losinstrumentos de trabajo. Por ejemplo, pienso, con conocimiento de las difi-

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cultades, que tendríamos que editar una prensa sindicalque dé expresión a todos los conflictos y luchas en losque participamos, no dejar afuera ninguna experiencia.Hay un aspecto del periódico en el que estamos fraca-sando de manera reiterada y ya lo hemos discutido enel comité de redacción. El pensamiento del trabajadorde base en una lucha no aparece en el periódico, los ar-tículos están escritos como si fuéramos observadores ex-ternos o solamente desde nuestro plano deintervención. Por ejemplo, cuánto nos habló reciénOñate, desde la cárcel, llamó a la movilización de “estosluchadores y estos otros luchadores” por la causa de laslibertades. El es un trabajador petrolero. Está en la Co-misión Directiva del sindicato petrolero. Y dice “estosluchadores y estos otros luchadores”. Está hablando delFrente de Izquierda. No está diciendo “tengamos encuenta que acá hay obreros peronistas y entonces a versi algún dirigente peronista me saca de estas tres pre-ventivas por luchar”. Lo señalé el martes pasado, en laapertura. Los discursos de los dirigentes sindicales fue-ron muy fuertes a favor de la unidad del movimientoobrero y la izquierda. El periódico tiene que expresar elpensamiento del activismo y evitar que la izquierda es-pecule sobre ese pensamiento según como le conviene.A veces, para tratar de que ocurra esto, se hace un re-portaje. Pero, claro, el reportaje está condicionado, engran parte, por quién pregunta. Es mejor relatar lo quedicen los compañeros en el curso de la lucha. El perió-dico sindical debería hacer hablar al trabajador. Y, ojo,el periódico del Partido también. ¿Cómo la viven lostrabajadores? ¿Qué te parece haber hecho esto y lo otro?¿Qué te parecieron los piquetes del otro día? ¿Fueronútiles o no? Debe ser el eje de los artículos.

Otra cosa más. Nosotros queremos ganar a los me-jores activistas. Pero tenemos que tener cuidado. Losactivistas en general, sin embargo, también viven en unmundo propio que se aleja del obrero corriente. Y esealejamiento se puede agrandar si hay una gran presenciade grupos de izquierda. Entonces, en un momento de-

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terminado, uno está hablando con alguien que es una secta caminando y nocon alguien que es un constructor de la clase obrera. [Entonces] vienen disputasy peleas. Eso se supera ganando trabajadores de base que pasan a ser activistas,porque los ganó el Partido Obrero y en la escuela de seriedad del PartidoObrero; no los que tiene etiqueta de activistas.

Por ejemplo, en la actividad sindical (no voy a citar los lugares en que lovi), especialmente cuando ocupamos lugares de comisión directiva, perdemosmucho tiempo discutiendo con los otros grupos. No nos conduce a nada. Es,en la pura discusión, lo que llame “contradicciones insuperables”. Tenemosque orientarnos a crecer más en la base sindical. Ser muchos más docentes,por ejemplo. Y un día, cuando estos activistas un poquito acartonados se dencuenta de que el Partido Obrero está creciendo entre los docentes, los meta-lúrgicos y demás, se van a interrogar sobre lo que pasa. Entonces van a entenderun método y todo lo demás, y así los podríamos ganar. La palabra no es todo.

Sacar una publicación regular y coordinarla requiere de un método de or-ganización. Entonces eso hay que discutirlo y verlo bien. El propósito de actuarcomo fracción sindical del Partido Obrero y de la Coordinadora es formar po-líticamente a los trabajadores. El martes, Víctor Grossi habló sobre la jerarquíay el impacto de los cursos formativos que hubo sobre sindicalismo. Es impre-sionante esa parte del discurso. Decirlo en público marca una escuela. Los dis-cursos del otro día fueron increíbles y me reforzaron la convicción de queestamos en una transición generacional y política en la dirección del PartidoObrero.

Huelga generalLeí en alguno de los documentos preparatorios que el último paro general ilus-tra una transición en el movimiento obrero por la lucha, la participación de laizquierda, la formación de piquetes, la cantidad de fábricas que pararon, des-acatando o rechazando la posición de la burocracia de su sindicato de no parar,y cómo a partir de esta huelga de un día se plantea el problema de la huelgageneral. El martes se tocó ese tema a través de los discursos. El problema de lahuelga general es un problema delicado; no es tan sencillo. Una huelga generalen la Argentina, en las condiciones políticas actuales, armaría una crisis políticaenorme y, por lo tanto, coloca la cuestión de cómo la caracterizamos política-mente. La última huelga general indefinida, en Argentina, tuvo lugar en enerode 1959.

La IV Internacional en esto tiene una experiencia vasta. En una huelga ge-neral hay que evitar dos cosas: uno, el ultimatismo (como los obreros estántodos de paro, decimos “abajo el gobierno”). Pero, por otro lado, el descono-

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cimiento de que una huelga general representa unaconfrontación final de clase contra clase. Si el movi-miento obrero va a una huelga general, desafía el poderdel Estado y se coloca como clase antagónica, no puededesconocer que ha roto un puente decisivo con elpoder, pero no está todavía preparado para capturar esepoder.

