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"LOS MINISTERIOS Y EL DISCIPULADO EN UNA IGLESIA NORMAL"
Mario E. Fumero Autoriza su reproduccion siempre y cuando sea para
fines formativos y no lucrativos. ® © 1998
PRODUCCIONES PENIEL S de R.L. Apartado 15134, Suc. Kennedy
Tegucigalpa, Honduras C.A
DISEÑO PORTADA Yuri Banegas
DIAGRAMADO Mario E. Fumero
Impreso en Honduras: EDIGRAFIC S. de R.L.
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DEDICATORIA
A LAS BRIGADAS DE AMOR CRISTIANO DE
HONDURAS
A LA COMUNIDAD DE AMOR CRISTIANO
DE CÓRDOBA, ESPAÑA
A TODOS MIS DISCÍPULOS A TRAVÉS DE
MIS ÚLTIMOS 30 AÑOS DE MINISTERIO.
Y A LA MEMORIA DE LA MISIONERA
OMEGA VEGA,
SIERVA EJEMPLAR QUE DEDICO SU VIDA
A LA OBRA MISIONERA EN PERÚ, Y DE LA
CUAL APRENDÍ MUCHO.
GRATITUD
Agradezco a mis los compañeros del ministerio Andrés
Carrodegua y José Luis Gómez Panete por el material
facilitado para profundizar el estudio de estos temas.
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I N D I C E
PÁGINA. CONTENIDO
PROLOGO -I- EL PASTOR Y LAS OVEJAS. -II- LOS SISTEMAS DE GOBIERNOS. -III- EL GOBIERNO DE DIOS. -IV- BUSCANDO EL SENTIR. -V- EL ORDEN DE AUTORIDAD. ORGANIGRAMA DEL CRECIMIENTO. -VI- LA ADMINISTRACIóN DE LA IGLESIA. -VII- EL PROBLEMA DE LA AUTORIDAD -VIII- EL PRINCIPIO DEL ACOYUNTAMIENTO -IX- SOMOS TODOS DISCíPULOS
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PROLOGO
Estimados lectores: Este material que pongo en sus manos lo escribí durante los años 1973 al 1975, mientras trabajaba en mi ministerio en Honduras, y lo amplié durante mis 12 años de trabajo en España, en donde también lo puse por obra. Lo apliqué en las obras que levante y con los discípulos que preparé. Todas las verdades expresadas representan cincuenta años de experiencia1 que como evangelista misionero en toda la América adquiri, aprendiendo muchas veces de los fracasos. Lo aquí expuesto ha sido el producto de mi reflexión frente a las realidades que he vivido dentro de muchas denominaciones, con variados sistemas de gobiernos. Quiero participarle que he revisado todo el material que en su tiempo escribí, y casi todo se mantiene firme, pero he ampliado algunos aspectos, y añadidos nuevos enfoques que complementan los anteriores. El capitulo IV ha sido escrito recientemente, añadiendo a las experiencias anteriores, los últimos 15 años de ministerio, principalmente en España, donde la problemática del gobierno local se hace más compleja.
1 - Partiendo de la revision hecha en el 2013, aunque fue escrito en el
1981 y publicado en el 1996.
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Espero que al leerlo, pueda comprender el más complejo problema de la Iglesia a través de los tiempos, que es su gobierno local. No trato de imponer criterios, ni establecer doctrinas, pues en este campo no podemos dogmatizar, ya que no existen pautas claras al respecto, pero transmito la luz que el Señor me dio sobre este tema, y las desvirtuaciones que tenemos en algunos aspectos en donde por establecer normas extrabilicas, a veces creamos principios de trabajo poco bíblicos. Con mucho cariño: Mario E. Fumero.
Al finalizar cada página podrá encontrar notas que contienen informes, comentarios o notas adicionales registrada con un número. Tome en cuenta estas referencias.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
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CAPITULO -I-
EL PASTOR Y LAS OVEJAS
Mi corazón se ha sentido afligido al ver cómo muchos
compañeros en el ministerio se desgastan, sufren y destruyen su
salud, soportando la terrible carga de una iglesia que descansa en el
concepto tradicional del "Pastor-Centrismo"2, ya que el pastor es
un empleado, al cual la iglesia le paga un sueldo para que lleve
toda la carga de un cuerpo, que por estar muerto, pesa mucho, por
lo que cuesta trabajo llevarlo hacia arriba, a "la perfección de
Cristo Jesús". Esta estructura de iglesia produce un estilo de vida
en donde los creyentes son turistas, en un barco, que va para el
cielo, esperando que unos pocos hagan todo el trabajo de toda la
iglesia. En muchos marcos, la estructura de la iglesia presenta al
pastor como un "criado", que sigue órdenes de una congregación
que le demanda trabajo excesivo, en una función que está muy
lejos de ser, puramente bíblica.
El Pastor tiene que criar, cuidar, consolar, dirigir, ayudar,
enseñar, buscar al perdido, visitar al disgustado, doctrinar a los
nuevos, abrir y cerrar el edificio etcétera. Es "el que todo lo hace"
dentro de la iglesia, y por esa razón, su vida se consume, sin dar los
frutos que Dios desea para la comunidad que pastorea.
2- En algunos moldes, el pastor recibe el titulo de "pastor general" o "pastor
principal" etc. Cuando tiene ayuda de otro ministerio, se le coloca en un rango inferior, dándosele el titulo de "pastor asistente" o "co-pastor".
Mario E. Fumero
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Este extremo ha dado lugar al surgimiento de pastores que
ejercer un ministerio hegemoníco, naciendo el "pastor cacique", el
cual ejerce una autoridad totalitaria o despótica, creándose la
"esclavitud de los santos", y actuando como que la iglesia fuese su
"feudo", y ellos se sienten los señores feudales. Por otro lado,
tenemos una generación de "creyentes" que sólo miran al pastor
como un empleado, el cual manejan a su antojo, sin ejercer éste una
autoridad apostólica y compartida. Cada cual hace lo que le da la
gana, no se sujetan, y cuando se les reclama como "miembros de la
iglesia" algo que hacer o servir, alegan irónicamente; "para eso le
pagamos al pastor".
Se tiene el concepto que el único responsable de la
evangelización y consolidación de los convertidos es el pastor. Esto
es un tremendo error que venimos arrastrando ya tiempo, al igual
que los métodos convencionales de evangelismo, por lo que vamos
a analizarlo detenidamente.
Cuando la estructura de la iglesia gira en torno al trabajo
que hace el pastor, se producirá un estancamiento o destrucción del
crecimiento, ya que cuanto más crece la iglesia, más trabajo tendrá
el pastor, por lo que, en la mayoría de los casos, termina
descuidando su hogar, su familia y su vida espiritual. Muchas
veces, al caer presa de lo cuantitativo, sin tener una estructura
bíblica correcta, se agota hasta que su salud se deteriora, pues para
llenar las demandas de una iglesia creciente en número, pero no en
realidades vívidas, tendrá que sobrepasar sus limites físicos.
Debido a ello, muchos mueren del corazón, porque no pueden
resistir tanta presión, cansados por el centralismo en la función
pastoral, que no puede dar vida a un cuerpo enfermo, como es la
iglesia en esta situación.
¿Cómo podemos actuar para que este fenómeno, común en
nuestro entorno, no se siga dando?. Volver a la Palabra, a los
principios apostólicos. Es por ello que deseo transmitir una
inquietud, la cual no es una doctrina, ni una nueva enseñanza, sino
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una verdad tan vieja como la misma Palabra de Dios, pero la cual
hemos olvidado.
Me propongo exponer, según el modelo neotestamentario, las
estructuras y la mentalidades de acción que la iglesia debe de tener,
mediante una comparación edificativa, para demostrar la necesidad
de reconsiderar algunos puntos sobre la función de cada miembro
en este quehacer, en los cuales todos nosotros hemos fallado.
Analizaremos el papel de los pastores dentro del concepto de la
función de un cuerpo. Vamos a enfocarlo en el sentido literal y
humano de la palabra, yendo a las leyes biológicas y fisiológicas de
la vida, porque a través de lo natural podemos entender lo
espiritual.
Mario E. Fumero
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CAPITULO -II-
LOS MINISTERIOS DE LA
IGLESIA.
Partimos del hecho de que Cristo es la cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo3. Todo cuerpo tiene miembros
superiores e inferiores, relacionados entre sí por un orden de
ubicación y no de jerarquía. Quiero comenzar este análisis
enfocando la función de los ministerios superiores de la iglesia de
acuerdo a la Palabra. Según Efesios 4:11-12: "... él mismo
constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas,
y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para
la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,"
Por lo que la iglesia, en su mayoría, se divide en dos grupos
específicos de ministerios (o servicio) de acuerdo a su función:
1. Los ministerios especiales o con llamado, son aquellos
que gobiernan y dirigen el Cuerpo de Cristo para su perfección.(ver
el versículo 11).
3- El principio de Jesús como cabeza de la Iglesia es claramente aceptado por
todos, por lo tanto la iglesia no debe tener cabeza humana sobre la cabeza divina, aunque si hay ministerios que sujetos a la cabeza gobierna el cuerpo de acuerdos a los pensamientos de Jesús estipulados en su Palabra y en la intervención del Espíritu Santo, de acuerdo a las circunstancia, pero la autoridad debe descansar en el pluralismo y no en el "complejo de cabezón"Efesios 1:22, 5:23, Col 1:18, 2:10, 2:19.
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2. Otro grupo compuesto por los discípulos o
"ministerios generales, a los cuales se les llama "laicos" o
creyentes. Son los demás miembros de la iglesia, las ovejas.
Entre los ministerios especiales, puestos para gobernar y
perfeccionar a la iglesia, la Biblia menciona varios; maestros,
pastores, profetas, evangelistas y apóstoles (1 Corintios 12:28).
Para alcanzar un ministerio especial se necesita algo más
que una preparación teológica, o un deseo de servir a Dios, es
imprescindible un llamamiento. Este llamamiento debe ser directo
y personal, confirmado por los frutos y por el reconocimiento y
aceptación de la iglesia local. ¿Y cómo saber quien es llamado? Por
sus frutos ministeriales. Sin embargo existe dos clasificaciones
para juzgar el llamamiento genuino del falso, ya que hay dos tipos
de "ministros" en la iglesia; unos son los que viven para su vientre,
buscando en el ministerio una posición social o un "modus
vivendi", y los otros son los que aman la obra, sus ovejas y su labor,
hasta el grado de morir y sufrir por ellas (2 Corintios 2:4).
El apóstol Pablo dice en Filipenses 3:2,7,8 lo siguiente: ¡Guardaos
de los perros! ¡Guardaos de los malos obreros! ¡Guardaos de los
que mutilan el cuerpo!... Pero las cosas que para mí eran
ganancia, las he considerado pérdida a causa de Cristo. Y aun
más: Considero como pérdida todas las cosas, en comparación
con lo incomparable que es conocer a Cristo Jesús mi Señor. Por
su causa lo he perdido todo y lo tengo por basura, a fin de ganar a
Cristo". Y siguiendo estas pautas podemos clasificaremos a estos
dos tipos de ministros según estos versículos en:
Primero: Los malos obreros, mutiladores del cuerpo, perros,
que viven para causar división, explotar la fe y venderse a quien les
pague más.
Segundo: Los siervos del Señor, que aman y sirven a Cristo y
su obra, por lo que están dispuestos, como Pablo, al sacrificio por
la causa del reino, que es la iglesia del Señor y tienen todas las
cosas como pérdida. "Sin embargo, de muy buena gana gastaré yo
Mario E. Fumero
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de lo mío, y me desgastaré a mí mismo por vuestras almas. Si os
amo más, ¿seré amado menos? (2 Corintios 12:15)
LOS MALOS OBREROS O FALSOS MINISTROS.
Al pensar en las características de los falsos ministros,
tenemos que analizar, en la definición dada por San Pablo, el
término de PERROS. Esta expresión suena dura, pero, ¿sabes por
qué les llama así? Porque buscan las migajas que caen de cualquier
mesa, se venden al mejor postor, carecen de principios propios, y
como hizo Esaú,4 son capases de vender su "primogenitura" por un
plato de comida. Estos buscan sólo su sustento (un buen salario),
por lo que se cambian de "misión" o "iglesia" como lo harían de
ropa. Andan detrás de la denominación o concilio que les dé más
dinero, y a veces, venden hasta la congregación a misiones
extranjeras, como si fueran borregos en un corral. Esta actitud, que
desacredita la seriedad del amor del pastor por sus OOVVEEJJAASS, es
una forma de apostasía que inunda nuestros círculos religiosos.
Estos son aquellos malos obreros, amadores de sí mismos, que
como maestros falsos, se introducen dentro de la iglesia para hacer
mella en el fundamento de los Apóstoles y de la doctrina de Cristo:
"Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de
vosotros lobos rapaces que no perdonarán la vida al rebaño; y que
de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán
cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos."
(Hechos 20:29-30)
El otro término usado es el de "MALOS OBREROS", y
estriba en el hecho de que no aman al rebaño, solo lo entretienen,
dándole pastos secos, en vez de llevarlo a pastos delicados y ríos de
aguas vivas. Predican sermones superficiales, del tipo "duérmete
mi niño". No se preocupan por los problemas, ni las necesidades
4 -En Génesis 25:24-26 podemos ver como por un plato de comida Esaú vendió
a su hermano la bendición de Dios
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espirituales de su congregación. Se conforman con que rudimenten
en el "valle de la indecisión", y no los llevan a que vivan la vida
cristiana en santidad. Toman la función como profesión, y no como
un compromiso para formar la vida y carácter de sus ovejas.
Este tipo de obreros amamantan el pecado, alientan el
proselitismo, y en vez de cuidar la grey, buscan el cumplido social
dentro del sistema establecido, sin vivir una vida en sencillez, con
temor y temblor. No se desvelan por sus ovejas, ni las conocen por
su nombre. Estos, en vez de vivir para el Evangelio, viven tan
sólo del Evangelio, y cuando encuentran una mejor oportunidad
de pastorado, en una iglesia más grande, o con mejor sueldo, se van
corriendo, aunque su congregación los necesite. O quizás, al
aparecer problemas económicos en la congregación, y no poder
sostenerle, como lo hacían, se va buscando un trabajo donde
"pueda ganar más", y abandonan el ministerio. A este tipo de
obreros Jesús les llamó "asalariados" (Juan 10:10-14). Éstos,
cuando ven venir al lobo, escapan corriendo, dejando al rebaño
indefenso. Carecen del sentido del compromiso y sacrificio por el
bien del rebaño.
Podemos hacer referencia a estos dos tipos de ministros
preguntándonos: ¿Por qué tienen que existir malos ministros,
amadores de los deleites más que de Dios? El Pastor David
Wilkerson afirma que siempre han existido dos sacerdocios; uno
que es conforme a los deseos de la carne, representado en el A.T.
por el sacerdocio de Abiatar, y otro conforme a la unción y la
voluntad de Dios, que es representado por el sacerdocio de Sadoc.
¿Pero qué significan estos dos nombres?
Durante el reinado de Saúl habían dos sacerdotes: "¿No
estarán allí contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Todo lo que
oigas en la casa del rey se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y
Abiatar" (2 Samuel 15:35) ¿Qué significado tienen sus nombres?
SADOC: "es uno que es justo". ABIATAR:"que tiene paz con
Dios"
Mario E. Fumero
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En la Biblia David es tipo de Cristo, un sacerdocio
conforme al corazón de Dios, un ministerio ungido, mientras que
Saúl es tipo del sistema de una iglesia que ha perdido la unción de
Dios. Una iglesia que vive tan sólo de emociones. Sadoc se
mantiene siempre fiel al lado de David, pese a la adversidad y
persecución (I Crónicas 12,28.), por eso dejó a Saúl y se va con
David y sus 22 capitanes. Se va con la unción, con la santidad, con
la pureza, y nunca deja a David, ni siquiera con la rebelión de
Absalón. Hasta que aparece David como el "ungido". Es entonces
cuando Abiatar y Sadoc van juntos. Parecen que los dos van en
pureza y santidad. Pero ¡No!. Abiatar tiene la semilla de Elí en su
corazón. Esto es el éxito, la prosperidad, ser el número uno, y
buscar posición. Siempre lo que está en el corazón es lo que sale a
la luz. La vejez de David fue un tanto difícil. Absalón (su hijo)
estaba cometiendo adulterio con las concubinas de Israel, por ello
es que la voz de Sadoc suena, para condenar su pecado (1 Reyes
1:1-10). Después Adonías se rebela, tratando de usurpar el trono de
David, y es apoyado por el sacerdote Abiatar, el cual estaba
buscando la posición más que la voluntad de Dios.
Aquí nos encontramos con una rebelión, la de Adonías,
que representa lo que podríamos definir como prosperidad y éxito.
Ahora entendemos qué es lo que había en el corazón de Abiatar, él
quería éxito, ser próspero. Ese es el evangelio que hoy muchos
predican, y que por desgracia existe en muchos lugares.
Proclamamos la llamada "teología de la prosperidad" para
acomodarnos al sistema y explotar la fama, el éxito y el poder. Hay
mucha gente que busca este tipo de pastores, para que les enseñen
cómo llegar más a tener más, y las iglesias se hacen grandes,
porque sus miembros buscan el bienestar y la prosperidad. Es el
mismo espíritu que había en Abiatar. Al morir David, Abiatar
busca el poder social más que la unción. Tiene un ministerio nuevo
y diferente, que se acomoda al sistema dominante. Es por ello que
después Salomón lo despacha del sacerdocio, porque era corrupto,
ya que siguió en los pecado de los hijos de Eli: "Así excluyó
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Salomón a Abiatar de ser sacerdote de Jehová, cumpliéndose la
palabra que Jehová había hablado en Silo acerca de la casa de
Elí." (1 Reyes 2:27) y Dios levanto otro sacerdocio, el de Sadoc,
del cual había dicho: "Pero yo levantaré para mí un sacerdote fiel
que actúe conforme a mi corazón y a mi alma. Le edificaré una
casa firme, y él andará en presencia de mi ungido todos los días."
(1 Samuel 2:35).
Adonías va a la Peña de Zohelet, que significa la peña de la
serpiente (el diablo). Dios no estaba en esto, era una actitud que
producía una acción satánica, pero Abiatar le seguía la corriente.
No había ni un hombre santo entre ellos. Esto es lo que ocurre en la
iglesia cuando se envuelve del espíritu de este mundo. Abiatar está
bajo la maldición de Elí, pues había orgullo y lujuria en su mente.
El corazón de Adonías buscaba a Abisag (mujer que cuidó a David
en su vejez). Fue entonces que Adonías pidió a Salomón, por
medio de su madre, que le diese a esta mujer, pero Salomón se la
negó, y además lo mató. Hay muchos que no se han enfrentado a su
orgullo, a su lujuria y no saben como cuidan sus ojos, y van detrás
de las mujeres bonitas, adulterando y escandalizando el evangelio
de Jesucristo.
Cuando David proclama rey a Salomón, llama a Sadoc
para que le ungiera como Rey (I Reyes 1:32), ya que en Sadoc está
con la unción, en el camino recto. Lo primero que hace Salomón en
su reinado es decirle a Adonías que lo dejaría tranquilo, y no lo
mataría, si se portaba bien (I Reyes 1:52), pero a su vez le pide a
Abiatar que venga a él, (I Reyes 2:26-27). Le recuerda la profecía
dada a Elí, en donde se anunció que Dios retiraría su promesa de
bendición sobre la casa de éste por tolerar la maldad de sus hijos5.
Debería Salomón haber matado al sacerdote Abiatar, pero le estaba
5- 1 Samuel 2:27-36. Aquí vemos que Dios descarta el sacerdocio de la
descendencia de Elí, y promete levantar un nuevo sacerdocio. Lo importante es que no destruiría el suyo. Así que habrían dos sacerdocios paralelo, el de Eli, y el nuevo sacerdocio, "conforme al corazón de Dios" Verso 35.
Mario E. Fumero
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diciendo que este tipo de sacerdocio no podría ser cortado. No
podía tocarle, aunque sabía que Dios no estaba con él, pues carecía
de la unción, pero se tenía que cumplir la profecía dada a Eli. Así
que los malos obreros y los perros han existido y existirán hasta la
consumación final de los tiempos. Por esto debemos saber
distinguir entre unos y otros. El mismo Jesús tuvo a un obrero
traidor, llamado Judas Iscariote, que buscaba el bienestar y la
ambición material.
También se menciona a los "MUTILADORES DEL
CUERPO". Son obreros capases de dividir la iglesia para
satisfacer sus propios caprichos personales, tomando como excusa
cualquier hecho rudimentario, alegando después que actuaron así,
por cuestión de "doctrina y libertad de espíritu". Pero en sí, fue
obra de la carnalidad que existía en su ser. "Mutilar" es cortar,
dividir, partir una cosa. Con tristeza vemos que por cualquier
simple roce, choque o desavenencia, se dividen y dejan a la iglesia
partida en dos grupos, para enfrascarse ambos grupos en una lucha
terrenal por la misma doctrina y fe, alegando cosas absurdas, que
en relación a la unidad del Amor y del Espíritu son insignificantes.
Los corintios, aunque estaban divididos en opiniones y lideratos,
no cometieron el error de dividirse en grupos apartes, y formar
cada grupito una congregación, como lo hacemos hoy día. Este
tipo de obreros carecen de convicción, y le siguen el juego a
cualquier teoría o doctrina rara que aparezca. Muchos líderes de
esta naciente "IGLESIA APOSTATA", se unirán a la gran
ramera, al sistema religioso mundial, en la etapa del anticristo y
están clasificados dentro de éste grupo que Pablo llamá;
"mutiladores del cuerpo", ya que, dejando la verdad, creen y
enseñan doctrinas de demonios, basándose en la lógica extra
bíblica, (recordemos que el diablo sabe la Biblia, pero no la puede
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vivir). Dividen el cuerpo, negando la eficacia de la piedad6 y
justificando la homosexualidad, el libertinaje, el aborto y
considerando al pecado como "una idea acomplejadora",
llegando a afirmar que es un tabú que inhibe al hombre en su plena
realización.
Otros hacen de ciertos énfasis una gran verdad, con la cual
forjan actitudes sectarias, para dar inicio a una organización que se
nutrirá de los creyentes de otras iglesias. También están los
"liberales" que no solo niegan la veracidad de las Escrituras como
Palabra de Dios, sino que ponen en tela de juicio los milagros y el
poder de Dios. Otros son aquellos "ministros" que se introducen
dentro, para causar sensacionalismo y culto al "ego", ambicionando
puestos y buscando gloria. Siembran el desconcierto, ya que sus
funciones no fueron dadas por Cristo, sino por su astucia o
inteligencia humana. Otros, con prodigios y señales, hacen que la
congregación deje a sus pastores, (que la formaron y criaron) para
ir en pos de ellos. Con nota de "milagros", menoscabar la unidad y
la sujeción a los líderes. Hoy día, muchos hermanos andan detrás
de cualquiera, que en un parque, plaza o auditorio, ostente títulos o
señales milagrosas. No estoy condenando estos hechos, los cuales
pueden ser obra del Espíritu a través de sus dones o carismas, pero
sí considero que una iglesia normal debe tener en sí misma todos
estos dones potenciales, operando como esencia de la vida en el
Espíritu, y alguno, como Felipe, pueden ir a una calle o plaza, para
demostrar con señales y prodigios las maravillas del poder de
Evangelio. Pero no de lo debemos de hacer para atraer a los
hermanos, ya convertidos, a nuestras congregaciones, dejando a sus
pastores, sino más bien para ser partícipes de un acto de milagro
del cual muchos incrédulos confesarán el poder de Jesucristo,
naciendo así la iglesia.
6- Es interesante observar los comentarios del Apóstol Pablo sobre la situación
de los últimos tiempos en relación a los falsos ministros. 1 Timoteo 4:1-3, 2 Timoteo
3:5-8.
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También están aquellos que por "control remoto", tratan
de forjar iglesias, usando los medios de comunicación, a través de
los cuales adoctrinan y dirigen las vidas, forjando una iglesia
invisible, y criticando a las demás existentes, que tratan de dar,
junto a la Palabra, el calor y la comunión que es en sí la esencia del
cristianismo.
¿Cómo es posible que haya predicadores de la Palabra que
hagan milagros y sean "obreros engañadores"?. Recuerden que el
mismo Cristo nos advirtió de tales hechos (Mateo 24:22-26), y en
más de una ocasión habló sobre este asunto y dijo: "No es el que
dice Señor, Señor, sino el que hace la voluntad de mi padre que
está en los cielos" Mateo 7:21. También enseñó que en el juicio
final, muchos reclamarán haber hecho milagros, prodigios y echado
demonios, y a los tales les dijo: "Apartaos de mí, al fuego eterno.
No os conozco". También refirió que vendrían muchos falsos
profetas que engañarían aún a los escogidos. Pablo señala que
puede haber muchos que con muestras de piedad y dones se
presenten como "supuestos cristianos", pero carecen del amor. Por
eso no es raro que tales cosas ocurran en nuestros tiempos, como
en la época bíblica. ¿Cómo saber quién es quien?. Pablo lo enseña
poniendo el fundamento del amor como distintivo, ya que el diablo
puede hacer e imitarlo todo, pero nunca podrá amar, porque ésta es
la única y virtual característica de Dios en su relación con el
hombre. No hay forma de distinguir entre el obrero malo y el
bueno, a no ser por la vida, la enseñanza y el amor que muestre a
sus ovejas.
En mi ministerio me he encontrado con ambos, y no se me
haría difícil distinguirlos. El mal obrero le da importancia a los
títulos, se exalta, y trata de controlar ciertas posiciones claves en su
estructura. Si examinamos su actitud egocéntrica, descubriremos
que es muy fanático en aquello que explota, (sea idea, iglesia, o
sistema), y a la vez es muy flojo en la doctrina, y juega con el
pecado, buscando la riquezas.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
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También encontramos aquellos que se enriquecen,
obteniendo por medio de la explotación de la fe, bienes y negocios.
La otra característica es su posición voluble en problemas sociales,
dentro de los cuales se introduce como un líder, identificándose
con tal o cual ideología o mentalidad política. Por lo general el mal
obrero no habla claro, es diplomático y trata de agradar a todo el
mundo. No participa en reuniones de oración, con ministerios
espirituales, pero si busca la unidad con los ecumenistas. Son
"Doctores" de la palabra, que forjan esta falsa unidad, creando
estructuras que dan orígenes a títulos y posiciones humanas de
protagonismo, aunque debemos tener cuidado al juzgar, porque
puede haber excepciones.
No podremos juzgar a un ministro u obrero del Señor como
malo sólo porque haga algo ilógico, o se involucre en alguna
determinada acción social, o tenga un titulo de doctor. Tenemos
que evaluar sus frutos y su vida a la luz de lo que las Escrituras, la
cual nos dice como debe ser un siervo (con s), ya que puede haber
algunos que, sin darse cuenta, de forma inconsciente, o por
ignorancia, hagan cosas que puedan catalogarse como "malas",
pero que en el fondo, lo que les mueve es el deseo de dar
testimonio y proclamar el evangelio dentro de sus esquemas
teológica, ya que no todas estas reglas son aplicables a todos los
casos. Pondré un ejemplo propio. Cuando fui evangelista hice
cosas que, aunque hoy no las apruebo como correctas, tampoco las
hice como incorrectas, pues actué de acuerdo a la conciencia que
en ese momento tenía. Pero ¿cómo es eso posible?. Veamos: La
costumbre general de los evangelistas era exaltar siempre su
nombre, su foto y su trabajo, como medio de propaganda, para
alcanzar así prestigio y reconocimiento de las iglesias, y así poder
subsistir, obteniendo apoyo. Esto en sí no es malo, pero poco a
poco uno se va exaltando hasta que, sin darme cuenta, mi nombre
aparecía en grande, y Jesús en pequeño. Yo era el artista principal
de la película, y Cristo el ayudante. Ponía mi foto en todas parte.
Hoy día miro esto desde otra perspectiva, debido a que he
Mario E. Fumero
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madurado, pero en aquella época actué de buena fe, según mi
costumbre, más ahora reconozco que no debería ser así, porque en
nuestro ministerio, al que debemos exaltar es a Jesús, y lo que
hacemos, no lo hacemos nosotros, sino Cristo, al cual se le debe dar
la honra y gloria que, a veces, le robamos. Actualmente rechazo y
evito exaltarme en lo que a mí mismo se refiere, no me gusta poner
mi foto, ni siquiera usar los títulos que tengo, porque he aprendido
a ser un , y proclamar a , como Señor de
mi vida.
Creo que uno no debe dar testimonio de sí mismo, ni
demostrar con expresiones de exaltación que tenemos poder, sino
dejar que otros lo hagan por nosotros. Cuidado con juzgar, y si
juzgamos, hagámoslo como espirituales, para no caer en
murmuración, calumnia y falso testimonio.
EL OBRERO FIEL Y VERDADERO.
Hablaremos ahora del obrero fiel, que ama su obra, y se
considera, más que un "Reverendo", al cual el Señor
llamó para darse a su pueblo. La Biblia es explícita en cuanto a la
conducta que debe tener un verdadero ministro de Dios.
Lo primero que enseñó Jesús es que somos llamados a
servir y cuidar de un rebaño mediante la paternidad espiritual7,
expresada en el principio imperativo de "ID Y HACED
DISCÍPULOS". Como fruto natural de esta paternidad, nos
hacemos padres espirituales, por lo que nos convertimos en
maestros, y sin buscarlo ni quererlo, se forma el rebaño, y nosotros
llegamos a ser pastores. Esto no ocurre como producto de una
estructura, sino por las circunstancias que nos forjan en el amor y
sacrificio, ya que "El Buen Pastor, su vida da por las ovejas."
Esto no lleva a cuidar y alimentar a las ovejas, para que se
7- Es interesante ver el libro de Mario E. Fumero púbicado por UNILIT en el
1996, llamado "PATERNIDAD ESPIRITUAL".
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desarrollen, y puedan dar leche. Así nacen los ministerios, como
producto de un cuerpo funcional, evolucionan en la medida que el
cuerpo crece. Por lo tanto, si la iglesia es un cuerpo, todo es
funcional, nada es estático, así que los ministerios ni son
permanente ni son titulares, sino funcionales.
El pastor fiel no sirve al rebaño "por la paga o el salario
que recibe", aunque es acreedor del mismo. Las ovejas le dan la
lana, con lo cual premian su sacrificio, al protegerlas y guiarlas a
buenos pastos y fresca agua. No busca en sus ovejas más de lo que
éstas pueden dar, o él mismo necesita. Evita las "ganancias
deshonestas"(1 Pedro 5:2). Si alguna vez tiene que trabajar con sus
manos para ayudar a la obra, lo hace con gozo y placer, sabiendo
que su ministerio se honra, cuando por amor, tiene que trabajar
secularmente para ayudar así la obra. No deja al rebaño por los
problemas que puedan venir, aunque venga el lobo o la tormenta.
Ahí está, firme, cuidando sus ovejas. El ama la obra, y no la
vendería, ni se vendería al mejor comprador. Se goza en su rebaño
y actúa, no como teniendo señorío sobre él, sino con ánimo presto,
como que tendrá que dar cuenta a Dios por él mismo (1 Pedro 5:2-
4).
Sufre por sus ovejas. Si alguna se enferma o se aparta, su
corazón siente y padece. Vive para ellas, y no hace preferencia. Las
ama a todas, con ese amor divino que se agranda con el
llamamiento al ministerio. Tiene que haber entre pastor y oveja una
relación profunda, una unidad genuina del Espíritu, por lo que él
les llama a ellas "mis hijas" y ellas a él "nuestro padre". En otras
palabras, esto es tener un corazón de pastor, de padre.
Esta unidad produce respeto, autoridad y sumisión de unos
con otros. Buscan la meta, que es alcanzar la imagen de Jesús. El
buen ministro no cambia de idea ni de doctrina, no busca prestigio,
comparte lo que posee con otros, tiene celo por su trabajo, hasta se
sobrepasa, y deja que el celo a veces lo consuma. Ora, ayuna y
trabaja con su iglesia. Muchas veces va más allá de lo normal,
tomando él sólo toda la carga de la obra, hasta que se enferma. Se
Mario E. Fumero
22
da sin medida. Delega, con amor, responsabilidades para la
multiplicación del rebaño.
El pastor, y los demás ministerios de la iglesia, son según
la palabra, dirigidos por el Espíritu para la edificación del cuerpo.
