LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL … · Lunes, 17 de agosto de 2009 Ecatepec, Ciudad...
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.32
agua. Y Felipe le dice: “Nada impide, si tú crees.” Y así es
para todas las personas: nada impide que usted sea bautizado.
El bautismo en agua es simbólico, cuando la persona recibe
a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando lo
sumerge el ministro en las aguas bautismales, tipológicamente
está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas
bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida
eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como eso es
el bautismo en agua para una buena conciencia delante de
Dios.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego a cada uno de ustedes,
al ser bautizados, en donde se identificarán con Cristo en
Su muerte, sepultura y resurrección.Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en
esta ocasión, continúen pasando todos una noche feliz.
Y dejo con ustedes al ministro aquí correspondiente, pastor
Enoc Carlón Infante; y en cada nación, y en cada ciudad, y en
cada lugar dejo al ministro correspondiente para que haga en
la misma forma.
Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando
todos una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo
nuestro Salvador.
“LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL
CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”
LOS DÍASDE LA VOZ
DEL SÉPTIMO ÁNGELCONSUMANDO
LOS MISTERIOS DE DIOS
Lunes, 17 de agosto de 2009
Ecatepec, Ciudad México, México
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 31
Sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno yglorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes le han recibido como vuestro único y
suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado
en agua en el Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto
posible, porque yo creí y lo recibí como mi Salvador. ¿Cuándo
me pueden bautizar?” Es la pregunta desde lo profundo de
vuestra alma.
Por cuanto ustedes han creído de todo corazón, bien pueden
ser bautizados. El bautismo en agua no quita los pecados, es
la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, pero el
bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo. El
mismo Cristo fue bautizado por Juan el Bautista, y cuando él
no lo quería bautizar a Jesús, Cristo le dice: “Nos conviene
cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó en el río Jordán.
Si Cristo necesitó ser bautizado, cuánto más nosotros. Aun
los apóstoles también fueron bautizados por Juan el Bautista;
y cuando Cristo predicaba, todos los que creían eran
bautizados por los apóstoles. Y el Día de Pentecostés cuando
Pedro predicó, como tres mil personas creyeron y fueron
bautizadas en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y así
en todo momento que San Pedro predicaba o algunos de los
apóstoles predicaba, los que creían eran bautizados en agua en
el Nombre del Señor Jesucristo.
Recuerden a Felipe y el eunuco, el cual le dice a Felipe:
“¿Qué impide que yo sea bautizado,” cuando vio un lugar con
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transformado y tendrá el cuerpo eterno y vivirá eternamente
con Cristo en Su Reino.
Por lo tanto, no tiene angustia existencial, sino tiene gozo,
lo que tiene es gozo acá en el alma, sabe que es una oveja del
Señor, un hijo o una hija de Dios.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que
han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión. Y los que
están en otras naciones, que han venido a los Pies de Cristo,
también oraremos por ustedes y en todas las naciones que
están conectadas con esta transmisión, pueden estar puestos en
pie también para estos momentos de oración por las personas
que han recibido a Cristo como Salvador.
Los niños de diez años en adelante también pueden venir a
los Pies de Cristo nuestro Salvador. Cristo tiene lugar en Su
Reino para los niños también. Él dijo: “Dejad a los niños venir
a mí y no se lo impidáis; porque de los tales es el Reino de los
Cielos.”
Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, y con
nuestros ojos cerrados los que han venido a los Pies de Cristo,
repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida,creo en Ti , creo en Tu Nombre como el único Nombre bajoel Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, creoen Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio deExpiación por nuestros pecados; reconozco que soy pecadory necesito un Salvador.
Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo comomi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mispecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y mebautices con Espíritu Santo y Fuego, y produzcas en mí elnuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero entrara Tu Reino, quiero vivir Contigo eternamente.
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGELCONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Lunes, 17 de agosto de 2009
Ecatepec, Ciudad México, México
Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes
y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones. Que las bendiciones de
Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.Para esta ocasión, les expreso mi aprecio y agradecimiento
por el respaldo que le están dando al importante proyecto de
La gran Carpa-Catedral, en Puerto Rico; y también por el
respaldo que le están dando a AMISRAEL. Ya ustedes vieron
los trabajos que AMISRAEL está llevando a cabo; lo vieron
en este documental de la Conferencia Internacional
“JERUSALÉN 2009,” del mes de junio pasado.
Para esta ocasión leemos en el libro del Apocalipsis,
capítulo 10, versos 1 al 11, donde nos dice:
“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una
nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como
el sol, y sus pies como columnas de fuego.
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho
sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces.
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo
iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella
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las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra,
levantó su mano al cielo,
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó
el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que
están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el
tiempo no sería más,
sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él
comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se
consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve
y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que
está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me
dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu
boca será dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y
era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube
comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”
Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Nuestro tema es: “LOS DÍAS DE LA VOZ DEL
SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS MISTERIOS
DE DIOS.”A través de esta Escritura que hemos leído vimos un Ángel
Fuerte que desciende del Cielo con un Librito abierto en Su
mano, por lo cual tenemos que ver a través de la Escritura
dónde Él obtuvo ese Librito, ¿dónde lo tomó y cuándo abrió
ese Libro que Él trae en Su diestra? En el mismo libro del
Apocalipsis, capítulo 5, está la respuesta a esa pregunta. Dice
en Apocalipsis, capítulo 5, versos 1 en adelante...
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 29
Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos; y si no
hay otro Nombre solamente hay un Nombre y es Señor
Jesucristo en español, y en otros idiomas como lo pronuncian
en otros idiomas y en hebreo: Yeshua. Si no hay otro Nombre,
no vamos a inventarnos otro nombre. El Nombre de Salvación
es Jesús, que significa: Salvador. Y por esa causa hizo la obra
de salvación, de redención en la Cruz del Calvario. Él nos
salvó por medio de la obra de salvación en la Cruz del
Calvario.
