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LOS INSTRUMENTOS FÓSILES PARA LA TRANSMISIÓNDEL CONOCIMIENTO: EDUCACIÓN LITERARIA FRENTE

A LA CONTRAEDUCACIÓN AUDIOVISUAL

ADOLFO PLASENCIA (*)

RESUMEN. En este articulo se plantea el tema de la comunicación y su valor edu-cativo. La evolución que se produce desde la comunicación oral a la audiovisualy los procesos implicados en la transmisión de los conocimientos. «En el casodel libro, la lectura incita a procesos de reflexión que exigen un esfuerzo de lamente. En el caso del audiovisual, el espectador se enfrenta a un tipo de comu-nicación sin descanso ni pautas que permitan tal reflexión.. Este poder de la comu-nicación audiovisual, incide fuertemente en «la educación en la época de laconvergencia tecnológica ., la complejidad comunicacional de medios y soportes deconocimiento, familiares para los alumnos, exigen cambios en la concepción de laenseñanza y en las funciones del profesor. Nadie ignora que Internet y multimediason herramientas válidas en el proceso educativo y plantean nuevos retos a la co-municación en las aulas.

LA EDUCACIÓN SIN INSTRUMENTOS

Los procesos de la educación tienen cornofin la preparación para la vida. Hay unaeducación pensada para que los que la re-ciben, dispongan de los conocimientos ne-cesarios para poder vivir relacionándoseconsigo mismo y con los otros, saber pen-sar, poder tornar decisiones, saber comovivir, en suma. Hay conocimientos que tie-nen que ver con lo esencial del hombre,que sirvieron y servirán para vivir en todaépoca de la humanidad. Pero también hayconocimientos —pero más cambiantes—, decuya transmisión se encargan asimismo di-versas disciplinas de la educación, que son

necesarios para trabajar, para ejercer lafunción profesional que cada individuo tie-ne que realizar en la sociedad y en la épo-ca en que le ha tocado vivir.

Hay que tener en cuenta que la «épo-ca» en que cada sociedad e individuo seencuentra no tiene que ver exactamentecon la cronología temporal que rige el ca-lendario, sino precisamente, con un momen-to concreto de la evolución socio-cultural ytécnica de las civilizaciones y de los grupossociales. Hoy, en nuestro planeta, hay gru-pos sociales que están aún en el medioevoy, por ejemplo, en una isla del Pacífico, laIsla de Pascua, debido a su aislamiento na-tural, en el siglo xvit se mantenía allí una

(*) Universidad Politécnica de Valencia e Instituto de Robótica.

Revista de Educación, núm. extraordinario (2001), pp. 157-167 157Fecha de entrada: 02-07-2001 Fecha de aceptación: 01-10-2001

civilización lítica. En 1705, cuando llegóCook aún estaban en «la edad de piedra».Todos los instrumentos que manejaban secorrespondía con ese estadio, o ese momen-to de la evolución «cultural» de ese grupo so-cial y la transmisión del conocimiento sellevaba a cabo según los parámetros corres-pondientes al estadio de civilización vigentepara ellos. En este caso, a pesar de estar en1700 —en nuestra cronología occidental— enla isla aún no habían usado nunca el metal.

LA TRANSMISIÓN ORAL DEL SABER Y JA ESCRITURA

Los instrumentos de transmisión del saber,herramientas externas al hombre, en que laeducación de todas las épocas se ha apoya-do, se basaban —en una primera etapa— en ellenguaje oral, escrito y representaciones grá-ficas simbólicas procedentes directamentede la mano del hombre.

Sobre lo que supuso el invento de laescritura en relación con la memoria natu-ral, base de la transmisión oral de conoci-mientos, Umberto Eco la describe de unaforma muy didáctica:

... De acuerdo con Platón (en Fedra) cuandoHermes, el presunto inventor de la escritura,presentó su invento al faraón Thamus, éstealabó su nueva técnica que se suponía queiba a permitir a los seres humanos recordar loque de otro modo olvidarían. Pero el Faraónno estaba tan satisfecho. «Mi hábil Theut, ledijo, la memoria es un gran don que se debemantener viva entrenándola constantemente.Con tu invento la gente ya no se verá obligadaa entrenar la memoria, recordaran cosas, nodebido a un esfuerzo interno, sino meramen-te en virtud de un dispositivo externo».

Podemos entender la preocupacióndel Faraón. La escritura, como cualquierotro nuevo dispositivo tecnológico, hu-biera aletargado la capacidad humana quees sustituida y reforzada —al igual que loscoches reducen nuestra capacidad de an-dar—. La escritura era peligrosa porque redu-cía las capacidades de la mente, ofreciendo

a los seres humanos un alma petrificada,una caricatura de la mente, una memoriamineral.

El texto de Platón es irónico, natural-mente. Platón estaba escribiendo su argu-mento contra la escritura. Pero hacía creerque su discurso había sido pronunciadopor Sócrates, que no escribió (dado queno publicaba, pereció en el transcurso deesta lucha académica).