Cada ministerio tiene su función, aunque hoy día muchas
circunstancias han cambiado en este sentido, distorsionando los
mismos, y eliminando algunos ministerios para crear otros que no
son bíblicos, limitándose el poder y la autoridad de los mismos. El
Señor quiere que demos un énfasis bíblico a los ministerios, y los
distingamos, no sólo por el fruto y llamamiento, sino también por
su fin y función.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
23
CAPÍTULO -III-
LOS MIEMBROS EN LA
IGLESIA
Conforme existen dos tipos de ministros, también hay dos
tipos de miembros en la iglesia. Pudiéramos clasificarlos como:
Ovejas o cabritos, sanos o enfermos, miembros en comunión o
aspirantes, fieles o flojos, sujetos o insujetos, acoyuntados o
desacoyuntados, comprometidos o pasivos etc. Pero me gusta más
clasificarlos bajo un concepto bíblico, no muy usado, que es el de;
"Miembros con mayúscula", que no funcionan y "miembros con
minúscula", que funcionan, o el de acoyuntado (sujeto) o
descoyuntado (suelto).
En nuestro contexto evangélico se usa mucho el término
miembro, y aunque es bíblico, muchos ignoran el sentido profundo
y conceptuar del mismo. Tomaré esta palabra, según el sentido
popular y después lo analizaremos de acuerdo al sentido bíblico,
para establecer nuestras pautas sobre esta clasificación.
El término Miembros (con mayúscula) le da a la palabra un
concepto de socio. Se usa la mayúscula para definir un título
(Excepto al empezar una oración, según ley gramatical) o posición
social. Se es Miembro, con mayúscula, cuando nos afiliamos a un
club, organización social, filantrópica o religiosa. Es por ello que
llevamos un carnet, estamos registrados en un libro de
"membresía", y gozamos de ciertos privilegios y obligaciones.
Pagamos la cuota, observamos tal o cual regla y ya está.
Aplicado este principio a la iglesia, podemos ver que
tenemos una generación de Miembros, que aunque están en un
Mario E. Fumero
24
cuerpo, no están unidos al mismo de forma profunda. Estos tipos de
cristianos se caracterizan por ser flojos, no funcionando como
cuerpo. Son socios y no parte de la empresa. Ellos creen que con
dar sus diezmos y asistir a los cultos dominicales, ya cumplieron
con su deber de Membresía. La palabra "Membresía" es un
derivado de Miembro con mayúscula, porque en sí, no es correcta
con el otro sentido de la palabra, lo cual veremos mas adelante.
Este tipo de Miembros se caracterizan por su rebeldía y capricho,
porque son adornos, y no aceptan más autoridad que la de sí
mismo. Hacen lo que quieren, y siempre hay que pasarles la mano,
para tenerlos contentos, porque son como niños. Tales son un
estorbo al verdadero crecimiento de la obra de Dios, pues no viven
la doctrina, ni la realidad de la iglesia. Son solamente Miembros
con Membresía, registrados en un libro de socios, pero que a la
larga hacen "lo que les da la gana", no se comprometen, son tan
sólo calienta-bancas.
Es triste ver que esta idea ha hecho a muchas iglesias, no lo
que Dios quería que fuesen, sino un centro de reunión, exposición,
entretenimiento, para pasar el rato, etc., algo parecido a un club que
tiene de todo, menos la vida del Espíritu. Eso si, cuando hay que
tomar decisiones en asamblea, allí están, para decidir lo que ellos
no están dispuesto a aceptar, y a veces, tuercen el quehacer de la
iglesia, porque son carnales, y no andan conforme al Espíritu.
Pasemos ahora a analizar miembro con minúscula. Esta
palabra deriva del concepto fisiológico. Una parte que funciona
ligado a otra. Así se arma un conjunto de miembros con miembros
en una unidad particular, formado un cuerpo8, cuya cabeza es
Cristo. La palabra "miembro" tiene su sentido al aplicarse a la
iglesia, como medio de referirse a su función, comparándola con un
cuerpo físico, para que así entendiéramos la estructura de relación.
Esta palabra establece el concepto orgánico de una naturaleza
8- 1 Corintios 12:27, Romanos 12:5, Efesios 1:23, Colosenses 1.24, 2:19.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
25
fisiológica, a la cual nos unimos para ser parte "de un cuerpo que
funciona". Es una tremenda realidad en la vida del cristiano, que
convierte la relación entre hermanos como una expresión de vida,
creándose una ubicación de cada cual en el quehacer del cuerpo,
junto a los ministerios.
Dijimos que decir "Membresía" era un error. Esta palabra
muy común, pero mal aplicada, no se deriva en su sentido léxico de
miembro como parte de un cuerpo. Viene de Membrete, o sea,
registro o anotación en algo. Un Membrete es algo que se imprime
en un papel, que encabeza un escrito, o una tarjeta, que forman una
agrupación con tal o cual nombre.
Si queremos explicar lo que es un cristiano, no debemos
decir que tiene Membresía, porque no se ajusta al sentido bíblico,
ya que ser miembro no es una actitud de estar, sino una forma de
ser y vivir. Debemos identificar a una persona por su función, y no
por su identificación. En este caso, lo correcto será decir un
"discípulo" o "cristiano" que funciona como miembro (parte) de un
cuerpo, ubicado dentro de un orden de sujeción, formándose así la
Iglesia.
Al explicar la función de un cristiano en la iglesia, tenemos
que aplicar el concepto de que "debe ser un miembro", para
entender cómo debe de ser y vivir. Es una parte del cuerpo unido y
sujeto a otra para realizar una función específica. Por ley natural, se
nutren y se ayudan mutuamente, estando en un estado de sujeción,
recibiendo cada uno su función en una actividad propia, pero a la
vez de equipo, sin romper la unidad, creciendo, y edificándose en
amor. En esta estructura no existen caprichos personales, se vive en
relación y comunión colectiva. Nadie busca lo suyo propio, sino el
agradar y vivir para los demás, lo cual da sentido a que la iglesia
sea una comunidad (Efesios 4:16. Filipenses 2:4-21).
Notemos que una unidad de cuerpo no es una unidad de
posición, sino de función. Se necesita estar juntos y unánimes,
sintiendo todos una misma cosa con los ministerios. Existe, más
que una relación, una verdadera comunión. ¿Qué es comunión?
Mario E. Fumero
26
Analice-mos: A veces, ciertas palabras encierran tremendos
conceptos. La relación es la unidad de dos cosas que se ponen
juntas sin mezclarse o integrarse. Ejemplo: La relación que hay
entre dos novios o entre dos que trabajan juntos, pero viven
separados. Relación es trato circunstancial, sin compromiso eterno
y sin identificación plena. Es una forma de estar y no ser. Sin
embargo, en la Comunión encontramos algo verdaderamente
fundamental, va más allá de una relación. Estar en comunión es
estar en "unidad, relación, intimidad, identificación, sentir,
conocimiento, amor, dependencia, parentesco, vida, fundirse el uno
con el otro (Hechos 2:44-46. 1ª Juan 1:6-7)". Una unidad de
miembros produce una dependencia mútua, eso es "comunión", que
es la conjugación de comúnunión. ¡Qué lindo es vivir en
comunión!, todos sintiendo y buscando lo mismo.
Es por la falta de comunión que tenemos tantos cristianos
sueltos, sin ubicación, doctrina y crecimiento. Por eso muchas
veces no podemos revelarle al mundo la realidad viviente del amor.
Estamos tan divididos y separados, a pesar de que somos de una
misma congregación. El esfuerzo por hacer crecer a ésta es inútil,
pues al ser "miembros desparramados", desubicados y descuar-
tizados, encontramos que la sangre de Cristo no circula por todo el
cuerpo para nutrirlo y limpiarlo, perdiéndose su poder en una
hemorragia de afanes vanos por vivir en nuestros caprichos. Jesús
enseñó que el poder está en la unidad, que todo reino dividido
termina destruido (Lucas 11:17).
La expresión "descoyuntar" expresa lo mismo, la relación
que tiene una parte del cuerpo ligada a otra para formar así una
dependencia, como dice San Pablo: "De parte de él todo el cuerpo,
bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas
las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad
proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edificándose
en amor" (Efesios 4:16). Por lo que el "descoyuntar" es la acción
de separar a un hermano insujeto de su relación con el cuerpo, ya
que no quiere vivir dentro de la unidad de la Iglesia.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
27
Quiera Dios que entendamos y vivamos la realidad de
verdaderos ministros y miembros del cuerpo de acuerdo a la
voluntad del Señor. AMEN.
Mario E. Fumero
28
CAPÍTULO -IV-
LOS SISTEMAS DE GOBIERNO
LOCALES
A través de los últimos 300 años de la historia de la
iglesia, descubrimos la desesperada lucha de ésta por encontrar un
gobierno congregacional que se ajuste tanto a la enseñanza bíblica,
como a la necesidad reinante en cada momento. En la Edad
Medieval, la iglesia, degenerada en un imperio, tenía como método
de gobierno el sistema jerárquico, tan entronizado en la vida socio-
económica y cultural de su mundo. Con la muerte del último
apóstol, Juan, cerca del año 100 d.c, vemos que, de forma lenta y
gradual, la iglesia dejó el sistema apostólico, para ajustarse a las
situaciones históricas de cada época.
En los diferentes países donde floreció el poder religioso,
se produjo una degeneración del gobierno apostólico, alcanzando
su punto culminante con la conversión de Constantino, y el famoso
Edicto de Tolerancia (313 d.c.). Desde ese momento empezó el
proceso de jerarquización y supremacía humana dentro de la
iglesia, hasta que alcanza el oscurantismo espiritual más grande en
la Edad Media (1100 al 1517 d.c.) desembocando en una
perversión total del Evangelio.
Con la Reforma Luterana (1517), la iglesia naciente adoptó
un sistema parecido al de Roma, rompiendo tan sólo con la
supremacía papal, causa esencial de muchas desviaciones
doctrinales, a las cuales Lutero se opuso con la proclamación de
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
29
sus 95 tesis contra las ventas de indulgencias, en donde proclamaba
que "el justo por la fe vivirá" (Romanos 1:17).
Sin embargo, los cristianos, en esa época de la historia, no
lograron alcanzar la forma bíblica de función en la vida de la
iglesia, de acuerdo al marco del libro de los Hechos de los
Apóstoles. No podemos explicar claramente, por medio de las
escrituras, la forma de organización que tenía la iglesia primitiva,
porque lo importante no era el gobierno, sino la vida del Espíritu y
además, era tan directa la orientación de Dios al cuerpo, que lo
estructurar importaba poco. En el libro de los Hechos, la autoridad
nacía de la paternidad espiritual, y se reconocía la autonomía de
cada iglesia local en la ciudad. Sus vínculos con otras iglesias eran
por medio de los ministerios apostólicos, los cuales establecían en
cada congregación un consejo de ancianos9.
Vamos a analizar brevemente algunos sistemas de
gobiernos que han aparecido desde la reforma de Lutero, hasta
nuestros tiempos, para entender mejor el trasfondo del tema.
I. EL GOBIERNO JERÁRQUICO.
Fue desarrollado por la iglesia cristiana establecida en
Roma a partir del año 313. Paulatinamente, el centro de control de
la iglesia, tanto local como universal, fue cayendo en manos de
ciertos líderes con autoridad absoluta y por designación humana,
alcanzando algunos de éstos una mayor posición dentro del
gobierno eclesiástico. Este concepto creó diferentes niveles de
mando, no solamente en la iglesia local, sino regional, nacional y
universal. Aparecieron títulos que identificaban las diferentes
grados autoritarios y, poco a poco, los de niveles más altos
ostentaban poderes mayores, culminando con un líder máximo, al
cual se llamó "santo padre", y más tarde "Papa", dándosele poderes
9- En Hechos 11:19-26 se nota la autonomía de la Iglesia de Antioquía en
relación con la de Jerusalén. Pablo en sus viajes establece ancianos en las iglesias, Hechos 14:23. Tito 1:5.
Mario E. Fumero
30
de infalibilidad, lo cual culmino en el 1871 cuando en el Concilio
Vaticano I se ratificó esta infabilidad cuando hablaban en
"EXCATEDRA". Aparecieron, además del Papa, los cardenales,
obispos, arzobispos, sacerdotes, seculares y laicos.
Este sistema clerical, por niveles y privilegios, degeneró de
forma terrible en la Edad Media. Los puestos claves eran
alcanzados más por poder del dinero y la fortuna, que por virtudes
y méritos propios, lo que introdujo a falsos cristianos a posiciones
espirituales elevadas, conduciendo la iglesia al desastre total. En
este sistema todo el poder está arriba, en el gobierno universal del
Papa y los cardenales. Todo lo que venia de arriba era ley, a lo que
se le llamó "dogma de fe". Si el Colegio Cardenalicio o el Papa lo
decían, tenía que ser aceptado sin discusión, introduciéndose,
lentamente, doctrinas contrarías a la realidad bíblica. El poder
papal llegó a ser absoluto en el área religiosa, política y
ciencitifica.10
El caos sembrado por la corrupción del sistema jerárquico
culminó con la reforma Luterana, que dio origen al surgimiento del
"protestantismo". La iglesia abusó terriblemente de su poder. Su
autoridad y sus dogmas oprimieron de tal forma a la ciencia,
gobiernos y cultura, que se produjo una violenta revolución
renacentista, la cual se quiso apagada por la Santa Inquisición,
pero fue en balde, ya que al salir la Biblia a la luz de las masas
oprimidas, la rebelión contra Roma se generalizo, y muchos países
comenzaron a hacer lo mismo. Aún los científicos, reyes y sabios
apoyaron, de una forma u otra, esta "liberación del imperio católico
romano", surgiendo el renacimiento, que creo las condiciones para
el advenimiento de la reforma luterana. y posteriormente la
Revolución Francesa e Industrial.
10- Existe un famoso documento llamado <DICTATUS PAPAE> publicado por
Gregorio VII en el 1075, que se conserva en la Biblioteca Vaticana, en el cual se expone todos los poderes del papado sobre todos los aspectos de la vida social y civil que dominaba la Iglesia Católica Romana.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
31
Durante este período renacentista la todopoderosa iglesia
de Roma enjuicio a todos aquellos que contradijeran los
dictámenes del Papa, como Galileo, que fue víctima de la
inquisición tan solo por afirmar que "la tierra se movía".11
El arma más poderosa del clero era la "Excomunión",
basaba en el poder de "atar y desatar"12
, que fue interpretado más
allá de lo que la Biblia estipula, por lo que se convirtió en el arma
más usada por el papado para lograr sus fines políticos. Bastaba
"excomulgar" a un rey o gobernante, para que éste perdiera su
trono o posición, y tuviera que humillarse ante la iglesia y sus
autoridades.
El poder llegó a regular, poner y quitar líderes políticos,
reyes y gobernadores en toda Europa. Degeneró hasta los niveles
más bajos de opresión, abuso y explotación jamás conocidos en la
historia del cristianismo. Llegaron a hacerse barbaridades
inconcebibles en la fe cristiana. El fácil acceso de hombres poco
espirituales a puestos claves por privilegios, hizo que esta
corrupción evolucionara más rápidamente, hasta conducir a la
iglesia a una vergonzosa historia. Podemos afirmar que todo
gobierno jerárquico tiende al poder absoluto, y esto corrompe,
además de no ser de origen divino.
11- Tenemos por ejemplo a Erasmo de Rotterdam, que en el 1501 escribió una
obra llamada "El elogio a la locura" en la cual sutilmente criticó a la Iglesia Católica. También Dantes en sus obra "La Divina Comedia" criticó duramente el papado. Otros como Santa Teresa de Jesús y Juan de la Cruz (1515-1582) estuvieron a punto de ser muertos por la Inquisición al tratar de introducir cambios o emitir criterios contra el poder de la Iglesia Romana en España.
12
- Mateo 16:19, 18:18. Aquí se apoyan los padres de la Iglesia Católica para
apoyar sus doctrinas dogmáticas, así como la EXCOMUNIÓN y ventas de indulgencia. En realidad, el sentido clásico es el concederle poder a sus discípulos para obrar con autoridad en relación a los demonios, a la predicación y al orden dentro de la Iglesia. Se puede "excomulgar" por causas de pecado oculto,(1 Cor 5:5) o por causar división en el cuerpo (la iglesia) (Tito 3:10.) El término excomunión es equivalente a desechar a aquellos que no se sujeten al orden establecido, pero no es un arma para manipular a las personas que no están integrados a la comunidad, y debe usarse sólo en aquellos casos explícitos dentro de la Palabra.
Mario E. Fumero
32
II. GOBIERNO CONGREGACIONAL “DEMOCRÁTICO”.
Como consecuencia de la jerarquía eclesiástica, que era
una dictadura radical, nace otro sistema opuesto, el
congregacional. Este se basa en la introducción de la democracia
dentro de la iglesia local, nacional y universal. El principio de este
sistema está en el igual derecho para todos, tanto del pastor, como
de los miembros, los cuales se constituyen en asamblea, tanto local,
nacional o internacional, para determinar toda la política de
función o acción de la misma. En este marco hay diferentes tipos
de reuniones o asambleas, como las de negocio, para elegir al
liderato, para hacer reglamentos, para nombrar directivas, etc. El
pastor, dentro de este esquema, es nombrado o despedido de la
congregación en base a votación, así como los diáconos y demás
puestos claves del gobierno local.
Cuando las iglesias locales forman una unidad con otras en
una nación o país, se forma una organización nacional, misión o
denominación, que también se puede llamar concilio o asamblea
nacional. Cuando esta forma existe, se hacen asambleas nacionales,
a las cuales cada iglesia local, ligada a la organización, envía a sus
delegados para que expongan sus puntos de vista. La decisión
tomada en asamblea es determinante para toda la organización, a
las cuales deben sujetarse todas las que forman este concilio.
Dentro de algunos esquema se respeta la autonomía de las iglesias
locales, pero aunque hay unos sistemas más impositivos que otros.
La discusión en estas reuniones sigue las pautas del
procedimiento parlamentario. Las decisiones se toman por voto,
secreto o público. No sólo se establece el liderato, sino también
aspectos de la doctrina, proyección, función de la iglesia, normas
administrativas etc. El pastor dentro de este esquema es muchas
veces un empleado. La democracia en la iglesia es la mejor forma
de gobierno, "humanamente hablando", en comparación con el
sistema clerical que es una dictadura impositiva. Quizás el miedo al
abuso de la autoridad apostólica condujo a los cristianos a escoger
el sistema congregacional como el mejor, pues en cierto sentido,
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
33
evita el monopolio de autoridad, aunque, en sí, pueda también
degenerar, como ha ocurrido en muchos grupos en donde otra
dictadura, "con apariencia de democracia", surge, manipulándose
las elecciones, así como las expresiones e informes. El ejercer un
derecho democrático no determina siempre un sistema mejor de
gobierno, pues la democracia depende en gran parte de la madurez
y solidez de los que la ejercen, de lo contrario se puede desvirtuar
en un sistema también corrupto.
Uno de los peligros de la democracia en la vida de la
iglesia está en el daño que puede hacer el espíritu político,
creándose partidismo dentro de la comunidad, que puede llevar a
los hermanos a luchas internas por el poder, dando lugar a
contiendas, disensiones y enemistades. Otro aspecto negativo de
este sistema es la falta de madurez de muchos que no saben usar su
derecho al voto. Esto puede conducir a una desviación doctrinal, o
de trabajo, al quedar todas las decisiones en manos de una mayoría
que por ser nuevos creyentes, pueden conducir a la asamblea hacia
el libertinaje de forma democrática. Es lógico que esto ocurra, pues
al dársele a todos el mismo derecho, no podemos establecer las
pautas de niveles espirituales que hay entre los que toman leche
(niños), de los que comen vianda (mayores), y de los que ya pueden
ingerir alimento sólido (los maduros), ya que todos no tienen la
misma capacidad para ejercer consejos sabios en la vida de la
iglesia.
No podemos negar que frente a la jerarquización es mejor
democracia, pero no por ello debemos ignorar sus peligros.
III. EL GOBIERNO EPISCOPAL.
Entre los dos extremos expuestos, democracia y jerarquía,
hay algunos intermedios, unos parecidos al primero, otros al
segundo. Este es el gobierno EPISCOPAL, una suavización del
jerárquico. Tuvo su origen en Inglaterra, después en Alemania,
siendo el método adoptado por los seguidores de Lutero, de forma
parcial. La palabra episcopal viene del griego "EPISKOPOS", que
Mario E. Fumero
34
traducido en el Nuevo Testamento es equivalente a OBISPOS. El
sentido de la palabra "obispos" indica: "Ministerio elegido sobre
otros ministerios" y, según se entiende en la Biblia, eran aquellos
que, dentro de una comarca territorial (diócesis), velaban por la
doctrina de las iglesias en una región. Es una función similar a la
de los apóstoles. El sentido actual de obispos esta vinculado al
concepto de una autoridad sobre una serie de iglesias, ya sea en
forma de asamblea (combinación congregacional) o en forma
jerárquica (por nombramiento de arriba). Esta forma de gobierno
hace que la directiva de la iglesia sea ejercida por un ejecutivo o
sínodo, y en cada región hay un superintendente u obispo sobre los
distritos, pastores locales, etc., los cuales son como una autoridad
sobre las iglesias y sus ministerios. Unos sistemas episcopales,
como el reformado, entrelaza la autonomía y la democracia, otros
como en la Iglesia Episcopal Inglesa, son más verticales en la
autoridad, y no dan oportunidad a la democracia. Otros
movimientos pentecostales tratan de ajustar dentro del sistema
congregacional evangélico, la autoridad episcopal, la cual, muchas
veces, llega a ser elitista.
IV. EL GOBIERNO PRESBITERIANO.
El vocablo "Presbiteriano" viene del término
"Presbyteros". Se usaba para referirse a los ancianos que
gobernaban la iglesia primitiva. Este sistema establece el gobierno
local bajo la dirección de un grupo de ancianos que son la
autoridad local o nacional de la misma. Pueden ser nombrados por
la iglesia local o por la junta nacional. Se asemeja mucho a la idea
del libro de los Hechos; "establecer ancianos en la iglesia", pero
en muchos casos se consideran ancianos a personas que carecen de
capacidad para gobernar o pastorear, (no siendo llamados por Dios,
sino elegidos por la Iglesia a través de la democracia) pues se juzga
más la edad física, que la madurez espiritual o el llamamiento,
creándose conflictos. También en la designación de los ancianos, y
su autoridad, se producen algunos tipos de problemas,
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
35
principalmente por la falta de una definición en sus funciones
ministeriales. Algunos sistemas presbiterianos toman en
consideración la opinión del pueblo por medio de asambleas, otras
veces estos presbíteros son como caciques en la iglesia, y
manipulan al pastor "contratado". Hay casos en que los presbíteros
o ancianos de una congregación son "argollas familiares", que
por ser fundadores, se toman derechos que no son de origen
apostólico. Debemos excluir aquellos casos de paternidad
apostólica, que aunque establecen ministerios, son honrados por
sus iglesias, porque ejercen la misma dentro del sentido de la
relación padre-hijo.
V. EL GOBIERNO AUTOCRÁTICO O CACIQUISTA.
Es el más común cuando hay iglesias independientes de
concilios u organizaciones nacionales o internacionales. Esta forma
de congregación tiene la misma estructura que las tribus indias
americanas. En cuanto al funcionamiento de sus ministerios, se
caracteriza porque el líder se constituye en la única autoridad
soberana sobre la iglesia local. Es por ello que se le puede llamar
"CACIQUE", y a los creyentes, "los indios".
Es donde el pastor (un solo hombre) tiene todo el poder en
sus manos. Es el dueño de la propiedad, las ofrendas y diezmos.
Controla y dirige todas las actividades de la iglesia, tomando él
todas las decisiones. Nadie puede ser líder junto a él si no se ajusta
a sus ideas. Él mismo los nombra, y los quita cuando no comparten
sus ideas, formando una camarilla a la cual maneja como le place,
muchas veces escudados en revelaciones y profecías que usa para
acentuar su autoridad. Tiene el monopolio de los sacramentos y la
predicación en todas las reuniones. Es el todo de la iglesia,
adoptando cualquiera de los sistema de gobierno ya mencionados,
dando apariencia de tener un sistema congregacional, o explotando
el concepto apostólico, el cual manipula para su propio fin.
Es típico ver en este gobierno el clásico "pastor orquesta",
impidiéndole a la iglesia funcionar bajó su hegemonía, por lo que
Mario E. Fumero
36
la congregación tiende a desintegrarse cuando el hombre muere, se
va, o peca. De este tipo de personaje nacen muchos grupos
evangélicos que actúan y se comportan como "sectas". Uno de los
graves peligros de este sistema está en que son prolíferos en
divisiones, pues cuando ellos oprimen al rebaño, o anulan a
cualquiera que le haga oposición, aparecen luchas intestina dentro
de los que forman su "argolla", y el caos lo inunda todo.
VI. EL GOBIERNO APOSTÓLICO.
Al analizar el sistema bíblico de gobierno en la naciente
iglesia primitiva, encontramos una idea no muy clara de cómo
funcionaba y se estableció en su etapa inicial. La idea de Dios,
desde Moisés hasta Cristo, era la de establecer un pueblo que fuese
gobernado por medio de su revelación. Para los judíos esa
revelación eran "Las leyes Mosaicas", y para los cristianos, "La ley
del amor en el Espíritu Santo". A este gobierno le llamamos
teocracia. Esta palabra viene del griego THEOS que significa
Dios, y KRATEIN, que es dominar, reinar. Es la forma más pura y
bíblica de gobierno que todo pueblo al servicio de Dios puede
tener. Empezó a vivirse con los judíos en el desierto. Dios
determinaba las leyes y la conducta social a través del líder
escogido por él mismo, Moisés, el cual debía obedecer sus
instrucciones, dadas por revelación. Este, a su vez, nombró
ancianos que le ayudasen a cumplir los preceptos delegados por la
palabra de Dios, y estableció un orden bajo esta teocracia,
nombrado líderes sobre los mil, las cien, los cincuenta y los diez
(Ex 18:13-21). Esta forma de organización fue dada a Moisés por
Jetro, pese a que había ancianos por tribus que formaban el consejo
del pueblo de Israel para resolver los casos más difíciles.13
En la iglesia primitiva había dos ideas básicas en su
estructura naciente; una era el "HACED DISCÍPULOS", el cual
13
-Éxodo 3:16, 24:1, Numero 11:16, 1 Reyes 12:8.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
37
fue el mandato dado por aquél que también hizo discípulos, y
ordenó hacer lo mismo. El otro principio era el de "La doctrina de
los Apóstoles", el principio de las enseñanzas de los apóstoles
como fundamento. Llamamos a esta etapa de la iglesia primitiva
"ETAPA APOSTÓLICA", porque su función dependía de las
enseñanzas de los apóstoles. El apostolado es la función
permanente y contínua del cuerpo hacia la perfección, y una de las
más importantes dentro de los ministerios. La palabra apóstol
significa "los enviados", o "los escogidos" para fundar y establecer
iglesias. Ellos son los que ponen la base del gobierno local,
formando el consejo de cada congregación, entre los cuales el de
"apóstol" es el mayor de todos los ministerios en relación a
experiencia y crecimiento. Esta superioridad no es respecto a poder
o autoridad humana, sino en posición de ubicación o función, ya
que la autoridad nace como producto del reconocimiento y la
paternidad, y no por imposición, elección, o como tomando un
señorío humano.
Así pues establecemos la pauta del patrón apostólico, el
diseño de la iglesia es semejante al del pueblo judío, bajo la
dirección de Moisés. Los apóstoles orientan y forman un cuerpo en
donde cada uno tiene su ubicación y función, de acuerdo al consejo
que ellos mismos dejaron en sus epístolas, y en el libro de los
Hechos.
CONCLUSIÓN.
Hemos visto algunos de los tipos de gobiernos existentes
en las iglesias cristianas de nuestro tiempo. Todos tratan de ayudar,
y en ciertos lugares y situaciones han sido efectivos y buenos.
Muchas veces estos sistemas han caído en deterioro debido a que
no hay dirección bíblica, o por circunstancias de índole histórica
han llevado a la iglesia a una perdida de la libertad en el Espíritu,
no dando lugar a la manifestación carismática dentro el cuerpo.
Debemos ambicionar y buscar el mejor patrón bíblico de
gobierno para la iglesia, y ello lo encontramos en dos lugares:
Mario E. Fumero
38
Primero: En la Palabra de Dios, sus enseñanzas en el Antiguo y
Nuevo Testamento.
Segundo: En la revelación fresca del Espíritu a través de sus dones
y dirección divina, lo cual hace que la iglesia entre en la etapa del
gobierno TEOCRÁTICO.
¿Pero como podremos llegar a una teocracia en momentos
tan difíciles como el nuestro, donde el poder y la ambiciones arropa
la Iglesia? Esta es una gran pregunta que trataremos de contesta.
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CAPITULO -V-
EL GOBIERNO DE DIOS
La Democracia es el sistema de gobierno en el cual la
mayoría manda, pero por escuchar a la mayoría, muchos jueces y
reyes de Israel perdieron la bendición de Dios, cayendo en la
esclavitud. No siempre una asamblea toma decisiones correctas,
porque por desgracia, en la mayoría hay carnalidad y capricho. A
veces, esta mayoría que no tienen la razón, actúan contrariamente
a la verdad revelada por el Señor, influenciados por el entorno, o la
manipulación de algún "listos" que por medio de filosofías huecas,
conduce a la gente por caminos torcidos, llevando a la mayoría
hacia el caos y la destrucción. No podemos negar que la
democracia es hermosa cuando hay madurez y educación para vivir
en ella, pero cuando hay ignorancia, inmadurez y descontrol, se
convierte en el medio más apto para el libertinaje y la corrupción.
No podemos basar todo el gobierno de Dios en una democracia
total.
LA TEOCRACIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. Dios, a la hora de establecer el gobierno de su pueblo no
tomó en cuenta la opinión del hombre. Él conocía las debilidades
humanas. A él no le importaba lo que el hombre pensara o quisiera,
como hombre carnal y pecador, ya que tenía su plan para restaurar
la naturaleza viciada.
A Dios le importa la necesidad del hombre, mayormente
espiritual. Es por ello que resuelve crear una forma de vida
Mario E. Fumero
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mediante la cual se redimiera, para que así se sometiera
voluntariamente a su señorío, formando un pueblo bajo el mandato
de su hijo amado, Jesús.
Dios llama a Moisés, y en el monte Sinaí le entrega las
leyes y los mandamientos para que su pueblo, libertado de la
esclavitud humana, viviese bajo el dominio del Todopoderoso. Es
ahí donde se forma la , el gobierno de Dios a través
de leyes y líderes establecidos por él mismo.
Una vez en la tierra prometida, Josué sustituye a Moisés y
se establece la etapa de los jueces. Recordemos que Moisés,
aunque hacía cumplir las leyes de Jehová, no tenía el poder en sus
manos. El había organizado al pueblo poniendo ancianos que lo
ayudasen a gobernar. Estableció un sistema similar al “discipulado
cristiano.” Puso líderes sobre diez, cincuenta, cien, y mil. Con
Josué nace el período de los Jueces. Éstos eran juzgadores y
voceros de Dios, que guiarían al pueblo por las leyes y normas
establecidas. Hubieron muchos jueces, algunos fallaron, pero ¿qué
hacía Dios cuando sus líderes fracasaban en la teocracia?. Los
eliminaba y ponía a otros, pues todos, incluso el líder, tenía que
vivir bajo su gobierno. Dios no acepta el soborno, ni tolera el
abuso de autoridad. Él era el Rey de su pueblo, y sus líderes
obedecían sus mandatos. El mismo Moisés no pudo poseer la tierra
prometida al desobedecerle, ya que en vez de hablarle a la peña, la
golpeó, confiando más en su fuerza que en la palabra dada por Dios
( Número 20:8-13).
Después encontramos el hecho de que el pueblo reclama
un Rey, rechazando el gobierno de los jueces, por lo que cual cada
uno hacía lo que mejor le parecía, (Jueces 21:25). Este anarquismo
continuó, y nació el deseo de imitar a los otros pueblos, llegando a
cometer un tremendo disparate, que es lo que nosotros llamamos
"petición democrática", porque fueron delante de Samuel a pedirle
que le dieran "un rey" como los otros pueblos.
Samuel consultó al "Jefe", (JEHOVÁ). El pueblo estaba
desechando el reinado de Dios por medio de los jueces, para poner
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
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un rey humano, y establecer una monarquía humana que se
adaptara a la teocracia divina. Dios le hizo ver al pueblo por medio
de Samuel las consecuencias de esto, pero frente a la insistencia del
mismo, aceptó complacer el deseo de la mayoría, aunque sabía que
esto les llevaría al fracaso, pero les dejó comprobar que fuera de su
Señorío, no puede haber un verdadero reinado.
