Revista Destiempo N 2

Noviembre 1936

Los novios en tarjetas postalesSe amaban en tarjetas postales, pero ella no lo saba.

Su padre era productor de tarjetas postales y le adivin el destino de estrella, pero, guardin de su virtud, la fotografiaba de la mano de nadie y despus la una mediante secretas superposiciones a un joven declarado al vaco.

Una amiga le dijo que la haba visto retratada en posturas indecentes con un hombre y otra noche baj a los depsitos y empez a buscarse entre mazos de tarjetas recubiertas de pginas de libros siempre inconclusas y repetidas para infernal castigo de los autores, y una vez estaba lejana con la misma bata de gasa verde sonriendo en un claro de luna sobre una escalinata en un lago a un muchacho con prpados cados aureolados por el lema

Te pienso

o con el pauelo celeste de gasa en un fondo castao donde besaba al mismo muchacho y brillaba la palabra

Eternamente

Haba temido encontrarse con el abrazo alcohlico e hirsuto de un hombre y ahora se estremeca en la esperanza de hallar la manera de anunciarle su amor.

Se rebel; empez un continuo cambio de posturas cada vez ms forzadas; pero ignoraba si el muchacho atribua algn significado a esos cambios o si no los notaba siquiera: las remesas de postales lo traan neutralizndolos. Pero despus los dos empezaron a surgir en posturas inconciliables y distanciados por un vaco rgido que les gusta a las personas que no compran tarjetas postales. La alegra no fue duradera: la postura ms cargada de reconocimiento amoroso la recogi un brusco bigotudo afeminado. Volvi a dejarse dirigir por su padre, pero iba a poner un aviso en personas buscadas e iba a recorrer los talleres porque un novio de tarjetas postales queda impotente para otros oficios, pero a los pocos aos las postales volvieron a traerla abrazada de su novio. No cometieron ms imprudencias: se contentaron con el permanente noviazgo en imgenes donde ella tuvo de nuevo la iniciativa en las posturas.

Adolfo Bioy Casares