LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL … · Lunes, 17 de agosto de 2009 Ecatepec, Ciudad...

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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D. 32 agua. Y Felipe le dice: “Nada impide, si tú crees.” Y así es para todas las personas: nada impide que usted sea bautizado. El bautismo en agua es simbólico, cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando lo sumerge el ministro en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como eso es el bautismo en agua para una buena conciencia delante de Dios. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego a cada uno de ustedes, al ser bautizados, en donde se identificarán con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, continúen pasando todos una noche feliz. Y dejo con ustedes al ministro aquí correspondiente, pastor Enoc Carlón Infante; y en cada nación, y en cada ciudad, y en cada lugar dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma. Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando todos una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador. “LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS.” LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS Lunes, 17 de agosto de 2009 Ecatepec, Ciudad México, México Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.32

agua. Y Felipe le dice: “Nada impide, si tú crees.” Y así es

para todas las personas: nada impide que usted sea bautizado.

El bautismo en agua es simbólico, cuando la persona recibe

a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando lo

sumerge el ministro en las aguas bautismales, tipológicamente

está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas

bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la Vida

eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple como eso es

el bautismo en agua para una buena conciencia delante de

Dios.

Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les

bautice con Espíritu Santo y Fuego a cada uno de ustedes,

al ser bautizados, en donde se identificarán con Cristo en

Su muerte, sepultura y resurrección.Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en

esta ocasión, continúen pasando todos una noche feliz.

Y dejo con ustedes al ministro aquí correspondiente, pastor

Enoc Carlón Infante; y en cada nación, y en cada ciudad, y en

cada lugar dejo al ministro correspondiente para que haga en

la misma forma.

Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando

todos una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo

nuestro Salvador.

“LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL

CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”

LOS DÍASDE LA VOZ

DEL SÉPTIMO ÁNGELCONSUMANDO

LOS MISTERIOS DE DIOS

Lunes, 17 de agosto de 2009

Ecatepec, Ciudad México, México

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 31

Sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno yglorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos

decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros

pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,

porque ustedes le han recibido como vuestro único y

suficiente Salvador. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado

en agua en el Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto

posible, porque yo creí y lo recibí como mi Salvador. ¿Cuándo

me pueden bautizar?” Es la pregunta desde lo profundo de

vuestra alma.

Por cuanto ustedes han creído de todo corazón, bien pueden

ser bautizados. El bautismo en agua no quita los pecados, es

la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, pero el

bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo. El

mismo Cristo fue bautizado por Juan el Bautista, y cuando él

no lo quería bautizar a Jesús, Cristo le dice: “Nos conviene

cumplir toda justicia,” y entonces lo bautizó en el río Jordán.

Si Cristo necesitó ser bautizado, cuánto más nosotros. Aun

los apóstoles también fueron bautizados por Juan el Bautista;

y cuando Cristo predicaba, todos los que creían eran

bautizados por los apóstoles. Y el Día de Pentecostés cuando

Pedro predicó, como tres mil personas creyeron y fueron

bautizadas en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y así

en todo momento que San Pedro predicaba o algunos de los

apóstoles predicaba, los que creían eran bautizados en agua en

el Nombre del Señor Jesucristo.

Recuerden a Felipe y el eunuco, el cual le dice a Felipe:

“¿Qué impide que yo sea bautizado,” cuando vio un lugar con

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transformado y tendrá el cuerpo eterno y vivirá eternamente

con Cristo en Su Reino.

Por lo tanto, no tiene angustia existencial, sino tiene gozo,

lo que tiene es gozo acá en el alma, sabe que es una oveja del

Señor, un hijo o una hija de Dios.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que

han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión. Y los que

están en otras naciones, que han venido a los Pies de Cristo,

también oraremos por ustedes y en todas las naciones que

están conectadas con esta transmisión, pueden estar puestos en

pie también para estos momentos de oración por las personas

que han recibido a Cristo como Salvador.

Los niños de diez años en adelante también pueden venir a

los Pies de Cristo nuestro Salvador. Cristo tiene lugar en Su

Reino para los niños también. Él dijo: “Dejad a los niños venir

a mí y no se lo impidáis; porque de los tales es el Reino de los

Cielos.”

Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, y con

nuestros ojos cerrados los que han venido a los Pies de Cristo,

repitan conmigo esta oración:

Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida,creo en Ti , creo en Tu Nombre como el único Nombre bajoel Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, creoen Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio deExpiación por nuestros pecados; reconozco que soy pecadory necesito un Salvador.

Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo comomi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mispecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y mebautices con Espíritu Santo y Fuego, y produzcas en mí elnuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino, quiero entrara Tu Reino, quiero vivir Contigo eternamente.

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGELCONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

Lunes, 17 de agosto de 2009

Ecatepec, Ciudad México, México

Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes

y los que están a través del satélite Amazonas o de

internet en diferentes naciones. Que las bendiciones de

Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes.Para esta ocasión, les expreso mi aprecio y agradecimiento

por el respaldo que le están dando al importante proyecto de

La gran Carpa-Catedral, en Puerto Rico; y también por el

respaldo que le están dando a AMISRAEL. Ya ustedes vieron

los trabajos que AMISRAEL está llevando a cabo; lo vieron

en este documental de la Conferencia Internacional

“JERUSALÉN 2009,” del mes de junio pasado.

Para esta ocasión leemos en el libro del Apocalipsis,

capítulo 10, versos 1 al 11, donde nos dice:

“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una

nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como

el sol, y sus pies como columnas de fuego.

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho

sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo

clamado, siete truenos emitieron sus voces.

Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo

iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella

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las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.

Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra,

levantó su mano al cielo,

y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó

el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que

están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el

tiempo no sería más,

sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él

comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se

consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.

La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve

y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que

está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me

dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu

boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y

era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube

comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre

muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”

Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos

permita entenderla.

Nuestro tema es: “LOS DÍAS DE LA VOZ DEL

SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS MISTERIOS

DE DIOS.”A través de esta Escritura que hemos leído vimos un Ángel

Fuerte que desciende del Cielo con un Librito abierto en Su

mano, por lo cual tenemos que ver a través de la Escritura

dónde Él obtuvo ese Librito, ¿dónde lo tomó y cuándo abrió

ese Libro que Él trae en Su diestra? En el mismo libro del

Apocalipsis, capítulo 5, está la respuesta a esa pregunta. Dice

en Apocalipsis, capítulo 5, versos 1 en adelante...