Se nombró a Saúl como primer rey, pero éste, dejándose
llevar por la voz del pueblo, y no la de Dios, cometió serios errores
(1 Samuel Cap. 15). Dios lo desechó debido a su desobediencia, y
puso en su lugar a David (1 Samuel 16). Notemos que pese a que
habían reyes, Dios todavía intervenía cuando sus siervos no hacían
lo que Él había determinado. Muchas veces desecho a aquellos
reyes que se apartaban de su Palabra, entregándolos a fracasos y
cautiverios. En la teocracia, Dios gobierna con mano fuerte, gústele
o no al hombre. Tenían que hacer lo que Él ordenaba, no había otra
alternativa.
La teocracia divina es un gobierno firme, aunque en el
mismo se respeta el derecho de elección del hombre. Algunos
afirman que era una dictadura. La palabra "dictadura" significa
"gobierno por la fuerza", pero el gobierno de Dios se diferencia
de ésta en que el hombre se puede rebelar contra él, estableciendo
otros criterios, como hizo el mismo pueblo de Israel a lo largo de su
historia, cuando desechó a los jueces, para pedir rey, y cuando
desecho la Palabra de Dios, y de los profetas, para ir tras los ídolos
paganos.
Dios actúa en su soberanía, y no discute con nadie sus
pautas. Él ordena, esperando que su pueblo obedezca, y no espera
órdenes nuestras para actuar. Siempre el hombre juzga y opina
mirando la apariencia, lo que hay fuera, pero Dios va mucho más
lejos. Fue por ello que a Samuel le pareció que cualquier otro hijo
de Isaí podría ser rey, mirando lo fuerte y grande de su físico, pero
Dios le muestra que no es lo hermoso de su parecer, ni lo externo,
pues Dios mira lo que el hombre no ve, lo más recóndito del
corazón y los pensamientos (1 Samuel 8:1-22, 16:7).
Mario E. Fumero
42
¿Quiénes somos nosotros para decirle a Dios lo que
tenemos que hacer? Nuestro deber dentro de esta teocracia es
obedecerle. Él habla y apela a la obediencia, a la sujeción
voluntaria. Cuando el hombre impone por la fuerza sus leyes y
caprichos, crea una dictadura impositiva y coactiva, de la cual no
hay cómo escaparse, sin embargo, Dios nos somete a su teocrática
apelando a nuestra voluntad, humildad y sujeción. Uno es libre de
aceptar su dominio, o de rebelarse. Vivir bajo el reino de Dios es
algo que no se impone, sino que se escoge y acepta de forma
voluntaria. Dios al hablarle a Moisés le dijo en varias ocasiones:
"...si mi pueblo hiciera lo que yo les mando, yo seré Jehová, los
cuidaré, os bendeciré, les daré larga vida..." (Deuteronomio 4:6,
11:22, 17:19, 29:9).
Encontramos continuamente, la promesa divina de
protección. Si somos fieles a sus mandatos, porque él apela a
nuestros corazón y voluntad, seremos bendecido y protegido bajó
su abrigo (Salmo 91:1). Nunca vemos a Dios imponiéndole al
hombre sus deseos, aunque él lucha con la naturaleza humana, deja
al hombre que tome la decisión de "servirle o dejarle". El mismo
Josué exclamó: "Mirad a qué dioses vais a servir, pero yo y mi
casa serviremos a Jehová" (Josué 24:15).
LA TEOCRACIA EN EL NUEVO TESTAMENTO. En el Nuevo Testamento se estableció las bases de un
gobierno similar a las del pueblo judío. En la iglesia, la teocracia se
hace más real y visible a través de un ministerio más amplio y
completo, que incluye la redención y la dirección permanente del
Espíritu Santo en la vida del creyente.
Dios constituye a Jesús como Rey yy Señor (se le llamaba el
KYRIOS). Jesús proclama un REINO y todos aquellos que quieran
entrar al mismo deben confesarle y aceptarle como Señor,
sometiéndose totalmente a su voluntad. La iglesia es un gobierno
teocrático, en donde Cristo reina y gobierna a su pueblo por medio
de su Palabra, y con la intervención permanente del Espíritu Santo.
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No vamos a gobernar su iglesia de acuerdo a las opiniones
humanas, o bajo el capricho de algunos líderes, que actúan como
dueños de la iglesia. Para el Señor, nuestras opiniones son como
nada, ya que todo lo que tenemos que hacer, decir y vivir, está
expuesto por Jesús y sus apóstoles en su Palabra, y sobre ese
fundamento debemos edificar la iglesia (1 Corintios 3:11).
En el Nuevo Testamento tenemos claramente las dos
formas en que Jesús gobierna a su pueblo, y no entiendo por qué
tantas personas se confunden, y andan de una teoría a otra,
buscando luz acerca de cómo gobernar la iglesia, cuando el Señor
nos dejó las pautas para lograr este fin bajo su reinado, sin caer en
una jerarquización, caciquismo o anarquismo espiritual.
DOS FORMAS DE GOBIERNO DIVINO EN LA IGLESIA.
Tenemos dos formas de vivir en la teocracia:
La primera, está en la Palabra de Dios, los evangelios, los
Hechos y las epístolas. En ellos encontramos la revelación divina
para ser verdaderos discípulos, y formar en nuestras vidas un
carácter, una disciplina y una forma de vida en comunidad. El
Señor enseña a sus discípulos, y éstos a su vez a los que después
vinieron, lo que es una vida sometida a su Señorío (la renunciación
al ego).
El les formó y enseñó bajo disciplina y obediencia la
imperiosa necesidad de una renunciación a nuestro “yo” y la
aceptación de su voluntad sobre la nuestra. Sus llamamientos
fueron claros y precisos, como lo hizo con Mateo: “Pasando Jesús
por allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al
banco de los triibunos público, y le dijo: Sígueme. Y se levanto y le
siguió”.
En la vida cristiana tenemos que aceptar el mandato de
Cristo, nos guste o no. Es una actitud por la cual someto mi vida de
forma voluntaria a su señorío, y el que quiera ser cristiano tiene que
estar dispuesto a someterse. Éste es el mensaje evangélico de los
apóstoles: "El que cree en mí será salvo y el que no cree será
Mario E. Fumero
44
condenado": No hay punto intermedio (Mateo 9:9-10, Juan 3:18,
Marco 16:16). Cada líder del cuerpo, cada ministerio y cada
discípulo tiene que hacer girar todas las cosas sobre las demandas
de Cristo, sobre la cabeza que rige todo. Como ministros tenemos
que hacer cumplir esta "teocracia cristocéntrica".
Nuestros discípulos deben aceptar, sin ninguna excusa o
lógica, las órdenes de Él, y tenemos que imponer la palabra para
que la vivan y la cumplan. En Mateo ordena que después que hagan
discípulos, les enseñen que guarden (o sea, vivan o adopten como
modelo de conducta) todas las cosas que Él nos ha mandado,
porque la meta del cristiano es hacer todo lo que su Señor les
ordena y sólo así seremos verdaderos discípulos de Jesucristo
(Mateo 28:20, Santiago 1:21-22).
Debemos enseñar, hablar y revelar lo aprendido con
nuestra vida. Si no se logra esto, hay que exhortar y reprender, y,
por último, disciplinar o desechar ( Tito 2:3, 3:16). El fin del
gobierno de Dios es que vivamos todo lo que él ordena a su pueblo.
Que entendamos qué es su teocracia, y voluntariamente, nos
sometamos a ella para ser verdaderos hijos de Dios. En su reino,
todas las pautas de vida y función las da el Señor. Nadie, por más
sabio que se crea, puede decir o contradecir lo establecido. Es ahí
donde encontramos la importancia de ser humilde, manso y
sencillo, porque sólo con estas virtudes podremos ser y vivir bajo el
reinado de Jesús. Cuando los cristianos no aceptan estas normas
bíblicas de Señorío, sujeción y humildad, encontramos tristemente
que la iglesia se convierte en algo así como "una religión más", un
grupo que sólo aparenta algo que en su fondo no tiene. No es
"hacer lo que quiere y desea", sino lo que Cristo manda y ordena,
para que no nos reclamen de que "cada cual busca lo suyo propio y
no lo que es de Cristo" (Filipenses 2:21).
La segunda forma en que se gobierna una iglesia es por
medio de la dirección del Espíritu Santo. Las verdades están
escritas en la Palabra, pero la iluminación de estas verdades a
nuestras vidas, y el poder para vivirlas, viene por medio del
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
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Espíritu Santo. Dice la Biblia que Él nos guía a toda verdad y
justicia (Juan 18:13). El Espíritu obra, confirma y opera las
verdades apostólicas, impartiendo dones y capacidades para que en
familia, crezcamos y vivamos todas estas realidades.
El Espíritu es el que manda, de acuerdo al orden bíblico, a
los ministerios para que gobiernen la iglesia. Establece a aquellos
que, como los jueces del Antiguo Testamento, dictan y cumplen las
ordenanzas divinas dentro de la vida en la iglesia. Es el Espíritu el
que nos ubica, poniendo a cada miembro en el lugar que Dios
desea. Es el Espíritu el que da crecimiento, el que nos guía hacia
aquellas verdades más necesarias, y que debemos enfocar con más
énfasis dentro del diario quehacer en cada comunidad. El que opera
dones y milagros para revelar de esta forma el poder de Dios para
salvación.
EL ESPÍRITU Y LOS MINISTERIOS.
La función principal de los ministerios, es la de hacer
cumplir la Palabra bajo la dirección del Espíritu. Él es el que
comunica la voluntad de Dios a su iglesia, por medio del patrón
bíblico, y a través de aquellos que son ministerios de la iglesia, y
que guían al pueblo a buscar la esencia del mismo sentir y vivir en
Cristo. El constituir una iglesia en cuerpo, del cual Cristo es la
cabeza, conlleva un orden de "posición". Existen miembros que, en
posición, son superiores a otros, pero, en función todos somos
iguales, pues la cabeza es una. Es absurdo pensar que la iglesia
pueda tener dos cabezas, o que todos los miembros dependan
directamente de la cabeza.14
El principio del cuerpo con una CABEZA gobernando
todo, es una monarquía, ya que aquellos que aceptan el llamado, se
someten a "todas las cosas que Jesús manda", y éste impone las
órdenes, pautas y funciones que debemos seguir, porque todo el
14
- Filipenses 3:15-16, Efesios 1:21-23, 1 Corintios Cap.12.
Mario E. Fumero
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cuerpo tiene relación en posición y unidad de función. Las órdenes
van pasando y dirigiendo a todos hacia un fin común. Pablo
expresa a los Filipenses que debemos crecer en unidad; "hasta que
sintamos lo mismo y sigamos la misma regla" (3:16).
Funcionalmente, un cuerpo trabaja bajo las órdenes de la
cabeza, a través de los miembros superiores y hasta los más
inferiores. En la medida que entendamos el funcionamiento de un
cuerpo físico, podremos comprender 1 Corintios 12:14-28, y
entender mejor la obra del Espíritu Santo en la vida de la iglesia y
del discipulado.
COMO ESTABLECER LOS MINISTERIOS.
La forma de órdenes y funciones se revelan claramente en
el libro de los Hechos. Dios escoge a los hombres; no son los
hombres los que escogen los ministerios, ejemplo: Samuel no
escogió a Saúl, sino Dios, pero éste ejecuta las órdenes para hacerle
rey, ungiéndole. Después Samuel, siguiendo órdenes, lo desecha y
unge a David. Así también en la iglesia el Señor, por medio del
Espíritu Santo, escoge a Pablo y Bernabé, pero los ministerios de la
iglesia de Antioquía, obedeciendo al Espíritu, les imponen las
manos y los envían a predicar.
Los ministerios deben ser la expresión de lo que Dios
ordena. Su iglesia se gobierna por medio de cada hermano, ubicada
en una posición, en amor y sujeción los unos con los otros. Por
medio de los frutos y la multiplicación se adquiere la autoridad y a
su vez, el Espíritu confirma los ministerios.
En la iglesia todo sigue un proceso natural, de acuerdo al
crecimiento, y no debe de haber fenómenos, porque es un cuerpo
funcional y evolutivo. Todo sigue un proceso lento pero constante.
¿A caso un niño al nacer, le sale bigote y dientes a los pocos días?
Imposible, y si algo así ocurriera seria un "fenómeno", un
crecimiento anormal. Actualmente muchas estructuras eclesiásticas
están llenas de anormalidades, por no decirle “fenómenos”.
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Hay muchas cosas que debemos hacer de acuerdo a la
situación histórica que vivamos, y a la necesidad del momento que
no están determinadas en la Palabra. La Biblia es como un manual
de medicina, ésta contiene todas las enfermedades, diagnósticos y
tratamientos, pero no es suficiente el que uno la tenga y la lea, se
necesita que la conozca, y la aplique en cada caso de acuerdo a la
necesidad. También es como un mapa, que nos muestra muchas
rutas y pueblos, pero para poder llegar a cualquier punto
determinado, debemos saber primero a dónde queremos ir, para
después trazar el camino más corto. Hay cosas prácticas que no
están resueltas en la Biblia, ni fueron pautadas por Jesús, por
ejemplo: El problema surgido por la administración de los bienes,
que lleva a los apóstoles a poner diáconos. Cosa que Cristo no
ordenó directamente, pero que el Espíritu Santo dirigió a hacer
cuando surgió la necesidad.
Hay muchas cosas que el Señor nos va a mostrar en su
obra, para que la llevemos a cabo, y que no están dentro de un
marco bíblico. Son necesidades que la iglesia tiene que afrontar en
cada lugar y etapa de su historia, ejemplo: el enviar misioneros a
comenzar obras, el resolver problemas de relación o
administración, el probar los espíritus, el discernir el tiempo de
Dios para algo, el desarrollo de una estrategia cuando ocurre un
crecimiento masivo etcétera. Todas estas cosas las muestra el
Espíritu de acuerdo a las normas dejadas por el mismo Señor.
SITUACIONES HISTÓRICAS EXTRA-BÍBLICAS.
Hay muchas situaciones que tenemos que resolver dentro
del gobierno de Dios, principalmente en aquellas congregaciones
que no están enmarcadas dentro de la Palabra. Cuando tenemos que
crear estructuras o procedimientos para resolver estas situaciones,
que llamaremos extra-bíblicas, debemos ser conscientes que las
mismas obedezcan a situaciones circunstanciales, y no
dogmatizarlas para el futuro, porque en tal caso, la estructura
terminaran oprimiendo al hombre.
Mario E. Fumero
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Cada situación especifica nos lleva a buscar una solución
especifica, y cada solución sólo tiene vigencia mientras dure la
situación específica para la cual fue creada. Ejemplo: Adoptamos
un mecanismo de trabajo determinado en el área de los hogares,
porque es necesario y funciona. Con el tiempo ya no es valedero,
pues lo humano envejece, y decae. Sin embargo nos aferramos a
este método más allá de lo necesario, estancando el crecimiento de
la iglesia. Otro ejemplo es la escuela dominical o las sociedades de
damas, jóvenes o caballero, la cual puede haber funcionado bien
durante los últimos diez o veinte años, pero de pronto comienza a
decaer, porque se convierte en una rutina repetitiva de reuniones,
enseñanza, o el crecimiento numérico produce el amontonamiento
de muchas personas en poco espacio, afectando la concentración, y
requiriendo otra estructura de trabajo. Se propone un cambio, pero
nos oponemos, porque consideramos que la misma es vital para la
salud de la iglesia, aunque cada vez está más en decadencia. Una
cosa puede ser buena un tiempo, pero puede caer en crisis, y
demandar una renovación, porque ya no llena las necesidades de
las nuevas generaciones, o el mismo crecimiento invalida el
método anterior. Entonces: ¿Qué hacer en tal caso? Al ir a la
Palabra no encontramos apoyo para muchas de estas metodologías,
aunque sí nos muestra el camino del discipulado y el trabajo por las
casas y las calles (Hechos 5:43). Frente esta realidad, decidimos
que la enseñanza de la escuela dominical se administrara durante la
semana y por los hogares, para dar más tiempo y más profundidad
a la misma. Las sociedades las convertimos en grupos de
crecimiento o de discipulados por las casas, y la iglesia prospera.
Los métodos y formas nacen de los hombres, y sobre estos aspectos
debemos ser flexibles, y buscar la luz de Dios en cada lugar y
momento de la historia.
Por lo tanto, en la vida de la Iglesia existen:
1) Las normas doctrinales y de gobierno basadas en la Biblia y
que son de índole imperativa.
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2) Las normas estructurales extra-bíblicas que obedecen a las
necesidades circunstanciales de la iglesia en cada localidad, y
que se pueden cambiar, según cambien las necesidades
sociales o personales.
3) Las normas administrativas, que obedecen a situaciones
jurídicas y legales de acuerdo a las pautas contables
establecidas en cada país o nación. En esta área sí se debe
someter a asamblea democrática todas las decisiones que al
respecto se tomen, por dos razones:
A) Porque al ser fondos económicos suplidos por la
comunidad,
ésta debe saber y opinar sobre el uso de los mismos.
B) Porque en el manejo del dinero, los ministerios deben
cuidarse mucho, y ser lo más transparentes posible, para
no caer en tentación, descrédito y codicia del diablo.
Dios tiene que guiar a su pueblo por medio de las normas
fijas en su Palabra, y por la iluminación del Espíritu Santo, a través
de un orden en el cuerpo. ¿Comprendemos ahora lo que es el
Gobierno de Dios?. No es la democracia lo que el Espíritu busca o
impone, no es el asunto si vamos o no vamos, si hacemos o no
hacemos, si queremos o no queremos. Las normas existen, y no hay
alternativa si queremos ser SIERVOS.
CUANDO NO ESTAMOS DE ACUERDO.
Puede darse el caso que no estemos claros o unánimes en
el sentir, y halla discrepancia sobre algo que debemos hacer,
apareciendo distintas opiniones. En tal caso, tenemos que buscar la
dirección de Dios en la unidad de Espíritu, y si a pesar de ello no
hay luz en lo que se desea emprender, se puede seguir el
procedimiento que adoptó el pueblo de Israel cuando tuvieron tales
problemas.
Mario E. Fumero
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No siempre tendremos claridad para saber qué hacer en
ciertos momentos de la vida de la iglesia. Habrá situaciones en las
cuales parecerá que no hay voz de Dios respecto a ciertos asuntos.
Es ahí cuando viene la duda, o las diferencias de opiniones, cuando
no sabemos qué hacer. Muchos, en tales casos, llevan el asunto a la
asamblea, a la elección de la mayoría, pero, si no hay unidad en el
sentir, la asamblea se fragmentará en dos grupos, y estaremos
dividiendo psicológicamente a la congregación, dando inicio al
partidismo, como sucedió en Corinto, por lo que Pablo ataca con
toda autoridad y severidad tales acciones, poniendo orden en las
diferencias de criterios mediante la búsqueda del equilibrio en el
principio del amor.15
También el pueblo judío confrontó dudas o falta de
revelación en algunos momentos de su historia, y los Jueces no
podían decir lo que Dios no dijo. ¿Qué hacían cuando nacía una
duda? Les quedaba la alternativa de ir al sacerdote, el cual, tenía
entre sus vestiduras sacerdotales dos piedras llamadas el UURRIIMM YY
EELL TTUUMMIIMM16
. El sacerdote, usando éstas dos piedras obtenía la
respuesta con un "sí" o un "no" respecto a los diferentes asuntos
planteados. Fue una forma parecida a la que usaron los apóstoles
para escoger al sucesor de Judas, ya que dice la Palabra que
"echaron suertes" (Hechos 1:26) para ver quién ocuparía su lugar,
cayendo la suerte sobre Matías.
Estas dos piedras estaban en el pectoral del sacerdote, el
cual siempre las cargaba, acudiendo a ellas para encontrar
respuesta a cualquier problema que no se podía resolver por la vía
del sentir o la revelación. Nunca los jueces fueron al pueblo para
15
- 1 Corintios 1:12-17. Todo el libro de Corintios afronta los problemas causados
por las opiniones y corrientes diversas dentro de una iglesia compuesta por gentiles y judíos. Además habían habido varios ministerios que según parece tenían discípulos dentro del mismo grupo. Esta era una iglesia multicultural y con varios ministros que formaron vidas. 16
URIM Y TUMIM significa luces y perfecciones, son plurales intensivos. Se
encuentran las referencias en Éxodo 28:30, Levítico 8:8, Números 27:21, Josué 7:14-18, 1 Samuel 14:36-37, Oseas 3:4, Esdras 2:63.
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pedir opinión. Moisés nunca quiso escuchar la voz de la mayoría, y
si lo hubiera hecho, jamás hubieran llegado a la tierra prometida.
Esas piedrecitas eran consideradas la voz de Dios en caso
de no haber otra solución. Dentro de la teocracia, El Señor cerró
todas las puertas al hecho de consultar a la mayoría en asuntos
espirituales o funcionales. En caso de no haber claridad en la
revelación, les dejó un medio para obtener respuesta, cuando ésta
no llegaba por la vía normal, buscar el discernimiento de Espíritu o
las evidencias del Señor obrando en las circunstancias.
Saúl fue un ejemplo de lo que representa no buscar la
respuesta de Dios en la forma correcta. Su pecado le había apartado
de Dios; toda revelación le había sido; quitada, tanto en sueño
como en profecía, y fue a consultar al URIM, o sea, la piedra, pero
ni ésta le contesta: “Y consulto Saúl a Jehová“ pero Jehová no le
respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profeta” (1 Samuel
28:6). En otras palabras, Dios había cerrado a Saúl toda revelación,
porque lo había desechado y no hay luz para el impío. Sin embargo
el no se conformo y lucho por escuchar lo que Dios no quería decir,
cayendo en un mayor error, el consultar a un adivino usando el
engaño.
(1 Samuel 28:8)
En Esdras 2:63, encontramos un ejemplo de cuando se
consultó a Dios por medio de estas piedrecitas. El pueblo no
escuchaba la voz de Jehová fácilmente, por lo que se les ordenó
que no comiese de las cosas santas, hasta que hubiesen sacerdotes
que consultasen a Dios por medio del Urim y Tumim. La ley de
Dios daba las normas, así que de necesitarse algo "extra", tenía que
venir por la revelación de los profetas. De no haber esto último, si
existía duda sobre la voluntad de Dios, se acudía al sacerdote. Éste,
por medio de las piedras de su pectoral, consultaba a Dios
"echando suertes" o usando cualquier otra forma que no se explica
de forma clara en la Palabra. Jamás Dios aprobó el consultar a la
mayoría, porque el conoce el corazón humano, sabe que en la
mayoría siempre predomina el mal, y la carnalidad. El pecado por
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el cual Saúl fue desechado consintió en escuchar la voz del pueblo
en vez de escuchar la Palabra de Dios (1 Samuel 15:24).
La iglesia tuvo el mismo patrón de gobierno del Antiguo
Testamento. Dios establece a Jesús, al que hace Señor y Rey de
todos. Este escoge a doce hombres, los capacita para que
transmitan a sus seguidores sus mandatos, no en la fuerza de la Ley
Mosaica, sino en la del amor y el ejemplo. Estos discípulos se
convierten en jueces, líderes que gobiernan la iglesia. Le muestran
el camino, nombrando a vez estos líderes a otros que también
hicieron discípulos para que se multiplicaran y extendieran. Se
establecen ancianos, éstos a su vez establecen diáconos, todos
gobernados por el "fundamento de los apóstoles" (Hechos 2:42).
Guían al pueblo bajo la revelación vivida del Espíritu Santo.
Cuando hay duda en ciertas cosas que se debe hacer, se ora, y de no
haber un acuerdo unánime, (el acuerdo unánime era la única forma
de estar seguros de que algo era del Señor) se acudía a consultar al
consejo de ancianos mediante asamblea17
, y en casos extremos, se
echaba suerte sobre el problemas o dudas (Hechos 1:26). Así
solucionaron la dificultad al elegir el sustituto de Judas Iscariote.
¿Por qué no hubo votación entre los 120 presentes para escoger al
nuevo discípulo entre los doce?. El Señor nunca establecía una
pauta de votación en mayoría, sino de elección en el Espíritu y
sujeción. ¿Cómo echaron suertes?. Ellos no tenían el Urim y
Tumim, puesto que no eran sacerdotes. Sabe Dios qué usaron, pero
pusieron dos cosas sobre las cuales echaron suertes, y cayó sobre
Matías. No es el hombre el que decide, ni la asamblea la que decide
quién es el ministro o pastor, aunque ésta sí puede ratificar. Tiene
que ser el Señor que ponga a aquellos que van a gobernar a su
pueblo. No es cuestión de privilegio o preferencia, sino de la
17
- En Hechos 15 encontramos el concilio de Jerusalán, en el cual se discutirían
ciertas diferencias sobre la problemática existente en aquella época entre gentiles y judíos. Observemos el verso 28 y 29, en ello tenemos lo que sería la conclusión final en lo cual hubo unanimidad.
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voluntad divina, de acuerdo a la necesidad. Los ministerios son
aceptados por el fruto, y la autoridad que emana de sus vidas. El
Espíritu confirma el sentir a la comunidad, para que estas personas
ocupen responsabilidades en la congregación.
Cuando no podamos resolver un problema por la Palabra
de Dios o por la revelación del Espíritu, queda una tercera forma:
Consultar a Dios mediante la suerte -el Urim o Tumim-. La mejor
forma es por el sentir de la mayoría. La Biblia nos insta a que
"haya en nosotros el sentir que hubo en Cristo Jesús" para
después establecer que "en aquello que hemos llegado, (en a
cuerdo) sigamos una misma regla," (Fil 2:5, 3:16) y sintiendo lo
mismo, podremos gobernar mejor el cuerpo y vivir en una
verdadera teocracia. Una de las metas de la iglesia es alcanzar la
unidad del conocimiento y el sentir del cuerpo.
Otro problema de decisión fue la elección de los diáconos.
Los apóstoles vieron la necesidad de encargar a otros la
administración de los bienes, para la ayuda de los necesitados, en
vista de las murmuraciones, y que además les quitaba mucho
tiempo en la ministración de la palabra y la oración(Hechos 6:1).
Es por ello que convocaron a la mayoría para que escogieran a siete
diáconos, estipulando las condiciones o requisitos: “Buscad, pues,
hermanos de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de
este trabajo” Hechos 6:2.
Quizá algunos digan: "Esa fue una elección, hicieron una
asamblea y eligieron por voto a los 7". La Palabra no dice que se
discutió el asunto, pues la cantidad de diáconos y las condiciones
fueron impuestas por los apóstoles. La multitud señaló a los que
reunían tales requisitos, de acuerdo al patrón establecido, y sin
mucha discusión se nombró a los siete, aprobándolo los apóstoles
(Hechos 6:1-7).
Hemos sustituido la voz del Espíritu Santo por la de la
asamblea, y en muchas ocasiones esto puede ser peligroso. Hemos
hecho a los ministerios víctimas de la "mayoría", la cual tiene toda
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la autoridad para gobernar la iglesia. La Biblia enseña que los
apóstoles constituían a los ancianos. Éstos a su vez establecían a
los diáconos de acuerdo a los requisitos bíblicos. Hoy, hasta esto se
resuelve con la democracia. Es por ello que los ministerios no
tienen autoridad para guiar a la iglesia a la verdad de una vida
cristocéntrica, y algunos (imponiéndose), hacen que sus caprichos
sean aceptados por la congregación, abusando tremendamente de la
autoridad. Dios no puso una autoridad sobre la iglesia, ni puso un
gobierno democrático o autocrático. Debemos buscar, vivir o
entender lo que es el gobierno del Espíritu. Necesitamos un
pluralismo dentro del ministerio bajo las normas bíblicas, y la
dirección de Dios, para que guíen a su pueblo hacia una verdadera
teocracia.
Hay áreas en la que debemos considerar el valor de la
democracia, como en los asuntos administrativos. En otras
debemos buscar el sentir de la mayoría de acuerdo a su madurez, y
en algunas situaciones ceñirnos a la autoridad ministerial apoyada
por la doctrina o enseñanza bíblica. Pero de esto vamos a hablar en
un capítulo aparte. ¿Pero como podremos ligar esto en tiempos tan difíciles,
en donde hay toda clase de abusos? Reconozco que es cierto, la
hegemonía de algunos falsos ministros por un lado, y el abuso
excesivo de la libertad y la democracia por otro sitúa a la iglesia
del siglo XXI en una terrible disyuntiva, sin embargo no debemos
de menguar en nuestro empeño de tratar de obtener un modelo
eclesiástico ideal pese a los tiempos difíciles que nos ha tocado
vivir, pues el Señor todavía sigue siendo el Señor de su Iglesia.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
55
CAPITULO -VI-
BUSCANDO EL SENTIR
Pero ¿cómo es posible conducir la iglesia al gobierno de
Dios? ¿Cómo buscar el sentir del cuerpo antes de tomar decisiones
en situaciones en donde no hay Palabra de Dios?.
Debemos aclarar primero qué es doctrina, y qué es el gobierno
de Dios en relación a las demandas del evangelio. Debemos
entender que la autoridad ministerial en la Palabra es imperativa,
y no se basa en los deseos o caprichos de la gente. Pero existen
asuntos que se salen de este marco, y sí deben ser considerados por
el sentir del cuerpo antes de tomar una decisión. No podemos
actuar en todas las situaciones como teniendo señorío del rebaño,
pues esto nos llevaría al abuso de autoridad.
Para mover un cuerpo, como es la iglesia, hacia un fin,
tenemos que contar con el apoyo de ésta, porque en ciertas áreas, ir
contra el parecer del pueblo puede ser caótico y destructivo. Así
que en algunas acciones o cambios que emprendamos, debemos
buscar el sentir de la congregación. Por lo tanto ni hay un consejo
de anciano "infalible", ni tampoco una asamblea totalmente
"soberana".
¿QUE SE IMPONE Y QUE SE CONSULTA?.
Los ancianos deben imponer su autoridad espiritual, en la
Palabra, y el pueblo de Dios debe atacar, sin tener que consultar,
las siguientes situaciones :
Mario E. Fumero
56
1. El sometimiento total y absoluto al Señorío de Cristo
para todos los que formen la iglesia, y demandarle que guarden y
vivan todo lo que Jesús enseña en su Palabra. La imposición del
Señorío de Cristo es una demanda global, imperativa y básica para
poder ser discípulo.
2. La demanda a vivir una vida santa. Esto envuelve el
cuidado del testimonio de los discípulos en todas las facetas del
diario vivir, demandando y ejerciendo las normas de exhortar,
reprender y disciplinar con toda autoridad a aquellos que no vivan
en el orden según la Palabra (1 Timoteo 4:13-15, 2 Tesalonicenses
3:14).
3. El quehacer evangelístico y formativo de la iglesia.
Los ancianos pueden mover la iglesia hacia cualquier proyección
de trabajo, sin tener que someter estas acciones a la opinión de la
mayoría, pues los ancianos están puestos para demandar y llevar al
cuerpo hacia su misión de predicar y hacer discípulos (Mateo
28:19).
Sin embargo existen áreas en las cuales no se puede actuar
con una autoridad hegemónica, sin considerar la opinión de la
mayoría, pues no hay apoyo bíblico para ello, por lo que debemos,
en tales casos, palpar el sentir de la asamblea, como por ejemplo:
1. En los asuntos administrativos: El uso del dinero, la
aprobación de los presupuestos, los estados de cuentas,y cualquier
decisión o manejo de estos fondos para comprar bienes costosos, o
para pedir préstamos para mejorar las necesidades de la
comunidad.
2. Para nombrar delegados a la asamblea general, con previa
proposición de los ancianos.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
57
3. Para tomar decisiones en la compra de bienes e inmuebles
o para vender éstos, ya que los bienes son de la comunidad.
4. Para informar a la asamblea de disciplinas, impuestas a
miembros de la comunidad que hayan cometido pecados que
afecten el testimonio moral de la misma.
5. Para definir posiciones en acciones extra-bíblicas, en
relación a problemas con otras comunidades, denominaciones o
cuando haya conflictos estructurales relacionados con la iglesia
local, en lo cual los ancianos consideren necesaria la participación
de la asamblea.
6. Para enviar misioneros, y obtener apoyo y aprobación de la
asamblea.
