Los folios iluminados del Libro de Kells, una lección teológica plástica contra el Adopcionismo

Los folios iluminados del Libro de Kells, una leccin teolgica plstica contra el Adopcionismo,1

Los folios iluminados del Libro de Kells, una leccin teolgica

plstica contra el Adopcionismo

Fernando Ezquerra Lapetra

Grupo de investigacin Ailbe

(Crculo Romnico)

Abstracto

Escribi Aristteles que el hombre se diferenciaba del resto de los animales por el dilogo que su mano haba establecido con el cerebro. En el siguiente artculo, escrito en forma de ensayo, pretendemos poner de manifiesto cmo este dilogo se produjo tambin en la creacin plstica de uno de los libros ms hermosos que el hombre ha confeccionado a lo largo de su historia, el Libro de Kells. Si el Libro de Kells es admirado, se debe a las iluminaciones altamente elaboradas que contiene. Estas creaciones plsticas se han venido interpretando como cercanas a la esttica conocida como el Arte por el arte. No obstante, pensamos que estas imgenes pueden leerse en clave teolgica. De hecho, la plstica del Libro de Kells se cre en contra del criterio defendido por la hereja del Adopcionismo, el de considerar a Cristo en cuanto hombre como el hijo adoptivo y no natural de Dios.

Abstract

Aristotle wrote that man differed from other animals by the dialogue that had set his hand to the brain. The following article, written in essay form, I try to show how this dialogue is also produced in plastic creating one of the most beautiful books that man has made throughout its history, the Book of Kells. If the Book of Kells is admired, is due to the highly elaborate lighting it contains. These plastic creations have been interpreted as close to the aesthetic known as the Art for art. However, we think these images can be read in theological terms. In fact, the plastic of the Book of Kells was created against the criteria advocated by the heresy of Adoptionism, consider the Christ as Man as the adopted and not natural son of God.


Introduccin

Escribi Aristteles que el hombre se diferenciaba del resto de los

animales por el dilogo que su mano haba establecido con el cerebro. En el

siguiente artculo, escrito en forma de ensayo, pretendemos poner de

manifiesto cmo este dilogo se produjo tambin en la creacin plstica de uno

de los libros ms hermosos que el hombre ha confeccionado a lo largo de su

historia, el Libro de Kells. Un libro realizado, segn la historiografa, entre

finales del siglo VIII y principios del siglo IX.

Nos encontramos ante un Evangeliario, es decir, un libro que contiene

los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, siguiendo la ordenacin

propuesta por San Jernimo para la Vulgata, la versin latina de la Biblia.

Si el Libro de Kells es admirado, se debe a las iluminaciones altamente

elaboradas que contiene. Estas creaciones plsticas se han venido

interpretando como cercanas a la esttica conocida como el Arte por el arte. No

obstante, pensamos que estas imgenes pueden leerse en clave teolgica. A lo

largo del desarrollo de este artculo, pretendemos poder acabar convenciendo

al lector de lo que consideramos una evidencia: la necesidad de la existencia

de un telogo redactor; un experto en teologa que pudo cumplir una de estas

dos funciones:

1. Con anterioridad, se encarg de crear las imgenes que, despus,

acabaron ejecutando plsticamente los iluminadores o ilustradores.

2. Revis el proceso del trabajo manual, la ejecucin artstica de estos

folios iluminados, para comprobar la adecuacin de su plstica con el

desarrollo de un pensamiento teolgico determinado.

En definitiva, una persona conocedora tanto de la teologa

neotestamentaria como de la historia de la Iglesia que se encarg o de idear o

de revisar una leccin teolgica que, en el Libro de Kells, acab siendo

desarrollada en imgenes. Una leccin teolgica que, como intentaremos

demostrar, todava hoy, nos habla del origen divino de la doble naturaleza de


Cristo, a travs de los mltiples detalles plsticos que pueden encontrarse en

las imgenes de los diferentes folios iluminados.

As como es una evidencia que trabajaron diferentes manos en la

magnfica elaboracin de estas iluminaciones, al concluir este artculo,

esperamos haber podido demostrar que la funcin de telogo redactor de estas

lminas tuvo que darse en una nica persona con un gran magisterio teolgico.

Dicho de otra manera, alguien gui conceptualmente el trabajo artstico de los

iluminadores o ilustradores. Si esto fuese as, quedara claro que todos los

folios iluminados del Libro de Kells se realizaron bajo la atenta mirada de un

especialista, un maestro en teologa, en definitiva, el telogo redactor del

programa iconogrfico.

Ahora bien, si la funcin de telogo redactor recay en una sola persona,

todas las lminas que componen este libro tendran que tener los suficientes

elementos plsticos comunes que permitiesen la identificacin de un nico

pensamiento. Mientras los diferentes maestros iluminadores que participaron

en su elaboracin pueden identificarse por la manera de ejecutar la tcnica

artstica, el pensamiento que se desarrolla en cada una de las lminas slo

puede seguirse por los detalles plsticos que proporcionan las diferentes

imgenes que componen estos folios iluminados.

Para empezar, es justo reconocer que, en el desarrollo de este artculo,

no slo se deber realizar el anlisis de un nmero de lminas que sea lo

suficientemente representativo de todo su conjunto sino que tambin se

tendrn que analizar las dos clases de imgenes que se desarrollan en ellas,

es decir, las imgenes de tipo figurativo y las imgenes de tipo geomtrico. Los

folios iluminados del Libro de Kells son famosos tanto por el trabajo figurativo

como por el trabajo geomtrico que se desarroll en ellos. Por eso, es

necesario que realicemos un anlisis lo suficientemente representativo. De lo

contrario, no podramos elevar a trmino de tesis la idea que defendemos: la

necesaria existencia de un telogo redactor que fue el encargado de programar

el pensamiento que rige de forma unitaria la iconografa pictrica de las

diferentes lminas. Sostenemos que, en todos los folios iluminados que


componen el Libro de Kells, se desarrolla como unidad temtica, una leccin

teolgica basada en la defensa de un principio teolgico: la doble naturaleza de

Cristo, humana y divina, posee un origen divino. En definitiva, en todas las

iluminaciones analizadas se encuentran elementos plsticos suficientes que

remiten siempre a este principio teolgico, la defensa del origen divino de la

doble naturaleza de Cristo. Un principio cristolgico que no estuvo ausente de

controversia a lo largo del siglo VIII, el siglo que se acepta comnmente como

en el que se realiz este hermoso Libro de Kells.

A lo largo del siglo VIII, reapareci la hereja conocida como el

Adopcionismo. Un Adopcionismo impulsado por el obispo Flix de Urgell y por

Elipando de Toledo. Hay que recordar que la hereja fue condenada

solemnemente durante el Segundo Concilio Ecumnico de Nicea (787) y, con

posterioridad, en el 794, por el Papa Adriano I. Tampoco debemos olvidar que

Adriano I fue un Papa que, adems de escribir a los Obispos de Hispania

advirtindoles de los errores de Flix de Urgell, envi, ya en el 786, una

delegacin a Inglaterra con la intencin de establecer y confirmar la fe. El

Adopcionismo del siglo VIII afirmaba que, en Cristo, existe una doble filiacin.

Sin embargo, mientras una lo es por generacin y naturaleza, la otra lo sera

por adopcin y gracia. El Adopcionismo no pone en duda la naturaleza divina

de Cristo, porque es indudablemente Hijo de Dios por generacin y naturaleza.

Sin embargo, niega la naturaleza humana de Cristo, ya que afirma que, en

cuanto hombre, Cristo es Hijo de Dios nicamente por adopcin y gracia. Como

formulaban, el hombre Cristo es el hijo adoptivo de Dios, no su hijo natural.

Y contra este segundo criterio defendido por la hereja del

Adopcionismo, el de considerar a Cristo en cuanto hombre como el hijo

adoptivo y no natural de Dios, es contra el principio teolgico que se cre la

plstica del Libro de Kells, tal y como intentaremos demostrar a lo largo del

desarrollo de este estudio. En todos estos folios iluminados, se quiere dejar

claro que Cristo, en cuanto hombre, tambin es Hijo natural de Dios. De ah la

importancia que se dan en estos folios iluminados a las dos genealogas

humanas recogidas en los evangelios de San Mateo y de San Lucas. Adems,

la genealoga del evangelio de San Lucas (Fig.1) lo deja claro, ya que al ser


descendente, acaba en el propio Dios: Tena Jess, al comenzar, unos treinta

aos, y era segn se crea hijo de Jos, hijo de Hel hijo de Ens, hijo de Set,

hijo de Adam, hijo de Dios. (Lc. III, 23-38), tal y como recuerdan estos folios

iluminados del Libro de Kells.

Fig.1 Pginas de la genealoga del evangelio segn San Lucas

Para acabar esta introduccin, un recordatorio al lector. Las siguientes

pginas slo son un artculo ensaystico, no una tesis acadmica. Por esta

razn y de forma intencionada, no utilizamos aparato crtico. Sin embargo, eso

no quiere decir que este estudio carezca de rigor cientfico.

La teologa de la imagen

Empecemos por el principio. Cmo se relaciona una imagen con la

teologa? Pongamos un primer ejemplo. Si el Libro de Kells constituye un


magnfico Evangeliario, cmo se representan a los evangelistas? De entrada,

nos encontramos con un problema. Hasta nosotros, slo han llegado los

retratos de San Mateo y de san Juan. No obstante, como pretendemos

demostrar, los detalles plsticos de estas dos lminas son tan significativos que

nos permiten rastrear el punto de partida del pensamiento del redactor

teolgico de toda esta esplndida iconografa pictrica.