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 29

Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos; y si no

hay otro Nombre solamente hay un Nombre y es Señor

Jesucristo en español, y en otros idiomas como lo pronuncian

en otros idiomas y en hebreo: Yeshua. Si no hay otro Nombre,

no vamos a inventarnos otro nombre. El Nombre de Salvación

es Jesús, que significa: Salvador. Y por esa causa hizo la obra

de salvación, de redención en la Cruz del Calvario. Él nos

salvó por medio de la obra de salvación en la Cruz del

Calvario.

Y ahora, todos los que lo reciben como su Salvador obtiene

el perdón de sus pecados, son limpios de todo pecado, son

bautizados en agua en Su Nombre y Cristo los bautiza con

Espíritu Santo y Fuego, y produce en esas personas el nuevo

nacimiento; y así obtienen la Vida eterna, así es como nacen

de nuevo, nacen en el Reino eterno de Dios, nacen a la Vida

eterna, porque en el Reino de Dios la Vida es eterna.

Y cuando resucite a los muertos creyentes en Él, nos

transformará a nosotros, si estamos vivos; pero si alguno de

nosotros se va antes lo resucitará en cuerpo eterno, y así es

como los creyentes en Cristo se sienten felices, seguros,

porque han obtenido la Vida eterna por medio de Cristo

nuestro Salvador.

Ya la angustia existencial desapareció de su corazón y de

su mente; porque el que no tiene a Cristo tiene la angustia

existencial, pues no sabe de dónde vino, no sabe porqué está

aquí en la Tierra y no sabe a dónde va cuando muera

físicamente.

Pero el creyente en Cristo sabe que vino de Dios, vino del

Cielo; de donde vino Cristo han venido todos los hijos de

Dios y sabe porqué está aquí, sabe que Dios lo ha enviado

aquí a la Tierra para ser redimido, para recibir la salvación y

Vida eterna, y sabe a dónde va cuando termine su vida

terrenal, sabe que irá al Reino de Dios físicamente, será

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vivir eternamente, porque no recibió la Vida eterna a través de

Cristo.

Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y los está

llamando, Dios tiene mucho pueblo aquí en Ecatepec de

Morelos, y los está llamando, y en toda la República

Mexicana, Dios tiene mucho pueblo y los está llamando, pues

sus nombres están escritos en el Cielo en el Libro de la Vida.

Por lo tanto, tienen el derecho y la oportunidad de obtener

la Vida eterna por medio de Cristo nuestro Salvador. Todos

necesitamos a Cristo para obtener la Vida eterna y así ser

reconciliados con Dios.

Lo más importante para la persona, para cada persona es la

vida. Sin la vida usted no tiene ninguna otra cosa, solamente

tiene un lugar en el cementerio o en los tipos de cementerio

que hay ahora, en donde los colocan en un lugar de concreto

o en una cajita pequeña (los que son incinerados).

Pero con Cristo la promesa es que tenemos el Cielo

completo, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo

Jesús, Señor nuestro, somos herederos de toda la herencia

divina y coherederos con Cristo, sin Cristo no podemos

heredar nada de Dios.

Por lo tanto, como herederos de Dios y coherederos con

Cristo, somos coherederos del Reino de Dios, somos

coherederos de la Vida eterna con Cristo, somos coherederos

de todo aquello a lo que Cristo es heredero, de este planeta

Tierra y de todo el Universo, de toda la Creación somos

coherederos con Cristo; pero sin Cristo usted no tiene nada, y

aunque diga que tiene algo todo lo que tiene es temporero; y

aún lo que tiene pues le será quitado, como dice en algunas de

las parábolas de Jesús.

Es importante asegurar nuestro futuro eterno con Cristo en

Su Reino eterno. Solamente hay un Salvador y Su Nombre es

SEÑOR JESUCRISTO; porque no hay otro Nombre bajo el

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 5

Allá en el Cielo está viéndose esto, Juan lo está viendo, o

sea, que es un evento que está ocurriendo en el Cielo, lo cual

Juan lo está viendo en visión, algo que en el futuro ocurriría

en el Cielo, no en los días de Juan el apóstol, sino que está

teniendo una visión, subió al Cielo en espíritu, en cuerpo

angelical; y le fue mostrada esta visión, o sea, de antemano

vio lo que estará sucediendo o lo que estaría sucediendo en el

futuro, luego que las siete etapas o edades de la Iglesia

concluyeran y luego por consiguiente también, luego que haya

sido llamado, y juntado hasta el último escogido de Dios

escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, haya

sido llamado y juntado por Cristo en la Iglesia del Señor

Jesucristo; y por consiguiente haya sido redimido hasta el

último escogido de Dios, por el cual Cristo como Sumo

Sacerdote en el Cielo habrá hecho la Intercesión, porque

Cristo está en el Cielo como Sumo Sacerdote en Su Cuerpo

angelical, con Su propia Sangre haciendo Intercesión por

todos los que lo reciben como su único y suficiente Salvador,

que son los que están escritos en el Libro de la Vida del

Cordero, las ovejas que el Padre le dio que escucharían Su

Voz, la Voz de Cristo por medio del Espíritu Santo en la

predicación del Evangelio de Cristo, que es la Voz del buen

Pastor; y seguirían a Cristo y Cristo les daría, ¿qué? Vida

eterna.

Ahora, Cristo no puede salir del Trono del Padre, del Trono

de Intercesión, allá en el Lugar Santísimo del Templo celestial

hasta que entre a formar parte de Su Iglesia hasta la última

persona escrita en el Libro de la Vida del Cordero. Eso es lo

que lo ha tenido en el Cielo, en el Lugar Santísimo en el

Trono del Padre, en donde Él se sentó y lo convirtió en un

Trono de Intercesión, porque allí está la Sangre de Cristo allí;

por consiguiente está la Sangre que nos limpia de todo

pecado, allí está Cristo, el cual llevó a cabo la obra de

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Redención en la Cruz del Calvario, para quitar el pecado del

ser humano.