Veamos algunos ejemplos.La reacción obrera, desde abajo, contra el Rodri-

gazo en el año '75, fue armando una suerte de huelgageneral. Cuando luego de un mes y medio de huelgas,el gobierno cedió ante las reivindicaciones de los sindi-catos, nosotros dijimos que no era un triunfo y el con-greso de ese año discutió justamente esto. No dijimosque era un triunfo, porque luego de adquirir un des-arrollo gigantesco, superar los objetivos mínimos quela desencadenaron y poner en jaque al régimen políticode las tres A, volvió a la situación previa a la huelga.Todo el mundo dijo que era una victoria menos nos-otros. ¿Qué vino después de esa “victoria”? El golpe demarzo de 1976. No es moco de pavo lo que estoy con-tando.

Las huelgas generales son una oportunidad extraor-dinaria para desarrollar a la clase obrera como un doblepoder. Coordinadoras, comités de fábricas, consejosobreros -es decir, una huelga general que se levanta acambio de ciertas reivindicaciones-, es victoriosa en lamedida en que la dirección de la huelga general la hayaaprovechado para colocar al proletariado en una situa-ción política infinitamente superior a la precedente -osea como un episodio que prepara acciones de mayorenvergadura, aunque haya tenido que llegar a un com-promiso -esto por la insuficiencia de fuerzas acumu-lada.

Si ustedes leen lo que León Trotsky escribió sobrela huelga británica de 1926, verán que dice “cuidado:la huelga no es todo o nada”. El problema es que la bu-rocracia sindical inglesa pactó el levantamiento de lahuelga para conservar ella la posición de burocracia sin-

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Un congreso debases que definaun plan políticoy económico delmovimientoobrero y un plande lucha. Aquienes nos ad-vierten queplantear lahuelga general esuna aventura -un argumentoque se usa parainmovilizar lalucha y no darcontinuidad a lahuelga del 10-nosotros les con-testamos: “pre-gúntenle a uncongreso debases”.

dical del movimiento obrero inglés. Otro ejemplo es la huelga general francesadel año 1936, las centrales obreras y el PS y PC negocian la huelga para evitarque el Estado sea doblegado por la huelga general. ¿Alguien vio la película “ElBaile”? Es una película muda en que se expresan todas las épocas por su formade bailar. Hay una parte en que la gente está bailando en junio del '36 en París.París tenía todas las fábricas ocupadas. En el mástil de las fábricas flameaba labandera roja y para sostener los piquetes de huelga se organizaban bailes enlas puertas. Es decir, eso ya era el gobierno de los trabajadores.

¿Qué hizo la burocracia? ¿No era que había que tirar al gobierno en esemomento, porque a lo mejor no estaban dadas las condiciones (además estabapor subir era un gobierno de izquierda)? La huelga se daba en una transición;la huelga tendría que haberse convertido en grandes comités, control obrerode las fábricas, etcétera, por la energía que se desplegó.

¿Cómo terminó ese 15 por ciento de aumento salarial, en el año '36? Enel año 1939, los fascistas y los demócratas expulsaron a todos los partidos deizquierda del Parlamento por decreto, y en el '40 Hitler tomó el poder sin re-sistencia. Todo esto fue votado a favor por el mismo parlamento del '36.

Por eso, la perspectiva de la huelga general tenemos que juntarla con elcongreso de bases del movimiento obrero. Tenemos que desarrollar la idea deque una huelga general implica un despliegue de fuerzas, requiere una inter-vención de conjunto de los trabajadores y un planteamiento alternativo al delgobierno. Un congreso de bases que defina un plan político y económico delmovimiento obrero y un plan de lucha. A quienes nos advierten que plantearla huelga general es una aventura -un argumento que se usa para inmovilizarla lucha y no dar continuidad a la huelga del 10- nosotros les contestamos:“pregúntenle a un congreso de bases”.

Planes metódicosLlegado a este punto del análisis, es necesario que las comisiones hagan un tra-bajo preciso. Por ejemplo, tienen que decir cómo vamos a sacar el periódicosindical; tienen que decir qué medidas hay que adoptar para aumentar la ventade “Prensa Obrera”. Tienen que unir el objetivo y el método que nos vamos adar para alcanzar dicho objetivo. Tienen que ser muy precisos en las discusionesy no perderse en las ideas generales. Si las comisiones se pierden en las ideasgenerales y no precisan, vamos a tener un límite muy grande en esos aspectos.

En todos los aspectos tiene que estar presente cómo hacemos para que loslocales estén permanentemente movilizados con actividades. Pero tiene quehaber un planteo; es decir, “vamos a hacer tal campaña para los locales”. Porejemplo, tiene que haber cursos formativos, políticos y sindicales de todos los

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niveles, y establecer los responsables y plazos para su re-alización.

Todo esto se tiene que armonizar con este plantea-miento general relativo al congreso obrero y socialista.Tendría que haber una comisión que discuta el si-guiente punto, que es muy delicado. Nosotros quere-mos hacer este congreso en septiembre, porque se vieneenseguida, así como están planteadas las cosas, la cam-paña electoral. Todo tiene un sentido de tiempo y deritmo.

Necesitamos discutir qué vamos a hacer por el 50ºaniversario del Partido Obrero. ¿Vamos a hacer unacampaña? ¿Un gran acto público? Sería formidable quehubiera una serie de artículos que destaquen los aspec-tos más relevantes de nuestra historia.

Como ustedes ven, el XXII Congreso tiene un des-afío bravísimo. Naturalmente, lo importante es quedesenvuelva las cosas aunque no se llegue al 100 porciento.

La cuestión parlamentariaTenemos un desarrollo parlamentario relativamenteimportante, pero el intento de coordinarlo no está fun-cionando debidamente. La importancia de coordinarloconsiste en que no puede haber campañas particularesen torno a ciertas iniciativas parlamentarias, en un lugarsí, en otro no.