Fig. 2. San Mateo Fig.3. San Juan Evangelista

En el folio 28 del evangelio segn San Mateo, se ha conservado el

retrato del evangelista (Fig.2). A simple vista, destaca que se represent a San

Mateo puesto en pie, con textiles y repeticiones por todos los lados del smbolo

de Cintamani, esos tres puntos que vendran a representar la idea de la

Trinidad. El retrato de San Mateo se acompaa con la presencia de slo dos de

los smbolos de los evangelistas en sus representaciones como Vivientes de un

Tetramorfo:


1. A la derecha de San Mateo, el len smbolo de San Marcos

2. A la izquierda de San Mate, el guila smbolo de San Juan

Sin embargo, lo que sorprende es ese juego de manos que hace la

figura de San Mateo:

1. Sostiene el evangelio con su mano izquierda, pero hace que el brazo

cruce todo su cuerpo para que el libro se quede junto al smbolo de San

Marcos, el len.

2. Dobla su brazo derecho conducindolo por el interior del manto para

que as su mano derecha toque su costado izquierdo, el corazn. De paso, la

mano derecha se acerca al smbolo de San Juan, el guila.

Por qu slo dos smbolos de los vivientes acompaan a la figura de

San Mateo y por qu sus brazos y manos adoptan estas forzadas posturas?

Creemos que la explicacin se debe a que el telogo redactor que dise esta

imagen conoca muchas de las particularidades de la teologa evanglica con la

que se quera combatir la hereja que afirmaba que el hombre Cristo es el hijo

adoptivo de Dios, no su hijo natural.

Para la Iglesia de Roma, es precisamente el evangelio de San Mateo el

que legitima a San Pedro como el primado de la Iglesia Universal: T eres

Pedro y sobre esta piedra... (Mt. XVI, 18). Adems, tampoco se debe olvidar

que este mismo pasaje es el nico de todos los evangelios en el que se recoge

el episodio de las llaves de los Cielos. Por qu la figura de San Mateo hace

que su mano izquierda, con la que sostiene el evangelio, tome esa posicin

forzada y se vaya a parar junto al smbolo de San Marcos, el len? Porque,

segn la tradicin cristiana, San Marcos no slo fue un discpulo privilegiado de

San Pedro sino que lleg a ser una especie de secretario personal. Dicho de

otra manera, para la tradicin cristiana, San Pedro fue el verdadero inspirador

del evangelio de San Marcos, de tal manera que este evangelio vendra a ser

como una sntesis de las predicaciones del propio San Pedro.


Qu hace con su mano derecha la figura de San Mateo? Se la lleva,

tambin con un gesto forzado, al costado izquierdo, al lado del corazn, junto al

guila smbolo de San Juan. Por qu? Es el momento de recordar la

iconografa tradicional de la ltima Cena en la que se representa a San Juan,

el discpulo amado, recostado en el costado izquierdo de Cristo.

Como intentaremos demostrar a lo largo del desarrollo de este estudio

de naturaleza ensaystica, en el Libro de Kells, el discpulo amado es utilizado

como un referente constante a la naturaleza divina de Cristo. El redactor

teolgico de este libro todava deba tener muy fresca aquella idea de la

primaca de la fe de San Juan sobre la de San Pedro propia del cristianismo

celta irlands. Aunque el libro recibe su nombre por la abada en la que se

conserv, en el condado de Meath, en Irlanda, no debe olvidarse que la

historiografa defiende que los monjes provenan del monasterio de Iona, una

isla de las Hbridas, Escocia. El monasterio de Iona fue un monasterio

relacionado directamente con la labor evangelizadora de San Columba. En el

fondo, en el monasterio de Iona, seguramente todava perduraba con fuerza la

idea teolgica de la adscripcin a San Juan evangelista del origen fundacional

de la iglesia cristiana celta. Adems, no debemos olvidar que este libro es

conocido como el Gran Evangeliario de San Columba y que no slo se tiene

como la principal pieza del cristianismo irlands sino que tambin se cataloga

como un manuscrito iluminado realizado por monjes celtas.

Prosigamos. En el folio 291, se reproduce el retrato de San Juan

evangelista (Fig.3). Como ya hemos apuntado, si el evangelio de San Mateo se

utiliza para legitimar la iglesia de San Pedro o romana; el evangelio de San

Juan tendra el mismo uso, ya que se utilizara para legitimar la iglesia de San

Juan o celta irlandesa. No obstante, tambin es cierto que no han llegado hasta

nosotros los retratos de los otros dos evangelistas: San Marcos y San Lucas.

La inmensa mayora de la historiografa consultada se decanta por defender

que estos dos retratos faltan por cuestiones debidas al azar histrico. Por lo

tanto, debemos conformarnos con escribir acerca del legado que ha pervivido

hasta nuestros das. Sin embargo, esta ausencia de los retratos de San Marcos


y de San Lucas, tambin permite confrontar de forma directa los dos retratos

que estamos analizando.

Es el momento del anlisis comparativo entre los dos retratos. El primer

detalle plstico de carcter general que sorprende consiste en que, mientras a

San Mateo se le retrata puesto en pie, a San Juan se le presenta entronizado,

es decir, de la misma manera que se representa iconogrficamente a Cristo

como Maiestas Dmini. Tiene esta manera de retratarlos algn significado con

la tesis que queremos defender? Creemos que s. A San Mateo, se le retrata

puesto en pie, es decir, tocando tierra, porque el contenido de su evangelio se

utiliza como smbolo de la naturaleza humana de Cristo. A San Juan, se le

retrata entronizado a la manera de Cristo, en el Cielo, porque con el contenido

de su evangelio se quiere simbolizar la naturaleza divina de Cristo. El segundo

detalle plstico de carcter general lo constituye la ausencia en el retrato de

San Juan de cualquier otro smbolo de los Vivientes que representen al resto

de los evangelistas. En el Libro de Kells, a San Juan se le retrata solo, por s

mismo, sin necesidad de ser explicado. Tanto es as que, en el retrato de San

Juan, ni se pintaron los smbolos de los otros evangelistas ni tampoco el suyo

propio.

Avancemos un poco ms y bajemos a los detalles plsticos que

podramos denominar menores. En este retrato, la figura de San Juan tambin

sostiene el evangelio con su mano izquierda. Sin embargo, a diferencia del

retrato de San Mateo, aqu el personaje no hace ningn gesto extrao con su

mano. Se limita a alzarlo hasta colocarlo entre el corazn y la cabeza, los

lugares en los que reside la fe contemplativa En su mano derecha, sostiene lo

que se identifica fcilmente con una pluma de escribir.

El siguiente de los detalles plsticos menores lo constituye esa doble

aureola o nimbo que luce San Juan. En la aureola interna, igual que ocurre en

sus ropas, volvemos a encontrar el smbolo de Cintamani, los tres puntos

smbolo de la Trinidad. No obstante, lo realmente sorprendente lo constituye el

detalle plstico de la segunda aureola, la externa. En esta segunda aureola,

encontramos correctamente representado lo que podra interpretarse como un


sistema de simbolizacin de los solsticios y equinoccios del Sol. No debemos

olvidar que las figuras de los dos San Juan fueron utilizadas para representar

las fiestas que marcan los solsticios: San Juan Bautista, el de verano; San Juan

Evangelista, el de invierno. Es decir, una manera de remitir a la teologa de la

luz, al Ego sum lux mundi el evangelio de San Juan y a la naturaleza divina de

Cristo.

Todo este retrato de San Juan, a diferencia de lo que ocurre con el de

San Mateo, est enmarcado por el smbolo de cuatro cruces que, a su vez,

contienen nudos celtas que expresan el concepto de la eternidad. Pero, a pesar

de que todos estos detalles plsticos ya comentados constituyen por s mismos

un sistema de diferenciacin conceptual significativo, el detalle iconogrfico

ms significativo est fuera. El marco exterior adopta tambin una forma de

cruz y, aqu, est la clave ms significativa de la relevancia que se le da a la

figura de San Juan Evangelista en este libro. En el marco exterior se

encuentran esta serie de detalles plsticos:

1. En la parte inferior del travesao vertical de lo que sera una cruz, se

dibujaron unos pies

2. En la parte derecha del travesao horizontal, una mano con el puo

cerrado

3. En la parte izquierda del travesao horizontal, una mano con el puo

cerrado

4. Y, en la parte superior del travesao vertical, la clave de todo este

misterio: un fragmento de una cabeza con aureola y nimbo que slo

puede representar a Cristo.

Cristo sostiene con sus brazos en cruz y con sus manos cerradas, pues

no es el momento de su muerte histrica, ya la ha superado, el marco en el que

est inscrito el retrato entronizado de San Juan Evangelista. Por cierto, San

Juan fue el nico discpulo que estuvo presente en el momento de la muerte de

Cristo en la cruz, ese momento en el que, segn el captulo IX de la Carta a los

hebreos, se instauro el nuevo culto que hizo posible el nacimiento de la iglesia.


Pero, tampoco se debe olvidar que, adems, fue testigo privilegiado de su

resurreccin. Est claro que el telogo redactor de esta bella lmina del Libro

de Kells tom partido por la figura de San Juan y lo que representaba su

evangelio, la naturaleza divina de Cristo.

A la bsqueda de los smbolos

Continuamos un poco ms con las particularidades iconogrficas del

magnfico Libro de Kells. De entrada, acabamos de comprobar cmo, a travs

de sus respectivos retratos, en estos dos folios iluminados se presentan dos

modelos diferentes de interpretar y vivir la fe. A pesar de lo que parece una

contraposicin dialctica en imgenes entre las figuras de San Mateo y San

Juan sobre su manera de representantes, es evidente que los artfices de este

libro conocan muy bien la influencia de San Jernimo en la obra de traduccin

de la Biblia al latn. No slo eso, tambin daban por aceptados no slo los

smbolos sino tambin la interpretacin teolgica en clave cristolgica que San

Jernimo haba establecido para cada uno de los evangelistas:

1. San Mateo, el hombre, la Encarnacin

2. San Lucas, el ternero, la Pasin

3. San Marcos, el len, la Resurreccin

4. San Juan, el guila, la Ascensin

Sin vacilaciones, en el Libro de Kells, se realiza ya

de forma natural la asuncin de esta simbologa

propuesta por San Jernimo en la que se

identifica a San Marcos con un len. As lo pone

de evidencia la ltima pgina dedicada al

evangelio de San Marcos (Fig. 4) cuando un ngel, smbolo de la iluminacin

divina, entrega el evangelio al len.