Y ahora, podemos ver que Él es el Sacrificio de Expiación

por el pecado; y la Sangre de esa Expiación, así como el sumo

sacerdote cuando efectuaba la expiación, sacrificando al

macho cabrío el día diez del mes séptimo, lo cual efectuaba en

el atrio, y recogían la sangre de ese macho cabrío en una

vasija y se dirigía al lugar santísimo y esparcía con su dedo

sobre el propiciatorio, que es la tapa del arca del pacto; y

sobre el propiciatorio a cada lado del propiciatorio está un

querubín: uno a un lado y el otro al otro lado, dos querubines

en total, en el tabernáculo que construyó Moisés; y en el que

construyó Salomón en adición están dos querubines de madera

de olivo cubiertos de oro, gigantes querubines con sus alas

extendidas cubriendo el arca del pacto; y por consiguiente

también los dos querubines de oro que están sobre el

propiciatorio.

El sumo sacerdote al entrar al lugar santísimo una vez al

año y hacer esa labor, esparcir sobre el propiciatorio siete

veces con su dedo la sangre de esa expiación, luego que

terminaba sus labores, vean, también esparcía sobre cierto

lugar: el altar del incienso; y cuando él concluía sus labores de

ese día diez, del mes séptimo, salía. Recuerden que entraba

unas cuántas veces a ese lugar el día diez, otro día no podía

hacerlo; y con la sangre de la expiación del macho cabrío

entraba al lugar santísimo una sola vez.

Cuando terminaba sus labores ese día ya tarde, ya estaba

bastante cansado, pues durante todo el día estaba trabajando

y la noche anterior a ese día de expiación; o sea, la noche

pertenece a ese día, porque conforme a la Escritura, para los

judíos el día comienza en la tarde anterior cuando cae el sol,

por lo tanto la noche del día diez es primero y luego el día con

la luz del sol es después.

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 27

enviado para ese propósito; será un profeta mensajero

dispensacional para la séptima dispensación; a través de ese

profeta será que Dios en Espíritu Santo, Cristo en Espíritu

Santo hará el entrelace de la Dispensación del Reino con la

Dispensación de la Gracia.

Y el misterio de Dios se consumará, el misterio de Dios se

completará, y el misterio de la Venida del Hijo del Hombre

con Sus Ángeles, será abierto a la Iglesia del Señor Jesucristo

y después al pueblo hebreo; y así será como todo llegará a

feliz cumplimiento.

“LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL

CONSUMANDO LOS MISTERIOS DE DIOS.”Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en

esta ocasión, dándoles testimonio de: “LOS DÍAS DE LA

VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL CONSUMANDO LOS

MISTERIOS DE DIOS.”Si hay alguna persona que no ha recibido a Cristo todavía

como Salvador, recuerde: muy pronto ya no habrá oportunidad

para recibir a Cristo como Salvador, pero todavía la puerta de

la Salvación está abierta en el Cielo; Cristo es la puerta, y

dijo: “Yo soy la puerta, el que por mí entrare será salvo.” (San

Juan, capítulo 10, verso 9). Y cuando Él habló de la puerta

angosta y del camino angosto que lleva a la Vida eterna, el

cual es Cristo. En San Mateo, capítulo 7, versos 13 al 15, y

también en San Juan, capítulo 14, verso 6, dijo:

“Yo soy el camino (Él es el camino), y la verdad, y la vida;

nadie viene al Padre, sino por mí.”

Es por medio de Cristo que nos acercamos a Dios, es por

medio de Cristo que somos reconciliados con Dios y es por

medio de Cristo que obtenemos la salvación y Vida eterna. El

que tiene a Cristo, el Hijo de Dios, tiene la Vida eterna; si

usted no tiene a Cristo no tiene la Vida eterna, solamente tiene

una vida temporera que se le va a terminar y después no podrá

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26

Obra de Intercesión, ese Ángel estará en la Tierra y predicará

el Evangelio del Reino, y dará a conocer todos estos juicios

divinos que han de venir sobre la raza humana, o sea, estará

predicando las trompetas y las plagas, y sobre todo la séptima

trompeta y la séptima plaga, las copas.

“Y adorad a aquel que hizo el Cielo y la Tierra, el mar y las

fuentes de las aguas.” Ahí podemos ver que se estará

predicando el Evangelio del Reino en este tiempo final, el

Evangelio eterno. Y todo eso fue tipificado también en

mensajeros de la Iglesia, pero luego se cumple plenamente en

el Día Postrero, en un mensajero dispensacional.

El profeta mensajero de la dispensación del Reino

proclamando el Evangelio del Reino a todos los moradores de

la Tierra, toda nación, pueblo y lengua. Y eso es el ministerio

y proclama de los dos Olivos; eso es el ministerio y proclama

del que se come el Librito abierto que le es entregado para que

profetice, o sea, dé a conocer las cosas que han de venir,

profetice sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes;

profetice ¿qué? Las cosas que van a suceder durante el tiempo

de la gran tribulación, y también las que han acontecer antes

de comenzar la gran tribulación.

Así que, estará profetizando y también estará profetizando

las cosas que van a estar sucediendo en la Cena de las Bodas

del Cordero, estará profetizando acerca de la Venida del

Señor, estará profetizando acerca de lo que será el Reino

milenial del Mesías. Todas esas cosas. ¿Por qué? Porque es un

profeta dispensacional, al cual le será entregado ese Librito

abierto que trae el Ángel Fuerte que desciende del Cielo.

Y cuando el séptimo Ángel que suena la séptima Trompeta

y la séptima Trompeta siendo sonada, eso quien tiene ese

misterio es Moisés y Elías, los dos Olivos, los ministerios de

ellos estarán siendo repetidos en este tiempo final por el

Espíritu Santo a través del Mensajero de Dios que será

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 7

Bueno, ese día diez era el más difícil para el sumo

sacerdote y para todos los sacerdotes, y todo el pueblo; porque

si el sumo sacerdote cometía un error al efectuar sus labores

sacerdotales, Dios no aceptaba el sacrificio, no aceptaba la

sangre de ese sacrificio y ni él ni el pueblo quedaban

reconciliados con Dios, el juicio divino vendría sobre el sumo

sacerdote y sobre todo el pueblo; porque los pecados no

quedaban perdonados ni cubiertos con la sangre de la

expiación.