Hoy en día, nadie comparte estaspreocupaciones, por dos razones muy sim-ples. En primer lugar, sabemos que los li-bros no son una manera de que otropiense en nuestro lugar; al contrario, sonmáquinas que provocan más pensamiento.Solamente tras la invención de la escriturafue posible escribir una obra maestra en lamemoria espontánea como lo es La Re-cherche du Temps Perdu (En busca deltiempo perdido) de Proust.

En segundo lugar, si en algún tiempola gente necesitó entrenar su memoria pararecordar cosas, después de la invención dela escritura también tuvieron que entrenarla memoria para recordar libros. Los librosle plantean un desafío a la memoria y lamejoran; no la narcotizan.

No obstante, el Faraón ejemplificabaconcretamente un temor eterno: el temorde que un nuevo logro tecnológico pudie-ra abolir o destruir algo que consideramosprecioso, fructífero, algo que representapara nosotros un valor en sí, y un valorprofundamente espiritual...1

Hasta la época de Gutenberg, la escritu-ra no se había podido reproducir en unproceso mecánico o industrial, lo cual hacíasu precio sólo asequible a muy pocos, sólo auna elite social. Por eso, la gente formadapor procesos de educación siempre constitu-yó hasta la época de la invención de la im-prenta una selecta minoría, que utilizaba elconocimiento, su almacenamiento y sutransmisión como fuente directa de poder.Tan solo recibían educación los componen-tes de las familias o grupos que detentabanel poder o la riqueza en cada grupo social.

(1) -Debate sobre la Muerte (incierta) del libro-, en Debats, 69, (2000).

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Por otra parte, los escasos copistas yamanuenses eran personas de un alto ni-vel cultural y su trabajo era muy arduo,lo cual hacía necesario que se ocupasende contenidos cuyo valor, importancia ytranscendencia estuviera fuera de todaduda. Lo cual redundó en que los volúme-nes que producían y que después se alma-cenaban en las bibliotecas representabanuna acumulación del conocimiento másexcelente que se hubiera producido conanterioridad. Los conocimientos acumu-lados en las bibliotecas han tenido esaconsideración desde aquellos tiempos.Lo contenido en un códice o en un librodebía hacer honor con su importancia alesfuerzo del trabajo de excelencia que re-quería acumularlo en un volumen frutodel trabajo de un amanuense.

Tras el invento de la imprenta, las pá-ginas de los libros pasaron de ser escritas e«iluminadas» o ilustradas, a ser impresaspor un procedimiento mecánico. En reali-dad el objetivo concreto y personal de Jo-hannes Gutenberg, al inventar la prensapara imprimir con tipos móviles, no era re-volucionar los parámetros de la transmisiónde conocimientos de toda la humanidadcomo sucedió, sino suministrar unos códi-ces de la misma calidad como la que con-seguían tras un trabajo de tres arios losamanuenses o copistas de los monasterios,pero mediante un procedimiento que po-día realizar con un resultado similar de ca-lidad el mismo trabajo en dos semanas yno una copia, sino 200. De hecho, al prin-cipio Gutenberg quiso vender a los comer-ciantes y nobles de la época «códices»hechos en imprenta, haciéndolos pasar porcódices de amanuense. Era un inventor,pero sobre todo, un excelente comercian-te, y se podría decir que su invento del li-bro impreso constituyó una invención quese le fue de las manos, ya que en sí misma

era —es— una herramienta técnica casi mila-grosa para la tecnología de la época encuanto a su eficacia de cara a la transmi-sión de conocimientos, sobre todo para laeducación, por lo que cambió el mundo yel destino de la humanidad. Esta exigenciade calidad en los contenidos casi se man-tuvo hasta el siglo xx. Sólo a partir de esemomento, el libro se convirtió también eninstrumento de contenidos banales paraconsumo, entretenimiento, propaganda ofines aún de peor consideración.

LA COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL

Aristóteles afirma en su Metafísica, con res-pecto a lo visual:

... Los hombres por naturaleza desean sa-ber. Señal de ello es el amor a las sensacio-nes. Éstas, en efecto, son amadas por símismas, incluso al margen de su utilidad ymás que todas las demás, las sensacionesvisuales. Y es que no sólo en orden a la ac-ción, sino cuando no vamos a actuar, pre-ferimos la visión a todas —digámoslo— lasdemás. La razón estriba en que ésta es, delas sensaciones, la que mas nos hace cono-cer y muestra múltiples diferencias'.

La comunicación audiovisual poseeaparte de este poder de la sensaciones vi-suales que cita el gran filósofo griego, lacapacidad de seducción de lo sonoro. SanAgustín en el libro x de sus Confesiones yahablaba así de lo sonoro:

Cuando me siento más emocionado por elcanto que por las cosas que se cantan, en-tonces confieso que peco en ello y que me-rezco castigo y que no querría oír cantar.