Sin embargo, no todos los libros pertenecientes al cristianismo celta

presentan esta correspondencia.

Fig.4. Final evangelio San

Marcos


En el Libro de Durrow, un manuscrito iluminado

irlands del siglo VII, los smbolos de los

evangelistas aparecen relacionados segn la

tradicin de San Irineo. Un modelo simblico en

el que el len representa a San Juan (fig. 5) y el

guila a San Marcos. Es decir, el modelo

simblico propuesto por San Irineo sera el

siguiente: el hombre, San Mateo; el ternero, San

Lucas; el guila, San Marcos; el len, San Juan.

Fig.5. San Juan, Libro de Durrow

Posteriormente, como ponen de manifiesto los llamados Evangelios de

Lindisfarne (Fig.6), otro manuscrito iluminado realizado a finales del siglo VII o

principios del siglo VIII en el condado de Northumberland, en Inglaterra, y en el

que se combinan temas anglo-sajones y

celtas, la figura de San Juan Evangelista ya

viene representada con el smbolo del guila.

En el Libro de Kells, el guila, se asume

de forma natural como el smbolo teolgico de

San Juan Evangelista. Lo curioso del caso es

que, como en el Libro de Durrow, estos

Evangelios de Lindisfarne ya contienen la

carta de San Jernimo al papa Dmaso I,

llamada Novum opus, en la cual San Jernimo

justificaba la traduccin de la Biblia al latn. Los

dos libros (Durrow y Lindisfarne) contienen la

carta de San Jernimo; pero, mientras Durrow

utiliza para los evangelistas los smbolos de San Irineo, Lindisfarne toma ya los

de San Jernimo.

Fig.6 San Juan, Evangelios de

Lndisfarne.


La plstica de las ideas teolgicas

Qu pudo pasar en medio de la escritura de estos dos libros? Es

evidente que la implantacin progresiva de los criterios del llamado Snodo de

Whitby, en el 664. El Snodo de Whirby se celebr en Northumbria, un lugar

tambin relacionado con el Libro de Durrow. Fue una reunin de monjes de rito

cristiano irlands y de rito romano. San Beda el Venerable recogi su historia

en su Historia eclesistica de los ingleses. En el snodo se resuelve el

problema de la jerarqua a travs del episodio del Evangelio de San Mateo

referido a la supremaca de San Pedro y a las llaves del Cielo (Mt. XVI, 18-19)

Avancemos un poco ms. Es evidente que el Libro de Kells ya utiliza el guila

como smbolo de San Juan y

para que no quedase ninguna

duda, llegaron a escribir los

nombres de los evangelistas

encima de algunos de los

smbolos (Fig.7).

En esta primera

iluminacin, sorprende ver

que el hombre-ngel, San

Mateo, ya sostiene un libro en

sus manos. Qu pasa con

los otros dos smbolos: el

len, San Marcos, y el guila,

San Juan? Que no lo poseen.

Pero, el mismo Cristo preside

la escena en la parte superior

sosteniendo dos libros, como

si de una balanza se tratase:

el evangelio para el len, San

Marcos (ese que fue dictado

por san Pedro), el evangelio para San Juan. Sera algo as como decir: la

igualdad de los dos smbolos. No nos quedemos en este primer detalle. Existe

Figura 7. El nombre de San Juan sobre el guila en el Libro de Kells


alguna iluminacin en la que el guila se trate de forma diferente a los otros

smbolos? S, al menos esto es lo que parece desprenderse de la Tabla

cannica (Fig.8) de comparacin de los cuatro evangelios: Ahora es cuando,

una vez ms, volvemos al anlisis visual de una lmina:

1. Por debajo, el len y el ternero.

2. En los ngulos superiores, en un lado

el hombre-ngel, san Mateo, y en el otro

l guila, san Juan. Qu sostienen los

dos en la mano?

2.1. El hombre-ngel, San Mateo,

una vara florecida. Cmo comienza el

evangelio de San Mateo? Con la

genealoga de Jesucristo vista desde la

perspectiva de San Jos.

2.2. El guila, San Juan, el

evangelio.

Qu contexto teolgico podan

conocer los creadores de este Libro para

empezar a marcar diferencias teolgicas

del evangelio de San Juan con respecto a los otros tres, los denominados

sinpticos?

Seguramente y en la lnea de lo que sostenemos, lecciones teolgicas

como las de Beda el Venerable (672-733), santo y doctor de la Iglesia, entre

otras cosas. Qu afirmaba sobre la relacin de los cuatro evangelistas?:

El caso de Beda el Venerable puede ejemplificarse a travs de un homiliario originado en un scriptorium de la dicesis de Elna y sin duda de mbito cultural cataln. En este manuscrito se comenta el inicio del evangelio de Juan: Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios (...). Y la vida era la luz de los hombres (...) La luz luce en las tinieblas pero las tinieblas no la acogieron. El Venerable destaca la figura del evangelista Juan muy por encima de Mateo, Lucas y Marcos trazando un fuerte paralelismo entre la doble naturaleza de la

Figura 8. El guila y el evangelio en el Libro de Kells


nica persona de Jesucristo: Mientras los dems evangelistas lo describen nacido fuera del tiempo, Juan lo testifica ya en el Principio, al decir En el principio era el Verbo. Cuando los primeros lo conmemoran apareciendo de repente entre los hombres, Juan siempre lo declara junto a Dios, diciendo El Verbo estaba junto a Dios. Los sinpticos dicen que es verdadero hombre, pero Juan confirma que es Dios diciendo Dios era el Verbo. Mientras dicen que se manifiesta temporalmente en relacin a los hombres, l lo sita permanentemente unido a Dios desde el principio, diciendo Desde el principio estaba con Dios. Y cuando ellos lo manifiestan como una maravilla entre los hombres, Juan recuerda que todas las criaturas, visibles e invisibles, han sido creadas por Dios Padre, diciendo Todas las cosas fueron hechas por l y sin l nada fue hecho. De este modo, acerca los dos polos de la expresin lux mundi, donde Lux sera, metafricamente, lo divino, y el mundi, lo humano del Dios-Hombre. No obstante nunca olvida el fiat lux creador: Omnia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil (Juan, 1, 5).1

A lo largo de estas pginas, estamos intentando mostrar cmo las

iluminaciones del Libro de Kells estn realizadas dentro del contexto de una

leccin teolgica unitaria que utiliza, de entrada, el contenido del evangelio de

San Mateo (en representacin de los sinpticos) para hablar en imgenes de la

naturaleza humana de Cristo y el evangelio de San Juan para expresar

artsticamente su naturaleza divina. El redactor de esta leccin teolgica en

imgenes conoce perfectamente que estas lminas ilustrarn un libro que ser

utilizado slo por un grupo reducido de personas altamente cualificadas desde

el punto de vista teolgico.

En algunas fuentes bibliogrficas consultadas, se seala que es un libro

en el que, debido a la belleza formal de sus pginas, se ha querido dar

prioridad a lo esttico, ya que sera un libro litrgico que no era utilizado con

fines educativos. Sin embargo, Kells es una abada fundada por monjes

venidos de Iona, la gran comunidad fundada por San Columba. Y donde hay

una abada de origen cristiano celta, hay ms de un sacerdote instruido.

Pongamos un nuevo ejemplo grfico por comparacin de cmo el

redactor teolgico de estas lminas saba muy bien lo que se haca desde el

1Puigarnau Alfons, Imago Dei y Lux mundi en el siglo XII La recepcin de la Teologa de la Luz

en la iconografa del Pantocrtor en Catalunya. Tesis doctoral, versin electrnica p. 114


punto de vista teolgico. Mientras en los Evangelios de Lindisfarne (Fig.9) en

su iluminacin dedicada al tema del Liber generationis del evangelio de San

Mateo se escribi: Matheus homo.

Figura 9. Evangelios de Lindisfarne Figura 10. Libro de Kells

En el folio 29 del Libro de Kells (Fig.10) en el que se halla el ncipit o

principio del Evangelio de San Mateo, encontramos no slo la representacin

en imgenes del evangelista San Mateo en forma de hombre (homo) sino que,

una vez ms y ahora en la parte superior, est acompaado por el smbolo del

len de San Marcos, ese evangelio que estara recogiendo la tradicin de las

enseanzas de San Pedro. Ahora bien, San Mateo, nuevamente puesto de pie,

sosteniendo el evangelio con su mano derecha y tocando la tierra con sus pies,

se connota como un hombre ya que se dibuja sin aureola o nimbo de santidad.

Una vez ms, un detalle plstico sirve para hacer aparecer la idea de que, en el

Libro de Kells, se quiere romper con la tesis adopcionista de que el hombre

Cristo es el hijo adoptivo de Dios, no su hijo natural.


De paso, una vez ms, se recoge la simbologa de que la autoridad de la

iglesia de Pedro, la de Roma, la terrena, se fundamenta en dos evangelios, el

de Mateo y el de Marcos, por comparacin con el evangelio de San Juan. O lo

que vendra a decir:

1. La autoridad de San Pedro (representada por los evangelios de san

Mateo y San Marcos) es la que sustenta la Iglesia de Roma y

pertenece a la naturaleza humana de Cristo. Por lo tanto, se

desarrolla en la Tierra, aunque tiene su origen divino.

2. La autoridad de San Juan (representada por su propio evangelio) es

la de la iglesia celestial y pertenece a la naturaleza divina de Cristo.

Una leccin teolgica que lleg a alcanzar fortuna en las artes plsticas

posteriores, como en el romnico. En este Tetramorfos romnico que

corresponde al Frontal del altar de Benavent de la Conca (Fig. 11), Lleida, se

observa:

Figura 11, Frontal altar de Benavent de la Conca

1. En la parte superior derecha, desde la perspectiva de la Maiestas

Dmini y recibiendo su bendicin, encontramos arrodillado a San

Juan mientras sostiene su smbolo, el guila.


2. En la parte superior izquierda, encontramos arrodillado a otro

personaje que sostiene al len (smbolo del evangelio de San

Marcos) y que no puede ser otro que San Pedro.