Por eso en la noche antes de comenzar el día, la parte clara

del día de la expiación, estaban con el sumo sacerdote y los

jueces, y los líderes importantes que eran ordenados para estar

con él, recordándole todas las cosas y la importancia para que

no fallara en lo que iba él a llevar a cabo; y no lo dejaban

dormir; era el único día que no dejaban dormir al sumo

sacerdote.

Es que Cristo, encontramos que no ha dormido, tampoco

durante el día lo dejaban dormir al sumo sacerdote trabajando

todo el día; y así ha estado Cristo en el Cielo con Sus ojos

atentos a las oraciones de todos aquellos que creen en Él; y

haciendo intercesión no solamente por aquellos que lo reciben

como su Salvador en ese momento en que Él hace intercesión

por ellos, sino todo el tiempo que fallan en algo y le piden

perdón a Cristo, Cristo intercede por ellos y los limpia de todo

pecado con Su Sangre, o sea, no solamente nos limpió de todo

pecado sino que nos mantiene limpios de todo pecado en cada

ocasión que confesamos a Él nuestras faltas, errores y

pecados, y Él nos perdona y nos limpia con Su Sangre de todo

pecado. Tan simple como eso. Porque ningún escogido,

ninguna persona que haya sido salva o salvada, se podrá

perder. Cristo dice... Vamos a leer en San Juan, cómo Él dice

acerca de esas personas. Capítulo 10, versos 27 en adelante,

dice:

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

y yo les doy vida eterna.”

¿Para qué recibimos a Cristo como Salvador? Para que Él

nos dé Vida eterna, porque no hay otra forma de obtener la

Vida eterna, no hay otra forma de ser reconciliados con Dios,

no hay otra forma de llegar a Dios, no hay otra forma del ser

humano acercarse a Dios.

“... y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás (ahí lo

tienen)... no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi

mano. ni nadie las arrebatará de mi mano.”

Podrán tener muchos problemas en sus vidas, y podrá el

diablo tratar de arrebatar esas ovejas de la mano del Señor,

pero no se perderá ni una de esas ovejas, Cristo se las quita al

diablo y vuelven al Redil del Señor, son reconciliadas con el

Señor.

El tiempo que estén apartadas esas ovejas del Señor van a

estar recibiendo bastantes problemas, golpes, sufrimientos

innecesarios, por haberse apartado del Redil del Señor, como

hizo el hijo pródigo que se apartó de la casa de su padre y

luego lo que tuvo fue muchísimos problemas, y luego ni tenía

para comer; deseaba comer de las algarrobas que los cerdos

estaban comiendo. Así le pasa a un hijo de Dios que se aparta

del Señor, después se queda sin comida espiritual.

Así que, el retorno de los hijos de Dios a la Casa del Padre

celestial, causa gozo en el Cielo. Por eso dice que “cuando un

pecador se arrepiente hay gozo en el Cielo.” Eso lo mostró,

eso lo dijo Cristo y lo mostró en la parábola de San Mateo,

capítulo 18, versos 11 en adelante, la cual va unida también a

San Lucas, capítulo 19, versos 10, dice:

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo

que se había perdido.”

O sea, que vino a buscarme a mí, a salvarme a mí, ¿y a

quién más? A cada uno de ustedes también, o sea, que no vino

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 25

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el

mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces

vendrá el fin.”

Y ese mensajero que predica el Evangelio por testimonio,

el Evangelio del Reino, por testimonio a todas las naciones, es

que el que aparece aquí en Apocalipsis, capítulo 14, versos 6

al 7, dice:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el

evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la

tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.”

Aquí tenemos al mensajero. Recuerden que ángel significa:

Mensajero, y si va a predicar a todos los moradores de la

Tierra, pues tiene que venir a la Tierra y predicar en medio de

los seres humanos. Es un profeta mensajero en el cual estará

Cristo en Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Espíritu de

Cristo en Él manifestado, hablando, predicando el Evangelio

del Reino a todos los moradores de la Tierra, a toda nación,

pueblo, lengua y también a todos los reyes, vendrá con un

mensaje para toda la humanidad diciendo a gran voz: “Temed

a Dios, y dadle gloria.” Enseña a adorar a Dios, a darle gloria

a Dios, a temer a Dios. “Porque la hora de Su juicio ha

llegado.”

Les estará hablando del juicio divino que ha de venir

durante el tiempo de la gran tribulación, lo que ha de venir en

el día ardiente como un horno, todo eso estará en el mensaje

que le estará predicando, el cual es el mensaje del Evangelio

del Reino, que comenzó a predicar Juan el Bautista, continuó

predicándolo Jesús y ahí se detuvo, cuando Cristo fue

rechazado y luego crucificado; luego Pedro comenzó a

predicar el Evangelio de la Gracia el Día de Pentecostés. Ese

es el Evangelio que se estuvo predicando para llamar las

ovejas del Señor, al Redil del Señor.

Pero luego, en el tiempo final, cuando Cristo termine Su

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24

Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con

él.”

Ahí, Cristo está mostrando a Pedro, Jacobo y Juan, el orden

de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, ahí Sus

Ángeles son Moisés y Elías, los dos Olivos que están

prometidos para venir y aparecer, primero serán vistos esos

ministerios manifestados en medio del pueblo hebreo y

también en medio del Cristianismo, o sea, que Cristo, el Ángel

Fuerte, estará en Espíritu Santo operando los ministerios de

Moisés, de Elías, y de Jesús. Eso cumplirá la Venida del Hijo

del Hombre con Sus Ángeles.

Y en los días del séptimo ángel que toca la Trompeta de

Apocalipsis 11, vean ustedes, capítulo 11, versos 15 en

adelante, dice:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces

en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a

ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos

de los siglos.”