En la emisión audiovisual, a la capaci-dad seductora de lo visual se suma en for-ma redundante lo sonoro —cuando estásincronizado— con lo que percibe en la vi-sión un factor esencial: el sonido sincronizado

(2) ARisTóretes: Metafísica. Madrid, Gredos, 1994. Edición en español de T. Calvo Martínez.(3) SAN Acusa:si. X33. Confesiones, Libro X. Madrid, Alianza, 1990. Versión de P. Rodríguez.

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aporta a la recepción de la información eltiempo en el que actúa y completa la multi-sensorialidad, dándole el sentido de lenguaje.Por ello, además de hablar de comunicaciónaudiovisual podemos referirnos propiamen-te al lenguaje audiovisual.

Durante el siglo Dcx el lenguaje audio-visual de calidad por excelencia ha esta-do representado por el cine, al que aúnse le denomina «el séptimo arte» pero suproducción es muy complicada y de unprecio prohibitivo para utilizarlo con asi-duidad en la educación. De hecho se haconvertido en un modo mas de entreteni-miento o diversión que de educación,hasta el punto que el cine estrictamenteeducativo ha desaparecido. Como diríaun «inversor»: no es negocio. La televisiónha masificado y universalizado la utiliza-ción del lenguaje audiovisual como trans-misión de conocimientos y en su evolucióna lo largo de la segunda mitad del siglo Do(la ha transformado en el instrumento por ex-celencia para hacer llegar información a loshogares. La TV que en sus primeros tiem-pos era casi un servicio público de los es-tados, aumentó su oferta con la apariciónde empresas y canales privados que esta-ban pensados más como una oportuni-dad del negocio del espectáculo y delentretenimiento para sus empresas pro-pietarias que como un medio de comuni-cación. La rápida evolución hacia elplanteamiento totalmente comercial paraaprovechar universalización ha degene-rado en gran parte el medio, dando lugara la aparición de la TV basura y hacia undeterioro del prestigio y el casi totalabandono en la gran escala de la TV comomedio educacional por motivos parecidosa lo que le ocurrió al cine.

La educación basada en el libro, apar-te de llevar siglos de tradición, tiene unasreglas ya muy definidas, con siglos de ex-periencia y por sus características y eficaciaal servicio de la educación es como elguante en la mano del sistema educativo.Como dice Eco, el libro es una máquina

que provoca más pensamiento. La integra-ción del medio audiovisual en el procesoeducativo, en cambio, no había sido posibleprincipalmente por cuestiones económicas ytambién por las propias características delmedio audiovisual por lo que los sistemasde educación han sido hasta el momento,en su inmensa mayoría incapaces de in-tegrarlo de una forma tan natural comoel libro. Sin embargo, la evolución cle latecnología y del medio televisivo sí queha facilitado su adaptación al entorno dela vivienda. El televisor se ha convertidoen un electrodoméstico más, incluso elelectrodoméstico por excelencia. La tele-visión ha penetrado en los hogares y, sinpoder evitarlo, ha pasado a ofrecer a to-dos lo componentes de la familia unoscontenidos audiovisuales de gran atracti-vo que para los niños y jóvenes repre-sentan una auténtica «contraeducación». Latelevisión constituye un sistema de comu-nicación del tipo uno-a-todos como el cine—aunque está en los inicios de dejar de ser-io— y genera una audiencia de espectado-res pasivos con la atención atrapada porparte de su emisión audiovisual. En estosúltimos tiempos en donde, mas que un ins-trumento de transmisión cle informaciónde conocimiento se ha convertido en unmedio «contraeducador» o «reeducador»para los telespectadores, ya que aparte deotros efectos, por su elevado consumoentre los educandos se ha convertido enun sistema capaz de neutralizar muchosde los procesos de aprendizaje vital ycultural que se intentan inculcar en lasaulas. Socialmente es también el medioprincipal para inducir opinión y generarconductas. Por ello, los políticos en elpoder, tratan como asunto crucial el con-trolar la TV pública como medio para ge-nerar opinión en su favor. La propagandaen TV es la de mayor efecto, ya que segenera a través de un medio persuasorpara el que no están educados los recep-tores que han sido educados con un sis-tema basado en el lenguaje impreso.

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LECTORES Y TELESPECTADORES no poseía autonomía sobre el control de la

emisión del contenido.La comunicación audiovisual (imagen enmovimiento y con sonido sincronizado),que se inició con el cine en su forma li-neal, una vez que entró en su fase sonora,representó un cambio muy cualitativo enlas formas de transmisión de conocimien-to. Atrapar a la audiencia como espectado-res y como oyentes ya lo hacía el teatro,pero podríamos hacer un paralelismo en-tre el cambio de los amanuenses a los im-presores como del teatro al cine. El teatroya atrapaba a los asistentes concentrandosu atención mediante el sonido y la ima-gen en movimiento pero era un trabajoúnico y singular —en «tiempo real— de unos«amanuenses» que construyen el mensajecon el instrumento de sus propias personas.El cine, en cambio, es una reproducción me-cánica de esos contenidos en lenguaje au-diovisual, es decir que es una forma lineal decontenido audiovisual que se reproduce deforma mecánica y el contenido se puede re-producir en unas salas preparadas para ello.