Existen otras situaciones donde se puede combinar la
autoridad de los ministerios, con el sentir de la asamblea, ejemplo:
a) Para elección de diáconos; los ancianos de la iglesia
determinan las personas que según la Palabra reúnen los requisitos
bíblicos para tales funciones. Ejemplo: para elegir un diácono
tesorero, deberán estudiar, además de la vida moral, espiritual y
social, la capacidad humana para llevar a acabo la responsabilidad
encomendada. En este caso debe tener nociones de contabilidad.
Debemos añadir a las condiciones bíblicas, el factor de capacidad
humana para aquella función que vaya a desempeñar.18
b) En el nombramiento de nuevos ancianos. La elección de un
nuevo anciano se produce por el llamamiento y la entrega de un
18
- Después de la elección de los diáconos en Hechos 6, Pablo amplía los
requisitos de éstos en 1 Timoteo 3:8-13.
Mario E. Fumero
58
líder a la obra. El reconocimiento de los ministerios, junto con la
aprobación de los profetas y apóstoles, y en base a las condiciones
bíblicas deber ser notorio delante del pueblo. Sin embargo es bueno
consultar el sentir de la iglesia para ver si ésta también reconoce el
ministerio y la autoridad de la persona que se proponen.19
c) En cuanto a la proyección del trabajo: Principalmente cuando
ésta envuelve metas elevadas que comprometen el esfuerzo de toda
la congregación. Aunque los ministerios tienen el poder de mover a
la iglesia hacia el trabajo evangelístico, sin necesidad de la
aprobación de ésta, puede haber actividades o situaciones y
compromisos serios en donde sea necesario el consultar Esto nos
permite ver hasta dónde podremos llegar en el trabajo o visión
propuesta, principalmente cuando esta visión envuelve un trabajo
social que produzca compromiso económico a la congregación.
¿COMO BUSCAR LA OPINIÓN DE LA ASAMBLEA?.
A la hora de someter un asunto al sentir de la asamblea
debemos considerar que existen dos formas de expresión
parlamentaria para evaluar el mismo:
11.. LLAA PPAARRTTIICCIIPPAACCIIÓÓNN DDIIRREECCTTAA. Es en donde los
presentes en la reunión piden la palabra y a través de las reglas
parlamentarias y de forma directa, opinan, proponen, discuten y
votan.
22.. LLAA PPAARRTTIICCIIPPAACCIIÓÓNN PPRRIIVVAADDAA. A través de una
encuesta, plebiscito o consulta que la persona llena de forma
secreta, y deposita en una urna sin poner su nombre (voto secreto)
y expresan su opinión o elección a las diferentes opciones
planteadas por los ancianos, o el gobierno local.
La participación directa se debe efectuar en todos aquellos
asuntos de índole administrativo, en donde se informe y discuta
19
- Requisitos de los ancianos o ministerios; 1 Timoteo 3:1-7, Tito 1:5-9.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
59
todo lo concerniente al aspecto financiero de la obra. Existe un
grave peligro cuando asuntos de índole espiritual se someten a este
método, como la elección de diáconos o ancianos a través de
propuestas directas, problemas morales, de doctrina, etc. Por lo
general, estas situaciones crean conflictos por los siguientes
motivos:
1º -. La elección de personas, que aunque sean carismáticas, no
tienen una vida cristiana acorde a las enseñanzas bíblicas.
Recordemos que el sentido de apreciación den una asamblea sobre
la vida moral y social de muchos miembros es muy subjetiva, ya
que nunca conocerán a fondo a las personas. Sin embargo los
ancianos y el maestro de discipulado si les conocen a fondo en su
vida moral, familiar y de mayordomía, pero se vería poco ético que
en público expusieran las razones para rechazar a un hermano que
haya sido propuesto por la asamblea para desempeñar un puesto si
no tiene una conducta bíblicamente correcta, y tengamos que
excluirlo y dar explicaciones de ello, ya que debido a que no anda
bien en todas las áreas de la vida cristiana lo tendremos que
descalificar en publico, haciéndole pasar una vergüenza.
Para ocupar una posición se debe requerir las condiciones
establecidas en la Palabra de Dios, las cuales podemos clasificar en
tres grupos:
a) En lo espiritual= Que sea una persona comprometida como
miembro fiel a los cultos, actividades, santa cena y mayordomía
cristiana, y sujetos a los ancianos.
b) En lo moral= Que tenga ante el mundo una vida intachable,
sin deudas, escándalos. Que no participación en actos de conducta
dudosa, que vistan decorosamente, que tenga una vida templada,
sin concupiscencia, responsable.
c) En lo social= Que gobierne bien su vida y su familia, que sepa
tratar a las personas, que sea trabajador, honrado y que cumpla
todos sus deberes sociales.
Mario E. Fumero
60
2º. La división de la iglesia en partidos: Cuando dentro de una
comunidad se empiezan a proponer candidatos de forma pública, la
gente tomar partido hacia uno u otro, naciendo inconscientemente
actitudes de confrontación que afectan las relaciones personales, en
donde, al alterarse los ánimos, se puede llegar a situaciones
carnales que no son saludables en la congregación.
3º-. Revelación de intimidades en público: Se puede dar el caso
de que para rechazar a un hermano propuesto directamente, los
ancianos tengan que dar razones, llegando a revelar intimidades o
confesiones, porque si se pide explicación pública de una
descalificación, tendríamos que contestar a la pregunta o
quedaríamos mal, al tratar de evadiría. Esto puede herir además del
candidato, a otras personas involucradas en los hechos, ya que
muchos en la iglesia ignoran interioridades en la vida de estos
hermanos que los descalifican para ocupar un puestos en la misma,
ejemplo: El revelar el que un hermano propuesto no diezma, o que
en su hogar tienes conflictos con su esposa a la cual le pega, etc...
Conocí a un joven, muy carismático, que me confesó en privado
que había cometido un serio pecado sexual. A los pocos días, en
una reunión, fue propuesto por la asamblea para un puesto. Los
ancianos y yo nos opusimos, pues sabíamos que últimamente no
andaba bien, pero la asamblea pidió una explicación de nuestra
oposición, por lo que me vi entre la espada y la pared, ya que lo
que sabia era un secreto de confesión. Cuando la cosa estaban más
caliente, la persona propuesta optó por declinar su nombramiento,
por miedo a que se supiera lo que pasaba. Me libró de un serio
compromiso que hubiese repercutido en nuestra relación, y en la de
muchos miembros de la iglesia.
Considero saludable que los ancianos o líderes de la iglesia
sometan cada año a la congregación una encuesta de consulta sobre
la realidad del sentir en todas las áreas, y así puedan tener una idea
de la salud espiritual y emocional de la comunidad, y saber hasta
dónde serán aceptados. Así se mide su autoridad y los cambios que
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
61
se pueden hacer. Esta consulta sería un diagnóstico de la salud de
la congregación en sus diferentes áreas de trabajo.
La encuesta, o consulta, deberá hacerse por escrito, sin
nombre del participante, en secreto, y se deberá buscar la forma
más fácil para que no tenga que escribir mucho, sino que pueda
optar por la mejor respuesta (con una X) a las preguntas. Pueden
haber varias opciones, según cada planteamiento.
Se debe clasificar la encuesta en diferentes áreas de
evaluación. Por regla general acostumbro a evaluar los siguientes
aspectos en la vida de la congregación:
II.. OOppiinniióónn ddee llaa aassaammbblleeaa ssoobbrree eell ttrraabbaajjoo ddee llaa iigglleessiiaa..
Evaluar la actitud de la integración de la iglesia en los
diferentes planes de trabajo. Se exponen programas, planes de
trabajo, aspecto de mayordomía, evaluación de los programas
existentes, y se mide el nivel de aceptación y compromiso.
IIII.. OOppiinniioonneess ssoobbrree llooss mmiinniisstteerriiooss ddee llaa iigglleessiiaa..
Se debe evaluar la labor ministerial de los ancianos,
incluyendo las funciones del pastor, para medir el grado de
aceptación y autoridad que tienen en la congregación. Entre los
planteamientos deben estar: Evaluación de la labor pastoral,
opiniones sobre las predicaciones. Evaluación de la autoridad de
cada anciano, sobre la integridad del liderato, propuestas de nuevos
ancianos, etc.
IIIIII.. OOppiinniioonneess ssoobbrree llaa llaabboorr ddee llooss ddiiááccoonnooss..
Qué opinan sobre sus funciones y conducta. También se deben
presentar decisiones para elegir nuevos diáconos, proponiendo una
terna (o lista de varias personas) para aquellos puestos específicos
en los cuales pueden funcionar, dejando oportunidad a que
sugieran otros candidatos no propuestos por los ancianos.
Mario E. Fumero
62
IIVV.. OOppiinniioonneess ssoobbrree llaa rreellaacciióónn yy nneecceessiiddaaddeess ddee llooss
hheerrmmaannooss..
Evaluar las áreas más necesarias de atención, así como de
enseñanza, información y problemática de las relaciones
personales, tanto entre unos y otros, como en el liderato de la
iglesia.
Se puede también establecer una evaluación del conocimiento
adquirido sobre algunos énfasis o conceptos que se hayan
enseñando últimamente, y saber si la congregación ha asimilado lo
que se ha querido enseñar, y si hay conciencia bíblica de algunas
actuaciones específicas, ejemplo: La mayordomía, la disciplina, el
compromiso, el servicio, las relaciones familiares, las finanzas, el
sexo, etc.
Una vez que se realiza la encuesta, se debe evaluar en el
consejo de ancianos y llevar los resultados a estadísticas en
porcentajes, para en base al resultado, iniciar los cambios,
nombramientos y acciones necesarias. Es importante que toda la
evaluación de la encuesta sea comunicada al pueblo con
transparencia, aunque a veces algunos lideres salgan mal parado,
pues así estos se ponen " las pilas" y pueden rectificar sus posibles
errores.
CONCLUSIÓN.
Sería saludable celebrar una asamblea local para informar
los acuerdos tomados en base al sentir recogido en la consulta e
informar los resultados al final. Aunque la evaluación obtenida no
tiene que ser determinante, debe de ejercer influencia en las
decisiones que se tomen.
Se debe evitar siempre la confrontación entre hermanos en
público, por causa de opiniones o personas, pues esto crea un mal
de fondo, que puede lleva a la contienda, y crea conflictos de
división, que afecta a la unidad del cuerpo. No debemos ignorar las
inquietudes y los puntos de vista que los miembros puedan tener
sobre ciertos aspectos en la problemática de la iglesia. Es por ello
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
63
que debemos buscar una norma de conducta que evite una jerarquía
dictatorial, y por otro lado, una democracia permisiva, pues,
recordemos, que todos los extremos en la vida son malos o
peligrosos.
Que el Señor nos ayude a poder alcanzar la expresión
máxima de la unidad del cuerpo a través de que en todos sus
miembros haya el mismo sentir, y si otra cosa le placiera a Dios
mostrarnos, que nos lo revele a través de los mecanismos de la
Palabra, los dones, y el Espíritu.
AMEN.
Mario E. Fumero
64
CAPITULO -VII-
EL ORDEN DE AUTORIDAD
Hemos demostramos que la iglesia debe tener un gobierno
basado en una paternidad espiritual o
discipulado. Hemos delineado algunos aspectos de éste, pero en
este capítulo quiero presentarles el orden y la función del gobierno
apostólico dentro de la iglesia local. Nos ceñiremos al libro de los
Hechos y epístolas apostólicas.
La iglesia primitiva no tenía los medios de comunicación,
imprenta, recursos visuales etc, para hacer su trabajo o propaganda,
como los tenemos hoy en día, y en los cuales nos apoyamos tanto,
creándose una dependencia que muchas veces sustituye la relación
personal por la información tecnológica, la comunión se trata de
sustituir por el estudio metódico de libros de texto y que nos llevan
a una deshumanización de los métodos bíblicos de enseñanza y
evangelismo, apareciendo una tendencia masificadora, por lo que
perdemos calidad de vida, creándose un esfuerzo evangelístico
superficial, ya que esperamos que los cassettes, impresos, cursillos
o seminarios, hagan la obra que nosotros deberíamos hacer por
medio de un discipulado directo y personal. Es necesario asumir
que la parte más importante de la formacion cristiana radica en la
comunión y la relación personal.
Es absurdo imaginarse a los apóstoles entregando folletos o
biblias a los inconversos o convertidos, para que "crezcan y
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
65
estudien por su cuenta"20
. El elemento personal, de tú a tú, de
amor y unidad en el discipular, era la norma común para una
relación que formaba la vidas de los nuevos convertidos. Las casas
y reuniones familiares eran el modelo para la organización del
discipulado, básico en la iglesia naciente. Nosotros hemos perdido
el concepto de "relación personal" por las influencias modernas
de comunicación y la rapidez en que queremos hacer las cosas,
debilitándose valores fundamentales en la vida cristiana, como la
comunión y el compartir las necesidades unos con otros.
Es por ello que estudiaremos la forma de vivir juntos y
unánimes a través del DISCIPULADO, el cual da origen al
nacimiento de los ministerios, y produce una iglesia normal.
BASES DEL DISCIPULADO
EN LA FORMACIÓN DE LA IGLESIA.
En el A.T. la idea del discipulado era real y existente a
través de la estructura de tribus, patriarcas y en la organización de
grupos establecida por Moisés. Fue su suegro, Jetro quien le dio
esta idea a Moisés, para poder gobernar y juzgar al pueblo Moisés.
En la época en que Jesús nació, la costumbre del discipulado era
común entre los judíos. Juan el Bautista tenía "discípulos" (Lucas
7:18, 11:1)21
. Los fariseos y saduceos también los tenían. Sobre
este asunto escribe el pastor A. Meléndez en su folleto
"Discipulado" lo siguiente: "En el judaísmo, si un hebreo quería
llegar a ser un (RABBI) maestro, lo primero que tenía que hacer
20- El N.T. terminó de escribirse en el año 100 D.C. y no terminó de recopilarse
hasta el año 300 D.C. cuando Atanasio de Alejandría le aplicó el termino CANON. Se considera que los Padres de la Iglesia recopilaron del año 100 al año 300 todo el material que hoy forma el N.T., pero durante los primeros años de la Iglesia, la única forma de enseñanza era a través de la relación personal de los discípulos, y algunas epístolas escritas por los apóstoles para dar consejo a las iglesias y discípulos.
21-..."enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos". Este
pasaje revela la relación de enseñanza basada, más que nada, en el ejemplo. Noten que antes Jesús los había enviado a predicar (Lucas cap 9 y 10) y no fue hasta el capitulo 11 que les enseñó a orar.
Mario E. Fumero
66
era escoger a un maestro, y convertirse en su (TALMID) discípulo.
El talmidin (discípulos) se colocaba a nivel de esclavo de su
PABBI, el cual no podía tener más de tres Talmidin. La función del
Talmidin era aprender el contenido de la ley y su interpretación,
oyendo y discutiendo con su PABBI. Toda la enseñanza era oral,
transmitida por el PABBI a su Talmidin. La historia hebrea conoce
famosos Pabbis, tales como Hillel, Shamai y Gamaliel, éste último
fue el maestro del apóstol Pablo".
Dentro de la cultura griega, los filósofos, como Sócrates,
Platón, Homero, etc. usaban el término "discípulo" para referirse a
aquéllos que aprendían de ellos y seguían sus enseñanzas,
formando escuelas. El término " que se escribe en
griego , indicaba que la persona se hacía parte de un
MAESTRO o una sociedad para servir, conocer y seguir a un
maestro al cual reverenciaban. Es más, los maestros no escribían
sus enseñanzas, sino que, por regla general, eran los discípulos los
que lo hacían. Se cree que todos los escritos de Homero y las
fábulas de Esopo fueron escritas por sus discípulos. El hecho de
que un maestro tuviese discípulos, no era sólo una costumbre judía
o griega, también los pueblos orientales tenían sus maestros y
seguidores, llamados discípulos, como Confucio en la China o
Buda en la India.
El "MAZETÉS" es una persona tomada por un
maestro para ser formado. El término que se usa en griego para
indicar al maestro es DIDÁSKALOS. Este concepto se hereda del
A.T. donde el término Hebreo era RABBI. A la acción de enseñar
se le dice "DIDASKALÍA", estableciéndose no solamente el
concepto de maestro al que da una lección, sino de una autoridad a
la hora de enseñar. Al respecto escribe el Dr. Meléndez : "En el
N.T., el término MAZETÉS se usa solamente en los evangelios y el
libro de los Hechos. En los días de Jesús era común ser discípulo
de algún maestro o líder. Juan el Bautista tenía sus discípulos, los
fariseos tenían los suyos y algunos se llamaban discípulos de
Moisés. El discípulo del N.T. aprendía no sólo teoría, sino un estilo
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
67
de comportamiento, el cual había que adoptar; por eso, ser
discípulo no era asistir a la sinagoga o escuela, sino participar de
la vida y destino de su maestro. Jesús, el PABBI que enseñaba con
autoridad, tenía sus discípulos y, de entre todos, escogió a doce
para formar una comunidad de vida, y participar con ellos de su
intimidad diaria. Quería que sus discípulos aprendieran de Él
mismo su misión y destino".
Partiendo de este concepto, podemos entender el sentido
etimológico de "SER UN DISCíPULO". La iglesia comenzó a
formarse con los doce primeros discípulos de Jesús, y después de
tres años de enseñanzas, disciplina, órdenes, reprensiones y
convivencia, terminó la "formación de un carácter en sus vidas" y
los envió para que "como Él hizo con ellos, ellos lo hicieran con
otros", dándoles la gran comisión: "ID Y HACED DISCíPULOS...
enseñándoles que GUARDEN TODAS LAS COSAS QUE OS HE
MANDADO " Mt. 28:19-21. En sí, HACED DISCíPULOS, es
formar cristianos que giren alrededor de todas las demandas de
Cristo como SEÑOR, sometiéndose a su reinado total e
incondicional. Los doce fueron el inicio de una reproducción de
discípulos. La relación era semejante a la de una célula22
, pues el
sentido biológico, da la idea espiritual de reproducción, y esto fue
lo que Jesús pensó y formó. El trato personal y la vida de relación
íntima, produciría en los discípulos la imagen de su maestro
" ". Después los discípulos hicieron discípulos, y mediante
esta ley de crecimiento y transmisión, fue formándose el cuerpo de
Cristo, que es la Iglesia. Es como cuando el espermatozoide se une
al óvulo, ambos empiezan a formar una vida, que después crece,
22- Una CÉLULA es un ser vivo capaz de tener vida propia y al crecer, se
reproduce formando un tejido o cuerpo. Dentro de la formación de discípulo, se define como una parte del cuerpo que crece, se multiplica y forma un conjunto al resto del cuerpo, aunque su función es individual. San Pablo presenta la Iglesia como un cuerpo (1 Cor 12:12-27) compuesto por miembros y éstos por células. Así que en el término espiritual nos referimos a los pequeños grupos de discípulos con sus maestros en el proceso de crecimiento y multiplicación.
Mario E. Fumero
68
para multiplicarse de la misma manera. Esto ilustra la unidad de
Cristo y el discípulo, la misma produce vida, para dar vida.23
En el discipulado se trata de formar la imagen de Cristo,
tomando como ejemplo sus enseñanzas. La imposición de la
"Palabra de Dios", a través de la relación y la vida con el maestro,
son los medios para revelar lo que se enseña. Es por ello que Pablo
dice: "sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1ª Cor. 11:1).
Se necesita un patrón que sirva de modelo para poder recibir y
aceptar las demandas y exigencias del maestro. En la formación del
discipulado se establece una relación de ubicación. Se va formando
un cuerpo de "unidades en particular", estableciendo así una
identificación íntima entre los hermanos.
¿Cómo es imposible que los tres mil convertidos en el día
de Pentecostés, pudieran comer y estar todos juntos? Sencillo, cada
cual llevo un grupo a su casa casas, en donde se les formo y
compartió el pan (Hechos 2:41-46). Sabemos que no había en
Jerusalén (salvo el Templo judío) un local tan grande como para
que 3,000 personas estuviesen juntas y comiendo de una sola vez.
Además, no había medios visuales, equipo de sonido, ni impresos
para una enseñanza masiva. No había rápida locomoción, para
movilizar tanta gente de un sitio a otro, y menos dentro de un
sistema de persecución, como el que experimentaron los cristianos
de esa época. Fue por ello, que establecieron un procedimiento de
formación y transmisión de acuerdo a la situación, usándose los
hogares para establecer "pequeñas comunidades de discípulos",
unidos entre sí por el amor e igualdad. Aquí nace la primera forma
de estructura de la iglesia: La relación íntima de
a través de las casas, en donde se formó la iglesia
(Hechos 5:42).
23
- Un libro que me ayudó mucho a entender lo que debe de ser una Iglesia
normal y que revolucionó mi vida en el año 1970, fue "LA IGLESIA NORMAL" de Watchman Nee, publicado en España en el año 1985 por CLIE.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
69
LOS MINISTERIOS DENTRO DEL CUERPO.
Al tomar Jesús discípulos, los apóstoles constituyeron la célula
base o inicial. Este modelo reprodujo la misma operación para
hacer otros discípulos. Se inicia el proceso de multiplicación. En el
aposento alto habían 120, (recuerden que además de los doce,
existían otros, pues en la gran comisión Jesús envió a 70), y aunque
la obra de Jesús se concentró intensivamente en los 12, es posible
que éstos ayudasen a los otros, y también habían mujeres (Hechos
1:14).
Una vez que la multiplicación era inmensa, más de 5.000,
los apóstoles, agobiados por gobernar un cuerpo que se
multiplicaba rápidamente, y se extendía a otras regiones,
empezaron a establecer "ANCIANOS" en las iglesias locales
(Hechos 14:23). Jesús llama a Pablo, y lo convierte en pionero del
evangelio entre los pueblos gentiles. En esta etapa es cuando
encontramos el surgimiento del gobierno local, apareciendo la
figura de los diáconos y ancianos, tanto en Jerusalén como en
Antioquía. Este no fue el patrón dejado por Cristo, sino el producto
de la necesidad específica del momento. Según el cuerpo iba
creciendo en número y problemas, los apóstoles tomaban
decisiones de acuerdo a las circunstancias. Es bueno aclarar que
toda estructura es circunstancial, y debe ser establecida bajo la
dirección del Espíritu Santo para resolver problemas determinados.
LOS ANCIANOS: Establecer ancianos era la forma de
descansar el gobierno local en manos de los que formaban el
consejo de esa comunidad. Los apóstoles (los doce) fueron los
primeros ancianos... los primeros pastores... los primeros
maestros... los primeros evangelistas... los primeros discípulos. Al
crecer el cuerpo, se establecen más ministerios o ancianos (Hch.
14:23). Este concepto de "ANCIANOS EN LAS IGLESIAS"
emanaba de las enseñanzas dadas en el A.T. Moisés estableció
ANCIANOS sobre el pueblo para que gobernaran por tribus o
familias. La idea del anciano gobernando dista de muchos siglos
atrás. Nació con el sistema patriarcal, siendo Abraham el primero
Mario E. Fumero
70
de los patriarcas. Encontramos en la Biblia, (Éxodo 3:16) que
durante la esclavitud en Egipto, los judíos tenían "ancianos" los
cuales debían mantener viva la fe en las promesas divinas (Núm.
11:16), y juzgar los problemas existentes en cada tribu o familia.
El término ANCIANO en el N.T., no significa solamente
vejez física, como era en el A.T., sino madurez y crecimiento
espiritual. Denota antigüedad en algo, gran experiencia, y la
posición de ubicación y autoridad dentro del cuerpo, por ser uno de
"los más antiguos en la iglesia", cuya autoridad es reconocida por
toda la comunidad.
Los apóstoles eran ancianos (1ª Pd. 5:1), y el término
"MINISTERIOS" tiene el mismo significado. Es por ello que se
considera a los ancianos, o ministerios, como la autoridad espiritual
en la congregación. Los apóstoles eran la autoridad máxima sobre
los ancianos de la iglesia local, éstos, a su vez, eran también
ancianos por ubicación. Debemos matizar la similitud y las
diferencias que hay entre:
Los ancianos de la iglesia local eran la autoridad sobre esa
comunidad, inclusive para los diáconos (Hch. 15:4, 15:23, 20:17).
Pablo amplía el sentido de los ancianos, o ministerios
locales, al determinar las diferentes funciones que ejercían, por lo
que determina la labor específica de cada anciano para la
edificación del cuerpo. No es bíblico, ni correcto, suponer que un
gobierno local esté en las manos de "un solo pastor o ministerio",
ANCIANOS
Se refiere su madurez dentro de la iglesia y no tiene que ver con la edad física, sino espiritual.
MINISTERIOS Se refiere a su función dentro de los diferentes ministerios existentes en la iglesia
PRESBITEROS Tiene que ver con el crecimiento de la obra dentro de una localidad o región en donde produce obreros y los supervisa.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
71
porque "el poder absoluto corrompe absolutamente". Además Jesús
jamas envío a un discípulo solo a predicar, sino que su política era
mandarlos de dos en dos, y ellos lo aprendieron muy bien, pues
cuando Jesús, supuestamente estaba muerto, iban dos discípulos
por el camino de Emaus (Lucas 24:13). Cuando se habla de los
ancianos en una localidad, se usa el plural, para indicar la
diversidad de ministerios dentro del cuerpo. Si miramos el ejemplo
de Antioquía, encontramos que en ella habían "PROFETAS Y
MAESTROS", entre los cuales estaban Pablo y Bernabé (Hch.
13:1), y ésta era una comunidad específica.
El patrón bíblico establece que en "una iglesia local deben
existir varios ANCIANOS O MINISTERIOS, que unidos en
posición de ubicación y función, gobiernen el cuerpo de
Cristo". Es importante entender que en el pluralismo de
ministerios, hay diversidad de funciones.
LOS MINISTERIOS ESPECIALES Y LOS GENERALES
La iglesia se compone de una unidad particular, o células,
formando un cuerpo. Todos los miembros tienen una forma
particular de función, lo cual se llama , y el mismo
nos lleva hacia LA FORMACIóN, EL CRECIMIENTO Y LA
MULTIPLICACIÓN como cristianos. Es normal que al unirse
dos vidas en matrimonio proliferen los hijos, formándose de esta
manera los descendientes, que a su vez formarán nuevos hogares.
Esta es la meta del cristiano; crecer en Cristo y transmitir esta vida
a otros, haciendo discípulos. Dentro de este esquema de conducta
se producen los MMIINNIISSTTEERRIIOOSS GGEENNEERRAALLEESS y los MMIINNIISSTTEERRIIOOSS
EESSPPEECCIIAALLEESS de lo cual ya hablamos, pero deseamos ampliar más.
LOS MINISTERIOS GENERALES: Desde el punto de vista
global, todos los cristianos tenemos que reproducirnos. Cada uno
tiene que ejecutar el ministerio general, que es la transmisión de
lo que recibimos. Estos ministerios generales, en el cual todos
estamos envueltos, son dirigidos por los ministerios especiales,
Mario E. Fumero
72
escogidos por Dios para entrenarnos y perfeccionarnos, a fin de
multiplicarnos. Es responsabilidad de todos el evangelizar y
reproducirnos, como parte básica de la vida cristiana, "Dad por
gracia, lo que de gracia recibiste" (Mateo 10:8).
LOS MINISTERIOS ESPECIALES: Son los que gobiernan
la iglesia, para edificarla y perfeccionarla. En Efesios 4:11-12,
Pablo establece que CRISTO CONSTITUYÓ A UNOS APÓSTOLES,
A OTROS PROFETAS, A OTROS EVANGELISTAS, A OTROS
PASTORES Y MAESTROS..." para llevar a cabo una función
especial, que consiste en "PERFECCIONAR A "LOS SANTOS"
PARA LA OBRA DEL MINISTERIO (general)". Estos "santos" son
todos los creyentes que forman la comunidad. El quehacer de los
ministerios especiales o ancianos, es entrenar a todos los discípulos
para cumplir con la gran comisión.
En 1ª Cor. 12:28, se expone la función de todos los
hermanos dentro de la congregación, y mezcla los ministerios
generales, con los que administran lo material, que son los
diáconos, y los que ejercen el ministerio especial, que son los
ancianos. Aquí podemos ver que se establece un orden ascendente,
o de ubicación por autoridad. Se dice que "en la iglesia, Dios puso:
Primeramente Apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros" y,
después sigue con los que tienen dones o funciones dentro del
cuerpo. El hecho de colocar números, indica una posición
funcional. Cada ministerio, sea especial o general, tiene una
posición específica dentro del cuerpo, de acuerdo a la función dada
por el Señor para el gobierno local. Pero no confundamos el orden
de función con un orden jerárquico o de exaltación humana.
En una congregación deben haber varios ministerios,
determinados primeramente por el crecimiento, y después por las
necesidades específicas de cada lugar. En la iglesia pueden haber
varios pastores y maestros. Lo raro en la Biblia es que hubiese una
iglesia local gobernada por "un solo líder, anciano o ministerio",
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
73
pues en ninguna cita bíblica se menciona tal situación24
. Los
ministerios especiales aparecen al crecer el cuerpo. Entre los
ministerios generales, Dios escoge y bendice a aquellos que serán
los ministerios especiales. Como la formación sigue un orden de
crecimiento por célula, por fuerza tiene que tener una célula base o
primera, y es de ahí, de los primeros discípulos, donde comienza la
obra de Dios, apareciendo los ministerios que hagan falta para el
gobierno local, adquiriendo este grupo la forma de comunidad.
La iglesia es un cuerpo vivo que se sostiene a sí misma, y
debe contar con todos los ministerios bíblicos.
24
-Cuando el gobierno de una iglesia cae en manos de un solo ministerio, tiende a
convertirse en un "GOBIERNO AUTOCRÁTICO", y como escribe el Hno. Andrés Carrodeguas: "Produce una iglesia apática, sin iniciativa, expuesta a muchos conflictos, y desaparece cuando el hombre desaparezca". Además, dentro de este esquema se forma un despotismo o abuso de autoridad que crea daños en las vidas de muchas" ovejas".
Mario E. Fumero
74
CAPÍTULO VIII
LA FUNCIÓN DE LOS
MINISTERIOS
Los ministerios son la autoridad local en la Palabra,
puestos para enseñar, gobernar y disciplinar. Son los encargados de
guiar, doctrinar, vigilar y cuidar al rebaño de todo viento de
doctrina o sutileza diabólica, y mantener en acción el proceso de
crecimiento, multiplicación y función de los discípulos. Hay varios
ministerios con diversas funciones, lo cual vamos a estudiar
siguiendo la escala de abajo a arriba, o sea, empezando por el
primer peldaño de los ministerios. Recordemos que todo es un
proceso funcional, incluso la posición de cada anciano. Nadie
podrá tener un ministerio más amplio, si primero no ha ejercido
uno menor y esto es cuestión de lógica25
. El principio está en usar
lo que Dios nos va dando, y el Señor sigue añadiendo más, hasta
ponernos en las partes más altas dentro del cuerpo, no porque así lo
deseo, sino porque he crecido, y los frutos evidencian este
crecimiento.
Existe una lógica en la posición de los ministerios: Según
el cuerpo crece hacia abajo (multiplicación de discípulos), los
demás crecen hacia arriba de forma lenta y normal, ubicándonos en
otros niveles, en los cuales ejercemos diferentes funciones, después
de haber pasado por las anteriores. Es lógico razonar que para ser
25
- Debemos recordar que el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho
(Lucas 16:10).
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
75
abuelo, hay que haber sido padre y también hijo, ya que todo es un
proceso de acuerdo al crecimiento.
A) MAESTROS Y PASTORES
El primer nivel del crecimiento dentro del ministerios está
en aquellos que ejercen la enseñanza o el pastorado, o aprenden al
lado de un pastor. Se comienza siendo maestro de un discipulado, y
comprometiéndose en el crecimiento del mismo. Después
comienza a enseñar o dirigir con la Palabra a varios grupos de
células, nacidas de su mismo discipulado o trabajo. En sí, lo
primero que empezamos a hacer es enseñar o transmitir lo que
aprendemos. Dios levanta entre los maestros generales, (hacedores
de discípulos), a algunos para que sean maestros del cuerpo... o sea,
ministerios para enseñar la palabra a la comunidad. Para ser pastor
se requiere ser primero maestro, tener discípulos, e incluso haber
funcionado como diácono o ayudante en la iglesia.