Y ahora, todos los que lo reciben como su Salvador obtiene
el perdón de sus pecados, son limpios de todo pecado, son
bautizados en agua en Su Nombre y Cristo los bautiza con
Espíritu Santo y Fuego, y produce en esas personas el nuevo
nacimiento; y así obtienen la Vida eterna, así es como nacen
de nuevo, nacen en el Reino eterno de Dios, nacen a la Vida
eterna, porque en el Reino de Dios la Vida es eterna.
Y cuando resucite a los muertos creyentes en Él, nos
transformará a nosotros, si estamos vivos; pero si alguno de
nosotros se va antes lo resucitará en cuerpo eterno, y así es
como los creyentes en Cristo se sienten felices, seguros,
porque han obtenido la Vida eterna por medio de Cristo
nuestro Salvador.
Ya la angustia existencial desapareció de su corazón y de
su mente; porque el que no tiene a Cristo tiene la angustia
existencial, pues no sabe de dónde vino, no sabe porqué está
aquí en la Tierra y no sabe a dónde va cuando muera
físicamente.
Pero el creyente en Cristo sabe que vino de Dios, vino del
Cielo; de donde vino Cristo han venido todos los hijos de
Dios y sabe porqué está aquí, sabe que Dios lo ha enviado
aquí a la Tierra para ser redimido, para recibir la salvación y
Vida eterna, y sabe a dónde va cuando termine su vida
terrenal, sabe que irá al Reino de Dios físicamente, será
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vivir eternamente, porque no recibió la Vida eterna a través de
Cristo.
Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y los está
llamando, Dios tiene mucho pueblo aquí en Ecatepec de
Morelos, y los está llamando, y en toda la República
Mexicana, Dios tiene mucho pueblo y los está llamando, pues
sus nombres están escritos en el Cielo en el Libro de la Vida.
Por lo tanto, tienen el derecho y la oportunidad de obtener
la Vida eterna por medio de Cristo nuestro Salvador. Todos
necesitamos a Cristo para obtener la Vida eterna y así ser
reconciliados con Dios.
Lo más importante para la persona, para cada persona es la
vida. Sin la vida usted no tiene ninguna otra cosa, solamente
tiene un lugar en el cementerio o en los tipos de cementerio
que hay ahora, en donde los colocan en un lugar de concreto
o en una cajita pequeña (los que son incinerados).
Pero con Cristo la promesa es que tenemos el Cielo
completo, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo
Jesús, Señor nuestro, somos herederos de toda la herencia
divina y coherederos con Cristo, sin Cristo no podemos
heredar nada de Dios.
Por lo tanto, como herederos de Dios y coherederos con
Cristo, somos coherederos del Reino de Dios, somos
coherederos de la Vida eterna con Cristo, somos coherederos
de todo aquello a lo que Cristo es heredero, de este planeta
Tierra y de todo el Universo, de toda la Creación somos
coherederos con Cristo; pero sin Cristo usted no tiene nada, y
aunque diga que tiene algo todo lo que tiene es temporero; y
aún lo que tiene pues le será quitado, como dice en algunas de
las parábolas de Jesús.
Es importante asegurar nuestro futuro eterno con Cristo en
Su Reino eterno. Solamente hay un Salvador y Su Nombre es
SEÑOR JESUCRISTO; porque no hay otro Nombre bajo el
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 5
Allá en el Cielo está viéndose esto, Juan lo está viendo, o
sea, que es un evento que está ocurriendo en el Cielo, lo cual
Juan lo está viendo en visión, algo que en el futuro ocurriría
en el Cielo, no en los días de Juan el apóstol, sino que está
teniendo una visión, subió al Cielo en espíritu, en cuerpo
angelical; y le fue mostrada esta visión, o sea, de antemano
vio lo que estará sucediendo o lo que estaría sucediendo en el
futuro, luego que las siete etapas o edades de la Iglesia
concluyeran y luego por consiguiente también, luego que haya
sido llamado, y juntado hasta el último escogido de Dios
escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, haya
sido llamado y juntado por Cristo en la Iglesia del Señor
Jesucristo; y por consiguiente haya sido redimido hasta el
último escogido de Dios, por el cual Cristo como Sumo
Sacerdote en el Cielo habrá hecho la Intercesión, porque
Cristo está en el Cielo como Sumo Sacerdote en Su Cuerpo
angelical, con Su propia Sangre haciendo Intercesión por
todos los que lo reciben como su único y suficiente Salvador,
que son los que están escritos en el Libro de la Vida del
Cordero, las ovejas que el Padre le dio que escucharían Su
Voz, la Voz de Cristo por medio del Espíritu Santo en la
predicación del Evangelio de Cristo, que es la Voz del buen
Pastor; y seguirían a Cristo y Cristo les daría, ¿qué? Vida
eterna.
Ahora, Cristo no puede salir del Trono del Padre, del Trono
de Intercesión, allá en el Lugar Santísimo del Templo celestial
hasta que entre a formar parte de Su Iglesia hasta la última
persona escrita en el Libro de la Vida del Cordero. Eso es lo
que lo ha tenido en el Cielo, en el Lugar Santísimo en el
Trono del Padre, en donde Él se sentó y lo convirtió en un
Trono de Intercesión, porque allí está la Sangre de Cristo allí;
por consiguiente está la Sangre que nos limpia de todo
pecado, allí está Cristo, el cual llevó a cabo la obra de
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Redención en la Cruz del Calvario, para quitar el pecado del
ser humano.
Y ahora, podemos ver que Él es el Sacrificio de Expiación
por el pecado; y la Sangre de esa Expiación, así como el sumo
sacerdote cuando efectuaba la expiación, sacrificando al
macho cabrío el día diez del mes séptimo, lo cual efectuaba en
el atrio, y recogían la sangre de ese macho cabrío en una
vasija y se dirigía al lugar santísimo y esparcía con su dedo
sobre el propiciatorio, que es la tapa del arca del pacto; y
sobre el propiciatorio a cada lado del propiciatorio está un
querubín: uno a un lado y el otro al otro lado, dos querubines
en total, en el tabernáculo que construyó Moisés; y en el que
construyó Salomón en adición están dos querubines de madera
de olivo cubiertos de oro, gigantes querubines con sus alas
extendidas cubriendo el arca del pacto; y por consiguiente
también los dos querubines de oro que están sobre el
propiciatorio.