Está fuera de cuestión que las iniciativas en el Con-greso Nacional contra Milani, que reunió a un amplioarco de apoyo; otro conjunto de proyectos que atraje-ron el interés público, las interpelaciones a Capitanich,la presencia de delegaciones obreras en nuestro despa-cho, la aparición sistemática de Néstor en los medios:todo esto ya marca un salto político en poco tiempo.Marcelo debutó, con un claro liderazgo, en la crisisenergética del verano: impuso contra viento y mareauna sesión especial. El único proyecto sobre el asuntofue el nuestro y hasta sacudió al gobierno de Macri. Lomismo sobre la ocupación de la Villa 20 o en el debate

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sobre linchamientos.Nuestro problema es, entonces, la coordinación. Un ejemplo: el proyecto

contra el desalojo de campesinos en Santiago del Estero. Esa no puede ser unacampaña exclusiva de Santiago del Estero; tiene que ser una campaña nacional.En el Congreso Nacional tiene que haber un proyecto que apoye al proyectode Santiago del Estero, sino el proyecto de Santiago del Estero se va a morir,aunque los compañeros se empeñen en una gran agitación en el movimientocampesino.

Este es el sentido. El otro día armamos una manifestación en la Casa deSalta en apoyo a la huelga de los docentes autoconvocados. Nuestro represen-tante por Salta debe intervenir parlamentariamente para reforzar, en primerlugar, el desarrollo político de la clase obrera y los trabajadores de Salta. Nosoponemos a quienes usan la banca para hacer piruetas autoproclamatorias enla Capital Federal. A la provincia viajaron compañeros del partido que son di-rigentes de los Suteba combativos. La agitación parlamentaria debe tener uncarácter integral.

En la actividad parlamentaria concreta enfrentamos todos los problemaspolíticos. El PTS prosiguió con su usurpación de la banca de Mendoza, o seacon un escisionismo concreto, a pesar de todas las propuestas que hicimos deun trabajo colectivo. El problema vuelve a plantearse ahora con los parlamen-tarios provinciales mendocinos. El PTS nos propone una reglamentación fac-cional de la bancada. En oposición a esto, planteamos una actividad colectivadel bloque, basada en una agenda política compartida.

El papel de los parlamentarios es muy importante. El periódico no reflejaesa importancia y esto ocurre un poco por culpa del periódico, y otro pocopor el equipo parlamentario.

Concluyo con dos ejemplos. Claudio del Plá logró transformarse en voceropolítico de la huelga salteña, votado en una asamblea de docentes. Esto es im-presionante para cualquiera y doblemente impresionante para los que cono-cemos la historia de las huelgas de docentes en Salta. La lucha de clases directaexpresa la nueva realidad política de la provincia. Surge claramente que hemossacado el 30 por ciento de los votos en la capital el 12 por ciento en toda laprovincia.

Después tenemos el ejemplo de Córdoba, donde fuimos a varios conflictosy ofrecimos nuestra representación política. Hay un conflicto ahora en laUOM de Córdoba; ya llevan despedidos 700 trabajadores. Puede haber unahuelga de la UOM. Por lo que escuché del burócrata sindical, el tipo más omenos está pidiendo que se apliquen los recursos preventivos de crisis, queprevén suspensiones y reducciones de salarios. Es una oportunidad fundamen-

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tal para intervenir con nuestro proyecto de prohibiciónde despidos

CRCIEl último punto tiene que ver con la Coordinadora porla Refundación de la IV Internacional.

Es interesante la experiencia de la Coordinadorapor la Refundación de la IV Internacional, porque nos-otros tomamos iniciativa tras iniciativa para desarrollaruna perspectiva de reagrupamiento internacionalistasobre una base de principios y de programa, y sobre labase de acción.

Todo el mundo habla de reconstruir la IV. Peropara todo el mundo, reconstruir la IV significa que ellosse transformen en la IV; es la autorreferencia y la auto-proclamación a la enésima potencia.

Nuestro planteamiento era al revés: llamar, sobreuna base principista de cinco puntos, a reconstruir laIV Internacional, mediante la discusión de un pro-grama en el marco de un congreso.

La campaña inicial interesó a algunas organizacio-nes, significativamente las que no tenían tradición enla IV Internacional; esto ocurrió en América Latina,Grecia, los Balcanes, Rusia. Fue cuando decidimos pre-sentar un programa y realizar un congreso. No sola-mente reforzábamos los cinco puntos, sino queponíamos en discusión un programa. Tomamos medi-das organizativas y un plan cuidadoso de trabajo paradesarrollar esta iniciativa. Por ejemplo, sacamos un pe-riódico internacional, reuniones periódicas (se habíahablado de que la reunión de la dirección debía ser cadatres meses). En fin, todo un conjunto de iniciativas.

Ahora bien, el balance ¿cuál es? El balance es quetodos hemos aprendido algo, pero el movimiento comotal no avanzó. Y no sólo que no avanzó, sino que nues-tras propias fuerzas revelaron estar incapacitadas paraque avance. Porque varias de las fuerzas que integrabannuestro movimiento fueron incapaces de ajustarse almétodo de trabajo que habíamos desarrollado, por

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ejemplo, sacar un periódico, intervenir en las campañas que proponíamos,hacer conferencias internacionales en Europa a cargo de ciertos partidos queocupan un lugar en la política europea, cotizar (imagínense que si viajar deSalta a Buenos Aires implica un problema, para los europeos viajar a AméricaLatina y para los latinoamericanos viajar a Europa se hace mucho más difícily hay que costearlo).