En cuanto al efecto en relación con latransmisión de conocimientos en relacióncon el libro, el audiovisual plantea una si-tuación diferente. La lectura de libros per-mite además de recibir información,meditar y reflexionar sobre ella, interrum-piendo la lectura en pausas elegidas. Inclu-so se puede leer con música de fondo. Lapotencia de absorción de la atención de laherramienta audiovisual es mucho mayor,pues requiere una dedicación de la aten-ción prácticamente total. Además, es in-compatible estar mirando y escuchandootras cosas cuando un audiovisual es pro-yectado en forma lineal, porque hasta laaparición de los sistemas multimedia ac-tuales, —en los que la interacción y la par-ticipación del espectador modificando lalínea de tiempo de la recepción es la cla-ve—, el cine y la TV han sido medios detransmisión lineal de-uno-a-todos y los es-pectadores siempre asistían en modo pasi-vo. No había interactividad y el espectador

LA TV COMO MEDIO CONTRAEDUCATIVO

A mediados de la década de los años se-senta Marsall MacLuhan escribió el libro Lagalaxia Gutenberg en el que anunciabaque el modo lineal de pensamiento basadoen el libro impreso iba a ser sustituido porformas más totales de comprensión y per-cepción a través de los medios audiovisua-les, principalmente la televisión y otrosdispositivos electrónicos. Como cada vezque ha aparecido un instrumento de co-municación mucho más poderoso y masi-vo, también en la época de MacLuhan sevaticinó que la TV sería el instrumento queeliminaría la primacía de los anteriores.

El efecto que produjo la irrupción dela televisión, en la vida cotidiana de cual-quier entorno social, considerada al princi-pio como un medio de comunicación denoticias y transformándose poco a poco enla base de la industria del «entretenimiento»(en la que arrebató al cine su primacía)desde el entorno del hogar, antes de ini-ciarse su proceso actual de diversificación.La citada universalización de la tecnologíatelevisiva en el entono cotidiano familiar,unida al desarrollo de la industria del cine,acabó por inclinar el fiel de la balanza a fa-vor del audiovisual, las formas en que ad-quirimos o consumimos la información.Ha de tenerse en cuenta que hasta haceveinte o treinta años la inmensa mayor par-te de los conocimientos en nuestra etapaeducativa procedían de conocimientos ytextos impresos en libros y esto ha cam-biado completamente ya para los niños yjóvenes de hoy. En las historias audiovi-suales digitales y televisivas actuales, eltexto es un «personaje» más y también pue-de serlo cualquier forma gráfica animada.

Es obvio que el conocimiento transmi-tido a través de un texto o de un audiovi-sual no es de la misma naturaleza, sinembargo sí podemos relacionar en cierto

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modo la equivalencia de la informaciónque vehiculan. Si tuviéramos que medir lacantidad objetiva de información que un li-bro transmite a quien lo lee, podríamos,hacernos una idea por el número de pági-nas que hay que leer. Como la informáticaprocesa y almacena la información, con-vertida en bits en los mismos soportes di-gitales es fácil hacer la equivalencia digitalentre la cantidad de información en formade páginas de texto y el audiovisual: en unCD-ROM se pueden almacenar el equiva-lente a 300.000 páginas de texto formatea-do, o 78 minutos de vídeo digital consonido sincronizado. Esto no quiere decirque una información equivalga a la otra nique esa cantidad de texto se pueda equi-parar a esos minutos de vídeo. Pero el he-cho es que para almacenarla necesitamosesa cantidad de espacio digital.

Giovanni Sartori insiste, aunque seaobvio, en que no es lo mismo informaciónque conocimiento. Savater, añade quetodo es información menos el conocimien-to que nos permite aprovechar esa infor-mación. El conocimiento es reflexiónsobre la información, es capacidad de dis-cernimiento y de discriminación respecto ala información que nos llega (o a la que te-nemos acceso). También es capacidad deordenar, de maximizar o de sintetizar esainformación. El conocimiento es reflexiónsobre la información.

Es por ello, por lo que la educación nopuede ser simplemente transmisión de laeducación; ha de tratar de dar pautas decomportamiento para poder utilizar y ren-tabilizar la inmensa cantidad de datos deque hoy disponemos e incluso ha de servirpara «protegerse», distanciarse, o sustraersede la información que nos bombardea in-cluso a pesar de nuestros deseos. Para dis-tanciarse del contenido de un libro no hayque realizar ningún esfuerzo, basta con noleer. Pero no es tan fácil sustraerse a la co-municación audiovisual. Cómo no leer losanuncios que con grandes letras irrumpenen nuestro campo visual cuando vamos

conduciendo. Cómo sustraerse a los anun-cios en la televisión, que no son mera in-formación descriptiva, sino encaminada areconducir nuestra opinión y nuestra vo-luntad. La pantalla es mucho más hipnóti-ca que la página. Y los sistemas educativoscon los que hemos aprendido no nos pre-paran para combatir esa hipnosis.