El sumo sacerdote al entrar al lugar santísimo una vez al
año y hacer esa labor, esparcir sobre el propiciatorio siete
veces con su dedo la sangre de esa expiación, luego que
terminaba sus labores, vean, también esparcía sobre cierto
lugar: el altar del incienso; y cuando él concluía sus labores de
ese día diez, del mes séptimo, salía. Recuerden que entraba
unas cuántas veces a ese lugar el día diez, otro día no podía
hacerlo; y con la sangre de la expiación del macho cabrío
entraba al lugar santísimo una sola vez.
Cuando terminaba sus labores ese día ya tarde, ya estaba
bastante cansado, pues durante todo el día estaba trabajando
y la noche anterior a ese día de expiación; o sea, la noche
pertenece a ese día, porque conforme a la Escritura, para los
judíos el día comienza en la tarde anterior cuando cae el sol,
por lo tanto la noche del día diez es primero y luego el día con
la luz del sol es después.
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enviado para ese propósito; será un profeta mensajero
dispensacional para la séptima dispensación; a través de ese
profeta será que Dios en Espíritu Santo, Cristo en Espíritu
Santo hará el entrelace de la Dispensación del Reino con la
Dispensación de la Gracia.
Y el misterio de Dios se consumará, el misterio de Dios se
completará, y el misterio de la Venida del Hijo del Hombre
con Sus Ángeles, será abierto a la Iglesia del Señor Jesucristo
y después al pueblo hebreo; y así será como todo llegará a
feliz cumplimiento.
“LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL
CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en
esta ocasión, dándoles testimonio de: “LOS DÍAS DE LA
VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS
MISTERIOS DE DIOS.”Si hay alguna persona que no ha recibido a Cristo todavía
como Salvador, recuerde: muy pronto ya no habrá oportunidad
para recibir a Cristo como Salvador, pero todavía la puerta de
la Salvación está abierta en el Cielo; Cristo es la puerta, y
dijo: “Yo soy la puerta, el que por mí entrare será salvo.” (San
Juan, capítulo 10, verso 9). Y cuando Él habló de la puerta
angosta y del camino angosto que lleva a la Vida eterna, el
cual es Cristo. En San Mateo, capítulo 7, versos 13 al 15, y
también en San Juan, capítulo 14, verso 6, dijo:
“Yo soy el camino (Él es el camino), y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.”
Es por medio de Cristo que nos acercamos a Dios, es por
medio de Cristo que somos reconciliados con Dios y es por
medio de Cristo que obtenemos la salvación y Vida eterna. El
que tiene a Cristo, el Hijo de Dios, tiene la Vida eterna; si
usted no tiene a Cristo no tiene la Vida eterna, solamente tiene
una vida temporera que se le va a terminar y después no podrá
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Obra de Intercesión, ese Ángel estará en la Tierra y predicará
el Evangelio del Reino, y dará a conocer todos estos juicios
divinos que han de venir sobre la raza humana, o sea, estará
predicando las trompetas y las plagas, y sobre todo la séptima
trompeta y la séptima plaga, las copas.
“Y adorad a aquel que hizo el Cielo y la Tierra, el mar y las
fuentes de las aguas.” Ahí podemos ver que se estará
predicando el Evangelio del Reino en este tiempo final, el
Evangelio eterno. Y todo eso fue tipificado también en
mensajeros de la Iglesia, pero luego se cumple plenamente en
el Día Postrero, en un mensajero dispensacional.
El profeta mensajero de la dispensación del Reino
proclamando el Evangelio del Reino a todos los moradores de
la Tierra, toda nación, pueblo y lengua. Y eso es el ministerio
y proclama de los dos Olivos; eso es el ministerio y proclama
del que se come el Librito abierto que le es entregado para que
profetice, o sea, dé a conocer las cosas que han de venir,
profetice sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes;
profetice ¿qué? Las cosas que van a suceder durante el tiempo
de la gran tribulación, y también las que han acontecer antes
de comenzar la gran tribulación.
Así que, estará profetizando y también estará profetizando
las cosas que van a estar sucediendo en la Cena de las Bodas
del Cordero, estará profetizando acerca de la Venida del
Señor, estará profetizando acerca de lo que será el Reino
milenial del Mesías. Todas esas cosas. ¿Por qué? Porque es un
profeta dispensacional, al cual le será entregado ese Librito
abierto que trae el Ángel Fuerte que desciende del Cielo.
Y cuando el séptimo Ángel que suena la séptima Trompeta
y la séptima Trompeta siendo sonada, eso quien tiene ese
misterio es Moisés y Elías, los dos Olivos, los ministerios de
ellos estarán siendo repetidos en este tiempo final por el
Espíritu Santo a través del Mensajero de Dios que será
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 7
Bueno, ese día diez era el más difícil para el sumo
sacerdote y para todos los sacerdotes, y todo el pueblo; porque
si el sumo sacerdote cometía un error al efectuar sus labores
sacerdotales, Dios no aceptaba el sacrificio, no aceptaba la
sangre de ese sacrificio y ni él ni el pueblo quedaban
reconciliados con Dios, el juicio divino vendría sobre el sumo
sacerdote y sobre todo el pueblo; porque los pecados no
quedaban perdonados ni cubiertos con la sangre de la
expiación.
Por eso en la noche antes de comenzar el día, la parte clara
del día de la expiación, estaban con el sumo sacerdote y los
jueces, y los líderes importantes que eran ordenados para estar
con él, recordándole todas las cosas y la importancia para que
no fallara en lo que iba él a llevar a cabo; y no lo dejaban
dormir; era el único día que no dejaban dormir al sumo
sacerdote.