Es decir que la Coordinadora, tal cual fue definida en el estatuto del año2004, no logró desarrollarse en esos términos, aunque dejó planteada una for-midable concepción política a través del programa y de declaraciones políticasperiódicas.

Tenemos que volver al punto de partida, pero sobre las conquistas alcan-zadas. Hay que privilegiar la acción, para evitar el pantano del charlatanerismoque caracteriza a todos los grupos trotskistas en el plano internacional. Cuandoplanteamos empezar a actuar en forma de frente, sobre la base de iniciativasprácticas concretas, ahí quedó en evidencia que había partidos débiles que sejugaban a muerte y llevaban adelante esas iniciativas prácticas (destaco dentrode este grupo al Partido de los Trabajadores de Grecia, que es indomable en suafán de llevar adelante las iniciativas que se acordaron), y [que hay] otros par-tidos a los que no los mueve ni un guinche, como es el caso del Partido Co-munista de los Trabajadores de Italia, que se manifiesta por Internet, cuandopor lo menos tendría que sacar un periódico regular. Fue varias veces convo-cado para organizar una conferencia en Italia y ni siquiera se lo propuso.

El partido griego, en cambio, antes las crisis que hay en toda la zona entorno de Grecia, tomó varias iniciativas y la última, muy importante. Porquevino mucha gente de Ucrania, convocada por nosotros, que tenemos una po-sición política muy definida. Por ejemplo, la conferencia que se acaba de rea-lizar en Atenas, con la participación de ucranianos, rusos, balcánicos, chipriotassacó una declaración de alerta frente a la crisis en el este con nuestra posición.Esta declaración surgió a partir de un reclamo de los propios ucranianos, queno tienen una tradición cuartainternacionalista. Es la prueba concluyente deque nuestro método sirve para avanzar y para salir del inmovilismo, ni qué ha-blar del charlatanerismo.

La experiencia ha demostrado que para poder trabajar nuevamente en uncontexto de congreso, estatuto, etcétera, el movimiento tiene que demostrarsu capacidad para ello. Porque de lo contrario, si nos mantenemos en los es-tatutos con partidos enteros que nos hacen nada, el congreso no va a servir denada. De hecho, ya hicimos un congreso, aprobamos un estatuto y un pro-grama, pero nadie impulsa el programa ni los estatutos. En ese marco, ¿paraqué vamos a hacer otro congreso? Como ustedes ven, los congresos que in-

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cumplen sus resoluciones se terminan anulando comocongresos. Ratifiquemos la voluntad de desarrollar estapolítica de iniciativas de características frentistas en elmodelo de la conferencia que se acaba de realizar enAtenas con participación de rusos, ucranianos, polacos,búlgaros, etc.

Miren una cosa curiosa. El “Clarín” de ayer dice:“tropas enviadas al este se pasan al pueblo”. “PrensaObrera” lo puso antes, porque los ucranianos nos es-cribieron contándonos lo que pasaba y yo lo puse en elartículo que fue escrito un día antes de la salida de “Cla-rín”.

Pero como ustedes ven, estos ucranianos, que es laprimera vez que vienen, cualquiera sea su confusión, yatienen una predisposición, nos mandan informacióndirecta, están en el lugar de los hechos y piden plante-amientos. Sin ir más lejos hoy, pidiendo que corrigieranun título, les dije que podían poner la firma del PartidoObrero en el llamamiento a combatir estos ataques delgobierno oficial de Ucrania contra los pueblos y traba-jadores del este, con el slogan de una Ucrania unida,independiente y socialista.

El otro tema es nuestra responsabilidad es AméricaLatina, y en ese plano hay situaciones muy contradic-torias. Estamos viviendo la crisis monumental del cha-vismo. Hemos hecho dos conferencias latinoamericanascon sus resoluciones, que podríamos actualizar ahoraen una comisión internacional. Difícilmente podamostomar la iniciativa de una conferencia, pero debemoshacer un gran trabajo teórico-político acerca del de-rrumbe de la tentativa nacionalista bolivariana paraabrir una perspectiva socialista revolucionaria.

ConclusiónMiren compañeros, el panorama es vasto. Y en este pa-norama vasto, tenemos defectos de todo tipo, que estecongreso tiene que de algún modo resolver. Tenemosuna mala presencia en las redes sociales, no estamos fil-mando las actividades y colocándolas nosotros mismos,

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Porque lo queemerge del aná-lisis y los plan-teos es quevamos a ser pro-tagonistas de unmomento histó-rico. Quien va aser protagonistade un momentohistórico tieneque desenvolvertodas las armasque le permitanalcanzar el obje-tivo histórico.

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y dejamos que se den las versiones deformadas de otros. Ha sido un gran aporteel trabajo de los compañeros jóvenes para “Altamira responde”.

Tenemos que intervenir en todos los planos. Tenemos que intervenir en lapelea ideológica. Por ejemplo, Carta Abierta saca documentos que tendríanque ser refutados por nuestra corriente del Frente de Artistas y, sin embargo,le contesta un artículo del periódico.

