Los dones de servicio: diversidad en unidad 1Cor 12:4-12 IB El Divino Redentor 8 de mayo de 2011

Luis Manuel Snchez G.- Pastor

Los dones de seal: el lado llamativo de los dones 1Cor 12:7-10

Lo ms increble de los milagros es que ocurren Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)

Escritor britnico

Introduccin Se llama milagro, en la definicin del Diccionario de la Lengua Espaola, a un "hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervencin sobrenatural de origen divino". Dependiendo del enfoque desde el cual se aborde el concepto, existen variadas definiciones de la palabra "milagro". An dentro de las diferentes religiones, la palabra se asocia a varios sentidos.

La palabra milagro encuentra su raz en el latn miraculum que significa "mirar". Los latinos llamaban miraculum a aquellos fenmenos prodigiosos que escapaban a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del ao y las tempestades. As entonces, miraculum proviene de mirari, que en latn significa "contemplar con admiracin, con asombro o con estupefaccin".

Es as como, desde el punto de vista etimolgico, la palabra milagro no dice relacin necesariamente con una cierta intervencin divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable, tal como lo plantearan los latinos. Segn el cristianismo, un milagro es en s un hecho sobrenatural en el cual se manifiesta el amor de Dios hacia los seres humanos. Aunque un milagro autntico sera un signo de la existencia de Dios y de su amor, el cristianismo no recomienda la bsqueda de un milagro como una mera evidencia cientfica de la existencia de Dios, promoviendo en cambio su creencia mediante la fe. Sin embargo, en la actualidad la fe cristiana y la ciencia no se consideran excluyentes. Los milagros no tienen como fin la simple autentificacin externa de la revelacin sino que forman parte esencial de la misma, de la que el verdadero propsito fue y sigue siendo el de alimentar la fe en la intervencin salvfica de Dios en beneficio de los que creen.

Una tercera categora de los dones espirituales a los creyentes es los dones de seal. Estos son dones llamativos que fcilmente pueden impresionar a quien los observa. Pablo los menciona dentro de su lista de dones en 1Cor 12.

Qu caractersticas tienen estos dones? Son vigentes para la iglesia de Jesucristo el da de hoy? Por qu son tratados de manera especial en los estudios teolgicos? El Espritu Santo otorga los dones de seal:

I. Ajustndose a Su voluntad

II. Agraciando al receptor

III. Ampliando el ministerio 1. sanidades

2. milagros

3. lenguas

4. interpretacin

7 Pero a cada uno le es dada la manifestacin del Espritu

para provecho.

8 Porque a ste es dada por el Espritu palabra de sabidura;

a otro, palabra de ciencia segn el mismo Espritu; 9 a otro, fe por el mismo Espritu;

y a otro, dones de sanidades por el mismo Espritu. 10

A otro, el hacer milagros;

a otro, profeca;

a otro, discernimiento de espritus;

a otro, diversos gneros de lenguas;

y a otro, interpretacin de lenguas.

Conclusin El 17 de abril de 2000, un joven llamado Nathan sufri un accidente de auto casi fatal. Los investigadores creen que l perdi el control del auto cuando intentaba evitar un venado. Cuarenta y cinco minutos despus, Kevin, un joven con conocimientos mdicos de emergencia, encontr a Nathan en la escena del choque, y le estabiliz el cuello mientras su madre peda ayuda. Cuando llegaron al hospital vieron que el muchacho tena una pierna rota, lesin en la columna vertebral, y numerosas magulladuras en el cuerpo. Los mdicos comenzaron a tratarlo, y descubrieron que tena problemas al respirar debido a un pulmn perforado. Los mdicos se dieron a la tarea de estabilizar este problema

Nathan pas cuatro das en coma, y los mdicos de la Clnica Marshfield le calcularon una probabilidad de sobrevivir en cien. Cuando le quitaron los frmacos no sala de su estado de coma. Esa noche el pap de Nathan or y ley la Biblia a su hijo, repitiendo las palabras que Jess dijo a Lzaro: Ven fuera! Le dijo: Tienes que luchar. Debes despertar. La maana siguiente despert, reconociendo a su padre y a su familia. Todos se alegraron.