Es que Cristo, encontramos que no ha dormido, tampoco
durante el día lo dejaban dormir al sumo sacerdote trabajando
todo el día; y así ha estado Cristo en el Cielo con Sus ojos
atentos a las oraciones de todos aquellos que creen en Él; y
haciendo intercesión no solamente por aquellos que lo reciben
como su Salvador en ese momento en que Él hace intercesión
por ellos, sino todo el tiempo que fallan en algo y le piden
perdón a Cristo, Cristo intercede por ellos y los limpia de todo
pecado con Su Sangre, o sea, no solamente nos limpió de todo
pecado sino que nos mantiene limpios de todo pecado en cada
ocasión que confesamos a Él nuestras faltas, errores y
pecados, y Él nos perdona y nos limpia con Su Sangre de todo
pecado. Tan simple como eso. Porque ningún escogido,
ninguna persona que haya sido salva o salvada, se podrá
perder. Cristo dice... Vamos a leer en San Juan, cómo Él dice
acerca de esas personas. Capítulo 10, versos 27 en adelante,
dice:
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“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna.”
¿Para qué recibimos a Cristo como Salvador? Para que Él
nos dé Vida eterna, porque no hay otra forma de obtener la
Vida eterna, no hay otra forma de ser reconciliados con Dios,
no hay otra forma de llegar a Dios, no hay otra forma del ser
humano acercarse a Dios.
“... y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás (ahí lo
tienen)... no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano. ni nadie las arrebatará de mi mano.”
Podrán tener muchos problemas en sus vidas, y podrá el
diablo tratar de arrebatar esas ovejas de la mano del Señor,
pero no se perderá ni una de esas ovejas, Cristo se las quita al
diablo y vuelven al Redil del Señor, son reconciliadas con el
Señor.
El tiempo que estén apartadas esas ovejas del Señor van a
estar recibiendo bastantes problemas, golpes, sufrimientos
innecesarios, por haberse apartado del Redil del Señor, como
hizo el hijo pródigo que se apartó de la casa de su padre y
luego lo que tuvo fue muchísimos problemas, y luego ni tenía
para comer; deseaba comer de las algarrobas que los cerdos
estaban comiendo. Así le pasa a un hijo de Dios que se aparta
del Señor, después se queda sin comida espiritual.
Así que, el retorno de los hijos de Dios a la Casa del Padre
celestial, causa gozo en el Cielo. Por eso dice que “cuando un
pecador se arrepiente hay gozo en el Cielo.” Eso lo mostró,
eso lo dijo Cristo y lo mostró en la parábola de San Mateo,
capítulo 18, versos 11 en adelante, la cual va unida también a
San Lucas, capítulo 19, versos 10, dice:
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo
que se había perdido.”
O sea, que vino a buscarme a mí, a salvarme a mí, ¿y a
quién más? A cada uno de ustedes también, o sea, que no vino
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 25
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin.”
Y ese mensajero que predica el Evangelio por testimonio,
el Evangelio del Reino, por testimonio a todas las naciones, es
que el que aparece aquí en Apocalipsis, capítulo 14, versos 6
al 7, dice:
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la
tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.”
Aquí tenemos al mensajero. Recuerden que ángel significa:
Mensajero, y si va a predicar a todos los moradores de la
Tierra, pues tiene que venir a la Tierra y predicar en medio de
los seres humanos. Es un profeta mensajero en el cual estará
Cristo en Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Espíritu de
Cristo en Él manifestado, hablando, predicando el Evangelio
del Reino a todos los moradores de la Tierra, a toda nación,
pueblo, lengua y también a todos los reyes, vendrá con un
mensaje para toda la humanidad diciendo a gran voz: “Temed
a Dios, y dadle gloria.” Enseña a adorar a Dios, a darle gloria
a Dios, a temer a Dios. “Porque la hora de Su juicio ha
llegado.”
Les estará hablando del juicio divino que ha de venir
durante el tiempo de la gran tribulación, lo que ha de venir en
el día ardiente como un horno, todo eso estará en el mensaje
que le estará predicando, el cual es el mensaje del Evangelio
del Reino, que comenzó a predicar Juan el Bautista, continuó
predicándolo Jesús y ahí se detuvo, cuando Cristo fue
rechazado y luego crucificado; luego Pedro comenzó a
predicar el Evangelio de la Gracia el Día de Pentecostés. Ese
es el Evangelio que se estuvo predicando para llamar las
ovejas del Señor, al Redil del Señor.
Pero luego, en el tiempo final, cuando Cristo termine Su
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Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con
él.”
Ahí, Cristo está mostrando a Pedro, Jacobo y Juan, el orden
de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, ahí Sus
Ángeles son Moisés y Elías, los dos Olivos que están
prometidos para venir y aparecer, primero serán vistos esos
ministerios manifestados en medio del pueblo hebreo y
también en medio del Cristianismo, o sea, que Cristo, el Ángel
Fuerte, estará en Espíritu Santo operando los ministerios de
Moisés, de Elías, y de Jesús. Eso cumplirá la Venida del Hijo
del Hombre con Sus Ángeles.
Y en los días del séptimo ángel que toca la Trompeta de
Apocalipsis 11, vean ustedes, capítulo 11, versos 15 en
adelante, dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces
en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a
ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos
de los siglos.”
¿Cuándo ocurre esto? Cuando el séptimo Ángel haya
tocado la Trompeta, es cuando el séptimo Ángel toca la
Trompeta y el séptimo Ángel tocando la Trompeta, ¿quién
toca la Trompeta? Son los dos Olivos; toca la Trompeta para
el pueblo hebreo y son llamados ciento cuarenta y cuatro mil
hebreos, doce mil de cada tribu, será Cristo en Espíritu Santo
en el Ángel que sube desde donde nace el sol, que viene con
el Sello del Dios vivo, en Apocalipsis, capítulo 7, para llamar
y juntar a ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de
cada tribu. Será una Obra de Cristo en Espíritu Santo
llamando y juntando los escogidos, usando a ese mensajero,
a ese Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el cual
vendrá predicando el Evangelio del Reino por testimonio a
todas las naciones, conforme a *San Mateo, capítulo 24, verso
14, donde Cristo dice:
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 9
solamente por mí, sino por cada uno de ustedes que me
escuchan en esta ocasión, y por los que me escucharán en
otras ocasiones, y por los que escucharán el Evangelio en
diferentes ocasiones. Aquí Cristo repite lo mismo omitiendo
una parte, pero agregando más información, dando una
parábola, dice:
“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que
se había perdido (y se refiere ¿a quién? A las ovejas del
Padre).
¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se
descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por
los montes a buscar la que se había descarriado?
Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se
regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no
se descarriaron.”
¿Ve? Se regocija, hay gozo y regocijo en el Señor, el Hijo
del Hombre que viene a buscar y salvar lo que se había
perdido, y cuando encuentra esa oveja la lleva para el Redil y
los compañeros y todos en la casa se regocijan; porque la
oveja que se había perdido ha sido hallada y colocada en su
lugar. El lugar de las ovejas del Señor que le dio el Padre a
Cristo es la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo que
es el Redil de las ovejas, y que es el Cuerpo Místico de Cristo.
Y ahora, dice:
“Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los
cielos, que se pierda uno de estos pequeños.”
No es la voluntad que se pierda una de estas ovejas, no es
la voluntad que se pierda uno de estos hijos e hijas de Dios,
los cuales tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro
de la Vida del Cordero.
¿Recuerdan cuando Cristo envió a Sus discípulos a predicar
el Evangelio? Les dice que vayan predicando y sanando a los
enfermos, echando también fuera demonios, y así por el estilo.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
Ellos fueron enviados de dos en dos, e hicieron como el Señor
les dijo y tuvieron éxito, y cuando regresan muy contentos,
muy felices, y le dicen a Jesús: “Señor, hasta los espíritus se
nos sujetan en Tu Nombre.”
Cristo les dice: “No os gocéis de que los espíritus se os
sujetan en mi Nombre, sino gozaos de que vuestros nombres
están escritos en el Cielo.” Eso es lo grande, eso es lo que
causa gozo, felicidad y seguridad a las ovejas del Señor: que
sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del
Cordero.
Bien dijo Jesús que el buen Pastor llamaría las ovejas por
su nombre, y Cristo dice: “Yo soy el buen Pastor, y el buen
Pastor su vida da por las ovejas.” Y dice:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías
me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y
pongo mi vida por las ovejas.” [San Juan 10:14].
¿Por qué y por quién Cristo murió en la Cruz del Calvario,
Cristo el buen Pastor? Por mí, ¿y por quién más? Por cada uno
de ustedes, por las ovejas del Padre que le han sido entregadas
a Cristo para redimirlas, para buscarlas y salvarlas.
“También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un
rebaño, y un pastor.”
Esas ovejas estarían entre los gentiles; y por eso envió a
Sus discípulos luego a predicar el Evangelio a toda criatura y
en todas las naciones: “Y el que creyere y fuere bautizado,
será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
Ahora, ¿quiénes van a creer? Las ovejas del Señor: “Mis
ovejas oyen mi voz y me siguen, y yo las conozco; y yo les
doy Vida eterna.” Y a los que no creían, ¿qué les dijo? Vean
en el capítulo 10, verso 22 al 26, dice:
“Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 23
Gabriel. En la Tierra serán los ministerios de los dos grandes
profetas Moisés y Elías. En los días del profeta Zacarías los
dos ungidos de aquel tiempo eran el príncipe Zorobabel un
descendiente del rey David y el sumo sacerdote Josué.
Ahí podemos ver la parte religiosa en el sumo sacerdote y
la parte política en el príncipe Zorobabel; porque esto será lo
que en la Tierra, en la Venida de este Ángel Fuerte que
desciende del Cielo, que es Cristo, estará siendo manifestado;
porque el Mesías es tanto Sumo Sacerdote como también Rey
de reyes y Señor de señores.
Y ahora, para el tiempo final esto será lo que cumplirá la
profecía dada por Cristo cuando dijo: “Porque el Hijo del
Hombre vendrá en la gloria de Su padre con Sus Ángeles y
entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (San
Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28). Y también les dijo: “Hay
algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte, hasta
que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en la gloria de
Su Padre, con Sus Ángeles.” Vamos a leerlo para que lo
tengan claro aquí:
“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí,
que no gustarán la muerte (o sea, que no van a morir), hasta
que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
¿Y cómo Él dijo que viene el Hijo del Hombre en Su
Reino? En el verso 27, dice:
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su
Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno
conforme a sus obras.”
Y luego en el capítulo 17, toma a Pedro, Jacobo y Juan y
sube con ellos a un monte alto y se transfiguró delante de ellos
y Su rostro fue resplandeciente como el Sol, dice:
“ ...y se transfiguró delante de ellos (capítulo 17), y
resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron
blancos como la luz.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22
Jerusalén.
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de cilicio (¿y quiénes son
estos dos testigos? Vamos a ver).
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que
están en pie delante del Dios de la tierra.”
Estos son los que aparecen en Zacarías, capítulo 4, a esos
se está refiriendo aquí cuando dicen que son los dos olivos,
los dos candeleros de oro. Los dos candeleros son los dos
Testigos y los dos Candeleros que están en pie delante del
Dios de la Tierra. Zacarías, capítulo 4, nos habla de ellos
cuando nos dice de la siguiente manera. Vamos a leer,
capítulo 4, versos 11 al 14, nada más, el resto que antecede del
capítulo 4, verso 1 al 10, los pueden leer ustedes en sus
hogares, pues Zacarías vio un candelero o candelabro con
siete lámparas y a cada lado de candelabro o candelero vio un
árbol de olivo, por consiguiente uno a cada lado, dos árboles
de olivo uno a cada lado, y una rama de olivo que vertía aceite
como oro sobre el lugar, el vaso del candelabro que
alimentaba a las lámparas de ese candelabro.
