Los Dos Señores de Tsipras, De Gabriel Magalhaes en La Vanguardia

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Los dos señores de Tsipras, de Gabriel Magalhaes en La Vanguardia el 24 julio, 2015 en Derechos, Igualdad, Internacional, Libertades, Política, Sociedad, Sociología, Valores OPINIÓN Existen verdades muy antiguas que, si las conocemos, cambian nuestras vidas. Nos permiten actuar de forma más coherente, dando un recorrido más profundo a nuestros gestos. Se trata de nociones que surgen en los textos de los mayores sabios de la historia de la humanidad, gente inspirada como Confucio, Sócrates y, por supuesto, Jesús. El zarandeo del tiovivo griego de los últimos meses habría sido completamente distinto si algún pope ortodoxo hubiese tenido la oportunidad de enseñarle a Alexis Tsipras esta máxima muy sencilla: no podemos servir a dos señores. Existe en nuestra época, y muy particularmente en Europa, un nuevo tipo de fe, que es la religiosidad bancaria. Los bancos condicionan toda nuestra vida, como antes lo hacía la Iglesia. Si una pareja decide juntarse o casarse, la bendición la buscan en la sucursal que les otorgará el préstamo para la compra del piso. Cuando vamos a un banco a pedir dinero, tenemos que hacer confesión general: cuáles son nuestros ingresos, cuál es nuestro grado de estabilidad profesional. En fin, una buena parte de nuestra vida sale a relucir. Y las decisiones que el banco toma condicionan las vacaciones que hacemos, las cosas que nos compramos e, incluso, los hijos que tenemos. Nuestra sucursal bancaria, y en concreto aquel empleado con el que hay más confianza, ejercen de directores espirituales. Esto que pasa con las personas, también ocurre con las empresas. Por ello, los bancos son sagrados en la Europa actual. Y ese es el motivo de que, en la presente crisis, se les haya tratado a cuerpo de rey. Era la santa madre iglesia contemporánea que estaba en causa. Resulta curioso observar nuestras ciudades: donde antes había una red de templos y de monasterios, que acompañaban los días de las personas, lo que hoy existe es una telaraña de sucursales

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Los dos seores de Tsipras, de Gabriel Magalhaes en La Vanguardiael 24 julio, 2015 en Derechos, Igualdad, Internacional, Libertades, Poltica, Sociedad, Sociologa, Valores OPININExisten verdades muy antiguas que, si las conocemos, cambian nuestras vidas. Nos permiten actuar de forma ms coherente, dando un recorrido ms profundo a nuestros gestos. Se trata de nociones que surgen en los textos de los mayores sabios de la historiade la humanidad, gente inspirada como Confucio, Scrates y, por supuesto, es!s. El "arandeo del tiovivo griego de los !ltimos meses habr#a sido completamente distinto si alg!n pope ortodoxo hubiese tenido la oportunidad de ense$arle a %lexis &sipras esta mxima muy sencilla' no podemos servir a dos se$ores.Existe en nuestra (poca, y muy particularmente en Europa, un nuevo tipo de fe, que es la religiosidad bancaria. )os bancos condicionan toda nuestra vida, como antes lo hac#a la *glesia. Si una pare+a decide +untarse o casarse, la bendicin la buscan en la sucursal que les otorgar el pr(stamo para la compra del piso. Cuando vamos a un bancoa pedir dinero, tenemos que hacer confesin general' cules son nuestros ingresos, cul es nuestro grado de estabilidad profesional. En fin, una buena parte de nuestra vida sale a relucir. , las decisiones que el banco toma condicionan las vacaciones que hacemos, las cosas que nos compramos e, incluso, los hi+os que tenemos. Nuestra sucursal bancaria, y en concreto aquel empleado con el que hay ms confian"a, e+ercen de directores espirituales.Esto que pasa con las personas, tambin ocurre con las empresas. Por ello, los bancosson sagrados en la Europa actual. , ese es el motivo de que, en la presente crisis, se les haya tratado a cuerpo de rey. Era la santa madre iglesia contempornea que estaba encausa. -esulta curioso observar nuestras ciudades' donde antes hab#a una red de templosy de monasterios, que acompa$aban los d#as de las personas, lo que hoy existe es una telara$a de sucursales bancarias, que son las que llevan la existencia de la gente.Nacido en ./01, &sipras ten#a seis a$os cuando 2recia ingres en la entonces CEE. Creci y madur en este marco. 3or ello, ha asimilado la vigente religin bancaria occidental, que claramente acepta.3ero resulta que, adems, profesa otra fe opuesta' la de un mundo distinto, un para#so dei"quierdas. El vie+o sue$o de la revolucin rumbo a una sociedad igualitaria. )as crnicas de internet cuentan que su segundo hi+o se llama Ernesto, en honor a esa estampa de la historia que es Che 2uevara.&sipras intenta, pues, servir a dos se$ores' respeta los dmines del sistema bancario y, por otra parte, rinde culto a los altares de la revolucin. &odas las ingenuidades que ha cometido se deben a esta conviccin equivocada de que es posible servir a dos deidades.3or querer reverenciar a dos se$ores, la pregunta del refer(ndum no fue la lgica' 4quiere usted permanecer en el euro, con todo lo que ello conlleva5 Si esta hubiese sido la cuestin, los griegos no habr#an votado en unas urnas que ten#an doble fondo. , as# loque pod#a haber sido un digno gesto c#vico se transform en un acto in!til.3ero esto separaba las aguas, y &sipras cree, cree de hecho que es posible servir a dos se$ores. )a gente que posee este tipo de conviccin se viste de un modo t#pico. Si 6er7el usa sus tra+es de terciopelo como un mecnico se pone su mono de traba+o, estosgastan tra+e sin corbata. El tra+e se lo dan a los bancos, y a lo que estos representan, y la ausencia de corbata es lo que existe en ellos de revolucionario.6atteo -en"i, que tiene esa mirada ratonil de los italianos ms agudos, intent aclararle las ideas a &sipras y le regal una corbata. 3ero el l#der griego sigui con lo suyo y ocurri lo que en estos casos siempre pasa' acorralado en la cumbre de l#deres europeos de la "ona euro, el +efe de Syri"a tuvo que elegir a uno de sus dos se$ores y despreciar al otro. &odos sabemos el resultado' ganaron los bancos. 8ue una pena que &sipras no se llevara a 9ruselas la corbata que -en"i le dio' esa era la hora de estrenarla.Esto de que no se puede servir a dos se$ores se sabe hace dos mil a$os. , lo curioso es que no slo &sipras pretende hacerlo. )a pol#tica de la pen#nsula *b(rica est llena de gente que persigue esta fe imposible. %ntnio Costa, por e+emplo, el l#der socialista en 3ortugal, se propone aumentar la inversin p!blica, los salarios de los funcionarios y seguir con el d(ficit controlado. Como Costa usa corbata :y la usa flamantemente:, sabemos que nada de esto debe ser verdad. El problema surge cuando un l#der pol#tico cree en sus ingenuidades.En Europa nos esperan a$os de fuego' no ha habido tiempo para crear un sentimiento continental profundo y los nacionalismos, con las dificultades, han renacido por todas partes. )a ;nin se desintegra sin desintegrarse. Nos aguarda un proceso largo con muchas batallas, y una de esas contiendas se librar en Catalunya. )as elecciones espa$olas, adems, sern capitales. , el +uego seguir, entre el abismo y una estabilidad siempre inestable.