¿Cuándo ocurre esto? Cuando el séptimo Ángel haya

tocado la Trompeta, es cuando el séptimo Ángel toca la

Trompeta y el séptimo Ángel tocando la Trompeta, ¿quién

toca la Trompeta? Son los dos Olivos; toca la Trompeta para

el pueblo hebreo y son llamados ciento cuarenta y cuatro mil

hebreos, doce mil de cada tribu, será Cristo en Espíritu Santo

en el Ángel que sube desde donde nace el sol, que viene con

el Sello del Dios vivo, en Apocalipsis, capítulo 7, para llamar

y juntar a ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de

cada tribu. Será una Obra de Cristo en Espíritu Santo

llamando y juntando los escogidos, usando a ese mensajero,

a ese Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, el cual

vendrá predicando el Evangelio del Reino por testimonio a

todas las naciones, conforme a *San Mateo, capítulo 24, verso

14, donde Cristo dice:

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 9

solamente por mí, sino por cada uno de ustedes que me

escuchan en esta ocasión, y por los que me escucharán en

otras ocasiones, y por los que escucharán el Evangelio en

diferentes ocasiones. Aquí Cristo repite lo mismo omitiendo

una parte, pero agregando más información, dando una

parábola, dice:

“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que

se había perdido (y se refiere ¿a quién? A las ovejas del

Padre).

¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se

descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por

los montes a buscar la que se había descarriado?

Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se

regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no

se descarriaron.”

¿Ve? Se regocija, hay gozo y regocijo en el Señor, el Hijo

del Hombre que viene a buscar y salvar lo que se había

perdido, y cuando encuentra esa oveja la lleva para el Redil y

los compañeros y todos en la casa se regocijan; porque la

oveja que se había perdido ha sido hallada y colocada en su

lugar. El lugar de las ovejas del Señor que le dio el Padre a

Cristo es la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo que

es el Redil de las ovejas, y que es el Cuerpo Místico de Cristo.

Y ahora, dice:

“Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los

cielos, que se pierda uno de estos pequeños.”

No es la voluntad que se pierda una de estas ovejas, no es

la voluntad que se pierda uno de estos hijos e hijas de Dios,

los cuales tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro

de la Vida del Cordero.

¿Recuerdan cuando Cristo envió a Sus discípulos a predicar

el Evangelio? Les dice que vayan predicando y sanando a los

enfermos, echando también fuera demonios, y así por el estilo.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10

Ellos fueron enviados de dos en dos, e hicieron como el Señor

les dijo y tuvieron éxito, y cuando regresan muy contentos,

muy felices, y le dicen a Jesús: “Señor, hasta los espíritus se

nos sujetan en Tu Nombre.”

Cristo les dice: “No os gocéis de que los espíritus se os

sujetan en mi Nombre, sino gozaos de que vuestros nombres

están escritos en el Cielo.” Eso es lo grande, eso es lo que

causa gozo, felicidad y seguridad a las ovejas del Señor: que

sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del

Cordero.

Bien dijo Jesús que el buen Pastor llamaría las ovejas por

su nombre, y Cristo dice: “Yo soy el buen Pastor, y el buen

Pastor su vida da por las ovejas.” Y dice:

“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías

me conocen,

así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y

pongo mi vida por las ovejas.” [San Juan 10:14].

¿Por qué y por quién Cristo murió en la Cruz del Calvario,

Cristo el buen Pastor? Por mí, ¿y por quién más? Por cada uno

de ustedes, por las ovejas del Padre que le han sido entregadas

a Cristo para redimirlas, para buscarlas y salvarlas.

“También tengo otras ovejas que no son de este redil;

aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un

rebaño, y un pastor.”

Esas ovejas estarían entre los gentiles; y por eso envió a

Sus discípulos luego a predicar el Evangelio a toda criatura y

en todas las naciones: “Y el que creyere y fuere bautizado,

será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Ahora, ¿quiénes van a creer? Las ovejas del Señor: “Mis

ovejas oyen mi voz y me siguen, y yo las conozco; y yo les

doy Vida eterna.” Y a los que no creían, ¿qué les dijo? Vean

en el capítulo 10, verso 22 al 26, dice:

“Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 23

Gabriel. En la Tierra serán los ministerios de los dos grandes

profetas Moisés y Elías. En los días del profeta Zacarías los

dos ungidos de aquel tiempo eran el príncipe Zorobabel un

descendiente del rey David y el sumo sacerdote Josué.

Ahí podemos ver la parte religiosa en el sumo sacerdote y

la parte política en el príncipe Zorobabel; porque esto será lo

que en la Tierra, en la Venida de este Ángel Fuerte que

desciende del Cielo, que es Cristo, estará siendo manifestado;

porque el Mesías es tanto Sumo Sacerdote como también Rey

de reyes y Señor de señores.

Y ahora, para el tiempo final esto será lo que cumplirá la

profecía dada por Cristo cuando dijo: “Porque el Hijo del

Hombre vendrá en la gloria de Su padre con Sus Ángeles y

entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (San

Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28). Y también les dijo: “Hay

algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte, hasta

que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en la gloria de

Su Padre, con Sus Ángeles.” Vamos a leerlo para que lo

tengan claro aquí:

“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí,

que no gustarán la muerte (o sea, que no van a morir), hasta

que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”

¿Y cómo Él dijo que viene el Hijo del Hombre en Su

Reino? En el verso 27, dice:

“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su

Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno

conforme a sus obras.”

Y luego en el capítulo 17, toma a Pedro, Jacobo y Juan y

sube con ellos a un monte alto y se transfiguró delante de ellos

y Su rostro fue resplandeciente como el Sol, dice:

“ ...y se transfiguró delante de ellos (capítulo 17), y

resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron

blancos como la luz.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22

Jerusalén.

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil

doscientos sesenta días, vestidos de cilicio (¿y quiénes son

estos dos testigos? Vamos a ver).

Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que

están en pie delante del Dios de la tierra.”

Estos son los que aparecen en Zacarías, capítulo 4, a esos

se está refiriendo aquí cuando dicen que son los dos olivos,

los dos candeleros de oro. Los dos candeleros son los dos

Testigos y los dos Candeleros que están en pie delante del

Dios de la Tierra. Zacarías, capítulo 4, nos habla de ellos

cuando nos dice de la siguiente manera. Vamos a leer,

capítulo 4, versos 11 al 14, nada más, el resto que antecede del

capítulo 4, verso 1 al 10, los pueden leer ustedes en sus

hogares, pues Zacarías vio un candelero o candelabro con

siete lámparas y a cada lado de candelabro o candelero vio un

árbol de olivo, por consiguiente uno a cada lado, dos árboles

de olivo uno a cada lado, y una rama de olivo que vertía aceite

como oro sobre el lugar, el vaso del candelabro que

alimentaba a las lámparas de ese candelabro.