Tenemos que tener una actividad bien organizada. Tenemos que destacarlos acontecimientos culturales que hacemos como Frente de Artistas. Porqueen el Frente de Artistas tenemos expresiones musicales, por ejemplo, que hanmarcado el rumbo artístico de la Argentina; tenemos que caracterizarlas. Nohay una caracterización de todo ese rock que habla de “organización interna-cional contra el capital”. Una vez, en un acto en Constitución, en la estaciónferroviaria, se acercaban las chicas y lo cantaban; yo no lo podía creer. Se acer-caban las chicas y cantaban “organización internacional, revolucionaria contrael capital”. Me parecía increíble. Pero nosotros, como partido, no le damos laexpresión suficiente o adecuada a esta corriente.

Luego debe haber otras cosas que ignoro. Alguien me acercó críticas a lapágina del Partido, diciéndome que ahora es muy difícil entrar y ver ciertascosas. En fin, todo eso requiere que tomemos iniciativas.

Porque lo que emerge del análisis y los planteos es que vamos a ser prota-gonistas de un momento histórico. Quien va a ser protagonista de un mo-mento histórico tiene que desenvolver todas las armas que le permitan alcanzarel objetivo histórico.

Me llamó la atención el artículo de “Clarín” respecto al acto que hicimosen Unione e Benevolenza sobre el Congreso del Partido y sobre las propuestasque se iban a debatir. El periodismo advierte esta transición histórica y quehay fuerzas que se están moviendo, entre ellas el Partido Obrero, para darleuna salida revolucionaria, una salida positiva.

Este es el cuadro general del partido. Tenemos muchas cosas que hacer enel campo estudiantil, más cátedras marxistas, socialistas, etc. No debemos dejarningún terreno de la inquietud social en manos de nadie que no seamos nos-otros mismos.

Bueno, compañeros, muchísimas gracias, y espero que el debate sea fruc-tífero.

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Compañeras, compañeros. En lo más íntimo de mí mismo interpretoque dar un informe inicial es una responsabilidad de la dirección leencarga a un miembro del partido; en cambio, cerrar un congresoes un honor. Es un honor, porque nosotros estuvimos aquí traba-

jando sin parar, y ahora tengo la tarea de resumir las conclusiones de un es-fuerzo varias jornadas, y porque el cierre es un nuevo llamamiento a la lucha.Para mí es un honor.

AutocomplacenciaPara mí, el Partido Obrero y los congresos del Partido Obrero tienen una ca-racterística distintiva. Es que en el Partido Obrero -y esto se manifestó en este

Un congreso sin complacencias Discurso de calusura del XXII Congreso Nacional del Partido Obrero Jorge Altamira

congreso y en otros congresos-, ni el congreso somosautocomplacientes. No somos autocomplacientes, ymucho menos auto proclamatorios. No nos valemosdel congreso para darnos manija. Construimos un par-tido y desarrollamos nuestros congresos para entenderla realidad de la forma más descarnada, y de este modosalir templados en la concepción política y en nuestracondición de militantes. No necesitamos que nos denmanija, queremos entender lo que ocurre y queremostener las conclusiones que se desprenden de eso quehemos entendido. Se produce, entonces, una suerte deentusiasmo profundo, que nace de una convicción, quenace de buscar ver más lejos, que nace de la disposición-que nunca va a tener un partido autocomplaciente- deverificar en la práctica el acierto o el error de las con-clusiones. En cambio, cuando hay un espíritu auto-complaciente -y no les digo si encima esautoproclamatorio-, todo lo que ocurre de ahí en mássimplemente aporta a los laureles del partido y adoptaun triunfalismo vacío de contenido. Me acuerdo de uncaso, que me lo contaron, de un partido de izquierda,que cuando estaba en esta misma situación nuestra deque había que elegir el comité nacional, empezaron losgritos de que se estaba eligiendo el comité central queiba a tomar el poder en la Argentina; un año después,ese partido estaba dividido en ocho. Todo resultó unagran farsa. El precio de la autocomplacencia.

La lucha y la revolución no es un proceso exterior,que no afecta a la propia organización que desarrollaesa lucha y la revolución. La condición de un revolu-cionario - lo digo en términos coloquiales- es empezaren casa. Ustedes ya conocen la anécdota lo conté en uncongreso, los socialistas deben empezar por hacerse lacama ellos mismos. Un congreso tiene que asumir y asi-milar todas las contradicciones de su propio desarrollo.La transformación social es un proceso histórico extre-madamente complejo.

Echemos una mirada hacia atrás. La generación enla que yo me formé (aunque no yo mismo) consideraba

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...No necesita-mos que nosden manija,queremos enten-der lo que ocu-rre y queremostener las conclu-siones que sedesprenden deeso que hemosentendido. Seproduce, enton-ces, una suertede entusiasmoprofundo, quenace de unaconvicción, quenace de buscarver más lejos,que nace de ladisposición deverificar en lapráctica elacierto o el errorde las conclusio-nes...