LA INMENSA CASCADA DE INFORMACIÓN

Desde los arios cincuenta la cantidad deinformación en formato audiovisual quede difunde no ha hecho sino crecer expo-nencialmente. Los niños y jóvenes que hannacido con la televisión ya en sus casas,han ido dedicando gradualmente mayortiempo del día a recibir información en for-mato audiovisual, primero por medio deltelevisor, sumándose después, el cine, losjuegos de ordenador, los audiovisuales in-teractivos e Internet (ahora ya audiovisual)y también el DVD. Esta inmensa cascadade información fundamentalmente gráfica,textual y sonora, «desregulada», y a travésde pantalla, compite en la influencia sobrelos pensamientos y las actuaciones en lavida de los jóvenes, y en su memoria, conla formación que reciben organizada y re-glada dentro de su tiempo cotidiano deaprendizaje en su vida escolar y universitaria.

Si utilizamos la equivalencia utilizadapor la tecnología digital, en un minuto devídeo digital hay almacenada informaciónequivalente a 3.846 páginas de texto. Esdecir que la mente de un niño que, de me-dia en España ve la TV casi tres horas, esbombardeada cada día, por una cantidadde información en formato audiovisualequivalente al espacio digital necesariopara almacenar 700.000 páginas de texto.Ni los adultos pueden sustraerse totalmen-te a esa información, sólo que a la edadtemprana la deriva educacional y de volun-tad es mucho más sensible. Padres y educa-dores invocan inútilmente a algún poder oautoridad para que intente poner algún me-dio de control, con total desorientación

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sobre las vías, los medios o las acciones con-cretas. Es recurrente, por ejemplo, el mensajesobre dispositivos como el chip antiviolenciaen televisores u ordenadores, cada vez queaparecen en los telediarios trágicos episodiosde masacres o violencia en centros educati-vos americanos, generalmente de enseñan-za primaria o secundaria.

El libro, al contrario que el soporte au-diovisual según los educadores tiene, entreotras extraordinarias virtudes la de hacerde iniciador o detonante de la capacidadde imaginación de quien lo lee. Cada lec-tor de una novela imagina a través de sulectura, una «novela» diferente creada porsu mente y tamizada por sus cualidades in-dividuales de imaginación personal. Unapelícula, es decir, una «novela» proyectadaal «lector audiovisual» deja muchas menosposibilidades a la imaginación.

El falso debate sobre la muerte del li-bro ha sido planteado como que el medioaudiovisual era algo excluyente con res-pecto al medio literario por excelencia,pero lo que no se ha dicho es que el librofue digital antes que el «audiovisual» porexcelencia, la televisión. Han nacido digi-tales los audiovisuales no-lineales (el CD-ROM interactivo, CD-I, CDr, DVD, etc.). Yun paso más en la misma dirección se haproducido ya en EE.UU., la experiencia delcine totalmente digital: una película creadacon medios digitales, ha sido proyectada so-bre una pantalla de varios cines, emitida des-de un lugar y enviada a cinco cines distintos,de otras tantas ciudades, mediante satélite ycon una calidad visual y sonora superior ala de los actuales cines donde, hasta ahora,se proyectaban sólo películas de proce-dencia química.

LA REFLEXIÓN, SI LA HAY, DEBE ESPERAR

Pero lo más trascendente, en mi opinión, es elcambio de los parámetros que relacionaban

a la historia contenida en un libro (infor-mación), en relación con el receptor (ellector clásico), con respecto a lo contenidoen un audiovisual y su receptor (especta-dor audiovisual). En el caso del libro, sulectura incita continuamente procesos dereflexión que exigen un esfuerzo de lamente. En el caso del audiovisual, el es-pectador se enfrenta a un tipo de comuni-cación sin descanso ni pautas que permitantal reflexión. La •historia» audiovisual seadueña de la atención, crea su propia líneade tiempo y obliga al telespectador a seguirlasin interrupción, o a abandonarla. El mensa-je audiovisual, requiere para sí «toda» laatención. Un programa de TV tiene éxito si«engancha» al telespectador. La reflexión, sila hay, debe esperar.

En el audiovisual interactivo, aparente-mente da más juego: el espectador partici-pa, pero en realidad, el usuario sólo puedeelegir varias líneas de tiempo preprograma-das de antemano corno secuencias audiovi-suales lineales por los guionistas multimedia.Además incluye como personaje el texto ocualquier elemento gráfico animado e inclu-so metapersonajes, lo que obliga a un es-fuerzo de atención suplementario.

Ya respecto al audiovisual interactivoes significativo lo expresado por NicholasNegroponte:

Los multimedia interactivos dejan muypoco margen a la imaginación. Como enuna película de Hollywood, los multimediainteractivos incluyen representaciones tanespecíficas que la mente cada vez disponede menos ocasiones para pensar. En cambiola palabra eçrrita suelta destellos de imágenesy evoca metáforas que adquieren significadoa partir de la imaginación y de las propias ex-periencias del lector. Cuando se lee una no-vela, gran parte del color, del sonido, delmovimiento provienen de uno mismo. Pien-so que se necesita el mismo tipo de contribu-ción personal para sentir y entender como•ser digital» puede influir en nuestra vida.