3. En la parte inferior izquierda, justo debajo de San Pedro, est

colocado San Mateo junto a su smbolo, el hombre-ngel, pero ya no

lo sostiene.

4. En la parte inferior derecha, justo debajo de San Juan, est colocado

otro personaje junto al smbolo del evangelio de san Lucas, el

ternero. Este personaje no puede ser otro que San Pablo, ya que San

Lucas fue su fiel discpulo.

Pero, tal y como estn colocadas las figuras, arriba se reproducen los

acontecimientos salvficos de la divinidad de Cristo (Resurreccin y Ascensin)

y, debajo, los de su humanidad (Encarnacin y Muerte). Volvamos, por eso, a

la iconografa del Libro de Kells.

En el fondo, se est estableciendo un paralelismo entre el significado de

estos evangelios con la intencin de mostrar el contraste entre del modelo de la

fe contemplativa (la de la naturaleza divina), simbolizada en la figura de San

Juan Evangelista, sobre la del modelo de la fe activa (la de la naturaleza

humana), cuyo smbolo sera San Pedro como se pone de manifiesto en el

llamado Episodio de la oreja de Malco. El redactor teolgico de los folios del

Libro de Kells no slo planific un gran trabajo esttico sino que tambin fue

consciente, en todo momento, de que, con sus imgenes, imparta toda una

leccin teolgica.

Todas estas particularidades del Libro de Kells sirven para poner de

manifiesto que las iluminaciones de este magnfico y singular libro no slo son

un esplndido trabajo plstico. En la belleza formal de estos folios iluminados,

aparece tambin reflejaba una leccin teolgica en la que, a modo de ejemplo

visual, se contrapone la figura del evangelista San Juan como smbolo de la

naturaleza divina de Cristo a los otros tres evangelistas, los llamados

sinpticos, (San Mateo, San Marcos y San Lucas) como smbolos de la

naturaleza humana de Cristo.


Estas iluminaciones no son slo nicas por el alto valor esttico que

contienen sus detalles plsticos sino que estos mismos detalles plsticos se

utilizan para crear la leccin teolgica del origen divino de las dos naturalezas

de Cristo. Lo veamos en un nuevo ejemplo (Fig.12).

Fig.12. Tetramorfos Libro de Kells

Los cuatro smbolos de

los evangelistas colocados segn

la ordenacin de la Vulgata

(Mateo, Marcos, Lucas, Juan):

Parte superior izquierda:

el hombre-ngel, San Mateo

Para superior derecha: el

len, San Marcos

Parte inferior izquierda: el

ternero, San Lucas

Parte inferior derecha, el

guila, San Juan

Si se mira bien la

colocacin de los smbolos, el

hombre-ngel de San Mateo, con

la vara florecida smbolo de la Encarnacin de Cristo, mira hacia la derecha.

Qu hacen el len y el ternero? Miran en direccin al smbolo de San Mateo.

Es decir, tal y como estn colocados, los tres smbolos de los evangelistas

sinpticos forman una unidad temtica, ya que conforman un tringulo plstico.

Qu pasa con el guila? Que mira sola hacia la derecha. De tal manera que,

con este detalle plstico, se consigue poner en evidencia visual que el guila,

San Juan, parece ir por libre, tal y como ocurre con el contenido del evangelio

de san Juan con respecto al de los sinpticos. Algn detalle plstico ms?


Uno muy significativo: el guila de San Juan esta posada sobre lo que parece

ser la cubierta bellamente encuadernada de un Evangelio. Qu tienen debajo

los otros tres?, nada. Algn detalle ms? Si, el de sus aureolas o nimbos.

El hombre-ngel del viviente que representa a San Mateo, la

Encarnacin, luce una aureola dividida en tres partes. En cada una de esas

partes, el smbolo de los tres puntos o Cintamani. La Encarnacin en clave

trinitaria, ya que as lo confirma su vara florecida.

El len del viviente de San Marcos, smbolo de la resurreccin, no luce

nada en el interior de su aureola.

El ternero del viviente que representa a San Lucas, slo una cruz, ya

que representa la Pasin de Cristo.

El guila del viviente de San Juan, luce tres cruces, smbolo de que

todo se ha cumplido. San Juan escribe el evangelio y tambin el Apocalipsis.

La Salvacin del hombre, a travs de la redencin de Cristo, en clave trinitaria.

Demasiadas casualidades para considerar estas iluminaciones slo

como un simple trabajo esttico, por muchas cualidades que se le quieran

reconocer. Los detalles plsticos de las iluminaciones del Libro de Kells nos

hablan de que nos encontramos no ante un libro con elementos estticos

pertenecientes a lo que podramos denominar El arte por el arte, sino ante

una autntica leccin teolgica de naturaleza plstica. Poco a poco, estamos

intentando demostrar que las iluminaciones del Libro de Kells no slo pueden

ser utilizadas como un gran tratado esttico, sino tambin como una autntica

leccin teolgica que nos habla de una forma cercana a como lo haca en

algunas de sus ideas los defensores del origen divino de las dos naturalezas de

Cristo. Mientras los evangelios sinpticos tienen la visin de lo que sera la

naturaleza humana de Cristo, el de San Juan tiene la visin de su naturaleza

divina.

De ah que, como hizo Beda el Venerable, en esta plstica se

contrapone la figura de San Juan a la de los otros tres evangelistas con una


nica intencin, la de dejar bien claro que Cristo es el Hijo de Dios, tanto en

cuanto Dios como en cuanto hombre.

Pongamos un ejemplo comparativo iconogrfico ms (Fig.13), utilizando

una de las lminas iluminadas en las

que se representan los Vivientes de

los tres evangelios sinpticos.

Encima de ellos, presidiendo la

escena de los tres smbolos de los

Vivientes de los sinpticos, se coloca

la figura de un joven hombre.

No es Cristo, no lleva una

aureola cristolgica. Nos falta la

presencia del evangelista San Juan.

Debajo de los smbolos de los

Vivientes de los sinpticos, se halla

representado un ngel con un libro;

ese ngel del versculo seis del

captulo XIV del Apocalipsis, el ngel

que presenta el Evangelio eterno.

Una vez ms, el smbolo de San

Mateo seala hacia el smbolo de San

Marcos, el len. De nuevo, la relacin entre los dos smbolos como

complementarios en cuanto al desarrollo del pensamiento teolgico que se

recogi en cada uno de los cuatro evangelios.

Figura 13. Los Vivientes de los sinpticos


Detalles plsticos como denuncia del Adopcionismo

En una nueva lmina (Fig. 14) en la que se vuelven a figurar tres de los

cuatros smbolos de los evangelistas pues falta el ternero de san Lucas, se

representaron al hombre y al len mirando hacia el guila. Adems, mientras el

hombre (San Mateo) parece que le est pasando el evangelio al guila, el len

se presenta como flexionando la parte

anterior de su cuerpo ante el guila, en

una clara ejecucin plstica de una

frmula de respeto. No slo eso; ya

que, ahora, la escena de estos tres

vivientes est presidida por el propio Cristo. Qu luce Cristo? (Fig. 14), una

aureola o nimbo con tres cruces en su interior a la manera del guila de San

Juan en la iconografa del Tetramorfos (Fig. 15).

Cristo y el guila de San Juan comparten la manera de representar

iconogrficamente su aureola o nimbo. No se trata de una casualidad ms. Los

detalles plsticos de la esttica del Libro de Kells, sustentan una autntica

leccin teolgica, pues se utilizan como expresin de un pensamiento de

naturaleza teolgica que puede rastrearse dentro del contexto histrico en el

que este excepcional libro se cre. En el Libro de Kells, las imgenes plsticas

se utilizan como el espejo de las ideas. Unas ideas en las que se defiende el

Fig.14. Aureola cristolgica de Cristo

Fig.15. Aureola cristolgica del smbolo guila de San Juan


concepto del origen divino de la doble naturaleza de Cristo contra el

Adopcionismo. Como ya hemos escrito, San Beda el Venerable acab

enseando que, mientras los evangelios sinpticos dicen de Cristo que es

verdadero hombre, el evangelio de San Juan habla de la divinidad de Cristo.

Ahora, se impone una pregunta sencilla. Se trabaj plsticamente y de forma

explcita la idea teolgica de la doble naturaleza de Cristo en el Libro de Kells

de forma diferente a la tesis defendida por el Adopcionismo en cuanto a que el

hombre Cristo es el hijo adoptivo de Dios, no su hijo natural? Vemoslo en

imgenes.

Fig.16. Prendimiento de Cristo Fig.17. Cristo entronizado


En una de las iluminaciones dedicadas a Jesucristo, en concreto la

conocida como el Prendimiento de Cristo (Fig.16), se trabaj plsticamente el

concepto teolgico de la naturaleza humana de Cristo a travs de la idea de la

muerte y del simbolismo del nmero dos.

En este folio iluminado, Cristo es apresado por dos hombres

desarmados, ya que se presenta como aceptando su destino. La posicin de

los brazos de Cristo parecen ya puestos en la cruz y, precisamente, seala

hacia otras dos cruces, como queriendo recordar que junto a l tambin se

crucificaron dos ladrones. Toda la escena est enmarcada en lo que bien

puede considerarse la estructura geomtrica que, posteriormente, adoptarn

tanto la planta como las portadas de los templos romnicos. Por lo tanto, es en

la parte inferior en la que se produce la escena del prendimiento, es decir, en la

estructura geomtrica cuadrada que representa la humanidad de Cristo

asociada a la idea de la superficie de la Tierra. Qu ocurre en la parte

superior? En la parte superior, esa que en las portadas romnicas acabar

siendo ocupada por el tmpano y que representa la bveda celeste, el Cielo, se

colocan dos vasos de los que surgen dos plantas con connotaciones trinitarias,

esas tres bolas en las que terminan las puntas de las dos plantas, y que

vendran a indicar que la doble naturaleza de Cristo tiene un origen divino.