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a la Unión Soviética un hecho irreversible. La Unión Soviética no existe más,todas esas certeza volaron, estuvo ausente el espíritu crítico, organizaciones en-teras se fundieron, pero nosotros, con este método de la falta de autocompla-cencia, advertimos sobre ese proceso a medida que se iba desarrollando, desdeantes incluso del comienzo. Dijimos: “la Unión Soviética marcha hacia la res-tauración capitalista, vamos va a entrar en una nueva etapa, en estrecha relacióncon la crisis mundial”. Los acontecimientos postriores, que sacudieron y gol-pearon duramente a muchos compañeros, y generaciones de comunistas, for-talecieron en cambio al PO. Una anécdota. En el año 1982 se termina defirmar el acuerdo Thatcher-China, y el gobierno británico cede Hong Kong aChina. Hong Kong es mil, diez mil, un millón de veces más importante queMalvinas, es el epicentro del capital financiero en toda el Asia. Los ingleses noquieren entregar Malvinas y entregan Hong Kong. Naturalmente, la izquierdadijo “Victoria de China”. Nosotros dijimos “comienzo de la restauración delcapitalismo en China”. No voy a recontar la historia: ustedes saben que la res-tauración del capitalismo en China avanzó enormemente. La razón por la quenosotros dijimos todo eso, es porque con este método de la falta de compla-cencia y buscando tratar de entender, a través del análisis y la confrontaciónde la teoría y la realidad, dijimos: si un régimen político se transforma en elprotector de una colonia financiera del capitalismo mundial, ha comenzadouna mutación del carácter de clase de ese régimen político; esto es histórica-mente más importante que el hecho de que Hong Kong, que pertenece aChina, haya vuelto a China. No lo desconocíamos. Los partidos que fueronagarrados con la guardia baja por ese proceso, se rompieron: Partido Comu-nista, MAS, de aquella época no queda nadie. El Partido Obrero, por el con-trario, está en la situación que está; es decir, que no avanza y triunfa el quemás manija se da, sino que avanza y triunfa el que asume con profunda res-ponsabilidad la tarea de desarrollar una comprensión revolucionaria de la po-lítica y de la historia.

Transición, transiciónEn este congreso esa labor la hemos hecho porque hemos identificado -hastadonde pudimos, naturalmente- todos los elementos de una gran transición enel país, de modo que podamos jugar un papel de liderazgo socialista en esatransición y podamos derrotar a la burguesía, porque una transición significaque la burguesía no puede gobernar como lo venía haciendo, que ha entradoen crisis su forma de gobernar, y que esa crisis en su forma de gobernar estávinculada al hecho de que los trabajadores no toleran tampoco esa forma degobernar, ni toleran la crisis, las penurias, los dolores, el hambre y las angustias

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que generan esa forma de gobernar. Pilotear esa transi-ción, y hacerlo a partir del desarrollo que hemos alcan-zado, junto con el de la izquierda y la clase obrera. Noa partir de una utopía. Lo hemos hecho para identificarlos objetivos transicionales, evitar el callejón sin salidadel todo o nada; para potenciar, al punto de convertiren una alternativa de poder, a la izquierda revoluciona-ria y al Partido Obrero. Estoy convencido del rigor deeste análisis y de estas conclusiones, que vienen del ba-lance estratégico de la actividad del Partido Obrero ydel balance de la actividad del movimiento obrero, desus organizaciones y de sus activistas. Esto es lo que vaa llevar a dar pasos hacia adelante.

Esta es -me parece- la conclusión más importante,éste es el elemento de conjunto que tendríamos que asi-milar, para después desenvolverlo en todos sus órdenes,porque la conclusión de todo ese análisis que hemosdebatido en el congreso, en la comisión sindical, perotambién se vio con mucha claridad cuando hablaronlos compañero de Cultura; la conclusión más impor-tante es que tenemos que estar presentes en las luchaspopulares y en el movimiento obrero como partido,como la expresión política socialista de este desarrolloascendente. ¿Hay una asamblea del subte, en alguna fá-brica? Hay que decir “soy del Partido Obrero y pro-pongo tal cosa”. Todo esto precedido por un trabajosistemático, lo cual supone una gran distribución denuestra prensa, del periódico sindical; supone un tra-bajo y una política.

Es pertinente, para desarrollar esta conclusión, ladiscusión que ha habido sobre Encuentro de la Mujerde Salta. Un compañero relató, en la mesa que debatióel apoyo a la asamblea autoconvocada de docentes deSalta, que en las últimas movilizaciones, un compañerodijo “estoy a acá, del Partido Obrero, y propongo votartal cosa”, y eso ocurrió, casi por unanimidad, porquefinalmente los que estaban ahí habían votado al POcuatro veces seguidas en las elecciones últimas, entreagosto y octubre. Tenemos que presentar nuestras ideas

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...la conclusiónmás importantees que tenemosque estar presen-tes en las luchaspopulares y en elmovimientoobrero comopartido, como laexpresión polí-tica socialista deeste desarrolloascendente...

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en forma pedagógica, porque cada episodio de la lucha es una suerte de nuevocomienzo y de relaciones que se renuevan. Este es el desafío más interesanteque tenemos acá.

La otra conclusión importante es también, seguramente, cómo definimosnuestra propia transición, porque nosotros queremos que este partido desarro-lle cuadros socialistas y revolucionarios, cuando hoy están ingresando al partido-y van a hacerlo en mayor medida en el futuro-, compañeros que no vienen,necesariamente de campos políticos y experiencias socialistas, y aun de sectoresque nada tienen que ver con el socialismo. Nosotros decimos que el acerca-miento de esos compañeros expresa una transición clasista y socialista de nues-tra clase, y que, en el partido, ese compañero se va a transformar en un cuadrosocialista. Por eso destacamos la tarea de formación, la comprensión política,la lectura del periódico. Por eso insistimos que los artículos se revisen despuésde escritos, una y otra vez, porque tenemos la responsabilidad de que ese artí-culo sea claro; que un obrero que se está incorporando al Partido Obrero, vi-niendo de otro lugar, entienda ese artículo; que esté bien escrito para quetraduzca bien el sentimiento, el pensar y por sobre todo - las contradiccionesde la clase obrera.