(4) NICHOLAS NEGROPONTE: El mundo digital. Barcelona, Ediciones B.

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La cuestión no es si hemos de debatirque todos estos cambios sean más o me-nos buenos para la formación y la educa-ción de los jóvenes o para la vida culturalde los que, supuestamente, ya no están enperiodo de vida «escolar». El asunto es queestos cambios están sucediendo y van acambiar casi todos los parámetros de lacultura tal como la conocíamos, inde-pendientemente de que nuestra opiniónsea favorable o no. Los cambios se produ-cen más allá de nuestros deseos, de la vo-luntad de los lectores/espectadores.

El salto cualitativo fundamental, sinembargo, va a ser el que los educadores yeducadoras tengan que hacer su trabajo, loestán haciendo ya, con jóvenes que habránnacido con la televisión en el salón y el or-denador conectado a Internet en su habita-ción; que tienen a través de la una o del otro,acceso desde sus casas o aulas, a informa-ción no controlada o desconocida, en granparte, por sus profesores y también por suspadres. Y los niños y jóvenes alumnos reci-birán mucha mas información «no reglada»,fuera de las aulas y de su tiempo educacio-nal que dentro de él. Y el componente y for-mato básico de la misma, muy probablemente,será audiovisual, no lineal y, desde luego deformato digital. Habrá que enseriar en las es-cuelas y en las universidades, además de loque hacen ahora, no sólo a usar sino a prote-gerse del exceso de información, basura en sumayor parte, de, por ejemplo, la potencia audio-visual e icónica de la publicidad audiovisual,ante la que todos y no sólo los jóvenes, por fal-ta del dominio de su sintaxis y morfología, pa-recemos indefensos, tal es su efecto sobrenuestros consumos y los hábitos ciudadanos.

Lo más duro del futuro que se nos ave-cina, para nuestros educadores y los adul-tos que estamos en inevitable autoformacióncontinua, es que deberemos aprender a vi-vir en un mundo multi-audiovisualizado ytelematizado, con todo lo que eso conlle-va. Deberemos transformar nuestra rela-ción con la información y mantener ladistancia adecuada con ella; ha de servir

para ayudarnos a la reflexión, no para eli-minarla. Los nuevos medios audiovisualesno suprimen las ventajas de los antiguos.Todos se complementan y, al mismo tiem-po todos compiten entre sí por nuestraatención. Lo principal será decidir cuál esla información que no vamos a consumir yacertar en la elección.

Tuve ocasión recientemente de pre-guntarle a José Saramago sobre la contrae-ducación que supone la invasión delaudiovisual y las pantallas.

No me gusta esa palabra —me dijo— En laeducación han de convivir palabras y textoimpreso. Es cuestión de equilibrio. Loscentros de enseñanza tiene un serio pro-blema —afirmó—, ahora parece que sólo lacomputadora es importante. Y, desde luego,lo que los educadores deben procurar es ha-cer comprender a sus alumnos que el libro si-gue siendo la herramienta esencial para sueducación. Además, sobre la página de un li-bro se puede llorar, cosa que es imposible ha-cer sobre el disco duro de un ordenador.

LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA DE LACONVERGENCIA TECNOLÓGICA:LA MULTIMEDIA

La convergencia tecnológica promueve lacomplejidad comunicacional de medios yde soportes de conocimiento. Al libro se leha sumado la TV, la autoedición que trajola imprenta a casa, la multimedia y, por sifaltaba algo, Internet, que integra todos losmedios y además es un medio interactivo,no pasivo. En cuanto a los soportes de archi-vos de ordenador como los aún vigentes(por poco tiempo) disquetes informáticos, sele han sumado los Compact Disc de sonido,el CD-ROM, el DVD (que va a barrer a lascintas de vídeo). Lo complicado son esen-cialmente los soportes o el hardware (orde-nadores y periféricos) sino que, de la mismamanera que en los ochenta con el ordenadorpersonal vino la imprenta a casa, ahora va allegar la edición audiovisual combinada con lared y con el incremento de conocimientosnecesarios para servirse de ella.

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Es decir, que si los niños y jóvenesya eran internautas, la aceleración de laconvergencia multimedia va a hacer queademás de ser navegantes de la red, seaneditores de contenidos propios o de conte-nidos obtenidos de otros medios, de la TVo de Internet. El modelo de «hogar conec-tado» que acaba de presentar Microsoftserá realidad entre 2003 y 2005 e incluye laposibilidad de que en el hogar haya instru-mentos de obtención de contenidos (Inter-net, TV o cine digital), edición sobreCD-ROM, DVD o sobre Web, y almacena-miento o reenvío a otros lugares o soportesalejados entre sí.

El ejemplo sería el de un joven queobtenía su música favorita en Internet enformato mp3 y la almacenaba en su walk-man digital, (mp3 device) —aún no haypalabra en castellano para denominarlo— ola enviaba por la red directamente a sucoche, desde el que, como desde sucasa, podrá intercambiar con sus amigos,no sólo archivos de música, sino tambiénvideoclips musicales, películas o progra-mas o fragmentos de TV.