Ahora, capítulo 4, versos 11 al 14, dice (de Zacarías).
“Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la
derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de
sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije:
Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del
Señor de toda la tierra.”
Por eso en Apocalipsis, encontramos que se refiere a esta
Escritura de Zacarías, y esto es lo que está en el Cielo, en el
Cielo los dos Ungidos son el Arcángel Miguel y el Arcángel
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 11
invierno,
y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos
turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras
que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de
mí;
pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas,
como os he dicho.”
¿Quiénes no creerían? Las personas que no están
representadas en la ovejas del Señor, y Cristo dice: “No creen,
porque no son de mis ovejas.” O sea, que no son de esas
ovejas que el Padre le dio para que las busque y les dé Vida
eterna. Y ahora, continuamos aquí, dice:
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para
volverla a tomar.
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.
Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a
tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
O sea, que Él vino a la Tierra ya con una misión divina, un
mandato divino: poner Su Vida en Expiación, por esas ovejas,
por esas personas, esas almas de Dios que de etapa en etapa
del Cristianismo aparecerían en la Tierra en cuerpos humanos,
mortales, corruptibles para tener la oportunidad de oír la Voz
de Cristo por medio del Espíritu Santo, en la predicación del
Evangelio de Cristo y creer, y recibirlo como único y
suficiente Salvador, para recibir de parte de Cristo la Vida
eterna. Tan simple como eso.
Y ahora vean, dice, capítulo 10, versos 1 en adelante:
“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta
en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es
ladrón y salteador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus
ovejas llama por nombre, y las saca.”
Porque el nombre de toda oveja está escrito en el Cielo en
el Libro de la Vida del Cordero, desde antes de la fundación
del mundo.
Así que, Él sabe para qué tiempo nosotros apareceríamos
en esta Tierra, y escucharíamos Su Voz, que es el Evangelio
siendo predicado por los que estarían ungidos por el Espíritu
Santo de etapa en etapa en el Cuerpo Místico de Cristo, o sea,
en medio del Cristianismo.
Ahora, al final de la Dispensación de la Gracia, al final
cuando se haya completado el Redil del Señor, o sea, la Iglesia
del Señor cuando haya entrado hasta el último escogido, hasta
la última oveja al Redil del Señor, ¿qué va a pasar? Habrá
terminado Su Obra de Intercesión en el Cielo, Él es nuestro
abogado, el Sumo Sacerdote es el que intercede por los hijos
e hijas de Dios en el Cielo, es el Intercesor, el Sumo
Sacerdote. Él es el que aboga, el Abogado. Por eso la
Escritura dice: “Si alguno ha pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo (o sea, Su Hijo Jesucristo, el Hijo de
Dios),” el cual está como Abogado allá, como Sumo
Sacerdote.
El Sumo Sacerdote es el que aboga por los escogidos,
defiende la causa de los escogidos, los perdona, y con Su
Sangre los limpia de todo pecado y muestra ante Dios que son
inocentes; por eso le han vencido por la Sangre del Cordero
de Cristo, y por la Palabra de Dios, porque han recibido la
Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, la Palabra, el
Evangelio de nuestra salvación.
Ahora, cuando termine ese ciclo divino de la Dispensación
de la Gracia y haya entrado hasta la última oveja al Redil del
Señor, Cristo habrá terminado Su labor de Intercesión en el
Cielo, en donde está como Sumo Sacerdote en el Lugar
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 21
a un hombre que en el Día Postrero va a estar en la Tierra, y
que está siendo representado en Juan el apóstol; porque Juan
el apóstol representa a ese hombre que estará en la Tierra y
también representa a toda la Iglesia del Señor Jesucristo. Por
lo tanto, estará en la Iglesia del Señor Jesucristo, ese hombre
que va a recibir ese Librito, y será un profeta, un profeta
dispensacional.
Vamos a ver a través de la lectura que es un profeta, dice
capítulo 10, versos 8, dice:
“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve
y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que
está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me
dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu
boca será dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y
era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube
comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”
Vean, es un profeta, le es ordenado profetizar, y va a
profetizar de acuerdo al contenido escrito en ese Libro. Y
luego, vamos a ver cómo estará profetizando. En el capítulo
11, que es la continuación a este pasaje del capítulo 10, dice:
“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de
medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el
altar, y a los que adoran en él.
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no
lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos
hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.”
Que son tres años y medio, o sea, será el tiempo para la
gran tribulación que son cuarenta y dos meses, tres años y
medio. Así que va a haber un problema grave allá en
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
gran tribulación durará tres años y medio; y gracias a Dios que
no ha comenzado ese ciclo divino todavía. Antes que
comience los creyentes en Cristo serán transformados y
llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Es
que Dios, el Juez Justo no destruirá al justo con los injustos;
para los justos dice: “Mas a vosotros los que teméis mi
Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá
salvación.” (Eso está en Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 2).
Y ahora, este Ángel Fuerte que desciende del Cielo es
Cristo, Cristo el Ángel del Pacto, el Mensajero a Israel, pero
viene por Su Iglesia, Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu
Santo en cuerpo angelical, en Espíritu, estará en medio de Su
Iglesia para darle la fe para ser transformada y raptada, para lo
cual ese Título de Propiedad que nadie a través de la historia
de la creación, nadie se lo ha comido, ni el mismo Jesucristo
cuando lo tomó de la diestra de Dios, tampoco se lo comió.
Y ahora, lo trae a la Tierra y se lo entrega a un hombre que
se lo coma, y le dice: “En tu boca será dulce como la miel,
pero en tu vientre será amargo.” Y le fue entregado ese Libro,
el cual Él mismo pidió, porque escuchó una Voz del Cielo que
le dijo: “Vé al Ángel que tiene el Librito abierto en Su mano
y pídele el Libro.” Él no sabía para qué le iba a pedir el Libro,
pero obedeció.