Cerrando el arco, la cabeza de lo que podemos definir como dos leones. El

len como smbolo cristolgico, pero tambin como smbolo de los dos San

Juan, el Bautista y el Evangelista en clave de explicacin del ciclo del Sol.

Avancemos un poco ms. Se habla de la naturaleza divina de Cristo?

Es evidente que s en la iluminacin conocida como la de Cristo entronizado

(Fig. 17). Al menos eso es lo que nos dicen todos los detalles plsticos. Unos

componentes visuales que, como ocurre con la representacin del llamado

Prendimiento de Cristo, acaban jugando con la idea del nmero dos. Si se

observa con detenimiento el folio iluminado:

1. Cristo sostiene con su mano izquierda velada (cubierta) el Evangelio,

mientras que con la derecha separa cuatro de sus dedos, de dos en dos.


Adems, dos (meique y anular, los pequeos) los dobla hacia abajo y

los otros dos (ndice y corazn, los mayores) los dirige hacia arriba.

2. La doble naturaleza de Cristo, la humana y la divina, se refuerza con la

presencia de dos ngeles (smbolo de la naturaleza espiritual o divina) y

de dos hombres (smbolo de la naturaleza humana). Adems, uno de los

hombres sostiene con su mano izquierda lo que parece una vara

florecida, smbolo de la humanidad de Cristo.

3. En lo alto, dos vasos, smbolos de la doble naturaleza, de dnde brotan

elementos vegetales como en la anterior iconografa comentada. Es

decir, dos vasos que vuelven a hablar del origen divino de las dos

naturalezas de Cristo, ya que sobre ellas se colocan dos pavos reales

como smbolo de eternidad. San Agustn (Ciudad de Dios, XXI, C, IV)

escribi que el pavo real era el smbolo de la resurreccin y de la

incorruptibilidad. Adems, los pavos estn representados con su plumaje

recogido; ya que, si se representa exhibiendo el plumaje, el pavo real

pasa a significar el orgullo, la vanidad y la soberbia.

4. Y para terminar, entran en juego las representaciones plsticas

geomtricas que complementan a las figurativas. En esta ocasin dos

crculos (smbolo de lo divino) y dos cuadrados (smbolo de lo humano)

unidos por una especie de escuadra formada con una doble lnea:

crculo-cuadrado; crculo-cuadrado.

Como en el anterior folio iluminado, Cristo tambin parece estar

representado en lo que iconogrficamente puede reconocerse como la puerta

de un templo cristiano. Sin embargo, no todo acaba ah, en las

representaciones de carcter figurativo y geomtrico.

Los llamados detalles plsticos menores tambin trasmiten informacin.

Vayamos a travs de uno de ellos, el libro que sujeta la figura de Cristo con su

mano derecha descubierta y con la izquierda velada. Cristo sostiene el

evangelio en el centro, junto a su corazn. Qu pasa con los dos evangelistas

retratados que hemos comentado anteriormente, es decir,, con San Mateo y

con San Juan? Cmo sostienen el evangelio los dos evangelistas que

sostenemos que son el smbolo de la doble naturaleza de Cristo?


Fig.18 San Mateo Fig. 19. San Juan

Una vez ms, nos estamos moviendo en la lnea de lo expuesto por el

pensamiento de San Beda el Venerable y que servira para rechazar la tesis de

la hereja adopcionista que sostiene que el hombre Cristo es el hijo adoptivo de

Dios, no su hijo natural. Mientras San Mateo (Fig. 18) lo sostiene hacia abajo,

smbolo de la naturaleza humana de Cristo, en esa posicin forzada que ya

comentamos, San Juan (Fig. 19) lo alza hacia arriba, smbolo de la naturaleza

divina de Cristo.

De nuevo, los smbolos plsticos del Libro de Kells se ajustan a una leccin

teolgica que puede explicarse por las ideas del neoplatonismo cristiano.


La vara florecida como smbolo de la Encarnacin divina de Cristo y

emblema del rechazo de la hereja adopcionista

En una de las iluminaciones ya comentadas del Libro de Kells, en la que

aparecen los cuatro smbolos de los evangelistas, se representa a San Mateo

con una vara florecida. Es evidente que una vara florecida siempre remite a la

figura de San Jos y al concepto de la Encarnacin: Dios se hace hombre en

Cristo. Es cierto que son dos los evangelios que hablan de la genealoga de

Cristo, el de San Mateo y el de San Lucas. Sin embargo, mientras la

genealoga presentada por San Lucas sera la de la Virgen Mara, la propuesta

por San Mateo correspondera a la de San Jos.

Fig. 20. San Mateo con la vara florecida

Adems, la visin de San Lucas

en la genealoga de Mara, empez a

ser defendida en el decimoquinto siglo

por Annio de Viterbo, y tuvo seguidores

en el decimosexto, ya que la tradicin

patrstica consideraba que la lista de

San Lucas no representaba con

exactitud a la genealoga de la Santa

Virgen. Desde el punto de vista de la

historia de la salvacin, este hecho

tendra tambin otra explicacin:

mientras que la genealoga de Lucas

est concebida de forma descendente, de Jess a Dios, la de Mateo lo est de

manera ascendente, de Abrahn a Cristo.

En el fondo, en esta cuestin, la tradicin cristiana intentaba resolver un

problema teolgico: cmo puede llamarse a Jesucristo hijo de David, si la

Virgen Mara no es una hija de David? San Agustn afirma que, si en virtud del

matrimonio de Jos con Mara, Jess pudo llamarse hijo de Jos, por la


misma razn pudo llamarse hijo de David. Mientras que san Lucas presenta a

los descendientes de David a travs de su hijo Natn, san Mateo enumera en

su segunda y tercera serie a los descendientes de David a travs de Salomn.

A travs del evangelio de San Mateo, Jess puede llamarse hijo de Jos y,

por lo tanto, hijo de David. En el Libro de Kells, tambin el evangelio de San

Mateo (Fig. 20) fue visto como el que seala el inicio de la Encarnacin de

Cristo, el hijo de Jos, al que segn la tradicin cristiana le floreci la vara.

Fig.21. La doble vara florecida

Segn la tradicin, la vara

florecida confirm a San Jos

como el esposo elegido por Dios.

Es hora de avanzar un poco ms

en el desarrollo de estas ideas.

Con qu virtud est ligada la

simbologa de la vara de San

Jos? Es evidente, con la castidad.

En qu contexto se produce esta

escena apcrifa de la vara segn la

tradicin cristiana? En un contexto

sacerdotal, ya que el episodio del

florecimiento de la vara sucede en

el Templo de Jerusaln. En

definitiva, fue en el mismo templo

de Jerusaln en el que Dios

escogi a San Jos, a travs de su

Espritu Santo, para que fuese a la vez, el esposo casto de Mara y el padre

casto, putativo, del Hijo de Dios.

Pero, no slo eso. La vara (Fig. 21) remite al inicio de la Encarnacin de

Cristo y, de nuevo, una idea plstica del Libro de Kells nos conduce tanto al

rechazo de la idea adopcionista, el hombre Cristo es el hijo adoptivo de Dios,

no su hijo natural. Pero la idea de la Encarnacin divina del Hijo evoca a la


figura de Beda el Venerable, ya que este santo fue el primero en establecer de

forma fija la datacin a travs de la frmula Ad Incarnatione Domini, siendo el

primero en sustituir de forma consciente la datacin del tiempo que se realizaba

desde la fundacin de Roma por esta de naturaleza cristiana.

Volvamos, una vez ms, a las particularidades plsticas de la iconografa

del Libro de Kells y el tema de la vara florecida a travs de una nueva

iluminacin (Fig. 21). Si nos fijamos en su disposicin, los Cuatro Vivientes se

ordenan en torno al espacio que deja una figura geomtrica que puede ser

claramente identificada con una cruz, el gran smbolo cristolgico. Sin

embargo, tambin es verdad que sorprende la distribucin de los cuatro

smbolos, ya que no se ajustan a lo que vendra siendo la manera ms utilizada

y que se identifica con la ordenacin circular de los cuatro evangelios siguiendo

el orden establecido en la Vulgata por San Jernimo: Mateo (ngel), Marcos

(len), Lucas (ternero o buey), Juan (guila).

En apariencia y slo en apariencia, los smbolos de este hermoso

Tetramorfos siguen un modelo desordenado. Sin embargo, si miramos con

atencin, el telogo redactor de esta magnfica iconografa pictrica lo tena

muy claro. Nos estaba presentando los smbolos desde la teologa en una

ordenacin en zigzag, que debe empezarse a mirar desde el ngulo superior

izquierdo (desde la perspectiva del lector) y de arriba abajo:

A la izquierda del lector, los dos smbolos que representan los

acontecimientos salvficos de la naturaleza humana de Cristo: En el ngulo

superior izquierdo: San Mateo, el hombre-ngel, la Encarnacin; en el ngulo

inferior izquierdo: San Lucas, el ternero, la Pasin.

A la derecha del lector, los dos smbolos que representan los

acontecimientos de la naturaleza divina de Cristo. En el ngulo superior

derecho: San Marcos, el len, la Resurreccin; en el ngulo inferior derecho:

San Juan, el guila, la Ascensin. Pero, adems, para que no quede ninguna

duda acerca del contenido teolgico de esta doble divisin, se colocaron

detalles plsticos que ayudan a su interpretacin.


Sobre la figura del hombre-ngel (San Mateo, la Encarnacin, ocurrida

en la Tierra), otra figura que representa a un ngel o la naturaleza espiritual de

Dios. Adems, para recalcar el carcter divino de este hecho, es el nico

acontecimiento salvfico de Cristo que se presenta solo. Despus, en los otros

smbolos, se produce la utilizacin conjunta de una trada: muerte, resurreccin

y ascensin de Cristo.

Sobre la figura del ternero (San Lucas, la Pasin, ocurrida en la Tierra,

una figura que siempre se representa con sus cuartos delanteros doblados en

claro simbolismo de aceptacin del sacrificio salvfico) y formando un tringulo

las figuras del len (San Marcos, la Resurreccin, ocurrida en el Cielo) y el

guila (San Juan, la Ascensin, ocurrida en el Cielo).