Los programas de edición multime-dia que ya estamos usando permiteneditar vídeo y audiovisual, que integraimagen estática o en movimiento, con tex-tos, con sonidos, mediante herramientas queson tan fáciles de usar como un programade tratamiento de textos como el Word.Los que dominen estas técnicas serán ca-paces de actuar en la comunicación deforma activa y multidireccional. Los jóve-nes y niños van a estar antes en condicio-nes de editar audiovisuales que dereflexionar sobre el contenido que editan.

La generalización del multimedia inte-ractivo está generando, además, nuevastendencias culturales y sociales emergen-tes más complejas. Dice al respecto Ma-nuel Castells:

Quizá el rasgo más importante del multi-media sea que captura dentro de sus domi-nios la mayor parte de las expresionesculturales en toda su diversidad. Su adve-nimiento equivale al fin de la separación, eincluso de la distinción, entre los mediosaudiovisuales e impresos, cultura populary erudita, entretenimiento e información,educación y persuasión...

Así pues, el mundo multimedia será habita-do por dos poblaciones muy diferentes: losinteractuantes y los interactuados, es decir,aquéllos capaces de seleccionar circuitos decomunicación multidireccionales y aquéllosa los que se proporciona un número limita-do de opciones preempaquetadass

Esta vertiginosa convergencia multi-media que pone al alcance de los jóveneslos instrumentos y los conocimientos queéstos absorben con rapidez y naturalidad,en el que ya actúan como «interectuantes»provoca un distanciamiento entre los ins-trumentos que los sistemas que el procesode educación tiene a su servicio y los quelos propios niños o jóvenes usan en sutiempo fueran de la aulas. Los jóvenesalumnos aficionados y usuarios de la tec-nología avanzada —lo son en su inmensamayoría—, en su comunicación mutua y ensus momentos de ocio llegan a asociar sutiempo en las aulas y el entorno de sus cla-ses y de su educación con un «ambiente»obsoleto y «aburrido».

Ese es el tipo de alumnos con el queya se encuentran en clase los educadores,que, en contra de lo que les ocurre a sualumnos, están haciendo su labor integra-dos en un sistema incapaz de absorber losmedios, conocimientos y códigos, que lacitada convergencia tecnológica pone enel mercado a una ritmo casi imposible deseguir, cuando sí lo están al alcance de susalumnos a nivel de consumo.

El estar rodeados todo el tiempo degadgets tecnológicos y de la información

(5) Manuel CASTELLS: La era de la información. La sociedad red. Volumen 1. Madrid, Alianza, 2000.pp. 447-448.

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que éstos les proporcionan, produce fre-cuentemente a los educandos una espe-cie de espejismo que les impide valorarla importancia esencial de los sistemas ylas funciones de la transmisión del cono-cimiento a través de ideas, la palabra y laacción directa de la labor docente del pro-fesor, que es esencial para construir las es-tructuras mentales del saber pensar y quese enfrenta constantemente con esa juglade artefactos y usos de comunicación deque se rodean los niños y jóvenes y que,en muchos casos, les hace llegar a pensarerróneamente que los profesores sonprescindibles y que con toda esta parafer-nalia instrumental que manejan infinita-mente mejor que los adultos puedenconseguir por sí mismos los conocimien-tos que puedan necesitar.

INTERNET Y MULTIMEDIA COMOHERRAMIENTAS EN EL PROCESOEDUCATIVO

Se dice que, aparte de otras cosas, Inter-net es la mayor biblioteca que nunca haexistido. Su ámbito es global, transcul-tural y multimedia. En referencia la cul-tura y al conocimiento acumulado seafirma que «todo» esta en Internet. Aun-que no es del todo cierto, lo que sí quees una realidad, es que la cantidad de co-nocimiento e información que podría uti-lizarse en los procesos de educación esde tal magnitud que sobrepasa la capaci-dad de cualquier persona para abarcarla.El problema es que junto a información yconocimiento útil para el proceso educati-vo también hay todo tipo de contenidosque podrían ir en contra de dicho proce-so. Y todo eso está al alcance de cualquierniño o joven que disponga de una cone-xión a la red, que en poco tiempo, ade-más, se va a universalizar al converger conel medio TV en los paises desarrollados. Estecorpus inmenso de información al que sepuede acceder con magníficos sistemasde búsqueda como www.google.com ,

puede ser una herramienta decisiva si sepone al servicio de los docentes en su laborde enseriar y educar.

