Los mercedarios de hoy debemos trabajar con María para ayudar a todas las personas a vivir en la Libertad Gloriosa de los hijos de Dios

Los mercedarios de hoy debemos trabajar con María para ayudar a todas las personas a vivir

en la Libertad Gloriosa de los hijos de Dios.

Y vos… ¿tenés un corazón libre

como el de Jesús?

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La Orden de la Merced

Hace mucho, muchísimo tiempo, casi 800 años,

cuando en los países gobernaban reyes que vivían en sus castillos… en el tiempo en que había caballeros que luchaban con espadas…

Cuando todavía se viajaba en caballos y carros porque no existían los autos…

Hace cientos de años cuando no habían nacido nuestros abuelitos, ni los abuelitos de nuestros abuelitos, en países muy lejanos de aquí sucedió lo que les voy a contar:

1

Había personas en ese tiempo que creían en Jesús,

sabían que Jesús es nuestro Dios y nuestro Salvador,

y le rezaban y lo amaban mucho, a Él y su mamá María.

Estas personas eran Cristianos, como nosotros.

2

Y hay muchas otras cosas que nos hacen esclavos

a nosotros y a otras personas, sobre todo el pecado,

que nos quita la alegría de vivir como hijos de Dios.

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Hay personas que esclavizan a otras mintiéndoles y engañándolas, o impidiendo que puedan estudiar

y conocer la verdad.

Jesús nos dijo que la verdad nos hace libres, así que hoy los mercedarios también luchan por ayudar a la gente a vivir en la verdad.

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Pero había

unas personas

de otro país

que no creían en Jesús,

no lo amaban,

ni querían que la gente

crea en El.

Estos eran los Moros.

Los Moros,

recorrían los pueblos y ciudades.

Cuando encontraban gente que creía en Jesucristo los llevaban prisioneros y no les dejaban volver nunca más con sus familiares.

3

Se llevaban a los grandes y a los niños separados,

los vendían en países lejanos donde los hacían vivir como esclavos, haciéndoles trabajar sin pagarles

y maltratándoles.

Entonces algunos Cristianos

dejaban de creer en Jesús porque tenían miedo.

Otros sufrían mucho como esclavos.

4

La gente que vive como esclava de la moda y de consumir,

no vive libre como los hijos de Dios,

porque se preocupa sólo de las apariencias

y se olvida de que Dios nos ama a todos por lo que somos,

y no por lo que tenemos por fuera.

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La gente que se vuelve esclava del dinero

no vive como hijo de Dios porque se vuelve egoísta.

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En ese tiempo había un hombre

que se llamaba Pedro Nolasco,

y que también era Cristiano.

Pedro trabajaba

comprando y vendiendo telas muy valiosas.

Cuando él salía al mercado a trabajar

veía a los Moros que vendían cristianos y los hacían sufrir.

Entonces Pedro Nolasco tuvo la idea

de salvar a los cristianos pagándole a los moros.

5

Compraba de a uno a todos los que podía.

Cuando se le acabó el dinero, vendió todo lo que tenía para rescatar más cristianos. Pidió ayuda a sus amigos vendedores y algunos empezaron a hacer lo mismo que él.

6

Hoy también hay mucha gente

que no se anima a vivir como hijo de Dios,

y que es esclavo de muchas cosas malas.

11

Desde ese día los mercedarios prometieron a Dios entregar su vida para que la gente pueda vivir como hijos de Dios, y fueron por todo el mundo, cumpliendo esta misión por muchos, muchos años… hasta hoy.

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Pero un día…

¡Se les acabó todo el dinero!

“¡Qué vamos a hacer ahora!¡Dios mío!”

dijo Pedro con mucho dolor.

Era el año 1218.

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Entonces se le apareció la Virgen María.

Le dijo que no perdiera la fe,

porque Dios quería que siguiera salvando a sus hijos,

y que Ella sería su protectora.

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Pedro Nolasco y sus amigos se pusieron de acuerdo

y desde el 10 de agosto de 1218 se llamaron

“ORDEN DE LA VIRGEN MARIA DE LA MERCED”.

Por eso la gente les llamó también

“los Mercedarios”.

Ellos siguieron liberando

a los hijos de Dios que sufren.

¿Y cómo hicieron esto?

Con la ayuda de María,

Quien les prometió su protección.

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