Sin embargo, la lesin en la columna vertebral de Nathan era muy grave. Tena una fractura en la vrtebra cervical 4 del cuello, la misma seccin de la columna que el actor Christopher Reeve se lesion hace algunos aos. Los mdicos le pusieron al joven un cuello ortopdico protector para evitar que la vrtebra se separara ms. l se encontraba en peligro de quedar paralizado total o parcialmente.

Nathan acostumbraba a leer la Biblia y orar antes de acostarse en la noche. Durante dos semanas or de todo corazn pidiendo sanidad. Una noche mientras dormitaba en la cama sinti un ligero estallido en el cuello. La maana siguiente los doctores le tomaron tres series de rayos X para ver si las vrtebras seguan separndose. En vez de eso, los rayos X mostraron que la vrtebra se haba vuelto a unir, asombrando a mdicos y enfermeras. No haba explicacin cientfica. Exactamente tres meses despus del accidente los mdicos autorizaron a Nathan a reanudar su participacin en deportes, entre ellos ftbol, lucha y atletismo. El Seor es soberano para repartir los dones, entre ellos los dones de seal. Dios ejerce su voluntad como a l le parece y no tiene que pedirle permiso a nadie para actuar como acta. En algunos casos quisiramos que el Seor actuara de determinada manera, pero por eso Dios es Dios. Con los dones de seal, el Seor se ajusta a su voluntad, trae gracia sobre el receptor y ampla el ministerio de la iglesia. Luis Manuel Snchez G. Pastor

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Luis Manuel Snchez G.- Pastor

En espera del Mesas En marzo del 2001 una nita juda muri en la lucha ojo por ojo en Hebrn, sobre la costa occidental, cuando estaba sentada en su cochecito. En un muro cercano en donde muri hay un poema en su memoria. Segn el Chicago Tribune:

Es una elega a sus hermosas mejillas, su dulce sonrisa, su adorable viveza... y a la urgente necesidad de venganza. El poema dice: Nos vengaremos; clamaremos venganza en cuerpo y espritu, y esperamos la venida del Mesas.

Tambin as pensaba la gente de la poca de Jess. Por eso estaban muy poco preparados para un Mesas que predic el arrepentimiento y la fe, quien dio escasa atencin a los romanos, quien dijo que obtendra la libertad muriendo por los pecados. Dios interviene El 23 de febrero de 1996, con tres o cuatro meses de embarazo, Mara Prez de Downers Grove, Illinois, recuerda:

No me senta muy bien. Tena dificultades para respirar y estaba muy mareada. El mdico de Mara le dijo que se hiciera examinar. Mientras la enfermera la examinaba, afirm: Podremos or los latidos del corazn del beb. La enfermera trat de tomar ese pulso por un instante, pero no pudo localizarlo. Cuando el mdico entr a la sala de exmenes, la enfermera le pidi que intentara localizar los latidos del

corazn del beb. El mdico lo intent por diez o quince minutos sin xito. Entonces decidi llevar a Mara a un cuarto de ultrasonido.

En el cuarto de ultrasonido el mdico localiz al beb e intent de nuevo or los latidos. No pudo hacerlo, por lo que pidi a la enfermera que llamara a otro doctor. Este otro mdico trat de localizar los latidos por quince minutos o ms pero sin xito.

Lo siento dijo el mdico en este punto a Mara y a Ron, el esposo, pero el beb ha muerto. No puedo decirles la razn, pero estas cosas pasan. Estoy muy apenado, pero tendremos que provocarle un aborto.

El corazn de Ron y el mo estn desechos dijo Mara. Hemos perdido nuestro precioso beb. La enfermera llev a Ron y a Mara al centro de partos y les explic lo que pasara al provocar el aborto. El

mdico tambin exigi pruebas para averiguar por qu Mara tena dificultades en respirar. Cuando yo estaba tendida en la cama dice Mara, or porque Dios velara por nuestro hijo hasta que

pudiramos reunimos con l o ella en el cielo. M corazn estaba quebrantado, pero me llen con la esperanza de poder ver a mi hijo algn da.

Mientras tanto, Ron llam a la hermana de Mara, quien a su vez llam a una mujer de su iglesia, Pat Bailey, para pedirle que orara. Cuando Pat recibi la llamada, dijo algo sorprendente:

Ese beb no est muerto. Diles que examinen de nuevo para obtener una segunda opinin. Ron y Mara hablaron al respecto y decidieron platicar con el mdico una vez ms antes de hacer algo, solo por confirmar la decisin. Para apaciguar a la pareja el mdico orden otro ultrasonido.