En los requisitos dados por Pablo se expresa que todo
aquel que enseñe, "no debe ser un neófito" (1 Timoteo 3:6). La
posición en el cuerpo se alcanza por un aprendizaje acompañado de
un servicio y una entrega, y no por privilegios personales. Un
pastor es aquel que enseña y cuida del rebaño, fundamentando su
autoridad más en sus méritos, que en la imposición o elección. Este
también ejerce la facultad de maestro, aunque no siempre funcione
como tal. Pablo menciona a los pastores y maestros como una
misma cosa, o como algo en común. Tanto los maestros, como los
pastores, guían y cuidan a la grey en la doctrina, trazan pautas y
metas, vigilan el crecimiento, y dirigiendo al rebaño hacia pastos
verdes y metas claras.
MAESTROS: No son los que alcanzan un título de pedagogía, o
se limitan a usar una pizarra para dar un curso de dispensaciones,
doctrina, homilética, o cualquier otra enseñanza. Es aquel que va
dándole al cuerpo las pautas y orientación necesaria, según la
necesidad específica de cada momento. Es uno que guía con la
Mario E. Fumero
76
Palabra a las ovejas hacia la perfección y el crecimiento.
Complementa la labor pastoral, velando por la doctrina, junto con
todo el consejo de ancianos. Supervisara la funciones de los
maestros de discipulados en la forma en que transmiten las
enseñanzas que reciben de arriba.
PASTOR: Cuida, protege y vigila al rebaño. No es comadrona, ni
pare, ni cría a los bebés o nuevos convertidos, como pasa hoy día.
No es para pasarle la mano a los hermanos tristes, o para visitar a
todos los que desean una visita rutinaria. Es el que cuida al rebaño
de errores, filosofías o trampas diabólicas. Supervisa la vida de las
células, de las familias y del servicio a los demás. Orienta y
disciplina a aquellos que pecan. Cuida la unidad, y busca que cada
uno haga la función que le corresponde. Puede haber tantos
pastores como necesidad haya en el rebaño, pues es el crecimiento
el que dicta los parámetros que rigen este ministerio.
Un pastor, en el sentido literal, cuidaba un hato de ovejas,
que se compone de aproximadamente cien ovejas, aunque puede
haber sus excepciones26
. Creo que según crezca el cuerpo, así
crecerá el número de los ministerios, debiendo de haber tantos
pastores como número de ovejas hayan. En una congregación
puede, y debe haber, pastores y maestros. Estos dos ministerios
están relacionados con el rebaño, y se identifican con las
necesidades espirituales de la iglesia.
Estos dos ministerios se relacionan directamente con la
problemática de la iglesia, cosa que no pasa con los otros, como el
de profeta, el cual complementa los ministerios locales, dando
dirección a los pastores y maestros.
26
- En la parábola de las cien ovejas, (Lucas 15:1-7) se nos habla del pastor que
tenía 100 ovejas y perdió una, aquí deducimos el tamaño de un rebaño en aquella época, y sacamos un parámetro.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
77
B) EVANGELISTAS. Es uno de los ministerios más explotados, distorsionados y
más fácil de realizar actualmente si seguimos el patrón clásico del
estilo moderno que al mismo se le ha dado, siendo todo lo contrario
a la realidad revelada en la Palabra. Tal es la distorsión que se
tienen del mismo que en algunos lugares se les llama, de forma
irónica: " ", porque su trabajo es evangelizar a los
evangelizados, recolectar ofrendas, y mantener el monopolio de los
dones del Espíritu Santo, tratando incluso de dirigir la vida de la
iglesia por "control remoto", usando para ello la radio y televisión.
Son los tele-evangelistas los que más escándalos están
causado a la iglesia en los países predominantemente evangélicos.
Muchos de estos crean espectáculos propaganda y títulos
extravagantes como "el evangelista internacional" "El gran siervo
de Dios ungido" etc.. restándole a su auto-propaganda mucho de
humildad y sencillez.
¿Qué es un evangelista para nosotros? Uno que por sí
mismo sale a predicar, coge su Biblia, una maleta, y le dice al
pastor: "Dios me llamó, me voy a predicar", y se independizan.
Consigue una tarjeta que diga "EVANGELISTA INTERNACIONAL",
crea su organización, y a veces se auto ordena, y comienza a ir de
iglesia en iglesia, dando campañas a los evangelizados. Otros
buscan lo colosal, reúnen a las iglesias en un lugar público, hacen
auto-propaganda, alardeando de los dones que poseen. Colocan sus
hazañas y nombre en primera página, y empiezan a predicar a una
audiencia, compuesta en un 90% de convertidos. Hacen un
llamamiento (a veces, psicológico) para los pecadores y enfermos,
al cual pasan muchísimos hermanos, y después dicen: "-.se
convirtieron 800 almas,-" y casi todos eran los mismos hermanos
de las iglesias, que fueron a buscar oración por las enfermedades.
Este tipo de conceptos es una degeneración bíblica, y ha dado
origen a todo un estilo de trabajo que muchas veces carece de los
elementos bíblicos verdaderos.
Mario E. Fumero
78
Un evangelista, dentro del contexto bíblico, es uno que
lleva el evangelio a lugares donde aún no existe. Es un ministerio
que sale de la iglesia local, enviado y sujeto a la misma, y va a un
lugar en donde no hay evangelio, para proclamar la Palabra.
Comienza una nueva obra, y establece una iglesia. Un evangelista
es un MISIONERO. Un ejemplo lo tenemos en Felipe, que era
diácono en Jerusalén (Hecho. 8:4-14). Fue a Samaria a predicar.
No llevó consigo a una congregación para que le ayudase a cantar,
ni tampoco se hizo propaganda. Una vez que ganó vidas, los
discipuló, bautizó, y comenzó a formarse la congregación. Es
entonces cuando aparecen los apóstoles para confirmar la obra, y
darle el fundamento a la iglesia local.
Otro ejemplo de EVANGELISTAS está en Pablo y
Bernabé. Fueron enviados a llevar el evangelio a otros lugares
lejanos, donde establecieron congregaciones con ancianos. El
evangelista es un misionero, porque el vocablo "misionero" se
refiera a uno que sale a llevar el evangelio, las Buenas Nuevas, a
lejanas tierras. Es enviado por la iglesia, para después volver a ésta
"trayendo las gavillas" (Salmo 126:6). Por lo tanto, debería tener
una experiencia como ministerio local antes de salir. Los
evangelistas, antes de ser enviados, se deben potenciar en otros
ministerios o funciones importantes dentro de su propia iglesia,
pues esta responsabilidad requiere gran experiencia y madurez
(Ejemplo de Pablo y Bernabé que eran maestros en Antioquía y
Felipe diácono en Jerusalén).
No podemos enviar a un neófito (por mucho tiempo que
lleve en la iglesia) a llevar el evangelio a lugares difíciles, y a
organizar, con los frutos de su evangelización, discípulos e iglesias.
Considero firmemente, que este nivel del ministerio de evangelista
es superior al de maestro, pues un evangelista, al salir y llevar el
evangelio, tiene, no sólo que predicar y ganar almas, sino que
fundamentarlas y organizarlas en el principio apostólico, ejerciendo
también como maestro, y después convertirse en pastor, quedando
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
79
por un tiempo largo en el lugar a donde fue a evangelizar27
. Una
vez terminada la obra, la deja establecida y funcionando por sí
mismas, y vuelve a su punto de origino para informar de la labor, y
después quedará supervisando esas obras edificadas. Ahora entrará
a una etapa, ya no de evangelista, sino de apostolado, o supervisor
de las obras por él mismo estableció.
Los ministerios no son estáticos, sino evolutivos, ya que
todo en el cuerpo esta siempre en crecimiento y cambio. No cabe el
estancamiento estructural en las funciones. Debemos ambicionar,
no solo ser pastores, sino crecer en otras funciones ministeriales.
C) PROFETAS Los profetas del A.T. era siervos escogidos por Dios para
hablarles a los líderes cuando andaban mal, o advertir algún juicio
que vendría cuando el pueblo se apartaba de la voluntad de Dios.
Eran los voceros de Jehová cuando la situación así lo requería.
Vivían en oración y ayuno. Buscaban la revelación de lo alto para
su pueblo, por lo que eran "ATALAYAS O VIGÍAS". Siempre
prevenían al pueblo sobre el peligro de la desobediencia a los
mandatos de divinos. Estos profetas iban primero a los reyes,
ancianos o sacerdotes para darles a ellos los mensajes de Jehová,
con el fin de que ellos los comunicaran al pueblo, para que obraran
de acuerdo a la revelación de Dios.
Samuel al dejar de ser Juez, se convirtió en Profeta de Dios, y la
dio al rey Saul las advertencias de Dios cuando desobedecía su
palabra (Ver 1 Samuel Cap. 15). Vemos después como el profeta
Natan amonesta a David por su pecado, trayéndole palabra de
juicio de parte de Dios por su pecado con la mujer de Urías (2
Samuel cap. 12).
27
- Cuando Pablo y Bernabé fueron a hacer obra misionera de evangelismo,
permanecieron largo tiempo en el lugar de trabajo, y no varios días como hacen hoy días los evangelistas. Ver Hechos 14:3,28, 18:11, 19:8,.
Mario E. Fumero
80
Cuando Jesús le reveló a la mujer samaritana que tenía 5
maridos, y el que ahora tenía no era su marido, la mujer gritó: "He
aquí un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho" (Juan
4:29). El profeta ve más allá, penetra en la oscuridad del pecado, y
revela las cosas ocultas que Dios le muestra. Discierne los secretos,
por revelación.
Las dos características básicas de un profeta son:
Primero: No trata con la multitud, sino con los líderes, y dedica
más su tiempo en buscar luz y revelación de Dios para orientar a
los dirigentes del pueblo.
Segundo: Es un ministerio de intercesión y aviso, así como un
consejero para los que gobiernan.
En la iglesia primitiva habían profetas, ya no como en el
A.T., que revelaban lo oculto de Dios, y traían mensajes de juicio y
condenación, sino para revelar el propósito del Espíritu para con su
pueblo. El estilo de profetas antiguo-testamentarios ya no existe,
pues Cristo se reveló como el Profeta de profetas, mostrando todo
lo que Dios deseaba para su pueblo. Así que los profetas de hoy día
parten de esta revelación básica, a la cual no se le puede añadir
ninguna otra.
Hay revelación en torno a la Palabra y la vida de la iglesia,
pero para ello se necesita iluminación, para entenderla,
principalmente cuando sean cosas ocultas a la vida de la iglesia, y
que deben ser sacadas a la luz por el Espíritu, ya sea por medio del
don de revelación, discernimiento o profecía, y en relación a la
Palabra de Dios. Toda visión, revelación o sueño debe ajustarse al
fundamento de las Escrituras.
El papel del profeta hoy es el de revelación y orientación a
los ministerios que gobiernan en la problemática actual de la
Iglesia. No tiene que ver nada con el don de profecía, ni sigue el
estilo profético del A.T. respecto a traer solo juicio y revelaciones.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
81
Recordemos que los profetas están separados para tratar con Dios,
mientras los pastores, maestros y evangelistas tratan con el pueblo,
con la multitud de discípulos. Dentro de cualquier congregación
hay problema, y los pastores muchas veces no pueden ser muy
objetivos, porque viven dentro de los mismos, y no se puede ser
parte y juez en un asunto. Es ahí cuando entra en escena el
ministerio de profeta. Los pastores o maestros están absorbidos por
muchos conflictos, y necesitan recibir de Dios pautas y mensajes
fresco con contenido bíblico, para guiar al pueblo en medio de las
tormentas y ataques diabólicos. La función del ministerio de
profeta, (no de profecía) es parecido al del A.T., estos estaban para
dar un mensajes a los reyes y ancianos que guiaban al pueblo de
Israel para afrontar situaciones difíciles. Así también los profetas
son ahora los consejeros de los pastores y maestros en la
problemática de la iglesia, y orientan a los ministerios en relación a
las necesidades específicas que, en ciertos momentos tiene el
pueblo de Dios.
La diferencia entre el ministerio de profeta en el A.T. y el
N.T. radica en que los primeros tenían la revelación directa de
Dios, sin usar la Palabra, pues ellos eran la PALABRA VIVA,
mientras que el ministerio de profeta en la iglesia parte de la
PALABRA REVELADA, bajo la dirección del Espíritu Santo. Dan
consejo y dirección, tomando la Palabra Revelada, sin poder añadir
una revelación superior a la revelación bíblica existente.
Para simplificar la función de los profetas, podemos
afirmar que estos son consejeros y cobertura que ayudan a los otros
ministerios que tratan con la mayoría. Un pastor o maestro no tiene
mucho tiempo de buscar luz de Dios, pues está rodeado de una
multitud con problemas y dificultades, y está tan metido dentro de
la masa, y a veces no ve muchos errores, porque le falta visión
profunda. El profeta, que vive fuera de esta masa, recibe y percibe
más fácilmente las necesidades y los fallos que tengan los otros
ministerios o la iglesia, y los corrige a través de sus advertencias y
enseñanzas, dando luz a los ancianos que ejercen la función de
Mario E. Fumero
82
gobernar. Además, siguiendo el orden de crecimiento del cuerpo,
cuando un pastor produce pastores, se desplaza a una posición de
supervisión y dirección sobre estos pastores, que él mismo produjo,
y se convierte en profeta, pues da dirección. Así que un profeta
debe haber sido pastor primero, y haber producido pastores. El
profeta es superior en posición al maestro o pastor. Cuánta falta
hace hoy día esta clase de ministerio para dar cobertura a tantos
pastores huérfanos de consejo; si hubieran profetas que ayudasen a
advertir los peligros del diablo, y sus tramas en la iglesia, cuántos
errores introducidos sutilmente hubiéramos corregido antes de
afrontar divisiones, por cosas que son ilógicas en el cuerpo.
El profeta protege la iglesia de la división, la doctrina falsa,
los pecados ocultos, los errores y abusos de autoridad de los
pastores o maestros, y la introducción de cosas raras dentro del
cuerpo. Es un ministerio para los ministerios. Pero no olvidemos
que para ser profeta se necesita haber experimentado los otros
ministerios, ya que éstos son producto del crecimiento. Sin
embargo, debemos tener cuidado con esos "profetas iluminados",
que se convierten los únicos elegidos y poseedores absolutos de
toda la verdad de Dios. En tal caso se ha desvirtuado el sentido, y
usan su posición e iluminación para ejercer hegemonía espiritual
sobre las iglesias. Este peligro siempre esta latente en la vida del
cuerpo, y para evitarlo se debe aceptar el pluralismo ministerial y
señirnos solo a la Palabra, respetando el libre albedrío de las
personas.
D) APÓSTOLES. El ministerio de profeta, como el de apóstol no existe hoy
día, y cuando aparecen abusan de la autoridad, razón por lo cual
existe una tremenda apatía y prejuicio contra ellos28
. Algunos han
28
- Existen falsa apreciación sobre la función y autoridad apostólica, por lo que
muchos han hecho del "Apóstol" como ministerio un "semipapa" dentro de la iglesia evangélica y esto es aberrante. Por ejemplo en el libro "Piedras Fundamentales de la Fe Cristiana" D. Del Vechio afirma " Al apóstol se la ha dado el ministerio para
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
83
hecho del ministerio apostólico un "titulo" de reconocimiento
humano. Hoy día se estilan otro tipo de ministerio, como el de
licenciado, ordenado, a obrero a prueba, etc. Pero pese a ello
debemos considerar la realidad del apostolado.
La cumbre más alta en el ministerio es el llegar a ser
apóstol. Uno se hace apóstol, no porque quiere o puede, sino
porque ha crecido en todos los demás ministerios, dejando frutos, y
esto no es un titulo, sino el producto de un fruto ministerial. Hay
muchos que afirman que no puede haber apóstoles en nuestros
tiempos, porque sólo fueron doce, y fuera de ellos no hay, ni habrá
más. En cierto sentido, en relación a la autoridad del canon bíblico,
solo hubieron doce apóstoles, que son el fundamento de la iglesia y
Nuestra fe. Sin embargo considero firmemente que el apostolado es
una posición en el cuerpo, que nació y se fundó con los doce, los
cuales pusieron el fundamento, pero que no se les llama solamente
a ellos apóstoles, sino que con ellos se inicia el APOSTOLADO,
pues la palabra apóstol significa "LOS ENVIADOS".
La Biblia registra que, además de los doce, Dios levantó a
otros. Tenemos el caso de Pablo y Bernabé, enviados como
evangelistas o misioneros y después se les menciona en Hechos
14:4 como apóstoles. Pablo menciona a Tito como colaborador en
su apostolado (2ª Corintios 8:23). La misma referencia hace a
Epafrodito, (Filipenses 2:25) usando un término relativo a posición
dentro del apostolado, pues dice claramente "colaboradores y
compañero de milicia". Se menciona a Jacobo, el hermano del
Señor, como apóstol (Gálatas 12:19), y al escribirles a los romanos,
Pablo menciona a Andrónico y a Junias como parientes y
compañeros de prisión por Cristo, a los cuales considera estimados
"entre los apóstoles" (Romano 16:7). En su primera epístola a los
Tesalonicenses, en el capítulo 1:1, Pablo, en la introducción, coloca
que... con más claridad pueda interpretar las directrices expuestas en la Palabra" "Al llegar un misionero del extranjero, este debe de ir a reconocer al apóstol y someterse a su autoridad". En tales caso se anula la autoridad del consejo local de cada iglesia y el apóstol se convierte en un "papa".
Mario E. Fumero
84
a Silvano y a Timoteo a su propio nivel, como apóstoles. Así que el
apostolado era una función, no una cuestión de privilegios, siendo
la función más elevada dentro de los ministerios del cuerpo de
Cristo.
No es saber mucho, o querer ser alguien, sino dar frutos,
establecer obras, y poner en ella el fundamento de la doctrina de
los doce apóstoles. El apóstol era aquel que ejercía influencia sobre
las iglesias que él mismo había establecido en diferentes
localidades. Nadie podrá ser apóstol, si primero no dio fruto como
discípulo y en los ministerios anteriores. Un ejemplo lo tenemos en
Pablo; primero fue discípulo en Damasco con Ananías, tiempo más
tarde fue a Antioquía, junto a Bernabé, ambos eran "maestros"
dentro de la iglesia local. Después se les envía como evangelistas-
misioneros, ellos establecen obras, y ponen ancianos. En los viajes
posteriores visitan las obras para "CONFIRMARLAS EN LA FE"29
.
Supervisan así los frutos de su trabajo, por lo cual se constituyen en
APÓSTOLES.
Sobre las iglesias locales están los apóstoles o
supervisores, para cuidarlas y mantenerlas unidas en la doctrina del
Señor, interviniendo sólo cuando se lo piden o ven la necesidad,
formando parte del consejo local (No están en el sentido de
autoridad "sobre" sino "en" unidad espiritual con los ministerios
locales). El sello del apostolado (o las credenciales del apóstol) es
dejar iglesias establecidas, y fundamentarlas en la verdad bíblica
(1ª Corintios 9:2).
El problema que había en Corinto era que, por ser esta una
ciudad cosmopolita y marítima, la más importante en Grecia en
esta época, pasaban por ella varios apóstoles, entre los cuales se
menciona a Pablo, Apolo, Cefas (que es Pedro). Cada cual hizo
discípulos, por lo que se formaron varias células, o grupos, con
29
- Hechos 14:22, 16:5, 18:23. El término "confirmar" hace alusión a la
supervisión del apóstol sobre las iglesias, establecidas para ver su funcionamiento, y ratificar así los ministerios establecidos,los cuales eran sometido a prueba.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
85
diferentes maestros o padres espirituales. Esto produjo división, ya
que cada grupo se creía superior y exaltaba a sus líderes, por lo que
Pablo les escribe duramente, exponiendo el principio de la unidad
(1ª Corintios 1:12-17). El patrón que relacionaba y unía una iglesia
con otra era el apóstol. Así que cada uno de los que establecían
iglesias, después las cuidaban, velando por ellas, y siendo la
autoridad sobre la mismas, por derecho de "paternidad".30
San Juan edificó cinco iglesias en cinco ciudades. Él las
cuidaba y supervisaba, ayudándolas cuando se lo requerían. Cada
una tenía su propio gobierno, el apóstol sólo velaba por la doctrina,
y por la fe de los "discípulos", que como hijos reconocían la
paternidad espiritual que les vinculaba al apóstol31
. Cuando
aparecían problemas, los ministerios locales acudían a aquel del
cual eran discípulos, al apóstol o maestro. Él les contestaba, dando
pautas para que supieran cómo actuar. Así nacieron las epístolas o
cartas a Timoteo, Tito, Filemón, que no eran otra cosa sino
consejos prácticos a discípulos, que a su vez, era parte de los
ministerios locales. En 1ª de Corintios, capítulo 5, vemos a Pablo
orientando a los ministerios locales en un problema serio, el caso
de un hermano que había fornicado con la mujer de su padre32
.
En conclusión, podremos decir que el ministerio apostólico
es aquel, que después de haber establecido iglesias, y de haber
ejercido los ministerios anteriores, se convierte en un "ministerio
30
.-Ninguno es pastor si no se tiene un rebaño, ni apóstol si no estableció pastores,
por lo tanto tales funciones no son titulares, sino funcionales. Un ejemplo lo tenemos en el hecho en nadie es padre por tomar un cursillo, sino por tener hijos, y si se tiene hijos, se puede llegar a abuelo. 31
-La paternidad espiritual es un elemento básico en la autoridad apostólica. Pablo
se refiere a ello al decir en 1 Corintios 4:15 que "aunque tengáis diez mil ayos (nodrizas) en Cristo,no tendréis muchos padres...yo os engendré", y así lo vemos en su relación con Timoteo, Filemón, Onésimo, etc. 32
- Watchman Nee afirma en su libro "LA IGLESIA NORMAL" que un apóstol puede
enfrentarse a los desórdenes en una iglesia, siempre que se busque su consejo y ayuda" Así que el ser apóstol no le da derecho de manipular el consejo local, establecido por él mismo, a menos que el problema tenga que ver con la doctrina.
Mario E. Fumero
86
itinerante", nutriendo y ayudando las obras por él mismo
establecidas, siendo un supervisor con derechos espirituales para
dar dirección. No es asunto de conocimiento, de nombramiento
humano o de saber mucho, sino el dar fruto bajo la ubicación y
función normal del cuerpo.
Así que, de acuerdo a lo estudiado, podemos establecer
esta escala de crecimiento dentro de los ministerios:
APÓSTOLES
EVANGELISTAS
PROFETAS
PASTORES Y
MAESTROS
Estos ministerios son para la edificación de la iglesia. De
ellas salen los evangelistas y apóstoles para extender las estacas del
Reino de Dios en la tierra. Recordemos que tanto APÓSTOL,
como el EVANGELISTA, no son ministerios locales en función
permanente, sino I T I N E R A N T E S; se mueven para confirmar
o fundar iglesias. Así que hay MINISTERIOS LOCALES; pastores,
maestros, profetas y MINISTERIOS EXTRA LOCALES (O
ITINERANTES); los de Evangelista y apóstol. Este es el orden
bíblico de gobierno local en la iglesia y su unidad espiritual en la
función y localidad.
CONCLUSIÓN. El crecimiento y la madurez dentro de la
iglesia, produce los "ministerios", de acuerdo a la necesidad
específica de cada congregación. Los ministerios no son
autocráticos, ni jerárquicos, sino la unidad de "ancianos" bajo el
gobierno de las Escrituras y del Espíritu, pues "en la multitud de
consejeros está la sabiduría o seguridad" (Proverbios 11:14).
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
87
Una iglesia no puede ser gobernada por un solo hombre.
Cristo gobierna a través de la diversidad de ministerios y dones.
Otra verdad es que los ministerios no se crean, ni se imponen, se
hacen y se forman de acuerdo al crecimiento y son dados por el
mismo Señor a través del Espíritu Santo, operando entre los
miembros. Los frutos indican dónde están éstos.
Debemos saber quiénes son los ministerios, pues ellos
nacen dentro del cuerpo como algo natural y lógico, ya que sus
raíces son profundas y no son traídas de fuera. Una iglesia normal
tiene que producir "DONES Y MINISTERIOS" dentro de sí misma
como parte de la vida de Cristo. Lo contrario haría a la iglesia
cualquier cosa, menos "cuerpo de Cristo".
Dios nos ayude a ubicarnos y funcionar de acuerdo al plan
divino del libro de los Hechos.
AMÉN.
Mario E. Fumero
88
CAPÍTULO -IX-
LA ADMINISTRACIÓN
DE LA IGLESIA
Hemos visto el papel de los ministerios o ancianos en la
iglesia. Como ellos son la autoridad en la PALABRA dentro del
gobierno local. Vamos ver a los que tienen a su cargo la
administración de lo material, práctico o social; a estos llamamos DIÁCONOS.
EL SURGIMIENTO DEL DIÁCONO.
La palabra DIÁCONOS tiene su raíz en el griego
"DIAKONIA". El significado etimológico de la palabra es "servir o
remediar cualquier necesidad material". Se emplea en muchos
pasajes del Nuevo Testamento. Se les nombró para que fueran los
administradores y veladores por las necesidades materiales o
sociales de la iglesia.
El diaconado no existió hasta el momento en que el
número de los discípulos creció, y la afluencia de dinero, bienes y
necesidades agobió a la comunidad cristiana. Cristo no tuvo
diáconos, pues en un grupo tan pequeño (los doce) los problemas
eran de fácil solución33
. Con la ascensión de Jesús, nació en el día
de Pentecostés la iglesia, pero no hubo diaconado durante la
33
- Algunos comentaristas afirman que entre los discípulos, Judas Iscariote era el
encargado de llevar la bolsa,(Juan 12:5-6), y los asuntos económicos, pero en ésta etapa no se menciona, ni existe el diaconado.
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primera etapa de la misma. Es en el capítulo 6 de los Hechos
cuando surge la necesidad que su creación. La iglesia era
gobernada sólo por los apóstoles. La multiplicación y
doctrinamiento de la multitud eran ejecutadas por los discípulos,
pero como el número de cristianos era tan grande, y además, no
eran todos judíos, sino también griegos o gentiles apareció un
problema de murmuración. Por regla general los gentiles carecían
de la disciplina que poseían los israelitas, ya que estos, por su
transfondo cultural poseían mucho orden, e incluso a veces eran
muy legalistas, razón por lo cual se establecen normas que regulan
el comportamiento de los gentiles y judíos. Así que la problemática
de la ayuda a los necesitados se hizo compleja.
Los apóstoles tenían que dividirse tanto, que descuidaban
el aspecto espiritual, para "servir las mesas" y "atender problemas
sociales o familiares" en la comunidad. Por otro lado, la entrega de
muchos bienes por los convertidos de mejor posición agravó la
problemática, y comenzó a haber murmuración entre judíos y
griegos respecto a la ayuda de las viudas y necesitados. Esta
comunidad de bienes, la primera conocida en la historia, confrontó
su primer dilema: la mala administración en la iglesia, los chismes,
los abusos, etc. Viendo los apóstoles la problemática entendieron
que su misión era mayor que la de administrar bienes materiales.
Esto le restaba integridad y autoridad, por las murmuraciones, y
además descuidaban la oración y la Palabra. Por eso tomaron una
decisión: "No es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios y
la oración para servir las mesas", y propusieron a la multitud el
nombrar a "siete varones", que reunieran los tres requisitos
siguientes: "Buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría",
para que ellos tomasen a su cargo la administración y asistencia
social.
Existen situaciones específicas, de ciertas épocas o lugares,
a las cuales los ministerios tenían que ajustarse, siguiendo pautas
que el Espíritu pondría, ya que sobre las mismas no se había dejado
un patrón previo. Eran problemas prácticos, a los cuales el Espíritu
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tenía que iluminar soluciones apropiadas para tales casos. No
podemos hacer una estructura preventiva, sin primero afrontar los
problemas que la causan.
Nace, por lo tanto, la "DIAKONIA". Más tarde, el apóstol
Pablo aconseja a Timoteo establecer diaconados, enumerando sus
requisitos, que según 1ª Timoteo 3:8-13 son:
A) Honestos, puesto que van a administrar los bienes del Señor
Verso (8).
B) Sin doblez, firmes en sus decisiones, que no sean volubles o
inconstantes en lo que hacen.
C) Que no sean dados al vino o vicios, ni tengan ambiciones
humanas de posición o ganancia deshonesta. Deben ser
íntegros, que cumplan lo que digan.
D) Que sean piadosos y rectos, con limpia conciencia (9).
E) Que sean aprobados por los ministerios y se sometan a prueba
un tiempo, para ver si reúnen los requisitos. Deben saber
proceder con los demás (10).
F) Puede haber mujeres diaconisas. Ellas deben ser honestas, no
estar en chismes o líos ajenos. Deben ser fieles esposas y que
sepan tener sus hogares en orden.
LAS FUNCIONES DEL DIÁCONO
DENTRO DE LA IGLESIA.
La Biblia no explica cuál era la función de cada diácono,
ya que éste dependía específicamente de la necesidad o problema
del lugar. Por esta razón no se habla mucho de la parte estructural o
administrativa. No podemos fijar pautas a la forma en que éstos
recogían las ofrendas, diezmos, primicias, etc. Algunos textos
parecen arrojar luz sobre el hecho de que "cada primer día de la
semana traían a la reunión de la iglesia lo que Dios había puesto
en sus corazones para la ayuda de la obra" (1ª Corintios 16:1-4).
Sabemos que esas ofrendas y bienes se usaban para "ayudar a las
viudas, los huérfanos, hermanos necesitados, los que sirven a la
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iglesia, etc.", pero no tenemos datos de las pautas administrativas
internas, tanto para recibir como para ayudar.
Por lógica, suponemos que cada diácono realizará una
función específica dentro de la problemática local. Dios es Dios de
orden, así lo vemos en la creación, en la organización del pueblo
hebreo en el desierto, en la función de la iglesia con diferentes
ministerios, en la forma en que su Espíritu imparte dones, etc. Si la
iglesia como cuerpo supone un orden, cada diácono debía tener una
función específica dentro de la panorámica administrativa, de lo
contrario se duplicaría esfuerzo, se crearían problemas de relación,
o se cometerían errores en acción.
Los ministerios no deben intervenir en la recolección de
ofrendas o diezmos, así como en la solución de problemas
materiales. Los ministerios recibían de la iglesia lo necesario para
su trabajo espiritual (1ª Corintios 9:13-16, Gálatas 6:6) y trazaban
las directrices de conducta para los diáconos, que sujetos a éstos,
seguían las normas prefijadas por los ancianos. Pablo reclama que,
a veces, no recibía ayuda de los hermanos, y con sus manos trabajó
para no ser gravoso, por lo que no es deshonesto que el ministro
trabaje secularmente34
, principalmente cuando la comunidad carece
de recursos para ayudarle.
Los ministros deben abstenerse de intervenir en asuntos
económicos por varias razones; cuando un "ministerio" recibe
directamente dinero de la gente, y lo usa como él desea, muchos
pueden pensar mal de él, y pierde credibilidad y autoridad,
creándose "mal testimonio de los de fuera", cosa que le afectaría
grandemente (1ª Ti. 3:7). Además, de esta forma puede ser
sobornado y manipulado para consentir pecados en hermanos
34- 2 Corintios 11:9, 1 Tesalonicenses 2:9, 2 Tesalonicenses 3:8. Palo establece
normas de conducta y trata de dignificar el trabajo material y presentarlo como ejemplo de conducta en la vida cristiana.
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aduladores35
, o dar privilegios a personas que no cualifican
moralmente, (trafico de influencia). Todo lo que es del Señor debe
traerse al altar. Los diáconos encargados, procederán de acuerdo al
orden establecido. El papel de los ministerios, dentro del aspecto
económico y social de la iglesia, es de supervisar y orientar a los
diáconos en su función, fuera de ahí, deben mantenerse lejos de
este asunto.
Existe el peligro de que el ministro pueda ser engañado por
Satanás, a través del "dinero", del cual Pablo nos advierte el peligro
que éste puede causar al siervo de Dios. Hemos dicho en otro
estudio que las tres armas preferidas del diablo para destruir a los
ministerios son las tres "F": FORTUNA, FAMA y FALDAS
(Sexo). He conocido a muchos obreros, que sin darse cuenta, han
puesto sus ojos en el dinero despertándoseles las ambiciones, lo
que les ha llevado al fracaso en el ministerio. (1ª Ti. 6:8-10).
Dentro de la comunidad existe una inmensidad de cosas
por hacer o atender, por lo que deberíamos encargárselas a los
diáconos, dando a cada cual una labor específica. Éstos puedan
buscar a otras personas que les ayuden a realizar esas labores, que
aunque pequeñas, dignifican al cuerpo de Cristo. El servir a los
demás, el ayudar a los enfermos, el socorrer a las viudas, el
administrar los bienes, etc. son parte del amor de Cristo entre los
discípulos.