Debajo de la figura del len (la Resurreccin) y tambin formando un

tringulo, las figuras que representan la Pasin y la Ascensin. De esta

manera, se consigue esta ordenacin triangular circular: Pasin (vrtice inferior

izquierdo), Resurreccin (vrtice superior central), Ascensin (vrtice inferior

derecho)

Debajo de la figura del guila (la Ascensin) y tambin formando un

tringulo, las figuras que representan la Resurreccin y la Pasin. De esta

manera, se consigue esta ordenacin triangular circular: Pasin (vrtice inferior

derecho), Resurreccin (vrtice inferior izquierdo), Ascensin (vrtice superior

central).

Pero estos detalles plsticos se complementan con el que estamos

comentando. Cada smbolo de los Vivientes deja salir, un par de varas

florecidas del crculo en el que se encuadran como smbolo de la unin de los

cuatro acontecimientos salvficos. Un par de varas que remiten a la doble

genealoga humana de Cristo, la ascendente proporcionada por San Mateo y la

descendente escrita por San Lucas.

Sin la Encarnacin del Hijo de Dios, sucedida como nio, ninguno de los

otros tres acontecimientos salvficos, acecidos como adulto, hubiese sido

posible.


Si nos fijamos bien en la ubicacin de estas varas, vemos que las que

corresponden a la naturaleza humana de Cristo (San Mateo, hombre-ngel, la

Encarnacin y San Lucas, ternero, la Pasin) tienen las dos flores hacia abajo,

es decir, tocando la Tierra. Ahora bien, mientras la vara de San Mateo habla en

clave trinitaria (los tres puntos del Cintamani), la de San Lucas lo hace en clave

de la doble naturaleza (los dos elementos colgados en cada vara).

Si hacemos lo propio con las que corresponden a la naturaleza divina de

Cristo (San Marcos, len, la Resurreccin y San Juan, guila, la Ascensin)

tienen las dos flores hacia arriba, es decir, tocando el Cielo.

Pero, tambin aqu, mientras la vara de San Juan habla en clave

trinitaria (los tres smbolos del Cintamani o puntos), la de San Marcos lo hace

en clave de la doble naturaleza (los dos elementos colgados en cada vara).

En definitiva, este detalle plstico de las dos varas florecidas vendra a

indicar que, mientras en el Cielo Dios es trino, en la Tierra, Dios se presenta a

travs de la doble naturaleza. O dicho de otra manera, en Cristo existe una

doble filiacin, divina y humana, que son semejantes por generacin y

naturaleza.

Este detalle plstico menor atacara la idea teolgica de la hereja

adopcionista de que la naturaleza humana de Cristo slo lo sera por adopcin

y gracia, ya que el hombre Cristo es el hijo adoptivo de Dios, no su hijo natural.

Se hizo alguna iluminacin en la que se recoja esta idea teolgica de

que Cristo es el Hijo natural de Dios en contra de la tesis defendida por el

Adopcionismo? S, en el que est considerado como el folio iluminado ms

hermoso de este libro, el llamado Monograma de la Encarnacin.


Figura 22. Monograma de la Encarnacin.

El famoso Monograma de la Encarnacin (Fig. 22) se encuentra en el

folio 34 y est compuesto por las letras XI (X) y Ro (P), las dos primeras letras

de la palabra Cristo en griego. De nuevo volvemos al principio, pues este

Monograma de la Encarnacin nos remite al evangelio de San Mateo. Un

evangelio que, como ya hemos comentado, empieza con la genealoga de

Jess y con un versculo inicial que escribe: Genealoga de Jesucristo, hijo de

David, hijo de Abraham, la genealoga ascendente de Cristo. Sin embargo, el

relato propiamente dicho de la vida de Cristo no se inicia hasta el versculo 18

de este primer captulo con un versculo que se considera como el segundo

inicio de este evangelio: Este fue el origen de Jesucristo: Mara, su madre,

estaba comprometida con Jos y, cuando todava no haban vivido juntos,


concibi un hijo por obra del Espritu Santo. Un versculo que sirve para poner

de manifiesto que Cristo es el hijo natural de Dios por obra del Espritu Santo.

Un versculo que ataca de forma directa al Adopcionismo y que tom esa forma

tan hermosa en el Libro de Kells. Precisamente, en este contexto teolgico de

rechazo al Adopcionismo, que proporciona el versculo 18 del captulo primero

del evangelio de San Mateo, es en el que se produce la aparicin del concepto

teolgico bblico que permite la creacin del llamado Monograma de la

Encarnacin. Como sealan las fuentes historiogrficas, la letra Xi domina la

pgina, con uno de sus brazos extendindose por gran parte de la superficie

del folio iluminado. La letra Ro se presenta acurrucada bajo las formas de la Xi.

Intentemos de nuevo hacer hablar, a modo de ejemplo, a uno solo de los

llamados detalles plsticos menores; escogiendo, adems, uno de carcter

geomtrico. En concreto, analizaremos las esferas que se dibujaron en este

folio iluminado. La primera pregunta es obvia: cuntas esferas contiene la

iluminacin? La respuesta es sencilla, nueve; es decir, tres por tres. Parece ser

que el nmero total de las esferas nos est ya remitiendo a la perfeccin del

concepto teolgico de la Trinidad.

Avancemos un poco ms. Cmo se distribuyen las esferas a lo largo

del monograma? Seis en la parte superior, alineadas de dos en dos, y tres en

la parte inferior. Comencemos por estas tres ltimas. Si nos fijamos bien, estas

tres esferas estn unidas al extremo del brazo ms alargado de la letra Xi

formando una unidad. Adems, cada una de las tres esferas contiene en su

interior otras tres esferas menores o bolas. Es como si, con este detalle plstico

menor, el del alargamiento del brazo de la letra Xi en el que se colocaron las

tres esferas con tres bolas, se nos quisiera decir: el origen del Cristo est en la

Trinidad, es decir, la Encarnacin de Cristo tiene un origen divino. Pero, lo ms

curioso del caso es que estas tres esferas se colocan en la parte baja del folio

iluminado haciendo que su dibujo crezca hacia arriba siguiendo el brazo

alargado de la letra Xi de forma ascendente. Si nos fijamos bien, este detalle

plstico menor se corresponde directamente con el modelo de genealoga

humana de Cristo que propone el evangelio de San Mateo en el versculo

primero, la ascendente, la que se inicia en Abrahn.


Qu ocurre con las otras seis bolas colocadas en la parte superior del

monograma? Con las dos centrales, las que estn colocadas en el interior de la

letra Xi, se nos remite a la idea de la doble naturaleza de Cristo. Son dos

esferas que, a su vez, contienen seis esferas ms pequeas o bolas, pero que

se agrupan en dos bloques de tres y tres esferas en razn de su tamao, pues

las seis esferas no poseen el mismo dimetro. En el fondo, esta asimetra de

las esferas se convierte en un smbolo, como si se nos quisiera decir que el

concepto de la naturaleza divina de Cristo es superior al de su naturaleza

humana. Despus, en el exterior de esa letra Xi, a la derecha del que observa

el folio iluminado, se colocaron dos esferas que contienen cuatro esferas

menores o bolas. Un nmero con lo que se est remitiendo a la idea de la

naturaleza humana de Cristo. Las cuatro bolas nos hablan de los cuatro

elementos (fuego, tierra, aire, agua) necesarios para la Creacin del hombre y

del Universo.

Faltan de analizar dos esferas, las colocadas en el otro extremo de la

letra Xi. Qu ideas transmiten? Analicmoslas. La primera de ella, la que est

colocada en el interior, la de menor tamao, remite una vez ms a la idea de la

naturaleza humana, pues de nuevo contiene en su interior cuatro esferas

menores o bolas. Qu ocurre con la ltima esfera? Una vez ms, su smbolo

numrico nos conduce a la idea de la naturaleza divina de Cristo. En su interior,

hallamos dos esferas de tamao medio que, a su vez, contienen tres esferas

ms pequeas a la manera de Triskel celta, junto a seis esferas menores que

se agrupan en dos tringulos de tres esferas. El uno y el tres como nmeros

simblicos de Dios y el seis como el nmero simblico que representa al

hombre, pues fue creado al sexto da de la Creacin y, as, lo dice el

Apocalipsis.

La esfera est trabajada en este Monograma de la Encarnacin para

remitir al concepto teolgico de la doble naturaleza de Cristo. Pero, adems,

esta figura geomtrica y su simbolismo nos hablan, nuevamente, tanto de

conceptos del neoplatonismo cristiano como de ideas de San Beda el

Venerable. Como apunta la historiografa tradicional, mientras San Isidoro de

Sevilla describi el mundo como un disco o rueda, Beda lo hizo ya como una


esfera. Es ms, utiliz esta figura geomtrica de la esfera para describir la

Tierra como un enorme huevo en el que, en capas esfricas, se yuxtaponan

los cuatro elementos por este orden: tierra, agua, aire y fuego. Adems,

tampoco debe olvidarse que, ya desde la filosofa griega, la esfera es el

smbolo del mundo inteligible. Por eso, en la lnea de evolucin del

pensamiento neoplatnico medieval, ya en el siglo XII, se acabar comparando

a Dios con una esfera infinita cuya circunferencia no se halla en parte alguna y

cuyo centro est en todas partes.

Fig. 23. Iluminacin geomtrica

Como confirmacin de esta

interpretacin, se puede analizar una

nueva iluminacin de carcter

geomtrico (Fig.23).

En esta composicin se

enlazaron ocho esferas de tal manera

que, en sus intervalos, quedan seis

espacios geomtricos. Es como si se

quisiera estar jugando con los

nmeros de la divinidad, el ocho (8) y

de la humanidad, el seis (6). Adems,

las esferas estn pintadas de tal

manera que parecen estar colocadas

encima de esos seis intervalos

geomtricos que, si se unen

visualmente, forman una estructura rectangular, es decir, lo divino sobre lo

humano, lo celeste sobre lo terrestre.