Ahora, capítulo 4, versos 11 al 14, dice (de Zacarías).

“Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la

derecha del candelabro y a su izquierda?

Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos

ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de

sí aceite como oro?

Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije:

Señor mío, no.

Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del

Señor de toda la tierra.”

Por eso en Apocalipsis, encontramos que se refiere a esta

Escritura de Zacarías, y esto es lo que está en el Cielo, en el

Cielo los dos Ungidos son el Arcángel Miguel y el Arcángel

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 11

invierno,

y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos

turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras

que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de

mí;

pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas,

como os he dicho.”

¿Quiénes no creerían? Las personas que no están

representadas en la ovejas del Señor, y Cristo dice: “No creen,

porque no son de mis ovejas.” O sea, que no son de esas

ovejas que el Padre le dio para que las busque y les dé Vida

eterna. Y ahora, continuamos aquí, dice:

“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para

volverla a tomar.

Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.

Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a

tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”

O sea, que Él vino a la Tierra ya con una misión divina, un

mandato divino: poner Su Vida en Expiación, por esas ovejas,

por esas personas, esas almas de Dios que de etapa en etapa

del Cristianismo aparecerían en la Tierra en cuerpos humanos,

mortales, corruptibles para tener la oportunidad de oír la Voz

de Cristo por medio del Espíritu Santo, en la predicación del

Evangelio de Cristo y creer, y recibirlo como único y

suficiente Salvador, para recibir de parte de Cristo la Vida

eterna. Tan simple como eso.

Y ahora vean, dice, capítulo 10, versos 1 en adelante:

“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta

en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es

ladrón y salteador.

Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus

ovejas llama por nombre, y las saca.”

Porque el nombre de toda oveja está escrito en el Cielo en

el Libro de la Vida del Cordero, desde antes de la fundación

del mundo.

Así que, Él sabe para qué tiempo nosotros apareceríamos

en esta Tierra, y escucharíamos Su Voz, que es el Evangelio

siendo predicado por los que estarían ungidos por el Espíritu

Santo de etapa en etapa en el Cuerpo Místico de Cristo, o sea,

en medio del Cristianismo.

Ahora, al final de la Dispensación de la Gracia, al final

cuando se haya completado el Redil del Señor, o sea, la Iglesia

del Señor cuando haya entrado hasta el último escogido, hasta

la última oveja al Redil del Señor, ¿qué va a pasar? Habrá

terminado Su Obra de Intercesión en el Cielo, Él es nuestro

abogado, el Sumo Sacerdote es el que intercede por los hijos

e hijas de Dios en el Cielo, es el Intercesor, el Sumo

Sacerdote. Él es el que aboga, el Abogado. Por eso la

Escritura dice: “Si alguno ha pecado, abogado tenemos para

con el Padre, a Jesucristo (o sea, Su Hijo Jesucristo, el Hijo de

Dios),” el cual está como Abogado allá, como Sumo

Sacerdote.

El Sumo Sacerdote es el que aboga por los escogidos,

defiende la causa de los escogidos, los perdona, y con Su

Sangre los limpia de todo pecado y muestra ante Dios que son

inocentes; por eso le han vencido por la Sangre del Cordero

de Cristo, y por la Palabra de Dios, porque han recibido la

Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, la Palabra, el

Evangelio de nuestra salvación.

Ahora, cuando termine ese ciclo divino de la Dispensación

de la Gracia y haya entrado hasta la última oveja al Redil del

Señor, Cristo habrá terminado Su labor de Intercesión en el

Cielo, en donde está como Sumo Sacerdote en el Lugar

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 21

a un hombre que en el Día Postrero va a estar en la Tierra, y

que está siendo representado en Juan el apóstol; porque Juan

el apóstol representa a ese hombre que estará en la Tierra y

también representa a toda la Iglesia del Señor Jesucristo. Por

lo tanto, estará en la Iglesia del Señor Jesucristo, ese hombre

que va a recibir ese Librito, y será un profeta, un profeta

dispensacional.

Vamos a ver a través de la lectura que es un profeta, dice

capítulo 10, versos 8, dice:

“La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve

y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que

está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me

dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu

boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y

era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube

comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre

muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”

Vean, es un profeta, le es ordenado profetizar, y va a

profetizar de acuerdo al contenido escrito en ese Libro. Y

luego, vamos a ver cómo estará profetizando. En el capítulo

11, que es la continuación a este pasaje del capítulo 10, dice:

“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de

medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el

altar, y a los que adoran en él.

Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no

lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos

hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.”

Que son tres años y medio, o sea, será el tiempo para la

gran tribulación que son cuarenta y dos meses, tres años y

medio. Así que va a haber un problema grave allá en

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20

gran tribulación durará tres años y medio; y gracias a Dios que

no ha comenzado ese ciclo divino todavía. Antes que

comience los creyentes en Cristo serán transformados y

llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Es

que Dios, el Juez Justo no destruirá al justo con los injustos;

para los justos dice: “Mas a vosotros los que teméis mi

Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá

salvación.” (Eso está en Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 2).

Y ahora, este Ángel Fuerte que desciende del Cielo es

Cristo, Cristo el Ángel del Pacto, el Mensajero a Israel, pero

viene por Su Iglesia, Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu

Santo en cuerpo angelical, en Espíritu, estará en medio de Su

Iglesia para darle la fe para ser transformada y raptada, para lo

cual ese Título de Propiedad que nadie a través de la historia

de la creación, nadie se lo ha comido, ni el mismo Jesucristo

cuando lo tomó de la diestra de Dios, tampoco se lo comió.

Y ahora, lo trae a la Tierra y se lo entrega a un hombre que

se lo coma, y le dice: “En tu boca será dulce como la miel,

pero en tu vientre será amargo.” Y le fue entregado ese Libro,

el cual Él mismo pidió, porque escuchó una Voz del Cielo que

le dijo: “Vé al Ángel que tiene el Librito abierto en Su mano

y pídele el Libro.” Él no sabía para qué le iba a pedir el Libro,

pero obedeció.