Tanto los DIÁCONOS, como los que AYUDAN, son
ministerios generales que colaboran con los ministerios especiales,
pues todos los miembros trabajan en conjunto para realizar, en
armonía, las órdenes que vienen de arriba (1ª Corintios 12:28).
En la función de la DIAKONIA tenemos una gama de
trabajos que bien clasificados y distribuidos, ayudarán a una mejor
35- Se sabe que en nuestros tiempos a través de la economía se manipula todo,
pues el poder del dinero puede incluso comprar la justicia, y esta maléfica influencia puede afectar incluso la iglesia. Se dice que el que controla la economía, controla la política.
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meta en el orden de la iglesia. Debemos combinar la idea
apostólica, y la necesidad específica de nosotros. Tenemos
actualmente siete diáconos (no porque considere importante el
simbolismo del siete, sino porque la necesidad creó siete
ubicaciones), ya que hay siete áreas de trabajo que cubrir en la vida
de la comunidad.
Una de esas áreas es la de las finanzas, hay un diácono
tesorero; el cual lleva la contabilidad y registra las ofrendas y los
diezmos. La labor del tesorero se ajusta a un sistema
administrativo, acorde con las exigencias legales vigentes. Se lleva
un registro de entradas y salidas, a través de órdenes de pagos y
cheques supervisados por los ministerios, y en base a un
presupuesto. El pastor, a su vez, recibe una cantidad que llamamos
"caja chica" o "fondo discrecional", la cual usan para resolver
cualquier problema menor de ayuda o necesidad, dentro de la
comunidad. Los demás gastos se programan según la necesidad.
Tanto en relación a los discípulos, como al gobierno civil, debemos
estar listos a dar fe del dinero que para el Señor se recibe dentro de
la congregación por medio de informes económicos.
Con las entradas de la comunidad se resuelven las
necesidades de los ministerios, mantenimiento de las instalaciones,
ayuda a los necesitados, programas de asistencia social, enfermos,
equipo de trabajo, proyectos misioneros, etc. Nuestro presupuesto
no debe omitir la importancia de las necesidades de los ministerio,
la obra misionera y la necesidad social de nuestra comunidad,
porque según la biblia esto era lo más importante en el quehacer de
la Iglesia primitiva.
Otra ubicación dentro del diaconado, la tiene el diácono de
visitación. Este se encarga, según las órdenes dadas por los
maestros de células, de investigar las necesidades de los hermanos
enfermos, para ver de qué forma se les ayuda. La ayuda puede ser,
desde llamar a los ministerios para que oren por el enfermo
(Santiago 5:14) a ayudarle materialmente en alguna necesidad que
tenga. Además, visitará a los nuevos contactos, hospitales y otros
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que deseen recibir la Palabra, o tienen problemas, usando para esta
labor también a otros miembros de la comunidad.
Tenemos, además, un diácono de extensión. Llamamos
extensión a toda actividad de evangelización que realicemos fuera
del local, o reunión general de edificación (culto dominical). Este
diácono, con sus ayudantes, prepara y proyecta las actividades de
predicación y evangelización en las calles, plazas, y lugares
públicos, a donde se moverá la congregación para proclamar el
evangelio. Toda actividad fuera del "cascarón" (templo) será
programada por este diácono con la ayuda de los ministerios.
Últimamente hemos sentido la necesidad de "enviar
obreros" a zonas en donde se necesita el evangelio, para lo cual
nombramos a un diácono de misiones. Este se encarga de motivar
a los hermanos a tener visión misionera, y recabar, tanto de la
tesorería general, como de otros fondos y ofrendas, los recursos
que permitan enviar obreros y suplir sus necesidades materiales en
las nuevas obras que se establezcan. El enviar misioneros debe ser
la meta de una iglesia local, ya que por años hemos necesitado que
"nos envíen de lejanas tierras misioneros, pero ahora nos toca
hacer lo mismo, pues hemos crecido mucho para tener que seguir
siendo parásitos cristianos". Este diácono se encargará del
programa de sostén misionero para nuevas iglesias, en otras
provincias o países. Debemos imitar y ambicionar tener el sistema
bíblico de la iglesia de Antioquía, que envió obreros a lejanas
tierras. El reto ahora es, "extender el reino donde no haya
evangelio, en nuestra región o nación, y hasta los confines de
este mundo".
Respecto al orden, mantenimiento de los locales, niños y
atención en los cultos, vimos la necesidad de situar a un diácono
para organizar estos menesteres. Las familias tienen bebés que
debemos atender aparte, para que sus padres puedan adorar a Dios
libremente. Tenemos edificios, y necesitan limpieza y cuidado. Hay
que velar por atender los visitantes (inconversos) en los cultos
evangelísticos, y aún a hermanos que no guardan el orden debido,
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etc. Para ello existe un diácono de orden que ha venido a
solucionar estos problemas.
Tenemos que llevar actas de bautismos, matrimonios y
resoluciones ministeriales, en relación a la función de los
ministerios, disciplina, y acuerdos de los diáconos con los
ancianos, así como los asuntos oficiales de la iglesia, para lo cual
nombramos a un diácono en secretaría.
Otra necesidad de nuestra época está en el uso de literatura
e impresos, para la enseñanza de los discipulados y la
evangelización. Es algo que la iglesia primitiva no tenía y, aunque
es una bendición, puede también crear dependencia al papel escrito
y no al maestro o la vida. También puede circular material "no apto
para nuevos convertidos" por lo que debemos fiscalizar y controlar
el material que se use. Para esta área nombramos a un diácono de
literatura, el cual controla, vigila y distribuye el material impreso.
Lo importante no es el estudiar muchos temas rápido, sino que se
viva un tema antes de pasar a otro, por lo que este diácono vigila el
fin que se le da a la literatura, clasificándolos en LECHE y
VIANDA. Para este fin deberá haber un anciano o ministerio
encargado de la enseñanza que le ayudará y supervisara. También
deberá controlar los libros cristianos que se pueden vender o leer,
pues aunque toda literatura cristiana puede ser buena, no toda es
edificante. Cuando existan grupos que tengan capacidades
musicales, deberá de haber un diácono de alabanza, que lleve la
música y la adoración, cuidando los equipos que se usan para tal
fin. La música es importante en el complemento del culto y así,
según haya necesidad, se crearán nuevas funciones de servicio o
diaconados. No debemos dogmatizar sus funciones, pues en el
futuro, las perspectivas pueden variar. Además, las labores de estos
diáconos en "servir" a la comunidad, no se limitan a esa
responsabilidad solamente, pues cada uno de ellos puede ser un
maestro que vela y ayuda a sus discípulos en los problemas
menores.
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Todos, de una forma u otra, tenemos que ser diáconos en el
sentido de la palabra, "servir", así que el ayudar en lo material y
espiritual es función de todo el cuerpo que se ayuda mutuamente.
No sabemos si en el futuro, los diáconos existentes se aumentarán,
disminuirán, se cambiarán etc, pero una cosa sabemos; cada uno,
ubicado en cierta posición, realiza una función bajo la coordinación
de los ministerios, y así vamos hacia la meta propuesta por Cristo
Jesús, que es la perfección.
LA ELECCIÓN DE LOS DIÁCONOS
Y SU AUTORIDAD EN EL CUERPO.
Los diáconos son nombrados por los ministerios, y
aprobados por los discípulos (asamblea). Puede dársele a la
asamblea una lista para que elijan, cosa que no está muy clara en el
contexto bíblico. Por otro lado, se puede elegir a los diáconos por
parte de los ministerios, y sometidos a prueba, de acuerdo a la
Palabra (1ª Timoteo 3:10). No hay un método claro de elección en
la Biblia, y aunque es cierto que los apóstoles le pidieron a la
multitud que "escogiera a siete varones", éstos trazaron pautas, y
no hubo mucha discusión, pues había "un mismo sentir en todos los
que habían creído".
Los diáconos deben ser seleccionados entre los discípulos
por los ministerios, viendo los frutos y capacidades que tengan, de
acuerdo a la función que vayan a desempeñan. Se deben dar
también oportunidades a otros hermanos, así que sería bueno, cada
cierto tiempo, hacer cambios, evitando crear "monopolios en el
diaconado" con puestos "vitalicios", para que otros puedan ejercer
la función del "servicio", y compartir la carga en el gobierno de la
iglesia. Cuando un hermano fue un buen diácono, y se le quiere
quitar para dar oportunidad a otros, ¿Cómo hacemos?. Como
tenemos que crecer, es posible que éste pase a otra posición
superior de función, como ser "ayudante" de los ministerios,
dedicarse a predicar, o discipular, o ser separado por un
llamamiento para convertirse en un "ministerio", como ocurrió con
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Felipe, que siendo diácono en Jerusalén, por causa de la
persecución, se convierte en "evangelista" en Samaria (Hechos 6:5;
8:4-5).
Volviendo al orden de 1ª Corintios 12:28, vemos en la
escala de los ministerios generales lo siguiente:
MILAGROS
SANAN
AYUDAN
ADMINISTRAN (Diáconos)
HABLAN EN "LENGUA" (Discípulos)
Este orden, de abajo a arriba, establece niveles de función
en la iglesia, pero no necesariamente tenemos que ser diáconos
toda la vida, ya que existen metas superiores en Cristo Jesús.
Lógicamente, si el cuerpo crece hacia arriba, las responsabilidades
de los viejos aumentan con el crecimiento, por lo que hay cambios
dentro de la posición por crecimiento, pero ¿Cómo se hará ésto?.
¿Quién lo hará?. Creo que estas preguntas no tienen respuesta
bíblica, todo depende del orden y estructura de gobierno local, y la
necesidad determinará esos cambios, y las formas y pautas a seguir.
Un "diácono" no es uno que lo hace todo, que cuida la
puerta o recoge la ofrenda, etc, como se cree vulgarmente.
Tampoco el diácono tiene "autoridad espiritual", o sobre los
ministerios. Ellos no pueden disciplinar, ni ejercer presión sobre
los pastores. El gobierno espiritual de la iglesia está en los
"ministerios", a través de la Palabra, y por medio de la dirección
del Espíritu. Sin embargo, los ministerios pueden llamar a uno o
varios diáconos para que den sus opiniones o sentir, sobre algún
asunto de tipo espiritual.
Existen casos en que los diáconos tienen el poder
económico, por lo que manejan al pastor como a un
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"EMPLEADO". Si no se ajustan a sus exigencias, o cuando no les
gusta, porque es muy recto, lo despiden, buscándose a otro pastor
que se deje manipular. Dentro de muchas estructuras, los diáconos
se han convertido en los que más mandan en el gobierno de la
iglesia, y los ministerios están sojuzgados por éstos, pues al
controlar lo material, dominan la situación. Si el pastor no hace lo
que queremos, "le cortamos la ayuda, y se tiene que marchar o
morir de hambre". Es imposible, por lógica, que aquellos que
fueron nombrados por los "ministerios", sean superiores a éstos. El
que pone, tiene más autoridad que el que es puesto. Imagínese que
los apóstoles hubieran puesto diáconos para que ayudasen en el
servicio, y ellos pudieran dedicarse más a lo espiritual, y que éstos
se reúnan y les digan a los apóstoles: "Miren Uds, déjense de
cosas, y no ordenen tanto. Si siguen predicando tan fuerte, les
quitamos la ayuda, y nos buscamos a otros apóstoles". Nunca los
hijos podrán gobernar a sus padres, de lo contrario se produce
"rebeldía", y va contra el orden natural y moral.
El hecho de que en algunas congregaciones sólo exista "un
ministerio", hace a los diáconos fuertes, porque éstos, que son
varios, tienen más fuerza en la estructura, por su posición en el
control del poder económico, y porque la mayoría lo respalda a
través del un sistema democrático. Es un peligro que un solo
hombre ostente todo el poder de la iglesia, y tal caso, tiene lógica el
que los diáconos puedan ser unos "síndicos" que tengan el poder
para evitar los abusos de autoridad de un "pastor absoluto", pero
esto tampoco es bíblico.
Se necesita un nuevo enfoque de la diversidad de
ministerios, la sujeción de los miembros a sus núcleos o células, la
sumisión apostólica a la Palabra, y el orden bíblico. Si estos
principios existen, tanto los diáconos, como los ministerios, y los
discípulos, se ayudarán mutuamente para lograr el fin supremo
como enseña Efesios 4:16. Que Cristo reine en medio nuestro para
que podamos alcanzar las metas propuestas dentro del marco que
nos toca vivir en el presente siglo de rebeldía e insujeción.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
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CAPÍTULO -X-
EL PROBLEMA DE LA
AUTORIDAD
Una vez que definimos los ministerios y el diaconado,
surge la necesidad de buscar un equilibrio en la estructura del
gobierno local, para que no haya exceso de autoridad. Los hechos
revelan lo susceptible que es el ser humano a abusar de los
derechos, bendiciones, y dones de Dios para sí mismo, dando
origen a actuar como iluminado, caudillo o profeta, que produce
herejías, sectas y abusos de autoridad en la vida de la iglesia. Una
de las áreas más complejas del gobierno eclesiástico es la
definición del principio de autoridad. A través de la historia hemos
visto como ésta ha degenerado en actitudes dictatoriales,
jerarquizantes y enajenadoras de la relación entre hermanos, e
incluso de la vida social de muchas naciones, que son sojuzgadas
por ciertas religiones que están vinculadas al poder político
existente.
¿Cuál es el principio que debe gobernar la vida cristiana,
dentro del esquema de la autoridad bíblica?. ¿Sobre qué bases
funcionó la autoridad apostólica, y por qué hoy día ésta se ha
perdido? ¿A qué se debe que muchos hermanos son dañados
espiritualmente por los principios de autoridad que reciben en
algunas iglesias? ¿Cómo debemos definir una autoridad correcta,
dentro del principio de la Palabra? Estas y otras muchas preguntas
son las que vamos a contestar. Durante mi ministerio en España me
he sentido atraído por este tema, ya que dentro del entorno en el
cual viví, encontré un mal principio de autoridad, el cual ha
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causado un tremendo daño en vidas de muchos hermanos que se
han frustrado, al vivir una autoridad caciquista o imperativa,
mientras que otros pasan de ella, al haber sufrido los traumas del
abuso de autoridad que tiene sus raíces en un autoritarismo
paternal, lo que les dejan predispuestos a rechazar todo tipo de
autoridad, forjándose dentro de ellos una conducta anarquista en
sus relaciones espirituales y sociales.
No podemos negar que España fue donde más florecio el
anarquismo, el machismo y el misticismo36
; males culturales que
hemos heredado a través de los años, y han dejado huellas en el
comportamiento social. Estas tierras tuvieron mucha influencia
árabe, y han vivido una historia saturada de todo tipo de abuso de
poder y autoridad, al igual que los países latinoamericano, influído
por la cultura española.
Al iniciar este tema, tomé una serie de enseñanzas dadas en
Honduras en la década del 70, y las amplíe con otras lecciones que
tratan de frenar el posible abuso de autoridad dentro de un esquema
de discipulado, ya que el principio de acoyuntamiento y sujeción
puede originar, como todo, una manipulación de las personas. La
sujeción y el sometimiento a las autoridades son armas de doble
filo. Tomar una vida para formarla es muy complejo; existe un
límite que debemos definir bien entre LA AUTORIDAD y la
MANIPULACIÓN. Hay una frontera, difícil de definir, entre el
principio de , y el AANNUULLAARR EELL YYOO. He visto
cómo hermanos, llenos de talentos, han sido destruidos por
personas que, usurpando el lugar de Dios, han llegando incluso a
determinar a dónde les llama el Señor y qué ministerio tienen, sin
dejarles probar en sí mismos la voluntad de Dios. Hay muchos que
llamándose "apóstoles", toman el dominio de las vidas, para
36- El anarquismo nace como una expresión del espíritu humano por liberarse de
la opresión histórica de un abuso de autoridad política y religiosa. El Machismo es producto de la influencia de la cultura árabe, ya que el norte de la península ibérica estuvo sometida a esta cultura durante muchos siglos.
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determinarles acciones que violan el derecho del libre albedrío.
Hay un límite para todo, la autoridad debe definirse, y estar sujeta
al principio del cual emana. Un policía tiene autoridad, pero la
constitución, y las leyes vigentes, limitan su uso para frenar el
abuso que se denomina "violación de los derechos humanos".
También en la Iglesia hay un límite en la aplicación de esta
autoridad. Existen áreas en las cuales nadie, excepto Dios, tiene
derecho a intervenir, y de esto debemos de estar conscientes.
ORIGEN DE LA AUTORIDAD:
Toda autoridad emana de Dios, el cual es la autoridad
suprema. Por Él "todas las cosas subsisten, y todas fueron hechas".
Es por ello que definimos la existencia de una autoridad natural,
que se origina en la creación de todas las cosas, de acuerdo a un
orden, dando lugar a leyes naturales, físicas, biológicas etc. La otra
autoridad tiene su origen en la Palabra, es de índole legal. Son las
normas que regulan las relaciones y prioridades entre los seres
humanos en su relación con Dios, ejemplo; la ley moral, civil,
penal, de higiene etc. Al analizar las diferentes formas en que se
desarrolla esta autoridad en la historia de la humanidad, tenemos
que establecer otras clasificaciones, para poder evaluar las
diferentes manifestaciones de autoridad existentes en nuestras
culturas, sociales o religiosas. Estas serán:
AUTORIDAD NATURAL= Nace como producto de una
relación personal que conlleva cuidado, protección, afinidad,
dedicación, entrega. Dentro de esta dimensión se define la
autoridad de paternidad, de donde nace el AMOR "FILÉ",
expresión griega que indica el amor como producto de una relación
familiar, de donde se origina la palabra "FILIAL", usada para
distinguir los vínculos de parentesco, o relación, dentro de una
familia.
El discipulado descansa en este elemento, de donde nace
en sí la autoridad apostólica. Pablo, al defender su ministerio alega
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que, "aunque tengáis diez mil ayos en Cristo...yo os engendré...(1
Cor 4:15). Un gran porcentaje de la autoridad ministerial se debe
apoyar en este principio.
AUTORIDAD DELEGADA= Es aquella que emana de
otra autoridad, que a su vez recibió la autoridad de un ser superior,
o primero. Es la que se transmite a través de un gobierno
reconocido y aceptado, y encomiendan a alguien una función
definida para realizar una labor. Es cuando Dios escoge a un
individuo, por ejemplo Moisés, y le entrega una misión para la cual
le capacita, dándole una autoridad definida. El principio de la
autoridad delegada radica en que, el que la recibe, debe de estar
bajo autoridad del que le eligió, y el que la transmite debe también
estar en este mismo orden. La autoridad delegada establece
funciones y pautas dentro de este marco de responsabilidad, razón
por lo cual podemos afirmar que TODO AQUEL QUE TIENE UNA
RESPONSABILIDAD, TAMBIÉN RECIBE UNA AUTORIDAD.
Los ejemplos más significativos de autoridad la tenemos en
los profetas, en la autoridad militar, y en cierto aspecto en la
autoridad ministerial, aunque ésta se debe complementar con la
paternidad, pues el dar ejemplo y revelar crecimiento con amor es
básico, y el Señor seleccionara y separara a las personas que reúnan
estos requisitos bíblicos. Para que el Señor delegue autoridad
espiritual, la iglesia debe reconoce la autoridad natural, la cual se
hace patente por los frutos y ejemplo, delegándosele a los
ministerios funciones, según la madurez y crecimiento. Así que una
y otra se complementan, para producir el correcto sentido de
AUTORIDAD ESPIRITUAL.
AUTORIDAD ELECTA= Cuando se pierde la autoridad
natural y se distorsiona la autoridad delegada, se hace necesario la
elección, para mantener la paz social, y ejercer el control en la
vivencia de la comunidad. Para lograr esto se crea un marco legal,
y por medios democráticos, se nombran líderes, que reciben de la
mayoría el poder para desempeñar una autoridad que ha sido
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definida previamente por las normas aprobadas por esa misma
asamblea. En esta situación nace la autoridad democrática, o electa.
Frente al clericalismo impuesto por el catolicismo romano en la
edad media, las iglesias evangélicas han preferido el sistema
congregacional de gobierno, apoyándose para ello más en la
democracia que en la jerarquía, pero ésta también presenta muchos
problemas de formas, que pueden dañar la vida y la salud de la
Iglesia
AUTORIDAD IMPOSITIVA= Es la autoridad que se
establece usando la fuerza psicológica o física. El origen y
evolución de este tipo de autoridad es compleja. Puede nacer
dentro de cualquiera de los tipos ya mencionados. La autoridad
natural o paternal puede convertirse en una dictadura,
principalmente cuando el hombre acentúa sus derechos exclusivos,
y no se sujeta a las leyes establecidas por Dios. También la
autoridad delegada puede ser usada despóticamente, tomándose
más derechos de los que recibió, y actuando, a veces, contra el
mismo orden que lo constituyó, pues una vez controlado el poder,
se corrompe y abusa de éste. Ya sea por medios de fuerza, de
manipulación o extralimitación en funciones, la autoridad
impositiva surge en cualquiera de los dos sistemas anteriores. Este
tipo de autoridad predomina en ciertas personas con carisma, que
poseen ambiciones de poder o problemas emocionales, por lo cual
desarrollan la mentira del diablo, que les hace pensar que "el fin
justifica los medios". Los que se apoyan en este tipo de autoridad
para gobernar una iglesia se colocan como "superiores" a los
demás, siendo igual a una jerarquía, y se olvida de que debe ser
modelo, un líder que no se vea, sino que se fusione con todos los
demás como uno más.
LOS PELIGROS DEL MAL USO DE LA AUTORIDAD.
Cuando la autoridad espiritual no emana de la relación
(parte humana, que da aceptación), y la delegación (el
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llamamiento de Cristo), tiende a convertirse en despótica y
destructiva. Incluso esto puede ocurrir teniendo los dos elementos
correctos ya mencionados (RELACIÓN-DELEGACIÓN). Si no
somos fieles a la Palabra, al Espíritu y al Amor,la autoridad puede
degenerar en autocrática o paternalista37
. Cualquiera de estas dos
tendencias producen daños terribles en la vida de la Iglesia,
ejemplos: Problemas emocionales, divisiones, grupos que se
convierten en APÁTICOS, rebeldes etc. Unos para evitarse
conflictos, se quedan al margen de la problemática como
PASIVOS, por miedo a ir contra la "autoridad" puesta por Dios.
Otros se vuelven AGRESIVOS, que se rebelan y resisten a este
tipo de líder, creándose conflictos de relación que destruyen la
congregación. En un estudio del pastor José L. Gómez Panete38
define el principio que distingue a una autoridad dentro de un
liderato de la siguiente manera "El líder debe buscar la
homogeneidad en el pluralismo. El mensaje de Dios a los hombres
está fundamentado en esta idea central FUNDIRSE UNOS CON
OTROS (así como el Padre y Yo somos uno), por lo tanto él quiere
romper nuestro individualismo egoísta pero no nuestra propia
personalidad. Si perdemos nuestra propia personalidad, no seremos
absolutamente nada, sino maquinas, cifras, seres
usables...cualquier líder que quiera manipular la personalidad de
sus colaboradores no es un líder; es un déspota, huyamos de él".
El abuso de autoridad es tan negativo, como también lo
puede ser la falta de ésta en la formación de las vidas en Cristo,
pues los extremos son peligrosos. El complemento de una correcta
formación está en el uso proporcional de la autoridad como método
37
- El Rev. Andrés Carrodegua define la autoridad autocrática como aquella
tendencia dictatorial del hombre en relación a un grupo. Un único adulto, y los demás sólo ejecutan sus órdenes, pudiendo tener apariencia de democracia. El paternalista, - dice-, es una forma sutil de dictadura donde el líder es "bueno como papá", ejerciendo una presión de tipo afectivo:amor-odio. 38
- José L. Gómez Panete es un prominente pastor de la Iglesia Evangélica en C/
Murillo Nº 8 en Palma de Mallorca. Él ha elaborado estudios muy profundo sobre temas de discipulado.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
105
de corrección y dirección. Sí es cierto que el exceso daña la vida y
la salud de las personas, produciendo rebeldía, amargura,
resentimientos, odios, divisiones, contienda, soberbia, pleitos, etc,
también la falta de la misma puede producir una liberalidad que
como dice el Rev. Andrés Carrodegua "Todo es bueno. Apenas
unidos por el afecto, o por algún objetivo común ...por lo que se
elimina toda relación que pudiera ser educativa" dando origen a
que cada hermano, usando sus derechos personales, haga lo que le
da la gana. Así los ministerios pierden la capacidad de exhortar,
reprender, disciplinar y guiar a la comunidad por los caminos de la
santidad, hacia la meta de la perfección, y se origina un anarquismo
espiritual que mata el SEÑORÍO DE CRISTO.
Para que la autoridad no se degenere, se debe compensar
con estos elementos:
1ro- Que toda autoridad se ejerza en la PALABRA DE
DIOS, y no demandemos más de lo que nosotros mismos estemos
dispuestos a dar con nuestra vida y ejemplo. Lo contrario
sería hacer FARISEÍSMO.
2do- Ejerzamos la autoridad estando bajo autoridad, tanto
espiritual como física, tratando39
siempre de compartir las
decisiones con un consejo de ancianos.
3ro- Que defina claramente hasta dónde puede intervenir
en la formación de una vida. Que acepte mis limitaciones y no
anule nunca el papel del Espíritu Santo en la vida del creyente.
4to- Demanda de todo aquel que reciba una autoridad
delegada, fidelidad en la misión encomendada, pues de esto
39- La autoridad espiritual nace como producto de una relación personal y
paternal, y se edifica con el ejemplo y la entrega. La autoridad institucional es la establecida por el régimen legal existente, dentro de un régimen democrático.
Mario E. Fumero
106
dependerá que se mantenga la unidad de enseñanza y de
trabajo. Recuerda que la autoridad debe forjar el trabajo en equipo
y no anular su personalidad o calcar la imagen del líder en sus
colaboradores. Se debe formar el carácter respetando el criterio y
reconociendo que hay áreas en la vida de un discípulo en donde
sólo puede entrar el Espíritu Santo.
5to- Que someta toda decisión importante a un consejo de
anciano o gente madura ante de actuar, pues "en la multitud del
consejo esta la sabiduría" y es riesgoso actuar en algunas áreas
tomando uno sólo todas las decisiones.
Cuidémosnos de no cometer abuso de autoridad, esto es dañino y
peligroso.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
107
CAPÍTULO -XI-
EL PRINCIPIO DE LAS
COYUNTURAS
La Biblia usa muchas ilustraciones y terminologías
fisiológicas, a fin de ilustrar, en forma objetiva, algunas verdades
espirituales que, quizás, serían incomprensibles de una forma
mística o simbólica. Entre las muchas afirmaciones que ofrece, está
la que radica en el término MIEMBROS, para indicar el conjunto
de partes que forma un cuerpo. También figura un termino que
envuelve un profundo concepto espiritual dentro de las relaciones
en la Iglesia, es la palabra COYUNTURA.
EL PRINCIPIO DEL ACOYUNTAMIENTO.
Se llama coyuntura, a la unión íntima entre dos estructuras
que permite la movilidad entre ambas, siendo ambas
diferentes miembros. Es el punto de unión entre dos huesos
del cuerpo que se entrelazan para funcionar cada uno en el
lugar correspondiente. El sentido ofrecido en la Biblia, nos
lleva a la enseñanza de la unidad íntima entre maestros y
discípulos. En 1ª Cor. 12: 19-27 se nos presenta el cuerpo
como un conjunto de miembros que se unen para funcionar
según la cabeza, que es Cristo. Esta unidad de "MIEMBROS
EN PARTICULAR", forman una singularidad perfecta, que es
"UN SOLO CUERPO", lo que definimos como iglesia o
comunidad. Esto ocurre por medio de un orden establecido
Mario E. Fumero
108
que hace a un miembro estar por debajo o arriba de otros,
razón por la cual recibe y transmite la vitalidad del cuerpo. El
punto en que se une para alcanzar la vida y la función
correctas se llama COYUNTURA, por lo tanto, estas
COYUNTURAS son las normas que unen a los miembros en
su ubicación dentro del cuerpo, (Ef. 4:16). El término
COYUNTURA, usado por Pablo, es equivalente a "sujeción o
dependencia" y es el medio para crecer y funcionar, siendo
parte de la iglesia. Entendemos que en sí, "a-coyuntarse"
envuelve el concepto de "concertar, unir, ayudar". Por lo
tanto, podemos resumir que las coyunturas sirven para:
a) Ayuda mutua= Relación de trabajo y formación en el diario
vivir.
b) Para crecimiento= Nadie puede crecer y tener vida si está
desligado del cuerpo.
c) Edificación= Porque para toda edificación espiritual se
necesita de los hermanos y de los maestros.
Todo esto tiene que ir envuelto de los ligamentos, que es el
amor, base de la unión, pues el acoyuntamiento viene voluntaria-
mente, como fruto del nuevo nacimiento, y el deseo de vivir una
vida en humildad y sujeción a la Palabra. Colosenses 2:19, expone
que la nutrición y unión del cuerpo se ejecutan por medio de las
COYUNTURAS Y LIGAMENTOS. Aquí se añade al principio de
acoyuntarse, el término "LIGARSE". Este sentido proviene del
hecho de que no es suficiente estar sujetos, ya que si no se fortalece
esta unión por medio de los ligamentos, puede "descoyuntarse",
que equivale a desligarse. Los ligamentos equivaldrían al amor y
crecimiento en dependencia a un maestro o persona con la cual
funcionaría vinculado más allá de lo humano, superficial o
circunstancial. Un verdadero discípulo tiene que estar acoyuntado
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
109
(imperativo), y "bien unido" al cuerpo por medio de su maestro.
Así, se va formando un cuerpo eficiente, funcional y de servicio a
Dios. Unos a otros se ayudan, oran, trabajan, etc., en el amor del
Señor.
EL PROCESO DE DESCOYUNTAR.
En la vida siempre han existido paralelismos, uno se sujeta
a algo, o se rebela a aquello a lo cual se sujetó. Sólo existen en la
vida dos alternativas en relación a la Palabra: Somos y nos
sometemos a sus demandas, aceptando la sujeción, o nos rebelamos
y rechazamos esa sujeción. Cuando un discípulo que fue ligado a
un maestro e iglesia empieza a desunirse, ha entrado en un proceso
de descoyuntamiento. Las causas que pueden justificar una ruptura
al vínculo de la unidad en cuanto a la sujeción, son varias. Casi
siempre es por REBELDÍA contra la Palabra de Dios, ya sea
porque anda mal, tiene mucho orgullo, o se encuentra en una crisis
espiritual. También puede ser por errores de su maestro, respecto a
la relación y ejemplo o porque ha a comenzado a madurar y desea
"independencia en su visión".
Es necesario saber, tanto a nivel de Iglesia (por medio de
los ancianos) como a nivel de célula (por medio del maestro de
discipulado), cuándo se debe catalogar a un discípulo como
"DESCOYUNTADO". Es absurdo mantener un status que en
realidad no existe. En tal caso, el maestro, previa consulta a los
ancianos, debe confrontar la realidad de que su discípulo está
DESCOYUNTADO del cuerpo. Las causas que pueden originar
está situación son las siguientes:
1) Cuando el discípulo no se sujeta a aquel que tiene como
miembro superior para enseñarle y pastorearle, no aceptando sus
enseñanzas EN LA PALABRA. Es importante basar la relación de
autoridad en LA PALABRA, lo contrario nos puede llevar al
abuso de autoridad.
Mario E. Fumero
110
2) Cuando un discípulo no se identifica con su maestro en todo lo
que envuelve la unidad del cuerpo, y sólo se conforma con tomar
clases, sin aceptar la ingerencia del maestro en otras áreas de su
vida personal que se relacionan con la vida espiritual o moral.
3) Cuando un discípulo no simpatiza con su maestro o no se
siente identificado con su forma de ser o enseñar, contradiciéndole
sin tener fundamento bíblico, y resiste la autoridad.
4) Cuando un discípulo no cumple con su maestro los deberes de
un discipulado, y entra en rechazo a las autoridades establecidas en
la Iglesia a través de los ancianos.
En caso de que la persona no esté dispuesta a aceptar las
implicaciones del reino, y llegue a rechazar las enseñanzas dadas,
se inicia el proceso de DESLIGARLA DEL ORDEN BÍBLICO EN
LA IGLESIA. Para ello debemos tener fundamentos en la palabra, y
evaluar que tal persona no se sujete a la vida y doctrina de la fe
cristiana, razón por lo que está en rebelión a las normas del cuerpo.