A su vez, cada una de las esferas est dibujada con tal intencionalidad

que, en su interior, contiene cuatro esferas pequeas que rodean a una esfera

central de tamao medio. Es decir, cada esfera, a su vez, engloba otras esferas

con valor numrico simblico: el uno (1), la esfera media y smbolo de la

Unidad de la Divinidad rodeada por el cuatro (4) el smbolo de la multiplicidad


de la Divinidad, su obra creadora. Pero, no todo este simbolismo numrico de

las esferas se acaba ah. Qu contienen cada una de esas esferas medias en

su interior? Si las numeramos, dndole el nmero uno (1) a la esfera situada en

el extremo superior y el nmero ocho (8) a la del extremo inferior, es decir, a

las que estn solas, se puede observar que la colocada en el lado superior (1)

contiene en su interior tres esferas ms pequeas, mientras que la esfera

colocada en el lado inferior (8) rene cuatro. De nuevo, la trinidad frente a los

cuatro elementos. Sin embargo, no se agota ah esta posible casualidad. Si

seguimos numerando las esferas centrales 2/ 3/ 4 y 5 /6 / 7, resulta que otras

dos esferas ms (las nmeros 5 y 7) tambin contienen en su interior tres

esferas ms. De tal manera que, en toda esta composicin, slo tres esferas

medias envuelven dentro de s otras tres esferas ms pequeas. Volvemos a

encontrarnos con la idea de tres por tres, nueve esferas, o lo que es lo mismo,

con la idea de la Trinidad. No slo eso, tambin estas tres esferas (1 / 5/ 7)

estn colocadas de tal manera que forman un tringulo, de nuevo el tres (3).

Pero, adems, la disposicin como un tringulo de las tres esferas

trinitarias en estos tres nmeros (1/ 5/ 7) y no en otros nmeros o espacios

tambin se puede explicar desde el punto de vista de la simbologa teolgica.

El uno (1) es la primera persona de la Trinidad, el Padre, el que representa la

Unidad de Dios. El cinco (5) representa a la segunda persona de la Trinidad, el

Hijo encarnado, Cristo, a travs de la simbologa que estamos aplicando a todo

el desarrollo de este estudio. A travs del nmero cinco (5) se puede explicar

esta doble naturaleza: la divina se representa por el tres (3), el nmero de la

Trinidad de Dios, y la humana por el dos (2), ya que Dios creo al hombre como

macho y hembra. La suma de estos dos nmeros, el tres como smbolo de la

naturaleza divina o espiritual, y el dos, como smbolo de la naturaleza humana,

da el resultado de cinco (5), o lo que es lo mismo, la posicin que ocupa esta

segunda esfera comentada es intencionada y se ajusta a la leccin teolgica

que estamos comentando, la del origen divino de la doble naturaleza de Cristo.

Queda la tercera esfera trinitaria, la que ocupa el nmero siete (7) y que

representa al Espritu Santo. Tambin el nmero siete sirve para explicar el

smbolo del Espritu Santo, ya que son siete (7) sus dones, ese Espritu Santo a


travs del cual concibi la Virgen Mara. Una vez ms, hasta la posicin que

ocupan estas esferas trinitarias puede ser explicada por simbologa de carcter

teolgico que remite a una toma de postura en contra del Adopcionismo.

El interior de las otras cuatro esferas (2 /3 / 4/ 6) est relleno de lo que

parecen estructuras geomtricas que simulan nudos con lo que esta esferas se

acercan al simbolismo de la idea de la eternidad.

Como detalle final, recordar que mientras en el trazo alargado de la letra

Xi se dibujaron tres ngeles, cuyo nmero simblico, hace referencia a la

naturaleza espiritual de Dios; en la letra Ro (P), se dibuj a los pies una cruz y

en su final un rostro humano. De nuevo, se hacen visibles las dos naturalezas:

la espiritual o divina en la letra Xi y la humana en la letra Ro. Las imgenes

plsticas de carcter geomtrico

quedan as reforzadas por detalles

iconogrficos figurativos que conducen

hacia la idea de que la naturaleza

humana de Jess se concluy en el

momento de su muerte. Una idea que

pone lmite temporal final a la idea

teolgica de la Encarnacin. La

Encarnacin de Cristo se produjo

desde su nacimiento hasta el

momento de su muerte.

Fig. 24. Virgen Mara y nio

Esta idea temporal que se

recoge en el Monograma de la

Encarnacin tiene su desarrollo

plstico en otra de las ms significativas iluminaciones, la de la Virgen Mara

con el nio (Fig. 24).

Dejando de lado otras posibles interpretaciones que se han dado, este

folio iluminado vuelve a recoger la idea de la doble naturaleza de Cristo. En el

centro de la imagen, la Virgen Mara sostiene en sus brazos un nio-hombre


Jess ya crecido, pues acaba luciendo barba. Con este detalle plstico, se est

sealando que el tiempo histrico de la Encarnacin va desde el momento del

nacimiento de Cristo hasta su muerte en la cruz. Por eso, se representa a

Cristo como un hombre adulto. Adems, para que no quede ninguna duda, esta

idea se acompa con una serie de detalles plsticos menores.

El primero de ellos lo constituye la base del trono sobre el que se sienta

la Virgen Mara, ya que en ella se represent iconogrficamente una cruz que

contiene cuatro esferas que, en su interior, llevan dibujadas cruces. Pero, no

todo acaba ah. De la misma manera que suceda con las iconografas del

propio Cristo y del guila de San Juan Evangelista, tambin la Virgen Mara

luce una aureola o nimbo en la que se dibujaron tres cruces. Es como, si con

este detalle, se estuviera queriendo sealar que la Virgen Mara fue la madre

de Dios desde el momento de su nacimiento hasta el de su muerte. Adems,

no se debe olvidar que tanto la Virgen Mara como San Juan Evangelista

fueron testigos privilegiados de la muerte de Cristo en la cruz, tal y como

recoge la famosa escena del evangelio de San Juan: Junto a la cruz de Jess,

estaba su madre y la hermana de su madre, Mara, mujer de Cleofs, y Mara

Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discpulo a quien l amaba,

Jess le dijo: Mujer, aqu tienes a tu hijo. Luego dijo al discpulo: Aqu

tienes a tu madre. Y desde aquel momento, el discpulo la recibi en su

casa." (Jn. XIX, 25-27)

Avancemos un poco ms. La idea de la humanidad de Cristo se refuerza

con la presencia en un recuadro de seis figuras de hombres que no lucen

aureolas de santo. No las pueden lucir porque los discpulos de Cristo slo

pudieron ser santos despus de la resurreccin de Cristo, es decir, despus del

perodo histrico de la Encarnacin. Como hemos comentado, el seis es el

nmero smbolo con el que, por ejemplo en el Apocalipsis, se representa al

hombre. Pero, hay ms coincidencias. A diferencia de los tres evangelios

sinpticos en los que se dan listas de doce (12) discpulos evanglicos, el

evangelio de San Juan slo habla de seis primeros discpulos de Jess: Juan,

Andrs, Pedro, Santiago, Felipe y Natanael. De nuevo, se est reforzando la

idea de la naturaleza humana de Cristo pero, en esta ocasin, utilizando un


detalle del evangelio de San Juan: fueron seis los primeros hombres discpulos

de Cristo.

La idea de la naturaleza divina de Cristo viene ejemplificada por la

presencia de dos elementos iconogrficos significativos. El primero de ellos lo

constituye la presencia de cuatro ngeles alrededor de la Virgen Mara y del

nio-hombre Cristo. Sin embargo, si nos fijamos bien, los dos ngeles que

estn colocados debajo, en el mbito de la naturaleza humana de Cristo,

tampoco lucen aureolas de santo. Adems, se les representa

iconogrficamente por debajo de las figuras de la Virgen Mara y del nio-

hombre Jess. No slo eso, tambin se les dibuj tocando con los pies en la

tierra y se les acab colocando a la misma altura que las seis figuras humanas.

Es decir, ni los seis personajes humanos ni los dos ngeles colocados en el

mbito de la naturaleza humana de Cristo lucen la aureola de santos. Con este

detalle plstico, se nos est diciendo que el tiempo histrico de la Encarnacin

se corresponde con el de la naturaleza humana de Cristo. Adems, mientras el

primero de los ngeles, el colocado a la derecha de la Virgen Mara y del nio-

hombre, sostiene una vara florecida, el smbolo de la Encarnacin; el colocado

a la izquierda parece sostener una lmpara de las que en otras iluminaciones

se acabaron colgando las letras griegas Alfa y Omega como smbolo del tiempo

humano.

Qu ocurre con los otros dos ngeles, los dos que estn colocado en la

parte superior, es decir, por encima de las figuras de la Virgen Mara y del hio-

hombre en una actitud gestual como si estuviesen volando o suspendidos en el

aire? Mientras que cada uno de ellos, con una de sus manos, sostienen una

vara; con la otra, utilizando su dedo ndice, sealan a lo que parece una media

esfera. En total tres de los ngeles sostienen una vara: en la Tierra, uno, como

smbolo del origen divino de la naturaleza humana de Cristo y dos en el Cielo,

como smbolo del origen divino de las dos naturalezas del Hijo de Dios. De

nuevo, en esta magnfica iconografa, aparecen el smbolo de la doble vara y la

figura geomtrica de la esfera. Sin embargo, ahora la esfera est partida en

una mitad perfecta. Con esta figura geomtrica incompleta, se quiere dar a

entender la idea del origen divino de la doble naturaleza de Cristo. Analicemos


las tres medio esferas. Si nos fijamos bien, vemos que la simbologa de este

detalle plstico menor tambin se puede interpretar teolgicamente. Con esta

figura geomtrica, ahora incompleta, se est volviendo a hablar de la idea de la

doble naturaleza de Cristo no slo en clave trinitaria sino tambin en un

contexto histrico determinado, el de su Encarnacin. Adems, se refuerza la

idea teolgica de que Cristo es el Hijo natural de Dios en contra de la tesis

adopcionista de que el hombre Cristo es slo el hijo adoptivo de Dios.