La Voz de Dios le ordena que vaya y le pida el Librito a ese

Ángel, a Cristo, al Espíritu Santo; y Cristo en Espíritu Santo

se lo entrega y le dice: “Toma, cómelo.” Como pasó con

Ezequiel, capítulo 2 y capítulo 3, que le fue entregado un

rollo, un Libro escrito para que se lo comiera y después le fue

dicho: “Y ahora, vé y profetiza a la casa de Israel conforme a

como está escrito en ese Libro.” En palabras más claras para

nosotros, ustedes lean Ezequiel, capítulo 2 y capítulo 3, y ahí

lo encontrarán.

Y ahora, en la misma forma le es dado este Librito abierto

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 13

Santísimo, saldrá del Lugar Santísimo y ya no habrá Sangre

sobre el Lugar Santísimo.

Y ahora vean cómo y en qué momento es que esto ocurre,

capítulo 5 del Apocalipsis, dice:

“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el

trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete

sellos.”

El que está sentado en el Trono de Su Padre tiene en Su

diestra un Librito sellado, un libro sellado con siete Sellos, el

cual está escrito por dentro y por fuera; ese es el Título de

Propiedad de los Cielos y de la Tierra, el Libro de la Vida del

Cordero, en donde están escritos los nombres de todos los que

han de ser redimidos a través de las diferentes etapas del

Cristianismo.

Es el Título de Propiedad que tuvo Adán y lo perdió y

regresó a la diestra de Dios, que es el dueño original, es el

Título de Propiedad de la Vida eterna; por eso fue sacado

Adán y Eva del Huerto del Edén para que no comieran del

Árbol de la Vida y vivieran eternamente como pecadores,

porque el pecador no tiene derecho a vivir eternamente, a

menos que sea redimido; para lo cual se llevó a cabo la obra

de Redención en la Cruz del Calvario. Recuerden que nuestros

cuerpos son mortales y corruptibles, y lo mortal, lo

*corruptible no hereda la eternidad, no hereda la incorrupción.

Solamente es por un tiempo el cuerpo físico que recibimos

en la Tierra, pero Él dará a los creyentes en Él un cuerpo

eterno y glorificado como el que Él tiene, en el cual Él está tan

joven como cuando subió al Cielo, así será para todas las

ovejas del Señor que en el Día Postrero serán resucitados si

murieron, y si están vivos serán transformados.

Ahora, sigue diciendo:

“Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién

es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14

Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la

tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.”

Ni siquiera mirarlo, no solamente leerlo, sino ni siquiera

mirar ese Libro; porque es el Libro de la Vida. El Libro de la

Vida del Cordero, donde están escritos los nombres de todos

los que serían redimidos, es el Libro de la Vida eterna; y si ese

Libro en el tiempo en que tiene que ser tomado de la diestra de

Dios y abierto en el Cielo, no se hace así, no hay alguien que

lo pueda tomar y abrir en el Cielo, entonces toda la creación

volverá a como era antes de la creación, o sea, que

desaparecerá toda la creación. Por eso es que Juan lloraba

mucho:

“Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a

ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.”

Y aquí nos dice:

“... ni de leerlo, ni de mirarlo.

Y uno de los ancianos me dijo: No llores.”

Esas son palabras de aliento cuando una persona está triste

y está llorando que alguien le coloque la mano en el hombro,

los hombros y le diga dulcemente: “No llores.” Ahora vean,

le va a dar una buena noticia, algo que va a quitar la tristeza,

el sufrimiento y le va a causar regocijo.

“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el

León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para

abrir el libro y desatar sus siete sellos.”

Y esa es una noticia que produce alegría, y miren, Juan

estaba muy triste llorando, dice:

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres

vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,

los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la

tierra.”

Y ahora, cuando el anciano le dice: “He aquí el León de la

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 19

de hombres.” O sea, que los que han de creer o lo seres

humanos, están tipificados en peces y están en el mundo, están

en el mar los peces; y el mar, las aguas, representan pueblos,

naciones y lenguas.

Y los pescadores allí son los apóstoles y todos los que

predicarían el Evangelio de Cristo, los diferentes mensajeros

con todos los colaboradores, con todos los ministros que

estarían brazo a brazo trabajando en esa pesca.

Y en el tiempo final, o sea, en el fin del siglo, la red será

sacada, y los peces buenos, lo bueno será echado en cestas, no

sectas religiosas sino canastas, y los peces que representan

personas, escogidos, los miembros de la Iglesia, los peces

serán echados en cestas o canastas (los peces buenos), y lo

malo lo echarán fuera; serán echados fuera y allí será el lloro

y el crujir de dientes para los que no son buenos.

Eso nos habla de la gran tribulación, donde van a ser

echados los malos: “Porque he aquí viene el día ardiente como

un horno, y todos los soberbios serán estopa; y aquel día que

vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les

dejará ni raíz ni rama.” [Malaquías 4:1].

Van a ser quemados, tanto con una tercera guerra mundial

atómica, como con fuego volcánico y lava volcánica y cenizas

volcánicas que caerá sobre la Tierra, y toda otra cosa que

produzca fuego.

El tiempo de la gran tribulación que durará tres años y

medio y corresponde a la apretura de Jacob, y a la segunda

parte de la semana número setenta de Daniel, capítulo 9,

versos 21 al 27, falta por ser cumplida. La primera parte de

esa semana número setenta ya fue cumplida bajo el ministerio

de Cristo que duró tres años y medio; es una semana de año.

Por lo tanto, son siete años y ya tres años y medio fueron

cumplidos por Cristo en Su primera Venida, y los otros tres

años y medio corresponden a este tiempo final en donde la

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18

pasado del tiempo de Juan el Apóstol, los libros eran

pergaminos que están enrollados; y aún si usted va a una

sinagoga verá en ciertos momentos y días especiales que sacan

de cierto lugar un rollo que está preparado con unas partes

donde se agarra, unas partes de madera o de metal, y eso es la

Toráh, la Sagrada Escritura.