El desarrollo de la universalizaciónde la red está apuntando nuevas posibili-dades reales que antes eran imposiblesen condiciones multimedia: la educacióninteractiva a distancia, por ejemplo,como un complemento asincrónico en laenseñanza tradicional, etc. Algunas de es-tas formas de teleeducación ya eran posi-bles con la TV. La abismal diferencia delcoste, mucho menor el de los sistemasmultimedia a través de la Red, hacen mu-cho más viable la posibilidad de teleedu-cación a través de la Internet. La actualrevolución del vídeo digital, su facilidadde uso e integración en la Web y su con-vergencia con el rápido incremento del an-cho de banda en la red va a trasladar todaslas ventajas del audiovisual al entorno delhogar y también de las aulas, pero tambiéntrasladará su mayor complejidad comomedio comunicador y reeducador, ya queestarán al alcance de todos mucho más loscontenidos »contraeducadores» que los«educadores».

TODO ESTO SUGIERE MÚLTIPLES PREGUNTASDE DIFÍCIL RESPUESTA

El audiovisual digital y su tecnologías inte-gradas, el vídeo, la realidad virtual y el 3D,el morphing, el MIDI, el mp3, etc; e Inter-net y su tecnologías de red, son un poten-cial para la educación extraordinario.¿Cómo integrarlos con los procesos al ser-vicio de la educación y ponerlos como me-dios para la educación y los educadores?

¿Cómo conseguir que esos medios yesas capacidades de las que los alumnosdisponen fuera de clase no actúen comocontraeducación?

¿Quién forma a los formadores en es-tos instrumentos en los que muchos de susjóvenes alumnos que llegan a las aulas sonverdaderos expertos?

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¿Cómo organizar y producir los conteni-dos educativos equilibrando los instrumen-tos metodológicos y las formas pedagógicasclásicas fundamentales y sus conocimientosesenciales de los que no se puede prescindir,con los medios, los conocimientos o las po-sibilidades que proporcionan ahora las nue-vas tecnologías?

¿Cómo integrar en la vida educativa losmedios de que el alumno maneja por sucuenta para obtener todo tipo de informa-ción y recombinar esta posibilidades con elproceso reglado y ordenado pedagógica-mente en la vida escolar y educativa?

¿Cómo puede mantener el profesor el ti-món del proceso educativo con alumnoscuya vida fuera de la clase esta sumergida eninformación y en contenidos audiovisuales?

¿Cómo deben adaptarse los profesoresal cambio continuo que produce vertigino-sa evolución de medios, de las tecnologíasconcretas y sus conocimientos implícitos —quepueden tener una efímera vigencia que vade pocos arios hasta meses—?

¿Qué planes pueden equilibrar la com-binación de disciplinas básicas necesariasy la omnipresente tecnología que mutamás rápido que la renovación de los pla-nes educativos?

¿Cómo ha de ser la enseñanza en lasaulas y fuera de ellas que están inmersasen la sociedad de la tecnología cambiantey de la red?

¿Cómo enseñar en unos centros con unacultura ubicada en lo local a unos alumnosque fuera de ellas participan, al mismo tiem-po, en un mundo y una »cultura» globales?

CONCLUSIÓN

La comparación anterior entre el procesodel lector y el del teleespectador era sim-plemente un ejemplo para intentar escrutarla dirección hacia la que van y la naturale-za de estos procesos.

El libro como objeto, como conceptoy como símbolo, ha sido la clave delarco que forman las ramas del saber y del

conocimiento de la humanidad, desde queJohannes Gutenberg inventó la imprenta detipos móviles, ahora hace algo más de 500años. Ahora estamos viviendo una revolu-ción del trabajo y el ocio que también afecta,por ello, a los ámbitos de la cultura que tie-nen en el libro uno de los elementos primor-diales de la transmisión de conocimientos.Nosotros somos parte de las generaciones queaún han sido formadas en unos procesos edu-cativos que han tenido como base principal ellibro, pero hemos llegado a una época de in-formación ubicua que nos llega en forma ysobre soportes muy diferentes al libro y deacceso instantáneo a ella —los alumnos tam-bién- en cualquier parte del planeta. la cues-tión es como integrar todos esos modos deinformación envolvente para que trabajen afavor del sistema educativo, de la buenaeducación y no en su contra.

Lo audiovisual va a ser ubicuo. El au-diovisual del cine y la TV, ya desde hacetiempo, representa una potentísima con-traeducación no reglada que induce opi-nión, modos de conducta y modificacióncultural. La red tiene dentro los textos delos libros, los audiovisuales, la TV, el soni-do y la música de la radio y el don de laubicuidad y la interactividad planetaria. Detodo esto saben más, muchos alumnos quesus profesores. La educación, ahora más quenunca ha de ser biunívoca. Las actuales gene-raciones poseen muchos más conocimientosde lo nuevo que sus antecesores. Esa afirma-ción recurrente de que los profesores han deaprender de sus alumnos está más vigenteque nunca. Las vías de la educación han detener una dirección como siempre la ha teni-do, pero de forma más intensa cada vez, de-berá tener habilitados los dos sentidos.

Estamos presos también más que nun-ca del temor eterno —al que se refería Eco—:»el temor de que los nuevos avances tecno-lógicos puedan abolir o destruir algo queconsideramos precioso, fructífero, algo querepresenta para nosotros un valor en sí, y unvalor profundamente espiritual...» la culturade la educación tal como la conocíamos.

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