La Voz de Dios le ordena que vaya y le pida el Librito a ese
Ángel, a Cristo, al Espíritu Santo; y Cristo en Espíritu Santo
se lo entrega y le dice: “Toma, cómelo.” Como pasó con
Ezequiel, capítulo 2 y capítulo 3, que le fue entregado un
rollo, un Libro escrito para que se lo comiera y después le fue
dicho: “Y ahora, vé y profetiza a la casa de Israel conforme a
como está escrito en ese Libro.” En palabras más claras para
nosotros, ustedes lean Ezequiel, capítulo 2 y capítulo 3, y ahí
lo encontrarán.
Y ahora, en la misma forma le es dado este Librito abierto
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 13
Santísimo, saldrá del Lugar Santísimo y ya no habrá Sangre
sobre el Lugar Santísimo.
Y ahora vean cómo y en qué momento es que esto ocurre,
capítulo 5 del Apocalipsis, dice:
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el
trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete
sellos.”
El que está sentado en el Trono de Su Padre tiene en Su
diestra un Librito sellado, un libro sellado con siete Sellos, el
cual está escrito por dentro y por fuera; ese es el Título de
Propiedad de los Cielos y de la Tierra, el Libro de la Vida del
Cordero, en donde están escritos los nombres de todos los que
han de ser redimidos a través de las diferentes etapas del
Cristianismo.
Es el Título de Propiedad que tuvo Adán y lo perdió y
regresó a la diestra de Dios, que es el dueño original, es el
Título de Propiedad de la Vida eterna; por eso fue sacado
Adán y Eva del Huerto del Edén para que no comieran del
Árbol de la Vida y vivieran eternamente como pecadores,
porque el pecador no tiene derecho a vivir eternamente, a
menos que sea redimido; para lo cual se llevó a cabo la obra
de Redención en la Cruz del Calvario. Recuerden que nuestros
cuerpos son mortales y corruptibles, y lo mortal, lo
*corruptible no hereda la eternidad, no hereda la incorrupción.
Solamente es por un tiempo el cuerpo físico que recibimos
en la Tierra, pero Él dará a los creyentes en Él un cuerpo
eterno y glorificado como el que Él tiene, en el cual Él está tan
joven como cuando subió al Cielo, así será para todas las
ovejas del Señor que en el Día Postrero serán resucitados si
murieron, y si están vivos serán transformados.
Ahora, sigue diciendo:
“Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién
es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la
tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.”
Ni siquiera mirarlo, no solamente leerlo, sino ni siquiera
mirar ese Libro; porque es el Libro de la Vida. El Libro de la
Vida del Cordero, donde están escritos los nombres de todos
los que serían redimidos, es el Libro de la Vida eterna; y si ese
Libro en el tiempo en que tiene que ser tomado de la diestra de
Dios y abierto en el Cielo, no se hace así, no hay alguien que
lo pueda tomar y abrir en el Cielo, entonces toda la creación
volverá a como era antes de la creación, o sea, que
desaparecerá toda la creación. Por eso es que Juan lloraba
mucho:
“Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a
ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.”
Y aquí nos dice:
“... ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: No llores.”
Esas son palabras de aliento cuando una persona está triste
y está llorando que alguien le coloque la mano en el hombro,
los hombros y le diga dulcemente: “No llores.” Ahora vean,
le va a dar una buena noticia, algo que va a quitar la tristeza,
el sufrimiento y le va a causar regocijo.
“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el
León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para
abrir el libro y desatar sus siete sellos.”
Y esa es una noticia que produce alegría, y miren, Juan
estaba muy triste llorando, dice:
“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un
Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,
los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra.”
Y ahora, cuando el anciano le dice: “He aquí el León de la
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 19
de hombres.” O sea, que los que han de creer o lo seres
humanos, están tipificados en peces y están en el mundo, están
en el mar los peces; y el mar, las aguas, representan pueblos,
naciones y lenguas.
Y los pescadores allí son los apóstoles y todos los que
predicarían el Evangelio de Cristo, los diferentes mensajeros
con todos los colaboradores, con todos los ministros que
estarían brazo a brazo trabajando en esa pesca.
Y en el tiempo final, o sea, en el fin del siglo, la red será
sacada, y los peces buenos, lo bueno será echado en cestas, no
sectas religiosas sino canastas, y los peces que representan
personas, escogidos, los miembros de la Iglesia, los peces
serán echados en cestas o canastas (los peces buenos), y lo
malo lo echarán fuera; serán echados fuera y allí será el lloro
y el crujir de dientes para los que no son buenos.
Eso nos habla de la gran tribulación, donde van a ser
echados los malos: “Porque he aquí viene el día ardiente como
un horno, y todos los soberbios serán estopa; y aquel día que
vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les
dejará ni raíz ni rama.” [Malaquías 4:1].
Van a ser quemados, tanto con una tercera guerra mundial
atómica, como con fuego volcánico y lava volcánica y cenizas
volcánicas que caerá sobre la Tierra, y toda otra cosa que
produzca fuego.
El tiempo de la gran tribulación que durará tres años y
medio y corresponde a la apretura de Jacob, y a la segunda
parte de la semana número setenta de Daniel, capítulo 9,
versos 21 al 27, falta por ser cumplida. La primera parte de
esa semana número setenta ya fue cumplida bajo el ministerio
de Cristo que duró tres años y medio; es una semana de año.
Por lo tanto, son siete años y ya tres años y medio fueron
cumplidos por Cristo en Su primera Venida, y los otros tres
años y medio corresponden a este tiempo final en donde la
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
pasado del tiempo de Juan el Apóstol, los libros eran
pergaminos que están enrollados; y aún si usted va a una
sinagoga verá en ciertos momentos y días especiales que sacan
de cierto lugar un rollo que está preparado con unas partes
donde se agarra, unas partes de madera o de metal, y eso es la
Toráh, la Sagrada Escritura.