Y en el tiempo de Juan el apóstol, en la visión le fue

mostrado ese Libro en esa forma de rollo, y tenía ese Libro

siete rollos y cada uno de ellos estaba sellado, tenía un Sello

y el Cordero abre el Sello, o sea, quita el Sello y queda abierto

el Libro para ver lo que hay ahí escrito. Todo eso sucederá en

este tiempo final; luego, eso lo encontrará en el capítulo 6, del

Apocalipsis, siendo abierto ese Libro sellado con siete Sellos,

y luego en el capítulo 8, abre el séptimo Sello.

Pero cuando es abierto el séptimo Sello, recuerden que bajo

cada Sello cuando es abierto dentro del Libro está escrito en

símbolos lo que sucedería, pero cuando es abierto el séptimo

Sello hubo silencio en el Cielo como por media hora; no se

dio a conocer lo que contenía el séptimo Sello; y bajo el

tiempo de ser abierto ese séptimo Sello muchas cosas estarán

pasando, o sea, que ese séptimo Sello contiene todo lo que

estará pasando en el Día Postrero, porque el séptimo Sello

contiene el misterio de la Venida del Señor en el Día Postrero,

en el tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.

Y para ese tiempo, vean ustedes, encontramos que

desciende el Ángel Fuerte envuelto en una nube. ¿Y quién es

ese Ángel Fuerte? Es Cristo, Cristo el Ángel del Pacto, el

Espíritu Santo descendiendo a la Tierra, con un Librito abierto

en Su mano y clamando luego que coloca Su Pie derecho

sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra, lo cual significa

sobre pueblos, naciones y lenguas, representados en el mar.

Recuerden también que cuando Cristo estaba en la Tierra

predicando dijo: “Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 15

tribu de Judá, el cual ha vencido para abrir el libro y desatar

sus sellos.” El anciano le dice que es un León, y cuando Juan

mira ve un Cordero; es que el Cordero de Dios es Jesucristo,

el cual ha estado por unos dos mil años en el Cielo en el

Trono de Intercesión, intercediendo por todos los que están

escritos en el Libro de la Vida del Cordero, y colócandolos en

Su Redil, que es Su Iglesia.

Cuando Juan el Bautista vio a Jesús, dijo: “He aquí el

Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Así que

Juan conocía, Juan el apóstol, conocía a Jesús con el

simbolismo del Cordero.

Recuerden que el anciano le está hablando a Juan usando

los símbolos que representan al Mesías, a Cristo, y cuando lo

ve, vira y ve al León, lo que ve es un Cordero. Literalmente

vio a Jesucristo; porque Él es el Cordero de Dios y también Él

es el León de la Tribu de Judá, el Rey de reyes y Señor de

señores.

Por lo tanto, ahora lo ve no como Cordero sino como León,

lo ve en esa transición en donde está cambiando de Cordero

a León. Ya el anciano lo presenta como León, pero Juan

solamente lo conocía como Cordero. “Y miré...” Ahora

recuerden que un León o un Cordero no puede tomar el Libro

de la mano del que está sentado en el Trono, es un hombre, es

Cristo. Sigue diciendo, vamos a leer el verso 6 completo:

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres

vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,

los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la

tierra.

Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba

sentado en el trono.

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes

y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;

REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16

todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son

las oraciones de los santos.”

Y en las oraciones de los santos por el regreso a la Tierra,

por la redención física que es la resurrección de los muertos

en Cristo en cuerpos glorificados y la transformación de

nosotros los que vivimos, que oramos por nuestra redención

física, por nuestra transformación; porque necesitamos ese

nuevo cuerpo eterno, inmortal, incorruptible, glorificado y

joven para toda la eternidad, para poder vivir físicamente en

esta Tierra. Sigue diciendo:

“...y cantaban un nuevo cántico, diciendo (o sea, que es un

momento de regocijo, de gozo en el Cielo)...

y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de

tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado,

y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y

lengua y pueblo y nación;

y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y

reinaremos sobre la tierra.”

Vean todo lo que ellos sabían, son los que han sido

redimidos por Cristo, son los que estaban allá en el Paraíso, ya

habían partido y ahora llega el momento para la resurrección

de los muertos en Cristo en la obra que Cristo como León de

la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores

llevará a cabo, la Obra de Reclamo para así traer la

inmortalidad física a todos los creyentes en Él, y a los vivos

los transformará.

“Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono,

y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era

millones de millones (porque millones de millones han creído

en Cristo),

que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es

digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la

fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.”

LOS DÍAS DE LA VOZ DEL SÉPTIMO ÁNGEL . . . 17

Vean todas las cosas que le serán otorgadas a Cristo cuando

tome ese Título de Propiedad, aunque Él las tiene, pero en la

Tierra, vean, al hacer el reclamo, todos los reinos de este

mundo van a ser dados a Cristo, o sea, que el Mesías,

establecerá Su Reino en la Tierra, la Capital será Jerusalén y

el Distrito Federal todo el territorio de Israel y puede ser hasta

todo el Medio Oriente, y todas las naciones que se unirán a

ese Reino o que Cristo les dará el privilegio de colocarlas en

Su Reino, disfrutarán de la justicia, la paz y la felicidad.

Él reinará sobre el planeta Tierra completo, porque el Hijo

del Hombre es heredero al planeta Tierra completo, y el Hijo

de David es heredero al Trono y Reino de David; y el Hijo de

Dios es heredero a los Cielos y a la Tierra, y el Hijo de

Abraham es heredero a la realeza. Así que, tan simple. Vean,

todos estos privilegios pertenecen al Mesías Príncipe. Sigue

diciendo:

“Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra,

y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en

ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al

Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por

los siglos de los siglos.

Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro

ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que

vive por los siglos de los siglos.”

Y ahora vean, lo que estará sucediendo en el Cielo cuando

Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo: ya de ahí en

adelante no habrá más oportunidad de las personas ser limpias

de todo pecado; porque ya Cristo no estará en el Cielo como

Sumo Sacerdote, ya habrá tomado el Título de Propiedad y

estará haciendo la Obra de Reclamo. Todo eso corresponde a

este tiempo final, y luego que abra en el Cielo este Libro que

está sellado con siete Sellos, quitando cada uno de esos

Sellos... Recuerden, es digamos un rollo, porque en ese tiempo