Miren el sentido estratégico que tiene todo esto. Tiene que ver con un mé-todo. Tiene que ser un periódico que la clase obrera lo adopte como propio.El periódico debe explicar la transición, que se produce por la única razón quese pude producir y es que el viejo régimen se disuelve, y que nosotros, connuestra acción, reconstruimos la sociedad sobre nuevas bases.

La defensa política del Frente de IzquierdaHay otro elemento a considerar: el partido, de golpe, tiene una responsabili-dad que tiene que ser consciente en todos nosotros: somos los protectores yguardianes de este proceso político, en oposición a las tendencias liquidacio-nistas. Militamos en función del interés general del movimiento, de su pers-pectiva histórica. En defensa de la perspectiva abierta por el Frente deIzquierda hemos dado los debates políticos en el terreno que correspondía ycon un contenido político, despojados de cualquier espíritu de intriga. Nues-tra caracterización del Encuentro de Atlanta como un polo antagónico alFrente de Izquierda es fortísima y clara. El compañero José Castillo, de IS, elmartes pasado, respondió a nuestra caracterización. Dijo, cito de memoria,en referencia al Encuentro, “queremos ganarlos para el Frente de Izquierda”,lo cual fue aplaudido por el auditorio. Pero, por su carácter estructural o per-manente, por sus planteos y por su composición, es un polo antagónico alFrente de Izquierda, el principio de un intento de disolución del Frente de

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Izquierda, intento que tiene, como se discutió en elCongreso, otras varias manifestaciones.

El Manifiesto Comunista es un texto memorable,más que Cien Años de Soledad (risas). Inclusive desdeel punto de vista literario no hay nada como la frase deMarx, “todo lo que es sólido (bajo el capitalismo) se di-suelve en el aire”. Es una expresión poética del catas-trofismo; el extremo de la irreverencia. Ese texto seocupa de decir que el partido, el partido de Marx – laLiga de los Comunistas-, no representa ningún interésparticular (un anti-proclamatorio de anticipación), sinoque interviene en el movimiento para defender las pers-pectivas históricas de ese movimiento del proletariado.Nosotros tenemos firmemente esa misma idea. Tene-mos que desarrollar ahora todas estas conclusiones, te-nemos que pelear por ellas; es decir que tenemos quecombinar el hecho de que somos un partido determi-nado, que defiende sus ideas, con un partido que dis-tingue la responsabilidad que tiene de llevar a la victoriaa un movimiento histórico de conjunto, no a una ideaparticular. Una victoria que abra un nuevo período re-volucionario de alcance mundial, asociado al desenca-denamiento de las fuerzas elementales de las masas y aldesarrollo de un partido obrero mundial.

PedrazaEn el movimiento obrero se está desarrollando un te-rremoto, por ahora de grado dos, de grado tres; se hanacumulado muchas tensiones y fracturas en las placastectónicas. La burocracia de los sindicatos, sin embargo,no va a ceder terreno sin una pelea dura. Facundo Mo-yano dijo: “queremos democratizar los sindicatos, perono entregar las empresas del sindicato de Camioneros”;tiene muchos intereses para defender, como Pedraza y,eventualmente, con los métodos de Pedraza.

Nosotros tenemos que hacer una campaña muy se-vera en este punto, para que se entienda toda la cone-xión; primero, ayer se cumplió un aniversario de lacondena de Pedraza, pero como lo denuncia la compa-

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...tenemos quecombinar elhecho de quesomos un par-tido determi-nado, quedefiende susideas, con unpartido que dis-tingue la respon-sabilidad quetiene de llevar ala victoria a unmovimiento his-tórico de con-junto, no a unaidea particular.Una victoria queabra un nuevoperíodo revolu-cionario de al-cance mundial...

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ñera Claudia Ferrero y lo denuncia Apel, están negociando la prisión domici-liaria y está negociando la atenuación de penas, y una vez que se dé la atenua-ción de penas, luego por el cumplimiento de los dos tercios, en un tiempobreve salen libres. Eso sería una señal política de respaldo para toda la buro-cracia. Lo mismo ocurre con el juicio de Once, que hay que tomar muy enserio. Es muy importante que sean condenados por esa tragedia los responsa-bles empresariales y del Estado. Ahí la crisis política se ha puesto muy aguda.María Luján Rey ya denunció a uno de los abogados querellantes como abo-gado de la defensa de los Cirigliano y compañía, quienes concentran todo elataque sobre el maquinista, esto para quedar libres.

Entonces, sigue vigente el problema del carácter reaccionario de la buro-cracia sindical, que va a defender duramente sus posiciones de aparato frentea un ascenso obrera. Esa lucha dura contra la burocracia sindical requiere unapolítica muy rica, que sirva para aislar a la burocracia y para desarrollar paradesarrollar la base popular y obrera de la izquierda y del Partido Obrero.

Democracia de partidoToda la elaboración del Congreso sobre la caracterización de la situación;el problema de desarrollar la convocatoria un congreso político del movi-miento obrero y la izquierda (a través de aproximaciones sucesivas y debatespolíticos); la experiencia con el periódico sindical; todo esto nos va a dar unacomprensión más precisa del ritmo de la maduración de las condiciones po-líticas. Cuando tengamos que evaluar todos estos factores, las conclusionesde este Congreso se manifestarán en todo su alcance, incluidas las limitacio-nes.