El descoyuntar a un miembro del cuerpo, es producto no
del deseo de la iglesia, sino de la actitud del individuo insujeto. En
tal caso, él no es desechado, sino marginado, por haber roto el
vínculo de sujeción, sin que en ello haya actuado la comunidad o el
maestro. Lo que hace el maestro, y la iglesia, en dicha situación, es
transferir a la persona a una condición del miembro
"descoyuntado", o a una confrontación pública, para que éste
reconozca su situación espiritual que es "andar por libre". El
descoyuntar es un acto de desvincular del orden del cuerpo a aquel
que por su propia actitud no desea ser discípulo, esta acción se
puede medir en dos clases, dependiendo de varios factores:
DESCOYUNTAMIENTO PARCIAL: Cuando falla en la
relación con su maestro solamente, pero cumple sus deberes con la
Iglesia. En tal caso, el problema tiene que ser afrontado por los
ancianos dentro de la célula y con el maestro, buscando una
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
111
solución entre MAESTRO-DISCÍPULO. En última instancia se
debe hacer cambios en esta área.
DESCOYUNTAMIENTO TOTAL: Cuando el discípulo, no sólo
rechaza la autoridad de su maestro, y adopta una actitud de
suficiencia e independencia en su relación de célula, sino que
traslada esta actitud a sus relaciones con la iglesia, faltando a los
cultos, no sujetándose a los ancianos, no diezmando y
desobedeciendo las normas de conducta pública con actitudes de
murmuración.
Cuando un miembro es descoyuntado, ¿Cuál es su
situación en la Iglesia?. Éste queda a nivel de marginación. Pero
queremos aclarar que NO ESTá DESECHADO, porque sólo se
desecha por causa de división (Tito 3:10), y el "insujeto" no peca
de DIVISOR, sino de REBELDE, ORGULLOSO O
INDEPENDIENTE. Un miembro que está descoyuntado puede
asistir a los cultos, en calidad de "MIEMBRO INACTIVO", sin
privilegios y sin tener una responsabilidad directa sobre otras vidas.
Tampoco estará bajo la cobertura total de los ancianos y maestros,
ya que no son responsables directos ante Dios de aquellas vidas
que voluntariamente, no acepten la autoridad y viven en insujeción.
¿Qué ocurriría si un miembro insujeto quiere sujetarse de
nuevo, después de un proceso de descoyuntamiento? Simplemente,
se le injerta al cuerpo para que funcione en la Palabra.
El descoyuntar tiene otras implicaciones, pues sabemos
que la formación en discipulado establece una relación de PADRE-
HIJOS. Es bueno entender, que aunque un hijo rompa sus
relaciones prácticas con sus padres y se vaya del hogar, éste no deja
de ser hijo, a menos que muera. Por tanto, al volver arrepentido,
como el caso del hijo pródigo, debe ser recibido y tratado otra vez
como es debido por su padre espiritual, aunque podrán existir
algunas reservas. Esto es igual que al descoyuntar a un miembro
del cuerpo, su vinculación con su maestro queda rota, pero la
paternidad (si es que el maestro lo engendró en la Palabra) no se
Mario E. Fumero
112
rompe. Una vez que "se ponga claro", se debe evaluar y tratar de
que se le re-ubique con su maestro original, reconociendo que el
conflicto que creó la ruptura, será sanado con el tiempo, al igual
que una lesión física de un tobillo, salvo cuando las relaciones
entre ambos hayan sido muy afectadas por problemas surgidos en
el período de descoyuntamiento.
Debemos considerar las responsabilidades de un maestro
en su "paternidad espiritual", ya que puede darse el caso de que el
que ande mal sea el maestro, y por ello cause daño a los discípulos.
En tal caso el que le dé cobertura al maestro, deberá detectarlo y
actuar de inmediato. La Palabra de Dios tiene dos filos, corta para
todos los lados. Se debe hacer conciencia de que un MIEMBRO es
aquel que, SE SUJETE AL CUERPO y este tiene que permanecer
unido y sin excusa. Cada miembro debe estar ubicado y sujeto a los
ministerios, y todos dependiendo de la cabeza, Jesús.
No debemos permitir que esta unidad mengüe por errores,
caprichos o descuidos ministeriales. Defender la unidad y el
acoyuntamiento, significa mantener viva la iglesia, y con fuerza
evangelizadora que da NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
113
CAPÍTULO -XII-
SOMOS TODOS DISCIPULOS
Nosotros40
no somos un grupo de personas que adoptó una
religión para ir los domingos al culto, sino discípulos de Jesucristo,
miembros de su cuerpo, su familia, del Pueblo de Dios. El puso a
sus siervos, que son los líderes visibles, a los cuales todos debemos
de sujetarnos, siempre y cuando vivan lo que predican, para poder
nosotros practicar las enseñanzas recibidas con su ejemplo, y
transmitirla a los demás como Él quiere. Tú, ahora, entras en esta
preciosa cadena de discípulos de Jesucristo, y debes aceptar la
cobertura para ayudarte a crecer espiritualmente. Debes observar
que nuestra meta no es ser como nuestro líder aquí en la tierra, sino
como es el mismo Señor, por eso será muy bueno que a la vez que
observas a tus líderes, leas los Evangelios, donde tendrás un retrato
de Jesucristo.
LA GRAN COMISIÓN DE JESUCRISTO (Mateo 28:18-20).
Jesucristo, en primer lugar, envió a sus discípulos para que
"hagan discípulos" entre todas las naciones. Esta es la misión que
recibieron los doce. Nada es más importante a la hora de predicar,
que hacer que los convertidos al evangelio aprendan a vivir según
40
- El presente material esta basado en un folleto que llegó a nuestras manos en el
año 1975 cuyo autor es desconocido. En estudios y reuniones de discipulado lo re-estructuramos y ampliamos con los discípulos que formaban la célula base o inicial de la obra en Honduras. Lo incluímos dentro de este libro porque lo considero importante a la hora de definir la importancia de la relación en sujeción y el origen de la misma dentro del concepto del discipulado.
Mario E. Fumero
114
las enseñanzas de su maestro, siendo maestros, e iniciándose así la
reproducción en serie de un modelo de conducta, dado por el
mismo Jesús a sus seguidores. Pero ¿cómo actúo el Señor?:
A) Él hizo discípulos mientras estuvo en la tierra. Entre ellos
había un grupo íntimo de setenta, otro de doce más íntimo, y otro
de tres mucho más íntimo todavía. Al enviar a éstos a hacer
discípulos, les ordenó actuar de la misma forma que Él había
hecho. Es decir, tomar un grupo pequeño de personas y enseñarles
a vivir como Él vivía.
B) En realidad, Él es el ejemplo y el modelo que Dios nos dio a
todos nosotros. Envió a Jesús, diciendo: "Así quiero que sean
todos mis hijos, como éste" (Rom 8:29), por lo tanto debemos
imitarle.
C) Hacer discípulos no es otra cosa que cumplir el deseo de Dios.
Discipular es hacer a las personas cada día más parecidas a Jesús.
D) Dios hizo en un principio a Adán y Eva "a su imagen y
semejanza". Ahora quiere, que mirando a Jesús, recuperemos esa
imagen y semejanza de un HIJO DE DIOS. Al hacer a Adán y Eva,
tenía pensado que todas las gentes fueran a su imagen y semejanza.
Por eso, al mandar a Jesucristo al mundo, se propuso restaurar esa
afinidad en los seres humanos. Por eso dijo Jesús: "Vayan a las
gentes de TODAS LAS NACIONES". Esa es nuestra misión, hacer
a TODOS discípulos de Jesús. Estos formarán la gran familia de
Dios.
E) Somos discípulos, no creyentes de una religión. ¿Qué
diferencia hay en esto?. Debemos ser y hacer discípulos para Jesús
a TODAS LAS GENTES DE TODAS LAS NACIONES y no
solamente profesantes de una religión.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
115
¿Cómo nos hacemos discípulos?. Primeramente,
bautizándolos y luego, obedeciendo todo lo que el mandó a sus
primeros discípulos: "Enseñándoles -dijo- a obedecer todo lo
que yo os he mandado a ustedes". Entonces tú eres ahora un
discípulo porque fuistes bautizado, y estás aprendiendo a obedecer
todas las cosas que Jesús mandó. Tú aprenderás observando a tus
maestros y escuchando sus enseñanzas. Pronto comenzarás a tener
tus discípulos, que aprenderán de tí y de tus enseñanzas, que serán
las de Jesucristo.
Debes ser con tu maestro, como los primitivos discípulos
eran con Jesús. Debes amarlo, confesarle tu dudas, problemas y
alegrías. Compartir todo lo que eres y tienes, y obedecerle en la
Palabra. Amarle como él te ama a ti, y juntos, seguir haciendo la
GRAN COMISIÓN del Divino Maestro; hacer discípulos a todas
las gentes. El te enseñará todo lo que Jesucristo mandó, y así serás
un buen maestro.
Tenemos también en las palabras de Jesús una promesa
maravillosa: "Y sepan que estoy con ustedes, todos los días,
hasta el fin del mundo" Amén. Esta expresión y esta realidad nos
enseña que:
A) Jesucristo prometió estar con sus discípulos hasta el fin del
mundo. Esto implica que estará en todas partes, hasta en las más
remotas, como en la Antártida, selvas o montañas, y estará hasta el
fin del mundo, en cuanto a tiempo se refiere, pues dice "todos los
días, hasta el fin del mundo". Como todavía el fin del mundo no
llegó, quiere decir que su promesa está en plena vigencia.
B) Sin embargo, si bien Él prometió estar, parecería que ese estar
es condicionado. "Vayan a todas las gentes y háganlas mis
discípulos...y yo estoy con ustedes". Jesús no está con nosotros
meramente para hacernos compañía, sino que estará con nosotros
en el cumplimiento de la misión que él nos encargó. Hagamos
discípulos y así estaremos seguros que él estará con nosotros,
Mario E. Fumero
116
dispuestos siempre a tratar con la vida de nuestros discípulos para
complementar en la experiencia y revelación las enseñanzas que
demos.
C) En estos momentos en que tu maestro, como consejero
espiritual, está tratando de hacerte discípulo, Jesús está ahí. Sí, Él
está porque así lo prometió. ¿Por qué no dejas un momento de leer
o conversar, y reconoces en silencio su presencia?
CONDICIONES PARA SER DISCÍPULO. (MATEO 16:24)
El camino del discipulado no es fácil, por eso muchos
optan por ser simples creyentes, sin comprometerse en una
cobertura espiritual. Muchas iglesias funcionan más como cines o
clubs, a donde se va a buscar un sermón que los anime, en vez de
una dirección o consejo de Dios para el diario vivir. Para ser
discípulo hay que pagar un precio. Es importante entenderlo antes
de tomar una decisión al respecto, pues sus demandas no son
fáciles, y sólo con un verdadero compromiso cristiano podremos
alcanzar la imagen de Cristo, pues el discipulado apela a la
obediencia voluntaria y no a la imposición arbitraria.
¿Cuáles son las condiciones que un cristiano debe aceptar
para ser discípulo?. Según Mateo 16:24, éstas son las demandas
básicas de un discípulo:
A) Olvidarse de sí mismo es una condición indispensable para
seguir a Jesús. Ahora pensamos en él y su causa. ¿Qué significa
olvidarse de sí mismo? ¿Para qué debemos olvidarnos de nosotros
mismos?. ¿Qué significa entonces seguir a Jesús? ¿Por qué te
parece que Jesucristo, nuestro maestro, demanda tal
renunciamiento y fidelidad a su causa? Porque sólamente por el
camino de la obediencia podremos ser verdaderos siervos. "Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
117
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas".
(Mateo 11:29)
B) Toma tu cruz. Esto no significa tan sólo andar con una cruz
al cuello o al hombro, sino más bien estar siempre listo a sufrir o
morir. Cuando alguien veía a una persona atravesando Jerusalén
con una cruz al hombro, sabía que iba a ser crucificado. Esa es la
actitud de un discípulo. Estar dispuesto a todo. También significa
que hemos muerto para nosotros y no nos importan las
consecuencias de seguir a Jesús, vivimos para Él. Algunos creen
que la cruz es una aflicción continua, pero ¡no! la cruz es una
actitud hacia la aceptación de toda adversidad en obediencia a su
palabra.
C) Sígame. Es un mandato imperioso a la obediencia, quizá
sobre este principio debemos basar la sujeción. El Señor apela a un
sometimiento voluntario a su llamado, sin ofertas, sin interés, sin
búsqueda de protagonismo, tan sólo seguirle, apelando por ello a
nuestra actitud de sometimiento voluntario. No por medio de un
evangelio de ofertas baratas, sino de entrega y compromiso.
También hay otras exigencias al respecto. Una de las más
fuertes está en Mateo 16:25, cuando el Señor dijo: "Porque el que
quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por
mi causa, la encontrará". ¿Qué es perder o salvar la vida?.
1) "Perder la vida" no es una cosa del otro mundo. ¿Acaso no
nos esperaba la condenación y el infierno eterno? Sí, estábamos
perdidos para siempre en el pecado y en las manos de nuestro
enemigo. Ahora Cristo nos rescató. Nos compró para Él. Somos de
Él, no nuestros. No éramos nuestros antes, sino siervos del pecado,
ni somos nuestros ahora, somos siervos de Jesucristo. San Pablo
nos dice: "Pero, ahora, libres de la esclavitud del pecado, han
entrado al servicio de Dios. Esto sí les trae provecho, pues les da
Mario E. Fumero
118
una vida consagrada a Dios y los lleva finalmente a la vida
eterna" (Romanos 6:22). Debemos pensar como un misionero que
murió llevando el evangelio a las tribus aucas de Ecuador, y
escribió en su diario poco antes de su mortal aventura lo siguiente;
"No es tonto el que da lo que no puede guardar (la vida física) para
ganar lo que no puede perder (la vida eterna)".
2) "Salvar la vida" hay muchos que no quieren entregarse
completamente al servicio de Dios. Quiere vivir para sí mismo,
hacer su propia voluntad. No quiere perderse en Cristo, olvidarse
de sí mismo. Por eso dice que el que quiere salvar su vida, la
perderá. Es decir, que el que quiere vivir para sí mismo, se
perderá, pero el que vive para Dios se salvará.
Ahora vamos a analizar la otra perspectiva del discipulado,
que es servir al Señor sobre todas las cosas, estableciendo un orden
de prioridades correctas. De ello nos habla Jesús en Mateo 10:37:
"El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece
ser mío; y el que quiere a su hijo o hija más que a mí, no merece
ser mío".
a) Esto es renunciación. Cristo está ahora antes que todos tus
seres más queridos. Jesús se ha transformado en tu ser más amado.
Esto no va en detrimento de tus parientes. Al poner a Dios sobre
todas las cosas, tus parientes estarán más seguros de tu amor. Mi
esposa puede estar mucho más segura de mi fidelidad cuando Dios
está en el primer lugar de mi vida, que de cualquier otra manera.
Aún si ella estuviera primero en mi vida, mi fidelidad no sería tan
segura como cuando Dios es lo primero.
b) Los hijos, la esposa, madre, padre, etc, serán más amados
cuando se pone a Dios en primer lugar. Pues es Dios quien dijo:
"Amarás a tu padre y a tu madre"; "amarás a tu esposa como Cristo
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
119
ama a la Iglesia"; etc. Cuando colocamos a Dios en primer lugar,
entonces toda la vida se ordena con tremenda facilidad, y todas las
cosas van a su lugar por su propio peso.
Cuando no está Dios en primer lugar, nuestra vida está
desordenada y otras cosas empiezan a afectar a mis relaciones
familiares y personales, hasta que llegamos al caos y la confusión.
Poner a Jesús como rey de la vida, en el centro de nuestro ser, será
la solución definitiva. Desde otra perspectiva podemos decir, que a
veces, el compromiso del discipulado y la entrega a la voluntad del
Señor nos obliga a hacer, no sólo una nueva escala de valores, sino
incluso, sacrificio de renunciación a cosas materiales. En Lucas
14:33, el Señor nos dice: "Así pues, cualquiera de vosotros que no
deje todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo". La versión
revisada dice: "El que no renuncia a todo lo que posee". Debemos
de hacer del reino la prioridad y no afanarnos por las añadiduras.
I) Renunciar a lo que tenemos es vivir como si no tuviéramos
lo que tenemos. Todas las cosas mías, o que yo creía que eran mías,
son de Dios. Él es el dueño. Yo soy un mayordomo, o
administrador de los bienes que Él me ha dado. Cuando hago la paz
con Él, le devuelvo todo el derecho de propiedad. Renuncio a todo.
Lo sigo usando, pero reconozco que no es mío, sino de Dios. Este
renunciamiento a todo lo que poseemos se convierte en una
revolución en nuestras vidas. Nos ayudará a hacer la voluntad de
Dios, ser hospedador y servir en todo, sabiendo que lo que
tenemos no es nuestro, sino del Señor, y que su voluntad es que
hagamos buenas obras, no para comprar el cielo, sino como
muestra de gratitud y entrega a su Señorío.
II) El que no hace esto, no puede ser discípulo del Señor. Sus
Palabras son claras y categóricas: "El que no deje lo que tiene NO
PUEDE SER MI DISCÍPULO". Algunos grupos, que mas
bien actúan como sectas, se aprovechan de este principio para
Mario E. Fumero
120
despojar a los que tienen para su propio beneficio. El asunto no
está en "NO POSEER NADA Y VIVIR COMO MENDIGO", sino que las
cosas que poseemos no nos deben impedir hacer la voluntad del
Señor, y usar los bienes que poseo para su gloria, por medio de mi
servicio. De manera que ahora mi automóvil no lo vendo, ni lo
regalo, lo uso para el servicio del Señor. Yo me convierto en su
chofer, pero si lo perdiera, se rompiera o no pudiera usarlo, de
igual forma serviría al Señor.
Perseverancia es otra condición del discipulado. Juan 8:31
dice: "Entonces Jesús les dijo a los Judíos que habían creído en
Él: Si ustedes siguen firmes en lo que les digo, llegarán de veras
a ser mis discípulos".
a) Esto no es algo de un momento. No es una emoción pasajera.
Es una vida que comienza y sigue desarrollándose. Para llegar de
veras a ser sus discípulos debemos seguir firmes en su Palabra, en
sus mandamientos.
b) Estas cosas Jesús se las dijo a los que habían creído en Él. Tú
que has creído en Él, estas palabras son para ti. Debes permanecer
firme. Tendrás ayuda en las dificultades, otros te ayudarán para que
permanezcas firme. No cedas nunca a la tentación de abandonar el
esfuerzo. Cristo te ayudará a salir victorioso en esta vida nueva que
has comenzado, la cual seguirá en aumento como la aurora, hasta
que llegue el día pleno.
En Juan 15:9, Jesús hace referencia a lo que es el efecto
inmediato a una vida bajo el discipulado, pues dice: "Mi Padre
recibe honor cuando ustedes dan mucho fruto, y así demuestran
ser verdaderos discípulos míos".
1) El fruto que Jesús nos pide aquí, según el contexto, es que
hagamos discípulos a otros. Tal como el fruto de la higuera es un
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
121
higo, y el de una vaca un ternero, así el fruto de un discípulo de
Jesús es otro discípulo de Jesús.
2) Hacer otros discípulos, en primer lugar, hace que el Padre
reciba honor y gloria. Pues es otra vida que adorará a Dios y le
honrará y le alabará. También, el hacer discípulo a otro demuestra
que somos verdaderos discípulos de Jesús. Como dice el proverbio
español: "de tal palo tal astilla", si somos discípulos de Jesús
haremos lo que Él hizo, "Hacer discípulos".
LA IMPORTANCIA DE LA CONVIVENCIA.
En Marcos 3:14 nos dice que Jesús "nombró a doce para
que estuvieran con Él... y para mandarlos a predicar el
mensaje...". Pero sobre la forma de transmitir ese mensaje hay
mucho escrito, incluso métodos, cursillos y teorías. Se piensa que
el enseñar es un principio basado en el aprendizaje mediante un
sermón, una cátedra impartida, un cursillo, etc. Este es el grave
error de muchos líderes religiosos, que produce algunos "mal
llamados discipuladores". Creen que con un cursillo ya se pueden
graduar de maestros de discipulado, haciendo de esto un método de
enseñanza, más que una forma de vida. No se es padre por estudiar
"paternidad", sino por tener un hijo, aunque el estudio nos ayuda a
ser "mejores padres".
La base principal del discipulado no radica en un plan de estudio
previamente delineado por temas, períodos y materias, sino en las
relaciones y necesidades individuales dentro de la vivencia. La
metodología de Jesús en su discipulado radicaba en los siguientes
principios:
I) No hay mejor enseñanza que la enseñanza de la
convivencia. Si examinamos atentamente quienes fueron los
mejores discípulos de Jesús, descubrimos que eran los que más
convivieron con él. Aún desde el principio, dos personas
preguntaron a Jesús: "Maestro, ¿dónde moras?".Jesús les contestó:
Mario E. Fumero
122
"Vengan a ver"; el relato sigue diciendo: "y vinieron y vieron y
se quedaron" (Juan 1:35-42).
III) "Nombró a doce para que estuviesen con Él". Debes
procurar pasar la mayor parte del tiempo posible con tu maestro,
buscar de él consejo espiritual. No faltes a ninguna reunión. Si
faltas que sea por razones justificadas, comunícaselo. Trata de
involucrar a toda tu familia en lo que haces.
IV) "Nombró a doce para que estuviesen con Él y para
mandarlos a predicar..." Luego que tú te vas formando, y te vas
pareciendo a Jesucristo, entonces tú también tendrás tu ministerio.
Serás ubicado en el lugar que Dios indique a tus superiores y
comenzarás a ser guía para otros. Pero primero debes "estar" con
quienes te van a preparar, y la convivencia con tu maestro te
capacita en la práctica.
Hechos 1:1: Jesús comenzó a "hacer y enseñar". Por
convivir con Jesús, ellos no sólamente oyeron lo que Jesús decía,
sino que veían lo que hacía. Sé un observador de quien te dirige. A
la vez, comienza a vivir lo que ves vivir a tus dirigentes, cómo son
en su hogar, en el trabajo, en la vecindad. Así los que te rodean te
mirarán a tí. Recuerda qué es "hacer y enseñar". No enseñes hasta
que vivas lo que enseñas. Pero si el ejemplo de tus dirigentes es
negativo, entonces busca otros patrones mejores. En tal caso la
sujeción no es bíblica, si no tiene el respaldo del ejemplo, algo vital
para hacer efectivo el discipulado, no habrá autoridad para formar
vidas.
EL VERDADERO DISCÍPULO (Mateo 7:24-29).
Debemos ser entendidos de lo que el Señor demanda de
nosotros, así es; "... el que me oye y HACE lo que yo mando".
Este es el sabio que está edificando su vida espiritual sobre una
roca firme. Nada le turbará, nada le hará volver atrás, nada le
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
123
debilitará. Siempre permanecerá fiel, estará siempre firme y estará
en Aquel día junto a Jesús en su venida. Este es el discípulo
verdadero, el que oye y hace, el que pone en práctica las
enseñanzas, el que obedece, el que se sujeta. No el que dice "sí" a
Jesús cada vez que le manda algo, sino el que ya ha dicho sí a Jesús
para siempre y obedece de forma espontánea y sostenida.
"...El que me oye y no hace lo que yo mando, es como
un hombre insensato41
...". Es verdad. Es una insensatez escuchar
los mandamientos de Jesús, el maestro, y no obedecerlos. Es
pérdida de tiempo. Todo el tiempo que ocupes en asistir a las
reuniones, cultos, hogares, etc. es TIEMPO PERDIDO. Sí, tiempo
perdido, tan perdido como edificar una casa sobre la arena. Esto es
escuchar y no hacer, no obedecer, no sujetarse a Jesús y todo lo que
Él demanda.
De manera que para ser un verdadero discípulo de
Jesucristo no es suficiente algunas cosas, sino
. Tú puedes informarte mucho acerca de Jesús, y
puedes llegar a saber todo lo que sabe tu maestro. Pero eso no te
salvará, por el contrario, si no obedeces las enseñanzas, Jesús te
llama tonto. Sí, tonto, por la pérdida de tu tiempo y energías en una
gran nada. Todo ese tiempo, y energías gastados en escuchar, se
vendrán abajo como una casa cuando está edificada sobre la arena,
y sube el agua...
Hoy mismo debes decidir si serás el hombre sabio o la mujer
entendida, que oye y obedece. No pierdas tu tiempo, ni lo hagas
perder a los demás. Sé un discípulo verdadero; poniendo en
práctica todo lo que Jesús te manda.
41- La palabra "INSENSATO" tiene en su raíz una connotación semejante a la de
TONTO, o también necio.
Mario E. Fumero
124
CONCLUSIÓN
Debemos ser conscientes en que debemos ser unos
discípulos que han muerto para sí, y viven para ser como Jesús.
Perfeccionarte para perfeccionar a otros. Cada día debemos ir
pareciéndonos más a Jesús mediante la obediencia a sus
mandamientos, en forma concreta, y a través de oración,
meditación y vivencias. Un discípulo es uno que aprende de la vida
de su maestro a vivir como Cristo quiere, y a la vez enseña a otros
con su vida y sus palabras a vivir como su maestro, Cristo Jesús.
Un discípulo es uno que está convencido que debe unirse a Jesús
para hacer discípulos a todas las gentes. Cada amigo, pariente,
familiar, vecino y compañero de trabajo. Todos los que te rodean
deben ser codiciados por tí para hacerlos discípulos. Jesús te dice:
"háganlos mis discípulos...".
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
125
CAPITULO -XIII-
LA IMPORTANCIA DEL
DISCIPULADO
Hemos visto que a través de los años como los cristianos
han creado estudios teológicos, conferencias, charlas y
convenciones para hacer crecer la Iglesia de forma fuerte y
poderosa. Para tal fin se han establecido sistemas de gobiernos,
métodos de enseñanza, como la escuela dominical, campañas
evangelísticas, seminarios de crecimientos, y hasta métodos
artísticos y por control remoto, desfiles, pasos en el trabajo de
evangelismo y programas de ordenadores que enseñen de forma
fácil toda la verdad de Dios acerca del hombre, la salvación y la
iglesia y el crecimiento. Hoy día lo cuantitativo se ha convertido
una obsesión en muchos pastores, pues se mide el éxito por lo
grande que puede ser y una iglesia y por lo rápido que esta crezca.
No niego que el hombre en su sincero deseo de ayudar a
Dios ha creado todas estas "técnicas" evangelísticas que han tenido
y tienen su valor dentro de algunas situaciones y lugares, pero lo
que no debemos ignorar es que no existe mejor método para formar
vidas y crecer como iglesia, que el patrón bíblico establecido por
Jesús, aunque lo podemos complementar con los recursos
disponibles en el siglo XX. Pero ¿Cuál es este método
Cristocéntrico? Su principio radica en la relación dentro del
esquema de un discipulado, y es bueno concienciarnos con este
término: DD II SS CC II PP UU LL AA DD OO : su término en griego es
MEZETÉS y en hebreo PABBI, y en el cual está encerrado todo un
Mario E. Fumero
126
secreto de formación en relación y ejemplo, por medio de la cual
enriquecemos nuestra vida, más que por un método didáctico, por
una relación profunda, de amor y servicio.
EELL DDIISSCCIIPPUULLAADDOO NNOO EESS UUNN MMÉÉTTOODDOO::
Debemos aclarar que el discipulado no es una imposición,
ni un sistema de gobierno estructural. Tampoco es un método que
se puede implantar arbitrariamente, obligando a uno a sujetarse a
otro, dentro de un esquema piramidal de mando. Quizá el fracaso
del discipulado nazca de la mala implantación que del mismo se ha
hecho por algunos que lo han usado para ejercer una autoridad
hegemónica. Tampoco el discipulado es un cursillo estilo cátedra,
en el cual después de un tiempo, tomas un examen, apruebas la
material y recibes un título de "discipulador". El concepto del
discipulado es más que todo esto. Nace en la relación, en la
formación del carácter, en unos principios que se trasmiten más por
la vivencia y paternidad espiritual, que por normas y métodos de
enseñanzas.
Se es padre, no por haber tomado un cursillo en paternidad,
o por el hecho de que adopte a un hijo ya criado, y le imponga mi
paternidad jurídica, sino porque engendro y crío a un hijo. La
posición de padre es una función, no un título. De igual forma el
discipulado se compara en las epístolas paulinas como un principio
de paternidad espiritual, relacionada con el hecho de tener hijos
(espirituales) en Cristo, a los cuales "engendramos" en sentido
espiritual, para criarlo con la leche y vianda que nos proporciona la
palabra Dios, como una madre que cuida a sus hijos.
Los métodos42
siguen patrones, pautas generalizadas y la
formación del discípulo no debe estar sujeta a "patrones fijos de
42
- Toda metodología de estudio obedece a patrones prefijados en donde el
factor deshumanización llevara la relación a una acción técnica, en donde la teoría es más importante que la practica. Muchos seminarios y escuelas bíblica tratan de forjar ministros desde un aula, cuando en realidad Jesús los hizo en un diario vivir y andar. el conocimiento es importante, pero no forma el carácter, al contrario, a veces nos moldea mentalmente a ideas que chocan con la realidad.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
127
enseñanza". Se debe ajustar a la necesidad individual de cada
persona, como cuando un hijo necesita un trato específico de
acuerdo a su carácter y temperamento. La autoridad impuesta por
medio de métodos se puede convertir en jerarquizante y vertical, no
dando lugar al amor, como fuerza que nos lleva a la obediencia.
El discipulado se fundamenta en el ejemplo del maestro,
que produce en su discípulo una realidad viviente de la Palabra de
Dios. De ese ejemplo nace la autoridad que conduce al Señorío de
Cristo, y como consecuencia de esto, al sometimiento voluntario
por medio de la Palabra, cuyo factor es básico para poder guiar al
discípulo por el camino de la humildad a la formación del carácter.
Este principio se llama "sujeción", y aunque muchos abusan de ella
para avasallar a su prójimo, imponiendo, como los fariseos, hay
reglas43
que regulan los limites de la misma para evitar que los
maestros no actúen más allá de lo ordenado por la Palabra.
Si el discipulado no es un método, ni un cursillo, ¿Qué es?.
Una forma de convivir y de comunión para formar así una relación
de cuerpo entre miembros con miembros, hasta que lleguemos a la
unidad de la fe en aquél que es la cabeza de todos, Jesucristo.
Si el discipulado parte del hecho de que es una
“formación” por lo tanto su evolución y tiempo estaré determinado
por la madurez del discípulo, así que no es eterno. Todo discípulo
al crecer deberá desarrollar sus sentidos en el discernimiento del
bien y del mal, pues llegara un momento que pasara de ser hijo,
para convertirse en padre, de discípulo a discipulador, y la relación
con su maestro quedara reducida a una comunión, pues con la
Los mejores mecánicos no son los que leen un libro de mecánica y aprueban la materia teórica, sino aquel que se hace al lado de un mecánico, aprendiendo directamente en la practica. Si ambas cosas se conjugan seria mejor. 43
-Es importante definir las normas en las cuales debemos enmarcar el uso de la
autoridad, para no caer como hemos dicho en una “tiranía espiritual”. Quizás la regla de oro en esta área sea el modelo de Jesús, el cual era apoyar con su vida y acciones lo que después iba a demandar a sus discípulos. Nadie puede exigir lo que el mismo no este dispuesto a dar.
Mario E. Fumero
128
madurez se alcanza la capacidad de formación y de nutrición
propia ( Hebreos 5:13-14).
Es por ello que vamos a definir la necesidad de entender
cuales serían las reglas más importantes dentro de la formación del
discípulo, para así poder restaurar una iglesia decadente en sus
principios apostólicos, y lograr que se convierte en un cuerpo sano,
en donde todos son hijos, y no hay huérfanos espirituales, pues
hemos perdido los conceptos de como es un cuerpo normal, lo cual
son básicos para asumir la función que como discipuladores
debemos tener.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
129
CAPITULO -XIV-
COMO PROYECTAR LA
ENSEÑANZA
Queremos exponer brevemente las bases de una verdadera
enseñanza bajo el principio del discipulado. Recordemos que para
hacer discípulos necesitamos algo más que una conferencia o
sermón, o una clase, pues la meta no es hacer doctores ni
especialistas de la Biblia, sino formar las vidas y el carácter de los
creyentes, para que reflejen en todo la plenitud de Cristo, y para
ello se necesita someterse a la sujeción voluntaria del Señorío de
Cristo a través de la Palabra, y que la misma se manifieste en
ejemplos concretos.