Al regresar al saln de ultrasonido, una nueva enfermera, quien no saba por qu esta pareja estaba all, empez el ultrasonido.

All estn los latidos del corazn dijo con toda naturalidad. Est usted segura que el beb est bien? pregunt Mara. Los latidos del corazn del beb estn bien,

no hay problemas le contest la enfermera. Mara se volvi y mir a la enfermera del centro de partos, quien se qued boquiabierta y con los ojos del tamao

de una sartn. La enfermera llam ai mdico para que viera el monitor. No puedo creer esto dijo finalmente el galeno. Si no lo veo no lo hubiera credo. Este no es el mismo beb

que vi en el otro ultrasonido. Por precaucin ingresaron a Mara en el Hospital El Buen Samaritano y as poder observarla. El mdico lleg

ms tarde a su cuarto. Me gustara darle una explicacin por lo sucedido se excus, pero no tengo ninguna. Un diagnstico como

este siempre lo verifica un segundo mdico. Sin embargo, hay ocasiones en que la ciencia mdica no puede explicar todo. A veces la nica explicacin es que Dios intervino.

No necesito una explicacin dijo Mara-. S que Dios hizo un milagro, y eso era todo lo que yo necesitaba saber.

El 22 de agosto de 1996 naci Jaime Andrs Prez : un hermoso y sano nio. El mdico que atendi el parto fue el mismo que vio al beb sin vida en el ultrasonido.

Este beb es especial les dijo a Mara y a Ron. Milagro en la Guerra del Golfo Prsico El general Charles Krulak (retirado de la Fuerza Armada Estadounidense) narr esta historia acerca de su experiencia en la Guerra de! Golfo en 1991:

Hay un producto precioso en el Oriente Medio. Por l han luchado durante centenares de aos. Cristianos luchan por l, musulmanes luchan por l. Naciones recorren la Pennsula Arbiga y luchan por l. Durante la Tormenta del Desierto este producto fue crtico tanto para el ejrcito iraqu como para las fuerzas estadounidenses. Petrleo? No. Agua.

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Luis Manuel Snchez G.- Pastor Aqu estaba el plan de maniobras en tierra de la Fuerza Armada Estadounidense durante la Tormenta del

Desierto. Debamos atacar la costa de Araba Saudita con el Golfo Prsico para entrar al sur de Kuwait, pasar por los campos minados en esta regin, y capturar la ciudad de Kuwait. Para efectuar el movimiento de ochenta mil soldados costa arriba debamos construir una base de apoyo logstico. La construimos en una localidad llamada Kabrt, a treinta kilmetros al sur de Kuwait y a treinta kilmetros del Golfo Prsico. Escogimos Kabrit porque era un antiguo aerdromo con pozos de agua que proporcionaban cien mil galones por da del precioso lquido. La Fuerza Armada Estadounidense necesitara mucha agua al da para transportar sus fuerzas dentro de Kuwait.

Catorce das antes de comenzar la guerra, el general Norman Schwarzkopf, comandante en jefe del comando central, decidi dar un paso audaz llamado grandioso gancho de izquierda. Se trat de un rastreo de fuerzas en vez de subir el barranco, por as decir a un flanco del ejrcito iraqu. Esto obligaba a la Fuerza Armada a recorrer ciento cuarenta kilmetros hacia el noroeste y localizar un nuevo espacio logstico en un lugar llamado Llanuras de Grava.

No haba agua en Llanuras de Grava. Tuvimos ingenieros cavando desesperadamente durante catorce das para encontrar agua. Acudimos al gobierno Saudita y le preguntamos si saban de la existencia de agua en esta regin, y su respuesta fue negativa. Llevamos al gobierno kuwait exiliado a nuestro puesto de comando y estudiarnos minuciosamente los mapas.

Saben ustedes si hay algo de agua en esta regin? No respondieron. Fuimos a las tribus beduinas y a los nmadas, la gente que viva en esa regin. Saben ustedes dnde hay agua en las Llanuras de Grava? No, no hay agua all respondieron.