En realidad, de ah su significacin trinitaria, son tres las medias esferas

dibujadas en esta iluminacin. Tres medio esferas que alcanzan su mximo

simbolismo gracias a su ubicacin en el folio. Veamos tanto su distribucin

como su contenido analgico:

1. La primera media esfera est colocada en el centro superior centrando la

iconografa. Est dibujada de tal manera que casi toca la aureola de la

Virgen Mara. No slo eso, sino que su ubicacin permite que la cabeza

de la Virgen Mara casi toque esa media esfera, con lo que tendramos

un acercamiento figurativo a aquella idea teolgica de San Agustn que

ya hemos comentado: la Virgen Mara acogi a Dios antes en su mente

que en su seno. Adems, esta media esfera es a la que sealan los dos

ngeles con aureola y vara, los que estn dibujados como volando o

suspendidos en el Cielo. Esta primera medio esfera vendra a darnos la

idea de Dios Padre, la nica persona de la Trinidad que no interviene en

la Tierra en el proceso de la Encarnacin, sin embargo, es la persona de

la Trinidad de la que procede el Hijo, rechazando as las tesis

adopcionistas. El interior de esta media esfera parece estar ocupado por

nudos o materiales de naturaleza geomtrica, detalles plsticos que

podramos denominar smbolos de la eternidad.

2. A la derecha de la Virgen Mara y a la altura de su pecho est colocada

la segunda media esfera. Su distribucin permite separar al ngel que

luce aureola del que no la luce. Tambin su interior, como en el primer

caso comentado, parece estar ocupado por nudos o figuras geomtricas

como smbolo de eternidad. Esta segunda esfera viene a representar al


Espritu Santo, la tercera persona de la Trinidad y la que intervino en la

fecundacin de la Virgen Mara. Tal y como seala ya el primero de los

evangelios, el de San Mateo, en su versculo 18: Este fue el origen de

Jesucristo: Mara, su madre, estaba comprometida con Jos y, cuando

todava no haban vivido juntos, concibi un hijo por obra del Espritu

Santo

3. Es evidente que la tercera media esfera representa a Cristo, la segunda

persona de la Trinidad. Tambin en este caso, su distribucin permite

separar al ngel que luce aureola del que no la luce. No es slo la que

est colocada junto al nio-hombre, sino que tambin es la nica de las

tres que, en su interior, contiene dibujadas dos figuras humanas. La

primera de ellas est colocada con la cabeza boca abajo, sealando

hacia el nivel de tierra, y parece ser que, adems, se dibuj sin la

connotacin de una aureola. Esta primera figura humana vendra a

recordar que todos los hombres tenemos tambin una naturaleza

humana basada en la materia, el cuerpo. La segunda figura est

colocada con la cabeza hacia arriba, sealando el Cielo. En esta

segunda figura, parece que se vislumbra una aureola o nimbo. Esta

segunda figura vendra a significar que el hombre tambin posee una

segunda naturaleza de carcter espiritual, su alma. En el fondo, este

detalle plstico remite a la teologa del evangelio de San Juan en cuyo

prlogo se seala que el hombre fue creado en el Logos, el Verbo, la

Palabra: En el principio exista la Palabra y la Palabra estaba con Dios,

y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo

por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida

y la vida era la luz de los hombres. Es decir, de nuevo, a travs de una

plstica que remite a la teologa del evangelio de San Juan, esta

iconografa sirve para explicar que, de la misma manera que Cristo

posey una doble naturaleza durante su Encarnacin, as le ocurre al

hombre mientras vive en la tierra, pues est formado de cuerpo y alma.

Adems, no debemos olvidar que el hombre fue creado a semejanza de

Dios y que, por esta razn, tambin posee naturaleza espiritual o divina.


En esta hermosa iluminacin, las tres medio esferas estn representadas

plsticamente para sealar cul fue el papel ejercido por cada una de las

personas de la Trinidad en el acontecimiento salvfico de la Encarnacin, es

decir, el papel de Dios en la filiacin humana de Cristo. Una filiacin que, en

contra de lo que sostiene el Adopcionismo, es idntica a la divina tanto por

generacin como por naturaleza. Por eso mismo, cada una de estas esferas

slo se dibuj como media y no como una esfera completa, ya que la idea de

Dios no se agota en su doble intervencin salvfica para con los hombres: la

Creacin y su Encarnacin.

Sin embargo, a lo largo de su vida, si no quiere perder su parte de

naturaleza espiritual, su alma, .el hombre tiene que luchar para vencer las

tentaciones del Maligno. El mismo Cristo Jess tuvo que vencer las tentaciones

del Diablo, tal y como se recoge en los evangelios. El Libro de Kells tambin

dedic una magnifica iluminacin a este tema y, en concreto, a este momento

de la tentacin sobre el origen divino de las naturalezas de Cristo.

Un momento teolgico recogido en el mismo captulo, el cuarto, aunque en

distinto orden, tanto por el evangelio de San Mateo:

Luego el demonio llev a Jess a la Ciudad santa y lo puso en la parte

ms alta del Templo, dicindole: "Si t eres Hijo de Dios, trate abajo, porque

est escrito: Dios dar rdenes a sus ngeles, y ellos te llevarn en sus manos

para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". Jess le respondi: "Tambin

est escrito: No tentars al Seor, tu Dios"

Como por el evangelio de San Lucas:

Le llev a Jerusaln, y le puso sobre el alero del Templo, y le dijo: "Si eres

Hijo de Dios, trate de aqu abajo; porque est escrito: A sus ngeles te

encomendar para que te guarden. Y: En sus manos te llevarn para que no

tropiece tu pie en piedra alguna." Jess le respondi: "Est dicho: No tentars

al Seor tu Dios.".


En este folio iluminado, a Cristo no se le presenta como hombre. Es el

momento del reconocimiento

de Cristo como Hijo de Dios.

Jesucristo supera con xito

las tentaciones del Maligno

(Fig. 25). Esta iluminacin

recoge el momento de

presentarlo como el hijo

natural de Dios en la Tierra,

el concepto teolgico al que

se opona el Adopcionismo.

Fig. 25. Tentaciones Cristo

Qu mejores palabras

que las pronunciadas por el

Diablo para defender el

origen divino de la naturaleza

humana de Cristo: Si eres

Hijo de Dios? El Diablo lo ha llevado, nada ms ni nada menos, que al alero

del Templo de Jerusaln y le ha tentado sobre el origen de su doble naturaleza.

Cmo se represent en imgenes este episodio en el Libro de Kells? Cristo

puesto sobre el alero del Templo vence la tentacin del Diablo, presentado

como un ser alado de color negro que est volando. Se utiliza la arquitectura de

un templo que, por cierto, en su estructura recuerda a los creados por los

monjes celtas, para dividir la escena en dos mitades. Empecemos por la parte

baja. En ella, se ha colocado una serie de hombres, agrupados en dos mitades.

Este grupo de hombres, sin aureolas de santos, estn dispuestos hacia un

centro en el que se dibujo una estructura geomtrica que lleva hacia la puerta

del templo. En la puerta del templo s que se pint a un hombre con aureola de

santo que sostiene dos varas florecidas. Resulta que, como venimos sealado,

los evangelios de San Mateo y de San Lucas coinciden en ser los dos nicos

evangelios que recogen tanto la genealoga humana de Cristo como el episodio

de la tentacin acerca de la filiacin de Cristo.


El redactor teolgico est utilizando los pasajes bblicos paralelos de estos

dos evangelios, el de San Mateo y el de San Lucas, para hablar una vez ms

del origen divino de la doble naturaleza de Cristo. En la parte baja, se presenta,

en la puerta del templo, a este hombre santo que no puede ser otro que el

mismo Cristo, pues como

el mismo Jesucristo dice

de s mismo en el

evangelio de San Juan:

Yo soy la puerta; si uno

entra por m, estar a

salvo. (Jn. X, 9) Es decir,

la parte baja del folio

iluminado reflexiona de

manera plstica sobre la

naturaleza humana de

Cristo.

Fig.26. Detalle Tentaciones

Cristo

Qu ocurre en la parte superior de este folio iluminado? (Fig. 26) El

desarrollo propio sobre el tema iconogrfico que nos ocupa, la tentacin del

Diablo sobre Jess, preguntndole acerca de su presunta naturaleza divina

como hombre. A Cristo, no slo se le pinta con una enorme aureola o nimbo

de santo en cuyo interior se volvieron a dibujar las tres cruces ya comentadas,

sino que es el nico personaje de esta parte alta que luce tal adorno, ni siquiera

los ngeles que lo acompaan lucen aureolas. Unos ngeles que se abrazan

porque saben que no deben ayudar a Jess, pues no los necesita, ya que es el

mismo Hijo de Dios encarnado en la Tierra.

El telogo redactor lo quiso dejar bien claro, el hombre santo de la parte

baja del folio iluminado, el de la doble genealoga humana, la de San Jos y la

de la Virgen Mara, es el Hijo natural de Dios en su naturaleza humana. Ningn

hombre ni ngel tiene esa categora, ya que son seres creados por Dios, eso

s, a su imagen y semejanza. Eso mismo ocurre en la parte superior, pero


ahora haciendo referencia a su naturaleza divina. Por eso, tambin en esta

parte del folio iluminado, Cristo se represent de manera diferente a los

hombres que lo acompaan, en esta ocasin son nueve y tambin estn

representados sin aureola de santo. Por qu son nueve y no doce los

hombres representados en esta parte del folio? Porque el redactor teolgico

conoca muy bien el Nuevo Testamento. En el evangelio de San Mateo, las

tentaciones de Cristo vienen recogidas en el captulo cuarto, la lista de los doce

discpulos aparece en el dcimo. En el evangelio de San Lucas, las tentaciones

de Cristo se dan tambin en el captulo cuarto, justo detrs de su lista

genealgica, pero la nmina de los doce discpulos no aparece hasta el

captulo sexto. Los hombres retratados sirven para poner de manifiesto el

contexto urbano en el que se produce esta tentacin, nada ms ni nad

Los folios iluminados del Libro de Kells, una lección teológica plástica contra el Adopcionismo

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