Y en el tiempo de Juan el apóstol, en la visión le fue
mostrado ese Libro en esa forma de rollo, y tenía ese Libro
siete rollos y cada uno de ellos estaba sellado, tenía un Sello
y el Cordero abre el Sello, o sea, quita el Sello y queda abierto
el Libro para ver lo que hay ahí escrito. Todo eso sucederá en
este tiempo final; luego, eso lo encontrará en el capítulo 6, del
Apocalipsis, siendo abierto ese Libro sellado con siete Sellos,
y luego en el capítulo 8, abre el séptimo Sello.
Pero cuando es abierto el séptimo Sello, recuerden que bajo
cada Sello cuando es abierto dentro del Libro está escrito en
símbolos lo que sucedería, pero cuando es abierto el séptimo
Sello hubo silencio en el Cielo como por media hora; no se
dio a conocer lo que contenía el séptimo Sello; y bajo el
tiempo de ser abierto ese séptimo Sello muchas cosas estarán
pasando, o sea, que ese séptimo Sello contiene todo lo que
estará pasando en el Día Postrero, porque el séptimo Sello
contiene el misterio de la Venida del Señor en el Día Postrero,
en el tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.
Y para ese tiempo, vean ustedes, encontramos que
desciende el Ángel Fuerte envuelto en una nube. ¿Y quién es
ese Ángel Fuerte? Es Cristo, Cristo el Ángel del Pacto, el
Espíritu Santo descendiendo a la Tierra, con un Librito abierto
en Su mano y clamando luego que coloca Su Pie derecho
sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra, lo cual significa
sobre pueblos, naciones y lenguas, representados en el mar.
Recuerden también que cuando Cristo estaba en la Tierra
predicando dijo: “Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 15
tribu de Judá, el cual ha vencido para abrir el libro y desatar
sus sellos.” El anciano le dice que es un León, y cuando Juan
mira ve un Cordero; es que el Cordero de Dios es Jesucristo,
el cual ha estado por unos dos mil años en el Cielo en el
Trono de Intercesión, intercediendo por todos los que están
escritos en el Libro de la Vida del Cordero, y colócandolos en
Su Redil, que es Su Iglesia.
Cuando Juan el Bautista vio a Jesús, dijo: “He aquí el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Así que
Juan conocía, Juan el apóstol, conocía a Jesús con el
simbolismo del Cordero.
Recuerden que el anciano le está hablando a Juan usando
los símbolos que representan al Mesías, a Cristo, y cuando lo
ve, vira y ve al León, lo que ve es un Cordero. Literalmente
vio a Jesucristo; porque Él es el Cordero de Dios y también Él
es el León de la Tribu de Judá, el Rey de reyes y Señor de
señores.
Por lo tanto, ahora lo ve no como Cordero sino como León,
lo ve en esa transición en donde está cambiando de Cordero
a León. Ya el anciano lo presenta como León, pero Juan
solamente lo conocía como Cordero. “Y miré...” Ahora
recuerden que un León o un Cordero no puede tomar el Libro
de la mano del que está sentado en el Trono, es un hombre, es
Cristo. Sigue diciendo, vamos a leer el verso 6 completo:
“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un
Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,
los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la
tierra.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba
sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes
y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son
las oraciones de los santos.”
Y en las oraciones de los santos por el regreso a la Tierra,
por la redención física que es la resurrección de los muertos
en Cristo en cuerpos glorificados y la transformación de
nosotros los que vivimos, que oramos por nuestra redención
física, por nuestra transformación; porque necesitamos ese
nuevo cuerpo eterno, inmortal, incorruptible, glorificado y
joven para toda la eternidad, para poder vivir físicamente en
esta Tierra. Sigue diciendo:
“...y cantaban un nuevo cántico, diciendo (o sea, que es un
momento de regocijo, de gozo en el Cielo)...
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado,
y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y
lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra.”
Vean todo lo que ellos sabían, son los que han sido
redimidos por Cristo, son los que estaban allá en el Paraíso, ya
habían partido y ahora llega el momento para la resurrección
de los muertos en Cristo en la obra que Cristo como León de
la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores
llevará a cabo, la Obra de Reclamo para así traer la
inmortalidad física a todos los creyentes en Él, y a los vivos
los transformará.
“Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono,
y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era
millones de millones (porque millones de millones han creído
en Cristo),
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es
digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.”
LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 17
Vean todas las cosas que le serán otorgadas a Cristo cuando
tome ese Título de Propiedad, aunque Él las tiene, pero en la
Tierra, vean, al hacer el reclamo, todos los reinos de este
mundo van a ser dados a Cristo, o sea, que el Mesías,
establecerá Su Reino en la Tierra, la Capital será Jerusalén y
el Distrito Federal todo el territorio de Israel y puede ser hasta
todo el Medio Oriente, y todas las naciones que se unirán a
ese Reino o que Cristo les dará el privilegio de colocarlas en
Su Reino, disfrutarán de la justicia, la paz y la felicidad.
Él reinará sobre el planeta Tierra completo, porque el Hijo
del Hombre es heredero al planeta Tierra completo, y el Hijo
de David es heredero al Trono y Reino de David; y el Hijo de
Dios es heredero a los Cielos y a la Tierra, y el Hijo de
Abraham es heredero a la realeza. Así que, tan simple. Vean,
todos estos privilegios pertenecen al Mesías Príncipe. Sigue
diciendo:
“Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra,
y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en
ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por
los siglos de los siglos.
Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro
ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que
vive por los siglos de los siglos.”
Y ahora vean, lo que estará sucediendo en el Cielo cuando
Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo: ya de ahí en
adelante no habrá más oportunidad de las personas ser limpias
de todo pecado; porque ya Cristo no estará en el Cielo como
Sumo Sacerdote, ya habrá tomado el Título de Propiedad y
estará haciendo la Obra de Reclamo. Todo eso corresponde a
este tiempo final, y luego que abra en el Cielo este Libro que
está sellado con siete Sellos, quitando cada uno de esos
Sellos... Recuerden, es digamos un rollo, porque en ese tiempo