Seguimos cavando pozos a centenares de metros de profundidad... en vano. Yo me haba vuelto cristiano en 1976, y desde ese momento he tenido devocionales todas las maanas a las

7:15. Obviamente, durante este perodo de catorce das le ped al Seor que nos ayudara en nuestra urgencia de agua. Finalmente el domingo antes de entrar en Kuwait yo estaba en una tienda donde realizbamos un culto cristiano

y en oracin pedamos agua, cuando entr un coronel a la tienda y pidi verme. General -me dijo cuando sal, debo mostrarle algo. Subimos a su vehculo y bajamos por una carretera que habamos construido en el desierto desde las Llanuras

de Grava hasta la frontera de Kuwait. Yo haba conducido por ese camino por lo menos setenta veces. Ms de sesenta mil soldados haban pasado por esa va. Seguimos bajando por esa carretera aproximadamente kilmetro y medio. Mire all me dijo entonces el oficial.

Aproximadamente a veinte metros de la carretera haba una torre de cinco metros de altura. Era una torre blanca y en su cima haba una cruz. Saliendo de los extremos de la cruz haba mangas de lona... mangas que se usaban en las antiguas estaciones de trenes para poner agua en los motores de los trenes. En la base de esa cruz haba una bomba de dos metros y medio de alto, recin pintada de rojo. Al lado de esa bomba haba un motor diesel. Adems del motor diesel haba cuatro bateras an en sus plsticos. Era un motor diesel. Las fuerzas estadounidenses en la Tormenta del Desierto no usaban combustible diesel. No tenamos diesel. Pero adems de este motor haba un tanque de quinientos galones lleno con diesel.

En el motor haba un botn de encender y otro de apagar, y entre los dos un ojo de cerradura. Ha visto alguien la llave? le pregunt al coronel. Seor, no hay llave respondi. Puls el botn encender, e inmediatamente el motor se encendi. Llam a uno de nuestros ingenieros. -Deseo que examine el flujo que sale de estos tubos -le dije. En mi corazn saba cul iba a ser su respuesta. Seor dijo el ingeniero una hora ms tarde estn saliendo cien mil galones de agua por da. Regres al pozo cinco das despus. El viento y la arena haban acabado con la pintura. Un corresponsal del

London Times escribi un artculo que sali en primera pgina titulado: El pozo milagroso. La grandeza de Dios a travs de nosotros

Donald Grey Barnhouse escribe: A bordo de un submarino estadounidense en aguas del Pacfico, a un marino lo aquej una apendicitis grave. El

cirujano ms prximo estaba a miles de kilmetros. El farmacutico Mateo Wheller Lipes vio que la temperatura del marino era de cuarenta y un grados. Su nica esperanza era una operacin. Lipes manifest: He visto a mdicos hacerlo. Creo que puedo. Qu dice usted? El marino consinti. En la sala del tamao de un sof-cama abierto, el paciente fue extendido en una mesa debajo de un reflector. El ayudante y los oficiales asistentes, vestidos en camisas de pijamas al revs, se cubrieron los rostros con gasa. La tripulacin hizo a un lado los planes de sumergirse para mantener firme la embarcacin; el cocinero hirvi agua para esterilizar. Un colador de t serva como cono desinfectante. Un escalpelo con el mango roto era el instrumental quirrgico. Alcohol extrado de los torpedos era el antisptico. Cucharas dobladas servan para mantener abiertos los msculos. Despus de cortar capas de msculo, el ayudante tard veinte minutos en encontrar el apndice. Dos horas y media ms tarde se haban cosido los ltimos ligamentos, exactamente cuando se acab la ltima gota de ter. Trece das despus el paciente haba vuelto a su trabajo.

Hay que reconocer que esta fue una hazaa mucho ms esplndida que s la hubieran realizado cirujanos entrenados en un quirfano totalmente equipado de un hospital moderno. Estudie esta analoga y conocer el verdadero significado de las palabras de Cristo: Las obras que yo hago, l las har tambin; y aun mayores har, porque yo voy al

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Luis Manuel Snchez G.- Pastor Padre. Para Cristo, perfecto Dios, es fabuloso obrar directamente en un alma perdida a fin de llevara de la muerte a la vida, pero para El es una obra aun mayor hacer lo mismo a travs de nosotros.