¿Quién hace un congreso de las características del nuestro? No hablemosde partidos patronales, que ni siquiera hacen congresos. Nosotros nos distin-guimos, en la izquierda, por debatir nuestras conclusiones políticas en formaabierta, con la clase obrera y los trabajadores. Por primera vez en muchotiempo, el congreso de un partido de izquierda es registrado por los principalesdiarios del país, y los dirigentes del Partido Obrero son requeridos para en-trevistas telefónicas sobre el Congreso del Partido Obrero. Es un síntoma,pero es un síntoma que nosotros buscamos producir.

Hemos hecho congresos clandestinos en períodos de clandestinidad, por-que los partidos deben actuar de acuerdo a las condiciones concretas de cadaetapa. El PCR, por ejemplo, no realiza congresos con nuestros métodos, re-curren al sigilo, pero apoyan a Unen y quizás den la bendición a una alianzacon Macri. Ya han adelantado que los K “son el enemigo principal”.

Un partido se tiene que proteger del espionaje, que se pone cada vez más47

serio (no hay que hablar 'pavadas' por teléfono). Nos-otros, en gran parte, mantuvimos y acrecentamos lafuerza bajo la dictadura militar, porque como organi-zación política ya habíamos pasado por varias dictadu-ras. Tenemos que ser serios en esto, criticar el relaje yla liberalidad, pero el equilibrio consiste en que no sa-crifiquemos la relación con la masa explotada, con loque ella piensa, con sus inquietudes, con la posibilidadde ir a sus casas, invitarlos a que vengan a la nuestra,tomar unos mates, de hacer esto lo otro, de fusionarsecon la clase obrera, en eso consiste el equilibrio entrela defensa contra la infiltración y las provocaciones delEstado, por un lado, y el aprovechamiento del margende libertades para ampliar el campo de acción y reclu-tamiento de los trabajadores. Porque clandestinopuede ser cualquiera, charlatán de la conspiración tam-bién. El asunto es combinar, en una creatividad polí-tica permanente, todo este conjunto de factores.

Para que esta creatividad y estas responsabilidadesse desarrollen, las opiniones al interior del PartidoObrero se tienen que conocer. No se escribe para elboletín interno, hay que hacerlo con mayor frecuencia.Saben la satisfacción que me produjo el otro día unacarta que decía que nosotros en materia de comunica-ción y de trabajo en las redes sociales somos un desas-tre, tenía ganar de ponerla en la tapa. No existe mayormanifestación de interés político que el que se plasmaen la crítica que acicatea para ir por más. Después meenteré que esa crítica no fue al periódico papel sino ainernet. Esto me provocó una enorme decepción.Cuando se critica al partido, mostrando más preocu-pación que nosotros por algo que nos atañe a nosotros,nunca tiene que ir solamente a Internet. Esa crítica esmás útil que un artículo de Altamira, es más educativoque un periódico publique las críticas a ese partido aque tengamos la última versión de las conclusiones deun dirigente; una semana más tarde, si las conclusionesson valiosas, van a seguir teniendo vigencia, y si no latienen, mejor no haberlo publicado.

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MilitanciaNosotros somos un partido de militantes, o sea de personas con carácter,que sostienen con firmeza sus convicciones y el interés de conjunto de losexplotados. Defender ese interés de conjunto contra las pendencias y lasintrigas, es tener carácter. Esquivar maniobras es tener carácter; lo es en-frentar cualquier maniobra. La astucia es propia de una persona de carácter,no así el que se engancha en cualquier conflicto. Importa determinar elángulo con el cual enfrentar las circunstancias, lo cual requiere lucidez, peroantes de eso, carácter. El carácter se forja en luchas, discusiones, en congre-sos y en un partido que no es autocomplaciente, que culmina un congresocon la convicción íntima de la victoria y no con la expresión superficial deuna alegría sin consistencia.

No hemos votado el comité central que va a tomar el poder el año queviene, pero hemos hecho un congreso que debe asegurar este ascenso polí-tico que no tiene precedentes. Algunos, fuera de nuestras filas, opinan queno es un ascenso definido, porque si el kirchnerismo lograra arreglar no séqué, la izquierda podía volver a retroceder. Una respuesta fácil a este im-presionismo vulgar es que el kirchnerismo no puede arreglar más nada. Larespuesta seria es que un partido revolucionario que ha capturado un perí-odo de ascenso, no lo suelta; ha sentado una plataforma para objetivos másamplios. Quien no ve esto, confiesa la superficialidad de su propia política.Nada es líneas, pero tiene que haber una caracterización de la tendencia ge-neral, sin subterfugios. Vamos agarrando nuevos eslabones de la larga ca-dena de la catástrofe capitalista y de la rebelión popular.

Una persona de carácter se disciplina a un propósito, disciplina sus ten-dencias espontáneas, sus reacciones instintivas, sus prejuicios. Todo elmundo tiene que darse un método para disciplinarse como personas mili-tantes en estas luchas.

Obviamente, hablar en estos términos en un discurso de cierre suponeque le estoy hablando a un partido que va a tomar el poder, porque de locontrario qué importa el carácter de los militantes. Estamos hablando delos cuadros, que van pilotear con muchos otros más, un curso revoluciona-rio de masas. Entonces, compañeros, después de tanta crítica a la autocom-placencia, ¡qué paradoja!, no puedo dejar de declarar mi satisfacción porlos resultados del Congreso del Partido Obrero, resultados que han sidoobtenidos gracias a un método de trabajo ajeno a cualquier complacencia.

Muchas gracias. Viva el Partido Obrero. Viva la izquierda y los lucha-dores. Viva la clase obrera.

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