Uno de los mayores fracasos que han experimentado las
iglesias y organizaciones cristianas en nuestros tiempos es la forma
de fabricar cristianos; esto es, reproducir la vida de Cristo usando
moldes, duplicados sin originalidad. Consideramos más importante
la cantidad de creyentes que tenemos en un edificio, que la calidad
de vida que tienen en su hogar o trabajo, y este es un grave error.
Actualmente tenemos los templos llenos de luces que sólo brillan
debajo de la mesa, o sal almacenada en graneros, mientras que el
mundo se pierde. Nuestro fracaso está en que le damos tanta
importancia al "conocimiento" que olvidamos el vivir. Sabemos
mucha Biblia "en letras", pero en vida y espíritu "NO HAY NADA".
Estamos a veces vacíos, y es tanto el ruido que hace nuestra forma
de vivir que la gente no puede escuchar nuestras palabras.(2ª
Corintios. 3: 2-6). Somos conscientes que la realidad cristiana se
Mario E. Fumero
130
compone de vida, y no de conocimiento, experiencia y de palabra,
somos más dichos que hechos.
Continuamente encontramos en la Biblia expresiones
como: "no es decir Señor, Señor, sino hacer su voluntad. El que
escucha mi palabra y la vive, ése es mi discípulo, no seáis oidores, sino
hacedores; sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando, haz esto y
vivirás," etc. lo cual demuestra que lo importante, no es conocer,
sino vivir mucho.
La iglesia primitiva carecía de Biblias impresas, tratados,
libros de teología, seminarios, etc., pero tenían algo que a nosotros
nos falta: testimonios vivos de esa palabra, pero nosotros nos
quedamos con esa palabra impresa y nos faltan los testimonios
vivos. Compararé esto al Ingeniero que diseña un avión, pero nunca
lo fabrica, ¿para qué le sirve entonces el plano?. Ha perdido su
tiempo y el trabajo.
No es tener una Biblia, ni seguir un plan de estudio tipo
escuela teórica, sino conocer y vivir hasta alcanzar la
(Efesios 4:13).
Para lograr producir " " en vez de " ",
tenemos que entrar en la Palabra con una mentalidad no
tradicional, ni de estudios tras estudios, o sermones tras sermones,
temas tras temas, porque esto se pierde en el vacío, sino en una
actitud de obediencia para poder formar el discípulo un su carácter.
Si damos mucha comida de una vez, se produce una
indigestión. Si transmitimos una enseñanza y enseguida otra, sin
haber dado tiempo a practicar la primera, (esto sería equivalente a
digerir) ocurrirá lo mismo, pues formaremos "OIDORES POR
DOQUIER, QUE SABEN TODA LA BIBLIA", pero no tienen
tiempo de vivir nada.
Es por ello, que como primer paso para iniciar un
discipulado debemos ir a la Palabra con una conciencia de
formación, más que de conocimiento y para ello consideraremos
algunas pautas al respecto.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
131
CCÓÓMMOO LLEEEERR YY VVEERR LLAA BBIIBBLLIIAA.. Muchos tienen el libro de la Biblia como si ella fuera "un
Dios", como si lo sagrado fuera la letra impresa, y hasta rinden
culto a ella. "No la dobles, no la estrujes, no la marques," etc. La
Biblia revela la realidad, pero no es la realidad, pues con solo
saberla no podemos llegar al cielo, hay que vivirla. La Biblia nos
muestra la luz, pero no es la luz, sino que nos muestra la luz. la
Biblia nos muestra el perdón, pero no es el perdón, pues por el
simple hecho de poseerla no tengo la salvación. La Biblia nos
muestra el Espíritu Santo, pero no es el Espíritu Santo. Podemos
tener la Biblia puesta en un altar prominente en nuestro hogar y, sin
embargo, estar fuera de la . Lo primero que
tenemos que tener en mente es que la Palabra nos da letra,
conocimiento y verdades, pero todo esto no vale nada si no lo
experimentamos en nosotros mismos.
No es tener un mapa y ver un camino, pues esto no es nada en
comparación con andar por él, viendo todos sus detalles. El mapa
es la sombra de la realidad; el camino es la realidad de la sombra.
La Biblia es la sombra de Dios; la experiencia y la vida con Dios es
la realidad vivificante. (2ª Colosenses 2:17; Hebreos. 8:5).
Debemos evitar la bibliolatría y reconocer que no es citar
la Palabra lo que vale, sino el vivirla (recuerden que hasta Satanás
citó la palabra de Dios en la tentación de Jesús en Mateo cap. 4). "Somos cartas escritas, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios
vivo"(1 Cor 3:3). Pero ¿cómo leer la palabra para buscar en ella la
vida que nos lleva a la realidad?. Lo primero que tendremos que
evitar es tratar de usar la Palabra para ajustarla a nuestros propios
deseos y caprichos, esto es formar mi propio evangelio y doctrina
sacando un pedazo de texto de aquí, otro de allá y otro de más allá,
formando el Evangelio San Conveniencia, que es el quinto
evangelio o el evangelio según San Evangélico, tomó lo que me
gusta y paso por alto lo que no me agrada.
El evangelio según San Conveniencia es aquél en el cual me
apoyo cuando quiero hacer lo que me da la gana. Cuando voy a las
Mario E. Fumero
132
Escrituras para buscar sostener mis decisiones preconcebidas, y
justificar mis errores etc. Ejemplo: No quiero sujetarme a nadie, y
busco textos que me apoyen, mutilando el sentido, el marco y los
contextos, y formo así mi propia doctrina; otro caso es el que desea
dividirse, por orgullo, y extrae de la palabra algo que parece
bíblico, y eclipsa el amor "que todo lo soporta", para dar lugar a su
jactancia espiritual, mutilando el cuerpo del Señor, que es su
iglesia. Otro ejemplo es cuando predicamos un mensaje tomando
sólo las y escondiendo las demandas, porque
quizá, al verlas, no levante la mano. Es mejor decir: "acepta a
Cristo porque te ama y no hay ningún compromiso", a decir:
"Acepta a Cristo, toma su cruz y síguele, aceptando el someterte a
Él en todo". Cuando presentamos lo que a la gente le gusta, y
ocultamos lo que puede disgustarle, para ganarlo para Cristo,
estamos predicando un evangelio mutilado, manipulado y no
bíblico, y esto es contrario a la realidad de la misma Palabra
(Apocalipsis 22:18-19). Actualmente estamos llenos de
predicadores de "vendas mágicas" que ofrecen un evangelio en
donde no hay sufrimiento, anunciando que "deje de sufrir" si
reciben a Cristo. Otros los atraen despertando con el evangelio
mutilado la ambición, ofreciéndole a la gente riquezas terrenales
con un mensaje de prosperidad, otros ofrecen un evangelio de
fantasía, y algunos un evangelio que te hace "superman",
escondiendo la realidad de las pruebas, tribulaciones, dolores,
persecuciones, dificulta y los días malos.
Hay que dar la realidad de Jesucristo con todas sus
exigencias y bendiciones, pues la salvación se adquiere mediante la
proclamación de su Señorío, que nos hace sujetos a su
voluntad.
Para evitar una generación de
, tendremos que formar discípulos que vayan a la Palabra
de Dios con ciertas bases sólidas, para buscar la realidad de Dios, y
y no la , que es "conocimiento". Lo
primero que tomaremos en cuenta para lograr esto es saber cómo
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
133
leer las escrituras: Debemos estudiarla en su conjunto, o sea, libro
por libro, capítulo por capítulo, versículo por versículo. Lo
importante no es un verso aislado y unido a otro de otro libro, pues,
originalmente, la Biblia no fue escrita con la división de libros,
capítulos y versículos, todo era un conjunto, como una carta que tú
o yo podamos hacer. Por ejemplo, la epístola a los Tesalonicenses
se escribió primero (51 d.C.) que la de los Filipenses (62 d.C.), sin
embargo, aparece después. El libro de los Hechos se escribió
mucho después de la gran mayoría de las epístolas, y es el quinto
libro del Nuevo Testamento, etcétera.
Cuando los Escritores bíblicos escribieron, no pensaron en
lo más mínimo que se colocaría en el orden actual, ni que se
dividirían en versos y capítulos. Una Epístola es una carta escrita
como tal, sin división de capítulos y versos. Así que debemos
estudiarla como tal, no mirando los versos y capítulos, sino el tema
y la idea de conjunto. Para ello debemos saber antes de leer un
libro de la Biblia, lo siguiente:
1. Quién escribe y por qué escribe.
2. Fecha y lugar dónde ese y para quién.
3. Costumbre de la época, marco histórico y geográfico.
Llamaremos a este sistema de estudio por libro:
" ", porque buscaremos en cada
libro verdades y realidades para provecho nuestro a través del
conjunto del escrito.
CCÓÓMMOO EESSTTUUDDIIAARR LLAA BBIIBBLLIIAA
PPAARRAA VVIIVVIIRRLLAA YY CCRREECCEERR.. Sabiendo cómo debo leer la Biblia, pasaremos a cómo
estudiarla para vivirla. No sólo buscaremos estudiarla en su
conjunto, sino bajo el concepto de los temas más importantes de la
misma, para formación y crecimiento de un cuerpo en Cristo. En
las células de discípulado usaremos el estudio de conjuntos y el
Mario E. Fumero
134
estudio de conceptos, pero este último será de vital importancia
para formar UN VERDADERO PUEBLO DE DIOS.
Partiendo de los puntos anteriores, tendremos que entrar a
la formación de discípulos, tomando verdades y conceptos clave
que se enseñarán hasta que éstos dejen de ser una enseñanza, y
pasen a formar parte de una realidad. Mientras la primera lección
no se lleve a la práctica, no se entrará a otra, aunque ésta primera
tome meses en vivirse.
La pauta a seguir para no caer en el error, y formar
, es tomar una lección sobre cierta verdad CRISTIANA,
ejemplo: AMOR. Y estudiaremos ésta realidad en la Palabra desde
todos los ángulos, escritos y conceptos, hasta tener la idea de cómo
debemos de vivir en amor este clara y sea parte de mi conducta.
Después, proyectaremos durante un tiempo, algunas tareas
prácticas de vivencia, para ejercer con la vida está lección, hasta
que asimilemos ese amor estudiado, en hechos concretos.
Buscaremos las áreas en donde vivir el amor, enfocaremos hacia
esa dimensión la vivencia, y hasta que esto no se proyecte
plenamente, no entraremos en otro concepto o tema. Si no se logra
el amor como fruto de conducta en un mes, seguiremos con éste,
sólo cuando una verdad se viva, podremos pasar a otra. Así
formaremos vidas y no sólo cerebros con conocimientos.
Si tomásemos el tema de SUJECIÓN, no dejaremos de
enfocarla hasta que todos estén sujetos, como mandan las
lecciones. Si fuera el de SEÑORÍO DE CRISTO, no dejaremos ese
tema hasta que Jesús sea de todos nuestros bienes.
Recuerdo que cuando comencé el discipulado en Honduras tenía un
discípulo que como producto de esta tarea le puse como trabajo
actuar en su hogar como siervo de Jesús, por lo tanto él iba a hacer
aquello que no le gustaba, y para el lo mas molesto era ayudar a su
madre a fregar los trastes de cocina. Pero durante una semana
ejerció el Señorío haciendo lo que no le gustaba como siervo. El
resultado fue tremendo, pues sus padres quedaron impresionados
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
135
por su conducta a tal grado que los atrajo a la iglesia. El predico sin
palabras, pero con hechos.
La formación de discípulos será algo lento y paulatino,
según se vaya viviendo cada lección en todo el conjunto. Lo que
ocurre en las iglesias es que una semana se le habla de la necesidad
de orar y amén. La otra semana de buscar almas, después de visitar,
y en la cuarta reunión, de cómo diezmar; pues bien, al llegar a la
cuarta lección, se les olvidó la primera; porque NO SE LES DIO
TIEMPO DE VIVIR UNA ANTES DE PASAR A LA OTRA. En este
nuevo marco de formar vidas, más importante que escuchar un
sermón o un estudio nuevo cada semana, será el buscar vivirlo, y
no soltarlo hasta que deje de ser enseñanza y se convierta en parte
de nuestras vidas.
¿Qué tiempo debemos emplear en conocer y vivir el amor?.
Depende de la actitud del grupo. Esto es asunto de tiempo, razón
por lo cual no podemos hacer una programación muy rígida de
enseñanza. Siempre es más fácil la teoría que la práctica. No
podremos decir: "nuestra meta por un mes es alcanzar un verdadero
amor para todos", porque no todos van a digerir igual este alimento
que, llevado a la práctica, requiere mucha renunciación del . Sin
embargo, cuando vivamos una enseñanza, como en este caso EL
AMOR, estaremos automáticamente viviendo otras que no se
estudiaron, como la UNIDAD, LA PLENITUD DEL ESPÍRITU, LA
EDIFICACIÓN DEL CUERPO, etc. Ya que una enseñanza cristiana
va, por decirlo así, de la mano de todas las demás. Viviendo el
amor, estaremos viviendo otras muchas verdades que ni
conocíamos.
Al terminar cada mensaje, estudio, o enfoque sobre ciertos
temas, tendremos que comenzar a vivirlo, practicarlo en el taller del
diario vivir, y en las siguientes reuniones discutir los resultados, las
dificultades y las consecuencias en nuestras vidas, y en la vida del
pueblo de Dios.
Mario E. Fumero
136
CCÓÓMMOO SSEE PPRROOYYEECCTTAARRÁÁNN LLAASS
EENNSSEEÑÑAANNZZAASS BBAAJJOO EELL DDIISSCCIIPPUULLAADDOO.. Estamos dentro de un marco, partiendo desde gente nueva,
por lo tanto, iremos proyectando la enseñanza de acuerdo a
nuestras necesidades. Mientras que en un país se recibe y vive una
dimensión de la verdad de Dios, que como verdad, es "su
actualidad", para nosotros el énfasis está en otra área, pues la
enseñanza y la luz de Dios depende de las necesidades de las
iglesias en cada localidad. En Argentina, como en Costa Rica, los
que recibieron la luz del discipulado, han tenido el problema de
tener que luchar contra sus estructuras y costumbres, ya arraigadas
años atrás en los creyentes; mientras que nosotros estamos dando
inicio a una formación de discipulado y renovación en gente nueva,
fuera del marco de la iglesia tradicional. Cuando se trabaja con
gente nueva no tendremos que afrontar cambios de estructura,
como ocurriría en una iglesia ya constituida, sino la formación de
vidas y poner un fundamento desde el principio, siendo esta una
labor más fácil.
La aplicación del término no cabe cuando
se inicia el discipulado desde el principio, pues partimos del
principio de la , ya que estamos iniciando una vida
partiendo de cero, con una relación personal con nuevos creyentes,
formando con ellos la iglesia, y no como otros grupos que
comenzaron desde dentro, desde una iglesia establecida, hacia
fuera, tomando a hermanos que estuvieron suelto, sin paternidad
espiritual, lo que hace el trabajo de discipulado más difícil. No es
lo mismo educar que reeducar, ni construir que reconstruir. Nuestra
ventaja está en que no tenemos que cambiar, ni destruir, ni
contender, ni enderezar nada, sino formar nuevas vidas, bien
ubicadas en el SEÑOR, con una mentalidad CRISTOCÉNTRICA,
sin prejuicios sectarios, unidos en amor, dispuestos a una entrada
total bajo el Señorío, y conscientes del papel actual de la iglesia en
la restauración de todas las cosas en Cristo Jesús (Efesios. 1:9-10).
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
137
El discipulado nuestro lo iniciaremos partiendo de un
punto fijo: forjar vidas nuevas, ya que no es conveniente echar vino
nuevo en odres viejos. Nuestro vino nuevo será echado en odres
nuevos, o conceptos nuevos, pero que son tan viejos como la
misma Biblia.
Una vez que las realidades del Señorío de Cristo: el amor,
la unidad, el discipulado, la sujeción, la multiplicación, etc., sean
una prueba vivida en nosotros, la proyectaremos a las iglesias
establecidas, llevándole, no una teoría de avivamiento, sino una
realidad del crecimiento en el Espíritu; y así todos entenderán que
es posible vivir en la forma que vivió la iglesia primitiva.
Cabe ahora enfocar que nuestras vidas tendrán que
enfrentarse a una renovación de entendimiento y conceptos
tremendos, antes de ver el crecimiento que está reflejado en el libro
de los Hechos. Para ello tendremos que vivir una serie de
enseñanzas básicas, para asimilar a fondo la vida de comunidad en
el principio del discipulado. Al iniciar un discipulado, el discípulo
debe tener bien claro algunos conceptos y enseñanzas, como son:
11.. EELL SSEEÑÑOORRÍÍOO DDEE CCRRIISSTTOO..
22.. EELL AAMMOORR ÁÁGGAAPPEE..
33.. LLAA UUNNIIDDAADD DDEELL CCUUEERRPPOO..
44.. LLAA SSUUJJEECCIIÓÓNN DDEELL MMIIEEMMBBRROO..
55.. LLAA CCOOMMUUNNIIDDAADD DDEE DDIISSCCÍÍPPUULLOOSS..
66.. LLAA MMUULLTTIIPPLLIICCAACCIIÓÓNN DDEELL DDIISSCCIIPPUULLAADDOO..
77.. LLAA NNEECCEESSIIDDAADD DDEELL MMIINNIISSTTEERRIIOO..
88.. LLAA IIGGLLEESSIIAA LLOOCCAALL..
99.. LLOOSS DDOONNEESS DDEELL EESSPPÍÍRRIITTUU operando en el cuerpo y,
en fin, otros tantos conceptos que irán surgiendo, según vayamos
creciendo.
CCOONNCCLLUUSSIIÓÓNN FFIINNAALL.
Ahora tendremos que partir de nuestra inmediata
necesidad, pero no con apuro, ni por competencia. Recordemos que
cuando una vida nace, no podemos adelantar su proceso de
Mario E. Fumero
138
crecimiento intelectual ni de conciencia, aunque hagamos crecer su
cuerpo y tamaño por medios vitamínicos. Los dientes, las primeras
palabras y el caminar en un niño, es algo que se produce a su
debido tiempo.
LOS MINISTERIO Y EL DISCIPULADO EN LA IGLESIA NORMAL
139
CAPITULO -XV-
NO CREAR NI INVENTAR
Muchos toman la revelación de Dios en cierta época,
cuando hace falta un cambio, como un privilegio dado a los que se
creen "nietos de Dios," y al recibir algo, que se había olvidado o
sustituido por las tradiciones humanas, se engrandecen, y tratan de
destruir el orden establecido convirtiéndose en caudillos, mesías,
líderes, o dioses. Otros, al tener más luz sobre cierta verdad divina,
ya expuesta en su Palabra, la enseñan y escriben sobre ellas,
añadiendo: <DERECHOS EXCLUSIVOS DEL AUTOR.
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL>, olvidando que todo viene de Dios, y nada es de nosotros, ni
siquiera la vida, que nuestra luz sobre cierta verdad se nutre de otra
luz sobre otra verdad recibida por otro siervo del Señor en el
pasado. Hoy se quiere causar tanta sensación, que aunque no hayan
"verdades reveladas", muchos se las ingenian para llamar la
atención a través de énfasis sensacionalistas. Es debido a ello que
han salido por nuestro mundo muchos énfasis "locos", que como
moda, se tratan de imponer en la vida de la Iglesia, llevándola a
ignorar otras verdades fundamentales.44
Todo lo que Dios desea y busca para nosotros ya fue dicho,
y nadie puede añadir más sobre esto. Sobre este fundamento, ya
puesto y que es Jesús, debemos de sobreedificar, pero cuidado
44- En el libro "BUSCANDO EL EQUILIBRIO" Mario Fumero enfoca la
problemática causada por los énfasis extremos en la vida de la iglesia y analiza cada uno de los mismos dentro del contexto bíblico.
Mario E. Fumero
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cómo edificamos, no sea que, en vez de un edificio para Dios,
estemos haciendo un edificio para nuestras ideas (1ª Corintios
3:10).
Los falsos profetas que han salido por el mundo nacieron
porque tomaron cierta luz de Dios, en medio de una crisis
espiritual, como algo propio, y han creado con esto "cultos
alrededor de ellos". Es bueno aclarar que aunque seamos
instrumentos utilizados por Dios en cierto momento de crisis o
necesidad, esto no nos hace superior a otros, ni centro de nada,
porque todo viene de Dios para bien común, y es el Espíritu Santo
el que nos lleva a toda verdad y justicia (Juan 16:13). Los
descubrimientos espirituales no son para una exaltación
individualista, o un mercantilismo descarado, sino para el bien
común de su pueblo.
El otro peligro es el de la idolatría (culto al hombre) o
caudillismo (que arrastra a las masas a un fin propio). Cuando
alguien puede enseñar elocuentemente, o puede explicar algo de
manera llamativa o hermosa, se convierte en "gran orador o líder",
teniendo seguidores que lo tomarán como alguien "muy
importante", adulándole y exaltándole hasta que este individuo se
cree ser algo, cayendo en un grave peligro de corrupción. Eso fue
lo que ocurrió en Corintio, unos se creían mejor por ser discípulos
de Pablo, otros de Apolo y otros de Pedro, pero habían unos, los
peores, que no se sujetaban a nadie y que decían ser de Cristo (1
Corintios 1:12). Cuando esto ocurre, el diablo se cuela. El siervo se
vuelve Señor, se siente muy importante, acepta los elogios y
muchas veces se vuelve un caudillo que la gente idólatra,
formándose un grupito bajo este hombre que termina
constituyéndose en una SECTAS. Es muy común que este espíritu
de grandeza que poseen ciertos predicadores no sea sino el
producto de una conducta incorrecta de parte de muchos cristianos
mediocres que le dan mas gloria al hombre que a Dios.
Otros tratarán de sobresalir, trayendo mensajes, que más
que un enseñanza, se tratan de un montaje sensacionalista que
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manipula las emociones humanas. Tarde o temprano todo lo
sensacional y emocional se acaba, y queda la triste realidad del
vacío interior y a veces la confusión que lleva a la división. Toda
verdad, por sensacional que sea, se debe transmitir con amor,
humildad, sabiduría, y teniendo en cuenta el deseo de Jesús, que es
unirnos para crecer. Cuando una verdad sea tan sólida que ciertos
creyentes no la pueden resistir o asimilar, porque es mucha comida
para su capacidad, mejor es esperar. Es bueno entender que no es
importante tener una verdad y darla causando daño, sino trasmitirla
con amor, pues dice Efesios 4:15 que: "Siguiendo llaa vveerrddaadd eenn
aammoorr,, crezcamos en todo aquel que es la cabeza, esto es, Cristo."
RECIBIENDO Y TRANSMITIENDO.
Dios puede llevarnos a su voluntad mediante revelación
directa, como en el caso de Saulo en el camino de Damasco, o
también nos puede llevar por medio del mensaje de la Palabra,
como Felipe al Etíope. En ambos casos, el "nacer de nuevo" es una
obra absoluta de Dios por medio del Espíritu, el cual opera
directamente en los corazones, aunque la Palabra puede ser
revelada de diferentes formas. Por ejemplo, hay casos de personas
que se convirtieron por medio de tratados, radio, o aún testimonios
bíblicos. Recordemos que la Palabra de Dios entra a nosotros por el
oír, y es está la que produce el arrepentimiento.
Ambas formas de encuentro personal, "NOS HACE HIJOS
DE DIOS", "NACIÓN SANTA", "MIEMBROS DEL CUERPO", sin
distinción o preferencia ante Dios. Todos creemos y entramos en la
misma relación con éste. Sin embargo, inmediatamente después se
inicia la primera etapa de la vida cristiana, que es ser formado
como discípulo para hacer discípulos.
La primera etapa de la vida cristiana es aprender,
despertar al mundo espiritual y tomar la leche espiritual. Este
aprendizaje, forzosamente, será por medio de otro, que
anteriormente haya aprendido y haya sido discípulo y estén ubicado
en el cuerpo. Algunos creen que pueden crecer por sí solos, como
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una semilla sin sujetarse al suelo. Otros dicen: "¿Por qué Dios no
me capacita a mí sólo leyendo la Biblia, orando y ayunando?...
Dios mismo, al fundar la Iglesia, estableció el orden, que se define
como CCUUEERRPPOO, símbolo que expone la necesidad imperiosa de
una unidad para vida y ayuda mutua en crecimiento. Cristo sabía
que una mano fuera del cuerpo no sirve, que un pie aquí y un riñón
allá no valen de nada, así que, él ordenó el cuerpo para que todos
estuvieran sujetos, unos a otros, en particular (1 Corintios 12:27).
El modelo de iglesia que el diablo quiere es el estiló carnicería,
porque así puede producir la corrupción, o hacer de la iglesia un
orfanatorio, con un director llamado pastor.
Hay muchos ejemplos que demuestran que no puede haber
crecimiento sin unidad. Dios usa a hombres para formar discípulos.
Ni aún los mismos ángeles pueden hacer discípulos o predicar el
mensaje de salvación, más bien, los ángeles, en la era de la iglesia,
son auxiliares de los discípulos y guardianes de los hijos de Dios.
Vamos a ver un ejemplo claro: En Hechos, Capítulo 10, vemos la
historia del gentil llamado Cornelio, un hombre temeroso de Dios
pero desconocedor de la gloria de Jesús. Un ángel le visitado y le
ordena que mande a buscar a Pedro a tal lugar. ¿Por qué el ángel no
le dio el mensaje directamente? Sin embargo éste se limitó a
ordenarle que buscase a Pedro.
Cuando Pablo recibió su llamado fue enviado a una casa en
Damasco. Allí tendría que esperar cierta ayuda que vendría y le
diría lo que tenía que hacer. Después, Dios ordena a un discípulo
que fuese a buscarle, éste era Ananías. Al llegar Ananías le
impartió el Espíritu Santo con la imposición de manos, lo bautizó y
lo llevó a su casa, enseñándole el ABC de Cristo. (Hechos 9:15-
19). Después Pablo deja Damasco para ir a Jerusalén, y estando allí
necesitó la ayuda de Bernabé para poder entrar al culto de los
"discípulos", pues no creían que fuese discípulo. Pero ¿por qué
razón no le querían recibir?. Porque por un lado le temían,
creyendo que podía ser un espía, por el otro veían que andaba
suelto, sin maestro ni cobertura, cosa que quedó resuelta cuando
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dice la palabra que "Bernabé, tomándole, lo trajo a los
apóstoles" (Hechos 9:26-27).45
Estos hechos y otros muchos, junto con el mandato de
Jesús "ID Y HACED DISCÍPULOS, doctrinándoles y ordenándoles
a que guardasen todo lo que les había mandado", indican que el
primer paso en todo aprendizaje está en aprender y vivir el ABC de
Cristo.
La segunda etapa del crecimiento es transmitir lo que
primero tú aprendiste y viviste. Somos, pues, transmisores de todo
aquello que recibimos de otro. Se cumple de está forma el mandato
de Pablo a su hijo Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos
testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros" (2ª Timoteo. 2:2.). En está transmisión de
palabra y vida cristiana hay que ser fiel a lo aprendido y no añadir
ideas propias para exaltar el EGO. Esto se logra cuando
alcanzamos madures, y pasamos de la leche a ingerir el alimento
sólido.
RECIBO DE ARRIBA, FILTRANDO Y PASANDO. Una vez alcanzada cierta estatura espiritual, y después de
estar bien unido y concertado en el cuerpo, encontraremos que lo
que nos transmitieron mientras era sólo discípulo, adquiere más
brillo cuando soy maestro de otros. Dios amplía y usa mi capacidad
y entendimiento para que una verdad recibida ayer, hoy sea más
brillante y clara, sin cambiar el fondo aunque sí la forma.
Todo lo que Dios nos da sobre su verdad lo transmite por
medios humanos. Quizá en el conjunto de cosas que yo recibo de
alguien encuentro "perlas", que yo, por medio de la luz del Espíritu
Santo, puedo ampliar y transmitir más nítidamente a otros,
45- Es importante notar que en la iglesia primitiva la asamblea de los santos el
primer día de la semana era solo para los discípulos, no asistiendo ni visitas, ni desconocidos. En esta reunión privada para la familia de Dios se le X el cuerpo el consejo de Dios por boca de los lideres y ancianos de la Iglesia. (1 Corintios 14:23,27 16:2)
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exaltando un punto que quizá mi maestro no profundizó. Ejemplo:
Mi maestro me enseñó sobre la grandeza del amor sobre los
carismas espirituales. Yo profundizo ese tema y enfoco el amor
sobre los defectos. A la idea aprendida, le añado una perspectiva
más amplia y uso mis propias experiencias para darle una
originalidad sin alterar la verdad recibida.
Al recibir una enseñanza lo primero que debemos hacer es
probarla y vivirla en nosotros mismos, para después transmitirla, de
acuerdo a cómo la aprendí y viví en mi experiencia. Si escucho un
sermón o enseñanza, y trae bendición a mi vida, ¿haría mal si lo
transmito tal como lo sentí en mí?, ¿será esto un plagio?. ¡NO!
nunca, porque lo que el hombre transmitió en el sermón vino de
Dios para todos. Si transmitir lo que aprendo de otro es copiar, los
primeros cristianos hicieron muy mal, pues copiaron y
transmitieron de boca en boca lo que recibieron de los apóstoles.
No predicamos para tener protagonismo, ni tenemos derechos
exclusivos sobre la revelación de Dios, tan sólo somos canales del
Espíritu para edificar su pueblo. Recuerda que este asunto es de
Dios. No es cuestión de crear ni inventar, sino de recibir y
transmitir.
A las transmisiones de arriba (miembros superiores) el
Señor puede añadir más luz, darnos más revelación, que confirme
la enseñanza recibida bajo cierta necesidad especial de los de más
abajo. Cuando Él nos ilumina en cierto tiempo, es porque nos
quiere guiar a hacer algo para bien del cuerpo, sea de arriba o
abajo. No hay profecía, ni verdad bíblica de interpretación privada,
(2ª Pedro 1:19-21) ni de voluntad humana. No cabe decir que algo
es mío, porque "yo" lo recibí. Nada es de nadie, todo viene de Dios.
Siempre una verdad recibida en alguna parte del cuerpo
tiende a edificar y ayudar a la otra. La comunicación de todos es
importante para el buen funcionamiento del culto (1 Cor 14:26).
Recordemos que toda revelación, verdad o don viene a la iglesia
para edificarla en el amor. Hemos visto el funcionamiento de los
ministerios del cuerpo: el maestro es un transmisor y educador que
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primero fue evangelista, y el pastor como el director, guía al
rebaño, pero el apóstol y el profeta se dedican más a profundizar la
revelación de la Palabra y la oración, y ellos eran los que iban
trazando las pautas a seguir según las necesidades de cada lugar,
comunicándoselo así a los ancianos, maestros y pastores. Los
ministerios tanto de apóstoles, profetas, pastores y maestros son
diferentes; mientras el profeta busca luz de arriba para dar verdades
necesarias en ciertas épocas, los maestros y pastores guían al
rebaño dentro de los cauces de la luz recibida, en todo el consejo de
Dios. Pero debemos aclarar que toda dirección viene por el consejo
pluralista del sentir de los ancianos (ministerios) y de acuerdo a las
necesidades específicas de cada localidad como hemos ya afirmado
(Hechos 6:3-4).
Pueden haber líderes más distinguidos, porque hablan con
más elocuencia o tienen más madurez, profundidad, o están en
lugares aparentemente "más importantes" en el cuerpo, como la
mano y el ojo; sin embargo, pese a su ubicación prominente, no son
superiores en relación a la cabeza que los gobierna a todos. A
veces, los miembros más escondidos y menos visibles hacen mejor
trabajo y son más necesarios, como el corazón y los riñones. Y los
que reciben menos honra son los más honrados(1ª Cor. 12:21-24).
Así que en la iglesia todos desempeñamos una labor importante
para Dios, y aunque no estemos en un púlpito, estamos realizando
la función del cuerpo. Esta función básica es hacer discípulos y
trasmitir lo recibido de forma fiel, como dijo San Pablo "...hombres
fieles que sean idóneo para enseñar también a otros" 2 Timoteo
2:2b.
Nadie tiene nada propio, ni espiritual ni material hablando.
En ésta etapa inicial debe quedar claro que todas las ideas que
recibamos, sean del exterior del país, vengan de quien venga, es
para el bien común, si sirve para armar el cuerpo y unirnos a Cristo
Jesús, Nuestro Señor.